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“Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra Diversidad” Instituto de Educación Superior Tecnológico Privado “Sergio Bernales García” Curso : Tema : Alumno : Especialidad : Ciclo : Docente :

Antigenos de Histocompatibilidad

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Page 1: Antigenos de Histocompatibilidad

“Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra Diversidad”

Instituto de Educación Superior Tecnológico Privado

“Sergio Bernales García”

Curso :

Tema :

Alumno :

Especialidad :

Ciclo :

Docente :

San Vicente - Cañete

2012

Page 2: Antigenos de Histocompatibilidad

DEDICATORIA

A todos los que creen en el futuro y hacen

de sus vidas una realidad permanente, y en

especial a nuestros seres queridos que

hicieron posible la realización de este

trabajo.

Page 3: Antigenos de Histocompatibilidad

INTRODUCCION

Las moléculas de histocompatibilidad fueron inicialmente descubiertas por ser las

principales responsables de las reacciones de rechazo de tejidos trasplantados entre

individuos de la misma especie. Los loci genéticos reguladores de la síntesis de estos

antígenos se agrupan en una región denominada Complejo Mayor de

Histocompatibilidad (MHC) y se heredan de acuerdo con las leyes de Mendel.

Una de las principales características de estas moléculas es su extraordinario

polimorfismo. Hoy día se considera que las moléculas de histocompatibilidad tienen

como función principal recoger péptidos del interior de la célula, transportarlos a la

superficie celular y allí presentarlos a las células T.

Las moléculas de histocompatibilidad se localizan en la superficie de las células de las

distintas especies animales. En el ratón se denominan antígenos H-2 y los genes que las

codifican se localizan en el cromosoma 17. En el humano se denominan antígenos HLA

(Human Leucocyte Antigens) y están codificadas por genes ubicados en el brazo corto

del cromosoma 6. Los primeros trabajos sobre los antígenos H-2 fueron realizados por

Gorer (1936) en cepas murinas endogámicas (inbred), obtenidas por el cruce entre

animales hermanos de forma continuada durante al menos 20 generaciones. El rechazo

de trasplantes entre animales de distintas cepas endogámicas y la obtención de

aloantisueros mediante inmunización de animales de una cepa con células de otra,

permitieron una primera definición de este sistema genético.

En el caso humano, el primer antígeno de histocompatibilidad descrito fue Mac (en la

actualidad definido como HLA-A2), descubierto por Jean Dausset en 1958. Pronto se

vio que existía una relación entre estos antígenos y la supervivencia de riñones

trasplantados.

En este trabajo estudiaremos la estructura de estas moléculas y la organización de los

genes que las codifican. Su función en el procesamiento y presentación de péptidos se

estudiará en el capítulo siguiente.

Page 4: Antigenos de Histocompatibilidad

ÍNDICE

PORTADA ……………………………………………………………….. 1

DEDICATORIA ………………………………………………………….. 2

INTRODUCCION ………………………………………………………... 3

ÍNDICE …………………………………………………………………… 4

Estructura y función de las moléculas de histocompatibilidad …………… 5

Estructura de las moléculas HLA de clase I ……………………………… 5

Estructura de las moléculas HLA clase II ………………………………… 6

Estructura tridimensional …………………………………………………. 6

Distribución tisular de las moléculas clase I y II …………………………. 7

Moléculas de histocompatibilidad no clásicas ……………………………. 8

Función de las moléculas de histocompatibilidad ………………………… 9

Polimorfismo HLA ……………………………………………………….. 9

Desequilibrio de ligamento ……………………………………………….. 10

¿Cómo se genera la diversidad de las moléculas HLA? ………………….. 10

Factores inductores de la generación de polimorfismo …………………... 11

Mecanismo de generación de polimorfismo ……………………………… 12

Ventajas y desventajas aportadas por el polimorfismo HLA …………..... 13

Asociación entre HLA y enfermedad …………………………………… 14

Tipaje HLA ……………………………………………………………….. 15

Método Serológico ………………………………………………………... 16

Métodos basados en técnicas de Biología Molecular …………………….. 17

Genética del Complejo Mayor de Histocompatibilidad ………………….. 17

Loci  HLA-A, B, C ……………………………………………………….. 20

Región HLA-D …………………………………………………………… 20

Procesamiento y presentación de antígenos ………………………………. 21

Captación y procesamiento de antígenos por células APC ……………….. 22

Síntesis de HLA-I y procesamiento de antígenos en células diana ………. 24

Las moléculas HLA como receptores de péptidos ……………………….. 25

BIBLIOGRAFIA …………………………………………………………. 26

Page 5: Antigenos de Histocompatibilidad

Estructura y función de las moléculas de histocompatibilidad

Según su estructura, las moléculas de histocompatibilidad se dividen en dos grandes

grupos: moléculas de histocompatibilidad clase I

y clase II, que presentan estructura y funciones

diferentes.

Entre las primeras se encuentran las moléculas

clásicas  de clase I que se  corresponden con los

antígenos HLA-A, B y Cw y las moléculas no

clásicas entre las que se encuentran HLA-E, F, G y CD1. Las moléculas HLA clase II

pueden ser HLA-DR, DQ y DP. (Tabla: Clases y formas de HLA).

Estructura de las moléculas HLA de clase I

Las moléculas HLA clase I se encuentran constituidas por 2 cadenas polipeptídicas: una

cadena pesada, glicosilada, de mayor tamaño, que se encuentra asociada, mediante

interacciones no covalentes a una cadena más pequeña, cadena ligera, la

β-2-microglobulina. (Figura: HLA I y II).

La cadena pesada es altamente variable entre individuos de la misma especie, siendo la

responsable del polimorfismo antigénico de las moléculas de histocompatibilidad clase

I, mientras que la cadena ligera es igual en todos los individuos (Figura: Variabilidad

HLA).

Page 6: Antigenos de Histocompatibilidad

En la cadena pesada se distinguen tres zonas: una zona extracelular de mayor tamaño y

otras dos más pequeñas que corresponden a la región transmembrana e

intracitoplasmática respectivamente. La zona extracelular se halla organizada en tres

dominios de aproximadamente unos 90 residuos cada uno, denominados α-1, α-2 y α-3,

mantenidos por la existencia de puentes intracatenarios. 

Los dominios α-1 y α-2  constituyen regiones de contenido variable en aminoácidos

mientras que  el dominio α-3 es bastante  constante. Estas moléculas pertenecen a la

superfamilia de las inmunoglobulinas por mostrar una notable homología con la región

constante de las

inmunoglobulinas.

La cadena

β-2-microglobulina

pertenece también a la

familia de las

inmunoglobulinas y en

todos los individuos es un

polipéptido idéntico.

(Figura Estructura HLA-I)

Estructura de las moléculas HLA clase II

Las moléculas de clase II son glicoproteínas que se encuentran en la superficie celular

y están formadas por dos cadenas, α y  β de tamaños similares y unidas entre sí

mediante interacciones de naturaleza no covalente. Están constituidas por dos dominios

extracelulares,  α-1 y α-2 y  β -1 y β -2 en cada una de ellas, un dominio transmembrana

y otro intracitoplasmático.

Estructura tridimensional

El análisis de la estructura tridimensional de los antígenos de histocompatibilidad de

clase I y clase II, determinada mediante cristalografía, demuestra que el dominio α-3  y

la β-2-microglobulina están organizados en estructura  de hoja plegada β. Por el

contrario los dominios a1 y a2 constan cada uno de ellos de una sola zona formada por

cuatro fragmentos  en estructura de hoja plegada β seguido de otro segmento organizado

en  forma de a-hélice.

Page 7: Antigenos de Histocompatibilidad

Esta organización delimita una hendidura denominada sitio de unión al péptido (peptide

binding groove) en el que los residuos más polimórficos se encuentran en el suelo y las

paredes de la hendidura. En esa hendidura se localiza un péptido que no pertenece a la

molécula y de aproximadamente 8-10 aminoácidos. Ese péptido procede de proteínas

endógenas, como veremos después, e interacciona con las moléculas de

histocompatibilidad mediante fuerzas no covalentes entre sitios concretos de ambas

estructuras. Un determinado antígeno de histocompatibilidad puede unirse a numerosos

péptidos diferentes siempre que éstos posean uno o varios motivos que interaccionen

con zonas de la molécula cuya estructura suele estar condicionada por residuos

polimórficos.

La estructura tridimensional de los antígenos de clase II es semejante a la de los

antígenos de clase I. Los dos dominios proximales (α2 y β2) son los equivalentes al

dominio α-3 y a la β-2-microglobulina de los antígenos clase I, mientras que los dos

dominios distales (α-1 y β-1) de los antígenos clase II se corresponden con los dominios

α-1 y α-2 de la molécula clase I. La hendidura donde se ubica el péptido se forma entre

los dominios α-1 y β-1 de las moléculas clase II.

Distribución tisular de las moléculas clase I y II

Las moléculas de clase I se encuentran presentes en

la mayoría de las células nucleares del organismo

pero no en todas, dado que, en algunas

localizaciones, su expresión es mínima o incluso

nula. Esto sucede con los hematíes en el endotelio,

glándulas de Brunner duodenales, trofoblasto

velloso o neuronas del sistema nervioso central. La

expresión de las moléculas de clase II se encuentra

fundamentalmente restringida a macrófagos en sus

diversas localizaciones, monocitos, linfocitos  B y cuando están activados también en

linfocitos T y NK. Igualmente se encuentran expresados en alta densidad en otras

células que actúan como presentadoras de antígenos, tales como células dendríticas.

Esta distribución diferencial de las moléculas de histocompatibilidad de clase I y II se

encuentra directamente relacionada con la diferente función de cada una de ellas.

Page 8: Antigenos de Histocompatibilidad

En suma las moléculas de histocompatibilidad clase I están presentes en la mayoría

de células del organismo actuando así  para las células del sistema inmunitario como

"marcadores de lo propio" (el yo inmunológico).

Moléculas de histocompatibilidad no clásicas

Entre este grupo destacan de manera más significativa, las moléculas de

histocompatibilidad HLA-G, HLA-E y HLA-F, que presentan una gran homología con

las moléculas clásicas clase I (HLA-A, -B y -C), aunque poseen una función, exposición

y polimorfismo diferencial.

Molécula HLA-E: Esta molécula se encuentra en la mayoría de las células del

organismo y su importancia radica en que cuando es reconocida por los receptores

CD94/NKG2A, presentes en la mayoría de las células NK, y ciertos linfocitos T, los

inhiben. De esta manera parece que se protegen las células del organismo frente a su

destrucción, sobre todo de células NK. 

Molécula HLA-F: Se sabe que esta molécula se expresa principalmente en células

de amígdalas, bazo y timo. La localización de la proteína es intracelular y está

descrito que los tetrámeros de HLA-F se unen a receptores inhibidores presentes en

NK y otros leucocitos.

Molécula HLA-G: Esta molécula se caracteriza por su distribución celular

restringida al trofoblasto fetal y células del epitelio tímico.  Puede presentarse en

siete isoformas distintas: cuatro de ellas son proteínas unidas a membrana  (HLA-

G1, G2, G3 Y G4), y otras tres isoformas que son proteínas solubles (HLA-G5, G6

Y G7). Parece que juega un papel muy importante inhibiendo el sistema inmune de

la madre para proteger al feto, que en definitiva es un trasplante, debido al contenido

paterno presente en el mismo. Recientemente se ha demostrado también su efecto

protector en células infectadas por el virus HIV y en trasplante de corazón.

Familia de moléculas CD1. Se ha definido como una molécula presentadora de

antígeno presente tanto en las células dendríticas como en timocitos. En humanos

CD1 presenta antígenos no peptídicos de origen microbiano, generalmente a un

subtipo de células T.

 

Función de las moléculas de histocompatibilidad

Page 9: Antigenos de Histocompatibilidad

Las moléculas de histocompatibilidad están presentes en la mayoría de las células del

organismo, actuando así  para las

células del sistema inmunitario

como "marcadores de lo propio" (el

yo inmunológico) en tanto que han

intervenido en el proceso de

selección de los linfocitos T en el

timo y eliminándose todos aquellos

clonos potencialmente

autorreactivos, permaneciendo

aquellos que reconocen a las

moléculas de histocompatibilidad propias.

Complementariamente a lo indicado anteriormente, la función biológica más relevante

de las  moléculas de histocompatibilidad propias presentes en las células del organismo,

es la de presentar péptidos antigénicos para la activación de los linfocitos T. Los

linfocitos T que reconocen moléculas HLA  clase I y su péptido pertenecen a la

subpoblación de linfocitos T citotóxicos, mientras que las células T que reconocen

moléculas HLA clase II en su mayoría son T colaboradores y tienen la función  de

producir citocinas (Tabla: Funciones HLA).

   

Polimorfismo HLA

El complejo mayor de histocompatibilidad posee  diferentes

locus y un número extraordinariamente grande de alelos

diferentes en cada uno de los mismos. Es por tanto, el

complejo más poligénico y polimórfico que se conoce en

vertebrados superiores.

Se han descrito más de mil  alelos para HLA  clase I y más de

500 para clase II. Este enorme polimorfismo da como

resultado una gran diversidad de moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad

dentro de una especie. (tabla polimorfismo HLA).

Page 10: Antigenos de Histocompatibilidad

Esto es así porque nuestras moléculas HLA no pueden presentar todos los péptidos, sino

que cada HLA podría presentar sólo una selección de los mismos y por tanto a mayor

variabilidad más posibilidad de presentar péptidos diferentes.

Desequilibrio de ligamento

El polimorfismo no se explica sólo como resultado de una combinación al azar, sino que

algunos haplotipos se encuentran en mayor frecuencia a la esperada. Este fenómeno se

conoce como desequilibrio de ligamento y se corresponde, pues, a la mayor frecuencia

observada para una combinación particular de alelos en un haplotipo que la esperada

con base a las frecuencias de los mismos considerado individualmente.

Para explicar este fenómeno, se ha propuesto la intervención de varios procesos que no

son excluyentes entre sí:

Que los haplotipos con representación mayor en la población actual reflejarían las

combinaciones de alelos presentes en los fundadores (esto es por ejemplo lo que

ocurriría en la población india de americana).

Que se presente como consecuencia de los efectos del proceso evolutivo; por

ejemplo, algunas combinaciones de alelos proporcionarían resistencia a ciertas

enfermedades y harían que se seleccionaran y estuvieran representadas en mayor

frecuencia mientras que otros que  podrían generar efectos perjudiciales, como

mayor  susceptibilidad enfermedades, y se expresasen con menor frecuencia debido

a un proceso de selección negativo.

¿Cómo se genera la diversidad

de las moléculas HLA?

Las moléculas HLA  que una

persona expresa están fijadas en

los genes y no cambian con el

tiempo como ocurre con las

inmunoglobulinas, que pueden ir

adoptándose al patógeno.

La diversidad de las moléculas HLA  de un individuo se deben a la presencia de 

diferentes genes y diferentes alelos que cada uno de ellos puede presentar.

Page 11: Antigenos de Histocompatibilidad

Todo hace indicar que el polimorfismo del CMH evolucionó con el objeto de

contrarrestar la evolución de los microorganismos hacia variantes cuyos péptidos no son

presentados por las moléculas del CMH y evitar de esa manera su patogenicidad una

vez que infectan al individuo. La lucha entre el individuo y microorganismos es

evidente desde el origen de la vida, dado que los microorganismo existen desde antes

que el propio individuo. Obviamente, si se evade la presentación antigénica de los

microorganismos, éstos adquieren la capacidad de establecer una infección sin ser

detectados por el sistema inmune.

Por lo tanto, el sistema inmune ha ido mutando los genes del CMH para generar una alta

variabilidad en el sitio de unión al péptido, de manera que se anula la posibilidad de que

los microorganismos generen variantes cuyos péptidos no son presentados por las

moléculas del CMH. Esta presión de selección hace que la frecuencia de modificaciones

de secuencias en diferentes alelos del CMH sea muy superior a lo esperado si el proceso

fuera una simple introducción de mutaciones al azar.

Factores inductores de la generación de polimorfismo

La diversidad en las moléculas HLA se va generando de manera permanente aunque

lenta. En este hecho han influido

múltiples factores y circunstancias.

Entre ellas destacan el efecto de

gérmenes frente a los cuales tiene

que defenderse el individuo y

también parecen ser decisivas otras

fuerzas naturales, como son el hecho

de una mayor atracción hacia una

pareja más distante HLA, que la

implantación embrionaria en el útero

es más factibles en embriones más heterocigóticos así como el hecho que la progresión

del embarazo presenta menos complicaciones en fetos heterocigóticos que

homocigóticos.

Efectivamente, a mayor cantidad de alelos, mayor será la variabilidad y posibilidades de

unión de los distintos péptidos a las moléculas HLA. Esto trae como consecuencia que

Page 12: Antigenos de Histocompatibilidad

la respuesta inmune mediada por linfocitos T contra cualquier agente patógeno será más

amplia y eficiente. En consecuencia a mayor polimorfismo, más posibilidades de

sobrevivir ante plagas o infecciones concretas.

Todo ello justifica que con el paso del tiempo desaparecen las poblaciones con menos

capacidad de defensa (por ejemplo en una plaga en la antigüedad) y sólo sobreviven los

más aptos. Por ejemplo al paludismo, sobre todo a la forma grave o el mayor grado de

progresión a SIDA de las personas infectadas por el virus HIV que son homocigóticas

en relación a las heterocigóticas.

Mecanismo de generación de polimorfismo

El polimorfismo del MHC es el resultado de un largo proceso de evolución a lo largo de

miles de millones de años como consecuencia de la presión evolutiva ejercida por los

agentes infecciosos. Para la

generación de este elevado

polimorfismo el MHC ha

utilizado diferentes

mecanismos que han

contribuido de diferente forma

a la creación de nuevos alelos.

Así, algunos son el resultado de

mutaciones puntuales mientras

que otros proceden de la combinación de secuencias completas entre diferentes alelos,

bien mediante un proceso de recombinación génica o bien mediante el proceso

denominado conversión génica, según el cual una secuencia es reemplazada por otra

semejante de un gen homólogo.

La recombinación entre alelos del mismo locus parece ser el mecanismo más

frecuentemente utilizado para la creación del polimorfismo y así muchos alelos

diferentes pueden proceder de procesos de recombinación repetidos a partir de un

pequeño número de genes ancestrales. La existencia de este proceso evolutivo apoya

que el polimorfismo es esencial para la función de los antígenos de histocompatibilidad.

Ventajas y desventajas aportadas por el polimorfismo HLA

Page 13: Antigenos de Histocompatibilidad

Para un individuo, la ventaja de tener múltiples genes del CMH de clase I y de clase II

es que estos genes aportan diferentes especificidades de unión a los péptidos, lo que

permite que se pueda presentar un mayor número de péptidos derivados del patógeno

durante cualquier infección determinada. Esto mejora la potencia de la respuesta

inmunitaria contra el patógeno al aumentar el número de linfocitos T específicos del

patógeno activados.

El mismo argumento es válido para el polimorfismo de cualquier locus determinado del

CMH; la ventaja de ser heterocigoto es que pueden ponerse en juego dos

especificidades diferentes de HLA, en comparación con una sola en el caso del

homocigoto. Además, el alto grado de polimorfismo de los isotipos presentadores de

antígeno del HLA asegura que la mayoría de los miembros de la población sean

heterocigotos. Sin embargo, la magnitud de la ventaja de ser heterocigoto variará de

acuerdo con la diferencia de especificidades de unión a los péptidos de los dos alotipos.

Puede suponerse que este tipo de ventaja surge de una selección compensadora porque

actúa para mantener una variedad de isoformas del CMH en la población al tener más

posibilidades de sobrevivir.

Ejemplos de este fenómeno de

distribución selectiva de un

determinado alelo que confiere

ventajas evolutivas al antígeno en

una población son frecuentes.

Veamos por ejemplo, lo que

ocurre en oeste de África  donde el paludismo es endémico y mortal en algunos casos.

Pues bien se ha visto que los individuos de dichas zonas suelen enfermarse

desarrollando un cuadro leve de la enfermedad, lo que no ocurre con los individuos de

otras zonas o endémicas para el paludismo de África. Hoy sabemos cómo esta

resistencia está ligada al antígeno, a la presencia de una molécula HLA clase I, HLA-

Bw52, que se encuentra en muy alta proporción en las regiones arriba indicadas y por el

contrario en muy baja proporción en otras regiones, donde el paludismo no es

endémico. (Tabla: Ventajas y desventajas del polimorfismo).

Así, los individuos que no tiene este antígeno morirían más fácilmente antes de

procrear, con lo que al pasar el tiempo solo sobrevivirían los más aptos, que son los que

Page 14: Antigenos de Histocompatibilidad

posen la molécula HLA-Bw53 que como decimos confiere la capacidad de defensa

frente al paludismo. En suma se ha efectuado una selección positiva del antígeno

HLQA-Bw53 que ha hecho que se mantengan en la población dicho antígeno que

proporciona una clara ventaja evolutiva en las regiones donde el paludismo es

endémico. Una cuestión interesante es lo que ocurre con las enfermedades reumáticas

tan ampliamente ligadas a genes del CMH y es que no están influyendo en un proceso

de selección negativa de la población que los porta.

Una explicación a ello deriva del hecho de que la manifestación de estas enfermedades

es tardía (habitualmente pasados los 35-40 años) fecha ya en donde se ha realizado la

selección de pareja y ésta ha procreado. En este mismo sentido, es de destacar que

incluso se observa una selección favorecedora de procesos autoinmunes (reumáticos

sobre todo) y ello tiene su explicación en el hecho de que el haplotipo más

autoinmuntiario es a la vez el haplotipo con mayores potencialidades defensivas frente a

la infección como es en la actualidad la epidemia de infección por VIH, que pro-

porciona una oportunidad única para estudiar los efectos del polimorfismo del HLA

sobre una enfermedad infecciosa.

Así, se sabe que  el carácter de heterocigoto para el HLA  proporciona grandes ventajas

(Figura: Sida y HLA). Como desventajas del polimorfismo HLA cabe destacar el mayor

número de enfermedades autoinmunes presentadas en estos individuos, los

inconvenientes de la realización de trasplantes por incompatibilidad entre donante y

receptor y la dificultad en el generación de vacunas de tipo celular (Tabla: ventajas y

desventajas polimorfismos HLA).

Asociación entre HLA y enfermedad

Page 15: Antigenos de Histocompatibilidad

Desde hace varias décadas se sabe que el padecimiento de ciertas enfermedades se

asocia con el incremento en la frecuencia de un determinado alelo HLA. Esta asociación

cuando tiene un valor estadísticamente significativo, se viene considerando  como un

factor de susceptibilidad o un marcador de riesgo a padecer una

determinada enfermedad. Esto puede cifrarse estadísticamente como “riesgo relativo”

(RR) y da una idea de la mayor o menor probabilidad que tiene un sujeto  a padecer una

determinada enfermedad si presenta dicho marcador o alelo HLA con respecto a

aquellos individuos que no lo tienen.

Efectivamente, a pesar del alto polimorfismo de las

moléculas HLA y de la ampliación del número de

subtipos alélicos de clase I y de clase II, hoy  se

conocen diversas enfermedades que están asociadas a

clase I y otras a clase II. El número de enfermedades

asociadas a alelos de clase I es menor que el de las

asociadas a clase II (Tabla Enfermedades asociadas)

Las causas de esta asociación HLA y enfermedad no son conocidas completamente. Por

ejemplo en espondilitis anquilopoyética (EA), enfermedad  invalidante y que afecta a

las articulaciones de la columna principalmente, y en la que se ha descrito una fuerte

asociación con HLA-B27, se ha podido observar que ciertos  péptidos antigénicos de

origen articular serian capaces de formar un complejo con HLA-B27 que induciría

fenómenos de autoinmunidad, bien por generar en la molécula B-27 modificaciones

conformacionales  que la harían no ser reconocida como propia, bien por generar

complejos HLA-péptido con cierta similitud con antígenos bacterianos que provocarían

reacciones cruzadas autoagresivas en individuos HLA-B27, previamente sensibilizados

a tales antígenos bacterianos.

En el caso de la diabetes mellitus insulino dependiente (DMID), enfermedad que cursa

con una destrucción selectiva de los islotes de Langerhans del páncreas, con infiltración

linfocitaria, se considera que es el resultado

de una respuesta autoagresiva frente a

antígenos presentes en la membrana celular

mediada por linfocitos T.

Page 16: Antigenos de Histocompatibilidad

   

Tipaje HLA

Se denomina tipaje HLA al análisis que se realiza en el laboratorio para conocer las

moléculas de histocompatibilidad o los alelos HLA de un determinado individuo

mediante métodos serológicos o de  biología molecular (Figura Tipaje HLA). El tipaje

HLA tiene especial interés en las siguientes situaciones:

Estudio de la asociación con distintas enfermedades. Por ejemplo las

espondiloartropatias están asociadas a B27.

En trasplantes de órganos sólidos y medula ósea.

Estudios de filiación familiar: ya hemos comentado que es el sistema más

polimórfico en humanos y por tanto representa una alternativa ideal para estos

estudios.

Método Serológico

El método serológico más utilizado es el test de microlinfocitotoxicidad dependiente de

complemento. Éste se realiza enfrentando una población de linfocitos a una batería de

anticuerpos monoclonales específicos para cada uno de los antígenos posibles.

Posteriormente se añade

complemento de tal manera

que en los pocillos en los que

se encuentre el anticuerpo

específico para los antígenos

de un individuo determinado,

se producirá la lisis celular que

podrá ser visualizada al

microscopio.

Para visualizar la lisis, actualmente se usa una técnica fluorescente con una mezcla de

anaranjado de acridina y bromuro de etídio. El bromuro de etídio se fija al ADN de las

células muertas (que aparecen de color rojo) y desplaza al anaranjado de acridina que

tiñe a las células vivas de color verde brillante. (Figura Tipaje serológico).

Para llevar a cabo la tipificación de los antígenos de clase II no se suelen utilizar

métodos serológicos porque nos obligan a purificar la población de linfocitos B y puede

Page 17: Antigenos de Histocompatibilidad

suponer un proceso lento y complejo. Es preferible utilizar métodos de biología

molecular.

Métodos basados en técnicas de Biología Molecular

Las técnicas de biología molecular más usadas requieren un paso previo de

amplificación del

ADN por la reacción

en cadena de la ADN

polimerasa (PCR,

polymerase chain

reaction).

Según el método

utilizado para

discriminar el

material amplificado tenemos 3 métodos principales de tipaje: PCR-SSO, PCR-SSP y

PCR-SBT. La PCR-SSO (Figura Tipaje por biología molecular) se basa en la

hibridación con oligonucleótidos específicos de secuencia (SSO) fijados a membranas

de nylon del material amplificado por PCR. Con la técnica de PCR-SSP (Primers

específicos de secuencia) detectamos en qué reacciones ha habido productos de

amplificación de ADN mediante una electroforesis en gel de agarosa y en la técnica de

PCR-SBT se hace una secuenciación, pero sólo del producto amplificado por PCR y se

compara la secuencia con diferentes patrones conocidos.

  

Genética del Complejo

Mayor de

Histocompatibilidad

Como ya se ha dicho, los

genes que codifican las

moléculas de

histocompatibilidad  se

encuentran agrupados en

el genoma formando el Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH) que en el

Page 18: Antigenos de Histocompatibilidad

humano está situado en el brazo corto del cromosoma 6. (Figura: Complejo Mayor de

Histocompatibilidad)

Entre los de clase I se encuentran los genes que codifican las cadenas alfa de los

antígenos HLA-A, HLA-B y HLA-C y entre los de clase II se encuentran los pares de

genes que codifican las cadenas alfa y beta de los antígenos  HLA-DR, HLA-DQ y

HLA-DP.  Los genes que codifican la beta-2-microglobulina sin embargo no se

encuentran en el CMH. Este grupo de genes se heredan de acuerdo con las leyes de

Mendel, como caracteres codominantes simples.

La región genética de un cromosoma que contiene todos los genes HLA (a excepción de

los que codifican la beta-2-microglobulina) se denomina haplotipo HLA

(Figura Haplotipo HLA).

Así pues un haplotipo HLA incluye los genes clase I: HLA-A, HLA-B y HLA-C y los

genes clase II: HLA-DR, HLA-DQ y HLA-DP y otros loci situados también en esta

región.

Gracias a las técnicas de biología molecular

se ha descubierto la existencia en esta

región de numerosos genes y pseudogenes

relacionados estructuralmente con las

moléculas HLA y otros no relacionados con

las mismas.

Cada célula del organismo, (excepto las

células germinales), poseen un haplotipo

procedente del padre y otro de la madre. 

Page 19: Antigenos de Histocompatibilidad

La

mayoría de los

genes del MHC son altamente polimórficos, es decir pueden ser estructuralmente

diferentes entre individuos de la misma especie.

Dado que cada individuo posee dos de cada uno de estos alelos por loci, el número de

combinaciones teóricas posibles en la población considerada en su conjunto es muy

alto. A menudo se describen nuevas especificidades asociadas a otras previamente

establecidas. Estas nuevas especificidades se suelen denominar especificidades

subtípicas, que aparecen por división de otras anteriores y a las antiguas especificidades

supertípicas. Así por ejemplo, las especificidades HLA-B51 y HLA-B52 se consideran

como productos de la división del antígeno HLA-B5.

La secuenciación de los genes HLA ha demostrado que el polimorfismo a nivel

genómico es mayor que el detectado a nivel serológico. Así por ejemplo existen

numerosos subtipos de HLA-A2 y numerosos subtipos de HLA-B27. Para incluir estos

suptipos se ha establecido un nuevo sistema de nomenclatura para los diferentes alelos

HLA, añadiendo 2 dígitos más a la denominación de 2 dígitos iniciales. Los dos

primeros dígitos serían los de la especificidad serológica o genómica de baja resolución

y los otros dos indicarían el subtipo de los

anteriores y, como sólo se detecta a nivel

genómico, se denomina genómico de alta

resolución.

Los haplotipos heredados de cada padre van a

determinar el genotipo del hijo, es decir, el

Page 20: Antigenos de Histocompatibilidad

genotipo de éste será la suma de un haplotipo procedente de padre y otro procedente de

la madre (Figura: Herencia haplotipos). Se ilustra gráficamente todo lo anteriormente

expuesto. Como la herencia de los haplotipos se haceen bloque de generación, en una

familia determinada en la que el padre tiene los haplotipos (a) = A2, B8, Cw1, DR1 y

(b) = A3, B7, Cw3, DR4 y la madre los haplotipos (c) = A2, B7, sólo Cw2, DR12 y (d)

= A11, B13, Cw3, DR15 los hijos podrán heredar cuatro combinaciones distintas de

estos haplotipos, siendo (a, b),  (a, d), (b, c) y (b, d) los posibles genotipos resultantes.

Probablemente el estudio del polimorfismo de esta región ayudará a comprender por

qué unas personas desarrollan unas enfermedades y otras no, en todo caso este avance

será una importante herramienta para el estudio filogenético, la biología y la evolución

de las familias de multigenes, las poblaciones y la enfermedad.

Loci  HLA-A, B, C

La región que codifica las moléculas de clase I está dividida en tres loci, conocidos

como A (Tabla I) , B (Tabla II-III) y C, (Tabla IV) que codifican tres tipos de cadenas

pesadas para las distintas moléculas de clase I.  Cada una de estas cadenas debe unirse a

la beta-2-microglobulina para conformar la molécula HLA.

Región HLA-D

En la región D se localizan los genes A y B que codifican las moléculas HLA de clase II

HLA-DR (Tabla V-VI ), HLA-DQ (Tabla V ) y HLA-DP.

Los genes que codifican HLA-DR comprenden un gen DRA que codifica la cadena

DRalfa y posee escaso polimorfismo y al menos cuatro genes DRB (DRB1, 3, 4, 5) que

codifican cadenas DRbeta que contienen gran polimorfismo.

Se han descrito otra serie de pseudogenes DRB (DRB2, 6, 8) sin conocerse aún su

función y expresión. La cadena proteica DRα puede combinarse (Figura Recombinación

genes clase II) Con las diferentes cadenas β codificadas por los genes DRB dando

origen a HLA-DR (la unión de los productos de los genes HLA-DRA y HLA-DRB1) y

HLA-DRw51, 52 y 53 (la unión de los productos de los genes HLA-DRA y HLA-

DRB5, DRB3 o DRB4, respectivamente). La presencia de genes DRB3, DRB4 y DRB5

depende de la especificidad del gen DRB1 de cada persona.

Page 21: Antigenos de Histocompatibilidad

Tanto las familias DQ como DP contienen diferentes genes, próximos entre sí. Sólo uno

de estos pares, DQA1 y DQB1 y DPA1 y DPB1, codifican las cadenas alfa y beta de las

moléculas de clase II HLA-DQ y HLA-DP respectivamente. Los otros pares de genes

DQA2, DQB2 y DQB3 (pseudogen) y DPA2 y DPB2 poseen un limitado polimorfismo

y no se encuentran expresados en la superficie celular. Además existe otra subregión

que contiene un gen A, denominado DNA, y un gen B, DOB, que podrían codificar una

proteína. Por otra parte también se encuentra una pareja de genes, HLA-DM, no

polimórficos, implicados en el procesamiento y presentación de antígeno como se

expondrá a continuación.

Procesamiento y presentación de

antígenos

El receptor de los linfocitos T

(TCR) reconoce el complejo

molecular formados por  las

moléculas HLA clase I o clase II,  a

las que se han unidas péptidos resultantes de la degradación intracelular de antígenos.

El TCR interacciona de forma específica con el péptido y las propias  moléculas HLA

(Figura 1). El fenómeno de reconocimiento del TCR fue originalmente descrito por

Zinkernagel y Doherty (1974). Estos autores demostraron que los  péptidos solo son

reconocidos por el TCR cuando éstos son presentados por  moléculas de

histocompatibilidad propias del individuo y no de otras personas.   

Las células que exponen los péptidos unidos a moléculas HLA- II, se conocen como

“células presentadoras de antígenos” (APC), mientras que aquellas que lo hacen unidos

moléculas de HLA-I, se  conocen como “células diana”

o “célula blanco”.

 Las células APC, que como decimos  utilizan las

moléculas HLA clase II, tienen que capturar  del medio

exterior  los antígenos  y además deben de

fraccionarlos  hasta su degradación en péptidos capaces

Page 22: Antigenos de Histocompatibilidad

de ser presentados por las moléculas de HLA-II. Los tres tipos celulares que cumplen

estos requisitos son las células dendríticas, los macrófagos y los linfocitos B.

Por otra parte las células, que utilizan las moléculas HLA clase I, se caracterizan por

presentar péptidos procedentes del procesamiento de  proteínas ya presentes dentro de la

célula. Estos péptidos pueden provenir  de proteínas virales o de proteínas tumorales

entre otros. Veamos estos procesos con detalle.

Captación y procesamiento de antígenos por células APC

Las células APC incorporan en su citoplasma los antígenos  del medio externo

mediante  procesos de pinocitosis o bien de fagocitosis según el tipo celular.  Una vez

en el interior, los antígenos, forman fagosomas, que tras fusionarse  con elementos de la

vía endocítica culminan en la formación de lisosomas.

En los lisosomas se realiza el procesamiento de antígenos exógenos consiste en la

desnaturalización y proteólisis de las proteínas captadas en las vesículas acídicas gracias

al pH bajo y presencia de proteasas en los lisosomas en donde las proteínas endógenas

son degradadas por un complejo catalítico denominado proteosoma

La biosíntesis de las moléculas HLA-

II se produce en el retículo

endoplasmático y a este complejo se

une posteriormente a una cadena

llamada invariable (Ii).

Posteriormente los complejos

formados por HLA y la cadena

invariante se trasladan al aparato de

Golgi desde donde  se desvían a un compartimento de la vía endocítica denominado

MIIC (Compartimento para las moléculas HLA de Clase II).

En este compartimento (MIIC), (Figura 4), se inicia la proteolisis parcial de la cadena Ii,

quedándose sólo unido a la molécula HLA-I  la porción de Ii que ocupa la hendidura de

unión a péptidos, llamada CLIP (class II-associated invariant chain peptide). El CLIP se

Page 23: Antigenos de Histocompatibilidad

separa posteriormente, pero el dímero se mantiene estable gracias a la intervención de

una nueva chaperona de tipo HAL, el  HLA-DM, presente en el del MIIC.

 Las moléculas HLA-I se separa de HLA-DM si se asocia a un péptido capaz de

conferirle suficiente estabilidad.  Por último, el complejo estable HLA-II/péptido viaja a

la superficie celular de la APC por vía vesicular (Figura Procesamiento APC).

 

 

Las moléculas HLA-DM, a

diferencia de las moléculas de

clase II, no se expresan en la

superficie celular, sino que

interviene en la ruta endocítica

de procesamiento para que se

pueda generar el complejo

HLA-II/péptido, sugiriendo un

papel esencial en el intercambio

entre CLIP y los péptidos ubicados en la vía endocítica.

Page 24: Antigenos de Histocompatibilidad

También el HLA-DM ejercen función de chaperona, mediando la retención en el HLA-

Ivacíos o asociados a CLIP, hasta que se asocien con un péptido capaz de conferirles

alta estabilidad.

 

 

  

Síntesis de HLA-I y procesamiento de antígenos en células diana

La biosíntesis de moléculas HLA clase I, se realiza en el retículo endoplamático  (RE)

en donde una vez formada la cadena pesadas y la beta-2-microglobulina (beta-2-m), se

unen con la ayuda de diversas chaperonas. Después las moléculas HLA-I generadas en

el RE se desplazan al aparato de Golgi, desde donde pasan a través del tras-Golgi y por

vía vesicular, llegan a la membrana celular (Figura Procesamiento célula diana).

En concreto el proceso es como sigue: el heterodímero formado por la cadena pesada y

la beta-2-m formado en el RE es inestable en condiciones fisiológicas y requiere de la

unión a un péptido para alcanzar una conformación estable que le permita la salida del

retículo endoplásmico. La cadena pesada  se une a una molécula llamada calnexina,

chaperona de HLA-I por excelencia, que funciona uniéndose a proteínas de nueva

síntesis que aún no se han plegado o ensamblado correctamente, reteniéndolas en el RE.

Cuando la beta-2-m se une a la cadena pesada, la calnexina se desplaza para que HLA-I

se una a otras chaperonas, entre ellas la calreticulina, cuya función es parecida a la

Page 25: Antigenos de Histocompatibilidad

calnexina. El complejo calreticulina/beta-2-m se une a una tercera chaperona llamada

tapasina  (Figura Procesamiento célula diana).

Las proteínas endógenas son degradas en los proteosomas que son complejos catalíticos

multienzimático  en  donde las proteínas son degradas hasta péptidos que

posteriormente serán  trasladados al interior del RE con ayuda del trasportador de

péptidos  TAP  (Transporter Associated with antigen Processing). Para ello, el péptido

interacciona con la parte citoplasmática de TAP provocando la hidrólisis del ATP, que

induce un cambio conformacional del transportador permitiendo el paso del sustrato al

lumen del RE. 

Posteriormente las moléculas HLA-I estabilizadas por los pepidos unidos a ellas  son

trasportadas a la membrana celular donde quedan ancladas exponiéndose  a los

receptroes de los linfocitos T.

Las moléculas HLA como receptores

de péptidos

 

 Las moléculas HLA necesitan formar

complejo con un péptido para

convertirse en moléculas estables y

maduras. En estado de reposo celular,

las moléculas del HLA están ocupadas

por péptidos propias, endógenas o

exógenas.  Cuando el organismo es

atacado por un agente extraño, como

por ejemplo un virus, estos péptidos naturales son desplazados por los péptidos víricos

que, durante la infección, serán mayoritarios en el interior de las células presentadoras.

Debido al polimorfismo de las moléculas del HLA, cada molécula de

histocompatibilidad presenta una

secuencia distinta en el lugar de unión

al péptido, lo cual implica que existan

preferencias en cuanto al patrón de

péptidos que se unirán a cada

Page 26: Antigenos de Histocompatibilidad

molécula de HLA. Por otra parte, los péptidos que se unen a las moléculas de HLA-I y

HLA-II presentan características especiales que describen a continuación (Figura 7).

 Las moléculas de clase I unen péptidos cortos, de 8-10 aa y en general, cada molécula

de clase I puede unir de 2.000 a 10.000 péptidos distintos. En la unión  tienen especial

importancia a los aminoácidos en posición 2 y 9 del péptido que son los "puntos de

anclaje" a la molécula de clase I.

Las moléculas de clase II, unen péptidos de mayor tamaño que las de clase I. Estos

péptidos  oscilan entre 12 y 20 aa y sus puntos de anclaje a  la cavidad del HLA se hace

por aminoácidos situados en las posiciones extremas, generalmente, 2 o 4 y 9.  El tipo

de péptido se halla sujetos a un proceso selectivo de unión que depende del alelo del

HLA-II.

BIBLIOGRAFIA

http://es.wikipedia.org/wiki/Complejo_mayor_de_histocompatibilidad

http://www.inmunologiaenlinea.es/index.php?

option=com_content&view=article&catid=40%3Ahistocompatibilidad&id=67%3A

histocompatibilidad&Itemid=126&showall=1

http://www.uco.es/grupos/inmunologia-molecular/inmunologia/

tema05/etexto05.htm