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FASE III
EXPOSICIÓN DE REFERENTES TEÓRICOS
En toda ruta de investigación, se debe aclarar o puntualizar las razones
teóricas que justifican los distintos elementos de la investigación, ya que las
teorías pudieran ser muy amplias en su generalidad pero muy usuales o
insuficientes en los datos, cada una de ellas estudia una parte explicita de la
conducta humana, por lo que si tomamos en cuenta la función que tienen las
teorías en el desarrollo científico, podría decirse que su bastimento es el fin
principal de la ciencia.
Son las teorías las que se utilizan para exponer, puntualizar, alinear
acciones e interpretar; este último aspecto es el que se emplea en la
conducción de este estudio en correspondencia con las características de la
investigación cualitativa concretamente la etnográfica, cuyas fases se
desarrollan para diseñar un código deóntico para el docente como propósito
de investigación dan las orientaciones sobre la temática planteada,
considerando de esta forma, la justificación e importancia teórica que tiene
la investigación.
40
Es importante enfatizar que, debe hacerse una disposición ordenada de
elementos o marco de referencia permanente e histórica, en el cual podemos
establecer la naturaleza de la actuación del docente, de su conducta
personal y profesional, de la veracidad, de su realidad, de lo que es
realmente correcto, según las normas de la sociedad en la que se
desenvuelve.
Asimismo, es fundamental realizar una revisión bibliográfica a fondo, a fin de
sacar a la luz algunos referentes teóricos queayuden a orientar las
relaciones, hechos, hábitos y las experiencias que ocurren entre el grupo de
estudio (ver anexo G), y los elementosque se destacan en la investigación
orientada bajo el enfoque etnográfico; todo esto configurado en un diseño
deóntico como propuesta de la investigación.
Considerando entonces que esta se fundamenta en la creencia de la
naturaleza humana, es la teoría humanista esencial ya que en ella se asume
la idea del hombre declarada por esta teoría. Es decir, el docente como ser
histórico, con sentido ético de su profesión, con sólidos valores, capaz de
transformar al mundo y su propia naturaleza, por lo que, su proceso formativo
debe atender y potenciar sus capacidades y habilidades superando sus
debilidades y limitaciones, para que pueda llegar a desarrollarse de manera
íntegra e integral.
La investigación por sus particulares características, es pertinente analizarla
bajo el enfoque de la teoría de la Acción, ya que se refleja en esta, la
41
disposición de los valores de la persona hacia la vida, con fines concretos a
corto, mediano y largo plazo, como su propio tutor en su actuación personal,
asimismo, las destrezas empleadas para alcanzar las metas, fijadas por los
objetivos e intereses de la misma, así se asume la actuación de los
docentes, bajo una concepción interdisciplinaria, donde él puede dirigir su
propia praxis, ser investigador y activista social de su quehacer educativo.
3.1. Teoría Humanista
El término humanismo tiene sus orígenes en la antigüedad clásica, cinco
siglos anteriores a la era cristiana, fueron los sofistas quienes posteriormente
y desde su posición de educadores de una pequeña minoría, dieron validez a
un concepto que con el paso de los siglos y ante las cambiantes realidades
históricas iría abarcando nuevos contenidos. Heráclito, al realizar la
articulación del hombre en la constitución legal del cosmos, regido por un
principio unitario, contribuyó de forma decisiva en el desarrollo de una nueva
teoría educativa.
Posterior a ello, los sofistas, inician un nuevo período de suma
importancia para el progreso del humanismo, el cual se define como una
nueva idea en la formación humana, la cual se compagina con la llamada
educación general humana, teniendo su origen también en Grecia, pero es
en la historia de la filosofía que se conoce con el nombre de humanismo,
42
reseñado esto al movimiento promovido en la época del Renacimiento,
encaminado a enaltecer la dignidad del espíritu humano acrecentándolo
mediante los aportes dados por la edad media en lo cultural, la Escolástica,
la cultura moderna y la antigua.
El humanismo se ubico hacia el estudio de las lenguas clásicas en
detrimento de su propia lengua; Literatura, Arqueología, Arte, constituyeron
los estudios predominantes y las humanidades llenaron una amplia etapa de
la educación. Pensaban que para lograr el desarrollo pleno del espíritu, y
encontrar su claridad, era preciso y suficiente el aprendizaje de las lenguas
clásicas, para llegar a la perfección del hombre culto. No obstante, el hombre
tal y como lo afirmó Protágoras, sigue siendo la mesura de todas las cosas.
Estas existen y tienen un valor por cuanto sirven para satisfacer las
necesidades del hombre.
Para finales del siglo XIV, especialmente en Florencia, cuna del
Renacimiento, se había despertado ya un inusitado fervor por las letras
antiguas, lo que fue una constante durante toda la época. El humanista, tenía
como objeto de estudio, todo lo concerniente al humanismo; era un maestro
en Humanidades exclusivamente. El humanista se ocupa del hombre y su
formación en la búsqueda de llegar a la integralidad.
En su desarrollo como corriente se llegan a identificar ciertas diferencias
que permiten caracterizar los momentos históricos del humanismo. Uno de
ellos es el Humanismo Histórico, “el cual se inicia entre finales del siglo XIV y
comienzos del XV y que el siguiente siglo, con el nombre de Renacimiento,
43
dominó la vida intelectual de Europa” (encontrado en:
http//www.infase.es/nueva cultura/laposi.htm, p.2) entre sus principales
representantes pueden mencionarse a Galileo, Tomas Moro, Giordano
Bruno, Erasmo, Nicolás de Cusa, entre otros.
De la fuente anteriormente citada, se tomaron algunos de los aspectos
fundamentales del Humanismo Histórico, por considerarlos pertinentes a la
investigación.
• Una nueva imagen del ser humano, exaltación de su personalidad y
su acción transformadora.
• Aceptación de la naturaleza como ambiente del hombre y no como un
mundo lleno de tentaciones y castigos.
• Interés por explicar y experimentar el mundo exterior.
Todos estos aspectos, convergen hacia un mismo objetivo: hacer surgir la
confianza del ser humano y su creatividad, considerando al mundo como
reino del hombre, reino el cual puede dominar para bien o para mal mediante
el conocimiento de las ciencias. Desde esta perspectiva, se expresa la
necesidad de un nuevo docente con una actuación con visión transformadora
hacia el bien común, equilibrado con el universo y su entorno, donde talante
profesional y asistencial le orienten regidos por el sentido ético de su
profesión a través de valores éticos, donde su concepción interdisciplinaria le
permitan convertirse en el director de su praxis, así como ser investigador.
44
De igual manera se puede identificar al Humanismo Marxista, el cual se
desarrollo después de la segunda Guerra Mundial. Entre sus precursores se
encuentran ErnestBloch, Adam Shaftf, Roger Garandy entre otros. Los
mismos procuraron recuperar y desarrollar el aspecto humanista, esencia
misma del marxismo, el mismo, trata de considerar al hombre en su realidad
efectiva y concreta, y es allí donde la actuación del docente en sus aspectos
personales y profesiones marcan pauta ya que, intenta comprender su
existencia en la historia y comprender la historia como una realidad, producto
del hombre y su actividad, trabajo y acción social.
Otra de las corrientes equiparada en el progreso histórico del humanismo
es el Humanismo Democrático, el cual planea desplegar las virtudes del
hombre a través de la educación, y es el docente quien debe estar cerca
situándose en su medio y tiempo, al servicio de los grandes ideales
colectivos y condicionado en su tares para desarrollar y salvaguardar los
valores que si fueran arruinados colocarían en riesgo su propia seguridad,
estableciendo así, el fin superior de su actuación en la educación.
El Humanismo Democrático a juicio de Prieto (1959) significa captación
moral del ciudadano para la práctica de las instituciones libres, lo que
significa, que la actuación del docente con el sentido ético hacia su profesión,
actitud en los aspectos personales y profesionales, y saberes, está obligada
como función esencial de la vida colectiva, a sostener el pleno imperio de los
principios de las instituciones que garantizan el respeto a las libertades
civiles y políticas y la permanente vigencia de una realidad jurídica que se
45
basa en los derechos esenciales de la personalidad humana, siendo
pertinente mencionar que, la educación y la actuación de todos los docentes,
inspirada en el humanismo democrático, debe cumplir tres funciones básicas:
• Formación del hombre en virtud de sus atributos básicos y morales,
ubicado perfectamente como factor positivo del trabajo de la
comunidad.
• Capacitado para la defensa del sistema democrático dentro del cual
tiene vigencia y son garantizados los derechos civiles y políticos
esenciales de la personalidad humana.
• Capacitación para el trabajo productor mediante el dominio de las
técnicas reclamadas por el desarrollo técnico de la época.
Cada nación, cada pueblo, por medio de las fuerzas organizadas, educa
con pertinencia a las nuevas generaciones. Pero, es el estado el que
mediante la coordinación de las fuerzas sociales, posibilita la realización
eficaz, la forma sistemática de una educación. Hoy en día no se discute la
importancia de la función docente del estado, a través de sus educadores,
que si en alguna oportunidad de la historia estuvo asignada a la familia, por
la creciente desintegración que esta ha tenido con el paso del tiempo, ya ha
sido transferido con ventajas al Estado, que es el representante de la familia.
Además de velar por el desarrollo de los sentimientos de libertad,
responsabilidad y solidaridad. Todo esto garantizando a través de la
actuación del personal docente a su cargo
46
3.2. Teoría de la acción social
Se hace pertinente, realizar un breve análisis como ha sido vista,
estudiada y considerada la acción humana en el marco de la sociología. A
este respecto, los trabajos realizados por Marx, E. Durkheim, M. Weber y T.
Parsons, ya que éstos, canalizan esta situación desde diversos referentes y
niveles de análisis. Es así que, Weber considera a la acción desde una
perspectiva del sentido individual que el sujeto le atribuye; por el contrario,
Marx realiza su enfoque desde una idea de clase, de igual manera, Durkheim
plantea una visión más amplia como la sociedad y Parsons, maneja factores
que confluyen en la acción social, siendo su mayor interés la creación de una
teoría general de comportamiento desviado.
Cabe destacar que, los planteamientos manejados por los autores
referidos, tienen una estrecha relación con los marcos conceptuales de la
actuación docente como actor social y su accionar, puede evidenciarse
desde el nivel micro de Weber, donde es él desde su propia visión
individualista y de sus intereses particulares que puede dar atribuciones y
sentido a su vida personal y profesional, a través de valores y compromisos.
De igual manera, al observar lo referido en el nivel macro de Marx y
Durkheim, tiene suma relevancia para la investigación, ya que el accionar de
los profesores incidirá directa o indirectamente en otros individuos y los que
comparten con él. En cuanto a lo planteado por Parsons, se encuentra
47
estrechamente ligado al estudio, puesto que está referido a la conducta
humana sus acciones y consecuencias.
Por lo que, cualquier acción negativa de un docente puede dejar huellas
imborrables en sus pupilos, que afectarían la vida de muchos seres, por ser
considerados y vistos como seres formadores de la sociedad, como espejos
que reflejan en sus alumnos su propio accionar, la actuación de los docentes
deja huellas en otros seres humanos, en la sociedad, en el ambiente y en
otros grupos con los que interactúe.
Para la teoría de la Acción, cualquier escenario se halla formalmente
reglado y supone gasto de energía, esfuerzo o motivación. Para poder
llamar acción a una conducta, ésta debe ser analizada de acuerdo con los
estados anticipados hacia los cuales se dirige, la situación en la cual ocurre,
la regulación normativa de la conducta y el gasto implicado de energía o
motivación. Si es reducible a estos términos, es entonces, acción.
De acuerdo con los postulados de la teoría de la acción, esta abarca el
conjunto de todo el quehacer humano, entre los cuales se encuentra la
actuación del docente en todos sus aspectos, los que le brindan como
individuo la oportunidad de manejar y transformar elementos de su propia
realidad y que afectan a otros seres, a sí mismos, al ambiente y a otros
grupos sociales. Sus acciones, actitudes, actuación en general le permitirán
forjar cambios en función de las necesidades del entorno.
Cada acción, es la acción de un actor. En lo que respecta a la actuación del
docente, se refiere al sentido ético de su profesión, sus valores ético
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morales, componentes éticos, responsabilidad ética, su compromiso social,
normas y valores éticos, indispensable en su hacer y vivir, de igual forma, su
concepción interdisciplinaria, la cual es su acción directa en el aula ya que él
se convierte en ese accionar en director, investigador y activista social del
proceso educativo y tiene lugar en una situación de actitud o ethos docente,
donde los aspectos personales y profesionales lo llevan a propiciar en sus
alumnos acciones referidas a que comprende objetos, los cuales pueden ser
otros actores, objetos físicos o culturales.
Para el tratamiento teórico de la presente investigación, se manejaran por
considerarlos pertinentes, autores como Francisco Altarejos y otros (2003),
en cuanto a la ética del docente y código deontológico, quienes plantean que
la formación ética del docente es una demanda inaplazable para todos.
Las dos teorías expuestas, permiten describir la actuación de los
individuos, entre las cuales que se encuentra el docente. Aspectos análogos
son referidos de la siguiente manera:
La teoría humanista, se ocupa del hombre y su formación en la búsqueda de
llegar a la integralidad, así mismo, La teoría de la acción social, busca a
través de esa acción la transformación del ser hombre, su formación
humana, acciones y consecuencias. Otra característica común es que el
humanismo histórico ve la nueva imagen del ser humano, la exaltación de su
personalidad y su acción transformadora, punto en común con una de las
característica de la acción social del hombre que contribuye al proceso de
formación humana, acciones y consecuencias.
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De igual modo, se evidencias analogías entre la teoría humanista y la de
la acción social, cuando refieren el interés por explicar y experimentar el
mundo exterior la primera y la segunda cuando en la misma se hace
referencia a que abarca el conjunto del quehacer humano a través de la
acción para explicar, entender, transformar sus propias acciones y las de los
demás.
En este sentido, resulta interesante detallar esa actuación a partir de los
siguientes marcos conceptuales:
3.3. Actuación docente
Los docentes en su actuación, deben ostentar comprobadas características
personales: elevada educación, vasta cultura general, sapiencia, tacto y
amor, desplegar un patrón de organización que actuaría con éxito por
muchos años y que repercutiría en muchos países. Es ocupación social del
Educador, ser el creador de las nuevas generaciones, teniendo sabiduría,
destrezas, acciones que lo conviertan en modelo para sus educandos,
poseedor de una reflexión innovadora, contemporáneo y rico en ideas, que
permita un rompimiento con los conceptos habituales.
Asimismo, el docente debe cavilar, anhelar e intentar implantar ideas y
propuestas lo competentemente profundas y eficaces, sobre las cuales debe
yacer el nuevo rumbo de la educación, para que realmente sea democrática,
polivalente y permanente, aprendizaje que influya en la apropiada
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preparación de los educandos para la realidad personal y social. El buen
docente debe ser una persona íntegra en la totalidad de los componentes
que la conforman, personal y profesionalmente.
El aparecer de una concepción académica, cimentada en principios
rigurosamente científicos, plantea nuevas pretensiones a la hora de
conformar el recurso humano que va a liderar esas acciones de enseñanza –
aprendizaje. Los Docentes deben desplegar en toda su totalidad las
capacidades propias del ser humano, como las espirituales, las intelectuales,
las físicas y, promoviendo en él, como persona y por ende en sus discípulos,
sentimientos altamente humanos, valoración y gozo por los aspectos
estéticos; dentro de lineamentos políticos, ideológicos y morales, al amparo
de fuertes convicciones personales generadas por íntegros hábitos de
conducta.
En los bosquejos de la educación tradicionalista, ésta se realiza de forma
unidireccional, donde el docente aporta mucha información, y no brinda
espacio a la confrontación. Hoy día existen nuevas propuestas donde el rol
del docente debe cambiar: pasar a ser dirigente, orientador pluralista, guía
desinteresado, ya que su ocupación como formador no se limita solo al
perímetro que permiten las paredes de un aula de clase, sino que
trascienden fuera de ella, con impredecibles alcances en el maniobrar social
del ser humano.
Así pues, el docente es el encargado de erigir y promover situaciones
afectivas y efectivas para el logro de un trabajo de gran calidad, donde el
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estudiante aprenda los conceptos específicos del saber, la ciencia o la
tecnología, en un marco de aspectos que repercutan favorablemente en su
vida futura, ya sea individual o social, bajo ambientes de independencia,
creatividad y valores.
Para el docente, educar debe ser sembrar en cada hombre la obra que ya ha
sucedido, es hacer a cada individuo la síntesis del mundo viviente hasta el
día de su existencia. Educar es ponerlo a tono con el transcurrir del tiempo;
es darle al hombre herramientas para que pueda vivir y convivir su presente,
disfrutándolo; es proporcionarle al alumno la materia prima, para que
ayudado con el arte de pensar, pueda estructurar, generar y vivir un mejor
mañana.
Se necesitan educadores y se deseanunas escuelas mucho más abiertas a
la vida, al conocimiento y domino del entorno social y económico. El docente
no solo debe educar en una carrera para vivir, sino preparar el alma a sus
educandos para garantizarles una vida gratificante y plena. La actuación de
los docentes en la educación es una actividad muy delicada. El docente
según sus características y responsabilidades, o sea lo que llene del perfil
personal y profesional, puede llegar a ser un gran bienhechor de la
humanidad o un golpe mortal para ella.
El docente debe amar su profesión. Sólo así permanecerá contento con ella
y se consagrara al bien de sus semejantes, debe poseer competencias como
el entusiasmo, modelización, calidez, empatía, ser instruido, capacitado y
actualizado permanentemente para que pueda desarrollar paulatinamente,
52
en lo cotidiano, en su aula de clases y a diario, su arte. De esto deben hacer
consciencia los docentes en su trabajo pedagógico, de su aptitud o ethos en
lo personal y profesional. Con su perfil, se habla implícitamente de sus
habilidades de sus saberes, tanto adquiridas como innatas, vocación,
actitudes y otros atributos que deben ser considerados imprescindibles en su
accionar cotidiano, para que su labor sea triunfante.
La actuación del docente incluye el conocimiento de la estructuración
formativa, que permita revisar al docente su actuación y colocarse a tono con
las exigencias de sus alumnos, a la par que utiliza formulas y estrategias
para ejecutar con decisión e imaginación actividades curriculares,
investigación participativa y todas aquellas labores que contribuyan directa e
indirectamente a formar el modelo de hombre que demanda la comunidad.
Este docente debe tener conciencia para adquirir conocimientos que le
permitan observar y evaluar el equilibrio psicológico de sus alumnos.
En tal sentido, debe estar motivado y presto a cambiar para progresar,
desarrollando continuamente su sentido crítico, así como el deseo de
explicitar las múltiples expectativas que genera y exige nuestra sociedad de
hoy. Dentro de su actuación profesional se debe definir si el docente,
confronta al estudiante con la realidad palpable y si lo estimula a analizar, a
pensar, a discernir, a comprender, a desglosar, para que sea cada vez más
analítico y reflexivo, y pueda ser activo participante en la discusión. En este
sentido, el maestro debe poseer un conjunto de destrezas docentes que le
53
permitan alcanzar y ejercer un rol de liderazgo pedagógico en la práctica
educativa.
De igual forma, debe manejar acordemente los contenidos e
interrelacionarlos con los objetivos y prioridades curriculares, debe crear un
entorno de aprendizaje con sentido de igualdad y justicia, promover
entusiasmo hacia la asignatura especifica e implementar un adecuado
manejo del tiempo. El docente debe ejercer su liderazgo pedagógico
amparado en unas excelentes relaciones humanas, que finalizaran
enriqueciendo la convivencia y fortaleciendo el prestigio y su buena imagen.
Igualmente, debe poseer una serie de características, tener una actitud
positiva hacia la enseñanza, pautas específicas de comportamiento en el
aula, desarrollo profesional y humano que le permitan orientar sus
actuaciones profesionales. Debe ser responsable del proceso enseñanza –
aprendizaje y todo lo que se deriva de dicho proceso.
Entonces, aquel docente que llene más parámetros del perfil profesional
establecido, según el área de la ciencia o la tecnología, será más rico en su
acerbo pedagógico, tendrá una más gratificante vida docente, será más
provechoso su acto de enseñanza en las Instituciones de Educación Media, y
éstas lo debiesen preferir y estimular por preparar y capacitar unos
egresados de mayor calidad e investigativa en su futuro como estudiante
universitario, que lo preparará para el progreso y desarrollo, porque la
educación es motor y combustible al tiempo para salir del subdesarrollo.
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Considerando la importancia de la actuación docente, se hace necesario que
sea vista desde diferentes ángulos, tanto a nivel macro como a nivel micro,
entre ellas las políticas sociales y económicas nacionales e internacionales,
donde la tan anhelada globalización o mundialización, dicta pautas a seguir
sobre los comportamientos humanos generalmente motivados por los
adelantos tecnológicos.
En ese contexto,García y otros (2009), para el logro de esos objetivos se
debe analizar primero a la sociedad en que se está inmerso, con la finalidad
de preparar a cada individuo para la mejor integración en ella, desarrollando
todas y cada una de las aptitudes que posee; sin perder de vista el docente y
las instituciones educativas, las innovaciones que en tecnología de
información y comunicación arropan a las nuevas sociedades, ya que resulta
innegable que la vida está siendo diferente en cualquiera de sus
expresiones.
Sin embargo en la mayoría de los países no desarrollados lo único que
las tecnologías y la mundialización han hecho es abrir aun más la brecha
entre pobres y ricos, quedando las comunidades y los centros educativos
como los pertinentes a esta investigación, fuera de todo adelanto. Al
respecto, y en concordancia con lo expuesto, Guanipa M (2010), refiere que
este fenómeno cultural está cambiando el contexto político, económico,
social, educativo y moral del planeta.
De igual manera, las transformaciones sociales que se están sucediendo
de manera compulsiva y violenta en la actual sociedad y a escala mundial,
55
Latinoamérica también recibe y refleja en la actuación del docente estos
cambios, el ver a su labor ni siquiera como una profesión destacada o
importante sino como algo marginal, que en muchas oportunidades lleva al
docente a sentirse avergonzado de su labor.
A este respecto , Altarejos y otros (2003), exponen que a la vista de esta
situación puede comprenderse la relativa ambigüedad de la noción de
profesión, la pobreza, el poco valor social y económico que se le da a su
ardua praxis, también repercute en gran medida de manera negativa en su
rol frente a sus alumnos, debiendo enfrentar él mismo, una realidad que
muchas veces no está en capacidad de entender.
Opina también García y otros (2009), que en general puede decirse que el
profesorado ocupa una posición estratégica, aunque socialmente devaluada,
entre los diferentes grupos que actúan, de una u otra manera, en diferentes
campos, los maestros parecen siempre más o menos de segunda mano
todo, esto muchas veces, por falta de buenas políticas educativas.
Al respecto, en un artículo publicado por el diario El Nacional del día 20
de noviembre de 2011, comenta que los efectos de la crisis económica más
severa que han sufrido las universidades autónomas en los últimos años
llegaron a las aulas. Donde los docentes mejores preparados tienen menos
horas de clases o se han ido del país, lo que conlleva a una preparación
académica limitada del fututo docente de educación media general.
Aunado a ello, el tener que enfrentarse a las fracturas que viven la mayoría
de los núcleos familiares donde ellos mismos forman parte, donde la moral,
56
las buenas costumbres dejan paso a grupos familiares disfuncionales en el
cual sobrevive el más fuerte o con capacidad para el engaño y la
delincuencia, las palabras honestidad y buenas costumbresestán en desuso;
y actividades como el contrabando de combustible es considerado en la
comunidad como algo normal sin considerarlo un delito de ninguna manera.
Para corroborar lo anteriormente mencionado, eldiario El Nacional, en un
artículo de opinión el día 08 de mayo de 2012, dice que el problema más
grave se presenta en Táchira, que concentra 40% del contrabando, le sigue
Zulia con 35%. Eso explica la prioridad del Ejecutivo de atender el problema
en esos estados para evitar la venta ilegal a Colombia;pero la situación
incluye otras entidades, como el Municipio Mara, de igual manera, el
contrabando de cigarro, comida, el sicariato, secuestro, comercio informal,
son las principales fuentes de ingresos de la comunidad en estudio.
Por lo que, los docentes deben enfrentar todo un abanico de
problemáticas dispersas en la sociedad, incluida la crisis educativa que no es
más que producto de la crisis mayor que cubre a la sociedad en su totalidad;
el docente debe asumir además de sus propias crisis concerniente a su
desconocimiento en la implantación de políticas pedagógicas adecuadas a
su labor, y poca preparación académica producto de las políticas educativas
a nivel superior, la falta y apatía a su constante actualización que en muchas
oportunidades es por falta de tiempo y recursos, la crisis en que están
inmersos los sujetos que ellos atiendan y estos a su vez viven en sociedad.
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Así mismo, la terminología actuación docente, es abordada por
investigadores desde varias perspectivas, una es referida a la concepción
interdisciplinaria de los docentes. A tal respecto, Morin(2000), enfoca a la
actuación docente desde varios ángulos, pero íntimamente relacionados,
como lo son el pensamiento del docente, como investigador del proceso
educativo y como constructor del ser humano. De igual manera, para
comprender con mayor profundidad lo referido al modo de actuación
docente, debe hacerse un análisis partiendo de lo que refieren las teorías
sobre el tema.
A tal respecto, las teorías sobre la actuación docente, entienden a ésta
como la manera que a través de la historia condicionan el quehacer del
docente, conformado por un conjunto de métodos y procedimientos, así
como formas de comunicación y manejo pedagógico, lo que deja de
manifiesto el nivel de desarrollo de sus habilidades y destrezas en su hacer
pedagógico; de esto se desprenden sus saberes indispensables en su
actuación personal y profesional, referidos estos a los conocimientos teóricos
que conforman su modo de actuar como docente, el cual condiciona la
estructura interna que éste adopta.
Estos, conforman el dinamismo en su actuación y que se evidencia en la
actividad docente durante su vida profesional, si estos saberes son los
adecuados y necesarios, mejorarían o perfeccionarían la actuación del
docente, ya que, profundizarían su forma de pensar, su forma de aprender
de comportarse, todo ello aunado a las nuevas innovaciones y cambios del
58
sistema educativo. Así lo refierePerera (2001), cuando alega que permite la
dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje que involucra y compromete
a los sujetos en la apropiación activa de conocimientos, habilidades y valores
a través de vínculos.
Por lo que, lo verdaderamente valioso seria que todas las actividades de
la actuación docente se interrelacionaran de forma armoniosa que lo afectivo
y cognitivo a través de un tipo de pensamiento complejo, pudieran
verdaderamente generar cambios profundos en su vida personal y
profesional y que estos se hicieran manifiestos de forma efectiva en su día a
día.Fishbein y Azjen, citado por Nuñez (2003) explican que el aspecto
afectivo tiene mayor importancia en la transformación del individuo, pues las
vivencias afectivas promueven mejor los cambios en el comportamiento,
debido a que el sujeto experimenta sensaciones que lo conducen a
mostrarse de una manera u otra”.
Por consiguiente, el docente de educación media general debe estar bien
preparado, ser investigador de los nuevos tiempos a través de la
investigación interdisciplinaria, adaptándose a las exigencias de la
modernidad, para poder hacer efectivo su rol de constructor de las nuevas
generaciones que se mueven constantemente a su alrededor, y ello implica
no solo la responsabilidad de trasmitir conocimientos básicos, sino también
tener y demostrar un buen equilibrio emocional.
De allí pues que su nivel de compromiso abarca el de afianzar en los y las
estudiantes valores y actitudes, el docente en el aula es como el capitán de
59
un barco, administrador más visible y más importante de sus estrategias de
enseñanza, le implica constituirse en el principal encargado que habría de
determinar la dirección y objetivos de su proceso, por tanto, su
responsabilidad fundamental es guiar las tareas de formular y poner en
práctica estrategias diversas para que los alumnos puedan construir su
propio proceso de aprendizaje.
En ese sentido, la actuación docente, es enfocada por Brandler
(1999)sostiene que, quien otorga gran relevancia al aspecto de formación y
capacidad, al indicar que para cumplir el papel de instructor requiere de un
gran esfuerzo e inteligencia. En tal sentido, asigna la importancia que como
investigador y fomentador de la creatividad y el mejoramiento de la calidad
educativa. Asimismo, Ahumada (2000), define el desempeño de los docentes
como el conjunto de características personales, conocimiento, experiencias,
habilidades, que debe poseer el ocupante al cargo en función de los
requisitos y propósitos de dicho cargo.
De acuerdo a esta definición, el autor le da relevancia a la formación
profesional, a su actitud positiva hacia la docencia, su ética personal y
profesional, la complejidad de su pensamiento, actitud hacia la investigación
interdisciplinaria en la construcción de un nuevo ser consciente de su
responsabilidades. Morín (2000), afirma que, todo desarrollo verdaderamente
humano debe comprender el desarrollo conjunto de las autonomías
individuales, de las participaciones comunitarias y la conciencia de
pertenecer a la especie humana.
60
En virtud de lo expuesto, Sánchez (2001), agrega que la actuación
docente puede apreciarse por las características personales, las habilidades
y las funciones docentes, que demuestra en su trabajo. En tal sentido, debe
ser un poseedor de competencias genéricas y técnicas, consciente de los
avances científicos, tecnológicos y cognoscitivos que hacen de la
información y conocimientos procesos en continua evolución, pues los que
es válido hoy tal vez no tenga vigencia mañana.
Igualmente, Terry, citado por Chiavenato (2008) define el desempeño del
docente como la estimación del proceso logrado en los objetivos planteados,
es por ello que es parte de las habilidades y destrezas que el individuo tenga
para realizar las actividades. En consecuencia, el docente debe saber
desempeñar sus roles entre los que destacan el ser organizador, motivador,
facilitador, mediador, investigador y promotor social, todos estos pueden
evidenciarse en la actuación de los docentes y sus funciones y se traducen
en valores, actitudes, aptitudes, habilidades, destrezas entre otras.
3.3.1. La ambigua profesión docente
A partir de estas teorías, va tomando cuerpo la importancia de la
investigación, ya que las mismas aclaran el papel histórico de la profesión
docente, donde solo definir la palabra profesión es una tarea difícil desde los
inicios de los tiempos, así lo refierenAltarejos y otros (2003), cuando dicen
que la noción de profesión presenta arduas dificultades para su definición.
61
Parece indudable que, el término “profesión” expresa una realidad social, o
dicho de otro modo, la consideración y reconocimiento social de ciertos
trabajos.
Tardif (2004) menciona que, tal como lo había enunciado Marx, toda praxis
social es, en cierto modo, un trabajo cuyo proceso de realización
desencadena una transformación real en el trabajador. Debido esto y a las
características particulares de la sociedad occidental, donde el poco arraigo
a una cultura definitoria, los pocos referentes de la realidad social que le
envuelven , la diversidad de criterios éticos y antropológicos, impiden ver un
panorama claro del mismo, existiendo una sociedad y cultura basada en la
multiplicidad, el cual es considerada un ventaja, sin embargo, esto lejos de
favorecer el clima de los profesionales de la docencia le generan dificultades
de considerable envergadura.
Por otra parte, lo analítico y cuantitativo propio del razonamiento
instrumentalista, característica que aun prevalece en este tiempo, impide la
visión interdisciplinaria del ser humano y su realidad, como entorno para la
actuación humanística que envuelve todo el hacer de la profesión docente.
De igual manera, y siendo evidente que los profesionales han estado en
constante evolución ya desde su origen, y de manera acelerada en nuestros
días, en los que se reconoce, que los estudios a nivel superior, solo son el
inicio al definitivo y real aprendizaje que tiene lugar en el ejercicio de la
profesión.
62
Estas u otras múltiples de razones, ofrecen un breve acercamiento a la
ambigüedad de la noción de profesión, especialmente la profesión docente.
Así lo expresan Altarejos y otros (2003) cuando refieren que explicar la
relativa ambigüedad de la noción de profesión, que se manifiesta incluso
semánticamente; pues si bien su sentido es incierto, su referencia, en cambio
parece perfilarse claramente. A tal respecto, el termino profesión como
sustantivo, es difícil de definir; pero lo profesional, como adjetivo, denota con
claridad el rigor la competencia la mejora en el trabajo y la satisfacción del
cliente.
Desde otra perspectiva , el termino profesional, puede significar un estatus
sociolaboral, en el cual se encuentran inmersos los docentes, a lo que uno
de los conceptos centrales de la concepción de la acción social en Parsons
es, en este sentido, el de actor que se define como un individuo motivado en
busca de metas que establece relaciones con objetos de su medio ambiente.
Por otra parte, profesionalparapuede denotar también una cualificación de
excelencia en el trabajo, por lo que al respecto parece no haber dudas, sin
embargo el termino o calificativo profesional es empleado para tareas poco
éticas o deshonestas; cuando se observa a través de los medios de
comunicación hablar de los profesionales del robo, del engaño político, de la
estafa; sin embargo, este uso solo tiene valía como acto comunicativo,
aunque en su concepción como tal sea inaceptable.
63
La concepción subyacente a este uso particular del término profesión,
orienta a otros de los parámetros o puntos de vista dominantes en la
consideración de la actuación humana; el principio del resultado de la
profesión docente, según uno de los principios de la teoría humanista, es
que los profesionales de la docencia asuman la concepción del hombre y su
dinámica socio cultural y sus efectos subyacentes, entendidos estos en
términos de paz, amor y felicidad.
Sin embargo, la profesión docente ha cambiado mucho su perfil en las
últimas décadas, en oportunidades se comenta que los profesionales de la
docencia están poco dispuestos a los constantes movimientos sociales y
tecnológicos que día a día ocurren, y que si algunos logran hacerlo lo hacen
con tal lentitud que no llegan en la mayoría de los casos a estar a la par de
los mismos.
Al respecto, Mañu y Goyarrola (2011) manifiestan que la profesión
docente con sus matices y sombras, se puede afirmar que durante décadas
junto con un envidiable carácter altruista no siempre la preparación
académica de los profesores era la más adecuada. Esto se refiere a que un
buen docente debe tener ambas cualidades, una buena preparación
académica y ethos que supone, estar dispuesto con agrado, dedicación,
paciencia, amor y actitud o disposición para ofrecer a sus estudiantes lo
mejor de ellos.
64
3.3.2. Sentido ético de la profesión docente
Etimológicamente, la palabra ética proviene (del griego ethika, de ethos, cuyo
significado es comportamiento, costumbre), lo que indica principios o pautas
de la conducta humana, a menudo y de manera inapropiada llamada también
moral (del latín mores, costumbre) y por extensión, el estudio de esos
principios a veces llamado filosofía moral, lo planteado se entiende como una
rama de la filosofía, considerada como una ciencia normativa, porque se
ocupa de las normas de la conducta humana, y para distinguirse de otras
ciencias.
Para Siliceo y Cáseres (2004), la ética es parte de la filosofía que trata de
la moral y de las obligaciones del hombre. Por tanto, la definen como el
conjunto de normas morales que rigen la conducta humana, en sentido
amplio la ética docente es la inherente a una persona que estudia y enseña
moral, por tanto su comportamiento es ser recto conforme a la moral, todo
ello como resultado del pensamiento racional.
Asimismo, Ahumada (2000), resalta al docente con el conjunto de
características personales, conocimientos, experiencias, habilidades, que
debe poseer el ocupante al cargo en función de los requisitos y propósitos de
dicho cargo. De acuerdo con esta definición, el autor plantea la relevancia a
la actuación del docente, a la actitud positiva hacia la docencia, es por ello
que infiere e l conjunto de cualidades, tanto personales como profesionales.
65
Para Robbins (2008), la conducta ética no solo acata los preceptos de la
ley, sino que involucra un código moral más amplio que es común a la
sociedad, como un todo. Por tanto, la conducta ética es aquella que procura
el bien al mayor número de personas, que respeta los derechos
fundamentales y compartidos por otros seres humanos, como la vida, la
libertad, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, trato justo, es decir
lograr la equidad social.
Es necesario e importante, tratar de entender de forma más clara la
realidad ética y social que envuelve al docente en la actualidad, para ello, se
hace pertinente ir a tiempos pasados. En la antigua Grecia, según
conocedores del tema, prevaleció una sociedad inmoral con pocas raíces y
autenticidad ya que copio patrones de otras civilizaciones. Llegando a la
hipocresía moral. Tal como lo dice Santana (2007), La racionalidad Griega de
la sociedad antigua, inspirada en los principios Judeo-Cristianos, se sacralizo
moralista, no autentica.
Así mismo, la característica principal de la ética durante la edad moderna
fue la Razón y al amparo de los principios libertad-igualdad-fraternidad, la
verdad tomó el lugar de la virtud. Al observar lo que ocurre en la actualidad
puede verse una estela sombría, llena de amoralidad donde prevalece la
incertidumbre y la incredulidad las que conviven en nuestra sociedad. Las
reglas morales, los paradigmas establecidos, las reglas, los tabúes de
épocas anteriores fueron desplazadas.
66
En consecuencia, todo lo anteriormente descrito dio paso al cuestionamiento
de todo lo que vemos y hacemos, donde lo bueno y lo malo solo depende de
cada individuo y la percepción que éste tenga del fenómeno, de su
subjetividad y del entorno que los envuelve. A lo cual la mencionada autora
dice que, la moral perdió autoridad moral. Si estas reflexiones son válidas
para los profesionales en general, adquieren un carácter de dramatismo con
respecto a los profesionales de la educación que tienen la inmensa
responsabilidad de formar la niñez y la juventud que son la esperanza los
hombres del mañana.
Por estas razones, puede verse en el entorno educativo,como han
desaparecido en los educandos el respeto, el temor, la coacción, el
acatamiento a las órdenes, viendo surgir en las instituciones y su entorno
una cultura perversa, sexo sin límites, consumo de sustancias psicotrópicas,
donde el más cruel es el que gana, quedando la moralidad en la subjetividad
de los individuos.
Es evidente que en los centros educativos, el premio-castigo está sujeto a
reglas creíbles y convenientes menos éticos, los discursos de los docentes
no deben estar tan cargados de moralidad ni espiritualidad, ya que hay que
dejar que el alumno sea el mismo, sin presiones, sus discursos deben tener
razonamientos lógicos, con contenidos y significados con sentido teórico-
práctico.
Aunado a todo esto, queda el docente con carencias cuando lo referido a
la ética pareciera estar en una separación radical entre técnica y ética,
67
ruptura insalvable entre teoría y práctica y el empeño en considerar que el
saber es fuente de poder, donde la teoría es lo más importante y que al ser
llevada a la práctica no posee ni un dejo de ética, el saber se convierte en
una automatización totalmente separada del ser humano, llegándose a una
ruptura entre lo ético y lo humano, ocurre así una desintegración existencial.
Tal es la situación actual, que el propio docente se encuentra a la deriva y
aunado a la crisis social, la realidad de su preparación en la eticidad y
formación profesional queda vagando en el vacío ético de su formación, ya
que las practicas educativas universitarias e institutos pedagógicos manejas
planes y programas que descuidan lo fundamental en el educador como lo es
el desarrollo pleno de su identidad y personalidad como educador.
Lo expresa Pérez (2008), al referir que si bien uno explica lo que sabe o cree
saber, uno enseña lo que es, el futuro educador debe conocer y enfrentar
con cuestionamientos sus propios valores y maneras de ver y entender al
mundo, para entenderse a sí mismo, ya que él será en el futuro un
modelador de seres humanos; lógicamente para hacerlo mejor ya que nunca
se podría entender a la educación como el desmejoramiento o
empeoramiento de los seres humanos.
Por lo que, la formación en eticidad, es una demanda inaplazable, no sólo
para los educandos sino para los educadores. El que exista una materia de
ética en los currículos Universitarios, no garantiza que se va a solventar la
actual situación, pero sin ella no se podrá afrontar debidamente tan grave
68
ausencia, ni podrá enfrentarse a la gran problemática como es el que se
considere violenta cualquier acción docente.
En el sistema educativo de diferentes países como España, se han
realizado infinitos ensayos para fijar una ética profesional, han sido números
pero escasos los resultados perdurables en el tiempo. Existiendo un gran
número de códigos deónticos a disponibilidad de los educadores, pero que
no han arrojado los resultados esperados. Altarejos y otros (2003), dicen que
existe un amplio mercado de códigos deontológicos a disposición de los
profesores, pero que la satisfacción del cliente parece ser mínima, al menos
si se atiende a la difusión y vigencia de dichos códigos.
En esta parte de la investigación, es de suma prioridad entender la
importancia de la ética no solo en la profesión docente sino en todas las
profesiones, ya que, todas están ligadas a un desempeño acorde con la
ética, pero en la profesión del educador hay algo sorprendente. El concepto
mismo de educación y el ejercicio profesional docente son éticos en sí
mismos, ya que la función principal de la educación y del educador es la
búsqueda del perfeccionamiento de los seres humanos, de humanizar de
hacer plenamente humano al hombre, para que tome conciencia de sí mismo
y de su entorno físico y social, para que transforme esa realidad para el bien
de la comunidad humana.
Además, cuando se habla del bien y el mal individual y social se
encuentra en terrenos del estudio de la ética. Por consiguiente, si el
profesional de la docencia carece de una sólida formación ética y moral,
69
todos los esfuerzos que se realizan en las Instituciones educativas, se verán
frustrados por seres humanos egoístas que entienden el ejercicio profesional
como una manera de conseguir su sustento sin mucho esfuerzo, por esto, la
formación ética de los docentes debe estar orientada hacia el despertar de
una conciencia moral que permita al educando darse cuenta de la
responsabilidad que tiene con su comunidad.
Al respecto, opinanAltarejos, y otros (2003), que la ética profesional se
justifica por el contenido moral de toda profesión; pero en la docencia dicho
contenido debe ser explicito y manifestativo, pues su comunicación es
esencial en su dimensión formativa. En este sentido, el docente debe actuar
de acuerdo con lo que dice, y manifestarlo ya que de lo contrario estaría
faltando en su labor de educar.
En ese contexto, Ciriaco (2003) manifiesta que los docentes, han de
contribuir desde este eje transversal a enseñar a nuestros alumnos a
reflexionar y fomentar la consecución de hábitos en relación a los valores.
Porque son éstos, quienes con su actuación, orientan a los estudiantes a
construir y fomentar costumbres en valores y de acuerdo a su entorno o
sociedad que les rodea.
Ahora bien, al contrastar la opinión de ambos autores éstas son
concordantes, ya que opinan que la ética del docente es importante y
decisiva en la construcción de las nuevas sociedades y que su conducta y
valores demuestran su calidad, de igual forma, todo docente debe sentir lo
70
grande y noble de su profesión sin importar que se le reconozca o no su
labor.
Con esos criterios de los autores señalados y Considerando que, la ética es
el ideal de la conducta humana, orientada sobre lo que es bueno y correcto,
consolidándose cuando se internalizan las normas sin que exista presión
exógena alguna para su cumplimiento, el sentido ético de la profesión
docente, se gesta desde la formación del mismo, por ello su actuación en su
práctica educativa, debe ser acorde con el comportamiento que debe tener y
demostrar un profesional de la docencia de cualquier modalidad o etapa.
En este propósito, resulta evidente que, en el plano de la ética docente,
aunque, se hable mucho sobre el tema y revistiéndolo de tan gravosa
importancia, se puede decir que, los continuos cuestionamientos hechos a
los docentes son pocos para la gravedad del resultado de sus acciones,
pues estas afectan de por vida a todos los entes involucrados y son los
educadores quienes deben despertar una conciencia moral como profesional
de la educación que le permita sumir una actitud de compromiso frente a la
formación integral de los educandos confiados a su cuidado.
Finalmente, y en medio de tantos problemas que aquejan a la sociedad
actual, son los docentes quienes, con su sentido propio, constante en el
tiempo y perfectivo de mejora en el quehacer educativo a los que,
corresponde con su sentido de competencia, iniciativa, compromiso,
responsabilidad y dedicación hacer ético al educando, promoviendo su
sentido ético en los nuevos valores emergentes, no construidos desde la
71
cultura actual, sino que surgen para sorpresa de todos y son asumidos
rápidamente gracias a la debilidad y al vacío de los valores presentes.
Es corriente saber en esta parte de la investigación, el significado de la
palabra ética y su importancia en el campo educativo, puesto que, la
educación maneja problemas antes de la educación misma, en propuestas
que afirman que nadie puede educar a nadie, que es uno mismo el que se
educa y el maestro es solo la ocasión para que el otro se eduque, cabe
mencionar entonces que Paulo Freire (1975) afirma que nadie educa a nadie,
que todos nos educamos en comunidad; entonces la educación es un
problema relativo a la formación humana, pero el docente, no es entonces
quien modela las conductas de los estudiantes con sus enseñanzas, sino es
con el ejemplo de su actuación la que es imitada por éstos, debiendo
manejarse de forma tal que su actuación sea ejemplo para todos.
Así mismo, la etimología se puede interpretar de dos maneras
diametralmente opuesta. Si tomamos ex–ducere, que es igual a salir,
conducir hacia afuera, el proceso educativo se tomaría de adentro hacia
afuera, esto en un estudiante tiene las potencialidades y se va desarrollando,
como una semilla que se va haciendo árbol si se le dan las condiciones
adecuadas.
Pero, si se toma la etimología educare que es igual a criar, alimentar, bien
a dar una connotación contraria de afuera hacia adentro, esto es que la
acción del maestro y del medio es la viene a moldear la formación humana
de ese educando. Cabe destacar, que el docente en su actuar debe manejar
72
tan delicada labor teniendo principios, valores éticos, componentes éticos,
responsabilidad ética, compromiso social, normas y valores, considerando
que estos, son un conjunto de reglas o normas validas para una sociedad
determinada; para Santana (2005), algunos principios éticos pudieran ser
generalizables por ser validos en cualquier sociedad o cultura; pero en todo
caso siempre se manifestaran de modo particular en las acciones personales
del individuo.
En relación a ello, los docentes deben manejar el sentido ético de su
profesión en todos los momentos y actos de su vida, especialmente en su
praxis, por ser considerados un modelo a seguir en la comunidad donde se
desenvuelve, de hecho, el talante ético procede de actividades personales
que cada individuo asume en libertad .En consecuencia, en la actuación
docente debe prevalecer como eje principal su sentido ético el cual debe
estar inmersos dentro de ellos, en todos los lugares, momentos y
circunstancias que le rodeen.
Igualmente lo expresa Garza (2004) al referir que la vida está hecha con
las decisiones concretas, y estas no son generalidades ni abstracciones, sino
que involucran esfuerzos, personas y otras circunstancias únicas, en tal
caso, educadores, deben preparar a los educandos para enfrentar el futuro y
formar parte de la sociedad, haciendo ciudadanos dispuestos a defenderse
en ética y valores morales de la violencia que se vive en la actualidad; es
importante reflexionar, sobre el tipo de valores que se necesita, sobre los
valores que se quieren y desean transmitir en la construcción de un nuevo
73
mundo, pleno lleno de actos de bondad, amor, justicia y no de violencia como
se vive en los tiempos actuales.
Cabe destacar que, los autores tienen la misma opinión en cuanto a la
actuación docente y el sentido ético de su profesión, la cual debe estar
orientada hacia la promoción, capacitación, y conducción de sus educandos
hacia una vida plena, productiva como seres humanos en su individualidad y
en su dimensión social, debiendo desarrollar actitudes y aptitudes en los
mismos, donde prevalezca como: preocupación por los demás, competencia,
compromiso, y normas éticas tienen su concreta aplicación en cada una de
las actividades del docente.
Dentro de esta perspectiva, la responsabilidad ética forma parte de los
componentes éticos que un docente debe manejar. Al respecto Barbera
(2001) refiere que ser responsable en su sentido etimológico (del latín
responsum), ser capaz de responder; de responder de los actos, de
responder de manera eficaz a las normas que configuran la conducta social.
Así pues, dentro de la ética de los profesores es uno de los componentes
más importantes es el de la responsabilidad, siendo esta la capacidad para
responder por nuestros actos y muy especialmente en la responsabilidad de
educar, ya que la educación es una acción transformadora y liberadora, los
docentes realizan esta acción de manera casi imperceptible, su día a día es
la constante construcción para el desarrollo de la consciencia de los
educandos, así como favorece los cambios que la sociedad muestra y sus
valores, todo esto, es un proceso lleno de responsabilidad ética.
74
Al mismo tiempo Garza (2005) alega que en el estudio de la ética
profesional la declaración por lo general se efectúa cuando los miembros de
una profesión tienen ciertos deberes, obligaciones y responsabilidades
especiales, por lo que, ser profesional de la docencia trae un peso especial
en la sociedad con características especiales por la carga que la sociedad le
entrega y deja en sus manos, como es la de cumplir en su praxis diaria la
responsabilidad que implica su delicada labor con honradez, sinceridad,
dignidad, respeto, justicia, libertad entre otros valores que debe manejar un
docente en todas las actividades que ejecuta tanto profesional como
personalmente.
De igual manera, el ser responsable es velar por los derechos propios y
ajenos especialmente en la labor educativa, y desde su perspectiva social
debe buscar el bien para todos a través de su esfuerzo, constancia,
perseverancia, dedicación. Por su parte,García (2006)sostiene que el acto
moral tiene como una de sus propiedades la responsabilidad, la cual consiste
en el atributo o propiedad por la cual el autor de un acto moral debe dar
cuenta de él, es decir, debe responder ante una autoridad superior. En
relación a ello, se precisa, los docentes en sus funciones deben responder
por sus actos, teniendo en cuenta que sus actos dejan secuelas a largo plazo
en sus alumnos y que la cuota de responsabilidad es muy alta.
Sin duda alguna, los autores coinciden en sus opiniones en cuanto que la
responsabilidad ética de los docentes en su praxis, es de vital importancia ya
que de ello depende su labor, un docente que reprima, sea injusto,
75
coaccione, y genere desconfianza no debería llamarse docente. De hecho
ser docente en los momentos actuales llenos de horror y dolor es una
responsabilidad titánica y quien la asuma debe hacerlo en la plena
consciencia de su labor y en la contribución y búsqueda de una nueva
consciencia ética moral de los hombres nuevos que necesita el mundo.
Vivimos en una época donde el compromiso social de los docentes se
vuelve más relevante por los escenarios que cada día y a cada momento,
encontramos cuadros de violencia familiar y escolar, reflejados en la
cotidianidad y en todos los medios de comunicación que no dejan de mostrar
para satisfacción de muchos la morbosa debilidad del hombre, que generan
un estado de desconcierto e inseguridad generalizada, el cual ya no es
sorpresa para nadie. Se viveen un mundo inseguro, violento, inestable,
donde no existe justicia para nadie ni hay credibilidad en las autoridades, ni
en las instituciones públicas, en los políticos, etc.
Ante este sinfín de dificultades y problemas corresponde a los docentes
con su carga de compromiso social asumir el reto ante la descomposición
existente; por sus manos pasa cada una de las personas que conforman las
sociedades y les corresponde contribuir a la formación de una nueva ética
social colectiva aceptada y aprobada por todos, y que, se apoye en un
sentido de ciudadanía y civismo. En el mismo contexto, Santana
(2005)señala que la ética social constituye una especie de configuración o
abstracción colectiva aceptada como necesaria común a todo colectivo, que
se proyecta en un sentido de ciudadanía y civismo.
76
En consecuencia, a lo expresado, es indudable la necesidad de replantear
de manera profunda el modo como deben comportarse las Instituciones
Educativas, los docentes, la familia y las comunidades en general. Así lo
expresanAltarejos y otros (2003), cuando refieren que no todos han tomado
conciencia de esta necesidad, y que, quizá ello explica, en parte, la escalada
de violencia escolar que observamos. Como puede inferirse, existe una
necesidad urgente de reflexión especialmente en el contexto de las
Instituciones de Educación Media General, donde los docentes, establezcan
un dialogo social ético, donde se involucren todos los componentes de la
sociedad.
Así pues, en virtud de que debe hacerse una selección de las problemáticas
mas graves a los que se enfrentan las nuevas generaciones en la búsqueda
de posibles alternativas de solución que el sistema educativo conjuntamente
con sus docentes aportaría a la sociedad, siendo esta, la que reclama la
urgencia de que se hagan cargo de tantos problemas.Garza (2005), y en
concordancia con los autores citados expresa que una sociedad cuyos
valores supremos son la preservación de los derechos individuales y la
protección de la vida privada, cada individuo tiende a retraerse al ámbito de
su vida personal y familiar, a resguardar sus intereses particulares y
desentenderse del colectivo.
Frente a este escenario, se asume el peligro del individualismo y la
disgregación de los lazos comunitarios; correspondiendo a los docentes con
su actuación la ardua labor de integrar a las instituciones educativas con las
77
comunidades y a estas con ellos. Corresponde entonces, a los educadores
de educación Media General, sentirse verdaderamente comprometidos en la
formación de personas de bien, en la búsqueda de un nuevo sentido ético en
el comportamiento del educando, haciéndola más digna y aplicable a su vida
diaria.
La norma es, etimológicamente, una medida. Norma significa medida.
Medimos, para crear una proporción, para mantener un equilibrio. Existen en
la vida cotidiana muchas normas, se vive rodeado de ellas, todo lo que está
alrededor obedece a una norma, no obstante, parecen estar hechas para
cumplirse o desafiarse. Pues en la calle se observe con frecuencia la
transgresión de normas impuestas para la convivencia o el orden ciudadano.
En consecuencia, las normas éticas, han sido establecidas para instaurar
la vida en sociedad, para reglamentar la intervención de los miembros de las
comunidades, es necesario aclarar que, cada grupo social, en cada
momento, maneja su propio reglamento, su propio esquema y parámetro, y
por consiguiente su propia ética. En cada grupo humano, existe una
predisposición natural a ser intransigentes en la aceptación de normas que
de alguna forma se acuerdan en la vigorosa dinámica del día a día y el diario
coexistir.
Santana (2005), resalta que, las razones para desobedecer o violar las
normas pueden ser variadas: comodidad, abuso, deseos de transformas,
utilidad, conveniencia, inconsistencia, desconocimiento entre otras. Ante este
panorama los docentes de Educación Media General, tienen el reto de ir
78
adecuando los cambios a sus propias normas éticas, de tal forma que, la
colectividad las encuentre representativas, contundentes y sean aceptadas
por el colectivo.
De lo anterior, se deduce que, las normas son variables entre los grupos,
si algún miembro desconoce este principio, sobreviene el conflicto, deben
entonces los docentes de las Instituciones Educativas, conocer las normas
éticas de su profesión, las cuales están orientadas por los códigos
deónticosen sus coordenadas especificas, que inciden sobre sus actividades
tales como: la protección y cuidados a sus alumnos, las normas pautadas por
la Institución donde se desempeñe, el compromiso corporativo hacia sus
compañeros o colegas, obligaciones con los padres o representantes y
comunidad en general entre otros, ya que estas son de obligatorio
cumplimiento.
Debe señalarse que, las normas pueden tener sanciones físicas, punitivas
y sanciones simplemente morales de reprobación de un conglomerado. De
allí pues, que las normas suelen organizarse en códigos, en leyes, en
reglamentos, de diversas formas, algunas transcienden el tiempo y pueden
constituirse en normas de vida; en efecto, las normas éticas de los docentes
son características que suponen un grado de excelencia en el desempeño
profesional como la competencia leal, iniciativa, responsabilidad y
dedicación; podría entonces decirse que estas exigencias están enmarcadas
dentro de los códigos deónticos o códigos éticos de los docentes.
79
Las normas éticas están relacionadas con los valores, integrándose
alrededor de los valores principales de una cultura. Así es que, los valores de
comportamiento o hábitos también son aprendidos en sociedad y son
conocidos como costumbres. Esas costumbres condicionan
fundamentalmente a los individuos de una sociedad, pues como se sabe, la
fuerza de la repetición de una acción, adquirida por la persona, le impulsa a
obrar de una manera específica.
Como resultado de esto, existen muchas costumbres diversas para
muchas actividades en sociedad, y quebrantarlas por un individuo no implica
consecuencias graves a menos que sea una norma. Como ya se expreso,
las normas se entretejen alrededor de los valores y tratan de protegerlos
para que no sean quebrantados por los miembros de una comunidad. Si una
persona se atreve a quebrantar esas normas es castigado por los demás
miembros de la sociedad.
De estas evidencias, puede decirse entonces que las normas éticas de
los docentes son un punto neurálgico en su labor docente ya que, deben
respetar y hacer respetar las normas impuestas por el medio social que le
rodea.Altarejos y otros (2003) manifiestan que una de las grandes fuentes de
conflicto en la actividad de los profesores está, en efecto, en las colisiones
que se producen en los diferentes contextos normativos que inciden sobre la
actividad, significa entonces que existe discrepancia entre los docentes
respecto a las normas éticas y esto tiene efectos directos sobre sus
actividades educativas.
80
El tema de los valores, aun cuando se considera reciente, han existido
desde siempre; el ser humano siempre ha tenido cosas a las que ha dado
valor; sin embargo los criterios son cambiantes a través de los tiempos y los
valores actuales no son los mismos que existieron durante la época del
Imperio Romano. El concepto de valor abarca contenidos y significados
diferentes, siendo tratado desde diferentes perspectivas y teorías.
Los valores, son el resultado de pasos y evolución en el devenir de la
historia, nacen con una importante significación y se transforman o
simplemente dejan de existir en los diferentes tiempos por donde transite.
Los valores éticos, que guiaron u orientaron a las civilizaciones pasadas no
podrían ser los de ahora, los que aceptan y viven la sociedad actual. Por
esto, para Santana (2005), desde el punto de vista socio-educativo, los
valores son considerados referencias, pautas o abstracciones que orientan el
comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la
persona. Puede inferirse de lo dicho por la autora que, los valores éticos no
valen por si solos, sino dependiendo de la persona; del valor que ella les dé,
del agrado o desagrado que este le produzca.
Desde esta configuración, los valores son personales, dependen de la
opinión personal de cada ser humano, por lo que, los valores no son
concretos, no se ven, no se pueden palpar físicamente, se aprenden en la
mente y en el pensamiento, es allí, donde se forman y se les da el significado
real; debido a que estos son ideas, pensamientos que no tienen valor
81
material, por el contrario, su valor depende de la valoración que le de cada
persona.
Es por lo expuesto que, los docentes deben tener un alto grado de valores
éticos, al ser un ingrediente indispensable para realizar su labor educativa,
sin embargo, en los actuales momentos eso pareciera perderse en un
abismo debido a que la labor del docente deje muchas lagunas en todos los
campos, y en todos los niveles, puede verse a nivel mundial, a través de los
medios de comunicación la pérdida de valores en las Instituciones
Educativas, de igual manera en Latinoamérica, y sin dudas en Venezuela
también puede evidenciarse esa lamentable perdida.
En cuanto a la opinión de Ciriaco (2003), cuando dice que la educación
ético-moral, participa de las condiciones y de las garantías a que está
sometida la autenticidad de toda la educación. Es importante destacar que
los valores éticos son considerados guías que orientan la conducta y la vida
de cada individuo y de cada grupo social. Por lo que, únicamente desde la
aceptación ética de las personas, se puede manifestar y ejecutar el propósito
de humanizar al hombre, toda evolución social, toma consistencia
humanizadora, si parte de la aceptación del valor principal del hombre como
sujeto, es decir, como persona en dimensión ética.
Además, los autores mencionados tienen coincidencia en cuanto a que el
sentido del valor ético y moral, es la realización de la carga axiológica que
lleve en su interior cada sujeto. Y en ello, un doble cauce: subjetivo y
objetivo. Los valores éticos y la moral deben emanar de la persona y se
82
refiera a ella. Es pertinente entonces señalar que, en todas las actuaciones
de los docentes personal y profesionalmente, debe existir una relación entre
los valores éticos (prudencia, tolerancia, honestidad, respeto entre otros) y el
sentido ético-moral, ya que esto no es algo añadido a la persona, sino uno de
sus elementos más íntimos.
3.3.3. Concepción interdisciplinaria
Al hablar de interdisciplinariedad, es pertinente y necesario aclarar desde
que pautas se tomará en lo que respecta a la actuación de la praxis de los
docentes de educación media general, considerando que la problemática
existente en los contextos educativos requiere de profesores investigadores
que estén interconectados en sus haceres y quehaceres como posibilidad
real de transformación del conocimiento del educando y el entorno.
Así lo manifiesta Ugas (2010) en el prólogo realizado para Ander-Egg,
cuando dice que la interdisciplinariedad atraviesa el saber disciplinario al
contener formas practicas del saber y de saber pedagógico que juegan un rol
en la cotidianidad. Son saberes prácticos que constituyen conocimientos
cuando se reformula el discursoy contribuyen a la construcción de saberes
sociales.
Además y teniendo en cuenta que las divisiones sociales que envuelven
a los hombres como división de clases, jerarquizaciones, especializaciones,
burocracia entre otras, que confluyen se sincronizan y encierran el
83
conocimiento a través de lineamientos, directrices, tabúes, inflexibilidades y
aislamientos, que lo único que consiguen es un tipo de pensamiento único y
fragmentado que en nada benefician al colectivo educativo.
Continua el autor señalado diciendo que, la interdisciplinariedad adoptada
por los docentes, es una táctica de incautación y transformación del
ambiente, su contenido es de una manera particular socialmente generada,
pues de ella se derivan funciones que expresan el modo de pensar el
contexto social. Morín (2000), refiere al respecto que el humano es un ser
plenamente biológico y plenamente cultural que lleva en si esta unidualidad
originaria y que el hombre solo se complementa por y en la cultura.
En este orden de ideas, la interdisciplinariedad orienta de acuerdo a sus
vivencias y acciones a la investigación docente, a fin de expresar la
incidencia sobre los modos de producción y orientación de los saberes, su
praxis, la forma de comunicación, ayuda a través de la integración de todos
los involucrados a idear una perspectiva usual que formule valores,
aspiraciones, carencias y logros de los que participan.
Dado lo anterior, la interdisciplinariedad aporta a los profesores de educación
media general, formas innovadoras en la realización de su labor y en el
hacer desus estudiantes, fomentando que estos produzcan conocimientos a
través de acciones entre el ser y el hacer para la transformación de sus
acciones sociales y culturales. En ese sentido, Morín (2010) asevera que, la
cultura y la sociedad son las que permiten la realización de los individuos y
84
son las interacciones de esos individuos los que hacen posible la perpetuidad
de la cultura y la auto-organización de la sociedad.
3.3.4. Competencias del docente
Al hacer referencia, a un punto con tantas ramificaciones como lo es
diversidad de habilidades, conocimientos y capacidades que debe tener un
docente para que pueda ser facilitador y mediador de aprendizajes, sabiendo
que la enseñanza es un hecho complicado y dificultoso de ejecutar; tomando
en cuenta que la praxis docente es un proceso donde él debe tener
conciencia sobre el papel que ejecuta, así como entender el reconocimiento
de lo significativa de su labor y no verla como un mero dador de una clase o
charla a un determinado grupo de estudiantes en un salón de clases.
No obstante, es imposible hacer generalizaciones sobre las habilidades,
conocimientos y destrezas que poseen,siendo evidente que aún existen
docentes exitosos que aunque pocos, estos han demostrado que es posible
acceder a esos niveles de competencia y práctica docente, que dejan huellas
en sus discípulos tanto en su vida personal como en sus futuras profesiones.
En consecuencia, la orientación de los docentes en su actuación personal
y profesional es decisiva, deben poseer características específicas donde lo
emocional se ponga de manifiesto, al igual que sus conocimientos y
actividades de aprendizaje, planificación y evaluación de dicho proceso en
sus aprendices. Su responsabilidad principal es hacer que los estudiantes, se
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comprometan en el proceso y que evidencien cambios en sus conductas en
el desarrollo de sus potencialidades.
Por consiguiente, existen un sinnúmero de características que incrementa
el aprendizaje y la motivación; de los cuales se han tomado tres y son, según
Eggen y Kauchak (2001), (citado por Linares 2011), entusiasmo,
Modelización, Calidez y empatía, por consiguiente, el entusiasmo, es una
característica contraria a la apatía, el hecho de facilitar y mediar el proceso
de enseñanza aprendizaje con optimismo y alegría produce efectos positivos
en los estudiantes, Linares (2011),plantea que es cuestión de mantener una
atmosfera emotiva en el aula con actitud ejemplarizante, de agrado y
expectativas positivas las cuales impulsen respuestas idóneas en el
alumnado.
Sin embargo, esa actitud no es manifiesta en la mayoría de los
educadores, estos deben manifestar agrado, tranquilidad en cualquier
circunstancia que se encuentre su vida, una sonrisa siempre llenará de
alegría a sus pupilos, no es lo mismo un docente activo que refleje alegría
entusiasmo en cualquier actividades que realiza, que aquel apático y
aburrido que desmotiva la actividad solo de mirarlo. Así lo explica Collins
(1978) (citado por Linares 2011), al referir que los docentes muestran
entusiasmo en la manera que usan la voz, los ojos, los gestos con las manos
y los movimientos corporales, además de las palabras que seleccionan.
Sin lugar a dudas, la actuación del docente en su quehacer diario, el
entusiasmo con que lo haga y su actitud, marcará pautas y garantizarán el
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éxito de su labor en la construcción de los aprendizajes, marcará la
diferencia entre unos y otros la mencionada actitud, el resto lo constituye sus
conocimientos en cuanto a teoría del tema tratado y su pertinente estrategia
para facilitarlo.
En el mismo orden de ideas, otra de las características que todo docente
debe tener en su actuación, es la de saber y entender que ellos son
patrones, modelos a seguir, que comunican cosas no solo en su aula de
clases enseñando, sino en todos los lugares donde se encuentre, es como
un espejo de vida donde otros se ven; es necesario aclarar que si un docente
es mal visto por sus educandos, les molesta, o no les agrada, es casi
imposible que despierte interés en lo que intenta enseñar o explicar, por el
contrario, lo único que generará será rechazo y es allí donde en muchas
oportunidades se observa entre docentes y alumnos la cultura perversa de
odio rechazo, llegando en oportunidades a evidenciarse ataques violentos en
contra de los docentes y sus propiedades.
A los elementos mencionados con anterioridad, se suma otra de las
características vitales de la actuación de los docentes en su práctica
profesional y personal como lo es tener calidez y empatía, deben mostrar
interés y afecto en todo lo concerniente a sus alumnos, y estos se dan
cuenta del grado de interés de sus docentes por ellos, repercutiendoesta
actuación de manera positiva o negativa en su comportamiento y rendimiento
estudiantil, el profesor debe manifestar capacidad de entendimiento en las
fortalezas y debilidades que los estudiantes tenga, para de esa forma poder
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dirigir de manera asertiva su proceso. Estas características, en ningún caso
son sinónimos de debilidad personal y profesional, por el contrario, son
reflejos de conciencia y madurez profesional y personal, de entrega de
vocación de servicio.
3.3.5. Ethosprofesional del docente
Partiendo del principio de que el bien ético de todas las profesiones, como
meta finales la satisfacción de quien recibe el servicio, al respecto Altarejos y
otros (2003), plantean que en la docencia, su bien ético es hacer ético al
cliente, o lo que es igual, los profesionales de la docencia en su producto
final debe ponerse de manifiesto la ética. Así es que los estudios educativos
tienen una disposición especial integra en cuanto a la ética, especialmente
las que van directamente a la práctica docente como tal, ya tiene su ética
profesional un sentido propio, disímil y más individual que en otras carreras.
Es innegable la importancia de la ética docente, ya que esta sobrepasa
los límites del deber,al respecto, los mencionados autores comentan que
considerando que el deber no es solo lo que se debe cumplir para la
realización de un ideal universal, sino lo que es necesario hacer para mejorar
un modo de ser particular o ethos. Aunado a esto instaurar y discutir normas
éticas específicas para el ejercicio profesional docente, compiladas en forma
de códigos con fecha de vencimiento y permanentemente actualizados,
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conviene estudiar sobre el mismo ethos profesional, su razón de ser, sus
elementos e implicaciones.
El concepto de ethos, es un predicamento del genero cualidad que se
refiere a la conducta. Los autores citados, manifiestan que el ethos tiene dos
caudales, el primero referido a la inclinación natural o disposición para algo
específico, en la actualidad es también denominado idoneidad y en
psicología aptitud. Continúan los autores referidos que en Aristóteles el
nombre ideal sería hábito natural, y posterior a este, los medievales lo
definirían como habito entitativo, lo que se refiere a capacidades innatas, que
pueden atribuirse a la herencia genética.
Por otro parte, el segundo es definido como la disposición a la acción,
pero no innata sino adquirida por los individuos a través de reiterados actos
que van sus capacidades. Continúan los autores señalados, manifestando
que para Aristóteles, es la costumbre de hacer algo, que se tiene a causa del
ejercicio; también en este caso se puede hablar de hábito, pero no entitativo
sino operativo, en razón de su origen.
Ambos tipos de cualidades son poseídas por el hombre, permanente y
estables en él, pero de diversas formas. En este marco referencial, se puede
inferir que ambos conceptos están inmersos dentro de los profesionales de la
docencia, son ante todo su propio modo de ser, el que las autoposee en y a
través de sus acciones deliberadas. El ethos docente, es el modo particular y
autoadquirido en el ejercicio de sus deberes pero en libertad, que se
conforman en hábitos, que son reflejadas en las diferentes cualidades que
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muestran los docentes en la realización de sus actividades. Los autores
sostienen que loshábitos son cualidades adquiridas por los docentes en la
realización de su praxis que realiza de una determinada manera; y que le
lleva a la adquisición de la ética profesional.
3.3.6. Saberes del docente
El conjunto de saberes transmitidos a los estudiantes de educación por las
instituciones de educación superior, son los llamados saberes profesionales,
pero la praxis docente no es solo un objeto del saber de las ciencias de la
educación, sino que es también una actividad que movilizan diversos
saberes que pueden llamarse pedagógicos. Al respecto Tardif (2004),
plantea que la cuestión del saber de los profesores no puede separarse de
las otras dimensiones de la enseñanza ni del estudio del trabajo realizado a
diario por los docentes profesionales.
En ese contexto, la realidad es que el oficio de los profesionales de la
docencia, debe relacionarse con las condiciones que envuelven su trabajo
diario y el contexto donde se realiza, ya que el saber de los profesores es
algo de ellos y se encuentra íntimamente relacionado con sus personas e
identidades, su experiencia de vida, historia personal, las relaciones con sus
alumnos y los demás entes involucrados en el entorno escolar.
La forma como se abordan estos elementos, plantea el saber de los
docentes configurado en los conocimientos teóricos que este maneja de su
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aprendizaje como estudiante, así como el saber de sus interacciones
sociales y el compromiso que tengan con su trabajo. En consecuencia, el
saber del docente de educación media general debe ser plural, compuesto,
heterogéneo, porque encierra en el propio ejercicio de su trabajo,
conocimientos y un saber hacer bastante diverso.
Sin embargo, los saberes transmitidos por las instituciones de educación
media general, en la actualidad no parecen dar respuesta adecuada a las
necesidades de la sociedad, ocasionando esto una devaluación de los
saberes de los profesores y pérdida de su imagen, convirtiéndose en
oportunidades en meros dadores de clases.Pérez (2012)sin objetivos ni
propósitos definidos.
A pesar de ello, cada vez es más clara la necesidad de contar con
docentes preparados no solo académica, y socialmente, sino con una moral
intachable que pueda ser transmitida a sus educandos a través de sus
acciones y no de sus palabras. Ciriaco (2003), manifiesta que le gustaría
llamar a la reflexión a todos los profesionales de la educación sobre el
auténtico y profundo sentido de la educación moral y su relación en la
formación de hábitos educativos que perfeccionen al alumno desde su alma
hasta llegar a sus acciones.