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s u p e r v i v o : o c t / 2 0 1 6

| [email protected] | facebook: supervivo.cuba ... · Adelante con todos esos sueños, este es el tiempo. Nombres sobran, ustedes saben quienes son. ... má bien deberían estar

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queda terminantemente autorizada la reproducción de este fanzine.©www.supervivo.org | [email protected] | facebook: supervivo.cuba

s u p e r v i v o : o c t / 2 0 1 6

...Cada noch

e se

sentaba a m

i lado

y partí

a el pan,

yo le

reco

nocía,

lloraba y

regresaba

a Jeru

salén. C

ada

mañana partía hacia

Emaús... Al ll

egar la

noche, é

l esta

ba allí

con pan para part

ir,

a mi la

do...

[email protected]

facebook: supervivo.cuba

www.supervivo.org

Gracias Dios por la provisión, porque respondes nuestras

oraciones aunque ni sabemos cómo orar.

Alberto & Iglesia Bautista del Cerro, por esa manera única

y tan oportuna de mostrar gracia. Siempre le dije, Alberto, que usted era una respuesta de

Dios a muchísimas oraciones.

Lysbeth, gracias por todo el apoyo y toda la fe.

A toda la gente de Santa Clara,diamantes en las manos de

Dios. Adelante con todos esossueños, este es el tiempo.Nombres sobran, ustedes

saben quienes son.

José Iván, gracias por mantenerte fiel, tu aportees muy significativo paranosotros, gente que quizánunca podrá pagártelo.

A ti que lees.

portada y contraportada: irándirección y diseño: newman

edición: pruna

e n c u é n t r a n o s e n :

La Marca: Obra Pía e/ Oficios y Mercaderes

Bianchini: Callejón del Chorro,

Plaza de la Catedral

Mar

tíVS

.Li

ndor

o

txt:

jath

img:

monto

s

s u e ñ o $Dedicado a ustedes,

ustedes saben quienes son.

Una joven me confi esa que ama el arte de editar más que el de escri-bir, que disfruta corregir y ayudar al autor a depurar letra y estilo, pulir hasta dar con un hermoso diaman-te literario.

Un chiquillo que ha pasado de 6to. a 7mo. grado me responde con toda seriedad que sueña con ser futbolista. Yo imagino que uno pro-fesional, de esos que nos llevará a un mundial en… ¿2026?

Él comparte un sueño con otros tres: quieren ser una banda de rock al-ternativo; aún no deciden qué clase de alternatividad escogerán, pero al menos se tienen el uno al otro.

Hay otro grupito, un poco más nu-meroso; también se tienen entre sí y entre sí tienen un sueño, peli-groso, como el de José. Mejor no lo cuento, puede herir sensibilidades de hermanos mayores.

El auditorio eleva una gran carca-jada. Este pequeño cubano tiene un sueño. Ser chofer de Yutong. Yo lo defi endo, alego que sin esas guaguas cuánta gente se quedaría atascada sin poder moverse por la isla, la falta que hacen buenos cho-feres, que sirvan al pueblo. Él me corrige, quiere ser chofer pa buscar-se un buen billete –los choferes se buscan buen billete— argumenta.

Por lo menos no están pensando en irse pa la yuma, por ahora.

t x t : n e w m a n · i m g : m . r . w h i t e

¿Cómo puedes no haberte dado cuen-ta de que un placer real era lo último que debías permitirle? ¿Y que el tipo de placer que le dieron el libro y el paseo es el más peligroso de todos? ¿Que le arrancaría la especie de cos-tra que has ido formando sobre su sensibilidad, y le haría sentir que está regresando a su hogar, recobrándose a sí mismo?

Como un paso previo para separarle del Enemigo, querías apartarle de sí mismo. Sé que el Enemigo también quiere apartar de sí mismos a los hombres, pero en otro sentido. Recuerda siempre que a Él le gustan real-mente esos gusanillos, y que da un absurdo va-lor a la individualidad de cada uno de ellos. Cuando Él habla de que pierdan su "yo". Se refi ere tan sólo a que abandonen el clamor de su propia voluntad. Una vez hecho esto, Él les devuelve realmente toda su personalidad, y pretende (me temo que sinceramente) que, cuando sean completamente Suyos, serán más "ellos mismos" que nunca.

La afi ción al cricket, o a coleccionar sellos, o a beber batidos de ca-cao. Estas cosas, te lo asegu-ro, de virtudes no tienen nada; pero hay en ellas una especie de inocencia, de humildad, de olvido de uno mismo, que me hacen des-confi ar de ellas.

Debes tratar de hacer siem-pre que el paciente abando-ne la gente, la comida o los libros que le gustan de verdad, y que los sustituya por la "mejor" gen-te, la comida "adecuada" o los libros "importantes".

Lo mejor es impedir que haga cualquier cosa. Mientras no lo ponga en práctica, no importa cuánto piense en este nuevo arre-

Carta #13del diablo a su sobrinofragm entos tomados de «Screwtape Letters» de C. S. Lewis.

pentimiento. Deja que el animalillo se revuelque en su arrepentimiento. Déjale hacer lo que sea, menos actuar. Ninguna cantidad, por grande que sea, de piedad en su imaginación y en sus afectos nos perjudicará, si logra-mos mantenerla fuera de su volun-tad. Cuanto más a menudo sienta sin actuar, menos capaz será de llegar a actuar alguna vez, y, a la larga, menos capaz será de sentir.

Tu cariñoso tío,ESCRUTOPO

img: montos

SUPERPROPISTAS

Sin tí

tulo

Idal

cis

Todo ca

be dentro de m

i voz.

Cabe una nube torci

da vesti

da

de espanto. C

abe la im

agen

anónima de cu

alquier dolor.

Cabe la ig

norancia si

mulando

su ve

rgüenza y

cabes t

u, tam-

bién con tu

voz. C

abe inclu

so lo

que detesto. E

l olor a

encierro

,

el últim

o adiós , la m

elancolía

perpetua de alguna ca

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y de nuevo

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Sin tí

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Pudiera ser u

na mañana fr

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(de despedida).

Pudiera ser u

na tarde audaz o

indife

rente,

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r la noch

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profunda:

sin dese

ar,

sin esp

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como el p

rimer b

eso,

consu

miendo la vi

da,

por si m

orimos m

añana.

Te amo

Milagro

para in

créd

ulos

Sando

Vale

El incré

dulo que llevo

dentro se

despertó

de madrugada. P

idió un mila

gro,

(sabrá D

ios en que palid

ez

existencia

l se enco

ntraría

)

pidió que al desp

ertar

las cosa

s fueran

distintas.

Despertó

,

y aunque to

do

era perfecta

mente igual,

sintió

que había cambiado.

Pretér

ito

Sando

Vale

Te aborre

cí co

mo pude,

cuando quise

,

pero te aborre

cí…

Sin ser m

ariposa

, ni ja

rdín,

ni nada ce

rcano a lo

campestr

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tu tan glacia

l, no lo

entiendo,

te conve

rtiste

en otoño del alm

a.

Te aborre

cí…

y comparti

mos la des-d

icha.

Tal v

ez por e

so esta

manera

de querer

nos fue propici

a.

InterludioLa mafi a siciliana fue primero un escuadrón popular y espontáneo para proteger a los pobres contra los atropellos de España, el poder los corrompió, cosa común. Pero estos buquenques, saltándose la primera etapa de “solucionadores de problemas” —no había proble-ma que resolver, acordar un precio con un chofer no tiene la menor di-fi cultad— han impuesto el yugo del intermediario impertinente, no son un servicio, no son un peaje, no aportan nada, solo malestar, enojo y mucha, muchísima corrupción.

Buquenque 2.0Mientras en La Habana se forja la buquencracia en las terminales de Astro y Vía Azul, en Santa Cla-ra surge un buquenque 2.0, o sea, uno que sí se está ganando su co-misión, uno que gasta su saldo en comunicarte con un chofer que te recogerá en la puerta de tu casa, no importa si esa casa está en el reparto Escambray o cerca del Ba-rrio Chino.

Un buquenque que te ofrece un trato de cliente, saluda y da las gracias por contar con su servicio, uno que, espero y oro, logre dejar sin trabajo a los que parecen más bien esbirros, sentados en una silla e imponiendo, al más puro estilo mafi oso, precios que solo deberían acordar chofer y pasajero, y exi-giendo, casi a punta de machete, mordidas —a eso no se le puede llamar comisión—que los mismos choferes temen revelar.

EpílogoAl cierre de este artículo y según reportes, entre los Buquenques de

Trinidad ya corre el rumor de que han metido presos a muchí-

simos de sus colegas de la Terminal de La Habana,

incluyendo al cabecilla. Bendita seas, fi scal.

Buquenque 1ra edición.“Es la pincha más fácil de Cuba” –me decía un amigo. Y tienen li-cencia, cuando algunos de ellos más bien deberían estar pre-sos. ¿Quién regula a esa gente? ¿Quién los para antes de que ar-men una red mafi osa organizada?

¿Exagero? ve hoy mismo a la ter-minal Astro, a solo pocas cuadras del gran monumento a Martí. Escúchame preguntarle a un cho-fer por qué tiene que basarse en el precio que le imponen cuatro maleantes. Alármate con su cara de miedo y su negativa a respon-derme.

Pasa otro día como el que no quiere la cosa, y no te pierdas este diálogo:

—Ven acá, y si tú dices que te vas, yo me voy también, con mi familia. Digamos que nos reencontramos en el capitolio, me monto contigo y nos vamos.

—Esa gente te tira a uno de ellos atrás, pa saber pa donde tú vas. Se enteran de todas maneras.

Allí, a pocos pasos de los ros-tros de Camilo y Ché, un cho-fer corre el peligro de perder

su parabrisas de un batazo si no juega estrictamente por las reglas y atropellos del clan buquenque.

txt: newman img: yaimel

txt: yoe suárez img: marcel

Quizá lo que más detesto del mundo mil nueve ocho cuatro es al falso rebelde. No imaginan cuánto escuece la pose de víc-tima, las frases hechas con ciertos ante o post de «el ofi cialismo», al uso «…no me soporta» o «no trabajo para…», como si al ofi cialismo le importara siquiera su nom-bre. Las divas del dolor no pagan por lo general el precio duro, real, laberíntico y relegante de estallar en mil nueve ocho cuatro. Ni saben de eso, aunque anhelan de mala fe que cuando suba el telón las censuren para hacerse famosas.

Pero decir cuando la gente tiene orden de callar, recordar cuando el olvido es la nor-ma, desempolvar las mentes, tiene sus consecuencias. Uno puede, por ejemplo, ser amenazado de muerte (de bala en ca-beza); ser llevado a los tribunales; ser ex-pulsado por una comisión… o, inclúyanlo en la lista, perder un viajecito, un avión.

Extrañamente a los que más fasti-dian los meses grises de mil nueve ocho cuatro son los que menos co-rean sus desgracias. Y derecho no les falta. Los falsos rebeldes saben que una línea acusatoria, una frase en el pasillo o un «dejar caer» no es ni medio número en mil nueve ocho cuatro; pero aún así lo hacen para engrosar su etiqueta, como si llena-ran currículo para un «por si acaso después» llega mil nueve ocho cinco. Máscaras.

sudarioajeno

txt: yoe suárez img: richy

El presente texto ha sido tomado

del blog «Tenía q decirlo»

(yoesuarez.wordpress.com),

y modificado por el autor para

nuestro fanzine.

&pataletas

Hace unos días un almendronero me cobraba 20 pesos por un viaje habitualmente de 10. Cuando re-clamo por no haberme advertido me dice: –¿No viste el Noticiero? Ya subimos los precios. Lo más ilógico es que me lo dijo como si el reportaje televisivo le-gitimara su actividad, cuando en verdad los estaba criticando por especuladores.

Que los almendroneros sean noticia en un espacio como el Noticiero ofi cial cubano, más allá de la nota curiosa, turística, pintoresca, es casi una noticia en sí. El barullo se armó cuando los también llamados boteros subieron los precios del pasaje sin que los precios del combustible en los puntos de venta estatales lo hicieran. Si alguien quiere una prueba contundente del maridaje ilegalidad-supervivencia en Cuba, ahí tenemos la repentina subida de los al-mendroneros.

Por los omniscientes pasillos, en dramáticas reu-niones donde nadie dice ni pio, se informó de los recortes de combustible para cada centro laboral. Ergo, los particulares, subieron por cinco y diez pe-sos las ya costosas tiradas. LQQD: ahora ya sabemos de dónde les llegaban petróleo y gasolina. –¡Pero ustedes están apretando! –le dijo D, mi amiga, a un taxista. La siempre demorada guagua no llegaba. El secundero del reloj continuaba su ciclo. -Si el go-bierno nos aprieta, nosotros tenemos que apretar al cliente –soltó el gordo sudoroso recitando su salmo. La máquina, el carro, el taxi, el almendrón, es la do-lorosa opción, la última, la de urgencia para el bolsi-llo medio cubano. Entonces D, tempestuosa: –¿Y yo a quién aprieto, compañero? Instintivamente miré al cuello mínimo, empapado, del chofer.

Quizá para evitar tantas muertes por ahorcamiento el gobierno lanzó una lista topada de precios del pasaje según las cifras previas a la crisis. La medida, de discutible efectividad, es cierto, no califi ca como antipopular. Yo me pregunto: de toda la gente que se queja en las redes sociales ¿quién ha llamado al número que habilitaron para denunciar a los chofe-res especuladores? ¿están dejándose ayudar por las políticas que, por una santa vez, el Estado ha puesto del lado de los consumidores? No se trata de poner a cubanos contra cubanos: eso la verdad es que no tiene el mínimo de sentido. Lo de la mayoría de los taxistas es una mafi a, una red que tiene la estruc-tura informal aceitada para desviar combustible y para organizarse en las subidas de precios que des-de hace mucho tiempo, antes incluso de este revuelo que los ha puesto de moda, pujaban por subir.

NOTAS

FUEN

TES:

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OLíMPICAS

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Quizá lo que más detesto del mundo mil nueve ocho cuatro es al falso rebelde. No imaginan cuánto escuece la pose de víc-tima, las frases hechas con ciertos ante o post de «el ofi cialismo», al uso «…no me soporta» o «no trabajo para…», como si al ofi cialismo le importara siquiera su nom-bre. Las divas del dolor no pagan por lo general el precio duro, real, laberíntico y relegante de estallar en mil nueve ocho cuatro. Ni saben de eso, aunque anhelan de mala fe que cuando suba el telón las censuren para hacerse famosas.

Pero decir cuando la gente tiene orden de callar, recordar cuando el olvido es la nor-ma, desempolvar las mentes, tiene sus consecuencias. Uno puede, por ejemplo, ser amenazado de muerte (de bala en ca-beza); ser llevado a los tribunales; ser ex-pulsado por una comisión… o, inclúyanlo en la lista, perder un viajecito, un avión.

Extrañamente a los que más fasti-dian los meses grises de mil nueve ocho cuatro son los que menos co-rean sus desgracias. Y derecho no les falta. Los falsos rebeldes saben que una línea acusatoria, una frase en el pasillo o un «dejar caer» no es ni medio número en mil nueve ocho cuatro; pero aún así lo hacen para engrosar su etiqueta, como si llena-ran currículo para un «por si acaso después» llega mil nueve ocho cinco. Máscaras.

sudarioajeno

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El presente texto ha sido tomado

del blog «Tenía q decirlo»

(yoesuarez.wordpress.com),

y modificado por el autor para

nuestro fanzine.

&pataletas

Hace unos días un almendronero me cobraba 20 pesos por un viaje habitualmente de 10. Cuando re-clamo por no haberme advertido me dice: –¿No viste el Noticiero? Ya subimos los precios. Lo más ilógico es que me lo dijo como si el reportaje televisivo le-gitimara su actividad, cuando en verdad los estaba criticando por especuladores.

Que los almendroneros sean noticia en un espacio como el Noticiero ofi cial cubano, más allá de la nota curiosa, turística, pintoresca, es casi una noticia en sí. El barullo se armó cuando los también llamados boteros subieron los precios del pasaje sin que los precios del combustible en los puntos de venta estatales lo hicieran. Si alguien quiere una prueba contundente del maridaje ilegalidad-supervivencia en Cuba, ahí tenemos la repentina subida de los al-mendroneros.

Por los omniscientes pasillos, en dramáticas reu-niones donde nadie dice ni pio, se informó de los recortes de combustible para cada centro laboral. Ergo, los particulares, subieron por cinco y diez pe-sos las ya costosas tiradas. LQQD: ahora ya sabemos de dónde les llegaban petróleo y gasolina. –¡Pero ustedes están apretando! –le dijo D, mi amiga, a un taxista. La siempre demorada guagua no llegaba. El secundero del reloj continuaba su ciclo. -Si el go-bierno nos aprieta, nosotros tenemos que apretar al cliente –soltó el gordo sudoroso recitando su salmo. La máquina, el carro, el taxi, el almendrón, es la do-lorosa opción, la última, la de urgencia para el bolsi-llo medio cubano. Entonces D, tempestuosa: –¿Y yo a quién aprieto, compañero? Instintivamente miré al cuello mínimo, empapado, del chofer.

Quizá para evitar tantas muertes por ahorcamiento el gobierno lanzó una lista topada de precios del pasaje según las cifras previas a la crisis. La medida, de discutible efectividad, es cierto, no califi ca como antipopular. Yo me pregunto: de toda la gente que se queja en las redes sociales ¿quién ha llamado al número que habilitaron para denunciar a los chofe-res especuladores? ¿están dejándose ayudar por las políticas que, por una santa vez, el Estado ha puesto del lado de los consumidores? No se trata de poner a cubanos contra cubanos: eso la verdad es que no tiene el mínimo de sentido. Lo de la mayoría de los taxistas es una mafi a, una red que tiene la estruc-tura informal aceitada para desviar combustible y para organizarse en las subidas de precios que des-de hace mucho tiempo, antes incluso de este revuelo que los ha puesto de moda, pujaban por subir.

Sin tí

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Todo ca

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Cabe una nube torci

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Cabe la ig

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arcasm

o

y una hist

oria la

rga sin im

agi-

nación. To

do cabe dentro

de mi

voz, l

o aseguro. D

esde el ro

stro

del tiempo hasta

la so

mbra de

una fl or. P

ero vacia

ría ca

da cen-

tímetro

ocupado si

no cupieras

tu, también co

n tu vo

z.

IMG: YOJAN

T

A

D

O

S

Sin tí

tulo

Anónim

o

Pudiera ser u

na mañana fr

esca y

espera

nzadora

(de despedida).

Pudiera ser u

na tarde audaz o

indife

rente,

pero prefi ero se

r la noch

e fi nal y

profunda:

sin dese

ar,

sin esp

erar,

como el p

rimer b

eso,

consu

miendo la vi

da,

por si m

orimos m

añana.

Te amo

Milagro

para in

créd

ulos

Sando

Vale

El incré

dulo que llevo

dentro se

despertó

de madrugada. P

idió un mila

gro,

(sabrá D

ios en que palid

ez

existencia

l se enco

ntraría

)

pidió que al desp

ertar

las cosa

s fueran

distintas.

Despertó

,

y aunque to

do

era perfecta

mente igual,

sintió

que había cambiado.

Pretér

ito

Sando

Vale

Te aborre

cí co

mo pude,

cuando quise

,

pero te aborre

cí…

Sin ser m

ariposa

, ni ja

rdín,

ni nada ce

rcano a lo

campestr

e;

tu tan glacia

l, no lo

entiendo,

te conve

rtiste

en otoño del alm

a.

Te aborre

cí…

y comparti

mos la des-d

icha.

Tal v

ez por e

so esta

manera

de querer

nos fue propici

a.

InterludioLa mafi a siciliana fue primero un escuadrón popular y espontáneo para proteger a los pobres contra los atropellos de España, el poder los corrompió, cosa común. Pero estos buquenques, saltándose la primera etapa de “solucionadores de problemas” —no había proble-ma que resolver, acordar un precio con un chofer no tiene la menor di-fi cultad— han impuesto el yugo del intermediario impertinente, no son un servicio, no son un peaje, no aportan nada, solo malestar, enojo y mucha, muchísima corrupción.

Buquenque 2.0Mientras en La Habana se forja la buquencracia en las terminales de Astro y Vía Azul, en Santa Cla-ra surge un buquenque 2.0, o sea, uno que sí se está ganando su co-misión, uno que gasta su saldo en comunicarte con un chofer que te recogerá en la puerta de tu casa, no importa si esa casa está en el reparto Escambray o cerca del Ba-rrio Chino.

Un buquenque que te ofrece un trato de cliente, saluda y da las gracias por contar con su servicio, uno que, espero y oro, logre dejar sin trabajo a los que parecen más bien esbirros, sentados en una silla e imponiendo, al más puro estilo mafi oso, precios que solo deberían acordar chofer y pasajero, y exi-giendo, casi a punta de machete, mordidas —a eso no se le puede llamar comisión—que los mismos choferes temen revelar.

EpílogoAl cierre de este artículo y según reportes, entre los Buquenques de

Trinidad ya corre el rumor de que han metido presos a muchí-

simos de sus colegas de la Terminal de La Habana,

incluyendo al cabecilla. Bendita seas, fi scal.

Buquenque 1ra edición.“Es la pincha más fácil de Cuba” –me decía un amigo. Y tienen li-cencia, cuando algunos de ellos más bien deberían estar pre-sos. ¿Quién regula a esa gente? ¿Quién los para antes de que ar-men una red mafi osa organizada?

¿Exagero? ve hoy mismo a la ter-minal Astro, a solo pocas cuadras del gran monumento a Martí. Escúchame preguntarle a un cho-fer por qué tiene que basarse en el precio que le imponen cuatro maleantes. Alármate con su cara de miedo y su negativa a respon-derme.

Pasa otro día como el que no quiere la cosa, y no te pierdas este diálogo:

—Ven acá, y si tú dices que te vas, yo me voy también, con mi familia. Digamos que nos reencontramos en el capitolio, me monto contigo y nos vamos.

—Esa gente te tira a uno de ellos atrás, pa saber pa donde tú vas. Se enteran de todas maneras.

Allí, a pocos pasos de los ros-tros de Camilo y Ché, un cho-fer corre el peligro de perder

su parabrisas de un batazo si no juega estrictamente por las reglas y atropellos del clan buquenque.

txt: newman img: yaimel

...Cada noch

e se

sentaba a m

i lado

y partí

a el pan,

yo le

reco

nocía,

lloraba y

regresaba

a Jeru

salén. C

ada

mañana partía hacia

Emaús... Al ll

egar la

noche, é

l esta

ba allí

con pan para part

ir,

a mi la

do...

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Gracias Dios por la provisión, porque respondes nuestras

oraciones aunque ni sabemos cómo orar.

Alberto & Iglesia Bautista del Cerro, por esa manera única

y tan oportuna de mostrar gracia. Siempre le dije, Alberto, que usted era una respuesta de

Dios a muchísimas oraciones.

Lysbeth, gracias por todo el apoyo y toda la fe.

A toda la gente de Santa Clara,diamantes en las manos de

Dios. Adelante con todos esossueños, este es el tiempo.Nombres sobran, ustedes

saben quienes son.

José Iván, gracias por mantenerte fiel, tu aportees muy significativo paranosotros, gente que quizánunca podrá pagártelo.

A ti que lees.

portada y contraportada: irándirección y diseño: newman

edición: pruna

e n c u é n t r a n o s e n :

La Marca: Obra Pía e/ Oficios y Mercaderes

Bianchini: Callejón del Chorro,

Plaza de la Catedral

Mar

tíVS

.Li

ndor

o

txt:

jath

img:

monto

s

s u e ñ o $Dedicado a ustedes,

ustedes saben quienes son.

Una joven me confi esa que ama el arte de editar más que el de escri-bir, que disfruta corregir y ayudar al autor a depurar letra y estilo, pulir hasta dar con un hermoso diaman-te literario.

Un chiquillo que ha pasado de 6to. a 7mo. grado me responde con toda seriedad que sueña con ser futbolista. Yo imagino que uno pro-fesional, de esos que nos llevará a un mundial en… ¿2026?

Él comparte un sueño con otros tres: quieren ser una banda de rock al-ternativo; aún no deciden qué clase de alternatividad escogerán, pero al menos se tienen el uno al otro.

Hay otro grupito, un poco más nu-meroso; también se tienen entre sí y entre sí tienen un sueño, peli-groso, como el de José. Mejor no lo cuento, puede herir sensibilidades de hermanos mayores.

El auditorio eleva una gran carca-jada. Este pequeño cubano tiene un sueño. Ser chofer de Yutong. Yo lo defi endo, alego que sin esas guaguas cuánta gente se quedaría atascada sin poder moverse por la isla, la falta que hacen buenos cho-feres, que sirvan al pueblo. Él me corrige, quiere ser chofer pa buscar-se un buen billete –los choferes se buscan buen billete— argumenta.

Por lo menos no están pensando en irse pa la yuma, por ahora.

t x t : n e w m a n · i m g : m . r . w h i t e

¿Cómo puedes no haberte dado cuen-ta de que un placer real era lo último que debías permitirle? ¿Y que el tipo de placer que le dieron el libro y el paseo es el más peligroso de todos? ¿Que le arrancaría la especie de cos-tra que has ido formando sobre su sensibilidad, y le haría sentir que está regresando a su hogar, recobrándose a sí mismo?

Como un paso previo para separarle del Enemigo, querías apartarle de sí mismo. Sé que el Enemigo también quiere apartar de sí mismos a los hombres, pero en otro sentido. Recuerda siempre que a Él le gustan real-mente esos gusanillos, y que da un absurdo va-lor a la individualidad de cada uno de ellos. Cuando Él habla de que pierdan su "yo". Se refi ere tan sólo a que abandonen el clamor de su propia voluntad. Una vez hecho esto, Él les devuelve realmente toda su personalidad, y pretende (me temo que sinceramente) que, cuando sean completamente Suyos, serán más "ellos mismos" que nunca.

La afi ción al cricket, o a coleccionar sellos, o a beber batidos de ca-cao. Estas cosas, te lo asegu-ro, de virtudes no tienen nada; pero hay en ellas una especie de inocencia, de humildad, de olvido de uno mismo, que me hacen des-confi ar de ellas.

Debes tratar de hacer siem-pre que el paciente abando-ne la gente, la comida o los libros que le gustan de verdad, y que los sustituya por la "mejor" gen-te, la comida "adecuada" o los libros "importantes".

Lo mejor es impedir que haga cualquier cosa. Mientras no lo ponga en práctica, no importa cuánto piense en este nuevo arre-

Carta #13del diablo a su sobrinofragm entos tomados de «Screwtape Letters» de C. S. Lewis.

pentimiento. Deja que el animalillo se revuelque en su arrepentimiento. Déjale hacer lo que sea, menos actuar. Ninguna cantidad, por grande que sea, de piedad en su imaginación y en sus afectos nos perjudicará, si logra-mos mantenerla fuera de su volun-tad. Cuanto más a menudo sienta sin actuar, menos capaz será de llegar a actuar alguna vez, y, a la larga, menos capaz será de sentir.

Tu cariñoso tío,ESCRUTOPO

img: montos

SUPERPROPISTAS

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