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La Juventud en la Política
INDICE
Resumen…………………………………………………………………………3
Introducción……………………………………………………………………..4
1. Cultura política en los jóvenes……………………………………………5
1.1 Importancia……………………………………………………………….…..6
2. Concepto “política”…………………………………………………….……6
2.1 Cómo lo entiende la juventud ………………………………………….…..6
3. Factores causales………………………………...……………………........7
3.1 Económicos……………………………………………………………….….7
3.2 Sociales ……………………………………………………………...……....8
3.3 Culturales………………………………………………………………….….8
4. Credibilidad hacia el gobierno…………………………………………….9
4.1 Causas………………………………………………………………………..9
4.2 Élites que conforman el gobierno………………………………………...10
4.3 Corrupción ………………………………………………………………….10
4.4 Medios de comunicación ………………………………………………….10
5. Estadísticas…………………………………………………………………..11
5.1 Diversos fenómenos que conllevan al desinterés y la nula
participación ……………………………………………………………….……12
Conclusión………………………………………………………………….…..13
Glosario ……………………………………………………………………..…..14
Referencias………………………………………………………………..…….15
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Los jóvenes conforman un 50% de la población actual en nuestro país, por
lo tanto constituyen un sector importante en cuanto a la toma de decisiones,
precisamente de ahí se desprende una de las principales problemáticas que hoy
en día aqueja a la sociedad mexicana; el desinterés desmedido que se presenta
de la Juventud hacia temas relacionados con política. Diversas investigaciones se
han realizado sobre el tema y las conclusiones van desde que el joven no conoce
ni siquiera el concepto de política y si lo conoce no encuentra la razón de ser de
esa palabra, o que el principal motivo de este desinterés sea en contexto actual
que se vive hoy, en dónde nadie cree poder ser parte del gobierno que solo es
para unos cuantos, es decir, para las familias poderosas, generalmente esa es la
idea que se tiene por eso el ciudadano a caído en ese mal pensamiento, donde las
decisiones las toman esas élites y nuestra participación poco importa . Lo factores
que influyen a esta problemática son tres primordialmente: los sociales,
económicos y culturales, de ahí se desprende todo tipo de investigaciones
realizadas acerca de este tema, y todos ellos van de la mano uno es consecuencia
de otro por ello para intentar atacar estos problemas es necesario no sólo
conocerlos sino profundizar en ellos, mediante encuestas para ver qué grado de
influencia tienen. Este fenómenos se mantendrá hasta que se cambie la manera
de pensar del joven y se concientice de cuán importante es su participación dentro
de los procesos electorales, además de ello se mantenga informado de lo que
acontece día a día para que cuando tenga que elegir sea mediante un conciencia
clara y oportuna.
La Juventud en la Política
El tema de política por sí sólo es difícil de tratar, pero peor aun cuando se
trata con la juventud. Actualmente existe una gran apatía y falta de credibilidad
sobre estos temas, es por ello que se han realizado múltiples investigaciones
acerca de ello. Se ha profundizado respecto a si en México existe una cultura
política propia de los jóvenes o si, en realidad, los diferentes grupos de edad
comparten una cultura política similar aunque matizada por estructuras de poder y
configuraciones culturales regionales. Las características de la ciudadanía son
más significativas si estudiamos las prácticas políticas concretas, porque ahí se
expresa el carácter de los vínculos entre ciudadanía, partidos, gobiernos e
instituciones electorales encargadas de organizar y calificar las elecciones. La
importancia de este tema radica ahí, en que nosotros como parte de México no
podemos dejar a un lado el tema de la política y es su caso hallar la razón de la
apatía de nuestra juventud sobre este tema; para ello intervienen diversos factores
como son económicos, sociales y culturales; se puede abordar partiendo desde
ahí y desde las distintas ideologías que poseemos como individuos de este
territorio. Esta investigación pretende dar una respuesta a los puntos más
importantes a tratar acerca del desinterés de los jóvenes en la política y la
importancia que tiene su participación en ella, abordando desde el concepto hasta
datos estadísticos que indican la importancia y la necesidad de solución de este
fenómeno.
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En un país democrático, como es el caso de México es muy importante que sus
miembros sean activos y participen en los procesos electorales, además de que se
involucren en los temas referentes a política y gobierno. La dinámica de
participación electoral es de vital importancia para el estudio de la cultura política
en nuestros jóvenes, puesto que es una experiencia que relaciona al ciudadano
con el poder; el poder de elegir a quien nos guiará y representará. Esta
participación es la más importante pues es ahí donde la juventud ve puesta en
práctica la democracia y partir de ella podremos estudiar la posición que tienen
respecto a ella.
La participación electoral no es una decisión del todo individual, a pesar de que el
voto sea en una casilla sin nadie que esté de espectador, pero me refiero a no del
todo individual porque para seleccionar a algún candidato se toma en cuenta a los
partidos políticos, su desempeño y sobre todo la relación que el votante tiene con
los asuntos políticos y con respecto a ello se infiere que “La generación de una
ciudadanía democrática no es un proceso autónomo o que pueda alcanzarse
mediante cursos de educación cívica, sino que requiere modificar el carácter de
los vínculos establecidos entre ciudadanía, partidos y gobierno local, porque las
prácticas políticas entre ellos establecen posibilidades y limitaciones de una
ciudadanía democrática y democratizadora” (Gaona, Ciudadanía, partidos políticos
y gobierno, 2007). Para que el ciudadano acuda a votar es necesario que se
tengan las condiciones necesarias, es decir, se cuente con las casillas, las boletas
necesarias, pero además de ello, el votante debe estar convencido de que su voto
servirá para algo, ya sea para alimentar una relación clientelar o para elegir un
gobernante o un representante legislativo. (Tagle, “LA CULTURA POLÍTICA DE
LOS JÓVENES EN MÉXICO", 2007).
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La importancia de la cultura electoral radica en el impacto que produce al
momento de las elecciones. Una de las grandes problemáticas que ha llamado la
atención de los gobiernos y de los estudiosos de la política es el desinterés y la
indiferencia manifestadas por parte de estos hacia la participación política, por
ende, a la política misma; lo anterior queda demostrado en la segunda Encuesta
Nacional de la Juventud del año 2005, en la cual se registró que el 22.3% de los
jóvenes muestran un interés nulo por la política y las elecciones; el 38 % dice no
estar interesado en ver noticias sobre política. La razón argumentada fue que los
políticos no eran honestos, respuesta que claro, denota la problemática de la
participación política (Lomelí, Los jóvenes y su participación política: el papel de
los universitarios en una renovación, 2012).
Para grandes pensadores como Aristóteles la política es la coordinación de
muchas acciones y, por ello, en esta última hay que tener en cuenta la voluntad de
los demás. La política gira en torno a las leyes e instituciones creadas para
elaborarlas y administrarlas.
Por su parte la RAE la define como: Actividad del ciudadano cuando interviene en
los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.
Para la juventud (de 15-29 años) este término es una palabra más que escuchan
cotidianamente, pero sin embargo no saben a lo que se refiere, y los pocos que
saben o tienen una noción de ella la entienden con sinónimos, por ejemplo, mafia,
corrupción, dinero mal invertido y demás términos defectivos. La posición que ha
adoptado gran parte de la juventud es el resultado de las malas prácticas que
hacen nuestros gobernantes. El Colegio de México realizó una encuesta nacional
entre la población juvenil del país, con el objetivo de medir el nivel de cultura
política que alcanza la población de entre 18 y 29 años, con
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los siguientes resultados: 32% de los jóvenes mexicanos descarta contar con
alguna ideología, 34% reconoce predilección por las telenovelas y menos del 1%
se interesa por las secciones políticas de los diarios (Martínez, Juventud mexicana
abandona ideologías; prefieren telenovelas, 2014, pág. 12); aunado a esto se
puede inferir que nuestra juventud no entiende el concepto, y no conoce qué
derechos y obligaciones conlleva esto.
Las y los jóvenes mexicanos se interesan cada vez menos en la política de su
país. Esto tiene mucho que ver, según especialistas en el tema (Flores y
Meyemberg), con que no perciben una solución a las diferentes problemáticas en
las acciones políticas (Antezana, 9 de cada 10 jóvenes mexicanos se interesan
poco o nada en la política, 2015).
El desinterés de los jóvenes por la política es muy significativo, tienen un rechazo
hacia los políticos en turno y esto es debido a la corrupción reinante en todo el
órgano de gobierno, ya que no representan sus intereses; los intereses de ese
pueblo que los eligió sino más bien los suyos propios, así mismo preocupa la falta
de honestidad al ejercer las responsabilidades de la política. Una de las
principales razones por la que los jóvenes no participan en la política, es la falta de
información objetiva y veraz. Llegan a pensar que solo se les toma en cuenta
en época de elecciones y, después de ejercer su voto, dejan de importar para los
políticos. Esto ha generado una creciente apatía, lo que a la vez provoca que sean
muy pocos los jóvenes que se interesan y preocupan por quienes los representan.
Además de estas causas generales existen causas económicas, políticas y
sociales que nos llevan a este fenómeno.
La juventud es consciente de los principales problemas que aquejan al país: la
pobreza, la desigualdad, la corrupción y la inseguridad. Su rechazo no es
completamente con la política, sino con los partidos políticos o con los candidatos
de cada uno de ellos.
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El tema principal en el que se ve reflejado este fenómeno es la pobreza;
entre 2010 y 2012 aumentó la pobreza en el país, al pasar de 52.8 millones a 53.3
millones de personas. Además, 40.7 millones de habitantes son vulnerables y
podrían caer en pobreza, ya sea por tener ingresos bajos o por no tener acceso a
la educación, salud, vivienda o seguridad social (León, En México viven 53.3
millones de pobres, revela Coneval, 2014). Este enorme fenómeno lejos de ser
erradicado va en aumento, lo que ocasiona que la población crea menos en su
clase política, esta es la base de todos los males, una población pobre con falta de
oportunidades, nos lleva a un país más corrupto y a pasar por encima las normas
pues lo más importante es el vivir día a día.
La política está en crisis, los partidos políticos están en crisis, los líderes políticos
están en crisis. Estas afirmaciones son ciertas si partimos de que ni la política, ni
los partidos políticos, ni los líderes políticos parecen haber encontrado las
respuestas y satisfacciones que las poblaciones y las sociedades demandan para
solucionar los problemas. Hoy existe una percepción de desprestigio de
esta actividad, como así también de sus actores principales que están llamados a
solucionar los desafíos que va planteando la sociedad. La sociedad en general ha
dejado de creer en aquellos que nos representan y en particular los jóvenes, por la
falta de cumplimientos a sus propuestas.
Primordialmente radica en la educación que el joven tiene, desde el hogar hasta la
escuela y la sociedad en la que vive, pues es ahí donde tiene percepción del
gobierno en el que vive. Según datos del IFE se concluye que: falta cultura política
en los jóvenes; mientras desconfían de los políticos y rechazan la
intermediación como forma de solucionar los problemas, al mismo tiempo
manifiestan predilecciones claras hacia los diversos candidatos, aun cuando no se
preocupan por profundizar en las propuestas de cada uno de ellos.
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Todos los mexicanos que conocemos nuestra historia sabemos que desde hace
años ha sido error tras error; la falta de compromiso del gobierno hacia la
sociedad, y por ende, el sin fin de sucesos que hacen que cada vez más la
ciudadanía pierda confianza hacia sus representantes. Nuestra sociedad
estigmatiza a los jóvenes y los discrimina. Pocas veces reparamos en la
exclusión institucionalizada, histórica y sistemática, de la que son víctimas y de la
que somos responsables: el sistema educativo, el sistema laboral, el sistema de
salud. Sin educación, empleo ni salud, los jóvenes tienen pocas opciones: la
delincuencia, las adicciones, el suicidio o la migración.
En recientes estudios se refuerza la idea del poco o nulo interés de los jóvenes en
la política y en los bajos niveles de participación ciudadana juvenil, que es
necesario analizar con cuidado, para no continuar alimentando una imagen
negativa de los jóvenes. Un ejemplo de ello es la Encuesta Nacional de Valores en
Juventud 2012, realizada por el IMJUVE y el Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM, los jóvenes mexicanos mencionan estar “ poco” o “ nada”
interesados en la política (89.6%), mientras que un 9.5% declara estar “ muy”
interesado. Otro estudio es el que publicaron El Colegio de México y Berumen en
el que se refleja la dinámica de la cultura política y la participación ciudadana entre
los jóvenes de 18 a 29 años durante las elecciones de 2012.
El estudio destaca que cuando los jóvenes buscan incidir en algún problema
social, al menos el 9.3% utiliza las redes sociales para manifestar su descontento
o difundir información de problemas que le son significativos; Internet resulta el
medio más utilizado por los jóvenes para este efecto. Un 5.4% declara que ha
participado o participa en marchas o plantones y 5.2% participa en paros laborales
o huelgas (QUIJANO, 2014).
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Es muy común escuchar entre las opiniones de la gente que nosotros, los de
abajo, no tenemos posibilidades de estar dentro del gobierno; esa es la opinión o
forma de pensar con la que a diario viven los ciudadanos. Y eso es algo
completamente cierto, a diario despertamos con la noticia de que el hijo de tal
persona “importante” es diputado o candidato, pero siempre son las mismas, las
mismas familias poderosas con los recursos suficientes para que cuando ellas
decidan obtengan el puesto y el lugar que quieren. La politóloga Denisse Dresser,
en su libro “El país de uno”, refiere a éste fenómeno como un virus que acecha al
país y que lejos de erradicarlo es cada vez mayor y está más presente en la vida
de los mexicanos. El problema está ahí, en que nuestra clase política es la más
privilegiada, y por ello pocos intereses tiene por las necesidades de su pueblo, así
como el pueblo tiene muy pocas oportunidades de llegar a ocupar algún cargo
público y de que sus necesidades sean además de escuchadas resueltas.
Para muchos, hoy en día, el problema más grave al que se enfrentan los países
en desarrollo como México es a ese fenómeno llamado corrupción, está
comprobado que este fenómeno ha sido la causa principal de los problemas que
hoy aquejan a nuestro país. Es un mal que no es necesario, sin embargo está
presente día a día en la vida de todos, desde contribuir con una “mordida” al
policía que nos detiene, o sobornar a alguien para que nos facilite algo que
requerimos, desde esas pequeñas causas empieza este fenómeno. Es necesario,
si realmente queremos un cambio, empezar desde nosotros, porque sabemos que
este es un fenómeno compartido y que es responsabilidad tanto nuestra como de
nuestros políticos el hecho de que hoy en día exista corrupción.
Hoy en día los medios de comunicación (prensa, internet, periódicos, redes
sociales, etc.) han ganado un papel importantísimo en las decisiones que toma la
ciudadanía, pues por medio de sus campañas publicitarias, tienen el poder de
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persuadir a su público y más si es a una población poco informada y que no se
interesa en los asuntos políticos como lo son los jóvenes. Según el Colegio de
México, la televisión es el medio más popular: lo ve más de 95% de la población
joven. Las diferencias surgen en relación con el tipo de programación. A la
pregunta: ¿Qué tipo de programación ve con más frecuencia en la televisión?, lo
que más se ve son telenovelas (34%). En este rubro la diferencia por género es
muy grande: los hombres solo 11% mientras que las mujeres 55 por ciento. Los
hombres prefieren los noticieros (29%), lo mismo que los programas deportivos
(33%). La diferencia con las mujeres es muy grande: solo 17% ve noticieros y
apenas 2% programas deportivos (Tagle, Cultura política, democracia y los
jóvenes, 2007); lo que al respecto podemos concluir es que nuestra juventud ve lo
que no debería ver y se informa con medios no apropiados que no garantizan ser
certeros en lo que comunican.
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Es innegable el desinterés y la apatía que la juventud tiene hacia los temas de
política, y no es algo que sorprenda mucho o que no se esperara, como ya vimos
existen muchos fenómenos que hacen que este fenómeno sea más presente y
crezca cada día; fenómeno que no dejará de existir hasta que los ciudadanos,
tanto jóvenes como adultos entendamos la importancia que tiene esos temas, que
aunque parezcan aburridos y tediosos no lo son, pues hablar de ellos es hablar
de quien nos representa y toma decisiones por nosotros. Una manera de
solucionar esta problemática es la educación, es decir, educar al ciudadano desde
pequeño para que cuando participe tenga la conciencia política para hacerlo y no
vea estos temas como algo lejano a su realidad.
La juventud es consciente de los problemas que aquejan al país: la pobreza, la
desigualdad, la corrupción y la inseguridad, pero no siente que pueda cambiar
mucho las cosas si participa, o sea que un voto es solo eso, un voto más, que
dejará las cosas exactamente igual. Hemos llegado hasta cierto punto a una etapa
de conformismo en donde las injusticias que vemos son algo cotidiano, que es
parte del sistema y de nuestras vidas, esa es la principal razón por la que urge un
cambio en el sistema político y el la manera de pensar de las personas, porque
finalmente los jóvenes son el futuro y si no queremos seguir repitiendo la misma
historia que ha arrastrado nuestro país por años y años debemos cambiar ya,
ahora.
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Apatía: hace referencia a la desidia, el desgano, la indiferencia y la falta de fuerza.
Se trata, en otras palabras, del estado de ánimo impasible que se refleja en la
ausencia de ganas o entusiasmo.
Crisis: Situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o
un proceso.
Democracia: se entiende que la democracia es un sistema que
permite organizar un conjunto de individuos, en el cual el poder no radica en una
sola persona sino que se distribuye entre todos los ciudadanos
Electoral: De los electores o las elecciones o que tiene relación con ellos
Élite: Grupo selecto y minoritario de personas, animales o cosas.
Estigmatizar: Ofender la fama, el honor o la dignidad de una persona.
Política: Ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades
humanas, especialmente de los estados.
Predilección: Preferencia, tendencia o cariño especial que se siente hacia una
persona o hacia una determinada cosa entre otras.
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Disponible en: http://revoluciontrespuntocero.com/9-de-cada-10-jovenes-
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