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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA EQUINOCCIAL MAESTRÍA EN EDUCACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL Tesis de grado para la obtención del título de: Magister en Educación y Desarrollo Social TEMA: REFORMA DEL DISEÑO CURRICULAR BASADO EN COMPETENCIAS, PARA LA TECNOLOGÍA EN MECÁNICA INDUSTRIAL DEL INSTITUTO TECNOLÓGICO FISCOMISIONAL “JUAN XXIII” DE LA CIUDAD DE TENA PROVINCIA DE NAPO Autor: Ing. Guido Daniel Basantes Romero Director: Ing. Pablo Hernández Quito, Ecuador 2011

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA EQUINOCCIALrepositorio.ute.edu.ec/bitstream/123456789/12344/1/45930... · 2015-05-22 · vi ABSTRACT OF THESIS This research was conducted in the Fiscomisional

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  • UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA EQUINOCCIAL

    MAESTRÍA EN EDUCACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL

    Tesis de grado para la obtención del título de: Magister en Educación y Desarrollo Social

    TEMA: REFORMA DEL DISEÑO CURRICULAR BASADO EN COMPETENCIAS,

    PARA LA TECNOLOGÍA EN MECÁNICA INDUSTRIAL DEL INSTITUTO

    TECNOLÓGICO FISCOMISIONAL “JUAN XXIII” DE LA CIUDAD DE TENA

    PROVINCIA DE NAPO

    Autor:

    Ing. Guido Daniel Basantes Romero

    Director:

    Ing. Pablo Hernández

    Quito, Ecuador

    2011

  • ii

    Del contenido del presente trabajo se responsabiliza el autor.

    ______________________________

    Ing. Guido Daniel Basantes Romero

    AUTOR

  • iii

    AGRADECIMIENTO

    Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a todas

    las personas que bondadosamente colaboraron para la

    elaboración de esta tesis de grado.

    Al Ing. Pablo Hernández y lectores, de forma muy

    especial, por la oportuna orientación que me brindaron

    para el desarrollo del presente trabajo de investigación.

  • iv

    DEDICATORIA.

    La presente tesis de grado está dedicada a toda mi

    familia, al fundamento de mi vida mi esposa Verónica y

    mi hija Kristel, a mis profesores, mi universidad, quienes

    me apoyaron con abnegación y esfuerzo para la feliz

    culminación de mis estudios de postgrado.

  • v

    RESUMEN DE LA TESIS

    La presente investigación se la realizó en el Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN

    XXII”, de la ciudad de Tena provincia del Napo, nace por la necesidad imperiosa de realizar

    una actualización de la malla curricular de la carrera de Tecnología en Mecánica Industrial

    basada en competencias, propósito de la investigación realizada, fundamentada en la

    investigación científica para la obtención de la información utilizando una guía de entrevista

    como instrumento aplicado en las distintas instituciones educativas fuentes de información

    relacionada a la especialidad, de la que se obtuvo como resultados relevantes tales como: las

    entidades educativas poseen en la actualidad un diseño de mallas curriculares en donde se

    definen con claridad sus competencias generales y específicas de cada especialidad, excepto la

    del Instituto “JUAN XXIII” que no ha sido actualizada desde el año 2003, por lo que se

    plantea en el capítulo VI una propuesta de diseño curricular basada en competencias diseñada

    de acuerdo las necesidades del contexto donde se desarrollan los profesionales de esta

    especialidad, con la realización de esta tesis se ha acrecentado los conocimientos del autor en

    los campos de investigación científica, modelos educativos, diseños curriculares y aspectos

    legales referentes al ámbito de educación superior, a más de los recibidos en el programa de

    formación.

    Palabras claves: reforma, malla, currículo, propuesta, tecnología, mecánica, industrial,

    asignaturas, competencias, Juan XXIII, Napo, Tena

  • vi

    ABSTRACT OF THESIS

    This research was conducted in the Fiscomisional technological Institute "JUAN XXII", the

    city of Tena in the Napo province, was founded by the urgent need for an update of the

    curricular mesh of the career of technology in mechanical Industrial competence-based,

    purpose of the research carried out, based on scientific research to obtain the information

    using a guide of interview as a tool applied in the various educational institutions sources of

    information related to the speciality, of which was obtained as relevant outcomes such as:

    educational institutions currently have a design of curricular where their general and specific

    competencies of each specialty, except the Institute "JUAN XXIII" that has not been updated

    since 2003 of its creation are defined clearlyso a proposal for curriculum design is raised in

    chapter VI designed competence of agreement-based needs of the context where they develop

    professionals in this field, with the completion of this thesis is has increased the knowledge of

    the author in the fields of scientific researcheducational models, curriculum design and legal

    aspects relating to the field of higher education, more than those received in the training

    programme.

    Keywords: reform, mesh, curriculum, proposal, technology, mechanical, industrial, subjects,

    competences, Juan XXIII, Napo, Tena.

  • vii

    CERTIFICACIÓN DEL TUTOR

    Certifico que la presente tesis ha sido revisada en su totalidad, facultando al autor la

    autorización para ser defendida.

    ________________________

    Ing. Pablo Hernandez

  • TABLA DE CONTENIDOS

    Páginas.

    Responsabilidad de autoría…………………………………………………………….. ii

    Agradecimiento………………………………………………………………………... iii

    Dedicatoria……………………………………………………………………………... iv

    Resumen de la tesis…………………….………………………………………………. v

    Abstract of thesis………………………………………………………………………. vi

    Certificación del tutor………………….………………………………………………. vii

    CAPÍTULO I

    1. Introducción……………….…………….………………………………………… 1

    1.1. Planteamiento del problema…………….………………………………………… 3

    1.2. Formulación del problema………………………………………………………... 4

    1.3. Preguntas de investigación…..……………………………………………………. 5

    1.4. Justificación del tema……………………………………………………………... 6

    1.5.Objetivos…………………………………………………………………………... 7

    1.5.1. Objetivo general………………………..……………………………………….. 7

    1.5.2. Objetivos específicos………………………………..…………………………... 7

    1.6. Alcance de la investigación……………………………………………………….. 8

    CAPÍTULO II

    2. Marco de referencia……………..…………………………………………………. 9

    2.1. Marco teórico…………………..…………………………………………………. 9

    2.1.1. Competencia: un concepto polisémico y variante.…………………………….. 9

    2.1.2. Caracterización de la competencia………………………….………………….. 11

    2.1.3. Importancia de la competencia en educación………………………………….. 15

    2.1.4. Clasificaciones de las competencias.………………….……………………...… 18

    2.1.5. Planificación por competencias………………….……………………………... 21

    2.1.6. Enseñanza por competencias……………..…………………………………….. 23

    2.1.7. Evaluación por competencias…………….…………………………………….. 25

  • 2.1.8. La teoría curricular……………………………………………………………… 30

    2.1.9. Momentos para realizar un diseño curricular…………………………………… 30

    2.2. Marco conceptual…….…………………………………………………………… 44

    2.4. Marco temporal y espacial…………….…………………………………………. 53

    2.5. Variables e indicadores…………………………………………………………… 53

    CAPÍTULO III

    3. Metodología…………………………………………………………………………. 56

    3.1. Unidad de análisis……………………………...………………………………….. 56

    3.2. Población y muestra……………………………………………….………………. 58

    3.3. Tipo de investigación…………..………………………………………………….. 63

    3.4. Métodos de investigación….……..……………………………………………….. 63

    3.5. Técnicas e instrumentos……….…………………………………………………... 63

    3.6. Fuentes de información. ……………………….…………………………………. 64

    CAPÍTULO IV

    4. Resultados y análisis……………...………………………………………………… 66

    4.1. Datos cualitativos……….………………………………………………………… 66

    4.2. Análisis de datos cualitativos………………………………….………………….. 72

    4.3. Datos cuantitativos: Cuadro comparativo de créditos y porcentajes de ejes de

    formación de mallas curriculares………..……………………………………………..

    75

    4.4. Análisis de datos cuantitativos…………………………………………………… 77

    CAPÍTULO V

    5. Propuesta …….……...…………………………………………………………….... 79

    Propuesta portada……...………………………………………………………………. 80

    Propuesta de diseño curricular basado en competencias………………………….…… 81

    1. Datos informativos………..……………………………………………………….. 81

    2. Antecedentes……………………………………………………………………… 81

    3. Justificación………………………………….……………………………………. 82

  • 4. Objetivos de la propuesta………………………………………………….……… 84

    5. Etapas del diseño curricular……..………………………………………………… 84

    5.1. Marco referencial de la carrera…………………..………………………..………. 84

    5.2. Fundamentación científica y técnica de la carrera de Tecnología en Mecánica

    Industrial……………………………………………………………………………

    96

    5.3. Elaboración de perfil por competencias………………………………………….. 100

    5.4. Organización y estructura del currículo…………………………………………… 106

    5.5. Malla curricular propuesta para la tecnología en mecánica industrial………...….. 118

    5.6. Asignaturas de libre elección…………………..………………………………….. 119

    5.7. Marco administrativo………..…………………………………………………….. 119

    6. Marco legal……………………………………………...…………………………. 121

    Conclusiones…………………………………………………………………………… 122

    Recomendaciones……………………………………………………………………… 123

    Bibliografía………………………………………………………………….………… 126

    Webgrafía……………………………………………………………………………… 128

    Anexos…………………………………………………………………………………. 129

    Anexo 01 Modelo de guía de entrevista……………………………………………….. 129

    Anexo 02 Modelo del cuadro comparativo……………………………………………. 134

    Anexo 03 Fotos del instituto “JUAN XXIII”………………………………………….. 135

    Anexo 04 Oficio de petición de información institucional para la elaboración de la

    tesis……………………………………………………………………………………..

    139

    Anexo 05 Evaluación diagnóstica del CONESUP al instituto “JUAN XXIII”……….. 140

    Anexo 06 Mallas curriculares de instituciones educativas de nivel superior….………. 159

  • 1

    CAPÍTULO I

    1. INTRODUCCIÓN

    “Libre, y para mi sagrado, es el derecho de pensar... La educación es fundamental para la

    felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los

    pueblos.” (Benito Juárez)

    Este derecho de pensar y educar, motiva al autor de esta tesis a plantear una reforma del

    currículo de la Tecnología en Mecánica Industrial por competencias, desarrollando el

    presente trabajo de investigación en el Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN XXIII”

    de la ciudad de Tena provincia de Napo.

    El mejoramiento continuo de las carreras de educación superior y la políticas actuales,

    hacen que, los nuevos y futuros egresados reflejen en sus perfiles de formación criterios

    actuales de formación técnica, contextualizada en un diseño curricular basado en

    competencias.

    Entre los factores que propulsaron la definición del tema de investigación y su desarrollo

    en la institución fueron: el avance del desarrollo curricular de educación técnica en

    instituciones de provincias cercanas que ofertan esta especialidad, el informe de

    evaluación diagnóstica institucional realizada por el Conesup del 9 al 11 de marzo del

    2005, como también la motivación de mejora de los estudiantes, docentes y directivos del

    establecimiento.

    A continuación se muestra una reseña histórica institucional donde se refleja el

    crecimiento y la necesidad de seguir mejorando por el beneficio de la educación técnica y

    de la sociedad.

  • 2

    Reseña Histórica:

    El Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN XXIII” inició sus labores desde los

    primeros años de haberse instalado la Misión Josefina del Napo, y con el carácter de

    Escuela de Artes y Oficios, con ramas de carpintería y mecánica. Los primeros

    instructores fueron los Hermanos Cayetano Danzo, desde 1927 y Sante Rebesco desde

    1930. Colaboró también el Hermano Santiago Orso impartiendo las materias de:

    Castellano, Aritmética, Dibujo Técnico y Artístico.

    En esta inicial escuela misional se formaron algunos artesanos que prestaron un gran

    servicio a la población, porque en aquel entonces se carecía completamente de artesanos

    en la zona. Entre ellos anotamos a Francisco Grefa apodado Huagra Chaqui de

    Archidona y a Venancio Chimbo.

    El 16 de Noviembre de 1954, con resolución ministerial Nº 549, el señor ministro de

    educación Dr. Adolfo Jurado González, autorizó la fundación en la ciudad de Tena

    Provincia del Napo a la Escuela Artesanal de Mecánica y Carpintería con cuatro años de

    estudio, Luego el 7 de diciembre de 1965 se transformo en Colegio Artesanal anexo a la

    Escuela Domingo Sabio Con resolución ministerial Nº 3191, bajo la autorización del

    Ministro de Educación Dr. César Jaramillo.

    En 1966 siendo rector el Padre Luís Villacís pasó a ser Colegio Industrial con el Nombre

    de “JUAN XXIII” y al año siguiente tomó el nombre de Colegio Técnico “JUAN

    XXIII”, con la sección del ciclo básico, en ese entonces dirigía el colegio el Padre

    Gustavo Orbea, el 17 de enero de 1972, se autorizó el ciclo diversificado con carreras

    cortas de Mecánica Polivalente con resolución ministerial Nº 135.

  • 3

    Con el pasar de los años en el Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN XXIII” se

    crearon nuevas especialidades en diferentes ramas que actualmente son las siguientes:

    NIVEL MEDIO:

    Mecanizado y construcciones Metálicas.

    Mantenimiento de Vehículos Automotrices con la especialización de Electromecánica

    Automotriz.

    Electricidad y Electrónica con la especialización de Instalaciones, Equipos y Máquinas

    Eléctricas

    NIVEL SUPERIOR:

    Tecnología en Mecánica Industrial.

    Tecnología en Mecánica Automotriz.

    Tecnología en Electricidad.

    1.1. Planteamiento del problema

    El desarrollo de la presente tesis, se ejecutó en el Instituto Tecnológico Fiscomisional

    “JUAN XXIII” de la ciudad de Tena, provincia del Napo; en donde, el autor de esta

    investigación presta sus servicios profesionales como docente del área de mecánica

    industrial y coordinador del nivel superior. Desde el ingreso del autor de este documento al

    cuerpo docente del Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN XXIII” en Agosto del

    2005, al área de mecánica industrial; se ha visto la necesidad de realizar un diseño

    curricular en la Tecnología en Mecánica Industrial por competencias, ya que hasta la

    actualidad se sigue formando tecnólogos basándose en un proyecto curricular

    desactualizado orientado a la satisfacción de necesidades de las compañías y talleres de la

    región, lo que afecta en la formación de los egresados de la especialidad en mecánica

  • 4

    industrial, que continúan sus estudios y desean obtener un título de tercer nivel, ya que no

    pueden ingresar en semestres análogos a su formación sino que deben iniciar la carrera

    desde semestres inferiores e incluso desde el inicio, en lo referente al número de créditos

    de las asignaturas, existen algunas con demasiados créditos y también hay materias con

    pocos créditos lo que hace que la formación del estudiante no sea proporcional en cuanto a

    los contenidos que debe recibir, en el orden no lógico de materias se deriva la falta de

    comprensión y captación de conocimientos por no tener materias bases o previas

    debidamente ordenadas, la formación del egresado está desmejorada ya que los contenidos

    de las materias que existen en su proyecto aprobado por el CONESUP, no están de

    acuerdo con los que actualmente existen en carreras afines en otros institutos tecnológicos,

    universidades y escuelas politécnicas del país, y finalmente el diseño curricular que

    actualmente está en vigencia no responde a las sugerencias del informe diagnóstico

    institucional realizado por el Conesup en marzo del 2005 (Anexo 05); lo que hace que el

    nivel de desempeño estudiantil decrezca.

    De lo mencionado anteriormente resultan egresados con una formación no acorde a la

    realidad nacional de educación técnica a nivel de tecnología, perdiendo demanda en la

    sociedad donde se desarrolla la institución cuya oferta académica no está actualizada, es

    por esto que se propone la presente tesis realizada con el objetivo de reformar e innovar

    por competencias, la malla curricular para la Tecnología en Mecánica Industrial del

    Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN XXIII” de la ciudad de Tena.

  • 5

    1.2. Formulación del problema

    Ausencia de una reforma y actualización del diseño curricular basado en competencias,

    para la Tecnología en mecánica industrial del Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN

    XXIII” de la ciudad de Tena provincia de Napo, tomando en cuenta apreciaciones de

    instituciones técnicas de educación superior, estudiantes, docentes, directivos y comunidad

    donde se desarrollan los egresados de esta especialidad, estos últimos cuatro criterios

    reflejados en las sugerencias del Conesup, realizados en el informe de evaluación

    diagnóstica institucional efectuada en marzo del 2005.

    1.3. Preguntas de investigación

    Una vez analizado el proyecto de transformación de Instituto Superior a Instituto

    Tecnológico y de forma detallada su malla curricular para la Tecnología en Mecánica

    Industrial se han formulado las siguientes interrogantes:

    ¿Cuál es la incidencia del proceso de planificación curricular orientado solamente al

    campo laboral, sin una secuenciación ordenada de asignaturas y contenidos programáticos

    por nivel, en los egresados de la Tecnología en Mecánica Industrial?

    ¿Qué reformas e innovaciones se pueden realizar en el diseño curricular para la

    Tecnología en Mecánica Industrial y su inmediata implementación?

    Para llevar a cabo la investigación se descompondrá las preguntas planteadas

    anteriormente en sub preguntas las que se muestran a continuación:

    ¿De qué modo afecta la falta de secuencia ordenada de las materias técnicas en los

    egresados de esta especialidad?

  • 6

    ¿Qué impacto existe en la aplicación de conocimientos desactualizados en el campo

    laboral donde se desempeñan los tecnólogos de esta institución?

    ¿Cuál es el objetivo competitivo de la carrera?

    ¿Cuáles son las competencias tanto generales de la carrera como las competencias por

    semestre y por materia?

    ¿Por qué los egresados de esta especialidad no logran ingresar a semestres análogos en las

    diferentes universidades y escuelas politécnicas del país?

    ¿Qué incidencia produciría la reforma e innovación del diseño curricular de la Tecnología

    en Mecánica Industrial?

    1.4. Justificación del tema

    El desarrollo e innovación se refieren al mejoramiento continuo de la calidad de la

    educación y vida.

    El presente tema de investigación se ha planteado, consientes de los grandes potenciales

    tanto humanos, socio culturales y técnicos que posee la provincia de Napo y la región

    amazónica en sí, y de las grandes oportunidades que tienen presente los egresados del

    Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN XXIII”; se propone a las autoridades de la

    Universidad Tecnológica Equinoccial y al mismo tiempo a los representantes académicos

    y administrativos de la Maestría en Educación y Desarrollo social la reforma e innovación

    por competencias del diseño curricular para la Tecnología en Mecánica Industrial del

    Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN XXIII” de la ciudad de Tena.

  • 7

    Siendo la razón principal de este tema, aportar con el desarrollo de esta investigación en la

    implementación inmediata del nuevo diseño curricular para la Tecnología en Mecánica

    Industrial del Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN XXIII”, gracias a la aplicación y

    profundización de los conocimientos adquiridos en la formación académica del programa

    de la maestría, beneficiándose con esta indagación en primer lugar y principalmente los

    futuros egresados con competencias que cursaran en el nuevo currículo, brindándoles

    nuevas fortalezas y oportunidades para desarrollarse como seres humanos y en el campo

    profesional, en segunda instancia la institución educativa ya que por medio de esta reforma

    e innovación, realizará de mejor manera la formación académica y profesional con una

    visión científica y humanística en el desarrollo, innovación, promoción y difusión de

    saberes y culturas; así como también el desarrollo de las nuevas habilidades pedagógicas

    que desarrollarán el cuerpo docente que labora en la sección superior en la formación

    integral y la construcción del nuevo conocimiento teórico, técnico, humano, e instrumental

    competente, en los egresados que aportarán soluciones positivas para dar solución a los

    diferentes problemas del contexto donde se forjen profesionalmente y del país.

    1.5. Objetivos:

    1.5.1. Objetivo General:

    Realizar una propuesta de reforma por competencias del diseño curricular para

    la Tecnología en Mecánica Industrial del Instituto Tecnológico Fiscomisional

    “JUAN XXIII” de la ciudad de Tena.

  • 8

    1.5.2. Objetivos específicos:

    Profundizar conocimientos en los temas referentes al diseño curricular, modelos

    pedagógicos y normas legales de educación superior.

    Incorporar en la nueva propuesta sugerencias realizadas por el Conesup en el

    informe de evaluación diagnóstica del 2005 (Anexo 05).

    Establecer un nuevo modelo del perfil profesional en base a criterios de

    instituciones de educación superior.

    Constituir campos de acción laboral de los tecnólogos en mecánica industrial de

    acuerdo al crecimiento productivo y actividades económicas industriales de la

    región.

    1.6 Alcance de la investigación

    El alcance de la investigación es educativo, ya que la investigación se desarrolló en el

    Instituto Tecnológico Fiscomisional “JUAN XXIII”, en lo referente a la reforma e

    innovación curricular por competencias de la Tecnología en Mecánica Industrial.

  • 9

    CAPÍTULO II

    2. MARCO DE REFERENCIA

    2.1. Marco Teórico

    Enfoque por competencias.

    “Competencia” es una palabra problemática y retadora. Es problemática, porque su

    origen no es único, sino múltiple, y porque llegó al lenguaje educativo proveniente del

    mundo del trabajo. Cuando uno indaga por la etimología de este término, encuentra los

    verbos competer y competir. Del primero proviene competente y, del segundo,

    competitivo. Y el sustantivo competencia es común a ambos verbos. Además, es

    retadora, porque exige delimitar y establecer referentes para llegar a una definición lo

    más satisfactoria posible en el contexto de la educación.

    2.1.1. Competencia: un concepto polisémico y variante

    Cuando se recurre al diccionario, aparecen según LEBOYER, Claude (1997, pág. 7-10.)

    seis acepciones de competencia: “significa autoridad como en ese lago es competencia

    de los alcaldes A y B, capacitación cuando habla en inglés, muestra la competencia que

    ha adquirido después de estudiar un año, incumbencia ese problema es de la competencia

    de un juez penal, cualificación contrataremos profesoras que tengan una adecuada

    competencia docente, suficiencia Jorge ha certificado su competencia profesional para

    ser nombrado director de ese plantel y competición nuestro equipo ganó en la

    competencia ciclística”.

    Al remitirse a la historia, un autor MULDER, Martin (2006, http://alianza-

    agro.googlegroups.com/web/1006-12-9%20Mulder%20Editorial%20EJVT%202007-

    1.pdr) encuentra que en los restos del reconocido Código de Hammurabi (quien vivió

    http://alianza-agro.googlegroups.com/web/1006-12-9%20Mulder%20Editorial%20EJVT%202007-1.pdrhttp://alianza-agro.googlegroups.com/web/1006-12-9%20Mulder%20Editorial%20EJVT%202007-1.pdrhttp://alianza-agro.googlegroups.com/web/1006-12-9%20Mulder%20Editorial%20EJVT%202007-1.pdr

  • 10

    entre 1792 y 1750 a. de C.) ya se hablaba de “las decisiones de justicia que Hammurabi,

    el rey competente, estableció para enrutar al país conforme a la verdad y el orden” y que

    Platón incluía este concepto en Lysis (Sobre la amistad), uno de sus diálogos. Otros

    afirman que el concepto de competencia ya lo planteaba implícitamente Aristóteles, al

    hablar de potencia y acto. Y cuando se accede a diferentes documentos cercanos sobre el

    tema de las competencias, el número de definiciones es enorme y sus clasificaciones son

    numerosas.

    Al remitirse a la historia reciente, el término competencia puede abordarse desde dos

    vertientes distintas. Por un lado, la Lingüística, más precisamente la competencia

    lingüística –propuesta por CHOMSKY, Noam (1965, pág. 39) “puede entenderse como

    el conocimiento de las reglas o principios abstractos que regulan el sistema lingüístico, el

    cual suponemos está representado en la mente de los hablantes. Este conocimiento no es

    accesible a la conciencia de quien lo usa y sólo tenemos evidencia de él a través de la

    actuación o desempeño lingüístico. La competencia lingüística se plantea entonces como

    un conocimiento de carácter universal que poseen todos los sujetos de la especie”.

    El planteamiento de Chomsky abarca dos elementos diferentes: la competencia, que es

    una capacidad idealizada (mental o psicológica), y la actuación (performance o

    desempeño), que es la producción real de enunciados. La competencia es el conjunto de

    reglas subyacentes a las infinitas oraciones de una lengua, y por ello es diferente de la

    actuación, que produce oraciones específicas y es una conducta lingüística observable.

    Por otro lado, la Psicología. Un célebre artículo de McClelland, David (1973, pág.14)

    publicado hace más de 30 años planteó, “frente a la pretendida validez de los tests de

    inteligencia y aptitud, que para predecir el éxito en la vida era preferible evaluar por

  • 11

    competencias por ejemplo, habilidades de comunicación, fijación de metas, desarrollo

    del yo”. En su argumentación, para este autor el hecho de que una persona obtuviera

    buenas calificaciones no equivalía a ser más competente.

    Desafortunadamente, este autor no dejó una definición de “competencia”. De estas dos

    vertientes, la educación académica parece preferir la opción de Chomsky para referirse a

    la competencia. La educación para el trabajo, por el contrario, ha seguido la orientación

    de McClelland. Aunque ambos planteamientos provienen de hace varias décadas, el

    concepto de competencia entró hace poco tiempo a la educación desde la perspectiva

    internacional y empresarial, no desde la educativa.

    2.1.2. Caracterización de la competencia

    “Caracterizar la competencia requiere identificar los rasgos definitorios que diversos

    autores han planteado sobre ella:

    Es un conjunto de requisitos, condiciones, presupuestos y recursos potenciales

    (conocimientos, saberes, habilidades, destrezas, capacidades, actitudes, aptitudes,

    valores). Competencia no es sinónimo de conocimiento, ni de habilidad. Conocer

    algo muy bien no equivale a ser competente. Ser muy hábil para algo no es igual

    a ser competente. Ser un lector competente, por ejemplo, implica una serie de

    elementos que se han ido aprendiendo y aplicando a lo largo del tiempo, la

    habilidad para hallar ideas principales, gusto por la lectura, valoración de la

    misma, entre otros. Competencia es un concepto englobante.

    Los aspectos anteriores se interrelacionan e integran de diversas maneras, tanto

    entre sí como con elementos externos. En el ejemplo anterior, en el bagaje

    interior se organiza de una manera tal, que se tiene conciencia, pero que funciona

  • 12

    en la medida en que la competencia lectora enfrenta diferentes retos lectores y

    textos de diversa naturaleza, temática, estructura, construcción y extensión.

    Estos elementos interrelacionados posibilitan un desempeño concreto. la

    competencia lectora, para seguir con el ejemplo, no es observable. No se puede

    verla, sino inferirla. La afirmación de que son lectores competentes proviene de

    los desempeños que se tiene cuando se lee y se obtienen los resultados que se

    habían propuesto o que se han asignado. La competencia lectora, como

    potencialidad, se pone en acto cuando se lee, cuando se interactúa con un texto

    concreto. Y la validez de la afirmación acerca de la competencia lectora es mayor

    cuando proviene de otros que del lector mismo.

    Este desempeño se materializa al responder a una demanda compleja, para

    resolver problemas no rutinarios, nuevos, no previstos. Cambiando el ejemplo, se

    puede afirmar que se tiene competencia docente cuando se enfrenta un grupo de

    estudiantes que es diferente a grupos anteriores, con los cuales ya se tuvo cierta

    trayectoria y hasta rutina. Estudiantes inquietos, críticos, indisciplinados, pasivos

    y de otros tipos que plantean situaciones imprevistas en las que se ha aplicado lo

    que se ha aprendido e interiorizado en la experiencia como maestras o maestros,

    en las que se ha puesto en juego las competencias docentes y de otros tipos.

    Esta demanda compleja se da en un determinado ámbito académico, social,

    labora, contexto, exigencia o tarea concreta. Las y los estudiantes del ejemplo

    anterior pueden estar inquietos por diferentes motivos: por la expulsión de un

    compañero o por la cercanía de las vacaciones; por un examen que perciben

    difícil o por un paro contra el gobierno. En estos distintos contextos, los o las

  • 13

    profesoras competentes tienen la oportunidad de hacer un manejo competente de

    la situación, gracias a las competencias que han ido construyendo a lo largo de su

    vida profesional.

    Es educable, pero se aplica en una situación distinta a la de su aprendizaje. Las

    competencias no se adquieren de un momento a otro. Son construcciones de

    meses o años, con el apoyo de otras personas. Una cosa es aprender diversas

    competencias a lo largo de la vida educativo o universitaria, y otra obrar

    competentemente. Una competencia, como la de aprender a aprender, toma años

    en desarrollarse. La competencia se pone a prueba en contextos distintos a

    aquellos en que se aprendió.

    Permite lograr un resultado esperado y pertinente. El desempeño concreto, que

    materializa una competencia y la hace visible, debe ser positivo para poder

    concluir que una persona tiene una determinada competencia. Un director de una

    institución educativa es competente en una dimensión de su trabajo cuando logra

    resolver favorablemente un conflicto docente o estudiantil. Si las circunstancias

    lo superan, se puede afirmar que sea competente en solución de problemas,

    aunque puede serlo en otras dimensiones de su ejercicio profesional.

    Por ser ese desempeño una actuación específica, es evaluable, con determinados

    criterios. Como los desempeños son concretos, visibles, pueden evaluarse. Un

    estudiante que está adquiriendo la competencia escritora, produce diversos textos,

    de mayor o menor complejidad y extensión. Y estos textos son evaluables: en

    ellos se plasma el progresivo dominio del lenguaje, en sus elementos semánticos,

    sintácticos, ortográficos, en el despliegue de la argumentación, si se trata de un

  • 14

    ensayo, en su creatividad y aplicación de sus elementos constitutivos, si se trata

    de un cuento. Y ahí, como docentes, se puede contribuir al desarrollo de esa

    competencia, en mayor grado si los docentes son competentes como escritores y

    si se explica los criterios con los cuales se evalúa a los estudiantes, de manera que

    al salir los docentes de sus vidas ellos se queden con unos criterios que si son

    críticos y objetivos, no dependen del arbitrio docente, sino de la ciencia o de la

    disciplina académica.

    La competencia se incrementa y mejora con la práctica y con su metacognición.

    La competencia tiene grados. Si se tiene años de experiencia docente y esa

    experiencia se ha ido enriqueciendo con el tiempo y los desafíos, con el estudio y

    la realimentación no es lo mismo diez años de experiencia docente distinta que

    un año de experiencia repetido diez veces, se puede decir que se han hecho más

    competentes como docentes.

    La caracterización de la competencia reclama, de alguna manera, una definición de la

    misma. Se puede decir, entonces, que Competencia es un conjunto de potencialidades

    que posibilita un desempeño exitoso, que se materializa al responder a una demanda

    compleja que implica resolver un problema o varios en un contexto particular, pertinente

    y no rutinario. O, también, que una persona tiene una determinada competencia cuando

    muestra desempeños en un campo específico de la acción humana, en el desarrollo de

    tareas concretas y relevantes, en las cuales proporciona respuestas o soluciones variadas

    y pertinentes, con recursos propios y externos, que vistos desde criterios objetivos y

    válidos permiten concluir la existencia de una determinada competencia.

  • 15

    Hay competencia cuando de la actuación o saber hacer de una persona en un contexto

    específico se puede inferir que tiene una potencialidad que puede aplicar de manera

    flexible, adaptativa y eficiente en distintas situaciones o tareas de la vida, al igual que dar

    cuenta de ella. Las personas son competentes para unos asuntos o en unas dimensiones

    académicas, laborales, sociales, personales. Pero no lo son para otras. Por eso, una de las

    grandes preguntas para el sistema educativo, para una nación, donde se quiere que sean

    competentes los estudiantes, los ciudadanos. Esta decisión no es solo académica;

    también es política.”1

    2.1.3. Importancia de la competencia en educación

    “¿Por qué surge la competencia en el mundo educativo? La respuesta a este interrogante

    es múltiple. Aparece porque el mundo del trabajo muestra una insatisfacción creciente

    con la preparación con que llegan bachilleres y profesionales al ámbito laboral como los

    tecnólogos; porque la rapidez con que se desactualiza el conocimiento adquirido

    cuestiona la utilidad de la información que el sistema educativo ha venido privilegiando,

    llevando a que los estudiantes utilicen bastante la memoria; porque la globalización

    exige una alta movilidad laboral y requiere de trabajadores que se desplacen fácilmente y

    que puedan operar con éxito en diferentes lugares y trabajos; porque los estudiantes

    cuestionan cada vez con mayor frecuencia para qué les sirve lo que están estudiando y

    aprendiendo, y quieren ver resultados más pronto. En consecuencia, la pregunta que

    1MALLART NAVARRA, Joan (2002), Competencias Básicas y Enseñanzas Mínimas del Curriculo de

    Lengua, Madrid, (Pág.235).

  • 16

    aparece en el horizonte educativo es: ¿por qué son importantes las competencias? Las

    competencias son importantes por varios factores:

    Enfatizan el aprender, concediéndole una relevancia menor al enseñar tradicional.

    Centran el protagonismo en quien está aprendiendo, porque es quien tiene que

    irse haciendo competente.

    Dotan a las y los estudiantes de herramientas básicas y claves, como la lectura y

    la escritura, para que gracias a las competencias crecientes adquiridas tengan

    mayor probabilidad de obtener buenos resultados en diversas áreas del

    conocimiento.

    Hacen que la educación esté muy pendiente del para qué se aprende,

    cuestionando la enseñanza de múltiples “qué” o contenidos.

    Llevar a enfocar los contenidos en aquello que los y las estudiantes necesitan

    para su desempeño educativo y vital

    Dan un mayor sentido y utilidad social a la educación. Quien aprende por

    competencias no termina siendo, al terminar la época educativo, un bueno para

    nada, como muchas veces sucede con los bachilleres y profesionales, que saben

    muchas cosas pero saben hacer poco o nada.

    Motivan a los estudiantes a aprender, porque es más probable que le encuentren

    sentido y utilidad a lo que tienen que aprender. Al obtener resultados positivos,

    refuerzan su autoestima y se interesan por seguir aprendiendo.

    Contrarrestan la obsolescencia del conocimiento y de la información. Como esta

    se desactualiza vertiginosamente en el mundo de hoy, el énfasis se pone en

    elementos que permanecen, como el saber hacer o el aprender a aprender.

  • 17

    Preparan para afrontar diversas tareas, personales, laborales y profesionales. Una

    persona que, por ejemplo, es competente para hablar en público, tiene a su favor

    una competencia para desempeñarse efectivamente en muy diversas situaciones,

    lo que con mucha seguridad le abrirá puertas.

    Preparan para la vida y para el mundo del trabajo, tanto en la opción de hacerse

    empresario o trabajador independiente, como en la de ser empleado. Personas

    competentes se abren paso en la vida; los incompetentes terminan por

    subemplearse o quedar desempleados.

    Superan el tradicional enfoque educativo teórico, llevando lo aprendido al plano

    operativo.

    Se centran en elementos de la persona, más que en aspectos externos a ella. Por

    ejemplo, en la autonomía tengo criterios para saber si he hecho bien o mal una

    determinada tarea y no necesito que venga el profesor que desaparecen de la vida

    en un determinado momento, a decirme si lo hice bien o mal, si estoy en lo

    correcto o si me equivoqué, en el autodesarrollo hacerme más competente para

    tener más información enciclopédica o en la automotivación aprendo porque

    quiero ser competente, aprendo porque me toca hacerlo, porque van a

    calificarme, porque debo aprobar una asignatura.

    Para los y las estudiantes las competencias son importantes porque cambian la

    acumulación de información que cada vez se desactualiza más rápido por la utilización,

    en diferentes contextos, de lo aprendido; porque sienten que realmente se están

    preparando para la vida, al conectar aprendizaje con entorno educativo y extra educativo,

    y que no estudian solo para aprobar unas asignaturas o pasar de un grado al siguiente;

  • 18

    porque van adquiriendo herramientas para resolver problemas de la realidad, en

    contraposición a problemas educativos que son o les parecen ficticios o sin sentido;

    porque le encuentran respuesta más pronto a la pregunta reiterativa: esto, ¿para qué sirve,

    profe?; porque vivencian que el aprendizaje es acumulativo, y no repetitivo, al darse

    cuenta de que se van convirtiendo en personas más competentes y, finalmente, porque

    asocian las competencias con su desarrollo humano, conscientes de que no pueden

    limitarse a ser competentes para responder a las exigencias del mercado, sino también

    para otras dimensiones”2.

    2.1.4. Clasificaciones de las competencias

    Hay muchos ámbitos para ser competentes, pero lo son solo en algunos de ellos y en

    situaciones específicas. Existen innumerables competencias, pero en algunas de ellas es

    fundamental que se alcance un dominio importante en el ambiente educativo.

    Cuando se habla de competencias, entran en acción diferentes maneras de enfocarlas, de

    clasificarlas, de resaltarlas. Por eso, Mallart Navarra, Joan (2002, Pág.238) habla tanto de

    “competencias generales básicas, claves, cognitivas, emocionales, intelectuales,

    prácticas, transversales, etc. Como de competencias específicas, que son las propias de

    cada asignatura curricular (por ejemplo, dentro del área de Lenguaje un autor menciona

    competencias como comunicativa, lingüística o gramatical, discursiva o textual,

    sociolingüística y estratégica y otro desglosa la competencia comunicativa en léxica,

    gramatical, semántica, fonológica, ortográfica y ortoépica) o como las competencias

    propias de diversas labores profesionales”. “En Colombia, en el año 2000, el Instituto

    2MALLART NAVARRA, Joan (2002), Competencias Básicas y Enseñanzas Mínimas del Curriculo de

    Lengua, Madrid, (Pág.237).

  • 19

    Colombiano para el Fomento de la Educación Superior cambió la orientación del

    examen de Estado, que deben presentar las y los estudiantes que terminan su bachillerato

    y desean ingresar a la educación superior. Se pasó de evaluar con un enfoque

    memorístico y enciclopédico a una evaluación por competencias, en la que se privilegió

    tres de ellas: interpretativa, argumentativa y propositiva.

    En el caso de Lenguaje, por ejemplo, la prueba evalúa la competencia comunicativa,

    entendida como la capacidad de comprender, interpretar y analizar diversos tipos de

    textos (narrativos, argumentativos, expositivos, icónicos) que circulan en la escuela y

    fuera de ella. En el nivel interpretativo, se busca que en la comprensión del texto haya

    una interacción entre lo que sabe él o la estudiante lector(a) y la información que

    presenta el texto. Ese saber alude tanto al manejo de la información cotidiana como al

    manejo de la información especializada del área. En el nivel argumentativo, se parte del

    hecho de que el contexto o situación es el que permite explicar los actos de lenguaje. Por

    eso, busca reconstruir el contexto de uno o más textos, a partir del reconocimiento de

    palabras claves, de marcas lingüísticas particulares y del contraste entre lo explícito y lo

    implícito. En el nivel propositivo, se lleva al estudiante –con base en una comprensión y

    análisis del texto– a sacar conclusiones y tomar posición frente a lo leído”3.

    3Instituto Cervantes, (2001), Marco de Referencia Europeo para el Aprendizaje, (pág. 104)

  • 20

    El Ministerio de Educación, en su publicación: Currículo y competencias básicas (2006,

    pág. 25-28) en el marco de la propuesta de la Unión Europea, ha planteado ocho

    competencias básicas:

    “1. Competencia en comunicación lingüística.

    2. Competencia matemática.

    3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico.

    4. Tratamiento de la información y competencia digital.

    5. Competencia social y ciudadana.

    6. Competencia cultural y artística.

    7. Competencia para aprender a aprender.

    8. Autonomía e iniciativa personal.”

    En otra perspectiva, a partir del libro Inteligencia Emocional de Daniel Goleman (pág. 123-

    124) se han planteado las competencias emocionales, que responden a las cinco habilidades

    prácticas de la inteligencia emocional:

    “Autoconciencia: como reconocimiento de los estados de ánimo, recursos e intuiciones

    abarca tres competencias: conciencia emocional, correcta autovaloración y autoconfianza.

    Autorregulación: como manejo de los estados de ánimo comprende competencias como

    autocontrol, confiabilidad (honestidad e integridad), adaptabilidad e innovación.

    Motivación: las tendencias emocionales que facilitan el cumplimiento de metas contienen las

    competencias de impulso hacia el logro, compromiso, iniciativa y optimismo.

    Empatía: como conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones de otros

    engloba competencias de comprensión, orientación y apoyo al desarrollo.

  • 21

    Destrezas sociales: implican desarrollar experticia para inducir respuestas en otros y

    contiene competencias como influencia, liderazgo, manejo de conflictos, comunicación,

    catálisis del cambio, colaboración, construcción de lazos y generación de sinergias en los

    grupos.”

    2.1.5. Planificación por competencias

    “Pasar de enseñar contenidos a enseñar con un énfasis en desarrollo de competencias no es

    una tarea fácil. Ello lleva a abandonar costumbres de unos pocos o de muchos años, a perder

    la predominancia que da el papel de docente que sabe, que tiene la información y el poder,

    que de una u otra manera se considera el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje, para

    pasar a ser un acompañante de alumnas y alumnos en su proceso de aprender, un guía, un

    motivador, un cuestionador, un re alimentador, un testigo, un proponedor de criterios de

    evaluación y de autoevaluación, un desarrollador de competencias. Planificar por

    competencias debe conducir a responderse preguntas como estas: ¿en qué condiciones un

    estudiante puede actuar con determinadas competencias? ¿Qué situaciones se prestan mejor

    para ello? ¿Qué contextos puedo diseñar para propiciar un desempeño competente? El

    énfasis, entonces, debe cambiarse de la preparación y dosificación de los contenidos de la

    asignatura sin dejarlos de lado al diseño de actividades y de situaciones en que las y los

    estudiantes pongan en juego las competencias que están aprendiendo. El diseño de

    situaciones debe ir más allá de repetir lo enseñado y rebasar los muros de la escuela. La

    planificación por competencias debe permitir y propiciar el ingreso de la vida cotidiana en el

    aula de clase, pues en distintas realidades es donde se ponen en juego las competencias,

    cuando entra en escena lo imprevisto, lo novedoso, lo inesperado y se generan oportunidades

    para desempeños competentes. Un elemento importante al planificar por competencias es

  • 22

    tener en cuenta que las situaciones no suelen ser exclusivamente disciplinares, sino

    interdisciplinares. En la respuesta a ellas se pone en actuación un bagaje de conocimientos,

    habilidades, actitudes, valores, procedimientos, que supera los conocimientos

    descontextualizados, por importantes que ellos sean cuando se los mira de manera aislada.

    Varios interrogantes que pueden servir para planificar por competencias son: ¿qué haría

    un(a) estudiante para desempeñarse competentemente en una determinada situación? ¿Qué

    evidencias daría de que ha logrado cierto nivel de competencia? ¿Qué acciones debe llevar a

    cabo un alumno o alumna, qué recursos debe utilizar para obrar de manera que pueda

    inferirse su competencia?”4 El hecho de definir previamente algunos indicadores ayuda a

    diseñar situaciones de aprendizaje más adecuadas. Además, JONNAERT, Philippe (2006,

    Pág.22) manifiesta que “conviene tener en cuenta que el desempeño competente se apoya en

    elementos como estos:

    La comprensión de la situación;

    La percepción de las metas de su propia acción en esa situación;

    La idea del efecto del tratamiento de la situación;

    El poder enfrentar la situación con lo que es y su realidad;

    La posibilidad de utilizar una pluralidad de recursos, adaptar los que conoce y

    construir nuevos;

    La posibilidad de reflexionar sobre la acción, validarla y conceptualizarla;

    Poder adaptar todo lo que se ha construido en esa situación a otras situaciones

    similares u otros tipos de situación.

    4Ministerio de Educación, Currículo y Competencias Básicas, (2006), Pág. 56-57.

  • 23

    La planificación por competencias conlleva olvidarse un poco de las actividades de

    aprendizaje convencionales, que suelen privilegiar el lápiz y el papel, y desplegar la práctica

    de la creatividad docente, para sorprender de manera positiva a los estudiantes y de

    motivarlos con una variedad de actividades en las que ejerciten las competencias que están

    aprendiendo y construyendo.”

    2.2.6. Enseñanza por competencias

    Enseñar por competencias implica, además de especificar y definir los contenidos y las

    competencias que van a enseñarse, establecer las situaciones en que se van a desarrollar.

    “La situación es la base y el criterio de la competencia. Es en situación que la persona

    desarrolla la competencia: la situación la origina. Las competencias no pueden definirse sino

    en función de situaciones. Es en situación que el alumno se construye, modifica o refuta los

    conocimientos contextualizados y desarrolla competencias a la vez situadas. Ya no se trata

    de enseñar contenidos disciplinarios descontextualizados (área del trapecio, suma de

    fracciones, procedimiento de cálculo mental, reglas de sintaxis, modo de conjugación, etc.)

    Sino de definir situaciones en las cuales los alumnos pueden construir, modificar o refutar

    conocimientos y competencias a propósito de contenidos disciplinarios.”5 El reto de enseñar

    por competencias gravita, por lo tanto, en el diseño y ejecución de situaciones de aprendizaje

    en las cuales los estudiantes, ante diferentes contextos y niveles de dificultad, ponen en

    juego la competencia que están aprendiendo. El papel de los contenidos, entonces, es de

    medio: debe servir para aproximarse a las actividades, a las acciones que ponen en situación

    una competencia, que la contextualizan. Las situaciones de aprendizaje son abiertas, no

    5JONNAERT Philippe, Revisión de la Competencia como Organizadora de los Programas de Formación,

    (2006), pág. 22.

  • 24

    cerradas (como lo es repetir lo enseñado, volver sobre lo mismo en otras palabras, en donde

    no se aplica la competencia, por el gran peso que se otorga a la memorización).

    La enseñanza por competencias, tarde o temprano lleva a replantearse el currículo educativo:

    antes que pensar en qué asignaturas y contenidos hay que enseñar o transmitir, lleva a

    formularse y a responder interrogantes como estos: ¿qué competencias quiere la dirección

    educativo que cada estudiante desarrolle progresivamente a lo largo y ancho de su paso por

    la institución educativa? ¿Qué tipo de personas desea que lleguen a ser? ¿Qué anhela que

    sepan hacer, y hacer bien, con la información con la cual van a entrar en contacto e

    interacción durante sus años educativos?

    En consecuencia, enseñar por competencias debe generar una serie de cambios como:

    Disponer los contenidos en función de lo que se desea que los y las estudiantes hagan

    con él. De esta manera se abrirá un diálogo intenso entre el para qué enseñar con el

    qué enseñar.

    Darle más importancia a diseñar situaciones de aprendizaje y desarrollo de

    competencias que a la preparación de la información que las y los docentes van a

    transmitir, a acciones concretas en las cuales los y las estudiantes van a poner en

    juego y a prueba lo aprendido, a través de diferentes, variados, entretenidos y

    desafiantes contextos.

    El hacer, para aprender a saber hacer, adquiere preponderancia. Cada estudiante tiene

    que desempeñarse en situaciones distintas, no repetitivas, para resolver problemas de

    diverso tipo y nivel de complejidad y movilizar su saber en contextos diferentes para

    mostrar y demostrar lo que es capaz de hacer y hacer bien.

  • 25

    Obtener un mayor involucramiento de alumnas y alumnos, pues ellos ya no son

    receptores pasivos de información frente a profesoras y profesores que operan como

    transmisores activos de la misma, sino actores y constructores de su propio

    aprendizaje.

    Redefinir lo que se entiende por tres conceptos básicos en la educación: saber,

    enseñar y aprender. Saber ya no será sólo tener información, sino poseerla convertida

    en conocimiento y en capacidad de usarlo eficientemente. Enseñar ya no será

    transmitir y defender información coleccionada durante años, sino formar –en quien

    aprende– hábitos de trabajo, maneras de acercarse a la información, procesarla,

    validarla y crear distancia frente a ella, apoyar el desarrollo de habilidades, actitudes,

    valores y competencias. Y aprender ya no será solamente memorizar, ni acumular

    respuestas dadas por otros, sino crear una red de conceptos, adquirir una serie de

    herramientas para el trabajo mental, manual y social, ampliar y afirmar valores, y

    desarrollar competencias.

    Enfatizar el aprender a aprender, aprender a convivir y aprender a ser.

    Docentes que enseñan por competencias tienden a hacerlo de manera diferente a quienes

    enseñan contenidos.

    2.1.7. Evaluación por competencias

    “Es un hecho que lo que aprenden los estudiantes no suele coincidir con el contenido que

    aparece en los programas de estudio, debido a factores diferentes. Por eso, suele hablarse del

    currículo prescrito, el currículo enseñado, el currículo aprendido y el currículo oculto. Las

    pruebas censales nacionales y las pruebas muestrales internacionales evidencian esa

    diferencia, pues frente a una enseñanza de los mismos o casi los mismos temas los resultados

  • 26

    muestran una dispersión bastante significativa y preocupante. Por otro lado, en la evaluación

    convencional suele existir el elemento sorpresa, de manera que los y las estudiantes para

    prepararse deben repasar (es decir, verificar la memorización de lo enseñado, en muchos

    casos). Además, ellas y ellos no suelen conocer sus resultados sino hasta el momento en que

    reciben las calificaciones, cuyos números o letras dicen qué tanto se aprendió de una

    determinada asignatura en un determinado periodo, a juicio de un docente. En

    contraposición, en la evaluación por competencias un docente puede indicar con anterioridad

    qué va a evaluar y los y las estudiantes podrán preparar y ejercitar sus desempeños para

    mostrar su competencia en el momento de la evaluación. Como por su misma naturaleza las

    competencias no son directamente observables, deben inferirse a partir de los desempeños. Y

    puede decirse que en quienes están aprendiendo las competencias se acercan más a un

    proceso hacerse competente que a un estado ser competente. Esta doble situación hace más

    desafiante la evaluación de competencias. Para evaluar competencias es necesario saber

    cómo se adquieren o desarrollan. Podría decirse que, en muchos casos, la primera fase es

    cognitiva, en la cual predomina el saber; en otra fase ese saber se va convirtiendo en un

    hacer, en el cual los procedimientos (know, how) juegan un papel importante. Una fase

    posterior hace más sistemático el quehacer o ejercicio de la competencia.

    En este proceso, la acumulación de experiencias frente a diversas situaciones y contextos

    cumple un papel primordial, que se enriquece con el afrontar exigencias que traen consigo

    las tareas que se asume. Todo esto contribuye al desarrollo competencial que hay que

    evaluar.

  • 27

    Evaluar por competencias implica:

    Propiciar y enfrentar situaciones, contextos y condiciones de evaluación en las cuales

    el desempeño de alumnas y alumnos sea relevante y significativo para ellos, más que

    para las y los docentes.

    Pensar en diferentes tipos de desempeños cuya ejecución contenga suficientes hechos

    y datos que permitan al docente (o al observador) hacer juicios objetivos, válidos y

    fiables de la competencia exhibida por cada estudiante. La competencia de observar

    que tengan las y los docentes para percibir y analizar el desempeño estudiantil

    competente reducirá los riesgos de hacer inferencias incompletas o erróneas.

    Generar contextos de evaluación en los cuales las y los estudiantes enfrenten

    situaciones más reales que ficticias, más verdaderas que simuladas.

    Ofrecer oportunidades para movilizar saberes adquiridos o construidos, que integren

    el saber con el saber hacer.

    Multiplicar ocasiones para tener suficientes evidencias, a través de situaciones

    variadas, del desempeño de alumnas y alumnos, de modo que haya más elementos de

    juicio para poder concluir los niveles de competencia alcanzados en una determinada

    asignatura o campo de la actividad humana.

    Tener presente que dada la riqueza y complejidad de las competencias es posible ser

    competente en distintos niveles y de diferentes maneras.

    Graduar las situaciones o pruebas, para obtener elementos de juicio acerca de los

    niveles de competencia o de dominio de lo aprendido. Para que un(a) estudiante se

    vaya haciendo competente no basta con que tenga unos conocimientos, saberes o

    habilidades, sino que los ponga en juego en distintas actuaciones, tareas o retos.

  • 28

    Promover gradualmente prácticas intensivas en profundidad y exigencia y extensivas

    en diversidad de pruebas de una acción o actividad, para que las y los estudiantes

    muestren sus niveles de desempeño.

    Utilizar mecanismos consecuentes con la naturaleza del nivel de la competencia que

    se quiere evaluar.

    Evaluar competencias es pasar, a través de inferencias, de lo exterior desempeño observable

    a lo interior, de lo visible (y en algunos casos medible) a lo invisible, de lo real perceptible a

    lo virtual intuible.”6

    Hay que tener en cuenta, según el criterio de ZAMBRANO, Armando (Pág. 229), que “las

    exigencias de una enseñanza basada en competencias no son nada fáciles de poner en

    práctica, sobre todo si la formación de los docentes permanece arraigada a unos principios

    rígidos, cuyas demarcaciones repiten el orden del discurso instruccional y un modelo

    altamente positivista. Las prácticas de formación de los docentes, por la vía de sus

    currículos, deben cambiar su orientación, máxime cuando las competencias imponen un

    viraje inusitado en la vida educativo, especialmente, en la cotidianidad del aula de clase.”

    Es un hecho que el cambio a trabajar por competencias en el aula requiere una preparación

    de los y las docentes para que lo hagan de manera competente. Es probable que muchos

    profesores y profesoras posean competencias para implementar este enfoque en sus aulas,

    pero otros requerirán alguna preparación.

    ZAMBRANO LEAL, Armando (2006, pág. 229), en su publicación: Tres tipos de saber del

    profesor y competencias, propone diez competencias que las y los docentes deberían

    6 Ministerio de Educación, Currículo y Competencias Básicas, (2006), Pág. 71-75.

  • 29

    dominar en su práctica pedagógica: “Organizar y animar situaciones de aprendizaje. Manejar

    la progresión de los aprendizajes. Concebir y hacer funcionar los dispositivos de

    diferenciación. Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y trabajos educativos. Trabajar en

    equipo. Participar en la gestión de la escuela. Informar e implicar a los padres de familia en

    los aprendizajes de cada estudiante. Servirse de las Tecnologías de de la Información y de la

    y de la Comunicación. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión. Administrar

    su propia formación continua. La primera de estas competencias tiene que ver directamente

    con lo que se proponía más arriba en la enseñanza por competencias, pues el diseño de

    situaciones es fundamental para propiciar la oportunidad de realizar desempeños

    competentes. Dos competencias cuya vivencia y mostración por parte de las y los docentes

    son claves para enseñar con el ejemplo son la lectura y la escritura. Docentes que leen y que

    escriben (así no publiquen) pueden generar más motivación en sus estudiantes por hacerse

    lectores y escritores competentes. Esto es fundamental, puesto que el lenguaje es, a la vez,

    herramienta de enseñanza e instrumento de aprendizaje, permite comunicar nuestras ideas y

    sentimientos, construir el conocimiento y organizar nuestro pensamiento.”

    En una perspectiva distinta, conviene reflexionar qué tan competentes son emocionalmente y

    repasar las competencias de este tipo, enunciadas al mencionar el libro ya clásico de Daniel

    Goleman Inteligencia Emocional (Pag.35): “El reto que nos queda es proponernos aumentar

    nuestras competencias para contribuir a que nuestras y nuestros estudiantes, día a día,

    semana a semana, sean cada vez unas personas más competentes, conscientes de que en la

    sociedad del conocimiento las competencias irán cobrando cada vez más importancia”

  • 30

    2.1.8. LA TEORÍA CURRICULAR

    Diseño curricular

    Planificar es pensar antes de actuar, definir intenciones para guiar esa acción, organizar los

    componentes y fases de la tarea y seleccionar los medios para realizarla.

    La planificación puede entenderse como el resultado de una articulación entre el

    conocimiento y la acción.

    La programación y el diseño no es, en la práctica, un producto estático. La planificación,

    puede pensarse como un proceso continuo que sirva para conducir acciones, pero revisando

    y adecuando las actividades a tiempo real. Así, se produce un desplazamiento, de la lógica

    de producción normativa, hacia lógicas más ágiles y realistas.

    La planificación de un proyecto curricular de estas características supone un proceso que

    tiende a:

    1. Otorgar grados de libertad a los actores.

    2. Articular redes de trabajo.

    3. Elegir un diseño de organización y de acción que dé respuesta a las necesidades de un

    contexto educacional dado.

    4. Aumentar los compromisos de acción de una propuesta pública.

    2.1.9. MOMENTOS PARA REALIZAR UN DISEÑO CURRICULAR:

    Según Torres Lucía en su compendio de contenidos de innovación y desarrollo curricular

    (Pág. 33-43), explica los cuatro momentos para la planificación de un diseño curricular:

  • 31

    Primer momento (analítico): Análisis situacional y recorte del problema

    Marcos de trabajo:

    A fin de ajustar la terminología, se dirá que se reservara el nombre “planificación” para las

    grandes directrices del sistema educativo, esto es, planes normativos a nivel macro. Los

    niveles locales, a nivel micro, por lo general desarrollan proyectos y programas.

    Aquí se refiere a la elaboración de pequeños proyectos institucionales. Los principios y

    criterios de acción deberán ser propicios para ser recreados en contextos específicos, lo cual

    supone al menos dos aspectos:

    1. A nivel de los equipos docentes: en el marco de “comunidades de aprendizaje”, repensar

    la institución, el contexto y las prácticas educativas.

    2. A nivel de la propuesta curricular: en cuanto documento público, estar sujeto a revisión.

    Si bien, como señala Róvere, “la gente tiene tendencia a imaginar que la currícula es un

    documento, pero lo real es que las transformaciones, las reformas, los ajustes suceden en las

    cabezas de los profesores y de los alumnos” pero a su vez, esta elaboración debe

    documentarse a partir del debate colocando a la propuesta en el espacio público,

    comunicando el proyecto y las decisiones educacionales, de modo de ejercer un control

    público y democrático de dicha producción.

    Las perspectivas del cambio.

    La idea de “resistencia al cambio” para definir los obstáculos que se encontrarán, es una

    manera muy simplista de analizar la situación. Existen, en términos generales, diferentes

    obstáculos como por ejemplo:

    1. Conflictos de valores, considerando que las instituciones y los profesores son portadores

    de supuestos e ideologías que pueden ser contradictorias con la nueva propuesta.

  • 32

    2. Conflictos de poder entre los profesores, directivos y técnicos.

    3. Brechas de capacidad, cuando el proyecto parece demandar más capacitación de la que

    poseen.

    4. Falta de claridad en las intenciones del cambio y construcción de acuerdo (desconfianza).

    5. Falta de recursos.

    6. Conflictos prácticos, baja confianza en las nuevas “teorías”.

    7. Las tradiciones diversas incorporadas a las reglas de pensamiento y acción de los actores.

    8. Los marcos legales que regulan las interacciones.

    9. Las condiciones de trabajo de los docentes.

    Algunos puntos de partida: ¿Por dónde se iniciará?

    La construcción del currículum debería ser pensada con un carácter procesual, abierto y

    colectivo evitando la idea de instalar algo para que anule todo lo anterior.

    La construcción del currículum supone un análisis y una deliberación continua de lo que

    sucede en las escuelas y de las prácticas concretas.

    Dice Schwab que la deliberación es compleja y ardua y que trata tanto de los fines como de

    los medio y modos de encararlos como si se determinaran mutuamente. Hay que esforzarse

    por rastrear las consecuencias de cada alternativa en cada una de sus ramificaciones,

    sopesando costos, alternativas y eligiendo, tal vez no la correcta, pero sí la mejor de todas

    ellas. Efectivamente, cada alternativa puede observarse desde muchos puntos de vista

    diferentes, y en todos los puntos pueden rastrearse consecuencias y ramificaciones.

    La legitimidad de la propuesta curricular se centra en:

    1. Dar potenciales respuestas a los problemas educacionales de la gente.

    2. La participación en su construcción.

  • 33

    3. La transparencia por estar abierto a la discusión pública.

    4. La eficacia, su capacidad para ser trasladado efectivamente a la práctica.

    Pensar de afuera hacia adentro.

    Este planteo, desarrollado por Zabalza, entre otros, expresa un cambio significativo en la

    forma de ver las organizaciones, la programación y la gestión. Representa una alternativa a

    las prácticas normativas que, al mismo tiempo puede convivir y desarrollarse en las

    instituciones que forman parte de las necesidades de la gente, que son la base de legitimidad

    de la existencia de las instituciones educativas.

    Preguntarse para qué está la escuela, en este contexto y para que se pretenda que sirva, es la

    base de la selección y organización del conocimiento, de los métodos y prácticas. La

    construcción del currículum suele pensar y orientarse por el planteo de futuro y suele

    presentar poca atención al presente y al contexto.

    Siguiendo a Zabalza, hablar de diseño del producto significa hacer un diagnóstico y

    evaluación de “necesidades”.

    Al plantear el diseño de un programa se pueden encontrar con tres situaciones:

    1. Que haya un programa oficial establecido para ese asunto;

    2. Que se trate de un tema que no se aborda en ese programa;

    3. Que se trate de un programa con vistas a la habilitación para desempeñar algún tipo de

    tarea específica o profesión.

    Qué es lo que se necesita.

    El concepto de necesidad es polisémico, sin embargo, se puede identificar diferentes tipos:

    Tipos de necesidades según Bradshaw:

  • 34

    1. Normativa: las carencias que un sujeto o grupo padece si lo consideramos con respecto a

    un determinado estándar. Ejemplo: menos calorías, menos salario;

    2. Sentida: ¿Qué necesitas? ¿Qué querrías tener?

    3. Expresada o demandada: La demanda como indicador de la necesidad;

    4. Comparativa: basada en la justicia distributiva. Unos poseen otros no;

    5. Prospectiva: aquellas que con toda probabilidad se presentarán en el futuro.

    El concepto de necesidad es amplio y con diferentes acepciones, en educación el tema de las

    necesidades desde las que se justifica y da cuerpo a un programa adquiere una importancia

    fundamental. Los distintos modelos educativos que han ido surgiendo en la historia de la

    pedagogía han sido diferentes interpretaciones de lo que en cada momento se entendió que

    constituían las necesidades de afrontar a través de la educación.

    1. Necesidad normativa: Los Programas Oficiales, programas de mínimos obligados son el

    reflejo principal de esos niveles de maduración, conocimientos, experiencias “necesarios”

    para todos los niños de una determinada edad. ¿Para quién hacer un programa?

    2. Necesidad sentida: los sujetos dirán desear aquello que pueden lograr o que han visto que

    está bien desear. La educación debe alumbrar nuevos deseos ¿La escuela debe hacer sólo lo

    que le interesa al niño o debe asumir el compromiso con cara al futuro combinando temas

    deseados con otros que no lo son?

    3. Necesidad expresada: ¿Cómo establecer una conexión correcta entre la demanda objetiva

    y la necesidad social? ¿Cómo demandar si previamente no se conoce?

    4. Necesidad comparativa: La educación adquiere un beneficio social imprescindible. En

    condiciones de igualdad, cualesquiera sean las condiciones sociales, culturales, geográficas,

    personales.

  • 35

    5. Necesidad prospectiva: La educación indefectiblemente tiene que estar pensada con vistas

    al mañana que le permitan al sujeto ser un ciudadano de su tiempo.

    Dimensiones de la necesidad.

    Necesidades prescriptivas o exigencias: todos los componentes del desarrollo intelectual,

    afectivo, social, psicomotor. A este tipo de necesidades responde la escuela y se genera en la

    interacción del sujeto infantil y la enseñanza a través de la figura de un profesor responsable

    de la instrucción.

    Necesidades individualizadoras, idiosincrásicas: los componentes del desarrollo que

    constituye lo que los sujetos o grupos querrían ser o saber o poder hacer y que sin ello

    padecerían un déficit en su desarrollo .Aquí, la función de la escuela es potenciar el

    desarrollo de los intereses, apetencias y necesidades de cada sujeto.

    Necesidades relacionadas con el progreso y cualificación permanente de la enseñanza y de

    mejora constante de nivel de vida y de medios disponibles en el sistema educativo.

    Necesidades sociales del medio ambiente en que se encuentra la escuela. La escuela ha de

    abrirse a él y dar pie a un intercambio mutuo de influencias e intervenciones optimizadoras.

    Una necesidad viene constituida por esa diferencia que se produce entre la forma en que las

    cosas deberían ser (exigencias), podrían ser (necesidades de desarrollo) o nos gustaría que

    fueran (necesidades individualizadas) y la forma en que esas cosas son de hecho.

    Así, se busca la forma de que la enseñanza no parta de arriba sino que den cabida a la propia

    situación como marco de definición de las condiciones y propósitos orientadores de la

    acción educativo.

  • 36

    Análisis de la situación

    1. Contexto de condiciones:

    Se Posee el marco general de referencia respecto a lo que se pretende conseguir, organizado

    en una serie de apartados homogéneos y con una cierta valoración inicial de los objetivos

    logrados a partir de las necesidades.

    Nuestra idea de desarrollo curricular se refería a la adaptación de esas previsiones generales

    a la situación específica en que irían a ser aplicadas. Ahora el análisis de la situación.

    Recoger la información que permita conocer el contexto de condiciones en que se va a

    desarrollar el programa y establecer prioridades de acción.

    2. Estudiantes:

    Sus características y experiencias, nivel cultural, de aprendizaje, de desarrollo.

    Técnicas: cuestionarios, entrevistas, discusiones, diálogo en clase. El propósito adecuar la

    estructura y dinámica de la programación.

    Datos a recoger: Estarán en función del tipo de programación que se vaya a hacer, de su

    contenido, de los propósitos. Algunos señalan que habrá que evaluar el nivel de rendimiento

    obtenido por los sujetos en cada objetivo seleccionado. A partir de estos datos

    confeccionarán la jerarquía de prioridades. Pero no sólo el rendimiento es importante

    también las experiencias educativas previas, su nivel lingüístico, sus hábitos cognitivos, su

    tiempo libre, sus preferencias.

    3. Padres:

    Inciden en el aprendizaje y en toda la dinámica del proceso educativo. Fox en su publicación

    FORTALECIMIENTOS DE LAS RELACIONES SOCIO AFECTIVAS, establece la

    incidencia fundamental del clima “socio familiar”.

  • 37

    Datos a recoger: (para niños de 6 a 11 años) modelo educativo; actitud hacia los aprendizajes

    y la escuela; implicación en las tareas educativas de sus hijos.

    Permisividad/autoritarismo. Gestión centralizada/ gestión participativa en las decisiones.

    Fijeza/ rotación de los roles y tareas.

    4. Escuela:

    Datos a recoger profesorado disponible; espacios; recursos materiales y técnicos; el modelo

    educativo; la dinámica relacional existente; las innovaciones didácticas en curso.

    Un proyecto curricular no será viable si no cuenta con los recursos personales y materiales

    disponibles, si los recursos serán didácticamente funcionales y si no se integran en el

    proyecto.

    La dinámica relacional existente en el centro es otro factor a tener en cuenta. Un proyecto

    interdisciplinar corre grave riesgo de quedarse en mera declaración de intuiciones si no

    cuenta con la infraestructura y la experiencia del trabajo en equipo. Se ha de hacer un

    verdadero esfuerzo reflexivo para revelar el modelo educativo imperante en el centro.

    Resulta interesante identificar las innovaciones en curso dentro del centro porque muchas

    veces un profesor no sabe lo que hace su compañero de al lado. Una de las principales

    barreras para la innovación es la indiferencia institucional que acaba por convertirlas en algo

    privado, opcional, actitudinal de un profesor y todo acaba como algo anecdótico en el

    desarrollo de los sujetos.

    Se tiene una apreciación de la dinámica institucional y el análisis de la escuela también va a

    permitir otro conjunto de aspectos de importancia: datos que darán la pista del currículum

    oculto, paralelo o incluso en contraste con el que aparece públicamente como modelo del

  • 38

    centro educativo. Se hará una reflexión explícita y confesada sobre la realidad de la escuela,

    qué son, qué tienen y cómo funcionan.

    5. Medio ambiente: finalmente y desde una perspectiva del como algo abierto al medio se

    debe hacer un análisis de los recursos y posibilidades el medio ambiente.

    Datos a recoger: ¿Qué recursos emplea la administración local en el área educativa? ¿Qué

    tipo de programas específicos están tratando de llevar a cabo y cómo podría aprovecharse el

    centro o el curso? ¿Con qué tipo de instituciones, empresas, se pueden contactar?

    6. Formas de cultura: valores, conocimientos, vestidos, formas de vivir.

    Las características culturales se convierten en necesidades para la escuela.

    El desarrollo curricular se convierte en mediador entre escuela y cultura nacional (Programa)

    y escuela y culturas autóctonas (programación), el compromiso de la escuela trasciende al

    aula y el propio trabajo curricular para desarrollar trabajos de campo, revisiones

    bibliográficas, visitas, exposiciones montajes, obras de teatro, literatura; en países menos

    formales incluyen en las programaciones educativas incluso aprendizajes culinarios (de los

    platos típicos).

    El propio espacio exterior puede aportar notables elementos en cuanto a oportunidades de

    experiencia, posibilidades de intervenciones didácticas como lo manifiesta Lodini “el

    ambiente es como un libro abierto”

    Segundo momento (direccional político)

    Definición de los principios, este momento está dirigido a la construcción de conocimiento

    acerca del contexto y de las prácticas educativas. En este momento, se han de identificar las

    tendencias educacionales y las necesidades sociales y de conocimiento, de las características

  • 39

    socioculturales del contexto y de las propias prácticas. Es un ejercicio deliberativo que debe

    integrar el análisis de:

    Los datos objetivos.

    1. Aspectos intersubjetivos (funcionamiento, saberes circulantes).

    2. Aspecto histórico cultural

    3. El enmarcamiento formativo.

    El momento direccional supone la definición de una visión. En este momento, cabe definir

    esta visión y expresarla en torno a principios básicos de los proyectos. Estos no deben ser

    aclaraciones de principios abstractos sino acuerdos breves y significativos de actuación y

    procedimiento. Deben representar criterios de orientación para organizar los programas y la

    enseñanza:

    · Principios educativos (estrategias pedagógicas)

    · Principios de selección de contenidos de la enseñanza

    · Principios para la enseñanza (roles de profesores y alumnos, grado de autonomía, criterios

    de trabajo).

    · Principios para estudiar y evaluar el progreso de los estudiantes

    · Principios para estudiar y evaluar el progreso de los profesores.

    Tercer momento (organizativo): Arquitectura del diseño

    Es evidente que las prácticas de innovación constituyen el espacio privilegiado para la

    auténtica investigación didáctica y sólo tiene sentido el papel del investigador, como alguien

    ajeno al propio docente, si se entiende su tarea como la de un formador reflexivo de

    profesores.

  • 40

    La selección y organización de los contenidos de la enseñanza constituye la clave del diseño

    curricular. La elección deberá considerar:

    1. Relación contenidos/principios educacionales

    2. Relación contenidos/estructura del conocimiento

    3. Relación contenidos/sujetos de la enseñanza

    4. Relación niveles de educativoidad/capacidades de desarrollo esperables

    La cuestión de los contenidos supone decisiones acerca del enfoque y función pedagógica de

    los mismos. Se reconocen diferentes énfasis educacionales considerando al currículum:

    Currículum centrado en disciplinas

    Apunta a aprendizajes formales representando un planteamiento académico de los propósitos

    de la enseñanza. Enfatiza la valorización de las disciplinas científicas como cuerpos

    sistemáticamente organizados en teorías y conceptos así como en sus metodologías

    específicas de investigación. Se incluyen dos planeamientos:

    1. El currículum como regiones del conocimiento a transmitir en términos instructivos y

    estructuras conceptuales y

    2. El estudio de las disciplinas para la comprensión de todos los modos de pensamiento y de

    investigación. Deja pendiente el prestar atención a las complejas relaciones políticas y de

    interés de las comunidades científicas y a conseguir un equilibrio entre los componentes

    formativos de las disciplinas, las experiencias previas de los alumnos, las distintas

    finalidades de los distintos niveles de educativoidad, como lo manifiesta Chevallard en su

    publicación: La transposición didáctica (1991) “del saber sabio al saber enseñado”.

  • 41

    Cuarto momento (evaluación)

    El currículum no es un objeto estático, requiere permanente revisión, evaluación y ajustes,

    ya sea por la dinámica de los cambios sociales, políticos y pedagógicos o propios. El

    currículum es un documento y un proceso práctico que requiere seguimiento. La evaluación

    es procesual y deberán elaborarse estrategias e instrumentos para recoger observaciones e

    informaciones para analizarlas con los diversos actores. Entre las dimensiones centrales del

    análisis y evaluación hay que considerar:

    La capacidad que presenta para mejorar los problemas y necesidades identificadas en el

    momento analítico y las emergentes del proceso y la contribución que brinda para la

    concreción de los principios educacionales de la institución; la coherencia del proyecto, el

    nivel de articulación que tienen entre sí el diseño y las prácticas pedagógicas de los distintos

    miembros de la institución; La factibilidad, la posibilidad de contar con capacidades

    docentes y recursos técnicos que implica el proyecto y en la distribución de

    responsabilidades; La viabilidad en términos de las posibilidades políticas para su desarrollo,

    considerando la disponibilidad de recursos críticos o la necesidad de organización para el

    logro de apoyos y construcción de redes.

    De acuerdo con María Cristina Davini que cita a Schaw en su libro EL DISEÑO DE UN

    PROYECTO CURRICULAR, donde dice “que no hay currículum mejor, sino posible en

    permanente perfeccionamiento y que eso persigue la evaluación: perfeccionamiento”.

    El currículum no es una tecnología de control social, es posible construirlo como el

    escenario real en el que los estudiantes y docentes alcancen un efectivo desarrollo.

  • 42

    Planificación del currículum: confusiones y perspectivas

    La educación pública sufre hoy una crisis que puede llegar a ser más profunda e importante

    que cualquier que las precedentes. En la década de 1890 en los países de mayor desarrollo

    educativo las críticas se alzaban contra el formalismo, la disciplina rígida, la limitación

    educativa y el conservadurismo. La crisis de 1980 estimuló la reforma convirtiendo a la

    educación en algo capaz de manejar las escuelas de acuerdo con principios científicos.

    Actualmente el público se siente en la obligación de reparar el daño ocasionado por los

    “educacionistas”, devolviendo la tarea de estructurar los currículos a los educadores y al

    pueblo en general. La presión más fuerte a favor de la revisión del currículum, proviene de

    los cambios drásticos en la tecnología y la cultura.

    Los primeros estudios respecto al planeamiento del currículum establecieron los primeros

    destellos de diferenciación en relación a los tipos de objetivos para el aprendizaje de la

    educación general y aquellos que representaban el dominio del verdadero conocimiento

    especializado. Pero estos comienzos y sus posibilidades no fueron desarrollados en las

    décadas que siguieron a la guerra y la evolución del currículo se limitó al perfeccionamiento,

    a complementar y a reiterar ideas anteriores.

    El vacío se llenó con propuestas de reformas animadas por una concepción pre científica de

    la disciplina mental con ignorancia de los principios de aprendizaje o falta de conocimientos

    de la población y las realidades sociales.

    La necesidad de una teoría de la elaboración del currículo para utilizar correctamente los

    recursos que surgen se requiere una teoría de la elaboración del currículo que no solo debe

    definir los problemas con los cuales se ha de tratar dicha elaboración sino que también

  • 43

    debería elaborar un sistema de conceptos que