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Los rostros de la Casa Amarilla. Proyectos arquitectónicos e iconografía de la Corte de Justicia Centroamericana. San José, Costa Rica (1907-1919)

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Revista Costarricense de Política Exterior

Secretaría y Redacción

Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto

Instituto del Servicio Exterior Manuel María de PeraltaSan José, Costa Rica

Fax: (506) 2257-8401Teléfono (506) 2257-7087

Apartado 10027-1000 San José, Costa RicaEsta revista se puede accesar en la siguiente dirección:

www.rree.go.crContáctenos al:

[email protected]

Diseño y Diagramación

Impreso en Costa Rica

El texto es propiedad exclusiva de los autores y no debe ser reproducido sin su autorización. Asimismo, no constituye un documento oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores y culto, por lo cual las opiniones expresadas en él son de exclusiva responsabilidad de los autores.

Revista Costarricense de Política ExteriorSan José, Costa Rica Vol. XI, No. 1, Junio 2012 ISSN 1659-0112

ARTÍCULOS Pags

I. Históricos.

Los rostros de la Casa Amarilla. Proyectos arquitectónicos eiconografía de la Corte de Justicia Centroamericana. San José,Costa Rica (1907-1919) ............................................................................................ 7Alejandro Bonilla CastroRosa Elena Malavassi Aguilar

La Embajada de Australia en Pyongyang (1975):Un fracaso diplomático ............................................................................................. 31Graeme S. Mount

El Congreso de Viena y el sistema multipolar del siglo XIX:vigencia de algunas reglas del equilibrio geopolítico ........................................ 45Percy K. Rodríguez Argüello

La política exterior de la administración Trejos Fernández (1966-1970) ...... 69Jorge Francisco Sáenz Carbonell

Cartas de don José María Castro Madriz a don ManuelMaría Peralta (1883-1884) ...................................................................................... 115

II. Contemporáneos.

Distorsiones del Comercio ........................................................................................ 127Istvan Alfaro Solano

Procesos de integración comercial: la República Popular China ...................... 141Sofía Isabel Mitjavila Sánchez

Política Exterior: Formulación e Implementación ................................................ 157Carlos Murillo Zamora

La Maestría en Diplomacia del Instituto Manuel María de Peralta: un paso más hacia la profesionalización del Servicio Exterior de laRepública de Costa Rica............................................................................................ 169Jorge Umaña Vargas

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Los rostros de la Casa Amarilla. Proyectos arquitectónicos e iconografía de la Corte de Justicia Centroamericana. San José, Costa Rica (1907-1919)

Alejandro Bonilla Castro *

Rosa Elena Malavassi Aguilar **

Resumen

El presente artículo tiene como objetivo analizar las propuestas arquitectónicas que tuvo la Corte de Justicia Centroamericana durante el periodo 1907 y 1919. La función de la Corte, como el primer tribunal internacional del mundo, generó una serie de significados y simbolismos que se manifestaron de distinta forma en la arquitectura y la iconografía utilizadas por los arquitectos a cargo de diseñar el edificio que la albergaría. En este sentido, las continuidades y discontinuidades simbólicas en cada uno de los proyectos determinarán los elementos centrales en la simbología de la Corte y su importancia dentro del contexto histórico inmediato a la celebración del centenario de la Independencia de Centroamérica en 1921.

Palabras claves: Arquitectura, Casa Amarilla, Corte de Justicia Centroamericana, Iconografía, Costa Rica.

Abstract

This essay analyses the architectural proposals of the former Corte de Justicia Centroamericana, located in San José, Costa Rica between 1907 and 1919. The complex meaning of the Court was expressed in different ways on the architecture and iconography used by the architects responsible of designing the building. In this sense, the presence or not of certain elements in each designed project determined the most important symbols of the Court and its importance within the context of the centenary of the Independence of Central America in 1921.

Keywords: Architecture, Yellow House, Central American Court of Justice, Iconography, Costa Rica.

Introducción

La Casa Amarilla es en la actualidad uno de los edificios más emblemáticos de San José. Su belleza

arquitectónica, su color peculiar y su jerarquía en el espacio urbano circundante la convierten en uno

de los hitos de la ciudad capital, que es la sede actual del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto

de Costa Rica desde 1921, a raíz del cierre de la antigua Corte de Justicia Centroamericana, el primer

tribunal internacional del mundo, en 1918.

* Bachiller en Historia por la Universidad de Costa Rica. Estudiante tesiario de la Maestría en Historia del mismo centro de estudios.** Arquitecta graduada de la Universidad de Costa Rica. Egresada de la Maestría en Historia del mismo centro de estudios. Profesora

de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo del Instituto Tecnológico de Costa Rica.

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Por haber sido sede de dicho tribunal, su diseño arquitectónico y ornamentación tuvo como fundamento

dotar a la institución de un espacio adecuado para sus funciones y de exaltar simbólicamente su

importancia en el contexto centroamericano. En este sentido, el objetivo del presente trabajo, será

analizar las propuestas arquitectónicas y sus iconografías para determinar los elementos centrales en

la simbología de la Corte en el contexto inmediato al centenario de la Independencia de Centroamérica

que se celebró en 1921.

Se considerará la arquitectura como un acto social, en el sentido de que puede transmitir ideologías y

ser testimonio de un determinado contexto histórico.1 La transmisión de las ideas políticas, implica el

análisis de la arquitectura como un hecho fenomenológico, en el que la elección de los materiales y los

estilos arquitectónicos responden a su valor simbólico como un solo conjunto2, en el que la evolución

de estos valores puede considerarse como producto de la contingencia histórica y las particularidades

de determinado contexto.

Se entenderá como iconografía, siguiendo a Erwin Panofsky, el significado definitivo de la obra de

arte en sus ámbitos filosófico, histórico y social y su correcta aplicación en un contexto determinado.3

Para el análisis de los elementos iconográficos, se procedió a clasificarlas en lo que llamaremos

“Iconografía Mayor”, la cual incluye representaciones alegóricas de índole monumental e “Iconografía

Menor” donde ubicamos las pinturas y ornamentos menores. Sin embargo, cada una de ellas será

analizada en conjunto de acuerdo a su significado e importancia.

Las fuentes principales serán los anteproyectos edilicios para la Corte de Justicia Centroamericana.

Estos proceden del Archivo Teodorico Quirós de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de

Costa Rica y del fondo de Mapas y Planos del Archivo Nacional de Costa Rica. Cada uno de los

anteproyectos se digitalizó para incluirlos en el presente artículo como un aporte inédito en el estudio

de la Casa Amarilla y la Cancillería. Las fuentes auxiliares proceden del Archivo Nacional de Costa

Rica, de los fondos Congreso, Municipal y Fondos Privados; bosquejos y publicaciones hechas con

motivo de la inauguración y funcionamiento de la Corte de Justicia Centroamericana y algunos

artículos de periódico. Asimismo, se recurrió al uso de tratados de iconografía para determinar el tipo

de representaciones utilizadas para personificar virtudes dentro de la tradición clásica, renacentista y

liberal y qué elementos subsisten en la iconografía de los proyectos edilicios de la Corte.

1 Kostof, Spiro. Historia de la Arquitectura, vol. 1. Madrid, Alianza, 1988. 2 de la Peña Velasco, Concepción. “El poder de la Iglesia. Una representación arquitectural en el barroco español.” Tonos, Revista

Electrónica de Estudios Filológicos, N° 7 (Junio 2004). Disponible en: http://www.um.es/tonosdigital/znum7/portada/tritonos/iglesia.htm. Consultado el 6-1-2012.

3 Esteban Lorente, Juan Francisco. Tratado de iconografía. Colección Fundamentos N° 110. España, Madrid: Ediciones ISTMO S.A., 2002, páginas 5-6.

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El artículo está dividido en 4 partes. En la primera parte, se sintetizan los discursos simbólicos4 que

ostentó la Corte desde 1907 hasta su año de cierre, en 1918, para determinar su importancia dentro

del contexto centroamericano. En la segunda parte, se hará un breve esbozo del desarrollo urbano

en las ciudades de San José y Cartago, sedes de la Corte de Justicia Centroamericana, su evolución,

contradicciones y los efectos que tuvo el terremoto de Cartago en el traslado del tribunal a la capital.

El centro de nuestro análisis lo compone la tercera parte, enfocada principalmente en el estudio de

las propuestas edilicias y sus características en cuanto planta de distribución, fachadas, elementos

ornamentales y estilos arquitectónicos, y la cuarta parte, se centra en el análisis de la iconografía

presente en cada una de las propuestas, variables que determinarán los elementos más importantes

del simbolismo de la Corte y su impacto en el contexto centroamericano enmarcado en la función del

tribunal.

La Corte de Justicia Centroamericana: su función en la práctica y en el discurso

El proyecto de la Corte de Justicia Centroamericana, producto del proceso de maduración del Derecho

Internacional como un mecanismo para la resolución de conflictos entre los Estados, surgió como una

iniciativa encabezada por Estados Unidos, México y las repúblicas centroamericanas con el objetivo

principal de promover una estabilidad política y económica a la región.5

Además de concebir el primer tribunal internacional en el mundo, el proyecto contempló también

otra serie de compromisos de cooperación entre los países centroamericanos en especial aquellos de

índole económica y social. 6 Sin embargo, la Corte de Justicia Centroamericana fue la institución más

importante de este acuerdo, pues encabezó la tarea de estabilizar la región otorgándole a los Estados

un espacio adecuado de arbitraje para resolver sus diferencias.7 Por este y otros motivos, el tribunal

fue dotado de un contenido simbólico particular.

De acuerdo a las fuentes disponibles, se pudieron identificar los siguientes discursos:

1. La Corte como sinónimo de paz (la cual también adquirió connotaciones de soberanía y estabilidad

democrática), fue un factor indispensable para el progreso material muchas veces retrasado por la

guerra entre las repúblicas centroamericanas. Es claro en este discurso un elemento imperialista,

4 Se entenderá como discursos simbólicos, aquellos que fundamentan y legitiman la función de la Corte de Justicia Centroamericana mediante el uso de alegorías y narraciones simbólicas.

5 Dodd, Thomas Joseph. “La Corte de Justicia Centroamericana, 1907-1918: Su legado, la defensa de los derechos individuales.” Revista de Historia (Costa Rica), N° 12 y 13 (Julio 1985-1986), página 68.

6 Buchanan, William I. The Central American Peace Conference held at Washington, D.C. 1907. Washington: Government Printing Office, 1908, página 65-66.

7 A la Corte le fue entregada también la jurisdicción para intervenir directamente en los sistemas judiciales de los países centroamericanos en el caso de que hubiera negación de justicia. De esta forma, la Corte velaba no solo por la estabilidad de la región, sino también en la protección de los derechos individuales de los centroamericanos. Dodd, “La Corte de Justicia Centroamericana…”, página 74.

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pues facilitaba de esta manera la consolidación de los bienes de capital norteamericanos, aspecto

señalado por Dana Gardner Munro.8

2. La Corte entendida como “la conciencia nacional de Centroamérica”, el alma auténtica de la Patria

Común.9 En este discurso, la búsqueda de la soberanía en la región estaba encaminada hacia una

limitación de la injerencia estadounidense en los asuntos de Estado de las cinco repúblicas, la cual

a la vez restringía el desarrollo económico y social interno.

En síntesis los discursos reflejan la aspiración de Centroamérica de ser una región progresista,

pacífica y soberana, en especial por estar cercana la fecha del centenario de la Independencia. El

contraste de estos discursos con una realidad desigual social, política, económica y étnica, no impidió

a los juristas crear este imaginario alrededor del tribunal centroamericano, que fue defendido, en

reiteradas ocasiones, de las acusaciones de ser un instrumento imperialista más del Destino Manifiesto

estadounidense.10 Son estos discursos, los que se reflejarán en la arquitectura e iconografía de los

proyectos edilicios que se analizarán más adelante.

Las ciudades de la Corte: radiografía urbana y social de Cartago y San José (1910-1919)

El artículo V de la Convención para el Establecimiento de una Corte de Justicia Centroamericana

designó a Cartago como la sede principal del tribunal, cuyo edificio se construiría bajo el auspicio

del magnate estadounidense Andrew Carnegie.11 El diseño del primer Palacio de Paz (Imagen 1),

nombre que recibió el edificio de la Corte de Justicia Centroamericana, fue concebido por el arquitecto

Jaime Carranza12 bajo un estilo neoclásico, insertándose de esta manera en una tendencia tipológica

academicista que fue inaugurada en San José en la década de 1850. La adopción del neoclásico,

fue una respuesta a la necesidad de las élites políticas por representar materialmente los ideales

de la república, el constitucionalismo y el progreso material, enlazando simbólicamente la historia

8 Marín, Ernesto. La labor del pacifismo y la Corte de Justicia Centroamericana. San José, Costa Rica: Tipografía Alsina, 1908, página 26; Munro, Dana Gardner. Las cinco repúblicas de Centroamérica: desarrollo político, económico y relaciones con Estados Unidos. 1ª ed. San José, Costa Rica, EUCR, 2003.

9 Martínez Moreno, Alfredo. La Conferencia de Washington de 1907 y la Corte de Justicia Centroamericana. San Salvador, El Salvador: Imprenta Nacional, 1957, página 18; Castro Ramírez, Cinco años en la Corte…, página 25.

10 Marín, La labor del pacifismo…, página 53; Castro Ramírez, Cinco años en la Corte…, páginas 20- 21.11 Buchanan, The Central American Peace…, página 45; Hudson, Manley O.. “The Central America Court of Justice.” The American

Journal of International Law, Vol. 26, N° 4 (Oct. 1932) página 764; Sáenz Carbonell, Jorge Francisco. La Cancillería de Costa Rica. 1a ed. San José, Costa Rica: Instituto Costarricense de Electricidad, 2000, página 17.

12 Fernández, Andrés. “El palacio que no fue.” La Nación, Suplemento Áncora, 18 de abril del 2009, página 31. Junto con Luis Llach Llagostera, participó como ingeniero en las tareas de reconstrucción de Cartago después del terremoto. Jaime Carranza fue arquitecto de algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad de San José, como el Asilo Chapuí, la Ferretería Macaya, hoy mercado de artesanías “La Casona”, el antiguo Banco Anglocostarricense ubicado sobre la Avenida Central y actual Centro de Conservación del Patrimonio Cultural, la desaparecida Casa de los Leones, sobre el Paseo Colón y la Estación del Ferrocarril al Atlántico. Andrés Fernández. Un país, tres arquitecturas (art nouveau, neocolonial hispanoamericano y art decó en Costa Rica 1900-1950). 1ª ed. Cartago: Editorial Tecnológica de Costa Rica, 2003, página 47; Sanou, Ofelia y Quesada, Florencia. “Orden, progreso y civilización (1871-1914). Transformaciones urbanas y arquitectónicas”, en Historia de la arquitectura en Costa Rica, (eds) Fonseca, Elizabeth y Garnier, José Enrique, San José, Costa Rica: Fundación Museos del Banco Central de Costa Rica, 1998, páginas 256-312.

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latinoamericana con la historia de los representantes del liberalismo decimonónico como ideología

política, cultural y económica: Inglaterra y Francia.13

San José y Cartago experimentaron un crecimiento en sus actividades económicas, su arquitectura y

espacio urbano siguiendo los cánones de los anteriores referentes14; no obstante, el terremoto ocurrido

en la Vieja Metrópoli en 1910, aparte del gran drama humano que se vivió en ese momento, también

frenó la posibilidad de que la Corte continuara funcionando y se inaugurara su nueva sede. De

esta forma, el tribunal cesó sus sesiones en Cartago ese mismo año y permaneció inactiva hasta su

reinauguración el 25 de julio de 1913 en San José.15

13 Para Ramón Gutiérrez, la adopción del llamado “academicismo” fue producto de la influencia de las escuelas de Bellas Artes a finales del siglo XIX, quienes introdujeron las pautas de diseño de tratadistas europeos como Reynaud, Garnier, Cloquet, Vitrubio, Vignola y Palladio. Gutiérrez, Ramón. Arquitectura latinoamericana en el siglo XX. Barcelona: Lunwerg Editores, 1998, página 120. Aunque este proceso posee similitudes a lo largo de toda Latinoamérica y confluye durante la constitución de los Estados liberales, se deben tomar precauciones con respecto a las particularidades de cada país. Para el caso de Costa Rica, el uso del neoclásico en los edificios estatales se dio durante los gobiernos de Juan Rafael Mora (1849-1850) por parte de arquitectos como Francisco Kurtze y Ángel Miguel Velázquez. Es importante también resaltar que si bien los estilos arquitectónicos pueden representar las ideas políticas vigentes en un determinado contexto, no se puede omitir que para el caso Latinoamericano muchos de ellos fueron aplicados como simples influencias estilísticas. Para explicar esto, la arquitecta Marina Waisman desarrolló el concepto de “discontinuidades históricas.” Estas discontinuidades se verán reflejadas en el diseño de la Corte de Justicia Centroamericana, en donde una propuesta neobarroca será sustituida tan solo un año después por una de estilo neocolonial. Waisman, Marina. El interior de la historia. Historiografía arquitectónica para uso de latinoamericanos. 2ª ed. Bogotá: Escala, 1993, página 51.

14 Fumero Vargas, Patricia. “La ciudad en la aldea. Actividades y diversiones urbanas en San José a mediados del siglo XIX” en Héroes al gusto y libros de moda. Sociedad y cambio cultural en Costa Rica (1750-1900) (eds) Molina Jiménez, Iván y Palmer, Steven. 1ª ed. San José, Costa Rica: EUNED, 2004, páginas 113-161; Quesada Avendaño, Florencia. En el barrio Amón: arquitectura, familia y sociabilidad del primer residencial de la élite urbana de San José, 1900-1935. 1ª ed, 1ª reimp. San José, Costa Rica: EUCR, 2004, páginas 57-72. No obstante, estos cambios en el paisaje urbano, jerarquizaron el espacio y fomentó las diferencias sociales. Ibid. La modernización entre cafetales. San José, Costa Rica, 1880-1930. Helsinki, Finland: Renvall Institute for Area and Cultural Studies, 2007, página 85.

15 Gutiérrez Navas, Daniel. “Informe presentado a la Corte de Justicia Centroamericana por su expresidente, al inaugurarse el segundo periodo de existencia de aquel tribunal.” Anales de la Corte de Justicia Centroamericana, Vol. VII, N° 1-20 (Mayo 1913-Setiembre 1917), páginas 3-13.

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Imagen 1. Palacio de Paz, sede de la Corte de Justicia Centroamericana en

Cartago, Costa Rica, ca. 1910.

Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Documental: Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (DVD). San José, Costa Rica: Instituto del Servicio Exterior Manuel María Peralta.

El traslado fue posible por una nueva donación de $100.000 por parte de Andrew Carnegie, provenientes del Fondo Carnegie para la Paz Internacional. El nuevo edificio se ubicaría en el nuevo Barrio Otoya, recientemente fundado en 1906 a raíz de un convenio entre Amalia Otoya y la Municipalidad de San José!, en los terrenos contiguos a los desaparecidos consulados de Cuba, Francia (terrenos ocupados por el actual Instituto Nacional de Seguros), Estados Unidos (actual Centro de Cine) y la Plaza de la Fábrica. Este último espacio fue remodelado por la dictadura de Federico Tinoco Granados y renombrado como Parque de la Concordia.16 Actualmente a este parque se le conoce como Parque España.

La construcción del nuevo edificio de la Corte, también fue más compleja que su antecesora ya que contempló la intervención de dos arquitectos y tres anteproyectos, cada uno de los cuales procuró reflejar el simbolismo de la Corte de Justicia Centroamericana en su arquitectura y en su iconografía. En las siguientes páginas nos enfocaremos en el análisis de cada una las propuestas edilicias de la

16 Plaza de la Fábrica se convertirá en el “Parque de la Concordia”. En honor de los grandes benefactores de Costa Rica.” La Información, 27 de marzo de 1917, página 7. Quesada, La modernización entre…, páginas 173-174.

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Corte, en la que prestamos especial atención a su diseño de planta, materiales constructivos, estilos arquitectónicos y ornamentación.

Las propuestas edilicias de la Corte de Justicia Centroamericana

El diseño de la nueva sede para la Corte de Justicia Centroamericana estuvo a cargo de dos arquitectos. Luis Llach Llagostera, desarrolló la primera propuesta en 1915 mientras laboró para The English Construction Company (ECC). El segundo anteproyecto y diseño final del Palacio de Paz, correspondieron al arquitecto estadounidense Henry Whitfield, quien los presentó en 1916. A continuación se analizarán los detalles de cada una de las propuestas desde el enfoque arquitectónico, seguido de un estudio iconográfico de las decoraciones y estatuaria presentes en los mismos, con el objetivo de visualizar las continuidades y discontinuidades que tuvo la representación simbólica de la función de la Corte de Justicia Centroamericana en los edificios destinados a albergarla.

La propuesta de Luis Llach Llagostera

Luis Llach Llagostera (1869-1955), arquitecto de origen catalán, tuvo a su cargo el diseño de la primera propuesta para el edificio del Palacio Carnegie en su nueva sede, San José, en 1915.17 En su propuesta, el lenguaje arquitectónico utilizado es el neobarroco, que forma parte de las corrientes historicistas que surgieron durante el siglo XIX. Dicho lenguaje recurría nuevamente a la exuberante ornamentación del barroco original, sin embargo desde el punto de vista estructural, utilizó el hierro para los soportes internos del edificio. Esta particularidad resultó, para el contexto costarricense, en una buena opción dada la actividad sísmica regular que posee el país.

La planta de distribución de este edificio gira en torno a un jardín central rodeado por una serie de columnas. De sur a norte se observa un eje definido por el ingreso principal del edificio, el jardín, el hall o salón de actos y una terraza. De este a oeste el espacio se organiza a partir del eje que definen los ingresos laterales y el jardín. El uso del patio central es una herencia de la arquitectura islámica que se transmitió a Latinoamérica en el período colonial, y se volvió un recurso propio de nuestra arquitectura.

El edificio poseía un zócalo que tenía por objetivo proporcionarle jerarquía en el espacio urbano. Asimismo, la fachada del edificio buscó otorgarle simetría al edificio, siguiendo los cánones clásicos, al estar flanqueadas por cuatro columnas de fuste liso y capitel corintio; estas columnas sostienen un entablamento cuyo friso contiene la leyenda “Corte de Justicia Centroamericana”, mientras que el

17 Su obra es conocida en otros países de Latinoamérica, como Venezuela y Colombia. Se estableció en Costa Rica entre los años de 1910 y 1920 y tuvo una importante participación en la reconstrucción de Cartago, fungiendo además como arquitecto diocesano y contratista privado. El carácter particular de su obra se logra vislumbrar en el eclecticismo, es decir, la combinación de varios lenguajes arquitectónicos en un mismo edificio. Esto se puede visualizar claramente en el Edificio de Correos y Telégrafos de San José y la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, ambos de su autoría.

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remate lo procura un arco escarzano y un complejo alegórico de estatuas que serán analizadas en la sección de iconografía (Imagen 2).

Otros elementos arquitectónicos que forman parte del edificio son: las balaustradas, el almohadillado en la superficie de sus paredes externas (un recurso de la arquitectura renacentista que le permitía darle una mayor presencia a las fachadas), las cubiertas tipo mansarda y la crestería en hierro, propias del barroco francés. En el edificio en cuestión, la mansarda no posee buhardilla, cuyo espacio se utilizó para crear un falso segundo piso en su interior. Los accesos secundarios están delimitados por arcos de medio punto, pero en algunas secciones de las fachadas estos están inscritos entre arcos escarzanos y frontis. Otro recurso propio del barroco es la forma en que se trabajan las claves de los arcos mediante medallones (Imagen 3).

Imagen 2. Fachada principal del Palacio de Paz, arquitecto Luis Llach, 1915.

Fuente: Archivo Biblioteca Teodorico Quirós, Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica, Colección Edgar Vargas y Daniel Domínguez.

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Imagen 3. Propuesta del Palacio de Paz, arquitecto Luis Llach Llagostera.

San José, 1915.

Fuente: Archivo Biblioteca Teodorico Quirós, Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica, Colección Edgar Vargas y Daniel

Domínguez.

Henry Whitfield: propuesta de anteproyecto y diseño final del Palacio de Paz

El cercano vínculo familiar que tuvieron Andrew Carnegie y Henry Whitfield, le permitió a este último, ser partícipe del diseño preliminar y final de la futura sede de la Corte de Justicia Centroamericana.18

Entre la propuesta del arquitecto estadounidense y la de Llach hay un cambio importante en el lenguaje utilizado en el diseño. Mientras que el primero se inclinó por un neobarroco – de raíces europeas –, Whitfield orientó el estilo del nuevo diseño hacia el neocolonial, un lenguaje arquitectónico que se gestó en Latinoamérica a principios del siglo XX.19

El Palacio de Paz diseñado por Whitfield se le considera un antecedente de la utilización del neocolonial en la arquitectura costarricense, pues esta tendrá su auge en la década de los treinta al utilizarse en proyectos privados y estatales en consonancia con el desarrollo de un arte nacional que rescató, como motivo principal, la casa de adobe.20 Su interior, no obstante, presenta otra dinámica: la planta del

18 Fernández, Andrés. “El palacio que no fue”, página 31.19 Este proceso fue posible debido a varios factores, entre los cuales se pueden mencionar la Revolución Mexicana, la reivindicación

indigenista en Suramérica, la aparición de la literatura nacionalista y la exigencia de estudiantes de arquitectura que exigieron un replanteamiento de los contenidos de enseñanza que permitieran un abordaje crítico al academicismo y se teorizaran nuevas tipologías más acordes con el contexto latinoamericano. Esta teorización, según Ramón Gutiérrez, permitió el desarrollo del estilo neocolonial en Latinoamérica, el cual se manifestó en tres formas: el neocolonial hispanista que toma formas del renacimiento o del barroco, la tendencia indigenista que utiliza elementos decorativos de procedencia hispánica, y la tendencia colonial que acude a la arquitectura construida durante la Colonia. Entre los elementos que influencian este estilo se encuentran los pueblos de misión del suroeste de Estados Unidos. Gutiérrez, Arquitectura latinoamericana…, páginas 123-124.

20 Desde el punto de vista del arte, el rescate de las raíces coloniales de la identidad nacional, se dio con el rescate de la casa de adobe como el principal motivo de pintura entre los artistas nacionales. Las exposiciones de artes plásticas entre 1928 y 1937 fueron los espacios privilegiados en los que se reafirmó este proceso, que luego formó parte del discurso ideográfico nacional de la llamada

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edificio mantuvo su distribución alrededor de un patio central, pero en el sector norte y sur de la misma fue colocado un ábside, espacio semicircular que era propio de las basílicas romanas.

En el Imperio Romano la basílica formaba parte del foro y era el espacio en donde, aparte de otras actividades, se impartía justicia:

“La basílica… consistía en una gran sala con techumbre, sostenida generalmente por columnas que dividían el espacio interior en naves, encabezadas, a veces, por un pequeño ábside en su cabecera (en uno o en ambos extremos), donde se sentaban los jueces. En el centro geométrico del ábside semicircular había un altar, para simbolizar la presencia espiritual del emperador, sin la cual no se podía administrar la justicia.”21

El ábside testero (sector norte) fue destinado a la Sala de Juicios y es jerarquizado además por la presencia de un deambulatorio.22 La Imagen 4 muestra una comparación entre las plantas de la Basílica Ulpia, que estuvo ubicada en el Foro de Trajano en Roma, y la planta diseñada por Whitfield para el Palacio de Paz.23

Imagen 4. Comparación entre las plantas de la Basílica Ulpia y el Palacio de Paz,

anteproyecto de Henry Whitfield, 1916.

Fuente: Basílica Ulpia http://losforosimperiales.blogspot.com/2011/01/07-foro-de-trajano.html. Consultado el 12 de enero de 2012.

Planta arquitectónica del proyecto de Whitfield: ANCR, Planos, 2475.

“democracia rural”. Zavaleta Ochoa, Eugenia. Las exposiciones de artes plásticas en Costa Rica (1928-1937). 1ª ed. San José, Costa Rica: EUCR, 2004.

21 Roth, Leland M. Entender la arquitectura. Sus elementos, historia y significado. 1ª ed., 6ª reimp. España, Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 2008, página 235.

22 El deambulatorio es un elemento característico de la arquitectura románica. Es un espacio que rodea el altar mayor de los templos, está destinado al tránsito de los fieles.

23 Los planos de este primer proyecto presentado por Whitfield están dibujados con lápiz, lo que dificultó su reproducción y su lectura.

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Las paredes son de concreto reforzado y los pisos de cedro a excepción de los pisos de las zonas

húmedas, que son de cemento. La iluminación sugiere una celebración del espacio, pues las fuentes de

luz se ubican en las pilastras de orden corintio que enmarcan las distintas puertas, de arco de medio

punto, que comunican la sala con el deambulatorio que lleva a las oficinas de los jueces. El resto de

la planta se asemeja a la propuesta de Llach en la que los distintos espacios se ubican alrededor de

un patio central.

La superficie del piso se diseñó con azulejos y al centro se ubicó una fuente con lo que parece

haber sido una imagen de Venus. El patio se delimitó por una serie de columnas con ornamentación

moldeada en yeso. Estas columnas presentaban un orden compuesto ya que el capitel es dórico, sin

embargo, sobre el mismo se observan unas volutas. Si Llach utilizó una cubierta sumamente compleja,

Whitfield optó por cubiertas a dos y a cuatro aguas, cuyo soporte es de concreto armado, y se

propone teja de metal. Posiblemente este tipo de estructura encareció el proyecto, lo que puede ser

uno de los motivos por el cual la propuesta debió ser reformada (Imagen 5).

Imagen 5. Corte transversal del Palacio de Paz, anteproyecto del arquitecto Henry Whitfield, 1916.

Fuente: ANCR, Planos, 2471.

En la fachada principal (Imagen 6) la elevación está dominada por un retablo de clara influencia

barroca. En esta elevación se observa un contraste entre la densa ornamentación del pórtico, y las

superficies lisas del resto de la fachada. Este tipo de composición es propia del barroco español,

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específicamente del estilo churrigueresco.24 En estas fachadas precisamente se jerarquiza el retablo barroco, trabajando el resto de las superficies con un acabado liso, tal y como sucede en el diseño de Whitfield. Otros elementos que componen el retablo y que vale la pena señalar son las columnas salomónicas, medallones, pináculos, volutas y arcos de medio punto. Las fachadas laterales presentan, por lo demás, un diseño austero y los accesos laterales se proponen como ingresos de servicio.

Imagen 6. Fachada principal del Palacio de Paz, anteproyecto del arquitecto Henry

Whitfield, 1916.

Fuente: ANCR, Planos, 2472.

Tres meses después de esta propuesta y probablemente por limitaciones financieras, Whitfield dio a conocer el proyecto final del Palacio de Paz y que actualmente se conoce como la Casa Amarilla. Entre los cambios más drásticos al diseño fue la eliminación del ábside testero en la planta del edificio, que fue sustituido por un espacio de trazado ortogonal y el deambulatorio se convirtió en un espacio que separó la sala de juicios del resto de las estancias del edificio; por otro lado, el retablo fue limitado a tan solo una puerta, pero mantuvo su influencia barroca y la escalinata.

Con este cambio, se modificaron los accesos secundarios, la planta es menos densa, y por lo tanto los ingresos laterales cobraron mayor presencia, esto se observa en la fachada oeste donde el pórtico presenta un frontón circular. En esta fachada se observa que las cubiertas se mantienen a dos y a cuatro aguas y con teja metálica, y que la sala de juicios se jerarquiza con una altura mayor y con arcos de medio punto. La elevación norte es aún más sencilla, marca la pauta un arco escarzano que señala el punto central de la sala de conferencias.

24 Este nombre procede de la familia de artistas y arquitectos de apellido Churriguera, dentro de su obra sobresalen los retablos, tanto para altares de iglesias como para fachadas, de ahí el término fachada retablo.

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Imagen 7. Fachada principal del Palacio de Paz, proyecto final del arquitecto

Henry Whitfield, 1916.

Fuente: Plano: ANCR, Planos, 2406. Fotografías actuales: Rosa Elena Malavassi Aguilar, 18 de agosto del 2011.

La construcción del Palacio de Paz le fue adjudicada a la empresa English Construction Company por un monto de $86.000, quien se comprometió a levantarlo en 15 meses y bajo la inspección de la Secretaría de Fomento del Gobierno costarricense.25 No obstante, el nuevo edificio experimentó un destino similar a su antecesor ya que, al no renovarse la Convención Centroamericana en 1918, el edificio fue destinado a otros usos entre los cuales figuran como Casa Presidencial (1920-1924, 1948-1949) y para la Secretaría de Relaciones Exteriores (1921 a la actualidad) con periodos breves en los que funcionó como sede temporal del Poder Legislativo.26

En la actualidad, es un edificio representativo de la ciudad capital. A pesar de las distintas intervenciones que ha sufrido, por ejemplo, la habilitación del piso inferior, el inmueble conserva su esencia, al recorrer sus pasillos se encuentran las lámparas art nouveau que engalanaron al edificio desde su inauguración y en sus distintos aposentos aún hay muebles que son testigos de la historia de este emblemático edifico josefino.

25 ANCR, Fondos privados, Expedientes Federico Tinoco Granados, 147, fs. 1-14.26 Sáenz Carbonell, La Cancillería…, página 18. En 1963, siendo Canciller Daniel Oduber Quirós, se amplió el edificio bajo la dirección

del arquitecto Carlos Hernán Segura Rodríguez. Esta ampliación consistió en habilitar la parte inferior del edificio, ahí se ubica el llamado Salón Azul que está bajo el Salón Dorado o sala de juicios. La Casa Amarilla fue declarada Monumento Nacional el 17 de setiembre de 1976.

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Leyendas y alegorías: La iconografía en los proyectos de la Corte de Justicia Centroamericana

Para efectos de este análisis iconográfico, se optó por incluir el conjunto de pinturas, ornamentos, gárgolas, estatuaria y alegorías27 de cada una de las propuestas edilicias realizadas por Luis Llach y Henry Whitfield, con el propósito de evidenciar, al igual que con la arquitectura, las continuidades y discontinuidades del simbolismo de la Corte de Justicia Centroamericana a lo largo del proceso de diseño del Palacio de Paz.28

Iconografía Mayor

El conjunto de alegorías que se encuentran en el remate de la fachada del anteproyecto de Luis Llach, es lo que se considera para efectos de este análisis, como Iconografía Mayor. Está compuesto por las representaciones alegóricas de la Razón, la Historia y la Justicia, en cuyo caso la primera es la que posee mayor jerarquía (Imagen 8). La Razón, alegoría concebida durante el contexto de la Revolución Francesa, es una respuesta simbólica a la religión, que estaba ligada a las prácticas de Antiguo Régimen. Su imagen más común fue la de una doncella, vestida de blanco y de cuya cabeza emanan rayos de luz.29 Es precisamente esta alegoría la que Luis Llach reproduce en la propuesta: un ángel iluminado por la llama del conocimiento, cuya luz baña a las repúblicas centroamericanas cada una representada por su escudo.

Imagen 8. Detalle del complejo alegórico en la fachada del Palacio de Paz diseñado por

27 Se entiende por alegoría como la representación simbólica de ideas abstractas, ya sean religiosas, morales, filosóficas, naturales o de cualquier fuente de pensamiento, por medio de la figura humana, semidivina o divina. Esteban Lorente, Tratado de iconografía, página 375.

28 Debemos aclarar que las fuentes disponibles no nos proporcionaron la interpretación, como tal, que hicieron Llach y Whitfield de la iconografía de sus edificios, por lo que nuestro análisis procurará ser un acercamiento a su posible significado basándonos en el estudio de la imagen y su relación con los discursos simbólicos de la Corte de Justicia Centroamericana.

29 A partir del siglo XII esta práctica tomó más fuerza en las manifestaciones escultóricas de la lucha entre el bien y el mal, en donde las Virtudes asumían forma humana y los Vicios forma animal o monstruosa. No obstante, es prudente resaltar que el uso de doncellas para personificar las Virtudes es una práctica que se encuentra desde el siglo V a.C., por ejemplo en el diálogo griego Pinax o Tabla de Cebes, escrito por Cebes quien fue discípulo de Platón y Sócrates. Nueve siglos después, Aurelio Prudencio Clemente siguió la misma línea de Cebes al describir en su Psycomachia la lucha de las Virtudes y los Vicios por el alma de los hombres. Esteban Lorente, Tratado de iconografía, páginas 377-386. Existen otras variantes, en las que la doncella sostiene un cetro con el Ojo Omnipresente de donde emana la luz; otras suelen representar La Razón utilizando únicamente este último símbolo. Gombrich, E. H. Los usos de las imágenes. Estudios sobre la función social del arte y la comunicación visual. 1ª ed. México D.F: Fondo de Cultura Económica, 1999, páginas 168-169 y 176-177.

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Luis Llach Llagostera, 1915.

Fuente: Archivo Biblioteca Teodorico Quirós, Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica. Colección Édgar Vargas y Daniel

Domínguez

La intención de Llach de usar esta imagen, fue generar una alegoría a la Patria Centroamericana: los cinco escudos representan a los países centroamericanos; las alas30 de la alegoría representan la libertad y la emancipación que se lograría a través de la paz; la llama del conocimiento sobre su cabeza simbolizó el progreso mediante la educación; la palmera, un símbolo que fue parte de la iconografía de la Federación Centroamericana durante el siglo XIX31, reaparece nuevamente como símbolo de la justicia y el engranaje asido a su tallo representó la industria y el progreso material de la Patria Centroamericana. En este elemento confluye el sentido economicista presente en los discursos analizados al principio de este trabajo.

La lógica de esta interpretación puede ilustrarse también a partir de una publicación realizada en 1908 por Ernesto Martín sobre la función y significado de la Corte de Justicia Centroamericana:

“…urge, pues, que la tregua de Dios se proclame en Centroamérica... Para que a su amparo se realice la Unión y con ella obtengamos la fuerza; para que podamos erigir un régimen de derecho estable; para que nos sea posible consagrarnos a la santa tarea de esparcir a torrentes los fulgores de la educación por todos los ámbitos del istmo; para que exista de

30 Este elemento es visible en el estudio de caso analizado por David Díaz, respecto al ángel de la independencia pintado por Tomás Povedano para una edición especial del periódico La Tribuna el 15 de setiembre de 1924. Díaz Arias, David. “Mujer, madre y Nación: El ángel de la independencia costarricense.” Mesoamérica, N° 53, Enero-Diciembre 2011, página 231.

31 Esto fue evidente durante la acuñación de monedas para la Federación a partir de 1824, en cuyo caso la palmera simbolizó la libertad. No obstante, debido a un error, lo correcto en el grabado debió ser un árbol de ceiba. Chacón Hidalgo, Manuel Benito. Monedas de Costa Rica: reseña histórica. 1ª ed. San José, Costa Rica: EUCR y Fundación Museos Banco Central de Costa Rica, 2003, página 47.

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veras la Patria Grande, no solo por su territorio, sino porque en ella palpite el alma de las razas victoriosas que aman ante todo y por encima de todo la tierra que los vio nacer y les da protección y libertad, para cuyo servicio vienen complacidos en la paz y por cuya defensa mueren en la guerra con un gesto de supremo orgullo.”32

La posición de esta alegoría, en relación con las otras dos, jerarquiza la importancia de la Unión Centroamericana por sobre todas las funciones de la Corte. Las otras dos figuras sedentes, la Historia y la Justicia trabajan en conjunto para lograr este fin. En cuanto a la Historia, su representación es la tradicional: una mujer, vestida de blanco, con una tableta, pergamino o libro en el que registra las victorias del Derecho Internacional (simbolizado por la palabra “LEX”).33 La alegoría de la Justicia es presentada por Llach de la misma forma que la Historia, una mujer sentada, semi vestida de blanco (posee un pecho descubierto) y en cuya mano izquierda sostiene una balanza. Esta representación es posible que haya sido utilizada por el arquitecto para darle simetría al conjunto de alegorías de la fachada, puesto que se aleja un poco de la iconografía tradicional de la Justicia: una mujer, vestida de blanco, en cuya mano derecha sostiene una espada o el fascies34 símbolo de su poder y en la izquierda sostiene la balanza, que representa su imparcialidad, al igual que la venda en sus ojos.35

La alegoría de la Justicia, representa el triunfo del Derecho Internacional en la erradicación de la violencia en Centroamérica. Esto debe subrayarse a tenor de la función de la paz como un catalizador del progreso económico, el cual está simbolizado en el pecho descubierto de la alegoría que en la iconografía ha sido representado en varias ocasiones como la prosperidad.36 Discursivamente, esta relación es señalada por Alfredo Martínez en una publicación sobre la función de la Corte de Justicia Centroamericana y su legado:

“...nunca como ahora deben cimentarse y consolidarse los principios del derecho, bien en lo interno para alcanzar un mayor imperio de la justicia en cada país, bien en lo externo para lograr la ansiada convivencia pacífica y encauzar el adelanto científico contemporáneo hacia fines de beneficio social o colectivo.”37

Iconografía Menor

32 Marín, La labor…, página 64. 33 Esta imagen de la Historia tiene sus bases en la concebida por Cesare Rippa en el siglo XVI, la cual fue representada como una mujer

que escribe sobre la espalda de Cronos (el tiempo) las victorias de los grandes hombres. Hall, James. Dictionary of Subjetcs and Symbols in Art. 1st ed. New York: Harper & Row Publishers, 1974, página 154.

34 En Rippa, la espada o el fascies (o fasces) representa el castigo de los pequeños delitos y la decapitación de los criminales. Rippa, Iconologia…, página 47. Es también un símbolo de autoridad de los magistrados en la Roma Imperial. Hall, Dictionary of…, página 119.

35 En la iconografía liberal, las balanzas pueden ser sustituidas por las fasces, el símbolo romano de la autoridad. Hall, Dictionary of…, páginas 49, 183.

36 En la representación de Cesare Rippa, la Justicia posee ambos pechos descubiertos.37 Martínez Moreno, Alfredo. La Conferencia de Washington de 1907 y la Corte de Justicia Centroamericana. San Salvador, El Salvador:

Imprenta Nacional, 1957, página 4.

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La Iconografía Menor está presente en ambas propuestas, pero en la de Llach es más profusa. Aunque no se analizarán detalladamente, las pinturas recurrieron a una iconografía religiosa y clásica para representar la justicia a lo interior del Palacio de Paz diseñado por Llach. Estas obras de arte estuvieron proyectadas para estar en el vestíbulo y en el salón de actos. No obstante, el enfoque de este apartado recaerá en el análisis de un elemento iconográfico presente en el retablo de la propuesta final de Whitfield y en la fachada de la propuesta de Llach. En ambos casos, la Justicia se encuentra personificada en la figura de un dragón, tal como lo ilustra la Imagen 9.

En la iconografía, las Virtudes eran también representadas junto a un animal, que adquiría el mismo simbolismo que la alegoría. En el caso de la Justicia, era representada por la salamandra38, que en el bestiario medieval fue un animal resistente al fuego y con la capacidad de extinguir las llamas, una cualidad ya subrayada en la antigüedad por Plinio y Aristóteles. La frase “Notrisco al bouno, stingo al reo”39, en el contexto de la Corte de Justicia, se reinterpreta en la erradicación discursiva de la guerra y la bienvenida de la paz entre las naciones centroamericanas. Hay que recalcar que, en las propuestas de Llach y Whitfield, la salamandra es sustituida por un dragón, posiblemente para otorgarle una mayor magnificencia al símbolo.

Imagen 9. Iconografía menor en las propuestas de Luis Llach y Henry Whitfield para el

38 Esteban Lorente. Tratado de iconografía, 399. Carlos Berbell Bueno y Yolanda Rodríguez Vidales. Símbolos y ritos de la Justicia. Madrid, España: Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial del Reino de España, 2006, página 7.

39 “Protejo al bueno, destruyo al malo” fue la insignia de de Francis I, rey de Francia.

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Palacio de Paz. 1915 y 1916.

Fuente: Llach: Archivo Biblioteca Teodorico Quirós, Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica, Colección Edgar Vargas y

Daniel Domínguez. Whitfield: Alejandro Bonilla Castro, 18 de agosto del 2011.

En síntesis, ambos arquitectos utilizaron la iconografía como un factor artístico para expresar e ilustrar

la función de la Corte de Justicia Centroamericana. Luis Llach fue el que más referencias clásicas utilizó

en su iconografía, al recurrir a imágenes como las alegorías para simbolizar los objetivos de la Corte,

las aspiraciones de formar una nueva Unión Centroamericana, los deseos de libertad, educación y

progreso económico. La propuesta de Whitfield fue más austera en el uso de este elemento, pues en

su propuesta sobrevivió únicamente el dragón que simboliza La Justicia. La razón que pudo impulsar

a Whitfield a abandonar la iconografía como elemento ideológico y ornamental en el edificio pudo

ser de naturaleza económica, que afectó a la vez el diseño arquitectónico como se indicó atrás. Sin

embargo, el símbolo de la Justicia en la propuesta de Whitfield sobrevivió en el diseño de la planta

del primer anteproyecto, recurriendo al uso del ábside en sustitución de la iconografía monumental.

Conclusiones

Los discursos sobre la Corte de Justicia Centroamericana evidenciaron la importancia del tribunal

desde dos ámbitos: uno práctico, en el que la Corte tendría como fin brindar la estabilidad política

suficiente en la región para delinear las posibilidades de un crecimiento económico e intelectual

para cada país. La paz en la región, si bien fue uno de los objetivos de la Corte, tuvo un trasfondo

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economicista de gran relevancia pues la preocupación expresa en los discursos era alcanzar el progreso económico a toda costa.

No obstante, desde el plano simbólico, la Corte de Justicia Centroamericana sirvió como portillo para resucitar la Unión Centroamericana. A pocos años de celebrarse el centenario de la Independencia en 1921, la Corte de Justicia se convirtió en una de las expresiones del deseo unionista y, siguiendo los discursos presentados, en el primer paso para conformar un nuevo bloque de cooperación entre las cinco repúblicas centroamericanas. La paz obtenida por el Derecho Internacional, sería el basamento de la nueva Unión Centroamericana, emancipada de los poderes externos que agobiaban a la región, civilizada y con un amplio progreso económico e intelectual. En este sentido, el objetivo final de la Corte fue reconstruir la llamada Patria Grande.

La gran importancia de la Corte en el contexto centroamericano, fue la razón por la que las propuestas edilicias del tribunal tendieron a la monumentalidad, para brindarle de esta forma una mayor jerarquía entre los demás edificios estatales y en el espacio urbano. Desde la primera propuesta, realizada por Jaime Carranza, hasta la última de Henry Whitfield, los arquitectos procuraron dotarle a la institución un espacio adecuado para sus funciones, pero a la vez que materializara las ideas y los discursos que tenía la Corte. La elección del estilo arquitectónico, fue vital en este proceso. El neoclásico de la primera propuesta, el neobarroco de la segunda y el neocolonial hispanoamericano de la propuesta final, reflejaron los distintos lenguajes que usaron los edificios de carácter estatal para expresar la ideología política que los sustentaban y las contradicciones que tuvo el uso de estilos importados de Europa con respecto a la respuesta final neocolonial, vinculada con los inicios de una teorización de un estilo arquitectónico propiamente latinoamericano y con sus raíces identitarias.

Propiamente la iconografía concentró la función de manifestar los discursos de la Corte de Justicia Centroamericana por medio del arte. La propuesta de Luis Llach, vista en su conjunto con la arquitectura y la iconografía, destacó el vínculo de la función del tribunal con la concepción clásica grecorromana de la Justicia y con la simbología de la Ilustración. El conjunto de alegorías, obtiene de la tradición clásica e ilustrada, los elementos básicos de representación visible claramente en las alegorías a La Justicia y la Historia. Sin embargo, la alegoría a la Patria Centroamericana experimentó una transformación radical en su significado, al pasar de ser una representación de La Razón a ser la alegoría que asume la totalidad de los significados del tribunal, como símbolo de paz, progreso económico e intelectual, libertad y de la Unión Centroamericana.

El diseño de Henry Whitfield, optó por razones económicas limitar la iconografía a algunos pequeños detalles en el retablo, pero mantuvo el vínculo con la tradición grecorromana de la Justicia al incluir en el diseño de planta un ábside en el remate Norte-Sur del tribunal, lo cual jerarquizaba el espacio dedicado al Salón de Actos del resto del edificio. El ábside representa y jerarquiza en el espacio del

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tribunal la tradición jurídica de las basílicas romanas, mientras que la iconografía fue un auxiliar en este proceso. Sin embargo, las mismas razones que impulsaron a simplificar el diseño de Luis Llach (del cual sin embargo, se heredó casi que intacta su distribución de planta), provocaron que el ábside fuera eliminado en el proyecto final junto con una delimitación del retablo de la fachada. No obstante, el único elemento de la iconografía ligado a la Justicia sobrevivió en los dragones del retablo, hoy todavía visibles en los extremos del mismo.

Conocer el origen y la evolución de las propuestas arquitectónicas, permite también enfatizar en la necesidad de conservar los edificios como testimonios de nuestra historia, ya que como lo indica Alberto Saldarriaga: “Los edificios de una ciudad son como seres, también tienen su identidad, están presentes, son reconocidos por quienes los habitan, por sus vecinos, son listados en las fichas catastrales… y quedan ocasionalmente registrados en la fotografía de algún paseante curioso…”40

Bibliografía

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40 Saldarriaga Roa, Alberto “Valor testimonial de las tradiciones urbanas y arquitectónicas”, Cuadernos Escala, N° 20, 1992, página 8.

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La Embajada de Australia en Pyongyang (1975):

Un fracaso diplomático

Graeme S. Mount *

Traducido en inglés por Sofía Mitjavila

Resumen

Recientemente, documentos desclasificados de Estados Unidos y Australia revelan la historia de la funesta embajada de Australia situada en Pyongyang durante seis meses en 1975. El gobierno de Gough Whitlam creía que Australia debía tener relaciones diplomáticas con todos los países y que podría llenar un vacío diplomático con una embajada en Pyongyang. Whitlam y sus asociados previeron beneficios para Australia, los países occidentales en general, así como para Corea del Norte. Sin embargo, las relaciones diplomáticas con Corea del Norte limitaron las opciones diplomáticas australianas, irritó a los aliados de Australia (ninguno de los cuales había reconocido a Corea del Norte) y no obtuvo ningún respeto por parte de Kim Il Sung y sus asociados. El artículo sostiene que Corea del Norte y los países occidentales perdieron una oportunidad con el fracaso de esta embajada, pero que dado el comportamiento poco convencional de Corea del Norte y su indiferencia a la opinión mundial, las oportunidades de éxito eran en el mejor de los casos limitada. Sostiene que la universalidad es un buen principio de la diplomacia, pero que de forma realista, no siempre es práctico.

Palabras claves: Australia, Corea del Norte, Whitlam, Gough, Kim Il Sung

Abstract

Recently declassified US and Australian documents reveal the story of Australia’s ill-fated embassy located in Pyongyang for six months in 1975. The government of Gough Whitlam believed that Australia should have diplomatic relations with all countries and that it could fill a diplomatic void with an embassy in Pyongyang. Whitlam and his associates anticipated benefits for Australia, Western Countries in general, as well as for North Korea. Instead, diplomatic relations with North Korea limited Australian diplomatic options, antagonized Australia’s allies (none of which had recognized North Korea) and won no respect from Kim Il Sung and his associates. The article argues that both North Korea and Western countries lost an opportunity with the failure of this embassy but that given North Korea’s unconventional behavior and indifference to world opinion, opportunities for success were at best limited. It argues that universality is a fine principle of diplomacy, but that realistically it is not always practical.

Keywords: Australia, North Korea, Whitlam, Gough, Kim Il Sung

* En 1969, el profesor Mount terminó su Doctorado en Historia en la Universidad de Toronto y comenzó a enseñar Historia en la Universidad Laurentian en Sudbury, Ontario. En 2005, se retiró como profesor emérito. Los libros incluyen: An Introduction to Canadian-American Relations (Toronto: Methuen, 1984; segunda edición: Nelson, 1989); Invisible and Inaudible in Washington: US- Canadian Relations during Cold War (Vancouver: UBC Press, 1999); The Caribbean Basin: An International History (London and New York: Routledge, 1998); The Diplomacy of War: The Case of Korea (Montreal: Black Rose, 2004); 895 Days that Changed the World: The Presidency of Gerald R. Ford (Montreal: Black Rose, 2006). Este artículo se publica con su autorización.

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Introducción

En 1975, durante seis meses, Australia mantuvo una embajada en Corea del Norte. El hecho de que Australia fuera el primer aliado de los Estados Unidos en establecerla, otorga a dicha embajada importancia histórica. Establecida con las mejores intenciones por parte del gobierno encabezado por el Primer Ministro Gough Whitlam, la embajada se convirtió en un fiasco total. En muchos aspectos, el fracaso diplomático fue muy desafortunado.

Normalmente, las autoridades australianas consideran la desclasificación de correspondencia diplomática hasta después de treinta años del evento en cuestión. A principios de 2006, semanas después de que el 30º aniversario del cierre de la embajada hubiera pasado, solicité dicha desclasificación a los Archivos Nacionales de Australia. A finales de 2009 tenía los documentos, y este informe es el resultado.

Antecedentes

Antes de que el Partido Laborista de Australia dirigido por Gough Whitlam asumiera el cargo el 8 de diciembre de 1972, las administraciones pasadas que habían gobernado Australia no habían mostrado algún interés en las relaciones diplomáticas con Corea del Norte. Las relaciones empezaron mal y se mantuvieron mal.1

En 1948, año en que nace la “República Popular Democrática de Corea” (RPDC, nombre oficial de Corea del Norte), Australia era uno de los miembros de la Comisión de las Naciones Unidas sobre Corea (UNCOK). Kim Il Sung, nunca reconoció la autoridad de UNCOK, ni le permitió operar al interno de Corea del Norte. En 1949, el partido conservador de Australia, la Country Liberal

Party ganó las elecciones parlamentarias, y ante la invasión de Corea del Norte a Corea del Sur la Coalición respondió enviando fuerzas de combate de Australia para servir con el Comando de las Naciones Unidas en la resistencia contra la agresión de Corea del Norte. Doscientos ochenta y un (281) australianos establecieron fuertes vínculos económicos con Corea del Sur, casi ninguno con Corea del Norte.2 Además, Corea del Norte se negó a cooperar con la Comisión de las Naciones Unidas para la Unificación y la Reconstrucción de Corea, de la cual Australia era miembro.3 En las raras ocasiones en que los diplomáticos de Corea del Norte intentaron establecer contacto con sus

1 La documentación sobre las relaciones de Australia y Corea del Norte hasta diciembre de 1972 del Departamento de Asuntos Exteriores de Australia (DFA) se toma de la Serie A-1838/2, Expediente N º 715/3/14, Parte 1, folios números 1 a 16 en los Archivos Nacionales de Australia (NAA) en Canberra.

2 Ver la correspondencia en el folio “Corea del Norte-Relaciones Económicas con Australia”, NAA, Archivo 1-1838/2, Artículo 767/1, Parte 1. Véase también KCShann, Primer Secretario, III División, DFA, Canberra, memorando confidencial a la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores (SSFA), Feb.1968 1; Anderson HD, Canberra, a Jack Smith, primer subsecretario de Comercio Internacional División, Departamento de Industria y Comercio, Canberra, 27 de agosto de 1971, tanto en la serie A /1838, Expediente N º 3125/10/1, Parte 1.

3 Para pruebas de que estos puntos le importaban, ver G.V. Brady a la SSFA, 24 de julio de 1970 y Anderson a la SSFA, 21 de mayo de 1971, tanto en la serie A1838 NAA, Expediente N º 3125/10/1, Parte 1.

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homólogos de Australia en Singapur y Moscú, los australianos respondieron con un tratamiento frío,

posición que era alentada por su gobierno.4

Las intenciones de Gough Whitlam’s

Esa situación cambió en diciembre de 1972, cuando Gough Whitlam se convirtió en Primer Ministro

de Australia. Es pertinente hacer dos comentarios a favor de Whitlam.

En primer lugar, la Embajada de Australia en Pyongyang estaba probablemente, desde sus inicios

condenada al fracaso. Pero Whitlam no podía saber eso. Desde que terminó la Guerra Fría, ha

surgido información de los antiguos países del Pacto de Varsovia que indica que las relaciones entre

el gobierno de Corea del Norte y otros gobiernos comunistas eran, en el mejor de los casos, tensas.5

De hecho, un escritor académico ha encontrado evidencia de que algunos diplomáticos comunistas

pensaban que las autoridades de Corea del Norte eran racistas. Funcionarios de la Embajada de

Alemania Oriental encontraron similitudes entre Corea del Norte y la Alemania nazi, mientras que

un embajador negro de Cuba fue objeto de un incidente mafioso.6 Si Kim Il Sung y sus colegas no

confiaban en sus compañeros comunistas, era poco probable que se convirtieran en amigos de los

australianos. A pesar de que la Embajada de Australia en Moscú transmitía información sobre las

4 Parkinson, el australiano Alto Comisionado de Singapur, para SFFA, Canberra, 25 de agosto de 1971; Anderson Smith, 27 de agosto 1971, JH Brook, Consejero, Embajada de Australia, Moscú, Para SSFA, Canberra, 18 de noviembre de 1971; JG Powys, Moscú, para SSFA Canberra, 29 de septiembre de 1972; BB Hickey, Canberra, para Powys, Moscú, 26 de octubre 1972, ME Lyon, Alta Comisionada Adjunta, Singapur, a SSFA, Canberra, 02 de noviembre 1972, “Notas informativas para Sir Alastair McMullin para posibles contactos con la República Popular China y los representantes de la RPDC en las celebraciones del Décimo Aniversario de Tanzania y 15/20/71”, todos los NAA en la Serie A 1838, Expediente N º 3125/10/1, Parte 1.

5 La correspondencia de la Embajada de Hungría en Pyongyang (1950-1964) aparece en el Proyecto de Historia Fría del Centro Woodrow Wilson de la Segunda Guerra Internacional (CWIHP) # 14-15 (primavera 2004), pp. 104-137. Véase también Charles K. Armstrong, “” El socialismo fraterna “: El Internacional para la Reconstrucción de Corea del Norte, 1953-1962”, Historia de la Guerra Fría, V, 2 (mayo de 2005), pp. 179-180; Balázs Szalontai, Kim Il Sung en la era de Kruschev: Unión Soviética y la RPDC relaciones y las raíces de pueblo a un despotismo de Corea del Norte, 1953-1964: Las relaciones soviético-RPDC y las raíces de despotismo del Norte, 1953-1964 (Washington: Woodrow Wilson Center Press, 2005); Balázs Szalontai y Radchenko Sergey “El esfuerzo de Corea del Norte para adquirir tecnología nuclear y armas nucleares: La evidencia de Archivos de Rusia y Hungría,” la Guerra Fría Proyecto Internacional de Historia, Documento de Trabajo # 53 (Agosto 2006), Sergey S. Radchenko, “La Unión Soviética y de Corea del Norte La incautación de la USS Pueblo: Evidencia de Archivos de Rusia, “la Guerra Fría Proyecto de Historia Internacional, Documento de Trabajo # 47 (sf), véase también James F. Persona”, “Necesitamos ayuda del exterior”: El movimiento de oposición de Corea del Norte de 1946, “Guerra Fría Internacional de Historia del Proyecto Documento de Trabajo 52 (Aug.2006). Persona ha basado su trabajo sobre documentos desclasificados de la Unión Soviética, pero incluye un documento de 1961 escrito por Albania Myftiu Manush, un funcionario albanés, que visitó Pyongyang y le habló a Kim Il Sung, en octubre de 1961, Informe de la Embajada de Hungría en Corea del Norte al húngaro de Asuntos Exteriores Ministerio, Budapest, 15 de abril de 1976 (Fuente: XIX-JLJ Corea, 1976, 82, doboz 5, 00854/2/1976; obtenido y traducido para CWIHP por Balázs Szalontai, CWIHP Archivo Virtual en Corea del Norte). Véanse también los informes de la Embajada de Hungría, de 25 de junio de 1976 y 08 de diciembre 1976in el Archivo Virtual. Véase también James Persona F., “Nueva evidencia sobre Corea del Norte en 1956, la Guerra Fría Proyecto Internacional de Historia N º 16 (Otoño 2007/Invierno 2008), pp. 447-527. Véase también el Informe sobre la visita oficial de amistad a la RPDC por las delegaciones del partido y el estado de la República Democrática Alemana, al mando del camarada Erich Honecker, 8-11 de diciembre de 1977 “, Documento 6, CWIHP # 14-15, pp. 49-54 y Bernd Schaefer “,” aventurerismo “de Corea del Norte y la larga sombra de China, 1966-1972”, la Guerra Fría Proyecto de Historia Internacional, Documento de Trabajo # 44 (octubre 2004); Schaefer ha basado su trabajo en los documentos de la Alemania del Este.

6 B.R. Myers, The Cleanest Race: How North Koreans See Themselves-and Why It Matters (Brooklyn: Melville House, 2010), p.42.

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muy delicadas relaciones7 entre la Unión Soviética y Corea del Norte, Whitlam no podía conocer la

gravedad real de la situación.

En segundo lugar, Whitlam no era blando con el comunismo. En 1974, se opuso a la independencia de

Timor Oriental. Whitlam dudaba de que Timor Oriental pudiera ser viable como país independiente, y

no quería que los agentes soviéticos o chinos explotaran un Estado fallido, tan cerca de las fronteras

de Australia.8 También se abstuvo de reconocer el Vietcong y el Khmer Rouge hasta que ganaron sus

guerras.9

Una razón por la cual Whitlam quería un intercambio de embajadas era que él pensaba que los

gobiernos debían hacer frente a las realidades, sin “listas de deseos”. Gustara o no, Stalin realmente

había anexado las Repúblicas Bálticas, Lituania, Letonia y Estonia, durante la Segunda Guerra

Mundial. En consecuencia, y contrariamente a sus predecesores y otros gobiernos occidentales, la

Australia de Whitlam reconoció la incorporación de los países bálticos a la Unión Soviética.10 Una

vez más, gustara o no, la Alemania Oriental comunista, Vietnam del Norte, la República Popular

China (RPC), y Corea del Norte eran realidades.11 Los tres primeros creaban pocos problemas. Ya

para 1972, el gobierno de Alemania Occidental encabezado por Willy Brandt había abandonado la

Doctrina Hallstein, por lo que cualquier país que reconociera a Alemania del Este perdía sus lazos con

Alemania Occidental. El gobierno de Vietnam del Norte toleraba embajadas australianas concurrentes

en Hanói y Saigón, probablemente debido a que creía que el gobierno de Saigón estaba viviendo con

tiempo prestado. La visita del presidente Nixon a China en febrero de 1972 había creado los lazos

con la respetable República Popular China. Corea del Norte era un desafío más serio. Diplomáticos

de Australia y Corea del Norte, negociaron en Yakarta, donde ambos países tenían embajadas, y no

llegaron a un acuerdo hasta finales de julio de 1974. Uno de los problemas, como los funcionarios de

Corea del Norte explicaron, era que no veían ningún paralelismo entre la situación de Alemania y la

7 Lawrey, Embajada de Australia, Moscú (que ha hablado con un funcionario de apellido Kapitza, Director de la Unión Soviética de la Primera División de Extremo Oriente), a DFA, 16 de noviembre de 1973, serie A 10028, Artículo 252/4/10/1 / arte 3, NAA.

8 Acta de la reunión entre el Whitlam y Suharto [sic], Yakarta, 06 de septiembre 1974, documentos sobre la política de Relaciones Exteriores de Australia: Australia y la invasión indonesia de Timor Oriental, 1974-1976 (Melbourne: University Press, 2000), pp. 95-98.

9 Willesee, Canberra, para J.L. Keogh, M.P. de Bowman, de Brisbane, 29 de noviembre de 1974; Willesee, Canberra, a T. Webster, Presidente; Playas del Norte Asociación de Jóvenes del Trabajo, Manly Vale, Madrid, 12 de diciembre de 1974; Willesee, Canberra, a W. Casburn Secretario, Rostrevor Sub-Poder, Partido Laborista Australiano, Rostrevor, Australia del Sur, 31 de diciembre de 1974; MJ Cook, Primer Secretario Adjunto, el Norte y el Sur de Asia División, DFA, Canberra, 26 de marzo de 1975; todo en la Serie M 126, punto 5 7/5Part, NAA

10 Coral Bell, aliado dependiente: Un estudio en la Política de Relaciones Exteriores de Australia (St. Leonards, NSW: Allen and Unwin, 1988 [1984], p. 112). Para una evaluación de la importancia en la época de Gorbachov de la retención de los países occidentales de reconocimiento de la anexión soviética de las repúblicas bálticas, vea Kristina Spohr Readman, “entre la retórica política y Cálculos Realpolitik: la diplomacia occidental y la lucha por la independencia del Báltico en la Final de partida la Guerra Fría, “Historia de la Guerra Fría, VI, 1 (febrero de 2006), pp. 1-42.

11 Nota sin fecha y sin firma, probablemente a partir de noviembre de 1973, la serie M126, 7/5 / parte 3 (propuestas ministeriales del norte de Asia [China, Corea, Japón]), NAA.

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de Corea. Los líderes de Alemania del Este estaban dispuestos a coexistir con la República Federal de Alemania. Corea del Norte quería absorber Corea del Sur, lo más rápido posible.12

Whitlam tenía otras ideas en cuanto al intercambio de diplomáticos. Él creía que los australianos debían ser libres de ir a todas partes y a cualquier lugar en busca de información. Era inaceptable que tuvieran que depender de intermediarios y no pudieran conocer Corea del Norte por sí mismos.13 Por otra parte, como los intermediarios confiables eran raros, Australia necesitaría una embajada en Pyongyang, no simples diplomáticos acreditados en Corea del Norte, sino establecidos en otros lugares, con ocasionales incursiones a ese país.14 En tercer lugar, siendo un aliado de Occidente con embajadas, tanto en Seúl como en Pyongyang, Australia podría promover el entendimiento, y así contribuir a la paz.15 Whitlam no tenía ninguna expectativa de que las relaciones diplomáticas con Corea del Norte proporcionarían beneficios económicos a Australia.

La búsqueda de apoyo

Whitlam no quería que Australia actuara de manera aislada. Su intención era que otros países hicieran lo mismo que ellos hacían, es decir, mantener las embajadas tanto en Seúl como en Pyongyang. Los gobiernos de Estados Unidos y Corea del Sur se opusieron firmemente. Tal vez, las personas de la administración de Park Chung Hee pensaban, que llegaría un momento en que sería conveniente establecer una embajada de Australia en Pyongyang, pero ese momento aún no había llegado. Whitlam descartó una carta de negociación. Los países occidentales no debían abrir embajadas en Pyongyang hasta, y a no ser, que los países comunistas estuvieran listos para abrir una en Seúl.16 Whitlam intentó persuadir a los gobiernos comunistas que ya tenían embajadas en Pyongyang, que establecieran embajadas concurrentes en Seúl, pero ninguno- ni siquiera los gobiernos de Rumania

12 Las conversaciones entre el viceprimer ministro [de Corea del Norte] y el Ministro de Relaciones Exteriores [de Corea del Norte] y el Dr. JF Cairns en Pyongyang el 24 de Sept.1973, Serie A 10028, Artículo 252/4/10/1 Parte 3, NAA. El jefe negociador de Australia en las conversaciones de Yakarta, el Embajador RW Furlonger, dijo que Corea del Norte no tiene absolutamente ningún interés en “un” dos Coreas “situación”; Furlonger Embajada de Australia en Yakarta, a la DFA, Canberra, 27 de noviembre de 1973; serie A10463, del artículo 810/79, Parte 2, NAA.

13 Registro de la conversación entre Willesee y el embajador de Corea del Sur Lo Suk Chan, Canberra, 5 feb.1974, Registro de la conversación entre Whitlam y Lo, Canberra, 21 de febrero 1974, todo en serie A10463, del artículo 810/79, Parte 3, DFA, Canberra, a las embajadas de Australia, Seúl, Washington, Tokio, Yakarta, 22 de febrero de 1974; NAA.

14 M.G.M. Bourchier, Embajada de Australia, Seúl, a la DFA, Canberra, 18 de enero 1974, Embajada de Australia, Beijing, a la DFA Canberra, 10 de febrero 1974, ambos en serie A10463, del artículo 810/79, Parte 3. También registro de la conversación y Lo Whitlam, Canberra, 21 Feb.1974, serie A10463, del artículo 810/70/9, Parte 4, NAA.

15 Bourchier, Seúl, a la DFA, Canberra, 30 de marzo de 1974, serie A10463, del artículo 810/79 Parte 3. Registro de la conversación entre Whitlam y Lo, Canberra, 21 Feb.1974, serie A10463, del artículo 810/709, parte 4, NAA.

16 Registro de la conversación entre TJ Goggin, Embajada de Australia, Seúl, y Yoo Chong-ha, Seúl, 7 de diciembre de 1973, serie A 10028, Artículo 252/4/10/1, Parte 3, NAA.

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y Yugoslavia- lo haría.17 La respuesta de Whitlam fue entonces que no daría a los europeos del Este el derecho de veto sobre la política exterior australiana.18

Tampoco Corea del Norte mostraba el tipo de conducta que mereciera una recompensa, según dijeron los de Corea del Sur. En diciembre de 1973, cañoneras de Corea del Norte dispararon a la nave del Comando de las Naciones Unidas cuando se acercaba a las islas del Sur de Corea, cerca de la Línea Límite Norte (LLN) en el Mar Amarillo.19 En febrero de 1974, cañoneras de Corea del Norte de nuevo hundieron un barco pesquero de Corea del Sur y se apoderaron de otro que apareció inadvertidamente, que tal vez por la niebla o bajo la compulsión de Corea del Norte, cruzó la LLN.20 El canciller surcoreano, Kim Dong Jo, dijo al embajador de Australia M.G.M Bourchier, “Australia debe mantener la perspectiva de reconocimiento como una recompensa razonable para un comportamiento responsable en vez de otorgársela a la RPDC como un regalo”21. En Washington, el subsecretario de Estado Richard Sneider encontró incomprensible que el gobierno de Whitlam pusiera en marcha las conversaciones con Corea del Norte en Yakarta tan solo pocos días después del segundo incidente en el Mar Amarillo.22 El embajador de EE.UU. en Corea del Sur, Philip Habib, consideraba el momento escogido por Australia “el peor posible”.23 Morton J. Abromowitz, Asesor Político del Comandante en Jefe de Pacífico (CINPAC), calificó la política de Whitlam hacia Corea como “nefasta”.24 Miembros clave de la administración del presidente Gerald Ford no se oponían al reconocimiento de Corea del Norte, en principio, pero cuestionaban el momento escogido por Whitlam para hacerlo.25

17 DFA, de Canberra, a las embajadas australianas en Varsovia y Viena, y el Encargado de Negocios en Belgrado, el 30 Jan.1974, Embajada de Australia, Varsovia, a DFA, Canberra, jan.1974 31, Embajada de Australia, Viena, a la DFA Canberra, 25 de febrero 1874, todo en la Serie A 10463, Artículo 810/79, Parte 3, NAA.

18 PR Potter de la Sección de China / Corea del DFA transmitido el mismo mensaje, pero con respecto a un derecho de veto chino a Corea del Sur, Embajador Choong Min Sik; Registro de la conversación entre Potter y la mínima, Canberra, 28 de junio de 1973, serie A10463, del artículo 810/79, Parte 2, ANA. Además, Whitlam dijo embajador surcoreano Lo Suk Chan, el sucesor de Choong Sik Min, “No podíamos poner en la posición de dar a los demonios de la RPDC derecho de veto sobre nuestras decisiones”, serie A10463, del artículo 810/79, Parte 3, NAA.

19 DFA, de Canberra, a las embajadas de Australia y altas comisiones en Bangkok, Beijing, Copenhague, Yakarta, Kuala Lumpur, Manila, Moscú, Nueva Delhi, Ottawa, Rangún, Tokio, Washington, Wellington, y las Naciones Unidas; Bourchier, Embajada de Australia en Seúl, al DFA de Canberra, 4 de diciembre de 1973, después de una discusión con la actuación de Corea del Sur ministro de Relaciones Exteriores Yun Suk Heun, serie A10463, del artículo 810/79, Parte 3, NAA.

20 Bourchier, Seúl, a la DFA, Canberra, 20 de febrero 1974, Embajada de Australia en Tokio, a DFA, Canberra, 20 de febrero 1974, ambos en la Serie A, 10463, artículo 810779, parte 4, NAA.A la Embajada de EE.UU. informe sugiere la niebla; Embajada de Australia informe sugiere niebla, Embajada de Australia, Seúl, para DDFA, Canberra, 29 de junio de 1974; serie A 10463, artículo 810 779, Parte 4, NAA.

21 Bourchier, Seúl, a la DFA, Canberra, 22 de enero de 1974; serie A 10463, artículo 810779, parte 3, NAA.22 Embajada de Australia en Washington, a la DFA, Canberra, 23 de febrero de 1974; serie A10463, del artículo 810/79, Parte 3,

NAA.23 Bourchier, Seúl (que había hablado con Habib ese mismo día) de DFA, Canberra, 28 de febrero 1974, serie A 10463, Artículo

810/79, Parte 3, NAA.24 Registro de la conversación entre W.P.J. Handmer y Abromowitz, Canberra, 13 de marzo de 1974; la serie 10463, Artículo 810/79,

Parte 4, NAA.25 Kissinger, de Washington, al embajador de EE.UU. Harry Barnes, Bucarest, 31 de Aug.1974, tras una visita a Washington por

Vasile Pungan, Consejero Presidencial de Rumania, Asesor de Seguridad Nacional, PRESIDENCIALES DEL CONDADO DE ARCHIVOS PARA EUORPE y Canadá, la casilla 11, de archivo: Departamento de Estado Telegrama de SECTSTATENODIS (1). Véase también una conversación entre Kissinger y el presidente de Ford antes de una visita a la Casa Blanca por el rumano Nicolae Ceausescu líder, Consejero de Seguridad Nacional, los memorandos de conversaciones, 1973-1977, Box12, Archivo: 09 de junio 1975-Ford, Kissinger. Véase también la transcripción de las conversaciones que involucran Ford, Kissinger, y Ceausescu, cuando Ceausescu fue a la Casa Blanca y cuando Ford y Kissinger visitó Rumania; misma caja, archivo: 11 de Junio -1975-Ford, Kissinger y Archivo: Agosto

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Whitlam se dirigió entonces a los gobiernos de la Commonwealth, pero los gobiernos del Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda no estaban interesados.26 Buscó en vano a los gobiernos de Japón y Suiza, pero ellos también se negaron a ceder. Los japoneses temían que su embajada en Pyongyang podría desestabilizar a Corea del Sur27, y los suizos- como miembros de la Comisión para la Vigilancia de Naciones Neutrales- no deseaban reconocer a las dos Coreas, mientras sus socios en dicha Comisión, Polonia y Checoslovaquia, se negaran a hacerlo.28 Con la excepción de Suecia, otros países de Europa Occidental se negaron a abrir embajadas en Pyongyang, y los gobiernos de Alemania Occidental y la República de Irlanda (ambos partes de países divididos) temían el precedente.29

El intercambio real

Hubo un desarrollo potencialmente útil en el intercambio de embajadas. Cuando llegaron a Pyongyang, además de los diplomáticos de la India y de Suecia, los australianos eran los únicos representantes de un país democrático. Sin embargo, el gobierno de Corea del Norte limitó los movimientos de todos. Aislados de los Norcoreanos, los diplomáticos socializaban entre ellos, y los enviados australianos tenían conversaciones con personas a las que en otras circunstancias habrían ignorado. De los diplomáticos que habían pasado años en Pyongyang, los australianos podían aprender lo que había, o no, había cambiado.

Por ejemplo, el 5 de junio de 1975, la Embajada de Australia informó que la Embajada de Suecia había organizado un almuerzo en el que el Embajador de Alemania del Este se había desahogado:

El Embajador dijo que la situación en Corea del Norte era muy peculiar... Toda una generación se había criado en la ignorancia del mundo exterior. Distorsiones increíbles de la historia y de la geografía se enseñaba en las escuelas. Los niños fueron llevados a creer que la RPDC era uno de los países más grandes y ricos. Se les había enseñado tantas mentiras y la historia había sido reescrita hasta tal punto... que los norcoreanos, inevitablemente, tenían una visión retorcida del mundo y por ello tenían gran dificultad para adaptarse a la influencia exterior.30

2-3, 1975-Ford, Kissinger, el presidente rumano Nicolae Ceausescu. Todos estos documentos se encuentra en la Biblioteca Presidencial de Gerald Ford, Ann Arbor, Michigan.

26 Alta Comisión de Australia, Londres, a la DFA, Canberra, 22 de enero de 1974; serie A10463, del artículo 810/79, Parte 3, NAA. Bourchier, Seúl, a la DFA, Canberra, 08 de diciembre 1973, serie A10028, del artículo 3 252/10/4/10/1/Parte, NAA. Registro de la conversación entre W.P.J. Handmer, Primer Secretario, del Norte y Asia Occidental División, DFA, con GW Hewitt, primer secretario de la Alta Comisión Británica, Canberra, 02 de febrero 1974, serie A10463, del artículo 810/79, Parte 3, NAA. Alta Comisión de Australia, de Ottawa, a la DFA, Canberra, 22 de enero de 1974; serie A10463, del artículo 810/79, parte 3, NAA. Alta Comisión de Australia, Wellington, a la DFA, Canberra, 29 de julio de 1974, la serie A10463, del artículo 810/79, Parte 4, NAA.

27 Registro de la conversación entre Whitlam y el canciller japonés Masayoshi Ohira, Canberra, 29 de octubre de 1973; serie A10028, punto 252/4/10/1, Parte 3, NAA. Embajada de Australia, Tokio, a DFA, Canberra, 23, 24 y 25 de enero 1974; seriesA10463, Artículo 810/79, Parte 3, NAA.

28 Embajada de Australia, de Berna, a DFA, Canberra, 13 de diciembre 1973, serie A10463, del artículo 810/79, Parte 2, NAA29 Alta Comisión de Australia, Londres, a la DFA, Canberra, 19 de enero de 1974; serie A10463, del artículo 810/79, Parte 3, NAA.

30 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 5 de junio de 1975, A6364, PY-1975/04, NAA.

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El embajador de Alemania del Este creía que la reunificación era totalmente poco realista en un futuro previsible porque Corea del Norte y Corea del Sur habían llegado a ser demasiado diferentes entre sí. Sin embargo, la reunificación era una obsesión para Corea del Norte. También creía que, probablemente debido a la herencia de Confucio, el culto a la personalidad de Kim Il Sung “se había salido de control”.31 Décadas más tarde, esto resultaría compatible con el punto de vista del historiador Bruce Cumings.32 Asimismo, el reportero del Washington Post, Don Oberdorfer, citaría a Kim, hablando sobre Corea del Norte: “vivimos en la cultura confuciana”.33

Días más tarde, los diplomáticos australianos tenían más ideas provenientes de otros diplomáticos; de nuevo, personas en las que normalmente no habrían confiado, pero cuyo criterio parecía ser excelente. El Embajador de Checoslovaquia criticó el culto a la personalidad alrededor de Kim Il Sung, dudaba de que Corea del Norte pudiera pagar sus cuentas, y criticó las restricciones de viaje. El embajador de Checoslovaquia, dijo que durante sus cuatro años en la capital de Corea del Norte, rara vez se le había concedido el permiso para salir de Pyongyang. Los embajadores de Indonesia y Siria predijeron con exactitud el surgimiento de Kim Jong Il, aunque los australianos menos informados se mantuvieron dudosos al respecto. El embajador de Yugoslavia señaló que Corea del Norte estaba desarrollando una relación más estrecha con China, y él también estaba en lo cierto.34 Ese mismo mes, Kim Il Sung y el Ministro Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Ho Dam evitaron pasar por la Unión Soviética en su viaje por Europa del Este y África del Norte.35 El embajador de Camboya, que había servido cinco años en Pyongyang, describió los cambios que había visto durante sus cinco años.

Entre otras noticias que la Embajada de Australia podía transmitir, se incluyó la presencia del príncipe Norodom Sihanouk, el futuro rey de Camboya en ese momento, cuyo gobierno había sido derrocado en un golpe de Estado en 1970.36 De hecho, el príncipe fue uno de los pocos líderes extranjeros con quien Kim Il Sung se preocupó por reunirse personalmente. El informe que menciona la reunión de Sihanouk con Kim Il Sung también describe el fuerte verano que Corea del Norte estaba experimentando en el año 1975, un factor que afectaría el suministro nacional de alimentos. En agosto de 1975, la Embajada de Australia informó de la llegada de altos funcionarios camboyanos en Pyongyang y se describieron sus actividades.37 A raíz del incidente de Mayagüez, el gobierno de Ford se debió haber mostrado interesado.

31 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 5 de junio de 1975, A6364, OY-1975/04, NAA.32 Bruce Cumings, Lugar de Corea en el Sol: Una historia moderna (Nueva York: WW Norton, 1997), pp. 404-408, en especial la página

407. No todas las autoridades están de acuerdo. Myers rechaza la analogía Confucist, pero ve similitudes entre la forma en que las autoridades Japonesas retrataron al emperador Hirohito, a sus súbditos coreanos hasta 1945 y la representación de Corea del Norte de Kim Il Sung; Myers, pp. 16, 32, 48, 166. Véanse también las páginas 173, 93-94, 108, 116.

33 Don Oberdorfer, las dos Coreas: Una Historia Contemporánea (Reading, Mass: Addison - Wesley, 1997), p. 21.34 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, sf, A6364, PY-1975/04, NAA.35 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 23 de mayo de 1975, de la serie A6364, PY-1975/04, NAA.36 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 2 de junio de 1975, de la serie A6364, PY-1975/04, NAA.37 Infogram, Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 25 de agosto de 1975, de la serie A6364, PY-1975/04, NAA.

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En setiembre, la Embajada proporcionó más información sobre la ruptura chino-soviética y su

impacto en Corea del Norte. La Embajada informó que un alto funcionario chino, Chang Chun Chiai,

llegó a Pyongyang el día 21. Los soviéticos estaban “considerablemente disgustados” y estimaron

la visita como “la culminación de la deriva constante que había llevado la RPDC hacia una posición

a favor de Pekín”. Sin embargo, pensaron que todavía podían controlar a Corea del Norte por

medios económicos, o incluso por medios militares, si hubiera sido necesario.38 Esa noticia debió

haber interesado a los gobiernos de los socios de inteligencia de Australia en el acuerdo UKUSA: el

Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda. Todos habían contribuido con las fuerzas de

combate durante la Guerra de Corea.

Poco después de su llegada a Pyongyang, los diplomáticos de Australia enumeraron una serie

de maneras en las que su país podía ayudar a Corea del Norte. Científicos norcoreanos podían

beneficiarse de visitas a Australia. Los australianos podían enseñar a hablar inglés a los norcoreanos.

Podían organizarse intercambios culturales, incluyendo una exposición de arte aborigen que iba a

darse en Japón a finales de julio y que podría realizarse en Pyongyang también. Como a los coreanos

le encanta cantar, cantantes australianos podían ir a Corea del Norte. Australia podía enviar canguros

y otros animales propios de Australia a Corea del Norte a cambio de osos de Manchuria y gatos

salvajes.39 Estas ideas no llegaron a nada.

En otros aspectos, la Embajada de Australia se demostró ineficaz, una vergüenza, e incluso un factor

negativo. Tan pronto como las conversaciones bilaterales de Australia y Corea del Norte de Yakarta

terminaron en el acuerdo de intercambiar embajadas, el periódico de Pyongyang Nodong Sinmun

se jactó sobre el triunfo de Corea del Norte sobre “los imperialistas norteamericanos y sus lacayos...,

el Pak Chong-Chui [Park Chung Hee] camarilla de títeres..., y los militaristas japoneses ...”40 La

embajada de Australia en Pyongyang se estableció en el peor día posible, el 30 de abril de 1975 - el

mismo día en que las fuerzas comunistas terminaron su ocupación de Saigón. Documentos de Hungría

desclasificados después de la Guerra Fría, indican que el triunfo de Vietnam del Norte envalentonó a

Kim Il Sung, que esperaba poder llevar a cabo una hazaña similar en Corea del Sur.41

La Embajada de Australia con un personal permanente de cinco42 miembros, tenía que operar en

dos habitaciones en un Hotel de Pyongyang manejado por pandillas de Potang, donde incluso la

38 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 26 de septiembre de 1975, de la serie A6364, PY-1975/04, NAA.39 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 12 de mayo de 1975, de la serie A6364, PY-1975/04, (los cables de

Pyongyang) NAA.40 Enviado a DFA, Canberra, de la Embajada de Australia, Seúl, 02 de agosto 1974, serie A10463, del artículo 810/79 Parte 5, NAA.41 Informe de la Embajada de Hungría en Corea del Norte para el Ministerio de Relaciones Exteriores de Hungría, Budapest, 30 de julio

de 1975; Fuente XIX-JLJ Corea, 83, doboz, 81-10, 002835/8/1975. Obtenido y traducido para CWIHP por Balázs Szalontai; CWIHP Archivo Virtual de Corea del Norte.

42 Embajador Stephen Arthur Fitzgerald, cuya tarea principal era el de Embajador de Australia a China, las veces de embajador de su país.

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recepcionista del hotel parecía entender muy poco inglés.43 Claramente, los agentes de Kim Il Sung podían controlar todas las idas y venidas, así como todas las comunicaciones entre la embajada y el mundo exterior. Los diplomáticos, incluso tenían que pedir y pagar sus comidas con un día de antelación. Un funcionario de la embajada encontró estas condiciones “más propias de un internado colegial que de un hotel”.44 Solicitudes para un edificio independiente como el que disfrutaba el personal, de dos funcionarios, de la Embajada de Zaire, cayeron en oídos sordos hasta que Zaire encontró que su embajada era demasiado cara para mantenerla. El gobierno de Corea del Norte terminó con la Embajada de Australia antes de que pudiera entrar en el edificio independiente que los zaireños habían dejado vacante.45

Cuando el canciller australiano, Donald Willesee, hizo una visita personal a Pyongyang el 12 de junio de 1975, su anfitrión fue el Ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte Ho Dam. Kim Il Sung no se molestó en reunirse con él.46 Claramente, Kim- quién tenía la energía para sobrevivir 19 años más- no consideraba las relaciones con Australia una prioridad.

Opciones limitadas de Willesee

El gobierno australiano pagó un alto precio diplomático por reconocer a Corea del Norte. Whitlam había argumentado que Australia podía incrementar su influencia si se reconocían las dos Coreas,47 pero sin duda, el caso se dio a la inversa. En abril de 1975, el mismo mes en que los diplomáticos australianos llegaron a Pyongyang y cuando la situación requería delicadeza, Willesee se mostró más reacio a criticar que a defender a Corea del Norte. Un colega suyo del Partido Laborista australiano, el senador John Leslie Carrick de Nueva Gales del Sur, le preguntó en el pleno del Senado:

¿Hay evidencia creciente de actos agresivos por parte de las fuerzas de Corea del Norte en violación del acuerdo de paz y también de la creciente acumulación militar a lo largo de la zona desmilitarizada de Corea del Norte? ¿El Ministro está consciente de los incidentes del 26 de febrero y del 24 de marzo de este año en los cuales las aeronaves militares de Corea del Norte, en un número considerable, penetraron significativamente el espacio aéreo de Corea del Sur? ¿Han construido recientemente, los norcoreanos, una serie de avanzadas tácticas de pistas de aterrizaje a lo largo de la línea de tregua? ¿Existe evidencia de la masificación de equipos militares en la ribera norte del río Imjin [en ese punto de la frontera entre las dos Coreas]? ¿Se ha excavado también un número de túneles de invasión en la zona desmilitarizada...?

43 Documento de información sobre Pyongyang prepara para la visita del ministro del Exterior australiano Donald Willesee, sf, AA 1976/73, la NAA.

44 El documento de información aparece en la serie AA1976/73, NAA45 Erik Cornell, de Corea del Norte bajo el comunismo: Informe de un enviado al paraíso (Londres y Nueva York: Routledge Curzon,

2002, traducido por Rodney Bradbury), p.59.46 Embajada de Australia, Pyongyang, a DFA, Canberra, el 11 junio de 1975 y 04 de agosto 1975, la serie A6364, punto PY-1975/04.47 Véase más arriba, p.6. Véase también Gough Whitlam, el gobierno de Whitlam, 1972-1975 (Ringwood, Victoria: Viking, 1985), p.

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Willesee contestó:

No puedo dar detalles sobre el despliegue militar en la península coreana. Ambos lados se acusan siempre uno a otro.

Cuando Carrick preguntó: “¿se informará?” Willesee no se comprometió a hacerlo.

El Departamento de Defensa podría tener algún conocimiento de los despliegues. Yo sin duda me informaré sobre todo lo que pueda ya que el Honorable Senador ha pedido una opinión, yo no creo que el darla podría ayudar en algo.48

La cuestión no parece haber surgido de nuevo en el Senado o en la Cámara de Representantes,

mientras que el gobierno de Whitlam permaneció en el cargo, aunque Willesee sí recibió la

confirmación de la existencia de un túnel.49 Meses más tarde, antes de ir a Asia, Willesee recibió

información sobre el tema. El informe, sin fecha, decía que Corea del Norte probablemente negaría

como “absurda” cualquier alusión a que se hubieran cavado túneles debajo de la zona de distensión,

“porque hacer túneles es un modo de hacer guerra que ya no se usa”. Si eso llegara a suceder, sugería

el informe, Willesee podría mencionar dos túneles que ya habían sido descubiertos- uno que pasaba

a través de granito y lo suficientemente grande para dar cabida a un tren- y preguntar cuáles eran sus

propósitos.50 Sin embargo, no hay indicios de que alguien hubiera mencionado los túneles durante las

conversaciones de Willesee con Ho Dam. El gobierno de Whitlam decidió no hacer ningún comentario

sobre el incidente de diciembre de 1973 en el Mar Amarillo porque “parecía ser al menos algo que

decir a favor de la RPDC”, y porque nadie en Moscú o Pekín prestaría atención de todos modos.51

Por otra parte, Whitlam y Willesee tuvieron que aceptar que su cambio de dirección, los separaba

de la de sus antiguos aliados en las Naciones Unidas. Hasta 1973, los diplomáticos australianos

cada año habían co-patrocinado una resolución en el marco de la Asamblea General de Naciones

Unidas que apoyaba la República de Corea (Corea del Sur) como el único gobierno legítimo en

la península coreana. En aras del consenso y no de la confrontación, semanas después de que

Australia y Corea del Norte habían establecido relaciones diplomáticas, Australia dejó de ser co-

patrocinador.52 El canciller surcoreano, Kim Dong Jo había previsto esta posibilidad. En enero de

1974, le dijo a M.G.M. Bourchier, el embajador de Australia en Seúl que “asumió que Australia ya no

48 Parlamentaria de la Commonwealth Debate, vol. S 63, 17 de abril de 1974, p. 1105.49 Norte y el Sur de Asia División (Resumen Semanal de Cables: 18-25 noviembre 1974), serie M126, la parte del artículo 7.5 5, NAA.50 Breve: “Para la visita del Ministro de Relaciones Exteriores del Honorable Senador don Willesee al norte de Asia-junio de 1975”, sf;

en el archivo de AA 1976/67, NAA.51 DFA, Canberra, Australia a las embajadas, Seúl, Washington, Pekín, 11 de diciembre de 1973; serie A10463, del artículo 810/79,

Parte 2, NAA.52 Memo “AGNU 29: cuestión de Corea” de MJ Cook, Primer Secretario Adjunto, del Norte y Asia Occidental División, DFA, Canberra,

02 de septiembre 1974, también Memo “AGNU 29: cuestión de Corea” de Cook, 11 de septiembre 1974, tanto en M126, 7/5 Parte 3, NAA.

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copatrocinaría resoluciones de las Naciones Unidas amigable hacia la República de Corea, porque sentiría la obligación de abstenerse por temor a ofender a la RPDC.”53

Kim Dong Jo estaba en lo cierto. En agosto de 1974, después de una conferencia del embajador de Corea del Norte en Indonesia, Li Jang Hwa54, Willesee dio instrucciones a la delegación de Australia ante las Naciones Unidas (UNGA) de abandonar la práctica habitual de unirse a otros países occidentales en el co-patrocinio de una resolución sobre Corea. La lógica era que una resolución que fuera aceptable para una Corea no lo sería para la otra.55 Los observadores de Corea del Norte en la Asamblea General sugieren a los co-patrocinadores que se debe seguir el ejemplo de Australia. Los surcoreanos expresaron su “consternación”, y la delegación de Australia lo vio “como un abuso más de nuestra posición neutral.”56

Tal precaución no fue suficiente para aplacar al gobierno de Kim Il Sung. El 2 de octubre de 1975, Ho Dam advirtió a los funcionarios de la embajada que la posición de su gobierno en una próxima resolución de las Naciones Unidas era inflexible.57 Él se reunió de nuevo dos días después y repitió su declaración.58 El 23 de octubre, un funcionario de la embajada vio a Chabyonguk advirtiendo “que si Australia se oponía a la RPDC en las Naciones Unidas, Corea del Norte tendría que reconsiderar sus relaciones con Australia en relación a la presencia de las embajadas en Canberra y Pyongyang.”59 Días más tarde, el Encargado de Negocios J.M.C Watson informó que un funcionario norcoreano llamado Chabyhozok estaba “muy disgustado” por el “desprecio” australiano demostrado hacia su país en las Naciones Unidas.60 Jin, el Encargado de Negocios de Corea del Norte en Canberra, visitó la DFA para presionar a favor de una resolución patrocinada por Argelia, sólo para enterarse de que Australia no podría apoyarla en su forma actual. Había dos objeciones:

1. Se preveía la desaparición del Acuerdo de Armisticio sin ser sustituido de inmediato con algo no menos eficaz para garantizar la estabilidad y la paz en la península de Corea, y

2. Se trataba de sacar a la República de Corea [Corea del Sur] del Armisticio en los Acuerdos de Paz.61

53 Bourchier, Seúl, a la DFA, Canberra, 22 de enero de 1974; serie A10463, del artículo 810/79, Parte 3, NAA. 54 Registro de la conversación, 27 de agosto de 1974; serie A10463, elemento 810/Parte 5, NAA.55 DFA, Canberra, Australia a la Alta Comisión en Nueva Delhi, con el mensaje que se transmitirá al Norte de Corea del Encargado de

Negocios, 10 de octubre de 1974; serie A10463, del artículo 5 810/79/Parte 5, NAA.56 Delegación de Australia ante las Naciones Unidas a la DFA, Canberra, 06 de septiembre 1974, la serie A10463, elemento 810/79/

Parte 5. NAA.57 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 3 de octubre de 1975, de la serie A6364, PY-1975/04, NAA.58 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 5 de octubre de 1975, de la serie A6364, PY-1975/04, NAA.59 Embajada de Australia, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 23 de octubre de 1975, de la serie A6364, PY-1975/04, NAA.60 Watson, Pyongyang, a la DFA, Canberra, 27 de octubre de 1975; la serie A6364, punto PY-1975/04, NAA.61 DFA, de Canberra, con copia a la Embajada de Australia, Pyongyang, 25 de septiembre de 1975, la serie A366, punto PY-1975-05

T, NAA.

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El gobierno de Corea del Norte, trató entonces de imponer límites sobre hasta qué punto el gobierno de Whitlam podía ir, y tuvo una cierta medida de éxito. El Ministerio de Relaciones Exteriores, posteriormente, giró instrucciones a su delegación en las Naciones Unidas para que apoyara una resolución patrocinada por Canadá y Japón, que favorecía a Corea del Sur, y de oponerse a la patrocinada por Argelia y China, que según se decía beneficiaba a Corea del Norte.62 Jin expresó su decepción ante la actitud de Australia de no abstenerse en la segunda resolución, aunque no emitió amenazas.63 El gobierno de Whitlam luego suavizó su postura. El 29 de octubre de 1975, Australia, al igual que Suecia, estuvo de hecho entre los 59 países que apoyaron una resolución a favor de Corea del Sur y patrocinada por los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda, y otros. Hubo 51 votos negativos y 29 abstenciones.64 La resolución a favor de Corea del Norte y patrocinada por China y otros ganó 51 votos a favor, con 38 votaciones en contra y 50 abstenciones. Australia fue uno de los que se abstuvieron. Sin embargo, al día siguiente, Corea del Norte anunció el retiro de su misión de Australia.65 El gobierno del rey Il Sung rechazó medidas intermedias. Al día siguiente, la DFS recibió el aviso de que China se convertía en protector de los intereses de Corea del Norte en Australia.66

Los diplomáticos norcoreanos partieron de Australia ante las órdenes de su propio gobierno. El éxodo de los diplomáticos australianos de Pyongyang fue más abrupto. Recibieron un ultimátum para que dejaran Corea del Norte dentro de 48 horas. El diplomático sueco Erik Cornell ha escrito que el gobierno de Kim primero ordenó a los diplomáticos australianos abandonar Corea del Norte, dentro de 24 horas, pero luego accedió a la prórroga.67 De cualquier manera, los diplomáticos huyeron a Beijing, y sus colegas suecos cerraron la embajada por ellos.

Conclusiones

El fracaso de la embajada significó una serie de oportunidades perdidas. Sólo uno de los objetivos de Whitlam dio fruto. Mientras estaban allí, los diplomáticos australianos sí se las arreglaron para reunir información potencialmente útil, aunque no está claro qué fin tuvo dicha información. En cualquier caso, con el cierre de la embajada, los australianos perdieron la oportunidad de recopilar más información que podría haberse demostrado útil para los aliados de UKUSA.

62 DFA, de Canberra, con copia a la Embajada de Australia, Pyongyang, 16 de octubre de 1975, serie A, 366, Punto PY-1975-05 T, NAA.

63 DFA, de Canberra, con copia a la Embajada de Australia, Pyongyang, 17 de octubre de 1975, serie A, 366, Punto PY-1975-05 T, NAA.

64 Anuario de las Naciones Unidas, 1975, pp. 202-203.65 DFA a las embajadas de Australia y altas comisiones en Pekín, Nueva York, Seúl, Ottawa Pyongyang, Bangkok, Yakarta, Singapur y

Kuala Lumpur, 10 de octubre de 1975; la serie A6366, Paraguay 1075-1005 T, NAA.DFA de Australia.66 DFA a las embajadas australianas en Pekín y Pyongyang, 31 de octubre de 1975, la serie A6366, PY 1975-05T, NAA.67 Cornell, p. 59.

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Corea del Norte perdió la oportunidad de obtener ingresos por hospedar turistas australianos y por el envío de atletas, acróbatas, y músicos norcoreanos para llevar a cabo representaciones artísticas a un público australiano que aprecia. También perdió la oportunidad de relacionarse con el resto del mundo, tomando clases de inglés de profesores australianos. Los estudiantes norcoreanos y los artistas perdieron la oportunidad de viajar a Australia y ver por sí mismos la falsedad de la propaganda de Corea del Norte.

Los únicos beneficiarios del fiasco fueron Kim Il Sung, los miembros de su familia y su entorno inmediato. Es concebible que no quisieran que los atletas de Corea del Norte, acróbatas, domadores, músicos y estudiantes viajaran a Australia, o a cualquier otro país occidental, para ver por sí mismos que esos lugares eran más felices que Corea del Norte. Andrei Lankov, un ciudadano soviético por nacimiento que ahora enseña en Seúl, atribuye el colapso del imperio soviético, en gran medida a la exposición a los países occidentales. Cuanto mayor fuera el número de personas de la Unión Soviética y los países aliados de la Unión Soviética que tuvieran contacto con Occidente, escribió Lankov en un reciente artículo, mayor sería el número de personas que cuestionaran lo que sus gobiernos les decían. Del mismo modo, señaló Lankov, tenores en gira y otros músicos de Corea del Norte, de hecho las delegaciones de Corea del Norte de casi cualquier descripción, verían el mundo real por ellos mismos y difundirían la realidad cuando regresaran a casa.68 El historiador británico Archie Brown expresa pensamientos similares en su reciente libro, El ascenso y la caída del comunismo.69

No estaba en el interés de Kim Il Sung, que su pueblo tuviera contacto con el exterior, y no necesitaba el dinero que los turistas australianos podían gastar en Corea del Norte o el que los australianos agradecidos podían dar por ver y escuchar artistas de Corea del Norte. Había otras opciones: (1) la falsificación de dólares estadounidenses y el lavado a través del Banco Delta Asia de Macao, (2) la falsificación de cigarrillos Marlboro y su venta a las personas de otros países de Asia, (3) venta de armamentos a otros países, (4) venta de narcóticos. La familia de Kim eligió estas opciones.70

68 Andrei Lankov, “Cambio de Corea del Norte: una campaña de información se puede golpear el régimen”, Foreign Affairs, LXXXVIII, 6, pp. 95-105 (noviembre / diciembre de 2009).

69 Archie Brown, El ascenso y la caída del comunismo (Toronto: Doble Día de Canadá). 2009, pp. 459-478, 503-521, 534-535, 608 -611)

70 Bruce E. Bechtol, Jr., Red Rogue: El desafío persistente de Corea del Norte (Dulles, VA: Potomac, 2007), pp. 3, 25, 46-50, 87-106, 138-139, 202. Véase también “Pablo Rexton Kan, Bruce E. Bechtol, Jr., Robert M. Collins,” Soberanía Penal: Comprensión de actividades internacionales ilícitas de Corea del Norte “, http://www.StrategicStudiesInstitute.army.mil/.

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El Congreso de Viena y el sistema multipolar

del siglo XIX:

vigencia de algunas reglas del equilibrio geopolítico

Percy K. Rodríguez Argüello *

Resumen

A partir del estudio de las fuentes históricas del siglo XIX relacionadas con el Congreso de Viena de 1815, el autor identifica una serie de elementos que caracterizaron el sistema multipolar de esa época, y determina que están vigentes en la actualidad: equilibrio geoestratégico, reinvención de un sistema de seguridad mundial, mecanismos de fomento a la confianza y a la disuasión, la representación de actores en organismos supranacionales y, el fomento y gestión de intereses comunes por parte de los Estados y de otros actores transnacionales del sistema internacional. El autor concluye que sí es posible establecer reglas o interacciones de juego entre los sistemas multipolares estudiados.

Palabras claves: sistema multipolar, equilibrio geoestratégico, Congreso de Viena de 1815, sistema de seguridad, interacciones.

Abstract

With the analysis of nineteenth-century historical sources related to the Congress of Vienna in 1815, the author identifies elements characterizing the multipolar system and determines its validity today: geostrategic balance, global security system, conflict resolution, peacekeeping, deterrence and international organizations. The author concludes that it is possible to establish rules and play interactions between multipolar systems.

Keywords: multipolar system, geostrategic balance, Congress of Vienna in 1815, security system, interactions.

Introducción

Stanley Hoffmann planteó desde el año 1972, en un artículo denominado “Sopesar el

Equilibrio de Poder”, que cuando se llegase al fin del mundo bipolar de la posguerra, el

diseño para una nueva “estructura de paz” duradera y estable no debía inspirarse en el

* Historiador costarricense graduado de la Universidad de Costa Rica y Magíster Scientae en Relaciones Internacionales y Diplomacia, con Mención en América Latina, de la Universidad Nacional. Ha sido profesor universitario y Alcalde, así como Consultor de diversas instituciones y fundaciones. Actualmente se desempeña como Director de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Latina de Costa Rica.

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pasado.1 ¿Se refería al sistema de equilibrio que implementó el Congreso de Viena durante el siglo XIX? Así es, según Hoffmann el sistema de Viena, moderó la violencia, sin restringir la guerra, y proporcionó suficiente flexibilidad para garantizar un siglo de paz global, a pesar de los drásticos cambios en las fuerzas y en las fortunas relativas de los principales actores. No obstante, Hoffmann pensaba que el mundo post Yalta no debía construirse sobre las bases de un sistema multipolar. El notable profesor de Harvard planteó que si en la búsqueda de la estabilidad internacional se aceptara ese modelo, el mundo tendría varios actores principales y la necesidad de una superpotencia desaparecería. Reprimir a los agitadores sería una tarea conjunta para varios Estados importantes y los países de menor poderío encontrarían la seguridad no en el sometimiento de un líder o en el refugio de la neutralidad sino en el equilibrio de poder mismo, que les permitiría perseguir sus intereses de manera más activa dentro de límites menos restrictivos. El sistema bipolar por tanto, no debía dar paso a otro multipolar. Como sabemos, contrariamente a lo pensado por Hoffmann, en la actualidad las estructuras de paz se están creando utilizando fórmulas de un mundo que son cosa del pasado: un sistema multipolar, en su esencia.

Tras la desaparición del mundo de Yalta, el multilateralismo se ha instalado como un nuevo sistema de equilibrio internacional del poder, y sus instituciones son un reflejo de su dinámica. Varios actores internacionales comparten la tarea de establecer la paz, como recién se ha hecho en el norte de África y Medio Oriente, más allá de sus consecuencias y métodos. Cada Estado ha logrado mayor movilidad en las formas para conseguir sus intereses, negocian con quien desean y las potencias como China y Rusia maniobran en los antiguos satélites de la órbita de poder estadounidense. Así, los países llamados “BRICS” establecen una nueva era de diplomacia y descubren abiertamente sus intereses nacionales, anteriormente secretos, en la búsqueda de materias primas y mercados para su enorme comercio y tecnología.

A pesar del desafecto que Hoffman concedió a un sistema multipolar para la construcción de un nuevo orden internacional, sí identificó algunas de las reglas del sistema de equilibrio, entre ellas, un número de actores principales mayor que dos, generalmente entre cinco y seis; la presencia de un mecanismo equilibrante central, es decir, la capacidad de varios de los principales actores de coligarse para disuadir o mitigar la expansión de una o más potencias; la existencia de un lenguaje y un código de conducta comunes entre los principales actores; y una jerarquía internacional más democrática que en el sistema bipolar. Estas reglas son tratadas minuciosamente por Hoffmann y aunque cuestionó su vigencia en un sistema multipolar y estableció que no era posible homologar esas interacciones a un nuevo modelo

1 Hoffmann, Stanley. Sopesar el Equilibrio de Poder Foreign Affairs. Vol. 50, No. 4, 1972.

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multilateral, consideró por el contrario, que sí es posible esa homologación. Esas reglas son aplicables al nuevo orden internacional, toda vez que la OTAN o el Consejo de Seguridad de la ONU han actuado como mecanismo equilibrante central en lo político y militar, y foros como la OMC han permitido la mediación en temas comerciales. Estos mecanismos para citarlos como ejemplos. Por otra parte, la globalización económica y la ampliación de mercados han permitido la implementación de lenguajes y códigos de conducta comunes, por ejemplo los encontramos en los foros económicos tipo APEC o bien en el caso de los BRICS. Luego, la estructura jerárquica internacional actual se ha vuelto mucho más democrática y vigorosa que la existente durante la guerra fría.

Esbozado lo anterior, este ensayo tiene como fin más bien, la identificación de otras reglas en el sistema multipolar del siglo XIX que pudieran estar vigentes en el nuevo orden internacional del siglo XXI. Se parte de la hipótesis de que sí es posible homologar algunas reglas o interacciones de juego en los sistemas multipolares de esos siglos. A partir de un estudio minucioso de las principales fuentes históricas relacionadas con el establecimiento de un sistema de equilibrio, compréndase los tratados europeos firmados entre 1814 y 1822, fue posible identificar la existencia de varios elementos comunes al juego multipolar: primero, un equilibrio geoestratégico; en segundo lugar, la reinvención de un sistema de seguridad mundial; tercero, mecanismos de fomento a la confianza y a la disuasión (y contención); cuarto, el establecimiento de organismos supranacionales y finalmente, el fomento y gestión de intereses comunes por parte de los Estados y de otros actores transnacionales del sistema internacional. Estos patrones de interacción serán analizados en el trascurso de este documento.

1. La existencia de un equilibrio geoestratégico

El fin del imperio napoleónico tuvo un impacto en la geopolítica europea y en sus sistemas de gobernanza. Por una parte se alcanzó la paz, pero la cuestión limítrofe estaba sin definir; por otra parte se restauró el poder monárquico del Antiguo Régimen pero era necesario establecer un sistema de balance estratégico que evitara la guerra como árbitro de tensiones entre estados. El Congreso de Viena celebrado entre el primero de octubre de 1814 y el 9 de junio de 1815, reunió a las casas reinantes de Europa, precisamente para la redefinición de un sistema de seguridad colectiva y el reordenamiento mundial. En el camino no se respetaron nacionalidades en beneficio de conquistas y repartimiento de territorios, aunque se tomaron medidas importantes para el comercio, la libre navegación y la creación de cierto tipo de organizaciones de carácter supranacional. Los cambios limítrofes y la creación de “estados-tapón” se establecieron con miras en antiguas disputas militares y pensando en la contención

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de futuras agresiones. Al tiempo que el canciller austriaco Klemens von Metternich cercaba el expansionismo de Francia, también contenía a las potencias aliadas; éste fue el gran triunfo de Charles Maurice de Talleyrand, el plenipotenciario francés. Aparte del Tratado General o Acta del Congreso de Viena suscrita el 9 de junio de 1815 por diplomáticos de Austria, Francia, Inglaterra, Portugal, Prusia, Rusia y Suecia, también se suscribieron diecisiete tratados, convenios, declaraciones y reglamentos anexados al acta principal de Viena.2

Los embajadores plenipotenciarios trataron de encontrar soluciones a las demandas territoriales de las potencias y también diseñaron un sistema de contención y disuasión al uso de la fuerza militar. No obstante, la restitución de sistemas políticos monárquicos provocaría demandas nacionalistas y democráticas que llevaron a los movimientos de 1830 y 1848 en el continente europeo. Tampoco ese sistema supo contener los movimientos independentistas en las colonias americanas. Aún así, en el Congreso de Viena como configurador de un sistema de equilibrio geopolítico, encontramos algunas causas de la primera y segunda guerras mundiales y de los principales conflictos étnico-territoriales del siglo XXI.

La agenda de Viena incluía en primer lugar, la desarticulación de las unidades políticas creadas por Napoleón Bonaparte: la partición polaca, el asunto de los Países Bajos, la neutralidad de los cantones suizos y la reconfiguración de los estados italianos. Segundo, buscaba la delimitación y configuración del equilibrio a través de la redefinición territorial de estados tapón y ciudades libres, la reconstrucción del escenario geopolítico europeo. En tercer lugar, fomentó la creación de organismos supranacionales como la confederación germánica y posteriormente las alianzas, como patrón asociativo que permitió configurar un nuevo orden, vinculado al concepto de seguridad colectiva, en tanto, unión cooperativa o asociativa contra elementos desestabilizadores del sistema monárquico imperante.

a. La partición polaca.

Durante el siglo XVIII el territorio polaco sufrió al menos tres escisiones o repartos, llevados a cabo por Rusia, Austria y Prusia, denominadas por la historia como Las Particiones, acontecidas en los años 1772, 1793 y 1795. Tras la derrota de Rusia y Prusia en la Batalla de Jena en octubre de 1806, Napoleón Bonaparte creó por medio de los Tratados de Tilsit, un Estado polaco satélite al que denominó como Ducado de Varsovia (1807-1815). El Emperador estableció ahí un representante francés, un parlamento y una Monarquía regida por el rey

2 Acta del Congreso de Viena. 9 de junio de 1815. En: Del Cantillo, Alejandro. Tratados, Convenios y Declaraciones de Paz y de Comercio: 1700-1843. Imprenta de Alegría y Charlain. Madrid. 1843. Pp. 745-774. Documento digitalizado: books.google.com

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de Sajonia, Federico Augusto I. La adopción del Código Civil napoleónico incluía el principio de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Pronto otras conquistas aumentaron el territorio del Ducado y su población: la anexión de la Galitzia austriaca, Cracovia y sus alrededores en el año 1809.

Luego del fracaso de la intentona napoleónica por someter a Rusia, el imperio del Zar Alejandro I se adueñó de la mayor parte del Ducado en 1813 y tras la derrota de Bonaparte se plantearon una serie de dilemas para las potencias ganadoras: si el Gran Ducado de Varsovia fue una creación de Napoleón, tomando territorios polacos en disputa por Austria, Rusia y Prusia, vencido éste, ¿cómo conciliar los intereses de estos países?, ¿cómo reconfigurar políticamente los territorios en disputa?, ¿era posible reconocer las nacionalidades locales y pensar en la creación de un estado polaco?.

El futuro del antiguo Gran Ducado de Varsovia estaba en manos del Congreso de Viena, dilema que se complicaba con los intereses particulares de las potencias. Para Rusia que estaba en posesión de la mayor parte de los territorios polacos, su objetivo tenía que ver con la ampliación de su poder en la Europa central, aunque tenía claro que debía ceder espacios para evitar confrontaciones con las otras potencias. El interés particular de Austria buscó limitar las ambiciones rusas y prusianas, y específicamente cortar el acceso del Zar al Mar Mediterráneo. Por su parte los prusianos deseaban el control de una buena parte de los espacios polacos, la ampliación de su territorio y la contención del imperio ruso.

Entre las principales disposiciones tomadas por el Congreso de Viena se logró que Rusia renunciara a territorios a favor de Austria y Prusia, con el objetivo de buscar el equilibro en un dilema que podía acarrear de nuevo una guerra. Los polacos quedaron finalmente en condición de súbditos repartidos entre las principales potencias vecinas. Rusia tomó para sí un vasto territorio del Ducado, en adelante conocido como el Zarato de Varsovia; Prusia recuperó el Gran Ducado de Posen y Austria ganó Las salinas de Wieliczka.

La mayor parte del Ducado de Varsovia que fue anexado al imperio de Rusia, estuvo sujeto a la sucesión perpetua de los herederos del zar, quien pasó a denominarse como “Emperador de todas las Rusias” y “Rey de Polonia” conforme al protocolo de la época. Rusia cedió espacio pero aún así, consolidó un importante bastión en la Europa central, tal y como lo preconcebía Alejandro I.

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La parte del ducado que le correspondió al rey de Prusia se denominó como el Gran Ducado de Posen y fue sujeto a la plena soberanía y secesión de la realeza prusiana. Sus intereses se cumplieron cabalmente, pues su territorio se amplió y con ello se contuvo al imperio ruso.

El Emperador de Austria se dejó para sí, la plena propiedad y soberanía de las ricas minas de sal de Wieliczka y los territorios a sus alrededores, uno de los establecimientos industriales del “oro blanco” más antiguos de Europa. También recibió del zar ruso los distritos desmembrados de la Galitzia oriental, en virtud del tratado de Viena de 1809: los círculos de Zolochiv, Berezhany, Ternopil y Zalichtchyky. Como se verá en otro apartado, las anexiones de Austria sobre la costa adriática, contuvieron la salida del imperio ruso al mar Mediterráneo.

La partición polaca se mantuvo durante cien años. Al finalizar la Gran Guerra, las potencias ganadoras establecieron la República de Polonia con fronteras muy similares a las del Ducado; en esta ocasión, para contener a los imperios alemán y austro-húngaro.

b. El disputa sajona-prusiana

El Reino de Sajonia fue creado por Napoleón para vigilar a Prusia, dentro de la Confederación del Rin. ¿Cómo disponer –tras la derrota de Napoleón- de estos territorios y cómo reorganizar el mapa político germánico manteniendo el equilibro y sobre todo la unidad germánica?

El Rey de Sajonia Federico Augusto I, quien se había mantenido fiel a Napoleón, debió renunciar -tras el Congreso de Viena- a una gran cantidad de distritos y territorios sajones, a favor de la monarquía prusiana. Estos territorios pasaron en adelante a denominarse con el nombre de Ducado de Sajonia y comprendía la ciudad fortificada de Wittenberg, el condado industrial de Turingia, las Lusacias, Henneberg, entre otros.

La renuncia sajona a futuras pretensiones feudales también se conoció en el tratado, tanto Austria como Rusia, Francia y Gran Bretaña garantizaron la propiedad y soberanía en manos de Prusia. Incluso, el Emperador austriaco renunció a los derechos feudales que tenía en la alta y baja Lusacia, títulos que poseía en calidad de rey de Bohemia, sobre Guntersdorf, Taubentraenke, Neukretschen, Nieder-Gerlachsheim, Winkel y Ginkel. Estos derechos pasaron entonces a la casa reinante en Prusia, la de Brandeburgo.

El Reino de Sajonia se mantuvo dentro de la Confederación Germánica y Prusia por su parte, además de los territorios sajones, amplió su territorio con las provincias del Rin, la

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Renania con las zonas hulleras del Ruhr e industriales del Sarre, el ducado de Westfalia con

una población de 140.000 habitantes, una porción de Hanover cedida por Gran Bretaña,

antiguas posesiones de la casa de Nassau-Vietz de los Países Bajos, así como con lo tomado

tras la partición polaca.

c. El asunto de la Europa del norte.

Uno de los objetivos del tratado concluido en Paris el 30 de mayo de 1814, era el

desmembramiento de las provincias y estados satélites bajo control de Francia. ¿Qué hacer

con las provincias belgas, burguesas y francófonas?, ¿cómo evitar la hegemonía holandesa

en esa nación?, ¿debía Finlandia ser arrebata a la Suecia y entregada a Rusia?, ¿cómo

conciliar los intereses suecos y daneses sobre Noruega?, ¿cuáles eran los intereses de Reino

Unido en su área geopolítica inmediata?

En el caso de la República Bávara, esta había sido invadida por tropas francesas-holandesas

desde 1795 y fue renombrada por Napoleón como Reino de Holanda. El Congreso de Viena

construyó una nueva unidad política: el Reino de los Países Bajos, que se compuso de la unión

de las antiguas Provincias Unidas de los Países Bajos con las provincias belgas. El Congreso

de Viena reconoció a la casa Orange-Nassau como monarquía soberana para todo el Reino,

regida por el principio de sucesión, ya establecido en el acta constitucional de las Provincias

Unidas.

La Casa Orange-Nassau obtuvo también el ducado de Luxemburgo, con la condición de

que éste último se mantuviera en el sistema de la confederación germánica. A cambio, se

ofreció al rey de los Países Bajos la representación en la Dieta federativa y las prorrogativas

y privilegios que gozaban los príncipes alemanes. También se acordó que Luxemburgo sería

considerada como una fortaleza militar de la confederación, cuyo gobernador y comandante

militar de la fortaleza, debía ser nombrado por el gran duque, es decir, el rey de los Países

Bajos.

Uno de los principales problemas a solucionar en el caso de la integración de los territorios

bajo la Casa Orange-Nassau fue el tema del Ducado de Bouillon, pretendido por el general

Carlos de Rohan. Para la dilucidación de estos derechos, se convocó a un juicio arbitral, en

el cual las partes nombraron un árbitro cada uno y las cortes de Austria, Prusia y Cerdeña,

otros tres. Esos jueces se reunieron en Aquisgrán una vez que finalizó el estado de guerra.

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En el intervalo, el rey de los Países Bajos ostentó el derecho sobre la propiedad y el título de

“Gran Duque del Luxemburgo”, que finalmente conservó.

Las provincias belgas nunca estuvieron satisfechas con la unión política, por lo que a través

de una revolución proclamaron su independencia en el año 1830. Al año siguiente año,

el Ducado de Luxemburgo fue dividido en dos partes, cada una bajo la administración de

Bélgica o de los Países Bajos.

En el caso de Finlandia que formaba parte de la Suecia, el Congreso de Viena legitimó

la posesión rusa sobre sus territorios, denominados en adelante como Gran Ducado de

Finlandia. Será hasta finales de la Primera Guerra Mundial, cuando Finlandia obtiene su

independencia. Por su parte Suecia, desde entonces no volverá a participar en conflictos

internacionales.

Dinamarca, que se había mantenido leal a Napoleón, observó como su territorio noruego

pasó a posesión sueca mediante el Tratado de Kiel de enero de 1814. Este tratado se negoció

como compensación a los territorios de Pomerania que Suecia cedió a cambio de Noruega.

No obstante, el Tratado de Kiel nunca entró en vigencia, y la Pomerania fue absorbida por

Prusia tras negociaciones en el Congreso de Viena. Dinamarca tampoco logró detener los

intereses de Reino Unido sobre la isla de Heligoland, caso que se estudiará en un apartado

posterior.

d. La neutralidad de los cantones suizos

Suiza había sido invadida por fuerzas francesas en el año 1798, que abolieron el sistema de

cantones estableciendo un gobierno central, la República Helvética. Con ello se violentaba el

principio de neutralidad que los suizos negociaron en la Paz de Westfalia en 1648 y para

la idiosincrasia suiza representaba una afrenta a su sistema político descentralizado. Con

la caída del imperio napoleónico los cantones suizos se encontraron endebles, aunque el

sentimiento anti napoleónico parecía fortalecerse. ¿Podrían los cantones suizos reagruparse

y fortalecerse?

El Congreso de Viena de 1815 reconoció como base del sistema helvético la integridad de

los diecinueve cantones que existían como unidad política cuando se celebró el convenio del

29 de diciembre de 1813 y le agregó tres nuevos cantones: Valais, el territorio de Ginebra

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y el principado de Neufchâtel.3 Además se restituyó al cantón de Vaud el valle de Dappes y al cantón de Berna se le cedió el Obispado de Basilea y la ciudad de Bienne con su entorno. A los habitantes del Obispado se les respetaron sus derechos políticos y civiles, sin diferencia de religión, en igualdad según las constituciones cantonales. Eso sí se prohibieron las rentas feudales y los diezmos.4

Las revoluciones de 1830 y la liga separatista de los siete cantones católicos (Schwyz, Uri, Unterwald, Lucerna, Zug, Friburgo y el Valai), el llamado “Sonderbund”, fueron el germen para que en 1848 se suscribiera una Constitución Federal, por cierto más centralista que federalista, pero que permitió más libertades comerciales entre cantones y más derechos políticos e individuales a los suizos.

Otro país que también adoptó la neutralidad como parte de su política exterior, fue Suecia, que en 1814 realizó su última campaña militar.

e. La reconfiguración de los estados italianos

Con la caída del imperio napoleónico, los reinos de Italia se encontraban debilitados y en circunstancias militares precarias ante potencias como Austria. Era difícil que los italianos pudieran reagruparse y fortalecerse, y aún menos crear una confederación. En el Congreso de Viena, Austria no tenía la intención de renunciar al control de parte de esos reinos y el futuro de los Estados pontificios dependía de las potencias.

Básicamente, la reconfiguración se logró a través de la creación de tres áreas de la influencia: el Reino de las Dos Sicilias, el Reino de Cerdeña y los Estados Pontificios.

El Congreso de Viena reinstaló en el Reino de Cerdeña a Víctor Manuel I de la casa de Saboya, con todos sus derechos. En realidad se buscaba detener la influencia política de Austria sobre el noroeste de Italia. A Cerdeña se le anexó además la República de Génova y Liguria, fortaleciéndolo en su función de estado tapón. Las potencias signatarias del Tratado de París del 30 de mayo de 1814, se habían reservado la potestad de “fortificar cualquier punto de sus estados que juzgaren conveniente a su seguridad”.5 Esta potestad se la trasladaron sin restricción al rey de Cerdeña. Para los genoveses se declararon derechos y privilegios

3 Acta del Congreso de Viena. Op Cit. Artículos 74 y 75. 4 Ibíd. Artículo 77.5 Tratado de París de 30 de mayo de 1814. En: Del Cantillo, Alejandro. Op. Cit. Artículo 3.

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establecidos en un instrumento jurídico denominado: “Condiciones que servirán de base a la reunión de los estados de Génova a los de su Majestad sarda”. Los habitantes de la república liguriana gozaban de los mismos derechos y privilegios que se señalaron para los estados de Génova. Esta unidad política es absorbida por el Reino de Italia en 1861.

El noreste de Italia fue cedido a Austria por el Congreso de Viena, que en realidad ratificó el Tratado de Paris del 30 de mayo de 1814 sobre este particular. Nuevamente Austria entró en posesión de la Lombardía y de los estados venecianos: Istria, Dalmacia, las islas del Adriático (anteriormente venecianas), las bocas del Cátaro, la ciudad de Venecia, las Lagunas, los ducados de Milán y Mantua, los principados de Brixen y Trento, el Condado del Tirol, el Vorarlberg, el Friul austriaco, el Friul hasta ese momento veneciano, el territorio de Monte-Falcone, la ciudad de Trieste, la Carniola, la alta Carinthia, Croacia a la derecha del Save, Fiume y el litoral húngaro, y el distrito de Castua. Además de los valles de la Valtelina, de Bornio y de Chiavenna, así como los territorios que formaron la hasta entonces república de Ragusa, en el extremo sur de la Croacia actual y parte de la costa de Montenegro. Estas anexiones sobre la costa adriática contenían al imperio ruso en sus ambiciones por tener una salida al mar Mediterráneo.

En el centro de Italia se conformaron los estados papales, compuestos por Ravena, Bolonia, Ferrara, el ducado de Benevento y el principado de Ponte-Corvo. Tanto Austria como el Papado compartieron el derecho de guarnición en las plazas de Ferrara y Comacchio. El territorio papal tuvo como frontera con Austria, el curso del río Po hasta la desembocadura del Goro. Sobre este río por cierto, se aplicaban las disposiciones de navegación fluvial tomadas el Congreso de Viena y los estados riberanos nombraron comisarios para ejecutar las mismas. El Papado vio la restauración de sus Estados.

Otros territorios italianos fueron encomendados a nobles, de forma tal que los ducados de Módena, de Reggio y de la Mirandola fueron cedidos por al archiduque Francisco de Este. El ducado de Massa, el principado de Carrara y feudos en Lunigiana fueron cedidos a la archiduquesa María Beatriz de Este. Los ducados de Parma, Plasencia y Guastala fueron otorgados a la emperatriz María Luisa de Habsburgo, esposa de Napoleón I. El Gran Ducado de Toscana, la Isla de Elba, el principado de Piombino fueron para Fernando de Austria, salvo las minas, salinas y propiedades que ya poseía el príncipe Luis Buocompagni en estos territorios. El principado de Luca se otorgó a la Infanta María Luisa y a su hijo Carlos. En el trono de Nápoles se restableció a Fernando IV, como rey de las Dos Sicilias.

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2. La reinvención de un sistema de seguridad mundial.

En ambos sistemas multipolares, el de Viena y el actual, podemos establecer una serie de mecanismos reguladores más que un único mecanismo equilibrante central. Todo sistema impone un conjunto de restricciones y establece una serie de mecanismos reguladores que deben ejercer un peso apreciable sobre la conducta de las entidades del subsistema componente y, por lo tanto, sobre las pautas de interacción que estas entidades despliegan.6 Se establece de esta manera un interjuego entre los estímulos o elementos disfuncionales de trastorno y los mecanismos reguladores que reaccionan ante la perturbación. El interjuego es propio del sistema y sus interacciones, pues los mecanismos reguladores se auto refuerzan, se debilitan o se detienen, mientras los estímulos se retroalimentan, perturbando, desapareciendo, transformándose u oscilando.

El sistema creado en Viena se construyó sobre una estructura jurídicamente organizada y equilibrada, sustentada sobre el Acta Principal del Congreso de Viena, los acuerdos de París de 1814 y diecisiete tratados, reglamentos y convenios. La estructura no fue descentralizada, pues las monarquías funcionaron como autoridad y los congresos y sus medidas como mecanismos reguladores, que disuadieron o mitigaron la expansión de una o más potencias. Las interacciones jurídicas entre los estados permitió la existencia de un lenguaje común, una superestructura atenta a los acuerdos pos napoleónicos.

Encontramos así una serie de mecanismos reguladores; en primer lugar distinguimos medidas destinadas a evitar que surjan controversias entre dos o más partes. Por ejemplo, es necesario sopesar como ejemplo, que la potencia naval más importante del siglo XIX, Reino Unido de Gran Bretaña, no tuvo en Europa mayores intereses territoriales sino un interés básico en el equilibrio, pues su verdadero poderío estaba en su armada naval y el comercio marítimo. Esto lo conoció bien Napoleón cuando se le ejerció el cerco por mar y el desembarco de tropas a granel. No obstante, las pocas posesiones territoriales reclamadas por los británicos, estuvieron marcadas de una importancia geoestratégica vital: la penetración en la organización pangermana y el libre tráfico de mercancías y productos. Si se trata del Reino de Hanover, compuesto por el electorado de Brunswic-Lünebourg, el resto de las potencias europeas reconoció el derecho inglés al antiguo título de elector del sacro imperio, y mediante Hanover, Gran Bretaña tuvo acceso a voto en la Confederación Germánica. El Congreso de Viena también legitimó la posesión que desde 1807 Gran Bretaña tenía sobre la isla de

6 Singer, J. David y Rosenau, James N. Sistema global, subsistemas y vinculaciones. Ed. Nueva Visión. Valencia, España. 1973.

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Heligoland, anteriormente bajo dominio de Dinamarca. Durante las guerras napoleónicas, esta isla al sudeste del mar del Norte fue vital para Gran Bretaña para poder quebrar el cerco francés que buscaba su aislamiento territorial. Estas medidas permitieron mantener espacios estratégicos para evitar que surgieran conflictos en el futuro.

Segundo, el sistema buscó el establecimiento de medios de resolución de conflictos. Una vez que finalizó el Congreso de Viena y se establecieron los elementos jurídicos para la restauración del absolutismo en el concierto europeo, surgió la oposición popular inmediata a muchas de las disposiciones de los monarcas. En el caso de Francia, por ejemplo, en donde el Congreso había colocado en el poder al rey borbón Luis XVIII, aún contra el agrado de la población, se facilitaron las circunstancias para que Napoleón se animara a fugarse de la isla Elba y retomara el gobierno de los Cien Días. La reacción popular al conservadurismo de Viena fue temida por las principales potencias, que establecieron mecanismos de resolución de conflictos, mediante la firma de varias alianzas: el 26 de setiembre de 1815, Austria Rusia y Prusia firmaron un tratado conocido como la Santa Alianza; el 20 de noviembre, esas potencias junto con Gran Bretaña, conformaron la Cuádruple Alianza; y el posteriormente, la misma Francia fue agregada al tratado, en el Congreso de Aquisgrán de noviembre de 1818.

Otras agendas de resolución de conflictos ante elementos ambientales exógenos o endógenos, se trataron en los congresos en Viena (1815), Aquisgrán (1818), Troppau (1920), Liublinana (1821) y Verona (1822) que reinventaron un sistema de seguridad multipolar internacional, que le permitió a las principales potencias unirse para disuadir, contener, solucionar controversias, y mitigar la expansión de los intereses de cualquiera de ellas u otros Estados, así como de interacciones desestabilizadoras al sistema.

Tercero, el interjuego sistémico permitió el despliegue militar multilateral con el consentimiento de todas o la mayoría de los actores interesados y el restablecimiento del orden por la vía militar. Los pactos tuvieron el propósito de organizar una especie de sistema de seguridad colectiva, que buscaba proteger las conquistas territoriales y las ideas absolutistas, así como la disuasión de una nueva guerra y el establecimiento de un verdadero sistema multipolar. La seguridad colectiva es el mecanismo mediante el cual un sistema busca comprometer a todas las naciones en la adopción del derecho internacional, de modo tal, que el futuro infractor se encuentre con un frente común de naciones, que automáticamente emprenderán acciones colectivas en defensa del derecho internacional.7

7 Morgenthau, Hans. J. Política entre las Naciones. La lucha por el poder y la paz. Grupo Editor Latinoamericano. Segunda edición. Argentina. 1986. Pág. 347.

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Para los monarcas era importante detener las ideas inspiradas en la Revolución Francesa de 1789 y el despotismo ilustrado trató de absorber a los principales ideólogos de la época. Las coaliciones reprimieron cualquier alteración al orden de Viena y legitimaron el uso de tropas en la restauración de algunas monarquías. Por ejemplo, la marcha de un ejército francés (los Cien Mil Hijos de San Luis) sobre el territorio español, con el fin de restaurar el poder de Fernando VII; o bien la intervención austriaca en contra de las revueltas italianas. Contradictoriamente, el tema de la intervención del concierto europeo en las revueltas independentistas de las colonias españolas fue obstaculizado por Reino Unido, quien se beneficiaría a la postre con el comercio latinoamericano y caribeño. El período comprendido entre 1808 y 1848 fue sumamente convulso, pues los sectores populares y burgueses buscaron reivindicaciones independentistas, nacionalistas y/o democráticas.

3. Mecanismos de fomento a la confianza multilateral, con propósitos

distensores.

El sistema decimonónico al igual que el de principios del siglo XXI, estuvo sustentado sobre varias potencias que promocionaron medidas de fomento a la confianza multilateral que se combinaron como herramientas para la distención. Se puede distinguir incluso, y siguiendo al investigador chileno Claudio Fuentes,8 una desagregación de mecanismos por la gradualidad que poseen. Así, encontramos en primer lugar medidas de conocimiento, que son acciones que comprenden las reuniones de altos mandos y de visitas protocolarias. Durante las guerras napoleónicas es común encontrar una serie de alianzas entre las potencias para trazar planes no solo para derrotar a las fuerzas francesas, sino para elaborar agendas que pudieran efectivizarse una vez que terminara la guerra. Es común encontrarse en el articulado del Acta Principal del Congreso de Viena, una serie de observaciones, en relación a que tal o cual asunto, fue planteado en una reunión anterior para ser tratado en el Congreso.

En segundo lugar, encontramos acciones que tienen que ver con la efectivización de la confianza, como reuniones de coordinación e instancias para la resolución de conflictos en áreas donde se mantenían disputas. Por el ejemplo, las potencias decidieron que la libertad individual de los habitantes del traslado y comercio entre las provincias sajonas y prusianas, sin sujeción o derecho alguno de salida o detracción. También se acordó la preservación de las propiedades de corporaciones, establecimientos religiosos y de instrucción pública que existía antes de la cesión. Otro instrumento de la restauración fue la amnistía en Sajonia,

8 Fuentes, Claudio. “Medidas de confianza y procesos de verificación”. En: Rojas Arevena, Francisco (editor). Medidas de Confianza Mutua: verificación. FLACSO-Chile. Santiago, Chile. 1996. Pp. 251-269.

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que había sido aliada de Napoleón, mediante la cual ningún individuo podía ser castigado “en su persona, bienes, rentas, pensiones y réditos de todas especie, en su clase y dignidad, ni perseguido, ni buscado de cualquier modo que sea, por parte alguna que política o militarmente haya podido tomar en los sucesos durante la guerra”.9 Otros mecanismos para la efectivización de la confianza se establecieron mediante reglamentos para la libre navegación de ríos y canales en algunas zonas, por ejemplo, en toda la extensión de la antigua Polonia, como también la concurrencia de los puertos, la circulación de los productos territoriales e industriales entre las diferentes provincias polacas.

En el caso de Ginebra, para asegurar el tránsito comercial y militar con el resto de Suiza, se mandó que la vía de Versoy estuviera libre del pago de derechos de tránsito a las mercaderías, y dando además paso libre a tropas suizas por el camino mencionado. Estas medidas también aplicaron para la vía del Simplon entre el Valesado y Ginebra.10 En ambos casos, los comerciantes sí tenían que pagar el impuesto para la conservación del camino y la exención no aplicaba a las ventas realizadas para el consumo interior.11 Otro cantón que se vio beneficiado fue el de Los Grisones, que se liberó del señorío de la casa de los Razüns.12 El Congreso también previó un sistema de compensaciones mutuas, mediante el cual unos cantones subsidiaban a otros en instrucción pública y en los gastos de administración general. Los cantones de Argovia, de Vaud, del Tesino y de San Gall satisficieron a los antiguos cantones de Schwitz, Unterwald, Uri, Glaris, Zug y Appenzell.13 En el contexto de la invasión napoleónica, los cantones de Berna y de Zúrich habían depositado en Inglaterra sus fondos cantonales. El Congreso estableció que podían conservar su propiedad tal como existía en 1803, en la época de la disolución del gobierno helvético, y gozando de los intereses desde el 1ero de enero de 1815. No obstante, los intereses vencidos y acumulados entre 1798 y 1814 inclusive, fueron destinados al pago de la deuda nacional, la llamada deuda helvética. Otra controversia resuelta fue el de los laudos abolidos sin indemnización, que se resolvió con pagos del cantón de Vaud a los reclamantes de Berna.14

Finalmente, observamos en el sistema creado en Viena, una serie de acciones para consolidación de la confianza, como la coordinación de políticas multilaterales en temas de amnistía, intercambio de información, creación de ciudades desmilitarizadas y neutrales,

9 Acta del Congreso de Viena. Op Cit. Artículo. 22.10 Ibíd. Artículo 79.11 Ídem. Artículo 80.12 Ídem. Artículo 78.13 Ídem. Artículo 81.14 Ídem. Artículo 84.

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establecimiento de acciones conjuntas, tarifas convencionales y procesos de verificación. Entre otras acciones que observamos, se encuentra la declaratoria de una amnistía “plena, general y particular” a favor de todos las personas que participaron en el gobierno napoleónico o en sus ejércitos, así como de los individuos “de cualesquiera clase, sexo o condición que fueren”. Por ello, se ordenó el levantamiento de los procedimientos, las indagaciones, los secuestros y las confiscaciones que se encontraban en curso.15

Los intereses británicos también se desplegaron a través de mecanismos para el fomento de la confianza con Prusia, acordando el comercio entre Ems y el puerto Embden. Para ello el gobierno hannoveriano se obligó a construir una serie de obras que una comisión bipartita y facultativa evaluaría en la parte navegable del río Ems, desde la frontera de Prusia hasta su embocadura. En el tablero comercial, se acordó que los súbditos prusianos pudiesen importar y exportar por el puerto de Embden toda clase de productos y mercancías, e incluso que las bodegas y almacenes no estuvieran sujetos a inspección. Los barcos y comerciantes prusianos no pagarían por la navegación, importación o exportación de las mercaderías, ni por el almacenaje. Prusia permitió además a los hannoverianos el derecho de libre navegación por el canal de Stecknitz. Uno de los mecanismos para fomentar la confianza mutua entre Prusia y Gran Bretaña en el tema militar, estuvo en la reglamentación y la delimitación de tres vías militares por sus estados: la de Halberstadt, por el país de Hildesheim a Minden; otra desde la antigua Marche por Gifhorn y Neustadt a Minden y la tercera de Osuabrück por Ippenburen y Rheina a Bentheim. Las dos primeras a favor de Prusia y la tercera a favor de Hanover.

Otro instrumento orientado a la distención, fue la declaratoria por parte de las potencias, de ciudades “libres y neutrales” en territorios en donde no había acuerdo de posesión, por ejemplo las ciudades de Cracovia y Fráncfort. La ciudad de Cracovia ubicada al sudeste del actual territorio polaco, en las márgenes del río Vístula, fue declarada por el Congreso de Viena como ciudad libre, independiente y estrictamente neutra, bajo la protección de Rusia, Austria y Prusia. Con el objetivo de contribuir a las relaciones comerciales y de buena vecindad entre las ciudades de Cracovia, su entorno y Galitzia, Austria decidió otorgar el título de “Ciudad libre de comercio” a la ciudad de Podgorze, tal y como lo gozaba la ciudad de Brody. La libertad de tránsito de mercancías y bienes, en esta una de las más antiguas rutas de comercio (la Ruta del ámbar entre Europa y Medio Oriente), eliminaba las aduanas austriacas, pero no afectaba los derechos de soberanía del Emperador. Así mismo, el Congreso de Viena estableció que en la Ciudad de Cracovia no se establecería ningún

15 Ídem. Artículos 12 y 13.

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cuartel militar que pudiera amenazar la neutralidad de Cracovia u obstruir la libertad de comercio entre Cracovia, Galitzia y Podgorze.

Es importante la condición de neutralidad que las cortes de Rusia, Austria y Prusia otorgaron a la Ciudad de Cracovia: “no podrá bajo pretexto alguno introducirse en ella fuerza militar”.16 Esta condición implicaba que la Ciudad tampoco podía dar asilo o protección a desertores, fugitivos, perseguidos políticos o judiciales, pertenecientes a algunos de los países contratantes. Además permitía la demanda de extradición que hicieren las autoridades componentes de esos países, en cuyo caso, tales individuos debían ser detenidos y entregados sin demora y bajo escolta a la autoridad encargada de recibirlos en la frontera. Obviamente la neutralidad cracoviana era relativa, pues debía comulgar con los intereses monárquicos de las potencias.

También el Congreso de Viena ratificó otro tratado adicional relativo a Cracovia, en el cual se protegía la universidad, el obispado y el cabildo de la Ciudad. Sobre el tema de ciudad libre, las revueltas revolucionarias de 1846 finiquitaron su condición, pues Cracovia y sus territorios aledaños fueron anexados por el Reino de Austria, cuando plantearon el tema de la libertad.

La ciudad de Fráncfort también fue declarada “libre” aunque pasó a formar parte de la constitución federativa de la liga germánica. El Congreso acordó que sus instituciones se fundarían en el principio de igualdad de derechos entre los diferentes cultos de la religión cristiana, extendiéndose esa igualdad a los derechos civiles y políticos de sus habitantes. Se permitió además que la libertad religiosa pudiera observarse en los órganos de gobierno. En caso de conflicto, el mecanismo a seguir, era mediante un juicio en la dieta germánica, único ente que podía dirimir las discusiones de este tipo.

Otros mecanismos se analizan en los reglamentos e instrumentos de prevención ante conflictos que creó la confederación germánica, que se estudiará a continuación.

4. Representación de potencias en organismos supranacionales

Ciertamente hablar de organismos supranacionales a principios del siglo XIX es complicado, quizás incluso polémico. No obstante, se distingue en la creación de la Confederación Germánica una serie de elementos que parecen coincidir con la definición contemporánea de un organismo supranacional, es decir aquel que comprende, gobierna y afecta a más

16 Ídem. Artículo 9.

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de una nación. Para Barbé, una organización internacional es “una asociación de estados establecida mediante un acuerdo internacional por tres o más estados, para la consecución de unos objetivos comunes y dotadas de estructura institucional con órganos permanentes, propios e independientes de los estados miembros”.17

Entre las disposiciones del Congreso de Viena estuvo la creación de una confederación que incluyó gran cantidad de los Estados germanos y contó con estatuto, dieta y asamblea, como órganos supranacionales. También es un elemento curioso la variedad de votos en manos de diversas potencias y de tan variados y multifacéticos Estados, grandes y pequeños, industrializados o no, y con importantes diferencias religiosas.

La confederación germánica fue una organización supranacional establecida dentro del Acta Principal del Congreso de Viena por los “príncipes soberanos y ciudades libres” de Alemania, incluyendo al Emperador de Austria, el rey de Prusia, el rey de Dinamarca por el ducado de Holstein y el rey de los Países Bajos por el Gran Ducado de Luxemburgo.18 El objetivo de la confederación fue “la conservación de la seguridad exterior e interior de Alemania, de la independencia y de la inviolabilidad de los estados confederados”.19 La confederación establecía que sus miembros serían iguales en derechos y que estaban obligados a mantener el acta que constituyó la unión.

Los asuntos de la confederación se trataban en una dieta federal, en la cual sus miembros votaban mediante plenipotenciarios, fuera individual o colectivamente, estableciéndose un voto para cada uno de los 17 miembros, sin perjuicio de su respectivo rango,20 a saber: Austria; Prusia, Baviera Sajonia, Hanover, Würtemberg, Baden, Hesse electoral, Gran Ducado de Hesse, Dinamarca por Holstein, Países Bajos por Luxemburgo, Casas gran ducales y ducales de Sajonia con un voto en total, Brunswic y Nassau, Mecklemburgo Schwerin y Strelitz, Holstein-Oldenburgo Anbalt y Schwarzbourg, Hozenzollern junto con Liechtenstein y, las ciudades libres de Lübeck, Fráncfort, Bremen y Hamburgo, éstas últimas cuatro con un voto entre todas. El artículo 57 del Congreso de Viena estableció que la dieta federativa sería presidida por Austria, aunque se estableció que la presidencia estaba obligada a someter a deliberación cualquier propuesta de sus miembros.

17 Barbé, Esther. Relaciones Internacionales. Tercera edición, Ed. Tecnos. Madrid, España. 2008. Pág. 192.18 Acta del Congreso de Viena. Op. Cit. Artículo 53.19 Ibíd. Artículo 54.20 Ídem. Artículo 55.

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No obstante el procedimiento de votación anteriormente descrito, para la alteración de las leyes fundamentales de la confederación, creación de instituciones federativas o cambios de interés común, el Congreso creó la potestad de convertir la dieta en Asamblea General con 39 estados alemanes, distribuyendo los votos según la extensión respectiva de cada estado. Este portillo permitió que muy pocos miembros manejaran la mayoría de los 69 votos en la Asamblea. Así por ejemplo Austria, Prusia, Sajonia, Baviera, Hanover y Würtemberg tenían cuatro votos cada uno; Baden, Hesse electoral, el Gran Ducado de Hesse, Holstein y Luxemburgo tres votos cada uno; mientras que Nassau y Mecklemburgo-Schwerin dos. El resto integrado por 24 miembros tenía derecho a un solo voto cada uno. Peor aún, se establecía también que en el tema de leyes orgánicas, la confederación podía concederle votos colectivos a los antiguos estados mediatizados del imperio.

Finalizado el Congreso de Viena, la dieta se ocupó de la redacción de las leyes fundamentales de la confederación y de sus instituciones orgánicas; residió en Fráncfort del Meno y se instaló el 1º de diciembre de 1815. Sus primeras regulaciones tuvieron que ver con relaciones exteriores, militares e interiores y para 1828 se planteó la unión aduanera que se consolidó en 1834 con el nombre del Zollverein y sin el apoyo austriaco. Sobre esa unión que para 1867 era dominada por Prusia, se establecerá el Imperio Alemán en 1871.

En términos prácticos, la confederación fue creada siguiendo los intereses de Austria y Prusia para contener a Francia y defender no solo los estados alemanes, sino también a cada uno de los Estados miembros. Austria no tenía sin embargo, interés por exacerbar el nacionalismo alemán, sino por la influencia sobre los principados germánicos. Su constitución obedece al concepto clásico de seguridad colectiva mediante la unión en caso de alguno fuera atacado: “Declarada la guerra por la confederación, ningún miembro podrá entablar negocios particulares con el enemigo, ni hacer la paz o armisticio sin el consentimiento de los otros”.21 Esta noción también incluía las posesiones y colonias de los imperios; e incluía la mediación como un medio para resolver las disputas entre los miembros de la confederación. Los estados confederados se obligaron a no declararse la guerra ni a ventilar sus diferencias por medio de la fuerza de las armas, sino a someterse a la dieta o bien a una sentencia judicial. Para ello se contemplaba la opción del arbitrio mediante un juicio austregal (austragalinstanz) es decir, un juicio bien organizado por un Tribunal Superior, al cual se someterían las partes sin derecho a apelación.

21 Ídem. Artículo 63.

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5. El fomento y la gestión común de intereses convencionales.

El Congreso de Viena convocado por el emperador austriaco Francisco I de Habsburgo, generó un foro multipolar para el fomento y la gestión de intereses mutuos por parte de las potencias y de los pequeños estados. Como se ha analizado, el sistema permitió discutir y decidir acerca del establecimiento de fronteras y cambios territoriales, la reversión las unidades políticas creadas por Napoleón I, la restauración monárquica, el establecimiento de un sistema de seguridad colectiva, la búsqueda del equilibrio o la creación de “estados tapón”. Las conferencias paralelas y los congresos siguientes, se establecieron como foros multilaterales con el fin de consolidar intereses compartidos y tratar temas de muy diversa naturaleza; muchos de esos temas ya tratados en este ensayo. Por ello, analizaremos como ejemplo en este apartado, el tratamiento que el Congreso de Viena permitió para dilucidar los intereses particulares y convencionales en temas como la libre navegación para el intercambio comercial, la abolición de la esclavitud y el establecimiento de normas sobre los agentes diplomáticos; sin duda, tres temáticas diametralmente distintas.

El tema sobre la libre navegación de los ríos22 utilizados por varias potencias, fue uno de los asuntos que más se regimentó mediante una serie de reglamentos atinentes a la navegación sobre los ríos Rin, Neckar, Mein, Mosela, Meuse y Escalda. Ya se han analizado varios casos. Básicamente se suprimieron los derechos de depósito y de “arribada forzosa”,23 quedando en libertad todo “barquero autorizado” (transportista) para navegar la totalidad de estos ríos. También se decidió disminuir los derechos de portazgo y no grabar la navegación con nuevas imposiciones tributarias. Cada potencia podía sin embargo, establecer tarifas de carga y descarga según el tipo de mercancía.24 Para el trasporte marítimo se crearon oficinas de recaudación y policía de navegación. De la recaudación tributaria debía dedicarse un porcentaje a la reparación de caminos laterales y a las reparaciones o dragados que los puertos o caudales necesitaren.

Se anexó también al Acta Principal del Congreso de Viena un manifiesto llamado “Declaración de las potencias para la abolición del comercio de negros” del 8 de febrero de 1815, por la cual las potencias prohibieron y abandonaron el tráfico de esclavos. Entre las justificaciones que dieron los plenipotenciarios, se esbozó que se extinguía con base en “que los hombres justos e ilustrado de todos los siglos han pensado que el comercio conocido con el nombre

22 Ídem. Artículos 108-119. 23 Reglamento relativo a la navegación del Neckar, Mein, Mosela, Meuse y Escalda. En: Del Cantillo, Alejandro. Op Cit. 24 Ibíd.

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de tráfico de negros de África es contrario a los principios de la humanidad y de la moral universal”.25 No obstante, el interés de los monarcas en esta Declaración no estriba en el reconocimiento tácito de la idea de libertad, sino en la necesidad de ceder una muestra de humanidad ante un tema que era odioso para la población europea en general. Prueba de ello es un reglón de la Declaración en donde se observa el argumento detrás del manifiesto: “la opinión pública en todos los países pide que se suprima lo más pronto posible”.26

El tema de la esclavitud venía siendo planteado por los ilustrados desde sus primeras expresiones filosóficas sobre la libertad. Por ejemplo, Hobbes escribió en su Leviatán que: “Por libertad se entiende, de acuerdo con el significado propio de la palabra, la ausencia de impedimentos externos, impedimentos que con frecuencia reducen parte del poder que un hombre tiene de hacer lo que quiere; pero no pueden impedirle que use el poder que le resta, de acuerdo con lo que su juicio y razón le dicten”.27 En el Contrato Social (1762), Rousseau esgrimió que “El hombre ha nacido libre, y en todas partes se encuentra encadenado. Alguno se cree amo de otros, pero no por eso deja de ser menos esclavo que ellos”.28 Luego dirá sobre la esclavitud por derecho de guerra: “Aún en plena guerra, un príncipe justo en un país enemigo, se apodera de todo aquello que pertenece a lo público, pero respeta la persona y los bienes de los particulares. Esto es respetar derechos sobre los cuales ya se tiene derecho sobre la vida. Tan pronto los enemigos se rindan, dejan de ser enemigos y vuelven a ser hombres, sobre los cuales ya no se tiene derecho sobre su vida”.29

Aún así y fuera cual sea el fondo de la argumentación, Francia y Gran Bretaña fueron quienes llevaron la idea al Congreso de Viena, que finalmente decretó la prohibición universal y definitiva del comercio de seres humanos. Esta resolución que buscó poner término a “una calamidad que ha desolado por tanto tiempo el África, envilecido la Europa y afligido a la humanidad”30 comprometió a las potencias a utilizar sus medios en la causa e incluso en las colonias, pero estableció un portillo. La proclama de los plenipotenciarios esgrimió que sus monarcas tendrían el término que cada potencia en particular juzgara conveniente fijar para la estimación definitiva del comercio de esclavos. Con ello, la prohibición fue demorada, aunque el convencionalismo de la abolición del tráfico de esclavos estaba herido de muerte.

25 “Declaración de las potencias para la abolición del comercio de negros” París, 8 de febrero de 1815. En: Del Cantillo, Alejandro. Op. Cit.

26 Ibíd. 27 Hobbes, Thomas. Leviatán. Capítulo XIV: “Leyes naturales y Contratos”. Documento digital: fundacionhenrydurant.org28 Rousseau, J.J.. El Contrato Social. Capítulo I. Documento digital: bibliocomunidad.com29 Rousseau, J.J.. Op Cit. Capítulo IV. 30 “Declaración de las potencias para la abolición del comercio de negros”. En: Del Cantillo, Alejandro. Op. Cit.

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Finalmente, otro de los problemas que este foro multilateral examinó, fue en el campo de la diplomacia, el tema de las precedencias. Para ello, también se anexó al Acta Principal un “Reglamento de categorías entre los agentes diplomáticos”. Este enunciaba que los empleados diplomáticos se dividirían en tres clases: La de los embajadores, legados o nuncios; la de los enviados, ministros u otros acreditados cerca de los soberanos; y la de los encargados de negocios, acreditados cerca de los ministros de negocios extranjeros.31 Este reglamento estableció que solo los embajadores, legados o nuncios poseían un carácter representativo y es particularmente relevante porque obligó a los Estados a adoptar un sistema uniforme para la recepción de empleados diplomáticos. También limitó la representatividad por lazo de parentesco o alianza de familias entre las cortes, indicando que ello no daba la categoría de empleado diplomático.

Conclusiones

Existen profundas diferencias entre el sistema multipolar del siglo XIX y el nuevo orden internacional. En la actualidad, además de los Estados y su interés nacional, las empresas transnacionales, los organismos no gubernamentales, las organizaciones financieras, comerciales y militares mundiales y regionales son también importantes actores de política internacional y tienen intereses de muy amplio espectro. Sin embargo, este ejercicio ha buscado establecer y analizar una serie de características o reglas presentes en el sistema del siglo decimonónico que pudieran estar vigentes en el nuevo sistema multipolar del siglo XXI. Se concluye que sí es posible homologar algunas reglas o interacciones de juego entre los sistemas multipolares de estos dos siglos.

En primer lugar, la existencia de un equilibro geoestratégico creado por varios centros que concentran el poder. En cualquier tipo de sistema (unipolar, bipolar o multipolar) lo esencial es el equilibrio, el mantenimiento y adaptación del propio sistema. El concepto de equilibrio no debe confundirse con el concepto de estabilidad, pues el equilibrio puede ser estable o inestable. La noción de equilibrio no excluye el concepto de cambio, aunque este se asocia a una disfuncionalidad o perturbación del sistema, que debe tratar de estabilizarse cuanto antes mediante no un único sistema equilibrante sino a través de los mecanismos reguladores del sistema. En el siglo XIX estos centros estaban bien definidos en las casas reinantes y potencias signatarias del acta principal del Congreso de Viena. En la actualidad, los actores son muy variados: Estados-nacionales, organizaciones internacionales, empresas transnacionales,

31 Reglamento de categorías entre los agentes diplomáticos. París, 19 de marzo de 1815. En: Del Cantillo, Alejandro. Op. Cit.

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grupos terroristas, organizaciones no gubernamentales internacionales, industrias de amplio espectro con cobertura mundial, religiones, para citar solo algunos casos. No obstante, al igual que en el mundo de hace 200 años, la era post la caída del Muro de Berlín y de las Torres de Manhattan se está construyendo sobre los esfuerzos de potencias y actores que, más allá de sus diversos intereses (tecnología, comercio, finanzas, minería, petróleo, transportes, telecomunicaciones, etc.), coinciden en la necesidad de sustentar el equilibrio estratégico y mantener la movilidad mundial y las ventajas comparativas que les obstruyó el sistema bipolar. Así, mientras exista un equilibrio geoestratégico las empresas navegarán por el mundo con pocas restricciones, y en los foros multilaterales como la APEC y sus comisiones, tendrán asientos las principales empresas de varios países. Segundo, en ambos sistemas aparece la reinvención de un sistema de seguridad mundial multilateral. Al igual que se hizo en Viena, en el presente se argumenta contra la necesidad de fomentar la cooperación multilateral contra los elementos generadores de trastorno y disfuncionalidad. Nos encontramos ante regímenes de seguridad cooperativa mundiales, que como cuestión clave buscan la prevención de situaciones de crisis creadas por elementos disociadores. Observamos en ambos sistemas, varios conceptos comunes: medidas destinadas a evitar que surjan controversias entre dos o más partes, que se puedan convertir eventualmente en conflictos; medios de resolución de conflictos; despliegue militar multilateral con el consentimiento de todas o la mayoría de los actores interesados; y el restablecimiento del orden por la vía militar. El modelo de equilibrio y seguridad multipolar es capaz de suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos a la paz, entiéndase desestabilizadores del sistema y sub-sistemas regionales e internacionales que generen trastorno. Aunque, para ello, sea necesario el uso de la fuerza militar multinacional o el establecimiento de medidas de embargo, bloqueo o suspensión del comercio. En nuestro tiempo se observa en las intervenciones de la ONU, la OTAN y de los navegantes del ciberespacio en la caída de varios gobiernos, en el fenómeno conocido como de primaveras árabes.

Tercero, se puede reconocer en el sistema multipolar del siglo XIX, una serie de medidas de fomento a la confianza entre las potencias, que en la actualidad están presentes en el plano geopolítico y geoestratégico, que por su gradualidad las desagregamos en: medidas de conocimiento, efectivización de la confianza y mecanismos de consolidación de la confianza. Estas medidas sirven en los sistemas multipolares como elementos disuasorios al poder e intereses expansivos de los actores y generalmente se acompañan de mecanismos e instancias de verificación bilaterales o multilaterales, públicas o confidenciales.

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Cuarto, se percibe que la Confederación Germánica contiene los elementos esenciales de un organismo supranacional en tanto representación del estadio de su tiempo, a saber: asociación de estados establecida por acuerdo, consecución de objetivos comunes y, una estructura institucional con órganos permanentes e independientes de los estados miembros.

Finalmente, se concluye que a diferencia de los sistemas unipolares y bipolares, los sistemas multipolares estudiados permiten una mayor amplitud en el fomento y la gestión de intereses comunes por parte de los Estados y de otros actores transnacionales del sistema internacional.

Referencias

Actas suscritas por las potencias europeas entre 1800 y 1822. En: Del Cantillo, Alejandro. Tratados, Convenios y Declaraciones de Paz y de Comercio: 1700-1843. Imprenta de Alegría y Charlain. Madrid, España. 1843. Documento digitalizado: books.google.com. Descargado el 5 de noviembre de 2011.

Barbé, Esther. Relaciones Internacionales. Tercera edición, Ed. Tecnos. Madrid, España. 2008

Fuentes, Claudio. “Medidas de confianza y procesos de verificación”. En: Rojas Arevena, Francisco (editor). Medidas de Confianza Mutua: verificación. FLACSO-Chile. Santiago, Chile. 1996.

Hass, Richard N. La era de la no polaridad: lo que seguirá al dominio de Estados Unidos. Foreign Affairs, Vol. 87. No. 3. Jul. 2008.

Hobbes, Thomas. Leviatán. Documento digitalizado: fundacionhenrydurant.org. Descargado el 14 de enero de 2012.

Hoffmann, Stanley. Sopesar el Equilibrio de Poder. Foreign Affairs. Vol. 50, No. 4, 1972.

Huntington, Samuel. The clash of Civilizations. Foreign Affairs. Summer, 1993. Vol. 72. No. 3.

Michelena Silva, José A. Política y Bloques de Poder. Ed. Siglo XXI. México. 1987.

Morgenthau, Hans. J. Política entre las Naciones. La lucha por el poder y la paz. Grupo Editor Latinoamericano. Segunda edición. Argentina. 1986.

Rojas Aravena, Francisco (comp.). Balance estratégico y Medidas de Confianza Mutua. FLACSO-Chile. Santiago, Chile. 1996.

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Rodríguez Argüello, Percy El sistema de paz y seguridad colectiva de la Organización de Estados Americanos. Tesis para optar por la Maestría en Relaciones Internacionales y Diplomacia, con Mención en América Latina. Universidad Nacional. 1998.

La diplomacia de la cooperación. Revista Fragua. Año IV. No. 2, San José, Costa Rica. Pp. 30 en adelante.

América Latina y el nuevo escenario internacional: tras la caída de las Torres de Manhattan. Revista Fragua. Año IV. No. 3. San José, Costa Rica. Pp. 45 en adelante.

Rousseau, J.J. El Contrato Social. Documento digital: bibliocomunidad.com Descargado el 14 de enero de 2012.

Singer, J. David y Rosenau, James N. Sistema global, subsistemas y vinculaciones. Ed. Nueva Visión. Valencia, España. 1973.

Wallerstein, Immanuel. Precipitate Decline: The Advent of Multipolarity. Harvard Internacional Review. 2007.

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LA POLÍTICA EXTERIOR DE LA ADMINISTRACIÓN TREJOS FERNÁNDEZ

(1966-1970) *

Jorge Francisco Sáenz Carbonell **

I. ASPECTOS GENERALES.

1. AUTORIDADES A CARGO DE LAS RELACIONES EXTERIORES.

El 8 de mayo de 1966 tomó posesión de la Presidencia de la República el profesor don José Joaquín Trejos Fernández, elegido para el período 1966-1970. A la toma de posesión del Presidente Trejos asistieron delegaciones de la República Federal de Alemania, la República Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, la República de China, Colombia, la República de Corea, la República Dominicana, El Salvador, España, los Estados Unidos de América, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Guatemala, Honduras, Israel, Italia, el Japón, Líbano, la Orden Soberana y Militar de Malta, México, Nicaragua, Noruega, los Países Bajos, Panamá, el Paraguay, el Perú, Polonia, Portugal, la Santa Sede, Suecia, Suiza, Turquía, el Uruguay, Venezuela, Yugoslavia y la ODECA1.

Tiempo atrás, poco después de las elecciones de febrero de 1966, el Presidente electo Trejos planteó al ex Presidente don Mario Echandi la posibilidad de asumir la Cancillería, que había estado a su cargo de 1950 a 1952. Echandi declinó, no por el hecho de haber sido Presidente después de su desempeño ministerial, sino porque creía que su condición de ex Presidente le podía generar desde el principio adversarios gratuitos al nuevo gobierno. Enseguida, Trejos y Echandi, al discutir sobre la persona más adecuada para asumir la Cancillería, concordaron en el nombre del licenciado don Fernando Lara Bustamante, quien había sido Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de 1952 a 1953 y resultó elegido diputado por San José para el período 1966-1970. Don José Joaquín escribió en sus memorias:

“… de pronto, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo muchos años antes, coincidimos en la persona ideal para ocupar el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y Culto y su nombre, casi que lo dijimos en coro: don Fernando Lara Bustamante. Don Fernando era un caballero de sobrado prestigio, diplomático de nacimiento y jurista de renombre.

Al día siguiente conversé animadamente con don Fernando Lara, un ciudadano sobrio y honesto. Lo conocía bien, había sido un conciliador de

* Capítulo VI del libro inédito Historia diplomática de Costa Rica 1948-1970, de Jorge Francisco Sáenz Carbonell. Se reproduce con autorización del autor.

** Catedrático de la Universidad de Costa Rica.1 V. SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, El Canciller Lara, San José, Imprenta Nacional, 1ª. ed., 2011, p. 48.

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cualidades naturales a lo largo de toda la campaña electoral… teníamos buena amistad, además de que se había incrementado a lo largo de los últimos diez meses, en los que habíamos trabajo día y noche juntos. Don Fernando aceptó la Cancillería, y de inmediato nos ayudó a organizar la gira a Centroamérica y Panamá, que fue la única salida fuera del país que realicé siendo Presidente Electo.” 2

Don José Joaquín también relató que

“Don Fernando Lara Bustamante le anunció a la prensa que después de la sesión solemne de la Asamblea Legislativa, el Primero de Mayo, renunciaría a su cargo de diputado para asumir el domingo 8 el puesto de Ministro de Relaciones Exteriores y Culto. Había muchas especulaciones. Al final todo transcurrió normalmente. La Comisión de Traspaso de Poderes estaba reunida de manera permanente. El Lic. Mario Gómez Calvo, Canciller saliente, se reunía cada tarde con don Fernando para analizar los detalles del programa, recibir los documentos y credenciales concernientes a las Misiones Extranjeras que visitarían el país para participar en esa ceremonia y, en fin, mantener la mayor cordialidad dentro de aquel objetivo cívico.” 3

Don Fernando Lara se juramentó como diputado en la Asamblea que inició labores el 1° de mayo de

1966, pero a fin de cuentas se decidió que no presentara su dimisión. Como de todas maneras ya era

claro que el partido de gobierno no iba a tener mayoría en la Asamblea, se consideró innecesario que

renunciara a la curul y se aplicó lo dispuesto en el primer párrafo del artículo 111 de la Constitución

Política: “Ningún Diputado podrá aceptar, después de juramentado, bajo pena de perder su credencial,

cargo o empleo de los otros Poderes del Estado o de las instituciones autónomas, salvo cuando se trate

de un Ministerio de Gobierno. En este caso se reincorporará a la Asamblea al cesar en sus funciones.”

De este modo, el 8 de mayo de 1966, al ser nombrado como Ministro de Relaciones Exteriores y Culto

por el Presidente Trejos4, don Fernando mantuvo su condición de diputado, aunque sin ejercerla.

En julio de 1967, con motivo de una votación en la Asamblea Legislativa que el Poder Ejecutivo

consideraba especialmente importante y para la cual necesitaba el voto de don Fernando Lara como

diputado, se decidió que renunciara al Ministerio. La dimisión le fue admitida a partir del 9 de julio

de 1967 y se recargó interinamente la cartera de Relaciones Exteriores y Culto al titular de Trabajo

y Bienestar Social don Manuel Jiménez de la Guardia5. Concluida la votación de marras, el 1º de

agosto de 1967, el Presidente Trejos nombró nuevamente como Ministro de Relaciones Exteriores y

Culto a don Fernando Lara, quien desempeñó el cargo hasta el final de la administración.

2 TREJOS FERNÁNDEZ, José Joaquín, Por esfuerzo propio, San José, Trejos Hermanos Sucesores, S. A., 1ª. ed., 2000, p. 248.3 Ibíd., p. 248.4 V. SÁENZ CARBONELL, El Canciller… , op. cit., p. 48.5 SAENZ CARBONELL, Jorge Francisco y otros, Los Cancilleres de Costa Rica, San José, Imprenta Nacional, 1a. ed., 1986, p.

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Como Viceministro de Relaciones Exteriores y Culto, el Presidente Trejos Fernández nombró el 8 de mayo de 1966 a don Luis Dobles Sánchez, a quien le fue admitida la renuncia a partir del 31 de julio de 1968, sin que se le nombrase sucesor6.

2. DATOS BIOGRÁFICOS DEL CANCILLER LARA BUSTAMANTE. Don Fernando Lara Bustamante nació en San José el 12 de enero de 1911. Fue hijo de don Ernesto Lara Iraeta, hermano de don Carlos Lara Iraeta, Canciller de Costa Rica de 1917 a 1918, y de doña Ángela Bustamante Castro. Contrajo nupcias con doña Ofelia Calvo Delgado, descendiente de don Joaquín Bernardo Calvo Rosales, Canciller de Costa Rica de 1844 a 1846 y de 1847 a 1856.

Estudió en el Liceo de Costa Rica y se graduó de licenciado en Leyes en la Escuela de Derecho.

Fue Agente principal de policía de San José y Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública. Fue diputado por San José de 1942 a 1948, de 1949 a 1953, de 1958 a 1962 y de 1966 a 1970, y presidió la Asamblea Legislativa de 1960 a 1961. En 1949 formó parte de la comisión redactora del proyecto de Constitución Política de la Junta Fundadora de la Segunda República, en el cual propuso y logró la introducción de un artículo relativo a la proscripción del ejército como institución permanente.

Fue Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de 1952 a 1953, de 1966 a 1967 y de 1967 a 1970.

Ejerció con éxito su profesión en forma liberal y fue Presidente del Colegio de Abogados. Impartió lecciones de Derecho Administrativo y de Historia del Derecho en la Universidad de Costa Rica, y durante varios años publicó la revista Jurisprudencia. Fue miembro de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas y otras entidades culturales7.

3. DATOS BIOGRÁFICOS DEL VICECANCILLER DOBLES.

Nació en Milwaukee, Estados Unidos de América, el 2 de junio de 1925 y murió en San José el 5 de agosto de 2000. Fue hijo de don Luis Dobles Segreda y doña Trina Sánchez Cortés. Contrajo nupcias con doña Elsa Villela Tabares.

Fue delegado de Costa Rica a la IVª Asamblea General de las Naciones Unidas (1948), Director de Protocolo, Ministro Plenipotenciario en el Brasil (1952-1953), Embajador en el Brasil (1953), Embajador en el Perú (1960-1962) y concurrente en Bolivia (1961-1962), y Viceministro de Relaciones Exteriores y Culto (1966-1968)8.

6 Ibíd., vol. II, p. 291; CASCANTE SEGURA y SÁENZ CARBONELL, op. cit., p.7 SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, El Canciller…, op. cit.; SAENZ CARBONELL, Jorge Francisco, y otros, Los Cancilleres de Costa

Rica, San José, Imprenta Nacional, 1a. ed., 1986, pp. 188-189.8 CASCANTE SEGURA, Carlos Humberto, y SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, Diccionario biográfico de la diplomacia costarricense,

San José, Imprenta Nacional, 1ª. ed., 2006, p. 59.

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4. LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES DE 1968.

En mayo de 1968 la Asamblea Legislativa aprobó varias reformas constitucionales de gran importancia para las relaciones exteriores.

Las Constituciones costarricenses del siglo XIX, aunque se refirieron en diversos artículos a la aprobación de los tratados internacionales por el Poder Legislativo, no clarificaron su jerarquía en el ordenamiento jurídico nacional, ni les indicaron un procedimiento especial de aprobación. Lo habitual fue que se presentasen a la consideración de los órganos legislativos mediante un proyecto de ley cuyo contenido esencial era la aprobación del convenio de que se tratase. Por consiguiente, lo lógico era atribuir a los tratados la jerarquía de la ley que los aprobaba, y en caso de conflicto entre un tratado y una ley, debía prevalecer el que fuese posterior9. En el texto original de la Constitución de 1949 tampoco se aclaró la cuestión, lo cual a veces originaba serios problemas. El constitucionalista don Ismael Antonio Vargas Bonilla escribió en 1962 que

“… la aprobación que el Poder Legislativo da en otras legislaciones a estos convenios, tratados o concordatos, es mediante una ley que perfecciona nada más y que le da validez definitiva a tales tratados, pero no los interfiere ni procede a reformarlos. En Costa Rica hasta ahora se ha entendido que la facultad de aprobar o improbar que tiene la Asamblea de este tipo de actos implica prácticamente la facultad de reformarlos y cuando el Poder Ejecutivo ha preparado un tratado bien estudiado entre ambas partes, viene la Asamblea y lo reforma totalmente… ” 10

Las reformas constitucionales aprobadas en 1968 clarificaron de modo significativo la jerarquía correspondiente a los convenios internacionales en el ordenamiento jurídico costarricense, ya que el artículo 7º de la Constitución fue reformado para establecer que los tratados internacionales debidamente aprobados por el Poder legislativo tendrían autoridad superior a las leyes. Además, se dispuso que los convenios que se refirieran a la integridad territorial o la organización política del país requirieran de la aprobación de tres cuartas partes del total de los diputados y dos tercios de los miembros de una asamblea constituyente convocada al efecto. Anteriormente a esta reforma, se prohibía y se calificaba de traición la celebración de pactos, tratados o convenios que se opusieran a la soberanía e independencia de la República. El texto aprobado señaló:

“Los tratados públicos, los convenios internacionales y los concordatos debidamente aprobados por la Asamblea Legislativa, tendrán desde su promulgación o desde el día que ellos designen, autoridad superior a las leyes.

9 V. VARGAS CARREÑO, Edmundo, Introducción al Derecho Internacional, San José, Editorial Juricentro, 2ª. ed., 1992, p. 263.10 VARGAS BONILLA, Ismael Antonio, Tesis de Derecho Constitucional, Ciudad Universitaria “Rodrigo Facio”, Publicaciones de la

Universidad de Costa Rica, 1ª. ed., 1962, vol. II, p. 83.

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Los tratados públicos y los convenios internacionales referentes a la integridad territorial o la organización política del país, requerirán aprobación de la Asamblea Legislativa, por votación no menor de las tres cuartas partes de la totalidad de sus miembros, y la de los dos tercios de los miembros de una Asamblea Constituyente, convocada al efecto.” 11

En la misma fecha también el inciso 3º del artículo 121 constitucional fue reformado para disponer que los tratados que atribuyesen o transfiriesen competencias a un ordenamiento jurídico comunitario, con el propósito de realizar objetivos regionales y comunes, requerirían la aprobación de dos terceras partes del total de los diputados. Se dispuso además que no necesitarían aprobación legislativa los protocolos de menor rango, derivados de tratados aprobados por la Asamblea, si éstos autorizaban de modo expreso tal derivación. El inciso 15 del mismo artículo 121, que imponía al Ejecutivo la necesidad de autorización previa de la Asamblea para negociar empréstitos y celebrar convenios similares relativos al crédito público, fue reformado para dejar al Legislativo únicamente la potestad de aprobar o improbar tales convenios, por 2/3 partes del total de los diputados.

El texto aprobado señaló:

“Además de las otras atribuciones que le confiere esta Constitución, corresponde exclusivamente a la Asamblea Legislativa: (…)

4) Aprobar o improbar los convenios internacionales, tratados públicos y concordatos. Los tratados públicos y convenios internacionales que atribuyan o transfieran determinadas competencias a un ordenamiento jurídico comunitario, con el propósito de realizar objetivos regionales y comunes, requerirán la aprobación de la Asamblea Legislativa, por votación no menor de los dos tercios de la totalidad de sus miembros.

No requerirán aprobación legislativa los protocolos públicos de menor rango, derivados de tratados públicos convenios internacionales aprobados por la Asamblea, cuando estos instrumentos autoricen de modo expreso tal derivación.

(…)

15) Aprobar o improbar los empréstitos o convenios similares que se relacionen con el crédito público, celebradas por el Poder Ejecutivo.

Para efectuar la contratación de empréstitos en el exterior o de aquellos que, aunque convenidos en el país, hayan de ser financiados con capital extranjero, es preciso que el respectivo proyecto sea aprobado por las dos terceras partes del total de los votos de los miembros de la Asamblea Legislativa.” 12

11 Ley Nº 4123 de 31 de mayo de 1968.12 Ley No. 4123 de 31 de mayo de 1968.

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II. LAS RELACIONES CON LOS DEMAS PAÍSES CENTROAMERICANOS.

1. LOS ESFUERZOS INTEGRACIONISTAS.

En el decenio de 1960 la integración centroamericana estaba en pleno crecimiento. Durante el gobierno de don Francisco J. Orlich, Costa Rica ingresó en el Mercado Común Centroamericano, y en los primeros años de la administración Trejos Fernández continuó participando activamente en diversos órganos de la integración y suscribiendo y ratificando convenios y protocolos regionales.

A. TRATADOS CENTROAMERICANOS.

El 17 de junio de 1966 se firmó en San Salvador el Protocolo de Ingreso de Panamá a los órganos subsidiarios de la ODECA. Costa Rica lo ratificó en noviembre de ese año13.

El 23 de setiembre de 1966 se firmó en Managua un protocolo al Convenio Centroamericano de Incentivos Fiscales al Desarrollo Industrial, y el 12 de octubre del mismo año se suscribió en San Salvador un protocolo al Tratado de Integración Centroamericana. Costa Rica ratificó ambos protocolos en abril de 196814.

El 24 de setiembre de 1966 Costa Rica depositó el instrumento de ratificación del Convenio centroamericano sobre la unificación básica de la educación, con lo cual este entró en vigencia15.

El 25 de noviembre de 1966 se firmó en San José el Protocolo de Ingreso de Panamá a la Comisión Centroamericana de Geografía y Cartografía16.

El 16 de noviembre de 1967 se suscribió en Managua un protocolo al Convenio Centroamericano sobre Equiparación de Gravámenes a la Importación y al Convenio sobre Régimen de Industrias Centroamericanas de Integración. El Protocolo de Managua fue aprobado por la Asamblea Legislativa de Costa Rica en mayo de 196817.

En junio de 1968 se suscribieron en San José un Convenio Centroamericano para la Protección de la Propiedad Industrial y un Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericano, relativo a medidas de defensa de la balanza de pagos18.

13 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., p. 181.14 Ibíd., pp. 181 y 242.15 Ibíd., p. 182.16 Ibíd., p. 182.17 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto 1968-1969, sin paginación continua. Citada en lo sucesivo como Memoria

1969.18 Ibid.

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B. REUNIÓN DE PRESIDENTES CENTROAMERICANOS.

Del 5 al 7 de julio de 1968 se efectuó en San Salvador la Reunión de Jefes de Estado de los países miembros de la ODECA. Por invitación del Gobierno salvadoreño asistió también, en calidad de Observador, el Presidente americano Lyndon B. Johnson. Al término de la conferencia, el Presidente americano efectuó una escala en San José junto con los Presidentes de Guatemala Don Julio César Méndez Montenegro y de Honduras Osvaldo López Arellano. En el Aeropuerto de El Coco se realizaron actos protocolares19.

C. REUNIONES DE LOS MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES.

Del 21 al 25 de noviembre de 1966 se celebró en San José la IIª Reunión Ordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la ODECA, a la cual asistieron también el Canciller panameño don Fernando Eleta y el Secretario General de la organización regional, don Albino Román y Vega. En esta reunión se analizaron las posibles relaciones entre el Mercado Común Centroamericano y la ALALC, y se adoptaron, entre otras, resoluciones sobre misiones diplomáticas y consulares conjuntas, ingreso de Panamá a los órganos de la ODECA, creación de los Consejos de Gobernación y Agricultura, aumento de capital del Banco Centroamericano y unificación de las políticas de comercio exterior20.

El 31 de marzo de 1967 se efectuó en San Salvador la VIIª Reunión Extraordinaria de Cancilleres de la ODECA, a la cual asistió el Canciller Lara21.

En mayo de 1967 hubo graves incidentes fronterizos entre El Salvador y Honduras. Ambos países solicitaron la mediación de los Cancilleres de Costa Rica, Guatemala y Nicaragua, que se reunieron en Antigua Guatemala en agosto de 1967 y elaboraron una propuesta de conciliación. Esta solo fue aceptada en parte por los países mediados, y los mediadores acordaron continuar sus esfuerzos; pero el asunto no pasó a más22.

Del 11 al 15 de diciembre de 1967 se celebró en Managua la IIIª Reunión Ordinaria de Cancilleres de la ODECA. Los Ministros examinaron la marcha de la organización regional y emitieron varias resoluciones, entre ellas la de crear una Escuela Centroamericana de Relaciones Internacionales con sede en Guatemala23.

19 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., p. 58.20 Ibíd., pp. 57-58.21 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto 1966-1967, Archivo Asamblea Legislativa A 17-E 4052, f. 180.En los sucesivo

citado como Memoria 1967. 22 Ibid., pp. 220-221.23 Ibid., pp. 219.

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Con el propósito de unificar los criterios de Centroamérica y Panamá con miras a la elección del Secretario General Adjunto de la OEA, los cancilleres de los países de la ODECA se reunieron con su colega de Panamá en la capital panameña en enero de 1968, y el 8 de febrero volvieron a reunirse los seis en San José con el mismo objetivo. Fue elegido para ese cargo el doctor Miguel Rafael Urquía, de nacionalidad salvadoreña24.

D. LA GUERRA DEL FÚTBOL.

Cuando la integración parecía marchar auspiciosamente, en julio de 1969 estalló la llamada Guerra del fútbol entre El Salvador y Honduras, primer conflicto armado protagonizado por dos países centroamericanos desde 1906. Los cancilleres de Costa Rica, Guatemala y Nicaragua procuraron hallar vías de conciliación entre los beligerantes, y aunque las hostilidades cesaron rápidamente, el conflicto tuvo muy negativas consecuencias para la integración regional. La ODECA quedó prácticamente inoperante y surgieron graves dificultades para la efectividad del Mercado Común regional25.

2. RELACIONES BILATERALES.

A. LAS RELACIONES CON GUATEMALA.

En julio de 1966 el Gobierno de Costa Rica envió una misión especial a los actos de toma de posesión del nuevo Presidente de Guatemala don Julio César Méndez Montenegro. La delegación costarricense fue encabezada por el Canciller Lara26.

En setiembre de 1968 el Gobierno de Guatemala condecoró al Presidente Trejos con el Gran Collar de la Orden del Quetzal27.

B. LAS RELACIONES CON HONDURAS.

Del 7 al 10 de agosto de 1967 visitó Costa Rica el Presidente hondureño Osvaldo López Arellano, en compañía de su esposa. Al término de la visita el gobernante hondureño y el Presidente Trejos emitieron un comunicado conjunto28.

24 Ibid., pp. 222-223.25 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto 1969-1970, sin paginación continua. Citada en lo sucesivo como Memoria

1970.26 Memoria 1967, p. 4.27 Memoria 1969, sin paginar.28 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., pp. 211-212.

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C. LAS RELACIONES CON NICARAGUA.

En 1967 el Gobierno de Costa Rica envió una misión especial a los actos de toma de posesión del nuevo Presidente de Nicaragua Anastasio Somoza Debayle. La delegación costarricense fue encabezada por el licenciado con Virgilio Calvo Sánchez, Segundo Vicepresidente de la República29.

Las relaciones con Nicaragua se mantuvieron en un grado notable de cordialidad. El 13 de diciembre de 1968 el Presidente Trejos Fernández se reunió en la población costarricense de Peñas Blancas con el Presidente Somoza Debayle, con quien trató diversos problemas de la integración económica centroamericana. Al término de la reunión se suscribió una declaración conjunta30. El 4 de noviembre de 1969, Somoza hizo una visita a Costa Rica para tratar con el Presidente Trejos asuntos relacionados con la integración centroamericana y plantear un proyecto de canalización del río San Juan31.

Por su parte, en 1970 el Canciller Lara visitó Nicaragua para discutir con las autoridades de ese país diversos asuntos relacionados con el desarrollo de la región fronteriza. Durante la visita se firmó un acuerdo para estudiar el tratado Zúñiga-Cordero de 1940, a fin de concretar la iniciativa de Nicaragua de canalizar el río San Juan para abrirlo al tráfico naviero, y se nombró una comisión bipartita para proponer un proyecto de tratado canalero32.

III. LAS RELACIONES CON LOS DEMAS PAÍSES LATINOAMERICANOS.

1. ABANDONO DE LA POLÍTICA DEL NO RECONOCIMIENTO.

La administración Trejos Fernández abandonó la política de la administración Orlich de suspender las relaciones diplomáticas con los países latinoamericanos en que surgieran gobiernos de facto y dispuso que, si bien se suspenderían los vínculos al producirse un golpe, serían restablecidos si el nuevo gobierno llenaba ciertos requisitos, tales como ejercer autoridad efectiva en su territorio, cumplir sus obligaciones internacionales, respetar los derechos humanos y estar libre de compromisos y ataduras con países extracontinentales que coartasen su soberanía. Se mantuvo la ruptura de vínculos con Cuba, de conformidad con las sanciones acordadas al seno de la OEA en julio de 196433.

2. LAS RELACIONES CON LA REPÚBLICA ARGENTINA.

En junio de 1966 el Presidente argentino don Arturo Illia Francesconi fue derrocado por el general don Juan Carlos Onganía Carballo. Costa Rica suspendió sus relaciones con la Argentina mientras se

29 Ibíd., p. 170.30 Ibid., p. 59.31 Ibid., p. 261.32 Ibid., pp. 262-263.33 Ibid., pp. 177-179.

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comprobaba que el nuevo gobierno llenaba los requisitos internacionales para el reconocimiento de un gobierno de facto. El 6 de setiembre se reanudaron los vínculos diplomáticos34.

3. LAS RELACIONES CON BOLIVIA.

En 1966 el gobierno de Costa Rica acreditó a doña Haydèe Odio de Kavlin, Encargada de Negocios a. i. en Bolivia, como delegada a los actos de toma de posesión del Presidente de Bolivia don René Barrientos Ortuño35.

4. LAS RELACIONES CON EL BRASIL.

En marzo de 1967 el gobierno de Costa Rica envió una misión especial a los actos de toma de posesión del nuevo Presidente del Brasil Arthur da Costa e Silva. La delegación costarricense fue encabezada por el licenciado don Virgilio Calvo Sánchez, Segundo Vicepresidente de la República36.

4. LAS RELACIONES CON COLOMBIA.

En agosto de 1966 el gobierno de Costa Rica envió una misión especial a los actos de toma de posesión del nuevo Presidente de Colombia don Carlos Lleras Restrepo. La delegación costarricense fue encabezada por el Vicecanciller Dobles37.

5. LAS RELACIONES CON LA REPÚBLICA DOMINICANA.

El 9 de octubre de 1967 el Encargado de Negocios a. i. de Costa Rica en la República Dominicana don Eduardo Rodríguez y el Canciller de ese país don Fernando A. Amiana Tió suscribieron en Santo Domingo un convenio de intercambio cultural. El convenio Rodríguez-Amiana fue aprobado por la Asamblea Legislativa en mayo de 1968 y canjeado en la capital dominicana en febrero de 196938.

6. LAS RELACIONES CON EL ECUADOR.

En agosto de 1968 el gobierno de Costa Rica envió una misión especial a los actos de toma de posesión del nuevo Presidente del Ecuador don José María Velasco Ibarra. La delegación costarricense fue encabezada por el ex Presidente de la República don Mario Echandi Jiménez39.

34 Ibid., pp. 177-178.35 Ibid., p. 169.36 Ibid., pp. 169-170.37 Ibid., pp. 168-169.38 Memoria 1969, sin paginar.39 CASCANTE SEGURA y SÁENZ CARBONELL, op. cit., p. 19.

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7. LAS RELACIONES CON MÉXICO.

El 8 de setiembre de 1966 Costa Rica y México suscribieron en México un convenio sobre transporte

aéreo40.

Para corresponder a la visita que había efectuado a Costa Rica el Presidente mexicano don Gustavo

Díaz-Ordaz Bolaños en enero de 1966, durante el gobierno de don Francisco J. Orlich, el Presidente

Trejos visitó México del 5 al 8 de junio de 1967. Durante su visita se canjearon las ratificaciones de los

convenios Gómez-Carrillo de enero de 1966 sobre asistencia técnica e intercambio cultural, y se emitió

un comunicado conjunto para anunciar el establecimiento de una comisión bilateral que examinaría

asuntos comerciales, de transporte naviero, educación, inversiones, etc. Se trataron también temas de

cooperación en áreas tales como transportes y salud41.

8. LAS RELACIONES CON PANAMÁ.

En mayo de 1966 Costa Rica y Panamá acordaron mediante canje de notas la supresión recíproca

de visados42.

En octubre de 1968 el Presidente panameño don Arnulfo Arias Madrid fue derrocado por un golpe

militar. Costa Rica suspendió sus relaciones con Panamá mientras se comprobaba que el nuevo

gobierno llenaba los requisitos internacionales para el reconocimiento de un gobierno de facto43.

Debido a varios incidentes fronterizos, que consideró lesivos para la soberanía nacional, el gobierno

de Costa Rica acudió a la Comisión Interamericana de Paz de la OEA. El gobierno panameño se

opuso a que el asunto se discutiera al seno de la Comisión, y entonces el de Costa Rica le presentó una

protesta, por intermedio del Canciller salvadoreño don Francisco José Guerrero. La Junta Provisional de

Gobierno de Panamá dio amplias satisfacciones y el 3 de marzo de 1969 se reanudaron los vínculos

diplomáticos. Sin embargo, en mayo de 1969 ocurrieron nuevos incidentes y el gobierno costarricense

hubo de formular dos protestas ante el de Panamá, que fueron respondidas satisfactoriamente por

este44.

El 26 de febrero de 1970 el Canciller Lara visitó Panamá, para discutir con las autoridades de ese país

asuntos relativos al desarrollo de la región fronteriza. Durante su visita los dos países dirigieron una

40 Memoria 1967, p. 19.41 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., p. 59 y 207-211.42 Ibid., p. 181.43 Ibid., p. 238.44 Ibid., pp. 238-239.

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solicitud de cooperación al Banco Interamericano de Desarrollo para el progreso de las comunidades fronterizas45.

9. LAS RELACIONES CON EL PERÚ.

En febrero de 1967 visitó Costa Rica el Vicepresidente del Perú don Edgardo Seoane, en una misión especial de la OEA y de la Oficina Sanitaria Panamericana 46.

El 27 de abril de 1967 Costa Rica y el Perú suscribieron en San José un convenio de intercambio cultural47.

En octubre de 1968 el Presidente peruano don Fernando Belaúnde Terry fue derrocado por el general don Juan Velasco Alvarado. Costa Rica suspendió sus relaciones con el Perú mientras se comprobaba que el nuevo régimen llenaba los requisitos internacionales para el reconocimiento de un gobierno de facto. El 16 de diciembre de ese año se reanudaron los vínculos diplomáticos48.

10. LAS RELACIONES CON VENEZUELA.

En julio de 1966 la Asamblea Legislativa aprobó el convenio de intercambio cultural suscrito entre Costa Rica y Venezuela el 21 de junio de 1965. El canje de ratificaciones se efectuó en San José en noviembre de 196649.

IV. RELACIONES CON EL CANADÁ, LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA Y LOS PAÍSES EUROPEOS.

1. LAS RELACIONES CON LA REPÚBLICA FEDERAL DE ALEMANIA.

El 19 de julio de 1968 Costa Rica y la República Federal de Alemania suscribieron en San José un acuerdo para procurar un préstamo entre la Caja Costarricense de Seguro Social y el Kreditanstalt für Wiederaufbau Frankfort del Main, que fue ratificado por Costa Rica en noviembre de ese año50.

45 Ibid., pp. 258-259.46 Ibid., p. 167.47 Ibid., p. 180.48 Ibid., pp. 237-238.49 Ibid., p. 182.50 Ibid., pp. 261 y 42-243.

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2. LAS RELACIONES CON AUSTRIA.

En 1968 Costa Rica y Austria efectuaron un canje de notas para la recíproca supresión de visas51.

3. LAS RELACIONES CON BÉLGICA.

El 30 de enero de 1967 Costa Rica y Bélgica efectuaron un canje de notas para la recíproca supresión de visas52.

Del 27 de enero al 1º de febrero de 1968 visitó Costa Rica una misión comercial belga, encabezada por Paul Rigo, jefe de gabinete adjunto del Ministro de Relaciones Exteriores de Bélgica53.

4. LAS RELACIONES CON EL CANADÁ.

En noviembre de 1968 visitó Costa Rica el Ministro de Comercio del Canadá, Jean-Luc Pepin54.

5. LAS RELACIONES CON CHECOSLOVAQUIA.

Durante la administración Trejos Fernández se reactivaron las relaciones entre Costa Rica y Checoslovaquia, que estaban suspendidas de hecho desde el advenimiento del régimen socialista en Praga. En abril de 1969 el gobierno costarricense concedió el exequátur al señor Vit Rysanek como Cónsul General de Checoslovaquia en nuestro país55.

6. LAS RELACIONES CON ESPAÑA.

En 1966 visitó Costa Rica una misión española interesada en el desarrollo pesquero en la costa del Pacífico56.

En enero de 1967 la Asamblea Legislativa aprobó el convenio de cooperación social suscrito en San José entre Costa Rica y España el 15 de abril de 196657.

51 Ibid., pp.62 y 242.52 Ibid., p. 181.53 Ibid., p. 213.54 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto 1968-1969, sin paginación continua. Citada en lo sucesivo como Memoria

1969.55 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., p. 62.56 Ibid., p. 167.57 Ibid., p. 62.

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7. LAS RELACIONES CON LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.

El 16 de junio de 1966 Costa Rica y los Estados Unidos firmaron en San José un acuerdo de asistencia sobre alimentación escolar. Al día siguiente se suscribió un acuerdo con la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos para extender el programa de desarrollo de localidades a la provincia de Limón58.

Del 27 al 31 de enero de 1968 visitó Costa Rica el Subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos de los Estados Unidos de América, Covey T. Oliver59.Del 3 al 6 de junio de 1968 el Presidente Trejos efectuó una visita a los Estados Unidos de América, en compañía del Canciller Lara y otros altos funcionarios. En Washington, el mandatario costarricense se entrevistó con el Presidente Lyndon Baines Johnson, el Secretario de Estado Dean Rusk y otras personalidades del gobierno americano, el Presidente del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento Robert McNamara y el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo Felipe Herrera. El 6 de junio, cuando don José Joaquín Trejos y sus acompañantes se hallaban todavía en Washington, fue asesinado en Los Ángeles el senador Robert F. Kennedy, lo cual obligó a cancelar la parte final del programa de la visita60.

El 22 de noviembre de 1968 el Canciller Lara y el Embajador de los Estados Unidos en Costa Rica, Clarence A. Boonstra, suscribieron en San José un acuerdo sobre garantías de inversión61.

El 6 de marzo de 1970 el canciller Lara y el Encargado de Negocios a. i. de los Estados Unidos en Costa Rica, Sandy M. Pringle, suscribieron un canje de notas relativo a la importación de carnes costarricenses a ese país62.

8. LAS RELACIONES CON FINLANDIA.

Durante la administración Trejos el Gobierno de Finlandia acreditó por primera vez un representante diplomático en Costa Rica. El 26 de abril de 1967 presentó credenciales como concurrente en San José el Embajador finlandés en Bogotá, Kai Somero63.

58 Ibid., p. 180.59 Ibid., p. 213.60 Ibid., pp. 228-231.61 Memoria 1969, sin paginar.62 Memoria 1970, sin paginar.63 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., pp. 62 y 167.

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9. LAS RELACIONES CON FRANCIA.

El 8 de marzo de 1968 se inauguró en San José el Liceo Franco-Costarricense, establecido mediante un acuerdo con el Gobierno francés64.

10. LAS RELACIONES CON GRAN BRETAÑA.

En noviembre de 1968 Costa Rica y Gran Bretaña efectuaron un canje de notas para la recíproca supresión de visas65.

11. LAS RELACIONES CON GRECIA.

Durante la administración Trejos el gobierno de Grecia acreditó por primera vez un embajador concurrente en Costa Rica. El 7 de setiembre de 1966 presentó credenciales al Presidente Trejos el embajador griego Pierre Coladeras66.

12. LAS RELACIONES CON ITALIA.

El 1º de junio de 1966 Italia y los países de América Latina, entre ellos Costa Rica, suscribieron en Roma el convenio constitutivo del Instituto Italo-Latinoamericano, con sede en esa ciudad. Costa Rica aprobó el convenio de Roma en octubre de 196667.

En 1966 visitó Costa Rica una misión italiana de buena voluntad, encabezada por el senador Antonio Pecoraro68.

13. LAS RELACIONES CON LIECHTENSTEIN.

El 24 de noviembre de 1966 Costa Rica y Liechtenstein, representado por Suiza, efectuaron un canje de notas para la recíproca supresión de visas69.

14. LAS RELACIONES CON NORUEGA.

En enero de 1969 Costa Rica y Noruega efectuaron un canje de notas para la recíproca supresión de visas70.

64 Ibid., pp. 61 y 214 .65 Ibid., pp. 62 y 242.66 Ibid., pp. 62 y 167.67 Ibid., pp. 62 y 182.68 Ibid., p. 167.69 Ibid., pp. 62 y 182.70 Ibid., pp. 62 y 242.

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15. LAS RELACIONES CON LA SANTA SEDE.

En 1966 visitó Costa Rica el Cardenal Maurice Roy, Arzobispo de Quebec y Presidente de la Comisión Pontificia “Justicia y Paz”71.

En mayo de 1969 visitó la Santa Sede el doctor don Alexis Agüero Soto, como Embajador en misión especial de Costa Rica. El Dr. Agüero fue recibido en audiencia privada por S. S. el Papa Paulo VI, a quien entregó un mensaje del Presidente Trejos Fernández72.

16. LAS RELACIONES CON SUECIA.

Del 28 de marzo al 1º de abril de 1967 visitó Costa Rica el Príncipe Carlos Gustavo, heredero del trono sueco73.

En noviembre de 1968 visitó Costa Rica una misión comercial sueca74.

17. LAS RELACIONES CON SUIZA.

En julio de 1966 la Asamblea Legislativa aprobó el acuerdo Jiménez-Jolles de 1965 sobre la protección y el fomento de las inversiones75.

El 17 de julio de 1966 Costa Rica y Suiza suscribieron en San José un acuerdo relativo a la creación de una escuela de instructores en mecánica agrícola con sede en la capital costarricense76.

El 24 de noviembre de 1966 Costa Rica y Suiza efectuaron un canje de notas para la recíproca supresión de visas77.

V. LAS RELACIONES CON LOS PAÍSES AFRICANOS Y ASIÁTICOS.

1. LAS RELACIONES CON LA REPÚBLICA DE CHINA.

En octubre de 1966 Costa Rica ratificó el convenio cultural Oduber-Hsu de 196478.

71 Ibid., p. 214.72 Ibid., pp. 62 y 234.73 Ibid., p. 167.74 Memoria 1969, sin paginar.75 Memoria 1967, p. 20.76 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., p. 180.77 Memoria 1967, f. 156.78 Memoria 1967, f. 162.

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En febrero de 1968 visitó Costa Rica el Viceministro de Relaciones Exteriores de la República de China, Sampson C. Chen. Durante su estadía en San José, el Vicecanciller chino condecoró al Presidente Trejos al Canciller Lara, al Vicecanciller Dobles y a otros funcionarios del gobierno costarricense79.

En abril de 1968 el Canciller Lara visitó la República de China y se entrevistó con el Presidente Chiang Kai-shek y el Canciller Wei Tao-ming. Durante la estadía del Ministro costarricense en Taipéi se efectuó el canje de ratificaciones del convenio Oduber-Hsu80.

2. LAS RELACIONES CON LA REPUBLICA DE COREA.

El 29 de julio de 1966 el Canciller Lara y el doctor Chun Suk Auh, Embajador de Corea en Costa Rica, suscribieron un convenio cultural81.

3. LAS RELACIONES CON LA INDIA.

En octubre de 1967 visitó Costa Rica el señor Banner Jeen, enviado del Presidente de la India, en compañía del cónsul de ese país en Nueva York, R. A. Allan Nazareth82. Esta fue la primera misión oficial enviada a Costa Rica por la India.

4. LAS RELACIONES CON ISRAEL.

En 1966 el gobierno de Israel decidió establecer una embajada con sede en Costa Rica. El 7 de diciembre de 1966, el primer embajador israelí residente en San José, Walter Abeles, presentó cartas credenciales al Presidente Trejos83.

En abril de 1968 Costa Rica e Israel efectuaron un canje de notas para la recíproca supresión de visas84.

5. LAS RELACIONES CON EL JAPÓN.

En abril de 1968 el Canciller Lara efectuó una visita al Japón. Durante su estadía en Tokyo, el Ministro Lara fue recibido por el Emperador Hirohito y el Canciller Takeo Miki. La visita permitió lograr un acuerdo para el envío de inspectores sanitarios japoneses a Costa Rica, a fin de que examinaran la posibilidad de levantar la prohibición existe en el Japón para importar banano costarricense, debido

79 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., p. 213.80 Ibid., p. 224.81 Memoria 1967, pp. 18-19.82 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., p. 212.83 Memoria 1967, f. 56.84 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto 1968-1969, sin paginación continua. Citada en lo sucesivo como Memoria

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a la plaga de la mosca del Mediterráneo. La gestión dio satisfactorios resultados y posteriormente se logró abrir el mercado japonés a la producción bananera costarricense85.

VI. LA POLÍTICA MULTILATERAL.

1. PRESENCIA DE COSTA RICA EN EL SISTEMA INTERAMERICANO.

1. SISTEMA INTERAMERICANO.

A. LA III CONFERENCIA EXTRAORDINARIA INTERAMERICANA.

En marzo de 1967 se celebró en Buenos Aires la III Conferencia Extraordinaria Interamericana, en la cual se aprobó el Protocolo de Buenos Aires de 1965, que reformó la Carta de la OEA para permitir a esta actuar con mayor flexibilidad86. La delegación costarricense fue encabezada por el Canciller Lara 87. Costa Rica ratificó el Protocolo en febrero de 1968.

C. LA XI REUNIÓN DE CONSULTA Y LA CUMBRE DE PUNTA DEL ESTE.

En 1967 se celebró la XI Reunión de Consulta de los Cancilleres, en la cual se aprobó el temario que habría de servir de base a la Declaración de Punta del Este. Costa Rica estuvo representada por el Canciller Lara88.

Con base en una iniciativa planteada en marzo de 1966 por el Presidente argentino Illia, y apoyada por los de Chile y los Estados Unidos de América, en abril de 1967 se celebró en Punta del Este, Uruguay, loa reunión de Presidentes y Jefes de Gobierno de América, a la cual asistió el Presidente Trejos, quien pronunció un extenso discurso en el plenario89. El 14 de abril todos los gobernantes presentes, con excepción del de Ecuador, firmaron la Declaración de Punta del Este, en la cual se consagró un programa de acción para lograr la integración económica latinoamericana, promover el desarrollo, limitar los gastos militares, etc. 90

85 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., pp. 224-225.86 Memoria 1967, p. 15 y fs. 145-149.87 Ibid., f. 230.88 Ibid., pp. 14-15.89 Ibid., p. 137-144.90 Ibid., p. 15 y fs. 105-136.

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D. LA REUNIÓN DE CANCILLERES ALALC-MERCOMÚN.

En setiembre de 1967 se celebró en Asunción una reunión de cancilleres de los países miembros de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio con los de los países centroamericanos. En la reunión se acordó crear una Comisión Coordinadora ALALC-MERCOMÚN, prevista en la Declaración de Punta del Este91.

E. LA XII REUNIÓN DE CONSULTA.

En setiembre de 1967 se celebró en Washington la XII Reunión de Consulta de Cancilleres de la OEA, convocada para examinar el apoyo de Cuba a movimientos subversivos en Venezuela y Bolivia. La Reunión condenó enérgicamente a Cuba92.

F. ELECCIÓN DEL NUEVO SECRETARIO GENERAL DE LA OEA.

En 1968 se efectuó la elección de los nuevos Secretario General y Secretario General Adjunto de la OEA. Para el primero de esos cargos, Costa Rica apoyó al candidato presentado por el Gobierno de Panamá, Eduardo Ritter, pero fue elegido el ex Presidente ecuatoriano Galo Plaza Lasso. Para la Secretaría Adjunta se respaldó al candidato salvadoreño, Miguel Rafael Urquía, que fue elegido. En agosto de 1968 ambos funcionarios efectuaron una visita conjunta a Costa Rica93.

G. VISITA DEL PRESIDENTE TREJOS A LA SEDE DE LA OEA.

En junio de 1968, durante su viaje a Washington, el Presidente Trejos Fernández visitó la sede de la OEA. Y pronunció un discurso en una sesión especial del Consejo de la Organización. Durante la visita se depositó el instrumento de ratificación del Protocolo de Buenos Aires94.

H. LA CONFERENCIA INTERAMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS.

En noviembre de 1969 se celebró en San José la Conferencia Interamericana sobre Derechos Humanos. Al término de la reunión se suscribió la Convención Interamericana de Derechos Humanos o Pacto de San José, en la cual se consagraron los derechos civiles y políticos y se acordó crear la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en la capital costarricense. Costa Rica fue el primer país que ratificó la Convención y que aceptó la jurisdicción obligatoria de la Corte95.

91 Ibid., pp. 219-220. 92 Ibid., p. 64.93 Memoria 1969, sin paginar.94 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., p. 64.95 Ibid., p. 66.

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C. INCORPORACION DE TRINIDAD Y TOBAGO A LA OEA.

Costa Rica apoyó el ingreso de Trinidad y Tobago a la OEA. El país antillano fue admitido en la Organización en febrero de 196796.

E. COMISION INTERAMERICANA DE MUJERES.

En 1966 la costarricense doña Margarita Ortiz de Macaya fue elegida como Presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres97.

F. DESARME.

El 14 de febrero de 1967 Costa Rica suscribió en la ciudad de México el tratado de Tlatelolco un tratado para proscribir las armas nucleares en América Latina, que ratificó en 197298.

1. PRESENCIA DE COSTA RICA EN LAS NACIONES UNIDAS.

A. XXIª ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS.

En setiembre de 1966 se inició en New York la XXIª Asamblea General de las Naciones Unidas. Costa Rica fue elegida para una de las Vicepresidencias de la Asamblea99. La delegación costarricense fue encabezada por el Canciller Lara 100, quien el 28 de ese mes pronunció un discurso en el plenario de la Asamblea, en el cual reiteró la propuesta formulada en 1965 por Costa Rica para la creación de un Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y se refirió a varios temas internacionales de actualidad 101:

“Señor Presidente:

Comienzo, señor, expresándoos mis felicitaciones muy cordiales por vuestra elección como Presidente de la XXI Asamblea General de las Naciones Unidas y formulando los mejores votos por el cabal éxito de vuestro mandato, seguro como estoy de que vuestra reconocida capacidad y vuestros dotes morales e intelectuales garantizan a todos los pueblos y gobiernos aquí representados, la imparcialidad en la conducción de los debates y la sabiduría en la solución de todos y cada uno de los problemas que debáis afrontar.

96 Memoria 1967, p. 9.97 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., p. 64.98 Ibid., p. 65.99 Memoria 1967, p. 8.100 Memoria 1967, p. 7.101 Memoria 1967, fs.. 96-102.

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Y aprovecho la oportunidad para expresar asimismo nuestro reconocimiento y sincera admiración al Excelentísimo Señor Amintore Fanfani, por la brillante y singular distinción con que condujo a feliz término los trabajos de la Asamblea General durante su vigésimo periodo de sesiones.

Señor Presidente, en esta época vertiginosa de la vida de las Naciones, en que los acontecimientos más extraordinarios se suceden unos a otros ofreciendo en ocasiones motivos de íntima satisfacción a los hombres por el progreso alcanzado en las artes y las ciencias y el dominio creciente que ejercen sobre la materia; y produciendo en otras angustias y congojas por dolorosas alteraciones de la paz, la Organización de Naciones Unidas viene a constituir para la humanidad entera la mejor y quizás la única esperanza que tiene de encontrar el camino firme que la conduzca a días de mayor tranquilidad y bienestar.

Como representante del pueblo de Costa Rica en esta oportunidad excepcional, siento el deber y la complacencia de rendir el homenaje de legítimo y merecido reconocimiento, a los estadistas de amplia y clara visión que pusieron los cimientos de esa magna comunidad de pueblos cuando aún no había cesado al cruento sacrificio de vidas en aquella hora triste de la historia del hombre. Movidos por el idealismo y la fe en los valores íntimos del ser humano de todas las razas, de todos los continentes, de diferentes raíces sociales, aquellos a quienes se llama con sobrada razón “Padres de la Carta”, crearon este Organismo en nombre de los pueblos que representaban, “para preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra; para reafirmar la fe en lo derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas; para crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho internacional, y para promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad”.

Esos hermosos pensamientos encarnan la suprema aspiración de las almas nobles y deben constituir el lábaro que guíe a los hombres en esta segunda mitad del siglo XX, y han venido a ser ya realizaciones positivas en buena parte: conflictos que en otras épocas hubieran producido sufrimientos indecibles de la humanidad, han encontrado solución al amparo de las deliberaciones y de la acción de este Cónclave de naciones y de sus órganos ejecutivos; pueblos que venían contenidas sus ansias de libertad y de independencia, alcanzaron el reconocimiento de su soberanía como estados libres gracias a la intervención y a la ayuda de las Naciones Unidas; guiados por el calor y la luz de los principios e ideales que dieron nacimiento a esta Organización mundial, las naciones de más poderoso desarrollo económico y cultural ofrecen hoy el apoyo de sus recursos humanos, técnicos y financieros para que las comunidades más débiles encuentren el camino del fortalecimiento de sus economías y el mejoramiento de las condiciones de vida de sus pobladores.

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A este respecto quiero hacer un paréntesis para expresar la más calurosa bienvenida al nuevo estado de Guayana, que ha venido a formar parte de nuestra comunidad internacional. Nos complace sobremanera recibir al mismo tiempo a un país que es parte de nuestra región y con el que esperamos cultivar las más cordiales relaciones y amplia cooperación. Van nuestros mejores deseos para esa joven nación augurándole un futuro brillante.

Sin embargo, estamos lejos de haber logrado los propósitos de la Carta en la extensión y profundidad en que deben serlo. Cargados nubarrones continúan amenazando la paz del mundo. La sangre del hombre sigue derramándose aquí y allá, en defensa de la libertad y de la Patria, en uno y en otro hemisferio. La humanidad no ha sabido conquistar todavía las bendiciones de la paz y el hombre de la Era Espacial y del Siglo de los más asombrosos e increíbles progresos científicos y técnicos no ha logrado elevar su espíritu a las regiones en que el respeto al derecho ajeno y la fe y la confianza en los principios que dieron fundamento a nuestra Organización sean los elementos determinantes del quehacer humano.

Todavía debemos luchar muchas veces- desgraciadamente- con las armas en la mano, en defensa de la libertad y de la dignidad humana.

Tampoco hemos sabido llevar en la medida adecuada a los pueblos necesitados los medios que les permitan disfrutar de los goces mínimos que el progreso de las artes y las ciencias conceden a las naciones de mayor desarrollo. Hay miseria en el mundo; hay hambre en muchos pueblos de la tierra; faltan los más elementales sistemas de sanidad en infinidad de comunidades; y el analfabetismo es plaga que, a estas alturas de la civilización, no ha logrado desterrar la humanidad sino en limitadas regiones.

Ardua labor queda por delante a la Organización de las Naciones Unidas. Es preciso apagar las llamas de los incendios locales antes de que las chispas lanzadas por ellas puedan producir una conflagración que envuelva a todos los hombres. Es preciso evitar, que allí donde existe un conflicto reprimido, sea éste racial, social, económico o de soberanía, estalle una nueva conflagración que más tarde pueda extenderse hasta alcanzar límites apenas imaginados. Pero es necesario evitar el estallido, sin que la solución implique el más leve desconocimiento de los principios fundamentales que sirven de asiento firme a la Organización de las Naciones Unidas: al condenar la monstruosidad de la guerra, no podemos ni debemos olvidar que la paz verdadera no existirá en la tierra si no tiene por base la justicia hacia los pueblos y hacia los hombres y el respeto a la dignidad humana.

Mi país, que mantiene una firme tradición democrática y de respeto a los derechos humanos del individuo, y que a lo largo de su historia ha logrado vivir en paz, se permite unir su voz a la de aquellos grandes conductores espirituales que han hecho un llamamiento supremo a todos los pueblos para que, aunando esfuerzos y voluntades y deponiendo intereses secundarios, en una acción conjunta logren dar fin al doloroso conflicto de Vietnam, en

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condiciones que garantice el libre ejercicio del derecho de determinación a su pueblo, víctima por tantos años de la agresión de sus vecinos del Norte.

Al Gobierno de Costa Rica le ha producido gran satisfacción el propósito declarado por el Gobierno de los Estados Unidos de América, de iniciar conversaciones que puedan conducir a la solución del conflicto, con base en los acuerdos de Ginebra de 1954 y 1962, y dentro de las líneas de esa Conferencia, o de aquella otra que proponen organizar las naciones de Asia, y se complace en manifestar su franca adhesión a esa línea de conducta. Y al satisfactorio plan presentado a esta Asamblea por el Embajador Goldberg para poner fin al conflicto de Vietnam.

Pero no es ese el único conflicto que divide a los hombres. Los azares de la guerra última y su secuela, dividieron a pueblos y naciones que formaron antes un solo Estado y anhelan lograr de nuevo su unificación. No podemos si debemos continuar indiferentes ante esas situaciones, que son fuente de posibles y peligrosos conflictos futuros. Los pueblos sienten anhelos colectivos, que merecen tanto respeto y consideración como las ansias espirituales de los hombres libres. No podemos, sin menoscabo de los principios básicos del derecho de las naciones, continuar cerrando los ojos ante esas situaciones. La Carta de San Francisco prevé los medios pacíficos que puedan llevar de nuevo a la unión de esos pueblos y la Organización tiene plena autoridad moral para iniciar procedimientos capaces de lograr esa finalidad. Me refiero en particular a los problemas de Alemania y de Corea. Debemos procurar que en el ejercicio del derecho básico de amplia y libre determinación, la culta nación alemana, hoy dividida y parcialmente ocupada, resuelva el problema de su reunificación e ingrese a este conglomerado de países, para contribuir al mantenimiento de la paz y a la realización de los otros nobles ideales de nuestra Organización, y no debemos escatimar esfuerzos para lograr que el pueblo coreano, de tan larga tradición cultural, alcance en un futuro cercano la unión de su pueblo y de su territorio para formar de nuevo un solo país capaz de desarrollar todo el potencial de sus recursos materiales y de sus reservas espirituales. El derecho de autodeterminación corresponde a todos los pueblos, y no debe ser negado a aquellos que se encuentran privados del ejercicio pleno de su nacionalidad.

Nuestro objetivo, señor Presidente, es la Paz, y debe ser la Paz, como base indispensable y medio único de acabar con la miseria y de levantar el nivel de vida de los pueblos del mundo agobiados hoy por el hambre, la incomprensión, la intolerancia, y la falta de justicia social.

Dentro de ese mismo orden de ideas nos continúa preocupando el problema social y político, cada día más agudo, que ha creado la política del Apartheid que mantiene el Gobierno de Sudáfrica, y su persistencia en continuarla y reforzarla, Costa Rica ha trabajado con fervor y devoción en el Comité Especial sobre Políticas de Apartheid de Sudáfrica y desea dejar constancia, una vez más, de su repudio total a esa política y a la doctrina que la sustenta, así como expresar la esperanza de que esa fuente de discordia y

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malestar desaparezca pronto para satisfacción y tranquilidad de las Naciones amantes de la paz.

Mi delegación considera que es un derecho esencial del hombre recibir un trato igual al de sus semejantes, y un derecho de las diferentes nacionalidades conservar su identidad y mantener sus costumbres y tradiciones, sin que pueda encontrarse justificación a las medidas legislativas o políticas, resabio de épocas pasadas ya felizmente superadas de la historia social, que niegan esos derechos a las minorías.

La Organización de las Naciones Unidas debe continuar propulsando toda medida que tienda a fortalecer el reconocimiento y la salvaguardia de esos y otros derechos humanos, y hemos de esperar que acoja la propuesta de mi país para la creación del Alto Comisionado o de un Tribunal Colegiado que tenga por misión la vigilancia del respeto y el afianzamiento de los postulados de la Carta y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en este esencial aspecto del convivir social.

Otro campo de acción de las Naciones Unidas, en que no debe desmayar el esfuerzo colectivo, es la ayuda al desarrollo económico de las comunidades.

Las limitaciones de su población y de sus recursos, no permiten que Costa Rica participe, si no es en muy pequeña escala, en los esfuerzos financieros que requieren los vigorosos programas de desarrollo locales o nacionales, que deben proseguirse en acción de conjunto total o parcial para llevar a los seres de las más apartadas regiones, las bendiciones de la cultura, del progreso social y del desenvolvimiento económico. Pero dentro de esas limitaciones y siguiendo los ideales de la Carta de San Francisco y de aquellas otras que la precedieron o la completaron, mi país ha venido dando aplicación, con la ayuda de naciones amigas, a tan nobles postulados, llevando cada día un poco más de bienestar a sus pueblos y espera celebrar en 1969 el centenario de la Educación Primaria Gratuita y Obligatoria, erradicando completamente el analfabetismo en toda la extensión del territorio nacional.

No he de terminar esta breve intervención, Señor Presidente sin formular un cordial y respetuoso llamamiento a los países de nuestro Continente hoy distanciados por diversos motivos, para que solucionen sus diferencias dentro de un espíritu de las más elevada comprensión y animados del loable propósito de contribuir a establecer una era de tranquilidad y armonía en este atribulado mundo; y sin transmitir a nuestro ilustre Secretario General una atenta y sentida instancia para que acceda al deseo unánime de que continúe desempeñando el cargo que tan digna y eficientemente ejerce. Las virtudes de varón justo, sabio y prudente que lo distinguen, permiten confiar que de esa manera podrá proseguir esta Organización la ardua tarea de buscar la felicidad de los pueblos por el camino de la Paz.

Gracias Señor Presidente.”

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Entre los principales temas tratados por la XXIª Asamblea General figuraron los siguientes:

a) Segregación racial en Sudáfrica: Costa Rica participó activamente en el Comité Especial de Nueve Miembros creado por las Naciones Unidas para combatir y condenar el apartheid 102.

b) Situación de África del Sudoeste: Costa Rica mantuvo el derecho del pueblo de ese territorio a la autodeterminación, frente al derecho de conquista alegado por Sud África 103.

c) Proyectos de convenciones sobre Derechos Humanos: En diciembre de 1966, después de varios años de estudio y discusión, la Asamblea General aprobó proyectos de convenciones sobre Derechos Humanos y un protocolo adicional a ellos. Costa Rica fue el primer país de las Naciones Unidas en suscribirlos 104.

Costa Rica también apoyó resoluciones dirigidas a la creación de una Organización de las Naciones Unidas para el desarrollo industrial y la condenatoria de toda intervención no deseada, incluyendo la propaganda 105, y las propuestas de resolución sobre operaciones militares para el mantenimiento de la paz y de declaración sobre no intervención y no proliferación de armas atómicas 106,

B. XXIIª ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS.

En setiembre de 1967 se inició en New York la XXIIª Asamblea General de las Naciones Unidas. La delegación costarricense fue encabezada por el Canciller Lara 107, quien el 28 de ese mes pronunció el siguiente discurso en el plenario:

“Señor Presidente:

El eminente estadista que accedió al deseo unánime de los miembros de esta Asamblea General expresado en las reuniones del período anterior, y continúa prestando sus servicios a la humanidad como Secretario General de nuestra Organización, manifestó en un importante discurso pronunciado en la centenaria Universidad de Santiago de Chile a mediados del año último; “el futuro de las Naciones Unidas depende en grado considerable de las naciones pequeñas, de su sentido de responsabilidad, de su independencia y objetividad, de su devoción a los principios de la Carta, y ante todo, de su determinación colectiva de contribuir a atenuar y eliminar las peligrosas situaciones de tirantez que han afectado tan desfavorablemente las relaciones internacionales en los últimos veinte años…Para construir una paz duradera

102 Memoria 1967, pp. 10-11.103 Memoria 1967, pp. 10-11.104 Memoria 1967, pp. 10 y 12.105 Memoria 1967, p. 12.106 Memoria 1967, p. 13107 SÁENZ CARBONELL, El Canciller…, op. cit., pp. 193-201.

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es esencial un esfuerzo constante, año tras año, por parte de todas las naciones, grandes y pequeñas.”

Inspirado en esos pensamientos, que concuerdan con el criterio ya muchas veces expresado en esta misma tribuna por la representación de Costa Rica vengo de nuevo a reiterar la fe de mis compatriotas en los ideales de la Carta de San Francisco, la voluntad de mi patria de no desmayar en sus esfuerzos por contribuir a que esos ideales se conviertan en realidad viviente y nuestra esperanza de que llegará el día en que la paz reine en la tierra al aliviarse las tensiones internacionales y mejorarse la suerte de los hombres del mundo no desarrollado.

Alivio de las tensiones internacionales y mejora de las condiciones de vida de los sectores menos afortunados de la humanidad. Esos son los objetivos indispensables que deben alcanzarse para que puedan considerarse cumplidos los anhelos que dieron vida a esta Organización. Esos son los objetivos que debemos perseguir, un año y otro año sin pausa y sin desmayo, porque bien sabemos que no son fáciles de alcanzar.

Al mirar hacia atrás para establecer el balance del año último, no resulta alentador en verdad el recuento de los éxitos logrados. Por el contrario, cabría decir que el periodo transcurrido desde la última Asamblea hasta hoy es un periodo triste en la historia del mundo, un periodo que cierra con un balance negativo para las Naciones Unidas porque los avances logrados en algunos campos han sido contrarrestados con el estancamiento y aún el retroceso, en otros aspectos de las relaciones entre las naciones y lo que es más importante aún, de las relaciones entre los hombres.

No lleva aliento al ánimo, ciertamente, confirmar que la sangre continua corriendo en la península de Vietnam, y las bombas cayendo sobres sus vías de comunicación y sus instalaciones industriales a pesar de la promesa hecha por la poderosa nación que atendió el llamado de apoyo del gobierno de Vietnam del Sur, de poner fin a los bombardeos tan pronto haga saber el gobierno de Hanói que dará término a su vez al apoyo que presta a los guerrilleros que tratan de destruir el sistema democrático establecido al Sur del paralelo 17.

Ni conduce al optimismo la situación de persistencia y agravamiento de la política racista del gobierno de la República Sudafricana, que no presta atención alguna al llamado de las Naciones Unidas y de los hombres de buena voluntad del mundo entero que demandan un cese inmediato de las prácticas muchas veces condenadas del apartheid, y no da la más leve demostración de que se propone modificar o atenuar siquiera las leyes o reglamentos que la conciencia de la humanidad no puede considerar aceptables en este último tercio del siglo en que vivimos.

Como no resulta tampoco grato al espíritu después de veinte años de existencia de nuestra Organización, un conjunto de Estados Miembros niega el derecho a la existencia de otro Estado Miembro y desconoce su status

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jurídico de persona soberana de derecho internacional, mientras éste- que surgió de un acuerdo de la Asamblea General de las Naciones Unidas -, hace irrisión de otro acuerdo de este mismo órgano y dispone a su voluntad de territorios en que tiene derecho a hacer conocer su voluntad la comunidad internacional, por el carácter sagrado que les conceden más de mil millones de seres humanos.

Como viene a ser igualmente desalentador que a pesar de todas las promesas y todos los esfuerzos, continúe ahondándose la diferencia entre los pocos países ricos y los muchos países pobres como resultado de una relación de intercambio comercial cada día más favorable para aquéllos por la elevación constante de precios los productos manufacturado, y perjudicial para los últimos por la caída también constante de precios de sus productos básicos de exportación.

Pero esos son, precisamente, los retos que debemos encarar, los retos que constituyen la esencial razón de ser de nuestra Organización.

Con fe debemos encararlos, porque las Naciones Unidas, como dijo el esclarecido varón que es jefe espiritual de millones de hombres - Su Santidad Paulo VI - constituyen hoy la última esperanza de la humanidad.

Y la esperanza, como anhelo que encuentra sus raíces en el alma humana, debe acompañar al hombre hasta el último día de su existencia.

Debemos hacer un esfuerzo supremo para poner fin al conflicto Vietnam y llevar las bendiciones de la paz y del progreso a aquella sufrida región del Asia. No podemos, como miembro de la entidad que nació de la resolución de preservar a las generaciones de hoy del flagelo de la guerra, continuar indiferentes ante una situación de guerra que se prolonga ya por demasiados años. Tanto menos, cuando es un hecho por nadie negado, que las tres potencias nucleares de mayor población aumentan cada día el apoyo que prestan a los gobiernos de la península, ya sea con fueras armadas, ya con artefactos de guerra cada vez más avanzados y mortíferos o bien mediante ayudas financieras de creciente cuantía. Elementos todos que pueden conducir, por su propio peso, al desbordamiento del conflicto en forma que rebase los límites geográficos limitados en que se mantiene, llevando al mundo al borde de la guerra nuclear que traería la destrucción inevitable de la civilización a tan alto precio construida por más de cien generaciones. Anhela el gobierno de Costa Rica, que haciendo uso de los canales normales que orece nuestra Organización, o por los otros sutiles medios que abre la presencia de los distinguidos estadistas que concurren a esta Asamblea, pueda iniciarse el diálogo final que conduzca a la terminación del conflicto y permita al pueblo subvietnamita escoger su propio destino por las vías amplias de la consulta democrática, libre de toda presión o interferencia abierta u oculta de cualquier país o potencia.

Debe también esforzarse esta Asamblea por encontrar la fórmula difícil, pero necesaria, que asegure un paz permanente en la región del Medio

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Oriente, poniendo término a la guerra no declarada que ha tenido por teatro esa misma zona, con intermitencias, durante toda la vida de nuestra Organización. El correr del tiempo no será bálsamo que restañe las heridas, porque son muy hondas las pasiones y muy grandes los intereses que podrían aprovecharse de ellas, en un juego político de dimensiones mundiales, para desatar de nuevo el conflicto. No es imposible esperar, por otro lado, que la consideración serena de los hechos y de las circunstancias, permita a los esclarecidos dirigentes que tienen la responsabilidad de velar por el destino de esos pueblos, encontrar el término medio de la solución justa que establezca condiciones de paz en donde hasta ahora se ha vivido en un estado de guerra. Ha terminado ya el fragor de las batallas, se ha desvanecido el humo de la pólvora que empaña el horizonte, y con mayor claridad pueden ver ahora en donde está la solución que asegure las mejores ventajas permanentes a sus pueblos. Seguimos considerando que en sus líneas generales la fórmula presentada por las delegaciones del Grupo Latinoamericano en el último periodo de sesiones extraordinarias de emergencia ofrece las mejores posibilidades para una solución transitoria que conduzca a una solución definitiva de los añejos problemas de Medio Oriente.

Peligrosa en extremo es también la situación que continúa prevaleciendo en el África Meridional a la que ya tuve oportunidad de referirme durante el debate general de nuestro anterior periodo de sesiones ordinarias, y que luego expuse sucintamente a la Asamblea Legislativa de mi país en los siguientes términos: “La política de discriminación racial que mantienen algunos gobiernos de África Meridional y se agudiza en extremo en la República de Sudáfrica viene siendo condenada por las Naciones Unidas desde los primeros días de su existencia y ha dado lugar a una serie ya muy numerosa de resoluciones en que se pide su abandono. Riñen, en verdad, esas prácticas de separación y trato diferente entre los hombres por la razón única del color de la piel y el origen étnico, con los más fundamentales derechos del hombre y los principios que sirven de base al concepto mismo de la democracia; y vienen a constituir hoy un fenómeno peligroso, que algún día puede provocar un choque armado de proporciones gigantescas entre los hombres de distintas razas que habitan el Continente Africano. Costa Rica ha mantenido constante apoyo a las propuestas encaminadas a condenar esas prácticas inhumanas y a pedir a los gobiernos su abandono, y ha puesto todo esfuerzo a favor de tan noble causa desde el cargo que ocupa en el Comité Especial de Nueve Miembros creados con ese propósito.

La actitud del Gobierno de la República de Sudáfrica con respecto al territorio de las antiguas colonias alemanas del África Sudoccidental crea otro de los graves problemas que confrontan las Naciones Unidas, al negarse aquel gobierno a reconocer la autoridad de la Organización para dar por concluido el mandato que le había confiado a la Liga de las Naciones y pretender que el territorio le pertenece por derecho de conquista. El conflicto institucional es de naturaleza muy grave, y la representación de Costa Rica ha hecho conocer su criterio resueltamente favorable a mantener el valor de los principios jurídicos que niegan la existencia del derecho de conquista en la época que vivimos y mantiene como esencial el derecho de todo pueblo a

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ejercer la libertad de determinación y a vivir una vida independiente cuando quiera que lo resuelva la mayoría en votación libre”.

La situación no ha variado desde entonces, y mi Gobierno, que continúa considerándola como una de las más peligrosas para el futuro de amplios sectores de la raza humana, promete continuar prestando todo su apoyo en esta lucha por el respeto a los derechos humano, que no puede concluir sin la victoria de una causa tan noble.

Señor Presidente:

Al asistir por segunda vez a la iniciación de las sesiones de este augusto cuerpo he creído necesario exponer el criterio de mi gobierno sobre los tres grandes problemas que en estos momentos parecen comprometer en mayor grado la futura paz del mundo, por las posibilidades que ofrecen de comprometer un mayor número de países, y el peligro que presentan de dar origen, un día u otro a conflictos nacionales o internacionales de grandes proporciones. No son los únicos lugares de la tierra donde se vive una paz armada, una beligerancia disimulada. Pero son, hoy por hoy, los que constituyen mayor fuente de constantes choques y mayor peligro potencial de una hecatombe futura. He traído la voz de mi país, que ha hecho un culto de su amor a la paz y a la democracia, sin otro propósito que manifestar la solidaridad de un pueblo con los altos funcionarios de esta Organización que ponen todo su esfuerzo en apagar las llamas en donde quiera que surgen, y no escatiman energía en la búsqueda de soluciones aceptables que permitan a la humanidad contemplar con más tranquilidad su futuro inmediato.

Voy a permitirme ahora Señor Presidente, ocupar unos breves minutos adicionales a la atención de la Asamblea General, para referirme a otro de los grandes problemas, incruento éste, pero no menos trascendental, que debe continuar ocupando la atención de las Naciones Unidas. Es un problema que afecta directamente a mi país, y también a otros ochenta y cinco Estados Miembros de nuestra Organización. Me refiero a la situación de constante deterioro en la relación de intercambio entre los productos de las naciones llamadas “en proceso de desarrollo” y los que exportan a ellas las naciones industrializadas. Y permítame también que cite a este respecto frases que pronunció recientemente el Presidente de Costa Rica en presencia de los Jefes de Estado de veintiún países de América: “En verdad, -dijo el señor Trejos Fernández-, desarrollo y subdesarrollo más que otra cosa parece eufemismos con que la literatura económica de nuestros días ha querido mitigar la dramática realidad de la existencia de pueblos excesivamente ricos, a la par de pueblos excesivamente pobres, que no lo son por culpa propia sino por el juego de intereses económicos que están fuera de su dominio. Así como no se discute ya la necesidad de una acción social encaminada a evitar que existan disparidades abismales entre los ingresos de los habitantes de una nación, debemos luchar por que se atenúe la disparidad de los ingresos de los pueblos… Sobre este concepto deberían de asentarse la política de desarrollo y en general las relaciones entre los países desarrollados y los países en desarrollo. No aspiran éstos ciertamente a un reparto filantrópico

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de lo que podría llamarse la Renta Internacional. Aspiran a que se les brinde oportunidad de mejorar por sí mismos su condición. No dirigimos nuestro mensaje de países en desarrollo a los contribuyentes de los países industrializados sino a los consumidores de esos países. No aspiramos a que aquellos paguen más impuestos para que aumenten las ayudas oficiales a la política de desarrollo. No es una política de favoritismos la que pedimos. Es la oportunidad de especializar y mejorar nuestra producción y obtener de ella los ingresos que permitan a nuestros pueblos a vivir con decoros modestia, lo que reclamamos de los países que han alcanzado alto grado de desarrollo, la resolución firme de actuar íntegramente para lograr que los precios de los productos agrícolas y mineros alcancen niveles que mantengan paridad relativa con los precios crecientes de los bienes que la ciencia y la técnica ponen al servicio del hombre para hacerle más grata su vida, más fácil su tarea. En otras palabras, que si hemos de pagar altos los precios de estos bienes industriales que nuestros pueblos vehementemente reclaman con derecho para su mayor bienestar, proporcionalmente altos deben ser también los precios de productos de nuestro suelo y de nuestro trabajo que exportamos para pagar aquellos bienes”.

Las Naciones Unidas han venido laborando, a través de sus organismos especializados, por corregir mediante programas de desarrollo, el desequilibrio que existe y se agrava por causa del deterioro de los precios agrícolas. Pero esos programas están lejos de alcanzar el mínimum aconsejado del uno por ciento del Producto Nacional Bruto de las naciones industrializadas y se debilitan en alto grado por el servicio prematuro de intereses y amortizaciones a que se obligan los países receptores de los préstamos. Hemos visto por eso, con satisfacción las últimas resoluciones de Naciones Unidas que dan nacimiento a instituciones como la Organización para el Desarrollo Industrial y el Fondo para el Desarrollo de la Capitalización que vendría a completar la obra de la Conferencia de Comercio y Desarrollo, y abren mejores perspectivas para el mejoramiento de las condiciones económicas y sociales de los pueblos que aún no han alcanzado el nivel mínimo aceptable para el siglo en que vivimos.

En el campo de los Derechos Humanos, Costa Rica ha tomado siempre una participación activa, empeñándose sus delegaciones en llevar más adelante cada día los ideales de promover y hacer respetar aquellos derechos que son inherentes a la persona humana. Tuvo por eso gran satisfacción mi Gobierno al haber consignado, de primero, el nombre de Costa Rica al pie de los Convenios y Protocolos sobre Derechos Humanos aprobados en la última Asamblea General; y siente profunda complacencia de recordar que en el periodo que inicia éste conclave estudiará en su última fase el proyecto para la creación de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, sobre la base del proyecto que presentó Costa Rica en el vigésimo período de sesiones de la Asamblea. Mi gobierno quiere dejar constancia de la esperanza que abriga que ese importante cargo será creado durante este periodo de sesiones, no obstante los recelos y reticencias con que han visto el proyecto algunas delegaciones muy respetables.

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Debo dejar constancia también, Señor Presidente de la confianza firme de mi Gobierno de que el Tratado suscrito recientemente en Tlatelolco por las Naciones Latinoamericanas, como resultado en especial, de los esfuerzos persistentes de prominentes estadistas mexicanos, para la desnuclearización de la América Latina, constituya un modelo para la suscripción de convenios similares que conduzcan finalmente a la pronta y total desnuclearización del mundo, en forma que los progresos logrados con la descomposición del átomo sólo se utilicen para bien del hombre, y no para la destrucción de la humanidad. Mi Gobierno espera en particular, que los Gobiernos de otras regiones, y en especial los que ya poseen las armas nucleares, así como los que estén en condiciones de poseerlas en el futuro suscriban el Protocolo Adicional Segundo, para que el tratado alcance su completo valor y efectividad.

Antes de terminar, Señor Presidente, permítame que presente a usted mis felicitaciones por la merecida distinción de que lo hizo objeto esta Asamblea General al elegirlo su Presidente, señalando así los méritos que reconoce en usted, y dando énfasis al carácter de universalidad de nuestra Organización, abierta a los países de todos los sistemas e ideologías políticas, basada sobre los principios de unidad de la raza humana e igualdad de derechos de los Estados Soberanos. Y que deje constancia también de la satisfacción de mi Gobierno por la forma hábil, discreta, e inteligente en que dirigió los debates de los últimos periodos ordinario, especial y extraordinario del Excelentísimo señor Abdul Rahman Pazwak, y de la complacencia de que haya colaborado en esas importantes funciones, como Vice-Presidente de la Asamblea y miembro del Comité General nuestro Representante Permanente en esta Organización el Embajador Luis Demetrio Tinoco.

Concluyo, Excelentísimo señor Presidente, rindiendo mi homenaje de respeto al ilustre señor Secretario General, y formulando mis votos –que son los del Gobierno y pueblo de Costa Rica- por el buen éxito de las labores que iniciamos, y un futuro de paz, concordia y bienestar para todas las naciones que se han unido para ofrecer al hombre las bendiciones del progreso y del bienestar.”

C. XXIIIª ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS.

En setiembre de 1968 se inició en New York la XXIIIª Asamblea General de las Naciones Unidas108. La delegación costarricense prestó especial atención a los temas de Corea, la reserva exclusiva para fines pacíficos de los fondos marinos y oceánicos, los efectos de las relaciones atómicas, la eliminación de todas las formas de discriminación racial y la política de apartheid de la República de Sudáfrica, el mantenimiento de la paz cuestiones sobre comercio y desarrollo, la situación social en el mundo, la declaración sobre Desarrollo Social, la eliminación de todas las formas de intolerancia religiosa y

108 Memoria 1969, sin paginar.

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los derechos humanos y libertades fundamentales. Costa Rica también reiteró su propuesta de crear un Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos109.

D. XXIVª ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS.

En setiembre de 1969 se inició en New York la XXVª Asamblea General de las Naciones Unidas. La delegación costarricense fue encabezada por el Canciller Lara, quien el 3 de octubre pronunció en el plenario el siguiente discurso110:

“Señora Presidente:

Permitidme que de principio a mi intervención en este debate general, presentándoos el saludo respetuoso de la Nación costarricense que mira en vuestra elección al altísimo cargo de Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas un símbolo y un homenaje: un homenaje a vuestras elevadas prendas personales, que os permitieron conquistar laureles académicos no obstante las condiciones adversas que hacían difíciles vuestros afanes de superación, y desempeñar con la propiedad con que lo habéis hechos, los honrosos cargos que ocupasteis en anteriores reuniones de esta Organización Internacional; y un símbolo de los avances que ha logrado el permanente afán mantenido en las últimas décadas, por reconocer a la mujer idénticos atributos que al varón, iguales derechos que a éste, en todos los campos de la actividad humana, pública o privada. Constituyen vuestra elección además, el merecido tributo a una Nación, a un Continente y a una raza.

Representáis en esta Asamblea, señora, a una Nación que surgió a la vida a impulsos de un ansia de libertad, hace menos de 150 años, cuando llegaron a sus playas -en lo que hoy es vuestro santuario nacional- los primeros seres que pudieron llamarse hombres libres después de haber sufrido los rigores de la esclavitud. Y así, vuestra presencia en ese alto sitial. Simboliza también el anhelo de las Naciones Unidas, y la lucha constante de esta Organización y sus órganos especializados, por la abolición total, definitiva, permanente, en todos los ámbitos de la tierra, de aquélla arcaica y monstruosa institución que reconoce a unos hombres propiedad de otros hombres, con desconocimiento pagano de los derechos inmanentes, naturales e irrenunciables, que hacen de todo ser humano un igual de sus semejantes en dignidad y derechos, cualquiera que sea su raza, sexo, nacionalidad u origen social.

Costa Rica, señora Presidente, se siente orgullosa al recordar que en 1823 dio libertad a todas las personas sometidas a esclavitud en su territorio, y en 1888 reconoció a la mujer plena capacidad jurídica para sus actividades privadas, y 60 años después la admitió a todas las funciones políticas en perfecta igualdad con el varón. Por eso, al depositar su voto a favor de

109 SÁENZ CARBONELL, El Canciller… , op. cit., p. 243. 110 Ibid., pp. 244-254.

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vuestra elección, y al veros ocupado ese elevado cargo con la propiedad y la distinción con lo que hacéis, la Delegación de Costa Rica os saluda con íntima complacencia, y os presenta el testimonio de su más rendido homenaje, que lo es también para las mujeres del mundo hoy comparten con los hombres las responsabilidades de convertirlo en un hogar más feliz, menos angustiado y más prometedor para todos los seres que lo habitan.

Debo también, señora, rendir mi homenaje de emocionado recuerdo, en nombre de mi Delegación y de mi país, al Presidente de la Vigésima Tercera Asamblea General de las Naciones Unidas, el Licenciado Emilio Arenales Catalán, cuya irreparable pérdida cuando aún se encontraba en la plenitud de la vida no cesamos de lamentar. Fue el primer estadista nacido en el Istmo Centroamericano que mereció el honor insigne de ser elegido Presidente de esta Asamblea General, y si bien la cruel enfermedad primero, y la muerte después, segaron en ciernes la labor que iniciaba, sus palabras de aceptación del cargo resuenan todavía en esta sala, y señalan el camino que debemos transitar y la misión que estamos llamados a cumplir, en términos que no pierden actualidad. Avaladas por sus dotes excepcionales de estadista prominente y su gran experiencia en la obra que realiza esta Organización, debemos recoger sus palabras como un mensaje perdurable de imperecedero valor, que nos sirva a la vez del estímulo y de guía en el desempeño de las funciones trascendentales encomendadas a esta Asamblea y a cada uno de sus integrantes.

Sabido es que mi Gobierno, conocedor de las condiciones que adornaban en vida a Emilio Arenales y como homenaje fraternal a la República de Guatemala, se honró al proponerlo para la Presidencia de esta Asamblea, en un gesto natural de consciente centroamericanismo. Al realizar ese empeño lo hicimos con el entusiasmo que levanta un hombre que era sabido cumpliría cabal y fielmente su cometido y que sabría enaltecer al Istmo Centroamericano y a su Patria.

El Programa de labores adoptado por la Comisión General para este vigésimo cuarto período ordinario de sesiones es tan nutrido como el de los años más recientes, y refleja en la variedad de los temas que contiene, los múltiples y complejos problemas que aquejan todavía a la humanidad un cuarto de siglo después de haberse iniciado el proceso de creación de esta Organización bajo el marco inspirador de los jardines de Dumbarton Oaks, en un rincón del histórico barrio de Georgetown de la ciudad de Washington. Son los mismos problemas de la guerra y la paz que las Naciones Unidas ha venido abordando, a lo largo de los años, en su noble afán de asegurar a los hombres de todos los continentes, y de todas las razas un lote de mayor seguridad y felicidad, que el logrado en épocas precedentes. La lucha sostenida, y las conquistas alcanzadas, no han sido suficientes para dar solución permanente a los problemas. Pero ello, en vez de conducirnos al desánimo, debe construir un estímulo para proseguir, con acentuada dedicación y mayor energía, en la búsqueda de las fórmulas que traigan paz a las Naciones, serenidad a los espíritus, mejores condiciones de vida a los

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hombres que en las diferentes regiones de la tierra obtienen la participación más pequeña del Producto Nacional.

Contrista el ánimo, en verdad, considerar que todavía en esta época en que faltan escasos meses para que las Naciones Unidas completen su primer cuarto de siglo de existencia, continúe corriendo sangre de jóvenes en las márgenes del Jordán y del Menkong, del Níger y del Canal de Suez. Pero alienta el espíritu al recordar que en nuestra América dos Naciones hermanas han dado ejemplo al mundo de respeto a las decisiones de organismos creados con los mismos propósitos de las Naciones Unidas, al detener el fuego y retirar las tropas cuando así lo solicitó a sus Gobiernos la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Estados Americanos. Digna de ser recogida en las actas de esta augusta Asamblea es esa actitud loable de los Gobiernos de El Salvador y de Honduras, que sentaron un ejemplo al aceptar la invitación de nuestro Organismo Regional para que ordenasen la suspensión de las hostilidades y el repliegue de los ejércitos a sus acantonamientos habituales de tiempo de paz. Homenaje de reconocimiento y simpatía, tributo de admiración por haber sabido deponer las pasiones, sofrenar la exaltación de los sentimientos e inclinarse ante la resolución de un Organismo de Paz, merecen ambos Gobiernos hermanos, cuya actitud serena, hidalga y noble debería ser imitada cada vez que la amenaza o el flagelo de un conflicto bélico ponga frente a frente a dos o más Estados de nuestra Organización.

Muy escasos resultados favorables pueden anotarse en el año recién transcurrido en lo que respecta a los problemas de desarme. No es de sorprender que el balance del año cierre con un saldo escasamente positivo. Mientras mantengan posiciones que los coloquen unos frente a otros en el dilatado campo de la política internacional, los Estados de mayor poderío económico y militar no convendrán en una disminución de las fuerzas militares, ni en una reducción de gastos en los equipos y pertrechos que se producen con miras a la destrucción y la muerte. Con pesar debemos reconocerlo así. Con pesar, porque esos programas armamentistas constituyen por su propia esencia la razón poderosa del aumento de las tensiones, y porque las sumas astronómicas que se dilapidan en máquinas y pertrechos de guerra, son sumas que debilitan los programas que podrían formularse para conducir a los pueblos de todo el mundo a una era de mejor alimentación, mejores habitantes, vestidos más confortables, establecimientos de educación más numerosos y más completos, a una era, en fin, de menores congojas y de mayor felicidad para las personas.

Sólo debemos anotar con satisfacción que en América en virtud del Tratado de Tlatelolco que hace contados meses entró en vigor, se ha colocado a la mayor parte del territorio físico, y al mayor número de sus Estados, al margen de los terribles estragos que produciría el enfrentamiento de ejércitos previstos de armas nucleares de corto o de largo alcance. Esta primera victoria en los esfuerzos de las Naciones Unidas por la contención de la carrera emprendida para lograr mayores y más poderosos medios de destrucción, basta por sí sola para conceder al año 1969 un lugar destacado en la historia de la

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humanidad. Con singular complacencia, Costa Rica recoge los nombres de Tlatelolco y de los principales artífices de este instrumento singular de paz, para anotarlos en las columnas del Haber de nuestra Organización.

En grave erranza incurría quien creyese que al proscribir el uso de las armas atómicas de nuestro suelo latinoamericano, los hombres de esta porción del Continente, desconocemos o ignoramos la importancia que puede alcanzar el uso de la energía atómica o la fuerza nuclear para fines pacíficos de progreso y mejoramiento. Nos interesa, como a toda la humanidad, el éxito favorable de las investigaciones científicas que se realizan con esos propósitos, y nos llenan de fervor los pasos que está dando nuestra Organización para mantenerse informada de los adelantos hechos en el conocimiento de las contribuciones que pueden hacer la tecnología nuclear para el mejoramiento económico y científico de los países en desarrollo, así como para establecer un servicio internacional que permita realizar explosiones nucleares con fines pacíficos, bajo un control internacional adecuado. Son muy vastas, al parecer, las posibilidades que abre el dominio alcanzado sobre las fuerzas contenidas en el átomo, y resultan prometedoras de días mejores para los pueblos en desarrollo, las esperanzas que se ponen en la utilización de esas fuerzas para domeñar los ríos, arrasar las montañas, transformar los suelos y aliviar las más penosos enfermedades. La Delegación de Costa Rica toma nota de los halagadores progresos alcanzados en esta etapa de pasos iniciales sobre temas de tanta importancia, y promete su apoyo continuado a los esfuerzos que se realizan para darles mayor vigor y eficacia a los organismos especializados que se han creado o llegaren a crearse con esos propósitos.

Igual apoyo ofrece mi Delegación a los empeños que vienen haciéndose desde la Vigésima Segunda Asamblea General para conseguir que las riquezas minerales y de todo tipo existentes en el suelo y en el subsuelo del alta mar, sean consideraras como pertenecía común de la humanidad y explotadas en beneficio exclusivos de ella, para mejorar en especial la suerte de los pueblos menos desarrollados, reservándose el uso de aquéllas, por consiguiente, para fines pacíficos tan sólo. No escapan a nosotros los difíciles problemas de orden jurídico y financiero a que debe abocarse la Organización de las Naciones Unidas para encontrarles solución, al estudiar esa incitante propuesta. Pero no lo son, ciertamente más grandes ni más difíciles, que aquéllos que debieron resolver los hombres de ciencia, los técnicos y los navegantes que prepararon y lograron realizar el primer vuelo de la Tierra a la Luna. Con fe debemos continuar nuestros esfuerzos para resolver esos delicados problemas esperando que un día -ojalá no lejano- pueda la humanidad aprovechar las inagotables riquezas que parecen existir en los fondos marinos y oceánicos, y en el subsuelo de ellos, y ponerlas al servicio del mejoramiento de las condiciones de vida de los pueblos que están más necesitados por no haber alcanzado aún igual desarrollo económico que las naciones industrializadas.

El reconocimiento y la protección de los derechos humanos han sido motivo de permanente preocupación de esta Asamblea General, al que ha prestado

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Costa Rica en toda oportunidad los mayores esfuerzos de sus Delegaciones. Arrancamos quizás del período inicial de la Colonia en que llegaron a nuestros valles hombres que vivían el ideal igualitario y democrático de los poblados que se fundaron en el Valle del Duero con la expulsión de los moros, la Nación Costarricense ha mantenido permanente preocupación por el respeto a los derechos naturales, inmanentes e irrenunciables del hombre; y en toda época, conforme avanza el concepto de esos derechos, Costa Rica ha ocupado un lugar destacado entre los Estados que dictan leyes para protegerlos. Por derivación natural, en los programas de las Naciones Unidas sobre esta materia, también se ha preocupado Costa Rica por marchar en primera fila: fue el Estado que suscribió de primero, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Protocolo Facultativo de éste último. Fue también el primer Estado que ratificó dichos instrumentos, y el primero que depositó en la Secretaría General las respectivas ratificaciones. Estimamos que la paz social en cada una de las Naciones descansa esencialmente en el respeto efectivo de aquéllos derechos inmanentes del ser humano; y que ninguna obra de esta Organización tiene más profundidad y se proyecta más hacia el futuro, que sus esfuerzos repetidos por el reconocimiento contractual de esos derechos, y la ampliación del área de las relaciones humanos que cubren ellos. Nos preocupa, en razón de esas convicciones y de nuestro interés en esta materia que tanto atañe al bienestar de las grandes masas humanas, la lentitud de las ratificaciones de esos Pactos, cuya aprobación constituyó el más destacado acontecimiento de la Vigésima Segunda Asamblea General. Todos los esfuerzos de las anteriores Asambleas, la dedicación y el empeño de tantos estadistas eminentes que participaron en la preparación y elaboración final de aquéllos instrumentos del Derecho Internacional Moderno, resultaría baldíos, quedarían en la nada, si fuese imposible conseguir que los Gobiernos representados en nuestra Organización ratificaren por los trámites señalados en sus respectivas Cartas Fundamentales los Pactos que quedaron abiertos a la firma de los Estados a finales de 1967.

La creación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha venido siendo discutida durante largos años en esta Organización, a propuesta del Uruguay primero, y en los últimos períodos por iniciativa de la Delegación de Costa Rica. En la Agenda de esta reunión también se incluye el tema; y si bien en años anteriores no ha habido posibilidad de traerlo a votación en las plenarias de la Asamblea, alentamos la esperanza de que en este año el proyecto en su forma nueva pueda ser aprobado para que ese alto funcionario inicie a la brevedad, con la discreción y propiedad requeridas, su importante labor de vigilancia en lo que atañe al respecto a los derechos fundamentales del hombre.

Las resoluciones emitidas por la Asamblea General han dispuesto terminar con el mandato de la República de Sudáfrica sobre el África Sudoccidental, ahora llamada Namibia. Costa Rica ha sostenido la tesis de la falta de validez jurídica de dicho mandato y considera necesario que la Asamblea adopte una firme actitud ante la forma desdeñosa con que el gobierno sudafricano

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ha recibido los continuos llamamientos de la comunidad internacional en pro de la independencia de aquella nación.

Mi Gobierno mira con la mayor simpatía la iniciativa para convocar una conferencia sobre el Medio Humano para el año de 1972. Los graves problemas que presenta el cada vez más rápido crecimiento de la población mundial junto con el desequilibrio biológico de la naturaleza, producto de un incremento no regulado en el uso de la tecnología, son aspectos que deben interesar, por igual, a todos los pueblos de la tierra.

Creemos que el colonialismo o los resabios de éste todavía implican peligro para la paz y ante el serio problema social y político que presentan las poblaciones de estos territorios, enfáticamente apoyamos la labor que realizan las Naciones Unidas con respecto a la aplicación de la declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales. Esperamos ansiosos el día en que el colonialismo haya desaparecido de la faz de la tierra y que toda asociación territorial y política de las naciones sea producto de un proceso voluntario.

Grave e injusta es la situación en que se encuentran ciertas minorías étnicas y religiosas, cuyos derechos fundamentales son negados en algunas naciones. No podemos ignorar la situación de estos grupos humanos cuyo sufrimiento se acentúa, no sólo porque su libertad es coartada, sino porque son objeto algunas veces de cruel persecución. Urge una actuación más decidida por parte de las Naciones Unidas, y una mayor flexibilidad y un más profundo sentido del humanitarismo por parte de las naciones que alojan estas minorías. El derecho al culto, al libre movimiento, a la participación en el proceso político, a la tranquilidad y a la preservación en el proceso político, a la tranquilidad y a la preservación de costumbres e identidad cultural de las minorías, está garantizado en la Carta. Toda discriminación contra los seres humanos es odiosa y mi país la repudia por ser contraria a los principios en que se fundamente la dignidad del hombre.

Señores Delegados:

Si fuera necesaria una breve definición de lo que es la Organización de las Naciones Unidas habría que decir que es la primera, rudimentaria pero feliz expresión de un gobierno mundial indispensable para concertar y tutelar la paz entre los pueblos. Pero, es la paz en sí misma un objetivo deseable? El clima de la paz es fecundo en realizaciones de progreso, y por eso lo deseamos. Un esfuerzo de desarrollo, sin paz, es dos veces arduo y en fin de cuentas esterilizante. Un clima de paz, sin desarrollo, es solamente el preludio de una sorda agitación que puede desencadenar el caos. Por eso los pueblos pequeños ven en la Organizaciones de las Naciones Unidas el instrumento en el cual cifran sus esperanzas de alcanzar más bienestar y vivir apaciblemente. En qué medida esta Organización satisface esos objetivos? Por diversas razones, las Naciones Unidas no han podido resolver con eficacia los conflictos entre las naciones que amenazan o perturban la paz. Ya se trate de conflictos mayores o menores, entre muchos países o entre

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pocos, con cientos de víctimas o pocas, las Naciones Unidas, sometidas a la camisa de fuerza de los intereses políticos de las grandes naciones, no han podido apagar el incendio o aminorar la conflagración. Las grandes naciones pueden darse el lujo de participar abierta o subrepticiamente en la creación de esos conflictos, y pueden también permitirse la libertad de interferir en la solución de aquellos problemas de entidad menor que se constituyen en el terreno o de una confrontación o una rivalidad internacional. Los designios de la paz se ven, pues, entorpecidos por la competencia mundial de las ideologías, por la furia de los fanatismos o por el forcejeo territorial de los conquistadores. Los pueblos pequeños no solo sufren por el desasosiego, sino que absorben parte de las desgracias, pues es obvio que las grandes naciones en guerra no pueden acordarse de los pequeños países en paz.

Por otro lado, mantener los arsenales listos y crecientes hace más difícil que se lleven los arados a los pueblos que los necesitan. La promesa de dedicar por lo menos un uno por ciento del producto nacional bruto a tareas de asistencia a los pueblos que se encuentran marginados del progreso, está bajo de ser cumplida por las naciones que más responsabilidades tienen en el bienestar mundial porque son las más ricas y las que con más frecuencia lo amenazan.

Si, por un lado, dentro del marco institucional de esta Organización se hace muy poco para preservar la paz, para robustecerla y limpiar los abrojos, por otro la tarea del desarrollo también está postergada a un rincón en las preocupaciones de los países ricos. Hablar ahora, por cierto, de países ricos y países pobres, y de que aquéllos se hacen más ricos mientras éstos se hacen más pobres, es emplear un eufemismo. Hay una nación en la tierra que el año próximo alcanzará, según se dice, un millón de millones de dólares de producto interno bruto. Cuando se habla de estas cifras astronómicas, la palabra riqueza pierde su sentido y hay que acudir a las licencias del lenguaje para encontrar expresiones apropiadas. Unos días antes de partir de mi patria leí en un diario que la Cruz Roja Internacional y la Organización de Ayuda Conjunta Eclesiástica estiman que en Biafra han muerto un millón y medio de personas por hambre y malnutrición. Cuando se habla de estas cifras, la palabra pobreza, la palabra iniquidad, la palabra retraso, tienen el mismo significado? También es necesario aquí abandonar el lenguaje llano para utilizar el literario, si se quiere exacto. Hay pues, delante de nosotros, un mundo de países súper desarrollados, gigantes, ciclópeos; y un mundo de países que del todo no tienen desarrollo y para los cuales la palabra “subdesarrollo” puede resultar provocativa y enojosa. Las distancias entre unos y otros se hacen descomunales. Los abismos parecen cada vez más profundos. Pero todos habitan este planeta, de la misma manera como son ciudadanos del mismo país los que viven en las grandes urbes, con la comodidad y el bienestar de los ricos, y los que viven en los anillos de la miseria de estas urbes, con la privación y el malestar de los pobres. Estamos haciendo algo para aliviar estos problemas, estas tensiones, estas explosivas discrepancias?

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Por donde quiera que se dirige la mirada, la actitud de las naciones súper ricas es de indiferencia. Todas ellas parecen tan distantes, tan ajenas, tan frías, que muchas veces nos preguntamos si estamos más cerca de la Luna que de esas naciones. Ha renacido entre ellas el proteccionismo, cuando se trata de comprarnos, pero todas invocan la libertad de empresa y el liberalismo económico cuando se trata de vendernos. Cuando nuestros monocultivos excedieron la demanda mundial nos aconsejaron la diversificación, pero la economía ya diversificada encuentra que los nuevos productos no tienen energía suficiente como para saltar por sobre las barreras arancelarias o las cuotas. La ayuda financiera y técnica para proyectos de infraestructura o para preparar mejor los recursos humanos, está siendo adelgazada y dosificación de tal modo que ya es más lo que se paga en intereses por ella que lo que se recibe por tal título. Los convenios internacionales para reglamentar el mercado de ciertos productos nos aseguran un ingreso estable, pero también nos amarra a una estructura productiva anacrónica. La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (UNCTAD) fue promisorio en lo que se refiere a la adopción de un esquema de comercio mundial más equitativo, pero esa esperanza o fructificó en realizaciones y ahora sólo tenemos que agregar una amargura más a los recuerdos.

Las Naciones Unidas, pues, quedarán sometidas a una prueba que excederá su capacidad y su utilidad, si el clamor de los vecinos pobres pugnara por perturbar la tranquila digestión de las naciones ricas. Y mientras ese peligro exista, mientras no haya paz ni desarrollo y los pueblos vivan en esta pugna, habrá que reconocer que el sueño de los fundadores de esta organización no se ha realizado”.

F. UNESCO.

En 1966 el doctor Enrique Macaya Lahmann, Embajador de Costa Rica en España, fue elegido como

miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO 111. Fue el primer costarricense que formó parte de ese

órgano112.

G. DERECHOS HUMANOS.

Con respecto a los Derechos Humanos, Costa Rica expresó reiteradamente en las Naciones Unidas

su creencia en la necesidad de que se creara un Alto Comisionado para esa materia. Además, fue el

primer país que suscribió las dos convenciones de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y

un protocolo adicional a ellas, aprobados por la Asamblea General de la organización en diciembre

de 1966113. Estos instrumentos fueron ratificados por Costa Rica en noviembre de 1968. Además, en

111 Memoria 1967, p. 8.112 Ibid., f. 206.113 Ibid., pp. 10 y 12.

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diciembre de 1966 la Asamblea Legislativa aprobó la Convención internacional sobre eliminación de todas las formas de discriminación racial, suscrita por Costa Rica el 13 de marzo anterior114.

Costa Rica también promovió en las Naciones Unidas la Declaración sobre eliminación de la discriminación contra la mujer y la Declaración sobre Asilo Territorial115.

H. DESARME.

El 1º de julio de 1968 Costa Rica suscribió el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares116.

I. UNCTAD.

Del 1º de febrero al 29 de marzo de 1968 se celebró en New Delhi la reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). La delegación costarricense fue encabezada por el licenciado don Luis Demetrio Tinoco Castro, Embajador en las Naciones Unidas117.

J. CANDIDATURAS COSTARRICENSES.

Durante la administración Trejos Fernández, Costa Rica ocupó por dos veces consecutivas (1966 y 1967) una Vicepresidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue reelegida como miembro del Consejo Ejecutivo de la FAO y como Vicepresidente del Comité especial de las Naciones Unidas sobre segregación racial en Sudáfrica, y fue elegida como Vicepresidente del Consejo Económico y Social (ECOSOC), miembro de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas e integrante del Consejo Ejecutivo de la UNCTAD. El costarricense don Enrique Macaya fue elegido como miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO en 1966 y le correspondió ser su Vicepresidente118.

L. OTRAS CONFERENCIAS Y REUNIONES.

VII. EL SERVICIO DIPLOMÁTICO.

1. SERVICIO EXTERIOR.

En julio de 1965, durante el gobierno de don Francisco J. Orlich, se había emitido el Estatuto de Servicio Exterior, mediante el cual se creaba la carrera diplomática con garantías de estabilidad y se establecían mecanismos para la selección del personal mediante concursos públicos de oposición y

114 Ibid., p. 95.115 SÁENZ CARBONELL, El Canciller… , op. cit., p. 218.116 Memoria 1969, sin paginación continua.117 SÁENZ CARBONELL, El Canciller… , op. cit., p. 223. 118 SÁENZ CARBONELL, El Canciller… , op. cit., pp. 64-65.

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ascensos jerarquizados. Sin embargo, no fue sino hasta marzo de 1966, después de que el Partido Liberación Nacional había sido derrotado en las elecciones presidenciales, cuando la administración Orlich dictó algunos decretos para empezar a poner en ejecución el Estatuto.

Una de las primeras acciones de la administración Trejos Fernández en relación con el servicio diplomático fue derogar todos los decretos emitidos en las postrimerías para poner en ejecución el Estatuto de Servicio Exterior aprobado en julio de 1965, y posteriormente procedió a cesar a los funcionarios nombrados por el gobierno anterior y a reemplazarlos por personas afines al Partido Unificación Nacional. Estas decisiones detuvieron los esfuerzos de profesionalización del servicio y la creación efectiva de la carrera diplomática quedó postergada indefinidamente. 119.

Sin embargo, la administración Trejos no pudo manejar el servicio exterior con la libertad que había supuesto, debido a que al poco de iniciada se manifestó el bloqueo de la Asamblea Legislativa sobre las partidas presupuestarias destinadas a ese objeto. En esa época, y hasta fines del siglo XX, la Asamblea decidía a su antojo sobre el servicio exterior, creando o suprimiendo plazas, o aumentando o rebajando dotaciones, sin ningún criterio técnico de sana administración ni ninguna consideración sobre los lineamientos de la política exterior.

Por lo general el presupuesto para 1966, si no copioso, al menos respondía a una suma adecuada a las posibilidades fiscales y a la importancia y costos del lugar de destino. Por ejemplo, en el presupuesto para gastos de representación de los embajadores, se asignaron partidas por montos que por lo general oscilaban entre los 500 y los 300 dólares mensuales. Se trataba, naturalmente de un presupuesto aprobado en 1965, durante la administración Orlich, cuando existía una gran posibilidad de que el partido de gobierno triunfara en las elecciones presidenciales de 1966 y era entonces previsible que los cargos diplomáticos en el exterior permanecerían en manos de personas afines a esa agrupación política.

Sin embargo, como el Partido Liberación Nacional fue derrotado en las elecciones, sus partidarios fueron cesados de casi todos los cargos diplomáticos y consulares en el exterior, con el fin de que estos pasaran a ser ocupados por simpatizantes del Partido Unificación Nacional. Esto llevó a que en la discusión del presupuesto para 1967 en la Asamblea Legislativa, el revanchismo político se manifestara en la rebaja o supresión de numerosas partidas destinadas al servicio exterior que aparecían en el proyecto presentado a la cámara por el Poder Ejecutivo. Así, por ejemplo, y sin ninguna razón técnica ni diplomática que lo justificara, de un plumazo se suprimieron las partidas por gastos de representación correspondientes a las misiones en Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Gran Bretaña, Israel, Italia, Japón, la ODECA, Perú, Uruguay y Venezuela, y los salarios asignados a los cónsules generales en Houston, Londres, Los Ángeles, San Francisco, Santiago de Chile, Santo Domingo y otros lugares. Estas y otras acciones semejantes obligaron al Poder Ejecutivo

119 SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, “La profesionalización de la diplomacia costarricense, ¿sueño imposible?, en Costa Rica y el sistema internacional, San José, Fundación Friedrich Ebert y Editorial Nueva Sociedad, 1ª. ed. 1990, pp. 259-279.

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a cesar funcionarios o abstenerse de enviar a otros, así como a cerrar embajadas y consulados en diversos lugares, o a reducir a límites mínimos la presencia diplomática costarricense en otros.

En mayo de 1967, en su primera memoria al Poder Legislativo, el Canciller Lara manifestó:

“Nuestro Servicio Consular cuenta con muy pocos Cónsules remunerados… La situación se ha agravado mucho más con la resolución de la Asamblea legislativa que suprimió en el presupuesto del año que corre las partidas consignadas en los anteriores presupuestos para pagar los sueldos de los Cónsules Generales de Costa Rica en San Francisco y Los Ángeles de California, en Houston, Texas, Estados Unidos de América; Santo Domingo, República Dominicana; San Juan, Puerto Rico; Buenos Aires, Argentina; Santiago de Chile; Londres,, Inglaterra, etc. Este hecho inusitado ha causado grave perjuicio en nuestra representación consular y un grave trastorno… Me corresponde hacer a los señores Diputados un vehemente llamamiento para que vuelvan sobre sus pasos y le otorguen al Ministerio de Relaciones Exteriores las sumas que fueron suprimidas del presupuesto de 1967. El ritmo acelerado en que hoy se mueven las relaciones internacionales; la urgente necesidad de corresponder a las naciones amigas, lo cual constituye un elemental deber de cortesía internacional; la ejecución de los planes acordados por los Presidentes de América en la histórica Reunión de Punta del Este para llegar a establecer el Mercado Común Latinoamericano; la necesidad de que Costa Rica aparezca, aun con la modestia que la caracteriza, representada por sus Embajadores en los constantes actos, cónclaves y conferencias que se celebran a diario en el mundo, y a los cuales no puede enviar, por las limitaciones presupuestarias, delegaciones especiales y en fin porque la ausencia de nuestros representantes diplomáticos con rango similar al de las misiones acreditadas en costa Rica, afectan el prestigio de nuestra República y la coloca en situación desventajosa, por todo ello es que recalco la vehemencia de mi instancia ante los señores Diputados para que en el presupuesto extraordinario que está en trámite se reintegren las partidas que suprimen los sueldos de nuestros Embajadores y Cónsules y modifican, en forma muy sensible, los emolumentos asignados a nuestros funcionarios diplomáticos. Abrigo la esperanza de que esta solicitud sea tomada muy en cuenta por los señores Diputados y que será resuelta favorablemente en mérito al mayor interés de Costa Rica.” 120

La iniciativa del Canciller no encontró eco en la Asamblea. El problema de la supresión de plazas y rebajas de partidas en el servicio exterior continuó a lo largo de todo el período presidencial y entorpeció considerablemente la acción internacional de la administración Trejos Fernández.

La arbitrariedad en la asignación de recursos puede notarse al comparar las cifras presupuestarias del período 1966-1970, por ejemplo con respecto a los gastos de representación destinados a los jefes de misión en un número importante de países: asignaciones normales en el presupuesto aprobado en 1965 para 1966, disminuidas o ausentes en los presupuestos para 1967, 1968 y 1969, y resucitadas

120 Memoria 1967, pp. 22-24.

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o aumentadas en el presupuesto de 1970, cuando nuevamente había perspectivas de que Liberación

Nacional triunfara en las elecciones presidenciales y sus partidarios asumieran los cargos en el exterior 121:

Embajadas (Cuota mensual en dólares)

1966 1967 1968 1969 1970

Estados Unidos 1.000 1.000 1.000 1.000 $1.000

Misión ONU 900 900 900 1.100 $1.100

Inglaterra 700 $500

Italia 500 200 200 $200

Israel 300 300 $300

Alemania 500 600 600 600 $600

Francia 500 600 600 600 $600

México 500 500 500 500 $500

Panamá 500 300 300 300 $300

Venezuela 500 $500

España 500 600 600 600 $600

El Salvador 300 300 300 $300

Honduras 300 300 300 300 $300

Nicaragua 300 300 300 $300 $300

Argentina 300 200 $200 $250

Brasil 300 200 $300 $300

Perú 300 200

Colombia 300 $350 $350

121 SÁENZ CARBONELL, El Canciller… , op. cit., pp. 54-55.

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Chile 300 200 $300 $300

Japón 300 200 $500 $500

Venezuela 500 $500 $500

Bolivia $100 $100

Guatemala 300 300 300 $300 $300

Uruguay 200 $200 $300

Bélgica y C.E.E $300

ODECA $300

Otras cifras reiteran la manipulación legislativa del presupuesto122:

1966 1967 1968 1969 1970

Funcionarios remunerados 57 54 48 73 78

Total de embajadas y consulados con funcionarios remunerados 25 28 21 33 38

Durante la administración Trejos Fernández, Costa Rica tuvo las siguientes misiones diplomáticas123:

EMBAJADAS TITULARES

Alemania 1966-1967 Diego López Roig1968-1970 Eduardo Yglesias Rodríguez

Argentina 1969-1970 Álvaro Monge Umaña

Bélgica (con la representación en la Comunidad Europea)

1967-1969 Herbert Hûtt Gil, concurrente1969-1970 Virgilio Chaverri Ugalde, concurrente

Brasil 1968-1970 Hernán Bolaños Ulloa

122 Ibid., p. 55.123 Ibid., pp. 55-57.

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Canadá 1966-1968 Fernando Ortuño Sobrado, concurrente1968-1970 Luis Demetrio Tinoco Castro, concurrente

Chile 1966-1968 Hernán Bolaños Ulloa1968-1970 Álvaro Bonilla Lara

Colombia 1966-1967 Alfredo Saborío Montenegro1968-1970 Román Ortega Castro

Corea 1966-1970 Federico Volio González, concurrente

El Salvador (junto con la representación permanente en la ODECA)

1948-1967 Jorge Matamoros Loría1967-1970 Humberto Nigro Borbón

España 1966-1968 Enrique Macaya Lahmann1968-1969 Óscar Sáenz Soto1969-1970 Enrique Pozuelo Apéstegui

Estados Unidos de América (con la representación permanente en la OEA.)

1966-1968 Fernando Ortuño Sobrado1968-1970 Luis Demetrio Tinoco Castro

Francia (con la representación permanente en la UNESCO)

1966-1968 Herbert Hütt Gil1969-1970 Virgilio Chaverri Ugalde

Gran Bretaña 1966-1967 Claudia Cascante Garita de Rojas

Guatemala 1966-1974 Edwin Góngora Arroyo

Honduras 1965-1967 Humberto Nigro Borbón1967-1970 Julio Esquivel Valverde

Italia 1966-1969 Virgilio Chaverri Ugalde1969-1970 Carlos Joaquín Zúñiga Odio

Luxemburgo 1967-1969 Herbert Hûtt Gil, concurrente1969-1970 Virgilio Chaverri Ugalde, concurrente

México 1966-1968 Rafael Ángel Calderón Guardia1968-1970 José Amador Guevara

Nicaragua 1966-1970 Enrique Fonseca Zúñiga

Países Bajos 1967-1969 Herbert Hûtt Gil, concurrente1969-1970 Virgilio Chaverri Ugalde, concurrente

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Panamá 1966-1968 Rafael Ángel Valladares Mora1969-1970 Alejandro Alvarado Piza

Perú 1966-1967 Óscar Sáenz Soto

Venezuela 1966-1970 Rogelio Ramos Valverde

DELEGACIONES PERMANENTES TITULARES

FAO 1963-1978 Carlo di Mottola Balestra

Naciones Unidas 1966-1968 Luis Demetrio Tinoco Castro1968-1970 Luis Dobles Sánchez

OIEA (con ONUDI desde 1968) 1965-1972 Erich Zeilinger

2. SERVICIO INTERNO.

Por iniciativa del Vicecanciller Dobles, en enero de 1967 se creó un Consejo Administrativo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, como órgano auxiliar integrado por los directores, los subdirectores y algunos jefes de departamento de la institución 124.

VIII. EL CUERPO DIPLOMÁTICO EXTRANJERO.

Al concluir la administración Trejos Fernández, en mayo de 1970, tenían residencia en Costa Rica las embajadas de la República Federal de Alemania, Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, la República de China, el Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos de América, Francia, Gran Bretaña, Guatemala, Honduras, Israel, Italia, Japón, México, Nicaragua, los Países Bajos, Panamá, Perú, Portugal, la República Dominicana, la Santa Sede, Suiza, Uruguay y Venezuela. Estaban acreditadas como concurrentes en San José la embajada de Dinamarca en Colombia, las del Paraguay y la República Árabe Unida en El Salvador, la de Suecia en Guatemala; las de Austria, la República de Corea, Finlandia, Grecia Líbano Noruega, Polonia, Turquía y Yugoslavia en México; la de la India en las Naciones Unidas y la de la Orden de Malta125.

124 Memoria 1967, f. 29.125 Lista diplomática 1970, sin paginar.

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CARTAS DE DON JOSÉ MARÍA CASTRO MADRIZ A DON MANUEL MARÍA DE PERALTA (1883-1884) 1

1. CARTA DE DON JOSÉ MARÍA CASTRO MADRIZ A DON MANUEL MARÍA DE PERALTA, 10 DE ABRIL DE 1883.

Muy confidencial

Al caballero y al amigo

San José 10 de abril de 1883.-

Sr Ministro don Manuel Mª Peralta.-

Madrid

Mi muy querido amigo:

Escribo a Ud. ahora con presencia de su carta fechada en Sevilla a 2 de marzo último, carta que me

ha sido sobremanera grata así porque me revela que Ud. comprende la intensidad y firmeza de mi

amistad para con Ud. como porque me demuestra que Ud. me corresponde bien.

La veleidad e ignorancia que tantos fenómenos presenta de ordinario en el teatro político de este

pobre país, acaban de ofrecer el más sorprendente.

Yo había logrado anonadar a don León Fernández 2 y resolver a Próspero 3 a no servirse de persona tan

impropia para la defensa de nuestros derechos ante el arbitraje del Rey de España 4; pero el hombre

lleno de rabia, ha explotado ciertos acontecimientos y recuperando todo su dominio sobre Próspero,

quien, a pesar de conocerlo y de detestarlo -según me ha manifestado- ha vuelto a constituirse en

instrumento suyo por terror o tal vez por algún grave secreto que los vincula.

Paso a explicar a Ud. las circunstancias de que se ha aprovechado don León y el resultado de sus

maquiavélicos trabajos.

1 Archivo del Museo Diplomático Braulio Carrillo. Colección Ortiz. Notas de Jorge Sáenz Carbonell.2 Don León Fernández Bonilla (1840-1887), abogado, historiador y diplomático; representó a Costa Rica en el Perú y en varios países

europeos. Era viudo de doña Isabel Guardia Gutiérrez, hermana del Presidente don Tomás Guardia.3 Don Próspero Fernández Oreamuno (1834-1885), general del ejército y Presidente de la República de 1882 a 1885. Era cuñado del

doctor Castro, quien estaba casado con su hermana Pacífica Fernández Oreamuno (1828-1885).4 En 1883, de acuerdo con la convención Castro-Quijano de 1880, se esperaba que el Rey de España actuara como árbitro del litigio

de límites entre Colombia y Costa Rica. En caso de que no aceptara el cargo, se nombraría como árbitro al Presidente de la República Argentina.

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Tiempo ha que don León conocía que se le cerraban las puertas de la política y se preparó asilo en las regiones de lo eclesiástico. El ateo visitó de estola y se apoderó de los Jesuitas y del Obispo 5, que excede a todos estos, y se constituyó en favorito de los unos y del otros.

A poco tiempo de posesionado de esta Diócesis el Señor Thiel empezaron a conocerse sus tendencias a fanatizar el país por medio de los Jesuitas y de unos pocos curas abyectos, tendencias que, como era natural, tenían por fin el predominio también civil de la República.

Nos pusimos en guarda unos pocos libre-pensadores que veíamos levantarse contra la luz del siglo las tinieblas de la edad media, y a favor de varios incidentes en que tenía yo que sostener la bandera de la civilización, el ateo con estola me echó encima al Obispo y los Jesuitas a pesar de la finura de mi trato y de mi política en los casos que ocurrieron 6.

El Obispo -instrumento ya de don León- se apoderó de Próspero y le hizo hasta retroceder en la promesa hecha por mi medio a las Repúblicas Centroamericanas de enviar nuestros Delegados a una Dieta que debía de reunirse en Santa Tecla a discutir los medios de reorganizar a Centroamérica. El Obispo y los Jesuitas tiemblan ante la sola idea de Unión Centroamericana, y la han combatido promoviendo en juego todo género de supercherías y calumnias contra los que aquí llevamos el estandarte de esa gran idea de indefectible realización, si no hoy, mañana.

Yo me negué a volver atrás de lo prometido a las Repúblicas hermanas y preferí presentar mi dimisión que fue admitida como U. lo verá en el respectivo diario 7, de manera que estoy actualmente fuera de gobierno y muy expuesto hasta a que se me persiga si las calumnias de don León, Jesuitas y Obispo, para quienes soy hombre muy temible, logran extinguir el afecto y consideración personal que Próspero todavía me guarda, y a que, si fuera hombre capaz de romper el saco de errores y preocupaciones en que le han envuelto y de consultar sus verdaderos intereses, agregaría una ilimitada confianza y mis sentimientos patrióticos y de familia, pero no hay que expresarlo, porque

5 Monseñor Bernardo Augusto Thiel y Hoffmann (1850-1901), sacerdote alemán, segundo Obispo de Costa Rica de 1880 a 1901.6 Uno de estos incidentes fue sin duda el sacrilegio ocurrido en la iglesia de la Merced: “Motivo de hondo pesar para los fieles de la

Merced y para los católicos costarricenses en general fue el sacrilegio que tuvo lugar en la noche del 14 de enero de 1883, cuando era párroco el Presbítero Don Luis Hidalgo. Alguien se introdujo en el templo, rompió el sagrario, extrajo el copón y derramó las hostias consagradas. Más tarde se encontraron tirados en los alrededores del edificio algunos cálices y copones, lo cual dejó bien claro que el móvil del hecho no fue el robo. El Obispo Thiel, sinceramente consternado, ordenó celebrar oficios de desagravio en todas las parroquias, y muchísimas personas acudieron de todas partes a la iglesia profanada, en devota peregrinación. Sin embargo, como se vivían momentos de tensión entre las autoridades civiles y eclesiásticas, el sacrilegio de la Merced exacerbó considerablemente los ánimos, y la cosa se puso peor cuando circuló la especie de que el autor del hecho había sido un hijo del ex Presidente Don José María Castro Madriz, que era a la sazón Secretario de Relaciones Exteriores, Justicia, Gracia, Beneficencia y Culto, y por consiguiente tenía que entenderse con las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Esto generó hondos resentimientos en Castro Madriz, quien atribuyó gratuitamente la paternidad del rumor al Obispo y al párroco Hidalgo. Con gran frescura, Castro se dejó decir, en un memorándum para la Legación de Costa Rica en Roma, que el clero había “fingido” el sacrilegio para que “la indignación de la plebe” estallase “contra los jóvenes de las primeras familias”. V. SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, La iglesia de la Merced, en http://www.tiquicia.com/columnas/historia/010q10201.asp

7 Don José María Castro era desde 1877 Secretario de Relaciones Exteriores y carteras anexas, cargo al que efectivamente renunció en marzo de 1883. Al aceptar la renuncia, el Presidente Fernández indicó en el acuerdo respectivo (Nº 113 de 31 de marzo de 1883) que lo hacía “con mucho sentimiento” y le dio las gracias “por los oportunos e importantes servicios que ha prestado a la Nación, como colaborador muy distinguido en la administración pública”. En su lugar fue nombrado el mismo 31 de marzo don Eusebio Figueroa Oreamuno.

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con dolor reconozco que a Próspero le falta todo lo necesario para conocer el camino del abismo por

donde lo llevan sus fingidos amigos, en cuya mano está el poderoso elemento del fanatismo de las

mujeres de la familia Guardia 8.

Don León me ha traído todas las crisis por las cuales he pasado, valiéndose no solo de las sotanas,

sino del Ministro de Hacienda don Bernardo Soto 9, joven de treinta años, tan destituido de talento y

luces, como hinchado de una fatua vanidad, y que perdidamente enamorado de la hija de Próspero 10 la que invenciblemente lo rechaza, sirve al mismo Próspero de enfermero y ayuda de cámara con

toda la abyección de un estúpido.

Luego que yo conocí el carácter veleidoso y brutal de ese Soto, me persuadí del talento con que la

joven le negaba su mano; pero yo ninguna injerencia he tomado en ello; sin embargo, creo que

León ha convencido a Soto de que yo influyo en la joven y que esto lo ha puesto también en el

disparador contra mí, porque, respecto de causa pública tal hombre no es capaz de discernir sobre

ninguna y menos sobre principios. Dígalo si no la serie de sus actos en la Cartera de Hacienda en

que no encontrará U. ni uno solo que tenga siquiera remota afinidad con la Ciencia Económica, sino

desatinos tras desatinos que ahora teje y luego desteje acosado por la grita pública, trayendo sobre

el Gobierno el ridículo que tanto lo ha desprestigiado.

El susodicho Soto propaló la idea de que en mi contestación á los Plenipotenciarios de Guatemala

y el Salvador yo había infringido el art° 15 de la Constitución 11 y traído sobre el Gobierno la

responsabilidad de traidor. Por supuesto que esta fue una inspiración maliciosa de León a Soto, quien

podía con los favores que pueden esperar de un Ministro de Hacienda traer secuaces ignorantes al

servicio de tal absurdo como efectivamente los trajo, contándose entre ellos el escuálido y jorobado

viejo carlista redactor ultramontano de “El Correo Español” 12 quien ha insultado a mansalva a los

demás Presidentes Centroamericanos, exponiendo a Costa Rica, en el aniquilamiento en que se

encuentra, si no a una invasión, a un estado de zozobra tan oneroso como el pasado o más.

Muchas bien cortadas plumas salieron a mi defensa, y yo solo escribí el artículo “La Cuestión del

día, que verá U. en el número 27 de “La Patria” que le remito, y el suelto ”Otra faz legal”, que lo

acompaña. Con estos dos artículos concretos a la legalidad de mi respuesta quedaron derrotados

8 Posiblemente don León hace referencia a doña Cristina Guardia de Fernández, esposa de don Próspero; a su cuñada doña Emilia Solórzano, viuda del Presidente don Tomás Guardia, y a doña Angélica Guardia Solórzano de Lizano, hija de doña Emilia y don Tomás y esposa del ex Presidente don Saturnino Lizano Gutiérrez.

9 Don Bernardo Soto Alfaro (1854-1931), Secretario de Estado en la administración Fernández, Primer Designado a la Presidencia de 1883 a 1885 y Presidente de la República de 1885 a 1890.

10 Doña Pacífica Fernández Guardia (1864-1919), hija de don Próspero y doña Cristina Guardia de Fernández. Era ahijada del doctor Castro y de su esposa doña Pacífica Fernández Oreamuno. Contrajo nupcias con don Bernardo Soto el 19 de abril de 1885.

11 El artículo 15 de la Constitución de 1871 calificaba como traidor a quien firmara convenios contrarios a la soberanía e independencia del país.

12 Don Ramón de Contador, periodista carlista español que residía en Costa Rica.

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los adversarios en el punto constitucional, y aun avergonzados de haber lanzado una acusación tan temeraria e ignorante.

De mi situación que es obra de don León Fernández, puede U. deducir la suya, tomando en cuenta que es U. el blanco del mayor odio de ese hombre, quien jamás le perdonará las notas en que U. lo exhibe de una manera incontestable como defraudador, suplantador etc. etc., notas que corren en “El Costarricense” de 1875, y con que diariamente dan en la cabeza a semejante víbora sus innumerables enemigos 13.

Efectivamente León ha obtenido un éxito completo contra U. en el ánimo de Próspero, obteniendo de este la resolución definitiva de enviarle á Europa en Mayo próximo con las mismas misiones que le había conferido el torpe acuerdo de don Saturnino 14, que tan ingratamente se prestó á autorizar el inconsistente y charlatán Santiago de la Guardia 15.

A la primera noticia de semejante resolución, yo pasé a hacer las debidas observaciones a Próspero; pero todas ellas fueron en vano: me contestó que era asunto concluido; que no podía volver atrás, porque León y la familia 16 lo volverían loco, y que ya les había dado con toda firmeza su palabra.

Como dos días después de esta entrevista infructuosa, Velásquez 17 vino á manifestarme de parte de Próspero y de León que no me convenía permanecer en el país, al menos por algunos meses y que me ofrecían la Legación que el acuerdo de don Saturnino había dejado a U.- Contesté que hablaría con Próspero, comprendiendo desde luego que el poderoso don León estaba resuelto a no dejarme aquí durante su ausencia y que se estrellaba, al menos por ahora, en los miramientos personales de Próspero respecto a mí y de mi familia para intentar sacarme de otra manera.

Al siguiente día pase q hablar con Próspero y le manifesté a presencia de varias personas que U. era mi amigo y que si el retirarlo en lo absoluto era por favorecerme a mí yo no debía aceptarlo ni lo aceptaba.- Me contestó entonces que si yo no admitía la Legación, esta de todos maneras se suprimiría, en lo cual a U. no se perjudicaba, porque estaba bastante rico, y que, pesando esas razones yo debía resolver seguro de que mi aceptación o negativa no eran de trascendencia alguna con relación a U. Yo le repuse que siendo así que mi negativa no había de impedir el retiro de U., me inclinaba por muchas consideraciones a aceptar; pero que el asunto demandaba mayor deliberación para dar yo una respuesta categórica y decisiva.

13 Se refiere el doctor Castro a una serie de documentos que dio a luz don Manuel María de Peralta sobre actuaciones de don León Fernández cuando representaba a Costa Rica en Londres.

14 Don Saturnino Lizano Gutiérrez (1829-1905), Presidente de la República de julio a agosto de 1882. Durante su corto gobierno se emitió un acuerdo mediante el cual se nombraba a don león Fernández como Ministro Plenipotenciario en varios países europeos.

15 Don Santiago de la Guardia y Fábrega (1858-1925), militar y político de origen panameño, que fue Subsecretario de Relaciones Exteriores y carteras anexas en 1882.

16 Por su matrimonio con doña Isabel Guardia, don León había sido cuñado de doña Cristina Guardia de Fernández, esposa de don Próspero, y mantenía estrechas relaciones con su familia.

17 Don Ángel Miguel Velázquez, ingeniero mexicano, yerno del doctor Castro.

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Estoy aún en esa deliberación en que a millares me angustian los pensamientos.-

Tal es mi estado y la situación de U. que yo quisiera fuese la muy feliz que U. merece; pero si con todo el ascendiente de Secretario de Estado a riesgo estuve tantas veces de sucumbir en mis empeños a favor de U. y poco logré alcanzar, hoy, que me hallo fuera del Gobierno; que mi influencia ha quedado reducida á la nulidad y que antes bien soy objeto de desconfianza y de temores para el círculo que rodea al Gobernante, juzgue U. si podré contrarrestar con don León, que ha vuelto a su antigua privanza con el auxilio episcopal y que se ha separado ya de la Administración de las Rentas Públicas para preparar su partida.

No puedo explicarme cómo lo verifique con el objeto primordial de ellas, antes de que el Presidente de esta República reciba de don Alfonso XII contestación á la autógrafa en que se le propuso el arbitraje, cuando esa contestación puede ser negativa, como probable es que lo sea, y en este caso, la defensa de Costa Rica debe ejercerse ante el Presidente de la República Argentina.

Esta y muchas otras objeciones he lanzado lo mismo contra el pretexto que toma don León de ir a hacer registros y preparar documentos á España, cuando todo esto está ya verificado y de lo mucho que se ha acumulado, poco es lo que se necesita para la indicada defensa.

Pero don León arrastra a Próspero, mi amigo, con algún talismán que a mi alcance no se halla, y con su talismán y su falange de bonetes, es capaz de darme a mí a once mil demonios.

Sorprendente y chocante es tal situación, pero verdadera, aunque lo mucho que de ello se abusa ha de hacerla efímera.

No pierda U. que la esperanza de mejores días no la seguridad de que a ello cooperará siempre hasta donde le sea posible su invariable amigo y

muy apasionado servidorJosé Mª Castro

NB- Dos de mis hijos han desafiado á León á excusas mías, pero éste se ha negado a aceptar el duelo, de una manera cobarde y vergonzosa, dándoles satisfacciones, fementidas, por supuesto .-

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II. CARTA DE DON JOSÉ MARÍA CASTRO A DON PRÓSPERO FERNÁNDEZ OREAMUNO, 5 DE ABRIL DE 1883. COPIA PARA DON MANUEL MARÍA DE PERALTA.

Copia

5 de Abril de 1883

Mi estimado hermano:

Lo que de palabra te manifesté cuando me ofreciste la Legación a Europa, quiero ahora repetir por escrito, llamando antes tu atención a cuanto te he dicho con respecto a la misión de Don León Fernández.

Soy amigo personal de Don Manuel Mª de Peralta y como jamás he faltado ni faltaré a mis deberes para con nadie, cumplo con el de manifestarte que si la idea de retirar a dicho Señor de las Legaciones que desempeña sólo procede del designio de favorecerme, proporcionándomelas, yo no las acepto.

Sin dejar de apreciar y de agradecer altamente tu muy benévola disposición para conmigo, prefiero antes que ser causa de perjuicio alguno para Peralta, sepultarme en un lejano y oscuro rincón con mi familia, ya que personas que me estiman creen que me conviene estar por alguno tiempo ausente de este teatro.

Yo estoy seguro de que a cualquier parte me han de seguir tu afecto y tu cariño y tú debes estarlo de que los sentimientos con que te he abrazado desde joven 18, te acompañarán siempre, en toda circunstancia de la vida, porque sobre ser caballero, soy también.

Tu hermano invariable

(firmado) José Mª Castro

18 Dado que el padre de don Próspero había muerto cuando este era niño y su madre doña Dolores Oreamuno contrajo un segundo matrimonio que sus hijos no aprobaron, don José María Castro y su esposa doña Pacífica se hicieron cargo de la crianza y educación de don Próspero y sus hermanos.

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III. CARTA DE DON PRÓSPERO FERNÁNDEZ OREAMUNO DON A JOSÉ MARÍA CASTRO, 6 DE ABRIL DE 1883. COPIA DE DON JOSÉ MARÍA PARA DON MANUEL MARÍA DE PERALTA.

Copia de la contestación

San José 6 de Abril de 1883

Sr.Dr. Don José Mª Castro P.

Mi estimado hermano

Contesto a su grata de ayer, manifestándole que es ya inevitable que León sea el que vaya a Europa con la misión particular de defender los derechos de Costa Rica en su cuestión con Colombia ante el Rey de España si este acepta el arbitraje y que se suprima toda otra legación de esta República en Europa, salvo que V acepte las establecidas porque en este caso de ir V. a desempeñarlas hay razones de política por las cuales únicamente el Congreso puede aprobarme, como estoy seguro lo hará, la conservación de dichas legaciones.

No crea V. pues que su aceptación sea la que perjudique a Peralta porque este de todas maneras será por ahora retirado a pesar de lo mucho que yo también lo estimo y tanto que abrigo el designio de volver a provechar sus luces en bien del país en primera oportunidad.

Resuélvase pues bajo este concepto y cuente con que en todas circunstancias la suerte de V. y de su familia interesa mucho, mucho a quien es de V. afmo. e invariable hermano

(firmado) P. Fernández

Son conformes Castro

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IV. CARTA DE DON JOSÉ MARÍA CASTRO A DON MANUEL MARÍA DE PERALTA, 24 DE ABRIL DE 1883.

Confidencial

San José, 24 de Abril-1883

Querido amigo:

La salud de mi Sra. bastante quebrantada y la necesidad de ausentarme por algunos meses de Centroamérica a fin de que la calumnia puesta en el disparador contra mí de tenerme por blanco, me decidieron aceptar la Legación en Europa bajo el concepto que indiqué a V. en mi carta del 10 y que le confirman las adjuntas copias 19. El original de la contestación del Presidente lo pondré en manos de V. a nuestras vistas.

Los enemigos que tengo en el círculo del Gobierno no han podido extinguir en el General Fernández el afecto y consideración que me guarda ni tampoco la adhesión personal que tiene por V., aunque hayan logrado arrojarnos de nuestros respectivos puestos por la fuerza de circunstancias a que Próspero no ha podido sobreponerse y ha tenido que ceder, desde luego a su pesar.

Esas circunstancias pasarán y volveré bajo otros auspicios a mi hogar patrio y V. al lugar diplomático que ocupaba antes del malhadado acuerdo de Dn. Saturnino.

Fúndome para creerlo así, en la buena disposición de Próspero, en el curso de los sucesos que han de darle a conocer mejor a algunos de los hombres que le rodean y comunicarle mayor temple y en la imposibilidad en que yo me encuentro para permanecer largo tiempo lejos de mi familia e intereses. V. debe comprender que toda mejora de mi situación política en este país, ha de tener una influencia decisiva en el bienestar de V. y en su bien merecido porvenir. Yo también he comprendido para aceptar la misión que V. me será propicio en todo y que la amistad que me ha ligado hasta aquí se estrechará más y más cada día.

En esta semana parto para Pasohondo 20 a tomar las medidas que mi próxima ausencia del país demanda para poder tomar con destino a Europa el segundo vapor de Junio.

Sé que Don León Fernández se prepara para salir en Mayo entrante pero que ya no lleva poderes más que para representar a Costa Rica en su cuestión con Colombia ante el Rey de España si este acepta el arbitraje. Se me ha asegurado que dicho Señor se anticipa a la noticia de aceptación del Rey con

19 Mediante acuerdo nº 124 de 12 de abril de 1883 el doctor Castro fue nombrado como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Bélgica, España, Francia y Gran Bretaña.

20 Hacienda del doctor Castro en el Guanacaste.

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el objeto de registrar archivos, trabajo ya innecesario y que no sirve sino de especioso pretexto para viajar con lucro a costa de la Nación.

Pacífica se goza en la esperanza de ver á V. pronto y entretanto la salida cordialmente lo mismo que toda mi familia en cuyo seno es altamente apreciado el nombre de V.

Su amigo de corazón

José Mª Castro

V. CARTA DE DON JOSÉ MARÍA CASTRO A DON MANUEL MARÍA DE PERALTA, 15 DE SETIEMBRE DE 1884 21.

San José, 15 de setiembre de/84

Mi muy querido amigo:

Escribo a U. en el gran día de la patria y a última hora, sin ninguna de usted a qué contestar.

Le hago con el exclusivo objeto de manifestarle que aprovechando una feliz coyuntura acabo de obtener para U. y ya de firme, la Legación en Washington, en los mismos términos en que se le había últimamente conferido.

Sin tiempo hoy para comunicárselo oficialmente, lo que verificaré por el próximo correo, le anticipo este aviso para que disponga su viaje y si le es posible y conveniente, lo verifique con solo el antecedente de esta carta, que puede U. tomar por cumplida garantía de su venida a Washington con el carácter de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Costa Rica cerca del Gobierno de los E.E. U.U. de A.

No tengo momentos para otra cosa en este día y concluyo haciendo a U. presentes los cariñosos recuerdos de mi familia y renovando a U. también las seguridades de que soy su amigo de corazón.

Señor Dn Manuel Mª Peralta Londres

José Mª Castro

21 Debido a que el Canciller Figueroa murió el 11 de agosto de 1883 en un duelo con don León Fernández, el 16 de ese mes el Presidente Fernández nombró nuevamente al doctor Castro como Secretario de Relaciones Exteriores y carteras anexas, motivo por el cual su nombramiento como diplomático en Europa no tuvo efecto.

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VI. CARTA DE DON JOSÉ MARÍA CASTRO A DON MANUEL MARÍA DE PERALTA, 28 DE SETIEMBRE DE 1884.

(En papel de luto)

San José, 28 de setiembre de 1884

Señor Don Manuel Mª Peralta Londres

Mi muy querido amigo

Un día después de haber escrito a U. por el correo anterior llegó a mis manos la grata de U. de 19 de agosto último y en seguida el rico tapete anunciado en ella cuyo fino obsequio ofrecí a nombre de U. a mi Pacífica quien altamente lo aprecia y le agradece tanto como yo.

U. me expresa su agradecimiento por las frases que le consagré en mis memorias 22 y yo con esa generosa manifestación de U. he vuelto a experimentar lo que sentí al dictarlas, la pena de no haberlas podido llevar por las circunstancias que me rodeaban y la naturaleza del documento que redactaba, a la altura del merecimiento de U. y de mis propios sentimientos respecto de su persona.

Tal como U. me ha explicado el motivo de su silencio de tres meses para conmigo lo había yo conjeturado y nunca lo habría atribuido a frialdad de U. para conmigo cuando ninguna razón había para ello ni U. es de los que pueden menguar por veleidad de carácter o falta de criterio su lealtad y consecuencia.

Mucho me han complacido su manera de ver los asuntos de su patria; su firmeza en patrocinarlos por amor faltada la obligación y su empeño en continuar la historia que con toda propiedad ha llevado hasta aquí y que tanto lo honra: todo es conforme con esa hidalguía característica de U. y los conceptos á que aludo me han servido de palanca para arrojar las moles que se habían atravesado en su camino. Los errores empiezan a disiparse y yo tengo la firme esperanza de que U. recuperará la brillante posición que antes tenía.

Le repito que tenga por un hecho su nombramiento de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de esta República cerca del gobierno de los Estados Unidos de América y que desde luego puede emprender su traslación a Washington, donde encontrará todos los documentos conducentes a establecerle en tal carácter los cuales extenderé tan pronto como a consecuencia de mi anterior carta.

22 Se refiere a sus informe anuales sobre la labor de la Secretaría, no a memorias autobiográficas.

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Cuando U. me dirigió la carta que contesto probablemente no había recibido mi nota oficial del 17 de junio en que le trascribo el acuerdo supremo por el cual se aceptan 300 ejemplares de la obra de U. al precio de 10 pesos cada uno 23. Lo juzgo así, porque hasta ahora no he recibido contestación de U. a dicha nota ni me hace mención del asunto en su citada, con tal motivo le duplico por este mismo correo la nota referida.

Por mucho que interese su viaje a Berlín creo que es de mayor importancia para U. y para los intereses de esta República el que desista por ahora y viaje a Washington salvo razones eficientes que U. tenga para obrar de otra manera y que me sean desconocidas.

He visto con gusto la impresión que en U. han causado la esposa y la hija de Próspero 24 a quienes yo estimo cordialmente y con viva satisfacción lo que me dice de mi hija Cristina y de Mr. Keith su esposo 25. Espero que Ud. les será propicio en todo y que contribuirá al buen éxito de los asuntos del segundo así como a hacerles agradable su permanencia en Europa.

Mi Pacífica y familia retornan a U. con aumento sus afectuosos saludos y yo me complazco en reiterarle que soy su amigo de corazón.

José Mª Castro

P. D. Mi luto es por una hermana de Mr. Keith

San José, a 17 de junio de 1884

Señor:

El Supremo Poder Ejecutivo se ha servido con esta misma fecha emitir el acuerdo que a la letra dice:= En atención a que el libro publicado bajo el título de Costa Rica; Nicaragua y Panamá por el Excmo. Señor don Manuel María de Peralta, Exministro Plenipotenciario de esta República en Europa es de la más alta importancia así para la distribución de este país como para la defensa de sus derechos territoriales. El Poder Ejecutivo = Acuerda: = Aceptar al precio de diez pesos cada uno los doscientos ejemplares que ha ofrecido remitir á la Secretaría de Relaciones el expresado Señor Peralta, junto con los cien más que se hace cargo de distribuir entre hombres competentes Gobiernos y Bibliotecas públicas, cuyo total importe a partir de 3270 pesos, incluso el 9% de cambio de moneda se pagará por terceras partes así: 1090 pesos al recibo de los doscientos ejemplares que debe remitir a la

23 Se refiere a la obra “Costa Rica, Nicaragua y Panamá en el siglo XVI: su historia y sus límites”, colección documental recopilada y anotada por don Manuel María de Peralta, que se publicó en 1883.

24 Doña Cristina Guardia de Fernández y su hija Pacífica efectuaron un viaje de placer a varios países europeos en 1884.25 Doña Cristina Castro Fernández, hija del doctor Castro, estaba casada con el opulento empresario norteamericano Minor Cooper

Keith.

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Secretaría de Relaciones Exteriores, e iguales cantidades, una a tres meses y otra a seis del citado

recibo de los libros.”

Al tener el honor de transcribir el precedente acuerdo a V. E. para su inteligencia, me es grato

reiterarle las seguridades del aprecio y distinguida consideración con que soy de V. E.

Atento s. servidor

José Mª Castro

Excmo. Señor Dn. Manuel M Peralta

Exministro Plenipotenciario de Costa-Rica cerca de varios

Gobiernos de Europa

Londres

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Distorsiones del Comercio

Istvan Alfaro Solano *

Resumen

Apuntes generales acerca del cambio en el modelo exportador de Costa Rica.

Palabras claves: Estrategia comercial, modelo exportador, economía

Abstract

Notes about the change in the export model of Costa Rica

Keywords: International trade strategy, exports, economy.

I. INTRODUCCIÓN

La actividad económica de un país es fundamental para la generación de riqueza. Son muchos los elementos sociales que se ven involucrados para realizar esa actividad. No solo cuentan los bienes, sino también los recursos humanos, los recursos naturales y las políticas estatales que adopten las autoridades gubernamentales para promover una explotación responsable de todos ellos.

La tarea principal de la actividad económica siempre se resume en satisfacer necesidades ilimitadas con recursos limitados. Por ello, se hace indispensable procurar que los recursos rindan al máximo, que sean lo más productivos posible, y para ello los mercados nacionales no siempre son suficientes, sobre todo en los casos en los que las poblaciones son pequeñas y con poca capacidad adquisitiva en razón de múltiples motivos.

Además, la natural relación de los seres humanos les lleva a entablar vínculos de distinto tipo con los vecinos, prolongación lógica de lo que ocurre a nivel interno. Para llevar a cabo esa interactividad, se refuerzan lazos en muchas áreas del acontecer humano, uno de ellos el económico.

Esas relaciones económicas de tipo internacional comprenden muchas facetas. En este breve repaso analizaremos, de forma general, la manera en que esas relaciones con carácter multilateral se han venido dando y en particular, los problemas más sobresalientes que se han presentado a raíz de la puesta en marcha de los acuerdos contenidos en la denominada Ronda Uruguay y la posterior fundación de la Organización Mundial del Comercio.

° Licenciado en derecho, magister en diplomacia. Embajador de carrera, Funcionario del Dpto. Diplomático del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

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De igual modo, procede determinar la estrategia costarricense en sus negociaciones de tratados de

libre comercio, debido a que la suscripción de los nuevos acuerdos de esta naturaleza corresponde a

una visión contemporánea que se ha denominado de nueva generación en las relaciones económicas

internacionales.

El objetivo es determinar cuán distorsionadas han estado en la práctica esas relaciones comerciales

internacionales, en buena medida debido a la acción de muchos países desarrollados que, de manera

poco coherente con sus posiciones de siempre en materia de libertad del comercio hacia fuera por

denominarlo de alguna manera, han generado importantes obstáculos al comercio lo mismo que

irrespetado muchos de los compromisos que han adquirido en distintas instancias respecto al desarrollo

y la equidad.

La actitud de esos países ricos, ha ido en claro detrimento de los países en vías de desarrollo, que han

librado una batalla titánica para pedir el respeto a aquellos compromisos, así como mayor coherencia

con las políticas de economía de libre mercado, tal como lo pregonan esos países desarrollados

usualmente.

La inserción de Costa Rica en ese mercado multilateral fijará la atención en la primera parte del

estudio; y la actuación particular en nuevos Acuerdos estará desarrollada en la segunda parte.

II. SALTO DE LA TRADICIÓN A LA MODERNIDAD

El desarrollo económico de Costa Rica y sus consecuentes relaciones económicas internacionales, como

en muchos o todos los países, está impulsado por acciones de Gobierno y el carácter emprendedor del

sector empresarial. Este último sector tiene una ventaja respecto al Gobierno y es que se mueve en el

ámbito de los negocios privados, no siendo su obligación la prestación de un servicio público como sí

es el caso del Estado, donde los negocios no siempre son rentables pero deben darse.

Como parte del concierto internacional, Costa Rica empezó a sufrir en carne propia dos situaciones

durante el último cuarto del siglo XX, a saber: que el Estado como empresario había resultado poco

eficiente en algunos sectores del área económica; aunado a un agotamiento del modelo agroexportador

en declive en razón de la competencia internacional; y por otro lado la necesidad de modernizar su

concepto de economía de mercado, por ser la zona económica en la cual se desenvuelve y en la cual

se ha desempeñado tanto desde el punto de vista geopolítico como regional y subregional. Lo anterior

debido especialmente a la firmeza con que se afianza la globalización de las relaciones económicas

internacionales. Es decir, era menester subirse al vagón de lo contemporáneo así como también tratar

de ir a la velocidad que las exigencias mundiales demandaban.

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Para ser un país que se comportó buena parte del siglo XX bajo aquella máxima de que “todo lo que siempre ha sido tiene que seguir siendo”, o al menos esa era la percepción, el interés por estimular las exportaciones con incentivos empezó en una fecha tan temprana como los años setenta, cuando en esa década se aprueba una ley por la cual se crean los certificados de abono tributario, específicamente en el año 1974.1 Aunque estos debieron suspenderse en 1999 porque la evaluación determinó que no había resultados favorables en ese momento 2 , la mayoría de las empresas que sí utilizaron ese incentivo lo emplearon para la adquisición de bienes de capital, maquinaria, mejora de infraestructura e inteligencia de mercado. 3 Es decir, las empresas que sí los aprovecharon, emplearon el incentivo en innovación y en mercadeo, principalmente a partir de los años ochenta para ponerse a tono con la diversificación que tocaba a las puertas del país. 4

El país, sin embargo no se interesó por incorporarse al modelo multilateral de discusión comercial sino bien avanzada la década de los años ochenta del siglo pasado cuando centró esfuerzos por ser parte integrante del Acuerdo General de Aranceles y Comercio GATT. Otros países latinoamericanos habían llevado a cabo su incorporación al Acuerdo con bastante anterioridad. Luego, a principios de la década siguiente, Costa Rica cambia de estrategia y ya incorporada al GATT participa en grupos de negociación de temas de especial interés tales como textiles, agricultura, productos tropicales, servicios y propiedad intelectual 5. Podría decirse que esto constituyó un salto cualitativo en virtud de que cambiaba la exclusividad del modelo de relación bilateral por una coparticipación de bilateralidad con multilateralidad y apertura comercial al mismo tiempo.

Las repercusiones que el país experimentó con esa participación en el GATT así como las respectivas rondas de negociación hasta llegar a ser parte fundadora de la Organización Mundial del Comercio, se traducían en esos inicios de la década de los noventa en la dinámica participación en un sistema multilateral del comercio relativamente reciente así como en el fortalecimiento del mismo lo cual hizo posible que participara de la paulatina liberalización del comercio sobre todo en aquellas áreas en que era menester exigir reglas más claras en la agricultura y la industria; todo lo cual iba en conexión con un incremento del estudio de los instrumentos jurídicos del sistema internacional en beneficio, a la vez, de una mayor seguridad en el comercio. 6 El salto cualitativo vino acompañado de uno cuantitativo ya que con esa constante apertura comercial se logró un cambio sustantivo: mientras “en 1963 las exportaciones de café y banano representaban un 72% del total colocado en el exterior; en

1 La Nación. 18 de agosto de 2003. En línea http//nacion.com/ln.ee/2003/agosto/18/economía/html.2 RELLO, Fernando y TRÁPAGA, Yolanda. Libre mercado y agricultura: Efectos de la Ronda Uruguay en Costa Rica y México. 2001. En

línea http//eclac.org/publicaciones/xml/8/9478/L502/pdf.3 NAVAS, Sergio. Declaraciones. En La Nación, 18 de agosto de 2003. Ídem.4 NAVAS, Sergio. Declaración. La Nación, 18 de agosto de 2003. Ibídem.5 GONZÁLEZ, Anabel. La Ronda de Uruguay de negociaciones comerciales multilaterales y sus implicaciones para Costa Rica. Febrero

1994. En línea http//comex.go.cr/conferencias/documents/aagonzales.pdf.6 GONZÁLEZ, Anabel. Ídem.

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el 2009 fueron apenas el 9% del total. Las exportaciones no tradicionales, en tanto, pasaron a ser un

12% en 1963 a alcanzar un 91% en el 2009”. 7

Es evidente pues, que desde esa década de los noventa Costa Rica tiene una clara política de apertura

de la economía y que esa inserción del país en los mercados internacionales le marcó unas pautas

novedosas que debía seguir, cifradas principalmente en cambiar el modelo tradicional agroexportador

por el de la incursión fuerte en la exportación de productos no tradicionales. Llama la atención eso sí,

que aunque ello se ha convertido en el eje del crecimiento nacional, al principio se operó una baja en

el mismo. Por ejemplo, en 1999 esas exportaciones no tradicionales representaban el 54% del PIB y

sin embargo, el crecimiento de la economía en el período 1995-2000 fue solo de 4,7%, en tanto que

de 1950 a 1980 el promedio de ese crecimiento fue de 6,1%. 8

Los errores no estuvieron ausentes en ese primer momento del cambio. Las situaciones no contempladas

o imprevistas que sorprendieron con la puesta en marcha de esa participación en la apertura comercial

pueden ser sintetizadas en que no se previó la problemática que traería la falta de reserva del derecho

al aumento de aranceles y de información sobre compromisos internacionales, así como de permisos

a productores agropecuarios 9, lo cual no fue obstáculo para que hoy se considere que ese ingreso

al sistema multilateral de comercio constituyese un elemento fundamental en el modelo exportador,

junto a estrategias concretas como las zonas francas, el perfeccionamiento activo o el devolutivo de

derechos. 10 Al fin y al cabo aquellos imprevistos iniciales pudieron ser subsanados.

El ingreso de Costa Rica al GATT y posteriormente al sistema de la OMC hizo necesario también que

el país tuviera que abocarse a la reforma de algunas instituciones, con el propósito de adecuarse a

las reglas del multilateralismo en la materia. Algunas de esas reformas están plasmadas en leyes,

probablemente porque los temas de carácter fiscal e impositivo son materia de reserva de ley.

También los acuerdos de tipo internacional requieren ese proceso de aprobación legislativa. De ahí

que encontramos disposiciones tales como la ley de promoción de la competencia, de reconversión

productiva, de defensa del consumidor o de protección fitosanitaria 11 por citar solo algunas.

La Ronda Uruguay en su conjunto y la consecuente fundación de la OMC permitió negociar primero

y poner de acuerdo después a muchos países sobre una multiplicidad de temas. Desde aranceles

y medidas no arancelarias, a agricultura, textiles, subsidios, propiedad intelectual o solución de

diferendos, entre muchos otros. En total eran 14 puntos temáticos con los cuales se habían iniciado

7 RUIZ, Marco Vinicio. Declaraciones. En La Nación del viernes 19 de marzo de 2010. p. 22A.8 RELLO, Fernando y TRÁPAGA, Yolanda. Op. Cit.9 Ídem10 NAVAS, Sergio. “En 1990 Costa Rica mostró su potencial”. En La Nación. Viernes 19 de marzo de 2010. p. 46-A11 RELLO, Fernando y TRÁPAGA, Yolanda. Op. Cit.

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las rondas en los años ochenta. 12 El objetivo era bastante loable. Implicaba hacer los esfuerzos necesarios para facilitar el comercio, generando más posibilidades de intercambio de bienes y servicios, haciéndolo más libre, porque con esa liberalización se obtendría mayor dinamismo, y de ahí, mayor desarrollo en general. En ese desarrollo se cifraba el objetivo primordial.

Una de las particularidades del acuerdo de 1995 estribó en que en materia de acceso a mercados, cada país podía actuar libremente incluyendo los sectores de servicios en un listado compromisorio. En productos industriales se estableció la misma medida de elección individual de que cada país pudiese elegir entre aquellos que serían afectados con reducciones arancelarias. En materia agrícola por su parte, la Ronda fomentaba un proceso de apertura de mercado para crear condiciones más equitativas, procurando a su vez que las subvenciones al sector estuvieran dentro de un marco regulado y lo menos obstaculizador. 13

La aplicación práctica del acuerdo de la Ronda fue la que presentó, en cuestión de un lustro, la parte deficitaria, errática o más problemática, no solo del Acuerdo en sí, sino también de la voluntad de las partes contratantes. Si bien es cierto el salto a negociaciones y acuerdos multilaterales eran de por sí complejos; las reacciones no se hicieron esperar a la luz de ciertos resultados. Por un lado, se señaló que desde 1995 la agenda de asuntos tratados era una especie de imposición de los países ricos a los países en vías de desarrollo conteniendo medidas perjudiciales para ese desarrollo14. Por otro lado, en materia agrícola se pretendía que esas políticas comerciales se convirtieran en instrumentos del desarrollo, pero lentamente hubo una constatación de lo poco significativo que era para los países en vías de desarrollo o menos favorecidos tales medidas, los cuales no veían reducidas las asimetrías ni los avances en la equidad, produciéndose además efectos negativos tales como reducción de la producción de alimentos básicos, aumento de las importaciones, estancamiento económico de regiones sin ventaja comparativa. 15 Es decir, que las expectativas no estaban ni por asomo satisfechas.

12 GONZÁLEZ, Anabel. Op. Cit.13 GONZÁLEZ, Anabel. Op. Cit., LAMY, Pascal. “La Ronda Uruguay como base para lograr un sistema de comercio mundial más libre

y más justo”. 2006. Discurso. En línea http//wto.org/spanish/news_s/spp/150_s.htm. y Oxfam Internacional. “De Cancún a Miami: El Desarrollo del hemisferio en juego”. En línea http/maketradefair.com/es/assets/español/DOCOxfamparaMiami.pdf.

14 Oxfam International. Op. Cit.15 RELLO, Fernando y TRÁPAGA, Yolanda. Op. Cit.

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Los problemas que más distorsión generaron a esa novedosa forma de ejercer el comercio mundial impidiendo que los objetivos de la ronda se cumplieran, pueden ser resumidos en tres:

a- El aporte de mayor liberalización y expansión del comercio mundial en provecho de todas las partes, en especial de las que están en vías de desarrollo. 16 Esto no se logró debido al proteccionismo ejercido por los países desarrollados, pues el 80% de la distorsión que hay en el mercado mundial en esta materia –de liberalización- proviene de esos países, limitando el acceso al mercado de los menos desarrollados.

b- Un segundo elemento de distorsión es que no se corrigieron ni previnieron los problemas del mercado de productos agrícolas17. En principio debería haberse producido la siguiente relación: a mayor apertura de los mercados con menos distorsión del comercio, mayor desarrollo. Esta máxima en el área de la agricultura se vio particularmente afectada porque no hubo tal de forma automática; además de que por las barreras arancelarias y no arancelarias, poco a poco se fue descartando la posibilidad de alcanzar mayor desarrollo con equidad, debido a que los países con más recursos no redujeron las ayudas internas ni eliminaron los subsidios. Los aranceles se convirtieron en medidas restrictivas al comercio porque afectaron los precios y al imponerse un sobreprecio a los productos de importación, se generó un alza que a la vez produjo que el consumidor redujera la demanda. De algún modo, era una forma de elevar artificialmente el valor de los bienes. Las otras barreras, las no arancelarias tales como salud, calidad de productos o reglas fitosanitarias, también fueron aplicadas para entorpecer la fluidez que se pretendía con el libre comercio.

c- Mercancías que atraviesan fronteras: es el otro problema no resuelto por la Ronda18. Consiste en el dilema que se presenta a los países que carecen de litoral, los cuales deben atravesar fronteras y esa actividad suele generar como efecto adverso un aumento en el precio de las mercancías, creando límites al comercio. Incluso el Banco Mundial calcula que “por cada día de atraso, la reducción del comercio alcanza al menos un 1%” 19 . Con las rondas del nuevo acuerdo se está tratando de reducir estos costos y mejorar las condiciones en las que se hallan estos países y sus PYMES.

Lo anterior provocó, entre otras cosas, que los países afectados hayan pedido una nueva Ronda multilateral que se materializó en el Programa de Doha para el Desarrollo; y en materia agrícola, que

16 LAMY, Pascal. 2006. Op. Cit. RELLO, Fernando y TRÁPAGA, Yolanda. Op. Cit. y UZQUITA, Laura. “Coaliciones en la OMC. El caso del G-20 de Cancún a Hong Kong”. 2008. En línea http//flacsoandes.org/dspace/bitstream/10469/1223/1/tesis_Laura_Uzquiza.pdf.

17 LAMY, Pascal. 2006 Op. Cit. , LAMY, Pascal. Declaración. En La Nación 19 de marzo de 2010. p. 22-A., UZQUIZA, Laura. Op. Cit. y OxfamInternational. Op. Cit.

18 LAMY, Pascal. 2006 Op. Cit.. 19 Idem.

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se constituyera un grupo de presión para enfrentar el proteccionismo, las ayudas y las subvenciones que los países de la Unión Europea y los Estados Unidos principalmente, estaban otorgando a nivel interno. Un grupo denominado G-20 que tuvo su gran debut en la reunión de Cancún en el año 2003, constituido por países en vías de desarrollo han integrado coaliciones de oposición, temáticas y flexibles para la defensa del acceso real a los mercados así como eliminar el proteccionismo. 20 A ese grupo se han asociado temporal o permanentemente algunos otros, convirtiéndose en un éxito de gestión diplomática.

En adición a lo anterior, el Director General de la OMC se refirió en Costa Rica hace algún tiempo a otros tres elementos que falta por resolver, esta vez en plenas labores a lo interno de la Ronda de Doha: 1- Reducción de derechos aduanales en materia industrial; 2- Salvaguardia para los países en desarrollo para evitar que sufran los efectos de un exceso de importaciones de productos agrícolas y 3- Negociar el tema de servicios para unos treinta países que lo requieren. 21

II. Estrategia de Costa Rica, relación bilateral con Tratados de Libre Comercio

La participación de Costa Rica en ese conglomerado de negociaciones y rondas multilaterales para actuar de lleno en el nuevo concierto de las relaciones económicas internacionales no la hizo olvidar la importancia de las relaciones bilaterales, y mucho menos descuidarlas. Ello probablemente debido a la magnitud que tiene y lo que representa para el país el intercambio comercial con otros países vecinos y/o regionales. Así las cosas, si bien es cierto en el año 2003 Costa Rica se sumó a las demandas del G-20 por el apoyo al desmantelamiento de barreras al comercio agrícola que tenían impuestas los países desarrollados, ya antes había trabajado con cierto ahínco en tratados bilaterales e incluso suscribió dos durante la década de los noventa con México y República Dominicana (aunque en bloque con la región, pero con tratamiento bilateral).

Las críticas al sistema de comercio multilateral, particularmente al ALCA y a la OMC no se hicieron esperar. En el caso del ALCA promovido por los Estados Unidos, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo se adujo que, aunque pretendía un marco de actuación jurídico a políticas de liberalización y apertura comercial, de inversión extranjera y desregulación estatal, los niveles de pobreza y desigualdad seguían elevados. De hecho, lo comparaban con los resultados de México ante la suscripción del Tratado (NAFTA) por ese país y constatan que lo único que se triplicó fueron las exportaciones, pero la disminución de la pobreza no se lograba.

En el caso de la OMC, desde temprano en 1995 las organizaciones civiles lograron una creciente oposición, principalmente en los países en vías de desarrollo. El criterio era que tanto la Unión

20 UZQUIZA, Laura. Op. Cit.21 LAMY, Pascal. 2010. Op. Cit.

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Europea como los Estados Unidos habían incumplido reiteradamente los compromisos adquiridos en las áreas de desarrollo, disminución de la pobreza y eliminación al proteccionismo. En parte, por ello algunos países manifestaron un cierto desinterés por el escenario multilateral señalando que buscarían acuerdos bilaterales. Algunos incluso admiten que fue una estrategia deliberada el socavar esos procesos para privilegiar el sistema bilateral con países que contaban con menos fuerza actuando solos o de manera individual. 22

La experiencia de esos acontecimientos no hizo sino reforzar en Costa Rica su interés por obtener mayor poder negociador y adquirir mayor influencia interna y externa. Por otro lado, la estrategia de la parte gubernativa nacional era aprovechar la eficiencia productiva, insertarse en los mercados internacionales de forma más competitiva por medio de los tratados comerciales, los cuales no son el objetivo final sino un instrumento natural para la consecución de aquel fin. Asimismo, significaba entrar en una era de tratados comerciales de nueva generación que permitiría varias cosas a la vez: el posicionamiento estratégico de país interna y externamente; los consensos dentro de los sectores sociales y mayores equilibrios en los intercambios con medidas de solución de conflictos, los cuales sin duda se presentarán en el curso de la historia bilateral23.

El objetivo de tales acciones parece ser que la firma de los acuerdos comerciales no fuese el objetivo único, ni tampoco el objetivo principal del país. Antes por el contrario, y como parte de ese sistema de sustitución del modelo económico, se ha buscado una especie de solución integral; copiando positivamente otros modelos de países que han tenido éxito anteriormente. Así entonces, la estrategia tiene al menos las siguientes características:

a- Reputación y posicionamiento internacional: Que el país desea presentarse en el concierto internacional como uno capaz de hablar con socios de todo nivel, en especial más fuertes aunque los acuerdos deban ser asimétricos. Ese posicionamiento internacional es estratégico tanto para esa materia como para otras dentro de las relaciones internacionales, y otorga al país una cierta categoría de manejo de alto nivel de las relaciones políticas, económicas y comerciales en general.

b- Poner la casa en orden: Cuando los gobiernos citan a las distintas partes y sectores sociales para escuchar posiciones y generar el mayor consenso posible de cara a las negociaciones, también hace una labor de retroalimentación, así como un esfuerzo por hacerse explicar ante esos sectores sobre la importancia de enfrentar la economía interdependiente cada vez más globalizada y competitiva. Esto permite negociaciones más apegadas a la realidad nacional. Recordemos que no solo los sindicatos o los opositores a la economía de mercado han planteado temores. También

22 OxfamInternational. Op cit.23 UMAÑA, Víctor y FIGUEROA, Luis. “Política comercial agrícola y distorsiones al comercio” En línea http/INCAE.com/ES/

clacds/nuestros_proyectos/archivo-proyectos/agricultura-politica-comercial-parteII-segundo-taller.pdf., ECHANDI, Roberto. “El Tratado de Libre comercio Costa Rica-México: una evaluación a 1998”. En línea http//comex.go.cr/conferencias/Conferencias/Eltratadodelibrecomerciocostaricamexico.pdf.

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los sectores productivos y empresariales han expresado en varias ocasiones sus reticencias a la suscripción de tratados de libre comercio en franca contradicción con su reiterado principio de libre mercado.

c- Negociar balances: Hacerse escuchar por la otra parte contratante también es importante ya que permite expresar la conformidad o inconformidad, en tanto que país en desarrollo por los obstáculos o facilidades al comercio que suelen poner los países desarrollados. Lograr un equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe solo se alcanza negociando para la obtención de un mayor balance.

La acción estratégica de Costa Rica desde finales de los años ochenta se caracteriza evidentemente por una activa política comercial que está orientada a la eliminación de las barreras existentes, al fomento de las exportaciones y a la diversificación de los mercados debido a que se cayó en la cuenta de que el mercado interno es insuficiente y el mercado centroamericano, aunque muy importante todavía, pero es reducido por la capacidad adquisitiva de la población y por los tipos de productos que se pueden colocar. Hoy día la regla general es procurar enfatizar en la producción de bienes no tradicionales para no generar dependencias que en el pasado tantos dolores de cabeza produjo cuando había crisis en uno de los sectores. Por ejemplo, los componentes electrónicos o el turismo ecológico o de salud tienen mercados allende Centroamérica.

La iniciativa en este cambio de modelo de creación de riqueza lo han liderado los gobiernos, sobre todo a partir de esos años ochenta. El ente estatal ha sido el guía de este cambio estructural de intercambio comercial internacional una vez constatado que el modelo de economía doméstica era insuficiente y que la dependencia de dos o tres productos agrícolas generaba incertidumbre cuando las condiciones exógenas devenían adversas. Pero como se anotó anteriormente, aunque parezca inverosímil, las reticencias no solo vinieron del sector social, sino que también el sector empresarial mostró reiteradamente inconformidad por las potenciales invasiones de productos más baratos, enfrentar mayor competencia en el mercado nacional o dificultades estructurales; sosteniendo incluso el peligro de la quiebra de empresarios del sector.

Naturalmente siempre existen sectores más sensibles a todo acuerdo de libre comercio. En el caso de Costa Rica parece ser una constante los productos agrícolas, textiles y el vestido. Se comprueba que siempre el sector privado ha reiterado que con las políticas de Estado y con CINDE era posible atraer inversiones sin afectar los precios de los bienes y servicios o poner en riesgo algún sector o hacer que ciertos productos y productores pierdan competitividad.

Al anunciarse la negociación para suscribir el Tratado de libre comercio con los Estados Unidos, el Ministro de Comercio Exterior de entonces dijo que con ese acuerdo se marcaría la consolidación de la estrategia comercial del país y que la eliminación de aranceles no era tan significativa como sí la

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flexibilización de medidas sanitarias. 24 De igual manera están en proceso otros acuerdos bilaterales o plurilaterales que marcan un camino sin marcha atrás de incorporación de esos tratados de nueva generación en la relación nacional con otros países.

Constituye por tanto, todo un proyecto país de inserción comercial y no solo de apertura; ya que la mayor cantidad de obstáculos al comercio, tanto arancelarios como no arancelarios proviene, de nuevo inverosímil, de los países desarrollados que mayoritariamente han abogado por la economía de libre mercado e impuesto ese modelo a otros socios de menor influencia, pero que desde los años veinte del siglo pasado y por ochenta años han tenido un doble discurso en este sentido; sobre todo según se trate de sus productores nacionales o los del extranjero, de sus exportaciones o la del extranjero.

En este último sentido, cabe recordar que los representantes políticos de los países desarrollados se han hecho presentes en diversas zonas para presionar sobre lo que han considerado trabas discriminatorias de los países en vías de desarrollo, principalmente para los productos agropecuarios, pero no han soltado prenda sobre los suyos propios. No cabe olvidar que en el caso del TLC con Centroamérica, los congresistas americanos llegaron a ejercer suficiente presión como para poner en duda la aprobación legislativa del acuerdo en sede nacional estadounidense porque podía traer perjuicio a sus votantes, fueran éstos agricultores o empresarios; al punto que Centroamérica debió pedir la ayuda política del Presidente estadounidense para que no se obstaculizasen las negociaciones y siguieran adelante.

La otra cuestión interesante de no olvidar es la interpelación que en su momento hizo Estados Unidos a Costa Rica (y Guatemala) sobre la posición nacional mantenida con el G-20, cuestionando que el país haya participado de buen grado en el denominado “secuestro” que los líderes del G-20 hicieron de algunos países cuyo actuar no buscaba solo la flexibilidad en temas agrarios, sino también un ejercicio político. 25 Por fortuna el sector gubernamental ha sabido informar adecuadamente, lo mismo que defenderse de tales manifestaciones, en particular cuando se trata de defender los intereses nacionales respecto de proyectos que afecten de manera sensible al país. Lo hizo en 1856, lo hace ahora con la carrera armamentista y es de esperar que lo siga haciendo. Eso sí, la reprimenda de ese setiembre de 2003 hizo que Costa Rica se distanciara del G-20 por algún tiempo, pero luego la ha retornado para seguir apoyando la importancia de sensibilizar sobre el cuantioso daño que se ha hecho al libre comercio y a los países en desarrollo las ayudas millonarias que los países desarrollados otorgan a sus sectores agrícolas.

24 TREJOS, Alberto. La Nación. 03-enero-2003. En línea http//nacion.com/ln.ee/2003/enero/03/economía/html25 Cfr. Declaraciones en La Nación. 26 de setiembre-2003. En línea http//nacion.com/ln.ee/2003/setiembre/26/economía/html,

UZQUIZA, Laura. Op. Cit.

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Es natural que con cada tratado se impregne un sello particular como no puede ser de otra manera. En la negociación con China, los indicios señalan que con ese mercado tan gigantesco, las preocupaciones van encaminadas hacia la seguridad en la calidad de los productos y asuntos sanitarios, las salvaguardias o el antidumping.

Actualmente se está cerrando el proceso bilateral con Perú (mayo 2011)

A nivel plurilateral, con la Unión Europea, las nuevas indican que las preocupaciones nacionales respecto a normas de origen y sanitarias han tenido receptividad en el socio europeo, despejando el camino del acuerdo.

Y en materia multilateral, además de recibir una felicitación por la participación del país tanto en ese marco como en el escenario bilateral; se ha recordado que un tema tan importante para el país como es el del banano ha ido logrando una solución gracias a esa multilateralidad de la OMC. Eso sí, olvidando recordar muy oportunamente el vía crucis sufrido por los países en desarrollo ante una distorsión tan fuerte como fue ese impuesto draconiano proteccionista que alcanzó casi los 200 euros.

III. CONCLUSIONES

1- Costa Rica estableció, debido al agotamiento del modelo agroexportador y a la necesidad de crear riqueza, una estrategia de diversificación de la producción en fecha tan temprana como mediados de la década de los años setenta así como una apuesta firme y decidida por la diversificación de mercados y el libre comercio, principalmente a partir de la última parte de la década de los años ochenta.

2- La estrategia comercial fue encaminada en todo momento a ampliar la esfera de acción y el posicionamiento del país en el concierto internacional; producto a la vez de la necesidad de participar en la economía globalizada y evitar aislamientos perjudiciales por la alta interdependencia que impera en el mundo en esa materia.

3- La defensa de los intereses nacionales ha hecho que se lleven a cabo alianzas estratégicas tanto de oposición como temáticas y flexibles en una actitud eminentemente pragmática; al servicio de los intereses nacionales bajo la dirección de los distintos Gobiernos ejerciendo políticas de Estado. Esto ha hecho que al mismo tiempo que se negocian tratados bilaterales también se han hecho esfuerzos por vencer trabas al comercio en especial con el G-20 y el Grupo de los 77 a nivel multilateral.

4- La estrategia estatal no siempre tuvo el apoyo incondicional del sector productivo privado agroindustrial, exportador o de las cámaras; el cual compartió dudas, temores y hasta se opuso

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junto con las organizaciones sociales, civiles, universitarias y sindicales cada uno a su manera. Todos han expresado reservas y han ejercido de distinta forma, las presiones para que sus sectores no se vean afectados negativamente y hasta para que no se firmen los tratados de libre comercio.

5- El país ha dado igual importancia al trabajo bilateral como al multilateral o al plurilateral. Aunque el ingreso de Costa Rica al GATT fue relativamente tardío si se compara con otras naciones de la región, una vez incorporada al sistema multilateral su participación ha sido constante, destacada y hasta reconocida.

6- Desde el punto de vista nacional, todo ese esfuerzo de inserción en la economía global, a través de estrategias definidas de suscripción de acuerdos de nueva generación han exigido al país una mayor participación con socios regionales y como consecuencia de ello, han demandado conversaciones o acuerdos en áreas que se han venido postergando por razones de política interna, tales como el sistema aduanero centroamericano, el parlamento centroamericano, la libre circulación de bienes, servicios y personas, el pasaporte único, la estandarización de normas y procedimientos.

Se ha desmoronado el estribillo de que somos muy avanzados, pues se ha constatado que la competencia está en las más cercanas proximidades, donde los inversionistas pueden encontrar menos burocracia, más infraestructura, más interés por el otorgamiento de concesiones de grandes obras y algunas otras más.

7- Un último elemento a considerar, por su importancia de acuerdo con las preocupaciones externadas por alguna cámara el año pasado (2010), es la falta de seguimiento a los tratados ya existentes, en virtud de que su puesta en ejecución genera una serie de situaciones prácticas, a veces de problemas, que requieren atención. Al no darle seguimiento oportuno a los tratados vigentes, el país puede entrar en conflictos y generar pérdidas a empresarios que realizan esfuerzos por colocar sus productos en mercados extranjeros. La medida de un mejor seguimiento está alertada, solo falta darle la continuidad e importancia que merece.

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Procesos de integración comercial: la República Popular China

Sofía Isabel Mitjavila Sánchez *

Resumen

Un breve recuento de la presencia China a nivel comercial en América Latina.

Palabras claves: China, Chile, Perú, Costa Rica, Panamá.

Abstract

A brief account of China’s commercial presence in Latin America.

Keywords: China, Chile, Peru, Costa Rica, Panama.

Introducción

La palabra integración, no sólo engloba los procesos que conllevan una integración económica,

social y política regional como la Unión Europea, el Mercosur o la Comunidad Andina, sino también

los procesos de integración comercial producto del sistema capitalista que impera hoy en día.

Hablar de política económica internacional actual en nuestra región implica forzosamente mencionar

un actor cada vez más importante en el ámbito económico latinoamericano: China. El panorama

económico de América Latina ha ido cambiando en los últimos años con la presencia cada vez

más firme de este país, fue la sexta economía del mundo en 2003 y cuarta en el 2005. En el

2010, desplazó a Japón como segunda economía del mundo, cuando creció un 9.9% frente al mismo

periodo del año 2009, mientras la economía de Japón se contrajo los últimos 3 meses del 2010 un

1.1% interanual.1

Indiferentemente del por qué China se abstuvo por muchos años de cualquier protagonismo económico.

Desde finales de los años setenta, China inició una serie de reformas económicas dirigidas hacia una

mayor apertura a Occidente. Desde entonces su crecimiento ha dado un gran salto hasta llegar a un

promedio de 9% anual. Así mismo, ha acaparado buena parte de la inversión extranjera directa

desde hace más de una década. China es hoy una de las economías más dinámicas del mundo, siendo

el mayor comprador de cobre, zinc, platino, acero, hierro y aluminio y el segundo de petróleo.

* Bachiller en Relaciones Internacionales.1 Dawson, C., & Dean, J. (13 de Febrero de 2011). The Wall Street Journal. Recuperado el 1 de Marzo de 2012, de U.S. Edition Home:

http://online.wsj.com/article/SB129764486809886243.html

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Este gigante asiático, como lo llaman algunos, se asemeja a cualquier país en desarrollo de América

Latina, ¿qué lo hace diferente?: tener una economía industrializada como un país capitalista de

Occidente. ¿Cómo logró este cambio? ¿Cuál es el papel de China en economías como la de Perú,

Chile, Costa Rica y Panamá? En definitiva ¿cuáles son las ventajas y las desventajas de la presencia

de China en los países de América Latina tomando como ejemplo sus relaciones comerciales con los

países mencionados?

La fuerte presencia de China en América Latina desde su ingreso a la Organización Mundial del

Comercio (OMC) en 2001 puede analizarse desde dos puntos de vista: una amenaza y a la vez una

oportunidad. Por un lado encontramos una política económica internacional agresiva con el objetivo

de obtener fuentes de carburante y materias primas así como nuevos mercados para su infinita

producción con una actitud utilitarista. Por otro, China no solo “toma” sino que “da” y al largo plazo la

presencia de China podría aportar fuentes de inversiones, diferentes mercados, modernas tecnologías

y contribuir a fortalecer la posición de América Latina en foros u organismos internacionales para

lograr mejores condiciones relacionadas al comercio exterior.

A pesar de que estos intercambios comerciales entre China y América Latina han crecido en los últimos

años, esto no significa que todos los países se hayan visto fortalecidos de la misma manera. Países

productores de materias primas y alimentos como Chile y Perú, se han beneficiado particularmente

gracias a los saldos comerciales positivos y al aumento de la inversión extranjera directa. Costa

Rica empezó negociaciones para suscribir un Tratado de Libre Comercio con esta nación asiática en

enero de 2009 y tras seis rondas de negociaciones, lo firmó el 8 de abril de 2010. Su ratificación fue

bastante discutida en la Asamblea Legislativa y fue aprobado en segundo debate en mayo de 2011.

Panamá a su vez, se ve divida entre los intereses de dos fuerzas antagónicas como los son China y

Taiwán.

La República Popular China y su apertura económica

La República Popular China se fundó en 1949 con el Presidente Mao Zedong y el Primer Ministro Zhou

Enlai. Durante los primeros años Mao Zedong intentó impulsar la economía del país. De esta manera

se empezó a generar un pequeño grupo de industrias básicas que no habían existido en el pasado

y que eran necesarias para la industrialización nacional, de acuerdo a la reforma socialista que se

implementaba. Simultáneamente se establecía un sistema de propiedad pública de los medios de

producción. Esta reforma logró grandes avances en la industria, la agricultura y la tecnología durante

las veinte décadas siguientes. Con la muerte de Mao Zedong en 1976, el gobierno de Deng Xiaoping

inicia una agresiva reforma económica.

Cuando Deng Xiaoping decidió que China -socialista- debía reformar su sistema económico, en

el mundo capitalista creció un gran interés por ver cuáles serían los efectos de estas reformas. Esta

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decisión de cambio se tomó inicialmente en diciembre de 1978 cuando el 11° Comité Central del

Partido Comunista decidió “atribuir mayor importancia a la modernización y a la construcción

económica”.2 Y fue corroborada años más tarde, el 20 de octubre de 1984 cuando el 12° Comité

Central del Partido Comunista chino “acordó unánimemente que…debemos mantener la política de

vigorizar la economía interna y de apertura al mundo exterior.”3 China había empezado un proceso

de reforma y apertura que constituye uno de los sucesos económicos más relevantes del siglo XX que

afectaría la economía y el comercio global.

Uno de los primeros cambios que Xiapoing propulsó fue que la propiedad privada de los medios

de producción fuera aceptada, cosa que no se hacía desde 1949. Con el inicio de la privatización

se presentaban dos conceptos que el mundo chino no conocía: plusvalía y competencia. Su objetivo

inicial era construir una economía de mercado socialista; pero, como se ha visto con el trascurrir

de los años, en la práctica ha ido introduciendo paulatinamente las características propias de una

economía de mercado. Aunque Estados Unidos aún no quiera reconocerla como tal. En 2000 el PIB

de China alcanzó 1.070.000 millones de dólares, 6,4 más veces que en 1978.

El 11 de diciembre de 2001, después de casi quince años de negociaciones, China accedió a ser

miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Al ingresar, China se comprometió

a adaptarse al comercio exterior, las inversiones extranjeras y a la liberación de su economía de

acuerdo a los principios y normas establecidas por dicha organización.

Los principios generales que asume China al ingresar a la OMC pueden resumirse en los siguientes:

1) El principio de no discriminación: dar igual trato a todas las mercancías que entren en China, sin

importar su origen. En el caso de China esto significa también eliminar el sistema dual de precios,

disminuir las restricciones al comercio e introducir acuerdos administrativos más igualitarios. 2) Abrir

su mercado, es decir eliminar gradualmente las barreras de acceso al mercado chino: bajar aranceles,

eliminar barreras no arancelarias, y abrir el sector servicios. 3) Transparencia en el comercio y que sea

predecible. En otras palabras, China está obligada a publicar toda la regulación (leyes, reglamentos,

etc.) relativa al comercio, tanto la que afecte a las reglas generales de la OMC, como la relativa a

acuerdos específicos de ésta con China. 4) Principio de comercio no distorsionado: afecta a asuntos

como los subsidios, medidas antidumping o salvaguardas. China ha tomado fuertes compromisos

en este terreno, incluyendo el de no utilizar subsidios a la exportación de bienes agrícolas. Tomando

en cuenta estos principios que son generales a todos los miembros de la OMC, podemos exponer su

relación con algunos países de América Latina.

2 Yu-Chiao, H., Chen, P.-W., & MO, H. (1985). Reforma de la estructura económica del régimen comunista chino. La Liga Mundial Anticomunista. (p.3)

3 Yu-Chiao, H., Chen, P.-W., & MO, H. (1985). Reforma de la estructura económica del régimen comunista chino. La Liga Mundial Anticomunista. (p.2)

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China y América Latina

China se enfrenta con dos problemas que lo obliga a acercarse a América Latina como proveedor:

su falta de materias primas y una insuficiencia en la producción de los alimentos requeridos para

satisfacer las necesidades de su población. China debe alimentar al 22% de la población del mundo

con solo el 7% de tierra “productiva”. Por ello, debe recurrir a proveedores externos. Con el nuevo

milenio estas carencias la han impulsado, al menos inicialmente, a propiciar importantes oportunidades

de negocios con países de América del Sur, entre los cuales se mencionarán solamente Chile y Perú.

La relación comercial entre este país asiático y estos dos países se caracteriza por un incremento en el

comercio bilateral siendo China socio comercial principal. En la balanza comercial de estos dos países

se presentan superávits y una cada vez mayor inversión extranjera directa utilizada en la mayoría de

los casos para la extracción de materias primas y la construcción de infraestructura. Hoy en día China

consume aproximadamente 40% del cemento, 31% del carbón, 30% del mineral de hierro, 27% del

acero, 25% del aluminio y 20% del cobre del mundo.

Ambos países han firmado Tratados de Libre Comercio con China, teniendo como objetivo establecer

una zona de libre comercio entre ellos y la potencia asiática. Sus objetivos son bastante similares,

buscan la expansión y la diversificación del comercio, la eliminación de obstáculos, la competencia

leal, la cooperación bilateral y la creación de un foro para la solución de controversias comerciales

entre las dos naciones suscriptoras, como ya se mencionó en la introducción, siempre tomando como

base los principios y normas establecidas por la OMC.

Chile

En el caso de Chile la exportación de materias primas es parte fundamental de su comercio. La mayoría

de sus exportaciones hacia China son de cobre. China es el mayor importador mundial de este metal,

mientras que Chile es el principal exportador. Es lógico entonces que la minería represente 74% de

las exportaciones chilenas al país asiático. Solamente las compañías estatales chilenas Corporación

Nacional del Cobre (Codelco) y la Empresa Nacional de Minería (Enami) juntas garantizan más de un

tercio de las exportaciones a China, mientras que ésta exporta a Chile textiles, vestimentas, calzado,

juguetes y tecnología. Sin embargo, en 2009 las exportaciones de cobre bajaron un 58% con respecto

a 2008, se dio una menor producción y una caída en los precios de las materias primas debido a la

crisis general de la economía.

Como consecuencia de este comercio bilateral, desde principios de 2000, Chile ha logrado una balanza

comercial positiva, tanto así que China ya para 2004 era el segundo socio comercial de Chile. En

2005, se firmó un acuerdo donde se establece que Codelco garantizaría un continuo abastecimiento

de cobre a través de la China Minmetals a cambio de que China financiara la expansión de cuprífera

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chilena. La inversión sería de unos 550 millones de dólares inicialmente para un total aproximado de

2.000 millones al concluir.

Visto los vínculos comerciales que se habían creado, no era de extrañar, que en 2004 China y Chile

decidieran negociar un Tratado de Libre Comercio que se firmaría en noviembre de 2005 y que sería

el primer tratado de este tipo entre China y un país de América Latina. Este acuerdo cubría solamente

mercancías. Servicios e inversiones se negociarían tres años más tarde.

Para 2007, China era y continúa siendo el principal destino de las exportaciones chilenas, destacándose

ese año un superávit en la balanza comercial superior a los cinco mil millones de dólares. Al cumplirse

un año de la aplicación de la primera etapa del TLC, la referida a la desgravación comercial, las

exportaciones hacia China se duplicaron, mientras que las importaciones crecieron un 40%. En el

período enero de 2007 a junio de 2008, las exportaciones presentaron una tasa de crecimiento de

110,5%, al ser comparado con el período que va de julio de 2005 a diciembre de 2006.

El 13 de abril de 2008 se firmó en Beijing, en una visita de la entonces Presidenta Michelle Bachelet a

China, el Acuerdo Suplementario sobre Servicios, una extensión al tratado de libre comercio enfocada

hacia el sector de los servicios, convirtiéndose en el primer acuerdo de este tipo entre China y un

país latinoamericano. De esta manera se creaba un precedente para que este país asiático pactara

acuerdos similares con otras naciones de la región con el objetivo de desarrollar el sector de los

servicios. El 16 de diciembre de 2009 la Cámara de Diputados chilena aprobó dicho Acuerdo con

62 votos a favor. Este acuerdo compromete a ambos países a continuar negociando el tema de

inversiones. Engloba sectores que incluyen diversos temas, desde la consultoría hasta los deportes.

El capital chileno invertido en China entre 1990 y el primer semestre de 2008 alcanzó los US$ 75

millones, cifra que representó un 0,2% del total invertido por Chile en el exterior. A su vez, la inversión

extranjera directa proveniente de China alcanzó a un total de US$ 85 millones, cifra que representó

el 0,1% de la inversión extranjera total recibida por Chile en dicho período.

Al concluir el primer semestre de 2009, China se convirtió en el principal socio comercial de Chile,

desplazando a Estados Unidos. Pese a la caída de las exportaciones Chilenas al gigante asiático,

éstas representaron un 21,6% del total, mientras las dirigidas a Estados Unidos representaron un

14,1%. Hace un año la situación era la misma de acuerdo al diario Nación de Santiago de Chile, “…

la UE es el segundo destino más importante para las exportaciones chilenas, después de China, ello

debido a las preferencias arancelarias y los tratados de libre comercio firmados con 27 países que

integran el bloque (en referencia a la Unión Europea)…” 4 en un artículo de febrero de 2011.

4 La Nación Chile . (4 de Febrero de 2011). Recuperado el 1 de Marzo de 2012, de http://www.lanacion.cl/relaciones-comerciales-chile-ue-crecen-165-en-7-anos/noticias/2011-02-04/163355.html

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Perú

Perú también ha desarrollado una estrecha relación con China proveyendo alimentos y materias

primas al país asiático. La harina de pescado, utilizada en China para la alimentación animal,

representa casi dos terceras partes del valor de las exportaciones peruanas a ese país. En el caso de

Perú al igual que el de Chile, se presenta una complementariedad. Perú es el principal productor de

harina de pescado del mundo, mientras China es el principal centro de consumo, y adquiere más del

50% de la producción peruana. Las otras exportaciones dominantes son el mineral de hierro y el cobre

(como en Chile), áreas en que se reproduce el patrón de la inversión extranjera directa en industrias

extractivas, entre las que se destaca la mina Marcota, donde la empresa china Shougang ha invertido

más de 250 millones de dólares.

Desde los años noventa el comercio entre China y Perú ha mostrado un continuo crecimiento, ya que

pasó de 74 millones de dólares en 1990 a 732 millones en 2000. En 2004 Perú registró un superávit

crónico de 468 millones de dólares.

Con el ejemplo de éxito representado por el TLC con Chile, y su creciente comercio bilateral con China,

en noviembre de 2006 Perú propuso formalmente a China la posibilidad de negociar un acuerdo

comercial entre ellos. Ese año, 2006, China importó de Perú alrededor de US$ 121,197 millones

en químicos; US$ 42,843 millones en metales, minerales y sus derivados; US$ 27,085 millones

en productos agropecuarios; US$ 16,234 millones en textiles y US$ 4,191 millones en productos

pesqueros.

Durante la primera mitad del 2007 se realiza un estudio de factibilidad como paso previo a la

negociación y en noviembre de ese mismo año empiezan las negociaciones. Para ese año la balanza

comercial de China y Perú alcanzaba los 6.000 millones de dólares. En el 2008, aumentó un 24

por ciento respecto a 2007, 2.800 millones de dólares fueron exportaciones chinas y 4.700 millones

de dólares, exportaciones peruanas, principalmente harina de pescado y minerales. En 2009 los

intercambios bajaron en 2009 a 6.400 millones de dólares (2.100 y 4.300 millones) debido a la

crisis.

Finalmente el Tratado de Libre Comercio entre los dos países se firmó en abril de 2009 y el primero de

marzo de 2010 entró en vigor. En el 2010, este acuerdo se convertía en el octavo tratado negociado

por el país asiático y en el segundo ratificado en América Latina tras el alcanzado con Chile en el

2005.

El TLC entre China y Perú tiene una mayor cobertura que el de Chile. Abarca desde su inicio tanto

el intercambio comercial de mercancías como el de servicios, y además cuenta con un capítulo de

inversiones y otro de propiedad intelectual. China buscaba una mayor colaboración en agricultura,

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explotación minera, y turismo. Por su lado, Perú se concentraba en la exploración de minas,

consultoría de administración de empresas, servicios de traducción, deporte y turismo. Ambos países

se conceden el tratamiento de país más favorecido para promover más inversión. Perú buscaba

que China invirtiera en energía eléctrica y eólica, petróleo, gas e infraestructuras necesarias en las

explotaciones mineras. Asimismo, fortalecer la producción de harina de pescado, de la que, como se

mencionó anteriormente, China es el primer comprador.

Quienes apoyaban el tratado expresaban que este acuerdo representaba un beneficio para la

agroindustria peruana, ya que favorecería la exportación de productos como espárragos, mangos,

uvas, además de productos hidrobiológicos que ingresarían sin aranceles al mercado chino. Asimismo,

el tratado permitiría a los peruanos acceder a miles de productos chinos como electrodomésticos,

productos tecnológicos de todo tipo y autos, aumentando su oferta y reduciendo su precio (aunque

sea marginalmente ya que actualmente hay muchos aranceles reducidos).

Para quienes no veían con buenos ojos este tratado, Perú continuaría siendo un exportador de materias

primas, con precios inestables y menos posibilidades de generar una industria local relacionada

con dichas exportaciones. Los contrarios al Tratado además temían que productos manufacturados

como el calzado o las confecciones textiles no podrían competir con los precios de China y se verían

sacrificados. Para contrarrestar esta posición el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo quiso

asegurar su posición comunicando que sólo el 10% de las exportaciones peruanas se verían afectadas

negativamente por este TLC, y que esto sucedería solamente al inicio de su entrada en vigencia. Lo

anterior porque en el caso de las confecciones, el Tratado establece un régimen de desgravamen a

16 años, lo que significa que la empresa peruana va tener 16 años de plazo para prepararse hasta

que los productos chinos ingresen sin arancel.

El tiempo ha dado respuestas. Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú, el

intercambio comercial entre Perú y China alcanzó en el 2010 los 10.545 millones de dólares, lo que

supuso un crecimiento del 43,6% respecto al 2009. Según esta institución este crecimiento se debió

gracias al tratado de libre comercio con China.

En el 2010, el Ministro de Comercio Exterior y Turismo, Eduardo Ferreyros, señaló: “Las exportaciones

totales a China llegaron el año pasado a 5.425 millones de dólares, mientras que las importaciones

desde el gigante asiático sumaron 5.119 millones de dólares…Lo destacable es que las exportaciones

a China crecieron a un mejor ritmo que el total de exportaciones peruanas al mundo, que alcanzaron

un crecimiento de 30 por ciento, todo ello impulsado por el acuerdo comercial”. 5 Hoy en día China es

el segundo socio comercial de Perú mientras que este es el séptimo socio de China en América Latina.

5 Portafolio.co. (2 de Marzo de 2011). Recuperado el 1 de Marzo de 2012, de http://www.portafolio.co/internacional/comercio-peru-y-china-subio-436

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China y Centroamérica

Hasta hace poco más de una década, las relaciones comerciales entre Centroamérica y China

eran prácticamente inexistentes. Sin embargo, en los últimos años las vinculaciones comerciales han

aumentado con rapidez, pero con tendencias deficitarias, muy diferentes a las tendencias que se

presentan en países como Chile y Perú. A pesar de que la cantidad de comercio es mucho menor, el

pesado déficit para los países centroamericanos es una característica que siempre los ha distinguido.

Con excepción de Costa Rica, las naciones centroamericanas presentan asimetrías comerciales frente

a China bastante amplias. Por ejemplo, cada dólar que exporta a China, Guatemala recibe 38,5

dólares en importaciones; en Nicaragua la media es de 1 a 38; en El Salvador, de 1 a 28.5; en

Honduras, de 1 a 12; y en Panamá, de 1 a 4.

Costa Rica

Costa Rica establece relaciones con la República Popular China en 2007. El comercio bilateral entre

ambos países alcanzaba los 2,9 mil millones de dólares en ese momento. Al establecer Costa Rica

relaciones con China y empezar a gestionar con esa nación un Tratado de Libre Comercio casi de

inmediato, el país rompía con la norma seguida por el resto de los países centroamericanos que

continuaban reconociendo a Taiwán como nación y no como provincia rebelde.

A partir de enero del 2008 se decidió elaborar un estudio para determinar la factibilidad de un Tratado

de Libre Comercio entre los dos países. Luego de determinar que sus economías eran complementarias

se dio inicio a la negociación de un TLC con sus respectivos procesos internos. El 17 de noviembre de

2008, cuando el Presidente Hu Jintao visitó Costa Rica, ambos gobiernos firmaron el Memorando de

Entendimiento que lanzó la negociación de un TLC. Luego de un año y dos meses de haber empezado

las negociaciones y tras seis rondas de ellas, el miércoles 10 de febrero del 2010, se logró llegar a un

consenso sobre los últimos aspectos de la negociación y se cerraron las negociaciones para suscribir

dicho tratado. En abril de ese mismo año, 2010, los gobiernos de ambos países firmaron el acuerdo

en Beijing.

El intercambio comercial entre China y Costa Rica en el 2009 fue de $1.478,6 millones, con ventas

costarricenses por $767 millones y chinas por $711,6 millones. El 96% de las exportaciones a China

son relacionadas directamente a los microprocesadores de Intel y partes para computadoras.

Entre los objetivos generales de las negociaciones están: mejorar la producción y competitividad a

través de una competencia leal y equilibrada de bienes y servicios; promover la cooperación entre

ambas naciones; que el TLC sea compatible con las normas estipuladas por la Organización Mundial

de Comercio de la cual ambas forman parte, y de paso, indirectamente profundizar las relaciones

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de Costa Rica con Asia y los países miembros de APEC (Foro de Cooperación Económica de Asia

Pacífico).

Entre los aspectos más importantes que enmarca el TLC se deben mencionar el Principio de Trato

Nacional, el acceso a mercados, reglas de origen y procedimientos operativos relacionados, medidas

sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, defensa comercial, inversión, comercio

de servicios y entrada temporal de personas de negocios, propiedad intelectual, cooperación; entre

otros. Por motivos de extensión del presente trabajo solo se comentarán algunos aspectos de los antes

mencionados.

En cuanto a lo relacionado con el acceso a mercados; el acuerdo prevé que el 65% de los productos

costarricenses puedan ingresar inmediatamente sin aranceles. Este 65% representa el 98% de los

ingresos costarricenses por exportaciones a China. El 29% de los productos tendrán un plazo de

desgravación de 5 años, el 2% a años, y el 1% a 15 años. Quedaron excluidos productos entre

los cuales se encuentran el trigo y harina de trigo; arroz; maíz; aceite de palma, girasol y algodón;

azúcar; tabaco; cigarrillos; productos de la industria forestal; y papel; entre otros.

En el caso de China, ésta exporta a Costa Rica desde el inicio el 63% de sus productos sin aranceles,

un 4% tendrá un plazo de desgravación de 5 años, un 22% de 10 años, y un 2% de 15 años. Entre

los productos que podrán entrar libremente están los televisores, equipos de audio, videos y varios

aparatos electrónicos para el hogar. Entre los productos chinos que fueron excluidos (el 9%) están

el pollo, pescado, lácteos, café, té, arroz; entre otros. Uno de los sectores que más se opuso a este

Tratado de Libre Comercio con China, fue el sector industrial. Dentro del contexto del TLC, figura

una cláusula de salvaguarda por siete años, que permitiría imponer aranceles a ciertos productos

chinos cuando éstos afecten el desarrollo de una industria naciente en Costa Rica, esta cláusula no

fue del todo satisfactoria para los industriales del país ya que este plazo fue considerado corto por

lo que consideraban que este TLC podría ser una amenaza. De acuerdo al presidente de la Cámara

de Industriales Costarricenses este Tratado afectaría principalmente a la industria metalmecánica,

la alimentaria y la relacionada al plástico. En el caso de la Industria Alimentaria, en su momento,

el vicepresidente ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria, Mario Montero

aseguró que “se ha abierto el mercado interno para los productos de otros países, pero se han

mantenido protecciones desproporcionadas para las materias primas”.6

Para aplacar los ataques de los diferentes sectores productivos, un 90 % de los productos chinos que

habían sido objetados por la industria alimentaria nacional quedó fuera del acuerdo. Por ejemplo,

no quedaron dentro del TLC galletas, cereales, confites, la cerveza, entre otros. Costa Rica podrá

6 Info7.mx. (10 de Febrero de 2010). Recuperado el 1 de Marzo de 2012, de www.info7.com.mx/a/noticia/166638

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exportar a China sin pagar aranceles jugo de naranja congelado, tilapia, camarón, cacao, chocolates,

palmito, ron y camarones.

Otros productores que habían sido blanco de cuestionamientos fueron las carnes (res, cerdo y pollo),

melón, sandía, galletas y ciertas jaleas que no tendrán arancel para entrar a China por cinco años. En

el caso del café, este tendrá arancel por diez años más, luego será eliminado. Vale la pena recalcar

el caso que se mencionó anteriormente, del azúcar, que no obtuvo ni una sola cuota de exportación

con alguna ventaja arancelaria.

Dos productos importantes dentro de nuestra economía son el frijol negro y la carne de cerdo

congelada. Costa Rica logró incluir ambos productos en la categoría de desgravación y recibirán

acceso mediante contingentes arancelarios libres de aranceles. En el caso del frijol negro, se podrán

importar hasta diez mil toneladas métricas durante cierta época del año, cantidad que será distribuida

entre los importadores en proporción a su participación en la compra de la cosecha nacional de frijol.

En el caso de la carne de cerdo congelada, se le concedió un contingente de doscientas cincuenta

toneladas métricas por año.

En cuanto a medidas sanitarias y fitosanitarias, se establece como base los derechos y obligaciones

adquiridos a través del Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC, así como

disposiciones específicas sobre análisis de riesgo, protocolos, transparencia y cooperación técnica. Se

constituye también un Comité que tendrá la responsabilidad de velar por el cumplimiento de dichas

disposiciones y que funcionar como foro de consultas sobre asuntos sanitarios y fitosanitarios.

En cuanto a cooperación se acordó un marco que permita aprovechar al máximo las oportunidades

que se generan con el Tratado. Buscando promover un mayor desarrollo económico y social,

fortaleciendo la competitividad, a través del comercio, la transferencia de tecnología y la innovación,

la cooperación agrícola, promoción de exportaciones y atracción de inversiones, aspectos culturales,

y el apoyo a la PYME, entre otros.

Sobre propiedad intelectual, el tratado incorpora regulaciones sobre principios; disposiciones

generales; recursos genéticos, conocimiento tradicional y folklore; propiedad intelectual y salud pública;

transferencia de conocimiento y tecnología; medidas en frontera; puntos en contacto; indicaciones

geográficas y cooperación.

Siguiendo los pasos de Chile y Perú, Costa Rica espera obtener resultados positivos de este Tratado.

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Panamá

El caso de Panamá es diferente a cualquiera de los casos anteriores. Panamá tiene un Tratado de Libre

Comercio con Taiwán vigente desde el 2004, pero China no deja de estar presente activamente en el

ámbito comercial. China y su provincia rebelde, se disputan el mercado panameño y su posición para

proyectarse a los países del resto de América.

Panamá estableció relaciones diplomáticas a principios del siglo XX con Taiwán y desde entonces han

venido estrechando sus lazos amistosos y de cooperación. Taipéi es la decimosexta economía más

grande del mundo, y representa un mercado de 23 millones de consumidores. Es reconocida y tiene

relaciones diplomáticas con 23 países, siendo Panamá uno de ellos.

Panamá exporta a Taiwán carnes, aluminio, cuero, chatarra, madera y pulpa de frutas tropicales. En

los últimos años se ha presentado la oportunidad de exportar pescado procesado y extractos de noni,

un fruto con propiedades reconstituyentes muy apreciado en Asia. En 2009, las exportaciones hacia

Taiwán alcanzaron los 24 millones de dólares, unos 24.6 millones de dólares menos que en el 2008.

Panamá es el primer país en el área centroamericana con inversiones de Taiwán. En su territorio hay

más de 20 fabricantes taiwaneses que operan en la Zona Libre de Colón, donde en 2010, abrió sus

puertas el Mega International Commercial Bank, cuya casa matriz está en Taipéi.

Taiwán no solo está presente a nivel comercial en Panamá sino que también tiene una presencia

importante en lo que concierne su relación de cooperación. Que se podría ver como una manera de

intimidar indirectamente a Panamá en caso ésta decidiera estrechar lazos más fuertes con China.

En 2010, Taiwán entregó más de 7.5 millones de dólares como parte de una donación de 22 millones

de dólares, que fue asignada para la compra de un avión gubernamental, modelo Legacy 600 de

Embraer, que forma parte de los fondos no reembolsables (donación) del Programa de Cooperación

Bilateral entre Panamá y Taiwán para el período 2009-2013, y cuyo rubro relacionado es el de

defensa y seguridad.

Hace un par de años China y Taiwán utilizaron la feria internacional Expocomer 2010 como plataforma

para evidenciar su presencia económica en Panamá y de alguna manera marcar un territorio que

representara los intereses ya consolidados de Taiwán y el interés cada vez más evidente de China por

desplazar a Taiwán en ese país. Entre ambos países ocuparon el 30 por ciento (142) de los 340

puestos comerciales utilizados en la feria Expocomer 2010. Taiwán, que fue el segundo expositor en

importancia de la feria, (China fue el primero).

Taiwán ha estado presente en esta feria durante 27 años, y a través de ella ofrecen su tecnología,

productos hechos de harina de trigo, dulces de chocolate a base de arroz, entre otros. Expocomer es

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utilizado como para buscar y proponer cooperación bilateral. La feria se convierte para esta nación,

en un escaparate para América y el Caribe.

Taiwán está presente en el mercado panameño con compañías especialistas en la comercialización

de la telefonía celular, equipos de construcción, accesorios de autos, artículos de oficinas, automoción,

calzado y juguetería.

Por otro lado, a pesar de tener solo una oficina comercial en el país, esto no le impidió a China

tener el mayor espacio expositivo de esta feria. China contó con 80 stands en exhibición. Entre

los productos presentados había textiles, artesanías, derivados de la industria ligera, línea blanca,

perfumería, joyería, productos químicos y de la industria de construcción, entre otros productos

manufacturados. De acuerdo a la Oficina de Desarrollo Comercial Chino-Panameño, en el 2009, el

intercambio comercial entre los dos países ascendió a más de 6 mil millones de dólares.

En la actualidad, Panamá ocupa el cuarto lugar como socio comercial de China en toda la región

latinoamericana, después de Brasil, México y Argentina. Es el principal proveedor de la Zona Libre

de Colón y el segundo usuario del Canal de Panamá.

Conclusión

La presencia de China en América Latina es cada vez más notable. China se beneficia del comercio de

productos mineros, agrícolas y energéticos provenientes de América Latina, y estos países aprovechan

los productos chinos a bajo costo y su inversión extranjera directa. Se plantea de nuevo la pregunta

inicial ¿es la influencia de China en América Latina positiva o no? A simple vista el comercio bilateral

parecería que responde a las necesidades de ambas partes. Sin embargo se deben hacer algunas

consideraciones.

Primeramente, un tema que no se mencionó en el desarrollo de este trabajo pero que vale la pena

considerar rápidamente, es sin duda el efecto “chino” en lo que se refiere al turismo. Con una

población de 1.300 millones de habitantes, el turismo Chino puede llegar a representar un enorme

ingreso para los países de América Latina. Se estima que en este momento viajan al exterior unos 20

millones de chinos y se espera que para el 2020 esta cifra llegue a los 100 millones. Son cifras que

para países como Costa Rica y Panamá, y el resto de los países centroamericanos en especial, podrían

significar un cambio importante en su crecimiento económico. Sin embargo, también dependerá de

cómo los países se adaptan a esta ola esperada de turismo chino, con folletos y material en mandarín,

intérpretes en actividades como tour y excursiones. En este aspecto como en otros, los países deben de

tomar una iniciativa para aprovechar las oportunidades que presenta este país asiático.

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Otra consideración importante se refiere a la exportación de materias primas. Países como Perú y

Chile, al igual que otras naciones de América Latina están exportando en su gran mayoría materias

primas a China y China a su vez exporta a Latinoamérica productos manufacturados a bajo costo.

Este patrón evita que los países de América Latina logren desarrollar una industria propia.

La Organización Mundial de Comercio debe tomar medidas o procesos para evitar que esto se

constituya en un patrón difícil de romper, para que los países de la región no se encasillen exportando

productos con poco valor agregado. Se debe fomentar la producción de manufacturas, el desarrollo

industrial, de esta manera no solo se exportarían materias primas sino también productos terminados

con valor agregado que implique un precio más alto y el desarrollo de una tecnología propia que va a

tener consecuencia positivas como una disminución del desempleo y por consiguiente un mejoramiento

de las malas condiciones sociales que frecuentemente afectan los países de América Latina.

La competencia es otro factor influyente. En el caso cuando las economías sean más competitivas

que complementarias, con China se debe ser precavido en el momento de acordar el acceso a los

mercados de los productos extranjeros, los plazos de desgravación para la disminución de aranceles

y las cuotas que se permitirán de los diferentes productos. Por su tecnología, bajo costo de mano

de obra y especialización, China es un fuerte competidor difícil de vencer y no es de extrañar que

durante las negociaciones se encuentre oposición por parte de los diferentes sectores productivos,

como sucedió con el Tratado de Libre Comercio entre Costa Rica y China.

En cuanto a la inversión extranjera directa, es cierto que China tiene un enorme potencial que puede

proveer, pero no es casualidad que este país asiático haya acordado Tratados de Libre Comercio con

Chile, Perú y Costa Rica y que muy probablemente, si no fuera por la presencia de Taiwán, también lo

haría con Panamá. Estos países ofrecen mercados estables dentro de sistemas políticos democráticos

que no representan grandes riesgos para el inversionista, y desafortunadamente no todos los países

de América Latina tienen esta ventaja. Si se espera que China continúe invirtiendo como hasta ahora

lo ha hecho en los países mencionados, los países de América Latina tendrán que hacer frente a

amenazas que desestabilizan sus mercados como lo son la inestabilidad política y narcotráfico.

Se mencionó anteriormente que China presenta más complementariedad con países de Suramérica

como Chile y Perú, y más competencia con los países de América Central. Lo anterior sucede en

diferentes escenarios: Chile y Perú presentan un superávit en el comercio chino, mientras que países

del istmo centroamericano experimentan un importante déficit. Los países no deberían de crear

expectativas demasiado alentadoras. Alan García, presidente de Perú a finales de 2009, comentó

que las expectativas en relación al TLC con China eran muy altas ya que “…se espera que Perú,

duplique en los primeros cinco años de vigencia del acuerdo su balanza comercial hasta de US $

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15.000 millones”;7 ni tampoco se deben pronosticar malos augurios, como en el caso de algunos

industriales costarricenses que prevén una competencia desigual.

Se deben aprovechar los aspectos positivos, como el nacimiento de nuevos mercados, el crecimiento

del turismo chino, el bajo costo de algunos productos y la IED, así como se deben de contrarrestar los

negativos como la competitividad con Tratados más prudentes y la exportación de materias primas

con programas de impulso a la industria nacional. Las consecuencias de la presencia de China en

América Latina dependerán no solo del tiempo sino de cómo la región se adapte a este nuevo socio

comercial.

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POLÍTICA EXTERIOR: FORMULACIÓN E IMPLEMENTACIÓN

Carlos Murillo Zamora *

Resumen

La política exterior constituye una política pública sui generis, porque en su formulación intervienen factores domésticos y externos, y su implementación se produce en un escenario que escapa al control del Estado que la propone. Pero también intervienen otras variables que condicionan a los tomadores de decisiones.

Palabras claves: política exterior, políticas públicas, rol nacional, Estado, actor internacional

Abstract

Foreign policy is a sui generis public policy, because in its formulation are involved domestic and external factors, and its implementation occurs at a stage beyond the control of the state which proposes it. But there are other variables involved that influence the decision-makers.

Keywords: Foreign Policy, Public Policy, national role, State, international actor

INTRODUCCIÓN

En la academia ha habido una tendencia a analizar la política exterior como una política particular y

sin mayor relación con otras políticas públicas, por lo que su estudio se hace minimizando, o incluso

sin tomar en cuenta, algunos elementos y variables que vinculan a las acciones estatales dirigidas al

ámbito internacional y aquellas propias del escenario doméstico. En alguna medida esto resulta del

hecho que el análisis de política exterior, como campo de estudio, se realiza a través del aporte de tres

disciplinas científicas: relaciones internacionales, ciencias políticas y administración pública; al tiempo

que académicamente se le ubica como un área de estudio de la primera ciencia.

Ahora bien, en este artículo se reconoce que si bien se trata de una política pública, esta tiene algunas

particularidades que le otorgan un carácter sui generis, producto de los factores que intervienen en

su formulación, las imágenes y percepciones que utilizan los formuladores y la forma y el ámbito en

donde se implementa. Por supuesto, esta no es la única política que tiene esas características, la otra

es la política de defensa –que está estrechamente vinculada con la política exterior, en la medida que

ambas están orientadas al logro del interés nacional del Estado como actor internacional–. Mientras

° Costarricense. Doctor en Gobierno y Políticas Públicas, con especialización en análisis de política exterior. Profesor de las Universidades de Costa Rica y Nacional de Costa Rica. Consultor internacional. Autor de varios libros y artículos publicados en revistas especializadas.

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que otras políticas públicas domésticas tienen influencia de factores y variables externas, pero se

implementan en el escenario nacional, regulado y controlado por quien las formula.

Al estudiar la política exterior dos de las preguntas claves son: i) ¿cuáles factores y variables intervienen

en su formulación?; y ii) ¿cuáles son los aspectos que condicionan o determinan su implementación?

Mi intención es tratar de responderlas, identificando los principales aspectos, pero teniendo en cuenta

que por razones de espacio no se puede profundizar en su análisis.1

En la primera sección hago referencia a la naturaleza y fundamento de la política exterior; para luego

referirme a los principios que intervienen en su análisis. En una tercera sección trato lo relativo a la

implementación de la política en el escenario internacional. Finalmente, a manera de consideraciones

generales, planteo algunas ideas y cuestionamientos, que tienen aspectos sobre los cuales se requiere

profundizar, sobre todo recurriendo a un caso de análisis.

Política exterior: naturaleza y fundamentos

El estudio de la política exterior, no solo desde la idea del análisis comparativo –que ha dominado este

campo impulsado, principalmente, por las universidades estadounidenses–, comienza a desarrollarse

desde finales de los años 1950, como un intento por teorizar acerca de su formulación y toma de

decisiones, al mismo tiempo que explicar y entender la construcción de la conducta exterior de los

Estados, pero con algún desinterés en su implementación y en los resultados; de ahí que generalmente

los analistas no profundicen en lo relativo al control y evaluación de dicha política –sobre todo a partir

de lo que se denomina un «enfoque tradicional» (White 1990; 2), a lo que me refiero más adelante–.

Esos esfuerzos se realizaron a partir de los denominados tres niveles clásicos de las relaciones

internacionales: individual, estatal y sistémico o internacional; mientras que tuvieron como preguntas

de investigación básicas: ¿cómo los tomadores de decisiones sobre política exterior escogían los

cursos de acción? ¿Qué factores, internos y externos, intervienen en la toma de decisiones? ¿Cómo se

implementa el curso de acción adoptado en el sistema internacional?

Un artículo seminal fue el de James Rosenau, publicado en 1966, «Pre-theories and Theories of Foreign

Policy»; que se considera el primer intento de integrar otros niveles al análisis, al mismo tiempo que un

esfuerzo de teorización sobre una política que no había recibido la atención que merece. A partir de

ese trabajo, el análisis de política exterior fue dominado por los estudios comparativos –convirtiéndose

este método en el recurso básico–, por lo que comenzaron a elaborarse documentos que se centraban

en uno de los tres niveles de acción/análisis para explicar el fenómeno. Mientras que su comprensión

no recibió mayor atención; en gran medida por la influencia del paradigma racional-positivista en

Relaciones Internacionales y los métodos cuantitativos que predominaron en la década de 1960.

1 A estos temas me refiero con mayor detalle, principalmente, en dos trabajos: Murillo (2008) y Murillo (2012).

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Ello se complementó con un enfoque tradicional desarrollado por una primera generación de analistas,

que trató de analizar la conducta y los desafíos intelectuales presentes en la toma de decisiones; pero

ante los problemas metodológicos optó por simplificaciones y presunciones que resultaron atractivas,

pero solo ofrecieron una visión parcial de la política exterior (White 1990; 1-2). Por eso cabe señalar,

de acuerdo con M. Clarke (1990; 27) que:

…cualquier estudio de la política exterior de un Estado en un periodo dado rápidamente revela que más que una serie de decisiones claras, hay un “flujo de acción” continuo y confuso, compuesto de una mezcla de decisiones políticas, decisiones no políticas, procedimientos burocráticos, continuaciones de políticas previas y puros accidentes.

A pesar de esas limitaciones del enfoque tradicional y la primera generación de analistas, lo cierto

es que hubo progresos importantes; sin embargo, tanto el análisis de la formulación de la política

exterior, como el de la ejecución y resultados se han centrado en los casos de las grandes potencias

y, en menor medida, de las potencias intermedias. De forma que la política exterior de los Estados

pequeños y frágiles prácticamente no ha sido objeto de teorización (cfr. Murillo 2008). La situación

comienza a cambiar en lo que se ha denominado la segunda generación de especialistas (cfr. Neack,

Hey & Haney 1995; y Neack 2008), superando el predominio de los análisis comparativos y surgiendo

nuevas teorías que intentan comprender cómo se toman las decisiones en los aparatos burocráticos de

los ministerios de relaciones exteriores.

En política exterior intervienen, como ya he mencionado, factores y variables domésticas e

internacionales, que son percibidos de distintas formas por los diferentes decisores. De esta forma,

“…el estudio de la política exterior sirve como un puente para analizar el impacto de las políticas

internas y externas sobre las relaciones entre Estados” (Kaarbo, Mantis & Beasley 2002; 3). Así la

política exterior tiene repercusiones en lo doméstico, afectando la formulación e implementación de

otras políticas públicas. De ahí la importancia de un apropiado análisis y de la toma de conciencia de

sus formuladores sobre los efectos que tiene el curso de acción que adopten.

Como señala Murillo (2008; 18) la cuestión es cómo los temas domésticos y externos son incorporados

en la agenda de política exterior. A partir de ello cabe preguntarse ¿cuáles mecanismos disparadores

y de toma de decisiones y acciones inciden para que un tema internacional o regional se convierta en

un «problema tratable»? (Vallés 2002; 382) y resulte de interés para los actores políticos domésticos.

Sin bien es un asunto de la construcción de las distintas agendas (nacional, pública, gubernamental y

del ministerio correspondiente), lo cierto es que esto resulta más complejo cuando –como es el caso de

la política exterior– los factores causales, intervinientes y desencadenantes del proceso de elaboración

y aplicación de una política exterior proceden de dos ámbitos relativamente distintos y definidos: lo

doméstico y lo internacional; pero cuyas consecuencias también repercutirán en esos dos escenarios.

Ello conduce a plantear un cuestionamiento básico respecto a ¿cómo los eventos internos y externos

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generan temas que llegan a ser incorporados en la agenda pública de los Estados; al mismo tiempo

que forman parte de la agenda internacional? Un asunto que pasa por ¿cómo los formuladores y

decisores de las políticas perciben el país (auto-imagen) y el mundo (imagen)?2

Desde la perspectiva de la construcción de las agendas existen temas y mecanismos disparadores,

que por su alcance e intensidad provocan una rápida incorporación en la agenda pública de todos

los países, grandes y pequeños; mientras que en otros casos se trata de temas que interesan solo

al país o incluso a un líder con gran influencia en la construcción de la agenda del gobierno o del

ministerio de relaciones exteriores. Para L. Gerston (1997; 38) los principales mecanismos externos

desencadenantes son: los actos de guerra; los conflictos indirectos; la confrontación económica; y la

carrera armamentista, a los que se suman las nuevas amenazas (físicas y ontológicas) a la seguridad

internacional y de los Estados. Por supuesto, hay temas que son relevantes solo para una región

específica o un grupo de países particulares, que responden a cuestiones geopolíticas y geoestratégicas

y que pueden ser rápidamente incorporados a la agenda y escalar posiciones en ella; pero también

hay otros que no son atractivos, aunque terminan siendo incorporados a la agenda.

De acuerdo con Murillo (2008; 19) el problema con esto es que hasta hace poco se consideraban los

dos ámbitos (interno y externo) y sus mecanismos aceleradores como fenómenos separados, como

ámbitos de acción claramente delimitados y diferenciados en su naturaleza y dinámica; siendo uno (el

doméstico) caracterizado por el orden, la autoridad y el progreso, y el otro (el internacional) por sus

desestructuración, anarquía, descentralización e incapacidad de progreso. Mientras, que a finales del

siglo XX y principios del siglo XXI se reconoce que el grado de interdependencia entre las dos esferas

(doméstica e internacional) es cada vez mayor, provocando una creciente vinculación entre los temas

y reacciones a lo largo de la frontera estatal y una reconceptualización de la distancia (cfr. Rosenau

1997 y 2003).3 Ello permite afirmar, como lo hace L. Gerston (Ibíd.; 46), que «…los eventos externos

estimulan las respuestas domésticas que tienen como propósito primario el enfrentar los temas de

política exterior. En esas situaciones, el foco de la reacción de la opinión pública está determinado

por el origen del mecanismo disparador.»

Pero también tiene lugar el proceso contrario; los eventos domésticos estimulan a los formuladores a

elegir un curso de acción con el propósito de alcanzar una meta que contribuya al interés nacional.

De ahí que esos decisores deban atender múltiples factores, reconociendo los principios rectores

de la política exterior; los objetivos nacionales de corto, mediano y largo plazo, los trade-offs, las

experiencias derivadas de la interacción con los actores nacionales e internacionales que reaccionaran

2 Esto se puede abordar a través de los planteamientos de la teoría del rol, que trata de explicar entender las interacciones entre agente y estructura (Thies & Breuning 2012; 1) y de la construcción de las «concepciones del rol nacional» (Cantir & Kaarbo 2012; 6).

3 Eso es parte de lo que he denominado un «mundo transformado» (véase mi blog http://camuza.codebeta.net), que no es un mundo que haya roto con el pasado, porque como advierte J. Rosenau (1997; 4): «El sistema internacional es menos dominante, pero aún es poderoso. Los Estados están cambiando, pero no están desapareciendo. La soberanía estatal ha sido erosionada, pero aún es vigorosamente reafirmada. Los gobiernos son débiles, pero todavía pueden interactuar a su alrededor… Las fronteras aún mantienen fuera a los intrusos, pero son cada vez más porosas… y la territorialidad es todavía una preocupación central de muchos pueblos.»

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ante determinadas decisiones y acciones (generalmente en función de la afinidad con los resultados); y,

particularmente, el lograr un balance entre las prioridades domésticas y las de política exterior (Hagan

2001; 18). También se deben tener en cuenta los factores geográficos; la localización geopolítica

y geoestratégica; las distancias gravitacional, topológico y atributiva que media entre los Estados

(cfr. Henrikson 20024); la relación de fuerzas con las potencias vecinas y sobre todo con aquellas

hegemónicas –determinado, en gran medida, por el poderío militar– y las destrezas económicas; a

los cuales se suman las características del entorno cultural, que condicionan la cosmovisión, imágenes,

auto-imágenes y percepciones de los actores estatales y los tomadores de decisión. Por consiguiente,

la formulación de la política exterior resulta de la interacción de diferentes agentes y actores que se

ubican en alguno de los tres niveles de acción ya citados, de las influencias y factores que traspasan las

fronteras de esos niveles, de la cultura que sirve de referente para la construcción de las identidades y

los procesos individuales y colectivos, del tipo de gobierno y de los temas propios de la denominada

política interméstica (Kegley & Wittkopf 2001; 55-6).

Gracias al reconocimiento de esa complejidad de la formulación de la política exterior y las teorías

que han contribuido a una mejor interpretación de los factores y variables causales, condicionantes e

intervinientes en la formulación y toma de decisiones sobre esta política, es posible identificar (Murillo

2008; 45) como principales variables, según la coyuntura, las siguientes:

i. idiosincrasia o variable individual (cultura política y entorno societal), que hace referencia a la

personalidad, valores, talento y experiencias de los decisores, reconociendo cómo las diferencias

individuales (creencias, motivos, estilos decisionales e interpersonales) entre decisores afectan la

conducta de política exterior;

ii. roles y conducta externa de los funcionarios (posición de los decisores y ejecutores), la cual está

vinculada a la posición que detenta la burocracia encargada de la política exterior, y relacionada con

las estructuras y procesos de toma de decisiones, condicionada por la maquinaria organizacional;

iii. variables gubernamentales (marco institucional) que responden a las características políticas

del régimen y comprende los aspectos de la estructura gubernamental que inciden en (limitan o

facilitan) el logro de los objetivos de la política exterior;

4 La tesis de la distancia la resume A. Henrikson (2002; 437, cursiva en original) en los siguientes términos: «La política global y la política local, aunque intervinculadas hoy por los procesos de globalización, permanecen separadas por el fenómeno de la distancia. La pura distancia física, con su geografía asociada, asume principalmente una importancia causal. Determina la forma en que una política es prácticamente implementada, y puede afectar el resultado de la política. La planificación y la estrategia, especialmente en la esfera de la política exterior, son también moldeadas por otras tres “distancias”, cada una con una lógica distinta». Esas distancias son gravitacional, topológica y atributiva.

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iv. aspectos no gubernamentales, atributos nacionales (tamaño del territorio, nivel de desarrollo

económico), tendencias de valores de la sociedad, y grado de unidad nacional (homogeneidad

cultural), que generalmente se reflejan en los principios rectores de la política exterior; y

v. variables sistémicas, aquellos aspectos no humanos del ámbito externo que condicionan o

influyen en las decisiones de los decisores, tales como distribución de valores y recursos en el

sistema, arquitectura sistémica y rango y panorama de los temas objeto de atención por parte del

mecanismo estatal de política exterior (Roseanu 2006; Hermann y East 1978; y Wittkopf 1994;

5-6).

Esas variables deben ser consideradas en el análisis de la política exterior, ya sea Estados grandes o

pequeños, a lo cual me refiero en la siguiente sección.

Análisis de la política exterior

Si la política exterior es sui generis, lógicamente su estudio lo será, pero más que por el objeto de

estudio, por estar en la frontera conceptual y disciplinaria entre lo doméstico y lo internacional. En

el primer ámbito operan como disciplinas científicas la Ciencia Política y la Administración Pública;

mientras que ambos (aunque tradicionalmente con una tendencia a focalizarse en lo internacional)

constituyen el objeto de estudio de Relaciones Internacionales. Pero, como ya lo indiqué, pertenece

empíricamente más al dominio de la política pública, aunque académicamente está en el ámbito de

Relaciones Internacionales (Carlsnaes 2003; 331). Sobre este particular R. Terchek y D. Piper (1983;

1) anotan que la política exterior «es implementada principalmente fuera del país y es dirigida hacia

las autoridades gobernantes o nacionales de otros estados y organizaciones internacionales.» Sin

embargo, existe una estrecha interacción entre esta política y las políticas públicas domésticas. En lo

que también existe diferencia es en el proceso de formulación, porque las políticas públicas domésticas

han sido objeto de un mayor debate público; mientras que la exterior ha estado bajo el control de

«una élite especializada operando contra un trasfondo de indiferencia o deferencia pública»; no

obstante, «la política exterior es política pública en la misma forma que la política doméstica es

política pública» (Terchek & Piper 1983; 1). Esto hace que se pueda identificar la existencia de un

«velo de invisibilización», con el que se cubren los tomadores de decisiones de política exterior; esto

porque tienden a concebirse como una élite burocrática particular, en la medida que sus decisiones

se implementan en el ámbito externo y construyen una visión del país y del mundo con un enfoque

distinto a la de las otras burocracias.

Por ello en términos prácticos se ha considerado como un proceso distinto de las políticas domésticas;

en ese sentido «el proceso de política exterior ocasionalmente ha tratado con preocupaciones y

cuestiones económicas, quizás atrayendo la atención pública; pero, por la mayor parte, los altos

niveles de indiferencia y deferencia han permitido a los decisores de política exterior proceder con

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independencia y flexibilidad» (Terchek 1983; 51). Incluso en muchos casos cubiertos con un velo que

invisibiliza el proceso a los ojos de la opinión pública, convirtiéndolo en un coto relativamente cerrado

de una élite burocrática y de grupos de interés específicos (Murillo 2008; 26).

De ahí que al analizar la política exterior se debe reconocer que, en la medida que esta política

constituye una serie de acciones e instrumentos y la combinación de recursos, capacidades y habilidades

que los Estados utilizan en sus interacciones con otros actores internacionales –principalmente agentes

estatales–, defendiendo sus derechos, preservando su independencia y garantizando su seguridad

(Murillo 2008; 114), es necesario recurrir a una metodología apropiada. Esta debe permitir observar

los objetivos de corto, mediano y largo plazo que el Estado persigue al formular su política exterior;

sin embargo, es necesario tener en cuenta que en países con escasa tradición de una conducta externa

basada en los principios y valores rectores que orientan su proyecto-país, las cuestiones coyunturales

tienden a dominar la toma de decisiones y esto debe ser incorporado al análisis.

Pero también la metodología debe ser apropiada porque una política que se produce en un «ambiente

fluido y complejo», «multidimensional en naturaleza y plagado de inconsistencia y ambigüedades»,

lo cual dificulta la identificación de la información fiable y disponible, pues se dirige a un ambiente

anárquico, en el cual el Estado que la formula pretende defender sus intereses y alcanzar sus objetivos.

Por ello R. Kuperman (2004; 1) advierte que la conducta exterior del actor estatal es el «resultado de

cómo los decisores perciben los sistemas internacionales y domésticos», por lo que es relevante «la

interpretación subjetiva de los ambientes de los decisores». Entonces, conforme la dinámica doméstica

e internacional se ha tornado más compleja y la arquitectura global ha cambiado (a esto me refiero en

la siguiente sección) las explicaciones deben ser más sofisticadas y atendiendo factores multicausales

y multidimensionales, así como a criterios interdisciplinarios. Asimismo hay que tener en cuenta los

aspectos temporales y espaciales, así como si la situación es rutinaria o responde a una crisis.

Lo anterior quiere decir que entre los factores domésticos para el análisis de la política exterior están:

auto-imágenes, principios orientadores, opinión pública, cultura, grupos societales, organización

gubernamental (régimen político y burocracia), líderes (personalidad, creencias), conducta exterior

previa y cualidades transitorias o coyunturales de la situación. Mientras que entre los factores externos:

arquitectura global, orden internacional, relaciones y distribución de poder, grado de dependencia-

interdependencia, ubicación geopolítica y presencia/ausencia de una potencia hegemónica en la

región. Esos factores operan en un escenario determinado por las cinco variables citadas en la sección

anterior y que J. Rosenau (2006; 203-4) resume en individuales, roles, gubernamentales, societales

y sistémicas.

Por otra parte, es necesario atender –respecto a la decisión propiamente dicha– aspectos temáticos, los

mecanismos disparadores y aceleradores y la coyuntura propiamente dicha. En el primer caso porque

la relevancia que el tema o área temática tenga para los decisores será un condicionante del interés

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que genere el formular el curso de acción. Existen áreas que, por su naturaleza y vinculación con otras

áreas consideradas estratégicas por el país, generan mayor preocupación para el decisor. Respecto

a los mecanismos disparadores y aceleradores, existen algunas situaciones en las que el tema llega

a ocupar una posición alta en la agenda de política exterior y cualquier variación en las condiciones

«normales» se conciben como elementos que obligan a adoptar medidas urgentes para contrarrestar

los cambios que se puedan generar y afecten los intereses nacionales. Mientras que el tercer punto se

refiere al tipo de situación, sea esta rutinaria o de crisis. En el primero de los escenarios la decisión

tiende a ser adoptada por funcionarios técnicos; mientras que en el segundo quienes asumen el control

sobre la decisión son funcionarios de alto final, generalmente el ministro o presidente.

En definitiva, como advierte J. Rosenau (1982; 242), el carácter particular de la política exterior hace

que su análisis requiera «una perspectiva teórica que de algún modo combine variables derivadas

de modelos nacionales, internacionales y transnacionales», de forma que se puedan incorporar en

su estudio todos los factores y variables causales e intervinientes en la toma de decisiones y en su

implementación.

Implementación de la política exterior

Como he mencionado en varias oportunidades, la implementación de la política exterior se

produce en un ambiente de naturaleza anárquica, descentralizada y con un importante grado de

desestructuración, lo que impide que los Estados –particularmente aquellos intermedios y pequeños–

puedan incidir en la dinámica sistémica para tratar de lograr condiciones propicias para garantizar el

éxito de sus acciones externas. Por lo tanto, al formular la política exterior los tomadores de decisiones

deben reconocer las características y dinámica del escenario particular al que se dirige la propuesta

formulada. De lo contrario, las posibilidades de resultados favorables serán escasas o inexistentes,

especialmente cuando son Estados pequeños que interactúan con potencias hegemónicas mundiales

o regionales.

Más allá de las características del sistema internacional arriba citadas, hay que reconocer como factores

condicionantes la arquitectura global, el orden internacional, la estructura de la región en donde se

ubica quien plantea la política exterior y la naturaleza del espacio en donde se implementará. En el

caso de la arquitectura global, hasta el final de la Guerra Fría, estuvo dominada por el denominado

«sistema westfaliano», en el cual el Estado era el único actor relevante y la seguridad se concebía

como un asunto con dos dimensiones: nacional e internacional. A partir de 1990 el sistema adquirió

características particulares que permiten concebirlo como un «sistema pos-westfaliano», por lo que

la naturaleza y dinámica del sistema cambió. Hoy «Estado» es un concepto que cobija a una amplia

gama de entidades político-administrativas, pero con conductas muy diversas, por lo que el estilo y

marco institucional del sistema no responde solo a la idea de un «Estado-nación».

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Ello ha redimensionado y reconceptualizado los dos recursos básicos del Estado: diplomacia y

fuerza militar; lo cual sucede en un mundo con un orden internacional que no ha completado su

construcción y sustituya al bipolarismo vigente durante la Guerra Fría; pero sigue siendo un mundo

cuyo fundamento son las bases establecidas luego de la II Guerra Mundial, es decir, una especie de

mundo pos-estadounidense (cfr. Zakaria 2008; y Kagan 2012). Hoy el mundo se debate entre varios

posibles esquemas de orden internacional, desde un sistema apolar hasta uno de tendencia «bipolar

suavizado» –dos grandes posibles polos de poder, Estados Unidos y China, con un tercer aspirante,

Rusia, y un segundo bloque de potencias como Alemania, India, Japón y otras (cfr. Brzezinski 2012)–,

pasando por uno multipolar.

Precisamente esa lenta transición entre el orden internacional de Guerra Fría y el que caracterizará,

al menos, la primera mitad del siglo XXI está generando una creciente ansiedad entre los distintos

actores internacionales, particularmente las grandes potencias. De acuerdo con G. Rachman (2011)

esa situación ha creado un esquema dominado por el juego de «suma-cero», en el que la cooperación

y colaboración ha disminuido por el temor de cada Estado a que al participar en alianzas y otras

formas cooperativas el otro podría beneficiarse más.

Hoy se reconoce que las regiones tienen estructuras que se diferencian del escenario global y de otras

regiones. Esto en parte es producto de la aparición de nuevas escuelas geopolíticas, que rompen con

los parámetros de la geopolítica clásica. Al respecto K. Dodds (2007; 52) anota que «el territorio y

las fronteras internacionales parecen menos significativas en moldear los asuntos humanos», sobre

todo por los efectos de la globalización que «coexiste con la arquitectura geopolítica involucrando

Estados y otros cuerpos no-estatales, que lejos de erosionar el significado de las fronteras y el territorio

están contribuyendo a reconfiguraciones dinámicas». Por lo tanto, los Estados deben comprender

que la geopolítica hace referencia a «fronteras, recursos, flujos, territorios e identidades, [y] puede

proveer un camino para el análisis y entendimiento crítico –aunque controversial» (Dodds 2007; 3).

Así aparece la geopolítica crítica y la popular. Por lo tanto, la ubicación de un Estado en su región y

la estructura de esta es un factor a considerar en la elección de un curso de acción.

Por consiguiente, la implementación de la política exterior debe reconocer el escenario internacional,

lo cual significa que los decisores no pueden considerar solo los intereses nacionales, sino cómo estos

podrán ser logrados con los recursos disponibles y las interacciones con los destinatarios de la acción

elegida. Entonces es un error cuando los formuladores de la política solo ven una cara de la moneda:

la del Estado que representan.

Así, reitero, el estudio de la política exterior debe partir de un marco apropiado, que generalmente

escapa las tesis planteadas por los enfoques tradicionales y dominantes en Relaciones Internacionales

y propios de la primera generación de analistas de esta política. Hoy se debe comprender, como

señala C. Murillo (2008; 42), que «la política exterior es el resultado de la interacción entre distintas

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agencias que operan en dos estructuras más o menos definidas: la estatal/doméstica y la internacional,

cuya construcción responde a procesos particulares por la naturaleza de los agentes que participan

en cada una de ellas».

Algunas consideraciones finales

La política exterior es una política pública que posee algunas particularidades por su naturaleza, al

ser formulada por una burocracia, como aquellas que toman decisiones sobre las políticas domésticas,

pero implementada en un ámbito que escapa al control del Estado. En ese sentido, como indiqué al final

de la sección anterior, es el resultado de una compleja interacción entre distintos agentes ubicados en

diferentes entornos, lo que obliga a considerar una mayor variedad de factores y variables en la toma

de decisiones. La cuestión es cómo esos aspectos son percibidos por los tomadores de decisiones,

que generalmente no responden a un proceso racional de análisis, sino que incorporan intereses

particulares.

Por consiguiente, el análisis de la política exterior debe reconocer todos los factores y variables causales

e intervinientes en la situación que da origen a la elección de un curso de acción, incorporando otros

criterios y elementos para su estudio, si se le compara con aquellos usados para la observación de

otras políticas públicas. De lo contrario, el resultado estaría sesgado. Esto demanda nuevas y mejores

teorías para el estudio de esta política sui generis.

En la formulación de la política exterior los tomadores de decisiones parten de su percepción y

auto-imagen del Estado que consideran representan; así como de lo que conciben como el interés

nacional. Ello está condicionado por la cultura nacional, y al mismo tiempo por la percepción e

imagen que tengan del mundo. Por tanto, esa élite ocupa una posición particular en la estructura

político-administrativa del Estado, llegando a considerarse como un sector diferenciado del resto de

la burocracia estatal; al mismo tiempo que estiman que sus decisiones son claves para la seguridad

y sobrevivencia del Estado, de ahí que sus decisiones tengan un carácter estratégico. Esto hace que

tiendan a cubrirse por una especie de «velo invisibilizador» que los protege frente a la opinión

pública, concebida como desconocedora de los «complejos temas internacionales». Pero lo cierto es

que esta última muestra un importante grado de desinterés respecto a la agenda de política exterior,

al pensar que no tiene mayor relevancia para su situación cotidiana. Entonces cabe preguntarse

¿cómo los tomadores de decisiones escogen el curso de acción? ¿Cómo incorporan en sus decisiones

el criterio de la opinión pública y de otros grupos de interés nacionales e internacionales? ¿Es el mismo

proceso en el caso de grandes potencias que de Estados pequeños?

Conforme la vinculación entre lo interno y lo externo ha aumentado, los flujos trasfronterizos muestran

no solo un incremento sino un mayor dinamismo, la agenda exterior de los Estados tiene más temas y

la opinión pública dispone de más información sobre los acontecimientos internacionales y globales,

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la formulación e implementación de la política exterior se torna más compleja y requiere de una

mayor especialización de sus decisores. Por ende su estudio también demanda más especialización

y mejores técnicas y métodos para lograr una mejor explicación y mayor comprensión. La cuestión

es si se requieren teorías y metodologías específicas cuando se estudia la política exterior de grandes

potencias, sobre todo hegemónicas, y de Estados pequeños como Costa Rica, puesto que la incidencia

de los factores y variables internas y externas es distinta en cada uno de esas categorías de Estados.

BIBLIOGRAFÍA

Brzezinski, Z. 2012. Strategic Vision. American and the Crisis of Global Power. New York; Basic Books.

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La Maestría en Diplomacia del Instituto Manuel María

de Peralta: un paso más hacia la profesionalización del

Servicio Exterior de la República de Costa Rica

Jorge Umaña Vargas *

Resumen

La Maestría en Diplomacia es un programa que, de manera conjunta la Universidad de Costa Rica y el Instituto Manuel María de Peralta, tiene más de 10 años formando diplomáticos. Este artículo es un breve recorrido por su historia, sus logros, proceso y sus retos a futuro.

Palabras clave: educación universitaria, diplomacia, Instituto Manuel María de Peralta, diplomáticos.

Abstract

The Master’s degree in Diplomacy is a program that, together the University of Costa Rica and the Institute Manuel María de Peralta, has more than 10 years in diplomat formation. This article is a short travel across its history, achievements, process and future challenges.

Key words: university education, diplomacy, Manuel María de Peralta Institute, diplomats.

“…existen en muchos países instituciones llamadas academias o escuelas que forman a los futuros agentes desde sus inicios como en

cualquier otra carrera. Sin embargo, a diferencia de las carreras liberales y a semejanza de las

militares, la profesión del diplomático sólo puede ser ejercida al servicio del Estado; razón ésta que

debería inducir a los gobiernos y a los agentes mismos, a preservar el carácter apolítico que está

en su esencia”.1

Introducción

El Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta es el encargado de desarrollar programas de profesionalización y perfeccionamiento del servicio diplomático costarricense. Además de la formación, este Instituto tiene como misión la actualización y capacitación del personal del servicio exterior por medio de diferentes actividades académicas y prácticas, con participación de connotados especialistas nacionales e internacionales.2

° El autor es máster en diplomacia, estudios europeos e integración. Diplomático de carrera y actual coordinador de la Maestría en Diplomacia del Instituto Manuel María de Peralta.

1 Pérez de Cuellar, Javier. “Manual de derecho diplomático”. Fondo de Cultura Económica. México, 1997. Pp. 70.2 Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica. “Instituto Diplomático”. Consultado el 5 de marzo de 2012, desde: http://

www.rree.go.cr/?sec=ministerio&cat=instituto%20diplomatico

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Con el objetivo de lograr sus diversos cometidos que se señalan en el párrafo anterior, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica (MREC) decidió crear el Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta (IMMP) mediante el Decreto Ejecutivo No. 18433 del 12 de setiembre de 1988 que inmediatamente asumió la tarea de desarrollar programas de profesionalización y perfeccionamiento del servicio diplomático costarricense3. El Instituto lleva el nombre del II Marqués de Peralta, el más distinguido diplomático de la historia costarricense.4

El primer curso de este Instituto se remonta a 1989. La conferencia de apertura estuvo a cargo del Embajador don Miguel Ángel Ochoa Brun, Director de la Escuela Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, invitado por el Gobierno de Costa Rica.5

En la actualidad (2012), debido a un convenio suscrito con el Sistema de Estudios de Posgrado (SEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), el programa de formación, que hasta 1999 tenía el nombre de Programa Superior en Diplomacia, fue acreditado ante el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) de Costa Rica y pasó a llamarse Maestría Profesional. Su unidad base es la Escuela de Administración Pública de la UCR, está adscrita a la Maestría en Administración Pública (MAP) y el trabajo realizado ha sido satisfactorio después de diez años ininterrumpidos de actividad académica.

La consolidación y el prestigio de este proyecto de formación de futuros investigadores y profesionales idóneos para el Servicio Exterior, ha sido gracias al esfuerzo conjunto de la UCR y del MREC, a través de su Instituto especializado.

Información general.

A continuación se detalla la información general para el ingreso a la maestría.

Requisitos:

a) Título universitario preferiblemente grado de licenciatura en cualquier carrera (también se admiten bachilleres universitarios).

b) Dominio instrumental de un idioma inglés o francés (debe presentar un documento que lo haga constar: Resulta preferible alguna certificación de una institución de reconocida trayectoria en

3 De la Ossa Tompson, Roberto, y Mourelo, N (compiladores). Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. “Instituto del Servicio Exterior de Costa Rica Manuel María de Peralta. Antecedentes históricos y estructura orgánica”. San José, Costa Rica.1998. Pp. 16.

4 Sáenz Carbonell, Jorge Francisco. “La Cancillería de Costa Rica”. Ministerio de Relaciones Exteriores. Instituto Costarricense de Electricidad. Primera edición, año 2000. Pp. 15.

5 Umaña Vargas, Jorge. Artículo: “Competencias del Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta para la formación continua de los diplomáticos costarricenses”. En: Revista Costarricense de Política Exterior. Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta. Vol. X, Número 2. San José, Costa Rica, setiembre de 2011. Pág. 90.

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la enseñanza del idioma- Alianza Francesa, Instituto Británico o Centro Cultural, Universidad de Costa Rica, Instituto Tecnológico- o el haber aprobado alguno de los exámenes de idiomas internacionales- Toffel o Cambridge por ejemplo-).

c) Aprobar los exámenes de admisión y la entrevista personal.d) Entregar el formulario oficial solicitado por la Universidad de Costa Rica (se puede solicitar en

el Sistema de Estudios de Posgrado de la UCR ubicado en el tercer piso de la Biblioteca Tinoco-campus San Pedro-, en el momento que ya se ha publicado el anuncio de la apertura de una nueva Promoción).

Horario: Sobre el horario cabe señalar que es de lunes a viernes a partir de las 5 de la tarde y hasta las 8 de la noche. Las clases se imparten en el Instituto del Servicio Exterior, que está ubicado al costado este del Instituto Nacional de Seguros (2012).

Costos: Varía con respecto a cada promoción específica de acuerdo a las políticas que haya establecido la UCR para los efectos (el pago se hace de acuerdo a la cantidad de créditos que se matriculen: En total son 60- sin contar los posibles cursos nivelatorios que deba llevar cada caso específico). De acuerdo a lo anterior, la información específica será dada conforme se anuncie la apertura de un nuevo grupo. Es importante destacar que el pago se realiza a través de la Oficina de Administración Financiera (OAF) de la UCR, que será la instancia responsable de recibir y administrar los recursos generados por el Programa de Maestría en Diplomacia.

Duración: Se imparten primeramente 20 meses distribuidos en 5 cuatrimestres de cursos. Para la elaboración del Trabajo Final de Investigación Aplicada (TFIA) se destinará 4 meses, de modo que permita completar dos años de duración de todo el programa. De acuerdo a lo anterior, cabe resaltar que no es posible llevar los cursos a distancia ya que la maestría es de modo presencial.

Información: El teléfono directo es (00506) 2257-85-29 y la central del Ministerio es el 2223-75-55, ext. 284. También puede comunicarse directamente al SEP al teléfono 2511-1356/ 2511- 4757/ 2511-4697; o a la Maestría de Administración Pública en la UCR al teléfono 2511-6487.

De igual forma, puede remitir un correo a las siguientes direcciones electrónicas:[email protected]@[email protected]

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Proceso de admisión.

Para ingresar en calidad de alumno regular al Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta, además de los requisitos anteriormente citados, es necesario una entrevista con la Subcomisión del Programa de Diplomacia, así como completar cuatro exámenes escritos en las siguientes materias:

a) Examen de Economía.b) Examen de Derecho.c) Examen de Política Internacional.d) Examen de Cultura General.

Para efectuar la entrevista personal, que es la última etapa del proceso de admisión, se seleccionarán, en caso de ser necesario, los candidatos que posean los promedios más altos. Esa entrevista personal tiene por objetivo verificar las condiciones personales del candidato y sus aptitudes para el programa.

Documentos: Los candidatos deberán presentar lo siguiente:

1. Curriculum vitae, señalar en el curriculum de los siguientes aspectos:2. Fotocopia de cédula de identidad.3. Copias fotostáticas de los registros completos de las calificaciones obtenidas durante sus estudios

universitarios.4. Dos copias fotostáticas de sus títulos universitarios. Los estudiantes que no hayan completado un

programa de estudios de pregrado podrán presentar su solicitud, pero la aceptación quedará supeditada al cumplimiento de ese requisito antes de que inicie sus estudios en el sistema.

5. Tres documentos de referencia, en los formularios oficiales que al efecto prepare el SEP de la UCR, suscritos por profesores universitarios o jefes de la institución donde trabajan (o han trabajado) los solicitantes.

6. Cualquier antecedente académico o profesional adicional que a juicio de la Subcomisión del Programa pueda ser de interés para la evaluación del candidato.

7. En caso de haber hecho publicaciones, se solicita aportar copia de las principales.8. Certificación extendida por médico legalmente autorizado, en la que conste que el postulante

goza de un estado de salud que le permite seguir estudios superiores.9. Dos fotografías tamaña pasaporte.

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Sobre los exámenes.

I. ECONOMÍA

Temas:

1. Macroeconomía.2. Política Económica.3. Comercio Internacional.4. Finanzas Internacionales.

ALGUNA BIBLIOGRAFIA SUGERIDA.

Tamames, Ramón, Estructura Ecómica Internacional. Madrid, Alianza.Krugman, Paul y Obstfeld Maurice. Economía Internacional, Mc Graw – Hill,1994, Segunda edición.Rossetti José Paschoal. Introducción a la Economía: enfoque latinoamericano. 7ed.Saborio Silvia. Elementos de Economía. San José; EUNED, 1994.Tugores, Juan. Economía Internacional e Integración Económica, Mc Grau-Hill, 1994.García Soto, Ronald. Introducción a la Teoría Monetaria. Segunda edición. San José, Costa Rica: Universidad Estatal a Distancia (UNED), 1991.

II. POLÍTICA INTERNACIONAL

Temas:

1. Teorías de las Relaciones Internacionales.2. Política Exterior de Costa Rica.3. Actualidad Centroamericana.4. Actualidad Internacional.

ALGUNA BIBLIOGRAFIA SUGERIDA.

Aron, Raymond. Paz y Guerra entre naciones. Editorial Tecnos. Madrid 1985.Morgenthau, Hans. Política entre naciones: lucha por el Poder y la Paz. Editorial. Sudamericana, Buenos Aires: GEL 1992.Tomassini, Luciano. Teoría y Práctica de la Política Internacional. Editorial Universidad Católica de Chile, Santiago, 1989.Tomassini, Luciano. La Política Internacional en un mundo post– moderno, Buenos Aires, Gel, 1991.

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III. DERECHO

Temas:

1. Ordenamiento Jurídico Internacional.2. Derecho Privado.3. Teoría General del Estado.4. Derecho Mercantil Moderno.5. Derecho Civil.

ALGUNA BIBLIOGRAFIA SUGERIDA.

1. Constitución Política de la República de Costa Rica. San José, EDITEC, 1994.2. Diez de Velasco, Manuel. Instituciones del Derecho Internacional. 5 Edición. Madrid: Tecnos,

1986.3. Seara Vásquez. Derecho Internacional Público, 1986.4. Vargas Carreño, Edmundo. Introducción al Derecho Internacional. 2 Edición. San José: Editorial

Juricentro, 1992.

IV. CULTURA GENERAL

Temas:

1. Historia Universal.2. Geografía Universal.3. Literatura Universal.4. Arte y Cultura.

- El candidato debe poseer conocimientos de: Ubicación de países, capitales, puntos geográficos estratégicos: mares, estrechos, entre otros.

- Visión de la Historia Moderna del Mundo Occidental y sus principales vínculos con Medio Oriente y Lejano Oriente, Siglo XV al Siglo XX.

- Arte y cultura general.

Preguntas frecuentes.

Una vez recopilada la información de ingreso a la Maestría es importante hacer hincapié sobre algunas preguntas que pueden tener los eventuales interesados en cursarla.

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a. ¿Graduarse de la Maestría implica el ingreso al Servicio Exterior? No. El ingreso al Servicio Exterior se logra mediante los concursos de oposición que el Ministerio

de Relaciones Exteriores hará periódicamente, o cada vez que se trate de llenar vacantes en el Servicio Interior o Exterior, según lo establece el Estatuto del Servicio Exterior del a República (Ley No. 3530). El ingreso a la Maestría y su consecuente título corresponden a un programa de la UCR. Bajo ninguna circunstancia implica el ingreso a la carrera diplomática, ni genera derechos de ingreso a esta.

Cabe destacar que el Instituto ha hecho ingentes esfuerzos para ofrecer a los estudiantes de la maestría todos aquellos cursos que no posea con el fin de que ese alumno o alumna pueda terminar su maestría cumpliendo los requisitos que establece la ley y, de esa manera, poder participar sin ningún impedimento legal en los citados concursos de oposición. Esta iniciativa ha dado resultados positivos para aquellos que no poseen la carrera base necesaria según las leyes vigentes del país sobre el tema.

b. ¿Puedo ser admitido(a) en un programa de posgrado si mi título es de una universidad privada? Usted puede ingresar aun cuando provenga de una universidad privada, siempre y cuando ésta

sea reconocida por el Consejo Nacional de Educación Superior (CONESUP) de Costa Rica.

c. ¿El programa tiene becas para estudiar? Sí. Debe seguir los requisitos normales para optar por una beca en la UCR que se incluyen en la

fórmula para solicitud de becas que puede encontrar en la página del SEP: http://www.sep.ucr.ac.cr/

d. ¿Puede un extranjero ser estudiante de esta maestría? Sí. Según la Ley de Migración y Extranjería los estudiantes deben contar con visa de estudiante

para realizar actividades académicas en la Institución.

La persona extranjera solicitará, por escrito, el trámite para la obtención de la categoría especial “estudiante” a la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa (OAICE), instancia responsable en la UCR de los procesos migratorios ante la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME).

La solicitud debe contener la siguiente información:

a) Nombre completo y apellidos.b) Nacionalidad.c) Fecha de nacimiento.d) Tipo, vigencia y número de pasaporte.

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e) Tiempo que permanecerá en Costa Rica.f) Dirección exacta en Costa Rica; número telefónico y correo electrónico.

Además de lo anterior deberá presentar todo requisito que solicite en su momento la OAICE.

Programa de estudios.

El Programa de estudios de la Maestría en Diplomacia consta de 17 cursos regulares y 4 para nivelar los conocimientos. A continuación un resumen de cada uno de ellos.6

Programas de los cursos de nivelación

NOMBRE DEL CURSO: ANÁLISIS GENERAL DE DERECHOObjetivo General: Comprender los aspectos básicos introductorios a la rama del derecho y conocer someramente el sistema jurídico que prevalece en el país.

NOMBRE DEL CURSO: TEORÍA ECONÓMICAObjetivo General: Conocer los conceptos básicos de la Ciencia Económica, para comprender los principios y métodos que utiliza.

NOMBRE DEL CURSO: HISTORIA DE COSTA RICAObjetivo General: Brindar al estudiante los conocimientos básicos sobre los procesos históricos de Costa Rica, que les permitan distinguir las particularidades de la historia nacional, a fin de que adquieran sensibilidad para apreciar los valores de la cultura histórico costarricense.

NOMBRE DEL CURSO: EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITAObjetivo General: Dotar al estudiante de las herramientas del lenguaje necesarias para expresarse de forma oral y escrita en forma correcta y ajustada a las reglas y prácticas del vocabulario que se emplea en el campo internacional.

Programas del eje Política Exterior y Economía Internacional

NOMBRE DEL CURSO: ESTADO COSTARRICENSE, POLÍTICAS PÚBLICAS Y DIPLOMACIAObjetivo General: Introducir al o la estudiante en el ámbito de las políticas públicas, su conceptualización y dinámica, para desarrollar las habilidades para el análisis de las políticas públicas, así como, establecer las relaciones entre la política pública, la política exterior y la función diplomática.

6 Información tomada del Archivo de la Maestría en Diplomacia. Marzo 2012.

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NOMBRE DEL CURSO: ECONOMÍA POLÍTICA INTERNACIONAL Objetivo General: Brindar al estudiante las herramientas necesarias para comprender las interrelaciones entre los fenómenos económicos y políticos, en el ámbito mundial, regional y nacional, mediante el análisis de las políticas monetarias, fiscales y comerciales, así como los procesos de integración económica.

NOMBRE DEL CURSO: COOPERACIÓN INTERNACIONALObjetivo General: Comprender y profundizar significado de la cooperación al desarrollo en el escenario de la globalización, así como los aspectos políticos y económicos fundamentales mediante los cuales se encuentra estructurada la cooperación internacional, por los diversos actores de la sociedad internacional.

NOMBRE DEL CURSO: ANÁLISIS DE POLÍTICA EXTERIOR: ESTRATEGIA Y GEOPOLÍTICAObjetivo General: Familiarizar al y la estudiante con las teorías de análisis y toma de decisiones de política exterior, teniendo en cuenta el componente estratégico y la ubicación geopolítica del Estado que apta dicha política.

NOMBRE DEL CURSO: ORGANISMOS INTERNACIONALES Y DIPLOMACIA MULTILATERALObjetivo General: Ofrecer a los alumnos un conocimiento riguroso de la estructura jurídica y el funcionamiento sociológico de los organismos que integran el sistema de Naciones Unidas, los campos de trabajo de la diplomacia costarricense estos, así como sus nuevos escenarios y retos que enfrenta el país como parte de la Sociedad Internacional.

Programas del eje de Derecho Internacional Público

NOMBRE DEL CURSO: DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICOObjetivo General: Permitir a los estudiantes conocer y aplicar con mayor profundidad las herramientas conceptuales y operativas que ofrece el derecho internacional público en el quehacer diplomático. Así como, iniciar a los estudiantes a los métodos de investigación científica en la materia, que incluso, pueda serle de alguna utilidad a su Estado de origen o de cara a su futura carrera diplomática.

NOMBRE DEL CURSO: DERECHO DIPLOMÁTICOObjetivo General: Dotar al estudiante de las bases jurídicas que fundamentan la acción diplomática, bilateral y multilateral, como una parte diferenciada del Derecho Internacional.

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Programas del eje de Historia

NOMBRE DEL CURSO: HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO. UNA PERSPECTIVA LATINOAMERICANAObjetivo General: Estudiar los elementos fundamentales que dieron paso a la modernidad y su influencia en las relaciones internacionales, con el propósito de brindar al estudiante una base de análisis para los fenómenos que caracterizan la sociedad internacional de la actualidad.

NOMBRE DEL CURSO: HISTORIA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES DE COSTA RICA Y CENTROAMÉRICA IObjetivo General: Brindar al estudiante los conceptos necesarios para comprender los diversos procesos que explican las relaciones internacionales de Costa Rica en relación el resto de países de Centroamérica, así como el posicionamiento de Centroamérica en el contexto internacional, durante el periodo comprendido entre 1821 y 1914, y su efecto en la actualidad.

NOMBRE DEL CURSO: HISTORIA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES DE COSTA RICA Y CENTROAMÉRICA IIObjetivo General: Brindar al estudiante los conceptos necesarios para comprender los diversos procesos que explican las relaciones internacionales de Costa Rica en relación el resto de países de Centroamérica, así como el posicionamiento de Centroamérica en el contexto internacional, durante el periodo comprendido entre 1914-1989, y su efecto en la actualidad.

Programas del eje de Gestión Diplomática

NOMBRE DEL CURSO: PROTOCOLO Y CEREMONIALObjetivo General: Desarrollar en el estudiante el conocimiento de las normas generales de Protocolo y Ceremonial del Estado, para que puedan actuar de forma correcta tomar decisiones sobre los aspectos inherentes a estas materias en la actividad diplomática.

NOMBRE DEL CURSO: GESTIÓN DIPLOMÁTICAObjetivo General: Lograr que el estudiante conozca y comprenda los principales elementos y características de la acción diplomática y, en situaciones prácticas, sea capaz de aplicar lo aprendido.

NOMBRE DEL CURSO: NEGOCIACIÓN INTERNACIONALObjetivo General: Brindar una perspectiva general de las teorías y prácticas de la negociación internacional –bilateral, regional y multilateral–, con énfasis en la comprensión de los distintos enfoques que conducen el proceso negociador y explica sus consecuencias. Para ello se recurrirá al análisis de casos reales.

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NOMBRE DEL CURSO: SOCIEDAD, CULTURA COSTARRICENSES Y DIPLOMACIAObjetivo General: Lograr que el estudiante conozca, identifique y comprenda los principales elementos

del desarrollo de la cultura costarricense y sus manifestaciones artísticas y como estás pueden ser

empleadas y fomentadas por dentro de la función diplomática.

NOMBRE DEL CURSO: TALLER DE LEGISLACIÓN Y PRÁCTICA CONSULARObjetivo General: Dotar al estudiante de las bases jurídicas y prácticas necesarias para comprender

y resolver los problemas notariales, judiciales, migratorios y humanitarios propios del ejercicio de la

función consular.

Programas de los cursos de Investigación

NOMBRE DEL CURSO: MÉTODOS CUALITATIVOS Y CUANTITATIVOS DE INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALESObjetivo General: Brindar a los estudiantes el instrumental metodológico necesario para la realización

de investigaciones con carácter científico en ciencias sociales.

NOMBRE DEL CURSO: PROYECTO DE TRABAJO FINAL DE GRADUACIÓNObjetivo General: Formular una propuesta de investigación, teniendo en cuenta la normativa

universitaria, que será sometida a consideración de la Subcomisión del Posgrado y servirá de guía

para el o la estudiante oriente su trabajo final de graduación.

El siguiente cuadro presenta un resumen de lo anterior, dividido por ciclos para facilitar la comprensión.

Plan de Estudios Maestría en Diplomacia

Sigla Nombre del curso Créditos Horassemanales

Tipo

Ciclo nivelatorio*NF-1000 Análisis General de Derecho 2 4 Niv.NF-1001 Teoría Económica 2 4 Niv.NF-1002 Historia de Costa Rica 2 4 Niv.NF-1003 Expresión oral y escrita 2 4 Niv.

Primer ciclo

PF-1036 Estado costarricense, políticas públicas y diplomacia 3 6 Regular

PF-1037 Historia del mundo contemporáneo. Una perspectiva latinoamericana 3 6 Regular

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PF-1038 Métodos cualitativos y cuantitativos de investigación en Ciencias Sociales 4 6 Regular

Total de créditos y horas del ciclo 10 18

Segundo cicloPF-1039 Derecho Internacional Público 3 6 Regular

PF-1040 Economía Política Internacional 3 6 Regular

PF-1041 Protocolo y Ceremonial 3 6 Regular

Total de créditos y horas del ciclo 9 18

Tercer cicloPF-1042 Cooperación Internacional 3 6 Regular

PF-1043 Historia de las relaciones internacionales de Costa Rica y Centroamérica I 3 6 Regular

PF-1044 Análisis de Política Exterior: estrategia y geopolítica 3 6 Regular

Total de créditos y horas del ciclo 9 20

Cuarto cicloPF-1045 Negociación Internacional 3 6 Regular

PF-1046 Historia de las relaciones internacionales de Costa Rica y Centroamérica II 3 6 Regular

PF-1047 Gestión diplomática 3 6 Regular

PF-1048 Sociedad, cultura costarricenses y diplomacia 3 6 Regular

Total de créditos y horas del ciclo 12 24

Quinto cicloPF-1049 Taller de legislación y práctica consular 4 8 Regular

PF-1050 Organismos internacionales y Diplomacia Multilateral 3 6 Regular

PF-1051 Derecho Diplomático 3 6 Regular

PF-1052 Trabajo final de graduación: elaboración de proyecto 4 8 Regular

Total de créditos y horas del ciclo 10 28

Ciclo complementario**

PF-1053 Trabajo final de graduación: redacción y presentación final 6

Total de créditos y horas del ciclo 6

Total de créditos y horas 60 124

** El ciclo nivelatorio se dará paralelamente a los cursos del Programa, por lo que no compromete la cantidad de cuatrimestres de la maestría.

** El ciclo complementario no es un curso presencial, por lo que no compromete la cantidad de cuatrimestres de la maestría.

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Conclusión: los retos de la Maestría.

Revisados todos los requisitos y la vía de ingreso para la Maestría es importante preguntarse cuál es el futuro de este posgrado; cuáles son sus mayores retos.

Desde lo académico la Maestría tiene grandes retos por delante como lo son: actualizar constantemente sus programas de estudio, fortalecer las destrezas de investigación del estudiantado, desarrollar programas de profesionalización y perfeccionamiento del servicio diplomático costarricense, colaborar en la planificación de los programas de capacitación estratégica del personal del Servicio Exterior- mediante el estudio de la realidad mundial y las necesidades de capacitación que se deriven de esta, a través de su cuerpo docente y los trabajos asignados a sus alumnos y alumnas.

Retos todos los anteriores, sin duda alguna, muy emocionantes y necesarios para ajustarse a las necesidades de capacitación y formación propias del siglo XXI. Ello ayudará a “establecer un trascendental vínculo entre la diplomacia, las realidades del mundo contemporáneo y la adecuada proyección hacia el futuro”.7

Dentro de la óptica política, es preciso fortalecer el rol del Instituto Diplomático y, en lo particular, de la Maestría en Diplomacia que se imparte en este centro de formación. El Programa debe ser el eje del pensamiento y análisis de la política exterior del país y aún más importante, el medio de ingreso por excelencia, para una carrera diplomática en constante evolución, pero que debe responder a las exigencias democráticas que plantea este nuevo milenio.

En la medida en que la profesionalización de la carrera diplomática se consolide en el país, se reforzará el papel del MREC y la imagen de Costa Rica ante la comunidad internacional. Asimismo, se tendrá un servicio enteramente profesional que no resulte, en palabras del ex canciller don Rodrigo Madrigal Nieto, en una diplomacia “errática porque no cuenta con un cuerpo diplomático y consular que ya no sea botín de la política”.8

Siglas utilizadas.

CONESUP Consejo Nacional de Educación Superior

CONARE Consejo Nacional de Rectores

DGME Dirección General de Migración y Extranjería

IMMP Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta

7 Umaña Vargas, Jorge. Op. Cit. Pág. 94.8 De la Ossa Tompson, Roberto, y Mourelo, N (compiladores). Op. Cit. Pág. 10.

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MAP Maestría en Administración Pública de la Universidad de Costa Rica

MREC Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica

OAF Oficina de Administración Financiera

OAICI Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa

SEP Sistema de Estudios de Posgrado

TFIA Trabajo Final de Investigación Aplicada

UCR Universidad de Costa Rica

UNED Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica

Bibliografía.

Archivos de la Maestría en Diplomacia. Marzo 2012.

De la Ossa Tompson, Roberto, y Mourelo, N (compiladores). Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. “Instituto del Servicio Exterior de Costa Rica Manuel María de Peralta. Antecedentes históricos y estructura orgánica”. San José, Costa Rica.1998.

Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica. “Instituto Diplomático”. Consultado desde: http://www.rree.go.cr/?sec=ministerio&cat=instituto%20diplomatico

Pérez de Cuellar, Javier. “Manual de derecho diplomático”. Fondo de Cultura Económica. México, 1997.

Sáenz Carbonell, Jorge Francisco. “La Cancillería de Costa Rica”. Ministerio de Relaciones Exteriores. Instituto Costarricense de Electricidad. Primera edición, año 2000.

Umaña Vargas, Jorge. Artículo: “Competencias del Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta para la formación continua de los diplomáticos costarricenses”. En: Revista Costarricense de Política Exterior. Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta. Vol. X, Número 2. San José, Costa Rica, setiembre de 2011.