18

Click here to load reader

Mouffe_Por una política de la identidad nómada

  • Upload
    niggras

  • View
    708

  • Download
    1

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

^Identidades?

E n los primeros tres apartados —identidad y politica; sujetos eidentidades y diversidad e identidad— este numero contiene dis-tintos abordajes del asunto de la identificacion y la construc-

cion de las identidades. Siguiendo a Deleuze y Guattari hemos to-mado la identidad como una articulacion que conecta multiplicida-des insertas en una variedad de ordenes discursivos. De ahi estacomprensi6n particular de las identidades como posicionamientosprovisionales y recurrentes en las redes discursivas. Las identidadessignifican, en su momento de articulacion, "verdades" determina-das no de manera ontologica, sino de acuerdo con las reglas deldiscurso en el cual estan insertas. Por eso podemos pensar las iden-tidades como anudamientos provisorios en entretejidos historica-mente contingentes, anudamientos que son desanudados y vueltosa anudar.

Los seis ensayos de la primera seccion, con el transfondo de lopolitico como una dimension inherente a toda sociedad humana, setocan y, a veces sin saberlo, se responden. Varios de los plantea-mientos formulados son puntos de referencia para abordar una delas tramas mas complejas del momento: aquella que se teje entreidentidad, alteridad, poder y politica. Como es evidente, la identi-dad ha sido uno de los ejes articuladores de la politica feminista.Las practicas del "nuevo" feminismo de los anos setenta, en espe-cial el proceso en los "pequefios grupos" de autoconciencia, basico ygeneralizado en los primeros afios, sirvio para la creacion de unnuevo tipo de sujeto politico. Muchas mujeres, al compartir sus ex-periencias de vida, plantearon que "lo personal es politico" y desa-rrollaron una nueva identidad. Desde entonces, ellas mismas y otraspersonas fuera del movimiento han cuestionado la politica basadaen la identidad como particularmente conflictiva, a pesar de su in-dudable utilidad para la movilizacidn. Mouffe, Bondi, Camou, Fer-nandez-Martorell, Young-Bruehl y Hobsbawm, cada uno devana unade las hebras del tema para analizar cuestiones especificas: demo-cracia radical, feminismo, modernidad, pluralismo, politicas identi-tarias, fascismo e izquierda.

Page 2: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

debate feminista, octubre de 1996

Si la condicion que rige la constitucion de toda identidad es laafirmacion de una diferencia, el segundo bloque de ensayos ofreceun atisbo de distintos modos y momentos del proceso. Cinco muje-res y dos hombres sondean experiencias personales y establecencoordenadas subjetivas para la reflexion. Destacan especialmente lainquietante reflexion de Diamela Eltit y el desgarrador texto de JuanGelman. La lectura nos hace preguntamos que tipo de relacion pue-de establecerse entre identidad y alteridad de manera que se desactiveel peligro de exclusion siempre presente en la relacion de identidady diferencia. En la mayoria de los testimonios queda explicito elhecho de que casi siempre la constitucion de una identidad implicael establecimiento de una jerarquia. Carmen Boullosa lo hace consingular humor.

La conversion en desigualdad de lo que era solamente diferen-cia es una tendencia universal. Con ese mecanismo efectivamente secrean grupos excluidos y minoritarios. Para resistir a los reclamosunitarios normativos no hay que recurrir a posturas esencialistas;por el contrario, hay que insistir en que la identidad —nuestro sen-tido de nosotros mismos como individuos y como seres sociales— seconstruye, que no es innata o dada. En el tercer apartado publica-mos tres ensayos muy distintos sobre diversidad, con ejemplos deOriente y Latinoamerica, mas el caso especial de una discusion enChiapas. El contrapunto que se establece entre ellos es muestra, yvalga la redudancia, de lo diverso de la diversidad y lo universal delo humano.

Hace tiempo que venimos preguntandonos que piensan las jo-venes, por donde andan y si son o no son feministas. La reflexionpor la identidad nos llevo a organizar dos mesas redondas con jove-nes, una con menores de veinte afios y otra con veinteafieras. A lapregunta de si son feministas responden con frescura e inteligenciay desde coordenadas totalmente distintas a las nuestras. Recomen-damos su lectura para aterrizar en una parte de la realidad —la ju-ventud— con la advertencia de que no se trata de una muestra re-presentativa, sino de dos grupos de jovenes urbanas que, por una uotra razon, estan cerca de nosotras. Aun asi, puede resultar muy in-teresante oirlas, porque la cercania no quiere decir consenso.

En el ensayo visual que ilustra este numero, a la pregunta ^qui^nsoy? responden cuatro fotografas y cuatro fotografos. No hay mane-

Page 3: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

ra de evitar las interpretaciones, pues tres de las cuatro mujeres semuestran desde su maternidad, mientras que la cuarta utiliza lametafora de la casa tal vez para establecer la misma relacion. Loshombres, en cambio, se exploran con una mirada distinta, y a vecesimplacable.

Quizas este es el primer numero donde todos los trabajos con-fluyen en el mismo eje tematico: los conflictos, las libertades y lasreflexiones de la identidad. Carlos Amador y Hortensia Moreno eli-gieron traducir un esplendido cuento de Jamaica Kincaid, una escri-tora de Antigua, donde se cruzan varias lineas de identidad, conuna opcion final de feminismo silvestre. Por su lado, Jacqueline Fowksretoma sefias de identidad de amistades cercanas, a partir de lascuales reflexiona y ofrece elementos para una sociologia de las emo-ciones.

En desde la escritura reproducimos el conmovedor texto sobre laidentidad de Maria Luisa Elio, que sirvio como libreto para el cortoEn el balcdn vacio. La lectura del texto de Ma. Antonieta Torres Ariasen desde el divan nos lleva a discurrir que si bien la diferenciacion y elmovimiento entre las identidades es caracteristico de las sociedadesmodernas, no hay atributos fijos determinados por el sexo en laidentidad humana. Sofia Rojo ofrece en desde Chiapas un analisissobre la construccion de la identidad entre los Zapatistas. Y en buscade nuestra memoria encontramos nuestra identidad como feministasen el compacto pero sustancioso resumen que Gabriela Cano hacede Un siglo de feminismo en Mexico.

Por presion y gusto de varias integrantes del comite editorial setomo la decision de publicar mas resefias. Siete sobrevuelos de li-bros importantes y atractivos aparecen en esta entrega. Esperamosque disfruten su lectura tanto como nosotras lo hicimos.

Un aspecto positivo de una politica emancipatoria de oposiciones apoyar las identidades alternativas que se sostienen en distintasformas de resistencia. La denuncia de dos compafieras lesbianascontra la compafiia Mexicana de Aviacion nos recuerda el atraso enque nos encontramos en Mexico en materia de lucha contra lahomofobia.

Un dilema que no hemos investigado ni debatido suficiente esc6mo las identidades innatas, tipo "mujer", definen y determinan lapolitica. Un caso a tratar con mas profundidad y rigor es el de las

Page 4: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

debate feminista, octubre de 1996

cuotas para mujeres, mecanismo de discriminacion positiva acepta-do por la ONU y la mayoria de los paises desarrollados y democrati-cos. Respecto de la accion afirmativa coexisten dos valoraciones con-tradictorias y cada dia es mas urgente investigar y discutir sus alcan-ces. Si bien el PRD fue el primer partido en establecer esas cuotas, esindudable que^el hecho de que el PRI lo acabe de hacer tiene un pesodeterminante. La medida generara, sin duda, debates. Tal vez laambigiiedad o incomodidad ante las cuotas provenga de que en ellasse encuentra la posibilidad de desarmar o de reforzar la posicion delas mujeres como un "otro" subordinado. Sin embargo, debe tenersepresente que las politicas contemporaneas de la accion afirmativa noestan determinadas por cuestiones te6ricas, sino por las limitacio-nes de la real discriminacion existente.

Por ultimo, reproducimos el trabajo con el que nuestra maspopular colaboradora —Jesusa Rodriguez— entro al concurso de laSecretaria de Turismo: Mexico. Identidad Grafica. Y cerramos, comosiempre, con la cancion de Liliana Felipe, que, para disfrute de to-das y todos nuestros lectores estrena nueva casa disquera: DiscosCabaret.

M.L.

Page 5: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

identidades

Page 6: Mouffe_Por una política de la identidad nómada
Page 7: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

Por una politica de la identidad nomada

Chantal Mouffe

E n este fin de siglo, presenciamos un vasto proceso deredefinicion de las identidades colectivas y el establecimien-to de nuevas fronteras politicas. Esto, desde luego, esta liga-

do al derrumbe del comunismo y a la desaparicion de la oposiciondemocracia/totalitarismo que, por lo menos desde el final de la se-gunda guerra mundial, habia servido como la frontera politica pre-ponderante que permitia discriminar entre el amigo y el enemigo.Esto presenta una doble dificultad:

1. En el Este, se desvanecio la unidad creada en la lucha com-partida contra el comunismo y presenciamos la multiplicacion deidentidades ligadas a antagonismos etnicos, regionales y religiososque constituyen un obstaculo para la construccion de una democra-cia pluralista.

2. En Occidente, la naturaleza misma de la democracia esta enduda porque su sentido se daba en funcion de la diferencia que sehabia establecido con ese "otro" que la negaba. La identidad de lademocracia, pues, fue desestabilizada por la perdida del enemigo yqueda por redefinirse a traves del establecimiento de una nueva fron-tera politica.

Tal situacion favorece el desarrollo de la extrema derecha en lamedida en que, para esta, el nuevo enemigo ya se ha encontrado: setrata del enemigo interior representado por los inmigrantes, en es-pecial los que se distinguen de los nacionales de "buena cepa" tantopor su origen etnico como por su religion. Se presenta a estos ex-tranjeros como un peligro para la identidad y la soberania naciona-les por los diferentes movimientos que, gracias a un discurso nacio-nalista y xenofobo, se esfuerzan por articular nuevas identidadescolectivas y volver a crear una frontera politica.

Asi, las democracias se encuentran hoy ante un verdadero de-safio que solo podran afrontar si dejan de negar lo politico y de enga-

Page 8: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

identidad y politica

narse con la posibilidad de un consenso que eliminaria definitiva-mente el antagonismo. Esto exige que se ponga en duda el raciona-lismo liberal que esta en el origen de la ceguera manifestada por elpensamiento politico frente a los trastornos que vive el mundo. Dehecho, dado que esperaban celebrar el triunfo definitivo de la demo-cracia liberal, ahora los occidentales asisten estupefactos al estallidode conflictos etnicos, religiosos y de identidad que, segun sus teo-rias, pertenecian a un pasado ya terminado. En lugar de la generali-zacion de las identidades postconvencionales, celebradas por Haber-mas, y de la desaparicion del antagonismo proclamado por los libera-les, vemos la multiplicacion de los particularismos y el surgimientode nuevos antagonismos.

Algunos intentan explicar esta situacion mediante los efectosperversos del totalitarismo, otros por un llamado retorno de lo arcai-co. Como si se tratara simplemente de un retraso temporal en elcamino que necesariamente debe conducir a la universalizacion dela democracia. Dado que se ha decretado el fin de la historia, mu-chos no pufden ver en las dificultades actuales mas que un peque-fio parentesis, un mal momento que debe pasarse antes de que laracionalidad vuelva a encontrar sus derechos e imponga su orden;en otras palabras, un ultimo sobresalto de lo politico antes de quesea vencido definitivamente por las fuerzas del derecho y de la ra-zon universal.

Porque, en realidad, se trata aqui de lo politico y de la posibili-dad de eliminarlo. Y la incapacidad del pensamiento liberal paracomprender la naturaleza de lo politico y la funcion constitutiva delantagonismo lo ciega respecto del caracter de la situacion actual.Esta requiere, de hecho, romper con el objetivismo y el esencialismoque dominan en el analisis de lo politico. Ahora bien, el pensamien-to liberal pone en escena una logica de lo social que implica unaconcepcion del ser en tanto que presencia y concibe la objetividadcomo propia de las cosas en si mismas. Por eso le es imposible reco-nocer que puede existir una identidad solo si esta construida como"diferencia" y que toda objetividad social.esta constituida por actosde poder. Lo que se niega a aceptar es que, al fin de cuentas, todaobjetividad social es politica y debe llevar la huella de los actos deexclusion que gobiernan su constitucion.

Asi, lo politico no puede sino escapar al racionalismo liberal,porque indica los limites de todo consenso racional y revela que

Page 9: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

Chantal Mouffe

todo consenso esta basado en actos de exclusion. Ahora bien, elliberalismo afirma que el interes general es resultado del libre juegode los intereses privados y ve la politica como el establecimiento deun compromiso entre los distintos intereses que estan en competen-cia en una sociedad. Los individuos se presentan como actores ra-cionales movidos exclusivamente por la realizacion de sus interesesy actuando en la esfera politica de una manera fundamentalmenteinstrumental. Esta es la idea del mercado aplicada al campo politico:los intereses estan definidos independientemente de su articulacidnpor la politica y lo importante son los procesos de asignaci6n quepermitiran crear un consenso entre las partes presentes.

Otros liberales, los que se rebelan contra ese modelo y quiereninstaurar un vinculo entre politica y moral, creen que es posiblecrear un consenso racional universal a traves de una discusion libre.Imaginan que si se relegan las cuestiones perturbadoras a la esferaprivada, bastaria un acuerdo racional sobre los principios para ad-ministrar el pluralismo que existe en las sociedades modernas.

Desde esta perspectiva racionalista, todo lo que es del ordende las pasiones, del antagonismo y que, por lo tanto, puede con-ducir a la violencia se considera arcaico e irracional, residuos de unaepoca terminada en que el "suave comercio" aun no habia estableci-do la preeminencia de los intereses sobre las pasiones.

Pero el intento de aniquilar lo politico esta destinado al fracaso:no puede ser domesticado ya que, como lo comprendio Carl Schmitt—cuyas reflexiones no deberiamos ignorar por sus compromisospoliticos posteriores—, deriva su energia de las fuentes mas diver-sas y "todo antagonismo religioso, moral, economico, etnico u otrose transforma en antagonismo politico, dado que es suficientementefuerte para provocar un reagrupamiento efectivo de los hombres enamigos y enemigos".'

Frente al aumento de los particularismos y al resurgimiento deun nacionalismo etnico y exclusivo, la defensa y la profundizaciondel proyecto democratico exigen tomar en cuenta el desafio del mul-ticulturalismo. Para ello, debe abordarse la cuestion de las distintasformas de identidades de una manera nueva y a partir de una com-

Carl Schmitt, La notion de politique, Paris, Calmann-L6vy, 1963, p. 78.

Page 10: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

identidad y politica

prension de lo politico que esta necesariamente vedada a la concep-cion liberal racionalista e individualista. Esta ultima se esfuerza poranular lo politico como campo de las relaciones de fuerza, de laviolencia y de la lucha contra el enemigo. Pero no basta negar lopolitico para hacerlo desaparecer y tal negacion conduce solo a laimpotencia, la cual es caracteristica del pensamiento liberal demo-cratico frente a la multiplicacion de las distintas formas de reivindi-cacion de la identidad.

Para superar este callejon sin salida, es necesario comprenderque las condiciones que rigen la constitucion de toda identidad sonla afirmacion de una diferencia. Por consiguiente, habra que pre-guntarse que tipo de relacion puede establecerse entre identidad yalteridad de manera que se desactive el peligro de exclusion siem-pre presente que implica esta relacion de identidad/diferencia.

La idea de "exterior constitutivo" me servira como guia paraexaminar estas distintas cuestiones. La idea sirve para designar al-gunos temas elaborados por Jacques Derrida en torno a las nocionesde 'supplement', 'trace' y 'differance'. Su objetivo es mostrar el caracter derelacion de toda identidad y el hecho de que con frecuencia la cons-titucion de una identidad implica el establecimiento de una jerar-quia: por ejemplo, entre forma y materia, esencia y accidente, negroy bianco, hombre y mujer. Una vez que se ha comprendido que todaidentidad se establece por relacion y que la condicion de existenciade toda identidad es la afirmacion de una diferencia, la determina-cion de algun 'otro', y que este funciona como su 'exterior', es posi-ble comprender el surgimiento del antagonismo.

De hecho, en el campo de las identificaciones colectivas —don-de se trata de la creacion de un "nosotros" mediante la delimitacion deun "ellos"— habra siempre la posibilidad de que esta relacion noso-tros/ellos se transforme en una relacion amigo/enemigo, es decir,que ella misma se convierta en el espacio de un antagonismo. Estosucede cuando el otro, que hasta ahora se habia considerado bajo elmodo simple de la diferencia, empieza a ser percibido como aquelque niega mi identidad y cuestiona mi existencia. A partir de esemomento, cualquier forma de la relacion nosotros/ellos, ya sea detipo religioso, etnico, economico u otro, se hace politica.

Considerar asi la cuestion de la identidad transforma nuestramanera de concebir lo politico. Esto ya no puede presentarse como

Page 11: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

Chantal Mouffe

localizado en cierto tipo de instituciones especificas, como una esfe-ra o nivel de la sociedad, sino que debe ser aprehendido como unadimension inherente a toda sociedad humana y que proviene denuestra condicion ontologica en si.

Con el fin de especificar este nuevo procedimiento, propongodistinguir entre 'lo politico' que designa la dimension de antagonis-mo y de hostilidad entre los humanos —antagonismo que puedemanifestarse en formas multiples y surgir a partir de cualquier tipode relaciones sociales— y 'la politica', que pretende establecer unorden, organizar la coexistencia humana en condiciones que sonsiempre conflictivas porque estan atravesadas por lo politico.

Esta vision, que intenta unir los dos sentidos a los que hacereferencia la palabra 'politica', el de 'polemos' y el de 'polis', esprofundamente ajena al pensamiento liberal y, por otra parte, es larazon por la que este se encuentra desarmado frente al fenomenodel antagonismo. Pero considero que el futuro de la democracia de-pende del reconocimiento de esta dimension de lo politico, porquepara protegerla y consolidarla debe ver con lucidez que la politicasiempre consiste en 'domesticar' la hostilidad y tratar de neutralizarel potencial de antagonismo que existe en las relaciones humanas.

La politica, de hecho, tiene que ver con la accion publica y laformacion de identidades colectivas. Su objetivo es la creacion de un"nosotros" en un contexto de diversidad y de conflicto. Pero paraconstruir un "nosotros", hay que poder distinguirlo de un "ellos".Por eso, la cuestion crucial de una politica democratica no es comollegar a un consenso sin exclusiones o como crear un "nosotros" queno tuviera un "ellos" como correlato, sino como establecer esta dis-criminacion nosotros/ellos de una manera que sea compatible conla democracia pluralista. Esta supone que el opositor ya no se consi-dere como un enemigo a quien hay que destruir, sino como un ad-versario cuya posicion se reconoce como legitima, se trata en reali-dad de transformar el antagonismo en 'agonismo'.

Para concebir tal desplazamiento podriamos inspirarnos en lareflexion de Elias Canetti que mostro en Masa \j poder que el sistemaparlamentario explota la estructura psicologica de los ejercitos enlucha y pone en escena un combate en el que no se mata y en el queuno se remite a la opinion de la mayoria para decidir quien es elvencedor. Segun el, "el voto es el instante decisivo, aquel en el que

Page 12: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

identidad y politica

uno se mide realmente. Es el vestigio del encuentro sangriento quese imita de diversas maneras: amenazas, injurias, excitacion fisicaque puede Uegar hasta los golpes y el disparo de proyectiles. Pero elrecuento de voces pone fin a la batalla".^

Lejos de considerar la democracia como algo natural y normal,como el resultado necesario de una evolucion moral de la humani-dad, es importante percibir su caracter improbable e incierto. Esalgo fragil, que nunca se adquiere definitivamente y constituye unaconquista que siempre hay que defender. La tarea de una politicademocratica no es eliminar las pasiones o relegarlas a la esfera priva-da para hacer posible un consenso racional, sino movilizar esas pa-siones y ponerlas en escena segun dispositivos agonlsticos que fa-voreceran el respeto al pluralismo. En lugar de representar un peli-gro para la democracia, el enfrentamiento agonistico en realidad essu condicion misma de existencia.

Es cierto que la democracia no puede sobrevivir sin cierto nivelde consenso —que debe darse en el respeto a las reglas del juego de-mocratico—, pero requiere tambien la constitucion de identidadescolectivas en torno a posiciones bien diferenciadas. Los electoresdeben tener verdaderas posibilidades de eleccion y deben ofrecerse-les alternativas reales.

Si, como afirma Niklas Luhman, la especificidad de la democra-cia moderna, en tanto que sistema politico, reside en la 'escision dela cima' realizada mediante la distincion entre gobierno. y oposicion,se ve el peligro que le puede hacer correr el desdibujamiento de laoposici6n derecha/izquierda, dado que bloquea la creacion de identi-dades politicas democraticas e impulsa una indiferencia frente a lospartidos politicos tradicionales. Esto crea un terreno favorable paralos movimientos politicos que proponen modalidades populistas yantiliberales de democracia y que se organizan en torno a la articula-cion de identidades nacionales, religiosas o etnicas. Cuando la dina-mica agonistica de la democracia pluralista se traba por la falta deidentidades democraticas con las que uno pueda identificarse, nosarriesgamos a la multiplicacion de enfrentamientos en terminos deidentidades esencialistas y de valores morales no negociables.

^ Elias Canetti, Masse et puissance, Paris, 1966, p. 200. Hay fraducci6n al espanol:Masa y poder. Muchniek Editores, Barcelona, 19

Page 13: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

Chantal Mouffe

Solo cuando se ha comprendido que toda identidad se estable-ce por relacion y que esta construida en funcion de una diferenda,puede plantearse la cuestion democratica crucial: como luchar con-tra las tendencias a la exclusion. Tambien aqui la perspectiva pro-puesta por Derrida puede ayudarnos. Como lo indica la nocion mis-ma de exterior constitutivo, es imposible distinguir por completo elinterior del exterior y toda identidad se desestabiliza irremediable-mente por su 'exterior'. Se trata aqui de un punto decisivo para lareflexi6n politica y me gustaria examinar sus implicaciones.

En un piano filosofico general, queda claro que si el exteriorconstitutivo esta presente en el interior de toda objetividad como suposibilidad siempre real, entonces el interior en si se convierte enalgo puramente contingente y se revela asi la estructura de simpleposibilidad de todo orden objetivo. Esto pone en duda la concep-d6n esendalista de la identidad y elimina toda posibilidad de fijarde manera definitiva la identidad o la objetividad. En la medida enque toda objetividad depende de una alteridad ausente, necesaria-mente se remite a esa alteridad, esta contaminada por ella. Estoimpide para siempre la seguridad de una identidad que pertenezcaa uno y a la que uno pertenezca.

Vayamos aun mas lejos. No solo no hay identidades "natura-les" u "originales" —dado que toda identidad es el resultado de unproceso de constitucion— sino que ese proceso en si debe conside-rarse como un movimiento permanente de mestizaje. De hecho, laidentidad se constituye a partir de una multiplicidad de interacdonesy esto no ocurre dentro de un espado cuyos contornos podrian serdelimitados.

Muchas investigaciones feministas o inspiradas por la corriente'postcolonial' han mostrado que se trata siempre de un proceso de'sobredeterminadon' que teje vinculos muy complejos entre muchasformas de identificacion y una red compleja de diferencias. Para pensaren la identidad, hay que tener en cuenta a la vez la multipliddad delos discursos y de las reladones de poder que la atraviesan y el carac-ter complejo de complicidad y de resistenda que propordonan latrama de las practicas en las que queda implicada esa identidad. Enlugar de ver las distintas formas de identidad y de pertenencia comouna perspectiva y una experiencia, hay que reconocer alli lo que sejuega siempre como una reladon de fuerzas.

Page 14: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

identidad y politica

Asi, lo que llamamos 'identidad cultural' es el escenario y tam-bien el objeto de combates politicos, y la existencia social de ungrupo se construye siempre en el conflicto. Este es uno de los terre-nos principales en que se ejerce la hegemonia porque la fijacion dela identidad cultural de un grupo a traves de una articulacion espe-cifica de relaciones sociales contingentes y particulares contribuyede manera determinante a la creacion de 'puntos nodales hegem6-nicos'.^ Estos fijan parcialmente el sentido de una cadena significantey permiten detener el flujo de los significantes y dominar provisio-nalmente el campo discursivo.

En lo que se refiere a las identidades 'nacionales', una perspec-tiva en terminos de hegemonia y de articulacion permite pensar enuna via a partir de la cual se puede influir sobre ellas en lugar derechazarlas, ya sea en nombre del antiesencialismo o en virtud deuna llamada defensa del universalismo. De hecho, es peligroso igno-rar las catexis libidinales que se movilizan en torno del significante'nacion' y es vano esperar la llegada de una identidad postconven-cional.

La lucha contra las formas exclusivas del nacionalismo etnico nopuede llevarse a buen fin si no se articula otra forma de nacionalismo—que podemos calificar como 'civico'— y que consiste en la fideli-dad al pluralismo y a los valores democraticos. Alii se juegan ele-mentos de primera importancia para una politica democratica; lasdificultades con que se encuentra hoy la Alemania reunificada debe-rian ponernos en guardia contra la ceguera a la que pueden conducirlas ilusiones liberales y racionalistas de una identidad 'postnacional'.

Contrariamente a lo que algunos piensan, no hay que buscar lasolucion a nuestros problemas a traves de una identidad 'europea',concebida como una identidad homogenea que vendria a remplazartodas las otras identificaciones y fidelidades. Al contrario, si se laconcibe como una aporia, un doble genitivo, una "experiencia de loimposible", como propone Derrida en L'autre cap, la idea de unaidentidad europea puede inaugurar un proceso prometedor —cer-cano a lo que Merleau-Ponty llamaba "universalismo lateral"—, in-

^ Para un analisis de esta noci6n, ver: Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, Hegemonyand Socialist Strategy. Towards a Radical Democratic Politics, Londres, Verso, 1985, cap. 3.Hay traducci6n al espanol editada por Siglo Veintiuno Editores.

10

Page 15: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

Chantal Mouffe

dicando que lo universal se inscribe en el corazon mismo de lo par-ticular y de las diferencias y en el respeto a la diversidad.

Concebir esta identidad europea como "diferencia propia", una"cultura propia como cultura del otro"" de hecho es imaginar unaidentidad que acoge la alteridad, que atestigua la porosidad de susfronteras y que se abre sobre ese 'exterior' que la hace posible, Alaceptar que solo el mestizaje nos constituye en tanto que ser singu-lar, esta identidad europea permitiria afirmar y celebrar el caractern6mada de toda identidad,

Al contrario de las tentaciones siempre presentes de construirlas identidades bajo el modo de la exclusion, reconocer la multiplici-dad de los elementos que constituyen esas identidades, asi como sucontingencia y su interdependencia, como sugiere William Connolly,podria ayudarnos a "convertir un antagonismo de identidad en unagonismo de diferencia"' y a desactivar el potencial de violencia queesta inscrito en toda construccion de un nosotros/ellos. Al multipli-car, pues, esas fidelidades y pluralizar las pertenencias se crearanlas condiciones para un verdadero 'pluralismo agonistico' porquealii donde las identidades se multiphcan, las pasiones se dividen.

Para que un analisis de la identidad sea realmente significati-vo, debe situarse en el contexto mas amplio de las paradojas de lademocracia pluralista. De hecho, en tal democracia hay algo enig-matico y parad6jico que han sefialado varios de sus criticos y que sederiva de la articulacion establecida entre liberalismo y democracia.Sin duda hay dos tipos de logica que entran en conflicto porque elresultado tjltimo de la logica de la democracia, que es una logicafundada en la identidad y la equivalencia, entra en oposicion con la16gica liberal del pluralismo y Ia diferencia, dado que esta impideque se establezca un sistema completo de identificaciones.

Las dos logicas son incompatibles, pero esto no significa queno sea viable el sistema como tal, Al contrario, precisamente la exis-tencia de esta tensidn entre la logica de la identidad y la logica de ladiferencia hace que la democracia pluralista sea un regimen particu-larmente apropiado para la indeterminacion de la politica modema.

•* Jacques Derrida, L'autre cap, Paris, Editions de Minuit, 1991, p. .16.' William E. Connolly, Identity I Difference, Ithaca y Londres, Cornell University

Press, 1991, p. 178.

11

Page 16: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

identidad y politica

No cabe duda de que, debido a esta articulacion entre liberalismo ydemocracia, la logica liberal —que tiende a construir toda identidadcomo una afirmacion y como una diferencia— necesariamente sub-vierte la totalizacion que es el objetivo de la logica democratica de laequivalencia.

Lejos de quejarnos de esto, deberiamos alegrarnos, porque estatensi6n entre la logica de la equivalencia y la 16gica de la diferencia,entre la igualdad y la libertad, y entre nuestra identidad como indi-viduos y nuestra identidad como ciudadanos, proporciona la mejorproteccion contra todo intento de efectuar ya sea la fusion completao la separacion total. Por lo tanto, deberiamos evitar suprimir estatension, porque si tratam^os de eliminar lo politico, corremos el ries-go de destruir la democracia. La experiencia de la democracia mo-derna se basa en aceptar que existen estas logicas en conflicto —unaintenta lograr la equivalencia completa y la otra preservar todas lasdiferencias— y que su articulacion es necesaria. La articulacion deberecrearse y renegociarse constantemente: no hay un punto de equi-librio en que se logre la armonia final. Solo en este 'entre-dos' preca-rio podemos experimentar el pluralismo, es decir que esta democra-cia siempre estara 'por venir', para usar la expresion de Derrida,que subraya no solo las posibilidades no realizadas sino tambien laimposibilidad radical de cumplimiento final.

En vez de crear los antecedentes necesarios para el pluralismo,toda creencia en una resolucion final de todos los conflictos —aun-que se conciba como un enfoque asintotico de la idea reguladora decomunicacion no distorsionada, segun lo presenta Habermas— lopondra en peligro, porque paradojicamente el momento mismo enque se cumpliera tambien seria el momento de su destruccion. Porlo tanto, la verdadera democracia pluralista debe verse como un 'bienimposible', es decir, como algo que solo existe mientras no se puedalograr perfectamente. La existencia del pluralismo implica la perma-nencia del conflicto y el antagonismo; estos no deberian considerar-se como obstaculos empiricos que imposibilitan la realizacion per-fecta de un ideal que existe en una armonia que no podemos alcan-zar, porque nunca seremos capaces de coincidir perfectamente connuestro ser racional.

Por lo tanto, es importante para la democracia y para la cons-truccion de identidades democraticas tener un marco de referencia

12

Page 17: Mouffe_Por una política de la identidad nómada

Chantal Mouffe

que nos permita pensar en la diferencia como algo que es al mismotiempo la condicion de posibilidad y la condicion de imposibilidadde crear la unidad y la totalidad. Este marco nos in vita a abandonarla peligrosa ilusion de una posible reabsorcion de la alteridad en untodo unificado y armonico, y a aceptar que la alteridad es irreductible.Se trata de una alteridad que no puede ser eliminada y, como dijoRodolphe Gasch6:

Esta alteridad siempre debilita pero, tambien, posibilita el suefio de la autonomialogrado a trav6s de un repliegue reflexivo sobre el ser, dado que nombra unacondici6n estructural previa de tal estado deseado, una condicibn que represen-ta el limite de tal posibilidad.'

Traduccidn: Monica Mansour

Rodolphe Gasch^, The Tain in the Mirror, Cambridge, Mass., Harvard UniversityPress, 1986, p. 105.

13

Page 18: Mouffe_Por una política de la identidad nómada