!

1!

FICHA TÉCNICA Bárbara

Dirección: Christian Petzold Producción: Florian Koerner von Gustorf Guion: Christian Petzold Música: Stefan Will Fotografía: Hans Fromm Montaje: Bettina Böhler País: Alemania Año: 2012 Género: Drama Duración 105 min. Idioma: Alemán Protagonistas: Nina Hoss (Barbara Wolff), Ronald Zehrfeld (André Reiser), Rainer Bock (Klaus Schütz), Christina Hecke (Médico asistente Schulze), Claudia Geisler (Enfermera Schlösser), Peter Weiss (Estudiante de medicina), Carolin Haupt (Estudiante de medicina), Deniz Petzold (Angelo), Rosa Enskat (Dueña de la casa Bungert), Jasna Fritzi Bauer (Stella), Mark Waschke (Jörg), Peter Benedict (Gerhard), Jannik Schümann (Mario), Susanne Bormann (Steffi), Alicia von Rittberg (Angie), Kirsten Block (Friedl Schütz) . Premios 2012: Festival de Berlín: Oso de Plata - Mejor Director 2012: Premios del Cine Europeo: 3 nominaciones: película, actriz (Hoss), premio del público 2012: Seminci de Valladolid: Sección oficial a concurso 2011: Premios del cine alemán: 2ª mejor película Sinopsis: Es verano de 1980 en la República Democrática Alemana. Bárbara, una médica, pide autorización para marcharse definitivamente a Occidente. Como castigo la trasladan de la capital a un pueblo. Jörg, su amante, quien reside en el Oeste, prepara su huida, Bárbara espera. El piso, los vecinos, el verano, el campo, nada parece importarle. Trabaja en el departamento de pediatría a las órdenes de André, un cirujano. Es cariñosa con los pacientes, pero distante con sus compañeros. Está convencida de que su futuro empezará en otro lugar. Pero André la sorprende. No entiende por qué confía en ella, en su profesionalismo. ¿Por qué no la denuncia por querer ayudar a una adolescente huida? ¿Le han encargado que la vigile? ¿Está enamorado de ella? El día de la huida se acerca y Bárbara empieza a perder el control de sí misma, de sus planes y de su corazón.

!

2!

Federación Internacional de Mujeres Universitarias Federación Mexicana de Universitarias

Universidad Nacional Autónoma de México Museo de la Mujer

Bolivia 17 Centro Histórico, Ciudad de México. Cine-Club de género, 21 de marzo de 2017.

Bárbara

Mtra. Delia Selene de Dios Vallejo♣♥

La vida tras la antigua Cortina de Hierro de las naciones comunistas de Europa va a ser por muchos años un tema muy interesante para plasmar en el cine. Se trata de formas de vida que fueron objeto de grandes debates ideológicos muy influenciados por esfuerzos propagandísticos, ante los cuales es bien difícil asumir posiciones objetivas. Hay que aplaudir los esfuerzos del cine para acercarnos a esas realidades. Así, posiblemente a través de este medio tengamos un conocimiento más real, que si hubiéramos hecho viajes de exploración a esos países en épocas ya idas.

Bárbara es uno de esos esfuerzos, bastante valioso. En una entrevista concedida por Christian Petzold, su director, dice algo muy importante, quien señala lo complejo a que se enfrenta alguien que quiere interpretar situaciones en esas naciones y épocas: “El miedo salía de la propia gente y funcionaba de maravilla. La desconfianza había envenenado la belleza, el cariño y la libertad”. Estamos hablando del miedo como un producto humano que contamina los ambientes, es decir, algo

que va a envenenar también a las interpretaciones, tanto de los que están sujetos al miedo, como de aquellos que son testigos de lo que pueda estar sucediendo. Naturalmente que quienes observan situaciones de miedo van a tener la tendencia a ver el aspecto gris dominante y con ello van a tener problemas para acercarse a los colores que necesariamente subyacen (ya que nunca es posible envenenar totalmente el alma humana). Al respecto, señala Petzold. “en las películas de estos últimos años se ha mostrado una Alemania del Este bastante saturada. No hay colores, no hay viento, tan solo los grises de las fronteras y los cansados !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!♣!Catedrática!de!la!Facultad!de!Ciencias!Políticas!y!Sociales7UNAM;!Secretaria!General!de!la!Unión!Nacional!de!Mujeres!Mexicanas!Asociación!Civil.!♥!Se!agradece!el!apoyo!de!las!licenciadas:!Eva!Calderón,!Eurídice!Román!de!Dios,!Yoko!Elizabeth!Callejas!Maceda,!Pamela!Jiménez!Romo!y!Rosalinda!Cuéllar!Celis.!

!

3!

rostros que recuerdan a los pasajeros con la mirada vacía de los trenes nocturnos en la estación de cercanías… No queríamos filmar a una nación oprimida y acabar yuxtaponiendo el amor como fuerza inocente, pura, liberadora. No queríamos símbolos. Basta con entenderlos, nunca aportan más de lo que ya se sabía”. El personaje protagónico de Bárbara es una doctora quien quiere salir de la Alemania del Este y que además tiene un novio en Occidente, dispuesto a facilitarle su salida del país. Lo primero se sabe, pues ella ha pedido los permisos necesarios y le han sido negados, lo cual la pone en algunas duras pruebas por parte del aparato estatal. Pero también la somete a otras, quizás todavía más duras, resultantes de su desconfianza hacia todo lo que la rodea, especialmente hacia las personas quienes trabajan y conviven con ella. Bajo estas presiones se la ve hosca, solitaria y misteriosa, cuando en realidad es un ser sensible, amistoso y cercano. Si bien la película hace un gran esfuerzo por aproximarnos a las mentes de los personajes, a través de su delicada atención a los pequeños detalles y a través de su excelente fotografía de los rostros, y de los gestos, también nos muestra sus dudas y miedos a través del guion, con lo cual el espectador es como otro personaje que no sabe cómo entender o acoger a la doctora protagonista o a los demás personajes. A modo simbólico, para resaltar las dificultades de interpretación cuando hay dudas inherentes en las situaciones, se presentan en el filme dos casos de naturaleza médica, inesperadamente técnicos y objetivos, en un principio están mal diagnosticados y se resuelven únicamente a base de franqueza interpretativa, apoyada en observaciones más inteligentes y más detalladas que las surgidas a primera vista, por ejemplo, pueden resultar de la aplicación simple de principios de autoridad o de mando. Estos casos se resuelven en Bárbara, en circunstancias que acercan mutuamente a los dos protagonistas hacia una cierta confianza, hacia verdades comunes que trascienden y, aunque tímidamente, vencen la desconfianza. El cine, con su sentido creativo, con su capacidad de establecer escenarios y simulaciones, puede en verdad trasladarnos a esos gigantescos ensayos (fallidos o exitosos) los cuales se han hecho en la historia para moldear a las sociedades y tampoco conocemos bien. Una riqueza de visiones puede aportar un cierto equilibrio interpretativo, el cual nos permita aprender y aplicar conceptos con mayor sabiduría. Desde otro punto de vista menos interpretativo, Bárbara es cine y por lo tanto, concebida como entretenimiento y potencialmente como arte. En el primer sentido, se desarrolla secuencialmente en una forma que mantiene una buena tensión narrativa, solamente al final se resuelven las diversas situaciones, algunas de modo inesperado; hay una buena historia bien contada. En cuanto a lo segundo, es una película bella, con muchas imágenes memorables. El viento es un protagonista inesperado, rico en sonidos y movimientos, bien intercalados con los estados mentales de la protagonista; igual sucede con la música y con el piano ejecutado por Bárbara, eso permite resaltar la humanidad y la estética e iluminar y

!

4!

colorear los tonos grises. Son de mucho acierto las escenas en bicicleta, en tranvía, en los caminos y los bosques; reciben atención esmerada, están muy bellamente fotografiados y se constituyen en espacios de tránsito entre las escenas actuadas, dando un gran equilibrio a la película. Bárbara es una muy humana aproximación a la vida en gris. El director se ha esforzado por mostrar los colores subyacentes y lo ha logrado al enfocarse en los personajes, en sus circunstancias y en sus sentimientos. Pero ha sido fiel con su visión: el miedo y la desconfianza son grandes condicionamientos y pueden apagar el alma humana.1 A pesar de que la mayor parte de la trama tenga lugar en el interior del hospital y viviendas lúgubres, la presencia del sol veraniego se hace notar en los exteriores de la colorida localidad costera con campos sinuosos, son presentados con los colores nítidos de la costa del Báltico, donde veremos la presencia constante de los medios de transporte de la época: los desplazamientos en los vehículos añejos más típicos de los países del este, además las bicicletas y los trenes sirven como motor para enfocar la alienación de sus habitantes de un modo reflexivo. También los boicoteados Juegos Olímpicos de Moscú 80 tienen una presencia manifiesta a través de la radio estatal orgullosa de sus héroes (hay que recordar que el país de la Erich Honecker dio tanta importancia al deporte que le llevó a elaborar un plan de dopaje sistemático con sus atletas para mostrar al mundo su superioridad en ese campo). Bárbara es un duro y melancólico retrato confiado en la inteligencia del espectador explorando multitud de temáticas, entre éstas destacan la opresión política, la decadencia del socialismo, la depresión provocada por la ausencia de libertad, así la situación de las instituciones médicas. Petzold reconstruye meticulosamente la situación de la Alemania del este en sus últimos coletazos antes de la caída del muro de Berlín que separaba el denominado telón de acero. Es evidente que el director alemán no pone en buen lugar a la República Democrática Alemana (RDA), pero se agradece que su exposición sea sutil, evitando el camino trillado del contraste entre la visión opresora de la Alemania del este y la mirada paradisiaca de libertad de Occidente tan comunes en el cine de corte maniqueo, y tenga más interés en profundizar sobre la reacción de los individuos afectados por la falta de libertad y en cómo las relaciones humanas, ya sean personales o amorosas eclipsadas por esa angustiosa situación, con la presencia del Estado siempre apoderándose del ambiente, literalmente o !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1!http://www.elespectadorimaginario.com/barbara/!

!

5!

alegóricamente de un modo casi orwelliano y agobiante, la cámara se encarga de acentuar por su situación y movimiento. Los acontecimientos se van desarrollando con una disposición tradicional dentro de los preceptos del género de suspense e intriga, con un hilo argumental coherente y conectado en todo momento. Petzold elabora un trabajo sereno y sosegado, colmado constantemente de pequeños matices secundarios los cuales va introduciendo paulatinamente para descubrir el secreto que oculta el recóndito pasado de su protagonista, permitiendo la incertidumbre y el misterio bajo una óptica psicológica, a través de un ritmo suave y una dirección certera y controlada, apoyada en un naturalismo y minimalismo formal.

Bárbara es otro de esos films con un interés específico en el interior de sus personajes, dan prioridad a los gestos, miradas, silencios, e incluso a las caladas de un cigarrillo, pues veremos fumar como un carretero a Bárbara durante gran parte del metraje. La protagonista es una mujer enigmática, reservada y hermética por necesidad, poseedora de un evidente rictus de hastío en su rostro, que unidos a su

maquillaje ocular tan cargado de rímel repercuten aún más en su misteriosa mirada, ayudando a entrever un drama personal introspectivo muy fuerte distanciándola sobremanera del resto de seres humanos a su alrededor. Pese a su circunspección inicial, la desterrada sufre una evolución y se va abriendo tímidamente bien avanzada la trama con el personaje de Andrew, quien se presenta como el elemento emocional dándole equilibrio a la narración, quien a pesar de estar relacionado con la Stasi mantiene una admiración palpable por Bárbara. La primera impresión que genera Andrew con su aspecto de persona de bien contrasta con la desconfianza que genera en la protagonista y en el espectador por su estatus colaboracionista. Sin embargo, la fría relación inicial paulatinamente deviene en una especie de romance reprimido y sereno entre ambos muy bien llevado gracias a la química existente entre Nina Hoss y Ronald Zehrfeld. Los dos actores destacan en su rol, aunque la película se hace más interesante cuando Nina Hoss (musa habitual en el cine de Petzold) está presente en pantalla, siempre de un modo arrebatador.2 Lo que primero nos impresiona de Bárbara es la sequedad del relato: pocas palabras, pocos personajes, nada de explicaciones psicológicas, ausencia de discursos políticos. Es la austeridad y sequedad de su personaje central lo que impregna y da el tono a lo que se nos cuenta, y esto nos hace pensar que seguramente el estilo narrativo no es sólo producto de una elección estética sino fundamentalmente un elemento en la construcción del clima social; es la !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!2!http://www.cinemaldito.com/barbara7christian7petzold/!

!

6!

sensación de persecución, de estar siendo observado, de que cualquiera puede ser un informante, lo cual hace al silencio, a la inexpresividad. No hay que demostrar nada porque todo puede ser leído por el gran hermano controlador. Todo confluye para dejar claro en los primeros minutos del film aquello de: ya sabemos, la RDA era una cárcel. Las locaciones son escasas, el departamento de Bárbara y el Hospital son las centrales; en la primera es la soledad donde Bárbara es prisionera, ahí se da el insomnio, las vejaciones, los planes de fuga, el refugio de la prófuga Stella; mientras el Hospital es el espacio vivo en donde las ideas se tensan, se confrontan con otras y con la realidad, el Hospital es el espacio dominado por Andre, cuya acción y presencia confronta hasta destruir las certezas de Bárbara. Petzold elije conscientemente construir una imagen de la RDA distinta de la dominada por el gris lúgubre de la mayoría de las películas sobre los “países del Este” han metaforizado la opresión y el encierro social. Bárbara transcurre casi íntegramente a la luz del sol, en espacios naturales en donde sentimos el viento, con colores intensos y encuadres abiertos; todo nos hace pensar en la posibilidad de estar vivos en ese lugar. Bárbara ha estado presa, y tras ser liberada es castigada con un traslado a un Hospital en un pequeño pueblo de provincia. Su actitud es de una hostil desconfianza hacia todo, esa conducta se nos muestra absolutamente justificada. El primer gesto vital y emotivo de Bárbara es con Stella, la adolescente prófuga del Campo de Torgau; con ella la médica se conecta afectivamente, la adopta. Sin dudas la empatía se genera porque Stella es como ella, alguien quien ha enfrentado al régimen, en su claro carácter de víctima de la opresión. Con el desarrollo de la película observaremos que para Bárbara el mundo se divide en represores y víctimas, el resto es una masa indiscriminada (médicos y enfermeros del Hospital, otros pacientes, vecinos). Bárbara odia esa sociedad en la cual vive, siente que no hay posibilidad de ser feliz –así se lo dice a su pareja cuando, en el Hotel, este le propone venir a vivir con ella a la RDA-, está convencida que su único destino deseable es emigrar. ¿Por qué entonces deja, casi alegremente, su lugar a Stella? ¿Qué le sucedió a nuestro personaje?, ¿Qué cambios se han operado en ella? El segundo encuentro de Bárbara con Jorg se da en un Hotel donde él se hospeda y al que ella entra clandestinamente por una ventana. Dos situaciones altamente significativas se van a dar en esta escena, Jorg y Bárbara están en una pieza de Hotel, a escasos dos días de encontrarse en el “mundo libre”, él le dice que se prepare para no hacer nada, total él tiene mucho dinero. Y nosotros nos preguntamos: ¿será ese el deseo de Bárbara? Vivir sin hacer nada. Jorg se va a una reunión y de golpe la otra puerta de la habitación se abre, es la chica cuyos gemidos han escuchado, la que está con el amigo de Jorg; podríamos llegar a pensar que es Bárbara del otro lado de la puerta, ella también ha entrado

!

7!

clandestinamente, ella también desea emigrar. Pero la imagen devuelta por ese espejo, a Bárbara no le gusta. La chica piensa en regalos, en joyas, en una vida de consumo; Petzold ha construido claramente la incomodidad de Barbara con el régimen de la Alemania Democrática; ahora también la distancia del canto de sirenas del capitalismo, no es ese el lugar desde el cual Bárbara puede enunciar sus críticas al sistema. Cuando Andre le interpreta a Bárbara el cuadro de Rembrandt “La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp” estamos frente al único momento en el cual las palabras adquieren un sentido metafórico. André dice que Rembrandt logra que nos quedemos con Aris Kindt –un hombre común, un delincuente quien acababa de ser ahorcado- y no con los doctores –cuyos rostros pertenecen a ricos personajes de la época quienes pagaban para ser inmortalizados en la pintura-; y la opción de André es la misma que la del pintor: del lado de las víctimas, sean quienes sean las víctimas y sean quienes sean los poderosos. Andre lo mira con un sentimiento solidario, que se sostiene en la humanidad de la víctima; y esa mirada pone en crisis a la de Bárbara, cuya empatía con Stella está sostenida en el común rechazo al sistema político. Pero Andre no es solo discurso, es básicamente alguien quien se sale de la norma, Andre confía, se abre, se brinda incluso sabiendo quien es ella. Andre es la posibilidad de otra forma de plantarse, ni irse ni ser parte. Probablemente lo más potente de Andre para con Barbara no es su deseo hacia ella, sino el acto de confiar en ella. Probablemente entre la manera de estar en el mundo de Andre y su experiencia del Hotel le ha hecho visible a Bárbara sobre su posible futuro, la solidez de deseo de fuga se resquebraja; por eso el cambio de lugar con Stella no es traumático ni sacrificial, porque Bárbara ha encontrado una posibilidad de estar menos individualizada contra la opción de emigrar. Petzold encuentra otro lugar desde el cual mostrar y criticar la vida en la RDA, ese es el principal valor de Bárbara, correrse de la perspectiva ya construida, ya aceptada, ya naturalizada, y expresar una mirada propia sobre el proceso histórico. Una perspectiva más compleja y más rica que la artificiosa construcción de La mirada de los otros, cargada de esquematismo y de condescendencia con los discursos establecidos.3

!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!3!http://cinesinorillas.blogspot.mx/2013/11/christian7petzold7barbara.html!

!

!

8!

La historia de Bárbara se desarrolla en la parte oriental de Alemania y aunque se trate de una época aparentemente concluida, todavía hoy se pueden percibir sus heridas en buena parte de la población. Desde esa perspectiva se puede considerar a Bárbara como una película histórica y este desgarramiento interno, permanente en muchos ciudadanos alemanes, anidado también en la propia biografía de Petzold: “Mis padres huyeron del socialismo y al mismo tiempo continuaron echándolo de menos. En mi película he intentado reencontrar este tipo de desgarramiento que mis padres tenían”, comenta. A lo largo de la entrevista se percibe que a Petzold no le gusta mucho hablar de sí mismo. Sin embargo, hablar de Bárbara supone irremediablemente hablar sobre aspectos de su propia biografía y, por tanto, mostrarse no sólo como realizador, sino también como persona. —¿Tenía ya en mente qué actores interpretarían su película mientras escribía el guión? —No, es una ventaja cuando se escribe una historia abierta en forma de esbozo. Es decir, es como un arquitecto mirando el tipo de materiales que va a tomar y habla con las personas quienes van a vivir en la casa. A veces es bonito cuando uno escribe algo y no sabes quién lo va a interpretar. Lo que hice es hablar con Simone Bär, con quien desde hace una eternidad realizo los castings y veo lo que ella me propone. En el casting escucho a los actores, nunca veo un vídeo de ellos. Escucho sus voces porque aunque les conozca, en su voz encuentro la verdad del personaje. —¿Realizó usted algún tipo de adaptación del guión para Nina Hoss? —Cuando uno trabaja con alguien como Nina con quien ya se tiene un tipo de proyecto muy intenso desde hace algunas décadas, en el momento de la escritura mi postura cambia con respecto a su personaje. No la describo más, nace de la situación y no la apoyo literariamente porque sé que ella está presente y le debo tener respeto. Doy libertad de acción y de movimiento no sólo a Nina, sino también a los demás actores. —Es la quinta película que usted rueda teniendo a Nina como personaje principal, al mismo tiempo su papel es bastante diferente a los anteriores... —Durante el rodaje de Jerichow (Triángulo, 2008) tuve la impresión de que esta vez tenía que hacer algo diferente con Nina, también con el final. No quería llevarla siempre a la tragedia como buen realizador de cine de autor y esperar entonces a que ella muriera. Hablé con Nina y le dije que por una vez quería hacer una película que finalizara como si el autor se fuera a casa y los protagonistas continuaran por su cuenta. —¿Cómo fue el trabajo de rodaje y con los actores?

!

9!

—Nosotros trabajamos juntos e intensivamente durante largos periodos de tiempo. Como Bárbara es un film histórico, quería que estuvieran todos los lugares históricos y elementos de vestuario, antes incluso de iniciar los ensayos porque son espacios con los cuales los actores se tienen que familiarizar, con los cuales tienen que identificarse y desarrollar empatía, no sólo en el guión y en su imaginación, sino también en los lugares reales. Así lo construimos todo y estuvimos con los actores dos o tres días en Berlín y, antes de empezar a leer el guion juntos, les conté cómo surgió en mí la idea de realizar la película. No me fue del todo fácil, pues yo intentaba realizar una historia sobre Alemania del este, viniendo yo del oeste, en Alemania esa audacia algunas veces no nos gusta demasiado. Consideramos que aquél quien ha experimentado la historia puede escribirla y no quien viene de fuera. Sin embargo, la historia de la narración mundial es siempre la historia de quien viene de fuera. En El gran Gatsby el narrador es el único quien no ama, por eso me parece correcto que uno permanezca fuera. —¿Cómo definiría usted su cine? ¿Qué quiere expresar haciendo películas? —Para mí es muy difícil pensar sobre ello. Existen algunos libros publicados sobre mi trabajo, realmente buenos, están escritos de manera muy inteligente, pero sólo puedo leer un par de páginas, porque me acaba entrando miedo. Lo seguro es que muchos de mis personajes no se sienten a gusto en su piel. Probablemente esto tiene que ver con que mis padres fueron refugiados de la Alemania del este y que yo creciera en una barriada de casas prefabricadas, siendo allí un marginado. Entre los seis y dieciséis años viajé frecuentemente para visitar a mis familiares de la parte oriental. Mis padres se adaptaron al oeste de manera excesiva, lo cual llevó a convertirse en más extraños. Todo esto son temas que me mueven y no me dan tregua, pero prefiero pagar dentro de 10 años a un psicoanalista, a quien le pueda contar esto, en vez de rodar conscientemente películas debido a ello. —En Bárbara está muy bien conseguida la atmósfera de la República Democrática Alemana, ¿cómo lo logró? —Simplificando las cosas. O te decides a construir un escenario enorme, algo usado en exceso en las películas alemanas. Sólo hay que pensar en la misma calle que aparece en casi todas las películas cuyo tema es la época nazi. Esto es algo que se me atraganta. Los escenarios de Chinatown de los años cuarenta son mucho más interesantes. Chinatown no da la impresión de ser un escenario de película, pues se agregaron elementos de atmósfera como la aridez, el calor agobiante, la sequedad, el sudor… Yo pensé que así es como deberíamos hacer una película histórica.

!

10!

También volví a ver Händler der vier Jahreszeiten (El mercader de las cuatro estaciones), de Fassbinder, porque esta película consigue con medios sencillos trasladar un sentimiento y sentido de la historia. Cuando esto se consigue, se convierte en recuerdo, como el que proviene de tu pasado. Es como en el caso de esos olores que ponen la cadena de recuerdos en movimiento. De esta manera creo que se debe poner la historia en escena. Así o en el extremo contrario: frío y con gran distancia, como en el caso de Bresson. —En todas sus películas los personajes principales son mujeres... —Sobre esto también debería pensar seriamente... Escuché una vez que se podían agrupar a los directores en tres grupos: los pintores, los músicos y los literatos. Yo me incluiría en el grupo de los literatos. Aunque no escribo guiones porque piense que en el mercado predomine muy poca calidad, sino porque es mi pasión y mi necesidad. Creo que hay dos tipos de directores: quienes les gusta hacer películas de personajes masculinos y los de personajes femeninos. Por ejemplo, David Lynch es un director de mujeres, mientras John Ford es de hombres. Esta diferenciación dice algo de cómo uno mismo se proyecta en el mundo. A las mujeres de mis películas no les he dado una mirada de deseo, como hace por ejemplo Hitchcock, en sus películas ellas son como inalcanzablemente alcanzables, quiero decir, forman parte de un proceso de convertirse en fetiches. —¿Entonces cómo ve usted a sus personajes femeninos? —A mí me interesan figuras de mujeres cuando son lo que yo no soy, cuando son algo ajeno o desconocido para mí. No quiero penetrar en un personaje y mostrarle la manera correcta por donde se ha de ir. Ya existen bastantes películas de ese tipo. A mí me interesan personajes femeninos sólo y cuando no me pertenezcan. En mis películas ellas se encuentran en algún tipo de exilio e intentan contactar con el mundo de nuevo. Generalmente intentan salir de ese exilio y encontrar un acceso al mundo. Con la cámara me encuentro yo también en una especie de exilio desde el cual intento llegar a una historia. De esta manera está en correlación lo uno con lo otro. Durante la entrevista se comentó que uno de los aspectos más gustados de Bárbara es la recreación de una atmósfera que se mantiene presente en toda la película y refleja en determinados momentos el interior de los personajes.

!

11!

Se le pregunta al director sobre una de las escenas donde Bárbara se introduce con la bicicleta en el bosque y el viento se levanta amenazador sobre ella. Petzold sonríe y comenta que exactamente ese momento en donde el paisaje se vuelve tan intenso e hiriente era lo que él buscaba para la escena. Christian Petzold se ha convertido en los últimos años en uno de los pilares del cine de autor alemán.4 Director del film: Christian Petzold

Nació en 1960 en la Alemania del Este. Antes que el Muro fuese levantado sus padres emigraron a la Alemania Occidental. Inicialmente estudió Literatura y Teatro para terminar especializándose en la dirección cinematográfica. Su formación en el campo se la debe a la colaboración con dos de los más importantes documentalistas alemanes: Harun Faroki y Hartmut Bitomsky. Es el principal referente de una nueva generación de directores alemanes conocidos como la

“Escuela de Berlin”, entre quienes se pueden mencionar a Thomas Arslan, Angela Schanelec. Su cine se caracteriza por su clasicismo, la adscripción a formas genéricas y el excluyente protagonismo de heroínas. Filmografía 2012. Bárbara 2011. Dreileben 2008. Jericjow 2007. Yela 2005. Gespenster 2003. Wolfburg FUENTES DOCUMENTALES: https://es.wikipedia.org/wiki/Barbara_(pel%C3%ADcula_de_2012) http://www.filmaffinity.com/mx/film474828.html http://www.labutaca.net/peliculas/barbara/#sinopsis http://www.elespectadorimaginario.com/barbara/ http://www.cinemaldito.com/barbara-christian-petzold/ http://cinesinorillas.blogspot.mx/2013/11/christian-petzold-barbara.html http://www.encadenados.org/rdc/todo-lo-demas/3280-entrevista-a-christian-petzold-director-de-barbara

!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!4!!http://www.encadenados.org/rdc/todo7lo7demas/32807entrevista7a7christian7petzold7director7de7barbara!