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Economía Colombiana
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MODULO
ECONOMÍA COLOMBIANAECONOMÍA COLOMBIANAECONOMÍA COLOMBIANAECONOMÍA COLOMBIANA
POR
LUIS ALFREDO GIRALDO ALVAREZ
LUIS CELINO MARTÍNEZ BEJARANO
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CHOCÓUNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CHOCÓUNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CHOCÓUNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CHOCÓ
"DIEGO LUIS CÓRDOBA"
QUIBDÓ - CHOCÓ
2001
2
TABLA DE CONTENIDO
PÁG.
1. UNIDAD # 1 7
1.1. Colombia y la Esfera del Proceso Exportador 7
Objetivos 7
1.1.1. Consideraciones de la economía de exportación 7
1.1.2. Productos de exportación 8
1.2.1. Tabaco 8
1.2.1.1. Causas del surgimiento de la economía tabacalera 8
1.2.1.2. Bonanza tabacalera. 10
1.2.1.3. Causas que originaron la caída del tabaco. 14
1.3. Café 15
1.3.1. Factores que determinaron el nacimiento de la economía
Cafetera. 16
1.3.2. Importancia y trascendencia de la economía del café. 18
1.4. Composición, Origen y Destino del Comercio Exterior 19
Autoevaluación # 1
21
2. UNIDAD # 2 22
2.1. La Economía de Finales del siglo XIX y Principios
Del siglo XX. 22
Objetivos 22
3
2.1.1. Características de la economía 22
2.2. Acontecimiento internacional de Repercusión Nacional. 23
2.2.1. Primera Guerra mundial, e Indemnización por Panamá. 23
2.3. Expansión Cafetera. 27
2.4. Consolidación del Sistema Financiero 32
2.4.1. Misión Kemmerer 32
2.4.2. Creación Banco de la República. 32
Autoevaluación # 2 33
3. UNIDAD # 3 34
3.1. La Economía Colombiana desde 1929 - 1970 34
Objetivos 34
3.1.1. Características del proceso de industrialización 34
Colombiano.
3.2. Efecto de la Gran Depresión de 1930 en nuestra Economía 35
3.3. Desarrollo de la industria después de la crisis 39
3.4. El Colapso del Café y la Deuda Externa 40
3.5. Instrumentos de Regulación Macroeconómicos 44
Autoevaluación # 3. 48
4. UNIDAD # 4 49
4.1. La Economía en el Período 1970 - 2000 49
Objetivos 49
4.1.1. La planeación y los planes de desarrollo. 49
4.2. El Neoliberalismo y sus Efectos en la Economía
4
Colombiana. 56
4.2.1. Apertura económica y reforma laboral 56
4.2.2. Apertura y privatización 77
4.2.3. Apertura económica y el agro 84
4.3. Colombia y la esfera económica del proceso de
Globalización. 95
4.4. Colombia y la esfera política del proceso de
Globalización. 104
Bibliografía 109
5
INTRODUCCIÓN
El desenvolvimiento de una economía con fuerte dependencia del
mercado internacional tiene que tener puntos de referencia con estos.
Pero la dinámica y los rasgos esenciales del proceso son generados
por la resolución de las contradicciones internas. En el caso
colombiano el siglo XIX es quizás el más dinámico desde el punto de
vista político y económico porque las contradicciones con la
metrópolis, agudizadas en las últimas décadas del siglo XVIII y
primeras del XIX, las que aceleraron la revolución de independencia.
E, igualmente fue la burguesía de la actividad comercial la que dentro
del marco del proceso de acumulación primaria de capital provocó
los cambios económicos y sociales que caracterizaron las últimas
décadas del siglo XIX y finalmente fueron los capitales acumulados
por esta actividad que permitieron el surgimiento de banca
organizada, el capitalismo en el campo y la manufactura.
En este orden de ideas se pretende señalar la evolución de la
economía colombiana desde el siglo XIX hasta el XX el cual se divide
analíticamente en cuatro capítulos.
En el primer capítulo se sintetiza la evolución de la economía de
exportación y tiene como único propósito mostrar el desarrollo de la
6
actividad comercial del tabaco y el café. En el segundo y tercer
capítulo se muestran los efectos de los acontecimientos
internacionales de repercusión nacional, además se analiza la
importancia de la expansión cafetera y los instrumentos de regulación
macroeconómicos.
En el cuarto capítulo se hace un análisis de los diferentes planes de
desarrollo implementados en nuestro país. Es de anotar que en
relación al plan de desarrollo del período 90 - 94 sobre la apertura se
realiza en análisis sobre las diferentes repercusiones en la economía.
7
1. UNIDAD # 1
1.1. COLOMBIA Y LA ESFERA DEL PROCESO EXPORTADOR
Objetivos:
� Identificar y analizar los factores que incidieron para el
surgimiento de la economía tabacalera y del café.
� Identificar las consecuencias de la economía cafetera.
1.1.1.Consideraciones de la Economía de Exportación
El Comercio Exterior de Colombia no fue muy floreciente en el siglo
XIX. Hasta 1850 continuo el oro casi como único renglón de venta.
Luego vino la exportación de productos agrícolas : Tabaco, Algodón
y Café, todos de vida efímera con excepción del último.
La primera mitad del siglo XIX quedó marcada por condiciones muy
estrechas en el Comercio Exterior que favorecieron la concentración
monopolística en unos pocos comerciantes por los altos costos y
riesgo que implicaba esta actividad.
8
1.2. PRODUCTOS DE EXPORTACION.
1.2.1. TABACO.
Desde mediados del siglo XIX las divisas son obtenidas
principalmente a través de la venta al exterior de un producto
agrícola que fue el tabaco. Este una importancia especial para
comprender nuestra estructura y desarrollo. Pues significa que el
precio del producto va a estar supeditado al vaivén y fluctuaciones
del mercado exterior(1).
1.2.1.1. Causas del el Surgimiento de la Economía Tabacalera
El tabaco se transformó a partir de 1850 en el eje de la vida económica
nacional gracias a los siguientes hechos :
� Vinculación de la Burguesía Compradora.
Algunos sectores de la burguesía compradora iniciaron desde la
década de 1830 las exportaciones de tabaco, como consecuencia de
los préstamos hechos al gobierno nacional, que fueron cancelados
con hoja de exportación. Esta situación aceleró la vinculación de
1 HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA, José Antonio Ocampo.
9
importantes comerciantes a la comercialización externa del tabaco,
mediante la suscripción de contratos con el gobierno para el
suministro y empaque del mismo. La suscripción de este contrato
trajo consecuencias trascendentales para la producción tabacalera
de Ambalema : el gobierno fue sustituido por empresarios
privados que disponía no sólo de agilidad para las transacciones,
sino liquidez para garantizar pagos oportunos, precios de
sustentación y préstamos para mejorar y ampliar la producción.
Como consecuencia, no sólo se elevó la productividad, sino que se
incorporaron a la producción nuevas tierras.
� Abolición del Monopolio del Tabaco.
Por ley del 23 de mayo de 1843 se liberó el cultivo del tabaco en
todo el territorio colombiano a partir del primero de enero de 1850
y el comercio desde el primero de septiembre del mismo año(2).
Las medidas anteriores contribuyeron eficazmente al incremento
del cultivo y exportación del tabaco. Pero esto fue factible, entre
otros, por dos hechos : el primero porque la abolición estuvo
precedida de un período de concentración de la tierra, a costa de la
ocupación de baldíos y la apropiación de tierras indígenas ; el
2 HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA, José Antonio Ocampo
10
segundo, la disponibilidad de un mercado “cautivo “, pues su
tabaco gozaba de un amplio prestigio nacional.
� Condiciones Externas Favorables.
Al momento de la liberación, el mercado europeo ofrecía buenos
precios para el tabaco. Las cosechas de Cuba, que era el mayor
exportador, se habían perdido en los primeros años de la década
de 1840, lo cual, parcialmente, había desmejorado la calidad de su
tabaco y restringido sus volúmenes de exportación. Se presentaba,
como era obvio, una demanda insatisfecha en Europa.
1.2.1.3. La Bonanza Tabacalera.
El cúmulo de factores internos y externos que coincidieron con la
liberación del cultivo y comercio del tabaco provocaron un impacto
tal que conmovió la vida social y económica del país.
Sobre el impacto de la bonanza tabacalera en la economía colombiana
se han venido repitiendo desde el siglo pasado una serie de
interpretaciones sobre el despilfarro de la mencionada bonanza,
materializado en los gastos suntuarios de comerciantes y
terratenientes, así como la “dilapidación” en alcohol y otros “vicios”
11
de los ingresos de cosecheros y trabajadores. Hasta nuestros días aún
perdura la imagen de una Ambalema entregada al despilfarro y el
vicio. Y de allí se ha concluido que la bonanza se esfumó y no
ocasionó transformaciones estables en las economías tabacaleras. Los
anteriores conceptos deben ser analizados a la luz del desarrollo
capitalista. El inusitado auge de una economía comercial en un
medio precapitalista tenía que originar, necesariamente, consumos en
áreas ancestralmente represadas y que hacen parte de patrones
culturales campesinos. Pero esos consumos generan también
desarrollo, pues se ubican en sectores cuya producción se tiene que
incrementar (alcohol, cigarrillos, etc...) y por tanto las fuentes de
trabajo y la participación fiscal del Estado colombiano. No se trataba
de un simple “despilfarro”, sino de un consumo acorde con el estado
de desarrollo social y la etapa de economía mercantil que se iniciaba.
Los salarios de los trabajadores tabacaleros estaban destinados a ser
gastados en su totalidad. La ampliación del consumo, base
fundamental para el desarrollo capitalista exige, en sus primeras
etapas, que el trabajador “gaste” la totalidad de su salario. El ahorro
y la inversión por parte de dichos sectores solamente se presentan en
etapas muy avanzadas del capitalismo. Lo que acontecía es que para
un país que se encontraba aún en economías de autoconsumo,
resultó realmente escandaloso lo acontecido . No había antecedentes
de campesinos, trabajadores o indígenas que pudieran adquirir y
12
consumir con frecuencia ciertos productos como el alcohol y el
tabaco, así como ciertas mercancías suntuarias importadas.
� Trascendencia de la Bonanza Tabacalera.
La bonanza tabacalera (1850- 1876) constituye uno de los
acontecimientos económicos más impactantes en la historia
colombiana, por los siguientes hechos :
1. Fue el primer producto de nuestra agricultura comercial
orientado a la exportación, en los momentos en que se
consolidaba en Europa la Revolución industrial y se imponía en
el mundo occidental el libre comercio. Constituyó el elemento
que permitió articular el país al mercado mundial capitalista de
la era industrial.
2. Canalizó los capitales comerciales tradicionales y los nuevos,
surgidos en el proceso de la acumulación primaria de capitales,
hacia la agricultura comercial y el comercio de importación y
exportación, permitiendo la consolidación de una burguesía
compradora, estrechamente ligada a la agricultura comercial.
13
3. Significó el primer golpe para la ancestral economía
precapitalista colonial.
4. Contribuyó a forjar el primer eslabón para la articulación de un
mercado nacional.
5. Se elevó la capacidad de consumo de amplios sectores de la
población. Propietarios de tierras, cosecheros, trabajadores
asalariados y comerciantes aumentaron su capacidad de consumo
de mercancías importadas y nacionales.
6. Impulsó el proceso de acumulación de capitales.
7. Fue una excelente escuela para los comerciantes antioqueños, por
su vinculación a los exigentes mercados internacionales.
8. Permitió el surgimiento de nuevos núcleos obreros agrícolas y
semifabriles.
9. Provocó la elevación del precio de la tierra y su incorporación al
mercado en las zonas tabacaleras y adyacentes.
14
10. Dio origen a nuevos centros comerciales a lo largo del río
Magdalena.
11. Permitió la vinculación directa de capitales ingleses a la
comercialización del tabaco.
12. El tabaco permitió el nacimiento de nuevas y dinámicas zonas
ganaderas.
13. En síntesis, puede afirmarse que el cultivo, procesamiento,
empaque, transporte, exportación y venta del tabaco en los
mercados europeos, fue la primera actividad capitalista en gran
escala que se desarrolló en el país.
1.2.1.4. Causas que Originaron la Caída Del Tabaco.
Desde comienzos de la década de 1870 se registraron fenómenos
internos y externos que provocaron el derrumbe de la economía
tabacalera y el deterioro de la comercialización de la hoja en el
mercado internacional, los cuales podemos sintetizar en:
1. La apertura del Canal de Suez en 1869 permitió el fácil acceso al
mercado europeo del tabaco de las islas holandesas.
15
2. La unificación política de Alemania después de 1871 condujo a
una política aduanera discriminatoria contra las importaciones
de América y favorecedora de los productos de sus colonias.
3. La pérdida de prestigio del tabaco de Ambalema en el mercado
internacional, como consecuencia del deterioro de su calidad.
Igualmente, se registraron otros hechos que contribuyeron , el
mercado interno, pues los grandes consumidores nacionales, las
regiones de Antioquia y Cundinamarca, resolvieron imponer fuertes
gravámenes a los tabacos importados de otras regiones.
1.3. EL CAFÉ.
Ningún producto agrícola ha tenido tanta importancia para la
economía nacional como el café. Es el único cuya exportación
significativa se ha mantenido por casi un siglo. Además, las
características mismas de su siembra y cultivo, así como su
vinculación con la colonización en el occidente del país,
contribuyeron en forma definitiva al surgimiento de la industria
liviana nacional(3).
3 EL PROCESO DEL CAPITALISMO EN COLOMBIA. Tomo 4, Mario Arango Jaramillo.
16
La extensión del área colonizada y sobre todo el gran número de
personas vinculadas a la agricultura, hacían imposible que ésta fuera
comercializada con base en cultivos internos. Para el desarrollo era
necesaria una demanda exterior, la cual se presentó con el café . Se
dio entonces un hecho desconocido en esa época para el país que fue
el surgimiento de un gran número de pequeños propietarios,
productores para el mercado mundial.
1.3.1. Factores que Determinaron el Nacimiento de La Economía
Cafetera
Las circunstancia que hicieron posible la reorientación de capitales
comerciales y agrícolas hacia el café fueron factores internos y
externos(4):
� Factores Internos
• Transferencia de capitales de otros sectores al café. La presión
que comenzó a ejercer la actividad cafetera sobre los capitales
acumulados en otras actividades se acentuó por las políticas
monetarias impuestas por los gobiernos además la pérdida de
importancia en la minería.
4 EL PROCESO DEL CAPITALISMO EN COLOMBIA. Tomo 4, Mario Arango Jaramillo.
17
• Disponibilidad de mano de obra. El colapso de la agricultura
comercial de exportación lanzó al desempleo a miles de
campesinos entonces la inversión cafetera tuvo a su disposición
una oferta ilimitada de mano de obra.
• El café: cultivo ideal para las zonas de colonización. Después
de los estruendosos fracasos de los cultivos del tabaco la
agricultura se reorientó hacia el cultivo del café ya que era un
producto que se produce en todas las temperaturas húmedas.
• Producción y rendimiento del café. La incorporación de las
zonas colonizadas hizo posible que la producción del café
aumentara y sus costos de producción se redujeran.
� Factores Externos
• Incremento del consumo. Durante el siglo XIX se registró un
permanente crecimiento del consumo del café en Europa y
Estados Unidos.
• Eliminación del esclavismo. En las primeras décadas del siglo
XIX los principales productores eran Jamaica, Santo Domingo y
Cuba pero abolida la esclavitud en estas islas la producción
18
decayó, creándose condiciones favorables para los países
productores como Colombia y Brasil.
1.3.2. Importancia y Trascendencia de la Economía del Café
La importancia y trascendencia de la economía cafetera en nuestro
país la podemos sintetizar en los siguientes aspectos:
� Con la actividad cafetera se pudo ampliar la capacidad
adquisitiva de las masas porque la distribución del excedente
obtenido era más homogéneo en relación a Brasil. Los productores
por lo general eran los mismos propietarios lo que conllevó a que
ampliaran su capacidad de compra y los excedentes no se
acumularan en unos pocos.
� Con esta actividad se dieron los primeros pasos para el
surgimiento de la burguesía nacional como premisa para la
aparición de la industria. A través del comercio del café se formó
esta burguesía que obtuvo o acrecentó el excedente apropiado, el
cual invirtió más tarde en la industria nacional.
� Se permitió el desarrollo de las comunicaciones porque para
trasladar el café era necesario las vías permanentes y con
19
especificaciones adecuadas con los cuales surgieron los
ferrocarriles de Antioquia, Caldas y del Pacífico los cuales
tuvieron que ver con las necesidades de exportación del grano.
� Unificación económica del país. Con el café y la ampliación del
mercado de él derivada, el país se unifica económicamente. Las
mercancías producidas obtienen mayor demanda porque las vías
de comunicación facilitaban el mercado.
� Con la colonización se permite un desarrollo en el occidente
colombiano permitiendo el nacimiento de la industria en nuestro
país.
1.4. Composición, Origen y Destino del Comercio Exterior
Antes del despegue portador de mediados del siglo XIX el grueso del
comercio exterior colombiano se realizaba con las colonias inglesas
del caribe sobre todo con Jamaica y en la medida que este fue
creciendo el volumen del comercio se dirigió hacia países europeos y
Estados Unidos(5).
5 HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA, José Antonio Ocampo.
20
Con respecto a la composición de las exportaciones estas estuvieron
basadas principalmente en productor agrícolas y mineros (oro, tabaco
y café).
En cuanto a las importaciones estas provenían en un 50% de Gran
Bretaña que consistían en textiles y en un menor grado de productos
metálicos. El otro 50% estaba repartido entre Francia, Estados Unidos
donde se importaban textiles, vinos, alimentos y artículos de cuero.
21
AUTOEVALUACIÓN # 1
� Explicar la importancia de las bonanzas del tabaco y del café en la
economía colombiana.
� Explicar los factores internos y externos que incidieron para el
surgimiento de la economía del café.
22
2. UNIDAD # 2
2.1. LA ECONOMÍA DE FINALES DEL SIGLO XIX Y
PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.
Objetivos:
� Se conozcan los efectos de acontecimientos internacionales de
repercusión nacional (Primera Guerra Mundial e indemnización
por Panamá).
� Conocer la incidencias de la expansión cafetera en la economía.
� Analizar la importancia de la creación del Banco de la República.
2.1.1. Características de la Economía(6)
� La economía colombiana se ha caracterizado por una
especialización agrícola representada en el cultivo del café.
� Un sinnúmero de regiones no tenían una amplia división social
del trabajo por lo cual era posible encontrar economías de
autoconsumo.
6 EFECTOS DE LA GRAN DEPRESIÓN EN LA INDUSTRIA COLOMBIANA, Oscar Rodríguez
23
� Por la especialización de nuestro trabajo Colombia se había
convertido en importadora de manufacturado.
� El 53% de los ingresos eran por concepto de aduana (aranceles) lo
que significa que el impuesto pagado por las importaciones era la
columna vertebral de los mercados del país.
2.2. ACONTECIMIENTOS INTERNACIONALES DE
REPERCUCIÓN NACIONAL.
2.2.1. Primera Guerra Mundial e Independencia de Panamá.
Antes de precisar las consecuencias de la primera guerra, es necesario
hacer un breve recuento de la industria existente antes de ella. El
nacimiento de la industria colombiana puede asociarse con la
aparición de pequeñas unidades industriales cuyo procedimiento de
producción, por el escaso desarrollo técnico, se asemejaba al de
artesanías, a excepción de contadas empresas productoras de
cigarros, cigarrillos, tejidos y cervezas(7).
7 EFECTOS DE LA GRAN DEPRESIÓN EN LA INDUSTRIA COLOMBIANA, Oscar Rodríguez.
24
Según los datos citados por Ospina Vásquez, observamos que
existían las siguientes industrias clasificadas por departamentos.
En Antioquia: Compañía Antioqueña de Hilados y Tejidos,
Compañía Colombiana de Tejidos (unidad original de Coltejer),
elaboradora de cigarros y cigarrillos en gran escala, la Compañía
Unida de Cigarrillos.
En Atlántico: Existían una serie de empresas pequeñas para la
producción de perfumes, jabones y velas.
En Boyacá: Sólo figura la empresa Textiles Samacá.
En Bogotá: La principal era la cervecería Bavaria y la seguían
en importancia la de Cemento Samper, Fenicia y la Fábrica Nacional
de Fósforos.
En Santander: Se destacaba la empresa Suaita.
En el Valle estaba iniciándose la fábrica de tejidos La Garantía.
A pesar de lo diferentes e incompletos, estos datos nos
muestran una panorámica general del desarrollo alcanzado por las
industrias fabriles en el momento en que la guerra les iba a dar un
25
impulso. El exiguo capital que financia estas empresas puede
provenir, o bien de la esfera del comercio, por los capitales nacional
vinculados a la exportación de café ya que otros productos
exportables como oro, platino y banano estaban en manos extranjeras
o bien de pequeños capitales acumulados por algunos artesanos.
Veamos los efectos económicos que ocasiona la primera guerra
mundial: teniendo en cuenta que desde el exterior nos abastecíamos
de los bines de consumo manufacturados, es lógico suponer que al
precipitarse la conflagración (1914 - 1918), el suministro de dichos
artículos se vio dificultado por el cierre de los mercados europeos.
Tomando como año base el de 1912, veamos los cambios
ocurridos en la importación de textiles, en lo referente a su valor.
Indice de la Importación de Textiles
Base 1912 100 1913 108 1914 64 1915 61 1916 127 1917 92 1918 91 1919 155
26
Examinando estos números índices, hallamos un fuerte
descenso en los dos primeros años de guerra; y a excepción de 1916,
sólo en 1919 logran las importaciones de textiles recobrar y aún
superar el nivel alcanzado en 1913. Tales descensos pueden ser en
parte explicados por la dificultad para el aprovisionamiento de
textiles en las potencias involucradas en el enfrentamiento bélico
mundial.
Un aspecto positivo de la guerra fue abrir al país la perspectiva
de autoabastecerse en la producción de los bienes de consumo
elaborados.
Como efecto inmediato de la guerra se agudizan a nivel de la
esfera política, las discusiones que se originaron a comienzos del siglo
sobre la protección a las nacientes industrias. Como características de
ellas se anota el tratarse de industrias "exóticas", nombre con el cual
designaban aquellas encargadas de transformar materias primas
importadas. Pero, aún así, la burguesía comerciante estaba dispuesta
a proteger y a impulsar este tipo de industrias. Efectivamente se
hacen dos intentos en tal sentido: el primero en la Ley 117 de 1913,
cuyo carácter incide más en el aspecto fiscal, y el segundo en la Ley 78
de 1916, esta última orientada a defender las industrias de los efectos
de la guerra.
27
La "indemnización" de veinticinco millones de dólares por el
robo de Panamá no vino sola. Además de las concesiones petroleras
que tuvo que hacer con el objeto de garantizar el destino de esa suma
y el de los empréstitos que se estaban haciendo, Estados Unidos
presionó al gobierno colombiano para que solicitara una misión
norteamericana que lo asesorara en cuestiones de organización
económica.
2.3. LA EXPANSIÓN CAFETERA
Sin duda, el hecho decisivo de las primeras décadas del siglo XX fue
la expansión de la economía cafetera, sustentada no en el sistema de
haciendas, sobre la cual se había desarrollado la producción del grano
en los Santanderes, Cundinamarca y en algunas zonas de Antioquia
en las últimas décadas del siglo XIX, sino en la pequeña producción
parcelaria del occidente del país. Esta expansión representó no solo
un desplazamiento de las zonas de producción sino, ante todo, la
presencia de nuevas formas de organización social y productiva, con
mayores alcances sobre la estructura global del país que aquéllas que
hubieran podido provenir del sistema de haciendas(8).
8 HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA, José Antonio Ocampo.
28
De hecho, el sistema hacendario se caracterizaba no solo por la
baja movilidad de la mano de obra y su escasa integración al mercado
monetario, sino por una organización de la producción en la que se
trataba de disminuir la inversión de capital representado en la
incorporación de técnicas y elementos de trabajo que pudiesen elevar
la productividad. Por supuesto, el capital incorporado en la
organización inicial de las haciendas no debió de ser desdeñable. Tal
estructura de la inversión provocó, en las dos últimas décadas del
siglo XIX, dos características en la organización de las haciendas: de
un lado, la búsqueda de formas de uso de la mano de obra que
disminuyeron el peso de los costos salariales, lo que se resolvió en el
desarrollo de formas no monetarias tales como pagos de renta en
trabajo o en especie, que acabaron desvinculando al trabajador de la
circulación monetaria; de otra la paulatina disminución del capital
necesario para modernizar la producción representada en elementos
de trabajo. Por otra parte, la integración de los procesos de
producción y comercialización de café (que se manifestaban en la
transformación del hacendado en comerciante o de éste en aquél,
movido principalmente por la aspiración de exportar directamente el
café), unida a lo que la producción parcelaria del occidente introdujo
de nuevo en el cuadro de la economía exportadora nacional fue un
mayor impacto del café sobre el mercado interno de bienes agrícolas
e industriales y, además, una separación entre los procesos de
29
producción y comercialización del grano. Esta separación permitió, a
su vez, una mayor resistencia de la estructura productiva cafetera a
las fluctuaciones de los precios internacionales del grano,
imprimiendo por lo tanto una mayor estabilidad, no sólo al sector
cafetero sino al conjunto de la economía nacional.
Hacia los años treinta, resaltaba ya claro no solo que en la
región occidental de país predominaba la producción cafetera sino
que ésta se asentaba fundamentalmente sobre la economía parcelaria.
En efecto, en 1932 Antioquia, Caldas y el Valle del Cauca contribuían
con el 57% de la producción nacional.
Con la expansión de la economía parcelaria en el occidente
colombiano estuvieron dos procesos hasta cierto punto
complementarios, que harían del café el producto privilegiado de
estas regiones: la expansión de la frontera agrícola resultante de la
colonización antioqueña y el hecho de que el café se adaptaba
particularmente bien al tipo de asentamientos surgidos de la
colonización. La colonización antioqueña fue parte de un proceso
más amplio de expansión de frontera agrícola, sustentado sobre la
ocupación de las tierras públicas durante la segunda mitad del siglo
XIX y comienzos del siglo XX.
30
Las consecuencias del desarrollo cafetero del occidente
colombiano, con el cual se consolidaría el sector explotador, deben
verse en el marco de las limitaciones al desarrollo económico global
del país a comienzos del siglo XX. Sin duda una economía como la
colombiana del siglo XIX, caracterizada por bajos niveles de ingreso
per cápita y acumulación de capital, escasa integración del mercado
mundial, exigua incorporación tecnológica a la actividad agrícola y,
más aún, escasa mano de obra frente a la disponibilidad de tierras,
difícilmente hubiera podido integrar un mercado nacional que
permitiera desatar los procesos económicos inherentes a su
constitución (desarrollo industrial, agrícola mercantil, etc.), y
tampoco hubiera podido eludir las crisis recurrentes propias de una
vinculación al mercado mundial mediante productos inestables.
Habría que subrayar, entre las consecuencias más notables del
desarrollo cafetero, la desvinculación de la producción interna de las
fluctuaciones de los precios externos, gracias al divorcio entre los
procesos de comercialización y producción, que no quedaban ya en
manos de un mismo agente (el hacendado), sino de casas extranjeras,
los primeros, y de pequeños propietarios, los segundos. Aunque los
precios externos siguieron siendo importantes para la estabilidad
interna de la economía, los efectos de una baja ya no ponían en
cuestión la totalidad del sector exportador, como antes, lo que por
supuesto se traducía en una mayor estabilidad de la vida económica
31
y política del país. Además, aunque los ingresos provenientes de las
exportaciones de café se concentraban primordialmente en los
circuitos de beneficio, transporte y comercio del grano, era esto
precisamente lo que transformaba las condiciones de la acumulación
de capital, haciéndola fluir hacia otros sectores que la requerían.
El café se constituyó en el núcleo de la expansión del mercado
interno, no tanto por lo que significaba la economía parcelaria en
tanto que mercado para los productos agrícolas e industriales de
consumo, sino porque creó mediante el beneficio, el comercio y el
transporte del grano, una red de consumidores urbanos, al tiempo
que sustentó la constitución de una red de transporte, principalmente
ferrocarrilera, lo que naturalmente comportaba enormes efectos sobre
la ampliación y diversificación del mercado. De hecho, cabría
señalar, finalmente, que la expansión cafetera inició sobre la
estabilidad política del país, ya que los grupos interesados en la
expansión del grano fueron de naturaleza bipartidista (Santander y
Cundinamarca eran departamentos liberas y Antioquia y Caldas,
predominantemente conservadores) y, además, gran parte del cuerpo
político colombiano se identificó con la economía política sostenida
por los intereses importadores - exportadores que controlaron el
gobierno después de 1910. En otros términos, los intereses suscitados
alrededor del café lograron desplazar, al menos durante algunos
32
decenios, las violentas pugnas doctrinarias, en favor de compromisos
pragmáticos y sin duda menos renovadores, pero en todo caso no
resueltos por la vía de las guerras civiles.
2.4. PROCESO DE CONSOLIDACIÓN DEL SISTEMA
FINANCIERO
2.4.1. Misión Kemmerer
La Ley 60 de 1922 autorizó al ejecutivo para contratar una
misión de expertos extranjeros en materia fiscal, administrativa y
bancaria, la cual contribuyó a "sanear el clima de inversiones". El
profesor Edwin Walter Kemmerer fue el director de ella(9).
2.4.2. Creación Banco de la República
Mediante la Ley 25 de 1923 se crea este banco que tenía entre
otras funciones el privilegio de la emisión, la centralización de las
reservas de oro, el depositario de los fondos públicos, de los encajes
bancarios, de la regulación de la oferta monetaria y todo lo
concerniente a las divisas(10).
9 INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA, Alvaro Tirado Mejía. 10 HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA, José Antonio Ocampo.
33
AUTOEVALUACIÓN # 2
� Establecer que efectos negativos y positivos produjo la primera
guerra mundial en nuestra economía.
� Qué importancia tiene la creación del Banco de la República en
nuestra economía.
� Qué incidencias produjo en nuestra economía la expansión
cafetera.
34
3. UNIDAD # 3
3.1. LA ECONOMÍA COLOMBIANA DESDE 1929 - 1970
Objetivos:
� Conocer los efectos de la gran depresión de 1930 en nuestra
economía.
� Explicar los instrumentos de regulación macroeconómicos.
� Importancia de la crisis del café.
3.1.1. Características del Proceso de Industrialización Colombiano
Para efectos analíticos, se puede dividir la evolución industrial
colombiana después de 1930 en cuatro subperíodos.
� 1930 - 1938. Corresponde a la época de la gran depresión y los
años inmediatamente anteriores a la Segunda Guerra Mundial. La
industria experimenta un rápido crecimiento con base en el
modelo de sustitución de importaciones. Es una época de
fundación de pequeñas empresas.
35
� 1939 - 1945. Durante los años de la guerra la expansión industrial
continúa pero el ritmo de fundación de nuevas empresas baja.
� 1946 -1959. La política de sustitución de importaciones de
establece en una forma más explícita. El crecimiento industrial se
ve estimulado con la bonanza cafetera de los años cincuenta y por
el flujo de inversiones extranjeras.
� 1960 - 1973. A medida que la política de sustitución de
importaciones fue abarcando las actividades más fáciles, la política
industrial empieza a inclinarse por la búsqueda de mercados
externos aunque no alcanzó a configurar un modelo exportador.
3.2. EFECTOS DE LA GRAN DEPRESIÓN EN LA ECONOMÍA
COLOMBIANA.
La crisis mundial del capitalismo tiene su centro en los Estados
Unidos; ésta se presenta a finales de 1929 y sus efectos se propagan a
la mayoría de las potencias de ese entonces afectando lógicamente, de
una forma considerable a los países dominados, dadas sus relaciones
orgánicas con los centros hegemónicos(11).
11 EFECTOS DE LA GRAN DEPRESIÓN EN LA INDUSTRIA COLOMBIANA, Oscar Rodríguez.
36
La depresión tiene como efecto inmediato la caída de los
precios, originada en la superproducción de mercancías durante los
años inmediatamente anteriores a la crisis, período en el cual se
expande el aparato productivo norteamericano de una forma
excepcional marcando su punto más alto durante el primer cuatrenio
de ese siglo. Con el descenso vertiginoso de los precios se pretende
realizar el exceso de mercancías que había quedado en bodegas.
El momento de iniciación de dicha crisis lo marca la bancarrota
de la bolsa de valores, en otoño de 1929 y a partir de ese momento se
origina una situación de para forzoso en la economía de los Estados
Unidos y que tiene como efecto un descenso en el consumo nacional
hasta el 40% del nivel corriente.
Esta crisis afecta de una forma trascendental las economías de
los países periféricos y lógicamente a Colombia por encontrarse entre
ellos. Uno de sus primeros efectos en este país fue la restricción de
los empréstitos que tan mercada influencia habían tenido en la
década anterior; esta brusca disminución de la corriente de capital, se
ve acentuada por la repatriación de capitales norteamericanos,
vinculados a la explotación de pretróleos colombianos.
37
El impacto de estos dos hechos propicia una situación de
desempleo, pues son suspendidas las obras públicas, financiadas en
su mayoría por capital extranjero; también se hace extensivo el
problema a ciertas industrias que encontraban su demanda en tal
sector de la población.
Este paro forzoso hace que el problema de los desempleados se
convierta en crítico. El solo licenciamento de los trabajadores de
obras públicas no basta para conocer la intensidad de la
desocupación, pues el trabajo se redujo a todo lo largo de la
producción nacional con pequeñas diferencias de regiones y de
industrias que matizan pero no liquidan ni despejan el problema
general de las masas desocupadas. Vienen entonces las protestas,
especialmente de parte del grupo de desempleados de Bogotá, los
cuales obligan al gobierno a intervenir fundando juntas de protección
para los sin trabajo. El mismo problema llega a afectar a los
favorecidos con un empleo pues los salarios disminuyen. La crisis
repercute también en el mercado monetario cuando los medios de
pago se reducen, de 1.150 millones en 1928 a 589 en el año 31, o sea
que aprecia una reducción del 50% en el período considerado. Otro
tanto ocurre con las reservas internacionales del Banco de la
República, las cuales pasan de 64.7 millones en 1928 a 12.8 en el 31
38
con lo que viene a presentarse un marcado descenso equivalente al
81% con respecto al año inicial.
La disminución en el circulante, a la vez que la restricción de la
demanda efectiva, propiciadas por la situación de paro forzoso, van a
contribuir a un descenso en el nivel de precios, dando lugar a una
situación deflacionista.
Los efectos de la depresión de los Estados Unidos se hacen
sentir con mayor rudeza en el comercio exterior, variable
fundamental en el desarrollo económico de los países dependientes.
El 60% del comercio total de Colombia se mantiene con los Estados
Unidos, llegando incluso a alcanzar un nivel de 70.71% para el año de
1931. Sin embargo, tanto el valor de las exportaciones como el de las
importaciones caen en forma considerable durante este período.
Capacidad para Importar
(Millones de $ en 1950)
Año Total Indice 1928 900.9 100 1929 498.4 55 1930 __ __ 1931 __ __ 1932 368.7 40 1933 397.7 44 1934 481.0 53
Fuente: CEPAL, Op. Cit., cuadro número 16.
39
Un hecho que se presenta a la par de la depresión, es la guerra
con el Perú; esta se lleva a cabo entre 1932 y comienzos del 34. Con
motivo del conflicto armado se destinan recursos nacionales a la
importación de armamento.
A raíz del conflicto bélico tiene lugar un incremento del
circulante que aumenta la capacidad de compra de ciertos sectores de
la población. En vista de los gastos que demandaba el
enfrentamiento con el vecino país y que no podrán ser sufragados con
el exiguo presupuesto del ministerio de la guerra el gobierno se ve
ante la necesidad de acudir al crédito interno. Con ello viene a
producirse una expansión del circulante y la demanda efectiva tiene
posibilidades de aumentar, lo cual contribuye un poco a remediar la
crisis que el país atraviesa en el momento; la guerra permite también
la asimilación de una parte considerable de la población que se
encontraba desempleada y que se incorporó al ejército,
solucionándose en parte el problema del desempleo.
3.3. DESARROLLO DE LA INDUSTRIA DESPUÉS DE LA CRISIS
El cierre de los mercados extranjeros, conjuntamente con el descenso
de la capacidad para importar, disminuye drásticamente la compra
de productos manufacturados en el exterior, lo cual brinda loa
40
coyuntura para dar un impulso a las industrias que se formaron en
los cuatro años anteriores a la depresión. Esto incide más en el
aumento de la producción de artículos de consumo con cierto grado
de elaboración, que en el número de nuevas fábricas instaladas. Vale
la pena señalar que el impulso al sector industrial se produce en los
años siguientes a la crisis; para 1930 la importación de maquinaria
tiene un valor de $4.666.593, en tanto que para el año siguiente esta
suma se reduce en 400 mil pesos.
A pesar de presentar una disminución en la compra de bienes
de capital (a causa de la crisis), su limitada importación aún permite
que se funden fábricas para esta época.
3.4. EL COLAPSO DEL CAFÉ Y LA DEUDA EXTERNA
Los primeros años de la gran depresión estuvieron dominados en
Colombia por el colapso del mercado del café y por la brusca
interrupción de los flujos de capital. Las cotizaciones del grano
habían alcanzado su monto más elevado en 1925 y 1926, pero habían
permanecido en niveles relativamente altos en los dos años
siguientes. Aunque los precios empezaron a disminuir desde los
primeros meses de 1929, en octubre de 1929, sin embargo, el colapso
de la bolsa de valores de Nueva York y la política de ajuste que
41
adoptó el gobierno brasileño dejaron al estado de Sao Paulo sin
recursos financieros para mantener la intervención. Los precios del
café se desplomaron(12).
La crisis internacional, que se desencadenó de manera abierta a
partir de octubre de 1929 arrastró también los precios de los
productos industriales, que constituían el grueso de las compras
externas del país. No obstante el colapso del café y de otras materias
primas fue más pronunciado generando una baja del 23% en los
términos de intercambio de Colombia entre 1925 - 9 y 1930 - 4.
Aunque las cantidades exportadas de petróleo y banano también
retrocedieron.
Entre 1926 y 1928 el país había acudido en gran escala al
mercado de capitales para financiar una expansión sin precedentes de
las obras públicas. El mecanismo fundamental fue la emisión de
bonos de los gobiernos nacional, departamentales y municipales y de
otras entidades públicas, como el Banco Agrícola Hipotecario, que se
vendían en la bolsa de valores de Nueva York. En el segundo
semestre de 1928, varios factores conjugaron para interrumpir
bruscamente estos flujos de divisas. Desde julio de dicho año las
autoridades monetarias norteamericanas comenzaron a adoptar
12 HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA, José Antonio Ocampo.
42
medidas restrictivas para tratar de frenar la especulación en la bolsa
de valores.
Comercio Exterior y Flujos de Capitales, 1925 - 1944
1925-9 1930-4 1935-9 1940-4
A. Valores (miles de dólares anuales) Exportaciones efectivas a (f.o.b.) 93.6 64.2 76.5 106.1 Importaciones (c.i.f.) 129.9 50.0 86.7 85.1 Flujo neto de capitales e intereses 39.1 -18.9 12.3 5.7 Cambio en reservas 2.8 - 4.7 2.1 26.7
B. Indices (1925-9 = 100)
Términos de intercambio 100.0 77.2 65.8 66.3 Exportaciones reales 100.0 125.4 156.0 162.8 Poder de compra de las exportaciones 100.0 92.1 99.9 115.6 Importaciones reales 100.0 51.0 81.3 68.1
a Excluye 80% del petróleo, 60% del oro y platino y 50% del banano.
Fuente: José Antonio Ocampo y Santiago Montenegro, Crisis mundial, protección e industrialización,
Bogotá, 1984.
El colapso de la bolsa de valores de Nueva York en octubre de
1929 interrumpió definitivamente esa fuente de recursos. Los
esfuerzos de los gobiernos de Abadía Méndez y Olaya Herrera por
conseguir recursos alternativos por conducto de la banca privada
resultaron relativamente infructuosos. Este último, desde su elección
como presidente de la República, en 1930, emprendió una campaña
entre los círculos financieros norteamericanos para conseguir
43
préstamos de corto plazo apoyándose, en parte, en su política de
apertura a las inversiones petroleras norteamericanas.
La conjunción de menores ingresos de capitales y mayores
pagos por concepto de a deuda adquirida en los años veinte fue
desastrosa. El país pasó de recibir ingresos netos por US$39 millones
anuales de 1925 - 1929 a pagar US$19 millones al año en 1930 - 1934.
Dada la magnitud del drenaje de divisas, no es sorprendente
que Colombia, como la mayoría de los países latinoamericanos, hayan
declarado la moratoria sobre el servicio de la deuda externa a
comienzos de los años treinta a pesar de los esfuerzos del gobierno de
Olaya Herrera por mantenerse dentro de las reglas de juego de la
banca internacional. Los primeros pasos hacia la moratoria se dieron
a raíz de la implantación del control de cambios en septiembre de
1931. En efecto, en octubre de 1931 se decidió que los pagos de la
deuda externa de los departamentos, municipios y bancos debían ser
autorizados por la Oficina de Control de Cambios.
A partir de entonces el país empezó, además a presionar a los
acreedores extranjeros para que llegaran a un arreglo global, que
tuviera en cuenta la capacidad de pagos del país. La política del buen
vecino de Roosevelt y su franca animadversión a los intereses
44
financieros norteamericanos fueron decisivos, sin duda, en la
declaración de la moratoria definitiva y en la búsqueda de un arreglo
ventajoso para el país.
El arreglo sobre la deuda nacional concluyó al inicio de la
segunda guerra mundial; se convino en reducir los intereses
originales del 6 al 3%, capitalizar solamente la mitad de aquellos que
no habían sido pagados desde 1935 y establecer un fondo para
amortizar anualmente parte de la deuda externa. El arreglo fue
posible gracias ala mediación del gobierno norteamericano ante el
comité de tenedores de bonos colombianos, en un contexto en el cual
el primero buscaba el alinderamiento de nuestro país en el conflicto
bélico. No menos importante fue el interés del gobierno colombiano
en normalizar su situación de deuda externa para acudir a los
créditos otorgados por el recién creado Banco de Exportaciones de
Estados Unidos.
3.5. INSTRUMENTOS DE REGULACIÓN MACROECONÓMICOS
Cuando se presentan problemas como disminución del PNB,
aumento del nivel de inflación, aumento del valor de las
importaciones con respecto a las exportaciones y aumento del
desempleo. "Qué puede hacer el gobierno para mejorar los
45
resultados económicos". "Qué instrumentos puede utilizar para
reducir la inflación o el desempleo".
Los gobiernos cuentan con ciertos instrumentos para influir en
la actividad macroeconómica los cuales son(13):
� Política fiscal. Está formada por el gasto público y los impuestos.
La categoría de gasto público comprende el gasto público en
bienes y servicios (las compras, las construcciones, los sueldos,
etc.).
La otra parte de la política fiscal son los impuestos, que afectan la
economía global de un país de dos maneras:
Los impuestos reducen las rentas de los individuos. Al tener las
economías domésticas menos renta disponible o gastable.
Los impuestos además afectan los precios del mercado,
influyendo en los incentivos y en la conducta de las personas.
� Política monetaria. Es el segundo instrumento de política
macroeconómica que utilizan los gobiernos cuando gestionan el
13 ECONOMÍA, Paul A. Samuelson.
46
dinero, crédito y a su vez regula el sistema bancario del país. Esta
política se ejecuta a través del Banco de la República que es el que
puede regular la cantidad de dinero que dispone la economía
(puede aumentar o disminuir la cantidad de dinero circulante).
� Política económica internacional. Al estar cada vez más
interrelacionadas las economías sus autoridades presentan
creciente atención a la política exterior.
Los principales instrumentos de esta política se dividen en dos
categorías:
• Política comercial. Se relaciona con los aranceles que restringen
o fomentan las importaciones y las exportaciones.
• Mercado de divisas. En el comercio internacional de un país
influye el tipo de cambio, que representa el precio de su propia
moneda expresado en las monedas de otros países. Algunos
países dejan que los tipos de cambio sean determinados
totalmente por la oferta y la demanda, caso colombiano y otros
establecen un tipo de cambio fijo frente a otras monedas.
47
� Política de Rentas. Es el instrumento macroeconómico más
controvertido porque sus intentos son de moderar la inflación por
medio de medidas directas sobre el control de los salarios y
precios.
48
AUTOEVALUACIÓN # 3
� Explicar los diferentes efectos de la depresión de 1930 en la
economía colombiana.
� Por qué cuando hay bajas en el precio internacional del café
nuestra economía presenta problemas.
� Qué papel juegan los instrumentos de regulación
macroeconómicos.
49
4. UNIDAD # 4
4.1. LA ECONOMÍA DEL PERÍODO 1970 - 2000
Objetivos:
� Analizar los diferentes planes de desarrollo (Planes de Gobierno).
� Conocer y analizar los efectos de la apertura económica.
� Identificar las incidencias de la privatización de las instituciones.
4.1.1. La Planeación y los Planes de Desarrollo
La forma Constitucional de 1936, al definir el espacio de la
intervención económica del Estado, generó la necesidad de crear
órganos orientados a "racionalizar" los procesos económicos. En los
quince años siguientes fueron instituidos organismos de asesoría y
coordinación gubernamental en asuntos de política económica, que
carecieron del soporte institucional y de la infraestructura técnica
indispensables para erigirse en verdaderas entidades de planeación.
Tales organismos recibieron distintas denominaciones, como las de
Consejo Nacional de Economía, Junta de Defensa Económica
50
Nacional, Comité de Expertos Financieros, Comité de Desarrollo
Económico y Consejo Nacional de Planificación(14).
Fue solo a comienzos de los años cincuenta y con posterioridad
a la publicación de un informe preparado por la Misión de Banco
Mundial sobre el desarrollo de Colombia, cuando los Consejos
comenzaron a actuar con mayor continuidad y respaldo técnico. La
nueva etapa se consolidó en 1958 con la creación del Departamento
Administrativo de Planeación y Servicios Técnicos. El nuevo
organismo fue concebido como parte de la plataforma económica del
recién inaugurado Frente Nacional, y su continuidad se aseguró en
los años siguientes, respondiendo a los compromisos externos
firmados en la Carta de Punta del Este, dentro del marco de la
Alianza para el Progreso. La creación del Consejo Nacional de
Política Económica y Social, Conpes.
Hasta los años sesenta, la labor del Departamento Nacional de
Planeación se centró en áreas específicas, generalmente en la
preparación de proyectos para lograr el apoyo de los bancos
internacionales a los programas de inversión pública. A esta tarea se
fueron adicionando poco a poco otras nuevas, como la aprobación de
nuevas inversiones de capital externo en Colombia y de empresas
14 HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA, José Antonio Ocampo.
51
nacionales en el exterior, la diferencia de las tarifas de servicios
públicos y una mayor incidencia en el proceso presupuestal,
particularmente en lo que se refiere a las inversiones públicas.
La influencia de los asesores externos en la planeación fue
notable hasta la década del sesenta. El mayor precedente lo
constituyó la misión del Banco Mundial de 1949 y la posterior
inclusión del jefe de la misma, Lauchlin Currie, en el Consejo
Nacional de Planificación, cuyos trabajos, apoyados por primera vez
por una secretaría técnica, se basaron en los informes y estimaciones
de la misión. Los principales documentos publicados en aquella
época fueron Las Bases de un Programa de Fomento para Colombia (1950)
y el Informe Final del Comité de Desarrollo Económico (1951). De esta
forma los Planes y Programas de Desarrollo Económico y Social, 1970
- 1973 fueron diseñados principalmente por técnicos nacionales, por
primera vez en la historia de la planificación en Colombia.
A partir de 1970, los planes de desarrollo se han asimilado a los
planes gubernamentales promovidos por las administraciones de
turno. Así, entre 1970 y 1974 se puso en marcha el Plan de las Cuatro
Estrategias, cuyo punto medular fue la necesidad de impulsar los
sectores "líderes" de la construcción y las exportaciones, señalando
como estrategias complementarias el crecimiento de la productividad
52
agrícola y el mejoramiento de la distribución del ingreso. Para el 1975
- 1978 se presentó el Congreso de Plan para Cerrar la Brecha,
concebido con el propósito principal de elevar el nivel de vida de la
población menos favorecida, particularmente la rural, la
estabilización de la economía y la eliminación de los subsidios
indiscriminados a distintos sectores productivos. En 1979 se puso en
marcha el Plan de Integración Nacional, PIN, que concentró su interés
en sectores de infraestructura energía, minería, transporte y medios
de comunicación y en la recuperación de una mayor autonomía de las
regiones. Para el período 1983 - 1986 fue presentado el Plan Cambio
con Equidad, que buscaba como objetivo de corto plazo la reactivación
económica, con un énfasis renovado en la política de vivienda
popular, y sugerían un conjunto de políticas de mediano y largo
plazo, enderezadas a garantizar el crecimiento de la industria y la
agricultura. En el período 1986 - 1990 se presentó el Plan de
Economía Social que buscaba alcanzar en forma simultánea, tasas de
crecimiento económicas altas y estables y el mejoramiento sustancial
de la calidad de vida de la comunidad, en particular de las
comunidades de las regiones tradicionalmente excluidas de los
beneficios del progreso. Para lograr lo anterior el objetivo del plan se
basaba en dos estrategias fundamentalmente. La Estrategia del
Desarrollo Social que tenía por objetivo garantizar el acceso de la
población a los activos físicos, sociales y productivos necesarios para
53
su seguridad social. Y la Estrategia del Crecimiento Económico se
orientaba a apoyar y dinamizar la producción. En el cuatrenio 1990 -
1994 fue el plan llamado Revolución Pacífica o Apertura Económica,
este plan se fundamenta en tres factores los cuales se sintetizan en los
siguientes. Reformas Estructurales que buscaban incrementar la
movilidad de factores en la economía y aumentar la competencia. El
segundo fue Concentración de Actividades del Estado en cuatro áreas
estratégicas que fueron ampliación del capital humano (primaria,
secundaria) y salud, vivienda, acueducto y alcantarillado.
Construcción de Infraestructura Física. Fortalecimiento de la
capacidad científica y tecnológica. En el período 1994 - 1998 fue el
plan de gobierno denominado Salto Social. Este plan tenía como
objeto orientar la acción del Estado y de la sociedad civil hacia el
crecimiento integral de la persona humana y el desarrollo solidario de
la comunidad colombiana. Para lograr lo anterior el gobierno de esa
época se apoyó en las siguientes estrategias:
• Estrategia Económica. Se orientaba hacia la formación de un
ciudadano más productivo en lo económico, con el fin de lograr
estimular el trabajo nacional.
• Estrategias Sociales. Estaba dirigida hacia la formación de un
nuevo ciudadano más solidario en lo social, más pacífico, más
54
integrado a lo cultural y por lo tanto más orgulloso de ser
colombiano.
• Estrategia para el Mejoramiento de las condiciones de Vida.
Consistió en asumir una opción preferencial por los pobres,
prioridad a la inversión social y superar la marginalidad social
(ampliación de cobertura de servicios).
• Estrategia de Fortalecimiento de la Familia. Estaba orientada hacia
la formación de la niñez y la juventud, e impulsar la educación
continuada de adultos.
• Estrategias de Pueblos y Comunidades Afrocolombianas. Su
énfasis estaba dirigido para que las comunidades sean autoras de
su propio progreso y creadoras de su mundo cultural acorde con
su identidad.
• Estrategia Etica y Valores Espirituales. Estaba orientada a elevar la
conciencia de los colombianos.
En el período 1998 - 2002. Cambio para construir la Paz. Este plan
tiene como objetivo fundamental buscar la paz en nuestro país, para
55
lo cual han considerado cuatro estrategias básicas en la arquitectura
del edificio de la paz.
• Estrategia hacia un Estado Participativo. Se busca adecuar
nuestras estructuras política y de gobierno con el propósito de
cohesionar y consolidar la democracia. Hacer viable y real aquello
de la democracia y el estado participativo.
• Estrategia de fortalecimiento del Tejido Social. Está orientada
hacia el trabajo en equipo, a la solidaridad y al estrechamiento de
los vínculos colectivos. Para ello es indispensable la educación,
salud y nutrición, a lo que sólo llegaremos prestando una
adecuada atención a nuestra niñez y juventud sin distingo de
ninguna clase o raza.
• Desarrollo de la Paz. El plan busca consolidar el desarrollo, el cual
sólo será posible acompañado de la paz. Por lo tanto la pez es una
política de estado y un compromiso de la sociedad colombiana.
• Exportaciones como Motor del Crecimiento. Se busca reactivar la
producción, teniendo como horizonte las exportaciones y la
competitividad regional. Porque este sector puede generar
56
empleos permanentes en tiempo prudencial, históricamente ha
sido el sector más dinámico de la economía.
4.2. EL NEOLIBERALISMO Y SUS EFECTOS EN LA
ECONOMÍA COLOMBIANA.
4.2.1. Apertura Económica y Reforma Laboral
Antecedentes y Compromisos
Desde su discurso de posesión, el presidente Gaviria esbozó la
necesidad de una reforma laboral integral, supuestamente concertada
con trabajadores y empresarios, y delineó las razones que la
sustentaban y su contenido fundamental. De inmediato, y sin la más
mínima concertación, el ministro del ramo presentó al Congreso un
extenso proyecto con modificaciones de fondo al régimen laboral
vigente. Ni los argumentos en pro del proyecto ni la mayoría de los
cambios que allí se contemplan son nuevos. Lo novedoso, lo que
caracteriza la reforma de Gaviria, es su intento muy acusado por
primera vez en nuestra historia de barrer de un golpe las más
importantes garantías laborales de reunir en un solo proyecto cuanta
57
propuesta regresiva se haya lanzado en el pasado para
desmontarlas(15).
En diversas ocasiones los patrones y el gobierno, por separado o
mancomunadamente, habían pretendido recortar algunas conquistas
laborales.
Aunque el gobierno de Barco se comprometió con el Banco
Mundial, dentro del proceso de apertura, a transformar el régimen
laboral, se abstuvo de adelantar las gestiones necesarias. En algunos
de los estudios sectoriales de reestructuración contratados en
conjunto con el Banco Mundial y realizados en el primer semestre de
1989, se sugieren cambios verticales en la normatividad laboral,
supuestamente para facilitar la modernización productiva. Se
destacan entre ellos: flexibilizar el régimen de despidos colectivos,
eliminar la unidad de empresa, suprimir la estabilidad a los diez
años, recortar la retroactividad de las cesantías. Y en acuerdo
firmado con el mismo banco en junio de 1989 por el viceministro de
Desarrollo de entonces, Jorge Rodríguez Mancera, el gobierno
adquirió el compromiso de pugnar por la implantación de esas
reformas entre otras medidas a cambio de un crédito de 150 millones
15 NEOLIBERALISMO Y SUBDESARROLLO, Libardo Botero y otros.
58
de dólares ofrecido por el Banco Mundial para la reestructuración
industrial.
Sin embargo, el gobierno de Barco no tramitó la reforma,
aunque hizo simulacros de concertación que no fructificaron, y en
febrero de 1990, cuando se puso a andar la apertura, el tema no fue
incluido dentro de los lineamientos de política del programa de
Modernización.
� Falso Punto de Partida
Dentro del conjunto de reformas emprendidas por el gobierno de
Gaviria para adelantar la apertura económica, sobresale la laboral.
Su necesidad ha sido sustentada desde diferentes ángulos. Se la ha
definido tomando como base el diagnóstico de la evolución
económica del país en los últimos lustros, lo mismo que
amparándose en circunstancias más concretas, relativas a las
condiciones del mercado laboral, por ejemplo. Empecemos por
referirnos al diagnóstico oficial que justifica la necesidad de los
radicales cambios que vivimos, sobre todo en el orden laboral,
diagnóstico de rasgos muy simples y consistente en una repetición
casi mecánica de la letanía que el Banco Mundial y el Fondo
59
Monetario Internacional viven formulando prácticamente para
todos los países del Tercer Mundo.
Se parte de unos hechos evidentes, muy conocidos y aceptados:
el estancamiento en el crecimiento económico de los años ochentas,
que se han catalogado como "el decenio perdido" de América Latina;
la pérdida de dinamismo, dentro de este contexto, de la industria, y
su menor participación en la generación del producto interno bruto, y
la parálisis o, aún peor, el retroceso en cuanto a la modernización
productiva expresado en la caída de la productividad. Así en
Colombia el fenómeno sea menos acusado que en otros países de la
región, sus características generales son las mismas.
Estos fenómenos se adjudican al "modelo de desarrollo" que por
muchos decenios imperó en nuestro medio, calificado como "hacia
adentro", caracterizado por un acentuado proteccionismo y una
desmesurado intervención del Estado, que condujeron a la
ineficiencia industrial, a la formación de monopolios u oligopolios, a
la corrupción y, finalmente, a la parálisis del crecimiento. Se requiere,
en conclusión, cambiar el "modelo" por uno "hacia afuera", que abra
las compuertas de la competencia internacional, reduzca la injerencia
estatal y permita que la milagrosa iniciativa privada logre como por
ensalmo que se imponga la eficiencia en las actividades productivas y
60
en la esfera estatal, que se elimine la corrupción, desaparezcan los
monopolios, nos volvamos competitivos a escala internacional e
inundemos los mercados foráneos con nuestros productos; en fin, que
iniciemos el anhelado despegue y alcancemos elevadas tasas de
crecimiento económico.
De allí la necesidad de desmontar todo el andamiaje
institucional anterior en los más diversos órdenes. En particular en el
laboral, donde se afirman han existido trabas y rigideces que
dificultan la inversión industrial y contribuyen a su debilitamiento,
atentando contra la creación de nuevos empleos y afectando la misma
competitividad de nuestras mercancías en el mercado internacional.
A nuestro juicio, las cosas han sucedido de una manera
diferente, y el tratamiento aperturista ahondará, en lugar de resolver
los problemas. Veamos.
El atascamiento actual de la industria responde más a factores
vinculados a la dependencia y a la aplicación del credo neoliberal en
los últimos años que al proteccionismo que pueda haber imperado en
el pasado. El ritmo de inversión industrial y agrícola cayó
drásticamente de una tasa de crecimiento de más de 6% en los años
sesentas y setentas a una cercana al 2% en los ochentas, fenómeno que
61
obedeció en buena medida a que el ahorro nacional se vio
constreñido por el peso creciente del servicio de la deuda externa.
Eduardo Sarmiento ha estimado que ese solo factor absorbió una
cuarta parte del ahorro nacional en el decenio. Además, el crédito
externo se orientó a obras monumentales y costosas, con escasa
repercusión en el sector productivo pero con un fuerte impacto en las
finanzas públicas y estos hechos afectaron negativamente el ahorro y
la inversión privados.
A la vez, los sucesivos gobiernos empezaron a practicar algunas
de las política neoliberales típicas desde finales de los años setentas,
como las de libertad comercial y financiera, y estas políticas hicieron
todavía más notorio el debilitamiento industrial.
Bases y Contenido de la Reforma de Gaviria
La restante argumentación oficial que ha sustentado el
raponazo no es más que la reiteración de viejos sofismas que por
mucho tiempo se han esgrimido en Colombia en contra de los
derechos adquiridos por los trabajadores, añadiendo ahora el énfasis
en la necesidad de lograr por este medio el camino más expedito para
la "inserción" de Colombia en la economía internacional. Estos
argumentos los podríamos agrupar en tres(16):
16 NEOLIBERALISMO Y SUBDESARROLLO, Libardo Botero y otros.
62
1. Las normas laborales encarecen el costo de la mano de
obra y establecen rigideces que impiden su movilidad,
afectando negativamente la competitividad, internacional
de la industria colombiana y las posibilidades de
vinculación del capital extranjero.
2. A su turno, esos costos y rigideces entorpecen la creación
de nuevos empleos y la realización de inversiones
crecientes, siendo por ende una de las causas del
estancamiento de la producción y del elevado desempleo.
3. La carga prestacional en Colombia es exorbitante y su
manejo en muchos casos (como los aportes de la
seguridad social) ineficiente, por lo que debe reformarse
de manera sustancial.
De acuerdo con estos criterios, lo que ha venido haciendo el
gobierno de Gaviria es modificar la normatividad laboral con
enmiendas de fondo, dentro de las cuales destacamos las siguientes:
63
1. Formalización de las agencias de empleo temporal,
autorizando contratación de cierto personal para las
empresas.
2. Establecimiento del salario integral, con todas las
consecuencias que ello implica, para quienes devenguen
más de diez salarios mínimos (Ley 50, art. 18).
3. Supresión de la retroactividad de las cesantías para los
trabajadores vinculados después del 1 de enero de 1991 y
para los antiguos que se acojan a nuevo régimen, y
creación de fondos privados de cesantías.
4. Entorpecimiento de la negociación colectiva y la huelga al
aplicar el principio de la "democracia participativa" a las
decisiones sindicales respectivas, que implican votación
directa y eliminan la delegación (Ley 50, art. 61).
5. Autorización al Ejecutivo para recortar masivamente la
nómina de los funcionarios públicos, promoviendo su
renuncia.
64
6. La reforma constitucional de 1991 estableció una serie de
normas que vulneran los intereses de los trabajadores de
manera directa, reestructuración del sector público en
general y, específicamente, la privatización de empresas
estatales; y la reforma al sistema de seguridad social.
Como complemento, y a manera de zanahoria, el régimen ha
consagrado algunos mínimos derechos de los trabajadores. Vale la
pena destacarlos:
1. La ampliación hasta doce semanas de la licencia de
maternidad, que puede ser utilizada por es esposo una
semana (Ley 50, art. 34).
2. El reconocimiento del derecho de huelga en los servicios
públicos no esenciales (reforma constitucional).
3. La adopción de algunas de las estipulaciones de diversas
convenciones de la OIT, especialmente en cuanto a
facilitar la creación de sindicatos y evitar la cancelación de
sus personerías jurídicas por vía administrativa (Ley 50 y
reforma constitucional)
65
� La Industria a Domicilio
Se ha hablado mucho acerca de que en años recientes ha
irrumpido en el mundo una nueva división interna nacional del
trabajo, sustitutiva de la clásica que se estructuró a principios del
capitalismo y que adquirió pleno desarrollo en este siglo con la
preponderancia del capitalismo monopolista. Debiéramos hablar
más bien de que se han presentado algunos cambios en esa
división del trabajo, pero teniendo en cuenta que se siguen
conservando sus rasgos esenciales, con la polarización de las
naciones entre las industrializadas, de un lado, y las
subdesarrolladas y dependientes, del otro.
Desde finales del siglo pasado y hasta el presente, ha sido un
factor definitivo en la pugna entre los grandes imperios capitalistas la
inversión para el control de las fuentes de materias primas y
alimentos, localizados sobre todo un país del Tercer Mundo. Este
hecho ayudó a consolidar un esquema de comercio internacional
dentro del cual a nuestros países les corresponde exportar tales
productos e importar manufacturas de las metrópolis. Sin que ese
marco haya dejado de tener vigencia, sí ha sufrido algunas
modificaciones, y una de ellas es el autoabastecimiento de muchos
alimentos y materias primas agropecuarios por parte de las potencias,
66
con la consiguiente reducción de los lazos que las ataban al mundo
subdesarrollado. O, por ejemplo, el paulatino desarrollo de
industrias nativas en los países pobres, que han sustituido
importaciones por producción doméstica.
Uno de los cambios más recientes y de actualidad tiene que ver
con el problema de la mano de obra, es decir, con el desplazamiento
del capital de las grandes potencias industrializadas a los países
atrasados en busca ya no sólo de materias primas sino de mano de
obra barata, que explotan a través de la creación de auténticas
"industrias a domicilio". A su turno, ello implica que, además de
exportaciones de materias primas, nos hemos ido convirtiendo en
exportadores de trabajo.
Así como antes el dominio de fuentes estratégicas de materias
primas otorgaba una ventaja notoria a la potencia que lo tuviera,
ahora es vital además el disponer de ventajas en costos salariales
frente a los competidores. Y cuando para las burguesías de las
metrópolis ha sido imposible resolver el problema en su propia
patria, han intentado solucionarlo en otros lugares. De ahí la
tendencia muy acusada de los monopolios y empresas
transnacionales, desde hace cuatro décadas, más o menos, a abaratar
costos trasladando ciertos procesos productivos a países
67
subdesarrollados. El primer gran envión dentro de esa tendencia se
evidenció en los países que han venido a conocerse recientemente
como los "dragones" o "tigres" asiáticos.
A los "dragones" habían entrado Japón desde antes de la
Segunda Guerra Mundial y, por varios años, dichos países fueron su
ocupación militar y quedaron sometidos a la explotación del capital
nipón. Después de la guerra fueron los consorcios norteamericanos
los que masivamente irrumpieron en Corea del Sur y Taiwan,
epicentros de la nueva estrategia. Con ello Estados Unidos
consolidaba su presencia en una región de importancia vital en el
mundo de la posguerra y, a la vez, aprovechaba una numerosísima y
muy barata mano de obra, para lo cual hubo de utilizar, como se sabe,
regímenes dictatoriales que pudieran mantener sometido y
maniatado al movimiento obrero. Veamos algunas referencias
ilustrativas sobre el caso.
"El milagro exportador del Lejano Oriente explica Antonio J.
Urdinola ha partido de una utilización eficiente e intensiva,
especialmente en el período anterior a 1973, de sus grandes
excedentes de mano de obra. Para lograrlo, tales países adoptaron
desde un principio regímenes laborales sumamente flexibles, en los
cuales la libertad de contratación y despido, de prestaciones y de
68
sindicalización, fueron fuertemente restringidos. En Singapur, en
1963, los sindicatos de izquierda fueron barridos militarmente y el
movimiento obrero decapitado. En 1968 se uniformó la legislación
laboral en materia de prestaciones, eliminando las extralegales, y se
dejaron los temas de enganche, despido, promoción y retiro a la libre
decisión de los empresarios, al paso que los salarios se guiaban por
criterios fijados por una Comisión Tripartita. Un sistema laboral de
este tipo fue claramente atractivo para el capital extranjero, que en los
años setentas se estableció en Singapur y contribuyó al rápido
crecimiento de su economía orientada hacia el exterior.
En México la maquiladora es una actividad desvinculada de la
economía, que opera como verdadero enclave, ha dicho
recientemente un estudio. Y a fe que es cierto. Las compras de
materias primas e insumos mexicanos no llegan al 2% del total; las
garantías que obtienen los empresarios mexicanos son casi nulas,
pues las empresas pertenecen en su inmensa mayoría al capital
norteamericano, y el tipo de contratación birla las posibilidades de
acumulación en México; la transferencia de tecnología es inexistente,
pues la subcontratación internacional que se aplica no lo permite, y el
país huésped pierde todo el control sobre el desarrollo de tales
actividades, que están sujetas en lo fundamental a los cambios
69
políticos y económicos de los Estados Unidos y a las necesidades e
intereses de las transnacionales.
� Los Salarios y la Competitividad Internacional
La necesidad de "flexibilizar" el régimen laboral para mejorar la
competitividad de nuestras empresas fue uno de los postulados
del presidente Gaviria en su discurso de posesión. Es la
reiteración de un viejo argumento, ahora esgrimido a cada instante
cuando, precisamente, se busca la "internacionalización" de la
economía colombiana. Sin embargo, ¿es cierto que los costos
salariales son uno de los factores que atentan contra la
competitividad internacional de la industria nacional?
En la preparación de la apertura, durante el primer semestre de
1989, se efectuaron cinco estudios sectoriales de reestructuración
industrial. Allí se examina con cierto detalle el conjunto de factores
que afectan la competitividad de esas ramas, que son bien
representativas de la industria colombiana, por lo cual nos
apoyaremos en sus datos a fin extraer las conclusiones pertinentes.
De los distintos diagnósticos sectoriales se puede deducir una
serie de ventajas y desventajas de la industria, de las que se
70
desprenderían unas políticas de modernización muy precisas. Entre
las desventajas sin entrar en detalle que los estudios destacan
debemos mencionar las siguientes: el alto costo del capital (Colombia
tiene tasas de interés real de las más elevadas.
� El Régimen Prestacional
Uno de los filos de la reforma laboral del presidente Gaviria se
dirige a desmontar parte del sistema prestacional y transferir al
sector financiero recursos básicos del mismo que antes estaban en
manos de los empresarios que hoy están en manos del Estado.
Nos referimos a los cambios en el régimen de cesantías y las
pensiones.
Empecemos por comentar un hecho general que debe servir
como marco de análisis del tema, así como de la reforma en su
conjunto.
El porcentaje de la población asalariada del país que se
encuentra organizada en sindicatos en mínimo, calculándose que no
supera el quince por ciento, lo que sume en la indefensión casi
completa a la mayoría de los trabajadores. A su turno, el
cumplimiento de las normas laborales mínimos es escaso en la
71
inmensa mayoría de las empresas. Un estudio que cubrió visitas del
Ministerio de Trabajo a más de doce mil establecimientos productivos
entre 1982 y 1985 constató que en más del noventa por ciento de ellos
se violaban en promedio casi cuatro normas laborales
(principalmente la afiliación al ISS, el pago del salario mínimo y el
pago oportuno del salario) y diversos análisis estiman que el
cubrimiento de los beneficios prestacionales no alcanza al treinta por
ciento de la población ocupada. La seguridad social no cubre sino
alrededor de un setenta por ciento de los salarios y apenas un 30 o
34% del total de la población ocupada. En una intervención en Cali
durante el congreso de Fenalco, a fines de 1990, el presidente Gaviria
afirmaba que "en la práctica, el ochenta por ciento de los trabajadores,
no tienen derecho a la estabilidad, a la seguridad social, a la
organización, incluso a contar con un empleo digno y justamente bien
remunerado.
Aboquemos de todos modos unos tipos complementarios del
análisis anterior. Primero que todo digamos que el crecimiento
relativamente rápido de la carga prestacional en Colombia durante
los últimos veinte años ha respondido en buena medida a una
estrategia patronal y gubernamental destinada a evitar aumentos
sustantivos en el salario real. La evidencia sobre la capacidad de las
72
empresas de desplazar la creciente carga prestacional es, por otra
parte relativamente amplia.
Aprovechemos para referirnos también al propósito oficial de
implementar en el país el "modelo chileno" de privatización de la
seguridad social, del cual se vienen propagando sus supuestos
resultados milagrosos, con la complacencia y apoyo del gran capital
financiero, sin lugar a dudas el principal beneficiado con el nuevo
esquema, que el entrega el manejo de las pensiones aportadas a la
seguridad social (lo mismo que ya se hizo con las cesantías de los
nuevos trabajadores). Pero las experiencias del sistema chileno son
poco ejemplares, como a renglón seguido lo señalamos.
En efecto, con el proceso de privatización de empresas del
Estado que se promovió desde hace más de una década, el propósito
fue favorecer a los monopolios financieros y no a los trabajadores. En
1982, con base en los nuevos recursos, los dos más grandes grupos
económicos poseían el treinta por ciento del total del capital y
reservas de las instituciones financieras y eran beneficiarios del
cuarenta y dos por ciento del crédito, ha dicho un articulista, quien
agrega: "La privatización de las empresas estatales, según el
testimonio de Alejandro Foxley destacado artífice de la política
económica de la actual democracia chilena se realizó en condiciones
extremadamente ventajosas para los nuevos propietarios. En efecto,
73
se les concedió un subsidio del treinta por ciento sobre el patrimonio
neto de dichas empresas y del cuarenta al cincuenta por ciento del
valor al cual se vendieron. Todo un regalo en una época de fuerte
recesión, altas tasas de interés y baja rentabilidad empresarial".
Además de otorgarles acceso privilegiado al crédito externo con
menores tasas de interés, añadiríamos nosotros.
En el caso del sistema pensional la privatización se produjo de
la siguiente manera: a los fondos creados en 1981 se les entregó
millón y medio de cotizantes no pensionados, mientras que el Estado
conservó un millón de pensionados. Para el Estado esta situación
significó un agravamiento del déficit fiscal, que rápidamente ascendió
a un cinco por ciento del PIB. En cambio, el sector privado quedó con
la parte rentable del sistema, que le ha servido de base para la
especulación y la concentración financiera. El resultado en términos
de "provecho" para los trabajadores, ha sido éste: la seguridad social,
que antes cubría al sesenta por ciento de los chilenos, ahora abarca
sólo al cuarenta por ciento; los costos de administración de las
pensiones se contabilizan a los trabajadores por medio de descuentos
que alcanzan cerca del treinta por ciento de sus aportes, y no está
asegurado para el futuro cercano, ahora que ya esos fondos tienen
pensionados a cargo, el oportuno pago de las pensiones. Por otra
parte, tres fondos pensionales concentran el ochenta por ciento de
74
los gigantescos recursos de pensiones, controlan el mercado de
capitales, nombran las juntas directivas de las principales empresas
del país, y en general ejercen una notoria influencia sobre la economía
chilena. Sin contar con que allá todos los aportes corren por cuenta
del trabajador, pues no hay aporte de los patronos, y llegan
aproximadamente a un diez por ciento de la nómina de las empresas,
mientras acá son compartidos con los empresarios y apenas alcanzan
el 6.5% de la nómina. Y asómbrese el lector: gracias a la política de
cambiar deuda externa por inversiones, el capital extranjero se ha
convertido en gran usufructuario de los dineros de los trabajadores a
partir de 1986. Provida, el fondo pensional más grande de Chile, que
controla el 42% del mercado y que en 1990 obtuvo utilidades por 18
millones de dólares, pertenece en un 42% a Bankers Trust, una firma
de Nueva York, y el Santa María, segundo fondo del país austral,
pertenece en un 51% a Aetna Lafe & Casualty, de Hartford,
Connecticut.
� Las Maquilas en Colombia
Hemos sostenido que la reforma laboral se dirige, en lo
fundamental, a beneficiar al capital extranjero facilitando la
explotación de la fuerza de trabajo nacional a bajo precio y,
básicamente, a través del establecimiento de empresas
75
maquiladoras. Para el efecto, por lo demás, se ha implementado
todo un engranaje institucional y legal.
En los estudios sobre reestructuración industrial de principios
de 1989 se sugiere que Colombia se especialice en una serie de ramos.
Por ejemplo, en cuanto al sector textil y de la confección se propone
aprovechar las cláusulas 806 y 807 del código aduanero
norteamericano, que son las que propician el reciclaje de materias
primas o piezas de ensamble a través de nuestros países, con
exenciones arancelarias importantes. El mismo documento aconseja
los cambios de regulación laboral más significativos.
Al empezar el gobierno de Gaviria, dentro de las reformas
presentadas al Congreso se incluyó el plan de las maquilas, que vino
a quedar incorporado en la Ley 9 de 1990. El ministro de Hacienda,
Rodolf Hommes, empezó así su gestación y aprobación:
"Originalmente el presidente Gaviria tuvo la idea interesante de hacer
de Urabá una zona de libre comercio, pensando que por estar aislada
del resto del país y por ser un área tan pujante, la liberación podría
contribuir a un desarrollo más rápido. Luego pensé que podría darse
el mismo tratamiento a algunas zonas del Pacífico, como Tumaco, y lo
incluimos. Los senadores del Atlántico dijeron luego: "las dos costas".
De manera que es una autorización y el gobierno va a usarla con
76
mucha prudencia. Hay entusiasmo sobre la idea. El Banco Mundial la
considera novedosa, que podría dar mucho resultado, que tiene sentido en los
planes de inversión extranjera y de preservación del medio ambiente. Es
algo interesante. Tumaco y Urabá son muy pujantes y veo una gran
perspectiva de la inversión y de crecimiento. Si la liberación puede
ayudar, pues se hace. Son economías exportadoras. Hay que facilitar
que lleguen a los insumos, los técnicos, contratar mano de obra colombiana y
mover mercancías. Maquila, si se quiere (así de denomina en México).
[Negrillas nuestras].
Además, el gobierno ha otorgado facilidades de todo orden a
los inversionistas en las zonas francas, mediante el Decreto 2131 de
1991, con el fin de estimular la radicación de industrias maquiladoras,
a la par que facilitó su traspaso al sector privado para que las
administre. Desde hace años están establecidas sin éxito.
De todos modos, la utilización de la llamada subcontratación
internacional no es nueva en el país. Ciudades como Medellín,
Bogotá y Pereira, de tradición en textiles y confecciones, vienen
presenciando desde hace algunos años el desarrollo de empresas que
trabajan con este sistema, con marcas y firmas internacionales en la
mayoría de los casos. En Antioquia existen ya municipios enteros
que giran o empiezan a hacerlo alrededor de actividades de maquila,
77
con el caso típico de Don Matías, con un numeroso grupo de mujeres,
la inmensa mayoría que trabaja por contrato en labores de ensamblaje
para grandes confecciones de Medellín (agentes, en muchos casos, de
firmas extranjeras). Este fenómeno se vive también en algunos
municipios del Valle y Risaralda.
4.2.2. Apertura y Privatización
� La Recesión Mundial
En los últimos diez años empezó una ola de regreso a la economía
liberal de mercado que fue iniciada por la señora Thatcher en
Inglaterra y seguida por el presidente Reagan en los Estados
Unidos. Las bases de este ultraliberalismo consistían en minimizar
la intervención del Estado a través de diversos mecanismos. En la
Gran Bretaña la señora Thatcher reprivatizó algunas de las
empresas (acero, carbón, ciertos servicios públicos locales) que
habían estatizado el gobierno laborista, y limitó el impuesto a las
ganancias a un máximo de 40%. En esta materia tributaria el
presidente Reagan siguió la misma orientación. En Colombia el
presidente Barco limitó el máximo gravable de las grandes rentas
al 30%, y así desapareció el impuesto sobre exceso de utilidades.
78
La desregulación de la economía era otro de los mecanismos
que se pusieron en marcha para darle vía libre al flujo de capital y sus
negocios. Los programas de privatización vendrían a abrirle un
nuevo espacio al capitalismo desregulado. Se trataba, en una palabra,
de que el capitalismo ocupara el puesto del Estado en todas partes.
La disolución del sistema comunista de economía centralmente
planificada, y del bloque político dirigido por Moscú, parecía abrir a
los Estados Unidos una perspectiva de desarrollo indefinido y de
liderazgo mundial. Estados Unidos necesitaba, sin embargo,
oportunidades externas de mercados libres porque su economía ya
había entrado en receso.
Este receso de le economía norteamericana continúa en 1992 y
todavía no se ve la salida del túnel. Una de las posibles salidas
consistía, precisamente en aprovechar el derrumbe de las fronteras de
los mercados de Europa Oriental, y la otra en lograr a través de los
condicionamientos de crédito del FMI y del Banco Mundial la
apertura de las economías del Tercer Mundo y, particularmente, de la
zona más desarrolla y vital para los Estados Unidos dentro de ese
espacio: América Latina.
79
Dentro de este marco coyuntural demos situar las estrategias de
apertura, privatización y reconversión industrial de la economía. Es
evidente que dicha coyuntura de receso limita las expectativas que se
esperaban de la estrategia neoliberal.
� Reconversión sin Proyecto
Los programas de reconversión industrial no giran en torno a un
sector líder o a una prioridad multiplicadora de la
industrialización. Este fue el sentido de la industrialización
concebida por el profesor Currie a partir de la estrategia líder de la
construcción en su Operación Colombia, formulada en los años
setentas, y que vino a institucionalizarse en el "Plan de las Cuatro
Estrategias" de la administración Pastrana, y particularmente con
el instrumento financiero del sistema UPAC(17).
El proyecto de la reconversión industrial consiste en preparar a
la industria colombiana para la competencia internacional, tanto en
sus exportaciones como en su capacidad de respuesta a la
competencia de las importaciones liberadas por la apertura. Mejor
dicho, es un programa de modernización de infraestructuras en el
que será el mercado y no las decisiones administrativas de los
17 NEOLIBERALISMO Y SUBDESARROLLO, Libardo Botero y otros.
80
gobiernos en sus planes de desarrollo, el mecanismo que defina las
orientaciones y especializaciones de la industria colombiana.
� Reprivatización Bancaria
La palanca para la reconversión industrial es, desde luego, el
crédito bancario. Desde hace veinte años predomina una
explosión de los instrumentos de crédito en la que el capital -
dinero no corresponde al capital - producción. Una
superestructura financiera gira en torno así misma sin descender a
la estructura de la producción. Este fenómeno se ha conocido
como la explosión financiera.
Dentro de este contexto el mercado de capitales viene a ejercer
una verdadera tutela sobre la economía en general y sobre las
empresas en particular. Las industrias son empujadas a adoptar
comportamientos y estrategias que no corresponden a la racionalidad
económica de la producción, que liquida un dividendo con base en la
ganancia sobre un artículo determinado, sino a maximizar su
rentabilidad en especulaciones y en inversiones financieras de altos
intereses. El inmediatismo especulativo sustituye la inversión
productiva a largo plazo.
81
Tal vez por eso la privatización, o mejor, la reprivatización ha
comenzado en Colombia en el área financiera. En este sentido se
trataría de vincular el capital a ganancia especulativa y no a la
modernización industrial que demanda la reestructuración del sector.
Es indudable, por otra parte, que las presiones políticas y
clientelistas para obtener préstamos en la banca estatal determinan
que muchas de estas operaciones no consulten criterios de
factibilidad económica aceptable. Dichas presiones conducen a un
grado de burocracia en la planta de servicios muy superior al de la
banca privada, y lo mismo puede decirse de los "sobreprecios" en
compras corrientes de materiales de funcionamiento y en activos fijos.
El problema, por consiguiente, está en venderles a los inversionistas
particulares empresas afectadas por un alto nivel de deudas y de
compromisos onerosos y sin ninguna rentabilidad.
� Recursos Extranjeros
El recurso del capital extranjero para completar o suplir el pobre
comportamiento de capitales local es algo demasiado determinado
por todos los países del Tercer Mundo, y particularmente por los
países excomunistas, que hasta cierto grado ofrecer una mayor
calificación de mano de obra y algunas infraestructuras de
servicios superiores a las de los países en vía de desarrollo. Los
82
programas de privatización en el mundo excomunista son, desde
luego, mucho más ambiciosos que los de los países del Tercer
Mundo.
En Colombia la privatización de los bancos la ha realizado el
capital extranjero. El National City Bank compró el 49% de su banco
de siempre y otros tres bancos (Trabajadores, Mercantil y Ganadero)
fueron adquiridos en la bolsa por capitales venezolanos para apoyar
proyectos agroindustriales aún no revelados específicamente.
En otras áreas apenas se ha logrado privatizar algunas
pequeñas empresas de servicios públicos, muy limitadas, como la
recolección de basuras en los barrios residenciales de grupos de altos
ingresos. Esto es obvio porque los inversionistas privados buscan
mercados ricos y no mercados pobres.
Colombia, más que tener un sector estatal cuantitativamente
grande, se caracteriza por la baja calidad y el manejo rutinario,
burocrático y clientelista, con corrupciones administrativas, de las
empresas y programas estatales.
� Privatización Social
Para amortiguar los desequilibrios distributivos de la economía
de mercado, que son muy protuberantes en las economías
83
subdesarrolladas y dependientes del endeudamiento interno y
externo, algunos han propuesto que la privatización que tanto se
recomienda, y que se ha santificado como una fórmula de salvación
del atraso y hasta de la pobreza, se enmarque dentro de un capitalismo
social, es decir, que sea una privatización social.
El economista Juan Camilo Restrepo nos propone una
privatización social que se apoye en un nuevo tipo de empresa
privada con la participación de los trabajadores en las utilidades,
posiblemente en forma de acciones, y nos recuerda que en Inglaterra
más de cuatro mil obreros se han convertido en accionistas de sus
propias empresas, una proporción que no llega al 2% de la clase
trabajadora. Lo mismo ha ocurrido con las privatizaciones en Chile:
Sólo una minoría accede a la propiedad accionaria. El control del
capital siempre queda en manos de unos pocos. Es mejor el ejemplo
que nos trae Juan Camilo Restrepo de Suecia, en donde el 65% de las
acciones que se transan en la bolsa de Estocolmo pertenecen a fondos
mutuos de empleados. Esa sí es una participación social en el capital.
En Colombia, por contraste, el 92% de las acciones de las más grande
empresas inscritas en las bolsas pertenecen al 0.31% de los
accionistas.
84
Un reparto de acciones entre los trabajadores, como en Suecia,
por lo pronto es imposible en Colombia. La clase trabajadora
anónima, obreros, empleados y técnicos, no tienen ahorros ni salarios
de dónde pagar estas acciones. El costo del trabajo en Colombia se
distribuye injustamente, lo que quiere decir que a los ejecutivos y
directivos, por almorzar y tomar trago en los clubes con otros
hombres de negocios y con funcionarios del gobierno, se les reparte
más de la mitad de la partida de remuneración del trabajo. No
queda casi nada para los verdaderos trabajadores que contribuyen a
la creación de plusvalía.
4.2.3. La Apertura Económica y el Agro
En otras secciones de este libro, reconocidos expertos de la
materia escriben sobre la apertura, sus implicaciones políticas, sus
consecuencias económicas y sociales, sus fundamentos filosóficos.
Apoyándose en sus planteamientos, buena parte de los cuales
conozco y comparto, sólo trataré de explicar en este artículo algunos
aspectos protuberantes de la política agraria del actual gobierno: lo
que tiene que ver con la internacionalización de la economía
colombiana, y cómo su aplicación será echar sal a la herida, pues es
insistir en ese abandono en que se tiene al sector primario desde hace
muchos años, y más cuando campesinos y productores agrícolas no
85
tienen para dónde mirar ya que, en las ciudades, obreros e
industriales están en graves dificultades y soportan igual arremetida.
� El Modelo de Desarrollo
La propaganda del gobierno para justificar la política aperturista
se fundamenta en sostener que el modelo de desarrollo aplicado
en Colombia en las últimas décadas se encuentra agotado; que la
protección a la industria, supuesto elemento principal de la
política cepalista de sustitución de importaciones, ha sido causa de
muchos de los los males del país; que la agricultura no avanza
porque el modelo está diseñado para que el sector primario
transfiera recursos a la industria, y que todo ha llevado al
aislamiento económico nacional frente a los grandes mercados del
mundo.
Lo que el gobierno y sus acólitos no le dicen al país es que en la
historia no existe una sola economía nacional que se haya hecho
fuerte sin protección estatal. Los estados nacionales se crearon, se
consolidaron y aún se mantienen para proteger sus economías, no
para defender una bandera o cantar un himno. Las fronteras se
trazaron y todavía existen para impedir la competencia mercantil, no
86
para colocar obstáculos a la circulación de turistas. No se puede
olvidar que el trabajo es la mercancía que más se compra.
Apenas se atreven a levantar la voz frente al proteccionismo
norteamericano. Hacen toda clase de esfuerzos para que Colombia
abra de par en par sus fronteras, pero enmudecen ante las barreras
japonesas. Califican de lloricones a los agricultores colombianos
cuando protestan por el entreguismo del gobierno, pero olvidan que
los subsidiados y protegidos cultivadores europeos luchan, se
movilizan y botan sus productos a las calles, plazas y carreteras con el
solo anuncio de medidas que los afecten.
Los aperturistas olvidan también, o no lo dicen, que desde la
segunda posguerra Estados Unidos ha estado imponiendo su ley en
todos los terrenos. El tan criticado modelo de desarrollo cepalino de
sustitución de importaciones o de "protección a la industria", se aplicó
en Latinoamérica con el apoyo, la orientación, los estudios y los
proyectos del Banco Mundial y con el beneplácito del gobierno
norteamericano, y tuvo sus Gaviria y Hommes de turno.
Es fácil entender que los inversionistas extranjeros llegan a
obtener utilidades; sus objetivos nada tienen que ver con el desarrollo
de la economía nacional. Así ha sido hasta hoy, así lo será en el
87
futuro. No se encuentra cuál pueda ser la razón para que estos
tiempos de euforia del capitalismo "triunfe", su naturaleza cambie
para bien de los países débiles y su esencia voraz se convierta en
bondadosa preocupación por los menesterosos de la tierra.
� El Trigo: Historia vieja que debemos recordar
Por allá en los años cincuentas, Colombia prácticamente se
autoabastecía de trigo. Las importaciones eran mínimas y los
agricultores cundiboyacenses y pastusos satisfacían las
necesidades nacionales(18).
Han transcurrido casi cuatro decenios. Tenemos más
conocimientos técnicos y mayor cantidad de agrónomos y prácticos
agrícolas; el clima, la altitud y los suelos no pueden haber sufrido
transformaciones notorias; nuestros agricultores deben ser más cultos
que antes; deberíamos estar en mejores condiciones para continuar, al
menos, autoabasteciéndonos del cereal. Pero no ocurre así, hoy
importamos más del 90% de nuestras necesidades trigueras.
Veamos que sucedió. Los cereales son, entre ellos el trigo, el
recurso vegetal más importante. Son esenciales para la civilización
18 NEOLIBERALISMO Y SUBDESARROLLO, Libardo Botero y otros.
88
moderna, para la alimentación, la salud y la vida humanas. De ahí
que muchos analistas de los acontecimientos mundiales recientes
opinen que el desbarajuste soviético comenzó con la guerra de los
cereales, a mediados de los años setentas. Y es que en capacidad
alimentaria, ya para esa época, había sólo una superpotencia: Estados
Unidos. Con el embargo cerealero, Nixon arrodilló a la Unión
Soviética.
Desde la guerra civil, en el siglo pasado, Estados Unidos había
sido un gran exportador de granos. Pero estuvo a la zaga de Rusia,
Argentina y Canadá en exportaciones de trigo, mientras que en
cebada era superado por Rusia, Rumania y la India y por Argentina
en maíz. Después de la gran crisis de 1929, New Deal de Roosevelt,
con su política de intervención estatal, preconizada por Keynes,
insertó al gobierno en el control de la agricultura, pues consideró que
ésta era demasiado importante para el bienestar nacional, los
negocios y la relación con los países amigos como para dejarla al
capricho de los negocios privados. El período de la Segunda Guerra
mundial mostró además que las grandes conflagraciones no se ganan
sólo con armas, pues los alimentos son indispensables para los
soldados, y en los años cincuentas el Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos era ya un organismo planificador que llegaba a
todas la regiones con créditos, seguros de cosecha, subsidios y
89
reglamentaciones para controlar cuánto se cultivaba, cuánto se
producía y cuánto recibían los agricultores por sus cosechas. La
política presidencial en Washington era, en mucho, una política
agraria.
También por esos años, el uso de fertilizantes químicos,
pesticidas y semillas híbridas dobló el rendimiento por hectárea. Los
excedentes se acumulaban y, por lo tanto, la política se orientó a la
colocación de esos granos en los países del Tercer Mundo,
principalmente, ya que Europa y Japón desplegaban, al mismo
tiempo, su política agrícola, velando por su propia seguridad
alimentaria.
A los tercermundistas se les obligó a cambiar sus hábitos
alimenticios. Encontraron muchas justificaciones para lograrlo: el
pan era muy nutritivo; la raza se mejoraba con dietas equilibradas,
consiguiendo así hombres más altos y fuertes; las importaciones
permitirían liberar mano de obra y capitales para una supuesta
industrialización; además, se decía, Estados Unidos poseía "ventajas
naturales" como productor de cereales y nos podía vender sus
excedentes a bajos precios, largos plazos, intereses ventajosos y otras
prerrogativas, por lo cual era más barato importar trigo que
90
producirlo, según explicaban los voceros americanos y muchos
nacionales alquilados.
Esta política se aplicó en Colombia, a pesar de que en nuestro
país había muy buenas condiciones para el cultivo de trigo.
Si en el primer período hubo mucho crédito y largos plazos y
hasta donaciones para "Cáritas", después de 1970 el comercio fue
fundamentalmente de contado. Esta forma se acabó con la
producción triguera nacional; sobrevivieron apenas unos pocos
cultivadores, los cuales serían eliminados ahora con la apertura y con
el Programa de Modernización y Diversificación del Sector
Agropecuario, lo que inevitablemente disminuye la oferta de
alimentos y acrecienta la inflación.
� Programa de Modernización
Con el pomposo nombre de "Programa de Modernización y
Diversificación del Sector Agropecuario", el 15 de octubre de 1991
el Departamento Nacional de Planeación dio a conocer, inversión
restringida, su documento DNP - 2558 - UDA - MinAgricultura, en
el cual somete a consideración del Conpes una serie de
lineamientos generales en el marco de la apertura económica. Se
91
dice que ese documento que con el desmonte del modelo
proteccionista, algunos productos que anteriormente eran
rentables y que llegaron a abastecer la demanda doméstica, van a
dejar de ser competitivos. Por ello, se requiere un proceso de
ajuste dirigido a mejorar la productividad de estos bienes, colocar
excedentes en el mercado externo, competir con los productos
importados, o desarrollar acciones que apoyen su sustitución por
otros con mayores posibilidades comerciales.
Según el programa, existen dos grupos de productos que
requieren atención especial en el proceso de transición. El primero
incluye cuatro productos de economía campesina: trigo, cebada,
tabaco negro y fique; y el segundo los cultivos comerciales, en
especial el sorgo y la soya.
El mencionado programa lo que busca es justificar la
erradicación nacional del trigo, la cebada, el tabaco negro, el fique, la
soya y el sorgo, y de su estudio se puede concluir muy fácilmente que
lo que se pretende es defender la apertura y notificar a los
productores de los seis cultivos mencionados para que empiecen a
desarrollar acciones que apoyen sus sustitución por otros con
mayores posibilidades comerciales. El programa, sin embargo, no
dice cuáles son los cultivos con mayores posibilidades comerciales.
92
� Cambio Monetario, Crédito e Inversión Pública
• Cambio Monetario
La sobrevaluación cambiaria ha perjudicado a la agricultura en
cuanto no estimula las exportaciones. Los agricultores deben
concentrarse en el mercado nacional, compitiendo con sus
importaciones, que resultan así más baratas, y si a eso se
agregan aranceles nulos o bajos la desprotección del sector es
total. Además, los agricultores están limitados en su desarrollo
por estar sometidos a un mercado interno de lento crecimiento
y a un gobierno que les exige producir y vender barato cuando
para ellos todo es cada vez más caro: insumos, servicios,
productos industriales, créditos.
• Crédito
Una vieja consigna de campesinos y productores agrícolas
pedía crédito oportuno, barato y suficiente. Al menos una de
una de estas características parece estar al alcance de ellos: la
propaganda oficial anuncia con insistencia que hay suficientes
recursos financieros disponibles. Lo barato es cuento aparte: El
Banco Mundial y el fondo monetario Internacional no lo
93
permiten: sus exigencias de eliminación del crédito de fomento
fueron obedecidas con prontitud y eficiencia.
• Inversión Pública
La disminución del gasto público en el campo es notoria. En las
últimas dos décadas no ha sido irrigada por el Estado ni una
sola hectárea, y 62% de la tierra bajo riego lo está por las obras
de irrigación construidas por el sector privado, prácticamente
sin ningún apoyo crediticio. Así mismo, la investigación y la
transferencia de tecnología para el campo se hallan
prácticamente paralizadas.
� Mercado Interno
La economía política enseña que el grado de desarrollo del
mercado interno es el grado de desarrollo económico de un país.
Los cimientos de la verdadera fortaleza económica de una nación
se encuentran en su propio mercado, y no en sus exportaciones,
que siempre llegan como consecuencia y complemento del
progreso interior. Sólo cuando la producción alcanza un alto
grado de desarrollo se hace necesario romper el cerco del Estado
nacional. La competencia entre las grandes empresas las obliga a
94
ampliar su producción y a buscar mercados en el exterior para
vender masivamente sus mercancías o llevar sus capitales allí
donde la tasa de ganancia en mayor.
Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Japón, Alemania y en
general todas las economías exitosas de la era moderna lograron ser
importantes en los mercados internacionales en la medida en que
distintas ramas de la industria nacional (con la agricultura convertida
también en industria) alcanzaron un nivel tal de progreso y madurez
que pudieron saltar las fronteras, pero solamente lo hicieron, y
lograron sostenerse así, porque tuvieron un poderoso mercado
interno, el mismo que a nuestros dirigentes les da por jurar que está
agotado y que la única posibilidad de desarrollo económico que
tenemos es salir a batirnos en campo abierto y con el pecho desnudo,
vendiendo artesanías y productos básicos cuando los enemigos
esgrimen las más mortíferas mercancías y lo construido en este país
se ha hecho teniendo como base nuestro mercado interior.
95
4.3. COLOMBIA Y LA ESFERA ECONÓMICA DEL PROCESO DE
GLOBALIZACIÓN
� Introducción
La globalización es un proceso económico, político, social y
cultural que ha ido profundizándose en el sistema capitalista en las
últimas décadas. Este proceso condiciona la forma de
relacionamiento entre sociedades y estructuración.
La sociedad colombiana enfrenta una profunda crisis que no
sólo atenta contra su supervivencia y su integridad, sino que además
propicia su progresivo marginamiento y exclusión de la comunidad
internacional. Así, Colombia se ve enfrentada al doble reto de
construir una sociedad democrática y moderna en lo económico,
político y social, y a la vez de promover las condiciones favorables
para su cabal desarrollo con justicia social y su inserción creativa no
empobrecedora al ordenamiento internacional.
En el caso de Colombia, el cumplimiento cabal de esta tarea sólo
será posible con el avance en la construcción de una "nueva" sociedad
moderna y democrática que redefina el relacionamiento
privado - colectivo - público bajo principios rectores como la primacía
96
del interés colectivo, el imperio de la ley y la (re)legitimación de la
institucionalidad del Estado.
� Características Estructurales Básicas
En el área de América Latina, Colombia ha mantenido el status, en
veces excepcional, de haber logrado conciliar la estabilidad
macroeconómica con el crecimiento económico sostenido, y esta
imagen ha prevalecido por décadas, pero esta apreciación está
siendo cuestionada de manera cada vez más intensa en los últimos
años(19).
Colombia es el único país de la región que no ha sufrido
recesiones abruptas ni tampoco ha observado crisis cambiarias y/o
fiscales serias en las últimas tres décadas. Sin embargo, aunque en
principio esto es una virtud, resulta fundamental comprender cuáles
fueron los factores determinantes que permitieron lograr ese
comportamiento y a su vez, analizar que implicaciones y lecciones
hacia el futuro ha tenido la búsqueda de ese patrón de
comportamiento de la economía colombiana.
19 GLOBALIZACIÓN Y CRISIS, Luis Jorge Garay.
97
Aunque el país ha mantenido un ritmo de crecimiento positivo
durante los últimos treinta años, dicho ritmo ha sido insuficiente para
incorporar masivamente, y de una manera eficiente y productiva, a
grandes masas de la población colombiana.
La gravedad del problema de la distribución de ingreso y
oportunidades es tal que baste con mencionar que Colombia se
distingue por ser uno de los países latinoamericanos con mayor
desigualdad. En términos de pobreza es de resaltar que, según
estadísticas recientes del Departamento Nacional de Planeación, el
20% de los colombianos tienen ingresos inferiores a la Línea de
Indigencia, el 54% de la población vive en pobreza con el agravante
de que en el sector rural se llega a un nivel de hasta el 70% con un
índice de analfabetismo en el campo 3.3 veces mayor que en las
ciudades.
Aparte de que la distribución del ingreso ha sido
tradicionalmente bastante regresiva, a lo largo de la década de los
noventa se observó un aumento considerable de su concentración
consecuente con una mayor desigualdad en el interior de los grupos.
Así, por ejemplo, se ha presentado una mejora importante en los
ingresos salariales de los trabajadores calificados en relación con los
de los no calificados.
98
¿Por qué, no obstante haber obtenido ese crecimiento positivo
durante tres décadas, no se ha logrado crecer más rápido? y ¿cuáles
han sido los factores, de índole económica, política y social que han
impedido un mayor crecimiento en Colombia?
En la perspectiva de las razones fundamentalmente económicas,
la colombiana ha sido tradicionalmente una sociedad caracterizada
por una cultura adversa a la inversión y la acumulación de capital, y
más proclive al consumo y al desahorro.
En los últimos treinta años las tasas de ahorro y de inversión
privada nunca han despegado de un nivel promedio muy moderado
y a la par con la cultura de la no acumulación y de la no inversión,
Colombia tampoco ha logrado alterar la estructura productiva del
país de manera creativa y funcional al desarrollo económico.
Dentro de la dinámica actual del sistema capitalista, el proceso
de modernización y de terciarización parece constituir una de sus
características básicas. Sin embargo, en los países desarrollados y en
los que han logrado altos niveles de desarrollo, el proceso de
terciarización ha estado centrado alrededor de sectores con tecnología
de punta que desarrollan eslabonamientos y relacionamientos con el
99
resto de la economía, cada vez más modernos, tecnificados y
productivos.
En otras palabras, para que el sector terciario pueda asumir el
rol de jalonador de la economía, como en los países desarrollados o
en rápido proceso de crecimiento, se ha requerido que sea un sector
dinámico. Infortunadamente, en el caso de Colombia, la
desindustrialización no sólo ocurrió muy tempranamente, sino que
además el tipo de terciarización es uno absolutamente pasivo y no
productivo.
Los sectores terciarios en Colombia básicamente están ligados
alrededor de la prestación de servicios financieros y prestación de
servicios de gobierno, los cuales no incorporan ni desarrollan
tecnología ni posibilidades de modernización del sistema productivo
e industrial.
Por otro lado, la desagriculturización que se produce
simultáneamente con la desindustrialización tiene el efecto perverso
de reducir la capacidad de crecimiento y acumulación de la economía
colombiana, y a la vez de expulsar "destructivamente" población del
sector rural hacia el sector urbano, sin que este sector, por el patrón
100
productivo que se ha mencionado, logre incorporar creativa y
productivamente a esta mano de obra excedentaria del sector rural.
El proceso de desagriculturización del país es consecuencia de
un variado conjunto de anomalías y problemas de muy diversa
índole que van desde las tradicionales prácticas sociales y económicas
(p. ej., fiscales) en favor de la acumulación de tierras con fines más
especulativos ligados a la valorización urbana y/o la búsqueda de
poder y legitimidad por parte de agentes ilegales y paralegales.
Ante estas circunstancias no solamente se desincentivan la
inversión, la modernización y el mejoramiento de la productividad en
el sector rural, sino que además de va reduciendo el área cultivable y
aprovechable productivamente con el abandono de las tierras por
parte de propietarios legales.
Como agravante a lo anterior, la apertura drástica a la
competencia externa en medio de un entorno macroeconómico
perverso - p. ej., revaluación del peso, elevadas tasas reales de interés,
insuficiencia crediticia a un sector tradicionalmente protegido y con
serios problemas para su competitividad internacional.
101
El sistema económico colombiano se ha movilizado hacia una
desactivación productiva. Fuera de los sectores terciarios
mencionados, los sectores productivos que han ganado participación
en los últimos diez años están centrados alrededor de recursos
naturales del país. Y estos recursos naturales se pueden dividir entre
los recursos naturales legales y los recursos naturales utilizados para
actividades claramente ilegales.
A medida que va pasando el tiempo, y con la agudización de la
competencia en medio del proceso de globalización, los márgenes de
maniobra que posibilitan una situación de estímulo al desarrollo, en
un mundo cerrado se van reduciendo seriamente, y se va llegando a
una economía que transita hacia la desactivación productiva.
Este es uno de los temas que la sociedad colombiana
necesariamente tiene que afrontar: dentro de una cultura creciente
"mafiosa", no capitalista, se va generando toda una serie de
situaciones y de elementos que impiden el desarrollo capitalista.
En este punto es de aclarar que la presencia de una "cultura
mafiosa" en el país no hace referencia única y exclusivamente a la
injerencia del narcotráfico en la sociedad colombiana, sino que se
102
trata de un fenómeno social más profundo y de amplias
connotaciones en la vida política, económica y cultural.
� Los Desafíos Económicos en el Corto Plazo
Resulta clara la necesidad de realizar un ajuste en el país. El
problema es definir a quién se le aplica. Falsamente se dice que la
única causa de la crisis actual es el déficit fiscal. No es cierto, éste
es apenas uno de los elementos. Existe, hay que insistir, un exceso
de endeudamiento y de consumo de toda la sociedad que debe ser
corregido. Se hace necesario hacer un ajuste en el sector privado.
En este sentido, el ajuste no es solamente fiscal, sino que debe
afectar toda la actividad productiva y, en concreto, el nivel de
consumo de la sociedad. Para poder hacerlo seriamente y sin que se
esté concentrando inequitativamente sobre unas pocas clases, es
imperativa la existencia de un consenso político que defina, o que
redefina, las normas básicas en la sociedad. Por ejemplo, en lo
tributario no se trata solamente de modificar las tasas, sino también
de cambiar la estructura impositiva y la institucionalidad.
Entretanto, en el corto plazo se requerirá buscar aumentar los
ingresos, para lo cual se deberá buscar una racionalización del
103
régimen tributario sin que necesariamente se aumenten las tasas
impositivas. Dicha racionalización debe buscar una eliminación
drástica de exenciones, deducciones y privilegios en el régimen
tributario. Los cálculos que se han hecho muestran que si se eliminan
deducciones, exenciones y privilegios se podría aumentar fácilmente
en dos puntos del PIB los ingresos tributarios. Estas excepciones,
deducciones y privilegios están muy concentrados alrededor de unos
pocos, de manera que una decisión de esta naturaleza implica un
consenso político que ya existe dentro de un proyecto de transformar
la cultura consumista - especulativa y ajustarla a una cultura de
mayor austeridad, acumulación y productividad.
Esto tiene que ir acompañado de otras medidas que reduzcan la
demanda de recursos externos para evitar un desequilibrio cambiario
y poder ir aumentando los recursos para la producción (y no para el
consumo), lo cual implica que hay que tomar medidas muy severas
en el frente cambiario, monetario y crediticio. Y sólo un paquete
integral de medidas simultáneas, en un mundo de apertura, va, por lo
menos, a evitar que haya una crisis económica de corto plazo.
Pero lograr ese consenso social en una sociedad permeada por
la mentalidad "mafiosa", en una sociedad acostumbrada a vivir sobre
ingresos, en buena parte, que no le corresponden que no son
104
sostenibles, implica necesariamente la redefinición de un nuevo
consenso social, y ésta es una tarea de largos años. Y mientras se
acepta que siga pasando el tiempo sin implantar los correctivos y
reformas esenciales más potencialidades seguirán desperdiciándose
en el país.
4.4. COLOMBIA Y LA ESFERA POLÍTICA DEL PROCESO DE
GLOBALIZACIÓN.
� El Papel del Estado: Alcances y Condicionamientos
Es claro que el Estado - nación es una entidad resistente por
naturaleza a un proceso conducente al debilitamiento - progresiva
extinción de fronteras territoriales y de soberanía plena de las
naciones en la condición de sus relaciones internacionales. De ahí
que la globalización no sólo se enfrente ante las dificultades de
transformación del Estado - nación desarrollado con el
capitalismo durante la última centuria, sino que su
perfeccionamiento requiera necesariamente avanzar en el tránsito
hacia "nuevas formas" de organización económica - política -
cultural entre sociedades.
105
Ahora bien, ante la progresiva socialización a nivel cada vez
más global de ciertos problemas se producen mayores exigencias a
los estados nacionales como instancia política todavía legítima y
responsable, a las que frecuentemente no puede darles una resolución
de manera unilateral y aislada, sino en estrecha coordinación con
otros Estados.
De cualquier forma, el proceso de globalización produce
intrínsecamente tendencias contradictorias en la esfera política:
De un lado, las fuerzas de la globalización rebasan parcialmente el
control de la regulación efectiva estatal. En respuesta, el Estado actúa
para profundizar la integración de la economía doméstica a los
mercados mundiales. De otro lado, el Estado se mueve en dirección
diferente mediante un conjunto de intervenciones gubernamentales
para crear una posición competitiva (en la división global del
trabajo)(20).
En este punto, es de recordar lo mencionado previamente en el
sentido de que el proceso de globalización no implica per se la
predeterminación absoluta e irremediable de la situación de cada
nación en el sistema internacional global, independiente de las
20 GLOBALIZACIÓN Y CRISIS, Luis Jorge Garay.
106
ejecuciones, políticas y relaciones que ésta pueda desarrollar dentro
de su restringido margen de maniobra y poder de acción.
Así, entonces, en el contexto de la globalización, el papel del
Estado:
El Estado ha de funcionar bajo una lógica social y política y con una
racionalidad económica de un régimen capitalista de competencia
abierta, dentro del propósito de propender por la eficiencia y
sustentabilidad del nuevo modelo de desarrollo.
Esto implica la profundización y perfeccionamiento de un
nuevo arreglo social que privilegie la estrecha coordinación y
consulta entre lo público y lo privado desde el propio nivel
individual, grupal y social en cada una de las esferas de la sociedad
(económica, política y cultural).
Debe aclararse que el tipo de Estado descrito no es el Estado
benefactor que se desarrolló en países industrializados,
especialmente en los europeos occidentales, que a su vez se diferencia
de aquel que se implantó en países como los latinoamericanos. El
Estado benefactor se creó como un "contrato social" (pacto entre
clases con una estructura de arriba abajo), con el propósito de proveer
107
medios de seguridad entre altos niveles de desempleo y de la
reproducción.
� La Situación Colombiana: desinstitucionalización, ilegitimidad y
guerra generalizada
En este contexto internacional, la sociedad colombiana se
encuentra en un avanzado proceso de deslegitimación institucional y
de creciente privatización de lo público, en medio de una situación de
guerra interna que enfrenta progresivamente y de manera diversa
a todos los sectores de su población. Simultáneamente, debe
buscarlos mecanismos para luchar contra problemas que
corresponden justamente a varios de los que se han definido como
prioritarios en la agenda multilateral, por lo que en la medida en
que el conflicto colombiano se convierta en un problema de índole
regional, será mayor la injerencia de Estados y organismos
internacionales con la consecuente pérdida de autonomía del país.
Es de precisar que algunos de los frentes de guerra en Colombia
son: la precaria convivencia ciudadana ante la pérdida del imperio de la
ley y de la efectividad del Estado en la resolución de conflictos; la
corrupción y la cultura mafiosa que transgreden y bloquean la lógica de
las conductas capitalistas en un régimen de mercado; el conflicto
armado con orígenes ideológicos, en el que progresivamente ha
108
venido ganando prevalencia la motivación económica como medio
para expandir poder territorial; y el negocio del narcotráfico (que
aprovecha y se potencializa en una situación de guerra generalizada),
con sus secuelas en todas las esferas de la sociedad a través de su
poder de imposición por medios violentos y de corrupción.
Aquí reside la necesidad inaplazable de avanzar a un nuevo
arreglo público - privado para la competitividad sistémica en la
economía colombiana en el marco de plan de desarrollo integral para la
construcción de una sociedad moderna y democrática en las esferas política y
social, ante las condiciones de competencia impuestas por la
globalización, como uno de los requisitos necesarios, aunque no
suficiente, para la búsqueda de una inserción creativa y no
empobrecedora y marginalizadora del país al nuevo escenario
internacional.
109
BIBLIOGRAFÍA
� HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA, José Antonio
Campo. Editorial Fedesarrollo.
� INDUSTRIA Y PROTECCIÓN EN COLOMBIA, Luis José Peña.
� INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA ECONÓMICA DE
COLOMBIA, Alvaro Tirado Mejía.
� HISTORIA SOCIOECONÓMICA DE COLOMBIA, Carlos
Alberto Mora y otros.
� NEOLIBERALISMO Y SUBDESARROLLO, Libardo Botero y
otros.
� GLOBALIZACIÓN Y CRISIS, Luis Jorge Garay S. Editores
Colciencia.
� ECONOMÍA, Paul A. Samuelson.