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SESIONES HOSPITALARIAS 2011-2012 COMPLEJO HOSPITALARIO TORRECÁRDENAS

Sesiones Clínicas del Complejo Hospitalario Torrecárdenas

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Sesiones Clínicas del Complejo Hospitalario Torrecárdenas

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  • SESIONES HOSPITALARIAS 2011-2012

    COMPLEJO HOSPITALARIO TORRECRDENAS

  • COORDINADORES DE LA OBRA

    Juan Manuel Garca Torrecillas

    Presentacin Ataz Lpez

    Ana M Rojas Ortiz

    REDACCIN DE TEXTOS

    Autores de cada uno de los captulos

    CORRECCIN Y MAQUETACIN

    Juan Manuel Garca Torrecillas

    Hctor Mateo Carrasco

    PORTADA Y FOTOGRAFA

    Manuel Felices Montes

    de la obra: Complejo Hospitalario Torrecrdenas. Almera

    de cada captulo individual: Autores de cada captulo

    de la fotografa de portada: Manuel Felices Montes

    Edita: Complejo Hospitalario Torrecrdenas

    ISBN: 978-84-695-8645-7

  • Yo tuve un sueo, al igual que Martin Luther King:

    so que las sesiones clnicas hospitalarias, en las que

    tantos profesionales han tenido la generosidad de

    compartir sus conocimientos y experiencias con todos

    aquellos que los han querido escuchar, veran la luz,

    todas juntas, en un libro de sesiones que pusiera el

    colofn a esa difusin de conocimiento y ciencia.

    Pues bien, hoy el sueo se hace realidad, y por fin

    tenis en vuestras manos un tesoro de inestimable

    valor. Y ello es posible gracias a la generosidad de

    todos los que han participado en su realizacin, y

    tambin, y muy especialmente a la Dra. Presentacin

    Ataz, Jefa de Estudios del Complejo Hospitalario

    Torrecrdenas, y al Dr. Juan Manuel Garca

    Torrecillas, Mdico de la UGC de Cuidados Crticos y

    Urgencias, colaborador esencial de la Unidad de

    Formacin, Docencia e Investigacin, adems del

    apoyo administrativo indispensable por parte de la

    Secretaria de Docencia, D Ana M Rojas Ortiz.

    A todos ellos, gracias de todo corazn, por hacer

    posible que nos ilumine la luz de la sabidura, y a todos

    vosotros desearos que aprovechis y disfrutis de este

    trabajo que con tanta satisfaccin os presentamos.

    Francisca Antn Molina

    Directora Gerente

  • Prologar un libro es lo ms fcil del mundo, lo complicado es escribirlo. Y ste que tenemos entre las manos est escrito entre muchos, es el esfuerzo conjunto por la formacin continuada que, martes a martes, realizamos entre todos.

    Cada captulo es, a su vez, un esfuerzo colectivo; resientes y adjuntos han preparado con mimo cada tema, pensando en los destinatarios, que somos todos y, como vulgarmente decimos, cada no de su padre y de su madre, especialistas de distintas disciplinas que, gracias a este esfuerzo, reforzamos, reaprendemos o recordamos todo lo que, inevitablemente, hemos ido olvidando.

    Dicen que un libro es como un hijo, que se le gesta, se mima su desarrollo y se le quiere sa como sa y salga como salga. Pues bien, ste saldr bien criado, ya que tiene un montn de padres detrs. Y es, espero, el mayor de una larga fratia que est por venir, algunos gestados y otros en proceso de gestacin.

    Gracias a todos, de verdad. Me siento bien cuando ojeo cada pgina y s lo que voy a encontrar: amor por la ciencia, por nuestra ciencia; cario, en suma, que nos llev a elegir lo que hoy somos y que, desde luego, no se nos ha agotado.

    Y a por el siguiente, nosotros podemos!

    Presentacin Ataz Lpez.

    Jefa de Estudios CHT

  • INDICE

    El vuelo de las mariposas, una visin personal de la mayor aventura cientfica de la historia.11

    Intervencin y procedimiento de actuacin en el cncer de mama.25

    Dosimetra clnica en oncologa radioterpica31

    Son seguros los inhibidores de la bomba de protones?.............................................................39

    Enfermedad celaca53

    Conceptos bsicos de la patologa de las glndulas salivales.59

    Eficacia, seguridad y calidad de los medicamentos genricos...69

    Las decisiones al final de la vida..75

    El culpable estaba ah pero nadie lo vea85

    La vida no es una M ....93

    Vitamina D: Dudas y confusin.99

    Medicina basada en la evidencia y medicina humana..107

    Enfermedad granulomatosa. Biopsia heptica..113

    Sndrome de distress respiratorio agudo secundario a neumonitis qumica: a propsito de un

    caso...119

    Premios Nobel en medicina..131

    De la galnica a la clnica: papel del farmacutico en el manejo farmacolgico del paciente

    trasplantado..137

    Actualizacin en el tratamiento de las cardiopatas del anciano .145

    tica y dignidad de la persona en el proceso de muerte. A propsito de dos casos.151

    Medicacin inadecuada en el anciano..161

    Criopreservacin: presente y futuro de la reproduccin asistida171

    Riones por la vida: Donar y recibir179

    Redes sociales en Medicina. A propsito de un grupo..187

    Donacin de sangre de cordn umbilical.195

    Podemos mantener un cerebro joven, saludable, incluso en la vejez? Algunas claves para

    lograrlo de forma eficaz..205

  • AUTORES

    Presentacin Ataz Lpez

    UGC de Salud Mental. Jefatura de

    Estudios.

    Rogger Alvaro Bendez Garca

    UGC de Aparato Digestivo

    Mara M Berenguel Ibez

    UGC de Biotecnologa (Unidad de

    Anatoma Patolgica)

    Mara Jess Cabrerizo Egea

    UD de Medicina Familiar y Comunitaria

    de Almera

    Ana Caldern Rodrguez

    UGC de Cuidados Crticos y Urgencias

    Hugo Escobar Arias

    UGC de Biotecnologa (Unidad de

    Anatoma Patolgica)

    Mara Jess Extremera Garca

    UGC de Biotecnologa (Unidad de Anlisis

    Clnicos)

    Mara Daz Garca

    UD de Medicina Familiar y Comunitaria

    de Almera

    Lus Felipe Dez Garca

    UGC de Medicina Interna

    Fernando Espn Glvez

    UGC Cabeza y Cuello (Unidad Ciruga Oral

    y Maxilofacial)

    Mara ngeles Esteban Moreno

    UGC de Medicina Interna

    Javier Fernndez Prez

    UGC de Neurologa

    Carmen Fernndez Snchez

    UGC de Farmacia (Unidad de Farmacia del

    CH Torrecrdenas. Farmacologa Clnica)

    Francisca Garca Caballero

    UGC de Biotecnologa (Unidad de Anlisis

    Clnicos)

    Juan M Garca Torrecillas

    UGC de Cuidados Crticos y Urgencias

    Miguel Gmez Matarn

    UGC de Cardiologa y Hemodinmica

    Javier Gonzlez Gonzlez

    UGC de Patologa Oncolgica Integral

    (Unidad de Oncologa Radioteraputica)

    Juan Antonio Mesa Prez

    UGC de Patologa Oncolgica Integral

    (Unidad de Oncologa Radioteraputica)

    Rosa Lzaro Garca

    UGC de Cardiologa y Hemodinmica

    Marta Lzaro Sez

    UGC de Aparato Digestivo

    Emilia Mara Lpez Lirola

    UGC de Medicina Interna (Unidad Paciente

    Frgil y C Paliativos)

    Inmaculada Enrquez Rodrguez

    UGG Toco-Ginecologa

    Miguel ngel Lpez Martn

    UGC de Biotecnologa (Unidad Anlisis

    Clnicos)

  • Bernardo Lpez Puerta

    Colaborador puntual UGC Salud Mental

    Nicasio Marn Gmez

    UGC de Medicina Interna

    ngeles del Mar Marn Hernndez

    UGG Toco-Ginecologa

    Hctor Mateo Carrasco

    UGC de Farmacia

    Emilia Medina Estvez

    UGC de Biotecnologa (Unidad de

    Anatoma Patolgica)

    Josefina Moreno Lpez

    UGC de Cuidados Crticos y Urgencias

    Francisco Javier Muoz Vico

    UGC de Biotecnologa (Unidad de

    Inmunologa)

    Matilde Nievas Soriano

    UGC de Biotecnologa (U de Anatoma

    Patolgica)

    Pablo Quiroga Subirana

    UGC de Neurologa

    Jos Carlos Snchez Berenguel

    UGC de Medicina Interna (Unidad

    Paciente Frgil y C Paliativos)

    Mara del Mar Pageo Gimnez

    UGC de Medicina Interna (Unidad

    Paciente Frgil y C Paliativos)

    Gustavo Oliver Patrn

    UGC de Aparato Digestivo

    Gins Parra Garca

    UGC de Medicina Interna

    Vernica Prez Garca

    UGC Cabeza y Cuello (Unidad Ciruga

    Oral y Maxilofacial)

    Francisco Pulido Fernndez

    UGC de Biotecnologa (U de Anatoma

    Patolgica)

    Francisco Javier Quesada Bravo

    UGC Cabeza y Cuello (Unidad Ciruga Oral

    y Maxilofacial)

    Jos ngel Ramos Cuadra

    UGC de Cuidados Crticos y Urgencias

    Purificacin Snchez Lpez

    UGC de Medicina Interna

    Pedro Jess Serrano Castro

    UGC de Neurologa

    Marina Torres Almendros

    UGC Aparato Digestivo

    Juan Tusset Castellano

    UGC de Patologa Oncolgica Integral (U

    de Oncologa Radioteraputica)

    Jos Luis Vega Senz

    UGC Aparato Digestivo

    Francisco J. Velasco Albendea

    UGC de Biotecnologa (U de Anatoma

    Patolgica)

    Miguel ngel Vlchez Ferrn

    UGC de Obstetricia y Ginecologa (U de

    Reproduccin Asistida)

  • Mara Dolores del Pino y Pino

    UGC Nefro-Urologa

    M Inmaculada Poveda Garca

    UGC Nefro-Urologa

    Mercedes Alfaro Tejada

    UGC Nefro-Urologa

    M Carmen Prados Soler

    UGC Nefro-Urologa

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS: UNA VISIN PERSONAL DE LA

    MAYOR AVENTURA CIENTFICA DE LA HISTORIA

    Pedro Jess Serrano Castro

    "Este captulo est dedicado al Dr. Eduardo Rico Arias, Residente de Neurologa,

    cuyo espritu de superacin fue una enseanza inolvidable para todos los que lo conocimos".

    INTRODUCCIN

    Santiago Ramn y Cajal (Petilla de Aragn, 1852; Figura 1) dedic casi medio siglo de su

    vida, el periodo comprendido entre 1887 y 1934, a la realizacin de un inmenso, solitario

    y meticuloso trabajo que le llev a demostrar que el sistema nervioso del hombre y los

    vertebrados estaba constituido por billones de elementos independientes interconectados

    entre s y organizados en redes neuronales y a elaborar profticas teoras acerca de su

    desarrollo, funcionalidad y plasticidad muchas de las cuales han sido comprobadas por las

    modernas tcnicas de la neurociencia actual. Estos descubrimientos le encumbraron como

    uno de los investigadores ms relevantes en biomedicina en la historia de la humanidad.

    Tal vez lo ms sorprendente es que todo ello se desarroll en un entorno tan carente de

    recursos y de estmulo cientfico como fue la Universidad espaola de la segunda mitad

    del siglo XIX.

    Hay consenso actual en que este monumental

    trabajo constituye hoy da la base de

    disciplinas como la neuroanatoma,

    neurofisiologa, neuropatologa y

    neuroembriologa y lo identifican como el

    verdadero fundador de la moderna

    neurociencia2. Adems, se puede afirmar que

    la impronta de la obra de Cajal en la

    memoria colectiva de todo un pueblo ha

    tenido traduccin en aspectos cientficos,

    pero tambin filosficos, sociales e incluso

    polticos en casi igual medida.

    Figura 1. Santiago Ramn y Cajal

    11

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    Nuestro objetivo en este trabajo es el anlisis de los orgenes de algunas de sus ideas ms

    geniales como fue la hiptesis quimiotctica o teora neurotrfica, hoy defendida como el

    origen de la moderna neuroembriologa as de como los conceptos de plasticidad cerebral,

    esbozados por Cajal. Aunque el inicio del inters de Cajal por el estudio del sistema

    nervioso puede fecharse en el ao 1887, momento de su primer contacto con las tcnicas

    de impregnacin argntica, es lgico suponer que una revisin de su actividad cientfica en

    los aos previos nos permita encontrar algunas claves que marcaran su posterior

    evolucin. Proponemos un viaje a los orgenes de la vocacin investigadora de Cajal y sus

    implicaciones en su posterior trayectoria cientfica.

    Cajal tras su regreso de Cuba. El inicio de su trayectoria cientfica

    Tras permanecer dos aos en Cuba como mdico militar, Cajal fue repatriado a Espaa en

    junio de 1875 gravemente afectado por las secuelas del paludismo que all haba contrado.

    Por entonces era ya evidente para el joven Cajal que la prctica mdica no era su destino

    vocacional, lo que, junto con la frrea voluntad paterna lo condujo de lleno al camino del

    profesorado universitario.

    Sin embargo su progresin en la carrera universitaria se encontr con el obstculo que

    supona la obligatoriedad de ostentar el ttulo de doctor. Los estudios para acceder al grado

    de Doctor en Espaa en esa poca establecan la obligatoriedad de superar un examen de

    la asignatura de Histologa normal y patolgica junto a otros dos de Anlisis qumico e

    Historia de la Medicina respectivamente. El grado de doctor solo se concedera tras

    culminar este periodo de formacin con la lectura y defensa de un discurso de doctorado

    sobre un tema elegido por el doctorando referente a alguna de esas asignaturas. Con esta

    perspectiva, Cajal se matricul como alumno libre en las tres asignaturas citadas.

    Cajal qued profundamente decepcionado tras la preparacin de las asignaturas de

    Anlisis qumico e Historia de la Medicina, que no respondieron a sus expectativas. Pero

    todo lo compens su contacto con la asignatura de Histologa normal y patolgica. Cajal

    qued perplejo tras la visualizacin de las preparaciones microscpicas a las que tuvo

    acceso en el laboratorio del Dr. Maestre de San Juan (Figura 2). Super esta asignatura

    con una calificacin de notable y se sumi en la preparacin de la defensa de su memoria

    de doctorado. El tema elegido, como no poda ser de otra manera, estaba encuadrado en

    12

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    esa asignatura que lo haba fascinado. En concreto Cajal se decidi por estudiar la

    patogenia de la inflamacin.

    El debate sobre la inflamacin y la migracin

    leucocitaria en la poca de Cajal

    El debate cientfico encarnizado que sobre la

    gnesis de la inflamacin exista en el ltimo

    cuarto del siglo XIX est protagonizado por la

    coexistencia de dos teoras enfrentadas lideradas

    respectivamente por dos de las figuras cientficas

    ms relevantes de la poca: Rudolf Virchow y

    Julius Cohnheim.

    Figura 2. Prof. Maestre de San Juan

    La primera de ellas haba dominado en las escuelas mdicas hasta pocos aos antes.

    Postula la hiptesis de Virchow el origen de los glbulos purulentos en virtud de un acto

    de gnesis en el seno del tejido afecto. No seran, por tanto, esas clulas inflamatorias,

    clulas sanguneas, sino propias del tejido inflamado4. Se trata de una teora

    intrnsecamente ligada a la tradicin de los grandes patlogos alemanes, que enjuiciaban al

    tejido conectivo como el teatro casi exclusivo de cualquier proceso morboso.

    Por su parte, Julius Cohnheim, tambin alemn, fue discpulo de Virchow bajo cuya tutela

    ley su tesis doctoral que vers precisamente sobre la inflamacin de las serosas y en la

    que, como no poda ser de otra manera, defenda las ideas tisulares de su maestro. Sin

    embargo, la curiosidad cientfica de Cohnheim hizo que en los aos siguientes siguiera

    analizando de manera experimental este problema y publicara finalmente todos estos

    resultados en 18675 en una serie de trabajos que supusieron una revisin completa de las

    ideas de Virchow y dieron origen a la denominada teora vascular de la inflamacin. Para

    Cohnheim, el material purulento tiene su origen en los glbulos blancos de la sangre, que,

    atendiendo a algn tipo de llamada biolgica acuden, gracias a su capacidad para generar

    movimientos ameboides, al sitio de la inflamacin. El pus, por tanto, tiene una gnesis

    externa al propio tejido inflamado.

    13

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    Este fue el debate que Cajal encontr cuando se enfrent a la realizacin de su memoria de

    doctorado. Las posturas se haban vuelto encarnizadas. La escuela de patlogos franceses

    entre los que destacaban Duval, Picot y Morel se mostr opuesta a la teora de Cohnheim,

    afirmando que la supuesta extravasacin no era ms que el producto de una ilusin ptica7

    .Otros patlogos de prestigio, fundamentalmente alemanes, como Hayem y Vulpian

    encontraban que la emigracin de leucocitos era un hecho incontrovertible.

    La postura de Cajal en el discurso de doctorado

    La pretensin de Cajal cuando se enfrent al tema de la inflamacin para la redaccin

    obligada de su memoria de doctorado, no fue terciar en esta discusin. Esta posibilidad, en

    ese momento, y por razones obvias, estaba fuera de su capacidad. Se limit, por tanto, a

    resumir las diferentes posiciones y emitir un breve juicio crtico acerca de las mismas8. Lo

    hizo, conforme a las costumbres de la poca a travs de un documento manuscrito de unas

    50 pginas que en la actualidad est disponible digitalizado por la Coleccin Digital Cajal

    de la Biblioteca Complutense9.

    Cajal se muestra decididamente eclctico. As, se atreve a criticar la teora de Virchow

    porque, desde su punto de vista, no era aplicable a tejidos vasculares, donde el fenmeno

    de la migracin leucocitaria no le pareca discutible. Sin embargo, tampoco acepta de

    forma completa la hiptesis de Cohnheim. Aduce que, an siendo perfectamente aceptable

    en el caso de tejidos vasculares, la considera excesivamente exclusiva e insuficiente en

    el resto de los tejidos10

    .

    Pero, en lo que interesa a los objetivos de este ensayo, el contacto de Cajal con las teoras

    de Cohnheim cambi tal vez de forma definitiva su concepcin de la naturaleza de los

    tejidos. Cohnheim presentaba una biologa dinmica, en la que sus componentes celulares

    eran capaces de cambiar de localizacin utilizando sus propios movimientos dirigidos de

    manera propositiva por fuerzas internas o externas. Cajal ya no abandonara esta

    concepcin de la biologa y probablemente este concepto impregnar en el futuro toda su

    obra cientfica, incluyendo, por supuesto, su concepcin del sistema nervioso central.

    14

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    Cajal, investigador experimental

    A su regreso a Zaragoza, ya con la borla de Doctor, Cajal obtiene por oposicin la plaza

    de Director de los Museos anatmicos de Zaragoza. Pero el panorama con el que se

    encuentra en la Facultad de Medicina de Zaragoza no es nada alentador.

    Slo en el Laboratorio de Fisiologa exista un microscopio bastante bueno. Con

    este veterano instrumento ..//.. admir por primera vez el sorprendente espectculo

    de la circulacin de la sangre. Tan sugerente demostracin contribuy

    sobremanera a desarrollar en m la aficin a los estudios microgrficos1.

    Empeando su propio patrimonio, adquiri su primer microscopio, marca Verick, un

    micrtomo y algunos otros instrumentos de tcnica microgrfica8. Con todo este

    instrumental instaur en su casa su primer laboratorio.

    Fiel a su proverbial perseverancia y curiosidad cientfica e insatisfecho con la resolucin

    eclctica del dilema de la patogenia de la inflamacin plasmado en su tesis doctoral,

    dedic los tres aos siguientes a intentar resolver de manera experimental esta cuestin.

    Culminaron estos tres aos con la publicacin de su primer trabajo de investigacin en el

    ao 188012

    en el que, no obstante, Cajal no resuelve el dilema planteado y persiste en su

    posicin eclctica (Figura 3). No logra desembarazarse del excesivo influjo de la opinin

    de la autoridad, representada en ese momento por Virchow y, aunque abre un resquicio a

    las teoras de Cohnheim en tejidos vasculares, sigue inclinndose por las de Virchow en

    los dems tejidos.

    15

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    Figura 3. Venilla del mesenterio de la rana impregnada por nitrato de plata. (Extrado de la

    Ref. 13). Con el permiso de los herederos de Cajal.

    Muchos aos despus se lamenta de esa ausencia de independencia con palabras

    suficientemente elocuentes:

    Por desgracia estaba yo harto influido por las ideas de Duval, Hayem y otros

    histlogos franceses (que negaban la diapdesis de los glbulos blancos) y fui

    arrastrado a una solucin sincrtica o de transaccin, errnea conforme suelen

    ser en ciencia casi todas las opiniones diagonales1.

    A Cajal no le gustaba equivocarse y la constatacin posterior no solo de su error, sino de

    su perseverancia en el mismo supuso para l un punto de inflexin en su mentalidad

    cientfica. A partir de ese momento Cajal abdica de los prejuicios emanados de una

    supuesta autoridad cientfica ms all de lo que la propia evidencia pueda aportarle. Y as

    actuar el resto de su vida.

    16

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    Cajal descubre la reazione nera

    En el ao 1886 se produce una reforma del plan acadmico universitario que abre las

    puertas al traslado de Cajal a la Ctedra de Histologa de la Facultad de Medicina de

    Barcelona. La familia Cajal se traslada a la capital condal a finales de 1887. Este traslado

    sera el preludio de la poca ms fascinantemente prolfica en cuanto a produccin

    cientfica de Ramn y Cajal. Un nombre propio tendra especial relevancia en que esto

    fuera as: el Dr. Luis Simarro.

    Luis Simarro fue un distinguido psiquiatra valenciano y gran aficionado a la histologa.

    Por aquel entonces, Simarro acababa de regresar de una estancia en Pars y haba instalado

    un laboratorio de histologa en su casa de Madrid. Durante la estancia en Pars, Simarro

    haba adquirido nociones bsicas sobre un nuevo mtodo de tincin del sistema nervioso

    basado en el Nitrato de plata que permita la visualizacin de sus estructuras

    microscpicas tindolas de negro (reazione nera). Cajal, aprovechando un fugaz paso por

    Madrid, pudo ver una tincin con el mtodo Golgi por vez primera en el laboratorio de

    Simarro y qued, por segunda vez en su vida, fascinado por lo que pudo observar a travs

    del microscopio.

    Tal y como haba pasado previamente, se aprest a poner en prctica de forma directa esta

    tcnica en su propio laboratorio ya en Barcelona. Y lo hizo a lo largo de los aos 1887 y

    1888 con la misma fruicin investigadora, meticulosidad y paciencia que siempre lo

    caracterizaron. En esos dos aos, Cajal realiza decisivas investigaciones sobre la textura

    del sistema nervioso gracias al perfeccionamiento del mtodo de tincin de Golgi y una

    acertada eleccin del material de estudio.

    Los grandes histlogos y neurlogos europeos, liderados por Gerlach y el propio Golgi,

    defendan en ese momento que las ramificaciones terminales del cilindro-eje de las clulas

    nerviosas acababan en una red difusa de manera que no era posible establecer una

    individualidad celular. Esta es la base de la denominada teora reticularista.

    Sin embargo, las preparaciones de Cajal sobre tejido embrionario fueron elocuentes en

    sentido contrario, mostrando de manera ntida que las ramificaciones terminales acababan

    en arborizaciones que se yuxtaponan al cuerpo y las dendritas de otras neuronas sin

    establecer continuidad con ellas. El trabajo titulado Estructura de los centros nerviosos de

    17

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    las aves, publicado el 1 de mayo de 1888 en la Revista Trimestral de Histologa Normal y

    Patolgica [18] puede ser considerado el trabajo fundacional de la teora de la neurona.

    Entre 1888 y 1892, inaccesible al desaliento y haciendo de la perseverancia su estandarte,

    Cajal public ms de 30 trabajos que corroboraron de forma indiscutible la teora neuronal

    y lo encumbraron a la lite de la investigacin cientfica internacional.

    Sobrevinieron a partir de ese momento, honores y reconocimientos, que no terminaron

    hasta la concesin del Premio Nobel de Medicina y Fisiologa en el ao 1906.

    La teora neurotrfica de Cajal

    En el ao 1890, Cajal hizo uno de sus ms fascinantes descubrimientos sobre la estructura

    y el desarrollo de las neuronas: el cono de crecimiento.

    En los meses previos a dicho evento, la atencin de Cajal se haba centrado en el anlisis

    de los tejidos embrionarios, convencido de que en dichos tejidos las imgenes histolgicas

    podran tener mejor calidad. Pronto se vio atrado por las caractersticas arborizaciones

    que las clulas nerviosas embrionarias presentan y sus diferencias segn el estado

    evolutivo. Centrado en la manera en que esto se produce y siguiendo su ya conocido y

    minucioso mtodo de trabajo, Cajal disea un experimento sobre la mdula espinal

    embrionaria del pollo, tindola con el mtodo de Golgi en los das 3, 4, 4 y medio, 5, 6 y

    7 desde la incubacin.

    Resulta sorprendente la lectura de su monografa sobre este experimento publicada en

    Agosto de 1890 en la Gaceta Sanitaria de Barcelona as como la posterior publicada en

    francs en la revista Anatomischer Anzeiger19,20

    . En ambas describe de una manera

    sencilla sus observaciones sobre el desarrollo y aumento en complejidad de los

    neuroblastos de la mdula espinal del embrin de pollo, plasma sus propias impresiones

    sobre este hecho dinmico que le parece escrupulosamente dirigido por una fuerza

    inteligente, dibuja con detalle sus preparaciones (ver Figura 4) y traslada de manera

    eficiente al lector la misma inquietud que probablemente el sinti por encontrar una

    explicacin a todas estas observaciones.

    18

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    Figura 4. Dibujos de Cajal que representan los conos de crecimiento. A partir de estas

    imgenes Cajal elabor su teora del ameboidismo neuronal. Publicacin original: Textura

    del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados, Volumen I, fig. 186, p. 515, 1899.

    Con el permiso de los herederos de Cajal.

    La genialidad de Cajal fue que realiz las hiptesis sobre el desarrollo de los neuroblastos

    partiendo de las imgenes estticas que sus mtodos de histolgicos podan

    proporcionarle. As lo destacaron personalidades como Sherrington cuando comentaba

    refirindose a Cajal:

    Una caracterstica muy notable de l era que cuando describa lo que el

    microscopio le mostraba, hablaba habitualmente como si pensara que estaba en

    una escena viva21.

    Qu condujo a Cajal a esta interpretacin dinmica tan revolucionaria? Nuestra hiptesis

    es que con bastante probabilidad, en este momento Cajal aplic todo el conocimiento que

    19

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    haba atesorado durante sus primeros aos de investigacin sobre la patogenia de la

    inflamacin. Como hemos visto, Cajal adquiri entonces consciencia del carcter

    dinmico de las clulas, con elementos en perpetuo movimiento dirigidos por fuerzas

    externas con un objetivo predeterminado. As se comportaban fuera de cualquier duda las

    clulas inflamatorias que l haba observado directamente de la mano de la reproduccin

    de los experimentos de Cohnheim. Cajal, adems, haba aprendido posteriormente, a partir

    de los experimentos de Metchnikoff en Pars que esas fuerzas externas deban

    corresponder a seales qumicas para las que los leucocitos eran sensibles. Y si Cajal

    estaba firmemente convencido de la identidad celular de las neuronas por qu las

    neuronas deban ser diferentes en este aspecto del resto de las clulas del organismo?

    Por esta lnea argumental, en el ao 1892, Cajal formul su teora neurotrpica segn la

    cual, las clulas diana (aquellas que iban a establecer conexiones directas con los

    neuroblastos estudiados) seran capaces de segregar sustancias con capacidad

    quimiotctica y los conos de crecimiento estaran as mismo provistos de sensibilidad

    para dichas sustancias y de capacidad de ameboidismo, de forma similar a como lo estn

    los leucocitos22

    . En el ao 1994 Serafini et al23

    descubrieron las primeras sustancias con

    capacidad quimiotctica secretadas durante el desarrollo embrionario, tal y como predijo

    Cajal y les dieron el nombre de Netrinas.

    Es necesario insistir en el carcter revolucionario de esta teora. La nica diferencia en la

    mente de Cajal entre el movimiento dirigido de un leucocito y de las expansiones de un

    neuroblasto radicaba en las limitaciones que las tcnicas de tincin imponan en el caso

    del sistema nervioso, que obligaba a imgenes estrictamente estticas. Era necesario

    imaginar un movimiento que no se poda ver de forma directa. Toda la moderna

    neuroembriologa es heredera de este concepto genial de Cajal.

    Firmemente convencido de que esta teora es aplicable de forma universal, sugiri que los

    mecanismos quimiotcticos tambin pueden estar involucrados en los misteriosos

    procesos de migracin de cuerpos neuronales, tanto en sentido positivo (atraccin) como

    negativo (repulsin)22

    . Los modernos descubrimientos sobre los procesos que regulan la

    migracin neuronal han confirmado las teoras de Cajal en este punto. As, solo

    recientemente se ha podido demostrar la existencia de una migracin tangencial que ya fue

    intuida por Cajal24

    20

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    Y an da un paso ms. Cajal utiliza por primera vez el trmino plasticidad aplicado al

    tejido nervioso en el Congreso Internacional Mdico al que fue invitado como ponente en

    Roma en 189425

    . En ese momento, Cajal emplea las palabras dinamismo o adaptacin

    al medio para referirse a los cambios estructurales de las neuronas. A estas alturas de su

    vida, Cajal solo entenda un cerebro en perpetuo movimiento y unas estructuras cerebrales

    permanentemente cambiantes a travs de sus espinas dendrticas, elementos que

    consideraba como prototipo de esa adaptabilidad al medio (Figura 5).

    Figura 5. Dibujo de las espinas dendrticas del cortex frontal del hombre. Con el permiso

    de los herederos de Cajal.

    Podramos decir que las mariposas del alma (expresin con la que Cajal se refera a las

    clulas piramidales) estaban siempre batiendo sus alas. Habla Cajal entonces de la

    gimnasia cerebral, como un mecanismo til para multiplicar las conexiones nerviosas y

    mejorar as la funcionalidad del cerebro27

    . Estamos, pues ante un precedente de la

    estimulacin cognitiva a la que la moderna neuropsicologa atribuye evidentes

    propiedades preventivas del deterioro cognitivo. Ms de 100 aos despus de que Cajal

    hablara de gimnasia cerebral y propusiera la motilidad de las espinas dendrticas como

    21

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    base anatmica de sus efectos sobre la cognicin, la introduccin de complejas tcnicas de

    imagen ha hecho posible observar el comportamiento predicho por Cajal en las espinas

    dendrticas de las neuronas de la corteza cerebral26

    .

    Ms adelante, en 1895, Cajal propuso la teora del ameboidismo glial28

    segn la cual los

    cambios de actividad del cerebro se correlacionaban no solo con cambios estructurales en

    las espinas dendrticas, sino tambin con cambios estructurales de la gla, capaz de

    desconectar las conexiones sinpticas neuronales durante sus expansiones. La moderna

    neurociencia corrobora la existencia de cambios en las ramificaciones astrogliales

    transitorias moduladas por la actividad cerebral.

    Visto con la distancia que otorgan los aos, existe un nexo comn en el conjunto de

    teoras revolucionarias que Cajal propuso para el funcionamiento del sistema nervioso: el

    movimiento. El cerebro se mueve al nacer, al desarrollarse y tambin para adaptarse al

    medio. Y ese movimiento, que se puede estimular, no difiere en sus elementos esenciales

    del movimiento de otros elementos biolgicos como los leucocitos durante el proceso de

    la inflamacin. Esta es una contribucin poco reconocida de Cajal a la historia de la

    Neurociencia que pretendemos destacar en este trabajo.

    Eplogo

    Como no podra ser de otra manera, existe una alta dosis de conjetura en las opiniones

    vertidas en este ensayo. De hecho, jams sabremos cuanto de verdad se esconde detrs de

    estas lneas. Sin embargo, s estamos en condiciones de afirmar que Santiago Ramn y

    Cajal, al igual que nosotros, estara satisfecho de pensar que las mariposas del alma

    desplegaron por primera vez sus alas espoleadas por la observacin pertinaz de los

    movimientos ameboides de un leucocito afanndose por salir de un capilar sanguneo a

    travs del ocular de aquel microscopio marca Verick cuya compra tanto sacrificio le

    supuso. El aire removido por ese batir de alas an se percibe en la ciencia universal.

    22

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

    BIBLIOGRAFIA

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    23

  • EL VUELO DE LAS MARIPOSAS

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    24

  • INTERVENCIN Y PROCEDIMIENTO DE ACTUACIN DEL PATLOGO EN EL CNCER DE MAMA

    Hugo Escobar Arias, Francisco J. Velasco Albendea, Mara M. Berenguel Ibez

    INTRODUCCIN

    El cncer de mama es una entidad compleja que requiere un abordaje multidisciplinar,

    siendo el patlogo uno de los especialistas del equipo de trabajo relacionado con el manejo

    de dicha entidad. Su funcin, en este campo, consiste en el estudio morfolgico de

    diferentes muestras tisulares y citolgicas para un correcto diagnstico, adems de aportar

    informacin relevante relacionada con diversos marcadores biolgicos de importancia

    diagnstica, pronstica y predictiva relacionada con el proceso patolgico evaluado.

    ESTUDIO DE LAS MUESTRAS

    A la Unidad de Anatoma Patolgica llegan diferentes tipos de muestras (citologas,

    biopsias, piezas quirrgicas) relacionadas con el proceso asistencial integrado de Cncer

    de Mama (tabla 1). El procedimiento de obtencin y tipo de muestra de tejido mamario

    puede tener diferentes finalidades dependiendo del estadio evolutivo de la enfermedad en

    el que se haya obtenido la misma. As, puede servir como elemento de diagnstico de una

    masa mamaria que se haya descubierto recientemente, para valorar el tipo de tumor y su

    estadificacin en una pieza quirrgica, o bien para detectar la presencia tumoral en una

    pieza de re-extirpacin, entre otras.

    La anatoma patolgica estudia la enfermedad a travs de su expresin morfolgica, por

    tanto, la actuacin del patlogo variar, desde un enfoque macroscpico y microscpico,

    dependiendo del tipo de muestra, con la intencin de aportar la mayor informacin posible

    al clnico-quirrgico y al onclogo.

    Fundamentalmente, siguiendo una sistemtica protocolizada, hay que decir si existe tumor

    maligno o no en la muestra. Si se detecta una neoplasia maligna, catalogar el tipo

    histolgico de cncer, constatar si es infiltrante o in situ, dar su tamao, si se observa

    invasin linfovascular o neural, valorar su relacin con los mrgenes quirrgicos,

    25

  • ACTUACIN DEL PATLOGO EN CNCER DE MAMA

    identificar lesiones de vecindad o coexistentes, etc., aportando adems, informacin

    concerniente a biomarcadores de especial relevancia en esta patologa, y encaminados a

    una terapia personalizada.

    A continuacin, se exponen diferentes tipos de muestras evaluadas vinculadas al cncer de

    mama en nuestra unidad y las aportaciones que hace el patlogo para el correcto manejo

    de la paciente que sufre la enfermedad.

    - Puncin aspiracin con aguja fina (PAAF). Es un mtodo de obtencin de muestra

    bastante sensible, de especificidad media, que es sencillo, barato y rpido, pero que est

    tendiendo a ser sustituido actualmente por la biopsia con aguja gruesa.

    - Biopsia con aguja gruesa (BAG). Al obtener mayor cantidad de tejido que en la PAAF se

    pueden caracterizar mejor las lesiones, siendo posible en la mayora de los casos hacer

    un diagnstico de la entidad, referir su carcter infiltrante o no, aproximacin al tipo y

    grado del carcinoma, as como la ventaja de poder realizar marcadores biolgicos de

    importancia diagnstica (E-cadherina, P-63), de importancia para el tratamiento

    (receptores de estrgeno y progesterona, sobrexpresin/amplificacin de HER2) y de

    importancia pronstica (Ki-67, P-53).

    Las limitaciones de la BAG estn asociadas a la representatividad de la lesin, ya que se

    obtiene solo una pequea parte de sta, lo que dificulta la categorizacin adecuada de

    lesiones papilares, cicatrices radiales y atipias de epitelio plano, entre otras, situacin que

    puede mejorar con biopsias asistidas en vacio (BAV) o en tumorectomas estereotxicas,

    sobretodo en lesiones pequeas.

    - Tumorectoma con bordes sanos (lumpectoma). Durante las ltimas dcadas la ciruga

    conservadora se ha convertido en una de las opciones teraputicas del cncer de mama.

    Se realiza en pacientes seleccionadas previamente (estadios I y II), intentando conseguir

    un resultado esttico aceptable. La premisa a tener en cuenta es conseguir unos

    mrgenes quirrgicos libres de tumor y as evitar recidivas locales de la enfermedad.

    Una vez remitida la pieza de tumorectoma a la unidad de Anatoma Patolgica se

    somete a una serie de procesos encaminados a una correcta diseccin, tallado y

    procesamiento, para poder realizar un estudio completo, riguroso y de calidad. En primer

    26

  • ACTUACIN DEL PATOLGO EN CANCER DE MAMA

    lugar se procede a marcar con tinta china los bordes quirrgicos de la pieza para poder

    definirlos con respecto al tumor. Dichos bordes deben ser identificados previamente por

    el cirujano que realiza la operacin a efectos de una correcta orientacin espacial de la

    pieza. Una vez marcada, se realizan varios cortes en la muestra para facilitar la fijacin

    en formaldehido. La fijacin tiene importancia para la correcta manipulacin y

    conservacin de la pieza adems de que es necesaria para la realizacin fiable de pruebas

    inmunohistoqumicas complementarias como los receptores hormonales, HER2 o Ki 67

    (tabla 2). Tras la fijacin se procede al tallado de la pieza, obtenindose parte de los

    datos que figurarn en el informe diagnstico definitivo, segn protocolo. Esos datos

    estn relacionados con el tamao del tumor, presencia de uno o ms focos tumorales,

    caractersticas macroscpicas, localizacin y relacin con mrgenes quirrgicos.

    Posteriormente, tras el examen al microscopio, se aade la informacin relacionada con

    el tipo histolgico del tumor (incluyendo tipos histolgicos especiales, alto o bajo grado),

    grado histolgico (puntuacin histolgica de Nottingham), invasin vascular o

    perineural, etc. Se realizan todas aquellas tcnicas complementarias (fundamentalmente

    inmunohistoqumicas) encaminadas a aportar datos sobre los marcadores biolgicos de

    importancia en esta patologa (nombrados previamente en el prrafo de la BAG).

    - Mastectoma. Ya sea una mastectoma simple (total) o una mastectoma radical

    modificada, se realiza en los casos en los que no es posible realizar una ciruga

    conservadora de la mama. Se trata, en general, de piezas de mayor tamao y con igual

    complejidad diagnstica que las remitidas por tumorectoma, siendo el procedimiento de

    estudio similar para ambas.

    -Ganglio centinela y vaciamiento axilar. La presencia de metstasis ganglionares en la

    axila es uno de los factores pronsticos ms relevantes en el cncer de mama. Para su

    evaluacin se recurre al estudio de los ganglios linfticos aislados mediante la

    linfadenectoma axilar. Dicha tcnica tiene importante morbilidad asociada (linfedema del

    miembro superior, dolor, reduccin de la movilidad). En pacientes con cncer de mama

    en estadio precoz y sin hallazgos clnicos ni ecogrficos de metstasis en ganglios

    linfticos axilares, puede realizarse la identificacin y biopsia del ganglio centinela, que

    permite evitar la linfadenectoma axilar en caso de que no haya extensin tumoral en el

    mismo. Dicho estudio selectivo ganglionar puede realizarse en diferido o mediante un

    estudio pormenorizado intraoperatorio. Este ltimo, consiste en intentar identificar

    27

  • ACTUACIN DEL PATLOGO EN CNCER DE MAMA

    metstasis ganglionares mediante la valoracin citolgica o de cortes en congelacin con

    tincin rpida de hematoxilia-eosina del ganglio, en el mismo momento del acto

    operatorio. Tambin puede identificarse la metstasis mediante tcnicas automatizadas de

    amplificacin y deteccin del ARNm de la citoqueratina 19 (mtodo OSNA), en los

    centros en los que est disponible.

    -Piezas con tratamiento neoadyuvante previo. La terapia sistmica neoadyuvante es

    aquella que se realiza previamente al tratamiento quirrgico o radioterapia, con el objetivo

    de mejorar las tasas de supervivencia, aumentar las posibilidades de realizar ciruga

    conservadora y/o valorar la respuesta al tratamiento. La respuesta del carcinoma invasivo

    a la terapia es un potente factor pronstico de supervivencia total y libre de enfermedad.

    Esta respuesta se evala microscpicamente en el lecho tumoral y en los ganglios axilares

    remitidos para estudio. Se han desarrollado mltiples sistemas de clasificacin para

    evaluar la respuesta, siendo el sistema de Miller y Payne uno de los ms utilizados

    actualmente.

    INFORME DEFINITIVO

    La elaboracin del informe anatomopatolgico definitivo de una muestra relacionada con

    el cncer de mama tiene la finalidad de aportar una decisin diagnstica, aadiendo datos

    patolgicos determinantes para establecer el pronstico y dirigir el tratamiento del

    paciente. Se elabora de una forma ordenada, siguiendo protocolos de consenso, e

    intentando que sea emitido en el menor tiempo posible.

    CONCLUSIONES

    El especialista en Anatoma Patolgica participa activamente en el proceso asistencial

    integrado del paciente con cncer de mama. La evaluacin de todas las muestras

    biolgicas remitidas a nuestro laboratorio (citologas, biopsias o piezas) se hace de forma

    sistematizada y protocolizada con la intencin de aportar todos los parmetros

    morfolgicos de utilidad en el diagnstico, pronstico y tratamiento de esta enfermedad.

    Gracias al uso de los diversos marcadores biolgicos utilizados en la actualidad, los datos

    que se adjuntan en el informe enfocan el proceso patolgico de manera individualizada,

    28

  • ACTUACIN DEL PATOLGO EN CANCER DE MAMA

    delimitando grupos de pacientes que tendrn un tratamiento y un pronstico diferente,

    dependiendo de los hallazgos encontrados.

    TABLAS

    Tabla 1. Muestras

    relacionadas con el cncer

    de mama

    Tabla 2. Caractersticas

    de la fijacin

    BIBLIOGRAFA

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  • ACTUACIN DEL PATLOGO EN CNCER DE MAMA

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    30

  • DOSIMETRA CLNICA EN ONCOLOGA RADIOTERPICA Juan Antonio Mesa Prez, Juan Tuset Castellano, Javier Gonzlez Gonzlez

    INTRODUCCIN

    El objetivo de la Radioterapia es conseguir una distribucin de dosis de radiacin uniforme en el

    volumen blanco y una dosis tan baja como sea posible en el tejido sano cercano a ese volumen.

    El proceso de preparacin y ejecucin de estos tratamientos se denomina dosimetra clnica y es

    una de las etapas del proceso radioterpico completo en el que se encuentran involucrados

    profesionales de diferentes disciplinas: tcnicos de radioterapia, onclogos radioterapeutas y

    radiofsicos. El tratamiento consiste en la aplicacin de una dosis total dividida en fracciones

    (diarias en su mayora).

    La dosimetra clnica comprende varias etapas: realizacin de TC al paciente, delimitacin de

    volmenes, planificacin y tratamiento

    REALIZACIN DEL TC

    A la hora de realizar el TC por parte del tcnico, se sealan en el paciente cuatro marcas

    fiduciales que se distinguirn en las imgenes para el proceso de planificacin. Dos a lo largo

    del paciente, una a su izquierda y otra a su derecha. Para ello se utilizan lseres que hay en las

    paredes y techo de la sala. Despus de hacer el TC, estas marcas se tatan para evitar que se

    borren hasta y durante el tratamiento. Esto es fundamental porque a diario se colocar el

    paciente utilizando estos tatuajes y as nos aseguramos que todos los das tenga la misma

    posicin que el da que se le hizo el TC (que es la posicin utilizada para hacer la planificacin).

    DELIMITACIN DE VOLMENES

    Este proceso lo realiza el onclogo radioterapeuta. En el planificador (ordenador con un

    software especial) colocamos como imagen cero (Z=0) aquella que contenga las marcas del

    proceso anterior. Se crea el contorno externo y se sita un origen de coordenadas XY en la

    imagen Z=0 que pase por las marcas. As tendremos un origen de coordenadas XYZ en el

    paciente real (donde se cortan los planos que contienen los tatuajes) que hemos sealado en el

    paciente virtual (utilizado para la planificacin).

    31

  • DOSIMETRA CLNICA EN ONCOLOGA RADIOTERPICA

    A continuacin se dibujan los rganos de riesgo (tejidos normales cuya sensibilidad a la

    radiacin puede influir significativamente en la planificacin del tratamiento o en la dosis

    prescrita). Se delimita el tumor teniendo en cuenta las siguientes definiciones1:

    - Volumen Tumor Macroscpico (GTV): es la extensin y localizacin demostrable del

    crecimiento maligno. Consiste en el tumor primario (GTV primario) y posiblemente

    linfoadenopatas metastsicas (GTV nodular) y otras metstasis (GTV M). En ocasiones no

    ser posible definir un GTV tras intervencin quirrgica

    - Volumen Blanco Clnico (CTV): es un volumen de tejido que contiene al GTV y a

    estructuras con sospecha no demostrada clnicamente de diseminacin.

    - Volumen Blanco de Planificacin (PTV): se debe aadir un Margen interno (IM) al CTV

    para compensar durante la terapia los movimientos fisiolgicos esperados y las variaciones

    en tamao, forma y posicin del CTV respecto a un punto de referencia interno y su

    correspondiente sistema de coordenadas. Esto da lugar al Volumen Blanco Interno (ITV). Se

    debe aadir tambin un Margen de Configuracin (SM) para tener en cuenta todas las

    variaciones e incertidumbres en el posicionado haz-paciente. La suma de todos estos

    mrgenes al CTV da lugar al PTV. La dosis al PTV es representativa de la dosis al CTV

    En la prctica el onclogo radioterapeuta delimita el CTV, d un margen en funcin de

    localizacin e histologa del tumor para crear el PTV (figura 1) y prescribe una dosis total (en

    Grays, Gy) y una dosis por fraccin (dosis por da de tratamiento) a ese PTV.

    PLANIFICACIN

    La mquina de tratamiento (acelerador lineal de electrones, ALE) proporciona radiacin

    ionizante (fotones y electrones) y gira alrededor de un punto llamado isocentro. El objetivo que

    perseguimos es indicarle las posiciones en las que debe irradiar, el tamao del campo y el

    tiempo que debe hacerlo en cada una de esas posiciones. Para ello se realiza una simulacin

    de tratamiento sobre un paciente virtual (imgenes de TC) en un planificador que trabaja con

    parmetros y tablas que se han medido en el ALE. De ah la importancia de tener perfectamente

    caracterizado y medido el ALE.

    El planificador utiliza tablas de parmetros de dos tipos:

    - Las imgenes de TC estn formadas por estructuras con diferentes escalas de grises. Cada

    gris corresponde a un tejido con una densidad electrnica (parmetro fundamental en el

    32

  • DOSIMETRA CLNICA EN ONCOLOGA RADIOTERPICA

    clculo de dosis). El planificador utiliza una tabla interna para saber la densidad electrnica

    que corresponde a cada gris que aparece en la imagen.

    - La mquina de tratamiento (ALE) produce una radiacin con unas caractersticas propias

    que deben conocerse de una forma muy precisa. Una vez medidas estas caractersticas con

    los instrumentos adecuados, deben introducirse en el planificador. De esta manera nos

    aseguramos que el clculo se haga con los parmetros reales del ALE.

    El proceso de planificacin lo realiza el radiofsico y consiste en la introduccin de campos de

    tratamiento de distinta forma, tamao y ngulo para conseguir una distribucin de dosis

    uniforme en el PTV acorde con la prescripcin hecha por el onclogo radioterapeuta. Lo

    habitual es que todos los campos tengan un centro comn, el isocentro, y que ste se coloque

    aproximadamente en el centro del PTV. La dosis recibida por los rganos de riesgo debe ser lo

    ms baja posible y estar por debajo de unos lmites establecidos para cada rgano.

    Para evaluar si un plan de tratamiento (conjunto de campos) es el adecuado disponemos de

    diferentes herramientas2:

    - Curvas de isodosis: son curvas que unen puntos de igual dosis (en % o en dosis total).

    Ofrecen una representacin planar de la distribucin de dosis (figura 1). Se coge como

    isodosis de referencia (aquella que cubre el PTV) la 100% o cercana a ella. Las isodosis ms

    pequeas representan dosis a rganos de riesgo.

    - Estadstica de la distribucin de dosis: proporciona una informacin cuantitativa de la dosis

    recibida por el volumen blanco y por los rganos de riesgo. Incluye:

    o Dosis mnima, mxima y media del volumen

    o Dosis recibida por al menos el 95% del volumen

    o Volumen irradiado por el 95% de la dosis prescrita

    Las dos ltimas son slo tiles para el volumen blanco

    - Histogramas Dosis-Volumen: El HDV se ha revelado como una herramienta muy til en la

    optimizacin y comparacin de diferentes planes alternativos. Un plan de tratamiento

    consiste en una informacin de distribucin de dosis en la matriz tridimensional de puntos

    que representa el paciente. El Histograma Dosis-Volumen (HDV) son diagramas de barras

    en dos dimensiones donde el eje Y se representa un volumen o fraccin de volumen respecto

    33

  • DOSIMETRA CLNICA EN ONCOLOGA RADIOTERPICA

    al total y el eje X representa algn aspecto relacionado con el intervalo de dosis recibida por

    cada volumen o fraccin de volumen. Este volumen puede ser PTV, rganos de riesgo, etc.

    En la mayora de los casos esta representacin aparece suavizada en forma de curva. Existen

    principalmente dos tipos de histogramas:

    o HDV diferencial: a cada intervalo de dosis (eje X) se le asigna el volumen o fraccin

    de volumen con respecto al volumen total (tanto por ciento de volumen total) que

    recibe una dosis que est dentro de dicho intervalo de dosis (eje Y)

    o HDV integral o acumulado: Es el ms utilizado en radioterapia. A cada intervalo de

    dosis se asigna una fraccin de volumen igual a uno menos el valor acumulado. Se

    suele expresar en %. Un HDV integral representa el volumen o fraccin de volumen

    con respecto al total (tanto por ciento de volumen total), Vp, que recibe una dosis

    mayor o igual a una dosis dada Dp (figura 2). Analicemos la figura 2. Se pretende:

    PTV-prostata 72 Gy de dosis, PTV-vvss 56 Gy, recto V60

  • DOSIMETRA CLNICA EN ONCOLOGA RADIOTERPICA

    - Se realizan las imgenes portales (imgenes a modo de radiografas que realiza la mquina

    utilizando una pequea cantidad de radiacin).

    - Se comparan esas imgenes portales (paciente real) con las RDRs, y se cuantifica la diferencia

    de posicin de una y de otra. Es decir, se mide la diferencia entre la posicin del paciente el da

    del TC (que ha servido para hacer toda la planificacin) y la posicin del paciente el da de

    tratamiento. Si esa diferencia est dentro de los parmetros de tolerancia establecidos en los

    protocolos, se corrige moviendo la mesa de tratamiento. Si la diferencia es mayor que la

    tolerancia, se vuelve a posicionar el paciente y se repite el proceso.

    -Una vez seguros de que todo es correcto se procede a la irradiacin.

    Figura 1. Isodosis en un corte de TC en

    paciente con tumor gstrico. El plan

    comprende tres campos: un

    anteroposterior (AP), un

    posteroanterior (PA) y un lateral

    izquierdo (LI). Se puede ver CTV

    (rojo) y PTV (amarillo) y como

    rganos de riesgo, rin derecho

    (rosa), rin izquierdo (naranja),

    mdula (azul) e hgado (verde)

    35

  • DOSIMETRA CLNICA EN ONCOLOGA RADIOTERPICA

    HDV-PROSTATA

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    80

    90

    100

    0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000

    DOSIS (cGy)

    % V

    OLU

    MEN

    PTV -PR OSTA TA

    PTV - V V SS

    C A B . FEM . D

    C A B . FEM . I

    R EC TO

    V EJIGA

    Figura 2. HDV para un paciente con tumor de prstata. Se sealan volmenes blanco

    (prstata y vesculas seminales) y rganos de riesgo (recto, vejiga, cabezas femorales

    izquierda y derecha)

    36

  • DOSIMETRA CLNICA EN ONCOLOGA RADIOTERPICA

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    2006

    37

  • SON SEGUROS LOS INHIBIDORES DE LA BOMBA DE

    PROTONES?

    Rogger Alvaro Bendezu, Marta Lzaro Sez, Gustavo Oliver Patrn, Jos Luis Vega Senz

    Desde su comercializacin en los aos 80, los inhibidores de bomba de protones (IBP) se

    han convertido en uno de los grupos farmacuticos ms prescritos alrededor del mundo, en

    gran medida por su potente efecto supresor en la produccin de cido gstrico y el buen

    perfil de seguridad mostrado. Todo esto ha conllevado a su sobreutilizacin y en muchos

    casos a su uso por largos periodos de tiempo, creciendo la sospecha de su relacin con

    distintos efectos indeseables que incluyen la malabsorcin de vitaminas hasta el

    adenocarcinoma gstrico y osteoporosis. El objetivo de esta revisin es resumir la evidencia

    actual sobre la seguridad de este grupo de medicamentos.

    INTRODUCCIN

    Los IBP son prodrogas que paradjicamente requieren del cido gstrico para su activacin.

    Su transformacin a una molcula sulfenamida, permite la fijacin de forma irreversible a la

    ATPasa del canalculo secretor de la clula parietal con consiguiente inhibicin de la

    secrecin del cido clorhdrico1-5. Gracias a este potente efecto antisecretor gstrico es el

    tratamiento del reflujo gastroesofgico, enfermedad lcero pptica, erradicacin del

    Helicobacter pylori (Hp), reduccin del riesgo de lcera gstrica asociado a los AINES,

    dispepsia no ulcerosa y el sndrome de Zollinger-Ellison (Z-E). Los efectos adversos

    probados son pocos - en el orden del 1-5% - y no revisten mayor importancia, siendo los ms

    frecuentes la cefalea, nuseas, estreimiento y diarreas 6-13, sin diferencia significativa entre

    los distintos IBP e incluso con el placebo 7. Efectos adversos graves son raros e incluyen

    reportes de nefritis intersticial por omeprazol, hepatitis con omeprazol y lansoprazol 14-16 y

    posibles alteraciones visuales con pantoprazol y omeprazol 17-18. ltimamente los efectos

    adversos por el uso a largo plazo de los IBP han ganado la atencin del mundo cientfico y

    muchos estudios se han enfocado en estudiar esta asociacin, los cuales discutiremos en esta

    revisin.

    39

  • SON SEGUROS LOS IBPs?

    EFECTOS ADVERSOS POTENCIALES DE LOS IBP

    Vitamina B12

    La vitamina B12 que ingerimos, normalmente va ligada a las protenas y requiere del cido

    gstrico para liberarse y unirse a la protena vinculante R. En el duodeno, gracias a la accin

    de las enzimas pancreticas se liberar de sta para viajar por el intestino delgado unida al

    factor intrnseco19 y finalmente absorberse20 en el leon terminal. Es posible, que la

    hipoclorhidria inducida por el IBP interfiera en la actividad proteoltica del cido gstrico

    19,21-24 o favorezca un sobrecrecimiento bacteriano intestinal 25-27, en ambos casos,

    disminuyendo la absorcin de la vitamina B12.

    Los estudios realizados para demostrar la repercusin clnica del uso de IBP y la vitamina

    B12 han tenido resultados discordantes. Koop20 en 1992 public una serie de casos donde

    midi los valores sricos de vitamina B12 en pacientes que haban recibido omeprazol

    durante 6-48meses sin observar alteracin en sus niveles. En otro estudio transversal que

    incluy 125 pacientes en tratamiento crnico con IBP no report diferencias significativas

    en los niveles de B12 al compararlo con el de sus acompaantes28. Sin embargo otro

    estudio, usando voluntarios sanos que se sometieron a un test de Schilling antes y despus de

    iniciar un ciclo de 2 semanas con omeprazol en distintas dosis, concluy que la absorcin

    estuvo disminuida luego del tratamiento con IBP y que sta fue mayor a mayor dosis del

    frmaco29. En una cohorte prospectiva de 131 pacientes con Sd. Zollinger-Ellison (Z-E) que

    recibieron IBP de forma crnica, los niveles sricos de vitamina B12 disminuyeron

    significativamente en un periodo aproximado de 4,5 aos30. La evidencia actual acerca de la

    deficiencia de vitamina B12 en pacientes que reciben de forma crnica IBP est basada en

    estudios retrospectivos no randomizados, por lo que con la informacin actual no es posible

    establecer de forma definitiva esta relacin, ms estudios deberan llevarse a cabo para

    esclarecer este punto.

    Hierro

    La absorcin del hierro no-hem de la dieta aumenta de forma considerable en presencia del

    cido gstrico31. Varios estudios clnicos sugieren que la hiposecrecin cida gstrica

    mantenida por mucho tiempo podra producir una malabsorcin del hierro, tal como se ha

    reportado en pacientes con aclorhidria, reseccin gstrica, vagotoma o gastritis atrfica,

    condiciones caracterizadas por la disminucin de la acidez en el estmago32. En un grupo de

    40

  • SON SEGUROS LOS IBPs?

    pacientes con el Sd. Z-E y que recibieron IBP durante aproximadamente 6 aos no se

    encontraron disminuidos los depsitos de Fe ni hubo dficit de Fe33. Estos resultados sugieren

    que el dficit de Fe en pacientes con IBP es un posible efecto terico, pero que en la prctica

    no ha sido probado6.

    Calcio y Osteoporosis

    La posible relacin entre los IBP y el calcio y por consiguiente la osteoporosis es

    recientemente motivo de estudio en el medio cientfico, sin a la fecha tener una respuesta

    concluyente a pesar de las posibilidades tericas planteadas.

    Las sales de calcio provenientes de la dieta requieren de un medio cido, como el gstrico

    para facilitar la liberacin del calcio34. En un medio con pH de 1 su desintegracin y

    disolucin es del 96%, disminuyendo significativamente a un 23% en medios con pH de

    6.135. Por lo tanto una hipoclorhidria significativa podra tericamente causar malabsorcin

    del calcio al no permitir su liberacin. Este efecto ha sido observado en modelos

    experimentales con animales36. Sin embargo, como contraparte tambin se ha sugerido, el

    efecto de los IBP sobre la actividad osteoclstica vacuolar, favoreciendo una disminucin de

    la resorcin sea 37,38.

    El efecto que los IBP tendran sobre el hueso y la posibilidad de osteoporosis sera un proceso

    complejo debido a los mltiples eventos que podran suceder, es as que podemos resaltar:

    - la supresin cida gstrica ocasionara una disminucin en la absorcin del calcio y de

    la vitamina B12, eventos relacionados con una reduccin de la masa sea.

    - la gastrina, no slo tiene un efecto local sobre la mucosa gstrica, sino que puede

    estimular a las glndulas paratiroides, la cual en modelos animales se ha relacionado

    con una reduccin mineral sea, al aumentar los niveles de la parathormona 39-41.

    - la vitamina B12, relacionada a la actividad osteoclstica y formacin sea 42-45, en

    pacientes que presentan niveles discretamente disminuidos tienen 4.5 veces ms

    riesgo de tener osteoporosis en comparacin a los que tienen valores normales42.

    Adems su dficit puede inducir a hiperhomocisteinemia, incrementando as el riesgo

    de fractura.

    Muchos estudios epidemiolgicos recientemente han asociado el tratamiento con IBP y el

    riesgo de fracturas osteoporticas 46-49, uno de los ms importantes fue el realizado en el

    41

  • SON SEGUROS LOS IBPs?

    Reino Unido, donde usando la base de datos United Kingdom General Practice Research

    Database (UK GPRD) concluyeron que los pacientes mayores de 50 aos en tratamiento con

    IBP durante ms de un ao tenan un riesgo incrementado del 44% en tener fractura de cadera

    y que el riesgo se incrementaba en relacin a la dosis47. Similares resultados se concluyeron

    en un estudio dans donde se valor a toda su poblacin y se observ un incremento

    moderado en el riesgo de fractura osteoportica46. El problema de los estudios presentados

    son los potenciales factores de confusin que presentan a pesar de los ajustes que se hacen

    para evitarlos, por lo que es necesaria la realizacin de estudios observacionales prospectivos

    para confirmar esta causalidad. Sin embargo ante la evidencia de los ltimos aos, la FDA

    envi una alerta a los mdicos e instruy a los fabricantes de estos medicamentos, acerca del

    riesgo posible de fracturas con los IBP basndose en los resultados de siete estudios

    poblacionales.

    Infecciones

    El cido gstrico acta como una barrera que impide que las bacterias colonicen el tracto

    digestivo alto y puede tambin influir en la composicin de la flora intestinal normal. Por lo

    tanto, la hipoclorhidria inducida por los IBP puede llevar a infecciones respiratorias, a travs

    del reflujo o paso de las bacterias entricas o incluso por permitir la viabilidad de grmenes

    que hayan sido ingeridos. Adems, en modelos in vitro se ha visto que pueden interferir en la

    funcin de los neutrfilos incrementando el riesgo de una infeccin bacteriana50. Las

    enfermedades que han sido relacionadas al uso de IBP son:

    - Neumona, tanto la adquirida en la comunidad como la nosocomial

    - Colitis por Clostridium difficile

    - Infecciones intestinales

    Neumona

    El riesgo potencial de la neumona adquirida en la comunidad (NAC) en pacientes en

    tratamiento con IBP ha sido objeto de varios estudios a su vez polmicos por sus distintos

    resultados. Laheij et al en un estudio poblacional caso-control que incluy 300 000

    individuos, concluy que la tasa de incidencia de NAC en pacientes sin tratamiento supresor

    gstrico fue de 0.6 por 100 habitantes, a diferencia de los que se encontraban recibiendo

    medicacin que fue de 2.45, adems encontr que el riesgo relativo para NAC en personas

    42

  • SON SEGUROS LOS IBPs?

    que reciban IBP, comparadas con las que lo haban suspendido fue de 1.89 51. Un estudio

    usando la informacin del UK GPRD no asoci un riesgo incrementado de NAC en personas

    en tratamiento con IBP 52. Ambos estudios, as como otros que han estudiado este fenmeno

    no permiten demostrar el riesgo real de infecciones respiratorias en relacin al consumo de

    IBP tanto por el diseo retrospectivo empleado o los factores de confusin de difcil manejo.

    En el caso de la neumona intrahospitalaria (NIH) hay informacin importante recogida de

    estudios prospectivos realizados en pacientes con IBP para profilaxis de hemorragia digestiva

    por estrs, donde se observ que el uso de supresores gstricos se relacionaba con un

    incremento de NIH, sugiriendo que estos podran ser un factor de riesgo para las infecciones

    respiratorias. Estas conclusiones tambin se aplicaran a los antihistamnicos H2 como la

    ranitidina 53. Los hallazgos de estos estudios son basados en investigaciones cuto objetivo

    final no era medir el riesgo de infecciones respiratorias y adems incluyeron un pequeo

    nmero de participantes, por lo tanto conclusiones definitivas no se pueden obtener y es

    necesario la realizacin de ms estudios para esclarecer esta relacin.

    Colitis por Clostridium difficile

    El Clostridium difficile (Cd) es un bacilo Gram positivo cuyo ingreso en el ser humano lo

    realiza a travs de la va oral. Su forma vegetativa es eliminada al entrar en contacto con el

    cido gstrico, mas no en su forma esporulada. En los ltimos aos se ha observado un

    incremento de la incidencia de infecciones por Cd de forma paralela al aumento de la

    prescripcin de los IBP54, sin estar a la fecha comprobado el real papel de estos

    medicamentos. Un estudio poblacional caso-control realizado en Reino Unido y que incluy

    1672 casos, estableci que exista un incremento en el riesgo de adquirir una infeccin en

    relacin al Cd (OR de 2.9)54. Otros estudios observacionales y metanlisis tambin han

    asociado un incremento de 2-3 veces en el riesgo de adquirir infeccin por el Cd en personas

    que toman IBP55-57, sin embargo otros estudios no han podido confirmar esta relacin como

    el realizado por Shah et al quien encontr un mayor riesgo de infeccin por Cd slo en los

    pacientes con tratamiento antibitico, sonda enteral post-pilrica o con hipoalbuminemia57.

    Las conclusiones al respecto del riesgo de infecciones por Cd en relacin al IBP son

    controversiales y los mecanismos por los que estos medicamentos favoreceran las

    infecciones por el Cd son poco claras.

    Infecciones entricas

    43

  • SON SEGUROS LOS IBPs?

    Como habamos mencionado, la acidez gstrica constituye uno de los ms importantes

    mecanismos de defensa y situaciones de hipoclorhidria estn asociados con la colonizacin

    del tracto digestivo alto58 y riesgo de infecciones entricas59. Un meta anlisis reciente

    identific 6 estudios que investigaron esta asociacin demostrando un mayor incremento en el

    riesgo de infeccin en los pacientes con IBP (OR: 3.3) sobre los que recibieron antagonistas

    H2 (OR: 2.03). Los grmenes evaluados fueron: Salmonella, Campylobacter, E. coli, C.

    difficile y Shigella56.

    Tumores benignos y malignos

    Plipos fndicos

    Son los plipos gstricos ms comunes, estando presentes hasta en el 1.9% de la poblacin

    general y el 84% de los pacientes con poliposis adenomatosa familiar (PAF)6. Se consideran

    como lesiones benignas y los casos de displasia grave o de adenocarcinoma gstrico han sido

    excepcionales y se han visto en el contexto de pacientes con PAF68. La asociacin de estos

    plipos con el uso prolongado de IBP ha sido objeto de debate desde hace muchos aos. Un

    estudio caso-control que incluy 599 pacientes encontr un riesgo incrementado de plipos

    fndicos en pacientes con IBP por ms de un ao (OR 2.2; IC95%, 1.3-3.8) al compararlo

    con quienes lo usaron por menor tiempo (OR 1; IC95%, 0.5-18)69. La causa exacta de los

    plipos fndicos se desconoce70 y su asociacin con los IBP es poco clara debido a que su

    incidencia e historia natural estn pobremente caracterizadas47.

    Tumores carcinoides

    La gastrina tiene capacidad de estimular el crecimiento del tejido no slo gstrico, sino

    tambin de la mucosa colnica o del pncreas60-65. Una supresin cida importante lleva a la

    hipergastrinemia en casi todos los pacientes67. En ratones transgnicos, que expresaban una

    forma mutante del APC, la hipergastrinemia inducida por el omeprazol increment la tasa de

    proliferacin de las clulas adenomatosas y una disminucin significativa del tiempo de

    sobrevida66, adems en ratas la supresin cida produce hiperplasia de las clulas

    enterocromafn-like (CE-like), lo cual puede llevar a la formacin de un tumor carcinoide

    gtrico6. Sin embargo este fenmeno no ha sido observado en otras especies. En humanos, la

    hiperplasia de las CE-like es observada en el 10-30% de los usuarios crnicos de IBP, sin

    embargo nunca ha sido descrita la presencia de displasia o carcinoide invasivo6.

    44

  • SON SEGUROS LOS IBPs?

    Adenocarcinoma gstrico

    La colonizacin del Helicobacter pylori (Hp) en el cuerpo gstrico ocasionara una gastritis

    de cuerpo, que junto a la atrofia gstrica se ha relacionado al cncer de estmago en algunos

    estudios publicados71-72. Los IBP podran influir sobre la localizacin y severidad de la

    gastritis por Hp adems de acelerar la prdida de las glndulas del cuerpo gstrico, sin

    embrago en la actualidad no hay evidencia que este efecto de los IBP incremente el riesgo de

    cncer gstrico6. En todo caso, la erradicacin del Hp puede parcialmente prevenir y revertir

    estos efectos por tal motivo en el ao 2005, el consenso de Maastricht recomend la

    erradicacin del Hp en pacientes que requerirn de los IBP por largo tiempo6. Los cohortes

    realizados en personas en tratamiento prolongado con IBP no proveen de informacin sobre

    el cncer gstrico pues no se consideraba a este como objetivo final del estudio, adems estos

    trabajos publicados carecen del poder estadstico suficiente tanto por el nmero de

    participantes como por el periodo de seguimiento6.

    Adenocarcinoma de colon

    Thorburn et al, en un estudio epidemiolgico con 128 992 participantes objetivaron un

    incremento en el riesgo de neoplasia colnica en relacin a niveles altos de gastrina73 sin

    embargo otros estudios poblacionales, realizados recientemente y que se enfocaron en

    determinar el riesgo de neoplasia colnica, no han podido demostrar un incremento en el

    riesgo74-76.

    Conclusiones

    La mayora de revisiones y opiniones de expertos coinciden en que los IBP son frmacos

    altamente efectivos en reducir la acidez gstrica y con gran margen de seguridad. A pesar de

    que su uso se ha relacionado a distintos efectos indeseables, casi todas las conclusiones

    provienen de estudios observaciones que son susceptibles a errores y factores de confusin,

    es por lo tanto necesario la realizacin de estudios prospectivos, randomizados y controlados

    para confirmar la relacin entre los efectos anteriormente expuestos y el uso prolongado del

    IBP. Es muy importante recordar que todos los frmacos conllevan riesgos y que deberan de

    ser prescritos cuando exista una indicacin clnica adecuada con lo cual minimizaremos un

    uso innecesario e inapropiado reduciendo los riesgos asociados y costes al sistema pblico de

    salud.

    45

  • SON SEGUROS LOS IBPs?

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