einherjarproject.net€¦ · — Sí. Latina quiere hacer un talismán para Rita. ¿Puede Dale ayudarla? — preguntó Latina, que lo pedía también con la cara. Ella no tenía conocimiento

OBRA ORIGINAL

Autor: Chirolu Ilustraciones: Truffle

TRADUCCIÓN JAPONÉS – INGLÉS

Traducción al inglés: J-Novel Club Corrección y Edición: J-Novel Club

TRADUCCIÓN INGLÉS – ESPAÑOL

Traducción al español: Irigoyen Edición y traducción de las ilustraciones en español: Alekséi– Darkdraig

Corrección: carlosguisan Edición de PDF: DarkDragon19

Agradecemos tu preferencia por descargar esta versión, esta no es la

traducción oficial, si esta obra es licenciada en tu país, pues cómprala y

coopera con el autor.

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Uchi no Musume Volumen 1

Einherjar Project Índice |6

INDICE

Portada

Ilustraciones a color

Capítulo 1: La niña pequeña vuelve a Kreuz.

Capítulo 2: La niña pequeña recuerda con sus amigos.

Capítulo 3: La niña pequeña y la mujer que era su enemigo

natural.

Capítulo 4: El deseo de la niña pequeña.

Capítulo 5: La vida diaria de la doncella de pelo plateado.

Capítulo 6: El tiempo del joven con el infante y la

calamidad de la Princesa Rose.

Capítulo 7: La doncella de cabello plateado y la noche del

festival.

Capítulo Extra: El cachorro y el tiempo antes de que

viniera a la ciudad.

Palabras del autor


Einherjar Project Capítulo 1 |7

Capítulo 1 La niña pequeña vuelve a

Kreuz

Parte 1

Después de partir de la villa de Tislow, Dale y Latina regresaron a Kreuz, justo

a tiempo para el cambio de inicio de verano al verano mismo.

En el preciso instante donde el “Dancing Ocelot” se pudo ver, Latina dio las

riendas de Blau a Dale y salió corriendo. Ella estaba muy sonriente cuando pasó

por la entrada de la tienda y gritó fuerte y claro:

— ¡Regresamos!

Rita, quien estaba haciendo el papeleo en su puesto habitual, paró

repentinamente y miró al frente. Después de comprobar el origen de la voz, ella

cambió repentinamente a una sonrisa de alegría y sorpresa al mismo tiempo.

— Latina.

— ¡Ya volvimos, Rita!

— ¡Bienvenidos a casa!

Cuando Latina escuchó esas palabras, se veía mucho más feliz.

Aparentemente, había un nivel más alto que “muy sonriente”.

— Sí, mm, trajimos muchos recuerdos.

— Eso es emocionante. Por cierto, ¿y Dale?

— ¿Eh?

Calmándose un poco al oír la pregunta de Rita, Latina ladeó la cabeza, mirando

hacia atrás y a su alrededor. Él debía estar justo detrás de ella, pero no estaba.



— ¿Eh?

— ¿Qué tanto dicen de mí?

Escuchando su plática, Dale respondió desde la cocina, al otro lado del lugar.

Como no podía meter a Blau en la tienda, dio un rodeo para entrar por atrás.

Terriblemente frustrada, Latina corrió a la cocina. Kenneth estaba allí,

preparando comida como siempre. Él estaba hablando con Dale, pero cuando

notó a Latina, le sonrió.

— Así que estas de vuelta ¿eh? ¡Bienvenida a casa!

— ¡Ah!

Dando dos pequeños saltos, ella volteó hacia Kenneth, mirándolo ligeramente

decepcionada, y dijo—: Estoy de vuelta, Kenneth.

Kenneth no pudo hacer más que ladear su cabeza al oír esto. Él no podía

imaginar por qué se veía decaída.

— ¿Qué pasa?

— Latina creía que ella sería la primera en decir: “Ya volvimos” a Rita y Kenneth,

pero Dale te vio primero…

— Qué poco tacto de su parte.

— ¿Así que hice mal?

— ¿Estás diciendo que Latina está equivocada?

— Por supuesto que la responsabilidad es toda mía, por robar la felicidad de

Latina.

— Nunca cambias, ¿verdad?

Viendo a Dale actuar como siempre, Kenneth soltó una sonrisa torpe y se tomó

un descanso del trabajo. Entonces acarició la cabeza de Latina como siempre,

sin nada más que su cabello arreglado con un moño con un diseño elaborado.

— Solo estoy feliz de verte a salvo. Bienvenida a casa, Latina.

Escuchando esto, Latina volvió a sonreír.

Al regresar al frente de la tienda, Latina paró y miró a Rita con asombro.

— ¡Rita, tu estómago es muy grande!



Era difícil decir cuando ella estaba sentada del otro lado del lugar como siempre,

pero Rita ahora tenía una gran barriga obvia comparada a cómo estaba cuando

se fueron de viaje y apenas se notaba.

— Ya puedes sentir al bebé moverse dentro.

— Wow, el bebé… ¡Es asombroso!

Latina, emocionada, tocó gentilmente el estómago de Rita, entonces miró

seriamente hacia Rita, parecía que notó algo.

— Si tu barriga esta así de grande... ¿No es pesada?

— Lo es. Mis caderas y mi espalda y demás duelen, y es molesto.

— ¿Debería Latina invocar magia de curación?

— Ahora que regresaste, puedo pedirte que hagas eso, ¿eh?

No tendría sentido llamar a un usuario mágico profesional para invocar magia

curativa solo por un dolor de cadera y espalda. Pero afortunadamente, era fácil

pedirle a esta dulce niña pequeña hacerlo, incluso era difícil pedirle lo mismo a

un adulto.

— ¿Te divertiste en tu viaje?

— ¡Sí! Pasaron muchas cosas que Latina no podía escribir en sus cartas.

Dale miró a Latina, que estaba a punto de contar las historias de sus viajes, y

con una sonrisa inquieta, se metió a la conversación diciendo:

— ¿Qué tal si te cambias primero, Latina? Y también necesitamos dejar nuestro

equipaje.

— Cierto.

Los adultos contemplaron con expresiones pacíficas cómo Latina se daba la

vuelta y se dirigía hacia la cocina.

— Latina es muy activa, ¿no?

— Ella se esforzó mucho. Fue su primer viaje largo.

— Estoy contento de que lo hiciéramos sin heridas mortales o enfermedades.

El alivio en la voz de Dale mientras reportaba su regreso seguro era palpable.

— Se nota que vas bien, Rita.

— Es el primero, así que hay mucho que no conozco.



— Su padre ha estado ayudando con el manejo del tablón de mensajes de

Akhdar. Ha sido difícil para mí manejar eso a la vez que estoy en la cocina.

Cuando Rita se casó, sus padres dejaron la tienda a cargo de la nueva pareja y

se retiraron a la zona residencial del distrito sur. Pero cuando empezó a trabajar

en el “Dancing Ocelot”, solo había un número limitado de gente que podía usar

el tablón de mensajes de Akhdar, desde que hacerlo requería el permiso del

templo. En cierto sentido, se podía decir que requería licencia. Por ello, no

podían simplemente contratar un empleado temporal. Por eso el anterior dueño

de la tienda, o sea el padre de Rita, empezó a ayudar diligentemente por la

seguridad de su hija y su nieto.

— ¿Te ha ido bien, Kenneth?

— Soy un adulto perfectamente capaz, así que he estado bien. Aunque he

deseado que Latina estuviera aquí muchas veces.

La habilidad de las niñas pequeñas de calmar a las personas a su alrededor era

algo especial. Kenneth tal vez había sido reconocido por el padre de Rita como

el marido de su única hija, pero no era como si la relación entre ellos fuera

perfecta. No había discordia activa entre ellos, pero terminaban “chocando”

cuando estaban juntos. Esa fue una de las razones de por qué los padres de

Rita se retiraron.

— ¿Es mi padre tan escalofriante?

— …

— Él no me da miedo. A mí al menos…

El hombre que había atendido una tienda para aventureros raudos por varios

años, sin ceder en ningún momento. Kenneth y Dale no pudieron evitar

intercambiar miradas torpes.

Con el ligero pero rápido sonido de pisadas, se dieron cuenta que Latina había

regresado. Sin tardarse, ella apareció cambiada de sus ropas de viaje por uno

de sus vestidos habituales.

— Dale, Latina se encargará de la lavandería, así que deja tu ropa afuera.

— Bueno.

Uno podía notar por la fluidez de la conversación que ha sido completamente

establecido que Latina se encargaba de la mayoría de los trabajos del hogar.

Ella había sido una trabajadora dedicada incluso antes del viaje, pero después

de varios meses estudiando con la madre de Dale, Magda, mientras estaba en



Tislow, ella perfeccionó sus habilidades. Eso fue exactamente lo opuesto a

Dale, quien se apartó de tales tareas mientras estaba en su antigua casa.

Gracias a cómo se estaban desarrollando las cosas desde ese momento, Dale

aún no notaba que estaba dependiendo mucho de Latina en la mayoría de las

cosas del hogar.

— Se nota que te has vuelto fiable, Latina… —murmuró Rita sin pensar. Latina

no estaba feliz cargando sacos en el lugar enfrente de Rita y Kenneth. Ella hizo

esto solo porque sabía que había tiempo muerto en el “Ocelot”.

— Este recuerdo es para ti, Rita —dijo Latina mientras sacaba un amuleto que

era del tamaño justo para tenerlo en una sola mano fuera de la bolsa. Estaba

hecho de una compleja red de hilos, pero se sentía simple.

— Es eso… ¿Un amuleto de Quirmizi?

— Oh, vaya. Gracias, Latina.

Quirmizi era el dios de las cosechas y también al que se le rezaba para los

partos seguros y la prosperidad de los descendientes. Las mujeres

embarazadas y la gente a su alrededor siempre llevaban esos amuletos.

— ¿Tú hiciste esto…? —preguntó Kenneth a Dale con un suspiro, solo para que

él mirara a otro lado con vergüenza.

— Latina dijo que quería darle a Rita un amuleto, y técnicamente soy un

sacerdote, así que…

— Ya veo. —Kenneth mantuvo su respuesta corta y su expresión calmada,

sabiendo que Dale no era aficionado a su protección divina.

Parte 2

Esto ocurrió mientras cuando Dale y Latina estaban a la mitad de su estadía en

Tislow.

— ¡Cierto! Había un bebé en la panza de Rita —dijo Latina a la abuela Wen,

hablándole de cosas de Kreuz mientras leía un libro que ella pidió prestado del

maestro Cornelio.

— Ya veo. Entonces deberías crear un amuleto de Quirmizi para ella.

— ¿Un amuleto? ¿Te refieres a un colgante? ¿Latina puede hacer uno?



— Solo los clérigos pueden, aquellos con protección divina pueden hacerlos.

Pero tú puedes hacer la parte decorativa que los rodea. Solo deja el interior a

mi estúpido nieto.

— ¿Dale?

— Sí. Incluso él puede hacer bien esa simple tarea de clérigo.

Como Dale no poseía ni una pizca de clérigo en él, Latina ladeó la cabeza ante

esto. Viendo esto, la abuela Wen soltó una risa enérgica. Dale no era muy

aficionado a su protección divina, así que no lo mencionaba tan seguido. Aun

así, él poseía varias técnicas como para manejar labores básicas de clérigo. Y

no fue nadie más que Wendelgard misma, la actual clérigo de más alto rango

en Tislow, quien lo entrenó.

La tierra de Tislow estaba tan fuertemente bendecida por los dioses que toda la

aldea podía ser llamada un templo. La cultura y costumbres que heredaron de

sus ancestros estaban basadas en fe pura. En esta tierra había tanta gente que

nacía con protección divina, que las prácticas básicas de los templos no eran

tomadas como algo especial, y se volvieron una costumbre de la vida diaria.

Latina no sabía nada de las circunstancias únicas de Tislow, pero ella era una

niña obediente, así que esa noche ella le dijo a Dale acerca de hacer el amuleto

cuando estaban solos en su cuarto, justo como la abuela Wen le dijo que lo

hiciera.

— ¿La abuela dijo eso?

— Sí. Latina quiere hacer un talismán para Rita. ¿Puede Dale ayudarla? —

preguntó Latina, que lo pedía también con la cara. Ella no tenía conocimiento

de esto por sí misma, pero ella ladeó la cabeza un poco con los ojos medio

abiertos, su lindura podía ser muy potente incluso si no fuera tan pequeña. Eso

fue suficiente para hacer que el corazón de Dale parara y dejarlo inconsciente.

Durante su crecimiento, esta niña podría sin ningún problema poner a muchos

hombres a llorar.

Aun así, Latina no le mostraría esa expresión a nadie más. Que Latina hiciera

una petición era un privilegio especial solamente de Dale, y él no tenía ninguna

intención de ceder su derecho de que le digan “gracias” y “Te amo”. No iba a

dejar que le robaran eso.

— Bueno, supongo que tenemos los materiales necesarios…

No había nada particularmente raro en hacer un amuleto. Estos eran hechos

usando plantas, frutas de tierra que estuviera especialmente cerca de Quirmizi.



Más que usar plantas en sí, los amuletos se hacían con fibras de plantas que

se obtenían de las flores. Los amuletos de los templos de la ciudad podían llegar

a tener complejos patrones hechos en “fabricas” lujosas, pero los de Tislow era

simples, decorados solo con cuerdas tejidas.

— Crearé la bendición que va dentro. ¿Puedes hacer lo que lo cubrirá, Latina?

— ¡Sí!

Los materiales que Dale preparó fueron varios hilos en una sorpresiva variedad

de colores. Él sacó unos cuantos y hábilmente los tejió juntos frente a Latina.

— ¡Dale, eres increíble!

— Tuve que ayudar muchas veces con esto cuando era niño.

Los niños también eran reclutados cuando había que hacer decoraciones para

ocasiones especiales. De esa manera, la forma de hacerlos fue pasada de

generación en generación.

— Lo haré lentamente, así que mira con atención.

— ¡Sí!

Así como sus padres alguna vez lo hicieron para él, Dale tomó las manos de la

niña pequeña frente a él y le enseñó el método único detrás de tejer las cuerdas.

Parte 3

Dejando de lado lo hábil que era Latina, el amuleto que creó era algo flojo. Pero,

este fue hecho con mucho más cuidado que los del templo. Rita lo sostuvo

contra su pecho con una muy maternal sonrisa.

— Muchas gracias, Latina. —Luego volteó hacia Dale, mostrándole también una

sonrisa, cosa que nunca había hecho—. Tú también, Dale.

Dale estaba claramente agitado ya que había recibido un agradecimiento

genuino de Rita, sin ningún tipo de broma o con intención de molestar. Viendo

que Rita estaba muy feliz, Latina se mostró igualmente satisfecha. Latina tenía

la tarea de recoger cada recuerdo, así que ver que alguien lo recibía tan

alegremente la emocionaba aún más.

— Para Kenneth, traemos pescado y especias de Qualle —dijo mientras

cuidadosamente le daba el paquete.

Kenneth revisó el contenido del paquete y se sorprendió.



— ¿Pescado crudo? ¿No seco?

No estaba completamente fresco, pero no había señales de que el gran pescado

dentro de la caja de hilo estuviera estropeado.

— También tenemos pescado seco —dijo una Latina confundida, dándole otro

paquete diferente a Kenneth. Dentro había sobras de pescado seco del viaje.

— No, no me refería a eso…

— Latina me preguntó cómo transportar comida del mar del puerto de Kreuz —

dijo Dale con irritación visible en su cara.

— Es como el artefacto mágico que usas en la tienda, ¿cierto? Latina no puede

usar magia de agua, ¡así que le preguntó a Dale, y él la ayudó!

Kenneth y Rita se quedaron sin palabras, y Dale sacudió la cabeza con una

expresión tensa.

— Sería imposible si solo hubiera sido yo, y no era nada que cualquier usuario

mágico pudiera hacer. Latina preservó el hielo que hice todo el camino de Qualle

hasta Kreuz.

— Pero Latina te hizo rehacer el hielo muchas veces ¿no? —dijo Latina mientras

inclinaba la cabeza. Aparentemente, ella no tenía idea de la acción poco común

que había realizado. Como siempre, su control sobre la magia probó ser

absolutamente destacado.

— Normalmente se usaría un dispositivo mágico para preservarlo…

Aplicar continuamente poder en un área reparada requería un alto nivel de

concentración y técnica, y esta niña era capaz de hacerlo casualmente.

— Todo lo que comimos en Qualle era delicioso, pero Latina también quiere

probar el pescado cocinado por Kenneth.

— Entonces, ¿deberíamos usarlo para la cena de esta noche?

Había muchas cosas que quería decir, pero viendo su expresión llena de

esperanza, como su “maestro”, él tenía que esforzarse. Mientras veía el

pescado congelado en el hielo, inmediatamente empezó a pensar en cómo lo

iba a preparar. Mientras tanto, Latina comenzó a buscar en la bolsa de nuevo.

— También trajimos carne de jabalí.

— ¿Jabalí?

— ¿…Jabalí?



Viendo el conjunto de carnes secas y curadas que Latina sacó de la bolsa, Rita

los miró con curiosidad, mientras Kenneth levantó las cejas un poco. No había

montañas alrededor de Kreuz, y aunque había muchas bestias mágicas en los

bosques, había un tipo limitado de animales que normalmente se encontrarían

ahí.

— Dale, ¿esto es carne de jabalí?

— Sí, pero es de ‘jabalí monstruoso’. Es un tipo de bestia mágica que es común

en al área circundante a mi aldea hogar.

La cara de Kenneth era de sospecha hacia las muchas carnes, pero aun así,

esta cambió a una de comprensión. Era una pieza muy grande como para venir

de un jabalí normal.

— La sacamos de la casa de Joseph.

— Um… Él es un conocido suyo, el hombre medio bestia, ¿no?

— Sí.

Cuando Kenneth aún era un aventurero activo, a veces él tomaba trabajos de

guardia para caravanas mercantiles visitando Tislow. Así fue como la abuela

Wen terminó pidiéndole que viera por Dale cuando estaba saliendo de la aldea

por primera vez, y cómo Kenneth supo que había una aldea de hombres-bestia

de camino ahí.

— Latina se llevó muy bien con Maya. ¡Ella era muy linda!

— Eso es bueno.

— ¡Y también era muy suave!

Mientras Latina reportaba eso con una sonrisa, había una expresión torpe en la

cara de Dale mientras se sentaba y escuchaba.

— ¿Pasó algo…?

— No… Mientras Latina se divierta, entonces está bien…

Viendo a la distancia, Dale recordó lo que pasó en la aldea de los hombres-

bestia.



Parte 4

La pareja recorrió el mismo camino de vuelta hacia Tislow, así que terminaron

quedándose en la aldea de los hombres-bestia nuevamente. De camino allí,

Latina estaba de un excepcional buen humor.

— Latina se pregunta si Maya se olvidó de ella. Espero que esté bien —dijo

Latina, parándose de repente mientras miraba a Dale con una expresión

preocupada.

— Hmm… Estoy seguro de que ella recordará después de tanto. Se volvieron

amigas muy rápido después de todo.

— Cierto.

Latina dio un pequeño salto, lo que hizo que su moño con un diseño elaborado

de flor se moviera. Ese moño, que era un regalo de la abuela Wen, actualmente

era su favorito.

Apenas empezaba la primavera durante su estancia en Tislow, e incluso cuando

apenas empezaba el verano, no se sentía tan caliente en el ambiente de los

hombres-bestia. La pareja se abrió paso en su camino por el bosque, ahora

cubierto en las hojas oscuras. En poco tiempo, la aldea estuvo a la vista y Latina

gritó—: ¡Ahí está!

— No corras —dijo Dale, logrando parar a Latina justo cuando iba a correr, y la

pareja caminó hacia la aldea de los hombres-bestia. Sin mostrar indicios de

estar perdida, Latina fue directo hacia la casa Bündte. Deteniéndose justo frente

a la puerta de la pequeña casa, Latina apretó su puño para tocar y miró hacia

Dale con una mirada nerviosa. Ella decía estar preocupada como lo estaba

antes. Dale le dio una palmada en su cabeza con una sonrisa torpe y tocó en

su lugar.

Un momento después, Joseph abrió la puerta. La marca de su dicha –su gran

barriga– no ha cambiado desde la última vez, y se tambaleó con él. No se veía

tan sorprendido de ver a Dale y Latina. Después de todo, ellos dijeron que irían

nuevamente cuando se quedaron la última vez.

— Perdona la intromisión José, pero podrías dejarnos quedar otra vez---

— ¡Watia!

La pregunta de Dale fue interrumpida a la mitad. Junto con un exaltado grito,

una peluda y negra bala fue volando en su dirección.



— ¡Maya!

Como si estuviera molestando a su padre, quien apresuradamente sacó sus

manos para agarrarla, ella usó su delgado cuerpo y se escabulló entre sus

piernas. Ella reunió fuerzas por un instante y la bola de peluche negra saltó

hacia Latina.

Pero…

— ¡Eso es peligroso! —Dale pudo agarrarla a tiempo. Ella podía tener un cuerpo

delgado y pequeño, pero si ella saltara hacia Latina con esa fuerza, ambas

acabarían tiradas en el suelo. Latina, con su delgado cuerpo, no sería capaz de

atrapar a la bala viviente hecha de momentum y el peso completo de la niña.

Afortunadamente, Maya no tenía la misma cantidad de “ser” como su padre.

— ¡Watia, Watia! —Maya estaba pateando y retorciéndose en los brazos de

Dale, parecía que no le gustaba estar allí.

— ¡Noooo!

— ¡Gah!

Con un cabezazo, Maya dio un golpe limpio en la mandíbula de Dale. Él era un

profesional en cuestión de lucha y se entrenó a sí mismo para ello, pero era

seguro que un golpe violento a una parte tan falca de verdad dolía. Era difícil

imaginar que pudiera provenir de un infante. Dale quería asumir que fue un

golpe de suerte; era muy complicado imaginar a alguien tan joven apuntando

precisamente al punto débil de alguien.

— ¡Watia!

— ¡Maya!

Dale se quejó con dolor, pero se las arregló para no tirar a Maya en vez de

dársela a Latina. Latina lo vio con preocupación, pero él le sonrió en respuesta.

Con esto, ella se calmó un poco y abrazó a Maya, embarrando su cara contra

el suave pelaje del infante. Naturalmente, Dale sonrió forzadamente. Era un

dolor sordo y no del tipo que como para usar magia de curación, pero aun con

esas, cuando algo duele, duele.

— Watia… —Maya también se acurrucó en Latina, se le veía muy calmada y

completamente satisfecha. Pero, pareciendo que de repente había notado algo,

ella ladeó su cabeza— ¿Watia?

Su pequeña nariz empezó a olfatear, tratando de captar la esencia de Latina.

Después de eso, su mirada se tornó más y más obscura.



— ¿Maya?

— ¿Qué pasa?

— ¿Hmmm?

Latina y Joseph, incluso Dale quien no sabía leer las expresiones de los

hombres-bestia, podía decir que algo pasaba. Joseph avanzó un poco hacia

adelante y puso su mano en su barbilla.

— Dale, ¿se toparon con algún animal grande o algo así? —preguntó Joseph.

— ¿Qué? —respondió Dale.

Entonces, llegando a una conclusión en base al olor de Latina, Maya

infelizmente gritó—: ¡Noooooooooo!

— ¿Maya?

Sin prestarle atención a la sorpresa de Latina, Maya empezó a frotar su cuerpo

contra el de la niña de forma acelerada.





— ¡¿Wah?!

Maya no mostraba intenciones de parar su entusiasta frotación contra Latina, a

quien había derribado enérgicamente y ahora estaba encima de ella. Estaba

usando todo su cuerpo, y era imposible pensar que no estaba haciendo otra

cosa más que frotar su esencia en la otra niña. Esto continuó con Latina

viéndose frustrada por ser “marcada”. Parecía que no sabía cómo lidiar con esta

situación. Ocasionalmente ella soltaba un extraño y patético grito mientras Maya

giraba sobre ella.

— Um… ¿Qué está pasando?

— Como te decía, ¿se toparon con algún animal grande o algo? Nosotros los

hombres-bestia podemos sentir esa clase de cosas por el olor. Aunque solo

algunos tipos.

— Oh… ¿Y por qué está haciendo eso?

— ¿Cómo te lo explico? Es… tú sabes, como cuando una esposa descubre que

su marido la engaña…

— ¿Engañar?

— Era un ejemplo.

Dale repasó las cosas que Latina hizo mientras estuvieron en Tislow, desde

entrenar perros hasta acariciar a las bestias míticas en las sub-misiones. Al oír

esto, Joseph asintió medio asombrado.

— Así que es eso.

— Ya veo.

Al parecer, Maya no estaba feliz con el olor de Latina, y cuando se dio cuenta

que no olía como ella, su estado de ánimo empeoró.

Latina se sentó ahí perpleja mientras Maya la abrazaba y resopló en aprobación

a su logro. Pero no dejó ir a Latina después.

— ¡No! —dijo Maya fuerte y claro, sacudiendo la cabeza de lado a lado.

— ¡No sigas con eso! ¡Ven aquí, Maya!

— ¡No! ¡Maya quiere a Watia!

— Maya…



Joseph no podía decir más, y sus orejas triangulares bajaron patéticamente. Era

duro decir cuántas veces ellos habían pasado por esto, pero su querida hija lo

seguía rechazando. Estaba consumiendo su sanidad mental.

Maya, mientras tanto, estaba abrazando a Latina alrededor de las rodillas y

tenía una mirada feroz; ella estaba lista para la batalla.

— ¡Watia es de Maya!

— Waaaah…

Siendo capturada, Latina estaba el borde del caos, atrapada entre padre e hija.

— De verdad eres popular, Latina…

Dale estaba viendo todo esto unos pasos más lejos. Sorbió violentamente su té,

viendo a la distancia y tratando de evadir la realidad. Aprendió muchas cosas

mientras estaba en Tislow, incluyendo que era esencial que la gente supiera

cuándo rendirse.

— Solo trata de no hacer algo tan cruel…

Él estaba al borde de escapar, así que el comentario que dio no era muy útil

para dárselo a un niño, pero Dale no está pensando mucho en lo que estaba

diciendo en esos momentos, y Latina no consideró lo dicho tampoco.

— ¡Watia, Maya, juntas!

— Waah… —Latina se ruborizó y solo podía pensar en abrazar a Maya mientras

el cachorro reafirmaba su propiedad.

Entonces la puerta principal se abrió. La esposa de Joseph, Ute, estaba parada

ahí con su familiar pelaje blanco y sus verdes ojos. Ella llevaba una canasta en

una mano llena de varios vegetales frescos. Aparentemente, la razón por la que

no la habían visto era porque estaba en el jardín.

— Oh, así que ya llegaron —dijo Ute calmadamente, notando a Dale y Latina.

Dale se levantó y la saludó.

— Perdona las molestias, Ute.

— Señorita U---

— ¡Watia, no!

Latina trató también de saludar a Ute, solo para que Maya frustrara su esfuerzo.

Como estaba Maya en ese momento, que Latina prestara atención a alguien



más era suficiente para ponerla celosa. Era como si tratara de decir: “¡No mires

a nadie más que a mí!”

— ¿Qué le pasa a Maya? —Ute inclinó la cabeza ante el comportamiento de su

hija, sin saber lo que había pasado hasta ese momento. Después de reír

huecamente, Dale dio una corta respuesta.

— Sí… Parece ser que quiere monopolizar a Latina.

— Su padre es muy suave con ella, así que terminó malcriada, ¿no? —dijo Ute,

sin agitarse por la locura de Maya. Para bien o para mal, ella era algo tolerante.

— Joseph… —Dale llamó al hombre que estaba sentado en una esquina

viéndose decaído y muy cansado, sus puntos de vida parecían haberse

agotado. La mirada de ambos cayó en Latina, quien estaba acariciando la

peluda y suave barriga de Maya.

— ¿Lloró después de que nos fuimos la última vez…?

— No… —Joseph tenía la mirada perdida—. Dio a luz a una leyenda.

— Perdón por eso…

Él no se atrevió a preguntar qué clase de leyenda era. Los dos hombres se

quedaron callados un rato.

— Esta vez…

— ¿Qué tal si se van temprano en la mañana, antes de que Maya despierte?

Él no hubiera querido correr así a sus invitados, pero la desesperación en la voz

de Joseph era palpable. Aparentemente, él tuvo que lidiar con todo la última

vez. Incluso Dale estaba abrumado con su poder. Considerando lo ruidoso que

fue, no era difícil de imaginar que atrajo la atención de todos los vecinos

— ¡Si le damos sus comidas favoritas, entonces Maya se adormecerá! ¡Esa

será nuestra oportunidad de separarlas!

Escuchando su sugerencia de hombre de mediana edad mezclada con lenguaje

infantil, Dale se preguntó a sí mismo cuándo tendría un hijo propio, sin darse

cuenta de cómo los de su alrededor lo veían cuando hablaba de Latina.

Frente a ese par de idiotas estaba Maya, con la cabeza hacia abajo y moviendo

la cola felizmente mientras era acariciada. Después de la amplia atención de

Latina, parecía que se había calmado un poco y se sentó encima del regazo de

Latina. Separarlas no parecía ser una opción. Ella no soportaría mirar a otro

lado, ¡solo para que un perrito le robara las caricias!



Ella amaba a su hermana mayor más que a nadie, así que ella también

necesitaba ser la favorita de Latina. El orgullo joven de Maya y su lógica la llevó

a esa conclusión.

Mientras Latina se veía medio avergonzada porque Maya la monopolizara, no

se veía tan enojada por ello. El tener a la linda y pequeña Maya adorándola

como su “hermana mayor” adulándola de manera encantadora. Ella no tuvo la

oportunidad de ayudar a Ute, pero a cambio, pudo pasar mucho tiempo con

Maya.

Los hombres-bestia no se bañaban tan seguido como los humanos, así que no

tenían bañeras en su casa, pero tenían un lavabo que tenía suficiente agua para

lavarse. Aun así, Latina soltó un alegre grito al sumergirse en el agua caliente y

al ser cubierta por burbujas junto con Maya, quien alcanzó el interior de la casa

por sí misma. Esto fácilmente dio una sensación de calma a la mente de Dale,

y una expresión gentil se mostró en su cara.

Ute preparó una sopa con vegetales de verano y mucha carne en una olla.

Estaba servida junto a un pan con queso embarrado encima. El postre del día

era un postre de fruta dulce. Justo como Joseph había predicho, la sopa y el

postre eran ambas las comidas favoritas de Maya. Incluso siendo una infante,

ella terminó más rápido que Latina. Tal vez tratando de competir, Latina

usualmente no repetía, así que había mucho postre sobrante en su plato.

Como Joseph dijo, Maya estaba somnolienta al llenarse el estómago. Siempre

hacía todo al máximo, pero ella ahora no tenía poder, como si alguien hubiera

tirado de su interruptor. Después de todo Joseph era su padre, así que conocía

a su hija muy bien.

Primero, Maya insistió en sentarse en el regazo de Latina, pero cuando la niña

trató de levantarse después de cenar, sus piernas se durmieron y no se pudo

mover; el shock de la sensación del correr tan débil de la sangre fue suficiente

para hacerla colapsar. Esto nunca le había pasado a Latina. Maya por otra parte

se preparó para sentarse junto a Latina.

Después de confirmar que Maya empezaba a cabecear, los dos hombres se

miraron el uno al otro. Joseph se movió con una rapidez que no correspondía a

su físico. Cargó a Maya y empezó a mecerla con prácticos movimientos.

— Umgh… un… —Maya se movió un poco, pero eventualmente encontró la

posición más cómoda y se acurrucó en los brazos de su padre. Luego de un

rato, ella comenzó a roncar felizmente. Al mismo tiempo, Dale rescató a Latina,

envolviéndola con sus brazos por detrás.



— Dale, es de mala educación empezar a jugar en medio de la comida.

Su reprimenda fue severa.

Ella se deslizó fuera del abrazo y se sentó en el asiento junto al que Maya estaba

ocupando hasta ahora. Toda la escena era tan patética que era difícil pensar

que Latina no era nada más que un adulto lidiando con un niño.

— Latina, vamos a irnos mañana temprano.

— ¿En serio?

— Sí. Estoy preocupado por el clima, así que quiero salir del bosque lo antes

posible.

En sí no era una excusa al azar, Dale en verdad estaba preocupado por el cielo

nublado. Él tenía un plan para lidiar con la lluvia por supuesto, y a lo que se

refiere a viajes largos, obviamente no se puede evitar moverse cuando el clima

era malo. Pero, aun así, él quería hacer lo que pudiera para que Latina no lidiara

con algo tan complicado. Ese era el sentimiento natural para un padre. Pero en

días lluviosos, ella felizmente saltaría en los charcos o miraría hacia el cielo

esperando las gotas sin preocuparse por mojarse la cara. No era como si esos

días evitaran que actuara de manera linda. Él podía mirarla por siempre sin

importar el clima. De todas formas, ese era una situación completamente

diferente.

Latina vio también el cielo nublado y aceptó la explicación de Dale con un

simple, “Bueno”, asintiendo con la cabeza.

Después de cenar, ellos regresaron al mismo lugar de antes y empezaron a

preparase para dormir. Luego de un rato ellos ya estaban debajo de las

sábanas. Dale sostuvo a Latina con sus brazos, que ya era normal para ambos.

Ellos estuvieron en el bosque, así que las noches ahí eran más frías que las de

la ciudad. Tomando ventaja de esto, él acercó su mejilla para sentir su calor.

Latina usó el brazo de Dale como almohada y le mostró una sonrisa relajada.

Se les garantizó un sueño relajado y tranquilo.

No importaba cómo se mirara, las acciones de Dale eran producto del

resentimiento hacia Maya por monopolizar a Latina. De hecho, no había mucha

diferencia entre él y Joseph.

La mañana siguiente, la pareja de tontos juntaron sus cabezas, sintiéndose

cansados y decaídos. Latina estaba medio dormida, pero por alguna razón

había un bulto antinatural debajo de su sábana.



Sospechosamente, los dos hombres quitaron la sabana solo para ver que Maya

se había escabullido en algún momento y se durmió rápidamente, aferrándose

a Latina. En ese momento se dieron cuenta que fallaron en burlar a la infante.

— Prepararé el desayuno, así que prepárense para comer —dijo Ute detrás de

los dos hombres decaídos.

Parte 5

Después del viaje a través de sus memorias, Dale miró a su “hermano mayor”,

Kenneth.

— ¿Usarás también lenguaje infantil frente a tu hijo…?

— Por supuesto.

— ¿Sabes, Kenneth? Los niños son, tú sabes…. increíbles en muchas

maneras…

— En serio, ¿qué paso?

Los lamentos de Maya fueron mayores que antes, y Latina quedó atrapada en

su llanto y también lloró. Los dos hombres las separaron, y Latina y Dale dejaron

la escena. Con esto, la leyenda se extendió mucho más. Al todavía escuchar

los ecos de sus gritos desde fuera del bosque, Dale se sintió muy culpable.

— Realmente se ve difícil, criar niños…

— ¿Tratas de asustarme?

— Estoy seriamente agradecido de que Latina sea una muuuuuuuuy buena niña

y no dé ningún problema.

— Sí, no sería inteligente pensar en Latina como la norma.

Incluso desde el punto de vista de Kenneth, Latina era una niña muy bien

portada. Mientras sostenía el paquete de carne que recibió de la niña con una

mano, Kenneth le preguntó—: Latina, ¿cómo se usa esto?

— Um, tiene mucha sal para preservarlo. Sabría muy salado como está, así que

tienes que lavarlo todo antes.

Kenneth no preguntó porque no supiera cómo usarlo, pero era como una

casualidad de prueba.

— Entonces los puedes poner con vegetales para hacer una sopa o algo.



— Ya veo.

Después de confirmar que ella sabía cómo cocinar, la expresión de Kenneth se

iluminó un poco. Por ahora podía darle una buena calificación. Si ella también

pudiera preparar los ingredientes y presentar un platillo, él no hubiera tenido

problema en llamarle a eso un perfecto suceso.

— Así que, ¿lograste cocinar durante tu viaje?

— Si, justo como me enseñaste. Aunque Latina lo arruinaba a veces…

— ¿Lo hiciste?

— Sí. La fuerza de la llama y las demás cosas eran complicadas, así que ella

ocasionalmente quemaba cosas.

Kenneth y Latina miraron a Dale mientras continuaban con su conversación

entre maestro y discípulo.

— Dale siempre decía que estaba sabroso…

— ¿Eh? Pero siempre lo hacías bien, ¿no, Latina?

— Bueno, si no hubiera reaccionado, supongo que aún había mérito en preparar

algo, pero…

— ¿Eh? ¡Pero de verdad estaba delicioso! —agregó Dale.

Ambos maestro y discípulo miraron a Dale con una mirada plana y después se

miraron el uno al otro; ambos se negaron a comprometerse cuando se trataba

de cocinar.

— Así que, ¿ves las tareas que tienes por delante?

—Sí. Latina cree que ella tiene que esforzarse más —dijo ella, mirando

seriamente mientras le decía a su maestro sobres su futura aspiración.

Siendo medio ignorado, Dale miró hacia Rita con una expresión tensa.

— Cuando estábamos acampando, Latina siempre cocinaba.

— Ella realmente dio todo de sí, ¿no?

— Ella… ¿No estaba satisfecha con eso…?

— Parece ser que Latina ha sido fuertemente influenciada por Kenneth de una

manera muy extraña.



Había una clara diferencia en el entusiasmo cuando comparas esta

conversación con la apasionada entre maestro y discípulo.

Mientras miraba a Latina, los ojos de Rita se detuvieron de repente en moño

que estaba atado en el cabello de Latina.

— Oh vaya, ese es un moño muy bonito.

— Um, es el colgante protector de Latina. Se le dijo que lo llevara puesto cuando

viajara— Latina respondió con una voz alegre, feliz de que Rita lo notara. Era

un refinado, ostentoso y amplio moño que brillaba gentilmente con la luz—. Está

hecho de algo que Latina consiguió para unos amigos que ella hizo en Tislow.

— Oh, así que hiciste algunos amigos. Eso es bueno, Latina.

Ambas soltaron sonrisas despreocupadas, pero parecía que Dale se estaba

conteniendo en decir algo después de escuchar su conversación. Kenneth no

sabía qué parte de la conversación causó esa reacción, pero decidió “tirarle”

una pregunta a Dale.

— ¿Latina hizo algo…?

Kenneth estaba preocupado de que ella no fuera exactamente una niña valiente.

— Es más el hecho de que estoy preocupado debido a que una bestia mítica

viva junto a mi aldea.

— Eso es un infierno de historias que trajiste de tu viaje…

— Sería peligroso si alguien hiciera algo estúpido, así que es mejor guardarse

esta información para nosotros. No es un terreno de cultivo. Un grupo se acaba

de instalar ahí.

— Suena como si hubieras ido a revisar tú mismo.

— Sí, lo hice. Y tengo que decir que si un aventurero codicioso fuera ahí, no

quedaría ningún hueso.

— ¿Incluso tú no pudiste lidiar con ellos?

— Le hablé al líder del grupo, pero de verdad no quería pelear con él…

Probablemente podría si fuera uno a uno, pero había muchos. Eventualmente,

se volvió muy complicado.

— Ya veo.



Mientras estaba en su aldea natal Tislow, el sentido común de Dale se torció,

pero él recordó algo importante de la reacción de Kenneth. Normalmente, tener

una conversación normal con una bestia mítica era impensable.

— El líder parecía ser aficionado a ella.

— ¿A quién?

— Latina.

— Ya veo.

Kenneth supuso mucho a mitad de camino de la explicación de Dale, así que

no se sorprendió mucho, pero su expresión facial era igual a la de Dale.

Parte 6

Latina no era tan pequeña como para hacer siempre la misma cosa mientras

era escoltada. Ella era lo suficientemente lista como para entender que Dale y

los otros adultos se enojaban con ella porque se preocupaban por ella. Así que,

cuando ella quería jugar con los aterradores lobos, ella se aseguraba de pedir

permiso antes y no iba a la montaña sola. Ella le hizo una promesa a Dale, y se

aseguraría de cumplirla. Por naturaleza, Latina era muy seria.

La existencia de los lobos en sí era un secreto, y como la abuela Wen y Dale no

siempre tenían tiempo, Latina no pensó siquiera en preguntarle a la cabeza del

clan, Randolph, que la llevara; él siempre se veía muy ocupado. Ella creía que

no estaba bien interrumpir a otros cuando estaban trabajando, así que ella no

pasó mucho tiempo con Randolph como lo hizo con la abuela Wen y la madre

de Dale, Magda. Por eso, ella se contuvo un poco para hablarle. Si ella lo

hubiera visto con los ojos hacia arriba y preguntaba: “¿Podrías ayudarme, papá

Randolph?”, él lo hubiera hecho sin pensar, aunque Latina no sabía esto. Él es

el padre de Dale después de todo.

Latina estaba emocionada por ir con los grandes lobos, incluso después de que

Dale la atrapara. Y viendo que los grandes lobos también estaban emocionados,

Dale no podía negarle que los viera. No sería muy bonito que asaltaran la aldea

buscando a Latina. Además, romper la promesa entre sus ancestros y los

grandes lobos de que no invadieran el territorio del otro, podría causar pánico.

Por ello, Dale terminó visitando el asentamiento de los lobos muchas veces.

Después de que decidieran cuándo podían volver a Kreuz, él también

acompañó a Latina para que se despidiera de ellos.



— Latina se va de vuelta a Kreuz. Ha sido muy divertido. Cuídense, ¿sí?

— ¿Hmm? —El cachorro de lobo miró a Latina confundido. —¿Kruz?

Después de revisar la posición del sol, Latina apuntó hacia el noroeste. Allí

había una montaña, pero Kreuz estaba en esa dirección.

—Kreuz, es una aldea humana que está hacia allá. Allí hay mucha gente y

Latina también vive allí.

—Que inconveniente debe ser para ustedes niños del hombre, el no ser

capaces de remontar los cielos.

Estaba claro que las palabras del alfa estaban destinadas solo a Latina, pero a

Dale no le preocupó demasiado.

—Te ves tan débil, sin pelo no colmillos… seguro las bestias más pequeñas

pueden lastimarte, ¿cierto?

Por alguna razón, viendo a la masa de carnívoros que mostraban sus dientes

mientras movían la cola herméticamente, Dale no se sintió tan intimidado como

la primera vez que se conocieron. Por alguna razón, los hombres que se reunían

en el “Dancing Ocelot” aparecieron en su mente.

Mientras Dale pensaba en eso, el líder y los cachorros se le quedaron viendo.

— Te damos esto —dijo el líder mientras señalaba varias plumas que cayeron

donde estaba sentado antes.

— ¿Plumas…?

— Si llevas algo que tenga nuestro maná impregnado contigo, las bestias sin

cerebro no se le acercarán, porque nos temen.

—Eso es muy útil. Muchas gracias.

Gracias al hecho de que ambos querían a Latina, los dos fueron capaces de

establecer una comunicación transcultural sin importar que fueran de razas

completamente diferentes.

Después de regresar a la misión, Dale le informó a la abuela Wen que recibieron

plumas de los grandes lobos. Después de vaciar las cenizas de su pipa con un

solo *clunk*, dijo de manera casual—: No podemos usarlas para cazar, pero

tenemos abrigos que protegen de animales cuando viajamos y trabajamos en

los campos, ¿no?

— Ahora que lo mencionas…



— Esos tienen pelos de lobo por todas partes.

Escuchando eso tan bruscamente, Dale se rio.

— También son puestas en cuerdas para alejar a las bestias de los campos.

Este año Latina trajo muchas, así que no nos faltarán materiales por algún

tiempo.

Cuando ella dijo eso, Dale recordó que Latina diligentemente recogía la pila de

pelo después de cepillarse y la ponía en una bolsa. Aparentemente, su abuela

le dijo que lo hiciera.

— Normalmente, hago que Randolph recoja cualquier cosa que venga de la

naturaleza en esta estación, pero gracias a Latina, él tiene un poco menos de

trabajo de qué preocuparse.

Cuando cambiaba la estación de primavera a verano, los lobos tiraban su pelo

viejo. Incontables veces Dale ha visto a los lobos rascarse sus cuellos con sus

patas traseras, solo para que su suave pelo bailara por el aire. El asentamiento

de los lobos era un secreto limitado solo a las cabezas del clan, y cuando Dale

pensó en su padre usando su limitado tiempo en su agenda de trabajo para

limpiar pelo de lobo… Tal vez él debía sentirse agradecido hacia Latina por lo

que hizo.

Aun así, no era simplemente limpiar. El pelo, los colmillos y los huesos de las

bestias mágicas tenían maná impregnado en ellos y eran materiales muy

costosos. Estos también eran usados frecuentemente para hacer artefactos

mágicos. Recoger este material era la forma más rápida para los aventureros

para ganar dinero, y cuando se trataba de material de bestias mágicas que eran

muy fuertes, el valor se disparaba. Ciertamente, no era un desperdicio de tiempo

recogerlo.

En Tislow, los artefactos mágicos hechos de pelo, colmillos y huesos eran

usados para ropa de trabajo usada en los campos. Esto podía hacer llorar

lágrimas amargas a los aventureros y a los comerciantes.

— No podemos decir abiertamente cómo obtenemos estos materiales, así que

no los vendemos en las afueras.

— Eso es por seguridad.

La abuela Wen se levantó y fue hacia el armario junto a ella. Inmediatamente

sacó un largo y delgado listón.

— Hice esto como una prueba. Solo usé los pelos más delgados posibles y los

tejí todos juntos.



Era un moño extravagante con el emblema de la flor tradicional de Tislow

diseñado en la “fábrica”, y un bordado en la parte superior.

— Lo puedes llevar puesto en el camino de regreso. Eso me ayudará a estar

más tranquila.

— Si le pusieras precio a esto, sería muy loco.

Tal vez porque estaba hecho de pelaje fino y la fabricación era impecable, suave

y lustrosa como la seda. Incluso si no fuera un artefacto mágico, sería obvio a

simple vista que es un ítem muy caro.

— Sería mejor no llevarlo en la ciudad…

—Sería para algo especial, para festivales y cosas así.

Después de lanzar una mirada de asombro a su risueña abuela, Dale tomó

gentilmente el moño y lo alzó hacia la luz.

Parte 7

— Y así consiguió un nuevo moño y un artefacto mágico.

— Que ítem tan loco.

Tal vez sea inútil para los aventureros que vivían para exterminar bestias

mágicas, pero había muchos comerciantes y viajeros que tal vez lo querían. No

sería solo para cuando estuvieran moviéndose; también querrían evitar riesgos

de ser atacados en su campamento. No sería buena idea tenerle mucha fe, pero

el mundo tenía demasiados peligros, por lo que no sería raro que la gente se

aferrara a cualquier cosa que hiciera las cosas más seguras para ellos.

— Las artesanías son también lo más destacable de mi aldea.

— No sé nada acerca de accesorios, pero puedo decir que se le puso mucho

esfuerzo a ese.

— Realmente es un trabajo hermoso, ¿no?

Dale estaba sin palabras ante esa repentina voz femenina. Él se congeló,

entonces se giró torpemente.

— ¿H-Helmine…?

— Ha pasado un tiempo, Dale. Imaginé que volverías por estos días, así que

vine a verte.



Allí había parada una belleza rubia con una sonrisa amplia en su rostro.

— ¿Quién es ella?

Viendo a la mujer desconocida actuar tan cercanamente a Dale, Latina ladeó

su cabeza y miró a Helmine. Normalmente, Latina se presentaría después de

conocer a alguien por primera vez. Era muy raro para ella actuar de manera

descortés.

Con la mirada sospechosa que Latina tenía hacia ella, Helmine no se contuvo

en reír.

— Así que esta es la “pequeña usuaria mágica”, ¿eh? Ella es una adorable niña

pequeña, tal como dijiste.

— Latina no es pequeña —respondió Latina inflando sus mejillas con un poco

de disgusto.

— ¿P-Por qué estás aquí…?

— Como dije, vine por ti. He estado esperando aquí a que regresaras para poder

entregarte órdenes de la capital. Voy a participar en tu siguiente trabajo.

Dale estaba tan agitado que no pudo parar a Latina para que no fuera grosera.

Para ser honesto, él no era bueno tratando con esta hermosa mujer, y ahora,

ante sus ojos, ella había lanzado un ataque sorpresa. Eso obviamente lo

desequilibró.

— Se te da mal tratar con Helmine, como siempre —intervino Kenneth, con un

tono más de simpatía que de sorpresa.

— ¿S-Soy malo en ello…?

— Oh vaya, que horrible. ¿Eres malo tratando conmigo? —dijo Helmine, sin

mostrar signos de que estuviera ofendida—. Solías decir cosas tan tiernas…

—Como dije, él no puede lidiar contigo. Realmente no has cambiado tanto

desde que empecé aquí.

—Tú siempre eres frío conmigo.

Kenneth la miró atónito, y ella respondió ladeando su cabeza un poco. Su cuello

se mostraba seductoramente. Era una acción demasiado bien practicada para

que otros la voltearan a ver.

— Mi tipo son mujeres como mi esposa.



— De verdad eres frío, ¿no? —Helmine rio, de nuevo no parecía ofendida.

Apartando la mirada un poco de esta contienda, Rita miró a Latina, que seguía

con las mejillas infladas con disgusto.

—Oh vaya…

Helmine no tenía problema de ganarse miradas de “ánimo” de otras mujeres.

Ella era consciente de las miradas de los hombres hacia ella, y ella usaba su

encanto femenino libremente, así que otras mujeres instintivamente la miraban

como el enemigo y la evadían.

Rita siempre trataba de permanecer ocupada, así que ella nunca mostró ningún

disgusto. Su marido Kenneth dejó en claro que no le interesaba Helmine, lo que

también ayudó. No importaba cómo se viera, la joven pareja que atendía el

“Ocelot” tenía una feliz relación.

—Tú también eres una chica, ¿no, Latina?

Viendo que Latina giraba un pequeño recuerdo que trajo del puerto en su mano,

Rita soltó una sonrisa torpe. Incluso después de que Rita supiera cómo se

sentía, Latina se quedó sentada ahí en silencio, hasta que se dio cuenta de algo

repentinamente. Ella se bajó de la silla, caminó hacia Dale y lo abrazó

fuertemente.

— ¿Latina…?

— Dale, ¿tienes trabajo? ¿Volverá a ser largo? —preguntó Latina con soledad

y tristeza en su rostro. Su viaje, que duró varios meses, fue el período de tiempo

más largo en que Latina tuvo a Dale para ella sola. Incluso si él salía durante el

día, ellos pasaban juntos la noche. Ellos comían juntos, hablaban y a veces

también dormían juntos, muy cerca el uno del otro. Ella debía saber que era

algo especial, pero ahora que iba a acabar, era muy doloroso.

— Sí… lo siento. Te dejo cuidando el fuerte de nuevo.

— No, está bien. Latina puede manejarlo.

Latina inconscientemente presionó más su cara con más fuerza contra Dale. Y

se quedó así, sin poder mirar hacia arriba.

La expresión de Dale se suavizó. Él estaba en un conflicto.

Rita y Kenneth susurraron la situación,

— Qué raro, verlo contenerse.

— Es porque Helmine está aquí.



— Latina… esperará por Dale. Pero quiere quedarse así un poco más.

Las manos de Dale comenzaron a temblar y a moverse de manera extraña.

Tenía una expresión tensa y se quedó sin palabras.

— Oh vaya, sí que la mimas ¿no? —preguntó Helmine, dándole un golpe mental

a Dale desde atrás mientras se contenía a sí mismo.

— ¡Es mi culpa por siempre dejarla atrás! Pero… ¡Pero ella siempre se esfuerza!

Viendo a Latina tan deprimida, Dale la tomó y la cargó.

— Ya veo. Parece que tú eres el mimado —Helmine soltó esas palabras casi

como un cumplido. Ella soltó una risa aguda ya que encontró esto increíble—.

Bueno, no tienes que irte inmediatamente después de tan largo viaje. Tengo

asuntos que atender en la ciudad de todas formas —dijo Helmine, luego se

volteó con una sonrisa y movió ligeramente su mano—. Nos vemos después,

Dale —Helmine se dirigió al segundo piso del “Ocelot”, donde estaban las

habitaciones. Aparentemente ella se estaba quedando ahí.

— Dale, ¿solías trabajar con esa persona…? —susurró Latina después de que

Helmine ya no se podía ver.

— Sí. A pesar de su apariencia, Helmine es una usuaria de primer rango —

respondió Dale con un suspiro, entonces bajó a Latina al suelo.

— ¿Solo del trabajo?

Cuando Latina preguntó de nuevo, viéndolo detenidamente con grandes ojos,

la mirada de Dale vagó un poco.

—Solo es una compañera de trabajo.

No era una mentira. Pero por alguna razón sentía que estaba siendo

interrogado.

Latina iba a decir algo, pero se quedó callada. Su reacción fue diferente de la

usual, sorprendiendo a Dale.

— ¿L-Latina…?

— Cuando Latina se vuelva una adulta, ella crecerá. Ella aún es una niña, por

eso ella es pequeña.

Por sus mejillas infladas, era obvio que su orgullo había sido dañado. Ella es un

poco más pequeña que otros niños de su edad. No era debido a lo que era; es

solo que así era. Su altura y su peso avanzaban sanamente. Su tamaño no era



ningún problema. Pero a Latina no le gustaba que las personas de su alrededor

la llamaran “pequeña.”

Dale entendió cómo se sentía. No tenía buenos recuerdos de cómo la gente no

reconocía o criticaba sus habilidades. Sintió el mismo sentido de rebelión hacia

el juicio de otros, que estaba fuera de su control

Él lo entendía, pero…

— Tú estás bien así de pequeña Latina… después de todo, eres bonita —dijo

sin pensar, dejando de lado cómo se sentía Latina. Él no podía evitarlo, ya que

su “pequeñez” era linda.

— Ese es el problema de Latina. Ella quiere ser grande.

Lanzando una mirada plana a Dale y Latina, Rita cerró un ojo y dijo a su

marido—: Latina es una niña, ¿cierto? Entonces ella debería tener una

suposición vaga.

— La intuición de una mujer en serio da miedo…

Ambos conocían más a Dale que a Latina, así que sabían que su relación con

Helmine era solo de trabajo. Pero sabían que había algo sospechoso.

Después de volver al ático después de mucho tiempo, Dale sintió un sudor frío

bajando por su espalda mientras veía a Latina desempacar y limpiar. Su humor

no parecía haber cambiado. Por hoy, ella podía dedicarse a eso en lugar de

ayudar a Kenneth. Silenciosamente, ella se dedicó a terminar. Tan pronto como

Dale habló, ella fue a trabajar en la insignificante pila de equipaje. Él pensó que

el silencio se debía a eso.

— ¿L-Latina…?

— ¿Qué?

— ¿P-Podrías alegrarte…?

— Latina no está de mal humor.

La conversación se detuvo repentinamente.

— N-Nunca he visto a Latina de mal humor… —murmuró Dale para sí mismo,

congelado en el mismo lugar sin poder siquiera limpiarse el sudor. Él contuvo

sus lágrimas, pensando que sería más sencillo si Latina admitiera que estaba

enojada.

— Dale.



— ¡¿Sí?! —respondió con su voz agrietada.

Latina se quedó mirando a Dale, quien no podía ocultar su nerviosismo.

— B-Bueno…

— No tienes por qué preocuparte por esto —dijo. Esta niña tenía la costumbre

de ser obstinada desde que se conocieron. Cuando ella estaba así, no hablaba

mucho.

— Estaré en el primer piso, así que…

— Sí, Latina irá cuando termine de limpiar.

Mientras saboreaba la dicha de haber recibido una respuesta, Dale rápidamente

decidió hacer una retirada táctica. Por eso él no pudo ver a Latina suspirar

después de quedarse sola en el ático

— Latina… de verdad desea apresurarse y volverse una adulta… —Su disgusto

por el que permaneció callada fue por el hecho de que era una niña y que Dale

le dijera que no se preocupara por ello.

En vez de ir hacia la tienda, Dale se sentó en la mesa de la cocina con su cabeza

abajo indicando vergüenza. Kenneth dejó una humeante taza frente a su

“hermano menor.” El té azul obscuro dentro de la tasa se balanceó gentilmente.

— Lo preparé extra fuerte. Úsalo para prepararte para lo peor en vez de beber.

— No lo arruinaría así… No soy como antes. —infló sus mejillas con disgusto,

pero por supuesto, cuando alguien como él lo hacía, no se acercaba a la lindura

de Latina.

Mientras tenía un descanso del trabajo, Kenneth se sentó frente a Dale.

— ¿Así que ya tienes más arrepentimientos?

— Lidié con ellos hace mucho. Aprendí mi lección.

— ¿Verdad? Por eso imaginé que no sería un problema, así que dejé a Helmine

quedarse. Es mi posada después de todo.

— Esos son negocios, así que no te tienes que preocupar por mí —dijo Dale y

tomó el té, después hizo una expresión amarga.

— Oh, ya veo… Viéndote, parece ser que el mal humor de Latina te afectó más

que Helmine.



— ¡Sí! ¡¿Por qué Latina está tan enojada…?!

— Eso… —Kenneth comenzó a hablar, pero se contuvo. Cuando un padre

habla sobre volverse a casar, su hija se sentirá celosa de la nueva mujer. No

importa cómo veas a Latina, ella estaba sintiendo celos similares y cautela hacia

la apariencia de esta mujer cerca de Dale, a quien tenía para ella hasta ahora.

Pero por alguna razón, Dale no se dio cuenta de esto, y si Kenneth lo

mencionaba, Dale probablemente diría: “¡¿Latina… se interesa tanto por

mí…?!” mientras llora de alegría. Entonces él iría por Latina y la abrazaría

fuertemente. Si fuera solo eso, estaría bien, pero seguramente seguiría por

alardeos y orgullo. ¿Y quién lidiaría con ello? ¿Kenneth? Sería irritante. Un

calvario. Y lo molestaría mucho de alguna manera.

Por esa razón, Kenneth abrió la tetera y comenzó a meter más hojas de té. Era

una acción desesperada para evitar la situación.

— ¿Qué pasa?

Habiendo bajado las escaleras, Latina ladeó su cabeza viendo a los dos

hombres. En sus manos, traía el material de limpieza y lavandería. Al parecer,

ella había terminado algo del trabajo.

— Latina es la única adulta aquí… —murmuró Kenneth

Eso era porque la niña, quien había atendido su trabajo y puesto sus

sentimientos en orden, tenía nuevamente su expresión usual.



Capítulo 2 La niña pequeña recuerda

con sus amigos

Parte 1

Parada frente al templo de Asfar de Kreuz por primera vez en muchos meses,

Latina vaciló un poco mientras veía la gran puerta frente a ella. Por alguna

razón, se había congelado y se sentía avergonzada. Aunque estaba

íntimamente familiarizada con ese lugar, se sentía extrañamente perturbada.

— Ambos son templos de Asfar, pero realmente es diferente al del Maestro…

—susurró, volviendo a darse cuenta de este hecho. Ella asintió con la cabeza,

pensando sobre cómo había muchas cosas en el mundo que ella no entendía.

Mientras pensaba en ello, tratando de poner su cabeza en orden y de quitarse

la pena, una voz familiar la llamó por detrás:

— ¡Latina!

— ¡Chloe!

La alegría y el alivio bañaron la cara de Latina mientras volteaba. En el instante

en que vio a su amiga, los sentimientos que oprimían su corazón se disiparon.

— ¡Bienvenida de vuelta! Estoy muy feliz de que estés bien. ¡Ya quiero todo tipo

de historias!

— ¡Sí! ¡Latina está de vuelta!

Como resultado, cuando Latina caminó por la puerta junto a Chloe, su expresión

regresó a la normalidad, y era difícil decir que habían pasado varios meses.

Caminaron por los pasillos, yendo hacia su salón de clases. Un gran número de

niños de todo Kreuz estudiaban aquí, así que cuando ellas entraron a su

segundo año, fueron ubicadas en salones diferentes. Las clases avanzadas se



impartían en un edificio diferente, pero al compartir una librería y otras oficinas,

los alumnos jóvenes a veces veían a los mayores.

El salón estaba lleno de luz natural y tenía un ambiente luminoso y abierto. Las

bancas y escritorios estaban alineados sistemáticamente, pero no había

asientos asignados. Aun así, con el tiempo, los alumnos terminaron sentándose

en los mismos lugares.

— Mucho tiempo sin verte, Latina.

— Latina está feliz de ver que estás bien, Sylvia.

— Kreuz ha estado igual que siempre. Nada ha cambiado.

Otra de sus amigas ya estaba en el salón. La expresión de Latina se tornó más

brillante al ver a Sylvia, después de tanto tiempo. Sin prestar atención a la

expresión de Latina, Sylvia se fue a su lugar. Sus ojos verdes brillaban,

mostrando curiosidad.

— Más importante, cuéntame de tu viaje. Chloe ya me dijo el camino que

tomaste. ¿Qué tanto equipamiento y comida llevaste? ¿De verdad había

muchas bestias mágicas? Y también…

Latina sabía que a Sylvia, quien tenía la protección divina de Akhdar, le

fascinaba viajar, así que ella respondió con una sonrisa conflictiva—: ¡Es difícil

responder todo a la vez!

Latina se sentó frente a Sylvia y se volteó. Ella escogió ese lugar en lugar de

entre Sylvia y Chloe porque era más fácil hablar así. Las tres rotaban los

asientos, para que la persona que se sentaba en frente cambiara cada día.

— Latina vio muchas bestias mágicas cuando entró por primera vez al bosque

—respondió Latina.

—¿Estuviste bien? —preguntó Chloe, con preocupación.

— Ooh, ¿y de qué tipo? —preguntó Sylvia, mostrando su curiosidad.

— ¡Dale es súper fuerte, así que estaba bien! Latina también aprendió magia

defensiva, así que ella ayudó.





— ¿Tú también peleaste, Latina?

— Latina solo ayudó un poco. Dale hubiera estado bien por sí solo.

— ¿No te asustaste?

— Cuando Latina estaba en el pasado, antes de venir a Kreuz, ella estaba muy

preocupada. Pero teniendo a Dale con ella, ella no estaba asustada.

Mientras hablaba así de su guardián, su expresión parecía estar llena de afecto.

Viendo a Latina así, como siempre, Chloe y Sylvia soltaron sonrisas torpes.

— Las bestias mágicas no se acercaban a los caminos principales. Aunque las

vimos muchas veces al entrar en montañas. Y también nos topamos con

ladrones una vez.

— ¡Qué miedo!

La reacción de Chloe era obvia. Sin embargo, Latina sacudió la cabeza un poco

y dijo—: Dale los capturó a todos con magia, contactó con una aldea cercana y

terminamos con ellos. Ellos eran menos aterradores que las bestias mágicas.

Parte 2

Dale y Latina se encontraron con ladrones tan pronto como pasaron por la

carretera costera. Era un camino importante para la distribución de bienes

desde Qualle. Además de los viajeros, había muchos comerciantes y caravanas

que pasaban por ahí. Había varios caminos cerrados en los alrededores, pero

Dale nunca había oído de ningún ladrón cuando recopilaba información para el

viaje.

Latina fue la primera en darse cuenta de su presencia.

— Dale…

— ¿Qué pasa?

Latina lo jaló de la manga, mostrando una cara de preocupación. Dale estaba

confundido por sus acciones, y ella trató de decir algo, pero decidió moverse

más cerca de él, ya que parecía que no sabía qué hacer.

— ¿Te pasa algo?

—Um… Latina tiene un mal presentimiento —susurró, parándose de puntillas y

acercando su boca a la oreja de Dale, procurando que nadie más pudiera oír.



— ¿Un mal presentimiento?

— Sí, de ahí… de ese bosque.

Dale se detuvo y miró fijamente en la dirección que había indicado. No dudaba

de la habilidad de Latina, así que solo quería ver por sí mismo. Como Latina le

dijo que había algo ahí, fue capaz de percibir una presencia que no hubiera

notado de otra forma.

— Por ahí, ¿eh?

Estaba un poco lejos.

Incluso para Dale, era complicado ver a los hombres escondidos en el bosque,

aguantando su respiración. Ellos tal vez se asomaban un poco, pero no

consideraban que Latina y Dale los pudieran ver desde tan lejos.

Bueno, no los puedo culpar…

Ellos no estaban tras Dale y Latina desde el inicio, y la distancia entre ellos era

la suficiente como para que fuera ilógico considerarlos como objetivo. A nadie

se le ocurriría prestarles mucha atención, cuando no eran más que unos pocos

de los innumerables transeúntes.

Dale miró hacia el camino y sus ojos se detuvieron en una carroza tirada por

caballos. No era nada extravagante, pero aun así, estaba bien hecha. Tal vez

estaba en mantenimiento constante. A simple vista parecía simple, pero hasta

él podía decir que una buena cantidad de dinero había sido invertida en ella. En

otras palabras, era el carruaje de un mercader con un ingreso estable. Asumió

que esa carroza era el objetivo de los ladrones.

— ¿Cómo hago esto…? —susurró, considerando sus opciones. No era un

“Buen Samaritano” que salvaba a cuanto desconocido se encontrara. Para

Dale, el que Latina estuviera a salvo era prioridad. No era buena idea meterse

en un lío, solo para poner en peligro a Latina. Si ellos caminaban rápido y

pasaban la carreta, él podía olvidarse del asunto. Pero si Latina se daba cuenta

se desilusionaría, y eso era un problema más grande.

¿Qué tenía de malo el querer ser una buena persona cuando estaba frente a

Latina? Un “¡Dale, eres increíble!” de Latina era más satisfactorio que la

admiración de la sociedad al final.

— Hmm…

— ¿Dale?



Pero aun así, quería evitar meterse a una pelea mientras Latina estaba mirando.

Tal vez no saldría ni rasguñada contra una bestia mágica, pero no podía

imaginar qué haría ella si ve gente lastimándose o incluso muriendo,

dependiendo de las circunstancias.

No podía imaginar que la gente que estaba robando sería considerada. Era

posible que el atraco sucediera frente a Latina. Eso la podría traumar, y ponerla

muy triste. Y eso no era algo gracioso.

Sintió que era mejor lidiar con esto rápidamente.

— ¿Debería aplastarlos…?

— ¿Eh?

Latina respondió hacia el susurro de Dale con una expresión de sorpresa.

Antes de acercarse a los ladrones, Dale le puso a Latina su capucha. Ella era

una tierna y hermosa niña que al verla dejaba una fuerte impresión. Aunque las

posibilidades eran minúsculas, no se podía arriesgarse a que intentaran hacerle

algo. Ahora que la cara de Latina estaba escondida, la dejó dirigir el caballo

mientras se movía lentamente por la carretera.

Mientras tanto, Dale corrió. Redujo la distancia antes de que los ladrones

notaran sus movimientos. Mientras corría, concentró su maná y recitó un

hechizo.

— Oh tierra y espíritus dentro de ti, por el nombre de Dale Reki te ordeno…

Las flechas que los ladrones tiraban hacia él no eran un problema. Las evadió

sin esfuerzo. Para despistar al enemigo mientras se recomponían, disparó una

flecha propia que llevaba en su brazo izquierdo, era un tiro de advertencia, pero

no había necesidad de fallar a propósito.

— … Cambia tu forma de acuerdo con mis deseos, y traga todo a tu alrededor.

<<Ground Transfiguration>> —recitó para terminar el hechizo. Era la

especialidad de Dale: magia de tierra. No era un ataque directo; más bien, era

controlar el campo de batalla a gran escala. Y para Dale, cuando se trataba de

magia de tierra, su maná nunca se agotaba, no importaba lo que invirtiera en el

hechizo. Por ello, era capaz de recitar <<Transfiguration>> en una escala mayor

de la que otro mago no podría ni imaginar.

Una sección del bosque desapareció. Junto con el suelo, un número ridículo de

árboles fueron tragados por el abismo. Sin poder siquiera gritar o darse cuenta

de que estaba pasando, los ladrones cayeron al fondo del precipicio. Era un

movimiento “sucio”. Antes de que los pocos ladrones que quedaban pudieran



darse cuenta de lo que pasaba, uno de ellos fue pateado al hoyo. Otro blandió

su espada en pánico, solo para ser repelido por un guantelete. Temiendo un

contraataque desde su posición, ahora comprometida, se distanció.

Sin embargo, la magia de Dale se activó. Usó un encantamiento corto, así que

solo hizo un montículo pequeño, pero era suficiente como para atrapar a

alguien. Para terminar, Dale rompió la pierna de un hombre para que no se

pudiera mover y luego lo tiró al suelo. Viendo que todo había terminado, Latina

se dirigió hacia el bosque.

— Dale, ¿estás bien? No estás lastimado ¿o sí?

— Estoy bien, Latina. De verdad eres una niña considerada.

La expresión que le dio a ella, lo hacía ver como una persona completamente

diferente a la del hombre que había luchado con frialdad contra los ladrones que

ahora estaban en el agujero.

— De verdad tienen suerte…

Él iba a rellenar el hoyo con ellos adentro, pero eso obviamente haría enojar a

Latina. Estaba más preocupado de que Latina no tuviera nada negativo en su

desarrollo, que los hombres en sí. Si le hiciera algo tan violento a esos hombres,

él sería el que estaría en peligro.

Ya que Latina estaba cerca, Dale quería evitar hacer una escena tan cruel, así

que decidió contenerse. Bueno, algunos estaban aplastados por árboles, y no

podía decir que huyeron con heridas menores, pero estaba bien ya que Latina

no los podía ver.

— Es una molestia, pero supongo que iremos a alguna aldea cercana y pedirles

que se encarguen de ellos.

Tal vez había una o dos bajas en el grupo. Dale pensó que eso compensaba el

problema. Apresuró a Latina para seguirlo y regresaron al camino principal.

Parte 3

— No dio miedo

Si los ladrones escucharan eso, romperían en llanto, pero así era como Latina

lo sintió. El peligro que ella sintió con las bestias fue más grande.

— Um, Latina trae recuerdos para las dos —dijo, sacando de su bolsa dos

paquetes, cuidadosamente envueltos en varias capas de papel delgado, y se



los dio a Chloe y Sylvia. Al retirar el papel, vieron que eran cajitas hechas con

conchas.

Estaban hechas de perlas, así que desprendían un gentil y chispeante brillo, y

eran lo suficientemente hermosas como para que atrajera miradas, a pesar de

ser lo suficientemente pequeñas para caber en una sola mano.

— ¡Qué bonitas!

— ¡Gracias, Latina!

— Latina también trajo una para ella. Cada una de ellas son de color diferente.

La de Chloe era de color crema, mientras que la de Sylvia era de color azul. La

que Latina trajo para ella, que estaba en su cuarto, era de color rosa pálido.

— Había muchas cosas diferentes en Qualle.

Con una sonrisa en su rostro, Latina siguió contando sus aventuras mientras el

maestro llegaba.

Parte 4

Latina y Dale también se detuvieron en Qualle de regreso a casa. Después de

rentar un cuarto en la misma posada que antes y dejar su equipaje, Dale le dijo

a Latina—: Esta vez pasaremos el tiempo aquí. Por hoy nos concentrarnos en

descansar apropiadamente.

— ¡Sí! —respondió Latina enérgicamente, y después empezó a rebuscar en la

bolsa que siempre llevaba. Confundido, Dale la miró un rato, hasta que sacó su

cartera, aparentemente guardada en un bolsillo interior.

Comenzó a sacar sus monedas de plata en la mesa y las contó. Ella no había

comprado nada, además de lo necesario para el viaje, hasta ahora; por ello, no

había gastado tanto dinero.

En Laband, la moneda de curso legal consistía en monedas de cobre y plata.

Cuando los niños iban a comprar dulces, llevaban muchas monedas de plata en

una mano. Las monedas de plata eran suficientes para cubrir los gastos del día

a día. Mucha gente nunca ha tenido la oportunidad de usar monedas de oro.

Los aventureros tenían monedas de oro como recompensa por sus trabajos o

cuando compraban equipo costoso, pero usualmente no los llevaban en sus

carteras. Y si das una en una tienda común, ganarás la ira del tendero por tener

que darte cambio.



Mientras no vayas muy lejos en el país, era muy raro para la gente andar

cargando toda su fortuna. Era más seguro guardarlos en los templos de Azraq,

y más conveniente.

Viendo que Latina terminó de alinear sus monedas de plata, Dale suspiró.

— Sí que tienes dinero…

Ya que Latina recibía paga por trabajar en el “Ocelot”, tenía más dinero que las

niñas de su edad, y como era tan sensata, no había que preocuparse de que lo

desperdiciara.

Por ello, ella había estado ahorrando, para asegurar su futuro.

— Um, Latina quiere comprar recuerdos para Chloe y Sylvia, y para Rita

también. Hay muchas cosas bonitas que venden en Qualle, así que ella quiere

ir a comprar.

— Ok. Vamos al mercado mañana entonces.

— ¡Sí!

La última vez que estuvieron en Qualle, Latina solo quería comprar comida. Eso

preocupó un poco a Dale, pero aparentemente ella compró todo eso para el

viaje. Ahora que la veía interesada en cosas más apropiadas a su edad, se

sintió aliviado.

A Latina le encantaban las cosas lindas y brillantes. Dale comenzó a hacer

mentalmente un mapa de Qualle, con una lista de lugares que creía que a Latina

le gustaría visitar.

Después de conversar sobre eso todo el día, ellos se acostaron temprano. Al

otro día, se levantaron un poco más tarde de lo usual, y después de desayunar

en la posada, se dirigieron a la ciudad.

No se perdieron como la última vez, ya que iban de la mano. Hoy, Latina se

soltó el cabello, después de tenerlo amarrado todo el viaje para que no le

estorbara. Se veía un poco más linda de lo usual.

— ¿Deberíamos cenar en la Gaviota Silenciosa de nuevo esta noche?

— ¿De verdad podemos?

— ¿O prefieres comer lo que vendan mientras caminamos y cenar ligero?

— Eso también suena divertido…



Aparentemente, esta era una decisión muy difícil para Latina. Ella murmuraba,

mientras pensaba con una expresión seria en su rostro. Dale lo encontró lindo

y su expresión brilló.

Incluso cuando estaba preocupada, Latina aún disfrutaba del viaje.

No queriendo apresurar su decisión, Dale la tomó de la mano y la llevó

lentamente hacia el océano. Mientras caminaban, notaron el delicioso aroma

que viajaba por el aire. La opción de comer mientras caminaban era más

atractiva. Al final, Latina cayó en la tentación. Como estaban las cosas, si ellos

se resistían para poder cenar hasta la noche, se volverían locos.

Dale y Latina se acercaron de manera diferente al mercado que la última vez,

este aún tenía muchas tiendas con diferentes productos marinos. Muchos

viajeros visitaban Qualle, y algunos de estos eran turistas. Por ello, había

muchas tiendas para estas personas, incluyendo puestos que servían la famosa

comida marina de la ciudad.

Latina mordió con todas sus fuerzas el pequeño pastel de mariscos que compró

en uno de esos puestos. Siendo una niña educada, no era capaz de comer y

caminar a la vez, así que ella y Dale se pararon en el borde del camino mientras

peleaba con su comida, que era más dura de lo que parecía.

— Me comeré el resto, Latina.

— ¡Mmph!

Su boca estaba aún llena de mariscos, así que Latina respondió sacudiendo la

cabeza. Con su pequeño estómago, incluso un solo pincho la llenaría bastante.

Eso le quitaría la mitad de la diversión al caminar mientras comían.

Latina se quedó en shock, cuando vio a Dale tragar fácilmente los mariscos con

los que ella estaba peleando aún.

— ¿Deberíamos comprar algo de beber?

— Sí —dijo Latina mientras asentía. Dale la llevó a un puesto cercano lleno de

fruta extranjera. El jugo de fruta desconocida que compraron era más

refrescante de lo que esperaba. Mientras lo bebía, le dio uno a Latina. Con un

gran trago, ella logró tragar los mariscos que tenía en la boca.

— ¡Haaaaah! —gritó, pudiendo respirar al fin. Se sorprendió a sí misma de lo

fuerte que sonó. Se cubrió la boca con las manos y miró a Dale con vergüenza—

. Fue difícil.



— Ya veo. Ahí también hay mariscos, pero estos están hechos al vapor con

vino, así que son más suaves. ¿Quieres probar?

— ¡Sí! ¡Suena delicioso!

Mientras compraban los mariscos al vapor con el aroma de ajo, Dale quiso

beber alcohol en lugar de jugo. No hay de esta comida en Kreuz, pero cuando

se está cerca del mar, este tipo de platos se acompañan a menudo con cerveza.

Después de ver cómo Dale usaba una concha para cortar la carne de los

mariscos, Latina lo miró con sorpresa y lo imitó.

— ¡Está delicioso!

Al morderlo, el sabor se esparció por su boca. El sabor a ajo no era tan fuerte;

de hecho, estaba bien servido. Latina estaba concentrada en comer la carne

aún caliente, soplándola antes de comerla. Dale estaba muy satisfecho mientras

miraba. Nunca se cansaría de ver sus modos.

— ¿Qué tal si vamos a ver recuerdos un rato y paramos a comer si algo capta

nuestra atención?

— Sí. ¡Esta es una forma muy divertida de almorzar! —dijo Latina, con una gran

sonrisa, disfrutando el momento.

Había tiendas de recuerdos para los turistas después de la fila de puestos, había

tiendas que vendían objetos pequeños y varios bienes de otros países, y

también había varias que se centraban en los bienes de Laband, enfocadas a

viajeros y turistas.

— Hay varias posadas de clase alta y cosas así, bajando por este camino.

Comerciantes y gente con influencias se quedan ahí.

— Latina entiende.

— Aunque los nobles rara vez se quedan ahí. Bueno, puede que veas a algunos

nobles de menor rango ahí. Además, también hay muchos clientes que compran

recuerdos y otros bienes raros.

— Ir viendo en el mercado fue divertido, ¡pero también es bueno mirar en

tiendas como estas!

Dale sostuvo la mano de Latina fuertemente para que no vagara en su emoción.

— Hay mucha gente por aquí. Y también te debes de cuidar de los carteristas

—advirtió Dale, apuntándole con un dedo, y la expresión de Latina parecía decir

“¡Whoops!”. Mientras caminaban, miraban una tienda tras otra. Latina se



detenía en las tiendas con objetos bonitos y juveniles en exhibición. No solo

eso, también pararon en tiendas con muchas artesanías populares

sospechosas de otros países, solo para agarrar algo de propósito desconocido

y reírse de ello.

Después de varias tiendas, Latina se decidió por una muñeca de cerámica como

recuerdo para Rita. Era una pieza delicadamente hecha a mano, que Dale

nunca hubiera considerado como un regalo para ella.

Cuando el tendero estaba envolviéndola cuidadosamente, Dale notó que había

mucho ruido en la entrada.

Él y Latina se miraron, luego salieron y se dirigieron hacia la bulliciosa multitud.

No era un aire de pánico, sino de pura curiosidad. Como un manojo de

curiosidad, Latina también se estaba volviendo inquieta.

El centro de atención era una chica bellamente vestida. Por el guardia y la

sirvienta que iban con ella, era claro que ella era de una familia bastante

acomodada. Sin embargo, debido a su comportamiento pícaro mientras

caminaba con pasos ligeros, mirando las tiendas mientras caminaba, era difícil

decir con certeza que era una noble. Era propio referirse a ella como una “niña”

ya que su apariencia aún se veía algo infantil, y su atuendo limpio y ordenado

envolvía su esbelta figura. Vestía un vestido casual que era muy corto para

llamarlo un vestido, y más abajo, llevaba puestas botas de cuero. Con esa ropa,

daba una imagen diferente al de las jóvenes refugiadas y ricas.

La expresión de su encantadora cara se movió mientras miraba un objeto tras

otro en las fachadas de las tiendas. Era una chica que llamaba la atención de

los demás.

— Esa es la Princesa Rose…





Escuchando a Dale decir eso con un suspiro, Latina ladeó su cabeza.

— Dale, ¿la conoces?

— Ah, no, nunca la he conocido. Solo he oído rumores. Pero, definitivamente

es ella... Nadie más tiene un color de pelo como ese…

No era solo la belleza de la chica la que atraía las miradas. Era también el débil

reflejo de su largo y brillante cabello. Lo que la luz tocaba era rosa pálido,

mientras que lo que estaba en las sombras era rosa. Era un color vivo, del tipo

que la gente no tenía naturalmente.

— ¿Un atributo de maná…? —preguntó Latina.

— Estás bien informada. ¿El maestro Cornelio te enseñó eso?

— Sí, lo hizo. En el lugar donde nació Latina, alguien tenía un atributo de maná.

Eso se mostraba mucho en los demonios.

— Es lo mismo con los merflok. Todos los de esa raza tienen fuerte maná de

agua, después de todo.

— La gente que nace con maná fuerte tiene un color bonito en sus ojos, cabello

y eso, ¿cierto?

— ¿Ese es el caso con tu cabello, Latina…?

Su cabello era de un color inusual y hermoso, así que Dale había considerado

esa posibilidad, pero esta fue la primera vez que él le preguntó al respecto.

Latina sacudió su cabeza en respuesta.

— El maná de Latina no es fuerte. Su cabello es el mismo que el de Rag. Es

hereditario —respondió sencillamente.

Así como los animales con maná fuerte eran tratados como bestias mágicas, el

maná podía tener un gran efecto en muchas cosas. Los atributos de maná se

manifestaban en forma de colores brillantes que aparecen en la gente con maná

fuerte, lo que hacía que fueran fáciles de percibir. Esos colores generalmente

aparecían en cabello y ojos, pero a veces afectaban también a la piel.

Los colores eran completamente diferentes de los que los niños heredaron de

sus padres. De hecho, los tonos brillantes eran de una clase que la gente no

tenía naturalmente. Ese era el fenómeno conocido como “atributo de maná.”

Los merflok que dio Dale como ejemplo, eran una raza especializada en maná

de agua. Ellos vivían en el agua, pero gracias a sus rasgos raciales, también



podían respirar debajo de ella. Como una raza donde los atributos de maná eran

comunes, muchos de ellos tenían cabellos de color azul y verde brillantes.

Los demonios era también una raza donde los atributos de maná se

manifestaban frecuentemente.

Dicho esto, no era como si todos los que tenían maná fuerte tuviera un atributo

de maná. La proporción también variaba mucho según la raza. Para los

demonios, era muy común, pero los humanos rara vez nacían con ello.

— Ella es llamada la Princesa Rose, pero solo es la hija de un lord religioso. Su

familia no es tan alta en términos de clase social.

— Es un color bonito, ¿no crees?

— Su color de ojos también debería ser un atributo de maná. Un azul índigo, el

símbolo del dios del cual viene su protección divina… Ella es una sacerdotisa

de alto rango de Niili.

— Sabes mucho de ella, Dale…

— Es conocida de un amigo mío, así que he oído hablar mucho de ella.

La imagen de su amigo extremadamente serio le vino a la cabeza. En el fondo

de su corazón, Dale decidió que la próxima vez que se vieran, lo molestaría con

el asunto.

— En cualquier caso… ¿sabes tu propia cantidad de maná, Latina?

— Latina no sabe la cantidad exacta. Pero sabes, Rag era muy bueno con la

magia. Pero él no tenía mucho maná. Rag le enseñó a Latina que ella era igual.

Rag era el nombre de su padre. ¿Ella heredó su excelente control del maná de

él?

Podría ser el caso… Digo, no importa lo inexperta que fuera, antes de que me

conociera, ya sabía sobre magia de curación y lo básico sobre el control de

maná…

Latina nunca lo había dicho de manera explícita, pero Dale imaginó que su

maestro de magia había sido su padre. Ella dijo que, cuando era pequeña, no

tenía mucho contacto con gente que no fuera su familia, y por lo que le decía a

Dale, sintió que ella era muy cercana a Rag.

Probablemente, había sido un gran hombre.



— Así que, ¿había alguien con un atributo de maná incluso en tu ciudad natal,

Latina? ¿Cómo era? —preguntó Dale de manera casual, recordando lo que

Latina mencionó antes.

— Cabello morado… —respondió Latina con un suspiro, una expresión madura

y pacífica en su cara—. Tenía un hermoso y adorable cabello morado.

Parecía que estaba viendo a alguien en la distancia.

Parte 5

— He oído hablar de la Princesa Rose. Ella tiene una fuerte protección divina

de Niili y se supone que puede curar heridas graves que la magia de curación

normal no puede manejar —dijo Sylvia con entusiasmo, después de que Latina

mencionó que había visto a la princesa Rose.

Latina y Chloe asintieron a la vez.

— Debe ser bueno… Desearía poder ir en un viaje también…

Chloe y Latina intercambiaron sonrisas torpes ante el susurro de Sylvia. Así

eran siempre las cosas. Sintiendo que de verdad había vuelto a donde

pertenecía, Latina soltó un pequeño tee-hee.

Fue entonces cuando una voz histérica y fuerte resonó por todo el salón. — ¡¿L-

Latina?! ¡¿Has vuelto?! —El dueño de la voz se quedó parado, incapaz de

ocultar la sorpresa en su rostro.

— Tiempo sin verte, Rudy.

— Sí. Latina, ¿Cuándo volviste…?

— El maestro está aquí, así que hablaremos más tarde.

Latina sonrió mientras decía eso, pero había algo de tensión y una larga

distancia entra ellos. Además, cuando Rudy se puso rígido ante la respuesta de

Latina, los otros niños no resistieron y comenzaron a reír.

Realmente él no era bueno lidiando con las cosas, en más de un sentido.



Capítulo 3 La niña pequeña y la mujer que era su enemigo natural

Parte 1

Durante un tiempo, Kenneth había sido el principal compañero de conversación

de Latina. No era Dale, a quien siempre decía que quería mucho, ni Rita, quien

era de su mismo sexo; era Kenneth.

Ciertamente no pensó que Dale fuera poco confiable. Sabía muy bien que era

su tutor y que era responsable de sus actos.

Dale era alguien especial y muy valioso para Latina, y precisamente por eso

que tenía tanto miedo de que la odiara. Estaba preocupada de hacerlo enojar si

le causaba problemas. Y como resultado, vio que ser egoísta o cargarlo con sus

problemas era como agobiarlo, lo cual no quería hacer.

Últimamente, Dale le estaba dando mucha más atención y afecto que lo que era

apropiado para alguien de su edad, así que ya no estaba tan ansiosa para tratar

con él como solía estarlo. Ya no se preocupaba de que no la vieran como una

niña. Como prueba de ello, ahora bajaba la guardia cuando está con otros,

atesoraba cada error y su descortesía como algo precioso y lo usaba para hacer

a los adultos de su alrededor sonreír. Sin embargo, los viejos hábitos nunca se

pierden.

Rita siempre estaba ocupada lidiando con los clientes y el papeleo de las

cuentas del Dancing Ocelot. Latina era una niña muy seria por naturaleza, así

que pensó en no molestar a Rita mientras estaba trabajando.

Desde que Latina llegó por primera vez al Ocelot, pasaba mucho tiempo en la

cocina con Kenneth. Una gran razón para ello era porque tenía interés en

cocinar y podía aprender mientras lo ayudaba. Como Kenneth era un “maestro”



confiable, tolerante y bueno para cuidar a los demás por naturaleza, también

era natural que Latina terminara dependiendo de él.

Aunque ahora, Kenneth estaba muy desconcertado. Latina estaba frente a él,

con un aspecto deprimente y viendo hacia el suelo.

Sabía que esta pequeña niña tenía un gran número de secretos, escondidos en

las profundidades de su corazón. Aun así, nunca se había imaginado que uno

de esos secretos le haría sentirse tan incómodo.

Empezó hablando sobre su madre.

Mientras Kenneth escuchaba a Latina hablar de su madre, quien nunca la había

mencionado antes, soltó un suspiro, jugando con una papa a medio pelar.

Todo el problema inició, con Helmine quedándose en el Dancing Ocelot.

Dale envió noticias sobre su regreso al Duque Eldstedt tan pronto como regresó

a Kreuz, y justo como dijo Helmine, recibió noticias de una operación para

subyugar demonios. La respuesta decía que su visita a la capital, para dar un

reporte oficial de su regreso, podía esperar hasta el día del trabajo.

Por la esencia de ceniza viniendo aparentemente de los países vecinos, como

primer ministro de Laband, el duque estaba muy ocupado.

Ese tipo de encargos estaban fuera de la jurisdicción de alguien como Dale,

quien estaba especializado en lidiar con demonios y señores demonios.

Un mensaje privado de su amigo Gregor, que decía que estaba muy ocupado

en una misión cuidando a su padre y hermanos, estaba incluida junto con la

carta del duque.

Parece ser que era cierto que Helmine tenía negocios en Kreuz, mientras iba

por toda la ciudad encontrándose con viejos amigos. Debido a que era una

mujer llamativa, una rareza en el Ocelot, era un blanco obvio para los chismes.

Latina no tenía intención de meterse en los asuntos de Helmine, pero

naturalmente se terminó enterando de rebote. Y como siempre, eso la ponía de

mal humor.

Todo el mundo sabía qué estaba pasando, pero Latina no era muy buena

escondiendo sus sentimientos. Siempre era amigable con otros y les sacaba

una sonrisa hasta ese momento, así que nadie nunca imaginó que actuaría así.

Pero quizás estos frecuentes cambios de humor eran característicos de ella.



Latina siempre llevaba su sonrisa normal, pero el desagrado escrito en su cara

era, en pocas palabras, porque no era buena tratando a Helmine. Su reacción

demasiado obvia hizo que esto fuera un hecho ampliamente conocido, no solo

por la propia Helmine, también lo era para los clientes del Ocelot.

El día que Dale y Latina regresaron al Ocelot, el número de clientes era un poco

bajo, pero al día siguiente, la tienda estaba mucho más concurrida de lo normal.

La noticia del regreso de la pequeña y linda mesera, insignia del negocio, se

esparció por uno de los clientes habituales, un guardia de puerta del distrito sur,

al resto de los clientes, en una clase de red de información. Estos clientes

hicieron un plan. Decidieron dejar descansar a la “Princesa Hada de Platino”, la

idol de todos, el día que regresaba de su viaje. Por esa razón, se resistieron a

ir a verla ese día. Después de todo, si la jovencita seria viera el lugar lleno de

clientes, comenzaría a ayudar en lugar de preocuparse de sí misma. Y en ese

caso, era mejor evitar esa situación para empezar.

Pero como resultado de ese plan, la tienda estaba abarrotada al día siguiente.

Ni siquiera había suficientes asientos para los clientes, así que barriles de vino

fueron traídos al lugar, para ser utilizados como mesas temporales, donde los

clientes pudieran beber y comer. Al ver que la mirada intimidante de los

mercenarios curtidos cambiaba a sonrisas, al ver a la adorable niña pequeña

correr felizmente por la tienda mientras trabajaba, Dale y Kenneth suspiraron,

dándose cuenta de que tal vez no eran meros rumores, que los clientes

habituales del Ocelot empezaron una organización no oficial entre los

aventureros de Kreuz, como un club de fans de Latina.

Helmine también estaba ahí, y Latina se veía disgustada, pero la mujer

simplemente lo encontró hilarante. Nadie era capaz de interponerse entre ellas,

y Dale en particular se quedó agarrado de estómago.

Ser tratada como una niña pequeña por Helmine alteró mucho a Latina. Nunca

le había gustado su constitución pequeña, así que era especialmente sensible

a palabras como “pequeña”. Cuando Dale y Kenneth decían que ella era

pequeña, no se ponía muy enojada o indignada, porque sentía una sensación

de afecto en esas palabras. Pero no parecía que cualquiera tuviera permiso

para decir esas cosas.

Helmine era un mal oponente para ella.

Mientras miraba a Latina limpiar el mostrador, Helmine apoyó su barbilla en sus

manos, y mirándole de manera sonriente, dijo—: De verdad eres una adorable

joven pequeña.



— Latina está ocupada con el trabajo ahora —respondió firmemente,

autoconsciente de cómo se veía y notando que Helmine la llamó “pequeña.”

Ya que Latina era de baja estatura, necesitaba estirar los brazos y pararse de

puntillas para limpiar las esquinas del mostrador. Ver su trabajo tan duro era

suficiente para hacer que, hasta alguien que no era un idiota cariñoso como

Dale, saliera con una sonrisa tonta.

— Hay muchas cosas que sólo puedes hacer cuando eres un niño, así que no

hay que tener tanta prisa por crecer —respondió Helmine con calma, como

adulta madura que es. Sabía que Latina la veía como una enemiga, pero solo

se rio de las acciones de un niño.

Latina infló sus mejillas en respuesta a la risa de Helmine. Ese hábito en sí

mismo era infantil, pero en sí no era una acción consciente.

Latina tenía un complejo de inferioridad por ser una niña. No pudo evitar

encontrar las palabras de Helmine desagradables, cuando esa mujer se

encontraba en la posición superior de ser una adulta.

— Latina crecerá pronto —respondió Latina, luego se volteó y corrió hacia la

cocina. Helmine era una cliente, así que no podía seguir a Latina a la cocina,

volviéndola una zona segura.

Cuando Latina entró a la cocina, sus hombros estaban alzados y estaba muy

enojada, pero en el momento que llego a su lugar habitual y se sentó, se

“desinfló”.

Parecía que Latina estaba pensando profundamente en algo mientras miraba el

suelo.

Kenneth bajó una cubeta llena de vegetales con un ruido sordo y se sentó junto

a ella. Comenzó a trabajar silenciosamente sin preguntarle nada; solo estaba

esperando a su lado hasta que ella estuviera lista para hablar.

— Kenneth… —susurró después de un rato.

— ¿Qué pasa? —respondió, sin parar de trabajar. Kenneth había llegado a

entenderla bastante bien en los últimos años, por lo que sabía que era más fácil

para ella hablar si actuaba con indiferencia.

— ¿Latina crecerá cuando se vuelva una adulta…?

— Puede que seas más pequeña que tus amigos, pero te has vuelto más alta

que cuando llegaste, ¿verdad? Sí estas creciendo.



— Cierto…

Pero la expresión de Latina no mejoró. Llevó sus manos a su pecho y suspiró

profundamente.

— Latina puede no crecer, incluso si se vuelve adulta… Rag dijo a Latina que

era muy parecida a Mov.

— ¿Mov?

— Sí… Mov era pequeña, así que Latina también se quedará pequeña…

Como jamás había oído esa palabra, Kenneth repitió su pregunta con

curiosidad.

— ¿Quién es Mov, Latina?

— El padre femenino de Latina… su madre.

Justo como pensó, era el nombre de una persona: el de la madre de Latina.

Kenneth se dio cuenta de lo inusual que era para Latina sacar el tema de su

madre. Pero dejando de lado la sorpresa y el tema repentino, seguía agarrando

el cuchillo hábilmente, sin dejar que la sorpresa lo agitara.

— ¿Qué clase de persona era tu madre? —preguntó Kenneth.

— Mov era pequeña. El color de pelo y cuerno de Latina son de Rag, pero la

forma de su cuerno y su cara eran una réplica de la de Mov —respondió Latina,

y luego soltó otro suspiro—. Mov era una adulta, pero era pequeña. Los clientes

dicen que entre más grande mejor. ¿A Dale también le gustarán grandes? —

murmuró.

— ¿Hmm…?

Kenneth se dio cuenta que algo no estaba bien. Sintió una discrepancia entra lo

que ella decía y lo que él pensaba. Dejó de pelar una papa a la mitad y miró a

Latina.

Estaba cabizbaja y se veía deprimida… y sus manos estaban en su pecho.

— ¿Latina…?

— ¿Qué?

— ¿Qué quisiste decir, cuando dijiste que tu madre era pequeña…?

— Su pecho…



La primera cosa que supo sobre la madre de Latina además de su nombre…

fue que tenía pechos pequeños.

Eso era tan ridículo que incluso Kenneth no pudo hacer más que divagar. ¿No

podía al menos hablar de este tipo de cosas con Rita?

— ¿Qué tal si hablas con Rita…?

Dijo Kenneth en reflexión cuando se le ocurrió, pero por alguna razón, Latina se

puso pálida.

— Rita no es grande.

Bueno, era verdad que su esposa era más bien una belleza esbelta. Pero no

era como si no tuviera. Ese no era el caso en lo absoluto.

— No le puedes preguntar sobre eso a alguien que no es “grande”. Latina le

preguntó una vez a Mov porqué ella era “pequeña”, y casi le arranca las mejillas.

Al parecer, Latina le había preguntado a su madre acerca de ello y fue

severamente regañada. Debió haber sido bastante aterrador, ya que ahora

estaba sosteniendo con ambas manos sus temblorosas mejillas.

— Ya veo…

Ahora que lo mencionaba, Helmine tenía una figura muy femenina. Pero esto

puede haber sido un asunto más allá de su capacidad de comprensión.

— Que tal… ¿Bebiendo mucha leche?

— ¿Latina crecerá con eso?

— Bueno, es un mito… —dijo para consolarla.

Era obvio que Kenneth no tenía experiencia sobre pechos grandes. No podía

ofrecer más ayuda que los mitos. ¿Debía compartir esto con Dale? ¿Qué cara

pondría otro hombre cuando Kenneth le mencionara esto? ¿Y quién fue el idiota

que le enseñó a Latina que “entre más grande mejor”?

Mientras continuaba pelando papas, Kenneth pensó en estas preguntas sin

respuesta.

Parte 2

La escuela a la que Latina y otros niños de Kreuz iban, en el templo de Asfar,

era solo para enseñarles lo necesario. Por ello, sus estudios no eran



complicados, y su educación solo duraba un periodo de tiempo corto. El

estándar era simplemente enseñar a leer, escribir y aritmética. Añada una visión

general de la historia y geografía de Laband y sus países vecinos, y tendrá el

plan de estudios completo.

Dependiendo de la familia, los niños algunas veces eran también fuentes de

trabajo. Algunas familias no estaban felices de tener a sus hijos en la escuela

por mucho tiempo. Por eso, después de graduarse de la educación primaria no

era necesario continuar en la educación avanzada, así que era la decisión de la

familia si el infante terminaba los estudios o trabajaba.

Los estudiantes de primaria salen temprano de sus casas y regresan después

del mediodía, así que tienen mucho tiempo libre. Muchos niños esperan hasta

llegar a casa para comer, pero Latina siempre comía y charlaba con sus amigos

en la escuela.

Como Latina estaba estudiando cocina, hacía su propio almuerzo. Ella pulía sus

habilidades cada día con Kenneth en el Dancing Ocelot, pero era complicado

tener tiempo para dejarla cocinar de principio a fin en la ajetreada cocina. Y así,

una vez que terminaba de ayudar con la preparación de comida de la mañana,

Latina usaba una esquina de la cocina para hacer su almuerzo, como práctica

independiente.

Como lo hacía por sí sola, estaba interesada en lo que los demás pensaban, y

gracias al flujo natural de las cosas, Latina terminó mostrando su comida a sus

amigas, Chloe y Sylvia. Cuando Rudy se dio cuenta, arrastró a sus amigos de

la infancia, Anthony y Marcel, y les insistió que debían comer junto con las niñas.

Todo el mundo, menos Latina, supieron qué decir, simplemente intercambiaron

miradas con un poco de malicia, y Rudy obtuvo la oportunidad de probar la

comida casera de Latina.

Esto ocurrió en un día cualquiera.

— Por cierto, ¿por qué Rudy tiene el cuerno de Latina?

La repentina pregunta de Latina hizo que Rudolph Schmidt escupiera la comida.

— Rudy, eso es asqueroso…

Sin preocuparse por el ceño fruncido de Latina, miró hacia sus otros amigos. De

la que más sospechaba era Chloe, quien se veía muy sorprendida. La segunda

finalista fue Sylvia, que parecía encontrar esto divertido. Anthony también

estaba sorprendido, pero nunca traicionó a Rudy en situaciones como estas, ya

que creía en su viejo amigo. Marcel tenía una gran sonrisa, pero, bueno, esa

era la norma para él.



— Whu, wuh, wuh… —Rudy dijo cosas incomprensibles, mientras su cara se

ponía tan roja como su cabello.

— ¿Hmm? ¿Por qué? —Latina se quedó mirando a Rudy inocentemente. No

se veía muy preocupada por lo agitado que estaba.

— ¿P-Por qué…? Solo estás imaginando cosas, Latina… —dijo Rudy,

reflexivamente agarrando su collar.

— ¿Hmm? Pero eso es de Latina. Ella puede darse cuenta solo con mirarlo —

dijo Latina, ladeando la cabeza.

Rudy imaginó que la piedra negra rodeada de cuero de su collar se vería como

una piedra bien pulida para los demás. Ese es el caso con las demás personas,

así que subestimó a sus amigos, quienes sabían las circunstancias detrás de

esto, e imaginó que tampoco sabrían sobre la piedra tampoco. Pero Latina vio

a través de ello. De todas las personas, era la que menos quería saber que lo

había descubierto, y eso realmente lo impresionó.

— ¿Te diste cuenta solo con mirarlo, Latina? —preguntó Sylvia, encontrando

esto curioso.

— Sí

Viendo la expresión de Latina, estaba claro que no sabía por qué los demás lo

encontraban raro.

— ¿Nadie más se dio cuenta?

— Se ve como una piedra. Es más oscura y brillante que un cuerno de animal.

— Hmm… Um, Latina puede ver mucho maná en ella. ¿No lo ven?

— No entiendo lo que quieres decir.

Latina ladeó la cabeza y pensó en lo que Chloe y Sylvia habían dicho, y después

de un rato, miró arriba y dijo—: Ahora que lo mencionan… Um, Dale dijo a Latina

que lo que ve puede ser diferente de lo que los demás ven.

Esa fue la conclusión a la que Dale llegó, cuando Latina fue capaz de distinguir

fácilmente a la gente en la aldea de los hombres-bestia. Los demonios tienen

mejores habilidades que otras razas, así que era posible que ella fuera capaz

de ver cosas que los humanos no.

— Eso es impresionante.

— ¿En serio? Como sea, ¿por qué la tienes?



Rudy deseó que la conversación siguiera su curso y se olvidaran del cuerno,

pero no fue así, miró de izquierda a derecha mientras se rascaba la cabeza.

— Porque… verás…

— ¿Verás?

Mientras Latina ladeaba gentilmente su cabeza, Rudy tragó.

— Porque era inusual… —respondió.

Sus amigos le dieron miradas de desaprobación.

Cierto. Él también sabía que esa respuesta no era buena. Estaba tan

avergonzado que quería que lo dejaran en paz.

Pero, la dulce niña pequeña frente a él excedía sus expectativas.

Con una sonrisa desbordante y una expresión jovial, dijo—: Ya veo. Es inusual,

¿eh?

¿Aceptó eso?

Todos los presentes dijeron eso en sus cabezas.

Esta niña era astuta, pero era rara en ciertos aspectos.

— Chloe, tú también tienes uno, ¿no?

— Sí. Tu cuerno es muy bonito, Latina

— Eso hace a Latina feliz por alguna razón. Gracias Chloe.

Con una sonrisa avergonzada, Latina aceptó muy fácilmente que esa era la

única razón por la que Rudy tenía su cuerno.

Anthony y Marcel golpearon los hombros de Rudy como diciendo, “por favor,

déjalo así.”

La discusión en la hora de comer de Latina cambió a su “enemiga natural”,

después de un rato. No podía quejarse de ella con sus tutores, pero podía

hacerlo con sus amigos.

— Ella siempre le está diciendo a Latina “eres tan pequeña” y “¡es porque eres

muy pequeña!”, ¡es tan odiosa! —Latina refunfuñaba con las mejillas hinchadas,

un gesto al que Chloe y Sylvia se habían acostumbrado—. Latina aún está en

entrenamiento, pero está trabajando. Incluso Kenneth reconoce sus

habilidades. ¡No puedes decir eso acerca de una niña pequeña!



Latina era una trabajadora más confiable que algunos adultos. Y además de

trabajar en el Ocelot, también ayudaba a Dale con las tareas de la casa sola. Y

viendo como sus almuerzos caseros habían mejorado, se podía decir que sus

habilidades de cocinera habían mejorado.

Latina era muy autosuficiente para su edad. También era más orgullosa que lo

que se veía en su exterior. No soportaba que la juzgaran como una “niña

pequeña.”

— Latina quiere apresurarse y crecer… —dijo, con una expresión deprimida

mientras miraba el suelo. Ella ha hecho mucho desde que llego Helmine—. Si

Latina fuera adulta, ella no tendría que quedarse atrás… Ella definitivamente

podría ayudar a Dale mucho más, también… Y Dale entendería mucho mejor a

Latina…

Latina estaba enojada y deprimida por su tutor. Y ella también era muy

competitiva con esa mujer adulta, porque estaba frustrada por ser una niña.

Sin darse cuenta de que estos sentimientos también rondaban por su cabeza,

Rudy terminó abriendo la boca y hablando sin pensar—: Bueno, ¡es que eres

pequeña, Latina!

— ¡Latina está creciendo adecuadamente!

— ¡Mira, te sigues refiriendo a ti en tercera persona, como un bebé! —terminó

diciendo cosas que eran lo opuesto a lo que sentía, cuando en realidad,

encontraba adorable ese hábito de Latina.

Esa frase de Rudy le hizo mucho daño.

— ¿Eh…? ¿Qué…? ¿Co-Como un bebé?

Tambaleándose, ella se perdió en sus pensamientos.

Rita y la señorita Clarissa… Aunque la abuela es un poco diferente…

Aún mareada, recordó a todas las mujeres que conocía. Luego miró hacia las

caras de sus amigos.

— Wah…

¡Qué sorpresa! ¡Incluso si era Rudy quien lo decía, puede que tuviera razón!

Finalmente, la adorable niña pequeña de quien era amiga vino a su cabeza.

— ¡¿Latina es igual que Maya?!

Maya era solo una niña pequeña.



Incluso cuando era Rudy quien lo decía, ¡Tenía razón!”

Con la sorpresa de haberse percatado de esto escrita en su cara, Latina se

hundió, con el corazón roto, mientras la fuerza se despojaba de su cuerpo.

Parte 3

Esto ocurrió la noche del día de este estremecedor descubrimiento.

Dale estaba solo en la barra del Dancing Ocelot, tomándose un vaso de alcohol.

Latina aún era una niña, así que su trabajo terminaba antes del cambio

nocturno. A esta hora ya estaba durmiendo en la cama. El número de clientes

en la tienda había bajado también. Como no había luces en la ciudad, la gente

no salía mucho en la noche.

Mientras la tienda se había quedado tranquila, el sonido del hielo moviéndose

en su vaso podía ser escuchado claramente.

Dale miró hacia la mujer con hombros delgados mientras entraba al Ocelot, solo

para volver a mirar el vaso en su mano.

— ¿Estabas con un antiguo novio de nuevo?

— Oh vaya, ¿celoso?

— Por supuesto que no, solo siento lástima por él —suspiró Dale, y Helmine rio

mientras se sentaba junto a él en la barra.

Realmente no había cambiado desde que se conocieron. Puede que ella misma

lo niegue, pero si alguien la viera así, no notaría alguna diferencia.

Aparentemente, esto también era una realidad para gente que la conocía de

antes, como Kenneth.

— Tu deberías escoger a alguien decente y quedarte así…

— Así que ya puedes decir cosas como esas. Ya estás viejo…

— Soy lo suficientemente viejo, tanto como un humano puede serlo.

—Tal vez —dijo Helmine con una sonrisa mientras Dale daba otro sorbo a su

vaso, viéndose horrorizado. No tenía intención de embriagarse, pero no podía

mirar a esta loba a la cara estando sobrio.

Helmine llamó a Rita para que le trajera licor. Dale vio sus delgados dedos

agitarse en la orilla de su visión.



— No te apresures a aplicar tu sentido común a nosotros.

— ¿Eso es un sermón?

—Un consejo —siguió hablando mientras movía el vaso en su mano, haciendo

chocar el hielo—. Es que no es posible. Sonará muy bonito hablar acerca de

pasar toda tu vida con sentimientos hacia una persona, como ustedes los

humanos, pero no es realista.

Viéndola de lado, mientras esas largas pestañas hacen sombra en su cara, era

como ver un abismo, que nunca podrías apreciar por su alegre apariencia.

— Solo piénsalo. Incluso cuando dos personas son de la misma raza, no es raro

que uno sea más grande que el otro. Si tu pareja muriera primero, ¿podrías vivir

solo recordándolo por el resto de tu vida? Eso es muy cruel… Por eso los que

pertenecemos a razas longevas no elegimos parejas especiales. Entre más te

preocupas por alguien, más difícil es separarte de él.

Dale escuchó en silencio las palabras de Helmine mientras miraba su vaso.

Pensó en la sonrisa de su preciosa hija. Algún día, él morirá, dejándola atrás.

¿Qué podía hacer por ella hasta que llegara ese día?

— Pero tú no tienes vergüenza, ¿o sí…? ¿De cuántas debilidades de los

hombres te has aprovechado?

— Oh vaya, no lo digas así. Ustedes envejecen más rápido, dejándome atrás.

— Aun así, no es excusa para ir con hombres que apenas alcanzaron la edad

adulta.

— Me haces ver mal si lo dices así. Y además me gusta pensar que tengo buen

ojo para los hombres.

La palabras de Helmine no estaban del todo fuera de lugar, muchos de los

hombres en las que puso sus manos eran famosos por estar solteros. Ellos

guardaron recuerdos agridulces, de cuando eran jóvenes e inexpertos, con la

mujer conocida como Helmine.

— Y soy bastante fiel, diría yo. Nunca he engañado a nadie.

— Sería más simple si fueras esa clase de mujer… Entonces solo te podría

odiar.

— ¿En serio? —dijo Helmine, riendo de nuevo.

Tal vez Dale no era bueno tratando con ella, pero no podía odiarla o

despreciarla. Seguramente los otros hombres se sentían igual.



— A diferencia de los hombres, a las mujeres no nos gusta tomar riesgos

¿sabes? Si se da la oportunidad, me gustaría conocer un hombre con el que no

me importaría tener hijos.

— Qué franca…

— Es porque te volviste un adulto… y papá.

Habló con un tono con el que una persona mayor le hablaría a alguien más

joven para aconsejarle.

— ¿Por qué crees que la gente como yo, es llamada mitad elfo?

Es normal que los nacidos con las características de dos razas sean llamados

mixtos, pero solo los nacidos entre humano y elfo son llamados “medios”. Sin

saber la razón de esto, Dale sacudió su cabeza.

— Además de los humanos, los elfos también pueden tener hijos mixtos con

ángeles. Pero el valor de las dos razas es muy diferente, así que no se asocian

entre sí para empezar.

Los ángeles vivían mucho menos que los humanos. Ellos se quedaban en sus

aldeas y vivían de acuerdo a su propio ciclo. Además de que había muy pocos.

El área donde vivían tampoco se superponía con el territorio de los elfos, por lo

que era prácticamente inexistente el mestizaje entre ellos.

— Esa “mitad” es la clave. Los mitad elfo solo viven la mitad de lo que viven los

puros. Aun así, es una vida más larga que la de los humanos… Y somos un

poco apartados, ¿entiendes?

Dale agitó la cabeza silenciosamente, así que Helmine continuó, como un

maestro regañando a un estudiante.

— Los elfos son diferentes de los demonios. Lleva tiempo para que alcancen la

madurez. Demasiado tiempo, comparado con los humanos. Un padre humano

no puede criar a un mitad elfo. Y…

Una sombra se posó sobre la cara de Helmine. Había una amargura mezclada

en su voz.

— Un mitad elfo con padres puros, envejecería y moriría antes que ellos.





— ¿Esto tiene algo que ver con tu lista de amantes…?

— Así es. No necesito nada que no sea un hijo humano o mitad elfo. Si me voy

con cualquiera que no sea un humano, hay posibilidades de quedar

embarazada de un niño de otra raza, ¿no?

Helmine pasó por alto su expresión amarga con acciones pícaras, mientras

decía esta línea tan vívida.

— Si me voy con un hombre de otra raza, hay posibilidades de que me

embarace de un elfo. En ese caso, no podría criar al niño. No podría estar con

él lo suficiente… Bueno, de cualquier forma, las posibilidades son bajas de por

sí.

Las razas con largas vidas tenían pocas probabilidades de engendrar.

Dale reflexionó internamente el cómo había juzgado sus actos como “jugar por

ahí”. Lavó sus recuerdos de juventud, con el contenido de su vaso.

— ¿Por qué estamos hablando de esto…?

— ¿Quién sabe? Me pregunto… —dijo Helmine riendo de nuevo mientras

escondía la expresión amarga de su cara. Tal vez está fuera del lugar en donde

él aún no llega—. Las razas de vidas largas tienen sus propios problemas, y

nuestras propias razones para ellos. No olvides que incluso el razonamiento

humano nos duele. Eres papá, ¿cierto?

Obviamente sabía a quién se refería. Pensó que, con sus poderes de

observación, ya se había dado cuenta.

— Algún día… cuando muera, ¿podrías ayudar a Latina…?

— No quiero— respondió Helmine sin rodeos. Miró a Dale, una sonrisa gentil

se mostró ante sus ojos mientras se miraban— … si ella es tan preciosa para ti,

tienes que vivir lo más que puedas por ella, ¿cierto?

El hielo en el vaso ahora vacío dejó salir un tintineo agudo.



Capítulo 4 El deseo de la niña pequeña

Parte 1

Quiero volverme una adulta, pensó.

Quien la salvó era alguien especial para ella, y lo amaba mucho.

En ese bosque, estaba muy asustada, sola, hambrienta y herida, y pensó que

seguramente moriría. Pero su deseo final había sido que ella viviera, así que

sintió que tenía que seguir luchando.

Esa preciosa persona la había salvado, su corazón y cuerpo —su vida.

Él era la primera persona fuera de su familia que dijo que la amaba. Además,

había sido el primero, fuera de su familia, en abrazarla.

Él la llevó a ese cálido y feliz lugar, donde ella se podía sentir segura.

Ella en serio quería a todos.

Estaba agradecida con ellos por dejarla probar cosas nuevas y que la felicitaran

y auxiliaran cuando lo necesitaba.

Ella quería apresurarse y volverse una adulta…

Hasta ahora, la gente siempre ha hecho cosas por ella, así que quería crecer y

ser capaz de dar algo a cambio. Quería volverse alguien que pudiera salvar a

alguien más, como esa persona, quien era más amable que cualquiera.

Y las cosas que eran imposibles para ella ahora, seguramente se volverían

fáciles cuando creciera.

Cuando se volviera una adulta, sería capaz de estar ahí para él cuando las

cosas sean complicadas y dolorosas. Él no solo le diría “estoy bien”. Ese tipo

de persona le había dicho que estaba bien no sonreír cuando no quisiera, que



estaba bien si quería llorar. Ella sería capaz de abrazarlo cuando él llorara

también. Y se quedaría a su lado, cuando fuera a trabajar, cuando se lastime.

Ella quería estar a su lado y apoyarlo, más que un niño que solo era alguien a

quien proteger.

Seguramente no podía hacer esas cosas porque en ese momento era una niña

pequeña. Si fuera una adulta, definitivamente sería capaz de hacerlo. Ese debía

ser el caso.

Y por eso, quería volverse rápidamente una adulta.

Y… y si fuera una adulta, podía aprender sobre sí misma y cómo era Dale antes

de que lo conociera, y ella no perdería con nadie más.

— Latina… quiere apresurarse y volverse una adulta…

— ¿Otra vez con eso? Has estado diciendo mucho, últimamente… Deberías

tomarte tu tiempo para crecer. No tienes que forzarte para ser una adulta.

Dale mostró una sonrisa torpe, mientras respondía a los susurros habituales de

la niña y le acariciaba la cabeza.

Él recordó cómo sentía que necesitaba ser un adulto, cuando dejó su pueblo.

Era difícil no ser un adulto y no ser tratado como tal. Esa sonrisa torpe era

porque ella le recordaba a su antiguo yo. Es posible que sean muy parecidos.

Es precisamente por eso que reflexionó en lo que hizo.

Quería que se tomara su tiempo para crecer. No diría que está mal tratar de que

esforzarse, pero una vez que te vuelves adulto, no puedes volver a ser un niño.

Quería que ella creciera sana y despreocupada. Como padre, era su deber

proteger su tiempo como niña, con todos los privilegios que eso conlleva.

Parte 2

Rita era genial. Hacía mucho trabajo y se mantuvo firme, incluso con todos los

hombres que entraron en la tienda.

Latina necesitaba trabajar duro para que los clientes la vieran como una

empleada capaz y no como una “pequeña dama”. Latina no podía esperar

volverse más grande que Kenneth, pero quería volverse una mujer tan genial

como Rita. Y no alguien a quien consideraran adorable y le dieran cumplidos



mientras trabajaba. Si se volviera tan firme como Rita, entonces la gente no le

daría cumplidos.

Además, Rita se veía muy, muy genial, protegiendo al precioso hijo de Kenneth

en su gran vientre.

¿Ella también fue protegida en el vientre de su madre? ¿Acaso también fue

acariciada gentilmente a través del estómago de su madre cada día? ¿Acaso

su madre deseó que ella naciera? ¿Sería capaz de hacerlo algún día? Eso sería

bueno…

— Realmente eres una salvavidas, Latina.

— ¿En serio? Latina está feliz de ser útil.

— No soy muy buena con la costura.

Ellos tenían que preparar muchos pañales para la llegada del bebé, y era Latina

quien se encargaba de coserlos. Aprendió lo básico sobre costura con la mamá

de Chloe, y después aprendió más con la abuela Wendelgard en Tislow. Con

uno hecho por la mamá de Rita como ejemplo, no fue un trabajo tan complicado

para Latina.

— Es soló coser derecho, no es tan complicado.

Mientras lo decía, la aguja en su mano siguió cosiendo a lo largo. Parecía que

Latina era capaz de hacer también ropa para el bebé, si se le enseñara cómo

hacerlo, pero esa tarea fue dada a la mamá de Rita, quien esperaba impaciente

a su primer nieto.

Los trabajos familiares ya eran el fuerte de Latina, y era ya muy hábil en ellos.

Pero aun así, Latina respetaba mucho a Rita.

Rita era muy buena con respecto a procesar papeles, y también con la

contabilidad y el cómo manejar los negocios. Latina no era mala en

matemáticas, así que entendía qué tan hábil era Rita.

— ¿Cuándo nacerá el bebé?

— En otoño. No podría soportar dar a luz con el calor del verano.

— No eres muy buena con el calor, ¿verdad, Rita?

Mientras platicaban, Latina comenzó a pensar la mejor forma de mantener a

Rita fresca este verano. Le gustaba hacer dulces fríos, y Rita le encantaba

comerlos. Pero Kenneth le advirtió que sería malo si Rita comía de más.

Necesitaba pensar en otro método.



Latina no quería ser advertida por Kenneth, como tampoco quería tener un

efecto negativo en Rita o su bebé. Era amable por naturaleza, así pensaba ella.

— Latina se pregunta si el bebé será niño o niña.

— Estoy bien con cualquiera. Solo espero que nazca sano.

Mientras Rita decía eso, Latina pensó que se veía muy genial.

Parte 3

Latina solo pudo pasar todo el día con sus amigos, hasta el final del verano.

Cuando venía el otoño, su segundo año en el templo Asfar se acercaría a su

fin, y todo el mundo tendría sus propios horarios.

Eso la hizo sentir un poco sola. No era como si se despidieran para siempre, y

aún podrían jugar juntos como siempre, pero sería diferente.

Chloe dijo que trabajaría en su casa como sastre, igual que su madre. Cuando

Latina le dijo que usaría su paga del Ocelot para que Chloe le haga ropa, le

respondió con una sonrisa, diciendo—: Haré algo especial para ti, Latina.

A ella le gustaban los lindos colores rosas y las ropas floreadas, pero Chloe

dijo—: ¡Es un desperdicio ir siempre así!

Latina admiraba más las ropas “maduras”. Pero Chloe siempre decía que las

ropas que te gustan y quieres llevar no siempre son las que mejor te quedan.

Cuando Latina crezca, ¿será capaz de ir a la moda? ¿Se vería ella genial

vistiendo ropas como Chloe?

Sylvia decidió ir al templo de Akhdar. Ellas no serían capaces de verse tanto,

pero como el Ocelot tenía una bandera de Akhdar, había muchas posibilidades

de que se contactaran. Sylvia se lo comentó con una sonrisa un tanto traviesa,

Latina pensó que eso era típico de ella.

Sylvia dijo que aprendería magia, y que se entrenaría en defensa personal. Los

obispos de Akhdar viajaban por todo el mundo y buscaban lugares peligrosos,

en los que nadie había estado antes. Dijo que le gustaría visitar algún día

Vassilios, el país de los demonios. Cuando ella vaya ahí, ¿habrá ahí un nuevo

Primer Señor Demonio? Eso haría un poco más segura su visita.

Marcel planeaba entrenar en la panadería de su familia. Siempre compartía el

pan de su familia en el recreo, así que Latina sabía lo sabroso que estaba. El



Ocelot obtenía su pan de otro lugar, pero ella pensó que tal vez debería comprar

pan ahí de vez en cuando.

Él ya se encontraba ayudando en la tienda, y a menudo se ponía nervioso

hablando sobre el sabor y los ingredientes. Prometió que le enseñaría a hornear

pan. Kenneth dijo que él no podía competir con profesionales cuando se trataba

de temas como la levadura y los hornos, ¡así que esta era una oportunidad para

aprender de primera mano!

Aún le faltaba mucho por aprender. Las comidas en Kreus y Vassilios eran

completamente diferentes. Seguramente había un montón de recetas,

ingredientes y técnicas de cocina que no sabía, y quería aprender tanto como

pudiera.

Además, le alegraba mucho oír a otra persona decir que la comida que había

preparado estaba deliciosa.

Anthony continuaría con la educación avanzada.

Hablando de eso, los maestros en el templo estaban muy sorprendidos al

escuchar que Latina había estudiado con el maestro Cornelio. Aparentemente,

era un maestro de renombre. Parecía que ya había aprendido bastante, incluso

sin continuar con la educación avanzada. Puede que no haya estudiado

matemáticas o alguna lengua extranjera, pero ella había aprendido muchas

cosas y de verdad lo disfrutó.

Tendría que preguntar a Anthony qué tipo de cosas estaba estudiando, cuando

empezara a ir a la educación avanzada.

Y Rudy haría algo más que estar en el negocio familiar.

— ¿Guardia de la ciudad? —preguntó Latina, ladeando la cabeza.

— Sí. Después de graduarme, me uniré al cuerpo de reserva, donde me

entrenaré y haré trabajos subordinados para convertirme en guardia —

respondió Rudolph, apartando un poco la vista. Sería vergonzoso que ella le

preguntara porqué quería unirse a los guardias, quienes mantenían el orden

público alrededor de Kreuz.

Los guardias de la ciudad eran los únicos que podían enfrentar a los aventureros

de frente.

No nació con alguna habilidad especial, y aunque fue criado en un lugar con

muchas armas, nunca aprendió a manejarlas. Aunque decidiera ser un

aventurero, era muy probable que terminara muerto antes de pulir sus

habilidades.



Era mucho más lógico tomar ventaja del hecho de que había nacido en una de

las más grandes ciudades en Laband, y unirse al cuerpo de reservas para

entrenar y convertirse en guardia. Como alguien que aún no era un guardia, no

podía imaginar lo inferior que era. Ni siquiera había alcanzado la línea de partida

para poder ser comparado. Estaba preparado y haría todo lo que fuera

necesario, para acercarse a su yo ideal.

Rudolph puede haber sido llamado a menudo un idiota, pero cuando no estaba

cerca de Latina, era capaz de pensar con calma hasta cierto punto.

— Hay muchos guardias que son clientes del Ocelot. ¡Latina espera verte ahí

también Rudy! —dijo Latina con una sonrisa, sin interesarse en saber por qué

Rudolph había elegido ese trabajo. Esto hizo que Rudolph se sintiera

acomplejado, con emociones conflictivas de alivio y decepción.

— ¿No son solo los aventureros los que visitan la tienda?

— Sí. Los guardias y porteros vienen mucho también. Las otras puertas están

muy lejos, así que solo vienen los asignados a la puerta sur.

— ¿También va la gente del cuerpo de reserva…?

— No… Los guardias le dijeron una vez a Latina que la gente del cuerpo de

reserva debía entrenar hasta el cansancio cada día. Dijeron que no tienen

mucho tiempo para salir y divertirse.

Los guardias del cuerpo de reserva vivían en cuarteles. Esto no era solo por el

entrenamiento, también era para aprender las reglas y la jerarquía de la

organización.

No era como si no tuviera tiempo libre, pero él y Latina ciertamente no podrían

verse tan a menudo como lo habían hecho hasta ahora. Aun así, si al menos

pudiera llegar a ser un guardia, no sería raro que visitara el Dancing Ocelot

todos los días.

Esa era su intención desde el principio.

En este punto, Rudolph nunca había imaginado… lo que significaba ser

presentado a los clientes regulares del Ocelot, quienes eran reconocidos incluso

por los guardias por ser de posiciones y habilidades especialmente altas.

No había considerado como lo verían esos clientes cuando su idol, a quien

algunos de ellos llamaban la “Princesa Hada de Platino”, se los presentara.

En muchos sentidos, él tendría miradas puestas sobre él tan pronto se uniera a

las reservas.



Eso no era del todo malo. Tener tanta atención durante el entrenamiento

significaba que él recibiría una asesoría más entusiasta que los otros.

Sin embargo, eso probaría ser mucho más intenso de lo que él podía imaginar.

Parte 4

Hoy también, la persona que ella quería mucho la abrazó y le dijo —: Buenas

noches.

Este era el lugar donde se sentía más tranquila. Era un lugar precioso donde se

sentía cálida, aliviada y relajada.

Tal vez esto la hacía más infantil, aunque pensaba en decir que podía dormir

sola muchas veces, nunca pudo hacerlo.

Cuando era dejada en casa y se iba a la cama sola, siempre sentía que su

corazón se endurecía. Ella se encogía como una bola, debajo de las sábanas

frías, y abrazaba con fuerza su almohada, mientras cerraba los ojos.

De vez en cuando, se despertaba en medio de la noche. A veces, en medio de

esa oscura habitación, no sabía dónde estaba. Sintiéndose sola en el mundo,

presionaba su cara cubierta de lágrimas contra las sábanas. También había

momentos en que soñaba que huía de algo aterrador en el bosque, y no podía

evitar sentirse miedo. Terminaba pensando que tal vez todavía estaba allí.

Incluso se preguntaba si quizás estos días felices eran solo un sueño que tenía

mientras temblaba en ese bosque.

Pero gracias a la calidez y esencia de esa persona, recordaba que estaba a

salvo, y que este era el mundo real.

— Hrngh… ¿Qué pasa Latina?

— No es nada…

— Ah, ¿tuviste una pesadilla…?

Dijo eso, mientras acariciaba su cabeza y la calmaba, y le decía que todo estaría

bien. No pasaría nada malo. Después de todo, este era el lugar más seguro en

el mundo.

Y entonces pensó: Quiero apurarme y convertirme en adulta, pero aun así…

esto no esta tan mal…



Capítulo 5

La vida diaria de la doncella de cabello plateado

Parte 1

Lo primero que hizo Latina después de levantarse por la mañana fue atarse el

pelo. Su cabello, que había crecido mucho, era un orgullo secreto para ella.

Siempre lo cuidó mucho, con su pomada favorita. Pero era necesario atarlo para

que no le estorbara mientras trabaja.

Mientras escuchaba la respiración regular de Dale mientras dormía, Latina

rápidamente se cambió detrás de una mampara, como de costumbre, y luego

bajó por las escaleras procurando no hacer ruido. Una vez abajo, fue primero a

la parte trasera de la tienda. Se lavó la cara, y después lavó tanto su ropa como

la de Dale. Ya que ella siempre se encargaba de las cosas antes de que se

apilaran, no le tomó demasiado tiempo. Entonces hábilmente quitó las arrugas

de la ropa, haciendo un sonido satisfactorio. Por alguna razón, ella se sintió bien

al hacer un claro y crujiente snap.

Cuando volvió a la cocina, vio a Kenneth cargando cubos de verduras fuera de

la despensa.

— Buenos días.

— ¡Buenos días!

Después de intercambiar saludos, se sentaron frente a sus respectivos cubos.

Ellos habían hecho este trabajo día tras día durante años, así que no había

necesidad de conversaciones innecesarias. Todavía no era tan rápida como su

maestro, Kenneth, pero era capaz de hacer el trabajo a una velocidad aceptable.

Latina tiene ahora catorce años.



Ella había trabajado en el Dancing Ocelot desde que era más joven, y ahora era

oficialmente la mano derecha de Kenneth. La pusieron a cargo de parte de la

cocina, y al lado de Kenneth, que estaba preparando una gran cantidad de

comida para la tienda, ella hábilmente comenzó a hacer sus propios platillos.

Ella admiraba la habilidad de Kenneth de partir huevos con una sola mano. Tal

vez porque sus manos eran muy pequeñas, ella no podía hacerlo así de bien,

así que se encogió de hombros.

Después de darle un sazón ligero, los cocinó con mantequilla hasta que

estuvieran suaves y esponjosos. Le tomó un tiempo para llegar a este punto,

donde podía hacer un omelet de la forma que quería, sin preocuparse de que

no le saliera bien.

Al oír pasos aproximándose mientras preparaba la sopa y las tostadas, ella

sonrió.

— Buenos días, Latina.

— ¡Buenos días, Dale!

Después de ver que Dale se lavó la cara, fue a llamar a Rita al segundo piso.

La mujer ya tenía las manos llenas cuidando del niño de tres años, Theodore, y

tenía un segundo bebé en su estómago, así que Latina pensó que ella lo tenía

complicado.

— Buenos días, Rita, Theo. Es hora del desayuno.

— Buenos días, Latina —respondió Rita con una sonrisa, mientras sacaba de

la cama a un gruñón Theo. La primera vez, Latina se sorprendió al ver la difícil

interacción entre madre e hijo, pero después de verlo todos los días, ella se

acostumbró.

Rápidamente volteó y se apresuró a bajar las escaleras, esperando poder pasar

todo el tiempo que pudiera junto con Dale, antes de que él se fuera a trabajar.

A veces Dale no regresaba hasta altas horas de la noche, así que si no lo veía

durante el desayuno, no podrían tener una conversación adecuada ese día.

— ¿Hoy también vas a exterminar bestias mágicas en el bosque?

— Sí. No tengo que ir tan profundo hoy, así que tal vez regrese temprano.

No les faltaba dinero, y Dale estaba en buena condición, pero seguía aceptando

el trabajo, y se dirigía al bosque como una forma de entrenamiento, así su

sentido de combate y sus habilidades no se estancarían.



Fue recientemente que Dale comenzó a hablarle de esto. Ella sabía que él

sobresalía en combate y magia, pero ella aún tenía cierta preocupación a flor

de piel. Se tragó sus emociones y forzó una sonrisa.

— No te presiones, y ten cuidado.

— Estaré bien.

Mientras disfrutaba la sonrisa que le fue devuelta, Latina comió un pedazo de la

tostada cubierta con mucha mermelada. Ella supuso que era mejor tener una

fuente adecuada de energía para soportar el atareado periodo que se venía, así

que ella le puso más de lo necesario.

Para el momento en que Rita había bajado las escaleras, Dale y Latina ya

habían acabado de desayunar. Latina se llevó los cubiertos y el plato de Dale

junto con los suyos y fue a lavarlos.

— ¿Por dónde comienzo, Kenneth?

— Ya terminé de preparar la sopa. Ahora mismo, tengo las papas hirviendo a

fuego lento.

— Entendido.

Después de ese corto intercambio con Kenneth, Latina se puso a trabajar.

A los padres del pequeño Theo les resultaba extremadamente difícil cuidar de

él mientras comían, así que se turnaban para cuidarlo durante las comidas. Y

durante ese tiempo, ellos se sentaban felizmente en la misma mesa. Ellos eran

capaces de experimentar esos momentos juntos, porque tenían a una chica de

confianza, como Latina, para que se encargara del trabajo matutino.

Latina miró dentro de la olla y comprobó qué tanto había progresado lo que se

cocinaba. En su cabeza, ella se figuró cuánto tiempo faltaba para que las papas

estuvieran listas y se puso a trabajar en lo que tenía que estar listo antes que

ellas. La gran pila de cebollas que empezó a picar sería añadida al huevo batido.

Como ella no estaba completamente acostumbrada a esta tarea, a veces ella

se limpiaba las lágrimas, mientras picaba la cebolla rítmicamente con su

cuchillo. Cuando el tazón estaba lleno, con una montaña de cebolla finamente

picada, las papas ya estaban listas.

— Oscuridad y sombra, te ordeno por mi nombre, cortar los lazos a los cuerpos

celestiales. <<Gravity reduction>> —recitó ese simple hechizo, como si

murmurara una melodía.



Latina fácilmente levantó la olla y vació su contenido en un colador. El vapor se

extendió lo suficiente como para que su visión se volviera completamente

blanca por un momento. Después cortó el agua, pasó las papas a un tazón y

comenzó a triturarlas mientras seguían calientes. Después añadió mantequilla

mientras seguía triturando. Con los delgados brazos de Latina, era una labor

difícil. Esto preocupaba a Kenneth, pero la joven insistió que no sería “trabajo”

si evadiera las tareas difíciles.

Añadió leche para suavizarlo y luego lo sazonó. Después de revisar el sabor,

ella llevó un poco del puré de papas en un plato pequeño a Kenneth, quien ya

había terminado de desayunar. Kenneth lo probó y asintió una vez. Esta era la

rutina diaria, aun así, Latina dio un suspiro de alivio.

Theo extendió la mano alcanzó hacia el pequeño plato que Kenneth tenía en la

mano. Su intercambio había hecho que las papas le parecieran de alguna

manera especiales al niño pequeño, así que las quería. Latina esperaba esto,

así que puso más que un bocado en el plato.

Una sonrisa apareció de manera natural en la cara de Latina mientras veía a

Theo imitar a su padre y comerse las papas con una expresión solemne. Trató

de seguirle el juego al niño serio, pero no pudo mantener la cara seria.

Latina lo había cuidado desde que era un bebé, así que él era como un hermano

menor para ella. Ella no podía evitar encontrarlo tierno, incluso cuando estaba

tratando de “atacarlo”.

¿Así es como se sintió Dale al criarme?

Ella sabía de sobra que Dale le había dado mucho afecto.

La actual ella, fue el resultado de la influencia de esta gente preciosa, de este

lugar, y de esa persona a quien ella adoraba más que nadie.

Mientras los clientes comenzaban a entrar a la tienda, Kenneth le dio su

completa atención a la cocina, mientras Latina comenzó a atender a los clientes.

No podía cargar muchos platos a la vez como Kenneth, pero a cambio, era

capaz de pasar a través de los espacios reducidos entre los clientes.

— ¡Perdone la espera!

— Hola, señorita. Parece que hoy también lo estás haciendo bien.

— Usted también, señor Syl.

Ella llevaba una sonrisa en el rostro mientras platicaba con el cliente, luego ella

se volteó hacia la mesa vecina con la misma expresión.



— ¿Está bien si me llevo esto?

— Sí, no me importa.

— Disculpe.

Mientras ponía los platos vacíos en su bandeja, Rita la llamó.

— ¡Disculpa, Latina! ¿Podrías ir por nuestra provisión de bálsamos?

— ¡Sí!

Después de regresar a la cocina y lavar los platos, le dijo a Kenneth—: Voy al

ático para buscar algo de medicina.

— Sí

Subió las escaleras con un ligero golpeteo.

Esta era la rutina que se repetía cada día. Latina siempre estaba ocupada, pero

eso hacía que valiera la pena.

Después de la mañana ocupada, Latina miró hacia el patio trasero de la tienda.

— Theo —dijo Latina.

— Hermana

Theo, que estaba jugando, se detuvo y la miró. Ser llamada “Hermana” era

vergonzoso, pero la hacía feliz. Cuando tenía tiempo libre, lo pasaba abrazando

a Theo y a leyéndole un libro de dibujos o cantando una canción. Se había

acostumbrado a actuar como una hermana mayor.

— Gracias, Vint.

El precioso “amigo” de Latina estaba cuidando a Theo. Las razas de hombres

no eran capaces de pronunciar su verdadero nombre, así que cuando llego al

Ocelot hace un año, se le dio ese apodo.

— Woof —respondió, moviendo la cola.

Kenneth saco su cabeza por una ventana y dijo—: Latina, ¿podrías ir a comprar

unas cosas?

— ¡Sí!

Como Latina ya era grande, Kenneth había empezado a confiarle las compras

a ella. Los ingredientes frescos tenían precios del mercado, que fluctuaban

diariamente y podían negociarse, así que ella solo compraba esos cuando iba



con Kenneth, pero no era raro para ella comprar cosas con precios

relativamente estables por su cuenta.

Era como un largo recado, aun así, el que se contara con ella ayudó a aumentar

su confianza y esto la hacía feliz.

Kenneth agarró a su hijo y lo cargó antes de que pudiera aferrase a Latina, y

Vint se acercó a su lado.

— ¿Hoy también vienes conmigo?

— Woof.

— Gracias.

Después de acariciar el suave pelo de Vint, se quitó su delantal y se puso un

abrigo.

— ¡Ahora volvemos, Kenneth! —gritó Latina, mientras caminaba con pasos

ligeros.

— Ten cuidado.

Mientras la veía irse, Kenneth balanceó a su hijo de un lado a otro mientras el

niño se retorcía en sus brazos. Theo siempre había escuchado a la gentil y

paciente Latina, pero eso no era el caso con su padre Kenneth.

Acompañando a Latina, había un gran “perro” gris con la punta de su cola de

color negro. La visión familiar de este animal, vistiendo la ropa que Latina le

hizo, era algo común en esa área.

Kenneth recordó en lo molesto que había sido cuando el “perro” se apareció por

primera vez hace un año.

El animal llegó sin previo aviso al Dancing Ocelot, un día que había muchos

clientes. Parecía un lobo con alas. Había un grupo de personas en el Ocelot

quienes, inmediatamente después de ver qué era, armarían un escándalo. Uno

no ve bestias muy seguido para empezar, así que nadie podía imaginar

encontrar una paseándose por la ciudad.

Preguntándose el por qué los guardias no lo vieron, Dale investigó después y

descubrió que el lobo encontró una grieta en el muro de la ciudad, por la que se

metió. Si hubiera crecido, no sería posible para él entrar. Este fue un gran

descuido causado por que la reparación del muro se había pospuesto debido al

costo, ya que no había ocurrido ningún incidente grave recientemente.

Obviamente, Dale fue después a exigir que fuera reparado.



Siguiendo un olor, el cachorro llegó él solo al Ocelot sin perderse. Era muy

temprano, así que él no podía llegar a ser visto y no se armó un escándalo. Eso

hizo que las personas dentro de la tienda se sorprendieran más.

— ¿Qué hace en un lugar así?

Sin prestar atención a los clientes que estaban en guardia, Latina se agachó,

cargó al animal de pelo gris y ladeó la cabeza.

— ¡Aléjese de él, señorita! —gritó Sylvester. Como un hábil aventurero

veterano, él estaba acostumbrado a tratar con las bestias míticas.

Con el animal gris aún en sus brazos, Latina ladeó la cabeza ante la mirada de

los clientes que tenían sus manos sobres sus armas, y luego ella dijo—: Um, él

es mi amigo. Probablemente vino a verme.

— ¿S-su amigo, señorita…?

— Latina, olor, venir.

Los clientes ya estaban sorprendidos por lo que dijo Latina, y cuando la bestia

dijo su nombre, la sorpresa aumentó.

— ¿Viniste de las montañas? Me imagino que todo el mundo estará preocupado

si viniste sin preguntar. ¿Está bien?

Sin saber que era el centro de atención, Latina continuó con la conversación a

su ritmo. Los clientes apenas contuvieron el decirle—: No, ese no es el

verdadero problema.

— Bien, irse, Latina. Decir que estás bien.

— Ya veo. Supongo que está bien.

Con sudor bajando de sus frentes, los hombres de alrededor pensaron, ¡No, no

lo está!, pero Latina no se dio cuenta. Con una mirada sombría, Sylvester miró

a Kenneth, quien había sacado su cabeza de la cocina, y dijo, “Kenneth, esto…”

— Ah, Dale lo mencionó antes. Dijo que Latina había domesticado una manada

de lobos que vivían cerca de su aldea natal…

— ¡¿La señorita hizo qué?!

Incluso un veterano experimentado como él se quedó boquiabierto. Incluso su

voz se agudizó un poco.

— Pero, un lobo silvestre es un poco…



— Sí, ese es el problema.

Sylvester y Kenneth asintieron al unísono.

Los lobos silvestres eran bestias míticas que vivían en manadas, con un fuerte

sentido de camaradería. No sería difícil lidiar con uno solo, pero si hicieran un

mal movimiento, entonces todo el grupo los cazaría por venganza. La

posibilidad de ello no era pequeña. Después de todo, el cachorro les había

informado de hacia dónde se dirigía antes de venir aquí. Dijo que siguió la

esencia de Latina hasta aquí, lo que sonaba ridículo, pero era posible que los

otros lobos pudieran usar el mismo método.

— Fue un largo camino hasta aquí. ¿cierto?

—Croots no estaba lejos. Dormir una vez, luego llegar.

Viajar por tierra como Dale y Latina requería tomar un gran desvío, así que

tomaba cerca de un mes. Pero para un lobo silvestre que podía volar por los

cielos, el viaje aparentemente podía hacerse en dos días y una noche. Y él aún

era un cachorro. Era difícil imaginar la rapidez con la que un lobo adulto podía

hacer el viaje.

El olor que había seguido no era el que quedaba en el camino. No siguió el

camino que había tomado Latina, así que él rastreó su olor a través del aire.

Puede ser una de las habilidades mágicas de esta bestia mítica.

Kenneth y Sylvester se miraron una vez más y luego vieron hacia el animal.

— Parece que él quiere estar con la señorita…

Mientras la bestia mítica movía su cola y acurrucaba su cabeza hacia Latina, se

parecía a un perro bien domado.

— Tendremos que consultarlo con Dale… pero dejar que Latina se lo quede tal

vez sea la opción más segura.

La expresión de Sylvester se volvió aún más tensa ante las palabras de

Kenneth, pero no era capaz de negarlas.

Dejar que el perro duerma, etc. Y además, Latina no es del tipo de personas

que abusaría teniendo una bestia mítica con ella.

— Hablaré con él… —murmuró Sylvester, después de un largo silencio.

— ¡Tendremos una reunión de emergencia! ¡Corran la voz! —ordenó Sylvester

a los aventureros a su lado, y aparentemente entendiendo el significado de ello,



varios de ellos salieron del Ocelot. Aparentemente, esas palabras no eran para

que las contaran a cualquiera que se toparan.

Kenneth pensó que no debía entrometerse y preguntar qué tipo de reunión era

esa.

Cuando Dale finalmente regresó del trabajo, encontró a su adorable hija

adoptiva de pie junto a un animal con ropa.

— Bienvenido a casa, Dale.

— Guau.

La sonrisa de Latina era linda, pero ¿qué era ese tan antinatural y forzado

“Woof”?

—¿L-Latina…?

— ¿Hmm?

— Eso es…

— Es un perro. No te preocupes, ¡es solo un perro!”

— Guau.

— E-Eh…

Con una mirada de preocupación en su cara, Dale miro hacia Kenneth en busca

de ayuda, solo para que su “hermano mayor” también asintiera firmemente.

— Ella dice que es un perro, así que es un perro.

― Guau.

— Oye…

— No es extraño el tener un perro de mascota en la ciudad. Así que él es un

perro.

Dejando de lado la realidad de la situación, el “perro” se preguntó por qué ser

llamado un animal lo hacía enojar mucho, pero no le importaba que le llamaran

perro en absoluto.

La gente tendía a acostumbrarse a las cosas una vez que escuchaban las

circunstancias y superaban la confusión inicial. Con el tiempo, lo extraordinario

tiende a mezclarse con el paisaje ordinario y cotidiano.



El título de “bestia mítica” no era solo para mostrar, él era un animal

extremadamente inteligente, por lo que no requería ningún “entrenamiento.”

Latina le enseñó muchas reglas, y las recordó todas sin problemas. Latina se

encargaba de darle de comer, pero él no necesitaba ayuda con nada más, y

Latina estaba feliz por el contacto físico cuando lo cepillaba y acariciaba.

Además, él también ayudaba a cuidar a Theo. Tal vez porque creció en una

manada, él era bueno cuidando de pequeñas criaturas.

Aunque, el trabajo más grande de Vint, era proteger a Latina.

Parte 2

Ella era linda incluso desde pequeña, y conforme iba creciendo, esa hermosura

solo se pulía más y más. Su joven cuerpo todavía se veía un poco más infantil

en comparación con otras chicas de su edad. Sin embargo, eso sólo ayudó a

su creciente belleza, dándole un encanto que los adultos no podrían igualar.

Su cabello llegaba más allá de sus caderas, con una parte de él trenzado para

ocultar sus cuernos rotos, y emanaba un resplandor plateado muy brillante. Su

cara ahora lucía un poco más adulta, así que ahora no solo parecía linda, sino

también hermosa.

En Laband, cuando uno cumplía los dieciocho años, ya era mayor de edad. Eso

no significaba que era la edad exacta en la que se convertían en “adultos”, sino

que, en general, en ese momento ya tenían empleo y se consideraba que tenían

la edad para contraer matrimonio.

Sin embargo, dependiendo de la posición de la persona, las circunstancias

podían ser distintas. En la aldea de Dale, llegas a la mayoría de edad a los 15

años, y en el campo no era raro oír que las niñas de esa edad se casaran.

También era normal entre los nobles, que niñas que no tuvieran edad adulta

aún, fueran forzadas a contraer matrimonios políticos. Y aunque la gente de

Kreuz tendía a casarse más tarde, no era raro que ese tipo de cosas sucedieran.

Como resultado, Latina ya tenía la edad suficiente para ser vista “de esa

manera”. Sin embargo, no era muy consciente del peligro que eso suponía.

Siendo el tonto que es, Dale estaba desesperado por protegerla, como si

quisiera cubrirla con muchas mantas acolchadas. Y en el Dancing Ocelot, su

maestro, Kenneth, siempre la estaba cuidando, mientras también vigilaba a los

aventureros y a los guardias de élite. Obviamente, nadie era tan tonto como



para hacer un movimiento hacia ella bajo esas circunstancias, y como resultado,

Latina no se veía a sí misma como una belleza.

Decía, con una sonrisaꟷ: Dale siempre dice que soy linda.” Le habían dicho eso

tantas veces, que ella no lo veía como una evaluación sincera.

―He hablado con mis amigas acerca de chicos… sabes… como salir y

confesarse y cosas así. Pero nunca me he llevado bien con chicos así… Solo

somos amigos, ¿verdad?

Latina era un poco cabeza hueca. Incluso si se interesaban en ella, los

aventureros jóvenes se veían intimidados por sus dos guardianes, así que ellos

solo podían tener una charla muy corta. Alguien del sexo opuesto nunca le ha

dicho abiertamente a Latina que está interesado en ella.

Cuando se trataba de las que eran populares con el otro sexo y las que no,

Latina estaba en este último. Ella era como una flor intocable, en un pedestal

muy alto, así ni siquiera pensaron en acercársele. Y como resultado de esas

circunstancias, Latina llegó a pensar que no era popular entre los chicos.

La influencia de sus “guardianes” cubría casi toda Kreuz, pero no era perfecta.

La gente a su alrededor no podía evitar preocuparse de que, en algún momento,

la pondrían en peligro.

Eso era especialmente cierto, en el caso de un idiota en particular.

― En caso de que algo le ocurriera a Latina, un castigo mediocre como la

muerte no sería suficiente.

Se había convertido en parte de la rutina diaria de Dale, el amenazar a los

jóvenes aventureros que visitaban el Ocelot, mientras lucía una sonrisa en su

cara. Sin embargo, eso aún no era suficiente para él.

― Quiero decir, Latina es tan, tan, tan, tan, ¡tan linda! Me preocupa tanto que

algún insecto se le acerque.

Normalmente Rita ignoraría a Dale cuando él estaba así, pero ella estuvo de

acuerdo en ese punto.

― Eso es cierto. Latina es demasiado amable y tiende a bajar la guardia, así

que me preocupa.

― ¡¿Cierto?! ¡Pero eso es parte de lo que la hace linda, también!

Aparentemente, el "cachorro" se sentía de la misma manera que los guardianes

de Latina.



― Latina, juntos, vamos.

― ¿En serio? Gracias por tu ayuda.

Él cargaba bolsas y cosas por el estilo cuando acompañaba a Latina, así que

ella pensaba que él solo la quería ayudar. Pero todos los demás lo veían

claramente como su acompañante y guardián.

Acompañada por ese “cachorro”, Latina fue hacia el distrito comercial, al este

de la ciudad. Fueron a muchas tiendas donde ya eran conocidos y compraron

lo que Kenneth pidió.

Luego, fueron al distrito de artesanía. Ahora mismo, no era un momento

atareado en el Ocelot. Kenneth esperaba que se desviaran un poco cuando

envió a Latina de compras.

Ahora que todos sus amigos tenían sus propios estilos de vida, pasaban mucho

menos tiempo juntos que cuando iban a la escuela en el templo de Asfar. Pero

no era como ya nunca se vieran. Latina, ocasionalmente, abusaba de la

amabilidad de Dale y visitaba a sus amigos de vez en cuando.

Siguiendo los pasos de su madre, Chloe ahora trabajaba como sastre en el

negocio familiar. Ella aún no era tan hábil como su madre, pero era lo

suficientemente talentosa, como para enmendar una tela de principio a fin por

sí misma.

― Chloe, sobre nuestro próximo día libre…

Latina fue a visitar a Chloe, con pastelitos en mano. Más que un regalo, estos

aperitivos eran algo que ella quería comer. Viendo esto, Chloe puso sus

herramientas de trabajo a un lado e hizo espacio para poder beber té. Luego

Latina abrió calmadamente el paquete que trajo.

― ¿Esto está bien? ¿No estabas preocupada de ponerte gorda el otro día?

―Latina hizo pucheros en respuesta a las burlas de Chloe.

― Está bien. No comeré de más y me moveré mucho después de esto.

Se frotó el antebrazo mientras decía eso, tal vez porque estaba realmente

preocupada por ello. Desde el punto de vista de Chloe, Latina no tenía nada de

grasa innecesaria en el cuerpo, pero la chica era todavía muy sensible a ese

tipo de comentarios.

Mientras Latina se sentaba con el plato de galletas que trajo, sentimientos

complejos se mostraron en su rostro. Sin ser capaz de soportarlo más, Chloe



dijo―: Sería bueno para ti el ganar algo de peso, ¿no crees? Esas partes que

tanto te preocupan no crecerán si sigues actuando así.

― Estoy creciendo más lento que todos.

Sus amigas ya habían alcanzado la edad para comenzar a ganar algo de curvas

en sus cuerpos. En comparación, mientras Latina se había vuelto más alta,

todavía tenía una apariencia plana y juvenil, lo cual era motivo de preocupación

constante para ella.

― ¡He comenzado a crecer, al menos un poco!

A pesar de su desesperada afirmación, era imposible confirmar su crecimiento,

al menos por lo que se podía ver a través de su ropa. Sabiendo muy bien que

si continuaban con este tema Latina acabaría llorando, Chloe rápidamente

decidió cambiar de tema.

― Y, ¿qué era eso de nuestro próximo día libre?

― Ah, es cierto. Sylvia dijo que ella también podía tomarse el día.

― Sé que trabajas en el Ocelot, pero… ¿no es un problema para Sylvia el usar

el tablón de mensajes para contactarte?

― No sé… Sylvia dijo: “si ellos no me dejan hacerlo mucho, ¡entonces no puedo

seguir ahí!” pero… debe ser duro, servir en un templo.

La labor de los clérigos en el templo de Akhdar, donde Sylvia trabaja, era reunir

información, que afectaba mucho a aquellos que poseían la protección divina

de Akhdar, la deidad guardiana de los viajeros, que naturalmente se sentían

atraídos a buscar lugares desconocidos e información.

El trabajo de aquellos que servían en el templo era el manejar la información

que reunían y esparcirla por todo el mundo dependiendo de las circunstancias.

Los templos también asumieron la tarea de entrenar a aquellos clérigos que

deseaban reunir información viajando. Como una de esas aprendices, Sylvia

pasaba sus días estudiando y practicando.

El Dancing Ocelot está equipado con una terminal conocida como el tablón de

mensajes de Akhdar, convirtiéndola en una sucursal del templo de alguna

manera. Ya que está tan ligado al templo, ocasionalmente van clérigos a

visitarlo. Y así, Latina fue capaz de escuchar acerca de Sylvia, quien era un

clérigo aprendiz.

Pero eso no era todo. Latina no tenía idea de cómo lo estaba haciendo, pero

Sylvia usaba el tablón de mensajes de Akhdar para enviarle mensajes



personales. La protección divina de Sylvia no era demasiado fuerte, ni

especializada, pero parecía tener muchos recursos.

Recordando a su vieja amiga de sus días de escuela, Latina y Chloe

intercambiaron sonrisas torpes.

― ¡Estoy deseando que llegue el festival nocturno de Ahmar! ―dijo Latina muy

emocionada a su amiga.

En Kreuz, había festivales y eventos a lo largo del año. Algunos eran

patrocinados por el lord de la localidad y por el comité de industria del distrito

este, pero el más mayor de todos ellos era el festival nocturno, organizado por

el templo, dedicado al dios principal de Laband, Ahmar.

Otros eventos como el festival de la cosecha, organizado por el templo de

Quirmizi, y la misa celebrada por el templo de Niili, también eran importantes

para la gente de la ciudad, pero no podían esperar competir, en términos de

escala.

Latina ha ido al festival con Dale cada año, pero esta era la primera vez que se

le daba permiso de ir con sus amigos. Pero aparentemente “ese” tonto aún

estaba preocupado por haber dado el visto bueno, ya que se entrometió cuando

ella y sus amigos estaban haciendo planes.

Él le dijo que ella definitivamente no debía ir sola. Que ellos no debían ir por una

calle donde no haya mucha gente alrededor. Que ella no debía emocionarse

comiendo porque se enfermaría del estómago. Que no debía bajar la guardia

cuando se le acercaran hombres que no conocía. En realidad, no le importaría

si ella usara magia de ataque para ahuyentarlos. Después de todo, la victoria

es para quien da el primer paso. Ver a los hombres extraños, y los que no sean

extraños también, como enemigos, ¡Y atacarlos! ¡¿Entiendes?! Y así

sucesivamente.

― Creo que los guardias se enojarían conmigo si hiciera eso, Dale ―objetó

Latina, mirando directamente a Dale con sus ojos grises.

― No, verás, la supervivencia del más apto es el camino del mundo. Necesitas

estar preparada para eso ―respondió, sin siquiera una pizca de vacilación.

Por su exagerada reacción, Latina pensó que Dale se estaba preocupando

demasiado.

Y los que los rodeaban pensaban que Dale estaba yendo demasiado lejos, pero

también que era natural que estuviera preocupado.



Su apariencia despreocupada solo agitó aún más la preocupación de Dale, por

eso su reacción hacia Latina naturalmente se hacía cada vez más extrema.

Como resultado, Latina no le prestaba demasiada atención a lo que le decía en

este momento, creando un círculo vicioso.

Mientras disfrutaba las galletas cubiertas de nuez, Latina miró la ropa que Chloe

estaba cosiendo.

― ¿Qué te parece? ¿Me quedará?

― Lo has estado viendo muchas veces desde que aún estaba recolectando

materiales, ¿verdad?

― Aun así, estoy deseando verlo terminado ― dijo con una risita tímida, ya que

fue ella quien lo ordenó.

Era natural que una chica quisiera tener ropa nueva para vestirse para el festival

nocturno que tanto esperaba.

― Te estoy dejando tomar todas las decisiones, así que es diferente de lo

normal. Mi corazón está agitado.

― ¿Estas nerviosa al dejarme a mí todas las decisiones? ―Chloe forzó una

expresión malhumorada. Aunque Latina sabía que ella no lo decía en serio.

― Digo, yo no elegiría este tipo de color…

― ¡Eres muy extremista! Te gustan las cosas infantiles y llenas de adornos,

pero cuando quieres elegir algo más maduro, eliges algo sexy que no te queda

bien ―dijo Chloe con ambas manos en la cintura, mientras suspiraba.

― Pero…

― ¡Sin peros! ¡Necesitas usar algo que te quede bien! Deberías usar más ropa

con este tipo de color y este corte.

No era sorpresa que Chloe quisiera suspirar. Para alguien que se ganaba la

vida haciendo ropa, era sensible en lo que respecta a los diseños y estilos. Gran

parte de su trabajo consistía en coser bienes que se ordenaban en la tienda,

pero también terminaba haciendo piezas que no podían ser vendidas de manera

normal. Chloe sentía que su amiga era absurdamente hermosa, y si ella se

vestía correctamente, podría hacer que tanto ella como su ropa brillaran de

verdad.

Aun así, Latina prefería ponerse siempre el mismo tipo de ropa. Bueno, eso está

bien. Ese tipo de ropa de hecho le queda. Aunque, el problema venía cuando



Latina se quería rebelar ante sus propios gustos infantiles y vestir ropa más

madura. Eso no era malo por sí solo. Pero por alguna razón, muchas veces

Latina buscaba ropas sensuales del tipo que solo algunos adultos se pondrían.

Latina tenía una figura infantil, incluso entre las niñas de su edad, así que esas

ropas no le quedaban nada bien. Tal vez en el futuro ella tendrá la figura que

quiere, pero por ahora, esto no funcionaba.

Como alguien que vivía a base de hacer ropa, Chloe no podía pasar por alto

algo así. Por ello ella era la encargada de crear las nuevas ropas para Latina.

Se decantó por un corte fluido con algo de decoración, pero mantuvo el diseño

simple de modo que no sería abrumador. Para que el encaje no pareciera

demasiado infantil, usó encaje negro de alta calidad, y lo mezcló con un color

“chic” para que el cabello plateado de Latina pudiera destacar. Tal vez no eran

ropas “adultas”, pero estaba diseñado para que encajara con la edad de Latina

a la perfección. Chloe tenía bastante confianza en su elección. Estaba segura

de que su mejor amiga no perdería con ninguna joven del distrito oeste, ni con

las princesas del del distrito norte.

― Esperemos que la persona a la que se lo quieres mostrar se sorprenda

mucho.

Con una sola frase, Chloe hizo que Latina se sonrojara por completo. Ella sabía

de quien estaba enamorada Latina desde que eran niñas, así que Chloe le dio

todo su apoyo.

Después de disfrutar un rato agradable con su amiga, Latina se levantó y se

despidió de Chloe. Mientras salía de la casa, encontró a Vint acostado sobre su

estómago, a un lado de la entrada, con los ojos cerrados. Se despertó de

inmediato y la miró.

― Siento haberte hecho esperar.

Él respondió moviendo su cola.

Poco tiempo después de que los dos empezaron a caminar, Latina notó a una

mujer joven. Lo que atrajo su atención fue su atuendo, que parecía el de un

viajero. No se veían viajeros muy a menudo en esta parte de la ciudad. Tal vez

esa zona era parte del distrito comercial del este, pero desde los lugareños

hasta los aventureros usaban las tiendas principales.

― ¿Estás perdida?

― ¿Woof?



Susurró Latina, porque una vez ella se había perdido en esa área y recordó lo

terriblemente indefensa que se había sentido. La ubicación de las calles era tan

complicada que prácticamente era un laberinto. Era comprensible.

La mujer estaba parada mirando de un lado a otro. Por su comportamiento,

Latina imaginó que tenía razón.

― Este… ¿necesitas ayuda?

― ¿Eh?

El cabello castaño oscuro de la mujer se balanceaba al girar la cabeza en

respuesta a las palabras de Latina. Justo cuando pudo ver su cara, la boca de

Latina se abrió.

Wow… Es muy bonita…

La mujer también estaba sorprendida, pero Latina no lo noto y pensó, Hmmm…

¿La he visto antes…?

Perdida en sus pensamientos, vio los ojos azul oscuro de la mujer. En ese

momento lo recordó.

― Rose…

― ¡Oh, Dios mío! ¡Eres la Princesa Hada, ¿no?!

Latina no pudo evitar saltar un poco al ser llamada así por alguien que acababa

de conocer.

― ¡¿Gwah?!

Después de gritar de forma tan patética, vio a la mujer frente a ella. Era un poco

mayor que Latina y era muy bonita, tenía una expresión gentil en su rostro. Bajo

sus largas pestañas sus ojos azul índigo brillaban maravillosamente. Tenía una

apariencia delgada y delicada, pero no daba la impresión de ser una noble.

Es verdad. Ella era la hija de una familia noble.

Su color de cabello característico era diferente de cuando Latina la vio por última

vez, pero lo más probable es que fuera porque lo estaba ocultando. Mirándola

de nuevo con eso en mente, Latina vio que su color de pelo se veía antinatural,

pero reconoció su cara y su color de ojos.

Qué clase de broma era esta, ¿un noble llamando a una plebeya “princesa”?



Mientras la mujer llevaba sus delgadas y pálidas manos a su pecho a la vez que

sonreía, Latina estaba muy confundida. La sonrisa de la mujer creció más

mientras Latina parecía más incómoda, como si eso la conmoviera. Sus gentiles

ojos solo daban una mejor impresión mientras pasaba el tiempo.

― Es vergonzoso, así que… ¿podrías por favor no llamarme así…? ―Latina

logró decir algo.





― Oh, lo siento si fui muy ruda. Es solo que eres más adorable de lo que los

rumores dicen, así que pensé…

― ¡Ah! D-Dale… ¿Él esparció eso por todos lados…? ―Latina puso ambas

manos en sus mejillas, y sintió como el calor se esparcía por ellas.

Ella sabía que los clientes a los que atendía le dieron el sobrenombre de

“Princesa Hada”. Ella aún era considerada alguien “insignificante” en la tienda.

Así que ella entendía el porqué de los apodos “pequeña señorita” y “princesa”.

Dale, de hecho, dijo que esta mujer era una conocida de un amigo. Lo que

significa que Dale debió usar ese apodo mientras hablaba con él. ¿Qué le habrá

dicho? Lo que sea que fuere, seguramente era vergonzoso.

― Tú eres la princesa Rose, ¿verdad…?

― Vaya… ¿sabes acerca de mí?

Como respondió con una sonrisa, Latina no se equivocaba. Después de

confirmarlo, Latina miró a su alrededor un par de veces, notando que la mujer

no iba acompañada.

― Te vi una vez hace un tiempo. ¿Estás aquí sola…?

La mujer miró fijamente a Latina como respuesta. Mirando sus gentiles ojos que

eran como un portal a lo más profundo de su corazón, estaba claro que no

estaba nerviosa.

― Sí. No conozco la ciudad, y parece que entré por la puerta equivocada. Sera

más fácil si te lo pido. ¿Podrías por favor llevarme a donde está Sir Dale Reki?

Latina se dio cuenta rápidamente que algo estaba mal. Tenía la sensación de

que Rose estaba aquí porque algo terrible había pasado. Pero dicho esto, no

se le ocurrió ninguna razón para negarse. Después de unos segundos de

silencio, Latina forzó una sonrisa.

― Dale debe de estar trabajando ahora mismo. Para empezar, te mostraré la

tienda donde está, ¿de acuerdo?

― Muchas gracias.

Mientras le sonreía a la princesa Rose, Latina se agachó. Luego ella le susurró

a Vint―: Avísale a Kenneth de esto. Estaré bien.

― ¿Woof?

― Luego, ¿podrías buscar a Dale? Él debe estar en el bosque del sur.



― Woof.

Antes de irse, Vint frotó su cola contra Latina, como si dijera que haría lo

encomendado de manera apropiada, causando que la niña soltara una sonrisa

torpe.

El bosque al sur de Kreuz era como un patio de juegos para Vint. A veces él se

escabullía fuera de la ciudad e iba ahí a jugar. Ya que este animal se

comportaba de manera rara mientras jugaba, Dale le advirtió de todo corazón

que los aventureros podrían tratar de matarlo. Por ello, también le dijo: “Si eso

pasara, Latina lloraría mucho”. Vint hizo caso al aviso y se iba a jugar a lo

profundo del bosque, lejos de la ciudad.

Latina no sabía exactamente donde estaba Dale, así que era más práctico

pedirla a Vint que lo buscara, ya que tenía un poderoso sentido del olfato.

— Que animal tan raro.

— Es muy inteligente.

Mientras respondía, Latina volvió a mirar a su alrededor. Estaba buscando algo

diferente esta vez, preocupada de la posibilidad de que alguien las estuviera

viendo. Aunque por ahora, parecía que estaban a salvo.

— Creo que entrar por la puerta este fue algo bueno. Hay mucha gente sin

escrúpulos en la puerta sur. ¿Deberíamos ir por la calle principal…? ¿O

prefieres no ser vista?

— Vaya… —dijo la mujer con sorpresa, para luego soltar otra sonrisa gentil.

— Eludí a mis perseguidores, así que no debería haber problema, pero tal vez

sea mejor el evitar ser vista por mucha gente.

Parece ser que algo realmente malo había pasado.

Con una sonrisa en la cara de Latina un poco rígida, guio a la princesa Rose.

Kenneth los estaba esperando frente al Ocelot, con cara de asombro.

— Volviste de tus asuntos con un recuerdo inesperado…

Estaba claro que Vint había cumplido con su deber y le avisó a Kenneth.

— ¿Vint se fue?

— Sí. No escucha a nadie más que a ti, así que fue buena idea el decirle que

hiciera eso.



Kenneth también pensó que era la opción correcta el llamar a Dale para que

regresara, lo cual reafirmó la decisión de Latina.

— Por ahora, entra. Está vacío ahora mismo.

— Entiendo. Por aquí por favor…

— Gracias.

Mientras la princesa Rose decía eso con una sonrisa, no mostró ningún signo

de desprecio al poner un pie en una tienda como el Dancing Ocelot, que

directamente no tenía la atmosfera de un establecimiento de primera categoría.

Se veía hermosa mientras se sentaba en la dura silla de madera, aunque eso

no encajara con la imagen de una señorita noble.

— Debería contarte acerca de mí antes de que Sir Dale Reki vuelva, ¿sí? Me

disculpo por no presentarme antes. Soy Rose Cornelius. La casa de Cornelius

posee territorios y un alto rango en la corte, pero mi posición es la de una clériga

de Niili, así que no te preocupes por las formalidades —dijo Rose con una

sonrisa, y ya estaba claro que era una gentil y amigable mujer. El templo de Niili

abrió sus puertas a los ciudadanos, y también trataba a los enfermos y heridos.

Tal vez la naturaleza afectuosa y cariñosa de Rose, que no parecía la de un

noble, era resultado de trabajar allí.

— He oído hablar de ti. Eres famosa por ser una clérigo con un nivel

extraordinario de protección divina.

— No es tan impresionante. Solo nací con algo raro, así que destaqué, para

bien o para mal —dijo, tocando su oscuro cabello. Aparentemente era una

peluca— Aunque, en consecuencia, nadie me reconocerá mientras lo oculte—

dijo riendo.

— ¿Para qué necesitas a Dale…?

— Quiero confiarle un mensaje, ya que no estoy asociada a la corte del lord de

esta ciudad.

Aunque Latina estaba muy a la defensiva, Rose no mostró ningún tipo de

descontento mientras contestaba. Ella estaba calmada y mantenía la

compostura.

— ¿Por qué específicamente Dale? Para empezar, no estás en una posición en

la que puedas vagar por tu cuenta — mientras decía eso, había cierto grado de

preocupación en la voz de Kenneth.



Aceptando eso como algo normal, Rose respondió tranquilamente—: El otro día

estuve con la Segunda Lord Demonio.

Con esas palabras tanto Latina como Kenneth se quedaron sin palabras. La

Segunda Lord Demonio era famosa por ser mucho más brutal y despiadada que

los otros seis.

Sin embargo, Rose permaneció en silencio y no explicó más. Considerando las

circunstancias, Kenneth intentó no preguntarle más. Ya que un lord demonio

estaba involucrado, tenía sentido el dejar el asunto en manos de Dale. Así que

Kenneth cambió de tema y pidió a Latina que hiciera té.

Después de haber sido visiblemente sacudida, Latina tardó más de lo necesario

en terminar de preparar el té, a pesar de ser algo que había hecho muchas

veces antes y a lo que estaba bastante acostumbrada. Se quedó en silencio

mientras ponía el juego de té frente a Rose y servía un poco, un humo aromático

se elevó mientras lo hacía. Este silencio incómodo continuó por un rato, hasta

que Dale y Vint regresaron.

Tan pronto como Dale vio a Rose bebiendo la taza de té en el Ocelot soltó un

histérico “¡¿Rose…?!”. Esa reacción fue natural, ya que Vint no le había contado

los detalles. Vint no le prestó atención a Dale y continuó a su propio ritmo, luego

frotó su cabeza contra Latina. Parece ser que quería una recompensa.

— Gracias, Vint. Bienvenido de vuelta, Dale. Esto, aún no estoy segura de los

detalles, pero terminé encontrándome con la señorita Rose…

— Esa explicación no me dice nada…

Latina estaba arrodillada mientras acariciaba a Vint y miraba hacia Dale. Ella

ladeó la cabeza un poco.

Al no saber cómo actuar ante Dale, Rose le dio un saludo informal. Era solo un

gesto casual, pero había cierta clase en él. Ella iba vestida en unas polvorientas

ropas de viajero, pero era obvio que ella formaba parte de una clase social

elevada.

— Ha pasado un tiempo, Sir Dale.

Los dos se conocían a través de la familia ducal Eldstedt. Cuando Dale y Latina

estaban volviendo de su viaje y pasaban por la ciudad costera, Rose iba en

camino a la finca del duque. Y cuando Dale fue a la capital por trabajo, también

se la encontró ahí. Había perdido la oportunidad de burlarse de su amigo, pero

a cambio pudo ver la cara simple de un hombre mientras actuaba de manera

avergonzada delante de ella.



— Cierto… ¿Qué haces aquí?

— A pesar de las apariencias, estoy en problemas… Déjame ir directo al grano.

Fui secuestrada hace un par de días.

Fue una declaración inesperada.

— ¿Eh…? ¡¿Bwah?! —Dale dejó salir una expresión extraña, mientras que

Latina estaba tan sorprendida que se quedó sin palabras. Vint seguía moviendo

la cola, ya que no estaba prestando atención.

— ¿P-por la Segunda Lord Demonio…? —Latina susurró el nombre que Rose

había mencionado antes, pero la mujer negó con la cabeza.

— No. Fueron otras personas, pero sería complicado el investigar quienes

eran… Porque la Segunda Lord Demonio los mató a todos.

— ¿Cómo… está usted bien? —preguntó Latina, su voz era débil.

Ella actuaba así, desde pequeña, cuando algo que tenía que ver con la Segunda

Lord Demonio se mencionaba. Para los que vivían en Vassilios, el país del

Primer Lord Demonio, la Segunda Lord Demonio era una enemiga muy odiada

que había matado a su rey. Dale pensó que tal vez ese era el porqué.

— Un capricho, al parecer. Tengo un atributo de maná… y la Segunda Lord

Demonio encontró eso fascinante.

— Y fuiste liberada luego de eso, ¿sin ningún rasguño?

— Un allegado del Lord Demonio me dejó ir. No conozco los detalles… pero

parecía que ella no le tenía mucha lealtad a su maestro…”

— Los demonios de la Segunda Lord Demonio están gobernados por el miedo.

Son esclavos, y juguetes. No como el Primer Lord Demonio, quien recibía a la

gente que lo ayudaba como sus demonios y vivían todos juntos… —respondió

Latina con monotonía mientras suspiraba, mientras tenía una expresión rígida.

— ¿Latina?

— La Segunda Lord Demonio es aterradora. Cuando mató al Primer Lord

Demonio, hace mucho tiempo, fue sólo porque ella pensó que sería interesante

matar algo que ofreciera resistencia.

“¿Cómo sabes eso…?”

Latina se sobresaltó en respuesta a la pregunta de Dale, y su expresión regreso

a la normalidad. Miró a Dale y parecía un poco triste.



— Me lo dijeron hace un tiempo, donde nací. Me dijeron que la Segunda Lord

Demonio era muy aterradora, así que tenía que ser cuidadosa. Que si me

encontraba con ella me mataría, así que tenía que saber esconderme.

— ¿Tu padre te dijo que…?

— No fue solo Rag. Cuando tenía que ver con el lord demonio… mi madre me

decía más.

— La persona que me liberó dijo algo parecido—dijo Rose, entonces miró hacia

Dale otra vez—. Debido a las circunstancias, no podía dejar que nadie se

enterara de esto. Pensé en usted y llegue a esta ciudad, pero no sabía

exactamente dónde estaba, así que estaba en problemas. Pero de pronto la

Princesa Hada apareció y me ayudó.

— Dale…

Escuchando a Rose usar ese apodo de nuevo, Latina miro directamente a Dale.

Mientras sentía un sudor frío por su espalda, él aparto la mirada.

Desde hace un tiempo, cuando él gritaba a todo pulmón lo bonita que era su

hija, Latina reaccionaría como si estuviera sorprendida. Talvez era porque había

crecido, pero eso lo hacía sentirse un poco solo. Por ello, él había estado

presumiéndola cuando no estaba alrededor, junto con sus usuales

intimidaciones y trato hacia la gente. Aunque él no tenía ninguna intención de

retractarse. Él no sentía que debía mejorar su forma de actuar.

Rose no tenía idea de lo que Dale estaba pensando y continuó hablando.

— Sigo sin saber quiénes me secuestraron, así que no sabía con quién acudir…

así que por eso vine con usted Sir Dale.

— E-entiendo. Si ese es el caso, debe estar muy preocupado… Incluso si envías

una carta en este momento, tomara mucho tiempo para que llegue la respuesta,

¿no? ¿Qué harás hasta entonces?

— Si me pudieras recomendar un lugar para quedarme, para poder esperar la

respuesta. Debería haber muchas posadas para los aventureros por aquí,

¿verdad?

—No sé de lugares que tengan mucha clase para recomendarte…

Dale solo había “usado” el Dancing Ocelot, así que no sabía de ninguna otra

posada en Kreuz.



— Oh, Dios. No llevo mucho dinero conmigo, así que algún lugar barato sería

de mucha ayuda. Me he estado quedando en ese tipo de lugares mientras venía

hacia aquí —dijo Rose, mientras esbozaba una sonrisa.

—Rose… —dijo Dale, mientras suspiraba.

— Wow…— dijo Latina, para luego aplicar un viejo hábito que era muy diferente

a lo usual. Parecía ser que Latina estaba intentando corregir ese infantil hábito,

pero sin importar sus esfuerzos, aún se comportaba diferente cuando estaba

muy sorprendida, así que era difícil el ver una diferencia.

Eso está bien. Es lindo después de todo, pensó Dale.

— No puedo imaginar que haría “él” si supiera que hiciste algo así…

— Bueno, fui secuestrada, así que obviamente no tenía dinero conmigo. Imité

lo que los aventureros hacen y gané algunos ahorros en el camino, pero eso no

fue del todo práctico…

— ¡¿E-espera… que hiciste?!

— Acepté trabajos mientras venía hacia aquí, Ya sabes, cosas como exterminar

bestias mágicas y luego vender lo conseguido. Así es como gané dinero,

¿acaso es tan raro?

— E-este… ¿Dale? —dijo Latina sin poder contenerse, ella estaba visiblemente

perpleja—. La señorita Rose es… una princesa, ¿verdad…?

—Bueno, es la hija de un noble…

—¿Qué pasa? —preguntó Rose con una sonrisa inocente. Por su

comportamiento y apariencia, el apodo “princesa” era más que merecido. Pero

parecía ser que bajo esa apariencia, ella era muy diferente.

— ¿No te metiste en problemas mientras venías hacia aquí?

—No se preocupe, Sir Dale. Silencié a todos los rufianes que me reconocían.

Las expresiones de las personas de alrededor solo expresaban preocupación.

— La opinión general dice que los usuarios mágicos no pueden manejar el

combate cercano, pero cuando se tiene una cantidad excesiva de mana como

yo, se pueden encadenar hechizos simples para poder manejar cosas así.

Dale tampoco tenía que preocuparse de cuánto maná le quedaba cuando

conjuraba hechizos, gracias a su protección divina, así que él entendía a lo que

Rose se refería. Él también usaba mucho maná en hechizos simples para



aumentar su efectividad; algo que no se debería hacer porque es muy ineficiente

para un usuario mágico común, dejando que su rápida invocación arrase con

quien tenga delante.

Aun así, que una mujer, que se veía frágil, dijera eso se sentía fuera de lugar.

Rose era una conocida de Dale, pero era solo porque tenían un amigo en

común, así que no eran tan cercanos. Él no creía que ella era alguien que

tomara decisiones así. Era muy diferente a lo que aparentaba.

Sabía que era una usuaria mágica destacada, pero… pensó mientras

suspiraba.

— En ese caso, ya que está aquí, debería quedarse en el Ocelot... Está bien,

¿no, Kenneth?

—Debería poder conseguirle un cuarto, pero no puedo hacer nada sobre los

clientes alrededor del cuarto.

—Es mejor a dejar que se vaya a otra posada… Y si “él” llega a saber que la

perdí de vista, me matará…

Incluso Dale valoraba las habilidades de su amigo. Prefería evitar su ira y no

terminar metido en líos.

— ¿Tengo lo suficiente?

— Hasta yo puedo pagar lo que piden….

La princesa Rose, que ahora veía el dinero como lo hace un plebeyo, soltó una

sonrisa brillante que iba de acuerdo con su apodo.

Después de todo eso, Rose se quedó en un cuarto en el Ocelot. Ella rara vez

salía de ahí, más que nada porque era consciente de la posición en la que se

encontraba. Las pocas veces que salía, siempre llevaba su peluca oscura.

Debido a las circunstancias ella no podía usar baños públicos, así que usaba el

baño simple que había en la parte de atrás del Ocelot. Bajo órdenes de Latina,

Vint la vigilaba, así Rose se podía sentir segura sin temor a que alguien se le

acercara.

Dejando de lado las restricciones que tenía, Rose nunca se quejaba. Sin

embargo, al ponerse la peluca sobre su cabello mojado era incómodo, y no se

pudo acostumbrar. Por ello, su largo y brillante pelo rosa estaba expuesto

mientras lo secaba. Aunque cuando lo hacía, se aseguraba de antemano de



hacerlo en un lugar donde nadie la pudiera ver. Su cabello destacaba mucho;

después de todo, de ahí venia su apodo.

Ella hacía esto en la parte trasera de la cocina, pero luego se fue a la habitación

de Dale en el ático para enseñar a Latina, ya que era una excelente usuaria de

magia. Parece ser que Rose se había aburrido de estar encerrada en su cuarto.

A medida que Latina se tomaba en serio todo lo que Rose le enseñaba, se volvió

más y más apasionada por enseñarle.

Poniéndolo de otra forma, Rose era una maestra algo intensa. Hasta ahora,

Latina solo había estudiado con los métodos de enseñanza “relajados". Así fue

mientras iba a la escuela, cuando Dale le enseñó magia y cuando aprendió del

maestro Cornelio en Tislow.

Rose, sin embargo, era estricta. No lo era de manera irrazonable, pero ella

exigió disciplina tanto de ella como de los demás a la hora de ejercer el gran

poder conocido como magia.

Actualmente, Latina estaba sentada derecha mientras Rose leía el informe para

el que la niña había escrito la tarea que le asignó ayer.

— Ya veo. Parece que realmente no tienes ningún problema cuando se trata de

las teorías básicas, Latina.

Normalmente, Rose tiene una aire gentil y calmado, pero cuando estaba

evaluando, la persona con la que hablaba no podía hacer nada más que corregir

su postura. Eso era prueba de que tan seria era Rose cuando estaba enseñando

magia.

— Incluso siendo una demonio, fuiste sacada de tu aldea cuando aún eras muy

pequeña, ¿verdad? Tu comprensión de palabras complejas parece bastante

alta, aun considerando eso.

— ¿En serio? ¿Tal vez… es porque los adultos a mi alrededor son muy estrictos

en cuanto a las palabras…? —Latina era mucho menos formal hacia Rose que

la primera vez. La personalidad amigable de Latina era la razón principal de ello,

y Rose no tenía nada en contra de ello. Más que amigas parecían hermanas,

con Rose ayudando con gusto a cuidar a Latina.

La mayor diferencia entre Dale y Rose es que ella sí es estricta cuando tiene

que serlo.

Por lo demás, Latina y Rose se llevan bien.

— En contraste, parece ser que no sabes muchos ataque mágicos.



— Cierto. Dale dijo que eran peligrosos y que no necesitaba aprenderlos, así

que no me enseñó.

— Para gente como nosotros que no podemos enfrentarnos a alguien con

mucha fuerza física, la magia es un importante recurso de defensa. Es verdad

que pueden ser peligrosos si los usas mal, pero eso solo hace que sea que

tengas un profundo conocimiento de él y sepas cómo usarlo correctamente.

El hecho de que Rose y Latina compartieran las mismas afinidades de Luz y

Oscuridad era una gran razón para que Rose fuera su maestra, ya que la magia

que usaban era la misma. Ya que las afinidades de Dale eran Tierra, Agua y

Oscuridad, él no tenía nada más que conocimientos básicos sobre magia de

Luz o la combinación de Luz y Oscuridad.

— Tu especialidad es el control de maná, así que creo que eso incrementa la

cantidad de hechizos que puedes elegir para bajar el nivel de peligro en una

situación complicada.

El control de mana de Latina destacaba hasta para una experta en magia como

Rose.

— ¡Bien! —respondió Latina con una expresión decidida. Talvez era por su

naturaleza, porque aun así se veía adorable.

— Señorita Rose, la purificación es magia sagrada, ¿verdad?

“Sí. También puedes usar magia oscura contra no muertos, pero…

— Te agradecería que me enseñaras… No creo que pueda manejar la magia

oscura…

Latina hizo esa petición ya que desde pequeña odia a los no muertos. Ella tiene

malos recuerdos de toparse con ellos cuando era pequeña, lo cual se volvió un

trauma.

La magia sagrada y oscura eran las únicas que funcionaban contra los no

muertos. Dale solo podía usar magia oscura, así que para lidiar con ellos usaba

esa magia combinada con ataques físicos. Eso significaba que debía acercarse

demasiado a los no muertos y enfrentarlos. Latina quería saber cómo lidiar con

ellos a distancia ya que los encontraba desagradables, así que ese método era

demasiado difícil de manejar.

— Creo que podrías expandir el rango lo suficiente como para eliminar a varios

a la vez.

“¡¿En serio?! ¡Intentaré aprenderlo lo mejor que pueda!



Latina se esforzó mucho en el entrenamiento de magia para superar su trauma.

Al ver a Latina tan felizmente con ese entrenamiento mágico, Dale sintió la

necesidad de hacerle una pregunta un día en la cena:

— Oye, Latina…

— ¿Qué pasa?

— Has estado entrenando muy duro para aprender más magia, pero… no estar

planeando el volverte aventurera, ¿o sí?

Estaba nervioso. Él no podía decir que era una usuaria de magia de primera

categoría, pero sus habilidades ciertamente eran mejores de lo que podía

esperar. Ella era lo suficientemente capaz de ser una aventurera si quisiera,

pero no quería que ella hiciera un trabajo tan preocupante y arriesgado. Como

padre era natural el preocuparse así.

— ¿Eh? Umm… Creo que me gustaría más abrir un restaurante parecido al

Ocelot. Aunque también quiero ir de viaje de nuevo, ver lugares que nunca haya

visto… y también ver a la abuela y a Maya de nuevo.

Dale respiró en señal de alivio.

— En el pasado, solía pensar que me gustaría unirme a ti en tu trabajo, Dale...

—dijo Latina, con una sonrisa un poco problemática y solitaria.

— ¿Eh? —Dale se sorprendió.

— Odiaba ser dejada atrás… así que pensé, si pudiera ir contigo al trabajo, no

tendría que preocuparme por ello. —dijo Latina riendo. Sabiendo que la había

condicionada a eso desde que era pequeña, Dale se sentía mal.

— Lo siento…

— No. No quiero molestarte. —Después de sonreír para evitar el tema, su

expresión cambio repentinamente a una más seria—. Pero ahora que soy más

grande, entiendo que eso es imposible.

— ¿Eh?

— Si te acompañara en tu trabajo... Yo sólo estaría en el camino. Así que decidí

que me quedaría con el fuerte.

— Yo diría que eres muy hábil como usuaria de magia, Latina. No necesitas

menospreciarte así...



Aunque él no quería que se volviera una aventurera, le respondió lo contrario

porque no quería que se viera a sí misma de forma negativa. Quería que ella

considerara su valor más que nada en el mundo.

— No, he llegado a entender lo increíble que eres, Dale. No tengo tanto maná,

o un gran poder para protegerte. Y si las cosas se ponen muy peligrosas, sé

que tu prioridad sería ponerme a salvo más que tu seguridad.

— ¡Por supuesto que lo haría! —Dale respondió inmediatamente. Latina sonrió

ante la reacción esperada de su guardián.

— ¿Ves? Por eso no puedo ayudarte con tu trabajo.

Dale sabía que la había hecho lidiar con mucho y que se sentía sola. Pero Latina

era tan comprensiva e inteligente, desde que era pequeña, y sabía que él la

estaba defendiendo de todo.

— Estoy seguro de que entiendes, Latina.

— ¿Hmmm?

— Escucharte saludarme con un “Bienvenido a casa” me hace muy feliz.

Después de sorprenderse ante las palabras de Dale, una sonrisa gentil se

mostró en la cara de Latina.

— Sí… es cierto. Un lugar donde te alguien te dice “Bienvenido a casa” es

bonito.

— Sí. Por eso tú eres mi fuente de poder…

Mientras se sentía aliviado por la brillante expresión de Latina, en el fondo de

su corazón él pensó, sí que ha estado prestando atención a muchas cosas…

Soltó un suspiro de preocupación, preguntándose por qué todavía había tantas

cosas que ella no podía ver, sobre ella misma.



Capítulo 6 El tiempo del joven con el

infante y la calamidad de la Princesa Rose

Parte 1

A medida que se acercaba el festival de la noche de Ahmar, toda Kreuz tenía

una atmósfera muy bulliciosa e inquieta. Era la fiesta más esperada de la

ciudad. Cada tienda estaba trabajando duro para atraer a los viajeros que

venían al festival. El número de aventureros que visitaban la ciudad también

aumentó, así que en el Dancing Ocelot estaban más atareados de lo normal.

— ¡Hermana Latina!

— ¿Qué pasa, Theo?

— Juguemos —dijo el pequeño Theodore en la parte trasera del Ocelot, pero

Latina hizo una expresión ligeramente preocupada. En ese momento, ella

llevaba en brazos una montaña de sábanas usadas en la posada. Lavar la ropa

era un trabajo duro. Ni siquiera podía usar un artefacto mágico para hacerlo más

fácil. Por ello, mientras ellos podían lavar ropa y cosas así por sí mismo, los

objetos más grandes como las sábanas tenían que ser llevados a un lugar que

se especializara en esa tarea.

En ese momento Latina estaba de camino a dejarlas a ese lugar.

— Lo siento Theo, ahora mismo no puedo.

Ella estaba cargando tanto, que sentía que tiraría todo si perdía la

concentración. Kenneth normalmente se encargaba de ese trabajo, ya que Rita

no podría cargarlo. Sin embargo, Latina podía usar magia para aligerar la carga,



lo que hacía que pudiera cargar más de lo que sus brazos aguantarían

normalmente.

— ¡Juguemos!

— Lo siento, déjame llevar esta ropa sucia, y luego podemos jugar. Solo espera

un poco más.

Theo infló sus mejillas mientras Latina le hablaba.

Theo se ve tan tierno cuando hace eso…

Mientras Latina estaba lidiando con las suaves mejillas del niño, sonrió. Ella no

se dio cuenta de que su comportamiento era fruto de imitar a su querida

hermana mayor.

— ¡Noooo, hay que jugar! —El niño no era razonable, así que hizo un berrinche

y se aferró al delantal de Latina.

— T-Theo, cuidado… —En el momento que dijo eso en pánico, su carga se

aligeró de manera repentina.

— ¡Suéltame!

Theo no paró de jalar y chillar, así que Vint lo agarró del cuello de su ropa con

la boca. Ya que estaba acostumbrado a esto, Vint logró escoger el lugar perfecto

para agarrarlo sin lastimarlo.

— Vint.

Vint movió su cola, como si dijera a Latina “Apresúrate”. Latina se calmó y le

dijo a Theo una vez más—: Lo siento, Theo. Jugaremos cuando regrese, ¿de

acuerdo?”

— ¡Nooooo! —Theo se quejó, su mirada se fijó en su cabello mientras Latina

recogía la ropa sucia y se iba.

Vint bajó a Theo cuando Latina ya estaba a la vista. Dejó caer al niño

bruscamente, pero Theo no lloró.

— ¡Hermana!

Theo se levantó después de haberse caído de espaldas, y trató de ir hacia

donde Latina se dirigía. Pero Vint se puso en frente de él.

— ¡Vi, estás estorbando!

— Woof.



Cuando Theo trató de rodearlo, Vint se volvió a poner en frente. Vint no bajó la

guardia, incluso cuando Theo infló sus mejillas. Desde el punto de vista del lobo,

lo que más importaba en ese momento, era que Latina no tuviera

inconvenientes. La razón del porqué cuidaba a Theo, era porque sabía cuánto

lo quería Latina.

Si algo le pasaba al pequeño niño humano, Latina se pondría triste. Eso debía

ser evitado a toda costa. Por eso, no podía dejar que el niño molestara a Latina

cuando tenía las manos ocupadas, y tampoco podía dejar que le pasara algo

mientras Latina no estaba.

— ¡Hmph! —gruñó Theo con desdén, pero no lloró.

El niño se parecía más a su madre que a su padre. Su cabello era suave y liso,

como era común en los niños, y era de color negro, lo que reforzaba el parecido.

Sin embargo, cuando se trataba de su personalidad, era difícil decir de quién la

había heredado. Ambos padres tenían una voluntad fuerte. Naturalmente, Rita

pensó que Kenneth era un hombre excepcional, y también lo hicieron los

aventureros influyentes que venían al Ocelot. Detrás de su comportamiento

amigable, era un poco duro.

Habiendo heredado muchas cosas de sus padres, algo así no era suficiente

para hacerlo llorar.

Atacó a Vint. El animal lo esquivó con agilidad, luego golpeó al niño, quien había

perdido el equilibrio, con un golpecito de su pata delantera.

Esta vez, el niño lloró un poco.

Sentir una pata en su espalda solo le molestaba más. A Vint no le gustaba que

Theo le preguntara si lo podía tocar, pero no le molestaba empujarlo con una

pata. Cuando Theo se levantó nuevamente, Vint no lo detuvo.

Theo retó a Vint de nuevo, pero su oponente claramente tenía la ventaja.

Siempre que jugaban, Theo caía al el suelo muchas veces y terminaba cubierto

de tierra.

Para cuando Dale apareció en el patio trasero, Theo ya había olvidado su

objetivo inicial y ahora estaba concentrado en jugar con Vint.

Gracias al festival nocturno, el número de aventureros en Kreuz era mayor que

la cantidad de trabajos disponibles. Ese era un problema común en esa época

del año. Como resultado, aventureros con cierto grado de habilidad solo

tomaban los trabajos más difíciles, dejando los demás para quienes no tuvieran

experiencia y necesitaran dinero. Esta regla no escrita era una forma de



cooperación entre los aventureros. Al mismo tiempo, buscar trabajo como loco

en esas fechas solo servía para dañar la propia reputación. Tener mucho tiempo

libre en este momento era una prueba de la propia habilidad.

Dale pasaba su exagerado tiempo libre en el Ocelot.

A lo largo de estos años, siempre que Dale estaba libre, pasaba todo el tiempo

que podía con Latina. Por ello, él no tenía un “tiempo libre” en sí.

Sin embargo, este año, Latina estaba muy ocupada con el trabajo, y su tiempo

libre lo usaba para estudiar magia. Estaba demasiado ocupada para dedicarle

tiempo a Dale.

Aunque sabía que debía alegrarse por verla crecer, aún tenía ganas de llorar

de vez en cuando.

Y así, Dale buscó al niño y al cachorro para matar el tiempo.

— ¿Qué están haciendo…?

— Woof.

— Dale.

Theo llamaba a Latina “Hermana”, pero por alguna razón, él le decía sólo Dale.

Le parecía poco razonable. No podía entenderlo.

— ¿Has estado jugando con Vint?

— ¡Voy a vencer a Vi!

— Tal vez eso sea muy complicado para ti Theo…

— Woof.

Todavía era un cachorro, pero Vint era una bestia mítica, y las bestias míticas

eran aún más fuertes que las mágicas. No era la clase de oponente que un niño

pequeño podría derrotar. Aparentemente, esa era la fuente de la mirada de

autosatisfacción en la cara de Vint.

— ¡Puedo hacerlo!

— Será difícil…

Aun así, Theo siguió insistiendo, así que Dale se encogió de hombros un poco

y recogió un palo que estaba en el suelo. Después de probarlo, miró hacia Vint.

— ¿Estás listo, Vint?



— ¡Woof!

En el instante que ladró, Vint saltó hacia Dale. Él lo esquivó fácilmente, solo

para que Vint volviera a saltar hacia él justo después de caer. Moviendo la parte

superior de su cuerpo lo necesario, Dale esquivó nuevamente el ataque y

después movió el palo. Vint esquivó en el suelo.

Theo vio este espectáculo de ofensiva y defensiva con la boca abierta.

Vint aún era un cachorro. No era rival para Dale por su cuenta, ya que la

diferencia de habilidad entre ellos era muy grande. Eso era precisamente lo que

lo convirtió en el oponente perfecto para ofrecerle a Vint una jugada desafiante.

— ¿Vi es más fuerte que Dale?

—¿Te lo parece?

Dale de vez en cuando detenía los ataques de Vint con la mano izquierda,

mientras que su vara ni siquiera rozaba a Vint. Desde el punto de vista de Theo,

parecía que Vint era el que tenía ventaja. Sin embargo, se veía así porque

estaban “jugando,” ninguno de los dos estaba usando su verdadera fuerza. Si

estuvieran peleando en serio, uno de ellos terminaría gravemente lastimado.

Obviamente no se lastimarían lo suficiente como para poner en peligro sus

vidas, y de todos modos existe la magia de curación. Esa era la menor de sus

preocupaciones.

Si uno de los dos se lastimaba, Latina se enteraría, y probablemente serían

regañados. Tendrían que sentarse juntos mientras Latina les hablaba con las

manos en las caderas. Eso estaba bien. Bueno, no tanto, pero era manejable.

El verdadero problema era cuando se enojaba, ya que les dejaría de hablar por

un tiempo. Eso tenía que ser evitado a toda costa.

Jugó con Vint durante un tiempo, pero él sabía que era un animal muy sensible,

así que no podían continuar por más tiempo. Era importante que terminaran

antes de que Vint se excediera.

Dale miró hacia Theo. El niño había recogido una vara pequeña y se puso a

imitar a Dale como pudo.

— Ten cuidado de no golpear a alguien mientras giras, Theo.

— ¿Eso es malo?

— Si los golpeas, dolerá. No deberías hacer a otros lo que no quieres que te

hagan —advirtió Dale—. Cuando seas más grande, te enseñaré a usar una

espada… —dijo Dale, preguntándose si Kenneth debería ser quien le enseñara.



Aun así, pensó que sería muy complicado para un niño pequeño practicar lo

básico con un hacha. No era como si Kenneth no supiera usar una espada, pero

Dale no podía imaginarlo usando nada que no fuera un hacha de guerra. Solo

imaginarlo se sentía incorrecto. Parecía ser que las impresiones eran algo

poderoso.

Mientras Dale miraba a la distancia pensando en esas cosas, el cachorro tiró la

vara de la mano del niño con su cola, luego lo tiró a él.

Al día siguiente, Dale le hizo compañía a Theo.

Dale caminó por la ciudad con el niño pequeño bajo el brazo, sus extremidades

agitándose mientras gritaba. No sería extraño que alguien llamara a los guardias

en cualquier momento. Pero viendo la postura del hombre y escuchando lo que

el niño gritaba, decidieron que no era necesario reportar eso, la gente entendía

el problema.

— ¡Yo quiero a mi hermana, no a Dale!

— Lo siento, pero soy lo único que tienes.

— ¡Quiero ir con mi hermana!

— Latina está trabajando.

— Woof.

— ¡Nooo!

Dale, junto con el cachorro, se dirigían hacia el parque en el centro de Kreuz.

Theo había estado de mal humor porque Latina estaba muy ocupada

trabajando. Quería que su adorada hermana mayor le prestara atención, pero

ella le decía que no podía jugar con él porque en la tienda estaban muy

atareados. Además, también estaba “estudiando” y hablando con clientes. No

era justo que no jugara con él. Si ella tenía tiempo para hablar con los clientes,

entonces debería poder jugar con él, ¿cierto? Eso fue lo que Theo pensó. Jugar

con Vint era divertido, pero él quería que su querida hermana mayor lo mimara

más.

Llegaron al parque, donde había mucha gente que estaba disfrutando su tiempo

libre. Vint movió la cola al ver todo el espacio que había.

— Vint, nada de magia. Y no hagas agujeros al azar.

— Woof.

— Le contaré todo a Latina después.



— ¡Woof!

Esa era una respuesta favorable. Dale pensó que Vint no le prestaba atención,

pero sería su perdición si se enojara por ello.

Vint sólo escuchaba las órdenes de Latina. Puede que no tuviera la intención

de darle órdenes, pero Vint siempre obedecía sus peticiones, por lo que en

esencia era lo mismo. Sin embargo, Vint tenía algo de respeto hacia Dale y

Kenneth a su manera. Esto era porque Latina los respetaba y Vint reconoció

que eran más fuertes que él. Para su sistema canino de valores, él los veía

como superiores.

Él era un animal muy inteligente, así que entendía lo que se le decía.

Sin embargo, dentro de la jerarquía de los residentes del Ocelot, Rita iba

después de Latina. Él no seguía sus órdenes, pero sí prestaba atención cuando

ella le hablaba. Tal vez era porque vio que los hombres del Ocelot no eran

rivales para ella.

Dale bajó a Theo en el pasto, y el niño se escapó corriendo. Dale sonrió un poco

mientras miraba al pequeño, y comenzó a divagar.

Oh, cierto, Yorck tendrá a su segundo hijo pronto… ¿Qué debería enviar como

felicitación…?

Parece ser que su hermano menor se llevaba bastante bien con su esposa,

Frida. Las cartas que enviaba de vez en cuando a su aldea natal no eran sólo

para reportar sobre cómo les iba, también servían como reportes sobre el

estado del mundo. Cuando regresaron con sus errores de gramática y sintaxis

señalados en rojo, lo molestó un poco. Fue su abuela quien lo hizo.

Vint recogió una vara de algún lugar y se la llevó a Dale, y luego la lanzó. Vint

la atrapó mientras Theo miraba, y luego movió la cola, parecía que estaba feliz

consigo mismo. Como odiaba perder, Theo infló sus mejillas y luego se miró

motivado.

¿Está bien?

Jugar y competir con un perro puede ser bueno para la educación de un niño

pequeño, pero hacerlo con una bestia mágica todos los días puede haber sido

un poco excesivo.

Bueno, sus padres nunca lo han impedido, así que… Supongo que está bien.

Dale lanzó la vara de nuevo y miró a la pacífica vista de los otros dos yendo por

ella.



Al poco rato, llevó al ahora cansado Theo a la sombra de un árbol. Cuando el

niño comenzó a quedarse dormido, Dale lo cargó como si estuviera

acostumbrado a ello, y luego Theo se durmió.

Vint estaba corriendo por el parque haciendo lo suyo, sólo para parar

repentinamente y oler el aire un par de veces. Justo cuando Dale se dio cuenta,

el cachorro salió corriendo hacia algún lado.

— ¡Dale! —escuchó después. Vint debió ir a saludar a Latina. Ella se dirigía

hacia él, mientras llevaba una cesta en la mano.

— ¿Está bien que no estés trabajando?

— No siempre estoy trabajando —respondió Latina mientras reía, luego se

sentó al lado de Dale. Ella miró al Theo durmiente mientras sonreía—. Le traje

un bocadillo a Theo, pero está durmiendo tan tranquilo que no deberíamos

despertarlo.

— Podrías dormir en cualquier parte, también…

— Ya no hago eso.

— Eso es verdad.

Latina infló sus mejillas un poco, no porque estuviera molesta, sino porque

estaba avergonzada. Dale se alegró al ver que conservaba ese hábito infantil,

a pesar de lo mucho que había crecido.

— De verdad eres tierna, Latina…

— ¿¡Por qué me dices eso de repente!?

— Ver a Theo, me hizo recordar lo mucho que te esforzabas.

Luego acarició la cabeza de Latina como solía hacer cuando ella era más

pequeña, Latina se veía algo confundida. Puede que no haya sido apropiado

hacer eso con una chica de su edad.

Ese es un pensamiento triste…

¿Encontrará molesto estar con él? ¿Él es el único quien se siente solo? ¿Los

niños estaban destinados a dejar atrás a los adultos sentimentales a medida

que crecían?

Latina lo miraba con sus grandes ojos grises, con una expresión confusa.

— ¿Ya hiciste planes para el festival nocturno…?



— Sí. Nos veremos en la casa de Chloe. Regresaremos tarde, así que regresaré

después de regresar a Sylvia y Chloe a sus casas.

— ¡¿Vas a ir a sus casas…?!

— Sería peligroso dejarlas ir solas tan tarde. He estado estudiando magia

defensiva, y habrá muchos guardias y aventureros trabajando como seguridad,

así que estaré bien.

No podía negar lo que ella dijo. Era verdad que ella poseía una capacidad de

combate superior al de sus amigas. Pero ella no tenía un fuerte sentido del

peligro.

— ¿Q-Quizás debería ir a recogerte?

— Está bien. Ya no soy una niña pequeña.

Precisamente por eso estaba preocupado. ¿Por qué no lo entendió?

Sin embargo, él se estaba resistiendo a contarle a Latina acerca de los peligros

de los hombres del mundo. Si ella comenzaba a verlo también como algo

repulsivo, no volvería a ser el mismo. Eso lo destruiría. La mirada fría de Latina

podría cortarlo y lastimarlo mucho más que cualquier espada mágica jamás

hecha.

— Es una decisión difícil… —murmuró sin pensar.

— ¿Hmmm? —Latina ladeó la cabeza, perpleja.

Sin embargo, decidió que quería criar a Latina para que fuera honesta y pura.

— No es nada… Ah, cierto, parece ser que Theo se despertó —tratando de

cambiar de tema, dirigió la atención de Latina hacia Theo, quien comenzó a

moverse.

— ¿En serio? ¿Estás despierto, Theo?

— ¿Hrngh…? ¿Hermana? —sus ojos se abrieron rápidamente, y al darse

cuenta de que Latina estaba ahí, se acercó a ella para que lo abrazara. Mientras

tanto Latina estaba feliz de poder mimarlo—. Hermana.

— ¿Qué pasa, Theo?

Más que responder, Theo se limitó a reír.

Mientras Dale los miraba, Vint frotó su cabeza contra él.

— ¿Qué pasa…?



— ¡Woof!

— No es como si estuviera celoso de Theo o algo así.”

— Woof.

Dale pasó sus dedos por el pelo gris del cachorro mientras lo miraba. Mientras

tanto pensó en su posición como padre de Latina, siendo incapaz de responder

mientras sus dudas giraban en su mente.

Parte 2

Ese cliente se quedó en el Ocelot hasta unos días antes del festival nocturno de

Ahmar.

Cuando la puerta se abrió y un joven entró, el ajetreo de la tienda se detuvo por

un momento. Mientras miraba la tienda, los clientes se pusieron nerviosos.

Tenía una apariencia refrescante y ordenada. Aunque parecía tranquilo, el traje

de viaje que llevaba estaba desordenado. Era la prueba de que se había dado

prisa.

— ¡Bienvenido!

Los clientes se alteraron un poco porque se dieron cuenta de que este joven

desconocido era muy hábil, pero la adorable camarera de la tienda le saludó

como siempre, totalmente tranquila. Después de una reverencia corta, ella se le

acercó con una sonrisa y dijo—: Esta es tu primera vez aquí, ¿verdad? ¿Has

estado antes en Kreuz?

— No…

Esa sonrisa de Latina se congeló al escuchar lo que el hombre dijo después.

Sus ojos azules como el hielo se abrieron un poco más por la sorpresa, y

murmuró—: Así que tú eres la Princesa Hada que Dale mencionó…

Latina se volteó con una sonrisa forzada hacia Rita, quien contenía su risa con

una cara de póquer.

— Rita, está bien si me enfado con Dale, ¿no?

— Sí. Haz lo que tu corazón te dicte —respondió Rita con una sonrisa, y todos

los clientes que miraban también sonrieron.

Era una especie de entretenimiento el ver que alguien se metía en problemas,

mientras no hubiera daños colaterales.



Había impaciencia en el aire, nadie era capaz de decir nada mientras la veían

ir hacia la cocina, donde estaban las escaleras que daban hacia su cuarto. Sus

pasos sonaban un poco más fuertes de lo normal.

El joven se quedó atrás, sin entender lo que estaba pasando.

Después de un rato, Dale bajó a la tienda, se veía un poco molesto.

— ¿Qué pasa…?

— Esto es tu culpa, ¡lo dijiste en voz alta! —Dale gritó con furia.

Dale también tenía la culpa por sonreírle a su tierna hija con las mejillas infladas

mientras lo regañaba. Eso hizo enojar mucho a Latina, forzando a Dale suplicar

perdón de rodillas. De ese modo él logró conseguir el perdón de Latina.

Sin embargo, él evitó decir “no lo vuelvo a hacer” mientras negociaba de manera

desesperada. Después de todo, no quería mentirle a Latina. Y ya que no tenía

intención de cambiar en ese sentido, no le fue tan complicado conseguir un

arreglo.

— Aun así, llegaste muy rápido, Gregor. ¿Corriste hacia aquí justo después de

leer la carta?

— Sí. Puedo ir bastante rápido si solo viajo yo.

Gregor se sentó en una esquina del Ocelot, mientras esperaba pacientemente

a Dale sin prestar atención a la gente que lo miraba.

El aura que Gregor desprendía era la de un guerrero. No era de extrañar que

los clientes del Ocelot lo voltearan a ver, de vez en cuando, con gran interés.

Además de su obvia facha de aventurero especializado, Gregor también era un

espadachín lo suficientemente hábil para atraer la atención de los profesionales.

También se dio cuenta de que los clientes de la tienda eran bastante hábiles.

Por dentro, estaba muy sorprendido. Incluso en la capital, no te encontrarías

con gente tan talentosa muy a menudo. Una vez más se dio cuenta de que

Kreuz era una de las más grandes ciudades de la nación gracias a su habilidad

para atraer viajeros y aventureros.

— ¿Rose está bien?

— Está en una habitación en el segundo piso ahora mismo. Escuché los

detalles, pero… ¿realmente fue secuestrada?

— El carruaje en el que iba hacia la capital fue emboscado. La familia Cornelius

no es tan rica, así que solo la acompañaban unos pocos guardias y sirvientes…



Aparentemente, los atacantes habían estudiado la personalidad de Rose.

Primero tomaron como rehenes a sus acompañantes.

— Ah…

No había creído que la Princesa Rose se dejaría secuestrar tan fácilmente, pero

eso lo explicaba.

La familia Cornelius era una familia de vizcondes, haciéndola de menor

categoría comparada a la familia ducal Eldstedt, a la que pertenecía Gregor. Sin

embargo, ambas interactuaban porque sus tierras estaban juntas y porque la

familia Eldstedt era el cliente principal de los productos únicos de la tierra que

la familia Cornelius poseía. Así es como las dos familias estaban conectadas.

Con el nacimiento de Rose, quien tenía un atributo de maná y una inusualmente

fuerte protección divina, el vínculo entre las familias creció más. Ya que ellos

eran sus padrinos, Rose recibió el reconocimiento de la familia del duque. Esto

era esencial para el duque Eldstedt. Era de vital importancia que no se entregara

a una mujer tan bella y con un gran poder mágico a un enemigo político, y por

ello decidió mantenerla cerca para evitar problemas futuros.

Esas eran las circunstancias alrededor de Gregor y Rose. El aprecio de la

hermana mayor de Gregor por Rose, que era como una muñeca adorable,

también era parte de la razón por la que se habían conocido. Se habían visto a

menudo desde que Gregor era un niño.

— Bueno, supongo que querrás comprobar si Rose está bien de primera mano,

¿no? Le diré a Latina que la lla---

— No, yo iré. Dime dónde está su cuarto.

— No… no, no, no. Eso sería malo, ¿verdad? ¡Piensa en la reputación de Rose!

¡Sería un problema, incluso si no haces nada!

La joven princesa viendo a un hombre en un cuarto cerrado… Si se llegara a

saber, sería más que suficiente para hacer un escándalo. Y si también se sabía

que ese hombre era parte de la familia del duque Eldstedt, se volvería un

problema muy complicado.

— Mientras no digas nada, la reputación de Rose no se verá dañada, ¿verdad?

No había ni el menor rastro de que Gregor estuviera bromeando, él veía a Dale

de manera fría con sus ojos azules como el hielo, diciéndole que lo eliminaría si

decía algo que no debía.



Mientras el sudor recorría su espalda, Dale pensó: siempre me criticas de

manera fría, llamándome tonto por poner a Latina encima de cualquier cosa,

pero no eres quién para hablar.

Luego le dijo a su amigo—: La habitación de Rose está en el segundo piso, justo

al final de las escaleras, pero… no necesitas que te acompañe, ¿verdad? ¿Sí?

Con una sola mirada de Gregor, Dale decidió que tenía que hacer, estaba

cabizbajo, y sus hombros cayeron mientras veía a Gregor subir las escaleras

hacia el segundo piso.

Preocupado por Dale, Latina le llevó un vaso con agua. Ella acababa de estar

enfadada con él, pero su amabilidad se impuso al final.

— Dale, ¿está todo bien?

— Sí, probablemente estará bien, ¿verdad?

Ambos estaban preocupados por alguien diferente, pero sin prestar atención a

esos detalles, Dale murmuró inusualmente una oración a los dioses.

Solo por escuchar el golpe en la puerta, Rose sintió quién estaba al otro lado.

La sorpresa casi hizo que dejara caer el libro prestado que tenía en la mano.

Probablemente él mismo no se dio cuenta, pero Gregor había dudado por un

momento. Desde que eran jóvenes, él siempre deseaba verla, lo que le llevó a

este hábito que ahora le es familiar.

— Rose.

En el momento en el que escuchó su voz, Rose saltó hacia la puerta. Era fácil

de abrir, pero su corazón ansioso hizo que su mano temblara.

— ¡Sir Gregor…!

Su voz tembló al abrir la puerta y lo vio parado allí.

— Estoy feliz de que estés bien, Rose— Ninguna emoción se mostró en la cara

de Gregor, pero había un tono gentil y aliviado en su voz.

— ¡Sir Gregor! —Rose gritó, abalanzándose en los brazos de Gregor— Sir

Gregor, yo… yo…

—Estoy feliz de que estés bien…

Mientras abrazaba a Rose con sus hombros delgados y temblorosos y sus ojos

llenos de lágrimas, Gregor cerró la puerta en silencio con su mano libre.



Para Rose, Dale era sólo un conocido. No importa cuán asustada, herida y

demacrada haya estado por haber sido secuestrada y haberse encontrado a la

Segunda Lord Demonio, quien era la encarnación del mal, ella no se mostró

débil ante Dale. Eso era prueba de lo orgullosa que era, pero sabía que no

estaba bien.

Al tener a Gregor frente a ella, quien era cercano y confiaba en él desde que

eran niños, soltó todo lo que había estado guardando de manera repentina.

No podía hablar; simplemente se aferró a Gregor y lloró.

Gregor conocía muy bien a Rose. Sabía que ella no había podido llorar y había

sostenido todo lo que llevaba dentro hasta ahora. Por eso había insistido en

visitar su habitación él solo.

Él la abrazo gentilmente, acariciando su cabello rosado único, el cual le había

dado nombre.

Al poco tiempo, miró a Gregor con sus ojos azules, llenos de lágrimas, solo para

volver a mirar hacia abajo inmediatamente.

— Por favor perdóname. Eso fue descortés.

— No tienes porqué fingir conmigo.

Con esas amables palabras, sus lágrimas comenzaron a fluir de nuevo, y se las

secó apresuradamente con los dedos.

— Por favor espere un poco más, Sir Gregor. A este paso, no solo no podré

hablar… Ni siquiera podré verlo a la cara.

— No tienes porqué forzarte.

— Eso no está bien. Además, le he causado a Dale bastantes problemas… Ya

que pasé por todo eso, mi deber es contar lo que pasó —dijo Rose sin dudar,

recuperando la compostura. Gregor la soltó e hizo una sonrisa un poco torpe,

teniendo cuidado de que no lo viera. Ella era una chica noble que parecía una

hermosa flor, coincidiendo con su nombre. No quería hacer nada que pudiera

dañar su orgullo.

— Voy a hablar con Dale un rato. Cuando estés lista, llámame, ¿sí?

— Sí.

Luego de oír su respuesta, Gregor bajó al primer piso.



En el bar, Dale estaba esperando junto con Latina mientras bebían té. Parecía

aliviado al ver a Gregor.

— ¿Qué pasa?

— No es nada.

Sin preguntar el porqué de la reacción de Dale, Gregor se sentó frente a él.

— Rose dijo que quiere hablar cuando se calme. Me gustaría que estuvieras

ahí, ¿pero tienes un lugar que podamos usar?

— ¿Qué tal en mi habitación? Tal vez no sea no sea muy lujoso, pero no habrá

problema de que alguien nos escuche si hablamos ahí.

— Suena bien.

— Está todo desordenado ahora mismo, así que iré a limpiar.

Mientras Dale se levantaba, Latina parecía nerviosa.

— Dale, yo lo---

— Estás ocupada con el trabajo, y de todas formas no tardaré tanto.

A Latina le gustaba tener todo en orden, así que ponía especial cuidado en su

limpieza para asegurarse que el ático donde vivían no estuviera sucio. Pero,

como era un lugar privado, había señales claras de que estaba habitado. Incluso

si Gregor era un amigo, se debían esconder algunas cosas si alguien iba a

visitarlo.

Después de que Dale se fuera, Latina corrió hacia la cocina. En poco tiempo, le

llevó una taza de té fresco a Gregor. Después de ponerlo en la mesa, ella dio

una reverencia rápida y se disculpó diciendo—: Perdón por lo de antes.

Gregor pensó un momento antes de entender a lo que se refería.

— No te preocupes. Fue muy grosero de mi parte. Es solo que Dale se refiere

a ti como su “Princesa Hada, la más tierna del mundo” sin contenerse ni un

poco. Lo dije sin pensar.

— …Dale…

Gregor sintió un ira palpable proveniente de la expresión adorable de Latina.

Interesante…

Él ya estaba harto de escuchar a su amigo hablar todo el tiempo acerca de ella,

así que esto servía como venganza.



Era algo emocionante, ver a su amigo ser demacrado por los regaños de esta

niña. Deseaba poder mostrarles esto a los guardias del castillo, quienes lo veían

como un héroe.

— El otro día, él finalmente te presumió ante mi padre.

Latina dio un suspiro y luego recuperó la compostura. Se dio cuenta de que no

tenía sentido el actuar enojada ante Gregor. Parece ser que tendría que hablar

con Dale un poco más acerca de esto.

Rita escuchó su conversación sin querer, y luego puso una expresión bastante

tensa.





Rita estaba familiarizada con el trabajo de Dale. Ese joven era cercano a Rose,

quien era una noble, aunque de baja categoría y tenía más o menos la edad de

Dale. Era capaz de adivinar quién era Gregor, y como resultado, también era

consciente quién era el padre de Gregor.

— Ese idiota… No sabe cuándo contenerse…

Por cierto, dada toda esta cadena de eventos, Dale dijo—: ¡Yo resistí! ¡Resistí

cinco años sin decir nada!

Aparentemente, con esa declaración concluyó su período de resistencia. La

razón más grande era que la hermana mayor de Gregor dio a luz, y el duque lo

presumía cada vez que podía. Dicho esto, nadie más estaba preocupado por

eso.

— He oído hablar mucho de ti por Dale. Dice que eres su compañero de armas

de más confianza… Mucho gusto, soy Latina. Perdón por la tardía presentación.

— Soy Gregor Nakiri.

— Es un apellido inusual.

— Es de una nación que está muy al este.

Gregor no le había dicho un apodo. De hecho, él sabía que el nombre de la

familia Eldstedt era muy importante, así que usaba el apellido de soltera de su

madre cuando viajaba.

Latina sonrió mientras pensaba en el apellido de Gregor, tenía una

pronunciación diferente que no le era familiar. Fue una sonrisa lo

suficientemente deslumbrante como para hacer pensar a Gregor que Dale no

exageraba en cuan tierna era esta niña.

— Aun así, estoy sorprendido…

— ¿Eh?

Latina dejó de servir el té claro, que había calculado cuidadosamente, e inclinó

la cabeza. Gregor puso una sonrisa torpe al ver eso.

— Por lo que Dale me ha dicho acerca de ti, pensé que eras una niña.

— Ya veo…

— De hecho, han pasado varios años desde que me habló por primera vez de

ti… Es obvio que hayas crecido tanto.

— Aunque Dale aún me ve como a una niña a la cual no puede perder de vista…



Como esta era la primera vez que veía a Gregor, Latina tenía una expresión

más seria y formal de la acostumbrada. Como resultado, tenía un aire más

maduro de lo que su edad sugería. Siempre había sido muy lista, así que sabía

exactamente cómo actuar en cada situación. Pero si bajaba la guardia, su

apariencia infantil sobresaldría demasiado. Como era la primera vez que Gregor

trataba con ella, y él no conocía bien a Latina, dio la impresión de ser una chica

más madura, tranquila y educada de lo que él había esperado.

La taza de té que Latina le había ofrecido era simple, pero el aroma que

emanaba era muy bueno. Mientras bebía, incluso él se sintió tan satisfecho que

se le hacía complicado creer que algo así fuera servido en la parte más simple

de la ciudad. Claro que no se comparaba con lo que se servía en la casa del

duque, pero el sabor era un testimonio del cuidadoso escrutinio del dueño de la

tienda. Gregor pensó que debía ser un chef muy hábil.

Y pensó lo mismo de la chica que estaba frente a él. Por la forma en que

manejaba el juego de té, se dio cuenta de que ella conocía muy bien sus

modales. Su belleza estaba fuera de lugar en esa taberna. No quería aceptarlo,

pero ahora entendía por qué su amigo se había vuelto tan patético.

Aunque estuviera entre las señoritas nobles de la capital, seguiría destacando.

Su brillante y glamoroso cabello de platino robaría las miradas de los que la

rodean más que cualquier gema o joya de oro.

Además de su bella apariencia, tenía un aire de una flor silvestre, con una suave

calidez que calmaba el corazón. Estaría bien si alguien así estuviera en la corte

imperial.

Ahora que lo pienso, él siempre dice eso…

Dale siempre dice cosas como ¡No tengo la cantidad suficiente de Latina para

calmarme! ¡Déjame regresar! ¡Necesito regresar con ella, aunque sea solo un

momento! Y aunque trató de olvidarlo, Gregor no pudo evitar recordar lo patético

que se veía Dale cuando estaba muy tenso, cuando murmuraba el nombre de

su hija mientras afilaba sus armas.

Era aún más deplorable que, estando en esa condición, Dale fuera más

eficiente. No era como si nunca hiciera nada, pero cuando tocaba fondo, él daba

todo de sí para poder regresar a casa un poco más temprano.

Para empezar, incluso desde el punto de vista de Gregor, que pertenecía a la

familia Eldstedt, conocida por entrenar gente muy hábil, Dale era digno de

grandes elogios. Dejando de lado esa rara habilidad que lo volvía un “héroe”,

era un maestro tanto en la magia ofensiva como defensiva, sobresalía tanto con



la espada como con el arco, y era muy hábil para adaptarse a cualquier situación

inusual en la batalla, haciéndolo digno de admiración incluso en Laband, donde

también se entrenaba a gente para dominar magia defensiva y ofensiva.

Algunos nobles lo despreciaron al principio por su nacimiento, burlándose de él

como un patán. Sin embargo, Dale se quitó ese prejuicio con sus elogios y su

decoro perfecto. Derrotó a esos nobles de alta sociedad cuidando su manera

de tratar a las personas de menor rango al suyo. Eso, por supuesto, le ganó

algo de resentimiento, pero eso se vio abrumado por los aplausos de los otros

nobles.

Aquellos que solo se podían valer del orgullo de su linaje, no se podían

comparar a la habilidad de Dale. Y como odiaba perder, no se contentaba con

dormirse en los laureles y confiar sólo en sus habilidades.

Precisamente por eso Gregor encontraba las excentricidades de su amigo tan

lamentables. Pero desde que comenzó a vivir con su hija adoptiva, Dale ya no

se veía tan emocionado al pelear. Mientras no estuviera peleando, parecía que

tuviera algo más de dignidad.

La evaluación que el duque le había dado se había elevado con el paso de los

años, y no había nadie en el castillo que no supiera cuánto confiaba en Dale

Reki.

Gregor no podía decir que todo eso fuera malo.

— ¿Sabes algo del trabajo de Dale? —preguntó, recordando que la chica de

enfrente era de otra raza.

— No. Dale dice que tiene que ver con algo secreto, así que no le pregunté.

Al oír esa respuesta, Gregor decidió que era mejor no contarle lo que Dale

hacía.

No era ningún secreto que Dale tenía un contrato con el duque para eliminar

señores demonios y a sus subordinados. Sin embargo, ya que su amigo había

decidido no contarle acerca de eso, decidió respetar esa decisión. Después de

todo, su trabajo consistía en eliminar miembros de la especie de Latina.

Fue entonces cuando Dale apareció de nuevo, interrumpiendo la conversación.

— Perdón por la demora, Gregor. Es un poco estrecho, pero mi habitación está

por aquí —dijo Dale, señalando hacia la cocina—. No hiciste nada inapropiado,

¿verdad, Latina? —dijo Dale. Sus palabras encajaban perfectamente con las de

un padre.



Sin cambiar su expresión, Gregor le preguntó—: ¿qué pasaría si dijera que lo

hizo?

— Sabría qué hiciste algo que no debías.

— Lo que imaginaba.

Gregor esperaba ese tipo de respuesta.

Después de hablar con su amigo, Dale se volvió hacia Latina.

— Latina, ¿podrías llamar a Rose?

— Sí. ¿Debería llevar un poco de té después de eso? Si todos van a estar

hablando, estaría bien, ¿verdad? ¿Podrían esperar a que lo lleve?

— Sí, esto puede llevar algún tiempo… Gracias, aceptamos la oferta.

— ¡Déjamelo a mí!

Escuchando esa conversación, Gregor se dio cuenta de que los dos realmente

tenían una relación armonios. Ni siquiera se dio cuenta que sonrió, pero Dale

sí.

— ¿Y esa sonrisa?

— No es nada… Estaba pensando que realmente es una jovencita decente, a

pesar de haber sido criada por ti —dijo Gregor tratando de ocultar su vergüenza.

— ¡¿Ah, tú también?!

Él hermano menor de Dale también le dijo algo parecido, pero Gregor no tenía

forma de saber eso. Por el momento, se las arregló para reabrir las viejas

heridas de Dale.

Parte 3

La habitación donde vivían Dale y Latina estaba decorada al estilo de la aldea

natal de Dale, lo cual era raro para Rose y Gregor, que eran nobles de Laband.

Con el agregado de los accesorios y demás cosas que Latina había puesto,

ahora tenía una sensación más agradable que cuando Dale había vivido allí

solo.

Rose ya había estado ahí antes, cuando iba a enseñar magia a Latina, así que

se sentó, ya acostumbrada. Gregor dudó por un momento, pero luego siguió el

ejemplo de Dale y se sentó también.



Después de un rato, Latina trajo un juego de té. Latina silenciosamente entregó

el té y luego regresó abajo. Rose le dio un sorbo a su té y después contó lo que

le había pasado.

Rose trabajaba en un templo así que no se topaba con la alta sociedad tan

seguido. Ella pasaba sus días en las tierras de su familia o viajando para ofrecer

sus condolencias a petición del templo. Su hermosa y rara apariencia

prácticamente eran el símbolo del templo de Niili. La fuerte impresión que daban

Rose y su magia curativa a la gente del pueblo también era de vital importancia

para el templo, ya que este también hacia de clínica.

La familia Cornelius a la que Rose pertenecía no era tan prestigiosa. De esa

manera, Rose normalmente no sería muy útil para un matrimonio político. Sin

embargo, su valor personal y sus talentos eran sobresalientes.

Rose era consciente de su posición y del hecho de que valía más de lo que su

familia podía manejar, así que se dedicó únicamente a su trabajo en el templo.

Cuando estaba yendo al trabajo, su carruaje fue emboscado. Junto con ella iban

su mayordomo, un joven chofer, un soldado contratado por el templo para hacer

de guardia y una sirvienta.

Cuando fueron rodeados por bandidos, su sirvienta entro en pánico. Puede que

haya sido una ayudante adecuada, pero a fin de cuentas era solo una chica de

campo que había pulido sus modales para servir a la familia Cornelius. No es

como si estuviera preparada para lidiar con una situación de emergencia.

Gracias al pánico, ella fue tomaba como rehén.

A cambio de la vida de sus subordinados, Rose accedió a seguir las órdenes de

los bandidos. Esa decisión la tomó ya que sabía que su meta era secuestrarla,

así que su vida no estaría en peligro inmediato. Rose dejó claro que se quitaría

la vida si hicieran algo para deshonrarla, así que los bandidos actuaron más o

menos caballerosamente.

Incluso ahora, Rose no sabe cuál era el objetivo de los bandidos. Lo más

probable es que quisieran negociar con su tutor, el duque Eldstedt. La familia

Cornelius no era lo suficientemente “jugosa” como para tenerla como objetivo,

y ya que dejaron ir a sus subordinados para que avisaran a la familia Cornelius

del secuestro, ella sintió que ese crimen lo planeó una organización grande.

Los bandidos transportaron a Rose y a su criada a una pequeña y remota aldea.

— ¿Estás bien, Lily?



Rose estuvo preocupada por su sirvienta todo el tiempo. Tal vez la mujer fuera

solo una pueblerina quien carecía de tacto, pero Rose todavía se preocupaba

mucho por su sirvienta, que también tenía nombre de flor.

Por fuera Rose prestaba atención a las indicaciones de los bandidos, pero todo

el tiempo buscaba una oportunidad para escapar. Aunque le quitaran su

herramienta mágica, no tenía ningún inconveniente para usar magia.

Los bandidos se dirigieron hacia el edificio más lujoso de la aldea, que

probablemente fue una vez la villa de un rico comerciante. Si hubieran notado

que la aldea estaba demasiado tranquila incluso para su tamaño, las cosas

podrían haber sido muy diferentes.

Cuando entraron a la mansión, vieron a una joven soltera. Estaba sentada en el

barandal de unas escaleras, llevaba unos zapatos esmaltados, y estaba

balanceando las piernas bajo su falda. Tenía una apariencia inocente, un

cabello largo y rubio y unos ojos azules grandes, dando la apariencia de una

muñeca muy cara. Para colmo, llevaba en su esbelto cuerpo un atuendo poco

práctico y extravagante.

Según los estándares humanos, parecía una preadolescente. Dicho esto, ella

tenía unos cuernos blancos sobre su cabeza, dejando claro que era un demonio.

En el momento en que Rose la vio, un escalofrío indescriptible corrió por su

espina dorsal. Su presencia allí era algo más que antinatural: era francamente

espeluznante.

Lo que sintió marcaba la diferencia entra ella y los bandidos, lo que tal vez fue

decisivo para lo que pasó después.

— ¿Qué estás…? —dijo uno de los hombres mientras se acercaba a la chica.

Al instante siguiente, el hombre cayó al el suelo de una manera poco natural.

Sus extremidades y cuello estaban apuntando a direcciones imposibles. Antes

de cualquiera pudiera registrar lo que estaba pasando, ya había sangre

esparcida por todo el suelo.

Con una sonrisa brillante que mostraba que se estaba divirtiendo, la niña rubia

hizo un gesto con los objetos que tenía en cada mano. Aquello no encajaba con

la apariencia de una chica tan joven, ella movió de manera natural las espadas

que llevaba.

La sangre se esparció por todos lados.

La chica giraba con tanta elegancia que parecía casi irreal. El brillo dorado de

su cabello y sus espadas dibujaron un arco en el aire.



Antes de que alguien pudiera entender lo que estaba pasando o siquiera gritar,

muchos cadáveres (obviamente estaban muertos, no hacía falta revisar dadas

las circunstancias) estaban dispersos por todo el suelo, y el charco de sangre

se hizo más grande.

Sus delgados brazos movían las espadas de forma sencilla, soltando golpes

que incluso atravesaban el hueso. Y en su cara, llevaba una sonrisa elegante.

Parecía un niña arrancándole las alas a un insecto que acababa de capturar.

Era una sonrisa llena de crueldad.

Los que estaban frente a ella fueron destruidos sin poder hacer nada ante tal

presencia.

Rose era de los pocos que podían ver lo que estaba pasando. Dicho esto,

aunque era una usuaria mágica excelente, no era capaz de lanzarse a la batalla.

Era lo máximo que podía hacer para no perder el conocimiento ante el hedor de

la sangre y la carne que volaba a su alrededor, que era tan fuerte que se podía

ahogar con ella. De hecho, fue precisamente porque era tan hábil que se dio

cuenta de que no podía oponerse al ser que estaba ante ella.

Aun así, Rose fue capaz de permanecer tranquila. Sin embargo, Lily, su

sirvienta, entró en pánico. Eso era entendible, ya que ver el espectáculo frente

a ella sacó un terror primitivo. Lily se soltó de Rose, quien la estaba agarrando,

dejando salir un sollozo para luego intentar huir.

— Eres un dolor de muela.

Para cuando Rose se dio cuenta de que esa voz venía de la niña con el vestido

cubierto de sangre, Lily ya estaba en el suelo, tratando de escapar de manera

desesperada.

— Vamos, sé que puedes gritar aún más fuerte.

La niña bajó su espada, y las piernas de Lily volaron por el aire. Sería un

malentendido llamar a lo que salió de la boca de la sirvienta un chillido, y la niña

puso una sonrisa refinada.

— Vaya. Cuando se trata de sirvientas, incluso sus voces son horribles. Cállate.

Con eso, ella bajó de manera casual su arma.

Rose simplemente observó cómo sucedía esto. No pudo hacer otra cosa. Tenía

tanto miedo que ni siquiera podía moverse.

— Quédate como estás.



Era una voz femenina con una entonación ligeramente única que sacó a Rose

de su aturdimiento. Congelada, volvió su mirada hacía la espalda de la mujer

que le había hablado, y el borde de su visión estaba llena de color morado

brillante.

— No estas destinada a morir aún. Por ahora quédate donde estás.

Aunque no estuviera en esa situación, la voz de la mujer le trajo a Rose cierta

calma. Era una voz gentil que podía calmar a cualquiera, sin importar dónde se

escuchara.

Rose movió su cabeza lentamente para ver de quién era la voz y vio que

pertenecía a una joven demonio. Su largo y liso cabello era de un púrpura

brillante, y sus cuernos eran de un oro deslumbrante. No había ni una pizca de

emoción en su hermoso rostro.

Tenía una especie de símbolos tatuados en su cuello, como una especie de

código.

— ¿Por qué está haciendo esto…? —susurró Rose.

La mujer respondió también con un susurro—: Mi señora no tiene razones— El

tono de su voz al decir “mi señora” era muy frío —Si hay algún significado en

sus acciones, debe ser… el de matar porque sí.

— ¡La Segunda Lord Demonio…!

Justo cuando Rose se dio cuenta de con quien estaba tratando, el último de los

bandidos gritó pidiendo misericordia. Quizás solo eso fue suficiente para

llamarlo “valiente”.

— ¡P- Perdóname! ¡Por favor, no me mates!

La lord demonio, en forma de una chica joven, puso una sonrisa pícara en

respuesta a lo que el bandido pedía, dejando claro que nunca haría caso de

algo así.

— Vaya. Entonces, ¿te dejo vivir?

Parecía estar disfrutándolo mucho.





Ella bajó sus armas.

— No te preocupes. Sé exactamente qué hacer para que no mueras.

Ella acuchilló una y otra vez.

Incluso siendo opacada por los gritos del hombre, Rose escuchó el claro y

agudo “canto” de la niña. Rose se puso aún más pálida cuando se dio cuenta

de lo que estaba “cantando”.

— ¡Magia de curación…!

Era bastante precisa. La Segunda Lord Demonio estaba rebanando al hombre

mientras lanzaba magia curativa. Ella lo estaba curando, estaba tratando de que

no muriera… no lo dejaba morir.

Este cruel juego continuó hasta que el hombre, con su voz llena de

desesperación, rogó—: P-por favor… mátame…

Si la mujer de cabello morado no hubiera estado parada detrás de Rose como

apoyo, ella no se hubiera podido contener. Parecía que no hubiera soportado

tanto, pero no se sentía así.

Una vez que todos los demás eran cadáveres, la adorable niña bañada en

sangre miró a Rose. Sus ojos azules parecían bastante inquietantes, ya que no

tenían ni una pizca de culpa para ellos.

Rose se estremeció al ser mirada, pero gracias a su orgullo natural, no tembló

ante la mirada del monstruo que tenía ante ella.

— ¿Hmmm? —dijo la Segunda Lord Demonio con curiosidad mientras miraba

a Rose. Ella inclinó la cabeza y se acercó casualmente—. Vaya, que color tan

bonito. Casi parece lapislázuli —dijo, sonando celosa mientras miraba a los ojos

de Rose. Se veía inocente, dejando de lado el hecho de que ella había

“adornado” el lugar. Ese hecho en sí mismo era repulsivo.

— Mi señora, el cabello de esta persona también tiene un atributo de maná.

— Vaya, ¿de qué color? Déjame ver.

Los bandidos le habían puesto una peluca castaña a Rose para que no

destacara. Y aunque Rose aun la llevaba puesta, la demonio de pelo morado lo

dijo sin dudar, siendo consciente de que era verdad.

Rose obedientemente expuso su cabello natural.

— Vaya, ¡de verdad es bonito! ¡Muéstrame más!



Aunque fuera un color rosa muy simple, el cabello de Rose se veía distinto

dependiendo de la luz que recibiera, haciéndolo un color muy raro incluso para

un tratamiento de mana.

Los delgados brazos de la Segunda Lord Demonio fueron llevados hacia el

cabello de Rose.

— Mi señora.

— ¿Qué pasa?

— ¿No sería una pena el ensuciar este cabello con la sangre de hombres tan

vulgares?

Las manos de la niña se detuvieron después de escuchar el consejo de la mujer.

Fue entonces cuando recordó la sangre que cubría sus manos y que todavía

estaba sosteniendo sus grandes espadas.

— Es cierto. ¡Sería un desperdicio el manchar algo tan hermoso!

Luego la Segunda Lord Demonio bajó las manos con una sonrisa y luego se

volteó.

— Iré a tomar un baño.

— Tómese su tiempo.

La Segunda Lord Demonio salió de la mansión con pasos ligeros. Después de

verla irse, Rose casi colapsa.

— Mantente calmada —dijo la mujer ayudándola. Rose de alguna forma se las

arregló para no quedar inconsciente y caer en el mar de sangre que había en el

piso. Aun así, no podía dejar de temblar.

— Por qué… ¿Por qué hizo esto…?

Rose no podía hacer nada más que rezar por las vidas que fueron tomadas en

vano, no solo la de su propia criada, sino también de los bandidos que la

secuestraron. Siendo solo capaz de ver tal brutalidad, Rose ahora lloraba

mientras se agarraba la cara.

Sin embargo, la mujer demonio no la dejó terminar.

— No hay tiempo para eso ahora. Date prisa y abandona este lugar tan pronto

como puedas —dijo la mujer mientras agarraba los hombros de Rose, usando

un tono de voz firme y una expresión solemne —A mi señora le gustan los



atributos de maná. Sin embargo, ella solo los ve como juguetes. Ella solo quiere

tener mantener sus juguetes favoritos a su lado.

Por el tono amargo de voz y sus palabras, estaba claro que no servía a la

Segunda Lord Demonio por su propia voluntad.

La mujer habló sobre el atributo de maná de Rose porque sabía que eso atraería

la atención de su señora. Por ello, la Segunda Lord Demonio no la mataría de

inmediato. Era una solución temporal, pero era la manera más segura de salvar

la vida de Rose. Aun así, a este ritmo, Rose sería encerrada y sufriría un destino

tortuoso peor que la muerte… igual que ella.

— No debes morir ahora, así que sigue luchando. Si lo haces, podrás escapar.

Rose era una sacerdotisa de alto rango, así que podía darse cuenta de que la

mujer frente a ella tenía una protección divina increíblemente fuerte. Era

suficiente que se sintiera fuerte incluso para una sacerdotisa inusualmente

poderosa como Rose. Rose sintió que la mujer era igual o más poderosa que

ella.

— ¿Eres una sacerdotisa de Banafsaj…?

El poder concedido por la protección divina de Banafsaj eran las premoniciones.

Rose sintió algo fuera de lugar en lo que decía la mujer, así que preguntó para

estar segura. En respuesta la mujer asintió.

— Pero… Si me voy… ¿Qué pasara contigo?

Dándose cuenta de que Rose estaba preocupada por ella, la mujer sonrió un

poco.

— No puedo huir de mi señora. Estas marcas son prueba de ello. —La mujer

se tocó las letras que tenía en la nuca mientras decía eso —Esto es un “nombre”

que un lord demonio graba en sus sirvientes. Es prueba de que me otorga poder

y de que me controla. Volverse un sirviente de un lord demonio significa

entregarle tu vida.

— Entonces sí… se sabe que me dejaste ir, ¿qué destino te aguardará…?

En respuesta a la dolorosa voz de Rose, la mujer respondió como si estuviera

hablando gentilmente con un niño—: Viste lo que pasó antes, ¿verdad? Mi

señora no me matará hasta que suplique por ello. Tengo esos términos con ella.

Y luego añadió.



— Además, las cosas siempre son así para mí. Mi señora ha esperado con

ansias que le pida eso.

Al escuchar esa declaración horriblemente anormal, Rose se puso más pálida,

pero la mujer la empujó gentilmente en la espalda para que diera un paso.

— ¿Por qué? ¿Por qué…? ¿Por qué la Segunda Lord Demonio hace cosas tan

horribles…? Incluso siendo lo que es, ¿Cómo es que una chica tan joven puede

hacer cosas así de horribles…?

La mujer negó la angustia de Rose y las preguntas de desconcierto con una voz

clara—: No es que pueda hacer esa clase de cosas por ser una lord demonio.

De hecho, ella se volvió un lord demonio por hacer cosas así. No creo que

puedas entenderla.

Ella no mataba ni desmembraba porque era la Segunda Lord Demonio. De

hecho, ella necesitaba querer hacerlo para poder volverse la Segunda Lord

Demonio. Eso era lo que la mujer estaba diciendo.

Los señores demonios nacen de la raza de los demonios. Sin embrago, ellos no

nacían como tales, teniendo un poder abrumador. En cambio, los que estaban

calificados entre los demonios se volvían señores demonios. Uno que tenía

cualidades de rey se volvió el Primer Lord Demonio, uno que quería el poder

para causar guerras se volvió el Séptimo Lord Demonio, y aquel que quería

superar toda enfermedad y miedo se volvió el Cuarto Lord Demonio.

Rose no podía entender por qué esta niña disfrutaba tanto el matar, sonriendo

mientras sus víctimas gritaban de agonía. Sus valores eran muy diferentes.

Con una sonrisa, la mujer dio a Rose otro empujón. Mientras Rose deseaba

tener una pizca de la fuerza de esta mujer, que podía sonreír incluso en estas

circunstancias, caminó, como si de repente la maldición que había congelado

sus piernas se hubiera disipado. Quería darle a su sirvienta un funeral digno,

pero ella sabía que no podía esperar el hacer algo así. Mientras agradecía

desde el fondo de su corazón, Rose se fue de la mansión.

Después, dejo ese lugar sin mirar atrás.

Parte 4

Una vez terminada su historia, Rose dejo caer sus hombros, completamente

despojada de energía.



— Como dijo, fui capaz de salir de ahí con vida. En el camino, al pasar por el

pueblo, no sentí a nadie… Lo más probable es que…

Ella guardó silencio un momento, por lo que Gregor continuó.

— Después de informar a mi Padre, será necesario ir allí para confirmarlo.

Debemos darnos prisa y juntar un equipo —susurró él, en respuesta a la historia

de Rose. Luego volteó hacia Dale —Me gustaría que fueras con nosotros.

— Correcto —respondió Dale.

Rose se había dirigido hacia Kreuz y buscó a Dale en particular porque estaba

aterrorizada por la Segunda Lord Demonio. Había escuchado de Gregor que

Dale tenía raras habilidades para ser llamado héroe. Se decía que los héroes

eran los únicos que podían superar a los señores demonios.

Rose había buscado a un héroe para calmar su abrumador terror hacia la

señora demonio, que se había filtrado en las profundidades de su corazón.

Como resultado, gracias a la protección de ese héroe, y también al tratar con

Latina, quien tenía la habilidad de calmar a la gente de su alrededor, Rose pudo

recobrar la compostura.

Dale no se había dado cuenta porque no la conocía muy bien, pero cuando

Rose llegó al Dancing Ocelot, no era la de siempre. Solo estaba actuando de

manera valiente para no caer en la desesperación.

Para la Rose de ahora, escuchar a Dale y Gregor discutir su plan era más

tranquilizador que una canción de cuna.

Por el momento, Rose estaría bajo la protección de la familia Eldstedt hasta que

se supiera quién era el culpable de esto. Se iría a la capital con Gregor y se

quedaría en la finca del duque. Era la mansión de una familia un rango por

debajo de la familia real en cuestión de autoridad. Era más segura que la finca

de la familia de Rose, así que estaría segura allí.

Rose cerró suavemente los ojos.

Mientras sentía la calidez de Gregor que estaba a su lado y escuchaba su voz

gentil, al fin sintió alivio desde lo más profundo de su corazón, cayendo en la

cuenta de que verdaderamente había sobrevivido al incidente.

Parte 5

Esto ocurrió después de que Rose escapara de la mansión.



Después de lavarse y ponerse un vestido nuevo, la Segunda Lord Demonio miró

a su alrededor y luego pareció decepcionada, sin ver a Rose por ningún lado.

Sin embargo, fue solo por un momento.

Su joven apariencia se debía a que tenía esa edad cuando se volvió un lord

demonio. Sus valores se habían distorsionado desde entonces, y luego de

muchos años, ella encontró que las cosas no iban como quería, como una forma

de vida que la distrajera.

Esa también era la razón por la cual le interesaban las costumbres de los

humanos y aprendió su lengua. La cultura de la raza en la que había nacido, en

la que aquellos con una larga vida se esforzaban por mantener el status quo, le

resultaba terriblemente aburrida.

— Oh, vaya. La dejaste escapar, ¿no? —Había un gozo palpable en la voz de

la niña —Ella era tan hermosa y adorable, pero también era tenaz. Eso hace

que sea una pena de que se haya escapado.

Mientras reía de forma aguda, pasó sus dedos por el cabello morado de la mujer

frente a ella.

Era increíblemente raro que alguien no sólo no se desmayara de ver un

espectáculo tan terrible, sino que incluso la desafiara huyendo. Y así, la

Segunda Lord Demonio puso una cara de arrepentimiento, dándose cuenta de

que tenía la culpa de haber subestimado a Rose.

— De verdad eres horrible —dijo con una voz dulce, como si estuviera hablando

con un amante, mirando a la mujer de rodillas frente a ella. Incluso con un

cuchillo clavado en el abdomen, su juguete favorito no gritó.

Como un demonio sirviendo a la Segunda Lord Demonio, la mujer era más

resistente que un demonio normal, así que no moriría por algo así. De hecho,

no podía morir.

— Si solo ruegas por tu muerte, entonces te sacaré de tu miseria. Quieres ser

libre, ¿no?

Mientras la mujer tosía sangre y respiraba violentamente, se quedó mirando a

la Segunda Lord Demonio con determinación.

— No alteraras el contrato, ¿verdad?

— No lo haré. Los juegos no son divertidos si no sigues las reglas.

— Entonces es inútil preguntar. Nunca me rendiré.



Mientras miraba directamente a los ojos azules de la Segunda Lord Demonio,

la mujer sonrió con audacia.

— Mientras viva, no le pondrás una mano encima a mi hija. Mientras este

contrato exista, nunca me rendiré.

Viendo la determinación de la mujer por lo que deseaba proteger, el lord

demonio, en forma de niña pequeña, sonrió desde lo más profundo de su

corazón y levantó su arma manchada de sangre sobre su cabeza.

La Segunda Lord Demonio se entretuvo con su juguete favorito una vez más.



Capítulo 7 La doncella de cabello plateado y la noche de

festival.

Parte 1

Como dice su nombre, los eventos principales del festival nocturno de Ahmar

comenzaban después de que el sol se ponía. Aun así, durante todo el día del

festival la ciudad de Kreuz estaba llena de emoción. Después de todo, era el

festival más grande de la segunda ciudad más grande de Laband, así que no

era tan sorprendente.

Rita despidió a Latina mientras el sol aún estaba fuera.

— Bueno, ¡me voy!

— ¡Cuídate, Latina!

— ¡Sí!

Dale estaba demasiado preocupado, pero en ese momento había salido. Rose

eligió el festival nocturno para irse a la capital, así podría camuflarse entre los

viajeros. Dale le acompañó, junto con Gregor, en calidad de guardián. Sin

embargo, no debía viajar con ellos hasta la capital, su trabajo era llevarlos hasta

un lugar apartado de Kreuz y esperar a un dragón volador.

Gregor había ido él solo, dañando a su caballo en el proceso. Después contactó

con la capital y le pidió un dragón al duque. Muy poca gente podía volar, así que

está era la forma más segura que había para regresar.

Latina no estaba tan preocupada por las circunstancias de Rose o del linaje de

Gregor. Para ella, este trabajo no era tan diferente al que Dale hacía



normalmente. Latina estaba preocupada por el encuentro entre Rose y la

Segunda Lord Demonio, pero durante el tiempo en que Rose se quedó en el

Ocelot esa preocupación se desvaneció.

Ahora que el exageradamente preocupado Dale no estaba presente, la mente

de Latina ahora estaba enfocada en actuar de forma adulta y salir sola en la

noche por primera vez.

Aunque Vint siempre la acompañaba, esta vez él no iba junto a ella. En cambio,

él estaba acostado frente a los pies de Rita, quejándose. Él y Latina habían

“peleado” en la mañana. Para Vint era obvio que acompañaría a Latina al

festival, pero ella lo rechazó. Para Latina, esta era la primera vez que iba con

sus amigos en mucho tiempo, así como también era su primera vez saliendo

sola en la noche. Ella lo vio como algo increíble, ya que había crecido. A su

edad, había muchas cosas de las que quería hablar con sus amigos, así que

quería dejar a Vint atrás.

Por otro lado, Rita y Kenneth querían que Vint fuera con ella. Incluso Dale había

accedido a dejarla ir porque Vint iría con ella. Pero como quería que Vint se

quedara, jugó su carta de triunfo.

— Vint, si sigues diciendo eso, no te cepillaré nunca más…

Lo dijo de forma tranquila mientras suspiraba, pero en sus ojos se veía que

hablaba en serio. Vint estaba tan asustado por esas palabras, que incluso Rita

y Kenneth que estaban cerca de ahí sintieron lastima por él.

— ¿L-Latina?

— No lo haré.

— ¿Enojo? ¿Enojada?

— No.

— ¡¿Realmente enojada?!

Latina apartó la mirada mientras Vint corría a su alrededor, su voz estaba llena

de desesperación.

Latina, eso es una amenaza seria…





Latina tenía una tendencia de ser muy testaruda desde hace un tiempo…

Mientras la pareja casada pensaba en eso mientras veían el “espectáculo”, el

asunto se arregló.

— Wah… ¡Enojada! Yo… me quedo…

Vint se derrumbó ante la amenaza de Latina. Tenía el corazón roto y aunque

era un animal, sus hombros cayeron.

No importaba cuántas veces Rita y Kenneth le pidieran a Vint que fuera de todos

modos, ante la amenaza de Latina, Vint se negaba a ir.

Y así ella se ganó el derecho de salir en la noche sin guardianes, como ella

quería.

Para ser honestos, Rita y Kenneth estaban preocupados. Sin embargo, no

estaban tan preocupados como Dale y se dieron cuenta de que Latina estaba

creciendo; sabían que no podían tener a alguien vigilándola todo el tiempo. Y

también sabían que en una noche así, con guardias por todos lados, no sería

tan peligroso para ella.

— ¡En serio, ten cuidado!

Si algo le pasa a Latina, va a correr sangre…

Ella pensó que eso no sería bueno para su embarazo.

Luego de dejar el Ocelot, Latina frecuentemente se detenía para ver a los

viajeros que había por ahí y los escenarios de madera que había por toda la

ciudad para el festival. Ella estaba muy sorprendida y se les quedaba viendo.

Incluso cuando había visto esto cada año desde que llego a Kreuz, la atmósfera

del pueblo hizo que su corazón se emocionara. Viendo las calles a las que

estaba acostumbrada convertirse en algo más bonito debido al festival era muy

emocionante.

Nunca había visto un festival de Ahmar en Vassilios…

Entre más tiempo vivía en Kreuz, más le costaba recordar su aldea natal. Pero

ya que estaba muy feliz en ese momento, fue capaz de recordar que las cosas

no eran tan difíciles en esa época. Justo cuando fue exiliada, pensar en su aldea

natal era triste y doloroso, así que trababa con todas sus fuerzas de no pensar

en lo que había perdido. Peor después, recuerdos felices comenzaron a

aparecer en su mente.



Ahora que lo pienso, fui a un festival con Rag… ¿De qué dios era ese festival…?

Al otro lado de la calle, un niño y un señor que parecía ser su padre iban

caminando tomados de la mano. La mirada de Latina se detuvo en ellos, y luego

ladeó la cabeza.

— Esa fue la única vez que salimos de templo, así que… Era de un dios

diferente a Banafsaj, ¿no?

Dándose cuenta de que lo estaba pensando demasiado, Latina agitó la cabeza

hacia los lados y comenzó a caminar hacia la casa de Chloe.

La calle principal del distrito del este estaba más concurrida de lo usual,

haciendo complicado incluso caminar en línea recta. Pero justo cuando Latina

fue hacia un callejón, el número de gente disminuyó. Eso era prueba de que

había mucha gente que no sabía nada sobre los caminos de la ciudad.

Mientras sentía que de alguna forma podía respirar mejor, Latina siguió

caminando.

Al llegar a la “zona industrial”, ella notó que estaba tan pacífica como de

costumbre (aunque el sonido de la gente trabajando no podía ser llamado

pacífico, ya que venía de todas las casas), como si la emoción del festival aun

no hubiera llegado.

Latina se acercó a la casa de su amiga, a la que se había acostumbrado a

visitar, y llamó a la puerta.

— ¡Bienvenida, Latina! ¡Pasa!

— ¡Con permiso!

Chloe guió a Latina hacia su dormitorio.

— Sylvia ya está aquí.

— Lo siento, ¿llego tarde?

— No. Ella dijo que había terminado el trabajo temprano y no quería ir a su casa,

así que vino aquí a pasar el rato.

Y para darle validez a lo que Chloe dijo, al entrar en su cuarto vieron que Sylvia

estaba sentada con las piernas exageradamente estiradas. Al ver a Latina, ella

soltó una sonrisa al recordar sus días de escuela.

— ¡Tiempo sin verte Sylvia!

— ¡Latina! De verdad ha pasado mucho. Tú… No has cambiado tanto…



— ¿A dónde estás mirando? —Mientras lo preguntaba, los ojos de Latina

lloraron un poco.

Sintiendo el aura tan palpable que venía de Latina, Sylvia apartó la mirada.

— De verdad ha pasado mucho tiempo. ¡Te ves bien! —dijo Sylvia, empezando

de nuevo al ver a Latina, actuando como si no hubiera pasado nada. Latina le

sonrió de vuelta.

— Te vez más grande, Sylvia.

— Hehehe… Es porque me paso el día recolectando información para el templo

de Akhdar.

Mientras su amiga decía eso con una sonrisa amplia y picara, Latina pensó que

su amiga no había cambiado tanto desde sus días en la escuela.

— ¡Hehehe! ¡Traigo muchas cosas el día de hoy!

— ¿Hmm?

— Ahora bien, Latina… ¡La ropa que pediste esta lista!

— ¡Sí! ¡He estado esperando mucho para esto!

Sin darse cuenta de que sus amigas habían intercambiado miradas, Latina

sonrió gentilmente. Después de tomar las ropas nuevas de Chloe, Latina se

cambió rápidamente. No era como si no le diera pena cambiarse frente a otros,

pero ahora ella veía a Chloe como una artesana. Ella había revisado cada parte

y adorno utilizado y le dio los toques finales necesarios para que quedara

perfecto.

A mitad del cambio, la mano de Chloe se detuvo mientras revisaba una parte

peculiar de la ropa. Mientras la revisaba midiéndolas, ella se dio cuenta de que

Latina de verdad estaba creciendo.

— Lo siento, Latina… De verdad has crecido… —Chloe se disculpó por haber

dudado de la insistencia de Latina en este hecho.

— ¡Aún estoy creciendo!

Latina infló sus mejillas en respuesta a las palabras de su amiga, como lo hacía

cuando era más pequeña.

Después de ese argumento, Chloe y Sylvia miraron hacia la gran cantidad de

objetos que Sylvia había traído.

— ¿Con que deberíamos empezar?



— Para empezar… Hmm, Latina es muy pálida, así que deberíamos usar un

tono más brillante que el mío…

— ¿Hey, porque no me dejan ver el espejo?

— Hehehe… Chloe, esto es muy divertido, ¿no?

— ¿Verdad? No se puede jugar tan seguido con tan excelentes productos.

— ¿Qué?

— Creo que a Latina le queda mejor el rosa que el naranja, ¿no crees?

— Hehehe…

— ¿Qué pasa? Hey, en serio, ¿qué hacen?

Mientras Chloe y Sylvia platicaban, disfrutando el momento, muchas cosas

fueron puestas en la cara de Latina. Además de las ropas nuevas, Latina estaba

a la mitad de su primer maquillaje en su vida. Sin embargo, sus amigas no la

dejarían verse en el espejo mientras probaban cosas. Para Chloe y Sylvia, el

ser capaces de maquillar a una belleza como quisieran, era una versión superior

de jugar con muñecas, y una oportunidad única.

Ellas estaban el edad en la que, si se topaban con una belleza natural, se

sentían celosas y hasta llegarían a hablar mal de ella. Pero, Latina estaba más

allá de ese nivel de belleza. Era como si fuera de una dimensión completamente

diferente, así que se sentía estúpido envidiarla, y no pudieron evitar aceptar que

nunca estarían a su nivel. Y, además, su amiga de la infancia era algo torpe.

Ella a veces se quedaba mirando a la nada, y se sentían que era peligroso

dejarla sola. De ninguna manera podían odiarla.

Y por encima de todo, desde que Chloe y Sylvia eran más pequeñas, sabían

que Latina tenía sus ojos en alguien mayor que ella. Era normal que animaran

a su amiga, quien daba lo mejor de sí y se esforzaba para actuar de forma más

madura de lo que era.

— ¡Sí!

— ¡Sí!

Había una extraña vibra entre ellas dos, y luego chocaron las manos. Al ser

dejada de lado, Latina las miró con una expresión ansiosa en su rostro. Ella

necesitaba una explicación.

Latina había empezado a trabajar muy joven, y gracias a su naturaleza prudente

y al no tener el hábito de gastar en cualquier cosa, además de que su tutor,



Dale, se encargaba de los gastos, ella fue capaz de ahorrar mucho dinero.

Podía haberse comprado su propio maquillaje. La razón por la que no lo había

hecho hasta ahora era porque era difícil expresar un interés en estas cosas

frente a Dale, que todavía la trataba como a una niña. También consideró el

preguntarle a Rita, pero siempre estaba ocupada con el trabajo y el cuidado de

su hijo, así que Latina no podía forzarla para que hiciera tiempo para estar con

ella. Había ido hasta el frente de una tienda de maquillaje antes, pero al final se

puso nerviosa y no pudo entrar. Era una experiencia muy nueva y extraña para

ella, no tenía ni idea de qué hacer ni de qué maquillaje elegir.

Ella comentó esto con sus amigas, así que la muy informada Sylvia tomó el

liderazgo y trajo un set de maquillaje.

Las últimas modas y tendencias también fueron incluidas entre la información

que se reunía para el templo de Akhdar donde trabajaba Sylvia, y más de la

mitad de quienes trabajaban ahí era mujeres. Por ello, la información acerca de

la última moda se había reunía para el templo, que tenía un contacto más

profundo con el mundo exterior que los otros templos.

Sylvia estaba al tanto de las últimas técnicas de maquillaje. Chloe también tenía

mucho más conocimiento que Latina en el asunto. Hábilmente aplicó los últimos

cosméticos, terminaron su trabajo con la mejor modelo posible, luego se miraron

la una a la otra con una sonrisa de satisfacción y alegría.

— Vaya, esta chica de verdad es una belleza.

— Siento que, aunque no fuéramos tan hábiles, su belleza natural la haría brillar

de todas formas.

— ¡Vamos Latina, sonríe!

— ¡Hey, en serio, déjenme ver que me hicieron…!

Latina finalmente logró arrebatarles el espejo a sus sonrientes amigas. Mientras

se veía en él, se quedó sin palabras. El maquillaje de ojos le dio a sus ya largas

pestañas y a sus ojos verdes aún más impacto. Con tonos apagados en su cara,

se veía balanceada. Sus mejillas fueron coloreadas como si estuviera

sonrojada. Había lápiz labial rosa claro en sus labios ligeramente abiertos,

haciéndolos brillar de manera más glamorosa que de costumbre.

Ella no era una adulta de verdad, pero su adorable rostro ya no sería confundido

con el de una niña.

Chloe y Sylvia estaban satisfechas con su trabajo.

— ¡M-Mi cara… está muy espesa…!



El comentario que salió de su boca al verse al espejo estaba tan fuera de lugar

como de costumbre. Su frío comentario era resultado de quien la había criado.

Después de terminar el maquillaje de Latina, las 3 chicas salieron de la casa,

charlando ruidosamente todo el tiempo.

— Ugh… de alguna forma me da pena… —Latina fue la última en salir de la

casa de Chloe, y se veía un poco preocupada mientras miraba hacia el piso.

— ¿Por qué te da pena?

— Porque es Latina.

La cara de Latina era diferente de lo normal. Ella sentía que cualquiera podría

notarlo, lo que la hacía sentir extraña. La gente de su alrededor no tendría por

qué prestarle atención a ese hecho, pero ya que no estaba acostumbrada a

estar así, no sabía que pensar.

Sabiendo cómo era Latina, sus amigas rieron.

— Bueno, es verdad que la gente de alrededor te mire más de lo usual.

— ¡¿Qué…?!

— Cierto. Así no debes dejar que te afecte demasiado, ¿está bien?

— ¿Me veo tan rara?

— Hehehe…

— Mwahaha…

— ¡¿Por qué se ríen?!

Mientras sus dos amigas disfrutaban su reacción al ser molestada, las tres

chicas se dirigieron hacia el centro de la ciudad donde estaba el templo de

Ahmar.

En el camino, se detuvieron aquí y allá por toda la ciudad.

El distrito del este estaba terriblemente abarrotado, gracias en parte a las

tiendas que ofrecían descuentos y promociones para la gente que pasaba por

ahí. Aun cuando no tenían intención de comprar nada, pasaron el tiempo

disfrutando sólo de señalarse cosas entre sí y sonreír.

Chloe se detuvo, mientras miraba los objetos apilados en el escaparate de una

tienda de accesorios a la que normalmente no entraría. Todas entraron a ver,

tratando de decidir el mejor accesorio para lo que llevaban puesto.



En una tienda diferente, Latina había agarrado un moño y se lo mostró a sus

amigas para que lo vieran. Se le vería bien si llevara la ropa que siempre usaba,

pero al llevar algo diferente, sus amigas le recomendaron que llevara algo más

maduro de lo normal, así que terminó llevando un moño negro muy bonito.

Aún era muy pronto para que comenzara el festival, así las tres decidieron tomar

un camino un poco más largo, y se detuvieron en una pastelería. Tanto la tienda

como un puesto que habían puesto fuera de la misma estaban abarrotados. Las

tres chicas sonrieron al ver a un amigo de la infancia quien estaba trabajando.

— Te vez ocupado, Marcel.

— Hola Latina, Chloe, Sylvia. Ha pasado un tiempo, ¿no es así, Sylvia?

Su gentil tono de voz no había cambiado después que eran jóvenes, pero sus

manos continuaron moviéndose rápidamente mientras hablaba. Vendía

sándwiches simples que servían como aperitivos para la gente del festival. Y

aunque estuviera hablando, la velocidad con la que preparaba los sándwiches

no disminuyo.

No había ni una señal de disgusto o cansancio en la redonda cara de Marcel.

La comida que vendía mientras usaba un delantal y una expresión gentil se veía

absolutamente deliciosa.

Marcel era consciente de la impresión que daba. Precisamente por eso, en días

como éste, trabajaba fuera de la tienda, tomando la iniciativa de actuar como el

rostro de la tienda. El dueño de la panadería tenía un futuro brillante para él.

— ¿Van a ir al festival?

— Sí

— Te ves ocupado Marcel —dijo Sylvia.

En respuesta, Marcel soltó una sonrisa torpe mientras le ponía mostaza a un

pan.

— Sí. Siempre estamos ocupados, pero este año una de las empleadas que

trabaja aquí se fue porque tuvo un bebé, así que estamos cortos de personal…

Ah, aquí tienes, gracias por esperar.

Marcel le dio al cliente un sándwich hecho con una cantidad generosa de

vegetales y carne envueltos entre dos piezas de pan que la tienda preparaba

con orgullo. Se veía muy apetecible.



Era el momento justo en que la gente comenzara a tener hambre, así mientras

iban hacía el festival, calmarían esa hambre.

— No creo que pueda ir este año. ¿Va a ir Anthony?

— ¿Anthony?

— Sí. Su padre trabaja en la mansión del lord. Sabe mucho acerca de cómo se

organiza el festival y podría recomendarles algunos lugares… Ah, tengan, estos

van por cuenta de la casa.

Chloe aceptó los tres sándwiches que les ofreció Marcel.

— ¡Gracias!

— ¡Gracias!

— ¡¿De verdad podemos aceptarlos, Marcel?!

— Está bien, está bien. Pero si pueden, por favor cómanselos cerca de la tienda.

¿Quieren algo de beber?

Latina ladeó la cabeza ante las palabras de Marcel, pero para cuando

terminaron de comer frente a la tienda, había una larga fila frente al puesto. Él

joven cocinero se dio cuenta que tener a unas bellezas tan peculiares comiendo

felizmente frente a la tienda era una excelente publicidad.

Después de despedirse de Marcel, las tres chicas se dirigieron hacia la plaza

central de la ciudad.

Como era de esperar, en la plaza había muchas más personas que de

costumbre. Ellas avanzaron apresuradamente mientras el sol se ponía y el cielo

de pintaba de hermosos colores con el atardecer.

En la vida cotidiana de Latina, rara vez tenía oportunidad de visitar el templo de

Ahmar. A diferencia del templo de Azraq que operaba como un banco, y del

templo de Asfar al que todos iban cuando eran niños, había pocas razones para

que el ciudadano medio fuera allí. Sin embargo, de vez en cuando veía por la

ciudad a los clérigos que servían en la ciudad. Los guardias que protegían al

lord local eran los encargados de mantener el orden público en Kreuz, pero

como Ahmar era el dios a cargo de la ley, sus clérigos trabajaban junto con los

guardias para suprimir los incidentes durante el festival.

— ¿Dónde está Anthony?

— Hehehe… Antes de eso, escuché de uno de mis superiores que

aparentemente puedes ver a los clérigos antes de que la ceremonia.



— Eh… ¿Cómo detrás de escena o algo así?

— Exacto.

Después de mirar en la dirección a la que Sylvia apuntó mientras reía, las tres

se miraron entre ellas y se fueron. Sentían que estaban haciendo algo malo al

colarse en el escenario, sus corazones palpitaban fuertemente en sus pechos.

Un gran número de clérigos estaban formados de forma ordenada detrás del

templo de Ahmar, y ya que era el evento principal, se percibía el entusiasmo en

el aire. Lo que ellas estaban haciendo no era un crimen, aun así, contuvieron el

aliento y mantuvieron la voz baja mientras miraban.

— Viéndolo de cerca, el uniforme de los clérigos es un poco diferente.

— Tienes razón.

— Eso es cierto… Se supone que varía un poco dependiendo del escuadrón al

que pertenecen.

El solo hablar así mientras estaban escondidas era divertido. Los adultos no les

prestarían atención si las vieran o si escucharan lo que dicen, pero para ellas,

cada momento que pasaban ahí era importante.

— Wow. Ese chico es muy genial, ¿no?

— ¿Cuál?

— Ahí, el que tiene dos líneas en los hombros… El de cabello castaño…

— Hmm… Así que ese es el tipo de persona que te gusta, ¿no Sylvia?

— Eh, ¿no crees que el chico rubio de allí también es genial?

— Hmm… Ese chico no es bueno. Se la pasa causando problemas por

coquetear indiscriminadamente con las mujeres de la ciudad.

— ¿Y tú como lo sabes, Sylvia?

— Hehehe…

Las chicas estaban disfrutando mientras conversaban. Latina también habló con

ellas, pero sus amigas no sintieron la necesidad de preguntarle sobre sus

gustos. La persona a la que ella quería ya estaba decidida, y no era el tipo de

persona que juzgaba en base a las apariencias. Además, Latina tenía la

habilidad de sentir el peligro, así que basaba sus juicios en lo que ella sentía.

Era muy difícil estar a la altura de sus estándares.



— ¿Nos vamos ya? —preguntó Chloe.

— ¡Sí! —respondió Latina mientras asentía, y se dirigieron hacia la plaza

central, donde se estaba llevando a cabo el evento principal. Al ver las espaldas

de las tres chicas caminando a través de la multitud, podías sentir la emoción

que salía de ellas.

Parte 2

Anthony aún estaba en la educación superior. Llevaba una sonrisa forzada

mientras estaba parado cerca de la mansión del lord porque estaba rodeado de

los conocidos y superiores de su padre. Aunque su padre fuera un oficial de

nivel bajo en la mansión del lord, Anthony no tenía ninguna garantía de tener el

mismo puesto cuando se graduara. Sin embargo, aún había posibilidades. Y

para poder elevar la probabilidad de que pase, su padre lo llevaba con él cuándo

hacía su ronda.

— ¡Anthony!

Oyendo esa voz decir su nombre por primera vez en mucho tiempo, Anthony se

dio la vuelta.

— ¡Cuánto tiempo sin verte, Anthony!

No había forma de confundir a la dueña de esa voz.

Latina estaba allí con una sonrisa inocente que no había cambiado desde que

eran jóvenes. Chloe y Sylvia estaban detrás de ella.

Pronto se dio cuenta de lo que estaba pasando. Como estaba rodeado de

adultos que no conocían, debería haber sido difícil para sus amigos llamarle.

Por ello usaron a Latina. Sylvia seguramente se encargó de convencerla.

Latina no parecía darse cuenta, pero su apariencia era extraordinaria y lo

suficientemente impactante para dejar sin palabras a la gente de su alrededor.

De hecho, su padre y los otros adultos estaban allí de pie, aturdidos, mirando

distraídamente.

— Padre, estos son los amigos con los quienes estudié la primaria. —Se

aseguró de enfatizar que eran amigos porque, de varias maneras, estaba

preocupado por su propia seguridad.

— ¿Eh…Quién…?



Parece ser que el padre de Anthony había reconocido a Chloe. Sus casas

estaban relativamente cerca la una de la otra, y ella y Anthony jugaban juntos

desde que eran pequeños, así que por su puesto sabía quién era ella.

— …Esta es la “Princesa Hada”.

Anthony mencionó el sobrenombre de su amiga a su padre mientras suspiraba,

solo a él, pero los otros adultos comenzaron a murmurar.

— ¿Qué…? ¿Ella es la de los rumores…?

— Así que sí existe…

Aparentemente, su amiga de la infancia estaba al mismo nivel que una bestia

mitología o una leyenda urbana. Los rumores sobre ella habían llegado hasta la

mansión del lord.

En la ciudad de Kreuz, las tendencias entre los aventureros eran muy

importantes. Aunque mucho de lo que hacían era prestarle atención a una solo

persona, los oficiales que servían al lord de la ciudad le prestaban atención.

Los aventureros poseían una excesiva cantidad de armas poderosas. Ellos

obviamente necesitaban vigilar a alguien que pudiera causar problemas. Sin

embargo, en el caso de la “princesa hada,” los guardias que servían al lord

reportaban que ella no era peligrosa, así que no era vista como una amenaza.

Ninguno de los oficiales que servían en la mansión del lord habrían imaginado

que el capitán de los guardias era el líder de uno de sus clubes de fans, o que

con solo escucharla decir “capitán” él estaba feliz todo el día.

Latina siempre estaba en el distrito sur, donde está el Dancing Ocelot, y pasaba

a veces por el distrito comercial que estaba al este. Ella nunca había ido al

distrito oeste, donde vivían la mayoría de los oficiales, y la gente que vivía ahí

nunca iría a un local donde se atendía a rufianes, como el Ocelot. Por eso la

existencia de Latina no era más que un rumor para ellos.

— Fuimos a visitar a Marcel antes de venir. Dijo que te encontraríamos aquí.

Aunque Latina se veía más madura, la manera en que sonreía no había

cambiado en absoluto.

— De verdad ha pasado un tiempo. Estoy feliz de ver que están bien.

— Te has vuelto más alto Anthony.

— ¿No te hace enojar un poco el que tenga que ver hacia abajo para vernos?



— Él no tiene la culpa por crecer, pero supongo que estaría bien mientras se

arrodille, ¿no crees?

— Chloe, Sylvia, ustedes de verdad no han cambiado.

Como hombre, debería haber tenido la ventaja en términos de altura y

complexión, pero por alguna razón sentía que no podía ganar contra estas dos.

Anthony empezó a sudar mentalmente.

— Siempre vengo con Dale, así que no sé el mejor camino para ir al festival. Y

Marcel dijo que puede que tengas una buena idea de adónde ir …

— Ah, ya veo… Si son solo ustedes, es peligroso que vayan a lugares donde

hay muchos aventureros…

Siempre que Latina iba al festival nocturno, iba con Dale. Él pasaba entre la

multitud, y a veces dejaba que Latina se subiera en sus hombros para que

pudiera ver. También había años en los que se habían deslizado en los asientos

de los espectadores gracias a un conocido de Dale. Sin embargo, no podían

usar es método hoy.

— Estar con los clientes del Ocelot no es diferente a estar con Dale —dijo Latina,

haciendo pucheros e inflándose las mejillas, tomando las palabras de Anthony

de forma diferente a las que él quería.

— ¿Qué le pasa a Latina? —susurró Anthony a Chloe, solo para que ella riera

un poco y luego le contestó—: Todos en la casa de Latina están preocupados

por ella. Aparentemente, le dieron todo tipo de advertencias sobre la salida de

hoy.

— Ah, ya veo.

— Ellos obviamente están preocupados porque es Latina, pero…

Anthony estaba feliz de poder hablar con ellas. Era una sensación íntima y

familiar que había olvidado ya que había pasado mucho.

— Le preguntaré a mi padre. Si no te importa, probablemente sería bueno pasar

el rato por aquí.

Anthony había dicho eso porque se dio cuenta de que su padre y los otros

adultos tenían un gran interés en la rumoreada Princesa Hada. También era

consciente que, si dejaba a sus amigas ir solas y pasaba algo, podría conducir

al caos.



— Déjame presentarte, padre. Ella es Latina. Vive en una tienda con una

bandera de Akhdar.

— Mucho gusto, soy Latina. Nací en un lugar donde no se usan apellidos, así

que discúlpeme por solo darle mi primer nombre.

— Y ella es Sylvia Fal. Es hija del vice capitán Fal, del cuerpo de guardias.

— Encantada de conocerte.

En respuesta a las sonrisas de las chicas, la gente de la mansión del lord las

invitó a ver el festival con ellos, justo como Anthony predijo.

La decisión de Anthony sirvió secretamente para mantener la paz en Kreuz.

Las principales festividades de la noche iniciaban una vez el sol comenzaba a

ponerse. Eso era porque era la hora en la que el mundo se bañaba en el color

simbólico de Ahmar.

Los clérigos de Ahmar marcharon por todo Kreuz en procesión ordenada,

vistiendo armaduras que reflejaban la luz de las antorchas que llevaban. La

marcha ordenada de estos soldados, que eran el orgullo del dios de la guerra,

era suficiente para captar la atención por sí misma, pero entre la procesión

también había clérigas vistiendo vestidos de seda, quienes ofrecían plegarias

en forma de baile por la victoria en batalla, haciendo el espectáculo más brillante

a la vista. Con los movimientos de sus delgados brazos, las clérigas

manipularon la seda que estaba bañada en oro. La imagen del oro reflejando el

fuego de las antorchas era muy brillante.

Las llamas que bailaban e iluminaban toda la ciudad eran el símbolo de su

creencia: Mientras que los culpables pueden esconder sus actos en la

oscuridad, no hay ningún lugar donde esconderse en presencia de Ahmar. Y

así encendieron un gran número de hogueras, transformando la normalmente

silenciosa noche de la ciudad en un mar de luz.

— Es increíble…

Habiendo asegurado un punto de observación seguro, las chicas disfrutaron el

espectáculo sin preocuparse por ser empujadas o que obstruyeran su vista.

Aunque había un número grande de personas, este era esencialmente un ritual

religioso, así que no había mucha gente montando un alboroto. Pero aun así,

las alabanzas eran suficientes para que fuera difícil el escuchar a alguien sin

estar cara a cara.



Las chicas estaban disfrutando de esta atmósfera inusual, con la multitud

moviéndose como olas. Gracias al evento, Chloe pudo hablar de un asunto del

que no hablaría normalmente con su amiga.

— Oye, Latina.

— ¿Qué pasa?

— ¿Cuándo le vas a confesar tu amor a Dale?

Latina se quedó sin palabras ante la pregunta de Chloe. Era difícil ver la

reacción de Latina solo viendo su cara, ya que las flamas impedían verla bien.

— Cierto. ¿Por qué no lo has hecho? Nunca he escuchado que él tenga alguien

especial en su vida. Así que, ¿por qué te contienes? —Sylvia se unió a la

conversación, haciendo que Latina mirara hacia abajo avergonzada.

— Ya lo he hecho— dijo Latina con un tono infantil —Siempre lo hago. Le digo

a Dale que lo amo… que lo amo más que a nadie… que es especial para mí,

más que nadie… Pero mis sentimientos nunca le llegan…

Ella siempre llevaba estos sentimientos en el corazón, ya desde hace un tiempo,

y había tratado de expresar esos sentimientos una y otra vez.

Latina siguió contando a sus amigas cómo se sentía, sus orejas estaban tan

rojas que sentía que se le quemaban, ya que estaba cerca de una fogata.

— Para Dale, sigo siendo su “pequeña Latina” … así que no lo entiende. No

importa cuánto le diga que lo amo o que es especial para mi… los sentimientos

no le llegan.

No sabía qué hacer cuando sus palabras de amor no le llegaban. Solo decirle

que lo amaba no era suficiente. Incluso si le decía que lo amaba más que a

nadie, de una forma diferente de la que quería a los demás. Incluso añadiendo

todo eso, ella no podía alcanzarlo, así que ¿qué podía hacer? ¿Y por qué no le

llegaban esos sentimientos?

Hace tiempo que buscó la respuesta a esa pregunta, y concluyó que tenía que

ser una adulta. Pensó que, aunque sus palabras no llegaban a él cuándo era

una niña, si crecía y se convertía en adulta, lo harían.

La brecha entre sus edades era grande, así que ella se esforzó para actuar de

forma adulta, pero aun así no lo alcanzaba.

Aun así, ella por lo menos quería ser vista como una mujer para que al menos

pudiera transmitir sus sentimientos.





— Latina.

Chloe, que estaba sentaba a su lado, apretó con fuerza la mano de Latina.

Chloe prefirió no decir nada, pero su otra amiga habló sin contenerse.

— ¿De verdad es solo por eso?

— ¿…Sylvia?

— Entiendes porque no has sido capaz de llegar a él, ¿verdad, Latina? Pero…

tienes miedo, ¿no?

— ¿Eh…?

— Es porque las cosas no podrán seguir como hasta ahora.

Latina se quedó en shock ante las palabras de Sylvia; no porque su amiga haya

dado en el clavo, sino porque esas palabras le hicieron darse cuenta de que

tenía ese sentimiento en lo profundo de su corazón.

— Yo…

Mientras Latina temblaba, fue capaz de recobrar la compostura gracias a que

Chloe la consoló. Como su amiga, Chloe sabía muy bien que Latina tenía miedo

de perder a la gente que quería.

— …Tal vez ese sea el caso —concluyó Latina después de un rato.

— Sí, probablemente —afirmo Sylvia.

Chloe, sin embargo, ofreció su apoyo en silencio.

— Lo que necesitas para poder confesar tus sentimientos no es volverte una

adulta; necesitas la resolución de arriesgarte a destruir tu relación actual.

— Ya veo…

El tiempo que pasó con esa persona amada, siendo tratada como su “adorable

hijita,” ayudó a mantenerla unida hasta ahora, y ese tiempo fue increíblemente

precioso y agradable para ella. Pero si ella deseaba una relación diferente con

él, primero necesitaba estar dispuesta a dejar que eso cambiara.

— Pero ¿está bien…? ¿Está bien que le diga a Dale que lo amo…?

Sylvia casi llama a Latina por decir eso, pero se contuvo al ver su expresión

llena de dolor.

— ¿…Latina? —dijo Chloe, preocupada.



— Soy un demonio, así que… no importa cuánto lo intente, nunca seré

humana… así que…

— Eres Latina, y ser un demonio es parte de eso —dijo Chloe, incapaz de

contenerse más porque sabía lo que Latina había hecho en el pasado.

— Cierto… pero aun así me preocupa. El tiempo que paso junto a Dale es el

mismo, pero fluye de forma diferente para cada uno de nosotros. Así que incluso

si me confieso a Dale y él me acepta a pesar de eso, sé que sufrirá, porque es

muy amable.

En su mente, se dio cuenta de ese hecho. Y, sin embargo, ella continuó

apartando su mirada de ella.

Eventualmente, su tiempo junto con la gente que le importaba llegaría a su fin.

Todos envejecerían, y morirían, dejándola sola. Ella no podía evitarlo, pero

como estaba feliz en ese momento, no quería pensar en ello.

— Además… no es fácil para los demonios tener hijos —Parecía que Latina

estaba a punto de llorar mientras decía eso —Dale realmente me ha dado

muchas cosas. Y, aun así, aunque Dale acepte mis sentimientos… No podré

darle un hijo.

Latina sabía que Dale adoraba a los niños. No era solo porque la había acogido

y criado desde pequeña. No importaba lo que haya dicho en el Ocelot, a él no

le importaba cuidar a Theo, y cuando se enteró de que su hermano menor tuvo

un hijo, estaba muy feliz.

Y ella sabía que no quería estar con él si no podía darle un hijo propio.

Esos pensamientos habían estado rondando la mente de Latina.

En ese momento, sintió un golpe en su cabeza.

— ¡Ay!

Levantó la cara sorprendida, solo para ver la cara enojada de su amiga.

— ¡Latina, eres tonta!

La chica le dio otro golpe en la cabeza. Latina se veía confundida por el ataque,

que hizo que Chloe le diera una sonrisa torpe y sin malicia.

— Tú eres muy lista, ¿por qué tus pensamientos deben ser tan deprimentes?

— Chloe…



— No es raro el ver a parejas casadas sin hijos, incluso entre humanos. Y aun

así, viven vidas felices, ¿verdad?

— Pero…

— ¡En primer lugar, si un tipo patético juzga a una mujer por algo tan estúpido

como eso, no vale la pena para mi mejor amiga!

La expresión de Latina cambió de sorpresa a algo diferente. Al darse cuenta,

Sylvia habló rápidamente:

— ¡No! ¡No llores, Latina! ¡Arruinarás tu maquillaje!

— Hay alguien a quien quieres mostrarle eso cuando vuelvas, ¿verdad?

— …Sí

Latina alzó la cabeza para que las lágrimas no cayeran, y luego agarró las

manos de sus amigas para no olvidar lo que pasó esa noche ni el calor del

momento.

— …Dale no es un “tipo patético”.

— Correcto.

— En ese caso… debes dar todo lo que tienes.

Después de que Latina se decidiera, el festival llegó a su clímax. Las llamas

hechas con magia bailaban en el centro de la ciudad como si tuvieran vida,

mientras emitían chispas. La emoción y el ruido incrementaron mientras sentían

el aire caliente venir de las flamas.

En medio de toda la emoción, Sylvia llevaba una sonrisa traviesa que encajaba

con su personalidad, como si estuviera tramando algo.

— Oye Latina. Las razas que tienen vidas largas tienen bajas tasas de natalidad,

pero no es como si no pudieras tener un hijo.

— Pero…

— En ese caso, ¿no deberías empezar tu relación lo más pronto posible, para

incrementar las posibilidades, aunque sea un poco?”

— ¿Eh?

— Es cierto. Deberías intentarlo esta noche, Latina.

— ¡¿Qué!?



Gracias a las locas sugerencias de sus amigas, Latina olvidó su tristeza y dejó

salir un grito de pánico.

El festival llegó a su fin con fuegos artificiales hechos con magia de fuego de

largo alcance. Dado que era un festival dedicado a Ahmar, eran de color rojo,

pero era imposible el no ver las grandes flores llameantes en el cielo.

Todas las personas que estaban ahí miraron hacia el cielo.

En medio de todo eso, Latina sintió que alguien la llamaba y miró a su alrededor.

Viéndola, sus amigas inclinaron la cabeza.

— ¿Qué pasa, Latina?

— Em… Ahora mismo, pensé que...

Cuando Latina se dio la vuelta, vio a la gente de la mansión del lord quienes les

habían dado el lugar. Inclinó un poco la cabeza un poco cuando vio a su amigo

de la infancia, Anthony, entre ellos. Junto a él había una serie de hombres con

uniformes de guardia. Sin embargo, se veían más débiles que los que visitaban

el Ocelot.

— ¿Guardias?

— ¡Ah!

Mientras Latina miraba de manera inocente, Sylvia estaba alterada.

El padre de Sylvia era un vice capitán de los guardias de Kreuz. Aunque fueran

plebeyos, Sylvia provenía de una familia con un estatus lo suficiente alto como

para haber tenido una educación estricta y formal. Ahora que había

experimentado el mundo exterior viviendo en el templo de Akhdar, su vida en

esa casa se sentía sofocante. Y para ella, cualquiera que sirviera en el cuerpo

de guardias era solo un subordinado de su padre, que simbolizaba su hogar

familiar.

Uno de los guardias que hablaba con Anthony miró hacía ellas y se detuvo.

Parecía sorprendido de que las chicas lo estuvieran mirando. Los otros guardias

a su lado también estaban sorprendidos, pero sus reacciones eran un poco

diferentes.

Pensando que había algo raro detrás de ella, Latina volteó para verificar, pero

solo encontró las espaldas de la gente mirando hacia el cielo, en lugar de algo

sorprendente, así que volvió a inclinar la cabeza.

— Oigan, ese es Rudy, ¿no? —preguntó Chloe



— ¿Eh? —Latina miró de nuevo hacia el guardia. Fue entonces cuando

finalmente se dio cuenta de que el guardia que estaba hablando con Anthony

era otro amigo de la infancia.

— Ah.

— ¡Lo es! Entonces, ¿se graduó en el cuerpo de reserva? —susurró Sylvia.

Antes de que alguien pudiera convertirse en guardia oficial de Kreuz, necesitan

recibir entrenamiento y educación en el cuerpo de reserva. Una vez que sus

habilidades eran reconocidas, se les permitía portar un uniforme de guardia y

ser puestos en servicio. Había rangos entre los guardias, pero como eran una

organización para una sola cuidad, no era tan complicado diferenciarlos como

en las grandes ciudades.

Se sentía como si su amigo de la infancia, que aún no se veía confiable, hubiera

sido uniformado de forma extraña. Su delgado cuerpo hacía ver que aún estaba

creciendo. Aun así, su cuerpo estaba bien proporcionado, dejando ver que

había estado entrenando. Había sido más alto que sus amigos cuando eran

jóvenes. Pero a medida que todos maduraban, ya no se destacaba. De hecho,

en términos de estatura, Anthony lo superaba.

Latina fue hacía su amigo de la infancia, a quien no había visto en mucho

tiempo. Ella fue hacía él con su paso característico, que no había cambiado

desde que era pequeña. Era curiosa por naturaleza, así que cuando algo le

llamó su atención, se acercó sin dudarlo.

— Cuánto tiempo sin verte, Rudy. Te ves bien —dijo Latina mientras se le

acercaba, llevaba una sonrisa llena de orgullo. En cambio, Rudy llevaba una

expresión rara.

— ¿Podrías por favor dejar de decirme “Rudy”? —su amigo de la infancia le

respondió sin saludarla antes, su voz era más suave que la que recordaba. Ella

ladeó la cabeza.

— Pero Rudy, eres Rudy, ¿no?

— A mi edad, un apodo infantil como ese es un poco…

— ¿Rudolph?

Latina dijo su nombre completo con un poco de dudas, ya que no estaba

acostumbrada, y por alguna razón, él también se sentido raro, aunque fue quien

le pidió que lo hiciera.



— Hmmm… se siente extraño, de alguna manera —Latina bajó un poco la

cabeza mientras decía eso, pero luego volvió a la normalidad— ¿No puedo

llamarte Rudy?

— …Como quieras —Al no ser capaz de ver a Latina a la cara cuando estaba

tan cerca, Rudolph apartó la mirada. Mientras tanto, sus otros amigos llevaban

expresiones tranquilas.

— Parece ser que su cuerpo fue lo único que creció. Supongo que no se puede

evitar, ya que es de Rudy de quien hablamos.

— Parece ser que incluso el entrenamiento en las reservas no puede arreglar a

un bueno para nada como él. Parece ser que no hay esperanza para Rudy.

— Chloe, Sylvia, no es justo poner tantas expectativas en él. Después de todo,

es Rudolph.

— Cierto, ¡eso sería horrible!

— ¡Eso es verdad!

— ¡Oigan! ¿Si saben que los escucho? ¡¿O es que no siquiera están tratando

de disimular?!

No lloró, pero, era muy difícil ver la madurez de Rudy al contestar así.

Fue Anthony quien se acercó a los guardias. Esto se debía a que sabía que en

caso de que algunos maleantes atacaran a la “Princesa Hada de Platino” o que

algún lujurioso la llamara, se volvería un incidente grave. Lo más probable es

que el perpetrador nunca saliera vivo de la ciudad.

Anthony conocía bien a los “guardianes” de Latina, por lo que era consciente de

que la gente corriente tendía a pensar erróneamente que todos los aventureros

eran intrínsecamente aterradores. Pero cuando se trataba de un idiota en

particular, tales juicios no estaban necesariamente fuera de lugar.

Las cosas eran más peligrosas para Latina de lo que ella misma pensaba.

Incluso siendo una usuaria mágica, dándole algo con que defenderse, aun había

posibilidad de que perdiera la voz por la sorpresa o por el miedo, y no podría

recitar correctamente un hechizo. Y además de eso, ella solo tenía su delgado

cuerpo para defenderse. Aun así, las chicas salieron a pasear ellas solas en la

noche, precisamente cuando la ciudad tenía más visitantes de lo usual.

Anthony pensó que necesitaba hacer un movimiento para proteger la paz y

tranquilidad de la ciudad. Y así, se había ido a donde estaban los guardias

discutir el asunto con ellos. Terminaron excedieron sus expectativas al ofrecer



una gran cantidad de graduados de las reservas. Esto era resultado de un

arreglo entre el capitán, quien temía por la seguridad de la Princesa Hada, y del

vice capitán, quien estaba preocupado por su hija, que parecía no querer volver

a casa últimamente. Era abuso de autoridad en estado puro, pero a nadie

parecía importarle.

Rudolph terminó en el grupo enviado gracias a sus superiores. No había nadie

en el cuerpo de guardias que no supiera acerca de sus sentimientos. Y por eso,

él tuvo mucha atención al entrar a las reservas hace cuatro años.

Tal vez gracias la influencia de su guardián y mentor, la querida Princesa Hada

de los clientes regulares tendía a estar más cerca de los aventureros. Para los

guardias habituales, esto había sido terriblemente decepcionante; pero

entonces un amigo de la infancia de la Princesa Hada se unió a las filas. Si se

enamoraba de él, tal vez ella haría visitas frecuentes a la estación de las

guardias, y los saludaría a todos con una sonrisa adorable, y tal vez ella llevaría

comida y les diría “coman ustedes también”. Y así esos hombres fueron llevados

ahí por su deseo. Por eso los superiores de Rudolph lo entrenaron de más,

dándose cuenta de que estaba en desventaja. Después de todo, si no podía

evitar ser intimidado por su tutor, nunca llegaría a ninguna parte.

Desde el punto de vista de los que la cuidaban, era molesto, pero, bueno, era

mejor apoyar a alguien a quien pudieran poner en forma. En cualquier caso,

esto se volvió un infierno para el chico, pero él había decidido este camino para

empezar.

— Así que ya eres todo un guardia, ¿no, Rudy? ¿Cuándo pasó?

— Solo pasó. Estaban cortos de personal para el festival, así que nos

acorralaron a los recién llegados.

—¿La gente detrás de ti también es nueva? No los he visto en la tienda.

— …Los guardias que van a la tienda son de rangos más altos.

— Hmm… Mucho gusto. Soy Latina, trabajo en el Ocelot, que están en distrito

sur. He sido amiga de Rudy desde que éramos niños.

Latina sonrió hacía los otros guardias, ignorando el intento de Rudolph de evitar

decir el nombre del Ocelot. Había diferencias en sus edades, pero estos

hombres, quienes habían sido promovidos a guardias, estaban claramente

sorprendidos por la apariencia de Latina.



Para ser honesto, Rudolph estaba muy sorprendido. Era consciente de que la

chica que quería desde que eran pequeños era linda, pero en el tiempo en que

no se habían visto, ella se había vuelto aún más hermosa de lo que recordaba.

El entrenamiento en el cuerpo de reservas fue complicado, haciendo que

siempre estuviera alerta. Tenía la sensación de que estaba entrenando más que

sus compañeros, pero no lo podía llamar irrazonable, así que nunca pudo

comentarlo.

Dejando eso de lado, Latina había crecido aún más hermosa de lo que él se

había imaginado. Incluso sus colegas se habían quedado sin palabras al verla.

Entre los guardias, predominantemente hombres, a menudo discutían cómo la

camarera de algún bar era atractiva, o cómo habían visto a una mujer realmente

sexy en tal o cual lugar. Pero Latina estaba en otro nivel.

Estaba demasiado radiante para mirarla directamente.

Pero como siempre, ella no era consciente de esto.

— ¡Wow! —exclamó Latina mientras veía los fuegos artificiales finales

desaparecer en el cielo nocturno. Era natural que Rudolph se pusiera nervioso

mientras la veía desde un costado.

Los fuegos artificiales mágicos habían terminado, señalando el fin de las

festividades especiales de la noche.

Los ciudadanos se fueron a sus casas, con mucho ruido, mientras los viajeros

se iban a sus posadas para pasar la noche. También había gente que fue a los

bares, que estaban abiertos hasta más tarde para recibir a la gente.

Las chicas también se despidieron unas de otras.

— Bueno, nos vemos luego.

— ¡Sí! Vengan a la tienda un día, ¿de acuerdo?

Mientras Sylvia sonreía con indiferencia, los guardias novatos que escucharon

que ella era la hija de su vice capitán tenían una expresión terriblemente rígida

en sus rostros. Con ellos acompañándola, Sylvia se dirigió al distrito oeste.

Aparentemente, ella quería ir directo a casa esta noche.

— Tú también, Chloe.

—Sí. ¡Esfuérzate, Latina! —dijo su amiga con una sonrisa.



Latina se dirigió al distrito sur junto con Rudolph. Había dejado su ropa y demás

pertenencias en casa de Chloe, así que le contaría todo lo que pasara cuando

fuera a recogerlas después.

Al ser dejada atrás, Chloe se giró hacía el joven que estaba a su lado con una

sonrisa torpe y le dijo—: Lo siento. Parece ser que tienes que cuidar a las

sobras.

— ... No del todo. Después de todo, una misión es una misión.

Como Chloe tenía una expresión brillante y alegre, puede que no fuera tan

hermosa como Latina, pero aun así era encantadora. Si bien Latina era una

belleza natural, Chloe no tenía ningún complejo de inferioridad por su

apariencia, y en su lugar sacó el pecho con orgullo, ya que tenía otro tipo de

“encanto”.

Y lo que pensó el guardia al ver la sonrisa de Chloe, solo él lo sabe.

Latina miró a Rudolph mientras caminaba junto a él, siendo incapaz de esconder

su curiosidad.

— ¿El entrenamiento en las reservas fue duro?

— Sí.

— Ya veo. Ta has puesto más fuerte Rudy. Pareces mucho más fuerte que los

aventureros novatos que visitan la tienda.

La sonrisa de Latina era inocente. Y el hecho de que no se enteraba de lo que

las personas a su alrededor pensaban de ella, era lo más peligroso.

Desde pequeña, solo había perseguido a una persona. Como resultado, no

tenía idea de la gente que se interesaba en ella, y gracias a que la persona por

la que tenía sentimientos la trataba como a una niña, su autoestima era baja. El

hecho de que la hayan exiliado de su aldea natal tampoco ayudaba. Y además

de eso, era sensible a la buena voluntad de los demás. Gracias a su capacidad

de sentir si alguien le quería hacer daño, ella evitaba la hostilidad en todo

momento. Como resultado, ella también era buena sintiendo lo contrario, la

buena voluntad. Sin embargo, cuando se trataba de los detalles de esa buena

voluntad, ella no tenía ni idea.

Rudolph tenía una idea vaga sobre este aspecto de Latina. Imaginó que eso no

había cambiado, sin importar el tiempo que había pasado.

— ¿Qué pasa? No estás diciendo nada.



— No es nada…

— Eres raro…

Aunque ella desprendía un encanto único, ningún hombre cuerdo se atrevería

a acercarse cuando alguien vestido de guardia iba junto a ella. Aun así, al sentir

el gran número de miradas en Latina, incluyendo inapropiadas, Rudolph se

quedó observando a su alrededor con una mirada amenazante.

Mientras que un poco de luz hacía brillar su largo cabello, se detuvo un poco

antes de llegar a su destino.

Un poco más adelante, estaba Dale caminando nerviosamente frente al Ocelot,

incapaz de calmarse.

Para ser honestos, estaba estorbando el paso.

—Ya es un poco tarde, ¡¿no?!

— Los fuegos artificiales acaban de terminar, ¿verdad? La plaza central estará

llena, así que le tomará un tiempo regresar. Además, Latina dijo que iba a

acompañar a sus amigas a casa —dijo Rita con un suspiro.

Al abrir una ventana, era posible ver los fuegos artificiales en el cielo nocturno

incluso desde dentro del Ocelot. Esto se hizo para ofrecer un poco de ambiente

festivo a los clientes, incluso si no iban al evento.

— Lo entiendo, pero…

— Si lo entiendes, entonces compórtate.

No importaba lo que Rita le dijera, Dale no tenía intención de calmarse. Había

estado así desde que regresó a Kreuz después de despedir a Gregor y Rose.

La paciencia de Rita estaba llegando a su límite.

— Si estás tan preocupado, ve a esperar afuera —dijo Kenneth, frustrado. Ya

no podía soportar la atmosfera.

Al ser sacado del Ocelot, Dale encontró que la calle estaba muy llena incluso

para ser de noche. Comenzó a caminar para buscar a Latina, solo para darse

cuenta de que sería inútil si accidentalmente se perdían de vista, así que

regresó. Sintiendo la atmosfera tenebrosa que emanaba Dale mientras buscaba

a la niña, la gente que pasaba por ahí se asustó y mantuvo su distancia.



Cuando pudo divisar la figura de Latina acercarse, una mirada de alivio invadió

la cara de Dale por un momento, solo para que su expresión cambiara a una

más sombría al darse cuenta de que no venía sola. No reconoció el vestido que

llevaba, pero era imposible que pudiera confundirla. Ella llevaba una sonrisa

amigable mientras hablaba con el chico que iba junto a ella. Para Dale, que

fuera un guardia o un aventurero era lo mismo. Cualquier hombre joven que

mirara a Latina era escoria para él.

— ¡Dale! —Latina gritó entusiasmada en el momento en que lo vio de pie frente

al Ocelot. Rudolph sintió dolor en el pecho cuando escuchó la voz de Latina

llena de alegría.

Él sabía todo acerca de los sentimientos de Latina por Dale, así que esto así

que esto no le haría perder el ánimo.

Dale lo estaba mirando con una mirada más sospechosa que la vez que visitó

la tienda como “uno de sus amigos,” y sintió escalofríos, pero no era nada que

no pudiera soportar. Al no darse cuenta de que era capaz de soportar el aura

asesina que venía de Dale, gracias al riguroso entrenamiento por el que había

pasado, Rudolph fingió no darse cuenta del sudor que se formaba en su frente.

Latina no se había dado cuenta de que Dale estaba de mal humor. Para ella, la

persona a su lado era solo su amigo de la infancia, Rudy. No tenía por qué

sentirse culpable por platicar alegremente y caminar con él, ya que había

pasado mucho tiempo sin verlo.

Dale también sabía que Latina no era la clase de chica que paseaba con

cualquiera. Aun así, él no podía mantener la calma al verla tan tranquila. Su mal

humor era el resultado natural de esa preocupación.

— Latina —como resultado, la voz de Dale era áspera y firme— Llegas tarde

Latina ladeó la cabeza, confundida ante las palabras de Dale.

En realidad, no estaba molesto por sus acciones. Gracias a que no tuvo que

escoltar a sus amigas a sus casas, había regresado antes de lo previsto. Sin

embargo, dejando de lado que esa preocupación se había ido, regresó con un

hombre que él no conocía, causando que a Dale se le subiera la sangre a la

cabeza e hiciera cosas irrazonables.

— ¡Vamos, entra rápido!

En respuesta a que Dale prácticamente la trataba como a una niña pequeña, la

expresión de Latina se oscureció, ella también había perdido la razón.



Era su primera vez saliendo sola de noche, lo que había hecho más

emocionante la atmosfera del festival. Además, el hecho de estar con sus

amigas no hizo más que avivarla, lo que la hizo sentirse mucho más

emocionada de lo habitual. Pero en respuesta al mal humor de Dale, esa

sensación se desvaneció completamente. Ahora, ella estaba molesta.

— Dale, ya no soy una niña.

— Sabes, solo los niños dicen eso.

— ¡No, no es eso…! —ella apretó los puños con fuerza.

Todavía no estaba mentalmente preparada. Pero si no lo hacía ahora, con el

empuje adicional de sus amigos y el vestido que la hacía ver más madura y el

maquillaje, sentía que nunca podría hacerlo.

Se sentía lista para dar el primer paso para cambiar su relación—para transmitir

sus sentimientos. Para hacerle saber que ella ya no era su “pequeña Latina.”

Que el amor que quería recibir de él no era el mismo amor parental que él tenía

hacía su “pequeña Latina.”

— ¡Yo ya no soy una niña… además…!

Aun así, no pudo mirar a Dale directamente a la cara. Cerró los ojos con fuerza

e hizo su mejor esfuerzo para comunicarle sus sentimientos lo más fuerte que

pudiera.

— ¡No quiero que me hables así, Dale…! No eres mi padre… ¡Nunca he

pensado en ti como un sustituto de mi padre…!

Al escuchar a Latina decir eso, mientras toda su cara se volvía roja, fue

sorprendente para Rudy. Incluso sabiendo cómo se sentía, era doloroso

escucharla decir eso. Sin embargo, ya que él había sido apartado de lo que

estaba pasando, él fue el primero en darse cuenta de lo que estaba pasando.

— …Latina —dijo, tocándole el hombro. Sin embargo, ella estaba tan abrumada

que no se dio cuenta del desastre que se estaba formando frente a ella y que

Rudolph trataba de mostrarle.

Luego de un rato, Latina ya no pudo esperar una reacción de Dale y finalmente

abrió sus ojos lentamente para verlo.





Fue entonces cuando finalmente se dio cuenta.

Dale estaba pálido.

Como un adulto que era mayor que ella, Latina siempre había visto a Dale como

alguien mucho más sereno y tranquilo que ella. Era la primera vez que ella había

visto que el color se fuera de su rostro.

— ¿Eh?

Ella quería llorar cuando caminó hacía Dale, solo para que el diera un paso atrás

como si tratara de huir. ¿Habían sido sus palabras tan difíciles de aceptar para

él?

Sin embargo, Dale era quien quería romper en lágrimas.

— Latina…

Las palabras que exprimió con voz temblorosa contaron toda la historia.

— ¡Latina... finalmente... está en su fase rebelde...!

En cierto modo, ese comentario se adecuaba a su comportamiento.

— ¿Eh?

Un momento después, Latina se dio cuenta del significado de lo que había dicho

Dale, y ella gritó en su corazón lo más fuerte que pudo: ¡¡¿Eeeeeeehhhh?!! Fue

una conmoción tan grande que ni siquiera pudo expresarlo.

Sin darse cuenta de que Latina estaba gritando por dentro sin poder moverse,

Dale se llevó la cabeza a las manos y parecía a punto de llorar. Latina sintió que

ella debería estar haciendo eso.

Era un absoluto desastre.

— Tonto… —susurró Rudolph sin pensar. Los otros dos eran presas del pánico

y no lo escucharon.

— ¡Latina finalmente entró en esa fase de rebeldía de la que tanto he oído

hablar…! ¡Por lo que me han dicho, sucede cuando una chica entra en la

pubertad…! ¿Qué hago…? ¡¿Qué hago…?!”

Después de decir eso, Dale miró a Latina con una expresión terriblemente

patética, y de repente se dio la vuelta. Y encima de todo, huyó de ahí. No se

detuvo; su velocidad no era para despreciarse ya que tenía una reputación

como aventurero de primera clase.



¡¿Eeeehhh?!

Rudolph pensó que incluso para un padre y un hijo, estos dos eran muy

parecidos. Aun así, no era como si esto no fuera su problema, y no veía una

oportunidad para hablar.

Latina miró a Rudolph, mientras estaba al borde de las lágrimas, y un sonido

aún más patético que el que hizo Dale antes se escuchó por toda la ciudad.

Parte 3

Dale pensó que el momento que había temido durante tanto tiempo,

preguntándose cuándo llegaría, había llegado por fin. Al principio no lo creía,

pero al ver que Latina se distanciaba de él no era nada más que una

confirmación.

— Mi Latina… ¡Mi adorable Latina ha alcanzado la fase de rebeldía…! —gritó

Dale con su voz llena de dolor, mientras entraba en el Dancing Ocelot. Luego,

la energía se le agotó, y se desplomó. Un momento después, varios clientes lo

rodearon. Llevaban una expresión de simpatía en la cara, pero era difícil decir

si eran sinceras, ya que había algo de obscuridad detrás de ellos.

— Bueno, las chicas de su edad son difíciles.

— Yo también he pasado dificultades con mi hija.

Mientras le hablaban, sentía que estaban haciendo más grande la ansiedad de

Dale, no tratando de calmarlo.

— Me dijeron que no lave la ropa junto con la suya, porque la mía apesta.

— Incluso cuando le digo que me acabo de bañar, ella dice que mi existencia

apesta, así que ¡¿qué puedo hacer?!

— ¡No es diferente para mí! Por mucho que mi esposa y mis hijos estén

charlando en la sala de estar, en el momento en que entro, ¡todos se van

apresuradamente sin decir nada! ¡El único que habla conmigo es el perico que

tenemos!

— ¡Yo también me quejaré! ¡Después de terminar mi larga jornada laboral y

llegar a casa, mis hijos me reciben diciéndome “Bienvenido señor”!

— ¡Beban! ¡Yo pago esta noche! ¡Pagaré por todo! ¡Beban tanto como quieran!

—gritó Dale mientras lloraba, sintiendo el apoyo de los padres del mundo.



Incluso si soy un verdadero héroe, ¡aun soy un padre lidiando con el hecho de

que mi hija me trate de forma fría por que llego a la pubertad!

Ese pensamiento interno de Dale era tan deplorable que si alguien lo escuchara

le diría: “esa no es la clase de cosas que debes decir sobre ti.”

— ¡Rita!

En la cocina, Latina se aferrada a Rita mientras lloraba.

— ¿Qué pasa, Latina? Te veías muy bonita, pero ya lo arruinaste.

— ¡Rita…! ¡M-Me… ¡Me le confesé… a Dale…!

— ¿Confesar?

El terrible espectáculo que se oía desde el frente de la tienda estaba muy lejos

de una alegre celebración del amor. No había ni una señal de que eso hubiera

pasado.

— ¡No fue bien! ¡Mis sentimientos no le llegaron! ¡Ni siquiera se dio cuenta de

que me le estaba confesando!

— Oh…

En la cara de Rita se podía ver que decía: “ese idiota de verdad lo arruinó.”

— ¡Fue tan vergonzoso, y ahora ni siquiera puedo mirar a Dale a la cara!

Rita tenía una expresión de disgusto mientras abrazaba a Latina, pero esa

expresión no estaba dirigida a la chica que tenía enfrente ahora. Rita sabía que

esta chica veía a su tutor como alguien del sexo opuesto desde que era

pequeña. Desde el punto de vista de Rita, Dale era alguien muy extraño por no

darse cuenta. Su esposo Kenneth también podía llegar a ser algo torpe, así que

ella no pudo evitar preguntarse él porque los hombres eran tan estúpidos.

Bueno, después de tratar con ellos durante tanto tiempo, Rita se había dado

cuenta de que no debería esperar mucho de los aventureros en términos de

tacto y de captar las sutilezas.

— Claro, es vergonzoso. Es muy difícil para una chica confesar sus

sentimientos.

Rita miró a Latina con una dolorosa sonrisa. Comparada con la forma en que

trataba a los clientes que visitaban la tienda, Rita tenía una cara mucho más



suave cuando trataba con esta chica, que era como una hermana pequeña para

ella.

Como hija única, Rita no tenía hermanos. A pesar de tener un papel diferente al

de Dale, era natural que ella adorara a la chica que prácticamente había caído

en su regazo todos esos años atrás. Latina era como la personificación de lo

que ella hubiera deseado en una hermana menor desde que era pequeña. ¿Qué

tenía de malo que buscara el consuelo de una mujer joven como Rita que el tipo

de hombres con los que se había acostumbrado tanto a lidiar no podía

proporcionar?

— No es sorprendente que quieras huir. Y es perfectamente razonable que no

lo quieras ver a la cara.

Latina no dijo que no lo quería ver a la cara, pero desde el punto de vista de

Rita, era natural el tratar a alguien tan tonto así.

— No tienes por qué forzarte. Sé lo mucho que te esfuerzas.

— ¡Rita…!

Mientras sostenía a Latina, Rita miró hacía la parte de atrás.

— Tienes que quitarte el maquillaje apropiadamente. Sería malo para tu piel si

no lo haces.

— …Sí…

Después de ver que Latina se quitara el maquillaje en la parte trasera de la

tienda, Rita volvió a la cocina. Al ver su expresión, Kenneth decidió que era

mejor no decir nada innecesario.

La tienda se había vuelto un lugar muy loco. Era difícil saber lo que había

pasado por las caóticas acciones de Dale. Para poder saber lo que estaba

pasando, Kenneth fue a la cocina donde se supone que estaba Latina, pero al

ver la cara de su esposa, supo de inmediato que Dale había hecho algo

estúpido.

— Rita…

— Kenneth, creo que Latina probablemente se tomará un tiempo libre a partir

de mañana. Siempre está trabajando tan duro, así que algo así debería estar

bien de vez en cuando, ¿verdad?



Pero Latina ya había tenido un día libre, hoy. El no dejar que ese pensamiento

estúpido se mostrara en su cara se sentía mucho más peligroso que cualquier

cosa a la que se hubiera enfrentado cuando era un aventurero activo.

— Latina, vete a tu cuarto, ¿de acuerdo?

La gentil expresión de su esposa mientras miraba a la chica con hombros caídos

y ojos llorosos era como ver a otra persona.

Después de ver a Rita acompañar a Latina arriba, Kenneth miró hacía la tienda,

que se estaba volviendo un caos gracias al flujo de alcohol, y suspiró.

Añadiendo a los nuevos clientes que venían después del festival, las cosas se

volvían cada vez más caóticas.

En un contexto diferente de cuando Rita miraba a Latina, la expresión de

Kenneth era completamente diferente a la habitual mientras veía a su “hermano

menor.”

Después de beber demasiado, Dale regreso a su cuarto en el ático como

siempre, solo para tragarse el silencio mortal que le esperaba.

No vio a Latina por ningún lado.

Tímidamente miró debajo de las sábanas. Dale estaba seguro de que estaría

enfurruñada en la cama, pero se dio cuenta de que estaba fría y vacía, lo que

hizo que su mirada se desviara en silencio y nerviosamente.

Quizás se había perdido la sensación de estar fuera de lugar que debería haber

percibido cuando subió al ático porque estaba borracho. Algunas cosas de la

habitación estaban formando un muro, separando el cuarto en secciones.

Dale fue incapaz de hablar y trató de mirar al otro lado, pero para impedírselo,

estaba una pantalla con patrones puesta como una puerta. Era la que Latina

usaba cuando se cambiaba.

Eso debió haberle dicho todo lo que necesitaba, pero, Dale contuvo su aliento

y la buscó. Normalmente, no habría necesidad de ello, ya que él siempre sentía

la presencia de Latina, lo que hizo más evidente lo fuera de sí que estaba Dale.

¡¿Acaso esta fase de rebeldía se va a robar mi tranquilidad?!

Dale emitió un grito silencioso mientras algo tibio bajaba por sus mejillas, y el

poder se escapaba de su cuerpo, haciendo que cayera de rodillas. La razón por

la que se contuvo era porque Latina ya estaba durmiendo. Eso fue una prueba

de lo idiota que era.


Einherjar Project Capítulo Extra |176

Capítulo Extra El cachorro y el tiempo antes

de que viniera a la ciudad

Lejos del centro de Laband, dentro de las montañas, había un asentamiento.

Gracias a la poderosa bendición de Quirmizi, el dios de la tierra y la cosecha, la

tierra de la montaña era fértil y garantizaba buenas cosechas. Allí vivían todo

tipo de herbívoros, grandes y pequeños, incluyendo muchas bestias mágicas

de tipo jabalí, tan grandes como una casa. El hecho de que los profundos

bosques allí fueran suficientes para mantener el apetito inagotable de tales

criaturas se podía ver cuánto poder tenía la bendición del Dios.

Y desde que las bestias mágicas eran tan variadas, también había muchas otras

que las cazaban.

Estas bestias, los lobos, estaban en la parte superior de la cadena alimenticia

en esa tierra.

— Triste.

Una de estas bestias se tiró al suelo, susurrando con un tono monótono.

— Triste —repitió la pequeña bestia, claramente insatisfecha.

— ¿Qué pasa? —pregunto una bestia más grande con pelo gris que se parecía

al pequeño, apuntándole con el hocico.

— Latina, no aquí. Triste.

— ¿La hija de hombres? Esa pequeña huele bien —El lobo grande asintió y

miró a la distancia —Ha pasado mucho tiempo desde que decidimos vivir junto

con los humanos, aun así, fue bueno que encontráramos a una niña tan

especial.

Sin prestarle atención a las místicas palabras de su padre, el cachorro se

levantó lentamente.



— Papá.

—¿Qué pasa?

Mientras el cachorro miraba a su padre, la punta negra de su cola se movió de

atrás a adelante.

— Hogar de Latina, ir.

El padre del cachorro lo golpeó con la cola, mandando al niño a volar. Con un

solo movimiento de sus alas, el cachorro cayó en el suelo.

— ¿Papá?

— Hijo mío, aún eres joven. Todavía te falta la fuerza necesaria para aventurarte

en el mundo exterior.

— ¡No! Ir.

Con un salto, el cachorro esquivó la cola de su padre. Sin embargo, sin ser

capaz de lidiar con el siguiente golpe, el cachorro voló en la dirección opuesta.

— ¡Hogar de Latina, ir!

— Aún eres muy joven.

— ¡Muchas caricias, todas para mí!

— ¡No digas cosas que me hagan sentir celoso!

Sus verdaderos sentimientos salieron sin querer.

El pelo de ambos estaba quieto mientras se miraban. Suaves mechones de pelo

bailaron por el aire frente a ellos. Justo después, ambos rascaron sus nucas con

sus patas traseras al mismo tiempo. Estaban en sintonía, ya que eran padre e

hijo. Más pelos flotaron por el aire. Para ellos, solo mirarse fijamente era

suficiente para hacerlos sentir incómodos.

— Ungh… —su padre gimió.

No era que no entendiera a lo que su hijo se refería. Él no podía evitar el

recordar la temporada pasada. Fue un milagro que pudiera disfrutar de las

milagrosas habilidades de la niña. Era una sensación placentera que nunca

había sentido, incluso cuando había vivido más que un humano.

Aun así, él sabía que no era aceptable enviar a su hijo sin más a donde vivían

los humanos. Y ya que el cachorro era su hijo, él no podía ignorar que

monopolizara esos tratos especiales.



Ya que aún era un niño.

Y luego, el cachorro dijo eso:

— Le diré a mamá.

— ¡Que cobardía decirle esto a tu madre!

La voz del padre se quebró, y se congeló en respuesta a las palabras de su hijo.

En cualquier lugar y época, sin importar la raza, una esposa podía hacer que su

marido se pusiera pálido.

— Si de verdad quieres ir, demuéstrame que has alcanzado la mayoría de edad.

— ¿Hmm? —el cachorro respondió ladeando la cabeza.

Este lobo, quien era el más fuerte entre ellos, estaba tratando de cambiar de

tema, porque tenía que mantener sus relaciones con las hembras en orden para

que hubiera paz. Le explicó sinceramente a su cachorro lo importante que era

eso.

— ¿Cumplir la mayoría de edad?

— Decimos que uno ha alcanzado la mayoría de edad cuando es capaz de

cazar a su propia presa. Ven, tu padre te enseñará cómo se hace.

Su padre se levantó, y luego comenzó a caminar tranquilamente mientras movía

su cola. Su cachorro lo siguió, iba unos pasos detrás. El cachorro se distrajo

con muchas cosas por el camino. Cuando se hartó de eso, su padre lo tomó del

cuello con el hocico y siguió caminando. Mientras se columpiaba al ser llevado

por su padre, el cachorro naturalmente se volvió dócil. El cachorro se limitó a

balancearse, incluso cuando su padre estiró sus alas y voló por el cielo.

— Mira —le dijo a su cachorro, a quien puso en un árbol. Había un jabalí mágico

gigante debajo de ellos. Para ellos, lo importante era saber si el animal que

cazaban era sabroso o no, o si costaría mucho cazarlo; no tanto si era peligroso

o no. Estas bestias eran muy fáciles de encontrar, y servían como un excelente

almuerzo. Pero a cambio, tenían mucho poder ya que eran muy grandes,

haciendo que no fueran fáciles de cazar.

El cachorro podía cazar animales pequeños fácilmente. Ya que servía tanto

como juego y como para comer, los lobos jóvenes a menudo pasaban el tiempo

cazando en las montañas que estaban cerca del asentamiento. Pero eso no era

suficiente para que contara como “cazar” para estas bestias que estaban en lo

más alto de la cadena alimenticia. Sólo cuando se podía cazar una presa que



saciara el hambre de toda la manada se les reconocía como un macho fuerte

que había alcanzado la mayoría de edad.

Al dejar a su cachorro en la copa de un árbol, su padre cayó en el suelo

suavemente. Mantuvo su aleteo al mínimo para no hacer ruido. Rodeó el área

para poder atacar al punto ciego de su presa.

— Oh, viento. —Mientras hablaba, concentro su maná.

Entre las bestias mágicas, había algunas que podían usar magia. Aquellos que

entraban en contacto en ellas explicaban que cuando veían a varias juntas

podían escuchar que invocaban un hechizo. Para las bestias, entonar un

hechizo no era diferente un ritual de apareamiento o una táctica de intimidación,

así que ellos sabían que si aullaban de cierta manera, algo pasaría. Incluso si

no entendían los detalles, mientras el encantamiento y el tono estuvieran en

sintonía y fueran capaces de usar maná, era posible para ellos usar magia.

Sin embargo, esto era diferente cuando se trataba de bestias míticas. Ya que

eran muy inteligentes, eran capaces de manipular magia ya que sabían cómo

funcionaba. Precisamente porque eran capaces de utilizar la magia según la

situación, se les consideraba mucho más fuertes y peligrosas que las bestias

mágicas normales y eran temidos por las demás.

— Acompáñame, y deja que mi rugido resuene toda la semana. <<Wolf´s roar>>

Esta magia especial que tenían los lobos era temida incluso por los aventureros,

y avivó el terror innato que sus oponentes tenían hacia esos carnívoros. Cuando

uno pierde la calma y entra en pánico, se convierte en una presa perfecta.

Podía ser soportada por una voluntad fuerte, pero eso era difícil cuando se

trataba de un ataque sorpresa como este.

El poderoso rugido sacudió la tierra y detuvo en seco a la gran bestia que

presumía su gran tamaño y fuerza. Luego el padre lobo hundió sus colmillos en

la bestia indefensa. Dejando de lado la fuerza de la mandíbula y sus dientes

afilados, la bestia no cayó tan fácil, ya que tenía una piel muy gruesa. Incluso

cuando no podía mover su cuerpo como podía, el jabalí se sacudió de forma

desesperada, tratando de tirar al lobo. Pero gracias a que tenía los colmillos

bien afianzados, no lo pudo tirar.

Y en un acto desesperado, el jabalí trató de usar el peso de su gran cuerpo para

aplastar a su enemigo, pero el lobo saltó y lo esquivó tranquilamente con un

solo aleteo de sus alas. Al quedarse en una posición tan indefensa, la bestia

mágica tipo jabalí no fue capaz de soportar los ataques del lobo.



— Haber alcanzado la mayoría de edad significa ser capaz de llevar a cabo

fácilmente una cacería como ésta. ¿Lo entiendes, hijo? —dijo el lobo,

mostrándole los frutos de su esfuerzo a su cachorro.

—Hmph —respondió el cachorro insatisfecho, sabiendo que sus garras y

colmillos no podrían asestar un golpe decisivo a una bestia tan grande.

El cachorro se quejó en silencio mientras se balanceaba cuando su padre lo

llevo de vuelta a casa.

Por cierto, para los lobos salvajes, cuando se trataba de las bestias mágicas

tipo jabalí, el problema no era cazarlo, el problema era llevar el cuerpo de vuelta

al asentamiento, pero no le dijo eso a su cachorro en ese momento. Todos los

lobos en el asentamiento se reunirían y usarían magia de viento para cargar el

cuerpo y luego se comerían toda la carne, lo cual casi siempre era muy caótico.

Medio año había pasado después de eso.

— ¡Listo! —gritó el cachorro en señal de victoria, sus pequeños miembros

estaban encima de su trofeo.

— Wendelgard…

— ¿Qué pasa?

Su padre, líder de una manada de lobos, miró a su amiga y vieja conocida, una

humana que vivía en la aldea con la que habían hecho un pacto en el pasado.

Mantuvieron una amistad que no tenía nada que ver con el pacto en sí. Como

humana con un sentido de valores que superaba a los de su especie, ella era

muy divertida para él. Y mientras los lobos voladores del asentamiento

pensaban que los humanos eran seres débiles y patéticos que no eran dignos

de mantener un pacto con ellos, sólo Wendelgard había despejado esas dudas.

Cuando era joven, había hecho que la mitad de los lobos machos del

asentamiento metieran sus colas entre las patas con sólo sus puños.

Su pareja humana quien la acompañaba esa vez dijo—: No, no, Wendelgard es

un caso especial, la gente normal no puede hacer eso —aun así, ese hombre

era tan poderoso como para enfrentar a la gente de la aldea y era respetado por

su fuerza.

Wendelgard había bebido casualmente la botella de alcohol que tenía a su lado

mientras acompañaba al lobo para vigilar el intento del cachorro en su desafío

de hoy.

— Eso es cosa tuya, ¿verdad?



— Fue impresionante, ¿cierto?

Mientras reía de forma relajada, miró hacia la presa del cachorro, que había

caído en un acantilado más grande que él. Logró vencer casi sin problemas.

El cachorro usó magia de viento para lanzar una piedra contra el jabalí para

atraer su atención, luego se lanzó a sí mismo y llevó a la criatura donde él

quería. Mantuvo su atención hasta el último momento, luego voló hacía el cielo

con un aleteo. Inmediatamente después, el suelo debajo de la bestia mágica

colapsó. Claramente estaba hecho para no ser visto. Probablemente había

usado magia para hacer ese agujero y dejar una pequeña porción arriba. Era

una trampa que usaba el peso de la bestia para funcionar.

Luego, el cachorro cortó numerosas cuerdas que había preparado usando

magia de viento. Unas flechas hechas con estacas cayeron dentro del agujero.

Fácilmente penetraron en la gruesa piel de la bestia, la cual los colmillos del

cachorro nunca podrían penetrar. Era un asalto formidable.

Finalmente, alzando sus alas, el cachorro aterrizó sobre su presa y anunció su

victoria.

Aunque su padre lo miró con desdén, Wedelgard no se inmutó.

— Medir tu propio poder y pedir ayuda a los de tu alrededor es otro tipo de

fuerza. Debes usar lo que esté a tu alcance. Aplicar ese principio lo mejor que

puedas es muy satisfactorio, ¿no crees?

— Hmm…

— Perdiste, ya que dijiste que tenía que lograr cazar algo él solo, pero no

especificaste los métodos para lograrlo. Sera interesante ver cómo se desarrolla

en el futuro, ¿no crees?

— Ugh…

Como fue él quien puso las condiciones, incluso sin estar completamente

satisfecho, no podía negar el logro del cachorro. Esto era algo sin precedentes

en la historia de los lobos

Bueno, el tener unos vecinos tan raros tampoco tenía precedentes.

— Además —dijo, para rematar— cuando el cachorro vuelva, tal vez traiga a

Latina consigo.

El líder de los lobos comenzó a mover su cola sin pensar.



Un silencio torpe lleno el ambiente mientras Wendelgard bebía de su botella.

Mientras el lobo pensaba seriamente, su cola se movía felizmente de un lado a

otro gracias a lo que estaba imaginando.

— ¿E-Ella vendrá…?

— ¿No crees que lo haga? El inútil de mi nieto siempre está ocupado, así que

no tiene el tiempo para venir, pero si Latina lleva una escolta, ella podría ser

capaz de venir.

— H-Hmm…

— Si cepilla su pelo todos los días, sus habilidades seguramente mejorarán…

Si sus habilidades llegaran hasta ese punto, ¿cómo sería?

Su cola se movía muy rápido, dando a entender que la decisión estaba tomada.

Mientras Wendelgard miraba a su amigo lleno de emoción, volvió a beber.

El cachorro de lobo bajó de un árbol, que ofrecía una excelente visión de todo

el asentamiento y era popular entre los cachorros. No era muy difícil para él

bajar saltando de rama en rama, ya que era el volador más hábil entre los

cachorros.

Apuntó con su nariz al aire y comenzó a olfatear. Se quedó así un rato. Su nariz

estaba apuntando hacia el noroeste, la dirección a la que Latina había apuntado

una vez. Justo después sus orejas se alzaron completamente.

— ¡Ahí!

Aunque era un débil aroma que había traído el viento desde muy lejos, no había

duda de a quién pertenecía ese olor.

— ¡Hogar de Latina, ir!

Extendió sus alas lo más que pudo y, con apoyo del viento, voló por el cielo.

Usando las corrientes de aire de forma hábil, dio una vuelta alrededor del

asentamiento y luego se fue en dirección a su destino.

Llegó a Kreuz y causó conmoción dos días después.


Einherjar Project Palabras del Autor |183

Palabras del Autor

— He escuchado un poco de la música del festival, así que solo tomaré una

cerveza y me iré a casa—. En el pasado, nunca imaginé convertirme en un

adulto tan inútil que tendría pensamientos tan patéticos…

Bueno, por alguna razón, no lo puedo afirmar completamente.

Para muchos de ustedes, este tal vez sea nuestro primer encuentro. Soy

CHIROLU, y quisiera agradecerles por comprar este trabajo, el tercer volumen

de if it´s for My Daughter, I´d Even Defeat a Demon Lord.

En estos momentos estoy viviendo en una parte de la región de Kanto, pero

nací y crecí en el área Shitamachi. Mientras crecía, me di cuenta de que mi

sentido común era diferente al de los demás, pero Shitamachi era un área donde

siempre había festivales o algún evento. Era natural para mí el ver carritos de

festivales 2 meses seguidos. Recuerdo haber tenido una conversación con mis

amigos cuando era joven, llena de frases como: esta semana, iremos al festival

de nuestro templo, y la otra semana iremos al festival de ese templo.

Mis recuerdos de cuando vivía ahí son muy fuertes, así que cuando pienso en

un festival, recuerdo los eventos del principio del verano, pero

convencionalmente era más común pensar que iniciaban en otoño. Al escribir

este volumen, sin darme cuenta hice que el festival fuera al inicio del verano. Mi

editor me preguntó porqué, pero cuando vi como lo había escrito sin darme

cuenta, me di cuenta de lo diferente que era mi “sentido común.”

No solo me acostumbré a caminar y comer entre los puestos del festival, sino

también a formar parte de la atmósfera tan vivaz del mismo. Llegué a pensar de

forma errónea que si no iba a los eventos de temporada como el festival Tori-

no-Ichi, el invierno nunca vendría. Entré en ese estado mental al principio del

verano, así se volvía un evento anual imperdible para mí, en el que me sentaba

con un paquete de takoyaki y una lata de chuuhai en una mano. Incluso si el

takoyaki estaba hecho con un poco de jengibre rojo y algo de harina, sentía que



no podía conseguirlo en ningún otro lugar. Estaba listo para comer cuando un

lugar que decía que metía un pulpo entero en una sola bolita, pero al ver que

eran pulpos bebe, me reí descontroladamente. Sin embargo, recuerdo que no

me gustó ya que era difícil de comer.

Esos carros también aprovechaban modas, así que cuando había un boom de

panqueques, por ejemplo, aparecieron muchos carros que los servían. Aunque,

luego desaparecían casi al instante. Disfrutaba caminar entre ellos y mirar la

variedad. En los últimos años, sentí que el número de carros que sirven platillos

étnicos había aumentado. Incluso llegue a ver un carro de pho con una gran

línea frente a él cuando se enfrió. Ese tipo de cosas son de más de suerte, pero

debo admitir que le estaba yendo mejor de lo que esperaba.

Y también había poppo-yaki1, que de hecho no era. Es una copia de los carros

que hay en la región Kaetsu de Niigata. He oído que gente de otras partes de

Niigata dice nunca haber escuchado hablar de ellos, así que parece estar

limitado a un pequeño local. Incluso si preguntas que tipo de comida es, es difícil

de describir. Es de color café claro, tiene azúcar derretida encima y en lugar de

ser suave, es algo así como muy elástico. Cuando fui a un evento en Kaetsu,

me dejo sorprendido el ver 5 carros alineados, con tres de ellos sirviendo poppo-

yaki. ¿Qué tan amado era como para que más de la mitad de ellos lo estuviera

sirviendo?

Esto es algo diferente del tema de los festivales, pero como mencioné en el

volumen anterior, mis salidas familiares siempre eran por lugares pintorescos.

Comencé a disfrutar algo que no se disfrutaría en un día normal. De hecho,

antes de que mis familiares aprendieran a comer pescado con palillos, ellos

aprendieron a comer pescado asado en un palo sin tirarlo. Al ver a los niños

lograr eso, no pude evitar ladear la cabeza ante la gente a la que no le gustaba

el pescado por los huesos.

Mis padres eran muy diferentes a la gente que no les gustaba la comida sin

siquiera probarla, y ellos siempre intentaban tomar la iniciativa cuando veían

algo que nunca habían comido antes. Siento que eso era una gran parte de la

diversión de salir a pasear y comer en el camino. Cuando mi familia fue a un

buffet el otro día y noté que todos llevábamos coles en los platos, me di cuenta

de que esa enseñanza de mis padres se había perdido. Déjenme decir que la

textura de esas cosas era como de bambú.

1 En muchos lugares de Japón, el poppo-yaki es pulpo o calamar asado



Incluso cuando no se suponía que la primera hija fuera tan gourmet, ella comió

de todo sin rechistar, así que tal vez el problema sea yo.

Pero, estaría feliz si mi historia fue capaz de transmitir la felicidad de esos

momentos de la niñez y la emoción que sentía en esa época.

Muchas gracias a todos los que me ayudaron a hacer de este libro una realidad.

Muchas gracias Kei, por siempre lidiar con mi sentido común tan raro y por

dibujar una bonita “hija.” Y más que nada, gracias a ustedes quienes compraron

este libro de entre tantas opciones, estoy profundamente agradecido.

Mientras este libro les haya traído un poco de felicidad, me doy por bien servido.

Febrero 2016

CHIROLU

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einherjarproject.net€¦ · — Sí. Latina quiere hacer un talismán para Rita. ¿Puede Dale ayudarla? — preguntó Latina, que lo pedía también con la cara. Ella no tenía conocimiento