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Moris A. Polanco Barrera

El Cuento Infantil

( 2ª edición)

Universidad Rafael Landívar Instituto de Lingüística / PRODIPMA

Guatemala, 1992.

Page 3: Moris A. Polanco Barrera - URL

ÍNDICE

¿QUÉ ES EL CUENTO INFANTIL? 4

¿SON TODOS LOS CUENTOS FORMATIVOS? 5

TIPOS DE CUENTOS 7

LOS CUENTOS DE LA TRADICIÓN ORAL MAYA 20

UN NEXO ENTRE EL HOOAR Y LA ESCUELA 23

LOS CUENTOS COMO RECURSO DIDÁCTICO 24

LOS CUENTOS SEGÚN LA EDAD DEL NIÑO 25

CÓMO CONTAR CUENTOS 27

CÓMO RECOPILAR Y TRANSCRIBIR CUENTOS 29

EL MAESTRO COMO CREADOR Y REFUNDIDOR DE CUENTOS 31

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 34

NOTAS 35

ANTOLOOÍA DE CUENTOS TRADICIONALES DE GUATEMALA 36

GLOSARIO 55

BIBLIOORAFÍA 56

Page 4: Moris A. Polanco Barrera - URL

Las alas murmuran. Sólo Miguel entiende

el lenguaje de los dragones. -Tú eres amigo mío.

~~

Page 5: Moris A. Polanco Barrera - URL

,, ¿QUE ES EL CUENTO INFANTIL?

~ odos tenemos una noción intuitiva de cuento infantil. CJ Si alguien de improviso nos preguntara qué entende­

mos por cuento infantil, probablemente le responderíamos que es

un relato para niños. (Aunque cabe la posibilidad de que alguien

responda que es un cuento escrito por niños, esta acepción es poco

frecuente.) Si estamos de acuerdo, entonces, en que cuento infantil

es un cuento escrito para los niños, es de suponerse que le atribui­

mos características especiales, que lo diferencian del cuento sin

más. El cuento es el género, y "para niños" la diferencia específica.

¿ Y qué es el cuento como género literario? De nuevo, podemos

intentar dar una respuesta intuitiva: cuento es una narración, gene­

ralmente breve, de sucesos imaginados. Decimos breve, para dis­

tinguirlo de otro género afín: la novela.

Ahora bien, ¿es válida la división "para niños"? Resulta

interesante constatar que en muchas culturas -generalmente

aquéllas que carecen de literatura- no existen cuentos

específicamente pensados para los niños. Esto es así porque para

muchos pueblos, los cuentos son verdadera historia, historia de sus

antepasados, del origen de sus alimentos, de las montañas que los

protegen, de los ríos que fertilizan sus campos ... No son "cosa de

niños", sino patrimonio conservado celosamente por los ancianos,

en los que se contiene la visión del mundo de su pueblo, sus

creencias y su historia.

Cuando las culturas consiguen estabilidad, y empiezan a

poner por escrito su historia y su religión, los cuentos van perdiendo

importancia, y, poco a poco, se convierten en simples relatos, útiles

sólo para entretener a los niños. Y entonces sucede lo inesperado:

los niños se apropian de los cuentos, los recrean en su fantasía, y

no dejan que mueran.

4

Page 6: Moris A. Polanco Barrera - URL

¿SON TODOS WS CUENTOS FORMATIVOS?

0 i bien es cierto que lo que se considera "formativo"

varía de acuerdo a la cultura y a la época, no pode­

mos negar que hay valores morales universales. Así, la verdad se

ha considerado siempre positiva y la mentira negativa; el valor ha

sido exaltado sobre la cobardía, la magnanimidad sobre la

pusilanimidad, etc. Es una característica sobresaliente de los cuen­

tos tradicionales presentar un fuerte contraste entre conductas morales e inmorales, o el tratar de inculcar el desprecio por las conductas

depravadas mostrando las consecuencias que ellas pueden acarrear

para el que las practica. Así, se encuentran en la tradición oral de muchos pueblos, cuentos sobre casos de adulterio, de parricidio, de

abandono de los hijos, y otros de temas que hoy consideramos

escabrosos y no aptos para niños. Es de suponerse que lo que se pretendía lograr con esos cuentos era provocar repulsión hacia ese

tipo de conducta en las personas que los escuchaban, fueran niños

o adultos.

Actualmente, sin embargo, no se estima conveniente expo­

ner a los niños a situaciones que ellos no estarían en capacidad de

comprender, o inculcarles terror mediante la narración de historias

fantásticas. Eso no se considera "formativo". No por ello, sin em­

bargo, se han desechado los cuentos tradicionales. Dándose cuenta

del gran atractivo que su estructura simple y previsible ejerce sobre

los niños, los escritores han sabido aprovechar este material para

producir obras muy depuradas estilísticamente que, unidas a atrae-

ti.vas ilustraciones y con lujosos encuadernados, despiertan cierta-., mente la curiosidad de los niños y los incentivan a la lectura.

Así, muchos de los cuentos que hoy se encuentran en las antologías del cuento infantil, han tenido un origen no tan "inocente",

como nos lo muestra Pastoriza de Etchebarne a través de los si­

guientes ejemplos:

"En Barba Azul, el marido mata a sus mujeres por el solo

hecho de haberlo desobedecido impulsadas por la curiosidad, y

cada una de ellas ve los cadáveres de las anteriores.

"En Piel de Asno, el rey padre desea casarse con su hija,

la cual horrorizada debe huir de palacio.

''En Griselida, el marido somete a su mujer a toda clase de

sufrimientos morales -llega a quitarle a su hijita-- para poner a

prueba su paciencia y sumisión.

"En Pulgarcito, aparecen en primer lugar padres que aban­

donan a sus hijos porque son pobres; luego, un ogro desea comer

a los niños refugiados en su casa y que por equivocación -Pulgarcito había cambiado las siete coronitas de las niñas por los

siete gorritos de ellos cuando se disponían todos a donnir- degüella

a sus siete hijas"1•

5

Page 7: Moris A. Polanco Barrera - URL

Un ejemplo claro de un cuento tradicional que no podría

considerarse "formativo" según los cánones de la moderna peda­

gogía, lo tenemos en el cuento Kaqchikel llamado el Chew-Chew.

Este cuento relata la vida de un joven que de niño fue muy

mimado por su madre, y que luego se convirtió en ladrón y criminal.

Un día fue capturado por la policía y enviado a prisión. Al poco

tiempo de estar en la cárcel, sin embargo, logró escapar, y se dirigió

a casa de su madre. Como sabía que a esa hora la encontraría

lavando en el río, fue allí directamente y, en efecto, la encontró. Al

verla, en lugar de saludarla afectuosamente, le recriminó por haberlo

maleducado y la mató, sacándole el coraz.ón. No satisfecho con

eso, fue a su casa, donde se encontraba su hennana, a quien pidió

que cociera el coraz.ón de la madre, mientras él iba a buscar frutas.

La hermana, sin saber de qué se trataba, empezó a cortar el coraz.ón

en trozos, provocando que éste murmurara: "no me mates, hija, que

soy tu madre". La muchacha fue de prisa al pueblo a contarle al

alcalde lo que había sucedido, y éste, con otras personas del pueblo

que reunió, fueron al río, en donde encontraron el cadáver de la

señora. Salieron todos luego a buscar al joven, y cuando lo en­

contraron lo llevaron fuertemente custodiado hasta la prisión. Toda

la gente del pueblo, al enterarse de lo que aquel joven había hecho,

determinó quemarlo vivo en la plaza; la sentencia se cumplió al día

siguiente. Cuenta la historia que en medio de las cenizas encontraron

a un hombrecito muy pequeño, que decía "chew-chew". Para que

sirviera de escarmiento a todos los malos hijos, el Chew-Chew era

llevado de pueblo en pueblo, atado a un cordel.

Antiguamente, los escritores de cuentos para niños trataban

de atemperar la crudeza de algunos de los cuentos que transcribían,

mediante un comentario al final, por el que se adelantaban a posi­

bles malas interpretaciones. Ese comentario era conocido como

"moraleja". Hoy, ese procedimiento ha quedado anticuado, y no

deja de causarnos gracia la moraleja que Perrault escribió a uno de

los cuentos que han hecho famoso su nombre: La Caperucita Roja. La moraleja reza así:

"Vemos, pues, que las niñas, y que en particular las buenas mozas, nunca deben pararse a hablar con gente a la que no conozcan, que si hacen lo contrario es natural que el lobo se las coma. Digo "el lobo", y no todos son lo mismo: sabemos ya de sobra que los hay muy amables y que sin hiel, sin ruido y sin bambolla, complacientes, corteses y rendidos, siguen a la muchacha que va sola y van hasta su casa sirviéndole de escolta. Más ¡ay! que ya es sabido que esa casta es la más peligrosa" .2

Actualmente ya no se estila la moraleja: se prefiere que los

niños saquen sus propias conclusiones. La trama, las palabras y

acciones de los personajes, el ambiente, ... todo, va guiando -y

fonnando- la capacidad de raciocinio del niño, hasta llevarlo a

concluir lo que se busca: básicamente, un refuerzo del principio

moral primario conocido como sindéresis: "haz el bien y evita el

mal".

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TIPOS DE CUENTOS

~ 1 género de los cuentos tradicionales puede dividirse en ~ las siguientes especies:

1. Cuentos mitológicos.

2. Cuentos maravillosos o de hadas.

3. Cuentos "sobre el origen" (etbtgícosj.

4. Fábulas.

5. Cuentos de animales.

6. Cuentos humoósticos.

7. Cuentos morales.

* Vea el glosario (pág. 55) cada vez que encuentre términos escritos con este tipo de letra.

Alguien podría agregar otros tipos de cuentos (realistas, de horror, etc.), pero consideramos que los anteriores son los que más suelen darse dentro de la tradición oral, particulannente de nuestro país.

En los siguientes apartados trataremos brevemente sobre cada uno de estos tipos, ilustrándolos con ejemplos tomados del folcbr de Guatemala y discutiendo sobre sus posibles aplicaciones en la escuela.

7

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l. CUENTOS MITOLÓGICOS

~ uento mitológico, o simplemente mito, es el "relato o

~ conjunto de elementos narrativos en que se expresan, e implícitamente se simbolizan, detenninados aspectos profundos de la existencia humana y trashumana''3. Antiguamente se le to­maba por simple narración inventada, sinónimo de superchería y error. En la actualidad. las investigaciones etnoogie,as lo han revitaliz.ado como el relato de una historia verdadera acontecida en los orígenes de los tiempos y utilizable como modelo para los comportamientos humanos4. Se comprende por ello que para la comprensión del pensamiento y cosrro\/ÍSÓ'7 de una detenninada cultura, el conocimiento de sus mitos sea obligado.

Prácticamente en todas las culturas del mundo existen mi­tos. La cultura maya de Guatemala conserva sus mitos más impor­tantes en el Popol Wuj, libro sagrado de los K'iche', así como en relatos que se transmiten por medio de la tradición oral.

Entre los mitos mayas que perviven en la tradición oral de este pueblo en Guatemala, se encuentran los siguientes: el origen del maíz, el origen de los monos, el origen de los animales en la tierra, las bodas del sol y la luna, las jícaras que contienen los diferentes tipos de lluvia y otros. Algunos de estos mitos, dan lugar a múltiples relatos, como los referentes a los dueños de los cerros,

muy comunes en el altiplano occidental. En la selección de cuentos tradicionales al final de este manual, presentamos una versión del mito K'iche' sobre el origen de los diferentes tipos de lluvia ("Los cinco tecomates", cuento número 2).

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2. CUENTOS MARAVILLOSOS

~ osiblemente son los cuentos mejor conocidos y esti­~ mados por los niños. Se encuentran en todas las cul­turas, y son los que mejor sobreviven el paso del tiempo y el avance de la civiliz.ación. Generalmente son largos (los hay hasta de dos horas de duración) y un tanto extraños para nuestra menta­lidad nxxiema Los que se han transcrito y popularizado han sido bastante trabajados para que presenten una cierta unidad y coheren­cia, aun dentro de una atmósfera de misterio y lejanía temporal. Al estudio de su forma, de su origen y del atractivo que ejercen sobre los niños se han dedicado los investigadores de la cultura especial­mente a comienzos del presente siglo, y los resultados que han alcanzado nos hacen estimarlos hoy más que nunca

''La experiencia ha probado -afirma Antonia Sáez- que el niño sigue ansioso la narración de cuentos de hadas y que se entrega a ellos con todas sus potencias',s. ¿En qué radica el atrac­tivo que estos cuentos ejercen sobre los niños? En un intento por responder a esta pregunta, Sáez hace un análisis de los cuentos de hadas de todos los tiempos, descubriendo en ellos las siguientes características:

"1 11 Los personajes.

Son éstos muy pocos y cada uno de ellos presenta una gran

unidad. Los protagonistas son, generalmente, niños o jóvenes en edad de poder casarse, que actúan y se manifiestan como si fuesen niños. Los personajes no tienen más que una cualidad sobresaliente: grande o pequeño, fuerte o débil, bello o feo, bueno o malo, obediente o desobediente, modesto u orgulloso, aplicado o desaplicado. De

aquí la facilidad de comprenderlos. No se pierde el niño en com­plicaciones psicológicas.

211 El medio.

Apenas esbozado, nace de las situaciones; no se describe, se insinúa; la mayor parte de las veces, se intuye.

311 La trama.

Se desarrolla por episodios en forma biográfica en que no hay más unidad que la que le da el héroe; generalmente el desen­lace es satisfactorio: premio del bueno, castigo del malo.

La motivación de las acciones es muy sencilla, procede muchas veces de un sentimiento que se produce una vez y que se mantiene repetidamente. El premio o castigo sigue inmediatamente a los hechos y consiste en cosas perceptibles; una novia bonita, riquezas, reinos, castigo corporal o muerte. Tiene la salubridad de lo primitivo, . es la moral simplísima de autoridad.

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4~ Técnica.

Es muy semejante a la cinematográfica: representa actos

aislados, de hechos independientes que se van ensartando, tendiendo

a llevarse a un punto culminante del cual se pasa al desenlace

inmediatamente. Generalmente se antepone una orden o prevención

y los hechos se repiten en serie de tres, comúnmente.' 06

Un estudioso de los cuentos tradicionales, Vladimir Propp,

llegó a la conclusión de que todos los cuentos maravillosos se

apoyan sobre una misma estructura. la cual consiste básicamente en

una serie de funciones que se dan siempre en el mismo orden,

aunque no siempre se den todas. Estas funciones son ejecutadas por

no más de ocho personajes, que son los siguientes: el agresor ( o

malvado); el donante (o proveedor del objeto mágico); el auxiliar

( o ayudante del héroe); la princesa ( o personaje buscado); el padre

de la princesa; el mandatario (o padre del héroe); el héroe; y el

falso héroe.

El análisis de la estructura de un cuento maravilloso típico

nos revelaría, siguiendo el modelo de Propp, la siguiente secuencia

de acciones y funciones:

l.

2.

La princesa está enferma. (Carencia.)

Se divulga la noticia de la enfermedad de la

princesa. (Mediación.)

3.

4.

5.

6.

7.

8.

9.

10.

11.

12.

El héroe decide actuar. (Principio de la acción contraria.)

El héroe se va de su casa. (Partida.)

Un enano le sale por el camino al héroe

y le pide una manzana de las que lleva para

la princesa. (Primera función del donante.)

El héroe obsequia una manzana al enano.

(Reacción del héroe.)

El enano se pone a disposición del héroe para

cuando éste lo necesite. (Recepción del objeto mágico.)

El héroe entrega las manzanas a la princesa,

con lo que ésta recupera la salud. (La carencia es colmada.)

El rey propone al héroe que construya un barco

mágico en un día (Tarea dificil.)

Con la ayuda del enano, el héroe construye

el barco (Tarea cumplida.)

El héroe es reconocido. (Reconocimiento.)

El héroe se casa con la princesa. (Matrimonio.)

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Cuentos como éste se dan en tcx:ias las culturas y en todas las épocas. También en la cultura maya de nuestro siglo. En la selección, al final de este manual, encontrará un cuento maravilloso

K'iche', recopilado en Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, en 1989 (cuento número 1).

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3. CUENTOS ETIOLÓGICOS

~ uentos etiológicos son los que narran el origen de ~ cualquier criatura o fenómeno del universo. En esto

se asemejan a los mitos, con la diferencia de que éstos tienen un

cierto carácter religioso que no se encuentra en los cuentos "sobre el origen".

En todas las culturas se encuentran narraciones sobre el

origen de los astros (el sol, la luna, Venus), de algún accidente

geográfico de la región (generalmente montañas o lagos), de los

animales que pueblan sus bosques o de sus características y cos­

tumbres.

María Fernández encuentra cuatro tipos de cuentos

etiológicos referentes a los animales:

a) Los que desarrollan la explicación sobre el origen de determinado animal. Como ejemplo de éste, propone, entre otros,

el cuento sobre el origen de la hormiga, según lo expone EsqxJ:

"La hormiga actual era en otros tiempos un hombre que, consagrado a los

trabajos de la agricultura, no se contentaba con el producto de su propio

esfuerzo, mirando con envidia el producto ajeno y robando los frutos a sus

vecinos. Indignado Zrus de la avaricia de este hombre, lo transformó en ese

animal que llamamos hormiga. Pero aunque cambió de forma, no cambió de

carácter." 7

b) Los que tratan sobre el origen de ciertas características

físicas o de ''personalidad" de algunos animales, como la explicación que da Esopo acerca de las consecuencias mortales que para las

abejas tiene la pérdida del aguijón:

"Envidiosas las abejas a causa de la miel que les arrebataban los hombres,

fueron en busca de 7.eus y le suplicaron que les diera fuerza bastante como

para matar con las punzadas de su aguijón a los que se acercasen a los

panales. ?.eus, indignado al verlas envidiosas, las condenó a perder su dardo

cuantas veces hirieran a alguno y a morir después."ª

c) Los que se refieren a las costumbres de los animales.

Como ejemplo, menciona la fábula de Fedro que adjudica el hábito

de los perros de olfatearse a un castigo de 2.eus por ser traidores.9

d) Por último, el tipo de relato "en que el animal se constituye

en causa u origen de usos y tradiciones humanas, como en el caso

de 'La visita de las arañas' de Sara Bryant. El Niño Jesús permite

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a las arañas visitar a hurtadillas el árbol de Navidad. Siendo ya Nochebuena avanzada, encuentra el árbol lleno de telarañas. Deci­

de entonces, para evitar que afeen el árbol, convertir las telarañas

en plata. 'Desde entonces, siempre se colocan hilos plateados en los

árboles de Navidad"'1º.

En Guatemala son muy conocidos los cuentos etiológicos sobre la forma o caracterísiticas de animales como el sapo, el co­

nejo, el ratón, y otros. También están difundidos, particulannente

entre los mayas, cuentos sobre el origen de determinadas montañas y lagos. (En la selección transcribimos un cuento poqomchi' sobre

el origen del cerro Pan Xo't (cuento número 3).)

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13

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4. FÁBULAS Y CUENTOS DE ANIMALES

~ uentos de animales son aquéllos en los que los perso­~ najes principales son animales que actúan como seres

humanos. Se distinguen de las fábulas en que éstas son más breves

y sintéticas. Los cuentos de animales, por otra parte, siempre son

humorísticos, mientras que las fábulas son principalmente

moraliz.adoras. En ambos casos, la narración se caracteriza por una

secuencia lineal, restringida casi de manera exclusiva a la acción;

pero mientras que en la fábula ésta es sumamente escueta, en los

cuentos de animales se pueden presentar secuencias de varios días

de duración. Por otra parte, mientras que en las fábulas nunca

intervienen seres humanos, en los cuentos de animales éstos pue­

den aparecer dialogando con los animales, aunque siempre como

personajes secundarios.

Un elemento esencial de la fábula es la moraleja Sobre

ella, afirma María Fernández: "La moraleja, de carácter sentencio­

so, en forma deductiva o inductiva, apunta a una enseñanza extraída

del ejemplo en que se constituye la narración y fuerza la lectura a

un único significado, de saber popular y empírico. Se pasa del caso

individual a la generalización"11 • A manera de ejemplificación,

presentamos la conocida fábula de "La zorra y las uvas" en la

versión de Esopo:

"Quiso una zo"a hambrienta, al ver colgando de una parra hermo­

sos racimos de uvas, atraparlos con su boca; mas no pudiendo alcanzarlos, se

alej6 diciéndose a s( misma:

-¡ Están verdes!

Asimismo ciertos hombres que no pueden llevar adelante sus asuntos

por culpa de su incapacidad, culpan a las circunstancias."

Los cuentos de animales tienen como función principal en­

tretener, divertir. Si acaso existe alguna enseñanza, ésta queda

implícita, y muchas veces se presenta en forma negativa: no hay

que ser vanidoso, o desagradecido, o mentiroso. El efecto humorís­

tico se logra principalmente a través de la atribución de cualidades

humanas a los animales: el conejo astuto, el buey noble pero ingenuo,

el tigre mañoso, el venado vanidoso, el sapo tramposo, el coyote

tonto, los monos curiosos, etc.

En el siguiente cuento sobre Tío Conejo, note cómo el

personaje se ve envuelto en problemas por querer participar del

mundo de los humanos:

14

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"En un pueblo andaba una vez un grupo de muchachos molestando,

y Tfo Conejo los siguió. En un relajo que hicieron los muchachos, llegó la

policía y los capturó a todos: ¡a la cárcel fue a parar Tfo Conejo!

Sentado en un rincón de la cárcel, Tfo Conejo miraba para arriba y

pensaba: "¿Cómo hiciera yo para salirme de aquí ... ?", pero no se le ocurría

ninguna idea.

En eso, llegó un borracho y le preguntó a Tfo Conejo:

-Bueno, ¿y vos qué estás haciendo aquí, triste? ¿Qué te

pasa?

-¡Ay, señor!, es que mire: yo me traje las chancletas de mi

abuelita, y ahí anda ella en la calle, la pobrecita; quiero ver

cómo se las paso. Hágame una campaña, usted ... -le dijo Tfo

Conejo al borracho.

-¿Qué querés? -le preguntó el borracho.

-Túele las chancletas a mi abuelita.

-Prestá-le dice el hombre.

Entonces, el conejito le presentó las orejas, y le dijo:

-Aquí están, mire ...

El borracho tomó al conejito por las orejas y lo mandó fuera de la

cárcel. ¡Corriendo salió Tio Conejo al nomás caer!"*

• Narrado por Efraln Polanco flodrlguez.

Este cuento es especial porque se problematiza el contraste entre el mundo real y el mundo de la fantasía: sucede que un

personaje muy bien conocido en el mundo de los cuentos, Tío

Conejo, decide en un momento dado, hacer una visita a los huma­

nos y participar de sus alegrías; como no le va tan bien, crea una

situación fantástica que le permite regresar a su mundo.

Es interesante notar que Tío Conejo llega a estar triste al sentirse encerrado en una cárcel (en el mundo real). La historia que

inventa para salir de la cárcel -no sin la ayuda de un ser huma­

no--, no es mentira sino cuento: pertenece al otro mundo, tanto

como la forma en que sale de su encierro ( observe que no se dice

por dónde sale -mundo real- sino sólo cómo sale -mundo de

la ficción--). Puede decirse de este cuento, por tanto, que es

fantástico, en el sentido en que los define Fernández, basándose en

la distinción que Ana María Barrenechea establece entre lo fantástico

y lo maravilloso:

"la distinción fundamental entre lo fantástico y lo maravilloso en

cuanto a su naturaleza descansará en la problematización o no del contraste

entre lo normal y lo anormal. Si el lector se cuestiona el límite entre ambos

mundos, será fantástico; si acepta la copresencia de ambos, será maravilloso

(es decir, lo maravilloso se caracterizará, entonces, no por la aparición del

elemento sobrenatural sino por la aceptación de la coexistencia de los dos

órdenes)." 12

15

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En la selección presentamos dos cuentos de animales pro­cooentes del oriente del país. El primero está basado en una antigua

fábula ("El tigre, el buey y Tío Conejo", cuento número 6); el otro

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(''El tigre cuto", cuento número 7), puede servir como ejemplo de creación a partir de elementos folclóricos.

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Page 18: Moris A. Polanco Barrera - URL

5. CUENTOS HUMORÍSTICOS

~ uele hacerse una distinción entre los cuentos de ani­~ males, que son netamente humorísticos, y los hwno­rísticos propiamente dichos. La diferencia radica en los personajes: mientras en los primeros son exclusiva o predominantemente ani­males, en los segundos son siempre seres hwnanos.

Los cuentos humorísticos tienen íntima relación con el chiste: podría decirse que éste es un cuento hwnorístico caracterizado por

la fugacidad y la momentaneidad13•

Para comprender la esencia de los cuentos hwnorísticos, es conveniente intentar definir y caracterizar el hwnor. Ana María Rodríguez lo define como "una actitud que nace de una concepción del hombre sobre la vida. A veces la exterioriza en la literatura con una propuesta moral y estética,\ y señala entre sus características más importantes "el escepticismo, que se da al no encontrar per­fección en la realidad en la cual está inmerso y en la contradicción que representa esa realidad con respecto al ideal del hombre, a sus aspiraciones frente a las limitaciones que se le oponen,,14.

Los cuentos humorísticos, por lo general, están enmarcados dentro de una cultura determinada, pues el hwnor está íntimamente vinculado con la lengua, y ésta, a su vez, con una cultura específica. En Guatemala, son muy conocidos los cuentos de Pedro Urdemales y los de Don Chebo, que fonna.n ciclos completos alrededor de estos personajes.

Es interesante observar que los protagonistas de los cuentos humorísticos son por lo general personas de condición socioeconómica inferior, que consiguen burlarse o aprovecharse de los poderosos: el sastre que se burla del rey al hacerle un vestido "invisible,,; el compadre pobre que tiene más suerte que el rico en un negocio; el muchacho del pueblo que engaña al alcalde hacién­dolo ir en busca de un tesoro fingido, quedándose él en su lugar; etc. Muchos de estos cuentos están relacionados con el género picaresco, que floreció en el Siglo de Oro de la literatura española. Como ilustración de los cuentos humorísticos que perviven en la tradición oral del oriente de Guatemala, reprcxiucimos en la selección, "Los caites de cuero crudo,, (cuento número 4).

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...... 00

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6. CUENTOS MORALES

~ uentos morales se les llama a los que tienen como ~ finalidad transmitir una enseñanza. Los que existen en la tradición oral de nuestro país, son herederos directos de los a¡::ftYJJs de origen oriental que constituyeron los inicios de la literatura en romance en Europa, particulannente en España. Con el paso de los siglos y su progresiva popularización, han perdido el carácter grave y moralizante de que se revestían en la Edad Media, y particulannente en América han incorporado algunos elementos humorísticos.

Los personajes de estos cuentos son hombres y mujeres de la vida real, que se ven involucrados en situaciones que .los condu­cen al descubrimiento del valor de las virtudes o de la sabiduría popular. Así, en el cuento de "Los tres consejos", bastante difun­

dido en el oriente de Guatemala, se trata de un labrador pobre que decide ir a buscar trabajo a países lejanos. En su último empleo, el patrón le ofrece en pago únicamente tres consejos: "no camines por veredas", "no preguntes lo que no te importa", y "no rompas con la primera". El seguimiento de estos consejos es el que al final le da fortuna y felicidad*.

• Vea el cuento número 5 de la selección.

E n una aldea vivla un sello< muy poi ... con ,<;• IU ... jer Y 1M hijos, Él .lbljaba en el .' ~ campo, pero nunca a.aKa de pobre. Un día.

le cijo a III mujer :

--Mlrfi, yo voy • Wlf si ha1o fottuna por ~ otro lado, - ya ... que yo tanlO tr~w ' aqui y lan pol>te& que er.tamoa ...

- --Esl.i bueno-le o;¡o la mujer-; mientra& lanlo, en lo que •• por 1'*, yo \IO\' 1 - qu6 puodo hacer aqul.

Y aefuo. ~Oo 1!k1Cho-•. leg6 • una haclonda AIW pldl6 Wll>ajo, , .. quedO como por un 11\o. Al hacer Lu cuemM, vio que no le - segwr •• - luga', y II li» a bulCOr trabajo I o4ta parte. Encontnl ompleo por otro lado, poro II cabo Oo un l/'lo II luo ---~ y asl M estuvo, haat1 que IIOg6 - un 111\or que le pagaba mejor. En ,ea tinca estuvo trlt>ljanclo como tres a/los. Al !Miel, - no habla tog,- hlQ>f muc:110 Cfineto . ya dot­rogrcs• a ou casa. y le dijo al .. nor de 11 Inca que q,,erla qui,-.,, Q,erl111 .••

_,.. -le dljO et scnor-, el queris 18 - lo que "' Ool>O; pero 18 ..,,..,..,,,. ,.. - lol tres oonlOjos. qu1 fueron lol que me hk:ieronamftetil.

-¿AII li ... ? -le "'° 61-. Mini: dtjeme toda II nocne para pl11Utlo, a ver por qut me doc:ldo, el por loa - consejos o por el dinoro qu1medeb0.

-Eali blon -1, d,jo el 111tor. El l'ao6 toda la nodlo pe-: '¡Ah, qut

malal<J0'101: yoaoyundt9gr_;_tral>ajlr y no pador h_, nada por ningún todo ... Y equi, 1.-c:u6n1o sera lo que- aef'rorme-.. . Trn consejos .... a saber Quó misterio tiene no·, • Oocla. Lo pensó mucho, y el finel II d­po, tos tr11 conae;o,.

Por la manana. ffog6 con II sellor:

- ·Sellor-te ~ . ... me l>edlcfddo.

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WS CUENTOS DE LA TRADICIÓN ORALMAYA

~ a cultura maya de Guatemala tiene una cosmovisión ~ y un sistema de valores que se refleja de forma natu­

ral en sus cuentos tradicionales. Aunque algunas de las caracterís­ticas que se mencionaron para los cuentos maravillosos en general se cumplen también para los cuentos mayas (la narración lineal, el ambiente sólo esbozado, por ejemplo), la mayoria de sus elementos son propios, por lo que merecen tratamiento aparte.

Son muy pocos los estudios que se han realizado sobre los cuentos populares mayas. Basados en el análisis de un número considerable de cuentos procedentes de la tradición oral K'iche', Kaqchikel, Mam, Q'eqchi', Q'anjob'al, Tz'utujil, Pokomchi' e Ixil, proponemos la siguiente caracterización provisional del cuento maya tradicional:

a) Los personajes son hombres, generalmente jóvenes, con los defectos y cualidades de cualquier persona (no son héroes). Más que protagonistas o agentes de la acción que se desarrolla, son pacientes, que sufren las consecuencias del desarrollo un tanto cie­go de los acontecimientos. En algunos casos, los personajes están dotados de poderes sobrenaturales, pero esto no significa que do-

• Vea a este respecto "Los cinco tecomates· (cuento número 2 de la selección).

•• Vea en la selección el cuento "El hombre convertido en murciélago• ( número 8).

minen el desarrollo de los hechos. Éstos son impredecibles y, en el fondo, un misterio, tanto para los dioses como para los hombres. En este sentido, se asemejan a las epopeyas griegas y latinas.

b) El medio generalmente es el natural. Casi nunca se localiza una acción en un pueblo o ciudad Como en los cuentos de hadas occidentales, el ambiente tiene poca importancia, por lo que apenas se dan algunas referencias.

e) La trama tiene un desarrollo lineal, aunque no por ello predecible. Es frecuente encontrar historias de hombres que viajan a lugares nunca vistos (generalmente el interior de un cerro), o que tienen contactos con seres sobrenaturales (los hacedores de la lluvia, los dueños de los animales y los cerros, etc.).

d) La motivación de las acciones procede muchas veces de la curiosidad del hombre por conocer lugares sagrados ( el interior de un cerro, el nacimiento de un río·), o por realizar acciones consi­deradas peligrosas (como caminar por las noches··).

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e) La técnica narrativa se caracteriza por el ritmo lento, que se

logra por la enumeración de elementos de una misma clase. Obser­

ve, por ejemplo, los siguientes pasajes:

"Dicen los ancianos que hace tiempo hubo una fuerte sequía. A las

siembras, por falta de agua, comenzaron a caérseles las hojitas. Las siembras,

en algunas partes, empezaron a morirse. la gente estaba muy triste por lo que

estaba ocurriendo.

-Ahora nos vamos a morir, porque nuestras siembras se están mu­

riendo. Nosotros nos vamos a morir de hombre -se quejaban todos." is

"En tiempos pasados hubo una gue"a en unos lugares muy lejanos.

En esa guerra murieron muchas personas. Los niños sufrieron muchísimo. Los

ancianos y todos cuantos vivían en ese pueblo, también sufrieron. En aquella

guerra murieron muchas personas, había una gran tristeza en todo el pueblo.

En el pueblo ya no quedaban muchos hombres. Entonces hasta los ancianos

eran llevados a la gue"a." 16

f) Entre los valores que se enfatizan en los cuentos mayas se

encuentran la laboriosidad, el respeto a los mayores, la gratitud, la

solidaridad, la hospitalidad y el amor a la naturaleza

Es importante señalar que los valores que se observan en

los cuentos tradicionales mayas se derivan de unos pocos principios

que son como las raíces de la cultura maya Estos principios han

sido resumidos por Luis Achaerandio de la siguientes forma:

«"&tamos inmersos en un cosmos sagrado". En todos los

acontecimientos, el maya debe tomar conciencia del cosmos en el

que está inmerso. El maya debe vivir animísticamente; para él todo

tiene vida sagrada ( el hombre, los animales, las plantas, las pie­

dras). Todo tiene que ver con todo lo demás, como si cada cosa o

realidad fuera parte o miembro de un cuerpo sagrado; vivificado y

sacralizado por la vida de Dios que se hace presente en las reali­

dades del mundo. El maya entiende fácilmente que todos y cada

uno de los seres humanos son "mis iguales", porque todos somos

parte de lo mismo sagrado. Consiguientemente, "no se debe lasti­

mar nada", "no se debe golpear ni cortar las plantas sin necesidad

porque ellas lloran", y "hay que pedir permiso antes de cortar un

árbol". Según la tradición maya se da un factor universal de energía

del universo que se llama "Corazón del Cielo" y que invade los

entresijos de todos los seres. Por eso, "todo tiene que ver con todo".

Este principio cosmológico está profundamente enraizado en los

pueblos mayas, y ha sobrevivido a todas las invasiones culturales

opuestas, a lo largo de los siglos.

"Mi prójimo es mi propio yo". Todo ser humano merece

todo respeto porque en él habita especialmente el "Corazón del

Cielo", y porque "es parte o miembro, como yo, del Cosmos sa­

grado", consiguientemente, "no puedo hacer daño a otro, porque

así me hago daño a mí mismo". Además, todo ser humano está

protegido por su "na.'1ual" o aliado por una realidad astral; los

mayas creen que en el nacimiento de un niño, éste empieza a tener

un aliado ("nahual") que le acompaña toda la vida, y que suele

tomar cuerpo en un ser concreto (un venado, conejo, tigre, águila,

serpiente, la luna, etc.). Por lo tanto, también, desde este punto de

vista, hay que respetar a todo ser humano.

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Todo está integrado armónicamente. No se puede

compartamentalizar la religión, ni el arte, ni la ciencia, ni el trabajo,

ni las fiestas, etc. Desde esa inmersión en una unidad congruente,

hay que interpretar lo que por ejemplo, para el maya, significa una

representación artística de una serpiente en un vestido; o el signi­

ficado de la siembra, de la fiesta del matrimonio, y de las costum­

bres mortuarias. Así se explica también, la figura y la variedad de

ocupaciones del sacerdote maya.

El maíz como símbolo de identidad y como garantía de libertad En el maíz todo tiene valor curativo y fortalecedor (la

raíz, el tallo, la flor, las barbas de la mazorca, etc.): En el maíz, todo

alimenta, todo cura, todo es sagrado; la tortilla del maíz es sagrada

("la sagrada tortilla''); cuando ya no hay tortilla, ya no hay nada q:aé

hacer, es el fin. El maíz (y el frijol), es el súnbolo de la identidad

de los pueblos mayas, y ha preservado su espíritu indomable de

libertad callada y humilde; gracias al maíz, los mayas han sobre­

vivido económica y socialmente, y han mantenido sus culturas y

sus lenguas.»17

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UN NEXO ENTRE EL HOGAR Y IAESCUEIA

~ ctualmente se concede mucha importancia a la nece­~ saria continuidad entre el hogar y la escuela: la escue­

la nunca debe ser para el niño una institución extraña, que lo desvincule de la cultura y los valores de sus padres.

La educación es un derecho y un deber primario de los padres; el Estado, en este sentido, actúa en forma subsidiaria, co­laborando con las familias y comunidades menores en actividades como construcción de edificios escolares, contratación de maestros, etc. De aquí la importancia que hoy se concede a todos los elementos que refuercen la presencia de la cultura materna en la escuela, sobre todo en los primeros años. Poco a poco se irá poniendo en contacto a los niños con otras culturas, de manera que las integren annónicamente en su personaliwtd. Lo que ha pasado con nuestras escuelas es que se ha creado la idea de que la cultura propia de la escuela es la occidental, relegando a la cultura indígena al ámbito familiar o, a lo sumo, comunal. Afortunadamente, este punto de vista está cambiando, y son cada vez mayores los esfuerzos que se dirigen a introducir contenidos culturales propios de cada región en el curriculum.

En este sentido, los cuentos tradicionales pueden servir de vínculo entre el hogar y la escuela: "El cuento es, por tanto -afirma Antonia Sáez18

-, el lazo que une la casa con la escuela, el que establece esa corriente de simpatía que siempre acompaña al

disponerse a escuchar: 'Ésta era una vez .. .', o, 'Hace muchos años ... ', que facilita el camino del corazón y del cerebro del niño".

Ofelia Déleon hace notar que los cuentos tradicionales --el folclor en general- son un camino que facilita a los maestros "conocer íntimamente al pueblo y comprender así a los padres de familia y a los alumnos que forman pane de ese pueblo"~9, y re­cuerda la necesidad de hacer sentir a los alumnos que la sabiduría de sus padres también tiene cabida en la escuela. Con ello, además, reciben un estímulo para investigar la cultura y la historia de su puebld-°.

Otro principio que fundamenta la necesidad de incluir ele­mentos de la cultura materna en la escuela es el de que "la educación debe partir de lo conocido para llegar a lo desconocido; de lo cercano a lo lejano•,zi. Cuando, posteriormente, el niño conozca los valores, creencias, problemas y aspiraciones de otros pueblos y culturas, se dará cuenta de la esencial unidad del género humano, lo cual lo preparará para convivir en paz en una sociedad multiétnica y pluricultural.

Concluyamos, pues, diciendo que la imposición de una cul­tura, de unos valores, a través de la escuela, es una táctica que en lugar de promover la tan invocada "unidad nacional" sólo causa resentimiento, y, a la larga, desunión y enfrentamiento.

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LOS CUENTOS COMO RECURSO DIDÁCTICO

0 i hasta ahora hemos venido hablando de la necesidad

de utilizar los cuentos tradicionales en la escuela, no

queremos decir con esto que deba haber una materia específica

dedicada exclusivamente a los cuentos. Aparte de que propugna­

mos por una integración del currículum, que prepare al niño para

enfrentarse a la realidad en toda su complejidad, viendo los proble­

mas como un todo aunque con diversos acercamientos posibles,

pensamos que la transmisión de conocimientos sobre cualquier

realidad debe hacerse partiendo de la realidad, de experiencias rea­

les o, al menos, factibles, además de abordarse en forma agradable y motivante para el niño. Esta es la forma natural de hacer que los

alumnos lleguen a la compreñsión de los conceptos o principios

universales, pues es bien sabido que nada. hay en el entendimiento

que no haya pasado antes por los sentidos.

Una lección de geografía, por poner un ejemplo, podría

tener como motivación inicial un cuento sobre el origen de algún

accidente geográfico; una clase de historia, un relato histórico de los que siempre se encuentran en las aldeas·. No quiere decir esto

que consideremos a los cuentos tradicionales como fuente de cono­

cimiento científico. No. A los niños debe quedar muy clara la diferencia entre ficción y realidad, entre creencia y ciencia. Y cons­

te que esto no significa que el conocimiento científico sea el único

• A este respecto, vea los c.uentos "Leyenda del cerro Pan Xo't" (número 3) y "Caída de ceniza· (número 9) en la selección.

valedero. Muchas veces, la poesía y la religión son la única forma

de acceder al sentido último de las cosas.

En lo que respecta a la formación de virtudes humanas, los

cuentos se prestan de forma ideal para motivar el acercamiento a

su comprensión y ejemplificar su importancia. Casi todos los cuen­tos tradicionales sirven a este respecto, y es conveniente que el

maestro suscite un diálogo con sus alumnos sobre los valores y las

virtudes que se ponen en juego en los cuentos, ayudándolos luego a llevar las conclusiones que han sacado al plano de su vida diaria.

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WS CUENTOS SEGÚN lA EDAD DEL NIÑO

~ ale la pena que nos delengamos a consid<rar ahma .

~ cuáles son los cuentos que más agradan a los niños según su edad. Para ello partiremos de una caracteri2.ació de las etapas del desarrollo mental del niño, tal como las presenta la psicología moderna.

Advertimos que las recomendaciones que hacemos sobre las lecturas más recomendables según el desarrollo mental del niño presuponen un aprendizaje de la lectura desde los primeros años, así como el contacto más o menos amplio con los libros de lectura. Hemos observado que los niños que aprenden a leer tardíamente encuentran gusto en casi cualquier tipo de cuento, por lo menos hasta los 12 años.

Etapa animista

La primera etapa del desam>llo mental y social del niño, que va de los 3 a los 6 años aproximadamente, se suele llamar animista por la tendencia a atribuir caracteres del yo a la realidad circundante, exterior. Para el niño, los objetos inanimados poseen vida, conciencia e intenciones, tal como él misrnd2.

Los cuentos apropiados para los niños de esta edad deben ser breves y repetitivos. Al principio, los personajes serán objetos como el viento, una hoja, una gotita de rocío, una silla. .. ; más adelante se les podrá presentar cuentos de animales.

Dado que en esta etapa el niño necesita de la imagen para visuaHzar la nmación, convendrá mostrarle dibujos grandes y co­

loridos, mediante los que pueda seguir la secuencia de las acciones.

Al final de esta etapa empiez.a a tener interés por los cuen­tos de hadas.

Etapa imaginisla

Esta etapa se sitúa entre los 7 y los 8 años. En ella, el niño comiema a desarrollar fuertemente su fantasía e imaginación "a través de relatos en que lo posible se acerca más a lo inverosímil que a lo rea1''23.

Los cuentos maravillosos con su mundo de castillos, prin­

cesas, enanos, magos, monstruos fabulosos y valientes guerreros

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son los preferidos por los niños a esta edad, aunque siguen gustan­do de los cuentos de animales.

También "lo~ temas históricos elaborados como piezas esencialmente anecdóticas apararecen como opciones interesantes para este perícx:io. Por una lado, relacionan con · un contexto que cuando se trata de biografías enfrentan al lector con personajes y

peripecias ubicados en una realidad. Por otro lado, la distancia a que deben situar esa realidad permite una primera frecuentación con el factor 'tiempo', en un sistema más racional y consciente'"l4.

Etapa robinsoniana

Esta etapa, que va de los 9 a los 12 años, debe su nombre a la novela de l2Jnel 12ioo, Robinson Crusoe.

Según Carlota Bühler, que ha acuñado y difundido esta denominación, en los niños a esta edad desaparece el placer del cuento (especialmente del maravilloso) y se inicia una búsqueda del realismo25.

Se aprecia también una separación de gustos entre los dis­tintos sexos: "Los varones -afirma Cresta de Lega.zimón26

-

buscan 'la realidad' como experiencia literaria en las aventuras, a través de hechos reales, pero a diferencia de su primer contacto de

tipo animista, esos hechos ubicados más bien en un plano de eva­sión (alejados, inalcan7.ables en apariencia) son abordados como

una necesidad de respuesta a una ansiedad ~r 'aprender' cómo es el mundo total, no sólo el que los rodea Las niñas trasladan esa misma apetencia a aventuras y peripecias de tono más bien hoga­reño: relaciones familiares, sentimentales, viajes y encuentros en otros países (de tono exótico en muchos casos)".

Si el niño ha ido "quemando etapas" en cuanto a la lectura de cuentos, a esta edad estará preparado para leer las novelas de autores como Salgari (historias de piratas), Kipling, Quiroga y Rodríguez Macal (historias de la selva). ·

Etapa racionalista

Esta etapa se inicia alrededor de los 12 años, coincidiendo con la pubertad.

"Si bien este perícx:io se identifica muy claramente con lo racional (de donde toma su nombre), esta tendencia que llamaríamos 'intelectualista' no impide que otras relaciones mantengan tcx:iavía cierta vigencia: lo afectivo, lo maravilloso, lo humorístico, lo absur­do'"l7.

Las lecturas del joven en esta etapa serán sólo un medio para profundizar en el mejor conocimiento de sí mismo y de la realidad. La faz ética ocupa un lugar importante, y se comienza a buscar afianzar la propia personalidad. La búsqueda de modelos es típica también de esta etapa

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CÓMO CONTAR CUENTOS

0 in lugar a dudas, la narración tiene grandes ventajas sobre la lectura de cuentos: "El que narra puede fá­

cilmente observar a sus oyentes; puede ir dándose cuenta del efecto que produce en su auditorio; puede decir con mayor dramatismo, desanol1ando ciC'ltO sentido estilístico al hacer visibles los valores emocionales de las palabras y de las frases; puede imprimir a su voz matices mucho más expresivos que al leer ya que hay más íntima relación entre la narración y el habla espontáneo, que entre éste y la lectura, por buen lector que sea',.., Tal vez por ello re­cordamos con más viveza los cuentos que nos contaba el abuelo por las noches, que los que nos leía el maestto en las clases de lenguaje.

Contar cuentos es todo un arte, y como todo arte, se puede adquirir y perfeccionar. Para el maestro, es una habilidad casi im­prescindible, y creemos que a su estudio se le debería asignar un espacio en el cumculum de fonnación docente, tal vez dentro de un curso de técnicas de expresión oral.

Antonia Sáez sugiere unos cuantos prinéipios y técnicas .que pueden ayudar al maestro a contar· cuentos con más efectivi­dad:

"19 Saber el cuento, visualizando la acción de una manera integral.

'l9 Practicar el cuento en voz alta, teniendo para sí mismo una actitud crítica.

39 Tratar de crear desde el principio el ambiente en el cual se desarrolla el cuento: atmósfera de ensoñación y de leja­~ si el cuento así lo exige; atmósfera de naturalidad y sencillez en los cuentos bobos o sin sentido; annósfera de realidad en los cuentos realistas.

49 Reconocer la construcción artística del cuentos, verlo como un todo, como se ve una pintura, una estatua.

S9 Ser espontáneo y dramático al mismo tiempo, desarro­llando la trama sin interrupción hasta su desenlace.

62 Dar a la voz las inflecciones que correspondan a los distintos pasajes del cuento.

72 Preparar de antemano todo el material que necesitará para la narración.

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S2

9'2

Recordar que el diminutivo pierde valor cuando se lo prodiga.

La narración debe ser sencilla, y el lenguaje debe estar libre de muletillas y vulgaridades. •"29

Como ejemplo de lo que puede ser una experiencia de narración de un cuento de hadas, transcribimos la siguiente, tomada del libro de Antonia Sáez30:

LECCIÓN DE NARRACIÓN DE UN CUENTO DE HADAS

Los niños hablan observado que desde hacia días un galito me~a­

ba por los pasillos de la escuela y apresaron deseos de saber c6mo había

llegado allL Hablan del cuidado que debe darse a los animales y un niño dice

que traed leche para alimentar al gadlo, lo que da motil/O a que WJrios niños

más hablen de traer otros alimenlOs y de cuidar al animalito.

La maestra aprovecha enlOnces para hablar de cuentos de animales

y les pregunla si gustarían ofr uno de un übro de Grimm que trajo hace poco

de la übrería, que tambiln podrían ellos adquirir para la biblioteca del salón,

skmpre que fuera de su agrado el relato que iba a hacer. Manifiestan los niños

gran Ílllerés por ofr a la maestra, y ésta les dice enlOnces que el cuenlO lleva

por título, La casita del bosque.

Un niño dice conocer el cuenlO, pero la maestra le pide esté atenlO

para que vea si el cuenlO que va a ofr es el mismo que dice conocer.

Una niña añade que ella tiene una colección de cuentos de Grimm y

que buscard su índice para ver si está alll la casita del bosque.

Otro niño pregunki: "Señorita Acevedo, ¿nos va a contar ahora el

cuenlO?"

• Dirigida por la profesora Herminia Acevedo, con alumnos de segundo grado de la "ESaJela Elemental" de la Univérsidad de Puerto Rico. Tiempo: 30 minutos.

La maestra comünza enlOnces su relato.

Maestra. -!' Había una \ltZ un leñador que tenla tres hi.jas. la mayor

era voluntariosa ... " (Un niño intemunpe.)

Alumno. -¿Qué quiere decir voluntariosa? (La maestra explica,· con­

tinúa luego.)

Maestra.-!' La segunda era fkscuüloda. .. (Otro niño intemunpe; la

maestra explica y luego continúa.) ... y la tercera muy buena y obediente.

Un dfa el papd se fue a cortar leña ... "

En esa forma natural y sencilla continúa el relato de la maestra sin

interrupción alguna hasta el momenlO en que, al hacer la descripción fkl

palacio, un niño inte"oga por el significado fk la palabra tapices.

Termina el cuenlO, ce"ándolo la maestra con la frase corriente, "Y

se acab6 mi cuenlO con aj{ y pimienlO", que hace volver a la realidod.

La clase se apresta para ofr los comentarios. Alguien se refiere a la

hermana menor, a su actitud, a su conducta, que todos elogian; pero hay quien

dice que las otras dos hermanas han debido tener su castigo, a lo que objeta

una niña que ella debió aconsejarlas.

La maestra presenta varias ldminas que utiliza para comprobar si el

cuenlO ha sido entendido, a pesar de que, por los comentarios y la actitud fk

la clase, sabía ya que lo había sido totalmente.

Es cosa de comprender por qué no u.tilizó la maestra las ldminas

hasta después de familiarizar a los alumnos con la lección. En estos cuentos

hay que dejar que vuele la imaginación del niño, para que pueda crear sin

tener que ajustarse a un patr6n determinado. Los niños sabían de antemano

qué es un palacio, qué un jardín, qué un bosque; estaban, pues, en condiciones

de imaginarlos de acuerdo con sus propias experiencias.

[ ... ]

Al final de la clase los niños apresaron su fkseo de continuar viendo

las ldminas al dfa siguiente y muchos especificaron que leerían otros cuentos

de hadas o que pinlarfan escenas del que acababa de narrarles la maestra.

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CÓMO RECOPII.AR Y TRANSCRIBIR CUENTOS

~ emos venido hablando de la importancia de aprove­~ char la rica veta del folclor narrativo propio de cada

región en las escuelas. Esto plantea un problema para el maestro: ¿cómo llevar los cuentos a las aulas? Una solución podría ser (¿por qué no?) invitar a un padre de familia a contarles cuentos a sus alumnos de vez en cuando. O a lo mejor el maestro ya conoce los cuentos de la región ... En todo caso, siempre podría dedicar parte de su tiempo a la recopilación sistemática de las antiguas historias del lugar, y con ello estaría ciertamente contribuyendo a salvaguar­dar la cultura del país.

Una manera de comenzar la tarea de recopilación de los cuentos tradicionales es organizar concursos de cuentos entre los propios alumnos: se les propone que escriban un cuento que les hayan contado en casa, motivándolos con algún premio al mejor escrito (puede ser un libro de cuentos). Este procedimiento le per­mitirá localizar a los posibles informadores. Luego, registra en cin­ta magnetofónica los cuentos que le parezcan más interesantes, y ya tiene usted la materia prima para un nuevo libro.

En la transcripción de cuentos hay que tener siempre en mente un principio fundamental: el lenguaje hablado no es igual

que el escrito. La escritura es un recurso pobre si la comparamos con las posibilidades que ofrece la comunicación oral: sólo vaga­mente logramos expresar con signos gráficos los cambios de ento­nación (admiración, interrogación, ¡espanto!), y no podemos hacer que a las letras les salgan brazos y manos para expresar con sus gestos todas las emociones que desearíamos despertar en el lector. En fin, de alguna manera tenemos que arreglárnosla, y para eso están los signos de puntuación y las reglas que norman su uso.

Cuando uno se dispone a transcribir un cuento, puede in­tentar primero una transcripción literal, con todas las muletillas, pausas, interjecciones y hasta malas formas de pronunciación. Una vez terminada esta tarea (¡que no es fácil!), debe proceder a tratar de hacer inteligible, para cualquiera, el relato en cuestión. Tome en cuenta que las personas que van a leer el cuento no han tenido la oportunidad de ver y oír al narrador, por lo que alguna frase o pasaje que a usted le puede parecer lo suficientemente clara, puede no serlo para el lector.

Otra consideración: en el empleo de los signos de puntua­ción, guíese por las normas establecidas para su uso, y no por las pausas y silencios que hace el narrador. Esto vale sobre todo para

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las comas: muchas veces el criterio establecido para colocarlas es más lógico que fonético, ¡x>r lo que no es buena idea tratar de hacerlas corresponder con las pausas. Algunas veces coincidirán, otras, no.

También se habrá usted fijado que en la narración no suele haber demasiada riqueza de vocabulario. Este es otro aspecto que conviene tener en cuenta a la hora de transcribir cuentos tradicio­nales: en un texto saltarían a primera vista todas las repeticiones del tipo: "dijo él", "le dijo ella", "dice que le dijo", y otras similares. Este enriquecimiento del texto es una de las últimas etapas de la transcripción. Es la etapa de los acabados: la que requiere de más atención y cuidado. Dos cosas son aconsejables para esta tarea: que alguien más lea su texto, y que usted lo deje descansar algún tiem­po (tal vez un mes). No conviene nunca publicar algo "recién salido del horno".

Por último, la ortografía. No se fíe de su criterio. Haga que algún amigo, mejor si varios, le revisen su texto. Muchas veces no son errores ortográficos, sino mecanográficos, pero errores, al fin y

al cabo; y lo curioso del caso es que suele ser lo primero que los demás notan ...

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EL MAESTRO COMO CREADOR Y REFUNDIDOR DE CUENTOS

~ n el apartado anterior dábamos algunos consejos para ~ la transcripción de cuentos folclóricos. Tal vez usted ya tiene esa experiencia Si es así, probablemente se haya pregun­trulo hasta qué punto altera un cuento al transcribirlo y qué derecho tiene de hacerlo. Es natural que le entren tales escnípulos. Para tranquilizarlo, le diremos que su transcripción es sólo una versión más de ese cuento tan conocido; que por lo tanto, tiene todo el derecho de adaptarlo. Y es que en el paso de la palabra hablada a la escrita el cuento necesariamente tiene que sufrir transformacier nes. Nosotros heIOOs tenido la experiencia de un informante que al ver su versión transcrita sin mayores cambios, nos ha hecho correc­ciones de estilo... Una transcripción literal podrá ser de mucho interés para los antropólogos, pero no puede llevarse a la escuela. A este respecto, la mayoría de tratadistas de literatura infantil com­parten el criterio de que es el valor estético el que debe predominar en los cuentos para niños:

''La literatura infantil -dice Juan Carlos Merlo31-tiene una finalidad primaria y funcional: la de promover en el niño el gusto por la belleza de la palabra, el deleite ante la creación de mundos de ficción."

''Esencialmente la literatura infantil debe revelar el sentido de la creación artística, transmitir un modo peculiar de construir la realidad con criterio estético." (Graciela Perriconi32.)

''Las narraciones, cualquiera que sea su origen, son obras literarias. El cuento es siempre una obra de ar e y, por lo tanto, debe ajustarse a un canon de perfección y de beL.cza." (Antonia Sáez33.)

Transcribir cuentos folclóricos es una labor interesante y muy formativa Pero hay que reconocer que no siempre tendremos tanta suerte en nuestra busca de "materia prima". Podrá suceder que sólo encontremos fragmentos de lo que intuimos fue un cuento preciso, que el paso del tiempo ha ido deteriorando y desdibujando de la memoria colectiva En ese caso nos quedan los recursos de la refundición y de la elaboración inspirada en las fuentes folclóricas. En el primer caso, es una auténtica labor de restauración, similar a la de reconstrucción de monumentos históricos. En el segundo, entramos al mundo de la creación artística

Tanto para la creación como para la refundición de cuentos, hay que tener en cuenta ciertos principios generales y particulares sobre el cuento infantil como obra literaria

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Como toda obra literaria, el cuento infantil debe tener las

siguientes características:

"11 Poder para despertar las emociones. Esto se logra cuan­do el tema escogido presenta una causa justa -dignidad, arrojo, valentía, verdad, etc.-; cuando los hechos se presentan con vivez.a; cuando hay una emoción central que da unidad al cuento y esta unidad a su vez se refuerza con la variedad que presentan los contrastes de caracteres.

21 Poder de avivar la imaginación. Todo buen cuento está de tal manera expresado que, sin faltar a la claridad, sugiere más de lo que dice. El lector o el oyente colaboran con el autor recrean­do con experiencias propias las escenas del cuento.

JI &tar basado en la verdad. Todo cuento, aún el más fan­tástico, debe basar sus emociones en la expresión de la naturaleza humana, en sus virtudes y en sus debilidades, más o menos exal­tadas, pero no deformadas.

41 Una forma más o menos perfecta. La forma de los cuentos no puede considerarse ajena al fondo. Como en toda obra artística, forma y fondo constituyen una unidad. Así como el fondo debe seguir un desarrollo gradual, en que los hechos se sucedan en una escala ascendente de interés hasta llegar al punto culminante y de él pasar rápidamente al desenlace, la fonna debe ser precisa y clara. Si hay metáforas e imágenes, éstas deben ser para intensificar la significación aclarándola y no entorpeciéndola con relaciones

abstractas que el niño no puede comprender. La onomatopeya y la repetición ayudan a la claridad y prestan fuerza a la expresión.'>34

En cuanto a la narración para niños, es conveniente consi­derar que es una obra de arte con características especiales, con una detenninada combinación de elementos que capta la atención del alma infantil Entre esas características, Sáez señala las siguientes35:

11 · ''En los relatos para niños la trama constituye el elemento esencial". Esto se traduce para el escritor en el siguiente consejo: "al concebir los caracteres hay que pensar en ellos en constante acción, sin complejidades psicológicas, sin vacilaciones en la ac­tuación".

21 "La trama es lo que en verdad va haciendo a los personajes y a través de ella también va creándose el ambiente. En los cuentos infantiles son las situaciones las que producen el ambiente.'' Esta característica vale sobre todo para los cuentos maravillosos; en los cuentos de animales se aprecia una tendencia a resaltar las cuali­dades o defectos de los personajes.

31 ''En los cuentos para niños los factores tiempo y lugar no juegan papel importante. En muchos de los mejores cuentos el tiempo está eliminado y el lugar no influye grandemente en las situaciones ni en la actuación de los personajes[ ... ]. Muchas veces, mientras más remoto el tiempo y más impreciso, mayor es el en­canto en la narración."

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41 "En los cuentos para pequeñitos la trama debe ser entrete­nida, cómica, novedosa y eroocionante. Lo trágico implica un exceso de madurez y complejidad que no le permite ser apreciado por el ·- '' runo.

51 ''La introducción debe ser corta. Muchas veces se elimina por completo. Desde los comienzos del cuento el niño espera que algo suceda y de no ser así pierde el interés. El protagonista debe aparecer en acción desde el primer momento."

6' ''La fonna predominante del cuento debe ser la narrativa. El diálogo presta viveza cuando se intercala en la narración. La descripción muchas veces desvía de la idea principal y otras resta interés a la acción, causando confusiones."

EL ARRIERO "Y EL BARBERO

H abia una vez un arriero que vivía con su mujer. Todos los diaa iba al pueblo con su burro cargado de l&lla. La esposa tenía un

pavo que estaba engordando, y un día le dijo a su marido:

-Miré, vos, llevéme el chompipe a vendeno.

-Esté bueno, amarrélo -le contes16 el arriero.

El arriero puso al pavo encima de los lerclos de lef\a que llevaba para vender y se fue al pueblo.

Al llegar al pueblo. pasó enfrente de una balberla. El barbero, al ver pasar al arriero, le dijo:

-¿Vend6s la carga?

-Para vender la traigo -le contestó el arriero.

-¿Cutlnlo querés por ella? -le preguntó el barbero.

4!p J. ... e::,

~

~s:abfl:~~

-Cincuenla quetzales -le respondió el arriero.

- Torné, te la voy a pagar ya -le dijo el barbero, y le dio el dinero.

El barbero ayud6 al arriero a descargat la le/la, y puso al pavo Junio con ella Cuando el arriero notó que el balbero querla quedarse con el pavo, le dijo:

-¿ y el c;homplpe?

-¿Cómo el cho!1'!We? ~lelo~· también -le conlesló el barbero.

-No -le dijo el arriero-, el chompipe no me lo ha COll1)nldo: yo le vendí la le/la.

-Yo te compré la carga, y asl es que no tenés qué reclamar.

-Pues vay a acudir al sellor Juez -le dijo el arriero.

-Pues andá -le dijo el barbero.

.¡J¡f o ~·

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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

~ e 10do lo que hemos dicho aquí sobre el cuento infan­~ til y el cuento tradicional, podemos sacar las siguien­tes conclusiones:

a ) V ale la pena rescatar y revitalizar los cuentos tradicionales de Guatemala, y diseñar estrategias para su insersión en el currículum.

b ) Los cuentos tradicionales constituyen un importante víncu-lo entre la escuela y la cultura materna de los niños.

c ) Los cuentos tradicionales pueden utilizarse como valioso recurso didáctico en la escuela.

d ) No todos los cuentos folclóricos, tal como se presentan en la tradición oral, son fonnativos para los niños. Algunos requerirán adaptaciones y otros simplemente no podrán utilizarse en la escue­la.

e ) Valdría la pena introducir en el currículum de Magisterio, una materia sobre técnicas de expresión oral, en cual se contemple el estudio de la narración de cuentos.

f ) Sería conveniente que el Ministerio de Educación, en coor­dinación con las universidades y las editoriales del país, organizara concursos de literatura infantil a nivel nacional, con el fin de incentivar la producción literaria en tan importante género.

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NOTAS

l. Pastori.za de Etchebarne 1962: 52. 19. Déleon 1985: 34. 2. Citado por Pastoriza de Etchebarne 1962: 53-54. 20. Id: 35. 3. Enciclopedia Salvat Diccionario, tomo 8, voz "mito". 21. Id: 50. 4. Id 22. Cresta de Legazimón 1984: 40. 5. Saéz 1974: 44. 23. Id: 41. 6. Id: 45-46. 24. Id: 42. 7. Femández 1986: 31. 25. Id: 42. 8. Id: 32. 26. Id: 42. 9. Id: 33. 27. Id.: 44. 10. Id.: 34. 28. Saéz 1974: 32. 11. Id: 58. 29. Id: 63-64. 12. Id: 54. 30. Id: 55-56. 13. Rodríguez 1986: 94. 31. Merlo 1985: 78. 14. Id: 93. 32. Perriconi 1986: 5. 15. Palma 1990: 78-79. 33. Saéz 1974: 65. 16. Id: 113. 34. Id: 65-67. 17. Achaerandio 1988: 19-21. 35. Id: 67-68. 18. Saéz 1974: 31.

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ANTOLOGÍA DE CUENTOS TRADICIONALES DE GUATEMALA

CUENTONo.1

LA JOVEN QUE SE CONVIRTIO EN PÁJARO

8 abía una vez un joven que fue a pasear a la montana y se encontró con un pequefto río en donde habían construido dos pozos. &tos pozos mostraban que estaban en pleno uso porque estaban bien

consb'Uidos y muy limpios. El joven al ver los dos pozos en tan buenas condiciones pensó: "creo que alguien viene a lavar aquí, voy a ver quién o quiénes son".

Entonces se puso a vigilar los pozos ocultándose entre los matorrales. Movía sus ojos de un lado a otro para que no se le escapara nada. De pronto vio a dos muchachas que se acercaron a los pozos y comenzaron a lavar ropa.

El joven que estaba escondido entre los matorrales no era un joven cualquiera. Este joven había salido de un cerro y poseía poderes mágicos. Cuando vio a las muchachas tan bonitas decidió acercarse a ellas para hablarles. Entonces el joven seconvirtióen un pajarito y empezó a volar y saltar sobre las rocas. Después empezó a cantar, su canto era tan lindo que las muchachas voltearon a verlo. La hermana menor le dijo a la otra muchacha:

-¡Ay mira que pájaro tan lindo! ¿Por qué no lo agarramos?

-Mejor deja al pájaro tranquilo ahí y ponte a lavar -le contestó la hermana mayor.

-Pero a mí me parece muy lindo-dijo la otra muchacha, y se levantó para agarrarlo. Yaloibaaagarrar,cuandoelpajarito seleescapódeentrelasmanos saltando.

La hermana menor empezó a correr detrás del pájaro, pero el pájaro no se dejaba agarrar. La muchacha por seguir al pájaro tomó una pequefla vereda que

daba la vuelta e iba rumbo al nacimiento del río que estaba de~ de la montai'la. Siguiendo al pájaro fue desapareciendo poco a poco detrás del cerro.

Cuando el cerro los ocultaba totalmente el pájaro se transformó nueva­mente en un joven guapo. La muchacha se asustó muchísimo, pero el joven la tranquilizó diciéndole:

-No tengas miedo jovencita. quise hacerte esto porque me gustas mucho y porque quiero proponerte matrimonio.

La muchacha cuando oyó esto se asustó más todavía y le respondió al joven:

-No quiero, porque mi papá me regaflaría y mi hermana también.

-Muchacha, es que me gustas mucho; sólo por eso te traje aquí. Si tú quisieras no tendrías que avisarle ni a tu papá ni a tu hermana.

-&t.á bien -<:ontestó la muchacha-, pero si quieres que nos casemos quiero que todo sea secreto porque mi papá es muy bravo.

Creo que sería mejor ---continuó diciendo la muchacha- que te transformes de nuevo en pájaro y luego vueles directo sobre el árbol que est.á en el patio de mi casa. Allí cantarás de nuevo, tal como cantaste hace rato a la orilla del pozo, así al oírlo saldré inmediatamente a verte.

-Est.á bien, llegaré maflana -dijo-el joven, y se despidieron.

La muchacha regresó con su hermana mayor, pero no le dijo nada de lo que le había sucedido, terminaron de lavar y regresaron a la casa. Al día siguiente, el joven se transformó en pájaro y se fue volando hasta llegar encima del árbol que estaba plantado enfrente de la casa de la muchacha El joven, convertido en pájaro, comenzó a cantar. La muchacha, cuando escuchó el canto, salió de su casa y empezó a llamar a su padre.

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-Papá. ven a ver este pájaro tan lindo.

-Está bien iré a verlo-dijo su padre, y tomó sus flechas y su arco para matar al pájaro.

La joven al verlo llegar con su arco y su flecha le dijo:

-Papá, le suplico que no use esas flechas, mejor use la cerbatana para que el pájaro se muera de una vez.

-Está bien -dijo su padre, guardó sus flechas e hizo uso de su cerbatana.

El pájaro, cuando recibió el cerbatanaw se vino para abajo cayendo en la tierra La muchacha corrió a recogerlo y se lo llevó a su dormitorio. Al rato el pájaro se transfonnó en el joven. Los dos muchachos comenzaron a platicar. _El papá escuchó que su hija tenía compatlía en su dormitorio y poco a poco se acercó a la puerta y oyó la voz de un hombre. "\

"¿ Quién será ese hombre?", se preguntaba el padre. Eswvo pensando un largo rato quién podría ser hasta que se recordó del pájaro que su hija había metido en su dormitorio.

-Ah, ya recuerdo -dijo-, el pájaro de hace rato, creo que no es un pájaro simple sino que algo debe tener. Estoy completamente seglll'O que es con el pájaro con quien está platicando-y diciendo esto abrió la puerta y vio a un joven que estaba sentado junto a su hija.

El papá se enojó mucho con su hija, pero la joven se apresuró a decirle:

-Padre, creo que no tienes por qué enojarte con lo que estoy haciendo, porque este joven está destinado para mí. Así que me caseré con él y usted, papá, jamás podrá separamos.

El papá empezó entonces a buscar la forma para hacer que el joven sufriera. Así que llamó al joven y le dijo:

-Yerno mío, tengo muchos deseos de echarme un baiioen temascal, por eso quiero que me construyas uno inmediatamente.

-Está bien -dijo el joven.

El joven fue con su esposa a contarle lo que su padre le había pedido y juntos sepusieronacontruirel temascal. Cuando lo ~rminaron, le avisaron al padre de la muchacha. El padre fue a ver el temascal y por molestar al joven, le dijo:

-Yerno mío, este temascal es algo vergonzoso, es necesario que para mai'lana mismo lo tengas bien adornado.

El joven eswvo de acuerdo y fue a buscar a su esposa para planear qué podían hacer para arreglar el temascal.

-Esposo mío -dijo la muchacha-, mi papá te odia mucho, no te quiere, es por eso que te hace estas cosas. Pero tienes que cumplir tal como el te lodiga,asíqueestanoche tienesque tenerunacafladecarrizo,peropequefla,luego te pones junto al temascal para soplarlo y luego invocarás a las mariposas de diferentes colores para que que te hagan el servicio, después tienes que soplar nuevamente la cafla.

Cuando entró la noche el joven buscó la cana y empezó a soplarla junto al temascal diciendo:

-Vengan pues, preséntense ustedes: mariposa amarilla, mariposa blanca, mariposa roja, mariposa negra, hagan su trabajo, hagan su servicio.

Después que dijo esto sopló la cana. Al momento aparecieron gran cantidad de mariposas que cubrieron todo el exterior del temascal, quedando así el temasca1 muy bonito lleno de diferentes colores.

Al papá le gustó la forma en que quedó el temascal, pero después le dijo a su yerno que fuera a buscar lena para el temascal. Pero le dijo que no la quería de cualquier clase de árbol, sino que quería que toda la lei'ia fuera de un palo llamado "uk'll".

El joven, al escuchar esto, se fue inmediatamente a la montafta y lo que hizo fue arrancar los "uk'll"' (cachos) de un gran número de venados. Después regresó a la casa, dejó la carga de cachos junto al temascal y le fue a avisar a su suegro que ya estaba lista la lei'la. El papá de la muchacha al ver que la lena era una gran cantidad de cachos se enojó mucho con el joven y le gritó:

-¿Porquéhacesesto? Tedijequequeríalei'iade"uk'!i" ,que es un árbol y no me refería a los cachos de los venados. Si no sabías, me hubieras preguntado antes y no hubieras danado a mis animales. Ahorita mismo tienes que regresar a la montana a buscar la lena del palo indicado, pero antes andá a devolver los cachos.

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La muchacha, al ver la forma en que era tratado su esposo, le dio ~a, así que lo llamó y le dijo:

-Esposo mío, primero hubieras pasado conmigo pidiendo consejo. Yo sé que esto que te hace mi padre es por odio, pero es necesario que vayas inmediatamente a devolver esos cachos en el mismo lugar donde fuiste a traerlos.

Cuando hallas llegado a la montana, lo primero que tienes que hacer es reunir a los venados y devolverles sus cachos, después mira bien a todo tu alrededor y fijare bien cuáles son los árboles que están plantados y, guárdalo bien en la memoria, luego te inclinas al suelo diciendo "véngue, levántese palo amarillo, palo blanco, palo rojo, palo negro". Después de esto te levantas y te pones de nuevo a mirar a todos lados y el árbol que no estaba plantado antes que te inclinaras y que al levantarte ya está plantado, tienes que cortarlo porque ese es el árbol indicado.

Después de escuchar a su esposa, el joven se fue a la montana llevando los cachos. Reunió a los venados y les devolvió sus cachos. Después de esto hizo todo lo que su esposa le había dicho: miró a su alrededCX" y se fijó bien en los árboles que estaban plantados, luego se inclinó diciendo "véngase, levántese, palo amarillo, palo blanco, palo rojo, palo negro", entonces se levantó y se dio cuenta de que a su lado habían unos árboles enormes y que no estaban antes de que él se inclinara. Los cortó y los llevó a su casa.

El papá al darse cuenta de que trajo la leila que él le había pedido, se puso muy contento y mandó a su hija a que encendiera el fuego del temascal.

La hija fue a encender el fuego y cuando ya estaba listo le avisó a su padre.

-Está bien -dijo el padre, y se metió en el temascal.

La joven llamó entonces a su esposo y le dijo:

-Esposo mío, vigila bien a nuestro padre porque cuando tennine de baffarse estoy segura que vomitará y quiero que w te prepares a recibirlo en un guacalito.

El padre terminó de baftarse y estaba a punto de salir del temascal cuando vomitó. El yerno recibió el vomito en un guacalito y después fue con su esposa a preguntarle lo que iba a hacer. La muchacha le dijo:

-Anda junto a los pozos y en la orilla abrirás unos hoyos, en esos hoyos echarás un poco del vómito de mi padre.

Eljovenfueadondeestabanlospozosehizotodoloquesuesposalehabía ordenado.

Al día siguiente el papá llarn6 a su yerno, le dijo que quería una buena comida y que fuera a buscar algo para comer. El joven fue con su esposa para contarle lo que su padre quería.

-Esposo mío-dijo la muchacha-, mi padre anda buocando la forma de acabar contigo, porque no te quiere, pero anda y cumple su deseo. Anda directo a los pozos -le aconsejó la muchacha-, y mira los hoyos en donde echute el vómito de mi padre, tal Vf:l. hayan crecido plantas, si es así traételas y las prepararemos.

El joven se fue y cuando llegó a la orilla de los pozos vio que habían crecido plantas de paca ya, las cortó y las llevó a su casa. Es por eso que mucha gente llama a la pacaya "vómito de montana".

Otro día el padre llamó al joven y le pidió que fuera a la montana, porque él tenía un terreno de cien cuerdas y quería que el joven lo limpiara.

-Talvezesalgoduro, peroquieroquelolimpiesmaftana mismo-dijo el suegro.

El joven quedó muy preocupado y fue con su esposa para decirle lo que su padre quería esta vez.

-Esto ya es demasiado -dijo indignada la muchacha-, ninguna persona lo podría hacer. Tú lo que tienes que hacer es afilar bien tu machete y cuando llegues al terreno empieza a correr de un lado a OIIO, procurando dar un machetazo a toda clase de planta, ya sean hierbas, bejucos o árboles. Cuando hallas tenninado te inclinas al suelo y dices: "venga usted, aparezca usted, haga su servicio, haga su favor, aire amarillo, aire blanco, aire rojo". Después te levantas y verás lo que sucede.

El joven se levantó muy temprano en la mailana, afiló su machete y se fue al tareno a realizar su trabajo. Hizo todo lo que su esposa le había ordenado: empezó a dar machetazos a los árboles y a las hierbas, corriendo de un lado a otro sin importarle si los cortaba o no, después se inclinó sobre la tierra y empezó a invocar al aire. Cuando terminó de hacerlo ya había oscurecido, de repente empezó a zumbar un aire muy fuerte que.barrió con toda clase de plantas que había en el terreno.

Cuando el papá vio que el yerno había cumplido con limpiar el terreno se llenó de ira. Entonces llamó a su yerno y le dijo:

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-Y emomío, quiero que te vayas rápido y le eches fuego a tu trabajo, pero quiero que primero juntes el zacate en toda la orilla y después que hayas hecho esto en las cien cuerdas le des fuego y procura que el fuego rodee todo el terreno. Después de echar fuego a la orilla te pasas al centro, junw el zacate y le prendes fuego.

El joven muy asustado fue a buscar a su esposa para que juntos pensaran que podían hacer. La muchacha sabía que su padre hacía todo eso porque odiaba a su esposo, así que le dijo:

-Esposo mío, no quiero que te desanimes, yo estoy para ayudarte. Si así ha ordenado mi padre, lo tienes que cumplir, pero cuando llegues al terreno lo primero que tienes que hacer es ir al centro y buscar un arroyo, limpiarlo, procurando que sólo q~e la tierra. Hecho esto te pasas a la orilla, junw el zacate y le prendes fuego. Pero en ese mismo momento tienes que bajar al arroyo y tienes que decir: ''véngase, levántese, bwbuja amarilla, burbuja blanca, que venga tu favor, que venga tu ayuda" y lo que saldrá del arroyo te podrá salvar.

Eljovenconmuchopesarfuealamontaftaehizotodotalcomoselohabía indicado su esposa. Primero fue al centro del terreno a buscar el arroyo, después lo limpió, luego fue a la orilla, juntó el 7.8Cate y le prendió fuego. Después regresó al centro del terreno.juntó el zacate, lo quemó e inmediatamente se inclinó dentro del arroyo e invocó al manantial.

Cuando terminó se levantó y .en ese momento empezaron a salir de la tierra pequeftas bwbujas de agua hasta formar un pozo. El joven se metió ~ntro del pozo y fue así como se pudo salvar de las grandes llamas de fuego . .

El papá de la muchacha estaba muy contento porque desde su casa vio las grandes llamas de fuego que se leventaban en el aire. Muy emocionado dijo: "gracias, gracias, porque al fin pude acabar con ese joven". Pero el joven regresó vivo a su casa.

Después que pasaron tres días de esto el padre de la joven volvió a llamar a su yerno y le dijo:

-Quiero que maftana vayas a sembrar las cien cuerdas de terreno, pero quiero que lo siembres todo el mismo día.

Eljovenvolvióairconsuesposaparaqueledijeraloqueteníaquehacer.

-Aún no ha terminado el odio que mi padre te tjene -dijo la esposa.

Cuando te vayas mai'lana prepara bien la semilla y luego al llegar al terreno empiezas a correr sobre todo el terreno dejando esparcidas las semillas, la propia semilla se arreglará con la tierra -agregó la muchacha

De esta manera actuó el joven, al llegar al terreno empezó a correr de un lado para otro dejando esparcidas las semillas en la tierra Las semillas crecieron dentro de los surcos. El papá de la muchacha estaba todavía más molesto, porque veía que no podía acabar con el joven, especialmente porque el crecimiento de la milpa era buenísimo.

Cuando la milpa llegó a dar elotes, llamó de nuevo al joven y le dijo:

-Lástima, yerno mío, los animales se están apoderando de nuestras milpas, así que es necesario que te vayas ~ allá y que construyas un gran tapesco de madera. Pero tiene que tener que altura bastante alta -recomendó el suegro-, así te subes encima y desde allí te pones a vigilar de un lado a otro, si llega algún animal entonces tú lo asusw.

El joven inmediatamente fue con su esposa a decirle lo que su padre pretendía esta vez.

-El único deseo de mi padre es verte muerto -le dijo la muchacha--, por eso actúa de esa manera. Pero tienes que obedecerlo y construir el tapesco, sólo que cuando te vayas es necesario que lleves un pavo. Cuando te subas sobre el tapesco te pones el pavo sobre la cabeza, porque el plan de mi papá es llamar a una enorme águila para que te coma. Pero cuando llegue ese animal sobre tí, no te hará ningún etano sino que se llevará al pavo.

El joven hizo todo lo que su esposa le había indicado. Fue a construir el tapesco en medio de la milpa, llevando consigo al pavo. Cuando terminó de construir el tapesco, se subió encima de él y se puso al pavo sobre la cabeza Para mientras, el papá de la muchacha estaba parado sobre una roca viendo si el joven cumplía con su trabajo.

Al rato llegó volando una enorme águila que volaba y volaba sobre el tapesco. fu' fin bajó al tapesco y con sus enormes unas cogió el pavo y se fue. El papá cuando vio esto se alegró muchísimo y exclamó:

-¡Por fin pude acabar con ese joven gracias a la ayuda del águila!

En la tarde el joven regresó a la casa diciendo que había cumplido con lo

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que su suegro le había mandado. El papá cuando vio que el joven estaba vivo, se llenó de susto y de rabia.

Cuando entró la noche la muchacha llamó a su esposo y le dijo:

-Esposo mío, ¿qué vamos hacer? Creo que nuestros conocimientos se han tenninado, si mi padre te hace otta prueba ya no podremos hacer nada y él nos derrotará.

-Mejor huyamos de aquí -le contestó el joven-. Alejémonos de él, vamos a buscar nuestra vida en otros lugares.

-¿Pero qué vamos ahacer? Maftana temprano al amanecer mi padre nos despertani-dijo preocupada la muchacha.

Entonces acordaron conseguir un tecolote y lo dejaron sobre la cama. así cuando su padre llegara a llamarlos en la manana, sería el animal el que le respondería.

Al amanecer del otro día, el papá los llamó:

-Levántense jóvenes, levántense jóvenes que ya amaneció.

-Uuu, uuuu -hacía el tecolote que estaba en la cama.

-Nmos, levántense, ya amaneció-insistió el padre.

-Uuu, uuuu -respondía el tecolote.

Como el padre no escuchaba ningún ruido, ni ningún movimiento en el dormitorio de los jóvenes, empezó a sospechar que algo había pasado y dijo:

-Creo que ya no~ esos nmos, a lo mejor se fueron de aquí porque está bien claro que no son ellos los que me están respondiendo, tal vez se escaparon.

Inmedia1amente abrió la puerta del dormitorio y salió el tecolote volando. La pareja ya no estaba.

Cilando la mamá vio que ya no estaba la pareja se enojó bastante y le dijo al padre:

-Maldito hombre, mirá pues el fruto de tu envidia, mi hija quiere mucho al joven, pero tú lo odias. Si quieres que no me enoje contigo, vas a ~ara mi hija

y haces que regrese. Si no -amenazó la sei'lora-, ya vas a ver lo que sucederá entre nosotros en el futuro.

El papá se fue a buscar a la pareja, pero sólo encontró una gran piedra con una cáscara de zapote encima, entonces decidió regresar a su cma. Cuando llegó a la casa le dijo a su esposa que no había encontrado ninguna seftal de los jóvenes que lo único que había encontrado era una gran piedra con una cáscara de zapote encima, que estaba en la orilla del camino.

-¿ Y por qué no la trajiste? -le preguntó molesta la setiora-, esa gran piedra ha de ser nuestro yerno y la cáscara de zapote nuestra hija. Anda, ve rápido y traélos aquí -ordenó la mujer.

El papá regresó a donde había visto la gran piedra y la cáscara de 7.8pote, pero ya no estaban. Entonces tomó otro camino y llegó a donde estaba una galera pequefta con un cerdo amarrado y junto al cerdo, un perro echado en la tierra.

Después de ver esto regresó a su casa, le contó a su esposa que la piedra y lackaradezapote ya no estaban, peroquehabíaencontradouncerdoyun perro que estaban debajo de una galera.

-Maftana temprano-le dijo su esposa-, tenés que ir a traer ese cerdo, porque ha de ser mi hija, y al perro también, porque ha de ser nuestro yerno.

Al día siguiente el papá llegó a la galera y ya no encontró al cerdo ni al perro. Volvió a tomar otro camino y encontró una casa con un hombre barriendo en su interior. El padre decidió regresar a su casa. La mujer al verlo regresar le preguntó por el cerdo y el perro, él le dijo que ya no estaban.

-¿ Y no fuiste a buscar en otro lugar? -le preguntó la sel'íora.

El papá le dijo que había visto una casa con un hombre barriendo en su interior, pero le dijo que no le había hablado.

-¿Yporquénolotrajiste?-lereplié6enojadalamujer-.Ese hombre ha ele ser nuestro yerno y la escoba nuestra hija. Quiero que regresés y me los traigás aquí.

De nuevo regresó el papá, pero la casa ya no estaba, ni tampoco .el hombre. Regresó a su casa, pero iba muy enojado porque ya estaba cansado de buscar a los jóvenes. Entonces con su esposa planearon ir con el Seí'ior Rayo para suplicarle que buscara a la pareja y que los exterminara de una vez.

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-Está bien -<lijo el Sei'lor Rayo.

La muchacha sintió que sus padres estaban muy enojados con ellos y le dijo a su esposo:

-Esposo mío, mis padres se enojaron con nosotros y fueron a pedirle al Seftor Rayo que nos extennine con su fuego, así que nos mataran de un momento a otro.

-Esposa mía, escapemos, vamos a escondemos en la gran selva-le contestó el_joven, y se fueron a la gran selva.

Estaban caminando en la gran selvacuandoemperoacaer una lluvia muy fuerte. Ellos se llenaron de miedo porque sabían que el Seftor Rayo los tenía locali:zados. Entonces enconttaron dos pozos, uno con agua cristalina y el otro con aguas negras. Los jóvenes pensaron meterse dentro del poro de aguas negras para no ser vistos por el Seftor Rayo, pero el joven le dijo a su esposa:

-Esposa mía, mejor bajo yo al poro de aguas negras y tú al de agua cristalina, no quiero que tu cuerpo se manche y se ensucie con las aguas negras.

-Está bien -<lijo la joven, y bajó al poro de agua cristalina.

Estaba sumergida en el agua cuando de pronto ... ¡raj! ¡raj!, hizo el Seftor Rayo. El joven que estaba metido en el pCYZO de aguas negras no fue visto, pero la muchachaqueestabasumergidaen las aguas cristalinas sí y fue atacada por el Sei'lor Rayo hasta quedar muerta.

El joven, cuando el Sellar Rayo dejó de atacar, salió del pozo y vio que su pareja no salía del poro. Entonces vio su cabello flotando sobre el agua, pero sólo el cabello porque el cuerpo fue destruido completamente.

El muchacho se puso muy triste y empezó a llorar junto al cabello de la muchacha, lo recogió, lo guardó en su morral y regresó a la casa de donde él era originario.

Cuando llegó a su casa, tomó el cabello de la joven y lo metió bajo una gran olla. A la maflana siguiente el joven le dijo a su madre:

-Madre, iré a trabajar pero le pido un gran favor, que no levante esa olla porque tengo algo guardado debajo.

-Está bien -le contestó su madre.

Pero cuando el joven estaba en pleno trabajo, la mamá levantó la olla y al instante salió volando un pájaro muy lindo debajo de la olla.

Cuando el joven regresó de su trabajo fue a levantar la olla y vio que ya no había nada. Entonces empezó a regaftar a su madre porque por su culpa había perdido por completo a la joven.

CUENTONo.2

LOS CINCO TECOMATES

0 n los tiempos antiguos había un joven que siempre salía a pasear por la selva, pero únicamente lo hacía cuando el cielo estaba nublado. Un día, este joven vio que se nubló el cielo y que empezó

a llover, de inmediato preparó sus ~ y salió a caminar por la selva.

Estaba caminando, cuando de pronto se dio cuenta de que unos pequenos cerros en forma de volcán estaban en la selva. Los miró detenidamente y vio que los pequenos cerros tenían puertas abiertas y que se podía entrar por ellas.

El muchacho, haciendo grandes esfuerzos, pudo atravesarlas. Cuando ya estaba en el interior, vio a un grupo de jóvenes que estaban allí. Entonces les di jo:

-Jóvenes, ¿qué están hociendo? ¿Para dónde van?

-Nosotros vamos a viajar a lugares muy lejanos-le contestaron ellos.

-Si quieren, yo los puedo acompaftar en ese viaje-<lijo el joven.

-¡Pobrecito! -exclamaron los otros jóvenes--, nosotros vamos a lugares lejanos, si tú fueras con nosotros te aseguramos que sería tu fin-y luego se fueron, entrando por otra puerta.

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El muchacho, al ver que no aceptaron que los acompaftara, hizo otro gran esfuerzo y entró a donde se habían ido los jóvenes, para rogarles que le pennitieran quedarse con ellos aunque fuera sólo por unos días.

-Joven, si quieres quedarte con nosotros, está bien, pero te quedarás como cocinero-le dijeron.

-Está bien -dijo el muchacho, y se quedó con ellos.

Entonces el muchacho empezó a ver a todos lados y se dio cuenta de que en el lugar estaban colgados trajes de colores blanco, amarillo, rojo, verde y negro; así como tecomates de los mismos colores, que estaban tapados con tuz.as.

Los jóvenes le entregaron una gran olla de barro para que en ella cociera los frijoles y también le dierm un guacalito para que lo usara de medida para los frijoles, pero le advirtieron que sólo tenía que echar un guacalito de frijol en la olla.

Al muchacho le dio risa porque un solo guacalito de frijol para una olla tan grande era imposible que funcionara.

Ese día los jóvenes tenían puestos los trajes de color verde y tenían destapados los tecomates verdes, y era por eso que todo el día estuvo nublado y con fuertes lluvw.

Cuando entró la noche, los jóvenes fueron a traer el tecomate rojo y lo destaparon. En el mismo momento en que lo destaparon salieron de dentro del tecomate grandes ~ de fuego, que fueron a explotar al cielo. Entonces empezaron a resplandecer enormes rayos en el gran cielo, así como también a escucharse fuertes ruidos.

En la madrugada, los jóvenes tomaron de nuevo el tecomate rojo y con voz fuerte le dijeron:

-Aquí sea guiado tu espíritu, que regreses, que hagas un feliz retorno aquí, querido ruido, querida luz resplandeciente.

Y en ese momento llegó zumbando una gran luz que se metió dentro del tecomate y así terminó el ruido y las luces resplandecientes de los rayos.

Al amanecer, los jóvenes se quitaron las ropas de color verde que tenían puestas, tomaron el tecomate de color verde, lo destaparon y con voz fuerte dijeron:

-Aquí sea guiado tu espíritu, que regreses, que hagas un feliz retorno, querido aire, querida nube y querida lluvia

En un momento llegó una pequei'la nube y un tenue aire que empezaron a meterse dentro del tecomate. En ese mismo momento paró de llover y se quitaron las nubes oobre la tierra.

Entonces los jóvenes fueron a traer los trajes amarillos y se los pusieron, también llevaron los tecomates amarillos. Antes de destapar los tecomates llamaron al joven y le dijeron que ellos iban a salir de viaje, pero que preparara la comida porque regresarían luego.

Entonces destaparon el tecomate amarillo y al instante salió soplando un viento muy fuerte que levantó a los jóvenes por las nubes. Durante todo el día hubo un viento muy fuexte sobre toda la titna.

El muchacho empezó a preparar la comida: puso la olla al fuego, la llenó de agua y luego fue a traer el guacalito de frijoles. Cuando echó el guacalito de frijoles vio que apenas había nueve o diez frijolitos. Entonces decidió echar otro guacalito,porquepensóqueporotropoquitonoibaahaberproblema.Perocuando la olla empezó a hervir se llenó de frijoles hasta derramarse por el suelo la mitad de su contenido. Cuando los jóvenes regresaron y se dieron cuenta de lo sucedido regaftaron al joven porque no respetaba las órdenes que ellos le daban.

Después de esto el muchacho volvió a preparar nuevamente la comida. La estaba preparando cuando oyó que en la otra casa 3lguien estaba moliendo nixtamalyalratoescuchóqueesapersonahabíaempezadoatortear.Eljovenbuscó la forma de ver quién era, pero no podía porque la puexta estaba cerrada con llave.

En eso el joven pensó: "cuando vaya a dejarles la comida haré lo posible para ver quién es esa persona".

Cuando les llevó la comida, el muchacho no pudo ver quién era la persona que estaba torteando, porque cuando a los jóvenes se les tenninaban las tortillas, de un momento a otro sus platos estaban llenos nuevamente.

Los jóvenes, cuando terminaron de comer, se quitaron los trajes amarillos y fueron a traer los tecomates amarillos. Entonces llamaron al viento y al instante llegó el viento, se metió dentro del tecomate y así terminó de soplar el fuerte viento sobre la tierra.

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Al día siguiente, los jóvenes fueron a traer los trajes blancos y se los pusieron. Trajeron también el t.ecomate blanco y lo destaparon; al instante salió de él un rayo de luz que llegó hasta el cielo, que levantó a los jóvenes en el aire y los llevó de paseo.

En un momento todo el cielo quedó despejado, ya no había ni una gota de lluvia, ni nubes, ni aire, solamente había los rayos del sol que alumbraban con todas sus fuerzas a la tierra.

El muchacho se puso feliz con la ausencia de los jóvenes, entonces fue al lugar en donde anterionnente había escuchado que alguien estaba moliendo nixtamal y usando todas sus fuenas logró abrir la puerta. Pero el joven se llevó una gran sorpresa, ya que cuando abrió la puerta, vio que adentro no había más que un enorme sapo. El joven asustado cerró la puerta rápidamente.

Al atardecer, los jóvenes regresaron a la casa y se quitaron los trajes blancos. Luego fueron a traer el tecomate blanco y con voz fuerte llamaron a la querida luz. En ese momento llegó la luz y se metió en el t.ecomate. Entonces el sol se ocultó y entró la noche.

Los jóvenes mandaron al muchacho a que les sirviera la comida. El les sirvió la comida, pero las tortillas estuvieron esperándolas y esperándolas y no llegaron. Los jóvenes se levantaron de la mesa, abrieron la puerta y vieron que en el cuarto no había nadie. La encargada de hacer las tortillas no estaba. Entonces llamaron al muchacho y empe7.3IOO a regailarlo, porque estaban seguros de que él era el responsable de lo sucedido.

Los jóvenes se preocuparon mucho porque no había nadie que pudiera hacerles sus tortillas, el muchacho estaba muy apenado y llorando les prometió que no lo iba a volver a hacer.

Al día siguiente, en la madrugada, los jóvenes llamaron al muchacho y le dijeron:

-Joven, nosotros haremos un largo viaje que durará siete días, no nos esperes otro día, sino cuenta a partir de la tarde de hoy, siete días.

Los jóvenes fueron a traer los trajes. Cada uno se puso un traje de color diferente: amarillo, rojo y verde. Luego trajeron los tecomates y los destaparon. El primerofueel tecomateamarilloy al instanteempezóasoplarun viento muy fuerte

sobre la tierra, después destaparon el tecomate verde y al instante se nubló y empezó a llover sobre la tierra, y por último destaparon el t.ecomate rojo y al instante se escuchó un fuerte ruido y empez.aron a sonar fuertes rayos. Entonces el viento levantó a los jóvenes en el aire y los llevó a su viaje.

Al ver lo que hacían los jóvenes, el muchacho se preguntó: "¿qué me pasaría si me pusiera uno de esos trajes?". Entonces fue a traer el traje de color negro y se lo puso. Luego trajo el tecomate negro y lo destapó. En ese momento se sintió un gran temblor en toda la tiera, el viento sopló con más y más fuerza, la lluvia se empeoró y la nube que cubría la tierra se oscureció más. El muchacho fue arrojado por el gran viento hasta las nubes.

Siete días de tormenta hubo sobre la tierra, y murieron muchas personas. A los siete días regresaron los jóvenes y muy preocupados vieron todo lo que estaba sufriendo la gente de la tierra. Entonces se apresuraron a quitarse los trajes y fueron a traer los tecomates amarillo, verde y rojo. Con voz fuerte llamaron a la lluvia, al viento, a las nubes y al rayo. Pero no les hacían caso. Con voz más y más fuerte volvieron a llamarlos, pero todo era inútil, no obedecían.

Los jóvenes empe7.3IOO a caminar por los cuartos hasta que se dieron cuenta de que el traje negro no estaba y que el tecomate negro estaba destapado.

-El responsable de todo esto tiene que ser el muchacho -dijeron enojados, y empezaron a buscarlo.

Los jóvenes salieron a buscar al muchacho y lo encontraron muerto sobre el mar. Le quitaron el traje negro que tenía puesto, ya que eso era lo que les interesaba más y dejaron abandonado el cuerpo en el mar.

Regresaron a su casa y llamaron a la gran tonnenta para que entrara en el tecomate negro. Al rato llegó la gran tormenta, el rayo, el temblor, y se metieron en el tecomate. Luego llamaron a las nubes, al viento, a la lluvia y a los rayos. En esta ocasión sí les obedecieron y se metieron en sus respectivos tecornates.

Únicamente así hubo calma y silencio sobre la tierra. Los jóvenes, compadecidos de los habitantes de la tierra, tomaron el tecomate blanco, lo destaparon y hubo un día despejado con un sol muy fuerte.

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CUENTONo.3

LEYENDA DEL CERRO PAN XO'T

0 n una aldea del pueblo de "Aqiil", de San Cristóbal, se encuentra uncerroqueestáalaorilladelacarretera.Estecerrosellama"Pan Xo't".

Según cuenta la leyenda, este cerro es sólo la sandalia de otro cerro más grande que antes se encontraba allí. El cerro más grande era el cerro llamado "Skabyook" y que ahora se encuentra en Quettaltenango.

Dicen que antes, cuando aun no existía la luz y todo era oscuridad, los cerros estaban en sus vetdadaeros lugares. Pero había un hombre llamado Sipacná, al que le gustaba engaftar a los cerros, aunque algunos dicen que era el diablo por su mala forma de actuar.

El cerro "Skabyook" se encontraba en las tie~ de San Cristóbal, pero una noche en que estaba dunniendo, vino Sipacná y se lo llevó cargado sobre sus espaldas hasta Quetzaltenango. En el lugar en donde estaba parado, el gran cerro "Skabyook" sólo dejó sus sandalias. Por eso el cerro de ''Pan Xo 't" es la sandalia del cerro "Skabyook".

Cuando el cerro "Skabyook" despertó, ya estaba en Quetzaltenango y ya no pudo regresar a San Cristóbal porque ya había amanecido. Si al cerro no se lo hubieran llevado>los de San Cristóbal vivirían como los quetzaltecos, tendrían ovejas y fabricarían ponchos.

Otra noche, Sipacná quiso llevarse también al cerro" Amaleeb'", cuando estaba durmiendo. Pero, afortunadamente, había otro cerro cerca de él que se encontraba despierto. Y en el momento en que Sipacná iba a cargar a" Amaleeb"', lo despertó gritándole:

-¡Don Amaleeb', don Amaleeb', despiértate, que te van a llevar!

Entonces el cerro se despertó y empujó con tocias sus fuerzas a Sipacná. Sipacná fue a caer muy lejos, pero al caer se raspó las rodillas en una piedra y dejó manchas de sangre en la piedra. A ese lugar en.que Sipacná se raspó las rodillas se le llama ''Chikiik"', que significa lugar de sangre. Ya nos podemos imaginar qué

lejos fue a caer Sipacná, ya que la piedra "Chikiik" queda a una gran distancia de ''Chixooy".

A los de San Cristóbal, el cerro ''Pan Xo't" les quedó como recuerdo del verdadero cerro que estaba en este lugar y que fue llevado a Quetzaltenango.

CUENTONo.4

LOS CAITES DE CUERO CRUDO

0 ste cuento es de dos compadres: uno rico y otro pobrecito. El compadre rico tenía muchas vacas, mientras que el pobre tenía sólo una vaca, pero muy bonita. El rico tenía envidia de que su

compadre tuviera una vaca tan bonita, y quería comprársela, pero el compadre pobre no la quería vender.

-No la vendo, compadre -le decía el compadre pobre al rico-, fíjese que sólo ésa tengo.

-Véndamela, compadre.;. -insistía el rico.

Pero un día de tantos, llegó el rico a la casa de su compadre, y le dijo:

-Compadre, viera cómo se están vendiendo los caites de cuero crudo en el mercado ... De esa su vaquita salen lo menos unos cien pares -le dijo-, y hace un dineral.

-¿De veras? -le dijo el pobre.

-De veras -le contestó el rico.

-Mirá vos -le dijo el compadre pobre a su mujer-, matemos la vaquita: vos vendés la carne y yo hago los caites y los voy a vender a la plaza.

-Está bueno -le dijo su mujer.

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Así pues, el compadre pobre mató su vaca. y se puso a hacer los caites con el cuero. Cuando terminó, se fue a venderlos al mercado del pueblo.

En el mercado, nadie le compraba los caites al compadre, porque despedían mal olor y se habían llenado de moocas. Pero al fin de tantas, pasó un hombre pobrecito, y le dijo:

-¿Qué vende alh'?

-Son caites.

-¿Ya cómo los da?

-A dos reales.

-Véndame un par -le dijo, y le compró un par. El compadre se echó los dos reales a la bolsa, y se quedó esperando a ver si lograba vender más.

Al poco tiempo, pasó por allí llll policía.

-¡Qué mal olor! -dijo el policía-. ¿Qué está vendiendo alu'?

-Son caites -le dijo el compadre.

-Eso me lo quita de aquí inmediatamente y me lo va a arrojar al barranco, ¡sin más tardar!

Al compadre no le quedó más remedio que obedecer al policía, y fue a tirar sus caites.

Al regresar al mercado, muy triste, vio a un hombre que estaba vendiendo máscaras, y pensó: "Hombre, con esta máscara voy a alegrar a mis muchachitos: les voy a llevar una para que jueguen", y compró una que representaba al diablo. Como ya era tarde, tomó camino de regreso para su casa.

En el camino se encontró con unos ladrones, que lo tomaron preso y lo obligaron a arrear las mulas que ellos llevaban.

-¡Arrée las bestias! -le dijeron.

Cuando entró la noche, los ladrones decidieroo acampar, y le ordenaron al compadre que les ayudara a descargar las mulas. El compadre no lo sabía, pero lo que los ladrones llevaban en las mulas eran bolsas cargadas de dinero.

Los ladrones hicieron una fogata para comer y calentarse, pero al compadre no le pennitieron acercarse.

Cuando los ladrones se acostaron, el compadre se acercó a la fogata para ver qué habían dejado los ladrones de comida, pero al no encontrar nada. se puso a atizar el fuego.

En el silencio de la noche, lo empez.aron a molestar los zancudos.

"Hombre -pensó-, la máscara me puede servir para que no me piquen la cara los :zancudos". Entonces fue y sacó la máscara de la bolsa, y se la puso. Y así se fue quedando donnido, sentado, cerca del fuego.

En eso, despertó un ladrón, y lo vio: "el gran poder de Dios", dijo, y tocó a otro ladrón:

-Mirá-le dijo-: el diablo.

El recién despertado, a su vez, despertó a otrc.

-El diablo ... -le dijo.

Cuando ya se habían enterado cinco de los ladrones, el último en despertar dio un grito:

-¡El diablo! -dijo, y salió huyendo. Entonces todos los demás se levantaron y corrieron detrás de él.

El compadre estaba un poco retirado, pero alcanzó a oír el grito del último ladrón. Él no se acordaba que tenía puesta la máscara, y cuando vio que los ladrones iban en carrera, se levantó de llll brinco y se fue detrás de ellos. Los ladrones miraban para atrás:

-¡" Ay" viene el diablo, ya nos alcanza!

Él les hacía seiias para que lo esperaran, pero como ellos pensaban que era el diablo, más miedo les daba.

En eso llegaron a un desfiladero: "¡plongón, plongón, plongón!", cayeron los cinco ladrones, y se mataron. Cuando el compadre vio lo sucedido, lo comprendió todo, y decidió regresar al campamento. "Hoy regreso a ver qué es lo que llevan allí'' -pensó.

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Primero fue a registrar las alforjas que llevaban los ladrones: encontró pan, y se puso a comer. Después de comer, registró las mulas, y encontró el oro. "Ve-dijo-, ¡qué suerte la mía!". Entonces cargó las mulas, y las arrió hasta su casa.

Temprano llegó él a su casa, y el compadre rico lo vio pasar con las mulas.

-Bueno, vos ... -le dijo a la mujer-, fijate que el compadre cinco bestias viene arreando ...

-Eh ... ; andá ve qué es lo que trae -le dijo a un sirviente.

En su casa, el compadre pobre vació un costal: puro oro.

-Mirá, mujer, cuánto hice de la vaca-le dijo.

-¿ Y cuántas cargas ttaés? -le preguntó la mujer.

-Cinco cargas me dieron -le respondió el com~; ¡ja!, eso de los caites está bueno ...

Entonces llegó el compadre riéo:

-Compadre, ¿cómo le fue? -le dijo.

-¡Ja, cállese compadre! Mire -le dijo- usted me ha hecho feliz ... ; pase adelante, venga a ver compadre: mire cuánto dinero me dieron por un solo cuero que hice caites. Y ahora usted, con ese vaquerío ... , no le cabe en la casa el dinero que va a traer de hacer tanto caite ...

-¡Ah!, a matar, muchachos -dijo el compadre rico. Y se puso a matar vacas: las más grandes, porque tenían más cuero, y a hacer caites ...

Así que hizo los montones de caites, cargó las mulas y se fue a la plaza a venderlos. Al poco tiempo se le llenaron de moscas. Entonces unos vecinos fueron a quejarse con la policía, porque los caites despedían muy mal olor. Y llegó el mismo policía que había despedido antes al compadre pobre:

-Ayer sacamos a uno que venía con un puchito ... , y ahora ,venís vos con tanto. ¡ A botarlo! -le ordenó.

Como el compadre no quería tirarlos, además de quitárselos lo apalearon. Y así, sin nada y todo golpeado, el compadre rico tomó camino de regreso a su casa.

-¿Cómo te fue, vos? -le preguntó la mujer cuando llegó el compadre a su casa.

-Calláte -le respondió-, a mí me mataron ...

A todo esto, el compadre pobre ya se había ido lejos del pueblo con su dinero.

CUENTONo.5

LOS TRES CONSEJOS

@ ~ una aldea vivía un seí'ior muy pobre, con su mujer y tres hijos. El trabajaba en el campo, pero nunca salía de pobre. Un día, le dijo a su mujer:

-Mirá, yo voy a ver si hallo fortuna por otro lado, porque ya ves que yo tanto trabajar aquí y tan pobres que estamos ...

-Está bueno -le dijo la mujer-; mientras tanto, en lo que vas por allá, yo voy a ver qué puedo hacer aquí.

Y se fue. Después de mucho caminar, llegó a una hacienda. Allí pidió trabajo, y se quedó como por un año. Al hacer las cuentas, vio que no le convenía seguir en ese lugar, y se fue a buscar trabajo a otra parte. Encontró empleo por otro lado, pero al cabo de un año se fue también ... ; y así se estuvo, hasta que llegó donde un sei'lor que le pagaba mejor. En esa finca estuvo trabajando como tres arios. Al final, aunque no había logrado hacer mucho dinero, ya deseaba regresar a su casa, y le dijo al señor de la finca que quería que hicieran cuentas. ..

-Mirá-le dijo el seflor-, si querés te pago lo que te debo; pero te convendría más recibir los tres consejos, que fueron los que me hicieron a mí feliz.

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-¿Ah sí ... ? -le dijo él-. Mire: déjeme toda la noche para pensarlo, a ver por qué me decido, si por los tres consejos o por el dinero que me debe.

-Está bien -le dijo el senor.

Él pasó toda la noche pensando: "¡Ah, qué mala suerte!: yo soy un desgraciado; tanto trabajar y no poder hacer nada por ningún lado ... Y aquí, a saber cuánto será lo que este seftor me debe ... Tres consejos ... , a saber qué misterio tiene eso", se decía. Lo pensó mucho, y al final se decidió por los tres

consejos.

Por la maí'iana, llegó con el senor:

-Setior-le dijo-, ... me he decidido.

-¿Qué~ al fin? -le preguntó el seflor.

-Déme los tres consejos -le respondió--. De todas maneras, con lo poquito que me va a pagar no voy a hacer nada; tal vez los tres consejos me hagan feliz.

-Vaya. &cuchá bien, pues -le dijo el sei'lor-. Primero: ''No camines por veredas", ¿oíste bien?: no camines por veredas.

"Ah ... , qué consejo éste", pensó él, y no le gustó mucho.

-El segundo-continuó diciéndole el senor-, es éste: ''No preguntes lo que no te importa". ¿Se te grabó?

-Sí -le respondió él.

-Y por último: ''No rompas con la primera". Esos son los tres

consejos; yo los puse en práctica, y por eso me hice feliz.

''Éste me engaí'lÓ -pensó él-; pero bien, qué voy a hacer: siempre desgraciado". Tomó sus pertenencias, se despidió del senor y se fue.

Allá en el camino, lo alcanzó un senor en una mula, y se fueron platicando. El senor le contó que acababa de hacer un negocio en el que le había ido muy bien, y que iba a pasar la noche en un pueblo cercano.

-Mire -le dijo aquel hombr~. yo me voy a ir por esta veredita. ¿Nos vamos por aqw'? Por aquí salimos más cerca. ..

Él lo iba a ocompaftar, pero de repente se acordó del consejo ...

-Mejor ... , mire: mejor yo me voy a ir por el camino; váyase usted por la vereda.

El otro lo rogó, pero él no quiso, y siguió por el camino principal.

Al otro día había una gran bulla en el pueblo: que habían matado al senor en esa vereda; le habían salido unos ladrones y por quitarle el dinero, lo habían matado.

"Ve-pensó él-, de la que me libré: a mí me hubiera caído la viga: hubieran dicho que yo lo había matado en la vereda, o me hubieran matado a mí también... Está bueno el consejo: lo voy a poner siempre en práctica". Se despidió de la gente que le había dado posada, y siguió su camino.

Al entrar la noche, pidió posada en un pueblo. En la casa en que lo recibieron, notó que había una muchacha encadenada de las manos, que lloraba y pedía auxilio, pero la gente de allí no le hacía caso. Él tuvo la intención de preguntar por qué era que la tenían así: si era castigo el que le habían impuesto, o por qué ... Pero se acordó del otro consejo: "No preguntes lo que no te importa", y no preguntó.

En la maí'lana tomó su desayuno, le agradeció a aquellas personas su hospitalidad, y se fue.

Al poco rato de caminar, lo alcanzó un muchacho, pidiéndole que regresara.

-Venga -le dijo el muchacho-, le vamos a hacer un obsequio.

-¿ Y eso de qué? -le preguntó él, y lo siguió hasta la casa. Al llegar, le dijo el papá de la muchacha:

-Usted se ha ganado una gran fortuna. .. Por no haber preguntado por qué estaba mi hija así en ese castigo, el maleficio se le quitó, porque una bruja la tenía así, castigada. hasta que hubiera una persona que no preguntara por qué estaba así; y luego, como usted no preguntó, usted la salvó, y yo había prometido esta fortuna para la persona que me la salvara. Así que ésta es su recompensa.

-Pero ... yo no he hecho nada -dijo él.

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-Pues sí, pero como usted no preguntó, usted es el dueño.

Y le dieron al seflor una gran cantidad de dinero, junto con un arma para que se defendiera. El lo echó todo en un costal, y siguió su camino.

Después de andar como un ano, finalmente llegó a su casa. Primero se aceJ'C6 por la ventana, y, para su sorpresa, vio que su mujer estaba acariciando aunjoven ...

-¡Eh! ... -dijo, poniéndose pálido-, mi mujer ya tiene otro marioo ..• Yo le pego un balazo a éste.

Ya iba a dispararle al muchacho, cuando se le vino a la mente aquel consejo: ''No rompas con la primera". "Es cierto---<lijo-, cómo voy a matar yo a éste sin averiguar primero quién es ". Y tocó la puerta.

-¡Ay! ¡Mi pa¡l\! -exclamó el muchacho.

-¡Mi marido! -<lijo la mujer-. ¿ Y qué tal te ha ido? ...

-Pues. .. me fue bien -les dijo, y tiró el costal con el montón de dinero-, miren ...

Y todo fue alegría en aquella casa desde entonces.

CUENTONo.6

EL TIGRE, EL BUEY Y TÍO CONEJO

0 abía un seflor que tenía una finca con mucho ganado, pero un tigre le estaba comiendo los temeros. Entonces decidió ponerle una trampa al tigre.

Pocos días después, el tigre cayó en la trampa; quedó prensado por una gran tranca Por más que se esfonaba por librarse, no podía.

Al rato pasó por allí una vaca. El tigre, al verla, le dijo:

-¡Ay!, vaca. ¡Quitáme esta tranca de encima!

-¿El qué? -le contestó la vaca, enojada-, si te la quito, vos me comés: una tu patada te voy a meter -le dijo, y siguió su camino.

Y así fueron pasando otros animales: pasó un cabro, pasó una mula, pero ninguno quiso ayudar al tigre. Al caer la tarde, pasó por ahí un pobre buey, que venía de trabajar.

-¡Ay!, buey, hacé una caridad conmigo -le suplicó el tigrt}-, quitáme esta tranca, que ya no la aguanto.

-Ah ... , vos me comés -le contestó desconfiado el buey.

-No, no te como, palabra que no te como -le aseguró el tigre.

Y tanto se lamentó, que acabó convenciendo al buey de que lo ayudara. Entonces éste metió un cacho debajo de la tranca y la levantó. Con eso el tigre ya pudo salir.

Después, el tigre y el buey se pusieron a platicar.

-¿ Y qué tal vida llevás vos? -le preguntaba el tigre al buey.

-Ah. .. , a mí me va muy mal: me toca trabajar todo el día, jalando el arado. Duro me toca -se lamentó el buey.

-Ya ves -le dijo el tigft}-, lo mejor es que te coma

-¡Ah! ¿Y por qué? -le preguntó, admirado, el buey.

-Es que dice un dicho que un bien con un mal se paga. ..

-Pero cómo va a ser eso -le decía el buey-, no seás desagra-decido; si yo te ayudé porque vos me dijiste que no me ibas a comer ...

-Pero yo tengo hambre; hace muchos días que no como -lo amenazó el tigre.

---Sabés que -le propuso el buey al tigre-, allá viene Tío Conejo: que decida él.

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-Vaya. pues -dijo el tigre.

Tío Conejo no quería meterse en el asunto, pero el buey lo llamó y le dijo:

-Tío Conejo, venga: usted va a ser juez.

-¿Y eoo? ¿Qué pasa? -preguntó el conejo.

-Fíjese que este tigre cayó en una trampa, y cuando yo pasé por aquí me pidió que lo ayudara, y yo de buena gente vine y le quité la tranca de encima. ¡ Y ahora me quiere comer por el bien que le hice! -le explicó el buey.

-¡Eh! -<lijo Tío Cone~. Pero para que yo lo crea, es necesario ver las Cosa<!: levantá, a ver si podés con la tranca -le dijo al buey; y el buey levantó la tranca con los cachos.

-Ahora vos -le dijo al tigre-: metéte debajo para ver como estabas.

El tigre, muy confiado, se metió debajo de la tranca. Entonces el conejo le hizo una sei'ia al buey de que soltara la tranca; él la soltó y dejó prensado al tigre, tal como estaba al principio.

-¿Así. estabas? -le preguntó Tío Conejo al tigre.

-Sí, así estaba yo -le contestó el tigre.

-Pues así te vas a quedar, por pícaro. Y vos, bruto -le dijo al buey-, ¡que te quede de lección!

Y se fue Tío Conejc:>, montadito en su armadillo.

CuenlO No. 7

EL TIGRE CUTO

0 abía un senor que se dedicaba a hacer quesos. Los quesos que fabricaba los guardaba en una bodega. pero de vez en cuando un coyote entraba a la bodega y se los robaba.

El sei'ior también tenía un perro, para que corriera al coyote; pero este perro estaba de acuerdo con el coyote porque su amo fo trataba mal.

Un día, el señor estaba pensando matar a su perro, porque no le servía para nada. Pero un sirviente le dijo: "No lo mate, patrón, mejor cuídelo y aliméntelo bien, y verá que cuando esté gordo va a ser un buen guardián". El sei\or decidió seguir este consejo, y empew a tratar bien a su perro.

Pasado un mes, el perro ya parecía otro de lo gordo que estaba

Entonces, el perro pensó: "Pobre mi amo, lo estoy traicionando; mejor cuando venga el coyote le voy a ladrar". Y así lo hizo: cuando el coyote estaba comiéndose los q\leS98, vino el perro y le empezó a ladrar, y no lo dejó salir. Entonces llegó el sei\or y mató al coyote.

Al otro día, el señor contaba a todos cómo se había portado de bien el perro. Estaba tan contento, que decidió hacer una fiesta, y ordenó que al siguiente día le mataran el cabro más viejo.

En la noche, en el corral de los cabros, se oía decir a los cabros más viejos: "Vos sos el más viejo" ... "No, vos sos el más viejo: acordáte que yo estaba mamando y vos ya andabas brincando". Y así siguieron discutiendo. Pero como a las dos de la maiiana, el cabro más viejo, disimuladamente, haciendo como que iba a orinar, se salió del corral y se fue de la finca

Cansado iba el pobre cabro al amanecer cuando, de repente, Je salió por el camino un conejito que llevaba unas bolsitas.

-¡Hola, Tío Cabro, para dónde va usted? -le dijo el conejito.

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-Cal1áte -le respondió el~. yo voy a rodar tierras, poo¡ue allá en la finca donde vivía está peligroso.

-¡Ah! ¿Qué pasó? -le preguntó el conejito.

-Fijáte que me iban a matar para darle de comer a un chucho viejo que porque mató a un coyote... -le contó el cabro.

-Estuvo bien, Tío Cabro, que se haya venido. A mí tampoco me gusta ya por aquí: vamos a rodar tierras -le propuso el conejo.

Poco más adelante, le dijo el conejo al cabro:

-Mire: hagamos una cosa: vamos a mancornar estas dos bolsitas y las lleva usted en el lomo ...

-Ponélas, pues -consintió el cabro, y se las echó encima. Pero como al cabro se le caían las bolsas con el movimiento que hacía al caminar, le dijo otra vez el conejo:

-Espere, Tío Cabro, espere: para que no se caigan, me voy a montar yo.

-Montáte, pues -le dijo el cabro; y se subió el conejito. Allí iba él, muy contento, montado en el pobre cabro.

cabro.

Más adelante, exclamó el conejo:

-¡Pare, Tío Cabro, pare!

-¡Qué pasó, hombre, qué pasó? -le respondió, extraflado, el

-Mire -le dijo el conejo-: una cabeza de tigre ...

-Ah, ¿y para qué queremos eso? -le preguntó el cabro.

-Cómo no, para algo nos ha de servir; echémosla en la bolsa -le dijo el conejo, y metieron la cabeza en una de las bolsas.

-Sabe qué -le propuso el conejo al cab~ para que no se caiga, me meto yo en la bolsa del otro lado ...

-Montáte, pues. .. -le dijo el cabro -y se metió el conejo en la otra bolsa; sólo la carita asomaba.

Más adelante, encontraron una cabeza de león:

-¡Pare, Tío Cabro, pare, pare! -exclamó el conejo.

-¿Qué pasa? -le preguntó el cabro.

-Mire: una cabeza de león; echémosla aquí -dijo el conejo, asomando la cabeza. Metieron la cabeza en la bolsa, y el conejo se fue encima.

Ya habían caminado bastante, cuando llegaron a una casa vieja. Parecía una casa abandonada.

-Espere, Tío Cabro, pasemos aquí la noche. Entremos, a ver qué hallamos -dijo el conejo.

Adentro encontraron una mesa con cinco platos servidos.

-Mire: comamos -le propuso el conejo a Tío Cabro.

-Ah, no -le dijo el~. a saber de quién será eso.

-No, no tenga pena: comamos, comamos -insistió el conejo, y se pusieron a comer.

Cuando estaban comiendo, empezaron a llegar unos tigres. Uno a uno fueron entrando en la casa, hasta que estuvieron todos, y los rodearon.

Uno de los tigres, el que parecía ser el jefe, no tenía cola: era cuto.

Temblando de miedo, el conejito le dijo al cabro:

-Mire, Tío Cabro, se me hace que éstos nos van a comer -y empero a buscar por dónde escapar. De repente, tuvo una idea y, dirigiéndose al cabro, pero para que lo oyeran los tigres, dijo con voz fuerte y ronca:

-¡Ah, ah! ¡Esta comida no me gusta, no me gusta; vaya a traerme la cabeza del tigre que maté de una manada. . .! -y se fue el cabro despacito a buscar la cabeza de tigre. La tomó de una oreja, y se la llevó al conejo.

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Entonces, empezó el conejito a picarla por un lado y por otro, y la olía, y hacía como que no le gustaba. .. Finalmente, le dijo al cabro:

-Mejor no, mejor no. Vaya a traerme la cabeza del león, que le quité de una patada -y se fue el cabro a buscar la cabeza de león que habían recogido en el camino.

Entonces, el tigre cuto, que era el jefe de todos, pensó: "Esto está peligroso", y les hizo senas a sus compafleros para que se acercaran.

-¡Qué panteras serán éstos! -les dijo-. Si de una manada le quitó la cabeza a un tigre, y de una patada mató a un león ... , a nosotros segmo que nos matan; hay que tener cuidado.

Cuando el conejo y el cabro tenninaron de comer, se les acercó el tigre cuto, y les dijo:

-Senores. .. , seflores, nos da mucho gusto tenerlos aquí como huéspedes, pero quisiéramos que, para que no los molesten ~ pulgas, ustedes dunnieran arriba, en el tabanco. Nosotros nos quedaremos aquí abajo.

-¡Ah!, está bien, está bien -le respondió el conejo, haciéndose el despreocupado, y se fueron para arriba

Una vez acomodados en el tabanco, platicaban entre sí el conejo y el cabro:

-Mire, Tío Cabro, si nos atacan en la noche, miramos cómo nos escapamos saltando por aquella ventana -decía el conejo.

Y abajo, el tigre daba órdenes a los otros:

-Cuidado quién se duenne: quédense vigilando y pónganse en posición de salir en carrera en caso de un ataque de éstos. La puerta no la vayan a cenar. Paren todo el tiempo la oreja para ver qué oyen.

Poco después, le dijo el cabro al conejo:

-Tío Conejo, Tío Conejo, ya me orino ... ¿Qué hago?

-Cállese, orínese por gotitas -le aconsejó el conejo.

Entonces el cabro se paró y se fue caminando despacito hacia un rincón del tabanco.

Cuando los tigres oyeron el ruido del cabro que caminaba arriba, se asustaron, y les dijo el jefe:

-¡Estén listos, estén listos ... !

De repente, como el tabanco era muy viejo, el cabro se paró en una tabla podrida y se vino para abajo con gran estruendo. Entonces el conejo, al darse cuenta de lo sucedido, se decidió a jugar su última carta y gritó:

-¡A la puerta, tío, que el cuto es mío!

Al oír esto, salieron en estampida los pobres tigres ... El que más corría era el cuto, y se volvía a ver si no los venían siguiendo.

Cuando estuvieron lejos, preguntaba el tigre cuto a los demás:

-¿Están todos? ¿No falta ninguno?

Y así, les quedó la casa al conejo y al cabro.

CUENTONo.8

' EL JOVEN CONVERTIDO EN MURCIELAGO

0 abía una vez un joven a quien le gustaba andar de noche. Cuando era de día, el joven se ponía a donnir y cuando la noche llegaba, salía a caminar. El joven había oído contar a nuestros abuelos y

padres que caminar de noche era peligroso, porque la noche es para los muertos y otras cosas. Pero el joven estaba interesado en ver a los muertos y a las otras cosas que, según contaban, aparecían de noche.

Sus padres al verlo salir tantas noches seguidas empezaron a sospechar que algo estaba ocurriendo y le llamaron la atención diciéndole que su actuación

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era muy mala, porque andar de noche es una gran ofensa a nuestros padres y hermanos fallecidos. Le dijeron también que estaba faltando el respeto a los muertos, porque los empujaba y los tocaba a ttavés del querido y frio aire. Pero el joven no hacía caso a sus padres y seguía saliendo a caminar todas las noches.

Una de esas noches, cuando el joven caminaba en la inmensa oscuridad, escuchó de pronto la voz de un hombre que lo llamaba. Enseguida se paró y miró hacia atrás pero no había nadie. Entonces el joven se asustó y empezó a sentir un frío tremendo hasta ponerse a temblar, pero la voz que salía de la oscuridad continuaba llamándolo.

Después de un rato el joven se dio cuenta de que quien le hablaba era un hombre que estaba sentado en el suelo. Entonces se acercó a él y vio que era su tío, que ya había fallecido.

-Tío Domin~o, ¿qué hace aqw"? -preguntó el joven asustado.

-¿Por qué me preguntás ero? -respondió el tío-. Yo estoy en mi derecho de caminar de noche. La pregunta es para vos ¿Por qué caminás de noche, acaso el día no está hecho para ustedes? Agradecé que no hemos acabado contigo, agradecé que mis compañeros fallecidos me mandaron sólo para avisarte que esto que hacés es muy malo -dijo el tío al joven.

El joven se asustó todavía más cuando oyó que su tío Domingo había sido mandado por sus compai'leros muertos y entonces le dijo:

-Tío Domingo, lo que entiendo en sus palabras es que usted ha venido aquí sólo por mí.

-Así es. ¿Qué es lo que querés? ¿Qué es lo que buscás que siempre salís a pasear todas las noches? ¿Acaso no te alcanza el día? -preguntó al joven su tío Domingo. Te repito-continuó diciendo-, el día es para ustedes y la noche para nosotros, pero tú siempre andás caminando hasta tarde en la noche. Nos das mucha vergüenza,noshumillaquesiempreandésempujándonosenelairedurantenuestro caminar; hasta llorando y gimiendo estamos al regresar a nuestro lugar, todo por tu culpa Pero te advierto que esto que estás haciendo te hará sufrir un castigo.

Entonces el tío se levantó y comenzó a pegarle. El joven al sentir los golpes de su tío pidió clemencia y se comprometió a no seguir con sus actos. El tío Domingo antes de irse advirtió al joven:

-Si vas a seguir saliendo de noche en el futuro, vas a ver lo que te va a pasar.

El joven empezó a vomitar y llegó a su casa cuando ya era de madrugada Todo lo que le había ocurrido la noche anterior él lo guardó como un secreto y no se lo contó a nadie. Pero no quiso hacer caso de la advertencia que le habían hecho, y la noche siguiente volvió a salir a caminar, sólo que esta vez llevaba consigo un gran bastón.

Empezó a caminar por la calle que sale del pueblo. De repente vio a un hombre que caminaba en la oscuridad y que se ocercaba al pueblo. El joven se detuvo, se acercó con cuidado, a la orilla del camino y se ocultó detrás de una gran mata. El hombre llegó caminando directamente al lugar en donde se ocultaba el joven.

-Joven, ¿qué estás haciendo? ¿Por qué teescondés? ¿Acaso no ves que soy yo? -preguntó el hombre.

El joven seguía oculto sin responder nada, pero poco a poco fue saliendo detrás de la mata y le dijo al hombre:

-¿Quién eres?

-Soy yo, tu tío, con quien estuviste hablando la noche anterior.

-Ahora,¿quémevasahacer?-preguntóeljoventemblandodelmiedo.

-Hoy vine para acabar contigo, pero no voy a acabar contigo de una vez sino que ya jamás vas a regresar a tu casa

El joven no entendió lo que su tío quería decir, así que le tuvo que preguntar qué era lo que le iba a hacer.

-Mi misión no es acabar contigo por completo, sino darte el castigo que mereces por tu conducta. El castigo es mandarte a otta vida muy diferente a ésta. Pero esa vida no será con nosotros los muertos, ni con tu familia, sino una vida distinta.

El joven se enojó, tomó su bastón y quiso pegarle a su tío, pero el tío le habló de nuevo y le dijo:

-¿Por qué me pegás? Acaso no fuiste vos mismo el que te buscaste esto.

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Como ya vimos que caminar de día te cae mal y te gusta más andar de noche provocándonos problemas. se te va a conceder el privilegio de andar de noche.

El joven estaba bastante enojado, así que se lanro sobre su tío y empero a pegarle. Cuando su tío vio esto, se enojó también y con todas sus fuerzas le dio doscachetad$, haciéndole caer la mayor pane de los dientes. Le dejó únicamente los cuatro dientes delanteros: dos arriba y dos abajo.

El joven empero a llorar porque tenía la boca llena de sangre, pero el tío no se conformó con esto sino que le dio otros dos puí'letazos en cada ojo. En ese mismo momento los ojos del joven resplandecieron como un rayo y luego cayó al suelo desmayado.

Al cabo de un rato el joven se despertó gimiendo de dolor, le dolía la boca y tenía los ojos muy hinchados. Cuando abrió los ojos vio que ya no estaba oscwo sino que en toda la montafta brillaba la claridad. El pensó que era de día, pero al contrario, era media noche. Lo que pasó es que sus ojos se ttansformaron en otta clase de ojos, debido a los puftetazos que recibió de su tío difunto. El tío al verlo despertar le dijo:

-Joven, éste fue tu castigo, ya yo me voy. Pero me han ordenado que te deje esta gran capa, así que tomála y cubrite con ella porque hace frío.

El tío le entregó unagrancapadecolornegro. El joven no quería recibirla, pero debido al frío que hacía tuvo que aceptarla. Cuando su tío se fue, el joven se cubrió con lacapadecolornegro y poco a poco le entró un sueno muy pesado hasta que se quedó dormido sobre el suelo.

Cuando estaba dormido se redujo de tamai'lo y se hizo pequei'lo. Todo él se fue ttansfonnando en otro, y pcr último la capa con la que estaba cubierto se le pegó en todo el cuerpo, en sus manos y en sus pies. El joven, al despertarse, ya no tenía ningún sentimiento humano sino que se levantó y se fue volando debajo de los árboles. El joven ya no era~ ser humano sino que era un enorme mlll'Ciélago.

Nuestros padres y hermanos difuntos se enojaron con él porque les faltaba al respeto. Cuentan que en tiempos muy antiguos no existían los mlll'Ciélagos, estos existieron hasta que este joven se transformó en uno. También cuentan que más tarde pasó lo mismo con una muchacha y que así fue como se produjo la multiplicación de los mlll'Ciélagos en la tierra.

CUENTONo.9

CAÍDA DE CENIZA

~ os abuelos cuentan quehacemuchosallos,aproxúnadamc:ntecien ~ aftos,cayólacenaaennuestropueblo. Unancianomecontóloque pasó.

Ocho días antes de que cayera la ceniza, empezaron a sentirse temblores. Incluso se llegaron a sentir cuatro temblores en un sólo día. Ese día algunas personas habían salido a trabajar; ottas, a buscar trementina para hacer el poro. Cuando sintieron el primer temblor, todos se ~ustaron mucho. Las piedras de las pendientes se caían y la gente se escondía detrás de los árboles, para que las piedras no los lastimaran.

Después que pasaron los cuatro temblores, las personas regresaron a sus casas.

-¡Vámonos, hoy sí que vamos a morir! -exclamaban asustados.

Cuando llegaron a sus casas, las enconttaron caídas por culpa de los temblores. En el pueblo casi todas las casas de techo de barro estaban en el suelo. Las ventas estaban regadas en la calle y ottas habían quedado debajo de la tierra que cayó con los temblores.

Ocho días después de que ocurrieran los temblores, la gente del pueblo por fin pudo dormir tranquila. Al día siguiente, como era costumbre, todos se levantaron a las tres de la madrugada.

Los suegros de un par de muchachas que acababan de casarse, fueron a despertarlas para que prendieran el fuego e hicieran la comida. Al levantarse fueron a lavarse y a preparar el nixtamal.

La maflana todavía estaba oscura, no se miraba nada, apenas se podía enconttar el agua. Las jóvenes sintieron que algo les estaba cayendo encima.

-Tal vez esté lloviznando -dijeron las muchachas.

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Cuando regresaron a la awi, con la claridad del fuego, las muchachas, al verse, empe7.31'()11 a reírse.

-¿De qué se están riendo? -les preguntó la suegra.

-Es que elJa se embarro de tizne-dijo una de las muchachas.

-Y elJa también -dijo la otra, riéndose de sí mism~.

La suegra se levantó y les preguntó por qué habían tocado el tizne del comal. Al rato la sei'lora salió de la casa y cuando regresó las muchachas empezaron a reírse de elJa también.

-Ve pues, suegra, te embarraste de tizne -le dijeron.

Los hombres se levantaron y después de comer se fueron al campo a trabajar. Ellos tenían un lugar en donde acostumbraban descansar. Fueron llegando de uno en llllO hasta fonnar un grupo. Todo seguía oscuro, porque el sol no había salido todavía. Entonces uno de los hombres encendió un cigarrillo y con la luz del fuego, vio sus manos llenas de ceniza Todos tenían las manos llenas de ceniz.a.

-Ya nos fregamos, muchá. Regresemos a las casas -dijeron los hombres.

Apenas pudieron regresar a sus casas debido a la oscuridad que reinaba. Cuando llegaron vieron los techos de las casas llenos de ceniz.a. La siembra y el monte estaban cubiertos de ceniz.a. Los animales no encontraban nada qué comer.

La mil¡Xl también quedó enterrada. Antes de que cayera la ceniza, había milpa camagüe, milpa que estaba floreando y milpa que ya tenía elotes. Todo se perdió, no había maíz. Las personas empezaron a sufrir hambre.

Por ese tiempo, el pago que dieron por el trabajo fue de un tramo de cat'iaveral conteniendo maíz. ''Eso no alcama ni para un jarro de atol", decía 1a gente.

Durante tres días y tres noches estuvo cayendo la ceniza, la gente no podía salir. Pero al tercer día se aclaró el cielo. Las personas, una por una. iban saliendo de sus casas. Salían a buscar lefla. pero no encontraban porque todo estaba cubierto de ceniz.a.

A los ocho días empem a llover. La lluvia duró todo un día y limpió Ja ceniz.a. Cuando dejó de llover pudo verse la milpa y el monte. Los animales pudieron comer, habían aguantado hambre e incluso sed durante esos días.

Eso fue lo que vieron y sufrieron nuesttos abuelos hace aproximadamente cien aflos. Todavía se cuenta esta historia de generación en generación; todavía se narra lo que pasó cuando cayó la ceniza

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GLOSARIO

Apólogo. Cuento cuya principal finalidad es la ilustración de una enseñanza moral.

Cosmovisión. Concepción del universo.

Defoe, Daniel. Escritor inglés (1670-1731), autor de la célebre novela de aventuras Robinson Crusoe.

Fedro. Fabulista latino (h. 10 a.C. a 50 d.C.). Introdujo en la literatura latina el género de la fábula de animales. En él la fabula esconde, tras su finalidad moralizadora, una verdadera sátira de las condiciones político-sociales de la época.

Etiológico. (Del griegoaitía, causa, y l6gos, tratado). Perteneciente o relativo a la etiología (estudio sobre las causas de las cosas).

Etnología. Rama de la antropología cultural que se ocupa del estudio de las razas y de los pueblos con particular atención a las culturas que los definen y configuran. (Salvat.)

Esopo. Fabulista griego (s. VI a.C), primero esclavo, liberto luego y muerto por los habitantes de Delfos. La actual colección de las Fábulas de Esopo, redactada en prosa griega bastante seca, se atribuye el monje Planudes (s. XIV). (Larousse.)

Folclor. (Del inglés folk-lore; de folk, gente, pueblo, y /ore, erudición.) Conjunto de tradiciones, creencias, costumbres, fies­tas, etc., populares. También la ciencia que estudia esas manifestaciones.

Zeus. Dios principal de la mitología griega.

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La elaboración e impresión de este manual han sido posibles gracias al apoyo financiero del gobiemó de los Estados Unidos de América, a través de la Agencia

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