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ANDO vs. LIBESKIND DOS INTERVENCIONES SOBRE EDIFICIOS ANTIGUOS Carlos Zeballos E l reciclaje o desarrollo de obra contemporánea sobre edificios antiguos es una práctica que necesariamente producirá adeptos y detractores según los grados y el estilo de intervención. No obstante, parece haber una amplia mayoría que coincide con que las adiciones modernas deben dejar constancia de su época y no buscar disfrazarse de un ropaje añejo para mezclarse con el edificio que las acoge. Por un lado hay quienes prefieren una intervención adusta, que rescate cánones, proporciones, volúmenes y ritmos de los edificios antiguos y que fusione estos elementos en un matrimonio dialogante y circunspecto. Por el otro, hay quienes prefieren los contrastes marcados que dejen inequívoca huella de la época a la que pertenecen los distintos componentes de los edificios, que presenten evidencia de la colisión de diferentes tiempos, estilos y materiales. El presente artículo presenta dos muestras elocuentes de cada uno de estos estilos, en la persona de célebres arquitectos contemporáneos: Tadao Ando y Daniel Libeskind BIBLIOTECA NACIONAL DE LITERATURA INFANTIL (TOKIO, JAPÓN, 2002) La Biblioteca Nacional de Literatura Infantil es un edificio en cuya restauración participó Tadao Ando, aunque por su tamaño, complejidad e importancia, involucró un trabajo interdisciplinario. El edificio es una remodelación y ampliación de la antigua Biblioteca Imperial construida en estilo Neo-Renacentista en 1906 durante el periodo Meiji y ampliada en 1929 durante el periodo Showa. La biblioteca se encuentra en el parque Ueno, una de las áreas verdes más importantes de la capital japonesa, célebre por su paisajismo así como por albergar un zoológico, galerías de arte, templos e importantes mu-seos, entre los que destaca el Museo Nacional de Arte Occidental, diseñado por Le Corb usier. Previamente a la remodelación arquitectónica se llevó a cabo una evaluación de las características estructurales del antiguo monumento, a fin de a los estándares de seguridad de la legislación nipona. Un estudio computarizado arrojó deficiencias en ARQCA|18

ANDO vs. LIBESKIND DOS INTERVENCIONES SOBRE EDIFICIOS ANTIGUOS

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ANDO vs. LIBESKIND DOS INTERVENCIONES SOBRE EDIFICIOS ANTIGUOS Carlos Zeballos

E l reciclaje o desarrollo de obra contemporánea sobre edificios antiguos es una práctica que necesariamente produci rá

adeptos y detractores según los grados y el estilo de intervención. No obstante, parece haber una amplia mayoría que coincide con que las adiciones modernas deben dejar constancia de su época y no buscar disfrazarse de un ropaje añejo para mezclarse con el edificio que las acoge.

Por un lado hay quienes prefieren una in te rvenc ión adusta, que rescate cánones, proporciones, volúmenes y ritmos de los edificios antiguos y que fusione estos elementos en un matrimonio dialogante y circunspecto. Por el otro, hay quienes prefieren los contrastes marcados que dejen inequívoca huella de la época a la que pertenecen los distintos componentes de los edificios, que presenten evidencia de la colisión de diferentes tiempos, estilos y materiales.

El presente artículo presenta dos muestras elocuentes de cada uno de

estos estilos, en la persona de célebres arquitectos contemporáneos: Tadao Ando y Daniel Libeskind

B I B L I O T E C A N A C I O N A L DE L I T E R A T U R A INFANTIL (TOKIO, JAPÓN, 2002)

La Biblioteca Nacional de Literatura In fan t i l es un edificio en cuya restauración participó Tadao Ando, aunque por su tamaño, complejidad e importancia, involucró un trabajo interdisciplinario. El edificio es una remodelación y ampliación de la antigua Biblioteca Imperial construida en estilo Neo-Renacentista en 1906 durante el periodo Meiji y ampliada en

1929 durante el periodo Showa. La biblioteca se encuentra en el parque Ueno, una de las áreas verdes más importantes de la capital japonesa, célebre por su paisajismo así como por albergar un zoológico, galerías de arte, templos e importantes mu-seos, entre los que destaca el Museo Nacional de Arte Occidental, diseñado por Le Corb usier.

Previamente a la r e m o d e l a c i ó n arquitectónica se llevó a cabo una evaluación de las carac ter í s t icas estructurales del antiguo monumento, a fin de a los estándares de seguridad de la l e g i s l a c i ó n nipona. Un estudio computarizado arrojó deficiencias en

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varios puntos, por lo que se llevó a cabo un integral y novedoso reforzamiento estructural. Ya que un reforzamiento tradicional hubiera implicado un cambio notable en las características formales, interiores y exteriores del edificio, se optó por aislar al edificio del suelo por una serie de muelles, de manera que las ondas sísmicas no afecten al edificio propiamente dicho.

El sistema del aislamiento sísmico de la biblioteca consistió en remover el sótano de ladrillo, Icvitar al edificio con unos amortiguadores de vibración de plomo con aisladores de caucho laminado, para finalmente efectuar el refuerzo estructural.

Posteriormente, el proceso de resta­uración, que se concentró en devolver a las paredes, techos y pisos del edificio su aspecto original, incluyendo tareas de preservación de elementos ornamen­tales en la fachada, restauración de pisos, la gran escalera de acceso, forjada en acero, los candelabros y elementos de iluminación, la conservación de las cerchas y entablado del techo, la preservación de los revoques de paredes y cielorrasos.

La puesta en valor del edificio incluye, además de la restauración, la inter­vención contemporánea a cargo de Ando. Dicha propuesta inc luyó elementos vidriados, sin columnas, a fin de perturbar al mínimo y lograr una máxima integración con el edificio histórico. Ando se basa en un esquema de dos barras de cristal, una girada de un nivel de altura y la otra paralela al edificio, de tres niveles, en la parte posterior del mismo.

Vista en planta o en maqueta, diera la impresión de que la barra girada atravesara al edificio, pero más bien, al

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interior predomina la organización ortogonal de los ambientes originales. Aún así, la sutil adición no obstruye la fachada, le crea un elemento de acceso con una doble pantalla, que demuestra su eficiencia particularmente en los ventosos días de invierno. El ambiente de recibo comulga exitosamente con el lenguaje ecléctico de principios del siglo XX.

Sin embargo, la mayor intervención de Ando se da en la parte posterior, donde una extensa pantalla de cristal integra los corredores del edificio y da unidad al conjunto, pero manteniendo una absoluta transparencia para dejar ver el edificio original. Esta pantalla es flanqueada por una caja de concreto que contiene los ascensores.

Adicionalmente, el sello característico de Ando en sus muros de concreto visto pulido se evidencia en un pequeño estar ubicado casi al límite del predio, el cual no desentona con el valioso entorno histórico que lo circunda.

Resulta admirable en este caso, no solamente la maestría con que se lleva a cabo la integración de elementos históricos con otros contemporáneos, sino principalmente la actitud humilde del arquitecto quien no sucumbió a la tentación de hacer su intervención más importante que el original, si no por el contrario, casi desvanecerla para ensalzar al edificio que la soporta.

M U S E O C O N T E M P O R Á N E O JUDÍO (SAN FRANCISCO, E E . U U . 2008)

La mayoría de los grandes museos dedicados a los judíos han estado relacionados con el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial, presentando de manera dramát ica y expl íc i ta numerosas muestras que recuerdan aquel capítulo tan triste y patético de la barbarie humana. A l terminar, uno abandona la visita con un desasosiego y tristeza

La poderosa renovación del Museo Contemporáneo Judío en San Francisco (2006-08) es, sin embargo, un homenaje a la vida. Diseñado por el afamado arquitecto polaco Daniel Libeskind, el museo es una imponente adición al paisaje arquitectónico contemporáneo de la ciudad califomiana. Ubicado en un barrio cada vez más caracterizado por su importancia social y cultural, cerca al MOMA, de Mario Botta al museo de Yerba Buena Gardens por Fumihiko Maki, y contiguo al futuro Museo Mexicano, el Contemporary Jewish Museum está dedicado a resaltar el aporte de la comunidad judía en el desarrollo de las artes, cultura y pensamiento universal.

El museo se asienta sobre una subestación que la Compañía de Gas y Electricidad construyó, en 1906, como reconstrucción de la original de 1881 destruida por un incendio. La sub­estación de la Pacific Gas and Electric Company fue reconstruida bajo la dirección del arquitecto Willis Polk quien, usando un estilo neoclásico, embelleció la fachada sur de ladrillo, incluyendo una comisa con elementos escultóricos. La estación estuvo en servicio hasta 1968, año en que su función fue trasladada a un local más

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idóneo para esta función.

Durante los setentas, la antigua estación rodeada por rascacielos estuvo a punto de ser demolida para construir edificios de departamentos. Sin embargo, movimientos preservacionistas logra­ron salvarla de la debacle, junto a la vecina Iglesia de San Patricio, al inscribirlos como tesoros nacionales, y derribar los edificios frente a ellos para permitir una mejor contemplación de los monumentos. No obstante, la antigua estación estuvo abandonada por cerca de 40 años hasta que el Museo Judío Contemporáneo decidió adqui­rirlo y renovarlo, para potenciar su arquitectura.

El encargo del museo recayó sobre Daniel Libeskind (1946) un arquitecto y teórico polaco quien, tras mudarse de niño a Nueva York, se ded icó primeramente a la música, para luego dedicarse a la enseñanza y teoría arquitectónica. Hasta a sus 45 años no

había recibido ninguna comisión ni tenía ninguna obra construida, simple­mente se dedicaba a enseñar y hacer bosquejos acerca de sus teorías. Fue ahí entonces que ganó un concurso que llevaría a la construcción de su más famosa obra: el Museo Judío de Berlín (1991-99), dedicado al Holocausto. Al tiempo de asumir el encargo del museo en San Francisco, el arquitecto asumió un concepto totalmente diferente al aplicado en la capital alemana.

Libeskind basa su musco en un concepto s imbólico: la expresión hebrea "L'Chaim ", que significa "por la vida" y que es usado, por ejemplo, en el momento de un brindis (como lo recuerda la c lás ica pe l ícu la "E l violinista en el Tejado"). Para ello, Libeskind tomó las letras cheí yyudque se encuentran en L'Chaim y las convirtió en dos volúmenes que se incrustan en el volumen principal de ladrillo, revestidas de un acabado metálico, una láminas de acero que han

sido tratadas con electricidad y con las cuales se logra ese particular tono azulado que contrasta elegantemente con el color del ladrillo.

"En la tradición Judía, las letras no son solamente signos, sino son actores sustanciales en la historia que crean " dice Libeskind.

El volumen correspondiente a chet, es una barra larga, no muy visible desde el exterior, y contiene las principales galerías de exposición, entre las que destacaba, en el tiempo de la visita, una respuesta de los artistas al libro del Génesis, y un homenaje a William Steig, artista y caricaturista creador de, entre otros personajes, el famoso Shrek.

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El volumen que corresponde a layud, es el más vistoso y llamativo de todo el edificio. Se trata de un cubo girado ubicado en la parte oeste de la estación, el cual se halla forrado por una trama en forma de diamante de láminas de acero azul: algunas de los diamantes han sido perforados para dar lugar a ventanas, que en número de 36 representan otro elemento simbólico: 2 veces el número 18, el número del chai.

En el primer nivel del cubo se encuentra la tienda del museo, desde cuyas ventanas romboidales puede verse algunos elementos en exposición en el interior. Le tomó un año y medio a Libeskind decidir una posición de las ventanas que le satisficiera

En el segundo está la galería más logra­da en todo el edificio. Paradójicamente, al menos en el tiempo de la visita, el cuarto estaba vacío, y estaba dedicado a

una exposición sonora, lo que hacía más imponente la escala de la habitación, y la intensa sensación que transmite la luz al filtrarse por sus inclinadas paredes.

A l recorrer el edificio puede experi­mentarse claramente aquella dicotomía planteada por el arquitecto: la base estable, histórica del paralelepípedo de la sub estación que es atacada por una serie de espacios dinámicos, que causan una sensación de movimiento y por momentos inestabilidad. Pienso que la formación musical de Libeskind ha influido notablemente en la maneja cómo concibe, concatena, interrumpe y abre los espacios, su consecución, ritmo y sorpresa, sin llegar a un caos anárquico, sino sobre la pauta de un elemento referencial . "Es fácil reconocer lo que es de Libeskind en este museo", refirió la guía al tiempo de la visita. "Toda pared que no sea recia ¡e pertenece a él"

Al ingresar, por la fachada principal de ladrillo, el visitante se encuentra con una doble altura donde puede apreciarse el material del edificio original, así como a lgunas g r ú a s y o t r o s equipamientos que evocan su función original.

Frente a la pared de ladrillo, existe una serie de hendiduras dispuestas angularmente en un arreglo particular. Estos elementos se refieren a la palabra

"pardes " que en hebreo significa jardín {y de la que proviene el vocablo "pamdise" o paraíso). Pero también, PaRDcS es el acrónimo de Pshat (literal), Remez (alegórico), Drash (moral) y Sod (secreto), los cuatro niveles de significado que se atribuye a la palabra en el judaismo. Libeskind estiliza las letras hebreas para fi^rmar una composición que recibe al visitante y simboliza los múltiples niveles de significado que tiene el arte contemporáneo.

También en el primer nivel, al lado de las escaleras se halla el Goldman Hall, un salón multiuso cuyo enchapado en madera le da un ambiente cálido. En contraste, diversas hendiduras en el techo donde se ubican las luminarias del recinto, tienen el t ípico carácter

dinámico que el arquitecto ha impuesto en otras partes del edificio. Según el autor, estas líneas simbolizan las rutas que conducen a Jerusalén.

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Ambas intervenciones representan no solamente dos estilos de reciclaje sino dos tipos de personalidad, creencias y

concepciones de la arquitectura que sendos maestros han puesto de manifiesto en sus obras. El éxito individual de cada uno de estos edificios pone de manifiesto que no existe una receta única a la hora de reciclar un edificio y el resultado dependerá mucho de la concepción y ejecución así como las características del entorno que lo acojan.

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