Upload
lorena-rausseo
View
417
Download
46
Embed Size (px)
Citation preview
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
ESTUDIOS JURÍDICOS
FUNDACIÓN MISIÓN SUCRE
ALDEA MUNICIPALIZADA LOS SALIAS
PENSAMIENTO POLÍTICO LATINOAMERICANO
VENEZUELA: CRISIS Y CATACLISMO
PROFESORA: RAMONA DELGADO
ALUMNA: LORENA RAUSSEO
C.I.V.-4.975.829
SAN ANTONIO DE LOS ALTOS, 14 DE JUNIO DE 2010
INTRODUCCIÓN
Venezuela ha sido históricamente un país sumido el las más profundas
guerras. El proceso revolucionario que empezó hace doscientos años aún no
ha terminado, pues el pueblo venezolano continúa luchando por los
principios de igualdad y libertad hoy bajo el liderazgo de nuestro actual
presidente, Hugo Rafael Chávez Frías.
A partir del año 1830 una nueva era política conocida como ”El
Caudillismo” comenzó, marcada por la rivalidad entre los dos principales
partidos, los Conservadores y los Liberales. En 1863 los Liberales ganaron la
Guerra Federal (1859-63) y consolidaron los principios democráticos en la
Constitución de 1864. Entre 1863 y 1908 reinó una inestabilidad política en el
país.
El presente trabajo se ha desarrollado en base a los siguientes puntos
El federalismo como ideario político.
Las luchas por el poder.
Ezequiel Zamora y Guzmán Blanco.
Zamora, Guzmán y la lucha hacia la victoria electoral.
La esquina del miedo.
El Consejo punto culminante de la marcha del federalismo.
Juan Vicente González ideólogo del conservadurismo venezolano.
La querella de Antonio Leocadio Guzmán y Juan Vicente González.
Tomas Lander como ideólogo del liberalismo.
Aunque algunos puntos fueron de difícil ubicación en la Historia de
Venezuela, se hizo una intensa búsqueda para cumplir con los objetivos del
temario.
2
ÍNDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN 2
ÍNDICE 3
El federalismo como ideario político, consecuencias 4
Las luchas por el poder 6
Zamora, Guzmán y la lucha hacia la victoria electoral 8
La esquina del miedo 10
El Consejo: punto culminante de la marcha del federalismo 12
Juan Vicente González ideólogo del conservadurismo
Venezolano 14
La querella de Antonio Leocadio Guzmán y Juan Vicente González 16
Tomás Lander como ideólogo del liberalismo 17
CONCLUSIONES 19
BIBLIOGRAFÍA 20
3
EL FEDERALISMO COMO IDEARIO POLÍTICO
“La abolición de la pena de muerte. Libertad absoluta de la prensa.
Libertad de tránsito, de asociación, de representación y de industria.
Prohibición perpetua de la esclavitud. Inviolabilidad del domicilio,
exceptuando los casos de delitos comunes judicialmente comprobados.
Inviolabilidad de la correspondencia y de los escritos privados. Libertad de
cultos... Inmunidad de la discusión oral de todas especies. Inviolabilidad de la
propiedad. Derecho de residencia a voluntad del ciudadano. Independencia
absoluta del Poder Electoral, que ni antes de su ejercicio ni después de él
dependa de ninguno de los funcionarios de los demás ramos de la
administración. Creación de la milicia armada nacional. Administración de
justicia gratuita en lo secular. Abolición de la prisión por deuda. Derecho de
los venezolanos a la asistencia pública en los casos de invalidez o escasez
general. Libertad civil y política individual; consciente primero en la igualdad
de todos los ciudadanos ante la ley, y segundo, en la facultad de hacer sin
obstáculo todo lo que la ley no haya expresamente calificado de falta o delito.
Seguridad individual: prohibición del arresto o prisión sino por causa criminal
precedida evidencia de la comisión de un delito, y los indicios vehementes de
la culpabilidad” (Landaeta, 1961 : 321).
Como se puede ver, son cuestiones fundamentales de la democracia que
aún hoy muchas de ellas no se cumplen en Venezuela. Por ejemplo, lo
referido a la elección popular de los jueces, a la gratuidad de la
administración de justicia, etc. El Federalismo no buscaba otra cosa que
devolver a las regiones su autodeterminación.
Su noción básica, trata de un sistema con dos niveles de gobierno, en el
que un conjunto de administraciones ya constituidos reconocen que un
4
gobierno federal tiene autoridad sobre todo su territorio y población, para
aquellas funciones que afectan al conjunto, mientras que retienen para sí,
aquellas competencias que solamente están relacionadas con su propio
territorio.
La Guerra Federal fue una lucha armada por la población civil, que
sostuvieron los simpatizantes del pensamiento liberal contra el gobierno
conservador. La guerra se desató en el año 1859 hasta 1863. Se llamó
Guerra Federal porque el objetivo de la misma era crear un Estado federal,
que cada provincia sea independiente, y democrática, y también porque los
liberales eran representados por una bandera amarilla que era la del
federalismo.
Las causas fundamentales de la Guerra Federal fueron las siguientes:
El reparto desigual de las tierras, y la ganadería, estaban en manos de
unas cuantas de familias de caudillos militares que habían luchado en la
Independencia.
La miseria en la que vivían alrededor de cuarenta mil libertos (ex-
esclavos) que, al no encontrar trabajo, habían regresado como sirvientes a
las casas de sus antiguos amos o deambulaban por distintas partes del
país en situación de miseria.
Las prédicas de los liberales sobre la igualdad social, en contra de la
desigualdad que se manifiesta por todas partes. Esto coloca al pueblo
contra los conservadores y los propietarios de grandes haciendas y hatos.
La crisis económica de 1858 tanto a nivel nacional como internacional.
Como reflejo de esta crisis el país se hace deficitario, ya que los ingresos
obtenidos por los productos de exportación disminuyen, puesto que esos
productos bajaron de precio.
5
CONSECUENCIAS
La Constitución Federal de 1864 dividió al país en Estados, gobernados
por Presidentes, con el nombre de Estados Unidos de Venezuela.
Se multiplicó en el país el fenómeno del caudillismo, especialmente el de
tipo militar. Estos caudillos, una vez finalizada la guerra, se transformaron
en jefes políticos y dueños de tierras. Los insurgentes durante la guerra
fueron los presidentes de los Estados en que se distribuyó el país en
tiempos de paz.
Hubo grandes pérdidas materiales: los pueblos y las aldeas fueron
saqueados, los campos arrasados. La desolación se enseñoreó en las
ciudades.
El país quedó despoblado. Se calcula que murieron unas 100 mil
personas.
La ganadería sufrió pérdidas irreparables.
Se agudizaron los problemas económicos y fiscales: la nación se endeudó
y los préstamos forzosos empeoraron la situación de la población.
La insalubridad, la desnutrición y las enfermedades se hicieron sentir en la
población tanto en las ciudades como en los campos.
Se extinguió la Oligarquía Conservadora y cayó definitivamente el poder
de Páez.
Se estableció en el país la igualdad social; desaparecieron los títulos de
nobleza, que existían desde la época colonial.
LAS LUCHAS POR EL PODER
Las luchas por el poder dividió al grupo político dirigente del país, entre el
oficialismo, agrupado en torno al general José Antonio Páez, y el liberalismo
de Antonio Leocadio Guzmán, que fundó en 1840 el Partido Liberal y su
vocero El Venezolano, a través del cual difundía las ideas liberales.
6
Ezequiel Zamora, joven comerciante de 29 años para 1846, acababa de
ser electo concejal en Villa de Cura, como candidato de los liberales. Dicha
elección fue anulada por el ejecutivo, al igual que en todos los casos del
interior del país en los cuales los resultados electorales significaron derrotas
gubernamentales. Ante esta situación, se comenzaron a difundir llamados a
la rebelión armada entre las filas liberales. El 1º de septiembre estalló la
primera sublevación liberal, al alzarse en la Sierra de Carabobo Francisco
Rangel, campesino mestizo y antiguo soldado de las tropas llaneras del
general Zaraza en la Guerra de Independencia. Antonio Leocadio Guzmán
se opuso a la rebelión armada y buscó entablar negociaciones con Páez.
Zamora y otros, descontentos ante la actitud de Guzmán, deciden
incorporarse a la rebelión campesina. Pero la inexperiencia militar de Zamora
favoreció su pronta derrota ante las fuerzas militares paecistas, comandadas
por veteranos de la independencia. No obstante, las guerrillas liberales se
mantienen durante varios meses, siendo Zamora el último liberal en ser
derrotado y capturado, en marzo de 1847.
La insurrección campesina de 1846-47 no contó con el apoyo de los
principales jefes del Partido Liberal, comenzando por el mismo Guzmán. Tal
vez por esta causa se vio reducido su poder de convocatoria hacia las
grandes masas populares que apoyaban a los liberales. Tampoco fue capaz
de extenderse a otras regiones del país como el Oriente, Barquisimeto, Coro,
Zulia y los Andes. Sin embargo, el espíritu de lucha social se revitalizó, con el
surgimiento de líderes que, como Ezequiel Zamora, jugarían un papel
destacado en la década siguiente. Al mismo tiempo, la rebelión liberal
campesina contribuyó a minar las bases en que se sustentaba el poder
conservador de Páez, propiciando los acontecimientos del 24 de enero de
1848, cuando el asalto popular al Congreso significó el colapso del poder
7
hegemónico paecista. El siguiente período en el cual la familia Monagas
ejerció el control del poder político, atenuó momentáneamente las
contradicciones sociales gracias al apoyo inicial que los liberales le dieron a
su gobierno.
EZEQUIEL ZAMORA, GUZMÁN BLANCO Y LA LUCHA HACIA LA
VICTORIA ELECTORAL
“No habrá pobres ni ricos, ni esclavos ni dueños, ni poderosos ni
desdeñados, sino hermanos que sin descender la frente se traten bis a bis,
de quien a quien”. Ezequiel Zamora (correspondencia, Barinas, 12/12/1859.
El estallido de la Guerra Federal en 1859 fue más que una lucha por la
implantación del sistema federal de gobierno, y se manifestó principalmente
como una insurrección campesina que planteaba las mismas aspiraciones de
las rebeliones de esclavos en 1812-1814. Su antecedente más inmediato lo
constituyó la rebelión campesina de 1846-47, en la cual había tenido
destacada participación el mismo Ezequiel Zamora. La Guerra Federal
significó el epílogo de este terremoto social que se desató en el proceso de
disolución del sistema colonial español en Venezuela.
Los objetivos de la insurrección campesina que se desarrolló desde el 20
de febrero de 1859 y que estuvo encabezada por Ezequiel Zamora se
referían a la igualación de las clases sociales, el reparto de tierras, supresión
de contribuciones, echar del gobierno a los opresores y terminar con la
oligarquía.
Zamora representaba los genuinos intereses de las masas campesinas,
de los desposeídos, que nuevamente enarbolaban la “guerra social” que
había desatado Boves en 1813, con el fin de destruir el poder político y
económico de la oligarquía, y construir en cambio una nueva sociedad
8
basada en los principios políticos del liberalismo burgués, cuyo respeto y
aplicación estricta, pensaba Zamora, permitirían la felicidad del pueblo.
En la Guerra Federal coexistieron dos intereses en el bando liberal: unos,
que deseaban promover la constitución de un régimen de libertades
formales, democrático burgués, que limitara el poder que hasta el momento
había mantenido la oligarquía heredera de los mantuanos de la colonia; este
sector estaba integrado en lo fundamental por personajes ilustrados y que
pertenecían a sectores sociales poseedores (sobre todo terratenientes), y
estaba liderizado por Juan Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco.
Los otros, la mayoría, los campesinos y algunos intelectuales radicalizados,
que pregonaban las reivindicaciones igualitarias que permanecían sin
cumplirse desde la guerra de independencia; esta era la fracción que
encabezaba Ezequiel Zamora.
La Guerra Federal era una lucha contra las clases dominantes, por
aniquilar su poder económico y político, objetivo que se puso al alcance de
las fuerzas militares de Zamora luego de la batalla de Santa Inés, en
diciembre de 1859. Su inmediata muerte, en enero de 1860, y la inoperante
conducción militar de Falcón, que condujo a la vergonzosa derrota de Coplé,
el 17 de febrero de 1860, impidieron la inminente y aplastante victoria federal
que se había anunciado gracias al genio militar de Zamora en Santa Inés.
La prematura muerte de Zamora, el 10 de enero de 1860, favoreció que
finalmente prevalecieran quienes deseaban un cambio puramente formal, el
cual se concretó con la firma del Tratado de Coche, el 24 de abril de 1863.
Con este tratado se concretó un simple cambio de opresores en el gobierno,
sólo que en lugar de conservadores y constitucionalistas, se proclamaron
9
liberales y federales. Pero la estructura económica, la que constituía el
fundamento material de la oligarquía, continuó intacta, y al lado de los viejos
apellidos que controlaban la riqueza territorial agraria, monopolizaban el
comercio y la usura, comenzaron a figurar apellidos de origen “oscuro”
Zamora, con sus acciones, llegó a infundir verdadero terror a la oligarquía.
Al ocurrir su muerte, el alivio que sintieron fue tal que Juan Vicente González
llegó a escribir : “Bala afortunada. Bendita sea mil veces la mano que la
dirigió”. Opiniones así nunca fueron dirigidas en cambio a otros connotados
jefes federalistas como Falcón y Guzmán Blanco. La causa era que Zamora
no representaba exclusivamente los ideales federales y liberales;
principalmente defendía la causa de los desposeídos, su guerra era una
guerra contra los poderosos, contra los oligarcas en general, y su objetivo
era la igualdad social, objetivo difuso que correspondía al imaginario de la
época en una sociedad agraria como la nuestra.
El triunfo de la Guerra Federal no fue en modo alguno el triunfo de la
causa por la que luchaban los campesinos alzados bajo el mando de
Zamora. Una vez más, al igual que en la guerra de independencia, las
aspiraciones de los desposeídos quedaban inconclusas, y lo más que se
alcanzó fue la formalidad de las leyes, situación que, guardando la distancia
en el tiempo, se mantuvo en nuestra cuestionada democracia representativa
puntofijista, basada en los mismo principios liberales que “defendían”
personajes como Guzmán Blanco y Falcón
LA ESQUINA DEL MIEDO
Obra de teatro escrita por Cesar Rengifo en 1969. Drama político basado
en el terror existente para la época hacia la sangrienta guerra en el país a
causa de la guerra federal.
10
En “La Esquina del Miedo” los personajes aspiran a un “futuro” mejor,
luchan por reconstruir un orden, y aspiran en la posibilidad que les permite,
les de acceso y paso a ese orden. El muchacho de la esquina del miedo
prefigura centrífugamente esta idea. No descansa en la búsqueda, para el
rescate del hombre al que han dejado muy mal herido en la esquina. Y
aunque nada se sabe de él, lo importante para el muchacho es imaginar, es
pensar, es encontrar a alguien que lo ayudará. Rengifo nos muestra que la
realidad social, política, humana que vive la sociedad venezolana es
diferente. Lo moderno aquí está tanto en el tratamiento del tema que ya es
político en sí mismo, como en la forma en que a través del personaje
muchacho se da tratamiento al tema.
Punto central de innovación y de representación de lo moderno en la obra
de Rengifo está constituido por el clímax. El clímax en la pieza de “La
esquina del miedo” está al principio y no al final. De manera que la obra
decanta los conflictos y las unidades de acción. En una estructura regular
podríamos encontrar el clímax en el punto casi final del mismo. Es decir el
momento culminante de la acción misma, un despliegue propio de las
fuerzas de energías que conducen a los personajes. Pero en el caso de
Rengifo utiliza todas estas fuerzas, todo este torbellino al principio de su obra
para desatar un camino que en la obra ya está desandado por los
personajes. Este es un esquema interesante y nuevo para ese momento del
teatro Venezolano, pues el “personaje pudiera pensar que realmente se trata
de rememorar el asunto o conflicto. Básicamente pudiéramos imaginar que el
personaje del muchacho siempre está en la cárcel y que todo lo que sucede,
aparece desde allí. Que Rengifo utilizara este esquema era para el teatro
Venezolano novedoso, además de que las estructuras de conflicto se
enrolaban en otras maneras de ser tratadas.
11
EL CONSEJO PUNTO CULMINANTE DE LA MARCHA DEL FEDERALISMO
Cuando todo parecía anunciar la victoria de las fuerzas de la Federación,
luego de 5 años de guerra y desolación, surgió el acuerdo de Coche con la
participación de los representantes de Falcón y Páez, a puertas cerradas. En
dicho tratado se estableció la paz y se convocó a la organización de una
Asamblea Nacional, la cual estaría conformada por 80 miembros, elegidos la
mitad por el jefe supremo y la otra mitad por el presidente Provisional de la
Federación, ante quienes renunciaría Páez y quienes nombrarían un
Ejecutivo transitorio. Dispuso también el tratado el cese definitivo de las
hostilidades, la prohibición de nuevos reclutamientos y la formación de
brigadas de orden público destinadas a impedir cualquier brote de violencia.
No obstante, de acuerdo con los comentaristas de la época, el Tratado de
Coche no sólo implicó los aspectos antes señalados, sino que produjo
importantes ganancias materiales a sus signatarios, Guzmán Blanco y Rojas,
quienes se repartieron el remanente del último empréstito contratado por el
gobierno de Londres. En definitiva, dada la magnitud de la contienda civil, la
trascendencia de la participación popular y la indiscutible fortaleza de los
federales, el Tratado de Coche evidenció las intenciones reales de los
dirigentes y anunció el estilo y las limitaciones de la política posterior.
Su nombre se debe a que fue concluido el 23 de abril de 1863 en la
hacienda Coche, próxima a Caracas, por Pedro José Rojas, secretario
general del jefe supremo de la República José Antonio Páez y Antonio
Guzmán Blanco, secretario general del presidente provisional de la
Federación Juan Crisóstomo Falcón, y confirmado por ello mismos en
Caracas (25.5.1863). La causa principal que llevó al gobierno de Páez a
establecer un diálogo con los líderes de la Federación, fue la precaria
situación política y económica en que se encontraba desde 1862.
12
TRATADO DE COCHE
Pedro J. Rojas en nombre de Páez y Guzmán Blanco en nombre de
Falcón acuerdan:
1. El ejército Federal reconoce el gobierno del Jefe Supremo de la
República y sus sustitutos.
2. Una asamblea se reunirá en Caracas dentro de treinta días después de
canjeada la aprobación de este convenio.
3. Cada provincia elegirá 4 diputados; 2 el gobierno y 2 la Federación.
4. En el momento de instalarse la Asamblea Nacional, cesará el gobierno del
señor General Páez y su sustituto, y la Asamblea constituirá enseguida un
nuevo gobierno de la manera que lo estime conveniente.
5. Una vez que la Asamblea Nacional haya constituido el nuevo gobierno,
continuará deliberando sin restricción alguna sobre los ramos de la
administración pública.
6. El gobierno nombrará al Sr. General Falcón, General en Jefe del Ejército
de la República, y al Sr. Facundo Camero, segundo jefe del mismo.
7. No se hará ninguna alteración notable ni en situación de tropas ni en
mandos militares, ni en ninguna otra cosa contraria al espíritu de este
convenio.
8. Cese de las hostilidades en toda la República.
9. Salvo lo que se dispone en el artículo anterior y que comenzará a regir
inmediatamente, el presente convenio se pondrá en ejecución tan luego
como lo hayan aprobado el Jefe Supremo de la República y el Sr. General
Falcón.
Coche, 24 de abril de 1863.
13
JUAN VICENTE GONZALEZ IDEÓLOGO DEL CONSERVADURISMO
VENEZOLANO
Muy poco se sabe sobre la niñez de este prestigioso intelectual
venezolano. Sus biógrafos no han podido determinar quienes fueron sus
padres, ni la fecha exacta de su nacimiento. Se conoce que nació en
Caracas en 1808, pero hay quienes afirman que fue en 1811.
Para ganarse la vida daba clases de gramática e historia en colegios
particulares. En 1849, fundó el colegio "El Salvador del Mundo". En sus aulas
se capacitaron muchos de los que más tarde fueron famosos ciudadanos.
Nombrado Diputado por Caracas al Congreso de 1848, fue testigo ocular
del sangriento allanamiento que hicieron las tropas del gobierno, al recinto
del Parlamento, matando e hiriendo a varios congresistas. Ese luctuoso
suceso le causó profunda impresión.
Juan Vicente González Delgado, era de ideas conservadoras, sin duda
porque en su adolescencia tuvo como tutor al Presbítero José Alberto
Espinoza. No vio con buenos ojos a la revolución de marzo de 1858, que
llevaron al poder a Julián Castro, Manuel Felipe Tovar y Fermín Toro.
Tampoco se sintió atraído por la Revolución Federal. Es más, era un
decidido opositor del liberalismo.
Desde "El Heraldo" y otros periódicos, combatió a los regímenes de
fuerza. Eso disgustó a muchos gobernantes. Estuvo a punto de ser
deportado en 1861. Se salvó del destierro gracias a la magnanimidad de
Pedro Gual, Presidente de la República, por breve tiempo.
14
Juan Vicente González, partidario del tradicionalismo aprendió a respetar los
principios de la libertad y la autodeterminación. Se opuso con palabras
impertinentes a la dictadura del General José Antonio Páez. Eso le valió un
encierro de tres meses en la cárcel de La Guaira.
Al ser libertado gracias a los buenos oficios de la masonería, reincidió en
sus críticas violentas al gobierno. Páez molesto, volvió a mandarlo a prisión,
esta vez en la "Rotunda". Allí escribió su "Manual de Historia Universal".
Triunfantes los ejércitos de Falcón, vio con simpatía al prestigioso militar y
distinguido Iíder masón, lo cual no impidió para que de vez en cuando le
dedicara también algunos ataques periodísticos.
Juan Vicente González, logró popularidad y respeto por su ágil y punzante
estilo periodístico. Era un temible panfletista, hábil en la polémica y
fulminante en el manejo del sarcasmo.
Pero era muy honesto, noble de sentimientos y amante de la verdad. Esto
quedó demostrado con la biografía muy favorable que escribió sobre el
Mariscal Juan Crisóstomo Falcón, no obstante que se declaró una vez
adversario del Caudillo Federalista.
En el periodismo consiguió fama por su talento y virulencia. Fue
editorialista de "El Heraldo", "El Diario de la Tarde", "La Prensa" y "Las
Catilinarias", provocando encendidas polémicas con los periodistas liberales
Felipe Larrazábal, Estanislao Rendón, Guillermo Tell Villegas, Tomás Lander
y Rafael Arvelo.
Alto, fornido, era una de las figuras más estimadas de aquellos tiempos.
Le apodaban "Tragalibros". Contaban de él muchas anécdotas, por su chispa
15
creativa y carácter enérgico. Una de las más conocidas es la que protagonizó
con el millonario Cipriano Morales, que tenía fama de ser muy avariento.
Este brillante hombre de letras falleció en Caracas el 1° de octubre de
1866.
LA QUERELLA DE ANTONIO LEOCADIO GUZMÁN Y JUAN VICENTE
GONZALEZ
Juan Vicente González funda en 1846 el Diario de la Tarde, para combatir
la candidatura presidencial de Antonio Leocadio Guzmán.
Antonio Leocadio Guzmán. Desde las páginas de su periódico «El
Venezolano» alborota por primera vez los sectores sociales hasta entonces
marginados de las cuestiones políticas en el país. Sus enemigos lo tildan de
demagogo. Su adversario más poderoso será el brillante polemista Juan
Vicente González.
En 1840 figura el Licenciado González entre los fundadores de «El
Venezolano», al lado de Tomás Lander, Valentín Espinal, Urbaneja y Antonio
Leocadio Guzmán pronto se distancia, sin embargo, cobra un odio feroz
contra Guzmán en torno al cual hará girar posteriormente toda su actuación
pública. En 1859 funda «El Heraldo». Su consigna es: «Contraer el solemne
compromiso de refutar «El Patriota», «El Diario» y todo bicho guzmancista
que alce golilla y la haga de escritor». Durante el año de 1846, siendo
González el Jefe político del Cantón de Caracas, experimenta el placer de
hacer prisionero a su diabólico enemigo, Antonio Leocadio Guzmán
solicitado con urgencia por conspirador. La escena es pintoresca y revela el
matiz de la lucha política que se desarrolla en la Venezuela de entonces.
16
Llegando Monagas al poder, la situación política de González cambia. Su
más encarnizado enemigo de ayer, humillado y por gracia de Monagas
desterrado, después de haber sido condenado a muerte por el tribunal,
aparece poco después en la dirección del Gobierno.
Llamo a Antonio Leocadio Guzmán 'bicho pedantesco que recibió de su
padre la empalagosa charla y las mañas del gitano';
TOMÁS LANDER COMO IDEÓLOGO DEL LIBERALISMO
Caracas, 29.12.1787 - Caracas, 6.12.1845
Periodista, agricultor, político y propagador del pensamiento liberal
venezolano. Hijo de Pedro Lander y de Paula Acal. El reciente hallazgo de
una copia de su partida de bautismo en el archivo de la Universidad Central
de Venezuela ha permitido corregir su fecha de nacimiento, tradicionalmente
fijada el 29 de diciembre de 1792.
Poco se sabe acerca de sus primeros años. Estudió en la Universidad
Central de Venezuela donde obtuvo el grado de bachiller en filosofía pero
pronto abandonó las aulas sin recibir el doctorado, completando su formación
a través del estudio autodidacta. Inclinado hacia la causa de la
independencia, es amigo de Francisco de Miranda, a quien escribe en 1812,
pero se mantiene al margen de la lucha.
Secretario de Simón Bolívar durante la Campaña Admirable (1813), vive
exiliado en las Antillas (1814-1818) dedicándose a actividades comerciales.
Vuelve a Venezuela por corto tiempo, para marcharse nuevamente, esta vez
hacia Europa (1818-1820). Regresa de nuevo a Venezuela (1820) Designado
miembro de la Municipalidad de Caracas después de la batalla de Carabobo
(1821), es secretario de la sociedad creada para editar el periódico El
Venezolano (1822-1824), en cuyas columnas colabora con frecuencia. En
1823, combate la expulsión de españoles decretada por el gobierno de
17
Bogotá, pidiendo que fuese abolida o a lo menos suavizada la ley de
confiscación vigente para ese entonces.
A partir de 1826, se une al general José Antonio Páez, y aboga por la
separación de Venezuela de la Gran Colombia en las páginas del órgano de
prensa «cosiatero». Consumada la separación de la Gran Colombia, tiene a
su cargo 2 periódicos Venezuela y el Congreso (1831) y El Elector Parlero
(1832). Síndico procurador del cantón de Ocumare del Tuy (1832), donde
posee varias haciendas. Lander muere repentinamente en Caracas, víctima
de un aneurisma. Su cadáver, embalsamado, permaneció durante casi medio
siglo sentado ante el escritorio de su domicilio caraqueño, en característica
actitud de escribir hasta que, el 5 de abril de 1884, sus restos fueron
solemnemente conducidos al Panteón Nacional.
La primera organización que puede ser considerada agrupación política
es el Partido Liberal, fundado en 1840 por Tomás Lander y Antonio Leocadio
Guzmán, en respuesta al grupo que detentaba el poder, el conservador. El
Partido Liberal es, pues, el primer partido histórico venezolano.
18
CONCLUSIONES
Los años que van de 1840 a 1847 constituyen uno de los períodos más
ricos de la historia republicana de Venezuela. En tan corto espacio de tiempo
se suceden, con vertiginosidad deslumbrante, acontecimientos capitales,
hechos que marcan hito, episodios que dejan su huella de siglos. Se mueven
en el escenario nacional una pléyade de personajes que van a estampar en
ese momento lo mejor o algo de lo más típico de sus vidas. Se desarrollan
debates de ideas y acciones prácticas realmente trascendentales.
Con la Sociedad Liberal surge el primer gran partido venezolano,
programático y popular.
Con El Venezolano aparece la prensa popular.
El debate electoral, aunque cortado por el ventajismo oficial, conoce sus
primeros momentos de auge y de interés.
Nace, en medio de la sangre y la violencia, la primera insurrección
campesina de nuestra vida republicana, acaudillada por el gran capitán
Ezequiel Zamora quien defendió los intereses de la población más débil de la
sociedad venezolana: los campesinos. Murió prematuramente, pero
reivindicar su ejemplo sigue siendo necesario en la medida en que aún se
plantea en Venezuela la conquista de una verdadera democracia popular,
que satisfaga ese deseo igualitario que insurgió en suelo patrio desde hace
más de doscientos años.
Aún continuamos luchando contra las oligarquías que nos oprimen y
frenan nuestro desarrollo, contra el imperio para defender nuestra soberanía,
contra la Derecha por el surgimiento de la Izquierda como sistema socialista
de vida. La sangre de nuestros patriotas no habrá sido derramada en vano,
en nuestras manos está su reivindicación.
19
BIBLIOGRAFIA
BRITO FIGUEROA, Federico. 1981. Tiempo de Ezequiel Zamora. UCV.
Caracas.
CASTILLO, Ricardo. 1996. La Guerra Federal. En : Historia para todos. Nº
16. Consejo Nacional de la Cultura. Caracas (Venezuela).
Aporrea.org.ve
Diccionario de la Real Academia Española
Historia Moderna y Contemporánea de Venezuela
YÉPEZ CASTILLO, Áureo. Historia de Venezuela 8º. Editorial Larense.
2009.
GÓMEZ ESPINOZA, Antonio. Historia Moderna y Contemporánea de
Venezuela. Editorial Salesiana.2000
20