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Massun – Las Ideologías del Siglo XXI

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    Ignacio C.M. Massun"

    Las ideologasen l siglo XXI

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    Joly 2237 (1744) Mor~no - Prov. de Bs. As.' (0237) [email protected] www.metodos.com.ar

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    Catalogacin en fuente

    Massun.lgnacio C.M.Las ideologas en el siglo XXI. - 1a ed. -Buenos Aires: Mtodos, 2004.288 p. ; 22x15 cm.

    ISBN 950-888-205-0

    1. Ideologas.CDD 140

    Crditos:

    Autor: Ignacio MassunOiseo: Vernica Massun@Copyright2005 Editorial Mtodos S. A. (Buenos Aires).

    Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723.

    Libro editado e impreso en la Repblica Argentina.

    La reproduccin total o parcial de esta obra, as como su fotocopiado o copia porcualquier medio mecnico o electr6nico, sin consentimiento escrito de' editor, cons-tituye delito (Ley I I.n:i).ISBN: 950-888-205-0

    Confieso!

    Si a m me tocara leer este libro. lo primero que intentara hacer es descubrir laideologa de quien lo escribe. La mayora de los libros permiten reconocer de inmediatosi el autores marxista, Iibera! o progresista. Paresa, quiero comenzarestaexposicincon una breve confesin sobre mi peregrinaje ideolgico. Nac en Buenos aires en 1948en el seno de una familia catlica, liberal y antiperonista (en ese orden). Viv los ltimosaos del gobierno del General Pern con temor. Tema por mi padre que era dirigentecatlico y opositor. l nunca haba demostrado una vocacin poI tica pero :.1quellos aossenta que la libertad lo requera.

    Cuando en 1955, me tocaba ira primcrgrq,dode la escuela primaria, I.TIifamilia decidino envianne a la escuela para que no me adoctrinaran. En aquellos aos los manualesde texto estaban atosigados de fotos del general y lac.ntonces fallecida Evita. Mi madreme ense a Icercn casa, lo que era un evidente gesto de rebelda, que recin hoy valoroen su real dimensin. Tambin, con vcn.bdcra fruicin me dediqu a hacer panlktosmanuscritos, que, con mi temblorosa letra deca Cristo Vence, y mi ta Negra}} meacompafaba a repartir tirndolos bajo las puertas de las casas, con sigilo y temor. Eranlos aos del enfrentamiento entre Pern y las jerarquas religiosas.

    Mis p~ldre~, pese aque no eran personas con un inters especial en la accin poi tica,ni tuvieron militancia partidaria alguna, me ensearon, en aCJuel entonces, que habacircunstancias en las que nadie debe permanecer impasible y que los fenmenossociales no son ajenos a nuestra vida di~lria.

    Pern fue derrocado en 1955, y pam bien o pammal, eso me penlliti ira la escuelaal ao siguiente. En cuanto aprend a leer me interes por el diario La Prensa al queestaba subscripto mi padre desde siempre. Era un diario ultra1iberal y por eso mismoantiperonista. Haba sido contiscaoo por Pcrn y devuelto a sus dueos en 1955.Destilaba una rara combinacin de pensamiento liberal con intolerancia acrrima a todolo que recordara al {(tirano pi'fugo}~. Yo me idenlifiqu plenamente con ese ideario.

    Alllcgar a la adolescencia, en la dcada del 70 (iVaya momento para ser joven enlaArgenlina!) descubr junto con toda mi generacin, que Pern no era loque nos hahandicho, y al mismo tiempo que el liberalismo no era una panacea. Con el mpetu propiode la edad me volqu decididamente a una posicin que entonces defina comoidcntiticada con Iadoctrinu social de la Iglesia. Aunque no coincida plenamente, miraba

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  • 6 Las Ideologas en el Siglo XXI Collfieso.'

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    .'con simpata a los sacerdotes del tercer mundo y a la Juventud Peronista en laque nuncamilit. En esos aos escrib mis primeros libros donde criticaba parigual alliberalisrnoy al marxismo y me identificaba con lo que entonces era la tercera posicin, Entoncesconsideraba que futuro estaba en una economa mixta, donde sin suprimirse las leyesde mercado, las empresas tendieran hacia la aurogestin obrera.

    A pesar de eso, nunca m pude identificar plenamente con el peronismo porque nocoincida con los mtodos de la guerdlla peronista a la que Pecn defina eufemstica-mente como esa juventud maravillosa y que integraba sus formaciones especiales}),y despus, tanto menos, cuando en un repentino viraje, el (brujo Jos Lpez Rega ysu organ izacin parami litar (La Al ianza AnticomunistaArgentina, conocida corno Tri pleA) pas a tener, aparentemente, el silencioso asentimiento del anciano general.

    La dcada del ochenta me volvi a cambiar. Por un lado el fracaso de la izquierdaguerrillera, la hrutal represin ilegal del proceso encabezado por Videla y Massera, quea mi juicio haba sido estimulado y en algn grado consentido por algunos sectoressociales porel terror sembrado por la guerrilla y por otro lado la experiencia concreta deveradndc conducan las experiencias de socialismo reales en el mundo, me hizo virar,en alguna medida, nuevamente hacia una posicin m:.lS cercana al liberalismo. Comprcn~d que una economa necesitaba eficiencia, competitividad, y que no se poda repartirla riqu~za que no se haba creado. Por otro lado los antitestimonios de las jerarquaseclesjsticas en las que entonces crea, pusieron mi fe catlica en una crisis que perdurahasta hoy. Llegando a fines del siglo XX, nuevamente mi pensamiento volvi a virarhacia una posicin un tanto ms alejada del liberalislllo que ladcada anterior, al verelcrecimiento de la pobreza y lu marginacin.

    Estaes una confesin personal, que aparentemente me presenta como un diletanteideolgico, que no sabe qu pensar. Y si esta es una confesin, no es mi intencin

    . defenderme. Por otra parte mis escritos del pasado han cado completamente en el olvidoas que bien podra haber omitido esta confesin, sin temor a ser descubierto. Sinembargo, cuando releo algunos libros que escrib en cada un,-lde estas pocas adviertoque, en realidad, siempre busqu lo mismo, una sociedad ms libre, ms justa. lllasarmoniosa, ms pacfica, donde todos tengan oportunidades, pero tambin donde seestimule a los ms crcati vos, inteligentes o trabajadores. Una sociedad que no excluyaa nadie pero tampoco nivele hacia abajo las potencialidades de los mejor dotados. U nasociedad en laque la solidaridad no seaenemigade laeliciencia. Unasociedaden la quela libertad no sea antagonista de la justicia.

    El problema de estos CU.lrenta aos era que haba buscado en el lugar equivocado:en el repertorio de las ideologas.

    Me detengo en estas retlexiones ntimas, porque dialogando con muchas personasde mi genemcin en~uentro que mi proceso personal es el que han seguido, con diversosmatices n;uchos de ellos. En mi pas, y el mundo' esta bsqueda en el cjn de lasideologas, ha conducido a trribles tragedias humanas. Despus de este largo camino,hoy llego a la conclusin que ni en las ideologas del pasado, ni en la aparicin de una

    nueva ideologa, es donde encontraremos las claves para la construccin de un mundomejor. Todo lo contrario: cualquier proyecto poltico que busque hacer ms humano elmundo, debe desprenderse del pesado lastre de las ideologas. No en el sentido del finde la historia como consecuencia del triunfo del liberalismo, sino del fin de lasideologas corno triunfo de la libertad, la justicia, la solidaridad, la tolerancia y laimaginacin creativa.

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    CAPTULO N :1

    Las Ideologas

    Escribir sobre el tema de las ideologas resulta en extremo dificultoso. Y esto ocurrepor di versas razones.

    En primer trmino, por la extrema ambigedad con la que el trmino ha sido usadoa lo largo de la historia. Como veremos a lo largo de buena parte de este libro, en diversosescros la palabra adquiere los significados ms diversos.

    En segundo tnnino, porque las ideologas suelen aplicarse al pensamiento de dosotros, y en forma peyorativa.

    Pero la mayor dificultad esten el carcter ntimo y personal que para las personasque se interesan por estos temas reviste tanto la definicin de ideologa, como lacaracterizacin de cada ideologa en particular.

    Ms adelante trataremos las dos primeras dificultades, pero de modo inicialdebemos referirnos a esta tercera y la ms compleja de resolver. Las ideologas no sonrepresentaciones aspticas, ni fras descripciones de una realidad, tampoco son, cornose las concibi en un principio la ciencia de las ideas. Muy por el contrario, a todoslos que el tema de las ideologas interesa, sienten que alrededor de lo ideolgico haymuchas cuestiones que rozan sus ms ntimas convicciones. Puede ser que lo ideolgicohaya sido una justificacin personal a determinadas acciones polticas, puede ser quelo ideolgico le cause una profunda indignacin, por las acciones de otras personas,pero muy especialmente los temas referidos a las ideologas, sacuden nuestros espritusporque no se limitan al campo de la vida social, sino que rozan frecuentemente laspreguntas ms sensibles que el hombre se viene haciendo desde que tom concienciade su existencia. Las ideologas no son ajenas a preguntas tales corno Quin soy'!Adnde voy? Tiene sentido la vida?

    En una palabra, hablar de ideologas es un tema muy sensible. y sobre el que esextremadamente difcil dar una visin seria. desapasionada, que sea recibida por los queescuchan o [een sin las interferencias que los sentjmienws y los compromisos perso-nales puedan interponer. El anlisis de las ideologas requiere un desapasionamientonada fcil de lograr. Sin embargo, las particulares circunstancias que nos tocan vivir acomienzos del siglo XXI requieren de cada uno de nosotros una visin nueva del

  • problema. Ya es hora de descubrir que las recetas de los dos siglos anteriores, nonecesariamente van a servir para construir el mundo del futuro.

    Si hay algo que diferencia a nuestro tiempo del pasado, es la diversidad, ladivergencia del pensamiento. Hoy no se puede dar por reconocido nada, porque hastala afinnacin ms trivial requiere de enormes explicaciones y va aencontrar numerososopositores. A mi juicio la ci vilizacin occidental est viviendo una especie de adoles-cencia del pensamiento. Su niez fue aEdad Media, cuando su discurrir estaba limitado,pero al mismo tiempo slidancnte fundamentado en las enseanzas de una Iglesiaqueera Madre y Maestra. Hoy nos hemos liberado de esa tutela, y entonces hay cabidapara toda ciase de concepciones del hombre, de la sociedad y del destino del universo.Se abri la caja de Pandora y se desataron todas las ideas posibles. Aunque han pasadopoco ms de dos siglos del perodo en el que esa presencia tutelar e intimidatoria de 1

  • .-12 Las Ideologas el! eL Siglo XXI LlIS Ideolog{(ls /3

    Ideologa en el primer sentido es la de mi manera de pensar yen el segundo el de lamanera como los otros pretenden engaar.

    Alcallce de la IdeologaDe todas maneras de ambas acepciones opuestas semnticamente, podemos

    extraer algunQs conclusiones comunes. Las ideologas son un discurso, una sucesinde afirmaciones que tienen una cierta coherencia o lgica formal (sean la expresin delas m. Si nos referimos a aspectos cada vezms particulares podramos concluir que tambin es una ideologa el ser fantico de losRolling Stones o hincha de Boca Juniors. Obviamente una cierta creenciacompanidano puede constituir un;'l ideologa si no abarca una cosmovisin mi..samplia de tudo elfenmeno social. Las ideologas no son slo creencias compartidas por un grupogrande de gente sino que' necesariamente tienen que brinuar una inlerpretacinmedianamente general de ls fenmenos humanos con miras a impulsar una accitJn_p(~ltica. Por eso racisHlo-O antirraci~mC! !lo no.s parecen ideologas propimTIl.::ntedichas sino ingredientes de numerosas-ideologas, porque ser racista)) o machistano alcanza para generar un modelo de organizacin social.

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    Por otro lado para que una doctrina pueda ser llamada propiamente ideologa)) nobasta con que est expresada.de manera orgnica en un discurso, necesita un ;mcrogrande de personas que crean en esos postulados durante un cierto tiempo y unadeterminada extensin en el espacio geogrfico_ No es una ideologa una elaboracint-llos6fica de laboratorio. Las ideologas son fenmenos histricos. Para considerarloscomo tal tienen que tener alguna vigencia en los procesos sociales y polticos de algunaNacin. No necesitan haber triunfado en la lucha por el poder, pero tienen que haberintluido en los acontecimientos histricos. Porejemplo, el ~lllarco-sindieal iSlno no IOh'l-,su cometido pero intluy notablemente en la historiadc muchos pases acomienzos delsiglo XX, por tanto no se pu~de cuestionarlo como una ideologa. En cambio, se haceabuso de la palabra cuando sc la usa para referirse a la ideologa de una fbrica dejabones (aunque su nmero de empleados sea superior ::tI de los anarquistas), o parareferirse al pensamiento original de algn autor a quin nadie sigui y que, por muyoriginales y coherentes que sean sus ideas, no convenci a un nmero grande depersonas en su tiempo, ni ejerci una intluencia significativa en el devenir histric\l.

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  • El contexto histrico del nacimiento delas ideologas

    Como hemos dicho recin al inicio del siglo XIX se comienza a utilizar el trminoideologa)), El objetivo de este captulo es indagar sobre las causas de esta tardaaparicin, 10que a su vez nos permitir comprender mejor las circunstancias y las razones '1de esta repentina necesidad.

    La antigedadEn la antigedad, en Grecia, alrededor del siglo VIaotes de Cristo nace la filosofa.

    Muchos autores definen ala idcol'oga como una filosofa particular. Unadeterminadacorriente tilosfica al ser un conjunto de aseveraciones coherentes y abarcativas, tienegrandes semejanzas con lo que. hoy denominarnos ideologa}). La diferenciacin.aunque sutil es categrica. La filosofa es hija del ocio, de la pura especulacin. Es, comolo denota su etimologa, amor: ~'la sabidura, por la sabidura misma. Las ideologas,aunque contienen afirmaciones p.ropias de la filosofa tienen como metalaaccin. Sondiscursos que nutren la accin poltica.

    Por eso, podemos decir que lo que hoy entendemos por ideologa est ausente enel mundo antiguo. Desde la prehistoria hasta la cada del imperio romano, lacivilizacilloccidental se gua por el espritu militar. 'La historia de los pueblos es la historia de susguerras, de sus dominaciones y sus sometimientos. Aunque grandes filsofos y poetas \hayan dicho cosas hermosas, la realidad social estaba signada por la guerra y la ley delms fuerte. Aunque pueda. con toda razn, pensarse que esta es una _simplificacindemasiado burda del mundo antiguo, a los fines de nuestr? anlisis es bastante. rcpresentati va de la realidad.

    Los romanos se preocupg.ron mucho menos que los griegos port1losofar. Su esprituprctico, su extraordinario sentido de la organizacin y la disciplina, su arrojo yesprituguerrero y su absoluta ausencia de escrpulos o piedad hacia el enemigo, les penniticonCJllistar un enoone imperio y mantenerlo por varios siglos.

    En la antigedad la brutalid~d y -clmilitarismo er~ln la regla de conducta bsica delos pueblos. Ni los egipcios, ni'griegos, ni los persas, ni los fenicios, ni Jos romanos,

  • 16 Las Ideologas ell el Siglo XXI El CO/llexlo histrico del llacimie/110 de I(ls ideologas 17

    necesitaban explicaciones demasiado sutiles para hacer la guerra, matar, dominar l otrospueblos o cobrarles impuestos. La ley de la fuerza imperaba y dentro de los Estados eldespotismo. La teocracia, o la aristocrtica democracia ateniense o romana, no admitanel menor conflicto de intereses entre el individuo y la ciudad o el imperio. La religin,era a lo suma el origen del poder absoluto, pero nunca haba demasiada intoleranciareligiosa ya que los pueblos dominantes solan tomar de sus sometidos a sus diosescomo una especie de trofeos. El politesmo es muy tolerante, porque ningn diospretende monopolizar 1:.l adoracin de los fieles.

    Cuando surgen las religiones monotestas el factor religioso toma mucha mayorfuerza. Paresa mismo tanto el Judasmocomo el Islam, son cxtrcmad

  • 18 Las Ideologas en el Siglo XXI El contexto histrico delnacimienlO de fas ideologas /9

    Csar y aDios lo que es de Dios (Mateo 22,21). De hecho contradijo explcitamente laley del Talin: Ojo parojo y diente por diente, queestabaen la Biblia(Exodo 21 ,24).Era un escndalo para su tiempo, y lo condujo a la muerte.

    La Iglesia primitiva, perseguida y martirizada por las autoridades imperiales, tratade llevar a la rcalidad un estilo de vida basado en las enseanzas de su Maestro. Susenseilanzas conmovieron al mundo de tal manera que las terribles persecuciones quese infringieron a sus seguidores, no hacan ms que convencer a los escpticos.

    Sin embargo le ocurre una terrible catstrofe, b~~o la apariencia de un beneficio. Elemperador Constantino se convierte al cristianismo en el ao 313 y dicta su famosoEdicto de Miln que consagr la tolerancia religiosa.

    COllstalltillo y el Edicto de MilllEl edicto deMiln conticne una definicin que resultacxtraorJinariamente moderna.

    Tendran que pasar ms-de mil quinientos aos para que los principios de Constantinose hicieran realidad en el mundo occidental:

    Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertaJde religin, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en lascosas divinas confonne al parecer de su alma, hemos sancionado que, tanto todos losdems, cuanto los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religin [... ]que a los cristianos y a todm los dems se conceda libre facultad de seguir la religinque a bien tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial puedaser propicio a nosotros y a todos los que viven bajo nuestro imperio. As, pues, hemospromulgado con saludable y rectsimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ningunose niegue en absoluto la licencia de seguir o elcgir la observancia y religin cristiana.Antes bien sea lcito a cada uno dedicar su alma a aquella religin que estimare

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    Sin embargo, no crala tolerancia laque inspir aConstantino, sino la necesidad devalerse de la autoridad creciente de la Iglesia para sus fines. Lentamente el emperadorfue asimilando lareligin cristiana e identi'l'icndolacada vez ms con el imperio. A losjefes de cada comunidad eclesial (ya llamados Obispos) se les fueron asignandotareas de gobierno del imperio, o en sentido contrario, los funcionarios del imperio seconvirtieron en dignatarios eclesisticos. Poco a poco la Iglesia pas a estarpeligrosamente identificada con el imperio.

    Pero la mismaIglesiasufri algunas formas de sincretismo cultural con el paganismoromano ya que, contra la tradicin de los primeros siglos en la que los ritos ycelebraciones eran de una gran abstraccin, comienza a erigir estatuas de Jesucristo, deMara, su madre, y de diversos apstoles y santos. Las ceremonias con incienso y velas,la celebracin de procesiones y das festivos, las ofrendas, o la msica litrgica, los leossagrados, el agua bendita y las bendiciones en general, tenan por finalidad atraer alos paganos que estaban acostumbrados a ritos mucho ms visuales y externos.

    Muchos han visto en este cambio una influencia del paganismo, que no es nuestraintencin juzgar aqu.

    La Iglesia primitiv.a, segn se desprende de los escritos ms antiguos, era relativa-mente tolerante. A lo sumo se condenaba la hereja negndole el ingreso a su caso o elsaludo (2 Juan 11). Cuando Jasa a fonnar parte destacada del imperio, adopta en buenamcdida, el deseo de uniformidad que caracteriza a los romanos. El imperio no admitedisidencias. Y el deseo de unifonnidad es la madre de lajntolerancia. La Iglesia empiezaa combatir a los herejes. Se ha dicho que Constantino adopt el cristianismo porqueera la nica manera de cristalizar la unidad del imperio. La religin romana, plagada dedioses robados a otras culturas, careca de una influencia decisiva sobre la conductade los hombres. Constantino vio en el cristianismo una fuerza inmcnsa, como unificadoradel pensamiento, paradirigir laaccin.Laadoptcomo laque hoy denominaramos unaideologa, una manera coherente de pensar que movilice de manera sutil pero enrgicaa un basto y decadente imperio.

    Si la Iglesia recibi una fuerte contaminacin de los defectos del imperio, no esmenos cierto que las enseanzas de Jess tambin sirvieron para morigerar algunascrueldades habituales de la poca.

    La llegada de los llamados brbaros a las puertas del imperio decadente,paradjicamente, no hizo ms que .~umcntarel poderde lalglesia. Cuando San Agustn,obispo de Hipona, recibe las noticias de los primcros ataqucs a la ciudad, siente que setrata de un ataque al cristianismo. Ya entonces Roma era lacabezade la Iglcsiaque estabaexcesivamente vinculada a-la suerte del impcrio. E[ imperio nunca haba podidoestablecerse ms all del ro Rhin, por la fuerte oposicin que ejercan los pueblosgermnicos. Al debilitarse el imperio estos pueblos fueron avanzando progresivamcntehasta llegar a tomar la misma ciudad de Roma en el 476. Sin cmbargo los pueblosgenllnicos no tardaron en convertirse al cristianismo. A la fuerza del mensaje c.ristianosc sumaba el deseo de estos pueblos, de cultura primitiva, de romanizarse, ya que a[mismo tiempo que invadan su territorio no dejaban de admirar la magnificencia y lacultura romana. Para los invasores el cristianismo era la religin de los romanos, y su~(conversil1>}era vista como una forma de elevacin cultural. La conversin de estosbrbaros al cristianismo, y la desaparicin de las autoridades imperiales, dej a laIglesia en una posicin de poder relevante.

    Nace as e[ mundo medieval. Esa encrucijada de la historia que durar ms de mil aosy cuya potente intluencia sigue hoy ejercindose de manera notable, no slo por [areligin cristiana que es mayoritaria en el mundo occidental, sino por las concepcionessobre la tica. el poder, lariqueza, la libertad o lajusticia. Como veremos, en mi opinin,todo el mundo de las ideologas no es ms que un alter- ego~) del mundo medicval. Lasideologas nacen como una rcm:cin. casi una revancha, contra el mundo medieval, alque. identifican con el pasado, con el oscurantismo, en una palabra CQn la noche de [ahistoria.

  • 20 L(lJ Ideologas en el Siglo XXI El contexto histrico de/nacimiellto de fas ideologas 21

    Por eso, es que nos vemos obligados a detenernos a revisar qu ocurri en eselargusimo perodo histrico que en algn sentido no termina en el siglo XV como seafirma tradicionalmente sino que sobrevive hasta el siglo XVIII.

    No es nuestro objetivo escribir una historia medieval, pero es imposible comprenderel fenmeno de la irrupcin ~deolgica si no entendemos aunque sea a grandes trazosel complejo mundo medieval.

    La Iglesia afirma su doctrina en toda Europa. El continente europeo, una vezasimilados al crisLianismo los pueblos invasores, sufre un segundo y ms grave pel gro:el surgimiento del Islam. Mahoma, nacido alrededor del ao 570, el Profeta sagrado delos musulmanes, funda una nueva religin que se considera la (,;ulminacin dc latradicinjudeocristiana. Reconoce a Abraham, aMoiss y aJesucristo como enviadosdc Dios pero se proclama como el ltimo y mayor profeta. Hasta ah su enseanza nopasara de ser otra variante religios~l; pero Mahoma no se contenta con predicar unareligin, y mucho menos est dispuesto a poner la otra mejilla. Mahoma predica la{(guerra sanla y no esper a que un Constantino se convirtiera, l mismo ejerci elpoder. As con [os aos e[ Islam sedifundecon enorme rapidez por laque hoy llamamosmedio orientc, cunadc las grandes civilizaciones monotestas y el norte de Africa, hastaque en 711 toman toda la pennsula Ibrica y cruzan los Pirineos y entran en lo que hoyes Francia, donde finalmente son vencidos por Carlos Martel en la clebre batalla dePoitiers en el ao 732. Eso oblig a los rabes a retirarse nuevamente a Espaa. Ladmnin:lcin de los rabes desde Espaa hasta las puertas de Consl,tntinopla significun fatal cncielTo para la civil.izacin europea. Al norte el fro polar, al este el Atlnticouesconocido. al oeste y al sur las huestes del Islam.

    El feudalismoLa decadencia del comercio. la falta de especializacin o divisin del trabajo hizo

    desarticular todas las estructuras del imperio romano. A pesar de intentos fugaces. comoel de Carlomagno, la real idad impuso a todo el continente. durante ms de diez siglos,una fragmentacin poltica notable.

    Miles de pequeos fundos autosuficientes, formados por un seor y susvasallos fOl"lnahan la estructura poltica bisica de la Edad Media: el feudal ismo. Unmodo de producci6n caracterizado por la economa de subsistencia, basada en laagricultura y en artesanas primitivas. El lujo y el esplendor que haba alcanzado Romamediante sus conquistas. sus tributos y el comercio. haba desaparccido. La rel~Ki6nentre seores feudales y siervos no era propiamente de esclavitud porque los siervostenan derechos y cultivaban la tierra de la que obtenan su sustento, pero deban unaparte de sus frutos al seor. El contrato de vasallaje entre seores y siervos, obligabaal dueo Je la tierra a darprolcccin asus vasallos. En Inglaterra, en tiempos de Guillcrmoel Conquistador, existan 6~.500 feudos. Las causas de esta enorme divisin eranmuchas. En primer trmino las razones econmicas. Al haber cesado e[ comercio, seperdi la divisin del trabajo. Cada feudo deba ser autosuricicnte. En segundo lugar,los invasores gcrm,inicos eran muy celosos de la autonoma de sus clanes, y en tercer

    lugar la aparicin de castillos construidos en piedra y rodeados por un foso, queresultaban prcticamente inexpugnablcs. Los seores feudales podan defenderseeficazmente de ataques exteriores y paresa el poder que podan ejercer sobre ellos Olrosseores feudales, prncipes o reyes era muy relativo. Las fortalezas medievales eranpequeas ciudadelas donde algunos hombres ejercan artesanas elementales como lapanadera, los herrera, o la carpintera.

    El sistema feudal era notablemente piramidal. Los seores feudales solan reconocera un duque como {(primus inter pares;.) (primero entre sus iguales) y stos a su vez a unrey que era tambin un primus inter pares ya que tena su propio feudo y ejerca pocainfluencia sobre los feudos que supuestamente le estaban subordinados. El mapaeuropeo est tachonado de pequeos ducados. condados, principados y reinos. Peroentre todos ellos se destaca

  • 22 Las Ideologas en el Siglo XXI El contexto histrico del nacimiento de las ideologas 23

    s nos resulta esencial comprender el significado que esta institucin tiene para elsurgimiento de las ideologas.

    La InquisicinEl primer signo de intolerancia de la Iglesia se percibe en el ao 303 cuando el concilio

    de Elvira prohbe los matrimonios con personas de diferente religin. 4

    Aunque Inocencia III en 1199 haba garantizado a los judos una convivenciapacifica en los reinos cristianos, el Concilio de Letrn (1215) sancion una serie deprohibiciones sobre la convivencia entre cristianos y judos, a los que se exclua de loscargos pblicos, de las corporaciones, los obligaba a vivir en barrios aislados ya usarun distintivo que nos recuerda el triste panorama instaurado por Hitleren Europa en elsiglo pasado. Por otro lado se condenaba a muerte al cristiano que se converta aljudasmo.~

    Durante largos siglos el poder espiritual y el temporal se vieron confundidos alextremo de que la hereja, an lams sutil era considerada uncrimen capital. Laconfusinentre las esferas religiosas y temporales era tan grande que varias monarquas habanestablecido la pena de muerte y terribles persecuciones contra los herejes. Quienestratan de mitigar lo que el PapaJuan Pablo II recientemente ha calificado como una faseatormentada de la historia de la Iglesia, de la que hay que arrepentirse y pedir perdndicen que, en realidad la inst1tucin de la inquisicin fue una manera de mitigar el celode los monarcas por perseguir sangrientamente a los herejes.

    Surgen as los tribunales de la Inquisicin. La unidad de doctrinade la Iglesia debasostenerse an al precio de cometer las mayores atrocidades. La inquisicin no actuabani contra los judos ni los musulmanes que practicaban su religin, sino contra losherejes, o cristianos disidentes, o contra las prcticas judaizantes, es decir aquellasque consistan en falsas conversiones de judos al cristianismo.

    En 1163 Alejandro IU convoc un concilio que se celebr en Tours que defini lainstitucin de la inquisicin. que para entonces estaba en manos del obispo local.Algunos obispos pusieron celo en esta ta,'ea, otros la descuidaron. En 1232 el PapaGregario IX crea el tribunal eclesistico destinado a perseguir a los herejes mediante eldocumento IIle Humani Generis. En tiempos de Inocencia lITse asign responsabi-lidad en especial a las rdenes de los dominicos y los franciscanos.

    El Papa Lucio IUen 1L 84 emite el documento Ad abolendam en el que se afinna:

    A todos aquellos que, bien impedidos, bien no enviados, presumieran predicar yasea en pblico o en privado, sin haber recibido la autorizacin de la Santa Sede o delobispo del lugar. Tambin li~amos con el mismo vnculo de anatema perpetuo a todosaquellos que respecto al sacramento del Cuerpo y la Sangre deNuestro Seor Jesucristo.o sobre el bautismo, o la remisin de los pecados, ..el matrimonio,_o sobre los.d~mssacramentos de la Iglesia, se atreven a sentir o ensear algo distinto de lo que lasacrosanta Iglesia Romana predica y observa; y en general a quien quiera que sea

    juzgado corno hereje por la misma Iglesia Romana, o por cada obispo en su dicesis, obien, en caso desede vacante, por los mismos clrigos,con el consejo -si fuera necesario-de los obispos vecinos. Determinamos que queden sujetos a la misma sentencia todossus' encubridores y defensores y todos aquellos que prestasen alguna ayuda o favora los predichos herejes con el fin de fomentar en ellos la depravacin de la hereja. [... ]Aquellos empero, que provocasen la sospecha de la Iglesia sern sometidos a la mismasentencia, a no ser que ajuicio del obispo y consideradas la sospecha y la cualidad delas personas demostrase la propia inocencia con una justificacin pertinente. Aquellos,no obstante, que despus de la abjuracin del error, o despus de que -como dijimos-se hubiesen justificado frente al obispo, fuesen sorprendidos reincidiendo en la herejaabjurada, determinamos que deben ser entregados al juicio secular sin ninguna otrainvestigacin; y los bienes de los condenados, con arreglo a las legtimas sentencias,sean entregados a las Iglesias a las cuales servan. '

    La tortura como medio para obtener confesiones de presuntos herejes no fue unhecho espurio oun exceso de celo. Fueestablecida olicialmente porel PapalnocencioIVen 1252 en el documento denominado Ad extirpanda, La Iglesia se limitaba acondenar al reo de hereja y'luego se relajaba el poder en la autoridad temporal queera la encargada de ejecutar la se~tencia.

    El Tribunal del Santo Oficip-fue una versin diferente de la inquisicin que tuvovigencia en Espaa y en las colo~'ias americanas. Esta forma de inquisicin, probable-mente la ms cruel, aunque fue aprobada por el Papa, estaba sometida al poder real.

    Cuando uno lee los documentos de la poca dnde se relata con metdica frialdadla manera como era perseguida toa fonna de pensamiento divergente. no puede menosque horrorizarse. La Iglesia tena sus tribunales que investigaban a los supuestosherejes. La Iglesia deba actmi( en cada dicesis y en cada parroquia buscando laexistencia de posibls herejes de oficio, es decir, por propia iniciativa.

    Bastaban dos testigos para formalizar la acusacin. Los testigos podan guardar suidentidad. Durante el proceso el sospechoso era aislado y en la mayora de los casosno tena derecho a un abogdo, y si lo tena no era raro que el mismo abogado o lostestigos que pudiera ofrecer, fueran sometidos poco despus a la misma inquisicin.

    Veamos el testimonio de Juan Antonio L10rentequien se desempe corno secre-tariode laInquisicin en lacorte deMadrid entre 1789y 1791.Observemos que estamoshablando de un testigo presencial de hechos ocurridos despus de la RevolucinFrancesa:

    Ningn preso ni acusado ha visto jami..ssu proceso propio, cuanto menos los deotras personas. Ninguno ha sabido de su causa nl,-lSque las preguntas y reconvencionesa que deba satisfacer, y los eXtra

  • 24 Las Ideologas en el Siglo XXI El C(}lltexlu htrico de/nacimiento de las ideologas 25

    cargo, dejando a la prudencia del juez el combinar despus sus respuestas con lo queproduzca el proceso a favor del procesado.}) 7

    Los tribunales recurran a los ms sutiles mecanismos de persuasin. Como relataun testimonio de la poca:

    El que se halla encencgado en la hereja, puede ser convertido por el temor a lamuerte. Se le debe hacer esperar que todava podr concedrsele la vida si confiesa suserrores y denuncia a sus compaeros de secta. Si rehsa hacerlo, encirresele en uncalabozo y dsele a entender que hay testigos que declaran contra l, y que una vezconvicto porel testimonio de los mismos ser tratado sin misericordia y entregado a lamuerte. Al propio tiempo, debe alimenl.'irsele poco, a fin de que se sienta posedo msf

  • 26 Las Ideologas en el Siglo XXI El CO/ltexto /istrico del IUlcimielllo de las ideologas 27

    La intolerancia religiosa, no era, por cierto, monopolio de la Iglesia Catlica, ni dela corona espaola ya que los reformadores protestantes no fueron menos crueles conquienes resultaban religiosamente sospechosos. Se b.adicho que La caza de brujas quehizo quemar del siglo XV al XVII a decenas de miles de acusadas en Inglaterra, enAlemania y en Francia. principalmente fue mucho ms mortfera que no lo fue laInquisicin espaola, que tiene tan mala reputacin, 12

    Fe y CienciaLa ciencia, y especialmente la filosofa, no pudieron escapar a este clima de

    intolerancia. En primertnnino cabedestacarquecasi todos los intelectuales medievalesfueron miembros del clero. No exista otra posibilidad para poder dedicarse a la lecturao la investigacin que ingresar al sacerdocio. Por eso la ciencia prcticamente seidentifica con la teologa. Esta indagacin religiosa no era el nico objeto de la ciencia.Por su posicin privilegiada, el clero era el nico que poda investigar los fenm~nosde la naturaleza, pero en todos los casos se basaban primordialmente en las SagradasEscrituras, y se cuidaban en extremo de ahondar en cualquier punto que pudiera entraren conflicto con su fe, o con algn dogma de la Iglesia. Resulta as que concebir la tierracomo plana, centro del universo, pareca ms coherente con la doctrina cristianaqe losdescubrimientos de Galileo. Pensemos que en an en 1862 Po IX afirmaba que Jamsser lcito, ni al filsofo ni a la filosofa, sostener algo contrario a las enseanzas de laDivina Revelacin y de la Iglesia, o poner en duda algunas de sus enseanzas, porqueno las entiende, o rechazar el juicio de la Iglesia sobre alguna proposicin filosficaquehasta entonces era libre. 11

    La constante del pensamienro medieval es su sometimiento a la teologa. Esto noocurre slo por la presencia amenazadora de la inquisicin. Es tan fuerte la influenciaque sobre los espritus ejerce la verdad revelada de la que la Iglesia es depsitoy maestra que nadie se atreve a desafiar ni siquiera tangencialmente alguno de sus

    dogmas.

    Otra caracterstica del pensamiento medieval, ligada a la anterior, es la enormeimportancia que se otorga al criterio de aULOri.d~d.~e cita?a a,los Padres de.I~.Iglesia,San Ambrosio, San Agustn, o incluso a los rJlosofos o clentificos de la antiguedad (enespecial a Aristteles), como si sus dichos fueran parte de la reve~aci~~ divina. Cuantoms antiguo y repetido un pensamiento, se lo reputaba tanto mas va1Jdo.

    Es que, en realidad, la religin llenaba todo el espacio del conocer humano. Antela inexistencia o la decadencia de un pensamiento cientfico autnomo, lareligin venaa explicar cmo era el mundo, por qu ocurran las cosas y qu nos deparaba el futuro.El hombre vivi en un confortable orden establecido, presidido por Dios y gobernadopar sus representantes en la tierra. Esta presenciade la religin e~ los campos de la fsic~,la cosmologa, la geologa o la biologa, que no le son propIOS, y en los que habmcometido flagr~ntes errors, le gen'er, a fines det medioevo, una fuerte criSIS decredibilidad. l.

    El ms respetado pensador del perodo es Santo Toms de Aquino, quien conciliael pensamiento Aristotlico con las enseanzas de la Iglesia de una manera tancoherente y acabada, que es consagrado como el Doctor Anglico. El nico conflictoque encuentra esta escuela que se denomina escolstica es el de los msticos, paraquienes la teologa, es una ciencia innecesaria. Prefieren un contacto directo con Dios,sin hacer uso de la razn. Como seala Karl Popper esta es la primera vez que se enfrentanel racionalismo y el irracionalismo.!.' .

    El poder temporal de la IglesiaLaIglesia posee un enorme poder temporal en laEdad Media, pero el poder temporal

    del Papado, no termina en 1453; llega has [a el siglo XIX. Muestrade esta pretensin laencontramos en las palabras de Gregorio XVI que, en 1832,justificaba as la represinque las tropas Papales haban ejercido cOJ1!raun intento revolucionario:

    Una nueva causa de silencio se present por la insolencia de los facciosos queprocuraron levantar de nuevo la bandera de la traicin. Debimos, al fin aunque cuningente dolor, refrenar con la vara (1 COI. 4,21) a Nos otorgada por autoridad divina tangrande obstinacin de los hombr~ cuyo furor desenfrenado se vea incrementarse Ill,sbien que suavizarse con la larga'inmunidad y la indulgencia de nuestra magnnimabenignidad I~

    Los Estados Pontificios ten~n sus ejrcitos, su polica, sus tribunales y condena-ban a prisin o a muerte como cualquier Estado. Era un gobierno teocrtico porque elPapa - Rey era el rcpresenta~te ~e.Dios en la tierra.

    El Papa ejerca una enonne i"lnuencia en toda Europa, por eso mismo su trono eramuy disputado. Surgieron nUJm~Tosas querellas entre los reyes, los que en algunasocasiones lograban destronar a ~un Papa y colocar a otro en su reemplazo y cosassemejantes.

    Economa y Sociedad en la Edad MediaLa economa medieval, como hemos visto se caracterizaba porel aislamiento. Las

    rutas comerciales def imperio romano haban desaparecido. Al desapareeerel comen.:io,se pierde la divisin del trabajo que es la base de la riqueza. En cada feudo, cuando noen ,;ac1afamilia, se produce y fabrica todo lo necesario pura la vida. Se cultiva la tierra,se cra ganado, se elaboran las comidas, la ropa, el calzado, los muebles. Una nfimadivisin del trabajo se da en la existencia de panaderos, zapmeros, carpinteros oberreros. Estos pequeos artesanos se organizan bajo la proteccin del seor feudal encorporaciones o gremios}>. Estas corporaciones regulaban la cantidad de artesanosen cada ciudad, el rgimen de los aprendices., la calidad de (os productos, etc.

    El sistema de corporaciones era eXlraordinariamcnteconservadoI. Al asegur

  • 28 Las Ideologas en el Siglo XXI El COlltexto histrico de/nacimiento de las ideologas 29

    y mucho menos el de enriquecerse. Las riquezas eran mal vistas. El comerciante oartesano deban vender a precio justO}) y el dinero no poda prestarse a inters (pecadode usura). A partir de estas premisas se fonn un mundo que no ofrecfa grandesalternativas, pero tampoco mayores peligros. Como afirmaMax Weber: En los comien-zos de toda tica y de las condiciones econmicas que de ella derivan aparece pordoquier el tradicionalismo, la santidad de la tradicin, la dedicacin de todos a lasactividades y negocios hcredados de sus abuelos. Este criterio alcanza hasta la mismaactualidad. [... ] Esta ineptitud, esta aversin a separarse de los rumbos tradicionalesconstituye un motivo general para el mantenimiento de la tradicin. 17

    Las cruzadasOtro fenmeno que no podemos dejar de mencionar fue el de las Cruzadas. Estas

    campaas militares convocadas por e! Papa Urbano Ir transcurrieron entre 1096 Y 1270.Durante estos dos siglos repetidas campaas militares se lanzaron con la intencin derompere! cercomusulmn que encerrabaaEuropa, con motivo de la recuperacin de latierra santa. Estas campaas tuvieron una suerte diversa. En algunas pocas lograbansu cometido, pero finalmente no consiguieron desalojar a los rabes de Jerusaln y losdems lugares sagrados. Por otra parte produjeron un desprestigio de la potestad de laIglesia y un mayor poder de los reyes sobre los seores feudales.

    Los tiempos 11loderflOsLlamamos tiempos modernos al perodo histrico que va desde la cada de

    Constantinopla en 1453, el descqbrimiento de Amrica y los viajes ocenicos alrededordel mundo, hasta la Revolucin Francesa de 1789. Este es, sin duda un perodo detransicin cn el que surgen diversos fenmenos que estn estrechamente vinculadosunos o a otros. Los descubrimientos geogrficos, el avance de la ciencia, las armas defuego, el absolutismo, hasta llegar a la reforma protestante y los movimientos revolu-cionarios. Son tres siglos en los que el mundo medieval y el pensamiento nicocaracterstico de la Iglesia, va perdiendo p

  • de relojera que lentamente, pero con plazo prefijado, estaba llamada a producir eldesmoronamiento del mundo cristianoY Frente a esta noticia inesperada algunosnegaron que los descubiertos fueran racionales. Sin embargo, muy pronto laeviden.da de su cultura, sus ciudades y su idioma, no dej ms remedio que reconocer sucarcter humano. Quedaba entonces otro interrogante. Acaso Jess haba muertotambin por ellos? La respuesta no poda ser otra que la afirmativa y con eso, al mismotiempo que se solidificaba la creencia religiosa se encontr una justificacin a laconquista: llevar a esos infi~les la buena noticia de la llegada del Salvador.

    Otro aspecto que debe destacarse, es que el descubrimiento de Amrica y lacircunnavegacin de la Tierra ofrecieron la primera gran prueba de la funcin quecorresponde a la teora pura, cuando es verdadera, en el gobierno de nuestra praxis yen el dominio de nuestro entorno.1~ El descubrimiento de Amrica o la circunnavegacindel globo por Sebastin Elcano no fueron aventuras casuales. Resultaron de laaplicacin de rigurosos estudios cientficos, al arte de la navegacin. Ms all dealgunos previsibles errores de clculo, era el pensamiento racional el que estabamostrando sus frutos, an contra lo que la teologa afirmaba.

    Como vimos un cuestionamiento importante que plantean los descubrimientos, esel de la licitud de la conquista. Con qu derecho podan los espaoles o los portuguesesdominar el nuevo continente que estaba habitado desde haca siglos por culturas dedesarrollo semejante al europeo? El pensamiento mdieval viene al rescate de esteproceso. Apenas unos meses despus del descubrimiento el Papa Alejandro VI, de tristerecuerdo para laIglesia, firmaba la Bula Intercoetera mediante lacual donaba a losespaoles toda Amrica, con la nica condicin de que predicaran el Evangelio, y 10deca en estos trminos:

    Nos hemos enterado en efecto que desde hace algn tiempo os habais propuestobuscar y encontrar unas tierras e islas remotas y desconocidas y hasta ahora nodescubiertas por otros, a fin de reducir a sus pobladores a la aceptacin de nuestroRedentor y a la profesin de la fe Catlica [... ] habis enviado al amado hijo CristbalColn con navos y con hombres convenientemente preparados, y no sin grandestrabajos, peligros y gastos, para que a travs de un mar hasta ahora no navegadobuscasen diligentemente unas tierras remotas y desconocidas [.,.] en las cuales vi ve unainmen~a cantidad de gente que segn se afirma van desnudos y no comen carne y que_ segn pueden opinar vuestros cnviados- creen que en los cielos existe un solo Dioscreador, y parecen suficientemente aptos para abrazar la fe Catlica y para ser imbuidosen las buenas costumbres, y sc tiene la esperanza de que si se los instruye se introducirafcilmente en dichas isla~ y tierras el Nombre de Nuestro Seor Jesucristo. [, ..] en algunasde las islas y tierras ya descubiertas se encuentra oro. '11'omas y otras muchas materiaspreciosas de diverso gnero y calidad. Portado ello pensis someter a vuestro dominiodichas tierras e islas y tambin a sus pobladores y habitantes reducindolos -con laayuda de la di'vina Jl1isericordia"- a la fe Catlica [... ] Nos pes encomendando grande:.mente en el Seor vuestro santo y laudable propsito, y deseando que el mismo alcanceel fin debido y que en aquellas regiones sea introducido el nombre de nuestro Salvador,

    Si todo esto corresponde perfectamente al espritu medieval que alienta el Papado,noes menos cierto que yase advierten elementos modernos en el texto. En primer trminola lucha de poder entre el Papndo y los monarcas absolutos. El Papa aclara repetidamenteque concede los territorios por propia decisin no por instancia vuestra ni de ningnotro en favor vuestro y les recuerda su deber de obedecerle por la recepcin delsagrado bautismo por el cual estis obligados a obedecer los mandatos apostlicos.Finalmente cuando hace la donacfn de estas tierras en las aunque vive una inmensacantidad de gente son an desconocidas; lo hace con el carcter ms absoluto yhereditario: a vosotros y a vuestros herederos y suceso~es [... ] seores de las mismas

    . con plena. libr.e y omnmoda pote_~tad. a\ltoridad y jurisdiccin..

    Pero adems el espritu de tucro del mundo moderno se advierte cuando sedice queen algunas de las islas y tierras ya descubiertas se encuentra oro, aromas y otras

    31El contexto histrico dei nacimiento de las ideologas

    os exhortamos cuanto podemos en el Seor y pOI'la recepcin del sagrado bautismo porel cual estis obligados a obedecer los mandatos apostlicos y con las entraas demisericordia de nuestro Seor Jesucristo os requerimos atentamente a que prosigis deeste modo esta expedicin y que con et nimo embargado de celo por la fe ortodoxaqueris y debis persuadir al pueblo que habita en dichas islas a abrazar la profesincristiana sin que os espanten en ningn tiempo ni los trabajos ni los peligros, con la fimeesperanza y con la confianzade que Dios omnipotente acompaar felizmente vuestrointento. [... ] por propia decisin no por instancia vuestra ni de ningn otro en favorvuestro, sino por nuestra mera liberalidad y con pleno conocimiento y haciendo uso dela plenitud de la potestad apostlica y con la autoridad de Dios omnipotente quedetentamos en la tierra y que fue concedida al bienaventurado Pedro y como Vicario deJesucristo, a tenor de las presentes, os donamos concedemos y asignamos perpetua-mente, a vosotros y a vuestros herederos y sucesores en los reinos de Castilla y Len,todas y cada una de las islas y tierras predichas y desconocidas que hasta el momentohan siqo halladas por vuestros enviados y las que sc encontrasen en el futuro y que enla actualidad no se encuentren bajo el dominio de ningn otro seorcristiano,junto contodos sus dominios, ciudades, fortalezas, lugares y villas, con todos sus derechos,jurisdicciones correspondientes y con todas sus pertenencias; y a vosotros y avuestros herederos y sucesores os investimos con ellas y os hacemos, constituirnos ydeputamos seores de las mismas con plena, libre y omnmoda potestad, autoridad yjurisdiccin.L\

    Nos detenemos en esta larga cita porque, nos parece una fiel expresin del espritude la transicin entre la Edad M~dia y la Edad Moderna. El Papa ejerce la potesrudapostlica de ser el vicario de CriSto en la tierra, y en consecuencia, es dueo de todoel planeta. Esas tierras estn habitadas por hombres, (que parecen suficientementeaptos para abrazar la fe Catl ica) pero por no ser cristianos

  • 32 Las ldeologw: en el Siglo XXI 1 El contexto histrico delllacilJlien!o de las ideologas 33muchas materias preciosas de diverso gnero y calidad. Por todo ello pensis sometera vuestro dominio dichas tierras e islas y tambin a sus pobladores y habitant~sreducindolos y obsrvese que el Papa da por sentado que los Reyes de Espaapensaban someter a su dominio esas tierras antes de su graciosa concesin, con loque laBulano hace ms que darlegitimiJadaun hecho inevitable. Rcsultaevidcl1tcqucse trata de resguardar el intransigente mundo medieval frente a una realidad quepretende desmentirlo y lo desborda. La Bula contiene un dilogo dramtico entre quienejerce la autoridad de Dios omnipotente que detenta en la tierra y que fue concedidaal bienaventurado Pedro y como Vicario de Jesucristo}) y unos reyes que sin olvidarpiadosas intenciones, han acometido una empresa planificada para engrandecer yenriquecer sus reinos.

    La brutalidad con laque se realiz laconquista no merece mayores comentarios. Eralo que podaespernrse de la mentalidad medieval llevada al nuevo mundo. Sin embargopodemos mencionar la manera como fray Diegode Landaen su relacin de las Cosasde Yucatn se refiere a lacultura indgena: Hallmosles gran nmero de 1ibros de estassus letras, y porque no tenan cosa que no hubiese supersticin y falsedadcs deldemonio, se los quemamos todos, lo cual sintieron a maravilla y les dio mucha pena

    Resulta conmovedor vcr que la pena que sintieron los indios al ver sus registrosculturales destruidos, haya sido tan honda que impresion al sacerdote, al extremo deexigirle consignarlo en su crnica. Otra muestra del mundo medieval en crisis, elsacerdote, al tiempo que justifica la destruccin de una cultura supersticiosa, ~

  • -34 Las Ideologas en el Siglo XXi

    El contexto histrico delllacimiento de las ideologas 35

    Las doctrin~s de Calv~n? tienen, en el nacimiento del capitalismo una influenciamucho mayo~ aun. ~l CalVinISmO, se origina en Francia pero por las persecuciones setraslada a~asllea y fInalmen~ a Ginebra. Pero los calvinistas van a difundir sus ideaspor FranCIa, Ho~a?da y ESCOCia,Y finalmente influirn en laIglesia Anglicana. La tesiscentral ~el CalvlllIsmo es la predestinacin: algunos hombres desde su creacin estabpredestll1ad.os para el paraso y otros para el infierno sin que nada que ellos pudier:~hacer cambIara su destino inexorable.

    En ~aconfesin de Westminster en 1647 se expresan con extrema dureza las tesisdeCalvll1o:

    .Para revelar su majestad, Dios por su decreto ha predestinado a unos hombres ala vI.da eterna y ~entenci~do a ot~os a la eterna muerte. Aquellos hombres que estndesuna~~s a la Vida ha~ SI~O elegidos en Cristo para la gloria eterna por Dios, antes dela creaClOn, por su d~slgnIO eterno e inmutable, su decreto secreto y el arbitrio de suvoluntad, y ello por lIbre a~or y gracia; no porque la previsin de la fe o de las buenaso~ras o de la perseveranCIa en una de las dos U arra circunstancia semejante de lcnaturas,l~ hubiesen inclinado, corno condicin o como causa sino que todo es prem~~~e su gracia sob~ra?a. Plugo a Dio~ olvidarse de los restantes mortales, siguiendo ellllescrutable deslgmo de ~~ v~luntad, por el que distribuye o se reserva la gracia comole p~ace, para honra de su ilImItado :oder sobre sus criaturas, ordenndolos a deshonory calera por sus pecados, en- alabanza de su justicia.1~

    Cmo vivir con semejante doctrina? La angustia corroa acadahombre .. Esta -t 1 l'd?'C' ' reyoen ~e. ose egl os. omopuedosaberlo?ComodiceMaxWeber,consuinhumanidad

    patetlca, esta doctrina haba de tener como resultado en el nimo de una ..I .. , d . .' generaclOnque.a VI~1Oen to a su grandiosa consecuenCIa, el sentimiento de una inaudita soledadmtefl.o~del hombre. En el asunto que, para los hombres de la Reforma era ms decisivo'Idafe.ltcl~ad eterna, el ho~bre se vea condenado a recorrer l solo su camino hacia u~estlllo Ignorado presento desde l'a.eternidad.-~'

    E~ el cat0.ticismo vigente desde la Edad Media. la angustia existencial tena unremedIO acceslbl~. La Iglesia que castigaba tan fieramente las herejas, era, en cambio,extremadamente IOdulgente con el pecado. Bastaba acercarse a la confesin para quelos peca?os fueran per~onados. Lalglesia administraba lasalvacin de los hombres queera re~atlvamente sencIlla. B~stabael ~epentimientoy algunas pequeas reparaciones(que eeneralrnente se traducIan en oraCIOnes o limosnas para la Iulesia) Lad t' del. b.. e . oc nna e.3,vmo, en cam 10, VIene a trastornar todo ese mundo pacfico. previsible estable

    dlflamos confortable. f?ara el cmlico, la oracia sacramental de su Iolesia' t b 'su d. .., d. e ., es a a aoISPOSICIO~como m~ lO de compensar su propia insuficiencia: el sacerdote era el

    ma;,o~ue real~zab~el ml1agre.del cambio y que tenaen sus manos el poder de las llaves.se podla acudir a el con humildad y arrepentimiento, y l administraba penitenci 'otorg~ba espera~zas .d~ gracia; s~g~ridad de perdn y gara~tizaba la emancipaci:d~!~temble angustIa, VlVIren lacual era para el calvinista destino inexorable del d .ni nadie od' d.. 1 ' . quena apIare Imlr e; para el no haba esos consuelos amistosos y humanos y ni

    -t..'.~-,

    Pero la reforma tiene una intluencia ms grande an en el pensamiento contempo- ~-

    nneo y en el nacimiento de las ideologas

    Lutcro ejerce una notable intluenciasobre laaparicin del capitalismo. Como afinnaMax Weber, para Lutero la vida monstica no slo carece por completo de valor pamjustificarse ante Dios, sino que adems es el producto de un desamor egosta, que tratade sustraerse al cumplimiento de los deberes que precisa cumplir en el mundo. Surge ascomo contraste la idea a la vez profana y religiosa del trabajo profesional comomanifestacin palpable de amor al prjimo [...] afinmndose que la divisin d~l trabajoobliga a cada cual a trabajar para los demisY Para ganar el cielo, no bastaba con elrecogimiento y la oracin, se deba trabajar en el mundo para el bienestar de los dems. ~.

    alguien haba obtenido el perdn de terribles pecados mediante la confesin, no podanir al paraso en las mismas condiciones que los santos. Entonces deba haber, una etapaintermedia antes de ingresar al paraso. All se sufrira un castigo proporcional a las faltascometidas y luego. purificado se poda ingresar al cielo. Las obras de bien, los sacrificiosy la oracin iban reduciendo el tiempo y la intensidad del purgatorio. Entre esos actosque obtenan la indulgencia divina estaba el hacer donaciones para la Iglesia. Losenormes gastos, la vida licenciosa y la ambicin de construir magnficos templos ypalacios movieron al Papa a realizar una jugada audaz: emitir certificados impresos deindulgencias y drselos a los bancos para que los vendan.

    En el siglo XVI los acontecimientos se precipitan Lutero en 15\7 y Cal vino pocosaos despus fueron las principales figuras de un fenmeno generalizado de rebeldacontra la autoridad Papal y los dogmas de IaIglesia. Obviamente tales insubordinaciones,para tener xito, deban contar con el apoyo de algn monarca. Paresa el absolutismoy las querellas entre reyes y Papas son el condimento necesario parael xito de la reforma..Como se sabe en Inglaterrael poder real es el verdadero promotor de la refonnaanglicana.En Espaa o Francia, en cambio, la fidelidad de los reyes al Papa la reforma no tuvo elxito que logr en el resto de Europa. Por otra parte Italiaeradominadacasi enteramente

    por el poder temporal del Papado.

    La refonna es el principal impulsor del nacimiento de las ideologas por varias

    razones:

    Pocos aos despus, en 1545 el Papa Pablo III convoc al Concilio de Trentoinvitando a todos los reformistas, los que se negaron a concurrir. Formado slo porobispos espaoles e italianos se limit a condenar la reforma ya establecer de manerams fime y ordenada los dogmas y las normas disciplinarias. Laconsecuencia de esteconcilio fue lade sellar definitivamente ladivisin de lacristiandad, y el fortalecimientode la doctrina Catlica que se hada as ms clara, precisa, y al mismo tiempo ms

    intransigenlc.

    En primer trmino porque termin con el poder temporal de los Papas sobre todaEuropa. Los reyes y prncipes cristianos desafiaban abiertamente aRoma, y cobijaban

    a los ms audaces reformistas.

  • 36 Las Ideologas cn el Siglo XXI El contexto histrico delllacJlIliellto de las ideologas 37

    siquiera poda esperar como el catlico y aun el luterano, reparar por medio de las buenasobras las horas de debilidad y liviandad.})-ll

    Cmo sobrevivir asemejanre angustia? La respuesta calvinista vino de la manerams impensada. Al observar que algunos hombres eran afortunados y dichosos, yposean muchas riquezas rnjentras que otros eran pobres, enfermos y desgraciados,intuy que all se poda ver el indicio ms claro del destino de cada uno. Los que eranfelices en la tierra eran los elegidos por el Creador. De ah a la tica del esfuerzo, el trabajoy la riqueza haba un paso. No era que conseguir riquezas sirviera para obtener lasalvacin, slo constitua una manera de canalizar la angustia de la incertidumbrehaciendo algo mientras tanto y al mismo tiempo si se tena xito en las empresas seestara demostrando de manera evidente la pertenencia al pueblo de los elegidos. Comodice Erich Fromm se atribuy cada vez ms importancia al esfuerzo dedicado a la propiaocupacin y a sus resultados, es decir al xito, o al fracaso en los negocios. El xito llega ser el signo de la gracia divina; el fracaso; el de la condenacin.-!! Dios bendice a lospredestinados con el x.ito econmico.'.l y sepulta en la miseria a los que expulsa de suseno.

    El seguidor de Cal vino, deba convencerse a s mismo que estaba entre lospredestinados, porque la duda era signo evidente de falta de fe. Para poder lograr esasecruridad se deba trabajar de manera incesante. De esa manera se obtena la riqueza.si;no inequvoco de la predestinacin ala felicidad eterna, y al mismo tie~po secalrnab~la ansiedad con el esfuerzo incesante. Las buenas obras son del todo Inadecuadas SIse las considera como medios para alcanzar la bienaventuranza (pues tambin el elegidoes criatura y todo cuanto hac se encuentra. a infinitadistanciade los preceptos divi nos),pero son absolutamente indispensables corno signos de la eleccin; constituyen unmedio tcnico no para comprobar la bienaventuranza, sino para desprenderse de laangustia por la bienaventuranza. _'~

    Esta tica era casi exactamente opuesta a la tica medieval. La riqueza deja de serun lastre que conduce a la perdicin para ser signo de predestinacin a la felicidad eterna.El trabajo frentico no es un competidor de la vida de oracin o de la mstica mon~sticasino que se convierte en el nico medio de asegurar la salvacin (no por el poder de lasobras, sino como indicio del designio divino).

    Frente a la concepcin medieval de que las grandes diferencias econmicas eranfrutos del pecado y que exista necesidad de ayudar a los pobres Iatica protestante daba(

  • ,39El contexto histrico del nacimiento de las ideologas

    1. "El Edicto de Miln o la Tolerancia del Cristianismo. hltp:llwww.cristianismo-primitivo.org!siglo jV /constwltino. litm.2. Palomillo, Luis Antonio. En el umbral del fin del tiempo, !lttp:/lwwlV.evangelioeterno.com/capitulo6.htm.3. Historia Univr.ral. wmo 9. pg. 23. Nauta. Citado por: Palomino, Luis Antonio. En el umbraldel fin del tiempo. htfp:/lwww.evangelleterno.comJcapitulo6.!Ilm.4. Hinojosa Montalvo, jO.f, Iglesia. antijudasmo, Inquisicin.. hup:/lwww.conou.c(}lIl/duc.php ?doc=1420.5. Hinojo.w M(mtalvo. jO.f. dglesia. ,untijudasmo. Inquisicin.. htfp:/lwww.conoze.comldoc.php?doc=1420.6. Luo III Papa, dd abolendam, 1184.7. juan Antonio L/orente, Historia crtica .de fa Inquisicin en Espaa, Tomo 1, pags. 2 y 3. Citadopor: Chami, Pablo A.. J lnquisin". Editorial ClDICSEF, 1999.S, Benedicto Durand., tlie.wurce.~ anecdatorum La lnquisicn", http://www.angel(jre.comlegoltetri coli Ilquisicion. 111ml.9. Lucio III Papa, dd abolendiun, 1184./O. Joseph del Olmo furriel del rey Felip~ IV Madrid 1680 Citado por: Carda Carda, Bernardo J..Auto de fe en la Plaza Mayor, Ediwrial La Avelltura de la Historia n" 20.l/. SCALAMBRO. Maniio. En qu creen los que no creen!. Editorial Planeta. Argentina. 1999.pg. 124.12. Fisas. Carlo.~, "Historias de la Historia, Editorial Planeta. http://webs.sinectis.con,arlmcagliani/muerreen.htm./3. Po 1X. Endclica "Gravissima.p>>>. Editorial Guadalupe. Buenos Aires. 1952. pg. 170.14. Cadena Cepeda. Ral, La intolerancia. 2001. littp:/lwww.rcadena.lIetlintol.htm./5. Popper. Karl. ",La sociedad abierta y ,rus enemigos. Editorial Ediciones Orb. Bl/enos Aires1985, pg. 396. '16. Gregorio XVI. "Mirari Vos, Editorial Guadahpe. Buenos Aires. 1952. pdg. 43.17. Weber. Max. ",Historia EC(lf/{micuGeneral. Desarrollo de la ideologa capitalista,18. ",Notas para un concepto de utopa. Editorial Revista de Occidente, http://www.revistaoccidente.dJ37Sino tic ias/u wpiaJ7. ac t.19. Descartes. Ren. ",El Discurso del- Mtodo", Editorial Alba. Madrid. 1997, 'pg. 13.20. Descartes. Ren, obra citada. pg. 30.21. Descartes, Ren. obra citada. pg. 34.

    Notas del Captulo

    ConclusionesLos tiempos modernos son un perodo de transicin, en el que coexiste el poder

    temporal de los Papas, el renacimiento de la cultura de la antigedad, la inquisicin,losmonarcas absolutos, las tesis cristianas ms diversas, se abre el mundo al comercio ya las nuevas ideas, la cienc~a se independiza de la teologa, aparecen inventos querevolucionan la vida, y una nueva tica, basada en el trabajo y la riqueza. Todo estabapreparado para la gran revolucin que dara lugar al nacimiento de las ideologas, Conel nacimiento del liberalismo, del que nos ocuparemos en el prximo captulo.

    Como dice Weber Lo que el hombre precapitalsta considera tan inconcebible ymisterioso, tan sucio y despreciable. Que alguien pase su vida trabajando, guiado porlasola idea de bajar un da a la rumba cargado de dinero, slo le parece explicable comoproducto de instintos perversos ~I

    -:7La presencia de los judos como banqueros se explica por diversos factores. En

    primer tnnino desde el Antiguo Testamento se prohbe a los judos la usura entre -hermanos pero se permite con los extranjeros: No prestars a usura a tu hermano ni tu -~dinero ni granos ni cualquier cosa; si no solamente a los extranjeros. (Deuteronomio _T23,19) Ypor otra parte en la Edad Media aunque la Iglesiacondcnael prstamo a inters, ~la economa lo necesitaba y entonces recurre a los judos, que no estaban sometidos a i-sus dictados para cumplir esa funcin que se consideraba indignade un buen cristiano. -.~,H Pero el banquero, tanto antes como en nuestro tiempo, es amado y respetado por quiennecesita un prstamo y odiado y vilipendiado cuando debe devolverlo. Ese rol convirtia los judos en blancos de muchos odios y en causa de sus persecuciones por lainquisicin. Los judos eran una especie de parias, ~"pero sus riquezas eran envidiadaspor muchos.

    Pero no eran los judos los nicos relegados socialmente. Toda la burguesanaciente, es decir esa clase social que comenzaba a hacer negocios comerciales oindustriales fuera del mar~o de las corporaciones, que buscabade una manera inauditay desenfrenada las riquezas (uc despreciada durante siglos. Laconcepcin medieval de .,...la estabilidad, el precio justo, la condena al prstamo de dinero a inters y en general -la condena a! materialismo, tan pr~pios al medioevo provocaron un fuerte rechazo haciaquienes se enriquecan de la noche a la maana. Ese rechazo era una combinacin dedefensa de los valores superiores de la religin o la espiritualidad, con una maldisimulada envidia. El avance del capitalismo tuvo que superaresa prejuiciosa concep-cin tica, y no parece exagerado atinnar que an lo sigue haciendo.

    -.5La burguesa lejos de ser una clase homognea estaba formada por diversos ;::

    aportes. Como vimos, prolestantes ansiosos de confirmar su predestinacin mediante -'"el trabajo incesante, pero tambin los judos que durante la Edad Media haban sidorelegados al comercio y el prstamo a inters, las actividades entonces ms desprecia-bles. Para entender la sutil diferencia entre unoy otro espritu del capitalismoseguimosnuevamente a Weber: No hay que pensarnicamenteeljudasmo palestino de [apocaen que se dieron los preceptos del Antiguo Testamento, sino en el judasmo tal Comose fue formando lentamente bajo la influenciade muchos siglos de educacin formalista,legalista y talmdica; y ya por eso precisa proceder con la mxima cautela al sealarparalelismo. Al puritanismo era completamente ajeno el sentido despreocupado de lavida que caracterizaba tanto al antiguo judasmo, como a Jaticaeconmicadeljudasmomedieval y contemporneo, en aquellos rasgos especficos que marcan su posicin enel desarrollo del ({ethos capitalista. La mentalidad judaica coincida ms bien con ladelcapitalismo aventurero) de tipo poltico - especulador; su ethos, en una palabra, erael del capitalismo del paria, mientras que el puritan\smo tenia el cthos de la industriaracional burguesa y de la organizacin racional del trabajo, y slo lo que encajaba en --r-estos moldes: fue lo que tom de la tica judaica. .\" '

    38 Las Ideologas en el Siglo XXIIen el medioevo. Sin embargo la apertura comercial, los Inventos y dcscubnrnientos y latnueva tica que recorra el mundo en los tiempos modernos hicieron de estos seres 1:relegados, protagonisras crecientes de las transformaciones del mundo moderno. t,

  • 22. Descarte.~. Rell. obra citada, pg. 34.23. Buello, Gustavo, La Teora de (a Esfera y el Descubrimiento de AlIlril.:u, Editurial Re\'tu defi/o.wfa. cielll;ius hUlIIlIllas., O~'ied(l. 1989, !lllp:!/jif(Jsofiu.(Jrg/redbusl!Jls2010J.hllll.2", Buello, Gus((l~'{).obm ciuu!a25. Alejalldro VI, fnler CocIera, N9326. Hayes. Gmcie[a, El Mito, sus re!m;iOIJC,f um la Fifo.WIflI27. Cristbal CII/Oll. citado por Mm:>:, Kurl, El ClIpitul Tomo J Captulo 328. Weber Max. ricu pmlesrallte, EdillJrill! Ediciones Libertador, BUell{).~ Aires, 2004, pg. 65.

    29. Weber MaJ:, ohm ciwd(/, pg. 83.30. Weber MiIX, libra citada. pg. 86.31. Weber MlX. obm cilada, luM. J05.32. Fmllllll, Eridl. El miedo (/ la libertad. Editorial Paie/os, Buellos Aires, 1964, pR. 124.33. Weber Max, obra Litada, IJlR. 126.3-1. Weber Max, obra cilllda, pg. 102.35, Weher Max, obra cilado, pg. 1R1.36. Ruler, cIJllsi!ia re%gica l. C,x ,it 1 disr 9 NU 24 Sellfenedas de SaloJllll , 23 Citado por: WeberMax, "tica protesWllte, Obra Ci/llda, plg. J60,37. Weber Mw:, obra ,:lllda, plK. 162.38. Weber MaJ.", o/;I"(I ciwda. piK. 165.39. Weber, Max, "Historia Ecmwlllica Genera/,Obru Cifllda.40. WefJer. Ma);, "Historia EClllumim Gelleral,Obra Ciradu41. Weber Max. "lica proreSf(lllte, Ofm Cirudu. pg. 50.

    40 Las Ideologas en el Siglo XXI

    El Liberalismo

    Definirelliberalislllo en l campo de las ideologas es sumamente difcil. Confluyenaello varias razones. En primer trmino, la ideologa liberal tiene T1]s.de dos siglos deexistencia y a lo largo de este perodo ha cambiadolUCho~Pr'otra parte,~ ~eces resultaextremadamente difcil sealarlos puntos de-~~ntacto~treenlberalis-mo -lilo~t;i-~,~l- - _.- - . ----- - -~-_._--._-------~liberalismo poItico y ellibcralislllo econmico.' Es ms, como veremos, hay veces que.parece'existi"j'-una-verdader

  • 42 Las Ideologas en el Siglo XXI El Liberalismo 43

    "~o.~

    Cuando Newton descubre las leyes elementales de la fsica, o Galileo afirma que latierra gira en torno del sol, no ponen en tela de juicio ningn dogma de la Iglesia, sinoalgo mucho ms radical: la presencia de Dios en cada acontecimiento . . Cuando los

    ciend~fidcosla ~arti: del R~nacimlient? van ~edscuDb~iendOlas ley~s de .la naturaleza por ,"',me 10 e a ClenCta, no nlegan a eXistenCIa e lOS, a contrarIO atnbuyen a creadorhaber dictado esas mismas leyes que ellos simplemente descubren, pero este cambio 1produce una alteracin profunda en la tarea de la bsquedade la verdad. Hastaentonces,

  • 45El Liberalismo

    arriba respecto a nosotros, y que, como dice elmuy poco filsofo San Agustn, se habracado en el cielo. 12

    t"fitilitarismo y hedolJiE.n.o::>~-----------TJ,na.deJas.simplificaciones que se suelen hacer_alhahJar..delelibex.alismoconsiste ..en~ar.qu los liberales creen en el placer individual como nica norma de conducta~nilag'rGsame..o1e iX5T'Q5ra e u~a mano inv,isi e ese eg~sm.o_~onduGc..aI,bienestar general. Como veremos tales Ideas no son ajenas al pensamiento llberal, perono podemo~lificar al liberalismo como si fuera la consecuencia del hedonismo.

    Veamos un ejemplo de esta simplificacin. Un economista contemporneo afinna:La economa pura tiene por punta de partida el llamado principio hednico. Si ciertoshombres -homines oeconomici- esto es, hombres que obran unifonnemente y concordura, buscando en la satisfaccin de sus gustos y necesidades la mayor satisfaccinposible, con el menor esfuerzo, costo o dolor que consienten los obstculos en quetropiezan, son los que prevalcen en las actividades humanas, demustrase un conjuntode proposiciones o teoremas econmicos que describen adecuadamente, con plausibleaproximacin a los hechos, la conducta econmica de los individuos que forman partede aquellas colectividades, 1)

    J;sta~filosofa..d.eLpJ.aceregosta nace con el griego clsico Epicuro. Para saber sinuestras acciones son correctas, la mejor gua es el'-placer puesto que la naturaleza loha puesto para indicarnos aquello que conduce a nuestro bien, mientras que el dolor esla seal ms clara de marchar porel camino equivoc,ado. Quien busca el placer y evitael dolor es sabio, por obedecer al sistema de seales de la Naturaleza.~> 14

    En trminos de Jeremy Bentham

  • Pero 1'1virtud Rara Smith..ab.JJ.r~no solo la prudencia que nos,gua a obtenernuestra propia felicidad, sino tambi'.'!~~j.!1..Aticia gue nos hace reconocer losd~~echos de los dems.y la beneficencia que es :1 desprendimientQ..,p.1lca..ayud-ar_alnecesitado. llJ

    Un rasgo comn enlaza a las d"iversasramas del utilitarismo: su moderacin. Msque convertir al hombre, el utilitarismo pretende expresarlo en lo que tiene de mejor, sinviolentar sus tendencias dominantes. Por eso se presenta corno un egosmo ilustradoal sealar [...] que en la gran mayora de los casos el inters propio, bien entendido,coincide con el inters general. Lo que se le est diciendo al lector no es que reniegue !de s mismo sino que sepa pensar en direccin de s mismo; si lo hace, probablementeel con meto con los dems desaparecer.) 11 Producto de los afectos benevolentes, lajusticia eS en realidad la contraparte simtrica de la prudencia. Si sta se orienta a lapreservacin de la propia esfera de accin, aqulla preserva la esfera inviolable de accinde los. otros. Con la prudencia me preservo en un mundo sometido a mi accin yresponsabilidad; c~n Iaju~ticia preservo el mundo de accin de los otros, ante los que

    47El Liberalismo

    soyresponsable. De ah que Iajusticia sea fundamentalmente una virtud negativa, nosimpide lesionar a nuestro prjimo.))l!

    Partiendo del reconocimiento como principal motor del obrar humano Smith llegaa la conclusin de que el hombre pobre est avergonzado de su pobreza. Siente queobien lo excluye de la atencin de la gente, o bien, si le prestan alguna atencin, tienenescasaconmiseracin ante lamiseria y el infortunio quepadece. En ambos casos resultaser humillado, porque si bien el ser pasado por alto y el ser desaprobado son casascompletamente diferentes, como la oscuridad nos cierra el paso de la luz del honor y la"probacin, el percibir que nadie repara en nosotros necesariamente frustra la fuentems grata Yabate el deseo ms ardiente de la naturaleza humana. H

    La virtud por excelencia es la beneficencia, el haccr bien al que lo necesita. Es alldonde,para Smith se equilibra la balanza de la libertad, en la actuacin benevolente delquems tiene hacia el necesitado. Por eso la tradicin liberal rechaza toda accin socialdelEstado. En primer trmino porque altera los trminos de laecuacin social liberal, lanointervencin, peromuy especia!men teporque no deja lugar a la beneficencia privada.Como atirma Ramn Ramos Torre: Toda restriccin pblica de la esfera de la benefi-cencia no slo supone una odiosa intromisin de los poderes pblicos en el espacio delalibertad negativa, sino adems una prdida neta en la contabilidad moral de la sociedaden su conjunto. Y supone una prdida neta porque hace imposible que los individuossean libres a la hora de prestar su ayuda a los dems y as alcancen la virtud. Si labeneficencia se convierte en un derecho (justicia) de quien la recibe deja de ser libre,y el individuo liberal queda sin escenario en el que exhibir su excelencia.!4

    Contra lo que muchos creen, los padres del liberalismo no fomentaban laopulenciani el derroche. Todo lo contrario e"randecididos.partidarios de la frugalidad. CuandoMontesquieu se refiere a las gnindes diferencias en la riqueza de las personas afirma:puede ocurrir que algunos particulares posean grandes riquezas sin que se corrompanlascostumbres, porque el espritu de comercio Ilevaconsigoel de frugalidad, economa,moderacin, trabajo, prudencia, tranquilidad, orden y regla. As, pues, mientras esteespritu subsista, las riquezas que produce no tienen efectos perniciosos. Lo malo escuando el exceso de riquezas destruye el espritu de comercio: surgen entonces losdesrdenes de la desigualdad, que antes no se haban dejado sentir [...] un almacorrompida porellujo tiene muchos otros deseos; pronto se hace-enemiga de las leyesque la estorban.)!-' La frugalidad era sealada por Benjamin Franklin corno una de lasprincipfl.lesvirtudes tiles a.la vida social. !'

    El liberalismo predica la frugalidad"p.Q.ffiuemientras la rigueza sea empleada en laf~tl,.a~""capi tales..(el-esp~itu~~1 comerti.o..-en-pal-abras-de..MOlltesgue')..no,;;;JIr~1ta una afrenta para quienes tienen menos, como 10As,-.efectivamente';C:.I~derroGhey..!.aostentaciOTl:\loIverem'os sobre el terna de la tica liberal al hablaccLeJJib_eralisrnoeconrico.---,...-- . - ,.

    ,: I

    Las Ideologas en el Siglo xxi

    respetemos el de los otros. La ley dirige este amor propio y la religin lo perfecciona.Es muy cierto que Dios hubiera podido hacer criaturas nicamente atentas ,!-lbien deotro. En tal caso. los mercaderes habran ido a las Indias por caridad y el albail hubieracortado la piedra para dar gusto a su prjimo. Pero Dios ha establecido las cosas de otromodo. No acusemos al instinto que l nos da y hagamos el uso que manda de L 17

    Adam Smith antes de escribir su ohra econmica cumbre La riqueza de lasNaciones~) escribi su no menos importante Teora de los Sentimientos Morales.Hubo quienes afirmaron que en La Riqueza de las Naciones, Smith se desdice de sus

  • ROllsseall_Es difcil decidir si Rousseau es o no liberal. Sin duda lo es en cuanto se opona al

    Rader monrguico y a.lqj~ificacin teolgicade la autoridad. :r~as oc sus __atlr~aci;~e;_son-=-cl;;.--mente totalitarias, por l{)([iIe se opb.n"e-n~a-

  • 511 Liberalismo

    1i3ado a los totalitarismos...9~la.l.uc.ha--OJ2or la li.!?S:J:tad:"'~l1o~una.lne_a.;_.

  • 52 Las Ideologas en el Siglo XXI j--~-

    E/ Liberalismo 53

    Iglesia ni compaa puede n definitiva subsistir y mantenerse unida, sino que Sedisolvery caer en pedazos, si no es regulada por algunas leyes y todos los miembrosno aceptan observar un orden. .'0 pero no acepta que esas nonnas sean im uestas porI~r.za del poder poltico ya que~' U1darse e que a sentencia de excomunin~~ecucin no conlleven ningn trato rudo de palabra o accin que pueda dam ,Lla persona expulsada en su cuerpo o sus posesIOnes. 51 Nj las Iglesias tienenjilliSd'icco~n-1't:JSsuntos mundanos. ni son el fuego y la espada losinstrumentos propios para convencer de su error a los hombres y ensearles la verdad.})

  • 55

    A~t1!WJ)l1P...Q~.w..d-,J.~gJ.lJ.Q..eJ.Jlcrodo.lli.lI11;)..d..Q..e1T errof P...QL9ucla Asam blea,:crcqgj}":.l.orJ.ol'clemetltQ~ ....que..de.seahan...v.o.l.v"eral.ab.s.olutismo. instaur un rgimenin,lQ_lerante..cuLllev a la guillotina a 11 oap R[~9l!~~~Orce meses 1rElmximoexpDJ1~l)t~_p~~-ts~erodo fue Robespierre quien mand a la muerte a todos losQUositores de izguierda o derecha, a sus intransigentes concepciones. Robesplerrelleg a afirmar que la proteccin social slo se debe a ciudadanos libres; pero en laRepblica, slo los republicanos son ciudadanos. Es decir, en la Revolucin Francesafueron excluidos de la igualdad jurdica los anti-rcpublicanos, 71

    El mundo asista horrorizado ab paradoja de contemplar UI1 rgimen queen nombrede la libertad ila igualdad consagraba lo.ms absolutaintolerancia y mandaba al cadalsoa (odas los que tuvieran la mi.lsmnirrya discrepancia con las ideas de quienes dominabanla situacin en un determinado momenlO. Esta situacin condujo, despus de la cadade Robespierrc, a una situaci6n tal de anarqua que slo una figura como la deNapolcn

    fRevbZucin Frallce!i.l!)L~ historiad.m:cslTIarxistas han ..reducidoJa Revolucin Francesa a la categ.,1:ad~.

    re~r.guesa ..& tr~t~ra ~~la tomad,!l pod,~!:E2Llo.scomerciantes e ;;JUs.gJWesque re.:Elaban~c.Qn[ra los pr-]V!leglos de.la monar-ju!a,-laJ~.y ..elcleJ.P."que no'-servana~~lAS.interese.s_.,Considero esta versin sumamente unilateral y falta de matices. Larevolucin estalla porque la monarqua francesa haba ignorado las presiones que desdediversos sectores, y muy especialmente desde los filsofos y los economistas seestaban ejerciendo para cambiar la sociedad. El absolutismo, como hemos visto, sebas~!baen la autoridad derivaba de la potestad divrna, y rega adecuadamente un mundodonde la verdad era patdmonio de la Iglesia Romana. La reforma, si bien haba liberadoa la monarqua de la autoridad papal, tambin le haba quitado ese halo mgico, esajustificacin teocrtica que gozaba cuando el Papa, indiscutido representante de Diosen la tierra les cei'a la corona. Por otro lado, la apertura comercial y el surgimiento dela industyia mecanizada, requeran de mayores libertades para el ejercicio del comercio,y la corte, la nobleza y el clero, con sus exenciones impositivas, su enorme y costosoboato, se haban convertido en rt:liquias inservibles del pasado. En Inglaterra losmonarcas cedieron paulatinament~, mientras que en Francia los monarcas, tozuda yerrneamente confiaron en la supci-vivencia de las instituciones.

    El llamado Tercer Estado es~aba formado por todos los ciudadanos que carecande privilegios, y estabanjuntos en e;ita lucha por la libertad, ~aigualdad, y la fraternidad.

    L as..!-'1CCio.n,es"concre tas-d e.kHe YO1ud n.f.u~..wllID.!JJ-!lP.1es. A I ca !TIienza nQ..slooSe.resp.et...JJL1lgllra del Rey, ~SUI~eJp.s medidas mloQtadas fuer....QD.J.~UC lograron_.tras.c~n.~~_:~~~po: La creacin del sistema mtrico decimal, la libertad para losjudos, el establecimiento de empresas rurales pri vadas, la abolicin de las corporacio-nes medievales y la consecuente prohibicin de organizaciones sindicales de obreros.Consagr los derechos del hombre sobre la base de la igualdad y la propiedad privada,confisc las propiedades de la Iglc'sia, y otorg tierras a los campesinos que habancontribuido a la revolucin. (,'l

    ~El LiberalislI10

    P..9.[2~rolado, su tolerancia religiosa eraJintiJ.!1da cuan.9.QJ;l~ague: el gue no tie~re1Jgi6n,~.s,cQ.Q-lcJ.].n_._an_!~1~~!_I_e_r~bleque slo siente su libertad cuando desgarra ydevora. h4,. o cuando afinnaba que Las religiones que tienen un gran ce o pore;t.ta;l~c.ecse'en'oJJ:.Q.ili~i~J~e,ssons~asi exclus-ivamente religiones intolerantes" [ ...] poreso ser muy buena la ley civ~l que no pennitael estab1~i1"irimTt'trornmeligiO cuando-.',el Estado e~,t satisfecho con la religin ya establecida. He aqu, pues, el principiofundamental de las leyes polticas en materia de religin. Cuando se es dueo d.erecibir -o no, en un Estado, una nueva religin, no se debe admitir; cuando est esta ec! a, hay'-que tolerarh! ..h~Vemos hasta gue p':unto an los adari-a~'1!i"t15"leranca esta ULnJejps_dEJ o..que~J;ClIy"'.lamaFioamos ...es.tn.dg~~s>_,_d~e~v~a_lo,"r,"es~d;;e.;;m.;;o:.c;.;r;;;;ti;;c.:.o",s.-

    Pero, a su vez se lanza airadamente contra la Inquisicin: El Tribunal de laInquisicin, formado porfrailes cristianos. aimitacin del Tribunal de la penitencia; es ,.contrario a toda buena poltica. Por todas partes ha suscitado la indignacin general;-y habra cedido a las contradicciones si los que queran establecerlo no hubieran sacado'ventaja de estas mismas contradicciones. Este Tribunal es insoportable en todos los'Gobiernos. M Uno de los abusos de este Tribunal es que, de dos personas acusadasdel mismo delito, se condena a muerte a la que niega. mientras que la que confiesa, evita -el suplicio. Ello deriva de las ideas monsticas, segn las cuales, el que niega aparececomo impenitente y condenado, y el que confiesa parece estar arrepentido y salvado.Semejante distincin no puede aplicarse en los tribunales humanos. L".ljusticia humana-no ve ms que las acciones y no tiene ms pacto con los hombres que el de la inocencia, ,.mientras que lajustfciadivina, que ve los pensamientos, tiene dos: el de la inocenciayel del arrepentimiento. 07Pr ltimo detine al poder del clero como peligroso para la_democracia";'

    iProbbiemente 'su mayor contribucin haya sido la de la divisin de poderes como

    mayor garoota d~los respetos del ciudadano. Defendi no slo la divisin sino laindependencia de los poderes que actuaran como contrapesos para asegurar lus_ -libertades.

    54

    Expresamente se opone a toda diferenciacin basada en la nobleza o el clero, o como dice.textualmente en magistrados, senadores, jueces, padres, maridos o amos perotampoco admite un igualitarismo que desconozca las diferencias que surgen de la vidasocial. '2 !

    Si hablamos d.lm~~0a.toJy_a.Qgim:~1 i,gl2.~a-_elp....Qder del clero, Montesquieues un excelente ejemplo del pensamiento de su poca. Por un lado pennanentemeQt~..s1:. 'c~ida de no caer en herejas. v.por otro criticaferozmente la intolerancia religiosa.

    Observemos al Montesquieu temeroso cuando dice: Como no pretendo sertelogo, sino escritor poltico, es posible que haya en esta obra cosas que no seanenteramente verdad si no se consideran desde un punto de vista humano, ya que no hansido estudiadas en su relacin, con las verdades ms sublimes. h.'

    II

    -o.t>"

  • 56 Las Ideologas en el Siglo XXI' El Liberalismu 57

    Liberalismo econmico

    Tambin .tuvicror queJuchar-contFaJas teoras mercantiljs.t.

  • imprevis'or y negligente. As dirige la naturaleza al hombre para que en alguna medidacorrija la distribucin de bienes que ella misma habra realizado en otras circunstancias.

    Corno vemos, ni el ms acrrimo defensor de la libertad econmica en el perodoclsico deja de reconocer la utilidad del Estado en ciertas reas de la economa.

    Ello no obsta para que c'ritiquen con ardor las injerencias napropiadas del poderen la economa. Con fina irona Bentham relata: Tengo a la vista un gran libro polticodeM. de Beau, Consejero del Rey de Prusia. donde en el artculo sobre la poblacin, noda menos de diecinueve recetas para aumentarla. He aqu la dcima novena, Esnecesario vigilar que en laestacin de frutas el pueblo no se arroje sobre las que no estnmaduras. Sera necesario administrar los medios de ejecucin, indicarel nmero de losinspectores, para juzgar la madurez de las frutas, sobre vigilantes para guardarlas,magistrados para juzgar de las infracciones. [... ] Otro medio consiste en impedir quelos hombres se casen con mujeres muy desagradables. "

    Los liberaleS"co"'ffm(r~"'I"?s"mpuestQs.-de~b~~s.er~tan~b..aj.Q.S.91I22..::.a posi ble.Esta mxima es cP..n.S.h.c~uenc.ia.d.cLesc.~w....r.QJ.gueasignan al Estado en la econIri'm~y alhe.c..hM]l~.lIabD.ndescubierto que l.abase de la riqueza que InglaterrJ esm'~rimen:.!:'mdoc(U.1a,aeumu l-acin'de-~.aptares:L.""O'S:imptle&t~-sfn~rnra'b1l'J::s.t[.-.C.ID[Ql~i!>JJ.Y,':">1"""" ~.~

    Por otra parte, Adam Smith indica con claridad lo poco que valora el poder polticolus condiciones necesarias para el xito econmico. Existe para la poltica una escala devalores que no coincide con lade la economa, y ve en ello una especie de .~uste naturala las leyr;s de inercado: Las leyes h.manas, las 'consecuencias "de los sentimientoshumanos, confiscan la vida y las propiedades del traidor laborioso y prudente, y premiancon extraordinarias recompensas la fidelidad y el espritu cvico del buen ciud .ldano

    1 LiheralislIlo 59

  • 60 Lus Ideologas ell el Siglo XXI .f El Liberalismo 61

    empleado al valorizar las mercadel'fas....Sohre esto volveremos al analizarel marxismo enl prximo captulo.

    Uno de los aspectos en los que Adam Smith insiste en toda su obra es en laimportancia de la divisin del trabajo. El origen de la riqueza proviene del trabajo dela Nacin, que ser tanto ms productivo cuanta mayor divisin del trabajo exista; stadepende, a su vez, de la dimensin del mercado; y sta, de los precios."~

    El liberalismo siempre se opuso a laesclavitud, porrazones filosficas, pero tambinlo hace porrazones econmicas: Benthum afirma que un pas de esclavos ser siemprep.O'bre. ["0] Cada trabajador libre valdr por dos esclavos. Esta reflexin es tan frecuen_temente presentada en esta obra; pero es tan justa y tan favorable a la humanidad queno se debe temerrepetirla,~" La razn es muy simple, slo las tareas ms burdas puedenhacerse con esclavos,. Como dice Adam Smilh: el trabajo realizado por hombres libreses ms barato que de los esclavos, '!l ::u:g:yo\.ue-i-nindustciaL_ento.nces fluciente,requera obreros ~on un n"iay r grado de identificacin con su tarca.

    Es interesante detenernos en la preocupacin de Smith acerca de los salariosdemasiado bajos. Algunas de sus afirmaciones pueden sorprender a quien tiene laingenua creencia de que los liberales clsicos eran seres insensibles que slo pensabanen obtener lucro explotando a los obreros, Adam Smith se asombra de que no tenemosleyes parlamentarias contra las asociaciones para rebajar los salarios pero tenemosmuchas contra las uniones tendientes a aumentarlos y se refiere a la debilidad de los _:obreros frente a sus patronos reconociendo que el largo plazo el trabajador es tannecesario para el patrn como este lo es para l, pero la necesidad del pqtrono no es taninmediata.~l Por otra parte cree que los salarios deben ser altos yaque la remuneracin .~generosa del trabajo es tanto el efecto necesario como el sntoma narural de una riqueza :nacional creciente. En cambio ~Isustento escaso de los trabajadores es el sntoma lgico ~de que las cosas se han estancado y si su condicin es el hambre, de que se est ~retrocediendo con rapidez,.'" c;-

    Por ltimo mencionemos una frase que resumeel pensamiento moral de Adam Smilh ~-con relacin al salario: Ninguna sociedad puede ser prspera y feliz si la mayora de -sus miembros son pobres y miserables, Adems es justo que aquellos que alimentan yproporcionan el vestido y alojamiento del conjunto de la sociedad dispongan de una ,iparte de lo que produce su propio trabajo para al imentarse, vestirse y tener una vivienda .,adecuada. 'JJ Sin palabras.

    Los bajos salarios son para Smith consecuencia de las crisis econmicas perid.icas -~que l entrevi en los aos de escasez [, ..] busca empico una cantidad de personas isuperior a la que puede obtenerlo con faCilidad por dio muchos estn dispuestos a i~lceptarlo en peores condiciones que de ordinario y en consecuencia los salarios de l~servidores y jornaleros disminuyen en tales aos,'" -,1

    pero tambin Smith va a inspirar a los social islas y en especial a Marx cuando dice ~que ,dos salarios pagados a los jornaleros y sirvientes de lodo tipo deben ser lales quei

    un_OSpor otros les permita mantenerse y reproducirse con arreglo a la demanda crecienteo. estacionaria de la sociedad % y agrega que los salarios son el estmulo de lalaboriosidad [... ] una manutencin abundante incrementa la fuerza corporal del traba-"-jador ~ .la esper~nza de mejorar su condicin y acabar sus das con desahogo ytranqUilIdad le amman a usar sus fuerzas al mximon

    El liberalismo se opone al establecimiento de salarios mnimos porque con ello selogra excluir de los trabajos a muchos obreros que de otra manera habran sidoempleados, es agravar los conflictos que se pretenda aliviar. [... ] cul sera el empresarioo manufacturero que se comprometiese a mantener obreros costndole ms de lo quele produjesen? ""

    La relacin entre salarios y utilidades es claramente establecida por David Ricardocuando dice que (da tasa de utilidades no podr ser incrementada a menos que seanreducidos los salarios, y que no puede existir una baja pennanente de salarios sino aconsecuencia de la baja del precio de los productos necesarios en que los salarios segastan. En consecuencia, si la expansin del comercio exterior o el perfeccionamientode la maquinaria hacen posible colocar en el mercado los alimentos y productosnecesarios al trabajador, a un precio reducido, las utilidades aumentarn. 'N

    Los precios de los alimentos tenan una enorme influencia en la utilidad de las,empresas industriales. La legislacin inglesa que t1jab,a un precio alto para el trigo y elpan, era vista como causante de un indeseable aumento de los salarios. Yadesde el sigloXVIII la proteccin de la agricultura entraba en conflicto con la industria naciente.

    El capital""'r;;l.;b~(:ales descubrieron la clave de la Riqueza de las Naciones al advertir que

    es la acumulacin de capitales aplicados a la produccin y no la acumulacin de tesoros'en poder del monarca. Se diferenciaban as de los mercantilistas. Con toda claridad, Montesquieu, quien dedic una reducida parte de su esfuerzo a la economa, criticabal,apoltica espaola r.;on sus colonias. frreamentc mercantilista con estas lneas: AEspaa le ocurri como naquel rey insensato que pidi se convirtiese en oro todo laquetocaba, vindose obligado a rccur'ir a los dioses para rogarles que terminaran con sumiseria.. "" En el mismo sentido Bentham afirma: Conceded a Midas.su deseo y 10~cris morir de hambre en un montn de oro. 1"1

    La existencia