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El arte del escritor Las historias bien escritas son claras, tienen leads efectivos, hacen uso completo de los sentidos—tacto, oído, vista, olor, sabor—y son mecánicamente sólidos. Tienen estas cualidades: Muestran al lector el evento o individuo a través de anécdotas, citas y ejemplos. Contienen citas y el interés humano que resume la situación sobre la que se escribe la historia está adelante. El lenguaje es preciso, claro y convincente. Las frases son cortas. Las transiciones llevan al lector suavemente de un tema a otro. El estilo de la redacción es apropiado al evento. La buena redacción depende de una reportería rigurosa que produce información relevante. La información es organizada en una historia que se mueve sin esfuerzo de principio a fina. El fluir de la historia es ayudado por el uso de transiciones y la estructura narrativa. El lenguaje es simple y directo. No importa cuan corto o largo sea un artículo, la historia noticiosa está cuidadosamente construida. La estructura. El lead establece los elementos esenciales del evento. El cuerpo amplifica y expande el lead. El contenido. Hechos, derivados de la observación directa o de fuentes confiables, son presentados con precisión. Los hechos muestran y le dicen al lector lo que pasó, quién estaba involucrado, cuando y donde pasó, y las causas y posibles consecuencias del evento, el cómo y el porqué.

El artículo de prensa - El arte del Escritor

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El arte del escritor

Las historias bien escritas son claras, tienen leads efectivos, hacen uso completo de los sentidos—tacto, oído, vista, olor, sabor—y son mecánicamente sólidos. Tienen estas cualidades:

• Muestran al lector el evento o individuo a través de anécdotas, citas y ejemplos.

• Contienen citas y el interés humano que resume la situación sobre la que se escribe la historia está adelante.

• El lenguaje es preciso, claro y convincente. • Las frases son cortas. Las transiciones llevan al lector suavemente

de un tema a otro. • El estilo de la redacción es apropiado al evento.

La buena redacción depende de una reportería rigurosa que produce información relevante. La información es organizada en una historia que se mueve sin esfuerzo de principio a fina. El fluir de la historia es ayudado por el uso de transiciones y la estructura narrativa. El lenguaje es simple y directo.

No importa cuan corto o largo sea un artículo, la historia noticiosa está cuidadosamente construida.

La estructura. El lead establece los elementos esenciales del evento. El cuerpo amplifica y expande el lead.

El contenido. Hechos, derivados de la observación directa o de fuentes confiables, son presentados con precisión. Los hechos muestran y le dicen al lector lo que pasó, quién estaba involucrado, cuando y donde pasó, y las causas y posibles consecuencias del evento, el cómo y el porqué.

Las historias que contienen estos elementos satisfacen a los lectores porque el orden lógico y el uso preciso y económico del lenguaje es agradable. Pero se espera más del reportero. La historia noticiosa debe estar bien escrita.

Los lectores, la audiencia y los televidentes no son recipientes pasivos de las noticias. Ellos demandan que sea presentada de una manera interesante, o se pasarán a otra historia, estación o canal. Esto significa que la información, el contenido de la historia, debe ser escogido cuidadosamente y la redacción debe estar cuidadosamente labrada.

La historia bien escrita es clara, fácil de seguir, fácil de entender. La buena redacción ayuda al lector a ver el evento que el reportero está tratando de describir.

George Orwell dijo: “La buena prosa es como una ventana abierta”. A diferencia de la ventana de vidrio de colores, la ventana abierta no llama la atención a sí misma. La buena redacción no reclama atención. Pide que se note la gente en la historia, el evento, la información.

Hay un dicho que los grandes escritores nacen, no se hacen. Pero es posible aprender a escribir bien. También es posible que durante el proceso de aprendizaje el talento latente emerja. El descubrimiento repentino del poder y la belleza de las palabras ha transformado a muchos jóvenes en escritores aceptables.

Los editores quieren reporteros que puedan decir verdades con talento.

Los hombres y mujeres que escriben para vivir trabajan en aprender su profesión. Para hacerlo, los periodistas leen escritores que los inspiran a ir más allá de sí mismos y les enseñan las habilidades que siempre deben estar puliendo. Los periodistas leen ficción, poesía y otros periodistas para domesticar estilo y técnica, para aprender los trucos de el negocio de escribir. Y escriben.

A diferencia del novelista o el poeta, el periodista no puede pasar horas buscando la verdad, mucho menos la palabra correcta. A ningún otro escritor se le pide que ponga palabras en el papel con tal velocidad, bajo tanta presión. Una razón de más para que el periodista siga a aquellos cuyo esfuerzo ha señalado el camino hacia la buena redacción.

Los editores a menudo se quejan de que los reporteros a menudo están satisfechos con la primera versión.

Cada escritor conoce la agonía de perseguir las palabras elusivas. El escritor sabe que las palabras únicamente pueden ser traídas a la vida solo con el trabajo continuo y esforzado. El objetivo es la perfección de la expresión, la absoluta coincidencia entre las palabras y los eventos. “Un escritor perfecto hará que las palabras canten, bailen, besen, hagan el amor, tengan hijos, lloren, sangren, se enfaden, apuñalen, roben, disparen cañones, manejen barcos, saqueen ciudades.”

Muestre, no diga

“Yo no digo; no explico. Yo muestro; yo dejo que mis personajes hablen por mí”. Tolstoi.

Una de las primeras reglas de redacción del reportero podría ser: muestre, no diga. Decir vuelve a los lectores pasivos. Mostrar compromete a los lectores a sacar sus propias conclusiones, ver el significado de los hechos que presenta el escritor. Los buenos escritores

dejan que las palabras y las acciones de los participantes hagan el trabajo.

Cuando el reportero hace que algo pase, el lector se mete dentro de la historia. El reportero desaparece como intermediario entre el evento y el lector.

Los detalles muestran más que las generalizaciones. “Una onza de ejemplos vale lo que una tonelada de generalidades”. H. James.

Buenas citas adelante

El reportero está alerta a la frase notable, el comentario incisivo, las palabras de una fuente que resumen el evento o que le ayudan al lector a visualizar a la persona que está hablando. También las palabras de una persona ayudan a percibir convicción, la sensación de verdad. Después de todo, si estas son las palabras de un participante, razona el lector, la historia debe ser cierta. Entre más adelante en la historia aparezca la cita mejor, aunque los buenos leads con citas son raros.

Interés humano adelante

Una regla de trabajo para reporteros. Trate de colocar tan cerca del lead como sea posible el ejemplo, incidente o anécdota de alta calidad que destaca el tema de la historia. A menudo, esto será algo sobre gente involucrada en el evento. Los eventos se vuelven noticiosos debido a su conexión con seres humanos. Cuando los leads pospuestos son usados, el incidente de interés humano comienza la historia. Con leads directos—que a menudo enfatizan el aspecto formal del evento—la ilustración o ejemplo de impacto humano debe estar cerca del lead.

La buena redacción tiene cuatro características:

• Es precisa. El lenguaje se ajusta a la situación. Se usan las palabras adecuadas. Sin la precisión del lenguaje el periodista no puede hacer que las palabras se ajusten a los eventos. Usen el diccionario, aprendan vocabulario.

• Es clara. A través del uso apropiado de forma y contenido, la historia es libre de vaguedades y ambigüedades.

• Es convincente. La historia es creíble. Suena cierta. • Es apropiada. El estilo es natural y no forzado

Un recordatorio: Una gran cantidad del trabajo se hace antes de que el reportero escriba. La observación, toma de notas y pensamiento que precede la redacción forma l historia. La redacción le da forma y dirección a las ideas que el reportero ya tiene en la cabeza. La buena redacción periodística es el resultado de una buena reportería y un pensamiento claro. La redacción hábil no puede ocultar la debilidad de los hechos, observaciones pasadas o reacciones insensitivas a la gente. Pero la mala redacción puede anular una reportería excelente.

Atención: Estas son guías, sugerencias, sabiduría acumulada y sentido común, no reglas escritas en piedra ni leyes inviolables.

Precisión

Usar palabras con referentes. Los periodistas usan palabras que corresponden a ideas y sentimientos específicos e identificables. Si no, corren el riesgo de lavarle el cerebro a los lectores al usar un lenguaje vago.

Eufemismos. Cuando una palabra o frase agradable se usa en lugar de una que puede ser más dura, el sustituto se llama un eufemismo. En realidad hacen daño porque nos apartan de la realidad, opacan la

verdad. Si la tarea del periodista se puede reducir a una simple idea, esa es señalar la realidad. Las palabras deben describir la realidad, no ocultarla ni distorsionarla.

No tema a decir. Si se pudieran marcar los arrecifes que amenazan a los escritores, los más peligrosos son aquellos en donde los reporteros se ahogan mientras pescan sinónimos por la palabra decir. De una vez por todas, la palabra decir no se puede usar demasiado para señalar atribución. Ojo con las tentaciones como explicó, señaló, interpeló, increpó, afirmó, expresó, etc.

Primero los hechos, después las palabras. Uno de los impedimentos de la precisión resulta de el deseo incesante de los reporteros de usar lenguaje que agite al lector. Los reporteros a veces están tan estimulados por la urgencia de ser creativos que separan el lenguaje de sus historias de la realidad que las inspiró. En realidad, ninguna cantidad de buena redacción puede compensar por la reportería inadecuada.

Ortografía. Una palabra mal escrita es una grosera imprecisión. Es como una falla en un jarrón de cristal. No importa cuán bonito sea el jarrón, el ojo y la mente pasa de las curvas audaces al error. Un error de ortografía clama por atención, casi tanto como una grosería impresa. Los reporteros inteligentes—buenos en ortografía y malos en ortografía—usan el diccionario. Muchos editores asocian la inteligencia con la habilidad en la ortografía porque consideran que quienes tiene una persistente mala ortografía son estúpidos porque no consultan el diccionario—cualquiera que sea su inteligencia natural. Los doctores entierran sus errores y los arquitectos los cubren con enredaderas. Los periodistas no tienen tanta suerte. Sus errores quedan para siempre expuestos a la vista pública.

Claridad

Las palabras y las frases que seleccionan los periodistas deben ser puestas en un conjunto, en frases y parágrafos que tengan sentido para

los lectores. Las palabras apropiadas en los lugares apropiados es la guía.

Gramática. Primero está lo esencial de la gramática y la puntuación. Una forma como el aprendiz de periodista puede lidiar con el conocimiento inadecuado es invertir en un buen libro de gramática. No sólo resuelve problemas de gramática rápidamente, también aumentará el alcance de la redacción.

Puntuación. La puntuación es el sustituto que los escritores usan para la pausas, las paradas, los silencios y los cambios en el nivel de voz de quienes cuentan historias. Sabemos que el lector hace una pausa al final de una frase o párrafo. Estas cortas interrupciones en el flujo de la historia ayuda a los lectores a absorber lo que han leído. Escribir para radio requiere de frases aún más cortas. No importan cuan cortas sean, son importantes para la comprensión, particularmente para quien escucha, quien no puede releer algo que no está claro.

Tamaño de las frases. Estimulados por la ansiedad de empacar hechos en frases, algunos reporteros sin experiencia escriben paquetes que llevan a los lectores línea a línea con creciente confusión. Isaac Babel, escritor ruso, alguna vez dijo: No más de una idea o una imagen por frase. La buena redacción periodística está basada en los principios de la buena escritura. El periodismo es parte del mundo de las letras.

Tamaño de las frases Lecturabilidad

8 palabras o menos Muy fácil de leer

11 palabras Fácil de leer

14 palabras Relativamente fácil de leer

17 palabras Promedio

21 palabras Relativamente difícil de leer

25 palabras Difícil de leer

29 palabras o más Muy difícil de leer

En realidad, la buena redacción tiene variedad, ritmo, balance. Frases cortas y largas están balanceadas. Una frase larga bien escrita puede ser tan comprensible como una frase de ocho palabras. Hay eventos cuya naturaleza demanda un estilo relajado con frases largas.

Transiciones. Algunos reporteros tienen problemas escribiendo frases cortas porque no pueden manejar las transiciones, los enlaces entre frases y parágrafos. Debido a que estos reporteros no tienen manejo del instrumento que les permite moverse suavemente entre frase y frase, su tendencia es a pensar en grandes grupos de palabras. El periodista que controla las transiciones con la yema de los dedos piensa en pequeños grupos de palabras.

1. Pronombres. Se usan para referirse a sustantivos en las frases y parágrafos anteriores.

2. Palabras e ideas claves. Repetir palabras e ideas en sentencias y párrafos precedentes.

3. Expresiones de transición. Son palabras conectivas, también conocidas como conjunciones

• Aditivos: De nuevo, también, y, finalmente, es más, además, por consiguiente.

• Contrastes: Pero, sin embargo, a diferencia, en lugar de, de otro lado, por demás, no obstante.

• Comparaciones: similarmente, de la misma manera. • Lugar: junto a, más allá, aquí, cerca, opuesto. • Tiempo: Después, mientras tanto, más tarde, entre tanto,

pronto.

4. Estructura paralela. Frases y párrafos que se ligan al repetir una construcción.

Las transiciones son el cemento que mantiene la historia unida como una simple unidad.

Orden lógico. Una historia se debe mover sin esfuerzo de un hecho a otro, Cuando la secuencia natural se interrumpe, la historia pierde claridad. El orden lógico está basado en el concepto organizador que el reportero selecciona. El principio organizativo más frecuente es el cronológico, un instrumento narrativo que es particularmente útil en las piezas largas dramáticas.

La aproximación cronológica tiene dos formas: se puede usar comenzando poco antes del clímax. O se puede poner un lead noticioso directo en la historia y luego, unos párrafos más abajo, comenzar con un recuento cronológico.

Convicción. Algunas personas encuentran que las noticias que leen, oyen o ven son tan poco convincentes como la publicidad que las acompaña. Estos son los componentes de una historia noticiosa que es completa o creíble:

Reportería:

1. Material factual relevante de observación personal y fuentes físicas. El periodista usa detalles como lo hace cualquier escritor—para construir una película que muestra la dimensión completa de lo que está pasando y nos convence de la verdad de la historia. Las observaciones específicas convencen al lector de que versión del reportero es confiable. El periodista está conciente del escenario y de la escena. Pero los detalles deben ser relevantes

para el tema y el tono de la historia o desperdician espacio y distraen al lector.

2. Fuentes humanas autorizadas y conocedoras para información adicional. Los lectores y audiencia encuentran ciertas noticias poco convincentes porque las fuentes que usan los periodistas son funcionarios o expertos que no han experimentado las situaciones que están describiendo. Una historia local sobre desempleo que cita solamente a funcionarios y cifras no es adecuada. Desempleo es más que cifras reveladas por un funcionario que se sienta en un escritorio. Son hombres y mujeres parados sin hacer nada en esquinas o esperando en salas de recibo a ser entrevistados para un trabajo día tras día.

3. Información de contexto significativa y completa. En la redacción periodística nada es más básico que asegurarse de que cualquier evento, discurso, situación o estadística es reportada con un contexto suficiente como para fijar su significado de una forma correcta.

Redacción:

1. Lenguaje sencillo. 2. Ilustraciones, ejemplos y citas que documentan el lead. 3. Interés humano. 4. Estilo apropiado.

Lenguaje sencillo. El buen reportero está firmemente enraizado en el lenguaje de la gente común y corriente el cual, porque es comprensible, tiene la fuerza de la convicción.

Ilustraciones, ejemplos, citas. ¿Por qué hay tanto periodismo que es aburrido y no convence? Una de las razones es porque los periodistas a veces no usan en sus historias lo que ven y oyen. Parafrasean buenas citas. Explican en lugar de dejar qie el ejemplo le muestre al lector.

Interés humano. Los seres humanos son el centro de la historia y como tal deben ser descritos con detalles que revelen sus personalidades reales. Una de las formas de añadir interés humano a las historias es pensar en las consecuencias de la acción o eventos en las personas. A veces los reporteros dejan de personalizar eventos que se prestan fácilmente al interés humano.

Estilo apropiado

Cada evento tiene su propio tono, textura y ritmo que los buenos reporteros tratan de reflejar en la forma como escriben sus historias. La forma en que una historia escribe es su estilo. Esta congruencia entre el tema y la palabra es lo que los periodistas llaman hacer que la historia se ajuste a los hechos. La clave para la excelencia estilística es un vocabulario amplio y una sensitividad al lenguaje que guía la escogencia de palabras. Cada sustantivo, por ejemplo, tiene una connotación diferente.

Contar historias

Los lectores tienen hambre de una buena historia—llena de detalles, muchas citas, interacción entre una figura central y otros caracteres y un clímax al final. Los escritores de noticias ya no aceptan más la forma convencional de los hechos importantes primero, y luego los menos importantes después.

Lecturas para periodistas

Los periodistas leen el trabajo de otros periodistas. Daniel Samper, Antonio Caballero, Alfredo Molano, Arturo Alape, Gabriel García Márquez, Germán Castro Caicedo.

Escribir, escribir y reescribir

Mucho de lo que se ha dicho en este capítulo presume una forma disciplinada y racional de escribir noticias. Algunas veces, un pensamiento diligente y una planificación cuidadosa no sirven. El lead adecuado no sale; la palabra precisa se oculta justo fuera de nuestro alcance; las frases se atropellan unas sobre otras; y todo el asunto es un desorden. Etnoces—justo minutos antes del cierre de edición la historia se arma. El tema de la pieza está claro. Ahí estaba, oculto en el cuarto párrafo. Y ahí, esa cita en el quinto párrafo, es el perfecto segundo párrafo. Sacamos 50 líneas. La adrenalina fluye. Todo está ajustado. Y a tiempo.

Cada escritor ha pasado por esta escena. Algunos reporteros solamente pueden funcionar bajo este tipo de presión. Cuando se les asigna una historia se relajan hasta que falta una hora. Entonces pueden escribir. Ciertamente rara vez no entregan a tiempo. Pero la tensión y el desgaste por el que pasan, y la ansiedad que inflingen a sus editores es terrible de soportar. Es mejor desarrollar buenos hábitos de redacción ahora, gradualmente y sin mucha presión para que la redacción en el trabajo sea un proceso calmado y deliberado. Eso significa escribir, ver los errores y reescribir. Alguien dijo que nunca nadad bueno se escribió como un primer borrador. Los periodistas a veces no se pueden dar el lujo de una segunda mirada a la copia. A menudo, el trabajo requiere escribir de afán, hacer una historia con los hechos conocidos cerca del cierre. Pero cuando hay tiempo, reescribir es siempre una buena idea, y usualmente es necesario.

Cada lector, cada oyente y cada editor quieren buena escritura, que calme, enfade, cante, llore y suspire. Pero más que nada, quieren una redacción que informe.

Diez reglas para redactar noticias

1. No escriba hasta cuando entienda que pasó. 2. No escriba hasta cuando sepa que quiere decir. 3. Muestre, no diga. 4. Ponga las buenas citas y el interés humano adelante en la historia.

5. Ponga las ilustraciones relevantes y las anécdotas adelante en la historia.

6. Use sustantivos concretos y verbos de acción coloridos. 7. Evite la exuberancia de los adjetivos y resista inflar verbos con

adverbios. 8. Evite juicios e inferencias. Deje que los hechos hablen por sí

mismos. 9. No haga preguntas que no pueda responder en la copia. 10. Escriba sencilla, sucinta, honesta y rápidamente.

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