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ELENA THOMSEN [email protected] Algún lector puede recordar el color de su orinal…? Creo que con las horas que nos hicieron pasar sentados sobre el hasta dejar una aro marcado en nuestro culete, es para recordarlo!!! Lo que si puede que vuestra memoria reproduzca es algún episodio de nerviosismo descontrolado por parte de los adultos que querían que tú controlaras tus “necesidades” sin caer en la cuenta de que ellos necesitaban controlar su impaciencia. El pañal ha sido un elemento inseparable que formó parte de la lista que hicieron de objetos necesarios para tener un hijo. Nuestro hijo ha normalizado con el paso del tiempo llevarlo puesto y en muchas ocasiones, llevarlo puesto de más, dejando sin respiro esa zona de su cuerpo. Sería interesante que nos paráramos a calcular la cantidad de horas que un bebé usa pañal, la cantidad que hemos cambiado y así meditar sobre el reto que va a suponer en la vida de todos. El aprendizaje del control de los esfínteres, es decir, “poder retener la orina y las heces de forma voluntaria”, es un proceso natural que nuestro hijo aprenderá tarde o temprano aunque nosotros no hiciéramos más que dejarlos entrar y salir del baño cuando vamos los adultos o responder a sus preguntas sobre ello. Son exploradores….y podemos hacer de esto una aventura, un cuento mágico donde son protagonistas. Lo primero que debemos entender es que “empezar a controlar”, no es quitar el pañal como muchos creen. No deberíamos quitarlo hasta que exista un sentir de esfínteres claro. Esto es justo lo contrario de lo que muchos centros educativos y padres creen y hacen. 8 ADIOS PAÑAL, ADIOS www.douladavida.blogspot.com Revista +Q9meses

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ELENA [email protected]

Algún lector puede recordar el color de su orinal…? Creo que con las horas que nos hicieron pasar sentados sobre el hasta dejar una aro marcado en nuestro culete, es para recordarlo!!!Lo que si puede que vuestra memoria reproduzca es algún episodio de nerviosismo descontrolado por parte de los adultos que querían que tú controlaras tus “necesidades” sin caer en la cuenta de que ellos necesitaban controlar su impaciencia.El pañal ha sido un elemento inseparable que formó parte de la lista que hicieron de objetos necesarios para tener un hijo. Nuestro hijo ha normalizado con el paso del tiempo llevarlo puesto y en muchas ocasiones, llevarlo puesto de más, dejando sin respiro esa zona de su cuerpo. Sería interesante que nos paráramos a calcular la cantidad de horas que un bebé usa pañal, la cantidad que hemos cambiado y así meditar sobre el reto que va a suponer en la vida de todos. El aprendizaje del control de los esfínteres, es decir, “poder retener la orina y las heces de forma voluntaria”, es un proceso natural que nuestro hijo aprenderá tarde o temprano aunque nosotros no hiciéramos más que dejarlos entrar y salir del baño cuando vamos los adultos o responder a sus preguntas sobre ello. Son exploradores….y podemos hacer de esto una aventura, un cuento mágico donde son protagonistas. Lo primero que debemos entender es que “empezar a controlar”, no es quitar el pañal como muchos creen. No deberíamos quitarlo hasta que exista un sentir de esfínteres claro. Esto es justo lo contrario de lo que muchos centros educativos y padres creen y hacen.

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Retirar el contenedor que le aporta seguridad no hará que madure antes, en cambio retrasará el proceso que obliguemos a nuestros hijos porque aparecerán nuevos miedos al hacer algo para lo que no están preparados. Es como si dejáramos un bebé solo sobre nuestra cama los 12 meses porque ya debiera saber bajar solo y no lo hace aún.Por otra parte creo que es algo que debe ocurrir en el entorno familiar en primer lugar y no en las escuelas infantiles o colegios.No sabemos cuándo ocurrirá, así que poner fecha tope, solo ayuda a estresar a toda la familia. Muchas veces ocurre que nuestros hijos se ponen algo estreñidos durante el aprendizaje, le intentaremos inspirar confianza y traba jaremos con la alimentación.

Cuando consideres que tu hijo está preparado y sin compararlo con los demás niños de su edad, puedes empezar. Una parte importante del aprendizaje va en conseguir que pueda avisar de lo que pasa, por lo tanto, nuestro hijo debe conocer las palabras clave implicadas en el proceso: seco, mojado, pipí, caca, ó cualquier otra que forme parte del vocabulario familiar al pañal. Podemos practicar con nuestros hijos estas palabras mientras le preguntamos con respeto si podemos mirar cómo está su pañal, cosa que pocos hacen. Vuestro hijo se fija en ustedes, los acompaña, les imitan. Es bueno que observe como utilizan las herramientas para ello.No olvidemos enseñarle todos los pasos desde el principio: lavado de manos, donde está el papel, secarse bien, que los niños también se secan el pis que gotea, un ritual.Los niños también quieren su intimidad. Esconderse para hacer pujos es un acto natural también. Intentemos también que este periodo no coincida con ningún otro hecho importante, via jes, mudanzas, hermanitos…Al principio nos avisará cuando ya lo tenga encima, después justo antes de que se le escape, pero poco a poco nos avisará antes y dará tiempo de ir al baño. Si no llegamos a tiempo vaciaremos el contenido donde queremos que lo haga y le animaremos para la próxima vez. Nunca decirle muy mal, emplearemos la palabra, accidente. Y siempre demostrarle que lo seguimos amando igual aunque no consiga el cambio.

Atención a: Poca ingestión de agua - No quiere dejar de jugar para ir al baño - Miedo a sentarse en el váter - Dolor al hacer caca - Miedo a la pérdida del cariño del ritual de cambio de pañal.

9Elena Thomsen

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