BANDERA FELIZIUDAD

Bandera Feliziudad es la primera certificación que acredita la calidad de vida en los barrios. Por ello, EIT InnoEnergy ha definido una serie de indicadores fundamentales para medir las características de sostenibilidad en cuatro ejes principales: • Movilidad sostenible: estudia cómo se dan las migraciones dentro del seno de la ciudad, en términos de eficiencia, emisiones de gases nocivos o transición a otros tipos de movilidad. • Metabolismo urbano: estudia los flujos urbanos en relación con los materiales, el agua, los alimentos y la energía y su grado de eficiencia. • Habitabilidad urbana: analiza las cuestiones que tienen que ver con la forma -la edificación, el espacio público y su componente natural- y la actividad urbana. • Cohesión social: mide el grado de convivencia social de un entorno tomando la diversidad como referencia, contemplando aspectos como el origen, la edad, la educación y la economía familiar. A estos cuatro ejes principales se ha añadido uno adicional, Innovación social, que contextualiza las iniciativas ciudadanas. Nota: Este documento se puede ver modificado a medida que se avanza en la fase de estudio de los barrios piloto.

ÍNDICE DE INDICADORES para la evaluación de los barrios FELIZIUDAD

1. Innovación social 1.1 Número de iniciativas ciudadanas de Bandera FeliZiudad 1.2 Población participante en iniciativas ciudadanas certificadas 1.3 Grado de asociacionismo 1.4 Índice de diversidad urbana 1.5 Número de espacios colaborativos

2 Movilidad Sostenible

2.1 Lesionados en accidentes de tráfico 2.2 Concentración de contaminantes en el aire 2.3 Proporción de vehículos eléctricos 2.4 Reparto modal sostenible 2.5 Cobertura de la red de transporte público 2.6 Cobertura de la red de bicicletas 2.7 Puntos de recarga sostenible

3 Metabolismo urbano

3.1 Consumo energético por habitante 3.2 Consumo de agua por habitante 3.3 Generación de residuos 3.4 Recogida separada bruta de residuos 3.5 Espacio para la producción de alimentos

4 Habitabilidad urbana

4.1 Densidad de vivienda 4.2 Equilibrio urbano 4.3 Espacio de estancia por habitante 4.4 Densidad de actividades 4.5 Equilibrio de usos 4.6 Espacio verde por habitante 4.7 Cobertura de áreas verdes 4.8 Densidad de arbolado viario

5 Cohesión social

5.1 Índice de envejecimiento 5.2 Población extranjera 5.3 Proximidad a equipamientos básicos 5.4 Dotación de vivienda protegida 5.5 Renta Familiar disponible 5.6 Paro de larga duración 5.7 Población juvenil en paro 5.8 Población sin estudios 5.9 Población con estudios superiores 5.10 Índice de victimización

Una vez evaluado el barrio en función de los indicadores, EIT InnoEnergy, el organismo certificador, se pondrá en contacto con las autoridades públicas para empezar el trámite de la certificación.

1.Innovación social Definimos el concepto de innovación social a la capacidad de incorporación de diferentes actores -organizados o no- a los procesos de toma de decisiones que les afectan directamente en un contexto urbano determinado. La dimensión local tiene en este aspecto un carácter fundamental, pues el objetivo primero es dar voz a los habitantes de un determinado entorno en cuestiones que influyen de una manera directa en su vida cotidiana. Es por esto que denominamos experiencias participativas locales aquellos procesos que tienen lugar en barrios, distritos, municipios o entidades supramunicipales, aceptados por los gobiernos locales en los que se toma en cuenta la opinión de la sociedad civil y en los que se obtiene como resultado la elaboración de una política pública que afecta al interés común. Siendo la participación ciudadana el hecho de tomar parte en el proceso de formulación, aprobación e implementación de una política pública. La proliferación en los últimos tiempos de este tipo de experiencias hace pensar que aumentará también su diversidad, pero por otro lado la ausencia de un sistema de calificación hace probable también el surgimiento de malas prácticas. Este bloque de indicadores intenta recoger una serie de sistemas mínimos de control que abunden en la comprobación del alcance de los procesos participativos que se dan en un contexto determinado, siempre vinculándolos a la relación con un ámbito geográfico local. 1.1 Número de iniciativas ciudadanas con ‘’Bandera FeliZiudad’’ Objetivo:

Fomentar la aparición de iniciativas ciudadanas innovadoras que permitan una transformación urbana sostenible y gradual de los sistemas de relaciones que se establecen entre los habitantes de un barrio.

Definición:

Número de iniciativas ciudadanas certificadas con “Bandera FeliZiudad” por cada 1.000 habitantes.

Contabilizar el número de iniciativas que se desarrollan en un contexto urbano específico da una idea del grado de implicación y del potencial de trasformación del barrio.

1.2 Población participante en iniciativas ciudadanas certificadas

Objetivo:

Incentivar la participación de los ciudadanos en procesos de toma de decisiones a nivel local que deriven en implementación de políticas en las que se vean satisfechas sus expectativas con relación a temáticas propuestas.

Definición:

Expresa la población total participante en las iniciativas ciudadanas con relación a la población total del barrio.

Por lo general, se estima que la cantidad de participantes en un proceso depende de los objetivos del mismo y del volumen de la población de referencia a la que se orienta.

De cualquier manera, no conviene perder de vista que más que una gran cantidad de participantes es conveniente tener un grupo heterogéneo de personas que aporte diversidad al proceso.

1.3 Grado de asociacionismo Objetivo:

Fomentar la participación activa de la población y la organización para la expresión y demanda de los intereses colectivos de los ciudadanos.

Aumentar la cohesión social del barrio fortaleciendo los mecanismos de equidad y participación.

Definición:

Expresa el porcentaje de población que dice pertenecer o ser voluntario de una asociación o entidad, de la naturaleza que sea, sobre la población total del barrio.

Este indicador permite valorar la riqueza del tejido asociativo del barrio y el grado de asociacionismo de su ciudadanía, no sólo en organizaciones vinculadas a la sostenibilidad urbana y la ecología sino también en otras entidades de temática diversa (educativas, culturales, etc.).

Se considera que la organización activa de la ciudadanía en la lucha por sus derechos e intereses constituye un indicador de salud democrática y de la sociedad en general.

1.4 Índice de diversidad urbana Objetivo:

Aumentar el grado de organización urbana a través del aumento y diversidad de personas jurídicas (actividades económicas, asociaciones e instituciones).

Potenciar una estrategia urbana (impulso económico) basada en el conocimiento y la información y no en el consumo masivo de recursos.

Definición: El índice de diversidad urbana se calcula con la fórmula de Shannon y contempla la cantidad de personas jurídicas presentes en el área de estudio (actividades) y la abundancia o cantidad relativa de cada una de estas personas jurídicas (tipo de actividad). El índice de diversidad urbana, para un área determinada, será mayor cuantas más actividades, equipamientos, asociaciones e instituciones estén presentes y más diferenciadas estén entre ellas.

Permite identificar la diversidad y mixticidad de usos y funciones urbanas, el grado de centralidad y, en algunos casos, de madurez de un territorio y los lugares con mayor concentración de actividad y, por tanto, de generación de un mayor número de desplazamientos, entre otras funciones. 1.5 Número de espacios colaborativos Objetivo:

Promover espacios de relación y colaboración entre la ciudadanía, la administración e incluso empresas privadas. Definición:

Muestra los metros cuadrados (m2) de espacios destinados a colaboración e intercambio de conocimiento y trabajo: fablabs, coworking spaces, innovation labs,…. con relación a la población.

Se plantea una escala de barrio, debido a la necesidad de proponer este tipo de equipamiento como un servicio de proximidad y de necesidad cotidiana.

Se propone un nuevo equipamiento de proximidad (aparte de los actualmente existentes) que se adapte a la nueva corriente de co-creación y colaboración, dando lugar a un equipamiento idóneo para la innovación social.

2. Movilidad sostenible

El concepto de movilidad sostenible surge como respuesta a los impactos sociales, económicos y ambientales derivado del uso intensivo de los vehículos a motor. El vehículo privado es el medio de transporte que más suelo ocupa, más combustible consume y más externalidades genera -accidentes, contaminación, ruido, intrusión visual, congestión, etc.-. Aun así, para gran parte de los usuarios, el coche privado continúa siendo el medio deseado por encima del resto de modalidades de transporte. Contribuye a esta situación la imagen mediática de libertad y de estatus social que aporta, pero también el hecho de que los usuarios no tienen que pagar las numerosas externalidades que genera para el medio urbano y sus habitantes. Sin embargo, cada conductor es también un peatón y son principalmente estos los que salen perdiendo con la progresiva ocupación del espacio público por parte del coche. La movilidad sostenible pasa por la recuperación del espacio urbano que en la actualidad ocupa la movilidad privada como lugar de paseo, de encuentro, de diálogo, de juego y de intercambio, funciones cívicas que se han visto menoscabadas por la imponente presencia del vehículo privado. La solución a los problemas de movilidad urbana pasa por un cambio modal hacia el transporte público, el fomento del uso de vehículos que no generen agentes contaminantes en su desplazamiento y la introducción de la movilidad compartida en nuestra cotidianidad. 2.1 Lesionados en accidentes de tráfico Objetivo: Disminuir el número de lesionados por causa de la accidentalidad debida a la movilidad en el ámbito de estudio con relación a los metros lineales totales de viario urbano. Tener una noción del ratio de accidentes en un entorno determinado ayuda a establecer un diagnóstico de la peligrosidad del entramado urbano y si existe una incompatibilidad significativa en los flujos de movilidad. A partir de este dato se puede comenzar a establecer medidas que corrijan los efectos perniciosos de la movilidad en el ámbito de estudio. Definición: Expresa el número de personas viandantes, personas usuarias de la bicicleta y personas usuarias de vehículos a motor lesionadas a causa del tráfico por cada 100 metros lineales de calle. Las lesiones por accidentalidad suponen un trastorno considerable a nivel personal y laboral para quien las padece, generando multitud de externalidades al sistema en términos de atención, tiempos de curación e incluso, en casos extremos, graves secuelas y mortandad. 2.2 Concentración de contaminantes en el aire

Objetivo:

Reducir los valores de concentración de agentes contaminantes en el aire para aumentar la calidad del medioambiente urbano y ahorrar costes derivados de las afecciones en la salud púbica.

Definición:

El indicador muestra la calidad del aire en el ámbito de estudio a través de la concentración media de dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas en suspensión PM10 en el aire.

Los valores límite son los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

Con el objetivo de poder evaluar representativamente la calidad del aire, se incluirán las medidas de las diferentes estaciones de medición ubicadas en función de la proximidad y el gradiente de emisiones que reciben.

El transporte motorizado (coches, camiones, motos, etc.) es la principal fuente de contaminación del aire en las ciudades. Además de la combustión, el desgaste de las ruedas y los frenos también contribuyen a aumentar el nivel de partículas.

2.3 Proporción de vehículos eléctricos Objetivo: Incrementar el grado de introducción de los vehículos eléctricos en la flota de vehículos censada. El objetivo es alcanzar el nivel de cero emisiones de la flota de transportes, y esto pasa por la implementación de vehículos de propulsión basados en la energía eléctrica. Definición Proporción de vehículos eléctricos en relación con los vehículos totales. A medida que la conciencia ambiental ha ido aumentando, también lo han hecho las exigencias con respecto al nivel de emisiones de agentes contaminantes por parte de los medios de transporte. Así cada vez son mayores las restricciones que se le imponen al parque móvil para poder circular por nuestras ciudades. Se considera que el vehículo eléctrico mejorará ostensiblemente la calidad del aire, en un primer momento, desplazando el agente contaminante fuera de nuestras ciudades -las centrales de producción de energía- y, posteriormente, cuando se haya completado el periodo de transición energética a un modelo respetuoso con el medio ambiente, utilizando energía de fuentes puramente renovables. 2.4 Reparto modal sostenible Objetivo: Alcanzar una distribución de los diferentes modos de desplazamiento sostenible -a pie, en bicicleta, en transporte público- que permita una movilidad más eficiente minimizando el uso de energía. Incrementar las oportunidades para una modalidad de trans- porte alternativa al uso del vehículo privado. Definición Expresa la proporción de etapas de desplazamiento realizadas por la población residente de más de 15 años en el ámbito de estudio en modo de transporte público (metro, bus, tranvía, tren, autocar y taxi) y no motorizado (a pie y en bicicleta).

La concentración de la movilidad basada principalmente en una única modalidad produce ineficiencia en los desplazamientos, suponiendo una desproporcionada inversión de energía por persona, además de una ocupación excesiva del espacio de las infraestructuras. Consideramos medios de transporte alternativos y/o sostenibles aquellos que suponen un menor impacto ambiental, generan menos conflictos en el espacio público y reducen el consumo de recursos empleados en la producción de energía y materiales. 2.5 Cobertura de la red de transporte público Objetivo: Aumentar el número de desplazamientos diarios realizados en transportes alternativos al vehículo privado. Asegurar el acceso a pie o en bicicleta a la red de transporte público para alcanzar un sistema de movilidad más racional y equitativo. Definición:

El grado de cobertura de la red de transporte público analiza el porcentaje de población con acceso simultáneo a los siguientes servicios:

- Paradas de autobús - Estaciones de infraestructura fija (metro, tranvía y/o tren de cercanías)

Se considera una buena accesibilidad aquella que permite un desplazamiento menor de 5 min. (300 m.) hasta una parada de autobuses o de menos de 7 min.(500 m.) a una estación de infraestructura fija.

Una buena accesibilidad a las redes alternativas de transporte aumenta la equidad debido a la mayor economía del coste final de las etapas de desplazamiento.

La red de transporte público es un medio accesible a todos los grupos sociales independientemente de la edad o el nivel de ingresos.

2.6 Cobertura de la red de bicicletas Objetivo:

Aumentar el número de desplazamientos diarios realizados en bicicleta. Promover un medio de transporte alternativo al vehículo privado con un coste cero en emisiones de gases nocivos para el medio ambiente. Promover la movilidad activa y saludable.

Definición:

El grado de cobertura de la red de transporte en bicicleta analiza el porcentaje de población con acceso a la red principal de bicicletas en en un área menor de 300 metros. El transporte en bicicleta se ha revelado como el gran aliado de la transformación de la movilidad urbana, por ser un medio altamente eficiente en tiempos y distancias de transporte. Esta ratio de eficiencia abarca tanto las distancias que normalmente se recorren a pie (hasta 600 m.), como aquellos trayectos que se cubren normalmente en transporte privado dentro del medio urbano (3000-6000 m.).

2.7 Puntos de recarga sostenible Objetivo:

Promover el uso de modalidades de transporte de emisión nula de gases nocivos para el medio ambiente.

Definición:

En el periodo de transición de la energía basada en el carbono a la energía limpia y para promover el uso de vehículos que no produzcan emisiones de gases al medio ambiente, se hace necesario disponer de dispositivos de carga en el espacio público y/o en el espacio privado (preferentemente) de forma que los usuarios de estas nuevas tipologías de movilidad encuentren facilidades e incentivos para su uso.

A este efecto, se prevé una dotación adecuada de puntos de carga de vehículos eléctricos en el espacio público en función del área y la población del ámbito de estudio, teniendo en cuenta la curva de progresión de introducción del vehículo eléctrico en el mercado.

3. Metabolismo urbano El metabolismo urbano está relacionado con la idea de la eficiencia en los procesos de transformación de la materia y de la energía, piedra angular de la organización de los sistemas complejos. Un sistema eficiente aprovecha mejor sus recursos, produciendo menos pérdidas en su transformación en forma de polución, calor y ruido. El urbanismo ecológico procura la máxima autosuficiencia metabólica y funcional de los ecosistemas urbanos. La autonomía de los flujos metabólicos de un entorno determinado implica la disminución de la entropía que se proyecta en el sistema ambiental derivada del consumo masivo de materiales, energía, agua y alimentos. La gestión de los residuos debe alcanzar la máxima eficiencia para generar la menor perturbación de los ecosistemas naturales. En el campo de la energía, el urbanismo ecológico mantiene que los conjuntos urbanos deben transitar de meros consumidores a generadores de energía renovable que tiendan a la autosuficiencia, en analogía a los ecosistemas naturales, donde la generación se combine con medidas de ahorro y eficiencia. Las aguas residuales y de lluvia se consideran un recurso añadido y deben ser gestionadas para su máximo reaprovechamiento a fin de que se minimice el impacto de la actividad humana en un bien fundamental para la vida de los sistemas naturales. La producción de alimentos se incluye en esta área para proporcionar el máximo alimento posible dentro del entorno urbano, a fin de minimizar el gasto energético en desplazamientos. Esta producción debe ser complementaria al parque agrario periurbano que históricamente se ha desarrollado en las ciudades tradicionales.

3.1 Consumo energético por habitante

Objetivo: Reducir el consumo energético para incrementar el ahorro económico y disminuir así las emisiones de CO2 derivadas, manteniendo unos niveles de confort adecuados para el bienestar de los ciudadanos. Definición:

Consumo global energético por habitante.

La eficiencia energética busca la aproximación al concepto de autosuficiencia con la generación de energía renovable y la adopción de medidas de conservación y optimización para los mayores sectores de consumo: doméstico, equipamientos y servicios, sector primario y flujos relacionados (gestión y tratamiento de residuos hídricos).

Para esto se debe reservar espacio en la edificación para la producción de energía térmica y fotovoltaica por medio de la captación solar.

A fin de obtener la máxima eficacia de los sistemas de generación de energía renovable se deben analizar las condiciones

físicas y climáticas locales del ámbito de estudio: temperatura estacional, radiación fotovoltaica, generación de biomasa, recursos geotérmicos, velocidad del viento...

3.2 Consumo de agua por habitante Objetivo:

Optimizar los consumos de agua potable mediante el uso y recuperación de recursos hídricos locales y mediante hábitos y tecnologías de ahorro que potencien la eficiencia en su uso.

Definición:

Expresa el consumo total de agua potable de red en el conjunto de sectores (doméstico, comercial- industrial y servicios municipales), por habitante y día.

Las ciudades no solo representan una parte importante de la demanda de agua por motivos sociales y económicos, sino que son uno de los principales agentes contaminantes debido al uso de los recursos hídricos.

La autosuficiencia hídrica urbana es un objetivo prioritario en la gestión de los ciclos del agua por cuestiones de equilibrio global de los sistemas naturales y la contribución a la reducción de la contaminación ambiental.

La eficiencia del ciclo del agua está sujeta básicamente a dos aspectos fundamentales: primero, la optimización de la demanda doméstica, comercial y del sector público; y, segundo, a la sustitución de parte de la demanda por agua no potable procedente del agua de lluvia, aguas grises, aguas subterráneas y otras fuentes relacionadas con el entorno urbano.

3.3 Generación de residuos Objetivo:

Reducir la generación de residuos urbanos y recoger en origen y de forma separada los residuos para posibilitar su reciclaje de calidad.

Definición:

Expresa la cantidad de residuos municipales generados en relación con la población total del ámbito de estudio. La eficiencia en la gestión de residuos pasa por la reducción del consumo y el cierre de los ciclos de vida de los materiales. Estos objetivos se traducen en una desmaterialización de los bienes de consumo. La prevención, eficiencia en la producción y consumo, el ahorro de materias primas, la recolección y mejor uso de los recursos contenidos en los residuos son aspectos clave para alcanzar este objetivo.

3.4 Recogida separada bruta de residuos Objetivo:

Reducir la generación de residuos urbanos y recogerlos en origen y de forma separada, los residuos para posibilitar su reciclaje de calidad. Esto significa un ahorro de materiales, de energía y de impactos en comparación con la fabricación de productos a partir de materias primeras vírgenes.

Definición:

Porcentaje de captura de los residuos separados en origen por los generadores y aportados a los sistemas de recogida separada del municipio respecto a la generación total. Este indicador muestra cuál es el nivel de captura total de los sistemas de recogida separada del municipio/ barrio y, por tanto, el éxito del sistema implantado. Contempla exclusivamente los residuos considerados urbanos, es decir, aquellos residuos generados en los domicilios particulares, los comercios, las oficinas, los servicios, y también los que no tienen la consideración de residuos especiales y que por su naturaleza o composición se pueden asimilar a los que se producen en los lugares o actividades descritas.

3.5 Espacio para la producción de alimentos Objetivo:

Promover la producción sostenible de alimentos a nivel local para reducir las emisiones derivadas del transporte de la industria alimentaria además de generar recursos que permitan avanzar hacia la autonomía alimentaria.

Definición:

Expresa la proporción de espacio público que se destina al cultivo sostenible de alimentos. La producción de alimentos por medio del cultivo de huertos en el espacio urbano depende de múltiples factores. El primero de ellos es la disponibilidad de suelo en el espacio público; el segundo sería la cantidad de población a abastecer. Otros factores no menos determinantes son la calidad del suelo, insolación, abastecimiento de agua, etc. El objetivo es alcanzar un nivel de producción cercano al consumo diario de verduras y hortalizas recomendado por la OMS. Aunque obtener una producción plena por medio del cultivo en el espacio público es difícil en el seno de la ciudad compacta, se estiman unos ratios de superficie adecuados por la carga didáctica y de cohesión comunitaria que los huertos urbanos representan.

4. Habitabilidad urbana El surgimiento de la ciudad en el territorio comprende la distorsión del medio ambiente, de una forma más o menos agresiva dependiendo del modelo de ocupación. El estudio del sistema urbano a través de la compacidad ofrece una visión compleja y completa de la ciudad. Revela una radiografía urbana en la cual el ojo es capaz de detectar cómo la ciudad se asienta en el territorio y cuál es el uso del suelo. El modelo de ocupación de un territorio en el urbanismo ecológico toma forma como modelo de ocupación compacta con el objetivo de reducir la transformación del suelo rústico y alcanzar el máximo de eficiencia en el uso de los recursos naturales para, de esta manera, disminuir la presión de los sistemas urbanos sobre los sistemas naturales. La posibilidad de que un número crítico de personas ocupe un determinado espacio urbano hace posible la viabilidad del transporte público sobre el transporte privado; además, genera una cierta tensión urbana que es capaz de crear un mercado para un conjunto de actividades económicas diversas, rentabiliza la provisión de servicios básicos a la ciudadanía, facilita una convivencia activa entre habitantes y permite establecer medidas que minimicen el consumo de agua y energía. Uno de los principales desafíos del urbanismo ecológico es transformar el espacio público en un lugar más habitable. Hoy en día, la mayor parte del espacio urbano está enfocado en la funcionalidad de la circulación del vehículo privado. Esto deriva en una concepción del espacio público poco flexible, disminuyendo la calidad espacial del entorno urbano y, por lo tanto, afectando a la calidad de vida de los ciudadanos. El espacio público es el termómetro vital que mide la convivencia social. Por definición, el espacio público debe ser el hábitat de la población donde se promueva la interacción, el contacto, la convivencia y el bienestar. La presencia de biodiversidad en un espacio urbano se vuelve insignificante si no tiene en cuenta la relación con los habitantes. El sistema verde urbano debe estar organizado en continuidad con los árboles de alineación, los interiores de manzana, los parques y jardines, y las cubiertas verdes y hábitats tales como superficies de agua o superficies cultivadas. Su funcionalidad como ecosistema natural dependerá de la conectividad de estos elementos tanto a nivel interno urbano como con el exterior. 4.1 Densidad de vivienda Objetivo:

Acoger a un número suficiente de habitantes que favorezca el intercambio y las relaciones entre ellos, las instituciones y las actividades.

Desarrollar de una manera eficiente las funciones relacionadas con una movilidad urbana sostenible, la provisión de servicios básicos y los flujos metabólicos urbanos.

Definición:

Este indicador halla la media de viviendas del entorno de análisis por unidad de superficie -en este caso hectáreas-. La forma en la que se ocupa un territorio y en la que se distribuye la vivienda determina la capacidad de acogida de

habitantes y cuál será la base para el resto de los procesos dinámicos: de movilidad, económicos y sociales. La densidad es asimismo una condición indispensable para la ocupación del espacio público. En los espacios colectivos de los tejidos compactos florece una vida social rica y activa, mientras que en los de los tejidos dispersos esta es limitada y se desarrolla principalmente en el ámbito privado.

4.2 Equilibrio urbano

Objetivo:

Promover un modelo de ocupación compacta del territorio para buscar la eficiencia en el uso de los recursos naturales, generando tejidos urbanos que compriman la distancia entre usos, espacio público, equipamientos y actividades, además de desarrollar patrones de proximidad que faciliten el desplazamiento a pie.

Incentivar las relaciones entre vecinos, visitantes y actividad económica, aumentando las posibilidades de contacto, intercambio y comunicación.

Definición:

El equilibrio urbano estudia la relación entre el volumen construido en referencia al espacio público de uso ciudadano (espacio de estancia). La cuantificación del equilibrio tiene en cuenta, por un lado, cualquier tipología de uso -ya sea residencial, terciaria o industrial del entorno- y afecta a la forma física de la ciudad en su funcionalidad y, en general, al patrón de uso del suelo y a la organización de las redes de movilidad y de espacios libres. Por otro lado, el espacio de estancia que, debido a sus características morfológicas y funcionales, permite la adecuada interacción entre personas y de estas con el entorno. Paseos, bulevares, parques y plazas juegan un papel fundamental, tanto en la calidad medioambiental de la ciudad como en su funcionalidad como espacios de relación, ocio y esparcimiento.

4.3 Espacio de estancia por habitante Objetivo: Asegurar una reserva mínima de espacio de estancia por habitante. La presencia de este tipo de espacios en la ciudad está íntimamente ligada con la morfología urbana. Una dotación de espacios de estancia equilibrada contribuye al bienestar físico, emocional y relacional de los ciudadanos. Definición: Este indicador mide la cantidad de espacio habilitado para la interacción ciudadana por habitante en un entorno urbano determinado. Dotar del suficiente espacio de estancia en nuestras ciudades es sumamente importante en la medida que afecta directamente a la calidad de vida de sus ciudadanos. El espacio de estancia, debido a sus características morfológicas y funcionales, permite la adecuada interacción entre personas y de estas con el entorno. Paseos, bulevares, parques y plazas juegan un papel fundamental, tanto en la calidad medioambiental de la ciudad como en su funcionalidad como espacios de relación, ocio y esparcimiento. Este tipo de espacios funciona como lugar de descompresión de la intensidad edificatoria.

4.4 Densidad de actividades Objetivo: Conectar el tejido urbano con corredores continuos de actividad. Aumentar la probabilidad de contacto, relación, intercambio y comunicación entre diferentes actores del sistema urbano. Incentivar una estrategia urbana basada en el conocimiento y la información y no en el consumo de recursos. Definición: Mide la continuidad de la actividad con relación al corredor urbano, cuantificando el número de actividades por cada 100 metros lineales de calle. La diversidad urbana es un concepto derivado de la teoría de la información y calcula la cantidad de información que contiene un mensaje. Muestra el nivel de organización de un sistema urbano y es en parte derivado de la presencia simultánea de actividades en un mismo entorno. La diversidad urbana aumenta en la medida en que están presentes en un mismo entorno urbano más actividades económicas, más equipamientos, más asociaciones e instituciones y están más diferenciadas entre ellas. La provisión de usos no residenciales en las plantas bajas favorece la ocupación de la calle, de manera que esta se convierte en un conector de actividades y en entorno facilitador de encuentros y convivencia, promoviendo los lazos sociales y comerciales. 4.5 Equilibrio de usos Objetivo: Favorecer un ámbito urbano complejo, sin una especialización definida, donde se mezclen diferentes funciones y usos. Generar proximidad entre residencia y puestos de trabajo para favorecer la autoconstrucción de la movilidad obligada y la satisfacción de las necesidades de la población en su entorno de vida cotidiano. Definición: Mide la proporción de suelo construido destinado a actividades terciarias con relación al suelo total construido destinado a vivienda. El espacio reservado para la actividad genera áreas seguras y dinámicas. La coexistencia de los tejidos residencial, terciario y comercial también ayuda a mitigar el contraste entre actividad nocturna y diurna, así como entre días laborables y festivos, favoreciendo una actividad permanente y transversal en el espacio público durante las 24 horas del día. Con el objetivo de generar una proximidad entre residencia y trabajo, la actividad económica debe estar integrada en los barrios residenciales en una proporción justa, ofreciendo espacios que puedan albergar actividades de varios formatos y tipologías (oficinas, pequeños negocios familiares...).

4.6 Espacio verde por habitante Objetivo: Preservar una mínima dotación de espacios verdes por habitante que les aporte beneficios, tales como bienestar físico y emocional, y que contribuya a su función de soporte de la biodiversidad en el medio ambiente urbano. Definición:

Mide la superficie de espacio verde por habitante del entorno urbano de análisis.

Para el cálculo de este indicador, consideramos áreas verdes aquellas superficies del espacio urbano con una proporción de cobertura vegetal mayor del 50% de su superficie, desestimando aquellas no practicables para el ciudadano, como glorietas de tráfico o medianas de las vías de transporte.

Una adecuada proporción de áreas verdes favorece el desarrollo de la vida social.

La Organización Mundial de la Salud considera las áreas verdes urbanas como esenciales para la estabilidad emocional y el bienestar físico de las personas, pues ayudan a mitigar la depresión psíquica que produce un entorno excesivamente artificial. También hacen las ciudades más habitables y saludables.

4.7 Cobertura de áreas verdes Objetivo: Jerarquizar el sistema de espacios verdes en la ciudad a diferentes escalas con el fin de asegurar una accesibilidad simultánea a diversas áreas funcionales: desde los espacios verdes de proximidad hasta las grandes áreas integradas en el medio agrícola y natural. Definición: El grado de cobertura de las áreas verdes analiza el porcentaje de población con acceso simultáneo a tres categorías de espacios verdes de acuerdo con estándares funcionales y de bienestar: 1. Área Verde >= 1000 m2, a una distancia < 300 m. 2. Área Verde >= 3.5 Ha, a una distancia < 750 m. 3. Área Verde >= 10 Ha, a una distancia < 4 km. Se consideran áreas verdes a este efecto todos los espacios de estancia con un mínimo de 1000 m2 y más de un 50% de su superficie no mineralizada (parques urbanos, espacios abiertos para uso exclusivo de peatones, parques forestales y plazas). No se tienen en cuenta espacios relacionados con el tráfico, aun cuando su superficie esté en correspondencia con las indicadas para el cálculo.

4.8 Densidad de arbolado viario Objetivo: Favorecer la conectividad entre las diferentes áreas verdes urbanas, estableciendo una red estructural de corredores ecológicos que favorezcan la circulación de especies naturales por el medio urbanizado y conecten los espacios verdes a diferentes escalas. Incrementar la biodiversidad del medio urbano facilitando el asentamiento, nutrición y reproducción de las especies naturales. Definición: La densidad de plantación de árboles en el medio urbano mide la continuidad del arbolado cuantificando su número por cada 100 metros de calle. La presencia de elementos vegetales en el espacio público evita la excesiva insolación, regula el microclima urbano y mitiga el efecto isla de calor urbana. En vistas a aumentar la biodiversidad urbana es recomendable la diversificación de especies y tipologías de árboles, incorporando aquellas que favorezcan la nidificación y la nutrición de las especies animales. Para el cálculo no se tiene en cuenta el arbolado de parques y jardines.

5. Cohesión social Las ciudades no pueden satisfacer su función de motor de progreso social, de crecimiento económico y de espacio de desarrollo de la democracia a menos que se mantenga el equilibrio social -tanto a nivel interno como al nivel de las relaciones con otros territorios-, que se proteja su diversidad cultural y que se establezca una elevada calidad urbana. En un contexto atento a la vulnerabilidad social, la mezcla de rentas, culturas, edades y profesiones tiene un efecto estabilizador sobre el sistema urbano ya que supone un equilibrio entre los diferentes actores de la ciudad. El análisis de la diversidad nos muestra quién ocupa el espacio y la probabilidad de intercambios y relaciones entre los componentes con información dentro de la ciudad. En cambio, la segregación social que se produce en ciertas zonas de las ciudades crea problemas de inestabilidad como son la inseguridad o la marginación, que tienden a enquistarse entre las poblaciones más vulnerables si no reciben la atención adecuada. La proximidad física entre equipamientos y viviendas, la mezcla de distintos tipos de vivienda destinados a diferentes grupos sociales, la integración de barrios marginados a partir de la ubicación estratégica de elementos atractores, la priorización de las conexiones para peatones o la accesibilidad de todo el espacio público para personas con movilidad reducida son elementos clave para no excluir a ningún grupo social y garantizar las necesidades básicas de vivienda, trabajo, educación, cultura, etc. 5.1 Índice de envejecimiento Objetivo: Equilibrio de la población de diferentes edades. Aumentar la cohesión de grupos de edades diversas a partir del contacto en un mismo espacio físico. Definición: Relación cuantitativa de la población mayor (más de 65) respecto a la población infantil (0 -15) en un territorio determinado (personas mayores por cada 100 niños). El índice de envejecimiento permite apreciar los cambios en la estructura etaria de la población, pone de manifiesto los cambios en las demandas sociales -sobre todo en materia de salud y de asistencia- y también aporta información sobre las posibles transferencias intergeneracionales en la ciudad. La diversidad de edades de la ciudadanía es el modelo opuesto a la ciudad segregada, con tendencia a la creación de guetos en los que solo se convive entre grupos homogéneos de habitantes y que genera problemas de inseguridad o marginación. La tendencia deseable es el equilibrio demográfico entre personas mayores y niños, lo que asegura además un recambio poblacional sostenible, es decir, el mantenimiento del tamaño de la población.

5.2 Población extranjera Objetivo: Equilibrio de la población de diferentes procedencias. Aumentar la cohesión de los grupos de procedencias diversas a partir del contacto en un mismo espacio físico. Definición: Expresa la proporción de población de nacionalidad extranjera. Su evaluación se referencia a partir de la desviación del resultado arrojado en relación con la proporción de población de nacionalidad extranjera de la ciudad. El análisis de la población extranjera en la ciudad y su distribución proporciona información de los desequilibrios territoriales que puedan existir entre la población de diferentes procedencias. El parámetro de medida se expresa en función de la desviación porcentual de la media del conjunto urbano. La diversidad de procedencias de la ciudadanía en un contexto que favorezca la convivencia entre grupos de personas diferentes es el modelo opuesto a la ciudad segregada, con tendencia a la creación de guetos en los que solo se convive entre grupos homogéneos de habitantes y que genera problemas de inseguridad, marginación y miedo al diferente. 5.3 Proximidad a equipamientos básicos Objetivo:

Conseguir que la población tenga acceso al mayor número de equipamientos distintos, en un área de cobertura determinada, de manera que pueda cubrir a pie diferentes necesidades (culturales, educativas, sanitarias...) sin necesidad de recurrir a otros medios de transporte.

Definición:

La proximidad simultánea mide el porcentaje de población que se encuentra cercana al mismo tiempo a diversos tipos de equipamiento. Informa, además, del grado de compactación urbana y de la mezcla de usos en la ciudad. Se entiende por equipamiento básico aquel que cubre las necesidades cotidianas de población, que constituye el primer nivel de prestación de servicios. El cálculo se elabora a partir del recuento de la población que se encuentra dentro del radio de proximidad especificado. La proximidad a los equipamientos es una condición básica para la accesibilidad, en especial para las personas con movilidad reducida.

5.4 Dotación de vivienda protegida Objetivo:

Conseguir que la composición del parque de viviendas no excluya a ningún ciudadano por razones de renta. Definición:

Mide el porcentaje de viviendas adscritas a algún tipo de régimen social alternativo al mercado inmobiliario convencional, en relación con el número total de viviendas del entorno urbano de análisis. Toda acción sobre el parque inmobiliario de una ciudad -ya sea transformación, sustitución, rehabilitación y, por supuesto, también la inacción- tiene una consecuencia sobre la estructura social. La vivienda constituye el primer factor de segregación urbana, ya que sobre ella se aplican filtros sociales por renta en función de su precio. De hecho, el acceso a la vivienda, la necesidad más básica que puede satisfacer una ciudad, es la piedra angular sobre la que gira la exclusión social. La existencia de un parque de vivienda protegida amplio en sus diferentes modalidades (alquiler protegido, cambios de fiscalidad, control de la vivienda vacía, regulación de precios de mercado, cesión de uso...), estable en el tiempo y bien distribuido en los diferentes barrios es una de las mejores garantías de cohesión social.

5.5 Renta Familiar Disponible Objetivo: Disminuir las desigualdades por motivos de renta. Favorecer una mayor igualdad en la distribución de la renta familiar. Evitar la exclusión social por motivos económicos. Definición: Mide el grado de desviación de la renta familiar media de los habitantes del ámbito de estudio con relación a la renta media familiar de los habitantes del conjunto urbano. La eficiencia en la gestión de residuos pasa por la reducción del consumo y el cierre de los ciclos de vida de los materiales. Estos objetivos se traducen en una desmaterialización de los bienes de consumo. La prevención, eficiencia en la producción y consumo, el ahorro de materias primas, la recolección y mejor uso de los recursos contenidos en los residuos son aspectos clave para alcanzar este objetivo.

5.6 Paro de larga duración Objetivo: Conseguir una sociedad más cohesionada a partir del conocimiento de las desigualdades sociales de un territorio en términos de ocupación. Definición: El indicador mide el porcentaje de desempleados por un periodo mayor a 12 meses con relación al número total de desempleados de un ámbito urbano. La falta de empleo de una manera continuada afecta gravemente a la cohesión social del ámbito urbano, sobre todo cuando esta se concentra en zonas específicas. En los tejidos más desfavorecidos es una situación recurrente el desempleo prolongado. Conocer su grado de incidencia es fundamental para poder aplicar medidas sociales que converjan en una mayor igualdad de oportunidades de la población. 5.7 Población juvenil en paro Objetivo: Conseguir una sociedad más cohesionada a partir del conocimiento de las desigualdades sociales de un territorio en términos de ocupación de la población joven. Definición: Medida de la desviación del porcentaje de desempleados con una edad comprendida entre 16 y 29 años en relación con el total de desempleados del barrio y con el porcentaje de desempleados de la misma edad en todo el ámbito municipal. El desempleo juvenil afecta drásticamente al equilibrio social de un determinado ámbito urbano por lo que supone para el desarrollo de la sociedad y por la falta de continuidad en la progresión profesional de los miembros más jóvenes. Conocer su grado de incidencia es fundamental para poder aplicar medidas sociales que converjan en una mayor igualdad de oportunidades de la población. 5.8 Población sin estudios Objetivo: Conseguir una sociedad más cohesionada a partir del conocimiento de las desigualdades sociales de un territorio en términos de formación de la población.

Definición: El indicador mide la desviación del porcentaje de individuos sin estudios en un barrio con relación al porcentaje de habitantes sin estudios en todo el ámbito municipal. La falta de educación afecta de manera determinante a las oportunidades de acceder a un empleo de calidad. Esta situación influye directamente en la movilidad social y afecta directamente a la igualdad de oportunidad en el seno de la sociedad. Conocer su grado de incidencia es fundamental para poder aplicar medidas sociales que converjan en un mayor equilibrio de la sociedad. 5.9 Población con estudios superiores Objetivo: Fomentar la movilidad social y la igualdad de oportunidades a facilitando el camino a la educación superior a aquellas franjas sociales con problemas de acceso a la misma. Definición: El indicador mide la desviación del porcentaje de individuos con educación superior en un barrio con relación al porcentaje de habitantes con estudios superiores en todo el ámbito municipal. El acceso a la educación superior es un factor determinante en la igualdad de oportunidades de acceso a empleos de calidad. La educación superior es un factor clave de progreso de una sociedad Conocer su grado de incidencia es fundamental para poder aplicar medidas sociales que converjan en un mayor equilibrio de la sociedad. 5.10 Índice de victimización Objetivo: Garantizar la protección frente a la delincuencia de la población de un ámbito urbano específico. Definición: El índice de victimización mide el porcentaje de población mayor de 16 que ha sido víctima de algún hecho considerado delictivo (en tentativa o consumado) en un entorno específico. El indicador mide la desviación del porcentaje de hechos delictivos detectados en función de la población mayor de 16 años en un barrio con relación al porcentaje de hechos delictivos detectados en función de la población mayor de 16 años en todo el ámbito municipal.