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Para reflexionar... Debemos Ser Ejemplo "Sed imitadores de mí, [Filipenses 3. 17] así como yo de Cristo" (1 Corintios 11:1). "Me gustaría que mis padres entendiesen qué, a menos que se amen uno al otro, no conseguirán enseñar a los hijos sobre el amor de Dios y la verdadera vida cristiana." (Adolescente anónimo) El amor de Dios no puede ser enseñado por quien no lo vive o lo practica. La vida cristiana solo puede ser proclamada cuando vivimos lo que predicamos. No podemos decir que Cristo es nuestra alegría si no existe una sonrisa constante en nuestros labios. No podemos decir que debemos confiar plenamente en el Señor si vivimos murmurando y dudando de todo. El brillo de Cristo en nuestras vidas vale más de mil sermones teoréticos. La paz que demostramos en el día adía es más importante que cien versículos decorados sobre la paz. La felicidad que nuestros

Debemos ser ejemplo (para reflexionar)

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DEBEMOS SER EJEMPLO PARA REFLEXIONAR)

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Page 1: Debemos ser ejemplo (para reflexionar)

Para reflexionar...

Debemos Ser Ejemplo

"Sed imitadores de mí, [Filipenses 3. 17] así como yo de Cristo" (1

Corintios 11:1).

"Me gustaría que mis padres entendiesen qué, a menos que se amen

uno al otro, no conseguirán enseñar a los hijos sobre el amor de Dios

y la verdadera vida cristiana." (Adolescente anónimo)

El amor de Dios no puede ser enseñado por quien no lo vive o lo

practica. La vida cristiana solo puede ser proclamada cuando

vivimos lo que predicamos. No podemos decir que Cristo es nuestra

alegría si no existe una sonrisa constante en nuestros labios. No

podemos decir que debemos confiar plenamente en el Señor si

vivimos murmurando y dudando de todo.

El brillo de Cristo en nuestras vidas vale más de mil sermones

teoréticos. La paz que demostramos en el día adía es más importante

que cien versículos decorados sobre la paz. La felicidad que nuestros

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vecinos perciben en nuestras casas habla más a sus corazones que

cualquier palabra que podamos transmitirles.

El adolescente de nuestra ilustración tenía razón. ¨Como

enseñaremos sobre el amor si él no existe en nuestras actitudes?

¨Como podremos convencer al mundo que vale la pena vivir con el

Señor si somos negligentes y lo ignoramos?

¨Como podremos convidar un amigo a ir a un culto a finales de

semana si nosotros mismos no vamos? ¨Como conseguiremos

estimular a una persona a creer en Dios si vivimos de cabeza baja y

desanimados?

Recuerdo de un antiguo cántico: "Que la belleza de Cristo si vea en mí.

Toda su admirable pureza y amor. Ó tu, llama divina, todo mi ser

refina. Hasta que la belleza de Cristo si vea en mí".

Si queremos que otros nos sigan, debemos estar siguiendo a Cristo. Si

queremos que todos sean felices como nosotros, necesitamos,

verdaderamente, ser felices en Cristo. Si queremos que todos nos

oigan, primero debemos oír al Señor y obedecer a Su palabra.

¿Hemos sido imitadores de Cristo?