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esto

y vivo

.

Había una vez dos hermanos los cuales tenían problemas, por no ponerse de acuerdo en algunas situaciones el mayor de ello se caracterizaba por ser alegre, humilde y por ayudar a los más necesitados, mientras que el menor lo que hacía era quejarse por todo lo que le pasaba. Hasta que una situación bien triste hizo cambiar su forma de ser y la manera de ver la vida.

Un día iba camino al colegio y se encontró con un muchacho de la calle que se le acerco pidiéndole dinero para él y sus hermanitos para comer; él con la amargura que lo caracterizaba le dijo ¡No tengo dinero y si lo tuviera tampoco te lo daría porque yo sé que lo vas a gastar en tonterías!, el muchacho de la calle con una sonrisa sincera le dijo ¡No seas malo anda regálame tan solo unas monedas, no te estoy pidiendo toda tu mesada amigo!

El menor de los dos hermanos le dijo yo no soy tu amigo como crees que voy hacer amigo de un mendigo como tú estás loco… el mendigo le dice pero si quieres te llevo a conocer a mis hermanos para que te des cuenta que no te estoy mintiendo; el hermano menor ya arto le lanza tres monedas y le dijo toma pero déjame en paz porque voy a llegar muy tarde a clase..

El muchacho con la ropa sucia y rota pero con la sonrisa humilde y sincera levanto las tres monedas y le dijo muchísimas gracias y que solo Dios te multiplique ese dinero en bendiciones y buenas cosas.

Lo que no sabía el hermano menor era que ese mendigo era un buen amigo de su hermano mayor el cual estaba haciendo una tesis acerca de la pobreza extrema y del trato que le dan las personas que están en situación de calle; este muchacho le pidió de favor que si le podía poner a prueba su hermano menor, él le respondió con todo gusto amigo mío yo te ayudo con eso.

El hermano menor camino al colegio y se decía así mismo porque tiene que haber personas así tan marginal y cochina.

Ahora voy a llegar tarde por culpa de ese indigente ignorante, al llegar el colegio se consiguió la entrada cerrada. En ese instante empezó a decir malas palabras; ese día tenía examen de matemáticas.

Al cabo de tan solo diez minutos por la parte de atrás del colegio cuatro bandidos saltaron la pared con el propósito de robar las computadoras que se situaban en el laboratorio de computación.

Pero al estar adentro los bandidos se consiguieron con los vigilantes del colegio y uno de los maleantes asustado lanzo una granada que tenia escondida en uno de los bolsillos de su pantalón lo que no se dio cuenta fue que esa granada callo en el salón que estaba cerca del laboratorio de computación dicho salón era donde el hermano menor iba a presentar su examen de matemáticas.

Todos los estudiantes que estaban en el salón murieron y la profesora quedo con quemaduras y heridas irreversibles.

El quedo impactado y en shoah y le dio gracias a Dios por estar vivo y salvarse de esa masacre. Pasaron dos días y reflexiono acerca de la situación que le había pasado con el mendigo.

Y se dijo gracias a ese indigente yo estoy vivo tengo que darle gracias. Pero al dirigirse al sitio donde lo había visto por primera vez, no lo encontró y pregunto por él y sus características físicas a las personas que iban pasando por el lugar, las personas no sabían de ese mendigo o simplemente le decían por este lugar nunca ha visto ningún mendigo.

Al llegar a su casa se encontró en la sala a su hermano mayor y al amigo (mendigo).

Cuando lo vio se asombro muchísimo y le pregunto ¿qué haces tú en mi casa? Y el mendigo le respondió gracias por haber sido parte de mi tesis no sabes cuánto estoy agradecido contigo amigo, porque ya soy un licenciado en Ciencias Sociales. Y el hermano menor le contesto, gracias a ti porque hoy estoy vivo y estoy hablando contigo.

La vida del hermano menor cambio desde ese momento y aprendió la lección y se aseguro de ayudar y ser un mejor individuo cada día y no discriminar a nadie por su vestimenta.

Autor: Gonzalo Colmenárez