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REVISTA DE AGRONOMÍA SOCIAL Nº0 diciembre 2011

Suma Sarnaqaña

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Critica y compromiso para el cambio social

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  • R E V I S TA D E A G R O N O M A S O C I A L

    N 0 d i c i e m b r e 2 0 1 1

  • Suma-Sarnaqaa Revista de Agronoma Social

    Ao 0, N0 Diciembre 2011

    www.ssq.com.uy/revista - [email protected]

    Es una publicitacin cuatrimestral que busca promover la

    reflexin crtica y sistemtica por parte de diversos actores

    comprometidos socio-polticamente con la transformacin de

    las estructuras agrarias del pas. sta herramienta, apunta a

    incluir la reflexin y el trabajo de todos aquellos que trabajan y

    piensan desde y para los sectores populares del campo, desde

    su insercin laboral o militante, desde el trabajo directo en el

    medio rural, o en el trabajo intelectual y cientfico volcado a estos

    sectores.

    Los artculos firmados son de entera responsabilidad de sus

    autores.

    Invitamos a todos los lectores a que hagan circular los artculos

    de la revista. Est permitida la reproduccin total o parcial de los

    artculos, no olvide citar correctamente la fuente.

    Integrantes activos del colectivo:

    Consejo editor: Mariana Scarlato, Ignacio Paparamborda,

    Carlos Brasesco y Ramn Gutirrez

    Diseo y diagramacin: Ins Garaza

    Foto (Imagen) de portada: Mariano Albistur

    Aportes - diseo de tapa: Javier Stella

    Impresin: Aragon Impresora SRL.

    Pgina web: Federico Martin

    Entrevistas: Gernimo Cardozo

    Banco de Imgenes: Gustavo

    Bentez

    Evento lanzamiento:

    Matilde Nauar

    Imagen Suma

    Sarnaqaa: Silvia

    Scarlato

    Asegurando y fortaleciendo el proyecto:

    Se invita a todos los interesados a formar parte de este proyecto.

    Las especificaciones para integrar el colectivo social as como

    para realizar la suscripcin a la revista pueden encontrarse en la

    pgina web.

    Se incita fervorosamente a todos los lectores a realizar

    contribuciones para las prximas ediciones de la revista. En la

    pgina web podr encontrar un documento de sugerencia para la

    redaccin de artculos as como los criterios que se utilizarn para

    la evaluacin de los mismos.

    Todos los aportes, dudas o sugerencias agradecemos hacerlos

    llegar al correo electrnico de la revista [email protected]

    Banco de imgenes: Es una herramienta para enriquecer la

    edicin de la revista. Todo compaero que desee colaborar con

    el banco de imgenes enviando fotografas, deber hacerlo a

    travs de un correo a [email protected] La foto deber

    contener la siguiente informacin: fotgrafo (o fuente original de la

    imagen), temtica o ttulo de la foto que se enva para facilitar su

    clasificacin dentro del Banco.

    Entrevistas: Este espacio busca amplificar la voz de asalariados

    y productores, recoger testimonios de los pobladores rurales,

    recoger entrevistas a diversos actores realizadas por los

    integrantes del colectivo social, aprovechando instancias

    de formacin o intercambio a nivel nacional o en el exterior.

    Animamos a los compaeros a realizar entrevistas enviando el clip

    de sonido y la desgrabacin a [email protected]

    Suma sarnaqaa significa en aimara saber

    caminar y es uno de los componentes

    del vivir bien (suma qamaa), que

    los pueblos originarios de nuestra

    Amrica estn impulsando como

    nueva referencia paradigmtica,

    frente al modelo hegemnico de

    desarrollo, organizacin social

    y relacin del hombre con la

    naturaleza.

  • ndice

    03........................ Editorial

    06........................Bloques temticos que estructuran la revista

    08....................... Al compaero Mario Costa

    10........................ Mojones de un camino en

    construccin - Miguel Soler

    17........................ El campo pedaggico

    Limber Elbio Santos

    24........................ Hay lugar para un nuevo de-

    sarrollo en la sociedad actual? Marcello Rachetti

    29........................ Desde un rincn de

    Florida.... - Gustavo F. Daz Gonzlez Gato

    34........................ Colectivo social de Suma

    Sarnaqaa

    Contra tapa ........................ Sin msica

    Daniel Viglietti

  • Con enorme emocin y sentido de responsabilidad, damos luz al primer nmero de la

    Revista de agronoma social Suma Sarnaqaa, crtica y compromiso para el cambio social

    rural. En esta nuestra primera editorial, queremos simplemente presentar la propuesta de

    comunicacin e invitar a participar activamente en su construccin a todos los que se

    identifiquen con la preocupacin central que nos motiva a militar para que este espacio

    exista: la profundizacin de un modelo de desarrollo rural eminentemente concentrador

    y extractivo, y la necesidad imperiosa de aunar esfuerzos y reflexiones para construir

    alternativas al mismo. Al tiempo, iremos amplificando las experiencias de lucha, organizacin

    y produccin alternativa existentes, para ir forjando caminos de superacin junto a los

    sectores populares rurales.

    Este espacio de comunicacin pretende ser una herramienta de participacin, reflexin

    y compromiso con la accin transformadora de la realidad, orientado a incrementar las

    capacidades organizativas y tcnicas de los sectores populares del campo para llevar

    adelante sus intereses.

    La revista no es el rgano oficial (u oficioso) de ninguna

    organizacin especfica, ni poltica, ni social, ni cultural, ni de

    ningn tipo, aunque entre en relacin de colaboracin o de

    debate con alguna organizacin o institucin. Constituye

    en s misma un espacio de participacin y debate abierto

    a todos los que compartan sus finalidades. No obstante,

    no es un espacio neutro en el debate contemporneo

    por el desarrollo rural y la transformacin social agraria.

    Asume como supuesto la necesidad y deseabilidad de

    una transformacin profunda de las estructuras agrarias

    y aportar a la construccin de modelos de desarrollo

    rural ms soberanos, ms democrticos y saludables

    en un vasto sentido del trmino.

    edito

    rial

    S o l a n u m s i s i m b r i f o l i u m

  • Este espacio de comunicacin no busca unanimidades.

    Estimular la reflexin, el debate y la polmica, siempre con una

    certeza: que los compaeros que escriben lo hacen con los pies

    en la realidad y su empeo puesto en el trabajo con y para los

    sectores populares rurales.

    La revista pretende llegar a una gama diversa de actores: docentes,

    estudiantes y egresados universitarios, tcnicos agrarios, maestros

    rurales, instituciones vinculadas al medio rural, productores

    familiares y asalariados rurales. Procura desenclaustrar diversos

    espacios de generacin de conocimiento, popular y acadmico,

    para ponerlos a opinar sobre los temas que estructuran la realidad

    rural. Para todos ellos el esfuerzo y a todos la invitacin a ser

    parte activa en la construccin de este rinconcito de pensamiento

    crtico dentro del debate rural.

    Para este nmero fundacional invitamos a diversos compaeros

    a escribir, de diferentes oficios, trayectorias e inserciones

    geogrficas. La invitacin fue a realizar un artculo libre, que surgiera

    del conocimiento de la propuesta de comunicacin en la que nos

    embarcamos. Es as que podrn encontrar en las pginas de este

    nmero, generosos aportes desde la educacin, la agronoma,

    y la cultura. Vaya el agradecimiento a todos por abonar a este

    primer paso de lo que esperamos sea un intrincado, pero lindo

    camino de bsqueda y construccin colectiva.

    Las razones para existir e invitar a tomar parte

    Este proyecto pretende constituir una lnea de trabajo que

    permita generar reflexin crtica y sistemtica por parte de

    diversos actores comprometidos socio-polticamente con

    la transformacin de las estructuras agrarias del pas. sta

    herramienta, apunta a incluir la reflexin y el trabajo de

    todos aquellos que trabajan y piensan desde y para los

    sectores populares del campo, desde su insercin laboral

    o militante, desde el trabajo directo en el medio rural, o en

    el trabajo intelectual y cientfico volcado a estos sectores.

    El trabajo en el medio rural es frecuentemente un factor de

    dispersin, y suele encontrarnos aislados y con dificultades

    para encontrar espacios de intercambio y discusin, donde

    volcar preocupaciones e inseguridades, donde respaldar

    nuestros actos en referencias colectivas, donde continuar

    la bsqueda de caminos de mejora.

    El Uruguay vivi y vive un particular momento, donde

    encontramos que el retorno del estado al fortalecimiento

    de la produccin familiar y su institucionalidad, a travs

    de diferentes proyectos, as como el avance en los

    derechos de los trabajadores rurales con la ley de 8 hs.,

    ha ocurrido en paralelo a la profundizacin de un modelo

    de concentracin y transnacionalizacin de los recursos

    naturales del pas, de las cadenas agroindustriales y de la

    apropiacin de la riqueza nacional, un modelo que amplia

    la dependencia y la desigualdad. En este marco, es preciso

    generar un instrumento que nos permita ampliar la mirada,

    salir de la dinmica de trabajo cotidiano para volver sobre

    los nudos problemticos que condicionan la realidad de

    las grandes mayoras del medio rural y que estructuran el

    proyecto de pas que se est construyendo.

    Adems del compromiso de este espacio de comunicacin

    con la transformacin social agraria, cabra agregar la

    conviccin acerca de la politicidad inevitable de los

    procesos de generacin, transferencia y aplicacin del

    conocimiento y la tecnologa, y acerca de la necesidad

    que tienen los procesos de cambio social agrario de unos

    procesos de generacin y aplicacin de conocimientos

    y tecnologas apropiadas que los acompaen

    potencindolos cotidianamente, tanto en materia de

    contenidos como de metodologas.

    Es por ello que parece interesante rescatar la idea-fuerza

    de la Agronoma Social, expuesta por A.V. Chayanov, all

    por la dcada del 20 del siglo XX, en el marco del proceso

    de transformacin agraria provocada por la Revolucin

    Rusa, donde dio una formalizacin definitiva e insuperable

    4SSQ

  • de la teora de la economa campesina familiar, conceptos

    sobre los cuales se han construido todas las nociones

    actuales acerca de la agricultura familiar en el contexto

    de procesos de modernizacin y explotacin (capitalista

    o socialista). Chayanov entendi que la capa emergente

    de los tcnicos agrarios seran un vector fundamental

    en la modernizacin y el desarrollo de la produccin

    campesina, mediante la integracin vertical de las unidades

    familiares campesinas y sus comunas rurales tradicionales,

    en un complejo sistema cooperativo de distribucin,

    transformacin y comercializacin de la produccin agraria.

    Era, en aquellos tiempos, la formulacin de un camino

    alternativo al de la colectivizacin forzada del campesino,

    y su integracin compulsiva en un sistema nacional

    de expoliacin orientado a construir sobre la base del

    subconsumo de una mayora campesina, la acumulacin

    originaria socialista de la industrializacin y la urbanizacin

    que caracteriz el modelo socialista a partir de la dcada

    de los 30. El resto es historia conocida.

    Pero ms all de estas circunstancias histricas y el debate

    intelectual y poltico que supieron prohijar en su hora, es

    interesante rescatar el rol estratgico que hoy tambin

    cumple esa capa de intelectuales vinculados al agro

    (tcnicos, maestros y profesionales de diversas disciplinas)

    en la construccin de propuestas de transformacin social

    agraria que integren los distintos elementos que se han

    ido incorporando a los procesos de accin y reflexin

    sobre las transformaciones agrarias (soberana alimentaria,

    distribucin de la riqueza agropecuaria, reforma agraria y

    colonizacin, ordenamiento del territorio, agroecologa,

    educacin popular, extensin y comunicacin rural, etc.)

    que nos permitan caminar hacia un modelo de desarrollo

    rural asentado en los intereses, propuestas y expectativas

    de los sectores populares del campo.

    Se trata de contar con un medio participativo de

    comunicacin y difusin de ideas, propuestas, reflexiones,

    anlisis, vinculados a la orientacin antes mencionada. Se

    busca generar el nexo necesario entre los compaeros

    que trabajan y piensan, en y desde distintos mbitos y

    ubicaciones sociales e institucionales, en la reforma de

    las estructuras agrarias y de los modelos productivos en

    Uruguay y los pases de la regin.

    La idea es tener un espacio de referencia para ir

    construyendo un pensamiento social agrario apropiado

    a nuestra realidad, a los efectos de generar y proyectar

    una perspectiva crtica del modelo de desarrollo rural y

    agropecuario hegemnico, haciendo el hueco necesario

    para el ensayo y la difusin pblica de experiencias

    productivas y organizativas innovadoras en materia de

    relaciones sociales de produccin y en la vinculacin de

    los sistemas de produccin agropecuarios con el entorno

    medio ambiental.

    Con esto se podran capitalizar, visibilizar, tal vez potenciar

    muchas de estas experiencias, y a su vez generar lazos

    y sinergias entre muchas acciones y emprendimientos

    de nivel micro (en el campo econmico, social, poltico

    o cultural) en las cuales muchos de nosotros podemos

    estar embarcados, generando la imprescindible elevacin

    de miras, abriendo espacios de debate colectivo sobre

    las polticas agropecuarias, las instituciones vinculadas

    al desarrollo rural y su quehacer, desde una perspectiva

    crtica que se encuentre arraigada en la accin concreta de

    cada uno de los que forma parte de este espacio. Por eso

    lo de crtica y compromiso.

    La invitacin es entonces a construir un camino de

    superacin social a travs de la comunicacin participativa

    y la convocatoria a la accin transformadora. De ah parte

    del nombre, SUMA SARNAQAA, saber caminar, uno de

    los componentes del vivir bien suma qamaa-, que los

    pueblos originarios de nuestra Amrica estn impulsando

    como nueva referencia paradigmtica, frente al modelo

    hegemnico de desarrollo.

    5SSQ

  • Bloques temticos que estructuran la revista

    Con el objetivo de organizar y dar una idea de las temticas

    de la revista, se han definido algunos bloques temticos.

    Esta estructura orienta el envo de artculos y habla sobre

    el perfil de la revista, a la vez que permite organizar los

    contenidos en torno a algunas ideas fuerza que son la base

    del proyecto de comunicacin.

    De todas formas, estos bloques temticos son de carcter

    orientativo, en la medida que podrn variar de acuerdo

    a las sugerencias que puedan realizar los miembros del

    colectivo, lectores o suscriptores de la revista.

    La idea es que estas temticas inviten y estimulen a todo

    aquel que se sienta identificado a aportar a la reflexin y

    a la construccin colectiva, desde los espacios en el que

    cada uno se encuentra y las visiones que cada uno tiene.

    Espacio Solanum sisimbrifolium -editorial-: Esta seccin

    est a cargo del consejo editor. Analizar aspectos de la

    coyuntura, procurando atender el discurso dominante

    en los medios de difusin masivos de comunicacin y

    participar en la construccin crtica de la agenda meditica

    en torno al medio rural. Solanum sisimbrifolium, nombre

    cientfico del Revienta caballos, fue uno de los nombres

    que tuvo la revista de la Asociacin de estudiantes de

    agronoma AeA- hace ya varias dcadas.

    Educadores populares tcnicos: Este bloque intenta

    rescatar la dimensin tica y poltica del conocimiento,

    de la tecnologa, del trabajo profesional y educativo. En

    el entendido de que el trabajo hacia los intereses de

    las mayoras, hacia los sectores populares, implica un

    compromiso global con la transformacin de la realidad,

    el respeto de su cultura y sus saberes, el compromiso

    con la participacin, el dilogo y la organizacin. Bajo este

    bloque se integrarn artculos relativos a: Papel de los

    profesionales agrarios / Experiencias de intervencin en el

    medio/ Educacin rural / Extensin y comunicacin rural /

    Profesiones no agrarias en el medio rural / Interdisciplina

    / Papel del conocimiento y su institucionalidad en el

    desarrollo rural y en la formacin.

    Reforma agraria y soberana alimentaria: En tiempos

    en que lo moderno aparece como bueno per se, como

    a-poltico, neutro ante los intereses; cuando se plantean

    los sucesos como trnsito natural, nico posible e

    inmodificable por nuestra voluntad; cuando ese trnsito ha

    desembocado en que la tierra est cada vez en menos

    manos; nos parece imprescindible hacer referencia al viejo

    concepto de reforma agraria y al ms reciente de soberana

    alimentaria. Ambos conceptos servirn como disparadores

    de las discusiones acerca de la estructura agraria nacional,

    de las relaciones de poder existentes en el medio rural y el

    papel de la poltica en el devenir nacional. Bajo este bloque

    se integrarn artculos relativos a: Polticas agropecuarias

    / Colonizacin / Soberana alimentaria / Instituciones

    vinculadas al desarrollo rural / Ordenamiento del territorio.

    Agroecologa: Este espacio intenta dar lugar a la reflexin y

    el rescate de diversas tecnologas y sistemas de produccin

    que van hacindose su lugar dentro de un medio rural cada

    vez ms homogneo y alejado de una visin integrada de

    la produccin a la naturaleza, a la poblacin rural y a los

    consumidores. Bajo este bloque se integrarn artculos

    relativos a: Produccin orgnica / Produccin integrada

    / Sistemas de produccin / Tecnologas amigables /

    Conservacin de la naturaleza / Seguridad alimentaria /

    Salud / Alimentos.

    Relaciones sociales alternativas: Existen en la regin

    diversas experiencias de carcter local que construyen

    formas alternativas de relacin social, solidarias, de

    cooperacin, superadoras de la relaciones de dominacin

    y explotacin; que pueden ser fuente de reflexin y

    6SSQ

  • construccin colectiva en este espacio. Bajo este bloque

    se integrarn artculos relativos a: Asociativismo rural /

    Sistema de fomento / Organizaciones de productores /

    Cooperativas y grupos.

    Organizacin de los sectores populares del campo:

    Busca rescatar aqu trabajos en torno a lo gremial y sindical

    a nivel rural, como espacios de organizacin y expresin

    de los intereses de los sectores populares rurales. A modo

    de ejemplo podrn ser trabajos referentes a: Asalariados

    rurales / Sindicalismo rural / Productores familiares /

    Sindicalismo agroindustrial.

    Sectores populares rurales de Amrica Latina: Trata

    de acercar experiencias de diversos sitios de Amrica,

    conscientes de que el modelo actual de explotacin de los

    recursos es un modelo presente en todo el continente, y

    pese a las diferencias existentes, es posible crecer desde

    el intercambio y el reconocimiento en la praxis que diversos

    movimientos sociales y profesionales llevan adelante. Bajo

    este bloque se integrarn artculos relativos a: Experiencias

    de compaeros de distintos pases / experiencias

    de uruguayos en otros pases / pueblos originarios /

    movimientos sociales rurales.

    Agronegocio: Este espacio apunta a conocer ms al

    modelo de desarrollo hegemnico en la actualidad, quines

    lo protagonizan, cules son sus efectos econmicos,

    sociales y ambientales. Bajo este bloque se integrarn

    artculos relativos a: Modelo hegemnico de desarrollo

    rural / Energa / Acceso alimenticio / Comercio / Sistema

    agroalimentario / Cadenas y complejos agroindustriales.

    Cronologa del conflicto agrario: Es un pequeo

    bloque, que a diferencia de los anteriores, tiene carcter

    descriptivo. Enumera y presenta brevemente los distintos

    conflictos rurales que se van sucediendo, de alcance local

    o nacional. El perodo descrito ser el plazo entre nmero

    y nmero de la revista. Dichos conflictos podrn tener

    diversas expresiones, por cuestiones de derecho laboral,

    salariales, ambientales, de acceso a recursos, etc.

    Rincn cultural Jorge Salerno: Se pretende dar un espacio

    a las diversas facetas de la cultura rural, constitutivas

    tambin de la historia y la vida de los sectores populares

    del campo. Escogimos homenajear al eterno compaero

    de la AeA Jorge Salerno, quien fue entre tantas cosas, un

    artista sensible, sembrador de esperanzas, un militante de

    la poesa comprometida con los pobres del campo.

    A UTAA en sus 50 aos

    Hay temas molestos, que

    son apartados una y otra

    vez con desdn, y vuelven,

    profiadamente, cada da ms

    desafiantes. Uno es el de la

    distribucin de la tierra, donde el

    monopolio de un grupo de familias sobre un tercio de la

    superficie del pas se ha venido a agregar, en los ltimos aos,

    el acaparamiento por extranjeros de otra tajada, generalmente

    fronteriza, que ya llega al 8 por ciento del territorio y sigue

    creciendo.

    Respecto al tema latifundio y reforma agraria, hace tiempo que

    desapareci del repertorio de los polticos. Es que a medida

    que decrece la poblacin rural (), decrecen los votos del

    campo y, por consecuencia, la repercusin de sus problemas

    en la mayora de los polticos.

    Y en lo relativo a la extranjerizacin de la tierra, cuando surge

    un grito aislado, (), la respuesta de la mayora fue casi de

    mofa. Nuestro campo se pobl siempre con inmigrantes, dijo

    Jorge Batlle, tratando de confundir a aquellos humildes colonos

    que venan de Europa con un atado al hombro a trabajar, con

    los actuales capitalistas que compran campos para especular.

    Ral Sendic, 16 de setiembre de 1987

    La tierra: Un tema tab

    7SSQ

  • Al compaero Mario Costa

    El pasado 3 de noviembre

    recibimos la triste noticia

    de su muerte. Conversando

    con algunos compaeros y

    compaeras coincidamos

    en que slo nos era posible

    recordarlo vivo. Y es que Mario

    contagiaba energa vital, en la

    reflexin serena y en la agitada

    tarea con otros. Tambin

    constatbamos, una vez ms,

    que en sus diversos caminos de vida cosech su ms

    porfiada siembra: el cario y el amor fraterno de quienes

    compartimos con l.

    A Mario llegamos (o Mario lleg a nosotros) desde diferentes

    mbitos y espacios, trabajo, estudio, militancia la vida.

    Muchos nos cruzamos con l en el camino de la Iglesia,

    otros en la Facultad de Agronoma, otros en La Huella o

    en Colol, y hasta en un alegre campamento veraniego

    en Santa Teresa, y todos supimos enseguida que era un

    camino a transitar en colectivo. Y ese caminar lo defini

    en todo momento, la bsqueda esperanzada de utopas

    ms solidarias y humanas, que expresaba en el aula

    proponiendo y provocando a los estudiantes, en el campo

    produciendo y viviendo con los paisanos, en la iglesia con

    la cual se comprometi y fue crtico, y en la familia como

    carioso padre y esposo.

    En Mario se combin un ser humano extraordinario,

    comprometido y jugado por los dems (en especial los

    ms pobres y marginados de nuestra sociedad) con

    una persona corriente (esposo y padre, productor rural,

    cristiano, amigo), con sus defectos y virtudes. Mario

    demostraba diariamente que es posible multiplicar la

    energa afectiva, sin tener que dividirla. Que se puede vivir

    un compromiso social profundo, sin perder la vida familiar.

    Y esto seguramente debido a que el compromiso de Mario

    no era personal, sino de pareja, no era de Mario, sino de

    Mario y Laila.

    A esa energa afectiva que alimenta el compromiso, Mario

    le agreg un conocimiento de las realidades en las cuales

    se involucr, construido desde la razn y la experiencia

    vivencial, promoviendo que los procesos de extensin

    rural estuvieran anclados en situaciones concretas. Un

    conocimiento que parta de la humildad intelectual que

    lo identific como un referente del pragmatismo de la

    sinceridad que describa Vaz Ferreira.

    Es as que Mario, desde la praxis cotidiana, fue uno de

    los principales referentes en lo relacionado a la poltica y

    prctica de la extensin en el campo. En donde estuvo,

    su prioridad era la comunin con los estudiantes, con los

    jvenes egresados, con productores y asalariados, con

    muchos de los cuales construy un fuerte lazo afectivo e

    ideolgico.

    Durante su vida, signada por las dos grandes instituciones

    en las que transit (Universidad e Iglesia) Mario respondi

    enfticamente a las dos grandes preguntas que propone

    el Gnesis: Dnde estas? Un da en La Huella, otro en

    Colol, otro en Comisin Nacional de Fomento Rural, otro

    en Facultad de Agronoma, otro en MEVIR, otro en Casup...

    Cada da en un lugar diferente, con un compromiso

    impostergable. Pero a la vez, cada da pudo responder a

    la segunda pregunta de la misma manera: Dnde est tu

    hermano? Ac, conmigo. Los gurises de la Huella, ac,

    conmigo. Los productores familiares, ac, conmigo. Los

    sin techo del campo, ac, conmigo.... Cada uno de ellos

    ameritan una lucha de por vida.

    Las opciones de vida, lo que somos, lo que queremos ser,

    se definen con nuestras respuestas a esas dos preguntas

    fundamentales.

    Gracias compaero Mario, por haber estado con nosotros

    y por haber estado siempre.

    Extracto realizada por el consejo editor de Suma Sarnaqaa

    a partir de Dnde ests? Dnde est tu hermano?- Tributo

    a Mario Costa. 2011. Gustavo Cabrera, Gabriel Isola, Joaqun

    Marqus, Walter Oreggioni y Valentn Picasso:

    http://www.extension.edu.uy/articulos/5528

    8SSQ

  • Las teoras en torno al desarrollo incurren frecuentemente en subversin de valores. Al hecho tcnico le atribuyen un significado teleolgico y de ese modo

    convierten en fin lo que slo tiene categora de medio. Dentro de la misma

    confusin subordinan el hombre a las exigencias del progreso

    econmico. La expresin `recursos humanos, tan

    frecuente en la jerga desarrollista, es algo ms que

    un modo de decir, es la designacin que responde

    al concepto del hombre transformado en medio.

    Como consecuencia, la formacin de ste, o sea la

    educacin, se convierte en actividad derivada o

    condicionada, al servicio de las necesidades del

    proceso econmico.

    En el dualismo desarrollo-educacin, no participamos

    del criterio de la subordinacin de la segunda

    al primero. La educacin es, en esencia, parte

    inseparable de la condicin humana y como tal tiene

    vigencia, funciones y fines que le son propios. Creemos

    s, que existe coincidencia natural entre la transformacin

    de la economa y los cambios que experimenta el hombre que en

    el concierto de sus relaciones vive. Pero en ningn momento

    consideramos lcito el extremo de poner la educacin la

    formacin del hombre al servicio de programas

    concretos de naturaleza econmica.

    Julio Castro, La alfabetizacin en el

    desarrollo econmico del Per,

    Informe a la UNESCO, 1966.

    E d u c a d o r e s p o p u l a r e s t c n i c o s

  • Mojones de un camino en construccin

    Larga ha sido y seguir

    siendo la lucha por la tierra,

    por su uso equitativo y

    racional, por la dignidad y

    bienestar de la familia rural,

    por un pas que produzca

    cada vez ms y distribuya los

    resultados de ese esfuerzo

    cada da con mayor justicia.

    Saludo la aparicin de SUMA

    SARNAQAA como herramienta difusora de un saber que

    concilie las ciencias agronmicas con las necesidades del

    pueblo todo. Y con la soberana nacional.

    Educador de profesin, me permito transcribir textualmente

    una seleccin de algunos (solamente unos pocos)

    mojones de la larga marcha del magisterio y del pas

    agrario, en la que el saber agropecuario y la educacin

    se desconocieron o se apoyaron mutuamente. Estn

    ordenados cronolgicamente y muestran grandes saltos

    adelante, estancamientos, retrocesos, inmensos e injustos

    contrastes, marchas y contramarchas de un pensamiento

    que, hoy ms que nunca, est lejos de haber colocado el

    ltimo mojn.

    Miguel Soler Roca

    1815. Artigas. Reglamento Provisorio de la Provincia

    Oriental para el Fomento de la Campaa y Seguridad

    de sus Hacendados: Art. 6: Por ahora el seor alcalde

    provincial y dems subalternos se dedicarn a fomentar

    con brazos tiles la poblacin de la campaa. Para ello

    revisar cada uno, en sus respectivas jurisdicciones, los

    terrenos disponibles, y los sujetos dignos de esta gracia

    con prevencin que los ms infelices sern los ms privile-

    giados. En consecuencia, los negros libres, los zambos de

    esta clase, los indios y los criollos pobres, todos podrn

    ser agraciados con suertes de estancia, si con su trabajo y

    hombra de bien propenden a su felicidad y a la de la pro-

    vincia. Art. 7: Sern tambin agraciadas las viudas pobres

    si tuvieren hijos. Sern igualmente preferidos los casados

    a los americanos solteros, y estos a cualquier extranjero.

    1874. Jos Pedro Varela, La Educacin del Pueblo:

    Hay que aplicar a nuestra agricultura todos los adelantos

    de la industria moderna: mquinas de arar, de sembrar,

    de segar, de emparvar, de aventar; mquinas en vez de

    hombres; hay que conocer y buscar la buena semilla; que

    conocer y buscar la tierra buena, que abonar la que es po-

    bre, que fatigar algo la que es demasiado rica, que plantar

    en cada tierra la semilla que convenga, aqu trigo, all maz,

    ms all rboles, ms ac legumbres; en una palabra, hay

    que conocer aquellas de las ciencias naturales cuya apli-

    cacin es diariamente reclamada por el trabajo del agricul-

    tor inteligente.

    1877. Decreto Ley de Educacin Comn (Reforma Va-

    reliana): Artculo 17. Estas materias se distribuirn en el

    respectivo programa de las escuelas de primero, segundo

    y tercer grado, () debiendo hallarse incluidas en el pro-

    grama de todas las escuelas de campaa, cualquiera que

    sea su grado, las nociones de agricultura.

    1917. Programa para las Escuelas Primarias Rurales:

    Agricultura: El objeto de este programa al introducir en l

    la prctica de industrias afines, es despertar el inters del

    10SSQ

  • chacras necesarias de la extensin y tipo que corresponda

    a la zona rural de que se trate. Esas cuarenta escuelas

    granjas estarn encargadas, si salimos triunfantes de la ex-

    periencia, de acreditar la utilidad prctica del conocimiento

    agrario.

    1944. Resoluciones del Congreso Nacional de Maes-

    tros sobre Escuela Rural (primera etapa). Montevideo:

    El Congreso, en momentos en que lucha por la reforma y

    racionalizacin de la Escuela Rural, declara ante la opinin

    pblica que la accin de la escuela no adquirir su verda-

    dera significacin ni alcanzar las proyecciones ambicio-

    nadas por los maestros, mientras no se realice la Reforma

    Agraria que transforme nuestro actual rgimen econmico.

    En la actualidad esta organizacin, basada esencialmente

    en los privilegios del gran latifundio, contrarresta la influen-

    cia benfica y progresista de la Escuela Rural, siendo en

    el fondo el verdadero obstculo a la consecucin de sus

    fines.

    1945. Resoluciones del Congreso Nacional de Maes-

    tros sobre Escuela Rural (segunda etapa). Montevideo:

    Manteniendo los fines esenciales, universales de la edu-

    cacin, la Escuela Rural debe realizar una enseanza es-

    pecficamente activa. El jardn, la huerta, la chacra son, con

    el apiario, el taller, el parque de juego, etc., material vivo

    e indispensable con que debe contar toda Escuela Rural

    para el ejercicio pleno de la educacin. En su organizacin,

    debe considerarse las caractersticas sociales, econmi-

    cas y culturales de las distintas zonas del pas.

    1945. Julio Castro, Semanario MARCHA, artculos so-

    bre la misin socio pedaggica a Caraguat: Aqu vivi-

    mos en un mundo de merengue; batimos y rebatimos claras

    de huevo y azcar. Cuando hemos llegado a soluciones,

    ellas son espuma. Y como espuma que son, sirven slo de

    adorno, o se pierden en la nada. Con los rancheros, con la

    reforma agraria, con los desalojos rurales, con los crditos

    agrcolas ha pasado y pasar lo mismo. Todava estamos

    campesino por todo lo que pueda serle til y presentar ante

    sus ojos la realizacin feliz de lo que l crea imposible. Es

    hacerlo capaz de amar su propia tierra, de hacerla produc-

    tiva, de ensearle a explotar el capital propio. La ensean-

    za escolar de la Agricultura y de la Economa Domstica

    prcticas es absolutamente necesaria, es obra patritica y

    humanitaria, y todos los maestros deben sentirlo as. Sera

    preciso que cada escuela fuera una pequea granja mo-

    delo que sirviera de ejemplo y estmulo, que hiciera surgir

    a su influjo grandes granjas que la rodearan, que hiciera

    del distrito antes impasible y desidioso un medio activo y

    emprendedor: el que mejor lo consiga, ese ser el mejor

    maestro.

    1944. Concentracin de Maestros Rurales en Tacua-

    remb. Declaraciones y conclusiones: Es aspiracin de

    los maestros lograr la democracia poltica y econmica,

    a cuyo fin es preciso determinar que la tierra debe per-

    tenecer a quien la trabaja y la hace producir, debiendo el

    Estado defender econmicamente al pequeo productor,

    a quien debe ilustrarse tcnicamente para el logro de una

    mayor eficiencia. Como una solucin inmediata de este

    problema, aspiramos a la rpida sancin de la Ley de Re-

    forma Agraria.

    1944. Maestro Agustn Ferreiro, Acerca de las Escuelas

    Granjas: La desercin escolar est actualmente en rela-

    cin directa con la eficacia docente y social del estableci-

    miento de que se trate. Si ahora es as, tenemos derecho

    a pensar que en las escuelas granjas habr pocos deser-

    tores y que, al contrario, aseguraremos la permanencia de

    los alumnos, especialmente de las alumnas, en un alto por

    ciento, hasta la edad de dieciocho aos. Pensamos dentro

    de nuestros sueos que estas escuelas podran tener otros

    desarrollos. Por ejemplo, podran desde ya conectarse con

    algn pensamiento sobre poltica agraria y hacer que las

    instituciones de crdito agrcola y colonizacin, que ya

    existen, den a los alumnos que hagan los cursos de en-

    seanza y tengan vocacin por las tareas de la tierra, las

    11SSQ

  • en la etapa de la psitacosis: hablamos de un problema y lo

    damos por resuelto. Pero en los hechos, en lo concreto,

    NO HACEMOS NADA. El mrito de la misin pedaggica

    est en su condicin de cosa prctica. Los muchachos no

    discutieron, ni escribieron: fueron a trabajar y a ver. Los

    resultados, pocos o muchos, buenos o malos, fueron fruto

    de una experiencia vivida. Para lograrlos pasaron fro, ca-

    minaron leguas, supieron lo que era la mugre en su propia

    piel. Y esto es lo que tiene valor.

    1945. Conclusiones del Primer Congreso Nacional de

    Colonizacin. Paysand: El Primer Congreso Nacional

    de Colonizacin aspira a: Que debiendo tener toda poltica

    de colonizacin como finalidad principal la defensa de los

    valores humanos, se apoye la accin que realiza la Escue-

    la Pblica, que debe preparar al alumno para permitir su

    ingreso a la Enseanza Secundaria, Industrial o Agraria,

    crendose la Escuela simultneamente con la fundacin

    de toda Colonia y dotndola del rea tcnicamente nece-

    saria y de los medios para realizar su misin. Que es de

    imperiosa necesidad ofrecer al adolescente campesino en

    cursos post escolares las oportunidades para ampliar su

    cultura, para realizar su capacitacin respetando sus apti-

    tudes y para solucionar su

    problema econmico. Que

    siendo de fundamental im-

    portancia elevar la moral

    familiar y social por medio

    de la cultura de la mujer, se

    creen en todas las colonias

    escuelas del hogar agrario,

    que amplen su accin con

    jornadas culturales, reali-

    zadas en el hogar del co-

    lono. Que para despertar

    en las colonias un espritu

    de alegra y de fervor en el

    trabajo, funcione dentro del

    Instituto de Colonizacin a

    crearse un departamento de accin social y cultural que,

    por distintos medios, ofrezca al colono sanos esparcimien-

    tos, realizando una accin cultural que favorezca la soli-

    daridad humana, coordinando para tal fin la accin de los

    organismos culturales afines.

    1946. Primera Convencin de la Federacin Uruguaya

    del Magisterio, Reforma Agraria. Montevideo: El lati-

    fundio constituye la base econmica sobre la que se asien-

    ta la actual organizacin nacional. Por ello, al determinar

    condiciones econmico sociales semifeudales, de esclavi-

    zacin del hombre, que sealan un enorme estancamiento

    de la nacin, el latifundio resulta el mximo oponente del

    progreso y bienestar colectivo. () El maestro debe unirse

    a los campesinos del radio a fin de que, en la accin y la

    palabra, el hombre del campo vea en l un verdadero alia-

    do de la lucha que sostiene desde hace tantos aos, sin

    haber logrado cristalizar an sus mnimas aspiraciones.

    1948: Ley 11.029, creacin del Instituto Nacional de

    Colonizacin: Art. 1.- A los efectos de esta ley, por co-

    lonizacin se entiende el conjunto de medidas a adoptarse

    de acuerdo con ella para promover una racional subdivi-

    12SSQ

  • para su explotacin directa. () Art. 89.- Sin perjuicio de

    poderlo hacer directamente, el Instituto de Colonizacin

    colaborar con los Ministerios y organismos competentes

    en la implantacin dentro de las colonias o zonas adya-

    centes, de escuelas o cursos destinados a la enseanza

    agraria, general o especializada, y en la preparacin de los

    colonos o sus hijos para los trabajos y oficios necesarios

    para el desarrollo normal de las actividades. Con los mis-

    mos fines podr gestionar de la Universidad del Trabajo,

    y aun conceder becas para estudiar en las Escuelas In-

    dustriales de especializacin, debiendo, asimismo, facilitar

    a los hijos de los colonos las oportunidades de ampliar

    su cultura respetando su vocacin y aptitudes. El Instituto

    podr tambin establecer un sistema de becas y bolsas

    de viaje para el perfeccionamiento de los colonos y de los

    funcionarios tcnicos y administrativos en los centros de

    enseanza y de trabajo del extranjero.

    1949. Palabras de Don Antonio Rubio, Presidente del

    Instituto Nacional de Colonizacin, segn el Informe del

    Congreso de Maestros Rurales de Piripolis: El Sr. Ru-

    bio () indic que los maestros rurales podran aportar un

    invalorable servicio denunciando todos aquellos campos

    que, por la forma en que son explotados, por ausentismo

    de sus propietarios, por otras causas detalladas en la ley

    y que el Sr. Rubio enumer, son pasibles de inmediata

    expropiacin. () Enfocando diversos aspectos de la ley,

    el Sr. Rubio mencion el artculo 138 de la misma que es-

    tablece la designacin por el Ejecutivo de una Comisin

    encargada de realizar un plan para la coordinacin y ajuste

    de los servicios de enseanza agraria oficiales, lamentan-

    do que muy a pesar suyo, no se hubiese integrado con

    un maestro. Explic que en este asunto prim el criterio

    tcnico () y no tuvo xito su proposicin.

    1949. Palabras del Maestro Abner Prada segn el In-

    forme del Congreso de Maestros Rurales de Piripolis:

    El Sr. Abner Prada manifest su profunda desilusin al en-

    sin de la tierra y su adecuada explotacin, procurando

    el aumento y mejora de la produccin agropecuaria y la

    radicacin y bienestar del trabajador rural.() Art. 48.- Al

    proyectarse las colonias se prevern los espacios necesa-

    rios para la instalacin de los servicios de inters colectivo:

    escuelas, cooperativas, plantas industriales, local para es-

    pectculos pblicos y reuniones, plazas de deportes, ofi-

    cinas pblicas, servicios sanitarios, viveros, silos, servicios

    de reproductores, parque forestal, etc. Art. 49.- Cuando

    las colonias no contaren con escuelas de enseanza pri-

    maria en un radio conveniente, el Instituto gestionar del

    Consejo de Enseanza Primaria y Normal la construccin

    y habilitacin de las que se reputaren necesarias. () Asi-

    mismo, el Instituto prestar su atencin a la cultura de la

    mujer y a su preparacin para el hogar; a la fundacin de

    clubes de nios y jvenes, bibliotecas, etc., procurando

    ofrecer a los colonos medios de superacin espiritual y

    sanos esparcimientos. () Art. 67.- () Los ingenieros

    agrnomos, veterinarios, capataces rurales y los alumnos

    de las escuelas agrarias que hubieran terminado sus cur-

    sos con buena calificacin, podrn adquirir hasta dos lotes

    13SSQ

  • terarse del desconocimiento que de la obra de la Escuela

    Rural representa la no inclusin de un representante del

    magisterio rural en la Comisin Asesora sobre problemas

    educacionales. Se refiri al aporte de los maestros en la

    lucha pro reforma agraria. Indic las estrechas vinculacio-

    nes entre el Instituto Nacional de Colonizacin y la Escue-

    la Rural. Recalc que numerosas escuelas rurales son el

    centro de todas las actividades sociales y culturales de

    la zona, tales como Sociedades de Fomento Rural, clu-

    bes de criadores, cooperativas, etc. Record el aporte en

    las cruzadas sanitarias, censos, campaas culturales, etc.

    Mencion lo realizado por las Escuelas Granjas con sus

    cursos post-escolares, del hogar agrario y de capacitacin

    agronmica. Finalmente, manifest que a su juicio la herra-

    mienta ms eficaz, de uso ms inmediato, quiz la nica

    con que contar por muchos aos el Instituto Nacional de

    Colonizacin para realizar sus planes de ndole cultural y

    social, es la Escuela Rural.

    1949. Programa para escuelas rurales; fines sociales:

    La Escuela intervendr activamente en la vida que la ro-

    dea. Para ello debe: () c) Crear entre el vecindario la idea

    de que la Escuela es del Pueblo, PORQUE ES LA CASA DE

    LOS HIJOS DEL PUEBLO. () h) Jerarquizar la vida rural a

    fin de evitar la huida del hombre del campo y su emigra-

    cin a las ciudades, contribuyendo a crear modos de vida

    que resuelvan sus necesidades sin que se sienta impulsa-

    do a abandonar su medio. () Actividades agronmicas:

    Los trabajos correspondientes a este programa pueden

    convertirse, si se sabe orientar la labor, en el motivo central

    de la actividad escolar. Las actividades de huerta y taller no

    solo permiten la adquisicin de tcnicas que se proyecta-

    rn luego a la vida post-escolar; ms importante que esto

    es el campo que abren al conocimiento de la naturaleza

    y sus fenmenos. En los trabajos de cultivo y cra el nio

    tiene seres vivos, animales y vegetales, al alcance de su

    mano. Los cultiva, los cuida, los comprende. Aprende a

    amarlos y a desentraar su significado. Los estudia; llega

    a conocerlos profundamente. Inclusive se autodisciplina

    en el tratamiento con ellos. En el taller se ennoblece con

    el trabajo manual; disciplina sus movimientos, aprende a

    manejar sus manos, domina herramientas. Hace trabajos

    tiles y se reconoce a s mismo como un creador.

    1960. XVI Convencin de la Federacin Uruguaya del

    Magisterio. Escuela rural y analfabetismo: Un medio rural

    con estas caractersticas generales de pobreza no poda

    generar otro tipo de escuela que la que resulta comn en

    nuestros campos, esto es, aquella en que se une la po-

    breza del edificio, la precariedad de los recursos pedag-

    gicos y la transitoriedad del maestro. En tales condiciones

    la escuela, por la estrechez de su campo de accin, est

    expuesta, junto con la comunidad, a un proceso de involu-

    cin que la va llevando a la inefectividad de su trabajo. ()

    La Escuela Rural no puede seguir en su posicin de sim-

    ple alfabetizadora, sino que debe tomar conciencia de las

    responsabilidades que le corresponden en presente como

    nica institucin educativa del Estado en la casi totalidad

    de estos medios rurales, y por ende, el compromiso de

    influir en el mejoramiento del medio en que acta, propi-

    ciando una correcta conexin con los dems organismos

    pblicos que tienen que ver con el bienestar de las zonas

    rurales.

    1961. Maestro Miguel Soler, Nota de renuncia a la Di-

    reccin del Ncleo Escolar de La Mina presentada al

    Consejo de Enseanza Primaria: () Los maestros de

    muchas zonas campesinas hemos visto a nios de vientre

    hinchado por la malnutricin, afiebrados sobre cojinillos,

    separados del mdico por muchas leguas de mal cami-

    no. Hemos visto a las madres envejecidas prematuramen-

    te, con el rostro endurecido por la ansiedad, privadas de

    sociabilidad y esperanza. Hemos visto a muchos jvenes

    valiosos huir del trabajo escaso y mal pagado para refugiar

    su hambre de seguridad en los cuarteles. Hemos visto a

    hombres maduros, perdida ya la ilusin de la lucha creado-

    ra, levantando como parias ranchos cada vez ms pobres,

    para terminar en la triste condicin de pensionistas o de

    14SSQ

  • s/f. Maestro Henry Ruiz, Reflexiones en torno a las fun-

    ciones de la escuela en el campo: Los planteamientos

    que hagamos sobre educacin rural deben significar un

    salto cualitativo, ubicando a la educacin en un contexto

    de transformacin del medio rural como proceso perma-

    nente del individuo y del grupo. Encarar su desarrollo con la

    participacin del pueblo, dndole a participacin el verda-

    dero sentido de ejercicio del poder. Ello significa re-crear

    procesos de vivencia y ejercicio democrtico, nica forma

    de que nuestro pueblo desarrolle sus potencialidades, la

    confianza en el poder del grupo, cerrando toda posibilidad

    a las soluciones mesinicas y no tolerando paternalismos

    paralizantes.

    2005. 2 Encuentro de Maestros Rurales. Montevideo:

    Se discute acerca del rol que debe cumplir la escuela

    rural en el desarrollo econmico y social del pas, ya que

    somos el nico nexo con las comunidades estancadas,

    aisladas y excluidas, que no tienen forma de avanzar sin

    que se las organice. El maestro rural debe promover la

    agrupacin de la comunidad y tender a su desarrollo y para

    habitantes de un suburbio a donde nunca hubieran ido a

    parar con los suyos si la buena tierra les hubiera ofrecido

    pan y esperanza. () Durante aos gritamos, luego discu-

    timos, hoy sencillamente trabajamos. Y todo el que ha que-

    rido tener ojos y odos sabe que la escuela rural se ha afir-

    mado, ao tras ao, en esta conviccin: o se inicia donde

    haga falta una accin educativa recuperadora, o nuestras

    gentes humildes del campo seguirn deslizndose hacia

    una definitiva frustracin. Este es asunto de clara compe-

    tencia del Consejo Nacional de Enseanza Primaria y Nor-

    mal, porque sin perjuicio de reconocer en qu gran medida

    es tambin un problema que atae a todos los rganos

    del gobierno y a todos los ciudadanos de la Repblica, sin

    duda la educacin debe cumplir en tales casos su funcin

    primaria y transmitir al hombre las conquistas del hombre,

    entre las que estn tanto aquellas que se refieren a la

    vida material como las que tocan a la espiritualidad. Los

    maestros del campo reclamamos un puesto de trabajo en

    el esfuerzo nacional por liberar del miedo y la incertidumbre

    a buena parte de la poblacin rural y no daremos un paso

    atrs en nuestra ya vieja resolucin de hacer de nuestras

    escuelas centros de vida y esperanza.

    15SSQ

  • esto es necesario una formacin social y ciudadana. Debe

    ser un agente promotor de cambios, lo que redunda en la

    jerarquizacin de su tarea (). Somos conscientes de que

    la escuela sola no puede provocar el cambio social y pro-

    ductivo, por lo que solicitamos que no se pida a la escuela

    ms de lo que la escuela puede y debe dar; entendemos

    que su accin solo es posible en el marco de un modelo

    poltico econmico, que impulse la reactivacin productiva

    y el desarrollo de la sociedad rural.

    2008. Seminario Internacional Formacin de Formado-

    res para el Desarrollo Rural. Montevideo-Tacuaremb.

    Acta de Proceso y Compromiso: () Cmo hacer de los

    centros educativos y de la formacin de profesores y otros

    agentes sociales, nacionales y locales, un espacio clave

    del desarrollo de las comunidades? () Quienes hemos

    participado en este Seminario Internacional convenimos

    y nos comprometemos a impulsar los siguientes puntos:

    1.- Que los productos de este Seminario Internacional con-

    tribuyan a situar la formacin de formadores para el desa-

    rrollo rural en la agenda de las instituciones organizadoras

    y en la de todos los participantes del evento, promoviendo

    una nueva etapa de reflexin individual y colectiva sobre el

    valor y sentido de lo que hacemos, comprometindonos

    para continuar trabajando en profundidad para producir

    propuestas alternativas que verdaderamente conduzcan

    a estrategias de desarrollo sustentable y que mejoren las

    condiciones de vida con y para la poblacin rural. () 4.-

    Reivindicamos la necesidad del sinceramiento y humildad

    institucional, profesional y personal al pretender desarrollar

    procesos de cambio que valoren, respeten y promuevan

    el desarrollo libre de las comunidades de nuestros pases,

    conscientes de que solo sern verdaderos si ocurren pri-

    mero en cada uno de nosotros.

    2011. Gabriel Oyhantabal e Ignacio Narbondo, Ra-

    diografa del Agronegocio Sojero: La sojizacin le ha

    dado un nuevo nfasis a la extranjerizacin de la tierra. Si

    bien histricamente este fenmeno no super el 10% del

    territorio y sola involucrar principalmente a extranjeros re-

    sidentes en el pas, en los ltimos aos se han registrado

    cambios importantes de la mano del avance de los agro-

    negocios en diferentes ramas de la actividad agropecuaria

    (forestacin, soja, ganadera, arroz). Informacin reciente

    (DIEA, 2008) indica que entre 2000 y 2007, 1,7 millones de

    hectreas pasaron a manos de sociedades annimas, por

    regla general extranjeras, y que esa misma superficie dej

    de estar en manos de uruguayos. En la actualidad se es-

    tima que ms del 25% del territorio est extranjerizado. En

    paralelo al avance de produccin de soja, la concentracin

    y extranjerizacin de la tierra han confluido, lo que ha gene-

    rado un escenario en el que la distribucin de los recursos,

    principalmente la tierra y la riqueza que se obtiene de ella,

    es extremadamente desigual en la agricultura.

    2011. Segundo Seminario Internacional: Formacin de

    Formadores para el Desarrollo Rural. Montevideo. Sn-

    tesis del taller La visin de las organizaciones: () Es

    indispensable pensar en una dimensin tico-poltica en la

    formacin, no considerando el rol de los formadores como

    un papel cercano a la neutralidad. La experiencia de los

    movimientos sociales campesinos latinoamericanos nos

    muestra caminos relacionados con una educacin com-

    prometida con los objetivos de estos sujetos colectivos

    del medio rural. El taller constata, con satisfaccin, que

    algunos estratos y modalidades de la educacin formal ofi-

    cial experimentan actualmente en este mbito un proce-

    so de revisin conceptual, en procura de que docentes y

    tcnicos tengan una mayor familiaridad con la realidad del

    medio rural y dominen los aspectos tericos, prcticos y

    ticos del trabajo de promocin de la organizacin comu-

    nitaria para la socializacin del conocimiento, el ejercicio

    de los derechos humanos y ciudadanos y la participacin

    protagnica de la poblacin en la necesaria transformacin

    social.

    16SSQ

  • El campo pedaggico

    Maestro Limber Elbio Santos

    Director del Departamento de Educacin para el

    Medio Rural, Consejo de Educacin Inicial y Primaria,

    Administracin Nacional de Educacin Pblica.

    Docente e Investigador del Departamento de Historia y

    Filosofa de la Educacin, Instituto de Educacin,

    Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin,

    Universidad de la Repblica.

    Cuando analizamos el rol de la escuela rural en la sociedad

    actual hacemos referencia inevitablemente a los elementos

    que conformaron una escena fundante de construccin

    pedaggica. El medio rural de la dcada de 1930 dio lugar

    a un pensamiento, a una generacin y a una produccin

    intelectual de maestros que en ese momento estaban

    trabajando en el medio y que, como producto de ese

    proceso, construyeron una pedagoga rural. Una escena

    fundante en la que la visualizacin del rol de la escuela

    rural estuvo, en principio, muy de la mano de lo que

    constitua el estrecho vnculo que la escuela rural tena

    con las comunidades, con las familias, con el entorno y

    con la sociedad rural en la cual estaba inserta. Sin duda

    que aquella sociedad rural gener el pensamiento de los

    maestros de la dcada de 1940 y que luego claramente

    se visualiza en algunos productos de aquel proceso como

    son los fundamentos, conceptos y fines que estuvieron

    presentes en la estructura curricular que se construy

    y que estuvo vigente en la educacin primaria rural en

    trminos formales hasta 2008. All hay conceptos que han

    sobrevivido hasta la actualidad porque son bastante ms

    profundos que el marco curricular en el cual se incluyeron.

    En esa escena fundante la escuela rural estaba ubicada

    en un contexto caracterizado, sobre todo, por la presencia

    de los rancheros rurales, de los cuales daba cuenta Julio

    Castro. All la escuela era la nica institucin pblica, la

    nica presencia del Estado, ubicada en el marco de esa

    conformacin social con tantos problemas e identificada

    en ese momento con tantas realidades a lo largo y

    ancho del pas. Lo que se comienza a estructurar como

    pensamiento en torno al rol de la escuela rural es un

    discurso que a partir de la dcada de 1930 se comienza

    a desarrollar en forma de denuncia. Denuncia de parte de

    los maestros acerca de las condiciones de las escuelas

    rurales ubicadas en ese contexto. De ah aquella expresin

    del maestro Pedro Ferrari en 1933, que se refera a la

    casucha destartalada que haca las veces de escuela y

    que casi no se diferenciaba del medio que la rodeaba. Era

    la denuncia de las condiciones reales y concretas de vida

    que los uruguayos sufran dentro de los rancheros rurales.

    De algn modo, el magisterio rural tuvo un papel muy

    importante, en tanto puso sobre la mesa la discusin

    acerca de ese Uruguay que desde Montevideo sobre

    todo en el Uruguay de la dcada de 1940, de la posguerra

    y aletargado por la bonanza econmica de ese perodono

    se vea o no se quera ver. Julio Castro fue claro al regresar

    de la misin sociopedaggica de 1945 a Caraguat al

    denunciar con crudeza lo que era un ranchero rural desde

    adentro y cmo era ese Uruguay donde no solo vivan los

    habitantes de Caraguat, sino 130.000 uruguayos ms

    en varios departamentos del interior. La denuncia de los

    maestros y de los estudiantes magisteriales en 1945 en las

    contratapas del semanario Marcha entre julio y agosto de

    17SSQ

  • ese ao, durante la misin y a su regreso de Caraguat,

    tuvo un fuerte impacto. Vino a acelerar un proceso que

    ya se haba iniciado por parte del magisterio en 1933,

    poniendo sobre la mesa el tema de lo rural y el papel

    que deba cumplir la escuela en ese entorno. Eso supuso

    abrir una discusin que dentro del magisterio ya se vena

    dando y tena un proceso de casi 15 aos de trabajo, de

    procesamiento, de instancias de discusin y de produccin

    intelectual que circulaba entre los maestros a travs de

    los rganos de difusin, gran parte de ellos oficiales. El

    hecho de ubicar el tema en la prensa, ubicarlo en el debate

    pblico y en la opinin pblica, presion sobre los poderes

    polticos para que se tomaran algunas decisiones acerca

    de ese Uruguay. La generacin del producto pedaggico

    de ese proceso fueron los fundamentos, concepto y

    fines de la escuela rural en el Programa de 1949. Una

    estructura curricular pensada especficamente para las

    escuelas rurales, que si bien tena una especificidad

    curricular desde 1917, en 1949 viene a contemplar la

    especificidad para tomar lo mejor de s y aprovechar el

    potencial existente en la escuela y en el medio rural, para

    que eso jugara a favor y no se considerara como un mal

    necesario o como una situacin carente para la cual se

    ofreca una educacin de menor calidad. A partir de 1949

    se llega a un consenso con respecto al lugar que deba

    tener la escuela en relacin a las comunidades rurales, con

    efectos concretos entre los propios maestros organizados

    y las autoridades de la educacin del momento. Esto no

    fue casual, fue producto de esa presin que los propios

    maestros ejercieron sobre el poder poltico para que se

    tomaran decisiones acerca de la situacin del medio rural

    y la situacin de la escuela en ese medio.

    Todo lo que se genera despus, en la dcada de 1950,

    se corresponde con ese pensamiento. Hubo una etapa,

    corta en el largo perodo de la historia de la educacin

    pblica uruguaya, pero muy potente, simblicamente muy

    importante, cuyos efectos se sienten todava hoy como

    herencia de esas acciones. Fueron acciones que se

    correspondieron con el pensamiento de la impronta social

    muy fuerte de la escuela rural, el pensamiento de construir

    una pedagoga que tuviera elementos de lo educativo pero

    tambin de lo social, al mismo nivel. Pensamiento que deriv

    en el concepto de escuela productiva como la escuela que

    generara productos educativa y socialmente tiles, que

    para el magisterio rural est muy naturalizado pero que, sin

    embargo, era un concepto muy potente a fines de la dcada

    de 1940, cuando se equiparaba la funcin educativa y la

    funcin social en torno a los productos que la escuela rural

    pudiese generar. La cuestin del rol en relacin a lo social

    de la escuela rural era un componente muy fuerte de esa

    pedagoga y, de algn modo, constitua la identidad propia

    y caracterstica de ese proceso de discusin.

    All haba una tensin. La atribucin del rol vinculado con lo

    social a la escuela rural, basado en su especificidad social,

    en tanto nica institucin fsicamente presente en la mayor

    parte de las comunidades rurales, determinaba un rol que

    estaba en ese Programa de 1949 bajo la forma de fines

    sociales. Fines sociales que eran revolucionarios: atribuir

    a la escuela el fin social de ser el centro de la comunidad,

    ser la casa del pueblo porque es al casa de los hijos del

    pueblo, en palabras de Julio Castro; constituirse en el

    lugar de confluencia de las acciones para el mejoramiento

    de la sociedad rural. Un objetivo extremadamente

    ambicioso que, sin embargo, luego se llev a la prctica

    en experiencias como las del maestro Soler en La Mina,

    donde precisamente el gran objetivo era ayudar a vivir

    mejor. Ubicar ese objetivo como parte de lo que deba

    hacer la escuela era algo ambicioso. Y all estaba instalada

    una tensin que no era nueva, que ya se haba iniciado en

    1933 en el pensamiento de los maestros y que tena que

    ver con el rol que deba ocupar la escuela en la sociedad

    rural. La tensin estaba ubicada en cmo la escuela como

    institucin educativa poda contribuir al cumplimiento de

    fines tan ambiciosos como ayudar a vivir mejor y ayudar a

    transformar la sociedad rural. Los maestros rurales fueron

    muy claros en ese momento y lo han sido a lo largo de

    18SSQ

  • toda la historia. No as las polticas educativas que han

    tenido distintas etapas: a aquella etapa de coincidencia en

    1949 luego le sobrevinieron otras etapas de discrepancia y

    hasta de contraposicin con el pensamiento del magisterio

    respecto a este punto.

    Vincular tan fuertemente a la escuela con el cumplimiento

    de fines sociales estaba en 1933 ya ubicado en el justo

    lugar por parte de los maestros cuando rechazaban la idea

    de que la escuela por s sola poda transformar la sociedad

    rural. Ese ao los maestros fueron convocados para discutir

    una problemtica que ya preocupaba: la emigracin del

    campo a la ciudad. Se conform una comisin de trabajo

    para discutir qu puede hacer la escuela para evitar la

    despoblacin del campo. La respuesta de los maestros

    pas por la posibilidad de contribuir a los procesos de

    cambio, pero sin dejar a la escuela en solitario para que

    resolvira un problema de ndole estructural y multicausal

    en el que deben intervenir otras esferas del Estado y

    de lo pblico para que, en conjunto con la escuela,

    puedan actuar en esa problemtica. Y el emblema que

    simblicamente surge de 1933 es la escuela sola no

    puede. Esa misma idea es la que est presente en el final

    de ese proceso en 1949 y que da lugar a una nueva etapa

    en la dcada de 1950. En el Programa de 1949 ese rol

    atribuido a la escuela desde lo social va de la mano de la

    explicitacin de los lmites de la educacin. Las referencias

    al potencial de lo educativo, el enfoque vareliano del poder

    de la educacin, aparecen junto a referencias acerca de

    los lmites de la educacin. En este sentido, Julio Castro

    es claro: creer que una reforma educativa como la que se

    estaba queriendo procesar en el medio rural va a cambiar

    la sociedad y su estructura es antinatural y antihistrico.

    La educacin est condicionada por otros hechos que

    la determinan, de orden poltico y econmico y, por lo

    tanto, puede y debe contribuir, pero en conjunto con otras

    instituciones.

    Eso es lo que se plasma en el Ncleo Escolar Experimental

    de La Mina, que es el ejemplo prctico que ms se

    identifica con el planteamiento terico de 1949. Ayudar a

    vivir mejor es el gran objetivo. Sin embargo, ese objetivo

    no se puede lograr si la escuela no acta en conjunto con

    otras instituciones y es claro que la experiencia implicaba

    la intervencin de distintas instituciones, actuando en lo

    que a cada una le corresponda, teniendo a la escuela rural

    como punto de confluencia. All estaba la resolucin de esa

    tensin, que no desaparece, pero que se resolva negando

    la idea de que la escuela se deba encargar de todo y

    que el maestro deba hacerlo todo. La escuela es una

    institucin educativa, y en ella y en la figura del maestro

    confluye un esfuerzo interinstitucional.

    Sin duda que aquel marco en el que se ubica ese rol

    particular de la escuela rural con respecto a lo social tena

    dos conceptos fuertes en esa pedagoga. Uno de ello

    era el concepto de medio. Un concepto simple pero muy

    potente. Est presente en esa pedagoga como el medio

    enseante, el medio con el cual la institucin educativa

    interacta de dos maneras: extrayendo de ese medio lo

    que el ste tiene para incorporarlo a la propuesta de la

    escuela, pero en una tensin que implica tambin que la

    escuela cumpla un papel especfico para compensar los

    dficits que ese medio posee. De algn modo, tener en

    cuenta los elementos del medio como punto de partida

    implicaba tambin trascenderlos y ofrecer aquello que el

    medio no poda ofrecer, en una relacin de dilogo de igual

    a igual. Ese concepto de medio, muy diluido en las ltimas

    dcadas, ha sido asimilado a otros conceptos como el

    de contexto, de connotaciones absolutamente distintas,

    siempre vinculado a un contexto crtico no enseante y

    del cual hay que defenderse, distancindose bastante de

    aquella vieja concepcin.

    El segundo concepto, el de escuela productiva1, implicaba

    1 En el texto del Programa para Escuelas Rurales que los maestros rurales

    elaboraron en 1949 se planteaba el concepto de Escuela Productiva en

    estos trminos: La Escuela no ser productiva si la produccin se entiende

    como exclusiva creacin de bienes econmicos. Ser productiva, en cam-

    19SSQ

  • que los dos grandes requisitos para los productos de

    la escuela, ubicados de igual a igual, el estrictamente

    educativo y el social, estuviesen presentes como signo de

    la labor cotidiana de la escuela.

    El maestro Miguel Soler, en el Primer Coloquio de

    Educacin Rural en Montevideo (2009)2, observaba cmo

    la diversidad enorme de experiencias actuales que se

    expusieron por parte del equipo del Departamento de

    Educacin para el Medio Rural, representativas de

    todos los departamentos del pas sencillas pero muy

    potentes, emanadas de la vida cotidiana de las escuelas

    rurales actuales, refieren a acciones que ya se hicieron

    antes. Acciones que, con la excepcin del Plan Ceibal,

    en algn momento en el pas tuvieron lugar, se dejaron

    de hacer y l vea con beneplcito cmo ahora se estaba

    retomando ese camino. Y haba varios ejemplos de eso en

    las experiencias que se compartieron en el Coloquio. El

    magisterio rural nunca abandon la matriz pedaggica que

    gener aquel movimiento. Se han registrado etapas muy

    duras, en dictadura pero tambin en democracia, durante

    las cuales los maestros rurales han resistido por distintos

    mecanismos. En la dcada de 1960, con la creacin del

    Instituto Cooperativo de Educacin Rural (ICER), para

    seguir reivindicando por parte de los propios protagonistas

    de aquel movimiento de la dcada de 1950 lo que

    constitua aquella pedagoga. En tiempos ms recientes,

    en la dcada de 1990, creando instancias propias de

    definicin de la posicin poltica, tcnica y pedaggica

    del magisterio rural, explicitada a travs del Congreso de

    Maestros Rurales de 2005 y los Encuentros de Maestros

    bio, si la produccin se entiende como trabajo educativa y socialmente til,

    que pueda crear beneficios materiales para los alumnos.

    2 En diciembre de 2009 se realiz en Montevideo el Primer Coloquio de

    Educacin Rural, organizado por el Departamento de Educacin para el Me-

    dio Rural del Consejo de Educacin Inicial y Primaria, que luego tuviera una

    segunda edicin en Cruz de los Caminos, en diciembre de 2010. Se trat

    de instancias de difusin de experiencias educativas en escuelas rurales de

    todo el pas, en lo tcnico docente, lo socio comunitario y la coordinacin

    interinstitucional.

    Rurales de las Asambleas Tcnico Docentes de 2003 y

    2005. En esas expresiones nunca se abandon la matriz

    pedaggica de aquellos aos, actualizndola a la luz de la

    realidad actual.

    Ese es el desafo. El desafo pasa por seguir comprometidos

    con una matriz en la que los maestros se siguen sintiendo

    representados, pero utilizndola como categora de

    anlisis para leer la realidad de hoy, bien distinta a la

    realidad de 1949. Una realidad para la cual aquellas

    categoras conceptuales siguen siendo tiles. Durante el

    referido Coloquio y en las mltiples instancias de formacin

    y reflexin sobre las prcticas, los maestros uruguayos

    siguen sosteniendo que aquellas categoras ayudan a

    identificar los problemas que hoy se presentan, as como

    el potencial que hoy se manifiesta en el medio y la escuela

    rural.

    Se ha producido, sin embargo, un proceso de decantacin

    en el que finalmente, por la va de los hechos, se ha

    materializado aquella cuestin de la escuela sola no

    puede, aquella cuestin de la escuela actuando en

    conjunto con otras instituciones. En las experiencias

    compartidas en los coloquios, en todos los casos, siempre

    se dio cuenta de una enorme cantidad de instituciones que,

    trabajando en conjunto con la escuela, han hecho posible

    esas experiencias. Ninguna experiencia se desarrolla con

    la escuela trabajando en solitario, desconectada de otras

    instituciones que, aunque no estn fsicamente, lo estn

    de todos modos. Es claro cmo las redes institucionales,

    de las cuales tanto se habla pero a veces tan difcil es

    concretarlas en la prctica, operan detrs de esas

    experiencias. La escuela, al igual que en aquel concepto

    de 1949, al igual que lo que se llev a la prctica en La Mina,

    era y es el centro de confluencia, el centro que coordina

    ese esfuerzo interinstitucional, el centro de referencia. All

    s la escuela tiene el deber de incidir sobre la comunidad.

    En los coloquios se not cmo lo social incidi en todas las

    20SSQ

  • experiencias, aun en aquellas excesivamente tcnicas o en

    las estrictamente didcticas.

    La ruralidad de hoy es algo que se ha complejizado.

    Entender qu es lo rural hoy no es tan sencillo porque, sin

    duda, no hay una ruralidad sino mltiples ruralidades. No

    hay una escuela rural, hay mltiples escuelas rurales. Ya

    en 1944, Julio Castro en La Escuela rural en el Uruguay

    sealaba las diferencias que existan entre el medio rural

    ganadero del norte y el medio rural agrcola del sur, y

    cmo la idiosincrasia y la lgica de las escuelas rurales

    enclavadas en uno y otro medio eran bien diferentes. Ya

    en ese momento no se hablaba de una sola ruralidad. Hoy

    que se ha complejizado el medio rural, se hace ms difcil

    caracterizarlo, pero tambin se hace ms difcil identificar

    al medio rural como separado del medio urbano. Las

    fronteras, los lmites, se desdibujan. Hoy en

    da se producen procesos de ruralizacin de

    los medios urbanos y de urbanizacin de los

    medios rurales. Hay fenmenos, producto de los

    procesos demogrficos, productivos y culturales,

    que tienen como efecto, trabajadores rurales

    que no viven en el medio rural y se desplazan

    hacia all desde el pueblo. Tambin hay lgicas

    de funcionamiento en las que los pequeos

    pueblos tienen una impronta rural, aunque

    puedan ser catalogados demogrficamente

    como medios urbanos. Hay una penetracin

    por los medios de comunicacin y transporte

    de pautas culturales y sociales de lo urbano en

    el medio rural. Las fronteras se han desdibujado

    y eso tiene que ver con una realidad de la cual

    hay que dar cuenta. Y all est la escuela rural,

    ubicada en esa tensin.

    Visualizar el rol de la escuela rural en este marco

    de la complejidad del mundo actual implica

    sostener algunas cuestiones de las cuales hay

    cierta conviccin, mnimas pero potentes, que

    son producto de la herencia pedaggica y que est a flor

    de piel en los maestros de todo el pas.

    Aun cuando el magisterio rural ha pasado por una etapa

    crtica de la cual se quiere restablecer y a partir de la cual

    reconstruir el terreno perdido. En esa etapa los maestros

    han tenido una formacin especfica muy desdibujada.

    La formacin inicial de los maestros se ha diluido en una

    generalidad, no reconocindose por parte de las polticas

    educativas, la especificidad rural que los docentes nunca

    dejaron de defender. Pero aun con esas condicionantes,

    en el magisterio rural fluye por los poros esa herencia que

    est presente y no puede dejar de estarlo. Sobre la base

    de esa herencia, sobre los conceptos que implica, es que

    se puede construir la lectura de estos tiempos e imaginar

    escenarios futuros posibles.

    21SSQ

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    Asamblea Tcnico Docente Nacional, noviembre de 2003,

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    Federacin Uruguaya del Magisterio - Instituto del Tercer Mundo:

    Montevideo.

    22SSQ

  • En un balance de prioridades, tal vez lo ms urgente fuera

    contener la emigracin del campo a las ciudades. Porque es

    un desplazamiento sin objeto, que en definitiva nada resuelve.

    Slo traslada de un lugar a otro el mismo problema sin

    solucin. Ese objetivo puede cumplirse mediante la reforma

    agraria si su aplicacin se realiza integralmente y

    con carcter de recuperacin social ().

    No es posible llevar a buen xito una

    reforma agraria sin la intervencin

    directa de los campesinos

    (). All donde se aplique la

    Reforma Agraria o se promueva

    una actividad industrial que

    suponga cambios

    en las condiciones

    de vida, se hace

    inmediatamente

    necesaria la accin educativa

    que coadyuve a la paralela transformacin del

    hombre.

    Julio Castro, La alfabetizacin en el

    desarrollo econmico del Per,

    Informe a la UNESCO, 1966.

    R e f o r m a a g r a r i a

    S o b e r a n a a l i m e n t a r i a

  • Hay lugar para un nuevo desarrollo

    en la sociedad actual?

    Marcello Rachetti

    chelorachetti @ yahoo.com.ar

    Marcello Rachetti Canessa es Ingeniero Agrnomo, reside desde

    el ao 2007 en La Paloma (Dpto. de Rocha), y es integrante del

    Dpto. de Promocin y Desarrollo de la Comisin Nacional de

    Fomento Rural, donde desempea actividades de extensin con

    las organizaciones de agricultores familiares vinculadas al Sistema

    de Fomento Rural de la regin este del pas.

    Desde los tiempos de la Revolucin Industrial, el concepto

    de desarrollo se ha ligado de manera casi inseparable al

    progreso o crecimiento econmico. La visin predominante

    entre los ciudadanos alude a que un pas no se desarrolla

    o no progresa si no lo hace su economa, pensamiento que

    tiende a hacerse ms fuerte durante los perodos en que se

    atraviesan crisis o dificultades de ndole econmica.

    Muchas veces, durante las situaciones crticas, o a la

    inversa, cuando surgen perodos de bonanza de la

    economa, pasan a cobrar visibilidad en la discusin

    poltica, otras aristas ligadas al concepto de desarrollo,

    especialmente aquellas relacionadas con la calidad de vida

    de la poblacin y la calidad de los bienes naturales (bienes,

    no recursos) que sostienen la vida en el planeta y que a

    su vez, proveen de recursos a un sistema econmico y

    productivo que atraviesa una crisis global sin precedentes,

    comprometiendo el futuro y la supervivencia de la civilizacin

    humana en el planeta.

    Si bien en los tiempos actuales, desde el espectro poltico

    se barajan datos aludiendo a cifras record de desempeo

    de la economa del pas, se ha incrementado la desigualdad

    en la propiedad, tenencia y disponibilidad de los medios

    de produccin y de vida: se ha concentrado la tenencia

    de los factores de produccin (con la tierra y las cadenas

    agroindustriales como abanderadas del proceso), se asiste

    a un fenmeno de degradacin cultural consecuencia del

    avance del consumismo superfluo, y se agudiza un proceso

    que parece ser el ms delicado de nuestros tiempos: la

    degradacin y destruccin de la naturaleza, que persiste

    y en cierto modo se agudiza, como consecuencia de un

    modelo de desarrollo que tiene como premisa central el

    crecimiento econmico.

    Cmo se explica que el conjunto de la sociedad

    permanezca en una actitud cuasi pasiva ante las

    consecuencias negativas del actual modelo de desarrollo?

    Recuperaremos como civilizacin el amor a la naturaleza

    y a lo que somos, la esencia? Qu otras pruebas hacen

    falta para que se genere el despertar de la conciencia

    colectiva?

    La dimensin econmica como motor del desarrollo vigente: el paradigma

    dominante

    Si bien el concepto de desarrollo est vinculado

    estrechamente con la calidad de vida y el bienestar de la

    sociedad, en la etapa actual de la civilizacin humana, se

    ha desnaturalizado de hecho. A nivel conceptual, se le ha

    acompaado de adjetivos correctamente planteados como

    el de sostenible, con tres dimensiones identificadas como

    soporte o sostn: la ecolgica, la social y la econmica.

    Pero es en la va de los hechos, en la realidad actual y

    presente, donde es posible observar claramente la fuerza

    real con que cada una de las tres dimensiones o patas

    (cuan trpode) sostienen los procesos de desarrollo. En

    la sociedad actual del capitalismo globalizado, todo est

    sumiso a la dimensin econmica. Especialmente las

    dimensiones social y ambiental. El afn por el crecimiento

    de la economa como objetivo central de la actividad

    24SSQ

  • humana, en definitiva es lo que determina la existencia de

    impactos colaterales en las dimensiones social y ambiental,

    pero tambin en lo cultural y en lo poltico.

    El modelo neoliberal dominante no ataca la raz del

    problema (el modelo es de por s, insostenible), no se

    previenen los conflictos derivados de la expansin ilimitada

    de los procesos productivos que movilizan la economa y

    promueven su crecimiento. Lo que se hace es dar luz verde

    a la inversin, a los megaproyectos, y slo cuando los

    impactos son tan notorios que pasan a ser innegables (hay

    una tendencia general a negar o minimizar la ocurrencia de

    impactos negativos del desarrollo econmico), se pone en

    funcionamiento la maquinaria diseada para atender estos

    problemas, inspirando la confianza de la ciudadana de que

    todo est bien, que no hay nada grave, que se arregla. Y

    es la economa la que asignar los recursos para paliar

    estos impactos, generalmente una vez que los hechos ya

    estn consumados y los daos producidos. Ejemplos de

    esto sobran en el pas y en el mundo. Que el lector se

    encargue por si mismo de identificarlos. Se recomienda la

    lectura de los artculos del Soc. Andrs Nuez Leites La

    negacin progresista partes I, II y III, publicados en los

    nmeros 6, 7 y 8 de Ariel, revista de filosofa (disponibles

    en http://arielenlinea.wordpress.com).

    La institucionalidad del desarrollo: paliativos ante la incapacidad de hacer

    frente a un modelo insostenible

    La creacin del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) en

    2005 como institucin responsable de las polticas sociales

    a nivel nacional; y la ms reciente creacin de la Direccin

    General de Desarrollo Rural (DGDR) en la rbita del MGAP,

    son mas que seales, hechos concretos percibidos como

    un esfuerzo estatal por generar polticas especficas y

    diferenciadas a favor de los sectores socialmente mas

    vulnerables (tanto en el medio urbano como en el rural)

    frente al avasallamiento del modelo econmico neoliberal

    imperante. La revalorizacin del rol del Instituto Nacional

    de Colonizacin (INC) como herramienta clave en una

    concepcin de la tierra como bien social, va en el mismo

    sentido.

    Anteriormente, en la dcada de 1990, se constituy el

    Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio

    Ambiente, y mas recientemente se han creado en su

    seno nuevas instituciones, entre los que se destacan la

    Direccin Nacional de Aguas, la Direccin Nacional de

    Ordenamiento Territorial, y el Sistema Nacional de reas

    Protegidas (SNAP) integrado en la Direccin Nacional de

    Medio Ambiente.

    Si adems se consideran una serie de iniciativas legales

    y constitucionales de vigencia relativamente reciente

    (Reforma Constitucional del Agua, Ley de Ordenamiento

    Territorial y Desarrollo Sostenible y su reglamentacin,

    regulacin de la Ley de Manejo y Conservacin de Suelos,

    entre otras), puede presuponerse que el pas presenta

    una estructura institucional slida y capaz de garantizar

    un desarrollo armnico y sustentable, y en definitiva, una

    25SSQ

  • mejor calidad de vida para toda la poblacin.

    Toda esta institucionalidad que ha sido creada o

    revalorizada, son herramientas para la atencin de

    situaciones que han sido generadas por las debilidades del

    modelo de desarrollo, como la proliferacin de la pobreza

    y la indigencia, la desaparicin de unidades productivas

    familiares en el campo y de PYMES en las ciudades, la

    formacin de asentamientos precarios en las periferias

    urbanas, y la afectacin de los bienes naturales del pas:

    aguas, suelos, biodiversidad, paisajes y ecosistemas

    frgiles o de gran singularidad.

    Si bien algunos sectores polticos de nuestra sociedad se

    han opuesto a la existencia de algunas de las instituciones

    aludidas, la sociedad en general parece valorarlas

    positivamente. Sin embargo, los datos de la realidad

    parecen demostrar que esta institucionalidad es dbil y con

    una escasa capacidad de revertir los impactos negativos

    del modelo de desarrollo imperante, simplemente porque

    no apunt