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PRÓXIMA REUNIÓN El próximo día 28 de septiembre (DOMINGO) nos reuniremos en los salones del Convento de S. Francisco a las SEIS Y MEDIA de tarde con el siguiente orden del día: Acogida y Oración: por la Hna. Ministra Lectura del Acta anterior: por la Hna. Secretaria Formación: Tema nº 7 del libro de Formación Informaciones varias: Correspondencia, Informe Hna. Tesorera. Bendición de San Francisco.
COMIENZA EL NUEVO CURSO
Tras el período vacacional, comenzamos el curso 2014-2015, con alegría de volver a reencontrarnos con los hermanos, en este curso las convivencias las volvemos a celebrar el cuarto domingo de mes. El pasado junio se creó la biblioteca la cual está a disposición de todos. En septiembre tenemos dos celebraciones importantes, recordamos el día 4 a Santa Rosa de Viterbo, Patrona de nuestra Fraternidad, y el 17 de septiembre la Impresión de las Llagas a San Francisco que la celebraremos con la Eucaristía a las 20:00 h. El próximo mes de Octubre, la Fraternidad, junto con los P.P. Franciscanos celebraremos la festividad de San Francisco, los días 1, 2, 3, Solemne Triduo con rezo del santo Rosario a las 19:30h. y a continuación, Eucaristía. El día 4 de Octubre a las 20:00 h. Función solemne presidida por los P.P. Trinitarios. Estamos todos convocados.
La Eucaristía es el centro de la vida de la Iglesia. En ella Cristo nos une a Él y entre nosotros como un único cuerpo. Por tanto, la Eucaristía sea el centro de la vida de la Fraternidad, a imitación del respeto y amor de S. Francisco, que en la Eucaristía vivió los misterios de la vida de Cristo. (Art. 14. Regl. 8)
Los franciscanos seglares somos laicos
que nos proponemos encarnar en la familia,
en el trabajo diario y en la sociedad
el mensaje evangélico, siguiendo el ejemplo
de San Francisco de Asís.
ORDEN FRANCISCANA SEGLARORDEN FRANCISCANA SEGLARORDEN FRANCISCANA SEGLARORDEN FRANCISCANA SEGLAR
Francisco conforme iba
profundizando en la fe
sentía que Dios es Padre y
todos nosotros Hermanos.
Por eso fundó su Orden
como una verdadera
familia, para desde ella
querer también a todos los
hombres y a todas las
criaturas.
Oh, san Francisco, estigmatizado de la Verna,
el mundo tiene nostalgia de ti,
cual icono de Jesús crucificado.
Necesita tu corazón abierto a Dios y al hombre,
tus pies descalzos y heridos,
tus manos traspasadas e implorantes.
Tiene nostalgia de tu voz débil,
pero fuerte, por el poder del Evangelio.
Ayuda, Francisco, a los hombres de hoy
a reconocer el mal del pecado
y a buscar la purificación en la penitencia.
Ayúdalos a liberarse
de las mismas estructuras de pecado
que oprimen a la sociedad de hoy.
Reaviva en la conciencia de los gobernantes
la urgencia de la paz
en las Naciones y entre los pueblos.
Infunde en los jóvenes tu frescura de vida,
capaz de oponerse a las insidias
de las múltiples culturas de muerte.
A las víctimas de cualquier género de malicia,
comunica, Francisco,
tu gozo de saber perdonar.
A todos los crucificados por el sufrimiento,
por el hambre y la guerra,
ábreles las puertas de la esperanza. Amén
San Juan Pablo II
"Cuál es el testimonio que nos da hoy Francisco? ¿Qué nos dice,
no con las palabras -esto es fácil- sino con la vida? La primera
cosa que no dice, la realidad fundamental que nos atestigua es
ésta: ser cristianos es una relación viva con la Persona de Jesús,
es revestirse de él, es asimilarse a él.
¿Dónde inicia el camino de Francisco hacia Cristo? Comienza con
la mirada de Jesús en la cruz. Dejarse mirar por él en el momento
en el que da la vida por nosotros y nos atrae a sí. Francisco lo
experimentó de modo particular en la iglesia de San Damián,
rezando delante del crucifijo.
En aquel crucifijo Jesús no aparece muerto, sino vivo. La sangre desciende de las heridas de las manos, los pies y el
costado, pero esa sangre expresa vida.
Jesús no tiene los ojos cerrados, sino abiertos, de par en par: una
mirada que habla al corazón. Y el Crucifijo no nos habla de
derrota, de fracaso; paradójicamente nos habla de una muerte
que es vida, que genera vida, porque nos habla de amor,
porque él es el Amor de Dios encarnado, y el Amor
no muere, más aún vence el mal y la muerte. El que se dejar mirar
por Jesús crucificado es recreado, llega a ser una "nueva
criatura". De aquí comienza todo: es la experiencia de la Gracia
que transforma, el ser amados sin méritos, aún siendo pecadores.
Por eso Francisco puede decir, como san Pablo: "En cuanto a mí,
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo" (Ga 6,14)
Papa Francisco