35
Artesanías de la Región de Rapel: del cobre en Coya y del mimbre en Chimbarongo. Héctor Caviedes Brante, Profesor de Geografía, Departamento de Historia, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile; [email protected] Claudia Aranda Bellenger, Licenciada en Historia, Universidad de Chile; [email protected] Catalina Codelia Contreras, Profesor ayudante de Geografía, Departamento de Historia, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile; [email protected] Resumen Resumen Francés Palabras claves (5 a 7) En un trabajo de Geografía publicado unos años atrás, sus autores recuerdan que el término Región proviene del latin regir, es decir, aquello que se impone y circunscribe a un segmento o parte de la superficie terrestre. CITAR En un área aproximada a los 14.177km 2 del centro del territorio continental chileno, el Rio Rapel y sus numerosos y variados afluentes conforman una cuenca de carácter hidrográfica que tiene su expresión en el fraccionamiento del sistema montañoso andino así como en el relleno de los fondos de valles y depresiones téctonicas de este sector inmediatamente al sur de Santiago. Es lo que designamos Región del Rapel.

Artesan as de La Regi n Del Rapel

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Artesanías de la Región de Rapel: del cobre en Coya y del mimbre en

Chimbarongo.

Héctor Caviedes Brante, Profesor de Geografía, Departamento de Historia,

Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile;

[email protected]

Claudia Aranda Bellenger, Licenciada en Historia, Universidad de Chile;

[email protected]

Catalina Codelia Contreras, Profesor ayudante de Geografía, Departamento de

Historia, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile;

[email protected]

Resumen

Resumen Francés

Palabras claves (5 a 7)

En un trabajo de Geografía publicado unos años atrás, sus autores recuerdan

que el término Región proviene del latin regir, es decir, aquello que se impone

y circunscribe a un segmento o parte de la superficie terrestre. CITAR

En un área aproximada a los 14.177km2 del centro del territorio continental

chileno, el Rio Rapel y sus numerosos y variados afluentes conforman una

cuenca de carácter hidrográfica que tiene su expresión en el fraccionamiento

del sistema montañoso andino así como en el relleno de los fondos de valles y

depresiones téctonicas de este sector inmediatamente al sur de Santiago. Es lo

que designamos Región del Rapel.

Page 2: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Figura Nº1: Mapa de la Cuenca Hidrográfica del Río Rapel

La cuenca hidrográfica del Rapel, que se desarrolla desde las más altas cimas

andinas hasta la desembocadura en el Oceano Pacífico, cubre el 86 por ciento

de la región político- administrativa denominada del General Bernardo

O’Higgins a partir del establecimiento de la actual regionalización impuesta en

1984.

El Río Rapel, nacido de la unión de los rios Cachapoal y Tinguiririca en el

sector de La Junta, es el curso final de la red hidrografica del mismo nombre.

Estos dos grandes tributarios obtienen su caudal de un régimen hídrico mixto o

pluvionival. Ambos cursos de agua se insertan en forma de red en amplios

sectores andinos y se introducen luego en los fondos de las cuenca tectónicas

marginales: de Rancagua en el caso del río Cachapoal y del norte del Valle

Central, en el caso del Tinguiririca.

El río Cachapoal, nacido en las laderas del cerro de los Piuquenes a 4.446

metros de altura, hace su recorrido hacia el mar en forma sinuosa

Page 3: Artesan as de La Regi n Del Rapel

predominando la dirección oeste. Dentro del ámbito de la Cordillera de los

Andes recibe afluentes tales como el Pangal, por el norte, y los ríos Las Leñas,

Cortaderal y Cipreses, por el sur.

En cuanto al río Tinguiririca, este se origina en las proximidades del Paso de

las Damas a 3.050 metros de altitud, en un afluente del mismo nombre. Recibe

después los aportes de los ríos Azufre, Clarillo y Claro.

Esta sistema hidrográfico limita al norte con la cuenca del Maipo, en donde

hacia 1541 se levantó la ciudad de Santiago de Nueva Extremadura en uno de

sus principales tributarios, el río Mapocho. Esta ciudad a la postre se

convertiría en la capital de Chile. Mientras que por el sur confina con la

también hidrografica cuenca del Maule, que ha sido señalada por los

historiadores como el límite cultural entre el incanato y el corazón de los

pueblos del Mapudungún.

El diseño actual de la cuenca hidrográfica del río Rapel, al igual que la

estructura del resto del territorio nacional, quedó definido durante la última

parte del Cuaternario, periodo en que relieves como la Cordillera de Los Andes,

la Depresión Intermedia, la Cordillera de la Costa y las Planicies Litorales,

conjuntamente con el sector de cuencas tectónicas marginales, quedaron

estructuradas tal como hoy las conocemos.

En la Cordillera de los Andes, reconocida como un característico sistema

montañoso de plegamientos, se sitúan los cabezales hídricos de esta extensa

hoya hidrográfica (NIEMEYER y CERECEDA, 1984, pp. 79), con cimas que

sobrepasan los 5.500 metros de altitud, valor que sin embargo desciende

desde el volcán Tinguiririca al Sur. Mientras en el sector septentrional las cimas

se digitan en tres alineamientos entre los que sitúa el enorme yacimiento de

cobre de El Teniente, en la mitad meridional los alineamientos de alturas se

expresan en dos. En uno y otro caso los plegamientos descienden en altitud

en la medida que se avanza al occidente.

Page 4: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Además, en la naciente de los afluentes de la cuenca hidrológica Los Andes

presenta un área significativa de glaciares producto de la altura y el aumento

de las precipitaciones, entre los que destacan Cortaderal, Cipreses y

Universidad, lo que ha incidido de alguna manera en la provisión de aguadas y

pastizales y, por ende, en la existencia de una variada flora y fauna

representativa de distintos niveles o pisos altitudinales ecológicos.

Al igual que el resto de Los Andes Centrales el volcanismo ha estado y está

presente en esta parte de la trama andina con volcanes activos como el

Tinguiririca a 4.000 metros de altura, y apagados como el Palomo a 4.860

metros, y que también se ha traducido en mayores y angulosas alturas y en la

base de la existencia de aguas termales en este ámbito.

A pesar de la connotada altitud del sistema montañoso andino podemos

encontrar áreas de paso o de puertos de montaña que permiten vincular a

ambos lados cordilleranos, como el Paso de Las Leñas a 2.040 metros, el

paso del Yeso a 2.602 metros en el interior de la Hacienda de Cauquenes y el

paso de Las Damas a 2.587 metros cerca del nacimiento del río Tinguiririca.

Todos estos pasos fronterizos han sido vehículos de tránsito en épocas pre y

pos-hispanas especialmente por arrieros, intermediarios y viajeros.

Con respecto a la Depresión Intermedia, el norte de la cuenca hidrográfica del

Rapel se inserta en una estructura de origen tectónico denominada cuenca de

Rancagua, que ha sido rellenada con materiales fluvioglaciovolcánicos

transportados desde el tronco andino por la acción del río Cachapoal y sus

afluentes. Mientras que en el sur de la Cuenca Hidrográfica del Rapel, el río

Tinguiririca ha realizado la misma labor de relleno en el Valle Central.

Los fondos de cuencas marginales, como la de Rancagua y la del Valle

Central, fueron fosas pequeñas o medianas que los materiales de diversos

orígenes han permitido rellenar, generando procesos edafológicos con distintas

capacidad de suelos que sirven de asiento a los diferentes tipos de vegetales,

permitiendo a su vez sostener a una variada gama faunística, configurándose

Page 5: Artesan as de La Regi n Del Rapel

de esta manera un hábitat muy favorable para el asentamiento humano desde

tiempos muy tempranosi.

El sector de la Cordillera de la Costa, que es el último tramo cubierto por la red

hidrográfica del Rapel, se encuentra muy meteorizado y presenta pérdidas de

altura deprimiéndose bruscamente hasta no superar los 1.000 metros. Esto ha

ido configurando geomorfológicamente esta zona como un área de suaves

colinas en la que la escorrentía superficial se observa notablemente debilitada,

lo que se expresa en un paisaje fuertemente esteparizado.

Cabe destacar que en áreas aledañas a la desembocadura del Rapel, y de

cara a la Cordillera de la Costa, encontramos lagunas originadas por acción

tectónica y relleno hídrico continental que han constituido una fuente de

obtención de sal desde tiempos precolombinos. Tal es el caso de las lagunas

de Cahuil, Bucalemu y Topocalma.

En relación al clima que se presenta en la Cuenca de Rapel, gran parte de ella

está bajo la impronta del tipo templado mediterráneo, que además es

característico de gran parte del centro del territorio chileno continental.

Los valores térmicos y los montos pluviométricos no son homogéneos en toda

la cuenca, en especial de este a oeste dadas las diferencias de altitud que

presentan los distintos relieves que se encuentran al interior de la estructura

litológica. Así por ejemplo, en la estación meteorológica de El Teniente, a

2.300 metros de altura, la temperatura media anual es de 9,6° C, las

temperaturas invernales (de junio a agosto) apenas superan los 4° C y las

precipitaciones anuales se concentran mayoritariamente en los meses de

invierno alcanzando a 1.072,9 mm.

Por su parte, Rancagua, localizada en la Depresión Intermedia en torno a los

400 metros presenta una temperatura media anual de los 14,7° y sus

precipitaciones promedian cerca de 500 mm anuales.

Page 6: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Topocalma, en las proximidades de la desembocadura del Rapel y frente al

Océano Pacífico, presenta precipitaciones que alcanzan a cifras cercanas a

los 823,5 mm anuales y una temperatura media anual de 12,6° C.

Además de las diferencias de este a oeste también hay una variación térmica y

pluviométrica de norte a sur: San Fernando, localizada a poco más de 70

kilómetros al meridión de Rancagua y situada a 329 metros presenta

precipitaciones anuales de 773 mm y una temperatura promedio anual de

14°C.

Las diferencias de temperaturas y de precipitación líquida al interior de ésta

region no son suficientes para explicar su incidencia en las cubiertas

vegetacionales, para ello es preciso observar la existencia y disposición de los

relieves. De esta manera se comprende que ambas cordilleras favorezcan las

diferencias de densidad de flora.

Además, en esta area se destaca una gran variedad tanto de especies

arbóreas, arbustivas y herbáceas de múltiples usos: el alimenticio, como el

Peumo; el uso forrajero, como la Quila; especies nativas de uso artesanal y

doméstico, como el Quillay; de uso medicinal, como el Quinchamalí, etc. (DEL

RIO y TAGLE, 2001: 32).

Dos artesanías de la Cuenca del Río Rapel

Estimado: artesanía derviva de artesano y éste a su vez del

italiano artigiano "que ejerce un arte manual", por el mismo procedimiento que

se aplicó cortigiano "cortesano". Por lo tanto, el étimo próximo es del italiano,

no directo desde el latín. En este sentido, la explicación artesano < artis +

manus "arte con las manos" me parece dudosa o, por lo menos, no es muy

transparente, incluso puede ser un caso de falsa etimología o etimología

popular. En síntesis, el recorrido del étimo más plausible es lat. ars, artis >

*artensis > artisanus > it. artegiano > esp.artesano. El * indica que se trata de

un adjetivo supuesto pero no testimoniado. Un cordial saludo, Prof. San Martín.

Page 7: Artesan as de La Regi n Del Rapel

El artesanado ha sido definido como el conjunto de actividades en cuyo

proceso, sea de producción de bienes o de prestación de servicios, predomina

el trabajo manual mediante el empleo de herramientas; sin embargo, se

reconoce que la maquinaria puede jugar un papel importante en la operación,

siempre que el trabajo esté controlado por el dueño y no sea en serie. En la

mayoría de los talleres artesanales el trabajo es familiar o individual debido a

las características del propio trabajo: requiere de poco capital, un equipo simple

y generalmente de tipo tradicional que resulta accesible para las personas de

bajos ingresos (CONSERJERIA NACIONAL DE PROMOCION POPULAR,

1968: 15).

Además, la artesanía ha sido definida como producto local, comunitario e

historicamente producido por una comunidad que se trasmite los saberes a

través de la oralidad (RAMOS, TUÑON y CALDERON, 2000: 3). Para las

comunidades que las producen y las consumen, las artesanías tienen un

sentido comunitario y un valor de uso que les diferencia de las produciones

realizadas desde el arte popular, que, contrario a lo anterior, son objetos que se

caracterizan por pertenecer a un circuito de objetos artísticos dependientes del

genio individual y a las corrientes ajenas a la comunidad (GARCIA CANCLINI,

1986).

En las areas rurales el objeto artesanal es manufacturado con materiales que

se encuentran en su entorno natural o que recicla del espacio urbano e

inclusive importa desde el extranjero (MONASCAL y CASTRO, 2006: 2)ii. En

estas zonas los campesinos combinan las labores agrícolas con las

artesanales, en donde este tipo de producción aparece como una alternativa

para obtener ingresos adicionales (MONASCAL y CASTRO, 2006: 4).

Pero los incesantes cambios traidos por la globalización hoy nos impelen a

ubicarlos en la lógica del presente y visualizarlos necesariamente como

productos que, si bien están anclados a procesos productivos tradicionales,

están imbricados en el circuito del mercado y por tanto, no están ajenos a los

procesos de modernización (GARCIA CANCLINI, 1982: 201). Incluso hoy el

término de artesanía es utilizado para referirse a quien hace por su cuenta

Page 8: Artesan as de La Regi n Del Rapel

objetos de uso doméstico imprimiéndoles un sello personal, a diferencia del

obrero fabril (MONASCAL y CASTRO, 2006: 7)iii. Y es que, a juicio de Erminy

Perán, una de las consecuencias de la globalización es que constantemente se

esté modificando lo que entendemos por tradicional, cultural, auténtico, artístico

o artesanal gracias a los continuos cambios que se producen en el mercado

local y en el internacional.

En particular, en el área de la cuenca del Rapel encontramos artesanías que

son producto de un proceso histórico cultural que se ha dado en situ, lo que

obedece a lo que se conoce como artesanías tradicionales, pero también

encontramos aquellas generadas a partir de políticas de entidades públicas

motivadas por problemáticas locales. Tal es el caso de Chimbarongo y Coya

respectivamente.

Coya

Dentro de esta enorme cuenca hidrográfica del Rapel, en la confluencia del río

Coya con el Cachapoal, encontramos la localidad de Coya, ubicada en la

comuna de Machalí -provincia de Cachapoal, VI Región-, a los 34º15 de latitud

sur y 70º51’67 de longitud oeste. El pueblo fue contruído sobre la ladera de un

cerro en un medio que se caracteriza por una geografía accidentada, con una

estrecha calle principal. La distancia entre ella y la ciudad de Rancagua, capital

de la región administrativa, es de alrededor de 20 kilómetros, y de más de 120

kilómetros si nos referimos a la capital de la República, Santiago.

Page 9: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Si bien su nombre proviene del quecha y su significado es “princesa”, esta

localidad formó parte de una merced de tierra entregada a los conquistadores

durante el siglo XVI. Pero es en el siglo XX cuando su localización la

transforma en un punto neurálgico para la explotación comercial del yacimiento

minero de cobre conocido hoy como El Teniente.

otorgada en 1546 fue heredada en gran parte por Catalina de los Ríos y

Lisperguer, quien en 1628 dona una parte a la Compañía de Jesús,

constituyéndose la Hacienda de la Compañía con una superficie de 10.000

cuadras que abarcaban los terrenos comprendidos entre lo que es hoy

Angostura y el río Cachapoal, de mar a cordillera (Del Río y Tagle, s/f). Un

dato que confirma la propiedad de los descendientes de Mateo de Toro y

Zambrano, sobre el territorio que comprende actualmente el pueblo de Coya y

sus alrededores, se encuentra en la instalación de un horno de fundición de

cobre, hacia el año 1850, “en el lugar llamado “Los Perales”, de propiedad de

Juan de Dios Correa y Saa, cerca de la confluencia de los ríos Coya y

Cachapoal (Baros, 1995:32). por no tener las mujeres en esa época derechos

sobre sus propiedades, salvo mediante la firma de un pariente hombre, es el

Page 10: Artesan as de La Regi n Del Rapel

marido de Nicolasa de Toro y Dumont, Juan de Dios Correa y Saa, quien figura

como dueño.

Una de ellas, es la que hereda Josefa Correa Toro llamada Fundo Los Perales,

y que finalmente queda en manos de su nieto Benjamín Errázuriz, uno de los

primeros propietarios recordados por los actuales habitantes de la localidad; la

otra es la que adquiere Rafael Correa Toro, de la que se sabe contenía en su

propiedad la mina El Teniente. Una de las dos hijas de este último, Nicolasa

Correa Blanco, se casa con Carlos Irarrázabal Larraín, quien por los derechos

de su esposa y en nombre de los descendientes de Juan de Dios Correa y Saa

realiza la transacción de la mina de cobre con Braden Copper Co. en el año de

1905 (Baros, 1995). La adquisición de la mina de parte de los norteamericanos

producirá consecuencias impensadas para Coya.

Originalmente el Fundo, que comprendía las tierras desde el cruce de los ríos

Coya y Cachapoal hasta el límite con Argentina, se componía de alrededor de

setenta mil hectáreas. Todo este espacio se dividía en una serie de potreros

destinados a distintas funciones, por ejemplo, para cultivos de pastos, porotos,

maíz, trigo o frutales con una superficie que podía superar las 100 hectáreas; o

para crianza de animales que en total podían sumar cerca de 1.500 cabezas de

ganado. Además, existía una lechería, una chanchería y una pastería para la

venta de forraje. Por la posesión de tierras de cordillera los animales eran

subidos y bajados constantemente mediante arreo al lugar de la veranada y la

invernada (entrevista a Luis Contreras, Julio 2006). Para el fundo trabajaban

alrededor de 50 personas, que recibían un sueldo mínimo más una casa y un

cuarto de cuadra de terreno para la siembra y la crianza de animales para el

autoconsumo, cifra que en verano se duplicaba para cumplir con las labores de

cosecha (entrevista a Luis Vásquez, Julio 2006). Por la magnitud de su

producción prontamente el Fundo Perales se convirtió en proveedor de la

Braden Copper para la mina.

Será la construcción de la Casa de Fuerza de Coya la que permitirá erl

surgimiento de los primeros asentamientos espontáneos que prosperan en la

localidad gracias a la llegada de grandes contingentes de trabajadores

Page 11: Artesan as de La Regi n Del Rapel

campesinos de diversos sectores, como el Rulo, Curicó, Machalí, entre otros.

Los primeros campamentos surgirían a orillas del río, con chozas hechas de

coligüe y barro y fanolas en el techo. Lentamente el número de habitantes fue

aumentando, apareciendo poblaciones como la Americana, el Jote y el

Chancho, y junto con ellas apareció tam,bién la segregación entre los gringos y

los demás trabajadores (FONDART). Más tarde surgirán nuevas poblaciones

como Errázuriz, Bellavista y El Alamo.

La población Errázuriz está ubicada en el sector céntrico de la localidad de

Coya, y corresponde al casco antiguo de este singular poblado. Conforma una

trama muy particular de asentamiento que consolida el principal espacio

público de esta localidad. Se trata de un conjunto de viviendas construidas en

la primera década del siglo XIX por obreros que participaban en la construcción

de la central hidroeléctrica, vinculados a la empresa minera Braden Cooper

Company, y trabajadores agrícolas que migraron de la Hacienda Perales.

Coya en la actualidad aún no cuenta con un sistema de alcantarillado público,

si no que presenta soluciones individuales de pozo y fosa séptica.

Figura Nº 2: Mapa de la Sexta Región del Libertador Bernardo O’Higgins

Page 12: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Fuente: Instituto Geográfico Militar.

Autor: Elaboración propia

Para efectos de las artesanías de cobre que se producen en esta localidad es

requisito hablar de la minería metálica en las proximidades de Coya. El

Teniente, al igual que los yacimientos de más al norte, está relacionado con el

marco tectónico de la Cordillera de Los Andes, que se asocia a la presencia del

margen continental activo con subducción de corteza oceánica bajo el

continente sudamericano, lo que se conoce como margen convergente de

placas (DEWEY y BIRD, 1970). La característica distintiva de esta cordillera es la

existencia de depósitos de enormes volúmenes de material ígneo generado a

lo largo de su historia geológica, los que se relacionan directamente con su

contenido metálico (GARRIDO y MCKINNONA, 2003)iv y que permiten la

Page 13: Artesan as de La Regi n Del Rapel

existencia de varios depósitos gigantes de tipo pórfido cupríferov.

Figura 3: Ubicación de las franjas metalogénicas de pórfidos cupríferos de

Chile-Perú. Los pórfidos cupríferos y auríferos principales, así como los

prospectos de los diferentes cinturones metalogénicos, son mostrados junto

con su rango de edad respectiva. Los yacimientos correspondientes a este

trabajo son identificados en rojo. Fuente: ASTUDILLO, 2008: 23.

Page 14: Artesan as de La Regi n Del Rapel

La mina El Teniente está situada a 2300 metros de altura, entre 31 ° y 34 ° de

latitud sur y a una longitud de 70° 19’, en el flanco occidental de la Cordillera de

los Andes, en la parte alta de la cuenca hiodrológica del Rapel, área que

administrativamente pertenece a la comuna de Machalí, en la Provincia

Cachapoal de la Región del Liberatador Bernardo O’Higgins. Este yacimiento

minero se encuentra a 44 kilómetros al noreste de la ciudad de Rancagua y

aproximadamente a 120 kilómetros al sureste de Santiago.

La actividad extractiva de carácter comercial de gran envergadura para la

economía nacional en este yacimiento sólo viene a implementarse con la

presencia de la compañía estadounidense Braden Coopper Company en 1905,

aunque este metal rojo ya habría despertado interés desde tiempos

precolombinosvi.

En épocas prehispánicas la explotación minera había sido realizada con

distintos niveles y usos. Antes del periodo Inca muy rudimentariamente para

fines decorativos, utilitarios y de caza (Del Río y Tagle, s/f), mientras que

durante el dominio del Tawantinsuyu incluso se sabe de la construcción de una

rudimentaria fundición por el cacique Coya, cuyos restos se conservaron y

fueron aprovechados hasta el siglo XIX (Baros, 1995). Durante la Colonia y la

República su aprovechamiento fue algo más intensivo, pero no con los

alcances, expectativas y éxitos del periodo norteamericano.

Debemos distinguir una actividad que tiene por fin el gran mercado

internacional a una cuyo objetivo es el consumo local. En este sentido,

podemos establecer que la explotación del yacimiento minero que a futuro se

denominará El Teniente se inició con la ocupación del área en tiempos

coloniales, tal como lo establece Benjamín Vicuña Mackenna: “El cobre nació

en nuestras abundosas montañas en cuna de plebeyos y así vivió durante

cerca de tres siglos; a cuya postre el trabajo i la industria, el comercio y la

ciencia de consuno con la libertad ennoblecieronlo haciendolo potencia”

(VICUÑA MACKENNA, 1883: 53).

Page 15: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Artesanías de cobre

En el año 2002 la Corporación de Desarrollo Pro-O`Higgins - que reune a una

veintena de empresas de la región bajo la presidencia de la División El

Teniente, CODELCO- en conjunto con la Municipalidad de Machalí crean la

Escuela de Orfebres de Coya, y su principal objetivo es la creación de

instancias de elaboración de productos ornamentales y utilitarios en los que el

cobre debe estar incluido en el artículo final al menos en un 90 por ciento.

Para ello se creó una Escuela de Artesanos de Cobre en Coya con el objeto

de aprovechar infraestructura que había quedado en desuso al ser trasladada a

Rancagua, como por ejemplo el Hospital de esa localidad. Por tanto, nos

encontramos frente a una actividad de aprendizaje artesanal inducida o

institucional de cobre en Coya que responden a una realidad no tradicional.

Pese a lo anterior, el interés mayoritario de participación en esta experiencia no

proviene de los habitantes del poblado en cuestión sino del resto de las

localidades que rodean Coya, especialmente Rancagua. Los diseños que

promueve dicha formación están inspirados en la iconografía Colonial, la

mitología Mapuche, Chilota y Aymará, así como en los bienes utilitarios de las

antiguas prácticas campesinas, como arados, bueyes y otros. Sin embargo,

una vez establecidos con sus respectivos talleres, los artesanos quedan en

libertad para producir los motivos que ellos estimen convenientes.

Esta actividad es complementaria al ingreso monetario familiar y el apoyo

institucional se basa fundamentalmente en la exposición permanente de sus

productos en las oficinas centrales de CODELCO-Chile en Santiago y Sewell,

aunque la percepción de los mismos orfebres es de escasez de iniciativas

institucionales reales de promoción de sus trabajos.

No podemos dejar de mencionar la creciente inversión de instituciones

conectadas a la Gran Minería del cobre y de otras empresas de la región

ligadas a la producción vitivinícola, frutícola, turística y agroindustrial que en

general se verían profundamente beneficiadas con la construcción y

habilitación de una ruta internacional por El Paso de Las Leñas, que debería

Page 16: Artesan as de La Regi n Del Rapel

pasar por Coya. Además, ello podría traducirse en el fomento y la difusión de

una actividad artesanal que promueve la imagen e identificación con los

productos de origen de la región, y así de paso, que ayudaría al término de la

tendencia demográfica negativa de esa localidad.

La VI Región del Libertador Bernardo O’Higgins es una de las áreas

geográficas nacionales con un impacto más notorio en cuanto a los cambios

productivos asociados a la última modernización del mundo rural. Si bien la

región mantuvo estructuras agrarias y sociales tradicionales durante varios

siglos, en la actualidad es una de las zonas triunfadoras dentro del actual

modelo económico del país, sobre todo, por el rol de las Agroindustrias de

plantaciones y la instalación de consorcios internacionales con modernas

tecnologías en lo organizativo y productivo. Esta producción se destina

principalmente a satisfacer la demanda mundial. Todo lo anterior imprime un

sello modernizante a la región, que aprovecha una serie de ventajas

comparativas o competitivas presentes en tal espacio.

Paralelamente cohabitan en la región actividades agroganaderas en el secano

costero menos modernizadas que sus pares de la depresión intermedia,

aunque de igual manera con algún tipo de ligazón a las relaciones productivas

empresariales, misma situación que se genera en la actividad forestal en los

faldeos cordilleranos costeros. No obstante, y tal como planteara Milton Santos

en relación a los circuitos comerciales, aún las organizaciones productivas

tradicionales, con escasez de capital monetario y un área de mercado tan solo

regional o local, pueden sustentar sus actividades productivas al encontrar de

igual forma un nicho en el mercado para sus bienes, servicios y productos. Ni

los procesos modernizadores ni la globalización han logrado eliminar los

espacios tradicionales como el de las artesanías derivadas de la cultura

popular. Como sostiene Néstor García Canclini, ellas logran persistir en la

medida que puedan masificarse, industrializarse, o bien, ampliar su radio de

mercado.

En ese contexto, las artesanías, en que predomina el trabajo manual, individual

o familiar de un taller, escasez de capital monetario y una impronta sellada por

Page 17: Artesan as de La Regi n Del Rapel

la cultura y valores del artesano, se transforma en una forma más de economía

regional o local, basado en bienes decorativos o utilitarios que el propio

mercado demanda. La actividad artesanal de cobre en Coya, al ser impulsada

por razones institucionales, difiere de lo observado en otras áreas como

Pelequén, Lolol, Chimbarongo o Limahue, en donde la artesanía es relacionada

a tradiciones culturales de larga data, sin grandes variaciones en los motivos o

productos ofrecidos.

La localidad de Coya se encuentra en una zona con un cariz de modernización

económica muy marcada. Hacia el oriente, en el valle de Chacayes, existe un

proceso de parcelaciones de agrado destinado a sectores poblacionales de

clase alta con una ordenación territorial basada en actividades turísticas y

descanso. Hacia la Depresión Intermedia, por su parte, se desarrollan zonas de

economías empresariales frutícolas, vitivinícolas y agroindustriales en general,

además de un pujante sector turístico de descanso.

Sin embargo, a partir de la década de 1960 y hasta la actualidad Coya ha visto

descender su población a poco menos de la mitad como consecuencia del

traslado y erradicación de actividades secundarias y terciarias del proceso

productivo de El Teniente hacia otros lugares. Dicho de otra manera, como

resultado de los cambios en la planificación territorial producto de las

necesidades actuales de la Gran Minería del cobre. Es esta situación de

depresión demográfica, económica e infraestructural la que ha provocado un

incipiente interés artesanal, amparado en programas que tienden a dinamizar a

la mano de obra en paro, que contradictoriamente, se localiza en un espacio

con un entorno de zona triunfadora desde el punto de vista del neoliberalismo

imperante en el contexto nacional y regional.

Por último, debemos agregar que si bien es cierto hay una política institucional

para el fomento de las actividades artesanales en la localidad de Coya, la

respuesta de los habitantes del área en cuestión no ha sido la mejor, debido a

las dificultades que se manifiestan en el ámbito de difusión de la artesanía en lo

local, así como también, debido a que la intervención de lo institucional

Page 18: Artesan as de La Regi n Del Rapel

tampoco ha tenido el éxito esperado por la Escuela de Orfebres y CODELCO-

Chile.

La artesanía de la región de estudio, obedece por tanto, a la lógica de una

reacción o resistencia a la homogeneización económica y cultural que ofrece la

actual globalización o a la sumisión de los diferentes espacios nacionales o

locales a dicha vorágine, tal como señalara en alguna oportunidad Jacques

Chonchol.

La coexistencia de espacios artesanales locales y otros donde domina el

empresariado rural modernizante es posible gracias a la conservación, por un

lado, de sabidurías populares, así como al reconocimiento de la alteridad

cultural y el fortalecimiento de la comunidad folklórica, superando, de paso, la

oposición entre lo moderno y lo tradicional, lo globalizante y lo local.

Artesanías del Mimbre de Chimbarongo

La localidad de Chimbarongo, ubicada en la provincia de Colchagua, se

localiza en la parte septentrional del Valle Central de Chile, de tierras planas y

una flora correspondiente a las formaciones vegetacionales de las áreas de

climas Mediterráneos.

Esta localidad ocupa el área sur de la cuenca del Rapel (14.800 km2), se

encuentra inserta en la sub- cuenca andina Tinguiririca (4.730 KM2). El estero

Chimbarongo, afluente del río Tinguiririca, tiene un régimen de alimentación

pluvio- nival y es de escurrimiento permanente.

Francesco Di Castri en alusión al clima de la Zona Central de Chile, la

caracteriza como una zona que puede denominarse Mediterránea, en donde

encontramos precipitaciones superiores a los 400 mm (en el caso de

Chimbarongo superan los 700 mm. dada su latitud) y temperaturas medias

entre 14° y 15° C. aproximadamente, lo cual está asociado a una vegetación

mesófila e implica un desarrollo más potente de los procesos formadores de

suelo. (Pp. 25) Los veranos son calurosos y secos, siendo el promedio de

temperaturas de 20º C. en enero, lo que responde a la influencia que ejerce el

Page 19: Artesan as de La Regi n Del Rapel

anticiclón del Pacífico en estas latitudes. Por el contrario, sus inviernos son

frescos y húmedos, con un promedio de temperaturas de 7º C. en julio.Todo lo

cual se manifiesta en un descenso de la actividad biológica.

Un rasgo característico de la topografía de sus 497,4 KM2 de superficie,

es la escasez de accidentes topográficos, sus terrenos bajos han sido

sometidos a la acción modeladora del estero Chimbarongo y el río Tingiririca.

La depresión intermedia de Chimbarongo se encuentra entre la Cordillera de

Los Andes, con retención crio-nival y de sectores pre-cordilleranos por el este;

y la Cordillera de la Costa por el oeste.

En relación con el elemento suelo, la mayor parte de la depresión

intermedia del área de Chimbarongo corresponde a suelos de riego, planos con

una pendiente hasta de un 2%. Desde el punto de vista textural, cerca del 60%

de los suelos presentan texturas finas (arcillosas, franca arcillosa, franca

arcillosa arenosa). De acuerdo a la clase de capacidad de Uso (CCU), la mayor

parte de los suelos son tipo II y III, con limitantes de drenaje y profundidad del

suelo.

Podemos decir que los suelos de esta área se encuentran en una fase

de desarrollo. La juventud de estos sistemas pedológicos se debe

necesariamente asociar a la juventud geológica y geomorfológica del territorio,

lo cual implica un constante proceso de acondicionamiento. Así, por ejemplo, la

frecuencia de la actividad volcánica a que está sujeta la cordillera de Los Andes

provoca la incorporación de nuevos materiales (cenizas, escoria, lavas) a los

perfiles en evolución, manifestándose ello como un proceso de

rejuvenecimiento. Lo mismo ocurre a nivel de la actividad fluvial, por una parte

se registra una gran actividad fluvial y procesos erosivos de los suelos de

laderas y por otra una importante acreación de sustancias a los suelos de los

valles medios, donde las condiciones del escurrimiento favorecen la

sedimentación. (P. 28 Geografía de los Suelos)

La Depresión Central, a partir de la latitud de Santiago, comienza a

presentarse como una gran cuenca de sedimentación, por lo cual los suelos

Page 20: Artesan as de La Regi n Del Rapel

que en ella se han desarrollado tienen una edad que no puede ser anterior a la

última glaciación, atendiendo a su poco desarrollo, corresponden

principalmente a inceptisoles, en los que el requisito lixiviación se cumple en

los suelos de riego, por cuanto, como ya se señaló en forma natural ésta es

demasiado baja. Sobre la base de la Cordillera de Los Andes y de la Cordillera

de la Costa, así como en los conos sedimentarios formados en el contacto de

ellas con la depresión, se `presentan andisoles, con inclusiones de otros

suelos, en la medida que lo permiten condiciones locales muy específicas.

(p.35)(citar a pie de pag. Inceptisoles= suelos inmaduros que tienen un

perfil con rasgos menos expresados que los suelos maduros y que

guardan todavía relación con la naturaleza del material original;

andisoles= Suelos formados de materiales volcánicos. Débilmente

temperizados con mucho vidrio volcánico, así como suelos más

fuertemente alterados,ricos en minerales de orden de corto rango. El

material original lo constituyen fundamentalmente, cenizas volcánicas,

pero también pueden aparecer sobre todo tobas, pumitas, lapillis y otros

productos de eyección volcánica).

Su vegetación nativa está compuesta por especies arbustivas y

herbáceas propias de los bosques esclerófilos y del matorral espinoso del

secano interior, sin embargo, la introducción de especies exóticas ocupan una

alta proporción, lo que obedece al uso económico que se ha dado a está área

del territorio chileno desde la llegada de los españoles. Actualmente sobresale

la presencia de policultivos y frutales (plantaciones de pino radiata, frutales,

praderas artificiales, cultivos anuales, praderas naturales y una muy reducida

actividad vitivinícola).

La producción de artesanía en mimbre en Chimbarongo, utiliza como

materia prima el Salix Viminalis, conocido vulgarmente como sauce español o

sauce, especie que pertenece a la familia de las salicáceas. Aún no existe

acuerdo sobre la fecha de su introducción en la zona. Si bien Ignacio Bustos

Garcia (BUSTOS, 1995: 113). sostiene que desde 1939 ya existen referencias

literarias de su presencia en Chile, también existen algunas menciones al uso

Page 21: Artesan as de La Regi n Del Rapel

del mimbre en el Tratado de Santos Tornero (TORNERO, 1872) que podrían

darnos antecedentes de su posible introducción anterior al siglo XX.

Santos Tornero (TORNERO, 1873) hablaba sobre el uso del mimbre en la

producción de vinos y aceitunas (en Europa). Para la recolección del vino se

señala:

“En algunas partes acostumbran desgranar la uva antes de estrujarla, para

separarla de los escobajos, esta práctica es escelente (sic). Para evitar el costo

que pudiera tener esta operación, se valen de varios medios que la facilitan. (

…) otros colocan sobre la cuba una zaranda de mimbres o de cordeles cuyos

agujeros o mallas son mayores que los granos de uva, y poniendo sobre esta

zaranda los racimos, los ajita (sic) un obrero con la mano y quedan los

escobajos limpios sobre la criba, pasando los granos al otro lado” (TORNERO,

1873: 9)

También da cuenta del uso de cestos de mimbre para la cosecha de aceitunas

en el Real sitio de San Fernando. (Tornero, p. 198, determinar si lugar

corresponde al actual San Fernando, España)

Page 22: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Figura Nº4: Tipos de tejidos en mimbre.

Fuente: ESCALONA, ESTAY y SANCHEZ, 2007: 19.

Esta especie pertenece a la misma familia del álamo populus y el sauce chileno

o salix humboltiana, del que hace referencia Claudio Gay en su Botánica tomo

V en que describe la flora existente en Chile durante el siglo XIX, aunque no

existen en ella referencias de Salix Viminalis. En el caso del sauce nativo,

señala Gay que este se cría en lugares húmedos en las provincias al norte de

los 34° latitud sur hasta el valle de Copiapó, destacando que su área se

desarrolla a lo largo de ríos y lugares húmedos. (GAY, 1848: 384).

“Se conoce mas de cien especies de este jénero y casi todas viven fuera de

los trópicos y en general en los lugares húmedos. Varias especies están

cultivadas en Europa por la flexibilidad y tenacidad de sus tallos, lo que nos

hace muy útiles para ciertas obras. Su madera, bastante fofa, es de poco uso,

pero como combustible es mucho mejor que la del Alamo y su carbón de primer

(sic) calidad para la fabricación de la pólvora. En razón de sus largas y fuertes

raíces se deberían cultivar con abundancia a lo largo de los torrentes para

Page 23: Artesan as de La Regi n Del Rapel

sujetar las tierras. Muchas de sus especies dan igualmente varas largas, muy

flexibles, que se podrían emplear al igual del sauce de Europa llamado mimbre,

cuyo uso es tan general y tan conocido.” (GAY, 1848: 383).

El mimbre fue utilizado desde los albores de la civilización, en Mesopotamía,

en Egipto e incluso se hace referencia a su uso en La Biblia. Su nomnre

científico Salix Vinimalis, proviene del nombre de una de las 7 colinas de Roma

(Collis Viminalis) y Plinio en el siglo I recomienda su cultivo.(citar ponencia)

Durante el siglo XVIII, se menciona el aumento de cultivos de mimbre

para cubrir la mayor demanda de cestos de mimbre de buena calidad

(ponencia)

Actualmente la distribución natural de Salix Viminalis se localiza en Europa

Central y Septentrional, Siberia y Asia templada. Se cultiva y crece en forma

espontánea y asilvestrada en toda Europa y América. Su hábitat se ubica en

ondonadas humedas y en las veras de los cursos de agua, preferentemente en

altitudes menores. Rara vez sobrepasa los 500 metros cuando es cultivada.

(“Sauce-mimbre” p. 52 INFOR)1

De las cerca de 300 especies de árboles Salix distribuidos en diferentes

latitudes en el planeta, en América meridional sólo existe la especie Salix

Humboldtiana, presente en ríos, acequias y canales de Argentina, Uruguay y

Chile, y su introducción procedería de España (BUSTOS, 1995).

El Salix Viminalis o Mimbre, se encuentra en Chile entre la V y VIII regiones,

pero es en Chimbarongo donde se concentra la mayor parte (el 88 por ciento)

de las plantaciones del país. (( Según el VII Censo Nacional agropecuario y

forestal 2007, el 100%, 344,85 Há están en la comuna de Chimbarongo, con un

rendimiento promedio de 131,35 qqm/ha, www.ine.cl )) .De hecho, la totalidad

de las plantaciones de la VI región se encuentran en dicha comuna.

1 Marta I. Abalos R. Silvicultura y producción sauce-mimbre salix spp, INFOR, 2002

Page 24: Artesan as de La Regi n Del Rapel

En el estudio de INFOR de 1995, la producción de mimbre de esta localidad

está concentrada en el casco urbano de Chimbarongo, situación que podría

explicarse por su proximidad a la carretera (BUSTOS, 1995).

(Comparar cuadro con VII censo agropecuario y forestal 2007)

Según el censo Nacional agropecuario y forestal del año 2007, la superficie de

cultivo del mimbre alcanzaba las 344,85 Há., con un rendimiento promedio de

131,35 qqm/ha., las que corresponden al total de los cultivos de mimbre en la

comuna de Chimbarongo. Para ese censo no se registran cultivos de mimbre

en otra comuna del país. Lo que indica además que se produjo un aumento de

los cultivos de mimbre, con una producción de 13.989 qqm.

Entre las cualidades de esta especie destaca su rápido crecimiento

juvenil, la tolerancia a la competencia cuando es plantada en altas densidades,

un eficiente uso del agua y nutrientes, su fácil reproducción y regeneración,

resistencia a pestes y enfermedades y adaptación al stress hídrico, al frío y las

sequías. (BUSTOS, 1995)

Los ejemplares arbóreos son conocidos como sauce y los arbustivos

como mimbre. Su altura varía entre 3 a 10 metros, es dióico de hojas caducas,

con gran capacidad de rebrote a partir de tocones remanentes de la corta, y

con una longevidad que supera los 30 años. Sus ramas son flexibles y

Page 25: Artesan as de La Regi n Del Rapel

derechas, desde los tres años y máximo a los cinco de plantada empieza a

producir varas, que por su profuso crecimiento pueden ser podadas

anualmente. Estas varas son comercializadas en manojos de un metro de

perímetro, esto es, 32 centímetros de diámetro (BUSTOS, 1995).

Descripción física e histórica de la localidad de Chimbarongo

La comuna de Chimbarongo tiene 497 km2 de superficie con más de 30

localidades y una población de 32.316 habitantes. Sus orígenes se remontan a

la creación del Corregimiento de Colchagua en 1593, cuando el gobernador

García Oñez de Loyola diseña al interior del Cabildo de Santiago los tres

primeros corregimientos de la Gobernación de Chile: Quillota, Colchagua y

Maule. Este diseño habría sido impulsado por la necesidad de crear divisiones

administrativas para generar y fortalecer una frontera: Maule, dada la

incapacidad de controlar los territorios al sur del río Bío-Bío.

La formación de estos corregimientos se sustentó en la unificación de las

doctrinas, las capitanías de guerra y las alcaldías de minas. Según Carvallo y

Goyenetche el corregimiento de Colchagua, ocupaba la parte central de lo que

se conocía como provincia de los promaucaes, situada entre el río Cachapoal y

Rapel por el sur, y entre la Cordillera de Los Andes y el mar, en dirección este

– oeste, hasta confinar con el río Mataquito y la Laguna de Los Choros, o de

doña Esperanza, en la desembocadura del Estero Nilahue. En este territorio se

establecieron varias doctrinas: Malloa, Rapel, Colchagua, Chimbarongo,

Nancagua y Teno (CARVALLO y GOYENECHE, 1861: 173).

Entre 1580 y 1620 se produjo un período de expansión económica impulsada

por la exportación de productos agropecuarios desde la Zona Central hacia los

mercados de Alto y Bajo Perú. Esto tuvo como consecuencia el término de las

concesiones de mercedes de tierra y una redistribución de la mano de obra.

Con las transformaciones de las estructuras espaciales del centro geográfico

del futuro territorio de Chile, se consolidaba la tenencia de la tierra, una

estructura social con propietarios y trabajadores dependientes, así como se

Page 26: Artesan as de La Regi n Del Rapel

afianzaba una estructura productiva cuyas bases se encontraban en la

ganadería y, en menor medida, la actividad cerealera con el trigo como

producto principal.

Un tercer sector productivo se desarrolló en la economía del Reino de Chile

con las plantaciones de vid en la extensa área situada entre Copiapó y

Concepción. Así, la vitivinicultura logra altos niveles de producción en los

siglos coloniales, permitiendo el abastecimiento del consumo interno y,

esporádicamente, la exportación hacia el Alto y Bajo Perú. La producción de

vino en el corregimiento de Colchagua comienza en el siglo XVI y se calculaba

que para 1778 se producía unas veinte mil arrobas, superando en el doble a la

producción de Quillota y casi la mitad de lo producido en Santiago (CARVALLO

y GOYENECHE, 1861: 173).

En 1612 es fundado en Chimbarongo el Convento de La Merced,

constituyéndose en un promotor de la economía local al facilitar el

asentamiento de población. Estos asentamientos encontraron mecanismos de

sobrevivencia en la confección de bienes a partir del mimbre que podría

vincularse a la producción de los viñedos del corregimiento de Colchagua.

Es importante considerar el rol del convento en la génesis de la producción de

artesanía en mimbre. A pesar de no ser importante el cultivo de vid en la

actualidad, en el siglo XVII Chimbarongo estuvo inserto en un área de

plantaciones vitivinícolas, especialmente en localidades vecinas. Muñoz

Correa, a partir del estudio de herencias, contratos de arrendamientos y otros

documentos de la época, pudo corroborar la existencia de viñas en la doctrina

de Malloa, Chimbarongo, Colchagua y Teno. Es interesante constatar que se

producen donaciones en arrobas de vinos a las iglesias locales. El convento

San Juan Bautista de Chimbarongo de la orden de los mercedarios es uno de

los más antiguos y fue beneficiario de constantes dádivas de los hacendados

de la zona, como Bernabé Montero, Juan de Quiroga y Ruiz de Gamboa,

Francisco Zúñiga y Jofré, Francisco Pan y Agua, Gonzalo Salas y Francisco

Puebla (MUÑOZ CORREA, 1997: 177).

Page 27: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Muñoz Correa constata el uso del vino y las viñas como medio de pago ante

obligaciones y deudas, la celebración de contratos de arriendo para su

explotación o la entrega de tierras para su cultivo, como dote e incluso para

fines más espirituales, como la salvación de la propia alma.(Muñoz Correa, p.

181)

El sistema de Latifundio - minifundio, que se consolida durante los siglos XVIII,

XIX y gran parte del siglo XX, convirtieron a Colchagua en una de las zonas

más tradicionales de la economía en el territorio de la naciente República de

Chile, en donde predominó la gran hacienda tradicional en manos de un

reducido grupo de terratenientes, además del aislamiento provocado por el

escaso desarrollo de una red vial regional. Como consecuencia de esta

estructura agraria se estimuló a los sectores de población no incorporados de

las haciendas, a desarrollar algunos tipos de trabajo para obtener pequeños

ingresos de subsistencia, siendo la artesanía en mimbre una de estas

alternativas, pues, genera utensilios para el avituallamiento de los hogares y,

por otro lado, utensilios para las actividades agrícolas.

En la década de 1930, se impuso un modelo económico de “crecimiento hacia

adentro”, que se mantiene hasta 1970. Dicho modelo incentivó las relaciones

entre campo y ciudad: la ciudad entregaba al sector rural bienes que pasaban

por procesos tecnológicos modernos, mientras que el campo hizo llegar a los

centros urbanos productos altamente perecibles como, frutas, huevos,

hortalizas y otros. El canasto de mimbre se transforma en el contenedor para

llevar bienes desde el campo a la ciudad y viceversa.

En 1970, se observan los primeros intentos de realizar exportaciones de

artesanías en mimbre hacia Argentina, aunque ya desde 1920, con la figura de

don Manuel Benito Sandoval Riveros, la artesanía de Chimbarongo se

comenzó a producir y comercializar fuera de su localidad. CITAR

Las políticas introducidas en la década del sesenta y comienzos del setenta

referentes a los sistemas de tenencia y sindicalización campesina permitieron

asentar las bases de una transformación agraria en la región, que intervendrían

Page 28: Artesan as de La Regi n Del Rapel

el sistema latifundio- minifundio que prevalecía en el país y mantenía un alto

nivel de concentración de la tierra (citar datos).

La Reforma Agraria, desarrollada en etapas sucesivas por tres gobiernos con

orientaciones y aplicaciones diferentes (1964-Alessandri Rodríguez, 1967-Frei

Montalva y 1970-Allende Gossens), fueron modificando en un primer momento

los sistemas de producción, con la introducción de algunos avances

tecnológicos de limitado impacto y, a partir del gobierno de Frei, con la nueva

Ley de reforma Agraria y la Ley de Sindicalización Campesina, terminaron por

intervenir el sistema de tenencia (Latifundio-minifundio), que había concentrado

la propiedad en un grupo reducido, impulsando nuevas formas de organización

de la producción, que fueron acrecentadas bajo el gobierno de Allende. Sin

embargo, el proceso fue abortado tras el golpe militar de 1973 y, sin volver la

propiedad, a la mayor parte de sus antiguos propietarios, se inició un proceso

regresivo hacia la concentración de la propiedad, que impulsó el desarrollo de

explotaciones empresariales, introduciéndose en algunas localidades de la

Zona Central, la agroindustria.

Con el triunfo del modelo neoliberal, impuesto por el régimen militar a partir de

1973, se generaró entonces, un mercado de tierras como parte del proceso de

contrarreforma agraria, generando una valoración de las ventajas comparativas

que presenta la localidad, el desarrollo de las ventajas competitivas -como la

red vial y su rápida conexión al puerto de San Antonio y a la ruta 5 Sur- y la

aplicación de nuevas tecnologías a la producción. En lo que respecta a la

producción de artesanías de mimbre, estas transformaciones, permiten su

incorporación a nuevos circuitos comerciales y genera en su interior una

división del trabajo que distingue artesanos de intermediarios y empresarios

que han internacionalizado la producción a través de una exitosa exportación.

Además, ha generado un mercado nacional del mimbre bastante importante.

Según estimaciones del Instituto Forestal, cerca de un tercio de las viviendas

de los grupos socio económicos medio- alto y alto de Santiago poseen muebles

de mimbre en interiores o exteriores, situación que se repite en menor medida

en otras ciudades grandes de Chile, como Concepción y Viña del Mar. Es

Page 29: Artesan as de La Regi n Del Rapel

precisamente Chimbarongo, por medio de sus diferentes empresas en el rubro

mimbre, el sector que aporta los mayores porcentajes y volúmenes referidos a

dicha actividad económica.

Conclusiones Preliminares

En las laderas de los ríos encajonados, los habitantes generan un sistema de

senderos que siguen los cursos de agua y ponen en contacto los diferentes

pisos edafológicos en la Región del Rapel.

La globalización corresponde a una modelación geográficamente articulada de

actividades y relaciones capitalistas a escala global, que se caracteriza por un

desarrollo geográfico desigual del que dan cuenta las numerosas localidades

rurales que hoy día aparecen como comunidades productoras de artesanías en

la Región del Rapel.

En este contexto actual las artesanías aparecen hoy como una alternativa

económica que inhibe los procesos de descampesinización y proletarización,

siendo una solución comunitaria al desempleo y a la falta de tierra para la

producción agrícola en sectores rurales. Chimbarongo y Coya comparten la

marginalidad de las áreas rurales integradas a la modernización de 1973, que

incluyó la liberalización de los mercados, de los precios agrícolas y el retiro del

apoyo estatal.

De esta manera, hablar de artesanía rural hoy día es hablar de una forma de

subsistencia familiar que no los desarraiga del contexto cultural al que siempre

han pertenecido. Aunque la penetración de formas de consumo citadinas a

través de los medios de comunicación promueve una subordinación no sólo

material sono también simbólica de la vida campesina al régimen capitalista

(GARCIA CANCLINI, 1986; BRUNER J.J., 1990).

La problemática que envuelve la marginación de la artesanía en los cicuitos

culturales y artísticos transparenta sintomas de una condición latinoamericana

común, marcada por la exclusión histórica de las artesanías en la cultura oficial.

Page 30: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Hoy día en el contexto de globalización, los factores culturales adquieren una

importancia significativa en el mercado debido al rechazo a la homogeneización

cultural. Tal como lo señala el profesor David Harvey, el capital simbólico unido

a nombres y lugares otorga a estos grandes ventajas económicas sustentadas

en los principios de excepcionalidad y autenticidad (HARVEY DAVID, 2005:

48).

A lo anterior debe agregarse el actual vínculo entre tradición y nación, bajo el

cual una serie de prácticas concretas serán utilizadas para ser codificadas

como lo típico, representatitvo y necesario para la sobrevivencia de la identidad

nacional vinculada a los moldes del Estado (BARBERO JESUS MARTIN,

1987).

Ambos antecedentes permiten hoy día una diferenciación al interior de los

mismos productores, con unidades de producción y comercialización que van

desde los exitosos hasta los de sobrevivencia.

i Así tenemos el ejemplo de la Laguna de Tagua Tagua. ii Un ejemplo de materias primas importadas se produce en el caso de las chamanteras de

Doñihue, que compran el algodón mercerizado a una empresa en Brasil (Guajardo, 1997: 38). iii Con respecto a una visión moderna de las artesanías ver: CHANG-SAY, 2009:82

iv Es por eso que Los Andes hayan sido llamados como “una cadena montañosa magmática”

por Zeil en 1979 o un “orógenovolcano-plutónico” por Sillitoe en 1976 (MAKSAEV, 2001). v El yacimiento de tipo pórfido cuprífero es reconocido como un depósito de cobre de gran

tonelaje y de baja ley (~0,5% de Cu) asociados espacial y genéticamente con emplezamientos poco profundos en la corteza. Los pórfidos cupríferos tienden a tener grandes dimensiones (cientos de miles de metros de diámetro), con formas que varían desde circular a alongada, con un límite normalmente definido de manera arbitraria en base a una ley de corte. (ASTUDILLO, 2008: 30). vi Aún las investigaciones no han podido establecer con certeza la explotación de cobre en el

yacimiento El Teniente por los pueblos originarios, aunque no es completamente descartado. “Asegurar que los indijenas de Chile, que conocían el oro (milla) sin utilizarlo y entendían de los usos de la plata (lighen) hicieron del cobre, durante siglos de oscuridad que nos son desconocidos, su hierro, su plata y su oro” (VICUÑA MACKENNA, 1883: 63).

Bibliografía

Page 31: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Astudillo Leyton Natalia (2008), Mineralogía magnética y paleomagnetismo en

los megayacimientos tipo pórfido cuprífero, Chuquicamata y El Teniente en

Chile, Tesis para optar al grado de Doctor en Ciencias mención Geología,

Departamento de Geología, Universidad de Chile, Santiago.

Martín-Barbero, Jesús (1987), De los medios a las mediaciones, México:

Gustavo Gili.

Bustos Garcia Ignacio (1995), Pequeñas industrias forestales. Metodología y

estudio de caso Proyecto FAO-HOLANDA DFPA, Quito.

Brunner J.J. (1990) Tradicionalismo y modernidad en la cultura

Latinoamericana, FLACSO, Serie Educación y Cultura Nº4.

Carvallo y Goyeneche Vicente (1861), Descripción Histórico-Geográfica del

Reino de Chile, Colección de historiadores de Chile y de documentos relativos

a la historia nacional, Impr. del Ferrocarril, Santiago.

Chang-Say, Alvaro (2009), “La artesanía no puede ser simplemente un remedo

del pasado, tiene que reflejar su tiempo”, Arkinka No.158.

Conserjería Nacional de Promoción Popular (1968), Pequeña Industria y

Artesanía en Chile, Ed. Del Pacífico, Santiago.

Del Río Carmen y Blanca Tagle A. (2001), Región de O’Higgins: breve relación

del patrimonio natural y cultural, Corporación de Desarrollo Pro-O’Higgins,

Rancagua.

Dewey, J.F., Bird, J.M. (1970), "Mountain belts and new global tectonics", en:

Journal of Geophysical Research 75.

Escalona Mónica, Marcelo Estay, Ma. Fernanda Sánchez (2007), Rescatando

el pensamiento detrás de la forma: artesanía en mimbre de Chimbarongo,

Tesis para optar al título de diseñador industrial, Escuela de Diseño, Facultad

de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile, Santiago.

García Canclini Nestor (1986), Las culturas populares frente al capitalismo, Ed. Nueva Imagen, México. Garrido Ivan y Stephen D. McKinnona (2003), “Stress field analysis at the El

Teniente Mine: evidence for N–S compression in the modern Andes”, Journal of

Structural Geology Volume 25, December.

Gay Claudio, Botánica, Tomo V

Page 32: Artesan as de La Regi n Del Rapel

Guajardo Verónica (1997), Urdiendo una memoria, Tesis para optar al título de

diseñadora, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago.

Hans Niemeyer F. y Pilar Cereceda T. (1984), "Hidrogeografía", Volumen VIII,

Geografía de Chile, Instituto Geográfico Militar, Santiago.

Harvey David (2005), “El arte de la renta: la globalización y la mercantilización

de la cultura”, en: Harvey David y Neil Smith, Capital Financiero, propiedad

inmobiliaria y cultural, Ed. Universitat Autónoma de Barcelona, Barcelona,

2005.

Maksaev J. Victor , (2001), Reseña Metalogénica de Chile y de los procesos que determinan la metalogénesis andina, Santiago. Monascal Elizabeth y Rafael Castro (2006), Artesanías: otra visión, Fundación

Empresas Polar.

Muñoz Correa J.G. (1997), “Las viñas y el vino en Colchagua en el siglo XVII”,

Boletin de la Academia Chilena de Historia, Nº 110, Santiago.

Ramos Dora, Esperanza Tuñón y Araceli Calderón (2000), Artesanía, una producción local para mercados globales. El caso de Amatengo del Valle, Chiapas. Tornero Santos (1872), Tratado teórico-práctico de agricultura jeneral: Obra

estractada de varios autores modernos, españoles, franceses e ingleses, Imp.

del Mercurio, Valparaíso.

Idem (1873), Tratado de la fabricación de vinos naturales e imitados de la

destilación de aguardientes, Impr. del Mercurio de Tornero y Letelier,

Valparaíso.

Vicuña Mackenna Benjamin (1883), El libro del cobre i del carbón de piedra en

Chile, Imprenta Cervantes, Santiago.

[email protected]

Conclusiones:

El área terrestre cubierta por la cuenca hidrológica del Rio Rapel

conforma un segmento en el centro del territorio continental del Estado

de Chile. Al interior de este medio los factores físicos como clima y

morfología conforman un área que diferente de los inmediamente al sur

Page 33: Artesan as de La Regi n Del Rapel

y al norte de ella, y el sistema de escorrentía que impera es la del Rapel

por lo que en rigor podemos hablar de la Región del Río Rapel.-

La estrutura geomorfológica , compuesta al igual que gran parte del

territorio nacional de Chile, se vinculan, conectan o insertan gracias

asistema hidrográfico del Rapel.-

Por otra parte la población originaria correspondió mayoritariamente a un

sector del pueblo Mapuche contactado con el Incanato: los promaucaes.-

En el periodo denominado Colonial en la Historia de Chile, la región del

Rapel fue impactada por actividades económicas que privilegiaron la

producción agrícola y pecuaria , lo que se tradujo en la construcción de

un sistema predial, productivo y social denominado : de

latifundio_minifundio, el cual debió dar paso a la producción local de

herramientas agro-ganaderas y de enseres dométicos.

Lo anteriormente expuesto , en consecuencia facilitó la generación de

artesanías , que utilizaran las materias primas del entorno para la

confección de estos bienes.-

La Región del Rapel mantuvo bastante estable sus estructuras

productivas y sociales hasta practicamente mediados de la centuria del

siglo XX ,en una especie de aislamiento con el resto del país y aún más

con el exterior de éste.-

Sin embargo,hubo a partir de los comienzos del último siglo una

explotación productiva en forma de enclave y sustentada en un

yacimiento minero , tal es el caso del yacimiento de cuprifero de El

Teniente y cuyo correlato fue el desarrollo de un asentamiento humano

concentrado de tipo precordillenano : Coya.-

En otro ámbito de nuestra región en cuestión, el tiempo dio paso a la

conformación de poblados que se sustentaron en el trabajo temporal que

se originaba en las grandes propiedades y que eran parte del sistema

Page 34: Artesan as de La Regi n Del Rapel

latifundio-minifundio, y en consecuencia productores de bienes con

escasa alteracion sustantiva de productos naturales in situ ya sea

originario o introducido, tal es el caso de Chimbarongo.

Ambas localidades sufrieron los impactos modernizadores que enfrentó

el país en la segunda mitad del siglo veinte: Coya vivió un súbito

nacimiento y expansión, con motivo de ser sitio neuralgico en una

explotacion minera minera luego una contración demográfica y

económica con la relocalización de la población adcrita a las faenas del

mineral de El Teniente, y de más de 6.000 habitantes su población se

reduce a poco más de 3.000-

Por su parte , Chimbarongo, sufrió un fuerte impacto con los procesos de

reforma y contrarreforma con el término de las tenencias de tierra y la

emergencia súbita pero inestable de de pequeñas propiedades agícolas.-

Además , esta localidad fue impactada por el desarrollo de la

infraestructura vial y mediatica mediática del modelo neoliberal que abre

un producto a un área de mercado mayor, de tipo no solo local sino que

nacional e internacional, en donde al decir de David Harvey se impone la

rente hegemónica.-

Los procesos citados no sólo deconstruyeron estruturas materiales y

sociales, alizaron los espacios, y desterritorializaron los icononos

sociales así como su respectiva distribución espacial

De ahí que , la necesidad de recontruir territorialidad, fuera una necesidad

del poder a partir del último cuarto de siglo del siglo recién pasado, pero

ello pasa por reinstalar identidades locales, lo que observamos como

antagónico al discurso modernizante de las macro ideas sustentadas en

el progreso y la razón.-

Hay que redefinir territorios , pero en esto proceso hay que consolidad

localidades y proyectarse futuras mallas espaciales que permitan la

Page 35: Artesan as de La Regi n Del Rapel

inserción en una globalización economica que no dé cuenta del poder

financiero internacional.-