Upload
phamhanh
View
214
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
33
Comercio Exterior y medio ambiente:
una aproximación1
Henry Arboleda Home2
1. Este artículo se recibió el 08/03/2006 y se aprobó el 21/06/2006.
2. Magíster en Economía, Michigan State University, Estados Unidos. Economista de la Universidad del Valle,
Cali, Colombia y de la Universidad Católica de Chile. Profesor Hora Cátedra, Departamento de Economía,
Pontificia Universidad Javeriana, Cali, Colombia. Correo-e: [email protected]
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
34
RESUMEN
Este artículo plantea una reflexión en
torno a la relación existente entre el desa-
rrollo económico de las naciones y el cam-
bio global en el medio ambiente, cambio que
se ha venido incrementando rápidamente
debido a la enorme dinámica que está vivien-
do el comercio exterior. Sobre este último
se analizan las diferentes etapas e implica-
ciones ambientales en el contexto latinoame-
ricano, se confrontan los conceptos de com-
petitividad y cambio global, mostrando que
la brecha del desarrollo entre países ricos y
pobres es cada vez mayor y que, de paso, la
deuda ecológica se agranda sin mayor clari-
dad en su compensación. Sin duda, es nece-
sario crear un sistema de gestión ambiental
global que permita la aplicación de normas
de común aceptación en favor del desarro-
llo sostenible del planeta.
Se concluye, por tanto, que el desarro-
llo económico no puede seguir siendo guia-
do por la paradoja del rey Midas, esto es,
convirtiendo la naturaleza en divisas para
terminar sumidos en un mundo donde la
pobreza sea el común denominador de bue-
na parte de la población y la destrucción del
medio ambiente sea el legado para las futu-
ras generaciones.
Palabras Clave: crecimiento hacia adentro,
crecimiento hacia afuera, apertura económi-
ca, competitividad, cambio global, revolu-
ción verde, desarrollo sostenible, dumping
ecológico, mercados verdes, biocomercio.
ABSTRACT
This work proposes a reflection on the
subject of the relationship that exists between
the economic development of nations and the
global change in the environment, which has
been rapidly increasing due the enormous
movement that foreign trade is experiencing.
Regarding the latter, the different stages and
environmental implications are analyzed in
the Latin American context, and concepts of
competitiveness and global change are
compared, showing that the gap in the
development of rich and poor countries is
ever increasing and at the same time the
ecological debt is growing without any
clarity in terms of its compensation. It is,
without doubt, necessary to create a system
of global environmental management which
will allow the application of generally
acceptable laws in favor of the sustainable
development of the planet. It is therefore
concluded that economic development
cannot continue to be guided by the King
Midas paradox, in other words, the
conversion of nature into currency to end up
immersed in a world in which poverty is the
common denominator of the greater part of
the population, and the destruction of the
environment becomes the legacy of future
generations.
Key words: inward growth, outward growth,
economic liberalization, competitiveness,
global change, green revolution, sustainable
development, ecological dumping, green
markets, biocommerce.
Clasificación JEL: O1, Q5.
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
35
INTRODUCCIÓN
Este artículo surge de una re-
flexión muy personal en torno a dos
aspectos: uno, la importancia crecien-
te que viene teniendo el comercio
exterior en la dinámica económica de
los países. Dos, la situación abierta-
mente crítica del cambio global, oca-
sionada por el desarrollo económico
mundial, y colateralmente por el co-
mercio exterior, cuyos impactos ne-
gativos han sido subestimados o mi-
nimizados.
En la primera parte se plantean
«grosso modo» las fases del comer-
cio exterior a nivel mundial, cuyo pro-
ceso ha venido alternando con las
políticas económico-sociales de los
países bajo circunstancias históricas
tanto de momentos de guerra como
de paz.
En la segunda parte, se precisan
las etapas del comercio exterior de los
países latinoamericanos que han res-
pondido a situaciones propias de su
desarrollo y que han oscilado desde
el proteccionismo, vía sustitución de
importaciones, pasando por el estímu-
lo categórico a las exportaciones, has-
ta el proceso aperturista de los trata-
dos de libre comercio.
La tercera parte presenta la pro-
blemática del cambio global como
consecuencia clara del desarrollo eco-
nómico y de la intensidad del comer-
cio internacional sin las suficientes
salvaguardias de protección ambien-
tal, causado principalmente por los
países de mayor producto per cápita.
Finalmente, la cuarta parte plan-
tea lo que podría denominarse la «re-
conversión ecológica del comercio
exterior» tratando de que éste adquie-
ra una actitud más amable y generosa
con el medio ambiente mediante la
puesta en marcha de acuerdos am-
bientales internacionales que reduz-
can significativamente las consecuen-
cias negativas del desarrollo econó-
mico de las naciones.
1. ANTECEDENTES
El comercio exterior constituye
algo así como la cuarta pata de la mesa
en el análisis macroeconómico de un
país, junto con las unidades familia-
res, las empresas y el gobierno. En
torno a dicho sector se ha generado
todo un cuerpo de conceptos, catego-
rías, instrumentos, políticas y norma-
tividad que configuran lo que cono-
cemos como economía internacional.
El desarrollo histórico del comer-
cio exterior, en su aspecto disciplina-
rio, se inicia formalmente en la épo-
ca del mercantilismo (siglos XV –
XVIII) cuando el énfasis giraba alrede-
dor del concepto de la balanza comer-
cial favorable, que consistía en expor-
tar lo máximo posible e importar lo
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
36
mínimo con el fin de acumular las
divisas de la época (oro y plata) en lo
que se conoció como «metalismo».
Esta doctrina implicó una fuerte in-
tervención estatal a través de estric-
tas reglamentaciones arancelarias y
estímulos a las exportaciones que tu-
viesen altos niveles de valor agrega-
do, y condujo, por supuesto, a pre-
cios altos dada la creciente escasez
interna de bienes.
Una segunda fase del comercio
exterior se dio con el liberalismo eco-
nómico (siglos XVIII – XIX) que pre-
gonó la libertad de acción empresa-
rial, la no intervención estatal resu-
mida en la conocida frase de «dejar
hacer, dejar pasar» de la economía
clásica, a la cual le había precedido
el pensamiento fisiócrata. El princi-
pal aporte de la escuela clásica se con-
cretó en la teoría de las ventajas com-
parativas de David Ricardo, la cual
expresaba que un país debía exportar
aquellos bienes cuyos costos fueran
comparativamente más bajos e impor-
tar aquellos con costos comparativa-
mente más altos. Según Ricardo
(1959) el mercado asignará los recur-
sos de una nación a aquellos sectores
donde éstos sean relativamente más
productivos. De esta forma, se dio
rienda suelta al comercio exterior
guiado por el libre juego de la oferta
y la demanda, enfoque que prevale-
ció hasta bien entrado el siglo XX
cuando, ya en vísperas de la Segunda
Guerra Mundial, desapareció el sis-
tema monetario del patrón-oro.
En la tercera fase, los países eu-
ropeos y asiáticos, protagonistas del
conflicto bélico, se dedicaron al pro-
ceso de reconstrucción interna con el
apoyo del Plan Marshall de los Esta-
dos Unidos, lo cual significó el forta-
lecimiento de los mercados internos,
deprimidos por la guerra, con el con-
secuente proteccionismo de sus acti-
vidades económicas. Los países ter-
cermundistas que también sufrieron
los impactos económicos del conflic-
to mundial, al ver reducido su comer-
cio exterior, utilizaron el modelo de
sustitución de importaciones con el
fin de lograr una mayor autonomía
económica.
Todas estas circunstancias dan
lugar a la creación de una serie de ins-
trumentos, a nivel de políticas cam-
biarias, fiscales, crediticias, de mer-
cadeo, así como de acuerdos entre
países bajo la forma de pactos, zonas
de libre comercio, uniones aduaneras,
ruedas comerciales (tipo GATT – Ge-
neral Agreement of Tarifs and Tra-
de), mercados comunes y bloques
económicos, que delimitaron el co-
mercio exterior entre países hasta fi-
nales de la década de los 80. Sin em-
bargo, la variable ambiental no apa-
recía hasta aquí ni como fortaleza ni
como debilidad en los procesos co-
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
37
merciales de los países, simplemente
porque en estos aspectos los diseña-
dores de políticas consideraban la po-
lítica comercial y la ambiental como
disciplinas separadas sin ninguna cla-
se de vínculo.
Durante la cuarta fase, a partir de
la década de los noventa, el comercio
mundial se compromete categórica-
mente con el enfoque neoliberal de
la apertura económica, guiado por el
criterio de la competitividad, a la luz
del cual se evalúan los procesos co-
merciales existentes y se aprueban y
desaprueban los esfuerzos empresa-
riales en torno a las nuevas exporta-
ciones. Sin embargo, las entidades en-
cargadas de regular el comercio mun-
dial, a saber, el Acuerdo General de
Comercio y Tarifas (GATT) y luego
su sucesora, a partir de 1994, la Or-
ganización Mundial de Comercio
(OMC) han sido muy renuentes en
hacer del comercio exterior un ins-
trumento de desarrollo sostenible. De
acuerdo con el informe de la Comi-
sión Brundtland de la Organización
de las Naciones Unidas-ONU (1987,
8), este concepto señala que «es pre-
ciso asegurar que las necesidades ac-
tuales se satisfagan sin comprometer
las capacidades de las futuras gene-
raciones para satisfacer sus propias
necesidades».
El comercio exterior está com-
prometido con el deterioro ambien-
tal. De una parte, porque ha construi-
do «rancho aparte» con sus propios
productos exportables bajo cantida-
des y calidades específicas, sus pro-
pios sistemas de transporte, de distri-
bución, financiación e incentivos eco-
nómicos y hasta sus propios nichos
de consumidores que lo configuran
como una economía paralela a la in-
terna de cada país y que, obviamente,
no aplica el concepto de desarrollo
sostenible. De otra parte, porque el
comercio exterior se ha venido cimen-
tando en un doble modelo que impac-
ta, sin duda el medio ambiente, a sa-
ber: el modelo extractivista de recur-
sos naturales (hidrocarburos, minería,
bosque y pesca) de gran aplicación en
los países tercermundistas, donde las
tasas de explotación han sido acele-
radas y principalmente para fines de
exportación; y el modelo productivo
contaminante, aplicado por países de
mayor y menor desarrollo relativo,
sobre bienes exportables a nivel de
industria, agricultura y ganadería,
donde el problema de contaminación
sí radica en el volumen de exporta-
ciones. No obstante, hay que recono-
cer que si la producción de tales bie-
nes exportables aplicara técnicas lim-
pias sus costos privados aumentarían
y eso derivaría en menores volúme-
nes de producción.
Asimismo, las diferentes etapas
del comercio mundial han tendido a
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
38
minimizar la evaluación y mitigación
de los impactos ambientales que, so-
bre el cambio global, genera el esfuer-
zo exportador-importador de bienes
y servicios entre países. A partir de
1970, se han firmado más de un cen-
tenar de acuerdos ambientales multi-
laterales, principalmente después de
la Conferencia de Río de Janeiro de
1992 sobre Medio Ambiente y Desa-
rrollo. No obstante, la efectividad de
ellos ha sido muy baja debido a que
su énfasis ha girado más sobre pau-
tas o principios, muchos de ellos es-
critos en forma ambigua, que sobre
normas de obligatoriedad o cumpli-
miento; además, dichos tratados obli-
gan sólo a los Estados firmantes y
adolecen de un efectivo seguimiento
y evaluación.
2. ETAPAS DEL COMERCIO
EXTERIOR Y SUS IMPAC-
TOS
Las políticas de desarrollo de co-
mercio exterior de los países latinoa-
mericanos se han ido configurando
históricamente de acuerdo con las cir-
cunstancias de la economía mundial
y, en especial, de las que han ido exi-
giendo la naturaleza y estructura de
sus respectivos sectores económicos.
Veámoslo por etapas.
2.1 Etapa de Crecimiento hacia
adentro
La política de sustitución de im-
portaciones o de «crecimiento hacia
adentro» planteada a comienzos de
los años 50 por el argentino Raúl Pre-
bish, el brasilero Hans Singer y el pre-
mio Nóbel de economía, el sueco
Gunnar Myrdal, condujo a un proce-
so sistemático de reemplazar las im-
portaciones de bienes y servicios, so-
bre todo las de origen industrial que
compraban los países pobres a los
países ricos, por productos de origen
nacional. Para ello se utilizaron ins-
trumentos proteccionistas de arance-
les y cuotas a las importaciones du-
rante cerca de cinco décadas que te-
nían como objetivo claro el logro de
la industrialización que era sinónimo
de «desarrollo».
El modelo, aunque tuvo resulta-
dos positivos en términos de creación
de mercados nacionales, generación
de empleo y de formación de infraes-
tructura física, produjo significativos
impactos económicos, sociales y tam-
bién ambientales. Por una parte, al
pretender zafarse de la dependencia
de los bienes finales importados, se
cayó en la dependencia de la impor-
tación de bienes de capital así como
de algunas materias primas, como el
petróleo y sus derivados. En el caso
colombiano, la escala mínima de
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
39
planta de muchos proyectos de inver-
sión, que sustituían importaciones y
que el país emprendió entre 1950 y
1975, superaba el tamaño del merca-
do nacional y generaba, por tanto,
despilfarro de capital e ineficiencia
(DNP 1977). Esta dependencia no
sólo agudizó los problemas de la ba-
lanza de pagos sino que creó mayo-
res problemas de contaminación am-
biental.
Por otra parte, la industrialización
implicó un crecimiento acelerado y
poco planificado de las ciudades, con
grandes flujos migratorios de pobla-
ción campesina y la consecuente mar-
ginalidad social y el deterioro de la
ecología urbana. Además, la produc-
tividad de las zonas rurales aumentó
no sólo porque se desprendió de mano
de obra con productividad negativa
sino porque incorporó el modelo de-
nominado la «revolución verde» con
su tríada de mecanización de suelos,
semillas mejoradas y aplicación de
agroquímicos (fungicidas, pesticidas
y fertilizantes), todo lo cual llevó a
un serio deterioro ambiental por con-
taminación y depredación de las áreas
rurales. Esta situación se ha agudiza-
do aún más durante los últimos vein-
te años en el caso colombiano, a raíz
de los desplazamientos de campesi-
nos, generados por la violencia rural,
el narcotráfico y la fumigación de los
cultivos ilícitos.
2.2 Etapa de Crecimiento hacia
afuera
La política de exportaciones o de
«crecimiento hacia afuera», que se
inició a comienzos de los sesenta y
se extendió hasta finales de los ochen-
ta, intentó complementar la política
de sustitución de importaciones en lo
relativo a bienes intermedios y de ca-
pital.
Esta política se apoyó en meca-
nismos de importación–exportación
como fue el Plan Vallejo de 1957, que
permitía a los exportadores traer in-
sumos básicos, libres de derechos de
importación, además de conceder des-
cuentos especiales a las exportacio-
nes, mediante la reforma tributaria de
1960. La gran falla de este Plan con-
sistió en otorgar más estímulos a las
exportaciones intensivas en compo-
nentes importados que a las que lo
eran en insumos nacionales. Otros
mecanismos alternos de esta política
fueron: la exención de impuestos so-
bre utilidades provenientes de expor-
taciones menores, tipos de cambio
fijo, sistemas de reembolso y prefi-
nanciación, a través de una línea de
crédito del Fondo de Promoción de
Exportaciones y, de manera especial,
los Certificados de Reembolso Tribu-
tario (CERT). Es cierto que dicha
política generó empleo, mejoró los
salarios reales y condujo a un creci-
miento mayor del PIB (DNP 1977),
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
40
pero tuvo un alto componente de sub-
sidio que impidió desplegar las ven-
tajas competitivas y produjo las si-
guientes distorsiones:
a) Marcado componente de carga
fiscal.
b) Aparición de empresas exporta-
doras ineficientes cuyos márge-
nes de utilidad se sostenían gra-
cias al subsidio.
c) Uso intensivo de capital por par-
te de empresas exportadoras,
dada las ventajas del capital sub-
sidiado, con detrimento del uso
de mano de obra.
d) Estímulo inmerecido de rubros de
exportación, cuyo valor total se
había incrementado más por el
alza de los precios internaciona-
les que por el crecimiento en el
volumen físico.
e) Concentración industrial tanto
del orden sectorial (productos
químicos y petroquímicos, metal-
mecánicos, textiles, madera, cue-
ros y cemento) como del orden
regional (Bogotá, Medellín, Cali,
Barranquilla y Bucaramanga).
f) Inexistencia de políticas ambien-
tales que exigieran tecnologías
limpias en los procesos produc-
tivos y controles específicos so-
bre productos de extracción na-
tural.
Esta última distorsión es fácil de
comprobar en el caso colombiano, al
revisar los planes nacionales de de-
sarrollo de los distintos gobiernos du-
rante el período 1960-1990 y verifi-
car que no existe en ellos ningún ob-
jetivo ni estrategia encaminada al lo-
gro del desarrollo sostenible.
Tal situación ha tenido implica-
ciones ambientales, como se trata de
ilustrar a continuación. Por ejemplo,
los productos de la concentración sec-
torial, particularmente químicos y pe-
troquímicos, han presentado la ma-
yor intensidad de contaminación de
acuerdo con los cálculos sectoriales
efectuados para México en el perío-
do 1989-1999 (Ten Kate 1999). Para
este último año, el índice de conta-
minación de la petroquímica básica
era casi 14 veces mayor que la del
sector muebles de madera o editoria-
les.
En lo regional, los efectos conta-
minantes de esta política recayeron
sobre los núcleos urbanos y sus en-
tornos, al ser depositarios del mayor
desarrollo industrial y agroindustrial.
El modelo de la «revolución ver-
de» aplicado al sector agropecuario
comercial (agricultura, ganadería y
acuicultura) para satisfacer las cre-
cientes demandas internas y externas
generó serios impactos ambientales
sobre recursos bióticos y abióticos.
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
41
Por ejemplo, en Colombia la explo-
tación de flores ha tenido consecuen-
cias ecológicas en la sabana de Bo-
gotá. El uso intensivo de agua ha dis-
minuido la capacidad de los acuífe-
ros, sin la correspondiente recarga,
debido a la deforestación y expansión
urbana, hecho que se traduce en un
alto costo de oportunidad en térmi-
nos de otros productos agrícolas ali-
menticios para la ciudad-capital,
como maíz, papa, trigo, frutas, etc.
En Chile, la producción frutícola
ha generado claros fenómenos de sa-
linización de suelos debido a los sis-
temas de riego utilizados, así como
también impactos sobre agua y fauna
ante el incremento en la aplicación de
pesticidas.
En México, la hortofruticultura
ha generalizado el uso de pesticidas
con impactos sobre cuencas fluviales
y sanidad pública.
En Ecuador, la producción de ca-
marones en estanques ha conducido
a la destrucción de manglares en gran-
des áreas de la costa Pacífica y deses-
tabilizado los patrones tradicionales
de pesca y agricultura debido a pro-
cesos de contaminación de suelos y
cuerpos de agua e inducción de flu-
jos migratorios.
En Costa Rica, la producción le-
chera modernizada ha generado im-
pactos negativos en las aguas por des-
cargas con concentraciones de mate-
ria orgánica, sólidos y grasas; pero a
cambio, ha permitido reducir la de-
forestación al disponer de módulos
más eficientes de producción ganade-
ra.
En Argentina, la producción de
granos, sobre todo trigo, maíz y soya,
bajo la modalidad de arriendo, con-
duce a una intensificación laboral,
imposibilitando el descanso y recu-
peración de los suelos con su conse-
cuente degradación, por la pérdida de
materia orgánica, nitrógeno total y
fósforo así como la aparición de ero-
sión.
Finalmente, en Brasil, la produc-
ción de soya ha tenido un crecimien-
to vertiginoso en la región amazóni-
ca a partir de 1979. Los impactos di-
rectos e indirectos de la deforestación
están asociados con otros procesos si-
multáneos de colonización del bos-
que húmedo tropical en términos de:
pérdida de biodiversidad, pérdida de
suelos frágiles, destrucción de fauna
y flora, conflictos sociales y cultura-
les con comunidades indígenas y, por
supuesto, repercusiones climáticas a
nivel mundial (Quintero 1992).
De lo anterior se desprende que
el comercio exterior con su política
de crecimiento hacia afuera sí ha im-
pactado las condiciones medioam-
bientales. En efecto, no sólo se ha ido
especializando en bienes exportables
de origen extractivo unos, y produci-
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
42
dos otros con tecnologías contami-
nantes, sino que, además, ha genera-
do sistemas de transporte a gran es-
cala como puertos, aeropuertos, na-
ves, vehículos automotores, aviones
de carga y ferrocarriles cuya construc-
ción y operación son a la vez conta-
minantes de ríos, lagos, costas, ma-
res y atmósfera. Asimismo, ha crea-
do sus propios sistemas de empaques
y refrigeración que igualmente son
grandes contaminadores del suelo
(acumulación de basuras) y del aire
(capa de ozono). Generalmente la le-
gislación comercial ha sido laxa en
cuanto a medidas ambientales y muy
amplia y facilitadora en cuanto a he-
rramientas fiscales, monetarias y cre-
diticias.
Lo anterior no debe entenderse
como un simple ataque al comercio
exterior. El planteamiento crítico es
similar al que debe enfrentar la pro-
ducción doméstica de bienes y servi-
cios, que nadie considera neutral res-
pecto del medio ambiente. Una vez
reconocido el impacto ambiental del
comercio exterior, se trata más bien
de ver cuál es el control óptimo que
debe aplicarse a todas las acciones re-
lacionadas con él, donde el criterio
guía se fundamenta en equilibrar el
daño marginal del impacto ambien-
tal con el costo marginal de reducción
de dicho impacto.
2.3 Etapa de Apertura económica
2.3.1 Naturaleza
Por apertura económica se entien-
de básicamente la desgravación del
comercio exterior que da lugar al li-
bre flujo de mercancías entre países,
es decir, el desmonte de regímenes
arancelarios altamente proteccionis-
tas y de las listas de prohibida impor-
tación. Esto conduce a que los pro-
ductores externos penetren nuestros
mercados internos y que los empre-
sarios nacionales, a su vez, accedan a
los mercados externos (Cáceres
1990).
Esta etapa de liberalización co-
mercial se inició en Latinoamérica a
mediados de los años setenta, con la
experiencia chilena y logró su mayor
intensidad entre mediados de los años
ochenta y comienzos de los noventa
con procesos rápidos en Costa Rica,
Bolivia, México, Argentina, Venezue-
la, Brasil, Perú y Colombia. De nive-
les máximos de arancel de 220% y
150% en Chile y Bolivia y alrededor
de 100% en el resto de los países, se
cayó a finales de 1992 a niveles entre
10% y 30%.
Con la puesta en marcha de los
procesos de integración a nivel subre-
gional, tipo la Comunidad Andina de
Naciones (CAN), conformada por los
cinco países bolivarianos, la Comu-
nidad del Caribe (CARICOM), el
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
43
Mercado Común del Sur (MERCO-
SUR) y más especialmente con los
Tratados de Libre Comercio con Es-
tados Unidos (TLC), estos porcenta-
jes han descendido verticalmente. A
este respecto, los países que ya tie-
nen TLC vigente son: Canadá, Méxi-
co, Chile y Salvador, único país que
ha cumplido con las fases de post-
negociación dentro del grupo de na-
ciones que han firmado el Tratado de
Libre Comercio de América Central
(CAFTA). Por su parte, por la misma
época en que este texto se escribe,
Colombia, Perú y Ecuador están ce-
rrando negociaciones, aunque falta
todavía la etapa de ratificación por
parte de sus respectivos cuerpos le-
gislativos.
La condición clave para que la li-
beralización comercial sea exitosa es
la aplicación de la competitividad re-
flejada básicamente en precios com-
petitivos (valga la redundancia) e in-
novaciones en los productos comer-
cializados, apoyado por un alto com-
ponente de capacitación del recurso
humano. Igualmente se requiere la
existencia de factores complementa-
rios, como los siguientes:
• Infraestructura técnica sobre mer-
cados de materias primas, produc-
tos intermedios y bienes finales.
• Fuentes financieras abundantes y
baratas.
• Eficiente infraestructura eléctri-
ca, portuaria y de transporte in-
terno.
• Eficiente administración pública.
• Asignación de recursos para el de-
sarrollo científico y tecnológico.
• Régimen laboral flexible.
• Reconversión industrial sobre la
base de cambios en: procesos
productivos, calidad del produc-
to, líneas de especialización, bús-
queda y materialización de nue-
vas oportunidades industriales
(Flórez y Méndez 1990).
Asimismo, la apertura ha segui-
do de la mano del enfoque neo-libe-
ral hasta el momento actual, con re-
sultados muy dispares entre países
ricos y pobres. Varios países latinoa-
mericanos, entre ellos Colombia, si-
guieron una apertura de «línea de
menor esfuerzo», pues bajaron aran-
celes y eliminaron listas de prohibida
importación, facilitando así la entra-
da masiva de bienes de consumo fi-
nal sin que se hubiera trabajado con
ahínco en la lista de elementos com-
plementarios antes mencionada. De
esa forma, no sólo estuvo ausente el
segundo componente de penetrar ca-
tegóricamente los mercados externos
con productos nacionales sino que la
industria nacional se deprimió en
muchos renglones ante la fuerte com-
petencia externa, con la lógica secue-
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
44
la del desempleo generalizado. Esdecir, nos hemos quedado «con elpecado y sin el género», pues no lo-gramos penetrar decididamente losmercados externos con sectores in-dustriales y agrícolas claramentecompetitivos, en cambio sí perdimosmercados nacionales que eran gene-radores de empleo y demandaban in-sumos producidos en casa. Lo ante-rior no significa que se pretenda man-tener el comercio exterior bajo el aladel proteccionismo imperante en lasdécadas anteriores, pero sí dosificarla apertura a la luz del concepto decompetitividad que constituye el cri-terio guía de las actuales relacionescomerciales entre países. Examine-mos primero su alcance y luego suefecto a nivel planetario.
2.3.2 Competitividad
La mitología griega nos describela estratagema de Ícaro y de su padreDédalo, quienes, siendo cautivos delrey Minos en el laberinto de la isla deCreta, construyeron unas alas pega-das con cera a la espalda de Ícaro paraque éste pudiese escapar por el aire.Afectivamente, Ícaro logró su objeti-vo pero se acercó tanto al sol que lacera terminó por derretirse y el héroecayó irremediablemente al mar. Sibien esta leyenda no es un antecedentereal de los intentos del hombre porvolar y tiene más bien otras connota-
ciones filosóficas, nos sirve para mos-trar que la idea del vuelo humano hatenido desde remotos tiempos un finutilitario: hacer algo más a través delvuelo. Con este propósito surge eldiseño de la máquina voladora deLeonardo da Vinci; mucho más tardeaparecen los globos y dirigibles a basede hidrógeno, hasta que en diciem-bre de 1903 los hermanos Orville yWilbur Writhg le ofrecieron al mun-do un procedimiento más elaboradode aeronavegación a través de su pri-mer vuelo en un artefacto a motor máspesado que el aire.
Para no alargar esta ilustración,nos abstenemos de mencionar todoslos avances obtenidos hasta la fechaen materia de transporte aéreo, perolo que sí queda claro es que la com-petitividad de este servicio ha mejo-rado substancialmente a base de su-cesivas innovaciones a lo largo de lossiglos XX y XXI que se han ido re-flejando en los precios históricos dedicho servicio. Los próximos clien-tes de viajes a la Luna en naves espa-ciales están pagando por anticipadotiquetes individuales de 20 millonesde dólares.
Este ejemplo nos permite preci-sar que la competitividad bajo un en-foque microeconómico se constituyeen el potencial de las empresas paraque formulen y efectúen cambios ensu capacidad tecnológica (proceso,
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
45
producto y gestión), en su capacidad
productiva (grado de uso de equipos
y métodos gerenciales), en su calidad
y productividad de recursos humanos
y en su conocimiento del mercado y
capacidad de adecuación a sus espe-
cificidades. Los anteriores cambios
tienen un mayor impacto en la medi-
da en que se complementen con cam-
bios estructurales sobre mercado,
configuración de la industria, régimen
de incentivos y regulaciones de polí-
tica macroeconómica e infraestructu-
ra física.
Las ventajas competitivas se
crean, contrariamente a las ventajas
comparativas que se poseen de for-
ma natural. Una empresa genera ven-
taja competitiva cuando es capaz de
crear valores o calidades particulares
a un bien o servicio por los cuales los
compradores están dispuestos a pa-
gar un precio que exceda el costo de
generar dichos valores. La ventaja
competitiva constituye la diferencia
entre ese valor o disposición a pagar
de los compradores y lo que finalmen-
te pagan por el bien.
Las estrategias de las ventajas
competitivas recaen principalmente
en la diferenciación del producto y en
los bajos costos de producción. Me-
diante la diferenciación, una empre-
sa busca, en lo posible, ser única en
su sector industrial basado en aspec-
tos específicos valorados por los con-
sumidores. Esa diferenciación puede
deberse a durabilidad y/o facilidad del
uso del bien, sistema de entrega, mer-
cadotecnia, mantenimiento, etc. Para
este propósito, la empresa concibe
nuevas formas de llevar a cabo sus
actividades o emplea nuevos proce-
dimientos, tecnologías o insumos. Así
por ejemplo, la empresa japonesa
Makita, líder en herramientas, se vol-
vió más competitiva al producirlas
con materiales más livianos, menos
costosos y más durables. Asimismo,
generan ventajas competitivas las
empresas de electrodomésticos que,
además de vender sus productos con
garantías, suministran mantenimien-
to oportuno a los equipos. Los bajos
costos tornan a una empresa en «lí-
der de costos», lo cual puede incluir
economías de escala, tecnología pro-
pia, acceso fácil a materias primas
básicas, manejo oportuno de la infor-
mación, etc. (Porter 1997).
Todo esto requiere cambios al in-
terior de las empresas en actividades
primarias referidas a la producción,
la comercialización, la entrega y el
servicio postventa y en actividades de
apoyo relacionadas con recursos hu-
manos, tecnología e insumos, apro-
visionamientos, finanzas y planifica-
ción. En la medida en que estas acti-
vidades se enlazan y funcionan lo más
coordinadamente posible, a nivel de
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
46
un «sistema generador de valor», tan-
to mayor será la ventaja competitiva.
En últimas, las ventajas compe-
titivas para una empresa son un asun-
to de oportunidades bien aprovecha-
das en las cuales son esenciales la es-
tructura del sector donde se compite
y el posicionamiento de la empresa
dentro del sector. Además, según el
World Economic Forum (2006), la
competitividad necesita de un entor-
no macroeconómico-político para
desatar niveles elevados de producti-
vidad a la luz de los siguientes facto-
res: honestidad pública y privada, es-
tabilidad política, burocracia eficien-
te, infraestructura física adecuada,
acceso a financiación, fuerza laboral
capacitada, regulaciones impositivas,
laborales y cambiarias viables y baja
tasa de inflación.
Sin embargo, ni el enfoque mi-
cro ni el macroeconómico de la com-
petitividad muestran, en primera ins-
tancia, las implicaciones en términos
de los múltiples factores de carácter
nacional y mundial, ni menos aún los
efectos ambientales de carácter local
y global que se generan por parte de
muchos sectores económicos.
3. CAMBIO GLOBAL Y DESA-
RROLLO ECONÓMICO
Se ha considerado tradicional-
mente que el problema ambiental es
un problema casi exclusivo de los
países industrializados y que los paí-
ses en vía de desarrollo tienen pro-
blemas ambientales menores. Se pre-
tende mostrar a continuación, prime-
ro, que el fenómeno del desarrollo
económico del mundo no es en abso-
luto neutral a la problemática ambien-
tal y, segundo, que la tendencia del
cambio global se empeorará, en tan-
to se mantenga la filosofía del «desa-
rrollismo» por encima de la del desa-
rrollo sostenible, en especial por par-
te de los países de menores ingresos
en el mediano plazo.
3.1 Tendencias a nivel mundial
Parodiando la expresión de los
economistas de que «no hay almuer-
zo gratis», podemos también decir
que «no hay producción sin su res-
pectivo costo ambiental». De hecho,
hay que entender el cambio global
como las modificaciones de la bios-
fera ocasionadas por causas principal-
mente de origen antrópico. Los terre-
motos, las erupciones volcánicas, los
cambios orbitales en torno al sol, las
lluvias de meteoritos, los tsunami etc.
son cambios de origen natural, en tan-
to que las transformaciones sobre el
suelo, el agua, el aire y la biota, en
general, por razón de explotaciones
mineras y agropecuarias, desarrollo
industrial, construcción y operación
de vías, puertos, hidroeléctricas y pro-
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
47
cesos de urbanización son netamente
de origen humano. Son estas modifi-
caciones las que tienen relevancia en
el contexto del cambio global. Desde
que surgió la especie humana en el
planeta Tierra se inició la cadena de
los impactos ambientales. Sin embar-
go, su influencia a lo largo de buena
parte de la historia humana ha sido
de carácter local o regional y de limi-
tada magnitud.
Es a partir de la invención de la
máquina de vapor, a finales del siglo
XVIII, con su inmediata aplicación al
desarrollo de la industria y del trans-
porte y, particularmente, con el sin-
número de inventos que surgen du-
rante los siglos XIX y XX aplicados a
la masiva producción de mercancías,
cuando podemos hablar de modifica-
ciones ambientales a escala global
(Anglada 1997).
El gran avance cultural de nues-
tra época se ha materializado a través
de un cierto bienestar (mediante el
crecimiento del consumo per cápita
de bienes y servicios para buena par-
te de la humanidad), pero también de
un costo ambiental de enormes pro-
porciones, cuyos principales cambios
son: la intensificación del efecto in-
vernadero con sus implicaciones so-
bre el descongelamiento acelerado de
los polos y de los nevados, la reduc-
ción de la capa de ozono de la estra-
tosfera, la lluvia ácida y la disminu-
ción de la masa boscosa con la consi-
guiente pérdida de biodiversidad.
El cambio global, por tanto, va
de la mano con el desarrollo econó-
mico del mundo, no obstante los es-
fuerzos hechos en materia de tecno-
logías limpias o de la búsqueda de
insumos sustitutos menos contami-
nantes sobre todo en el campo de los
energéticos.
El cuadro 1 presenta la relación
entre indicadores de desarrollo (Pro-
ducto Interno Bruto- PIB- y PIB per
cápita) e indicadores de cambio glo-
bal (emisiones de CO2, uso creciente
de energía y tasas de deforestación)
de los cuatro grupos de países clasi-
ficados por el Banco Mundial (2004).
En primer lugar, los datos permi-
ten apreciar las enormes desigualda-
des existentes entre los 55 países de
mayor desarrollo (Grupo A de altos
ingresos) y los de menor desarrollo,
en especial los 59 países del Grupo B
de bajos ingresos. Se observa, de una
parte, la altísima concentración del
PIB mundial en cabeza del grupo A,
el cual con un escaso 15% de la po-
blación total genera alrededor del
75% del PIB global. Mientras que, de
otra parte, el 80% de la población del
planeta localizada en los países de
medios-bajos ingresos (MB) y bajos
ingresos (B) escasamente genera el
19% del PIB total. Lo dicho anterior-
mente se corrobora con los datos del
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
48
PIB per cápita, los cuales muestran
que la diferencia de dicho indicador
entre cada uno de los cuatro grupos
de países tiende a ser de cuatro ve-
ces. Lo asombroso es que, entre los
grupos A y B, la diferencia en el PIB
per cápita sea de 60 veces.
Cuadro 1. Indicadores de desarrollo económico vs. Indicadores ambientales por grupos de
países Año 2004
Fuente: Datos y estadísticas del Banco Mundial (2004). Cálculos del autor.
GRUPO A (Alto ingreso): Países con PIB per cápita de 10.066 dólares o más
GRUPO MA (Medio Alto ingreso): Países con PIB per cápita entre 3.256 y 10.065 dólares
GRUPO MB (Medio Bajo ingreso): Países con PIB per cápita entre 826 y 3.255 dólares
GRUPO B (Bajo ingreso): Países con PIB per cápita de 825 dólares o menos
Nota: El anexo 1 presenta los 208 países del mundo agrupados según PIB per cápita
En cuanto a los indicadores am-
bientales, los datos sugieren que en
la medida en que los ingresos aumen-
tan, asimismo se incrementa el volu-
men de emisiones de CO2 y el uso de
energía per cápita. Los gráficos 1 y 2
reflejan esta relación que demuestra,
además, la enorme deuda ambiental
de los países ricos, que disfrutan de
un enorme consumo de bienes y ser-
vicios a costa de generar elevados ni-
veles de contaminación y quemar in-
gentes toneladas de productos ener-
géticos. En el otro extremo están los
países pobres con grandes deficien-
cias en el consumo de bienes pero con
relativos bajos niveles de contamina-
ción y uso de energéticos.
HENRY ARBOLEDA HOME
PIB Población
Grupo
Número
de
países Trillones
de
dólares
%
Millones
de
habitantes
%
PIB per
cápita
(Miles de
dólares)
Emisiones
de CO2
(Tons
métricas
per capita)
Uso de
energía
per cápita
(Kgs de
petróleo
equivalente)
Tasa
anual de
deforestación
1990 - 2000
Exportaciones
como
porcentaje
de PIB
A 55 32.7 74.5 980 14.7 33.37 12.4 5421.3 -0.1 23.7
MA 40 3 6.8 335 5 8.96 6.3 2210.3 0.1 35.5
MB 54 6.9 15.7 3015 45.1 2.29 3.2 1298 0.2 30.8
B 59 1.3 3 2350 35.2 0,550 0.8 488.1 0.8 20
TOTAL 208 43.9 100 6680 100 6.57 3.8 1692.3 0.2 24.7
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
49
De lo anterior se desprende que
la mayor responsabilidad del cambio
global le corresponde a los países ri-
cos que tienen sus casas y comercios
más iluminados y equipados con elec-
trodomésticos de todo tipo, y que dis-
ponen de estructuras de transporte,
telecomunicaciones e informática
más desarrollados en comparación
con los países pobres.
El consumo per cápita de ener-
gía industrial en los países ricos es 11
veces mayor que el de los países más
pobres. Lo grave de toda esta situa-
ción es que estos últimos van siguien-
do los patrones tecnológicos y de con-
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Grafico 1. Relación entre PIB per cápita y emisiones de CO2 para los cuatro grupos de
países. 2004.
Grafico 2. Relación entre PIB per cápita y el uso de energía per cápita para los cuatro
grupos de países.
Fuente: Datos y Estadísticas del Banco Mundial, 2004. Elaboración del autor.
0500
1000150020002500300035004000450050005500
0,000 10,000 20,000 30,000 40,000
PIB per cápita (US$)
US
O D
E E
NE
RG
ÍA P
ER
C
AP
ITA
(k
gs d
e pe
tról
eo e
quiv
alen
te)
B
MB
MA
A
0
2
4
6
8
10
12
14
0,000 10,000 20,000 30,000 40,000
PIB per cápita (US$)
CO
2 (T
ons
mét
ricas
per
cápi
ta)
B
MB
MA
A
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
50
sumo de los países ricos, acelerando
así la problemática del cambio global.
A modo de ejemplo, imaginémonos
por un segundo los efectos ambienta-
les que estaremos sufriendo a la vuel-
ta de poco tiempo con el acelerado pro-
ceso de industrialización de China e
India, los dos países más poblados del
mundo (casi 2.400 millones de habi-
tantes), con fines de satisfacer consu-
mos domésticos y mundiales. Los da-
tos del Banco Mundial muestran que
para estos dos países los indicadores
de emisiones de CO2 y de uso de ener-
gía per cápita han sido crecientes en
los últimos 15 años.
Ahora bien, la hipótesis de la Cur-
va de Kuznets Ambiental (CKA) pro-
pone que la contaminación aumenta
con el crecimiento económico hasta
cierto nivel de ingreso, después del
cual empieza a reducirse (Gitli y Her-
nández 2002). Esto es fácil de verifi-
car para los países de altos ingresos que
han alcanzado ya elevadas tasas de de-
sarrollo económico, pero no para los
países de menor desarrollo que van
apenas escalando niveles de PIB per
cápita a tasas y en períodos de tiempo
muy diferenciales. O sea que si la CKA
es una parábola con un punto máxi-
mo, los países ricos han pasado ya di-
cho punto, mientras que los países me-
nos ricos, que son la mayoría, se ha-
llan ubicados antes de dicho punto
máximo, donde la relación entre PIB
y deterioro ambiental es directa. Esto
se puede interpretar como que la ca-
lidad ambiental es un bien de lujo para
las economías ricas, con elasticidades
ingreso de la demanda mayores que
uno (1) en forma contraria que para
los países más pobres.
Lo anterior se refuerza si se tiene
en cuenta que 73% de la energía em-
pleada en los países con menos de
1.000 dólares anuales de ingreso per
cápita y con 61% de la población
mundial procede de la combustión a
base de leña, lo que significa destruc-
ción de bosques tropicales. Dicha des-
trucción se acentúa aún más en paí-
ses como Brasil, Colombia, Vietnam
y países africanos donde el afán de-
sarrollista de establecer fincas gana-
deras o agrícolas así como la cons-
trucción de hidroeléctricas, comple-
jos viales o explotaciones petroleras
conduce a la tala indiscriminada de
bosques cuya principal función es jus-
tamente la estabilización climática.
El comercio exterior, guiado por
el modelo extractivista-contaminan-
te, ha estado comprometido con esta
situación y, de hecho, su enorme de-
sarrollo durante los últimos 100 años
se ha sustentado para muchos países
en el sacrificio gigantesco de patri-
monio natural. Esto sucede general-
mente bajo una total inconciencia o
desconocimiento de los mismos con-
sumidores. Por ejemplo, quien com-
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
51
pra palmitos o muebles hechos de
maderas finas (cedro, guayacán, gra-
nadillo, etc.) en Estados Unidos o
Europa desconoce generalmente el
costo ambiental en términos de la
destrucción de muchas hectáreas de
bosque húmedo tropical de donde
provienen dichos productos.
El mismo cuadro 1 muestra, ade-
más, que la participación de las ex-
portaciones respecto del PIB para los
países de los grupos de medio alto y
medio bajo ingreso (MA y MB) es un
porcentaje superior al 30%, mayor
que el del grupo de altos ingresos (A).
Esta participación ha sido creciente
también para estos grupos desde co-
mienzos de la década de los noventa
cuando giraba en torno al 20%, de
acuerdo con las mismas estadísticas
del Banco Mundial. Esto se puede
interpretar como que estos países
mantendrán altas tasas de comercio
exterior, con todo lo que eso implica
sobre el cambio global, mientras se
hallen en una tendencia de desarrollo
creciente. Esto equivale a decir que
los mayores niveles de PIB y de bie-
nes exportables de los países en de-
sarrollo involucran un costo en tér-
minos de menores niveles de calidad
ambiental. Este fenómeno está en
consonancia con la Curva de Kuznets
Ambiental, toda vez que estos países
están aún lejos de alcanzar el punto
de desarrollo económico de los paí-
ses ricos, los cuales individualmente
empiezan a mostrar relaciones direc-
tas entre PIB y calidad ambiental,
máxime cuando han venido involu-
crando, dentro de sus procesos pro-
ductivos, tecnologías de punta menos
contaminantes y menos depredadoras
que no son tan accesibles para los
países pobres por razones de costos.
Sabemos que el nuevo objetivo
común de la civilización es balancear
el mejoramiento económico–social
con el mantenimiento ecológico bajo
el escenario del desarrollo sostenible.
La conferencia de Río de Janeiro so-
bre Medio Ambiente y Desarrollo
«comprometió» a la mayoría de los
países ricos y pobres con el criterio
heroico de «sostenibilidad» en lo que
se ha denominado la «Agenda 21»3
que, a su vez, ha sido ratificada por
el protocolo de Kyoto sobre estabili-
dad climática y en las múltiples agen-
das ecológicas bilaterales o multila-
terales que se han venido dando en-
tre países durante la última década,
incluyendo la Conferencia de Mon-
terrey y la Cumbre Mundial sobre el
Desarrollo Sostenible, realizada en
Johannesburgo en el año 2002.
3. La Agenda 21 es un plan de trabajo con 40 pro-
gramas, firmado por más de 170 países a raíz de
la Conferencia de Río de Janeiro de 1992, para
proponer los cambios que el planeta necesita con
el fin de compatibilizar el desarrollo y el medio
ambiente.
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
52
Por tanto, la competitividad,
como criterio guía del actual enfoque
de comercio exterior, debe involucrar
los costos ambientales como parte de
los criterios de rentabilidad social y
privada. Esto es algo que no aparece
dentro de los factores facilitadores de
la competitividad antes mencionados
y señalados por el World Economic
Forum (2004). Surgen al respecto al-
gunas preguntas que intentaremos res-
ponder:
• ¿Será que exportar bienes obte-
nidos con ostensibles costos am-
bientales le dará a un país una
mayor posición competitiva?
• ¿Será que la aplicación de están-
dares y normas ecológicas se pue-
de convertir en un nuevo elemen-
to estructural de competitividad
para bienes comerciables?
• ¿Si los intereses cortoplacistas
del comercio exterior ceden a los
intereses medioambientales de
las sociedades presentes y futu-
ras, entonces cuál será el tipo de
gestión en la relación comercio-
ambiente?
3.2 Dumping ecológico
Existen empresas en el mundo
que exportan bienes producidos con
altos costos ambientales no compen-
sados (externalidades negativas), lo
cual les permite adquirir una posición
ventajosa en cuanto a precios bajos,
respecto de empresas situadas en
otros países que generan los mismos
bienes, pero a precios más altos, ya
que cumplen las normas ecológicas
que suponen gastos adicionales. Esto
se conoce como dumping ecológico,
donde la fijación de precios bajos no
se da por mayor eficiencia producti-
va sino simplemente por incumplir
normas ambientales básicas dentro de
países con regulación ecológica muy
laxa, conocidos como «paraíso de
contaminadores o de depredadores».
Esta situación genera inestabilidad y
crea la necesidad de diseñar políticas
relacionadas con los siguientes tres
aspectos:
• Primero, que las empresas con
mayores costos de bienes expor-
tables sean subsidiadas por sus
respectivos gobiernos al cumplir
con reglamentaciones más estric-
tas. De operar estos subsidios, la
aparente competitividad de las
que actúan bajo el dumping eco-
lógico se viene abajo. Sin embar-
go, el uso de subsidios se torna
altamente inconveniente, pues va
a promover sectores económicos
que hacen uso intensivo de ser-
vicios ambientales, y muchos de
ellos van a buscar que el costo del
control de la contaminación o de
la depredación sea inferior al
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
53
monto del subsidio con lo cual el
objetivo de la sostenibilidad no
se cumple.
• Segundo, que los bienes expor-
tados bajo dumping ecológico
estén sujetos a un régimen de
impuestos compensatorios por
parte de los países importadores,
equivalente a la diferencia en cos-
tos de control ambiental. Nueva-
mente, el impuesto a la importa-
ción que actúa con dumping eco-
lógico, echa por tierra su ventaja
competitiva. Pero, ¿quién garan-
tiza que dicho impuesto vaya a
tener impacto sobre el medio
ambiente del país exportador?
Además, ¿será que tales impues-
tos compensatorios son consis-
tentes con la política ambiental
del país importador?
• Tercero, que internacionalmente
tiendan a igualarse las normas
ambientales. Sin embargo, esta
política no es una buena opción,
debido a las obvias diferencias
que hay entre países no sólo en
cuanto a los costos y beneficios
de alcanzar una mejora ambien-
tal sino también en lo relativo a
la percepción ambiental y la ca-
pacidad para asimilar la contami-
nación y los costos (Belaustegui-
goitia 1999).
En síntesis, la ventaja competiti-
va no se logra a base de dumping eco-
lógico, pues esta situación se vuelve,
tarde o temprano, contra el mismo
agente contaminador. En consecuen-
cia, los costos ambientales deben
constituir una parte importante de los
costos totales de operación de las
empresas e involucrarse en el cálculo
de su tasa interna de retorno. Desea-
ble sería que esto se tuviera en cuen-
ta en la aplicación de los TLC.
3.3 Competitividad bajo estánda-
res ecológicos
Si el lema de las nuevas empre-
sas exportadoras es «la producción
limpia» y ese mensaje permea la men-
te de los consumidores, lo más pro-
bable es que la etiqueta de los «mer-
cados verdes» se constituya definiti-
vamente en un elemento clave de la
competitividad. Naturalmente esto no
es gratuito. Producción limpia signi-
fica gastos en nuevas tecnologías y,
por ende, precios más altos. Pero tam-
bién supone ahorros por generación
de menos desperdicios. Esto podrá ser
presentado a los consumidores bajo
un mensaje ambiental claro que les
significa mayor bienestar y salubri-
dad, por el cual estarán dispuestos a
pagar más.
Ahora bien, ante una creciente
percepción de la crisis ambiental del
planeta, este tipo de conducta deberá
tener una acogida cada vez mayor por
parte de demandantes y oferentes. De
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
54
hecho, algunos países como Japón,
Alemania, los países nórdicos y otros
del primer mundo pagan precios más
altos por bienes importables, princi-
palmente en alimentos, cuyos «sellos
verdes» les garantiza a sus consumi-
dores mayor seguridad sanitaria. Este
aspecto, sin embargo, está relaciona-
do con la elasticidad precio de la de-
manda de los diferentes productos
comerciables entre países. La deman-
da de los países ricos tiende a ser más
inelástica que la de los países pobres
y, por esta razón, los primeros exigen
mayores calidades ambientales pa-
gando precios más altos por sus bie-
nes importados. Los países pobres,
con una mayor sensibilidad a los pre-
cios altos, seguirán comerciando a la
luz de las tecnologías más contami-
nantes y depredadoras, que significan
a su vez precios menores para sus res-
pectivos bienes importados.
Con la mayor liberalización del
comercio, se espera que la globaliza-
ción de la gestión ambiental tienda a
igualar las condiciones ambientales
tanto entre países ricos y pobres como
entre empresas, colocando, como ca-
racterística de la competitividad, la
aplicación generalizada de normas
ambientales básicas. Esto se está tra-
bajando ya a nivel de los países de la
Unión Europea (UE), los cuales, des-
de el año 2004, están aplicando la
exigencia de productos verdes en el
suministro de alimentos importables
y ha sido objeto de fuerte controver-
sia en las negociaciones de sus res-
pectivos tratados.
Ahora bien, dada la tendencia
creciente hacia una globalización de
los mercados internacionales, lo más
seguro es que la competitividad de
muchos productos exportables de los
países tercermundistas se ponga cada
vez más a prueba bajo normas am-
bientales comunes comparables con
las de los países ricos. En ese momen-
to se habrán logrado internalizar, al
menos parcialmente, los costos am-
bientales de la producción exportado-
ra. Las preguntas que surgen al res-
pecto son: ¿Cuál será el ente interna-
cional (tipo Instituto Colombiano de
Normas Técnicas, Icontec), que pue-
da dictar y controlar la normatividad
ambiental global? ¿Cuál será el cos-
to para los países pobres y qué puede
pasar con aquellos que no tengan
cómo financiar estas innovaciones
ecológicas?
La tendencia es conformar «clus-
ters» empresariales en torno al cum-
plimento de normas ambientales de
aplicación global, de modo tal que las
empresas con mayor capacidad tec-
nológica para reducir la contamina-
ción o la depredación les alquilen a
las empresas menos capaces parte de
su capacidad y, así, estas últimas pue-
dan responder a los compromisos in-
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
55
ternacionales adquiridos. Al fin y al
cabo, el sistema de precios tiene la
finalidad de hallar formas que permi-
tan minimizar los costos que, en este
caso, serían costos de reducción en el
uso de activos ambientales. Es indu-
dable que la interacción entre crite-
rios técnicos, económicos y políticos
de los distintos actores del comercio
exterior irán dando soluciones facti-
bles en este difícil campo de tornar
«ecológicamente competitivo» el co-
mercio entre países. Para ello es in-
dispensable ampliar el sistema de
manejo ambiental global que aúne
voluntades y genere hechos positivos.
Analicemos este concepto con mayor
detalle.
4. HACIA LA RECONVER-
SIÓN ECOLÓGICA DEL CO-
MERCIO EXTERIOR
El esfuerzo empresarial de asu-
mir la competitividad bajo estánda-
res ecológicos de general aceptación
deberá estar articulado a un sistema
global de manejo ambiental que permita
que el comercio exterior, bajo cualquier
proceso de integración acordado, sea
cada vez más exitoso y equitativo.
4.1 Sistema de Gestión Ambiental-
SGA
El SGA corresponde a un siste-
ma complejo de relaciones económi-
cas y sociales en el contexto mundial
encaminado al logro de dos objetivos:
• La armonización de una política
medio ambiental global que, me-
diante consenso entre países, de-
fina objetivos y estrategias comu-
nes de protección ambiental.
• La actuación, en torno a un enfo-
que sistémico, que organice el
caos de la gestión ambiental ac-
tual de los distintos actores so-
ciales (Vega 1999).
La gestión ambiental como idea no
es nueva pero como práctica sí lo es.
Con esto nos referimos a un desarrollo
que alcanza menos de veinte años.
El cuadro 2 recoge una revisión
histórica del desarrollo del SGA has-
ta 1996. El SGA no debe confundirse
con el Sistema de Gestión de Calidad
(SGC) cuyo propósito es asegurar que
los productos y servicios sean fabri-
cados de acuerdo con unas especifi-
caciones. El SGC se implantó me-
diante el desarrollo de las normas ISO
(Organización Internacional de Nor-
malización) serie 9000 y sus respec-
tivos procedimientos de evaluación,
cuyos ámbitos de aplicación giran en
torno a empresas con actividades de
diseño y desarrollo, producción e ins-
talación de servicios (ISO 9001),
empresas que se limitan a producir
bienes previamente diseñados (ISO
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
56
9002) o fabricantes de productos sen-
cillos cuya calidad se asegura median-
te inspección y comprobación final
sin controles de calidad específicos
durante el proceso de producción-ISO
9003 (Vega 1999). Estas normas pre-
tenden asegurar la política de calidad
de los productos y servicios de una
empresa así como la certificación de
esa calidad para la dirección de la em-
presa y para sus clientes. Valga preci-
sar que la calidad mide el grado de
satisfacción que un bien o servicio
produce en el consumidor y en la so-
ciedad. A su vez la satisfacción se
mide por el grado de acercamiento a
las necesidades y expectativas de los
consumidores.
Cuadro 2. Revisión histórica del desarrollo del SGA.
HENRY ARBOLEDA HOME
Años
1970 Auditorías medioambientales, cuyo objetivo estaba orientado a comprender el
cumplimiento de la normativa medioambiental.
1979 Se publica por parte del BSI (Instituto Británico de Normalización) la norma BS 5750
sobre Sistemas de Calidad.
1986
Orientaciones de la Cámara de Comercio Internacional, donde se define la auditoría
medioambiental como “…evaluación del grado de cumplimiento de la organización, el
sistema de gestión y el equipamiento diseñado para la protección del medio
ambiente…”
1987 Se publica la norma internacional ISO serie 9000 sobre Sistemas de Calidad.
1988 Plan Nacional de Política Medioambiental de los Países Bajos. Incluye el concepto de
“cuidado medioambiental” para la industria.
1988 Informe de posicionamiento de la Cámara de Comercio Internacional sobre auditorías
medioambientales. Describe los elementos básicos de una auditoría medioambiental.
1990 La CBI solicita al BSI la creación de una norma que ayudase a sus miembros a
solucionar su necesidad de estructurar su gestión medioambiental.
1991 Desarrollo, por parte de la BSI, de la norma británica BS 7750 sobre SGA empresarial
por analogía con la norma ISO serie 9000 sobre sistemas de calidad.
1991
Propuesta de la Comisión de la Unión Europea (CUE) al Organismo Europeo de
Certificación (EOTC) para desarrollar y adoptar una norma relacionada con los temas
de certificación de la gestión y gestión y auditoría medioambientales.
1991
La CUE solicita al Comité Europeo de Normalización (CEN) y al Organismo Europeo
de Certificación (EOTC) desarrollar y adoptar una norma para los temas de gestión
medioambiental, certificación de la gestión y la auditoría medioambientales.
1991 El CEN delega la responsabilidad de desarrollar la norma sobre SGA en la ISO.
1991
La ISO crea el Grupo Consultivo de Estrategias en Medio Ambiente (SAGE), con el
fin de estudiar varios aspectos de la gestión medioambiental e investigar la posibilidad
de desarrollar normas medioambientales.
1992 Se publica, por parte de la BSI, la norma BS 775-92 sobre SGA empresarial.
1992 Programa piloto de implantación de la norma BS 7750-92 con participación de 230
organizaciones.
1993
La ISO establece el Comité Técnico TC 207 que busca desarrollar normas en gestión
medioambiental, bajo la orientación de la Secretaría General del Canadá. Se identifica
la norma internacional sobre gestión medioambiental como norma ISO serie 14000.
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
57
Por otro lado, el primer antece-
dente del SGA corresponde a la nor-
ma británica BS7750 desarrollada por
el Instituto Británico de Normaliza-
ción (BSI) en 1992. Se trataba de una
norma complementaria, en cuestiones
ambientales, a la norma ISO 9001;
adaptada a las necesidades de los pro-
fesionales en general y no a especia-
listas en medio ambiente; aplicable a
todos los tipos y tamaños de empre-
sas; enfocada a aspectos ambientales
de la producción y a normas y leyes
existentes en este campo; y orientada
a procesos de certificación.
Apoyada en este trabajo de los in-
gleses, la ISO creó el Comité Técni-
co TC-207 dividido en varios subco-
mités encargados de desarrollar nor-
mas para la gestión medioambiental.
Se obtuvo así la familia de normas
ISO serie 14.000, cuyas normas más
relevantes son la ISO 14.001 y la ISO
14.004, acordes con el SGA y actua-
Fuente: Vega, M. Leonel. Gestión medio ambiental, pp. 70 – 71.
lizadas en diciembre de 2004 (Icon-
tec-NTC-2004).
Los elementos y requisitos de la
norma ISO 14.001 se señalan en el
cuadro 3. La validez de esta norma a
nivel internacional dependerá en el
futuro de que «pueda ser insertada en
un sistema estatal de certificaciones
y control, - orientado bajo los linea-
mientos de una política ambiental
estatal debidamente armonizada a ni-
vel global» (Vega 1999, 113). Si se
aplica de manera aislada, su eficacia
se reducirá enormemente. Para ello,
cada Estado deberá crear una estruc-
tura sistémica que contenga las áreas
destinadas a informar, registrar, veri-
ficar, validar y certificar la conformi-
dad ambiental de todo tipo de empre-
sas. Una norma aplicable a grandes y
pequeñas empresas y adaptable a un
sinfín de situaciones le darían, sin
duda, más competitividad al comer-
cio exterior.
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
1993 La CUE publica la propuesta final de lo que debería ser un sistema comunitario de
ecogestión y ecoauditoría.
1993 Se aprueba el reglamento CEE/1836/93 relativo al programa comunitario de gestión y
auditoría medioambientales.
1994
Se publica una versión revisada de la BS-7750 que incluye cambios menores surgidos
durante el programa piloto de implantación y ciertos elementos que pretende
armonizarla con el Reglamento CEE/1836/93.
1994
Se publican normas sobre SGA en ciertos países como Francia con el X30-200,
Irlanda con la N150A/B y España con las UNE 801-94 y UNE 802-94, tomando como
base para su redacción los borradores que sobre las mismas viene preparando la ISO.
1995 Entra en vigor el Reglamento CEE/1836/93.
1996 Se aprueban y publican las normas ISO 14001. EL ISO 14004 sobre SGA
empresarial.
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
58
4.2 Biocomercio y Empresas Ver-
des
A lo anterior hay que añadir que
la práctica de la gestión ambiental
debe trascender el ámbito empresa-
rial y situarse en el ámbito munici-
pal, regional y macroeconómico don-
de juegan un papel primordial las au-
toridades ambientales (el Ministerio
de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, las corporaciones regiona-
les de desarrollo y los departamentos
Fuente: Vega, M. Leonel 1999. Gestión Medio Ambiental. pp. 85–86.
Cuadro 3. Elementos y requisitos de la Norma ISO 14001.
HENRY ARBOLEDA HOME
ELEMENTOS REQUISITOS
Revisión inicial
− Requisitos legales y reglamentos.
− Identificación de los aspectos ambientales significativos.
− Examen de las prácticas y procedimientos de gestión
medioambiental obtenida.
− Evaluación de la información obtenida.
Política Ambiental
− Apropiada a la naturaleza, magnitud e impactos
ambientales de sus actividades.
− Compromiso de mejora continua y de prevención de la
contaminación.
− Compromiso de cumplir la legislación medioambiental.
− Marco para establecer y revisar los objetivos y metas
medioambientales.
− Documentada, implantada, mantenida al día y
comunicada a todos los empleados.
− A disposición del público.
Planificación − Aspectos ambientales.
− Requisitos legales y otros requisitos.
− Objetivos y metas ambientales.
− Programa de gestión ambiental.
Implantación y
función
− Estructura y responsabilidades.
− Formación, sensibilización y competencia profesional.
− Comunicación.
− Documentación del SGA.
− Control de la documentación.
− Planes de emergencia y capacidad de respuesta.
Comprobación y
acción correcta
− Seguimiento y medición.
− No - conformidad, acción correctora y acción preventiva.
− Registros.
− Auditoría del SGA.
Revisión por la
dirección − Revisión del SGA.
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
59
administrativos de gestión ambiental
urbana). Son estas autoridades las res-
ponsables de los planes de ordena-
miento territorial y manejo ambien-
tal en sus respectivos ámbitos de ju-
risdicción, los cuales deben colocar
las condiciones y límites al uso de
recursos naturales que estén encami-
nados a la producción de bienes para
consumo interno o externo. Bajo este
enfoque, el Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial
(2001) ha diseñado la estrategia Em-
presas Verdes que permite promover
los «mercados verdes» con la presen-
cia de actores públicos y privados in-
teresados en crear empresas amiga-
bles con el medio ambiente. Dicha
estrategia vincula la conservación de
la naturaleza con el desarrollo, me-
diante mecanismos que impulsen la
inversión y el comercio de los pro-
ductos y servicios de la biodiversidad,
bajo un contexto de sostenibilidad
socioeconómica y ambiental así como
de competitividad nacional e interna-
cional. Como respuesta a esta políti-
ca, la Corporación Autónoma Regio-
nal del Valle del Cauca, CVC, (2004)
ha puesto en marcha, dentro del Plan
de Acción Trienal 2004-2006, el Pro-
grama Biocomercio Sostenible y
Agricultura cuyo propósito es identi-
ficar y apoyar iniciativas empresaria-
les comunitarias que participen de
esta filosofía. Entre los productos de
mayor competitividad prospectiva del
Valle del Cauca que están en condi-
ciones de cumplir con las estrategias
de los mercados verdes, se desta-
can:
* La guadua: el Valle del Cauca
cuenta con plantas semi-indusria-
les de pequeña escala que produ-
cen vigas, paneles y tableros en
varios espesores, laminados para
construcción, pisos y muebles.
* Artesanías no maderables: con
base en el wuerregue, la calceta
de plátano, la seda, la iraca y las
semillas.
* Productos naturales y procesados
ecológicos: a nivel de hortalizas,
frutas (pulpas y mermeladas),
café, azúcar, panela y melao.
* Zoocrías de mariposas: Colom-
bia posee el mayor número de es-
pecies de mariposas: 3.000 diur-
nas y 45.000 nocturnas.
* Plantas medicinales, aromáticas
y productos naturales: se transfor-
man en champúes, pomadas, ja-
rabes y jabones.
* Abonos e insumos biológicos: in-
crementan la fertilidad de los sue-
los sin el uso de tóxicos ni pesti-
cidas.
* Flores y follajes tropicales: sobre-
salen las heliconias, de las cua-
les Colombia posee el mayor nú-
mero de especies en el mundo.
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
60
Para incentivar la oferta de este
tipo de productos existe la deducción
de un porcentaje del valor de la in-
versión de la renta líquida para las em-
presas comprometidas en ellos. Ade-
más, Proexport y el Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo pro-
porcionan una herramienta eficaz para
apoyar a los empresarios que deseen
ingresar sus productos, en calidad de
oferta comercial, a los mercados in-
ternacionales. Los procedimientos
para exportar dichos productos se pre-
sentan en el anexo 2.
Los mercados verdes son un
buen ejemplo de cómo cerrar la bre-
cha entre comercialización y desarro-
llo sostenible, buscando así que los
costos ecológicos sean reconocidos
en el accionar de los negocios y al
mismo tiempo entender que la natu-
raleza también genera rentabilidad.
4.3 Acuerdos ambientales interna-
cionales
Como se deduce de todo el aná-
lisis anterior, hay todo un conjunto de
factores que hacen del comercio ex-
terior un proceso donde la producción
y el consumo de bienes exportables e
importables son sus elementos más
visibles, pero ellos se mueven dentro
de un conjunto de circunstancias de
tiempo, lugar, cantidad, calidad, pu-
blicidad, información, financiación y
legislación donde ésta última ha sido
relegada a un segundo plano en lo que
concierne a la regulación ambiental.
Ni la OMC, ni el GATT, parecen
haber estado muy comprometidos con
la adopción de políticas ambientales
vinculadas con el comercio interna-
cional. Los países ricos pertenecien-
tes a la OMC no muestran mayor in-
terés en la puesta en marcha de solu-
ciones ambientales para fines comer-
ciales, limitándose a la aplicación de
estándares sanitarios y fitosanitarios
necesarios para proteger la vida o la
salud humana, animal o vegetal o la
conservación de recursos naturales
exhaustivos, que son regulados por un
Cuerpo de Apelación, a modo de ca-
sos de excepción a las reglas genera-
les de no discriminación. Por ejem-
plo, las normas de la OMC permiten
que los gobiernos establezcan restric-
ciones a la importación de bienes que
tienen implicaciones directas sobre la
salud como es el caso de las fibras de
asbestos, fungicidas o pesticidas cul-
pables de cáncer, o bien el caso de la
producción atunera que ocasiona alta
mortalidad de delfines. Tampoco la
OMC hace muchos esfuerzos en re-
visar medidas proteccionistas tales
como topes tarifarios, cuotas y subsi-
dios a la producción doméstica, por
ejemplo de carbón y madera, que
afectan no sólo el desarrollo sino tam-
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
61
bién el medio ambiente de los países
exportadores (Cameron y Campbell
2002).
De otra parte, el esfuerzo de los
acuerdos ambientales internacionales
tiende a volverse inútil si no está ata-
do a tratados comerciales específicos
que los hagan operativos. Entre los
acuerdos más importantes de este tipo
figuran:
• El Protocolo de Montreal firma-
do en 1987 por 24 países, bajo el
auspicio de las Naciones Unidas,
con el propósito de reducir gra-
dualmente los clorofluorcarbona-
dos (CFC) y los halógenos cau-
santes de la destrucción de la capa
de ozono. En esta forma queda-
ron prohibidas las exportaciones
de sustancias que generaran CFC
provenientes de cualquier país
firmante hacia otros no firman-
tes y viceversa.
• La Convención de Basilea sobre
movimientos transnacionales de
desechos peligrosos, firmado en
1989 por 161 países, limita la ex-
portación de desechos peligrosos
a la aprobación del país receptor
y a la seguridad de que tendrán
una apropiada disposición final.
• La Convención sobre Comercio
Internacional de Especies Silves-
tres de Fauna y Flora en Peligro
de Extinción (CITES), vigente
desde 1975 y firmada por 96 paí-
ses, para regular el movimiento
de exportaciones e importaciones
de especies silvestres.
• El Protocolo de Kyoto, acordado
en 1997 por 40 países industria-
lizados y al cual se han adherido
China e India, con el fin de redu-
cir las emisiones de Gases de
Efecto Invernadero (GEI). Los
mecanismos planteados por el
Protocolo son de tres clases: a)
compromisos conjuntos que per-
miten acometer proyectos de re-
ducción de manera conjunta y
poder distribuir las unidades de
reducción de emisiones entre los
países participantes. Este meca-
nismo se encuentra en estado in-
cipiente; b) comercio de emisio-
nes: consiste en la compra y ven-
ta de emisiones de GEI entre paí-
ses comprometidos, de modo que
quien reduzca un nivel más alto
que el acordado podrá vender sus
excedentes a quien no lo haya
logrado. Este mecanismo entra a
regir a partir del año 2008. c)
Mecanismos de desarrollo lim-
pio: permite a los gobiernos y
empresas de los países compro-
metidos transferir tecnologías
limpias a países en desarrollo
mediante inversiones en proyec-
tos de reducción de GEI que de-
berán ser certificadas y dan lugar
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
62
al denominado «mercado interna-
cional del carbono» con la crea-
ción de los Certificados de Re-
ducción de Emisiones –CRES
(Field 1995).
Estos acuerdos, que se fundamen-
tan en el principio «el que contamina
o depreda paga», han ido teniendo re-
sultados positivos parciales, en la
medida en que han evitado un empeo-
ramiento de la calidad ambiental del
planeta. Sin embargo, el mecanismo
de ejecución de los acuerdos es aun
muy limitado, al no existir un orga-
nismo supranacional que evalúe, mo-
nitoree y aplique medidas de manera
uniforme sino que se ha dejado a la
buena voluntad de cada país, vía per-
suasión moral o a través de retalia-
ciones que un país o un grupo de ellos
(tipo Unión Europea) ejerzan sobre
los que se muestren renuentes a su
cumplimiento. Se les abona, además,
que dentro los limitados períodos de
aplicación, han permitido «abrir tro-
cha» para asuntos que pueden llegar
a ser acuerdos internacionales de ca-
rácter más global que vinculen pro-
gresivamente a los países en desarro-
llo.
En síntesis, el panorama del cam-
bio global y sus nexos con el comer-
cio exterior seguirán siendo muy pre-
ocupantes mientras los esfuerzos de
los distintos organismos internacio-
nales y nacionales comprometidos
sigan siendo dispersos y aislados. En
vista de la dificultad para establecer
un organismo internacional que inte-
gre las dimensiones de lo ambiental
y lo comercial, es preciso pensar en
estrechar la labor de la OMC, con su
Comité sobre Comercio y Ambiente,
y el Programa de las Naciones Uni-
das para el Medio Ambiente (PNU-
MA). Estos organismos deberían
plantear un conjunto de normas bási-
cas de alcance global, con sus respec-
tivos indicadores de medición y con-
trol, acordes con lo establecido en el
SGA y el SGC que sean aplicables a
la producción tanto de bienes domés-
ticos como comerciables. Sólo com-
partiendo un lenguaje común mínimo
entre países sobre mecanismos y po-
líticas en materia de comercio y am-
biente, se podrá avanzar de manera
satisfactoria en la liberalización co-
mercial y en la protección ambiental.
5. CONCLUSIONES
El panorama futuro del cambio
global es preocupante a raíz de la di-
námica comercial que viene acelerán-
dose en el mundo, fruto de las ruedas
comerciales entre los países ricos
(tipo OMC) y de las aperturas comer-
ciales de los países del tercer mundo,
en especial de los TLC con Estados
Unidos. Esta tendencia aperturista e
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
63
integracionista, tendrá, sin duda, un
efecto dinámico sobre las economías
de los países participantes, pero con
un costo ambiental creciente, al me-
nos en el corto plazo, pues la veloci-
dad de las negociaciones y el esfuer-
zo por hacerlas operativas es mayor
que el interés en aplicar las normas
que rigen el SGA por parte de las
empresas comprometidas en los pro-
cesos de exportación-importación de
bienes y servicios. Lo anterior se plan-
tea a pesar de que los TLC, como el
que ha negociado Colombia con Es-
tados Unidos en el año 2006, inclu-
yan acuerdos de cooperación ambien-
tal y reconozcan los acuerdos inter-
nacionales de protección ambiental
suscritos y la soberanía de las partes
sobre el uso y aprovechamiento de sus
recursos naturales.
Además, los monopolios de la
biotecnología, que se apoyan en ma-
nejos exclusivos de patentes sobre re-
cursos genéticos, coloca en manos de
los países ricos y sus empresas, po-
seedoras de dichas patentes, todo el
poder de sacar partido del enorme
potencial de la biodiversidad de las
selvas húmedas tropicales ubicadas
en países del tercer mundo. Esta si-
tuación, a más de acentuar las tenden-
cias del cambio global, empeora la
distribución del ingreso y de la rique-
za entre países.
La apertura irrestricta de las eco-
nomías avala el modelo de acumula-
ción de riquezas basado en la acele-
rada conversión de capital natural en
capital financiero-industrial. Se re-
quiere que la racionalidad económi-
ca ceda finalmente en favor de la sos-
tenibilidad ambiental, lo cual exige
que el empresario del futuro le apues-
te al logro de una eficiencia produc-
tiva basada en el óptimo manejo de
los recursos ambientales no apropia-
bles ni mercadeables. Aunque la ten-
tación por degradar estos insumos
siga siendo muy atractiva al no exis-
tir para ellos unos derechos de pro-
piedad precisos, su conservación con-
ducirá progresivamente hacia niveles
de competitividad con resultados po-
sitivos medibles a la luz de indicado-
res de rentabilidad y sobre todo de
calidad de vida.
El Programa de las Naciones
Unidas para el Medioambiente-PNU-
MA, en asocio con la OMC, deberá
extender sus exigencias y controles
ambientales a todos los países del
mundo bajo criterios similares a los
que se aplican para los derechos hu-
manos. No podemos seguir actuando
en los comercios domésticos ni tam-
poco en los internacionales guiados
por la paradoja del Rey Midas, esto
es, convirtiendo todo en divisas para
terminar sumidos en un mundo de
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
64
hambre y destrucción para las gene-
raciones presentes y futuras.
Permítame el lector terminar con
una frase de Kofi Annan, Secretario
General de las Naciones Unidas, en
uno de sus discursos: «Se considera
que un país es desarrollado cuando
sus ciudadanos tienen la capacidad de
insistir, no sólo en el bienestar mate-
rial, sino también, en mejorar los es-
tándares en materia de derechos hu-
manos y de protección ambiental».
6. REFERENCIAS
Anglada, M. L. (1997). El cambio glo-
bal en el medio ambiente. Barcelo-
na: Marcombo Boixareu Editores.
Belausteguigoitia, J. (1999). «Algunas
consideraciones sobre el tratado tri-
lateral de libre comercio (Nafta) y
el medioambiente». Economía del
medio ambiente en América Latina.
Bogotá: Alfaomega. pp 67-81.
Cáceres, O. (1990). «A producir mejor
y a exportar más…el nuevo desa-
fío». Economía Colombiana, No.
228-229, pp. 25-32.
Cameron, J. y Campbell, K. (2002). «A
reluctant Global Policymaker». The
Greening of Trade Law. Boston:
Rowman &Littlefield Publishers,
Inc. pp23-50.
Corporación Autónoma Regional del
Valle del Cauca, CVC. (2004). Plan
de acción trienal 2004-2006. Cali.
Field, B. (1995). Economía Ambiental.
Bogotá: Mc Graw Hill.
Flórez, L. G. Y Méndez J. (1990). «La
apertura y la reestructuración indus-
trial». Economía Colombiana, No.
228-229, pp. 32-40.
Gitli, E. y Hernandez G. (2002). La exis-
tencia de la Curva de Kuznets Am-
biental (CKA) y su impacto sobre
las negociaciones internacionales.
San José de Costa Rica: Centro In-
ternacional de Política Económica
para el Desarrollo Sostenible-
CINPE.
ICONTEC. (2004). Norma Técnica Co-
lombiana-NTC-ISO 14001-14004.
DNP (1977). «La economía colombiana
1950-1975». Revista de Planeación
y Desarrollo, Vol. IX, No. 3, pp.
227-240. Bogotá.
Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial (2001) Em-
presas verdes. Bogotá.
Organización de las Naciones Unidas.
(1987). Nuestro destino común.
Nueva York.
Porter, M. (1997). Estrategia competiti-
va. México: Compañía Editorial
Continental, S. A.
Quintero, J. (1992). «Modernización de
la agricultura y riesgos de deterioro
ecológico en América Latina y el
Caribe». Desarrollo sostenible y
políticas económicas en América
Latina. San José de Costa Rica: edi-
torial DEI. pp. 87-111.
Ricardo, D. (1959). Principios de eco-
nomía política y tributaria. Méxi-
co: Fondo de Cultura Económica.
Ten Kate, A. (1999). «Desarrollo indus-
trial y el medio ambiente en Méxi-
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
65
co». Economía del medio ambiente
en América Latina. Bogotá: Alfao-
mega. pp. 87-120.
The World Bank (2005). World deve-
lopment indicators. Washington.
Vega, Mora, L. (1999). Gestión medio-
ambiental. Bogotá: Tercer Mundo
Editores.
World Economic Forum (2006). Global
Competitiveness Network. [en lí-
nea]. Disponible en: http://
w w w . w e f o r u m . o r g / s i t e /
h o m e p u b l i c . n s f / C o n t e n t /
Global+Competitiveness+Programme
[Consulta: 10 de mayo de 2006].
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
66
GRUPO A DE PAÍSES CON INGRESO ALTO (55)
Andorra Alemania Holanda
Aruba Grecia Antillas Holandesas
Australia Groenlandia Nueva Caledonia
Austria Guam Nueva Zelanda
Bahamas Hong Kong, China Noruega
Bahrein Islandia Portugal
Bélgica Irlanda Puerto Rico
Bermuda Isla de Man Qatar
Brunei Israel San Marino
Canadá Italia Arabia Saudita
Islas Caimán Japón Singapur
Islas Canal Corea Eslovenia
Chipre Kuwait España
Dinamarca Liechtenstein Suecia
Islas Faroe Luxemburgo Suiza
Finlandia Macao, China Emiratos Árabes Unidos
Francia Malta Reino Unido
Polinesia Francesa Mónaco Estados Unidos
Islas Vírgenes (U.S)
GRUPO MA DE PAÍSES CON INGRESO MEDIO ALTO (40)
Samoa Americana Grenada Polonia
Barbados Hungría Federación Rusa
Argentina Latvia Seychelles
Barbados Líbano República Eslovaca
Belice Libia Sudáfrica
Bostwana Lituania Santa Kitts y Nevis
Chile Malasia Santa Lucia
Costa Rica Mauricio San Vicente y Granados
Croacia Mayotte Trinidad y Tobago
República Checa México Turquía
Dominica Islas Norte Mariana Uruguay
Guinea Ecuatorial Omán Venezuela
Estonia Palau
Gabon Panamá
ANEXO 1
GRUPOS DE PAÍSES DEL MUNDO POR NIVELES DE INGRESO
(Banco Mundial)
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
67
GRUPO MB DE PAÍSES CON INGRESO MEDIO BAJO (54)
Albania El Salvador Namibia
Argelia Fiji Paraguay
Angola Georgia Perú
Armenia Guatemala Filipinas
Azerbaiyán Guyana Rumania
Befarus Honduras Samoa
Bolivia Indonesia Serbia y Montenegro
Bosnia y Herzegovina Irán Sri Lanka
Brasil Iraq Surinam
Bulgaria Jamaica Swazilandia
Cabo Verde Jordán Siria
China Kazajastan Tailandia
Colombia Kiribati Tonga
Cuba Macedonia Túnez
Yibouti Maldivas Turkememistán
Republica Dominicana Islas Marshall Ucrania
Ecuador Micronesia Vanuatu
Egipto Marruecos West Bank y Gaza
GRUPO B DE PAÍSES CON INGRESO BAJO (54)
Afganistán Haití Pakistán
Bangladesh India Papua Nueva Guinea
Benín Kenya Rwanda
Butan Corea, Dem Rep. Sao Tome y Prim
Burkina Faso Kyrgyz Senegal
Burundi Laos PDR Sierra Leone
Camboya Lesotho Islas Solomón
Camerún Liberia Somalia
República Africana
Central
Madagascar
Sudan
Chad Malawi Tajikistán
Comoros Malí Tanzania
Congo, Dem. Rep. Mauritania Timor-Leste
Congo, Rep. Moldavia Togo
Costa de Marfil Mongolia Uganda
Eritrea Mozambique Uzbekistán
Etiopía Myanmar Vietnam
Gambia Nepal Yemen, Rep.
Gana Nicaragua Zambia
Guinea Níger Zimbabwe
Guinea - Bissau Nigeria
COMERCIO EXTERIOR Y MEDIO AMBIENTE: UNA APROXIMACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
68
Fuente: Ministerio del Medio Ambiente. Empresas Verdes, Bogotá, 2001.
* DIAN: Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales
ANEXO 2
DIAGRAMA DE PROCEDIMIENTO PARA EXPORTAR PRODUCTOS VER-
DES EN COLOMBIA
HENRY ARBOLEDA HOME
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 33 - 68 Noviembre - 2006
Definición de qué y
hacia dónde va a
exportar
1. Registrarse como
exportador
3. El exportador
entrega la factura
proforma al
importador
2. En caso de
requerirse, se tramita el
certificado de origen
4, 5, 6 El
importador
acepta las
condiciones
indicadas en la
factura proforma
y crédito por
medio del banco 8. En caso de requerirse,
se diligencia el visto
bueno ante la autoridad
correspondiente
7. El exportador recibe la
confirmación de la
apertura de la carta de
crédito y contrata el
transporte
9. Se adquiere y diligencia el
documento de exportación
(DEX)
9. La DIAN* efectúa la
revisión de la mercancía y
autoriza su despacho 9. Se presenta
el DEX ante la
DIAN
adjuntando los
documentos
necesarios
10. El exportador diligencia la
declaración de cambio
9. El exportador recibe el pago
a través de su representante
financiero
11. Si el producto exportador tiene
beneficios por certificar, el
exportador autoriza a su
intermediario financiero para que
tramite ante el Micomex su
reconocimiento