La nueva reconversión productiva del olivar jienennse

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    Cuadernos Geogrfcos, 49 (2011-2), 95-121

    LA NUEVA RECONVERSIN PRODUCTIVA DEL OLIVAR jIENNENSE:APROXImACIN INICIAL A SUS FUNDAmENTOS Y LImITACIONES

    J D Sz Mz* V J G S**Recibido: 29-09-11. Aceptado: 14-11-11. BIBLID [0210-5462 (2011-2); 49: 95-121].

    PALABRAS CLAVE: Aceite de oliva, olivar intensivo, olivar superintensivo, onocultivosagrcolas, Andaluca, jan.KEYWORDS: Olive oil, intensifcation o production, agricultural onocultures, Andalusia,jaen Province.mOTS-CLS: Lhuile dolive, intensifcation de la production, onocultures agricoles,Andalousie, province de jan.

    RESUMEN

    El olivar ocupa el 90% de las tierras agrcolas de la provincia de Jan. Desde 1986 haincrementado extraordinariamente sus producciones, tanto por la expansin supercial del cultivocomo por el incremento de la supercie regada, un aspecto clave para buscar la rentabilidad.De todas formas, los cultivadores atraviesan un nuevo perodo de crisis, cuyo detonante es elestancamiento de los precios en origen de las ventas de aceite de oliva a granel. Tales circuns-tancias han llevado a la inviabilidad econmica de la mayora de las explotaciones. En estecontexto, la idea de una nueva reconversin productiva comiena a tomar cuerpo en el discursode diferentes colectivos relacionados con el sector. En el presente trabajo se presentan las basesde tales propuestas y se discute sobre algunas de las repercusiones territoriales que podran

    acarrear de llevarse a efecto.

    ABSTRACT

    Olive tree cultivation covers 90% of agricultural land in the province of Jaen. Since 1986the production has increased dramatically, thanks to the expansion of the crop surface and theincrease of irrigated area, a key to look for protability. However, farmers are going through anew period of crisis, which triggered the stagnation in home prices in sales of bulk olive oil.Such circumstances have led to the economic infeasibility of most farms. In this context, theidea of a new restructuring of production begins to take shape in the discourse of various groupsrelated to the sector. This paper presents the basis of such proposals and discussions about some

    of the territorial implications that could lead to take effect.

    RESUM

    Le culture de lolivier stand par 90% des terres agricoles de la province de Jan. Depuis1986, la production a augment de faon spectaculaire, grce lexpansion de culture et laug-

    * Departamento de Antropologa, Geografa e Historia. Universidad de Jan. [email protected]**. Centro Andalu para el Desarrollo Rural. Universidad Internacional de Andaluca. [email protected]

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    mentation des supercies irrigues, lment cl pour la comprendre sa rentabilit. De taule faon,les agriculteurs traversent une nouvelle priode de crise, qui a dclench la stagnation des prixde origen dans les ventes dhuile dolive en vrac. Tels circonstances ont conduit linfaisabilitconomique de la plupart des exploitations agricoles. Dans ce contexte, lide dune nouvelle

    restructuration de la production commence prendre forme dans le discours des diffrentscollectifs lis au secteur. Ce travail prsente la base de ces propositions et les discussions surcertaines des retombes territoriales qui pourraient conduire prendre effet.

    1. INTRODUCCIN

    El olivar es, con mucha diferencia, la primera especialiacin agrcola de la re-gin andalua, al menos si consideramos esta circunstancia desde la perspectiva de laextensin ocupada por el cultivo. A nales de 2008 le dedicaba ms de 1,5 millones

    de ha, equivalentes al 41,15% de todas las tierras labradas. Tan solo el conjunto de loscultivos herbceos ocupaba una supercie mayor, concretamente 1,8 millones de ha1. Lamancha olivarera es especialmente continua en el centro de la regin, conformando unmonocultivo en las provincias de Crdoba y Jan. Este ltimo caso es el ms extremo,pues casi el 90% de todas las tierras agrcolas se destinan a este rbol frutal, cuyo destinocasi exclusivo es la obtencin de aceite (SNCHEZ, GALLEGO y ARAQUE, 2008).

    A pesar de los problemas que arrastraba el cultivo, en el momento de la incorpo-racin de Espaa a la actual Unin Europea, la supercie olivarera en Jan resultabaya muy elevada. El Ministerio de Agricultura ofreci para ese ao una cifra de 463.331ha, de las que solamente 52.093 ha estaban en regado (MAPA, 1986). En 20082 el

    total era de 570.822 ha, un salto nada desdeable, pero no tan espectacular como elexperimentado por el olivar regado, que alcan ese ao 183.189 ha. Hay que tener encuenta, adems, que buena parte de estas cantidades haban quedado jadas a nalesde los aos 90, por lo que el proceso ha sido extraordinariamente rpido. En muy pocotiempo, aparentemente, el olivar dej de ser un cultivo problema para convertirse enuna suerte de cultivo milagro, igualmente interesante para empresas de gran capacidadde inversin como para explotaciones de carcter familiar o agricultores a tiempo par-cial. Esta evolucin se explica por la buena coyuntura de precios y las ayudas pblicasrecibidas desde la Unin Europea (JIMNEZ SNCHEZ, 1997).

    Desde 2008, sin embargo, se ha vuelto a una situacin que en cierta medida recuer-

    da al perodo anterior a 1986, mostrando con crudea las contradicciones, amenaas ydebilidades que arrastra el sector, entre las que destacan la baja capacidad de inuenciade los productores en la jacin de precios por la existencia de un mercado en origende carcter oligopsnico, el deciente manejo de los recursos naturales implicados en

    1. Anuario de estadsticas agrarias y pesqueras de Andaluca, ao 2008. http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/servicios/estadisticas/estadisticas/agrarias/resumen-anual.html (consultado el20/07/2011).

    2. Ibidem nota n. 1.

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    el proceso de produccin (especialmente grave es el problema de la erosin del suelo),el envejecimiento3 y la falta de relevo de los jefes de explotacin, la atomiacin yminifundismo de la explotaciones o la aparicin de nuevos territorios competidores. Estasituacin explica la desenfrenada realiacin de diagnosis y la bsqueda desesperadade paliativos (VILAR HERNNDEZ, 2011; VV. AA., 2011), e incluso la propuesta deuna ley especca para este cultivo en el Parlamento de Andaluca 4, dado que se tratade afrontar problemas y retos extendidos por toda la Comunidad Autnoma.

    Las preocupaciones a nivel regional, en realidad, haban comenado aos atrs.De acuerdo con estudios publicados por la consejera del ramo, era de sobra conocidala condicin mayoritariamente minifundista del cultivo, el asiento de una parte sobresuelos con limitaciones importantes y la existencia de un amplsimo rango de produc-cin, que supona la convivencia de olivares con capacidad para cosechar hasta 15.000kg/ha con otros que apenas se aproximaban a 500 kg/ha. Como tan slo el 20% de lasmismas presentaba medias que se puedan considerar elevadas (superiores a 5.000 kg/ha), el resultado era que la mayora de las explotaciones olivareras andaluas ofrecanbenecios bajos o inexistentes y, por consiguiente, su viabilidad nicamente se expli-caba por el sistema comunitario de ayudas a la produccin. Incluso as, se estim queunas 350.000 ha tenan nula rentabilidad que, en caso de desaparecer la ayuda, seran786.000 ha (Junta de Andaluca, 2003).

    El carcter polidrico de los olivares actuales es, en todo caso, un aspecto en elque conviene insistir, pues aunque se trate de un monocultivo no por ello deja de sercomplejamente diverso (SNCHEZ, GALLEGO y ARAQUE, 2011). Para el caso de laprovincia de Jan, por ejemplo, en 2005 se contabiliaron 140.653 explotaciones paraun total de 562.948 ha, es decir, una media de 4 ha por explotacin. Si consideramosla distribucin del tamao de las explotaciones (grco 1), se comprueba que msdel 82% de estas se encuentran por debajo de 5 ha, lo que supone casi un 40% de lasupercie total. En cambio, las explotaciones mayores de 50 ha representan slo el0,76% y acaparan el 13,29% del cultivo. Otro elemento que nos permite acercarnos ala diversidad a la que antes nos hemos referido es la distribucin de la supercie cul-tivada de acuerdo a la pendiente orogrca. Aunque en esta ocasin las cifras mediasesconden una gran dispersin tpica, derivada de la condicin campiesa, alomada,montaosa o mixta de cada municipio, no ocultan la existencia de una supercie ensituaciones de dicultad objetiva. De hecho, slo una cuarta parte del total se encuentrapor debajo del umbral del 10% de inclinacin.

    3. La ltima actualiacin del Censo Agrario de Espaa (2009), muestra que casi una tercera partede los titulares de explotaciones agrarias en la provincia de Jan superan los 65 aos. En cambio, apenasun 7% tiene menos de 35. http://www.ine.es/jaxi/tabla.do (acceso 27/09/2011).4. Esta iniciativa legislativa recorre en la actualidad su tramitacin parlamentaria. A este particular, la ltimanovedad es la publicacin del Inorme de la Ponencia designada en el seno de la Comisin de Agricultura

    y Pesca, aparecida en el Boletn Ocial del Parlamento de Andaluca con fecha de 12 de julio de 2011.ttp://www.parlamentodeandalucia.es/webdinamica/portal-web-parlamento/pdf.do?tipodoc=bopa&id=60613(consultado el 20/07/2011).

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    Grco 1. Distribucin (%) de las explotaciones olivareras segn superfcie y nmero en 2005

    Fuente: Consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andaluca. Delegacin provincial de Jan.

    0,01-1 10,10-15 20,1-50 >1001,01-5 15,01-20 50,01-1005,01-10

    Superficie Explotaciones

    En cambio, la uniformidad es prcticamente absoluta desde el punto de vista delas variedades empleadas. As, aunque estn presentes ms de una veintena de culti-vares, el predominio de la variedad picual es prcticamente absoluto, ocupando msde 555 mil ha. El resto representan supercies testimoniales y la nica gran novedadde los ltimos aos es la introduccin de la variedad arbequina, que de momento seextiende por algo menos de 3.000 ha.

    El ltimo elemento que vamos a utiliar para insistir en la idea de la convivenciade olivares muy diferentes es el de los rendimientos en la produccin de aceituna. Lamedia provincial para el perodo 1990-2005 fue de 3.568 kg/ha en secano y 4.221 kg/ha en regado5. Ahora bien, la distribucin de estas medias es bastante desigual, comopuede verse en el grco 2. As, el 18,54% presenta una media superior a los 6.000kg/ha, mientras que el 60,01% se sita por debajo de los 4.000 kg/ha.

    En este panorama se puede entender, de cualquier forma, que los resultados eco-nmicos de las explotaciones sean igualmente dispares pero que la mayora se agrupenen los mrgenes de la viabilidad si se consideran los actuales precios del aceite6. Esoes, al menos, lo que se ha puesto de maniesto en los ltimos informes que han in-

    5. En la actualidad las diferencias deben ser ms acusadas, pues los aos de referencia coincidencon la entrada en produccin de jvenes olivares regados. De hecho, es relativamente frecuente encontrarmunicipios en los que la media de los secanos superaba a la de los regados, algo a todas luces transitorio.

    6. Por ejemplo: 1,75 /kg de media en la semana del 07-06-2011 a 13-06-2011 y 1,69 /kg del21-09-2011 al 27-09-2011. http://www.oliva.net/poolred/ (consultado el 27-09-2011).

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    tentado aproximarse a la cuestin. La Asociacin Espaola de Municipios del Olivo,por ejemplo, ha calculado los costes de produccin de un kg de aceite en diferentesescenarios de cultivo para determinar el umbral mnimo de rentabilidad en cada caso,es decir, conocer a partir de qu precio de aceite en origen resultan rentables cada unade estas grandes tipologas de cultivo7 (AEMO, 2010). Los resultados de este ejercicio,que hemos recogido en la tabla 1, resultan desde luego poco alentadores para territorioscomo el jiennense, donde la presencia de los olivares tradicionales es mayoritaria.

    Por su parte, el Consejo Econmico y Social de la Provincia de Jan, en abril de2011 aprob un dictamen sobre la situacin de las explotaciones olivareras en dichoterritorio. La parte analtica del mismo es una actualiacin y adecuacin a la realidadjiennense del estudio realiado por la AEMO, que acabamos de comentar, de maneraque se sealan cinco grandes tipologas de muy parecida denominacin (grco 3):

    7. Por olivar tradicional se entiende en este trabajo el de amplios marcos de plantacin (80-120plantas/ha), normalmente de secano, con rendimientos medios o bajos (de 2.000 a 4.000 kg/aceituna/ha)y edad media superior a 25 aos. Si la pendiente donde vegeta supera el 20%, se considera que no essusceptible de mecaniarse. Este umbral clinomtrico marcara la separacin entre el olivar de loma y elolivar de sierra.

    El olivar intensivo (200-600 plantas/ha) y el olivar superintensivo (1.000-2.000 plantas/ha dispuestaslinealmente hasta formar setos) son modelos de otra gran categora, que se denomina olivar de alta densidad,caracteriado por estar dotado de riego (1.500 a 2.500 m3/ha), obtener altas producciones (8.000-12.000 kg/aceituna/ha) y permitir la completa mecaniacin de todas las labores, hecho slo posible con pendientesnulas o muy bajas, por lo que es un olivar de vega o campia.

    Grco 2.Distribucin (%) de los rendimientos medios de aceituna (kg/ha) del perodo 1990-2005

    Fuente: Consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andaluca. Delegacin Provincial de Jan.

    8.0002.001-4.000 6.001-8.000

    0

    5

    10

    15

    20

    25

    30

    35

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    Grco 3. Superfcie (ha) ocupada por las grandes tipologas de cultivo olivareroen la provincia de Jan

    Fuente: Consejo Econmico y Social de la Provincia de Jan (2011).

    OTDM OTMR OISOTMS OIR0,00

    50.000,00

    100.000,00

    150.000,00

    200.000,00

    250.000,00

    220.510,17

    132.853,90

    424,23

    186.535,79

    10.867,04

    Tabla 1. Viabilidad econmica del olivar en uncin del sistema de cultivo, los preciosactuales del aceite y el cobro de ayudas a la produccin

    Coste Precio kg Ayuda a Precio

    Tipologa de produccin aceite la produccin umbral de Dierencia Dierenciade cultivo kg aceite junio 2010 de la UE1 rentabilidad (B)-(A) (A)-(B+C)(A) (B) (C) (D)2

    Tradicional no mecaniable 3,06 1,72 1,05 3,67 -1,34 -0,29 Tradicional mecaniable

    secano 2,20 1,72 1,05 2,64 -0,48 0,57 Tradicional mecaniable

    regado 1,97 1,72 1,05 2,36 -0,25 0,80 Intensivo secano 1,66 1,72 1,05 2,00 0,06 1,11 Intensivo regado 1,29 1,72 1,05 1,55 0,43 1,48 Superintensivo 1,32 1,72 1,05 1,58 0,40 1,45

    1. Esta cantidad es un promedio y la reciben nicamente los olivares que produjeron cosecha antes del 1 demayo de 1998. Los olivares superintensivos son una respuesta para competir en el mercado que partende la base de que no tienen derecho a esta ayuda.

    2. Se considera un margen de benecio industrial del 20%.Fuente: Asociacin Espaola de Municipios del Olivo (2010).

    olivar tradicional de difcil mecaniacin (OTDM), olivar tradicional mecaniable desecano (OTMS), olivar tradicional mecaniable de regado (OTMR), olivar intensivode regado (OIR) y olivar intensivo de secano (OIS), cuya signicacin supercialqueda recogida a continuacin.

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    Despus de considerar los costes de produccin de cada tipologa, su extensin,as como los precios medios del aceite, la conclusin es que los tres primeros sistemasde cultivo (el 97,95% de la supercie y el 99,47% de las explotaciones) se encuentranpor debajo de los costes de produccin si no se tiene en cuenta la ayuda provenientedel Rgimen de Pago nico de la PAC. Por el contrario, considerando estas ayudas,slo el OTDM est por debajo del umbral de rentabilidad, pero esto supone el 40% dela supercie y el 50% de las explotaciones. No sorprende, por tanto, que la primerade las recomendaciones que se realian sea precisamente

    [] acometer procesos integrales de reestructuracin y disminuir los costes de produccinmediante la mejora de la eciencia econmica del proceso productivo y la progresivamecaniacin de las explotaciones, hecho imprescindible para mantener la competitividadde nuestro olivar frente a las nuevas plantaciones (Consejo Econmico y Social de laProvincia de Jan, 2011, 38).

    En n, se trata como decimos de un panorama que no es del todo nuevo, pues yase vivi algo parecido en la dcada previa a la incorporacin de Espaa a la UE. Cree-mos, por tanto, que tiene su inters detenernos con cierto detalle en los fundamentos yresultados de los planes que en aquellos momentos se ejecutaron para tratar de paliarla crisis de productividad y rentabilidad por la que atraves el olivar.

    2. LOS ANTECEDENTES DE LA RECONVERSIN:ACTUACIONES PBLICAS ENTRE 1972 Y 1988

    El olivar ha conocido numerosos perodos de incertidumbre y cambio. Se trata deun aspecto recurrente y cclico, lo que explica no slo la antigedad de las reexio-nes y propuestas para resolver las crisis, sino tambin la actualidad que mantienenmuchas de las realiadas durante las primeras dcadas del siglo pasado. As, durantecelebracin de la Asamblea Magna Provincial, organiada por la Diputacin jiennenseen 1924, se alertaba ya de la creciente dependencia olivarera y se propusieron medidaspara la diversicacin productiva y la expansin del regado en cultivos diferentes aldel olivar. En 1939 se procedi, tambin por parte de la Diputacin, a la creacin deun Instituto Olivarero Provincial, cuya vida fue efmera pero es una muestra ms dela preocupacin que se iba formando respecto a la expansin del cultivo. De hecho,la promulgacin del Plan Jan (1953), en su intento de lograr un desarrollo integralpara este territorio, tena entre sus objetivos vencer los efectos negativos de especia-liacin olivarera y, de hecho, durante las dcadas de los 50 y los 60 su avance seralenti ante el empuje de otros cultivos instalados en las nuevas onas regables ylas inmediaciones de la infraestructura de transformacin agroindustrial que se tratabade desarrollar (GALLEGO SIMN, 2010).

    En todo caso, la crisis del olivar tradicional alcana su cnit en la dcada de lossetenta del siglo pasado (NAREDO, 1983). En aquellos momentos, el Ministerio deAgricultura puso en marcha un anlisis exhaustivo del cultivo al objeto de planicar

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    las posibles acciones que permitieran su mejora. As, el III Plan de Desarrollo incluyla realiacin de un Inventario y estudio tcnico del olivar dentro del Programa dereconversin del olivar y otros cultivos problema. El diagnostic comen a realiarsea partir de 1972 y, en el caso de la provincia de Jan, los resultados fueron publicadostres aos ms tarde (Ministerio de Agricultura, 1975). De acuerdo con este trabajo, lasupercie olivarera provincial se estim en 434.999 ha, de las cuales slo el 7,8% seregaba, siendo la produccin media del olivar adulto de 1.565 kg/ha, si bien ms dela mitad de supercie estaba por debajo de esta cifra y apenas el 10% superaba los1.500 kg/ha. De acuerdo a las condiciones de suelo, vuelo y clima, el resultado delinventario recoge cinco grandes categoras (Grco 4).

    Por tanto, la problemtica o marginalidad del cultivo no se derivaba de limitacionespropias de medio fsico, pues apenas el 1,87% ocupaba condiciones ambientales condeciencias importantes. De ah, que las mejoras propuestas fueran sobre todo cultu-rales (abonado, tratamientos tosanitarios, mecaniacin, poda, etc.) y contemplaran lacontinuidad del olivar como cultivo principal y exclusivo. En otros casos se recomendaumentar la densidad de la plantacin, adoptar sistemas de mnimo laboreo, adehesaro asociar el cultivo con almendros, cultivos forrajeros o pratenses. Por su parte, losarranques de olivar no se estiman necesarios nada ms que en 1.558 hectreas (0,3%de la supercie de olivar), en muchos casos se trata de olivares de riego en mal es-tado, cuyas tierras pueden destinarse a otros cultivos tpicos del regado (Ministeriode Agricultura, 1975, 104). Desde luego, est claro que a estas alturas del siglo XXel olivar se segua considerando un cultivo caracterstico de los secanos 8, y que en lasgrandes onas regables ejecutadas a partir de los aos 50 era un estorbo.

    Con todo, el problema principal eran los costes de produccin. El aumento de losjornales no era sostenible para unas explotaciones acuciadas por bajas produccionesy escasa mecaniacin, apenas abonados y poco proclives a introducir el regado. Deah que el Plan de reconversin y reestructuracin productiva del olivar, que estuvovigente entre 1972 y 1979, tuviera como objetivo principal limitar estos estrangulamientos(GUZMN LVAREZ, 2005). De acuerdo con el minucioso trabajo llevado a cabo porel autor que acabamos de citar, en la provincia de Jan el plan permiti la actuacinen casi 80 mil ha. La lnea que acapar ms atencin fue la destinada a mejorar elolivar existente (51.288 ha), sobre todo en trabajos de puesta en riego, subsolado y

    8. ngel Cabo, en uno de los manuales de referencia para los estudiantes de Geografa en lasuniversidades espaolas del momento, sintetiaba esta opinin y la problemtica general del cultivo ennuestro pas de la siguiente manera:

    El olivar coincide con el viedo en que es pequea la proporcin de l que recibe riegoarticial y en que la inmensa mayora del fruto se destina a la transformacin. En sta choca suaceite con la competencia que le hace el girasol, ms barato. Y es que el cultivo de esta plantaolecola admite ms fcil mecaniacin: el olivo, adems de poda, requiere una recoleccin en laque lo nico que se ha hecho ha sido sustituir la tradicional de ordeo o a mano por la de vareo el vareo exige abundante mano de obra en el momento de la recoleccin, que es precisamenteel de la parte ms cruda del invierno. Todo esto es lo que ha inclinado a muchos campesinos adescepar olivos desde los aos 70. (CABO ALONSO, 1986, 332-333).

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    Grco 4. Superfcie de olivar (ha) segn su califcacin agronmica en 1975

    Fuente: Ministerio de Agricultura (1975).

    ptimo Mediano PsimoBueno Malo

    169.689

    53.515

    8.115

    154.909

    48.771

    0

    100.000

    140.000

    160.000

    180.000

    120.000

    40.000

    60.000

    80.000

    20.000

    despedregado. Por su parte, el aumento o reconversin del arbolado (26.844 ha), secentr en la realiacin de plantaciones intensivas, el aumento de densidad y la repo-sicin de marras. Mucha menos atencin se prest al olivar marginal (930 ha), siendola supercie efectivamente arrancada para instalar otros cultivos de tan solo 206 ha.

    Las actuaciones emprendidas en los setenta tuvieron continuidad en la dcadasiguiente. As, entre 1982 y 1988 se puso en marcha el Plan de reestructuracin delolivar mejorable y reconversin de comarcas olivareras deprimidas. Como su nombreindica, tena una doble nalidad: incrementar la productividad en los olivares de mejoresaptitudes y favorecer la reorientacin productiva (hacia el aprovechamiento ganaderosobre todo) de los menos aptos. En el caso de Jan, las actuaciones encaminadas a lareconversin se efectuaron en 21.087 ha, por 15.648 ha en el captulo de reestructura-cin, donde la accin preferida fue la puesta en riego (GUZMN LVAREZ, 2005).

    Como se ve, la supercie intervenida, en conjunto, slo puede calicarse de mo-desta, sobre todo si tenemos en cuenta que a la naliacin del ltimo plan comenta-do el olivar jiennense era un 25% ms extenso que el existente en 1972. Aunque nose debe menospreciar el efecto demostracin que pudieran tener los nuevos olivaresregados, o el inters que adquiri la plantacin de cereos entre las hileras de olivosen algunas parcelas de la Sierra Sur o Sierra Mgina, solamente se produjo una pro-funda y completa reconversin productiva del olivar provincial a ra de los estmuloseconmicos derivados de la PAC9.

    9. Para ilustrar la comparativa, basta reparar en los datos que hemos ido aportando respecto a losrendimientos obtenidos en el perodo 1990-2005 y los que se recogieron en el Inventario de 1975.

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    3. LA ESTIMULACIN PRODUCTIVISTA EURO-COMUNITARIA

    En efecto, a travs del apoyo institucional que acabamos de comentar o bajo la ini-ciativa propia, el perodo que va hasta 1986 slo puede considerarse por tanto como de

    transformacin moderada en relacin con lo ocurrido desde que Espaa se incorpora a laComunidad Econmica Europea. La aplicacin de todo el paquete de ayudas contempladasen la Organizacin comn de mercado de las grasas vegetales, vigente desde 1966, ase-gur sobradamente el cumplimiento de los objetivos productivistas y proteccionistas queentonces orientaban la PAC. El efecto inmediato fue un nuevo ciclo expansivo del cultivoy un incremento sustancial de las cosechas, debido especialmente a la intensicacin de losfactores productivos. En este sentido, el rasgo que mejor dene el perodo es el protago-nismo que alcana el regado, cuya evolucin supercial puede apreciarse en el grco 5.

    Frente al protagonismo del Estado, palpable en la construccin de grandes em-balses de cabecera durante los aos precedentes, en las ltimas dcadas del siglo XX

    fueron los propios agricultores, a ttulo individual o formando agrupacin en comu-nidades de regantes, quienes asumieron los gastos derivados de la instalacin de lainfraestructura necesaria para ampliar el olivar regado. A este particular cabe destacarla proliferacin de balsas de mediana capacidad de embalse, por lo general enclavadasen lugares desde donde se puede realiar la distribucin del agua por gravedad 10 y que

    10. Ms recientemente, apoyadas en fondos destinados a la moderniacin de regados, estos nuevoselementos del paisaje olivarero tienden a localiarse en las inmediaciones de los cauces uviales, buscandouna mayor eciencia energtica, ms seguridad (se ha dado el caso de rotura de balsas situadas en lugareselevados y cercanas a ncleos de poblacin) y menores costes de ltrado.

    Grco 5. Evolucin del olivar de secano y regado (ha) en la provincia de Jan

    Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin. Consejera de Agricultura y Pesca de la Junta deAndaluca.

    2008

    1999

    1986

    0 150.000 200.000 450.000250.000 400.000350.000300.000100.00050.000

    Regado Secano

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    LA NUEVA RECONVERSIN PRODUCTIVA DEL OLIVAR JIENNENSE: APROXIMACIN INICIAL 105

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    Foto 1. Balsas de riego para el olivar de reciente plantacinen el municipio de Torrequebradilla

    Fuente: http://maps.google.es/ (acceso 26/09/2011). Imagen procedente del Instituto Cartogrco de Andaluca.

    se llenan aprovechando las escorrentas invernales de cauces prximos. Igualmente, sehan explotado hasta donde ha sido posible los recursos acuferos.

    El regado no es sino la punta de lana de un sistema que se caracteria igualmentepor la generaliacin de los medios mecnicos para todas las labores culturales y elsistemtico empleo de fertiliantes y tosanitarios. Ms all de los problemas ambien-tales que el productivismo ha originado (SNCHEZ, GALLEGO y ARAQUE, 2008), elhecho es que la cosecha de aceituna y la cantidad nal de aceite no ha parado de crecer.De hecho, las cifras correspondientes al perodo 1996-2005 ofrecen unos resultadosque suponen un crecimiento del 81,20% en la produccin de aceituna respecto a la

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    Grco 6. Evolucin de las producciones de aceituna (TN) y aceite de oliva (TN)en la provincia de Jan

    Fuentes: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin y Consejera de Agricultura y Pesca de la Juntade Andaluca.

    0

    150.000

    250.000

    300.000

    350.000

    200.000

    50.000

    2001 2003 20052002 20041996 1998 20001997 19991991 1993 19951992 19941996 1988 19901987 1989

    Acei tuna Ace ite

    dcada inmediatamente anterior; mientras, los rendimientos grasos fueron un 47,80%superiores en el caso de los secanos y un 35,04% en los regados (grco 6). Se tratade cifras, adems, que han estado siempre por encima de las medias alcanadas a nivelregional (SNCHEZ, ARAQUE y GALLEGO, 2011).

    El incremento de las producciones, no podemos olvidarlo, ha tenido un segundopilar: la existencia de precios remuneradores para los productores. En un primer mo-mento, la jacin de precios mnimos de garanta aseguraba esta circunstancia. Unave desaparecido este mecanismo de regulacin del mercado, la coyuntura tambinresult favorable hasta que, nalmente, los precios han acabado dando al traste conla viabilidad de la mayora de las explotaciones provinciales, como indicamos alcomieno de este trabajo. En cualquier caso, est claro que ms all de la diversidadinterna que muestran las explotaciones olivareras, en su conjunto han experimentadoun avance muy signicativo en trminos de productividad. Buena prueba de ello es laacelerada moderniacin que se ha observado en la industria transformadora, que hadebido adaptarse con celeridad a una demanda cada ve mayor.

    Por pasiva, la modicacin del rgimen de ayudas ha estimulado la aparicin denuevos modelos productivos. En 1998 entr en vigor un nuevo Reglamento europeoque modic profundamente la Organiacin Comn de Mercado. As, junto a la des-aparicin del precio de garanta, se suprimieron las ayudas a los pequeos productoresy a todas aquellas plantaciones realiadas despus del primero de mayo de ese ao,adems de que la cantidad mxima destinada a las ayudas a la produccin se limita nivel europeo y nacional (en Espaa, por ejemplo, la cantidad quedo establecida en

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    543.164 Tm, de manera que si se superaba esta produccin se reduca la ayuda porkg de aceite producido).

    Una nueva reforma, durante la campaa 2005/2006, vino a establecer que losperceptores de ayudas recibiran una cantidad ja desacoplada que se corresponde conla media de las ayudas recibidas durante el perodo 1999/2000 a 2002/2003. Desdeentonces, por tanto, las ayudas se reciben sin que por ello se estimule polticamenteel incremento de la cosecha. Pero, como decimos, esta regulacin tiene una derivadanada desdeable: todas las plantaciones recientes deben tratar de competir en ausencia oreduccin de ayudas a la produccin11. Eso signica dos posibles opciones (no necesaria-mente incompatibles entre s): o bien una apuesta por la calidad y la diferenciacin delproducto, para conseguir mejores precios en el mercado (por ejemplo con produccionesecolgicas o avaladas por consejos reguladores de denominaciones de origen); o bientratar de dar un nuevo salto productivo. A analiar las vas que se han recorrido paradotar de sentido a esta segunda propuesta nos vamos a referir a continuacin.

    4. LOS MODELOS INTENSIVOS Y SUPERINTENSIVOS COMO BASEDE LA NUEVA TRANSFORMACIN

    El olivar intensivo que propici la PAC rompi de manera radical con todos losprincipios sobre los que se basaron la mayor parte de las explotaciones hasta entonces.La olivicultura, dentro del marco de la actividad agraria tradicional, caracteriada porser una actividad de carcter territorial y, como tal, proclive a la diversicacin pro-ductiva a escala local, el predominio de las formas extensivas de los aprovechamientos,la importancia de las cosechas de cereal para la alimentacin humana o el predominiode la distribucin de bienes a corta distancia; se basaba en principios de economaorgnica, con la premisa de obtener la mayor cantidad de aceituna por supercie conla menor inversin energtica posible.

    Esta produccin de base solar requera un trabajo humano intenso y permanente.Adems, el cultivo era indisociable de la ganadera; se basaba en el empleo de varie-dades adaptadas a las condiciones locales, de ah la existencia de una gran diversidadde cultivares; y, lo ms importante, en un manejo muy inteligente de los recursosnaturales bsicos: el sol, el agua y el suelo. As, las plantaciones solan tener unmarco de plantacin muy amplio para facilitar la fotosntesis y la captacin de aguapor la planta, era frecuente la incorporacin de leguminosas para abonar en verde, setrataba por todos los medios de reducir las escorrentas y aumentar las inltraciones,

    11. La mayora de las nuevas plantaciones de la ltima dcada han sido realiadas sobre antiguassupercies cerealistas o de leguminosas, ran por la que sus titulares han podido obtener subvencionesrecogidas en el sistema de Pago nico de la PAC, si bien es verdad que suelen ser menores que las delolivar. Entre ellas, las ms atractivas son las que haban cultivadas de trigo duro durante el perodo dereferencia (1999-2002), ya que este cereal disfrut de ayudas que triplicaban las del ma, las leguminosaso el trigo panicable.

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    se limitaba la prdida de humedad por capilaridad del suelo, se eliminaban plantasespontneas en el momento preciso para impedir la competencia por el agua, etc. Conla lgica de cerrar los ciclos ecolgicos bsicos, no resulta extrao que este tipo deprcticas sean las que hoy se recomiendan para impulsar los mtodos de produccincompatibles con el medio ambiente, especialmente los propugnados por la oliviculturaecolgica (PAJARN SOTOMAYOR, 2007). Eso s, a pesar de todos los cuidadosculturales que se prestaban, era habitual, acusada y asumida la alternancia de cosechasmuy dispares. En efecto, con ser el olivo un rbol de natural vecero, la existencia deciclos hmedos y secos, tan habituales en el Mediterrneo, acarreaba la posibilidad derangos productivos amplios. En todo caso, esta realidad formaba parte de un sistemaagrcola sostenido y autolimitado (NAREDO PREZ, 1983).

    Desde 1986, por el contrario, lo que se observa, como ya hemos explicado, es lamecaniacin de las labores, la densicacin de las plantaciones, la sistemtica aplicacinde fertiliantes y tosanitarios, as como la expansin del regado. En las nuevas plan-taciones se ha generaliado la planta de un solo pie, frente a los modelos tradicionalesdonde era normal la presencia de 2 3 pies por olivo. Cuando se dispone de agua y nohay limitaciones de nutrientes, esta multiplicacin del nmero de rboles (de 80-100rboles se pasa a 200-300/ha) signica una supercie foliar mayor y, por ende, unacosecha ms elevada y facilitar su recogida mecnica con diferentes tipos de vibradoras.

    La aparicin de mtodos an ms productivos ha fraguado posteriormente con lapuesta a punto de olivares superintensivos, cuyos presupuestos y resultados representanuna verdadera revolucin. Sus objetivos fundamentales son adelantar e incrementar lascosechas, obtener una mayor proporcin de aceites de calidad y reducir al mximo lamano de obra; de manera que se asegure la rentabilidad hasta superar los mrgenes de losolivares intensivos incluso aunque stos perciban ayudas procedentes de la Unin Europea.La base agronmica de esta novsima olivicultura ha sido desarrollada fundamentalmentepor la empresa privada, y se basa en la formacin de setos de olivar (tambin denominadosolivares en espaldera). Para hacernos idea de la capacidad productiva que tienen, sinte-riaremos la informacin que una de estas empresas publica para tratar de animar a msagricultores a seguir sus mtodos (grco 7). Nos referimos a la experiencia acumuladaen la nca El Llano, de 30 ha y localiada sobre un topografa llana en el municipio decija, en la provincia de Sevilla. La plantacin se reali en abril de 2000 con variedadarbequina y un marco de plantacin de 1,35 x 3,75 m, lo que se traduce en 1.975 olivos/ha.

    En efecto, en este caso se comprueba la enorme precocidad productiva, pues a losdos aos de la plantacin se recogi una cosecha de 17.461 kg/ha de aceituna12, cuyorendimiento medio fue del 22,9%, es decir, que produjo casi 4.000 kg/ha de aceite. Lamedia del perodo considerado, no obstante, es sensiblemente inferior, de 2.629 kg/ha deaceite. En cualquier caso, si se comparan estas cifras con las que hemos ido ofreciendoa lo largo del trabajo se comprobar el enorme salto cuantitativo que suponen respecto

    12. Esta precocidad se reduce notablemente cuando la parcela intervenida ya se encontraba plantadade olivos, es decir, cuando no hay rotacin de cultivos sino sustitucin y/o densicacin.

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    a los modelos tradicionales o a las medias productivas del olivar jiennense en la actua-lidad, y eso que pasa por ser por (a escala provincial) el ms productivo del pas. Estasproducciones de rcord son recogidas con vendimiadoras, lo que permite concentrar lacosecha en poco tiempo y realiarla en el momento ptimo de maduracin y desechan-do las aceitunas del suelo. Con ello, lo que tambin se consigue es un aceite de mayorcalidad, con una elevada proporcin de virgen extra. Pero ni todo son ventajas ni steel modelo puede generaliarse por doquier. Para empear, como tambin se observa enel grco, slo es viable con suciencia de recursos, destacando una aportacin elevadade agua (una media de 1.865 m3/ha/ao). Por otra parte, dadas las elevadas inversionesque requiere su creacin y mantenimiento, presuponen una escala productiva, econmicay nanciera que no es la ms frecuente entre los actuales olivicultores jiennenses.

    Esta ltima es una de las raones que explican que este modelo se haya extendidoespecialmente en las campias cordobesa y sevillana, donde la topografa es favorabley ms elevado el tamao medio de las explotaciones. Aunque no existen cifras o-ciales que nos permitan diferenciar las nuevas plantaciones de acuerdo con el modeloagronmico adoptado (intensivo o superintensivo), s se puede armar que la supercieplantada en esas provincias supera durante los ltimos aos a la de Jan. As, condatos de 2009, la supercie plantada que an no haba entrado en produccin 13 era de

    13. Anuario de Estadstica Agraria (2010). Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino. http://www.marm.es/estadistica/pags/anuario/2010/AE_2010_Avance.pdf (acceso 08/07/2011).

    Grco 7. Datos de produccin de la fnca El Llano (cija, Sevilla)

    Fuente: http://www.todolivo.es (acceso 20/05/2011).

    0

    15.000

    10.000

    25.000

    20.000

    5.000

    2003 20052002 2004 2006 20082007 2009

    Consumo de agua (m3) Aceite (kg/ha) Aceituna (kg/ha) Lineal (Aceituna (kg/ha))

    17.461

    12.145

    14.620

    20.217

    10.500

    7.500

    13.157

    16.800

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    10.249 ha en Crdoba (de ellas, 2.645 ha en regado); de 5.636 ha en Sevilla (2.438ha en regado) y de slo 1.857 ha en Jan (451 ha en regado). Est claro, por tanto,que las nuevas plantaciones se han desplaado hacia el oeste 14.

    Es ms, en los lugares en los que resulta verdaderamente interesante implantareste tipo de explotaciones es en pases, ya sean de la cuenca mediterrnea o de otraspartes del mundo, en donde se acumulan ventajas para la gran inversin. En efecto,en los ltimos aos estn apareciendo nuevos territorios competidores en un procesoque podra ser slo el inicio de una progresiva deslocalizacin de esta actividad agr-cola. El caso que nosotros mejor conocemos es el del Alentejo portugus (Snche yGallego, en prensa), regin en la que se ha producido un verdadero desembarco deinversores espaoles atrados por la llegada de agua a la ona regable del embalse deAlqueva, con una capacidad global de 4.150 Hm3, una oferta de ncas de gran exten-sin a precios bastante inferiores a los que son habituales en Espaa, la presencia deuna mano de obra que se remunera un 40% menos que la que desempea semejanteslabores agrcolas en las campaas de la aceituna de Andaluca y un interesante sistemade incentivos econmicos facilitados por el gobierno del pas vecino, con cargo a susprogramas de desarrollo rural (PRODER).

    Es una apuesta, en todo caso, protagoniada por grandes grupos econmicos ynancieros, que se est repitiendo por otras partes del mundo. Por poner otro ejemploen un pas ajeno a la cuenca mediterrnea pero tambin promovido por capital espaol,se puede citar el caso de la empresa Argenceres Desarrollo Olecola15 (cuya sociedadmatri esInversora Portichol) que opera en las provincias argentinas de Mendoa y SanJuan, sobre una propiedad de 50.000 ha destinadas a olivar, viedo y otras actividades:ganadera, cinegtica, invernaderos, etc. Tales invernaderos se emplean precisamentepara obtener la planta de olivo, lo que est permitiendo formar una plantacin que hanestimado producir 38.500 Tm de aceituna en el ao 2019.

    Estos dos ejemplos de territorios olivareros emergentes son un contrapunto perfectoa la realidad de la provincia jiennense y, en cierta medida, el espejo en el que empieaa mirarse al comprobar su prdida de competitividad en los mercados globaliados. Lacuestin es, entonces, si resulta posible y conveniente emularlos, pues

    [] la brecha entre los olivos modernos y los olivos antiguos se hace da a da msprofunda. La produccin de una hectrea de olivar superintensivo puede sustituir 20-30hectreas de olivar marginal, suponiendo una cosecha anual de 10.000-15.000 kg/ha

    frente a otra de 500 kg/ha. Supercie que, por otro lado, entra en produccin aceleradaen comparacin con la relativa parsimonia del olivar tradicional. Adems, los costes deproduccin se abaratan considerablemente en los olivares intensivos o superintensivos.

    14. Un dato que indirectamente nos revela el mayor peso del olivar tradicional en Jan y, por el contrario,la creciente presencia de olivares intensivos y superintensivos en el resto de provincias andaluas, es elreferido a la densidad media del arbolado: en el primer caso es de 117 rboles/ha, en Crdoba se alcanalos 131,6 y en Sevilla 160,9; siendo la media andalua de 131,8 (Consejera de Agricultura y Pesca, 2008).

    15. http://www.argenceres.com/ (acceso 08/07/2011).

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    El capital, principal exigencia de estos olivares, es fcilmente deslocaliable: los nuevosolivares no tienen por qu estar en las tierras de olivar, ni siquiera en las comarcas o pasestradicionales de olivar. Por aadidura, el conocimiento agronmico se reproduce de modocompletamente distinto a cmo se haca anteriormente: empresas de servicios, tcnicos ytecnologa especialiada sustituyen al saber emprico de los labradores. Todo lo anterior nosinduce a pensar que el cambio ser profundo (GUZMN, GMEZ y RALLO, 2009, 18).

    De acuerdo con la cita anterior,

    [] la coexistencia de sistemas productivos con muy diferentes niveles de productividad ycompetitividad es insostenible en el tiempo. Los sistemas intensivo y/o superintensivo enEspaa y en el mundo terminarn marginaliando a las explotaciones tradicionales, comoya sucedi en algodn, viedo y frutales (BAREA BAREA y RUIZ AVILS, (2008, 168).

    En otras palabras, la reconversin parece inevitable y resultara arriesgado retardarla,limitarla o impedirla. Ahora bien, la cuestin es quin, cmo, cundo y dnde reali-

    arla, porque caben diferentes opciones, como despus mostraremos, en esta nuevaestrategia de reducir costes de produccin, aumentar productividad y tratar de que nose cuestionen las externalidades sociales y ambientales que conllevan.

    5. EXPECTATIVAS Y LIMITACIONES DEL PROCESO

    En todo caso, el resultado racional de la aceptacin de los mensajes que hemosrecogido en las dos ltimas citas, que nos parecen especialmente lcidas, no puedeser otro que tratar de extender los modelos intensivos y superintensivos all donde sea

    Fotos 2 y 3. Contraste entre olivar intensivo con recogida mecanizada de la aceituna(trmino municipal de Mengbar) y olivar de sierra (municipio de Jan)

    Fotos: Jos D. Snche

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    posible. Y, en este terreno, nos encontramos con varias limitaciones evidentes: la primeraes de carcter orogrco; aunque se est intentado adaptar la maquinaria para que seacapa de trabajar en condiciones de pendiente superior, en la actualidad y a pesar delos ltimos avances registrados, se considera poco viable mecaniar completamentelas explotaciones que superan el 15% de inclinacin16; la segunda es de tamao: comohemos explicado, la media de las explotaciones es de apenas 4 ha, de manera que slouna poltica de concentracin parcelaria o de gestin mancomunada de explotacionescolindantes hasta alcanar un tamao idneo haran posible su reconversin17; la tercerade dedicacin al sector: en Andaluca el 80% de los olivicultores tienen una actividadprincipal diferente a la agrcola (VILAR HERNNDEZ, 2011).

    Otra limitacin es la relativa a la disposicin de agua18: si se mantiene estable laoferta, es evidente que con sistemas que demandan una mayor cantidad de agua porsupercie, el nmero total de hectreas a regar disminuir19. Adems, este cambio im-plicara una reasignacin de derechos de uso entre los regantes, la mayor parte de loscuales se agrupan en comunidades. Qui para adelantarse a este grave inconveniente,hoy se est empeando a populariar tambin la expresin de olivar intensivo desecano o de olivar intensivo con riego decitario, donde el propsito fundamentalsera la reduccin de costes del cultivo en concepto de recoleccin rediseando laplantacin. As, aunque en este caso la menor aportacin de agua supondra reducir laprecocidad y el volumen de la produccin, todava compensara la formacin de estosolivares de alta densidad, al menos mientras el ala de los precios de los carburantesno acabe por descompensar las cuentas que actualmente se realian.

    Un aspecto que tampoco puede pasar inadvertido es el de los costes de la transfor-macin. Descuajar los olivares maduros para instalar los nuevos modelos productivos consu infraestructura para el riego supone un desembolso importante y, a la ve, un volumen

    16. De acuerdo con este umbral, el olivar tradicional que podra descuajarse para implantar los nuevossistemas productivos se elevara a un mximo de 280 mil ha.

    17. La gestin mancomunada puede jugar un papel muy relevante como paso previo a la reconversindel olivar tradicional en una provincia tan minifundista y con tan pocos agricultores a tiempo completocomo la jiennense. Existen, por otra parte, ejemplos de que estos procesos pueden estar protagoniadospor el movimiento cooperativista. Es el caso de la Cooperativa Nuestra Seora de las Virtudes (La Pueblade Caalla, Sevilla), que ha desarrollado secciones para la gestin de ncas y reconversin de cultivos.

    18. En 2008, la Consejera de Agricultura y Pesca estim el olivar regado jiennense en poco ms de145 mil ha.

    19. En todo caso, eso depender de la evolucin general de cada cuenca. En la del Guadalquivir,durante los ltimos aos, de hecho, se ha observado una reduccin de la presin sobre los recursos porel incremento del precio del agua, as como por la extensicacin que ha inducido la PAC y su polticade pago nico desacoplado de la produccin. De otra parte, el resultado de la moderniacin de grandesonas regables del medio y bajo Guadalquivir (Genil-Cabra, Bembar, Guadalmellato, etc.) tambin hacontribuido a aliviar la demanda o, dicho de otra manera, a que puedan destinarse ms recursos a otrasonas o cultivos, pues pueden suponer hasta un 25% ms de agua disponible en cada ona intervenida. Elolivar regado es, en el contexto de esta cuenca hidrogrca, un paradigma de cultivo de regado extensivo,pues aunque supone el 47,5% de la supercie regada (frente al 8,1% en 1992), lo hace con dotacionesmuy inferiores a la media de los cultivos irrigados (BERBEL VECINO y CAMACHO POYATO, 2011).

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    de negocio impresionante para quien sea capa de hacerse con l 20. Entre las empresasque estn comenando a posicionarse en esta lnea se puede citar, entre otras, a CBHAgro S.L., que ha puesto en marcha el programa Renovoliva, un plan de reconversindel olivar tradicional a travs del cual pone al servicio de los olivareros el asesoramientoy los recursos necesarios para llevar a cabo la reestructuracin de sus cultivos, en arasde adoptar un modelo de produccin ms eciente, sostenible y rentable 21. Se pretendeque el rmante del contrato con esta empresa reciba una plantacin de olivar llave enmano y tenga la posibilidad de contar con futuros asesoramientos y servicios.

    Esta concepcin de la agricultura como inversin de alta y rpida rentabilidad, cuyagua exclusiva es la cuenta de resultados, se ve abocada, en cualquier caso, a disponerde una capacidad inversora con la que no siempre cuenta el olivicultor, menos an enla actual situacin de crisis por la que atraviesan tanto el sector como las entidadesde crdito. Ahora bien, las instituciones nancieras no han tardado en reaccionar antelo que, como decimos, puede ser una gran oportunidad de negocio. As, Caja Ruralde Jan acaba de rmar un acuerdo22 para prstamos destinados a la reestructuracinde las plantaciones olivareras que llega hasta el 90% de la inversin, con un plao deamortiacin de 12 aos, 3 aos de carencia (esto es fundamental, por cuanto es eltiempo que se estima necesita la nueva plantacin para entrar en produccin), a un tipoanual de inters del 4,5% y una comisin de apertura de 0,5%. Esto no es bice paraque determinadas asociaciones agrarias hayan pedido que el gobierno de la nacin seimplique en la nanciacin de la reconversin, aunque sin concretar en qu y cuantopodra consistir esta ayuda pblica23.

    En el terreno tambin de las expectativas, lo que podra ocurrir de llevarse a efec-to este ambicioso programa liderado por la empresa privada es doble: por una parte,un notable incremento de las cosechas; por otra, una ampliacin de la brecha que yasepara a los olivares rentables de los que no lo son. En principio, se podra pensar queel primero de los resultados no hace sino introducir incertidumbre, pues no hay queolvidar que el detonante de la crisis es el bajo precio del producto en origen, y estclaro que un aumento de la mercanca podra reforar esta tendencia a largo plao.Ahora bien, la experiencia reciente nos ensea que el aumento de la oferta de aceitede oliva no tiene por qu comportar una bajada en el precio. De hecho, hasta ahorala demanda ha consumido la totalidad de esta oferta creciente, procedente tanto de la

    20. Teniendo en cuenta que el porcentaje de explotaciones actuales que tienen menos de un 15%de pendiente es del 49,99%, el alcance supercial mximo que podra signicar la reconversin podraelevarse a un total de 280 mil ha. En todo caso, la supercie que se riega en la actualidad es de tansolo 145 mil ha, de manera que ese total mximo se alcanara con asignaciones inferiores a las ideales(Fuente de los datos: Consejera de Agricultura y Pesca. Delegacin Provincial de Jan, 2008).

    21. http://www.cbhagro.com/ (acceso de 25/07/2011).22. http://aemo.es/noticias/detalle_noticia.php?id_noticia=432 (acceso de 20/06/2011).23. Esta reivindicacin ha sido realiada, entre otras, por ASAJA. As lo expuso, en febrero de

    2010, el gerente de la delegacin en Jan ante la Comisin de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca delCongreso de los Diputados y del Senado, desplaado a Jan para conocer de primera mano los problemasque aquejan al sector. http://olivares.mundoforo.com/image-vp22345.html (acceso 26/07/2010).

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    Tabla 2. Comparativa de las explotaciones olivareras (2008) segn dierentes criteriosestructurales en los municipios de Villanueva de la Reina (Campia Norte)

    y Cambil (Sierra Mgina)

    Municipio Villanueva de la Reina1 Cambil2

    Categoras

    Explotaciones Superfcie Explotaciones Superfcie

    Nmero % ha % Nmero % ha %

    ASTAP 69 7,08 322,75 4,56 733 43,35 1.942,95 40,45ASTPM 274 28,13 1.760,69 24,86 74 4,38 154,97 3,23ASIAP 0 0,00 0 0,00 161 9,52 229,45 4,78ASIPM 3 0,31 17,38 0,25 24 1,42 39,05 0,81ARTAP 70 7,19 525,05 7,41 509 30,10 1.956,01 40,73ARTPM 493 50,62 3.878,41 54,76 91 5,38 290,92 6,06ARIAP 3 0,31 4,94 0,07 154 9,11 421,85 8,78

    ARIPM 9 0,92 22,15 0,31 31 1,83 40,24 0,84RSTPM 14 1,44 205,77 2,91 1 0,06 0,39 0,01RSIAP 0 0,00 0 0,00 2 0,12 9,35 0,19RRTAP 2 0,21 10,73 0,15 1 0,06 5,60 0,12RRTPM 35 3,59 328,35 4,64 1 0,06 2,92 0,06RRIPM 2 0,21 6,26 0,09 0 0,00 0 0,00

    1. Caractersticas bsicas (2008): Nmero de explotaciones: 1.022. Supercie ocupada por olivar: 7.229 ha(7,03 ha de media por explotacin). Supercie regada: 4.019 ha. Supercie en secano: 3.210 ha. Densidadmedia del arbolado: 124 olivos/ha. Rendimientos medios: 4.710 kg/ha (de aceituna) en secano y 5.630kg/ha en regado).

    2. Caractersticas bsicas (2008): Nmero de explotaciones: 1.873. Supercie ocupada por olivar: 5.273 ha

    (2,81 ha de media por explotacin). Supercie regada: 1.565 ha. Supercie en secano: 3.708 ha. Densidadmedia del arbolado: 120 olivos/ha. Rendimientos medios: 3.365 kg/ha (de aceituna) en secano y 3.498kg/ha en regado).

    Claves categoras: 1. Letra: Adultas (A), Renovacin (R). 2. Letra: Secano (S), Regado (R). 3. Letra:Tradicional (T= 140 olivos/ha). 4. y 5. Letras: Alta Pendiente (AP= >15.),Pendiente Moderada (PM=

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    OTDMS: olivar tradicional difcilmente mecaniable en secano (ASTAP + ASIAP)OTDMR: olivar tradicional difcilmente mecaniable en regado (ARTAP + ARIAP + RRTAP)OTMS: olivar tradicional mecaniable en secano (ASTPM + ASIPM + RSTPM)OTMR: olivar tradicional mecaniable en regado (ARTPM + RRTPM)OIR: olivar intensivo en regado (ARIPM + RRIPM)

    OIS: olivar intensivo en secano (RSIAP)Fuente: Delegacin provincial de Jan de la Consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andaluca.

    Grco 8. Superfcie ocupada (ha) segn grandes tipologas olivareras en los municipiosde Villanueva de la Reina y Cambil (2008)

    OTDMR OTMROTDMS OTMS OIR OIS

    0

    3.500

    3.000

    4.500

    4.000

    2.500

    1.500

    1.000

    2.000

    500

    Cambil Villanueva

    Respecto a la segunda cuestin, es evidente que las onas en las que no es via-ble la reconversin del cultivo, pueden sufrirla desde el punto territorial. Aunque lasposibilidades son extraordinariamente diversas y, en ltima instancia cada explotacinparticular se enfrenta a problemticas especcas, una mirada a escala municipal de doscasos contrastados (campia/sierra) nos puede ilustrar sobre las variopintas situacionesque cabe esperar. Para ello, hemos elaborado la tabla 2 y el grco 8. En la primerase presentan diferentes categoras de olivar, de acuerdo a diferentes criterios estruc-turales; mientras que en el grco se han agrupado estas categoras para establecergrandes tipologas olivareras. Pues bien, en ambos municipios dominan los olivarestradicionales (los olivares intensivos apenas suman 75 ha entre ambos). Sin embargo,Cambil, como municipio de montaa presenta claramente menos posibilidades, pues seve lastrada por un mayor minifundismo, la existencia de un olivar menos productivoy escasas posibilidades de transformacin por limitaciones orogrcas e hdricas. Encambio, el panorama es bastante ms favorable en Villanueva de la Reina, un muni-cipio de la campia que podra representar a los territorios donde es posible efectuarla reestructuracin en una supercie considerable.

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    6. QU PUEDE OCURRIR EN LAS ZONAS DONDE LA RECONVERSINNO ES VIABLE?

    Asumiendo que el cultivo en numerosos municipios no es rentable desde el punto devista econmico25, se puede no obstante optar privilegiar el benecio social y ambientalde su mantenimiento. Entramos as en el terreno de las decisiones polticas, en el quedebemos destacar tres instancias de intervencin: la regional, nacional y europea. Laautoridad regional, a travs del proyecto de Ley del Olivar, ha reconocido la importanciaque representan las funciones no comerciales de este tipo de explotaciones agrarias, entanto que generan servicios pblicos, productos saludables y de calidad, contribuyenal mantenimiento de la poblacin rural y permiten organiar un dispositivo ptimo decuidado del territorio que, con los estmulos oportunos, contribuyen a luchar contra laerosin y el cambio climtico, a la jacin de CO

    2, la preservacin de paisajes agrarios

    tradicionales y el mantenimiento de la biodiversidad26.Es precisamente esta orientacin la que permite atisbar mejores opciones para

    los olivares tradicionales sin posibilidad de reconversin. En concreto, se recoge lasiguiente literalidad en el proyecto de ley:

    [] las administraciones pblicas deben promover actuaciones pblicas y privadas quegaranticen el derecho de la sociedad sobre estos bienes pblicos, evitando actuacionesque los mermen, y promoviendo acciones que los provean en mayor medida. Con eseobjetivo, los poderes pblicos deben emprender acciones para garantiar el desarrollosostenible de los territorios de olivar, teniendo en cuenta su multifuncionalidad y poniendoen valor los diversos productos y servicios que el olivar requiere.

    Esta es la lnea que sigue tambin el Programa de Desarrollo Rural Sostenible deAndaluca (2010-2014)27, de acuerdo con las lneas establecidas en la Ley 45/2007 parael desarrollo sostenible del medio rural28, cuyo objetivo fundamental es aumentar lacalidad de vida de la poblacin rural para que no abandone el territorio. Este programaandalu se incluye en una planicacin nacional en la que se denen estrategias de

    25. Ni siquiera aunque tengan ms protagonismo las estrategias de diferenciacin del producto, va

    denominaciones de origen protegido o produccin ecolgica, pues una de las baas de los nuevos olivareses el elevado porcentaje de aceite virgen extra y nada impide, por otra parte, que puedan adecuarse alcumplimiento de los criterios que permitan calicar el aceite como ecolgico.

    26. Este proyecto de ley, de todas formas, ha sido muy criticado por determinadas asociacionesagrarias e incluso el Consejo Econmico y Social de Andaluca porque no est dotada de presupuesto.

    27. Acuerdo de 22 de septiembre de 2009, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba la formulacinde los Planes por Zona Rural para la aplicacin del Programa de Desarrollo Rural Sostenible 2010-2014en la Comunidad Autnoma de Andaluca. http://www.derecho.com/l/boja/acuerdo-22-septiembre-2009-consejo-gobierno-aprueba-formulacion-planes-ona-rural-aplicacion-programa-desarrollo-rural-sostenible-2010-2014-comunidad-autonoma-andalucia/ (acceso 27/07/2011).

    28. BOE de 14 de diciembre de 2007. http://www.boe.es/boe/dias/2007/12/14/pdfs/A51339-51349.pdf(acceso 25/07/2011).

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    desarrollo, objetivos y onas rurales de aplicacin, medidas a poner en marcha porcada una de las administraciones implicadas, as como sistemas de seguimiento y eva-luacin. Uno de los aspectos ms interesantes es la delimitacin de onas homogneasde mbito comarcal en tres grandes categoras:

    Zonas rurales a revitaliar: aquellas que tienen escasa densidad demogrca,elevada signicacin agraria, bajos niveles de renta y dicultades territorialesderivadas del aislamiento o la falta de vertebracin.

    Zonas rurales intermedias: las de baja o media densidad de poblacin, empleodiversicado, bajos o medios niveles de renta y distantes del rea de inuenciade grandes ncleos urbanos.

    Zonas rurales periurbanas: aquellas con poblacin creciente, predominio delempleo en el sector terciario, niveles medios o altos de renta y situados en elentorno de las reas urbanas.

    De ellas, tienen carcter prioritario las primeras, las reas integradas en la RedNatura 2000 y todos los municipios rurales de pequeo tamao o con una poblacininferior a 5.000 habitantes (en el caso de la provincia de Jan son 66 los que no llegana esta cifra). De momento, salvo en las comarcas serranas de El Condado, Segura yCaorla, sobre el resto del territorio susceptible de acogerse a las otras categoras 29aun no se ha intervenido.

    En la Ley del Olivar la clave para conseguir el mantenimiento y mejora del olivartradicional es el manejo a su favor de los fondos europeos, tanto los de carcter agrariocomo aquellos que, en general, persigan objetivos de convergencia o se justican porla situacin especca de la regin, mediante una modulacin social y territorial. En suTtulo II, de hecho, para evitar el abandono, prioria las siguientes clases de olivares:

    Olivar tradicional (cuya denicin se reserva a la realiacin de un posteriorPlan Director del Olivar).

    Olivar con desventajas naturales. Explotaciones prioritarias denidas en la Ley 19/1985 y las explotaciones

    territoriales determinadas en la Ley 45/200730. Las explotaciones ecolgicas y con produccin integrada, as como las exis-

    tentes en reas protegidas.

    29. http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/areas-tematicas/desarrollo-rural-sostenible/marco-andalu/aviva/planes-de-ona-en-andalucia/index.html (acceso 25/07/2011).

    30. En la misma (Boletn Ocial del Estado de 14 de diciembre) se dene como agricultor profesionala aquel que tenga una explotacin agraria que requiera un volumen de empleo de al menos una unidad detrabajo anual y le suponga como mnimo el 25% de todos sus ingresos. Por explotacin territorial se entiendela que posee una dimensin econmica inferior a 40 Unidades de Dimensin Econmica Europea cuandola titularidad corresponda a una persona fsica, y se encuentre localiada en una ona rural prioritaria oen una ona calicada como de agricultura de montaa. Tambin tienen esta consideracin las sociedadesque generan al menos una UTA.

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    La inminente reforma de la PAC para el perodo de programacin 2014-2020 esotra de las grandes preocupaciones y oportunidades para el olivar tradicional. Uno delos ltimos pasos dados por las instituciones europeas para preparar el camino hacia lareforma (Comisin Europea, 2010) ha establecido tres grandes objetivos: produccinalimentaria viable, gestin sostenible de los recursos naturales y desarrollo territorialequilibrado. Esto hace pensar que la agricultura en onas con limitaciones naturalesseguir disfrutando de ayudas complementarias que puedan ayudar a su sostenibilidad.En este sentido, merece la pena recordar que en la actualidad los olivareros espaolesreciben una parte (6,4% de las ayudas totales) al margen del objetivo de desacopla-miento. Se trata de una ayuda reducida, en torno a 50-75 /ha (Observatorio del apoyopblico a la agricultura, 2006), pero interesante por cuanto se destina a complementarlos ingresos de las explotaciones de pequea dimensin cuando se dan una serie decircunstancias especiales31:

    Olivares en onas dependientes del cultivo, suponiendo el olivar ms del 80%de la supercie labrada total.

    Olivares de alto valor cultural y paisajstico, en particular los de edad avanadao aterraados.

    Olivares en onas con limitaciones permanentes, como elevada pendiente obaja pluviometra.

    Olivares con riesgo de abandono, caso de los situados en onas desfavorecidaso con bajos rendimientos.

    Olivares de inters social, en especial los situados en onas desfavorecidas ointegrados en sistemas de calidad diferenciada, como denominaciones de origeno produccin ecolgica.

    No cabe duda que un refuero econmico para estas categoras de olivar vendraa facilitar su supervivencia. Por el momento, en todo caso, slo se manejan propues-tas de reforma que estn lejos de ser documentos concretos sobre lo que se vaya aaprobar nalmente.

    7. REFLEXIN FINAL

    Para asegurar la convivencia pacca de olivares de muy diferentes velocidades(los que no son rentables ni lo sern en el futuro; los que hasta ahora s lo eran ytienen posibilidades de reconversin; y los que ya estn adaptados a la ltima revolu-cin verde) es necesario intervenir polticamente a favor de los que tienen una menorproductividad por no poder afrontar una estrategia de reduccin de costes. Slo de esa

    31. Real Decreto 1618/2005, de 30 de diciembre, sobre aplicacin del rgimen de pago nico y otrosregmenes de ayuda directa a la agricultura y la ganadera. Boletn Ocial del Estado de 31 de diciembre.

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    manera se seguir dando una oportunidad a territorios que cuentan con desventajasnaturales. En nuestra opinin, resulta ridculo seguir midiendo el nivel de desarrollode un territorio por el descenso paulatino, hasta convertirse en una cifra nma, delnmero de activos que se dedican al sector primario. Hoy ms que nunca es necesariala gestin de los recursos naturales para producir bienes agroalimentarios de calidady eso difcilmente se compadece con las opciones de intensicacin productiva per-manente, un modelo slo al alcance de empresas muy capitaliadas y tecnicadas conestrategias globales, que suelen tener como resultado aadido el vaciado demogrcode los mbitos rurales.

    Por tanto, para que la agricultura familiar sea viable y pueda resistir con garantaslas embestidas que recibe por parte de las grandes estructuras productivas y distribui-doras, es urgente diferenciar las medidas aplicables a explotaciones que pueden sercompetitivas en trminos de mercado y aquellas otras cuya supervivencia est ligadaal mantenimiento del patrimonio rural, natural y paisajstico. Esta ltima tipologapuede encontrar nuevas frmulas de apoyo de acuerdo a las orientaciones previstasen la Ley del Olivar o la reforma de la PAC. A da de hoy, no obstante, las buenasintenciones normativas estn superadas por una coyuntura de precios que puede abo-car a la inviabilidad del cultivo en un plao muy corto de tiempo. Por todo ello, conslo acometer acciones para reducir costes o incrementar cosechas no se resolverntodos los problemas del sector. Es necesario, por descontado, intervenir en el resto deestrangulamientos que lo lastran.

    Respecto a las onas reconvertibles, la discusin quis ya no se centre tanto ensu conveniencia como en la oportunidad de que pueda recibir estmulos pblicos ose deba limitar slo a los que proceden del mercado. En la conformacin del nuevomodelo productivo propuesto, que reforar la fase de agricultura sin agricultores, hayque valorar no obstante la posibilidades que ofrecen dos modelos de muy diferenteinspiracin: el corporativo, representado por empresas movidas por un exclusivo afnde lucro econmico; y el cooperativo, protagoniado por empresas movidas por un afnde lucro socio-econmico. A nuestro parecer la segunda de las opciones, que supondracaptar desde el territorio las nuevas necesidades y capitaliar las oportunidades que ahorase presenta, podra ofrecer mejores resultados globales. En ese sentido, la progresivatransformacin de las actuales cooperativas almaaras, centradas exclusivamente enla fase de produccin, en estructuras capaces de atender todas las fases del cultivo eincluso su reconversin completa, se antoja una necesidad perentoria y plausible deser apoyada desde las instituciones pblicas.

    8. BIBLIOGRAFA

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    y el uturo contexto de reduccin de ayudas. Jan. Original mecanograado.

    AGRADECIMIENTOS:

    Este trabajo forma parte del proyecto de investigacin El monocultivo olivareroen la provincia de Jan: proceso de ormacin, diversidad paisajstica y perspectivasterritoriales, subvencionado por la Universidad de Jan (UJA2010/12/58) con elpatrocinio de la Caja Rural de Jan.