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Una adicción
El cigarrillo o “el faso” es paraalgunos una costumbre y paramuchos, una verdadera adicción.
El humo del tabaco contiene masde 4.000 sustancias; hasta elmomento se ha comprobado latoxicidad de 50.
El humo paraliza las cilias, anula su función
justo cuando mas se necesitan: las
partículas de carbono y alquitrán que
forman la parte visible del humo.
También impide la acción defensiva de
los glóbulos blancos en los pulmones y
los irrita, generando gran cantidad de
moco, que no puede ser eliminado debido
a la parálisis de la cilias.
Todo esto favorece, en los fumadores,
las enfermedades respiratorias y la
clásica “tos del fumador”.
Existen tres componentes fundamentales en
el humo del cigarrillo que son riesgosos
para la salud.
En general, los fumadores son mas
propensos a las enfermedades,
principalmente del aparato respiratorio.
Algunos de estos efectos se desarrollan a
corto plazo y pueden ser severos.
Esto también puede contribuir al desarrollo
de un enfisema.
El enfisema es la ruptura de los alvéolos:
bolsitas que forman los pulmones y que
intercambian gases con la sangre.
Esto reduce la superficie de intercambio de
oxigeno y dióxido de carbono con la
sangre, y, en consecuencia, ante el menor
esfuerzo, la persona siente dificultades
para respirar y fatiga.
El tabaquismo, junto con la dieta rica en
lípidos y la vida sedentaria, es uno de los
factores de riesgo en el desarrollo de
enfermedades cardiovasculares.
La nicotina y el monóxidos de carbono en
el humo del cigarrillo aumenta el deposito
de grasas en las arterias y favorecen el
desarrollo de ateroesclerosis.
Durante el embarazo, el tabaquismo no solo afecta a la madre, sino que también puede producir el nacimiento prematuros o de bebes con bajo peso, que pueden tener complicaciones en su desarrollo.
Existen tratamientos que ayudan a dejar de fumar, si la persona esta convencida de hacerlo. Estos tratamientos se basan en el suministro de nicotina, ya sea a través de parches que se colocan en la piel o de chicles con nicotina.
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