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1 «... PARA QUE CORRIGIESES LO DEFICIENTE » (T ITO 1.1–9) Un buen liderazgo siempre ha sido esencial para la obra de Dios. Las recriminaciones más punzantes del Antiguo Testamento fueron las dirigidas a los que debieron haber conducido al pueblo de Dios por caminos derechos, pero que no lo hicieron. En el Nuevo Testamento, las palabras más duras que habló Jesús están en Mateo 23, donde el Señor se dirigió a los escribas y fariseos que debieron haber sido los líderes espirituales, pero que no lo fueron. Donde sea que el liderazgo haga falta o es inadec- uado, la causa del Señor sufre. En Tito 1.5, Pablo le dijo al joven predicador llamado Tito, así: «Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé». 1 El objetivo de la presente lección será corregir «lo deficiente» acá en (nombre de la congregación) por medio de establecer ancianos. (Hable de la necesidad que existe y mencione el procedimiento que se seguirá para escoger a los ancianos nuevos o adi- cionales.) Sin embargo, establecer ancianos no es tan sencillo como (el procedimiento que acaba de describirse). Ocasionalmente, la obtención de ancia- nos tiene un efecto negativo sobre una congregación. Los sentimientos pueden ser heridos. Puede que se digan palabras fuertes. Si no actuamos todos como cristianos, el esfuerzo de conseguir ancianos puede lastimar a la congregación, en lugar de ayudarla. Esta serie de lecciones nos ayudarán a prepa- rarnos espiritualmente para la tremenda tarea de escoger y de nombrar ancianos. No existen motivos 1 Usted puede explicar el escenario de fondo de Tito 1.5 y lo que significa en su contexto. Después de esta lección, se dan notas suplementarias en relación con el texto. ocultos en estas lecciones ni una lista preconcebida de hombres. La escogencia de hermanos varones será realizada por ustedes, la congregación. Ese es el plan de Dios. Estas presentaciones enfatizan el carácter pas- toral del ancianato. En primer lugar, consideremos algunos asuntos generales. ¿Cómo podemos cumplir nuestro propósito? LO QUE NECESITA HACER LA CONGREGACIÓN Ténganle gran estima al ancianato Comencemos pensando acerca de lo que la con- gregación en conjunto puede hacer para «[corregir] lo deficiente». En primer lugar, deseo mencionar que hemos de tenerle gran estima al ancianato, no necesariamente a hermanos en específico, sino al ancianato. En 1ª de Timoteo 5.17, Pablo dijo: «Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por di- gnos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar». El «doble honor» del que Pablo habló consiste en respeto y en remuneración, si los ancianos trabajan a tiempo completo. Puesto que la mayoría de los ancianos no laboran a tiempo completo, no reciben el segundo «honor»; sin em- bargo, todos los ancianos deben recibir el primer «honor», a saber: respeto. El comediante Bill Cosby dijo una vez, con respecto a ser la cabeza de la familia: «He visto el trabajo, y no lo quiero». A lo largo de los años, he conocido a buenos hermanos varones que han «visto el trabajo de servir como anciano». Han visto a ancianos ser criticados por las decisiones que tomaron. Como resultado, no desean el trabajo. La El propósito de este sermón es proveer el escenario de fondo para los que vienen a continuación. Medite y ore con respecto a necesidades específicas de la congregación, cuando prepare esta lección. Un sermón no puede ser aplicado a todas las congregaciones. El presente es solo un ejemplo, con el fin de mostrar cómo abordé el tema en una congregación. EL DESARROLLO DEL LIDERAZGO

"Corrigiese lo deficiente"

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«... para que corrigieses lo deficiente»(tito 1.1–9)

Un buen liderazgo siempre ha sido esencial para la obra de Dios. Las recriminaciones más punzantes del Antiguo Testamento fueron las dirigidas a los que debieron haber conducido al pueblo de Dios por caminos derechos, pero que no lo hicieron. En el Nuevo Testamento, las palabras más duras que habló Jesús están en Mateo 23, donde el Señor se dirigió a los escribas y fariseos que debieron haber sido los líderes espirituales, pero que no lo fueron. Donde sea que el liderazgo haga falta o es inadec-uado, la causa del Señor sufre.

En Tito 1.5, Pablo le dijo al joven predicador llamado Tito, así: «Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé».1 El objetivo de la presente lección será corregir «lo deficiente» acá en (nombre de la congregación) por medio de establecer ancianos. (Hable de la necesidad que existe y mencione el procedimiento que se seguirá para escoger a los ancianos nuevos o adi-cionales.) Sin embargo, establecer ancianos no es tan sencillo como (el procedimiento que acaba de describirse). Ocasionalmente, la obtención de ancia-nos tiene un efecto negativo sobre una congregación. Los sentimientos pueden ser heridos. Puede que se digan palabras fuertes. Si no actuamos todos como cristianos, el esfuerzo de conseguir ancianos puede lastimar a la congregación, en lugar de ayudarla.

Esta serie de lecciones nos ayudarán a prepa-rarnos espiritualmente para la tremenda tarea de escoger y de nombrar ancianos. No existen motivos

1 Usted puede explicar el escenario de fondo de Tito 1.5 y lo que significa en su contexto. Después de esta lección, se dan notas suplementarias en relación con el texto.

ocultos en estas lecciones ni una lista preconcebida de hombres. La escogencia de hermanos varones será realizada por ustedes, la congregación. Ese es el plan de Dios.

Estas presentaciones enfatizan el carácter pas-toral del ancianato. En primer lugar, consideremos algunos asuntos generales. ¿Cómo podemos cumplir nuestro propósito?

lo que necesita hacer la congregación

ténganle gran estima al ancianatoComencemos pensando acerca de lo que la con-

gregación en conjunto puede hacer para «[corregir] lo deficiente». En primer lugar, deseo mencionar que hemos de tenerle gran estima al ancianato, no necesariamente a hermanos en específico, sino al ancianato. En 1ª de Timoteo 5.17, Pablo dijo: «Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por di-gnos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar». El «doble honor» del que Pablo habló consiste en respeto y en remuneración, si los ancianos trabajan a tiempo completo. Puesto que la mayoría de los ancianos no laboran a tiempo completo, no reciben el segundo «honor»; sin em-bargo, todos los ancianos deben recibir el primer «honor», a saber: respeto.

El comediante Bill Cosby dijo una vez, con respecto a ser la cabeza de la familia: «He visto el trabajo, y no lo quiero». A lo largo de los años, he conocido a buenos hermanos varones que han «visto el trabajo de servir como anciano». Han visto a ancianos ser criticados por las decisiones que tomaron. Como resultado, no desean el trabajo. La

El propósito de este sermón es proveer el escenario de fondo para los que vienen a continuación. Medite y ore con respecto a necesidades específicas de la congregación, cuando prepare esta lección. Un sermón no puede ser aplicado a todas las congregaciones. El presente es solo un ejemplo, con el fin de mostrar cómo abordé el tema en una congregación.

el desarrollo del liderazgo

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única forma de cambiar esa actitud es darles a nue-stros ancianos el respeto, el amor y la consideración que se merecen. Hebreos 13.17 enseña: «Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque el-los velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso». Si nuestra actitud hacia nuestros ancianos es la cor-recta, será de gran provecho para hacer de su labor una labor agradable.

Participen del proceso de escogenciaA los cristianos se les concede un privilegio

único. Como regla, el pueblo de Dios de tiempos antiguotestamentarios no participaba en la escogen-cia de sus líderes. Probablemente, la congregación escuchó sorprendida decir a los apóstoles: «Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo» (Hechos 6.3). Los apóstoles les pidieron a los mi-embros hacer la escogencia. De la misma manera, ustedes y yo podemos ayudar a decidir quienes serán nuestros líderes.

Es necesario que lo anterior sea un esfuerzo de la congregación en conjunto. He conocido algunos que no participaron en el proceso. Pensaron que los demás se encargarían del asunto y lo dejaron en manos de ellos. Por favor, no sea así. Mediten y oren sobre esto. Lean y vuelvan a leer los requisitos de los ancianos en 1ª Timoteo 3 y Tito 1. Observen a los hombres de la congregación a la luz de esos requisitos. Estén listos a dar sus opiniones cuando se les solicite.

no busquen hombres perfectosCuando busquen ancianos potenciales, no

busquen hombres perfectos. El único hombre perfecto que haya vivido fue Jesucristo. Mi temor es que, cuando estudiamos los requisitos de los ancianos, a veces dejemos la impresión de que, para reunir los requisitos, los hombres tienen que ser perfectos.

Los requisitos serán analizados en lecciones posteriores. Algunos son absolutos, mientras que otros son relativos. Un anciano tiene que ser «marido de una sola mujer» (Tito 1.6); esto es absoluto. Es el marido de una mujer, o no lo es. Un anciano tiene que ser «hospedador» (vers.o 8); esto es relativo. Tiene que tener cierta medida de hospitalidad, o no tiene el requisito; sin embargo, el texto no dice específicamente cuán hospedador tiene que ser.

Dos cosas suceden cuando interpretamos que los requisitos de un anciano representan la perfec-

ción espiritual, a saber: 1) Algunos hermanos se desalientan. Dicen: «No reúno los requisitos y jamás podré reunirlos». 2) Los que no se eliminan a sí mismos como candidatos para el puesto de anciano, generalmente son eliminados por otros.

Vean a los hombres como son en el presenteCon respecto a esta congregación, tengo buenas

noticias y malas noticias.2 ¿Cuáles desean primero? … Las buenas noticias es que muchos de nosotros nos conocemos desde hace años. Hemos reído y llorado juntos. Esto puede crear cierta cercanía. Las malas noticias es que muchos de nosotros nos conocemos desde hace años. También tenemos recuerdos que no son tan agradables. Recordamos sentimientos lastimados, indiscreciones del pasado y pecados que se han cometido. Por lo tanto, cuando se les presta atención a los hombres de la congregación, es difícil no recordar pecados cometidos en el pasado.

El apóstol Pedro era un anciano. En 1ª Pedro 5.1, dijo: «Ruego a los ancianos que están entre vo-sotros, yo anciano también con ellos». Se convirtió en apóstol por nombramiento divino, sin embargo, de seguro se convirtió en anciano por medio del mismo proceso delineado en Hechos 6. Esto es, fue escogido para ser anciano por la congregación donde era un miembro (tal vez, en Jerusalén). ¿Puede imaginarse usted su nombre siendo mencionado como un anciano potencial? Si alguien debía ser eliminado en base a su vida pasada, debió haber sido Pedro. Era el que siempre hablaba antes de pensar. Era el que había negado a Jesús, no una vez, sino tres veces. A pesar de todo ello, fue nombrado como anciano.

No estoy pidiéndoles que ignoren el pasado si no hay evidencias de que un hombre se haya ar-repentido con respecto a lo que hizo en el pasado. No obstante, si un hombre se ha arrepentido de su pecado, ha hecho todo lo posible para corregirlo y está viviendo ahora la clase de vida que se describe en 1ª Timoteo 3 y Tito 1, no descarte la misericordia y gracia de Dios. Si Dios ha perdonado y olvidado su pecado, ¿hacemos bien si continuamente lo sacamos a relucir? Un anciano ha de ser «irreprensible» (Tito 1.7), sin embargo, esto no quiere decir «sin pecado». Más bien, quiere decir que, al presente, goza de una buena reputación dentro y fuera de la iglesia.

Motiven a los hombres a servirCuando estén seguros de que algún hombre en

específico podría ser un buen anciano, motívenlo a servir. Muchos hermanos varones están predicando

2 Este párrafo aplicará únicamente a congregaciones que han existido por varios años.

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hoy porque alguien les dijo: «Creo que usted podría ser un buen predicador. Permítame alentarlo a pre-pararse para esa noble tarea». De seguro, podemos hacer lo mismo con respecto a los ancianos.

Cuando yo era un joven, se enfatizaba la palabra «anhela» de 1ª Timoteo 3.1,3 donde dice: «Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea». A menudo se decía: «El primer requisito de un anciano es anhelar el puesto». También se decía que este o aquel hombre no calificaba «porque no anhela el puesto». En el estudio que he realizado de esta palabra, he llegado a la conclusión de que eso no era lo que Pablo quería decir.4

No obstante, es cierto que un hombre ha de es-tar dispuesto a servir. Pedro les dijo a los ancianos: «Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntari-amente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto» (1ª Pedro 5.2). ¿Es bíblico motivar a los hermanos para que estén dispuestos a convertirse en predicadores? Entonces, ¿qué hay de malo con motivar a los hermanos para que estén dispuestos a convertirse en ancianos? Algunos necesitan que se les motive a desarrollarse espiritualmente, con el fin de que puedan servir en este puesto. Otros necesitan que se les motive a servir si son escogidos por la congregación.

trabajen en las relaciones¿Hay algún hermano cuyo nombre podría

sugerirse, pero es alguien por el que siente una antipatía personal? Sea un cristiano y vaya donde esa persona ahora mismo, pues esto es lo que leemos:

Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda (Mateo 5.23–24).

Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano (Mateo 18.15).

No esperen a que lleguemos a la etapa de hacer la lista de los nombres de ancianos potenciales para comenzar a criticar los que son mencionados. Reconcíliense con sus hermanos ahora. Tómense los siguientes meses para trabajar sus relaciones en la congregación, especialmente cualquier relación que podría haberse deteriorado a lo largo de los años.

3 La NASB consigna: «aspira».4 Las palabras griegas que se traducen por «anhela» son

analizadas en una lección posterior.

orenTodo lo que hagamos como congregación neces-

ita ser inundado de oración. La importancia de la tarea de escoger ancianos hace que la oración sea más exigida. Conforme nos acercamos a la fecha de la presentación de los nombres, oremos «sin cesar» (1ª Tesalonicenses 5.17).

lo que los hoMbres necesitan hacer

comiencen a prepararse desde ahoraEn el tiempo que resta, permítanme cambiar la

atención sobre la congregación en conjunto, para dirigirla a los hombres de la congregación. Si usted es un miembro varón de la iglesia, comience desde ahora a prepararse para ser un anciano. (Me estoy dirigiendo a todos los miembros varones, esto es, adultos jóvenes, adultos mayores, jovencitos o pensionados.) Algunos creen que los ancianos son una especie rara y que la mayoría de los hombres cristianos no necesitan desarrollar las cualidades que deben caracterizar al anciano. En esta serie de lecciones, haré énfasis en que no hay requisitos que sean únicamente para los ancianos. En 1ª Timoteo 3 y Tito 1, no hay requisitos que no se apliquen a los cristianos en general en el Nuevo Testamento.5 Es cierto que los ancianos no han de ser recién con-vertidos, y que tienen que ser casados y tener una familia, sin embargo, aun estos requisitos los reúnen la mayoría de los hombres cristianos.

Permítanme sugerir que los requisitos de 1ª Timoteo 3 y Tito 1 son los que cualquier hombre cristiano con una familia debe tener, sea que sirva alguna vez o no, como anciano. Mientras crece desarrollando esas características, usted será un mejor hombre y servirá al Señor más eficazmente. Lea los requisitos, piense en ellos y ore por ellos. Mírese a sí mismo a la luz de esos requisitos. Puede preguntarles a cristianos más maduros qué requi-sitos aún necesita desarrollar. Luego, esfuércese para llegar a ser el hombre que Pablo les describió a Timoteo y a Tito.

Los buenos ancianos se desarrollan a lo largo de los años. Si una congregación ha existido durante una cantidad considerable de años, y no tiene an-cianos, eso indica que los hermanos varones de esa congregación no han estado madurando en la fe. La iglesia del Señor necesita urgentemente buenos ancianos que reúnan los requisitos hoy; y necesi-

5 Hay una comparación útil en un gráfico titulado «Lo que los ancianos han de ser, todos los cristianos han de serlo» (Coy Roper, «Los requisitos y el nombramiento de los ancianos» en «Liderazgo, núm. 1», La Verdad para Hoy).

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tará urgentemente buenos ancianos que reúnan los requisitos en el futuro. El desarrollo de ancianos es tanto su labor como la de los demás.

Practique el liderazgo positivoSi no está haciendo esto ahora, permítame alen-

tarlo a que comience a practicar el liderazgo positivo en la congregación ahora. No estoy hablando de imponer su voluntad sobre los demás miembros. Más bien, estoy hablando de tomar los siguientes pasos:

Participe activamente en la labor de la • iglesia.Acepte responsabilidades.• Ofrézcase de voluntario para ver que las • labores se cumplan.Motive a los demás a participar.• Hábleles de una manera positiva a los demás • sobre la iglesia y su obra.

No escogemos a hombres para que sean líderes, sino que escogemos a hombres que son líderes. Esto es, buscamos hombres que sean vistos como líderes por la mayoría de la congregación y que también reúnen los requisitos inspirados; y a estos recono-cemos como nuestros líderes oficiales.

Sé de hombres, buenos hombres, que por lo demás, reúnen los requisitos de 1ª Timoteo 3 y Tito 1, pero por alguna razón, se han alejado de la participación activa en la vida de la congregación. Le están robando a la iglesia de sus habilidades, de sus consejos y de su liderazgo; y se están robando a sí mismos. Incluyo en este grupo a los jubilados que aún gozan de buena salud. Los cristianos no se jubilan de la obra del Señor.6 La jubilación espiritual se lleva a cabo cuando uno muere. A Juan se le pidió escribir: «Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen» (Apocalipsis 14.13).

aprenda a trabajar con los demásAprenda a trabajar con los demás, esto es, a

trabajar como parte de un equipo. He conocido a hombres excelentes que eran «un hombre-ejército» en el sentido espiritual. Hicieron mucho bien, sin embargo, habrían sido ancianos atroces. La Biblia enseña que ha de haber una pluralidad de ancianos en una congregación, varios hombres que super-visan la labor de la congregación. Estos hombres

6 Si la terminología es conocida por su audiencia, puede agregar: «Dios no tiene planes de jubilación en esta vida».

tienen que poder trabajar juntos. Un anciano ha de ser «apacible» y «no soberbio» (1ª Timoteo 3.3; Tito 1.7).

Por lo tanto, animo a cada hermano a que aprenda a trabajar con otros. Que aprenda a ver por encima de sus deseos hacia lo que es mejor para la congregación. Que aprenda a distinguir entre asuntos de fe y asuntos de opinión o de juicio. Luego, en asuntos de juicio, que aprenda a diferir de los demás. No piense que la forma que a usted le gusta algo tiene que ser la forma que es. Aprender a trabajar con otros le hará bien a usted, le hará bien a la congregación y dará grandiosos frutos posteriormente con respecto al futuro de la iglesia del Señor.

aprenda a ser siervoA continuación, le insto a que aprenda a ser un

siervo. La disposición a servir es lo que significa ser un cristiano, y por ende, lo que significa ser un anciano. Jesús dijo:

Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejer-cen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Mateo 20.25–28).

Pablo escribió: «Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea» (1ª Timoteo 3.1). Puede que yo jamás sea un anciano y puede que tampoco usted lo sea; sin embargo, eso relativamente no importa. Lo que verdaderamente importa es que continuemos reuniendo los requisitos para servir en cualquier medida que podamos. Me temo que muchos de nosotros jamás hemos aprendido lo que significa ser siervos, a saber: pensar en los otros por encima de nosotros mismos, gastarnos por el bien de los demás.

Desarrolle un corazón de pastorTal vez, lo más importante que propongo es

lo siguiente: Esfuércese por desarrollar un corazón de pastor. Si bien los requisitos que se nombran en 1ª Timoteo 3 y Tito 1 no deben descartarse, algunas características claves de los ancianos son halladas en lo que se supone han de ser y hacer. Más adelante, analizaremos los términos que se usan para referirse a los ancianos en el Nuevo Testamento, sin embargo, mirémoslos brevemente a continuación:

«Anciano». Esta palabra es una traducción •

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de la palabra griega presbyter, que significa «uno mayor en edad». No se refiere sen-cillamente a la edad, sino a una madurez espiritual. Los ancianos han de tener cierta madurez como base. No deben mostrar los rasgos de la ingenuidad.«Obispo» (vea Hechos 20.28). Esta es una • transliteración ligera (muy ligera) de la palabra griega episkopos, la cual significa «supervisor» (vea Hechos 20.28; NASB). Esta designación hace referencia al hecho de que los ancianos están sobre la obra de la congregación local. Los ancianos han de tener buen juicio.«Pastor». Esta palabra se traduce de • poimen. La forma verbal de poimen se usa para referirse a los ancianos en Hechos 20.28 y en 1ª Pedro 5.2 y la forma sustantiva se encuen-tra en Efesios 4.11. Creo que esta palabra es la que mejor expresa lo que un anciano ha de ser y ha de hacer. Uno de los términos que más se usan para describir a un líder del pueblo de Dios es «pastor».

Una lección posterior analizará lo que la Biblia dice acerca de los pastores y las implicaciones que eso tiene sobre nuestros pastores (nuestros ancianos) y para el rebaño (la congregación). Por el momento, sencillamente les insto a todos a desarrollar cora-zones de pastor.

Si usted desea saber lo que un buen pastor es y lo que hace, mire a Jesús, el Buen Pastor, el Príncipe de los pastores (1ª Pedro 2.25; 5.4). Él vino a bus-car y a salvar al perdido (Lucas 19.10). Su corazón llega a los que están abandonados. Busca y trata de traerlos de vuelta (Juan 10). Si desea saber lo que es ser un mal pastor, observe Ezequiel 34 y otros pasajes relacionados. Ezequiel 34.4 dice:

No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.

Los pastores de Israel debieron haber estado preocu-pados por el enfermo espiritual, el muerto espiri-tual y el quebrantado espiritual, esto es, los que deambulan y se extravían. Eso es lo que significa ser un pastor.

Estoy enfatizando la necesidad de que haya corazones de pastor, porque a los ancianos a veces se les ve principalmente como a una junta directiva. He conocido a hombres que lo que anhelaban (y, en algunos casos, incluso hicieron propaganda)

era un puesto de poder y prestigio. Los ancianos sí toman decisiones, sin embargo, no es todo lo que los ancianos han de hacer. Ser un anciano tiene que ver con la gente.

Cuando busquen hombres para que sirvan como ancianos, algo que hay que buscar es, si a ellos les preocupa la gente o no. ¿Están tratando de motivar a los demás? ¿Están tratando de traer de vuelta a los que se han extraviado de la verdad?

De nuevo digo: por favor, esfuércense por de-sarrollar un corazón de pastor.

esté dispuesto a servirMi llamado final es que usted esté dispuesto

a servir en la medida que pueda lograr el mayor beneficio en el reino. En 1884, el General William T. Sherman le puso fin a la especulación de que se postularía a la candidatura de la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, diciendo: «Si me nominan, no me postularé; si me escogen, no serviré». Me he dado cuenta de que algunos piensan de esa manera con respecto a ser escogido como anciano. Considere la parábola de los talentos de Mateo 25. ¿Qué hubiera pasado si el hombre de los cinco talentos hubiera decidido usar solamente uno o dos de sus talentos? Considere ahora lo siguiente: ¿Qué de un hombre que tiene los requisitos para ser anciano y la congregación le pide servir, pero no cumple con ello?

No todos los hombres serán incluidos con los nombres presentados por la congregación; sin em-bargo, así está bien. No todos los hombres cuyos nombres son presentados serán considerados como calificados, así que algunos no serán escogidos; sin embargo, eso también está bien. Lo importante no es que uno sea un anciano, sino servir con lo mejor de nuestras capacidades. Si la congregación opina que usted tiene los requisitos para servir de esa manera; a menos que usted esté seguro de que no los tiene, espero que usted diga: «No me siento digno; pero con la ayuda de Dios aceptaré esta responsabilidad y haré lo mejor que pueda».

conclusiónSi bien otras cosas podrían decirse acerca de la

preparación para escoger ancianos, quiero dar fin con un reto dirigido a todos nosotros, a saber: cor-rijamos «lo deficiente», sin importar lo que suceda, necesitamos actuar como cristianos.

¿Qué haría si cree que debieran escogerlo • a usted, y no lo hacen? Actúe como cris-tiano. Tráguese su orgullo y siga sirviendo donde está.

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¿Qué haría si cree que debieran escoger a • cierto hombre, y no lo hacen? Absténgase de hablar palabras amargas y actúe como cristiano.¿Qué haría si cree que están haciendo • declaraciones falsas cuando los demás insisten en que usted no reúne los requisi-tos para ser anciano? Vaya a los que están haciendo esas declaraciones y hable con ellos. No guarde rencores. Actúe como cris-tiano.¿Qué haría si los hombres escogidos in-• cluyen a alguien que usted cree que no debió haber sido escogido? A menos que estemos hablando acerca de una situ-ación única acerca de la escogencia de un hombre para anciano que completa-mente no reúne los requisitos, respete a la persona por la posición que tiene. Actúe como cristiano.

Esta presentación debe ser concluida con una oración, seguida de una invitación. En la invit-ación, se puede hacer resaltar de forma especial la necesidad de participar activamente en la con-gregación.

notas aDicionales Pertinentes a tito 1.5

Pablo le escribió así a Tito: «Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad» (Tito 1.5). Cuando una congregación no tiene ancianos, hay algo deficiente.

Cuando la iglesia fue establecida por primera vez en Jerusalén, los apóstoles dirigían los asuntos de la congregación del lugar (Hechos 2.42; 6.2). En algún momento, no obstante, se nombraron ancianos (Hechos 11.30; 15.2). Tiempo después, cuando Pablo fue a Jerusalén con la contribución para los pobres del lugar, únicamente los ancianos de la ciudad son mencionados (Hechos 21.18). Aparentemente, los apóstoles terminaron su labor en Jerusalén, dejando a los ancianos a cargo.

Durante los viajes misioneros de Pablo, a medida que corregía lo deficiente, constituyó ancianos en cada ciudad (Hechos 14.23). Una de las ciudades en las que había trabajado fue Filipos. Cuando le escribió a la congregación de ahí, incluyó saludos especiales a «los obispos y diáconos» (Filipenses 1.1; vea Tito 1.5, 7). Otro lugar donde trabajó fue Éfeso. En Hechos 20.17, leemos acerca de los ancianos de la iglesia de Éfeso.

Cuando Pablo escribió a dos de sus colabora-dores jóvenes, Timoteo y Tito, les dio instrucciones relacionadas con la necesidad que había de tener líderes calificados. En su primera carta a Timoteo, le dio los requisitos para los ancianos y los diáconos (1ª Timoteo 3.1–13), y luego dijo: «Esto te escribo […] para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios» (vers.os 14–15). Como se hizo observar anteriormente, le dijo a Tito: «Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo defi-ciente, y establecieses ancianos en cada ciudad…» (Tito 1.5).

¿Puede una congregación existir sin ancianos? Sí. En el primer viaje misionero de Pablo, este es-tableció congregaciones, sin embargo, no fue sino hasta que volvió a visitar las congregaciones, que se constituyeron ancianos. En el período de tiempo entre su primera y segunda visita, cuando las congregaciones no tenían ancianos, estas seguían siendo bíblicas.

Hasta que una congregación tenga ancianos, puede funcionar de varias maneras.7 Algunas congregaciones sin ancianos tienen reuniones de hombres mensualmente para tratar asuntos y tomar decisiones. No obstante, necesitamos entender que cualquier arreglo que se tenga es solamente temporal, con el fin de llenar el vacío hasta que se constituyan ancianos. No debemos contentarnos con un arreglo temporal y convertirlo en algo casi permanente.8

En vista de que no conozco la mente de Dios, no puedo decirle por qué es importante consti-tuir ancianos en cada congregación. No obstante, he aquí algunas ideas. Hasta que sean consti-tuidos ancianos, una congregación carece de una autoridad reconocida. Hasta que sean constituidos ancianos, una congregación tiene deficiencia de una directriz responsable. Se ha dicho que los an-cianos no son esenciales para la existencia de una congregación, sin embargo, son esenciales para su subsistencia.

Dios lo dijo, así que, hagámoslo: Trabajemos con la meta de constituir ancianos en cada iglesia, comenzando con esta.

7 Se dan sugerencias en Coy Roper, «El liderazgo de una congregación sin ancianos», en «Liderazgo, núm. 1», La Verdad para Hoy.

8 Aquí se necesita hacer un balance. Cada congregación necesita ancianos, sin embargo, esto no significa que debe-mos apresurarnos a nombrar ancianos si no hay hombres calificados. Alguien lo dijo de esta manera: «Es mejor estar bíblicamente desorganizados que antibíblicamente orga-nizados».

Autor: David Roper©Copyright 2007, 2009, por LA VERDAD PARA HOY

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