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ONCOLOGÍA Y ONTOLOGÍA: UN ANÁLISIS SEMIÓTICO-MATERIAL DEL CÁNCER TESIS DOCTORAL JORGE CASTILLO SEPÚLVEDA DIRECTOR FRANCISCO TIRADO SERRANO Universitat Autònoma de Barcelona Facultat de Psicologia Departament de Psicologia Social Estudis de Doctorat en Psicologia Social · 2012

oncología y ontología: un análisis semiótico-material del cáncer

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ONCOLOGA Y ONTOLOGA: UN ANLISIS SEMITICO-MATERIAL DEL CNCER

TESIS DOCTORAL JORGE CASTILLO SEPLVEDA

DIRECTOR FRANCISCO TIRADO SERRANO

Universitat Autnoma de Barcelona Facultat de Psicologia

Departament de Psicologia Social Estudis de Doctorat en Psicologia Social 2012

ONCOLOGA Y ONTOLOGA: UN ANLISIS SEMITICO-MATERIAL DEL CNCER

Universitat Autnoma de Barcelona Facultat de Psicologia

Departament de Psicologia Social Estudis de Doctorat en Psicologia Social 2012

TESIS DOCTORAL JORGE CASTILLO SEPLVEDA

Firma Autor

DIRECTOR FRANCISCO TIRADO SERRANO

Firma Director

Oh, Capitn! Mi Capitn! Termin nuestro espantoso viaje, El navo ha salvado todos los escollos, hemos ganado el premio codiciado,

Ya llegamos a puerto, ya oigo las campanas, ya el pueblo acude gozoso, Los ojos siguen la firme quilla del navo resuelto y audaz;

Mas, oh, corazn, corazn, corazn! Oh, las rojas gotas sangrantes! Ved, mi Capitn en la cubierta

Yace fro y muerto.

Oh, Capitn! Mi Capitn! Levntate y escucha las campanas; Levntate, para ti flamea la bandera, para ti suena el clarn,

Para ti los ramilletes y guirnaldas engalanadas, para ti la multitud se agolpa en la playa, A ti te llama la masa mvil del pueblo, a ti vuelve sus rostros anhelantes;

Aqu, Capitn! Padre querido!

Que tu cabeza descanse en mi brazo! Esto es un sueo: en la cubierta

Yace fro y muerto.

Mi Capitn no responde, sus labios estn plidos e inmviles, Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso, ni voluntad,

El navo ha anclado sano y salvo; su viaje, acabado y concluido, Del horrible viaje el navo victorioso llega con su trofeo;

Exultad, oh, playas, y sonad, oh, campanas! Mas yo con pasos fnebres,

Recorro la cubierta donde mi Capitn Yace fro y muerto.

Walt Whitman.

A mi padre.

Agradecimientos. [Que aqu el espacio no figure jerarquas necesarias].

A mi madre, Patricia Seplveda, por ser el apoyo e impulso constantes durante, exactamente, toda mi vida. A mi hermana y familia, por un ejercicio similar.

Difcilmente alguien puede al mismo tiempo inspirar y acompaar simtricamente. Sin

embargo, conozco a quien lo ha logrado. A Francisco Tirado por su orientacin estos aos.

A la Comisin Nacional de Investigacin Cientfica y Tecnolgica, CONICYT, por respaldar y financiar este proyecto.

Al Grup dAjuda Mama i Salut (gAmis) por brindar un apoyo muy importante a esta

investigacin. En particular Montse Girons y Clia Escudero.

Special thanks to Marsha Rosengarten and the Centre for the Study of Invention and Social Process (CSISP) for their guidance and company during a very enriching experience.

A quienes han [hemos] constituido el seminario Medicine-Networks, por una co-variacin

productiva.

A Mara Isabel, por todo lo que significa.

NDICE

UNA CRIBA PARA EL CNCER: Introduccin .................................................................. 4

Un des-orden sin bordes. ......................................................................................... 6 Vector de transformacin. ...................................................................................... 10 Cncer y biomedicina (Claves de orientacin). ....................................................... 12

ONTO-ANT [Sobre la ANT]. Ontologa semitico-material ........................................... 18

Vocabulario intermedio. ......................................................................................... 21 Una apuesta por la irreduccin. ............................................................................. 25

Actantes. ............................................................................................................ 27 Redes. ................................................................................................................ 28 Toda esencia tiene una historia: ontologa como trayectoria. ............................. 30

METODOLOGA ........................................................................................................... 36

Caracterizacin de la investigacin. ....................................................................... 36 Curso del estudio. .................................................................................................. 39

PUBLICACIONES ......................................................................................................... 44

Oncoguas-ontoguas: protocolos, panoramas y prehensin en el tratamiento del cncer ........ 46

La nueva materialidad del cncer. Teora del actor-red y objetos potenciales ......................... 74

Una aproximacin simtrica al cncer de mama: heterogeneidad, regulacin y corporizacin . 130

CONCLUSIONES. ........................................................................................................ 158

REFERENCIAS [No includas previamente]. ................................................................ 166

ANEXOS ..................................................................................................................... 174

I. Cartographies from the Margins: Outline of the Development and Applications of Actor-Networks Theory in Spain ........................................................................................... 176

II. Movimiento y Regmenes de Vitalidad. La Nueva Organizacin de la Vida en la Medicina ... 198

III. Pauta de entrevistas ............................................................................................. 222

Introduccin

4

UNA CRIBA PARA EL CNCER: Introduccin

Para hacer que surja algo del caos, incluso si ese algo difiere muy poco de l, es preciso que intervenga una gran criba, como una membrana elstica y sin forma,

como un campo electromagntico, o como el receptculo del Timeo.

Gilles Deleuze (1989). El Pliegue.

Probablemente todas las enfermedades a lo largo de la historia han sido envueltas

por la incomprensin, la incertidumbre y el temor, cada una en su momento. Y es que,

inevitablemente, muchas de ellas conllevan el vaticinio inexorable e implacable del fin de la

vida, o de algn modo, la prdida de su supuesta solidez1. Toda enfermedad es, en cierto

sentido, un riesgo para la vida, una puesta en relacin del organismo consigo mismo, prueba

de su consistencia y persistencia (Le Blanc, 2004). Michel Foucault (2000a) ha descrito con

arte cmo distintas pocas han constituido rdenes morales particulares que han validado

dinmicas que posibiliten su confinamiento, o bien la gestin y reduccin de su propio

capricho, transformando en este transcurso la sociedad en su totalidad. La peste negra, por

ejemplo, que durante la poca medieval diezm la poblacin europea entre el inicio de su

brote y mediados del siglo XIV, esparci el horror entre personas de diversas castas, clases

y territorios, y gener estragos econmicos que muchos vinculan con el impulso del

Renacimiento (Cohn, 2003). La lepra, por su parte, se vincul con el desarrollo,

perfeccionamiento e institucin de sistemas de confinamiento, que pueden encontrarse

hasta la actualidad. En tanto esta ltima exiga distancia, la peste implicaba una

aproximacin cada vez ms fina y una observacin cada vez ms constante hacia el

individuo. Para Foucault (2000a), estas enfermedades constituyen los modelos ideales de la

exclusin y la disciplina, respectivamente. En ambos casos, la enfermedad ha adquirido un

significado que trasciende el espacio discreto de lo corporal, configurando un orden material,

social, poltico y econmico2. Las recientes transformaciones en los mbitos mdicos y

biolgicos han implicado una nueva variacin de orden social y material, esta vez mediada

por una serie de tecnologas que han adquirido un estatus particular durante las ltimas

dcadas. Si bien su campo de aplicacin es variado, en la medida que se extienden alteran

los objetos con que se relacionan, asignando nuevas estrategias para su evaluacin, sus

escalas y valores y, en definitiva, afectando su produccin misma, incidiendo finalmente en

los modos que se expresa y organiza la vida. Existen muchos casos en los cuales esto 1 La palabra enfermedad deriva del uso latino de infirmus, que significa falta de firmeza (Segura, 2001). 2 Existiran conexiones estrechas entre las epidemias ms importantes que han afectado al ser humano y el desarrollo de 2 Existiran conexiones estrechas entre las epidemias ms importantes que han afectado al ser humano y el desarrollo de particulares disposiciones de poder y control social (Cipolla, 1993; Ledermann, 2003, Watts 2000; Tirado & Caada, 2011). Cada uno de estos dispositivos correlaciona con un diagrama o comprensin general de la vida y lo viviente (Tirado & Caada, 2011, p. 138).

Oncologa y Ontologa

5

podra verse expresado, no obstante, uno de ellos an deambula entre nosotros aunado a

los efectos de la incertidumbre, la incomprensin y el miedo. Nos referimos al cncer.

Esta tesis aborda el cncer y lo hace a partir de la consideracin especial de la

configuracin social y tecnolgica que ha adoptado a partir de la serie transformaciones que

han acontecido en las ciencias mdicas y biolgicas desde fines del siglo XX. En tal sentido,

nos hemos propuesto describir y analizar el carcter semitico-material del cncer en el

mbito mdico actual, es decir, las tramas de composicin heterognea que se le vinculan y

lo constituyen como una entidad reconocible y abordable medicamente, considerando sus

implicancias de orden social y material. En ltima instancia, esta investigacin versa sobre el

significado de esta enfermedad, comprendiendo ste como la construccin de una

trayectoria privilegiada que enlaza elementos de naturaleza diversa (Akrich & Latour, 1992).

Para ello, nos hemos focalizado en el territorio cataln, en tanto los aos precederos han

sido testigos de una serie de desarrollos tecnolgicos que lo han constituido como un caso

adecuado para ser abordado. Estos se han iniciado hace aproximadamente diez aos y han

implicado un ejercicio intenso de transformacin de los espacios oncolgicos clnicos y de

investigacin. En tal sentido, nos hemos aproximado terica y metodolgicamente desde el

mbito de los Estudios de Ciencia y Tecnologa y, en particular, desde la Teora del Actor-

Red. Esta teora o perspectiva (Law, 2007), ha decantado como una versin emprica del

postestructuralismo, haciendo eco de las propuestas foucaultiana y deleuziana sobre las

asambleas productivas y heterogneas establecen modos de socialidad. Ha sido influida por

la semitica francesa de Algirdas Julien Greimas & Joseph Courts (1982), algunos

postulados de Alfred North Whitehead y Michel Serres, adems de la propuesta

etnometodolgica de Harold Garfinkel (Calln et al., 2011), poniendo especial atencin al rol

que entidades tanto humanas como no humanas ejercen para movilizar la accin, elaborar

el conocimiento y, en definitiva, promulgar hechos. El conocimiento es una produccin

social, pero aqu lo social no es comprendido como una construccin humana que se

sostiene a s misma de manera a priori, sino como efecto de la relacionalidad entre aspectos

tanto semiticos como naturales o materiales; lo social, en este sentido, es algo concreto

que se despliega mediante un ejercicio de descripcin de asociaciones heterogneas

(Latour, 2005).

Lo anterior implica una transgresin al principio de identidad que suele acompaar

una intensin de este tipo, en tanto, ms all de un inters acerca de qu es el cncer y

cules son los componentes que lo constituyen como una entidad reconocible en un mbito

cientfico o bien, las percepciones que co-varan tanto como los objetos, la misma

Introduccin

6

investigacin ha derivado en los procesos mediante los cuales ste se hace co-extensivo a

un entramado de carcter a la vez social y tecnolgico, que, en tanto ofrece un soporte para

su estudio, diagnstico y tratamiento, lo promulga segn ciertas regulaciones que formulan

sus condiciones de posibilidad. En este sentido, esta enfermedad correlaciona con

disposiciones de orden material y social que trascienden aquello que acontece en los lmites

discretos de un cuerpo, estableciendo un campo de afecciones que excede su estatuto de

entidad local, temporal y espacialmente. Sus condiciones de posibilidad no son dadas,

stas se perfilan en las prcticas en las que interactuamos y sustentan que algo, en

definitiva, acontezca. Es lo que Annemarie Mol (1999) consideran como la composicin

bsica de la ontologa: una derivacin de procedimientos y acciones que establecen una

configuracin. Lo ontolgico no remite a substancias fijas definidas por propiedades

inmutables, sino a materiales fundamentados (informed materials): entidades cuya

ontologa o sus variaciones depende de las operaciones y relaciones que pueden o no ser

establecidas con otras substancias y prcticas (Cambrosio, Keating, Schlich & Weisz, 2009).

Cmo aprehendemos el cncer, cmo ste nos afecta y es, a su vez, afectado, depende de

tales mediaciones 3 . Bruno Latour (2007), antroplogo de la modernidad, dir que la

ontologa de una entidad dada es la trayectoria que une todas las posiciones. En ese

sentido, toda ontologa tiene una historia.

Un des-orden sin bordes.

Susan Sontag (1978), escritora norteamericana, dedic una de sus obras a

desentraar el peso metafrico que conlleva esta enfermedad. La sucesin de ideas que

soporta el cncer en su asociacin con la muerte, formulara un tipo particular resonancia

moral que incidira en la experiencia final del individuo. Estableciendo un paralelo con la

tuberculosis durante el siglo XIX, seala cmo ello se basara en la situacin concreta de la

incapacidad de establecer un tratamiento adecuado, que menge el pronstico fatal con que

se asocia. Ambas enfermedades, en distintos momentos, han sido mediadas por el misterio,

lo que ha conllevado se conviertan, adems de literalmente, en sucesos semiticamente

contagiosos. Por ejemplo, seala Sontag (1978), en la obra Armance de Stendhal (de 1827),

la madre de Octave, el protagonista, se resiste a expresar la palabra tuberculosis con tal

de evitar se acelere el curso de su enfermedad. De modo similar, en The Vital Balance, Karl

Menninger (1963) argumenta que el nombramiento de la palabra cncer ha incidido en que

3 Segn Latour (citado en Tirado, 2001), una mediacin es un acontecimiento que no se reduce ni a una causa, ni una consecuencia, ni completamente a un medio o un fin; se trata de la variacin de los guiones de los actores u objetos, un tipo de relacin que implica la conexin actual de diversas entidades, induciendo su transformacin. Es causa-accin-efecto y los actores-actantes que participan y se transforman en el proceso (Latour, 2001).

Oncologa y Ontologa

7

ciertos pacientes sucumban con mayor rapidez. Siguiendo el curso de la historia reciente,

indica cmo incluso durante mucho tiempo ambas enfermedades se encontraban

entrelazadas y superpuestas4, en tanto juntas expresaban la consuncin (consumption) de

la vida. Fue slo cuando se asoci una bacteria especfica a la tuberculosis en 1882, que

stas se diferenciaron. El rasgo distintivo del cncer pas a constituirse en ese momento

como un tipo de actividad celular, y el hecho de que no siempre asuma la forma de un tumor

externo y ni siquiera palpable, slo pudo comprenderse con el perfeccionamiento del

microscopio (hasta entonces, la leucemia no pudo haberse dilucidado como un cncer)

(Sontag, 1978; American Cancer Society [ACS], 2012a).

La concepcin del cncer como un tumor, o bien la atribucin de la clula y sus

procesos como los eventos enraizados a su emergencia, ha conllevado durante siglos la

asignacin de esta enfermedad como un tipo de actividad discreta que acontece al interior o

en las mismas fronteras del cuerpo. En efecto, el trmino cncer proviene del latn cancer,

que parece estar relacionado con el griego (karkinos = cangrejo), el snscrito

karkah (cangrejo) y la raz indoeuropea kar (duro). Durante mucho tiempo estuvo vinculado

a la denominacin de tumores o excrecencias. Su aplicacin a ellos proviene de los mdicos

de la antigedad 5 . El primero en utilizar el concepto (karknma, de la

composicin de karkin(os), cangrejo, y -ma, tumor) para describir tumores fue

Hipcrates, en el siglo IV a. de C.. Coromines (2008) sugiere que la utilizacin del vocablo

refiere a que la forma que adoptan las venas afectadas que rodean al tumor se asemejan a

las patas de un cangrejo; las tenazas en sus patas evocan un instrumento de tortura,

smbolo del sufrimiento encarnado de la enfermedad. El neologismo oncologa (del gr.

, onkos (masa, bulto, hinchazn) y (decir, razonar)) slo se emple por primera

vez en 1857, para designar el estudio de los tumores y su tratamiento en medicina (Harper,

2001). En la actualidad, la Organizacin Mundial de la Salud [OMS] considera que entre las

principales caractersticas de la enfermedad se encuentra la multiplicacin rpida de clulas

anormales que se extienden ms all de sus lmites habituales y pueden invadir partes

adyacentes del cuerpo o propagarse a otros rganos (2012, 2), enfatizando el proceso de

reproduccin de clulas anormales en el cuerpo como criterio nosolgico para esta

4 Durante todo ese perodo, tipolgicamente tuberculosis (del latn tuberculum, diminutivo de tuber, bulto, hinchazn; que remite a la idea de protuberancia o excrecencia) era cncer (Sontag, 1978). 5 Sin embargo, en el Papiro de Ebers, que data aproximadamente de 1600 aos a. de C., se describen protuberancias mamarias duros, infiltrantes o ulceradas, indoloras que no contienen lquido, que tal vez se hayan referido a tumores malignos (Kardinal & Yabro, 1979, citado en Tenorio, 2005). Respecto a los antecedentes sobre los primeros casos, Garca (2006), menciona que se han encontrado fsiles de la era mesozoica con tumores en los huesos. As tambin, se han hallado tumores seos en fmures y hmeros de momias de la quinta dinasta egipcia, y seales de cncer en momias del Per. Estas datan del ao 3000 a. de C. (Morton & Moore, 1997; Garca, 2006).

Introduccin

8

enfermedad. Siendo as, su sintomatologa es difusa, y se asocia al tipo de rgano o tejido

en que se genera este proceso (National Cancer Institute, 2012; ACS, 2012b; National

Health System, 2012). En todas estas definiciones, el cncer no se desplaza ms all del

cuerpo de un paciente. Este es la posibilidad y el mbito de realizacin de la enfermedad (Le

Blanc, 2004).

Existen, no obstante, variadas razones para asignar al cncer un estatuto de

ambigedad6. En primer lugar, esta enfermedad se desarrolla muchas veces de modo

asintomtico, haciendo evidente su presencia a nivel corporal slo una vez que se encuentra

en un estadio avanzado (ACS, 2012b; Bourret, 2005). Ello ha conferido un lugar

importantsimo a las tecnologas y procedimientos mdicos vinculados con la deteccin

temprana. En el mbito del cncer u oncolgico, el diagnstico pre-sintomtico adquiere

un estatuto privilegiado y se superpone a las estrategias de prevencin que actan en otras

prcticas sanitarias, enlazadas, por ejemplo, a enfermedades de carcter exclusivamente

infeccioso (Keating & Cambrosio, 2001). En este sentido, la prevencin se identifica con la

preparacin para la enfermedad7. Este hecho ha desplazado la pregunta por su gnesis a

una temporalidad indefinida, asociada no slo a los eventos que acontecen en algn estrato

vital en un momento dado, sino a la vida en s misma, su propia configuracin. Ello

obedecera a la posibilidad tcnica de visibilizar e intervenir en un nivel distinto al de los

procesos exclusivamente metablicos principalmente mediante frmacos, organizando

actividades sobre las alianzas entre cadenas minsculas de molculas (Rheinberger, 2000).

Nikolas Rose (2001, 2007) ha denominado como molecularizacin al estilo de pensamiento

que prev la vida a este nivel gentico-molecular, conllevando la identificacin, aislamiento,

manipulacin, recombinacin y movilizacin de entidades microscpicas que no se

encontraran constreidas por el orden aparente de la vida y que ha implicado la

reorganizacin de la institucin mdica, su cultura y tecnologas. Segn esta lgica, cuando

un nuevo elemento patolgico es encontrado, la respuesta inmediata es buscar la estructura

molecular que acta como agente causante, previendo la posibilidad de diagnosticar o

intervenir anticipndose a alguna manifestacin sintomtica. Preguntar por la fuente del

6 La palabra ambigedad deriva del latn ambiguus, formada por el prefijo amb, que significa por uno y por otro lado, y la raz del verbo agere, que significa, llevar adelante, actuar. El sentido de ambiguo es, entonces, actuar por uno y otro lado. Comparte su origen con el trmino agencia, que proviene de agentia (cualidad del que hace), que tambin deriva de agere (Coromines, 2008) 7 En el mbito oncolgico tambin se emplea el trmino prevencin, pero ste se vincula especialmente con la adopcin de un estilo de vida orientado segn segmentos de datos epidemiolgicos, vale decir, que reduzca el riesgo de padecer la enfermedad segn los antecedentes estadsticos disponibles. Por ejemplo: dieta adecuada, moverse, no fumar, entre muchos otros (Cantor, 2007; Asociacin Espaola contra el Cncer, 2012, Agosto 23).

Oncologa y Ontologa

9

cncer es remitirse, en este sentido, al origen y proceso que articula la vida, su escala

gentica8.

Esto permite desplazarnos a una segunda fuente de ambigedad, que se ancla en la

diversidad de teoras que vinculan como agentes carcingenos tanto elementos ambientales

fsicos (radiacin, exceso de luz solar, entre muchos otros), temporales (mutacin genmica,

envejecimiento celular o del ADN), como aquellos vinculados con el estilo de vida

(Cambrosio, Keating, Mercier, Lewison & Mogoutov, 2006; Blasco, 2011, Mayo). Segn el

estado de conocimiento actual, si se puede hablar de un factor que origine la enfermedad,

ste se articula con entidades diversas, situadas tanto en la interioridad como en la

exterioridad del cuerpo. El cuerpo, en tal sentido, puede comprenderse como una escala

ms de las mltiples que formaran parte de la gnesis, evolucin o remisin de la

enfermedad.

As, un tercer aspecto se encuentra relacionado con nuevas figuras que median en

los procesos mismos de salud y estado patolgico. Esta se encuentra en las nociones de

susceptibilidad probabilidad de desarrollar una mutacin, de ndole individual y riesgo de

carcter eminentemente poblacional o epidemiolgico (Rose, 2007, 2009). Rose (2001)

rescata la nominacin de Hacking (1995, citado en Rose, 2001) de un nuevo tipo humano

interactivo que es constantemente biolgica y genticamente riesgoso y en riesgo. Por su

parte, Rose & Novas (2005) han hablado de un tipo de ciudadano biolgicamente activo,

que establece un compromiso con su propia optimizacin a partir de las posibilidades

brindadas por la medicina, formulndose un vnculo de mutua dependencia entre pacientes

e investigadores genticos. Las deteccin de patologas asintomticas o presintomticas

auguran que las fuentes de enfermedad puede encontrarse en todas partes. La orientacin

mdica acerca de los modos de evadirlas enaltecen las cualidades de la medicina como voz

8 Existen diversas teoras respecto a la gnesis del cncer, no obstante aquellas ms aceptadas en la actualidad, y desde hace unos cincuenta aos, la asocian a un proceso acontecido en el ADN. En ste pueden incidir o no, aspectos hereditarios, la exposicin a fuentes de radiacin, rasgos ambientales carcingenos o virus inductores de mutaciones en el material gentico. Recientemente se indaga en el papel que contribuye la inflamacin del microambiente sanguneo en el crecimiento tumoral. Esta perspectiva, no obstante, sera complementaria a las teoras del oncogn, anti-oncogn y teora gnica. La primera atribuye al genoma celular el componente incitador neoplsico y fue documentada por Bishop & Varmus en 1980 (Fujimura, 1992), orientando gran cantidad de investigaciones en el presente; la teora del anti-oncogn, asume que el proceso incitador radica en una alteracin gentica en la detencin de reproduccin celular, siendo un oncogn el responsable del proceso normal de divisin; la teora gnica considera que un cncer se genera como consecuencia de una cascada de eventos en el ADN genmico que integrara la activacin de oncogenes y delecin de anti-oncogenes. La multiplicidad de cnceres y elementos carcinogenticos (tabaco, luz solar, asbestos, qumicos, virus) se articularan en una sola va, integrndose a la distribucin gentica, daando a algunas secuencias de ADN (Dosne de Pasqualini, 2003). Para una sntesis de la trayectoria de estas y otras teoras, puede consultarse Castillo (2008); sta, consiste en una web que facilit la organizacin y desarrollo inicial del trabajo de investigacin.

Introduccin

10

de autoridad para orientar la poblacin hacia su mejor forma. En tal sentido, las fronteras

entre salud y patologa se vuelven difusas, constituyndose autnticos desrdenes sin

bordes (Rose, 2009).

Vector de transformacin.

Es as que el cncer puede ser considerado como un vector de transformacin no

slo de lo que se comprende como corporalidad, sino de una organizacin ms amplia. El

compromiso particular que existe entre el cncer y medicina establece un campo de

relaciones que afecta el espacio en s mismo, su materialidad. George Canguilhem, mdico

y filsofo de las ciencias, consider que la enfermedad (como entidad genrica) es una

configuracin novedosa del organismo, una adaptacin posible de lo viviente a las

perturbaciones del medio externo o interno debido a la instauracin de otras normas (Le

Blanc, 2004, p. 9). Para Canguilhem, el concepto de norma remite inevitablemente a la idea

de vida y, por tanto, resulta imposible disociar el binomio vida-norma. La vida misma

resultara de un proceso creativo de un rgimen de normatividad, de eleccin y

persistencia9. Todo ello acontece por medio de la relacin que establece el organismo vivo

(normativo) en un entorno. Sin embargo, el mismo Canguilhem seala que el ser viviente no

se limita a experimentar o padecer el medio, sino que contribuye a formarlo. Esta

normatividad propia del cuerpo viviente asignara valores a una serie de sucesos que

implican una relacionalidad nutrida entre el cuerpo y sus circunstancias. La enfermedad

misma es una mediacin, una interaccin que transforma la normatividad del cuerpo y la

sustituye por otra, adecuada a su situacin. En tanto puede ser la mediacin entre vida y

muerte (ello procura la muerte no devenga inmediata), es tambin mediacin entre clula,

tejido, cuerpo, y una serie de otros elementos sociales y materiales. La enfermedad en s

misma es un proceso de normatividad que extiende los patrones de la vida, es una

adaptabilidad a nuevas normas. De la misma manera, el cncer construye una propia

normatividad que establece una regla diferente, un tipo de espacialidad y relacionalidad

distinta, un potencial.

9 Canguilhem (2005) establece algn tipo de diferencia entre las ideas de norma y normatividad. En tanto la segunda obedece al orden de persistencia de la vida, lo primero se corresponde a la imposicin de un conocimiento social que identifica la enfermedad con lo patolgico. La patologa y la norma co-dependen de modo similar a la forma en que lo hacen normatividad, la vida y la enfermedad; en tal sentido, la patologa slo se comprende en relacin a una norma; la vida y la enfermedad slo en relacin a la normatividad. La normatividad es la capacidad de cambiar la norma. Esta diferenciacin entre la norma social y la normatividad y, en ocasiones, norma vital, ser rescatada por diversos autores, no obstante en la obra del autor pueda apreciarse en distintos momentos un intento por resolver la mediacin de lo social y lo vital, dando cuenta del poder de lo primero sobre lo segundo. Esto se da cuenta especialmente en el momento a que hace referencias al alcance de la medicina en el establecimiento de un tipo de relacin con la vida (vase Le Blanc, 2004).

Oncologa y Ontologa

11

La idea de norma deviene particularmente importante para el desarrollo de nuestro

enfoque de investigacin. En el mbito mdico, sta no posee una funcin homegeneizante

tanto como regulatoria, de establecimiento de cierto rgimen pragmtico. Una norma no se

identifica con una ley, su carcter no es formal ni mucho menos se reconoce por un conjunto

de enunciados que sirven de criterios sobre los cuales emitir juicios. En s, una norma

constituira el juicio en s mismo, su formulacin pasara por ella. Ni para Canguilhem ni para

Foucault, descritos por Macherey (2011) como los grandes pensadores de la inmanencia de

la norma y de la potencia de las normas (p. 12), las normas no se corresponden con reglas

que son aplicadas desde una exterioridad a contenidos que les son independientes, sino

que definen su figura y ejercen su potencia directamente sobre los procesos en cuyo

transcurso su materia y objeto se constituye poco a poco y adquiere forma, de una manera

que disuelve la alternativa tradicional de lo espontneo y lo artificial (Macherey, 2011, p.

13). Ello enfatiza el carcter productivo de la norma. Por sobre su forma jurdica o legal

(aparato que articula la inclusin y exclusin), ambos pensadores consideran la norma de

manera positiva y expansiva, como un movimiento () que, al ampliar progresivamente los

lmites de su mbito de accin, constituye en concreto y por s mismo el campo de

experiencia al que las normas tienen que aplicarse (p. 91). Y Macherey contina:

En este ltimo caso, puede decirse que la norma produce los elementos sobre los

cuales acta, al mismo tiempo que elabora los procedimientos y los medios reales de esta

accin; es decir que determina la existencia de esos elementos por el hecho mismo de

proponerse denominarla. (p. 91)

Una visin de la norma de esta manera no puede sino trascender el plano lingstico

y/o simblico, adquiriendo una organizacin de tipo material-semitico. Consiste en un

esquema inclusivo, antes que excluyente; una materialidad que constituye los objetos y el

nosotros. Para este autor, Macherey (2011), la fuerza de las normas no se expresa como

poder tanto como una potencia, reflejando, ambos, sentidos opuestos: en tanto el poder

presupone la trascendencia de un medio que antecede la causa con respecto al efecto, algo

externo, que ostenta, en tal sentido, cierta autonoma, una potencia es inmanente (se

expresa en sus producciones), asumiendo una cierta simultaneidad de la causa con sus

efectos, una determinacin mutua. Desde esta perspectiva, poder y norma no pueden

diferenciarse; ambos se encuentran distribuidos en entramados de co-dependencia y co-

afeccin. Redes en que encontramos nuevos agentes que redefinen la relacin que se

sostiene con la enfermedad, nuevas tcnicas y tecnologas que establecen y transforman los

parmetros normativos: tomografas computadas, encefalogramas, resonancias magnticas,

Introduccin

12

radiografas, ecografas tridimensionales, adems de lgicas que definen y conjugan la

pertinencia de todas ellas. Normas productivas y elementos tcnicos que, relacionados,

elaboran una criba que constituye una materialidad distinta con la que relacionarnos.

Cncer y biomedicina (Claves de orientacin).

En esta lnea, una serie de investigaciones desarrolladas desde el ao 2000 abordan

el vnculo entre transformaciones socio-tcnicas y procedimientos clnicos en torno al

cncer. Estas se fundan en el realineamiento progresivo entre medicina y biologa

acontecido desde Segunda Guerra Mundial, que ha constituido un nuevo campo de

prcticas, tcnicas y materiales, llamado biomedicina (Keating & Cambrosio, 2000;

Cambrosio, Keating, Schlich & Weisz, 2006a)10. Este mbito no slo operara como un

nuevo enfoque sobre los procedimientos de carcter clnico y biolgico, sino como una

infraestructura activa en la produccin de juicios basados en la actividad cientfica y

tecnolgica (Cambrosio & Keating, 2000). Para ello, constituye sus propias categoras,

establece criterios para la formulacin y evaluacin de informacin y, en definitiva,

significados de la vida basados en este tipo de producciones. Lo novedoso de este mbito,

no obstante, radica en el tipo especial de trabajo regulatorio que debe desplegar para que

las entidades con que opera sean inteligibles en diversos mbitos. En lo que respecta al

cncer, ello ha implicado una reorganizacin mayor de compromisos de investigacin y sus

dispositivos de coordinacin. Fujimura (1992) seala que, en lo que respecta a la teora

gentica, se ha elaborado un paquete estandarizado que enrol a una diversidad de actores

relevantes para formular un mbito de investigacin amplio, compuesto por una teora

cientfica gentica oncogentica y un conjunto estandarizado de tecnologas que reducen

el tiempo y costes implicados en el estudio de tejidos, clulas y e hilos de ADN. Todo ello no

operara sin el establecimiento de convenciones sobre los estudios a llevar a cabo, sus

modalidades, los marcadores biolgicos implicados11, la obtencin y evaluacin de estos,

adems de la transmisin de los resultados, segn qu categoras formuladas como

importantes. Ello supone un nuevo tipo de evaluacin de la validez de los procedimientos y

10 Este trmino se habra comenzado a emplear prominentemente durante la dcada de 1940, junto al inicio de la era antibitica

y las optimizaciones en el control de plagas atribuidas a la imbricacin del trabajo qumico y bacteriolgico conducido tanto por el

sector industrial como acadmico. Ello incidira en la posterior inclusin de esta rea en el desarrollo de polticas en salud e

innovacin biolgica (Quirke & Gaudillire, 2008). La primera vez que el trmino apareci impreso en habla inglesa fue en el

Medical Dictionary de Dorlan, en 1923. En ste, se define como la medicina clnica basada en los principio de la fisiologa y la

bioqumica (Keating & Cambrosio, citados en Quirke & Gaudillire, 2008, p. 445)

11 Un marcador biolgico ha sido definido como una molcula, o bien estructuras en la superficie celular, que correlacionan con ciertos procesos en el organismo (Keating & Cambrosio, 2000; NCI, 2012b).

Oncologa y Ontologa

13

el juicio clnico, una nueva objetividad, incomprensible sin la existencia de estas

regulaciones. Una objetividad regulatoria (Cambrosio, Keating & Bourret, 2006b: Cambrosio

et al. 2006a). La materializacin de estos aspectos se vincula con la elaboracin, redaccin

y distribucin de una serie de protocolos o guas de accin clnica que, en el caso del

territorio cataln, adquieren la nominacin de OncoGuas. Los aspectos que derivan de ellas

son considerados en al artculo Oncoguas-ontoguas: protocolos, panoramas y prehensin

en el tratamiento del cncer (Tirado & Castillo, 2011), que constituye la primera

aproximacin que hemos realizado a estos procesos. Este se fundamenta en el anlisis de

la OncoGua del Consejo y Asesoramiento del Cncer Hereditario, publicada en el ao

2006(a) por la Agncia dAvaluaci de Tecnologia i Recerca Mdiques, y considera los

efectos prcticos de la inclusin de estos dispositivos para la prctica clnica, los aspectos

ontolgicos derivados del predominio de la perspectiva gentica en el estudio del cncer, y

el tipo de relacionalidad que se forja entre profesionales y estas tecnologas.

Es necesario precisar, quiz, que el nfasis en los procesos tcnicos y regulatorios

del cncer no propone o intenta persuadir acerca de que el cncer como tal no exista o deje

de existir si no se produce por un ejercicio normativo o para plantearlo en otros trminos

constituido en y por operaciones de carcter socio-tcnico; de otra manera, la propuesta

radica en dar cuenta de que su comprensin y produccin tal y como es concebida por la

biomedicina depende de este entramado. Pensarlo como algo generado en y por relaciones

heterogneas ofrece la oportunidad de describirlo ms all de su caracterizacin como

objeto discreto emplazado en y por el cuerpo, situando trayectorias, cartografas de

influencia y accin, formas de condensacin y, en fin, disposiciones y agencias variadas. Si

es posible referirnos a esta enfermedad en el momento que experimenta la medicina actual,

es porque ha sido mediado y forma parte de sus disposiciones materiales y semiticas. Se

trata de una lectura acerca del ejercicio normativo de la medicina a partir de su expresin en

el cncer y cmo, desde el estudio del cncer, puede ejercerse una comprensin de los

procesos de produccin que acontecen en este mbito. En el captulo titulado La nueva

materialidad del cncer. Teora del Actor-Red y Objetos Potenciales (Castillo & Tirado, en

prensa a), pretendemos dar cuenta de las transformaciones acontecidas en el mbito

biomdico que establecen, asimismo, una nueva disposicin del cncer y su materialidad.

Ello, en relacin a aspectos tales como el papel de distintos colectivos biomdicos en la

formulacin de juicios clnicos, el diagnstico presintomtico, la nocin de riesgo, el papel de

la regulacin y la integracin e implicancias de estos procesos en contraste la constitucin

de la semitica-material del cncer.

Introduccin

14

La participacin de los agentes mencionados sus mediaciones, supone algunas

implicancias para las aproximaciones de la psicologa y la psicologa social, al menos en sus

versiones ms clsicas, con respecto al cncer. Ambas asumen una perspectiva individual

sobre la problemtica o, cuanto ms, la de un individuo en relacin a un contexto social,

cultural, simblico o afectivo. Lo que se ha venido denominando como psico-oncologa

conlleva una operacin sobre el sujeto segn una lgica que prev ciertos rasgos subjetivos

o psicolgicos con que ste porta y que consisten en el mbito mayor de una problemtica

ante cierto posible trastorno emocional o afectivo al enfrentar12 esta enfermedad (vase, por

ejemplo, Psicooncologa, 2010). Ello individualiza la relacin del paciente con su proceso,

considerando otros elemento como parte de un contexto que, o bien modulan, o bien se

mantienen marginados, aguardando sean considerados por otros profesionales. As, las

dificultades para asumir la enfermedad, evolucin de emociones intensas o contradictorias al

respecto, son interpretadas segn esta premisa. Otro aspecto refiere a una serie de

supuestos que se han desarrollado en diversas ramas de la disciplina que asignan a ciertos

rasgos subjetivos la probabilidad de, o bien, hacer al individuo susceptible al desarrollo de

neoplasia, o bien que sta sea producida en correlacin directa por alguna disposicin de

este mismo tipo. Nos referimos a la hiptesis de la gnesis psicolgica del cncer. Segn

sta, el cncer, o algunos de sus tipos, se formulan como una respuesta somtica, o bien,

algn tipo de condensacin y represin energtica, que manifiesta relacin directa con un la

posicin que un sujeto adopta en su mundo y vnculos (Dur & Ibez, 2000; Crossley,

2003; Schwarzer, Luszczynska, Boehmer, Taubert & Knoll, 2006; McDonald & Trenholm,

2010; para una revisin histrica, puede consultarse Sontag, 1978). Ello ha implicado la

definicin de un campo de especificidad terica y clnica en que la figura del psiclogo se

distribuye como el engarce profesional entre emocionalidad y enfermedad, configurando

esta ltima y as tambin la primera como una problemtica que emerge en el transcurso

de un proceso personal.

Desde una perspectiva cultural o grupal, por su parte, la psicologa social podr

indagar y/o intervenir en la incidencia del grupo, las percepciones sociales o las

representaciones en este mismo nivel sobre la enfermedad y su incidencia en los procesos

simblicos y de relacin que cada sujeto establece con el cncer, como un objeto

culturalmente mediado (por ejemplo, Llinares, Benedito & Piqueras, 2010). Si bien es cierto

que estos aspectos son componentes que participan de la comprensin y articulacin de

esta enfermedad en la vida cotidiana de una familia o comunidad (Haynes, Pearce & 12 Reisfield & Wilson (2004) describen cmo el empleo de un tipo de metfora marcial es predominante en el despliegue de relaciones entre expertos y pacientes. Se ha descrito las implicancias aversivas de este empleo en pacientes (Restrepo, 1999; Sontag, 1978).

Oncologa y Ontologa

15

Barnett, 2008; Kim, Gatrell & Francis, 2000; Schooling, Elaine, Tin & Leung, 2010), el cncer

no se reduce a un evento de este tipo. Asumir el carcter material y normativo del cncer

trasciende estas perspectivas y las cuestiona, en tanto las disposiciones, sean de carcter

simblico, cultural, subjetivo o corporal, son mediadas por entramados socio-tcnicos o

sociomateriales y consistiendo en propiedades del mismo. Ms all de estos la inteligibilidad

del cncer se hace difusa. Cualquier individualidad emerge como un efecto requerido por el

entramado, pero depende, se articula a ste. Asimismo, la afeccin del cncer es mediada

por dispositivos que configuran su significado en la experiencia de los pacientes. Las

proposiciones que ha generado la biomedicina, en este sentido, se articulan a sus

trayectorias, no obstante median la relacin que los mismos cuerpos de los pacientes

sostienen con la enfermedad. Esta relacin entre proposiciones biomdicas, procesos de

afeccin y corporalidad es abordada en la publicacin titulada Una aproximacin simtrica

al cncer de mama: heterogeneidad, regulacin y corporizacin (Castillo, Tirado &

Rosengarten, en prensa b), que desarrolla la relacin entre la materialidad del cncer y su

articulacin en la vida cotidiana de pacientes con cncer de mama.

Los tres textos reseados conforman el compendio de publicaciones que forman

parte de esta tesis. En cada una se desarrollan los aspectos tericos y metodolgicos que

orientan la bsqueda de informacin y el anlisis. Estas, no obstante, se complementan con

otros dos textos de cualidad similar. El primero de ellos, que se encuentra en el Anexo I,

constituye una cartografa del desarrollo y las aplicaciones de la Teora del Actor-Red en el

territorio espaol, especificando tanto la inmersin de esta perspectiva al pas, como los

canales y ncleos acadmicos en que se ha implicado como aproximacin de investigacin.

Este texto fue generado como parte de las relaciones que se sostuvieron entre la Revista

Tecnoscienza y el desarrollo del I Encuentro Estatal ANT, desarrollado en Barcelona, el ao

2010. En tanto, el segundo anexo entrega el artculo titulado Movimiento y Regmenes de

Vitalidad. La nueva organizacin de la vida en la medicina (Tirado, Glvez & Castillo, en

prensa), que desarrolla la nocin de un tipo de rgimen biopoltico sobre las condiciones

para el movimiento, expresado en una serie de dinmicas materiales y sociales que

encuentran su ejemplo en el caso de la Teleasistencia Domiciliaria, la gestin de las

epidemias y el cncer. Este ha sido denominado como rgimen de vitalidad, y da cuenta de

cmo en estos tres casos se establecen juegos de relaciones que potencian ciertas

condiciones para la motilidad, restringiendo otras.

Todas estas publicaciones tanto las integradas en el cuerpo de la tesis como

aquellas en los anexos, comparten tanto un objeto como un propsito, que es el de

Introduccin

16

desplazarnos por las fronteras que han sido tradicionalmente figuradas como constituyentes

de la enfermedad y la medicina. En el sentido de Stengers (2000), todas estas comparten el

ejercicio y produccin de una prctica especulativa, pues antes que defender o criticar

ciertas propiedades inmviles, se desplazan entre stas para crear otras nuevas, propias.

Segn esto, y no obstante cada publicacin consta de su propio delineamiento terico y

metodolgico, con un mpetu de delinear las ideas que nos han acompaado en esta tarea,

a continuacin puede encontrarse el despliegue de los principales ejes que han articulado el

desarrollo de la investigacin.

ONTO-ANT

18

ONTO-ANT [Sobre la ANT].

Ontologa semitico-material

El materialismo de este pequeo compendio debera hacer palidecer los bellos materialismos de antao con sus capas de materia homognea

y sus fuerzas nicas, tan bellas que devienen inmateriales.

Bruno Latour (1988). The pasteurization of France.

La pregunta que orienta esta investigacin remite a los elementos y procesos que

participan en la constitucin del cncer como una entidad que se inscribe en diversos

procedimientos de orden biomdico. Como tal, hace referencia a un objeto que puede ser

detectado, manipulado, medido y, en algn modo, visualizado, para ser extrado o reducido

de modo tal que se evite o reduzca su afeccin al organismo. Al consistir en un fenmeno

que entrama sucesos a nivel microscpico y, de algn modo, ocultos y silenciosos, las

estrategias para constituirlo como un hecho expuesto deben establecer parmetros tales

que conformen una figura reconocible, objetiva. Debe promulgarse como un hecho. Su

materialidad, de tal forma, queda mediada: es traducida.

Entre las diversas aproximaciones para abordar el estudio social de un objeto de este

tipo, los Estudios de Ciencia y Tecnologa (Science and Technology Studies o STS) ofrecen

un campo de herramientas conceptuales que operan para resistir a la tentacin de reducir

las explicaciones al ejercicio de un grupo, un conjunto de prcticas, o bien un registro

especfico, sea esta natural, social o semitico. En este mbito, la Teora del Actor-Red13 (o

ANT) es ciertamente u Programa Fuerte vendra a situar estas cuestiones, formulando un

plan de investigacin de vocacin empirista. En sus trabajos de 1973, Wittgenstein and

Mannheim on the Sociology of Mathematics, y de 1976, Knowledge and Imagery Social,

Bloor estableci las bases de lo que podra ser una Sociologa del Conocimiento Cientfico,

diferencindose de la Sociologa del Error. Para ello, estableci cuatro principios, entre los

que el Principio de Simetra podra ser considerado el ms importante. Segn ste, la

sociologa debe ser simtrica en sus formas de explicacin, empleando el mismo tipo de

causas para dar cuenta tanto los errores como los aciertos; stas, de carcter

eminentemente social (Tirado & Domnech, 2005)14.

13 Tambin concebida como Sociologa de la Traduccin o de la Innovacin (Latour, 2005). 14 En la misma lnea, la integracin de los supuestos del Construccionismo Social de Gergen (1985) deriv en la generacin del proyectos constructivista: el Programme of Social Construction of Technology (SCOT Programme). Este fue desarrollado principalmente por Trevor Pinch y Wieve E. Bijker, quienes enfatizaron los procesos sociales y culturales involucrados en el diseo tecnolgico, tales como los grupos sociales relevantes involucrados y la apertura y cierre de controversias (Aibar, 2006).

Oncologa y Ontologa

19

No obstante, como sealan Tirado & Domnech (2005), tal cosa evidencia una

asimetra: mientras que somos constructivistas con la naturaleza, somos realistas con la

sociedad (p. 3). Es as que a inicios de la dcada de 1980 diversos autores comienzan a

vindicar la necesidad de trascender la simetra tal y como la planteaba Bloor. De tal forma, lo

que ha venido a conocerse como el Principio de Simetra Generalizada (Callon, 1986, citado

en Domnech & Tirado, 1998), se formul como una crtica a al reduccionismo implicado en

la concepcin de lo social como causa nica de las explicaciones de la actividad cientfica y,

asimismo, tecnolgica 15 . Callon (1995) lo planteara de manera simple: la regla que

debemos respetar es no cambiar de registro cuando nos movemos de los aspectos tcnicos

del problema estudiado a los sociales (p. 262), implicando con ello que deben integrarse en

las narrativas sobre la ciencia y la tecnologa no slo el xito o el fracaso como efectos de

producciones sicotcnicas, sino que tambin la precipitacin de humanos y no humanos

como agentes que participan en la constitucin de estos fenmenos (Latour, 1991, citado en

Domnech & Tirado, 1998).

La ANT deriva, as, como una crtica a la reificacin de lo social la nica naturaleza

que participa de los fenmenos cientficos y tecnolgicos (Tirado & Domnech, 1998). Sin

asumir esencias previas a cualquier movimiento de asociacin, propugna una va en la que

la distincin entre ontologas humanas y no humanas no son lo importante. Basndose en el

trabajo de los lingistas franceses A. J. Greimas & H. Courts (1982), y en la

etnometodologa16, la ANT explora la semitica de las prcticas y de la materialidad, es

decir, la relacionalidad de diversas entidades, la nocin de que estas son producidas en

relaciones (Law, 1999, p. 4). Calln (1987) definira de la siguiente manera el uso del

trmino actor-red: "[ste,] es simultneamente un actor cuya actividad consiste en

interconectar elementos heterogneos y una red que es capaz de redefinir y transformar

aquello de lo que est hecha" (p.93). Afirma, as, que la ciencia y cualquier trabajo

productivo de certezas consiste en una obra heterognea de ingeniera en que lo social,

material, tcnico, textual y discursivo se entreteje, se asocia y transforma mutuamente (o

traducen entre s). No privilegia, de esta forma, accounts de orden natural (realismo) o

cultural (socio-construccionistas) sobre la produccin cientfica (Ritzer, 2007; Law, 2008).

Ms all de la semitica francesa y la pragmtica norteamericana, pueden rastrearse

tambin diversas influencias de autores que han sido claves para el replanteamiento del

15 De hecho, la escisin entre ciencia y tecnologa no tendra sentido. Por tal razn, quienes elaboran investigaciones desde esta perspectiva prefieren hablar de tecnociencia. 16 Esta corriente conviene que el anlisis de los usos prcticos y habituales de las personas explican la realidad social. Se trata de una aplicacin etnogrfica de los mtodos de la cotidianeidad (Garfinkel, 2002).

ONTO-ANT

20

pensamiento social y filosfico desde fines del siglo XX. Es de este modo que Law (2008)

conviene que la ANT puede comprenderse como una versin emprica del

postestructuralismo. Seala cmo las entidades con que se relaciona esta teora podran

bien ser versiones en escala reducida de los discursos o epistemes de Michel Foucault,

considerando la cualidad productiva y estratgica de las configuraciones genealgicas que

son reactivadas en sus relatos. Asimismo, existen asociaciones interesantes entre ciertos

conceptos difundidos por la ANT y la aproximacin filosfica de Gilles Deleuze & Flix

Guattari (2008). Es por ello que, incluso, Latour (2005) ha propuesto en algn momento

denominar a esta teora como ontologa del actante-rizoma en lugar de actor-red17. As

tambin, Law (2008) ha argumentado como existen pequeas diferencias entre la nocin

deleuziana de agenciamiento o disposicin 18 y la de actor-red. Un agenciamiento se

corresponde a grosso modo con la relacin de co-funcionamiento entre elementos

heterogneos, que comparten un territorio o espacio-tiempo, y que posee un devenir. Se

trata de un juego incesante entre la constitucin y su fuga (Deleuze & Parnet, 1995). Para

Law (2008), ambos trminos refieren al ensamblado provisional de formas productivas,

heterogneas y (este es el punto crucial) bastante limitadas de ordenamientos localizados

en ningn orden general ms grande (p. 146). Ambos referiran a ensambles o

congregaciones de elementos que definen su naturaleza en las relaciones que se forjan,

vinculados en sus exterioridades divergentes, afectos entre s, y que establecen figuras

emergentes (Faras, 2011) que, no obstante, no se reducen a la totalidad: los

agenciamientos son arreglos [o acuerdos] dotados de la capacidad de actuar de diferentes

maneras, dependiendo de su configuracin (alkan & Michel, 2010, p. 9).

Callon (2005, Febrero) ha preferido referirse al este tipo de co-funcionamientos

heterogneos como agenciamientos socio-tcnicos formulando la existencia de una

relacionalidad particular entre materia o equipos y lenguaje. Esta alianza ha requerido el

desarrollo de un tipo particular de terminologa que facilite la descripcin de entidades en

relacin, antes que sus producciones o estabilizaciones particulares. Se trata de un

infralenguaje que ostenta evitar hacer referencia a nociones como accin, sujeto o cosa, es

decir, superar la divisin entre agentes humanos y no humanos; de facto, un lenguaje que ni

siquiera considere esta oposicin. 17 Un rizoma es un modelo descriptivo en que la organizacin de los elementos no sigue una subordinacin jerrquica, teniendo cualquier elemento la facultad de afectar o incidir sobre cualquier otro. Rompe, de este modo, con el esquema de arborescencia (jerrquico, que va de lo homlogo diferenciado a lo menos homlogo), rigindose por la idea de indiferenciacin (Deleuze & Guattari, 2008). 18 El trmino original francs es agencement y ha sido traducido al castellano como agenciamiento, disposicin, dispositivo como componenda (Mira, 2010). Esta ltima le corresponde a Jos Luis Pardo (2000). En los textos de esta tesis, cuando nos referimos a disposicin, lo hacemos en el sentido de agenciamiento.

Oncologa y Ontologa

21

Vocabulario intermedio.

Expansin rizomtica 1995-2008, en dos niveles. Alejandro Meitin.

En lugar de oponer el mundo y las palabras, la teora del actor-red ha difundido

trminos intermedios que se focalizan en las transformaciones que son parte de y

caracterizan la actividad tecnocientfica, sea sta natural, social, semitica (Latour, 2001).

Nociones como traduccin, actante, enrolamiento, mediacin o simetra generalizada,

forman parte de estos y han sido adoptados como una forma de posibilitar un tipo de relato

que trascienda la solucin moderna, que habra constituido dominios ontolgicos

diferenciados y perfilados por un saber y unas prcticas particulares: principalmente, el

social y el natural (Latour, 2007). Ha promovido la utilizacin de un infralenguaje que habilita

una descripcin lo ms cercana posible a los trminos planteados por los mismos actores y

que evada la necesidad de emplear conceptos sustentados en esta dicotoma (Lpez &

Tirado, en prensa)19.

El trmino ensamblaje es un buen caso para analizar esta relacin. Este deriva de la

traduccin de la palabra inglesa assemblage, que, a su vez, deriva del trmino francs

agencement, de uso comn, pero de difcil traduccin al castellano. En francs su

significado se acerca a distribucin o composicin o montaje, pero su sentido transmite la

idea de una combinacin de elementos heterogneos, que han sido cuidadosamente

ajustados unos a otros. Como hemos mencionado, Deleuze & Guattari (2008) propusieron la

nocin de agenciamiento, que tiene la misma raz de agencia: ambos provienen del verbo

latino agere, que significa hacer, por lo que se encuentra vinculado a la pragmtica, su

orientacin es hacia la expresin y la accin (Callon, 2006; Zagalo, 2009). Como especifica

Callon (2006):

Los agenciamientos son ordenamientos dotados de la capacidad de actuar en

19 Se trata de trminos flexibles y algo nebulosos que deben desplegarse en un plano dado, con el propsito de rastrear conexiones entre diversos marcos o esquemas de referencia (Vaccari, 2008)

ONTO-ANT

22

diferentes maneras dependiendo de su configuracin. Esto significa que no hay nada fuera

de los agenciamientos: no hay necesidad de una explicacin ms detallada, porque la

construccin de su significado es parte de un agenciamiento. Un agenciamiento socio-

tcnico incluye las declaraciones [o estamentos] que apuntan hacia l, y es porque el

primero incluye este ltimo [,] que el agenciamiento acta en lnea con la declaracin, tal

como las instrucciones operativas son parte del dispositivo y participan en hacerlo trabajar.

Los contextos no pueden ser reducidos, como en la semitica, a un nico mundo de

palabras e interlocutores: se conciben mejor como ensamblajes textuales y materiales.

(Latour, 2005, citado en Callon, 2006, p. 13, traduccin de los autores)

Es decir, un ensamblaje consiste en un conglomerado de entidades que actan, se

afectan entre s, e incluye materiales diversos: desde lo etreo a lo ms radical de una

partcula. De hecho, dividir entre clases de participantes no tiene sentido, pues el eje de su

configuracin radica en la accin, a lo que conllevan y donde se dirigen. La multiplicidad y su

curso son sus componentes.

De este modo, Cmo podemos estudiar esta relacionalidad y su productividad? Si

Latour emple a Greimas & Courts para emplazar el rol de agentes heterogneos en la

promocin de transformaciones, Callon se habra inspirado en el filsofo Michel Serres,

quien escribi acerca del orden y el desorden (Law, 2008). Serres habra generado un sinfn

de metforas para imaginar los mensajeros inciertos que atraviesan entre dominios o entre

el orden y el desorden, y que sobreviven a estos lugares fronterizos. ngeles y parsitos

habitan, promueven y transforman (transportan) vnculos precarios entre espacios que no

pertenecen al mismo mundo (Law, 2008). La idea de traduccin es otra de sus metforas y

la ANT se la debe a l (Serres, 1974, citado en Law, 2008).

As, traducir es hacer dos mundos equivalentes. Pero como no hay dos palabras

equivalentes, la traduccin tambin implica una traicin (Law, 2008, p. 144; el nfasis es

nuestro). Si atentemos slo a sus connotaciones lingsticas es posible prever que el trmino hace referencia a un cierto proceso mediante el cual un significado pasa a formar

parte de un dominio de lenguaje a otro, siendo desplazado y, en cierta medida,

transformado. Algo similar acontece si a ello se aaden implicancias materiales (o semitico-

materiales). Una traduccin conllevara, de este modo, el reordenamiento de una diversidad

de entidades para que un registro social o material sea aprehendido por otro, verificndose

por los actores mismos cuya mediacin es indispensable para que ello acontezca. Como

seala Latour (2001): La operacin de traduccin consiste en combinar dos intereses hasta

Oncologa y Ontologa

23

ese momento diferentes (...) con el fin de obtener una nica meta compuesta (p. 108). No

obstante, estos intereses no pueden ser comprendidos como voluntad, sino como un

producto de complejas relaciones, posibilitadas y mediadas por la accin tanto de humanos

como no humanos. Uno debera tener cuidado de no fijar sus intereses a priori; los intereses se

traducen. Es decir, tan pronto como se frustran sus metas, los actores dan rodeos a travs

de las metas de otros, lo que produce un deslizamiento general, ya que el lenguaje [como

metfora] de un actor se ve sustituido por el lenguaje de otro (Latour, 2001, p. 109).

Una traduccin implica, de esta manera, la creacin de un vnculo constituido por la

participacin de diversas entidades que no exista con anterioridad y que, en cierta medida,

lo modifican. El nfasis se sita en la transformacin y la constitucin de un orden

transitorio de relacin, compuesto por entes activos que co-varan.

Algo similar acontece cuando se emplean nociones como mediacin, agencia o

actor. Ninguno de estos trminos refieren a la participacin de una naturaleza o una nica

entidad en el proceso que se describe. La mediacin viene a suplantar la idea de accin, la

agencia, a la de participacin (o a la de accin humana) y el trmino actor, nunca refiere de

modo privativo a un humano. De este modo, la accin, que puede encontrarse en una teora

semitica o social clsica, es comprendida como un evento entre eventos. En tanto la accin

est referida a lo que realiza un sujeto (sujeto de la accin), desde esta perspectiva

tenemos que este sujeto puede ser contenido no slo por una entidad humana, sino por

cualquiera que pueda intervenir en una relacin, sea esto animal, persona o cosa (Romero,

2010, Junio). Desde esta perspectiva, la accin es un ejercicio de estar entre, de algo que

acontece en medio. Como seala Tirado (2001), Actuar es permitir la conexin de otros

elementos o entidades, jugar el papel de mediador (p. 277). Sealara Latour (1999, citado

en Tirado, 2001, p. 277): La mediacin, eso es, un acontecimiento que no es del todo una

causa, ni del todo una consecuencia, ni completamente un medio o un fin20.

Asimismo la agencia. Para la ANT, la capacidad de establecer diferencias es

propiedad de todo aquello que pueda ser parte de, o ser enrolado, en cierta distribucin

semitica y material. La agencia tampoco es privativa de personas, sino de todo aquello que

entra en relacin. De hecho, la agencia no es propiedad de un humano u objeto, sino del

entramado en que estos se incluyen y que posibilita ciertos modos de operar, de ejercer

20 El te rmino mediacio n, contrariamente al de intermediario, indica la existencia de un acontecimiento o la intervencio n de un actor que no puede definirse exactamente por sus datos de entrada y sus datos de salida (Latour, 2001, p. 366).

ONTO-ANT

24

diferencias y afectar. Es la posibilidad de introducir una variacin en aquello que acontece.

Como sealan Tirado & Domnech (2005):

Por tanto, la agencia atribuible o que, en un momento dado, se describe en funcin

de los movimientos de alguno de esos actores o actantes es absolutamente contextual,

precaria y ajena a las rgidas categoras que impone el pensamiento tradicional. (p. 11)

En esta medida, un actor es aquello que muchos otros hacen[,] actuar (Latour,

2005, p. 73). Como veremos, la ANT ha optado por integrar la nocin de actante, en lugar de

la de actor, por la sombra humana con que porta este segundo trmino. Un actante es, as,

lo que sea que acta o mueve la accin (Akrich y Latour, 1992, p. 259), definiendo, de una

vez por todas, el mpetu por homologar las ontologas de las entidades que participan en

una cadena de acontecimientos o ejecuciones donde es ms relevante es lo que acontece y

es producido, en lugar de quin ostenta el derecho de la accin.

Pero nuestra intencin no es generar un glosario de conceptos que operan en la

ANT, antes que clarificar que estos han sido generados para trascender las escisiones entre

dominios ontolgicos constituidos, desde la propuesta latouriana, durante la modernidad21.

Este enfoque dista de ser un conjunto organizado y sistemtico de ideas y conceptos. Tal

como refiere Law (2007, citado en Calln et al., 2011), de manera amplia esta aproximacin

podra caracterizarse ms bien como una familia dispar de herramientas semitico-

materiales, sensibilidades y mtodos de anlisis que tratan cualquier cosa o temtica en la

dimensin social y natural como simples efectos continuamente generados en el seno de

redes de relaciones siempre localizadas (p. 4). Presenta cualidades que la sitan ante todo

como una susceptibilidad a escalas microscpicas e ingentes, cercanas y distantes, globales

y locales, naturales y artificiales, una forma de aproximarse a fenmenos sociales o

tecnocientficos que enfatiza todo aquello que podra ser omitido por algn sesgo

exclusivamente social o principalmente natural. Se trata de un enfoque que frecuenta un

tejido sin costuras, un mapa, si bien con trazos, sin fronteras. La apuesta es, ante todo, por

la heterogeneidad y la irreduccin. Ello, como menciona Latour (2003), confiere a esta

aproximacin implicaciones que juegan tanto con una ontologa o metafsica como una

sociologa.

21 Aunque los hbridos siempre han proliferado y, en realidad, nunca hemos sido del todo modernos. Segn Latour (2007), el proceder moderno se caracteriza por la eliminacin de entidades hbridas que desbordan las fronteras del rbol de la ciencia, estrategia que se le denomina purificacin.

Oncologa y Ontologa

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Una apuesta por la irreduccin.

Una de las consecuencias principales del principio de simetra generalizada remite al

plano de las entelequias. S, pues ste, ms all de la verdad o falsedad, de una

preocupacin epistemolgica, se aplica a la ontologa, a diversos tipos de actores en el

mundo (Law, 2008, 145). Este principio refiere a entidades que en su forma, significado y

atributos su consistencia misma son resultado de relaciones con otras entidades afectas

al mismo proceso (Law, 1999; Tirado & Domnech, 2005). Este tipo de razonamiento

ostenta la siguiente implicancia: ningn material o naturaleza detenta cualidades inherentes

o posee como una propiedad lo que puede considerarse comnmente como esencia, se

trate de cosas, animales, humanos o, incluso, procesos. Cualquier estado que goce de

algn tipo de intensidad ontolgica o estabilidad es efecto de tales vnculos; tanto lo natural

como social son emergencias en redes heterogneas. La esencia es algo que debe ser

logrado.

Un aspecto que sobresale de este principio y sus implicancias es justamente que la

objetualidad o humanidad sobreviene como un producto y no una categora a priori. Para

ello, La heterogeneidad de las partes ser considerada siempre previa a la unidad del todo

(Tirado & Domnech, 2005, p. 5). De tal forma, la base de la homologacin ontolgica del

principio de simetra es justamente la aceptacin y difusin de la diversidad y sus

conexiones. No habra regla que soporte a otra, ni escala que contenga su subalterna. En un

mundo organizado as, las conectividad rige los patrones de consistencia y realidad. De este

modo, al principio de simetra generalizada le acompaa otro que lo perfila y complementa.

Este principio es expuesto por Latour en la segunda parte de su libro The

Pasteurization of France (Latour, 1988). Consiste en lo siguiente: 1.1.1. No existe ninguna

cosa que sea por s misma reducible o irreducible a ninguna otra. Escolio: denomino a esta

frase principio de irreductibilidad, pero es un prncipe que no gobierna, sin lo cual se

contradira (2.6.1) (p. 158). Esta sentencia, aunque crptica, organiza una serie de

reflexiones sobre la naturaleza de las entidades que compondrn la teora del actor-red y

confiere la oportunidad para analizar los rasgos de algunos trminos implicados en cada

aproximacin inicial a esta teora: el de actor, el de red y, asimismo, el de trayectoria o

significado.

Pero, qu quiere decir este principio? En primer lugar, que ninguna cosa es por s

misma igual o diferente a ninguna otra. Se trata de la demanda de un actante por sobre el

actor, la residencia de la simetra generalizada. No obstante, sobre todo, se trata de la

ONTO-ANT

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puesta en escena de la mediacin y la traduccin como referentes ontolgicos: la

productividad y constitucin de las entelequias depende del encuentro, la co-variacin y la

transformacin de las entidades, y de stas, sobre todo, en relacin. La mediacin y la

transformacin son la prueba de realidad de una entidad (Latour, 2001).

A ello se refiere Latour cuando menciona que dado que nada es reducible o

irreducible, las entidades se configuran en la experimentacin de pruebas (de fuerzas), en la

medida que superan un encuentro. Con ello se expresa quizs uno de los principios

ontolgicos ms enraizado en la ANT pues, en lugar de asumir un cierto monismo o

substancia previa que se sita en un vnculo (cualquiera sea), no existen equivalencias entre

las entelequias, pues para sobrevenir deben dar cuenta de su existencia. La realidad remite,

entonces, a algo que resiste o supera una prueba, que posee gradientes de resistencia a

ellas. Ello implicara que existen elementos ms reales que otros, en tanto la realidad se

asocia a la nocin de estabilidad que confiere superar una prueba en el tiempo22 (Medicine-

Networks, 2010, Mayo). Su realidad no remite a su estatuto jerrquico, sino a la

posibilidad de establecer conexiones que comporta (y, nuevamente, superar estas pruebas).

Mientras ms conexiones establezca un elemento, ms real deviene (Latour, 2012, Marzo).

La substancia aquello que subyace aflora como un producto histrico y poltico, aspectos

por los cuales adquiere los medios para substanciarse, adquiriendo durabilidad (Latour,

2001; Mol, 2002).

Para clarificar, desde lo que habilitara extraer el conjunto de axiomas expuestos por

Latour, una prueba consistira en el instante en que un actante se relaciona con otro, el

momento de una traduccin y su resultado. Superarla es hacerse real para otro (Latour,

1988), demostrando algn grado de estabilidad que debe comprobarse constantemente23

(Medicine Networks, 2010, Mayo). Es el devenir del actante. Como seala Latour (1988):

nada puede diferenciar la interpretacin de lo real de lo real mismo, ya que lo real

son estas diferencias o estos gradientes de resistencia (1.1.5). Un actante nunca para de

negociar el nmero, la pendiente y la naturaleza de estas diferencias; el nmero, la

calificacin y la seriedad de aquellos que negocia; el nmero, la solidez y la fiabilidad de las

piedras de toque de las cuales se sirven para convencerse. (p. 166)

22 En cuando a la medicina, sus objetos requieren alcanzar cierto estatuto de universalidad, vale decir, adquirir gradientes de resistencia estables, duraderos. Los sistemas de pruebas promovidos por los protocolos contribuiran a ello (Medicine-Networks, 2010, Mayo). 23 Es lo que quizs Guattari (1996) referira como intensidad ontolgica, un tipo de variabilidad en la consecuencia de estas pruebas.

Oncologa y Ontologa

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Esta figura, la del actante, si bien no exclusiva, se posiciona como un referente en la

teora del actor-red. Tal como varios otros de sus trminos, no remiten a algo abstracto, sino

a entidades concretas que se comprueban en la medida que se explayan a travs de sus

relaciones. Quisiramos referirnos con mayor detalle a algunas de las implicancias

principales del principio de irreduccin en relacin a ste y otros conceptos o nociones que

consideramos importantes en esta perspectiva. Estas son la de actante, la de red y la de

significado.

Actantes.

Un actor en trminos ANT es una produccin semitica, un efecto de su disposicin

en relacin a otras entidades. Para Greimas & Courts (1982), el mismo es una unidad

lxica que puede recibir o movilizar los efectos de un discurso. La individualizacin, aunque

comn, no es necesaria para ello: un actor puede ser colectivo (la multitud), figurativo

(zoomorfo) o no figurativo (el destino). No obstante, para hacer hincapi en que no existe

una motivacin especial por los actores individuales humanos, ni los humanos en general, la

ANT opta por referirse a actantes. Un actante puede concebirse como el que realiza o el

que sufre un acto (Greimas & Courts, 1982, p. 23). El trmino habra sido adoptado de

Tesnire, quien los define como los seres o las cosas que, por cualquier razn y de una

manera u otra incluso a ttulo de simples figurantes y del modo ms pasivo participan en

el proceso (p. 23). Un actante es previo a cualquier vestimiento semntico o ideolgico

(Greimas & Courts, 1982).

Pero un actante no slo se identifica por la accin o agencia, sino por la

correlacin que establece con otras entidades actanciales24. Dado que los actantes no

tienen caractersticas predefinidas, su modalidad es producida por la agencia que se

distribuye por otros actores-actantes. De este modo, por ejemplo, categoras tradicionales

como la subjetividad o intencionalidad emergen demandas en las redes de relaciones

(Tirado & Domnech, 2005). Nadie cuestionara la existencia de procesos como estos, sin

embargo, como refiere Latour (1988): Para crear asimetra basta que un actante se endose

a una fuerza ms duradera a l (p. 160), ello le confiere mayor realidad, en tanto su

gradiente de resistencia a pruebas se aumenta. Las categoras dadas resisten el examen de

los analistas por sus vnculos con otras entidades.

La semitica se hace necesaria para aprehender la relacionalidad como anclaje de la

24 En semitica, un rol actancial refiere a aquello que habilita la adquisicin de competencias en el actante, perfilando su posicin y funcin en el recorrido narrativo o trayectivo (Greimas & Courts, 1982).

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diferenciacin. Esta posicin, sin embargo, no emerge sino a partir las crticas al

estructuralismo lingstico suscitados en la dcada de 1960. Hasta ese momento, el

esquema lingstico propuesto por Ferdinand de Saussure predominaba e instauraba un

modelo en que la identidad relacional del significante con el significado constituan una

unidad de sistema: el smbolo se corresponde con algo no-simblico en un vnculo directo

(Molho, 1992). Sin embargo, el postestructuralismo destacara que el sentido (o significado)

no es algo dado previamente a la estructura que se limita a expresarlo, sino es, en s mismo,

un efecto de esa estructura (Mira, 2010). Ello establecera una escisin entre los dominios

significantes (semiticos) y de significado, en tanto todo sentido sera un efecto de

relaciones entre significantes y, asimismo, no existe relacin significante que determine un

nico sentido (o significado) (Evans, 1998). Una extensin de este movimiento al dominio

material, o el rechazo simultneo a la naturalizacin, socializacin o textualizacin como

hegemonas argumentativas (Latour, 2003), facilita capturar la relacin entre entidades y

cmo sus relaciones construyen rutas heterogneas y circunstanciales: si, en el

postestructuralismo, al significante no le corresponde un nico significado y ste es en s

mismo producto de diferenciacin con otros significantes, aquello en lo que devenga el

actante obedece a patrones de diferenciacin y mediacin y, asimismo, puede soportar rutas

dismiles que se expresan en patrones que no se identifican con una estructura. Es por ello

que, en la ANT, un actor es tambin una red.

Redes.

El empleo de la palabra red en la ANT viene de Diderot (1769, citado en Latour,

2005) y se utiliz inicialmente para resistir a la nocin de estructura, heredera de la

perspectiva predominante en la poca. Lo que se pretenda con su empleo era situar en un

mismo tipo de organizacin materia y cuerpos, evadiendo la divisin cartesiana entre

materia y espritu (Latour, 2003). No obstante, el empleo de este trmino, considerando la

masiva difusin que ha tenido, producto de la emergencia y crecimiento de las redes que

intercambian informacin, se presta en ocasiones para confusin (Calln et al., 2011). En el

sentido inicial del concepto, una red no remite a una estructura invariante, producto de un

diseo previo, que se comprende a partir de la articulacin entre nodos. De modo diverso, lo

que se pretenda destacar es el carcter heterogneo de entidades que pueden componer

una red, en sus desplazamientos, encuentros e irreducciones. Un actor-red puede prescindir

de todas las cualidades de una red comprendida como estructura: puede ser local, no seguir

rutas obsesivamente prescritas, ni requerir de nodos posicionados estratgicamente. De

modo literal, establece Latour (2003), no hay nada entre ellas, no existe un ter en el cual

las redes podran sumergirse: lo constituyen.

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En matemticas, una red es algo que es trazado o inscrito por alguna otra entidad

un matemtico, por ejemplo. Un actor-red es una entidad que realiza este trazado y la

inscripcin (Latour, 2003). Es su ontologa y no una pieza de ella, por lo que su forma se

define a partir del seguimiento de las relaciones que se establecen entre las entelequias que

se conectan. As, no podr definirse si un actor-red es ms grande que otro, sino si es

intensa o no intensamente conectado. Como menciona Latour (2003), para mencionarlo de

modo simple, la ANT es un cambio en las metforas para describir esencias, pues, en lugar

de hablar de superficies o segmentos, se obtienen filamentos y rizomas, en trminos

deleuzianos.

En este tipo de entramados, de conexiones mltiples y heterogeneidades, el caos no

es un principio que gobierne, pues No se extrae orden del desorden, sino rdenes (Latour,

1988, p. 161). En lugar de oposiciones, encontramos conectividades. As, el orden no

consiste en un principio que gobierne de modo inalterable, dado que segn la nocin de

irreduccin, nada es de por s ordenado o desordenado, homogneo o heterogneo, nico o

mltiple, humano o inhumano, til o intil Nunca algo es por s mismo, sino siempre por

otros (Latour, 1988). El tipo de organizacin ser una consecuencia que emerja de la

descripcin y el anlisis, y, en ltima instancia, un producto de y en estas relaciones.

Es as que la nocin de red habilita la disolucin de distinciones como micro-macro,

gran escala-pequea escala, que se encuentran frecuentemente en la teora social. Esta es

reemplazada por la idea de conexin. Sin embargo, sera complejo asumir que el mundo

ejerce su funcin slo sobre esta concepcin, dado que las escalas operan como referentes

creados por los propios actores para situarse a s mismos: La escala es un logro del propio

actor (Latour, 2005, p. 265), en tal sentido, siempre es relativa a sus necesidades y, como

tal, a la de los entramados en que se sitan. Asumiendo el principio de irreduccin, opera

tambin otra regla: Cualquier cosa es la medida de todas las dems (Latour, 1988, p. 158);

de tal modo que cualquier escala, cualquier medida y cualquier regla conlleva una cierta

disposicin que remite a su constitucin relativa o relacional: Son las circunstancias las que

fijan por un tiempo las dimensiones relativas de lo que las compone. Los roles del azar y la

necesidad no pueden ser acordados por adelantado (Latour, 1988, p. 161, traduccin de los

autores).

Las escalas son producciones, sin embargo es necesario considerar que una vez

han sido constituidas implican cierto modo de organizacin estable o transitorio en torno a

ONTO-ANT

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ellas: son actantes. No se puede decir que ellos sigan reglas, leyes o estructuras, no

obstante, es demasiado asumir que pueden actuar sin ellas (Latour, 1988): stas se

elaboran paso a paso, a partir de otros actantes, leyes y patrones. La simplificacin a veces

es necesaria para la agencia (Latour, 2003), sin embargo es necesario considerar que para

efectos de anlisis, no existe un marco social, natural o conceptual o alguna escala en las

cuales los eventos toman sitio, pues, como hemos mencionado, los entramados constituyen

sus propios sistemas de medicin, son parte de la red. Ello no significa que no sean reales,

sino que, de facto, son hechos reales en la prctica, pero no ofrecen un marco de

explicacin: son parte de ste (Latour, 2003)

Para resumir, la teora del actor-red asume como parte del relato ontolgico el

argumento de la resistencia de las entelequias como manifestacin de su existencia. No en

el vaco, sino en constantes relaciones; no de modo esttico, sino en hbil movimiento (lo

sutil tambin requiere su estrategia). La fortaleza no deviene como producto de la

concentracin o la pureza, sino de la diseminacin, la heterogeneidad y el trenzado

cuidadoso de lazos dbiles (Latour, 2003, p. 2). Esta sensibilidad es desplegada de modo

ms adecuado a travs de la nocin de redes, enlaces o entramados, y no importa cun

dbil o pequeo sea un actante en s mismo (o sus relaciones iniciales), sino la factibilidad

del fortalecimiento y dispersin de los vnculos que sea capaz de establecer. La metfora de

la red sirve tambin para sostener que las escalas son producciones relativas, parte de las

mismas, que deben ser analizadas, pero no constituyen en absoluto un orden de relacin a

priori, sino son producciones del orden o desorden de la misma red. En tal sentido, el

estado inicial es la ausencia de estado, la ontologa es la trama que se compone de las

relaciones y sus trazos, los remanentes de una prueba o encuentro con otras relaciones.

Parafraseando a Latour (2007): toda esencia o substancia tiene una historia.

Toda esencia tiene una historia: ontologa como trayectoria.

De este modo, cuando nos referimos al plano ontolgico de una entidad, de modo

inmediato el eje de narracin ostenta cualidades histricas y, asimismo, polticas. En tal

sentido, as como la semitica es el mtodo de descripcin de las rutas generativas de una

narracin, la teora del actor-red es el mtodo de descripcin del desarrollo de asociaciones

que dan cuenta de una configuracin en que la narracin es palabras y materia. Ello no es

ajeno a los entramados de poder que fijan o estabilizan algunas rutas sobre otras, resultado

de cadenas de relaciones ms ostensibles o intensas (Mol, 2002).

En 1992, Akrich & Latour definieron la semitica como el estudio de significado, pero

Oncologa y Ontologa

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ste considerado en su sentido no-textual y no-lingstico, de cmo una trayectoria

privilegiada es construida, en relacin a un infinito nmero de posibilidades; en tal sentido,

se aplica a mquinas, contextos, cuerpos, lenguajes. No se trata de una actividad reducida a

los signos, sino del movimiento de estos hacia las cosas y viceversa. El significado,

considerado de esta manera, se hace indiferenciable de la ontologa pues, como un proceso

de ordenamiento o descripcin de asociaciones, ambos ostentan relaciones heterogneas,

historia y poltica.

As, por ejemplo, si quisiramos comprender el significado del objeto que se expone

en la Figura 1, debiramos atender a la serie de transformaciones y asociaciones entre

agentes humanos y no-humanos que acontecen en el proceso. En este caso, el significado

del objeto en la en la fase 4, una llave adjunta a un peso, se comprende a partir de las

interacciones entre el encargado de recepcin de un hotel y la clientela. Si el programa del

encargado es que las llaves se queden en el recinto (Please, bring back your keys) y el

antiprograma de la clientela llevrselas, con la articulacin de ambos (el peso y la llave)

se hace efectiva la transformacin la relacin: se logra enrolar la mayor cantidad de actores

en la configuracin final. Este objeto se hace inteligible slo a partir de las cadenas de

relaciones en el que emerge y que despliega. Su prueba es la resistencia entre los actores

con que se encuentra en el proceso, de tal forma que su significado y substancia emerge en

la trayectoria que traza la lnea diagonal, su configuracin.

Figura 1. Sobre el significado (Extrada de Latour & Akrich, 1992, p. 263).

La semitica de las cosas implica el desplazamiento del significado desde las

palabras hacia la construccin de trayectorias, o creacin de orden u orientaciones, sin la

necesidad de especificar si se realiza sobre un lenguaje o sobre objetos (Latour, 2003). En

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palabras de Latour: Para definir una entidad, lo que uno busca no es ni una esencia ni una

correspondencia con un estado de cosas, sino la lista de todos los sintagmas o asociaciones

a los que pertenece un determinado elemento (Latour, 2001, p. 193), y ello implica un

movimiento hacia la continuidad entre prcticas de dominios diferentes. Como indica

tambin Latour (2003), puede considerarse que este movimiento eleva las cosas a la

dignidad de los textos o los textos mismos al estatus ontolgico de las cosas. Lo que sera

importante es que sta consiste en una elevacin en lugar de una reduccin, y que ambos,

cosas y textos, adquieren propiedades de unas y de otros, que les haban sido (o seran)

privadas si se considera slo una aproximacin discursiva o naturalista. Al extender la

produccin de significado a todas las producciones se pierde la distincin absoluta entre

representacin y cosas, de modo que se re-distribuyen agencias y la relacin entre ambas.

Una explicacin es la exposicin de un conjunto de prcticas que se influyen entre s. El

estudio del significado es, de esto modo, la investigacin sobre las asociaciones semitico-

materiales que dan una posicin y reconocimiento a una entidad. Estas devienen ms o

menos describibles o explicab