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COMO DIACONOS EN LA ¿Estoy siendo llamado? “Vocación” viene del verbo latino vocare, que significa “llamar”. A través de los sacramentos de iniciación, todos los cristianos somos llamados a la santidad y a la participación para llevar a la Iglesia al mundo. Algunos hombres reciben un llamado más específico al diaconado, a través del cual ellos son consagrados especialmente para el servicio Cristiano (diakonia). Pero, ¿cómo sé si Dios me está llamado al diaconado? El descubrimiento gradual de una vocación al diacona- do ocurre a través de la oración y el discernimiento. Un camino de vocación comienza en un diálogo continuo de la persona con Dios. A un nivel personal, es entonces cuando los hombres, que consideren el dia- conado, deben pedirle al Espíritu Santo que les revele cuál es la voluntad del Padre, no sólo en los momen- tos de oración personal y litúrgica, sino también en y a través de la vida diaria, dedicada a Dios y al prójimo. Una gran mayoría de los solicitantes al diaconado están casados, en su discernimiento deben de involu- crar a su esposa y a la familia inmediata. ¿Qué tanto entienden ellos lo que es el diaconado permanente y el impacto que tiene en la vida familiar? ¿Cuáles son sus pensamientos y preocupaciones? ¿Cómo el diaconado afectaría la vivencia de su vocación matrimonial? Cualquier vocación al ministerio debe involucrar a la Iglesia. En última instancia, es la Iglesia local, bajo el liderazgo del Arzobispo, quien llama a los hombres al diaconado. El discernimiento de una vocación diaconal comienza durante la investigación inicial sobre el proceso y la etapa de solicitud; pero se pone a prueba constantemente y se reconfirma durante el proceso de formación. Debido a que los interesados en el diaconado tienen muchos compromisos — familia, carrera, trabajo, comunidad y parroquia — los solicitantes no deben explorar solamente el llamado al diaconado en sí, sino también sus habilidades personales para responder a este llamado en este momento de su vida. ¿Cuál es el siguiente paso? Primero, platique con su esposa, hijos y párro- co sobre la posibilidad de llegar a ser un diácono. También busque el consejo de otras personas en quien usted confíe, incluyendo el de los hombres que ya están sirviendo como diáconos o que son candidatos al diaconado. Segundo, comuníquese a la oficina del diaconado permanente. Tendremos noches de información, de recogimiento y otras oportunida- des para profundizar más en su discernimiento. La oficina del diaconado también tomará su información básica y responderá las preguntas que usted pueda tener. Para formar el próximo grupo de diáconos empezaremos a recibir solicitudes en diciembre del 2014. Tercero, si todavía no lo ha hecho, busque un director espiritual o mentor calificado. La oficina del diaconado lo puede ayudar en eso. ¡Ore regularmente sobre este aspecto! Cuarto, prepárese en caso de que el Señor lo esté llamando para entrar al programa del diaco- nado. Continue fortaleciendo sus conocimientos básicos sobre la fe Católica, y busque formas de crecer en sus actividades de apostolado y caridad a nivel parroquial. 1 Web Gallery of Art, http://www.wga.hu DE KANSAS CITY EN KANSAS A RQUIDIÓCESIS La oficina del Diaconado Permanente comenzará a recibir solicitudes en diciembre del 2014 para formar el próximo grupo de diáconos. Las clases iniciarán formalmente en el otoño del 2015. Participantes del grupo actual de hombres que se preparan para el diaconado. Si necesita más información, por favor comuníquese a: la Oficina del Diaconado Permanente 12615 Parallel Parkway Kansas City, KS 66109 (913) 721-1570 [email protected] www.archkck.org/deacons DE KANSAS CITY EN KANSAS A RQUIDIÓCESIS 2014–2015

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como Diaconos

en la

¿Estoy siendo llamado?“Vocación” viene del verbo latino vocare, que

significa “llamar”. A través de los sacramentos de iniciación, todos los cristianos somos llamados a la santidad y a la participación para llevar a la Iglesia al mundo. Algunos hombres reciben un llamado más específico al diaconado, a través del cual ellos son consagrados especialmente para el servicio Cristiano (diakonia).

Pero, ¿cómo sé si Dios me está llamado al diaconado? El descubrimiento gradual de una vocación al diacona-do ocurre a través de la oración y el discernimiento.

Un camino de vocación comienza en un diálogo continuo de la persona con Dios. A un nivel personal, es entonces cuando los hombres, que consideren el dia-conado, deben pedirle al Espíritu Santo que les revele cuál es la voluntad del Padre, no sólo en los momen-tos de oración personal y litúrgica, sino también en y a través de la vida diaria, dedicada a Dios y al prójimo.

Una gran mayoría de los solicitantes al diaconado están casados, en su discernimiento deben de involu-crar a su esposa y a la familia inmediata. ¿Qué tanto entienden ellos lo que es el diaconado permanente y el impacto que tiene en la vida familiar? ¿Cuáles son sus pensamientos y preocupaciones? ¿Cómo el diaconado afectaría la vivencia de su vocación matrimonial?

Cualquier vocación al ministerio debe involucrar a la Iglesia. En última instancia, es la Iglesia local, bajo el liderazgo del Arzobispo, quien llama a los hombres al diaconado. El discernimiento de una vocación diaconal comienza durante la investigación inicial sobre el proceso y la etapa de solicitud; pero se pone a prueba constantemente y se reconfirma durante el proceso de formación.

Debido a que los interesados en el diaconado tienen muchos compromisos — familia, carrera, trabajo, comunidad y parroquia — los solicitantes no deben explorar solamente el llamado al diaconado en sí, sino también sus habilidades personales para responder a este llamado en este momento de su vida.

¿Cuál es el siguiente paso?Primero, platique con su esposa, hijos y párro-

co sobre la posibilidad de llegar a ser un diácono. También busque el consejo de otras personas en quien usted confíe, incluyendo el de los hombres que ya están sirviendo como diáconos o que son candidatos al diaconado.

Segundo, comuníquese a la oficina del diaconado permanente. Tendremos noches de información, de recogimiento y otras oportunida-des para profundizar más en su discernimiento.

La oficina del diaconado también tomará su información básica y responderá las preguntas que usted pueda tener. Para formar el próximo grupo de diáconos empezaremos a recibir solicitudes en diciembre del 2014.

Tercero, si todavía no lo ha hecho, busque un director espiritual o mentor calificado. La oficina del diaconado lo puede ayudar en eso. ¡Ore regularmente sobre este aspecto!

Cuarto, prepárese en caso de que el Señor lo esté llamando para entrar al programa del diaco-nado. Continue fortaleciendo sus conocimientos básicos sobre la fe Católica, y busque formas de crecer en sus actividades de apostolado y caridad a nivel parroquial.

1 Web Gallery of Art, http://www.wga.hu

DE KANSAS CITY EN KANSASA RQUID IÓCES IS

La oficina del Diaconado Permanente comenzará

a recibir solicitudes en diciembre del 2014 para

formar el próximo grupo de diáconos. Las clases

iniciarán formalmente en el otoño del 2015.

Participantes del grupo actual de hombres que se preparan para el diaconado.

Si necesita más información, por favor comuníquese a:

la Oficina del Diaconado Permanente

12615 Parallel Parkway Kansas City, KS 66109

(913) 721-1570 [email protected]

www.archkck.org/deacons

DE KANSAS CITY EN KANSASA RQUID IÓCES IS

2014–2015

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¿Quién es un Diácono?Un diácono es un ministro ordenado en la Iglesia

católica. Como los obispos y sacerdotes, los diáconos han recibido el Sacramento del Orden Sagrado y son miembros del clero. Al mismo tiempo los diáconos viven “en el mundo” generalmente en una familia y con responsabilidades de trabajo.

A diferencia de los obispos y sacerdotes que son or-denados para una participación ministerial en el sumo sacerdocio de Cristo, los diáconos son ordenados para el ministerio y el servicio. Ellos son “iconos vivientes” de Jesucristo, quien no vino para ser servido, sino para ser el “diacono”, o siervo de todos.

Bajo la dirección de sus obispos, los diáconos sirven a la Iglesia a través de los ministerios de la palabra, la liturgia y la caridad. Como ministros de la palabra, ellos promueven la “nueva evangelización” — en su casa, trabajo, parroquia y comunidad local. Este ministerio incluye muchas formas para comprometerse con la comunidad, para predicar, enseñar y catequizar, todo hecho en el nombre de la Iglesia.

El ministerio litúrgico del diá-cono incluye el desempeño de roles específicos en la celebración de la Misa, en donde él representa a los fieles y los ayuda a unir sus vidas y preocupa-ciones a la ofrenda de Cristo. Los diáconos tam-bién bautizan, guían a los feligreses en la oración, son testigos en los matrimonios, llevan a cabo velorios y funerales.

Los diáconos son conocidos especialmente por su compromiso con las preocupaciones sociales y las obras de caridad. Ellos identifican las necesidades de los demás, y luego reúnen el material de la Iglesia y los recursos espirituales para satisfacer esas necesidades.

La Historia del DiaconadoLa Iglesia tradicionalmente ha interpretado la

selección de los “siete hombres de buena reputación”, de la que se habla en los Hechos de los Apóstoles 6: 1–6, como el origen del diaconado como un minis-terio diferente en el servicio Cristiano. Los apóstoles estaban abrumados por todas las necesidades de una comunidad Cristiana que crecía, y los diáconos, inclu- yendo San Esteban, fueron llamados para ayudarlos.

Al comienzo de la Iglesia, los diáconos ayudaban a los obispos durante la sagrada liturgia, reali-zaban trabajos administrativos, y repartían las limosnas a los pobres. Un digno ejemplo fue San Lorenzo, el gran mártir del siglo tercero.

A pesar de esto, después del siglo quinto, el diaconado experimentó una reducción gradual en el oeste, tanto así que para el año 800 D.C. se convirtió solamente en una etapa intermedia o de transición en el proceso a la ordenación sacerdotal.

El Concilio Vaticano Segundo (1962–65) hizo un llamado para restablecer la Orden del Dia-conado para ayudar a renovar la Iglesia a partir del siglo veinte.

En 1967, el Papa Pablo VI emitió normas para la restauración del diaconado permanente, el cual ha crecido a paso firme desde entonces. Actualmente hay más de 15,000 diáconos, sirviendo en los Estados Unidos.

En abril del 2011, el Arzobispo Joseph Naumann ordenó a la primera generación, o grupo de diáconos para la Arquidiócesis de Kansas City en Kansas. El segundo grupo comenzó su formación en 2012 y, en septiembre del 2015, la Arquidiócesis comenzará la formación para el tercer grupo de candidatos al diaconado.

Cualidades de un Posible Diacono

En su primera carta a Timoteo, San Pablo describe las cualidades de aquellos que servirían como diáconos:

Así mismo, los diáconos deben ser hombres dignos, y formales, moderados en el uso del vino, que no busquen dinero mal ganado; y que guarden el misterio de la fe en una conciencia limpia. Primero deben ser sometidos a prueba y, después, si no hay nada que reprocharles, que sean aceptados para servir como diáconos. (1 Tim. 3:8–10)

Estos requisitos han sido sometidos y perfecciona-dos a través de los siglos, de esta forma han ayudado a la Iglesia en su discernimiento sobre los candidatos.

En este momento, los hombres que se inscriban en el programa para el diaconado de la Arquidiócesis de Kansas City en Kansas deben cumplir con los siguientes criterios:

Ser un discípulo entusiasmado en Jesucristo

Estar entre la edad de 30 a 62 años, cuando comiencen las clases

Ser un católico practicante, conocido por su fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia, que cree que puede ser llamado para el ministerio diaconal

Estar registrado en una parroquia o misión de la Arquidiócesis, contar con el apoyo de su párroco y estar ya involucrado en algún apostolado o servicio de la Iglesia

Debe tener una buena reputación y ser reconocido, en la Iglesia y dentro de toda la comunidad, como un hombre de buen carácter y de virtudes

Debe contar con una buena salud física y psi-cológica; tener cualidades humanas como la buena comunicación y el liderazgo, ser responsa-ble, equilibrado y trabajador; poseer cualidades

personales como, el ser un hombre de oración, devoto a la Santa Eucaristía y a la Virgen María; amante de la Iglesia con fervor apostólico, abierto al servicio y a la caridad fraterna

El dominio del español es una gran ventaja; aunque los solicitantes deben ser capaces de re-cibir la formación fundamentalmente en inglés, se harán adaptaciones para ayudar a quienes el inglés es su segundo idioma

Si está casado, en un matrimonio válido y estable, debe contar con el apoyo total de su esposa, quien también debe ser una católica practicante; un solicitante que se haya divorciado, solamente será considerado después de revisar su caso de manera detallada (vaya al sitio web para obtener más información)

Si está soltero, debe estar dispuesto y ser capaz de abrazar un compromiso para el celibato

Competente para los estudios teológicos académicos y abierto enteramente al proceso de formación

Libre de todo impedimento canónico para poder recibir la Santa Ordenación

Los diáconos son conocidos

especialmente por su compro-

miso con las preocupaciones

sociales y las obras de caridad.

San Lorenzo repar t iendo l imosnas

de Fray Giovanni Angélico (1395–1455)

En abril del 2011, el Arzobispo Joseph Naumann ordenó el primer

grupo de diáconos para la Arquidiócesis de Kansas City en Kansas.

En el otoño del 2015, la Arquidiócesis comenzará la formación

formal del tercer grupo de diáconos.