Upload
astrid-alexandra-zea
View
9
Download
0
Tags:
Embed Size (px)
Citation preview
CUTIMBO: TUMBAS DE GLORIA
Por: Lic. Alba Choque Porras – Historiadora de Arte
A veinte minutos del sur de Puno se halla uno de los restos arqueológicos más importantes de la Nación Aymará, nos referimos a Cutimbo, aquel complejo prehispánico de monumentales chullpas o tumbas, que a la distancia se imponen como hitos inmortales dominando la semblanza del paisaje. Arribar a Cutimbo es subir hasta más de 4500 metros de altitud.
Es una cuesta difícil pero que asombra, porque su camino de ascenso nos conduce a un conjunto de pinturas murales de color naranja de 8000 años de antigüedad, así como a restos de entierros en cuevas que dan vista al abismo. El investigador italiano y estudioso de la
cultura peruanaGiorgio Rietti encabeza esta expedición y comprueba que aún falta mucho por investigar en esta zona, ya que junto con su equipo descubre restos óseos de antigua data que pertenecieron a diversas momias, esto comprueba que junto a la tumba principal existieron otras de gente de menor rango custodiándola, y enfatiza la hipótesis de niveles sociales diferenciados en la antigua sociedad Aymará.
Sin embargo, lo mejor está por verse. Subiendo a la cima el espectáculo es impresionante, una serie de estructuras de gran belleza y factura arquitectónica se asoman a nuestros ojos. Dos hermosas chullpas mucho mejor conservadas que las del complejo de Sillustani, aparecen majestuosas, éstas sirvieron de templo y mausoleo al mismo tiempo. Estos ambientes funerarios presentan un acabado pulcro en su exterior y por sus características formales se desprende que fueron construidas durante la dominación Inka, en el tiempo del Inka Pachacutec, puesto que presentan el mismo estilo Inka Imperial de las construcciones de ese tipo. Además los estudios arqueológicos efectuados han señalado que las chullpas fueron una forma de arquitectura funeraria local, que subsistió con mejoras técnicas durante la ocupación Inka.
En esta zona, las chullpas se construyeron y concentraron preferentemente en lugares que sobresalen en el espacio geográfico como mesetas, colinas, montículos. Buscaban perennizar el poder de sus gobernantes aun después de la muerte. Así los dirigentes de la sociedad, realizaron este tipo de arquitectura en el paisaje natural como muestra de un dominio de la realidad social y de un manejo racional de su espacio sagrado. No es gratuito que se escojan las mesetas para su construcción pues muchas de ellas fueron y continúan siendo reconocidas como deidades protectoras o Apus.
Las chullpas de Cutimbo tienen un pequeño acceso o puerta hacia el interior de la cámara funeraria orientado casi siempre hacia al este. La primera de las chullpas que llama la atención a Giorgio Rietti es la que posee planta circular y una mampostería externa tipo almohadillado la cual en su exterior se halla decorado con diseños zoomorfos en alto relieve. El estudioso italiano reconoce en ellos la figura de un roedor local conocido como vizcacha, también la figura de un felino –que añade sería un puma-, así como un par de felinos vistos de frente y figuras de serpientes Sin embargo, la chullpa de mayor relevancia en Cutimbo, tanto para la autora de este artículo como para Rietti es la que presenta planta rectangular y las que presenta mayores dimensiones en el conjunto funerario. A esta chullpa se la bautizó como “Mayor” para diferenciarla del resto. Consideramos que se trata hasta el momento de una de las más importantes construcciones funerarias del altiplano que circundan al Lago Titicaca.
Alba Choque Porras inspeccionando Cutimbo
En esta chullpa la autora pudo constatar la presencia de relieves que representan figuras de serpientes, uno de las deidades más antiguas del tiempo prehispánico. El interior de la cámara funeraria pudimos constatar la presencia de hornacinas trapezoidales, inscritas en las paredes internas norte y sur las cuales servirían para la colocación de las momias. En la pared interior oeste se ubicaron tres pequeños nichos trapezoidales, para la colocación de ofrendas e ídolos
tal como era la costumbre en aquel período. Delante de la chullpa Mayor el equipo de la expedición comprobó la presencia de otras tumbas de forma circular de piedras pequeñas selladas con una laja, lo que deja claro la contemporaneidad de ambos tipos de enterramiento para diferente status social , así como la existencia de un uso racional del espacio funerario.
La edificación de estas monumentales chullpas fue posible gracias al ingenio del hombre andino, puesto que se colocaron rampas inclinadas en base a piedras pequeñas, a través de las cuales fueron subidas y colocadas las enormes piedras de éstas construcciones funerarias. Pero el trabajo se detuvo en algún momento posiblemente a la llegada de los españoles a estas tierras, debido a que la chullpas se hayan inconclusas en su parte posterior.
Hacia el lado sur-oeste de la chullpa Mayor el equipo de la expedición halló una piedra con el relieve de un felino de extremidades inferiores sobredimensionadas, una verdadera joya expresionista del arte andino. Alrededor de Cutimbo existen una serie de tumbas de menor jerarquía, se hallan ubicadas en mesetas aledañas y sobre lugares poco accesibles; sin embargo, ninguna posee la delicadeza arquitectónica y los detalles en relieves de las de Cutimbo.
Al retornar hacia la ciudad de Puno, Giorgio Rietti y el resto de la expedición no pueden olvidar el espectacular complejo prehispánico que llena de orgullo al pueblo Lupaca, que ha vencido al tiempo y a los hombres para orgullo del arte y la historia andina. Aún hay mucho por investigar.
--
_____________________________________________________________________________
______________________
Descripción
El complejo arqueológico se encuentra localizado en el Km 22 de la carretera transoceánica Puno-
Moquegua. Está conformado por dos mesetas que emergen sobre las pampas de Cutimbo y Viluyo, a una
altitud de 4.023 metros sobre el nivel del mar, caracterizada por la presencia de Chullpas en la cima.
La palabra Cutimbo proviene del toponímico “qutimpo” derivado de la raíz “qut” que significa volver,
“impuy”, equivalent en quechua o en aymara de “vuélvete”, “retorna tu, aquí mismo".
Las evidencias arqueológicas muestran una ocupación anterior a la Inka. La existencia de Pinturas
Rupestres nos remonta a 8000 años de antigüedad, hasta el Intermedio tardío (1100-1450 dC) e Inka
(1450-1532 dC)). Esto implica que Cutimbo tuvo una ocupación prolongada por su ubicación geográfica
estratégica, su área de influencia y por su uso ceremonial, ritual y religioso.
Chullpas o Pucullos:
Estas edificaciones de carácter funerario, se encuentran dispersas en toda la meseta. Son circulares,
cuadradas y rectangulares y de diferentes dimensiones. Las menores son de manufactura rústica, con
piedra semi-canteada y con mortero de barro. Su parte superior tiene una cornisa y su interior la “Bóveda
por Avance” o “Falsa Bóveda”. La puerta es de forma trapezoidal, generalmente orientada al este, por
donde sale el sol. La tecnología constructiva de las grandes edificaciones es a base de mampostería
concertada de piedra basáltica de forma poligonal, con representaciones zoomorfas en alto relieve (felino,
vizcacha, monos, serpientes).
Fue obra de los Qolla, Lupacas e Inkas. La existencia de estas estructuras se explica por el arraigado culto
a los muertos y la creencia en la inmortalidad, “pasaban a una mejor vida”. Se enterraban a personajes
importantes (Caciques), como los malkus o señores, inclusive sacrificando a sus mujeres y servidumbre
para que le acompañasen y sirvieran en la otra vida; por ello eran momificados y vestidos con sus mejores
trajes, envueltas con tejidos y cordeles de ichu y totora, asociado al ajuar funerario.
Ushno o Templo:
Localizado en la parte central de la meseta, presenta una arquitectura monumental y peculiar del tipo
ceremonial. Construido con roca volcánica, andesita (toba volcánica) y utilizando dos colores de piedra,
una más clara que la otra. Es de morfología cuadrada, con una altura de algo más de ocho metros por casi
siete metros de base.
En su interior hacia el oeste, se aprecian tres hornacinas o nichos; al norte y al sur, dos nichos; en la parte
superior, dos ménsulas a cada lado donde habrían sido colocados los fardos funerarios con fines rituales
para los gobernantes y sacerdotes. La parte superior externa presenta decoración de serpientes en alto
relieve.
En las excavaciones se ha descubierto un “Altar de Cremación” con huesos calcinados de humanos,
camélidos, aves, cerámica..
Cutimbo, chullpas en muy buen estado a tiro de piedra
de Puno
Mejor que conservadas que Sillustani, las desconocidas chullpas de
Cutimbo esconden, además de un rico legado histórico, el corazón
del sufrido pueblo aymara.
Escribe: Álvaro Rocha
En aymara me dice Teo, lluvia es Q'ayllo, cielo es Alaq Pacha, alpaca es Alpaca, río es
Jahuira, hombre es Llocalla, Dios es Tatito. No sabía si existía una palabra para suicidio.
Teo, Teodoro Velásquez en realidad, tiene doce años, y está cuidando un rebaño de 37
alpacas en la meseta sobre la que se asientan las chullpas de Cutimbo. La vista es
apabullante desde esta meseta que corona un cerro trunco, es como un isla, solo que a
diferencia de agua en los alrededores hay extensas planicies alto andinas y nevados en
lontananza.
Estas chullpas, algunas de ellas cuadradas y gigantescas, estaban como Sillustani en proceso
de construcción. Esto se nota por las rampas al costado de algunas edificaciones y por la
gran cantidad de piedras (esculpidas a la perfección) en los alrededores. Se ven grabados de
monitos, culebras y felinos. Cutimbo, mejor conservado que Sillustani, está ubicado a
media hora por carretera asfaltada de Puno, en el poblado de Collacachi.
El cielo adquiere un rostro cruel por momentos, las espesas nubes empiezan a oscurecerse.
Teo se queda hasta las cuatro de la tarde con sus alpacas, para cuidarlas de los abigeos,
porque pumas ya no hay, durante el día solo come papa con chuño, ahora esta en quinto de
primaria, pero no sabe si va a seguir estudiando porque en el pueblo no hay secundaria.
'Quiero conocer el mar', me dice y me da pena y empieza a llover y empezamos a bajar
lentamente el cerro de Cutimbo.
GUÍA DEL VIAJERO
• De Puno hay que recorrer 20 Km. para llegar a Cutimbo.
• La caminata hasta las ruinas toman 20 minutos.
• En la parte baja, hay un museo de sitio con servicios higiénicos.
• Llevar ropa de abrigo, impermeable, protector solar, humectante de labios, zapatillas para la
caminata.
Complejo arqueológico de Cutimbo
El Complejo Arqueológico de Cutimbo está conformado por
edificaciones de carácter funerario y se localiza en el km. 22 de la
carretera Puno-Moquegua, en el distrito de Pichacani, a 15
kilómetros del centro de Puno.
Chullpa mayor y cilindrica
Complejo arqueológico de Cutimbo
El Complejo Arqueológico de Cutimbo está conformado por edificaciones de carácter
funerario y se localiza en el km. 22 de la carretera Puno-Moquegua, en el distrito de
Pichacani, a 15 kilómetros del centro de Puno. Emerge sobre las pampas de Cutimbo y
Viluyo, a una altitud de 4023 m.s.n.m.
Los datos históricos notician de la existencia
de un cacique denominado Pedro Cutimbo, dueño de dichas tierras, y es de donde
supuestamente derivaría el nombre del sitio.
Las evidencias arqueológicas nos remontan con sus Pinturas Rupestres a la época
Arcaica (8000-2000 a.C), hasta los legados incaicos, lo que demuestra una ocupación muy
prolongada en Cutimbo.
La mayoría de los vestigios fueron obra de los señoríos de Colla y Lupaca, así como de los
Incas. Subiendo por el camino que nos lleva al complejo se encuentran las pinturas
rupestres, así como restos de entierros en cuevas que dan vista al abismo. Llegando al
sitio nos deslumbran dos majestuosas chullpas que sirvieron de templo y mausoleo al
mismo tiempo. El acabado pulcro y su forma estilo Inca Imperial nos indica que fueron
construidas durante la dominación Inca, en el tiempo del Inca Pachacutec.
Una de las chullpas tiene su planta circular y está adornada con diseños zoomorfos en alto
relieve como figuras de felinos y serpientes. Sin embargo, la chullpa de mayores
dimensiones así como relevancia es la que presenta planta rectangular. A esta chullpa se
la bautizó como “Mayor” y es considerada como una de las más importantes
construcciones funerarias del altiplano andino.
Así mismo se constata en ella la presencia de
relieves que representan figuras de serpientes. Las características arquitectónicas son
similares a las del Templo del Sol o Coricancha, en el Cusco. Sin embargo la construcción
se detuvo a la llegada de los españoles a estas tierras y es por lo que su parte posterior
quedo sin terminar.
Hacia un lado de la chullpa Mayor de Cutimbo se halla una piedra con el relieve de un
felino de extremidades inferiores sobredimensionadas, una verdadera joya expresionista
del arte andino.
Las chullpas restantes, se encuentran dispersas en toda la meseta, las hay circulares,
cuadradas y rectangulares, son de dimensiones menores y mas rústicas, con piedra semi-
canteada y con mortero de barro. La puerta es de forma trapezoidal, generalmente
orientada al este (salida del sol), y son mayoritariamente las de los Collas y Lupacas.
La existencia de estas chullpas en Cutimbo se explica por el arraigado culto a los muertos
y la creencia en la inmortalidad, “pasaban a una mejor vida”; se enterraban a personajes
importantes (Caciques), inclusive sacrificando a sus mujeres y servidumbre para que le
acompañasen y sirvieran en la otra vida; por ello eran momificados y vestidos con sus
mejores trajes, envueltas con tejidos y cordeles de ichu y totora, asociado al ajuar
funerario.
__________________________________
El Complejo arqueológico de Cutimbo se encuentra ubicado al suroeste del lago Titicaca, sobre
una meseta, en el distrito de Pichacani, dentro de la provincia de Puno, en el departamento del
mismo nombre. Se trata en sí de una necrópolis (o cementerio).
Las estructuras funerarias de Cutimbo son un legado dejado por los pueblos de Lupacas,
Collas e Incas, estas son semejantes a las encontradas en Sillustani, y en la época de
edificación se hallaban próximas al centro de una sociedad propia de la zona: Los Lupacas.
La importancia y atractivo de las tumbas encontradas en Cutimbo recae en el carácter
monumental de las mismas, en las construcciones conocidas con el nombres de “chullpas”
(que eran una suerte de torres), aunque también hay presencia de tumbas de menor tamaño (y
con ello posiblemente recintos fúnebres para personajes de menor jerarquía). Entre estas
tumbas menores se puede observar en Cutimbo: cistas funerarias y cuevas, aunque es posible
que estas estén más en relación con el pueblo de los Lupacas que con la ocupación incaica.
Estas estructuras, junto con las mencionadas en Sillustani, siguen un patrón de ubicación de
construcciones fúnebres sobre mesetas, hábito seguido por los Collas y Lupacas, continuado
durante el asentamiento del Imperio incaico, y que revelan en sí la importancia que la muerte
tenía para estos individuos.
Acerca de las estructuras monumentales de la necrópolis de Cutimbo, aquellas, que presentan
formas circulares, rectangulares o cuadradas, se encuentran hechas con la finalidad de
albergar a personajes notables, algunos estudios señalan que posiblemente a señores lupacos,
aunque son estructuras hechas durante la ocupación Inca. A nivel organizacional, destaca en
estas chullpas, la presencia de una cámara mortuoria interna, esta tiene forma de cono, junto
con una falsa bóveda, y en los muros interiores, pueden verse algunas hornacinas de forma
trapezoidal, mismas que estaban destinadas a albergar los cuerpos de las momias.
Exteriormente, estas chullpas se encontraban elaboradas a base de material lítico tallado, cuya
unión entre bloques se debía al uso mínimo de argamasa de barro. Estas chullpas presentaban
un único ingreso, mismo que, en todas las construcciones de este tipo, estaba siempre
orientado al Este.
Respecto a las tumbas menores, las cuevas estaban destinadas a enterramientos colectivos.
Los cuerpos encontrados en estas se hallaban enterrados en posición fetal y a su vez se
encontraban envueltos en mantos y acompañados de ofrendas (entre estas cerámicas). Es
importante señalar en este tipo de enterramiento las llamadas pinturas hechas en los muros de
las cavernas, estos hechos tal vez durante la ocupación incaica, y donde se observan a sujetos
o animales.
Sobre las Cistas, estas se encontraban relacionadas con los recintos mayores (chullpas), ya
que se ubicaban alrededor de estas construcciones. Estas se encontraban selladas, mediante
el uso de lajas de piedra. A nivel estructural presentaban paredes de piedra cuya forma era
cilíndrica y de planta circular. Los entierros encontrados en este tipo de estructura funeraria
eran de individuos, acompañados de poca indumentaria y seguían la posición fetal de las
anteriores. Acerca de estos enterramientos, hay que mencionar también que no se puede
afirmar aún que se trataran de sacrificios humanos, aunque sí que podrían responder a un fin
ritual, ya que estos cuerpos posiblemente serían restos trasladados.
Para que el visitante pueda llegar hasta Cutimbo, es necesario que realice un viaje de apenas
25 minutos, en auto, desde la ciudad de Puno hasta el estacionamiento del Cerro Cutimbo, ya
allí, solo hará falta una breve caminata de cerca de media hora hasta las inmediaciones del
complejo. El Ingreso a Cutimbo es previo pago de un boleto, cuyo costo es de s/3.00 para
adultos y de s/0.50 para estudiantes. El horario de visitas está permitido todos los días, desde
las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde y se recomienda al turista visitarlo durante la época
de clima seco.
Región: Puno
Provincia: Puno
Distrito: Pichacani
Latitud: -16.0213
Longitud: -70.0036
Altitud: 4061 msnm
Temperatura: 12°C
Condición: Parcialmente Soleado
Humedad: 45%
Viento: 22 km/h E
Ç__________________________________________________________________________
Puno y el influjo Mágico del Titicaca Puno es fundamentalmente una elevada meseta (3.500 a 4.800 msnm). Su claro paisaje
sorprende por la presencia del gran Lago Titicaca, que con sus 8.300 m2 lo convierte en el
lago navegable más alto del mundo (3.812 msnm), con los bellos nevados en el lado oriental
del gran lago, considerados sagrados por los nativos que viven en sus islas. Los mitos de
origen y diversas leyendas indican al lago y sus islas como lugar de nacimiento de los
hermanos Ayar, fundadores del imperio Inca, por lo que es considerado como lugar sagrado.
Islas como Taquile, Amantan o Suasi albergan poblados quechuas y aimaras, dedicados a la
agricultura, la textilería y la pesca.
Otra localidad de importancia en la región Puno es Juliaca (3.850 msnm), cuyo clima es de frío
a helado (con temperaturas por debajo de 0°C, incluso de día); sin embargo, Juliaca es uno de
los centros de comunicaciones y comercio más activos de la zona. A la ciudad llegan vuelos
comerciales diariamente desde la ciudad de Lima, y en automóvil se puede llegar desde la
ciudad del Cusco o Arequipa. Es recomendable visitar esta región de mayo a setiembre (época
seca).
Las cochas de Llallahua
Ubicadas en las tierras altas de la puna, por encima de los 3.850 msnm, las cochas de
Llallahua son un sistema en pleno funcionamiento que la población indígena contemporánea
utiliza para la ganadería y el cultivo intensivo.
En el altiplano puneño, los sistemas agropecuarios se desarrollan en condiciones restrictivas
de clima y con elevado riesgo productivo. La variabilidad climática, traducida por lo general en
sequías prolongadas, inundaciones, granizadas y heladas, debió ser, en el pasado, minimizada
mediante ingeniosas propuestas tecnológicas.
El sistema de cochas, por ejemplo, está conformado por pequeñas lagunas artificiales que se
alimentan de las lluvias y que están unidas entre sí por canales que permiten manejar el agua
dentro de cada cocha y a su vez evacuarla por los canales de unión de cocha en cocha, hasta
desembocar en un río o perderse en la pampa. Está demostrado que esta es una forma muy
inteligente de maximizar el escaso recurso hídrico. El suelo de las cochas tiene una fertilidad
natural de gran potencial, ya que la humedad permanente genera biomasa abundante,
mientras el sistema capta tierra fina en nutrientes.
Las cochas contribuyen, por otro lado, a disminuir uno de los mayores riesgos de la agricultura
en puna, las heladas. Se estima que el principio es que los espejos de agua de las cochas
absorben calor y luego lo irradian en la tarde, impidiendo las heladas. Los bordes inclinados de
las cochas hacen circular el aire, especialmente cuando se desprende una corriente desde el
espejo de agua. También se ha determinado que atenúan los efectos de las heladas, cuando
estas irremediablemente se producen.
Los waru warus y el Titicaca
En las zonas más bajas, menos inclinadas y circundantes del Lago Titicaca y sus tributarios,
en la región Puno, entre los 3.800 y 3.850 msnm, los antiguos pobladores tuvieron que
enfrentar las inundaciones producidas por la crecida natural del lago. Para contrarrestar sus
devastadores efectos, construyeron surcos gigantescos, conocidos como waru warus, de 4 a
10 m de ancho por 100 m de largo y 1 m de alto, que facilitaban el drenaje, mejoraban la
fertilidad del suelo y causaban un espejo de agua que protegía los cultivos de las heladas. Esta
tecnología desarrollada en el año 1300 ac se encuentra en una extensión de 142.000 has.
Investigaciones recientes han demostrado que esto permite un rendimiento de los cultivos de
papa superior en un 40% al de las laderas o la pampa.
El centro ceremonial de Pukará
Este sitio arqueológico de 4 km2, activo entre el 150 ac y 100 dc, se ubica a 3.825 msnm y a
106 km de Puno. Destaca por su arquitectura monumental, un conjunto de montículos
piramidales construidos sobre plataformas escalonadas.
La más importante de ellas es Kalasasaya, cuyos muros estaban enlucidos y pintados de
amarillo. En la parte superior este de la pirámide se encuentran restos de un pequeño templo
llamado Rojo y Blanco, en forma de herraje, al que se accede a través de una escalinata que
conduce hasta una plaza cuadrangular hundida. En cada lado interior de la plaza hay
estructuras funerarias con puertas dobles, en donde se encontraron restos de individuos con
fragmentos de objetos de oro, plata y cobre. Circundando el borde superior de la plaza se
observa un conjunto de recintos pequeños de evidente función ritual. Las partes frontales de
las plataformas estuvieron decoradas con esculturas líticas, presumiblemente con imágenes y
representaciones de peces, estelas y relámpagos. Las excavaciones realizadas revelaron un
conjunto de vasos ceremoniales decorados y pequeñas esculturas líticas colocadas en los
nichos.
Las chulpas de Sillustani
Sillustani se halla a solo 4 km del sitio de Hatunqollo, capital del reino Qolla y famoso por sus
chulpas (estructuras funerarias), construidas para nobles Incas en la península de Umayo.
Las chulpas difieren en tamaño (alcanzan hasta 12 m de altura) y pueden ser rectangulares,
cuadrangulares o circulares. Muchas están construidas rústicamente, otras con acabados más
finos y otras más de adobe. Técnicamente su bien lograda construcción destaca por la
cobertura interna de falsa bóveda y el perfecto encaje lateral de las piedras.
El exterior exhibe sillares almohadillados y pulidos, cornisas y decoraciones en relieve con
figuras de animales. Si apreciamos su estilo podremos determinar que tiene una clara
influencia Inca con algunos elementos de la cultura Qolla. Algunas evidencias señalan que
muchas chulpas habrían sido pintadas de blanco. Similares chulpas se encuentran en sitios
como Viscachani, Paro-Paro y Katati, en la misma región.
Si usted decide visitar esta región tenga por seguro que al llegar sentirá los efectos de la altura
(3.850 msnm), pero al regresar se dará cuenta de la grandeza de los pobladores de esta zona,
quienes desarrollaron tecnologías y certeros métodos para manejar las inclemencias del tiempo
a pesar de las alturas.
-
_____________________________________________________________________________
_____________
Ubicación Cutimbo se encuentra a 22 km de la carretera Transoceánica Puno – Moquegua. Está conformado por
dos mesetas que emergen sobre las pampas de Cutimbo y Viluyo, a una altitud de 4.023 metros sobre el
nivel del mar, caracterizada por la presencia de chullpas en la cima.
Origen del Nombre
La palabra Cutimbo proviene del toponímico "qutimpo" derivado de la raíz "qut" que significa volver,
"impuy", equivalent en quechua o en aymara de "vuélvete", "retorna tú, aquí mismo".
Descripción Las evidencias arqueológicas encontradas en Cutimbo, muestran una ocupación anterior a la inca. La
existencia de pinturas rupestres nos remonta a 8000 años de antigüedad, hasta el intermedio tardío
(1100-1450 dC) e inca (1450-1532 dC)). Esto hace que Cutimbo tuvo una ocupación prolongada por su
ubicación geográfica estratégica, su área de influencia y por su uso ceremonial, ritual y religioso.
Chullpas o Pucullos
Estas edificaciones de carácter funerario, se encuentran dispersas en toda la meseta. Son circulares,
cuadradas y rectangulares y de diferentes dimensiones. Las menores son de manufactura rústica, con
piedra semi-canteada y con mortero de barro. Su parte superior tiene una cornisa y su interior la
"Bóveda por Avance" o "Falsa Bóveda". La puerta es de forma trapezoidal, generalmente orientada al
este, por donde sale el sol. La tecnología constructiva de las grandes edificaciones es a base de
mampostería concertada de piedra basáltica de forma poligonal, con representaciones zoomorfas en
alto relieve (felino, vizcacha, monos, serpientes).
Ushno o Templo
Localizado en la parte central de la meseta, presenta una arquitectura de carácter monumental y
peculiar del tipo ceremonial. Construido con roca volcánica, andesita y utilizando dos colores de piedra,
una más clara que la otra. Es de morfología cuadrada, con una altura de algo más de ocho metros por
casi siete metros de base.
En su interior hacia el oeste, se aprecian tres hornacinas o nichos; al norte y al sur, dos nichos; en la
parte superior, dos ménsulas a cada lado donde habrían sido colocados los fardos funerarios con fines
rituales para los gobernantes y sacerdotes. La parte superior externa presenta decoración de serpientes
en alto relieve.
_____________________________________
Turismo
En Puno podremos apreciar que aún posee su cultura y tiene muchísimos lugares turísticos de gran belleza, dentro de los cuales tenemos el lago Titicaca, dentro de este las islas de Uros, amantani, Taquile, y otros, en estas islas aún se contruyen las balsas con totora en forma artesanal, ademas existen islas flotantes que se pueden transladar de un lugar a otro, tenemos hermosas y cálidas playas las mas conocidas son charcas, Juli, asi mismo tenemos las Chullpas de Sillustani y entre otros. El turismo en Puno es promocionado mayormente por las agencias de turismo que tienen que hacer uso de la tecnología, para promocionar estos lugares, utilizando el internet creando diversas paginas webs, para que el turista Nacional o Extranjero pueda apreciar e informarse de los costos, alojamiento, comida y lugares de visita, desde cualquier parte del mundo. Asi mismo podemos decir que se hace uso en el turismo de la tecnología a medias puesto que hasta el momento no se ha podido brindar un buen servicio en comparación con otros paises que si lo hacen. En Puno uno puede disfrutar de la tranquilidad y libertad al aire libre sin contaminación, que no poseen las grandes ciudades de otros paises, puesto que Puno aun posee su cultura, sus costumbres, y sus creencias. En el departamento de Puno podemos resaltar diversas fiestas como es la festividad de la Virgen de la Candelaria que se celebra en el mes de febrero de cada año, en donde participan las agrupaciones de danzas folklóricas en trajes de luces y autóctonas, también existe la fiesta del Cerrito de Huajsapata en donde las pandillas Puneñas hacen gala de su danza junto con el carnaval Puneño, y no esta de mas mencionar la fiesta de las Alascitas en donde se exponen diversas obras de arte creado por artistas puneños en miniatura, y asi mismo la Escenificación de la salida del lago Titicaca de Manco Capac y Mama Ocllo. El turismo en Puno crece cada día mas, como también las agencias de turismo en donde la competencia hace que el servicio sea cada vez mejor, un ejemplo, anteriormente en Puno el servicio de internet era costoso ahora con la competencia llega a ser casi accesible por todos. En este aspecto podemos decirle, Visite nuestro departamento de Puno que lo estamos esperando con los brazos abiertos.
_____________________________
REGRESAR PARA CONSTRUIR: PRÁCTICAS FUNERARIAS E IDEOLOGíA(S) DURANTE LA OCUPACIÓN INKA EN CUTIMBO, PUNO-PERÚ
RETURNING TO BUILD: FUNERARY PRACTICES AND IDEOLOGY
(IES) DURING THE INKA OCCUPATION OF CUTIMBO, PUNO-PERU
Henry Tantaleán1
1 Departamento de Prehistoria, Universidad Autónoma de Barcelona, España, y
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú. [email protected]
Este artículo describe nuestras investigaciones arqueológicas realizadas en el sitio
prehispánico de Cutimbo (Puno-Perú), el mismo que fue ocupado durante el período
Altiplano (1.100-1.470 d.C.) y reocupado durante la época inka (1.470-1.532 d.C.).
Nuestras excavaciones se concentraron en las torres funerarias (chullpas)
monumentales y sus áreas asociadas, ofreciendo evidencia de la existencia de
prácticas sociales que reprodujeron asimetrías económicas, políticas e ideológicas
entre Inkas y lupakas. Dicha asimetría social no sólo se dio entre la sociedad
dominada (Lupaka) y la dominante (Inka), sino también en el seno de la misma
sociedad Lupaka, un proceso histórico que trascendió a la ocupación inka de la zona.
Palabras claves: asimetría social, coerción, ideología, lupakas, chullpas.
This paper describes archaeological research carried out in Cutimbo (Puno-Peru), a
prehispanic settlement occupied during the Altiplano Period (1,100-1,470 A.D.) and
re-occuppied durig the Inka epoch (1,470-1,532 A.D.). Our excavations focus on
the monumental funerary towers (chullpas) and related areas which offered
evidence consistent with the existence of economic, political and ideological
asymmetries between Inkas and lupakas. This social asymmetry not only existed
between dominant society (Inka) and dominated society (Lupaka) but also within Lupaka society, a historical process trascending the Inka occupation of the area.
Key words: Social asymmetry, coercion, ideology, lupakas, chullpas.
Los lupakas fueron una de las sociedades más complejas y poderosas asentadas en
torno al lago Titicaca a la llegada de los ejércitos del Estado Inka alrededor de
1.470 d.C. (Stanish 2003:237). Mediante las fuentes etnohistóricas se ha tratado
de recuperar los modos de vida de las sociedades altiplánicas como la lupaka, pues
ésta se ha detallado en muchas crónicas tempranas (Diez de San Miguel 1964
[1567]; Gutiérrez Flores 1964 [1574]; Murra 1968). A consecuencia de este
conocimiento mediante fuentes históricas, el trabajo de contrastación arqueológica
en muchos casos ha sido desplazado (Malpass 1993:2). Sin embargo, toda una
nueva generación de arqueólogos y arqueólogas han comenzado a establecer líneas
de investigación que están empezando a llenar ese vacío en las representaciones de las sociedades altiplánicas prehispánicas (p. ej. Stanish et al. 2005).
Nosotros tuvimos la oportunidad de trabajar en el altiplano andino, específicamente
en el Departamento de Puno, Perú, recorriendo e investigando sitios prehispánicos
de diferentes épocas. De entre ellos, tuvimos a cargo la ejecución de los trabajos
arqueológicos en Cutimbo, uno de los sitios arqueológicos más representativos del
área lupaka y al que se le hace continua referencia sin que este haya sido
investigado sistemáticamente (p. ej. Frye y de la Vega 2005; Hyslop 1977b, 1990, Isbell 1997; Stanish 2003).
En este artículo se enfoca el tema de la lucha por la supervivencia real e ideológica
de la elite lupaka representada en los restos de su materialidad social, en este caso
en el sitio de Cutimbo. Para ello partiremos de la premisa que las estrategias inka
de dominación imperial estuvieron en correspondencia con las prácticas
socioparentales, socioeconómicas y sociopolíticas de las sociedades a las que se
enfrentaron1. Así pues, de acuerdo con las características infraestructurales de la
sociedad a dominar se ejercía un tipo u otro de control de la producción de la vida
social de la población dominada, lo que consecuentemente también supondría una
confrontación entre la ideología dominante y la ideología dominada. Para
comprobar dicho supuesto en primera instancia utilizaremos la información
disponible para el área que nos ocupa y la contrastaremos con los hallazgos realizados en nuestra investigación.
Dominación del Estado Inka y Reestructuración de la Sociedad
Lupaka
El registro arqueológico regional puede ayudarnos a entender de mejor manera los
cambios producidos posteriores a la ocupación de un territorio por un grupo social
dominante y que en el caso de la llegada de los inkas al área lupaka parece ser
dramático. Originalmente, el patrón de asentamiento lupaka (1.100-1.470 d.C.) se
realizó en dos niveles principalmente: (a) pueblos fortificados en cumbres de cerros
(pukaras) o mesetas, donde las viviendas presentan una nucleación de estructuras
de planta circular con techos de falsa bóveda y (b) aldeas dispersas reconocidas
como concentraciones de estructuras domésticas y/o dispersión de cerámica en las
áreas llanas (Frye y de la Vega 2005; Hyslop 1976, 1977a, 1977b, 1978; Stanish
2003; Stanish et al. 1997). Sin embargo, una vez dominadas dichas sociedades por
los inkas, un nuevo patrón de asentamiento fue impulsado por sus dirigentes,
desplazando y concentrando a la población local en asentamientos ubicados en el
área cercana a las orillas del lago Titicaca y articulados mediante el camino inka
principal (Arkush 2005; Hyslop 1977b, 1984; Stanish 1997) con el objetivo
principal de conseguir un mayor control de la población y su producción2. En el caso
de la producción material, por ejemplo, la tradición cerámica local se mezcló con la
de los dominantes en los talleres, para dar paso a dos de los estilos Inka-asociados
más importantes del lago Titicaca: el Sillustani Policromo y el Inka-Chucuito
(Tschopik 1946).
Como Stanish (2000) ha argumentado, previamente a la ocupación inka, la
sociedad lupaka estaba cercana a una organización de tipo estatal, posición que
permitiría a la elite conservar gran parte de sus privilegios socioeconómicos e
incluso mantener su jerarquía política local adentro de la jerarquía política inka.
Estudios de patrones de asentamiento (Frye 1997; Frye y de la Vega 2005; Stanish
et al. 1997) también evidencian una complejidad socioeconómica que incluía la
localización de asentamientos relacionados con la explotación de los recursos
ganaderos durante el período preinka Altiplano y un ambiente de precariedad
política (materializado en los pukaras o fortalezas naturales como la de Cutimbo)
como producto de los enfrentamientos entre grupos de interés dentro de la
sociedad o fuera de ella (ver también Hyslop 1977b). Finalmente, según la
evidencia etnohistórica existiría un ejército lupaka (Cieza de León 1929 [1553];
Julien 1983) que permitiría el control de la población y el resguardo de los intereses
materiales de la elite lupaka.
Asumiendo que las asimetrías sociales también se pueden materializar en las
prácticas funerarias y que en ellas se reflejaría la ideología del grupo de interés que
las realizó (Lull 2000) y que promovería la reproducción de la jerarquía social
(distancia social) del "mundo de los vivos" o de la producción de la vida social
(Castro et al. 1998), las prácticas funerarias constatadas en diferentes
investigaciones en el área lupaka harían patente un acceso diferencial a lugares de
entierro, consumo pasivo de la producción o amortización de bienes, lo que plantea
que la sociedad lupaka antes y durante la ocupación inka estaba dividida en diferentes grupos socioeconómicos3.
Prácticas Funerarias de la Sociedad Lupaka
En el área ocupada por los lupaka son representativas las formas de enterramiento
utilizadas. Se han hallado hasta cuatro tipos de ellas: torres funerarias o chullpas,
cistas de paredes de piedra, las "slab-cist tombs" y cuevas funerarias (Tschopik
1946; Stanish 2003:93-95, 229-331). En el caso de los tres primeros tipos de
estructuras funerarias, estas pueden ser construidas y concentradas
preferentemente en lugares que sobresalen en el espacio geográfico como mesetas,
colinas, montículos pero también se encuentran dispersas entre las zonas llanas o en los campos de cultivo (Stanish 1994, 2003).
De todas las estructuras funerarias, las chullpas son las más conocidas y serían una
forma de arquitectura funeraria local y que subsiste con mejoras técnicas durante
la ocupación inka. Las chullpasdel altiplano, en especial las monumentales, han sido
objeto de numerosas descripciones desde épocas muy tempranas de contacto
con Europa (siglo XVI) hasta la actualidad (p. ej. Ayca 1995; Bandelier 1905; Cieza
1929 [1553]; Cobo 1964 [1653]; Guamán Poma 1987 [1615]; Gil García 2000,
2001; Hyslop 1977a; Isbell 1997; Lumbreras 1974; Nordenskiöld 1953; Squier 1974 [1877]; Tschopik 1946; Vásquez 1937, 1939).
Las chullpas están construidas con piedra aunque hay algunas realizadas en barro
(Gisbert et al. 1996; Isbell 1997:172-173; Kesseli 2001; Kesseli et al. 1999;
Stanish 2003:231). Por lo general, las chullpastienen un pequeño acceso hacia la
cámara funeraria orientado casi siempre hacia al este. Estas tumbas monumentales
serían utilizadas como referentes o hitos en el espacio geográfico construyendo un
paisaje social en el que se desarrolla la vida de la población local y, en este caso,
perseguirían perennizar el poder de la clase dominante aun después de la muerte.
En este caso concreto, dichos accidentes geográficos han sido modificados por los
dirigentes de la sociedad, inscribiendo sus estructuras arquitectónicas en el paisaje
natural como muestra de un dominio de la realidad social y de un manejo racional
de su espacio sagrado. Por ello, no es gratuito que se escojan las mesetas para su
construcción pues muchas de ellas son reconocidas como deidades protectoras
(Apus). De hecho, el concepto de un lugar de origen mitológico ancestral para cada
pueblo (Paqarina) está bastante arraigado en los Andes, y se reconocen en los
mitos que señalan lugares (casi siempre accidentes geográficos) de donde proceden
los primeros seres humanos (Arkush 2005:240) y lugar a los que deben regresar al
morir. De esta ideología provendría la primaria sacralización de los accidentes
geográficos, como sería el caso de Cutimbo.
La segunda forma de enterramiento más extendida en el área lupaka es la cista
subterránea y aunque pueden estar aisladas suelen conformar concentraciones y en
algunos casos pueden estar asociadas a torres funerarias. Dichas cistas, de paredes
de piedras con base y cobertura realizadas con lajas del mismo material, contienen
por lo general a un solo individuo e incluye un ajuar funerario de los cuales han
sobrevivido, por las condiciones climáticas del altiplano, solamente los objetos más resistentes como las vasijas cerámicas y los objetos metálicos como los tupus.
La tercera forma de enterramiento es la "slab-cist tomb", la cual no ha sido hallada
en nuestras investigaciones en Cutimbo y hasta la fecha aparte de algunas
referencias de su existencia duranteprospecciones arqueológicas (Stanish et al.
1997; Stanish 2003:229-230) sólo ha sido descrita detalladamente por Tschopik (1946) y se caracterizarían principalmente por ser tumbas colectivas.
Finalmente están las cuevas funerarias, en las cuales se realizaron varios eventos
de internamiento de cadáveres y fueron selladas al completarse su capacidad. El
mejor caso estudiado es el de la cueva Molino-Chilacachi (de la Vega et al. 2005),
gracias al cual ahora sabemos que en dichas cuevas los difuntos se depositaban en
posición fetal envueltos individualmente en tejidos de fibra de totora y
acompañados de vasijas cerámica y otros artefactos. Cuevas similares aunque no
tan profundas y muy disturbadas han sido halladas en Cutimbo. Dichas cuevas se
encuentran en los farallones cercanos a la cima de la meseta y, aunque muchas de
ellas se hallaban disturbadas, se reconoció un gran número huesos humanos
asociados a fragmentos de cerámica Inka-Chucuito. Las paredes de algunas cuevas
incluyeron paneles con arte rupestre con diseños inka hallados en la cerámica recuperada en nuestras excavaciones (Tantaleán y Pérez 2000).
En nuestras investigaciones en Cutimbo hallamos tres de las formas de
enterramiento descritas arriba, que conformando una unidad espacial y temporal
nos ofrecen una idea del conjunto de prácticas funerarias que se realizaron en un período de tiempo corto (ocupación inka del altiplano).
Los Trabajos Arqueológicos en Cutimbo
Cutimbo se encuentra localizado al sureste de la ciudad de Puno (Figura 1). Se
trata de una gran meseta que se levanta sobre el relieve regularmente llano de la
zona. Ha sido señalado por Hyslop (1976, 1977b, 1990:278) como la capital política
de la sociedad lupaka, básicamente por la existencia de un gran número de "bases
de casas" y torres funerarias (Figura 2). De hecho, Frye y de la Vega (2005)
señalan a Cutimbo como uno de los sitios más grandes dentro de su área de
prospección. Sin embargo, habría que anotar que una "capital" debería encontrarse
en la zona nuclear de un territorio y no en un extremo tan cercano a la "frontera"
con los Colla4. Más plausible sería lo que plantea Frye (1997), que Cutimbo sería el
asentamiento principal de uno de los grupos sociales que conformarían el área de
una confederación política previa a la ocupación definitiva del territorio por los inka.
Figura 1. Ubicación de Cutimbo (realizado a partir de Isbell 1997: Mapa 6.1).
Location of Cutimbo (after Isbell 1997: Map. 6.1).
Cutimbo es un sitio arqueológico conocido por la mayoría de los investigadores que
han trabajado extensivamente en esta área (Hyslop 1977, 1979; Tschopik 1946;
Vázquez 1939) y aunque parece tener un valor muy importante para diversas
representaciones acerca de la naturaleza de la sociedad lupaka (p. ej. Frye 1997,
2005; Frye y de la Vega 2005; Gil García 2000; Hyslop 1976, 1990; Isbell 1997;
Stanish 2003) nunca se había excavado sistemáticamente en él y las asociaciones
cronológicas y sociales habían sido realizadas simplemente por características
formales arquitectónicas y por las referencias etnohistóricas. Se ha dicho que las
estructuras funerarias chullparias se construyen desde el período Altiplano (1.100 -
1.450 años d.C.) hasta el fin de la época inka a la llegada de los españoles
alrededor de 1.532 d.C. (Hyslop 1977b; Stanish 2003:212). Sin embargo, nadie
había excavado en el sitio, por lo que todo quedaba bastante inconsistente en
relación con la época de construcción de las estructuras funerarias, principalmente de las chullpas monumentales que forman el núcleo de nuestra investigación.
Figura 2. La meseta de Cutimbo. En la parte superior se encuentra la mayor
acumulación de estructuras domésticas y funerarias.
The Cutimbo plateau. The largest accumulation of domestic and funerary
structurs is on the top.
Asimismo, Cutimbo es uno de muchos complejos funerarios en la cuenca oeste del
Lago Titicaca como Sillustani (Ayca 1995), Tanka Tanka (Hyslop 1977b) o Acora
(Hyslop 1990:249) que conformarían un patrón que consistiría en la concentración
de estructuras funerarias monumentales sobre mesetas o accidentes geográficos
que se elevan sobre la superficie terrestre. En el caso concreto de Cutimbo, aparte
de las cuestiones relacionadas con la ideología, estuvo principalmente orientado a
la explotación extensiva de rebaños de camélidos y, de hecho, su localización
altitudinal favorece dicha actividad económica (Frye y de la Vega 2005; Stanish
1994). Adicionalmente, el arte rupestre de las cuevas funerarias representa con
mucha recurrencia esta actividad (Tantaleán y Pérez 2000). También se puede
apreciar que la mayor parte de la cima de la meseta (unas 25 hectáreas según
Hyslop (1977b:225)) estuvo ocupada por estructuras circulares que podrían ser
viviendas (ver plano de la meseta en Frye y de la Vega 2005: Figura 11.5), aunque
excavaciones de algunas de ellas realizadas por Edmundo de la Vega (Frye y de la
Vega 2005) y las de Eduardo Arizaca durante nuestra estadía no revelaron
ocupación humana, lo que plantearía que algunas serían utilizadas como depósitos.
Lo que sí parece seguro es que el sitio comenzó a utilizarse en el período Altiplano,
pues, según un fechado por AMS, este fue ocupado tan temprano como 1.320 d.C.
(Frye y de la Vega 2005:178).
Los resultados de nuestras investigaciones se presentan de manera sintetizada y
los hemos dividido de acuerdo a las estructuras funerarias intervenidas5. Nuestro
objetivo particular fue definir si las chullpasmonumentales incluían en sus
alrededores áreas de actividad social prehispánica y, asimismo, si las mismas
concentraban estructuras funerarias no obvias en superficie (como cistas
funerarias) como las que habíamos observado en Sillustani y que revelarían,
además, que las cistas se seguían construyendo como forma de enterramiento
durante la ocupación inka del área lupaka. Asimismo, mediante nuestras
investigaciones pudimos comprobar que todas las torres funerarias habían sido
disturbadas con anterioridad, una situación que se observa en tumbas de este tipo
dada su monumentalidad y los ajuares funerarios que seguramente contenían y que ya describían los primeros cronistas castellanos.
Las Torres Funerarias o Chullpas
Excavamos tres chullpas funerarias en área, tanto interior como exteriormente. La
primera de ellas, de medianas dimensiones (chullpa 20), está ubicada en la ladera
norte de la meseta (Figuras 3 y 4). Tiene planta cuadrangular y la pendiente sobre
la que ésta se construyó fue nivelada mediante tres terrazas consecutivas y una
plataforma cuadrangular alrededor de la base de la chullpa. Posee cuatro
hornacinas trapezoidales en las paredes interiores de la cámara funeraria donde
estarían colocados los cadáveres. Un segundo piso cumpliría el mismo fin y que se
infiere por bloques líticos que sobresalen de la pared y que habrían soportado una
estructura de material perecedero, probablemente madera. Exteriormente algunos
bloques líticos están decorados con representaciones en alto relieve de serpientes y su acceso está orientado hacia el este.
Figura 3. Vista
desde el norte de
lachullpa 20
durante las
excavaciones.
View from the
North side
ofChullpa 20
during
excavations.
Figura 4. Vista
desde el este de
lachullpa 20
durante las
excavaciones. Se
observa la
plataforma que
rodea la base de la
torre funeraria y
frente al acceso la
pequeña
estructura
cuadrangular
utilizada para la
cremación de ofrendas.
View from East
side Chullpa 20
during
excavations. The
platform that
surrounds the
base of the
funerary lower
and, in front of the
access point, the
small square
structure used to
cremate offerings,
are visible.
Las otras dos chullpas intervenidas (chullpas 1 y 2) son las más importantes del
sitio, tanto por su monumentalidad como por su emplazamiento en la parte
superior de la meseta (Figura 5). La chullpa 2 posee planta circular y una
mampostería externa "almohadillada" del tipo poligonal ciclópeo, realizada con
bloques de andesita, extraída de una cantera localizada en la misma meseta
(Figura 6). El exterior de algunos bloques de esta chullpa está decorado con
diseños zoomorfos en alto relieve y representan a un roedor abundante en la zona
conocido como vizcacha (Lagidium peruanum inca), a un felino probablemente un
puma, un par de felinos vistos de frente y serpientes (ver ilustraciones en Hyslop
1977a). Todas estas representaciones zoomorfas son típicas en la decoración de
bloques pétreos de edificios de factura inka, salvo la vizcacha, un animal que todavía habita en la meseta de Cutimbo.
Figura 5. Vista noreste
de las excavaciones en
el sector principal. Se
aprecian las chullpas1 y 2.
View towards the
northeast from the
principal sector of
excavations. Chullpas 1
and 2 are visible.
Figura 6. Chullpa 2.
Chullpa 2.
La chullpa 1 es la de mayor relevancia en el sitio de Cutimbo y posiblemente una de
las más importantes del altiplano circun-Titicaca (Figura 7). En la realización de la
mampostería externa de esta chullpa se utilizaron dos tipos de piedra. La mayor
parte está construida con bloques de andesita y las últimas hiladas superiores
fueron resueltas en toba volcánica. Esta configuración de la mampostería es
bastante funcional, ya que la toba volcánica absorbe el agua de lluvia impidiendo
que esta fluya directamente a la base, mientras que en épocas secas su menor
densidad evita la presión que se ejerce hacia la parte baja de la estructura arquitectónica, manteniendo el equilibrio total del edificio.
Figura 7. Chullpa 1.
Chullpa 1.
El interior de la cámara funeraria había sido disturbado, aunque hallamos
materiales, como cerámica fina policroma con diseños Inka Imperiales e Inka
asociados y una valva de Spondylus. También se rescataron entre los huesos
humanos cuatro cráneos de individuos adultos con modificación artificial del tipo
anular oblicuo (Blom 2005). Unas hornacinas trapezoidales, inscritas en las paredes
internas norte y sur de la cámara funeraria, servirían para la colocación de las
momias o mallquis. Sobre cada una de dichas hornacinas se proyectan un par de
grandes ménsulas que servirían para la colocación de otros difuntos. En la pared
interior oeste se inscribieron tres pequeños nichos trapezoidales, posiblemente para
la colocación de ofrendas. Asimismo, la excavación del interior de las cámaras
funerarias de las tres chullpasreveló que ningún cuerpo fue enterrado en el
subsuelo de la cámara funeraria, por lo que éstos debieron estar expuestos en las
hornacinas y ménsulas de la cámara interna de la estructura funeraria. De esta manera cumplirían su función de "sepulcros abiertos" como plantea Isbell (1997).
Entierros en cistas asociados a las chullpas 1 y 2
Mediante nuestra excavación en un área de 300 m cuadrados, pudimos encontrar
sectores de actividad social originales en los que se localizaron tumbas de cista en
torno a las chullpas, lo que suponía la contemporaneidad de ambos tipo de
enterramiento y que existía un uso racional del espacio funerario, cuestión que
abordaremos luego. Dos de las cistas habían sido saqueadas; sin embargo,
pudimos encontrar un área original sin disturbio, que nos permitió comprender
parcialmente la actividad humana prehispánica realizada en esta área del sitio
donde hallamos dos cistas funerarias intactas y una estructura de piedra que
contenía una urna funeraria. Dichas tumbas fueron realizadas dentro de una acumulación de material revuelto constituido por piedras y tierra (Figuras 8 y 9).
Figura 8. Area entre
las chullpas 1 y 2 desde la
parte superior de
la chullpa 2. En primer
plano las cistas 1 y 2,
arriba y a la izquierda de
ellas el hoyo que albergó a
la urna funeraria y más arriba la cista 3.
Area between chullpas 1
and 2 from the top portion
of chullpa 2. Cists 1 and 2
can be seen in the fore
front, above and the left
of them is the cavity which
housed the funerary urn.
Las dos cistas halladas intactas se construyeron a cada lado de la chullpa 1, lo que
planteaba que se trataba de entierros relacionados con un ordenamiento espacial
del área asociada a esta chullpaprincipal. También se podría barajar la posibilidad
de que hayan sido sacrificios humanos, planteamiento que soporta la no-inclusión
de un ajuar funerario junto al difunto, pues lo máximo que se halló en una de las
cistas (cista 3) fueron dos prendedores o tupus de bronce, uno de ellos roto y
reutilizado. Ambas cistas tenían paredes de piedra, forma cilíndrica y planta circular
y se hallaban selladas con lajas de piedra. En cada una hallamos un esqueleto
completo y articulado dispuesto en posición fetal con la parte frontal del cráneo
orientada hacia al este y ambos individuos mostraban una modificación artificial de tipo anular oblicua (Blom 2005).
Figura 9. Planta de las excavaciones en las chullpas 1 y 2 y las principales
estructuras asociadas halladas. El área de excavación excede el marco de la
figura.
Plant of the excavations in chullpas 1 and 2 and of the principal associated
structures. The excavation area excess the figure's frame.
La urna funeraria. En este caso, la cobertura de la estructura funeraria estaba
sellada por una capa de material arcilloso de color verdoso, que actuaba como
impermeabilizante. Debajo de ésta se encontró una gran laja de piedras y dos
cuñas más pequeñas a los lados, que cubrían la boca circular de la tumba. La
relevancia de esta tumba fue su inusualidad dentro del registro arqueológico de
enterramientos de época inka en el altiplano, puesto que el cuerpo se hallaba
dentro de una gran vasija aribaloide o raqui(Fernández Baca 1971), utilizada
generalmente para almacenar líquidos, como la chicha de maíz (Figura 10), aunque
para la función que se le dio finalmente se realizaron agujeros en la base de la
vasija para permitir el drenaje. La abertura de la vasija tenía un diámetro de 55
cm, una altura de 1 m aproximadamente y estaba decorada con diseños
geométricos en colores negro, rojo y crema. La vasija tenía las asas laterales
orientadas en el eje norte-sur y el diseño principal hacia el este.
Figura 10. Vasija inka
utilizada como urna
funeraria, restaurada
después de ser retirada de su matriz (escala 30 cm).
Inka vessel used as a
funerary urn, restored
after being removed from
matrix (30 cm scale).
El cuerpo inhumado en la vasija correspondería al de una persona adulta (20-30
años) y aunque el cráneo se encontraba en muy mal estado de conservación, se
pudo observar que presentaba modificación del tipo anular oblicuo (Blom 2005). La
determinación exacta del sexo fue imposible, por la ausencia de varios huesos del
esqueleto. Esto también deja abierta la posibilidad de que fuese un entierro de un
cuerpo incompleto (entierro secundario) o que simplemente la mayoría de los
huesos no soportasen las condiciones climáticas a lo largo del tiempo. El ajuar
funerario hallado dentro de la vasija contenía: (a) un disco de bronce decorado con
dos seres antropomorfos (Figura 11a), el cual pudo cumplir la función de distintivo
o insignia militar, pues un objeto similar colgado del cuello de individuos
plenamente reconocidos como guerreros de las milicias incaicas se observa en
ilustraciones de Guamán Poma de Ayala (1987 [1615]:151, 153, 157 y 245);
(b) cuatro "caleros" de bronce, los cuales representaban un instrumento de
labranza conocido como chaquitaclla, sobre los que se diseñaron figuras de monos
(Figura 11 b); (c) dostupus o prendedores de bronce y (d) un anillo de plata
laminada decorado con incisiones que describían rombos. Asociadas a todas estas
piezas se hallaron 436 cuentas de collar confeccionadas en diversos minerales
exóticos en esta área geográfica como crisocola, turquesa, lapislázuli, cristales de
roca, esquisto y conchas marinas (Spondylus y Strombus). También se encontraron
siete piezas de plata, tres de ellas representando ollas, otras dos vasijas
aribaloides, una a un cuchillo ceremonial o tumi y otra a un animal no identificado.
Figura 11. (a) Objeto circular de bronce asociado al
individuo de la urna funeraria, (b) Calero de bronce
recuperado en la urna funeraria.
(a) Circular bronze object associated with the individuals of
the funerary urn, (b) bronze dispenser (Calero) recovered
from the funerary urn.
Adicionalmente, a unos 20 cm en dirección oeste de la boca de la tumba se halló un
conjunto de artefactos de metal atados con hilos de lana marrón consistente en
cuatro tupus o prendedores: dos de plata, con terminación en forma de cabeza de
camélido, uno con la lámina circular de oro y aguja de bronce y por último uno de
plata de pequeñas dimensiones (Figura 12). A unos centímetros del anterior
conjunto de artefactos se hallaron dos cuchillos ceremoniales o tumis, hechos de
una aleación de cobre y estaño. El mango de uno de ellos representa de forma
naturalista a un reptil que sostiene entre sus fauces a un pez (Figura 13 a),
mientras que en el otro ejemplar se puede observar a un felino (Figura 13 b).
Figura 12. Artefactos encontrados cerca a la abertura de la
urna funeraria.
Artifacts found near the opening of the funerary urn.
Figura 13. (a y b) Cuchillos ceremoniales hallados cerca de la
abertura de la tumba de la urna funeraria.
Ceremonial knives found near the opening of the tomb of the
funerary urn.
Las áreas de Cremación de Ofrendas
Durante las excavaciones realizadas para definir las áreas de actividad originales
exteriores a las chullpas20, 1 y 2, se encontraron dos estructuras cuadrangulares
realizadas con piedras trabajadas. Alrededor de estas se halló gran cantidad de
fragmentos de cerámica de alta calidad, miniaturas de vasijas cerámicas, artefactos
metálicos y áreas de combustión que incluyeron huesos de camélidos y carbones vegetales.
La chullpa 20 ofreció el primer hallazgo en Cutimbo de estas áreas de actividad
social externas asociadas íntimamente a la utilización original de las chullpas. El
rasgo principal, en este caso, lo compuso una estructura cuadrangular (50 x 50 cm)
formada por piedras trabajadas que configuraban una pequeña elevación en
relación con el piso que funcionó contemporáneo con la chullpa y orientada al
acceso de la misma (Figura 4). Por encima y alrededor de dicha estructura se
evidenció esa área de combustión antes mencionada que incluía huesos animales y
carbones asociados a fragmentos de aríbalos y platos de morfología y decoración
Inka imperial e Inka-Chucuito. En el caso del área exterior a la chullpa 1, a unos
dos metros de la esquina noreste, también se halló una estructura de piedras
similar a la anterior (Figura 9). En el caso de la estructura de la chullpa 1, además
de los elementos asociados antes mencionados para la estructura de la chullpa 20,
se hallaron algunas piezas de metal. En ambos casos las estructuras podrían haber
funcionado como "altares" o "mesas" para ofrecer simbólicamente alimentos a los
ocupantes de las chullpas, como se grafica en Guamán Poma de Ayala (1987
[1615]:285, 293 y 291; ver también Isbell 1997: Figura 2.4).
También asociados directamente al área de las chullpas 1 y 2 y en su posición
original debemos anotar la gran cantidad de molinos o batanes de piedra (10
solamente alrededor de las dos principales estructuras) recuperados por nuestras
excavaciones, que evidenciarían la preparación de alimentos paralela a las
actividades llevadas a cabo en este sector del sitio. Esta misma actividad
relacionada con las chullpasmonumentales ya había sido registrada con anterioridad por nosotros en el sitio de Sillustani.
Discusión y Conclusiones
La ubicación del sitio de Cutimbo en pleno altiplano, su uso anterior a la llegada de
los inkas y lo inusual de las tumbas de chullpa para enterramientos de élite inka,
plantearían que éstas fueron construidas para albergar los cuerpos de los señores o
jefes locales lupakas (Hyslop 1977a, 1990). Además, se ha demostrado por la visita
de Chucuito (Diez de San Miguel 1964 [1567]) que los curacas locales lupakas
conducían la provincia a nombre del Inka (Julien 1982), condición que les
proporcionaba múltiples beneficios como la concentración de riqueza,
específicamente la acumulación de grandes cantidades de camélidos o el
mantenimiento de su anterior jerarquía socioeconómica (Stanish 2000), lo que
significaría el mantenimiento de la explotación del trabajo de miembros de la
misma comunidad y que mantendría categorías socioeconómicas como urus o
"indios pobres" y que compondrían la fuerza de trabajo necesaria para la
construcción de obras como las chullpas funerarias monumentales.
De hecho, las estructuras funerarias monumentales no serían la única muestra de
arquitectura con rasgos inka construidas por los lupaka en Cutimbo, pues existe
todo un sector al noreste de las chullpas 1 y 2 compuesto por edificios de planta
rectangular con características inka pero indudablemente construidas por
arquitectos y mano de obra locales. Adicionalmente, el mismo Inka, Uyu de la
ciudad de Chucuito, fundada durante la ocupación inka, habría sido construida por
arquitectos locales (Arkush 2005:236). Si bien la utilización de una arquitectura
funeraria similar fue utilizada durante la ocupación inka en los territorios colla y
pakaje, la elite lupaka, que es la mejor candidata para la construcción y utilización
de las chullpas monumentales de Cutimbo, conservaría un poder socioeconómico tal
que le posibilitaría realizar dichas construcciones funerarias, además en un lugar de
(re)encuentro social relacionado con su autonomía local, bastante apartado de las
rutas oficiales de la religión inka (Arkush 2005) e incluso alejado y aislado de los asentamientos humanos fundados durante la ocupación inka6.
Por otro lado, las cuevas funerarias, las cistas y sobre todo la tumba de la urna
funeraria como forma de enterramiento diferentes a las chullpas en Cutimbo
representaría que los lupakas, aunque inkaizados, seguían manteniendo sus propias
asimetrías socioeconómicas. Esto trascendería en el momento de la muerte de un
miembro de la elite lupaka de menor rango, enterrándolo en un área periférica a
una estructura mayor de elite, no pudiendo ingresar su cuerpo en dicho edificio, por
no pertenecer al grupo social privilegiado. Asimismo, la urna funeraria pertenecería
a un individuo relacionado con las actividades militares, como demuestra el objeto
hallado en la tumba semejante al de las representaciones de Guamán Poma de
Ayala. Adicionalmente, el depósito o amortización de artefactos relacionados a la
tumba expresarían su pertenencia a un grupo socioeconómico de mayor jerarquía dentro de la sociedad lupaka-inka7.
Con relación a los hallazgos al exterior y frente a las principales estructuras
funerarias del sitio, sabemos por referencias etnohistóricas que alrededor de
las chullpas se congregaban grupos de personas periódicamente para realizar
fiestas y rituales (materializados en las trazas del consumo y amortización de
alimentos y artefactos) dirigidos a los ocupantes de las estructuras funerarias,
como, por ejemplo, señala Guamán Poma de Ayala (1987 [1614]). Asimismo, dicha
representación de las actividades sociales, en este caso rituales relacionados con
los muertos depositados en las estructuras funerarias, encaja bien con la propuesta
de los "sepulcros abiertos" de Isbell (1997). Aunque el planteamiento de este autor
trata de relacionar directamente a dichas estructuras funerarias con el tema de la
reproducción de losayllus, nosotros planteamos que complementariamente a esa
construcción de los ayllus (al fin y al cabo, una ideología cohesionadora de
producción de identidad colectiva), aquí el objetivo real sería la reproducción
sociopolítica de las elites locales lupaka durante un período de dominación externa, en este caso inka.
De este modo, Cutimbo incluyó lugares sociales donde se realizaron prácticas
sociopolíticas de forma periódica relacionadas con los muertos a los que se trataba
como en vida. Los diferentes tipos de prácticas funerarias de una misma época
hallados aquí reflejan la importancia del yacimiento en el ámbito religioso y político,
poniendo en evidencia sobre todo las diferencias sociales que existían en ese
momento.
Asimismo, el proceso de enriquecimiento y retención de poder económico y político
de la elite lupaka al que se habían arriesgado los dirigentes inka, originó en algún
momento la debilitación del orden impuesto y llevado a disputas entre la elite local
y la elite inka (como hacen referencia las fuentes etnohistóricas). Aun cuando se
evidencia un fuerte control ideológico materializado en diferentes espacios rituales
(Arkush 2005), lugares como Cutimbo sirvieron para evadir el espacio de coerción
ideológica impuesto por los inkas, sirviendo para que la elite lupaka recreara las
distancias sociales y la ideología que las justificaba. Para ello periódicamente los
lupaka regresaron a Cutimbo para construir, además de suschullpas y otras
estructuras funerarias, su ideología y así conservar sus jerarquías socioeconómicas propias y su conciencia de grupo social con relación a los inkas.
Todo esto nos conduce a plantearnos que las estrategias de dominación inka no
siempre fueron tan efectivas (aunque sirviesen para sus objetivos primordiales) y
como mediante ciertas prácticas sociales las poblaciones locales resistieron durante
mucho tiempo las ocupaciones externas, un proceso dialéctico que se evidencia hasta bien entrado el siglo XVI.
Agradecimientos: Este artículo nunca podría haber sido escrito sin la confianza que
depositó en mí Rolando Paredes Eyzaguirre, director del Instituto Nacional de
Cultura-Puno. También deseo agradecer a Carmen Pérez Maestro, incomparable
compañera en la fría puna durante las campañas de excavación; a Eduardo Arizaca,
arqueólogo ayavireño, de quien aprendimos los conocimientos empíricos de la zona
y al equipo de trabajo que conformamos con los pobladores de la zona: Roy Marón,
Sixto Quispe y Abdón Chambilla. A Charles Stanish por su constante apoyo y sus
acertados comentarios a este manuscrito. También agradezco a los dos consultores externos por sus críticas que me ayudaron a enfocar y organizar mi texto.
Muchas de mis ideas acerca del "mundo de los muertos" cambiaron
sustancialmente en la Universidad Autónoma de Barcelona, por eso, muchas de las
ideas aquí vertidas son consecuencia de las discusiones en el Departamento de
Prehistoria de dicha Universidad aunque quisiera agradecer especialmente a Vicente
Lull quien ha sido una gran inspiración para mí. Marillyn Holmes ocupa un
importante espacio en mi vida y gracias a ella puedo sentirme realizado en muchos
aspectos. Las ilustraciones que acompañan al texto fueron mejoradas por Juan Roel.
Notas
1 Nuestra perspectiva teórica materialista dialéctica está inspirada en la teoría de
las prácticas sociales (Castro et al. 1996) y la teoría de la producción de la vida
social (Castro et al. 1998). Para el caso de los inka, aproximaciones similares que inspiran este planteamiento son sintetizadas en Stanish 2001:220-221.
2 Otro motivo para la expansión de los inka hacia el altiplano del Titicaca sería el
ideológico patentizado en la ocupación de Tiwanaku (Kolata 1993:1-10; Yaeger y Bejarano 2004) o de las islas del Sol y la Luna (Bauer y Stanish 2001).
3 En relación a esto, el tema de los urus o pobres en el área lupaka (Stanish 2000)
es relevante para la aceptación de grupos sociales locales explotados antes, durante e incluso después de la ocupación Inka.
4 Habría que determinar si realmente las provincias inka corresponden a los
territorios originales que ocupaban las sociedades en el período Altiplano (1.100 d.C.-1.470 d.C.).
5 Hay que precisar que las excavaciones en Cutimbo se realizaron como parte de un
proyecto realizado por un convenio entre el Gobierno Regional de Puno y el
Instituto Nacional de Cultura durante los meses de febrero y marzo de 1998 con el
objetivo principal de realizar una "puesta en valor" del sitio. A pesar que el objetivo
principal era restaurar las chullpas monumentales y acondicionar una vía de acceso
a las mismas, pudimos sacarle provecho a dicho proyecto creando una estrategia
de investigación que optimice la información generada a raíz de esta oportunidad
única para explorar e investigar las chullpasmonumentales y sus áreas asociadas.
Bajo esta misma premisa también encargamos a la arqueóloga Carmen Pérez
Maestro la prospección de los abrigos rocosos y cuevas de Cutimbo y que incluyó el
relevamiento del arte rupestre allí plasmado. Eduardo Arizaca, además de excavar
junto a nosotros el área de las chullpas monumentales, excavó algunas estructuras
circulares para deslindar su función.
6 Aun con todo, cabría la posibilidad que las tumbas perteneciesen a la elite
cuzqueña, a la espera de un estudio que contraste el estudio del "mundo de los
muertos" (espacios funerarios) con el "mundo de los vivos" (espacios de producción de la vida social) (Lull 2000) en Cutimbo y alrededores.
7 Sin embargo, la inhumación en la urna podría ser resultado de un sacrificio,
entrando así en otro tipo de práctica socio-política también relacionada con la reproducción de las asimetrías sociales.+
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::______________________________
Sillustani es un cementerio pre-inca en las orillas del Lago Umayo cerca
de Puno en Perú. Las tumbas, que se construyen sobre el suelo en las estructuras de la torre-como llamadas chullpas, son los vestigios del
pueblo Colla, Aymara, que fueron conquistados por los incas en el siglo 15. Las estructuras alojados los restos de grupos familiares completos, a
pesar de que probablemente se limitarán a la nobleza. Muchas de las tumbas han sido dinamitado por los ladrones de tumbas, mientras que
otros se quedaron sin terminar.
Chullpas
Culto a los antepasados y de parentesco eran parte integral de la cultura
aymara, y las enormes Chullpas o "chupa" de Sillustani fueron construidos para albergar a la élite aymara de la inmediata pre-Inca y el período Inca.
La palabra fue utilizada en el siglo 19 y viene del Diccionario de Ludovico Bertonio. Bertonio se refirió a los entierros cesta de los pastores semi -
nómadas como "Chullpas" y en realidad se refiere a las torres de piedra como "uta Amaya", "casas del alma". Sin embargo, el término "chullpa"
sigue utilizando hoy en día para las torres. Muchas de las chullpas de Sillustani muestran características pre-incas que luego se subsanaron con
Inca bloques de piedra. Chullpas similares se encuentran en todo los Andes Centrales, al sur con los estilos de entierro por encima del suelo se
remonta al menos a madurar Tiwanaku. El interior de las tumbas fueron construidas para contener a grupos enteros de personas, probablemente
las familias extensas de la élite aymara. Los cadáveres no eran momificados intencionalmente, pero en el ambiente seco creado por la
tumba cerrada, sobrevivieron durante siglos. La mayoría de las momias indican entierro en una posición fetal. Algunas de las tumbas también
tienen diferentes formas de animales tallados en la piedra. Las únicas aberturas de los edificios se enfrentan a este, donde se creía que el sol
volvió a nacer por la Madre Tierra cada día.
Arquitectura
La arquitectura del sitio a menudo se considera más compleja que la
arquitectura típica de Inca. A diferencia de los incas, que utiliza piedras de diferentes formas, la Colla utiliza incluso bordes rectangulares.
Mientras chullpas no son exclusivos de Sillustani y se encuentran en todo el Altiplano, este sitio es considerado el mejor y más conservado ejemplo
de ellos.
Las Chullpas de Sillustani es un sitio arqueológico ubicado a 31 kilómetros de Puno. Se trata de un
cementerio con tumbas impresionantes que pertenecieron a la cultura Kolla, la cual data de los años 1200
a 1450 d.C. y que se desarrolló al norte de la laguna de Umayo.
Estas tumbas son de forma de cono invertido y en su interior se encuentra momias en posición fetal, junto
a sus pertenencias de oro y plata, cerámica y alimentos, todo esto a razón de que tenían las creencias
que después de la muerte resucitarían en otro lugar.
Estas construcciones funerarias tienen en su mayoría una entrada muy pequeña dirigida al Este, la cual
permitiría la comunicación del muerto con el dios Sol. Esta entrada solo serviría para introducir el fardo
funerario y después es cerrada. La cámara mortuoria abovedada está formada por piedras pequeñas y sin
labrar. Mientras que en el exterior está formado por piedras grandes y labradas, encajadas perfectamente
unas con otras sin necesidad de argamasa.
En su parte lateral de estas chullpas hay
hendiduras y protuberancias que dan flexibilidad a la estructura sobre todo en los movimientos telúricos.
En su parte superior se observa una hilera sobresaliente dando forma a una cornisa que adorna la
chullpa. En algunas hay bajo relieves de culebras y lagartos.
Cabe señalar que la palabra Sillustani proviene de las palabras sillus (uña) y llustani (resbaladero), lo cual
daría el significado de “resbaladero de uña”, en alusión de que entre los bloques de piedras externas no
cabe ni el paso de la uña.
Aspectos arquitectónicos[editar]
Detalle de lagarto esculpido en una chullpa.
Chullpas de la época colla, en Sillustani.
La mayoría de chullpas fueron hechas de barro, pero existen una gran cantidad de chullpas
hechas de piedra.
Sobre las chullpas de piedra existen algunas hechas de piedra pulida y unida sin argamasa (al
estilo incaico) de las cuales pueden ser de base cuadrada o redonda, así como también existen
otras hechas con pequeñas piedras unidas con argamasa de barro y paja, formando torres o
conos, en el caso de las chullpas asociadas a la sociedad Canas existe vestigio de por lo
menos una chullpa rematada con una cúpula (chullpa de Maukallajta). Algunas de las chullpas
de piedra, además contienen algunos tallados generalmente representando lagartos (como en
el caso de Sillustani) o felinos (como el caso de Cutimbo).
En el caso de las chullpas de barro, la mayoría son de base cuadrada o rectangular con
diversos diseños e incluso con motivos pictóricos en donde predominan el rojo, amarillo y
blanco, en menor medida el verde y azul. Algunas presentan base de piedra y cuerpo
trapezoidal, que en algunos casos fue invertido, las puertas de ingreso en las chullpas de barro
es diverso, existiendo puertas cuadradas, triangulares u ojivales. Las chullpas polícromas eran
realizadas con dos técnicas distintas, la primera consistía en hacer adobes de barro coloreado
que luego fueron colocados dando forma a motivos geométricos; la otra técnica fue hacer la
estructura con barro sin colorear y luego revestirla con pedazos geométricos de barro
coloreado.1
La mayoría de las chullpas de barro como las de piedra tuvieron sus ingresos orientados al
este, aunque existen algunas chullpas con 2 aberturas, una opuesta a la otra; así como
chullpas con puertas orientadas a otros puntos cardinales.1
Sobre la ubicación en relación con la residencia del gobernante enterrado, esto dependía del
grupo social que las construía. Existen conjuntos chullparios en lo alto de cerros de difícil
acceso, así como otras ubicadas en territorios llanos; en todos los casos adjuntos a territorios
geográficos considerados sagrados por los constructores. Asimismo, se han encontrado
algunas chullpas dentro de complejos arqueológicos domésticos, al costado de viviendas.
Durante el periodo incaico, muchos grupos étnicos fueron trasladados a lugares aledaños al
Capac Ñan, aún así, los cementerios (lugares dotados de sacralidad) siguieron siendo
utilizados. Existen datos sobre el esfuerzo que hicieron varios grupos étnicos en conjunto para
construir dos chullpas para el mallku Tata Paria, jefe de los «karakara», una en la ciudad de
Macha (capital incaica de los «karakara») y la otra en Carata; estas chullpas fueron construidas
por 5 naciones que fueron Chui, Killaka, Sora, Carangas y Karakara); este hecho nos
demuestra que en tiempos incaicos los enterramientos fueron cambiando de lugar, teniendo en
cuenta que la capital tradicional «karakara» fue «Chayanta», el entierro se hizo en una
ubicación que le otorgó el inca al mallku. En el caso Lupaca, en cambio, se documentan
poblaciones y mallkus trasladados como mitkmas a otros lugares del Tahuantinsuyo, pero aun
así continuaron utilizando sus lugares tradicionales de enterramiento, como lo demuestra el
sitio arqueológico de Cutimbo situado a menos de 20 km de Chucuito (capital Lupaca).1
Asimismo, se sabe que en algunos casos las chullpas también sirvieron como hitos territoriales,
teniendo en cuenta que cada señorío tenía subdivisiones y éstos contaban con líderes que iban
ganando prestigio al incrementar su economía o su poderío bélico.1
Distribución geográfica[editar]
Las chullpas se hallan asociadas al altiplano, pero también se han denominado chullpas a
varias torres funerarias en la zona andina centro y norte del Perú
(Chachapoyas, Chota, Cutervo y Canta).1
Las chullpas del altiplano, en cambio, están asociadas a los reinos o señoríos aymaras que
habitaron desde Canas y Canchis en Perú, hasta el departamento de Potosí en Bolivia; aun así
no todos las sociedades aymaras construyeron chullpas, como lo demuestran los casos de las
sociedades «karakara» del norte («karakara» del sur si presenta chullpas) y «yampará»; y no
todas las chullpas parecen ser aymaras, puesto que existen chullpas con orientación oeste y
norte en zonas puquinas al este del lago Titicaca.1
Generalmente las chullpas se han asociado a las punas, pero se han descubierto muchas
chullpas en la vertiente oriental de los andes en territorios de espesura forestal y otras en los
valles interandinos de Bolivia, Chile y Perú. La mayoría de las chullpas de la
zona amazónica son de piedra pero según crónicas europeas existieron en el Beni chullpas de
barro, de las cuales en la actualidad no hay vestigios descubiertos.1
Entierros[editar]
Sin lugar a dudas, las chullpas sirvieron para enterrar a los «mallkus» o «líderes étnicos»; su
objetivo práctico era proteger el cuerpo para poder recibir veneración, pero además servía
como un recuerdo del poder que el «mallku» ejercía en vida y que seguía ejerciendo.1 La
veneración del «mallku» en la cultura andina (tanto aymara, quechua, uro y puquina) servía
para fortalecer los lazos familiares.
Es importante acotar que la mayoría de las chullpas no eran exclusivas para el «mallku», si no
que también albergaban los cuerpos de sus esposas y familiares, además hay vestigios de
entierros de sirvientes que fueron sacrificados durante los entierros. En algunos casos se han
encontrado hornacinas dentro y fuera de las chullpas que pudieron contener ídolos u objetos
valiosos para el mallku, en algunas chullpas se ha documentado que en aquellas hornacinas
colocaban un k'ero conteniendo chicha.1
La chullpa no era lo único necesario para el entierro, puesto que los cuerpos iban dentro de
textiles o cueros de auquénido, en otros casos eran puestos sobre cestos hechos
de ichu o totora entretejida. Algunas chullpas tuvieron cámaras subterráneas en donde
colocaban los cuerpos.1
Sobre las costumbres de enterramiento de los mallkus, Bartolomé Álvarez escribió sobre sus
observaciones en la pampa aullagas al sur del lago Poopó:
«Solían los curacas principales, cuando moría algún principal curaca, hacer que en el aposento del
muerto se encerracen las mancebas que habían sido de aquel que estaba
muriendo. A las cuales las cercaban otras mujeres; dándoles a comer coca y a beber acua, las hacían
morir borrachas y ahogadas desta comida y bebida, diciendo “come, come y bebe presto y mucho, que
has de ir a servir al malco —que quiere decir ‘señor’—; está de partida y has de ir a servirle allá donde va;
que, si tú no vas, no lleva quien le sirva”.
Y así mataban a muchas, y las enterraban con ellos en sus sepulcros.»
Bartolomé Álvares en De las costumbres y conversión de los indios del Perú: Memorial a Felipe II - 1588
La tradición chullparia del altiplano[editar]
La tradición de las chullpas en el altiplano aparece después del ocaso Tiahuanaco (1000 -
1100), y prevalece hasta la conquista española (aprox. 1450). Según estudios de radiocarbono
hechas a 32 torres en el área del Collao, los más antiguos corresponden a la parte norte
del Lago Poopo (mediados del siglo XIII). Existen un grupo de chullpas en Toconce, al norte
de San Pedro de Atacama que tienen más antiguedad, pero éstas no son consideradas
chullpas en el sentido estricto de la palabra, por carecer de enterramientos. Por otro lado las
chullpas del norte peruano, que son más antiguas (datan del «intermedio temprano») no
pueden ser puestas en el mismo fenómeno que explica la aparición de la tradición chullparia en
el altiplano.1
Las chullpas del altiplano tienen rápida difusión, se hacen más comunes entre los siglos XIV en
varios señoríos aymaras y luego, la tradición se extiende a otros grupos puquinas. Con la
conquista incaica, la tradición de los chullpares se mantiene y se perfeccionan los acabados.
Las chullpas de Ollantaytambo y Churajón (Arequipa), datadas en los siglos XIV y XV, parecen
responder a esta misma corriente tradicional de enterramientos.1
Las chullpas cuadradas son las más antiguas, mientras que las redondas aparecen de manera
más temprana entre la zona Lupaca y Pacaje. Las chullpas con piedra de mampostería,
aparecen en los Collas, Lupacas y Pacajes antes de la conquista incaica (esto tomando en
cuenta la cerámica encontrada en los enterramientos).1
En el caso de las chullpas de barro con decorados geométricos, aparecen en Pacaje y
Carangas luego de la anexión al Tahuantinsuyu. De igual manera, la mampostería de mayor
perfección en los territorios Collas, Lupacas y Pacajes aparecen luego de la anexión al incario.1
Las diferencias entre las estructuras chullparias parecieran reflejar una identidad étnica, salvo
algunos casos en los cuales existe una gran cantidad de formas y acabados en un mismo
lugar. Cutimbo presenta chullpas de piedra mamposteada de base cuadrada y circular,
Sillustani presenta chullpas redondas con acabado de mampostería y otras de barro blanco,
Caquiaviri presenta chullpas de base cuadrada y circular, tanto llanas como cónicas; en éstos
tres lugares, un mismo grupo étnico utilizó varios modelos arquitectónicos en un mismo lugar.1
La tradición chullparia del altiplano continúa durante los primeros años de la conquista
española, existen evidencias de chullpas en Sillustani que quedaron a medio construir. En tanto
la chullpa grande de Markiviri dio un fechado radiocarbónico entre 1658-1666, esto es varios
años después de la incursión española en el Collao.1 Al parecer, la lejanía de algunos lugares
con respecto a las ciudades fundadas por los españoles contribuyó a que la tradición chullparia
se conservara en algunas zonas.
Por otra parte, algunos arqueólogos planteaban que las chullpas habían surgido de la tradición
funeraria tiahuanacota, pero los estudios demuestran que las chullpas aparecieron en el área
del río Tiwanaku entre el 1300 y 1400, por lo menos 200 años después del ocaso de
Tiahuanaco y posterior a las chullpas del norte del lago Poopó.1
Algunos complejos arqueológicos con chullpas[editar]
Ciudad de chullpares de Kulli Kulli[editar]
La ciudad de chullpas de Kulli Kulli es un conjunto de setenta construcciones hechas de adobe
y paja, con base rectangular y que tienen alturas que varían de tres a cinco metros. Este
conjunto de chullpas se encuentra próximo a la comunidad de Ayamaya en la provincia de
Aroma, Bolivia.2
Estas construcciones son posteriores a la cultura tiahuanaco, tienen su origen en los reinos
aimaras, quienes las utilizaban para enterrar a la nobleza, generalmente en posición fetal y
acompañada de alimetos, vestimenta y utensilios. La mayor parte de estas chullpas están
dañadas debido a factores ambientales, como la lluvia y el viento. El número de tumbas se ha
venido reduciendo, ya que se estima que en 1980 existían alrededor de 150, en comparación
con las setenta actuales.
Chullpares de Cóndor Amaya[editar]
Las chullpas de Cóndor Amaya se ubican entre las comunidades de Cóndor Amaya y
Huallyani. El complejo está constituido por veintiún chullpas construidas de adobe y paja, con
una altura promedio de cuatro metros y distribuidas en ocho hectáreas.3
Se distinguen dos tipos de chullpas, unas de color amarillo y otras de rojo; según
investigaciones arqueológicas las chullpas amarillas datan del periodo de los reinos aimaras,
mientras que las rojas pertenecen a la época incaica. Durante la colonia, estas chullpas fueron
saqueadas por los españoles en busca de tesoros.3
Chullpas de Caillama[editar]
Son un grupo de chullpas ubicadas en la sierra de Chapiquiña en la región de Arica y
Parinacota, Chile. Estas chullpas están construidas de barro y paja, la mayor del conjunto tiene
una altura de un metro y medio, de estructura rectangular con tendencia a una forma de
pirámide invertida, destacan por la densidad de su distribución. La chullpa denominada 21 es la
mejor conservada del complejo, existen vestigios de que en el pasado el conjunto de chullpas
fue mayor.4
Chullpares de Mantecani[editar]
Son un grupo de chullpas ubicadas cerca de la comunidad de Mantecani en La Paz, Bolivia. Se
trata de un grupo de más de siete chullpas hechas de barro y paja trenzada, con un promedio
de altura de dos metros. Todas son de base cuadrada, abarcando entre un metro y medio a
dos metros cuadrados de superficie.5
Chullpas de Sillustani[editar]
Artículo principal: Sillustani
Este complejo mortuorio se encuentra ubicado en la península de Sillustani en el Lago Umayo
en Puno, Perú. Este conjunto de chullpas pertenece a distintas épocas, que van desde
los reinos aimaras —en particular el reino colla— hasta la presencia incaica. En este
cementerio considerado como sagrado para las distintas poblaciones que lo utilizaron, también
coexisten construcciones circulares denominadas relojes solares.
El trabajo arquitectónico en Sillustani es variado y depende del periodo, existen chullpas de
barro, piedra sobrepuesta y piedra labrada. La chullpa más alta es una estructura de piedra de
doce metros de alto encontrada en la península de Sillustani a orillas del lago Umayo (Perú)
construida por el reino Colla.
Chullpas de Tolerani[editar]
Se ubican a 23 kilómetros al norte de la localidad de Umala en la Provincia de Aroma, La
Paz, Bolivia. Son chullpas de base cuadrada (tres por tres metros) y de cuatro metros de altura,
su construcción se hizo con adobes de arcilla y paja. Tienen puertas de ingreso de forma
triangular orientada hacia la salida del sol —al este—. Al interior se encontraron entierros en
posición fetal colocados encima de canastos, además se encontraron utensilios y cerámicas.
La erosión producida por la lluvia y el viento aceleran el deterioro de las chullpas, que han
perdido su forma trapezoidal original