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LA CIUDAD DE MÉ^XlCO (1521-1857), UN BALANCE HISTORIOGRÁFICO RELACIONES 76, OTOÑO 19 9 8, VOL. XIX Esteban Sánchez de Tagle, María Dolores Morales , María Amparo Ros DIRECCIÓN DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, INAH

La ciudad de México (1521 - 1857). Un balance historiográfico

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Balance historiográfico sobre la Ciudad de México, con discusiones al respecto.

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  • LA CIUDAD DE M^XlCO (1521-1857), UN BALANCE HISTORIOGRFICO

    R E L A C I O N E S 7 6 , O T O O 1 9 9 8 , V O L . X I X

    E s t e b a n Snc h ez de Tag l e , M a r a D o l o r e s M o r a l e s ,

    M a r a A m p a r o RosD I R E C C I N DE E S T U D I O S H I S T R I C O S , I N A H

  • | ih 11 ii i| ii i a producci6n historiogrfica de los ltimos veinte aos I w en torno a la ciudad de Mxico del perodo colonial y I L primera mitad del siglo xix -y conste que hablamos de I la historia de la ciudad colonial considerada como lan a n a n H e n i mejor conocida-1 muestra que est muy lejos de haberse cumplido la promesa con que Richard Morse recomendara el enfoque de la historia urbana: esto es, la que desempeara, como en Europa, un papel integrador de nuestros conocimientos histricos.2

    De ello cabra culpar nicamente al hecho de que tal enfoque no ha sido utilizado. Porque, aunque lo sucedido en algunas ciudades como la de Mxico ha ocupado en mil y ms ocasiones la atencin de los estudiosos de nuestra historia,3 se ha tratado, las ms de las veces, de conocimientos generados para resolver otras cuestiones y que por lo tanto no contribuyen a conformar una idea de ciudad. Para ellos la ciudad ha sido, casi siempre, slo un contexto indiferenciado. Por lo que a pesar de ser tantos los trabajos existentes en torno a la historia de lo ocurrido en el mbito urbano, sigue hacindonos falta un planteamiento sistemtico del papel que jugaron nuestras ciudades. Hace falta que los nuevos conocimientos estn movidos por las problemticas propias, distintivas, de la historia urbana, de tal modo que sus resultados puedan ser integrados crticamente por una concepcin general, precisamente de historia urbana.

    Estas carencias han sido causa de que no hayamos logrado que el estudio de las ciudades revele lo que nuestra vieja y arraigada tradicin historiogrfica ha ocultado al preferir indagar en torno a la vida social y econmica del campo; nuestra realidad que es, por derecho propio,

    1 Marcello Carmagnani, "Los olvidos de Clo", Historias, Mxico, nm. 6, abril-julio 1984, pp. 85-98.

    2 Richard M. Morse, Las ciudades latinoamericanas, i. Antecedentes, Secretara de Educacin Pblica, 1984, pp. 85-98 (Sepsetentas nm. 96),

    3 Vase Ma. Dolores Morales, Ma. Amparo Ros y Esteban Snchez de Tagle, Bibliografa Ciudad de Mxico. Epoca Colonial, Mxico, d d f ; in a h , 1993. Hira de Gortari et al. Bibliografa de la ciudad de Mxico. Siglos x ix y xx. Instituto de Investigaciones Dr. Jos Ma. Luis Mora, Instituto de Investigaciones Sociales, u n a m , Departamento del Distrito Federal, 1991.

  • profundamente urbana. En general, la indagacin histrica se ha llevado a cabo como si los problemas rurales ocurrieran -dice Eric Van Young- "en un vaco histrico, en un campo lunar carente de ciudades".4

    De tal forma que mientras otras tradiciones historiogrficas, como la norteamericana, al dar cuenta de nuestro proceso histrico reconocen a las ciudades su papel de eje explicativo, nosotros simplemente las desconocemos. Para comprobarlo bastara revisar los ndices de nuestras ms recientes historias generales sobre Mxico y ver que la ciudad no encabeza ninguno de sus apartados.5 En resumidas cuentas -lo cual no deja de ser inquietante- hemos prescindido de un enfoque sin el cual la historia europea es incomprensible.

    Con todo, hay sntomas significativos de que esto no va a poder seguir siendo as. El inters por la historia regional, por ejemplo, ha terminado por toparse muchas veces con la ciudad. Naturalmente no se trata de esperar a que otros estudiosos, con otros enfoques, tropiecen con las ciudades para asumir algo tan evidente como que para Iberoamrica las ciudades han estado ah, prcticamente desde el inicio. Y no slo que han existido, o que frente al ms indiferenciado mundo que las ha circundado, hayan significado universos sociales ms densos;6 en el mundo hispano lo urbano lo organizaba todo, el espacio se vivi "como una yuxtaposicin de ciudades".7

    Habr sobre todo que conciliarnos -esto ser lo ms importante- con nuestra vieja tradicin urbana a travs de la consideracin atenta de su antecedente histrico, de la historia urbana medieval de la Pennsula.

    Mientras todo ello sucede, es indiscutible que de lo ocurrido en las ciudades han surgido muchas de las historias que conocemos de otros

    4 Eric Van Young, La ciudad y el campo en el M xico del siglo xvm ; la economa rural de la regin de Guadalajara, 1675-1820, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1989, p. 16.

    5 Carlos Aguirre Anaya, "Historiografa general e historia urbana", Ponencia presentada en el Coloquio Historia Urbana, Reflexiones y Conjeturas, d e h - i n a h , septiembre de 1992.

    6 Jos Luis Romero, Latinoamrica: las ciudades y las ideas, Mxico, Siglo xxi Editores, 1976.

    7 Adeline Rucquoi, "La ciudad medieval hispnica; una bibliografa" en Historias, Mxico, d e h - i n a h , nm. 41,1998.

  • asuntos. Digamos que sin nimo de estructurar al conjunto, muchas de sus partes han sido estudiadas para resolver otras cuestiones. Resulta importante, pues, reunir esos conocimientos, no por pretender armar sin ms una historia de la ciudad, pero s para estimular una discusin que puede ser de muchas maneras documentada.

    Si las ciudades -pensamos ante todo en la de Mxico- han sido literalmente saqueadas para explicar tantas cosas de nuestro proceso histrico, es importante que los historiadores de lo urbano reconozcamos lo que de todo ello le corresponde, le sirve, a nuestro enfoque. Que llevemos agua a nuestro molino. Que reunamos lo que sabemos de cierto respecto a la historia de la ciudad con aquello que podamos referir o hasta inferir de otras historias.

    Es indispensable hacer, y volver a hacer, un balance; porque tenemos mucho que sopesar. Porque no estamos inventando una problemtica o imitando una moda historiogrfica extraa. Y, efectivamente, si para guiamos en la investigacin de lo que han sido nuestras ciudades no hemos discutido muchas de las propuestas generales con que cuenta la historia urbana europea, hispana, ello no quita que contemos ya con soportes bsicos.

    Estamos, pues, conscientes de que ningn enfoque histrico podra resolver las cuestiones que su objeto de inters plantea con la sola reunin de informaciones, que, aunque se consideraran pertinentes, fueron concebidas para resolver otras problemticas. Es indiscutible, el concepto de ciudad sigue a tal grado indiferenciado que cualquier intento de balance historiogrfico en su nombre sera infructuoso. Pero esto que intentamos es un ineludible punto de partida.

    Consideramos, pues, inexcusable saber de qu podemos echar mano para entonces retomar el tema de la discusin que naci con tan generosas ofertas.8 Los iniciadores de la historia urbana latinoamericana han dado pautas suficientes como para reconducir conocimientos dispersos hacia las que habrn de ser nuestras temticas centrales. Lneas que nos sirven para reconocer y allegarnos los conocimientos que han sido acumulados por la investigacin realizada en los ltimos veinte aos.

    8 Richard M. Morse, Las ciudades.., u. Desarrollo histrico, Bibliografa, pp. 50-55.

  • La regin de la capital

    Aunque es exacto que "an no contamos con un estudio profundo que nos devele los misterios de esta economa regional"9 hay, como veremos, no poco por considerar. En realidad el que a pesar de la importancia de la ciudad no exista tal estudio es ya un dato; es probable que las peculiaridades de la regin de la ciudad de Mxico hayan dificultado un acercamiento con slo los instrumentos tradicionales. Por ejemplo, el de querer utilizar al ayuntamiento como el inequvoco representante de los propietarios locales.

    Primero, y para caracterizar esta informacin, hay que considerar que por su singular refundacin europea se trata de una ciudad que no tuvo un proceso de crecimiento propiamente dicho, de aclimatacin. Que resurgi inmensa. Que quienes en la primera mitad del siglo xvi se enteraban de su existencia, era seguramente porque la oan mencionar entre las principales ciudades del orbe.

    As que de pronto apareci, sin saber apenas en dnde. Slo estaba claro que haba llegado para suplir a la otrora capital del imperio mexi- ca. Disfrutaba pues, las ventajas de estar en el centro de un sistema urbano alimentado desde regiones remotas. Pero ese sitio era tambin el fondo de una cuenca. Las inundaciones le haran ver lo improvisada que era su situacin; el absoluto desconocimiento que tena del mbito que la rodeaba. Desde entonces, incapaz de adaptarse, la ciudad ha buscado conocer, comprender las caractersticas de la cuenca que la tiene atrapada. Pero como se quiere conocer a un enemigo: para batallar con l, para someterlo.

    Conocer el funcionamiento del valle de Mxico fue pues una obsesiva exigencia que surgi apenas construida la ciudad: de hecho la primera exigencia historiogrfica. Ya el segundo virrey Velasco peda se encontraran las "pinturas" donde los indgenas haban plasmado la memoria de su ancestral experiencia ecolgica. La historiografa, aun la

    9 Pedro Prz Herrero, "Los factores de la conformacin regional en Mxico 1700- 1850: Modelos e hiptesis de investigacin" Regin e historia en M xico (1700-1850), Instituto de Investigaciones Dr. Jos Ma. Luis Mora, u a m , 1991, p. 236.

  • ms reciente, sigue en deuda con esta preocupacin -sobre todo por las inundaciones- lo ms de lo que sabe del medio fsico que circundaba a la ciudad.

    Teresa Rojas, Richard Boyer, Miguel Mathes, Jorge Gurra y ms reciente y exhaustivamente Alain Musset, nos hablan de la relacin que el agua oblig a que se estableciera entre la ciudad y el valle que la encierra.10 Al agua pues, y a los consecuentes esfuerzos del desage, debemos, en buena medida, el profundo y notable conocimiento que tenemos del medio ambiente que rode a la ciudad capital aquellos aos.

    Pero afortunadamente no es todo. Si la ciudad de Mxico fue tan repentinamente posible se debi al complejo universo que las civilizaciones prehispnicas haban establecido en el valle de Mxico. Ellas han estimulado no pocas investigaciones. De ah que contemos -adems de una bibliografa de lo que podramos llamar microhistorias de las poblaciones del valle- con trabajos recientes de James Lockhart y de William B. Taylor sobre los nahuas, en la misma tradicin etnohistrica de los invaluables trabajos de Charles Gibson.11 Pero estos son slo los alrededores, el contorno de la ciudad.

    Alejandra Moreno Toscano en un trabajo pionero y hasta ahora excepcional, traza algunos perfiles de la que fue zona de influencia de la ciudad capital del virreinato: de su regin propiamente dicha.12 Por su

    10 Teresa Rojas, "Aspectos tecnolgicos de las obras hidrulicas coloniales", Nuevas noticias sobre las obras hidrulicas prehispnicas y coloniales en el valle de Mxico, Mxico, sep- in a h , 1974, pp. 21-133; Richard Boyer, La gran inundacin; vida y sociedad en Mxico (1629- 1638), Mxico, SEP, 1976, (Sepsetentas nm. 218); Miguel Mathes, "To save a City: The Desage of Mexico-Hehetoca, 1607", The Americas, Washington, D.C., vol. 26, abril 1970, pp. 419-438; Jorge Gurria Lacroix, El desage del valle de Mxico durante la poca novo- hispana, Mxico, Instituto de Investigaciones Histricas, unam , 1978, Cuadernos del Instituto de Investigaciones Histricas, (Serie Histrica nm. 19); Alain, Musset, El agua en el valle de M xico, siglos x vi-xviu , Mxico, Prtico de la ciudad de Mxico-CESMA, 1992.

    11 James Lockhart, The Nahuas after the Conquest A Social and Cultural H istory of the Indians of Central M exico, Sixteenth through Eighteenth Centuries, Stanford University Press, 1992. William B. Taylor, M agistrates of the Sacred, Priests and Parishioners in Eighteenth Centu ry M exico, Stanford University Press, 1996, (El Colegio de Michoacn publicar la traduccin en castellano de este ltimo en fecha prxima).

    12 Alejandra Moreno Toscano, "Mxico", R.M. Morse, Las ciudades latinoamericanas, II,.., pp. 172-193.

  • parte, James Lockhart infiere algo de sta misma, pero por lo que hace a la impronta que dej la influencia de la capital en la historia de otras regiones, con lo que igualmente perfila su dinmica.13 Ambos dejan claro que el alcance de la ciudad capital rebasaba con mucho su dimensin regional, podramos decir natural o inmediata, para abarcar, con ms o menos impacto, la totalidad del pas.

    Ello quiere decir que la regin natural de influencia de la ciudad, (esa necesaria contraparte de los estudios urbanos, que para el siglo xvi Ross Hassig localiza dentro del valle de Mxico, espacio sin escapatoria al que entonces se reduca su alcance) fue rebasada desde muy temprano.14 Ya Richard Boyer, con el propsito de demostrar el desarrollo independiente de la Nueva Espaa en el siglo xvn, hace uso justamente de esta regin ampliada de la ciudad capital para mostrar que, desde entonces, sta haba asumido el papel metropolitano que Madrid haba sido incapaz de sostener.15

    Con el avance de la poca colonial, la regin de la ciudad de Mxico se haba pues, por as decirlo, desbordado. Era tal su influencia que, entre otros, la aristocracia ganadera nortea haba preferido vivir en ella dejando a su regin sin la representacin poltica de un ayuntamiento local. Lo mismo le ocurra a Toluca o a Cuernavaca. Sabemos, por si fuera poco, que el invasivo papel jugado por el comercio monoplico hizo de la capital el indiscutible centro comercial del pas.

    Todo lo cual tuvo que tener consecuencias al interior de la ciudad. La vecindad de representantes de intereses tan dilatados como los de aquella aristocracia, ms los de los grandes comerciantes del consulado, los de los grandes mineros, en fin, todos ellos tuvieron que haber influido en dar a la ciudad de Mxico rasgos distintivos. Algunos de estos aspectos, peculiares de una ciudad capital, los ha destacado Stuart B.

    13 James Lockhart, "Introduccin", Provinces of Early Mexico. Variants of Spanish A m erican Regional Evolution, Los ngeles, University of California, Ed. Ida Altman y James Lochart, 1976, pp. 3-28.

    14 Ross Hassig, Comercio, tributo y transportes. La economa poltica del valle de M xico en el siglo x vi, Alianza editorial mexicana, 1990.

    15 Richard Boyer, "Mexico in the Seventeenth Century: Transition of a Colonial Society", Hispanic American Historical Review, vol. 57, nm. 3,1977, pp. 455-478.

  • Schwartz pero quedan otros muchos por conocer.16 Por lo que hace al tema que nos ocupa, es interesante suponer que el inmenso poder, los intereses de toda ndole que reuni la ciudad parecen haber impedido la consolidacin compacta, concntrica de su propia regin; la representacin en su ayuntamiento de un grupo de intereses econmicos estrictamente locales. No le fue posible a la ciudad hospedar y representar a los principales intereses del pas y, al mismo tiempo, como se ha pretendido, a los de la regin que por mera circunscripcin le corresponda.

    Linda Amold nos ense cmo el sueo de Glvez de ver reducida la infuencia de la ciudad de Mxico al mbito de su intendencia se estrell con la realidad de una ciudad cuya capitalidad tena como defensores a los principales del reino, entre otros, a los poderes virreinales.17 Al mismo tiempo, por su integridad regional nadie parece haberse interesado. Mientras las otras regiones, en esos mismos aos, pagaban milicias ceidas al espacio poltico de sus influencias, la de Mxico no mostr ningn inters equivalente.18

    Andrs Lira estudi con cunta determinacin, en 1824, los representantes del Estado de Mxico hicieron la defensa de la que consideraban su ciudad capital.19 Lo que no es tan evidente es que la ciudad defendiera la regin que con el Estado de Mxico le iba a ser mutilada. Tal parece que las miras de la ciudad eran mucho ms amplias y que los intereses locales estaban casi por completo acallados.

    Pero este papel capital de la ciudad de Mxico apenas y ha sido reconocido. Dice Pedro Prez Herrero que la "ruptura del orden colonial quebr la antigua integracin imperial artificial impuesta desde arriba,

    16 Stuart B. Schwartz, "Cities of Empire: Mexico and Bahia in the Sixteenth Century", Journal of Interamerican Studies, University of Miami, vol. X, nm. 4, octubre 1969, pp. 616- 637.

    17 Linda Arnold, Burocracia y burcratas en Mxico, 1742-1835, Mxico, Conaculta-Gri- jalvo, 1991 (Coleccin Los Noventa).

    18 Pedro Santoni, "El cabildo de las ciudad de Mxico ante las reformas militares en Nueva Espaa, 1765-1771", Historia Mexicana, Mxico, vol. xxxiv, nm. 3, (135), enero- marzo 1985, pp. 389-434.

    19 Andrs Lira, La creacin del D istr ito Federal en la Repblia Federal. Gestacin y nacimiento, Naucalpan, Ed. Novaro, 1974.

  • dando paso a la fragmentacin".20 Pero la verdad es que slo hubo amenazas de fragmentacin. Mxico, y pensamos en la ciudad, conserv prcticamente todo el territorio de la Nueva Espaa. El norte, que slo le perteneci en el papel, lo perdi en la guerra.

    As que a la cohesin regional de la Nueva Espaa difcilmente podra explicarla una estructura "imperial artificial". Hay que acudir a la historia de la ciudad de Mxico. Es posible que en la ciudad capital, en la peculiar conformacin de su gobierno, est la explicacin de aquello que impidi la desintegracin del pas. De ser cierto, los derechos de la capital sobre el que habra de ser el territorio nacional no surgieron en la poca independiente sino que vienen desde la etapa formativa de la colonia.

    Y cuando el rompimiento del pacto colonial dej sin cabeza al antiguo virreinato, hay que ver a la capital ansiosa por evitar la fragmentacin. Verla recolectando los ofrecimientos econmicos de las recelosas regiones21 o dando maroma y media por conformar instituciones centrales del poder, como fue la de un ejrcito verdaderamente nacional.22 Verla actuar como experta en los ministerios de una ciudad capital, sin temor a renunciar a una dimensin regional estricta, para servir de plataforma de las discusiones donde se fragu el pacto interoligrquico que hizo posible el surgimiento del pas independiente.

    En su trabajo sobre la regin de Chalco, John M. Tutino nos ha mostrado la relacin entre la lite econmica que habitaba la ciudad y la propiedad rural de esa zona del valle de Mxico. Y, lo que resulta ms interesante, la manera como esta lite, por sus crisis financieras, es sustituida por el grupo poltico triunfador de la Independencia: la nueva lite nacional.23

    En fin, es claro que aunque no contemos con un estudio profundo de estos aspectos, no quiere decir que no tengamos suficientes conocimien

    20 Pedro Prez Herrero, "Introduccin", Regin e historia en Mxico... p. 12.21 Marcelo Carmagnani, "Finanzas y Estado en Mxico, 1820-1880", Ibero Americanis-

    ches Archiv, vol. ix, nms. 3-4,1983, pp. 277-317.22 Esteban Snchez de Tagle, "La ciudad y los ejrcitos", Ciudad de Mxico: Ensayo...23 John M. Tutino, "Hacienda social relations in Mexico, The Chaleo region in the era

    of Independence", Hispanish American Historical Review, 55 (3), agosto 1975, pp. 496-528.

  • tos de la ciudad como para poder, como propusimos, reconducirlos a una temtica urbana, en este caso regional y permitirnos reunir elementos para participar en una discusin.

    La POBLACIN DE LA CAPITAL

    Otro de los asuntos importantes y fcilmente aprovechable para la historia de la ciudad es el anlisis de la evolucin demogrfica de su poblacin. La demografa histrica a nivel regional constituye todava un campo incierto y uno de sus desafos ms grandes reside en desarrollar una interpretacin de las variables geogrficas. Si para Europa la reconstruccin histrica de la geografa de su poblacin ha tenido avances, en Mxico los estudios sobre este tema son an escasos.

    Las investigaciones pioneras de Sherburne F. Cook y Woodrow Bo- rah son bsicas para conocer las tendencias generales de la dinmica de la poblacin del centro de Mxico durante el perodo colonial.24 Sin embargo, como analizan un territorio ms amplio que el de la ciudad de Mxico y su contorno, difcilmente explican las diversidades internas.

    Para los siglos xvi, xvn y primera mitad del xvm no hay trabajos que estudien globalmente la dinmica demogrfica de la ciudad de Mxico. La existencia de dos ciudades en una planta: espaola e indgena, y de una divisin parroquial por grupos tnicos se refleja en el anlisis por sectores. Lo que conocemos de la poblacin indgena lo debemos a trabajos con otros objetivos como la importante obra de Charles Gibson, que desde una perspectiva etnolgica estudia a los indgenas del valle de Mxico.25 Este trabajo aporta los clculos ms confiables sobre esta poblacin para el conjunto de la ciudad y para Tenochtitlan y Tlatelolco por separado; sus estimaciones se basan en la poblacin tributaria.

    24 Sherburne F. Cook y Woodrow Borah, The Indian Population of Central M exico 1531- 1610, Berkeley y Los Angeles, University of California Press, 1960; Woodrow Borah, El siglo de la depresin en N ueva Espaa, Mxico, sep , 1975.

    25 Charles Gibson, Los aztecas bajo el dominio espaol 1519-1810, Mxico, Siglo xxi, Editores, 1977.

  • Sobre el grupo de espaoles nuestro conocimiento es ms incierto. Lo poco que sabemos lo debemos a otro estudio general, el de Woodrow Borah, que proporciona cifras de esta poblacin con apoyo en crnicas y relaciones geogrficas.26

    Conocemos todava menos acerca de los negros, mulatos y mestizos ya que los clculos de esta poblacin son a veces exagerados. Algunas aportaciones en este sentido son los trabajos de Georges Baudot, basado en un padrn de 1592, el de Edgard F. Love sobre el patrn matrimonial de descendientes africanos de la parroquia de Santa Veracruz en 1646-1746 y el de Dennis Valds que trata la declinacin de la sociedad de castas apoyado en registros de la parroquia del Sagrario.27

    Otra aportacin importante sobre la estructura demogrfica de la ciudad de Mxico es el estudio de Juan Javier Pescador para el periodo 1568-1820, documentado en el archivo de la parroquia de Santa Catarina.28 Es el primero que intenta establecer un patrn del sistema demogrfico urbano, tan poco estudiado, comparndolo con los de parroquias rurales. Analiza los movimientos estacionales de concepciones, matrimonios y defunciones; las crisis demogrficas y sus efectos que mide con el ndice de Dupaquier, la composicin de la familia y la inmigracin en la ciudad de Mxico, tema tambin poco estudiado, a pesar de ser un factor preeminente en la dinmica demogrfica por la gran movilidad de poblacin que provoca.

    Los censos de poblacin nos permiten tener un mayor conocimiento del perodo 1750-1850. Algunas aportaciones son los trabajos de Eduardo Baz Macas, Irene Vzquez y Patricia Seed sobre el censo

    26 W. Borah, op. cit. pp. 48 y 49.27 Georges Baudot, "La population des villes du Mexique en 1595 selon une enqute

    de lTnquisition", Cahiers du monde hispanique et luso-brsilien (Caravelle), Universit de Toulouse, Francia, Le mirail, 1981, nm. 37, pp. 5-18; Edgard F. Love, "Marriage patterns of persons of african descent in a colonial Mexico City parish", Hispanic American H isto rical R eview , vol. 51, nm. 1, febrero 1971, pp. 79-92; Dennis N. Valds, "The Decline of the Sociedad de Castas in Mexico City", University of Michigan, tesis, 1978, (University Microfilm International).

    28 Juan Javier Pescador, De bautizados a fieles difuntos. Familia y mentalidades en una parroquia urbana: Santa Catarina de Mxico, 1568-1820, Mxico, El Colegio de Mxico, 1992.

  • de 1753 que comprende tres cuarteles de la traza.29 Bez Macas elabor ndices de jefes de familia, ocupaciones y espaoles peninsulares. Irene Vzquez lo analiz de manera exhaustiva y formul cuadros y grficas sobre tipos de casa, poblacin por sexo, edad, estado civil, calidad tnica y ocupaciones. Patricia Seed estableci relaciones entre raza y ocupacin.

    Otros trabajos son el de Alejandra Moreno Toscano que con apoyo en los censos de 1753, 1790 y 1811 identifica un patrn de la poblacin con predominio de adultos, alta mortalidad infantil y distorsiones de edad por el alto porcentaje de inmigrantes; y el censo de Revillagigedo levantado en 1790, del que se publicaron cuadros estadsticos de poblacin pr casta, sexo y ocupaciones.30

    Para el censo de 1811 tenemos los trabajos de: Sylvia Arrom sobre patrones de matrimonio, el de Alejandra Moreno Toscano y Carlos Aguirre sobre migracin, el de Gabriel Brun sobre razas y familia.31 Recientemente Herbert Klein ha realizado estudios sobre la estructura

    demogrfica de la ciudad de Mxico apoyado en este censo.32 Sonia

    29 Eduardo Bez Macas, "Planos y censos de la ciudad de Mxico, 1753" (Segunda parte), Boletn del Archivo General de la Nacin, Mxico, 2a. Serie, tomo viii, nms. 3-4, julio- diciembre 1967, pp. 485-1150; Irene Vzquez Valle,"Los habitantes de la ciudad de Mxico vistos a travs del censo del ao de 1753", Mxico, Centro de Estudios Histricos, El Colegio de Mxico, tesis de maestra en historia, 1975, 3 Vols; Patricia Seed, "Social di- mensions of race: Mxico City, 1753", Hispanic American Historical Review, vol. 62, nm. 3, noviembre 1982, pp. 569-606.

    30 Alejandra Moreno Toscano, "Algunas caractersticas de la poblacin urbana: ciudad de Mxico, siglos xviii y xix", Investigacin demogrfica en Mxico, M emorias de la i Reunin Nacional sobre la...", Mxico; c o n a c y t , 1978; Primer censo de poblacin de la Nueva Espaa, 1790. Censo de Revillagigedo. Un censo condenado. Mxico, Secretara de Programacin y presupuesto, 1977.

    31 Silvia M. Arrom, Las mujeres de la ciudad de M xico 1790-1857, Mxico, Siglo xxi Edi- tores,1988, pp.123-191; Alejandra Moreno Toscano y Carlos Aguirre A.,"Migraciones hacia la ciudad de Mxico durante el siglo xix; perspectivas de investigacin"; Investigaciones sobre la historia de la ciudad de M xico i, Mxico, d ih , in a h , 1974, (Cuadernos de trabajo nm.4). Gabriel Brun Martnez, "Las razas y la familia en la ciudad de Mxico en 1811", Ciudad de Mxico: Ensayo..., pp. 113-123.

    32 Herbert Klein, "La estructura demogrfica de la ciudad de Mxico en 1811: un estudio preliminar", Entorno Urbano, vol. 1. no. 1, enero-junio 1995, pp. 1-25, Instituto de Investigaciones Jos Ma. Luis Mora, u a m Iztapalapa, 1995, pp.1-28.

  • Lombardo y un equipo de investigadores se propusieron la ingente tarea de digitalizar la informacin de los padrones histricos de la ciudad y estn por salir sus primeros anlisis.

    Para el periodo 1821-1860, los estudios son escasos. Contamos con el de Celia Maldonado que presenta cuadros mensuales de las estadsticas vitales de toda la ciudad con apoyo en archivos parroquiales, el de Frederick Shaw que analiza la poblacin de dos manzanas de la ciudad para 1849 y el de Sonia Prez Toledo sobre el padrn de 1842.33

    Para el conocimiento de las epidemias en los siglos xvi, xvn y primera mitad del xvm es necesario recurrir a estudios generales como los de Miguel E. Bustamante, Germn Semolinos D'Ardois y Sherburne F. Cook.34 Charles Gibson presenta excelentes cronologas de las principales epidemias coloniales, de los momentos de crisis agrcolas, hambrunas y variaciones en los precios del maz asociados con las grandes pestes para el valle y la ciudad.35 La segunda mitad del siglo xvm y primera del xix han despertado mayor inters como lo muestran los estudios dedicados a las epidemias en la ciudad de Mxico de: Donald B. Cooper, Elsa Malvido y Concepcin Lugo, Celia Maldonado, Lourdes Mrquez y Ma. del Pilar Velasco.36

    33 Celia Maldonado, Estadsticas vitales de la ciudad de M xico (Siglo xix), Mxico, Seminario de Historia Urbana, Depto. de Investigaciones Histricas, i n a h , 1976; Frederick, J. Shaw, "Poverty and politics in Mxico City, 1824-1854", tesis de doctorado en filosofa, University of Florida, 1975, Sonia Perez Toledo, "Consideraciones acerca de la poblacin de la ciudad de Mxico despus de la Independencia"; Iztapalapa, 14: 32 (enero-junio), 1994, pp. 151-164.

    34 Miguel E. Bustamante, "Aspectos histricos y epidemiolgicos del hambre en Mxico", Ensayo sobre la historia de las epidemias en M xico, (comp. Enrique Florescano y Elsa Malvido), Mxico, im ss , 1982, tomo i, pp. 39-66; Germn Somolinos D'Ardois, "Las epidemias en Mxico durante el siglo xvi", Ensayo sobre la historia..., tomo i, pp. 205-214; G. Semolinos D'Ardois, "La viruela en la Nueva Espaa, siglos x vi-xix . Colonia", Ensayo sobre la historia..., pp. 237-248; S.F. Cook, "La epidemia de viruela de 1797 en Mxico", Ensayo sobre la historia..., pp. 295-328,

    35 Charles Gibson, op. cit. pp. 460-463.36 Donald B. Cooper, Las epidemias en la ciudad de M xico 1761-1813, Mxico, Instituto

    Mexicano del Seguro Social, 1980; Elsa Malvido y Concepcin Lugo, "Las epidemias en la ciudad de Mxico, 1822-1850", La ciudad de M xico en la primera m itad del siglo xix, tomoII (Gobierno y Poltica/ Sociedad y Cultura (Regina Hernndez, coord.), Instituto de In

  • La produccin y el comercio

    Rubro inexcusable para la historia urbana ha sido el de la produccin y el comercio. Tradicionalmente, este tema se ha considerado fundamental para la caracterizacin de las ciudades y para la definicin del hecho urbano.

    Los estudios que atienden a los problemas de produccin y comercio en las ciudades novohipanas son insuficientes y es hasta fechas recientes que se ha despertado un mayor inters. A diferencia de las ciudades europeas occidentales, establecidas con fines productivos o comerciales, anotaba Richard Morse, las ciudades novohispanas se decidieron ms por consideraciones polticas y estratgicas, es decir fueron creadas como entidades de poder.37 Este diferente origen provoc que unas, las europeas, fueran consideradas como ciudades industriales y las novohipanas como preindustriales; por tanto el inters por la industria cobr un lugar secundario.

    La historia del trabajo en la ciudad de Mxico ha sido escasamente abordada. El sector que ha sido considerado como el mayoritario y fundamental, el artesanado, fue objeto de estudio para Manuel Carrera Stampa, Manuel Fernndez de Velasco y Francisco S. Cruz en aos anteriores a los setenta,38 y despus, fue prcticamente olvidado. A los estudiosos marxistas les interesaba rastrear en el pasado colonial y en el

    vestigaciones Dr. Jos Ma. Luis Mora, 1994, pp. 303-364; Celia Maldonado, "El clera en 1850 en la ciudad de Mxico", Investigaciones sobre la historia de la ciudad de M xico, m, Mxico, d ih - i n a h , 1978, pp. 150-154. C.Maldonado, "El control de las epidemias: Modificaciones en la estructura urbana", Ciudad de Mxico, Ensayo de..., pp. 148-152; Lourdes Mrquez Morfn, La desigualdad ante la muerte en la ciudad de Mxico. El tifo y el clera (1813-1833), Mxico, Siglo xxi eds.,1996; Ma. del Pilar Velasco, "La poblacin de la ciudad de Mxico en el siglo xix y la epidemia del clera de 1833" tesis, Mxico, Centro de Estudios Demogrficos de El Colegio de Mxico, 1984.

    37 Richard Morse, Las ciudades... i. Antecedentes.38 Manuel Carrera Stampa, Los gremios mexicanos; la organizacin gremial en la Nueva

    Espaa 1521-1861, Mxico, e d ia p s a , 1954; Manuel Fernndez de Velasco, "El artesanado en la Nueva Espaa en el siglo xvi", Mxico, Facultad de Filosofa y Letras, u n a m , tesis de maestra en historia, 1963; Francisco Santiago Cruz, Las artes y los gremios en la Nueva Espaa, Mxico, E. Jus, 1960.

  • inmediato a la independencia, aquellos sectores de la sociedad vinculados con el proletariado. El artesanado no formaba parte de esta genealoga, por el contrario, se le consideraba un obstculo en el desarrollo productivo.

    Por otro lado, estaba la visin romntica del artesano como el productor que sucumbi ante el capital comercial. Como resultado de estas visiones, los trabajos sobre artesanos fueron pocos y trataban slo del ltimo perodo colonial y del siglo xix. Para los siglos xvi, xvii, y la primera mitad del xvm no encontramos trabajos sobre artesanos, la constancia de su diversidad e importancia nos la proporcionan principalmente los cronistas. Una excepcin la constituye el estudio de Irene Vzquez, fundamentado en una parte del censo de poblacin de 1753.39

    Mayor atencin recibi el obraje, tal vez por la liga que se trazaba entre l y la fbrica. Los intentos que se han hecho en algunas interpretaciones sobre la economa colonial han considerado por ello, al obraje, como la parte ms importante de la historia del trabajo.

    Producto de una vertiente diferente son los estudios de los indios desde un enfoque etnohistrico. Siguiendo la escuela de George Kubler y Charles Gibson tenemos los trabajos de Teresa Rojas, Alain Musset, Silvio Zavala y James Lockhart que han avanzado en el conocimiento de las formas de organizacin del trabajo.40

    A partir de la dcada de los setenta y guiados por el inters por el periodo conocido como de las reformas borbnicas se iniciaron estudios que repararon en la gran diversidad productiva y comercial. El trabajo de Jorge Gonzlez Angulo inici una manera de aproximarse a los artesanos a partir de la relacin espacio-produccin; en esta misma vertiente aparecieron trabajos sobre unidades productivas: Adriana Lpez Monjardin sobre artesanos-comerciantes y espacio urbano cubriendo hasta mediados del siglo xix; Sonia Lombardo abord la construccin de

    39 Irene Vzquez, op. cit.40 Teresa Rojas Rabiela, "El trabajo de los indios en la ciudad de Mxico 1521-1600",

    La heterodoxia recuperada; en torno a A n gel Palerm (S. Glands, ed.), Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1987, pp. 171-202; Alain Musset, op. cit.; Silvio Zavala, El servicio personal de los indios de N ueva Espaa 1521-1635, Mxico, El Colegio de Mxico-El Colegio Nacional, 1984-1990,5 tomos; James Lockhart, The Nahuas after the Concuest...

  • un edificio. Dentro de esta tendencia a aproximarse al estudio de aspectos productivos urbanos Mara Amparo Ros analiz uno de los ms importantes renglones de la produccin: el de la fabricacin de puros y cigarros, inters que secundaron Susan Deans-Smith y Arturo Obregn Martnez.41

    Para el mismo perodo borbnico y sobre algunos sectores productivos, contamos con los estudios de Mara del Carmen Calvento, Virginia Garca Acosta y John Super acerca de los panaderos, de Jay Kinsbruner sobre pulperos, y de Gloria Artis acerca de los regatones.42 La decadencia del artesanado, (tratada por Jorge Gonzlez Angulo, Dorothy Tanck, Felipe Castro) y la abolicin legal de los gremios trastoc la estructura productiva, comercial de la ciudad sin que ello significara el fin del artesanado en la primera mitad del siglo xix (Frederick J. Shaw y Adriana Lpez Monjardn y recientemente Carlos Illades y Sonia Prez Toledo).43

    41 Jorge Gonzlez Angulo, Artesanado y ciudad a finales del siglo xvm , Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1983 (Sepochentas nm. 49); Adriana Lpez Monjardin, Hacia la ciudad del capital: M xico 1790-1870, Mxico, Direccin de Estudios Histricos, in a h , 1985 (Cuadernos de trabajo nm. 46); Sonia Lombardo de Ruiz, La Ciudadela: ideologa y estilo en la arquitectura del siglo x vm , Mxico, u n a m , 1983; Ma. Amparo Ros Torres, La produccin cigarrera a fines de la colonia: la fbrica de M xico, Mxico, Direccin de Estudios, in a h , 1984 (Cuadernos de trabajo nm. 44); Susan Deans-Smith, Bureacrats, planters and workers: the making of the tabacco monopoly in Bourbon M xico, Austin, Texas: University Texas Press, 1992; Arturo Obregn Martnez, Las obras tabacaleras de la ciudad de M xico, 1764-1925, Mxico, Centro de Estudios Histricos del Movimiento Obrero Mexicano, Cuadernos obreros nm. 25,1995.

    42 Ma. del Carmen Calvento Martnez, "Intereses particulares y poltica de abastecimiento en Mxico: el reglamento del gremio de panaderos, 1770." Revista de Indias, Sevilla, nm. 36:143-144, enero-junio 1976, pp. 159-211, Virginia Garca Acosta, Las panaderas, sus dueos y trabajadores. Ciudad de M xico, siglo xvm , Mxico, Ediciones de la Casa Chata, c ie s a s , SEP, 1989 ( c i e s a s nm. 24); John C. Super, "Bread and the Provisioning of Mxico City in the Late Eighteenth Centrury", Jahrbuchfr Geschichte von Staat, Wirtschaft und Ge- sellschaft Lateinamerickas, Alemania, nm 19,1982; Jay Kinsbruner, P e tty Capitalism in Spa- nish America. The Pulperos of Puebla, M xico C ity, Caracas and Buenos Aires, Londres, West- view press boulder and London, nm. 21,1987 (Dellplain Latn american Studies nm. 21); Gloria Artis Espriu, Regatones y magulleros. El mercado de trigo en la ciudad de M xico (siglo x vm ), Mxico, SEP, 1986 (Coleccin Miguel Othn de Mendizbal, nm. 7, sep).

    43 Jorge Gonzlez Angulo, Artesanado y ciudad...; Dorothy Tank de Estrada, "La abolicin de los gremios", El trabajo y los trabajadores (Elsa Frost el al.), Mxico, El Colegio de

  • Si el productor urbano no les import bastante a los historiadores, el comerciante en cambio ha interesado ms por el carcter comercial de la ciudad. La lista de trabajos sobre el comercio es larga. Comenzando por el intercambio de origen prehispnico en los mercados y tianguis de los aos que siguieron a la conquista estudiada por Silvio Zavala y los primeros establecimientos espaoles por Salvador Novo y Ethelia Ruz.44

    Sin duda el comercio exterior y los comerciantes del consulado han acaparado la atencin de investigadores como Pedro Prez Herrero, Louisa Hoberman, Christiane R. Borchart, John E. Kicza, Ma. Rebeca Yoma Medina y Carmen Yuste.45 Igualmente han sido trabajados temas acerca del abastecimiento de productos a la ciudad, como el mercado del trigo por Gloria Artis, Justo del Ro Moreno y Sebastian Lpez; la introduccin de la carne por William H. Dusenberry y Ada Castilleja; el pulque por John E. Kicza y Arturo Sobern; y el abasto de chile por Ja- net Long Solis.46 El intercambio y comercio locales se conocen por los

    Mxico, 1979, pp. 311-330; Felipe Castro Gutierrez, La extincin de la artesana gremial, Mxico, u n a m , 1986; Frederick J. Shaw, op. cit.; Adriana Lpez Monjardn, op. cit.; Carlos Illa- des Aguiar, Hacia la repblica del trabajo: la organizacin artesanal en la ciudad de Mxico, 1853-1876, Mxico UAM-Colegio de Mxico, 1996; Sonia Perez Toledo, Los hijos del trabajo: los artesanos de la ciudad de M xico, 1780-1853, Mxico, UAM-Colegio de Mxico, 1996.

    44 Silvio Zavala, op. cit.; Salvador Novo, "Las cantinas en Mxico", Comercio, Mxico, Cmara Nacional de Comercio de la ciudad de Mxico, vol. xiv, nm. 145, noviembre 1972, pp. 60-67; Ethelia Ruiz Medrano, Gobierno y Sociedad, 2a. Audiencia y A ntonio de M endoza, Zamora, El Colegio de Michoacn, 1991.

    45 Pedro Prez Herrero, Plata y libranzas. La articulacin comercial del M xico borbnico, Mxico, El Colegio de Mxico, 1988; Louisa Hoberman, "Merchants in Seventeenth Cen- tury Mxico City", Hispanic American Historical Review, vol. 57, nm. 3, agosto 1977, pp. 479-503; Christiane Renate Borchart de Moreno, Los mercaderes y el capitalismo en la ciudad de Mxico: 1759-1778, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1984; John E. Kicza, Empresarios coloniales, familias y negocios en la ciudad de M xico durante los borbones, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1986; Ma. Rebeca Yoma Medina y Luis Alberto Martos Lpez, "El Parin: un siglo y medio de historia y comercio", Boletn de M onu m entos Histricos, Mxico, i n a h , nm. 10, julio-septiembre 1990, pp. 24-37; Carmen Yuste, Comerciantes mexicanos en el siglo x vm , (seleccin de documentos e introduccin por...), Mxico, u n a m , 1991.

    46 Gloria Artis Espriu, op. cit; Justo del Ro Moreno y Sebastin Lpez, "El trigo en la ciudad de Mxico. Industria y comercio de un cultivo importado (1521-1564)", Revista Complutense de la historia de Amrica, nm. 22,1996, pp. 33-52; William H. Dusenberry, "The

  • trabajos de Eduardo Bez Macas y Jorge Gonzlez Angulo sobre la Al- caicera; el de Ma. Rebeca Yoma Medina y Luis A. Martos acerca de los mercados de la Merced y el Volador; el de Charles Scardaville sobre las tabernas. Ross Hassig se ocup de la relacin que estableci la ciudad con el valle de Mxico a travs del intercambio. Juan Javier Pescador y Gustavo Garza analizaron el papel comercial de la ciudad a travs de las cajas reales.47

    Por ltimo, escasos trabajos se han planteado visiones generales. Para la economa en el siglo xvn contamos con el de Richard Boyer; sobre la ciudad y el territorio para todo el perodo colonial con el de Alejandra Moreno Toscano,48 en tanto que para el comercio existen el de Laura Elena Castillo, Diego Lpez Rosado, Carlos J. Sierra, Luis Francisco Villaseor y el estudio ms reciente de Ma. Isabel G. del Valle que

    Regulation of Meat Supply in Sixteenth-Century, Mxico City", Hispanic American Histo- rical Review, vol xxvn, nm. 1, febrero 1948, pp. 39-52; Aida Castilleja Gonzlez, "Abastecimiento de carne en la ciudad de Mxico: 1714-1811", Investigaciones sobre la historia de la ciudad de M xico m, Mxico, in a h , 1978, pp. 87-108 (Cuadernos de trabajo 22); John E. Kicza, "The pulque trade in late colonial Mxico City", The Americas, vol. 37, octubre 1980, pp. 193-221; Arturo Sobern Mora, "El consumo del pulque en la ciudad de Mxico 1750-1800", Mxico, Facultad de Filosofa y Letras, u n a m , tesis, 1992; Janet Long Solis, "El abastecimiento de chile en el mercado de la ciudad de Mxico-Tenochtitlan en el siglo

    . xvi", Historia Mexicana, Mxico, vol. xxxix, nm. 4 (136), abril-junio 1985, pp. 701-714.47 Eduardo Bez Macas, "Condiciones para rematar las tiendas y obras de la Alcai-

    cera, 1611, Anales del Institu to de Investigaciones Estticas (Documentos), Mxico, u n a m , nm. 47,1977, pp. 99-106; Jorge Gonzlez Angulo, "La Alcaicera, un ejemplo de remodelacin urbana y sustitucin de poblacin", Investigaciones sobre la historia de la ciudad de Mxico, II, Mxico, d ih - in a h , 1976, pp. 1-23 (Cuadernos de trabajo nm. n); Ma. Rebeca Yoma Medina y Luis Alberto Martos Lpez, op. cit.; R, Yoma M.y L.A. Martos, Dos mercados en la historia de la ciudad de Mxico: El Volador y La Merced, Mxico, Secretara General del Desarrollo Social, d d f - i n a h , 1990, Coleccin Divulgacin; Michael Charles Scardaville, "Alcohol Abuse and Tavern Reform in Late Colonial Mxico City", Hispanic American Historical Review, vol. 60, nm. 4, noviembre 1980, pp. 643-671; Ross Hassig, op. cit.; Juan Javier Pescador y Gustavo Garza, "La caja y general depsito del reino: La concentracin comercial en la ciudad de Mxico a fines de la colonia 1770-1790", Secuencia, nm. 23, Instituto de Investigaciones Dr. Jos Ma. Luis Mora, mayo-agosto de 1993, p. 5-46.

    48 Richard Boyer, "Mxico in the Seventeenth Century...; Alejandra Moreno Toscano y Enrique Florescano, El sector externo y la organizacin espacial y regional de M xico 1521- 1910, Mxico, in a h , DIH, 1974 (Cuadernos de trabajo nm. 1).

  • aborda el tema del Consulado de Comerciantes en la ciudad de Mxico en el largo perodo que va de 1592 a 1827.49

    La ciudad y su forma

    Dada la complejidad que representa definir a la ciudad y aprehender las caractersticas fundamentales que nos la expliquen, la historiografa urbana latinoamericana se inici y ha tenido sus mejores momentos en el estudio de problemas de la forma, por ser su traza el aspecto ms concreto y, a primera vista, original.

    La ciudad existe, su dimensin espacial, fsica es innegable. De all los ms de cuatrocientos trabajos monogrficos sobre la ciudad de Mxico que tratan sus aspectos formales: la traza, el arte , la arquitectura civil y religiosa muestran el gran inters que existe sobre estos temas.50 En este sentido ha habido un gran avance, sin embargo se ha privilegiado el anlisis estilstico sin que exista una especial preocupacin por su interaccin con la estructura general y la problemtica urbana.

    En torno a la polmica sobre la traza en damero tenemos varias aportaciones nuevas como la de Woodrow Borah que analiza la procedencia de estas ideas, el libro de Guillermo Porras Muoz y el de Manuel Snchez de Carmona, quien demuestra que la traza y la evolucin de la plaza mayor son ms el resultado de procesos sociales que de la

    49 Laura Elena Castillo Mndez, Historia del comercio en la ciudad de M xico, Mxico, DDF, Sra. de Obras y Servicios, nm. 5,1973; Diego Lpez Rosado, Historia del abasto de productos alimenticios en la ciudad de Mxico, Mxico, fce , 1988; Carlos J. Sierra, Historia de la navegacin en la ciudad de Mxico, Mxico, DDF, Sra. de Obras y Servicios, 1973 (Coleccin Popular ciudad de Mxico, nm. 4); Luis Francisco Villaseor Bez, La arquitectura del comercio en la ciudad de Mxico; disposicin e historia, Mxico, Cmara Nacional de Comercio de la ciudad de Mxico, 1982; Ma. Isabel Guillermina del Valle Pavn, "El Consulado de comerciantes de la ciudad de Mxico y las finanzas novohispanas, 1592-1827", Mxico, El Colegio de Mxico, c e h (tesis de doctorado).

    50 Vase el apartado "Arte y arquitectura", Ma. Dolores Morales, et a l , Bibliografa.51 Woodrow Borah, "European Cultural Influence in the Formation of the First Plan

    for Urban Center that has lasted to our time", Actas y M emorias del x x x ix Congreso Internacional de Americanistas, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1972, vol. 2, pp. 35-54;

  • voluntad de un solo autor.51 El trabajo de Guillermo Tovar de Teresa representa la posicin contraria al atribuir al virrey Mendoza un papel primordial en el trazo de la ciudad.52

    Es innegable que el anlisis de la forma es fundamental para el estudio de las ciudades, ya que representa la materializacin en el espacio de las necesidades de los actores sociales que las producen. Sin embargo las formas no son autnomas y slo se comprenden dentro de un contexto cultural. Creemos que el nico mtodo posible para acercarse a la historia urbana es intentar cruzar y articular lo social y lo espacial en una doble relacin en la que se expliquen lo uno por lo otro.

    En la historiografa de la ciudad de Mxico son pocos los estudios de este tipo y menos an las visiones de conjunto. Un grupo de trabajos que relacionan los espacios con los actores sociales que viven en ellos de manera tradicional son los de Pedro lvarez Gasea, Ma. del Carmen Len Cceres, Salvador Novo, Guillermo Porras y Ana Rita Valero.53

    La nica obra que ha logrado aprehender la complejidad de la historia urbana en su relacin espacio-sociedad es la de George Kubler, quien no obstante no proponerse estudiar solamente ciudades sino hacer un anlisis ms general de la arquitectura mexicana logra una visin de conjunto de la ciudad de Mxico del siglo xvi y que a pesar de haber pasado cuarenta y cinco aos desde su primera edicin, no ha tenido paralelo en la historiografa reciente para ninguno de los siglos colonia

    Guillermo Porras Muoz, Reflexiones sobre la traza de la ciudad de Mxico, Mxico, d d f , 1987; Manuel Snchez de Carmona, Traza y plaza de la ciudad de M xico en el siglo xvi, Mxico, u a m -A , Tilde eds., 1989.

    52 Guillermo Tovar de Teresa, La ciudad de Mxico y la utopia en el siglo xvi, Seguros de Mxico, S.A., 1987.

    53 Pedro lvarez y Gasea, La plaza de Santo Domingo de Mxico; siglo xvi, Mxico, Departamento de Monumentos Coloniales, INAH, 1971, nm. 25; Ma. del Carmen Len Cazares, La plaza m ayor de la ciudad de Mxico en la vida cotidiana de sus habitantes, siglos xvi y x v i i , Mxico, Instituto de Estudios y Documentos Histricos, 1982; Salvador Novo, "Las cantinas en ..."; Guillermo Porras, Personas y lugares de la ciudad de Mxico; siglo xvi, Mxico, Instituto de Investigaciones Histricas, u n a m , 1988; Ana Rita Valero de Garca Las- curain, Solares y conquistadores, orgenes de la propiedad en la ciudad de Mxico, Mxico, in a h , Coleccin Divulgacin Histrica, Serie Historia, 1991.

  • les.54 Este trabajo articula todos los niveles relacionando obras pblicas, arquitectura civil y religiosa, demografa, urbanizacin, instituciones y organizacin del trabajo.

    Sin embargo, quien se propuso de manera sistemtica como propsito metodolgico estudiar a la ciudad en su relacin espacio-sociedad, fue el Seminario de Historia Urbana. Sobre la estructura productiva y el espacio tenemos los trabajos de Jorge Gonzlez Angulo sobre artesanos y los de la fbrica de tabaco de Ma. Amparo Ros.55 En relacin a la propiedad, la forma urbana y la estructura vial los de Ma. Dolores Morales. Sobre la calle y los intentos por empedrarla a la manera ilustrada el de Esteban Snchez de Tagle.56 Acerca de la estructura interna est el estudio de Alejandra Moreno Toscano y Jorge Gonzlez y sobre razas y familia el de Gabriel Brun.57 Los trabajos de Sonia Lombardo dan cuenta de las ideas y proyectos urbansticos y de cmo se puso en marcha el intento de modernizacin de la ciudad de Mxico en el perodo borbnico y la primera mitad del siglo xix. Su obra ms reciente, un atlas histrico, es de consulta obligada para los estudiosos de la ciudad.58

    54 George Kubler, Arquitectura mexicana del siglo xvi, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1983.

    55 Jorge Gonzlez Angulo, Artesanado y ciudad...; Ma. Amparo Ros Torres, op. cit.56 Ma. Dolores Morales, "Estructura urbana y distribucin de la propiedad en la ciu

    dad de Mxico en 1813", Historia Mexicana, Mxico, vol. xxv, nm. 3, (99), enero-marzo 1976, pp. 363-402, Espacio, propiedad y rganos de poder en la ciudad de Mxico en el siglo xix", Ciudad de Mxico. Instituciones, actores sociales y conflicto poltico 1774-1931 (Carlos Illades y Ariel Rodrguez, coord.), El Colegio de Michoacn-UAM, 1996, pp. 155- 190, "Cambios en la traza de la estructura vial de la ciudad de Mxico 1770-1855", La ciudad de M xico en la primera m itad del siglo xix, tomo I (Economa y Estructura Urbana), Mxico, Instituto Jos Ma. Luis Mora, 1994, pp. 161-224; Esteban Snchez de Tagle, Los dueos de la calle. Una historia de la va pblica en la poca colonial, Mxico, i n a h , d d f , 1997.

    57 Alejandra Moreno y Jorge Gonzlez Angulo, "Cambios en la estructura interna de la ciudad de Mxico (1753-1881)", Asentam ientos urbanos y organizacin socioproductiva en la historia de Amrica Latina (J.E. Hardoy y R.R Schaedel comps.), Argentina, Ediciones s ia p , 1977, pp. 171-195; Gabriel Brun Martnez, "Las razas y la familia en la ciudad de Mxico en 1811", Ciudad de Mxico... pp. 113-123.

    58 Sonia Lombardo de Ruiz, "Ideas y proyectos urbansticos en la ciudad de Mxico 1768-1820", Ciudad de Mxico. Ensayo...,pp. 169-188; S. Lombardo de Ruiz, "La arquitectura y el urbanismo en la poca de la Ilustracin 1780-1810", Historia del A r te Mexicano, M

  • Otros trabajos, en esta misma lnea de relacionar el espacio con la sociedad, son el de Marcela Surez sobre el proceso de urbanizacin y el de Marcela Dvalos sobre la limpieza de la ciudad y las resistencias de la poblacin a la imposicin de las modernas teoras mecanicistas ilustradas.59

    En torno a la obra pblica contamos para el siglo xvi, con el trabajo de George Kubler y los estudios de Silvio Zavala y de Teresa Rojas Ra- biela, estos ltimos tienen aportaciones en este sentido no obstante que su preocupacin principal es la organizacin del trabajo.60 Acerca del siglo xvn destacan los trabajos de Richard Boyer sobre la inundacin de 1629, de Miguel Mathes sobre el desage, de Martha Fernndez sobre el acueducto de Santa Fe y el ya mencionado de S. Zavala.61 Para la poca borbnica tenemos los estudios recientes de Ma. Guadalupe de la Torre sobre el Resguardo Fiscal y el de Regina Hernndez sobre el arquitecto Ignacio de Castera, maestro mayor de la ciudad.62

    Otros estudios que tratan el problema en su conjunto para el periodo colonial son los de Diego Lpez Rosado y Francisco Gonzlez de Cosso que representan un primer esfuerzo por evaluar la red de servicios de la ciudad.63

    xico, SEP-Salvat, Salvat Mexicana de Ediciones, 1982, tomo 9, pp. 1256-1275, Atlas histrico de la ciudad de M xico, Mxico ed. Smurfit Cartn y Papel 1996 y 1997, tomos 1 y 2.

    59 Marcela Surez, "El proceso de urbanizacin de la ciudad de Mxico en el siglo xvi y las relaciones coloniales de explotacin"; Mxico, u a m , tesis de licenciatura en sociologa, 1981; Marcela Dvalos, Basura e Ilustracin. Limpieza de la ciudad de Mxico a finales del siglo x v i i i , Mxico, i n a h - d d f , 1997.

    60 George Kubler, op. cit.; Silvio Zavala, El servicio personal de los indios...; Teresa Rojas Rabiela, "Aspectos tecnolgicos./'

    61 Richard, Boyer, La gran inundacin; vida y sociedad en Mxico (1629-1638), Mxico, SEP, 1976 (Sepsetentas nm. 218); Miguel Mathes, "To Save a City:.. "; Martha Fernndez, "Cristbal de Medina Vargas y el acueducto de Santa F", Estudios acerca del arte novohis- pano, Homenaje a Elisa Vargas Lugo, Mxico, u n a m , 1983, pp. 43-59..; Silvio Zavala, op. cit.

    62 Guadalupe de la Torre, "El resguardo fiscal de la ciudad de Mxico en el siglo xvm", tesis de doctorado, Mxico, u n a m , 1997; Regina Hernndez Franyuti, Ignacio de Castera, Arquitecto y urbanista de la ciudad de Mxico 1777-1811, Instituto de Investigaciones Dr. Jos Ma. Luis Mora, 1997.

    63 Diego Lpez Rosado, Los servicios pblicos de la ciudad de Mxico, Mxico, Editorial Porra, 1976; Francisco Gonzlez de Cosso, Historia de las obras pblicas en Mxico, Mxico, Sra. de Obras Pblicas, 1971-1975,3 vols.

  • La Sociedad urbana

    Son muchos los estudios que han indagado en torno a la historia del universo social en la ciudad de Mxico; de los grupos sociales, de las corporaciones que la habitaron, y en menor medida de los procesos sociales que transformaron esa sociedad a lo largo del tiempo. Razones de ms peso que las que ofrecen las nada despreciables facilidades de acceso a los acervos documentales, han favorecido este hecho.

    En la ciudad de Mxico, histricamente, las caractersticas de la sociedad mexicana alcanzaron su mxima significacin. Como en ningn otro mbito, ah se perfilaron las corporaciones, los grupos sociales en sus formas ms conspicuas. Podramos enumerar algunas razones, Ethelia Ruz, por ejemplo, ha develado ltimamente aspectos fundamentales para la formacin de los grupos de poder que se explican por la presencia de las autoridades virreinales en la ciudad.64

    Ah, en la capital, el mundo espaol cobr sus formas ms acabadas. Ida Altman, Victor M. Alvarez, han estudiado esta primera sociedad de espaoles.65 Pero el mundo indgena no estuvo ausente, por el contrario, ah la resistencia cultural tom formas inusitadas. Por James Lockhart y William B. Taylor sabemos importantes aspectos del mundo de los na- huas.66 Y para todos ellos la ciudad ha ofrecido un mbito privilegiado; entre otras cosas por lo temprano que en ella los fenmenos sociales comenzaron a ocurrir con la intensidad propia de una gran urbe. Octavio Paz intenta un original modelo de organizacin cortesana para la poca de Sor Juana.67

    Esta intensidad, esta concentracin de la vida social ha invitado, sobre todo a quienes se han interesado por el estudio de alguna corporacin en particular, a decidirse, preferentemente, por alguna de las que

    64 Ethelia Ruiz Medrano, Gobierno y Sociedad...65 Ida Altman, "Spanish Society in Mexico City after the Conquest", H ispanic A m eri

    can Historical Review , vol. 71, nm. 3,1991, pp. 413-445; Victor M. Alvarez, "Los conquistadores y la primera sociedad colonial", Mxico, El Colegio de Mxico, tesis de doctorado, 1973,2 vols.

    66 James Lockhart, The Nahuas...;William B. Taylor, M agistrates...67 Octavio Paz, Sor Juana Ins de la C ruz o las trampas de la fe, Mxico, Fondo de Cultura

    Econmica, 1983.

  • habitaron la capital; sin que esto, desafortunadamente, haya redundado siempre en un mayor conocimiento de la ciudad. La ciudad ha sido considerada tan slo como el gran receptculo que nada aade: el contexto insignificante.

    Evitar casi toda referencia a la ciudad a pesar de estar estudiando una de sus partes, ha sido posible, entre otras cosas, por efecto de la metodologa utilizada. Lo que conocemos de la sociedad de la ciudad de Mxico hasta mediados del siglo xix, salvo excepciones, ha sido contemplado desde la perspectiva tradicional de la historia institucional, poltica. Una metodologa que no pide ms que los documentos ms a la mano, los administrativos. Y de ellos justamente estn repletos los estupendos y mltiples archivos de la capital.

    Porque la Nueva Espaa quiso cobrar la forma ms institucional posible desde que el fracaso de la encomienda ahuyentara el peligro del surgimiento de una sociedad feudal. As que surgieron los cuerpos de vida agitada y compleja con una cobertura institucional. Pero mientras no acudamos a otras fuentes sino a las administrativas, nunca sabremos hasta qu grado su existencia fue meramente la de las ordenanzas que los reglamentaban y si no sera que la vida social, subterrnea, corra ms bien por mecanismos menos formales.

    Los cabildos secular y catedralicio, los de los indgenas, el Consulado, los gremios, las cofradas, la Universidad y los colegios, los conventos, las parcialidades, han sido estudiados, algunos de ellos, en profundidad.68 Pero insistimos, siguen siendo excepcionales las veces en que se ha considerado a la ciudad como algo ms que el sitio donde la corporacin a estudiar se ubicaba.

    Y no es que no se pueda considerar la dimensin urbana o que sea prescindible. La relacin que Jorge Gonzlez Angulo establece en sus trabajos entre los gremios y el espacio, muestran lo enriquecedor de considerar esta dimensin, y una vez conocida, lo imprescindible que resulta la ciudad, el contexto urbano, para explicar el funcionamiento de tales corporaciones.69 Dorothy Tanck, a su vez, nos convence de uti

    68 Vase el apartado "Corporaciones" en Ma. Dolores Morales, et a l , Bibliografa ciudad de Mxico...

    69 Jorge Gonzlez Angulo, Artesanado y ciudad...

  • lizar un lenguaje urbano para descifrar la vida de las corporaciones urbanas, estudiando a los gremios en las procesiones.70

    Por otra parte, quienes han preferido para sus estudios de la sociedad analizar procesos sociales ms amplios que los restringidos a la actividad administrativa de los cuerpos, se han topado con la ciudad. La

    dimensin racial, por ejemplo -tan definitiva aun para la estructuracin del espacio urbano- y los procesos que, como el mestizaje, fueron causa de profundas transformaciones, no han podido eludir a la ciudad. Para confirmarlo basta revisar los estudios de Jonathan Israel, Gabriel Brun, Patricia Seed, Dennis Valdez.71 Andrs Lira ha estudiado la segregacin, mostrando claramente que no era un mero fenmeno jurdico.72

    Algo equivalente ha sucedido con quienes han estudiado grupos sociales diversos a los contenidos en las corporaciones. Los pobres que estudiaron Gabriel J. Haslip o Frederick Shaw;73 las lites, obligados vecinos de la ciudad capital, a las que Doris M. Ladd ve surcar la poca colonial y ms all y a las que John M. Tutino encuentra sufriendo las crisis financieras de los inicios de la poca nacional.74 Carlos Marichal y John Kicsa estudian a los empresarios y este ltimo adems, mujeres, a travs de las cuales Silvia Arrom nos lleva, con tanto xito, desde la poca colonial hasta el siglo xix.75 Grupos no tan nuevos, como demues

    70 Dorothy Tanck de Estrada, "La abolicin de los..."71 Jonathan I. Israel, Razas, clases sociales y vida poltica en el M xico colonial, 1610-1670,

    Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1980; Gabriel Brun, op. cit.; Patricia Seed, "Social dimensions ofrace..."; Dennis N. Valdes, op. cit.

    72 Andrs Lira, Comunidades indgenas frente a la ciudad de M xico Tenochtitlan y Tlate- lolco, sus pueblos y barrios, 1812-1919, Mxico, El Colegio de Mxico-El Colegio de Michoa- cn, 1983.

    73 Gabriel James Haslip, "The Underclass", Cities and Society in Colonial Latin America (Louisa S. Hoberman and Susan M. Socolow, ed.), Albuquerque, University of New Mxico Press, 1986, pp. 285-312; Frederick Shaw, op. cit.

    74 Doris Maxine Ladd, La nobleza mexicana en la poca de la Independencia. 1780-1826, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1984; John M. Tutino, op. cit.

    75 Carlos Marichal Salinas, "Empresarios y finanzas en la ciudad de Mxico; tres estudios de caso desde la poca borbnica hasta 1880", Cincuenta aos de historia de Mxico (Alicia Hernndez Chvez y Manuel Mio, coord:), vol. 1, Mxico, Centro de Estudios Histricos, 1991; John Kicza, Empresarios coloniales...; J. Kicza, "La mujer y la vida comercial en la ciudad de Mxico a finales de la colonia", Revista de ciencias sociales y humanida

  • tra Linda K. Salvucci, pero si numerosos en el siglo xvm como nunca antes: los burcratas son estudiados por Linda Arnold.76

    Por ltimo la familia, que promete tanto al conocimiento de la vida social de aquellos aos, y que seguramente iluminar aspectos que han dejado oscuros las instituciones ms formales de organizacin social, ha sido estudiada en la ciudad por Dolores Enciso, Lourdes Villafuerte, Patricia Seed y Juan Jos Pescador.77

    Gobierno y poltica

    Para una ciudad como la de Mxico que debe sus rasgos ms acusados a su papel poltico como capital, el tema del gobierno y el poder no poda dejar de ser otro de los focos de inters.

    Con la minuciosidad y el cuidado que el mtodo de la historia institucional exige, Guillermo Porras tuvo xito al dar cuenta del primer gobierno de la ciudad de Mxico.78 Pensamos en la etapa fundacional, pues conforme sus estudios avanzaron en el tiempo el tema mismo parece escurrrsele como agua entre las manos.79

    des (Anlisis histrico y sociedad mexicana), Mxico, u a m , Azcapotzalco, vol. n, nm. 4, 1981; Silvia Arrom, Las mujeres de la ciudad...

    76 Linda K. Salvucci, "Costumbres Viejas, 'Hombres Nuevos': Jos de Glvez y la burocracia fiscal novohispana (1754-1800", Historia Mexicana , Mxico, El Colegio de Mxico, vol. xxxiii, nm. 2 (130), octubre-diciembre 1982, pp. 224-264; Linda Arnold, Burocracia y burcratas...

    77 Dolores Enciso Rojas, "Matrimonio y bigamia en la capital del virreinato. Dos alternativas que favorecan la integracin del individuo a la vida familiar social", Familias novohispanas. Siglos x v i al xix, Seminario de historia de la familia, Mxico, El Colegio de Mxico, 1991; Ma. de Lourdes Vilafuerte Garca, "Relaciones entre los grupos sociales a travs de la informacin matrimonial. Ciudad de Mxico 1628-1634", Mxico, Facultad de Filosofa y Letras, u n a m , tesis de licenciatura, 1991; Patricia Seed, Amar, honrar y obedecer en el M xico colonial (Conflictos en torno a la eleccin matrimonial, 1574-1821, Mxico, Cona- culta-Alianza Editorial, 1991, (Coleccin Los Noventa, 72); Juan Javier Pescador, De bautizados a fieles...

    78 Guillermo Porras Muoz, El gobierno de la ciudad de Mxico en el siglo xvi, Mxico, u n a m , 1982 (Serie Historia Novohispana nm. 31)

    79 Guillermo Porras, "El cabildo en la repblica de espaoles"; El municipio en Mxico (coord. Brigitte Boehm), Zamora, El Colegio de Michoacn, 1987, p. 25-38.

  • Porque desde la conformacin del gobierno virreinal, y ms tarde, con la consagracin del nacional, las cosas se complicaron. La multiplicacin de las jurisdicciones, la confusin de las competencias, hicieron

    imposible seguir suponiendo al ayuntamiento -de antes o de despus de la independencia- a cargo del gobierno de la ciudad. En esos tiempos, como ahora, el gobierno de la ciudad era llevado a cabo al mismo tiempo y en confusin con los asuntos del pas. En la etapa colonial, por el virrey, la Audiencia, la Inquisicin, la jerarqua eclesistica. En la etapa nacional la confusin permanece y no se despeja ni con el Imperio, ni con los sistemas federal o central, como lo muestra Andrs Lira en la historia de la formacin del Distrito Federal.80

    Por ello, acercarnos a la comprensin de las maneras como era ejercido este gobierno significa, en parte, rebuscar en los anlisis de otras instituciones lo que podamos discernir como propio de la ciudad. Un ejemplo notable es lo que podemos encontrar en el trabajo de Woodrow Borah sobre el Juzgado de indios, donde avanza no poco al deslindar algo del gobierno especial que sobre la ciudad ejercan el virrey y la Audiencia.81

    Aqu caben los numerosos estudios de historia institucional sobre los virreyes, sobre la Audiencia, los Gobernadores del Distrito Federal, en fin.82 Unas administraciones han sido estudiadas, pero otras, aun instancias estrictamente dedicadas al gobierno de la ciudad como es el caso del Corregidor, sabemos muy poco.

    Con un Estado en formacin, la responsabilidad del gobierno estaba delegada en corporaciones de toda ndole: el ayuntamiento, el consulado, las parcialidades, los conventos, todos participando del gobierno de una ciudad rota en muchos pedazos. Habra, pues, que comprender mucho del funcionamiento de las principales corporaciones que comparten el espacio de la ciudad para acercarnos a entender hasta qu grado ejercan funciones de gobierno. Y de qu manera eran coordinadas

    80 Andrs Lira, La creacin del D istr ito Federal...81 Woodrow Borah, El Juzgado General de Indios en la N ueva Espaa, Mxico, Fondo de

    Cultura Econmica, 1984.82 Vase el apartado "Gobierno y Poltica" en Ma. Dolores Morales el al, Bibliografa

    Ciudad de Mxico. Epoca...

  • por el gobierno superior y si por ello es posible considerarlo, sin ms, el gobierno de la ciudad.83 Los estudios de Andrs Lira sobre las parcialidades de indios son insustituibles para mostrar la complejidad del asunto.84

    Es recomendable releer las viejas historias de las corporaciones: al ayuntamiento se lo ha estudiado en numerosas ocasiones, pero sin olvidar que estamos tratando con la ciudad de Mxico. Quienes han apostado por la permanencia de los contenidos en las viejas formas y han seguido considerando, por ejemplo, al cabildo como lo que fue en el siglo xvi, como el responsable de la ciudad, han encontrado serias dificultades. Los trabajos de Manuel Alvarado Morales pueden ser muestra de ello.85

    Otras tradiciones historiogrficas han preferido otras estrategias. Estudiar el gobierno de la ciudad, mejor que en su estructura administrativa, en el momento de su funcionamiento: frente a desastres naturales como Louisa Hoberman con las inundaciones, Celia Maldonado con las epidemias, durante las crisis polticas como Jonathan Israel o Noel Sto- we con el motn de 1624, o Kishiro Ohgaki o Timothy Anna con la crisis de la Independencia.86

    Obligados como estamos por los vacos historiogrficos a indagar en trabajos, dijramos, ajenos, para reunir lo que se sabe sobre el tema, podemos imaginar que un asunto ineludible como ste del gobierno de la ciudad tiene que aparecer en casi cualquier trabajo sobre la ciudad. La dificultad est en saber evitar visiones simplistas.

    83 Vase Esteban Snchez de Tagle, Los dueos de la calle...84 Andrs Lira, Comunidades indgenas...85 Manuel Alvarado Morales, La ciudad de Mxico ante la fundacin de la armada de Bar

    lovento 1635-1643, Mxico, El Colegio de Mxico, Universidad de Puerto Rico-Recinto de Ro Piedras, 1983.

    86 Louisa Hoberman, "Bureaucracy and Disaster: Mxico City and the Flood of 1629", Journal ofLatin American Studies, Cambridge, vol. 6, nm. 2,1974, pp. 211-230; Celia Mal- donado Lpez, "El control de las epidemias..."; Jonathan Israel, op. cit.; Noel James Stowe, "The tumulto of 1624: Turmoil at Mxico City", Los ngeles, University of Southern California, tesis de doctorado; Kishiro Ohgaki Kodama, "Ayuntamiento de la ciudad de Mxico 1808-1821. La crisis poltica de 1808 y el camino constitucional", Mxico,

    El Colegio de Mxico, tesis de doctorado en historia, 1979; Timothy E. Anna, La cada del gobierno espaol en la ciudad de Mxico, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1981.

  • Los burcratas de Linda Arnold, los criminales de Gabriel Haslip o Michael Scardaville, o la criminalidad de Teresa Lozano, los pobres de Frederick Shaw, las votaciones de este ltimo o de Antonio Annino, los milicianos de Pedro Santoni o de Virginia Guedea, los educandos de Dorothy Tanck, y tantos ms que pueden contribuir en un esfuerzo que fuera comprehensivo para dar con claves de funcionamiento y de organizacin de este muy peculiar gobierno.87

    Slo durante la ocupacin militar de los norteamericanos la ciudad vuelve a respirar con la salida del gobierno federal hacia la ciudad de Quertaro. Elocuentemente, ni Dennis Berge ni Esteban Snchez de Ta- gle parecen haber encontrado mayores dificultades en el acercamiento al que fuera, otra vez, aunque slo por unos meses, un integrado gobierno de la ciudad de Mxico.88

    Las formas culturales

    Otro aspecto importante de las ciudades latinoamericanas en general, pero de la de Mxico en particular, lo constituye su papel de ncleos fundamentales en la creacin y difusin cultural. A partir de ellas surgen y se desarrollan las nuevas ideas, costumbres, valores y modos de vida. En el caso de la ciudad de Mxico esta funcin es primordial por

    87 Linda Arnold, op. cit., Gabriel James Haslip, op. cit., Michael Charles Scardaville, "Crime and the Urban Poor: Mxico City in the Late Colonial Period", University of Florida, tesis de doctorado, 1977; Teresa Lozano Armendriz, La criminalidad en la ciudad de M xico 1800-1821, Mxico, u n a m , 1987; Frederick Shaw, op. cit.; Antonio Annino, "Practi- che crele e liberalismo nella case dello spazio urbano coloniale: il 29 noviembre 1812 a citta del Messico", Quadernu Storici, Italia, 1988, vol. nm. 23 (3), pp. 727-763; Pedro Santoni, op. cit.; Virginia Guedea, "Los indios voluntarios de Fernando vil", Estudios de H is toria moderna y contempornea, M xico , Publicacin eventual del Instituto de Investigaciones Histricas, u n a m , nm. x, 1986, pp. 11-84; Dorothy Tanck de Estrada, La educacin ilustrada, 1786-1836. Educacin primaria en la ciudad de M xico, Mxico, El Colegio de Mxico, 1987.

    88 Dennis E. Berge, "A Mexican Dilemma: The Mxico City Ayuntamiento and the Question of Loyalty 1846-1848" , Hispanic American Historical Review, vol. 50, mayo 1970; Esteban Snchez de Tagle, "La Asamblea municipal de la ciudad de Mxico durante la ocupacin norteamericana", Historias, nm. 27, octubre 1991-marzo 1992, pp. 115-120.

  • que como ciudad primada, se convierte en el centro intelectual desde donde se difunden las formas culturales haca las dems ciudades novohispanas.

    Los estudios generales sobre este tema son contados. Una aportacin sobre el siglo xvi y principios del xvn es la obra de Luis Weckmann que, aunque se refiere a un espacio ms amplio que la ciudad de Mxico, da cuenta de las races medievales de la cultura que conquistadores, misioneros y administradores introdujeron en la Nueva Espaa. Analiza la huella profunda que dejaron en la literatura, el uso del espaol arcaizante, el teatro, msica, educacin, fiestas, procesiones, magia de la ciencia, caballera y ceremonial de la corte virreinal.89

    Lo que conocemos de la poca barroca como forma de vida lo debemos a la obra de Irving A. Leonard, quien penetra en el significado del espritu barroco a travs del estudio de los aspectos culturales, literarios e intelectuales del periodo. Estudia la vida cultural de la ciudad de Mxico, los escritores destacados, los certmenes poticos, el tipo de obras que componan las grandes bibliotecas, el comercio de libros, el teatro y las fiestas.90

    Para el periodo de la Ilustracin contamos con el trabajo de Juan Pedro Viqueira quien se ocupa del cambio en las mentalidades y de las costumbres tradicionales en la ciudad de Mxico y analiza la lucha entablada por el gobierno y la elite para acabar con muchas de las diversiones populares y separar los espacios pblicos de la "gente decente" de los del pueblo.91

    Sobre formas culturales femeninas tenemos los trabajos de Josefina Muriel y Ana Mara Atondo.92 Entre los estudios ms especficos, son numerosos los que se refieren a la educacin e instituciones educativas

    89 Luis Weckmann, La herencia medieval de Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico, 1984. 2 tomos.

    90 Irving A. Leonard, La poca barroca en el Mxico colonial, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1974 (Coleccin popular nm. 129).

    91 Juan Pedro Viqueira, Relajados o reprimidos? Diversiones pblicas y vida social en la ciudad de M xico durante el siglo de las luces, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1987.

    92 Josefina Muriel, Cultura femenina novohispana, Mxico, Instituto de Investigaciones Histricas, u n a m , 1982; Ana Ma. Atondo, "El amor venal y la condicin femenina en el Mxico colonial", Pars, Universidad de Pars I, tesis de doctorado, 1989.

  • y artsticas. Destacan los de Dorothy Tanck sobre la educacin ilustrada, Pilar Gonzalvo acerca de la educacin femenina, Lino Gmez Caedo sobre la de los marginados, Jos Ma. Kobayashi sobre la que impartieron los franciscanos, el libro de ensayos sobre historia de la educacin de Josefina Vzquez y otros autores y las monografas de: Lorenzo Luna Daz sobre la Universidad, Eduardo Bez Macas acerca de la Academia de San Carlos y Pilar Foz y Foz sobre los colegios de la Enseanza.93

    Las monografas sobre intelectuales destacados de la ciudad son tambin numerosas como las de Noem Atamoros sobre sor Juana Ins de la Cruz, Irving A. Leonard acerca de don Carlos de Sigenza y Gn- gora, Louisa Hoberman y Valerie L. Mathes sobre Enrico Martnez, Roberto Moreno de los Arcos acerca de Joaqun Velzquez de Len y Eloisa Uribe sobre Manuel Tols.94 En relacin a las fiestas contamos con los trabajos de Benjamn Flores Hernndez sobre los toros, Guillermo Tovar

    93 Dorothy Tanck de Estrada, La educacin ilustrada...; Pilar Gonzalbo Aizpuru, Las mujeres en la N ueva Espaa. Educacin y vida cotidiana, Mxico, El Colegio de Mxico, 1987; Lino Gmez Caedo, La educacin de los marginados durante la poca colonial: escuelas y colegios para indios y mestizos en la N ueva Espaa, Mxico, Editorial Porra, 1982; Jos Ma. Kobayashi, La educacin como conquista, empresa franciscana en M xico, Mxico, El Colegio de Mxico, 1974; Josefina Z. Vzquez et al., Ensayos sobre historia de la educacin en Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico, 1981; Lorenzo Luna Daz, et al., H istoria de la Universidad colonial: avances de investigacin, Mxico, Coordinacin de Humanidades, Centro de Estudios sobre la Universidad, u n a m , 1987; Eduardo Bez Macas, Fundacin e historia de la Academia de San Carlos, Mxico d d f , 1974; Pilar Foz y Foz, La revolucin pedaggica en N u e va Espaa: 1754-1820 (Ma. Ignacia de Azlor y Echeverz y los colegios de la Enseanza), Madrid, Instituto de Estudios Americanos Gonzalo Fernndez de Oviedo del csic, 1981,2 vols.

    94 Noemi Atamoros, Sor Juana Ins de la Cruz y la ciudad de M xico, Mxico, d d f , 1975 (Coleccin popular Ciudad de Mxico nm. 25); Irving A. Leonard, Don Carlos de Sigenza y Gngora; Un sabio mexicano del siglo x vu , Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1984; Louisa Hoberman, "Enrico Martnez: impresor e ingeniero. Nueva Espaa, siglos xvi y xvu", Lucha por la supervivencia en la Amrica colonial (David Sweet y Gary B. Nash), Mxico Fondo de Cultura Econmica, 1987, pp. 423-434; Valerie L. Mathes, "Enrico Martnez of New Spain", The Americas, Washington, vol. 33, nm. 1, julio-septiembre 1976, pp. 62- 77; Roberto Moreno de los Arcos, Joaqun Velzquez de Len y sus trabajos cientficos sobre el Valle de M xico 1773-1775, Mxico, Instituto de Investigaciones Histricas, u n a m , 1977 (Serie historia novohispana 25); Eloisa Uribe, Tols. Hombre de la Ilustracin, Mxico, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Instituto Nacional de Bellas Artes, 1990.

  • de Teresa acerca de las fiestas reales, Ricardo Prez Monfort sobre la fiesta y los bajos fondos y Miguel Civeira Taboada sobre las fiestas de Corpus Christi.95

    Crnicas

    Los relatos picos de los aos que siguieron a la conquista, los de la reconstruccin de la ciudad de Mxico y su consolidacin como capital del imperio, de su grandeza, diversidad y del hecho de ser el centro en el que ocurrieron los cambios fsicos, polticos y culturales, fueron plasmados por los cronistas, cubriendo casi totalmente los trescientos aos de vida colonial. Y estas historias de la ciudad, las crnicas, siguen interesando.96

    Interesan porque constituyen visiones generales de la ciudad, porque complementan las particulares que ofrecen las fuentes de los archivos y porque cubren casi todo el periodo. As, las crnicas continan siendo parte importante en las investigaciones sobre la historia de la ciudad: como apoyo, como complemento o bien como documento que no requiere de anlisis, tal es el caso de varios libros que han aparecido en los ltimos veinte aos, cuyo objetivo es recopilar lo que se dice en las crnicas acerca de algn tema.97

    Muestra del inters y vigencia que tienen las crnicas la da el hecho de que en las ltimas dos dcadas, con excepcin de algunas del siglo xvn de caracter religioso, hayan aparecido reediciones de todas las obras de los cronistas.

    95 Benjamn Flores Hernndez, La ciudad y la fiesta. Tres siglos y medio de tauromaquia en Mxico, 1525-1867, Mxico, se p- in a h , 1986, (Coleccin regiones de Mxico); Guillermo Tovar de Teresa, "Arquitectura efmera y fiestas reales, La jura de Carlos iv en la ciudad de Mxico 1789, A rtes de M xico, Mxico, Nueva poca, nm. 1, otoo de 1988, pp. 43-55; Ricardo Prez Montfort, "La fiesta y los bajos fondos, Aproximaciones literarias a la transformacin de la sociedad urbana en Mxico" La ciudad de Mxico en la primera mitad del siglo xix, tomo 2, Instituto Jos Ma. Luis Mora, 1994, pp. 411-440; Miguel Civeira Taboada, "Las fiestas de Corpus Christi en la ciudad de Mxico durante el siglo xvi", Estudios histricos, Guadalajara, Epoca m, nm. 10, junio 1979, pp. 3-10.

    96 Vase el apartado "Crnicas", Ma. Dolores Morales et al., Bibliografa...97 Vase el apartado "Libros sobre crnicas", Ma. Dolores Morales et al., Bibliografa...

  • Por ltimo un papel importante dentro de las crnicas lo ocupa la literatura viajera que, aunque aparece desde la poca colonial, tiene su mayor auge en el siglo xix al romperse la dependencia de nuestro pas con Espaa e iniciarse la poltica de penetracin econmica de las potencias europeas y norteamericanas.

    Los libros de viajeros constituyen as una fuente valiosa para el estudio de la historia de la ciudad de Mxico, porque contienen los testimonios de la imagen que tuvieron de la ciudad y de su poblacin los extranjeros que la visitaron y una amplia informacin sobre los aspectos econmicos, polticos y sociales, de gran ayuda, en la reconstruccin de nuestro pasado histrico.98

    Con ello, por fin, creemos haber dejado cubiertas las temticas fundamentales de la historiografa de nuestra ciudad capital, que sigue siendo, a pesar de todo una historia urbana en ciernes.

    98 Ma. Dolores Morales, et a l , "Viajeros extranjeros y descripciones de la dudad de Mxico, 1800-1920", Fuentes para a historia de la ciudad de M xico 1810-1979 (A. Moreno Toscano y S. Lombardo, coords.), vol. i, Siglo xix- i n a h , 1984.