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El DecamerónTercera Jornada

Ilustraciones de Celedonio Perellón

Tercera jornada

Bajo el gobierno de Neifile, sobre quien haya conquistado con ingenio algo muy deseado o haya recobrado algo perdido.

La Tercera Jornada de “El Decamerón” contiene diez aguafuertes realizados al azúcar, uno para cada jornada, y se realizan con dos planchas, entre las cuales se reparten varios colores Los dibujos a línea son litográficos.

Técnica de grabado: aguafuerte y aguatintas bruñidas con dos planchas.

El epílogo corre a cuenta de Carlos Alonso, de la escuela Central de Idiomas.

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El Hortelano

Novela Primera:

Masetto de Lamporecchio se finge mudo y entra como hortelano en un monasterio de mujeres, que rivalizan en acostarse con él.



El Palafrenero

Novela segunda:

Un palafrenero se acuesta con la mujer del rey Agilulfo y éste lo advierte, sin decir nada; lo encuentra y le corta el pelo; el tonsurado tonsura a todos los demás y así se salva de la mala ventura.



El fraile engañado

Novela tercera:

Bajo especie de confesión y de purísima conciencia una señora enamorada de un joven induce a un excelente fraile, sin que éste se dé cuenta, a hallar el modo de satisfacer por entero su placer.



Fray Felice

Novela cuarta:

Fray Felice enseña al terciario Puccio cómo alcanzar la bienaventuranza haciendo una penitencia que él sabe; Puccio la hace y fray Felice mientras tanto se divierte con la mujer del terciario



El Acicalado

Novela quinta:

El Acicalado regala a micer Francesco Vergellesi un palafrén suyo, y gracias a eso habla a su mujer con su licencia; como ésta calla, él se contesta como si ella fuese, y a su respuesta sigue el efecto consiguiente.



El engaño

Novela sexta:

Ricciardo Minutolo ama a la mujer de Filippello Sighinolfi; sabiéndola celosa, le dice que al día siguiente Filippello ha de encontrarse con su mujer en unos baños y la hace ir allí; y creyendo haber estado con su marido se encuentra con que ha estado con Ricciardo.



Tedaldo

Novela séptima:

Tedaldo, enojado con una amante suya, se va de Florencia; regresa al cabo de algún tiempo disfrazado de peregrino, habla con la mujer y le hace reconocer su error y salva de la muerte al marido, acusado de haberlo matado a él; lo reconcilia con los hermanos y después, discretamente, con su amante goza.



El purgatorio

Novela octava:

Ferondo come ciertos polvos y es enterrado por muerto; el abad, que con su mujer se huelga, lo saca de la sepultura, lo encarcela y le hace creer que está en el Purgatorio; después, resucitado, cría como propio a un hijo engendrado por el abad en la mujer.



Giletta de Narbona

Novela novena:

Giletta de Narbona cura al rey de Francia de una fístula; pide por marido a Beltrán de Rosellón, el cual casado contra su voluntad, marcha despechado a Florencia; allí, cortejando a una joven, se acuesta sin saberlo con Giletta, que le da dos hijos; después de esto la amó y la trató como a su mujer que era.



El diablo en el infierno

Novela décima:

Alibech se hace ermitaña y el monje Rústico le enseña a meter el diablo en el Infierno; llevada después de allí, se convierte en la esposa de Neerbale.



Tras la cena

Los veinticuatro grabados al aguafuerte y al aguatinta, ceñidos y luminosos, vivos y mordaces, culta y sensualmente mediterráneos que Perellón nos ofrece en los dos primeros tomos de la obra, responden fielmente a la idea del maestro Eugenio D’Ors cuando escribió sobre "El Decamerón": "Lo que llamamos alegre, gozoso, es su sintaxis... Boccaccio es como Giorgione. En los colores y en las palabras se han filtrado rayos del sol de mayo"

