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La antigüedad grecolatina en debate

Interpretaciones indeterministas y deterministas de la filosofía de Lucrecio

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La antigüedad grecolatina en debate

Julián Macías (Editor)

Julieta Cardigni, Pablo Grinstein, Rodrigo

Illarraga, Rodrigo Laham Cohen, Esteban Noce, Diego Paiaro, Mariano Requena, Analía Sapere

(Compiladores)

La antigüedad grecolatina en debate

Editorial Rhesis

Macías, Julián (Editor) Cardigni, Julieta; Grinstein, Pablo; Illarraga, Rodrigo; Laham Cohen, Rodrigo; Noce, Esteban; Paiaro, Diego; Requena, Mariano; Sapere, Analía (Compiladores) La antigüedad grecolatina en debate 1a. ed. - Buenos Aires : Rhesis, 2014. 248 p.; 22x15 cm. ISBN 978-987-3729-01-0 1. Filosofía. 2. Filosofía antigua. Fecha de catalogación: 10/4/2014 Revisión: Sofía Castello 2014 Editorial Rhesis www.editorialrhesis.com [email protected]

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Índice

Prólogo / 7 Economía y sociedad Adriana Tabosa - Riqueza e dinheiro segundo Aristóteles / 9 Agustín Brousson - El mito escatológico del Gorgias como afirmación de

la Díke / 15 José Eduardo Pimentel Filho - Sócrates e a moeda verdadeira / 23 María Belén Landa - Medea entre la razón y la pasión: el tratamiento del

καρδία en Medea de Eurípides / 35

Estrategias discursivas: retórica, verdad y persuasión Ailén Franco - Pandora y Helena de Troya / 41 Caterina Stripeikis - Entre la ‘verdad’ y la retórica: Aderbal frente al

senado romano, Aderbal frente a Salustio / 48 Cecilia Perczyk - La función terapéutica de la filosofía estoica en la sátira

3 del libro II de Horacio / 55 Gabriel Krivochen - Dependencias (anti-) locales en Latín: un estudio

Radicalmente Minimalista / 62 Lucía López de Dardón - Erótica de la persuasión: consideraciones sobre

la retórica del amante en Banquete y Fedro / 73 Luiza dos Santos Souza - Uma visão estrutural do livro primeiro dos

Amores de Ovídio / 85 Pablo Martín Llanos - Funciones y significados de los excursos

etnográficos sobre las amazonas en Argonáuticas de Apolonio de Rodas / 94

Roxana Patricia Luder - Tristia II de Ovidio: una aproximación a su estructura genérica / 101

Soledad Correa - Consolatio, augurium y autofiguración en Cic., Fam.6.6 / 107

Kósmos, phýsis y metaphysiká: aproximaciones a las percepciones de la realidad Darío José Limardo - La comunidad en la predicación y la

‘intercambiabilidad’ en Aristóteles como fuente de la teoría de los trascendentales / 116

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Ignacio Anchepe - Implicancias éticas de la noción estoica de λεκτόν / 123

Julia Elena Rabanal - Lo irracional, aproximaciones en Fedro y Timeo / 131

Katia Obrist - El tratamiento de lo femenino en República V de Platón / 139

Luciano Adrián Sabattini - Las nociones de ἐγώ, ἕτερος y ἑτερότης: su evolución en la literatura y filosofía griegas / 148

Luciano Silva Scavone - El argumento ‘a partir de las ciencias’ / 161 María Elena Pontelli - Lucrecio y la declinación de las eternas

simplicidades / 170 Santiago Sánchez - Clinamen y analogía en DRN II / 177 Poder, política y gobierno Agustín Saade - Los soldados de la tierra: el rol de las cleruquías en el

proceso de construcción del Estado Ptolemaico Temprano (IV-III a. C.) / 182

Alejandro Adrián Aguirre - Pregunta, totalidad y deseo: Una lectura del Gorgias de Platón sobre el modo de vida filosófica / 190

Fernando Carlos Ruchesi - Los bárbaros y el ejército romano tardío / 200

Roberto Jesús Sayar - De vuelta por las Termópilas. Aproximaciones a la ideología subyacente en las transposiciones historietísticas del texto herodoteo / 207

Sergio Amor - La palabra maciza. Ejercicio del poder y fundamentos de la autoridad en la Ilíada / 219

Religión y culto Constanza Filócomo - La cordura de la locura: ambigüedades de la figura

de Lyssa en Heracles de Euripides / 227 Jorge Cano Moreno - Palacios, Culto y Tradición: Religión Minoica,

Arqueología y Fuentes Clásicas / 234 Sara Daiane da Silva José - O Anticristo do Apocalipse Grego e do

Apocalipse Siríaco de Daniel / 247

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Prólogo

En la presente compilación hemos reunido los trabajos presentados en la segunda edición de las Jornadas de Jóvenes Investigadores de la Antigüedad Grecolatina (JIJIAG), llevadas a cabo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires los días 1 y 2 de agosto de 2013. En continuidad con la primera edición, las Jornadas tuvieron como objetivo principal construir un espacio de discusión sobre temáticas relacionadas con la Antigüedad Grecolatina desde el ámbito de la Filosofía, la Historia, las Letras, la Antropología y la Arqueología. En ellas contamos con la participación de una gran cantidad de expositores y asistentes de diversas áreas de los estudios clásicos, que fortalecieron con sus colaboraciones el carácter de diálogo interdisciplinario al que las Jornadas aspiran.

En un intento por continuar generando un ámbito de intercambio académico entre los asistentes, en esta edición de las Jornadas se propusieron dos paneles de discusión para los cuales fueron convocadas la Dra. Claudia Mársico y la Dra. Elsa Rodríguez como investigadoras, y la profesora María Eugenia Steinberg, la Dra. Liliana Pégolo y la Dra. María Elena Díaz para integrar el panel de discusión sobre Didáctica de los estudios clásicos. En ambos casos se abordaron de forma dinámica y en diálogo con los asistentes temas de profundo interés para los estudiantes y graduados en estudios clásicos. Las Jornadas contaron también con dos conferencias a cargo de la Dra. María Angélica Fierro y al Dr. Carlos García Mac Gaw respectivamente, y con el Taller a cargo del Dr. Emiliano Buis "Haz el humor, no la guerra. Repercusiones y variaciones cómicas de la performance bélica en el teatro de Aristófanes", que con amplia asistencia dio cierre a las Jornadas.

En relación con la organización del presente volumen, hemos distribuido los trabajos que lo integran en los siguientes ejes temáticos: “Economía y sociedad”, “Estrategias discursivas: retórica, verdad y persuasión”, “Kósmos, phýsis y metaphysiká: aproximaciones a las percepciones de la realidad”, “Poder, política y gobierno” y “Religión y culto”. De esta forma intentamos respetar la distribución original y reflejar el carácter interdisciplinario y polisémico del encuentro.

Por último, queremos agradecer nuevamente a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires por habernos facilitado sus instalaciones para la realización de las Jornadas y a la Asociación Argentina de Estudios Clásicos que auspició la realización del evento. Asimismo, agradecemos a los conferencistas, a los panelistas y al tallerista por haber aceptado la invitación a enriquecer nuestras Jornadas con su participación.

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Agradecemos, finalmente, a todos a los expositores y asistentes que hicieron posible las II Jornadas de Investigadores de la Antigüedad Grecolatina y esperamos contar con su participar en la próxima edición.

Julián Macías Buenos Aires, mayo de 2014

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Interpretaciones deterministas e indeterministas de la filosofía de Lucrecio

María Elena Pontelli

Universidad Nacional de Rosario [email protected]

El objetivo de este trabajo consiste en analizar si es posible afirmar la compatibilidad entre una concepción mecanicista del mundo regido por leyes causales y la posibilidad de que la materia pueda autodeterminarse. Como momento inicial de nuestra tarea será preciso abordar la plausibilidad de las interpretaciones de la noción de clinamen. La misma es uno de los aspectos más comentados de su filosofía. Varios intérpretes se han detenido a reflexionar sobre esta particularidad de los átomos de poder desviarse azarosamente de su trayectoria prefijada, chocar contra otros átomos y producir nuevas sustancias corpóreas. Lucrecio adhiere a una concepción esencialmente mecanicista del devenir del cosmos: el hecho de que el mundo no sea una creación de los dioses (véase De rerum natura [DRN], I, 155-158), hace de la naturaleza una repetición constante de los acontecimientos. En este horizonte, lo que el filósofo busca es una manera naturalista de explicar los acontecimientos universales, fundándose en regularidades que le permitan descartar cualquier intromisión sobrenatural.

Para toda la corriente atomista, el universo está compuesto por átomos y vacío, regido por leyes mecanicistas y Lucrecio no es la excepción, como se hace evidente en DRN, I, 328-330. En el libro II, no obstante, el filósofo debe enfrentarse a uno de los puntos más problemáticos de la doctrina atomista, a saber, la pregunta acerca de cómo se producen los choques entre los átomos que dan lugar a la combinación y a la formación de los diferentes cuerpos. Cuatro siglos antes, Demócrito había definido la variación en la caída de los átomos en relación con su peso: los más pesados caerán más rápidamente y los más livianos, más lentamente (véase Diog. Laert. Vitae X, 44). Lucrecio considera insatisfactorio el postulado democríteo (al tiempo que incorpora las críticas de los adversarios del atomismo, a saber, que las diferencias de velocidad se deben a la mayor o menor resistencia del medio a través del cual se cae)1 y recurre a la noción de una desviación espontánea, un clinamen, como una explicación más propicia del problema. Dicho concepto es introducido para mostrar que estas partículas indivisibles de materia, que caen en línea recta en el vacío, sufren desviaciones en momentos y lugares inciertos

1 Según Cappelletti (1987, 123), Lucrecio y Epicuro siguen a Aristóteles cuando argumenta que “si un cuerpo cae en el agua más lentamente que en el aire, ello se debe al hecho de que el agua opone mayor resistencia al aire”.

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y se apartan del camino vertical inicial (véase DRN, II, 217-219), y es este movimiento (tan leve que no llega a percibirse: véase DRN, II, 243-245) el que, finalmente, da origen al choque entre los átomos que declinan contra los que caen perpendicularmente a su lado.

Interpretaciones de la crítica especializada José Barrio (1961) discute con los intérpretes de Epicuro que sostienen que la noción de clinamen explica la presencia de la libertad en el hombre y evita así la sumisión de la conducta humana a un destino prefijado. El principal obstáculo con el que chocan estos intérpretes es, según Barrio, el de no haberse dado cuenta de que el concepto de libertad que pueden haber defendido los antiguos en nada se parece al libre albedrío moderno. La libertad, al menos para los epicúreos, no consiste en el hecho de que la voluntad humana pueda sustraerse al encadenamiento de la causalidad, sino en que dicha voluntad pueda estar autodeterminada. Solovine (1925) mantiene que el clinamen epicúreo está en total contradicción con el espíritu del sistema, en cuanto esta desviación destruye los pilares básicos del mecanicismo epicúreo, por ser un elemento que introduce en la naturaleza lo arbitrario, lo caprichoso. Sin embargo, Barrio sostiene que esta interpretación es radicalmente falsa: el clinamen es perfectamente coherente dentro de una concepción mecanicista del Universo. Cuando el epicureísmo afirma que la desviación es de carácter espontáneo, quiere afirmar que la causa de dicho movimiento no proviene de afuera sino de un desplazamiento derivado de su misma naturaleza. Pero la desviación no escapa a la causalidad. La causa productora (eficiente) debe buscarse en la propia naturaleza del átomo, en una “tendencia interna” del mismo. La declinación atómica está sujeta a la más rigurosa causalidad mecánica y de ella no se puede derivar la libertad psicológica. La libertad clinámica no es sino mera impredecibilidad de la conducta. Como puede observarse, Barrio entiende la declinación en un sentido gnoseológico y no ontológico: el desvío atómico no es un movimiento que se sustrae del mecanicismo de la cadena causal, sino que refiere a nuestra ignorancia e impredecibilidad respecto del movimiento futuro.

El trabajo de Enrique Otón Sobrino (2000) retoma la discusión acerca de si pueden coexistir en la obra de Lucrecio la necesidad y el azar. A diferencia de Bailey (1947, 1332), quien afirma que en el sistema epicúreo hay lugar tanto para el azar como para la necesidad, Otón Sobrino confiesa acercarse más a la postura de Bignone (1936, 439) al entrever cierta incompatibilidad entre ambas concepciones: “no pueden equipararse azar y necesidad. En Lucrecio, no existe un gran campo de maniobra para el azar o la fortuna. En cambio la necesidad es preponderante” (Otón Sobrino, 2000, 50). En los versos del poema donde se encuentran las referencias al concepto de azar, Bignone cree encontrar cierta ironía por parte de Lucrecio hacia concepciones platónicas de

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la týche (Leyes, IV, 709b), por lo cual no tendría sentido interpretar esos versos en sentido literal.

Los escritos de Bobzien (2000) trabajan más profundamente qué es lo que el epicureísmo entiende por “libre voluntad”. Refiriéndose a los trabajos de Pamela Huby (1967), Bobzien afirma que en 1967 se creyó que tal problema fue descubierto por Epicuro. Pero también advierte que en la misma época Furley (1967) ya había manifestado que el problema no estaba bien planteado ni entendido. Antes de comenzar su exposición, Bobzien se detiene a definir con precisión los términos en juego: el determinismo consiste en que todo evento depende necesariamente de causas precedentes; la libertad, en tomar una decisión sobre algo; el libre albedrío supone que la voluntad de hacer algo conlleva también la voluntad de no hacerlo y viceversa. Ambas son las dos posibilidades de la voluntad. En este orden de ideas, un individuo sería libre solamente si estuviese indeterminado, por tanto parecería contradictorio afirmar la existencia de la libertad junto con la existencia del determinismo. Al igual que Solovine, y a diferencia de Bailey, para Bobzien no pueden coexistir ambas concepciones en un mismo sistema de pensamiento y, en consecuencia, se inclina por sostener una visión determinista de las teorías epicúreas. Una de las más importantes objeciones que suele aparecer consiste en el planteo de cuál sería el lugar asignado a la responsabilidad moral si es que toda acción está inapelablemente ligada a una causa anterior: nadie podría hacerse responsable de una conducta que no fuera libremente elegida.

Bobzien quiere demostrar que Epicuro tiene un concepto diferente de responsabilidad moral al identificar a la persona que actúa con su propia mente. Así, cualquier acto depende completamente de la disposición mental del sujeto y la responsabilidad moral no está basada en un indeterminismo causal de la decisión del actor. Esto significa que la responsabilidad moral no está sostenida por la libertad entendida como poder de elegir entre una u otra cosa, sino por la autodeterminación del actor. Es nuestra constitución inicial y el medio ambiente en conjunto los que determinan completamente lo que hacemos, por tanto nuestras acciones son el resultado necesario de dicha combinación. Si somos nosotros mismos los que estamos causalmente implicados en las acciones, entonces las acciones no son el resultado de la necesidad. Como puede corroborarse, Bobzien sugiere pensar la libertad de modo causado; es decir, que si las malas acciones de un sujeto son el correlato de una disposición mental inicial, entonces no pueden juzgarse moralmente. Pero si el actor persiste en sostener esta disposición, entonces habría una autodeterminación como para ser moralmente reprobado, aún si las acciones correspondiesen a dicha disposición inicial. Según Bobzien lo que Epicuro discute con sus opositores es que no todos los eventos son causados por la necesidad y que, por el contrario, algunas de nuestras acciones son causadas por nosotros mismos según nuestra disposición mental en ese momento. Bobzien concluye que en tanto el sujeto es su mente, es responsable de sus

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acciones. La mente es responsable de su propia disposición atómica y es esta disposición la que produce sus creencias, ideas, impulsos o deseos.

Por su parte, Tim O' Keefe (2005) analiza detalladamente el papel que juega el clinamen a la hora de preservar la libertad humana ante el fatalismo de la concatenación de las causas naturales. Es cierto que este concepto es introducido por Lucrecio en el libro II de DRN y no es retomado significativamente en las partes subsiguientes. Por esta razón O' Keefe propone estudiarlo no de forma aislada, sino desde un paradigma abarcativo que incluya la ética del epicureísmo, la filosofía de la mente y la metafísica en general. Dentro de este contexto O' Keefe argumenta que el clinamen sólo desempeña un papel secundario en la teoría general de Epicuro, y que un énfasis excesivo en el papel de dicha declinación ha distorsionado significativamente nuestra comprensión de la ética de Epicuro. Siguiendo a Bobzien, el autor reclama que la teoría de Epicuro sobre “la libertad” sea atendida correctamente y no como si fuera un sinónimo del concepto contemporáneo de libre albedrío. O' Keefe reconoce el papel clave del epicureísmo en el nacimiento del tradicional problema del libre albedrío y determinismo. Es decir, la aparente incompatibilidad entre el determinismo causal y la capacidad para actuar de otro modo que es necesaria para la responsabilidad moral. Para poder preservar nuestra libertad, Epicuro ha sido aclamado como la primera persona en descubrir el problema del libre albedrío y la primera en ofrecer una solución libertaria. La tesis epicúrea fue apropiada y significativamente remodelada en los debates de los filósofos posteriores. En este sentido O' Keefe afirma que Epicuro ayudó a formar una concepción libertaria de la voluntad que él mismo habría repudiado. Sin embargo, también asegura que se ha cometido un error en el modo de entender el problema de la libertad y el determinismo, y que en realidad Epicuro está respondiendo a preocupaciones muy distintas de las que motivan este tradicional problema.

Estructura del argumento del clinamen en Lucrecio Los átomos que caen gracias a su peso de forma recta en el vacío pueden desviarse de su curso en un instante incierto y en un lugar imprevisible (véase DRN, II, 217-219). No se plantean grandes virajes atómicos sino desviaciones de la caída rectilínea tan mínimas que escapan a la experiencia sensible. Con el encuentro entre átomos producido por el clinamen, Lucrecio explica la formación de los cuerpos. Este concepto puede ser entendido. Se puede entender entonces al clinamen como un principio creador de la naturaleza para engendrar seres.

Como bien observa O' Keefe, la forma general de los argumentos que Lucrecio acostumbra a emplear son del tipo modus tollens (véase 2005, 28-30). Si se analiza De Rerum Natura, II, 251-258, podrá observarse que si todo movimiento está vinculado necesariamente a uno anterior y no hubiera una desviación de los principios que rompa con las cadenas de la fatalidad y

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trastorne la sucesión eterna, no habría libre voluntad que nos permita avanzar a donde queramos ir, pero esta libre voluntad es real y la misma experiencia sensitiva la atestigua. Nos es observable el hecho de que los animales sean capaces de actuar libremente, por lo cual se concluye que no todo movimiento está necesariamente vinculado a otro anterior y sí hay declinación de átomos.

Mediante dos claros ejemplos el filósofo antiguo ilustra que la liberas voluntas existe: el primero presenta el momento en que se abren las barreras y los caballos, aunque se pongan impacientes por comenzar la carrera, no lo pueden hacer tan prontamente como desearían. En ese momento las moléculas se hallan esparcidas por los miembros y

(…) precisa excitar toda la masa de materia a través del cuerpo entero, para que una vez excitada en el organismo, sigan con esfuerzo concorde al deseo del espíritu (…) se puede ver que el principio del movimiento nace en el corazón y tiene su origen en la voluntad del espíritu, y desde allí se transmite por todo el cuerpo y los miembros.”2 (Lucrecio, De rerum natura, II, 260-271)

El segundo es el de una lucha que se da cuando una fuerza extraña nos

obliga a andar sin que queramos y en nuestro pecho queda un poder de combate que hace frente. (véase DRN, II, 271-280)

O' Keefe analiza estos ejemplos, los cuales arrojan luz sobre qué es lo que Lucrecio entiende por voluntas y en qué sentido el clinamen nos salva del destino. Ambos tienen el propósito de mostrar que los animales y los humanos tenemos una capacidad interna para iniciar el movimiento. El comentador del epicureísmo distingue entre movimiento animal y la manera en que los objetos inanimados rigen su movimiento siempre desde el exterior. El movimiento voluntario tiene una "fuente interna" en un sentido muy literal para Lucrecio: se produce por la mente del animal, situada en el pecho. A través de este análisis O' Keefe pretende demostrar, como vimos anteriormente, que en la doctrina epicúrea no hay lugar para el indeterminismo: toda acción está siempre determinada, ya sea por causas externas -como es el caso de los seres inanimados- o internas.

La conclusión a la que llega Lucrecio es que hay una tercera causa de movimiento atómico, además de los impactos y el peso: un movimiento clinámico que nos permite actuar libremente. Lo que Lucrecio no desarrolla con precisión es el vínculo por el cual el clinamen explicaría convincentemente la libera voluntas. En ningún momento afirma que las voliciones provienen de la declinación o viceversa. Se pregunta de dónde podrían surgir los actos de voluntad, si no hubiera un desviarse. Pero con esta

2 Trad. Valentí Fiol (1949) aquí y en citas siguientes de De Rerum Natura, a menos que se indique lo contrario.

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pregunta retórica lo único que queda explícito es que el desvío es una condición necesaria para voliciones.

Conclusión A lo largo del trabajo hemos expuesto detalladamente la noción lucreciana de clinamen y una serie de diferentes interpretaciones realizadas por la crítica especializada. Hemos analizado en qué sentido este desvío del átomo está planteado para dar una explicación física de la libre voluntad y reconocimos el problema que genera el planteo de una declinación atómica en un marco determinista. La situación problemática entre la libertad y el determinismo fue abordada desde distintos puntos de vista y las consecuencias a las que conducen en el plano ético fueron puestas de manifiesto. Al respecto, comenzamos desarrollando la concepción atomista del cosmos y el modo en que el movimiento atómico se explica en un marco mecanicista.

Como puede verse en De Rerum Natura, el devenir de la naturaleza está regido por leyes causales para excluir así la intervención de los dioses en los destinos humanos. El problema aparece cuando Lucrecio busca evitar el determinismo absoluto e introduce el concepto de clinamen como un principio de movimiento atómico que posibilita la libre voluntad para decidir y dar sentido a las acciones del hombre.

El término “determinismo” puede tener diversas significaciones. Si se lo plantea en su acepción general, se establece que “todo lo que ha habido, hay y habrá, y todo lo que ha sucedido, sucede y sucederá, está de antemano fijado, condicionado y establecido, no pudiendo haber ni suceder más que lo que está de antemano fijado, condicionado y establecido” (Ferrater Mora, 1994, 847). De Rerum Natura se presenta como un proyecto ético que sirve de utilidad para liberar a los hombres del miedo a los dioses, al destino y a la muerte, por lo que está en recta confrontación contra cualquier argumento que pretenda defender el determinismo entendido en el sentido general mencionado. Para comprender mejor las lecturas de los diferentes intérpretes de DRN que hemos presentado en este recorrido, es menester tomar el concepto en un sentido más restringido, en este caso, como la necesidad de un condicionamiento previo. Es decir, como referencia a una relación con las causas eficientes y no con las causas finales al modo teleológico, ya que si bien en la obra de Lucrecio hay un encadenamiento causal que se da necesariamente, éste no se rige con vistas a un fin último.

Asimismo, hemos examinado las tesis de Barrio, Otón Sobrino, Bobzien y O' Keefe que coinciden al sostener que varios intérpretes confundieron lo que Lucrecio entendía por liberas voluntas con el libre albedrío moderno. La libertad epicúrea no puede sustraerse al encadenamiento causal sin que la teoría epicúrea se vuelva autocontradictoria. La opción que Solovine propone consiste en restarle importancia al concepto de clinamen, porque efectivamente este término está en contradicción con el espíritu del sistema.

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Bailey en cambio no ve la imposibilidad de que en el pensamiento lucreciano puedan coexistir la necesidad y el azar. Una vez concluido el sondeo de las diferentes lecturas a las que dio lugar el concepto de clinamen podemos contar con un estado de la cuestión desde el cual partir a la hora de abordar la obra de Lucrecio y su problemática filosófica.

Bibliografía Abate Marchena (trad.) (1984), Lucrecio. De la naturaleza de las cosas, Buenos Aires,

Hyspamérica Ediciones. Acuña, R. (trad.) (1981), Lucrecio. De la naturaleza de las cosas, México D.F.,

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Press. Barrio, J. (1961), “El clinamen epicúreo”, Revista de Filosofía, Nº 20, pp. 319-36. Bignone, E. (1936), L'Aristotele perduto e la formazione filosofica di Epicuro,

Florencia, La Nuova Italia. Bobzien, S. (2000), “Did Epicurus Discover the Free-Will Problem?”, Oxford Studies

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Edición bilingüe. Rosario, HyA Ediciones. Cappelletti, Á. (1987), Lucrecio. La filosofía como liberación, Caracas, Monte Ávila

Editores. Ferrater Mora, J. (1994), Diccionario de Filosofía Tomo I, Barcelona, Editorial Ariel. Furley, D. (1967), “Aristotle and Epicurus on Voluntary Action” en Two Studies in the

Greek Atomist, Princeton University Press. Huby, P. (1967), "The First Discovery of the Freewill Problem", Philosophy, Nº42, pp.

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Solovine, E. (1925), Epicure, doctrines et maximes, París, Librairie Félix Alcan. Valentí Fiol, E. (trad.) (1949), Lucrecio, Barcelona, Editorial Labor.