Lopez Pascual

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I Jornadas Nacionales de Historia, Arte y Poltica en la Argentina del siglo XX. Vanguardias, censuras y representaciones Facultad de Arte- Universidad Nacional del Centro Tandil, 9 y 10 de septiembre de 2010

MESA 1: La historia de las representaciones artsticas.

FRANCOTIRADORES Y COMBATIDOS. REPRESENTACIONES EN TORNO AL ARTE ABSTRACTO EN BAHA BLANCA (1955-1967) Lic. Juliana Lpez Pascual UNS- CONICET1 [email protected] [email protected]

Estudiar los itinerarios de las vanguardias artsticas en trminos regionales supone un trabajo de reduccin de la escala de observacin y la valoracin de lo local en su singularidad. En el caso de Baha Blanca, la emergencia de la abstraccin plstica durante la dcada de 1960 y su consolidacin en el Museo Municipal de Bellas Artes - supuso la aparicin de tensiones y enfrentamientos al interior del campo cultural que fueron complejizados por la situacin poltica general, y el reposicionamiento de los agentes al interior del campo. Para poder dar cuenta de este fenmeno, intentaremos abordarlo desde un enfoque en el que converjan los aportes de la Historia y la Sociologa Cultural.

La emergencia del arte abstracto en Baha Blanca Las elecciones generales del 7 de julio de 1963 dieron el triunfo en Baha Blanca a Federico Baeza, candidato a intendente por la Unin Cvica Radical del Pueblo (UCRP). Su asuncin en el cargo en octubre del mismo ao posibilit la insercin del pintor Ubaldo Tognetti como director del Museo Municipal de Bellas Artes (MMBA). Meses antes haba fallecido Saverio Cal, quien dirigiera la entidad desde la dcada anterior. Esta institucin haba sido inaugurada en 1931, por gestin de la Comisin Municipal de Bellas Artes creada en 1930 y, luego de una serie de traslados, desde el 21 de septiembre de 1954 funcionaba en los subsuelos del palacio comunal. Santafesino por nacimiento pero radicado en Baha Blanca, Tognetti haba estado cerca de la Asociacin Artistas

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Miembro del proyecto Cultura poltica y representaciones en Baha Blanca durante el siglo XX, dir. Mabel Cernadas (PIP 2009-2011).

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del Sur (AAS)2, su taller y sus integrantes durante las dcadas anteriores: haba sido su presidente, cargo al que haba renunciado en 1947. La asociacin, desmembrada de la Agrupacin de Artistas Independientes3 en 1939 y desvinculada de la Sociedad Argentina de Artistas Plsticos (SAAP)4 -de la que fuera sede local- desde 1940, mantena una lnea esttica centrada en la temtica paisajista y la tcnica impresionista. Desde fines de la dcada del cincuenta, y habindose alejado de AAS, el mencionado pintor se interes por la pintura abstracta, y logr una relativa repercusin en la Capital Federal, realizando una muestra en las Galeras Lirolay en 1962. En Baha Blanca, form parte del grupo Austral, junto con Filoteo Di Renzo, Juan Sierra, Manuel Falzoni, Horacio Mercanti y Eugenio Cubero; juntos organizaron el Saln de Arte Contemporneo (SAC) desde 1960. En ambos casos, la preocupacin principal fue el desarrollo de una lnea plstica moderna. El ascenso del pintor como Director de la institucin plstica oficial signific que la bsqueda de actualizacin artstica adquiriera un lugar central en el campo artstico, as como en el presupuesto municipal, a la vez que sus discursos pudieron construirse desde una posicin legitimadora. El anlisis de las actividades realizadas en el MMBA durante la gestin de Ubaldo Tognetti, en dilogo con las prcticas del grupo Austral, nos permiti postular la conformacin de un ncleo semntico en el que se entrelazan las nociones de arte, modernidad, progreso, vida y juventud. La formacin, autodefinindose como parte de la juventud, postulaba la abstraccin plstica como progreso del arte local, entendiendo ste como avance en el acercamiento entre lo plstico y la vida. En el contexto local de mediados de los sesenta, se plante el lenguaje abstracto como marca de evolucin y distincin generacional. Mediante esta estrategia, el nuevo grupo buscaba, simultneamente, evidenciar aquello que los diferenciaba de la tradicin plstica local y establecer una idea de continuidad relativa que les permitiese construir una identificacin con la regin.5 La emergencia de esta formacin y su consolidacin como dominante a partir de 1963, condujo a la aparicin de nuevas tensiones al interior del campo plstico local. A la adopcin de un lenguaje artstico diferente y actualizado, se sum la propuesta de un trabajo musestico crtico y dinmico, as como el establecimiento de lazos con formaciones e instituciones distintas de las tradicionales. La gestin de Ubaldo Tognetti en el MMBA oper un desplazamiento de la AAS del centro de la escena plstica local. La asociacin perdi el control de la institucin oficial y del Saln Regional, por lo que debi articular nuevas estrategias de funcionamiento. Si bien contaban con un Saln propio (Saln Artistas del Sur) desde 1959, a partir de 1963 las exposiciones de sus miembros y agrupaciones tuvieron lugar principalmente en la sala ubicada en el subsuelo de la Asociacin2 La Asociacin Artistas del Sur es una agrupacin de pintores creada en 1939. Entre sus socios fundadores se encuentran: Domingo Pronsato, Bruno Petracci, Tito Belardinelli, Hortensia Leal y Saverio Cal. En las siguientes pginas ser descripta con ms detalle. 3 La Asociacin Artistas Independientes haba sido creada en 1932, por iniciativa de un grupo de pintores: Ubaldo Monaccelli, Domingo Falgione, Jos Vian y el arquitecto Ernesto Corti. Entre los socios fundadores figuraban Filoteo Di Renzo y Juan Sierra. En 1933 crearon el Taller Libre que luego cambiara su nombre a Proa, siendo stos los antecedentes de la Escuela de Artes Visuales (EAV). 4 La Sociedad Argentina de Artistas Plsticos fue creada en diciembre de 1925, en Capital Federal. 5 Al respecto, Cfr. Juliana Lpez Pascual, Trincheras: el campo cultural en Baha Blanca entre 1963 y 1968. Mimeo. [tesis de licenciatura indita]. Diciembre 2009. Cap.2.

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Bernardino Rivadavia (ABR)6 y no en el MMBA. Las prcticas llevadas a cabo por la nueva direccin de este ltimo hicieron evidente y manifiesta la existencia de conflictos entre los agentes del campo cultural: no slo existan distintas opciones estticas, sino que los grupos que las sostenan se disputaban las esferas institucionales.7 En este trabajo se reconstruirn los trminos en los que estas pugnas fueron puestas en palabras y las representaciones que en ellas subyacan. A pesar de las diferentes posiciones de los actores e instituciones, y la diversidad de sus intereses, el elemento comn fue la utilizacin de la estructura institucional para la accin y la emisin de los discursos legitimadores. En ellos predomin el recurso metafrico, especficamente la referencia a lo cultural en trminos blicos. Por ello, y por la ubicacin subterrnea de los espacios institucionales, podemos esbozar la imagen de la guerra de trincheras como la adecuada para dar cuenta de la significacin de la experiencia en trminos simblicos.

Los Artistas del Sur en el campo cultural Tal como se ha sealado, en los aos 60 la AAS era la institucin plstica ms antigua de la ciudad. Fundada en 1939 e independiente de formaciones de nivel nacional o provincial, posea una extensa capacidad de difusin, asociada a la acumulacin de capital social y simblico que haba logrado8. Por un lado los principales socios de la entidad fueron parte de la Comisin Municipal de Bellas Artes de Baha Blanca entre 1930 y 1946, y luego constituyeron la Comisin Municipal de Cultura, organismo que centraliz las actividades artsticas locales durante la primera gestin peronista. Por otra parte, lograron insertarse en el mbito pedaggico. La Escuela de Bellas Artes Proa luego oficializada Escuela de Artes Visuales de Baha Blanca- haba sido gestada por la Asociacin de Artistas Independientes en 1933; sin embargo, los miembros de AAS fueron sus docentes y directores exclusivos hasta 1947, momento en el que resultaron desplazados por una movilizacin estudiantil9. El director removido fue Saverio Cal, quien luego ocup la direccin del MMBA. Otros de los expulsados fueron Arnaldo Collina Zuntini, - que luego presidi la AAS desde 1948 hasta 1955 mientras fue el secretario de Cal en el MMBA - y Sptimo Ferrabone, quien fue convocado en 1963 como miembro del comit de evaluacin de exposiciones en la ABR. En 1952, como consecuencia de este conflicto y luego de la oficializacin de la Escuela en 1951, la AAS inaugur un establecimiento educativo propio, al que denomin Taller Libre Ubaldo Monaccelli. Los elementos6

La Asociacin Bernardino Rivadavia, fundada en 1882, es la institucin cultural ms antigua de la ciudad. Entre sus fundadores se encuentran Daniel Cerri, Lenidas Lucero, Octavio Zapiola, Eliseo Casanova, Felipe Caronti y sus descendientes. A partir de 1930 ocupan su actual edificio, el cual posee salas de exposicin en el subsuelo. 7 Sobre estas prcticas, Cfr. Juliana Lpez Pascual, Trincheras: el campo cultural en Baha Blanca entre 1963 y 1968. Mimeo. [tesis de licenciatura indita]. Diciembre 2009. Cap.2. 8 Mara de las Nieves Agesta ha reconstruido el proceso de gestacin de la institucin. Cfr. Mara de las Nieves Agesta, Duelo de pinceles. Campo artstico bahiense en la dcada del `40, en Mabel Cernadas de Bulnes y Mara del Carmen Vaquero (ed.), Problemticas sociopolticas y econmicas del sudoeste bonaerense. Baha Blanca, Universidad Nacional del Sur, Secretaria General de Comunicacin y Cultura, Archivo de la Memoria de la Ciudad de Baha Blanca, 2005, p. 52. 9 Cfr. Idem.

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materiales necesarios fueron cedidos por el Instituto talo Argentino de Cultura, proviniendo los mismos de la Escuela de Arte Ubaldo Monaccelli, que haba funcionado hasta 1950 bajo la direccin del mismo Collina Zuntini, y entre cuyos docentes se encontraban Hortensia Leal y Sptimo Ferrabone. En el acta de creacin, se declar que el Taller Libre no tendr maestros ni alumnos, sino personas que dibujan y pintan, orientadas por asociados de mayor experiencia10; sin embargo, luego se presentaron problemas relativos a cmo se estructurara el cobro a los asistentes, quines seran considerados como asociados de mayor experiencia y cmo se distribuiran los ingresos. Los autorizados fueron Hortensia Leal, Julia Vitale de Artola, Sptimo Ferrabone, Sebastin Artola, Tito Bellardinelli y Csar Cremona; cada alumno debera abonar $10 por mes11. Los ingresos materiales de la Asociacin no dependan de sus actividades pedaggicas. Si bien la AAS no era una institucin oficial, reciba subvenciones anuales de la esfera pblica local12, adems de ocupar el espacio fsico ubicado en uno de los subsuelos del Teatro Municipal - tambin de propiedad comunal - como sede social. El otorgamiento de estos beneficios econmicos por parte del sector estatal, permite hablar de la existencia de un reconocimiento a la labor de la entidad, lo cual redundaba en la legitimacin pblica de sus propuestas. Durante su presidencia de la institucin, Arnaldo Collina Zuntini estableci lazos con variados sectores. En 1949 l y otros pintores de la AAS fueron invitados por la Agrupacin Impulso13, de la Capital Federal, para la realizacin de la muestra 7 Pintores del Sur. Al ao siguiente, la misma organizacin le hizo entrega de la pipa de barro y laurel con la que distinguan a los verdaderos artistas; segn ellos, el pintor bahiense poseedor de tantas condiciones plsticas y espirituales se la gan en buena ley14. En 1951, su cercana con los artistas del barrio capitalino de La Boca qued manifiesta: Benito Quinquela Martn le otorg la Orden del Tornillo15 por su alma de artista16. Si bien esta distincin se basaba en el humor absurdo al receptor se le entregaba la Orden del Tornillo que le falta, haciendo referencia a la supuesta locura en el caso de Collina se convirti en un elemento de fuerte peso simblico por ser uno de los pocos pintores locales destinatarios de la misma17. En el mbito institucional oficial, el presidente de AAS gener posiciones de peso poltico, social y simblico. En 1950, durante la intendencia del justicialista - y tambin socio de la institucin - Norberto Arecco, fue creada la Subsecretara de Cultura y Asistencia Social, y Collina fue nombrado su primer director. A su cargo quedaron incumbencias tan diversas como los museos y el archivo municipal, la colonia de vacaciones, el Hogar del Nio y10 11

Actas de la Comisin Directiva de la AAS, 25 de agosto de 1951. Subrayado en la fuente. Actas de la Comisin Directiva de la AAS, 17 de marzo de 1953 12 Actas de la Comisin Directiva de la AAS, 7 de febrero de 1953. 13 Relacionada con lo que, en la dcada de 1930, se conoci como Artistas del Pueblo, la Agrupacin Impulso fue fundada en 1940, en el barrio de La Boca. Cfr. Diana Weschler, Impacto y matices de una modernidad en los mrgenes en J. E. Buruca, Nueva Historia Argentina. Arte, sociedad y poltica. Buenos Aires, Sudamericana, 1999. Entre sus fundadores se encontr el pintor bahiense Juan Carlos Miraglia, quien desde haca algunos aos desarrollaba su trabajo en Capital Federal. 14 Archivo familia Collina Zuntini, Correspondencia, 15 de septiembre de 1949. 15 La Orden del Tornillo constituy una mencin otorgada por Benito Quinquela Martn a quienes se destacaran por su camaradera y espritu fraternal. La ceremonia consista en la realizacin de una comida, seguida de humoradas, para finalizar con la entrega de un diploma y un gran tornillo dorado sujeto a un cordn de color. 16 Archivo Familia Collina Zuntini. 17 Sobre los lazos de Arnaldo Collina Zuntini con la Agrupacin Impulso, Cfr. Mara de las Nieves Agesta, Una mirada crtica a la relacin entre Buenos Aires y el Interior. Contactos entre Impulso y Artistas del Sur, 1947 1955, en VI Jornadas Estudios e Investigaciones; Artes visuales y msica, 6 al 9 octubre 2004. Buenos Aires, Instituto de Teora e Historia del Arte Julio E. Payr, Facultad de Filosofa y Letras - Universidad de Buenos Aires, 2004.

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la obra social. Simultneamente, durante la direccin de Saverio Cal en el MMBA, l mismo era el secretario de la institucin. Miembros de la AAS estaban relacionados, tambin, con la Universidad Nacional del Sur (UNS). En 1952 fue creada la Escuela de Bellas Artes, dentro de la estructura del Instituto Tecnolgico del Sur (ITS)18. Su director organizador fue el arquitecto Manuel Mayer Mndez uno de los docentes expulsados por los estudiantes de Proa en 1947- y contemplaba las orientaciones plstica y msica. El mismo haba realizado el diseo de los complejos universitarios ubicados en Coln 80 y en la avenida Alem 1200. La pintora Elena Van Hees, tambin miembro de AAS, fue nombrada profesora titular de la Ctedra de Dibujo y Pintura con cargo ad honorem19. Sin embargo, por falta de recursos econmicos, la academia ces en sus funciones en 1953. En febrero de 1956, la misma Van Hees present sus sugerencias para la reapertura de la Escuela de Bellas Artes dependiente de la UNS, siendo ste un proyecto econmico por carecer la UNS de presupuesto para su mantenimiento20. La propuesta respondi a un pedido realizado por la Comisin Especial de Reestructuracin de la Universidad Nacional del Sur21. En su escrito planteaba la existencia de una necesidad esttica superior en Baha Blanca, a la vez que dejaba ver su adscripcin nacionalista antiperonista: En mi ciudad natal, hay una "laguna educacional" de esttica superior que an falta llenar. Para lograr tal fin, sera necesario la creacin de una academia de "Bellas Artes", dotada, adems del material para enseanza, de un personal docente-artstico-pedaggico competente en la materia inspirado en los ms sanos, nobles y elevados propsitos de ideales de argentinidad; de esta Argentina nuestra, depurada afortunadamente, de la escoria, que el nefasto gobierno del dictador depuesto amenazaba carcomer hasta las entraas mismas de la tierra.22 Buscando captar el apoyo de la comunidad local, intent difundir la iniciativa a travs de una emisin por la radio local LU2. En ella, la AAS apareca como el principal motor de la reapertura de la Escuela23. Sin embargo, a pesar de esta campaa, la UNS no volvi a contar con un rea artstica en su estructura. El derrocamiento de Juan Domingo Pern por la autodenominada Revolucin Libertadora tuvo consecuencias profundas dentro de la AAS. El 19 de octubre de 1955, un grupo de asociados de Artistas del Sur () reunidos en forma especial en su local social, a fin de considerar la situacin de la entidad con referencia al momento de LIBERTAD que vive el pas, como consecuencia del triunfo de la Revolucin DEMOCRTICA, y considerando que la nueva tnica social aconseja la Renovacin18 19

Creado en 1948, el ITS fue el antecedente directo de la creacin de la UNS en 1956. Elena Van Hees egres como Profesora Nacional de Dibujo y Pintura de la Academia Nacional de Bellas Artes en 1930. Se desempe como docente en el Taller Libre de AAS y como ayudante de la ctedra de Dibujo Tcnico de la Escuela de Ingeniera Industrial. 20 Archivo MMBA, Archivo personal Elena Van Hees, 18 de febrero de 1956. 21 La citada Comisin estaba conformada por reconocidos antiperonistas locales: Pedro Gonzlez Prieto, Berta Gaztaaga de Lejarraga, Jos Mara Arango, Marcelo Galar, Amrico Malla, Alfredo Viglizzo y Rolando V. Garca. 22 Archivo MMBA, Archivo personal Elena Van Hees, 18 de febrero de 1956. 23 Artistas del Sur entidad cultural, atenta siempre a toda inquietud espiritual, fue la primera en fomentar y propiciar, la reapertura de la Escuela de Bellas Artes, que, dependiente del Instituto Tecnolgico del Sur (hoy Universidad Nacional del Sur), funcionaba en el ao 1952. (...) Apoyemos todos, esta feliz iniciativa de Artistas del Sur. Enviad vuestras adhesiones de simpata a esta emisora LU2 o bien a Artistas del Sur. Emisin por radio LU2, 8 de agosto de 1956. Archivo personal Elena van Hees.

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de los cuadros Directivos para facilitar la recuperacin de la vida democrtica de las instituciones y propender a la pacificacin y armona de las mismas, por unanimidad resuelve: 1- DETERMINAR LA CADUCIDAD DE LOS CARGOS DE LA ACTUAL COMISIN DIRECTIVA. 2- DESIGNAR A LOS SEORES EDMUNDO CABRERA, LIDIA AMADUCCI Y GERMAN VIGLINO, para que acten como INTERVENTORES, asegurando el normal funcionamiento de la entidad, hasta la realizacin de elecciones. 3- Tomar posesin de la Entidad y comunicar de lo actuado al Jefe del COMANDO NAVAL DEL SUR.24 Los interventores, entre sus acciones, resolvieron la suspensin de quien haba presidido la entidad por siete aos. Las justificaciones para esta resolucin adquirieron un tono fuerte y denunciante: Por cuanto que el seor Arnaldo Collina Zuntini durante su ejercicio en la presidencia de la Asociacin "Artistas del Sur" extralimitse en sus facultades, propiciando y rindiendo homenajes a personas totalmente ajenas a la entidad, con finalidad evidentemente poltica, desnaturalizando la funcin de la entidad y disminuyndola ante la opinin pblica por sus actitudes de adulacin y vasallaje; y teniendo en cuenta adems que ello constitua una falta de respeto para las concepciones ntimas de los asociados que no compartan su credo, y un avasallamiento a sus derechos, acentuado por las circunstancias del pas que no permitan en acepcin general la exteriorizacin de su rebelda, en defensa de la seguridad de la misma entidad, a quien su presidente, con absoluta falta de ecuanimidad y sentido comn, pona en el dilema de desafiar a la dictadura o prosternarse en actos de obsecuencia reidos con la ms elemental dignidad. Y teniendo en cuenta que sta actitud incida en la desarmona de las relaciones sociales, por el natural resentimiento de los impunemente afectados por los desplantes polticos - partidarios del Sr. Presidente, (...)25 Hortensia Leal, por su parte, fue suspendida como asociada y exonerada de sus funciones como profesora del Taller Libre por haber incurrido en diversos actos contrarios a la tica que debe reglar la conducta de los profesores, incidiendo con su actitud en la desarmona de la entidad, teniendo inclusive palabras despectivas para la misma y para las autoridades de la Intervencin.26 De acuerdo a estas resoluciones pareciera que la AAS, atravesada por la situacin poltica del pas, tuvo su propio derrocamiento interno. La cercana de Arnaldo Collina a los sectores peronistas o su no alejamiento no fue vista con buenos ojos por todos los socios de AAS. Probablemente, entre las actitudes de adulacin y vasallaje mencionadas en la cita se encontrara el envo de un telegrama de psame al Gral. Pern firmado en nombre de la Asociacin- con motivo de la muerte de Eva, a quien se adjetivaba como protectora del arte y de sus cultores27. En julio de 1956, la Lista Renovadora Independiente invitaba a los miembros de la AAS a votar por sus candidatos en las prximas elecciones internas.28 Sin embargo, a pesar de la manifiesta voluntad de renovacin,24 25

Actas de la AAS, 19 de octubre de 1955. Maysculas y subrayado en la fuente. Archivo AAS, Resolucin de la Comisin Interventora, 28 de marzo de 1956. Subrayados en la fuente. 26 Archivo AAS, Resolucin de la Comisin Interventora, 28 de marzo de 1956. 27 Archivo AAS, Correspondencia enviada, ca. 1952. 28 La lista abogaba por una inmediata renovacin de Estatutos, considerando que ello favorecer el libre desarrollo de los ideales artsticos, excluyendo de su seno toda idea separativista, sea esta social poltica o religiosa, por entender que el arte debe permanecer ajeno a dogmas o sectas, sosteniendo sin embargo los principios bsicos de libertad y democracia que deben regir la vida de todas las instituciones. Nota enviada a los asociados, ca. Julio 1956. Archivo personal Elena Van Hees.

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la lista estaba integrada por Saverio Cal, Sptimo Ferrabone, Elena Van Hees, Nicolasa Balbi Robecco y Juan Re, entre otros. Las nicas novedades eran Atilio Jorge y Thelma Massetti de Jorge. Algunos miembros de los Artistas del Sur se encontraban ideolgicamente cerca de los sectores militares. Esta cercana puede observarse, en un primer ejemplo, a la luz de un breve anlisis de la obra bibliogrfica de Domingo Pronsato29, socio fundador y presidente honorario de la AAS. Inclinado hacia una posicin conservadora, y aludiendo siempre a su descendencia de las familias fundadoras de Baha Blanca30, en la obra de Pronsato se observa un fuerte reconocimiento a la accin civilizadora del Ejrcito y la Armada Argentina en la Patagonia. Preocupado por la reconstruccin histrica, el autor recuper la figura de Juan Manuel de Rosas en calidad de hroe y recurri a los propsitos sanmartinianos y bolivarianos como apoyo histrico a su gran proyecto personal31. En sus obras se encuentran gran cantidad de agradecimientos, menciones y reconocimientos a las figuras de numerosos miembros de las Fuerzas, contemporneos al autor32. Si bien su acervo nacionalista lo colocaba prximo a la posicin ideolgica de los grupos restauradores33, su preocupacin por el desarrollo regional del sur argentino tambin se hizo eco de los postulados sesentistas acerca del desarrollo regional en relacin con el imperialismo y la dependencia econmica.34 Por otro lado, en fotografas de la dcada de 1960 podemos ver que algunos miembros de Artistas del Sur, junto con Pronsato, mantenan reuniones con quienes entonces se hallaban liderando la escena poltica (antiperonista): Isaac F. Rojas y Pedro Eugenio Aramburu35. Otro ejemplo lo constituye la misma Elena Van Hees. Entre 1952 y 1961 fue invitada en cuatro oportunidades por grupos de la Base Naval Puerto Belgrano y la Base Aero Naval Comandante Espora para realizar exposiciones, conferencias y firmar el libro de oro36. En 1964 La Gaceta Marinera public su artculo Fenmenos plsticos37.29

Se tomarn en cuenta las siguientes obras: Hacia otros horizontes (1924), Patagonia, proa del mundo (1948), Luces de mi tierra (1954), Estudio sobre los orgenes y consolidacin de Baha Blanca (1956), El desafo de la Patagonia (1969), Patagonia, ao 2000 (1971), El Hroe escandinavo (1971). 30 Sus abuelos fueron integrantes de la Legin Agrcola Militar Italiana del Cnel. Olivieri, llegada a Baha Blanca en 1856. (Domingo Pronsato, Luces de mi tierra, Baha Blanca, Asociacin Artistas del Sur, 1954, p. 84). 31 Junto a Enrique Julio creador y director hasta su fallecimiento del diario La Nueva Provincia -, desarroll el proyecto de conformacin de una nueva provincia argentina cuya capital poltico-administrativa sera la ciudad de Baha Blanca. El plan se complementaba con el trazado de una lnea ferroviaria trasandina que uniera esta localidad con Valdivia, en Chile. 32 En este sentido, es significativo que en Patagonia, proa del mundo se encuentra una fotografa del autor y su familia durante un viaje en 1928, tomada por el Tte. Cnel. Edelmiro J. Farrel. (Domingo Pronsato, Patagonia, proa del mundo, Buenos Aires, El Ateneo, 1948, lmina V). 33 Se toma la clasificacin de nacionalismo restaurador de los estudios realizados por Cristian Buchrucker. Las caractersticas del movimiento, que el autor sita en la primera mitad del siglo, se sintetizan en: cosmovisin platonista, crticas al liberalismo decimonnico y al modelo democrtico, planteos contra el imperialismo, rechazo a los sectores de izquierda, acercamiento a la Iglesia Catlica. Christin Buchrucker, Nacionalismo y peronismo. La Argentina en la crisis ideolgica mundial. 1927-1945. Buenos Aires, Sudamericana, 1987. 34 La figura de Pronsato no acepta clasificaciones rpidas; la multiplicidad de sus intereses e influencias y la variedad de sus ocupaciones, as como la extensin de su vida (1881 1971), delinearon un personaje complejo. A su vez, por esas mismas razones, se hace indudable su peso poltico, social y cultural en Baha Blanca. 35 Fotografas del archivo familiar, fechadas circa 1960 1968. En una de ellas posan, junto con Pronsato y Aramburu, el pintor Alfredo Masera, as como tambin empresarios bahienses. En otra, tomada sobre el Ro Colorado durante una reunin por las obras de la presa Casa de Piedra, se reconoce entre otros, a Rojas, Pronsato y a Alberto Fantini, en ese momento Director de Cultura de la comisionatura de Luis M. Esandi. 36 En 1952, del 16 al 19 de julio expuso, como invitada especial de la Comisin Social y Cultural del Casino de Oficiales, en la Sala del Hotel de la Base Naval de Puerto Belgrano. Entre el 25 de julio y el 1 de agosto de 1954 fue invitada especialmente pare realizar una muestra en la sala de la Biblioteca del Casino de Suboficilaes de la Base Aero Naval

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La AAS tambin haba construido un lazo estrecho con el peridico La Nueva Provincia: sus actividades eran ampliamente difundidas, como as tambin lo eran las de los grupos relacionados a ella (la Pea La Carbonilla y el grupo Baha Blanca). Fundado en 1898 por Enrique Julio, el diario local tambin haba sufrido los vaivenes polticos. De origen radical, en 1950 haba sido clausurado por el gobierno justicialista por su declarada oposicin, siendo reabierto entre 1955 y 1956. Sus pginas se volvieron espacio privilegiado para la opinin antiperonista y conservadora38. Desde mediados de la dcada de 1950, entonces, esta posicin poltica se haba vuelto un factor comn entre la dirigencia de AAS y el peridico. A partir de la creacin del Saln Anual de la Asociacin en 1959, uno de los premios llevaba el nombre del matutino y era auspiciado por ste. Probablemente, el principal nexo entre las dos instituciones lo constituyera Alberto Fantini, un agente por dems interesante dentro del campo cultural tanto por su nivel de operatividad como por su imbricacin con el poltico. Miembro de la comisin directiva de la AAS durante la presidencia de Collina Zuntini y secretario del Departamento de Cultura Universitaria del ITS desde 1948, particip de la creacin de la Orquesta Sinfnica en 1959, integr el grupo fundador de la Junta de Estudios Histricos de Baha Blanca en 1966 y fue Director de Cultura municipal a partir de 1967. A su vez, escriba las crticas de arte que eran publicadas por La Nueva Provincia. El papel que el peridico asumi luego de 1955, entonces, fue doble. Por un lado, difunda las actividades de aquellos grupos con quienes sostena un vnculo, propiciando su legitimacin ante la opinin pblica39. Por otra parte, era el espacio y el soporte de una de las instituciones especficas del campo artstico: la crtica.

El inters de esta reconstruccin reside en dar cuenta de la variedad de lazos que atravesaban a AAS, a raz de las relaciones sociales que mantenan sus miembros con actores locales y nacionales, pertenecieran al mbito cultural o no. El capital social que estos vnculos generaban, no slo les permiti el acceso a distintos espacios de poder, sino que se hizo extensivo a la propia institucin. La red de nexos incluy, dependiendo de la poca, a los sectores peronistas, la UNS, artistas capitalinos, las Fuerzas Armadas y el diario La Nueva Provincia. Las prcticas de la AAS deben ser historizadas para dar cuenta del proceso de construccin de sus capitales. Es importante destacar la existencia de divisiones y enfrentamientos intensos dentro de la propia entidad, en muchos casos de carcter ajeno a lo plstico. La brecha institucional que abri el golpe de estado de septiembre de 1955 signific tambin una bisagra al interior de la organizacin. Basados sobre la renovacin democrtica impulsada desde la esfera poltica, los asociados abrieron el espacio para cuestionar a la dirigencia de laComandante Espora. En 1961 vuelve a ser convocada por la Subcomisin Social y Cultural del Casino de Oficiales, para dar una conferencia, exhibir sus obras, y firmar el libro de oro. Curriculum Elena Van Hees - Archivo personal de la artista. Archivo MMBA. 37 La Gaceta Marinera. Puerto Belgrano, Ao IV, N 76, 1 de julio de 1964. El nmero de pgina de publicacin es desconocido, por hallarse perdida la revista. Un recorte de la nota, junto con los datos de edicin, se halla en el diario personal de Elena Van Hees. Archivo MMBA. 38 Al respecto Cfr. Mara de las Nieves Agesta, Proyecciones en imgenes: prensa ilustrada y cultura visual en el proceso de modernizacin de Baha Blanca (1909-1910), mimeo. [tesis de maestra], 2009; y Patricia A. Orbe, El impacto poltico del golpe de estado de 1966 en la comunidad universitaria bahiense desde la ptica del diario LNP. en Mabel Cernadas de Bulnes (ed.), Actas de las I Jornadas Interdisciplinarias del sudoeste bonaerense. Baha Blanca, EdiUNS, 2000. 39 Respecto a la capacidad de la prensa como agente de socializacin, Cfr. Hctor Borrat, El peridico, actor poltico. Barcelona, GG Mass Media, 1989, pp. 152 y ss.

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institucin, en tanto cercana al peronismo, y desplazarla. La Asociacin adquira as la legitimidad social y poltica que le otorgaba hallarse en el bando de los vencedores (antiperonistas). Sin embargo, cabe preguntarse cul fue la profundidad concreta de esta voluntad de reforma, dado que entre los renovadores se hallaban los miembros ms antiguos de AAS.

La divergencia en el seno de AAS: La Pea La Carbonilla y el Grupo Baha Blanca Es probable que la fisura abierta al interior de la agrupacin tradicional en 1955 haya incidido en la gestacin de nuevas formaciones. En 1957 algunos miembros de AAS formaron la Pea La Carbonilla, a la que sus integrantes referan como en camiseta, pea loca40; entre ellos se encontraban Nestor Massera, Coulembier Rogge, Nicolasa Balbi Robecco, Alejandro Costa, Sptimo Ferrabone, Teodo Bentez, Daro Lorenzini, Flix Murga, Tarcisio Zardo y Juan Rubio Snchez. Integrada por pintores y escritores, se reuna semanalmente en la confitera cntrica City Bar, un espacio diferente al de su entidad de origen. Organizaron exposiciones colectivas, Salones de Poemas Ilustrados, cenas, almuerzos, bailes de disfraces y la edicin de la revista El Pincel. El elemento principal en todas sus actividades fue la comicidad, especficamente la stira y el absurdo, asociada a temas no humorsticos. La mayora de los documentos observados fueron firmados por una autoridad. Sin embargo, pareciera que en ello tambin se pusieron en juego ciertas actitudes ldicas: aparecen nominaciones tales como Daro I El intrpido Presidente de facto de la Pea Loca, o Juan Rubio Snchez Presidente Constitucional por accidente, en las que la nominacin humorstica tomaba elementos propios de la inestabilidad poltica de fines de la dcada de 1950. A su vez, las tensiones propias del campo plstico tambin buscaron ser atravesadas por la risa: en el nmero 4 de El Pincel Enrique Coulembier Rogge public una nota titulada Hay que cortar cabezas en el arte. Ante los rumores que circularon en los ltimos tiempos en los medios artsticos de la ciudad, que atribuan a los principales exponentes de la plstica local manifestaciones tales como: HAY QUE CORTAR CABEZAS; hemos tratado de indagar la veracidad de estas versiones para lo que entrevistamos a varios artistas en sus atelieres. Trasladados en nuestros equipos motorizados al Taller del destacado pintor SI y NO figurativo Don Flix Murga, que nos recibi pintando las vas de uno de sus paneles trasandinos, le interrogamos: - Es cierto, maestro, que Ud. opina que en el medio local de las Artes deben cortarse cabezas? R: Si bien es cierto que opino debe haber una renovacin total, no creo sea necesario cortar cabezas; pues, como Uds. comprendern, si las cortamos, a quin hipnotizo yo? Convencidos que por este lado estaban mal orientadas nuestras investigaciones nos trasladamos al estudio de la pintora Elena Van Hees, quien interrogada despus de los saludos de prctica nos manifest: Vean muchachos, a mi no me gusta meterme a juzgar los actos de los dems, si se trata de pintores, pero s me gustara cortarle la

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El Pincel. Baha Blanca, Ao II, N VII, s/f., p. 1.

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cabeza al dueo de la vereda con baldosas flojas donde tuve mi XXV cada del mes, la III de la semana, el lunes pasado. 41 En el escrito, los actores del campo plstico y los conflictos en torno a la renovacin son desestructurados a travs del humor satrico: la violencia implcita en la imagen de la decapitacin queda neutralizada ante la preocupacin por la hipnosis, o por la importancia que reviste el estado de las veredas para alguien que tropieza peridicamente. En el programa de la fiesta a realizarse en 1958, por el primer aniversario de la agrupacin, declararon: Ms valen dos locos amigos, que cien cuerdos enemigos42 mientras en el primer nmero de El Pincel haban manifestado la voluntad de unir a todos los cultores del arte por medio del lazo sencillo de la amistad, AMISTAD palabra que ha de ser nuestro lema, pues no podra ser de otra manera dado que representamos a la Pea la Carbonilla cuyo nico estatuto es la camaradera que reina entre sus integrantes.43 Como podemos ver, ante la evidencia de los conflictos la Pea optaba por burlarse de ellos y estructurar sus lazos en torno a elementos diferentes: la camaradera y la amistad. Aunque la mayora de sus integrantes eran miembros de AAS, La Carbonilla emergi como formacin preocupada por estrategias y prcticas sociales diferentes. En diciembre de 1964, apareci en el circuito plstico el Grupo Baha Blanca44. Entre 1965 y 1968 realizaron exposiciones colectivas en la Asociacin Bernardino Rivadavia, en el Concejo Deliberante de Punta Alta, en el Saln de la Municipalidad de La Plata, en General Acha (La Pampa), en las galeras Berlingieri y Siglo XX de Capital Federal45. En 1967 tuvo lugar su nica exposicin en el MMBA. Ese mismo ao el diario La Nueva Provincia public una entrevista realizada a algunos integrantes del grupo. En ella se indagaba acerca de las razones de su conformacin: El mismo es una resultante de la necesidad de exponer juntos para tener, de esta manera, posibilidad de amortizar gastos, intensificar envos a salones, con el objeto de participar todos, dentro de lo posible, en la mayor cantidad de manifestaciones artsticas. No hay ni desean entre ellos, afinidad artstica, () no estn embanderados en ningn tipo de corriente esttica, aunque en general se sienten cmodos dentro de la corriente expresionista.46 Como se puede ver, los motivos manifiestos de la unin grupal residan en cuestiones de tipo material: reduccin de costos, mayor difusin y participacin. Esta dimensin prctica no implicaba una unidad de principios estticos: a pesar de la comodidad que les produjera el lenguaje expresionista, no estaban interesados en alinearse en ninguna corriente plstica singular. Este planteo, en el contexto de las prcticas que se venan41 42

El Pincel. Baha Blanca, N 4, Ao I, ca. 1962, sin pgina. Maysculas en la fuente. Archivo personal Dario Lorenzini. 43 El Pincel. Baha Blanca, N 1, Ao I, 9 de julio de 1958, p. 1. Maysculas en el original. 44 Conformado por Alejandro Costa, Ignacio Crespo, Amalia Jamilis, Enrique Coulembier Rogge y Nestor Masera. En algunas ocasiones, Ismael Pieyro y Antonio Triano tambin aparecieron como miembros. A pesar de ser en su mayora integrantes de AAS, esa informacin nunca aparece mencionada en las actividades de la formacin. 45 Archivo LNP, Sobre 6484. La Nueva Provincia, 7 de julio de 1967. Muestra de Pintura del Grupo Baha Blanca. 46 Archivo LNP, Sobre 6484. La Nueva Provincia, 7 de julio de 1967. Muestra de Pintura del Grupo Baha Blanca.

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realizando en el MMBA desde fines de 1963, signific una postura diferente a la de Austral: el trabajo colectivo tena un fin pragmtico, independiente de las experiencias o planteos plsticos de cada miembro y alejados de preocupaciones espirituales o ideales como las que sostena el director del MMBA.

En una mirada que recorre el campo plstico se observa que, ante la disputa, no se contemplaba la construccin del consenso o la posible convivencia. La diferencia de opiniones, fueran ellas estticas o polticas, implicaba una tensin que slo se dirima en una dinmica donde algunos actores excluan y apartaban a otros. En la Escuela de Bellas Artes Proa, los profesores en conflicto fueron expulsados; ante el desacuerdo de algunos miembros de AAS con la gestin de Collina Zuntini, ste es removido de su cargo y suspendido; durante la direccin de Tognetti, esa entidad y sus principales figuras no tuvieron lugar dentro del MMBA, as como tampoco las formaciones surgidas de ella. De cmo el arte se volvi una guerra La existencia de actores con planteos e intereses diferentes dentro del campo plstico propici la presencia de tensiones, que se volvieron ms complejas por el acicate que signific la situacin de inestabilidad proveniente del campo poltico. La irreductibilidad de las opciones poltico-partidarias que se decantaron en torno al fenmeno del peronismo volvi an ms dificultosa la resolucin de los conflictos especficos de lo plstico mediante el dilogo o la convivencia. A su vez, la aparicin de nuevos modos de hacer poltica47 aceler an ms la definicin de posturas polticas antagnicas. La dinmica de exclusin y violencia que atravesaba el cuerpo social no exceptuaba la esfera artstica. Aunque en general las prcticas culturales no adquirieron caracteres de agresin fsica, las producciones escritas de los distintos actores permiten reconocer una serie de representaciones comunes. A travs del anlisis del nivel metafrico de lo discursivo48, se pueden reconstruir las formas en las que se experimentaba el acontecer cultural. La ubicacin fsica de las instituciones protagonistas del conflicto posea un valor significativo, con lo que el nivel simblico se volva ms complejo. Durante el perodo estudiado la AAS funcionaba en los subsuelos del Teatro Municipal, mientras el MMBA ocupaba los stanos del palacio de gobierno. Ambos espacios pertenecan al sector pblico, por lo que su adjudicacin a estas instituciones en distintas etapas asuma el carcter de decisin municipal. En este sentido, es interesante observar el lugar que se otorg a lo cultural en los proyectos municipales; en diferentes pocas, y desde diversas opciones partidarias, el espacio de lo plstico estaba bajo tierra. Esta caracterstica fsica, articulada con las propiedades de los discursos de los actores, invita a pensar el funcionamiento del campo plstico y sus tensiones en torno a la imagen de la trinchera. La ocupacin y47 48

Cfr. Marcelo Cavarozzi, Autoritarismo y democracia. Buenos Aires, Eudeba, 2004. [2002], p. 12. Mariana Di Stfano nos habla de la recuperacin que Marc Angenot realiza de la inventio aristotlica. El anlisis de la metfora, segn el autor canadiense, permitira abordar las caractersticas ideolgicas del discurso y su nivel de persuasin. Cfr. Mariana Di Stfano (coord.), Metforas en uso. Buenos Aires, Biblos, 2006, pp. 34-35.

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permanencia dentro de las instituciones otorgaba la posibilidad de emitir una voz, con mayor o menor grado de legitimidad, resguardada por el propio peso de los organismos. En esta guerra de trincheras el discurso escrito fue uno de los medios por los cuales se construy la representacin y, a la vez, un dispositivo utilizado para el combate. El accionar del grupo Austral, ms all de las innovaciones ideolgicas y prcticas operadas dentro del Museo, defini su relacin con el grupo conservador en trminos de trinchera49: la institucin municipal fue utilizada como lugar fuerte desde el que se cuestionaron los presupuestos de los Artistas del Sur. Filoteo Di Renzo escribi, en 1965: Pngasele freno a los que estn siempre con el dedo en el gatillo cada vez que aparecen nuevos valores, y vern que Baha Blanca no es la ciudad inepta para el arte, como conviene a los beneficiados por esta situacin50. La seleccin lxica permite ver cmo la situacin se vivenciaba como un conflicto, donde quienes detentaban el poder, lo ejercan para mantener el statu quo a su favor. El grupo emergente devenido dominante denunciaba sus experiencias de exclusin y silenciamiento y las asociaba a las prcticas que el sector tradicional haba llevado a cabo durante 35 aos. Una ancdota narrada por Horacio Mercanti avala esta interpretacin: Ac haba un crtico de arte un tal Fantini51 (...) Tognetti era jubilado l y la seora vivan en una pensin ah en la calle Soler entonces un da me dice: no voy a hacer una exposicin a ver si vendo algn cuadro porque si no me alcanza la plata! Estaba medio desesperado y hizo una exposicin en Pampa Mar bueno, la inaugur, que se yo, etctera, etctera a los dos das sale una nota en La Nueva Provincia que era lapidaria! Que los cuadros de l no servan ni para empapelar paredes, ni siquiera para hacer gnero una serie de barbaridades tremendas! () y sal corriendo para la pensin de l y lleg all en la pensin, estaba en la piezame abaraja la seora y me dice: uh! est que no se le puede hablar! Y entro a la pieza y estaba limpiando el revlver me dice: yo a ste lo mato! No! Djese de embromar! le digo, cmo lo va a matar?! Dice: s, s a ste yo ahora lo espero a la salida de La Nueva Provincia y lo liquido Bueno, me cost como una hora convencerlo de que los grandes pintores haban sido combatidos al final lo dej ms o menos conforme guard el revlver y dijo: bueh! Vamos a aguantar sta 52 Si bien en el episodio relatado la muerte y el arma no aparecen en sentido metafrico y la violencia cobra una dimensin material real, la cita acerca an ms a la idea de la experiencia cultural en trminos blicos. La crtica lapidaria53 escrita por Alberto Fantini posea tal relevancia en el campo plstico que haca peligrar la posicin de Tognetti como artista y comprometa la posibilidad de vender sus obras; en articulacin con la metfora, era el smbolo de la muerte de su trabajo. En el relato, estos riesgos ameritaban una respuesta violenta.

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La primera acepcin que de ste trmino proporciona la Real Academia Espaola es: Zanja defensiva que permite disparar a cubierto del enemigo. Versin online (www.rae.es), consultada el 26 de octubre de 2009. 50 Museo. Baha Blanca, N 3, Abril 1965, pg. 11. La cursiva es nuestra. 51 Se refiere a Alberto Fantini. 52 Juliana Lpez Pascual, Entrevista realizada a Horacio Mercanti, op. cit. 53 Lapidario/a: Perteneciente o relativo a las inscripciones en lpidas. Versin online (www.rae.es), consultada el 26 de octubre de 2009.

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A su vez, en las palabras de Mercanti, el argumento ante el cual Tognetti habra desistido de perpetrar este accionar tambin puede leerse en trminos metafricos: los grandes pintores haban sido combatidos. Por un lado, se estableca una suerte de tradicin histrica en la que los artistas posteriormente consagrados haban sido objeto de conflicto y negacin en los momentos previos. Por otro, quedaba implcita la existencia de una coherencia lgica entre la calidad del trabajo plstico y la dificultad en su difusin y aceptacin. Coincidentemente, el trabajo llevado a cabo por el grupo emergente era ponderado en trminos de la estrategia blica: la misin que nos toca como artistas y seres humanos54. En el caso de Manuel Falzoni, el peso de la crtica negativa y la sensacin de incomprensin por parte de los agentes del campo determinaron el ejercicio de la violencia sobre su propia obra. Los trabajos realizados en un lenguaje plstico moderno fueron cubiertos con paisajes de tipo ms tradicional55. La experiencia dificultosa de la actividad cultural es reconocida tambin en el relato de Fortunato Jorge56. Para l, la plstica local funcionaba con la lgica del francotirador57. Las tres definiciones del trmino resultan sugerentes si se las relaciona con la metfora utilizada por el entrevistado: todas ponen de relieve el aislamiento, mientras slo las dos primeras refieren puntualmente a la violencia armada. Fortunato Jorge especific: Pero estaba la otra gente, que trabajaba sola, autodidacta, lo que te deca del francotirador y no tena cabida pero no es porque lo peda o no No le daban cabida Crean que lo de ellos era lo que vala, lo dems era todo chatarra58 La metfora, entonces, adquiere dos sentidos: si por un lado alude al conflicto en trminos blicos, por el otro refiere la problemtica de aqullos que no posean insercin institucional y cmo esa situacin afectaba la valoracin sobre su trabajo. Ya en el catlogo de la exposicin que Tognetti haba realizado en Galeras Lirolay en 1962, la crtica de arte y poeta Celina Uralde haba escrito: No todos pueden y deben ser adelantazgos [sic]. Lo importante es no vivir retrasado, mechado de pasatismo, prendido al da que se fue. Cuando la pintura nueva agit las aguas poblando de crculos renovadores el ambiente, Ubaldo Tognetti fue de la partida, grit, afirm su presencia. A tal punto que algunas telas suyas sorprenden con diferentes tendencias involucradas en cada una. Como si quisiera aprehenderlas a todas en su desborde de sincera emocin. Y esto es verdadero tambin. No es fcil mantenerse en avanzada. Mantenerse perpetuamente en avanzada es propiciar el favor de la inteligencia. Quienes retroceden y vuelven grupas es porque nunca fueron verdaderos, autnticos. Tognetti es verdadero porque supo mantenerse en vanguardia.54

Carta dirigida al Director del MMBA, fechada en 1962, firmada por el Grupo Organizador. Archivo MMBA, Fichero A7. 55 En una entrevista realizada a Horacio Mercanti nos cuenta [Falzoni] haba pintado un montn de cuadros abstractos, pero despus un da dijo: no! Esto ac no lo entiende nadie que se yo agarr y empez a pintar paisajes, encima de los [cuadros] Juliana Lpez Pascual, Entrevista realizada a Horacio Mercanti, Baha Blanca, 20 de octubre de 2006. 56 Principalmente inclinado hacia la escultura y el muralismo, Jorge integr agrupaciones artsticas con tendencia poltica contestataria, como fueron El Tablado Popular56 y el Movimiento Independiente Plstico (MIP). 57 Juliana Lpez Pascual, Entrevista a Fortunato Jorge, Baha Blanca, 25 de mayo de 2008. La Real Academia Espaola57 define francotirador con tres acepciones: 1. Combatiente que no pertenece al ejrcito regular. 2. Persona aislada que, apostada, ataca con armas de fuego. 3. Persona que acta aisladamente y por su cuenta en cualquier actividad sin observar la disciplina del grupo. 58 Juliana Lpez Pascual, Entrevista a Fortunato Jorge, op. cit.

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Ser del pelotn de los que llegan primero. Su informalismo lo prueba como antes los prob su no figuracin. En Tognetti, la pintura tiene un cultor esforzado. Un adalid que se bate en todos los frentes. Sus especialismos de ahora lo confirman. Merece se le aplauda sin reticencias. Se le apoye sin resquemores. Es un pintor que sin bulla, sin alharaca pero firme en la medida de su conviccin, conocimiento y creacin aporta a las artes nuevas su dosis de talento, su fervor, su huesa.59 Como se observa en la cita, Uralde esbozaba la propuesta plstica de Tognetti en metforas de avance (adelantazgo, avanzada) y guerra (pelotn, adalid, batirse, frente, vanguardia), todas ellas asociadas a la accin blica. Si analizamos los significados atribuidos al trmino vanguardia60 vemos que las primeras dos acepciones son muy pertinentes, junto con el uso a la vanguardia. En la misma palabra se entrecruzan los significados de movimiento, las metforas del progreso, as como la nocin del enfrentamiento y el conflicto, por su alusin a la conformacin de un ejrcito. En este sentido, se hace necesario reflexionar sobre la aparente dicotoma modernidad/vanguardia planteada por Peter Brguer61. En el contexto local de mediados de los 60 la prctica de un lenguaje plstico moderno poda, simultneamente, concebirse como una accin vanguardista por ser observado en perspectiva teleolgica y por las condiciones tensas del campo en el que se desarrollaba. La utilizacin metafrica del trmino implicaba el sostenimiento de ideas y prcticas novedosas, en soledad y en un medio hostil: no es fcil mantenerse en avanzada. A su vez, esta posicin delantera se converta en el criterio de verdad: Tognetti es verdadero porque supo mantenerse en vanguardia. Los miembros de AAS tambin fueron sujetos de un discurso, al menos, agresivo. Ante el rechazo de su obra en el Saln Regional de 1964, Elena Van Hees escribi en su diario: Comprobante del rechazo del ao 1964. Firmado por Tognetti director del Museo. Un pobre de espritu, sin estudios, sin cultura ni preparacin artstica. Segn la pintora, la negativa del jurado poda explicarse por la condicin espiritual del responsable institucional, asociada a su falta de educacin plstica formal, mientras que ella era egresada de la Academia Nacional del Bellas Artes. En las palabras de la artista, la supuesta falta de formacin de Tognetti redundaba en la descalificacin. El sostenimiento del concepto de Bellas Artes que se trasunta en las palabras de Van Hees, chocaba plenamente con las ideas y prcticas modernizadoras que los miembros de Austral exhiban en las salas del museo. Para ella, la aparicin de nuevos lenguajes se relacionaba con el desconocimiento o la desviacin de las reglas de la creacin: () no es perdurable a un artista, elegir un modelo pletrico de lneas armnicas y de fino y rico colorido, para hacer de l una obra grotesca, deformndolo hasta lo irreconocible y haciendo caso omiso de su real colorido. NO!... Eso no es ARTE.59

Celina Hayd Uralde, Catlogo Tognetti. Pinturas Buenos Aires, Galeras Lirolay, 16 al 30 de mayo de 1962. Archivo Fundacin Espigas. La cursiva es nuestra. 60 La Real Academia Espaola60 considera como definiciones del trmino a las siguientes: 1. Parte de una fuerza armada, que va delante del cuerpo principal. 2. f. Avanzada de un grupo o movimiento ideolgico, poltico, literario, artstico, etc. 3. f. pl. Lugares, en los ribazos y orillas de los ros, donde arrancan las obras de construccin de un puente o de una presa. a, o a la, o en, ~. locs. advs. En primera posicin, en el punto ms avanzado, adelantado a los dems. Ir a la vanguardia. 61 Peter Brger, Teora de la vanguardia. Barcelona, Pennsula, 1987.

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Lo lamentable es, que muchas veces, los autores de esas lucubraciones macabras, encuentran algn "adherente Snob" que patrocina y ensalsa [sic] con "bombos y platillos"... la "nueva tendencia revolucionaria", apareciendo ante crdulos e inocentes como un "emancipado"... "visionario"... o "espritu superior"... cuando en realidad son pobres seres (...)62 Con estas palabras, publicadas por la artista en La Gaceta Marinera en julio de 1964, Elena Van Hees emita una respuesta clara y contundente a la propuesta revolucionaria del nmero 1 de Museo, publicado tres meses antes63. La abstraccin y la no figuracin slo constituan lucubraciones macabras y obras grotescas; sus creadores slo eran pobres seres alentados por el snobismo. El desacuerdo ante el lenguaje esttico implicaba, para ella, la desestima de sus realizadores, la negacin de todo valor. El nivel figurado de las referencias blicas fue, sin embargo, cediendo paso lentamente a las formas explcitas de la violencia. En el nmero 7 de Museo fue publicado, a pgina completa, un grabado del artista platense Edgardo Vigo. Impreso en color negro plano, en l se observa la silueta de una cabeza humana de perfil; en el centro de la figura rodeada por un crculo, leemos la palabra MATA, en maysculas. La xilografa, titulada El asesino a sueldo, est datada en 196664. La nominacin de la obra y los elementos alfabticos insertos en ella sealaban, sin dudas, la creciente polarizacin poltica y social que se viva. La explicitacin clara de la muerte (por asesinato) a partir de este grabado se present como una novedad dentro de la revista, pudiendo as dar cuenta desde el nivel formal esttico - del cambio cualitativo que se experimentaba en el mbito poltico y social. El 28 de junio de 1966, la presidencia constitucional del radical del pueblo Arturo Illia fue abruptamente finalizada por las Fuerzas Armadas, abriendo un perodo caracterizado por la censura y la represin en los aspectos sindicales, culturales y en la vida cotidiana, autodenominado Revolucin Argentina. Como sostiene Marcelo Cavarozzi en Autoritarismo y democracia, la idea del atrincheramiento como prctica cultural de defensa de quienes poseen intereses en comn, de negacin de la alteridad e institucionalizacin de la exclusin, tambin caracterizaba a la poltica65. La coyuntura en Baha Blanca tena ciertas peculiaridades. En el enfrentamiento intramilitar en torno al fenmeno del peronismo, el Comando del V Cuerpo de Ejrcito Teniente General Julio Argentino Roca se posicion en la lnea colorada66, caracterizada por priorizar la lucha antiperonista al mantenimiento de la62

La Gaceta Marinera. Puerto Belgrano, Ao IV, N 76, 1 de julio de 1964, s/p. Comillas en el original. La cursiva es nuestra. 63 Museo, Baha Blanca, n1, 11 abril 1964, p. 2. La revista Museo fue la publicacin emitida por el MMBA durante la gestin de Ubaldo Tognetti. 64 Museo. Baha Blanca, n 7, s/ f, p. 21. 65 El intento de Ongana de eliminar las trincheras del juego poltico, clausurando los mltiples mecanismos institucionales y extrainstitucionales a travs de los cuales el compromiso haba predominado en la sociedad y en la poltica argentina y pretendiendo canalizar y ordenar los diversos intereses y orientaciones sociales desde un Estado supuestamente omnisciente y jerrquico, termin por producir lo que, de alguna manera, haba venido a erradicar como posibilidad en la Argentina. A la inesperada y espontnea explosin popular, que expres entre otras cosas, el aislamiento e ignorancia del gobierno frente a la sociedad, se sum la renuncia de las Fuerzas Armadas a desencadenar una represin ms sistemtica y severa que la aplicada hasta entonces, como lo requera un Ongana que haba perdido nocin, asimismo, de lo que estaba ocurriendo, bajo la superficie, dentro de las instituciones militares. Marcelo Cavarozzi, op. Cit., p.37. (La cursiva es ma.) 66 En una entrevista realizada a Omar Juarez (septiembre de 2007), conscripto de la clase 1941 en el V Cuerpo, el entrevistado narra la experiencia de haber sido trasladado a la ciudad de La Plata en 1963, con toda la compaa, con el objetivo de enfrentar a los tanques de Magdalena (faccin azul).

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legalidad67. A su vez, el intendente radical Federico Baeza fue retirado de sus funciones, para ser reemplazado por un comisionado castrense. Esta funcin fue desempeada, en primer lugar y durante 32 das por el Coronel ngel Isaac Benito, integrante del mencionado Cuerpo de Ejrcito. El 31 de julio de 1966, Luis Mara Esandi, miembro del partido Demcrata Cristiano, y perteneciente a una de las familias ms tradicionales de la ciudad, asumi como comisionado municipal nombrado por el General Francisco Imaz, Interventor Federal de la provincia, y puesto en funciones por el General Osiris Villegas, Comandante del V Cuerpo de Ejrcito. Permaneci en el cargo hasta el 10 de julio de 1969. El mismo Esandi haba sido secretario de Gobierno y Obras Pblicas entre julio y diciembre de 1962, en el transcurso de la comisionatura de Manuel Emilio Valls.68 Como consecuencia del quiebre institucional, los miembros del gabinete y el resto de los funcionarios nombrados por el intendente depuesto pusieron a disponibilidad sus cargos. Sin embargo, Ubaldo Tognetti no fue desplazado de sus funciones, continuando como director del MMBA hasta la fecha de su fallecimiento, en octubre de 1968. Al parecer, el funcionamiento del campo poltico afectaba de manera relativa al de su homnimo plstico: al igual que lo sucedido con Saverio Cal, la designacin de Tognetti asumi caractersticas vitalicias. En el mbito acadmico, ante la decisin del gobierno de Ongana de suprimir la autonoma universitaria (decreto-ley 16.912), la UNS fue una de las tres casas de altos estudios en todo el pas en las cuales el rectorado accedi a limitar su trabajo a las funciones administrativas. Mientras en el resto de las universidades nacionales las autoridades opusieron resistencia a la intervencin y avance del gobierno militar, en la UNS esta situacin no represent mayores problemas. El sector que se manifest en contra de estas disposiciones fue el alumnado, que fue objeto de sanciones y expulsiones. La casa de altos estudios se caracterizaba por su postura antiperonista, toda vez que la propia medida de su creacin en 1956 haba estado atravesada por la pugna poltica. Como se ha esbozado anteriormente, el accionar de una Comisin Especial de Reestructuracin a partir de septiembre de 1955 le haba impreso esas caractersticas69. Cuatro meses ms tarde, en enero de 1956, se haba realizado la ceremonia de inauguracin de la nueva universidad. El nuevo interventor designado fue el mismo Vicente Fatone70, quien en su discurso haba dejado ver67

Csar Tcach, Golpes, proscripciones y partidos polticos en Daniel James (dir.), Nueva Historia Argentina. Violencia, proscripcin y autoritarismo. Tomo 9, Buenos Aires, Sudamericana, 2003, p. 40. 68 Hernn Molina, 1886 2003. Intendentes de Baha Blanca. Comisionaturas. Baha Blanca, 2007, pp. 267-269. 69 Segn Patricia Orbe: en septiembre de ese ao [1955], el Comando Naval de Baha Blanca, en cumplimiento del programa del nuevo gobierno, design como interventor interino del Instituto Tecnolgico del Sur (ITS) al profesor Pedro Gonzlez Prieto y por el decreto N 2432 se convirti a la Institucin en una entidad descentralizada hasta que se le concediera categora universitaria. El ministro de Educacin, Atilio DellOro Maini, envi a Baha Blanca una comisin creada por el mismo decreto- para estudiar el ordenamiento legal definitivo del Instituto. sta estaba constituida por Vicente Fatone, Benjamn Villegas Basavilbaso, Eduardo Braun Menndez, Ezequiel Martnez Estrada y Manuel Villada Achval. Patricia A. Orbe, La creacin de la Universidad Nacional del Sur: un viejo sueo bahiense en Mabel Cernadas de Bulnes (dir.) Universidad Nacional del Sur 1956-2006. Baha Blanca, Univ. Nac. Del Sur, 2006, p. 79. 70 Segn Juliana Franke, Vicente Fatone adems de haber sido funcionario del gobierno militar, haba formado parte del grupo de intelectuales que se pueden definir como antiperonistas. En su larga trayectoria haba sido docente de la Universidad de La Plata, del Liceo Militar, del Colegio Nacional Buenos Aires, lugares de los que fue cesanteado por el peronismo. Tambin fue miembro de la Asociacin Cultural Argentina para la Defensa y Superacin de los Ideales de Mayo, de ideologa laica y liberal, que en 1952 fue acusada junto con la Sociedad Argentina de Escritores de un acto terrorista en Plaza de Mayo, sus miembros, entre ellos Vicente Fatone fueron encarcelados durante 40 das, junto a muchos otros, tales como Victoria Ocampo. Tambin particip en el Colegio Libre de Estudios Superiores () Siguiendo con sta lnea ideolgica Fatone particip en dos publicaciones muy importantes para la poca; Imago Mundi y Liberalis; la primera dirigida por Jos

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claramente su postura antiperonista, enfatizando sobre la bsqueda de una sociedad democrtica, por contraposicin a lo dictatorial o anrquico: Una Universidad es un dilogo mltiple. Y a diferencia del monlogo, en que uno slo habla, mientras los dems escuchan, y del vocero, en que todos hablan sin que nadie escuche, el dilogo exige que todos hablen pero que tambin todos escuchen. El secreto del dilogo no es sino el arte de escuchar, es decir, el del reconocimiento de la dignidad del prjimo. El monlogo fue la dictadura; el vocero significa la anarqua; el dilogo es la democracia.71 En 1963, en los pasillos del Departamento de Humanidades de la misma Universidad fue instalado un busto del mencionado rector-interventor. Si bien la obra del escultor Jos Fioravanti era el resultado de una donacin del Crculo de Amigos de Vicente Fatone al cumplirse el primer aniversario de su muerte72, la ocupacin del pasillo por el que transitaban alumnos y docentes con la figura de un reconocido intelectual antiperonista reforzaba, simultneamente, la historia de la institucin y los tintes ideolgicos de sus orgenes. En enero de 1967, en la plazoleta Garibaldi comenzaron los trabajos de instalacin de un antiguo can perteneciente al Museo Naval de la Nacin, cedido en custodia al Museo Histrico y de Ciencias Naturales del municipio por gestin de su director, Flix Fortunato Fieg73. En la disputa por la legitimidad mediante la negacin del Otro, el arma repona y reforzaba la violencia, la estimulaba. La ocupacin del espacio pblico cntrico con este objeto permite suponer la voluntad de visibilidad de los sectores tradicionales. La situacin poltica posterior a 1966 haba cambiado el escenario en el que la gestin de Tognetti se haba iniciado. Sin el respaldo del gobierno constitucional que lo haba nombrado, su posicin dentro del MMBA no revesta el mismo poder dominante. Adems, las propuestas modernas y jvenes comenzaban a ser concebidas como peligrosas por el rgimen y los sectores civiles asociados a l. Como contrapartida, el tradicionalismo encontraba un mayor estmulo y un ambiente propicio toda vez que se difundan los preceptos censores sostenidos por el gobierno militar74. La adscripcin identitaria juvenil del grupo Austral y el director del MMBA se vea entonces cuestionada, no slo por los sectores tradicionales, sino tambin por las esferasL. Romero (), Liberalis, ejerca su crtica al peronismo desde el liberalismo, como su nombre lo indica, acusando a aquel de la decadencia cultural ocasionada por ste. Juliana Franke, Detrs del Busto. Luchas polticas en torno al busto de Vicente Fatone en la Universidad Nacional del Sur, proyecto de investigacin, [mimeo], p.10. 71 Patricia A. Orbe, La creacin de la Universidad Nacional del Sur: un viejo sueo bahiense en Mabel Cernadas de Bulnes, (dir.) Universidad Nacional del Sur 1956-2006. Baha Blanca, Univ. Nac. Del Sur, 2006, p. 83. 72 Cfr. Juliana Franke, op. cit, p.11. El citado Crculo estaba compuesto por personalidades tales como: Jorge Luis Borges, Bernardo Houssay, Ernesto Sbato, Risieri Frondizi, Claudio Snchez Albornoz, Manuel Sadozky, Jos Babini, Vctor Massuh, Zara de Decurgez, de reconocida militancia antiperonista. 73 Se trata de un can Rodman de avancarga, consignado a la Base Naval de Puerto Belgrano. Archivo Museo Naval de la Nacin. Leg. 1718. Al respecto, Cfr. Juliana Lpez Pascual, La violencia y las armas: un caso en la historia reciente de Baha Blanca en Actas de IV Jornadas de Trabajo sobre Historia Reciente, CLIHOS-Universidad Nacional de Rosario, CISH-Universidad Nacional de La Plata, CeDInCI, CESIL-Universidad Nacional del Litoral, Instituto de Desarrollo Humano-Universidad Nacional de Gral. Sarmiento, Rosario, 2008. ISBN 978-950-673-669-9. 74 Segn Sergio Pujol: Con ms virulencia que antes, la censura ampli su radio de accin a la vida privada de los argentinos. En la lgica del censor () la juventud pas a ser una configuracin sociocultural sospechosa. Para el gobierno, la juventud no era solo una palabra (Bourdieu), ni un mero actante de discursos vagos. () Eran los jvenes los que alentaban modos de vida reidos con la moral occidental y cristiana. () Ser joven y, sobre todo, asumir esta situacin biolgica con un sentido identitario era riesgoso. Sergio Pujol, Rebeldes y modernos. Una cultura de los jvenes en Daniel James (dir.), Nueva Historia Argentina. Violencia, proscripcin y autoritarismo. Tomo 9, Buenos Aires, Sudamericana, 2003, pp. 314-316. Cursivas en el original.

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gubernamentales. An cuando el campo artstico pareca funcionar de manera autnoma al campo poltico Tognetti permaneci en su cargo luego de junio de 1966 la inestabilidad poltica y la censura no resultaban inocuas a las tensiones entre los actores culturales. El mismo Pujol plantea que aunque sus principales gestores aseguraran que el cierre de los centros artsticos se debi a razones econmicas, es innegable que el hostigamiento de Ongana sobre las tendencias artsticas de signo moderno fue una presin difcil de soportar. () Ser moderno a comienzos de los 60 haba sido algo bueno, pero ya no lo era tanto a fines de la dcada.75 Si bien la institucin plstica oficial bahiense no sufri el cese de sus actividades, la impronta moderna de su director y sus prcticas se vieron cuestionadas por el acercamiento producido entre los grupos tradicionales, en convergencia con el quiebre del orden democrtico. A partir de 1966, miembros de estos sectores estructuraron una nueva agrupacin, en la que la produccin de una memoria regional fue el objetivo central. Si bien se pueden rastrear los primeros intentos de escritura de la historia bahiense en 189076, el quehacer historiogrfico haba logrado materializarse desde mediados de la dcada de 1950. El Museo Histrico Municipal haba abierto sus puertas el 21 de octubre de 1951, siendo esta inauguracin parte del proceso de creacin de museos que llevara a cabo el gobierno provincial bonaerense. La conformacin del mismo haba estado ligada a la figura del periodista Antonio Crespi Valls77 quien, adems de formar parte de otros emprendimientos culturales, era coleccionista78. La institucin fue ubicada en otro de los subsuelos del Teatro Municipal, a un lado de la sede de la AAS, de la que Crespi Valls tambin formaba parte. Luego de su muerte en 1959, la institucin pas a ser dirigida por Esteban Erize, y luego por Flix Fortunato Fieg79, a partir de 1966. El 22 de septiembre de ese ao el diario La Nueva Provincia public: Hoy a las 21.15, en el Museo Histrico Municipal, se efectuar la reunin constitutiva de la comisin de estudios histricos de Baha Blanca y su zona de influencia, a crearse por iniciativa del intendente municipal () quien interiorizar a los concurrentes de los objetivos que se persigue con esta iniciativa.80 Fue constituida as la Junta de Estudios Histricos de Baha

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Pujol, op. Cit, pp. 316-317. Cfr. Diana Itat Ribas, Del fuerte a la ciudad moderna: imagen y autoimagen de Baha Blanca. Baha Blanca, UNS, 2008 [tesis doctoral, mmeo], pp. 167- 193. 77 Antonio Crespi Valls edit al menos tres obras, de su autora, sobre la historia fundacional local: EL Cnel. Ramn Estomba. Fundador de Baha Blanca (1954), Primer centenario de la Legin Agrcola Militar (1955) y La invasin del 19 de mayo de 1859. Primer centenario (1959, obra pstuma). Todas ellas fueron publicadas de manera oficial por el Museo Histrico Municipal, sin valor comercial. 78 Cfr. Mara Alejandra Pupio, Coleccionistas de objetos histricos, arqueolgicos y de ciencias naturales en museos municipales de la provincia de Buenos Aires en la dcada de 1950. Historia, Cincias, Sade-Manguinhos, Ro de Janeiro, 2005, vol.12, p.205-229. 79 De origen cordobs y militante de la UCR entre 1930 y 1955, Fieg haba ocupado cargos polticos en la provincia de La Pampa: sucesivamente haba sido primer inspector colonias del Banco Hipotecario Nacional de la Pampa, intendente municipal de Guatrach, convencional constituyente en la creacin de la provincia de La Pampa, y secretario legislativo en dicha provincia. Archivo LNP Sobre 8896. Necrolgica de Flix Fortunato Fieg, 25 de enero de 1982. Su hermano Alberto Fieg, dueo de una conocida empresa comercial local, haba desempeado un cargo de concejal durante el perodo 19581962, y se present como candidato a intendente por el Partido Conservador Popular en las elecciones de 1962. 80 La Nueva Provincia, 22 de septiembre de 1966.

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Blanca, emprendimiento que fue apoyado desde el mbito pblico por Luis Maria Esandi, y que encontr espacio fsico en los subsuelos compartidos con los Artistas del Sur. La Junta no tena una formacin netamente acadmica y evidenciaba una diversidad de orgenes81. Sin embargo, el nombre dado a la agrupacin Junta nos permite suponer una adscripcin tcita a la corriente historiogrfica mitrista que reconoca los orgenes de la nacin argentina en la lnea de acontecimientos que unan la Revolucin de Mayo con la Batalla de Caseros82. Desde 1967, la organizacin dispuso de fondos contemplados en el presupuesto municipal y edit su Revista, contando con una cuantiosa ayuda financiera83 de las autoridades de la comuna. A lo largo de los cuatro volmenes de la publicacin, se encuentran una serie de artculos - escritos por autores de diferentes procedencias84- en los que predomina la temtica de la fundacin de Baha Blanca85. A su vez, este eje fue trabajado en relacin con otros subtemas: el problema con el indgena, la inmigracin europea, y el rol de las Fuerzas Armadas en la construccin un orden civilizado en la zona sur del territorio argentino. Si bien este relato no era novedoso Domingo Pronsato ya haba postulado ideas similares en Luces de mi tierra (1954) y Estudio sobre los orgenes y consolidacin de Baha Blanca (1956) la innovacin resida en que el discurso fuera producto del nucleamiento de actores diversos en una institucin oficial. La preocupacin por el relato histrico se relacionaba, de esta manera, con los usos que los sectores ms tradicionales buscaban asignar al pasado86, en el intento de consolidar nuevas posiciones y asegurar sus capitales. El contexto de la Revolucin Argentina impuls el crecimiento y fortalecimiento de los grupos de ideologa

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Aunque desde sus inicios cont con la presencia de Jos Luis Molinari (miembro de la Academia Nacional de la Historia), y algunos docentes/graduados de la Universidad Nacional del Sur (Roberto Etchepareborda, Antonio Austral, Bruno Passarelli, Guillermo Godio, Hernn Silva y Rosario Guenga)81, la mayora de sus miembros no eran historiadores ni se dedicaban a la enseanza de la disciplina. La composicin fue heterognea: miembros del Museo Histrico Municipal (Flix Fortunato Fieg), oficiales de las Fuerzas Armadas (Cnel. Isaas Garca Enciso), miembros del clero (Pascual Paesa), periodistas (Amrico De Luca, Modesto Castan tambin archivero del diario La Nueva Provincia-) y personalidades asociadas al quehacer cultural bahiense (Domingo Pronsato, Arturo Otao Sahores y Alberto Fantini). 82 Al respecto, cfr. Diana Quattrocchi Woisson, Los males de la memoria. Buenos Aires, Emec, 1995; Horacio Daz, Historia y contrahistoria. Liberales, nacionalistas y marxistas en la historiografa argentina. Buenos Aires, Plexo, 2001; Daniel Campione, Argentina. La escritura de su historia. Buenos Aires, Centro Cultural de la Cooperacin, 2002; Alejandro Cattaruzza y Alejandro Eujanin, Polticas de la historia, Argentina 1860-1960. Buenos Aires, Alianza, 2003, y Len Pomer, La construccin de los hroes. Imaginario y Nacin. Buenos Aires, Leviatn, 2005. 83 Presentacin escrita por Roberto Etchepareborda, en Revista de la Junta de Estudios Histricos de Baha Blanca. Baha Blanca, Vol. I N I, diciembre 1967. pg 10. 84 Dentro de los autores estn el Pbro. Pascual Paesa, miembro de la Junta de Historia Eclesistica Argentina, Jos Luis Molinari, integrante de la Academia Nacional de la Historia, el Cnel. Isaas Garca Enciso, oficial del Comando V Cuerpo del Ejrcito y autor de la Historia del Colegio Militar de la Nacin (Bs. As. 1969, 2 tomos), y algunos integrantes de la Universidad Nacional del Sur, como Hernn Silva, Rosario Guenga, Bruno Passsarelli y Antonio Austral. 85 Tambin podemos encontrar, aunque en un nmero mucho menor, artculos en relacin a la historia poltica contempornea. 86 Para Alejandro Cattaruzza, la instalacin de un monumento o la imposicin de un feriado, las movilizaciones de un partido para homenajear a los hroes, la exposicin de los argumentos ms formalizados y eruditos de un historiador, y tambin las discusiones que se suscitan alrededor de estas acciones, pueden ser concebidos como los puntos de condensacin de un proceso de construccin de interpretaciones del pasado menos estridente y visible, pero ms constante y regular, y de esfuerzos por hacerlas triunfar. () en este tipo de conflictos lo que est en juego no son slo imgenes de la historia. Lo que hace que muchos actores () entiendan que vale la pena intervenir en ellos es la certeza tan extendida de que esas representaciones del pasado tienen el poder de tornar legtimas las posiciones presentes y de influir en las batallas de la hora. Y de tales batallas depender el futuro que pueda construirse. Alejandro Cattaruzza, Los usos del pasado. La historia y la poltica argentinas en discusin, 1910-1945. Buenos Aires, Sudamericana, 2007, pp. 18-19.

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ms reaccionaria, por lo que se produjeron acercamientos entre aquellos que defendan la tradicin y las facciones militares que sostenan el gobierno de facto. La construccin de un panten local y la escritura de esta narracin en la que se plasmaran sus relaciones con los actores del momento constituyeron una estrategia de legitimacin de estos sectores, en un contexto poltico que les era favorable. En la produccin historiogrfica juntista el acento estaba puesto en las Fuerzas Armadas como protagonistas del proceso civilizatorio y los orgenes bahienses. Esta estrategia buscaba generar asociaciones entre las tareas de restablecimiento del orden del onganiato y el ncleo que definan como identitario de la ciudad a la vez que, simultneamente, se daba un viso de legitimidad histrica a las decisiones del gobierno de facto.

El fin de la primavera moderna La gestin de Ubaldo Tognetti en la direccin del museo plstico local se prolong hasta octubre de 1968, momento de su fallecimiento. En su lugar, fue nombrado Arnaldo Collina Zuntini, quien permaneci en el cargo hasta septiembre de 1976. Su asuncin signific el fin del ciclo que haba iniciado el miembro de Austral, y el retorno de los Artistas del Sur a las salas oficiales. La reconstruccin realizada hasta aqu nos permite reflexionar acerca de la emergencia del arte abstracto local, y las formas en las que ese fenmeno se entrelaz con las tensiones sociales generales. El anlisis de las manifestaciones de este lenguaje plstico actualizado se vuelve ms complejo, al considerar la imbricacin de los agentes del campo cultural en las tramas de lo poltico87 y el entrecruzamiento de las luchas especficas con las que exceden lo artstico. Como se ha visto a lo largo de este trabajo, las tensiones propias del campo plstico eran atravesadas por las crisis institucionales, la inestabilidad del sistema republicano y la constante violencia social. Estos problemas se abran paso al interior de las entidades culturales, dividiendo y enfrentando a sus miembros. La asuncin de Ubaldo Tognetti a la direccin del MMBA haba resultado en una experiencia de desplazamiento del grupo artstico tradicional. A la prdida de la posicin de poder oficial, se sumaba la deslegitimacin que el cambio operaba en su imagen pblica. Las prcticas del grupo moderno dentro de la entidad, presentaban a AAS como el pasado perimido, con olor acre a humedad, que ostentaba un rancio abolengo88. Sin dudas, esta situacin debi generar conflictos que avanzaron en las valoraciones personales entre los actores. La tensin y las representaciones en juego se hicieron evidentes en el empleo del discurso metafrico. La recurrencia a trminos y expresiones asociadas a lo blico permite pensar en un medio que, en trminos generales,

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Al respecto, Cfr. Pierre Bourdieu, El campo intelectual: un campo aparte en Cosas dichas. Barcelona, Gedisa, 1993, pp. 143-151. Para una diferencia entre la poltica y lo poltico, vase Pierre Rosanvallon, Por una historia conceptual de lo poltico, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 2003. 88 Cfr. Juliana Lpez Pascual, De las miasmas a una revolucin: la imagen del grupo Austral en la revista Museo. 1963 1968 en III Jornadas Hum. H.A. rea de Historia del Arte, Departamento de Humanidades, Universidad Nacional del Sur, 2 al 5 de septiembre de 2009. Edicin digital: www.jornadashumha.com.ar

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era sentido89 como de gran violencia y en el que era necesario contar con posiciones institucionales que otorgaran fortaleza y lazos con otros agentes que brindaran cierta legitimidad. Estas condiciones, sumadas a la ubicacin subterrnea de las entidades en conflicto, permiten emplear tambin metafricamente- la idea de una guerra de trincheras como caracterizacin del campo cultural local de la dcada de 1960. El solapamiento de los vaivenes poltico-institucionales con los problemas propios de mbito plstico agreg un plus de rigidez e imposibilit la resolucin consensuada de los mismos. La polarizacin de la sociedad argentina operada en torno al fenmeno peronista perme a las distintas instituciones. En 1955 los miembros antiperonistas de AAS excluyeron de la entidad a quienes consideran seguidores del dictador; ocho aos ms tarde, el ingreso de Tognetti al museo fue posible por su cercana al candidato municipal de la UCRP. La faccin renovadora de los Artistas del Sur capitaliz el ya cercano contacto de la entidad con el diario La Nueva Provincia y se acerc a la flamante y tambin antiperonista- Universidad local. Por su parte, el grupo Austral busc estrechar lazos con la Secretara de Extensin Cultural de esa institucin y el Departamento de Humanidades90. En este ltimo espacio, sin embargo, pocos aos despus se evidenci la existencia de una lnea que se hallaba ms cercana a los grupos tradicionales y que ocup un espacio en la Junta de Estudios Histricos de Baha Blanca. La aceleracin de los acontecimientos polticos y la creciente injerencia de los sectores militares en los mbitos civiles materializadas preponderantemente, pero no de manera nica, en los golpes de estado fueron transformando las posiciones de los agentes del campo cultural, en tanto se alejaran o coincidieran con el proyecto social castrense. En la ecuacin esbozada por la autodenominada Revolucin Argentina, la adscripcin a lo juvenil, lo moderno y lo revolucionario connotaban un problema y atentaban contra la tradicin, lo occidental y lo cristiano. En esta divisin binaria de propuestas ideolgicas, los grupos reaccionarios como la AAS fortalecieron y arraigaron sus posiciones basndose en sus caracteres tradicionales, y respaldados por el hilo del relato histrico que ellos mismos construyeron, mientras el avance, el progreso y la vanguardia paulatinamente dejaron de ser las metas deseables.

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Se hace referencia aqu al concepto de estructura del sentir, elaborado por Raymond Williams en Marxismo y literatura, Barcelona, Pennsula, 1980 [1977]. Cap. 9, pp. 150-158. 90 Cfr. Juliana Lpez Pascual, De las miasmas a una revolucin: la imagen del grupo Austral en la revista Museo. 1963 1968 en III Jornadas Hum. H.A. rea de Historia del Arte, Departamento de Humanidades, Universidad Nacional del Sur, 2 al 5 de septiembre de 2009. Edicin digital: www.jornadashumha.com.ar