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1 LA ACCION COLECTIVA JUVENIL COMO EXPRESIÓN DE CIUDADANIA RICARDO DELGADO S. 1 . 1. Introducción El estudio de la acción colectiva juvenil como construcción social que alude al proceso de coordinación de acciones entre individuos, organizaciones y movimientos sociales, dirigido a influir de alguna manera el contexto sociopolítico y cultural, ha experimentado un notable desarrollo y ha adquirido una gran relevancia en las ciencias sociales. La causa de este interés radica en las profundas transformaciones de las sociedades a nivel de su estructura de los sistemas políticos, como consecuencia de la perdida de credibilidad en las instituciones políticas formales, en los partidos tradicionales y en el agotamiento de los mecanismos electorales como únicas formas de expresión ciudadana. Paradójicamente el debilitamiento y el acotamiento de la esfera de lo político- publico que investigadores como M Cavarozzi (1993) M .T Uribe(2001) y N. Tenzer (1992) han denominado como la erosión de la matriz estado-céntrica, ha dado lugar al advenimiento de otros territorios socio-céntricos, donde hoy se instala un renovado patrón de politización y de expansión de la participación en la vida pública, donde los diversos movimientos sociales actuando como agentes dinámicos, han tenido mucho que ver con los cambios generados a nivel de la cultura política, en la configuración de nuevas identidades Psicologo. Magíster en Desarrollo Educativo y Social, Universidad Pedagógica Nacional- CINDE. Doctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Universidad de Manizales- CINDE 2005. Docente Facultad de Educación, Universidad Javeriana, Bogotá. [email protected]

La acción colectiva juvenil como expresión de la ciudadanía

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    LA ACCION COLECTIVA JUVENIL COMO EXPRESIN DE

    CIUDADANIA

    RICARDO DELGADO S.

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    .

    1. Introduccin

    El estudio de la accin colectiva juvenil como construccin social que alude al

    proceso de coordinacin de acciones entre individuos, organizaciones y movimientos

    sociales, dirigido a influir de alguna manera el contexto sociopoltico y cultural, ha

    experimentado un notable desarrollo y ha adquirido una gran relevancia en las ciencias

    sociales. La causa de este inters radica en las profundas transformaciones de las

    sociedades a nivel de su estructura de los sistemas polticos, como consecuencia de la

    perdida de credibilidad en las instituciones polticas formales, en los partidos tradicionales

    y en el agotamiento de los mecanismos electorales como nicas formas de expresin

    ciudadana.

    Paradjicamente el debilitamiento y el acotamiento de la esfera de lo poltico-

    publico que investigadores como M Cavarozzi (1993) M .T Uribe(2001) y N. Tenzer

    (1992) han denominado como la erosin de la matriz estado-cntrica, ha dado lugar al

    advenimiento de otros territorios socio-cntricos, donde hoy se instala un renovado patrn

    de politizacin y de expansin de la participacin en la vida pblica, donde los diversos

    movimientos sociales actuando como agentes dinmicos, han tenido mucho que ver con los

    cambios generados a nivel de la cultura poltica, en la configuracin de nuevas identidades

    Psicologo. Magster en Desarrollo Educativo y Social, Universidad Pedaggica Nacional- CINDE. Doctor en

    Ciencias Sociales, Niez y Juventud, Universidad de Manizales- CINDE 2005. Docente Facultad de

    Educacin, Universidad Javeriana, Bogot. [email protected]

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    colectivas y en la redefinicin del sentido de la ciudadana; replanteando as las prcticas,

    las organizaciones, los discursos y las formas de accin colectiva.

    En el contexto Colombiano, estudios como los realizados Escobar, (2003) y Meja y

    Londoo (1994); Perea (1999) y Salazar (1998) llaman la atencin en la necesidad de

    interpelar algunas percepciones e imaginarios que recalcan sin mayor respaldo investigativo

    la apata de los jvenes a involucrase en el mbito de la poltica y en general con los

    asuntos pblicos, desconocimiento la emergencia de renovadas formas de insercin y

    expresin de su accin colectiva, que situadas en dinmicas de tensin entre la inclusin y

    la exclusin, la integracin social y la diversidad cultural, pretenden resignificar el sentido

    de su ciudadana.

    Por este motivo, y con el animo de aportar algunas categoras que enriquezca el

    anlisis y comprensin de la accin colectiva juvenil como mbito de resignificacin de la

    ciudadana, la tesis central a desarrollar en esta reflexin, parte por reconocer que los

    movimiento, las organizaciones y los agrupamientos de jvenes demandan ser concebidos

    como agencias de significacin colectiva, que difunden renovados significados en la

    sociedad a travs de diversos formas de accin colectiva A. Melucci (1989). Con el

    anterior planteamiento se quiere destacar en los colectivos de jvenes su capacidad

    movilizadora para construir discursos, repertorios culturales y territorios de significacin de

    lo poltico-publico, entendido ste, como espacios de tramitacin de problemas, escenario

    de visibilizacin de distintos pblicos y en donde tiene lugar el reconocimiento y la

    afirmacin de diversas identidades colectivas.

    De ah que la accin colectiva como expresin de la capacidad reflexiva de los

    movimientos y organizaciones sociales de jvenes, es bsica para entender su relacin con

    el cambio social, en la medida en que esta relacionado con el potencial de agenciamiento

    de los colectivos de jvenes para construir marcos de interpretacin de la realidad, incidir

    en la opinin pblica y producir trasformaciones en los acervos de conocimientos y

    prcticas que circulan en la cultura poltica; incorporando criterios de reconocimiento y

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    legitimidad para valorar y juzgar desde sus expresiones colectivas de ciudadana

    situaciones de exclusin y subordinacin social, cultural y poltica.

    El desarrollo del planteamiento central demanda en esta oportunidad resaltar una de

    las perspectivas tericas ms relevantes en la actualidad en el estudio de los nuevos

    movimientos sociales, como lo es, el enfoque de los marcos de accin colectiva; lo anterior

    con el fin de identificar sus postulados y establecer un conjunto de categoras que permitan

    adelantar un anlisis de los procesos de movilizacin y participacin juvenil en la

    construccin de espacios pblicos, donde sea posible expresar una ciudadana juvenil que

    se teje en la dinmica contradictoria de la integracin social y la diversidad cultural, en

    aras de ganar visibilidad y reconocimiento. De igual manera se traern a colacin algunos

    resultados del estudio adelantado con varias organizaciones sociales de jvenes para

    establecer los aspectos relevantes en la configuracin de los marcos de injusticia, los

    referentes sobre los cuales se afirma la identidad colectiva, y los factores que se asocian con

    la capacidad de agencia.

    2. La teora de los marcos de la accin colectiva, una perspectiva de aproximacin a

    las expresiones de la ciudadana juvenil.

    Estudiosos de los nuevos movimientos sociales, como Klandermans (1994), Snow

    (1992), Melucci (1994) y Gamson (1992), entre otros han sealado que el origen de las

    nuevas formas de expresin colectiva, estn ms vinculadas con aspectos sociales como la

    edad, el gnero, la orientacin sexual, o la pertenencia a grupo sociales o sectores

    profesionales y no a ciertas estructuras formales de tipo ideolgico y partidista. Ellos

    reconocen este nfasis como un indicador de cambio en las reivindicaciones de los

    movimientos sociales, las cuales se desplazan de los factores econmicos que las

    caracterizaban, hacia otro tipo de problemas y de intereses ms centrados en la cultura, en

    el reconocimiento de la identidad individual y social, en el medio ambiente, en la justicia,

    en la promocin de los derechos humanos, en la estructura tradicional de los roles en la

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    familia, en la seguridad colectiva de los ciudadanos, entre otros aspectos, por lo cual han

    asignado el adjetivo de movimientos de la identidad.

    Por este motivo, han situado en el primer plano de anlisis el interrogante de

    saber como y por que se mantienen unidos los integrantes de un movimiento social, y por

    que valoran su participacin como lo ms apropiado B. Klandermas, (1991). Este inters

    compartido que tiene como fundamento ciertos postulados de la corriente interaccionista-

    constructivista2, se distancia de ciertos enfoques funcionalistas o estructuralistas, en la

    medida en que no busca correlaciones causales entre los movimientos y las organizaciones

    sociales y los cambios estructurales que se producen en el contexto en que surgen; sino que

    por lo contraro, el nfasis radica en conocer los procesos a partir de los cuales los

    individuos confieren sentido a su accin colectiva de manera que podamos entender por

    que las personas participan en ellos. Lo anterior exige centrar el anlisis en los procesos de

    interaccin a partir de los cuales se construye los marcos de significados con los que

    interpretan y se identifican los seguidores de un colectivo social, y considerar el impacto

    que estos tienen en su concepcin de si mismos y de los otros.

    En efecto, esta preocupacin por comprender de manera mas integral el fenmeno

    de la accin colectiva de los nuevos movimientos y organizaciones sociales, llama la

    atencin en considerar como perentorio en esta oportunidad, el centrar tambin el anlisis

    en el por que los integrantes de un colectivo de jvenes le atribuyen sentido y significado a

    2 Los supuestos de la perspectiva constructivista en el estudio de los movimientos sociales y la accin colectiva, son: a) La concepcin del movimiento social como un proceso de construccin social sujeto a continuos cambios, y como un objeto de estudio en s mismo, que no puede explicarse simplemente por las condiciones estructurales del contexto en que surge, sino tambin considerando los factores culturales. b) El nfasis se centra en los procesos de definicin colectiva de los problemas que motivan la participacin en el movimiento. c) As mismo, se reconoce la capacidad de reflexividad de los movimientos para revisar permanentemente los supuestos, fines y adaptarlos a las cambiantes situaciones que motivan las formas de accin colectiva. De los anteriores enunciados se desprende el foco de anlisis por la construccin interactiva o relacional de la realidad social, donde los movimientos sociales tienen la capacidad para crear nuevas normas y significados sociales; sin embargo esta capacidad puede ser constreida por aspectos estructurales que a su vez, son construcciones histricas modificables. De igual manera, la dimensin cultural adquiere relevancia en el estudio de la accin colectiva, en la medida en que los valores y significados en los que se articula la legitimidad de las normas sociales son cambiantes. De ah el inters por los procesos de enmarcamiento donde los actores sociales definen sus marcos de interpretacin con base en un conjunto de creencias y valores que definen el sentido de la accin colectiva, configurando paulatinamente repertorios modulares de contestacin.

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    su vinculacin y participacin en agrupamientos, organizaciones y movimientos sociales.

    Con lo anterior se busca situar el proceso de anlisis de la accin colectiva juvenil en el

    contexto de la interaccin social, lo que implica reconocer que las prcticas juveniles no es

    una cuestin restringida exclusivamente a la esfera de un individuo aislado, quien responde

    de manera mecnica a los estmulos del entorno, sino por el contrario, requiere comprender

    que su manifestacin y proyeccin social es una construccin derivada de los intercambios

    y vnculos que se suscitan entre los miembros de un colectivo social.

    De esta manera, se empieza a perfilar una renovada perspectiva de los procesos

    enmarcadores3 que recupera la dimensin cultural como un lugar y como un elemento

    importante en el estudio de la accin colectiva juvenil. De tal enfoque se deriva entonces, la

    posibilidad de abordar los movimientos, las organizaciones y los agrupamientos sociales de

    jvenes como focos generadores de significados colectivos, los cuales desempean desde

    su capacidad reflexiva e interpretativa, un papel relevante en la construccin de las

    sociedades.

    Con el concepto de proceso enmarcador se hace referencia a los esfuerzos

    conscientes realizados por un grupo de jvenes vinculados a una organizacin o

    movimiento social, en forjar formas compartidas de considerar el mundo y desde ah,

    legitimar sus posturas interpretativas de las problemticas y justificar en consecuencia su

    accin colectiva. Investigadores como Snow y Gamson (1992) adoptaron el concepto

    enmarcado, para referirse a los marcos de accin colectiva como la serie de significados

    y creencias orientados a la accin que inspiran y legitiman las actividades y campaas del

    movimiento social, haciendo posible el vnculo de los individuos con la organizacin.

    De esta manera, el contar con referentes analizadores compartidos facilita a los

    integrantes de un colectivo social entender un aspecto bsico en la movilizacin poltica,

    3 En su esfuerzo por dilucidar los aspectos cognitivos de la accin colectiva, investigadores como Snow, Benford y

    Gamson entre otros, adoptaron el anlisis de los marcos de referencia -el enmarcado-, elaborado inicialmente por el socilogo Irving Goffman (1974) para ilustrar la forma en que los miembros de los movimientos confieren sentido a sus mundos sociales. Para estos investigadores, un marco de referencia es un esquema interpretativo que simplifica y condensa el mundo exterior al sealar y codificar selectivamente los objetos, situaciones, acontecimientos, experiencias y las acciones que se han producido en el entorno presente o pasado de cada individuo o grupo.

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    ste es: la identificacin de las situaciones sociales como problemticas. Por ende, se

    deduce que las situaciones de adversidad que enfrenta una comunidad o grupo, no vienen

    definidas de antemano como justas o injustas, legtimas o ilegtimas, ya que es la

    construccin social de marcos interpretativos de la realidad, lo que permite que la

    organizacin o el movimiento social las pondere de una u otra manera.

    En este orden de ideas, se desprende que para este enfoque, los procesos

    enmarcadores deben asumirse como un proceso de construccin social de tipo colectivo

    sujeto a cambios y trasformaciones, lo cual va incidir de manera significativa, en la

    evolucin y consolidacin de los movimientos o organizaciones juveniles y en especial, en

    la capacidad para enfrentar los retos y lograr su sostenibilidad. De ah la relevancia que

    tienen las ideas y el conjunto de creencias compartidas respecto de la accin colectiva,

    como requisito previo a la movilizacin.

    En consecuencia, desde esta vertiente se subraya que la configuracin de los marcos

    de interpretacin orientadores de la accin colectiva, conlleva una construccin social que

    incluye valores, smbolos o conceptos existentes en la sociedad y que reelaborados por los

    miembros de un colectivo, a travs de su permanente interaccin, estimulan y sostienen la

    movilizacin de un grupo. De acuerdo con estos planteamientos, la creacin de marcos para

    la accin promueve, entre otros aspectos, la unidad, la identidad y la autoestima del

    colectivo. Por otra parte, se reconoce tambin que desde los marcos interpretativos de la

    realidad social, las organizaciones sociales proyectan, entre sus miembros y hacia afuera, la

    legitimidad de sus impugnaciones, reivindicaciones o demandas.

    Es de anotar que las aportaciones de Gamson a la teora de los marcos de accin

    colectiva se sustentan en su concepcin constructivista de la realidad social y de considerar

    a los actores sociales movimientos, organizaciones de jvenes- con capacidad de

    reflexividad, lo que los capacita para comprender crticamente su propia experiencia y los

    impulsa a intervenir en la misma para trasformarla. El reconocimiento de esta capacidad de

    reflexividad, llevo posteriormente a Gamson a identificar de manera ms elaborada tres

    componentes centrales de los marcos de accin colectiva: los marcos de injusticia, que

    designa el inventario de orientaciones cognitivas y afectivas que un actor o movimiento

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    social define y utiliza para comprender una adversidad como una situacin de inequidad;

    la identidad, que alude al proceso de definir referentes de reconocimiento colectivo que

    permita a la organizacin construir un concepto de si mismo, que lo diferencia de otros y

    en especial de sus adversarios; y la capacidad de agencia referida a la conciencia del actor

    social respecto al sentido de xito y eficacia de su accin para trasformas las condiciones

    ligadas a la problemtica.

    2.1 Aspectos relevantes de los marcos de accin colectiva en las expresiones de

    ciudadana juvenil:

    2.1.1 Marcos de Injusticia

    Para empezar a exponer cada uno de los aspectos enunciados y siguiendo a Gamson

    (1992), puede afirmarse que los marcos de injusticia parten del siguiente supuesto y es que

    los problemas sociales no constituyen en s mismos hechos objetivos. De acuerdo con esto,

    muchas situaciones que podran definirse como socialmente problemticas nunca llegan a

    ser percibidas de esta manera por las personas que las sufren.

    Por esta razn, para investigadores como Klandermans (1994) y Gamson (1992)

    resulta imprescindible que las personas se sientan agraviadas por una situacin determinada

    y crean que la accin colectiva puede contribuir a encontrar su solucin. Por ende, esta

    perspectiva plantea que sin la posibilidad de establecer un marco interpretativo de injusticia

    resulta improbable que la los colectivos de jvenes se movilice, as cuente con las

    oportunidades para hacerlo. Por este motivo y para que surja la conciencia de pertenecer a

    un colectivo de personas afectadas, se requiere que stas transiten de la situacin

    problemtica hacia la configuracin de un marco de injusticia.

    Desde ese sentido, las investigaciones efectuadas en este campo evidencian que la

    accin colectiva demanda un cambio cognitivo en la manera como las y los jvenes

    perciben una condicin problemtica. All se seala que los marcos de injusticia

    desempean un papel clave para motivar la participacin de los potenciales seguidores de

    una organizacin o movimiento en defensa de lo que consideran un derecho.

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    A lo anterior hay que aadir la importancia de reconocer que la configuracin del

    componente de injusticia no slo refleja un juicio intelectual y cognitivo sobre lo que es

    equitativo o no, sino que tambin encierra una alta carga emotiva y afectiva vital en los

    colectivos de jvenes, relacionada con la indignacin, la empata, la amistad, la bsqueda

    de seguridad como factores necesarios en cualquier tipo de movilizacin social.

    En esta misma perspectiva, Sabucedo (1996) considera que adems de la percepcin

    de injusticia causada por una situacin social determinada, es necesario para que el

    descontento pueda traducirse en accin poltica, que se responsabilice de esa situacin a

    algn agente externo representado en el gobierno o en otro grupo social. Si no se da ese

    proceso de atribucin externa la movilizacin carece de sentido. Por lo tanto, la

    identificacin de un culpable o adversario posibilita la aparicin de sentimientos de ira e

    indignacin que se convierten en factores desencadenantes de la accin colectiva.

    Estudios como los adelantados por R. Delgado (2005) analizando diversas

    organizaciones de jvenes en ciertos contextos comunitarios en Colombia, en relacin a la

    configuracin de sus marcos de injusticia, encontr que si bien los procesos de

    agrupamiento juvenil se construyen alrededor de ciertas necesidades y adversidades ligadas

    a sus contextos comunitarios, stas se asocian en una dimensin que opera como una gran

    consigna nucleadora, esto es, la idea de futuro incierto que define un conjunto de paradojas

    sociales en la cotidianidad de los jvenes de hoy. Este futuro incierto que encarna mltiples

    contradicciones, se ha constituido de acuerdo a Robert Castel (1995), en la cuestin social4

    de las organizaciones y movimientos juveniles.

    Frente a los marcos de injusticia, el estudio revela como las organizaciones

    perciben, desde la propia condicin juvenil, diversas lecturas de sus contextos. Estas

    percepciones de su realidad se asumen como paradojas y centran su atencin en tres lugares

    esenciales que demarcan un futuro incierto: en primer lugar, se esboza la contradiccin

    existente entre el crecimiento econmico y la inequidad en la distribucin del ingreso; en

    4 Para este autor, el concepto de cuestin social hace referencia a un momento esencial, en que aparece una disfuncionalidad de la sociedad donde se expresa un divorcio casi total entre un orden jurdico-poltico fundado en el reconocimiento de los derechos del ciudadano, y un orden econmico que supone miseria y desmoralizacin masiva. Se funde entonces la conviccin de una amenaza al orden poltico y al orden moral que lo sustenta, generando una gran conmocin del mundo (p. 52)

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    segunda instancia enuncian su preocupacin por el marcado avance tecnolgico de los

    ltimos tiempos y la inequidad en la distribucin del conocimiento, y finalmente, alcanzan

    a plantear el contrasentido entre el auge de la democracia y el debilitamiento de lo

    poltico/pblico.

    En este orden de ideas, los y las jvenes identifican una serie de situaciones

    asociadas a su vida y a sus comunidades. Y dentro de ellas, las problemticas ms

    acuciantes son el desempleo, el subempleo, la pobreza y la marginalidad social, los diversos

    tipos de violencia y denuncian tambin su escepticismo frente a las prcticas polticas de

    sus autoridades y lderes comunitarios. Bajo esta ptica, se identifican entonces como

    posibles agentes externos causantes de su adversidad a la clase poltica local/nacional, al

    Estado y a sus representantes -como garantes del bienestar comn-, a las autoridades, a los

    adultos -incluyendo a sus propias familias-, y a otros grupos de jvenes.

    El estudio concluye que si bien los jvenes no conforman una categora homognea

    y por lo mismo no comparten los mismos modos de insercin en la estructura social, si es

    posible, pese a la profunda heterogeneidad proveniente de aspectos econmicos y

    culturales, establecer un espacio de convergencia donde las distintas problemticas que los

    identifican sean asumidas como situaciones de injusticia, a la vez que den sentido y

    justifiquen sus diversos campos de accin colectiva.

    De ah se deriva la importancia conferida a los marcos de injusticia para promover

    culturas polticas alternativas, en la medida en que stos se convierten en marcos

    articuladores -patrones o maestros- que sirven para propiciar alianzas y acuerdos

    programticos de convergencia entre diferentes organizaciones o movimientos sociales. El

    ejemplo ms visible de esta afirmacin es el actual marco dominante a favor de la defensa y

    promocin de los derechos civiles, sociales, polticos y culturales que ha sido adoptado

    como plataforma por movimientos de mujeres, jvenes, grupos tnicos y homosexuales,

    como base fundante de su accin colectiva.

    A la par tambin se dir que los marcos de injusticia desvelan un conjunto de

    valores y principios que paulatinamente se convierten en recursos de significacin pblica,

    a los cuales se acude para orientar y fundamentar las acciones colectivas de otros actores en

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    contextos socioculturales diversos. En otras palabras, lo que desea subrayarse es el hecho

    de que la configuracin de marcos de injusticia, como factor relevante en los procesos de

    movilizacin, convierte a las organizaciones juveniles en fuentes de recursos culturales que

    nutren de manera ms o menos permanente, los distintos momentos y tiempos que conlleva

    la construccin de las redes sociales. De ello se deriva que la presencia de marcos de

    injusticia vistos como repertorios culturales5, se constituye en un referente potente sobre el

    cual las prcticas juveniles se proyectan como iniciativas ciudadanas.

    Si bien las organizaciones y los movimientos sociales de jvenes suelen

    desarrollarse dentro de estratos sociales y lugares geogrficos y comunitarios particulares,

    es previsible que sus formas de interpretar la realidad reflejen esos orgenes al menos

    inicialmente. Sin embargo, el amplio universo simblico de las actuales culturas polticas

    agenciadas por distintos actores sociales, permite que muchos discursos tengan la

    posibilidad de intercambiar sus contenidos y enunciados; de ah se deriva el hecho de

    encontrar colectivos de jvenes integrando y participando en distintos movimientos sociales

    a favor de demandas ligadas a derechos culturales, de genero, ambientales, polticos,

    econmicos entre otros.

    As pues, gracias al despliegue y al reconocimiento de la accin colectiva juvenil es

    posible construir unos marcos nucleadores de donde se deriven unos principios de justicia

    que provean unos parmetros que amplen la restringida nocin formal de la ciudadana, los

    cuales acten cmo fundamento central para nutrir con nuevas voces y prcticas la esfera

    poltica. Siendo as, es necesario destacar que el potencial de controversia inherente a la

    accin colectiva juvenil estar supeditado, en alguna medida, a la capacidad de generar

    pautas de reconocimiento y legitimidad para valorar y juzgar las situaciones de injusticia, y

    en consecuencia, justificar y producir cambios en el orden social, donde la titularidad de los

    derechos se constituye en una exigencia y en una responsabilidad pblica que presiona la

    ampliacin y profundizacin democrtica y la expansin de la ciudadana.

    5 Es un concepto cultural vinculado a la capacidad de produccin simblica y de significaciones que producen las

    organizaciones y movimientos sociales para incidir y crear oportunidades polticas en el entorno y afectar la cultura poltica.

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    Por ende, en la medida en que los marcos de injusticia se alcen como referentes

    colectivos de lectura e interpretacin de las situaciones sociales catalogadas como

    problemticas y orienten la accin colectiva juvenil, puede afirmarse que stos apuntan a la

    extensin y profundizacin de la democracia en sus territorios ms cercanos como la

    comunidad, y lo local. En ltimas, lo que se proponen es afectar la estructura de

    oportunidades polticas, descubriendo relaciones de exclusin y desigualdad en escenarios

    que van ms all del rgimen poltico tradicional. De igual manera inciden en la

    redefinicin del sentido de la nocin de ciudadana, cuyo punto de partida es la concepcin

    del derecho a tener derechos.

    Esta idea supone la constitucin de sujetos sociales activos en la ampliacin del

    espacio poltico que no slo exprese una estrategia poltica, sino tambin una poltica

    cultural6 que incluye la invencin y creacin de visiones acerca de la sociedad

    democrtica, vista como el derecho a ejercer la participacin en medio de la tensin y el

    desfase entre un discurso de la integracin social que no logra impactar las trayectorias

    de los jvenes y no les reconoce el estatuto de productores de subjetividad; y un discurso

    de la diversidad que no logra problematizar todas las culturas juveniles y refuerza an la

    exclusin de lo cultural en el discurso de la integracin J . Sandoval (2003)

    En este orden de ideas, las implicaciones simblicas que tienen los marcos de accin

    colectiva juvenil en la construccin de una cultura poltica7, radican en la configuracin de

    referentes interpretativos alternativos, que a la vez que encarnan diferentes significados y

    6 Lo anterior supone que la accin colectiva conlleva la definicin de una poltica simblica, o en palabras de Evelina

    Dagnino, de una poltica cultural, para referirse a las luchas por el poder interpretativo que se desatan cuando entran en conflicto distintos universos simblicos sobre lo poltico. Por consiguiente, el concepto de poltica cultural es importante para evaluar el alcance de las luchas de los movimientos sociales por la democratizacin de la sociedad, y para resaltar las implicaciones menos visibles de dichas acciones en la renovacin del sentido de la ciudadana. De igual manera, Dagnino (2001 citada en Escobar, lvarez y Dagnino, 2001) sostiene que los cuestionamientos culturales no son meros subproductos de las luchas sociales, sino ms bien elementos constitutivos de los esfuerzos orientados hacia nuevas definiciones del significado y de los lmites del propio sistema poltico por parte de los movimientos y organizaciones sociales (p. 27) 7 El concepto de culturas polticas es concebido como: el acervo de conocimientos, saberes y prcticas que configuran la construccin de universos polticos diversos que los actores sociales producen, y desde los cuales se anima el tejido de relaciones, confrontaciones e intercambios de significados, en torno a la construccin colectiva de un orden social; constituyendo tambin contextos plurales de significacin y enunciacin de las identidades polticas, desde las cuales se interpreta el mundo de la poltica y se orientan las formas de organizacin y manifestacin de la accin poltica de los actores sociales en la esfera de lo pblico.

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    prcticas sociales, buscan incidir y trasformar las representaciones hegemnicas que

    unvocamente legitiman el poder social. Es por esto que, cuando los colectivos de jvenes

    despliegan desde sus prcticas conceptos alternativos de inclusin, genero, diversidad

    cultural, opciones sexuales, equidad, justicia, democracia, medio ambiente, ciudadana, que

    interpelan y confrontan significados culturales dominantes, estn desplegando una poltica

    cultural a partir de los marcos de accin colectiva.

    2.1.2 Identidad Colectiva

    Ahora bien para abordar el tema de la identidad colectiva como aspecto que

    potencia la conformacin de organizaciones y movimientos sociales, puede decirse que

    concebir a stos los colectivos de jvenes- como agencias de significacin colectiva

    (Melucci y Gamson), entraa un reconocimiento de las estrechas relaciones entre los

    procesos de creacin de marcos de referencia y la propia construccin de identidades

    colectivas. Hacer una afirmacin como la anterior, supone destacar la capacidad de las

    organizaciones y movimientos juveniles para crear espacios de significacin sobre los

    cuales se configura la identidad colectiva, la cual define y valora lo que se es y lo que no.

    En palabras de Torres (2002), sta se refiere al conjunto de atributos, de semejanzas y

    diferencias que limitan la construccin simblica de un nosotros frente a un ellos.

    En otros trminos, la identidad colectiva implica que los miembros de un grupo,

    organizacin o movimiento definan y proporcionen vocabularios, marcas o rasgos

    distintivos que impriman un sentido de pertenencia, para que los participantes y

    simpatizantes construyan sus identidades individuales de tal forma, que se unan entre s en

    un contexto ms amplio, como el ofrecido por las experiencias colectivas.

    Esto lleva a concebir las identidades colectivas como entidades interactivas,

    producto de los procesos relacionales de intercambio y negociacin de individuos o

    grupos, en el esfuerzo mancomunado por trazar caminos que orienten la accin colectiva de

    sus miembros. Dichos referentes promueven la unidad y el sentido de pertenencia de sus

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    asociados. Sobre este aspecto Melucci (1989), quien es uno de los autores ms interesados

    en esta problemtica, entiende la identidad colectiva como una definicin compartida de la

    realidad grupal y su posibilidad de cambio. Por consiguiente, y trayendo este autor afirma

    que la creacin de nuevas identidades tiene lugar a travs de las interacciones, en lo que

    denomina redes sumergidas8, dentro de las cuales se crea una definicin de la situacin

    grupal.

    Se entiende as que este investigador conciba dichas redes como unos verdaderos

    laboratorios culturales, en tanto propician el surgimiento de interpretaciones alternativas

    de la realidad mediadas por el intercambio entre los actores sociales. Este suceso los hace

    visibles y formaliza su accin colectiva en discursos manifiestos en el curso de un proceso

    dinmico de activacin de relaciones sociales, el cual pone en contacto a los actores en una

    permanente negociacin.

    Desde esta mirada, puede afirmarse adems, que la identidad colectiva como

    definicin interactiva, ofrece smbolos y representaciones compartidos, que permiten la

    construccin de relatos que dinamizan la memoria colectiva al afirmar y recrear

    permanentemente la nocin de un nosotros que impulsa a las organizaciones y

    movimientos sociales de jvenes, demarcando sus alcances, las fronteras y su ubicacin

    pblica en el espacio social.

    Por ende, debe ponerse el acento en la necesidad de reconocer como elemento

    dinamizador y estructurador de los procesos organizativos de los jvenes, los aspectos

    socio-culturales que operan como parmetros de reconocimiento y de identificacin en sus

    espacios, estableciendo criterios para la cohesin interna y su vinculacin hacia el contexto

    inmediato.

    Es prioritario contemplar, por lo tanto, que el proceso inmanente a la configuracin

    de la identidad colectiva de los jvenes, exige incluir como dimensin analtica de las

    expresiones de la ciudadana juvenil, la concerniente a los referentes culturales y estticos.

    8 Melucci define las redes sumergidas como aquellos grupos o sub-grupos que tejen vnculos y redes de intercambio de conocimientos y experiencias en su vida cotidiana, las cuales estas presentes en los distintos tipos de agrupamiento juvenil (p. 127)

  • 14

    Una primera consideracin a tener en cuenta se asocia a ciertas adscripciones

    identitarias9, en tanto el proceso de agregacin juvenil establece conexiones con la

    apropiacin y resignificacin efectuada por los jvenes, acerca de sus consumos culturales

    durante el trance por encontrar su sentido como colectivos.

    En consecuencia, el consumo cultural y su relacin con las distintas formas

    organizacionales de los jvenes, se refiere al proceso por medio del cual ellos seleccionan,

    apropian e integran a sus universos simblicos una serie de objetos, discursos y prcticas

    sociales itinerantes por las redes del mercado y los medios de comunicacin que consolidan

    y nutren diversas formas de culturas juveniles10.

    Todos estos elementos perfilan con el tiempo maneras de ser y estar en el mundo, es

    decir, determinan lo que Feixa (1998 citado en Escobar et al., 2003) define como un

    estilo11 de expresar diversas formas de comprender su realidad y de identificarse con los

    iguales o diferenciarse de los otros, especialmente de los adultos. Por lo cual hay que

    considerar que el efecto simblico propio a las adscripciones identitarias incluye

    impugnaciones y demandas que los distintos colectivos de jvenes reclaman a la sociedad

    en general y en especial, a sus autoridades e instituciones, expresando sus sentimientos de

    indignacin, esperanza y temor ante un futuro lleno de incertidumbres y riesgos.

    En esta misma perspectiva, Melucci (1989) al referirse al contenido y las formas de

    afirmacin de la identidad colectiva como marco de interpretacin y definicin de

    prescripciones valorativas y normativas, resalta la incidencia de stas en la configuracin

    de tres tipos de orientaciones de la accin colectiva, que serian claves de considerar para el

    anlisis de la expresiones de la ciudadana juvenil: primero, las concernientes a los fines de

    las acciones, es decir, el sentido y la finalidad que las acciones colectivas tienen para el

    actor; segundo, las que se refieren a los medios, las cuales aluden a las posibilidades y a los

    9 El concepto de adscripciones identitarias nombra los procesos socio-culturales mediante los cuales los jvenes se adscriben presencial o simblicamente, a ciertas identidades sociales y asumen unos discursos, unas estticas y unas prcticas (p. 55). 10 El concepto de culturas o sub-culturas juveniles hace referencia al conjunto heterogneo de expresiones y prcticas socio-culturales juveniles (p. 55). 11 El estilo puede definirse como la manifestacin simblica de las diferentes culturas juveniles, expresada en un conjunto ms o menos coherente de elementos materiales e inmateriales, que los jvenes consideran representativos de su identidad como grupo (p. 77).

  • 15

    lmites de la accin; y por ultimo, las referidas al entorno, o sea, a la ubicacin en el

    espaciotiempo de lo social, donde se desarrolla la accin.

    Por otro lado, actualmente se reconoce que las identidades colectivas logran incidir

    en las personas directamente vinculadas a las organizaciones y movimientos. Es imposible

    desconocer que formar parte de una organizacin implica una experiencia significativa que

    impacta los modos de ver la realidad, a la vez que afecta las maneras en que las personas se

    relacionan. Y en ese trance de lo colectivo, las prcticas y las actividades construyen

    valores -compromiso, solidaridad o cooperacin- que reafirman la identidad personal y

    propician la participacin en la configuracin de un sentido colectivo, en aras de consolidar

    sus motivaciones, apuestas y lealtades.

    Del mismo modo, se destaca que la vinculacin a procesos organizativos y de

    movilizacin social, repercute en las maneras en que las personas se asumen como actores

    sociales. Esto es, el acceso a nuevas experiencias como producto del intercambio de

    conocimientos, saberes y prcticas que enriquecen y nutren la posicin desde donde se

    anuncia y se apodera como sujeto con relacin a los contextos social, cultural y poltico. No

    hay que olvidar que es en tales contextos donde se construye y al mismo tiempo acta como

    agente de cambio y trasformacin.

    Igualmente, compartir un referente colectivo de sentido, permite que los proyectos

    de vida de los miembros de una organizacin puedan ampliar sus horizontes de auto-

    realizacin. Esto es comprensible si se considera que en mbitos ms amplios se mueven

    intereses y finalidades colectivas que motivan y mantienen a las personas en una bsqueda

    de cambios sociales; obviamente, estas transformaciones se suscitan al actuar sobre

    aquellas situaciones que el colectivo reconoce como injustas.

    En este aparte conviene incluir comentarios como los elaborados por Snow (1992),

    quien explicita cmo los procesos de creacin de marcos de interpretacin y la

    construccin de identidades estn interconectados de forma dinmica y casi recurrente (pp.

    244-245), por lo cual para entender la aparicin de ciertas formas de accin colectiva se

    debe prestar atencin a las definiciones intersubjetivas de la realidad, es decir, es necesario

    identificar y analizar las relaciones existentes entre los procesos de creacin de marcos de

  • 16

    referencia y los de construccin de identidades, para entender como los jvenes proyectan

    sus prcticas como acciones de ciudadana.

    Antes ya se ha sugerido que la construccin social de la identidad colectiva brinda la

    posibilidad de que el grupo o movimiento social defina semejanzas y diferencias, las cuales

    demarcan el sentido del nosotros frente a un ellos. Dicha posibilidad nace como

    consecuencia de una dinmica social y poltica, caracterizada por la lucha por el

    reconocimiento y la visibilidad de formas alternativas de identidades polticas. Con ello se

    busca ampliar el espectro para el ejercicio de la ciudadana y, por ende, la exigibilidad de

    unos derechos frente a situaciones de exclusin e inequidad.

    De lo anterior se desprende entonces, que la configuracin de una identidad

    colectiva est muchas veces asociada a la definicin que el grupo realice de una situacin

    catalogada como injusta. As, a travs de la vivencia compartida de los mismos problemas y

    anhelos, tambin se va construyendo un nosotros, es decir, una identidad diferenciada de

    otras. Igualmente debe mencionarse otro elemento referido a la construccin social de la

    identidad colectiva, como es la definicin de un oponente, de un adversario o un ellos:

    personas, autoridades, lites o grupos a quienes se atribuye la responsabilidad de las

    situaciones adversas o injustas, lo cual acarrea la definicin de posturas polticas que

    propician la movilizacin de las prcticas juveniles como expresiones de ciudadana.

    Sobre este aspecto las investigaciones adelantadas por Escobar (2003) y Reguillo

    (2000) destacan como las formas de agregacin juveni12

    l como apertura de espacios de

    reconocimiento ponen en juego un proceso de expresin de la identidad que conlleva una

    tensin que pasa por la identificacin y diferenciacin13. La apertura de espacios de

    reconocimiento y diferenciacin posibilita la constitucin de elementos de intersubjetividad

    grupal, los cuales surgen y se afirman en la confrontacin y diferenciacin de otras

    identidades juveniles. En efecto, es mediante la apropiacin de un repertorio complejo y

    12 Agregacin Juvenil Concepto que permite dar cuenta de las formas de agrupamiento y organizacin de jvenes, donde se gesta la identidad colectiva ( Rossana Regillo C, Pag. 55) 13 La construccin de la identidad, tanto individual como colectiva de los jvenes, pasa por un auto y un heteroreconocimiento, las organizaciones juveniles se distinguen o se perciben como distintas a otros colectivos del mismo tipo, a otros/as jvenes y a los adultos, a partir de los estilos que como grupos manejan, pero sobre todo, por los discursos que conjuntamente proponen (p. 70).

  • 17

    simblico, que los jvenes comienzan a compartir las representaciones sociales que

    caracterizan y definen su propia alteridad, esto es, el sentido del nosotros14, el cual genera

    la cohesin al colectivo y establece una manera particular de estar juntos. Es as como la

    identidad colectiva que emerge en los distintos tipos de agrupamiento juvenil, se convierte

    en una pauta para interpretar y vehicular la interaccin de sus miembros en y con el mundo

    social a nivel local y global.

    Simultneamente, dicha configuracin de identidades colectivas en las

    organizaciones juveniles, lleva implcito un proceso de diferenciacin pues construye

    tambin el sentido de un otro, el ellos15, para hacer alusin a otros agrupamientos de

    jvenes que se diferencian y toman distancia por sus proyectos, intereses, comportamientos

    y prcticas sociales. As, se trazan las fronteras que los colectivos juveniles requieren para

    configurar y preservar sus mundos diversos y desde all, imprimir el sentido de su

    movilizacin y de su accin colectiva.

    El ellos como expresin muchas veces de la confrontacin y de las tensiones

    sociales y polticas, se refiere a la manera de nombrar y representar a los adversarios sean

    jvenes, autoridades, instituciones o adultos.

    El reconocimiento de estos distintos campos de construccin de las identidades, es

    fundamental para el diseo de estrategias que potencian la resonancia del discurso social de

    la organizacin o movimiento juvenil. ste debe incorporar argumentos relativos a la

    responsabilidad de las autoridades polticas en la generacin de esos problemas y en su

    incapacidad para resolverlos, distinguiendo los diversos actores relacionados con el proceso

    de movilizacin de la accin colectiva.

    Lo dicho hasta aqu demuestra, en suma, que la identificacin con el colectivo es un

    buen predictor de la implicacin en las acciones colectivas adoptadas por sus miembros, en

    14 El sentido del nosotros como constitucin de las identidades juveniles en los espacio de organizacin, tiene que ver con los rasgos distintivos que definen su sentido de pertenencia al colectivo, sobre la base de compartir un conjunto de smbolos, vocabularios, normas, valores que constituyen atributos, actitudes de semejanza y diferencias que posibilitan el reconocerse bajo un sentimiento de afiliacin como miembros de un colectivo. 15 El sentido del otro, o del ellos, se refiere al conjunto de atributos que se asigna a los/as jvenes que si bien comparten un mismo contexto socio-cultural, se diferencian por sus propsitos, iniciativas, estilos y prcticas sociales. Es de anotar adems que el sentido del otro como diferente, se establece para hacer referencia al antagonista, al adversario, donde muchas veces se identifican a las autoridades, el gobierno, los adultos y a otros actores sociales.

  • 18

    la medida en que incide significativamente en el grado de cohesin, pertenencia y

    resignificacin de las experiencias de movilizacin y participacin juvenil.

    2.1.3 Expectativas de xito y eficacia

    Una vez descritos y analizados ampliamente los dos anteriores aspectos, es hora de

    abordar el tercer componente referido a las expectativas de xito y eficacia. ste alude a la

    creencia emanada de los marcos de interpretacin de la realidad, sobre la posibilidad de que

    las condiciones adversas reconocidas como injustas, puedan ser trasformadas por medio de

    la accin colectiva realizada por quienes estn en su contra. Sobre este aspecto, Sabucedo

    (1996) llama la atencin acerca del papel que desempean los esquemas de accin colectiva

    para desafiar los sentimientos de inmutabilidad o fatalismo que pueden desarrollarse

    respecto a las situaciones sociales de precariedad, marginalidad, subordinacin y

    abandono.

    Por consiguiente, cuanto ms convencidos estn los miembros de una organizacin

    o movimiento social del xito que va tener su accin colectiva, mayor es la probabilidad de

    que se manifieste una movilizacin que produzca respuestas por parte de las autoridades o

    actores implicados. No obstante, hay que considerar la posibilidad de que dichas

    expectativas se fundamenten en una lectura distorsionada de las oportunidades polticas que

    ofrece el contexto, llevando al colectivo a crear circunstancias deprimentes que resientan la

    confianza y la estima del grupo.

    De esta manera, los marcos de interpretacin de los problemas como producto del

    intercambio y el debate de los distintos puntos de vista de los integrantes del colectivo,

    adems de afirmar un clima de confianza y esperanza, tienen el poder de identificar y

    reconocer acertadamente las oportunidades polticas existentes en el contexto, y tambin la

    capacidad de crear nuevos escenarios y factores que promuevan en este caso la

    participacin juvenil.

    Lo anterior esta directamente asociado con la capacidad de agencia, por cuanto sta

    connota un sentido ms amplio del empoderamiento de los colectivos juveniles en aras de

  • 19

    lograr sus propsitos, pues ms que una expectativa, la capacidad de agencia incluye una

    expresin ms elocuente y referida directamente a la accin como tal. La cual atae a la

    capacidad para producir cambios en las definiciones colectivas de las situaciones que

    motivan la accin de las organizaciones o movimientos juveniles, buscando incidir tanto en

    la esfera simblica -representaciones y prcticas sociales-, como en el orden institucional

    formal -normas, convenciones, prescripciones- del propio contexto socio-poltico donde se

    ubican las acciones colectivas de los jvenes.

    Una aproximacin compresiva de la accin colectiva juvenil como expresin de

    ciudadana, debe contemplar el anlisis de las formas y mtodos de actuacin y

    participacin de los jvenes. Estudios como los adelantados Escobar (2003) y Delgado

    (2005) sealan como las formas simblicas cobran un lugar especial entre sus

    manifestaciones y mtodos de enmarcameinto de su accin colectiva. As los jvenes son

    asiduos a expresar su sentir mediante pancartas, graffitis, fotografas a convocar mediante

    cine-foros y encuentros, y a manifestar su inconformidad preferencialmente en formas de

    no colaboracin poltica (voto en blanco, silencio y apata, distanciamiento, no

    participacin en eventos pblicos, etc. De igual manera se inclinan por la puesta en escena

    de carnavales, espectculos, comparsas y concursos; construyendo as repertorios

    alternativos de expresin y participacin que van logrando paulatinamente ampliar y

    generar escenarios distintos a los tradicionales, para ejercer la ciudadana en sus mltiples

    matices: culturales, sociales, econmicos, y polticos.

    A manera de conclusin

    Teniendo como referencia las consideraciones planteadas, y apoyndonos en los

    supuestos centrales de la perspectiva terica de los marcos de accin colectiva, podemos

    derivar los siguientes planteamientos acerca de la accin colectiva juvenil como expresin

    de ciudadana:

    Reconocer la accin colectiva juvenil como agencia de significacin con capacidad

    de producir y difundir nuevos significados de la poltica y la ciudadana, a partir de

  • 20

    sus prcticas, territorios y mensajes simblicos, implica superar distintas

    perspectivas sobre la juventud donde an prevalece la idea de que los jvenes como

    menores de edad carecen de las capacidades de reflexividad para ser sujetos de

    derechos polticos. El resaltar su capacidad para producir controversia respecto de

    un estado de cosas cuya legitimidad y sentido normativo se ponen en duda,

    demanda posesionar una concepcin acerca de los jvenes como sujetos colectivos

    con condicin de agencia; la cual tiene que ver con su capacidad para la creacin de

    marcos de accin colectiva, donde los valores de justicia, libertad y solidaridad

    actan como cimientos desde los cuales justifican y legitiman sus reivindicaciones,

    orientadas hacia la defensa y profundizacin de la democracia y de las libertades

    civiles de los ciudadanos, las cuales desbordan el mbito formal de los sistemas

    polticos y sus tradicionales instancias como los partidos tradicionales y las

    supuestas ideologas que los animan.

    .

    La accin colectiva juvenil como expresin que se orienta a la ampliacin de los

    sentidos de la ciudadana tradicional centrada en el plano de las estructuras formales

    que se reduce a la democracia electoral, en la mayora de los casos explicita un

    conflicto social en la medida en que perciben las condiciones de su exclusin y

    marginalidad asociada con el hecho de que los jvenes han sido convertidos en

    peligrosos enemigos de la sociedad y son sinnimos de violencia, delincuencia,

    justificndose as los planteamientos de la seguridad y las medidas represivas que

    conllevan a la violacin en varias ocasiones de sus derechos.

    En los colectivos de jvenes las redes sumergidas donde se afirma la identidad

    afectiva, social y poltica, se constituyen en la plataforma para definir y reconocer

    un sentido del nosotros, y desde ah compartir y construir una identidad colectiva,

    como referentes de auto-representacin, legitimacin y reconocimiento pblico de

    su accin.

  • 21

    La accin colectiva juvenil en su inters por renovar el sentido de la ciudadana

    busca romper los limites del sistema poltico formal en que se produce, por lo cual

    la capacidad de controversia, de movilizacin de mensajes simblicos, de

    impugnacin a las autoridades e instituciones orientadas a provocar rupturas en las

    fronteras del sistema de relaciones sociales de poder en el que se desarrolla su

    accin colectiva, se considera bsica, para resaltar su intencionalidad poltica

    expresada en formas y mtodos no convencionales.

    Finalmente aproximarnos a comprender la accin colectiva juvenil territorios, formas

    de agrupacin, costumbres, estticas, manifestaciones de resistencia- como formas de

    expresin de la ciudadana se constituye en un desafi para los investigadores de las

    ciencias sociales, para develar e interpretar la dimensin y el sentido que los y las jvenes

    les confieren a estas prcticas. Se trata no de dar por hecho, sino de dilucidar cules y qu

    de sus prcticas se constituyen en expresiones renovadas de ciudadana. De ah que surjan

    algunos interrogantes que pueden animar el desarrollo de investigaciones futuras en este

    campo: Cules son los mbitos de expresin de la ciudadana y de la poltica, por parte de

    los colectivos de jvenes? Qu dicen las prcticas juveniles, respecto al sentido renovado

    de la ciudadana y la transformacin de la poltica en nuestras sociedades contemporneas?

    Cmo se instala en las prcticas juveniles la relacin con el poder y la norma? Qu

    nuevos sentidos se tejen sobre lo pblico, sobre la participacin poltica y sobre el Estado?

    Cmo construyen en la actualidad los colectivos de jvenes sus referentes de identidad(es)

    poltica(s) y ciudadana(s)?

  • 22

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

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