Upload
others
View
3
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
1
TÍTULO DE LA COMUNICACIÓN: “LOS SISTEMAS REGIONALES DE
INNOVACIÓN: UNA CARACTERIZACIÓN PARA EL CASO DE CHILE”
AUTOR 1: Manuel Vivar Aguila Email: [email protected] AUTOR 2: Rubén Garrido Yserte Email: [email protected] AUTOR 3: María Teresa Gallo Rivera Email: [email protected]
DEPARTAMENTO: Economía Aplicada. Instituto Universitario de Análisis Económico y Social.
UNIVERSIDAD: Universidad de Alcalá
ÁREA TEMÁTICA: Especialización, productividad y competitividad regional
RESUMEN: La adecuada comprensión de las variables que determinan la capacidad de
innovación, y en particular, el sistema de innovación presente en Chile y sus territorios,
no se logra de manera simple trabajando sobre la base de indicadores agregados de
innovación, tomando como referencia el desempeño de los países desarrollados. El
punto de partida debe estar en la comprensión de un sistema que tiene características
particulares, donde los aspectos territoriales juegan un rol fundamental. En este
contexto, el objetivo principal que se persigue en el presente documento es avanzar en
la caracterización de las regiones de Chile bajo el esquema de los sistemas regionales de
innovación, de manera de establecer ciertas tipologías de regiones, con especial
2
preocupación en integrar el ejercicio estadístico con los planteamientos teóricos que se
han elaborado en la materia.
El estudio se focaliza en Chile, un país donde el vínculo entre innovación tecnológica y
desarrollo económico toma especial relevancia, ya que el modelo de crecimiento
relativamente exitoso generado durante los últimos 25 años, fundamentado
principalmente en la apertura económica y la estabilidad macroeconómica, parece llegar
a su fin. Relevar los temas de la competitividad, innovación y territorio comienza a ser
prioridad en la economía chilena, sobre todo desde el momento de su ingreso reciente a
la OCDE.
PALABRAS CLAVE: Sistemas de Innovación, Tipologías, Regiones, Chile
1. Introducción
En la actualidad existe un consenso generalizado respecto de que la innovación
tecnológica está en el centro de las explicaciones del crecimiento económico (Vence
2007; Sala i Martin, 2000; Solow, 1997). Independiente si la generación y difusión
tecnológica se consideran como un factor acumulable en una función de producción
(teorías del crecimiento) o como factor estructural de largo plazo (teorías de desarrollo y
evolucionistas), es sin duda, un aspecto fundamental para comprender los procesos de
desarrollo económico de los países y de los territorios que los componen. Sin embargo,
siguen existiendo interrogantes importantes al momento de explicar los factores
determinantes de los procesos de innovación.
Esta situación ha motivado un creciente interés del sector público por introducir
políticas económicas que propicien la innovación, asumiendo las importantes
externalidades que existen asociadas a los procesos de innovación en el conjunto de la
economía. Pero un adecuado diseño y posterior evaluación de éstas políticas, sólo será
factible si se dispone de un marco de referencia adecuado para interpretar como se
configuran los procesos de innovación empresarial en determinados contextos, sobre
todo asumiendo el carácter sistémico de los procesos de innovación (Lundvall, 1992).
Uno de los elementos fundamentales que ha permitido avanzar en la compresión de los
determinantes del progreso tecnológico y la innovación ha sido incorporar al análisis la
territorialidad de los procesos económicos. Esto ha sido posible a través del surgimiento
y evolución de las teorías de los sistemas de innovación y de desarrollo regional, en las
3
cuales se identifica la interacción sistémica entre agentes sociales y económicos
ubicados en un espacio determinado, como un factor fundamental para explicar el
desempeño tecnológico y económico. En este contexto es que ha surgido y consolidado
el enfoque de Sistemas Regionales de Innovación (SRI), como una forma de analizar los
distintos elementos que caracterizan una región en términos de su capacidad para
desarrollar procesos de innovación y establecer diferentes tipologías de regiones según
estas características.
Las teorías relacionadas a los sistemas territoriales de innovación, que es desde donde se
fundamentan los planteamientos del presente trabajo, se vinculan directamente con los
postulados de la economía evolucionista y del desarrollo endógeno, donde destacan tres
aspectos fundamentales: a) la innovación no se toma como un dato, es más bien un
factor estructural que interesa estudiar como output de procesos complejos, donde lo
fundamental es comprender los factores explicativos que están detrás de su generación y
difusión en la economía, y b) la compresión del progreso tecnológico y la innovación es
un proceso sistémico, reconociendo la importancia de la interacción entre los diversos
agentes socioeconómicos vinculados a la innovación, c) se sitúa en el centro de sus
causas explicativas de la I+D+i los aspectos institucionales y territoriales.
En términos prácticos, se debe considerar que el vínculo entre innovación tecnológica y
desarrollo económico toma especial relevancia al analizar la situación de los países en
desarrollo, donde las debilidades existentes en sus estructuras económicas para poder
potenciar procesos de innovación, serían en el largo plazo una de las causas
fundamentales para explicar el bajo desempeño económico que han presentando. Esta es
una de las razones fundamentales de focalizar el caso de estudio en Chile, un país donde
estos temas han tomado especial relevancia, ya que el modelo de crecimiento
relativamente exitoso generado durante los últimos 25 años, fundamentado
principalmente en la apertura económica, la exportación de materias primas y la
estabilidad macroeconómica, parece llegar a su fin. En este contexto, los desafíos
apuntan ahora a desarrollar una economía donde el progreso tecnológico y la innovación
estén en el centro las ventajas competitivas del país (OCDE, 2007).
Pero la adecuada comprensión de las variables que determinan la capacidad de
innovación, y en particular, el sistema de innovación presente en Chile y sus territorios,
4
no se logra de manera simple trabajando sobre la base de indicadores agregados de
innovación, tomando como referencia el desempeño de los países desarrollados. El
punto de partida debe estar en la comprensión de un sistema que tiene características
particulares y que debe obligar a analizar el desempeño en torno a la innovación desde
una óptica también específica, donde los aspectos territoriales juegan un rol
fundamental. La problemática anterior tiene además una particularidad especial en
Chile, donde a diferencia de una serie de países donde el enfoque del SRI se ha
desarrollado de forma consistente, todavía el análisis desde la perspectiva sistémica es
muy general y transversal, enfocándose exclusivamente en la lógica del Sistema
Nacional de Innovación (SNI).
En este contexto, el objetivo principal que se persigue en el presente documento es
avanzar en la caracterización de las regiones de Chile bajo el esquema de los sistemas
regionales de innovación, de manera de establecer ciertas tipologías de regiones y
ayudar en la comprensión de cómo la heterogeneidad territorial e institucional puede
afectar la capacidad para generar distintos procesos de innovación. Asociado a este
objetivo dos son las principales aportaciones del paper:
- Habitualmente han existido dos caminos para explorar la caracterización y
tipologías de regiones, por un lado, la definición de tipologías teóricas que se
contrastan con estudios de caso individuales, y por otro, la construcción de
tipologías en función de técnicas estadísticas que utilizan el análisis de clúster y
factorial. En general no ha existido mucha conexión entre ambas perspectivas,
aspectos que debilitan las potencialidades de ambas líneas de estudio, aspecto
que se pretende reforzar en el presente trabajo.
- Independiente que se efectúe un análisis bajo el enfoque de SRI, utilizando el
marco analítico para la caracterización regional, debe plantearse desde un
principio la alternativa de que las regiones en estudio no estén funcionando
efectivamente como sistemas, sobre todo si el estudio se focaliza en países que
históricamente no se han caracterizado por el desarrollo de sus bases científico-
tecnológicas, discusión que se aborda tanto en el apartado teórico como
empírico.
Junto a la presente introducción y las conclusiones finales, el trabajo se estructura en
tres apartados, en el primero se construye un marco teórico donde se definen los
5
principales aspectos conceptuales vinculados a los SRI, en el segundo, se analiza en
particular las alternativas que han existido al definir tipologías de SRI, y en el tercero,
se desarrolla el estudio de caso de Chile, donde mediante técnicas de análisis
multivariante se definen tipologías de regiones y se analizan a la luz de las tipologías
teóricas descritas previamente.
2. El Sistema Regional de Innovación
Desde la incorporación del concepto “Sistema de Innovación”, éste se ha vinculado a un
espacio geográficamente determinado. La teoría desarrollada surge precisamente desde
la definición del Sistema Nacional de Innovación (SNI) (Lundvall,1992; Nelson, 1993;
Edquist, 1997) y posteriormente se ha referido también al espacio regional, definiéndose
consecuentemente el sistema regional de innovación (SRI) (Cooke, 1998; Fernández de
Lucio, 2003; Asheim, 2007 ).
Los fundamentos del presente apartado, comienzan por visualizar los SNI y SRI como
conceptos que tienen particularidades distintas, pero que aportan de forma
complementaria diferentes elementos para comprender un sistema integrado de
innovación en el territorio. De esta forma, independiente que los principales aspectos
conceptuales se refieran al análisis de los SRI, para la comprensión de los determinantes
de la innovación en contextos territoriales, se debe analizar desde una perspectiva
integral la escala nacional y regional, así como las relaciones que se generan entre los
distintos espacios regionales y globales, es decir, incorporando elementos tanto
endógenos como exógenos.
La mayoría de los planteamientos conceptuales de los sistemas regionales surgen de los
fundamentos teóricos asociados a los SNI, que se basan en la concepción sistémica de
los factores que influyen en la innovación, donde se plantea que no es la acumulación
aislada de factores lo que determina la innovación, sino más bien, el conjunto de
factores y los actores que están tras su generación y difusión y las relaciones de
interdependencia que generan. Este es un enfoque que sin duda se distancia del modelo
neoclásico, porque considera que los factores que intervienen en los procesos no son
sustitutivos, sino que esencialmente complementarios (Vence, 2007).
Al poner el énfasis en las relaciones entre los actores o agentes económicos y sociales,
se debe considerar el SNI como un sistema esencialmente social y dinámico (Lundvall,
6
1992). Como plantea Lundvall, una actividad central del SNI es el aprendizaje,
esencialmente social, que se genera a través de la relación entre personas e instituciones
y que además depende de manera importante de la retroalimentación durante el proceso,
por lo que las dinámicas acumulativas del conocimiento y las trayectorias históricas
resultan fundamentales.
Para identificar las características y factores determinantes de la innovación con una
perspectiva territorial, el enfoque que entrega herramientas analíticas más precisas es el
SRI, dado que logra un mayor grado de formalización en el análisis institucional que
propone. La desagregación en susbsistemas y las relaciones que plantea entre ellos,
facilita la tarea de identificar variables relevantes, lo que a su vez abre las puertas para
el ejercicio posterior de diferenciar distintos tipos de territorios según sus capacidades
en torno a la innovación.
La conceptualización de los Sistemas Regionales de Innovación (SRI) resalta la
importancia de los espacios regionales como el nivel analítico más adecuado para
observar las capacidades y sinergias de los agentes de un sistema de innovación
(Fernández de Lucio, et al., 2003). Consecuentemente, el nivel regional constituye una
importante base de coordinación económica, donde se pueden ejercer pautas pertinentes
de gobernanza en el meso nivel (Asheim y Coenen, 2006, Lundvall y Borras, 1997),
ocupando un espacio estratégico entre la perspectiva macro nacional y lo micro local.
Una adecuada definición de los SRI es la que entrega Cooke (1998), quién plantea que
constituyen una aproximación teórica en el ámbito del desarrollo regional, consistente
en analizar la existencia e intensidad de los sistemas productivos regionales, donde se
potencian las innovaciones en redes y el aprendizaje colectivo, generando insumos para
el diseño de una política regional pertinente.
Uno de los elementos que ha permitido relevar el enfoque del SRI, es el mayor
reconocimiento que han experimentado las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) en
los sistemas económicos, las cuales se encuentran generalmente concentradas
territorialmente en redes de distritos industriales (Muñiz, 2002) . Como plantea Asheim
(2007), una estrecha colaboración entre la PYMEs con la red local de proveedores,
subcontratistas, clientes e instituciones de apoyo en la región, reforzará el proceso de
aprendizaje interactivo, en un escenario donde se construyen “códigos locales” que
7
favorecen los mecanismos tácitos para la absorción de conocimiento codificado. En este
contexto, los fundamentos del SRI están en la proximidad de actores y organizaciones,
que facilita la creación, difusión y utilización del conocimiento en el sistema productivo
(Asheim e Isaksen, 2002)
El análisis a una escala regional ha permitido avanzar en la formalización del análisis de
los actores presentes en el sistema. De esta forma, Autio (1998) diferencia entre dos
sub-sistemas de actores: el subsistema de generación y difusión del conocimiento,
conformado principalmente por organizaciones e instituciones públicas o semipúblicas,
como universidades o centros de investigación; y el subsistema de aplicación y
explotación del conocimiento, que tiene una relación más directa con la estructura
productiva y el conjunto de relaciones tanto verticales como horizontales que se generan
entre las empresas privadas.
Las principales diferencias entre ambos subsistemas están asociadas a la mayor o menor
presencia del sector público o privado y a la finalidad comercial o no comercial que
caracteriza a cada uno (González et al., 2009). Mientras en el subsistema de generación
y difusión del conocimiento tiene mayor presencia de instituciones públicas,
caracterizado a su vez por una menor finalidad comercial al trabajar con bienes de
carácter público, el subsistema empresarial está dominado por el sector privado, donde
la actividad comercial es esencial para poder rentabilizar los esfuerzos en investigación
aplicada y actividades de innovación. Aunque si duda pueden existir funciones
compartidas entre ambos subsistemas, dado que las empresas pueden generar
conocimiento básico, especialmente las que tienen laboratorios formalizados de I+D, y
el sector público puede generar actividades de aplicación del conocimiento, en general
existe un predominio del sector privado en la aplicación y del sector público en la
generación del conocimiento (Cooke, 2002).
De forma complementaria, se debe considerar que ambos subsistemas se encuentran
insertos en un marco socioeconómico e institucional común al territorio (Trippl y
Tödtling, 2005:1205), donde interviene además de forma directa el sector público a
través de políticas públicas específicas. De esta forma se podría entender que incluso
un sistema de innovación podría estar formado por cuatro subsistemas o componentes
8
(ver Heijs et al., 2007)1, sin embargo, nos parece más pertinente identificar sólo dos
subsistemas, que como tal tienen una injerencia directa en los resultados de la ciencia y
la innovación en el territorio, mientras que los demás son elementos de entorno que sólo
influyen de manera indirecta.
Figura Nº 1: Configuración Sistema Regional de Innovación
Fuente: Adaptado de Autio (1998:134) y Tödtling y Trippl (2005:1206)
2.1 Subsistema Aplicación y Explotación del Conocimiento
El componente asociado al sector empresarial es sin duda el más importante en esta
visión sistémica, por cuanto son las empresas en definitiva las que convierten
innovaciones en productos y difunden la tecnología en el tejido productivo, mientras
1 Dentro de los cuatro componentes que identifican los autores se encuentran: a) las empresas y la estructura de productiva, b) la infraestructura de soporte a la innovación, c) las actuaciones públicas, y d) el entorno global o socioeconómico; donde los dos primeros componentes hacen alusión a los subsistemas descritos por Autio (1998). La propuesta de Heijs et al., (2007), la construyen al analizar los SNI, pero puede ser utilizada también para describir los sistemas regionales de innovación (Buesa et al, 2007; Buesa y Heijs, 2007).
Marco Socio – Económico
Capital Económico Capital Humano Capital Tecnológico Geografía y Demografía
SISTEMA REGIONAL DE INNOVACION Influencias Externas
Subsistema aplicación y explotación del conocimiento
Clientes
Colabora dores
Contratistas
Competencia
Sector Empresarial
Redes Verticales
Redes Horizontales
Subsistema generación y difusión del conocimiento
Centros Tecnologico
Centros de I+D Públicos
Fuerza laboral especializada
Instituciones Educacionales
Instituciones del SNI
Políticas del SNI
Otros SRI
Instituciones Exteriores
Interacciones
Interacciones
Políticas Públicas
9
que en el resto de los actores presentes, sólo pueden encargarse de facilitar o articular
los procesos de innovación.
Para analizar el sector empresarial, se debe considerar tanto la estructura interna de las
empresas, como las relaciones que se generan entre ellas, ya que ambos aspectos
influyen desde perspectivas distintas y complementarias en la generación y difusión de
innovaciones (Lundvall, 1992). La organización intra empresa está estrechamente
vinculada con la generación y adaptación de las innovaciones y está condicionada por
aspectos como el tamaño de la empresa, la existencia de departamentos de I+D, la
relación entre los departamentos de las empresas y la organización de los procesos
productivos; mientras que los aspectos inter empresas, se vinculan más con los procesos
de difusión y está condicionado por la forma e intensidad de conformación de clúster
industriales en los sectores económicos más importantes de los territorios de estudio.
Las relaciones inter empresas están relacionadas a su vez con las economías externas o
economías de aglomeración. Bajo estos conceptos, que se han estudiado desde la
perspectiva de los distritos industriales marshallianos y desde la nueva geografía
económica, se plantea que las empresas pueden obtener beneficios externos que afectan
a la innovación a partir de la concentración de determinadas actividades económicas
(Audretsch, 1998). Estas ventajas pueden provenir desde dos ámbitos, por un lado,
desde la diversidad de actividades económicas que se concentran en un lugar
(economías de urbanización), y por otro, desde la marcada especialización en
determinadas actividades sectoriales que se pueden generar en ese espacio (economías
de especialización). En todo caso, la actividad innovadora tiende a concentrarse en
sectores en los que el conocimiento tácito juega un papel clave (Audretsch y Feldman,
1996).
2.2 Subsistema Generación y Difusión del Conocimiento
Las infraestructuras de innovación se entienden como el conjunto de organismos que
cumplen el objetivo tanto de creación y difusión de innovaciones, como de facilitar las
actividades innovadoras en el conjunto de agentes de un sistema. Dentro de este
conjunto de infraestructuras se encuentran dos grandes grupos: a) las universidades y
centros de investigación con un fin científico, y b) los servicios avanzados de
innovación con un perfil más tecnológico.
10
Las universidades y los organismos públicos de investigación serían los entes
encargados principalmente de la investigación científica, que por un lado se dedican al
estudio de diferentes ramas de la ciencia, y por otro, determinan en gran medida el
horizonte de ideas y teorías, que a través de la enseñanza superior, se transmiten a los
profesionales recién formados, quienes configuran un valioso segmento de capital
humano para los sistemas de innovación (Heijs, et al., 2007).
Dentro de los servicios avanzados de innovación, se encuentran los centros de
formación, centros tecnológicos y sobre todo los parques tecnológicos. Estos últimos, se
han consolidado como uno de los instrumentos más utilizados como entes articuladores
de los procesos de oferta y demanda de innovaciones entre las universidades, las
empresas y su entorno. Se definen como una estructura diseñada para facilitar la
formación y crecimiento de empresas de base tecnológica y de alto valor agregado, que
normalmente localizan sus actividades en el parque y disponen de un equipo gestor que
se involucra activamente en el fomento de la transferencia de tecnología y de
capacidades empresariales (Fernández de Lucio, 2003).
2.3 Elementos del Entorno Socioeconómico
Dentro de los elementos marco socioeconómico e institucional que influyen en el
funcionamiento de los dos subsistemas, no existe uniformidad entre los planteamientos
de los distintos autores, aunque los ámbitos que generalmente suelen mencionarse son:
el capital humano, el capital social y la conformación del sistema financiero (Lundvall,
1992; Heijs, et. al, 2007; Fernández de Lucio, et. al, 2003). Complementariamente,
trabajos más específicos resaltan los aspectos geográficos y demográficos que se
relacionan directamente con los elementos territoriales, tales como los niveles de
población urbana o los niveles de conectividad (Navarro y Gibaja, 2009; Nijkamp y
Davelaar, 1996). Estos elementos determinan en conjunto las características sociales del
territorio, y por tanto, la cantidad y calidad de actores presentes en cada de uno de los
subsistemas, así como la intensidad de las relaciones que se generan.
2.4 Elementos del Entorno de Políticas
Con el objetivo de visualizar esquemáticamente el rol del sector público, se pueden
analizar los distintos objetivos que persigue su intervención en los sistemas de
11
innovación (Vence, 2007): a) como regulador del mercado; b) como proveedor de
políticas; c) como demandante de tecnología y d) como articulador de procesos. Estos
objetivos, pueden ser desarrollados por los distintos niveles de Gobierno, según cuales
sean sus competencias y recursos disponibles.
De forma complementaria, con la irrupción de la economía del aprendizaje, se han
definido las bases para un nuevo paradigma en política de innovación, donde la cuestión
clave es generar mecanismos que propicien la capacidad de adaptación del entramado
institucional a los escenarios cambiantes de la actualidad. Esto entrega pautas para que
el sector público actúe desde tres perspectivas: la estimulación del aprendizaje constante
en todas las organizaciones, el desarrollo de visiones integradoras y coordinadoras en
torno a procesos de innovación y la creación de condiciones para un proceso de decisión
pública que también aprenda y se adapte continuamente a los nuevos escenarios
(Borrás, 1998).
2.5 Las relaciones entre subsistemas y el entorno
Por otro lado, desde el enfoque interactivo en que se sitúa el SRI, se resalta que uno de
los aspectos claves en la generación de procesos de innovación es la interacción
continua entre actores durante las distintas etapas de un proceso productivo. De esta
forma, las relaciones y acciones de cooperación entre los diferentes agentes de los
subsistemas y su entorno, es lo que efectivamente termina dando vida a los sistemas de
innovación. Como plantea Fernández de Lucio (1996), si no existen interrelaciones
entre los diversos agentes, no se puede hablar propiamente de un sistema de innovación.
Las relaciones más comunes y tal vez las más importantes, son las que se generan al
interior de un determinado territorio (dentro de un SRI). Pero se deben considerar
también el tipo de relaciones que se generan con otros sistemas (Cooke, 2002; Autio,
1998), tanto con el sistema nacional donde se ubica el SRI, así como con otros SRI del
país o del extranjero, aspectos que también definirán las características de determinados
territorios en cuanto a su capacidad de innovación.
12
3. Tipologías de Sistemas Regionales de Innovación
En la literatura de los SRI, desde un principio ha estado presente la preocupación
diferenciar tipologías de regiones, situación que aprecia en los trabajos pioneros y más
citados en la materia (Asheim y Isaksen, 1997; Cooke, 1998), donde uno de los
objetivos principales es la comprensión de la diversidad territorial de las trayectorias de
competitividad e innovación. Como plantea Cooke (1998:19), a través de la
construcción de tipologías se busca avanzar en la compresión del distinto nivel de
institucionalización que alcanzan los SRI y las implicanciones que tendría en la
capacidad de innovación regional. Complementariamente, la distinción entre tipologías
permite visualizar que existen distintas alternativas para desarrollar procesos de
innovación, y en consecuencia, también las políticas públicas que buscan apoyarlos
debieran presentar diferencias y alejarse de las intervenciones homogéneas (Vence,
2007).
Para la obtención de tipologías, han existido dos grandes aproximaciones (Navarro y
Gibaja, 2009). Por un lado, las tipologías se construyen mediante técnicas estadísticas
que utilizan el análisis de cluster y factorial que se realizan sobre una serie de variables
socioeconómicas a un conjunto de regiones, es decir, desde una perspectiva
absolutamente empírica. Por otro lado, se han definido tipologías teóricas, donde se
identifican previamente algunos factores o dimensiones los cuales se presentan con
distinta intensidad en las regiones, para lo cual se efectúa una contrastación con estudios
de caso para reafirmar las consideraciones teóricas.
En cuanto a las tipologías empíricas, los aprendizajes surgen caso a caso, dependiendo
de las variables, las consideraciones metodológicas y el tipo de análisis que se efectúa
de las técnicas factoriales2. Para la revisión del tipo de variables habitualmente
utilizadas, el trabajo de Navarro y Gibaja (2009) entrega una buena síntesis y análisis
crítico, mientras que respecto a las consideraciones metodológicas, se debe mencionar
que no es tema adecuadamente tratado, sobre todo considerando que el análisis de
cluster es muy sensible a pequeños cambios metodológicos y de variables utilizadas,
razón por la cual se prestará especial atención en el apartado empírico del presente
trabajo.
2 En la definición de los cluster, una parte importante lo representa el análisis factorial de las variables, donde se identifican algunos factores principales que sintetizan las variables utilizadas, cuyo análisis es el que permite caracterizar de forma simple los cluster resultantes.
13
Respecto a las tipologías conceptuales, dos son las propuestas que se citan
habitualmente, la de Cooke (1998) y la de Asheim y Isaksen (1997,2002), existiendo
muchas conexiones entre ambas. En la propuesta de Cooke, se define una tipología en
función de dos dimensiones, por un lado, el tipo de gobernanza o conducción
institucional, y por otro, el tipo de estructura de innovación que se genera a nivel
empresarial, lo que puede dar origen a nueve tipos de regiones. En cuanto a la
dimensión de gobernanza, esta se refiere específicamente a las formas institucionales en
que ocurre la difusión tecnológica en los territorios, distinguiendo entre tres tipos: los de
“base” (grassroots), los de funcionamiento en red (networked) y los dirigistas
(dirigistes). En los de base, el proceso es liderado principalmente por organizaciones
locales, en la lógica de distritos industriales, con mayor presencia de gobiernos locales y
muy conectado con las demandas de mercados locales; en los de funcionamiento en red,
los procesos funcionan en una lógica multinivel, donde intervienen distintos niveles de
Gobierno y hay una mejor integración ente los subsistemas científicos-tecnológicos y
los de innovación aplicada; y en los de tipo dirigista, los procesos de transferencia
tecnológica vienen determinados principalmente desde fuera de la región, donde se
manifiestan rasgos de fuerte centralismo.
En cuanto a la dimensión que analiza la estructura empresarial para la innovación,
Cooke distingue también entre tres categorías: localista, interactivo y globalizado,
manteniendo la lógica de análisis de la otra dimensión. En el sistema localista la
innovación empresarial se genera en estructuras donde predominan dinámicas
endógenas entre empresas locales de no gran tamaño con fuertes interrelaciones entre
ellas; en el interactivo, existe un equilibrio entre empresas de distinto tamaño, por lo
que también existen equilibrios entre dinámicas locales y redes industriales de mayor
envergadura; y en el sistema globalizado, la estructura empresarial está liderada por
empresas multinacionales, que generan cierto grado de clusterización a través de las
redes de proveedores que se desarrollan en las regiones.
La propuesta de Asheim y Isaksen, sólo contempla una dimensión, integrando las dos
dimensiones analizadas por Cooke. Los autores diferencian entre tres tipos de SRI: los
territorialmente anclados, los imbricados en red y el sistema nacional regionalizado.
Siguiendo la síntesis desarrollada en el trabajo de Asheim (2007), se pueden describir
de la siguiente forma: a) el SRI territorialmente anclado, es uno donde la actividad
innovadora se fundamenta en procesos de aprendizajes localizados, con interacciones
14
empresariales estimuladas por la proximidad geográfica, básicamente dirigido por el
mercado y menos sistémico en cuanto a su relación con centros de investigación; b) en
el SRI imbricado en redes, hay un mayor vínculo entre empresas y organizaciones
científico-tecnológicas, dado el reforzamiento intencionado de la institucionalidad
regional, donde se visualizan lógicas de carácter más planificado; y c) el sistema
nacional regionalizado, donde parte importante del sector industrial y las
infraestructuras científico-tecnológicas se encuentran integradas a sistemas nacionales o
internacionales, donde funcionan también lógicas sectoriales y adquiere importancia por
tanto el modelo lineal a través de transferencia de conocimientos codificables.
Aunque la propuesta de Cooke puede ser más completa, porque intenta analizar la
manifestación de los subsistemas de generación y aplicación de conocimientos en los
sistemas regionales, la propuesta de Asheim e Isaksen resulta más pertinente, porque
permite analizar de manera más simple y directa las interacciones sistémicas que
ocurren en los sistemas regionales.
Cuadro Nº1: Características Conceptuales de Tipologías de SRI
Tipo de SRI Ubicación de organizaciones de conocimiento
Flujo de Conocimientos
Estímulos de cooperación
SRI territorialmente anclado
Local, con pocas organizaciones relevantes
Interactivo Geográficos, de proximidad social y cultural
SRI imbricado en redes
Local, con organizaciones fuertes y funcionando en red
Interactivo Planificado, sistémico en redes
Sistema nacional regionalizado
Principalmente fuera de la región
Lineal A través de individuos con educación y experiencias comunes
Fuente: Adaptado de Asheim e Isaksen (2002:84)
Por otro lado, una constatación importante y aunque parezca obvia, es que las
tipologías anteriores sólo son aplicables a las regiones que funcionan efectivamente
15
como SRI (Navarro y Gibaja, 2009), es decir, que disponen de subsistemas de
generación y aplicación de conocimiento, con un número importantes de empresas y
organizaciones que permitan la existencia de economías externas y que funcionan en
una dinámica de redes interorganizacionales. De esta forma se entiende que hay
regiones que no funcionan como SRI y que presentarían ciertos obstáculos para su
funcionamiento (Kauffmann y Tödling, 2000).
Esta situación ha dado origen a clasificar las regiones según las dificultades que
presentan para funcionar como SRI, distinguiéndose tres tipos de regiones (Isaksen,
2001; Nauwlaers y Wintjes, 2002; Tödling y Trippl, 2005): los que presentan debilidad
organizacional (organisational thinness), los bloqueados o estancados en industrias
tradicionales (lock-in) y los fragmentados (fragmentation). Utilizando la descripción
hecha por (Tödling y Trippl, 2005), se puede plantear que los territorios que presentan
debilidad organizacional, son aquellos que no cuentan con un número importante de
organizaciones, dificultando las economías de aglomeración y las dinámicas
interactivas, situación característica de regiones periféricas; los estancados en industrias
tradicionales, sí presentarían un grado de clusterización importante, pero arrastrarían
trayectorias de especialización obsoletas, que dificultan una cultura que promueva la
competitividad y la innovación, propio de territorios especializados en sectores
asociados a materias primas; mientras que los fragmentados, contarían con cluster
empresariales y un número importante de instituciones tecnológicas, el problema en este
caso es la falta de redes y el aprendizaje colectivo, situación característica de regiones
metropolitanas sin una coordinación institucional.
Los análisis empíricos, que siempre parten asumiendo que las regiones que analizan se
comportan como SRI, deben tomar este aspecto en cuenta y dentro del análisis
considerar las eventuales dificultades que pueden tener ciertas regiones en su
comportamiento sistémico, aprovechando la información que utilizan en los estudios
cuantitativos.
16
4. Análisis Sistemas Regionales de Innovación (SRI) en Chile
El objetivo fundamental de este apartado es elaborar una tipología de regiones en base
al mayor o menor grado de desarrollo de los componentes y variables asociadas que
definen los sistemas regionales de innovación (SRI). Para la elaboración de la tipología
señalada anteriormente y su posterior análisis, se recurrirá a dos técnicas estadísticas de
análisis multivariante que se ocuparán de forma complementaria: Análisis Factorial y
Análisis de Clúster. Por otro lado, para la realización de este apartado se ha recurrido
principalmente a tres fuentes de información: a) el Informe de Competitividad 2006,
elaborado por la Subsecretaria de Desarrollo Regional (SUBDERE); b) Informe de
Gastos de Innovación y Desarrollo Privado en Chile del 2004, elaborado por el
Ministerio de Economía de Chile; y c) los datos territoriales obtenidos del portal
www.obervatoriourbano.cl del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile3.
4.1 Descripción y Tratamiento de Variables
En la primera parte del análisis factorial se incorporan 10 variables relacionadas a
distintos ámbitos del entorno socioeconómico4. Al analizar la matriz de componentes
principales5, se pueden identificar los siguientes aspectos relevantes:
a) El primer componente, se encuentra claramente relacionado con las variables
vinculadas al entorno económico de las regiones, donde se encuentran presentes la
productividad, el PIB per cápita, la inversión extranjera directa, y en menor medida,
a la exportación de productos industriales.
b) El segundo componente, se encuentra vinculado a las variables que están
relacionadas a la infraestructura tecnológica, como el acceso a telefonía y
conectividad a internet.
3 Chile se organiza en la actualidad en 15 regiones, pero el contexto en que todavía no existen datos e informes para las dos regiones creadas el año 2007, para los efectos de este trabajo el análisis se efectuará sobre las 13 regiones bajo las cuales se organizaba Chile hasta el año 2006. 4 El análisis factorial, a diferencia de otros trabajos en esta línea, se utiliza en dos etapas. En esta primera etapa, se busca efectuar un proceso de reducción de variables a través de la construcción de indicadores sintéticos. Lo anterior, en el contexto que se disponen de pocos casos de análisis (sólo trece regiones), siendo metodológicamente improcedente utilizar la técnica factorial cuando se tienen más variables que casos, ya que la matriz que se genera durante el proceso estadístico no es definida positiva. 5 Metodológicamente se consideran los componentes asociados a los autovalores mayores que 0.5, generando como resultado la selección de tres componentes principales que en total explican cerca del 90% de la varianza original.
17
c) El tercer componente, se relaciona a su vez con las variables vinculadas al capital
humano: la cobertura de educación media y universitaria, y la escolaridad de la
fuerza laboral.
Una vez hecho este análisis, se puede plantear que existen los respaldos teóricos y
empíricos para poder construir indicadores sintéticos para los ámbitos del capital
humano, entorno económico e infraestructuras tecnológicas, de manera de ir acotando el
problema respecto de la cantidad de variables a considerar. Los criterios que permiten
considerar como apropiados los resultados de los indicadores sintéticos para los
distintos ámbitos, es que tengan asociada una varianza total mayor que el 80% y que
también dispongan de una medida de adecuación muestral KMO mayor que 0,76,
situaciones que se cumplen para nuestro caso.
Con esta primera integración de variables en indicadores sintéticos relacionados al
componente del entorno, se puede seguir avanzado en la construcción del grupo de 12
variables con el que se comienza a caracterizar y definir tipologías de territorios.
Resulta importante asociar las distintas variables que se considerarán en el estudio con
los diferentes susbsistemas y elementos del entorno del sistema de innovación descritos
en el apartado teórico.
Se debe considerar que el desafío original es disponer de un número equilibrado de
indicadores tanto de subsistemas como de los elementos de entorno, sin embargo, dada
la escasez de indicadores que se encuentran desagregados a nivel regional, no se pudo
mantener completamente ese principio, situación particularmente notoria para el
subsistema de generación de conocimiento y el entorno de políticas públicas, donde se
cuenta con muy pocos indicadores. En la figura Nº2 se esquematizan las variables
finalmente utilizadas.
6 La medida de adecuación muestral KMO, indica la factibilidad metodológica de ocupar la técnica de análisis factorial, recomendándose usar cuando la medida sea superior a 0,5. En nuestro caso, los valores del KMO para el capital humano, entorno económico e infraestructura tecnológica son de 0,721; 0,808 y 0,731.
18
Figura Nº2: Variables a Considerar en los Sistemas Regionales de Innovación
4.2 Conformación de los Clúster Regionales
En el cuadro Nº2, se ilustra la conformación final de los clústers7. Se observa la
existencia de siete clúster, aunque cuatro de ellos están conformados sólo por una
región.
7 En la definición de los clúster se utiliza el método jerárquico y se realiza a través del paquete estadístico SPSS. En el proceso de conformación de conglomerados, se efectuaron las siguientes consideraciones: a) medida de similitud: aunque la medida de distancia más utilizada en la mayoría de los trabajos es la distancia euclidea o la euclidea al cuadrado (Martínez, 2006), se ha optado por manejar la distancia de Tchevichev, una medida más conservadora, que da una idea de cómo se parecen o difieren los casos en la dimensión que más se diferencian, b) método de aglomeración: se utiliza el conocido como el vecino más lejano o encadenamiento completo, que se fundamenta en asociar en función de la distancia máxima entre grupos, resultando ser también un método conservador en la formación clúster; y c) la determinación del número de conglomerados: se optó por efectuar un ejercicio de prueba y error, considerando por un lado, distintas variables para la conformación de clúster y por otro, distintas medidas de distancia y métodos de aglomeración, tomando finalmente como resultado final los clústers que tendían a repetirse en las distintas pruebas.
SUBSISTEMA APLICACIÓN Y EXPLOTACIÓN DEL CONOCIMIENTO
- ESPECIALIZACIÓN SECTORIAL DE LAS EMPRESAS. - TAMAÑO DE EMPRESAS Y CONCENTRACIÓN - STOCK DE CAPITAL EN LAS EMPRESAS - ESFUERZO I+D EN EMPRESAS
SUBSISTEMA GENERACIÓN Y DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO
- NÚMERO DE PROFESIONALES CON GRADO DE DOCTOR. - ESTUDIANTES EN CARRERAS DE FORMACIÓN TÉCNICA
ENTORNO SOCIOECONOMICO
- CAPITAL HUMANO - ENTORNO ECONÓMICO - INFRAESTRUCTURA TECNOLÓGICA - ASPECTOS DEMOGRÁFICOS (% RURALIDAD Y Nº CIUDADES)
ENTORNO DE LA POLÍTICAS PÚBLICAS
- FONDOS PÚBLICOS ASOCIADOS A I+D+I
19
Cuadro Nº 2: Composición Clústers Regionales
Clúster Regiones I Coquimbo, O’Higgins y Araucanía II Tarapacá, Atacama y Aysén III Valparaíso, Bio-Bío y Los Lagos IV Antofagasta V Metropolitana VI Maule VII Magallanes
Fuente: Elaboración propia.
A continuación se describen las características generales de cada uno de ellos:
- Un primer clúster se encuentra conformado por las regiones de Coquimbo (IV),
O’Higgins (VI) y Araucanía (IX). Estas regiones mezclan una especialización en el
sector agroalimentario, con índices de población rural elevada y entornos
tecnológicos poco desarrollados (con la excepción la Araucanía). En general son
regiones que presentan además bajos desempeños económicos al considerar el PIB
per cápita y la productividad.
- Un segundo clúster se encuentra conformado por las regiones de Tarapacá (I),
Atacama (III) y Aysén (XI). Son regiones que aunque se especializan en sectores
primarios, tanto la minería en el caso de Tarapacá y Atacama, como el acuícola en
Aysén, han sido sectores de un desarrollo más dinámico y que han permitido a estas
regiones disponer de buenos indicadores económicos. Aún cuando son regiones que
presentan niveles normales para el promedio nacional de población urbana, parte de
importante de sus territorios cuentan con altos índices de aislamiento8.
- El tercer cluster lo conforman las regiones de Valparaíso (V), Bio-Bío (VIII) y Los
Lagos (X). Estas regiones se encuentran vinculadas a sectores productivos distintos,
mientras en Los Lagos hay una clara especialización en el sector acuícola, que ha
tenido un gran desarrollo en la última década, tanto Valparaíso como Bio-Bío
poseen una mayor diversificación, encontrándose en ambas incluso un índice de
especialización importante en el sector industrial. Esto implica a su vez que sean
8 Aunque no se han utilizado en las variables directas de análisis, se maneja como referencia el índice de aislamiento de las comunas, que ha sido elaborado por la Subsecretaria de Desarrollo Regional (SUBDERE). Las comunas con mayor aislamiento se encuentran ubicadas en las regiones de Tarapacá y Aysén.
20
regiones que presentan bastante disparidad en su desempeño económico, que
fluctúan en todo caso cerca del promedio nacional. En cualquier caso, el
denominador común parece estar en el desarrollo de entornos universitarios y
tecnológicos más potentes que en los otros cluster, con un alto porcentaje de
académicos con grado de doctor y con gran atracción de fondos públicos vinculados
a I+D+i.
- En el caso de clúster conformados por sólo una región, era una situación previsible
considerando las características particulares de estas regiones, aunque extraña la
presencia en este grupo de la Región del Maule. La región de Antofagasta destaca
por la elevada especialización en el sector minero, concentrando gran parte de la
producción nacional de cobre, con una gran presencia de inversión extranjera directa
que se concreta en funcionamiento de las grandes empresas mineras, provocando
que sea la región de mayor PIB per cápita. La región de Magallanes, se diferencia
por la particular mezcla de aislamiento, alto porcentaje de población urbana (la
población se concentra principalmente en 2 ciudades) y la relativa diversificación
productiva, presentando de igual forma buenos indicadores económicos. Por su
parte, la región Metropolitana, destaca por su rol de región capital en un país
altamente centralizado, donde se concentra cerca del 40% de la población, gran
parte de las grandes y medianas empresas, además de los principales centros
universitarios, aspectos que repercuten igualmente en favorables indicadores
económicos. Finalmente la Región de Maule, que aunque podría estar más cerca de
las regiones que presentaban especialización en el sector agroalimentario, se
diferencia fundamentalmente por el desarrollo relativo de su entorno científico,
contando con uno de los índices más altos de académicos con grado de doctor.
4.3 Factores Asociados a la Innovación
De forma complementaria resulta pertinente efectuar un análisis factorial para visualizar
eventuales factores subyacentes a las variables que puedan explicar en términos
generales las características de los cluster y las regiones. Se vuelve entonces a ocupar la
técnica de análisis factorial mediante componentes principales, de donde se seleccionan
los dos componentes que explican el 74% de la varianza total.
21
Figura Nº3: Factores Principales Asociados a Variables en SRI
En la figura Nº3, se ilustra tanto el porcentaje explicado de la varianza a nivel de cada
componente, además de las correlaciones entre los componentes y las variables con las
que presentan un vínculo más claro. Según el tipo de correlaciones que se observan, se
pueden realizar algunas interpretaciones a los factores o componentes principales:
- En el componente 1, se encuentran asociadas distintas variables vinculadas a la al
subsistema de generación de conocimiento como a elementos del entorno
relacionadas a capacidades socio-institucionales (capital humano, infraestructura
tecnológica), por lo que este componente se puede asociar al apoyo a la ciencia y
tecnología de carácter transversal, donde se generan las bases de los conocimientos
codificables.
- En el componente 2, se ubican aquellas variables más directamente relacionadas con
aspectos del entorno productivo de las empresas, donde se ubican variables como la
especialización sectorial, el stock de capital en las empresas y aspectos del entorno
económico, que pueden estar asociadas a las economías externas de especialización
donde tienen mayor importancia variables productivas que están asociadas de forma
secundaria a los temas de innovación.
Se debe considerar que en un análisis de este tipo sólo se dispone de indicadores
agregados a nivel regional, donde no es posible contar con indicadores más específicos
que se relacionen con la capacidad para generar y difundir conocimientos tácitos. En
este contexto puede ser más determinante para el funcionamiento de un SRI la presencia
del componente 1, por cuanto agrupa a las variables transversales que pueden incidir de
forma más directa en la innovación, las cuales en conjunto puede permitir un mejor
COMPONENTE 1(50%) - NÚMERO DE PROFESIONALES CON GRADO DE DOCTOR (0,853) - CAPITAL HUMANO (0,826) - FONDOS PÚBLICOS EN I+D+I (0,806) - GASTO PRIVADO EN I+D (0,750) - INFRAESTRUCTURA TECNOLÓGICA (0,750)
COMPONENTE 2 (24%)
- NIVEL DE ESPECIALIZACIÓN (0,863) - CAPITAL INDUSTRIAL (0,897) - ENTORNO ECONÓMICO (0,862)
22
aprovechamiento de las ventajas que se presenten tanto en términos de economías
urbanas o de especialización.
Como una manera de profundizar en las características de los clúster identificados, se
puede analizar el comportamiento de estos factores principales en las distintas regiones,
que es lo que se ilustra en el gráfico de figura Nº 4. A continuación del gráfico se
profundiza en algunas de las características:
Figura Nº4: Posición de Regiones Respecto a Componentes Principales
1) Las regiones pertenecientes al clúster III, más las regiones de Antofagasta,
Magallanes y Metropolitana, son las que presentan valores positivos respecto al factor
1, vinculado al apoyo a la ciencia y tecnología de carácter transversal (situándose en los
cuadrantes I y II). Estas serían regiones que presentan una adecuada combinación entre
el porcentaje de gastos en I+D de las empresas con entornos científico-tecnológicos
Factor 22,000001,000000,00000-1,00000-2,00000
Fact
or 1
2,00000
1,00000
0,00000
-1,00000
13
12
11
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
I II
IV III
23
desarrollados. Destacan en particular las regiones de Antofagasta, Bio-Bío y
Metropolitana por los altos índices que presentan en este componente9.
2) Respecto al factor vinculado a la especialización y desarrollo productivo, las regiones
que presentan valores positivos son las pertenecientes al clúster II, más Antofagasta y
Magallanes (situándose en los cuadrantes II y III). Destaca en este caso la situación de
la región de Antofagasta, y en menor medida lo que ocurre en Tarapacá y Atacama,
dada su alta especialización en el sector minero, situación que ha generado buenos
indicadores en su desempeño económico.
Analizando en términos integrales la situación de las regiones respecto a los factores
principales, habría que destacar la situación favorable en que se encuentran tanto la
región de Antofagasta como Magallanes, que son las únicas que presentan indicadores
positivos en ambos factores. Si consideramos además, que el factor vinculado al apoyo
transversal en I+D sería el más crítico para gatillar procesos de innovación, a estas dos
regiones habría que agregar las pertenecientes al cluster III y la Metropolitana, para
conformar el grupo de regiones que a priori se encuentran en mejor posición para
funcionar como SRI. Situación contraria es en la que se encontrarían el resto de
regiones, territorios con un bajo desempeño del factor asociado al apoyo transversal en
actividades de I+D, lo que se combina generalmente con una especialización productiva
en sectores primarios de baja productividad.
4.4 El vínculo con las tipologías teóricas
Junto a la conformación de clúster según técnicas estadísticas, resulta adecuado efectuar
algunas conexiones respecto de lo que plantean las tipologías teóricas de sistemas
regionales de innovación. Al respecto, primero se asumirá que las regiones en Chile
poseen los elementos para ser considerados o funcionar potencialmente como sistemas
regionales, por lo que se tomarán en cuenta las tipologías propuestas por Asheim e
Isaknen (2002, 1997) y Cooke (1998), para posteriormente, asumir los obstáculos que
pueden presentar las regionales chilenas y vincularlas con las tipologías propuestas para
este caso.
Un primer aspecto a considerar, tiene que ver con la importancia relativa de los niveles
nacionales o regionales en la construcción de los sistemas regionales. Son conocidas las 9 En el gráfico, que es una salida directa de SPSS, los números corresponden en orden correlativo a la nomenclatura de número romanos de las regiones de Chile.
24
características de Chile como país de cultura altamente centralista (Raczynski y Serrano,
2001; Benavente, 2007), lo que se manifiesta en sus bajos índices de descentralización
del gasto (Finot, 2005) y donde en general ha existido poco espacio para políticas
regionales diversificadas donde se privilegien las temáticas de desarrollo territorial
(OCDE, 2009). En términos generales, es un sistema en el que tiene un gran peso el
sistema nacional, que liderado desde la capital, ejerce una influencia importante sobre
la conformación y desarrollo de los SRI, fundamentalmente a través del rol del sector
público y la conformación de los centros o institutos de investigación. Se debe agregar
además, que al ser en general una economía que depende fuertemente de la exportación
de materias primas, las necesidades de innovación vienen determinadas por elementos
más exógenos.
De esta forma se puede plantear que la mayor parte de las regiones en Chile funciona
bajo la lógica del sistema nacional regionalizado de Asheim e Isaknen o
específicamente como el sistema dirigista de Cooke, donde precisamente se enfatizaba
la influencia del fuerte centralismo. El sistema de innovación en Chile se desarrolla
desde el SNI, donde los SRI contribuyen relativamente poco a su construcción en el
escenario institucional actual, aunque se debe reconocer que se vienen desarrollando
desde hace un tiempo iniciativas importante para romper el centralismo, particularmente
en el ámbito del desarrollo económico y la innovación10.
Un aspecto complementario que se relaciona precisamente con el centralismo, es el rol
que cumple la región metropolitana en el sistema. Hasta el momento se ha analizado
como una región más, pero desde el momento en que se identifica en el análisis de
conglomerado como una región atípica que conforma por sí sola un clúster, se comienza
a esbozar que es una región con características singulares. La región metropolitana
cumple un rol a una escala mayor, por la concentración de los niveles jerárquicos de los
servicios públicos desde donde se toman las decisiones de cobertura nacional, porque
sus universidades tienen funciones de rango nacional (U. de Chile y U. Católica
principalmente) y porque muchas de las empresas situadas en la capital tienen presencia
en las regiones, pero es en la capital donde tienen sus casas matrices y se donde muchas
veces se concentran las funciones asociadas a la I+D. De esta forma, cuando se analiza
10 Destaca el proceso de creación y desarrollo de las Agencias Regionales de Desarrollo Productivo que comienza el año 2006.
25
la región metropolitana y el SRI vinculado a ella, hay que pensar también en que el
conjunto de interacciones que genera con el resto de regiones.
Una vez hecha esta consideración general, si se busca diferenciar o identificar algunas
regiones que puedan cumplir con las características de los SRI territorialmente anclados
o imbricados en redes, el foco del análisis debiera estar en el cluster III y las regiones de
Antofagasta, Magallanes y Metropolitana que son las que presentan un mejor
desempeño en el factor relacionado al apoyo a la ciencia y tecnología de carácter
transversal. Al respecto, un comentario relevante es que dada la marcada presencia de
mayor inversión pública que privada en torno a la innovación11, una cultura marcada por
la planificación de los sectores industriales y considerando la poca presencia de distritos
industriales con tradición, se puede plantear que es más probable la potencial existencia
del modelo imbricado en redes en alguna de éstas regiones. Este análisis requiere sin
duda un estudio con mayor focalización en las regiones y comparar con las
características de algunas regiones extranjeras para llegar a una conclusión más
definitiva.
Otra perspectiva de análisis, es la que se obtiene al considerar que las regiones no
funcionan como SRI y se analizan los obstáculos que se puedan presentar para
funcionar como tal. En general, se puede plantear que las regiones pertenecientes al
cluster I y II, presentarían características de debilidad organizacional, situación que se
relaciona con el bajo desempeño en el factor relacionado al apoyo a la ciencia y
tecnología. En términos más específicos, esto se relaciona con el grado de aislamiento o
elevado porcentaje de población rural que presentan parte importante de éstas regiones,
la débil presencia de entornos académicos con trayectoria (a excepción de Araucanía) y
en general, los bajos indicadores relacionados al capital humano y presencia de personal
investigador.
Las regiones de Bío-Bío, Los Lagos, Maule y Antofagasta, presentarían características
de regiones estancadas en industrias tradicionales, considerando tanto la mayor
capacidad que presentan sus entornos científico-tecnológicos como la especialización
11 El gasto de Chile en actividades de I+D se sitúa cerca del 0,7% del PIB, muy distante del 2,5% del G-7 o del 2% que se maneja en la Unión Europea (15), donde además el peso del sector privado en las actividades de I+D resulta comparativamente muy inferior respecto de la situación de los países desarrollados.
26
que presentan en sectores vinculados a materias primas, como el forestal, el acuícola y
el agroalimentario. En este sentido, el desarrollo de estos sectores productivos se ha
desarrollado sobre las ventajas existentes en el menor costo de la mano de obra y de los
insumos, lo que ha debilitado un desarrollo fundamentado en la competitividad y la
innovación.
Las regiones Metropolitana y Valparaíso, que poseen mayor diversificación productiva
y que se su economía gira más entorno al sector servicios, se podrían situar en la
tipología de territorios fragmentados. Estas regiones son por lo demás, las que presentan
los mayores porcentajes de población y superficie urbana, dando muestra de sus
características de regiones metropolitanas, donde la presencia de agrupaciones
industriales y un entorno importante de instituciones tecnológicas, no estaría
acompañado de una adecuada coordinación institucional para generar redes y el
aprendizaje colectivo. En una situación similar se encontraría la región de Magallanes,
considerando sobre todo el elevado porcentaje de población urbana y la diversificación
productiva que ha presentado el último tiempo, sin embargo, el pequeño tamaño de la
región y las condiciones de aislamiento geográfico que presenta, hace pensar que
también tenga problemas de debilidad organizacional.
Las consideraciones efectuadas hasta el momento, se ilustran en el cuadro Nº 4, donde
se definen las tipologías teóricas que más se pueden acercar a las características de los
clúster encontrados, en un intento por poder integrar las perspectivas teóricas con el
análisis empírico.
27
Cuadro Nº3: Vínculo entre Cluster y Tipologías Conceptuales
Clúster Tipología asumiendo elementos SRI
Tipología según obstáculos para funcionamiento de SRI
I (Coquimbo, O’Higgins y Araucanía)
Nacional Regionalizado Debilidad Organizacional
II (Tarapacá, Atacama y Aysén)
Nacional Regionalizado Debilidad Organizacional
III (Valparaíso, Bio-Bío y Los Lagos)
Nacional Regionalizado con potencial imbricado en redes
Estancado en Industrias tradicionales (a excepción Valparaíso).
IV (Maule) Nacional Regionalizado Estancado en Industrias tradicionales
V (Magallanes) Nacional Regionalizado con potencial imbricado en redes
Territorios fragmentados y debilidad organizacional
VI (Metropolitana) Nacional Regionalizado con potencial imbricado en redes
Territorios fragmentados
VII (Antofagasta) Nacional Regionalizado con potencial anclado territorial o imbricado en redes
Estancado en Industrias tradicionales
Fuente: Elaboración Propia
5. Conclusiones
En cuanto a los aspectos metodológicos para identificar las tipologías de regiones,
resulta importante resaltar dos aspectos que resultan claves para analizar con una
perspectiva crítica este y otros trabajos en esta línea. Por un lado, ante las debilidades
descritas en el uso de las técnicas multivariantes, resulta fundamental buscar la
adecuada consistencia entre las variables seleccionadas y el marco teórico definido
previamente, además de explicitar las técnicas que se utilizan en la conformación de
cluster, porque los resultados son muy sensibles a estos aspectos. Por otro lado, la
utilización del análisis factorial es una buena herramienta para poder trabajar el enfoque
sistémico de la innovación con múltiples variables, sin embargo, se debe considerar la
cantidad de regiones de estudio, en nuestro existía una limitación importante en este
aspecto, situación que se resolvió construyendo previamente indicadores sintéticos en
áreas relevantes.
En cuanto a los resultados del estudio, se han conformado clúster o tipologías regionales
considerando las características que presentan utilizando el enfoque de SRI. En la
28
caracterización de los cluster, se pudo constatar que habían regiones que presentaban un
mejor desempeño vinculado a un factor que se denominó de apoyo transversal a la
I+D+i, donde se situaban los indicadores del subsistema de generación de conocimiento
y el referente al gasto en I+D de las empresas, razones por las que se plantea que son
regiones con mayor capacidad para generar procesos de innovación.
En este sentido, resulta adecuado recalcar que la distinta capacidad que puedan
presentar las regiones, no implica necesariamente que las regiones más atrasadas no
generen procesos de innovación, sino que pueden desarrollar dinámicas de innovación
distintas, con procesos menos radicales, de menor especialización o más centradas en
aspectos vinculados a demografía empresarial (tasa de creación y cierre de empresas).
De esta forma, resultará clave en etapas posteriores de investigación identificar los
indicadores adecuados que den cuenta de la diversidad de procesos de innovación que
se dan en distintos territorios y no conformarse con los indicadores tradicionales, como
la cuantificación de patentes o los gastos en I+D que se utilizan en la mayoría de los
estudios.
Esto se relaciona a su vez, con la existencia de distintos comportamientos económicos
de las regiones, donde no necesariamente las que disponen de menor capacidad de
innovación tienen los indicadores económicos más bajos. Este aspecto puede abrir una
línea de investigación interesante a nivel regional, por cuanto surge la interrogante
respecto del tipo de crecimiento que han experimentado las regiones en Chile y si éste
ha estado vinculado en mayor o menor medida con el desarrollo de su capacidad de
innovación.
En la conexión entre vínculos teóricos y empíricos de los cluster, dos aspectos resultan
importantes de destacar:
- Resulta fundamental cuando se plantean estudios de estas características analizar los
contextos político-institucionales de los países donde se focalizan. En este caso,
independiente de distintas conformaciones de cluster a las que se pudiera haber
llegado, parte importante de las regiones seguirán funcionando bajo la lógica del
sistema nacional regionalizado. Este aspecto surge precisamente al considerar en el
análisis la perspectiva teórica de tipologías, en las que dentro de sus ámbitos de
análisis consideran los elementos de gobernanza institucional.
29
- Como se ha mencionado, el que se utilice el marco analítico de los SRI no significa
que las regiones funcionen como tal. En este sentido se considera fundamental abrir
desde un principio la perspectiva de análisis considerando los obstáculos que pueden
presentar las regiones para operar bajo la lógica de SRI, situación que permite
utilizar la caracterización regional desde otra perspectiva.
Finalmente, aún cuando la caracterización y el análisis se efectúa con indicadores
agregados donde falta precisar en aspectos relacionados al tipo y nivel de relaciones que
se desarrollan en los territorios, consideramos que esta etapa inicial de acercase a
tipologías de regiones resulta fundamental para seguir profundizando con lo que sucede
en regiones específicas, facilitando posteriormente los análisis comparados. Se puede
plantear que las agrupaciones construidas y sus vínculos con las tipologías teóricas son
buenas hipótesis de estudio para iniciar estudios de caso.
Bibliografía
- Asheim, B. (2007): “Sistemas regionales de innovación y bases de conocimiento diferenciadas: un marco teórico analítico”. En Heijs, J. y Buesa M. (coord.) (2007), “Sistemas regionales de innovación: nuevas formas de análisis y medición”. Madrid: Fundación de las Cajas de Ahorros.
- Asheim, B. y Coenen, L. (2006): “Contextualising Regional Innovation Systems in a Globalising Learning Economy: On Knowledge Bases and Institutional Frameworks”. Journal of Technology Transfer, 31(1):163-173.
- Asheim, B. y Isaksen, A. (2002): “Regional Innovations Systems: The Integration of Local ‘Sticky’ and Global ‘Ubiquitous’ Knowledge”. Journal of Technology Transfer, 27(1):77-86.
- Asheim, B. y Isaksen, A. (1997): “Localisation, Agglomeration and Innovation: Towards Regional Innovation Systems in Norway? “ European Planning Studies 5 (3), 299–330. - Audretsch, D. (1998): “Agglomeration and the Location of Innovative Activity”. Oxford Review of Economic Policy, 14(2): 18-29. - Audretsch, D. y Feldman, M. (1996): “R&D Spillovers and the Geography of Innovation and Production”. American Economic Review, 83(6):630-640.
- Autio, E. (1998): “Evaluating of RTD in Regional Systems of Innovation”. European Planning Studies, 6(2):131-140.
- Becattini, Giacomo (2008): Vicisitudes y Potencialidades de un Concepto: El Distrito Industrial. En Economía Industrial, Vol. 359, 21-27
30
- Becattini, Giacomo (1979): “Dal settore industriale al distretto industriale”. Rivista di Economia e Politica Industriale, Vol º1: 7-21. - Boisier, S. (2003): “El desarrollo en su lugar. El territorio en la sociedad del conocimiento”. Serie GEOlibros, Chile. - Borras, Susana, (1999): “La política de innovación tecnológica en la economía de aprendizaje”. En Ekonomiaz, Nº45 (La Economía del Conocimiento): 142:159.
- Cooke, P. (2002): “Regional Innovation Systems: General Findings and Some New Evidence from Biotechnology Clusters”. Journal of Technology Transfer, 27(1):133-145.
- Cooke, P. (1998): “Introduction: Origins of the concept”. En: Braczyk, H: Cooke, P; y Heidenreich, M (eds) (1998), “Regional Innovation System. The role of governances in a globalized world”. London: UCL Press
- Cooke, P y Gómez-Aranda (1998) “Dimensiones de un sistema de innovación regional: organizaciones e instituciones”. En Ekonomiaz, Nº41 (Economía y Territorio): 46-67.
- Cooke, P. (1992): “Regional Innovation Systems: Competitive Regulation in the New Europe”. Geoforum, vol. 23 (3):365-382.
- Edquist, Charles (ed.) (1997): “System of Innovation: Technologies, Institutions and Organizations”. Pinter, London.
- Fernández de Lucio, I.; Rojo, J.; y Castro, E: (2003): “Enfoques de políticas regionales de innovación en la Unión Europea”. Documento de trabajo. Academia Europea de Ciencias y Artes, Sección Española, Madrid.
- Fernández de Lucio, I.; Bodegas, M.; y Castro, E: (1996): “Estructuras de interfaz en el Sistema español de Innovación. Su papel en la difusión tecnológica”. Universidad Politécnica de Valencia, Valencia
- Gonzalez, J.L.; Martiarena, A.; Navarro M.; y Peña, I. (2009): “Estudio sobre la capacidad de innovación y actividad emprendedora en el ámbito sub-regional: el caso de la comunidad autónoma del País Vaso”. Revista Investigaciones Regionales, Nº15, Monográfico: 55-88.
- Heijs Joost; Buesa Mikel; y Baumert Thomas (2007): “Sistemas nacionales de innovación: conceptos, perspectivas y desafíos”, en: Heijs, J. y Buesa, M. (coord.), “Sistemas regionales de innovación: nuevas formas de análisis y medición”. Madrid: Fundación de las Cajas de Ahorros.
- Kaufmann, A., Tödtling, F., (2000): “Systems of innovation in traditional industrial regions: the case of styria in a comparative perspective”. Regional Studies 34:29–40. - Lucas, R. (1988): “On the Mechanics of Economic Development”. Journal of Monetary Economics, vol.22, (1): 3-42.
- Lundvall, B.A. (1998) “La base del conocimiento y su producción”. En Revista Ekonomiaz, Nº45 (La Economía del Conocimiento):14-37.
31
- Lundvall, B. A. y Borrás, S. (1997): The Globalising Learning Economy: Implications for Innovation Policy. Luxemburgo: Comisión Europea.
- Lundvall, B.A. (1992): National Systems of Innovation: Towards a Theory of Innovation and Interactive Learning. London: Pinter Publishers.
- Maillat, D. (1995): “Desarrollo Territorial, milieu y política regional”. En Vazquez-Barquero A. y Garofoli, G(eds.): Desarrollo Económico Local en Europa. Colegio de Economistas, Madrid.
- Maillat, D. (1998): “Interaction Betwen Urban Systems and Localized Productive Systems: An Approach to Endogenous Regional Development in Terms of Innovative Milieu”. European Planning Studies, Nº 6(2):117-129.
- Morgan K. (1997) “The learning region: institutions, innovation and regional renewal”. Regional Studies Nº 31: 491–503.
- Moulaert, F. y Sekia, F. (2003): “Territorial Innovation Models: A Critical Survey”. Regional Studies, Nº 37(3):289-302.
- Muñiz I. (2002): “La teoría marshalliana del crecimiento: del desarrollo endógeno al crecimiento endógeno”, en: Becattini, Giacomo; Costa, María Teresa; y Trullén Joan (coords): “Desarrollo local: teorías y estrategias”.
- Nauwelaers C. y Wintejs R (2002): “Innovating SMEs and Regions: The Need for Policy Intelligence and Interactive Policies”. Technology Analysis and Strategic Management, Vol. 14, Nº2.
- Navarro, M. y Gibaja, J.J. (2009): “Las Tipologías en los Sistemas Regionales de Innovación. El caso de España”. En Ekonomiaz, Nº 70: 240-281
- Nelson R. R (ed.) (1993): “National Innovation Systems, A comparative analysis”. Oxford University Press, Oxford.
- Nijkamp, P. y Davelaar E. (1996): “Spatial Dispersion of Technological Innovation: A Review”. En Nijkamp P. (ed): “Handbook of regional and urban economics” ( Vol. I, Regional Economics). Elsevier, Amsterdam.
- Piore M. and Sabel C. (1984): “The Second Industrial Divide”. Basic Books, New York.
- Porter M. (2003): “The economic performance of regions”. Regional Studies, 37(6 y 7): 549- 578.
- Sala i Martin, X. (2000): “Apuntes de Crecimiento Económico”. Antoni Bosch, Barcelona. - Solow, R (1997): “Learning From learning by doing lessons for economic growth”. University Press, Stanford. - Storper, M. (1997): “The regional World: Territorial Development in a Global Economy”. Guildford Press, New York.
32
- Storper, M y Scott, A. (1988): “The geographical foundations and social regulations of flexible production complexes”. En: J. Wolch y M. Dear (eds) “The power of geography: How territory shapes social life”. Londres: Allen and Unwin.
- Tödtling, F. y Trippl, (2005): “One size fits all? Towards a differentiated regional innovation policy approach”. Research Policy, Nº 34: 1203-1219.
- Rodriguez-Pose A. y Crescenzy, R. (2008): “Research and Development, Spillovers, Innovation Systems, and the Genesis of Regional Growth in Europe”. En Regional Studies Nº 42 (1): 51-67.
- Romer, P. (1986): “Increasing Returns and Long-Run Growth”. En Journal of Political Economy, Nº 94 (5): 1002-1037
- Vásquez-Barquero, A (1999): “Desarrollo, Redes e Innovación: Lecciones sobre Desarrollo Endógeno”. Pirámide, Madrid. - Vásquez-Barquero, A (2005) “Las Nuevas Fuerzas del Desarrollo”. Antonio Bosch, Barcelona. - Vence, Xavier (2007): “Crecimiento económico, cambio estructural y economía basada en el conocimiento”, en Vence, Xavier (coord.) “Crecimiento y políticas de innovación: nuevas tendencias y experiencias comparadas”. Pirámide, Madrid.