Moulines-Qué hacer

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    1/34

    QU HACER EN FILOSOFA DE LA CIENCIA?

    UNA ALTERNATIVA EN CATORCE PUNTOS

    c. ULISES MOULINESUniversidad NacionalAutnoma de Mxico

    o. Como se desprende del ttulo, el presente escrito es decarcter programtico. En l no se expone ninguna teora ni

    se presentan resultados de la investigacin sobre algn temaparticular. Su nica pretensin es esbozar las lneas gene-rales de un programa para hacer filosofa de la ciencia enel futuro. Setrata deuna propuesta alternativa. Conello quie-ro decir que hay otras formas de hacer filosofa de la cien-cia, formas con una larga y densa tradicin, que son incom-patibles o, por lo menos, ajenas al estilo que se propone acontinuacin. Ello no implica que esta alternativa pretendaexcluir a las dems. Me parece bueno que haya varios pro-gramas optativos en filosofa de la ciencia. A lo nico a lo

    que aspira el presente es a su derecho de existencia. Porlo dems, como es natural, el programa propuesto intentaatraer el mximo nmero posible de seguidores, especial.mente entre los futuros filsofos de la ciencia. Por eso semanifiesta como una forma de hacer filosofa de la cienciams fructfera, ms flexible y ms realista que otras formasoptativas. Dejo a aquellos de mis colegas que esten inconfor-mes la tarea de mostrar lo contrario. Es previsible que laspropuestas siguientes choquen con ciertas preconcepciones

    ms o menos generalizadas de lo que es o debe ser la filoso-fa de la ciencia. Sin embargo, creo que sera justo concedera los partidarios del presente programa un cierto margen detiempo para que lo implementen: "Por sus frutos los cono-ceris."

    Este ensayo tiene un doble origen, en parte "institucio-nal", en parte "ideolgico". La motivacin institucional es

    51

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    2/34

    la siguiente. En varios pases latinoamericanos, y particu-

    larmente en Mxico, se desarrollan actualmente, o van adesarrollarse pronto, a travs de diversas instituciones uni-versitarias o parauniversitarias, proyectos para el estudioavanzado y la investigacin sistemtica en la filosofa de laciencia; Por tanto, parece oportuno presentar al pblico uni-versitario latinoamericano una visin de cmo cree uno quehay que realizar esa tarea. En otras palabras, para los fil-sofos de la ciencia en Latinoamrica es el momento de "po-ner las cartas sobre la mesa". La presente es una modestacontribucin en:este sentido.

    En cuanto a la motivacin "ideolgica", ste parece tam-bin buen momento para un "arreglo de cuentas" con lafilosofa 'de laciencia tal como se ha venido practicando enlos ltimos tiempos. La disciplina sehalla actualmente en unestado de flujo que en algunos casos raya con el caos. Haceveinte o treinta aos estaba bastante claro (al menos en lospasesanglosajones] lo que era hacer filosofa dela ciencia,cules eran sus mtodos, los problemas bsicos y las solu-ciones que se podan esperar. En los aos recientes, cierta-

    mente ha crecido el nmero de profesionales dedicados a lafilosofa de la ciencia, el nmero de publicaciones, congre-sos y coloquios internacionales, el nmero de universidadesy de pases donde se estudia sistemticamente; pero la con-trapartida ha sido un sentimiento creciente de desorientaciny confusin. En tal situacin, no setrata de volver a algunaespecie de monolitismo escolstico; se trata ms bien de re-flexionar pausadamente sobre lo que uno hace y/o pretendehacer y, si es posible, tomar alguna decisin sobre el cami-no a seguir, con relativa independencia del que decidan too

    mar los dems (si es que deciden tomar alguno en vez deabandonarse a las olas de la moda). Dicho brevemente, ental situacin es conveniente un poco de reflexin metafilos-fica. Las pginas que siguen contienen algunas reflexionesde este tipo.

    Antes de entrar -en materia, quisiera hacer una adverten-cia terminolgica. "Filosofa de la ciencia" es el nombre de

    52

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    3/34

    una disciplina acadmica existente que tambin podra lla-

    marse, yse ha llamado, de otras maneras. En los pases dehabla alemana se le denomine "teora de la ciencia" ("Wis-senschaftstheorie"), aunque muy recientemente empieza adivulgarse, por influencia del ingls, el trmino "Wissen-schafts-philosophie". En Francia seusa indistintamente "epis-tmologie" y "philosophie des sciences" (en plural). En Es-paa y algunos pases hispanoamericanos el nombre oficiales "metodologa", aunque est cayendo en desuso. Todosestos calificativos tienen sus ventajas e inconvenientes. Pero"filosofa de la ciencia" sigue siendo el ms divulgado, tan-

    to en espaol como en ingls. Quiz ms adecuados quetodos los trminos anteriores (por razones de contenido queveremos inmediatamente) seran "metaciencia" o "metateorade la ciencia". Pero dado que stos an suenan muy extraos,cuando no esotricos, he preferido dejar las cosas como estny usar el consabido "filosofa de la ciencia". En definitiva,el nombre es'lo de menos. Pasemos ala substancia.

    l. Permtaseme empezar con una definicin atrevida. Qui-siera caracterizar esa disciplina que llamamos filosofa dela ciencia como una teorizacin sobre teorizaciones. Y siquie-ra que setomara esta caracterizacin como equivalente a estaotra: como una interpretacin de interpretaciones de la rea-lidad; o bien, con un poco ms de precisin, como la cons-truccin de esquemas interpretativos de carcter filosficocon el fin de entender esos esquemas interpretativos de larealidad que llamamos "teoras cientficas"; Naturalmen-te, esta caracterizacin de la filosofa de la ciencia comoteorizacin sobre teorizaciones o, dicho de otro modo, como

    interpretacin de interpretaciones, todava es muy pobre encontenido, casi vaca, puesto que no he definido mis conceptosde teorizacin e interpretacin. Tratar estas nociones en se-guida. Pero antes quisiera observar que .la-oaraoterisacinpropuesta, a pesar de su aparente vaciedad, contiene ya unasugerencia acerca de lo que la.filosofa de la ciencia puede yno puede hacer. En efecto, si' aceptamos los trminos de la

    53

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    4/34

    caracterizacin anterior, se desprende que la filosofa de

    lacienciaesunaactividadintelectual desegundo nivel, esde-cir, unaactividadintelectual cuyosobjetossonyael resultadode una actividad intelectual previa. La filosofa de la cien-cia es un tpico producto de la capacidad recursiva de losseres humanos. Creo que es un rasgo muy importante demuchas actividadeshumanas, ya sean intelectuales o no, elque sean recursivas, es decir, que sepuedan aplicar subse-cuentementea sus propios resultados. Por ejemplo, no slopodemosamar, sino tambin amar el amor; no slo hablarsinohablar sobreel habla, etc. Lafilosofa de la ciencia (y

    seguramentela mayor parte delas restantesactividadesfilo-sficas) es un tpico fenmenode recursividad. El tipo deactividadqueseaplicarecursivamenteenestecasoeslo quellamo teorizacin, o bien, interpretacin.

    Claro que, comono heexplicado qu entiendo por teori-zacin ni por interpretacin, lo nico que he dicho hastaahora es que la filosofa de la ciencia es una actividad in-telectual del tipo x queseaplica a otras actividadesintelec-tuales del mismotipox. Ahora setrata de acotar estax, esdecir, las nocionesde teorizacine interpretacin.

    Deboconfesar debuenasaprimeras, y adespechodepro-vocar la decepcindel lector, que no tengo ninguna defini-cin formal y tajante que presentar. Sin embargo, lo que spuedo ofrecer es una aproximacin intuitiva.

    En primer lugar, entiendo por teorizacin la produccindeliberada deciertas entidadesquellamamos"teoras". Mstarde abordar en detalle el conceptode teora en general.Ahora slo quisiera aadir que entiendo por teoras esque-mas conceptuales interpretativos que, supuestamente, nos

    permiten a los seres humanos entender las cosas que "ocu-rren por ah". Por lo tanto, caracterizo la nocin de teori-zacinen funcin dela de interpretacin- conlo cual he-mos reducido un poco el problema definitorio: ya slo nosqueda por elucidar el conceptode interpretacin. As, pues,en nuestro intento decaracterizar la naturaleza de la filoso-fa dela ciencia, el conceptodeinterpretacin resulta clave.

    54

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    5/34

    2. Ahora tendra que decir lo que entiendo por "interpre-

    tacin". Bien, no quisiera usar estetrmino en un sentidofilosficotcnico. No soy especialistaen hermenutica-ladisciplina que, supuestamente, seocupa de la nocin de in-terpretacin en general. Mi nocindeinterpretacin no pre-tendeser ni profunda ni refinada. No es ni "germnica" ni"glica", ni tampoco, creo, "anglosajona", pues, que yo se-pa, los filsofos anglosajonesno sehan ocupado mucho deestacuestin. La nocin de interpretacin introducida aquha surgido, demanera natural y paulatina, de la confronta-cindemi actividad (y la dealgunoscolegas) comofilso-fo(s) de la ciencia, con un dogma, muchasvecesimplcito,pero entodocasoampliamentedifundido, dela filosofadellenguaje: lo que podemosllamar el dogmade la dicotomadescriptivo-normativa o (equivalentemente, para nuestrospropsitos) descriptivo-evaluativa. Deacuerdoconestadico-toma, cualquier concepto, enunciado o sistema de enuncia-dosquetengasentidoes, odescriptivo,onormativo (o, equi-valentemente,prescriptivo-evaluativo); y ambascategorassesuponenmutuamenteexcluyentes.

    Al asumir estadicotomacomopuntodepartida indiscuti-ble, muchosfilsofosdela cienciaque han reflexionado so-bre su propia tarea se han preguntado si el estudio filos-fico dela cienciadebera considerarsecomoun conjuntodedescripciones"neutrales" del contenidodela cienciao msbien comounconjuntodenormasa priori quelos cientficosdeben seguir ad maiorem gloriam scientiae. Algunos, comoNagel, Harr y muchos"historicistas", han tendido a favo-recer la posicin"descriptivista"; otros, comolos poppera-

    nos y los constructivistasalemanes, han tomado una actitudclaramente normativista; otros, en fin, como Sneed, se hanpreguntado si no sera posible combinar los componentesdescriptivosy normativosen una especiede cocktail, en di-versasproporciones, segnel gustodecadacual. Todosellosa pesar de sus diferencias mutuas, han asumido comoprin-cipio tcito quetodolo queuno, comofilsofo, puedehacer

    55

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    6/34

    con respecto a la ciencia es, o describirla, o darle normas

    de procedimiento (la famosa "metodologa"!).Creo que esta dicotoma es engaosa y que ha sido perju-

    dicial para la recta comprensin de muchas actividades id.telectuales, entre ellas no slo la filosofa de la ciencia, sinola ciencia misma. Las categoras "descriptivo" y "normat-vo" (o "prescriptivo"] se pueden aplicar con sentido a muochas parcelas del discurso humano, pero a otras slo de unamanera ad hoc, implausible, En particular, a las formas dediscurso que llamamos "tericas" no se les puede aplicar.propiamente. Por ejemplo, puedo describir lo que veo en el

    cielo de noche diciendo que hay un gran nmero de puntosluminosos en diferentes posiciones y con diversos grados deluminosidad, y que algunos de ellos cambian de posicin ennoches sucesivas de manera ms regular que otros. Estoesuna descripcin. (En rigor, ni siquiera esto-es una descrip-cin "pura" pero, pace Hanson, se aproxima al ideal de unadescripcin pura.] Sin embargo, cuando digo que algunosdeesos puntos luminosos influyen en nuestro destino y carc-ter, o que cumplen la ley de la gravitacin universal, estoy

    utilizando una forma de discurso que pertenece a..otra cate-gora que la anterior. Ya no se trata de descripciones, enningn sentido interesante y plausible de "descripcin". Esforzado tratar de meter esas formas de discurso en el mis~osaco que la primera. Y no veo ninguna razn, ms queunprejuicio, para persistir en ese empeo. Creo que es muchoms natural y plausible decir que en estos casos estamos, r i9describiendo, sino "interpretando" nuestros datos. El resul-tado de tal interpretacin es una teora; en nuestro ejemplo,una teora astrolgica y una teora mecnica, respectivamen-

    te. Por otro Iado; tambin puedo hacer otro tipo de cosas en:midiscurso ; por ejemplo,teda.ctar un cdigo queprescribacmo deben comportarse los ciudadanos de un pas ante de-terminadas situaciones (esto es, un discurso normativo) . Perotambin puedo considerar la conducta ;de esa: gente como.elresultado de ciertas constricciones institucionales, sociales Y 'econmicas. En tal caso ya no estoy estableciendo normas,

    56

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    7/34

    sino interpretando su conducta dentro del marco de alguna

    teora (por ejemplo, sociolgica o eC()Dmica).;En 'Vezde aplicar forzadamente la mencionada dicotoma

    a todos los casos que senos presenten, me parece mucho ms:adecuado admitir que existe por lo menos una tercera cate-gora semntica, adems de descripcin y prescripcin, a laque podemos llamar "interpretacin" y que no puede redu-cirse ni a descripciones ni a prescripciones. Una tarea im-portante a realizar, por medio de la filosofa analtica dellenguaje, sera la elucidacin formal detallada de esta "ter-cera" categora y de las reglas semnticas que la rigen. Nohe visto nada por el estilo en la literatura de la filosofaanaltica. En todo caso, creo que habra que trabajar ms enesa direccin. Ahora bien, de momento al menos, no ser yoquien se ocupe de esta cuestin con detalle, pues mis nt-reses inmediatos son otros. Dejo la tarea de elucidar el con-cepto de interpretacin a filsofos del lenguaje mejor pertre-chados. Por mi parte, y aunque sea en forma provisional,me contento con la idea intuitiva, extrada de.ejemplos par-ticulares de actividades de filsofos y cientficos, de que,'

    adems de descripciones y prescripciones, hay otra cosa quepodemos llamar interpretaciones. De manera muy tentativapodra "definir" una interpretacin de cierto dominio deobjetos de conocimiento como la "incustracin" en este do-minio, de modo consciente y deliberado, de un aparato con-ceptual elaborado previamente que nospermite "reconstruir"ese dominio (mejor dicho, ciertos aspectos del mismo). Soyperfectamente consciente de que tal "definicin" deja aunmucho que desear en cuanto a claridad y precisin; pero porlo menos creo que es suficiente para mostrar que aqu no

    nos sirve la semntica usual de las descripciones y laspres-cripciones. Y, por supuesto, la presente concepcin de unainterpretacin no pretende ser enteramente original. .El lec-tor atento habr odo ya en ella un eco kantiano. No memolesta este eco. Probablemente, con su concepto de sntesisy su teora de lascategoras, Kant barrunt algo parecido.Pero ahora no quisiera perderme en el laberinto de una

    57

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    8/34

    discusin de la epistemologa kantiana. Para los propsitos

    subsiguientes, basta que aceptemos esa nocin intuitiva deinterpretacin y la idea de que una teora es precisamenteel resultado de una tal incrustracin de un aparato concep-tual en un dominio.

    3. Hay muchas clases de teoras acerca de lo dado en la ex-periencia humana. Hay teoras mitolgicas, metafsicas, ideo-lgicas. Tambin hay teoras que llamamos "cientficas". Noquisiera extenderme mucho aqu sobre la pregunta insidiosade cmo podemos diferenciar las teoras cientficas de las

    no-cientficas. Y ello por dos razones: una, porque no creoque se pueda dar una respuesta general, a priori y tajantea dicha pregunta, sino que en todo caso podrn drsele cier-tas respuestas mnimamente satisfactorias una vez que sehaya reunido, en el anlisis de todo tipo de teoras, muchoms material del que existe hoy da; otra, porque no consi-dero que esa pregunta sea tan central para la filosofa de laciencia como se suele creer. A mi entender, el famoso "pro-blema de la demarcacin" entre ciencia y no-ciencia, quetanto apasion a los filsofos "clsicos" de la ciencia, sloes relevante para una filosofa de la ciencia de tipo norma-tivo. Es evidente que hay diferencias notables, pongamos porcaso, entre la cosmogona bblica y la teora de la evolucinde Darwin. Pero no es menos evidente que tambin hay di-ferencias notables entre la cosmogona bblica y la budista,o bien entre la teora de la evolucin y la mecnica cun-tica. Y tratar de concebir un criterio segn el cual unasdiferencias sean "ms esenciales" que otras, segn algn pre-

    juicio favorito, me parece poco fructfero y, en todo caso,

    prematuro: la verdad es que an sabemos muy poco de laestructura y funcin de las diversas clases de teoras.

    De momento, lo nico que hemos de tener en cuenta pa-ra poder hablar sobre la ciencia es el hecho institucionalindubitable de que hay una serie de teoras que se aprenden,propagan y usan en instituciones universitarias o para-uni-versitarias y en centros de investigacin. Un grupo importan.

    58

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    9/34

    te de estas teoras, al menos las que se aprenden, propagan

    y usan en las facultades, institutos y centros llamados de"ciencias naturales", y algunos de los que pertenecen a otrasreas (como parte de los centros de economa, psicologa ylingstica), tienen cierto innegable "aire de familia" entres. Este parecido no tiene por qu ser, de momento, ms queuna intuicin vaga y provisional. Pero es enteramente sufi-ciente para nuestros propsitos: podemos convenir en llamara este importante grupo ms o menos conexo de teoras "teo-ras cientficas" y concentrarnos entonces en su estudio. Puesbien, la filosofa de la ciencia consiste en teorizaciones "del

    segundo nivel" cuyo objeto de estudio (de interpretacin)son las teoras de ese grupo seleccionado.

    4. Las teoras cientficas son un subconjunto propio del con-junto global de las teoras sobre la realidad. Y hemos dichoque las teoras son el producto de la actividad discursiva quellamamos interpretacin. Ahora bien, las interpretaciones so-bre la realidad son fenmenos culturales (actividades huma-nas que se dan dentro de ciertas formas socioculturales). Por

    tanto, las teoras cientficas son productos culturales. Por tan-to, su estudio, que llamamos filosofa de la ciencia, formaparte (una parte importante, dada la importancia del fe-nmeno "ciencia" para nuestra sociedad) de las llamadas"ciencias de la cultura" o, tambin, "humanidades". Aunquelas divisiones acadmico-administrativas no deben tomarsedemasiado en serio, pueden tener algn fundamento en suobjeto de estudio. En la medida en que se crea convenienteaceptar la divisin entre las tres grandes reas disciplinarias"humanidades", "ciencias", "tecnologa", est claro que de-

    bemos adscribir la filosofa de la ciencia a las "humanida-des", puesto que estudia productos culturales (humanos).Este punto me parece tan obvio que considerara ridculomencionarlo si no fuera porque casi nunca se hace, y porques por experiencia que algunos de mis colegas reaccionancon cierto asombro y hasta repudio cuando se les dice que ellugar propio de la filosofa de la ciencia est entre las cien-

    59

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    10/34

    cias de la cultura; que, por su objeto de estudio, la filosofa

    de la ciencia est ms emparentada con disciplinas como lahistoria del arte, la crtica literaria y la antropologa cultu-ralque con la fsica, la biologa y la psicologa, pongamospor caso.

    Creo que puede haber tres motivos principales por los queesta clasificacin de la filosofa de la ciencia entre las cien-cias de la cultura puede causar cierta extraeza, cuando norechazo. Dichos motivos se basanasu vez en tres tiposdis-tintos de razonamiento. Los tres tienen algn fundamento,pero en gran parte son infundados, y en cualquier caso estn

    embrollados en confusiones metodolgicas.Primer razonamiento: la filosofa de la ciencia no perte-

    nece al mbito general de las ciencias de la cultura, sino acada disciplina en particular. La filosofa de la fsica perte-nece a la fsica, la filosofa de la biologa pertenece a labiologa, etc. 0, resumido en un eslogan que frecuentementese oye: "La filosofa de la ciencia deben hacerla los pro-pios cientficos." (Por "cientficos" suele entenderse aqu los'"cientficos naturales'l.] La confusin conceptual que est

    en la base de este eslogan es, naturalmente, la confusin, ono-diferenciacin, de los dos niveles conceptuales en quepuede moverse una actividad interpretativa: interpretacindirecta de los fenmenos (naturales o sociales) frente a in.terpretacin de las interpretaciones. Tomado literalmente,esterazonamiento es simplemente grotesco: es como decir quela gramtica latina slo la pueden analizar los romanos, 'oque slo un pap puede estudiar la religin de los papes.El pequeo fundamento real que tiene esta actitud es el si.guiente. Muchos cientficos temen que el estudiofilosfioo

    de su ciencia degenere, por ignorancia, en una especie de"ciencia-ficcin", en una fantasa sobre la verdadera natu-raleza de esa ciencia. Este peligro es real (aunque se haexagerado ms de la cuenta). La manera de obviarlo es, porsupuesto, hacer un estudio concienzudo de las teoras cient-ficas en cuestin. Ningn filsofo serio pondr esto en duda.Pero no debe olvidarse que analizar concienzudamente una

    60

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    11/34

    teora cientfica no es lo mismo que practicarla o aplicarla.

    No es necesario (y seguramente ni siquiera conveniente)hacer lo segundo para poder hacer lo primero, tal como noes necesario, ni siquiera conveniente, comulgar cada domin-go para analizar la estructura del dogma catlico. El he-cho de ser practicante de una ciencia (o religin, o lo quesea) no implica que uno est en mejor posicin para inter-pretarla filosficamente. Muchos cientficos, cuando se hanpuesto a filosofar sobre su propia ciencia, han producidogran cantidad de banalidades, simplificaciones y hasta bar-baridades. (Baste leer algunas de las cosas que han escrito,

    por ejemplo, Heisenberg sobre "su" fsica, Monod sobre "su"biologa y Skinner sobre "su" pseologa.)

    Segundo razonamiento: asimilar la filosofa de la cienciaa las ciencias de la cultura entraa el peligro del sociolo-gismo, es decir, la reduccin del anlisis de la ciencia a laconsideracin de las instituciones y estructuras sociales quela posibilitan, de su funcin social, ignorando sistemtica-mente los problemas de contenido y estructura interna de lasteoras cientficas. Este peligro es en verdad real, muy real.

    Resulta tangible en los voluminosos acopios de trivialidades,vaguedades y digresiones sin fundamento emprico que hanproducido, entre otros, numerosos "socilogos del conoci-miento" yepistemlogos marxistas. Ms recientemente hemosvisto cmo incluso un autor tan perspicaz como Kuhn no halogrado evitar siempre el canto de sirenas del sociologismo.Ahora bien, el remedio a esta situacin no consiste en arro-

    jar la filosofa de la ciencia fuera del dominio de las cien-cias de la cultura, al que naturalmente pertenece, sino entener un concepto ms amplio y articulado de estas ltimas,

    que no implique, entre otras cosas, la identificacin de lafilosofa de la ciencia con la sociologa de la ciencia. Sobreeste punto volver ms adelante.

    Tercer razonamiento: la filosofa de la ciencia, si se prac-tica "en serio", debe usar las herramientas precisas de lasmatemticas y las ciencias naturales en vez de las divagacio-nespuramente verbales e incontrolables tpicas de las huma-

    61

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    12/34

    nidades. Esta actitud, que se suele describir como "cientifi-

    cismo", traduce un menosprecio por las ciencias culturales, alas que se ve como un caos conceptual irremediable, y elintento de "salvar" de ese caos a la filosofa de la ciencia.Concuerdo con esta actitud en el punto de que la filosofa dela ciencia debe ser lo ms rigurosa posible y, para ello, ha-cer el mximo uso plausible de los instrumentos formales dela lgica y las matemticas. El odio visceral de algunos fi-lsofos actuales de la ciencia hacia todo instrumento formalde anlisis conceptual, puede tener su origen en problemaspsicolgicos del autor en cuestin o en modas acadmicaspero, en cualquier caso, no tiene mayor justificacin que sucontrapartida, el exceso de formalismos irrelevantes que sedio hace un par de dcadas.

    El rechazo de toda formalizacin en el estudio de la cien-cia tiene su origen en los ataques sistemticos al positivismolgico que se generalizaron a principios de los aos sesenta.Sea cual sea la valoracin ltima que se haga de tales ata-ques, lo cierto es que muchos de esos crticos la emprendie-ron contra el positivismo lgico no slo por "positivista",

    sino tambin por "lgico", es decir, por el uso que haca delas herramientas de la lgica y las matemticas. Con ellotales autores, evidentemente, confundieron "la gimnasia conla magnesia". Pues lgica y matemticas no son el monopo-lio de ninguna concepcin filosfica particular, sino el me-

    jor instrumento del que disponemos para hablar con claridady precisin sobre las cosas, especialmente las "cosas" con-ceptuales. La leccin de rigor que nos han dado los grandesclsicos de la filosofa de la ciencia (Russell, Reichenbach,Carnap y tantos otros) al usar mtodos formales de recons-

    truccin, no debera ser olvidada por las nuevas generacio-nes de filsofos de la ciencia. Quisiera subrayar en estepunto que, aunque ya no concordemos con su visin filos-fica particular de la ciencia, con sus supuestos y conclusio-nes, considero inexcusable el estudio de esos "clsicos" comoentrenamiento intelectual para formular teoras filosficasde la ciencia que no desemboquen en una noche donde "to

    62

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    13/34

    dos los gatos son pardos" (como mucho de lo que se produce

    actualmente en nuestra disciplina). Ellos nos mostraron conel ejemplo la gran cantidad de cosas interesantes que pue-den hacerse con instrumentos lgico-matemticos, y no hayque echar por la borda ese til arsenal simplemente porqueya no nos satisfaga su concepcin empirista o positivista dela ciencia.

    Ahora bien, este alegato en favor del uso de instrumentosformales no implica que haya que evitar el "contagio" dela filosofa de la ciencia con otras reas de las ciencias de lacultura. El desideratum sera hacer a todas las interpreta-ciones de segundo nivel lo ms rigurosas posible, y si sehallan en situacin de usar construcciones formales, tantomejor. Dehecho, una porcin an minoritaria, pero cada vezms importante, de las ciencias humanas ha emprendido yaeste camino. En el estudio del lenguaje y de las formas deorganizacin econmica y social sehace un uso cada vez msfrecuente de modelos lgicos y matemticos, ms refinados,en realidad, que los usados por la filosofa estndar de laciencia.

    5. No veo, pues, ningn peligro fundado en asimilar la fi-losofa de la ciencia a las ciencias de la cultura, siempre ycuando est claro (como debera estar) lo que tal asimila-cin significa y lo que no significa. En este punto es impor-tante hacer notar lo siguiente. La interpretacin filosficade las teoras cientficas no es, evidentemente, el nico modoposible de teorizar sobre ese fenmeno que llamamos cien-cia. En vez de interpretar las teoras cientficas qua teoras(que es la misin de la filosofa de la ciencia tal como la

    entiendo) podramos estudiar las instituciones sociales o laspersonas que las producen. En tal caso, nos dedicaramosa otra clase de estudio terico de la ciencia; por ejemplo, asociologa de la ciencia o psicologa de la ciencia. Esperoque se interprete bien esta diferenciacin. No estoy tratandode negar o negligir las mltiples, importantes y fructferasconexiones entre la filosofa de la ciencia, por una parte, y

    63

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    14/34

    la sociologa o la psicologa de la ciencia, por otra. Consi-

    dero incuestionable la existencia de esas conexiones y creoque este punto, hoy da, es ya un lugar comn. Sin emhar-go, tambin debemos ser plenamente conscientes de que lafilosofa de la ciencia y los estudios sociolgicos de la cien-cia no pueden identificarse. Sean cuales sean las conexionese~tre ambas disciplinas, sus objetos de estudio son esencial-mente distintos. Los estudios sociolgicos de la ciencia tratande entidades localizadas espaciotemporalmente, tales comopersonas o instituciones acadmicas; la filosofa de la cien-C~1;l trata de teoras, y stas son entidades abstractas en el

    sentido de no estar localizadas espaciotemporalmente, al me-nos en el mismo sentido en que lo estn los organismos olas entidades sociales. (A lo sumo, podemos decir que estnlocalizadas en un sentido "vicario" respecto de organismosy objetos sociales.) El filsofo de la ciencia estudia las producciones cientficas de un modo similar. a como el matem-tico estudia nmeros, figuras geomtricas y otras entidadesmatemticas, y ms. similar an a como el metamatemticoestudia los sistemas formales de la matemtica pura: a sa-ber, como estructuras abstractas. Por esta razn, la filosofade la ciencia posee ciertas semejanzas de familia con la ma-temtica pura y con la metamatemtica (aunque, claro, tamopoco puede identificarse con ellas).

    He dicho antes que las teoras cientficas son ohjetoscultu-rales producidos por cierta gente en determinados contextossocioculturales y que, por esta razn, el estudio filosfico delas teoras cientficas, la filosofa de la ciencia, debe incluir-se en el dominio de las ciencias de la cultura. Puede parecerque esto se halla en contradiccin directa con el carcter

    abstracto, casi platnico que acabo de postular para la filo-sofa de la ciencia. Sin embargo, no creo que haya ningunacontradiccin real. Es una visin demasiado estrecha delcontenido de las ciencias de la cultura el considerar que slose ocupan de entidades localizadas espaciotemporalmente.Las teoras cientficas son precisamente un ejemplo de enti-dades culturales abstractas (en el sentido de no-localizadas},

    64

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    15/34

    6., Por otro lado, existe un sentido de "abstracto" en el que

    la filosofa de la ciencia no es (o no debe ser) abstracta. Elhecho de que el objeto de estudio de la filosofa de la cien-cia sea abstracto en la acepcin que acabamos de elucidarno implica que el mtodo usado por el filsofo en su estu-dio deba ser abstracto en el sentido de apriorstico, sin te-ner en cuenta los datos concretos que nos proporciona elcorpus de las ciencias. Por el contrario, quisiera subrayar,incluso bajo riesgo de sonar nuevamente contradictorio, queel procedimiento del filsofo de la ciencia debera ser con-

    creto en el sentido de enfrentarse a teoras cientficas real-mente existentes que se puedan identificar concretamente. Elfilsofo de la ciencia no puede construir una metateora ge-neral de la ciencia a menos que base su intento en el anli-sis de ejemplos concretos de teoras cientficas. Para evitarla tentacin de desarrollar una especie de filosofa de laciencia-ficcin, debe tomar, como puntos de referencia, ejem-plos concretos de teoras. De lo contrario, la filosofa de laciencia acabara siendo, en el mejor de los casos, una em-presa puramente normativa; en el peor, una novela. Muchasde las fallas de la concepcin clsica o estndar de la filo-sofa de la ciencia se originaron en el hecho de que, conexcesiva frecuencia, procedi en trminos demasiado gene-rales y apriorsticos, con lo cual result ms prescriptiva queinterpretativa .

    .La exigencia de que la filosofa de la ciencia proceda msconcretamente en sus anlisis significa esencialmente que lasrepresentaciones existentes de teoras cientficas particularesdeben tomarse muy en serio. Ahora bien, la cuestin es: a

    dnde hemos de dirigir nuestra mirada para encontrar esasrepresentaciones concretas? Bien, la respuesta es: principal.mente, a libros y artculos, del presente lo mismo que delpasado. Los libros de texto juegan un papel especialmenteimportante en este respecto. El filsofo de la ciencia despre-

    juiciado, no-normativo, que desea entender los aspectos esen-ciales de las disciplinas cientficas existentes, se ve llevado

    65

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    16/34

    naturalmente a un anlisis cuidadoso y detallado, y a una

    reconstruccin, de los libros de texto correspondientes.Debo hacer notar aqu que uso el trmino "libro de texto"

    en un sentido amplio, que no solamente abarca textos ele-mentales de los primeros cursos de una disciplina, sino tam-bin obras avanzadas o histricamente famosas, en cualquiercaso sistemticas. Como ilustracin del presente sentido de"libro de texto", se podran mencionar, para el caso de lafilosofa de la fsica, obras tales como la Mecnica analti-ca de Lagrange, los Principios de la mecnica cuntica de

    Dirac y la Termodinmica de Callen.Contrariamente auna opinin muy extendida, creo que los

    libros de texto son esenciales a los objetivos del filsofo dela ciencia -no porque opine que contienen profundas ideasfilosficas, sino simplemente porque en general son la ex-presin ms adecuada de una teora dada en su actual esta-dio evolutivo. Tan pronto como las teoras han alcanzado uncierto grado de madurez y sistematicidad, normalmente sefijan en un libro de texto y se transmiten bajo esa forma ala totalidad dela comunidad cientfica. Las'generaciones msjvenes de cientficos se familiarizan primero con los con-ceptos, principios e instrumentos de la teora en cuestin atravs de los libros de texto correspondientes. Los libros detexto son los objetos concretos que mejor transmiten las en-tidades abstractas que llamamos teoras. Por esta razn, unatarea importante del filsofo de la ciencia consiste en anali-zar crticamente y reconstruir lgicamente las obras bsicasde las disciplinas cientficas: sta es la mejor manera .deaproximarse a su meta de identificar la estructura de teoras

    cientficas particulares.Soy consciente de que esta evaluacin positiva de la u n -

    portancia de los libros de texto no es compartida por muchosfilsofos de la ciencia, quienes suelen proceder normativa,mente presuponiendo alguna concepcin a priori de la cien-cia, o bien, en el caso de que estudien partes concretas dela ciencia, tienden a sentirse ms atrados por lo que en otro

    66

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    17/34

    lugar' he denominado "ciencia heroica": los grandes cam-biosy lasgrandesinnovacionesenlaconstruccindeteoras.Sin duda, la ciencia heroica es muy interesante y hermosa(por mi parte, he tratado de contribuir a su estudio en elcasodela fsicanewtoniana), pero creoquela filosofacon-tempornea de la ciencia ha exagerado su importancia endetrimentodelos aspectosms cotidianosdela ciencia. Lasrepresentaciones de teoras cientficas que sehan sistemati-zado en los libros detexto son muchoms tpicas de la es-tructura real dela ciencia.

    7. Una objecinque suele hacerse al nfasis puesto en loslibros de texto como objetosde reconstruccines que slocontienenlas formas "disecadas" de las teoras cientficas,no las formas "vivas" de la ciencia, sobretodo las ms re-cientes. Sedicequela cienciaes un "proceso en flujo" queno sepuede "congelar" en los libros detexto.

    En estetipo derechazodeloslibros detextohay unagrandosis de retrica romntica; naturalmente conectadacon laimagendela "ciencia heroica" y delos "grandes geniosre

    volucionarios" tan favorecida por muchos filsofos. Nadiepone en duda (por lo menos, yo no) que la ciencia es un"proceso en flujo" - o, mejor dicho, mltiples procesosenflujo. Y el mejor testimoniodeello sonprecisamentelos li-bros detexto. Nada ms revelador para captar el sentidodela evolucin de la mecnica newtoniana durante el primersiglo de su existencia que comparar sucesivamentecuatrolibros de texto: los Principia de Newton, la Mechanica deEuler, laMcanique Analytique deLagrangey finalmentelaM canique cleste deLaplace. Ciertoqueestostextosapenas

    contienen alguna mencin de ancdotas sobre la personali-dad de sus autores, sobrelas nochesde insomnioque pasa-ron antes de llegar a sus resultados, sobre sus amistades oenemistades, sobresusprejuicios polticoso religiosos. Pero

    1C. U. Moulines, "Reply to J ohn North's 'On MakingHistory'''. En Pro-ceedings 01 the Second lntemationol Conjerence [or the History and Philo-sophy 01Science (comp. por E. Agazzi, M. Cappellettc-J. Hintikka) , 1979.

    67

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    18/34

    es esto realmente tan esencial para entender la naturaleza

    y evolucin de la mecnica clsica?El menosprecio por las exposiciones estndar de las teo-

    ras suele ir acompaado del menosprecio por el estudio delas formas clsicas de una disciplina; por ejemplo, en elcaso de la filosofa de la fsica, es frecuente or el reprochede que los filsofos han tomado demasiada inspiracin dela fsica clsica envez deconcentrarse en aquellas reas de lafsica "que verdaderamente importan hoy da": la relativi-dad generalizada y la mecnica cuntica. En realidad, el he-

    cho histrico es que ha ocurrido todo lo contrario: los fil-sofos de la ciencia del siglo xx se han visto mucho msimpresionados por la fsica relativista y cuntica que por laclsica, y han dedicado desproporcionadamente sus esfuer-zos a los fundamentos de las primeras en detrimento de lasegunda. (Basta observar cunta inspiracin sacaron de la fosica relativista, para sus concepciones filosficas generales,autores tan influyentes como Russell, Whitehead, Reichen-bach, Popper y Carnap.)

    Por mi parte, creo que lo que hace falta, aunque slo sea

    para restablecer el equilibrio, es ocuparse ms de las formasclsicas de la fsica. A veces se replica a esto que las teorasde la fsica clsica carecen de verdadero inters para unafilosofa de la ciencia que quiera "estar al da", porque sonteoras "ya superadas", "muertas". Lo cual es un dobleabsurdo. En primer lugar, es grotesco decir que la fsica cl-sica est "muerta" cuando sigue aprendindose, propagn-dose y usndose en todas las universidades del mundo, por"avanzadas" que sean. Teoras como las de la mecnica deNewton, la electrodinmica de Maxwell o la termodinmica

    de Gibbs siguen formando parte esencial del bagaje del f-sico moderno. Pero en un sentido ms importante para nos-otros, esa objecin es absurda porque confunde la misin dela filosofa de la ciencia con la de una divulgacin o popularizacin de los "progresos recientes" de la ciencia, con locual, naturalmente, nada tiene que ver. Las valoraciones demayor o menor actualidad deben ser ajenas a la filosofa

    68

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    19/34

    de la ciencia. Para un filsofo desprejuiciado da igual, en

    principio, si una teora cientfica fue diseada en la Italiadel Renacimiento, hace 500 aos, o bien es la ltima hip-tesis propuesta por un grupo de jvenes fsicos en Berkeley.Lo importante es que pueda identificar su estructura concep-tual y reconstruirla. Decirle a un filsofo que las teoras dela ciencia clsica no deben interesarle porque "ya estnmuertas" es como exigirle a un musiclogo que abandone suanlisis de composiciones tan anticuadas como los Concier-tos de Brandeburgo, o bien, recomendar a un crtico literarioque, en vez de dedicarse a una obra "tan superada" como

    el Quijote, se ocupe de la ltima novela de Garca Mrquez.(Estas cosas a veces se dicen, por cierto, pero no creo queningn crtico literario o musiclogo serio se deje impresio-nar por ellas.]

    8. La analoga con la actividad del crtico literario, del mu-siclogo o, en general, de cualquier analista de objetos cul-turales del pasado o del presente puede servirnos para acla-rar otro punto respecto a la metodologa del filsofo de laCIenCIa.

    La propuesta de concentrarse principalmente en el anlisisde los libros de texto, u otras representaciones estndar delas teoras cientficas, no debera confundirse con una reco-mendacin en el sentido de limitarse a una descripcin acr-tica del contenido de las obras en cuestin. Ya he sealadoque el objetivo del filsofo de la ciencia no es describir, sinointerpretar o reconstruir productos cientficos. En este con-texto puede ayudarnos una comparacin entre el objetivo delfilsofo de la ciencia y la tarea usual de un crtico literario

    moderno. Pienso en la clase de anlisis literarios que uti-lizan categoras formales generales y que son tpicos, porejemplo, de la escuela estructuralista. (No es relevante aho-ra que uno concuerde o no con las conclusiones de esa es-cuela: lo nico que interesa para la discusin presente es lametodologa que usa.] El crtico literario moderno no con-cibe su propia tarea como una mera descripcin del conteni-

    69

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    20/34

    do de una obra literaria ni como una exgesis de la misma,

    sino ms bien como un anlisis interpretativo que le permiterevelar las estructuras implcitas, subyacentes, de las cualesel autor mismo es inconsciente en la mayora de los casos.Para lograr esto, el crtico tiene que subsumir esa obra comoobjeto cultural bajo ciertas categoras formales presupuestas.De una manera similar, la tarea del filsofo de la cienciaconsiste en reconstruir, es decir, interpretar las obras cient-ficas para poner al descubierto e identificar las estructurasabstractas subyacentes que llamamos teoras.

    9. Hasta aqu, los trminos de nuestra discusin sehan man-tenido dentro de un marco muy general. Ahora quisiera ex-poner ms concretamente cmo aparecera la implementa-cin del programa de reconstruccin lgica de la ciencia quetengo en mente.

    He subrayado ya que considero las teoras cientficas elobjeto propio de investigacin para la filosofa de la cien-cia. Sin embargo, esta determinacin ciertamente tiene quematizarse; de lo contrario, conducira a una visin super-simplificada de la tarea de la filosofa de la ciencia. Las ma-tizaciones necesarias discurren en dos direcciones. Primera,tenemos que ser ms explcitos acerca de la estructura de lasteoras individuales que tomemos como unidades de nuestrainvestigacin. Segunda, debemos tener en cuenta el hecho deque las teoras, aunque unidades bsicas, no son la nicaclase de entidades con que nos enfrentamos en un anlisisdetallado del corpus cientfico. Las teoras cientficas no sedan, por as decirlo, como unidades aisladas: estn esencial-mente interrelacionadas entre s. A fin de discutir este punto

    con algn detalle, podemos introducir una imagen grficaintuitiva. Podemos visualizar la totalidad del corpus de laciencia como una enorme red de teoras. Los nudos de estared son las teoras particulares que identificamos; las cuerodas son las relaciones entre ellas, principalmente la relacinlgica de implicacin deductiva.

    Naturalmente, sta es una imagen todava muy burda de la

    70

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    21/34

    estructura de la ciencia, y ms adelante explicar por qu

    creo que esta imagen es tan simplista. No obstante, como pri-mer aproximacin, puede ser til para discutir algunos pun-tos. El concepto de red visualiza la aseveracin de que latarea de la filosofa de la ciencia es en realidad doble: detec-tar los nudos a la vez que las cuerdas en la red de la ciencia.No obtendramos una visin completa de la ciencia si sloconsiderramos los nudos o las cuerdas. En primera aproxi-macin, es recomendable metodolgicamente dedicarse slo,a una de las dos tareas, ya que no podemos hacerlo todo.a, la vez. Pero debemos tener siempre bien presente que la

    identificacin completa de una teora no es posible a menosque sepamos qu clase de relaciones tiene con otras teorasy, recprocamente, no podemos elucidar tipos particularesde relaciones intertericas de manera completamente ade-cuada si no sabemos qu estructura tienen de hecho las teo-ras mutuamente relacionadas.

    10. De momento, sin embargo, voy a separar ambas tareasy decir algo tan slo sobre la primera. Para identificar y re-construir teoras cientficas individuales necesitamos, ante

    todo, un criterio de identidad, y esto significa un conceptoexplcito general de teora. Los diversos intentos de propor-cionar un criterio satisfactorio de identidad para las teorashan influido mucho en el desarrollo de la filosofa contempo-rnea de la ciencia. Consideramos brevemente la historia deeste desarrollo.

    El concepto de teora de la filosofa "clsica" de la cien-cia se extrajo de las matemticas y se aplic a la totalidadde la ciencia. De acuerdo con esta elucidacin clsica, una

    teora no es ms que un sistema axiomtico. Y un sistemaaxiomtico es simplemente un conjunto de proposiciones b-sicas que se toman como vlidas a priori, es decir, sin prue-ba, junto con sus consecuencias lgicas (sus "teoremas").Dicho brevemente, de acuerdo con esta concepcin, una teo-ra es un conjunto de proposiciones. El mtodo que deberaseguir el filsofo de la ciencia para identificar teoras par-

    71

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    22/34

    ticulares no es sino el mtodo axiomtico que ya se conoce

    'en las matemticas: tenemos que averiguar cules son los'enunciados bsicos de la teora que sirven como axiomas apartir de los cuales todo lo dems (dentro de la teora) sepuede derivar lgicamente.

    La representacin axiomtica de una teora estar contro-lada al mximo cuando la derivacin de sus teoremas est'controlada al mximo. Esto ocurre cuando la teora apareceexpresada en un lenguaje formal. Los lenguajes formales dela lgica son sin duda mucho ms precisos y controlablesque el lenguaje normal en que se expresan las teoras en los

    libros de texto usuales. Por lo tanto, es comprensible quemuchos filsofos de la ciencia hayan considerado no slola axiomatizacin, sino tambin la formalizacin, como unmtodo esencial para su objetivo de reconstruir la ciencia.Esto tambin explica por qu, en los comienzos de la mo-derna filosofa de la ciencia, se dedic tanto esfuerzo a laconstruccin de lenguajes formales y adecuados. Rudolf Car-nap es uno de los adalides ms famosos de este tipo de enfo-que. Dedic toda su vida a la tarea de construir y perfec-cionar lenguajes formales - no, como algunos crticos ma-lvolos han sugerido, para jugar con esos formalismos, sinoporque estaba firmemente convencido de que no se puedealcanzar un grado razonable de precisin en el anlisis' dela ciencia a menos que se usen lenguajes formales. Para ly sus discpulos, la formalizacin pas a ser mandamientoineludible.

    Aunque la obra de Carnap es interesante y valiosa en tan-tos respectos, la historia reciente de la filosofa de la cien-cia ha mostrado que su enfoque formalista y sintactista ex-

    tremo fren, ms que promovi, un progreso rpido en lafilosofa de la ciencia. Es un hecho que slo muy pocas teo-ras, fuera dela matemtica pura, han podido formalizarseen el sentido de Carnap (por la simple razn de que una for-malizacin completa de cualquier teora desarrollada es muydifcil en la prctica). Adems, incluso en los casos en quese logr una formalizacin estricta, esto tuvo como conse-

    72

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    23/34

    cuencia indeseable que muchas cuestiones interesantes, que

    no podan ser tratadas por medios puramente sintctico-for-males, fueran simplemente ignoradas por los filsofos.

    Poco despus de los primeros intentos de Carnap, PatrickSuppes y sus colaboradores iniciaron un mtodo de recons-truccin de las teoras cientficas que, aun siendo menosformalista, era igualmente riguroso y ms prctico. Dentrodel estilo de Suppes, no es preciso construir sistemas forma-les previos para representar las teoras, sino que las axio-matizamos directamente dentro de la llamada teora "inge-nua" de conjuntos. La idea bsica consiste en incluir todas

    las teoras cientficas dentro del lenguaje de la teora ele-mental de conjuntos - de un modo similar a la famosa re-construccin de la matemtica emprendida por el grupoBourbaki, que slo presupone los conceptos y procedimien-tos constructivos de la teora de conjuntos. El lema del en-foque de Suppes podra ser: "Todo lo que puede decirsecientficamente, puede decirse dentro de la teora de conjun-tos." El grupo Bourbaki ha mostrado que el programa dereconstruccin conjuntista es factible y fructfero para lasteoras de la matemtica pura. El objetivo de Suppes y suscolaboradores es desarrollar un programa anlogo para lasteoras de la ciencia emprica. Este programa ya ha logradoalgunos xitos en los ltimos veinticinco aos. Ha sido, almenos, ms fructfero que el programa carnapiano. Un buennmero de teoras empricas han sido ya reconstruidas, esdecir, identificadas, por medios conjuntistas a la Suppes.

    11. No obstante, aunque la labor realizada por Suppes y sugrupo ha llevado a algunos resultados positivos importantes,

    el programa contiene an ciertos defectos inherentes. Losresultados obtenidos slo pueden considerarse un primer pa-so. La razn es que el concepto suppesiano de teora toda-va es demasiado simplista. Suppes cree que la estructurade una teora emprica, como teora, no es esencialmentediferente de la estructura de una teora de la matemtica

    . pura. Pero eso es un error metodolgico. Las teoras emp-

    73

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    24/34

    ricas poseen una estructura ms compleja, que una axioma-

    tizacin normal no puede abarcar completamente. Este ma-yor grado de complejidad resulta bien claro cuando consi-deramos los aspectos semnticos y pragmticos de las cien-cias empricas. Estos aspectos se hallan involucrados en loque podemos llamar la "justificacin externa" de las teorasempricas, mientras que la matemtica pura slo se preocu-pa por la justificacin interna, es decir, por la consistencialgica. Creo que todos estos aspectos semnticos y pragm-ticos adicionales de las teoras empricas pueden resumirsealrededor de la nocin clave de la aplicacin de una teora.

    El anlisis del concepto de aplicacin resulta, pues, centralpara la filosofa de la ciencia.Algunos filsofos (entre ellos, quiz, Suppes) probable-

    mente piensen que, aunque el concepto de aplicacin va t-picamente asociado a las teoras empricas, no pertenecerealmente a ellas y que, por tanto, podemos separar la tareade reconstruir teoras particulares de la tarea de aclarar lanocin de aplicacin. Pero no creo que esto sea metodol-gicamente aceptable. Las teoras empricas siempre se cons-truyen en vistas a algunas aplicaciones "externas" concre-

    tas, de modo que las aplicaciones estn incluidas tambinconceptualmente en la teora misma. No podemos separarrealmente las dos cosas. Ciertos autores, que de algn modose han dado cuenta de que las teoras y sus aplicaciones es-tn entrelazadas conceptualmente, han propuesto la famosatesis de la "carga terica" de todas las observaciones emp-ricas. Pero parece que han olvidado sealar la otra cara dela moneda, a saber, lo que podramos llamar la "carga apli-cativa" de todos los constructos tericos.

    Carnap y Hempel ya haban tratado de hacer justicia aeste aspecto al introducir las llamadas "reglas de correspon-dencia" y los "postulados de significacin". Sin embargo, suconstruccin de tales correspondencias es forzada y, en par-te, ficticia. No puede decirse que proporcionaran una solu-cin verdaderamente satisfactoria, aunque iban en. la di-reccin correcta.

    74

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    25/34

    En los ltimos aos, cierto nmero de filsofos de la cien-

    cia sehan ocupado del problema de proporcionar un concep-to adecuado de teora que incluya de un modo realista lanocin de aplicacin. Los enfoques de autores como Sneed,Stegmller, Ludwig, Van Fraassen y el grupo polaco, aunqueprovenientes de tradiciones diversas, tratan de proporcionaruna solucin adecuada al problema de la inclusin de lasaplicaciones dentro de un concepto complejo de teora. Nopuedo pormenorizar aqu estos enfoques, pero quisiera sea-lar un rasgo bsico del nuevo concepto de teora, tal comoha surgido de los trabajos de Sneed, Stegmller y Ludwig (y

    quizs tambin los polacos), aunque los detalles puedan di-ferir grandemente entre estos autores. En ellos, una teoraya no se concibe como un conjunto de enunciados o pro-posiciones, sino ms bien como una estructura conceptualcompleja, cuyas unidades, por as decirlo, son, a su vez, es-tructuras elementales, a veces llamadas "modelos", a veces"aplicaciones" (Ludwig las llama "Bereich der Gegebenhei-ren"- "dominio de cosas dadas"). Una teora determinadano tiene en la realidad un nico modelo estndar, como laconcepcin clsica haba supuesto implcita o explcitamen-te. Por el contrario, una teora dada consiste en una multi-plicidad abierta de modelos o aplicaciones que, por as de-cirlo, sistematizan diferentes pedazos de realidad en el marcoconceptual propio de la teora. Cada modelo o aplicacin esuna estructura en dos niveles donde se distinguen dos clasesde conceptos: aqullos que son especficos de la teora encuestin y que no tienen sentido fuera de ella, y aqullosque presuponen teoras previas y que constituyen algo ascomo la base confirmatoria de la teora en cuestin. Es im-

    portante observar, sin embargo, que esta distincin entre dosniveles conceptuales dentro de cada aplicacin de la teoradada no tiene nada que ver con la distincin clsica entre unlenguaje observacional y uno terico, tal como aparece re-presentada, principalmente, en la obra de Carnap y Hempel.La nueva distincin no es epistemolgica, sino funcional, yno es absoluta, sino relativa a cada teora.

    75

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    26/34

    La multiplicidad de aplicaciones que, segn estas concep-

    ciones ms recientes, constituyen una teora, es un conjuntoabierto en el sentido de que no se puede determinar exten-sionalmente de una vez por todas. Depende de consideracio-nes pragmticas, las cuales, lo mismo que cualquier otroaspecto pragmtico de la ciencia, cambian en el transcursodel tiempo e incluso segn el usuario. Dado que, por otrolado, la teora misma est esencialmente constituida por estamultiplicidad (siendo la idea bsica la de que no podemosseparar completamente la teora de sus aplicaciones), se des-prende que la teora misma es una especie de entidad abier-

    ta, cuya determinacin conceptual no slo debe tomar encuenta los aspectos sintcticos y semnticos, sino tambin loscambiantes aspectos pragmticos. As pues, una teora resul-ta ser una entidad esencialmente determinada no slo por suestructura formal y por su referencia, sino tambin por suuso. Esto hace que el criterio de identidad para teoras seaindudablemente ms difcil de manejar, pero tambin msrealista y adecuado.

    12. Sin embargo, la cuestin de la identificacin de las es-tructuras tericas aparece, ante un anlisis cuidadoso, aunms complicada que lo anterior. No slo necesitamos un cri-terio de identidad para teoras individuales. Tambin re-querimos criterios de identidad para grupos de teoras. Te-nemos que ver ahora por qu la imagen original del corpusde las ciencias como red de teoras individuales es demasia-do simple. La razn es sta: ni los nudos ni las cuerdas deesa red pertenecen todos al mismo nivel lgico. Existen di-ferentes clases de nudos y diferentes clases de cuerdas. Por

    ejemplo, hay nudos menores y mayores. Hay nudos inser-tados en otros nudos de diversas maneras; hay "super-nu-dos" de nudos interconectados. En otras palabras, las teorascientficas tienen distintos niveles jerrquicos, y un anlisislgico cuidadoso detectara no slo teoras, sino estructurasms globales que las teoras propiamente dichas, que pode-mos llamar familias de teoras. Las teoras particulares no

    76

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    27/34

    son los nicos componentes que podemos analizar en la cien-

    cia. La divisin de la ciencia en las llamadas disciplinas(fsica, biologa, etc.}, aunque metodolgicamente ingenua,apunta ya al hecho deque podemos encontrar estructuras msgenerales que las teoras individuales. No creo que la divi-sin acadmica tradicional en disciplinas posea mucha re-levancia para la filosofa de la ciencia. Pero el hecho de queestas divisiones acadmicas sean posibles, e incluso mues-tren cierto grado de plausibilidad, nos induce a considerarla posibilidad de que la ciencia consista de otras cosas quesimplemente teoras, no slo desde un punto de vista socio-

    lgico o institucional, sino tambin desde el punto de vistametodolgico. Las teoras individuales pueden reunirse deacuerdo a ciertos criterios lgicos, metodolgicos y semnti-cos, constituyendo as familias de teoras. Las teoras indi-viduales pueden agruparse por su forma y contenido segnciertas "semejanzas de familia". He tratado de esta cuestincon cierto detalle en un artculo anterior," All introduje eltrmino "marco de teoras" para las estructuras globales queabarcan toda una familia de teoras y trat de argir enfavor de la posibilidad de un anlisis lgico de tales estruc-turas tomando como ejemplo revelador el caso particular dela termodinmica. Creo que es posible identificar algo ascomo el "marco de teoras termodinmicas": una estructuraglobal comn a todas las teoras de la termodinmica clsi-ca. An no sabemos mucho sobre los marcos de teoras engeneral, pero ciertamente creo que ste es un nuevo campoprometedor de la filosofa de la ciencia.

    13. La constitucin de marcos de teoras a partir de teoras

    individuales est relacionado en forma natural con el proble-ma de identificar las relaciones intertericas, es decir, lascuerdas de la red cientfica. stas tambin son ms comple-

    jas y diversas de lo que la imagen primitiva pareca sugerir.La filosofa estndar de la ciencia asuma implcita o expl-

    2 C. u. Moulines, "An Example o a Theory-Frame: Equilibrium Thermo-dynamics", En Proceedings .. (op. cit.).

    77

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    28/34

    citamenteque la nica relacin interesanteentre las teoras

    es la implicacin lgica. Por ejemplo, el problema de la re-duccin de teoras, que ha jugado un papel importante enlas discusionesmetodolgicasde las ltimas dcadas, seen-tendi generalmentecomo el problema de mostrar si, dadocualquier par de teoras TI' T 2 podemos probar que TI eslgicamentededucible a partir deT2 oviceversa. Lareduc-cin se identific con la deduccin. sta es, naturalmente,una visin simplista de la reduccin en las ciencias emp-ricas. La reduccin es una relacin ms compleja que ladeduccin; seda a diferentes nivelesy es una relacin entreestructuras conceptuales globales, no simplemente una re-lacin de deductibilidad entre enunciados.

    Pero, adems, la reduccin no es la nica clase de rela-cin interterica que podemos descubrir analizando el cor-pus cientfico. Algunas investigaciones recientes se concen-tran enotrasclasesderelacionesintertericas, quenopuedenidentificarse ni con la reduccin ni con la deducibilidad.Quisiera mencionar, a modo de ejemplos, las relaciones deaproximacin o de incrustacin aproximativa, de teoretiza-cin entre teoras cuyos conceptos pertenecen a diferentesniveles metodolgicosy de presuposicin entre teoras condistintas prioridades epistemolgicasdentro del corpus delaciencia. Todas estas diferentes clases de relaciones interte-ricas determinan quela red delas disciplinas cientficas seamuchoms compleja delo quesepensaba.

    14. Hay todavaotro sentidoenel quela imagenanterior dela cienciaera parcial. No deberamosvisualizar la red dela

    ciencia comouna red esttica, inmvil. Por el contrario, lasdisciplinas y teoras cientficas, al igual que sus interco-nexiones, cambian continuamente; la ciencia es una red (oconfiguracin de redes) que crece o decrece en diferentesdirecciones: avecesseaadennuevosnudos, avecesseahan-donanotros; obien seestablecennuevasconexiones,secam-bian conexionesviejas, y as sucesivamente.Dichobrevemen-

    78

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    29/34

    te, no podemos olvidar la dinmica de la ciencia si queremos

    obtener una imagen completa.Adems de los estudios sincrnicos en la filosofa de la

    ciencia, hay lugar para un enfoque diacrnico sistemtico.En los ltimos quince aos, aproximadamente, ha crecido laimportancia de la filosofa diacrnica de la ciencia. Muchosfilsofos con intereses histricos y muchos historiadores con.intereses filosficos han hecho contribuciones valiosas en estecampo.

    La filosofa diacrnica de la ciencia y la filosofa sincr-nica de la ciencia muestran frecuentemente diferencias sus-

    tanciales en mtodo e intereses. La primera tiende a usarexclusivamente mtodos historiogrficos, la segunda a apli-car mtodos formales como la axiomtica. sta puede ser larazn de que hayan surgido tensiones y polmicas sin finentre representantes de los dos enfoques. Sin embargo, creoque este conflicto es, en gran parte, artificial. No veo ningnmotivo real para una contradiccin metodolgica entre lafilosofa sincrnica de la ciencia y la diacrnica: ms biencreo que ambos enfoques necesitan la mutua complementa-cin. Un uso combinado de anlisis e interpretaciones hist-ricas, por un lado, y de reconstrucciones formales, por otro,tiene mayores probabilidades de llevarnos a una mejor com-p;ens.in de la complicada y cambiante red que llamamoscrencia.

    79

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    30/34

    SUMMARY

    The airn of this paper is to present a more fruitful, flexible andrealistic prograrn than sorne other current prograrns, for doing thephilosophy of science. A little rnetaphilosophical thought on sucha therne is now appropiate mainly because sornelatinarnerican coun-tries show a growing interest in the philosophy of science and alsobecause, generally speaking, there is a great deal of confusion con-cerning its rnethods, its basic problerns and the solutions we areto expect frorn it,

    1. Philosophy of science consists in the construction of sorne in-terpretative schernes, philosophical in nature, which enable us touriderstand scientific theories. It can be characterized as a theo-retization on theoretizations, as an interpretation 01 reality's inter-pretations. Thus, its is a second level intellectual activity whosesubject rnatter is itself, the result of a previous similar activity.The philosophy of science, then, is a typical product of human beings'recursive capacity, the ability they have to reflect upon their ownactivity's results.

    In order to know which type of intellectual activity the philosophyof science belongs to, it is necessary to characterize both the notionsof theoretization and that o interpretation. The approach here willbe rnerely intuitive. Theoretization is the deliberate production ofsorne entities called "theories". These are interpretative, conceptualschemes which, supposedly, let us cornprehend things "happeningthere". Clearly,' interpretation is a key concept for the philosophyof science.

    2. Tentatively, an interpretation of sorne given dornain of know-ledge's objects can be "defined" as the conscious and deliberated"incrustation" in that dornain, of a previously built conceptual ap-paratus by rneans of which sorne of its aspects can be reconstructed.So, we assert that there is a third sernantical category which wecan call "interpretation". As used here, this notion arises after the

    confrontation with a widely accepted dogma o the philosophy olanguage: the so-called dogma o the descriptiue-prescriptioe, orthe descriptioe-eoaluatioe dichotorny, according to which any con-cept, staternent or systern o staternents has descriptive or prescrip-tive meaning, and is analysable into elernents o one o these cat-egories, never o both, for they are rnutually exclusive. Nonethelessthis dichotorny, being artificial and rnisleading, distorts not only thenature o the philosophy o science, but the nature o science as

    80

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    31/34

    well. It is very often applied ad hoc to many parts of human dis-

    course--especially to thosecalIed "theoretical".3. Scientific theories are the philosophy of science's subjeet matter.We will consider, at the moment, that "scientific theories" refersto the group of sornekind of theories, showing anohvious "familyair", which are taught, disseminated and used in universities andresearch institutes.

    4. Phlosophy of science belongs to the "sciences of culture" ur"humanities" because scientific theories, being a suhset of the setof theories ahout reality, are like these last a cultural phenomenonor human activity that always appear within sorne given socio-culotural forms. Thus scientific theories must be studied as cultural

    products. Nevertheless, philosophy of science must not he confound-ed with sociologyor psychology of science, and it will use, wheneverpossible, the formal tools of logic and mathematics in order to seekthe greatest preeision.

    5. Scientific theories are viewed by the philosophy of science asspacelessand timeless abstract structures. Hence, they are a case ofabstract, cultural entities.

    6. On the other hand, the philosopher of sciencemust not use anabstract method (an aprioristic one). On the contrary, he will reIyon the concrete data given to us hy the scientific corpus. His pro-cedures will be concrete. In other words, philosophy of sciencewill deal with identifiahle, real existent theories.

    Texthooks (in general, systematic ones) are especially importantto the philosophy of science.They are the concrete ohjects whichbest transmit scientific theories. So, then, one of the philosopher ofscience's main tasks is to analyse critically and to reconstruct logi-calIy scientific disciplines' standard works.

    7. The philosopher of science's objective is to identify theories'conceptual structures and to reconstruct them. That is why he paysattention not only to the very recent scientific theories, but alsoto the classical ones. Philosophy of science's intention is not con-strained, as many people believe, hy that of popularizing the latestscientific developments.

    8. Because the philosopher of science wants to discover and toidentify scientific theories' underlying structures, his activity mustnot be restricted to describe, neutralIy, those theories' contentoInstead, he is to interpret or to reconstruct scientific works, framinghis objects of study into sornepresupposed formal categories.

    9. According to this program of the logical reconstruction ofscience, the philosopher's task is twofold: 1) he will make explicitthe structure of the individual theories that constitute his objects

    81

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    32/34

    of investigation, and 2) he will examine the relations between

    theories.MethodologicalIy, the best thing to do is to work only in one ofthe two directions at a time. Nevertheless, it must be rememberedthat any theory's complete identification is possible only if we knowthe kind of inter-theoretic relations it holds with other theories. Andconversely, the particular kind of inter-theoretic relations' cannot beproperly explicated if we do not know how these inter-related the-ories' structures are in fact.

    10. In order to identy and to reconstruct individual theories,first an identity criterion is needed, which in turn presupposesan explicit concept of theory. The concept of theory has changed,

    and its developmentis important to the philosophy of science. Sorneof its main stages are the following:a) "Classic" philosophy of seienceequals the concept of theory

    and the concept of an axiomatic system. It considers that anytheory is a set of statements, sorne of them being axioms (basic,a priori valid propositions) and others being theorems (logicalconsequences o axioms). This is a formal and syntactic approachthat emphasizes the need to express theories, in a formal language.It considers that the philosopher of science's method to identify par-ticular theories is the very same axiomatic method: he' must findout what a theory's basic statements are and how they can be usedas axioms as starting points alIowing all other things (within thetheory) to be logically derived.

    The "classical" approach (represented among others by R. Car-nap) introduced a great precision in the philosophy of science,whichwas undoubtedly good, but, at the final score, it hindered morethan promoted the philosophy of science's development because thecomplete formalization of complex theories is, actually, very df-ficult.

    b) The concept of a theory, as proposed by P. Suppes and bisteam, assumes that the structure of every theory can be given withina standard set theory. It represents a set theoretical approach, andit reconstructs scientific theories axiomatizating them directly by

    means of the soca1led"intuitive" set theory. It delivers a method, asrigorous as the formal one, but far more feasible and fruitful. Itslimitation lies in the fact that the concept of theory it hendles is toosimplistic, for it ignores the pragmatic aspects involved in all em-pirical scences,n. Recent approaches (Sneed, Stegmuller, Ludwig, Van Fraas-

    sen and the Polish Group) consider that the concept of theorymust inelude the syntactic and semantic aspects of scientific theories,

    82

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    33/34

    and also their changing pragmatic ones. They must include the

    concrete "external" applications viewed when constructed.Those semantic and pragmatic aspeets (which wecall their "exter-nal" justification) can be summed up by the key notion of atheory's applications, So a proper concept of theory will include,realistically, the notion of applicaton, Regarding the method, it isunacceptable to set apart the task of reconstructing particular theoriesfrom the task of elucidating the concept of application. The con-crete uses intended for a theory are inseparable from its struc-ture. Therefore, they are included conceptually as well.

    A basic characteristic of this new concept of a theory is that atheory is not conceived, any more, to be a set of statements 01'propositions, It is better thought of as a complex conceptual struc-ture, whose unities are, in their turn, elementary structures some-times called "models", sometimes "applications". These structures ofmodels 01' applications are analysed from a functional point of viewand not from an epistemological one. Besides, they are alwaysrelativized to a given theory. They include two types of concepts:the ones that, being specific for each theory, have no sense outsideit, and the concepts that presuppose sorne previous theories andconstitute, so to say, the theory's confirmatory base.

    Theories have become, in this approach, open multiplieities ofmodels 01' applications systematizing different fragments of realityinto each theory'sconceptual frame. They are entities, essentially

    determined not only by their formal structure and their reference,but also by their use. The result is an identity criterion for theoriesmore difficult to handle but, at the same time; more proper andrealistic.

    12. An identity criterion for groups of theories is also neededbecause any seientific theory's careful logical analysis reveals sornemore comprehensive structures than the soletheories. It must not beforgotten that there are different kinds of individual theories oc-cupying different hierarchical levels, and that there are also differentkinds of relations connectingthem. Theories can begrouped accordingto sornelogical, methodological and semantic criteria, constituting inthis way families of theories, The term "frame of theories" (intro-duced in an early work) refers to the comprehensive structures thatinclude a completefamily of theories. Those structures can be iden-tified, and their analysis would open a new, promising field to thephilosophy of science.

    13. In order to form frames of theories starting from individualtheories, it is necessary to identify, beforehand, the different andcomplex inter-theoretical relations.

    Besideslogical implication and the concept of reduction of theories

    83

  • 7/29/2019 Moulines-Qu hacer

    34/34

    there are other kinds of inter-theoretic relations, i. e: approximation

    or approximative incrustation; theorizating between theories whoseconceptsbelong to different methodologicaI IeveIs,and presupposition,between theories having different epistemologicaI priorities withinthe scientific corpus.

    14. For a better understanding of what is called science, scientifictheories must be studied from the diacronic (dynamic) point of viewas well as from the synchronic (static) one, There is no contradic-tion in this. On the contrary, both points of view complements eachother, Thus, philosophy of science's method must combine historicaIanalysis and formal reconstructions,

    [Margarita Ponce]

    84