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Año 2015 C.26 CRONICA IV MARATON DE LOS TOROZOS. En el mes de diciembre de 2012, con salida y llegada en el pueblo de Castrodeza, una veintena de valientes y preparados atletas fueron los primeros en recorrer el trazado de los cuarenta y dos kms. largos por las carreteras locales de los Montes Torozos. Ellos, junto con los organizadores del evento, Abel González, sus hijos Alberto y Laura y algunos colaboradores fueron los pioneros y responsables de que, desde entonces, ya bien adentrada la estación otoñal, se dispute cada año una nueva edición de la prueba que quiere ser la Maratón de Valladolid. En la mañana del domingo, día quince del mes de noviembre se ha disputado la cuarta edición, con salida y llegada en el emblemático castillo de Torrelobatón, localidad que, este año tiene el privilegio de acoger la infraestructura principal de la prueba, dentro del círculo de poblaciones por las que se transitan en el singular recorrido de la carrera. Cerca de quinientos habitantes componen el censo de población de torreños que tiene a su castillo, visible en varios kms. a la redonda, como símbolo de la localidad. Comenzado a construir en el siglo XIII, tuvo un papel importante en la guerra de los Comuneros. Perteneció a la familia de los Enríquez, almirantes de Castilla. En el año 1950 pasó a depender del Ministerio de Agricultura, utilizándose como almacén de cereales. Tras ser rehabilitado, en 2007, alberga el Centro de Interpretación de la Guerra de las Comunidades promovido por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, la Fundación Villalar y el Ayuntamiento de Torrelobatón. Record de inscritos en la prueba, superando los ciento cincuenta atletas con una presencia femenina multiplicada por tres respecto a ediciones anteriores. Muchos participantes vallisoletanos con nutrida representación de Trotapinares,

26 CRONICA TOROZOS - atletaspopularesvalladolid.com · La niebla sigue presente, la temperatura es buena y lo mejor, ¡ No hay viento¡. En plena cuesta, José Antonio de la Rocha

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Año 2015 C.26

CRONICA IV MARATON DE LOS TOROZOS. En el mes de diciembre de 2012, con salida y llegada en el pueblo de Castrodeza, una veintena de valientes y preparados atletas fueron los primeros en recorrer el trazado de los cuarenta y dos kms. largos por las carreteras locales de los Montes Torozos. Ellos, junto con los organizadores del evento, Abel González, sus hijos Alberto y Laura y algunos colaboradores

fueron los pioneros y responsables de que, desde entonces, ya bien adentrada la estación otoñal, se dispute cada año una nueva edición de la prueba que quiere ser la Maratón de Valladolid.

En la mañana del domingo, día quince del mes de noviembre se ha disputado la cuarta edición, con salida y llegada en el emblemático castillo de Torrelobatón, localidad que, este año tiene el privilegio de acoger la infraestructura principal de la prueba, dentro del círculo de poblaciones por las que se transitan en el singular recorrido de la carrera. Cerca de quinientos habitantes componen el censo de población de torreños que tiene a su castillo, visible en varios kms. a la redonda, como símbolo de la localidad. Comenzado a construir en el siglo XIII, tuvo un papel importante en la guerra de los Comuneros. Perteneció a la familia de los Enríquez, almirantes de Castilla. En el año 1950 pasó a depender del Ministerio de Agricultura, utilizándose como almacén de cereales. Tras ser rehabilitado, en 2007, alberga el Centro de Interpretación de la Guerra de las Comunidades promovido por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, la Fundación Villalar y el Ayuntamiento de Torrelobatón. Record de inscritos en la prueba, superando los ciento cincuenta atletas con una presencia femenina multiplicada por tres respecto a ediciones anteriores. Muchos participantes vallisoletanos con nutrida representación de Trotapinares,

Atletas Populares y los tordesillanos del Caja Rural. Con menor número, pero también representados otros clubs como Parque Sport, con Enrique Rodríguez y César Rayaces, el CAT Parquesol, Solo Runners, Atletismo Valladolid, Atletas de Cigales o los chicos de Cabezón. Además, disfrutaron de la mañana atlética, otros atletas venidos de otras provincias de Castilla y León, del club Corriendo por Palencia, salamantinos de Korrecaminos o zamoranos de Carreritas. Y atletas venidos de más lejos como Carlos Revuelta, vallisoletano pero afincado en Orense en Barco de Valdeorras habitual de otras ediciones, y que cumplió, con esta Maratón de los Torozos, el centenar en la mítica distancia, acompañado de Miguel Angel y de su hermano Fernando, venido de Panamá para la ocasión. No nos podemos olvidar de los corredores fieles a la carrera , desde la primera edición, con cinco atletas precursores del evento además de Abel González, el alma de la misma. Gerardo Gómez, Bonifacio Diez-Andino, Francisco Javier González y Begoña Rodríguez Barrientos con su inseparable Félix Polo Bergáz, han estado presentes un año más. Tampoco nos olvidamos de los que no han podido estar por cuarta vez, por diversas circunstancias, desdichadas lesiones principalmente. José Angel Ruíz Serrador no acompañó en bicicleta, Antonio Martín ejerció el papel de liebre, Lino Fernández recuperándose de su operación y Jesús Paredes….¡ Vuelve pronto¡. ¡ Para la próxima, en San Pelayo como punto de partida! La matinal del domingo amanece con una intensa niebla que dificulta incluso la llegada de los atletas al punto de salida. Inusual caravana de vehículos en el recorrido desde Valladolid a Torrelobatón, pasando por Zaratán, Wamba y Castrodeza, en horas muy tempranas. Invasión del castillo por los atletas para recoger el dorsal personalizado y utilizar sus estancias como refugio de la fría niebla que obligará a retrasar una hora, por razones de seguridad y a instancias del Cuerpo de la Guardia Civil, la salida de la competición. Surgen algunas dudas sobre la celebración de la prueba. Se presume que la niebla no va a levantar hasta bien entrada la mañana. ¡ Qué ocurrirá?. ¿ Tendremos que volver a casa, sin correr? . ¿Volveremos el domingo que viene? Afortunadamente no estamos en Nueva York, donde se suspende la celebración de la Maratón por cuatro gotas de agua y un poco de viento. Estamos en la provincia de Valladolid y la Maratón, después de todo el trabajo, esfuerzo y sacrificio, sale adelante. La niebla, tan familiar en estos lares, no puede imperdirlo. A las diez de la mañana, Doña Natividad Casares, la alcaldesa de la localidad efectúa el disparo de salida, fallido en primera intentona, y acertando a la segunda, previo sentido minuto de silencio por las víctimas del reciente y brutal atentado acaecido el viernes anterior en París, la capital de la vecina Francia. Recorrido previo por las calles con presencia de animoso público y muchos voluntarios saludando la salida, encarando la carretera siempre por el carril derecho bajo la atenta supervisíón de los voluntarios en bicicleta siempre pendientes de los escasos vehículos que transitan por la calzada.

Rápidamente se forman los grupos según los ritmos de carrera escogidos por cada atleta, desde el novedoso ritmo de cuatro minutos y cuarenta y cinco segundos por km. hasta el de seis minutos treinta segundos pasando por los grupos más numerosos de cinco minutos y cinco minutos, treinta segundos por km. Muy poco acostumbrado a las carreras de larga distancia y después de un par de meses periodo de convalecencia por problemas con los abductores, castigados por minutos de fútbol en una calurosa tarde de verano, las posibilidades de participar en la Maratón se habían reducido considerablemente. Sin embargo las ganas y deseos de correr esta prueba me ayudaron a ir haciendo pequeños kilometrajes a fin de no perder la forma. La compañía de mi pequeño grupo de entrenamiento de martes y jueves ayudó de una forma importante. La participación en la carrera de los Bomberos y la Media de Tordesillas acrecentaron la ilusión y contribuyeron a sentirme, de nuevo, corredor popular. La mente se fue haciendo más fuerte y derrotando a los dolores del cuerpo Las dudas de la última semana se acentuaron. ¿Estaré en la línea de salida?. ¿Será mejor no presentarme, ni tan siquiera en el pueblo?. Correr cuarenta y dos kms, ¿Van a castigar mi cuerpo ahora que estoy recuperándome?. Cada día te despiertas con una sensación distinta. Pero, ¡Hay que animarse¡ y para ello , ante la duda, ¡Siempre, siempre hay que correr¡. ¿En qué pelotón me meto? Es otra duda razonable. ¿A un ritmo de cinco minutos, mas apropiado para mi estilo de carrera?, o ¿ A cinco minutos y treinta segundos, conservando fuerzas para estar más entero los últimos kms.? Tan importantes cuestiones no se resuelven hasta las horas previas a la carrera. En la anterior tarde de sábado, presenciando un partido de balonmano femenino del Aula Cultural vallisoletano, las chicas te contagian la fuerza y garra para seguir llenando el bidón de la ilusión. ¡ Acudid a algún partido, si podéis¡. ¡ Merece la pena!. ¡Decidido!. Iremos en el grupo más numeroso, en el pelotón de cinco treinta, seguro que lo pasamos bien y vamos mas entretenidos. ¡Qué gran idea la formación de grupos para las maratones con poquitos participantes¡. Se convierte en una prueba ideal para la iniciación en la distancia de muchos atletas que han disputado carreras más cortas, incluso medias, pero tienen temor a los cuarenta y dos kms. Escogiendo el grupo adecuado la prueba se convierte, no sin cierto esfuerzo, en un camino hacia la felicidad mas completa. El grupo de cinco minutos treinta es el más numeroso. Entre corredores y bicicletas, más de cincuenta almas lo componen. Como liebre de los primeros kms., Alfonso Sanz de Trotapinares, responsable de seguir el ritmo adecuado. Cuestas hasta el km 5, llevaderas todavía, con las fuerzas iniciales intactas. Primer avituallamiento con grupo estirado donde a algunos compañeros les cuesta seguir el ritmo. Se entra en Castrodeza con recorrido urbano de un km con los vecinos reunidos en pequeños grupos saludando la carrera. En Wamba, en el km 18 ya se han perdido algunas unidades y en el grupo se espera con algo de temor la subida hasta Peñaflor. La niebla sigue presente, la temperatura es buena y lo mejor, ¡ No hay viento¡. En plena cuesta, José Antonio de la Rocha sustituye a Alfonso en el papel de liderar la carrera. El ritmo es ligeramente superior al previsto. Algunos compañeros superan a la liebre y se van unos metros, otros se quedan por detrás. Los necesarios avituallamientos continúan. En el km 25 hay avituallamiento sólido. ¡ Hay que coger fuerzas.¡ El partido del Valladolid en Zaragoza ha comenzado y llegan las noticias de un tempranero gol a favor. Ya estamos en Peñaflor. El tramo de recorrido más complicado ha pasado. Elogiable presencia de público en la plaza del pueblo con maravillosas vistas desde el mirador. Se encara la tremenda

bajada en dirección a La Santa Espina. El grupo va bastante deshilachado. Con la llegada del km 30 se rompe por completo y cada uno , según sus fuerzas, va buscando la meta con ansiedad. Llevamos treinta kms, eso es lo importante. No podemos pensar que todavía quedan doce porque nos hundimos mentalmente. Es preferible distraerse con otros pensamientos positivos, manteniendo un ritmo adecuado a nuestras posibilidades. Es bueno continuar la carrera con algún compañero de viaje. Se alcanza el cruce con la carretera a Torrelobatón. ¡Ya queda menos!. El terreno va siendo mas favorable, llano y una bajada que hace crecer el ritmo. Avituallamiento en el km 35 y recorrido urbano por la pequeña San Pelayo, con cuesta incluida, y el público reunido a las puertas del bar. No vemos el castillo debido a la niebla pero la señalización kilométrica informa que estamos llegando a Torrelobatón, se huele la meta, cruzamos el puente a la altura del campo de fútbol y….¡ Sorpresa y regalo final!. Pendiente de más de seiscientos metros hasta la llegada. Se atisba el 42 y, a mitad de cuesta los ánimos de Begoña y Nuria lo hacen más fácil. A falta de doscientos metros, el grueso de la animación te impulsa hasta el final del trayecto. ¡ Gracias!. Si no es por vuestros aplausos echo pie a tierra. Un grupo de una veintena de elegidos, de mayor ritmo por km, tuvieron el honor después de los treinta kms en pelotón, bien acompañados por los voluntarios ciclistas, de disputarse el triunfo final con record de la prueba incluido. El joven atleta Luis Alberto Serrano del club deportivo Desigual de León, al que tanto le gustan las

carreras en la provincia vallisoletana, se impuso claramente en la línea de meta con un tiempo de tres horas, ocho minutos y diez segundos. El fenomenal y veterano atleta zamorano de Bikila Toledo, vencedor el año anterior, tuvo que ceder por el empuje de la juventud del primero. Con tres horas, nueve minutos y ocho segundos se clasificó en segunda posición. Completó el podium otro habitual de la carrera y vencedor de la segunda edición, el atleta de Parque Sport, Enrique Rodríguez Casado. Además del privilegiado trío de atletas que llenaron el podium, Gerardo Gómez, ganador de la primera edición y uno de los pioneros de esta Maratón, además de campeón del Mundo de mayores de 45 años en el año 2005 en San Sebastián, volvió a los Torozos, clasificándose quinto y proclamándose campeón de la Mancomunidad. Como local, Gonzalo Herránz del Club Deportivo CAT Parquesol se hizo con el trofeo, clasificándose además en una estupenda novena posición de la general

En categoría femenina, siete atletas completaron los cuarenta y dos exigentes kms. Dominio charro en esta ocasión, con una sensacional atleta del club salmantino de Korrecaminos, Verónica Sánchez Romero ocupando la primera plaza con un tiempo de tres horas, veintitrés minutos y dieciséis segundos, en el puesto veintiuno de la general total. Otra salmantina, Teresa Ledesma Martín del club Tortugas Veloces, corrió divinamente y, con un tiempo de tres horas cuarenta y cinco segundos, se clasificó segunda. Cumpliendo su noveno maratón, dándolo todo con su generosidad habitual, representando al club organizador, Trotapinares, Rocío Franco Blanco completó merecidamente el podium de la prueba. ¿ Dónde correrás el año que viene? ¿ En Berlín, en Amsterdam? ¿ Quizas, en Nueva York?. ¡ Vénte para los Torozos, Rocío!. ¡Cómo en casa, no van a atenderte, a aplaudirte y a valorar tu esfuerzo en ningún otro lugar!. Merecidos honores para las valientes cuatro atletas restantes. Isabel Alonso y Begoña Sánchez completando el trío de atletas amarillas de Trotapinares, Begoña Rodríguez, triple ganadora de la prueba, fiel a su cita y nuestra Milagros, de Atletas Populares, conservando la ilusión y ganas de correr, incombustible para siempre. Nuestro club, ATLETAS POPULARES, tuvo el honor, junto con los amigos de TROTAPINARES de ser el club más representado en carrera. Guillermo Bueno fue el mejor clasificado, en el puesto décimo quinto con un crono de tres horas, veinte minutos y cincuenta segundos. Con tiempo inferior a las tres horas y media, Ismael Puentes, acompañando a Juan Luis Corchado, algo renqueante de su lesión, y Raúl de Castro. En el entorno de tres horas cuarenta, Javier Rebollo, en su primera maratón con acompañantes de lujo, Manrique en la bicicleta y José Potente marcando el sabio ritmo en la segunda parte de la carrera y Agustín Martín, el que escribe. A Patxi le costó hacer los últimos kms, un poco castigado por las muchas carreras que lleva después de una gran temporada con muchos podiums, pero, aún así, sus ganas y generoso esfuerzo le transportaron hasta la línea de meta, escoltado por el compañero y amigo, Samaniego en su bicicleta de voluntario. Juan Carlos Juárez, preciso como un reloj de cuco, siempre a ritmo diesel cumplió el objetivo por segundo año consecutivo. José Antonio Muñoz, nuevo compañero de club, entró en meta tremendamente feliz haciendo realidad el sueño de los cuarenta y dos kms. Joaquín Camina, no podía ser menos, cumplió en casa, con tenacidad, cabezonería y orgullo, casi con cuatro horas y media completó el complicado recorrido, llegando ya a los tres maratones disputadas y finalizadas.

En línea de meta, una vez recuperadas las fuerzas de la tremenda cuesta de final de carrera, todo son alegrías y parabienes. El objetivo se ha cumplido, la marca tiene menos importancia en una carrera de estas características. Lo importante es disfrutar con la alegría del grupo y correr según las fuerzas de cada uno a partir del trigésimo km. El chocolate con bizcochos, las sopas de ajo, la pizza, van ayudando a recuperar el resuello. Siguen llegando compañeros, todos con la alegría en el rostro marcado por el esfuerzo. Cogemos la bolsa y nos encaminamos a las duchas, en el campo de fútbol. Caminamos torpemente, como los pingüinos, haciendo el camino inverso a la carrera lo que permite ver la llegada del resto de compañeros. ¡ Vamos , no queda nada¡. Ducha ligera, ya fría, el termo ya ha hecho su función. El agua fría viene bien para la circulación sanguínea. Volvemos al castillo, epicentro de la competición. Seguimos comiendo, ahora unas sopas de ajo calentitas, recuperando fuerzas, se hace el sorteo, todo ayuda a la financiación de la carrera. Para finalizar la entrega de trofeos para los mejores, en el Patio de Armas del Castillo, con la presencia de las autoridades locales y de la comarca con fotos para el recuerdo de una jornada inolvidable de atletismo popular.

Algunos volvemos al hogar, a descansar después de una esforzada pero gratificante jornada atlética, otros a disfrutar del sabroso cocido en los bares de la comarca, comentando las vicisitudes y pormenores de la carrera y haciendo planes para futuros retos. ¿Dónde estaremos el año que viene? Trescientos sesenta y cinco días, al ritmo que va el mundo actual, pueden acaecer muchos acontecimientos y vicisitudes pero, sin duda, la Maratón de los Torozos, la de Valladolid, de nuestra tierra, quedará marcada en el calendario como una competición perfecta y muy adecuada para rematar felizmente la temporada atlética de la temporada. ¡ HASTA NOVIEMBRE DE 2016 EN LA LINEA DE SALIDA, EN SAN PELAYO! ¡ SEGUID SIENDO FELICES CORRIENDO! AGUSTIN MARTIN MONTAJE: José María Martín Sánchez

C.D. ATLETAS POPULARES VALLADOLID 2015