Upload
phungtuyen
View
216
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
69
Comprendiendo la Globalización1
Jaime Rafael Ahcar Olmos2
1. El autor agradece a la profesora María Teresa Victoria por sus valiosos consejos y correcciones que permitie-
ron conseguir una mayor claridad en la redacción de este artículo. Igualmente, agradece al doctor Manuel
Jiménez, por sus comentarios y revisión de estilo. Este artículo se recibió el 26/08/2005 y se aprobó el 02/11/
2005.
2. Magíster en Comercio Internacional, Universidad de Alicante, España. Economista, Universidad Externado
de Colombia. Especialista en Economía Internacional, Universidad Externado de Colombia. Profesor ins-
tructor, Departamento de Economía, Pontificia Universidad Javeriana, Cali, Colombia. Correo electrónico:
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
70
RESUMEN
Debido al uso indiscriminado que se
hace del concepto globalización, es pertinen-
te que nos cercioremos de entenderlo correc-
tamente. Si entendemos la globalización
como un fenómeno complejo, reversible, que
no es nuevo, ni homogéneo y que consiste
en el incremento de las múltiples redes de
interdependencia a distancias supracontinen-
tales, en sus diversas dimensiones, gracias
al aumento de la rapidez y a la reducción de
los costos de transporte y de las comunica-
ciones, y a los procesos de liberalización y
apertura, podremos alcanzar una mejor com-
prensión de cómo la globalización transfor-
ma nuestras sociedades. En sí misma la glo-
balización no podrá mejorar o empeorar el
mundo en el que vivimos. Los efectos del
proceso de globalización estarán asociados
a las decisiones políticas, de producción y
consumo que tomen los agentes generado-
res de la globalización que se encuentran en
la parte alta de la pirámide de influencia,
encabezada por los gobiernos de los países
más poderosos, las firmas multinacionales y
los organismos multilaterales. Los movi-
mientos alterglobalización, la comunidad
académica y estudiantil y los ciudadanos del
común pueden contribuir a la construcción
de una globalización alternativa que contri-
buya a garantizar el desarrollo sostenible y
la reducción de las desigualdades a escala
global.
Palabras clave: globalización, movimien-
tos alterglobalización, movimientos antiglo-
balización, cultura, dimensiones de la glo-
balización, Estados, interdependencia, mul-
tinacionales, redes, regionalización, ONG.
ABSTRACT
Due to the indiscriminate use that is
done of the concept of globalization, there
becomes pertinent that we make sure of
understanding it correctly. If we deal to
globalization as a complex, reversible
phenomenon, which is neither new, nor
homogeneous and that implies the increase
of the multiple nets of interdependence to
supra-continental distances in its different
dimensions thanks to the increase of the
rapidity and the reduction of the costs of
transport and communications, and to the
processes of liberalization and opening, we
will be able to reach a better comprehension
of how the globalization transforms our
societies. It is not globalization itself that will
be able to improve or to worsen the world in
which we live. The effects of the process of
globalization will be associated with the
political, production and consumption
decisions that there take the generating
agents of the globalization who are in the
high part of the pyramid of influence, headed
by the governments of the most powerful
countries, the multinationals corporations
and the multilateral organizations. The alter-
globalization movements, the academic and
student community and the ordinary citizens
can contribute to the construction of an
alternative globalization that helps to
guarantee the sustainable development and
the reduction of worldwide inequities.
Key words: globalization, alter-
globalization movements, anti-globalization
movements, culture, dimensions of the
globalization, States, interdependence,
multinationals, nets, regionalization, ONG.
Clasificación JEL: F50.
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
71
INTRODUCCIÓN
Existe en nuestro medio una gran
variedad de palabras abstractas y di-
fíciles, tales como relatividad, descen-
tralización, ventaja comparativa, glo-
balización y tantas otras que forman
parte del vocabulario cotidiano de
políticos, académicos, estudiantes y
de buena parte de los ciudadanos co-
rrientes, y que sin embargo son mal
comprendidas y peor utilizadas. De
todas éstas, nos ocuparemos única-
mente de la palabra «globalización»,
dada su particular importancia en la
época actual.
De hecho, apenas hasta el otoño
de 2001, apareció el término globali-
zación en el diccionario de la Real
Academia Española de la Lengua
(2005), definido como la «Tendencia
de los mercados y de las empresas a
extenderse, alcanzando una dimen-
sión mundial que sobrepasa las fron-
teras nacionales».
Autores como Goerge Soros de-
finen la globalización como «el libre
movimiento de capitales y el aumen-
to del dominio por parte de los mer-
cados financieros y las corporaciones
multinacionales de las economías na-
cionales» (Soros 2002, 7).
Joaquín Estefanía, por su parte,
escribe: «La globalización, según en-
tiendo, no es ni un progreso, ni una
regresión, ni una ideología, ni siquiera
una política; es una etapa de la histo-
ria de la humanidad y un proceso que
da una dimensión nueva a los fenó-
menos presentes» (Estefanía 2003,
14).
Este tipo de definiciones y otras
aproximaciones metafóricas, como
tratar de entender la globalización
como si fuera una «aldea global», sue-
len ser bastante imprecisas, incomple-
tas o apocalípticas.
Quizás la mejor aproximación a
una definición de globalización, nos
la proporcionan Keohane y Nye
(2000); el enfoque de estos autores
pone énfasis sobre el elemento esen-
cial y caracterizante principal de la
globalización, su inherente vínculo
con el crecimiento, con la condición
de que algo se está incrementando.
Del trabajo de estos autores, se pue-
de fácilmente desprender una defini-
ción de globalización como el fenó-
meno que consiste en el incremento
de las múltiples redes de interdepen-
dencia entre regiones distantes del
mundo, en sus diversas dimensiones,
gracias al aumento de la rapidez y a
la reducción de los costos de trans-
porte y de las comunicaciones, y a los
procesos de liberalización y apertu-
ra.
Sin embargo, esta noción no pa-
rece estar presente en la sabiduría po-
pular. Para comprobarlo, basta pre-
guntar a cualquier persona ¿qué es la
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
72
globalización? ¿o qué entiende por
ese concepto? y se observará como
prácticamente nadie hace explícita la
noción de que algo se encuentra en
crecimiento.
A lo largo de este trabajo, se in-
tentará penetrar en los más íntimos
detalles de este enigmático fenó-
meno llamado globalización con el
fin de facilitar su comprensión de una
forma clara y sencilla, primero estu-
diando sus distintas dimensiones; se-
gundo, explorando sus características
principales; tercero, abordando el
tema de la complejidad de las redes
de interdependencia; cuarto, pregun-
tándonos si es posible medirla; quin-
to, diferenciando la globalización de
la regionalización; sexto, profundi-
zando sobre el tema del transporte y
las comunicaciones; y séptimo, for-
mulando unas conclusiones.
1. LAS DIFERENTES DIMEN-
SIONES DE LA GLOBALI-
ZACIÓN
Para comenzar, resulta muy útil
entender la globalización como un fe-
nómeno pluridimensional, pues es
más sencillo inferir el verdadero sig-
nificado de la globalización a partir
del conocimiento del funcionamien-
to de una o varias de sus dimensio-
nes por separado. Aunque no existe
una lista única, y es evidente que cada
dimensión está interconectada con las
otras, la globalización se puede divi-
dir a grandes rasgos en sus dimensio-
nes económica, política, cultural, so-
cial, tecnológica, militar y ambiental.
1.1 La dimensión económica
Esta dimensión abarca las inte-
rrelaciones entre países a distancias
supracontinentales en las esferas co-
mercial, financiera y migratoria. El in-
cremento de este conjunto de interre-
laciones se denomina globalización
económica. Hay que notar que es po-
sible que una esfera crezca mientras
otra retroceda en un período determi-
nado; tratar de entender qué sucede
con la globalización económica en
general depende de la ponderación
que se le dé al comercio, a las finan-
zas y a los flujos migratorios.
La esfera comercial incluye las
exportaciones e importaciones de bie-
nes y servicios; la esfera financiera
contempla todos los flujos, tanto de
entrada como de salida, de inversión
directa, inversión de cartera, deuda
externa y los flujos de remuneración
a la inversión como intereses o divi-
dendos; por último, la esfera migra-
toria considera los flujos transitorios
o permanentes de entrada y salida de
personas, independientemente del
gasto que estos movimientos generen
que, por lo general, es considerado del
ámbito comercial, al ser el turismo
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
73
clasificado como servicio. Las trans-ferencias o remesas de los inmigran-tes se incluyen dentro de la esfera fi-nanciera aunque bien podrán ser en-tendidas como parte de la globaliza-ción de los flujos de personas.
Cuando se considera el flujo mi-gratorio dentro de la dimensión eco-nómica se está destacando el carácterde factor productivo inherente al tra-bajo raso o al capital humano que re-presentan las personas; sin embargo,la globalización de los flujos migra-torios también tiene una dimensióncultural que se deriva del intercam-bio cultural que se produce cuando
entran en contacto las masas de in-migrantes y las sociedades anfitrio-nas.
El incremento de las interrelacio-nes comerciales entre regiones distan-tes del mundo se conoce como glo-balización comercial, en tanto que elincremento de las interrelaciones fi-nancieras a distancias supracontinen-tales se conoce como globalizaciónfinanciera.
El siguiente gráfico ilustra la glo-balización comercial. Éste compara elcrecimiento del valor de las exporta-ciones mundiales frente al crecimien-to del PIB mundial entre 1974 y 2003.
Gráfico1. Globalización Comercial: crecimiento del valor de las exportaciones mundiales
y del PIB. En porcentajes (%). 1974-2003
Fuente: Cálculos propios. OMC. 2005.
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
1974-78 1979-83 1984-88 1989-93 1994-98 1999-03
Crecimiento del comercio (valor)
Crecimiento del PIB
74
Se puede observar cómo el cre-
cimiento del comercio es superior al
crecimiento del PIB mundial, lo cual
significa que las relaciones comercia-
les internacionales han venido ganan-
do importancia frente a la actividad
económica global. Esto podría con-
siderarse un indicador aproximado de
la globalización comercial.
Por su parte, la globalización fi-
nanciera también ha sido destacable.
De hecho, para muchos se presenta
como el principal factor globalizador
de nuestros tiempos (A.T. Kearney/
Foreign Policy 2005).
Las grandes firmas multinaciona-
les y los inversionistas instituciona-
les como los fondos de pensiones, los
fondos de inversión y las compañías
de seguros han jugado un papel cru-
cial al aprovechar la liberalización
financiera para extender sus operacio-
nes a nivel global materializando una
globalización financiera de grandes
proporciones. Las inversiones extran-
jeras directas pasaron de representar
6.7% del PIB mundial en 1980 a
22.3% del mismo en 2002 (Cheva-
llier 2004).
Para Herrera (2005, 207), el ar-
gumento teórico para globalizar los
flujos de capitales «se funda en una
versión de la hipótesis del mercado
eficiente: los mercados de capital li-
berados de la injerencia gubernamen-
tal optimizan la determinación de pre-
cios de los activos de capital y la asig-
nación eficiente de los recursos sus-
ceptibles de invertirse»; el mismo
autor nos aclara que esta teoría pre-
senta diversas fallas asociadas a pro-
blemas de información asimétrica,
errores de interpretación de los ope-
radores técnicos e incertidumbre in-
herente a los rendimientos futuros del
capital.
Un grave síntoma de la imperfec-
ción de los mercados de capitales fue-
ron las crisis financieras internacio-
nales que se presentaron tras su des-
regulación desmedida en los merca-
dos emergentes, entre finales de la dé-
cada de los noventa y comienzos del
siglo XXI. Esta situación estuvo en la
génesis de las crisis financieras del
sudeste asiático, Colombia y Argen-
tina, por poner algunos ejemplos.
Afortunadamente, superado lo peor
de esas crisis se ha generado un cam-
bio positivo en la composición de los
flujos financieros globales, de forma
que la deuda externa ha cedido terre-
no a las inversiones directas, menos
riesgosas, como principal fuente de
financiamiento internacional (Crook
2003).
1.2 La dimensión política
Al reconocer el papel fundamen-
tal que juega la interacción de los ac-
tores políticos a escala global, nos po-
demos dar cuenta nuevamente de la
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
75
interdependencia inherente a todas las
dimensiones de la globalización; así
por ejemplo la globalización econó-
mica se expresa en su dimensión po-
lítica en las diferentes instancias de
diálogo y cooperación internacional
que intentan moldearla: el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el
Banco Mundial (BM), la Organiza-
ción Mundial del Comercio (OMC),
la Cooperación Económica del Asia-
Pacífico (APEC), etc. Sin estas orga-
nizaciones, los procesos de liberali-
zación comercial y financiera en el
mundo muy probablemente no hubie-
ran podido avanzar.
La máxima expresión de la glo-
balización política es la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) que a
su vez tiene ramas en prácticamente
todas las dimensiones de la globali-
zación. Esto se hace evidente cuando
revisamos su estructura organizacio-
nal y detectamos su faceta militar en
el Consejo de Seguridad, su faceta
económica en el Consejo de Asuntos
Económicos y Sociales y su faceta
tecnológica en la Unión Internacio-
nal de Telecomunicaciones, por ci-
tar apenas tres de sus líneas de ac-
ción.
Otras expresiones de la globali-
zación política se pueden observar en
agrupaciones como el G-8, la Orga-
nización para la Cooperación y el De-
sarrollo Económico (OCDE), el Pro-
tocolo de Kioto o los Países no Ali-
neados.
La eliminación de los obstáculos
a los intercambios económicos, tec-
nológicos y culturales a escala mun-
dial sólo es posible mediante el diá-
logo y la voluntad política. La otra op-
ción es el uso de la fuerza y la anexión
territorial que, por supuesto, suele ser
más destructiva que constructiva. Los
procesos de apertura, unidos a las me-
joras en los medios de comunicación
y de transporte, dinamizan el proce-
so de globalización.
1.3 La dimensión cultural
Esta dimensión se refiere al con-
junto de interrelaciones culturales que
suceden entre regiones distantes del
mundo. No hay que ir muy lejos para
encontrar diferencias en la manera
como viven los distintos pueblos. In-
cluso dentro de las fronteras de un
mismo país son normales las diferen-
cias regionales.
Sin embargo, hay quienes se que-
jan de una estandarización cultural a
nivel mundial, es decir, de la pérdida
de identidad cultural de los pueblos
debido a la adopción de los hábitos y
costumbres norteamericanos. Este
efecto es entonces causado por la glo-
balización cultural, la cual, a su vez,
involucra varias subdimensiones
como las lenguas, religiones, formas
de vestir y hábitos recreativos.
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
76
Por ejemplo, el inglés es estudia-
do en casi todos los rincones del mun-
do, los mismos letreros de las mis-
mas multinacionales como Mc Do-
nalds, Ford o Tower Records se pue-
den apreciar en los cinco continentes,
sin que los individuos tengan que es-
forzarse mucho por encontrarlos.
No obstante, para autores como
Marc Chevallier (2004), el mundo no
debe temer una americanización cul-
tural, porque la importación de cier-
tas costumbres norteamericanas no se
hace nunca sin que se presente una
hibridización y una reapropiación por
parte de aquellos que son sus desti-
natarios. Asimismo, no hay que via-
jar a Medio Oriente para encontrar
una mezquita o una sinagoga; el Yoga
es practicado en muchos países occi-
dentales, de forma que la interdepen-
dencia cultural es menos desigual de
lo que se pretende.
Incluso, los modelos económicos
asociados a una cultura organizacio-
nal, siguen difiriendo sustancialmen-
te entre regiones distantes. Aunque el
modelo capitalista norteamericano
inclinado en exceso hacia la desregu-
lación de los mercados sirve de refe-
rencia para las reformas de la organi-
zación económica en buena parte del
mundo (Consenso de Washington), en
aquellos países que lo absorben, ter-
mina siendo adaptado en el largo pla-
zo a la realidad particular de sus es-
tructuras organizativas, pues su répli-
ca exacta suele estar marcada por el
fracaso.
Lo anterior ocurre porque las cul-
turas nacionales tienen una capacidad
de resistencia generalmente subesti-
mada. Las culturas se nutren y se
construyen de su contacto con el ex-
tranjero. Las estrategias de adaptación
no son algo nuevo, pero demuestran
la complejidad de las interrelaciones
culturales; Chris Lowney (2004, 178),
en su libro El liderazgo al estilo de
los jesuitas nos muestra cómo la es-
trategia de aculturación seguida a
principios del siglo XV por Roberto
de Nobili, quien adaptó su forma de
vestir y alimentarse italianos a las for-
mas del sur de la India, fue el mejor
camino para fomentar el cristianismo
en esa región. Algo parecido está ocu-
rriendo todo el tiempo con los inter-
cambios culturales a nivel global. Es
así como compañías como Mc Do-
nalds no tardan mucho tiempo en des-
cubrir la importancia de vender ade-
más de hamburguesas, pastas y ensa-
ladas, para penetrar el mercado ita-
liano, pues aunque abiertas, las dife-
rentes culturas conservan un fuerte
poder de resistencia.
El tema cultural es complejo y de-
licado. Autores como Samuel Hun-
tington (1997) interpretan en la resis-
tencia de las culturas al cambio una
fuente de conflicto. No obstante, otros
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
77
menos apocalípticos como el actual
presidente de España, Rodríguez Za-
patero, ven más bien en este fenóme-
no de divergencias culturales un pro-
ceso de aprendizaje mutuo, un diálo-
go entre civilizaciones.
Esta idea puede ser vista «como
una visión alternativa al Choque de
Civilizaciones predicho por el poli-
tólogo norteamericano Samuel Hun-
tington en 1993 (...). La teoría de Hun-
tington afirmaba básicamente dos
cosas: que el orden mundial se esta-
ba rehaciendo en base a unas civili-
zaciones culturo-religiosas que ha-
bían reemplazado a las naciones e
ideologías como fuerzas motrices de
la política mundial; y que los mayo-
res conflictos globales (choques) se
producirían a partir de entonces entre
civilizaciones, especialmente en las
zonas geográficas en las que las civi-
lizaciones entran en contacto» (Man-
glano 2005, 1).
Aparentemente, los atentados del
11 de septiembre en Estados Unidos
le daban la razón a Huntington, pero
mirar el mundo desde esa óptica se-
ría desconocer lo que normalmente
sucede con los intercambios cultura-
les a escala global, a saber, que la asi-
milación, la adaptación y la conviven-
cia prevalecen sobre las relaciones de
conflicto; eso sí, hay que recordar que
los medios de comunicación no se
encargan de hacernos conocer lo que
es normal porque esto no despierta la
atención de los consumidores de no-
ticias; muy pocas veces nos mostra-
rán los cotidianos gestos de conviven-
cia y retroalimentación cultural que
marcan la historia de los pueblos.
1.4 La dimensión social
La dimensión social de la globa-
lización está asociada a los grupos o
movimientos sociales de resistencia
a las decisiones u omisiones que to-
man los grandes poderes moldeado-
res de la misma (gobiernos y empre-
sas multinacionales, etc.) en busca de
mejorar lo que consideran una con-
secuencia indeseada o dañina del pro-
ceso de globalización.
En general, el proceso de globa-
lización, por su naturaleza, no garan-
tiza la igualdad, la justicia, la asimi-
lación cultural, la preservación am-
biental, la prosperidad, la seguridad
o la paz en todos los rincones del
mundo:
• Los derechos humanos están le-
jos de ser cumplidos universal-
mente. Los países permisivos con
el trabajo infantil no sólo dejan
de brindar a sus niños el derecho
esencial a la educación sino que
son cómplices de un dumping
social hacia los países que han
construido y desean preservar sus
Estados de Bienestar.
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
78
• La deslocalización de las empre-
sas genera desempleo en los paí-
ses desarrollados: el fabricante
americano de bluyines Levis ce-
rró hace pocos años su última
planta de producción en los
EE.UU. y lo mismo ocurre con
las industrias de software que
emigran a la India.
• Las crisis financieras internacio-
nales, como la conocida crisis
asiática, producto de una muy
laxa regulación de los flujos in-
ternacionales de capitales, frenan
el desarrollo de los mercados
emergentes (Stiglitz 2002).
• El deterioro del medio ambiente,
además de contribuir al calenta-
miento global, agota los recursos
no renovables de ciertas locali-
dades dejando sin perspectivas de
futuro a las comunidades que tra-
dicionalmente subsisten de ellos.
Es ante estos efectos negativos de
la globalización que reacciona la so-
ciedad, organizándose a nivel global
para hacer resistencia.
Cuando los grupos o movimien-
tos sociales alcanzan a tener una pre-
sencia global, como el caso de las
ONG Green Peace, ATTAC, o Médi-
cos sin Fronteras, se convierten ellos
mismos en agentes de cambio y en
una dimensión activa de la globali-
zación: sus militantes utilizan redes
globales de comunicación para orga-
nizar sus comunicados y manifesta-
ciones. Anualmente se celebra el Foro
Social Mundial y muchas ONG fun-
cionan como verdaderas multinacio-
nales con sucursales en los distintos
continentes.
A estos movimientos se los lla-
mó equivocadamente, a finales de la
década pasada, movimientos antiglo-
balización. Pero ¿son realmente mo-
vimientos que están en contra de la
globalización? Una mirada más pro-
funda a la forma como actuaban ha
terminado por reconocer que más que
estar en contra de la globalización,
surgen como agentes que plantean
una globalización diferente, más jus-
ta, más pacífica o más respetuosa del
medio ambiente. Es decir, no se opo-
nen al incremento de las redes de in-
terdependencia a nivel global, sino
que buscan que este incremento de la
interdependencia produzca unos re-
sultados que consideran más desea-
bles. En consecuencia, ha comenza-
do a llamárseles movimientos alter-
globalización (Estefanía 2003, 67 y
Boniface 2003, 9).
¿Dónde se dejan ver con más
fuerza las expresiones de la globali-
zación social? Contrario a lo que se
podría pensar, no es en los países po-
bres o en vía de desarrollo, sino en
las naciones más desarrolladas. Dos
razones explican mejor esta situación.
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
79
Primero, los niveles de educación de
estos países son mejores y la toleran-
cia a las protestas y manifestaciones
suele ser mayor. Segundo, es en estos
países donde se suelen celebrar las
cumbres y reuniones de políticos y
empresarios; por ejemplo, el Foro
Económico Mundial, que aglutina a
los líderes políticos y empresariales
del planeta, se celebra en Davos, Sui-
za, uno de los países más ricos del
mundo y es ahí donde se concentra la
atención de los medios de comunica-
ción. Además, las sedes de las orga-
nizaciones multilaterales también
suelen estar situadas en países desa-
rrollados.
Estos movimientos suelen hacer-
se notar de formas no convenciona-
les, llegando incluso a ocasionar al-
teraciones del orden público, como
cuando se han expresado enérgica-
mente en escenarios como la Ronda
de Seatle de la OMC celebrada en
1999 o la reunión del Grupo de los
Ocho (G-8) en Escocia en julio de
2005. Casualmente, en esta última
manifestación se pudo observar una
tendencia nueva que afecta estos mo-
vimientos; se trata de la nueva políti-
ca de los gobiernos de ser bastante
restrictivos y cuidadosos de la con-
servación del orden público como
estrategia en la nueva lucha global
contra el terrorismo. Los atentados del
7 de julio de 2005 en Londres, que
nada tienen que ver con el accionar
de los movimientos alterglobaliza-
ción, volvieron a quitar rápidamente
de la escena y de las calles a los ma-
nifestantes. El hecho de que estos gru-
pos suelan valerse de alteraciones del
orden público para llamar la atención
no resulta compatible con las medi-
das de seguridad extremas que se han
visto forzados a tomar los gobiernos
para garantizar el orden público. Pero
las autoridades deberían poder distin-
guir entre unos y otros.
1.5 La dimensión militar y de se-
guridad
Los atentados del 11 de septiem-
bre de 2001 en Estados Unidos, no
son la primera expresión de esta cara
oscura de la globalización. Hace al-
gunos siglos las guerras solían tener
un alcance regional, pero el desarro-
llo de las nuevas tecnologías milita-
res posibilitó el acaecimiento de la
primera y la segunda guerra mundial
durante la primera mitad del siglo XX.
Casi toda la segunda mitad de ese si-
glo se vivió bajo la llamada guerra
fría, basada en la carrera armamen-
tista nuclear de los dos bandos victo-
riosos de la Segunda Guerra Mundial,
originando escenarios de cooperación
militar global como la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El siglo XXI sigue estrechando
perversamente los vínculos entre las
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
80
regiones distantes del mundo, ahora
a través del terrorismo y de la guerra
contra el terrorismo que incluyen las
«visitas» de las tropas aliadas a Afga-
nistán e Irak. Esta guerra contra el
terrorismo, además, ha llevado a ata-
car decididamente por lo menos cin-
co frentes distintos, los que Moisés
Naím (2003) ha llamado las cinco
guerras de la globalización, que son
el tráfico de armas, el tráfico de dro-
gas, el lavado de activos, la piratería
y el contrabando, al identificar la es-
trecha relación de estas actividades
delictivas con la financiación del te-
rrorismo internacional.
Pero no todo en materia de glo-
balización militar es necesariamente
oscuro: es bien sabido que el desa-
rrollo de la Internet, del cual se bene-
fician los negocios y las personas de
todo el mundo, también tuvo su ori-
gen en la necesidad de idear una es-
trategia de defensa basada en las co-
municaciones frente a la amenaza
soviética durante la guerra fría.
Las interrelaciones de la dimen-
sión militar con las demás dimensio-
nes de la globalización son también
muy fáciles de reconocer. Las prime-
ra y segunda guerras mundiales im-
plicaron la reducción de los flujos co-
merciales y financieros, debido, lo
primero, a la destrucción de infraes-
tructuras y al resurgimiento del na-
cionalismo; y lo segundo, a la absor-
ción del ahorro privado por parte de
los gobiernos para financiar sus es-
fuerzos bélicos.
Asimismo, las pruebas nucleares,
o la destrucción de las infraestructu-
ras petroleras durante las dos guerras
de Irak han implicado el deterioro del
medio ambiente y seguramente tienen
efectos directos sobre el calentamien-
to global.
1.6 La globalización ambiental
Todos los países del mundo com-
parten una misma atmósfera e inevi-
tablemente todos los ríos y mares del
mundo están conectados de una u otra
forma. Es cierto que los desastres na-
turales aparentemente sólo causan
efectos locales o cuando toman gran-
des dimensiones, como la explosión
de la central nuclear de Chernobil en
1986, o los derrames petroleros que
ocurren con regularidad, llegan a afec-
tar a un grupo reducido de países; sin
embargo, el calentamiento global y la
destrucción de la capa de ozono son
manifestaciones que nos recuerdan
que todos vivimos interconectados y
que las decisiones de contaminación
ambiental tomadas independiente-
mente por cada país repercuten en el
estado ambiental de todo el planeta.
Los casos de salud pública como
el de las vacas locas de comienzos de
la década de los noventa, o la gripe
aviar presente en Asia durante el año
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
81
2005, nos muestran también cómo las
sustancias, virus y enfermedades tie-
nen el potencial de trasladarse de un
rincón a otro del mundo.
La reivindicación ambiental es tal
vez una de las más recientes expre-
siones de la globalización: hasta hace
relativamente poco, muchos países
del mundo incluida Colombia no te-
nían ni siquiera un Ministerio de Am-
biente. Actualmente, existen partidos
políticos, incluso muy fuertes como
el Partido Verde en Alemania, que se
fundamentan en la bandera ambien-
tal, al igual que Organizaciones no
Gubernamentales de carácter global
como Green Peace. No obstante, tam-
bién existen quienes piensan que el
tema ambiental es menos importante
de lo que pretenden estos agentes
(Lomborg 2001).
De cualquier modo, el proceso de
globalización actual no puede ser
comprendido sin revisar esta dimen-
sión que evidentemente tiene fuertes
interrelaciones con los aspectos polí-
ticos y económicos globales. La no
participación de la administración
Bush en el Protocolo de Kyoto, ex-
plica buena parte de la mala imagen
de Estados Unidos en el exterior que,
junto con otros aspectos como su ale-
jamiento de la formación de la Corte
Penal Internacional, incidieron en la
poca aprobación de los ciudadanos
europeos a la cooperación militar con
las tropas aliadas en Irak y Afganis-
tán.
2. ENTENDIENDO LA GLOBA-
LIZACIÓN POR SUS CA-
RACTERÍSTICAS PRINCI-
PALES
La globalización no es nueva.
Con esto se quiere hacer notar que el
incremento de las redes de interde-
pendencia a nivel global tiene viejas
raíces, los viajes de Marco Polo entre
Europa y Asia en el siglo XIII, la con-
quista de América por parte de Euro-
pa en el siglo XVI, fueron probable-
mente los primeros pasos. «El presi-
dente de EE.UU., Ulysses Grant, pen-
saba ya en 1873 que el mundo estaba
a las puertas de volverse una nación
única gracias a la elevación en los
niveles de educación, la revolución
tecnológica y la del barco a vapor»
(Chavagneux 2004, 1).
De hecho, lo que es relativamen-
te nuevo, pero que también ha sido
progresivo, es la mayor participación
de la gente del común en las relacio-
nes internacionales. De los viajes de
Marco Polo y los intercambios que
generaban apenas tenían conocimien-
to un grupo pequeño de nobles y bur-
gueses de la época; hoy todo el que
tenga acceso a Internet puede leer los
periódicos de España o escuchar la
música de un grupo australiano. Las
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
82
barreras lingüísticas y la baja cober-
tura de conexiones a Internet en mu-
chos países limitan el potencial de in-
tercambio de este medio, pero la ven-
tana ya está abierta.
La globalización es reversible. La
reversibilidad de la globalización es
una de sus características más impre-
sionantes, en especial, porque cuan-
do revisamos nuestras experiencias
recientes damos por sentado que cada
vez estamos más integrados y que
necesariamente cada vez lo estaremos
más, pero así sea sólo teóricamente,
existe la posibilidad de que las mis-
mas fuerzas que se han encargado de
estrechar nuestras relaciones con los
diversos rincones del mundo opten
por revertir el proceso. Imaginemos
cómo sería esto: supongamos el sur-
gimiento de grupos de extrema dere-
cha o de extrema izquierda que se to-
man el poder en las naciones más in-
fluyentes del mundo. Estos grupos
comienzan por suprimir libertades y
por imponer el nacionalismo, no se
permiten películas extranjeras, no se
permite el ingreso de inmigrantes, se
expulsa a sus lugares de origen a quie-
nes profesan distintas religiones de la
oficial o a quienes sean de otra raza y
así sucesivamente.
Que este escenario tan oscuro sea
muy poco probable no significa que
al menos teóricamente no deba ser
considerado. De suceder, experimen-
taríamos un fenómeno de des-globa-
lización, es decir, de reducción de las
redes de interdependencia a distancias
supracontinentales.
En realidad, no hay que recurrir
a ejemplos hipotéticos. A comienzos
de 2002, la revista The Economist,
frente a una larga lista de pronuncia-
mientos y documentos que predecían
el fin de la globalización, publicó un
artículo titulado Globalisation, is it
at risk? Ahí se mostraba cómo los
atentados del 11 de septiembre, el in-
cumplimiento en el pago de la deuda
argentina y la sincronización de los
ciclos recesivos en las economías de-
sarrolladas ponían en peligro la inte-
gración mundial: «Tales advertencias
no deben ser desestimadas. La lección
de principios del siglo XX, fácilmente
olvidada durante el boom de los no-
venta es que la globalización es re-
versible» (The Economist 2002a, 65).
De lo anterior se desprende que
las interrelaciones a distancias supra-
continentales pueden crecer, acelerar-
se y desacelerarse, pero también man-
tenerse estables, decrecer, acelerar el
ritmo de decrecimiento o desacelerar
su decrecimiento. Los tres primeros
casos se denominan globalización,
aceleración de la globalización y de-
saceleración de la globalización; los
tres últimos, desglobalización, acele-
ración de la desglobalización y de-
saceleración de la desglobalización.
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
83
La globalización es diferente de
la regionalización: los intercambios
de cualquier tipo entre Colombia y
Venezuela, o entre Bélgica y Holan-
da, son de carácter regional y su in-
cremento se denominará regionaliza-
ción. La internacionalización de las
empresas, al realizar algún tipo de ac-
tividad económica fuera de las fron-
teras del país, suele ocurrir al menos
en primera instancia, en una escala re-
gional, sin que ello signifique un apor-
te al proceso de globalización. Asi-
mismo, cuando los intercambios su-
peran el difícilmente definible límite
regional, como el que realizan las fir-
mas multinacionales, adquieren un
carácter global. Es al incremento de
estos intercambios, no sólo de tipo
económico, entre lugares distantes del
mundo al que llamamos globaliza-
ción.
La globalización no es universal.
Todavía existen países que viven re-
lativamente cerrados, Libia o Laos
son ejemplo de ello. Más aún, inclu-
so dentro de países que consideramos
altamente integrados, existen pobla-
ciones aisladas.
Las comunidades indígenas del
Amazonas o los pueblos del centro
de la China se han mantenido fuera
del contacto con el resto del mundo,
no realizan viajes al extranjero ni re-
ciben visitantes de afuera, no escu-
chan noticias internacionales, mantie-
nen sus propias creencias y no utili-
zan ni la Internet ni el teléfono para
comunicarse con el extranjero.
En este orden de ideas, es nece-
sario aclarar que la globalización tam-
poco es homogénea, lo que significa
que existen países más integrados que
otros. Además, los países se integran
con mayor intensidad en unos aspec-
tos específicos de la globalización que
en otros, por ejemplo, Francia desem-
peña un rol más intenso en las rela-
ciones políticas que un país como
Alemania, al tiempo que este último,
se integra de forma más intensa que
Francia en materia de comercio inter-
nacional.
El comercio exterior (exportacio-
nes más importaciones) como porcen-
taje del PIB de Alemania asciende al
105% mientras que en Francia es del
90%, según datos de la OMC para el
año 2004. Estas diferencias persisten
al interior mismo de los países, don-
de hay regiones con vocación turísti-
ca, regiones que concentran las rela-
ciones políticas (las capitales), regio-
nes exportadoras o importadoras, e
incluso regiones que escasamente in-
teractúan con el exterior.
Aunque es un fenómeno, la glo-
balización no sucede de forma natu-
ral. Es el fruto de compromisos, de
elecciones y omisiones políticas, que
un número importante de actores po-
nen en escena, entre ellos no sólo los
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
84
Estados, sino también las firmas mul-
tinacionales, y otros (Chavagneaux
2004).
La lista de agentes generadores
de la globalización se puede clasifi-
car de alguna manera atendiendo a la
capacidad de direccionamiento o mol-
deamiento que estos agentes le pue-
den imprimir como se ilustra en la
pirámide del gráfico 2.
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
Gráfico 2. Agentes generadores de la globalización.
Fuente: Elaboración propia.
Otra característica que da muchas
luces a la hora de comprender la glo-
balización, es que ésta es un fenóme-
no exento de juicios de valor: es in-
correcto decir que la globalización sea
algo bueno o algo malo, que sea justa
o injusta o ponerle calificativos posi-
tivos o negativos, pues ella por sí
Gobiernos de las naciones más poderosas
Principales firmas multinacionales
Organismos multilaterales
Gobiernos de los países menos poderosos
Demás empresas internacionalizadas
ONG y Centros Universitarios
Ciudadanos comunes
Nivel de
influencia en el proceso de
globalización
misma no es otra cosa que un fenó-
meno, no un fenómeno natural como
las lluvias o las estaciones, sino un
fenómeno social que involucra las
relaciones humanas.
Lo que en efecto puede estar su-
jeto a calificativos o juicios de valor
son las consecuencias que genera la
85
globalización, consecuencias que de-
penderán de la forma como la mol-
deen los actores que tienen injeren-
cia en las decisiones de política, de
consumo y producción a nivel global,
de acuerdo con el cuadro arriba pre-
sentado. Siendo así, si priman las con-
sideraciones de política económica
neoliberal, lo más probable es que la
globalización contribuirá a aumentar
las desigualdades. Por el contrario, si
priman consideraciones redistributi-
vas, ella podrá contribuir a disminuir
los niveles de pobreza o desigualdad.
Igualmente, si priman los intere-
ses de las industrias contaminantes
sobre los derechos de los habitantes
de la tierra de vivir en un mundo lim-
pio, la globalización conducirá al de-
terioro del medio ambiente. Si por el
contrario, prosperan iniciativas como
las del Protocolo de Kyoto, la globa-
lización estará contribuyendo a pre-
servar el planeta.
Por último, dado que la globali-
zación actual cada vez involucra a
más gente y que los medios de comu-
nicación modernos incluidas las se-
ñales internacionales de televisión por
cable y el cine, han conseguido el
efecto de hacer más visibles las dife-
rencias en la calidad de vida entre los
países desarrollados y los países en
vía de desarrollo, no nos debe sor-
prender que buena parte de la pobla-
ción de los países menos avanzados
se suma en la frustración, el incon-
formismo y la envidia, enrareciendo
el ambiente y dando origen a una re-
novada ola de flujos migratorios (The
Economist 2002b).
La expresión fuertemente arrai-
gada en la comunidad académica y es-
tudiantil de que los ricos se vuelven
cada vez más ricos y los pobres cada
vez más pobres, desconoce los pro-
gresos que el siglo XX trajo al plane-
ta. En una casa de una familia pobre
colombiana es muy probable encon-
trar televisión o algún servicio públi-
co que en el pasado no tenían, lo cual
muestra que no son cada vez más po-
bres, al menos en términos absolutos,
pues ahora tienen un acceso mayor a
bienes y servicios que antes. El pro-
greso de la China y la India rural ini-
ciado en el último cuarto del siglo XX
ha contribuido a sacar a millones de
personas de la pobreza; sin embargo,
lo que sí ha prevalecido e incluso ha
empeorado, es el incremento de la
desigualdad. La caída del comunis-
mo en la última década del siglo XX
y la implantación del neoliberalismo
en América Latina y los países en tran-
sición han contribuido aún más a
agravar el problema y, como antes se
mencionaba, la cada vez más fácil
comparación de los niveles de vida
en una y otra parte del planeta alimen-
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
86
tan el sentimiento de que algo anda
mal con la globalización (Wade
2001).
3. LA INTERDEPENDENCIA
COMPLEJA Y LA NOCIÓN DE
REDES DE INTERDEPENDEN-
CIA
El tema de la interdependencia
compleja es precisamente complejo
de explicar. Una buena forma de te-
ner un primer contacto con él es pen-
sar en el famoso «efecto mariposa»
del meteorólogo Edward Lorenz: el
más pequeño movimiento como el
que produce el aleteo de una maripo-
sa, puede llegar a afectar cualquier
predicción sobre el estado del tiem-
po.
Si agita hoy, con su aleteo, el aire
de Pekín, una mariposa puede mo-
dificar los sistemas climáticos de
Nueva York el mes que viene ...
Se denomina, por tanto, efecto ma-
riposa a la amplificación de erro-
res que pueden aparecer en el com-
portamiento de un sistema comple-
jo. En definitiva, el efecto mari-
posa es una de las características
del comportamiento de un sistema
caótico, en el que las variables
cambian de forma compleja y errá-
tica, haciendo imposible hacer pre-
dicciones más allá de un determi-
nado punto, que recibe el nombre
de horizonte de predicciones (Gó-
mez 2002, 1).
En términos del estudio y la com-
prensión de la globalización, la inter-
dependencia compleja hace referen-
cia a la manera como están interco-
nectadas las diferentes dimensiones
de la globalización mediante un com-
plejo mecanismo de redes que trans-
miten los cambios, producto de deci-
siones o reacciones, entre los distin-
tos rincones del globo en diversas di-
recciones que resultan a menudo im-
predecibles.
En el siguiente gráfico 3 se re-
presenta la interdependencia comple-
ja, a través de flechas de doble vía que
generan una red de interrelaciones
entre las diferentes dimensiones de la
globalización: las flechas en dos sen-
tidos representan el carácter de inter-
dependencia entre dos países en cada
dimensión de la globalización y las
flechas verticales representan los ca-
nales o vínculos de interdependencia
entre las diferentes dimensiones de la
globalización, los cuales se pueden
recorrer en todas las direcciones po-
sibles incluso de manera simultánea
y no sólo en línea recta. Si multipli-
camos las relaciones por el número
de países que se interrelacionan a
grandes distancias, que por supuesto
es mayor a dos, podemos crearnos una
idea de la complejidad de las redes
de interdependencia que constituyen
el material incrementable o globalis-
mo.
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
87
Una forma sencilla de observar
la forma como funciona la interdepen-
dencia compleja es recordar la triste-
mente famosa crisis asiática de fina-
les de los noventa: cuando en el vera-
no de 1997 se depreció el Bath tai-
landés, se dio origen al llamado efec-
to dominó para describir el contagio
financiero en las economías del su-
deste asiático.
Sin embargo, las cosas no termi-
naron ahí, la globalización amplificó
la crisis a diferentes puntos del pla-
neta, los precios del petróleo llega-
ron a mínimos históricos, Brasil y
Rusia sintieron los estragos, el prime-
ro depreció su moneda, el segundo de-
claró el incumplimiento de pagos, la
cadena de acontecimientos terminó
Gráfico 3. Las redes de interdependencia de las diferentes dimensiones de la globalización.
Fuente: Elaboración propia.
afectando a Colombia donde la fuga
de capitales provocó la primera rece-
sión en 70 años; ante la crisis, más de
un millón de colombianos emigraron
principalmente hacia Estados Unidos
y Europa, uniéndose a las masas de
inmigrantes de otros países afectados
que también trataban de escapar de
su penuria económica. La pobreza y
la desigualdad se agravaron, la insti-
tucionalidad política global se encon-
tró bajo presión, los movimientos al-
terglobalización se fortalecieron y
pidieron medidas como la introduc-
ción del impuesto Tobin a los flujos
financieros... la imagen exterior de
Colombia asociada únicamente con el
narcotráfico cambió con las nuevas
versiones que daban de primera mano
Económica
Política
Social
Cultural
Militar
Económica Militar Social Política Cultural
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
88
los inmigrantes, el español se conso-
lidó como segunda lengua en la Flo-
rida y así sucesivamente. Como lo
muestra el ejemplo anterior, la glo-
balización debe ser entendida a la luz
de la interdependencia compleja que
encarna.
La depreciación del Bath, un
acontecimiento que podría haberse
considerado como un hecho aislado
y normal, terminó por desencadenar
una serie de repercusiones tanto ne-
gativas como positivas en diversas di-
mensiones y tocando prácticamente
todos los rincones del planeta a tra-
vés de la interrelación compleja que
caracteriza al mundo globalizado ac-
tual.
4. ¿PUEDE MEDIRSE LA GLO-BALIZACIÓN?
Hay quienes piensan que no se
puede comprender aquello que no se
puede medir. Aunque evidentemente
resulte una posición bastante extre-
ma, en cierta forma, tienen algo de
razón pues es evidente que la posibi-
lidad de medir el objeto de análisis
facilita la comprensión del mismo.
Así, cuando se trata del tema es-
pecial de la globalización, dada sus
características complejas, resulta es-
pecialmente revelador encontrar un
esfuerzo para intentar medir el fenó-
meno. Afortunadamente, la revista
Foreign Policy desde hace cinco años
ha venido trabajando en esta dirección
construyendo un sistema de medición
y finalmente un ranking de los países
más globalizados.
De hecho, si se mira bien el in-
forme del año 2005, se puede apre-
ciar que el ranking presentado en rea-
lidad no mide la globalización sino
el estado de las redes de interdepen-
dencia, es decir, qué tan globalizado
está un país en un momento dado. No
obstante, la información entregada
por esta revista permite establecer si
se ha presentado o no un proceso de
globalización, a través de la compa-
ración de los datos de diferentes pe-
ríodos (A.T. Kearney/Foreign Policy
2005, 52-60).
Un esfuerzo tan ambicioso como
el de medir la globalización está lle-
no de imperfecciones: las críticas al
estudio apuntan a la omisión de cier-
tas dimensiones claves de la globali-
zación como la cultural, la ambiental
y la militar. Asimismo, cuando se con-
tabilizan las interrelaciones de un país
en concreto, se incluyen las que éste
tiene con sus países vecinos. Esta de-
ficiencia, explica por qué países tan
pequeños como Singapur, Luxembur-
go o Suiza aparecen como países al-
tamente globalizados. Técnicamente
estas interrelaciones a nivel regional
deberían estar excluidas del estudio,
al ser la globalización un fenómeno
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
89
de escala supracontinental. En la prác-
tica, se reconoce la dificultad de de-
terminar la distancia exacta a partir
de la cual una relación deja de ser re-
gional para ser global además de las
complicaciones que acarrea refinar la
información a ese nivel.
5. GLOBALIZACIÓN Y RE-
GIONALIZACIÓN
Definir los límites que separan las
relaciones regionales de las relacio-
nes globales es bastante complicado;
en el caso de Colombia, las relacio-
nes con la Comunidad Andina de
Naciones (CAN) y con Centroaméri-
ca y el Caribe se podrían considerar
relaciones de alcance regional, mien-
tras que las relaciones del país con el
resto del mundo incluido Japón,
Unión Europea y Estados Unidos se
entenderán como globales. Para otros
países, la delimitación puede ser más
compleja. Basados en el criterio de la
distancia, España, por ejemplo debe-
ría incluir entre sus relaciones regio-
nales a Marruecos, aunque política-
mente no estén muy integrados.
Superando este inconveniente y
reconociendo que no existe un radio
de alcance único aplicable a todos lo
países, nos enfrentamos a otra cues-
tión no menos compleja: ¿Son la glo-
balización y la regionalización nece-
sariamente antagónicas?; en otras
palabras, ¿la tendencia a la regionali-
zación implicaría una reducción de las
relaciones a nivel global? La respues-
ta es aparentemente positiva, sin em-
bargo, si se tienen en cuenta algunas
consideraciones dinámicas, se puede
pensar en la regionalización como una
forma de potenciar los intercambios
globales.
El cuadro 1 puede ayudarnos a
responder la pregunta. Allí se repre-
sentan los valores hipotéticos del
comercio intra y extraregional de un
país cualquiera, así como la parti-
cipación porcentual del comercio en
el PIB.
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
90
Analizando las cifras se puede
observar cómo en términos relativos,
el comercio intrarregional como por-
centaje del PIB, gana participación
dentro del comercio total. Igualmen-
te, se aprecia cómo la tasa de creci-
miento del comercio intrarregional ha
sido mayor que la del comercio con
el resto del mundo; esta interpretación
de los datos llevaría a la conclusión
de que una mayor regionalización sig-
nifica automáticamente menor globa-
lización. Lo que oculta este análisis,
es que en términos absolutos, las re-
laciones comerciales del país con el
resto del mundo en el segundo perío-
do son mayores en $10.000 millones
que las del primer período; es decir,
en términos absolutos existe una ma-
yor interrelación con el resto del mun-
do, ya que se han producido al mis-
mo tiempo procesos de globalización
y regionalización.
Fuente: Elaboración propia.
Cuadro 1. Variación porcentual y absoluta del comercio intra y extra regional de un país.
En valores y como proporción del PIB.
En realidad, se reconoce que los
procesos de integración regional al es-
tilo de la UE o la CAN, favorecen en
primera instancia el desarrollo del
comercio intrarregional, pero al ge-
nerar economías de escala, facilida-
des de negociación, y en general, la
reducción en los costos de transac-
ción, el crecimiento económico que
produce el paso de un mercado na-
cional a uno regional, implica que las
importaciones aumenten no sólo des-
de la región sino desde otros países
lejanos. Igualmente, el aumento en la
escala de producción que permite el
mercado ampliado regional generará
mayor producción a costos competi-
tivos, la cual podrá ser colocada no
sólo en la región sino también en el
resto del mundo.
Así, aunque la integración regio-
nal puede producir una desviación del
comercio y las inversiones y de otras
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Valor del
comercio.
Período 1
Participación
del comercio
en el PIB.
Período 1
Valor del
comercio.
Período 2
Participación
del comercio
en el PIB.
Período 2
Variación
porcentual
Variación
absoluta
Comercio
intrarregional $30.000 30% $60.000 43% 100% $30.000
Comercio
extrarregional $70.000 70% $80.000 57% 12.5% $10.000
TOTAL $100.000 100% $140.000 100% $ 40.000
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
91
variables, si ésta se realiza de forma
que no se incrementen las barreras a
los intercambios fuera de la región,
la regionalización actuaría como un
mecanismo de reducción de los cos-
tos de transacción a escala global y
por lo tanto como un dinamizador de
la globalización.
6. EL TRANSPORTE Y LAS
COMUNICACIONES
Evidentemente, mejorar la rapi-
dez de los desplazamientos de mer-
cancías, capital, personas e informa-
ción ha sido una obsesión de la hu-
manidad desde hace mucho tiempo.
La aparición del motor a vapor, lue-
go del motor a combustión, del telé-
grafo y del teléfono y aún de la Inter-
net, han reducido considerablemente
el tiempo empleado en transportar y
comunicar, favoreciendo el proceso
de globalización en todas sus dimen-
siones. Sin embargo, Kohene y Nye
(2000, 117) nos alertan de la ilusión
que representa la rapidez como ele-
mento potenciador de la globaliza-
ción, al advertirnos que más que la
rapidez, el elemento crucial son los
costos de transporte y comunicación.
Pero en realidad, ¿es solamente
la reducción de los costos de trans-
porte la que facilita los intercambios?
Lo más probable es que sea una com-
binación de ambos, disminución de
costos y amento de la velocidad: el
Concorde era el avión más rápido del
mundo permitiendo un ahorro de cua-
tro horas en los viajes de pasajeros
entre las ciudades de París o Londres
y Nueva York, pero el Concorde es
hoy una máquina del pasado, pues
aunque mucho más rápido que todos
los demás aviones, el tiquete resulta-
ba extremadamente caro (US$ 5.000
frente a US$ 1.400 en un Boeing 767).
Viajar en el Boeing era más econó-
mico, transportaba más pasajeros y
aunque era más lento que el Concor-
de, prevaleció en el mercado (The
Economist, 2000).
Parecería entonces que no es la
velocidad el factor esencial sino los
costos, pero reconozcamos que la ra-
pidez también tiene su importancia:
de nada serviría poder transportar el
capital a una décima parte del costo
actual (una comisión a los interme-
diarios financieros de alrededor del
1% del monto de la transferencia), si
el dinero tardara 30 días en estar dis-
ponible. ¿Quién estaría dispuesto a
sacrificar los intereses o el costo de
oportunidad durante 30 días por re-
ducir el costo de realizar una transfe-
rencia internacional? Aquí, como en
el caso del transporte de los bienes
perecederos, es claro cómo la rapidez
por sí misma juega un rol importante.
Considerando lo anterior, el pro-
ceso de globalización se facilita gra-
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
92
cias a la reducción de los costos de
transporte y de comunicación y gra-
cias al aumento de la rapidez de los
intercambios.
7. CONCLUSIONES
¿Por qué no entendemos la glo-
balización? La popularización en el
uso de la palabra, la tendencia a defi-
nirla de forma imprecisa, apocalípti-
ca o metafórica suponen la falta de
comprensión sobre el tema. Para en-
tenderla, antes que nada, se debe te-
ner una definición apropiada del con-
cepto para luego explorar sus más ín-
timos detalles. La definición que pro-
pongo por ser la menos metafórica y
apocalíptica, y por ser la más precisa
que he podido formular proviene en
buena parte de los autores Keohane y
Nye, así: la globalización debe ser
entendida como el fenómeno que con-
siste en el incremento de las múlti-
ples redes de interdependencia entre
regiones distantes del mundo, en sus
diversas dimensiones, gracias a la re-
ducción de los costos de transporte y
de las comunicaciones y a los proce-
sos de liberalización y apertura.
Hay una tendencia de larga dura-
ción del capitalismo para funcionar
en un espacio que supera las fronte-
ras políticas de una nación. Una ten-
dencia que, sin embargo, no es una
garantía. La desglobalización, así pa-
rezca sólo una curiosidad teórica, nos
ayuda a comprender el verdadero sig-
nificado de la globalización, a saber,
que involucra el incremento de los
lazos de interdependencia a nivel su-
pracontinental.
La exploración de la globaliza-
ción en sus diversas dimensiones
(económica, política, cultural, social,
militar y ambiental) permite apreciar
el papel de los diferentes actores que
la moldean: los Estados, las institu-
ciones multilaterales, las firmas mul-
tinacionales, las ONG y las personas.
También nos permite apreciar que la
globalización implica el incremento
de redes de interdependencia comple-
jas puesto que los países y las dimen-
siones de la globalización están in-
terconectados unos con otros. En con-
secuencia, un cambio en un hilo con-
creto de esas redes de interdependen-
cia tendrá efectos positivos y negati-
vos en todas las demás, muy difíciles
de predecir de antemano, más aún
cuando los desarrollos tecnológicos
de los últimos años han contribuido
a vincular más gente a los diversos
sistemas de redes a nivel mundial.
La complejidad del fenómeno di-
ficulta su medición, sin embargo, es-
fuerzos como el de la Revista Foreign
Policy, aunque imperfectos, han con-
tribuido a una mejor comprensión del
tema.
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
93
La globalización no es ni univer-
sal ni homogénea. Hay países y re-
giones del mundo excluidas de la glo-
balización. Asimismo se reconoce
cómo los países y las regiones se in-
tegran de formas distintas y a ritmos
distintos. El poderío militar de
EE.UU. y Rusia le dan una gran im-
portancia en esa dimensión en tanto
que el liderazgo político y cultural de
Francia, la destaca en esas dimensio-
nes.
Aunque en primera instancia la
globalización y la regionalización pa-
rezcan irreconciliables, es fácil apre-
ciar que los efectos dinámicos de los
procesos de regionalización al estilo
de la Unión Europea o la CAN aso-
ciados con la reducción de los costos
de transacción y el aprovechamiento
de las economías de escala, contribu-
yen a facilitar el proceso de globali-
zación, el cual, a su vez, se ve poten-
ciado por el aumento en la rapidez y
la reducción en los costos de trans-
porte y de las comunicaciones, así
como por los procesos de apertura y
liberalización producto de la coope-
ración y la voluntad política interna-
cional.
Por último, pero no menos im-
portante, es que hemos aprendido que
la globalización es un fenómeno
exento de juicios de valor y que por
lo tanto, es de esperar que según la
forma como se moldee por parte de
los actores políticos y económicos
más influyentes, se producirán secto-
res ganadores y perdedores.
Por consiguiente, es desacertado
culpar a la globalización del deterio-
ro del medio ambiente, del aumento
de la desigualdad o de muchos otros
males, pues no es el incremento de
las redes de interdependencia en sí
mismo lo que genera esos efectos ne-
fastos, sino las decisiones políticas y
económicas de los actores que la
moldean. Este tipo de análisis ha per-
mitido reconocer que diversos movi-
mientos sociales contrarios a ciertos
efectos concretos causados por la for-
ma como se ha manejado la globali-
zación, no se enfrentan a ella en sí
misma, sino que proponen una glo-
balización alternativa; por eso se les
conoce hoy como movimientos alter-
globalización, que desean una inte-
gración diferente, en vez del término
confuso de movimientos antiglobali-
zación.
Reconociendo el verdadero sig-
nificado de la globalización, sus ca-
racterísticas principales y la forma
como se moldea, nos podemos dar
cuenta de que no es un fenómeno
inexplicable ni inalterable que domi-
na nuestro mundo, sino que está a
nuestro alcance mostrarle a los líde-
res y empresarios mundiales el tipo
de mundo en el que deseamos vivir
para que entre todos contribuyamos,
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
94
gracias a las poderosas fuerzas de la
globalización, a mejorarlo, haciéndo-
lo más justo y habitable.
8. REFERENCIAS
A.T. Kearney/Foreign Policy (2005).
«Measuring Globalization»: TheGlobal Top 20. Mayo/junio. No.
148. pp. 52-60.
Boniface, Pascal (2003). «La mondiali-
sation» en Atlas des Relations In-ternationales. Paris: Editorial Ha-
tier. pp. 8- 9.
Crook, Clive (2003). «A cruel Sea of
Capital». Survey: Global Finances.
The Economist. Vol. 367. No. 8322.
3 de mayo. pp. 50. 24p.
Chavagneux, Christian (2004). «Mon-
dialisation: deux ou trois choses que
l’on sait d’elle». Alternatives Éco-nomiques. Hors-série No. 59. 1er
trimestre. [En línea]. Disponible en:
h t t p : / / w w w . a l t e r n a t i v e s -
e c o n o m i q u e s . f r / s i t e /
nouvelles_pages/hs59_001.html.
[Consulta: julio 10 de 2005].
Chevalier, Marc (2004). «Tous les mê-
mes, tous différents». AlternativesÉconomiques. Hors-série No. 59. 1
er trimestre. [En línea]. Disponible
en: http://www.alternatives-
e c o n o m i q u e s . f r / s i t e /
nouvelles_pages/hs59_003.html
[Consulta julio 10 de 2005].
Estefanía, Joaquín (2003). Hij@, ¿quées la globalización?: La primerarevolución del siglo XXI. Ediciones
Santillana. Madrid.
Gómez, M.A (2002). «El efecto maripo-
sa» (RC-50). El rincón de la Cien-cia. No. 19. Diciembre. [En línea].
Disponible en: http://
c e n t r o s 5 . p n t i c . m e c . e s /
ies.victoria.kent/Rincon-C/Curio-
sid/Rc-50.htm [Consulta julio 28 de
julio de 2005].
Huntington, Samuel (1997). El choquede civilizaciones y la reconfigura-ción del orden mundial. Editorial
Paidós. Madrid.
Herrera, Beethoven (2005). Globaliza-ción el proceso real y financiero.
Bogotá: Editorial Universidad Na-
cional.
Keohane, Robert y Nye, Joseph (2000).
«Globalization: What’s New?
What’s Not? (and So What?)» Fo-reign Policy. Spring. No. 118. pp.
104-120.
Lomborg, Bjorn (2001). The SkepticalEnvironnementalist: Measuring theReal State of the World. Cambridge
University Press. Cambridge.
Lowney, Chris (2004). El liderazgo alestilo de los Jesuitas. Editorial Nor-
ma. Bogotá.
Manglano, Percival (2005) «Matan los
terroristas, no las civilizaciones».
[En línea]. Disponible en: http://
w w w . b e l t . e s / e x p e r t o s /
experto.asp?id=2533. [Consulta ju-
lio 2 de 2005]
Naím, Moisés (2003). «The Five Wars
of Globalization». Foreign Policy.
Enero/febrero. Issue 134, pp. 28-38.
Real Academia Española (2005). Diccio-nario de la lengua española.
JAIME RAFAEL AHCAR OLMOS
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006
95
Soros, George (2002). Globalización.
Editorial Planeta. Bogotá.
Stiglitz, Joseph (2002). El malestar en
la Globalización. Editorial Taurus
Pensamiento. Madrid.
The Economist (2000). «Time and Mo-
ney». Vol. 356. No. 8184. Agosto
19. p. 15.
COMPRENDIENDO LA GLOBALIZACIÓN
The Economist (2002a). «Globalisation,
Is it at Risk?». Vol. 362. No. 8258.
Febrero 2. pp. 65-67.
The Economist (2002b). «The Longest
Journey: Survey of Migration».Vol.
365. No. 8297. Noviembre 2. pp. 50.
16p.
Wade, Robert (2001). «Winners and
Losers». The Economist. Vol. 359.
No. 8219. Abril 26. pp. 72-74.
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 69 - 95 Noviembre - 2006