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ANOMALIAS ESQUELETICAS ASOC1ADAS AL SINDROME DE NOONAN
G. RAMÍREZ Rurz, X. FLORES, J. MATEO, N. MELLA, J. BERGADÁ
En el año 1930, ULLRICH describió un fenotipo especial caracterizado por: ptosis palpebral, pterigium colli, linea de baja implantación del cabello, paladar ojival, cubitus valgus, mamilas h ipoplásicas y talla corta. Posteriormente, TURNER, en 1938,1 asoció casos de enanismo con infantilismo, a pterigium colli y cubitus valgus, dando nacimiento a un síndrome conocido como de Ullrich-Turner.
Una vez conocidos los rasgos fenotípicos del citado síndrome, fueron determinantes los estudios y comprobaciones de diferentes autores en pacientes con tal fenotipo, llegando a su perfecta delimitación. Quedó definido como el estado XO (Monosomia XO) del ser humano, que se acompaña de: disgenesia gonadal, infantilismo, aumento de la tasa de gonadotrofinas, talla baja y anomalías somáticas facultativas , de las cuales la más característica es la existencia de una brida congénita de tejido conjuntivo y fascia, que se extiende desde la región mastoidea hasta la clavícula, y que se denomina Pterigium colli.
Dentro de las disgenesias gonadales, se incluían los cuadros que producían alteraciones en el desarrollo parcial o total de las gonadas, de origen cromosórnico. Actualmente, podemos afirmar que la disgenesia gonadalno es exclusiva de la Monosornia XO, y que se presenta como consecuencia de otros patrones cromosómicos anormales: monosomias parciales por alteración del segundo cromosoma X, mosaicismos, etcétera. De la misma forma existen casos de disgenesias gonadales puras, sin anomalías somáticas ni cromosómic'as.2
En los estudios realizados con enfermos afectos de fenotipo Turner se pudo comprobar gue las anomalías somáticas se acompañaban en ocasiones de patrones cromosómicos XX o XY normales.3
Ante tal confusionismo, nace tma denominación que pretende englobar a los varones y/o hembras con fenotipo Turner, pero con complemento sexual XY o XX normal. La nueva denominación acuñada fue la de síndrome de Noonan,4•
5 propuesta para designar las diversas anomalías o estigmas característicos del síndroe de Turner con comple-
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meatos gonosom1cos XX o XY normales que recaen indistintamente en sujetos con fenotipo varón o hembra.
Se planteó entonces el problema de cuántos estigmas somáticos serían necesarios para incluir a un paciente dentro del citado síndrome, ya que no existe ninguno que sea patognomónico de éste. HALLER 6
considera necesarias cuatro anomalías, de las que una al menos debía ser fundamental. Son las anomalías fundamentales: pterigium colli, infantilismo sexual, talla baja, cubitus valgus. Otros autores consideran necesaria la presencia de 16 estigmas para poder catalogar a un enfermo como portador del síndrome de Noonan.7
Se habló de que lo determinante sería una alteración histológica del testículo, pero no podemos darle mucho valor, ya que se han descrito casos de síndrome de Noonan con descendencia. No obstante, la biopsia demuestra, en la gran mayoría de los casos, unos testículos criptorquídicos, con déficit de células germinales y zonas de esclerosis hialina. Hay un hipogonadismo evidente, existiendo un fallo en la producción de andrógenos por las células intersticiales de los testículos.8• 5
ETIOPATOGENIA.- No está del todo bien esclarecida. Hay quien considera que se debe a una alteración cromosómica. Otros quieren ver un mecanismo genético en su origen.
La presentación familiar,7•
9 apunta a una transmisión por herencia ligada al cromosoma X, pudiendo ser dominante o recesiva en algunos casos.
POLANI 10 atribuye los casos esporádicos o bien a una mutación genética o a una anomalía autosórnica, la delección del brazo corto de un cromosoma del par 18.
El presente estudio no pretende ser un análisis exhaustivo de la etiopatogenia del síndrome de Noonan, sino la exposición de unos hallazgos desde el punto de vista de la clínica, así como de la radiología ósea, que vienen a engrosar la larga lista de estigmas somáticos necesarios para etiquetar a un paciente como portador del citado síndrome.
MATERIAL RESUMEN DE LA OBSERVACIÓN. - J. J. H. C. es un nifío de 8 años de edad. Hijo único de un matrimonio cuyos padres, no emparentados entre sí, viven sanos sin antecedentes dignos de mención. Entre los familiares no encontramos antecedentes patológicos.
Embarazo con abundantes náuseas y vómitos durante el primer trimestre. No gestosis. Pesó al nacer 1.900 gr., presentando una dismadurez, por lo que necesitó de incubadora durante un período de 12 días. Refieren los padres que durante el primer afio no les pareció satisfactorio el desarrollo pondoestatural, ya que aun1entaba poco de peso. Fue, sin embargo, precoz el desarrollo estático-motor, iniciando la deambulación a los 9 meses.
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Ha padecido las enfermedades propias de la infancia. Ingresa en nuestro servicio de urgencias, presentando una fractura
espiroidea de la diáfisis femoral izquierda, como consecuencia de una caída desde la bicicleta que conducía.
A la exploración, se detectan todos los signos y síntomas de la citada fractura . No se observan alteraciones de la piel situada encima del foco de fractura . Tampoco existen complicaciones vasculonerviosas.
Se practican radiografías en proyecciones AP y L, confirmándose la existencia de la fractura espiroidea de-la diáfisis femoral.
Nos encontramos con un enfermo de 8 años de edad, con una talla de 1,12 m. y con un escaso desarrollo somático. Es evidente la existencia de un hipogonadismo con infantilismo sexual. Presenta una criptorquidia bilateral.
El cuello es corto con P terigi um colli. La cara tiene un aspecto senil característico. Los ojos presentan ptosis palpebral y estrabismo en el lado derecho. El repliegue palpebral interno es más evidente, epicanto; de la misma forma ambos globos oculares se encuentran más distanciados entre sí, hipertelorismo.
Las orejas son prominentes, siendo muy baja su implantación, lo que, junto con el cuello corto y el pterigium colli, le da a la cara una forma especial en esfinge. El cabello es de baja implantación, haciéndolo en forma de triple línea. Los ángulos bucales están deprimidos, y hay maloclusión dental con discreta hipoplasia del maxiliar inferior (figuras 1 A, B y C).
El antebrazo presenta una deformidad consistente en la desviación hacia fuera respecto del eje de simetría del organismo, deformidad que es más evidente cuando se coloca en extensión. Cúbito valgo (fig. 2 B).
Presenta una escoliosis dorsolumbar convexo derecha por la que lleva colocado un corsé de Milwaikee. Tórax en forma de coraza con las mamilas hipoplásicas y muy distanciadas entre sí (fig. 2 A).
A la auscultación se aprecia un soplo sistólico en área puLnonar. La radiografía de tórax denota las costillas horizontalízadas, así como una cardiomegalia por posible anomalía derecha (fig. 3 ).
Analíticamente: Hemograma, examen de orina, urea, Ca, P, fosfatasas alcalinas, normales.
Los 17-cetosteroides en orina de 24 horas arrojaron un resultado de 2,3 ml.
Estudio citogenético: Se estudian células de sangre periférica, presentando todas las observadas una dotación cromosómica de 46 elementos, con fórmula normal masculina 46XY. No se evidencian anomalías estructurales de los cromosomas (fig. 4 ).
Test de Barr: Mediante frotis de la mucosa bucal, no se aprecian los acúmulos cromatfnicos típicos adheridos a la cara interna de la mem-
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Frc. 1
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brana nuclear, llegando a la conclusión de que se trata de un paciente varón. Sexo cromatínico negativo.
FIG. 2
FIG. 3
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CARIOTIPO
- ! -~-t·n-x a--a-~- ~-Q-1 - 3 4 - 5
l -1-1·\-~·1-l-l-11-&·8-¡ ·1--1· o - 12 - X
-6- 6- t\ -t-6-d---- X·.:f-JS ·A- 6·•-
13 - 15 1 ~ - 18
---J-1 - -I·l------ -A-&-A-' ---·--19 - 20 21 - 22 y
FIG. 4
Estudio dermatóglifo: No se aprecian datos de interés patológico. El recuento dérmico total se halla dentro de limites normales.
Examen psíquico: Se practicaron diferentes test de inteligencia, resultando el C. I. de 103. Normal medio según test de Raven.
ANOMALÍAS ESQUELÉTICAS. -Una vez etiquetado nuestro paciente como portador del síndrome de Noonan, efectuamos un examen radiográfico minucioso de su esqueleto, en el que descubrimos una serie de anomalias que invariablemente se asocian al fenotipo característico.
Se realizó un estudio de la edad ósea, practicando radiografías de la muñeca izquierda en proyección Ap con la mano plana sobre la placa y el dedo medio en la prolongación del eje del antebrazo. Los demás dedos ligeramente divergentes y el pulgar en abducción de 30°. Foco centrado sobre la cabeza del tercer metacarpiano a una distancia de 70 cm.
De esta forma vemos que están presentes las epífisis inferiores del radio y el núcleo primario de la apófisis estiloides del cúbito. De la misma forma están presentes todos los huesos del carpo, incluso el núcleo de osificación del pisiforme, tal como corresponde a la edad del paciente.
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Las clisgenesias gonadales presentan un síndrome radiológico típico,11
siendo uno de Jos rasgos comLlnes la existencia de un retraso en la maduración del esqueleto, que es más evidente en los enfermos de mayor edad por ser en la adolescencia cuando se manifiestan más floridamente las repercusiones sobre el aparato locomotor del déficit de producción hormonal,12
• 13 que conlleva a un retraso en la fusión de las
epífisis de los huesos largos. Se observa en las radiografías una osteop01·osis generalizada que es
más evidente a nivel de la columna vertebral y de los huesos del carpo y tarso.
A nivel de las extremidades superiores encontramos anomalías características. Cttbito valgo, deformidad más evidente a veces en la clínica que en el examen radiológico (fig. 2). Observamos una inclinación radial de la superficie articular de la troclea humeral, una displasia de la epífisis superior del radio, con una acentuación de la curva pronadora del citado hueso (fig. 5 B), que dificulta el movimiento de supinación del antebrazo (fig. 2).
Anomalías a nivel de los metacarpianos, hipocrecimiento del 1.0 y 5.0 de ambas manos sin lJegar a ser positivo el signo de Arcbibald.14
FIG. 5
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Deformidad del esqueleto del 5.0 dedo que se desvía en sentido cubital en varo a nivel de la articulación metacarpofalángica bilateralmente (fig. 6 A).
En las todillas vemos la existencia de una depresión de la meseta tibial interna que produce un varo discreto de la tibia, por la inclinación hacia abajo de la mitad interna de la epífisis proximal de la tibia. La meta6sis tibial sobresale hacia afuera en la parte interior en forma de espolón o pico óseo. Aumento del crecimiento del condilo femoral interno que desciende pot debajo del nivel del lateral. Exóstosis bilateral del extremo proximal del peroné (fig. 5 A).
En las radiografías de los pies se evidencia una osteoporosis intensa, así como un acortamiento de los metatarsianos, más acentuado en el primero (fig. 6 B).
FTG. 6
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En la radiología del cráneo se evidencia un aumento del diámetro anteroposterior y lateral. Prominencia de la región frontal y occipital. Se marcan las líneas de suturas lambdoidea y coronal, apareciendo parcialmente cerradas las fontanelas . Son evidentes los surcos de la arteria meníngea y del seno transverso.
Impresiones digitiformes en todo el diploe craneal. La impresión sobre los huesos del cráneo de las diferentes estructuras se debe a un aumento de presión sobre un hueso inmaduro .
Malformaciones a nivel de los primeros segmentos de la columna cervical con occipitalización del atlas. Impresión basilar con aumento del ángulo de Bull. Platibasia discreta con proyección del agujero occipital y de las apófisis odontoides por encima de la línea de Chamberlain (:6g. 7 ).
.FIG. 7
Constantemente se aprecian en este síndrome anomalías vertebrales. Los cuerpos aparecen aplanados, de menor altura de lo normal. Malformaciones congénitas con presencia de sinostosis de varios elementos de la columna dorsal. Hemivértebra lateral de la dorsal-11 que sólo desanolla la parte derecha, dando origen a una curva escoliótica convexo derecha .
Lordosis de la columna dorsal, por una posible anomalía del desarrollo del núcleo osteógeno posterior, lo que origina una menor resistencia de esta zona, dando lugar a la aparición de la lordosis dorsal.
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Todas estas alteraciones vertebrales congénitas dan lugar a que aparezca una curva escoliótica gue se ve favorecida por la hipotonía musculoligamentosa que estos enfermos tienen por el déficit de producción hormonal (fig. 8 ).
FIG. 8
CONCLUSIONES.- l. Se presenta un caso de síndrome de Noonan de feno tipo típico con pterigium colli, cúbito valgo, talla baja y ptosis palpebral como estigmas más importantes.
No existe retraso mental, pero sí un hipogonadismo con criptorquídia bilateral origen de un cuadro de disgenesia gonadal.
2. El cariotipo estudiado en la sangre periférica nos demuestra una dotación cromosómica de 46 XY normal. Se descarta la existencia de un mosaicismo, comprobándose el sexo cromatínico negativo. Según POLANI, un cariotipo de esta naturaleza hace pensar que el origen del cuadro estaría provocado por una delección del brazo corto del cromosoma 18.
3. La talla baja en contraste con la exagerada altura que adquieren los eunucos por alteración de la función gonadal, sugiere la existencia de un factor genético determinante de la menor estatura de estos pacientes _15
4. La osteoporosis generalizada sería el exponente de la repercusión sobre el sistema esquelético del fallo de producción de hormona androgénica del que estos pacientes padecen, ya que los andrógenos tienen como función el aumentar la cantidad de matriz ósea calcificable por un proceso de anabolismo general.
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5. Los pacientes afectos de disgenesias gonadales presentan anomalías en el desarrollo ep.ifisario de los huesos,16 hecho que queda patentizado por las alteraciones de origen displásico a nivel de las epífisis radial superior, de la troclea humeral, de la parte interna de la meseta tibial y de los segmentos vertebrales.
6. Todas las anomalías son más evidentes en los pacientes de mayor edad que en los jóvenes, ya que se considera que la maduración del hueso es normal hasta aproximadamente los 15 años, siendo en tonces cuando en la adolescencia se patentiza realmente la repercusión ósea del déficit hormonal.
Ciudad Sanitaria Francisco Franco, de Barcelona. Centro de Rehabilitación y Reumatología
Depa,.tamento de Ci,.ugía Ortopédica y Traumatología Jefe de Departamento: Dr. F. CoLLADO
Jefe de Servicio: Dr. J. J. MADRIGAL
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