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Lectura 01: Matt Damon es el actor más rentable para la industria del cine Font: 7. Agosto 2007 Un interesante y curioso estudio de Forbes cataloga a los actores que mayores beneficios producen. Los más famosos no suelen ser los más rentables. Esa máxima ya hace tiempo que es conocida por los productores cinematográfico que están aligerando su cartera de estrellas exclusivas y apostando por nuevos valores o artistas poco problemáticos. Ayer mismo Forbes publicaba una lista de los actores más rentables para la industria, o lo que es lo mismo aquellos actores que generan en proporción mayores ingresos. Encabeza la lista… Matt Damon, el protagonista de “Bourne”, entre otros filmes. Por cada dólar que recibe, genera otros 29 brutos a los productores. Le sigue Brad Pitt, la proporción de este es de 24×1. En tercera posición empatados: Vince Vaughn y Johnny Depp con 21×1. Las mujeres En cuanto a las mujeres es Jennifer Aniston quien encabeza la clasificación con un porcentaje de 17×1. Angelina Jolie ocupa el segundo lugar aunque a tan solo dos dólares de diferencia. Además de Aniston y Jolie, en la lista de las actrices más rentables aparecen Renée Zellweger, la famosa Bridget Jones, cuya rentabilidad se sitúa en los 14 dólares y la aúpa al séptimo puesto, Reese Witherspoon y Sandra Bullock ambas con 13 dólares, Cameron Díaz (9 dólares y en el puesto 16) y Nicole Kidman (8 dólares y en el puesto 20). El último lugar de la lista femenina es para la puertorriqueña Jennifer López, cuya rentabilidad se reduce a siete dólares por cada uno que ingresa, lo que la coloca en el puesto 21°. ¿Y los grandes? “Las estrellas más grandes de Hollywood no son las que producen el mayor retorno en la inversión”, dijo el lunes el editor ejecutivo de Forbes, Michael Ozanian, en un comunicado. Russell Crowe es el último de la lista. Sus última tres cintas, “A Good Year”, “Cinderella Man” y “Master and Commander”, generaron un promedio de 5 dólares por cada dólar invertido en el actor ganador del Oscar, dijo Forbes.

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Lectura 01: Matt Damon es el actor más rentable para la industria del cine

Font: 7. Agosto 2007

Un interesante y curioso estudio de Forbes cataloga a los actores que mayores beneficios producen.

Los más famosos no suelen ser los más rentables. Esa máxima ya hace tiempo que es conocida por los productores cinematográfico que están aligerando su cartera de estrellas exclusivas y apostando por nuevos valores o artistas poco problemáticos.

Ayer mismo Forbes publicaba una lista de los actores más rentables para la industria, o lo que es lo mismo aquellos actores que generan en proporción mayores ingresos.

Encabeza la lista… Matt Damon, el protagonista de “Bourne”, entre otros filmes. Por cada dólar que recibe, genera otros 29 brutos a los productores.

Le sigue Brad Pitt, la proporción de este es de 24×1. En tercera posición empatados: Vince Vaughn y Johnny Depp con 21×1.

Las mujeres

En cuanto a las mujeres es Jennifer Aniston quien encabeza la clasificación con un porcentaje de 17×1.

Angelina Jolie ocupa el segundo lugar aunque a tan solo dos dólares de diferencia.

Además de Aniston y Jolie, en la lista de las actrices más rentables aparecen Renée Zellweger, la famosa Bridget Jones, cuya rentabilidad se sitúa en los 14 dólares y la aúpa al séptimo puesto, Reese Witherspoon y Sandra Bullock –ambas con 13 dólares–, Cameron Díaz (9 dólares y en el puesto 16) y Nicole Kidman (8 dólares y en el puesto 20).

El último lugar de la lista femenina es para la puertorriqueña Jennifer López, cuya rentabilidad se reduce a siete dólares por cada uno que ingresa, lo que la coloca en el puesto 21°.

¿Y los grandes?

“Las estrellas más grandes de Hollywood no son las que producen el mayor retorno en la inversión”, dijo el lunes el editor ejecutivo de Forbes, Michael Ozanian, en un comunicado.

Russell Crowe es el último de la lista. Sus última tres cintas, “A Good Year”, “Cinderella Man” y “Master and Commander”, generaron un promedio de 5 dólares por cada dólar invertido en el actor ganador del Oscar, dijo Forbes.

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Las películas en las que actuaron los dos Tom, Hanks y Cruise, generaron un promedio de 12 y 11 dólares en ingresos brutos, respectivamente. Will Smith y Denzel Washington generó 10 dólares cada uno.

En el género de comedia, Adam Sandler generó 9 dólares por cada dólar invertido, Will Ferrell y Jim Carrey 8 dólares cada uno.

El cálculo

Forbes calcula el beneficio de una película sumando la taquilla en todo el mundo y los ingresos por venta y alquiler de DVD en EEUU. A este dato, le resta el presupuesto de la cinta.

Para obtener la rentabilidad de un actor, la publicación tiene en cuenta el beneficio de las tres últimas películas y lo divide por la cantidad total que se le pagó por participar en ellas.

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Lectura 02: The Old Ball Game: “Moneyball”

A estas alturas todos habréis visto Moneyball, la famosa película sobre los Oakland A´s. Para aquellos que no la hayáis visto (¿a qué estáis esperando?), esta sería una pequeña sinopsis. Billy Beane (Brad Pitt), el GM del equipo, tiene que sustituir a sus tres principales estrellas al término de la temporada 2001. ¿El problema? Tiene uno de los presupuestos para el payroll más bajos de todas las Majors. Para solucionarlo, junto a varios ayudantes (que en la película se han recogido en papel que interpreta Jonah Hill) desarrolla un sistema para encontrar jugadores infravalorados, que pueden aportar mucho deportivamente a precios bajos. La base de este método son las estadísticas. Antes de esta tendencia el béisbol ya era el deporte de las estadísticas por antonomasia, pero el éxito del equipo hizo que las estadísticas y la busqueda de talentos ocultos se convirtiesen en uno de los métodos de trabajo más comunes dentro de los front office de las Mayores para encontrar a jugadores infravalorados y evitar, en la medida de los posible, a los sobrevalorados.

Y este será el objetivo de la columna esta semana. Ver si los cinco jugadores mejor pagados se lo merecen y tratar de ver si entre los cinco más eficientes en el terreno de juego hay alguna joyita oculta.

Hoy en día, en el béisbol cualquier jugada, lanzamiento o intento de bateo se anota, analiza y utiliza para calcular y preveer el rendimiento de los jugadores. Y es que la filosofía del Moneyball influyó en el desarrollo de lo que se conocen como sabermetrics, un grupo de estadísticas avanzadas (cuyo cálculo es incomprensible para los no expertos en la materia) para medir todas las facetas del rendimiento de un jugador. Sin embargo, la fórmula más característica de este metodo es el On-Base Percentage (OBP), que también se menciona en la película. Una fórmula más sencilla que mide cuantas veces un jugador es capaz de llegar a la base sin ser eliminado, sea por el medio que sea.

No obstante, no utilizaré el OBP. Creo que realizar un análisis sólo con esta estadística es bastante incompleto. Tampoco quiero utilizar muchas estadísticas porque haría esta columna muy compleja y larga (más aún de lo que probablemente será). Por eso he decidido utilizar mi medida estadística favorita: el Wins Above Replacement (WAR). Es una medida muy interesante creada por Baseball Prospectus que actualmente calculan Baseball Reference (bWAR) y FanGraphs (fWAR). El objetivo básico de la medida es calcular cuántas victorias extra aporta un jugador a su equipo si se compara con un jugador de nivel reemplazo (replacement level, normalmente, un jugador de Triple A).

Por poner un ejemplo, en 2012 los Saint Louis Cardinals terminaron con un récord de 88-74. Su tercera base, David Freese, MVP de las World Series en 2011, obtuvo un WAR de 3,6. Por tanto, si los Cards hubiesen cortado a Freese y hubiesen puesto a un reemplazo en su lugar el equipo se habría quedado en 84-85 partidos ganados.

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Els Boston Red Sox, campions de les World Series del 2013

No me voy a meter demasiado en cómo se calcula ya que es uno de esos sabermetrics que incluyen integrales, derivadas y demás fórmulas matemáticas. Si os gusta este mundillo y tenéis interés, Baseball Reference explica su sistema con detalle. Sólo diré que el bWAR de position players y pitchers se calcula de modo diferente. El primero incluye Carreras de bateo, Carreras logradas en las bases, Carreras logradas o perdidas debido a Double Plays en estas situaciones, Carreras defensivas, Carreras por ajuste posicional y Carreras de nivel reemplazo (dependiendo del tiempo de juego). El segundo incluye Carreras permitidas e innings lanzados, pero ajustados en relación a determinados factores. Como veis, bastante complejo.

Según Baseball Reference, un bWAR inferior a 0 en una temporada equivale a nivel de reemplazo (y hay varios jugadores de las Ligas Mayores que tienen bWAR negativo, lo que muestra que están sobrevalorados); entre 0 y 2 sería el nivel de un suplente en las Majors; mayor a 2 sería un titular; mayor a 5, un All Star; y superior a 8 sería digno de un MVP.

Hay varias cosas que me gustan del WAR. Muestra no sólo el valor individual de un jugador, si no que también indica cuanto ha aportado a su club. Además, en una sola estadística incluye su aporte ofensivo y defensivo. Otra cosa interesante es que el único modo de tener un buen bWAR es con mucho tiempo de juego. Otras medidas como el average o el OBP se pueden inflar si se tiene una gran actuación en un corto número de partidos; registros que se hubiesen normalizado a lo largo de más entradas. Por último, los datos del WAR de cada temporada se pueden sumar, dándonos una idea del aporte de un jugador a su equipo y su nivel individual a lo largo de toda su carrera. Por ejemplo, Babe Ruth logro un registro total de 178.3 (Baseball Reference ha ido calculando este dato para todos los jugadores que han pasado por la liga).

Tras este coñazo que os he soltado, entro en el análisis de los jugadores.

Vamos ha empezar por analizar el nivel de los cinco jugadores con mayor salario en 2012 para ver si se lo han ganado o están sobrevalorados en el mercado.

Álex Rodríguez, New York Yankees, $29,000,000. bWAR: 2.0. Lo siento aficionados del Imperio del Mal, pero A-Rod está claramente sobrevalorado a día de hoy. El tercera base es un claro ejemplo de esos jugadores a los que la edad y las lesiones les acaban pasando factura, y es que con 36 años logró el peor dato de su carrera desde que tenía 19 años. Está cobrando por lo que hizo en el pasado cuando era uno de los mejores jugadores, si no el mejor, en el mundo del béisbol. En 2012 sólo pudo jugar 122 partidos debido a las lesiones y acabó con

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una línea de bateo de .272/.353/.430, con 18HR y 57RBI; muy por debajo de sus números habituales. Esto le hizo perderse el All Star Game por primera vez desde 1995.

Johan Santana, New York Mets, $24,000,000. bWAR: 4.5. Después de perderse todo 2011 por una lesión, el venezolano volvió con una buena actuación en la primera mitad de 2012, logrando el primer no-hitter de la historia de los Mets. Sin embargo, la segunda mitad del año fue mala y acabó con un ERA de 4.85 y un WHIP de 1.333. 4.5 es un bWAR cercano a nivel All Star, pero ese salario parece excesivo.

Prince Fielder, Detroit Tigers, $23,000,000. bWAR: 4.4. El primera base jugó los 162 partidos de la temporada y demostró una vez más por qué es uno de los mejores power-hitters de la liga. Terminó con una línea de bateo de .313/.412/.528, con 30HR y 108RBI. El motivo de un bWAR tan bajo está en su defensa, que costó a su equipo su equipo 4 carreras según Baseball Reference. Eso y el hecho de ser completamente eclipsado por el gran año de Miguel Cabrera hacen que su salario parezca demasiado alto, aunque no tanto como en los dos casos anteriores.

C.C. Sabathia, New York Yankees, $23,000,000. bWAR: 3.3. El ace de los Bronx Bombers tuvo un buen año por lo que muestran el resto de estadísticas: ERA de 3.38, WHIP de 1.140 y un ratio strikeout/base por bolas de 4.46 (de los mejores de su carrera). Incluso llegó al All-Star. Quizás el haber lanzado “sólo” 200 entradas no ayudo a su bWAR. En este caso, voy a ir en contra de esta estadística para decir que de los cinco es el que más cerca está de merecérselo, con Prince Fielder siguiéndole muy de cerca.

Joe Mauer, Minnesota Twins, $23,000,000. bWAR: 4.1. El catcher/primera base/DH tuvo un buen año a nivel individual .319/.416/.446 con 10HR y 85RBI; además de participar en el All Star Game. No obstante, fue un agujero en defensa, costando 7 carreras a su equipo. Lo peor fue que su actuación no ayudó para nada a un club que sólo logró 66 victorias. ¿Qué queréis que os diga? Para mí un jugador no se merece esa cantidad si no ayuda a ganar a su equipo, sobre todo porque ocupa payroll que haría falta para mejorar la plantilla.

Ahora vamos a hacer el camino contrario. ¿Cuánto ganan los cinco jugadores con el bWAR más alto? ¿Han descubierto sus clubes una joya o han necesitado su talonario?

Mike Trout, Los Angeles Angels, bWAR: 10.7. Salario en 2012: $482,500. Tal como indica el bWAR, estratosférica temporada el año pasado del Millville Meteor. Probablemente la mejor temporada rookie de la historia. Estuvo en el All Star y quedó segundo en la votación del MVP (La Triple Corona se lo dió a Cabrera). Obviamente, es un gran chollo para el equipo de Anaheim, aunque no hay que olvidar que ese contrato de debe a que era su año rookie. Este invierno se lo han renovado por un año y cobrará $510,000, sólo $20,000 por encima del mínimo para un jugador de segundo año (No, eso no quiere decir que sea Agente Libre al final de la temporada. En alguna columna trataremos el tema de los contratos en la MLB). A poco que juegue como el año pasado, chollazo.

Robinson Canó, New York Yankees, bWAR: 8.2. Salario: $14,000,000. Claro ejemplo de una gran inversión por parte de un equipo para lograr un jugador excepcional, es decir de un uso sensato del dinero. No es una ganga como Trout, pero es un gran uso del payroll; una buena inversión. All Star, Gold Glove y Silver Slugger en 2012 y cuarto en la votación del MVP. Los del Bronx pueden estar orgullosos de esta inversión.

Justin Verlander, Detroit Tigers, bWAR: 7.6. Salario: $20,000,000. Según Baseball Reference un bWAR de 7.6 es prácticamente nivel de MVP y el año pasado quedó octavo en esa votación en la AL, además de segundo en la elección del Cy Young de esa liga. ERA de 2.64 y WHIP de 1.057. Récord de 17-8 en 33 partidos con 6 partidos completos. Uno de los mejores pitchers de toda la MLB. $20,000,000 puede sonar muy alto, pero probablemente se lo merece.

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Buster Posey, San Francisco Giants, bWAR: 7.2. Salario: $615,000. Caso muy similar al de Trout. Una buena selección en el draft por parte del equipo de la bahía y un jugador que explota mada más llegar a las Majors. Rookie del año en 2010 y, en su tercera temporada, MVP de la NL, tras perderse la mayor parte de la temporada 2011 por una horrible lesión. Línea de bateo de .336/.408/.549 con 24HR y 103RBI, además de una actuación eficiente defensivamente como catcher. De momento una ganga. Habrá que ver que sucede cuando tengan que extender su contrato de novato, pero tendrá que ser una cifra exorbitante para que no sea una joyita y una buena inversión para los Giants.

Andrew McCutchen, Pittsburgh Pirates, bWAR: 7.0. Salario: $500,000. De nuevo un contrato de novato que resulta más que rentable para el club. Si os fijáis de los cinco jugadores con bWAR más alto, tres están en su contrato de novato, lo que muestra que el relevo generacional en el béisbol está más que asegurado. All Star, Gold Glove, Silver Slugger y cuarto en la votación del MVP en su cuarto año en la liga. Buque insignia de la franquicia, una nueva ganga que pedirá bastante dinero cuando le toque renovar. Seguro que lo consigue y los Bucs lo considerarán un buen uso del payroll.

Cómo veis la clave para crear un buen equipo parte de una buena selección en el draft y no se pueden hacer locuras en la Agencia Libre por mucho que tengas un mercado enorme (¿me oirán en el Yankee Stadium?). Hay que saber sacar jugo a cada dólar. Invertir en promesas y no ofrecer a un jugador de 29 años más de $20,000,000 al año en contratos que estarán garantizados en temporadas en que los jugadores tendrán casi 40 años. Un jugador puede ser muy útil con esa edad, pero ofrecerles esos contratos cuando tienen 30 años, sin saber cómo llegarán a los 39 me parece una locura.

Justin Verlander pitcher estrella dels Detroit Tigers

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Lectura 03: Pitagorismo Font: Post de dia dijous 6 d’ octubre de 2011, Blog Rudeza Necesaria (Necessary Roughness - Te cagas) En este blog abunda la pedantería, pero quizá este título sea el más pedante de los que llevo escrito hasta el momento. ¿Pitagorismo? ¿Pero qué coño es esto? Ah, los pitagóricos. Como cuenta la entrada dedicada a ellos en la Wikipedia, "creían que todas las cosas son, en esencia, números". ¿A qué viene la referencia a estas movidas tan raras? Pues comento esto al hilo de algo que ya apuntaba en algún Plácido domingo, jodido lunes: al de los criterios (numéricos) que usamos para medir el rendimiento de los jugadores. Siempre intentamos traducir el comportamiento en números. Probablemente no se trata de una obsesión numérica, sino de necesidad de comparabilidad: hay que ordenar, clasificar a las personas de mejor a peor, de mayor a menor. Para eso, qué mejor que los números: si a un comportamiento asignamos un número, sabremos quién lo hace mejor. Se suele decir que las comparaciones son odiosas. Los cojones. Cómo nos gusta comparar. En el fondo, ese es el motivo por el que surgen tantas fórmulas para medir el rendimiento. Desde pequeños nos persiguen y acaban deformando la propia de la realidad. Vamos con la NFL. Ahí se buscan números para evaluar las actuaciones de los jugadores. Hoy me centraré en los quarterbacks. Esta es la posición que más atención acapara en la NFL (con razón, porque últimamente es la clave para construir un equipo campeón) y sobre la que más disquisiciones numéricas se realizan. Con disquisiciones numéricas me refiero a uso e invención de ratios (utilizo la expresión ratios para el plural de ratio porque es la que usa todo dios, aunque gramaticalmente lo más correcto, dado que se trata de una palabra en latín, sería rationes). Sobre esto hablamos más adelante. Cuando se comenta el buen inicio de temporada de Cam Newton, inmediatamente se alude a la barbaridad de yardas de pase que ha acumulado en sus primeros partidos oficiales como profesional. No se habla tanto de su tercer partido, en el que su número de yardas de pase fue discreto. Eso sí, es el único partido en el que su equipo venció (en el fondo el propósito de todos los jugadores que disputan un partido en la NFL debería ser ese). Pero bueno, que resulta incontestable que si nos centramos en el número de yardas de pase por partido, el rendimiento de Newton, un rookie, es prodigioso y digno de todos los elogios, halagos y superlativos que se pueden leer en estos momentos. Mirad la clasificación de quarterbacks sobre la base de este criterio:

Impresionante, es verdad. En un año de récords en cuanto a yardas de pase, el nombre de Cam Newton figura al lado de unos tipos llamados Tom Brady, Drew Brees, Aaron Rodgers y Philip Rivers (superando a estos dos últimos). Un fenómeno. Sin embargo, volviendo a la fotito con la clasificación de quarterbacks, quizá la columna "Yds" no sea la única relevante. Quizá sea conveniente mirar la foto completa. También el resto de columnas. Y es ahí donde el rendimiento de Newton ya no parece tan positivo: ni en porcentaje de pases completados, ni en touchdowns, ni en intercepciones. Así, como ya apuntaba el otro día, la acumulación de yardas de pase de Cam Newton se sustenta principalmente en el número de veces que intenta un pase, y en que en no pocas ocasiones se trata de pases profundos. ¿Es excepcionalmente preciso? No. Ordenemos la misma tabla en función del porcentaje de aciertos y veamos qué sucede:

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Uf, ahí el rendimiento de Newton no parece tan positivo, eh. De hecho, ocupa el 21.º lugar, un puesto relativamente bajo si tenemos en cuenta que hay 32 equipos en la NFL. Newton llega lejos, pero por insistencia, no por precisión. Sigamos. Si nos fijamos en dos de las variables más importantes para medir a un quarterback, como son los pases de touchdown (los aciertos más importantes) y las intercepciones (los errores más importantes), el rendimiento de Newton vuelve a ser mediocre. Newton acumula 5 pases de touchdown, lo que le sitúa en el 17.º lugar de la NFL. Precisamente este ha sido uno de los principales problemas de los Panthers en lo que llevamos de temporada. Carolina llega con frecuencia a la red zone, pero ahí le cuesta conseguir 7 puntos. Con un poco más de inspiración en este sector del campo, probablemente se habría llevado los partidos que ha terminado perdiendo. Bueno, seamos justos: además de sus 5 touchdowns de pase, Newton acumula 4 de carrera, con lo que este apartado del juego mejora sensiblemente. Sin embargo, en cuanto a intercepciones, regular. 5, tantas como touchdowns de pase. En este sentido, suele prestarse mucha atención al ratio (hablo de ratio en masculino porque se usa más en masculino, aunque es más correcto hablar de ratio con género femenino) de touchdowns de pase entre intercepciones. Digo que se usa mucho este ratio aunque no figura en ninguna página de estadísticas (ni en NFL.com ni en ESPN.com, Yahoo! Sports o CBSSports.com, que es donde he mirado, y no he buscado en más sitios porque creía que acabaría antes calculando yo el ratio). Aquí tenéis el ranking de quarterbacks por touchdowns entre intercepciones, donde se ve, de nuevo, que Newton no ocupa uno de los mejores lugares:

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T3 Demasiadas variables que considerar, ¿verdad? Resulta curioso que en el caso de Cam Newton los análisis se centren en solamente una de ellas y no en todas en su conjunto. Porque, además, hay un numerito que nos permite comprender cómo lo ha hecho un pasador considerando todos los aspectos del juego de pase descritos. Así, toda esta información relevante para evaluar el rendimiento de un pasador se trata de condensar en el denominado passer rating, del que habréis oído hablar y sobre el que habéis podido leer en este blog en muchas ocasiones. Ahora os cuento a grandes rasgos qué considera, cómo se calcula y cómo se ha llegado a él como medida de consenso sobre el rendimento del pasador. Me centro exclusivamente en el que usa la NFL, porque en fútbol universitario se usa otro diferente. El passer rating se inventó en 1971, aunque se utiliza de forma "oficial" en la NFL para medir el rendimiento del pasador desde 1973. Este ratio es fruto del trabajo de un comité de expertos del Pro Football Hall of Fame. El passer rating es un número comprendido entre 0 (rendimiento pésimo) y 158,3 (partido óptimo). Considera, dándoles la misma importancia, estos cuatro elementos: (A) porcentaje de pases completados; (B) yardas por pase; (C) touchdowns por pase; y (D) intercepciones por pase (esto solamente resta). El passer rating es el resultado de aplicar la siguiente fórmula (he tenido que escribirla en Word porque el puto Blogger, la aplicación en la que escribo esta mierda, no permite escribir fórmulas):

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T4

Como se puede ver que Cam Newton, en términos del ratio comúnmente aceptado para medir el rendimiento de un pasador, no ocupa un lugar de privilegio, aunque (insisto, porque el propósito de este artículo no es poner a parir al chaval) para ser un novato está muy bien.

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Lectura 04 ¿Debe Asia seguir siendo la fábrica de Occidente?

Durante los últimos veinticinco años hemos asistido al fenómeno de la deslocalización: Asia se ha convertido, en buena medida, en la fábrica de Occidente. Los argumentos esgrimidos en su día para iniciar esta transición parecían impecables: el coste de la mano de obra asiática era entre un 10 y un 20% del de los países más avanzados. Comparar los escandallos de un producto fabricado en Alemania con el mismo producido en China no dejaba lugar a dudas: fabricar en Asia resultaba más ventajoso. A primera vista, los únicos inconvenientes a tener en cuenta venían por el lado de la calidad, por una parte, y los costes de transporte, por otra. Pero los productos pequeños y ligeros de sectores menos exigentes desde el punto de vista de la calidad (textil, calzado, juguetes, por ejemplo) estuvieron entre los primeros que comenzaron a suministrarse desde Asia. Poco a poco se fueron incorporando productos más sofisticados, como electrodomésticos e incluso automóviles, que requerían dotar a los países asiáticos de una extensa base de proveedores, con mano de obra cualificada y maquinaria de alta tecnología. Hoy, la dimensión cualitativa ha dejado de ser una preocupación mayor, excepto para los sectores de muy alta especialización, como la industria farmacéutica, que mantiene sus fábricas en los países desarrollados.

La Gran Vía madrilenya se ha especializado en la moda 'barata' y la apertura del Primark en su número 32, la segunda tienda más grande que la empresa tiene en todo el mundo. Esta moda de baja rentabilidad y alta rotación proviene de China y otros países asiáticos, y ha convertido a la Gran Vía en un gigantesco 'Made in Asia'.

"Importamos la mayoría del textil de Asia evidentemente, así se consiguen precios competitivos, también gracias a grandes volúmenes de compras"

En la arteria madrileña se encuentran, además de Primark; Lefties, Bershka, Pull & Bear, Springfield, Stradivarius, Zara (grupo Inditex); Mango; H&M; Punto Roma; Sfera (El Corte Inglés) y Cortefiel. Todos ellos cuentan con cadenas de suministros en las que se nutren, básicamente, de Asia. Y de hecho algunas de ellas (el propio Primark o Mango, por ejemplo) se vieron implicadas en el escándalo de Rana Plaza, la gigantesca ciudad textil de Bangladesh donde en abril de 2013 un derrumbe causó la muerte de 1.100 personas, causando heridas de mayor o menor consideración a otras 2.500. Esta tragedia volvió a sacar a la luz lo habitual que es compartir proveedores entre las grandes marcas de moda.

"Importamos la mayoría del textil de Asia evidentemente, así se consiguen precios competitivos, gracias también a los volúmenes de compras tan grandes que tenemos, que ninguna otra marca puede igualar", aseguran desde Primark. Un vistazo a las etiquetas de su nueva tienda lo deja bien claro: China, Myanmar, Camboya, Indonesia... buena parte de los estados donde también trabajan sus competidoras. También Marruecos tiene presencia, siendo un país muy demandado por su mano de obra barata y su cercanía con Europa.

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Lectura 05 Low cost cómo funciona

El concepto del bajo costo se ha puesto de moda en los últimos años debido, en buena medida, a la crisis económica global. No obstante, ya se da por hecho que no se trata de un fenómeno circunstancial sino que permanecerá en el tiempo una vez superado este mal momento. El motivo principal es que el consumidor se ha acostumbrado a que en sus decisiones de compra haya casi siempre una o varias alternativas que apuesten por abaratar los precios en relación con sus competidores.

Aunque las compañías aéreas fueron las primeras empresas en explotarlo y popularizarlo, el Low Cost está ya muy extendido, llegando a sectores y negocios como los siguientes: textil, alimentación, viajes (alquiler de coches, hoteles, cruceros...), automóviles, seguros, bancos, muebles, restaurantes, peluquerías, ópticas, electrónica, telefonía, servicios jurídicos, etcétera.

¿Cómo funciona el Modelo de Negocio Low Cost?

Reduce al mínimo su estructura de costos. Es la clave de este modelo. La empresa debe innovar en los sistemas tradicionales de funcionamiento de su sector. Tiene que hacer las cosas de forma distinta, en todas las áreas de trabajo (administración, producción, marketing, etcétera), para ahorrar. El fin es poder bajar los precios sin que el público note un descenso de la calidad.

Mantiene el margen de beneficio. La posibilidad de ofrecer precios baratos se logra por la vía de controlar los gastos y no por la de recortar las ganancias. Una low cost también debe ser rentable y eficiente, si no, es complicado que aguante en el mercado.

Oferta lo básico. El producto o servicio vendido debe satisfacer la necesidad elemental que busca el consumidor, nada más. Esto quiere decir que no debe llevar añadidos ni complementos que inflen su coste. Si el comprador quiere un extra, que lo pague aparte. Uno de los ejemplos más claros de esta estrategia es la retirada de la comida gratuita en los aviones. Para poder utilizar este modelo de negocio, es primordial saber cuáles son las características del producto low cost.

Se aprovecha de Internet. Esto es fundamental en la política de ajuste de gastos. Hay que prescindir de las oficinas comerciales y apostar por las nuevas tecnologías. La mayoría de las empresas de bajo coste se relaciona con sus clientes casi exclusivamente a través de la red, por ejemplo ofreciendo la Atención al Cliente por las redes sociales.

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