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lint I -Idadun.unav.edu/bitstream/10171/30376/1/FA.151.676_2.pdf · "nio rocío? (a) Para esto, ó sagrados Profetas, pedíais al Justo con tancas ansias ^ rogando se os viniese de

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SENTIMIENTOS ^T IE R N O S ,

Q U E E N L A R E A L P I A M E M O R I A

DEL DESCENDIMIENTO,I E N T I E R R O B E JESUS,

M A N I F I E S T A

MARIA SANTISIMA:EXERCICIO DEVOTO,

Q U E T O D O S L O S A N O S , E N L A T A R D Edel Viernes S an co, celebra la Parroquial Iglesia

del Santísim o Chrisco de San Salvador de V alen cia a expensas de los Cacholicos

M o n a rc a s , D . G .

D I J O L O S

B O N V I C E N T E CATALA^DOCTOR THEOLOGO , Y CATHEDRATICO D E

'Bilosofia en la Unlvemdad de Valencia 3/

m dicha Parroquial Iglesia,

E N V A L E N C IA

En l a o f ic in a d e jo s e p h , y t h o m a s d e o k g a *M . D C C . L K X V l l .

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FOSTHAEC AUTEM^ ROGA V IIPilatum Joseph ab A rimathaea, ut toU ter et corpus J e su ::: ibi e r g o ::: quia

ju x ta era t monumentum , posueruntJesum . Joan. 19. vv. 38. et 42.

0 crux 5 ave spes unica^

A escaras satisfecha , ingrata Sina­go ga : ya estarcís co n ten to s, cie­gos , y obstinados Judíos ya , rebeldes pecadores, podréis cele­brar el triunfo , pues haveis sa­lid o bien con vuestro intento.

Qué pretendíais ? perseguir con dolo al Ju sto , hasta m atarle ? (a) Q ué deseavais i arrancarle, como por fu e rz a , de entre los v iv ie n te s , q u i­tarle la v id a , y si fuese dable , n o dejar aun m emoria i (b) Pues ya lo haveis conseguido ; y a finalmente lo haveis logrado : (c) Y a m urió el

A 2. Jus-

(a) S a p . 2 . v v . i z . e t t o . C ircu m v en ta m u sJ u stu m morte tu r p ijíi-

*»a condem nem uí eum . (b ) J s r e m . 1 1 . \ . 1 9 . Venite eradam us eu m

de te n a viven txum au fera m us m em oriam illiu i» (c ) Isai« n * V* 2»

est de terra viventium *.

Justo. SI y y a m urió Jesus N azareno. Despues de haver agonizado por tres h o ra s, entre m or­tales angustias, rotas todas sus ven a s, despeda­zados sus m iem bros, y bien cargado de opro- bríos j dió su ultim o v ita l aliento en un afren­toso patíbulo. Velsle ya allí cadaver frió, Veisle a l l í , com o una N a v e destrozad a, r o t a , y bar­baramente abandonada de aquellos m ism os, por cuya v id a , y seguridad sufrió los contrastes mas furiosos de los v ie n to s , los golpes mas Im pe­tuosos de las olas del M ar. V eisle allí hecho fu­nesto destrozo por el furor , y rabia de un Pueblo el mas feróz.

Y es posible Padre E te rn o , que à vuestra vista ha sucedido tragedia tan estran a, cruel­dad tan monstruosa ! Es p o sib le , que asi hayals abandonado al J u s to , a vuestro U n igenito H ijo ! Cielos j esto ha sucedido , y no os pasmais i Angeles , esto veis , y no lloráis ! Hombres^ esto haveis h e ch o , y no os confundís ! V u es- ¡ tro C ria d o r, vuestro G lorificador vuestro Re- dem ptor cruellsimamente m uerto j m uerto con infam ia , muerto con ignom inia , y no b o l- veis por su honor ? Y para e s to , o Santos Pa­triarcas , suspiravais por el J u s to , con tantas suplicas pidiendo al C ielo 05 le destilase co­

m o

■"nio rocío? (a) Para e s to , ó sagrados Profetas, pedíais al Justo con tancas ansias rogando se os viniese de las nubes a la tierra , com o llu­via ? (b) Para esto an h elavais, á que abriese su seno la tierra y os le brotase com o planta ? (c)

:í Para esto ? para ser tratado a s i , com o hom bre ■ el mas m a lv a d o , el mas in iq u o , el mas per-

I verso del m undo ? P asm aos, Cielos i arranquen- I se vuestras puercas de sus quicios j y caigan so­

bre nosotros, (d)

Y cóm o es posible pecadores , que seáis í tan Inhumanos ? cóm o , a vista de una can las­

tim osa catástrofe, estáis con semblantes serenos, con los ojos en ju to s, y com o que manifestáis estar contentos ? O Santo D ios i quién lo cre­yera ? hasta los mismos , que con sus manos executaron tan horribles excesos , confusos , y arrepentidos se bajavan del C a lv a r io , hiriéndo­se los pechos, (e) Y no os enterneceis} y no os com overeis a com paslon vosotros amados oyen­tes míos ? N o se portaron asi con el R e y Seleu- co sus va sa llo s , aunque cruelísim os: se revela-

ron

(a) Is a i. 45-. V. 8. Rorate coeli desuper, (b ) Ib id e m . E t nubes pluant Justum . (c) Ib id e m . Aperiatur te n a , et gerrninet Salvatorern» (d) J e re m , a . v . i í , Obstupescite coeli super hoc , et portas ejus desoía- m ini vehementer ! (e) L u c a e 2 3 . v . 4 8 . Percutientes peíiora ¡ua , r í - Virtehantur^

ron éstos contra, su R e y , destronáronle , y Ic

echaron con barbaro furor de su R eyn o : supie­ron despues , que una horrenda tempestad le havía echado à la P laya del M a r , y fueron de tropel à apacentar su cruel o d io , con tan las­timoso espeóláculo *, mas apenas le vieron echa­do sobre la arena desnudo , m altratado , sin a lie n to , y falto de todo hum ano so co rro , fue tal su confusion, se com ovieron ta n to , q u e , tro­cando su fiereza en piedad , su odio en com ­pasión , le levantaron de la aren a , le conduge- ron à la C iudad , colocáronle en el T r o n o , y le reconocieron otra vez por su R e y ,

Y cóm o no haréis vosotros otro cantó con Jesús N a za ren o , que es vuestro R e y , vuestro P a d re , y vuestro Dios? vosotros d ig o , que sois

de un corazon mas h u m a n o , è Incom parable­m ente mas com pasivo ? cóm o será posible no os enternezcáis ? com o sera dable le v e á is , y no lloréis i VIeronle los montes , aunque Insensi-

b le s , y se quebrantaron de dolor, (a) Vieronle los A n geles, y lloraron am argam ente, (b) V io le todo el insensible Universo , y manifestó un

sentimiento extraordinario : el Sol retiró sus ra-*

yos.

(a) H a b a c . j . v . l o . V id e ru n t te , et d o lu erm t m ontes, ( b ) Isa i* ij . V. 7. Angeli fa c is am are Jïebant*

iy o s , com o p asm ad o , dejando en tinieblas hor- iiorosas al m undo : la L un a se ostentó toda san- jgrlenta : los Astros se desconcertaron en sus re-

^gulares m ovim ientos *, se hicieron trozos los pe^ íjíiascos se abrieron los sepulcros i rasgóse el velo ¿del T e m p lo tem bló la tierra bram ó el M ar; en su m a , trastornóse toda la insensible natura­leza. Y solos vosotros sereis de un corazon tan férreo , que no manifestaréis sentim iento algu­no ? T a l finalm ente podría ser el u ltim o exce-

: so de vuestra In hu m an id ad , no com padeceros, I en manera a lg u n a , d e aquel am abilísim o cada-

ver de J e s ú s , à quien y a por ultim o , n o pue­de hacersele otro piadoso obsequio , que el llo ­rar su m uerte cru elís im a, y procurarle una de­cente sepultura.

Pareceríam e à m í , am ados oyentes m íos, haceros una atroz In ju ria , no prom eterm e de vosotros, tstos piadosos sentim ientos. Sí. Seño­

res j sí : vosotros so is , à quienes el Espíritu San­to h a m o v id o , co n d u cid o , y con gregad o en este santo T e m p lo , dándoos el conocim iento del saludable consejo del Eclesiástico, (a) V oso­tros sois los que en el doloroso a£to de dar

M a ­

ca) E c c l i . 3 8. V. i 6 . F ili : in mortuum produc lachrymas, et ne de- ipicias íefuituram ejus.

( B ) f

M aría Santísima sepultura a su difunto H ijo , queréis con vuestras lagrim as dar algún alivio á sus penas. Veism e pues aquí , con el fin de acordaros los lastimosos sucesos, que acaecieron en el C a lv a r lo , despues de haver espirado J e ­sús : e llo s , a la v e rd a d , dieron m otivo á esta M adre Dolorosisima , para el mas sensible do­lor , y amargura : ellos merecerán de vosotros afeólos m uy tiernos , y com pasivos. Prevenid vuestros ojos para llorar , pues puedo asegura- ¡ ros 3 que si en alguna ocaslon d eve is, con justo t i tu lo , derramar sin medida vuestras lagrim as, es en esta tarde i en que haveis de contem plar a esta afligidísima R eyn a , penetrada de dos m uy vivos sentimientos , com o de dos penetrantes cu ch illo s; la vista de su am ado H ijo m uerco, ' pendiente todavía de la C r u z , y expuesto a que , aquel feróz Pueblo executáse con él algún otro ! inhum ano tratam ien to , la era un sensibilísimo | d o lo r : deseava darle un honroso sep u lcro , y el I contemplarse sin medios para e l lo , la era otro m u y sensible dolor. H a Señores 1 y qué angus­tias estas para una M a d re , tan sensibles, tan penetrantes í Contem plém oslas con la mas sería Ínedítacion ; sigamos a M aría Santísima en sus pasos i acom pañém osla en sus afedtos, y veréis.

que este u ltim o dolor fue sobre todo dolor. Atended.

Después de haver desahogado su fu ro r , y rabia la infam e Sinagoga , dando á Jesús la muerte mas desapiadada , y mas injusta ; des­pués de haverle abierto el co sta d o , ya difunto^ para estar asi mas asegurada de quedar Jesús sin vida ; satisfechos y a aquellos Principes de los Sacerdotes, y Gefes del P u e b la , de haver espirado en un afrentoso patíbulo el que decía ser.R ey de su N a c ió n , fueron desfilando todos, poco á p o c o , del C a lv a r io , y con e llo s , quan- tos havian concurrido a tan san grien to , y trá-« gico su ceso , dejando com o abandonado aquel inocentisim o C uerpo de Jesús. V o s s o la , ó M a­dre aflig id ísim a, á quien no quisieron desama parar el D iscípulo a m a d o , y alguna otra piado­sa M u g e r , no os aparcasteis del pie de la C ru z. Vos sola os m an tuviste is, com o en custodia d i aquella H um anidad Sacratísim a; ya la A lm a de

' vuestro H ijo havia desam parado el C uerpo , mas la vuestra no podía arrancarse de a ll¡ , dice San Bernardo, (a) Quales se ría n , S e ñ o ra , vuestros sentimientos 1 estavais a l l i , dice San Juan : (b)

B pe--^ ------— i.i ............ ■■ .11— I— .— I ■■ ^

(a) Serm. i z . de Steilis. Jnde n tiw hnt a ve llL (b) Joan. v» Siabat»

I

pero vuestro H i jo , m uerto : cóm o estaríais vos? solamente viva , para la pena : vuestro corazon no e r a , sino un M ar de am a rg u ra , (a) en cu­yos senos se azotavan m utuam ente las penas com o à o la s , y se estrellavan unos con otros los afedtos. Vuestro H ijo barbaram ente abando­nado de todo el Pueblo , pendiente aun del patíbulo j v o s , Señ ora, sin co m p a ñ ía , ni m e­dios suficientes para desclavarle, bajarle , y dar­le un decente sepulcro : ò 1 y qué dolor era este 1 qué angustia 1 qué aflicción i

Si Seneca, y toda la Escuela de Z e n o n , ò de los E stoycos, fueron de d ié la m e n , que el dar sepultura a un d ifu n to , n i es de h o n o r , ni de consuelo : pues qué im p o r ta , decían ellos, que la tierra no le cubra ? el C ie lo , e l S o l , y los Astros servirán de M ausolèo à su cadaver. (b) Si la tierra no le recibe en sus en trañas, havrá de sufrir su p e so , aunque no q u ie ra , las flores, las plantas , las yervas le servirán de adorno, las a v e s , y las fieras de sepulcro. S í , com o di­

g o , asi lo sintieron un Seneca, y demás Estoy- eos ; la p ied ad , y la religión siempre han ins­pirado el honroso obsequio de procurarles se-

pul-

r f i t V ’I ' ’■* contrilio m a. (b) D creoied. forcuic. Coeh tegttur, qui non babet urnam, . j

p u lcro , com o en testim onio de su h o n o r, y de nuestra hum anidad. M aría S an tísim a, en quien la piedad , la re lig ió n , y am or á su H i j o , lle­garon á lo sum o de la p e rfe cc ió n , con quán- ta vehem encia desearía darle sepultura 1 Padre Eterno (a s i exclam ava penetrada del mas v iv o d o lo r) Padre Eterno , cóm o os portáis tan se­vero con una M adre desam parada, y un H ijo ferozm ente perseguido i para todos sois miseri­cordioso , á todos acudís presto con el consue­lo , y solo esta M a d re , y este H ijo han de en­contrar cerradas las puertas de vuestras miseri­cordias? mis angustias no han de ablandar vues­tras entrañas ? tan Inexorable haveis de estar con esta vuestra Sierva afligidísim a , negandola el consuelo de tener en brazos á su H ijo ya di­funto , y despues darle un decente sepulcro ?

P asageros, quantos transitáis esos cam inos, ea , deteneos, atended , m irad bien si h ay dolor, que pueda compararse con m i dolor, (a) B o l- vía la vista á una parte , y á otra , advertía, que se venía ya la noche , que la C iu d ad es- tava lejos , que todos havlan abandonado el C a lv a rlo : veíase sola con el D iscíp u lo , que no

B z p o -

(a) Thren. i . O vot omnes qui tram ids fe r viam j atfendite , et , si est dolor sicut dolor mtw^

podían por sí solos desclavarle, y bajarle de la C ru z : la n o ch e , que ya v e n ía , la horroriza- va ; en cada sombra , que veía , recelava un enem igo ; en cada soplo del v ie n to , un tirano; cada ru m o r , cada estruendo la asu stava, y la afligía con nueva pena , y aqui era su dolor, aqui el lam en to , aqui el quebranto. L evan ta- va tal vez sus ojos ai H i jo , y al contem plarla en tan triste desam paro, se la cubría el cora- zon de pasmo. El am or de M adre , la hacia levantar los brazos ázia lo alto de la C r u z , se­gún dice San Anselmo (a) y al ver que no lie- gava á su H ijo , se caía de ánim o , se desola- va de espiritu, y se la oprim ía el corazon. A y ! H ijo m ió 5 d e c ía , hechos dos fuentes de lagri­mas sus o jo s , ay H ijo m ió ! estos b razo s, que os sirvieron de descanso , quando huíam os á Egipto j no han de merecer aora el consuelo de recibiros difunto í M irava la C ru z , y decía: A rbol sagrado, inclina ázIa m í tus ra m o s, per- BHteme el consuelo de coger el fruto, (b)

Dichoso L e ñ o , tií has sido el peso f ie l , en que se ha pesado el peso de la san gre, y vida de m i H i jo , no seas aora infiel á esta M adre

afii-

(a) De Passione D om in i, (b) In Gffic. de Passione. F leSk ra ­mos y arbor a l fa , tensa la xa viscera , et rigor lentescat ilk » quern dedita nativítas»

d e -a flig id a , que te pide por ultim o con su elo , posites en sus brazos à ese m i H ijo : e a , baja, Inclina à mis brazos esa lu z hermosa de mis o jo s , esa dulce prenda de mis afeólos. D io s , y Señor O m nipotente , dónde estái;i tus misericor­dias antiguas ? (a) cóm o no m ueven tus entra­ñas mis angustias ? Señores, qué c o ra zo n , aun­que de b ro n c e , no se enternecerá al oír estos lastimosos a y e s , que hicieron quebrantar de do­lor los mismos m ontes ? qué en trañas, aunque de pedernal, no se ablandarán à estos lam entos, que com ovieron hasta los peñascos ? solos v o ­sotros , oyentes m ío s , no os haveis de com o- ver ? de un la d o , veis à Jesus d ifu n to , desam­parado , y sin disposición , para lograr Sepul- ero ; de otro lado , veis á su afligidísim a M a­dre con tal desconsuelo, que para m orir de an­gustia , la falca poco ; y no os com oveis ? y no lloráis ? O amancisima , y dolorosislma M a­dre nuescra l ya v e m o s , ya consideramos vues­tra grande aflicción , y amargura-, si es posible. Señora , repartid en todos estos vuestros hijos, esos sentim ientos, hacednos a todos participan­tes , para que asi os sean menos sensibles ; ad­m itid nuestros co razo n es, nuestras a lm a s, par­

ti­

ci) Psaim. 88. v. jo. Ubi mní misericordiae (uae anticuas, Domine

tícipcm os codos de vuescras anguscías, para ali* vio de can Indecibles penas.

Mas ay l amados oyences míos : son cales sus desam paros, tales sus senclmlencos, que no admiren consuelo, ni es dable el m enor alivio. Concem plava á su H ijo codavla en la C ru z , expuesto á la Inhumanidad de aquel Pueblo fe­róz i deseava darle sepulcro , y no se la ocur­ría m edio para conseguirlo *, porque no havia licencia del J u e z , y acaso no querría d a rla , ni Iiavría quien tuviese ánim o para pedirla : no tenía escalas, m arrillos, ni otros inscrumencos para desclavarle, y bajarle de la C ru z. Dem ás de esco, le faltavan sepu lcro , balsam os, y un­güentos para ungirle , según el ritu del Pueblo Judaico. H á ! Señores : todo este tropel de

pensamientos asaltaron el corazon de M aría de un g o lp e , y le penetraron m uy profunda­mente 1 no tuvo mas recurso, que clam ar nue­vam ente al Padre Eterno : Padre m ío , decía, este H ijo asi m altratado , asi abandonado de un Pueblo ingrato i si es H ijo m ío , cambien lo es vuestro : si el rigor de vuestra Justicia tiene suspensa vuescra misericordia , dejándole asi abandonado, vos sois Persona D ivina , Y o hu­mana ; SI en el inmenso espacio de vuestro co­

ra-

razón halla lugar un tal extrem o de r ig o r , en

el m ío lim ita d o , y c o r to , no hay capacidad para tanto d o lo r , y sufrim iento *, cóm o he de sufrir y o ver à m ! H i jo , sin la escasa honra de una decente Sepultura ? Esta tie rra , que en la muerte de e l , abrió ya , com o sentida , su se­no , tam bién le abriría aora para recibirle d i­funto esta m i pobre toca le serviría de m or­taja : los penetrantes cu ch illo s , que atraviesan m i corazon , podrían servir de Instrumentos para desclavarle de la C ru z. SI no quereis ateiiT der al honor de vuestro H ijo , m uévaos à pie­dad esta pobre M a d re , à quien ya por ultim o no le queda otro consuelo , que acom pañarle hasta el Sepulcro.

Christianos : no se os com ueven las entra­ñas al considerar à M aria Santísima en ranto tropel de angustias i Estavala 'contem plando el Señor San B uenaventu ra, (a) y asegura este Se­rafico D o ó lo r ,, que le parecía arrancarsele el co razo n , por la vehem encia del dolor ; y m u­cho mas , quando al m ism o tie m p o , y enm e- dio de este q u eb ra n to , descubrió M aria de le­jos à u n o s , que venían co n .esca la s , sogas , y

otros Instrumentos ázia el C alvarlo : o 1 y quésus-

(á) M ed. de Vita , et Passione Dom ini.

susto 1 qué horror i qué espanto ! T em ió esta gran R eyna no fuese alguna ocra inhum anidad, que iva á execucarse en el inocentísim o cada-

ver de su H ijo. Mas luego acudió el am ado D is­cípulo , y la hizo saber , que los que venían eran Joseph , y N ícodem us , Cavalleros m uy distinguidos , y Discípulos del Salvador. A d e ­lantóse un poco San Juan , y enterado de su santo , y piadoso destino, les condujo á la do- lorosísíma M a d re , la que les recibió con tales demostraciones de gratitud , que dió bastante­mente á entender, quan de su agrado la era aquel piadoso obsequio : benditos seáis del Se­ñor , les d ijo , amados hijos m ío s , que en el m ayor auge de mís desam paros, y desconsue-^ lo s , venís á consolarm e, y á hacer con m i H ijo oficios de tanta piedad. Solam ente os suplico, anadió , que quando hayals desclavado de la C ru z a m í H ijo , le depositéis en mis brazos, para que allí muera Y o entre los su y o s , y allí dé mis últimos alientos.

N o pudieron contener sus lagrim as Joseph, y Nícodem us al oír tan dolorosa, y justa peti­ción y y puestos de rodillas á sus p íe s , la su­plicaron les diese el permiso para bajar de la C ru z aquel Santísimo Cuerpo, C o n esto arri­

ma-,

iiiaron las escalas, y em pezaron à subir. Pero qué ? à cada escalón se les cubría el corazon de pasm o , y se Ies iva oprim iendo de cada punto mas. Finalm ente llegaron à Io alto de la C ru z, y apenas vieron de cerca aquel Sacratísim o Cuer­

po can m altratad o, y despedazado ; apenas vie­ron aquel rostro can a fe a d o , y desfigurado, ver­daderamente ( asi devieron exclam ar con Isaías ) verdaderam ente d e c im o s, que le vim os , mas sin aspeólo de hom bre, (a) Esce es nuestro M aes­tro ? esce es el mas herm oso de los hombres ? esce es el rosero , que anhelavan vér los m is­mos Angeles ? O crueldad i ò fiereza ! o m ali­cia ! Escuvieron asi suspensos por la vehem encia del d o lo r , pero com o iva à cerrarse la noche, les fue preciso em pezar à desclavarle.

M as qué es lo que vais à execucar. Varones n ob les, y piadosos ? ea , deceneos, no deis g o l­pes sobre esos c la v o s , no descarguéis esos m ar­tillos : reparad , que los golpes que vais à dar,

despedazarán en la M adre las encraíias , y la havreis de prevenir las exequias : no execuceis golpe de m a rr illo , sin prevenir para la M adre otro Sepulcro j porque su corazon está ya tan lleno de am argura que al m enor golpe se la

C ar-

(3) Isai, ; 3. V. 8 . F id i mus eum j et non erat as^efiut^

arrancará el A lm a , perderá la vida. T riste lan­ce , Señores! dolorosa precisión 1 los de arriba

nada podían executar sin derram ar m uchas la­grimas , sin oprim ir su corazon de indecibles angustias : los de abajo , nada podían oír sin sustos, pasm os, so llo zo s, y extraordinarios sen­timientos 3 y aunque todos deseavan u n m ism o piadoso o b seq u io , la execuclon era para todos un cruel m artirio. Pero en fin era indispensable.

Em pezaron por la Sacratísim a C ab eza de Jesú s, quitáronle co n m ucha reverencia la C o ­rona , y por manos de San Ju an E van gelista, se la entregaron á la doloroslsim a R e y n a . A p e­nas la tu vo en sus m a n o s, la b e só , y adoró; pero con un d o lo r , y sentim iento sum o excla­m ó : ó C orona :i m ucho mas p reciosa , que la de los Reyes de la T ierra ! ó Espinas 1 quánto havreis lastim ado la delicadísim a C ab e za de m i H ijo 1 con quánto gusto y o os h uviera recibido en lo Intimo de m i corazon 1 Entre tan to con la mas tierna p ie d a d , fueron quitando los C la ­vos , y asegurando el santísimo C a d a v e r , le ba­jaron con sum a reverencia, y le depositaron en brazos de su Santísima M adre, (a)

’ Y a

(a) B^ronius ad an< 34» di® lí» A u g, e t lib. 7. revel* S. Birg* c p. If..

Y a fin a lm e n te . S e ñ o ra , ya veis cum plido el deseo de tener en brazos à vuestro H ijo ; ya os restituye la Sinagoga à aquel J e s ú s , su Es­poso , è H ijo vuestro : y a el procurado con tan­tas súplicas de los Patriarcas , el anunciado por tantos siglos de los P ro fe ta s , el suspirado de vos con tantas an sias, ya logra descanso en vuestro regazo. Es e se , Señora ? le conocéis ? ea, m iradle bien. Es ese aquel que concebísteis con tan parcicular g ra c ia , paristeis con tanta gloria, y à presencia vuestra adoraron los R eyes en la C ueva de Belén , con tanta alegría ? E l que es- tais v ie n d o , S eñ o ra , es aquel J o v e n herm oso, en cuya frente b r illa v a , pero sin l& usto, la ma- gestad ; de cuyos labios d estilava , pero sin fas­t id io , la dulzura? Es aquel J e sú s, de cuyas pa­labras d u lces, y atra£tlvas ivan prendidas todas las g e n te s, poblando los desiertos, abandonan­do los tra to s , desamparando las fa m ilia s , de­jando las C a sa s , y sin cuidarse de c o m e r , y beber m uchos días? Es ese aquel Profeta gran­de , que suscitó D io s , para la salud de m uchos, para dar à todos g u s to , y à n inguno enfado ? Es aquel h ijo del h o m b re , todo am able i (a)

A o r a , Señores, quáles serían los sentimien-C z tos,

(a) Cant. 3. Y. I í . Totus daiderab iliu

t o s , los q u eb ran tos, los sollozos de esta dolo- rosisima R e y n a , al verle asi en sus brazos des­pedazado , m altratado , y m uerto con tanta crueldad ? Le mirava una v e z , y sin hablar pa­labra , por tener añudada la le n g u a , le m irava otra. Mas há ! y con qué la g rim a s, con qué so llozos, con qué suspiros i m irava tanta sangre allí q u a ja d a , y d eten id a, la frente , y sus sie­nes taladradas de las Espinas, los ojos cerrados, y h un d id os, los labios cárd en os, la boca de­negrida , el rostro a fead o , y san grien to , abier­to el costado, agujereados, y rasgados sus pies, y m a n o s, descoyuntados todos sus huesos. N o sabía , ni podía apartar sus ojos de aquellos despedazados miembros. Entrava con la vista por unos , y se salía por otros ; m irava las lla­gas del C uerpo , y se entrava en el corazon; salía del c o ra z o n , y se detenía en la carne to­

da despedazada. O ! y qué pasto tan doloroso, exclam aré yo a q u í, con San Laurencio Ju stl- niano l El que en trare, y saliere por m í , dijo Christo j hallara un pasto d u lc e , en que apa­

centarse : (a) pero M aría Santísima entrava , y salía por aquellas lastimosas lla g a s , sin encon­

trar

(a) J o a n . l o . v . 9 . Per me ti quis introierit irígredietur » et egre- áietur j et ^ajcua ínvenUt».

trar otro p a sto , que el de m irrila , de agenjos, de aflicción , y am argura, (a)

Si al vér J aco b , solam ente ensangrentada, la tunica de su hijo Joseph , por persuadirse le havia despedazado una fiera (b) se descon­soló tanto j se arrebató tanto del dolor , que rasgó sus vestidos , deseó su m u e rte , lam entó su d esgracia , l lo r ó , g r i t ó , y no adm itió con­suelo alguno ; o l pesie à m i a lm a , d e c ía , o l pesie à m i v id a , Joseph hijo m ío dulcísim o, (c) Q u áles, y quán vehem entes serían los sentim ien­tos de esta M adre dolorosislm a, quando estava v ie n d o , no la tu n ic a , sino la carne misma no el v e s tid o , sino à su propio H ijo despedazado, destrozado , y barbaram ente m uerto ? Solo p o ­dré deciros , conform e las expresiones de los Santos P ad res, que vencida por un breve tiem ­po del sum o d o lo r , y quebranto , de manera, que no pudo articular p alab ra , prorrum pió des­pues aquel oprim idisim o corazon en semejan­tes exclam aciones : H ijo m ío i am or m ío l dul­císima prenda de m i corazon 1 carne m ía 1 san­gre m ía I vida m ia ! cóm o es p o s ib le , que Y o

aun

(a) D e tríumph. Christ. agone. Ingredìehatur per m anu um , pedum - fo r amina , egredìebatur ad i'mgula corporis membra , et ubique moero-

ris invjm ehatpascua, (b) Genes. 3 7 . v. ? (c) D efiàat^nirna mea cum tua anim a Joseph fi li d u kiu im e )

aun esté con alma , escando vos de esta m ane­ra > cóm o Y o vivo a u n , estando vos así des­p e d a za d o , y m uerto? Sol h erm oso, dónde tie­nes aquellos ra y o s, con que robavas mis afec­tos ? hermosura d iv in a , qué se ha hecho aque­lla gracia , con que tenías m i alm a cautiva ? quién os ha eclipsado ? quién os ha afeado ? quién ha robado aquellas gracias tan amables de vuestro rostro ?

A y H ijo mío : estos son aquellos o jo s , cu­ya belleza obscurecía al m ism o Sol ? éstos son aquellos labios tan dulces , y graciosos i éstas aquellas manos obradoras de tantos prodigios, dispensadoras de tantos consuelos ? esta sangre es aquella le c h e , que y o os franqueé con tan­to gusto de m i pecho , lleno de delicias del C ielo ? (a) A y H ijo m ío ! y cóm o m e la b o l- veis aora m ezclada con tanta h ie l , y am argu­ra 1 Cielos I ésta es la recompensa de ta n ta s , y tan buenas obras? qué culpa huvo en mi H ijo , para, tan sangriento destrozo ? o qué pecado hu­vo en esta afligidísima M a d re , para que asi se vea oprim ida con tanta a flicc ió n , y am argura ? Por ven tu ra, quando le fajava N iñ o , no le tra-

tava con respeto ? le adorava acaso sin tem or ?le

(a) Ubere de Coeh

le tocava sin reverencia ? le besava sin am or ? pobre de m í :i si y o com etí la culpa , venga sobre m í so la , to d o el rigor de la Justicia : pe­ro en m i H ijo ? qué injuria es esta , que y o re­cibo de v o s , ingraca Jerusalén ? quitas bárba­ramente la vida á m i H i j o , y dejas á la M a­dre v iva para el sen tim ien to , y dolor ? N o hu­viera sido m ejor , que los A z o te s , la C orona de esp in as, la C ru z , los C la v o s , y la L an za , que dirigiste contra este inocentisim o C uerpo de m i H i j o , les huvieras buelto contra esta su m ísera, y afligida M adre ? qué has logrado con

haverle m uerto ? n o o t r o , sino quitar su v id a , la m ía , y la tu ya á un tiem po.

Q u é tan m al se portó c o n t ig o , o ingrato Pueblo de Israel ? porque en otro tiem po te li­bró de las aguas del M ar R o jo , tii aora le has sum ergido en un d ilu vio de sangre ? porque te alim entó en el d esierto , tu aora le pones en nv). patíbulo ? ó desventurada C iudad i si le a cla­maste por tu M e s ía s , y tu R e y , por q u é aora le n ie g a s , le repruebas, y le coronas de espi­nas ? si te dió tan sanas do£lrInas, por qué aora le blasfemas ? si curó tus enferm os, por qué aora le crucificas con clavos ? H ijo m ió i dónde iré Y o aora sin t í? veom e huérfana sin P ad re , de­

so-

^ ( M ) ^

solada sîn H îjo , viuda sin E sp o so , y todo Io pierdo, (a) C ie lo s , m onees, v a lle s , dónde me refugiaré? quién de vosotros dará acogida à es­ta Madre desamparada ? Asi , Señores j se la­m entava M aría Santísima , besando muchas ve­ces , y abrazando el despedazado Cuerpo de su H ijo : juntava rostro con rostro , pecho con p e c h o , tiñendose coda con la sangre del H ijo , y lagrim as, que derramava. N i huviera dado fin à sus tristes lamentos , si aquellos Varones nobles , y justos no la huvieran rogado diese lugar al E n tierro , haciéndola presente, que ya se acercava la n o c h e , y por ser Sabado el otro d ía , era forzoso dar anees Sepulcura al difunto; lo concrario era quebrantar la L e y , y dar m o­tivo à aquel feróz P u e b lo , para co mecer algún tracamienco inhumano con el Inocentísimo ca- daver. Condescendió M a ría , y con su licencia se fue disponiendo el funeral.

Lavaron primero su Santísimo C u e r p o , di­ce San Juan Chrisoscom o, (b) por ser inviola­ble prád ica en la N ación Hebréa. U ngiéronlo con aquel preciosísimo b a lsam o , y unguencos aromáticos que hasta en cancidad de cien li­

bras

(a) D . B ern ard , de lam en cat. V ir g in is . Orbor P a tre , viduor Sponso^ 4esoior Filio , et omnia perdo» (b) H o m il . S 3. in Joan^

bras haviati com prado J o s e p h , y N icodem usi lu ego le em bolvieron con una sabana nuevaj com prada á este proposito ; le cubrieron la ca­b eza , y rosero con el sudarlo tam bién nue­vo , y con la m ayor devoclon , y ternura se encam inaron ázia el Sepulcro , que dlstava co­m o unos cincuenta pasos del C alvarlo , (a) A m a­dos oyentes m ío s , prevenid aqui la g rim a s, pre­venid suspiros, pues no se os permitirá asistir de ocra suerte á este Entierro el mas solemne, el mas sagrado , el mas glorioso de quantos se han visto en el m undo. Form avan esta solemní­sima Procesion , á mas de innum erables A n g e­les y que Invisiblem ente asistieron llorosos , y tristes, codos aquellos santos Personages, y V a ­rones Ilustres, que , m ovidos del D ivin o Espí­ritu 5 concurrieron á hacer el piadoso obsequio devido á tan santo C adaver. Ivan delante al­gunos con la C orona , C la v o s , y otros Instru­mentos de la sacratísima Pasión. Seguíase lue^ro el santísimo C uerpo de J e sú s , sostenido de la cabeza por su M adre am antisim a , de los pies por la M a d a len a , que ya les havia hecho su­yos , desde que tantas veces les havia lavado con sus lagrim as > del lado izquierdo le sostenía

D San

(a) Sandini Hisc. Fam. Sacrae cap. 13. n.

San J u a n , por haver cornado posesion de él la noche de la Cena ■, del derecho Joseph *, de los b ra zo s, piernas, y lo rescance del C u e rp o , N i- codemuSj y demás piadosas M ugeres. L legaron al Sepulcro nuevo , que Joseph se havia hecho labrar para ser enterrado en él. C olocáronlo dentro , y á su puerta arrimaron una grande losa. Veis ya a q u i, Señores, su E n tierro , y Se­pultura , que he <|üerido referir de prisa, y co ­m o volando , por temer com overos dem asiado, si os le refiriera con todos aquellos pasages las­timosos , que se advirtieron en aquellos V aro­nes justos.

Solamente no om itiré haceros presentes aque­llos lam en to s, aquellos quebrantos de M aría San­tísima 5 al tiem po de aparcarse del Sepulcro , pa­ra bolverse a la C iudad. A la v e rd a d , fueron tales los extremos de su dolor , y senclmlenco, que , com o la misma dolorosisima M adre lo re­veló á su Siervo am ado el Señor San Ansel­m o , (a) se dejo caer sobre el Sepulcro j y se asio can fuertemente de é l , que apenas podían aparcarla los clrcunstances, por mas que se lo rogavan con sumisiones : dejadm e , d e c ía , de­jadm e , que aquí v iv a , que aquí m e deshaga

en

(a) D e Passione D o m in i.

en lagrim as que a q u í, junto á m ¡ H i jo , dé fin á mis dias. O m uerte ¡ y quánto tardas l 6 muerte , á qué esperas, que no executas el ul­tim o golpe j con esta desolada M adre 1 C ielos, A n g e le s , h o m b re s, dónde he de ir y o sin m i H ijo ? cóm o m e iré dejándole encerrado en ese Sepulcro ¡ 6 preciosísimo tesoro de m i corazon i cómo será p o sib le , que Y o os deje aqui escon­dido ! O dichoso Sepulcro l íu , tú solo eres el a fortu n ad o! tú solo logras tener en deposito , al que Y o por nueve meses llevé en mis entrañas, alim enté con sangre de mis v e n a s, y fue el dulce objeto de mis delicias 1 amados hijos m io s , per­m itid , que no le desampare m u e rto , ya que no he podido lograrle v ivo . H ijo m ió de m i corazon í y cóm o he de poder irme sin vos ? mas ya veo m e es indispensable hacer la volun­tad del Padre E te rn o , y que es forzoso beba Y o de este cáliz tan am argo, V o y m e y a , H ijo m ío ; mas os llevo á vos por clavo de m i co­

razon. V o y m e y a . H ijo m ío ; mas sin v id a , sin a lm a, sin corazon , porque todo lo sois vos, vida mía , alm a m ía , y corazon m ió. A y H ijo mío i

V erdaderam en te, Sefíores, que esta despe­dida fue la mas penetrante , y aguda espada,

D t que

que traspasó el corazon de M aría. Este fue cl doloroso j y sensible p a so , que quebrantó mas su amoroso pecho. Y quién de vo so tro s, am a­dos oyentes m ío s , no se siente herido del mas v ivo d o lo r , al contem plar à M aría en la do­lorosa precisión de bolverse à la C iu d ad , sin la amable com pañía de un H ijo U n ic o , de un H ijo el mas a m a d o , y que era todo su con­suelo? T o d a A lm a , que no se afligirá en este día , diré con el Espíritu Santo , perecerá, (a) Perezca p u es, s í , perezca quien no se aflige oy con esta afligidísima M adre : perezca quien no llora con M aría : perezca quien no siente su angustia, su desam paro, su d o lo r , que es sobre todo dolor.

M as q u ié n , ò M adre dolorosislma , quién al veros tan triste, tan a flig id a , tan desampa­rada , no se afligirá ? por lo que à nosotros to­ca j Soberana R eyna , veísnos aquí com pungi­dos , y penetrados del mas v iv o dolor : adm i­tid estos nuestros corazones , verdaderam ente traspasados de vivísim os sentimientos : quisiéra­mos deshacerles todos en fuentes copiosas de lagrimas , pues estas solas podrán serviros de

all­

ea) Levic. 23. Y. i ? . Ornnií anim a , quas non a fjìiiìa fu er it die hac* eribiu

alivio en vuestras penas *, sean ellos los m anan­tiales de las lagrim as , y a que han sido las fuentes de las cu lp a s: (a) d a d n o s, S eñ o ra, es­ta agua : (b) no os pedim os o tr a : esta agua os ped im os, agua am arga agua de mirrha , agua de penitencia. Sea ésta el prem io del piadoso z e lo , con que han concurrido á acom pañaros en el doloroso a£to de dar Sepulcro á vuestro H ijo i sean tam bién la recompensa de su pie­dad , vuestra bendición y vuestra gracia.

V o s j S eñ o ra , las ofrecisteis sin duda , y aun disteis á aquellos nobles Varones y pia­dosas M ugeres , que con tan tierno corazon concurrieron al Descendim iento , y Sepultura de vuestro difunto H ijo : bendígaos el Señor, les dijisteis usando de las mismas palabras, con que habló D avid á los que procuraron la Sepultura de S a ú l, (c) bendígaos el S e ñ o r, que os dará en recompensa su misericordia , mas Y o tam bién os o fre z c o , y daré m i gracia. V en ­gan p u e s , M adre nuestra , vengan sobre noso­tros vuestra b e n d ic ió n , y gracia. V en gan parti­cularm ente sobre nuestro C ath olico M onarca

el

(a) In H y m n . G ff ic . F e r . 2. ad L a u d . ^ 0 fonte m anavh nefas ^fiuent perennes lachrymae. (b) ^ x o á . i 'j .w .z . Danobis aquam. (c) z .R e g * •2. V. 5". Benediíii vos Domino , qui sepeiisiis eum nttnc retribuet vobis

misericordiam , sed et ego reddam gratiam^

el Señor C A R L O S III. à cuyo cacholíco zelo se deven las expensas de este sanco Exercicio , y solemne ceremonia del Entierro de vuestro H i­jo. N o con menos p ia , a lta , y m agnifica ge­nerosidad , que los Principes N íco d e m u s , y J o ­seph j ofrece nuestro Indico M onarca su R eal m agnánim o corazon por S ep u lcro , y para las expensas su R eal Erarlo : en em peño estáis. Señora , de gratificar sus alcas p ied ad es, con inulcipllcadas bendiciones ; bendecid su R eal Persona j bendecid su R eal Fam ilia *, bendecid Igualmence todo este Auditorio n o b le , clrcuns- pedto 5 y pio : recibid los corazones de todos,

y formad de ellos otros tantos sepu lcros, pero sepulcros castos , sepulcros nuevos , con una n u e v a , y mas perfeóla v id a , con unos nuevos, y mas fervorosos afeótos, para que consepulta- dos con Jesu-C hristo , vuestro H i jo , com o di­ce San P a b lo , (a) siendo, com o lo es su Sepul­tura , medio segu ro , en d id am en de San Gero­nim o , (b) resucitemos con é l , para v iv ir eter­namente en el Em píreo : qnó nos ferducat y cet.

O . S. C . S. R . E.

(ä) R o m . í . V. 4 " Constpulti cutn Christo in mortetn, (b) In M a tth . Sepultura C h risti, resurgtrnus.

Se hallará en la Librería de Joaquin M inguée, junco al R eal C o legio del Ven. Señor Patriarca»

C E N S U R A

QUE DE ORDEN DEL M. I S, D O N PEDRO JO S E P H M a y o r a l , P r e sb í t e r o , Canón iga d e la S an ta M e tr o p o l i ta n a d e V alen c ia , y p o r d I lu s t r i s im o S eñ o r D. A ndrés Mayoral^ p o r la g r a c i a d e D io s Arzobispo , d e l C onse jo d e su M a g e s - t a d , & c. P r o v i s o r , y Vicario G en e ra l d e e s ta D i o c e s i , d ió e l D o B o r D. Vicente Luis B e i x é r , C ura P a r r o c o d e la I g l e ­s ia d e l I n v iB o M á r t i r S an L orenzo , s o b r e la O ración , in~ t i tu la d a ; Sentim ientos tiernos de M aria Santísim a en el D escendim iento , y Entierro de J e s ú s , que

D I J O ,

EL DOCTOR D. VICENTE CATALA, CURA PARROCO d e la I g l e s ia d e l S an t í s im o C hr is to d e San S a l v a d o r , en la t a r d e d e l Viernes San to d e e s t e p r e s e n t e año , en d i ch o d e v o - t i s im o T em p l o , y R ea l F un c ión d e l E n t i e r r o d e C h r i s t o , que à ex p en sa s d e n u e s t r o C a tho l ico M ona r ca {que D io s p ro sp ere ') se h a c e t o d o s lo s años e n s em e ja n t e d ía .

A Q u el va tic in io de Isaías , (a) de qu e el Sepulcro del Sal­vad or sería-g lo rio so , se v e rifica aun en el día de o y

hasta de su piadosa m e m o ria , q u e tom an de su cuenta los R e y e s C athoU cos el celebrarla ,p ara hacerla mas gloriosa. D iscreta duda la que propone el D o d o r A n g e lico (b) sobre este asuntoj por qué el R ed en tor, perm itiendo en su Pasión, y M uerte ser m altratado de la G en te mas v i l , y soez de la ]?lebe, no quiso interviniesen en su Sepultura, sino Persona- ges N ob les , y distinguidos ? y dá una razón , com o suya: porque en su P asión quiso el Señor darnos exem plo de h u­m ildad, en su Sepulcro quiso m anifestar su D ivin idad : por eso para h acer aquella mas afrentosa, la executaron losP le- beyos mas in fam es, y para que fuera éste mas g lo r io s o , co n ­currieron los sugetos mas ilustres. Q u é m u c h o , p ues, dispu­siese su adorable P rovidencia celebrase la m em oria de su E ntierro , y S ep u ltu ra , la cathoU ca piedad de nuestros M o ­

nar­

ca) Isai. I. V. 10. (b) 3. Pare, quaest. f i . art, z. ad i.

narcas? siéndole tan grato este o b seq u io , que quando Ma-- ría M agdalena , sim bolizando su Sepulcro , le u n gió anti­cipadam ente con su precioso balsamo en C a s a 'd e Sim ón L e p r o s o , m ereció del Salvador los m ayores e lo g io s , com o dice San M atheo. (a)

C on m otivo , p u e s , de celebrarse esta R e a l , y piadosa m em oria del Entierro de J e sú s, à expensas de nuestro C a ­tholico M onarca , manifestó nuestro O rad or los t i e r n o s sen - t im ien to s de M arta en tan doloroso lance. Sentim ientos , à la verdad , tan tiern o s, y com p asivos, com o enérgicos , y verosím iles : tan naturales , y ajustados à las leyes de la Christiana O ra to ria , com o puros, y conform es à la verdad del E v a n g e lio ,y à las buenas costum bres: tan bien funda­dos en los H echos de la H istoria Sagrada , co m o am eniza­dos con los sucesos de la Profana , è ilustrados con graves sentencias de los Santos Padres : e x p lic a d o s , en fin , con tal propiedad d e v o c e s , con tal dulzura de expresiones, con tal sutileza de pensam ientos, y con tal nervio de ra zo ­nes 5 com o con tan elocuente , y prim oroso a r tif ic io , que, ocultando la división , y presentando solo la unidad , à un mism o tiem po instruyen , deleitan , y m ueven de m anera, que enternecerán al corazon mas duro . y desapiadado. N o •es de estraííar fuesen oídos con tan gustosa atención , ni qu e deleite tanto su led u ra , y mas quando el O rad or en ^llos no busca su aplauso , sino m over al llanto , y com-> pasión, (b)

Por lo que les ju zgo dignos de que salgan à la lu z públi­ca, A s i lo siento, s a l v o V alen cia ,y A b ril 2 5. de i

D . Vicente Luis B e ix é r , ReSior d e San Lorenzo,

Jhs. Imprimatur. R eim prím ase.M a y o r a l , V, G. F igu e r ó a ,

■ (a) Mitten/ emm haec unguentum hoc in caput mturriy ad sepeliendum tnefecit, Matth. Z(i, V. 1 2 . (b) lliiusD oiioris libtnter audio vocemy^ui mn jib i plauium , led m ihiplandum movtt. S.Beriiard. in Cant. serm. j

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