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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
Instituto Universitario de Ciencias Ambientales
Máster Oficial en Medio Ambiente: Dimensiones Humanas y Socioeconómicas
DESARROLLO SOSTENIBLE LOCAL EN LA FRONTERA DE ECUADOR Y COLOMBIA: GOBERNANZA Y ESTRATEGIAS DE CONSERVACIÓN DEL
PATRIMONIO CULTURAL Y AMBIENTAL
TRABAJO DE FIN DE MÁSTER PRESENTADO POR:
Gabriel Alejandro Lucio Naranjo
TUTOR: Dr. D. José Carpio Martín
Madrid, Septiembre de 2012
3
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID Instituto Universitario de Ciencias Ambientales
DESARROLLO SOSTENIBLE LOCAL EN LA FRONTERA DE ECUADOR Y COLOMBIA: GOBERNANZA Y ESTRATEGIAS DE
CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL Y AMBIENTAL
Trabajo de Fin de Máster presentado por Gabriel Alejandro Lucio Naranjo con la dirección del Dr. D. José Carpio Martín para la obtención del Máster Oficial en Medio Ambiente: Dimensiones Humanas y Socioeconómicas
Madrid, Septiembre de 2012
5
Foto: Eduardo Mendoza.
“Con la melodía de los mitos y leyendas, ideas primordiales escritas en este
territorio vamos entendiendo el sentido ancestral del Nudo Waka, dimensión
espiritual que influye vida y forma material a nuestra existencia”
(Manifestaciones populares en reuniones del trabajo de campo en comunas y resguardos Pasto,
Tufiño, Ecuador- Chiles, Colombia, febrero 2011)
6
Índice
Agradecimientos ............................................................................ 8
PRIMERA PARTE: Introducción........................................................ 9
1.1. Presentación de la investigación .............................................. 9
1.2. Justificación ............................................................................ 10
SEGUNDA PARTE: Preguntas directrices, objetivos de la
investigación y herramientas metodológicas ................................ 12
2.1. Preguntas de investigación .................................................... 12
2.2. Objetivo general ..................................................................... 13
2.3. Objetivos específicos .............................................................. 14
2.4. Metodología ........................................................................... 14
TERCERA PARTE: Abordaje teórico conceptual y normativo de la
investigación................................................................................ 16
3.1. Marco Teórico Conceptual. .................................................... 17
3.1.1 Un recorrido por el concepto dominante del desarrollo .. 18
3.1.2. La escala humana en el desarrollo local ............................ 24
3.1.3. El desarrollo sostenible o lo sostenible en el desarrollo ... 35
3.1.4. El Buen Vivir, un nuevo paradigma ................................... 42
3.1.5. Ideas de gobernanza ......................................................... 44
3.1.6. Patrimonio natural, cultural y ambiental .......................... 61
3.1.7. Concepciones sobre la frontera colombo ecuatoriana ..... 65
7
3.2. Acercamiento al contexto normativo en la frontera Ecuador –
Colombia ...................................................................................... 69
CUARTA PARTE: Contexto de la investigación ............................... 77
4.1. Caracterización del contexto geográfico, ambiental y humano
de la frontera ................................................................................ 77
4.1.1. Aspectos ambientales y geográficos de la frontera Ecuador
– Colombia ................................................................................... 79
QUINTA PARTE: Situación de la gobernanza ambiental en el
territorio WaKa “La Minga de Pensamiento del Pueblo Pasto” ... 106
SEXTA PARTE: Aportaciones de la Investigación .......................... 115
6.1. Conclusiones ........................................................................ 115
6.2. Recomendaciones ................................................................ 120
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................ 125
Anexos ....................................................................................... 135
8
Agradecimientos
Al Gobierno Nacional de la República del Ecuador y especialmente a la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, porque concuerdo, como estudiante y ciudadano, que el mejor camino para el Sumak Kawsay (Buen Vivir) es apostar por la formación del talento humano. Al Profesor José Carpio Martín, no solo por sus precisas observaciones en un marco ajustado de tiempo, sino por apostar y representar a los pensadores del desarrollo del Buen Vivir (a Escala Humana). A los profesores, compañeros y amigos del Instituto Universitario de Ciencias Ambientales de la Universidad Complutense de Madrid, ya que sin duda esta experiencia, en sus múltiples contextos, nutrió mis conocimientos académicos y profesionales. Especial gratitud a mi querido amigo y colega José Castro, en Bogotá, compañero en los trabajos y compromisos por el desarrollo sostenible, por sus comentarios y profundos debates en el tiempo, y porque ha sido maestro para mis conocimientos y emociones en la frontera. A mis padres, Bolívar y Esmeralda, cuidadores y escultores de mi vida, que son mis raíces permanentes con mis espacios de identidad. A Natividad, complemento de mi de Sumak kawsay.
9
PRIMERA PARTE: Introducción
1.1. Presentación de la investigación
El presente trabajo es producto de una vivencia personal y experiencia laboral en la
frontera de Ecuador y Colombia. Todo comenzó durante el mes de septiembre del año 2009
cuando una nueva ONG, Fundación Natura Regional, requería de un técnico que coordinara
el Proyecto Socio-Ambiental binacional “El Medio Ambiente y la biodiversidad como punto
de encuentro entre Actores Sociales de Colombia y Ecuador”. Si bien mi decisión de aceptar
dicho trabajo se sustentó en mi interés por este tipo procesos y temáticas, considero que
fue una contingencia en mi vida, especialmente cuando pocos días después de aceptar esta
oferta laboral se realizó el primer viaje a la frontera norte para conocer a los campesinos
indígenas que iban a ser los “beneficiarios” de dicho proyecto. Al llegar me encontré con la
sorpresa de que no era un simple acercamiento para intercambiar criterios, sino que
estaban celebrando el Kolla Raymi, una fiesta por la Luna y la fecundidad durante el
equinoccio de Otoño, pero más me llamó la atención que estaban festejando “su minga de
pensamiento” para fortalecer su complementariedad, su cosmovisión ancestral, su unidad
territorial y la autoridad tradicional.
Así fue como conocí a los indígenas de la Gran Nación Pasto, por supuesto para aquel
entonces ya no me era ajeno el tema y relación con indígenas, pero de este modo comenzó
una interesante experiencia que me llevó a conocer otros lugares, poblaciones binacionales,
sus dinámicas sociales y problemáticas fronterizas, lo que considero el motivo y origen de la
presente reflexión académica, orientada a profundizar mis conocimientos y nuevas
convicciones por el desarrollo ambiental y dignidad humana, porque como ecuatoriano la
cosmovisión indígena en parte es mi referente de identidad, pero no por esto puedo
adjudicarme una sabiduría milenaria que convive (o resiste a hacerlo) en armonía con la
naturaleza, por lo tanto al menos a través del estudio puedo acercarme mejor a ésta.
Este estudio se divide en cinco partes: la primera consta de la introducción y
justificación del trabajo, mientras que en la segunda planteo los objetivos y explico la
metodología. Con esto en la tercera parte realizo una aproximación al concepto de
10
desarrollo en la actual coyuntura de la globalización económica, para analizar los enfoques
de lo local, a escala humana, lo sostenible y el modelo ecuatoriano del Sumak Kawsay (Buen
Vivir); posteriormente una revisión de lo que se entiende por gobernanza; luego un
acercamiento tanto al significado del patrimonio ambiental, cultural y natural, como a
algunas concepciones de lo que se entiende por frontera colombo ecuatoriana. Cierro este
epígrafe con una breve puntualización a las principales normativas de Colombia y Ecuador
que enmarcan este tipo de procesos de cambio social.
En la cuarta parte se realiza una interpretación del contexto de la frontera Ecuador –
Colombia, analizando sus elementos geográficos, la potencialidad ecológica repartida en
tres zonas naturales (Choco Biogeográfico o costa Pacífico, región Andina y Amazónica o
piedemonte), para de este modo efectuar una caracterización de algunos de sus actores
locales principales, sus procesos, así como de otros los actores gubernamentales y de
cooperación internacional. En el quinto capítulo profundizo el análisis de la estructura
organizativa de los indígenas Pastos para establecer los alcances o potencialidades en un
marco de gobernanza fronteriza binacional.
En el último apartado presento las aportaciones de la investigación, con conclusiones
relacionadas a las preguntas directrices y objetivos de la investigación, y unas
recomendaciones que pudieran ser aplicadas para la promoción y fortalecimiento del
Desarrollo Local Sostenible y Etnodesarrollo en las comunidades indígenas y
afrodescendientes en las fronteras de los países andinos, así como sugerencias para las
políticas públicas de los actores institucionales.
1.2. Justificación
Durante el período septiembre 2009 – septiembre 2011 participé en un proyecto
socio ambiental en la frontera Ecuador – Colombia1; una experiencia donde conocí –
1 “El Medio Ambiente y la Biodiversidad como Punto de Encuentro entre Actores de Colombia y Ecuador”
(Fundación Natura Regional - CAF, 2010-2011) orientado a fortalecer desde la sociedad civil la cooperación binacional en materia socio ambiental y desarrollo sostenible, a través de espacios participativos de diálogo y concertación entre los actores sociales que viven o intervienen desde diferentes escalas en la zona fronteriza.
11
parcialmente- los diversos ámbitos de la frontera común, un hipercomplejo, contradictorio y
extenso territorio en el que confluyen dos repúblicas con coyunturas sociopolíticas y
realidades diferentes, pero a la vez con nexos históricos, culturales y ecológicos comunes. La
multiplicidad de actores, estructuras y dinámicas sociales se construyen y de-construyen en
un contexto de conflictividad social y ambiental, lo que caracteriza a esta zona fronteriza
como un lugar sensible y desarticulado con desequilibrios territoriales.
La privación o precaria seguridad ciudadana, como una de las múltiples y adversas
consecuencias del conflicto interno y del narcotráfico, constituye según el ACNUR una de las
situaciones más injustas e ilegales que desplazan de sus hogares a la población hacia el
interior de Colombia o emigran al Ecuador en búsqueda del estatus de refugiados. Además,
producto de la discriminación (deuda) histórica colonial y republicana de los Estados, la
ausencia de políticas sociales y servicios públicos locales (débil atención y protección estatal
aunque existen actualmente iniciativas y acciones de los gobiernos locales, nacionales y
organismos internacionales), han cedido mucho espacio a los grupos irregulares, la
marginalidad, la pobreza y exclusión socioeconómica. Asimismo, los impactos ambientales
negativos2 de las relaciones humanas sobre los recursos naturales, la mega-biodiversidad y
la salud pública, representan algunas de las problemáticas que deterioran la vida social y
ambiental fronteriza.
Sin embargo, frente a la violación de los derechos humanos no todo es negativo per
se, sobre todo si el análisis se centra en las personas y el medio ambiente fronterizo. De
hecho a través de la interrelación (diálogo directo, salidas de campo y reuniones
participativas) que mantuve con las poblaciones binacionales campesinas, indígenas Pastos,
Awás, Éperas y Cofanes y afrodescendientes entre el período 2010 y 2011, no solo pude
contrastar la riqueza del patrimonio natural y el alto valor ecológico de la frontera, sino que
las distintas cosmovisiones y diversidad de estos grupos humanos instauran otras
dimensiones, valores y prácticas locales de supervivencia, que representan no solo
Como resultado de elaboró una agenda positiva en temas ambientales, y se apoyó en acciones concretas de cooperación entre las comunidades locales, con particular atención al proceso del pueblo indígena los Pastos. 2 Debido a las operaciones petroleras irresponsables, monocultivos de palma africana, deforestación, minería
artesanal ilegal, expansión de la frontera agropecuaria, uso intensivo de agroquímicos, contaminación de los ríos y suelos, el cambio climático, entre otras.
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demandas y exigencias legítimas, sino alternativas viables a escala local y humana para la
paz, la integración y el desarrollo sustentable en detrimento de la criminalidad, violencia y
deterioro ambiental. En términos de patrimonio cultural, el potencial territorial
transfronterizo guarda y comparte la memoria histórica colectiva y multiétnica con saberes
ancestrales vivos. Todo esto en un marco adecuado de gobernanza representa grandes
oportunidades para la cooperación binacional entre los países.
La idea de realizar la presente investigación se desprende del interés de analizar y
entender esta experiencia fronteriza a partir de mi formación en sociología del desarrollo y
medio ambiente, pero sobre todo con el propósito de plantear recomendaciones que
apuntalen al debate de las políticas públicas locales y regionales desde el enfoque del Buen
Vivir o Sumak Kawsay del Estado ecuatoriano, planteado como alternativo al paradigma
dominante del desarrollo, que abarca dimensiones humanas, socioeconómicas, políticas,
ambientales y culturales pertinentes para de la frontera Ecuador –Colombia. En otras
palabras, mi investigación busca aportar al debate sobre la consolidación de los derechos
del Buen Vivir en la frontera norte ecuatoriana.
SEGUNDA PARTE: Preguntas directrices, objetivos de la
investigación y herramientas metodológicas
2.1. Preguntas de investigación
El planteamiento de la investigación está sustentado en las siguientes preguntas
principales:
¿En qué medida las creencias, modos de vida, conocimientos y usos ancestrales
tradicionales para la supervivencia de las nacionalidades y pueblos de frontera colombo
ecuatoriana han sido sustentadas o amparadas en el marco jurídico institucional y en las
políticas públicas para la concreción de la gobernanza ambiental y descentralización dentro
del concepto plural del Buen Vivir y del enfoque del desarrollo local a escala humana?
13
¿Qué estrategias de supervivencia existen actualmente en la frontera para la
conservación de patrimonio cultural y ambiental?
¿Hasta qué punto las experiencias realizadas para la conservación cultural y
ambiental hasta que punto incorporan no solo los planteamientos del desarrollo local
humano y sostenible, sino del Buen Vivir?
¿La planificación del desarrollo social en ambos estados integran los planes de vida
de las organizaciones locales dentro de los procesos de desarrollo local y regional?
¿Es viable un sistema de gobernanza ambiental que integre la visión de los procesos
existentes de las comunidades fronterizas tanto a escala local como nacional en los procesos
de mediano y largo plazo en el ámbito binacional?
En la compleja relación entre la globalización y los territorios, ¿Qué problemas no se
circunscriben únicamente a las dimensiones geopolíticas o económicas en la frontera
colombo ecuatoriana?
¿Qué estrategias y políticas para el límite internacional ecuatoriano colombiano
requieren las zonas fronterizas?
2.2. Objetivo general
Investigar las dinámicas territoriales en la frontera Ecuador – Colombia, los conflictos
(actuales y potenciales) de los actores locales y las estrategias de supervivencia y de
conservación del patrimonio natural y cultural de las comunidades originarias y
afrodescendientes, en consecuencia elaborar propuestas para procesos a escala local y
humana basados en el concepto(s) del Buen Vivir para las comunidades fronterizas y hacer
recomendaciones que incidan en las políticas públicas
14
2.3. Objetivos específicos
Profundizar en las experiencias y estrategias generales de supervivencia del pueblo
indígena los Pastos, para reflexionar sobre los modelos de desarrollo local humano
desde la dimensión ambiental y cultural.
Re-conocer la aplicabilidad de los postulados del desarrollo local a escala humana, en
las estrategias de supervivencia de la frontera.
Interpretar los elementos geográficos y ambientales del contexto fronterizo colombo
ecuatoriano, e identificar a los actores locales binacionales tradicionales.
Analizar el alcance de los conceptos sobre el buen vivir, desarrollo local,
sostenibilidad y gobernanza en la realidad fronteriza colombo ecuatoriana.
Investigar las estrategias locales existentes para la conservación de los bienes
comunes de los patrimonios natural y cultural del territorio fronterizo para proponer
nuevas acciones.
2.4. Metodología
Para aproximarme a las preguntas y objetivos planteados y sintetizar el marco
teórico, el objeto de estudio son los actores, procesos y escalas de actuación, con arreglo a
un sistema de gobernanza del buen vivir basado en la participación, integración territorial
binacional, derechos humanos y colectivos, y la democratización local y humana, para que
ambos Estados puedan articular la construcción de un tejido social transnacional recíproco y
solidario, con políticas públicas que respondan e incluyan a los actores de la frontera, dentro
de procesos participativos, como sujetos políticos y agentes de su propio desarrollo.
Para el levantamiento de información y reflexión teórica metodológica, se planteó un
diseño de investigación cualitativa, cuyas técnicas o herramientas se basaron en la revisión
de una amplia información primaria de la frontera colombo ecuatoriana producto de mi
15
experiencia laboral, diseñada y ejecutada en la base a métodos participativos3; del mismo
modo se analizaron fuentes bibliográficas secundarias4, datos estadísticos (información
cuantitativa) y documentación relativa al marco normativo y político de ambos países
relativos a fronteras, medio ambiente, comunidades locales, planificación, desarrollo, así
como otros estudios de caso en las zonas de frontera del Ecuador y América Latina.
Durante el análisis del territorio, la investigación se sustentó en el concepto metodológico
básico de la nueva geografía humana: el territorio o espacio geográfico para entender los contextos
territoriales, no solo porque la geografía tiene características relevantes como los procesos
históricos o representa la base material de la vida actual, sino porque abarca a los actores, escalas y
procesos; es una herramienta útil que permite sintetizar las diversas variables espaciales
que yuxtaponen el medio físico, humano, económico, los aspectos urbanos y rurales,
históricos y culturales de la zona fronteriza.
El universo de estudio es el territorio y los actores sociales de la frontera Ecuador –
Colombia, pero para analizar un caso concreto, la unidad de análisis de este escenario de
investigación corresponde el territorio indígena de los Pastos (o Nudo Waka) localizado en la
zona andina de la frontera colombo ecuatoriana, un espacio socialmente estructurado y
territorialmente organizado con dinámicas socioeconómicas, históricas, culturales, políticas,
demográficas y geográficas propias e interrelacionadas.
3 Gran parte de esta experiencia de campo fue publicada en (Castro y Lucio; 2011). Además cuento con una
basta información primara producto de las memorias realizadas de cuatro talleres binacionales realizados en Bogotá, Quito, Rumichaca, Chiles, Tufiño (estos tres últimos localizados en frontera entre el Departamento de Nariño y Provincia del Carchi) y Lago Agrio (Provincia de Sucumbíos y Departamento de Putumayo). Ver http://www.fundacionnaturaregional.org/noticias.html. 4 Se ha utilizado mucho las más revistas vinculadas al desarrollo a escala humana en especial la revista Polis de
Universidad Bolivariana; Del mismo modo se han revisado los proyectos de investigación de cooperación al desarrollo realizados en el Departamento de Geografía Humana de Universidad Complutense de Madrid promovidos por el Profesor José Carpio.
16
TERCERA PARTE: Abordaje teórico conceptual y normativo de la
investigación
“La economía está al servicio de las personas no lo contrario; El desarrollo tiene que ver con personas no con objetos; El crecimiento no es lo mismo que el desarrollo, y el desarrollo no precisa necesariamente del crecimiento; Ninguna economía es posible al margen de los servicios que dan los ecosistemas; La economía es un subsistema de un sistema mayor (la biosfera), por lo tanto el crecimiento permanente es inviable; Ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede ni debe estar sobre reverencia por la vida; Ser coherente con uno mismo, no hacer lo que conviene, sino lo que se tiene que hacer.” Manfred Max-Neff. Universidad Internacional de Andalucía el 1 de diciembre del 2009. “Actualmente, la conciencia de la posible catástrofe es más fuerte que todo, y la ecología política no sería tan potente sino extrajera sus fuerzas de lo más profundo del rechazo a la muerte”. Alain Touraine: 2011,9.
17
“El desarrollo industrial comporta un incremento de los niveles de vida fabricando en masa, a precios cada vez más asequibles, sus productos y usos de consumo. Pero ese desarrollo, que parecía providencial hace tan sólo cincuenta años, representa hoy dos amenazas para la sociedad y para los seres humanos: una exterior, resulta de la degradación ecológica de su entorno; la otra, interior, procede del deterioro de su calidad de vida”. Edgar Morin: 2011, 54. “La consecuencia de esta legitimización del egoísmo individualista es tal vez el más grave legado del neoliberalismo en América Latina”. Rafael Correa 2009. “Los pueblos indígenas conocieron miles de especies vegetales, y las emplearon con fines muy diversos. Colectaron frutos y semillas, utilizaron bejucos y lianas para la construcción de sus viviendas y utensilios básicos; troncos de grandes árboles para la fabricación de canoas y balsas, hojas de palmeras para protegerse de las inclemencias del clima; así como especies con fines mágico-medicinales” Walter Wust, 2005.
3.1. Marco Teórico Conceptual.
Para definir la importancia de las estrategias territoriales de conservación del
patrimonio natural y cultural de la zona fronteriza, la investigación se estructura en dos
momentos teórico conceptuales: el concepto del desarrollo en los enfoques local, a escala
humana, sostenible y el buen vivir; y por otro lado la gobernanza. También se revisan las
concepciones sobre patrimonio natural y cultural y el marco jurídico institucional. Todos
estos fueron analizados desde las áreas de conocimiento de la sociología del desarrollo y la
geografía humana, para entender a los actores, sus representaciones, las transformaciones
culturales y sociales, e interpretar la interrelación del conjunto de elementos y recursos que
conforman y dinamizan la frontera Ecuador – Colombia.
18
3.1.1 Un recorrido por el concepto dominante del desarrollo
Las teorías y visiones de lo que hoy se conoce como el modelo tradicional de
desarrollo económico o crecimiento basado en la idea de progreso o bienestar occidental,
tuvo su origen durante el contexto geopolítico e histórico de la postguerra o Guerra Fría,
donde Estados Unidos definió su política externa como promotor del desarrollo del mundo
occidental (Arocena: 1995). En este sentido, el análisis del discurso teórico del desarrollo,
independientemente de la disciplina científica (economía, sociología o geografía) e incluso
del contexto ideológico para construir una sociedad moderna, ha implicado una
aproximación al concepto dominante de los países desarrollados a seguir o imitar, pero que
durante la ruptura y continuidad de la historia5 no solo ha representado diferentes
postulados, políticas, modelos, contextos o percepciones6, sino que ha develado sus
momentos de crisis y en especial los fracasos de sus recetas en los países del sur por los
altos niveles de inequidad y exclusión social.
El desarrollo después de la Segunda Guerra Mundial, fue el paradigma fundador y
dominante fue la teoría de la modernización7 (Peemans:1992) que representó el modelo
dicotómico y universalista a seguir por las naciones subdesarrolladas “como la condición
necesaria y prácticamente suficiente” (Correa: 2011; 10) para superar sus estructuras
tradicionales y así alcanzar la modernidad y progreso, siendo así el desarrollo occidental
capitalista el único referente para avanzar a la industrialización, crecimiento económico y
tecno científico en el marco de la democracia liberal. En este marco surgieron las teorías
sobre desarrollo económico regional orientadas a la alta productividad del sector industrial,
en donde surgió el enfoque del desarrollo como un proceso por etapas al que tenían que
pasar todos los países para alcanzar el crecimiento económico y así lograr fases más
avanzadas del desarrollo económico, cultural y social (Moncayo Jiménez: 2004; 6). Peemans
dice que los términos geopolíticos del conflicto Este-Oeste, determinaron la construcción de
5 “La historia nos ha demostrado que los cambios que operan en la vida de las sociedades no son mono
causales, ni unilineales, que el crecimiento económico no necesariamente implica desarrollo y que el «subdesarrollo» y el «desarrollo» son dos caras de una misma moneda”. (Senplades: 2008, 31). 6
Una interesante síntesis sobre el concepto de desarrollo puede ser revisada en http://es.scribd.com/doc/71583949/Genesis-y-Evolucion-Del-Concepto-de-Desarrllo 7 Peemans afirma que “esta escuela de pensamiento, fundamentalmente norteamericana, se trazaba como
objetivo la construcción de un cuadro normativo para vencer las situaciones de "subdesarrollo" que, de acuerdo con ella, caracterizaban a la mayoría de las naciones del mundo. La urgencia de esta reflexión estuvo determinada por la acelerada descolonización”. (Peemans: 1992; 15)
19
los territorios estatales latinoamericanos, que a nivel local se tradujo en las reformas
agrarias para frenar el surgimiento de movimientos revolucionarios. (2008; 3)8
Durante este tiempo en el pensamiento económico latinoamericano germina una
orientación crítica a la ortodoxia del paradigma de la modernización, ya que éste no
consideró las realidades culturales e históricas de América Latina, además “(…) rechazaba
los modelos primario-exportadores por su baja capacidad de generación de valor agregado,
su tendencia a una alta concertación del ingreso en manos de los poseedores de los
recursos naturales, y su dependencia frente a los vaivenes de los mercados internacionales”
(Correa: 2011; 10). Aquí se destaca la teoría de la dependencia con el enfoque centro-
periferia de Raúl Prebish, que critica al intercambio desigual debido al deterioro de los
términos de intercambio en el comercio entre los bienes primarios con los productos
manufacturados de los países industrializados, ya que América Latina no recibía los
beneficios del crecimiento productivo ni generaba excedentes para su crecimiento (Correa:
2011).
De todo esto se configuró un nuevo pensamiento económico y político conocido
como la teoría desarrollista o estructuralista a cargo de la CEPAL (Comisión Económica para
América Latina de las Naciones Unidas) que planteó como alternativa un modelo
latinoamericano conocido como el ISI (industrialización por sustitución de importaciones)
que, implicó el diseño de planes nacionales de desarrollo económico (confiados
absolutamente a los Estados Nación con resultados disímiles en la región) para el fomento
industrial y formación de capital físico a través de políticas proteccionistas, arancelarias y
financieras. Esto se tradujo en la construcción de infraestructuras físicas orientadas a las
industrias para la producción de hidrocarburos (importante en el caso ecuatoriano durante
el boom petrolero de los años 70 del siglo pasado) energía eléctrica, comunicación, vías,
puentes, riego, otras. (Correa: 2011 y Sanabria: 2007).
Si bien el modelo de desarrollo ISI durante la década de los años 70 del siglo pasado,
implicó el crecimiento económico del PIB y nuevas dinámicas económicas para la región, sus
8 Texto original en francés, la traducción del autor.
20
logros no representaron “un proceso de sustitución de importaciones, sino tan solo de
reproducción de importaciones” (Correa: 2011; 11) lo que no generó empleo manufacturero
pero sí el origen de las zonas marginales y sectores informales urbanos, así como nuevas
formas de pobreza debido a los amplios movimientos migratorios campo-ciudad (en
detrimento de la fuerza laboral rural) con la correspondiente expansión incontrolada y
tugurización de las principales urbes. Varios estudios dan cuenta de que este modelo
implicó un proceso de subindustrialización o desindustrialización relativa que se sustentó en
el crecimiento de importaciones de maquinaria y tecnología (no en la producción), en otras
palabras el sector industrial se caracterizó como “consumidor de divisas pero no productor
de ellas” (Correa: 2011; 11 y Sanabria: 2007).
Como expone Correa, en la práctica todo esto condujo a una modernización sin
desarrollo caracterizada por el progresivo endeudamiento externo de los países
latinoamericanos, no solo por los desequilibrios del ISI que “agravó precisamente aquellos
factores que buscaba corregir: incrementó la vulnerabilidad por falta de divisas, exageró
algunos aspectos de los desequilibrios sectoriales y exacerbó la tendencia inflacionaria del
proceso de crecimiento” (Escobar: 1998; 161)9 o por malas políticas macroeconómicas que
financiaron gobiernos populistas (de hecho dictaduras militares), sino por una estrategia
geopolítica del gran capital financiero del Primer Mundo y sus organismos internacionales,
que al tener exceso de liquidez por los petrodólares (debido a la crisis del petróleo de 1973
y protagonismo de la OPEP) condujeron a los países del Tercer Mundo a incrementar el
gasto público fraguando déficits fiscales, producto del «endeudamiento externo agresivo
promovido como conveniente», estrategia que si bien se detuvo porque la deuda mexicana
entró en moratoria en 1982, sí condujo a la recesión de las economías latinoamericanas por
supresión del crédito internacional, subida de las tasa de interés de los créditos adquiridos y
consecuente deterioro de los términos de intercambio comercial (Correa: 2011;).
9 Arturo Escobar es unos de los pensadores del post-desarrollo que basó su análisis en la deconstrucción del
discurso del desarrollo dominante, planteando que éste se consolidó como un aparato del poder (una industria global) que reproduce un neocolonialismo de lo social, ya que controla, construye y focaliza sujetos y objetos de intervención (mujeres, campesinos, medio ambiente, la pobreza, el Tercer Mundo) con identidad de beneficiarios pero prescindiendo de la identidad cultural de los países subdesarrollados. En este sentido, el concepto tradicional de desarrollo, por su fundamento en la modernidad económica y tecnológica de los países industrializados, definió (construyó) al Tercer Mundo como el objeto de intervención de desarrollo sin considerar las realidades ni estructuras históricas, culturales y sociales. (Escobar: 1998).
21
La crisis y ruptura del modelo cuantitativo de desarrollo basado en el crecimiento
económico de finales de los años 1970 y comienzos de los 198010 en la práctica trajeron
consigo el incremento de los niveles de inequidad, desempleo, marginalidad, en definitiva
de la pobreza estructural socio económica en América Latina.
Una de las interpretaciones de la crítica develó que este modelo no se construyó
sobre un fundamento empírico (Coraggio 1991; 6), atribuyendo responsabilidades al Estado,
ya que como único gestor de la planificación del desarrollo, no impulsó la formación de
capital social ni humano en la dinámica social, y en este sentido los actores sociales no eran
sujetos políticos de su cambio social. Esto nivel académico motivó planteamientos como la
democratización de la sociedad civil en el ámbito público mediante la institucionalización de
la ciudadanía a través de la participación social y potencialización de capacidades humanas,
para reducir la brecha entre la sociedad civil y el Estado y así mejorar las condiciones de vida
desde un desarrollo a escala local. Empero estas ideas tenían un trasfondo económico que
implicó el paso de un tipo de modernización centrada en el Estado-Nación a otra centrada
en el mercado mundial (Peemans: 2008).
Es así que la crítica desde los círculos de poder internacional a finales de la década de
1980, en antagonismo a los planteamientos del ISI, apuntó a denunciar que la crisis
latinoamericana era producto de la excesiva intervención del Estado en la economía, por la
ausencia de un sistema de precios libres y distanciamiento de los mercados internacionales
(Correa: 2011). En todo caso, la crisis de los modelos de desarrollo de los Estados de
bienestar y desarrollista implicaron un cambio en las nociones políticas y económicas sobre
el discurso del desarrollo a nivel internacional, y fueron consolidando un nuevo orden
internacional llamado globalización, enmarcado en el paradigma del neoliberalismo cuya
retórica se inscribe en la “privatización de los servicios públicos y empresas estatales,
retroceso de las actividades públicas en provecho de las actividades privadas, primacía de 10
Este contexto histórico no solo se manifestó con la crisis del Estado desarrollista por el tema del endeudamiento, sino que el modelo de crecimiento económico del Estado de Bienestar de los países desarrollados (basado en producción y consumo en masa o fordista), también atravesaba momentos de crisis por los altos niveles de desempleo. Esto condujo a la consolidación de nuevas tendencias orientadas hacia la restructuración industrial, la descentralización y desconcentración política, así como el cambio en las percepciones de seguridad social con subsidios para la creación de empleo locales a través de programas de los gobiernos centrales hacia los gobiernos locales para que sean más activos en la promoción del desarrollo económico rural, como es el caso de los instrumentos de la Unión Europea. (Helmsing: 1999; 29)
22
las inversiones especulativas internacionales, desregularización generalizada” (Morin: 2011;
26); en síntesis, las ideas de la economía del libre mercado “desde la década de 1970 que,
para muchos, se trata únicamente de reconstruir la economía considerada en todos sus
aspectos y todos sus factores” (Touraine: 2011; 23).
El neoliberalismo utiliza categorías productivas de las nuevas formas de las
industrias, como la flexibilidad, la producción a pequeña escala, la solidaridad y confianza.
En este sentido, el mercado corregirá los desequilibrios territoriales mediante la
especialización flexible y más distritos industriales. Todos estos conceptos como políticas de
Desarrollo Económico Local buscan el mantenimiento de la competitividad privada a través
del mayor aprovechamiento de recursos endógenos de cada espacio, la capitalización del
territorio, la articulación y concentración entre pequeñas empresas locales y con el resto de
agentes socioeconómicos. Pero esto a escala estatal implica políticas de gasto de fuerte
contenido productivista y privatista, en detrimento de políticas fiscales sociales progresivas.
(García Jurado: 2004)
La globalización neoliberal es considerada como la culminación de un proceso socio
histórico de unificación del espacio mundial hecha por Occidente que dio lugar a la
mundialización11 del planeta, cuyo modo de producción es hegemónico12 (el capitalismo de
consumo masivo globalizado) que transforma a la realidad social y física del planeta para
convertirla en objeto de beneficio y acumulación, por tanto “perversa”; pero visita desde el
problema del antagonismo a la extensión del capital abre una perspectiva distinta, no desde
los sujetos históricos, sino desde los límites de la propia naturaleza que la realidad impone,
como los espacios, territorios, lugares. (Carpio y Elizalde: 2009)
La crítica a la retórica del sistema neoliberal denuncia las consecuencias nefastas de
este modelo en el planeta. Muchos estudios concuerdan con la postura teórica del 11
“La globalización es el estadio actual de la mundialización. Empieza en el año de 1989, tras el hundimiento de las llamadas «economías socialistas». Es fruto de la conjunción entre el un bucle retroactivo del auge desenfrenado del capitalismo (que, bajo la égida del neoliberalismo, invade los cinco continentes) y el auge de una red de telecomunicaciones instantáneas (fax, teléfono móvil, Internet). Esta conjunción hace posible la unificación tecnoeconómica del planeta.” (Morin: 2011; 20) 12
Milton Santos mira a la homogeneización como el proceso fundamental donde la civilización occidental ha impuesto su “tiempo y su ritmo sobre el operar de todos los otros tiempos”, en razón de la mayor velocidad de circulación de flujos con la cual ésta opera”. (Santos 1978 citado en Elizalde: 2003; 106)
23
Presidente Correa quien rechaza este modelo hegemónico porque fue consensuado entre
las potencias mundiales sin consultar lo que pensaban los países subdesarrollados; también
porque los mercados gobiernan sociedades privilegiando al gran capital transnacional antes
que a los seres humanos y a la naturaleza, y porque la pobreza socioeconómica no se ha
reducido sino lo contrario. Stiglitz claramente explica que la agenda política y económica del
llamado “Conceso de Washington” entre Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y
el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América, desde 1990 definió e
impuso13 las supuestas respuestas correctas a los problemas socioeconómicos de los países
subdesarrollados (en las denominadas medidas de ajuste estructural14), pero que sin
embargo resultaron inapropiadas porque las economías subdesarrolladas no pueden
competir con las industrializadas, no solo porque éstas se desarrollaron protegiendo sus
industrias, sino porque incluso existen algunos sectores protegidos y la exoneración de
aranceles de ciertos productos (preferencias arancelarias), sin tratados de libre comercio,
funcionan como instrumentos de coacción política de las economías subdesarrolladas
(Stiglitz: 2007; 55).
Las diversas críticas al paradigma hegemónico del desarrollo, dan cuenta de su
profunda crisis15 por las perspectivas neocolonialistas y fracasos frente al problema del
incremento de la pobreza mundial. No se pueden negar los avances tecnológicos y
científicos, ni desde la perspectiva occidental, como asevera Morin16, que efectivamente
han formado y aumentado los estándares de las clases medias, las zonas de prosperidad, así
13
Como afirma Correa, dentro de la dependencia financiera está el problema de la deuda externa, siendo ésta el instrumento político para imponer acciones no para el desarrollo social, sino para el beneficio del gran capital especulativo. (Correa: 2011; ) 14
Las políticas de ajuste neoliberal se han traducido en la segmentación del espacio social y territorial, debido a la creciente concentración de poder económico y político, y de la riqueza mundial, protagonizada por las grandes corporaciones trasnacionales, construyendo un espacio social y territorial segmentado. (García Jurado: 2004) 15
El peor resultado de la crisis radica en que el sistema económico neoliberal anula la dimensión política de la crisis y la entiende como una disfunción del único sistema posible (una imposición colonial monocultural que regula y uniformiza) que reproduce la impotencia colectiva de los movimientos sociales, una impotencia que se despliega en el desinterés por los otros, en la claudicación de la responsabilidad personal y política. (García Roca) 16
“El término desarrollo se ha convertido en palabra clave que pone una etiqueta de solución y progreso al complejo trinitario -globalización, occidentalización y desarrollo- (…) engloba múltiples avances en la prosperidad y bienestar, la mejora de las condiciones de vida, la reducción de las desigualdades, la paz social y la democracia. Es la locomotora del desarrollo tecnoeconómico la que supone que arrastrará los vagones del bienestar, de la armonía social y de la democracia. Pero de hecho, (…) es compatible con las dictaduras, en las que va acompañado de la esclavización de los trabajadores y de la represión policial…” (Morin 2011; 24-25)
24
como nuevas autonomías y libertades individuales, tipos de ocios, aspiraciones
democráticas, etc.; pero por otro lado los aspectos negativos se traducen en la intoxicación
hiperconsumista, degradación ecológica, desequilibrios entre la sobrealimentación y
subalimentación, individualismo, el egocentrismo, nuevas formas de corrupción dentro de
los estados, administraciones y relaciones económicas, multiplicación de soledades
individuales, desmesurado afán de lucro, crecimiento de zonas de miseria y criminalidad
(Morín: 2011; 25-27, 217, 250)17.
A continuación, en este breve recorrido histórico del desarrollo, se analiza el
desarrollo desde los enfoques local, humano (o a escala humana), sostenible y el paradigma
del buen vivir del Ecuador; todos estos representan postulados críticos o alternativas en
construcción teórica frente al paradigma dominante, planteamientos que están en
correlación más directa con los objetivos planteados en la investigación.
3.1.2. La escala humana en el desarrollo local
La dimensión local ha jugado un papel importante en el desarrollo industrial de los
países occidentales, por ende las reflexiones dentro de la ortodoxia de la economía regional
(tanto de la política como de las teorías económicas, geográficas y sociológicas sobre el
desarrollo regional), se remontan desde finales del siglo XIX y presentes durante el XX. Pero
no fue sino hasta a finales de los años setenta (durante la crisis del modelo fordista) que se
dieron otras formas de desarrollo ligadas a los territorios, con nuevas formas de organizar
las actividades productivas. Es así que desde Estados Unidos y Europa (fin de la década de
los 1980 e inicios de los 1990) se comenzaron a debatir sobre estos procesos alternativos de
crecimiento industrial de regiones (o localizados) que se habían organizado en otras
dinámicas internas con el territorio (por ejemplo la Tercera Italia). Es aquí donde aparecen
los distritos industriales, clústers, medios innovadores o sistemas productivos locales,
17
García Roca afirma que las nuevas tecnologías, el capitalismo salvaje y la globalización económica, como los principales elementos de transformación social, reproducen mecanismos de exclusión dentro de una situación paradójica, ya que el aumento de la productividad y desarrollo de tecnología no ha generado más trabajo, ni tiempo libre, ni más oportunidades ni bienestar para todos, consagrando la expulsión de ciertos grupos sociales al límite mismo de la supervivencia (García Roca: 2011), porque “el aumento permanente de las rentas del capital en detrimento de las de trabajo acrecienta constantemente las desigualdades“. (Morin: 2011;26)
25
basados en el modelo de especialización flexible productiva 18 que reconcilia la
competitividad y cooperación entre pequeñas y medianas empresas como las nuevas
condiciones endógenas de producción de las comunidades industriales.
Este modelo trajo un horizonte de nuevas posibilidades productivas, innovaciones
tecnologías, estructuras empresariales (relaciones de cooperación, división del trabajo entre
empresas, subcontratación), valores como la confianza en las instituciones y nuevo clima
organizacional y sociocultural a escala micro de unidades territoriales para reforzar el
potencial tecno-económico del desarrollo local. Todo esto repercutió en la configuración
espacial de las economías y en la forma de concebir el desarrollo político y socioeconómico.
Sin embargo, aunque existan las realidades geográficas que han definido el modelo, la
crítica lo ha considerado como idealista por que no todas las regiones ganan, y que en
realidad responde a otra estrategia del capital hegemónico, que no sólo está condicionando
a la economía internacional, sino que condiciona a actividades productivas a la localización
territorial, manteniendo la tendencia hacia la concentración y centralización de capitales y
poder.
En este sentido, siguiendo a García Jurado (2004), la localidad y la región constituyen
los nuevos ámbitos para la acumulación o producción flexible (restructuración productiva),
pero que no sólo representó una nueva dinámica espacial de la economía que dio lugar a
nuevos modelos de desarrollo local-rural, sino que se convirtió en los nuevos símbolos del
nuevo orden mundial; de este modo interpreta al modelo como una idealización de lo local,
ya que en realidad busca la localización mercantil19 para postular la ejecución de una
estrategia de modernización de los aparatos institucionales nacionales (desburocratización,
18
El concepto acumulación flexible da cuenta de una manera de producir, transformando la base tecno-científica (innovaciones), la naturaleza de los bienes finales en base a los sistemas productivos (manufactura de productos hechos a la medida), el tamaño y las relaciones entre empresas y organizaciones del trabajo. (Salguero Cubides: 2006 y Moncayo: 2004) 19
En el sentido que el potencial territorial debe ser puesto en valor, es decir una total mercantilización del territorio poniendo a la venta todo lo que pueda ser mercancía (susceptible a transacción o especialización productiva). Además que junto a la movilización de los recursos disponibles en el área potencial de desarrollo endógeno, otro elemento esencial es la supuesta capacidad de liderar el propio proceso de desarrollo por pequeñas empresas locales para fomentar la empresarialidad y emprendimientos, pero que en realidad todo esto significa que la posición de los territorios en la división internacional del trabajo se debe a las decisiones tomadas por los agentes económicos individualmente considerados (García Jurado: 2004).
26
la privatización y la descentralización del poder político)20, con arreglo a una política
microeconómica, productivista y privatista propia de la ideología neoliberal. De esta forma,
entiende al desarrollo local21 como el neoliberalismo llevado al campo de la economía y
política regional, un sinónimo de crecimiento económico cuyo objetivo es el ajuste
estructural para ayudar al mercado a funcionar y generar crecimiento, pero en detrimento
de la capacidad de control social y ecológico del estado.
García Roca (2011) explica que hay dos dinamismos que construyen el espacio local,
por un lado un dinamismo regulado y orientado a la integración y cohesión social en manos
del Estado y Mercado (factores institucionales basados en los principios de Estado, Mercado
y Comunidad); y por otro lado, un dinamismo interesado en la emancipación (en base a la
racionalidad cognitiva instrumental de la ciencia, de la práctica moral del derecho y
expresiva en el arte –literatura y religión) centrada en los movimientos sociales y
organizaciones de la sociedad civil (instrumentos revolucionarios). Sin embargo estos
dinamismos en la actualidad debido a la mundialización económica viven una paradoja,
producen lo contrario de lo que se proponen, ya que no garantizan el cumplimiento de los
derechos humanos. Con esto un desarrollo local tendría que identificar los nuevos
mecanismos de exclusión22 que desgastan la cohesión social, y prestar atención a las
alternativas propuestas por los movimientos sociales, ya que denuncian un cambio hacia
nuevas formas de acción, diferentes lenguajes, nuevos actores y nuevas territorialidades.
20
Peemans dice que en la doctrina globalista hegemónica difundida por el Banco Mundial, el gobierno es un modelo universalista de Estado cuyas reglas se parecen más a los “sanos” principios de contabilidad de las empresas que a los de la soberanía política. (2004: 8) 21
El desarrollo local/rural en Europa tiene un enfoque de cohesión integral territorial (la nueva ruralidad) que abarca múltiples dimensiones o perspectivas: económica (sistemas productivos localizados, dinámicas y flujos intersectoriales, desarrollo endógeno e innovación); ambiental (compatibilidad de la calidad de determinado producto entre los objetivos de preservación, conservación y uso sostenible de los recursos naturales); cultural (el reconocimiento de la identidad como la expresión de la cultura para diferenciar productos sobre la base de competencias específicas no imitables y recursos originales); política e institucional (impulsar la cooperación en red entre actores públicos y privados, marcos jurídicos y la nueva gobernanza). (Bardají et Al: 2008) 22
García Roca dice que el análisis de la vulnerabilidad humana tiene mucha importancia en la constitución del espacio local, en la medida que este concepto no se ocupa del sujeto sino de su contexto. En este sentido la producción social de la vulnerabilidad enfatiza la fragilidad de las redes sociales que dan seguridad, pertenencia y apoyo creación de resistencias.
27
Entrando en otro argumento, en 1990 el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo presenta al mundo el enfoque del desarrollo humano23 que hasta el día hoy se ha
ido sustentando en nuevas dimensiones como la participación popular, seguridad humana,
crecimiento económico, derechos humanos, mundialización humana, los objetivos del
milenio, libertad cultural en un mundo diverso, entre otros hasta dar énfasis en la
sostenibilidad y equidad para un futuro mejor de la humanidad. En todo caso la definición
propone que
El desarrollo humano es un proceso mediante el cual se amplían las oportunidades de los individuos, las más importantes de las cuales son una vida prolongada y saludable, el acceso a la educación y el disfrute de un nivel de vida decente. Otras oportunidades incluyen la libertad política, la garantía de los derechos humanos y el respeto a sí mismo… (PNUD: 1990; 33)
Analizando el postulado teórico sobre el enfoque del Desarrollo a Escala Humana
(Max-Neff et Al: 1986), concurre una premisa general, en la que coinciden la mayoría de
pensadores (por supuesto, no todos), sobre el desarrollo local (a escala humana):
representa un nuevo paradigma en tanto alternativa teórica (Arocena: 1995; 10) a los
enfoques ortodoxos, reduccionistas y mecanicistas del sistema hegemónico de ideología
neoliberal; así mismo constituye un instrumento democrático-participativo en constante
construcción en respuesta a la crisis social, cultural, ambiental y económica dentro del
contexto de la globalización (Max-Neef et Al: 1994; 22-23). En este marco lo local y lo
humano en el desarrollo implica una nueva forma de interpretar la realidad que busca
potencializar y dignificar las fortalezas y capacidades de los actores sociales locales24, que en
coherencia (o armonía) con su territorio (medio físico y natural) e identidades culturales, y a
través de la participación social y democratización de la sociedad en la escala local y
23
En todo caso es importante puntualizar que antes de que la ONU proponga humanizar el desarrollo se desarrollaron interesantes aportes de pensadores como de Manfred Max-Neff que conjuntamente con Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn en 1986 proponen el desarrollo a escala humana. Pero también un autor fundamental sobre esto fue el Premio Nobel de Economía 1998 Amartya Sen, quien propuso el enfoque de las capacidades que en términos generales consiste en las oportunidades que pueden hacer realmente las personas para alcanzar el bienestar (si se quiere el Buen Vivir), no solo desde un perspectiva de alcanzar y tener el éxito económico desde un punto de vista de la utilidad felicidad de tener bienes (noción de bienestar que se mide con el crecimiento del PIB), sino desde la acción y libertad humana (ser y hacer individual y colectivo) para escoger modos y estilos de vida alternativos. Esto implicó una amplia reflexión sobre la idea de la justica (y los derechos que la garantizan) a nivel mundial. (Sen: 2009) 24
“Se refiere a las personas y no a los objetos”. (Max-Neff et Al: 1994; 40)
28
humana, las personas se configuran como agentes (o sujetos) de su propio desarrollo desde
el comienzo y durante un proceso de cambio social25.
Carpio y Elizalde (2009) afirman que lo local y el desarrollo local son la frontera para
las reflexiones, debates, propuestas y políticas para una gestión pública más descentralizada
y participativa a escala micro, orientada a erradicar la pobreza; además desde estos
planteamientos del desarrollo humano, adquiere trascendental importancia lo cultural
como base de la identidad local y elemento fundamental para la configuración de los
referentes culturales que determinan la cohesión territorial e integración histórica a nivel de
una localidad, aunque esto último también puede dar lugar a (o proviene de) una lectura
mercantilista26.
Los principios básicos que organizan este modelo humano de desarrollo son27:
Espacio temporal (relación global-local): El desarrollo local implica pensar el presente
(la vida es sucesión de presentes), desde un enfoque sistémico para comprender el
territorio como sistema sinérgico28. Esto implica reflexionar sobre el mundo, sobre los
25
Como asevera Carpio, el desarrollo local no se trata de un modelo alternativo mirado a sí mismo para abordar la mundialización, sino que es una referencia que tiene su sentido en las organizaciones sociales. La construcción de un proyecto compartido implica la participación de los actores locales en todas las etapas del proceso (formulación, ejecución y seguimiento), no solo por la satisfacción de necesidades inmediatas, sino para la conformación de estructuras que mejoren las condiciones de vida a largo plazo, por lo que se necesita del actor social y sujeto político comprometido con su realidad social local. 26
Por ejemplo si se impulsa determinado proceso productivo agroalimentario local como un sistema de denominación de origen o indicación geográfica (que buscan la calidad, rendimiento, especificidad o tipicidad de determinado producto local (como los vinos de España, quesos de Francia o la dieta mediterránea), no escapa de la lógica productivista del mercado, aunque sí representa una alternativa para competir y poder alcanzar a una nueva demanda externa fuera de lo local, pero no escapa de esta dimensión económica. En todo caso, una postura radical implicaría la no producción, pero un modelo de este tipo tiene que tener principios éticos claros tanto en lo humano como en lo ecológico (lo económico a nivel secundario) para que los nuevos productos y bienes territoriales no se configuren como productos de consumo masivo, o al menos no al costo de una tan profunda destrucción ambiental, cultural y moral. (Del Canto et Al: 2008) 27
Arocena (1995) plantea que entre los elementos o factores que definen un proceso de desarrollo local se tienen: la sociedad local (dicotomía local y lo global), la iniciativa y planificación local, la identidad local, la historia, el territorio, el actor local, la participación social, diversidad y globalización, descentralización, la acción local (política administrativa, sectorial y territorial), la concertación local. La descripción a continuación es una síntesis de la asignatura Políticas para Desarrollo Sostenible Territorial y Local 2011 – 2012 impartida en el Instituto Universitario de Ciencias Ambientales de la Universidad Complutense de Madrid, por el Profesor José Carpio Martín. 28
Elizalde y Max-Neef (1994) utilizan el lenguaje de la termodinámica para explicar el desarrollo local como un sistema sinérgico, es decir un sistema completo que resulta impredecible a partir del comportamiento aislado de cualquiera de sus partes.
29
desafíos comunes. Aquí son importantes los enfoques geográficos del mundo, ya que una
visión geográfica inteligente permite comprender el mundo en que vive cualquier persona.
La participación social: Representa la estrategia que a través del mecanismo de
participación democrática, busca crear entornos favorables a las iniciativas locales para
incrementar la capacidad de las colectividades en dificultades. “Un proceso de desarrollo
local debe ser la expresión de una convivencia democrática29 que cada persona pueda
disfrutar cotidianamente” (Carpio 2009). Esto implica un giro en las nociones políticas
respecto de la participación de la sociedad civil en el ámbito público (democratización), bajo
este esquema ya no sólo el Estado es el actor social y el único agente de desarrollo, ahora
los actores de la sociedad civil son los ejecutores de su propio desarrollo. Es decir,
potencializar las capacidades humanas locales, teniendo en cuenta el libre ejercicio político
de los diversos y heterogéneos actores sociales, una participación política a través de
asambleas y mecanismos como el diálogo, consensos, etc., como posibilidades viables para
articular las necesidades expresadas por la población y reducir las distancias entre
organizaciones de base o sectoriales, ONG’s, autoridades político administrativas y actores
individuales en general.
Articulación orgánica micro-organizacional (o de la política de movilización de la
sociedad civil): La constitución de este esquema de desarrollo es un problema político que
compete a cada realidad social, que ante un escenario globalizado permite dilucidar la
problemática local y el modo en que la acción política (el acervo del saber práctico generado
por la propia comunidad) de la población podría determinar soluciones más ajustadas a sus
problemáticas locales, dado que la realidad social es compleja y diversa (Max-Neef et Al:
1994; 58). En este sentido el desarrollo local es un proceso que requiere de articulaciones
29
García Roca explica que en la convivencia humana (o vida en común) el cuidado siempre ha sido el factor o sentido más básico y radical para la sobrevivencia, antes que el ser racional y el ser productivo. El poder regulador de la convivencia, para afrontar la vulnerabilidad humana ha institucionalizado el cuidado desarrollando sistemas públicos de protección como el concepto socio político del Estado de Bienestar (pacto de solidaridad y responsabilidad pública). Sin embargo, en la novedad actual se han acentuado los mecanismos de exclusión que han ampliado los límites de lo vulnerable, se ha ampliado la zona de exclusión con la crisis del sistema financiero, falta de empleo, alta movilidad social, etc. Estos mecanismos dan cuenta del dilema del progreso y mito del individuo.
30
orgánicas30, de un proceso interactivo que busca identificar y compatibilizar la articulación
armónica de las visiones, aspiraciones y propuestas de los actores de una escala local. Las
articulaciones son: entre seres humanos, naturaleza y tecnología; entre lo personal con lo
social; entre lo micro con lo macro; entre la planificación con la autonomía; entre la
sociedad civil con el Estado (Max-Neef et Al: 1994; 43).
García Roca (2011) plantea a la articulación orgánica como las prácticas
emancipadoras en el interior del espacio local. En este sentido el desarrollo humano
orientado a mejorar la calidad de vida31, implica el despliegue de las capacidades y la
proyección del futuro en red, para construir tejido social.
La auto-dependencia frente a la sobre-determinación neoliberal: La lógica del sistema
económico neoliberal en cuanto uniformador y homogeneizador de valores e
instrumentalizador de la sociedad, genera en sentido vertical (arriba-abajo) múltiples
dependencias (económica, financiera, tecnológica, política y cultural) en las diferentes
escalas espaciales (local, regional, nacional e internacional). De este modo se proyecta la
sobredeterminación a gran escala de la economía sobre la realidad social y en los procesos
de exclusión de las economías no competitivas. En respuesta a esto, el desarrollo a escala
30
La organización local interpretada como un organismo vivo y despierto, activa sus dinamismos, potenciales de dignidad y ética, participación, en definitiva su empoderamiento, para así recuperar los sistemas alternativos de producción, economías populares, cooperativas de trabajadores, empresas autogestionarias y economía popular y solidaria. García Roca (2011) colige que “el mayor productor de humanización es que los sujetos receptores de ayuda se conviertan en sujetos que ayudan”, mediante, como afirma Carpio (2011) la “creación de organizaciones simples y organizando su interrelación en el espacio local”. 31
Este pensador sostiene que la calidad de vida incorpora tres tipos de bienes (considerando la reflexión de Sen sostengo que son –o también son- valores): justicia, libertad y felicidad; valores que son legitimados por tanto garantizados por el estado moderno, pero con el adelgazamiento del Estado en beneficio del mercado, ¿quién será el garante de la calidad de vida y de los derechos ciudadanos? Reflexionando sobre el caso del trabajo, dice que no solo representa un modo de producción (o fuente de ingresos económicos) sino la condición por la que los individuos están distribuidos en el espacio social y acceden a bienes sociales, al estatuto de ciudadanía e incluso a la protección social. Pero por otro lado, la calidad de vida se basa en otros valores como la esperanza, consuelo, ánimo, comunicación, identidad, participación y reconocimiento, que son valores que se estructuran en alianza; por ejemplo las cooperativas (sus estrategias) que tienen su base moral en los sentimientos de solidaridad y autoayuda, y en ese sentido apuntan hacia el compromiso ciudadano a través de la auto organización fuera del marco estatal o mercantil, por ende responde a motivaciones personales y a otros sentidos (como la lógica de la donación que tiene su mayor impulso ético en el reconocimiento de la diferencia y en la vía de la proximidad). García Roca recalca que estos son los sentimientos compartidos que se reproducen en las comunidades y organizaciones que comparten metas y visiones de la realidad. Con esto, el desarrollo local ha de afrontar tanto el despliegue de las capacidades, así como la resistencia a los atentados que sufren los excluidos, por lo que la universalización de la ciudadanía debe hacerse desde estos sentimientos.
31
humana tiene como eje a la autodependencia32, una racionalidad contra-hegemónica
solidaria, sinérgica, participativa que se concibe en función de una interdependencia
horizontal no excluyente, buscando un sistema de relaciones para conciliar y potenciar la
participación social con la heterogeneidad en las diversas escalas espaciales y ámbitos del
tejido social, con énfasis en una democracia participativa (social o de la cotidianeidad),
rescatando la dimensión “molecular” de lo social (micro-organizaciones, espacios locales,
relaciones a escala humana, la revalorización de lo específico, de lo singular). Es una
reivindicación de la subjetividad como uno de los ejes de la reflexión sobre el ser humano
concreto, una propuesta de abajo-arriba que busca la ética del bienestar. (Max-Neef et Al:
1994; 46-48).
El desarrollo local no es proponer (imponer) formas coloniales de organización local
para afrontar el desafío de la invisibilidad social (como las que practican por ejemplo los
inmigrantes ilegales), sino construir la identidad y lo local desde la lógica de la exclusión,
reivindicando la pluralidad de todos los puntos de vista, de todas las miradas y perspectivas.
En base a esto el desarrollo local es un régimen atencional que apunta a construir o rescatar
no sólo las formas de organización de la vida social sino la estructura del espacio local en
donde coexisten los integrados y excluidos, así como las capacidades y la creatividad en
cuenta construcción-destrucción de la vulnerabilidad33.
Satisfacción de necesidades humanas: Este modelo de desarrollo local está orientado a la
satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, o si se quiere, de la satisfacción de
los atributos esenciales de la evolución humana, pensado como un instrumento político y de 32
Los recursos para la autodependencia son: la conciencia social; la cultura organizativa y capacidad de gestión; la creatividad popular; la energía solidaria y capacidad de ayuda mutua; la calificación y entrenamiento ofrecido por instituciones de apoyo; y capacidad de dedicación y compromiso de agentes externos o internos (Max-Neef et Al: 1994; 64). 33
Peemans (2008) aclara esto explicando desde la perspectiva de los “territorios de la vida popular” que en definitiva son las estrategias de las actores (individuales y colectivas) de plantear y organizar iniciativas en un espacio local (o micro territorios) para tratar de sobrevivir a los efectos (<modernizadores>> impuestos por las élites excluyentes (actores hegemónicos según Milton Santos). Es decir, iniciativas que se basan en el apoyo mutuo y en formas de solidaridad para hacer frente a las crisis sociales y a las necesidades estructurales en términos de alimentación, salud, higiene y vivienda (derechos subjetivos). Plantea que las formas dominantes de organización de estas iniciativas son las asociaciones, las complementariedades, las mutualidades, las reciprocidades, las cooperativas de la informalidad, la cooperación multifacética informal y práctica. Estas actividades o formas activas de solidaridad siempre están desplegadas a nivel local y se caracterizan por su capacidad de reinventarse continuamente dentro no solo de los pueblos rurales, sino en los barrios de grandes y medianas ciudades. En este sentido, afirma que existe una visión del espacio de las clases bajas donde no ha coincidido la fantasía de la modernización, y que en este sentido los campesinos y marginales urbanos han estado conectados en el mundo por un sinnúmero de redes de intercambio.
32
acción para el desarrollo local. Como aseveran sus autores hay que entender esta propuesta
teórica como una opción abierta para el desarrollo, susceptible a ser perfeccionada (Max-
Neef et Al: 1994; 18) 34.
Respeto a la diferencia y diversidad cultural (identidad local) y natural: La identidad
debe ser entendida como una dimensión fundamental para incitar y dirigir las iniciativas
locales, reconocer la historia y el territorio de los actores locales. Siguiendo a García Roca, la
construcción de la identidad y del espacio local (que en el caso europeo ha vivido la eclosión
de los factores reguladores que estabilizan, dando cohesión y seguridad), se caracteriza la
flexibilidad e informalidad, donde se resuelve el conflicto territorial entre solidaridad,
diversidad y codesarrollo.
Enfoque o experiencia de la transdisciplinariedad: Los autores sostienen que para
poder comprender la complejidad de las realidades locales, no sólo se requiere del análisis o
estudios interdisciplinarios (geógrafos, sociólogos, antropólogos, ecólogos, etc.), sino
implica ir más allá de las fronteras disciplinarias buscando la transdisciplinariedad, es decir la
participación personal, respetando, rescatando, valorando y potenciando el conocimiento
del “mundo invisible” de las minorías, excluidos, como las mujeres, campesinos, indígenas,
etc., y en esta medida valorar la estructura y realidades locales latinoamericanas en torno a
las concepciones sobre la naturaleza, aspectos históricos, culturales, de género, opinión de
sectores subordinados, especificidades locales, etc. (Max-Neef: 1994; 23)
34
La propuesta teórica distingue las necesidades humanas con las suntuarias. Por un lado, a las necesidades no hay que entenderlas como mera subsistencia, sino como carencia y potencialidad, una doble condición existencial en tensión constante, propia de los seres humanos individuales y colectivos, por ende son pocas, finitas, clasificables y universales a lo largo de la historia y culturas. Los autores proponen nueve tipos de necesidades fundamentales: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. Por otro lado, explican que existen satisfactores de las necesidades, que no son bienes económicos, sino los modos por los cuales se expresan las necesidades, es decir son formas y estructuras culturales e históricas de ser, tener, hacer y estar de carácter individual o colectivo, que contribuyen o conducen a la realización, actualización o satisfacción de necesidades humanas fundamentales. Estos satisfactores cambian según el ritmo de la evolución cultural, por lo que destruyen, pseudo satisfacen, inhiben o satisfacen una necesidad, pero existen otros que los denominan sinérgicos que no solo satisfacen una necesidad, sino que contribuyen a la satisfacción simultánea de otras necesidades, por tanto son considerados como contrahegemónicos en el sentido que revierten las racionalidades dominantes (la competencia y coacción). Finalmente, los bienes económicos son los objetos y artefactos (o los medios) por los cuales un individuo afecta y potencia positiva o negativamente los satisfactores para vivir sus necesidades, y también son producidos culturalmente pero tienen un límite impuesto por su materialidad (Max-Need: 1994; 31-34).
33
En este sentido, todo proceso de desarrollo local es un proceso permanente que está
en la experiencia y en la historia. A la experiencia de la transdisciplinariedad se le debe
entender como el lugar de la dinamización local en donde la participación de los actores
locales juega un papel muy importante tanto en la definición de objetivos como en la
ejecución de acciones35. Esta metodología apunta a la construcción compartida del territorio
en base al empoderamiento de las comunidades rurales, agrícolas, indígenas y
afrodescendientes para que exista diálogo directo con la estructura política local o nacional.
En definitiva, el desarrollo local a escala humana más que una teoría propositiva,
apuesta por una democracia de la cotidianidad sobre una base material (el territorio) en
donde las personas sean capaces de actuar sinérgicamente, que revaloren la diferencia y la
diversidad en su dimensión natural y cultural, su “propia historia”, para hacer surgir la
actividad y la posibilidad, es decir su protagonismo y la participación; una alternativa de
desarrollo que busque la agregación sin burocratización, la articulación sin cooptación (Max-
Need et Al: 1994; 84 , 69, 104). Se apuesta por una economía solidaria mediante las
cooperativas de ahorro y crédito, sistemas financieros comprometidos con el desarrollo
local que dan microcréditos para apoyar la creatividad local y las iniciativas comunitarias,
captando el excedente generado y haciéndolo circular.
Es claro que un modelo de desarrollo basado en escalas espaciales de proximidad
son enfoques y aportes de la geografía humana, que no sólo exponen a los territorios como
respuesta de las políticas de desarrollo implementadas, sino también como producto de las 35
Carpio considera muy importante la experiencia analizada sobre casos de desarrollo local, decir qué estrategias y casos se conocen, cómo se producen, además ser participes (los profesionales) y promover las buenas prácticas para poder construir territorios nuevos (como ejemplo los casos de turismo responsable o la economía solidaria en donde las cooperativas de ahorro y crédito se organizan de abajo arriba). En este sentido, el diagnóstico y autodiagnóstico participativo no es un proceso cerrado sino que tiene que retroalimentarse permanentemente, es decir que se tiene que validar, motivar y presentar para que se convierta en política pública en la gestión del territorio. Esto implica una posición metodológica intelectual crítica y un compromiso profesional y humano con los otros, que requiere del análisis de fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas en el territorio donde se interrelacionan e interactúan los actores locales con los externos (los técnicos, políticos, académicos, etc.) en las distintas escalas por donde se mueven los actores, entendiendo que cada uno de estos tienen ideas y estrategias distintas. En definitiva, este concepto de desarrollo representa un modelo poblacional disperso a la escala humana que varía según el territorio, pero en todo caso apunta a fortalecer a los colectivos para que actúen inteligentemente y de este modo se formulen de modo compartido los objetivos para un espacio local. Carpio llama esto la inteligencia funcional donde es fundamental el pensamiento creativo y la creatividad social, que implica tanto la búsqueda de nuevos lenguajes como la capacidad de soñar para construir territorios (una solidaridad entre lugares o espacio de solidaridad activa), “ya que lo que no se sueña o piensa no se consigue”.
34
prácticas locales de supervivencia36. En este sentido la reflexión no es otra lectura
postmoderna del desarrollo condenado al destino geopolítico y económico de la
globalización neoliberal, sino una perspectiva diferente en donde el punto de partida está
en el postdesarrollo. Este tipo de análisis encontramos a Peemans37 quien afirma que
dentro de la relación territorios-globalización se reproduce la dimensión de
“reterritorialización”, que en definitiva representa las nuevas condiciones para el desarrollo
de las personas y pueblos. Este autor se cuestiona si la construcción de los Estados Nación
(territorios nacionales) respondió sólo a la lógica del desarrollo dominante de la economía
mundial o existe otra explicación en la relación entre las diferentes escalas espaciales (local,
regional, nacional, continental, mundial) para entender los efectos reales sobre la mayoría
de personas que viven en áreas locales, rurales y urbanas, teóricamente los principales
beneficiarios del desarrollo (objeto e instrumento de las políticas de modernización llevadas
a cabo por las élites).
Sobre esto, Carpio y Elizalde (2009) recalcan que es importante el concepto de “el
lugar” 38 para entender la idea del territorio (reflexionando sobre Useche: 2008), ya que
36
Peemans (2008) sostiene que según las formas de la estructura espacial urbana y rural, la dinámica de la organización de la vida social de las poblaciones marginales han tenido una capacidad infinita para adaptarse a diversas condiciones institucionales y ambientales, y en esta medida, las prácticas populares de construcción y reconstrucción de los territorios locales, desde hace siglos han sido las estrategias e iniciativas de lucha y resistencia a la modernización excluyente, lo que denota una relación consistente entre el territorio y la identidad en diferentes contextos. 37
Este autor, al analizar la modernización e industrialización de Inglaterra y Francia, dice que las interpretaciones sobre políticas y modelos de desarrollo respondieron a los factores tecnológicos, tasas de crecimiento y determinismos de lo que era moderno, y que cualquier atraso a estos esquemas era racionalizado como una insuficiencia de recursos naturales u obstáculos institucionales, lo que redujo, descalificó y excluyó a los otros procesos socioeconómicos y las otras lógicas que se reprodujeron y sobrevivieron en la otra cara de la misma historia, inspiradas en las diversificadas prácticas populares de los obreros (su solidaridad que formaron cooperativas, asociaciones, etc.). En este sentido, la riqueza de la historia sobre la industrialización radica en que fue resultado de la coexistencia concreta de numerosos elementos, estructuras y sistemas de producción (Peemans: 1992). Como afirma Morin, “(…) en realidad ninguna de las grandes maquinarias complejas puede funcionar obedeciendo un orden simple e imperativo. Necesitan, incluso, transgresiones más o menos clandestinas para funcionar. El orden de la organización humana necesita el desorden (…) La realidad informal es invisible desde la cúspide y desde el exterior de la organización, pero es vital. Es una resistencia colaboradora.” (Morin: 2011; 236). 38
Hay que ver lo local como espacios de poder real, verdaderos contrapoderes de acción democrática en lo político, económico y cultural. Son mini-sistemas alternativos fuera o dentro del sistema, donde se potencia la economía popular y solidaria, en donde son importantes la creación de redes con las otras escalas para producir e incidir en el cambio a nivel nacional del Estado y mercado, para producir una densidad global.(Acosta: 2003 citado en Carpio y Elizalde: 2009). Para Milton Santos el territorio es el lugar de los esquizofrénicos donde por un lado se acogen los vectores del nuevo orden globalizado, pero por otro produce un contra orden por la acelerada producción de excluidos, podres y marginados, por lo que existe una suerte de esquizofrenia del espacio. En este sentido, el lugar no es solo un marco de vida, sino el espacio vivido, una experiencia siempre renovada que permite la revaluación de las herencias e indignación sobre el presente y futuro. De allí que Santos sostenga la necesidad de una pedagogía desde la existencia que supere en
35
implica por un lado mirar el espacio en tanto construcción social e histórica para la
flexibilidad de influjos demográficos y necesidades humanas como espacio donde reside la
escala humana de las relaciones interpersonales, así como lo particular que establece el ser
humano con el espacio. Por otro lado, (citando a Zaoual; 2001) afirman que la cultura del
lugar está en el horizonte de los paradigmas futuros, de las modas de organización y
estimulación de los actores en torno a los cambios necesarios; en este sentido, el lugar
funciona como un experto cognitivo colectivo en donde las creencias compartidas se
configuran como los motores simbólicos para la acción. La singularidad de los lugares que
representan históricamente se configuran por la confluencia entre actores, escales y
procesos históricos.
Entendido el territorio como un resultado dialéctico permanente, como espacio de
vida local hay que pedirle vida (buen vivir), por tanto hay que construirlo sano para que
todos sean reconocidos como humanos y ciudadanos útiles. Con esto será factible el
desarrollo de instrumentos de cooperativas de comercio justo, banca ética, economía
popular y solidaria (o economía asociativa), estrategias de promoción de empleo, y
finalmente reflexionar sobre los modelos sostenibles en un mundo insostenible.
3.1.3. El desarrollo sostenible o lo sostenible en el desarrollo
Durante varios siglos la humanidad tenía la percepción de que los recursos naturales
eran inagotables por tanto no existía la conciencia sobre los efectos negativos ambientales
producto del creciente y desmedido desarrollo industrial y tecnológico. Sin embargo, desde
los años 1960 comenzó a cristalizare en la sociedad, en especial en Estados Unidos, la
intranquilidad por el estado del medio ambiente, y una década más tarde la preocupación
ecológica, si bien incipiente todavía, fue reconocida en la escala internacional cuando se
comenzaron a surgir algunos convenios internacionales para la protección del medio
inmediatismo de las soluciones y de las visiones. El lugar nos orienta a vivir la propia existencia como algo unitario y verdadero, pero como una paradoja: “obedecer para subsistir y resistir para pensar en el futuro”. (Santos: 2000 citado en Carpio y Elizalde: 2009).
36
ambiente, pero sobre todo cuando las Naciones Unidas convocó a la primera reunión
internacional en Estocolmo << la Conferencia sobre el Medio Humano de 1972>>, un hito
que estableció no sólo el inicio de eventos, cumbres, acuerdos u otros hechos relevantes,
sino de una serie de principios de acción política y derecho ambiental internacional (Plaza:
2011; 282) en base a estudios de expertos científicos39 que fueron cimentando un nuevo
concepto y modelo: el desarrollo sostenible, que fue presentado en Río de Janeiro en la
<<Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo o Cumbre de la
Tierra de 1992>>. Este discurso presente y discutido hasta la actualidad40 , ha sido
decodificado por la ONU conjuntamente con el tema del calentamiento global y pérdida
diversidad, para reorganizar la agenda económica política e institucional internacional
frente a la crisis ecológica planetaria.
Este modelo de un desarrollo sostenible ha sido un discurso socialmente aceptado y
con gran poder de legitimación que se ha extendido, profundizado y desgastado en el
mundo con la globalización41. Las claves fundamentales para su éxito no sólo giran en torno
a un crecimiento económico sostenible, sino en la viabilidad ecológica mediante la
reducción y superación de la pobreza que aquejan a millones de humanos, mitigación de los
efectos sociales, económicos y ambientales del cambio climático, así como en el manejo
racional y eficiente de los recursos naturales para garantizar, tal como lo enuncia el Informe
39
Por ejemplo en 1987 se prepara el llamado informe Brundtand (Nuestro Futuro Común) donde se desarrolla el concepto de desarrollo sustentable y se evidenció la pérdida de la biodiversidad. Pero también se comenzó a discutir el tema del cambio climático, lo que llevó a constituir en 1988 un panel internacional de expertos científicos en cambio climático el IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), para profundizar la discusión sobre el clima. En esta dinámica de innovaciones discursivas ya en el año de 2006 se publica otra relatoría denominada el Informe Stern donde se calcularon los costos del cambio climático para la economía mundial. 40
Como se puede ver en la última reunión internacional de la ONU llevada a cabo el 20 al 22 de junio de 2012 Río+20 Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible: <<El Futuro que queremos>> Ver http://www.un.org/es/sustainablefuture/ 41
Elizalde afirma que el origen y fundamento del problema del desarrollo y sostenibilidad radica en la noción del crecimiento continuo, noción que ha representado un doble problema moral para la civilización occidental: el problema demográfico y el dilema sobre la justicia social y la equidad. Por otro lado, dice que debido a la creciente polisemia del término desarrollo sustentable, éste ha sufrido una cierta degradación conceptual pero que sin embargo existe una dimensión de novedad intrínseca al concepto que comienza no solo a cuestionar ideas previas, sino a abrir paso a otras concepciones distintas de las dominantes, que critican la realidad vista como una sucesión de eventos y contingencias que son construidas en la interacción del mundo de la vida, “un mundo intersubjetivo, del cual los humanos somos y hacemos parte; o lo que es lo mismo, una realidad que es construida a partir del compartir los propios mundos interiores”. (2003; 91, 101)
37
Brundtland de las Naciones Unidas, la satisfacción de necesidades sin comprometer la
capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias42.
Sin embargo la supuesta armonización o yuxtaposición de los ámbitos económico,
social, ambiental (incluso institucional) que persigue este modelo son cada vez más
complejos en un mundo en donde gobierna o se deja gobernar al Mercado Mundial. Como
se verá más adelante, la frontera es espacio muy rico en recursos naturales y biodiversidad,
pero es un territorio donde persisten problemáticas de exclusión social, pobreza,
desnutrición, discriminación, problemas de seguridad ciudadana, contrabando y
narcotráfico, vulnerabilidad climática, etc., por lo que una apuesta por un desarrollo
sostenible (en un mundo no sostenible) es contradictorio o al menos tiende a ser inviable,
especialmente si se reflexiona a partir de la coyuntura internacional actual en donde las
estructuras institucionales, así como las políticas y acciones en materia económica plantean
ajustes estratégicos neoliberales para atacar la crisis económica global43.
Antonio Elizalde (2003: 15, 16) asevera que el desarrollo sostenible debe ser
entendido como una nueva cosmovisión que modifique las concepciones actuales sobre las
dimensiones económicas y tecnológicas. Él sostiene que los humanos, antes de ser
consumistas son ante todo son seres físicos y biológicos, algo inherente a la condición
humana y social. Sin embargo, el individualismo extremo construido culturalmente por
Occidente, ha hecho olvidar que la existencia humana es por antonomasia social y que los
bienes de la tierra son bienes sociales (comunes) por tanto bienes compartidos, y en este
sentido, la vida consciente de sí misma es la condición social que hace a los humanos
42
Amarty Sen (2009; 279-282) sobre este concepto sostiene que es asombroso que la sostenibilidad ambiental asuma una doble dimensión: preservar y mejorar la calidad de vida (en la medida que el medio ambiente no puede divorciarse de la vida de los seres vivos). Sin embargo, dice que las vidas humanas no solo se basan en su nivel de vida o en la satisfacción de necesidades, sino en la libertad y en las capacidades que disfrutan. En este sentido, ser consiente del deterioro ambiental no solo apunta a la satisfacción de las necesidades sino en “abarcar la preservación (…) de las libertades y capacidades sustantivas de la gente de hoy <<sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones>> de tener una libertad igual o mayor” para decir que valorar y como hacerlo más allá de intereses y necesidades, porque la humanidad tiene valores y tiene la habilidad de “razonar, apreciar, elegir, participar y actuar” para salvaguardar lo que consideran importante. 43
La humanidad apunta a las paradojas o esquizofrenias. Dentro de un contexto de crisis financiera y desempleo, la solución que se aviva es la necesidad de más crecimiento económico cueste lo que cueste a la naturaleza y sociedad, como es el caso de los recortes presupuestarios realizados por el Gobierno de España en el marco de las medidas de ajustes de estructural, como por ejemplo la moratoria de las energías renovables o la reducción de algunos derechos sociales y humanos.
38
plenamente humanos. “Por el contrario, el individualismo nos torna a los humanos en seres
egoístas, egocéntricos, desconfiados, ególatras, desconsiderados, ambiciosos y mezquinos”
(Elizalde: 2003; 52, 117, 118).
María Novo (2003) en esta línea analiza cómo el dominio del viejo paradigma
mecanicista basado en cientos de años de pretendida separación entre el sujeto, el objeto y
su contexto44, hoy en la globalización neoliberal, genera grandes desequilibrios ambientales,
territoriales, económicos y humanos, problemática que requiere un replanteamiento de la
filosofía del desarrollo y racionalidad económica, es decir nuevas formas éticas 45 y
científicas de pensamiento integrado con teorías y leyes que reproduzcan y difundan la
política y gestión ambiental dentro de nuevos modelos culturales y educativos. En este
marco las pautas de producción y consumo, así como el mercado (y sus leyes) juegan un
papel transcendental en los temas ecológicos.
El tema del consumo dentro del sistema económico de mercado representa una
enfermedad letal de la civilización que se llama consumismo, porque en el “desarrollo
ininterrumpido del complejo técnico-económico-industrial <<extremadamente materialista
que multiplica la producción de bienes consumo masivo, crea>> (…) nuevos placeres, nuevas
satisfacciones, nuevas autonomías (…) donde lo superfluo se vuelve indispensable…” (Morin
225). Elizalde y Morín afirman que el consumismo genera una constante obsolescencia de
productos y despilfarros “al costo de una tan profunda destrucción ambiental, cultural y
moral como acontece actualmente” (Elizalde; 2003; 72-73) que “causa degradación,
contaminación y escasez” (Morin: 2011; 226).
44
Esta separación corresponde a la división ontológica humano-naturaleza fundadora de la civilización occidental. Edgar Morín, justamente al explorar los temas ambientales, la denomina <<la gran disyunción de Occidente>>, que en definitiva implica la separación del hombre (como ser racional y con alma) de la naturaleza para dominarla.(Morin: 2011; 77) 45
Elizalde en el mismo sentido asevera que es necesario complementar las tecnológicas con prioridades éticas; un valor supremo que oriente el accionar humano cuyo límite ético al deseo radique en el profundo respeto a la diversidad de toda forma de vida. El desarrollo de una racionalidad profundamente diferente de la racionalidad dominante es una racionalidad de sentidos, ética y utópica que trascienda el cortoplacismo, y en este sentido “el principal desafío ético es el de abrirnos a compartir y a incluir al otro, en especial a los excluidos”, teniendo como objetivo cultural la búsqueda de su sabiduría, escuchar el mensaje permanente de los pueblos indígenas sobre su relación armoniosa con la Pachamama, apuntando hacia la producción colectiva de saberes y la recuperación y valoración de los saberes tradicionales. (2003; 109, 111-114)
39
El consumo compulsivo entendido como una norma universal de interacción
humana, empobrece radicalmente el sistema de valores y creencias culturales de las
sociedades tradicionales como la solidaridad, cooperación y fraternidad, fomentando el
individualismo extremo y estandarizado46, que no sólo compromete el futuro sino que
reproduce una lógica de exclusión social, una racionalidad del egoísmo individualista basada
en la ideología o cosmovisión dominante de la escasez (pobreza y subconsumo) y
abundancia (hiperconsumo individualista) que es impuesta sobre los territorios y sus
ecosistema para mantener los niveles de competitividad y estatus de las clases medias, en
donde “si alguien gana es porque otro lo pierde”47 (Elizalde: 2003; 74-76). En este sentido,
Morin dice que “los efectos egoístas del individualismo destruyen la antigua solidaridad
<<en donde>> (…) “individuo queda subyugado por el consumismo, que lo pone bajo su
dependencia porque, en realidad, lo coloca a su servicio” (2011; 23, 226).
En relación a las leyes del beneficio inmediato del mercado <<minimizar costos y
maximizar ganancias>>, Novo explica que estas las leyes del que gobiernan las economías
mundiales (donde el mercado es quien maximiza el bienestar social), han puesto la
racionalidad económica sobre la racionalidad ecológica, acarreando la crisis ambiental a
escala planetaria, que al ser manipulada por la especie humana no se considera la
resiliencia de la biósfera, es decir la capacidad de carga de los ecosistemas, las tasas de
renovación del capital biológico y las capacidades de los sumideros en absorber los
contaminantes.
Elizalde sostiene que la catástrofe socio ambiental o crisis ecológica48 no sólo un
problema tecnológico o económico, sino un problema político y cultural que requiere de un
46
La palabra en cursiva corresponde Morin sobre el mismo argumento, quien también sostiene que el hiperconsumo ha agravado la crisis económica y ecológica, que no solo implica abusar de la energía sino afectar el modo de vida de la civilización (2011; 226). 47
“Precisamente esto es lo que logra el neoliberalismo: exacerbar las pulsiones egoístas y tratar de eliminar las pulsiones sociales, fundamentales para el buen vivir de todos, y esta es la idea clave cuál es la guía de una construcción nueva para América Latina” (Correa: 2011; 40). 48
Elizalde habla del subdesarrollo moral que planteando desde la crisis ambiental es la manifestación primera de una crisis mucho más profunda: la crisis de sentido que vive la humanidad, crisis de las cosmovisiones, paradigmas, crisis moral, de principios, del método). “Todo ello nos ha conducido a una creciente incoherencia entre sistemas de creencias, visiones de mundo, sistemas de lenguaje, moralidades y concepciones éticas, conductas y comportamientos individuales y colectivos” (2003; 100,116). Morin plantea que civilización occidental, que ocasiona la crisis de la globalización, está en crisis; en este sentido es una crisis de la
40
cambio fundamental que siga un sistema de creencias basado en la línea de dignidad
(indignidad sobre el sub-consumo y del sobre-consumo), un horizonte ético, político,
cultural de equidad y justicia social que equilibre el consumo y la redistribución en función
de los recursos finitos del planeta, donde el existir y operar de los humanos en el mundo
transcurra en un espacio de azar, de contingencia, de surgimiento de lo inesperado (2003;
108 , 111, 141).
Todo esto apunta a una mirada alternativa orientada a recuperar el valor inherente
de lo vivo <<que el mercado es incapaz de reconocerlo como la principal de las eficiencias: la
reproducción de la vida>> (Hinkelammert 1996 en Elizalde: 2003; 101), aprender a ser y
estar en la naturaleza, ser recíprocos y revalorar a la comunidad biótica49 como la
comunidad de intereses humanos, que dentro del juego del auténtico bienestar todos
ganan. De este modo, recuperar los recursos espirituales y culturales <<sinérgicos>> que se
caracterizan por requerir ser compartidos para crecer como el lenguaje, el amor, el
conocimiento científico, la información, la creatividad, el poder sobre uno mismo, la
memoria colectiva, la identidad grupal, el humor, la democracia. (Elizalde: 2003; 44, 79, 80).
Las reflexiones analizadas orientan a comprender el problema ambiental desde lo
global (a escala macro), para de este modo diseñar estrategias que mejoren la calidad de
vida y establezcan compromisos ciudadanos a escala local (meso y micro), pero en base a un
profundo respeto a la diversidad cultural y biológica (mayor bien del mundo) que guarda un
valor intrínseco en los umbrales del planeta para el equilibrio de la vida. Así, para avanzar
hacia una sociedad sostenible en detrimento del antropocentrismo, etnocentrismo y
unificación tecnoeconómica a escala planetaria, que dentro del dinamismo de la globalización acarrea múltiples y variadas crisis como la económica mundial, la ecológica, de las sociedades tradicionales, la demográfica, la urbana, del mundo rural, de la política, de las religiones, del desarrollo, de la humanidad. “Así, la globalización, a la vez una y plural, conoce una crisis propia, que acerca y disgrega, unifica y separa” (2011; 22, 23,24) 49
Novo explica que para pasar de los valores occidentales, hay que dejar atrás la dominación y explotación indiscriminada de la naturaleza, abandonar el antropocentrismo de los últimos siglos y transcender a una nueva compresión de las relaciones sujeto-medioambiente, y afirma siguiendo al biólogo ambientalista estadounidense Aldo Leopold, comprendernos como miembros de una comunidad biótica cuyo fin esencial sea precisamente el mantenimiento de la vida. Acosta (2008) sobre esta dimensión de la sostenibilidad, siguiendo a Guimaraes, plantea del paso del crecimiento cuantitativo al cualitativo para preservar la integridad de los procesos naturales que garantizan los flujos de energía y materiales en la biosfera, transitando del antropocentrismo al biopluralismo, otorgando a las especies el mismo derecho ontológico a la vida".
41
globalización excluyente, se requiere interpretar el dinamismo del sistema ambiental como
un espacio finito en continuo cambio ético, científico político y económico.
Frente a la incertidumbre del futuro por la desequilibrada situación mundial por la
depredación de los recursos naturales, la falta de equidad social y perdida de la
biodiversidad, esta propuesta apunta por la construcción de una nueva matriz epistémica
que apuesta por construir un pensamiento complejo50 con racionalidad ambiental y las
visiones ecosistémicas, que rescaten la dignidad de la Tierra con un nuevo paradigma que
demanda un nuevo lenguaje, nueva moralidad vinculada con la termodinámica51, un nuevo
imaginario, una nueva política, una nueva pedagogía, una nueva ética, una nueva
producción y reproducción cultural, un nuevo descubrimiento de lo sagrado y un nuevo
proceso de individuación. (Elizalde: 2003; 111, 126).
En este sentido se necesita de la pluralidad de las miradas para salvar al planeta,
para descubrir la igual dignidad de todos los seres vivos y así disfrutar de la inmensa
variedad de vida plenamente humana. La esperanza a la solución de problema no vendrá
tanto (o sólo) del poder político y económico sino de la propia gente organizada en
sociedad, es de decir de los movimientos sociales cuyo papel es decisivo en la construcción
de una ciudadanía inclusiva que reconozca y garantiza derechos, y en medida actúe como
presión frente a los Estados y sus administraciones (García Roca 2011).
Para mejorar la calidad de vida de las personas, respetar la diversidad cultural y
ecológica, renunciando a convertir a personas y países en instrumentos del sistema global
50
Edgar Morin, autor de la teoría del Pensamiento Complejo, plantea que frente a la crisis de conocimiento, es necesario “un pensamiento capaz de relacionar los conocimientos entre sí, de relacionar las partes con el todo y el todo con las partes, un pensamiento que pueda concebir la relación de lo global con lo local, de lo local con lo global (…) El conocimiento debe saber contextualizar, globalizar, multidimensional (...) Solo un pensamiento complejo puede darnos armas para preparar la metamorfosis social, individual y antropológica (…) también debe servirnos para tomar conciencia de las contradicciones lógicas que debemos afrontar” (2011; 141, 143). 51
La segunda ley de la termodinámica o entropía que consiste en “(…) que el desorden aumenta en un sistema cerrado. Las aparentes contradicciones (por ejemplo, la vida, un cristal, una llama) son de hecho compatibles con la segunda ley cuando uno reconoce que el sistema de la Tierra está abierto y que el nuevo orden es a costa de incrementar el desorden creciente de la gradiente de energía (por ejemplo, los alimentos digeridos, el calor disipado en la cristalización, la cera de la vela quemada)” (Vogel: 2012; 8). El palabras de Elizalde, todos los recursos materiales en algún momento son escasos ya que están sometidos a la degradación de la energía-materia (a la entropía), por tanto tienen un costo energético que puede y debe someterse a un análisis de costo-beneficio” (Elizalde: 2003; 76, 78).
42
dominante (una lógica de justicia no mercantilista), el desarrollo local a escala humana y
sostenible apunta a que la humanidad pueda ser sostenible en su lugar para que suman más
condiciones de vida favorables para la escala planetaria, teniendo presente que la ética por
la vida (que prima la dignidad de los humanos y de todos los seres vivos) es el principio
básico de la sostenibilidad de la biósfera.
3.1.4. El Buen Vivir, un nuevo paradigma
Sus denominadores comunes se enuncian así: la calidad es más importante que
la cantidad, el ser es más importante que el tener, la necesidad de autonomía y
la necesidad de comunidad deben ir asociadas, la poesía de la vida, con el amor
en primer lugar, es nuestra verdad suprema. (Morin: 2011; 248)
En el Plan Nacional de Desarrollo del Ecuador 2009 - 2013 se hace una amplia
aproximación al concepto del Buen Vivir o Sumak Kawsay (en kichwa), y de entrada se
plantea que no es un desarrollo o enfoque alternativo al concepto dominante, sino otro
paradigma52. Como se ha evidenciado, según la época los enfoques analizados han sido
críticos a los modelos tradicionales del desarrollo, y en esta medida son alternativos porque
lo humanizan, lo hacen sostenible, lo territorializan. Sin embargo, como dice Tortosa estás
acepciones del desarrollo son “prefijos, adjetivos o sustantivos” que producen cierta
desconfianza (Tortosa: 2009; 2), por-que el paradigma hegemónico de desarrollo ha
resistido, mutado e incluso ha sido inmune a las “(…) críticas feministas, ambientales,
culturales, comunitarias, políticas, entre otras.” (Senplades: 2008; 32).
El concepto del Buen Vivir como afirman Acosta y Gudynas (2012), se presenta no
como alternativa sino como una respuesta a varios de esos cuestionamientos, y en la
práctica en el Ecuador es un derecho constitucional y un enfoque orientador del accionar
político; por este sentido, se “propone un desplazamiento de la palabra desarrollo para
incorporar en el debate el concepto del Buen Vivir” 53 (Senplades: 2008; 32). Pero ¿qué
significa el Buen Vivir, hacia donde apunta? A continuación algunas ideas:
52
No se analizará explícitamente el alcance ético, conceptual y constitucional del suma qamaña (vivir bien) de Bolivia dadas las similitudes con el concepto sumak kawsay. Ver (Tortursa: 2009, Acosta: 2008, Gudyanas 2011) 53
Un cambio de paradigma: del desarrollo al Buen Vivir”. (Senplades: 2009; 31). Gudynas afirma: “En lugar de insistir con los ¨desarrollos alternativos¨ se deberían construir alternativas al desarrollo (siguiendo las palabras
43
- En un concepto que nace en el Ecuador y Bolivia, en Latinoamérica, por ende “no
contiene los elementos engañosos del desarrollo convencional” (Tortosa: 2009; 2).
Pero lo más importante es que se basa en la cosmovisión indígena54 de la reciprocidad
y complementariedad, del grupo étnico original amerindio que desde la conquista
española fue explotado, excluido y negada su cultura ancestral. Por tanto, como bien
afirma Tortosa, el Sumak Kawsay es importante en el terreno simbólico y porque es un
repensar del desarrollo desde la periferia no sólo desde los actores hegemónicos.
(Tortosa: 2009; 5)
- El enfoque del Buen Vivir no desconoce los aportes críticos y alternativos, sino que los
incorpora, y en sentido se presenta como un concepto plural, vivo, “una categoría en
permanente construcción y reproducción” (Acosta 2008). Es una plataforma que
descoloniza saberes, en el sentido que reconoce, respeta y aprovecha la diversidad de
saberes (Gudynas: 2011; 15).
- En este sentido Gudynas (2011; 2, 3) analiza tres planos del concepto: ideas (no se
basa en la ideología del progreso); discurso (se distancia de la retórica del crecimiento
económico del PIB y sus indicadores econométricos sobre la calidad de vida no se
reduce al consumo o propiedad55); prácticas (se ha concretado en proyectos políticos,
planes de gobierno, marcos normativos y planes de desarrollo alternativos al
desarrollo convencional.
del antropólogo colombiano Arturo Escobar). El Buen Vivir aparece como la más importante corriente de reflexión que ha brindado América Latina en los últimos años.” (2011; 3) “Al contrario de lo que proclama, el desarrollo convencional desemboca en un ¨mal desarrollo¨, que conlleva a un ¨mal vivir¨ (apelando a la caracterización popularizada por José María Tortosa, 2001).” (2011; 2). Peemans (2009) hace una interesante reflexión al mencionar que en la actualidad no se han alterado las actitudes fundamentales de la modernización (si se quiere desarrollo), ya que tanto las zonas urbanas como rurales siguen siendo vistas como meros instrumentos de crecimiento económico y acumulación de capital de este modo aumentan su funcionalidad a las demandas del crecimiento de la globalización. Explica que en las escalas local, regional y nacional la movilización de recursos, humanos y materiales son estrategias de los actores globales orientados a romper barreras que impidan el despliegue de sus proyectos económicos y políticos hegemónicos. 54
“Desde la cosmovisión indígena el mejoramiento social -¿el desarrollo?- es una categoría en permanente construcción y reproducción. En ella está en juego la vida misma. Siguiendo con este planteamiento holístico, por la diversidad de elementos a los que están condicionadas las acciones humanas que propician el Buen Vivir, los bienes materiales no son los únicos determinantes (…) El Buen Vivir constituye una categoría central de la filosofía de vida de las sociedades indígenas. Y su aporte nos invita a asumir otros ¨saberes¨ y otras prácticas.” (Acosta: 2008) 55
García Roca (2011) dice que da la impresión que en el neoliberalismo económico se contraponen la competitividad con calidad de vida, donde esta última “(…) abandona su impulso solidario e igualitario y se reconcilia con la compasión hacia los grupos vulnerables”.
44
- Cuestiona al antropocentrismo del desarrollo actual, lo que implica otra forma de
asignar valores e interpretar a la Naturaleza o Pachamama en kichwa (La Constitución
ecuatoriana reconoce derechos a la naturaleza). Otra racionalidad de entender el
progreso, de usar en armonía la naturaleza y cambiar las relaciones humanas. Apunta
a una ética biocéntrica en donde la naturaleza pasa a ser un sujeto con valores
intrínsecos, no objeto (Gudynas: 2011; 3, 8, 14)56.
- Las “manifestaciones del Buen Vivir son específicas a una cultura, una lengua, una
historia, y un contexto social, político y ecológico particular.” (Gudynas: 2011; 8)
- Implica formas de hacer política (bioigualitarismo, biosocialismo republicano) y apunta
hacia la justicia social postutilitarista y postdistributiva. (Gudynas: 2011; 8)
3.1.5. Ideas de gobernanza
Hace más de 20 años el término gobernanza ha tenido múltiples significaciones,
orientaciones y confusiones, por ende ha sido debatido a diferentes escalas en instancias
políticas, administrativas, económicas y académicas (especialmente en los ámbitos de las
ciencias sociales); pero además ha sido ampliamente utilizado en respuesta a problemáticas
sociales, políticas, económicas y ambientales, tanto en esferas y procesos de cooperación
internacional, así como dentro de marcos jurídicos institucionales. La Real Academia de la
Lengua Española codificó este término en dos definiciones, la más común como “la acción y
efecto de gobernar o gobernarse”; y la otra, si se quiere más para el contexto de la realidad
europea, como el “arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un
desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre
el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía” (DRAE; 2012)57.
Una de las principales confusiones se encuentra en la interrelación entre los
términos gobernabilidad y gobernanza. Prats al analizar la génesis de la gobernabilidad
(2003; 240), asevera que en un comienzo estos dos conceptos anglosajones <<governability
y governance>> representaban la distancia entre las demandas sociales en expansión
durante la crisis del Estado de bienestar de la década de los años 1970, entrando en juego la
56
“El sumak kawsay incorpora a la naturaleza en la historia” (Dávalos: 2008; citado en Gudynas: 2011; 6) 57
Ver http://lema.rae.es/drae/?val=gobernanza
45
capacidad de las instituciones públicas para enfrentar los desafíos y oportunidades58. Otras
aportaciones que revisa Prats las encuentra en O’Donnell (1979) y Przeworski (1988), que
entienden a la gobernabilidad como el estado de un país que evita la regresión autoritaria
(la autocracia), y permite avanzar, expandir y aprovechar las oportunidades sociales,
económicas y políticas (expansión de los derechos y oportunidades para las personas),
quedando implícito la gobernabilidad como la mejora del desempeño económico-social y
generadora de la mejora de lo político para la consolidación de las democracias en
transición. Prats identifica una tercera corriente (siguiendo a Kauffman, Kraay y Labatón:
2000) que contribuyó a la amplitud y confusión del concepto de gobernabilidad, la misma
que fue propiciada por las agencias de cooperación internacional como el Banco Mundial, el
Fondo Monetario Internacional y el PNUD que lo comenzaron a utilizar el concepto como
sinónimo de governance59. Estos aportes elaborados por las agencias de cooperación
internacional definían a la gobernanza (que luego fue complementada como buena
gobernanza) como “el proceso y las reglas mediante los cuales los gobiernos son elegidos,
mantenidos, responsabilizados y remplazados; la capacidad de los gobiernos para gestionar
los recursos de manera eficiente y formula, implementar y reforzar políticas y regulaciones;
y, el respeto de los ciudadanos y del Estado a las instituciones que gobiernan las
interacciones socio-económicas…”. (Prats: 2003; 241)
58
Pratz explica que estas raíces conceptuales tienen su origen en un informe encargado por la Comisión Trilateral (Norte América, Unión Europea y Japón) durante 1975. Este autor sitúa los aportes académicos de Crozier, Hungtinton y Watanuk, quienes reflexionaron sobre la crisis del Estado de bienestar, siendo la gobernabilidad como uno de los componentes de la reforma administrativa (limites) del Estado sobre el ejercicio del poder o el ajuste fiscal. Pero también la gobernabilidad concebida dentro del régimen democrático en relación al aumento de los mecanismos de responsabilidad por parte del Estado, frente a las demandas legítimas de los ciudadanos o si se quiere de los intereses de los movimientos sociales (grupos de presión y resistencia), mecanismos traducidos como la capacidad de respuesta política del Estado para fortalecer, consolidar o transformar la institucionalidad para que se garanticen “la intermediación y la autonomía entre Estado y la sociedad civil, entendida como un sector público no estatal, compuesta de sujetos políticos con intereses públicos no privados”. (Lucio y Paredes: 2005; 13, 14). 59
Pineda, siguiendo el artículo de Beatriz Sosa Governance: la comprensión y la expresión, contextualiza la gobernanza como el neologismo de governance, un término anglosajón de raíces francófonas, que es comunicado por la Comisión de la Unión Europea (antes de las Comunidades Europeas) cuando lanza el Libro blanco de la Gobernanza Europea en el 2001. Cito nuevamente la definición o traducción de la autora en mención sobre gobernanza: “condiciones financieras, sociales y administrativas necesarias para instrumentar y aplicar las decisiones políticas adoptadas y poder ejercer la autoridad"; por analogía, además, al término "gobernabilidad" que se usa desde hace ya tiempo para designar "las condiciones políticas para intermediar intereses y el apoyo político para gobernar" (Sosa: 1998, citada en Pineda: 2010; 33) Ver http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/66/pyc667.htm
46
Sobre esta tercera corriente, Peemans (2008) afirma que el concepto de
gobernabilidad, difundido por Banco Mundial o FMI de la década 1990 como gobernanza,
tuvo una orientación neoliberal60 para concretar las medidas de ajuste estructural (o las
estrategias de lucha contra la pobreza) dentro del Estado-nación, y en esta medida fue una
respuesta al debilitamiento de la relación entre la soberanía y el territorio. En este sentido
dice que no es de extrañar que el concepto de "gobernanza local" fuera integrado con la
concepción de la "buena gobernanza”, ya que con esto se aseguraba la extensión del
mercado y la reducción del papel del Estado a través de la descentralización.
Durante este tiempo la literatura política comenzó a plantear la importancia de la
participación de las comunidades para su desarrollo local, lo que sirvió según Peemans, para
que las publicaciones del Banco Mundial y filiales recuperen estos conceptos pero vaciando
sus contenidos (elaborados en otros contextos), y de este modo incluirlos en los principios
de la "gobernanza local", universalizando las ideas sobre el empoderamiento y papel central
de la sociedad civil, la participación de la mujer en las decisiones locales, así como la
“inclusión de los pobres en la planificación local". (Peemans: 2008). Sin embargo, concluye
que estas nuevas estructuras institucionales, políticas y administrativas no han favorecido a
los territorios locales autónomos, porque dentro de los requisitos de la campaña mundial de
la gobernanza neoliberal (o gobernanza global de la economía mundial)61, tanto el espacio
60
Según Peemans (2008) para reducir el déficit fiscal y costos vinculados a la excesiva centralización administrativa durante los años ochenta, la gobernanza fue originalmente un instrumento de la descentralización (transferencia de algunos de los ingresos y ciertos gastos a los gobiernos locales) y privatización de ciertas funciones y servicios públicos locales para reducir e las pérdidas fiscales. En otras palabras, según Angulo Sánchez, “con el fin de que los gobiernos sean capaces de aplicar dichos programas y estrategias, así como para crear un marco político y jurídico que atraiga a los capitales y a las empresas transnacionales, el neoliberalismo ha inventado un nuevo concepto, la ¨gobernanza¨ (¨buen gobierno¨), una especie de neocolonialismo político. Dicha gobernanza, aunque se tilde de ¨buena¨ o ¨democrática¨, interpretada y aplicada a la manera neoliberal, consiste en un artificio ideológico y mediático para encubrir la rigurosa y estricta aplicación de los citados programas o estrategias, que poco tienen que ver con la democracia y los derechos humanos y mucho con la sobrexplotación de los recursos humanos y naturales en provecho del capitalismo transnacional y neocolonial”. (2010; 243) 61
Peemans (2008) dice que la gobernanza neoliberal representa el asertivo de los últimos años del sistema de gobernanza mundial con pretensiones hegemónicas, ya que detrás de sus preceptos y prácticas obligatorias, el neoliberalismo dibuja la voluntad de establecer los contornos de un territorio global. Por esto la gobernanza es interpretada como una de las formas contemporáneas del imperialismo, controladas por las instituciones multilaterales de Bretton Woods que controlan el Atlántico Norte, que dentro de la OTAN redefinen los derechos de la intervención militar en un proyecto global y sin fronteras. Para otros la gobernanza neoliberal se refiere al papel de Estados Unidos como una potencia imperialista hegemónica militar que apoya el papel de las instituciones multilaterales para imponer el gobierno neoliberal. Todo esto apunta a una especie de geografía neoliberal de la libertad, que extendida en una geografía imaginaria de la gobernanza global,
47
nacional como el local están sujetos a las dinámicas globales. En todo caso, como afirma
Narváez (2009; 306), todo esto dio lugar al debate sobre la arquitectura de la gobernanza
global ambiental
Pero toda esta crítica, si bien necesaria para comprender los alcances del sistema
económico mundial, adquiere otra perspectiva en Europa62 (que Prats la denomina la cuarta
corriente), y por supuesto, las lecturas sobre la gobernanza adquieren otro sentido, y es
necesario una breve revisión de este tema, porque estos instrumentos y modelos se
presentan como los avances en la materia, y aunque no correspondan a la realidad
latinoamericana, en Colombia se plantea el desarrollo rural territorial para responder a las
enormes distorsiones territoriales en zonas abandonadas, con cultivos ilícitos o en conflicto
con los grupos irregulares. En todo caso a nivel analítico resulta interesante la discusión en
los ámbitos académicos y tecnocráticos en las administraciones públicas sobre el desarrollo
local/rural, que han incorporado la perspectiva territorial en las políticas públicas para
definir un esquema de intervención desde el enfoque de la cohesión territorial. En la
Estrategia Territorial Europea planteada hasta el 2020, se busca una economía con alto nivel
de empleo, en base al crecimiento económico y gobernanza económica en base a tres
prioridades: conocimiento e innovación (economía o crecimiento inteligente), sostenibilidad
(crecimiento sostenible) e integración (crecimiento integrador).
Bardají y otros autores (2008) plantean que la difusión de las diferentes caras de la
globalización económica ha implicado un replanteo de las lógicas de la eficiencia y
competitividad. Por ejemplo, se plantea que para superar la “imagen negativa” de lo rural
en las sociedades modernas, ahora hay que revalorizar el espacio en un contexto de
factores de competitividad territorial, orientados no sólo a las ventajas competitivas
estáticas de las empresas, sino a las ventajas competitivas dinámicas como la calidad de
significa que a medida que las organizaciones locales materialicen sus proyectos o planes de desarrollo en sus territorios, así aumentarían su poder de negociación frente a la oferta de gobernanza local propuesta por los actores hegemónicos a escala global en el marco de la mundialización económica. 62
Tal como se puede apreciar en los instrumentos de Unión Europea como la Estrategia Territorial Europea, el Libro Verde de la Cohesión Territorial, la Agenda Territorial Europea, la Estrategia Europa 2020 y en la Política Agraria Común que apuntan a la cohesión económica y social, conservación del patrimonio natural y cultural, y competitividad equilibrada. Ver. http://ec.europa.eu/regional_policy/sources/docoffic/official/reports/pdf/sum_es.pdf http://polired.upm.es/index.php/urban/article/viewFile/395/395
48
vida de las personas, la calidad ambiental y la calidad institucional territorial, para así
construir masa crítica, fortalecer la identidad e imagen externa mediante procesos
participativos públicos y privados que pueden fomentar las iniciativas innovadoras. En
definitiva, las nuevas estrategias rurales de desarrollo como la marca de calidad territorial,
productos típicos y turismo rural implican cambios en el funcionamiento y estructuras de
territorios para trasladar al mercado los valores intangibles y cualidades tangibles de los
territorios63.
El concepto europeo de cohesión social, económica y ambiental territorial busca
superar los desequilibrios de los territorios rurales, por lo que requiere un nuevo sistema de
gobernanza participativa flexible de múltiples niveles, que promueva la cooperación entre
instituciones y actores sociales, así como la cohesión social y económica en términos de
sostenibilidad64. La sociedad civil rural, con su patrimonio cultural, social y natural son
determinantes para un territorio más cohesionado y coherente; en este sentido son
fundamentales las relaciones de cooperación entre los agentes, la buena gobernanza, en
donde “la institucionalización de la confianza puede ser interpretada como la peculiaridad
del proceso de modernización” (Canto y Ramírez: 2009; 11). Esto se construye en torno a la
valoración de los productos locales (como una Denominación de Origen para vinos o quesos
de alguna zona rural de Francia también conocidos como sistemas agroalimentarios
localizados) que favorecen a la calificación del espacio rural. Además esto se puede
63
Estos autores plantean que la territorialización de la economía ha implicado la incorporación de los elementos simbólicos y culturales como bienes de consumo. Dicen que los territorios compiten de modo diferente al igual que las empresas o países, en donde la estrategia de desarrollo significa generar condiciones locales (económicas, sociales e institucionales), y cuya competitividad territorial rural está en la diferenciación de productos y servicios basados en tres criterios de calidad que respondan a los cambios de la demanda: 1. Calidad de vida, entendida como las condiciones objetivas indispensables para el bienestar subjetivo individual y colectivo como el entorno físico natural saludable, empleo y condiciones laborales favorables, seguridad en el acceso a espacios públicos, acceso a servicios públicos, y relaciones armoniosas en un entorno de cohesión social; 2. Calidad ambiental, hace alusión a la oportunidad de desarrollo por la creciente demanda de bienes y servicios ambientales de los espacios rurales configurándose los recurso naturales como un factor de competitividad, estímulo del consumo, ventaja comparativa, etc. Esto no solo se refiere a los proyectos en materia de energía renovable, reciclaje, transporte, biodiversidad, agricultura sostenible, sino que implica que las instituciones acrediten estos nuevos valores al activo natural como atractivo, además que construyen como identidad diferenciada a los espacios naturales protegidos); 3. Calidad institucional, que tiene que ver con la gobernanza institucional para que garantice las reglas para la adopción de innovaciones tecnológicas, productos y formas de organización, es decir una arquitectura institucional con arreglo a la competencia de los bienes y servicios del territorio para favorecer el surgimiento de emprendedores locales y emergencia de actividades. (Bardají et Al: 2008; 20-23) 64
Ver Foro del Instituto de Estudios Sociales Avanzados – IESA (2009) sobre la Cohesión de los Territorios Rurales.
49
complementar con el cesto de bienes y servicios territorializados, es decir el territorio no
sólo es producto de la tierra, sino que otros productos y servicios generan una renta de
calidad territorial en donde es el mismo territorio el que se vende bajo una misma marca
que aglutina un conjunto de productos originarios.
Todo lo dicho son respuestas de las actividades humanas rurales europeas al
contexto globalizado, en donde para concretar sus procesos productivos (si se quiere,
alternativos) requieren de organización, coordinación y trabajo en redes. Toda la dinámica
de gobernanza alrededor de estos procesos productivos territoriales demuestra cómo sus
acciones se basan en valores como la confianza, cooperación, solidaridad, apoyo, voluntad,
buenas relaciones estado-sociedad civil, valorización del patrimonio cultural y ambiental,
que en definitiva construyen tejido social, por ende construyen organización social. En este
sentido, los buenos sistemas de gobernanza65 dan significado a los territorios rurales.
Con este primer acercamiento al contexto europeo, a continuación se amplía el
marco de reflexión desde varios autores haciendo una revisión conceptual de la gobernanza
y términos que se relacionan o desprende de ésta, dado que la gobernanza desde sus
perspectivas descriptivas y analíticas, ayuda a encontrar respuesta a la protección de los
recursos naturales, las áreas naturales y los territorios ancestrales. De este modo, para
operativizar los términos, como proponen por ejemplo Fontaine y Puyana (2008; 20) sobre
el concepto de buena gobernanza, es necesario un método de análisis (sin duda cercano al
sociológico de Durkheim) que consiste en desechar todas las ideas preconcebidas o
prejuicios sobre el modelo universal de la buena gobernanza, que es determinado y aplicado
65
En la Comunicación de la Comisión a las otras instituciones europeas sobre Gobernanza y Desarrollo (2003) no establece una definición sobre gobernanza, pero si hace mención de aspectos primordiales y principios básicos por ejemplo: “Las estructuras y la calidad de la gobernanza constituyen factores determinantes de la cohesión o el conflicto social, el éxito o el fracaso del desarrollo económico, la conservación o el deterioro del entorno natural, y el respeto o la violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales (…)La Declaración del Milenio, de las Naciones Unidas (…) depende de la buena gobernanza en cada país y en el plano internacional (…) constituye un componente esencial de las políticas y reformas orientadas a la reducción de la pobreza, la democratización y la seguridad mundial (…)se refiere a las normas, procesos y conductas a través de los que se articulan intereses, se gestionan recursos y se ejerce el poder en la sociedad (…)El verdadero valor del concepto de gobernanza reside en su mayor pragmatismo, desde el punto de vista terminológico, frente a conceptos tales como democracia, derechos humanos, etc (…)es un concepto significativo y práctico que alude a los aspectos básicos del funcionamiento de cualquier sociedad y de los diversos sistemas políticos y sociales (…)describirse como el nivel elemental de estabilidad y eficacia de una sociedad (…)” COM(2003) 615 final. Sobre los últimos avances en la materia ver COM(2011) 363 final Río+20: hacia la economía ecológica y la mejora de la gobernanza.
50
por las entidades multilaterales o la misma Unión Europea, separando los aspectos políticos,
económicos, sociales y éticos, para poder entender la dimensión de la problemática socio
ambiental en Latinoamérica.66
Para Narváez gobernanza es un concepto que
(…) define el conjunto de valores, principios y normas –reglas de juego formales e informales– que pautan el desarrollo de una determinada política pública y por el cual se establecen los actores estratégicos, los procedimientos y los medios legítimos de acción colectiva y de interacción. De aquí se desprendería que gobernabilidad vendría a significar la capacidad que las reglas del juego (gobernanza) confieren para formular, procesar y aplicar institucionalmente las políticas públicas – que derivan de los retos y oportunidades de una sociedad determinada. (Narváez: 2009; 283, 284)
Otra aproximación a la gobernanza la realiza Cisneros que la define como una forma
de hacer política en constante cambio, en donde los sistemas políticos adaptan sus sistemas
institucionales en función de las demandas de los actores de la sociedad civil. En este
sentido gobernanza “se refiere al sistema, es decir a las instituciones, a las políticas y a la
política que controlan o reglan ciertas actividades sociales. En segundo lugar como procesos
hace referencia a las relaciones sociales que se establecen entre el sistema y los actores
sociales que este regula o busca regular67. Generalmente la segunda acepción en castellano
se denomina gobernabilidad, pero creemos que la diferenciación confunde su uso más de lo
que lo aclara y la tendencia al desuso del término gobernabilidad (governability) en la
literatura anglosajona confirma nuestras sospechas” (Cisneros: 2010; 342).
El tema político e institucional es central en la gobernanza68. Según Prats (2003; 249)
la gobernabilidad hace referencia al refuerzo del proceso político en donde las demandas y
66
El estudio de estos autores está relacionado a la identificación de problemas sociales y locales que producen las políticas energéticas relacionadas a operaciones petroleras en áreas naturales, empero en esta propuesta puede ser interpretada en otras problemáticas socio ambientales sobre territorios indígenas, “(….) por efectos de la extracción de recursos naturales, colonización y ampliación de la frontera extractiva bajo los parámetros de la expansión capitalista, cuyos impactos en los ambientes físico, biótico y social han acelerado el deterioro regional, con énfasis en la crisis de gobernanza ambiental poniendo en riesgo el orden establecido.” (Fontaine y Puyana: 2008; 261) 67
Del mismo modo Fontaine y Puyana (2008; 170, 171) aseveran que gobernanza concierne al funcionamiento de los sistemas institucionales, mientras que la gobernabilidad refiere a las condiciones de la democracia como la participación ciudadana en la toma de decisión, la rendición de cuentas, la representatividad de los electos, etc. 68
Para Kooiman “(…) el papel de las instituciones influye en la conducta de los actores (y por lo tanto en su buena disposición o capacidad de entrar en interacciones), en consecuencia, la gobernanza socio-política a la
51
preferencias son canalizadas institucionalmente y las políticas públicas llevadas a cabo.
Narváez por su lado dice que “(…) cabe referir que la doctrina relaciona gobernabilidad con
institucionalidad y establece que el desarrollo institucional de una sociedad se materializa
con el concepto de gobernanza…” (Narváez: 2009; 283)
Sobre esto se destaca Elinor Ostrom, ganadora del Nobel en Economía 2009, quien
abordó el tema problema de la gobernanza al analizar estudios de caso sobre el manejo de
recursos hídricos (un bien común o recurso de uso o propiedad común – RUC). Con su
reflexión que parte del libro “La Tragedia de los Bienes Comunes” 69, que en definitiva
busca es restringir el uso de los recursos naturales para garantizar su viabilidad económica a
largo plazo, se puede interpretar que Ostrom propone un análisis micro, si se quiere más
sociológico, de las acciones colectivas en una organización comunitaria para manejar los
RUC. Al comienzo de su libro (1990) afirma que la “cuestión de cómo administrar mejor los
recursos naturales utilizados por muchos individuos no está más resuelta en la academia
que en el mundo de la política” (Ostrom: 2000; 25).
Esto le lleva a plantear que no existen modelos intelectuales que den respuestas a
los problemas asociados a la regulación y administración de recursos naturales, por lo que
su libro apunta a criticar los fundamentos políticos “tradicionales” sobre la gestión de los
recursos naturales, presenta algunos estudios de caso exitosos (y no) sobre el manejo de los
recursos que no cuentan con la regulación y administración, y en este sentido busca
comprender las capacidades y limitaciones de un autogobierno (autoorganización) en la
regulación de los recursos naturales. En definitiva, su estudio plantea que tanto las
que se hace referencia, es mucho más que un concepto analítico. Es un concepto con una carga normativa importante y su completo desarrollo puede ser considerado como un ejercicio normativo que apunta a la consecución de dos órdenes: a) un orden de gobierno dirigido a la solución de los problemas del día a día y a la creación de oportunidades, b) un segundo orden de gobierno relacionado con las condiciones de la gobernanza institucional.” (Koiman 2005 citado en Narváez: 2009; 281) 69
“The Tragedy of Commons” de Garrett Hardin publicado 1968, plantea el dilema del “conjunto de problemas humanos que ser denominados “problemas sin solución técnica” (haciendo alusión también a la tecnología), como la contaminación. En términos generales el autor propone que los bienes comunes (que utiliza la sociedad en común, la naturaleza, el ambiente) están condenados a un futuro trágico por los impactos del modelo destructivo, del avance tecnológico. Entonces ¿cómo el sistema va ha racionalizar la crisis ambiental? Hardin plantea que la propiedad común está condenada al futuro trágico “la libertad de los recursos comunes resulta la ruina de todos”. Frente a un problema que no tiene solución técnica, mira la solución en “una coerción mutua, mutuamente acordada”, que en su reflexión apunta a transformar la propiedad común en privada. (Harret: 1968)
52
instituciones (públicas y privadas) tienen que cambiar, aumentar su eficiencia, ser bien
diseñadas pero ajustándose a las circunstancias locales. En todo caso que los arreglos
institucionales atañidos a la gestión y administración de los RUC (tanto su conservación
como explotación), no sólo se de en base a las propiedades físicas de los recursos, sino al
tipo de reglas implementadas o acordadas con las organizaciones para regular su acceso y
uso70.
Ostrom en base a sus comprobaciones, propone 8 principios de diseño
característicos de instituciones de larga duración de los RUC, si bien han recibido diferentes
críticas, en especial teóricas71, representa un interesante referente para reflexionar sobre
un sistema de gobernanza.
1. Limites claramente definidos: Los individuos o familias con derechos para extraer unidades de RUC deben estar claramente definidos, al igual que los límites del recurso; 2. Coherencia entre las reglas de apropiación y provisión con las condiciones locales: Las reglas de apropiación que restringen el tiempo, el lugar, la tecnología y la cantidad de unidades de recurso se relaciona con las condiciones locales y con las reglas de provisión que exigen trabajo, material y dinero o ambos; 3. Arreglos de elección colectiva: La mayoría de los individuos afectados por las reglas operativas pueden participar en su modificación; 4. Supervisión: Los supervisores que vigilan de manera activa las condiciones del RUC y el comportamiento de los apropiados, son responsables ante ellos o bien son apropiadores; 5. Sanciones graduadas: Los apropiadores que violan las reglas operativas reciben sanciones graduadas (dependiendo de la gravedad y del contexto de la infracción) por parte de otros apropiadores, funcionarios correspondientes, o de ambos; 6. Mecanismos para la resolución de conflictos: Los apropiadores y sus autoridades tienen un acceso rápido a instancias locales para resolver conflictos entre los apropiadores, o entre éstos y los funcionarios a bajo costo; 7. Reconocimiento mínimo de los derechos de organización: Los derechos de los apropiadores a construir sus propias instituciones no son cuestionados por autoridades gubernamentales externas; 8. Para RUC que forman parte de sistemas amplios, Entidades anidadas (articulación entre instituciones de distinto nivel): Las actividades de apropiación, provisión, supervisión, aplicación de normas, resolución de conflictos y gestión se organizan en múltiples niveles de entidades incrustadas. (Ostrom: 2000; 148)
70
“(…) en el nivel de coordinación de la interacción social, en el que los actores son organizaciones, el nivel intencional de hacer las cosas “de hacer las cosas juntos” se expresa en acuerdos bi o múltiple, intra e interorganizacional y el nivel estructural de esas interacciones ocurre en sectores o subsectores de la diferenciación social.” (Koiman, 2005 citado en Narváez: 2009; 270). Con esto Narvaez recalca que es necesario establecer organizaciones de cogestión, que signifique “lograr una integración entre los enfoques adaptativos de la gobernanza y otras prácticas de gestión adaptativa más habituales”. Narváez: 2009; 227) 71
Ver A Review of Design Principles for Community-based Natural Resource management http://www.ecologyandsociety.org/vol15/iss4/art38/
53
Aproximado el tema ambiental, Guillaume Fontaine e Iván Narváez señalan que
desde la preparación de la Cumbre de Río de 1992, los organismos internacionales
comenzaron a discutir por el involucramiento de la sociedad civil en la gobernanza
ambiental “entendida como el conjunto de reglas, prácticas y entidades institucionales que
enmarcan la gestión del medio ambiente en sus distintas modalidades (conservación,
protección, explotación de recursos naturales, etc.)”72 (2007; 14, 15). La gobernanza
ambiental es otro concepto de implicaciones políticas que ha generado debates públicos a
nivel nacional e internacional, lo que ha derivado en diversos enfoques. Entre los ejemplos
más citados corresponde el concepto definido por la Unión Mundial para la Conservación de
la Naturaleza (UICN) en el V Congreso Mundial de Parques de 2003 celebrado en Durban,
Sudáfrica.
La gobernanza puede describirse como el medio por el cual la sociedad define las metas y prioridades, y fomenta la cooperación, ya sea a nivel local, nacional o mundial. Las modalidades de gobernanza se expresan mediante marcos jurídicos y políticos, estrategias y planes de acción, e incluyen las modalidades de estructura para dar seguimiento a las políticas y planes, y supervisar el desempeño. La gobernanza abarca las normas para la toma de decisiones, en particular, quien tiene acceso a la información y participa en el proceso de toma de decisiones, así como las propias decisiones.” (Burhenne-Guilmin et Scanlon: 2003 citado Narváez: 2009; 274)
En este sentido, Narváez siguiendo la definición de la UICN a la gobernanza
ambiental se la concibe
(…) más que como un “estado” adquirido por una construcción institucional y normativa a partir de un cierto consenso de los actores con poder (estratégicos), como un proceso constantemente en construcción, en la medida en que los actores y sus relaciones pueden cambiar. Esta visión está inserta en una preocupación central: construir la gobernabilidad desde aristas complementarias como la problemática del desarrollo, la dimensión ambiental, el marco institucional necesario para normar y viabilizar las relaciones de cooperación entre actores públicos y privados. (Narváez: 2009; 98)
72
Estos dos autores aseveran que la eficacia de la gobernanza radica en “la articulación entre distintos niveles de responsabilidad y de involucramiento” tanto a nivel institucional de los gobiernos, como en los procesos de toma de decisión y gestión democráticos a través de la participación de la sociedad civil. En este sentido, una política de conservación eficiente radica en la interacción sociedad civil – Estado, por tanto la eficacia de la gobernanza ambiental concierne a la calidad de la gobernabilidad democrática. (Fontaine y Narváez: 2007; 7, 15)
54
Sobre la Buena Gobernanza73 este autor anota: - Empoderamiento de la sociedad civil;
- Fortalecimiento de sinergias intersectoriales entre programas ambientales, de
democracia y gobernanza;
- Fortalecimiento de la institucionalidad del sector público para que tenga la
capacidad de abrirse a los saberes ancestrales, “a la diversidad cultural
reconociendo el derecho de las comunidades indígenas y campesinas a tener
palabra, un discurso y una visión del mundo, a participar en la construcción de la
sustentabilidad que implica disponer y tener acceso a una justicia confiable,
respeto a los derechos humanos, reconocimiento de los derechos territoriales,
de la responsabilidad y los roles de los distintos actores involucrados”. (Narváez:
2009; 156).
Por otro lado, el buen gobierno se inscribe a la idea de la gobernabilidad
democrática74 basada en principios como la participación, transparencia, responsabilidad
política y rendición de cuentas75. En este sentido promocionar el Estado de Derecho la
73
El término de Buena Gobernanza tomó relevancia en el ámbito ambiental durante Plan de Aplicación de las Decisiones de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (la Agenda 21) cuando se la calificó como <<esencial para el desarrollo sostenible>> y cuando se reveló que los Estados habían asumido adoptar los compromisos de una ‘buena gobernanza’ según a lo establecido en el Consenso de Monterrey sobre la financiación para el desarrollo, y de este modo promover la democracia y el imperio de la ley según la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas. (Narváez 344: 2009). En este mismo año (2003) la Comunidad Europea en planteaba: “A medida que los conceptos de derechos humanos, democratización y democracia, Estado de Derecho, sociedad civil, descentralización de competencias y administración pública sana van adquiriendo importancia y pertinencia, paralelamente a la evolución de una sociedad hacia formas de organización política más sofisticadas, la gobernanza va convirtiéndose en buena gobernanza (…) es ante todo una cuestión de orden interno (…)es un factor clave de cara a la eficacia de la ayuda al desarrollo y a la consecución de los objetivos que debemos esforzarnos por alcanzar…”(* COM/2003/0615 final */) 74
Desde otra lectura, Angulo al respecto afirma que “no faltan esfuerzos por parte de los promotores de la gobernanza de tratar de otorgarle una cierta legitimidad al adjetivarla como democrática (…) en divulgar la pretendida interacción entre el sector público y los sectores privado y civil, no sólo en la elaboración de medidas y en la toma de decisiones políticas y económicas, sino también en la aplicación o implementación de dichas medidas. Pero (…) falta un elemento crucial: la redistribución o reparto equitativos de las riquezas y beneficios obtenidos tras la puesta en práctica de dichas medidas (…) de este modo, la gobernanza o el buen gobierno vienen a ser en realidad el conjunto de normas y procedimientos políticos, administrativos e institucionales adecuados a la aplicación o implementación de las políticas (…) caracterizadas por la primacía del sector privado y de sus valores (competitividad, rentabilidad, individualismo egoísta, entre otros) y por la subordinación a éstos de los sectores público y civil” (2010; 256, 257). 75
Aunque los sistemas de gobernanza multinivel que operan fuera de los estados, permiten que muchos más actores participen, no está claro quiénes son los sujetos a los cuales se debe rendir cuenta, “¿son los Estados, son los ciudadanos de estos estados?” (Cisneros: 2010; 355).
55
eficacia, eficiencia y equidad, la concertación y consenso con la sociedad civil en torno a las
prioridades socioeconómicas y políticas, temas sobre el control de la corrupción y la gestión
descentralizada que han sido acordados por la comunidad internacional. (Narváez: 2009;
284).
Otro término común en este temática es la gobernanza multinivel que da cuenta de
los niveles de gobernanza a diferentes escalas, de este modo, como afirma Cisneros,
dependiendo de su origen geográfico se categoriza con diferentes nombres: “multitiered
governance, multi-level governance, condominio, etc.” (2010; 18). La Unión Europea en el
Libro Blanco del Comité de las Regiones sobre la Gobernanza Multinivel, “entiende la
gobernanza multinivel como la acción coordinada de la Unión, los Estados miembros y los
entes regionales y locales, basada en la asociación y destinada a elaborar y aplicar las
políticas de la Unión Europea. La misma induce la responsabilidad compartida de los
diversos niveles de poder en cuestión y se basa en todas las fuentes de legitimidad
democrática y en la representatividad de los diversos agentes implicados”. (2009/C 211/01)
Se ha podido constatar la existencia de varios estudios en el Ecuador sobre el tema
de gobernanza de áreas protegidas. Existen diferentes reflexiones que buscan entender las
dinámicas de los pueblos indígenas, de sus territorios ancestrales, que se encuentran en
campos petroleros, que, como se puede advertir, su presencia responden a las políticas
estratégicas sobre energía del país. En este ámbito se destaca Fontaine (2007) con sus
estudios sobre los conflictos hidrocarburíferos ambientales generados por el extractivismo
petrolero (como es el caso de la Reserva de Biósfera Yasuní). Él plantea la hipótesis de que
“la buena gobernanza se articula con la gobernabilidad democrática en función de la
capacidad de la sociedad de llegar a la estabilidad, la integración social y política y manejar
los conflictos sobre la base de la capacidad de negociación e institucionalización de los
arreglos y la responsabilidad de las instituciones.” 76 Narváez (2009; 27).
76
En este sentido como se ha visto, la gobernanza es “un sistema institucional que enmarca la acción de los actores sociales y la acción de gobernar y que incluye la política, las políticas públicas y la administración pública” (Prats: 2003; 244 citado en citado en Fontaine y Puyana: 2008; 240 -244)
56
Estos autores identifican la Decisión V/6 del Convenio sobre la Diversidad Biológica
que determina tipos de gobernanza, que dependen a una variedad de factores sociales,
culturales, económicos e institucionales, por lo que para promover las iniciativas de
conservación, se recomienda la descentralización a escala más local y participación de los
interesados directos. En este sentido, la gobernanza ambiental para áreas protegidas puede
ser ejercida a través de organizaciones e instituciones gubernamentales, como en
organizaciones e instituciones de la sociedad civil, claro está dentro de parámetros técnicos
de manejo. Sin embargo no hay que olvidar que la crisis ambiental es la crisis de la
gobernanza, por lo que Fontaine interpretando a escala estatal, dice que es una
manifestación de la confusión de competencias normativas entre los tres poderes públicos,
así como por la existencia de mecanismos de control ineficientes y un modelo de gestión
ambiental de los recursos naturales que no han garantizado ni asegurado una mayor
participación de los pueblos y nacionalidades en la toma de decisiones, siendo
imprescindible la concertación y la implementación de instrumentos jurídicos más eficientes
para concretar la gobernanza ambiental. (Narváez: 2009: 275, 257,348, 366).
La gobernanza ambiental es un tema de escala mundial. Considerando que el mundo
cada vez es más complejo, el PNUMA77 mira como imperante una gobernanza ambiental
eficaz a todos los niveles, por lo que las reglamentaciones prácticas, políticas e
institucionales que se dan en la interacción entre actores son centrales en este proceso de
interacción. Es por esto que cuenta con un subprograma de Gobernanza Ambiental que
promueve la adopción de decisiones orientadas a la cooperación y gobernanza mundial y
regional. Tiene cuatro objetivos: Conocimientos científicos bien fundamentados para la
adopción de decisiones (orientada a procesos como tener información actualizada sobre el
medio ambiente mundial, trabajar con y conectar redes científicas, así como diseñar
herramientas y servicios para fomentar la capacidad del medio ambiente); Cooperación
internacional (tiene que ver con el tema legal y normativo, así como con las pautas
internacionales, y por supuesto el fortalecimiento de la cooperación del PNUMA a nivel
mundial); Planificación del desarrollo a nivel nacional (apoyo a los arreglos institucionales
regionales, promover la Iniciativa sobre la pobreza y medio ambiente – PEI que trabaja con
77
Ver http://www.unep.org/pdf/Environmental_Governance_sp.pdf
57
el PNUD, y por supuesto la buena gobernanza del PNUMA dentro del Sistema de Naciones
Unidas a todos los nivel y escalas incorporando los principios de sostenibilidad); y ,
Prescripción de políticas y prestación de asistencia técnica a nivel internacional (en temas
institucionales, derecho ambiental y la participación de los interesados directos).
En este marco, en el Informe de Desarrollo Humano 2011 se menciona que para
garantizar las acciones de equidad y la participación en la gobernabilidad y el acceso a
financiación plantean que:
Para acortar la brecha que separa a encargados de formular políticas,
negociadores y autoridades de las personas más vulnerables a la
degradación ambiental, hay que cerrar la brecha en la gobernabilidad del
medioambiente mundial. Las medidas de rendición de cuentas no pueden
por sí solas hacer frente al reto, pero ello es fundamental para crear un
sistema de gobernanza eficaz en términos sociales y ambientales que
cumpla su cometido ante la gente. (IDH: 2011; 108)
Para Andrade (2011) la gobernanza indígena refiere a las formas de gobierno o
autogobierno que los pueblos y nacionalidades indígenas tienen para reconocerse y hacer
autónomo su ejercicio de definición de su estructura interna o sistema social organizativo.
Es indispensable que la gobernanza indígena, al igual que todo tipo de gobernanza, se base
en consensos a nivel interno de los pueblos, así como en acuerdos entre estos últimos en
defensa de su derecho al autogobierno, con las entidades Estatales, para todo esto sin
embargo cualquier acuerdo o consenso se debe basar en la participación de todos los
actores involucrados.
Siguiendo con el mismo autor, “en la gobernanza indígena el tema de los derechos
colectivos es fundamental y responde a cambios internos y sectoriales, ésta debe tener
implícito el reconocimiento externo de los derechos indígenas y la eficacia de sus sistemas
internos de gobernanza, lo que incluye los derechos consuetudinarios, la organización social
y las interrelaciones tradicionales con el ambiente. El reconocimiento a los derechos
indígenas y a sus particularidades socioculturales es necesario para que la gobernanza
indígena pueda efectivizarse, debe reconocerse institucionalmente la diferencia étnica y la
diversidad cultural con los procesos de autonomía y autodeterminación que requiere cada
uno de los pueblos” (Andrade: 2011; 163). Como vemos el tema de la gobernanza indígena
58
parte de un activo reconocimiento de sus particularidades sociales, culturales, políticas y en
su caso económicas, para verdadera aplicación de sus derechos como parte fundamental de
los Estados reconocidos como plurinacionales e interculturales, sin embargo como veremos
luego, el no reconocimiento político de estos dos últimos aspectos, puede diferir mucho al
momento de hablar de una gobernanza indígena.
Este concepto de gobernanza indígena reconoce las diferencias de los distintos
actores en este caso desde un enfoque étnico, y se puntualiza en la necesidad de la
“construcción de consensos” desde esta diferencia de actores y manifestaciones, pero así
también, desde los diferentes intereses que surgen de esta relación entre grupos étnicos y
Estado. Se reconoce por tanto las diferencias en la formas de gobernar y administrar de los
grupos indígenas, y a esas diferencias en coordinación o consenso con otros actores
políticos, sociales y culturales. En esta relación, para el mismo autor se reconoce como
elementos de la gobernanza indígena a los siguientes:
- Autogobierno, existencia de diferentes formas de auto gobierno en base a las tradiciones organizativas de los pueblos, que combinan lo ancestral, con nuevas formas administrativas fruto de la estructura política mayor.
- Estructuras institucionales de autoridad y organización social, estas complementan el autogobierno con estructuras o niveles de autoridad, que involucran no solo la unidad de cada pueblo sino toda la diversidad étnica, social y política.
- Derecho consuetudinario, “Todo pueblo posee una cultura que está en constante recreación y dinámica, y es lo que permite la supervivencia y continuidad de los mismos, en la medida que posibilita organizarse, relacionarse con los otros y consigo mismos, pero también adaptarse a nuevas circunstancias” (Andrade: 2011; 143)
- Distribución de beneficios de recursos naturales, en relación al papel que tiene la población indígena sobre todo en los lineamientos para el manejo de los recursos y su acceso.
- Modelos de gestión territorial, la relación tradicional con la tierra como recursos de subsistencia.
- Participación, la participación puede ser entendida como "los procesos que posibilitan la incursión de actores sociales de fuera del Estado en la planificación, administración y manejo de las áreas protegidas" (Andrade: 2011; 156), por ejemplo.
- Mecanismos de resolución de conflictos, en busca de una relación en términos de armonía y consenso entre todos.
59
Este tipo de enfoque puede ser matizado desde puntos o problemas específicos de
gestión en donde se ponen en juego las formas tradicionales de atención y autogobierno de
los pueblos indígenas, en relación con la administración Estatal y sus intereses sobre temas
como la conservación de la naturaleza. Así, se contemplan los diferentes niveles y
estrategias de acción, primero desde lo local, respondiendo a lineamientos ancestrales de
relación con la naturaleza, como desde las perspectivas institucionales ambientales a nivel
macro. Sobre esto:
La gobernanza de la organización indígena tiene como razón de ser, la gestión de
una atención integral del estado para la satisfacción de demandas en todos los
campos institucionales del desarrollo (educación, salud, economía, etc.). En tanto
que la gobernanza institucional de la conservación, tiene como objeto la protección
de la naturaleza. Uno gobierna sobre la sociedad y su relación con las necesidades de
las comunidades. Por eso busca todos los segmentos que componen la asistencia del
Estado y pugna con los que le son contrarios a sus intereses. Otro gobierna sobre la
naturaleza para perpetuarla, regulando el acceso de las comunidades con planes,
actividades o proyectos que no consultan el derecho de autodeterminación y de
desarrollo propio sobre el hábitat que le es naturalmente propio. Ese
enfrentamiento entre niveles y competencias públicas ha progresado en los últimos
años en aquellas áreas donde se ha dado la oportunidad de interactuar durante
largos períodos de tiempo” (Riascos: 2008; 27)
Esto sin embargo, no significa que en la totalidad de los casos el sistema de
gobernanza indígena sea necesariamente distinto a los sistemas estatales. Existen
actualmente muchos sistemas organizativos a nivel comunal, que recogen lógicas de los
sistemas democráticos de los Estados, así se estructuran a través de cabildos, asociaciones,
comités, entre otros (Riascos: 2008) los cuales están integrados a todo el sistema de
gobierno y de gestión administrativa. Sobre la conservación y el manejo de la naturaleza,
Riascos apunta que: “Esto significa que en la región, se encuentran fuertes estructuras de
gobernanza que desean persistir en su fidelidad al enfoque cultural tradicional de
sustentabilidad de sus territorios, y que sin excepción, guardan congruencia con los fines de
conservación de los estados” (Riascos: 2008; 10).
Al estar todo tipo de gobernanza indígena en relación directa con la estructura del
Estado, es obvio que dependiendo del marco político constitucional de cada Estado, la
relación que se tenga con los pueblos indígenas y su grado de autonomía política diferirán
60
sustancialmente. Así podemos presentar de manera muy breve dos casos cercanos en
cuanto a la presencia de población indígena, pero a la vez muy diferentes en cuanto al
contexto social, político y jurídico del país. Bolivia y Perú, son dos ejemplos de diferencias de
gobernanza indígena que recoge Andrade (2011) en su trabajo.
“Tanto para Perú con Bolivia, los procesos de reconocimiento de los derechos
indígenas han sido distintos y distantes en el tiempo. Los procesos de inserción de las
necesidades de los pueblos indígenas en la normativa de estos países ha sido lenta, y
diferente en cada una de las zonas territoriales y áreas de interés económico” (Andrade:
2011; 163). En los dos países históricamente el tema indígena o la población indígena (que
en ambos países está cercana al 45% de la población total) ha sido marcada por la
marginalidad desde el Estado y desde la población civil. Sin embargo cada uno de estos dos
países ha pasado por procesos o crisis, si se quiere, que han cambiado considerablemente el
rumbo de la realidad indígena. Bolivia dio un cambio radical desde la entrada a gobierno de
Evo Morales, esto significó un nuevo escenario político y público para los derechos de los
pueblos indígenas. Así con una nueva carta magna en donde se parte del reconocimiento
del país como plurinacional e intercultural, se generan nuevos procesos con mayor amplitud
para la igualdad y equidad política, cultural, económica y social, de las diferentes etnias o
grupos indígenas. Si bien en los dos países, los procesos anteriores supusieron la lucha de
los pueblos por sus derechos a la tierra y a los recursos naturales, los logros han sido muy
diferentes. Bolivia reconoce los plenos derechos de los indígenas sobre la gestión de sus
territorios y recursos naturales, partiendo de la participación social como premisa.
Perú por su parte, si se puede decir no ha corrido la misma suerte, “en Perú, los
pueblos indígenas se enfrentan ante la devastación de sus hábitats, esto a pesar de ser
reconocidos sus derechos a la consulta previa y sus derechos sobre sus territorios. Esto ha
traído graves conflictos en ambos países” (Andrade: 2011; 163). El Estado peruano no ha
reconocido constitucionalmente su carácter pluricultural e intercultural, por lo cual la
participación indígena en los proceso políticos está muy rezagada en relación a Bolivia. En
Perú las comunidades y grupos indígenas siguen luchando por su reconocimientos y
participación activa como agentes políticos, sociales y culturales, así como su respeto como
grupo étnico (lo que implica sus manifestaciones) y el respeto a su territorio y medio
ambiente como principales patrimonios que garantizan su supervivencia.
61
“La diferencia que implica el reconocimiento de un Estado como plurinacional,
marca la aplicación de sus políticas y las obligaciones del Gobierno frente al derecho
consuetudinario de cada uno de los pueblos que lo componen. Esto se evidencia en
la declaración de territorios indígenas, en las formas de autogobierno, en el derecho
sobre los recursos naturales y el patrimonio cultural, donde un país puede mostrar
mayor avance en uno u otro tema. Es importante tener en consideración las
diferencias existentes entre uno y otro pueblo, y el marco normativo político estatal
al que se circunscriben. Los derechos de los pueblos indígenas a autogobernarse
deben respetarse y deben siempre mantenerse en el marco del respeto al sistema
democrático del país en que habitan dichos pueblos, sin olvidar su derecho a una
participación plena y al respeto a su diferencia cultural y étnica desde el Estado
huésped” (Andrade: 2011; 164).
3.1.6. Patrimonio natural, cultural y ambiental
A continuación una revisión al concepto de patrimonio en sus dimensiones
ambiental, natural y cultural. Como primer punto habría que cuestionarse el significado de
patrimonio en un sentido más sociológico. ¿Acaso apunta a una especie de riqueza (ya sea
natural, social, humana, etc.) que hay que mantenerla porque los discursos dominantes de
los organismos internacionales así lo afirman? ¿Un patrimonio se reduce a un sedimento
que alguien debe cuidarlo porque está más expuesto a una explotación de aquellos
celadores? Hay que cuestionar la racionalidad profunda de los discursos que descansan
detrás de los procesos que se construyen, por tanto entender por dónde se mueve la
política.
Una legitimación tanto moral como estética que sostiene el discurso del patrimonio
ya está plasmado, pero ¿no apunta a una respuesta del sistema dominante en el discurso?
¿De qué patrimonio se habla? ¿Reducir a un patrimonio el saber, la cultura, lo ambiental, lo
natural, no es anquilosarlo en el pasado, osificarlo, petrificarlo para explotarlo en el
porvenir? ¿Esto tiene algo que ver con la declaración de pueblos y nacionalidades con sus
territorios o zonas intangibles? Todo esto da cabida una sola investigación, pero son
interrogantes que me he planteado a raíz de una noticia: que en la selva ecuatoriana un
laboratorio de los Estados Unidos “por fines investigativos” obtuvo muestras de ADN del
62
pueblo indígena Huaorani de manera ilegal violando los derechos colectivos sin respetar el
consentimiento previo, libre e informado para la extracción y uso de recursos genéticos78.
Es necesario precisar o justificar el alcance del significado del patrimonio en sus
ámbitos natural, cultural y ambiental, ya que en base a un desarrollo y gobernanza del buen
vivir (humano, sostenible, ético, solidario, etc.), las normativas y salvaguardas definidas por
la UNESCO son acciones y estrategias para conservar lo tangible e intangible del territorio
fronterizo. En este orden, ¿qué se entiende por patrimonio? El diccionario de la Real
Academia Española propone varias definiciones en el ámbito de la economía y derecho que
se aproximan más a los bienes (materiales y valores económicos) que una persona natural o
jurídica ha heredado, tenido o adquirido, susceptibles a ser ordenados, espiritualizados
luego capitalizados, o afectos a un fin económico79. El patrimonio es una palabra que tiene
varias interpretaciones, significados, y como concepto tener varios usos, pero todas refieren
a la herencia del pasado o a la riqueza simbólica o material.
Para los fines de este análisis se puede considerar al patrimonio un bien cultural
(material e inmaterial) o natural que la humanidad en su conjunto ha heredado80, pero esto
es lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) ha ido definiendo desde su creación en 1945, cuando entre sus propósitos por la
paz internacional y bienestar humano menciona la protección del patrimonio universal o
común para la humanidad, entendido como libros, obras de arte y monumentos de interés
de histórico o científico (UNESCO: 1945). Sin embargo, veintisiete años más tarde en 1972,
(cinco meses después de la primera conferencia de la ONU sobre los temas ambientales
internacionales), se llevó a cabo la 17ª Conferencia General de la UNESCO que tuvo como
objeto la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural
(UNESCO: 1978), reunión en donde se impartieron las primeras definiciones e instrumentos
78
Ver www.elcomercio.com/sociedad/Coriell-justifica-distribucion-ADN-huaorani_0_740925952.html. 79
Ver http://lema.rae.es/drae/?val=patrimonio 80
“El patrimonio es el legado que recibimos del pasado, lo que vivimos y lo que transmitimos a las futuras generaciones. Nuestro patrimonio cultural y natural es una fuente insustituible de vida e inspiración, nuestra piedra de toque, nuestro punto de referencia, nuestra identidad. Lo que hace que el concepto de Patrimonio Mundial sea excepcional es su aplicación universal. Los sitios del Patrimonio Mundial pertenecen a todos los pueblos del mundo, independientemente del territorio en que estén localizados”. (UNESCO: 2008)
63
normativos sobre estos patrimonios para protegerlos debido a su valor universal como
bienes inestimables e irremplazables para la humanidad en su conjunto81.
Se considera patrimonio cultural a los monumentos y conjuntos arquitectónicos o
edificios que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del
arte o de la ciencia, así como los lugares o zonas (obras humanas, la naturaleza y sitios
arqueológicos) que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico,
estético, etnológico o antropológico (UNESCO: 1972; Art.1). Está definición ha ido
cambiando o complementado, así por un lado en el año 2001 se llevó a cabo la Convención
de la Unesco sobre la protección del patrimonio cultural subacuático82, mientras que en
2003 se celebró la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, con
lo que se diferenció los elementos o manifestaciones inmateriales de las materiales,
estableciendo salvaguardias para su viabilidad.
Se entiende por “patrimonio cultural inmaterial” los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. A los efectos de la presente Convención, se tendrá en cuenta únicamente el patrimonio cultural
81
En esta convención se establece que cada Estado Parte delimite los diversos bienes culturales y ambientales situados en sus territorios (Art.3); además se reconocen obligaciones tales como identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural situado en sus territorio con lo que tendrán que canalizar financiamiento con recursos propios o de cooperación internacional (Art.4). Por otro lado, para garantizar la protección y conservación eficaz, así como la revalorización activa de estos dos patrimonios, se determina que dentro de lo posible se implemente políticas, planes y programas e instauren servicios de protección, crear centros nacionales y regionales en este campo, del mismo modo desarrollar estudios e investigación para enfrentar amenazas, y por último adoptar medidas jurídicas, científicas, administrativas y financieras para llevar a cabo todo lo anterior (Art. 5). Como se puede ver en el Art. 3, ya se menciona la frase “las futuras generaciones”, con lo que considerada esta Convención el inicio del debate internacional que dio lugar al concepto del desarrollo sostenible, porque constituyó “una contribución trascendental al desarrollo del sitio y, por ende, de su entorno”. Ver. http://www.UNESCO.org/new/es/mexico/work-areas/culture/world-heritage/ 82
“Patrimonio cultural subacuático se entiende todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o arqueológico, que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente, de forma periódica o continua, por lo menos durante 100 años…” (UNESCO 2001; Art. 1)
64
inmaterial que sea compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes y con los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible. (UNESCO 2003; 2)
Se puntualizan los siguientes ámbitos de las manifestaciones inmateriales:
tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural
inmaterial; b) artes del espectáculo; c) usos sociales, rituales y actos festivos; d)
conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo; e) técnicas artesanales
tradicionales. (UNESCO 2003; 2).
“Patrimonio natural significa formaciones físicas, biológicas y geológicas
excepcionales, hábitats de especies animales y vegetales amenazadas, y zonas que tengan
valor científico, de conservación o estético. (UNESCO c: 2008; 3)83
Toda la retórica discursiva de la UNESCO, si se quiere es una de las bases del
desarrollo sostenible, ya que juega entre las acciones presentes para que en un futuro se
conserven patrimonios pertenecientes a las culturas de los pueblos y naturaleza mundial en
beneficio para las futuras generaciones humanas. En todo caso, la naturaleza de estos
enunciados discursivos (Bajtin: 1982) depende de la intencionalidad de los actores
hegemónicos, por lo tanto en procesos de desarrollo social local, hay que preguntarse por
las condiciones y contextos en donde se enuncian frases como las que planteo en esta
investigación, por ejemplo la conservación del patrimonio. Con esto para evitar cualquier
abuso sobre los poseedores de patrimonios en términos culturales y saberes ancestrales,
están definidos los alcances positivos de las figuras legales (como las Reservas de Biósfera
de la UNESCO)84, pero además se deberían considerar lo necesarias que son las relaciones
83
Está definición no varia a la original del 1972, tal vez la primera precisa que el patrimonio natural son los monumentos naturales (formaciones físicas y biológicas) y las formaciones geológicas, fisiográficas y las zonas estrictamente delimitadas que constituyan el hábitat de especies amenazadas (animal y vegetal) que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico, así como los lugares naturales o las zonas naturales estrictamente delimitadas que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural (UNESCO: 1972; Art.2) 84
Fontaine afirma que las Reservas de Biósfera de la UNESCO son instrumento de “gobernanza ambiental”, en la medida que sus normativas implica un “conjunto de reglas, prácticas y entidades institucionales que enmarcan la gestión del medio ambiente en sus distintas modalidades (conservación, protección, explotación de recursos naturales, etc.) (…) Si bien es cierto la política ambiental sigue siendo de dominio exclusivo del Estado nacional, la gobernanza ambiental responde cada vez más a preocupaciones y procesos de toma de
65
comunicativas entre los actores locales que permitan dar otros sentidos a la conservación,
ya que como se verá más adelante, los enunciados de los indígenas de la frontera sobre su
patrimonio natural en la vida cotidiana, no solo apuntan a conservar formaciones físicas,
biológicas o geológicas, sino a relacionarse armónicamente y respetar a un ser vivo, divino,
espiritual, el sustento de vida: La Pachamama. Por tanto estos enunciados sobre el
patrimonio no separan lo cultural con lo natural y viceversa, una clara diferencia con la
cultura Occidental que separa lo humano (cultura) de la naturaleza para dominarla,
culturalizarla.
Es importante advertir esto en coherencia con el sentido de la investigación, porque
por ejemplo el título de mi estudio plantea reflexionar sobre las estrategias de conservación
del patrimonio ambiental no natural, siendo este último el que es reconocido por la UNESCO
y por ende por los Estados del Ecuador y Colombia. La decisión al respecto no busca reducir
lo natural a lo ambiental, de hecho afirmar lo anterior sería una contradicción conceptual y
de enfoque porque el conjunto de la riqueza patrimonial cultural y natural de los países
suscritos a estas convenciones, conforman el Patrimonio Mundial de la Humanidad de la
UNESCO. Se planteó patrimonio ambiental en base a una reflexión de Amartya Sen quien
afirma que no hay que pensar en el medio ambiente exclusivamente desde el punto vista de
la conservación de las condiciones naturales prexistentes, porque el entorno natural puede
incluir también los resultados de la creación humana, por lo que “el valor del medio
ambiente no puede ser una simple cuestión de lo que existe, pues también consiste en las
oportunidades que ofrece a la gente” (2009; 280, 278), y yo quiero demostrar, o al menos
entender, que las oportunidades que existen en los conocimientos ancestrales son las
nuevas y ancestrales estrategias para conservar la naturaleza.
3.1.7. Concepciones sobre la frontera colombo ecuatoriana
decisiones globales, aunque estos no sean necesariamente vinculantes”. Por lo tanto, los Estados nacionales firmantes de aquellos y otros documentos como tratados, convenios, declaraciones del régimen ambiental internacional se convierten en instrumento de “gobernanza ambiental global”, haciendo a los Estados más responsables ante la comunidad internacional (Fontaine 2007 citado en Narváez 2009; 98)
66
Hablar de fronteras o sin fronteras es generar de espacios de diálogo, de encuentro de entendimiento, y más que todo, llevar y acordar una palabra de lado y lado, para no presentar iniciativas de orden mundial, sino para cuidar la naturaleza Ramiro Ernesto Estacio. Ex Senador Indígena (Pasto) de la República de Colombia. Evento Binacional Colombia y Ecuador. Fundación Natura Regional. Bogotá, 29 de mayo de 2010.
Durante la experiencia transfronteriza en la que participé se superó o superé la idea
de que la frontera sólo representaba el límite en términos de soberanía y seguridad
nacional; por el contrario si bien históricamente fue establecida como un espacio de división
geográfica (de hecho los mismos actores locales hablan de la población y realidades “de los
dos lados del río”)85 y político administrativa entre los dos Estados (en este sentido límites
de gestión y acción gubernamentales para el desarrollo nacional)86, la frontera representa el
espacio de relación donde los lazos culturales, ambientales, históricos, económicos, políticos
y sociales; revelan una realidad de similitudes y diferencias, algunas más acentuadas que
otras.
En este sentido se habló de la frontera colombo ecuatoriana como “territorio y
punto de encuentro”, como una zona de elementos naturales, políticos y culturales, de
inter-relaciones sociales donde conviven los pueblos y nacionalidades indígenas,
afrodescendientes, campesinos que la conciben como el territorio común y compartido,
85
“Hablar de frontera despierta cierto sentimiento de nacionalismo y propiedad; una suerte de pertenencia a un lugar que es distinto a otro, un espacio permeado por la identidad que nos hace diferentes de aquellos que están al otro lado. Frontera nos lleva a pensar en límites y separación pero también evoca encuentro. Así, ese espacio marcado por una línea imaginaria va más allá de cualquier descripción geográfica; no sólo es un lugar (topos) o un espacio, sino que es un hábitat donde las interrelaciones entre quienes lo habitan y que por su vivir lo transforman, marcan el ritmo de la vida en el territorio.” (Castro: 2011) 86
“La construcción de estos Estados ha requerido la constitución de una “Identidad Nacional” que les ha asignado a los habitantes de un territorio delimitado por un sistema de fronteras, características culturales, sociales, económicas y hasta étnicas (sean estas reales o no) que los han diferenciado de los ¨otros¨, quienes viven al otro lado de esta línea artificial e imaginaria que hemos denominado históricamente como frontera”. (Rodríguez: 2009; 7). Otra definición administrativa se encuentra en la Comunidad Andina: Según la decisión 501 de la CAN sobre las Zonas de Integración Fronteriza, de 15 artículos en el primero define como ZIF a “(….los ámbitos territoriales fronterizos adyacentes de Países Miembros de la Comunidad Andina para los que se adoptarán políticas y ejecutarán planes, programas y proyectos para impulsar el desarrollo sostenible y la integración fronteriza de manera conjunta, compartida, coordinada y orientada a obtener beneficios mutuos, en correspondencia con las características de cada uno de ellos”. Ver http://www.sice.oas.org/trade/junac/decisiones/dec501s.asp
67
zona de contacto, de lo cotidiano, de lo cercano pero a la vez distante, pero sobre todo
como un organismo vivo87, donde sus habitantes están “unidos por (la) naturaleza”.
El territorio contiene la historia. En las comunas y resguardos y pueblos de la frontera la relación entre lo real de la tierra, el ambiente y lo simbólico de la cultura, se funden para entender el territorio como un todo armónico. No obstante, el territorio no significa homogeneidad sino complementariedad, reconocimiento, interculturalidad, puesto que en él convergen visiones tan diversas como la misma naturaleza. No es posible tener una visión única debido a que son muchos los grupos (étnicos, políticos, económicos) que viven en la frontera; también es innegable que existen problemáticas que afectan a los dos lados de la frontera sin distinción. Así, la integración de las visiones viene de varias fuentes donde se pueda encontrar, redescubrir, revalorar el pasado, la historia, las creencias, la identidad cultural de las personas y explorar lo común. (Castro y Lucio: 2011; 23)
Si se hace otra interpretación de la fronteriza colombo ecuatoriana se puede afirmar
que es el lugar inseguro y de violencia por donde se esconden y combaten los grupos
irregulares, por donde se trafica y contrabandea de todo, lugar donde se cultiva ilícitamente
o de enclave cocalero88, un “hot spot” ambiental y humano. Como afirma Castro, “esta aura
ha impregnado en el imaginario de los dos países un sentido negativo alrededor de la
frontera reforzado, a su vez, por el discurso oficial de la seguridad nacional” (2011). En este
sentido, coincido con Carrión y Espín que afirman que “(…) el concepto de frontera no debe
ser entendido como límite o muro que separa, sino como el espacio continuo de alteridad,
donde se encuentran los universos simbólicos diferentes y desiguales, los cuales deber ser
explorados y estudiados, para luego ser franqueados e integrados” (2011; 13).
Otras definiciones pueden esbozar a la frontera como el espacio donde se unifica la
colonización, territorio de confluencia, de tránsito, por donde avanza el territorio histórico,
un lugar con elementos naturales que en ocasiones históricas fueron elementos
integradores de las comunidades humanas, y luego frontera. En todo caso, las definiciones
actuales responden a las realidades locales y entre los países vecinos, por ejemplo para la
frontera colombo ecuatoriana también se la precisó como el “espacio de
encuentro/separación” (Carrión y Espín: 2011; 16); para la Mesoamérica como el “espacio
87
Una frontera viva no solo por sus características ecológicas y biológicas megadiversas, sino por la cosmovisión mítica de los pueblos ancestrales que la consideran un ser vivo, con espíritu. 88
Tomado de Espinosa: 2009
68
de encuentro y de oportunidad” (Rodríguez: 2009; 62); o para el borde mexicano
estadounidense se afirma que “la franja fronteriza es, no obstante, más que una definición y
un acuerdo entre gobiernos: es el encuentro y choque de dos mundos con características
económicas, sociales y políticas diferentes, a la vez que complementarias; es, asimismo, un
arreglo geopolítico que impone el comando de dos regímenes político-administrativos
distintos a un escenario natural individual, vulnerable física y biológicamente.” (Santes-
Álvarez: 2009; 6)
Para fines de la investigación, la frontera de Ecuador y Colombia tiene que ser
entendida desde múltiples perspectivas, si se quiere como un espacio con micro regiones
pero que “no sólo es definida por un territorio –local- delimitado, sino que además está
conformada por un sistema de relaciones de grupos interdependientes, donde se generan
relaciones de poder” (Checura y González: 2008; 22); Por lo tanto, como una zona
estratégica de integración colombo ecuatoriana se “hace insoslayable la necesidad de
diversificar los discursos que alrededor de ella se han construido y que han condicionado la
acción política y las agendas de los gobiernos” (Castro: 2011), y en este sentido construir
desarrollo sostenible local y regional a escala humana y del Buen Vivir desde los puntos de
vista, las cosmovisiones, la participación y acuerdos de la sociedad civil, para de este modo
enfrentar, dinamizar y proponer alternativas a las distorsiones territoriales, priorizando
como mecanismo recíproco, solidario y complementario, la conservación, mantenimiento y
restauración de los ecosistemas (y los saberes ancestrales) que benefician a todos los seres
vivos de este territorio.
69
3.2. Acercamiento al contexto normativo en la frontera Ecuador –
Colombia
Ecuador y Colombia comparten ecosistemas naturales y en algunas zonas de la
frontera tienen lazos culturales ancestrales. Sin embargo, dados contextos jurídicos de cada
país, resulta complejo que existan normativas específicas binacionales. Entonces una
pregunta surge al respecto: ¿en base al derecho internacional es posible plantear políticas
públicas binacionales que favorezcan el cuidado y protección del patrimonio natural y
cultural de las poblaciones transfronterizas? Sin duda una respuesta apuntaría a un estudio
jurídico binacional que busque sinergias, unifique conceptos y plantee normativas
compartidas, sin embargo, en este apartado sólo se visualizarán las principales normativas
legales relacionados a temas ambientales y territorios ancestrales.
En el Ecuador durante el año 2007 entró un nuevo gobierno con una definida agenda
de inclusión económica y social en su accionar político, que no sólo se fue concretando en
un plan de gobierno planteado durante la campaña electoral o en un plan de desarrollo
nacional, sino que implicó un proceso constituyente, el mismo que fue convocado y
aprobado por la población mediante dos plebiscitos correspondientemente, estableciendo
la Constitución del Buen Vivir89. La nueva carta magna, garantista y exhaustiva en derechos
individuales y colectivos para las personas e incluso la naturaleza, marcando explícita
distancia con la ideología neoliberal, lo que significó que el Estado retomaba el
protagonismo en la generación y protección de derechos no sólo civiles o políticos, sino
económicos, culturales y sociales.
Entre los principales articulados que enfatizan la política de protección del medio
ambiente se tienen:
Art. 3 numerales 5 y 7 establecen como deberes primordiales del Estado, promover
el desarrollo sustentable y la protección del patrimonio natural del país.
89
Fue publicada en el registro oficial No 443 del 20 de octubre del 2.008. Contiene los principios, derechos y libertades de quienes conforman la sociedad ecuatoriana y constituye la cúspide de la estructura jurídica del Estado.
70
Art. 10 las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos son titulares
y gozarán de los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos
internacionales. Pero además reconoce a la naturaleza o Pacha Mama como sujeto de
derechos. En este tema se da un cambio de perspectiva, al pasar de una concepción
antropocéntrica a una concepción bio-ecocéntrica, rebatiendo la formulación del Derecho
Positivo que reconoce únicamente como sujetos de una relación jurídica a las personas
naturales y personas jurídicas. Esto es lo que el mundo del derecho se denomina el enfoque
neoconstitucionalista.
Art. 14 reconoce el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y
ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen vivir; además se
declara de interés público la preservación del ambiente, la conservación de los ecosistemas,
la biodiversidad y la integridad del patrimonio genético del país, la prevención del daño
ambiental y la recuperación de los espacios naturales degradados.
Art. 15 el Estado está en obligación de promover el uso de tecnologías
ambientalmente limpias y de energías alternativas, no contaminantes y de bajo impacto,
tanto en el sector público como en el privado.
Art. 71 la naturaleza o Pacha Mama, lugar donde se reproduce y realiza la vida, tiene
derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de
sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos. El Estado incentivará a las
personas naturales y jurídicas, y a los colectivos, para que protejan la naturaleza, y
promoverá el respeto a todos los elementos que forman un ecosistema.
Art. 72 la naturaleza tiene derecho a la restauración, por lo que el Estado establecerá
los mecanismos más eficaces para alcanzar la restauración, y adoptará las medidas
adecuadas para eliminar o mitigar las consecuencias ambientales nocivas.
Art. 73 en función de los principios ambientales, eI Estado aplicará medidas de
precaución y restricción para las actividades que puedan conducir a la extinción de especies,
la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente de los ciclos naturales. Por tanto,
se prohíbe la introducción de organismos y material orgánico e inorgánico que puedan
alterar de manera definitiva el patrimonio genético nacional90.
90
Al parecer este Artículo ha entrado en controversia, dado que el Presidente de la República tiene otros criterios sobre los Organismos Genéticamente Modificados, al menos considera que el país no puede cerrarse a investigar sobre el tema
71
Art. 74 los servicios ambientales no serán susceptibles de apropiación; su
producción, prestación, uso y aprovechamiento serán regulados por el Estado91.
Art. 276 sobre el régimen de desarrollo, entre varios objetivos se puntualiza el
recuperar y conservar la naturaleza y mantener un ambiente sano y sustentable que
garantice a las personas y colectividades el acceso equitativo, permanente y de calidad al
agua, aire y suelo, y a los beneficios de los recursos del subsuelo y del patrimonio natural.
Art. 284 señala que la política económica tendrá entre varios objetivos, el impulsar
un consumo social y ambientalmente responsable.
Art. 285 dispone que la política fiscal entre sus objetivos específicos tiene la
redistribución del ingreso por medio de transferencias, tributos y subsidios adecuados por
un lado, y la generación de incentivos para la inversión en los diferentes sectores de la
economía y para la producción de bienes y servicios, socialmente deseables y
ambientalmente aceptables.
Art. 300 determina que el régimen tributario se regirá por los principios de
generalidad, progresividad, eficiencia, simplicidad administrativa, irretroactividad, equidad,
transparencia y suficiencia recaudatoria. Se priorizarán los impuestos directos y progresivos
de los comportamientos amigables con el medioambiente. Además la política tributaria
promoverá la redistribución y estimulará el empleo, la producción de bienes y servicios, y
conductas ecológicas, sociales y económicas responsables.
Art. 313 prescribe que el Estado se reserva el derecho de administrar, regular,
controlar y gestionar los sectores estratégicos, de conformidad con los principios de
sostenibilidad ambiental, precaución, prevención y eficiencia.
Art. 395 el Estado reconoce y garantiza como principios ambientales a un modelo
sustentable de desarrollo, ambientalmente equilibrado y respetuoso de la diversidad
cultural, que conserve la biodiversidad y la capacidad de regeneración natural de los
ecosistemas y asegure la satisfacción de las necesidades de las generaciones presentes y
futuras; las políticas de gestión ambiental se aplicarán de manera transversal y serán de
obligatorio cumplimiento por parte del Estado en todos sus niveles y por todas las personas
naturales o jurídicas en el territorio nacional.
91
Este artículo es interesante para los procesos REED+, ya que ninguna comunidad, pueblo o nacionalidad puede vender los servicios ambientales de su tierra. Sin embargo, los actores locales pueden decidir voluntariamente si participan en el mecanismo REED +.
72
Art. 397. Para garantizar el derecho individual y colectivo a vivir en un ambiente
sano y ecológicamente equilibrado, el Estado se compromete entre varias acciones a
establecer mecanismos efectivos de prevención y control de la contaminación ambiental, de
recuperación de espacios naturales degradados y de manejo sustentable de los recursos
naturales.
Art. 406 se establece que el Estado regulará la conservación, manejo, uso
sustentable y recuperación de los ecosistemas frágiles y amenazados, así como las
limitaciones de dominio. Entre los ecosistemas se reconocen a los páramos, humedales,
bosques nublados, bosques tropicales secos y húmedos y manglares, ecosistemas marinos y
marinos-costeros.
Art. 409 la conservación del suelo, en especial su capa fértil, es de interés público y
prioridad nacional. Se establecerá un marco normativo para su protección y uso sustentable
que prevenga su degradación, en particular la provocada por la contaminación, la
desertificación y la erosión. En áreas afectadas por procesos de degradación y
desertificación, el Estado desarrollará y estimulará proyectos de forestación, reforestación y
revegetación que eviten el monocultivo y utilicen, de manera preferente, especies nativas y
adaptadas a la zona.
Art. 413 establece que el Estado promueva la eficiencia energética, el desarrollo y
uso de prácticas y tecnologías ambientalmente limpias y sanas, así como de energías
renovables, diversificadas, de bajo impacto que no pongan en riesgo el equilibrio ecológico
de los ecosistemas.
Art. 414, establece que el Estado es el encargado de adoptar medidas adecuadas y
transversales para la mitigación del cambio climático, mediante la limitación de las
emisiones de gases de efecto invernadero, de la deforestación y de la contaminación
atmosférica. Para este fin tomará medidas para la conservación de los bosques y la
vegetación, y protegerá a la población en riesgo.
Como se puede apreciar, la Constitución ecuatoriana es muy amplia y garantista con
la Naturaleza. En este sentido la protección de la Pachamama es un derecho, además el país
ha suscrito y ratificado la protección ambiental en diversos instrumentos jurídicos
internacionales que estipulan este tipo de mecanismos.
73
En todo caso, no se ha elaborado una nueva ley ambiental acorde a estas garantías
ambientales, existen dos leyes importantes, que articulan algunas de las iniciativas vigentes
por el gobierno nacional: 1. Ley de Gestión Ambiental92 (R.O. No. 245 de julio de 1999), sigue
siendo la principal normativa ambiental del país, que responde a las disposiciones de la
derogada Constitución del año 1998, por lo que sus alcances, ámbitos de aplicación y su
misma estructura deberán ser analizados, modificados y establecidos de forma más
ajustada, completa y progresiva al nuevo marco constitucional ecuatoriano. En el ámbito de
los instrumentos de protección ambiental, en el Capítulo V sobre Instrumentos de
Aplicación de Normas Ambientales, su articulado se especifica los instrumentos de mando y
control, así como los económicos. Entre estos, el Art. 34 de dicha ley que establece que
servirán como instrumentos de aplicación de normas ambientales, las contribuciones y
multas destinadas a la protección ambiental y uso sustentable de los recursos naturales, así
como los seguros de riesgo y sistemas de depósito, los mismos que podrán ser utilizados
para incentivar acciones favorables a la protección ambiental; y el Art. 35, que establece
que el Estado proporcionará incentivos económicos para las actividades productivas que se
enmarquen en la protección del medio ambiente y el manejo sustentable de los recursos
naturales. Las respectivas leyes determinarán las modalidades de cada incentivo. 2. Ley
Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre93, (R. O. No. 41810 de
septiembre del 2004) en Libro III del Régimen Forestal: Título XI de los Incentivos y Título XV
del financiamiento. La normativa forestal contempla un sistema de incentivos (régimen
nacional de incentivos forestales) para:
- Implementar la gobernanza forestal con incentivos para la conservación, incentivos
para el manejo forestal sustentable, incentivos a la recuperación ecológica,
incentivos a las plantaciones forestales, entre otros.
92
Sobre el ámbito de aplicación de la Ley, en el Art. 129 se establecen los siguientes algunos ámbitos: Establece los principios y directrices de la política ambiental; Determina las obligaciones, responsabilidades y niveles de participación de los sectores público y privado en la gestión ambiental; y, Señala los límites permisibles, controles y sanciones en esta materia. La Ley desarrolló de forma más precisa los derechos ambientales consagrados en la Constitución de 1998, proporcionando una aplicación práctica mediante mecanismos de control, sanción, participación ciudadana, acciones legales para la reparación del daño, etc. Ver. http://www.ambiente.gob.ec/sites/default/files/archivos/leyes/gesion-ambiental.pdf http://www.inredh.org/archivos/libros/estudio_comparado_derecho_ambiental.pdf 93
http://www.ambiente.gob.ec/sites/default/files/archivos/leyes/forestal-conservacion-vsilvestre.pdf
74
- Incentivos monetarios para implementar el Programa Socio Bosque orientado al
manejo forestal sustentable a través de la transferencia directa de dinero.
- Los incentivos no monetarios (pagos indirectos) para incrementar los beneficios del
manejo forestal, entre los económicos se tiene los de exoneración arancelaria y
exoneración tributaria.
- Ahorros de los costos del pago de los servicios de regencia forestal mediante
asesoramiento técnico gratuito del MAE a pequeños productores para elaborar
planes de manejo de aprovechamiento forestal
- Incentivos para la recuperación ecológica, estableciendo e un incentivo para
promover la recuperación de ecosistemas y áreas degradadas.
- Existe una Estrategia del Desarrollo Forestal Sustentable del Ecuador94que promueve
la creación de una base legal y los mecanismos para el pago por servicios
ambientales para los bosques. No se ha desarrollado dicho mecanismo para
internalizar el costo de estos servicios y compensar directamente al dueño de los
bosques. También existe una nueva Ley de Fomento Ambiental y Optimización de los
Ingresos del Estado95 , orientada (si se quiere indirectamente a la protección
ambiental de montañas).
Por otro lado, Colombia tiene una larga trayectoria normativa en cuanto a protección
medio ambiental96.
Ley 111 de 1919 donde por vez primera se menciona la figura de “Bosques
Nacionales”.
Ley 119 de 1919 donde se crean las Áreas de Reserva Forestal, que son
reglamentadas con la Ley 85 de 1920.
Ley 200 de 1936 donde se reivindica la figura de Reserva Forestal y mediante
Decreto 059 de 1939 se la perfecciona.
94
Ver. http://www.ambiente.gob.ec/sites/default/files/users/ngiler/EDFS.pdf 95
El pasado 24 de noviembre del 2011, en el Ecuador se aprobó esta ley que fue desarrollada por el Sistemas de Rentas Internas – SRI (entidad competente en la generación de políticas tributarias del país adscrita al poder ejecutivo) y aprobada por la Asamblea Nacional (poder legislativo), que entre otros temas, busca gravar un impuesto a las botellas plásticas no retornables para incentivar y obtener un verdadero reciclaje, así como poner un impuesto a los carros que más contaminan, que son los de más alto cilindraje. Sin embargo el tema energético no es considerado en la nueva ley. (Registro Oficial Nº 583). 96
Tomado de Inuca y Damián 2011.
75
Decreto 1838 de 1940 que el introduce el concepto de “Zona Forestal Protectora”.
En 1942 se adoptan otras denominaciones tales como: Bosque de interés general y
Bosques públicos. En 1953 se introduce una nueva clasificación de Bosques protectores,
Bosques públicos, Bosques de interés general y Bosques de propiedad privada.
Ley 2 de 1959 sobre economía forestal de la nación y conservación de recursos
naturales renovables, con lo que se inicia el Sistema nacional de áreas protegidas, y
determina la creación de reservas forestales para conservar flora y fauna.
Decreto 2811 de 1974 se expide el Código Nacional de Recursos Naturales
Renovables, se establecieron las pautas principales de la política ambiental como la
proclamación del ambiente como patrimonio común. En 1975, se perfeccionó todo lo
relacionado con Reservas forestales y se definió áreas culturales y económicas de interés
general.
Decreto 877 de 1976 que hace referencia al uso de áreas consideradas como
protectoras, productoras y protectoras-productoras, dando prioridades referentes a los
diversos usos del recurso forestal, a su aprovechamiento y al otorgamiento de permisos y
concesiones.
Durante la constituyente colombiana se destaca la discusión sobre la protección del
medio ambiente y recursos naturales, el derecho a la conservación y disfrute de una
ambiente sano y de la promoción y preservación de la calidad de vida, la protección de los
bienes, riquezas y recursos ecológicos y naturales. Se reconocen derechos fundamentales
como a la vida y a la salud que garantizan la supervivencia de la especie humana.
En 1991 se proclama la nueva Constitución, con lo que se elaboran leyes
reglamentarias que identifican el ambiente sano como un componente de los derechos
colectivos. Además el Art. 366 se proclama el derecho a una ambiente asignando la
condición de servicio público, por lo que junto a la educación, agua potable y salud, cumplen
un objetivo social, por tanto prioridad entre los objetivos del Estado para garantizar la
calidad de vida a la población.
Entre otros puntos, se reconoce la descentralización política y administrativa,
abriendo espacios a la participación ciudadana, se redefinieron derechos económicos y
sociales de los ciudadanos, se incorporaron los principios de protección del medio
ambiente, consagrando la función social y ecológica de la propiedad.
76
La nueva Constitución se fundamentó en tres principios básicos, que orientan las
acciones para el ordenamiento territorial: La democracia participativa; El estado social de
derecho; La autonomía Territorial. Todo esto significó que la redistribución de recursos y
competencias en las entidades territoriales, la asignación y distribución de competencias
entre las entidades territoriales y la nación, y la determinación de los preceptos del proceso
de ordenamiento territorial como función del Estado, política e instrumento de
planificación. De este modo, el ordenamiento territorial y ambiental del país se asientan en
el Sistema Nacional de Planificación a tres niveles: nacional, regional, departamental y local,
encargados del diseño y ejecución de las políticas de Ordenamiento Ambiental Territorial.
Ley 99 del Medio Ambiente de 1993, con la que se crea el Ministerio del Medio
Ambiente. El Art. 2 estipula que el Ministerio está encargado de impulsar una relación de
respeto y armonía del hombre con la naturaleza y de definir, en los términos de la ley de
Medio Ambiente, las políticas y regulaciones a las que se sujetarán la recuperación,
conservación, manejo, uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y el
medio ambiente de la Nación. En 1994 y 1995 se desarrollan decretos reglamentarios de la
Ley 70 para los territorios de comunidades afrocolombianas y raizales. Por otro lado, la Ley
160 de 1994 con decretos reglamentarios promulgaron el Sistema de Desarrollo Rural
Campesino. Por último se expide un Decreto 1777 de 1996 sobre Zonas de Reserva
Campesina. Además la ampliación de los territorios indígenas bajo la categoría de
resguardos. Además con creación de la figura Circunscripción Electoral Indígena se reconoce
el derecho a tener representantes en el Congreso Nacional.
En esta breve revisión de las normativas legales de Ecuador y Colombia, muchos
autores coinciden que la Constitución colombiana representó la concreción de las luchas y
demandas del movimiento político cultural indígena. Mientras que la Constitución
ecuatoriana reconoce el derecho de las comunas, pueblos y nacionalidades a reconstituirse
en Circunscripciones Territoriales Indígenas. Todo esto en breves términos representa un
marco jurídico-institucional internacional y nacional que garantiza los derechos colectivos a
favor de los pueblos indígenas.
77
CUARTA PARTE: Contexto de la investigación
4.1. Caracterización del contexto geográfico, ambiental y humano de la
frontera
Para entender el contexto de la investigación se realiza un recorrido histórico hasta
la actualidad de las dinámicas y elementos variados e ilimitados del territorio, interpretado
por escalas de proximidad geográficas97
, considerando los actores locales que viven,
interrelacionan, organizan y mueven dentro del espacio transfronterizo colombo
ecuatoriano, para de este modo describir las diferentes estrategias, procesos, acciones,
características relevantes y flujos (niveles, intensidades y orientaciones como asevera
Milton Santos) que se han dado y se desarrollan en la actualidad, por supuesto enmarcado
en los aspectos culturales, económicos, políticos, ambientales y sociológicos de la zona
fronteriza, recapitulando los aspectos positivos (oportunidades, potencialidades) así como
los negativos (amenazas, dificultades, conflictos), que en definitiva determina la calidad de
vida de las personas y de la naturaleza en su conjunto. Para contextualizar los siguientes
acápites a continuación se describen algunos elementos y datos generales del territorio
fronterizo.
97
Tal como se especificó anteriormente, al considerar el concepto “el lugar” en su conjunto (es decir dentro de la globalización), se pude interpretar los distintos significados para cada lugar concreto, que como afirma García Roca (2011), representan la sede de la resistencia a la globalización en la medida que son espacios para una y diversas identidades locales y proyectos comunes.
78
Mapa 1: Zona Fronteriza Ecuador Colombia. Fuente: Fundación Natura Colombia 2011. (En Castro y
Lucio: 2011; 39)
79
4.1.1. Aspectos ambientales y geográficos de la frontera Ecuador – Colombia
La frontera colombo ecuatoriana se encuentra al noroccidente de Sur América a una
distancia aproximada de 246 Km de la línea equinoccial, representa uno de los lugares de la
evolución y diversificación de especies biológicas con ecosistemas de características muy
particulares. Una primera aproximación (si se quiere el espacio más antiguo) por el
patrimonio natural a lo largo de los 585 Km de extensión territorial del cordón fronterizo
conducen a la siguiente interpretación: el medio físico y natural de la frontera alberga todos
los pisos térmicos en tres regiones naturales, con climas y microclimas que determinan una
variedad ecosistemas neo tropicales, ricos en biodiversidad en flora y fauna con alto
endemismo, amplia variedad de recursos naturales, suelos fértiles, belleza paisajística y
fuentes hídricas. Esto apunta a un necesario recorrido descriptivo oeste-este por la frontera,
comenzando por la costa del Océano Pacífico (Región Choco Biogeográfico) con manglares,
bosques tropicales y subtropicales en las estribaciones occidentales de la cordillera, luego a
más altitud se encuentran los relieves y paisajes montañosos de la serranía andina (Región
Andes Tropicales) con quebradas, volcanes, bosques de montaña y páramos andinos, y
finalmente descendiendo por las laderas comienza la selva de la Amazonía colombo
ecuatoriana (Región Piedemonte Amazónico)98. Ver Anexo1 sobre Reservas Protegidas
Naturales.
Región Chocó Biogeográfico
Localizado en la región occidental de América del Sur, desde el Canal de Panamá
atravesando la costa occidental de Colombia hasta el norte del Ecuador, entre la Cordillera
de los Andes y Océano Pacífico, se encuentra el Chocó Biogeográfico; una de las zonas más
húmedas de la Tierra con ecosistemas costeros altamente endémicos (abarca manglares,
formaciones boscosas húmedas, bosques montamos, bosques secos, entre otros). Según la
WWF99 representa una las ultimas selvas costeras tropicales en la Tierra con gran riqueza en
98
Estas particularidades ambientales regionales llevó a plantearnos una suerte de Ensamblaje Ambiental Binacional, y en este sentido una frontera viva que en su conjunto representa “una región clave en términos de transición ambiental, social y cultural entre la costa del Pacífico y la Amazonía” (Castro y Lucio: 2011; 38). 99
Ver http://wwf.panda.org/about_our_earth/teacher_resources/best_place_species/current_top_10/chocoan_rainforests.cfm
80
bosques primarios, que esconden miles de especies de plantas y animales no descubiertos
(más de 11.000 especies vasculares, 900 especies de pájaros, cuatro especies reconocidas
como endémicas por BirdLife Internacional, 350 especies de anfibios de los cuales 250 son
endémicas y 63 de 210 especies de reptiles son endémicos). Globalmente es reconocida
como la región con mayor diversidad biológica y cultural del mundo. Aquí habitan los
afrodescendientes, así como los indígenas éperas, awás, entre otros grupos humanos. Sin
embargo esta ecoregión presenta altos niveles de destrucción (66%) debido a la
deforestación, expansión de cultivos de palma africana, agrocombustibles y minería
artesanal.
Mapa 2: Región Chocó Biogeográfico zona costa Océano Pacífico. Fuente: Fundación Natura Colombia 2011. (En Castro y Lucio: 2011; 40)
81
Región Andes Tropicales
La Cordillera de los Andes100 es uno de los sistemas montañosos más importantes del
mundo que recorre toda América del Sur; considerada como sitio clave ambiental ya que
representa un gran bioma de montaña o paisaje bioclimático dentro del Cinturón o Anillo de
Fuego del Pacífico (Circumpacífico) 101. Según sus características morfológicas y situación
geográfica equinoccial, la frontera colombo ecuatoriana se localiza en la zona conocida
como Andes septentrionales o del norte (o Andes Tropicales Húmedos)102, en un lugar
conocido como el Nudo de los Pastos103 o Macizo de Waka, un complejo orográfico
localizado en el Departamento colombiano de Nariño y la Provincia ecuatoriana del Carchi,
donde se intersectan dos cadenas montañosas que vienen del norte de Colombia,
estableciendo hacia el sur del Ecuador tres unidades de relieve: costa, sierra y amazonía.
La frontera es un lugar de interrelación de los ecosistemas andinos de montaña con
otras regiones geográficas (el Chocó y Amazonas), lo que han configurado una rica reserva
de biodiversidad andina que suministra servicios ambientales de importancia mundial. El
extraordinario patrimonio natural a diferentes pisos altitudinales, con climas y
microclimas104, determina un territorio con heterogeneidad de ecosistemas adaptados a
100
La Cordillera de los Andes es la columna vertebral del territorio de los países de la Comunidad Andina. La verticalidad del espacio, su posición en el trópico y la proximidad al Océano Pacífico, configuran una de las más extraordinarias y complejas geografías de la Tierra, donde se da origen al agua de la Amazonía y de la cuenca del Pacífico. (Amat y León 2008; 11). Su origen data de hace 25 millones de años durante la era cenozoica; por un lado durante el terciario su formación responde a procesos orogénicos (movimientos de placas tectónicas) por la subducción de la placa de Nazca bajo la placa sudamericana, y por otro a comienzos del cuaternario con una intensa actividad volcánica formando enormes glaciares, valles y lagos de origen glaciar. 101
La información mencionada fue obtenida y puede ser contrastada en: http://www.sciencecentric.com/news/09051605-andes-mountains-are-older-than-previously-believed.html; http://www.profesorenlinea.cl/Chilegeografia/CordilleraAndes.htm http://www.unique-southamerica-travel-experience.com/cordillera-de-los-andes.html; http://salonhogar.net/Salones/Historia/4-6/Climas_y_Regiones/Climas_y_Regiones.htm; http://es.wikipedia.org/wiki/Cordillera_de_los_Andes; http://www.susmedicos.com/montanas_colombia.htm http://www.montipedia.com/montanas-altas/ecuador/ 102
Representa la zona más biodiversa de toda la cordillera andina ya que alberga aproximadamente 5975 especies de fauna y 45 000 especies de flora. 103
Aquí se encuentran las altas cimas volcánicas del Chiles, Cumbal, Azufral, Quitasol, El Galeras, la meseta de Túquerres-Ipiales-Carchi (la parte más densamente poblada), las faldas y vertientes del sistema fluvial de los ríos Carchi-Guáitara y los ríos Chota-Mira-Mataje, aportando a la biodiversidad, climas y suelos en dirección al Océano Pacífico y hasta el Amazonas. (Castro y Lucio: 2011; 88) 104
Las grandes diferencias térmicas no solo se deben a la altitud (superior a los 4500 msnm), sino por acción del cordón montañoso que actúa como biombo climático, y por los fenómenos climáticos globales del Pacífico
82
diferentes climas, con variedad de especies biológicas (flora y fauna), con belleza
paisajística, fuentes hídricas y por supuesto un suelo muy fértil. Por ende, existen muchos
ecosistemas vegetales boscosos, arbustivos y herbáceos. Aquí se destacan las zonas
húmedas compuestas como el bosque tropical pluviestacional, y sobre los 3000 msnm la
frontera alberga uno de los ecosistemas de alta montaña más significativos del neotrópico
con mayor diversidad y densidad biológica, el ecosistema páramo andino, muy importante
en términos de recursos hídricos y biodiversidad. (Amat y León: 2008; 14).
El páramo andino105 es un ecosistema natural (un bioma de la tierra, un mosaico de
paisajes, un espacio de vida y producción, un estado del clima) que se localiza por encima de
la línea continua de bosques y por debajo de las nieves perpetuas en los Andes tropicales.
Se caracterizan por ser ecosistemas frágiles y muy húmedos, con alto endemismo y
diversidad en flora y fauna (se afirma que las especies son de origen amazónico que han
migrado y adaptado al medio hace millones de años) y además albergan la riqueza cultural
del pueblo indígena los Pastos. Entre sus servicios ecosistémicos se destacan la alta
capacidad de almacenamiento de agua (debido a la alta incidencia de neblinas nocturnas
que se condensan al amanecer sobre las plantas escurriendo el agua al suelo), suelos con
alto contenido de materia orgánica, reservorios de carbono, diversidad de paisajes y
recursos genéticos de gran adaptación a las condiciones extremas climáticas y altitudinales.
Este ecosistema puede representar una unidad ecológica regular y homogénea, pero
en realidad los páramos son diferentes, y dependiendo de la situación geográfica algunos
son más secos y otros más húmedos (se los relaciona, compara o considera como páramos a
las jalcas peruanas y a los ecosistemas afroalpinos). En este sentido existen tipos de páramo
como pajonal, frailejones, herbáceo de almohadillas, pantanoso, entre otros. En la zona de
frontera se divide a un ecosistema páramo, por un lado el Ángel en Carchi, Ecuador dentro
y la Amazonía donde la vegetación de las laderas captura la humedad de las lluvias provenientes de las brisas marinas condensadas en el océano o por la humedad procedentes de la cuenca amazónica. 105
Toda la información a continuación fue recopilada y puede ser contrastada en los siguientes sitios web: http://www.condesan.org/paramorg/literatura.htm http://cmsdata.iucn.org/downloads/paramoscondesan.pdf http://www.condesan.org/ppa/sites/default/files/recursos/archivos/1.%20Ecologia%20de%20los%20Paramos%201%20FONAG%20INWENT.pdf
83
de la Reserva Ecológica del mismo nombre, y el Chiles en Nariño, Colombia, donde domina
la especie el frailejón106.
Mapa 3: Páramos Ecuador y Colombia (modificado por el autor) Fuente: Francisco Cuesta CAN, PPA, ECOBONA 2008
106
Dentro de la propuesta de planificación de ecosistemas de páramo y bosques de niebla se tiene el Corredor Paramuno Binacional Nudo de los Pastos que contemplan páramos como Tábano, Alcalde, Las Ovejas, Cumbal, Azufral, Chiles, Cumbal, Palacios en Cololmbia, así como el Ángel y Cayambe Coca en Ecuador) (López de Viles: 2005)
84
Esta breve información refleja la importancia de todos los ecosistemas de la
Cordillera de los Andes; muchos autores coinciden que es el lugar donde nace el bioma más
importante y la mayor cuenca hidrográfica del mundo por volumen de agua (El Amazonas),
siendo la región geográfica denominada Andes Amazonas una de las más ricas en diversidad
biológica del planeta, por lo que la conservación y manejo de los páramos, los bosques
andinos y glaciares es comprensiblemente importante no sólo para la frontera o países
andinos, sino para el planeta.
Mapa 4: Región Andes Tropicales, Zona andina. Fuente: Fundación Natura Colombia 2011. (En Castro y Lucio: 2011; 40)
85
Región Piedemonte Amazónico
En la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes los países amazónicos se
denomina zona de piedemonte andino amazónico, caracterizada su importancia en servicios
ambientales y potencial hídrico la Gran Cuenca del Amazonas (Torres en Bernal: 2009; 2). La
frontera ecuatoriano colombiana está en la región de piedemonte amazónico, conocida
también como la región andes amazonas, alta Amazonía o selva alta107. López Acevedo
explica que esta zona, por estar cerca de la línea equinoccial y exposición a los flujos
húmedos que llegan desde el Atlántico tropical que cruzan la baja Amazonía o ceja de selva,
representa una de las regiones de mayor pluviosidad108 del mundo, “una subregión de
altísima importancia climática, ecológica, biológica e hidrológica, lo que la hace de gran
sensibilidad al cambio climático” (Bernal: 2009; 474). En esta zona de bosques nublados de
alta biodiversidad y endemismo viven comunidades ancestrales, de hecho se caracterizan el
grupo indígena binacional los Cofanes que tienen un territorio ancestral reconocido por el
Ecuador como la Reserva Ecológica Cofán Bermejo.
En el extremo este donde la frontera binacional se encuentra con la peruana, se localiza un
área natural con una biodiversidad exuberante. Cada uno de los paises, dentro de sus jurisdicciones,
han declarado áreas naturales protegidas: Reserva de Producción Faunística Cuyabeno en Ecuador;
Zona Reservada Güeppí en Perú; y, Parque Nacional Natural la Paya en Colombia. Si se revisa la
información que se desprenden de la frontera colombo ecuatoriana se destaca: Cuyabeno, 500
especies registradas de aves (garzas, loros, pericos, papagayos, halcón peregrino, águila arpía), 450
especies entre paiches, pirañas, bagres; entre los mamíferos se destacan los monos, armadillos,
nutrias manatíes, delfines rosados, biodiversidad en especies florísticas que hasta finales del 200
registraban la mayor diversidad de árboles del mundo por hectárea (1.561 árboles de 473 especies,
187 géneros y 54 familias); La Paya, uno de los territorios más ricos de fauna en Colombia con 291
107
“(…)definición de selva alta, basada en los siguientes parámetros: ubicación (vertiente oriental); altitud (600 a 3300 msnm); pluviosidad (3000 a 4500 mm/año, aunque en ciertas zonas se estima en 7000 mm/año, como en el alto Coca); clima (temperatura entre 14 y 26ºC, humedad elevada y nubosidad permanente); zona bisagra (relaciones interétnicas entre Andes y Amazonía); ríos de origen andino volcánico, y topografía de pendientes muy empinadas y abruptos cortes…” (López Acevedo citado en Bernal: 2009; 474). 108
“ La marcada variación de la temperatura y la humedad atmosférica con la altitud, tanto entre el día y la noche como a lo largo del año, explica la configuración de “pisos ecológicos” que favorecen la efervescencia de biodiversidad en los sectores del piedemonte oriental andino (selva alta y ceja de montaña), lo que no impide una conexión importante entre las áreas altas y bajas de la Amazonía (…)En dichos pisos ecológicos funcionan variedad de ecosistemas reconocidos como los más ricos del mundo, los cuales son el hogar de los pueblos indígenas que han vivido ahí desde tiempos remotos (…) depositarios de conocimientos tradicionales sobre las características y el uso de la rica diversidad biológica…” (Varios autores: 2009; 34)
86
especies de aves, 58 de mamíferos, 17 de reptiles, 84 de peces y nueve de anfibios registrados. En
estas dos reservas (que sin fronteras se lo podría interpretar como un gran bioma de la Cuenca del
Amazonas, se encuentran humedales de gran importancia como laguna del Cuyabeno o la laguna
La Apaya o La Paya 109.
Mapa 5: Región Piedemonte Amazónico. Fuente: Fundación Natura Colombia 2011. (En Castro y Lucio: 2011; 41)
109
Información tomada de sitio web del Programa Trinacional Colombia Ecuador Perú. Ver http://www.programatrinacional.com/El-bioma-y-su-gente/Biodiversidad
87
En definitiva, el valor ecológico de los biomas latinoamericanos presentes en la
frontera (el Choco Biogeográfico, los Andes, Amazonía), son producto de la estrecha
interrelación milenaria entre las especies biológicas con el medio físico de estas zonas
tropicales. Por esto según la UICN110, América del Sur contiene más del 40% de las especies
de plantas y animales del mundo, en un área menor al 15% de la superficie del planeta,
siendo Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia son cinco de los 17 países
megadiversos de la Tierra.
Toda la diversidad biológica de excepcional riqueza en megabiodiversidad, recursos
hídricos, y demás recursos naturales renovables y no renovables del medio ambiente
fronterizo, tiene una relación profunda de conflictividad social, por lo que implica grandes
desafíos, pero así mismo grandes oportunidades para Colombia y Ecuador, en términos de
“intercambio de experiencias en desarrollo comunitario, y gestión de ecosistemas para
reducir su degradación, promover prácticas productivas sostenibles (biocomercio) y
garantizar la oferta actual y futura de recursos hídricos para las poblaciones
transfronterizas” (Castro y Lucio: 2011; 17).
Abordar las problemáticas ambientales es muy extenso y complejo, y en siguientes
acápites son contrastados con las dinámicas sociales transfronterizas; sin embargo entre los
problemas más comunes se evidencian los riegos derivados o asociados al cambio climático,
con la progresiva inestabilidad hídrica asociada (por ejemplo las inundaciones del Río Mira
del año 2008 –que nace en Ecuador- en la ciudad fronteriza Tumaco localizada en la costa),
sedimentación y contaminación de ríos por minería, deforestación, entre otros (ver cuadro
1).
110
Ver http://www.iucn.org/es/recursos/focus/de_la_amazonia_a_la_patagonia/datos_en_america_del_sur_/
88
Cuadro 1: Información territorial y ambiental general de zona fronteriza Ecuador Colombia111.
PROVINCIA/ DEPARTAMENTO
DATOS GENERALES
RÍOS PRINCIPALES
TERRITORIOS COMUNITARIOS
ÁREAS PROTEGIDAS
PRINCIPALES AMENAZAS
ESMERALDAS
Población: 534.092 (2010) Superficie: 16.132 Km
2
Densidad: 33.10 Per/km
2 (2010)
NBI: 64,2%
Ríos Mira, Mataje, Cayapas, Muisne
Chachi, Awá, Afroecuatorianos.Éperas
- Reserva Ecológica Manglares Cayapas-Mataje - Refugio de Vida Silvestre La Chiquita Reserva Étnica y forestal Awá Kuaikeres
- Minería - Deforestación - Palmicultura - Extracción ilegal de madera
CARCHI
Población: 164.369 (2010) Superficie: 3.780 Km² Densidad: 43.52 Per/km
2 (2010)
NBI: 40%
Río Carchi- Guáitara Río Mira , San Juan
Awá, Pasto, Kichwas
- R.E. el Ángel - R.F. Golondrinas - A.M.E Awá
- Minería - Agroquímicos - Extracción ilegal de madera
SUCUMBÍOS
Población: 176.472 (2010) Superficie: 18.084 Km² Densidad: 9.75 Per/km² (2010) NBI: 81,73%
Ríos San Miguel Ríos Putumayo Rio Napo
Cofanes, Secoyas, Kichwas, Shuar, Siona
R.E. Cofán Bermejo R.P.F. de Cuyabeno
- Petroleras - Deforestación - Colonización - Tráfico ilegal de especies silvestres - Extracción ilegal de madera
NARIÑO
Población : 1.639.569 (2010) Superficie:33.268 Km² NBI: 43.79% (2010)
Rio Mira Rio San Juan Rio Guiza San Miguel Rio Guamuez
Pasto, Inkal, Awá, Inga, Embera (Eperara Siapidara), Cofán y Afro.
- R.F.P. la Planada - Reserva forestal Río Nembí - Páramo de Chiles-Cumbal
- Sistemas productivos - Cultivos de uso ilícito - Comercio ilícito - Deforestación - Palmicultura
PUTUMAYO
Población : 326.093 (2010) Superficie:24.885 km
2
NBI: 36,01 (2010)
Ríos Caquetá y Putumayo. Ríos Mocoa, Ríos Orito, Guamuez, San Miguel, San Juan.
Siona, Ingas, Nassa, Cofán, Embera , Awá Kichwa
- PNN La Paya - SF Plantas medicinales Orito Ingi-Ande
- Deforestación - Erosión - Tráfico de especies - Colonización - Petróleo
PNN. Parque Nacional natural SF. Santuario de Flora RFP. Reserva Forestal Protectora RE. Reserva Ecológica RPF.
Reserva para la Producción de Fauna. NBI. Necesidades Básicas Insatisfechas
111
Fuente: Vásquez, V. V.H. & M. A., Serrano, G. (2009). Las áreas protegidas de Colombia. Conservación Internacional & Fundación BioColombia. Bogotá, Colombia. Xv+696; ECOPAL y Ministerio de Ambiente del Ecuador. Guía de Áreas Protegidas del Ecuador. ECOFUND, FAN, DarwinNet, IGM. Quito, Ecuador 2007 (En Castro y Lucio: 2011; 38) Datos generales actualizados por mi persona obtenidos en Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del Ecuador INEC (http://www.inec.gob.ec), Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE (http://www.dane.gov.co) y http://www.pnud.org.ec/art/frontEnd/images/objetos/agenda_1.pdf
89
4.1.2. Escalas humanas El análisis de las generalidades locales in situ (la escala más próxima) de la frontera
ecuatoriano colombiana, representa la situación actual de la frontera viva con sus variantes
en el tiempo. Desde 1830 la historia relata una serie de conflictos, tratados, acuerdos y
protocolos en torno a los temas limítrofes112, en donde si bien el Ecuador fue el gran
perjudicado cediendo (o perdiendo) miles de kilómetros cuadrados a sus vecinos, ya en el
siglo XX las relaciones binacionales oficiales colombo ecuatorianas se destacan como
“tradicionalmente cordiales y sumamente intensas”113 (Egas et Al: 2009).
Sin embargo, desde la colonia hasta nuestros días, detrás de la Gran Colombia, de la
historia de límites y geopolítica que dividió con una línea imaginaria a estos en dos estados-
naciones como repúblicas independientes114, el medio físico natural obviamente no se
fraccionó ni la frontera perdió su dinámica de “espacio físico ampliado” (Lauret: 2009 citada
en Egas et Al: 2009; 2), donde los grupos poblacionales transfronterizos ancestrales,
indígenas y afrodescendientes (desde su llegada a América desde el África como esclavos de
la colonia), no sólo han sobrevivido presiones y conflictos a distinta índole, sino que se han
interrelacionan tradicionalmente manteniendo vínculos familiares.
(…). Para estos pueblos, los límites políticos no desdibujan sus territorios
ancestrales caracterizados por un conjunto de manifestaciones simbólicas y
una rica variedad de vestigios arqueológicos prehispánicos, lo que en
definitiva ha permitido que sus habitantes construyan en la historia sus
estilos de vida, tradiciones, normas, valores y creencias comunes. Todos sus
conocimientos y referentes culturales han determinado los distintos niveles
de desarrollo socio económico y han consolidado su memoria colectiva e
identidad local. Es evidente que en el ámbito social, cultural y territorial, son
muchos los lazos que unen a Colombia y Ecuador. Aparte de los múltiples
espacios de intercambio entre las dos naciones, en las zonas de frontera
existe una estrecha y ancestral relación entre pueblos indígenas,
112
Un sintético estudio de la historia de límites entre Ecuador y Colombia está disponible en la Revista de la Asociación Iberamericana de Academias, Escuelas e Institutos Diplomáticos de la Secretaria General Iberiamericana en http://segib.org/colaboraciones/2011/11/05/revista-de-la-asociacion-iberoamericana-de-academias-escuelas-e-institutos-diplomaticos-2/?lang=pt-pt (27 de agosto) 113
Solo existe el antecedente de profunda crisis diplomática y ruptura de relaciones entre los dos países cuando el 1 de marzo del año 2008 el Gobierno de Álvaro Uribe, justificando su lucha contra la guerrilla de las FARC, viola el Derecho Internacional Público al autorizar la incursión del Ejército colombiano en la soberanía territorial del Ecuador en la llamada Operación Fénix o el bombardeo de Angostura. Ver http://elpais.com/diario/2008/03/09/internacional/1205017202_850215.html 114
“(…) separando las familias y colocándolos entre sí como extranjeros.” (Castro y Lucio: 2011; 87)
90
afrodescendientes y campesinos de ambos lados. Desafortunadamente, los
problemas de violencia, desplazamiento, narcotráfico, fumigaciones, están
debilitando la diversidad étnica cultural. (Castro y Lucio 2011; 34)
Algo importante de resaltar de estos grupos humanos fronterizos corresponde sus
procesos de organización social y recuperación de su identidad (reivindicación cultural), que
desde 1970 y 1980 han reinterpretado sus diversos procesos étnicos binacionales dentro sus
territorios localizados en tres zonas ecológicas (costa pacífico, andes y amazonía). Pero
antes de repasar estos procesos binacionales de las organizaciones de la sociedad civil, se
señalan como hechos importantes dos procesos que fueron muy significativos en los
cambios socioeconómicas e histórico-culturales dentro cada país desde la segunda mitad del
siglo XX: las reformas agrarias y políticas comerciales del modelo ISI que se implementaron
en toda Latinoamérica115, no sólo como una estrategia para combatir el subdesarrollo sino
para evitar cualquier intento revolucionario como el caso cubano (Romero: 2006 citado en
Egas et Al: 2009; 16, 17), pero en todo caso, representó “junto al movimiento campesino e
indígena latinoamericano (…) la lucha por la reconstrucción territorial y específicamente la
reconstrucción social, económica, cultural y natural” (Castro y Lucio: 2011; 87).
Como se mencionó al inicio de la investigación, pude interrelacionarme muy cerca
con estos grupos humanos, en especial con el pueblo Pasto, por lo que a continuación y en
la quinta parte, se hará más énfasis en su caracterización y análisis de la gobernanza,
aunque se harán sucintos acercamientos a otros actores locales que también viven e
interactúan en la frontera, ya que sus dinámicas sociales en conjunto ayudan a diversificar
las interpretaciones sobre la frontera, y por supuesto es en estas interacciones donde se
pueden encontrar respuestas a la diversas vicisitudes que empobrecen a una frontera llena
de vida.
115
Cruz analiza cómo los modelos de desarrollo agrícola y rural como expresiones de épocas económicas y políticas América Latina, tienen un común denominador histórico en el sistema de hacienda que data del siglo XVI hasta la mitad del siglo XX, una estructura productiva agraria colonial y republicana basada en el asentamiento de trabajadores en plantaciones, lugar donde se cometieron una de las mayores y nefastas injusticias políticas, sociales y culturales de la historia de la humanidad, que no solo se caracterizaron por la baja productividad, sino un lugar donde se explotó y abusó de la fuerza laboral de los campesinos, pero sobre todo representó el espacio de negación cultural y exclusión socio económica (herencia negativa del mestizaje cultural con repercusiones negativas en el imaginario del campesino hasta la actualidad). Por otro lado, ya a partir de 1950 comienza el período del ISI, reformas agrarias y colonización, “(…) procesos que significaron distribución de tierras y acceso a este recurso por parte de un importante número de familias campesinas (…) que determinan, en parte, la estructura actual de la tenencia de la tierra”. (2001; 101-103).
91
Pueblo Pasto: Zona andina
Fotos 2, 3: Encuentro Binacional Pasto, Resguardo de Chiles, Nariño. 30 octubre 2010 Fuente: Del autor.
92
Las comunidades y resguardos indígenas de los Pastos116 reiniciaron sus procesos
reorganización social y demandas por su territorio desde la década de los 70´s.
Estos procesos tuvieron como estandarte la recuperación de la tierra, el patrimonio (cultural y natural) y el territorio. En el Ecuador, el proceso de organización se inicia en 1937 con la primera ley de comunas, en donde los pequeños pueblos de indios (forma administrativa colonial) se convierten en comunidades y los cabildos de indios se conforman en comunidades campesinas. Luego, a partir de la Reforma Agraria (1964 – 1984) aparecen otras formas organizativas a nivel campesino, que desembocaría en el movimiento campesino (...) Para 1984 el Ecuador reconoce un total de 92 Comunidades Indígenas como instancias legítimas de autoridad (Espejo, 11; Montúfar, 60; Tulcán, 21). (Castro y Lucio 2011; 31)
En Colombia, bajo la consigna de recuperar la tierra para recuperarlo todo con pensamiento propio, se logró recuperar los resguardos (propiedad colectiva reconocida jurídicamente desde la colonia) y así fortalecer la conciencia de los otros derechos, remarcar su dignidad, legitimarse ante la sociedad nacional. En Colombia, buena parte de los resguardos de origen colonial, sobre todo de la parte Andina (pueblos indígenas paéces, guambianos y pastos) permanecieron, producto de la defensa que de ellos hicieron las comunidades legalmente amparadas en la Ley 89 de 1890. Con la creación del Concejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) se configura un programa político de 7 puntos que además de la defensa de los resguardos incluye el fortalecimiento de los cabildos indígenas, la lengua propia, la defensa de la ley 89, la lucha contra el terraje, etc. A partir de 1980, con el movimiento indígena del suroccidente colombiano, este programa se condensa y profundiza al plantear la lucha por los derechos como pueblos o nacionalidades indígenas, entre los que sobresale la autonomía dentro del orden jurídico-político del estado nacional y con ella el territorio. (Castro y Lucio: 2011; 87)
El pueblo Pasto cuenta con una población aproximada de 100.000 habitantes (según
el Plan Binacional de los Pastos un 30% corresponde al territorio ecuatoriano). En términos
políticos administrativos, en Ecuador se encuentran en la Provincia del Carchi dentro de los
cantones de Mira, Espejo, Bolívar, Montufar, Huaca y Tulcán (que abarcan las comunas de
Tufiño, Julio Andrade, Pioter, Cuba, la Paz, San Francisco, La Esperanza, Chután, Chilmá,
Montúfar y La Libertad); En Colombia principalmente el los municipios de Cumbal,
Carlosama, Ipiales, Potosí, Córdoba, Túqueres en el Departamento de Nariño (dentro de los
116
Son una nación, pueblo o etnia aborigen localizada en el suroccidente de Colombia y norte del Ecuador (la franja transversal del Nudo Waka). Su territorio ancestral “sagrado” comprende los páramos y “(…)las cimas del nacimiento que muestran la presencia de un espacio territorial más allá, hacia el piedemonte y la selva, tanto del Pacífico como del Amazonas, siguiendo las hoyas de los ríos Chota, Plata, Mayasquer, Guiza, Mira, Telembí y Pacual al occidente y el Guamuez y San Miguel al oriente.” (Castro y Lucio: 2011; 87)
93
resguardos de Aldea de María, Cumbal, Colimba, Cuaspud, Chiles, El Sande, Guachavés,
Guachucal, Iles, Ipiales, Males, Mallama, Mayasquer, Muellamués, Mueses, Miraflores,
Panán, Pastas, San Juan, Tescual, Túquerres, Yaramal y Yascual). (Castro y Lucio: 2011; 47,
88)
El proceso organizacional en relación a la gobernanza ambiental y sus propuestas
para conservar su territorio (Nudo Waka) tendrán un tratamiento más en detalle, sin
embargo es importante destacar la cosmovisión mítica-cultural que tienen de los Pastos
sobre el territorio: lo consideran un ser vivo y en este sentido orgánico, éste siente, se
enferma, se restaura pero del mismo modo si se lo contamina y destruye como todo
organismo vivo, muere. La visión mítica del espacio invita pensar o entender lo que significa
en realidad una ética biocéntrica, por ejemplo a un páramo no se lo interpreta como un
ecosistema o un bioma, sino se lo siente como un territorio que guarda las energías
cósmicas y los espíritus vitales esenciales para todas las manifestaciones de vida, todo está
relaciona con el cosmos, alrededor del ritmo del Sol y la Luna. En sentido, sus luchas
reivindicatorias de los cabidos, comunas y consejos mayores del pueblo Pasto como
sociedades étnicas son para y por la vida117.
Las actividades económicas del Pueblo Pasto se basan en el cultivo de papa, así como
en la producción y comercialización de leche. Tienen huertos familiares para el
autoconsumo donde cultivan fríjol, haba, maíz, arveja y hortalizas; también en el tema
pecuario tienen especies de animales menores como pollos, cerdos, conejos, ovejas y cuy
(conejillo de indias). En varias comunas y resguardos utilizan plantas medicinales para su
dieta diaria118. También la producción artesanal de tejidos complementa la economía
familiar. (Castro y Lucio: 2011; 91)
Entre los principales problemas socio ambientales priorizados por los Pastos se
tienen: Deforestación indiscriminada e incendios forestales y del páramo; Sobreutilización
del suelo, de la flora y fauna; Perdida de humedales, ojos de agua, vertientes y escasez de
117
Información del documento “Lineamientos para el ordenamiento territorial y ambiental del Nudo Waka y de la Nación Pasto” elaborado por Mamián e Inuca. 118
El resto de alimentos los adquiere en zonas subtropicales o en los mercados urbanos. Los que los comuneros han incluido en su alimentación los enlatados, comidas rápidas y bebidas gaseosas.
94
agua para consumo humano; Contaminación del agua, tierra, aire y alimentos con
agroquímicos y residuos sólidos y líquidos; Confusiones y conflictos internos por
delimitaciones territoriales.
La Gran Familia Awá: Zona andina, costa pacífico y amazónica
Fotos 4: Encuentro Binacional Colombia - Ecuador, Quito. 22 de julio de 2010. Fuente: Eduardo Mendoza.
La Gran Familia Awá119 por siglos “(…) han ocupado territorios selváticos del
piedemonte andino colombiano y ecuatoriano en su vertiente hacia el Pacífico (Bosque
húmedo tropical hasta bosque nublado) (…) en un rango altitudinal que va desde los 90
hasta los 2000 msnm.”(Pineda: 2010; 48). El territorio Awá cuenta con una amplia riqueza
ecológica, con gran diversidad biológica y ecosistemas de alto endemismo albergando 10 de
los 100 sistemas de vida silvestre conocidos en el planeta. (Ministerio de Cultura Colombia
2010). En el Ecuador se asienta en la Reserva Ecológica Cayapas Mataje. (FCAE: 2002)
119
Localizada dentro de las cuencas de los ríos Mira-Mataje que atraviesan las provincias de Esmeraldas Carchi e Imbabura en Ecuador y el Departamentos de Nariño en Colombia), y en la Amazonía colombiana en el Departamento de Putumayo (Castro y Lucio 2011; 32).
95
Los datos sobre esta población binacional son aproximaciones que van desde los
13.000 120 hasta 30.000 habitantes. Su lengua es el Awapit. Los procesos de organización
social tanto en Colombia como en Ecuador responden a diferentes momentos y procesos.
Pineda (2010; 49, 52) explica que en Colombia a partir de la Constitución de 1991 se
conformaron 21 resguardos distribuidos en tres organizaciones de base: en el
Departamento de Nariño están la UNIPA (Unidad Indígena del Pueblo Awá) y CAMAWARI
(Cabildo Mayor Awá del Ricaurte), mientras que el Departamento de Putumayo está ACIPAP
(Asociación de Cabildos Indígenas del Pueblo Awá del Putumayo). En el Ecuador la
Nacionalidad Awá en el Ecuador comienza a organizarse a inicios de los años 80´s,
agrupando 22 centros 121 o comunidades en las provincias del Carchi, Esmeraldas e
Imbabura, todas dentro de la FCAE (Federación de Centros Awá del Ecuador). El territorio
binacional Awá se asienta sobre un territorio de 450.000 hectáreas122 aproximadamente.
Entre las principales actividades económicas se identifican la cacería, pesca y a la
agricultura familiar de maíz, plátano, yuca para el autoconsumo, de existir excedente se
comercializa la producción. También existen algunos procesos para el aprovechamiento de
los recursos del bosque a nivel comunitario y familiar (FCAE: 2002).
Esta etnia y su territorio padecen de muchas amenazas territoriales, principalmente
por las situaciones sociopolíticas derivadas por la presencia y amenazas de grupos
irregulares y armados (contrabandistas, narcotraficantes y actores del conflicto
colombiano). También por riesgos derivados de intereses de empresas de palma africana y
madereras, que frente a las pocas oportunidades algunos dirigentes tienden permitir su
explotación irracional, y ha esto se suman algunas tensiones sociales con comunidades
colindantes de campesinos y afrodescendientes. En todo caso, las organizaciones Awá, sus
120
Según un documento (FCAE: 2002) localizado en la página web del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos, se afirma que en Ecuador son aproximadamente 3750 habitantes. Según una caracterización del Pueblo Awá del Ministerio de Cultura de Colombia en el 2005 eran 25.813 habitantes de los cuales el 51,9% son hombres y el 48,1% mujeres. http://www.inec.gob.ec/inec/index.php?option=com_remository&Itemid=420&func=startdown&id=1074&lang=es y http://www.mincultura.gov.co/?idcategoria=41740 121
Río Verde Medio, Rio Verde Bajo y Palmira de Toctemí (Imbabura) La Unión, Mataje, Guadualito, Rio Bogotá, Balsareño, Pambilar (Esmeraldas); Baboso, Sabalera, Ojala, Tarabita, Ishpi, Gualpi Bajo, Gualpi Medio, Gualpi Alto, Guaña, Guaré, San Marcos, Pailón, Río Tigre (Carchi). (Castro y Lucio: 2011; 47) 122
De las cuales 101.000 Ha fueron adjudicadas por el Estado a la FCAE en 1998 bajo la figura de Reserva Étnica Forestal Awá-kwaiker. (FCAE: 2002)
96
procesos socio organizativos, los planes de vida, planes de ordenamiento ambiental y
cultural, plan binacional, sus tradiciones, cosmovisión y relación armónica con la naturaleza
dejan pistas de un proceso propio que no solo ha sido estudiado o recibido asistencia de
diversas agencias de cooperación, sino que en torno a la integración, gobernanza y
conservación medio ambiental son experiencias que fundamentales para equilibrar el
territorio123.
Nacionalidad Épera o Pueblo Eperara Siapidara
Mapa 6: Movilidad entre los Éperas de Ecuador y Colombia. Fuente: González: 2008; 249
El pueblo Eperá o Eperara Siapidara es originario de Colombia, se ubican en el
Chocó Colombiano, más específicamente en el departamento del Cauca en el municipio de
Buenaventura, y en el departamento de Nariño. Tradicionalmente este pueblo se lo asocia,
por su cercanía histórica con la etnia Emberá. En el caso de los Eperá o Eperara de Colombia
123
Ver una interesante investigación sobre la gobernanza, participación, territorio y organización de la Nacionalidad Awá del lado ecuatoriano (Pineda: 2010)
97
no se tiene datos cuantitativos exactos sobre la población por varios motivos, entre estos la
asociación que se le hace los Emberás, el constante proceso de migración de su población
principalmente hacia Ecuador. (González: 2008 y CODENPE), así como por la migración
promovida por factores como la búsqueda de mejores condiciones de vida, la venta de
artesanías, conflictos internos entre las comunidades, entre otros.
Los indígenas que fueron saliendo de Colombia, llegaron al Ecuador por la provincia
de Esmeraldas, allí subsistieron de actividades ajenas a su cultura, se fueron asentando y
recibiendo cada vez más familia proveniente de Colombia. Esta dinámica migratoria tomó
fuerza a finales de los años 60 e inicios de los años 70 del siglo pasado. Así se convirtieron
en una pequeña población asentada en varios puntos de la costa Ecuatoriana. Esta dinámica
conllevó a la organización del pueblo en aras de unificarse, la cual con ayuda del Vicariato de
Esmeraldas, hizo posible que los Épera del Ecuador sean reconocidos como nacionalidad
tres décadas después. A inicios de los años 90’s se da este reconocimiento y se les asigna en
la parroquia de Borbón (Esmeraldas- Ecuador) en un principio 26 lotes, sin embrago en la
actualidad su extensión es de 336 hectáreas124 (González: 2008). Gran parte de este
territorio en la actualidad son zonas protegidas o reservas naturales.
La nacionalidad Épera en el Ecuador está ubicada en la costa norte, específicamente
en la provincia de Esmeraldas, en el cantón Eloy Alfáro, en las parroquias de Borbón, San
Francisco y Tambillo, en los asentamientos del río Cayapas. La población aproximada es de
450 habitantes, 80 familias y 60 viviendas. Su idioma es el Siapede, que en castellano
significa “voz de caña brava” (en la fuente de la CONAIE se dice que significa “idioma
propio”), sin embargo el 50% de la población es bilingüe funcional (Siadepe-Castellano).
Tradicionalmente, su base organizacional está constituida por familias amplias (de
hasta 25 personas), aunque a decir de la CODENPE, ésta es una tendencia que cada vez se
ve menos. Por su reconocimiento jurídico como nacionalidad ha hecho que desde su
carácter incipiente establezcan un “sistema implícito de normas propias de conducta
individual y colectiva, así como de normas de juzgamiento y sanción de faltas que cometan
124
El CODENPE habla de 333 hectáreas, mientas que el ACNUR habla de 340 Ha.
98
sus miembros. La Nacionalidad Épera es miembro de la CONAICE en el ámbito regional y de
la CONAIE en el ámbito nacional” (CODENPE).
Su actividad económica es más bien de autoconsumo o de subsistencia, la cual se
basa en la agricultura a pequeña escala, caza y pesca, así como la venta de artesanias
principalmente cestería. Existe también un tipo de explotación limitada de los bosques de
las elevaciones menores de la Reserva Cotacachi Cayapas (Ecuador). Sin embargo, existen
personas que cada vez más buscan trabajos asalariados, jóvenes en su mayoría, o que
migran a las grandes ciudades.
En la actualidad ambos pueblos han llevado acabo iniciativas de contacto entre
familias, lo cual en algunas ocasiones se han visto limitadas por problemas de movilización y
por el conflicto armado en Colombia. El conflicto colombiano ha hecho que mucho de los
indígenas Éperas busquen en el Ecuador refugio y que no puedan volver con facilidad a sus
comunidades en Colombia. En la actualidad 20% de los Épera en Ecuador son refugiados
(ACNUR: 2010)
“Aunque los servicios básicos les ha llegado de una manera muy limitada, el Pueblo
Épera ha logrado organizarse; y lucha diariamente por preservar su cultura y reforzar su
identidad. Es un pueblo solidario que regularmente acoge en su comunidad a más miembros
que vienen desde Colombia, huyendo del conflicto” (ACNUR: 2010)
Se puede ver en los documentos relacionados con la nacionalidad, que como
organización se propone por un lado fortalecer sus vínculos parentales y étnicos con sus
similares en Colombia, así como buscan recuperar sus tradicionales ancestrales y la relación
milenaria con la naturaleza.
99
La Nacionalidad Binacional Cofán (Andes Amazonas)
Fotos 5: Encuentro Binacional Colombia - Ecuador, Sucumbíos. 11 de enero de 2011. Fuente: Eduardo Mendoza
La nacionalidad binacional Cofán, cuyo idioma es el A’ ingae (Cofán), en el Ecuador se
encuentra asentada en la provincia de Sucumbíos, en las riberas de los ríos Aguarico y
Sinagüé, los cuales forman parte de la frontera con Colombia. “En los cantones de: Lago
Agrio, parroquias Dureno y Jambelí; cantón Cascales, parroquia El Dorado de Cascales;
cantón Cuyabeno, parroquia Cuyabeno; cantón Sucumbíos, parroquia La Bonita” (CODENPE)
Existe una población aproximada de 1000 habitantes en las comunidades de Duvino,
Sinangüé, Dureno, Zábalo, Chandia N’aen.
Su economía se basa en la horticultura itinerante, los cuales son para la subsistencia
mayoritariamente. Esta actividad está orientada a las mujeres. También se basan en la caza
y en la pesca a pequeña escala, a la recolección y a la venta de artesanías hechas por las
mujeres.
El territorio Cofán, se dice que, históricamente cubrían más de 3 millones de
hectáreas de la zona amazónica (FEINCE); sin embargo, la población sufrió varios cambios
poblacionales y de territorio, primero promovidos por el reordenamiento territorial que se
100
dio a inicio del S.XIX, con el fin que los cofánes pudieran estar reunidos en un centro y así
poder tener cercanía con las misiones jesuitas (González: 2008). Posteriormente en el
Ecuador por la explotación petrolera su territorio fue fraccionado a partir de 1967
(CODENPE). Todo esto acarreó un paulatino desplazamiento de las diferentes comunidades
de cofanes, hacia otros centros poblacionales.
Actualmente el territorio Cofán, a decir de Espinosa (2008), controla
aproximadamente 350.00 hectáreas, las cuales se encuentran en parte de 3 áreas
protegídas, como son la reserva Cayambe –Coca, Cuyabeno y Cofán Bermejo.
En Colombia, la población estimada de cofanes es de 1475 (Gonzalez, 2008). En este
país las comunidades están asentadas en los ríos Guamés y San Miguel, formando parte de
reservas ecológicas como la de Santa Rosa. (CODENPE)
Al ser una zona con espacios declarados por el Estado como áreas protegidas, el
pueblo Cofán en el Ecuador ha tenido un acercamiento y un trabajo conjunto con las
autoridades, como el Ministerio del Ambiente, en cuanto a la protección, gestión y manejo
de las áreas. “Se encuentra [las áreas protegidas] bajo la administración de las comunidades
locales y de la Fundación Sobrevivencia del Pueblo Cofán, en coordinación con la Dirección
Nacional de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas del Ministerio del Ambiente del
Ecuador” (CONAIE).
Sin embargo los problemas ambientales que acarrea consigo la industria extractiva
petrolera, hacen que exista una fuerte contaminación de los territorios.
Otro de los problemas al que se enfrenta el pueblo Cofán en su carácter binacional,
es el conflicto armado que se vive en Colombia, lo que ha hecho que mucha de la población
tenga que migrar, muchas veces hacía el Ecuador y que los jóvenes en su mayoría, se vean
tentados a participar del conflicto. Esta migración hacia el Ecuador se ve respaldada por los
lazos de parentesco entre cofanes de Colombia y los de Ecuador. Sin embargo este conflicto
no permite muchas veces que familiares puedan regresar a sus casa en Colombia.
101
Su organización política es básicamente comunitaria, representada en la actualidad
por la Federación Indígena de la Nacionalidad Cofán del Ecuador (FEINCE): “La Federación
Indígena de la Nacionalidad Cofán del Ecuador - FEINCE se establece como una organización
jurídica a partir 20 de junio del año 2001, fue creada para representar a las 10 comunidades
Cofanes en el ámbito político, legal y para desarrollar las políticas generales de la
Nacionalidad con el propósito de generar bienestar de las comunidades y mantener la
cultura y el territorio Cofán” (FEINCE)
Afrodescendientes colombo ecuatorianos (Costa Pacífico, Chocó Biogeográfico)
Fotos 6: Encuentro Construyendo Desarrollo para los Pueblos Fronterizos del Pacífico. San Andrés de Tumaco, 24-26 de noviembre 2010. Fuente: Eduardo Mendoza
En el Ecuador según el censo del 2010, el 7,2 % se identifica como afrodescendiente.
Ubicándose la mayor densidad poblacional en las provincias del Guayas, Pichincha y
Esmeraldas. En esta última el porcentaje de la población afroecuatoriana es del 43,9% de su
total (534.092 habitantes) (INEC: 2010)
La población Afro-esmeraldeña se ubica principalmente en los cantones norte de la
provincia (Esmeraldas, Eloy Alfaro, San Lorenzo). “En la Provincia de Esmeraldas, la zona
102
Pacífico norte del país, las comunidades afroecuatorianos se concentran en una extensión
aproximada de 800.000 hectáreas, en su mayoría a lo largo de los ríos” (León: 2005; 239)
Históricamente “Desde el siglo XIX, sus territorios fueron invadidos por los buscadores de
oro, caucho, tagua y pita, y de igual manera por las plantaciones de banano y las empresas
madereras desde el siglo XX” (León, 2005: 239), proceso extractivo que hasta la actualidad
persiste. Actualmente, los principales recursos económicos de la población
afrodescendiente del norte de Esmeraldas son el cultivo de banano, plantaciones de palma
africana y “la ganadería, aunque desde el comienzo de la explotación petrolera, Esmeraldas
ha sido el punto de salida del petróleo por la Terminal de Balao” (Balanta: 2008; 13), así
como la minería a pequeña escala.
El proceso histórico de la población Afro-esmeraldeña muestra que ha existido un
constante discriminatorio, el cual ha derivado en la exclusión física, social y económica de la
población. Sin embargo, este mismo proceso ha generado movimientos de lucha y
reivindicación constante “Para el caso de los afroesmeraldeños, este proceso de
reivindicación y de lucha contra la invisibilidad y respeto de su diferencia, es un proceso
arduo que no es para nada reciente, ya que la exclusión comenzó hace varios años”
(Balanta: 2008; 14)
La población afrodescendiente en Esmeraldas hace parte de la franja poblacional que
se extiende por la costa pacífica de Colombia (del Chocó). La población que comparte
frontera con el Ecuador es la que está ubicada en el municipio de Tumaco ubicado en el
departamento de Nariño. “Tumaco cuanta con un número de habitantes de 169.464
aproximadamente y se encuentra localizado entre la llanura del Pacífico y el Piedemonte de
la cordillera occidental, contando con una superficie de 17.299 Kms.2, que constituyen el
52% de la superficie total del departamento de Nariño […] La vegetación predominante en
el litoral es el manglar y selva; en el resto de la zona se poseen las mejores tierras para la
vocación agrícolas. Los ríos tienen gran importancia en la forma de vida de la población de la
zona ya que proporcionan agua para el consumo humano y animal, y se constituyen en
fuente de trabajo para el riego de sus cultivos, como también, proporcionando vías de
comunicación y acceso a regiones apartadas” (Balanta: 2008; 12) Tumaco, al igual que la
103
provincia de Esmeraldas es reconocida por la riqueza natural y la biodiversidad de la zona
del Chocó.
La actividad económica en la zona se basa principalmente en el comercio, la
agricultura, la pesca y ganadería, la extracción de madera y la minería pequeña escala.
Actualmente tanto las poblaciones de Ecuador y Colombia están en constante relación
principalmente por el comercio entre los países.
Según Balanta (2008) los procesos históricos en las dos poblaciones hoy divididas por
la frontera fueron compartidos, “Las diferencias y similitudes de estas poblaciones
afrocolombo-ecuatorianas, guardan una explicación histórica que data de 1793-1959. Según
Savoia, Alicia Franch, entre otros, desde esas épocas que marcaron el fenómeno de la
esclavitud, era considerable el número de esclavos que se dirigieron hacia Esmeraldas por el
descubrimiento de las minas de oro. Tanto que entre 1850 y 1920, la población minera de
Babacoas, se dispersó hacia la región de Tumaco hasta llegar a territorio ecuatoriano”
(Balanta: 2008; 15), a la extracción de oro se le sumaron la extracción de tagua y de caucho.
Culturalmente las poblaciones afro de Ecuador y Colombia comparten muchas
similitudes, sobre todo en lo referente a sus prácticas tradicionales en torno a la
subsistencia, agricultura, pesca, extracción y recolección de productos naturales, etc., así
como a las prácticas artesanales, y a la actividad minera a la que se dedican, etc. La
organización social y parental es básicamente la misma en las dos regiones, existiendo
muchas veces lazos parentales entre colombianos y ecuatorianos. Así también han
compartido su situación de exclusión frente a sus gobiernos y la dinámica social.
“…se podría decir, que en el pacífico ecuatoriano y colombiano las
poblaciones de afrodescendientes construyen un sólo territorio, donde
familias extensas encuentran los referentes de una identidad que se afirma
por las dinámicas de vida, por las relaciones y territorialidades construidas,
por las cercanías paténtales y por los lazos organizativos hoy establecidos”
(Balanta: 2008; 17)
Existen sin embargo problemas que enfrentan estas poblaciones que todavía
persisten en la actualidad, en el Ecuador principalmente son problemas que vienen de la
104
mano con la minería y extracción de madera (legal e ilegal), lo cual ha generado dinámicas
de explotación a la población; esto también ha generado que por la presencia de las grandes
compañías extractivas y la población colona, que llegan al territorio ancestral de los
afrodescendiente, muchos de ellos se vean obligados a migrar.
Este tipo de problemas, entre muchos otros, han provocado que la población afro
de los dos países vaya generando propuestas organizativas locales e internacionales (de los
dos países) que buscan la mediante la reafirmación de procesos identitarios recuperar el
territorio, visibilizar su riqueza cultural y natural, y sobre pasar la continua discriminación.
Por mencionar, sólo en Esmeraldas existen 115 organizaciones Afro ecuatorianas (CODAE). Y
como proyectos binacionales se puede mencionar el de la Comarca Afro Pacífica (Castro y
Lucio: 2011)
Por último, vale mencionar que otro problema que aqueja a las poblaciones Afro
colombianas y por consiguiente Afroecuatorianas, es el proceso de emigración de Colombia
a Ecuador motivado por el conflicto armado en Colombia. El ACNUR habla de que “en la
provincia de Esmeraldas viven 6.045 refugiados reconocidos que corresponden al 11% de las
población refugiada reconocida por el gobierno ecuatoriano y 3.883 solicitantes de asilo.
Alrededor del 60% de los solicitantes de asilo en Esmeraldas se consideran afro-
colombianos. Aproximadamente el 70% de los solicitantes de asilo en Esmeraldas provienen
del Departamento de Nariño, especialmente del Municipio de Tumaco” (ACNUR: 2011)
Escalas locales y nacionales (actores gubernamentales)
En esta escala espacial se realiza una escueta caracterización de los poderes públicos
locales y nacionales, en las provincias del Ecuador y departamentos de Colombia125. Ver
Anexo 1.
La Comunidad Andina en el 2009 estimaba que la población total dentro de la Zona
de Integración Fronteriza entre Ecuador y Colombia se aproximaba a los dos millones, sin
125
En el Ecuador la organización territorial del Estado se organiza en regiones, provincias, cantones y parroquias rurales (Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada); mientras que Colombia en departamentos y municipios (Estado social y democrático de derecho, con unidad territorial y descentralización administrativa).
105
embargo si se contrastan los datos reales del Censo 2010 hecho en Ecuador, el número
supera los dos millones.
Tabla 2. Zona de Integración Fronteriza Colombia Ecuador
COLOMBIA-ECUADOR
CO EC
2005 2010126
Población ZIF (miles) 1 196 874
Densidad poblacional (habitantes por Km2)
29 23
Población Económicamente Activa (PEA) (miles)
380 323
Población Económicamente Activa - PEA(%)
32% 37%
Alfabetismo 92% 92%
Área ZIF respecto al total Del País 4% 15%
Fuente: Comunidad Andina de Naciones. Información Socioeconómica. Análisis Estadístico. Abril, 2009. Datos estadísticos del Ecuador actualizados por el autor.
En Colombia la ZIF comprende todos los municipios del Departamento de Putumayo,
y 26 de los 62 municipios en el Departamento de Nariño. En Ecuador las tres provincial
fronterizas (Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos), con todos sus cantones y parroquias rurales
están dentro de la ZIF127.
126
Se actualizaron los datos de Ecuador por contar con un censo poblacional más actualizado (INEC 2010). 127
ZIF Colombia.- Área estratégica de desarrollo región andina: Municipios de Ipiales, Cumbal, Cuaspud, Aldana, Contadero, Córdova, Funes, Guachucal, Guaitarilla, Gualmatán, IIes, Imués, Mallama, Ospina, Pasto, Potosí, Providencia, Puerres, Pupiales, Santa Cruz, Sapuyes, Tangua y Túquerres, en el Departamento de Nariño; Área estratégica de desarrollo región amazónica: Municipios de Orito, Valle, del Guamuez, San Miguel, Puerto Asís, Puerto Guzmán, Puerto Caicedo, Villagarzón, Mocoa, Santiago, San Francisco, Colón, Sibundoy y Puerto Leguizamo en el Departamento de Puyumayo; Área estratégica de desarrollo región pacífica: Municipios de Barbacoas, Ricauarte y Tumaco, en el departamento de Nariño. ZIF Ecuador.- Área estratégica de desarrollo región andina: Cantones de Tulcán, Espejo, Montúfar, Mira, Bolívar y San Pedro de Huaca en la provincia del Carchi; Área estratégica de desarrollo región amazónica: Los Cantones de Lago Agrio, Shushufindi, Cascales, Gonzalo Pizarro, Putumayo, Sucumbíos y Cuyabeno en la Provincia de Sucumbíos; Área estratégica de desarrollo región pacífica: los Cantones de Atacames, San Lorenzo, Esmeraldas, Río Verde, Eloy Alfaro, Muisne y Quinindé en la Provincia de Esmeraldas.
106
QUINTA PARTE: Situación de la gobernanza ambiental en el
territorio WaKa “La Minga de Pensamiento del Pueblo Pasto”
“(…) para entender el papel de la sociedad civil en la gobernanza ambiental, es imprescindible caracterizar estos movimientos colectivos y analizar su capacidad de incidencia en las políticas públicas”. (Fontaine y Narváez: 2007; 17)
Siguiendo las reflexiones planteadas en el marco lógico, se abordará el proceso de
gobernanza ambiental desde el ámbito social y colectivo del pueblo de los Pastos, lo que
implica conocer el significado o sentido particular que dan al territorio, revisar el proceso
socio organizativo de los Pastos colombianos y analizar los alcances de su proceso binacional
en donde han participado no sólo las comunas o resguardos indígenas de ambos lados de la
frontera, sino ONG´s, entidades de cooperación, otras organizaciones sociales, sujetos
culturales, académicos e incluso entidades gubernamentales128. Aunque el espíritu de este
estudio no es comparar lo anterior con los programas de acción gubernamental de Ecuador
y Colombia, se hará un análisis general para determinar en qué medida éstas acciones
responden a un marco de gobernanza bajo los enfoques a escala humana, sostenible y Buen
Vivir, para la conservación de los patrimonios naturales y culturales, tiendo en cuenta, como
se vio anteriormente, que las prioridades nacionales se asientan sobre intereses en el
mercado extractivo de minería, así como en los temas de energía, recursos hídricos,
forestales, y asuntos relacionados a la integración binacional y respuestas al conflicto
colombiano.
En el análisis jurídico binacional se pudo apreciar que los territorios indígenas y
afrodescendientes en los marcos constitucionales y legales del Ecuador y Colombia, son
contemplados bajo figuras jurídicas que de una u otra forma buscan garantizar los derechos
colectivos y el respeto al territorio ancestral. Sin embargo no se ha consolidado un escenario
favorable para fortalecer un sistema de gobernanza binacional – local para los procesos de
128
En base a la información recopilada sobre los lineamientos para Plan de Ordenamiento Territorial y Ambiental del Nudo Waka y Nación Pasto, un proceso caracterizado por un amplio proceso de diálogo participativo entre el Consejo de Comunas Campesinas de Montúfar (CCM), los Concejos mayores, Concejo de ex-gobernadores, Cabildos, líderes y los comuneros de los resguardos, comunas y organizaciones sociales de Colombia y Ecuador, durante el período Agosto 2010 a Febrero 2011 en distintos lugares de la frontera.
107
desarrollo socioambiental, no sólo porque la realidad social fronteriza es hipercompleja,
sino porque la injusticia social y económica sigue siendo estructural, develando que no han
habido cambios substanciales en las relaciones de poder. Con esta reflexión surgen las
interrogantes: ¿los modelos y políticas de desarrollo en Ecuador y Colombia integran y
articulan los procesos territoriales inter y transfronterizos basados en los conocimientos y
prácticas ancestrales? ¿Quién fortalece la gobernanza en la interacción actores
institucionales y comunitarios a nivel local, o qué respuestas han habido sobre la
conservación de los patrimonios natural y cultural? En este acercamiento al proceso
binacional del Pueblo de los Pastos, quienes buscan recuperar y revalorar sus saberes y
prácticas dentro del “territorio de sus ancestros” conocido como el Nudo de los Pastos o
Nudo Waka129, se encuentran algunas respuestas.
Mapa.7: Nudo Waka. Fuente: 1. Dumer Mamián en (Castro y Lucio: 2011; 88);
129
Inuca y Mamián (2011) explican que en la mitología de las culturas de Suramérica la palabra huaca o guaca se origina en la palabra quechua Waka, que indica el tiempo y el lugar donde se concentra la vida y la muerte, lugar sagrado de nacimiento, también lugar de entierro o mundo de otra vida, lugar donde viven los primeros caciques que dieron origen a toda la progenie. En este sentido, el Nudo de Waka representa una potencialidad excepcional, una matriz cósmica, sociocultural, política y geo-ecológica. Es el lugar de las “antiguas y fecundas memorias” humanas, espirituales y naturales, que dan cabida a múltiples interpretaciones y relaciones entre sociedad, cultura y la Pachamama (naturaleza). La existencia vestigios arqueológicos (terrazas, tolas, las gigantescas botijuelas funerarias, cerámica con petroglifos) dan cuenta de estas y otras manifestaciones sagradas dan cuenta que su territorio de aproximadamente 5000 Km
2 (tierras altas interrelacionadas con las
selvas del Chocobiográfico y Amazonía) es un ser vivo, y en este sentido la relación armónica con la naturaleza y su energía, representa la esencia de sus manifestaciones culturales, su identidad y acción social.
108
Mapa 8. Territorio Waka. Fuente: Asociación Shaquiñán http://www.shaquinan.org/plan-estrategico-binacional
No existe una sola versión sobre la denominación de esta etnia indígena, pero según
las investigaciones de Mamián (2011), su nombre como Pastos ya están presentes en los
cronistas Cieza de León y Gonzáles Suárez quienes dan a entender que pertenecían (o eran
un subgrupo) a las tribus Quillacingas (nariz de luna en quichua y que son otro pueblo
indígena en Nariño), por lo que su nombre en castellano designaba, durante la época
colonial, a esta zona geográfica rica en prados y llanuras destinadas al pastoreo. Además
existe una amplia discusión sobre si estos indígenas fueron cazadores, agricultores o
pastores, pero Mamián luego de revisar diferentes criterios concluye que el pastoreo era su
actividad económica principal, complementada con la cacería y producción de papa o patata
(en la actualidad muy común en esta zona). De esta manera comercializaban o
intercambiaban (trueque) carne y vestimentas a cambio de coca y otros productos con otras
agrupaciones en diferentes regiones.
109
En cuanto a la organización socio histórico de los Pastos en Colombia, su
reivindicación como pueblo ancestral comienza desde la década de 1970 en donde se
reconstituyen los cabildos indígenas y resguardos coloniales. Pero no fue hasta los años
noventa del siglo pasado que se reconoce constitucional y legalmente la existencia de
formas de autoridad indígena bajo la figura de <<jurisdicción propia>> de acuerdo a sus usos
y costumbres. Por esto, Inuca y Mamián aseveran que los Pastos “han estado organizados
desde tiempos precolombinos y coloniales en una diversidad de familias y micro-sociedades
o parcialidades autónomas, cada una con un territorio singular delimitado, organizado y
legitimado internamente; alinderado de acuerdo con los títulos coloniales y/o los mojones
ancestrales cargados de mito-historia y sacralidad (piedras, lagunas, tolas y cerros, ríos y
quebradas). Todo vinculado con los nombres y familias que dan identidad y reviven la
historia” (Castro y Lucio: 2011; 88).
Si bien la lucha social de los campesinos carchenses asentados en el Nudo Waka,
también corresponde a los momentos de la reforma agraria, existen grandes diferencias con
Colombia. Durante la época colonial y republicana, el mestizaje cultural a los indígenas
Pastos asentados en el Ecuador fue de intensidades desproporcionadas; marcó una ruptura
en la continuidad cultural de esta etnia, destruyendo en las mentalidades de los campesinos
su auto reconocimiento identitario tanto en los rasgos culturales ancestrales, como en los
orígenes indígenas en términos de descendencia biológica. Si bien esta cultura ha quedado
latente en las manifestaciones tangibles alfareras e intangibles (tradición oral viva en las
fiestas populares, música, mitos, leyendas, creencias o concepciones de vida), pocos son los
que se sienten Pastos130, aunque lejanamente reconocen sus raíces comunes. Sin embargo,
por iniciativa del Pueblo Pasto en Colombia está discontinuidad cultural tomó otro rumbo,
despertando en algunas organizaciones campesinas ecuatorianas el interés por recuperar su
identidad bajo la siguiente señal colectiva y binacional: la etnia indígena de los Pastos han
vivido en un mismo territorio ancestral.
130
En el Censo 2010 realizado en Ecuador se buscó que los ecuatorianos y ecuatorianas se autoidentifiquen según la cultura y tradición, en donde se puede comprobar lo afirmado: Sólo el 3,4% de la población carchense se autoidentifica como indígena, mientras que el 86,9% se reconoce como mestizos, el 6,4 como afroecuatorianos, el 2,9 como individuos blancos, 0,3% como montubios, y 0,1 como otro.
110
Fotos 7: Alfarería Pasto. Encuentro Binacional Colombia Ecuador, 11-12 de octubre 2010 Fuente: Eduardo Mendoza
Este proceso de recuperación cultural y territorial, tiene una interesante trayectoria
en el desarrollo de estructuras de gobernanza en áreas colectivas131 dentro de los gobiernos
locales y resguardos indígenas en Nariño132, que es desde donde se proyectó la perspectiva
binacional enmarcada en el interés por el renacimiento de la Gran Nación Pasto de los dos
lados del río. Durante las reuniones que participé con estos actores Pastos, pude entender
que este deseo de sentirse parte de un territorio ancestral no reproducía una simple
idealización, sino una respuesta al sentimiento de unificación, de integración de su pueblo
que comparte patrimonio, historia, geografía, naturaleza, cultura, lazos de amistad y
consanguineidad en definitiva un sentido no sólo de pertenencia sino de
complementariedad en lo que significa el territorio. En torno a los derechos colectivos, los
dirigentes Pastos dicen que es necesario tener una lectura del territorio binacional con la
131
Este término hace referencia a como los grupo indígenas o afrodescendientes “están culturalmente organizados en estructuras colectivas diversas de representación democrática, o de una combinación entre estas y las instituciones tradicionales de poder chamánico. La mayoría de estas últimas, en pleno proceso de transformación y erosión, según los diversos grados o tiempo de contacto e incorporación a los patrones de vida de las sociedades y los Estados nacionales. De acuerdo con las condiciones sociales, políticas y legales de cada país, estas organizaciones se presentan con diversos matices, como expresiones genuinas de autoconciencia sobre la custodia de las condiciones originarias de la naturaleza, y simultáneamente, de autorregulación social de las costumbres de acceso cotidiano a los recursos para satisfacer necesidades humanas.(Riascos de la Peña: 2008; 32) 132
Mamián realizó un minucioso estudio de los planes de ordenamiento territorial y planes de desarrollo realizados por el accionar gubernamental y no gubernamental colombiano, y aunque reconoce el buen nivel técnico y participativo que han permitido revelar la problemática socioambiental y cultural, y establecer propuestas de acción, los critica porque sus análisis no incorporan el concepto o cosmovisiones sobre la territorialidad Pastos, que es lo que los habitantes reclaman.
111
finalidad de que sus habitantes retomen y revivan lo que son sus derechos originarios como
pueblo como nación.
El Pueblo Pasto de Colombia ha tenido representantes políticos indígenas en el
Senado de la República que están vinculados con la Asociación de Cabildos y/o Autoridades
Tradicionales del Nudo de los Pastos SHAQUIÑAN133, organización que elaboró con el apoyo
de la Dirección de Ordenamiento Territorial (del Gobierno Nacional de Colombia) y el
Senado, el Plan Estratégico Binacional para el Fortalecimiento Cultural, Natural y Ambiental
del Nudo de los Pastos (o Plan de Vida del Pueblo de los Pastos) en el año 2004, con la
finalidad de reafirmar la unidad y la solidaridad de la Nación Pasto divida por una frontera.
Este plan tiene cuatro ejes: Territorio y ambiente natural; Cultura ancestral y educación
propias; Soberanía alimentaria, medicina natural y desarrollo económico; Gobierno,
administración y justicia propias. Para concretar las acciones de dicho plan, el proceso
binacional arrancó durante el solsticio de verano del año 2005, en un primer encuentro del
Pueblo Pasto de Carchi y Nariño en el municipio de Aldana (Colombia), evento cuyo objetivo
era construir una agenda y un acuerdo para revivir su cultura. Se identificaron cuatro ejes de
diálogo: agroecológica ancestral de los pueblos Pastos, medicina ancestral, historia de los
resguardos y comunidades, y el papel de las autoridades tradicionales. Estos temas fueron
profundizados en otro encuentro en el año 2008 en la ciudad de San Gabriel (Ecuador).
(Lucio y Castro: 2011; 31, 32).
Durante el período 2008 – 2011 se hicieron acercamientos y acuerdos con Fundación
Natura Regional con la finalidad de canalizar el proceso en el eje territorio y ambiente
natural. El aporte de esta ONG´s (que fue donde participé como coordinador del proyecto),
apoyó con un proceso participativo de diálogo en las comunidades y resguardos indígenas,
para elaborar los lineamientos del Plan de Ordenamiento Ambiental y Territorial del Nudo
Waka y Nación Pasto. Se articularon cuatro ejes de discusión: a. Territorio, ambiente y
ordenamiento político y administrativo; b. Territorio, ambiente, desarrollo económico,
133
Ver http://www.shaquinan.org/
112
soberanía alimentaria y medicina natural; c. Territorio, ambiente, cultura ancestral y
educación propia; y, d. Territorio, ambiente, gobernabilidad y justicia propia134.
En el anexo 2 se puede apreciar una reflexión que sintetiza el pensamiento Pastones
y análisis que llevaron a cabo las comunidades Pasto. En relación a los conceptos analizados
en el marco teórico de esta investigación, la interpretación del proceso binacional de los
Pastos en el territorio Waka se desprenden las siguientes ideas basadas en la información
del año 2011:
Dentro de las reflexiones de los Pastos, existe un punto muy interesante relacionado
a la mirada integral entre territorio, ambiente, cultura e historia. Según ellos, el Nudo Waka
se sustenta en una concepción de verticalidad y transversalidad cósmica, que divide al
territorio en el mundo de abajo o adentro (regiones de calor en las zonas de piedemonte
Amazónico y de la costa del Pacífico) y el mundo de arriba (región Andina fría). Esta
perspectiva o contexto lo denominan “Panamazónico” 135, un discurso que hace íntima la
conexión entre el Pacífico, los Andes y la Amazonía (si se quiere los biomas de la costa,
páramos y selva), lo que puede ser interpretado con un nuevo imaginario espacial que
conecta las relaciones entre elementos geográficos y humanos. Esta concepción no sólo da
cabida a otra interpretación de la frontera, sino a pensar en otro enfoque para tratar las
problemáticas sociales y ambientales desde una perspectiva más integral, lo que puede dar
luces de como se podrían enfocar las políticas públicas o los proyectos que se desarrollen en
las distintas zonas fronterizas.
No obstante, esta concepción cósmica ha sido sometida desde la conquista española
a la cultura hegemónica, por lo que el deterioro acelerado del ambiente va de la mano con
el debilitamiento del significado del territorio como ser vivo. Tal como describen Inuca y
Mamián, todo esto debido al
134
El próximo 21 y 22 de septiembre de 2012, la Gran Nación Pasto con el apoyo de un proyecto de Unión Europea organiza el Tercer Encuentro Binacional del Pueblo Pasto durante la celebración de la fiesta cósmica de la Luna o Kolla Raymi, en la ciudad de San Gabriel, cantón Montúfar. Este evento tiene como objetivo fortalecer su plan de vida binacional, así como la unidad y lucha social dentro de su territorio Waka. 135
Esta concepción no tiene que ver con el movimiento Pan-amazónico que incluye varios países que están dentro del bioma y Cuenca Amazónica, es decir la totalidad de la Amazonía.
113
aumento de la población, la pobreza, la violencia; la introducción de
agroquímicos y pesticidas; la destrucción y degradación ambiental por la
colonización de zonas forestales y páramos, afectan los ecosistemas frágiles
del Nudo Waka). Los usos insostenibles ambientalmente del territorio como
los monocultivos, la “potrerización” y “ganaderización” practicada por
grandes y medianos propietarios, desconocen la diversidad y potencialidad
de cultivo de la región. La presión de demanda del mercado ha llevado a
ampliar la frontera agrícola hacia las reservas ambientales de los páramos,
piedemontes y cuencas interandinas, es decir, afectan a todos los pisos
ecosistémicos presentes en el Nudo. ” (Castro y Lucio: 2011; 91)
Los Pastos discrepan sobre los enfoques y acciones gubernamentales para hacer
desarrollo. Por este motivo, miran en sus tradiciones y saberes ancestrales su modelo en
constante construcción para el desarrollo cultural, identitario, económico, político,
armónico con la naturaleza. Todo esto ejemplifica el modelo del sumak kawsay.
Ellos afirman que el desorden ambiental del territorio se debe, entre otras cosas, a
que está desordenado su pensamiento. Con esto no reconocen que sus acciones,
independientemente que estén determinadas por situaciones de pobreza, degradan el
ambiente, pero reconocen que en la sabiduría de los “mayores” podrán reorientar su minga
del pensamiento.
Es evidente que el Nudo Waka no sólo viven los Pastos, sino ciudades andinas con
millones de habitantes de dos países que en su mayoría son mestizos. En este sentido, en
cuanto a actores sociales el escenario es complejo en donde las relaciones de poder en las
diferentes escalas espaciales determinan la dinámica del territorio, y por supuesto existen
diversos puntos de vista, intereses, ideas políticas, económicas y concepciones culturales.
Por este motivo, la visión del Nudo Waka como un espacio ancestral y sagrado es
compartida prácticamente por los indígenas. Sin embargo los escenarios de gobernanza a
escala local/rural permiten entender claramente que existen otros enfoques de desarrollo
en el territorio.
En relación a todos los problemas socio ambientales en el territorio Waka los Pastos
miran como alternativa, su propia organización comunitaria basada en formas tradicionales
de gobierno para hacer frente a los conflictos políticos, culturales y económicos. Sin
114
embargo están conscientes que existen múltiples debilidades en su estructura organizativa.
En su autocrítica claramente determinan que su ineficiencia en autogobernarse y
relacionarse con entidades gubernamentales y no gubernamentales a diferentes escalas ha
afectado el diálogo de saberes entre el gobierno y las comunidades.
Fotos 8: Encuentro Pasto Binacional. Chiles, Nariño, Febrero 2011. Fuente: Eduardo Mendoza
115
SEXTA PARTE: Aportaciones de la Investigación
6.1. Conclusiones
La buena gobernanza local y ambiental binacional para la protección del patrimonio
cultural y natural es importante y necesaria con marco normativo coherente o en la gestión
institucional nacional y seccional, y debe fundamentarse o complementarse con la efectiva
revalorización y priorización de iniciativas y estrategias planteadas desde la ciudadanía local
transfronteriza (si se quiere la oferta para la gobernanza local desde las estructuras
organizativas de las bases sociales del norte de Ecuador y sur de Colombia para lograr el
Buen Vivir), que establecen sus acciones e interrelaciones en base a las costumbres y
saberes tradicionales, particularidades, cotidianidad, imaginarios, problemas, necesidades,
demandas, vínculos familiares, comerciales, entre otros.
El enfoque o modelo territorial de la nueva geografía humana es ahora oportuno y
útil tanto para las reflexiones académicas, y para la construcción y planificación de los
procesos de desarrollo local de escala humana en áreas rurales. Estoy de acuerdo con que al
territorio no se lo debe entender desde una simple perspectiva epidérmica entre lugares,
sino concebirlo como un organismo vivo, donde concurren profundas y estrechas relaciones
entre los humanos (con sus eventos históricos presentes y representaciones culturales), con
el territorio (lugar) considerando sus diferentes escalas. Estas lecturas y nuevos enfoques
desde el pensamiento complejo y geográfico, concuerdan como en un círculo entre los
tiempos y las culturas con las cosmovisiones territoriales de las Comunidades Pastos y
demás poblaciones fronterizas andinas. En consecuencia, por las lógicas del pensamiento
humano más relevante (desde la ética, desde las doctrinas religiosas, desde las culturas
ancestrales) en la historia, se hacen más visibles y oportunos estos enfoques para abordar
los procesos del desarrollo local, especialmente en los países en que el Sumak Kawsay es el
polo de las Constituciones.
116
Desde esta perspectiva, la frontera colombo ecuatoriana no es un elemento pasivo
sino un elemento “vivo” fundamental en donde se concretan una serie de elementos
paralelos o complementarios como el paisaje natural y urbano, la propia ordenación o
zonificación (planificación) del territorio, los actores, las figuras normativas, económicas, en
fin los elementos y procesos que tienen sus propias características. Re-territorializar el
espacio rural o local implica redescubrir el territorio en el espacio, en donde se desarrollan
funcionan e interrelacionan los humanos, instituciones, empresas, etc., por lo tanto
reinterpretando el enfoque de cohesión de la Unión Europea, concuerdo en el sentido de
que cualquier intervención en la frontera, en cuanto su áreas rurales (protegidas o no), no
deben partir de la antigua dicotomía urbano-rural, rompiendo cualquier lectura que
discrimine a las poblaciones ancestrales y cosmovisiones, y recalcando que las decisiones
aunque vengan desde arriba, deben fundamentarse desde abajo, en el marco de un sistema
de gobernanza que respete los procesos organizativos locales y de un valor estratégico no
solo patrimonial a la naturaleza.
Las cosmovisiones de las comunidades indígenas y afrodescendientes son
manifestaciones, creencias y prácticas que se basan en los intercambios, reciprocidad,
solidaridad y complementariedad. No tienen que ver con la solidaridad local desde una
“perspectiva empresarial” para poder competir mejor en el mercado. En este sentido, este
mirar particular de la cultura por parte de las comunidades ancestrales representa el
fundamento para su Buen Vivir, pero a nivel de las estructuras organizativas su cosmovisión
no está dando muchos frutos. El proceso de fortalecimiento de la estructura organizacional
e institucional es débil, por lo que fortalecer a una comunidad, sin bien es lo más
importante, no puede ser bajo solo un enfoque particular y tal vez en la práctica aislado,
sino integral (Panamazónico) considerando que existen tensiones sociales y diferencias
entre comunidades campesinas, indígenas, mestizas y afrodescendientes. Doy una
recomendación en siguiente epígrafe.
El enfoque del desarrollo a escala humana, en el contexto de globalización
económica y deterioro ambiental, apuesta por las capacidades de las personas, en éstas
radica su cambio, en su organización y acción colectiva, en sus cosmovisiones íntimamente
ligadas a la “Pachamama”, su resistencia política, su solidaridad, complementariedad, en la
117
relación armónica y concepción con el territorio. Si se comparan estos postulados con los
deseos, estructuras organizativas y cultura tradicional, en fin, los saberes ancestrales de los
pueblos tradicionales transfronterizos, nos encontramos con que estos preceptos existen.
De hecho representan una oportunidad para construir el Buen Vivir, las alternativas
presentes en los Pastos, sus tradiciones, los usos y costumbres de las comunidades
íntimamente ligadas al Nudo Waka. Todas sus creencias representan la fortaleza y energía
para el cambio, también el elemento que necesita la gobernanza entre entidades
gubernamentales y sociedad civil.
En este sentido la legitimación del discurso sobre el desarrollo territorial y ambiental
de los Pastos y otros grupos humanos tradicionales fronterizos a escalas de decisión política,
no solo son obligaciones estatales que deben ser garantizadas por las leyes y derechos, sino
que representar oportunidades, si bien potenciales, pero reales para poder construir y
concretar procesos de integración y desarrollo regional. Quienes mejor plantean el sentido
de integración, son los indígenas Pastos con su cosmovisión territorial, ya que su experiencia
de lo local se asienta en la visión integral de los problemas, todo es una unidad. Las
comunidades no fragmentan los problemas en temas de agua, de biodiversidad o de cambio
climático, como es la forma occidental de clasificar la realidad con el fin de comprenderlas,
sino que los problemas no solo se miran, sino que en realidad se viven como un todo.
Sobre lo sostenible y gestión local del desarrollo, se concluye que debe ser visto
como un proceso en construcción continua, para garantizar procesos coherentes con las
culturales autóctonas, democráticos, inclusivos, que garanticen los derechos humanos,
colectivos y ambientales (o de la naturaleza que estipula el marco jurídico ecuatoriano), los
poderes públicos no deben olvidar la memoria histórica de sus pueblos bajo ninguna
circunstancia, valorar y respetar lo propio (sus raíces culturales y saberes), y más allá de las
presiones competitivas del mercado (que implican presionar al máximo sus recursos
naturales o en el mejor de los casos hacer competitivo al territorio de forma “sostenible”),
hay que pensar que la población sigue creciendo, por ende demandando más recursos y
generando más residuos. En todo caso, se puede interpretar que el pensamiento de los
Pastos (así como de los demás grupos humanos fronterizos) es la reivindicación en esencia
del biocentrismo. Pero si no se fortalece su organización, su acción colectiva, si se quiere
118
cósmica pero a nivel político y binacional, difícilmente lograrán canalizar sus acciones a
políticas públicas.
Es evidente que la búsqueda por un desarrollo económico, social y ambiental no
puede interpretarse como una oportunidad para que las diferentes organizaciones no
gubernamentales encuentren en este territorio un nicho de trabajo para distribuir la riqueza
del desarrollo sin generar cambios fundamentales. Por lo tanto, siempre será un desafío, o,
la Vía para el presente de la población (parafraseando a Morin), luchar por la justicia e
igualdad social, el buen manejo, restauración y conservación de los ecosistemas desde la
perspectiva indígena y afro, así como desde la técnica y tecnología, estableciendo acciones y
metas claras para mitigar y adaptar al país al cambio climático (que sus secuelas ya se han
hecho presente), así como en la distribución equitativa de los recursos económicos para
todos y todas.
Como bien afirma Peemans, frente las exigencias de la economía global y esfera
globalizada de acumulación, se deben fortalecer las consideraciones que se dan en los
territorios de la población local, premisas que se basan en la lucha y resistencia de estos
pueblos rurales transfronterizos, sus conocimientos para sobrevivir durante 500 de
explotación e invisibilidad social representan las nuevas condiciones del desarrollo, de los
nuevos pactos sociales, que en el marco de gobernanza poco a poco se expandan a la esfera
del desarrollo reterritorializado.
En los últimos años en las agendas gubernamentales de Ecuador y Colombia, se ha
regenerado el proceso de integración (planteando gabinetes ministeriales binacionales para
el próximo mes de octubre de 2012) luego del impase diplomático, e incluso que en los
últimos días el gobierno colombiano hizo público el arranque del diálogo de paz con las
FARC, no ha perdido relevancia el enfoque geopolítico con tendencia hacia el tema de
seguridad y soberanía nacional y militar. A pesar de todo esto, considero que no ha habido
mayores cambios para el manejo de tensiones sociales y derechos humanos, quedando en
segundo plano otros temas como el acelerado deterioro ecológico, la legitimación de los
conocimientos ancestrales, o el concepto de la seguridad ciudadana que ha generado varias
investigaciones por incorporar ámbitos como el ambiental y así como una convivencia
119
pacífica de la mancomunidad fronteriza. En todo caso, una legitima atención a esta
compleja realidad que opaca las particularidades geográficas, políticas, económicas,
culturales y ambientales de la frontera, muestran claramente, o al menos desde mi
perspectiva, por donde se debe comprender o construir la dinámica transfronteriza
colombo-ecuatoriana; el lugar por donde se pueden visualizar y rescatar las alternativas a
escala humana, sostenibles, del buen vivir; si se quiere representan las “nuevas alternativas”
para el desarrollo local y regional del territorio binacional, que orienten el accionar de las
entidades públicas y privadas locales, nacionales e internacionales.
Un interesante ejemplo son las figuras europeas para el desarrollo rural que
dependen de las distintas instituciones en diferentes escalas (Unión Europea, y por ejemplo
en el caso español, las figuras del gobierno y comunidades autónomas). Lo ideal es siempre
intervenir en los territorios de forma racional, pero la racionalidad es muy cambiante ya que
responde a un tiempo y espacio. Personalmente tengo mis reparos a la racionalidad basada
exclusivamente en el mercado, siendo esta central en los procesos de desarrollo rural
europeo donde prima la valoración económica de los espacios para desarrollar modelos
territoriales. Creo que la repercusión que han tenido en el territorio las políticas
estructurales de la Unión Europa, si bien reflejan las acciones para los territorios rurales del
primer mundo, que buscan espacios cohesionados, me parece que des-cohesionan la
posibilidad de tener un medio ambiente sano. La frontera no puede caer en esta trampa,
primero está en juego la dignidad y creencias de los habitantes fronterizos para impulsar
procesos sostenibles ambiental y económicamente.
Considerando que el concepto de gobernanza tuvo sus orígenes en aspectos
neoliberales, y luego ha sido reinterpretado en múltiples contextos, como por ejemplo los
que manejan la UICN, PNUD, PNUMA para poder gestionar los problemas de la crisis
ambiental y pobreza mundial, siendo en este terreno por donde se comenzó a interpretar
los procesos organizativos tradicionales indígenas, ¿es posible para la frontera Ecuador
Colombia hablar de la gobernanza del buen vivir panamazónica? Esto resulta una
pretensión conceptual, y posible un impase discursivo desde las concepciones dominantes,
que sin duda requerirá nutrirse de muchos debates. Pero como una reflexión al menos para
el caso ecuatoriano, considerando que el Sumak Kawsay se nutre de los enfoques humanos,
120
biocéntricos, solidarios, ecológicos, acaso el concepto de "gobernanza indígena tradicional"
puede ser restrictivo a una forma de organización necesaria para poder ejecutar proyectos
financiados por entidades de cooperación internacional, para las cuales sus conceptos son
los que dan forma a la ejecución de proyectos. En último término, ¿la gobernanza no es una
condición discursiva?
Se puede interpretar a la gobernanza del buen vivir Panamazónico transfronterizo
como un concepto que abarca otros aspectos que pueden estar fuera del radar discursivo
"neoliberal", pero esto apunta a un debate de economía política, a considerar al espacio
fronterizo como un todo, que incorpora y respeta las especificidades, interrelaciones e
interdependencias de los tres biomas (Chocó, Andes, Amazonía), así como las estructuras
organizativas de la población local que se fundamentan es en sus creencias originarias.
Desde esta perspectiva, ¿se puede pensar en una gobernanza “cultural” binacional que
tenga como centro fundacional el Buen Vivir?
6.2. Recomendaciones
El fortalecimiento organizativo de los Actores Locales y la buena gobernanza (buenas
prácticas de concertación entre actores públicos, actores no públicos, locales, regionales
nacionales y multinacionales) tiene que ser el centro de las políticas públicas. No se puede
desconocer que las entidades locales de Ecuador y Colombia para incluir en sus planes de
ordenamiento territorial las dinámicas de los pueblos tradicionales, sean estos indígenas y
campesinos. Esto a primera vista resulta una obviedad porque todos los actores que
interaccionan en el territorio desde la perspectiva de la planificación son con quienes, a
través de la planificación, se organiza el espacio para encontrar alternativas de cambio. Pero
no deja de ser cierto que la gente que vive en la frontera, que son padecen los conflictos
socio ambientales, sienten que los esfuerzos políticos no garantizan ni reproducen lo que
quieren. En innegable que en último término, los cambios sociales son reflejos de lo que la
población quiere, pero a nivel local, se puede pensar que las acciones estratégicas de
desarrollo responden a criterios tecnocráticos, cuando el territorio vive, no solo por la
exuberante naturaleza, sino por los humanos que la habitan. En este sentido, las
121
autoridades políticas de Ecuador y Colombia, a parte de establecer estrategias para la
integración y comercio, tienen que apoyar a la reivindicación del cuerpo de autoridades
tradicionales (consejos mayores, de ex-gobernadores y líderes), y por supuesto establecer
espacios de diálogo, como requisitos fundamentales para poder continuar con el proceso
binacional de reunificación de los pueblos tradicionales.
Para hacer efectivo desde una perspectiva micro social la conservación de páramos,
montañas, quebradas, bosques, ríos, etc., los gobiernos nacionales y locales, no solo las
entidades de cooperación internacional u ONG´s, deben apoyar y participar en la realización
de encuentros intra – intercomunales binacionales al menos dos veces al año, donde los
indígenas, mestizos, afrodescendientes y demás actores sociales puedan compartir
experiencias y plantear al menos ideas que guíen en accionar local gubernamental. No
merece un total descrédito al trabajo hecho por ONG´s, pero por experiencia propia, en vez
de servir como puente de las iniciativas locales, se convierten en organismos que critican la
gestión gubernamental o sus propios procesos burocráticos internos pueden demorar la
visualización o concreción de procesos. La Secretaría Técnica de Plan Ecuador y Corponariño
podrían jugar un rol fundamental, si se quiere en la coorganización, logística, y
sistematización de experiencias. Considero que las Cancillerías tienen otras competencias en
las relaciones comerciales e integración. En todo caso, la política pública binacional debe
lograr que la participación política de la sociedad civil teja la diversificación y
enriquecimiento del diálogo y la cooperación binacional.
Desde la colonia se han venido perdiendo los valores e ideales ancestrales de las
poblaciones fronterizas. Los modelos de vida occidentales, sumados a los conflictos y
pobreza estructural, aceleran la pérdida de estos conocimientos que son estrategias de
desarrollo y fundamento del Sumak Kawsay. En este sentido, otra política pública debe
incluir en los sistemas educativos básicos y medios, no solo dentro de los municipios o
territorios indígenas, sino en todas, al menos, provincias y departamentos fronterizos. La
valorización de este conocimiento tiene que ser necesariamente impulsados en las zonas
urbanas.
122
Es necesario que en la frontera se establezca un sistema de gobernanza ambiental
binacional, que establezca una comisión de la sociedad civil que puedan participar en
diferentes espacios y reuniones de las instancias gubernamentales. Pero además, las
acciones políticas estratégicas deben integrar las cosmovisiones sobre el territorio que están
presentes en las estructuras organizativas de las comunidades indígenas y afrodescendiente
de la frontera. La situación en conflicto o en tensión social que caracteriza la frontera, no
puede ser solucionada con recetas planteadas en las capitales (Quito o Bogotá) o en los
mismos gobiernos locales, así estos implementen proyectos binacionales (como el manejo
de desechos sólidos Ipiales – Tulcán). Ni incluso los preceptos normativos y legales de cada
uno de los paises podrían garantizar los cambios que se requieren. La realidad social es muy
compleja, para desconocer que los indígenas y afrodescendientes plantean alternativas
locales en función de su cultura íntimamente relacionada a la vida. Tal vez sea una ventaja
que el marco constitucional ecuatoriano rescate estas creencias con el Sumak Kawasy, no
obstante puede resultar imposible que el resto de la población considere a al territorio
fronterizo como organismo vivo, pero un cambio o complementariedad en los valores
pueden ser impulsados a todo nivel educativo. El desarrollo sostenible según lo analizado
apunta a este tipo de valores basados en una ética biocéntrica.
Siguiendo a Peemans (2002), una buena recomendación para las instituciones
gubernamentales, en especial los poderes públicos locales, en aras de ganar territorio a los
grupos irregulares, y apoyar a los indígenas que no quieren más guerra y violencia,
requieren plantear un pacto político-social, así como el establecimiento o fortalecimiento
del marco institucional (como las Zonas de Integración Fronteriza de la CAN) que sea
apropiado no solo para el contexto conflictivo, sino en relación con la naturaleza y su estilo
de vida, para de este modo se consolidar los lazos sociales, mejorar el Buen Vivir, por
supuesto fortalecer la re- construcción de una identidad cultural que tiene su base material
en la construcción de este territorio vivo. Los marcos jurídicos normativos existentes, pero si
se reflexiona en torno a la buena gobernanza, las nuevas instituciones deben reflejar las
diversas visiones, normas y sentidos compartidos de la realidad fronteriza, que den cabida a
un sistema de participación social con formas de participación ciudadana, comunitaria y
política fortaleciendo el diálogo, la concertación y el control cívico de la gestión publica.
123
Es fundamental que los planificadores, políticos, académicos, militares, grupos
irregulares, empresarios, etc., tengan claro que las ideas e intereses que puedan tener sobre
la frontera, no necesariamente refleja lo que los habitantes locales quieren o necesitan (está
claro que el contexto de conflicto y violencia es rechazado explícitamente por la sociedad,
pero no hay como negar que los guerrilleros son humanos y que se relacionan en la
frontera, o incluso son campesinos que tuvieron que meterse o nacieron en el conflicto). Los
cambios sociales son muy rápidos y radicales, por lo que los instrumentos y modelos tienen
que ajustarse a la realidad fronteriza en el marco de la democracia participativa y una
gobernanza ambiental y comunicacional de respeto mutuo entre humanos. Con esto, otra
recomendación apunta a lo fundamental que es actuar desde una perspectiva
interdisciplinar (o transdisciplinar como se plantea el enfoque del desarrollo a escala
humana), teniendo en cuenta que los poderes públicos son los que al final intervienen en el
territorio. Todo esto tiene mucha pertinencia, si tenemos en cuenta que en los espacios
rurales fronterizos (claro también los urbanos) encontramos figuras, instituciones,
relaciones intersectoriales, instrumentos jurídicos, económicos, actores, procesos inter
(multi) culturales, ambientales, etc.
La incorporación de la perspectiva territorial en las políticas públicas ha sido de suma
importancia tal como lo demuestran diversos documentos de la Unión Europea, y claro
desde los avances y reivindicaciones sociales alcanzadas por el ordenamiento territorial
colombiano. Sin embargo en la práctica, siendo un fenómeno de reciente incorporación
para diseñar de políticas públicas “rurales” (con consecuentes intervenciones en el
territorio), presentan dificultades e incoherencias, no solo por la falta de voluntad política,
sino por porque han estado determinadas por el conflicto, o por perspectivas de la
soberanía nacional y sectoriales (en el caso de explotación de petróleo y palma africana por
citar dos ejemplos), ajenas y distantes a la integración o complementariedad de los aspectos
territoriales. Por esto es interesante como la Unión Europea, al incorporar en su discurso la
dimensión o enfoque territorial en sus acciones y estrategias de desarrollo rural (como las
iniciativas comunitarias LEADER), han significado un avance positivo y necesario no solo en
torno a la cohesión territorial de las zonas rurales, sino en el tratamiento del enfoque o
dimensión territorial como método (instrumento) fundamental en las políticas públicas.
124
Si el Buen Vivir apunta a la armonización de lo ambiental con lo económico, pero
sobre todo con la cultura, si se quiere desde Colombia, debe ser considerado como un
modelo localizado para el desarrollo rural territorial de sus pueblos fronterizos. Por último,
no como política pública, pero si para la reflexión académica, pensar en la posibilidad y en
este marco contingente, los efectos de un sistema de gobernanza del buen vivir
Panamazónico. En todo caso, cualquier proceso que articule, interaccione e integre a la
sociedad civil de la frontera con las diferentes escalas gubernamentales, que implique la
institucionalización de una buena gobernanza ambiental fronteriza, que consolide, respecte
y garantice los derechos colectivos y humanos de los pueblos Afrodescendientes, Pastos,
Awa, Éperas, Cofán, Secoya, Siona, Quillacingas, entre otros, todo esto apuntará no sólo a
que sigan existiendo los pobladores milenarios de este territorio, sino que en su cultura se
encuentran respuestas al sistema se reproduce en el límite de lo insoportable, por ende el
imperativo es ganar al tiempo lo perdido y quitar espacio a lo irregular, violento, ilegal,
antiecológico.
125
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Anexos
Anexo 1. Mirada Geopolítica de Frontera (Extractos tomados en Castro y Lucio: 2011; 24- 30)136
Colombia y Ecuador estarán unidos cuando nuestros niños puedan jugar sin preocupación ni hambre, cuando nuestros jóvenes puedan elegir libremente sin presión ninguna, cuando podamos vivir con dignidad. Colombia y Ecuador unidos es más que una frase, es nuestra lucha, nuestro sueño, nuestra meta. Wilmer Villareal. Mancomunidad Tulcán-Ipiales. Taller Binacional, Quito.
La integración colombo-ecuatoriana ha sido un sueño histórico, un sueño del pasado que palpita fervorosamente en el corazón de cada uno de nosotros; la unión es la llave de nuestro progreso y destino, una fórmula de ejecución ineludible para nuestras presentes generaciones del siglo XXI; es un proceso social, sutil, de carácter irreversible. Mauricio Cisneros. Comité Técnico Binacional Tulcán-Ipiales. Taller Binacional, Quito.
La frontera terrestre entre Colombia y Ecuador cuenta con 586 km2 que comprenden todo el territorio entre el río Güeppí hasta la desembocadura del río Mataje en el océano pacífico; está formada por las Provincias de Carchi, Sucumbíos y Esmeraldas en Ecuador y por el lado de Colombia están los Departamentos de Nariño y Putumayo.
.La cercanía geográfica no debe tomarnos desprevenidos respecto de las particularidades de la zona de frontera. Una delas características de la zona que es urgente resaltar es el tema de los cultivos ilícitos. La presencia de estos cultivos (marihuana y coca en particular) ha significado cambio, tensiones y estrategias encontradas que se han convertido en episodios negativos, que han dificultado una relación más fluida entre Colombia y Ecuador y tiene un impacto político, económico y en especial medioambiental.
En primer lugar, aquellos territorios tomados por este tipo de actividad, adolecen de la presencia del Estado y sienten la influencia directa de los grupos irregulares. Adicionalmente, se reproduce una violencia estructural ante la falta de servicios básicos como salud, educación y una infraestructura que ayude a reducir el aislamiento de estas zonas con relación a los centros de administración.
En segundo lugar, el intercambio comercial se ha visto afectado a causa de la permeabilidad en la frontera: los actores ilegales han obligado a que los Estados endurezcan los canales que conectan a poblaciones que dependen una de la otra sin miramientos hacia la frontera. Otro hecho es que el sector agrícola se ha visto afectado por la reducción de la tierra cultivable de productos legales en relación al aumento de la tierra dedicada al cultivo ilícito. A pesar de que esta situación ha sido el foco de las acciones de los dos Estados (con más énfasis en el lado colombiano), las medidas tomadas para enfrentar los cultivos han provocado, en lugar de su eliminación, el desplazamiento de las tierras de cultivos ilícitos hacia la línea de frontera.
Ante esta circunstancia cada Estado implementó un plan estratégico. El Plan Colombia implicó la coordinación y ejecución de los objetivos de planes afines como el Plan Patriota, el Plan Frontera y el Plan Consolidación. Hasta 2004 este Plan fue uno de los ejes fundamentales de la acción en la frontera: en el último período de Álvaro Uribe los objetivos del Plan Colombia recibieron extensiones por parte del Gobierno de George Bush: el Gobierno de Juan Manuel Santos mantiene estas extensiones aunque la visibilidad del Plan Colombia ha disminuido considerablemente, en especial con el desarrollo de la “seguridad democrática”. El Plan Ecuador, por su parte, tiene como objetivo coordinar la acción y la inversión del Estado, así como realizar la coordinación de la cooperación internacional en las provincias de frontera norte y la ejecución directa de proyectos. La coincidencia en el fundamento de estas dos estrategias, es evitar que la espiral de violencia de Colombia se extienda a territorio ecuatoriano. Así, Colombia toma una actitud más militarista frente al fracaso de la estrategia
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Esta proviene de un libro publicado que lo elaboré conjuntamente con José Castro.
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anterior basada en medios pacíficos, en especial en el gobierno de Pastrana (1998-2002). En el caso de Ecuador, la estrategia toma un énfasis más operativo como una política de desarrollo y paz en la frontera.
A grandes rasgos, el Plan Ecuador es una respuesta clara al Plan Colombia, bajo el supuesto de que el conflicto armado en Colombia, agudizado por el Plan Colombia y la incursión de grupos armados irregulares quienes se mueven en el cordón fronterizo, ha generado impactos negativos en la frontera norte ecuatoriana. Entre los efectos más significativos, están la presión sobre los servicios públicos debido al desplazamiento fronterizo de población refugiada colombiana a territorios en el Ecuador y el desplazamiento de la propia población ecuatoriana. El movimiento forzado de personas ha tomado una dirección inesperada al enfrentar a la población residente con aquella que llega en calidad de refugiados. Un caso particular se presenta en San Lorenzo, provincia de Esmeraldas: las prerrogativas que reciben los refugiados por parte de la ayuda internacional (ej. ACNUR) han creado un sentimiento de inconformidad y descontento en la población joven residente, que no recibe ni los beneficios ni la ayuda internacional, al no tener la categoría de refugiados, a pesar de tener las mismas necesidades.
En nuestro territorio-región nos encontramos algunos nudos críticos que son los mismos, tanto para los hermanos del Pacífico sur de Nariño como los de norte de Esmeraldas, nudos críticos como el narcotráfico, grupos irregulares que ya no sólo están en Colombia, también están en el Ecuador; los megaproyectos que son similares en nuestros dos pueblos; la palma, la minería, las madereras, las camaroneras. Otro nudo crítico es la militarización. Pablo de la Torre. Comarca Afroecuatoriana del Norte de Esmeraldas – CANE. Taller Binacional, Quito.
El Plan Colombia y Ecuador dominaron la mirada hacia la frontera: así, el tema medioambiental siempre estuvo presente como un elemento tangencial a la problemática fronteriza. Más allá de los perfiles administrativos que soportaban estas estrategias, Ecuador y Colombia contemplan al medio ambiente como una prioridad constitucional construía sobre dos principios: el derecho que tiene toda persona a gozar de un medio ambiente sano, esto como parte de los derechos colectivos de los ciudadanos, y la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarla.
Estos principios son el fundamento para que el Estado acoja la diversidad –ambiental y cultural- como eje en la formulación, diseño y ejecución de políticas encaminadas a la creación y conservación de áreas naturales protegidas, el desarrollo de los planes de ordenamiento territorial, herramientas que deben buscar el respeto y los derechos ambientales de los ciudadanos.
Para que se puedan realizar las veedurías y control social, es importante que conozcamos la normatividad ambiental que existe, porque muchos no se conocen y por eso se generan muchos abusos. Adeline Vargas del Castillo. Mesa de Mujeres del Pacífico, Fundación Etnia Verde, Tumaco. Taller Binacional, Sucumbíos.
Finalmente, es innegable que las relaciones internacionales han incorporado cada vez con más fuerza la perspectiva ambiental. En el contexto más cercano, en la Comunidad Andina, el Comité Andino de Autoridades Ambientales (CAAAM) promulgó, en 2001, los "Lineamientos para la Gestión Ambiental y el Desarrollo Sostenible en la Comunidad Andina” (Moncayo, 2003, p. 46). Así, el Marco jurídico nacional (Constituciones), también en el Derecho Internacional Público, es cada vez más explícito en el tema medioambiental, en especial, sobre aquellos espacios que corresponden a territorios compartidos por naciones.
Cooperación Institucional en la Frontera Colombo Ecuatoriana
La importancia de hoy es trabajar juntos, trabajar. Que este proyecto a nivel binacional sea en beneficio de las comunidades, no solamente de los indígenas sino afrodescendientes, los campesinos que están viviendo además también en los ríos, donde también nacen las aguas. Apolinar Pascal. Gran Familia Awá. Taller Binacional Rumichaca.
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En un contexto de conflicto socio ambiental la relación entre ciudadanos, grupos organizados de la sociedad civil y el sector empresarial, si bien ha sido afectada, ha buscado canales para mantenerse activa. Iniciativas regionales y subregionales, intergubernamentales se han mantenido activas, sea en el ámbito de la Comunidad Andina, el Grupo Latinoamericano y del Caribe-GRULAC u otras instancias que involucran a los dos países, junto con otros vecinos. Existen varios ejemplos que constituyen pruebas de que la relación tiene un dinamismo propio y que, aun en medio de la crisis diplomática, muchos procesos se mantuvieron, así sea con menor intensidad o están latentes los espacios para el intercambio binacional.
Procesos Binacionales: entre Estados
A fines del siglo XX (más o menos desde el año 1989 hasta el 2000), la relación entre los dos estados vivió la fase más dinámica de integración multidimensional, no solo entre los dos países, sino en el marco de la integración andina. De hecho, Ecuador y Colombia fueron los primeros países andinos que construyeron una zona de integración fronteriza, luego del Convenio de Esmeraldas de 1990. La articulada integración y estrecha vecindad durante la década de los 90, promovió nuevos convenios para manejar una serie de asuntos de la vida cotidiana de las fronteras, e incluso se llegó al acuerdo de libre movilidad en la ZIF colombo – ecuatoriana.
Sin embargo toda la dinámica institucional de integración, fue principalmente entre las cancillerías de cada uno de los gobiernos y presentó dos grandes problemas: por un lado, no entraron en la negociación los gobiernos municipales, departamentales ni provinciales, por lo tanto no se articuló la planeación sobre el desarrollo, los proyectos, ni las iniciativas de las regiones, es decir que la ZIF no se configuró como un espacio de planificación, y organización binacional de proyectos; por otro lado, mientras que en los dos gobiernos se estaban levantando las fronteras con las zonas de integración fronteriza, había un problema de seguridad que se estaba gestando, que ni Quito ni Bogotá lo percibieron a tiempo. El problema de inseguridad fronteriza, no sólo involucionó los avances para dinamizar la ZIF, sino que llevó a otro momento marcado por los desplazamientos, combates, masacres, fumigaciones y el narcotráfico; hasta que finalmente se afectaron las relaciones diplomáticas el 1 de marzo del 2008 a raíz de la Operación Fénix, también conocida como el bombardeo de Angostura.
Pero, ya en materia de reflexión, hay dos instancias iniciales que sirven de marco para empezar a analizar la dinámica estatal en la frontera. Una, es la creación de la Comisión Binacional Fronteriza Colombia - Ecuador –COMBIFRON, de carácter militar y sobre temas de seguridad; otra, es la creación de las Comisiones de Vecindad auspiciadas por la Cancillerías de los dos países. Estas dos instancias constituyen el referente institucional de las acciones contempladas en el Plan de Desarrollo Binacional Andino (PDBA, 2006-2011) cuyos cuatro ejes -productividad y comercio, fortalecimiento administrativo e institucional, bienestar social, e identidades y culturas- han guiado el trabajo en la frontera.
Así mismo, CAF, banco de desarrollo de América Latina, ha desarrollado el Programa de Apoyo al Desarrollo e Integración Fronteriza (PADIF) con énfasis en el desarrollo productivo, social y ambiental en las zonas de frontera. Desde la Comunidad Andina de Naciones se plantearon las Zonas de Integración Fronteriza-ZIF; la actividad en las ZIF se ha enfocado principalmente en la zona andina, por lo tanto es indispensable recuperar y actualizar su estructura con el fin de incorporar a las poblaciones y autoridades Amazónicas y de la Costa Pacífico.
La presencia de las instancias gubernamentales no garantiza por sí sola su capacidad de acción. De hecho, desde la frontera se denuncia la desconexión entre las entidades de frontera y las del gobierno nacional, situación que responde a una problemática común: la información binacional está desarticulada de las acciones que deben tomar los gobiernos seccionales y gobierno central. Además, las políticas y estrategias binacionales no están definidas por falta de leyes. Ante esta situación, es imperante que se actualicen los acuerdos binacionales entre Ecuador y Colombia (un claro ejemplo es el Acuerdo de Esmeraldas), como herramientas para procesar desacuerdos y administrar los temas que producen tensión, al tiempo que redefinan una comunidad de intereses en aquellos temas en donde Ecuador y Colombia coincidan.
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A esto se suma que las organizaciones e instituciones que actúan en la frontera se encuentran en niveles diferentes en cuanto a su capacidad operativa. El grado de desarrollo de estas capacidades, depende de las políticas públicas (el alcance de los resultados del proceso de descentralización que avanza cada gobierno), autonomía financiera y política, la institucionalización de los procedimientos, así como de la continuidad de los espacios y encuentros para el diálogo nacional, regional o binacional.
Afortunadamente, el compartir un territorio y una identidad cultural es una situación catalizadora de la acción gubernamental, que ha logrado desarrollar instancias institucionales alineadas a los gobiernos nacionales y a las Cancillerías para tratar los problemas binacionales: Entre estas podemos mencionar:
o Comisión de Vecindad Colombo Ecuatoriana. En sus 18 años de funcionamiento (20 de Junio de 1989) se ha restringido a instancias operativas que no han tenido el impacto esperado. La Comisión debe encontrar un equilibrio entre el diálogo político binacional y la dinámica de participación fronteriza. Tiene funcionando la Subcomisión Binacional de Educación, Ciencia y Cultura.
o Comisión Militar Binacional Fronteriza. En sus 16 sesiones ha logrado entendimientos, como la Cartilla de Seguridad fronteriza. Sin duda fue un espacio para tramitar las divergentes percepciones y pretensiones en materia de seguridad y fue una instancia esencial al momento de la ruptura diplomática, puesto que mantuvo un canal de comunicación abierto entre los altos mandos militares.
o Agencia de la Naciones Unidas para los Refugiados –ACNUR. Instancia internacional que ha monitoreado constantemente la situación derivada de la violencia vinculada a los grupos irregulares y cultivos ilícitos presentes en la frontera. Se realizan sesiones conjuntas de órganos de control y vigilancia de la frontera y de las autoridades migratorias, que han trabajado en un estatuto migratorio y sobre el desplazamiento, donde se inscribe el Comité Tripartito (Colombia-Ecuador-ACNUR)sobre Refugiados, un mecanismo para el tratamiento del desplazamiento humano en zonas de frontera.
o Comisión Mixta en materia de Drogas (Antidrogas) Colombia-Ecuador. Creada hace tres décadas, tuvo su primera reunión en 2006. A pesar de que tiene que enfrentar percepciones diferentes sobre el tema, cada vez es más clara la urgencia de ampliar su campo de comprensión del problema de las drogas, ya que actualmente está limitada a asuntos militares de la criminalidad organizada. A manera de crítica, la presión desde las organizaciones de base, busca romper esta visión que deja por fuera dos opciones: el desarrollo rural campesino y el desarrollo de áreas de protección ambiental conjunta, para garantizar alternativas al tema de la producción de cultivos de uso ilícito.
Hasta ahora las iniciativas de erradicación forzosa de fumigación no han funcionado. Como corolario, si no hay desarrollo rural con la gente, no habrá ninguna dinámica que logre menguar la problemática de las drogas.
o Comité Mixto de Cooperación Científica, que abre un espacio para el intercambio y el conocimiento mutuos, desde la investigación y la academia suscrita en Bogotá el 20 de octubre de 1999.
Introducir el elemento del medio ambiente en el abordaje de la frontera, permitiría encontrar fórmulas de entendimiento binacional entre los dos Estados. Estas instancias, además, darían seguimiento a la agenda con el fin de superar el diagnóstico y la formulación de proyectos que aparecen desconectados de la realidad compleja de la zona de frontera.
¿Cómo se haría una autoevaluación de la institucionalidad pública, que conduzca a un ajuste orientado por un enfoque integral de desarrollo
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sostenible, que garantice y priorice la supervivencia de los pueblos y de la tierra? Mesas de trabajo, grupo uno. Taller Binacional, Bogotá.
Los dos países tienen que construir una estrategia de reconstrucción de esa vecindad basada en el conocimiento mutuo… ese conocimiento mutuo tiene que reconocer que la frontera no es un todo homogéneo y que no habrá políticas exitosas, sino miran las especificidades que son muy distintas, no solo ambientales, que son evidentes, (que no es lo mismo la Amazonía que el Pacífico y los Andes), sino también las dinámicas de seguridad no son las mismas. Y habrá que mirar y conocer mutuamente la
problemática, para lograr tener una etapa más sólida en la relación. En
esto el papel de las universidades es fundamental. Socorro Ramírez, Universidad Nacional de Colombia. Taller Binacional, Sucumbíos.
Afortunadamente, las relaciones en la frontera no se reducen a las relaciones políticas de carácter estatal nacional, sino que han desarrollado una dinámica “independiente” respecto a las posiciones del gobierno central, a varios niveles. Por citar algunos ejemplos:
Nivel Gubernamental Local: Manejo de residuos sólidos entre Ipiales y Tulcán; dos encuentros de autoridades fronterizas amazónicas por primera vez: la primera en Nueva Loja en diciembre del 2009 y la segunda en Puerto Asís en enero de 2010.
Nivel Académico: En 2007, el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales- IEPRI de la Universidad Nacional, impulsó el programa “Colombia - Ecuador: por un pronto y sólido reencuentro”. Participaron catorce universidades de los dos países, contó con el apoyo de la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, el Convenio Andrés Bello y la Academia Diplomática de la cancillería colombiana. Este proyecto académico conjunto, implicó 6 eventos binacionales, cuatro libros Cátedra Ecuador en Colombia. La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-FLACSO había hecho la cátedra que implicó docencia compartida.
Nivel Sociedad Civil: Con el apoyo del Centro Carter, surgió una iniciativa de un grupo binacional de diálogo (10 ecuatorianos y 10 colombianos), que conversaron con las Presidencias y cancillerías de cada país, y realizaron 6 reuniones para reforzar la agenda positiva, apoyar las gestiones de la OEA, y ayudar en la gestión del Ex-presidente Cárter para comprometer a que las cancillerías tramiten estos asuntos. Por otro lado, organizaciones de mujeres de Ecuador y de Colombia, realizaron una marcha en la frontera durante los momentos de tensión, hubo grupos de mujeres en los dos lados en el puente fronterizo de Rumichaca; además, realizaron un evento binacional en Pasto y un encuentro de mujeres de negocios en Bogotá, mostrando en definitiva la hermandad y necesidad de trabajar los temas en litigio, desde una perspectiva más amplia.
Nivel Empresarial y Comercial: El 6 de diciembre del 2009, las Cámaras de Comercio, los empresarios de Esmeraldas, Cali, Popayán, conformaron la Asociación Colombo-Ecuatoriana de Integración Turística Fronteriza, cuyo antecedente fue el Plan Binacional de Turismo de octubre de 2008.
Nivel Medios de comunicación: En el mes de junio de 2008, se llevó acabo el Primer Encuentro Binacional de Directores y Editores de Medios de Colombia y Ecuador en Quito. Estuvo organizado por la Fundación del Nuevo Periodismo Iberoamericano en Colombia – FNPI, y por la Fundación Andina para la Observación y el Estudio de Medios – Fundamedios en Ecuador, evento que contó con el apoyo de CAF, banco de desarrollo de América Latina, Secretaría General de la Comunidad Andina, el PNUD y la Fundación Avina Colombia. Además, está el portal virtual FRACE-Fraternidad Colombo Ecuatoriana, proyecto de la OEA, que es alimentado por varias organizaciones colaboradoras y que busca abrir espacios para el mutuo entendimiento de los dos países.
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Nivel Religioso. Ha habido una amplia cantidad de eventos binacionales de pastoral fronteriza, en donde los obispos de las zonas fronterizas han llegado a acuerdos, no solo en temas religiosos, sino cómo entender lo que está pasando y cómo ayudar a transformar la situación.
Nivel Ambiental. Foro binacional de seguridad alimentaria y conservación de la biodiversidad, Pasto el 16 de julio de 2009. La Red de Nacional Alimentaria Amazónica, ha realizado dos eventos de organizaciones sociales que tienen proyectos de agro ecología en Sucumbíos y en Putumayo. Proyecto tres fronteras -la reserva Cuyabeno en Ecuador, Güeppí en Perú, y la Paya en Colombia, que está desarrollando un Plan de Manejo conjunto de las reservas ambientales que colindan en esa triple frontera, un Plan de Estudio conjunto de los recursos y un Plan para construir una estrategia de desarrollo sostenible. Foros binacionales del Área Estratégica de Desarrollo del Pacífico (AED) en la Zona de Integración Fronteriza (ZIF) Colombo – Ecuatoriana, realizados en Tumaco (diciembre 2009), Esmeraldas (abril 2010), Tumaco (25 y 26 de noviembre 2010) y el cuarto Foro se llevará a cabo en San Lorenzo (2011).
Pero el tema de la confianza los gobiernos suelen dejarla reducida a medidas militares; y esas son importantes pero no suficientes. La confianza la reconstruyen también las sociedades. Socorro Ramírez. Universidad Nacional de Colombia. Taller Binacional, Quito.
(…) nosotros tenemos la posibilidad de ir más lejos de lo que teóricamente uno se puede mover, porque conocemos y tenemos la experiencia de recoger y armar todo un conjunto de acciones propositivas en este sentido, ya que existe la capacidad, posibilidad y responsabilidad de hacerlo. Representante Mesa de diálogo II. Taller Binacional, Bogotá.
Es indudable la capacidad propositiva de los actores de frontera. Su impulso hacia la participación política deriva de la ampliación de los derechos colectivos y sociales, así como la constancia de que las relaciones entre Colombia y Ecuador son relaciones entre sus sociedades civiles y que no son relaciones que se manifiestan exclusivamente entre las sociedades políticas.