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¡A todos mis hermanos cursillistas y hermanos en Cristo!
***RECUERDOS VIVENCIAS, EL SR. DEL BULTO Y EL PODER DE LA FÉ***
Deseo dar testimonio de una vivencia que paso
en mi familia.
Mi familia se componía de cinco hijos, tres de
ellos eran varones y dos eran niñas, el más pequeño
“Panchito” tenia año y medio, Luis Felipe que tenía 3
años, Claudia Noemí de 4 años, Adriana de 5 años,
Alejandro de 6 años.
Primero quiero contarles lo que nos paso tres
años antes del accidente:
Al niño Luis Felipe cuando tenía tan solo 6
meses de edad, a este le dio un colapso de polio
benigna y antes que el médico determinara el resultado
yo comente con mi esposa y la prepare diciéndole:
--“que para mí era “polio” y que se hiciera fuerte”
A mí se me partía el corazón al verla todo lo
que sufría y lloraba, pero le dije:
--démosle gracias al Señor por habernos escogido
a nosotros y tu sabes el porqué te lo digo ya que
hemos sido escogidos por el Señor”
Al cumplir el niño los tres años fue cuando
empezó a cojear del pie izquierdo, se le veía una de
sus piernas mas cortita que la otra y fue necesario que
le hicieran una operación de la cual salió muy bien,
porque habiendo tantos niños alrededor de nosotros
tenía que ser nuestro hijo. Yo sentía bonito algo muy
especial dentro de mi corazón al sentirme elegido, pero
al mismo tiempo se me destrozaba el corazón al pensar
cómo iba a quedar mi hijo de su enfermedad, pero me
dirigí al Señor diciéndole:
--“haz tu voluntad tu sabes lo que haces, en tus
manos estamos”
Entonces yo le prometí a la Virgen Santísima
del Rosario de Talpa ser su esclavo de por vida y de
ir cada año en la romería a pie desde el poblado de
Ameca, Jalisco. Mientras dios nuestro Señor me
proporcione salud, para continuar con mis promesas.
Para esto, todo salió muy bien, el niño se
recupero como si nada le hubiera pasado y
continuamos con nuestra vida como en tiempos
anteriores la teníamos, la VIRGEN SANTISIMA DEL
ROSARIO DE TALPA escucho mis suplicas.
Quiero comunicarles que a mediados de
febrero de 1973, al salir de la puerta de mi hogar para
ir a la tienda de abarrotes que se localizaba frente a
nuestra casa, esta propiedad de nosotros, escuche una
voz que venía de la parte de adentro muy cerca de la
cocina muy autoritaria y fuerte, pero al mismo tiempo
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se siente muy amorosa y pausada, así es la voz del
SEÑOR, que me decía que harías tu si se mataran todos
tus hijos, ¿Aguantarías el golpe?
Yo sentí muy feo se me estremeció todo el
cuerpo al oír esto, volteé y camine hacia donde escuche
la voz y buscando en la totalidad de la casa a la
persona, no encontrando a nadie y lo único que pude
hacer fue contestar:
--¡Si, si aguantaría el golpe! estoy joven y mi mujer
también, pronunciando esto con voz firme y fuerte
“SI Dios me los quita yo estoy seguro de que él me
los volvería a dar.
Así quedando esta experiencia tan fuerte.
La tienda que antes mencione frente a mi casa,
yo le ayudaba a mi esposa a surtirla y a atenderla
cuando me encontraba de descanso, ya que mi trabajo
era de sobrecargo en los trenes de pasajeros de
Ferrocarriles del Pacifico, que recorría la ruta de
Guadalajara Nogales Guadalajara, durando de ocho a
diez días de descanso entre cada viaje.
Quiero contarles que por lo regular mis suegros
acudían con regularidad a nuestra casa a visitarnos,
llevándose de regreso a su casa a alguno o a todos mis
hijos, esto con la finalidad de ayudar a mi esposa para
que realizara sus labores de casa y de comercio,
regresándolos horas después, estando yo de viaje o de
descanso y en algunas ocasiones yo los recogía a ellos
en la finca de mis suegros, en mas de alguna ocasión
llegue a escuchar las sirenas de ambulancias
comentándole a mi esposa
--no serán ellos
Y ella me contestaba de una manera nerviosa:
--hay Alex no digas eso
Quiero comentar que nunca le dije a mi esposa
de la voz que escuche y mucho menos de la pregunta
que se me realizo en nuestra casa, para no mortificarla
y alterarla ya que yo viajaba muy seguido.
Llego el día 11 de agosto de 1973, ese día a
temprana hora fuimos mis suegros y yo al poblado de
Santa Anita, Jalisco a comprar carne de pierna de cerdo
para hacerle a mi mujer un pozole, porque al día
siguiente seria su cumpleaños número 31, regresando
nos fuimos de paso al mercado de San Diego que se
localiza en las calle de Angulo y Cruz Verde en la
ciudad de Guadalajara, para comprar las verduras que
acompañarían a la comida del día siguiente, pero
llegando al mercado mi suegra pregunto:
--donde venden flores Alejandro
--a la vuelta del mercado las venden Señora.
Mi suegro le comento:
--no compres nada Carmen, espérate al día de
mañana
--no de una vez
Yo la percibí un poco desesperada, llegando a
las flores, lo primero que agarro fue dos nardos largos,
enseñándomelos y diciéndome:
--mira Alejandro, que bonitos están
--están muy bonitos pero no los compre
--porque no quieres que los compre
-- porque a mí no me gustan,
--pero el porqué no te gustan
--porque eso a mí me huele a muerto.
Ella camino y tomo un nardo más, y me lo
vuelve a enseñar, insistiéndome:
--¡Qué bonitos están!
Quedándome en ese momento callado por la
insistencia de la señora, tomando diez gladiolas mas
junto con los tres nardos, los pago y procedimos a
regresar a mi casa, llegando a mi casa mi suegra le dio
a mi esposa su abraso anticipado por el festejo de su
cumpleaños, entregándole los nardos y las gladiolas.
Diciéndole:
--mama, hasta mañana es mi cumpleaños te
hubieras esperado
--no hija de una vez porque a lo mejor mañana no
tendré tiempo
Yo claramente percibí a mi mujer con lagrimas
en sus ojos, sentí muy feo pero así paso, desayunaron
y se retiraron a visitar a otro de sus hijos, Sergio Raúl
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que tenía ocho días de casado, comentándonos que
irían a comer con el llevándose a cuatro de mis hijos.
Regresándolos por la noche, y al despedirse
mis suegros, y los niños al ver que sus abuelos se
retiraban empezaron a llorar queriendo irse de nueva
ocasión con ellos.
Para esto yo me encontraba dentro de nuestro
negocio a lo que salí diciéndole a mi mujer
--déjalos ir, cerrando vamos por ellos.
Llego la hora de cerrar y nos fuimos, pero en el
camino me dice mi señora, vamos con Bertha mi
cuñada, para visitarla porque ese día había salido del
sanatorio por haber tenido un hijo, contestándole:
--mañana
--Alex el día de mañana no tendré tiempo
Y me acorde que al día siguiente seria su
cumpleaños, a lo que acepte ir en ese momento,
después de haber realizado la visita que no tardamos
más de media hora, y trascurrido el tiempo me empecé
a sentir muy desesperado e inquieto por lo que nos
retiramos comentándole a mi esposa:
--me iré por la calle 8 de julio en vez de avenida
colon procurare irme muy despacio para poder
ubicarlos y en donde los veamos los páramos y
bajamos a los niños.
Llegamos a la casa de mis suegros, estando en
ese momento en la cochera mí cuñada Victoria esposa
de mi compadre Luis y concuño, diciéndonos:
--se acaban de ir hace unos minutos, porque los
niños estaban llorando
-- pero porque se los llevaron si yo quede de venir
por ellos
--es mas fueron mis papas con mi esposo Luis para
que lo cuidaran, porque anda un poco tomado y no
fuera a irse a otro lado a seguir tomando.
Ese día me disguste muchísimo por habérselos
llevado, diciéndole a mi señora:
--vamos inmediatamente para alcanzarlos.
--espérame deja recoger unas botellas de leche
que se trajo mi mama
--ándale pues rapidito
Contestándome mi cuñada Victoria:
--bájate Alejandro, al cabo al no encantarlos se
regresaran.
Me quede pensando con un pie abajo del
automóvil y el otro arriba, no sabía qué hacer si
esperarlos o irnos hacia nuestra casa, para ver si los
alcanzábamos, pero al fin decidí quedarnos un rato a
esperarlos.
Serian como las 10: de la noche, volviendo a
estar intranquilo y molesto, diciendo:
--porque se los llevo
Espere más o menos unos quince minutos para
ver si regresaban, pero viendo que no era así y estando
muy nervioso y desesperado volví a comentar:
--vámonos ya paso algo malo.
En el trayecto a nuestra casa y viniendo
circulando por la avenida 8 de julio escuche muy
claramente la sirena de una ambulancia diciéndole a mi
esposa
--prepárate, resígnate porque son ellos
Continuando circulando por la avenida 8 de
julio y al cruzar la avenida Lázaro Cárdenas había un
accidente, bajándome del auto y acercándome al
siniestro, y cuál sería mi sorpresa que lo primero que
vi fue a mi hijo mayor Alejandro con la cara vacía,
hueca totalmente, en ese momento volteé hacia todos
lados y dije
--dios mío dame fuerzas para soportar todo esto
En esos momentos empezaron a sacar a uno por
uno poniéndolos en el piso a mis hijos Alejandro,
Claudia Noemí, Luis Felipe y Adriana que esta última
se estaba quejando, los demás parecían que se
encontraban dormidos con poca sangre en los oídos y
sus narices y mi cuñado Carlitos, mis suegros se
encontraban prensados entre los metales de la
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camioneta a lo que tuvieron que sacarlos trozando las
puertas con hachas.
Reaccione a los lamentos de mi hija y les
solicite a los paramédicos que por favor se la llevaran
para poder salvarla, diciéndome:
--¿Quien es USTED?
--soy el papa de los niños
Ellos insistían en sacar primero a mis suegros
siguiendo con mis suplicas
--ellos están muertos, lo que urge es mi hija para
ver si la pueden salvar
Entonces me acerque al carro y le dije a mi
señora:
--Silvia, te dije que te prepararas y te resignaras,
son ellos, todos están muertos.
Nos retiramos y fuimos a avisarles a los demás
hermanos de mi señora, diciéndoles a secas lo
sucedido.
Por fin fui a dejar a mi esposa a casa de mis
suegros hasta ahí fue donde observe que mi esposa
pudo llorar y desmayarse, yo luego me retire y me
dirigí a la Cruz Roja para ver como seguía mi hija
Adriana, la vi que tenía abierta la cabeza. Estando ahí
se me ocurrió ver el reporte clínico y vi que había
pocas esperanzas para mi hija, primero fractura en el
cráneo, segundo conmoción cerebral y más.
Pero para esto cuando estaba en la Cruz Roja
me acorde de la Virgen de talpa y con mucho
sentimiento pensé:
--ya se me acabaron mis idas a Talpa, pues ya te
llevaste por el que iba, a Luís Felipe
En esos momentos sentía unos ardores muy
intensos en mi estomago, pidiéndoles que por caridad
me dieran algo para las molestias, hasta que por fin me
proporcionaron un vaso de leche grande y con eso se
me quitaron los ardores.
Estando en el hospital me acorde de lo que
había pensado en la Cruz Roja de mis idas al poblado
de Talpa de Allende, arrepintiéndome inmediatamente
diciéndole:
--“Madrecita de Talpa, te prometo seguir siendo
esclavo tuyo, pero sálvame a mi hija, déjame a la
pareja, ya dios me quito a mis tres hijos.
Espere a que le sacaran las radiografías a mi
hija del cráneo y afortunadamente no había fracturas,
en ese momento me retire del hospital, yéndome a la
casa de mis suegros a ver en donde íbamos a velar a
mis hijos, cuñado y mis suegros, velándolos en la
funeraria Rizo ubicadas en la avenida Belisario
Domínguez, cerca del templo de San Martín.
Fue así como la Virgencita de Talpa me hizo
por segunda ocasión otro milagro, el que mi hija
Adriana se salvara y qué través del tiempo se fuera
poco a poco recuperando.
El primer milagro concedido por la Virgen de
Talpa fue el que mi hijo Luís Felipe también saliera del
hospital del ferrocarril en perfectas condiciones, como
si nada le hubiera ocurrido, todavía nosotros
dudábamos y fuimos a parar al hospital Civil de
Guadalajara, para cerciorándonos por completo y que
revisaran al niño los médicos de esa dependencia
medica, ya que cuentan con buenos aparatos, y cual
sería nuestra sorpresa que los mismos médicos que nos
atendieron en el hospital del ferrocarril, eran los
mismos, diciéndonos:
--¿Qué están haciendo por aquí?
--Pues venimos a lo mismo de nuestro hijo Luís
Felipe, queremos estar seguros de que si fue Polio.
--exactamente eso fue lo que el niño tuvo.
Nosotros no podíamos creer que el niño se
encontrara tan bien, como si nada hubiera tenido.
Entonces comprendí que la Virgencita de
Talpa, si había escuchado mis suplicas, me había
hecho el milagro de salvármelo de esa enfermedad.
Llegaron las cuatro de la tarde, era la hora de la
misa de cuerpos presentes, recuerdo que la cúpula del
templo se encontraba en reparación, cuando empezó la
misa se vino una tormenta muy fuerte, abriéndose la
ventana de la cúpula entrando el agua y el viento muy
cerca de los cuerpos y del sacerdote. Así como una
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parvada de pajaritos cantado, bajando hasta el lugar
donde se localizan los ataúdes dándoles varias vueltas,
en ese mismo momento el coro que se componía de
puros niños de corta edad, comenzaron a cantar
anunciando el inicio de la consagración, en ese mismo
momento salieron del recinto la parvada de pájaros por
el mismo lugar por donde entraron.
En esos momentos me vino a la mente recordar
La Pasión de Cristo cuando iba con la cruz al calvario,
de repente empecé a sentir miedo, pude ver la
radiografía total de mi vida, en esos momentos hice un
examen de conciencia tan bien que jamás lo tendría
como ese día, lo que me alimentaba y me daba fuerzas
para seguir adelante, era pensar, recordar y decía:
--Si tu Dios dio la vida por nosotros, pues lo de
nosotros no es nada.
Como es posible en un momento tan duro, tan
doloroso, por qué tendría yo esa oportunidad de
arrepentirme de todo. Cuando se terminó la
consagración, empezaron a explotar las lámparas en un
intervalo de 30 segundos más o menos, cuando explotó
la segunda, sentí ya más seguridad que mis hijos iban
al cielo, hasta mis anteojos los acomodé mejor; yo veía
una luz, ancha y larga que salía hacia arriba, podría ser
mi imaginación y explotó la tercera lámpara, fue
cuando sentí muy bonito dentro de mi corazón como
que me frotaban el pecho y enseguida un descanso y
dije: mis hijos van al cielo; alguien gritó apaguen el
switch porque está haciendo corto, entonces explotó la
cuarta lámpara, me dicen los 'Señores de la carroza,
que hacemos, sigue lloviendo y en el panteón reciben
hasta las 6 de la tarde, yo les contesté, que entren las
camionetas hasta el templo y así fue.
Salimos mi esposa y yo, al llegar al atrio, miré
al cielo y le pedí al Señor: Dios mío, concédeme el
último favor, que cuando lleguemos a la tumba de mis
hijos, deje de llover. Nos fuimos al pante6n, al entrar
en él, todavía seguía lloviendo, pero al llegar a la
tumba, dejó de llover, me acordé que le había pedido
ese favor, miré al cielo y veía ya despejado, limpio y
dej6 de llover, le dije Gracias Señor por haber
escuchado mi súplica.
Se acabó todo, nos fuimos al hospital a ver
cómo -seguía mi hija Adriana y llegamos al hospital,
se desprendió otra vez una fuerte tormenta, me volví a
acordar de nuestro Señor y dije: ¡Qué bueno eres!
Al tercer día relacioné el hecho de los tres
nardos que le llevó mi suegra a mi esposa junto con las
diez gladiolas que le regaló, con lo sucedido en la
Iglesia al explotar las 4 lámparas, Ese día abrí la tienda,
me daba miedo entrar a mi casa ahí me entretenía y a
los quince días me traje a mi poca familia, a mi esposa
y a mi otro hijo chiquito de año y medio que nos había
quedado; Panchito, pero cuál fue nuestra sorpresa que
al entrar a la casa, lo primero que hizo fue buscar a sus
hermanitos, recamara por recamara y por último fue al
patio y al no encontrarlos se tiro al piso y se revolcaba,
llorando desesperadamente, como con coraje y
desesperación, fue así como el niño Panchito quedo
traumatizado, enfermo y por la noche no se podía
dormir a temprana hora se veía asustado como que veía
algo en algún rincón de la recamara, esto también
sucedía en la madrugada, empezaba a morderse las
manos y a rechinar los dientes se le notaba muy
alterado y desesperado, atemorizado, así paso el
tiempo fue creciendo y al cumplir los cinco años el
niño aún no podía hablar, le decíamos al doctor este
nos decía Ya hablara, cumpliendo los 6 años
continuando con los mismo síntomas sin poder hablar,
fue cuando se le realizaron los estudios saliendo con
una lección en el cerebro, fue cuando lo vieron los
doctores Psicólogos dictaminando de su enfermedad
que lo que tenía mi hijo era dislexia, no podía retener
nada en su memoria, porque todo lo que aprendía se le
olvidaba, estuvimos llevándolo cada tercer día al Dif,
ya que es esa dependencia cuentan con doctores
prestigiados y de mucho reconocimiento y a base de
tantos ejercicios y tratamiento especiales, etc., el niño
se recupero en más de un 70 por ciento de dicha
enfermedad, gracias a Dios en que me ha escuchado
todas mis suplicas.
Que grande fue para nosotros en ese momento
nuestro dolor, y lo mismo nos sucedió con nuestra hija
Adriana, que renegaba de la vida, por no querer vivir
diciéndonos que porque la habían dejado sus abuelitos
y sus hermanos que ella se quería ir junto con ellos, y
esto era constantemente, y nosotros haciéndonos
fuertes ante tal insistencia de la niña, pidiendo a Dios
el otorgarnos fuerza para poder seguir adelante con
nuestro calvario, lo único que se me vino a la mente
fue decirle a mi hija:
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--Que había bajado un globo muy grande del cielo
y a todos se los había llevado
--A ti no te llevaron porque te encontrabas enferma
en el hospital.
Como Dios hace las cosas tan bien , Ë l no se
equivoca en nada pienso yo en todo lo que sucedió,
antes, como en los nardos, ¿porque tenían que ser tres?,
los que le regalo mi suegra a mi esposa, ¿ cómo fue
también posible que explotaran 4 lámparas dentro del
templo?, lo mismo fue cuando yo le pedí a Dios de
todo corazón que dejara de llover en el panteón, ¡y dejo
de llover¡, lo mismo que la pregunta que se me hizo a
mi saliendo de mi casa, le comente a mi esposa:
--que esto era otra prueba de Dios.
Me decían tanto mis familiares como amigos y
vecinos
--vende la casa o réntala, cámbiate de barrio,
contestándoles.
-Yo no me cambio
--Aquí vi a mis hijos nacer, crecer y aquí volveré a
ver a mis otros hijos que dios me volverá a dar,
ustedes serán testigos de lo que les digo, porque yo
tengo tanta fe en el Señor de que me los devolverá.
Le pedí a mi mujer un favor muy grande,
diciéndole:
--Silvia “nunca vayas a renegar en contra de Dios,
porque no olvides que él no los presto no nos los
dio, pero no sabemos el porqué no los quito, cual
hubiera sido su final, solamente él lo sabe, y mucho
menos vayas a negarle un vaso de agua a nadie,
siempre debes de hacer la caridad.
Para mí era muy doloroso llegar a mi casa
después de un viaje largo como los que tenía que
realizar constante mente por motivo de mi trabajo, al ir
llegando a la cochera de mi hogar solamente mi hijo
Panchito ni hijita Adriana y mi mujer, salían a
recibirme, siendo solo tres en vez de los 6 que
componían nuestra familia, ya que al ingresar a mi casa
era una gran fiesta para ver los regalos que les traía, me
hacía muy fuerte para no doblegarme ante tal situación
ya que mi dolor era acompañado durante el transcurso
de mi viaje ya que el puesto que desempeñaba dentro
de los Ferrocarriles del Pacifico era el de sobrecargo,
en los trenes de pasajeros y mi recorrido era de
Guadalajara a Nogales Sonora y viceversa, la salida era
a las 9 de la mañana, para esto yo tenía que estar 1 hora
antes de la salida, así como toda la tripulación que la
componía, a mí me tocaba atender dos carros de
primera especial, lo primera que tenía que hacer era
revisar mis dos unidades el alumbrado como la
refrigeración en seguida era atender a los pasajeros. En
varias ocasiones me llego a pasar que al ir saliendo de
la estación me empezaba a sentir muy mal, de esas
crisis que me daban de nervios de desesperación,
angustia y al momento oía una voz que me decía
adelante Alejandro Adelante, en ese momento sentía
que entraba por todo mi cuerpo una fuerza interior muy
fuerte y pronto me recuperaba de lo que me estaba
pasando. Yo estoy seguro que esa vos era de Dios, o
alguno de sus ángeles, diariamente hago oración y le
doy gracias a Dios por todo el apoyo que siempre me
ha dado y sobre todo por el gran gozo que siento en mi
pecho. En el mes de marzo de 1974, fui al mercado de
abastos, cuando venía de regreso se me ocurrió tomar
por la avenida lázaro cárdenas, era una avenida ancha
de 4 carriles de cada sentido, y de nuevo me llego mi
crisis, me dio por acelerar el carro hasta 120 Km por
hora, en esos momentos solo deseaba estrellarme con
quien fuera, de pronto volví a escuchar esa voz que me
decía, No Alejandro, ¿No te quedaron dos hijos más
los que van a venir? Al momento reaccione, dejando
de acelerar el carro y poco a poco iba frenando hasta
acercarme a la orilla y poder estacionarme, al momento
solté el llanto hasta que me desahogue completamente,
sintiendo una gran confianza en lo que acababa de
escuchar, eso fue lo que me fortaleció mucho y más en
mi gran fe, fue muy duro para mi esposa y para mí,
pero el señor Jesús nos dio las fuerzas necesarias para
poder seguir adelante.
Gracias también a un amigo y compañero de trabajo
quien me invito a jugar frontón de mano y después de
insistirme varias ocasiones acepte ir, el golpeteo de la
pelota es muy duro, pero ese dolor que sentía me hacía
sentirme bien, dejando las camisetas empapadas de
sudor con un color amarillo, esto me hacía pensar que
poco a poco iba reforzando y expulsando todo lo malo,
en ese tiempo los médicos le llamaban que eran
nervios, ahora le llaman depresión. Con el apoyo de
nuestro señor como el de mi esposa salimos adelante.
Después de haber sobresalido de la depresión, me
dedique de lleno a mi trabajo, con mucha dedicación y
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amor a lo que hacía, así logrando las medallas que se
les dan a los ferrocarrileros más sobresalientes de su
trabajo, el día 7 de noviembre de cada año que ese día
se conmemora el día del ferrocarrilero, ganándome la
de bronce el 7 de Noviembre de 1974, un año después
del accidente, y del año de 1981 me gane la medalla de
plata, y la de oro no alcance porque el gobierno federal
vendió alá empresa Ferrocarriles en el año 1982. Y Fui
Jubilado automáticamente. Mis funciones eran
Atender al público, el mantenimiento de las unidades,
pero quiero decir que en el trayecto del viaje subían
familias completas que se componían de hijos padres
etc., eso era para mí muy doloroso porque en todos los
niños que subían les encontraba demasiado parecido a
los míos, en esos momentos procuraba desviar mi
atención a mis innumerables actividades para no
demostrar a la gente mi tristeza.
Llego el día en que le pedí a mi esposa que
encargáramos mas familia y ella me decía:
--para que Alex
Yo le daba hasta cierto punto la razón pero le
decía:
--no olvides que él no nos lo dio el no los presto,
pero eso sí, te aseguro con mi vida, que dios nos
los regresara y con las mismas caras, sabes el
porqué te digo todo esto, porque tengo mucha fe en
el, que nos los regresara.
Así paso el tiempo, llego el primer niño y
comenzábamos a sentirnos más a gusto porque era
muy duro continuar viendo dos recamaras vacías,
trascurrieron dos años más y llego el segundo niño
siendo ya fue muy diferente comenzábamos a ver más
niños.
Mi mujer por problemas de salud y por
recomendación y prescripción médica decidió no tener
más familia, yo la apoye por las cuestiones de salud
pero no di mi consentimiento porque me hacía falta mi
otra hija que me faltaba, sentía un hueco en mi
corazón, no me sentía completo por lo que le pedí al
Señor que me la regresara.
Trascurría el tiempo y en un día común mi
esposa me comento.
--“Alex” creo que ya salí embarazada
--es la voluntad de Dios, te acuerdas que te dije
que Dios no los regresarla, y va a hacer niña, y si
es niña será un milagro de Dios.
Paso el tiempo, ya próximo a que se aliviara, la
gente y nuestros familiares nos decían que el niño que
tendríamos iba a ser hombre y hasta había escogido mi
esposa el nombre de Juan Pablo, pero yo insistía que
sería niña y si resulta como te dije será un milagro.
Ocho días antes de que naciera el niño fuimos
con un doctor Fausto Serón, Medina, amigo nuestro, a
que le realizara una valoración de cómo se encontraba
ella y el bebe, comentándome:
--Alex va a ser hombrecito
--Doctor dispénseme lo que le voy a decir, pero por
esta sola única vez se equivocara la Ciencia y
Usted.
--porque me dices eso Alex
--porque tengo tanta fe y dicen que la fe es tan
grande que puede mover montañas
--haber señora parece por favor y dese una vuelta
para verla
--Don Alejandro mejor no digo nada dejémoslo
así.
--Ahora que si me equivoco contare con un varón
mas en mi familia, sin dejar de descartar que será
NIÑA
Después de esta consulta al 4to día mi esposa dio a
luz y fue atendida en el hospital del Ferrocarril del
Pacifico, por el Ginecólogo Carlos Pérez Álvarez,
comunicándome de que había sido una niña, en esos
momento sentí un gran gozo y alegría casi llorando
diciendo – GRACIAS DIOS MIO POR HABERME
HECHO EL MILAGRO -, ahora ya cuento
nuevamente con mis 5 hijos tres varones y las dos
niñas, yo nunca perdí la Fe, y tuve la esperanza de que
algún día el Señor me los devolvería y así fue.
Que dicha tan grande me ha dado el Señor vendito
y alabado sea por siempre.
Un año después del lamentable accidente
empecé a ir a misa los domingos a las 7 de la mañana
al templo de Santa Filomena, y mi esposa acudía a las
8 de la mañana al templo del Divino Salvador esto por
motivo de que teníamos que atender nuestro negocio
familiar que se localizaba frente a nuestra casa.
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Quiero relatar otro de los grades sucesos que
me surgieron a raíz de lo que les relate, esto marco mi
vida.
En el mes de febrero de 1978, acudiendo a misa
como era mi costumbre, para dar mi oración dominical
al Señor del Perdón suscitándose un hecho muy
glorioso ya que estando orando, me arrodille y a los
pocos minutos sentí la necesidad de estar más cerca del
él con la vista baja, y cuando termine mi oración, me
levante y al mismo tiempo alce la vista viendo al señor,
percibiéndolo muy alegre como queriendo decirme
algo, fue cuando empezó a transformarse su rostro
hasta el pecho, poniéndosele muy blanca y brillante
como el resplandor de la plata, en esos momentos fue
cuándo el señor enderezo su rostro para verme mejor
porque su cruz se localiza muy alta, pasados unos
minutos de su transformación y yo pasmado ante tal
suceso le dije:
--Señor es posible lo que estoy viendo
En ese momento claramente vi que el Señor se
río conmigo, lo único que le pude decir en esos
momentos ya que me encontraba emocionado y
pasmado ante lo que estaba viendo:
--Señor, yo no soy digno de ti, esto es demasiado
para mí.
Y al terminar de decirle sentí que una mano
pasó por parte de mi cuerpo iniciando en el cuello y
terminando en el pecho.
Fue en eso momento que me sentí sano libre de
todo rencor, odio, coraje y resentimiento en contra de
los conductores que participaron en el accidente que
tuvo como final drástico la perdida de mis 3 hijos un
cuñado y mis suegros, ya que estos se encontraban
ambos en estado de ebriedad.
Ante tal hecho fue el momento idóneo para
perdonar todo el mal que nos hicieron, tanto como el
verdadero culpable así como el conductor donde Iván
mis hijos ya que este es el esposo de mi cuñada
Victoria hermana de mi mujer, así como también al
Juez de la penal, al abogado de la parte contraria al
dejar en libertad provisional al verdadero culpable del
deceso de nuestros familiares, sin dejar de comentar
que hubo malos manejos dentro de las dependencias,
porque firmamos sin leer dichos documentos
aprovechándose de nuestro dolor.
Yo salí del templo sano de todo mal me sentí
una persona nueva, volví a ser el mismo alegre,
sencillo y comunicativo, llegue a mi casa muy contento
le di un abraso y un beso a mi esposa, diciéndome:
--Alex que te pasa, vienes muy extraño te
desconozco
Entonces le empecé a platicar de lo que me
había sucedido, automáticamente nos sentimos más
unidos como nunca lo habíamos estado, porque
nuestro amor creció más estando más sólido y fuerte
ya que dios está con nosotros y el nos ilumino nuestro
camino.
Continué visitando al Sr. del Perdón el día que
podía y me llevaba una escalera pequeña de dos
peldaños, en la que subía hasta su base más alta para
apenas alcanzar a besarle la punta de los pies, era algo
que a mí me nacía hacerlo de todo corazón, también
empecé a llevarle flores misma que arreglo dentro de
la sacristía en cada ocasión que acudo a mi visita al
templo, pero después de varios años cambiaron de
lugar al Sr. del Perdón al altar principal, me sentí triste
porque sabía que ya no podría besarle sus pies, y a mi
regreso que no es mayor a ocho días reviso el florero,
y si se encuentran las flores en buenas condiciones se
las llevaba a la divina providencia, y así lo seguí
haciendo durante mucho tiempo, pero un domingo
recogí el florero y bajando las gradas ahí escuche la
misma voz que escuche antes del accidente y me dijo:
–“Yo no merezco esto”
Esto me sucedió a fines de enero del 2002, siendo
la misma voz del Sr. Que me hablo 6 meses antes del
accidente.
Y en ese momento sentí mucho escalofrió en
todo el cuerpo, inmediatamente le pedí perdón, porque
reconocí que estaba haciendo las cosas mal, en llevarle
como sobras al padre celestial los flores que le había
dejado a su hijo y le prometí en ese momento llevarle
el próximo domingo sus flores como actualmente lo
hago a la fecha, ahora aprovecho que estando por atrás
del altar, le realizo mi oración tranquilamente, me
despido dándole un beso a la base de la cruz y le digo,
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señor esto es para ti, porque sé que me lo recibes
porque sabes que lo hago con amor y con esta gran fe.
Mis hijos
En el año de 1961, empecé a ir al templo de
Talpa de Allende estaba yo todavía soltero, íbamos un
gran número de compañeros ferrocarrileros, mucho de
ellos llevaban a sus familiares, la salida era el día 14
de marzo de aquí hasta Ameca, Jalisco, y desde ahí
empezábamos nuestra caminata hasta Talpa, yo no
debía ninguna manda iba porque me gustaba y me
nacía visitar a la Santísima del Rosario de Talpa, la
llegada la hacíamos hasta el día 18 a las siete de la
mañana, y ese mismo día nos regresábamos.
Transcurría el año de 1979, yendo a Talpa,
llegamos a un ranchito que se llama Jacales municipio
de Jalisco, cerca de las 12 del día, nos detuvimos a
tomarnos un refresco mis compañeros y yo, en ese
lugar mis compañeros tomaron su refresco muy rápido
y continuaron con su travesía, quedándome en ese
lugar a tomar un descanso más prolongado, ya que me
sentía un poco cansado, yo me quede un rato mas a
tomarme con calma mi refresco, terminándomelo,
continué con mi camino, cuál sería mi sorpresa que el
ambiente se sentía muy raro, sofocado no hacía nada
de aire, ni siquiera se movían las hojas de los árboles
en un completo silencio, sintiéndose mucha
tranquilidad y paz, yo pensé que fuera a temblar pero
no fue así, en ese momento me quede completamente
solo, no pasaba ni un carro, gente, nada, siendo que en
esos días de las fiestas de nuestra señora del rosario de
talpa, es el peregrinar en las 24 hrs. Todo esto paso
porque el señor iba haciéndose presente, cuando ya
había caminado más o menos un kilómetro me
encontré con un señor que venía cargando un bulto
muy voluminoso y grande, lo traía en la cabeza, y lo
que a mí me llamo la atención fue que trajera el bulto
tan limpio, completamente blanco, pensé entonces no
puede ser, porque viene de un camino el cual tiene
demasiado polvo o tierra suelta de color roja, me
detuve y le pregunte:
--patrón a donde va Usted con ese bulto tan
grande—,
Contestándome,
--a Cuidad Guzmán--,
Comentándole
--que porque no pedía un Raid, para que no se
canse tanto--,
Y que habría alguien de buen corazón que le
ayude, entonces el Sr., me contesto,
--yo tengo 20 años viniendo—
Y pensé decirle que también tenía el mismo tiempo
viniendo y que nunca me lo hubiera encontrado en
10
el camino, yo cruce la carretera, en donde él se
encontraba y le dije
--déjeme ayudarlo con algo para su camino
--me dio mucha lástima y compasión ya que la
distancia que le quedaba era muy larga y mas
cargando tan gran bulto
Entonces empezó a bajar el bulto muy lentamente, me
daba la impresión como si se le fuera a quebrar algo, y
en ese momento me quede atontado, y fuera de mi, no
pensé en ayudarlo a bajar el bulto, y mucho menos
preguntarle, que llevaba ahí, yo saque varias monedas
de diferente denominación y el junto sus dos manos
abiertas poniéndomelas frente a mí, también sentí otra
impresión rara y fuerte en ese momento vi. que su vista
me la clavo en mi cara, sentí un fuerte impacto, y le
seguí insistiendo que pidiera ayuda, porque yo estaba
seguro que alguien debería de tenderle la mano,
girando y viéndome a los ojos después de ver lo que le
había dado, es ese momento sentí y pensé:
--que manda tan pesada está pagando este pobre
hombre
--dios mío será poco lo que le estoy dando a este
señor
Pero nunca pensé sacar más dinero de la bolsa,
si quiero comentar que tal suceso me ocasiono
confusión, después de la tercera ocasión de que me
miro a los ojos, en ese momento no aguante mas mi
felicidad, derramando unas lagrimas y fue cuando yo
vi sus ojos de él eran de color verde esmeralda, me vio
con una mirada muy profunda que sentía mucha
emoción tan fuerte que no se puede explicar y le
comente haga señor lo que le digo y continué mi
camino diciéndole que dios lo cuide y lo ayude haga lo
que yo le digo, tiene que haber alguien de buen corazón
que lo ayude, el contestándome:
--a Usted señor que el señor lo cuide, lo proteja y lo
bendiga
Niños que nacieron después.
En ese momento que me retire siguiendo mi
camino solté el llanto, a los pocos metros creo que
serian unos quince o veinte metros, me pare y volteé a
mirar al señor, y cuál sería mi sorpresa que ya no lo vi,
así continué mi camino ya que yo tenía que cumplir
con una manda, pero sí de mencionar que a la hora de
voltear y no encontrarlo se me hacía imposible que
desapareciera ya que el terreno donde estábamos es un
valle el cual no tiene obstáculos para ocultarse.
De regreso a mi casa comente lo que me paso,
mi mujer me comento que lo que vi fue una anima, no
creo que lo que vi fuera una anima, yo sentí una
emoción indescriptible y que no fue eso, así paso el
tiempo y yo con la duda de mi vivencia seguí el camino
al año siguiente en espera de volver a ver al Sr. del
bulto, así paso el tiempo sin volver a verlo.
En el año de 1981 estaba cerca del templo del
Expiatorio fui a visitar al santísimo, cuál sería mi
sorpresa al entrar al templo sentí que alguien me tomo
de la cara muy suavemente y me hizo girar el rostro
hacia el lado derecho, viendo un Cristo de madera de
color negro, iluminado en todo su cuerpo con una luz
muy brillante color dorado, igualmente la cruz como
también todos los muros, y de la misma manera un
manto al fondo donde se veían muchas flores
estampadas de Eleonora, cuál fue mi asombro que el
rostro del Cristo era el mismo del señor del bulto, en
ese momento sentí que me desfallecía, diciéndole:
--señor si yo hubiera sabido que eras el señor que
me encontré en el camino, de seguro me hubiera
dado un infarto
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Procedí a arrodillarme y a orar y llorar a sus
pies, sintiéndome totalmente realizado ya que había
encontrado a la persona que me había ocasionado tanta
emoción tres años atrás.
Niños que perecieron
Y después de ese día voy a visitarlos todos los
sábados a las 7:30 A.m., desde que voy subiendo las
graditas para entrar al templo empiezo a llorar, llego a
él y le beso los pies, me arrodillo y sigo llorando unos
minutos ya que me siento bien empiezo a rezarle y
después de esto siento una gran paz y tranquilidad, lo
que no se por qué me da por llorar.
Choque
Transcurría el año del 2002, en el mes de
diciembre conocí a un niño dios que nos agrado
demasiado a mi mujer y a mi prestándonoslo una
señora de nombre Teresa; Esta persona nos comentaba
que el niño llevaba varios milagros y el día menos
esperado lo llevo a nuestro negocio para que nos
visitara por unos días en nuestro hogar, si quisiera
comentar que cuando llegue al negocio no puse la
debida atención al niño sino hasta la hora en que nos
retirábamos para acudir a nuestra casa para tomar
nuestros sagrados alimentos, fue cuando mi esposa
puso el niño en el mostrador, preguntándole:
--de quien es este niño
--Alex es el niño del que te hable recuerda que
algún día nos acompañaría a nuestra casa
Fue en ese momento que sentí un escalofrió por
todo el cuerpo, aparte de una gran emoción diciéndole
yo a mi mujer:
--hoy ha llegado la salvación a nuestro hogar, esto
fue el día 4 de diciembre de 2002
A partir de ese día nuestras vidas cambiaron
totalmente nos sentimos más unidos, ese mismo día
empezamos a rezar su novenario en favor de ese niño,
con el transcursos de los días me sentía muy contento
con su presencia al grado de pensar en quedármelo,
pero tal hecho no podía ser porque la dueña del niño es
doña Tere.
Comentándole a mi mujer que lo solicitara a
ella para que no los dejara unos días más para poder
terminar su novenario, dentro de mi sentí la necesidad
de poseer un niño idéntico, y desde entonces yo no
podía olvidar al niño porque sentí que me había tocado
muy fuerte en mi corazón fue hasta el día 6 de
diciembre del año 2002, se me vino un pensamiento
muy claro en que me decía ve al poblado de Tonalá,
Jalisco para adquirirlo, y desde entonces yo le pedía a
diario a La Divina Providencia que me iluminara que
niño debería de escoger y en repetidas ocasiones le
comentaba al Señor que el próximo domingo asistiría
al encuentro de tu hijo, por favor ayuda a elegir al
indicado, esto era muy constante después de realizar
mis oraciones diarias, ante tal hecho procedí a acudir
al poblado mencionado para adquirir el elegido.
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Mi Hijo Alejandro
Por fin pude acudir al mencionado poblado
para la adquisición de mi cometido, era un domingo 13
de diciembre del mismo año, yo le pedía a la Divina
Providencia que me iluminara para encontrar el niño
que deseaba, ante tal hecho mi familia y yo recorrimos
gran parte de los lugares que se dedican a la venta de
artesanías, si quiero comentar que todos los niños
tenían más de alguna imperfección, sin dejar de
mencionar que todos sin excepción eran muy bonitos,
ante tal acontecimiento me puse triste porque no tuve
la señal de que niño debería de acompañarme;
Totalmente decepcionado y de regreso a casa mi
esposa se percato de un negocio que en ese momento
empezaba a desempacar mercancía, debo aclarar que
era el mes de diciembre, mes en el que se acostumbra
a escenificar el nacimiento de Jesús.
La persona encargada del negocio estaba en
esos momentos desempacando las figuras de la
escenificación, en ese acto llegue al negocio y lo
primero que vi, fue la presencia de más de 5 niños que
se encontraban todavía en sus empaques, comentando
en ese momento a mi mujer:
--¡mira, aquí hay niños!--,
Me respondió
--no, Alex no es lo que buscas--,
Insistiéndole
--saca el que se encuentra de tu lado izquierdo,
¡ese es!--,
--Alex, mejor sigamos
--¡Silvia ese es!,
Ya que yo sentía, que ese era el niño indicado
para que me acompañara.
La elección del niño fue una señal que yo
esperaba sentí una gran emoción la presencia de la
figura del niño, aclarando que la primera impresión fue
una sonrisa angelical, que lo único que pude decir en
esos momentos fue:
--¡mira el niño que alegre esta!
Esto paso en breves segundos y creo que fue la
señal de mi elección, en ese mismo acto le agradecí al
señor de la Divina Providencia, por haber encontrado
a mi compañero que deseaba tanto.
Divino Niño Jesús de Colombia
Después de un tiempo le comente a mi familia
que la Divina Providencia necesitaba más de mí y por
más que me esforzaba en descubrir que era lo que
13
quería, no entendía. Transcurrido un tiempo
aproximado de tres semanas me hablo al oído y me dijo
todo lo que te ha pasado a ti escríbelo y da testimonio
de esto, de igual manera sigue tu labor de ayuda a la
familia de los presos.
Durante 22 años colabore en un grupo que se
encarga de entregar todos los días sábados despensas
en el templo de Jesús Divino Preso, la cual constaba de
productos básicos mas frutas y verduras a los
familiares de los presos más necesitados, al momento
de mi retiro el cual fue por motivos de salud, participe
en el grupo como coordinador, después de un tiempo
continúe a escondidas de mis familiares ya que a estos
no estaban de acuerdo por los sugerencias emitidas por
el cardiólogo, tanto era mi necesidad de continuar con
mi participación a lo que inicie llevándoles frutas y
verduras a las personas que en ese momento se
encargaban de coordinar al grupo.
En el mes de marzo de este año 2005, tuve un
sueño donde la Divina Providencia me hablaba por mi
nombre y me decía:
--Alejandro yo soy la divina providencia
En ese momento abrí mis ojos dentro del sueño
y fue muy claro que la persona que vi era la misma
imagen que se encuentra en el templo del Divino
Salvador, le dije:
--hay tu eres mi divino salvador.
En ese momento desperté sin acordarme de
nada, y como era mi costumbre de acudir al templo de
santa filomena a llevar las flores al señor del perdón y
a la divina providencia.
En ese momento que dejaba el florero me vino
a la mente el sueño que tuve, claramente vi toda la
imagen del lugar donde me encontraba, así como al
señor del perdón.
En el mes de mayo acudí a misa al templo de
La Merced ya que ese día 14 era nuestro aniversario de
bodas y cumplíamos 39 años de casados, al iniciar la
santa misa puse mucha atención al sacerdote y al dar
lectura del evangelio, y al terminar de explicar la
homilía agache mi vista para dar inicio a los rezos que
realizo en esos momentos de la misa, cuál sería mi
sorpresa que al regresar mi vista hacia el altar y pasar
por mi vista el sacerdote que ofrecía en ese momento
la misa, ya no era el mismo que inicio, si no que era el
mismo señor, el cual se encontraba con el atuendo de
franciscano, de un color salmón, si quiero aclarar que
no era el mismo rostro del señor del bulto, pero si me
encuentro totalmente seguro que era dios nuestro señor
porque tenía una luz muy diferente y en la parte
superior por encima de su cabeza, claramente vi que
tenía una corona de color dorada muy brillante, pero
tenía estrellas que prendían y se apagaban de diferentes
colores se veía muy bonito y me fijaba muy bien en la
corona flotante sobre su cabeza, muy hermosa, fue
donde confirme que era el Señor Jesús, su rostro era
muy diferente al señor del bulto, porque su semblante
era de una textura ligeramente rosada, pero ante tal
vivencia me venían momentos en que se interponía
ante mi vista, una barrera gruesa entre ambos que esta
desaparecía por momentos, solamente veía que el
Señor movía sus manos tomando las tinajeras del agua
y la del vino, esto paso en varias ocasiones, pero esto
no tardo un lapso mayor a un par de minutos, eso me
llevo a decirle, señor:
-quien soy yo para merecer tanto de ti
Me sentí emocionado y me acorde que en
varias ocasiones le pedí que si lo volviera a ver me
diera la fortaleza para soportar tal vivencia, y de hecho
eso fue lo que paso, comentando que este hecho
después de transcurrido un par de minutos volvió a mi
presencia el sacerdote que dio inicio a la misa, al ir a
tomar la comunión me fije bien en el rostro del
sacerdote y claro fue que ese rostro nunca lo había
visto en esa parroquia.
Le comente lo sucedido a mi mujer de lo que
me paso y le volví a dar gracias por el regalo recibido
por ser nuestro aniversario de bodas.
En mi segundo sueño siendo el día 15 de junio
del año 2005 me volvió a hablar la misma voz de antes
del accidente, y sigo totalmente seguro que era la
divina providencia. Diciéndome:
--Alejandro la Sra. Eva ya se encuentra bien
--de todo
--Si Alejandro de todo
A lo que acudí a su domicilio a visitarla diciéndome:
14
–Si don Alex estoy bien de salud
Mi respuesta fue estremecedora, sentí un
escalofrió por todo el cuerpo, ella igualmente se quedo
callada por un momento:
--don Alex el cáncer que tenía en los huesos ya no
lo tengo, ¡estoy sana!, y los únicos que saben son
mi familia y usted que viene a decírmelo--,
Esto me fue comentado por los médicos hace uno
15 días, interrumpiendo un poco la charla, le
contesto
--Sra. Eva dele gracias a Dios, porque él es el que
la ha sanado y esto para mí es un milagro
Este hecho el mismo Sr. de La Divina
Providencia me lo comunico hace unos días.
Este sueño se a foca con una vecina la cual vive
muy cerca de mi casa, su nombre es tal como me lo
dijo La Divina Providencia ¡Eva!
La señora es una persona la cual se encontraba
muy enferma ya que padecía cáncer, a causa de la
enfermedad le estaban aplicando radiaciones para
tratar de sanar su mal, transcurrió el tiempo y poco se
le veía a la señora, por lo que fui a visitarla el día 18
de junio del 2005, vengo primeramente a saludarla y
en segundo lugar a que me saque de una duda que
tengo, hace cuatro días me hablo La Divina
Providencia en mis sueños, y me comento que Usted
ya había sanado de todos sus males,
desafortunadamente la señora recayó después de dos
años y medio de la enfermedad que padeció, yo acudía
a visitarla a hospital del seguro Social, llevándole al
niño Jesús que anteriormente les relate, al mostrárselo
lo abrazo, lo beso, diciéndome:
--me lo dejara
--si
Ella me lo entrego recargándoselo en sus pies,
cuando lo quise levantar para acomodarlo en la mesa
que tenía destinada para sus alimentos, lo sentí muy
pesado comentándole en ese momento:
--el niño se quiere quedar con usted.
Ante tal hecho fue un presentimiento que me
envío el señor para dejarlo en compañía de la señora
que se encontraba no bien de salud, dentro de la
institución de salud duro en compañía de la señora más
de un mes y medio, pero quiero comentarles que antes
de retirarme le comente que quería que se me
cumpliera un deseo que tenia de muchos años atrás en
el cual es de visitar a los enfermos uno por uno para
hacerles llegar la imagen del niño que tengo en mi
poder así como el obsequiarles una novena del niño
Jesús, después de dos meses de estancia dentro del
hospital la señora se venció ante todos sus males al
dejar de existir, y yo continúe a partir de ese momento
mi compromiso con el señor donde le prometí que
acudiría a visitar a los enfermos, fui al Hospital Civil
y al hospital del Centro Médico en varias ocasiones,
visitando enfermos siendo estos los pequeños con
Cáncer, Sida, enfermos del riñón etc. Haciéndolo
durante un periodo prolongado hasta que adquirí
varios virus por lo que tuve que dejar de asistir, mas no
de dejar de hacer mi cumplido, a lo que regrese
haciéndolo pero en forma más particular con
recomendados, amigos, familiares, etc.
Mis estimados lectores lo anterior que les relato
son hechos que me han sucedido, y con toda la Fe que
tengo lo relato
Y por último el señor se me ha manifestado en
cuatro ocasiones de diferentes personalidades y
siempre joven como dice la palabra del Sr., el que tiene
ojos que vea, y el que tenga oídos que escuche, así
mismo he estado recapacitando que el señor desde
antes del accidente el me hablo esto siendo esto en
1973.
Quiero decirle a todo el mundo que el Sr. vive
y se encuentra aquí entre nosotros porque él nos ama
pero nosotros en ocasiones lo rechazamos, porque dios
es amor.
Al señor le gusta que lo amemos y seamos
sencillos y humildes de corazón, y que siempre
tengamos esa gran Fe y sobre todo que confiemos en
él.
Para el 11 de agosto se cumplirá 33 años del
accidente, yo tenía un gran temor y mucho miedo a
Dios que no permitiera cumplir mis 33 años de vida,
ya teníamos nuestros cinco hijos chicos, quizás eso
podría ser en parte mi temor, sin embargo el señor ha
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sido muy generoso conmigo en permitirme vivir más
de la doble edad.
Como también se me venían esos malos
pensamientos muy raros de vez en cuando, yo pensaba
y me lo decía a mi mismo si era posible querer más
adiós que a mi esposa e hijos, eso nunca le comente a
ella, esto sucedió en el año de 1973, poquitos años
antes del accidente.
Lo que si estoy seguro y me queda muy claro
que el amor de dios es tan grande fuerte y poderoso,
que el amor al ser humano. Y por todo eso le pido
perdón a dios por haberlo ofendido tanto. Estoy seguro
que el ya me perdono.
Deseo dar testimonio que el día 17 de
Noviembre del año 2007, yo me encontraba dormido
ya era de madrugada escuche por primera vez que me
llamaban por mi nombre ALEJANDRO, oí la voz muy
lejana y por segunda vez me vuelven a llamar pero ya
en un tono fuerte “ALEJANDRO” y en ese momento
desperté y al abrir los ojos lo primero que vi. frente a
mí a un ángel, quedando muy sorprendido de lo que
estaba viendo me di el sentón rápido en la cama y yo
le pregunte quien eres tu porque tú no eres Jesús,
¿Quién eres¿, fue él cuándo empezó a darme el
mensaje y era la misma voz que había yo escuchado
anteriormente de la divina providencia y me dice
¡Alejandro! no te preocupes por tus hijos ellos están
bien sus vidas van a cambiar y a todos le va a ir bien y
luego desapareció, el Ángel se refería a mis dos hijos
que habían nacido después del accidente Alejandro y
Andrés Felipe, este último se había enfermado desde
hacía tres años de esa enfermedad que yo a nadie se lo
desearía, porque es muy difícil de sanar que se llama
DEPRECION, sufrió muchísimo viendo el a diferentes
doctores y por fin dio con un doctor Psicólogo y
Psiquiatra fue él quien si lo pudo ayudar, después de
tanto sufrir, a nosotros nos hizo pasar por tantos tragos
muy amargos de dolor y tristeza de verlo como sufría
sobre todo en las noches siempre llamaba a mi esposa
para que le hiciera compañía él le decía a su mama –
préndeme el cirio y rézame, el sentía mucho miedo, yo
también le hacía compañía, pero a mí con frecuencia
me vencía el sueño y me iba a acostar, pero su madre
estaba ahí pegada a él, cuando yo despertaba iba a
verlos y a veces se encontraba mi esposa dormida cerca
de él.
Cuánto dolor sentíamos de tanta impotencia de
no poder hacer nada por él.
Respecto a mi hijo Alejandro desde que nació
yo creo que ya venía mal con varia complicaciones
esto considero que podría ser desde el vientre de mi
esposa, porque él fue el que recogió el sufrimiento de
mi esposa.
El Ángel tenía una estatura más o menos como
de 1.60 metros, yo me imagino que ellos han de ser
mas altos, pero por las circunstancias de que fue
enviado aquí a mi casa, creo que por eso lo vi de esa
estatura, el es delgado su vestuario era de color verde
pistache, traía una coraza de metal en el pecho color
café obscuro su cara era muy hermosa, blanca, un
rostro muy bonito, la cara afilada, y bien parecido, sus
alas eran de color un beige muy bonito y desde los pies
salía una luz blanca esta por todo el centro de su cuerpo
llegando hasta la cabeza, alcanzaba a iluminar la
recamara a pesar de que estaba muy obscuro.
Efectivamente a los tres mese pasaditos fue
cuando cambio totalmente nuestra vidas y a todos nos
fue bien, fue así como pudimos salir delante de todos
nuestro problemas.
Fue tal como me lo menciono el ARCANGEL
SAN MIGUEL, yo de momento no sabía si era ángel
o arcángel, sino hasta la mañana le pregunte a mi
esposa Silvia, platicándole lo que me sucedió en la
madrugada, y fue ella quien me confirmo por lo que yo
le explique de que le había visto una espada en la mano
derecha y en la mano izquierda traía como un
protector.
Me permito decir que deje pasar un poco más
de dos años de haber tenido la dicha de haber visto al
arcángel San Miguel, no lo había hecho por el motivo
de que ya han sido muchísimas las cosas que me han
sucedido y podría pensarse que posiblemente me
encuentre mal de mi razonamiento, pero no es así, yo
me encuentro muy bien, últimamente hará unas tres
semanas me he sentido muy inquieto porque no dejaba
de pensar en todo el día y parte de la noche y fue así
como comprendí que lo que quería el arcángel San
Miguel, que lo diera a conocer porque su mensaje que
me dio es muy importante tanto para mí como para mi
familia, y ahora que ya lo hice me siento tan bien sobre
todo muy tranquilo y sobre todo con una gran Paz
dentro de mí, le doy gracias al señor con todo mi
corazón por haberse fijado en mi.
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Quiero comentar que es muy difícil de poder
creer de todo lo que a mí me ha sucedido pero estoy
seguro que el que tenga Fe bien cimentada y sienta ese
gran amor por Jesús no lo dudaría en ningún momento.
Gracias Señor por haberme permitido hacer mi
cursillo de cristiandad número 190 del nueve al doce
de diciembre de 1977, desde ahí empecé a conocer a
Cristo, es un gran gozo y alegría lo que siento a diario,
es muy especial y que no sé como descifrarlo o como
explicarlo, pero al final de cada semana ya no puedo y
lo que hago es entrar a mi pequeño oratorio que tengo
en mi casa desde hace mucho tiempo, o si ando por
otro lado entro inmediatamente al primer templo que
encuentre, es como lo mencioné antes, es un gozo y
una gran alegría que siento en mi corazón y no
encuentro las palabras para poder descifrarlas y es
cuando yo exploto llorando, siendo esta la manera de
descanso, sintiendo una gran tranquilidad y una paz
interior que me siento muy bien nuevamente
Yo pienso de todo esto de la vivencia que he
escrito le da un parecido a lo que le sucedió al Santo
Job de acuerdo con la Santa Biblia del antiguo
testamento, así como también del buen samaritano y
Abraham el Padre de la Fe eternamente, como también
lo del arcángel San Gabriel en darle el mensaje a la
Santísima Virgen María de que iba a tener un hijo que
se llama JESUS
Si amas al prójimo me amas a mí
De todo esto te doy gracias Señor porque sin ti
no podría escribir esta vivencia y por haberme dado a
una gran esposa y compañera de mi vida e hijos que
juntos hemos luchado.
Quiero agradecer señor por todo lo que ha
hecho por mí y nuestra familia, tu sabes lo mucho que
te amo porque siempre te tengo en mi mente, aunque
no tengo la facilidad de rezar pero si de orarte.
Le agradezco al Banco Diocesano de
Alimentos de Guadalajara Caritas A.C. por todo el
apoyo que le han dado a la pastoral penitenciaria.
P.D. al bautizar a mis hijos les puse los mismos
nombres de los que fallecieron.
Esta vivencia dure escribiéndola desde 1981 al
2008, esto fue porque el señor así lo dispuso, en el
2008 estando en mi negocio escuche muy claro en
mis oídos, que me decía,
De todo lo que te ha sucedido escríbelo y da
testimonio y sigue apoyando a las familias de los
presos.
AUTOR:
Alejandro Meza Padilla Diciembre-2008.
Derechos Reservados Bajo el Registro de Autor:
03-2009-03191012200-01
Guadalajara, Jalisco México.
LA DIVINA PROVIDENCIA