Upload
yajaira-aviles
View
16
Download
6
Embed Size (px)
Citation preview
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITECNICO
“SANTIAGO MARIÑO”
EXTENSION BARINAS.
INTEGRANTE:
Yajaira Ojeda
C.I 16.371.734
Ingeniería de Sistema.
San Felipe, Junio 2015
La palabra pulso describe el latir de las arterias a raíz del paso continuo de la sangre que bombea el músculo cardíaco.
Con la onda de distensión provocada por el avance de la sangre, la arteria se expande y dicho movimiento puede percibirse en diversas partes del cuerpo, como ocurre en las muñecas y el cuello (ya que, en estos sectores corporales, las arterias se hallan más cerca de la piel).
CARACTERÍSTICAS DEL PULSO ARTERIAL
Frecuencia: Es el número de pulsaciones que se perciben
por minuto. Está dado por el número de latidos cardíacos
que se producen por minuto y a su vez estos latidos son el
resultado del funcionamiento autónomo de su sistema de
conducción.
Valores normales:
En el R.N. (recién nacido) 120 a 150 pulsaciones por minuto.
En el Adulto se dan valores de 60 a 90 latidos por minuto. La frecuencia del pulso aumenta con el
ejercicio físico, los períodos digestivos y las emociones, disminuyendo con el reposo, el sueño y el ayuno.
Si los valores son normales se dice que el pulso es eufígmico, si están aumentados el pulso es
taquisfígmico y si está disminuido se dice que es bradisfígmico.
CARACTERÍSTICAS DEL PULSO ARTERIAL
Regularidad: El pulso es regular o rítmico si cada onda
está separada de la que le precede y de la que le sigue
por un igual espacio de tiempo. Si esto no sucede el
pulso es irregular o disrrítmico.
Igualdad: El pulso es igual cuando todas las ondas tienen la misma amplitud (altura de la onda). La
igualdad se establece por la comparación entre las diversas amplitudes de las sucesivas ondas
pulsátiles. El pulso igual tiene todas las ondas de la misma amplitud. El pulso desigual tiene todas las
ondas de diferentes amplitudes (pulso completamente desigual) o en sucesión física de una onda
grande a la que le sigue otra pequeña y así sucesivamente. Esta variedad se denomina pulso
alternante.
CARACTERÍSTICAS DEL PULSO ARTERIAL
Tensión o dureza: Se mide a través de la presión
que debe efectuar la mano del operador para
anular la sensación de choque o levantamiento.
La dureza del pulso está dada por la presión que
ejerce la sangre dentro de las arterias más la
resistencia que dichas arterias ofrecen a esa
presión.
Amplitud: Es la altura de la onda del pulso y está condicionada por la magnitud de la presión
diferencial. La amplitud tiene relación directa con la magnitud de la expulsión ventricular, o sea el
volumen sistólico y relación inversa con la resistencia periférica. El pulso normal tiene una amplitud
mediana. Si la amplitud aumenta el pulso se denomina magno y si disminuye parvo o pequeño.
¿CÓMO TOMAR EL PULSO O MEDIR?
Hay muchas formas de tomar el pulso y, por lo tanto, de calcular la frecuencia cardiaca. Para
medirla sin la ayuda de ningún aparato electrónico, necesitaremos colocar los dedos índice y corazón
(nunca el pulgar) en una parte del cuerpo donde una arteria pase muy cerca de la piel. Así, puede
medirse en el cuello (pulso carotídeo), en la muñeca (pulso radial), en la ingle (pulso femoral), en la
parte interna del codo (pulso cubital), en la parte posterior de la rodilla (pulso poplíteo), en la sien
(pulso temporal) o en la cara interna del pie (pulso medio).
Una vez que se tenga localizado el pulso en una de estas zonas, presionando suavemente con los
dedos hay que contar cuántas pulsaciones tenemos en un minuto (o en medio minuto y multiplicarlo
por dos). La frecuencia cardiaca también se puede medir con ciertos aparatos electrónicos, que están
especialmente indicados para tomarla cuando se está realizando una actividad física. Se trata de los
conocidos como pulsímetros, aunque su nombre más correcto es el de frecuencímetro cardiaco. Estos
aparatos se componen de una cinta que se coloca a la altura del pectoral y que está conectado con un
reloj que mide la frecuencia cardiaca, aunque la mayoría de los modelos cuentan con funciones
añadidas como pueden ser el cronómetro, el contador de calorías consumidas, etcétera
¿CÓMO CALCULAR LA FRECUENCIA CARDIACA MÁXIMA?
No hace falta ser un deportista profesional para tener en cuenta la frecuencia cardiaca a la hora de
hacer cualquier actividad física. Y es que es importante conocer cuál es la frecuencia cardiaca
máxima a la que se puede llegar para no poner en riesgo nuestra salud, así como saber en qué
porcentajes podemos movernos para maximizar los beneficios de la práctica deportiva.
Para calcular la frecuencia cardiaca máxima existe una fórmula muy sencilla en la que hay que
restar a 220 la edad que se tenga; por ejemplo, si una persona tiene 40 años, su frecuencia cardiaca
máxima es 180. Nunca debe poner a su corazón a pulsaciones superiores a esta cifra.
Otra manera de calcularla es a través de la fórmula de Karvonen, que también tiene en cuenta la
frecuencia cardiaca en reposo para estimar hasta dónde podemos llegar. Para obtenerla hay que restar
a la frecuencia cardiaca máxima la frecuencia cardiaca en reposo, y con este resultado aplicaremos la
corrección del porcentaje. Esta fórmula, aunque mucho menos conocida, es más adecuada, puesto
que añade a la variable edad la de la condición física, ya que las personas más sedentarias suelen
tener una frecuencia cardiaca en reposo mayor.
IMPORTANCIA EN LA DOSIFICACIÓN DEL TRABAJO FÍSICO
Conocer la frecuencia cardíaca es importante entre otras razones, para dosificar nuestro ejercicio
físico, la frecuencia cardíaca se define como el número de veces que el corazón se contrae durante
un período de tiempo que normalmente suele ser un minuto. El conocimiento de nuestra frecuencia
cardíaca nos permite la práctica del ejercicio físico y el desarrollo de un plan de entrenamiento de
una forma controlada optimizando el esfuerzo.
Para conocer nuestra frecuencia cardíaca podemos emplear pulsómetros o simplemente medirla
cronometrando los latidos al palpar con el dedo índice y el medio, ciertas zonas de nuestro cuerpo
donde las arterias están próximas a la piel, la garganta, la muñeca o la sien son algunas de ellas.
Durante la práctica deportiva podemos valorar una serie de parámetros, que de forma subjetiva nos
permite hacer análisis básicos, algunos de ellos como el esfuerzo percibido, la respiración o nuestras
sensaciones físicas únicamente nos permite realizar una serie de aproximaciones, conocer la
frecuencia cardíaca es un parámetro mucho más objetivo que depende de factores internos y
externos, y nos permite hacer un seguimiento más amplio de nuestro estado físico.