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Francisco Gil-White © 2011 El Colapso de Occidente: El Siguiente Holocausto y sus Consecuencias www.hirhome.com/colapso/colapso.htm 941 Capítulo 23. Pablo de Tarso La responsabilidad de Pablo ¿A qué universo cultural corresponden las ideas de Pablo? Los apóstoles rechazan a Pablo • Entonces… ¿qué predicaban los apóstoles? ¿Qué buscaba Pablo? ¿Quién era realmente Pablo de Tarso? Una confirmación importante: la Carta de Santiago Resumiendo la hipótesis Apéndice: ¿Y las persecuciones anticristianas? “Era preciso que la palabra de Dios fuese pronunciada para ustedes [los judíos] primero. Puesto que la han rechazado, y se juzgan desmerecer la vida eterna, contemplen ahora, nos dirigimos a los gentiles.” Pablo de Tarso, citado en Hechos (13.46) Ahora les hablo a ustedes, los gentiles. En tanto que apóstol para los gentiles, glorifico mi prédica para la envidia y celo de mi propia gente [los judíos]… Carta de Pablo a los Romanos (11.13-14) ¡Escuchen, que les diré un misterio! …El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado está en la Ley [de Moisés]. Primera Carta de Pablo a los Corintios (15.51-56) El argumento de este libro es que nuestra historia política occidental se ha definido por la lucha fundamental entre dos grandes contrincantes ideológicos: de un lado griegos y romanos, pugnando por esclavitud y represión, y del otro persas y hebreos, pugnando por liberación y justicia. En la introducción consideramos cómo el crecimiento de la ideología revolucionaria, el judaísmo, aterraba a la aristocracia militarista romana en el siglo 1 EC. En el capítulo anterior hemos regresado a esa contienda de la antigüedad. Hemos visto con mayor detalle el predicamento de los emperadores romanos: acostumbrados a eliminar la oposición con fuerza, buscaban exterminar el judaísmo, pero las masas del imperio eran pro judías y estaban dispuestas a pelear por la Ley de Moisés. La popularidad de la Ley de Moisés se explica fácil. Nacida, según la tradición, en una revolución de esclavos (Éxodo), ésta ley defiende los derechos de los esclavos liberados y está diseñada para erradicar todo abuso y opresión. La política imperial de esclavizarcon suma crueldada los pueblos conquistados actuaba como campaña mercadotécnica a favor del judaísmo (INTRODUCCIÓN). La aristocracia castrense romana debía andarse con cuidado, pues un exceso de represión antijudía podía convertirse en gatillazo de revolución, imposible de contener; mientras tanto, los judíos a toda velocidad convertían a los paganosy ya estaban seduciendo también a muchos romanos (algunos de ellos, inclusive, miembros de las clases pudientes). ¿Jaque mate? A diestra y siniestra brotaban pretendientes al título de ‘Mesías,’ un líder enviado por el Dios Invisible para derrotar a los romanos y liberar a todos. El tiempo del imperio se agotaba. Para quien estudia historia no hay nada más importante que el contexto. Por lo mismo es interesante que en discusiones de los orígenes del cristianismocuya fuente, nos dicen, es el judaísmono se mencione que justo al momento de aparecer los cristianos, en el siglo primero, los judíos estaban a punto de

23 Pablo de Tarso

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    Captulo 23. Pablo de Tarso La responsabilidad de Pablo A qu universo cultural corresponden las ideas de Pablo? Los apstoles rechazan a Pablo Entonces qu predicaban los apstoles? Qu buscaba Pablo? Quin era realmente Pablo de Tarso? Una confirmacin importante: la Carta de Santiago Resumiendo la hiptesis Apndice: Y las persecuciones anticristianas?

    Era preciso que la palabra de Dios fuese pronunciada para ustedes [los judos] primero. Puesto que la han rechazado, y se juzgan desmerecer la vida eterna, contemplen ahora, nos dirigimos a los gentiles.

    Pablo de Tarso, citado en Hechos (13.46)

    Ahora les hablo a ustedes, los gentiles. En tanto que apstol para los gentiles, glorifico mi prdica para la envidia y celo de mi propia gente [los judos]

    Carta de Pablo a los Romanos (11.13-14)

    Escuchen, que les dir un misterio! El aguijn de la muerte es el pecado, y el poder del pecado est en la Ley [de Moiss].

    Primera Carta de Pablo a los Corintios (15.51-56)

    El argumento de este libro es que nuestra historia poltica

    occidental se ha definido por la lucha fundamental entre dos

    grandes contrincantes ideolgicos: de un lado griegos y

    romanos, pugnando por esclavitud y represin, y del otro

    persas y hebreos, pugnando por liberacin y justicia. En la

    introduccin consideramos cmo el crecimiento de la ideologa

    revolucionaria, el judasmo, aterraba a la aristocracia militarista

    romana en el siglo 1 EC. En el captulo anterior hemos

    regresado a esa contienda de la antigedad. Hemos visto con

    mayor detalle el predicamento de los emperadores romanos:

    acostumbrados a eliminar la oposicin con fuerza, buscaban

    exterminar el judasmo, pero las masas del imperio eran pro

    judas y estaban dispuestas a pelear por la Ley de Moiss.

    La popularidad de la Ley de Moiss se explica fcil.

    Nacida, segn la tradicin, en una revolucin de esclavos

    (xodo), sta ley defiende los derechos de los esclavos

    liberados y est diseada para erradicar todo abuso y opresin.

    La poltica imperial de esclavizarcon suma crueldada los pueblos conquistados actuaba como campaa mercadotcnica a

    favor del judasmo (INTRODUCCIN). La aristocracia castrense

    romana deba andarse con cuidado, pues un exceso de

    represin antijuda poda convertirse en gatillazo de revolucin,

    imposible de contener; mientras tanto, los judos a toda

    velocidad convertan a los paganosy ya estaban seduciendo tambin a muchos romanos (algunos de ellos, inclusive,

    miembros de las clases pudientes). Jaque mate? A diestra y siniestra brotaban pretendientes al ttulo de Mesas, un lder enviado por el Dios Invisible para derrotar a los romanos y

    liberar a todos. El tiempo del imperio se agotaba.

    Para quien estudia historia no hay nada ms importante

    que el contexto. Por lo mismo es interesante que en discusiones

    de los orgenes del cristianismocuya fuente, nos dicen, es el judasmono se mencione que justo al momento de aparecer los cristianos, en el siglo primero, los judos estaban a punto de

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    ganar una gran victoria mediterrnea contra la opresin

    romana. Pero es precisamente en este contexto que debe ser

    evaluado el contenido ideolgico del movimiento cristiano.

    Repasemos brevemente, pues, los contornos del contexto (ms

    detalles en el CAPTULO 22).

    Consciente de su peligro, Augusto Csar provoc

    revueltas para justificar grandes matanzas de judos. Su

    sucesor, Tiberio Csar, rebaj otros tantos con diversas

    polticas. Pero cuando Tiberio le encarg a Sejano, jefe de la

    guardia pretoriana y su mejor amigo, un enorme ataque contra

    la dispora hebrea, result tal levantamiento popular (de judos

    y sus aliados paganos) que el emperador totalitario y

    absolutoun hombre de un poder vasto y una crueldad y soberbia inimaginablespidi perdn y ejecut a Sejano.

    Semejante humillacin sin duda encrudeci el odio

    antijudo del emperador y su guardia pretoriana, pero estaban

    aprendiendo a ser ms cuidadosos. Los militares de Tiberio

    relevaron de su puesto al famoso Poncio Pilato, el cruel

    gobernador de Judea, cuando aquel estuvo a punto de producir

    una revuelta. Y los oficiales de la guardia pretoriana

    asesinaron al siguiente emperador, Cayo Csar, cuando su

    empeo en profanar el Templo en Jerusaln estuvo a punto de

    provocar una revuelta peor. Los pretorianos instalaron de

    emergencia a Claudio Csar, cuyo primer acto de Estado fue

    correr con cierto drama a pedir disculpas a los judos (y eso

    que se haban sublevado en la ciudad de Alejandra).

    Para entender el tamao de esta nueva y doble

    humillacin es preciso comprender que el orgullo romano se

    alimentaba de la subyugacin total de sus vctimas,

    embelesando ese deleite con sendas crueldades gratuitas para

    que los romanos, siempre tan inseguros, pudieran convencerse

    de su presunta superioridad. Solamente una imperativa

    aplastanteuna realidad poltica y militar imposible de ignorarpudo forzar el juicio prctico para que la aristocracia castrense pidiera disculpas de un pueblo subyugado. En otras

    palabras, los romanos saban que haban estado a punto de

    perder su imperio. Pero esa situacin exiga una respuesta, una

    solucin, pues era simplemente intolerable que un pueblo

    brbaroasitico para colmo!estuviera en condiciones de chantajear al emperador totalitario y someter su voluntad.

    Ahora viene lo ms interesante.

    Bajo Claudio, el emperador inaugurado en plena

    humillacin, comenz a predicarse en todo el Mediterrneo

    oriental un movimiento en nombre de un judo ejecutado por

    los romanos llamado Yeshua ha Nosri (Jess de Nazaret). El

    movimiento, por varias razones que aqu explicaremos, logr

    hacerse atractivo a los paganos que los judos haban estaban

    convirtiendo. Quienes se unieran a estos cristianos, como se hacan llamar, oan que el anhelado Mesas de los judos y de

    tantos paganos haba venido ya, y que los judos, no sabindolo

    reconocer, lo haban matado. Por lo tanto, ellos, los cristianos,

    seran ahora el nuevo pueblo de Dios: el nuevo Israel. Organizado as alrededor del odio antijudo, el nuevo

    movimiento creci rpido, y gracias a eso Roma pudo

    finalmente dar la vuelta a su Problema Judo: empezando con Nern, lanz con xito grandes matanzas de judos y los

    extermin. En trminos proporcionales, se piensa, aquel

    genocidio fue mayor al crimen de los nazis (INTRODUCCIN).

    Los historiadores, como decamos, omiten este contexto

    sociopoltico cuando abordan el tema del nacimiento del

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    cristianismo. Un caso tpico es el celebrado Rodney Stark,

    quien relata, en un estudio reciente, La Verdadera Historia de

    Cmo el Cristianismo se Convirti en Movimiento Urbano y

    Conquist a Roma, subttulo de Ciudades de Dios (2006). La

    tesisque la superior tica de los cristianos sedujo a mucha gente

    1no es novedosa, pero Stark promete defenderla con ciencia social y una multitud de estadsticas.

    Ahora bien, es fcil para un historiador conocer el

    contexto del conflicto romano-judo, pues los aristcratas

    gobernantes escribieron con todas sus letras cunto les aterraba

    la popularidad de la Ley de Moiss, cuyo contenido

    revolucionario amenazaba todo su sistema (INTRODUCCIN). Pero

    ni una palabra sobre esto en el libro de Stark. Segn l los

    romanos se angustiaban de ver que tanta gente abandonara la fe de los ancestros para unirse al culto judoporque los romanos eran tradicionalistas.2 Esfmese as con varita mgica todo el contexto de represin militar, esclavitud,

    crueldad, y muerte. Y las estadsticas? Son cifras sobre

    higiene, densidad, terremotos, incendios, enfermedades, etc.cualquier cosa menos la crueldad de la aristocracia romana. En todo el libro la palabra esclavola categora de persona que reuna a la mayoraaparece una sola vez (y de paso). En semejantes condiciones sus lectores no pueden imaginar que

    volverse judo significaba adoptar una denuncia abiertano solo religiosa sino social, legal, poltica, y militarde Roma, y que sta era la razn de la muy especial represin romana

    contra los judos.

    Siente Stark al parecer tal aversin por el anlisis

    poltico que para explicar el triunfo del cristianismo antiguo

    nos pide compararlo con el crecimiento reciente del Unification

    Church.3 Pero unirse a los Moonies en Estados Unidos en el

    siglo 20 y 21 es un lifestyle choice, una eleccin de gente que

    vive en tolerancia y ve en la religin otro bien de consumo;

    volverse judo en la Roma antigua era una decisin poltica (y

    valiente). Hemos de suponer que llamarse el nuevo y verdadero judasmocomo hacan los cristianosno era igualmente poltico?

    Qu hacer con el trabajo de Stark? Cuando el contexto

    ms relevante se omite y el punto de comparacin no aplica las

    estadsticas sobran. Igual nos hubieran servido cifras sobre las

    poblaciones de moluscos en Amrica del Sur. Queremos saber

    qu significa llamarse el nuevo Israel y declarar su apoyo a Romacomo veremos que hacan los cristianosen el instante preciso en que Roma buscaba destruir el judasmo.

    Acaso fue coincidencia que los romanos comenzaran a tener

    xito contra los judos luego de que los cristianosengordando sus filas rpidamente de paganos anteriormente filojudaicosacusaran a los judos de haber matado al Hijo de Dios?

    Para contestar esta pregunta debemos enfocarnos como

    laser sobre el responsable de lanzar la acusacin: Pablo de

    Tarso. Y lo ms interesante aqu es que el famoso San Pablo fuera judo. Cmo entenderlo?

    La responsabilidad de Pablo

    El movimiento cristiano que triunf sobre toda su competencia

    es un sistema de creencias y tambin una institucin. En las

    creencias vemos un movimiento tico: figura el amor al

    prjimo, la compasin hacia los pobres y enfermos, el rechazo

    de la violencia, la importancia de la oracin, de la contricin,

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    etc. Por ello ha producido hombres y mujeres ejemplares cuyo

    anhelo explcito ha sido emular el amor que ven en el Jess de

    los evangelios. No ser el primero en observar, empero, que el

    gobierno institucionales decir, la comunidad de sacerdotes que debiera sentar el ejemplo de paz y compasina menudo ha contradicho los valores ticos cristianos.

    A travs de los siglos el gobierno de la Iglesia ha sido

    duro con su propia feligresa. Se ali con aristocracias

    castrenses que suprimieron las libertades polticas de los

    pueblos cristianos e impusieron ignorancia y miseria; luch por

    abolir la libertad intelectual; y lanz guerras sangrientas. Los

    sacerdotes estaban por encima de la ley: los obispos protegan a

    clrigos ladrones, violadores, y asesinos cuyos crmenes se

    cometan al abrigo del fuero eclesistico. En el Medioevo,

    Enrique II de Inglaterra se gan una gran confrontaciny perdicuando quiso enjuiciar en cortes civiles a los clrigos criminales (CAPTULO 4).

    * Muchos cristianos fueron torturados a

    muerte por expresar alguna duda sobre lo que predicaba la

    Iglesia, ardiendo en hogueras por herejes.

    El desajuste ms dramtico entre tica oficial y

    comportamiento real ha sido en el trato hacia los judos. Si bien

    la prdica cristiana habla de amar al enemigo y ofrecer la otra

    mejilla, la jerarqua eclesistica ha preferido perseguir a los

    * Algo de esto sigue sucediendo. Sabemos, gracias a procesos legales

    llevados a cabo en las ltimas dcadas en las cortes civiles y

    posrevolucionarias de nuestros Estados modernos occidentales, que varios

    obispos de nuestros tiempos encubrieron a sacerdotes que aprovechaban su

    autoridad para abusar sexualmente de la feligresa.

    judos en Occidente por el simple delito de favorecer su tradicin, poniendo en marcha programas de limpieza tnica: conversiones forzadas, expulsiones, y masacres. Pese a sus

    virtudes, los textos cristianos contienen elementos de sobra

    para sustentar la persecucin antisemita (PARTE 3). Aqu

    defender que el origen ideolgico de esa persecucin se

    encuentra desde el principio en la prdica de Pablo, y que aquel

    ataque fundamental antijudo fue siempre instrumental, para

    oprimir a los mismos cristianos.

    Por qu carga Pablo con la responsabilidad?

    En los primeros siglos de la Era Comn, luego de la muerte de

    Jess de Nazaret, el Mediterrneo abundaba en movimientos

    cristianos: los haba gnsticos (una variedad de cultos),

    marcionitas, arrianos, ebionitas, etc. Pero a partir del Concilio

    de Nicea, convocado por el Emperador Constantino en 325 EC,

    comenzara la erradicacin sistemtica de cualquier idea

    religiosa ajena al emperador. Apoyado por el imperio, triunf

    el cristianismo catlico u ortodoxo, el movimiento que comienza, de acuerdo a la evidencia histrica, con las enseanzas de Pablo.4

    Por qu con Pablo? Porque la evidencia histrica consiste de documentos, y segn los expertos las famosas

    epstolas de Pablo fueron escritas en la dcada de los 50s del

    siglo 1 EC; los otros documentos cannicos de la Iglesialos evangelios y Hechos de los Apstolesse escribieron despus. Tenemos, adems, que en Hechos de los Apstoles, el relato

    histrico del movimiento, no son los apstolespese al ttuloquienes figuran como grandes protagonistas sino Pablo. Finalmente, las cartas o epstolas paulinas, ms Hechos

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    y el Evangelio Segn Lucas, ambos atribuidos al autor que

    llamamos Lucas* (indiscutiblemente un seguidor de Pablo), constituyen ms de la mitad del Nuevo Testamento, tanto en

    obras como en palabras. Y los otros tres evangelios son muy

    consistentes con Lucas. Entonces, si queremos un responsable

    por percibidas fallas ideolgicas en la tradicin

    catlica/ortodoxa no hay mejor candidato que Pablo. Pero

    segn sus apologistas lo condenable en el desempeo histrico

    de la Iglesia Catlica deriva de torceduras del mensaje paulino.

    Es el famoso argumento, por ejemplo, de James Carroll.

    Al igual que James Carroll, en mi niez catlica yo

    aprend a rezar as: ...he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra, y omisin. Por mi culpa, por mi culpa, por mi

    gran culpa..., golpeando mi corazn con cada culpa. Carroll inyecta sustancia a esta oracin con su muy leda gran crnica

    de la Iglesia Catlica: La Espada de Constantino: La Iglesia y

    los Judos. En 756 pginas documenta cmo desde el principio,

    y con harta consistencia, la Iglesia ha perseguido violentamente

    al pueblo de Moiss. Es una monumental mea culpa catlica

    cuyo relato histrico es interrumpido, con sistema, por

    confesiones autobiogrficas y expiatorias del autor. Pero no

    obstante que Carroll la hace de fiscal con todos y consigo

    mismo, es abogado defensor de Pablo. Si bien reconoce que en

    sus famosas epstolas el presunto santo aparece lleno de ira, prejuicio, y obsesin de s mismo,5 se esfuerza por exonerarlo.

    * Aqu Lucas, en itlicas, se refiere al Evangelio Segn Lucas, mientras que

    Lucas, en comillas y letra normal, se refiere a la persona del autor (cuyo

    verdadero nombre desconocemos). Lo mismo con los otros evangelistas.

    Los ataques antijudos de la Iglesia, segn Carroll, resultaron

    de interpretaciones incorrectas del mensaje paulino.

    Es comprensible este sesgo siendo que fue la orden

    paulistaestablecida en honor de Pablo de Tarsoquien ordenara a Carroll sacerdote, y siendo que l justifique

    permanecer catlico en base a su defensa de Pablo. Pero un

    trabajo cientfico no debe apoyarse en las emociones que

    sostienen una identidad institucional. Debemos examinar sin

    prejuicios el contenido y el contexto de la prdica paulina.

    Datos interesantes sobre Pablo

    En la tradicin catlica llaman a Pablo El Apstol, sin ms, como si ese apelativo correspondiese a l mejor que a nadie.

    Pero en la opinin de Lucas, apunta la historiadora Beverly Roberts Gaventa, un apstol tena que haber estado con Jess desde que fue bautizado por Juan [el Bautista], o sea que el

    ttulo [de apstol] no le corresponde a Pablo (nfasis original).

    6 Dice mucho esa opinin de Lucas porque l

    escribi Hechos de los Apstoles no para celebrar a los

    apstoles, como parece indicar el ttulo, sinorecalcolas aventuras de Pablo. O sea que inclusive los seguidores y

    admiradores de Pablo reconocan que El Apstol de hecho no estaba incluido entre los famosos doce. No tenan alternativa,

    pues muy lejos de haber sido amigo de Jess desde su bautizo,

    Pablo ni siquiera lo conoci (como lo explica l mismo en sus

    cartas). De hecho Pablo, de acuerdo a su propio testimonio, fue

    primero un perseguidor del movimiento de Jess.

    Lucas explica los requisitos de llamarse apstol en Hechos 1.21-22.

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    Por qu ser entonces que de aquellos movimientos

    izando en los primeros siglos de la Era Comn la memoria

    Jess sobreviviera hasta nuestros tiempos el que lider Pablo? Sabemos que a partir de Constantino en el siglo 4 el Imperio

    Romano adopt e impuso este movimiento, aboliendo

    paganismo y hereja, pero por qu sedujo el paulinismo a la aristocracia romana?

    A la luz de esta pregunta el examen cuidadoso de Pablo

    nos regresa brillantes destellos. Por ejemplo, aunque dijera ser

    judo, e inclusive un rabino muy experto,* Pablo presuma de

    ser ciudadano romano. Es difcil exagerar la importancia de

    este detalle. Qu implicaba en aquel da que un extranjero fuese ciudadano romano?

    En Occidente moderno la palabra ciudadano significa miembro cualquiera del Estado, y todos somos ciudadanos. Pero en el mundo romano un ciudadano era miembro o aliado de la clase conquistadora. Es difcil escuchar el sentido

    antiguo no solo por el cambio en las implicaciones semnticas

    del trmino sino por el estruendo de tantos historiadores que

    aplauden el famoso civitas romano, como si de un abrazar

    ecumnico de etnias y pueblos en comn democracia se tratara.

    Aqu Anthony Pagden:

    * [C]ircuncidado al octavo da, miembro del pueblo de Israel, de la tribu de

    Benjamn, hebreo nacido de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo [rabino]

    (Filipenses 3.5); Avanc en el judasmo ms all de muchos entre mi gente

    que eran de la misma edad, pues era yo mucho ms apasionado por las

    tradiciones de mis ancestros (Glatas 1.14).

    Roma fue siempre ms que un imperio. Para quienes eran incluidos en l, era lo que los romanos llamaban un civitas, palabra que ms tarde nos dara el trmino ms ambiguo de civilizacin. Era una sociedad que, aunque miraba siempre hacia la ciudad de Roma, no tena un lugar fijo y algn da reunira a toda la humanidad en lo que Cicern llamaba una comunidad de dioses y hombres. De esta forma dependa, en la prctica, de un proceso de reciprocidad y asimilacin. Pues los romanos haban aprendido que su gobierno, y con ello su identidad, sobrevivira solo si los pueblos conquistados, los brbaros de occidente y de oriente, podan ser convencidos de absorber lo que en el siglo segundo EC el telogo cristiano Tertulio llam romanitasla romanidad. Y lo absorbieron. Desde el norte de Inglaterra al norte de frica, desde Espaa a lo que ahora son Siria e Irak, las lites locales se adaptaron a la forma romana de vida Vivan en fincas romanas, adoptaban vestimentas romanas, costumbres romanas, y el Latn, y con el tiempo terminaron por considerarse romanos.Pagden (2008:104-05)

    Pagden es un reconocido profesor de historia y ciencias

    polticas en UCLA y su libro es de divulgacin, dirigido al pblico general, por lo cual un examen cuidadoso de su prosa

    nos dejara claro por qu es tan difcil para el individuo

    promedio aprender historia y desarrollar consciencia poltica.

    No se confunda nadie con la referencia de Pagden a

    los pueblos conquistados que habran de ser convencidos de absorber el romanitas. Los romanos no eran vendedores sino soldados, y a los pueblos conquistados no los convencan de nada; aplastaban y esclavizaban (INTRODUCCIN). Entonces,

    cul es la realidad que oculta la prosa de Pagden? Las

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    palabras clave son stas tres: las lites locales (los pobres no vivan en fincas). La ciudadana romana era un privilegio extendido solo a miembros de las clases gobernantes

    extranjeras listos a corromperse para asistir el terror romano

    contra sus propios pueblos. Los miembros de ese club

    cosmopolita de liteaquel que no tena lugar fijoeran quienes absorban el romanitas.

    El imperio creaba una clase gobernante internacional

    aliada en todas partes contra las masas.7

    Aquel movimiento se enfrentaba a otro: la alianza

    internacional de las clases trabajadoras liderada por el pueblo

    judo. La aristocracia romana tema a los judosms que una amenaza militar (aunque tambin eran eso) una alternativa

    ideolgica seduciendo a las masas y alimentando su rebelda. Y el judasmo comenzaba a seducir a muchos romanos,

    infiltrndose de cierta manera por abajo. Pero Roma tena un as

    bajo la toga: ella poda infiltrarse por arriba: en la Palestina juda, como en otras partes del imperio, explica el historiador Richard Horsley, los romanos gobernaban por medio de clases altas que colaboraban con el sistema imperial (CAPTULO 22).8

    Ahora bien, Pablo, segn Hechos, era ciudadano

    romano de nacimiento.* Creci, pues, en una familia

    acomodada y colaboracionista, absorbiendo los valores de

    aquel entorno sociopoltico. Pero no solo eso. Segn Hechos y

    sus propias cartas, como ms tarde veremos, Pablo se codeaba

    mucho con gentiles clase alta e inclusive con oficiales del

    ejrcito romano y la guardia pretoriana, hacedora (y

    * Hechos (22:25-29)

    deshacedora) de emperadores. En base a ello me parece

    admisible la hiptesis de que James Carroll se equivoque sobre

    Pablo. Sin negar que la prdica paulina hable en trminos

    generales de amor y compasin, pondremos sobre la mesa que

    el fin de Pablo quiz fuera apoyar la persecucin antijuda (y

    defender a Roma), y que por eso precisamente el Imperio

    Romano termin imponiendo la teologa paulina como religin

    oficial. Examinar aqu la evidencia que sustenta esta hiptesis

    y que James Carroll en ninguna parte menciona.

    El primer tema ser el engrane del paulinismo con su

    entorno cultural, porque Pablo, como todos, tena un contexto.

    El Mesas de Pablo

    Entre los judos haba, es cierto, muchas doctrinas del Mesas, escribe Paul Johnson, pero las variaciones eran detalles y todas compartan la creencia unitaria de que los

    opresores extranjeros seran expulsados.9 El Mesas, concurre John Collins, era principalmente esperado como un rey guerrero que expulsara a los [opresores] gentiles. Luego vendra la paz y la justicia para todos bajo la benvola Ley de

    Moiss (INTRODUCCIN). Pocas cosas en las tradiciones [paulinas] de Jess, concluye Collins, encajan con este modelo.10 Y tiene razn, pues como explica Harris Lenowitz, un experto sobre los movimientos mesinicos, el Jess

    evanglico fue distinto de otros Mesas dado su aparente desinters en desarrollar un programa para ganar el poder

    contra autoridades polticas malvadas (las romanas) o para

    gobernar su reino cuando llegara.11 En resumen, si bien el concepto cristianopaulinodel Mesas tiene una lgica

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    exquisita, y es de una claridad y consistencia prstinas, nada

    tiene que ver con la revolucin poltica. Al contrario.

    El sacrificio expiatorio

    Hoy en da el cristianismo es un asombroso movimiento

    mundial pero tiene sus races en el Mediterrneo oriental del

    siglo 1, donde comenz su brillante carrera. Por ende, para

    entender la lgica del Mesas de Pablo es menester conocer, primero, la gramtica de los sacrificios expiatorios practicados

    antao por judos y paganos en el Mediterrneo oriental.

    El principio fundamental es ste: el sacrificio expiatorio

    transfiere la culpa a un animal; as, al asesinarlo, la persona

    que ofendi al dios queda liberada de su culpa. Culpas mayores

    exigen vctimas ms caras, pues el perdn se compra por un

    precio. En la tradicin hebrea, detallada en el Levtico (el tercer

    libro de la Tor o Pentateuco), se estipula una paloma para los

    pecados ms pequeos; para los intermedios, un chivo o un

    cordero; y para los ms graves, un buey. De estas prcticas

    viene la expresin moderna chivo expiatorio. La escala ascendente tiene funciones obvias de control social: si hacer

    algo muy malo me cuesta un buey entero, lo pienso dos veces.

    Siguiendo esta lgica, para obtener en un sacrificio el

    perdn de todos los pecados, de todos los hombres, de todos

    los tiempos, hace falta una vctima infinitamente cara. Cul?

    El Hijo de Dios, consubstancial al Padre, por quien todo fue hecho.* Y nada menos, dice la teologa cristiana.

    * Se dice en la misa catlica.

    Se transfieren, pues, todas las transgresiones humanas

    sobre Jess en calidad de vctima ofrecida, y su crucifixin es

    el asesinato ritual que las expa. Nuestro antiguo ser fue crucificado con l, explica Pablo, para que el cuerpo del pecado pudiera ser destruido, y no furamos ya esclavos del

    pecado. Los hombres fueron comprados por un precio, dice, y ese precio es la sangre de Jess, del carsimo chivo expiatorio que asegura el perdn universal. O bien del cordero expiatorio, pues fue sacrificado, en la frase de Pablo, en calidad de cordero de Pascua. Por eso en la misa catlica se le reza as: Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.**

    El Levtico instruye quemar ciertas porciones de la

    vctima ofrecida para complacer a Dios con la fragancia que

    asciende al cielo, induciendo con ella Su perdn: luego el sacerdote lo convertir en humo en el altar para un aroma

    agradable al Seor. As el sacerdote expiar tu pecado, y sers

    perdonado. Pablo nuevamente invoca el modelo del Levtico cuando escribe: Cristo nos am y se entreg por nosotros, una

    Romanos (6.6)

    1 Corintios (6.20)

    1 Corintios (5.7)

    ** En los primeros siglos era tan comn la representacin de Jess como

    cordero que fue necesario un decreto conciliar en 692 para que dejara de

    hacerse (Gurewich 1957:359)

    Levtico (4.31)

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    949

    ofrenda fragante y sacrificio para Dios (nfasis mo).* Luego de quemar las porciones fragantes, dice el Levtico, el sacerdote

    come de la vctima, completando el sacrificio. En la tradicin

    cristiana los hombres, asesinos de Jess, ocupan la funcin

    ritual prctica de sacerdotes y por ende deben consumir su

    cuerpo y sangre: la famosa eucarista.

    Apunto, empero, que los hombres realmente no saben lo que hacen, como pronuncia desde la cruz el Jess evanglico. El autor intelectual es el sumo sacerdote del rito,

    Dios Padre, cosa que enfatiza una y otra vez el Jess

    evanglico: aunque los humanos no entiendan lo que hacen,

    todo se desenvuelve de acuerdo al plan divino para cumplir

    anteriores promesas de Dios a travs de sus profetas.

    Pero cul es la razn profunda? Por qu habra Dios

    de oficiar semejante sacrificio?

    Dios, explica la teologa paulina, ha decidido ponerle

    fin a la Ley de Moiss como vehculo de salvacin. De ahora

    en adelante Dios regalar la salvacin en un acto de gracia

    divina, pues la flaqueza humana no consigue cumplir con xito

    suficiente los mitzvot: las obras de caridad y justicia, y los

    rituales, que exige la Ley de Moiss. Yendo ms lejos, el

    argumento responsabiliza a la Ley por la existencia del mal.

    Pues de no ser por la Ley, explica Pablo, no habra conocido el pecado (como si los humanos no pudisemos imaginar maldades antes de verlas prohibidas en un cdigo).

    Para corregir curso, la deidad cancela tan errnea legislacin y

    * Efesios (5.2)

    Romanos (7.7)

    soluciona el problema de nuestra debilidad casi por decreto con

    Su perdn (Dios hizo lo que la Ley, debilitada por la carne, no pudo hacer). Digo casi por decreto porque no puede Dios simplemente perdonarnos; debe oficiar el sacrificio que

    mecnicamente libera todas esas culpas y para ello precisa de

    un cordero expiatorio: Jess. Aqu hay una curiosa paradoja,

    como si el Creador Omnipotente fuese en cambio un inquilino

    ms, obedeciendo las leyes msticas del Universo y cumpliendo

    con sus requisitos burocrticos.

    Una vez concluido el sacrificio efectivo del perdn

    universal, la Ley de Moiss queda abolida: Cristo le pone fin a la Ley, dice Pablo. Por ende, queda tambin abolida la distincin entre gentil y judo, la cual dependa de un

    compromiso con la Ley. La membreca en el nuevo Israel cristianobasado en una Nueva Alianzase obtiene simplemente aceptando en voz alta todo lo anterior, es decir,

    demostrando con profesin de fe el aprecio, y no el desprecio,

    del costossimo regalo del Creador: Porque si confiesas de tus labios que Jess es el Seor, y crees en tu corazn que Dios lo

    resucit de entre los muertos, te salvars, promete Pablo.**

    La Carta a los Romanos contiene un prrafo que

    resume de forma sucinta toda la teologa:

    Porque ningn ser humano se justificar en Sus ojos por obras prescritas por la Ley [de Moiss], pues a travs de la Ley es como se conoce el pecado. Pero

    Romanos (8.3)

    Romanos (10.4)

    ** Romanos (10.9-10)

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    950

    ahora, aparte de la Ley, se ha revelado la justicia de Dios, y lo atestiguan la Ley y los profetas, la justicia de Dios a travs de la fe en Cristo Jess para todos quienes creen. Pues no hay distincin [entre gentiles y judos], ya que todos han pecado y no alcanzan la gloria de Dios; ahora se justifican por Su gracia en calidad de regalo, a travs de la redencin que hay en Cristo Jess, a quien Dios ofreci como sacrificio de expiacin por su sangre, efectivo a travs de la fe. Pues sostenemos que una persona se justifica por fe, aparte de las obras que prescribe la Ley.Romanos (3.20-28; nfasis mo)

    Los cristianos somos instruidos a concentrar la mayor

    parte de nuestra energa psicolgica sobre el amor que nos

    demostr Jess cuando acept voluntariamente el difcil papel

    de cordero expiatorio. Ese amor abnegado debe reciprocarse

    con devocin. No se nos pide, por contraste, especular sobre lo

    que implica sobre el Creador que haya ordenado el Universo de

    esta manera. Tampoco nos instruyen a cuestionar si este

    modelo realmente tiene base en el judasmo.

    El mesianismo paulino, es un concepto judo?

    No obstante que la Ley de Moiss haya sido abolida por el

    sacrificio expiatorio de Jess, la tradicin cristiana preserva los

    textos hebreos. Por qu? Porque no tiene remedio. El

    cristianismo afirma ser el nuevo Israel, la continuacin legtima del judasmo a travs de Jess, el Mesas anunciado en

    las profecas hebreas. Sin embargo, aunque Pablo invoque el

    modelo del Levtico para explicar la lgica del sacrificio de

    Jess, existen cuatro problemas fundamentales para quien

    busque asimilar el concepto cristiano a la tradicin juda.

    1) El sacrificio humano no es judo. Es comn escuchar

    crticas contra el Dios del Viejo Testamento que le exige al patriarca Abraham un sacrificio humano, pero esa crtica no

    atina. Dios no pide un sacrificio humanolo prohbe. El Dios de la Tor se est comunicando con un hombre de cultura

    pagana, donde s se ofician sacrificios humanos, para poner a

    prueba su fe, pero en el momento cumbre detiene su mano y le

    prohbe sacrificar a su hijo, porque lo est convirtiendo en el

    padre fundador de un movimiento tico. ste es el pivote, el

    momento de la transformacin de Abraham. En la Tor Moiss

    apremia as a los judos: no se les ocurra imitarlos [a los paganos] porque todas las cosas que el Seor aborrece ellos han hecho por sus dioses. Inclusive quemaban a sus hijos e

    hijas en el fuego para sus dioses.* Es decir que el sacrificio humano es el extremovase el inclusivede las cosas que el Seor aborrece. Un judo ortodoxo difcilmente podra imaginar a Dios oficiando un sacrificio humano para lavar

    todos los pecados. Nada pudo ser ms escandaloso para los

    judos que un rito en el cual se consumey literalmente, bajo la doctrina de la transubstanciacinel cuerpo y la sangre de una persona ritualmente asesinada.

    2) No abunda material en la tradicin hebrea para

    apoyar los asertos cristianos sobre Mara, la madre de Jess.

    Cmo explicar la idea de la unin reproductiva de Dios con

    una mortal, o la de su vstago hbrido, mortal y divino? Y la

    milagrosa virginidad? Estas ideas son ajenas al judasmo. Sin

    duda los textos cristianos hacen un esfuerzo por establecer la

    conexin, pero es impugnable.

    * Deuteronomio (12.30-31)

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    951

    El Evangelio Segn Mateo dice que un ngel le explic

    a Jos que Mara dara a luz siendo virgen.* Mateo aade:

    Todo esto sucedi para cumplir lo que haba dicho el Seor a travs de su profeta: Mira, una virgen concebir y tendr un hijo, y lo llamarn Emanuel. Es un ejemplo de cristologa: el autorMateojustifica el carcter mesinico de Jess relatando, primero, un detalle de su presunta biografa, y

    refirindonos despus a una presunta profeca mesinica en los textos hebreos que segn l empata con el presunto detalle

    biogrfico.

    Dennis Duling, un estudioso de la Biblia, apunta que

    Mateo aqu cita Isaas 7.14 (Septuaginta). Ntese el parntesis. La Biblia Septuaginta es la antigua traduccin de la

    Biblia Hebrea al griego (el idioma de los evangelios). Pero la

    versin griega no siempre atina: El texto hebreo, explica Duling, se refiere a una jovencita y no a una virgen.12 Lo de una virgen en la versin griega es un simple error de traduccin. Qu implica? Que aun aceptando el improbable

    milagro de la maternidad virginal de Marasimplemente porque Mateo y Lucas as lo afirman, de todas formas no se cumple una profeca hebrea.

    * En el Evangelio Segn Lucas, por contraste, se lo explica a Mara.

    Mateo (1.23)

    Para muchos feligreses cristianos ha sido difcil enterarse de estos

    detalles porque las Biblias que todava hoy leemos contienen estos errores.

    Como explica un historiador del cristianismo: Los exiliados estudiosos

    humanistas ingleses, catlicos, que crearon la primera traduccin catlica de

    la Biblia al ingls, defendieron su decisin de apegarse a los errores al

    3) La tradicin juda, entera, gira alrededor de la Ley

    de Moiss. El Mesas que anticipaban los judos hara de la Ley

    un fenmeno poltico universal. Un Mesas que predica la

    abolicin de la Ley, por lo tanto, habra sido una contradiccin

    muy bsicauna negacin de toda la tradicin.

    4) E]l deseo de Jess de ser ejecutado en Jerusaln [es] totalmente nico para un Mesas judo, como apunta Harris Lenowitz, experto del mesianismo judo.

    13 Los judos no

    esperaban a un Mesas derrotado, ejecutado de forma

    humillante por el enemigo, sino a un guerrero, un libertador

    poltico totalmente exitoso y modelado en Ciro el Grande de

    Persia.

    Para los israelitas, morando en Oriente Medio, los

    persas lo haban conquistado todo: desde Afganistn hasta el

    borde de Grecia. Y como el conquistador Ciro era un rey de reyes benvolo, protector de los pobres, era tambin el salvador del mundo. Adems, liber a los israelitas de su cautiverio en Babilonia y los protegi con celo, subsidiando su

    regreso a Jud y la reconstruccin de su Templo, como narra el

    Libro de Ezra (CAPTULO 22). O sea que el salvador del mundo

    traducir el Viejo Testamento que contena la Vulgata Latina [compuesta por

    San Jernimo en el siglo V, y basada en la Septuaginta] en vez de ponerle

    atencin al hebreo original. Afirmaron confiados que los estudiosos

    cristianos siempre haban sabido que los judos haban deliberadamente

    corrompido su texto. Era predecible que la Inquisicin Espaola vera con

    extrema sospecha a cualquier estudioso bblico que mostrara un inters

    excesivo en los textos hebreos (MacCulloch 2003:665).

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    era en especial salvador de los judosprecisamente el prototipo de la tradicin mesinica hebrea. No est de ms sealar que el Libro de Isaas, fuente y origen de aquella

    tradicin mesinica, y escrito supuestamente por un

    contemporneo de Ciro, de hecho identifica al fundador del

    Imperio Persa textualmente como el Mesas del Seor:

    As le dice Dios a su Mesas, a Cirocuya mano derecha he tenido en la mapara que someta a las naciones ante l y suelte las armaduras de los reyes: Ir delante de ti y enderezar todo lo torcido Llueva de los cielos, de lo alto, y que se viertan la tica y la justicia desde los cielos Isaas (45.1-8)

    *

    Los judos no esperaban ver a su Mesas ejecutado por

    el opresor sino victorioso, llegando para enderezar todo lo torcido. Anticipaban un exitoso lder poltico y militar que vendra a [soltar] las armaduras de los reyes, a derrotar a los romanos, a liberar a los pueblos oprimidos, y a instituir la Ley

    de Moiss para que se viertan la tica y la justicia desde los cielos.

    La controversia antigua

    Una confirmacin importante del anlisis hasta aqu es que en

    el Mediterrneo antiguo ardi una controversia aguda sobre el

    concepto cristiano de Mesas.

    Segn Hechos de los Apstoles Pablo iba a las

    sinagogas explicando y demostrando que era necesario que el

    * Para una discusin de Ciro como el Mesas, ver Fried (2002).

    Mesas sufriera y resucitara de entre los muertos. Pero si haca falta ir explicando y demostrando este concepto de Mesas (y no solo que Jess fuera Aquel), los judos no

    esperaban que el Mesas deba sufrir, morir, y resucitar.

    Esperaban a un vencedor, no a un vencido.

    El propio Agustn de Hipona (San Agustn) escribi: los judos no anticipan que el Cristo al que esperan morir; por lo tanto no piensan que el nuestro es Aquel Quien la Ley y

    los profetas anunciaron. Sensible a la controversia, Agustn tema que alguien fuera a pensar que los cristianos falsificaron estas profecas sobre Cristo. Se refera a las presuntas profecas exprimidas del Antiguo Testamento, es decir, de la Biblia Hebrea, mediante exgesis cristiana, profecas que los

    judosautores y custodios de esos textosno reconocan. De ah la interpretacin agustiniana del genocidio romano contra

    los judos como un castigo divino por rechazar a Jess; en su

    estimacin eso demostraba la verdad cristiana y pona fin a la controversia (INTRODUCCIN).

    Paula Fredriksen, experta sobre Agustn, explica que el

    obispo de Hipona invirti un enorme esfuerzo en defender que

    la religin de Pablo realmente era de origen judo, en contra de

    muchos cristianos no catlicos que afirmaban lo contrario.

    Curiosamente, aquella controversia antigua no parece justificar

    a los ojos de Fredriksen (ni tampoco de muchos otros

    historiadores) un debate moderno, pues ella afirma que el

    Hechos (17.3)

    Ciudad de Dios (17.18)

    Ciudad de Dios (18.46)

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    cristianismo antiguo era un tipo de judasmo, y tambin que el pasado cristiano era incontrovertiblemente judo.14 Pero si en la antigedad arda una controversiacomentada, sta, en el libro de la propia Fredriksenes cabalmente controvertible el presunto origen judo del cristianismo. Por qu entonces niega

    ella de forma tajante esa controversia?

    La respuesta quiz la diera el catlico ingls Paul

    Johnson al escribir, en Una Historia del Cristianismo, que El cristianismo es en esencia una religin histrica. Basa sus

    jactancias en los hechos histricos que afirma. Si estos son

    demolidos entonces no es nada.15 La jactancia central de Pablo es que Jess de Nazaret es el Mesas profetizado en los

    libros hebreos. Por ende, cuestionar el vnculo histrico del

    cristianismo con el judasmo es atentar contra la verdad

    cristiana y son pocos los historiadores que lo hayan osado. Ni

    siquiera los judosminora vulnerable en una civilizacin cristianaparecen atreverse (Fredriksen es conversa al judasmo).

    Una salida sera alegar una intervencin divina para

    explicar lo que, desde el punto de vista judo, son las

    innovaciones radicales del cristianismo. Pero eso exige

    concebir a un Dios que anuncia a los judos un Mesas

    victorioso para enviarles luegosorpresa!uno derrotado.

    O sera entonces que los judos no supieron entender

    sus propios libros sagrados? Los telogos cristianos,

    empezando por Agustn, han dicho siempre eso, y tambin que

    se trata de un gran misterio. Pero los historiadores por oficio no deben tolerar misterios sino encontrar las hiptesis que los

    esfuman. En especial, un historiador debe considerar los

    posibles antecedentes histrico-culturales de las ideas

    religiosas. El antecedente histrico-cultural de la tradicin

    mesinica juda parece ser Ciro el Grande de Persia, mientras

    que en la tradicin paulina pocas cosas encajan con este modelo del rey guerrero.16 Eso nos fuerza a preguntar: de dnde viene el Mesas de Pablo?

    Un origen griego?

    La cultura romana, en general, tiende a ser un desarrollo de la

    griega, pero la porcin oriental del Imperio Romano, donde

    naci el cristianismo, era por dems autnticamente griega,

    pues los grecomacedonios haban conquistado y colonizado

    toda esa zona antes de que los romanos se impusieran. En 1899

    el pastor F.C. Burkitt, un estudioso de los orgenes del

    cristianismo, explicaba a sus lectores que Pablo, de la ciudad

    griega de Tarso (en la actual Turqua), haba sido lder de un

    grupo de griegos que no conocieron a Cristo [Jess de Nazaret] en vida. Burkitt se esmera en recalcar el origen griego del movimiento paulino:

    Para el estudiante de la historia general, el cristianismo aparece en el mundo como una religin griega. Las primeras comunidades cristianas de envergadura estaban basadas en las ciudades griegas de las costas orientales del mediterrneo. En Alejandra, Antioqua, en feso, en Esmirna, en Corintotodas cerca del mar, y comunicndose fcilmente unas con otraslas pequeas iglesias nacieron y fueron desarrollando su organizacin. Todo el vocabulario eclesistico es griego. Obispos, sacerdotes, diconos, laicos, el bautismo, la eucaristatodos son trminos de origen griego. Lo mismo con la literatura. La religin aliengena que

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    pari al cristianismo [es decir, el Judasmo] le hered sus libros sagrados en traduccin al griego, y los escritos de los cristianos que despus de un tiempo fueron aadindose al canon de Escrituras Sagradas en un Nuevo Volumen [el Nuevo Testamento], stos tambin fueron escritos en griego. En suma, la Iglesia creci en suelo griego.Burkitt (2002[1899]:1-2)

    Para Burkittun cristiano protestantelo anterior era importante. No buscaba establecer si Jess era o no el salvador

    (ya lo supona) sino cul sera su verdadero mensaje. Pablo y

    su gente no conocieron a Jess y fueron (salvo Pablo) todos

    griegos; acaso transmitieron la prdica del rabino crucificado

    con fidelidad? Los protestantes perciban la necesidad de un

    estudio ms detenido de los textos hebreos para conocer mejor

    al Jess histrico, pues l fue judo. Aquel ejercicio estableci,

    entre algunos protestantes, una mayor simpata hacia los judos

    (sobre todo en sus corrientes anglosajonas), repitiendo un

    patrn aejo en la civilizacin occidental de grupos cristianos

    (invariablemente perseguidos) que se acercan nuevamente al

    judasmo.

    El escepticismo historiogrfico que justific la postura

    crtica de los protestantes hacia (algunas de) las enseanzas

    catlicas entreabri una Caja de Pandora. Aqu la destaparemos

    bien para profundizar las investigaciones que su apertura

    motiva. Si los textos hebreos nos ayudan a conocer mejor al

    Jess histrico por haber sido judo, entonces, para conocer

    mejor a Pabloun judo griego rodeado de aliados griegos predicndole en griego a otros griegosquiz convenga una mayor familiaridad con la cultura helnica.

    En la misa los catlicos rezan a Jess como Dios de Dios, Luz de Luz: hijo del Dios Padre y de una virgen preada milagrosamente. Celebran su mensaje de amor, tica, y no

    violencia. Conmemoran, con pan y vino convertidos

    milagrosamente en el cuerpo y sangre del salvador, su

    asesinato por quienes no vean ms que un hombre, y creen,

    para obtener con su fe la vida eterna, que esa muerteseguida de resurreccincompleta un gran sacrificio expiatorio universal. La pregunta aqu es si este modelo catlico paulino

    tiene similitudes importantes con las tradiciones griegas.

    Veamos.

    Los misterios griegos

    Antes vimos (INTRODUCCIN) que gracias a un enrgico

    proselitismo los judos antiguos crecieron mucho por

    conversin: eran el 10% del imperio romano, con el apoyo de

    otro 15% o 20% de temerosos de Dios: paganos filojudaicos. stos eran feligreses de los misterios griegos o religiones mistricas, y fue en las sinagogas, adonde acudan ansiosos a escuchar la Ley de Moiss, donde, segn Hechos, Pablo de

    Tarso los reclut para su movimiento.

    Ross R. Kraemer arguye que en su origen las religiones

    mistricas eran lideradas por mujeres; si bien los hombres participaban en el culto, estaban limitados a ciertas prcticas, y

    slo las mujeres podan convertirse en iniciados cabales. Por qu? Observa que, como lo han notado una multitud de historiadores, el estatus de las mujeres en la Grecia clsica

    califica como entre los peores de la sociedad occidental en

    cualquier poca. Haciendo una comparacin antropolgica con otros casos de religiones donde tambin figura la posesin

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    exttica y la dominancia de las mujeres, Kraemer concluye que

    los cultos mistricos eran una expresintolerada, por ser un ritualde denuncia popular contra el orden opresivo de sus sociedades.

    17 Una vlvula de escape.

    Consistente con la opinin de Kraemer, Robert Wolfe

    observa que la aparicin de estas religiones siglos atrs haba

    coincidido con la introduccin de las armas de hierro y el

    consecuente espectacular incremento de la mortandad blica.18 La total militarizacin de la sociedad griega produjo una gran proliferacin de soldados predatorios y trajo consigo

    una brutalizacin de las relaciones sociales. En el contenido mismo de los misterios se registra la protesta de sus vctimas; hay una clara hostilidad a la violencia masculina y, en general, a la sexualidad masculina que en la opinin de Wolfe se explica como una reaccin a la violacin y otras formas de

    violencia masculina en las relaciones sociales.19

    Pero no se rechaza nada ms la violencia contra las

    mujeres; la protesta es general.

    Simblico del cielo eleusino era la regla prohibindole admisin a los misterios a cualquier hombre que hubiera matado a un ser humano. Ms tarde, asesinos, incluyendo soldados, tenan que participar en ritos de purificacin antes de ser admitidos. Estas doctrinas pacifistas eran el centro del cielo eleusino. El cielo, en la teologa eleusina y rfica era un lugar dominado por las mujeres donde no se permita la violencia.Wolfe (1987:311)

    Wolfe utiliza la etiqueta de eleusino para referirse al complejo entero de las religiones mistricas. La razn, como

    explica A.J.M. Wedderburn, es que la tradicin celebrada en

    Eleusis, cerca de Atenas, ejerca una poderosa influencia sobre los misterios del mundo antiguo, dndole a estos cultos varios muchos rasgos en comn. Por ejemplo, ceremonias de iniciacin, algunas obligaciones ticas o ascticas, apoyo mutuo, y la preservacin de ciertas tradiciones, guardadas en secreto.20 Tambin, parece ser, la idea de que slo quienes participaran en estos ritos alcanzaran la vida eterna, negada al

    resto del mundo.21

    Como los antiguos romanos podan ver las

    dramticas similitudes entre los distintos misterios, en

    reconocimiento de una categora comn le ponan la famosa

    gorra frigia a todas las deidades mistricas en sus imgenes.22

    Estas religiones llamadas misterios estaban orientadas hacia la tica y eran muy populares entre las clases bajas. No es

    un misterio, por lo tanto, que sus practicantes se sintieran

    atrados a la ley de los esclavos liberados, acudiendo muy

    interesados a las sinagogas. Fue en esas sinagogas donde

    Pablo, segn Hechos, los reclut para su movimiento. El culto

    de Dionisio, tambin llamado Baco, dios del vino, es para

    nosotros el ms interesante, pues presenta similitudes

    dramticas con la teologa paulina.

    En el misterio dionisiaco, dice un estudioso del tema,

    las cuestiones soteriolgicases decir, sobre la salvacin y la vida eternatienen una gran importancia, y ayudaron en su propagacin.23 Haba variaciones en los mitos sobre Dionisio pero compartan en sus rasgos principales una estructura

    comn. Dionisiollamado Zagreus en su primera encarnaciniba a ser el salvador del mundo. Luego de nacer, el nio, buscando escapar de los titanes, se convierte en

    buey, pero aquellos de todas formas lo desmiembran y se lo

    comen. Zeus, enfurecido, lanza relmpagos y parte en mil

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    pedazos a los titanes. De estos pedazos emergen los humanos,

    con un poco de Dionisio dentro y por lo tanto parcialmente

    divinos. Finalmente Zeus resucita a Dionisio a partir de su corazn, que no ha sido destruido. Era central el culto al nio Dios, recin nacido, y celebraban su muerte y resurreccin como el camino a la vida eterna.

    24

    Es posible que estas religiones tuvieran una raz muy

    vieja. En la cultura helnica desde antao exista el

    importantsimo culto de Heracles (Hrcules), cuya mitologa

    inclua sus sufrimientos, su muerte, y su ascenso al cielo, y esa secuencia quiz fuera el modelo de los misterios griegos.25 Tambin est la evidencia sobre la muy antigua civilizacin minoica, centrada en Creta y anterior a la cultura

    helnica. Ah el personaje de Zeus es distinto al olmpico,

    como apunta Arnold Toynbee, y tiene ciertos rasgos peculiares:

    El Zeus cretense no es el lder de un grupo militar que aparece en la escena todo armado. Aparece como un recin nacido. Quiz sea idntico con el nio que la Divina Madre presenta para ser adorado y que vemos representado en el arte minoico. Y no solo nacetambin muere!. Acaso su nacimiento y muerte fueron reproducidos en el nacimiento y muerte de Dionisio, la deidad traciana con quien se identifica el Dios de los misterios eleusinos?Toynbee (1946:25)

    Las Bacantes

    Conviene examinar Las Bacantes del dramaturgo clsico

    Eurpides (ca. 483 406 AEC), pues gira en torno al rito dionisiaco. Los artistas se toman libertades pero Ross Kraemer

    apunta que esta famosa obra teatral parece combinar

    elementos de mitos fijos con las observaciones del mismo

    Eurpides sobre prcticas contemporneas concerniendo el culto de Dionisio/Baco.

    26 Hemos de ponerle atencin a esta

    representacin, olfateando las pistas que nos entrega sobre la

    cosmovisin y prcticas rituales de aquella religin. Algunos

    detalles sern notablemente reconocibles para quien haya

    crecido en la tradicin cristiana.

    En la obra de Eurpides Dionisio se presenta como un

    dios con apariencia de hombre que se revela para ser adorado.

    Aqu estoy, dios incgnito, disfrazado de hombre, se anuncia Dionisio en las primeras lneas. Ense mis danzas para los pies de los hombres vivientes, estableciendo mis misterios y

    mis ritos para que fuese revelado en la tierra por lo que soy: un

    dios.* El personaje llamado Tiresias, seguidor de Dionisio, afirma que este dios no pretende ser una deidad local, sino que

    desea que toda la humanidad le honre. No quiere a nadie excluido de su adoracin. Dionisio ha ido a Lidia, Frigia, Persia, Media, Arabia, y Bactria enseando su cultoo sea, a todo el oikoumene, el mundo conocido o civilizado. Falta el mundo helnico (los antiguos griegos consideraban que sus

    misterios eran importaciones asiticas).

    Este dios que se mezcla incgnito entre los hombres para ensear su propio culto resulta, en la obra, de la unin

    entre Zeus, el Dios Padre del panten griego, y una mujer mortal, Semele, hija de Cadmus, el rey de Tebas. Entonces

    * Bacantes (1-7)

    Bacantes (10-20, 205-210)

    El sentido etimolgico de ecumnico es: abarcando el oikoumene.

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    957

    Dionisio es simultneamente mortal y divino. Es dios, hijo de dios y el hijo naci de la luz, anuncia el coro de bacantes (seguidoras de Dionisio). Y proclaman: Benditos sean, quienes conocen los misterios de dios, los posedos por el espritu de dios, que es uno con quienes pertenecen al cuerpo

    santo de dios.*

    Los mitos bquicos, apunta Robert Wolfe, se centraban sobre la cuestin de si venerar o no a Dionisio.27 Vemos en la obra que Dionisio se queja contra quienes

    disputan su ascendencia divina. Su mensaje es obvio:

    bienaventurados los que crean sin haber visto; el escptico ser

    castigado.

    Se har un ejemplo de Penteoa quien Cadmus ha dejado el trono de Tebas luego de abdicarpor haber retado el culto dionisiaco. Le probar a l y a todos los hombres de Tebas que soy en verdad un dios. Y cuando haya establecido

    mi culto ah, y todo est bien, continuar mi camino y me

    revelar a otros hombres, en otras tierras, anuncia Dionisio.

    Las acompaantes de Dionisio, llamadas mnades, se

    envuelven en un trance violento y desmiembran al Rey Penteo

    por rehusarse a creer que Dionisio es hijo de Zeus. Esto repite

    el crimen de los titanes contra Dionisio. Parece ser que tambin

    era el modelo ritual. Didoro, dice Kraemer, escribi que las

    sacerdotisas de Dionisio actuaban la parte de las mnades.28 Y en Las Bacantes el coro describe al celebrante de Dionisio que caza y se come crudo a un chivo.29 Segn Bertrand

    * Bacantes (70-85)

    Bacantes (45-55)

    Russell, cuando las bacantes destazaban a un animal salvaje y coman su carne cruda eso supona una representacin de cmo

    los titanes haban destazado y consumido a Baco.30 Esa interpretacin cunde, y por buenas razones: Jane Harrison apunta que uno de los ttulos de Dionisio, en griego, quiere

    decir una comida compartida por todos. Se piensa que los creyentes consuman ritualmente el cuerpo y sangre del dios

    para alcanzar la inmortalidad.31

    Aquel triunfo de ultratumba tiene cara de rebelin

    poltica expresada en el lenguaje de la teologa. A.G. Bather

    escriba a finales del siglo 19 que la feligresa de este culto no yaca en una raza superior de conquistadores ni en una casta

    jerrquica, sino entre la gente pobre del campo.32 Un siglo despus Robert Wolfe arga que el cmulo de la evidencia sugiere que los ritos dionisiacos y rficos surgieron en reaccin

    al culto oficial de Olimpo y en un contexto urbano, no rural. No me interesa la controversia sobre el origen urbano o rural;

    para el siglo 1 el rito de Baco era la ms extendida y popular de todas las religiones mistricas, en las ciudades y en el campo.

    33 Me interesa el punto de acuerdo: el culto dionisiaco

    surgi como religin popular de oposicin. Al negarle vida

    eterna a los ricos que despreciaban sus ritos, los pobres se

    En 1903 Jane Harrison escribi el muy influyente trabajo Prolegomena to

    the Study of Greek Religions que transform el estudio de la religin griega

    al demostrar la gran importancia de los cultos no olmpicos, hasta entonces

    poco discutidos entre los acadmicos por no haber sido del agrado de los

    aristcratas cuyos trabajos filosficos, cientficos, e histricos eran el

    principal enfoque de quienes estudiaban la Grecia antigua.

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    958

    vengaban en el ms all por el pisoteo que deban sufrir en esta

    vida. Pero como la venganza era teolgica y no poltica el culto

    era tolerado: una vlvula de escape no enteramente dismil a la

    celebracin cristiana de los pobres en el culto medieval que las

    clases opresoras europeas controlaban. Como estamos

    considerando la obra de Eurpides, vale mencionar la

    observacin de Richmond Lattimore que Eurpides resaltaba a los dbiles u oprimidos, a los despreciados o mal

    comprendidos: mujeres, nios, esclavos, cautivos, extranjeros,

    brbaros.34 Tiene peso, pues, la splica de su coro de bacantes: O Dionisio, ves cmo nos tienen en cadenas que no podemos romper, en los grilletes de los opresores? Baja del

    Olimpo, Seor!*

    En la obra de Eurpides el Rey Penteo encarna el

    escepticismo y desprecio de los aristcratas helnicos contra

    las creencias de los pobres. Lanza una ola represiva contra las

    seguidoras de Dionisio, metindolas en prisin, y manda traer

    preso a Dionisio, a quien supone un hombre, por ensear el

    culto en Tebas. Dionisio, aunque se sepa un dios, se deja

    arrestar con total mansedumbre. Y es que Dionisio pretende

    dar una leccin. Hace mucho tiempo, explica al final, mi padre, Zeus, orden estas cosastodo sigue el plan divino del Dios Padre. Quienes traen preso a Dionisio le reportan a su rey que las mujeres encarceladas han sido milagrosamente

    liberadas, y le advierten que el prisionero acta todo tipo de

    magias. En el interrogatorio que sigue el prisionero explica al

    * Bacantes (550-555)

    Bacantes (430-445)

    Bacantes (1345-1350)

    rey los peligros de no rendirle culto a Dionisio; Penteo se

    enterca en su escepticismo. No sabes lo que haces, sentencia Dionisio.

    Y es verdad, porque Dionisio no le ha dicho quin

    es. Pero eso no exentar al rey del castigo que merecen los

    escpticos, con castigos secundarios para el resto de la casa

    real de Tebas.

    La trama respeta la lgica cruel de la tragedia clsica. Al final la propia madre de Penteono sabiendo lo que hace, pues Dionisio la ha posedo de un trancees quien ayuda a desmembrar a su hijo y se trae victoriosa su cabeza. Luego

    despierta para contemplar horrorizada su hazaa.

    El orfismo

    El culto dionisiaco exhiba variantes y la ms importante quiz

    fuera el orfismo. Muchos autores de la antigedad afirmaron que solamente hombres eran iniciados a los ritos rficos, a diferencia de otros misterios. Robert Wolfe especula que los hombres rficos se sentan en competencia con mujeres de

    similar ideologa por el papel, identificado con las mujeres, de

    la abogaca de la paz, la armona, y la no violencia en la vida

    social.35 Los rficos pensaban que a travs de sus ritos liberaban almas de sus castigos infernales y eso, apunta Martin

    Nilsson, recuerda, curiosamente, ciertas doctrinas catlicas.36 No es lo ms curioso. En el orfismo encontramos los paralelos

    ms exactos con la teologa paulina, cuyo sacerdocio sera,

    tambin, enteramente masculino.

    Bacantes (505)

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    959

    Los rficos consideraban a Orfeo, su putativo fundador,

    un reformador de los ritos dionisiacos. Pero no reformaban la

    teologa: pensaban igualmente que quien no venerara a

    Dionisio a su manera se condenara en el ms all, y como dice Jane Harrison, La doctrina cardinal de la religin rfica era la posibilidad de alcanzar la vida divina. Platn, el famoso filsofo, comentaba sobre los rficos que convencen no solo a individuos sino a ciudades enteras que existen

    mtodos de redencin y purificacin del pecado a travs de

    sacrificios y diversiones y si no hacemos sus sacrificios, nos espera un terrible destino.37

    Puede entreverse en lo anterior que Platn rechazaba y despreciaba a los rficos como charlatanes baratos.38 Eso no debiera sorprendernos. El orfismo era popular sobre todo entre

    las clases bajas.39

    Por qu? Porque el anhelo de justicia se convirti en el principio lder del orfismo, explica Martin Nilsson.

    40 Platn era un aristcrata y sofisticado terico de la

    extrema derecha que propona formas de organizacin social

    para garantizar la opresin de los pobres.* No poda gustarle el

    orfismo como movimiento social.

    * En Repblica, Platn imagina una sociedad con una casta para cada

    funcin, criadas por la clase gobernante como si fueran ganado, y sometidas

    a una incesante propaganda para que no puedan entender y rebelarse (Isaac

    2004:125). Es una idea muy parecida a la pesadilla social que representa

    ms recientemente Aldous Huxley en Un Mundo Feliz, y no muy distinta

    del mundo ideal que imagin Adolfo Hitler.

    En Tracia, las mnades, se deca, haban desmembrado

    a Orfeonuevamente el mismo modelopor rehusarse a venerar a Dionisio como ellas ordenaban. sta era una de varias historias que describan a Orfeo oponindose a la

    religin original de Dionisio, o buscando reformarla.41 Cmo? Platn, relata Nilsson, utiliza la frase vida rfica refirindose a la abstinencia de la carne y al consumo estricto

    de vegetales porque los rficos, como hacen algunos movimientos ticos modernos, dotaban a los animales de almas

    y les extendan derechos.42

    Tena que ofenderles, por ende, el

    arrebato exttico de ir a desmembrar y comerse crudo un chivo

    para celebrar la muerte y resurreccin de Dionisio. Las races

    de la religin rfica, pues, parecen yacer en los esfuerzos por transformar las prcticas salvajes de las mnades en un rito

    ms tranquilo, vegetariano. Los rficos habran seguramente encontrado sustitutos adecuados, en sus ritos secretos, para el

    cuerpo y la sangre del dios martirizado.43

    Cules?

    Nuestra palabra cereal viene de Ceres, la versin romana de la diosa Demeter, central en el misterio eleusino que

    tanto influa sobre los otros misterios. Esa influencia puede

    verse en Las Bacantes, cuando Tiresias, un defensor del culto

    dionisiaco, explica que La humanidad posee dos bendiciones supremas. La primera es la diosa Demeter, o la

    Tierraescjase el nombre que sea. Fue ella quien le dio al hombre su nutrimento de grano. Y la segunda bendicin? [D]espus de ella vino el hijo de Semele [Dionisio], continua Tiresias, quien igual su regalo al inventar el vino lquido como obsequio al hombre. Pan y vino.

    Bacantes (270-280)

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    Robert Wolfe apunta que en varias escenas representando las religiones mistricas en el arte grecorromano,

    se ve a los participantes comiendo pan y bebiendo vino, y aquello da cabida a suponer que el pan y el vino eran los componentes principales de la comida sagrada del rito de

    Baco. Wolfe piensa que en la mayora de los casos el pan y el vino simbolizaban el cuerpo y la sangre de Dionisio, los

    cuales le conferan a los creyentes la inmortalidad.44

    El Jess de Pablo: un nuevo Dionisio?

    Hablando de los cultos mistricos, Bertrand Russell explica

    que, mucho antes de Pablo de Tarso, el dios que muere y resucita, el consumo sacramental de la presunta carne del dios,

    y el volver a nacer a una nueva vida a travs de una ceremonia

    anloga al bautismo se volvi parte de la teologa de grandes

    secciones del mundo romano pagano.45 Hemos visto, en lo anterior, mucho que recuerda a la tradicin cristiana, pero

    apuntar ahora similitudes tan precisas que parecen diseadas

    para derrotar la acusacin de un exceso interpretativo o la

    hiptesis de una coincidencia.

    Existen evidencias, explica Jarl Fossum, para sugerir

    que la idea del nacimiento virginal pudiera haber surgido en Alejandra mucho antes de la llegada del cristianismo. Por ejemplo, exista una tradicin de que Hera reanudaba su virginidad cada ao bandose en el manantial de Cantus

    (Pausanias II.36.2). El autor antiguo Nonnos se refiri a Kore como una madre virgen. Kore, tambin llamada Persfone, es

    la madre de Aion, una versin alejandrina del Dionisio rfico.46

    Vittorio Macchioro tambin apunta el nacimiento virginal de

    Aion.47

    Y Robert Wolfe explica que en los misterios eleusinos

    como se practicaban en Alejandra durante el periodo

    ptolemaico se exhiba a un nio [y] se deca que el nio era el hijo de Persfone, quien milagrosamente haba permanecido

    virgen.48 A un lado de Egipto, el principal dios de los nabateos, Dusares, naca de una diosa virgen. A Dusares (como

    a Aion) lo identificaban con Dionisio.49

    Haba en Judea,

    colindante con Egipto y con Nabatea, muchos gentiles, y entre

    ellos, naturalmente, muchos paganos mistricos que

    participaban en los sincretismos de la zona.

    Circulaban muchas leyendas que afirmaban a Dionisio como hijo de Persfone, seducida o violada por [el

    Dios Padre] Zeus.50 Una muy popular hablaba de cmo los titanes haban destazado a Dionisio, luego restaurado por

    los dioses.51

    En sta, Baco/Dionisio, todava nio, es destazado por los titanes, que se comen toda su carne menos el

    corazn.52 De ah result un culto al sagrado corazn de Dionisio, pues de ese corazn haba resucitado por intercesin

    de Zeus.53

    En el cristianismo hay igualmente un culto al

    sagrado corazn de Jess.

    Es interesante que al principio, el nacimiento de Cristo se celebraba el 6 de enero, como todava sucede en las iglesias

    ortodoxas orientales, pues sta era tambin la fecha del (re)nacimiento de Aion. El 6 de enero es tambin la fecha de la

    epifana (o manifestacin) de Dionisio, en la cual se celebraba un rito transferido de Osiris, una deidad egipcia

    identificada con Dionisio, en la cual el agua milagrosamente se

    converta en vino (lo cual recuerda el milagro de Jess en las

    bodas de Can).54

    Ahora el 6 de enero es la fecha de la epifana

    de Jess (su visitacin por los reyes magos y por lo tanto su

    manifestacin o presentacin a los gentiles). La celebracin del

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    961

    nacimiento de Jess en las iglesias occidentales de rito latino se

    estableci finalmente como la noche del 24-25 de diciembre,

    fecha en la cual los paganos mistricos celebraban en

    Alejandra el nacimiento de Aion, su versin de Dionisio,

    nacido de una madre milagrosamente virgen.55

    *

    Otra deidad asimilada a Dionisio es Atis.56

    Este

    semidios protagonizaba un misterio extendido por todo el

    imperio con el apoyo de Claudio Csar, y exhibe tambin

    similitudes curiosas con Cristo. Culminando el 25 de marzo se

    celebraban ritos flagelantes para conmemorar su resurreccin

    (el periodo en el que puede caer la celebracin cristiana de la

    resurreccin de Jess comienza en la ltima semana de marzo;

    procesiones de flagelantes continan en Italia hasta el da

    presente). En estos ritos Atis era simbolizado con un pino.57 Haba una comida sagrada para conmemorar la muerte y

    resurreccin de Atis, la cual, decan los discpulos, era una promesa que ellos tambin se alzaran triunfantes de las

    corrupciones del cuerpo en la tumba. Atis era el hijo de Zeus y de la mujer Nana, pero a Nana Zeus la haba preado sin

    penetrarla, as que, como lo apunt Frazer, puede decirse,

    nuevamente, que Nana era una virgen.58

    Como persona, empero, la presunta biografa de Atis no semeja en nada a la de

    Jess. Se le parecen ms Dionisio y Orfeo, cuyos rasgos

    combinados nos entregan un reformador compasivo que viene

    a salvar el mundo.

    * La fecha del 25 de diciembre era popular, porque corresponda tambin al

    nacimiento de Mitras, otro semidis mistrico (Wolfe 1987:40).

    Tambin Scrates, el famoso personaje de Platn, se parece a Jess. El dilogo platnico Fedn representa a

    Scrates injustamente enjuiciado pero rehusndose a montar

    una verdadera defensa, aceptando dcilmente su sentencia, y

    explicando a sus seguidores las recompensas de la vida eterna

    que le esperan luego de su ejecucin. Todo esto anticipa la

    figura del Jess paulino. Lo que el recuento evanglico de la Pasin y la Crucifixin eran para los cristianos, escribe Bertrand Russell, el Fedn lo era para los filsofos paganos o libres pensadores [ateos]. Aade: aun para muchos cristianos ocupa un lugar subordinado solamente a la muerte de Cristo. El impacto fue profundo: el Fedn es importante por plasmar, no slo la muerte de un mrtir, sino tambin muchas doctrinas

    que ms tarde fueron cristianas. La teologa de San Pablo y los

    Padres en gran parte se deriv de l, directa o indirectamente, y

    no puede entenderse si ignoramos a Platn.59

    Ojo: lo anterior no es una influencia independiente:

    nuevamente es orfismo. Si bien Platn se opona al anhelo de

    justicia social de los rficos y despreciaba sus supersticiones

    rituales, su teologa mstica es sin embargo rfica. Por qu?

    Porque el pitagoreanismo fue un movimiento de reforma en el orfismo, cuando Pitgoras hizo de aquel misticismo filosofa, explica Russell, y Pitgoras fue una enorme influencia sobre Platn.

    60

    Apuntando las similitudes entre el orfismo y el

    paulinismo, Macchioro comenta:

    En la elaboracin teolgica del orfismo vemos cinco elementos constitutivos: (a) Zagreus [el primer

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    962

    Dionisio*] es hijo de Zeus; (b) los Titanes lo matan; (c)

    Zeus le restaura la vida; (d) se lo lleva al cielo; (e) le da un reino. Sin lugar a duda, todos estos elementos mticos aparecen tambin en conexin con la figura del Cristo paulino, luego consagrados en el credo [catlico]. Adems, los antiguos consideraban la resurreccin de Dionisio un hecho real, enseando su tumba en Delfos, y la teologa rfica identificaba a Dionisio con Zeus, es decir, se afirmaba la identidad del hijo y del padre.Macchioro (1928:341-42)

    A Machioro le falt aadir, entre la (b) y la (c), que los

    mitos dionisiacos tambin afirmaban su descenso a Hades, el

    infierno helnico, elemento que puede encontrarse igualmente

    en el Credo.

    Macchioro apunta que la correspondencia entre Zagreus [Dionisio] y Cristo fue observada por los primeros

    cristianos.61 Ah est, por ejemplo, Clemente de Alejandra, telogo y patriarca catlico, quien en su Proteptikos

    * Zagreus es el nombre de Dionisio, antes de su resurreccin.

    El Credo: Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la

    Tierra. Creo en Jesucristo, su nico Hijo nuestro Seor, que fue concebido

    por obra y gracia del Espritu Santo, naci de Santa Mara Virgen. Padeci

    bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado.

    Descendi a los infiernos. Al tercer da, resucit de entre los muertos. Subi

    a los Cielos y est sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde

    all ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espritu

    Santo, en la Santa Iglesia Catlica, la Comunin de los Santos, el perdn de

    los pecados, la resurreccin de la carne y la vida eterna. Amn.

    representaba al cristianismo como un misterio, pero el nico misterio verdadero.62 Semejante posicin implica que la incmoda similitud entre el cristianismo y los misterios era

    innegable; algunos, explica Macchioro, la consideraban tan dramtica que tena que ser obra del Diablopara confundir a los cristianos.63 Pero los misterios eran muy anteriores al cristianismo, o sea que deba imputrsele a Satans una

    malevolencia proftica: durante siglos haba preparado el

    terreno con dioses falsos cuya biografa, teologa, y

    celebraciones rituales habran de parecerse a la futura

    redencin de Jess. (Ya puede vislumbrarse la poderosa

    motivacin detrs de la erradicacin del paganismo cuando el

    movimiento paulino se convirti en la religin oficial del

    Imperio Romano.)

    Algunos defendan la originalidad del cristianismo

    apuntando que ningn misterio habla de crucifixin. En la

    opinin de Macchioro, que se usara este argumento indica que desde el punto de vista de misterio [vida, muerte violenta,

    resurreccin, descenso al infierno, y ascenso al cielo] nada

    distingua a Dionisio y a Cristo excepto por la forma [precisa]

    de su muerte.64 Aun para quien piense que Macchioro exagera, resulta obvio que la teologa cristiana era fcil de

    digerir para los griegos mistricos, pues ya tenan el modelo

    bsico. El suelo griego, por as decirlo, era frtil para la semilla

    cristiana, y eso ayuda a explicar por qu, como dice Burkitt, la Iglesia creci en suelo griego.

    Para los judos, por contraste dramtico, estas ideas

    eran menos atractivas. El gran filsofo judo Filo de Alejandra

    (siglo 1), de quien se alega que amaba supuestamente el

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    pensamiento helnico, expres as su opinin sobre los

    semidioses griegos:

    Y qu, pues, diremos de los semidioses? Es una cuestin perfectamente ridcula: Cmo es posible que un hombre sea al mismo tiempo mortal e inmortal? Y eso sin mencionar la forma reprochable del origen de estos seres, producto del desenfreno juvenil que los autores se esmeran en imputarle a las naturalezas divinas, profanndolas (como si, locos de amor por mujeres mortales, los dioses

    * se hubieran

    conectado con ellas, cuando sabemos que los dioses estn libres de toda participacin e influencia de pasin, y completamente felices).

    65

    La controversia sobre las religiones mistricas

    Pablo vena de la ciudad griega de Tarso, en la actual Turqua.

    Estaba poblada de gente que hablaba griego y practicaba los

    misterios griegos. No sera posible que Pablo arrebatara de ah

    su teologa? Varios estudiosos del origen del cristianismo

    propusieron eso en el siglo 19.

    Llegado aquel siglo, el efecto combinado de Reforma

    Protestante, Ilustracin Europea, y la separacin de Iglesia y

    Estado que inaugur la Revolucin Francesa madur un clima

    en el que pudo comenzar a estudiarse la historia de la principal

    religin occidental de forma cientfica. Pero el cristianismo se

    * Erwin Goodenough explica que Filo estudiaba el pensamiento helnico

    para convencer a los griegos en sus trminos del error de sus ideas y de la

    verdad juda. Por eso en su propaganda (y lo arriba citado es un ejemplo) les

    habla de los dioses, en plural (Goodenough 1940:39-40).

    representa oficialmente 1) en oposicin a las religiones

    paganas; y 2) como el verdadero judasmo que reemplaza al

    anterior. Era de esperarse una reaccin defensivarepitiendo la reaccin que hubo en la antigedadcontra la propuesta de que el cristianismo hubiese surgido de las religiones mistricas.

    En 1897, por ejemplo, el Reverendo Agustn S. Carman

    escribi:

    La historia de la extensin del evangelio en la generacin que sigue la muerte de Cristo debe incluir una investigacin sobre qu tanto contacto hubo entre el movimiento evangelista y los muy populares misterios antiguos. El Obispo Warburton y otros cometieron un error en el siglo pasado,

    pues sus

    aseveraciones absurdas sobre la supuesta conexin entre los misterios griegos y la revelacin contenida en nuestras Escrituras Sagradas sin duda tuvieron el efecto de impedir investigaciones serias sobre el tema durante muchos aos...Carman (1897:104).

    Aunque el Reverendo Carman abogara por investigar

    el contacto que hubo entre quienes practicaban los misterios

    griegos y los primeros cristianos, consideraba ciertas cosas

    impensables; siquiera ponerlas sobre la mesa era caer en

    aseveraciones absurdas. Para l era un axiomaun a priori: un supuesto previo a la investigacinque la teologa de Pablo no poda haber sido causada por la teologa mistrica.

    Los volmenes del muy influyente trabajo del

    antroplogo y clasicista britnico James Frazer, The Golden

    Bough, comenzaron a publicarse en los 1890s. Frazer apuntaba

    Se refiere al siglo 19, que terminaba.

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    las dramticas similitudes entre el cristianismo y las religiones

    mistricaspero de forma oblicua. Como explica Robert Graves:

    Sir James Frazer pudo conservar hasta su muerte sus preciosos cuartos en Trinity College, Cambridge, gracias al cuidado metdico con el que naveg todo alrededor de su peligroso tema, como si hiciera un viaje de reconocimiento cartogrfico de una costa islea, y sin comprometerse jams a declarar que la isla exista.citado en Wolfe (1987:69)

    En 1914 Carl Clemen y H.A.A. Kennedy ambos

    publicaron ejercicios de refutacin. Nada tienen que ver,

    arguyen estos dos autores, las similitudes entre el vocabulario

    que usaba Pablo y el de los misterios, y nada tienen que ver las

    similitudes entre la teologa de Pablo y la de los misterios que

    por doquier cundan en el Mediterrneo antiguo.66

    Es obvio que la pregunta ha sido incmoda. Desde los

    1940s, apunta Wolfe, se lidia con esa incomodidad ignorando

    por completo el tema.67

    En su verdadera historia del nacimiento del cristianismo, por ejemplo, Rodney Stark

    incluye un captulo sobre las religiones paganas del

    Mediterrneo que llama precursores del cristianismo, pero ni una palabra sobre los misterios.

    68

    Para quienes s abordan el tema, explica Marvin Meyer,

    el estndar para describir lo que corresponde a una deidad que se levanta o resucita es Cristo, como lo entiende por ejemplo

    Pablo. Es decir que si la muerte y resurreccin de alguna otra deidad no es idntica a la de Cristo, no cuenta: se dir que son

    enteramente distintos. Por ejemplo, como apunta Meyer, si bien Atis no se levanta, luego de su muerte, segn Arnobio de

    Sica en Adversus nationes 5.7, se le concedi que su cuerpo no se descompusiera, que su cabello siempre creciera, que

    hasta sus dedos pequeos vivieran y reaccionaran solo con

    movimiento continuo. 69 Pero Walter Burkert afirma tajante en su libro Los Antiguos Cultos Mistricos: No hay evidencia de la resurreccin de Atis.70 O sea, como la de Atis no es precisamente la nocin paulina de resurreccinaunque su regeneracin s confiera la vida eterna a sus seguidoresnada tiene que ver una resurreccin con la otra. Que se utilice este estndar, como bien dice Meyer, indica una eleccin acadmica motivada por teologa.71 La pregunta de fondo no es si las ideas de Pablo fueron idnticas, en todos sus detalles, a

    las mistricas. La pregunta es si fueron influenciadas por ellas.

    Otros batean bruscamente que hubiera una conexin

    entre los misterios y el cristianismo para correr deprisa al

    siguiente tema. Por ejemplo, el reconocido estudioso de las

    religiones, Mircea Eliade, en Historia de las Ideas Religiosas

    (1982) se olvida casi por completo de las religiones mistricas

    excepto para decir: Algunos autores han querido explicar la Eucarista como resultado de influencias de las religiones

    orientales [mistricas*] de la salvacin, pero la hiptesis no

    tiene fundamento (ver p.348). Robert Wolfe cita aquello y comenta: Si el lector interesado se dirige a la pgina 348, sin embargo, no encuentra una sola palabra para justificar que la hiptesis no tiene fundamento. Al contrario, la nica referencia a la Eucarista en la pgina 348 es la afirmacin de

    * Es comn afirmar, con los grecorromanos, el origen supuestamente

    oriental de los misterios. En Las Bacantes el rito dionisiaco llega al

    Mediterrneo luego de ser revelado en todo Asia occidental.

  • Francisco Gil-White 2011 El Colapso de Occidente: El Siguiente Holocausto y sus Consecuencias

    www.hirhome.com/colapso/colapso.htm

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    que es ajena al judasmo. Muy cierto; pero la pregunta es si tambin es ajena a las religiones mistricas.72

    Esa pregunta la contest Pablo. Puede verse en sus

    cartas que sus seguidores en la pennsula griega queran

    ponerle a Jess la gorra frigia que usaban Dionisio, Atis, y

    Mitras: su conversin no pasaba de aadir a su panten un nuevo semidis mistrico importado de otro pueblo asitico.

    Veamos:

    Por lo tanto, mis queridos amigos, huyan del culto a los dolos. La copa de bendicin que bendecimos, no es en ella que participamos de la sangre de Cristo? Y el pan que compartimos, no es un compartir del cuerpo de Cristo? Lo que los paganos sacrifican, se lo sacrifican a demonios, y no a Dios. No quiero que se asocien con demonios. No puede beberse la copa del Seor y la copa de los demonios. No puede uno sentarse a la mesa del Seor y a la mesa de los demonios. O acaso queremos provocar los celos del Seor? Acaso somos ms fuertes que l?1 Corintios (10.14-22)

    Por qu explicaba Pablo con tanto cuidado que el pan y

    vino consumidos cual cuerpo y sangre de la deidad muerta y

    resucitada, y otorgadora de la vida eterna, eran en el caso de

    Jess la mesa del Seor y la copa del Seor, a distinguir de la mesa de los demonios y la copa de los demonios. Porque esa distincin era opaca para sus seguidores, y de ah su

    enfado.

    En tiempos recientes se ha reabierto la controversia.

    Timothy Freke y Peter Gandy son en parte responsables, con la

    publicacin en 1999 de su libro: Los Misterios de Jess:

    Acaso sera el Jess Original un Dios Pagano? La hiptesis

    de Freke y Gandy es que los primeros cristianos fueron los

    gnsticos, idea que recibi un empuje popular en 2003 con la

    publicacin de El Cdigo Da Vinci, de Dan Brown. Adaptada

    luego para el cine, El Cdigo Da Vinci contiene numerosos

    errores y absurdos