Estrategias participativas y conjuntos de acción Más allá de los dilemas y de las microrredes

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    1/33

    E

    Ms all de los dilemas y de las microrredes

    Mara Dolores Hernndez26y

    Toms R. Villasante 27

    I

    En lo que sigue, vamos a ver diversos conceptos y dispositivos

    prcticos que nos sirven para adoptar un determinado estilo

    profesional implicado, y autocrtico, que los situacionistas o elsocioanlisis, ya han planteado hace aos. Tomamos referencias

    de Paulo Freire o Fals Borda, as como de la Filosofa de la Praxis

    rescatamos los sociogramas que nos sirven como radiografas

    de las redes comunitarias. Para los talleres de Devoluciones

    Creativas de lo escuchado, aprovechamos los tetralemas de la

    lingstica de Galtung e Ibez, y con la informacin recibidahacemos que sea la misma gente la que reexione sobre ella.

    Tomamos de Pichon-Rivire los grupos operativos y de

    Maturana y Varela el enfoque general sistmico, y tratamos de

    hacer apuestas estratgicas (Chambers, Matus, Max Neef) para

    revertir situaciones problemticas en comunidades territoriales.

    Intentamos que se reorganicen redes sociales para as avanzar

    hacia formas de democracias participativas desde lo cotidianohasta los mbitos polticos ms amplios. En suma, partimos del

    26 Profesora de la Universidad de La Laguna y miembro de la Red Cimas27 Profesor Emrito, desde 2008, en la Facultad de Ciencias Polticas y So-

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    2/33

    M D. H - T R. V

    acoplamiento de una serie de metodologas amplias, que tratamos

    de que se concreten en procesos especficos en los que estamos

    implicados. Intentaremos en este texto explicar todo lo anterior,

    al menos de manera introductoria.

    Los procesos y niveles de onda

    Entendemos la comunidad local, no tanto como un conjunto

    de sistemas particulares hacia donde se prolonga la familia, sino

    como una totalidad integral en s misma, donde se mueven

    varias redes (familiares, de trabajo, de poder, de cultura-ocio,

    etc.). A este nivel de lo local nos referimos como onda o ciclomedio, pero tambin tiene relacin con la onda-ciclo corto de

    la vida cotidiana de las personas (y sus redes inmediatas), y con

    la onda-ciclo largo, de los sistemas polticos y econmicos. Estos

    diversos niveles de onda no se pueden aislar unos de otros, ni

    para entender la realidad, ni para transformarla.

    Aunque como por algn lado hay que empezar, nosotros

    tratamos de hacerlo desde abajo y desde la vida cotidiana, desdelo que los colectivos presentan como dolor, situacin proble-

    mtica, que es lo que tenemos ms cerca. Los aspectos participa-

    tivos de la gente con la que tratamos, de las comunidades donde

    nos movemos, pasan a tener una importancia crucial, pues es en

    los sntomas que omos donde se manifiestan dolores y proble-

    mas ms profundos. No adoptamos metodologas participativas

    porque creamos que la gente tiene la razn o la solucin, lo cualsera una manera de pensar muy idealista. Adoptamos el enfoque

    participativo para abordar los dolores que se expresan como

    sntomas porque pensamos que la gente tiene razones, variadas y

    contrapuestas, y nos parece que es desde estos puntos de partida

    donde hay que comenzar los procesos de transformacin social

    que permitan caminar hacia un mejor vivir.

    Por eso, cuando hablamos de metodologas participativaslo hacemos pensando en los tres tipos de procesos de distinta

    longitud de onda; procesos de onda corta de trabajo con las

    redes familiares, grupos y pequeos colectivos donde coincidimos

    con las distintas corrientes sistmicas, pero con algunos matices

    y aportaciones. En este tipo de trabajo se va simultaneando la

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    3/33

    E

    escucha de los dolores que expresan, que les atenazan, tanto

    de relaciones familiares como comunitarias y de tipo econmico

    o social, con acciones concretas que salgan del propio grupo.

    Todo ello pensando en procesos ms largos y ms integradores,teniendo siempre presente la perspectiva comunitaria local. Los

    procesos de onda media, donde ya se contemplan las redes

    de redes, pretenden construir autodiagnsticos y futuros lo ms

    consensuados y reexionados posible, entre los conjuntos de

    accin de una localidad. Es el nivel de trabajo donde operamos

    con las metodologas participativas que hemos presentado en

    distinto material didctico. Son procesos territoriales que seimpulsan durante varios aos, pero con la idea de que se pro-

    duzcan cambios profundos en las relaciones, a todos los niveles

    y que perduren en el tiempo, y que la gente pueda construir y

    planificar su presente y su futuro. Los procesos de onda corta

    pueden irse integrando en estos de nivel medio o comunitario,

    porque es donde se reproducen las causas ms inmediatas de los

    problemas personales y grupales, de manera que no exista uncorte terico ni prctico.

    Por ejemplo, si se trata de un problema de violencia do-

    mstica, o de inadaptacin de adolescentes en los colegios, o

    de discriminacin laboral en una comunidad donde hay mucha

    poblacin migrante, podemos tener la seguridad de que es en

    las redes de cada cultura o subcultura donde reside una de las

    claves principales para poder dar alguna solucin al dolor oconicto. Se puede tratar como onda corta un caso particular,

    pero una sola persona o una familia que quiera cambiar lo tiene

    muy difcil, si las redes ms amplias en la comunidad no facilitan

    esos cambios. Las causas estructurales son aun ms profundas,

    pero en las redes y conjuntos de accin de escala comunitaria

    ya se pueden hacer algunas estrategias de vida cotidiana para ir

    manejando estas situaciones.La onda larga habla del nivel econmico, de sistemas

    polticos que sera necesario cambiar, de por qu este sistema

    es patriarcal, explotador, etc., y que impone condicionantes que

    pesan sobre todas las relaciones. Pero entonces ya debemos en-

    frentarlo con estrategias de mayor alcance, como aportamos en el

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    4/33

    M D. H - T R. V

    ejemplo final de este artculo. Estamos hablando de democracias

    participativas construidas desde lo local, como se est intentando

    en algunos lugares de Amrica Latina y otras partes del mundo.

    Sabiendo que nos movemos en redes, que vivimos enreda-dos, lo ms coherente es tener siempre presente una mirada ms

    all de la realidad que nos presentan las personas con las que

    estamos hablando en un momento determinado. Se trata de no

    sacar a las personas, a las familias y a los grupos de sus contextos

    vitales, sino de entender toda la cadena de redes en que nos halla-

    mos. Durante el anlisis, los autodiagnsticos, las devoluciones,

    las planificaciones que hagamos con esas personas, tenemos quetener presentes los distintos mbitos donde se mueven sus vidas,

    tanto las expectativas de sus entornos como las esperanzas de

    estas personas. El objetivo final es la transformacin de las dis-

    tintas redes que configuran el entramado de las vidas. Por eso,

    por ejemplo, no tratamos problemas familiares aislndolos del

    contexto local. Del mismo modo, creemos que no hay problemas

    individuales; creemos que tampoco hay problemas que ataan auna sola familia. Lo comunitario toma aqu el papel de enlace de

    lo personal con las redes y vnculos ms amplios.

    Se est volviendo un reto trabajar en los distintos niveles

    de manera uida, con los mismos principios tericos y metodo-

    lgicos. Si las personas vivimos mezclando continuamente esos

    mbitos, si queremos trabajar por una transformacin, tambin

    tendremos que hacerlo tenindolos muy presentes y buscandocambios de estilo en los distintos niveles. Un trabajo comunitario

    tiene que tener en cuenta que las personas vivimos en ncleos

    familiares y en otras redes medias que nos estn continuamente

    configurando y que a la vez configuramos. Igualmente, un trabajo

    con familias o con grupos tiene que dar el salto a lo comunitario

    si se est pensando en transformaciones de relaciones vitales. El

    trabajo comunitario tiene que entrar en las casas y el trabajofamiliar tiene que salir al barrio, y todo ello con la misma

    lgica de fondo para poder transitar de lo macro a lo micro y

    viceversa sin grandes quiebres metodolgicos.

    Cuando se trabaja ms en lo micro, suele dar vrtigo sa-

    lir a la comunidad y pensar en la transformacin de redes ms

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    5/33

    E

    amplias, pero es inevitable porque no podemos actuar en insti-

    tuciones aisladas. El sistema educativo, el sanitario, o cualquier

    otro estn inmersos en otros ms amplios e interrelacionados,

    por lo que es lgico un trabajo de transformacin ms integralde estas redes e integrador de los profesionales.

    Igualmente, cuando se trabaja desde una perspectiva ms

    comunitaria se suele olvidar el trabajo de lo micro, de lo personal

    y familiar, y se deja para otro tipo de profesionales, normalmente

    trabajadores sociales si hay problemas econmicos, de pedagoga

    social si hay problemas de adaptacin, o del mundo de la psico-

    loga si se entiende que hay problemas de conducta o mentales. Elproblema est en que, en la mayora de los casos, se trabaja desde

    perspectivas epistemolgicas diferentes, y con estilos no compa-

    tibles, y pueden entrar en clara contradiccin los objetivos y las

    practicas de los distintos procesos. No basta con un coordinarse

    entre las personas profesionales, cosa que adems raramente se

    consigue. Nosotros estamos planteando un mismo proceso con

    distintos ritmos, ondas, y profesionales, porque todas las personasimplicadas deberan estar en lo mismo: en una transformacin

    social que afecta a todos los niveles de la vida.

    Sociogramas y Conjuntos de Accin

    Un elemento fundamental a tener en cuenta en este mbito

    local donde trabajamos, son los Conjuntos de accin28, que es

    donde se mueven las personas y donde crean vnculos y relacionesde confianza y donde, a su vez, se contraponen a otros conjuntos.

    En los respectivos conjuntos de accin se crean subculturas, estilos

    de relaciones, distintas densidades en esas relaciones, y jerarquas y

    estrategias, ms all de las caractersticas de clase. Por eso preferi-

    mos su anlisis, tanto interno como de relacin entre los distintos

    conjuntos, para as poder dar cuenta de las distintas estrategias

    en juego en cada contexto respecto de un problema social deter-28 Entendemos por Conjunto de Accin, un conjunto de personas, grupos y

    colectivos, con su entramado de vnculos emocionales y de las acciones quedesarrollan en comn. Se distinguen entre si por variables estructurales,culturales/ideolgicas y convivenciales. No solo se definen internamente,sino tambin por sus fronteras con otros. Ms adelante aparece un grficocon varios ejemplos de Conjuntos de Accin.

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    6/33

    M D. H - T R. V

    minado. Cada conjunto de accin tiene su propia estrategia para

    sobrevivir, para entender un problema, para contextualizarlo, para

    afrontarlo y para pensar en posibles soluciones.

    En los estudios que realizan en el MIT con socimetros,segn nos explica Alex Pentland (2010), pionero del organiza-

    cional engineering, localizan seales de los humanos preverbales

    e inconscientes que vienen a coincidir con estos resultados de

    los anlisis de redes que venimos haciendo. Ellos lo realizan con

    estas mquinas de medicin cuantitativa de las seales biolgico-

    culturales que emitimos los seres sociales (dominio, imitacin,

    ritmos y tonos, variabilidad de nfasis, etc.), y nosotros lo ha-cemos con las metodologas participativas (ms cualitativas:

    desde un sociograma hasta la escucha activa de las diferentes

    estrategias de vida que se construyen cotidianamente por pan-

    dillas de amigos, tipos de familias, culturas originarias, mbitos

    laborales, etc. Pero llegamos a las mismas races de las redes o

    circuitos sociales como estructurantes de las conductas. El anlisis

    de lo prosdico y gestual parece coincidir con las valoracionesque hacen nuestros informantes sobre cmo se construyen los

    circuitos sociales en cada comunidad.

    Por ejemplo, en una localidad donde hay varias redes de

    inmigrantes de distintas culturas, es fcil entender que cada una

    se articula en las confianzas de vida cotidiana en torno de algunos

    ncleos ms significativos (locutorios, iglesias, fiestas, entidades

    de apoyo, etc.). Ello nos dara un mapa muy complejo de mlti-ples relaciones y vnculos que se estn entrecruzando, pero que

    los propios inmigrantes saben describir para cada momento y

    tema concreto. Podemos cambiar las conductas personales o

    de estas redes o conjuntos de accin de la vida cotidiana condi-

    cionan cualquier terapia o poltica de transformacin.

    Estamos usando un concepto de poderes en las relaciones delo cotidiano, que no hace referencia tanto al poder en s mismo

    como algo establecido, sino como una construccin en proceso.

    Sin duda estamos en sociedades desiguales, pero ciertas personas

    o grupos tienen poder sobre otras, ms por las relaciones que se

    establecen que porque las cosas tengan que ser as. O dicho de

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    7/33

    E

    otro modo, lo cotidiano es desde donde se construyen los pode-

    res, en la familia, en las relaciones de trabajo o de educacin, en

    las amistades y en las vecindades. Los movimientos de mujeres

    lo plantearon hace bastante tiempo, y ellas nos ensearon queel patriarcado es una construccin social. Nuestro anlisis de

    redes y conjuntos de accin tiene muy presente estas culturas

    de dominacin desde lo micro hasta lo macro.

    Notamos que hay una correlacin entre lo que pasa en los

    ambientes familiares, en las sociedades civiles locales y en los

    estados. Y que los procesos de cambio, si solo se producen a nivel

    local y no consiguen cambiar las formas societales y estatales,difcilmente pueden consolidarse, como asimismo, si solo hay un

    cambio del poder porarriba, pero las formas vinculares siguen

    siendo las mismas por abajo, tal poder acabar por bloquearse

    y degenerar. En ese sentido, si los estudios de redes incorporan

    los factores de tiempo y de poder tal como lo estamos

    proponiendo con los conjuntos de accin, se pueden convertir

    en un factor de anlisis y de intervencin muy valioso para lasciencias sociales. Todo conjunto de accin tiene sus estrategias

    ms o menos explcitas, y en cualquier caso hemos de conocerlos

    para movernos en el juego de poderes que representan.

    Hacemos este tipo de apoyo a los procesos sociales con

    metodologas participativas, y as se le puede dar un uso ms

    transformador a los conjuntos de accin. De todos modos,

    de su aplicacin reiterada se pueden ir deduciendo, dentro decada lugar concreto, comportamientos muy complejos que se

    traducen en cambios continuos en los propios conjuntos de

    accin. Pero justamente las metodologas participativas nos

    sirven para llegar a ese tipo de complejidades que habitual-

    mente se nos escapan. Es decir, si prestamos atencin a los

    nudos de las redes, cules son sus preguntas, sus ambiciones,

    sus confianzas y sus miedos, podemos, con algunos colabo-radores locales, ir construyendo radiografas cada vez ms

    precisas, de lo que se mueve y condiciona en estos procesos.

    Dichos colaboradores locales, lo que denominamos grupo

    motor, se van apropiando a su vez de estas tecnologas y van

    entendiendo las lgicas participativas, de forma que pueden

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    8/33

    M D. H - T R. V

    cambiar tambin sus grupos y colectivos. Incluyen una mirada

    compleja y dinmica que les ampla su nivel de anlisis de los

    problemas y de las posibles soluciones, poniendo nfasis en

    las relaciones de confianzas y desconfianzas.Los conjuntos de accin no son slo delimitados, como los

    llamados movimientos sociales, por sus caractersticas clasistas

    o interclasistas, o por sus temticas reivindicadas o propuestas

    Se aaden tambin a dichas caractersticas externas el anlisis

    interno de sus vnculos, de sus confianzas y de la densidad de

    sus relaciones, y tambin las relaciones entre los conjuntos en

    sus procesos, dando cuenta de todas las estrategias en juegoen cada contexto completo de un problema determinado. Por

    eso (Villasante, 1994) preferimos el anlisis de conjuntos de

    accin a las conceptualizaciones de movimientos sociales (tan

    particularistas de cada movimiento y de cada autor).

    Tampoco se trata de anlisis tan detallistas que solo tengan

    en cuenta a cada sujeto de la accin por s mismo. Se acepta que

    la relacin sujeto-sujeto, muy Emic y desde cada estrategia,est en la base de nuestros posicionamientos, pero no se queda

    ah. Cada conjunto de accin viene cruzado por enfoques estruc-

    turales, ideolgicos y convivenciales, no solo desde dentro de s,

    sino tambin desde las otras posiciones con las que se relaciona.

    Ms importantes que los grupos o sectores que lo componen,

    son las relaciones o vnculos que le dan dinamismo y tareas, y

    se autoconstituyen por las acciones que ponen en marcha. Estopermite que, cambiando el tipo de vnculos establecidos, sea

    posible el cambio de cada conjunto y los cambios ms generales

    en la sociedad. No se trata tanto de cambiar a cada sujeto por

    s mismo como por los vnculos que mantiene. Cambiando las

    situaciones relacionales cambia el proceso.

    Por ejemplo, entre 1986 y 1989 hicimos29estudios de 28

    barrios de Madrid sobre la autoorganizacin para resolverel problema de la vivienda, ya que acababan de salir de una

    dcada de transformaciones urbanas importantes (Villasante

    et .Al., 1989). Pudimos comprobar, sobre todo en algunos

    29 Un equipo compuesto por cuatro socilogos, un economista, dos arquitectosy un bilogo.

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    9/33

    E

    barrios, algo que ya se haba podido ver en la historia de los

    movimientos ciudadanos de Madrid en la transicin; es decir,

    que adems de los caracteres estructurales de cada barrio y

    de las reivindicaciones, contaban tanto o ms las formas deorganizacin interna y las redes emocionales de cotidianeidad

    en que se movan. Con caractersticas externas parecidas, sin

    embargo, sus resultados eran muy diferentes segn los modelos

    de relaciones existentes en las redes cotidianas, que tambin

    estaban internamente en el proceso.

    Entre 1989 y 1994 pudimos hacer estudios semejantes en 24

    barrios de seis metrpolis de Amrica Latina (Caracas, Bogot,Lima, Santiago, Buenos Aires y Salvador de Baha), partiendo

    por diferencias muy marcadasen las condiciones estructurales y

    culturales (barrios de clases medias, de centros histricos, y tam-

    bin perifricos pobres, unos ms antiguos y otros ms recientes).

    Lo que tratbamos de encontrar eran los vnculos emocionales

    y las caractersticas internas de las redes existentes para analizar

    las similitudes y diferencias en este aspecto entre las distintasexperiencias. (Villasante et Al.,1994) Y aunque aparecieron

    muchos tipos de conjuntos de accin mezclados en cada barrio,

    tambin pudimos comprobar que los que ms se repetan eran

    de tres tipos:populistas(verticalistas),gestionistas(elitistas), y

    ciudadanistas(basistas). Y que las culturas ms o menos patriar-

    cales, pedaggicas o clientelares, etc. que se construyen desde

    las familias hasta las redes de las instituciones, estn en la basede muchas de esas prcticas.

    Desde 1995 hasta la fecha hemos seguido comproban-

    do en numerosas investigaciones, con tcnicas cada vez ms

    depuradas, cmo estos conjuntos de accin cumplen varias

    funciones. Al principio nos sirven para un primer diagnstico

    de los sujetos en presencia, quines son las personas, grupos,

    entidades y colectivos que hay que tener en cuenta, cmo serelacionan y qu vnculos de confianzas o desconfianzas existen.

    Ya ubicados estos conjuntos de accin, nos sirven para extraer

    la muestra para escuchar todas las posiciones contrapuestas.

    El objetivo no es saber cul es la opinin mayoritaria, sino

    precisamente ampliar el espectro de posiciones y sacar las opi-

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    10/33

    M D. H - T R. V

    niones minoritarias, ya que pueden ser justamente esas las que

    rompan los dilemas paralizantes y ayuden a ver los puntos de

    conicto desde otras perspectivas que lleven a reexiones ms

    profundas. El trabajo de campo permite escuchar todas lasopiniones y as tener una verificacin de las posiciones de los

    distintos conjuntos de accin respecto del problema estudiado.

    Una vez analizados todos los discursos, hay que preparar las

    devoluciones para dar mayor verosimilitud y proyeccin crea-

    tiva a las estrategias que se ponen en juego. Servimos de espejo

    ampliado, donde los distintos Conjuntos de Accin se piensan,

    y as se pueden construir salidas creativas a los distintos pro-blemas. Desde los equipos de investigacin de los cursos que

    aplican estas metodologas y que tienen presencia en Madrid,

    Barcelona, Bilbao, Sevilla, Canarias, Ecuador, Per, Chile, etc.,

    hemos podido conocer muchas variantes y enriqueciendo los

    diagnsticos y las propuestas.

    A continuacin vamos a poner un grfico de los que solemos

    hacer como mapas de relaciones o sociogramas, para ejempli-ficar un resultado habitual de estas radiografas comunitarias.

    En el esquema se pueden apreciar los tipos de conjuntos de

    accin separados por algunos conictos, o por desconocimien-

    tos o desconfianzas, y tambin la fuerza de algunos vnculos

    aglutinadores. Lo que parece ms real es que no se pueden

    tomar decisiones solo desde uno de ellos sin tener en cuenta

    a los otros, y por lo tanto toda toma de decisiones ser unaestrategia de alianzas o confrontaciones entre unos conjuntos y

    otros. En estos grficos se puede trabajar a la vez con el poder

    de clase social, con las resistencias ideolgicas o culturales, y

    con los vnculos emocionales que unen o separan los diversos

    colectivos y sus conjuntos.

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    11/33

    E

    Aqu aparecen dos ejes para caracterizar los factores externos

    que inciden en el caso concreto. Lo que podemos llamar el Poder

    de las Corporaciones, los trabajadores asalariados, o los sectores

    precarios u otra divisin de clases sociales que nos pueda ser

    significativa, se encuentra en el eje vertical. En el eje horizontal

    vemos la posicin ideolgica o de resistencia cultural, frente al

    objetivo concreto de un proceso social en el que estamos meti-

    dos. Pero lo ms novedoso es cruzar estas dos variables con las

    redes emocionales, de confianzas y desconfianzas que se hayan

    ido creando histricamente. Porque esta tercera variable, con sus

    conjuntos de accin, es la que va a actualizar las oportunidades de

    transformacin con que cuenta cualquier situacin considerada.

    Conjuntos de Accin ms habituales.

    Al hacer un sociograma con estos ejes, nos pueden aparecer

    varios de los conjuntos de accin dichos, y otros grupos o sec-

    tores ms aislados o sueltos, fuera de los principales conjuntos.

    En los pases referidos nos suelen aparecer, sobre todo, algunos

    de estos tres conjuntos que pasamos a referir. Son conjuntos

    que se mueven en sus relaciones cada cierto tiempo, algunos

    meses o algn ao, por lo que estas radiografas hay que es-

    TOMA DE DECISIONES: Conjuntos de Accin

    PODER

    PRESUPUESTO

    RESISTENCIAS

    CULTURALES

    GT

    (+)

    PRECARIEDAD

    TRABAJADORES

    CORPORAC

    IONES

    AFINES DIFERENTES AJENOS OPUESTOS

    (+)

    GT GT

    GT

    GT

    GT GT

    GT

    GT

    GT

    GT

    CIUDADANISTA

    GESTIONISTA

    AISLADO

    POPULISTA

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    12/33

    M D. H - T R. V

    tarlas haciendo cada cierto nmero de meses. Lo que era de

    tipo ciudadanistapuede pasar a sergestionista opopulista, y

    tambin lo que empieza siendopopulista se puede convertir en

    otra tipologa, o desde el gestionismo pasarse a otras formasde populismo, etc. Y por supuesto puede haber gestionismos

    con programas ms conservadores o ms progresistas, ciuda-

    danismos o basismos no tan progresistas, y populismos con

    tintes revolucionarios.

    Por ejemplo, la comunicacin vertical desde iniciativas del

    poder, a travs de grupos y asociaciones intermedias, puede

    movilizar a las bases sociales, tanto para un proyecto ms clien-telista como para uno transformador. El riesgo es que se deje a

    otra parte de las asociaciones por el camino, por no tener ella

    buena comunicacin con el poder establecido. En estas formas

    de redes no estamos hablando tanto de los contenidos como

    de los estilos y maneras de generar confianzas y movilizacio-

    nes. En Latinoamrica han ocurrido, a mitad del siglo pasado,

    varios populismos tanto en las formas verticales de las redescomo en los contenidos paternalistas. En este nuevo siglo, en

    cambio, podemos asistir a fenmenos donde la forma vertical

    de las redes tiene contenidos manifiestamente de apoyo a un

    lder, pero con contenidos de cambio social fuerte.

    Otro tipo de conjunto que a veces ha venido a sustituir al

    populismo, es el que conecta a varios grupos y asociaciones

    entre s y con apoyos de los poderes tambin, pero que no lograllegar a las bases desde el punto de vista de la empata con ellas.

    Es el que llamamosgestionista. Gestiona bien sobre todo para

    los diversos colectivos implicados, y guarda cierta participacin

    hasta sus ncleos de decisin, pero la gente no se ve incorporada

    en estos procesos. Puede ser el caso tpico de ONGs con apoyos

    internacionales y locales, pero la movilizacin y el grado de

    emocin de los sectores populares quedan lejos de lo que puedaconseguir el populismo o el ciudadanismo. Las relaciones son

    horizontales entre las instituciones y las asociaciones, pero la

    inmensa mayora de la poblacin no se siente parte del proceso,

    y en este sentido puede ser considerado elitista su planteamien-

    to. En Espaa eso suele darse con frecuencia tambin en las

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    13/33

    E

    asociaciones locales ms veteranas. Un caso extremo es el que

    aparece en el cuadro siguiente denominado tcnico, en el que

    el actor central no solo se ocupa de gestionar las demandas

    que se le hacen desde el poder, sino que tambin se mantieneaislado e incluso en conicto con otros actores similares a l,

    pretendiendo la exclusividad.

    El conjunto ciudadanistaes ms de base y tambin ho-

    rizontal. Es decir, se vinculan bien los grupos y colectivos

    entre s y con los sectores informales no organizados. Es, por

    ejemplo, el caso tpico de una movilizacin o movimiento

    popular, sea de tipo ms transformador o de reivindicacionesms puntuales. Puede entrar en conicto con los poderes o

    en negociacin, segn las situaciones, pero en cualquier caso

    siempre tiene cierta inestabilidad, y ha de cuidar mucho su

    estructura horizontal de base, pues se puede desequilibrar

    con facilidad. Si no negocia y entra en un conicto frontal,

    es complicado mantener la tensin durante mucho tiempo;

    puede quemarse o desgastarse. Si negocia, puede desmovilizara una parte de sus bases o pasar a sergestionistaopopulista.

    El anlisis de redes de estos conjuntos de accin, como se

    ve, es poco esttico. Supera por su propio planteamiento las

    descripciones de redes ms habituales de las ciencias sociales.

    Pero no solo hay conjuntos de accin a escala comunitaria o

    de pases, sino que estos siempre tienen una correlacin a escala

    de redes familiares, de trabajo, etc. Hay paternalismos en lasfamilias, populismos en asociaciones, tecnicismos en ONGs y

    en profesionales, ciudadanismos en algunas fiestas, gestionismos

    en otras asociaciones o en servicios, en algunas iglesias, populis-

    mos, etc. y adems todo esto en cambios continuados. Por ello,

    la tipologa que se pone a continuacin se puede leer tanto en

    clave de redes inmediatas de convivencia y onda corta, como

    en clave de redes de toda una comunidad o de onda media (eincluso de onda larga y de regiones culturales enteras), ya que

    en la prctica todas estas relaciones se estn retroalimentando

    de abajo arriba y de arriba abajo continuamente.

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    14/33

    M D. H - T R. V

    Tipos de Conjuntos de accin (Villasante 1994; pp. 42).

    Estos esquemas se pueden entender dentro de una red de

    familia, de un colectivo de trabajo o de ocio, pues siempre se

    puede hacer un mapa o sociograma con algunos elementos de

    poder, grupos ms activos y sectores que para ese tema se impli-

    can menos o se mantienen al margen. Y las relaciones o vnculos

    emotivos de confianzas o miedos siempre podemos calificarlas,

    en varias categoras que nos sean lo ms significativas posible.

    Cuando se trata de una comunidad de cierta dimensin, usamos

    estos sociogramas como muestras relacionales para ir a escu-

    char los nudos de los conjuntos de accin ms significativos.

    Y cuando se trata de redes ms cercanas, se pueden escuchar

    en aquellos enlaces o nudos que parecen ms significativos

    y que, por el procedimiento de saturacin, acaban dando

    las claves del proceso. En todo caso, escuchar estas redes o sus

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    15/33

    E

    posiciones claves nos parece muy importante. Por eso lo sole-

    mos hacer a partir de lo que denominamos un grupo motor

    o de confianza que nos abra las primeras puertas, y que nos

    acompae en el proceso.Escuchar es muy importante, pero no solo en bola de nie-

    ve a partir de quien llega en primer lugar, sino adems dando

    saltos por las redes. Se trata de llegar a los nudos clave, para

    poder contrastar las posiciones que verdaderamente estn en

    juego. Hace falta partir de una cierta autocrtica del grupo inicial

    y de quien ayude, para no quedarse bloqueados en pequeos

    crculos que acaban reproduciendo discursos muy cerrados ens mismos. Los contrastes de posiciones nos suelen abrir nuevas

    posibilidades de autodiagnsticos, y tambin de aportaciones

    para las devoluciones creativas que les siguen. Vamos, pues,

    a ver cmo podemos descubrir discursos ocultos o posiciones

    emergentes, que suelen estar tapadas por los dilemas dominantes

    del conicto, que adems ofusca a las partes y que parece que no

    tiene otra solucin que vencer a una u otra de ellas.

    Complejidades y Tetralemas

    Los problemas, a partir de los dolores y los sntomas, tanto

    cuando hablamos a nivel personal como cuando lo hacemos a

    nivel grupal o comunitario, suelen estereotiparse en un par de

    posiciones extremas, que no suelen ayudar a profundizar en las

    causas. Se repiten unas u otras posiciones sin demasiados argu-mentos; ms bien se apoyan en las posiciones ms conocidas,

    los tpicos que repiten los medios de comunicacin, aquellos

    refranes o dichos populares que justifican mejor la postura de

    cada cual. Se cree argumentar con frases como: Todo el mundo

    dice..., Todo el mundo sabe..., Todo el problema est en....

    Se simplifica en demasa y esto entorpece el matizar y encontrar

    otras causas y alternativas que suelen estar escondidas, pero queexisten. La gente las conoce aunque no las nombre, y hay que

    establecer un juego de dispositivos para salir del maniquesmo

    de esto es lo bueno y esto lo malo que suele dominar, y as

    poder pasar a una reexin, conciencia colectiva y accin de

    mayor profundidad y mejores alternativas. Esto es posible ha-

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    16/33

    M D. H - T R. V

    existentes, por muy minoritarias que algunas sean, para que se

    pueda pensar ms profundamente, para que se levante el foco y

    entren en consideracin otras variables, otras causas que ayudena esa profundizacin.

    Los Dilemas se mueven entre dos posiciones, en un eje que

    admite muchas posiciones intermedias. pero del cual no es posi-

    ble salirse. Por eso nos preguntamos a veces cmo salir de estos

    dilemas, cmo nos podemos hacer otras preguntas ms amplias

    que nos permitan ser creativos conjugando las posiciones de un

    plano y no solo de un eje. En los tetralemas hay cuatro posi-ciones, con cierta articulacin entre s, y nos sirven para ir ms

    all de las dicotomas habituales. Estos cuadrados articulados

    por contradicciones y contrariedades fueron usados para sus

    explicaciones por Piaget (1972), por Greimas y Courts (1982) y

    por el propio Levy-Strauss (1976) para explicar (de una manera

    bastante estructuralista) los sentidos de las relaciones tanto entre

    los mitos ms primitivos como en las escrituras ms recientes.Los tetralemas tienen la ventaja sobre lo lineal, de descubrir

    algunas complejidades que se esconden en los discursos, los tex-

    tos y las formas expresivas. Aunque pueden ser usados como un

    reduccionismo estructuralista y poco dinmico, tambin se les

    puede incluir en las metodologas participativas para ir haciendo

    ms creativo un proceso transformador.

    Con este procedimiento se consigue salir de las dicotomasms simplistas y acceder a un juego de valores ms amplio y

    complejo. El razonamiento de estas matrices nos abre perspec-

    tivas que no serian fciles de ver si solo nos quedramos con

    lo que omos o vemos en una primera conversacin, o en una

    lectura rpida de lo que nos dicen la mayora de las conversacio-

    nes. Jess Ibez (1990) comenta al respecto: Las estructuras

    fundadas por el grupo de Klein hacen operar el principio de nocontradiccin. El tetralema, ncleo de las lgicas tao y zen, hace

    operar a la contradiccin. Su frmula comprende los mismos

    cuatro trminos que el grupo de Klein(...) . Entre las interpre-

    taciones clsicas (Piaget, Greimas, Levy-Strauss) y las no clsicas

    (Kristeva, Morin) media el paso de la perspectiva estructural a

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    17/33

    E

    la dialctica: de la primera a la segunda ciberntica. En vez de

    una disyuncin excluyente, una disyuncin inclusiva.... Veamos

    un poco ms despacio estas afirmaciones para entender el nuevo

    juego que los tetralemas nos pueden dar.Como nos recuerda Ibez (1990), la verdad no es una

    pieza a cobrar, sino un universo a ensanchar. No se trata de

    capturarla con las pinzas de las matrices, sino de desdoblarla,

    de construir ms y nuevas verdades que vayan siendo tiles para

    cada caso concreto.

    Un ejemplo de las ciencias sociales nos puede aclarar ms

    an la utilidad de estos juegos de paradojas prcticas cuandose entra en su complejidad. Si pregunto en un barrio cul es su

    principal problema y cul es la solucin que ven, es fcil que me

    digan, por ejemplo, que su problema es la inseguridad y la vio-

    lencia, y que la solucin es que haya ms presencia policial. Pero

    si me quedo un tiempo all (y no me voy con mi encuesta rpida

    a obtener los porcentajes, como solemos hacer), es posible que

    esas mismas personas nos cuenten que la polica hace un tiempotuvo una intervencin muy espectacular en el mismo lugar, pero

    no consigui casi nada, salvo asustar a toda la poblacin, detener

    a unos jvenes que no eran los que haban cometido los delitos,

    etc. Es decir, que en el fondo, mediante un mtodo ms cualitativo

    del tipo de entrevista o grupo de discusin, nos dan argumentos

    para rechazar la presencia policial. Esta es una de las paradojas

    con las que nos solemos encontrar los investigadores sociales.La posible solucin, o se qued minusvalorada en alguna

    contestacin con escasos porcentajes de la encuesta o en algunas

    frases tmidamente dichas de pasada en los grupos, o simplemente

    ni se formul porque no hubo ocasin de hacerlo. Y sin embargo,

    este dilema (polica s, polica no) tiene varias soluciones si nos

    detenemos a formular la paradoja a los propios entrevistados.

    Pues para formular a la poblacin estas aparentes paradojas y quesirvan de reexin ms profunda, se organizan los talleres de

    devolucin, donde para cada tema se presentan juegos de cuatro

    o ms frases de las dichas en las entrevistas y que representan

    las distintas opiniones, contradictorias entre s. En un taller de

    devolucin creativa, en el ejemplo que estamos mencionando,

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    18/33

    M D. H - T R. V

    sealaron: cmo le vamos a decir a un encuestador que no que-

    remos polica, pues ya tenemos mala fama en este barrio, para

    que encima escriban por ah que no queremos polica... Lo que

    queramos decir en realidad es que queremos otro tipo de polica,no como la que vino aquel da. Es decir, podemos querer y no

    querer al mismo tiempo a la polica, y ha sido nuestra forma de

    preguntar la que condicion las estrategias de las respuestas de

    los sujetos. Somos nosotros, como instrumentos de medicin,

    quienes forzamos la respuesta segn las estrategias tanto de los

    investigadores como de los investigados.

    Pero en los talleres de devolucin/creatividad, adems derescatar o de construir una tercera propuesta, se puede seguir

    profundizando con nuevas preguntas y cuestionamientos. Por

    ejemplo, cmo es posible que aparezca esa polica utpica que

    estn reclamando, cuando sabemos que no es factible a corto

    -

    merciantes que armaron a unos jvenes y ellos estn imponiendosu ley. Con ello ya han aparecido los cuatro elementos para un

    tetralema. En un eje dominante podemos poner las posiciones

    ms visibles Polica Si - Polica No, y con eso recogemos el dilema

    mayoritario. Pero en otro eje emergente podemos colocar otras

    posiciones del tipo de Polica ni s, ni no (nos organizamos inter-

    namente), y enfrente Polica s y no (depende de que tenga una

    conducta ms preventiva, de trabajo social, etc.). El problema noes acertar o equivocarnos sobre una verdad preconcebida, sino

    hacer operar la contradiccin.

    En este caso, la construccin del tetralema se fue haciendo

    sobre la marcha para que resultara ms didctico, pero general-

    mente se llevan ya preparados a partir del anlisis de las frases

    dichas por la gente en las entrevistas. Para encontrar las cuatro

    posiciones (s, no, s pero no as, ni s ni no) se puede hacer si-guiendo con cierto rigor aquellos pasos que nos permiten esta-

    blecer los contrarios, los contradictorios y los complementarios.

    Si escuchamos bien las conversaciones, siempre hay indicios que

    nos colocan, con frases textuales, en las pistas de lo que cabe

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    19/33

    E

    manera, las paradojas, al ser devueltas a los sujetos implicados,

    construyen un dispositivo de creatividad social, donde se razona

    con reexividades de grados muy superiores a los de las conver-

    saciones iniciales. La condicin es no quedarse en los discursosmanidos y reiterados que las mayoras sociales suelen tener

    construidos para estos casos (sea porque los oyeron en la TV, o

    porque son los tpicos y refranes de toda la vida, etc.).

    Pasamos de los estudios de estructuras tanto cuantita-

    tivas de individuos como cualitativas de motivaciones, de

    las disyunciones excluyentes de la primera ciberntica, a la

    segunda ciberntica con las disyunciones inclusivas; valedecir, a las metodologas dialcticas o participativas tal como

    nosotros las venimos entendiendo y practicando. No se trata de

    deducir o de inducir desde datos o hechos incuestionables, sino

    de transducir; o sea, de hacer pasar a otro tipo de energa o de

    vida los elementos con los que contamos; no controlarlos, sino

    propugnar un universo a ensanchar. No tiene sentido intentar

    reducir la complejidad de los procesos, sino retroalimentarlospara que sean en s mismos ms creativos, y para eso queremos

    introducir los tetralemas. Con Abril (1994) cabe recordar que la

    construccin de los sentidos siempre est llena de inferencias

    contextuales (anticipando respuestas/razonamientos sobre lo

    no dicho, como en el ejemplo de la violencia y polica), por lo

    que es imposible agotar esa realidad. La posibilidad de colocar

    inferencias evaluadoras desde las propias experiencias so-mticas o interactivas, se muestra como un camino que motiva

    nuevas creatividades.

    Devoluciones Inclusivas y Creativas

    Nosotros nos vamos a referir ahora al tetralema (o mul-

    tilemas) como provocador de un coro de vivencias. A quienes

    les devolvemos sus propias palabras (eso s, bien seleccionaspor sus contrastes), sin decir de quines son, les colocamos en

    un dispositivo, que llamamos devoluciones creativas, organiza-

    damente cerrado pero informativamente abierto, de tal manera

    que tengan que vivenciar sus contradicciones para el diseo de

    un sujeto colectivo. De esta manera procuramos no destacar

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    20/33

    M D. H - T R. V

    quin dijo cada cosa, aunque la gente lo pueda saber, sino cmo

    reconstruir razones colectivamente sobre las paradojas de lo que

    haban dicho unos y otros. Es interesante vivenciar colectiva-

    mente, porque se puede matizar y reexionar desde experienciasvividas ms personalmente y aportar a lo colectivo construcciones

    de sentido muy innovadoras.

    Lo interesante de la participacin no es que muchas personas

    estn juntas, sino que cada cual se sienta a gusto para aportar lo

    que crea ms enriquecedor al proceso, y que se pueda debatir en

    pequeos grupos, y luego en grupos ms grandes; que cada cual

    desde sus vivencias pueda reexionar en comn, sentirse parte delo que se est recreando. Por eso, aunque la convocatoria para

    la devolucin debe ser muy amplia, en vez de desarrollar una

    gran asamblea preferimos que esta gente se divida en pequeos

    grupos para que, en un ambiente de ms confianza, se pueda

    profundizar y argumentar sobre las frases presentadas. Despus

    se reunen todos y se hace una construccin colectiva, retomando

    si se quiere el ambiente de asamblea grande.Pero hay planteamientos de paradojas que tambin pueden

    resultar paralizantes, sobretodo si no conseguimos salir de los

    dilemas tpicos y tpicos que se suelen repetir de manera defen-

    siva en la vida cotidiana. En nombre del caos y del relativismo

    pues todo puede ser criticable, podemos estar metidos en un

    cinismo que nos lleve a que nada se puede hacer colectivamente.

    Cuando las reuniones solo consiguen repetir estos argumentos,reproducen una especie de charla de bar donde nadie se compro-

    mete con nada y se est hablando solo para pasar el rato. Por eso

    hay que preparar bien los tetralemas y no proponer las primeras

    frases que se nos ocurra recoger, sino aquellas que contengan,

    por un lado, el eje dominante con los valores opuestos entre s y,

    de otro lado, el eje emergente con las expresiones que desborden

    estas respuestas ms convencionales. De este modo, el juego delas cuatro frases nos permite un debate creativo y superador de

    lo que se haya dicho en las primeras reexiones.

    Muchas veces, para encontrar estas posiciones emergentes,

    hay que preguntarse por la incoherencia de la propia pregunta,

    de quin la est formulando, de las circunstancias en que fue

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    21/33

    E

    hecha. Una posicin subversiva es la que pregunta a la

    pregunta: Con qu derecho ests formulando esa cuestin en

    Estos tipos de posiciones son contradictorios con las posturas

    ms convencionales, y abren otros caminos no previstos inicial-

    mente. Pero otras son preguntas reversivas, correspondientes

    a las preguntas a las respuestas: Cmo es que ninguna de

    nosotros hacemos nuestra tarea, cmo es que lo propuesto no

    -

    de preguntas de tipo reversivo suele mostrar los desajustes entre

    la prctica y lo planteado.

    Una serie de ejemplos nos permitir visualizar mejor en qu

    consiste esta prctica de los tetralemas. Jess Ibaez (1994), quien

    mejor ha escrito sobre el tema, ha planteado a propsito de la

    responsabilidad de los intelectuales: Frente a la Ley (dictadapor las clases dominantes) caben varias respuestas y varias res-

    ponsabilidades ...: La respuesta conversa que acata los dictados

    e interdicciones responde a la pregunta; y la respuesta per-

    versa que invierte los dictados e interdicciones responde a una

    respuesta. Y hay respuestas del orden de una pregunta (propias

    de amos), que ponen en cuestin la ley: la subversiva o irnica

    que pregunta a la pregunta (...) y pone al descubierto los funda-mentos de la ley; y la reversiva o humorstica que pregunta a la

    respuesta (...) demostrando la imposibilidad de cumplir la ley.

    Sigue Ibez en este escrito:

    slo vale para los sistemas cerrados -

    tos en los que slo hay identidad en el cambio, y hay cambios

    que reafirman la identidad, slo vale una lgica dialctica. La

    matriz de las lgicas dialcticas es la lgica taosta, su axiomafundamental es el tetralema... Las cuatro libertades o niveles de

    responsabilidad deben estar conjugadas: conversin, perversin,

    subversin, y reversin: intelectuales dogmticos (por ejemplo,

    socilogos); crticos de primer nivel o restringidos (por ejemplo

    socilogos crticos); crticos de segundo nivel o generalizados

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    22/33

    M D. H - T R. V

    (por ejemplo, crticos de la sociologa); crticos de tercer nivel o

    deca el torero, hace falta gente para todo. Cabe destacar la

    postura humorstica (reversiva) de Ibez en este texto, al serl un conocido socilogo y atreverse a dar esta opinin sobre

    nuestras actividades profesionales.

    La conjugacin de estos cuatro modos de responsabilidad

    puede ser excluyente o inclusiva. La conjugacin es excluyente

    si cada modo de responsabilidad es asumido por intelectuales

    diferentes: hay intelectuales orgnicos por ejemplo Rodrguez

    Delgado o Julio Iglesias y crticos de primer nivel o perversospor ejemplo, Feyerabend o Genet, de segundo nivel o sub-

    versivos por ejemplo, Chomsky o Picasso y de tercer nivel o

    reversivos por ejemplo Cioran o Buster Keaton. La conjugacin

    es inclusiva si la actividad de un intelectual articula los cuatro

    modos por ejemplo, Serres u Orson Welles.

    Durante la dictadura predominaban los intelectuales perver-

    sos y/o subversivos, y prevalecan en cada intelectual los compo-nentes perversos (opositores: lo que el poder dicta como bueno es

    malo, y viceversa) y subversivo (revolucionarios: aspiran a dictar lo

    que es bueno y malo). El advenimiento de la democracia en 1977

    (...) junto con la victoria socialista en las elecciones de 1982 hicie-

    ron que prevalecieran los intelectuales conversos y reversivos y los

    componentes converso y reversivo en cada intelectual. Esta larga

    cita sirve para dar cuenta de lo sustancial de cmo enfoc Ibezlos tetralemas y tambin para poner dos ejemplos, de socilogos

    y de intelectuales internacionales, que ilustran concretamente en

    qu est pensando el autor cuando habla de conceptos.

    Lo que creo que cabe destacar, adems de las cuatro posturas

    de un tetralema, es cmo personalmente o en grupos sociales

    son posibles las posturas inclusivas. No tanto que una persona

    o grupo est siempre en una de las posturas o tipo de eleccin,sino que (segn las circunstancias concretas) adopte una u otra

    postura responsable. Por eso no conviene calificar a una persona

    o movimiento social como tal o cual por definicin, sino tales

    o cuales posturas que adoptan en determinadas ocasiones, para

    hacerlas jugar en un debate con fines operativos.

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    23/33

    E

    Tambin es destacable el aspecto paradjico, humorstico y

    grotesco de esta manera de encarar los problemas. Abril (1994),

    aplicando el tetralema al aspecto de la comicidad, tambin nos

    sita en la pista de este debate, tanto para sacarlo de la propiaseriedad de una responsabilidad intelectual demasiado creda

    de s misma, como para ubicarlo en contextos ms populares y

    de prctica cotidiana. Si hay un eje dominante entre seriedad y

    comicidad (por ejemplo, entre el texto acadmico y el chiste f-

    cil), cabe tambin la postura subversiva, la irona (descalificacin

    de los contrarios); o la reversiva, la humorstica (cuestionarnos

    tambin al cuestionar la otra conducta). No es posible mantenersiempre slo una de estas posturas; en la prctica hemos de ser

    inclusivos, pero es bueno saber cul conviene en cada situacin.

    Es en los movimientos sociales donde ms hemos aprendido

    de la utilidad de estos enfoques. Por ejemplo, en las ocupaciones

    de terrenos en Latinoamrica para autoconstruirse sus casas, lo

    primero que hacen los colonos es plantar una bandera del pas

    respectivo. Su discurso es: nosotros no somos subversivos,somos ciudadanos de este pas, y necesitamos una casa para

    vivir (como dice la Constitucin...). Si deciden esperar a los

    planes del gobierno o negociar alguna reforma, ellos saben que

    no tienen muchas posibilidades. Y si se manifiestan en contra de

    la propiedad privada (reconocida tambin en la Constitucin...)

    les declaran subversivos y los mandan al ejrcito para que sean

    desalojados. Es la estrategia del desborde popular, la reversinde las contradicciones que tienen las leyes, no los movimientos.

    O el caso del MST (movimiento de los sin tierra en Brasil, que

    ocupan latifundios para ponerse a trabajar en ellos y sobrevivir)

    y que tiene una base catlica muy amplia, estando la direccin

    estrechamente vinculada con la teologa de la liberacin. La pos-

    tura conservadora de ir a recibir al Papa (cuando fue a Brasil) con

    aplausos, ni se plante; la negociacin de dar su propio discursoen alguno de los actos pareci muy reformista; la de acusar al

    Papa de no estar con los pobres, les despegara de muchas de sus

    bases por subversiva, as que plantearon la reversiva de invitar

    al Papa a que visitara las ocupaciones de tierras y les diera su

    apoyo. Desde el punto de vista del movimiento, el problema de

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    24/33

    M D. H - T R. V

    coherencia no est en las ocupaciones de tierras para sobrevivir,

    sino en las declaraciones del Papa sobre cmo estar con los po-

    bres. Es un problema de las contradicciones que tiene el poder,

    no el movimiento popular.La clave en todos estos casos est en no quedarse encerrados

    en los dilemas o conservador o progresista, o reformista o

    revolucionario, sino en entrar a escrutar en cada caso cul es

    la paradoja del sistema en ese momento. Es sobre las contradic-

    ciones que siempre tienen los poderes como hay que operar para

    que cambien las cosas. Pero habitualmente los poderes saben apa-

    rentar que son ellos quienes tienen todo en orden, y que puedenformular las preguntas/dilemas a los que hay que responder, y

    caemos en esas trampas. Construir estos tetralemas nos permite

    desbordar en la prctica y mejor, las situaciones bloqueadas y no

    caer en falsos dilemas por principios tericos sobre quin es

    ms revolucionario o menos, por ejemplo. Lo inclusivo prac-

    tica en lo cotidiano el anlisis concreto de la situacin puntual

    y acta en consecuencia. Aquellos movimientos sociales msactivos siguen ensendonos esta leccin todos los das.

    Reversin o desborde popular

    Los poderes de lo cotidiano no slo son poderes sobre,

    sino tambin poderes para. Las relaciones no son slo de do-

    minacin, sino tambin de construccin. No se trata de tomar

    los poderes, y usarlos por otrossin cambiar sus contenidos, sinode construirlos o reconstruirlos, y para eso a veces hay conictos

    muy fuertes. De poco sirven algunas cuestiones de tipo dicotmi-

    co como ya hemos visto, dilemas simples entre esto y aquello,

    como si slo pudiramos jugar entre dos posturas. Nos parece que

    hay un cierto maniquesmo detrs de muchas de estas posturas,

    a veces incluso con pretensiones transformadoras.

    Hemos aprendido precisamente con los movimientos so-ciales, a ser ms pragmticos y no tan rgidos o principistas,

    porque a diferencia de algunos colectivos ms minoritarios o

    elitistas, los movimientos s que han de dar algunos resultados a

    sus implicados si quieren mantener el inters y la motivacin de

    los participantes de base. Esto no quiere decir que haya que caer

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    25/33

    E

    en el otro polo de la dicotoma; es decir, que por ser pragmticos

    se ha de aceptar cualquier propuesta. S quiere decir que se debe

    salir de la dicotoma y conseguir al mismo tiempo la reforma

    y la revolucin. Se trata de entender que no son conceptos ex-cluyentes en las prcticas cotidianas de los conjuntos de accin.

    El rigor no estar centrado, por tanto, en mantener principios

    tericos incuestionables, sino en la metodologa de un proceso

    participativo y creativo que incremente todo lo que nos conduzca

    al cambio transformador, pero al ritmo de la gente.

    El concepto de desborde popular est vinculado con las

    redes de lo cotidiano. En algunos momentos, muchas veces in-esperados, ocurren movilizaciones que nos sorprenden a todos,

    incluidos a los propios participantes, porque algn factor de lo

    cotidiano acaba por desbordar una situacin que acumulaba

    ya bastantes contradicciones. No se trata solo de que hay un

    programa ms o menos radical, sino de que la gente se sienta

    implicada o no en el proceso. Puede ser que se intente conseguir

    reformas, pero si se hace por movimientos de organizacinpopular, y se va creando una conciencia de poder alternativo,

    es que desde lo interno se est fraguando un cambio ms estruc-

    tural; y tambin puede ser que apostando por transformaciones

    ms radicales, el proceso se quede en algunas conquistas de

    reformas, que den durante un tiempo posibilidades para una

    mejor organizacin social. En los movimientos que han perdu-

    rado con cierta historia, se suelen suceder momentos con todasestas complejidades y ms.

    Junto con las llamadas posiciones conservadoras, reformis-

    tas y revolucionarias, tambin estn, como ya hemos visto, las

    reversivas. Nosotros manejamos cuatro posiciones para abrir el

    campo de las estrategias, entre las adaptativas conservadoras,

    las educativas reformadoras, las huracn subversivas, y las

    semilla reversivas (Hernndez, Martn, Villasante, 2002). Enlos sistemas hay varios campos llenos de caminos que se cru-

    zan. Las estrategias reversivas aslan a lo ms conservador,

    construyenconuencias entre educativas, semillas y huracanes,

    y a veces salta la liebre, se incendia la pradera con la chispa, o

    aparece el efecto mariposa. Para que algunas pequeas varia-

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    26/33

    M D. H - T R. V

    ciones en los momentos iniciales puedan multiplicar sus efectos

    hasta desbordar procesos, hace falta que se est experimentando

    con estrategias reversivas de forma no sectaria con los cercanos,

    aunque sean diferentes.En versin de Ibez (1994): La dominacin de las mujeres

    por los hombres es la matriz de todas las dominaciones... Hay

    un feminismo converso: el de las mujeres que quieren ser iguales

    a los hombres... (Acceder al numerador de la razn). Hay un

    feminismo perverso: el de las mujeres que quieren dar la vuelta

    a la tortilla... (Invertir el numerador y el denominador). Hay

    un feminismo subversivo: el de las mujeres que quieren abolirla dominacin... (Borrar la barra que separa el numerador del

    denominador). Hay un feminismo reversivo: el de las mujeres que

    hacen girar esa barra hasta hacerla estallar... Slo el feminismo

    reversivo es seductor. Los otros son en mayor o menor medida

    productivos. Intentan revalorizar a las mujeres La estrategia

    de la produccin es el deseo, la estrategia de la seduccin es el

    desafo: desafiar a los machos a ser ms machos... Las rebelionesfrontales refuerzan al poder: la conversa (que suplica al poder

    que sea menos poder) lo reforma, la perversa (que intenta que

    el poder sea otro poder) lo invierte, la subversiva (que exige al

    poder que no sea poder) lo revoluciona. La reversiva (que desafa

    al poder a que sea ms poder) pone al poder en una tesitura im-

    posible: pues le obliga a exacerbarse hasta extinguir la relacin

    por exterminio de los trminos... Son cnceres pues aplican elpaso de la metfora a la metstasis.

    Teniendo en cuenta toda esta complejidad, ahora necesita-

    mos nuestra estrategia, construir desde el conjunto de accin afn,

    a partir de un tema concreto. Una vez que nos hemos situado en

    un mapa de relaciones entre los diferentes conjuntos de accin

    (colectivos, movimientos y sus relaciones con instituciones, con

    sectores no organizados), nuestra estrategia no puede ser soloestar a la contra. Desde luego, nuestro primer eje nos sita en

    frente los opuestos, en el conicto que hayamos detectado.

    Este conicto corresponde a las posiciones ms cristalizadas,

    ms bloqueadas y de difcil resolucin, al menos de entrada. Pero

    hay otras posiciones en juego, en ejes ms uidos, con mayor

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    27/33

    E

    diversidad y complejidad de intereses, ajenos a lo que se cueceen

    las posiciones cristalizadas, y otros con posturas diferentes entre

    s y respecto de las nuestras y de las opuestas. Los conjuntos de

    accin no suelen presentarse tan claros en la prctica, pero elesquema siguiente nos puede orientar para una interpretacin

    tendencial que ayude a construir las alianzas necesarias del

    proceso transformador.

    Juegos de estrategia, desde la afinidad hasta la reversin:

    (Hernndez, Martn y Villasante, 2000; pp. 38).

    Para no quedarnos aislados, posiblemente teniendo la razn,

    pero sin capacidad de ser operativos para la transformacin

    social, debemos intentar construir un conjunto de accin ms

    amplio. Esto implica varias operaciones transversales, y no slo

    la reversin de la que venimos hablando, sin duda la reversin

    en primer lugar, entendida como llevar al lmite los valores y

    posiciones de los Opuestos; es decir, usando sus contradicciones

    y paradojas, sus hipocresas y sus incongruencias, no tanto como

    enfrentamiento frontal y directo, sino ms bien exacerbando

    sus prcticas, con los analizadores construidos que les pongan

    en situacin de tener que mostrar como son. Se necesita un

    anlisis un poco fro y distanciado para poder dar la vuelta sus

    argumentos y posturas, para cargarnos de razn y que en la

    prctica del hacer se desborde lo instituido. Los Opuestos ju-

    AFINES OPUESTOS

    AJENOSDIFERENTES

    REVERSIN

    PERSUACIN

    SEDUCCIN

    N

    E

    D

    O

    C

    A

    I

    S

    L

    A

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    28/33

    M D. H - T R. V

    garn tambin sus cartas y sus estrategias, y se apoyarn en los

    valores dominantes, por lo cual no es fcil dar con las prcticas

    que muestren las paradojas en que estn instalados. Se trata de

    que pasen del distanciamiento al aislamiento, a que se vean solospara que tengan que cambiar. No es creble que vayan a hacerlo

    solo con razones, si no se crea una situacin que les empuja a

    entenderlas. Con la sola reversin an no es suficiente.

    Las alianzas deben acompaar el planteamiento reversivo;

    es decir, ampliar nuestras razones con otras razones y nuevas

    prcticas respaldadas por un conjunto de accin ms amplio.

    Seguramente esto es ms lento que insultar directamente a losopuestos, pero ser ms eficaz si se consigue un frente comn con

    los diferentes que nos permita llegar, incluso, a los ajenos.

    Con los que llamamos diferentes podemos estar de acuerdo en

    trminos generales, pero a la hora de lo concreto emergen las

    dificultades de protagonismos, de formas de hacer, de prejuicios

    heredados, etc. Superar esto con algunos de los dispositivos me-

    diadores y para un tema concreto, ya es un gran avance para laestrategia. Pero es con la seduccin como podemos llegar a los

    ajenos, ya sea en una plataforma comn del conjunto ms

    ampliado, o por nuestros propios medios. La seduccin no es

    un engao, sino que consiste en mostrar las cosas de tal manera

    que se vean atractivas y realizables. Frente a los miedos que blo-

    quean las acciones de los conjuntos para hacer lo que deberan

    hacer, necesitamos la creatividad con los diferentes a nosotrosy la consulta con los ajenos, y la difusin seductora para todos.

    Si tratamos de emplear esta lgica en relacin con los con-

    juntos de accin, podemos intentar desbloquear las situaciones

    ms cristalizadas y enquistadas que aparecen. Cuando hay un

    enfrentamiento entre dos conjuntos de accin por ejemplo,

    entre el de los ms afines a los objetivos del proyecto y el de los

    opuestos o antagnicos, es muy posible que tal lucha acabe porbloquear el desarrollo y la superacin del problema. Hay que

    prestar atencin a las otras redes que, aunque no parezcan estar

    en juego, son las que pueden decidir o, al menos, desbloquear

    la situacin. Seguramente hay otras redes u otro conjunto que,

    siendo cercano, es tambin diferente en los estilos respecto del

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    29/33

    E

    conjunto afn, y desde luego hay numerosos grupos y sectores

    que en principio estn ajenos al tema, y que solo van a entrar

    en funcin de las propuestas que se vayan formulando, o que

    seguirn al margen. En situaciones como estas, el enfrentamien-to directo con los antagonistas slo suele llevar a insultarse y

    descalificarse, pues no es creble que se les vaya a convencer o

    concienciar solo con discursos.

    Planteado este modelo de situacin, con los trminos descri-

    tos, lo que se propone en el cuadro es la posibilidad de iniciar,

    mediante la aplicacin de un proceso dialgico, la construccin

    de ms amplios conjuntos de accin, de nuevas redes que puedanafrontar el reto de otras propuestas transformadoras. De ah

    que, si se parte de este nosotrosque supone a los actores ms

    afines, es posible pasar a una negociacin con los conjuntos de

    accin diferentes; unos y otros pueden crear un espacio donde

    la toma de decisiones sea de carcter ms interno. Podemos

    estar hablando de redes afectivasque tienen ya experiencia de

    vnculos comunes.

    Conjuntos de Accin y Cambio

    A partir de los autodiagnsticos sociales podemos construir

    con los colectivos sus estrategias para aislar a los antagnicos al

    cambio, y as transformar las situaciones de dependencia. Para

    hacer esto, se necesita una cierta densidad de poblacin y de movi-

    lizacin de fuerzas populares. No es slo gestionar lo que nos llegadesde el poder, econmicamente o ideolgicamente, sino adems

    que cada red pueda hacer sus propias estrategias de alianzas, de

    propuestas innovadoras, de construccin protagnica de la trans-

    formacin social tal como la vayan debatiendo y entendiendo.

    a) La manera de construir poder popular requiere coordinar

    transversalmente y planificar desde la base, con participacin,

    alternativas a las necesidades ms sentidas. Las soluciones

    sectoriales que los servicios pblicos llevan a la gente (medi-

    cina, educacin, seguridad, vivienda, etc.) no dan una visin

    de conjunto a la poblacin, de protagonismo del conjunto

    de su vida colectiva, sino de dependencia o de solidaridad de

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    30/33

    M D. H - T R. V

    tales o cuales servidores pblicos. Un objetivo fundamental

    es que se pueda avanzar hacia una planificacin completa de

    procesos participativos. Esto es un nivel poltico de base, un

    mbito de aprendizaje para hacer integraciones de la saludcon la educacin, de la vivienda con los otros servicios, de

    la seguridad y la cultura, etc. Los participantes pueden as

    aprender a mandar obedeciendo, tanto la poblacin a travs

    de sus colectivos o asambleas locales, como los tcnicos al

    estar al servicio de esos planes participativos.

    b) Organizar todo esto requiere de formas relativamente sim-

    ples de trabajo en comisiones, misiones, talleres y consejos,que en s mismos tienen un aspecto de grupos de cierta

    homogeneidad, donde gente voluntaria y algunos profesio-

    nales aportan diagnsticos y soluciones a cada caso. Pero

    todo ello, todas estas redes de iniciativas, para no enredarse

    cada cual por su lado y para no quedarse encerrados en su

    propias manas, pueden acudir a una instancia ms general

    de coordinacin y de planificacin soberana. Es en estembito donde el sistema de autorregulacin democrtico

    puede ser ms emergente y creativo, donde adquiere cierta

    legitimidad, porque es donde se pueden matizar y deliberar

    las propuestas, y donde cada sector ha de mostrarse solidario

    con los otros. Como ocurre en los presupuestos participa-

    tivos, donde es bueno que primero se debatan los criterios

    de solidaridad y luego se apliquen las prioridades. De estasasambleas ms amplias pueden salir algunos delegados para

    el seguimiento y realizacin de los acuerdos adoptados, pero

    conviene que sean mandatadospara lo ms concreto, y no

    se deben dejar a su interpretacin las decisiones adoptadas.

    Por lo mismo, ser bueno que se desempeen por tiempo

    limitado, revocables, rotatorios, etc.

    c) Esta labor organizativa requiere partir, como hemos venidodiciendo, de los conjuntos de accin realmente existentes,

    no se puede seguir un modelo determinado, sin tener en

    cuenta que los movimientos sociales ya tienen experiencias

    propias de las que aprender . Esta labor de autoorgani-

    zacin es lo fundamental, pues no se trata de aprender a

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    31/33

    E

    ser ciudadanos o dirigentes en las aulas de un colegio, o

    con una ideologa determinada frente a otras ideologas.

    Aprender a trabajar con los afines est muy bien, pero

    tambin con los diferentes no antagnicos. En estas demo-cracias participativas, que recogemos de los movimientos,

    se priorizan acuerdos de los afines y los diferentes frente a

    los antagnicos. Estas formas participativas se van auto-

    depurando con la prctica de aislar a los antagnicos y de

    intentar atraer a los indiferentes con propuestas concretas

    y que se pueden realizar, realizndolas. Es la mejor va de

    autoformacin por la accin, pues solo se aprende aquelloen lo que nos involucramos, aunque sea a pequea escala, y

    que da algunos resultados palpables. Desde luego que hay

    nuevas metodologas y tcnicas de talleres y dinmicas de

    grupo que favorecen estas democracias ms amplias que

    las de los partidos convencionales, pero no es una cuestin

    tecnolgica, sino de estilos de los movimientos.

    Todas estas cuestiones de las democracias construidas desde

    abajo, hacen referencia a la construccin colectiva de estilos de

    autoorganizacin, con las nuevas formas de las metodologas

    participativas. En los pequeos grupos de redes familiares, de

    diversin y ocio de barrio, en los aspectos deportivos tanto como

    en los laborales, siempre es posible que los estilos de organizacin

    sean patriarcales y jerrquicos, con estilos ms participativos,

    con grupos de ayuda mutua, etc. Y en estas relaciones de ciclocorto est la base de todo lo dems. Aplicar al ciclo corto (ms

    teraputico, pedaggico, de trabajo social, etc.) el mismo enfoque

    que a las redes comunitarias para su trasformacin, es lo que

    puede ir poniendo mejores bases para los cambios necesarios.

    Si en grupos de terapias, de autoayuda, de pedagoga, y otros

    colectivos se planifica para crear situaciones integrales y des-

    bordantes, eso siempre ir en beneficio de la propia gente y deltrabajo profesional que se quiere transformar. Cada red puede

    contribuir a una red ms amplia, porque saldr beneficiada y no

    acta sectariamente sino con las sinergias que seguramente son

    sentidas y demandadas por la poblacin.

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    32/33

    M D. H - T R. V

    R

    A, G. (1994). Anlisis semitico del discurso. En J. M. Delgado y J.Gutirrez (Eds.), Mtodos y tcnicas cualitativas de investigacin

    en Ciencias Sociales. Espaa: Sntesis.H, M. D., Martn, P. y Villasante, T. (2000). Estilos y cohe-

    rencias en las metodologas participativas. En T. Villasante y F.

    J. Garrido (Eds.), Metodologas y presupuestos participativos.

    Construyendo ciudadana(pp. 17-42). Madrid: Cimas-Iepala.

    I, J. (1990). Nuevos avances en investigacin social. Barcelona:Cuadernos A.

    I, J. (1994). Por una sociologa de la vida cotidiana. Madrid:

    Siglo XXI.P, J. (1972). Lgica y psicologa. Barcelona: Redondo.

    V, T. (Ed.). (1994). Las ciudades hablan. Caracas: EditorialNueva Sociedad.

    Bibliografa consultada

    B, G. (1969). Antropologa poltica. Barcelona: Ediciones

    Pennsula.B, P. (1997). Razones prcticas: sobre la teora de la accin.

    Barcelona: Anagrama.D, E. N. (1993). Red de redes. Buenos Aires: Paids.

    E, N. (1994). Conocimiento y poder. Madrid: La piqueta.G, M. (2000). La fuerza de los vnculos dbiles. Poltica

    y Sociedad, 33,41-56.

    J, S. (2003). Sistemas emergentes. Madrid: Fondo de CulturaEconmica.

    L, L. (1977). Networks and marginality. Nueva York: Acade-

    mic Press.M, P. (1999). El sociograma como instrumento que desvela la

    complejidad. Empiria,2, 129-151.M, P. (2001). Mapas sociales: mtodo y ejemplos prcticos. In T.

    Prcticas locales

    de creatividad social: Construyendo ciudadana (pp. 91-113).

    Barcelona: El Viejo Topo.

    M., E. (1994). Introduccin al pensamiento complejo. Barcelona:Gedisa.

    P, A. (2010) Seales honestas. El lenguaje que gobierna elmundo. Milrazones. Barcelona.

    R, E. P. (1991). Teora del vnculo. Buenos Aires: Nueva Visin.U El poder de las redes. Barcelona: El cobre ediciones.

    V, T. (1998). Cuatro redes para mejor vivir. Buenos Aires:

    Lumen-Humanitas.

  • 7/26/2019 Estrategias participativas y conjuntos de accin Ms all de los dilemas y de las microrredes

    33/33

    E

    V, T. (2002). Sujetos en movimiento: Construyendo Ciuda-

    dana. Montevideo: Nordam-Comunidad.

    V, T. (2006). Desbordes Creativos: Estilos y estrategias para

    la transformacin social. Madrid: La Catarata.