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SOLUCIONARIO A LAS ACTIVIDADES DEL LIBRO: PLATÓN La República Libro VI (§§18-21) y Libro VII (§§1-5) Autor: Carlos Roser Martínez DIÁLOGO www.editorialdialogo.es

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SOLUCIONARIO A LAS ACTIVIDADES DEL LIBRO:

PLATÓN La República

Libro VI (§§18-21) y Libro VII (§§1-5)

Autor: Carlos Roser Martínez

DIÁLOGO

www.editorialdialogo.es

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ACTIVIDADES DE REPASO

1. Enumera los principales sucesos y acontecimientos políticos que Platón vivió en su juventud - Guerras del Peloponeso entre Atenas y Esparta. - Humillante derrota final de Atenas frente a Esparta. - Gobierno de los Treinta Tiranos, que siembra el terror en Atenas durante un año. Represión contra los partidarios del partido democrático. - Revuelta democrática de Trasíbulo, derrocamiento del gobierno del Gobierno de los Treinta y reins-tauración de la democracia. - Juicio y ejecución de Sócrates tras la reinstauración de la democracia. 2. Según la “Carta VII” ¿Cuál es la verdadera motivación de la filosofía platónica? La verdadera motivación de la filosofía platónica fue política, según el propio autor confiesa en su “Carta VII”, en la que dice que desde muy joven sintió deseos de participar activamente en la política de su ciudad, pero la realidad política de su tiempo le resultó decepcionante y le llevó a la convicción de que todos los Estados de su tiempo estaban enfermos, es decir, mal gobernados, debido a la inepti-tud o inadecuación de sus gobernantes. 3. Explica cuál es el remedio o la “medicina política” que Platón propone para acabar con los males de los Estados de su tiempo. Platón cree hallar este remedio en la filosofía. En efecto, como dice en la “Carta VII”, tras la decepción con la política real de su tiempo, se vio obligado a reconocer “en alabanza de la verdadera filosofía, que de ella depende el obtener una visión perfecta y total de lo que es justo, tanto en el terreno político como en el privado, y que no cesará en sus males el género humano hasta que los que son recta y ver-daderamente filósofos ocupen los cargos públicos, o bien los que ejercen el poder en los Estados lle-guen, por especial favor divino, a ser filósofos en el auténtico sentido de la palabra.” Esta “medicina política” contra la enfermedad de los Estados de su tiempo se conoce con el nombre de teoría de filó-sofo-gobernante y pretende asegurar que aquellos que dirijan el estado sean los más capaces, no sólo intelectualmente, sino moralmente. 4. Enumera y resume tres teorías filosóficas defendidas por los sofistas y que Platón critica a) Relativismo: Ninguna verdad es absoluta; toda verdad es siempre relativa. b) Escepticismo: Es imposible estar absolutamente ciertos de ninguna cosa; las facultades humanas son tan limitadas que no nos permitan llegar nunca a verdades de las que podamos estar completamen-te seguros. El conocimiento es imposible. c) Empirismo político: En política, lo que se llama “justo” y “bueno” es aquello que el pueblo o la ma-yoría, más o menos desinformada, toma por tal, aun cuando no lo sea real y objetivamente (pues en realidad no existe lo real y objetivamente justo). 5. Explica en qué consiste el intelectualismo moral de Sócrates y cómo influirá sobre Platón. El intelectualismo moral de Sócrates es una teoría ética que afirma que sin conocimiento sobre aquello que es el bien, lo justo y los demás valores éticos, no puede haber acciones verdaderamente buenas y justas. Y, si alcanzáramos el conocimiento de dichas cosas, los seres humanos, siendo como somos seres racionales, no podríamos más que actuar justa y rectamente. En suma, la virtud se basa en el co-nocimiento del bien, sin el cual no puede existir; por otra parte, lo contrario de la virtud, es decir, el vicio, no es ni más ni menos que desconocimiento de lo verdaderamente justo y bueno. Esta teoría éti-ca influyó poderosamente sobre Platón, quien la acepta plenamente y además la aplica al terreno de la

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política. El resultado de ello es la propuesta platónica de un gobierno de filósofos, que gobernarán ins-truidos previamente en el conocimiento de la justicia, del bien y de los demás valores morales. 7. Explica qué es una Idea. Una Idea es una realidad inmaterial, inmutable, que no ha sido creada, sino que es ingénita e impere-cedera, inaccesible a la vista y a los demás sentidos, pero sí accesible a la inteligencia; es además un modelo perfecto e ideal que copian imperfectamente las cosas materiales y sensibles. Por eso cada Idea es la causa del ser o de la esencia de una pluralidad de cosas sensibles que la copian o imitan. 8. Explica las diferencias entre la realidad inteligible y la realidad sensible. Las realidades sensibles son materiales, accesibles a la vista y a los demás sentidos, es el mundo de las apariencias, en constante devenir; se trata de un mundo de cosas que nacen y perecen, que son copias o imitaciones de las Ideas, de los cuales dependen ontológicamente. En cambio, las realidades inteligi-bles son inmateriales, invisibles pero accesibles a la inteligencia (por eso se llaman inteligibles); son realidades más auténticas que las sensibles, inmutables, ingénitas e imperecederas. Incluye a los obje-tos matemáticos y a las Ideas; estas últimas son modelos ideales o arquetipos copiados imperfectamen-te por las cosas sensibles y son además únicas y subsistentes. 9. Di cómo, según Platón, se relacionan ambos tipos de realidades. Platón explica la relación entre ambos tipos de realidades mediante los términos “copia” o “participa-ción”. Así, afirma que las realidades sensibles copian las realidades inteligibles, si bien de manera imperfecta. O también, que las realidades sensibles participan de las realidades inteligibles. 10. Resume brevemente qué es lo que, en síntesis, defiende la teoría platónica de las Ideas. La Teoría de las Ideas afirma la existencia de ciertas realidades inmateriales, únicas, inmutables, eter-nas (ingénitas e imperecederas), absolutas, trascendentes, separadas del mundo físico, no accesibles a los sentidos pero sí a la inteligencia, e independientes de las cosas sensibles y de las opiniones huma-nas. Las Ideas son, además, paradigmas o modelos perfectos e ideales que constituyen las esencias de las cosas sensibles y son imitadas por éstas de forma más o menos imperfecta, a la manera como una sombra copia o imita el objeto que la produce. 11. Explica por qué según Platón es necesario que existan realidades inmutables. Si no existieran realidades inmutables, es decir, si las únicas realidades existentes fueran las realidades sensibles en permanente cambio, sería imposible hallar un conocimiento auténtico y verdadero sobre la realidad, pues cuando creyéramos haber hallado cualquier verdad sobre algo, para entonces ya habría cambiado, con lo que dicha verdad perdería su validez. Para que exista la posibilidad de lograr un co-nocimiento objetivo y verdadero sobre una realidad, dicha realidad no puede estar en continuo cam-bio, ha de ser permanente. Dado que esa clase de realidades no existen en el mundo sensible, es preciso suponer que existe otro ámbito distinto de realidades inmutables sobre las que sí es posible hallar co-nocimiento verdadero. 12. Explica las diferencias que Platón establece entre opinión y conocimiento. La opinión es un saber de grado inferior que tiene por objeto la realidad sensible; se basa en los senti-dos y es por eso oscuro, superficial, aparente y poco fiable; además, la opinión es cambiante y relativa. En cambio, el conocimiento científico o conocimiento propiamente dicho es un saber acerca de las realidades inteligibles (objetos matemáticos e Ideas); su fuente no son los sentidos, sino la inteligencia; es claro, objetivo, fiable, permanente y universalmente válido, no relativo.

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13. La teoría de las Ideas es, en primer término, una teoría de la realidad. Explica de qué manera esta teoría de la realidad sirve a Platón para justificar su posición frente al relativismo de los sofistas. En efecto, la teoría de las Ideas es una teoría que afirma que existe al menos un ámbito de la realidad que es inmutable y no sometido al nacimiento y a la muerte ni a variación alguna a lo largo del tiempo. Sólo porque hay realidades así es posible plantearse la posibilidad de alcanzar conocimiento científico, es decir, un conocimiento objetivo, universal, no cambiante y definitivo sobre alguna parte de la reali-dad. Pero si es posible lograr un conocimiento con estas características, aunque sea sólo sobre una par-te de la realidad (la más auténtica), entonces no tienen razón los sofistas al defender que toda verdad es siempre relativa y que es imposible alcanzar ninguna verdad absoluta y objetiva. Y es que los sofistas no distinguen entre ser y parecer; para ellos real es lo que parece real y las cosas son como nos parece que son. De ahí su relativismo. 14. Sintetiza las semejanzas y diferencias entre los objetos matemáticos y las Ideas. Semejanzas: Ambos son inmateriales, eternos, inmutables, perfectos e ideales, trascendentes, invisi-bles, inteligibles, y, por tanto, sólo accesibles a la inteligencia; también son modelos que las cosas sen-sibles copian imperfectamente. Diferencias: Los objetos matemáticos no acaban de ser plenamente subsistentes, pues copian a algunas Ideas; éstas son, en cambio, absolutamente subsistentes. En este sentido podemos decir que las Ideas son más reales y auténticas que los objetos matemáticos. Además, éstos admiten la pluralidad, mientras que las Ideas que copian son únicas y no admiten la pluralidad. 15. Resume la principal crítica que Platón formula contra la democracia ateniense. La democracia ateniense se basa en el supuesto erróneo de que cualquier ciudadano es competente moral e intelectualmente para desempeñar los cargos públicos relevantes en la vida política, sin nece-sidad de una previa educación y de un examen exhaustivo de su capacidad e integridad moral e intelec-tual. De ahí que bajo la democracia ateniense dichos cargos se asignen por sorteo, por turno o por vo-tación de la mayoría más o menos desinformada. 16. La democracia ateniense era, entre otras cosas, un sistema para la elección de los cargos pú-blicos importantes. Formula la alternativa que Platón propone a la democracia para seleccionar a los dirigentes políticos. La alternativa que Platón formula se sintetiza en la llamada teoría del filósofo gobernante. Esta teoría propone un gobierno de filósofos, es decir, un gobierno formado por los mejores ciudadanos que han sido formados moral e intelectualmente por el propio Estado para que, cuando les llegue el momento, asuman la dirección del gobierno y las principales funciones públicas. El sistema educativo estatal, y no la decisión de la mayoría, se convierte entonces en el instrumento de selección y de formación de las mejores naturalezas, destinadas algún día a dirigir la ciudad. 17. Resume brevemente la relación entre conocimiento (filosofía) y política Influenciado por el intelectualismo moral de su maestro Sócrates, Platón está convencido de que sin conocimiento sobre el verdadero bien y la verdadera justicia no puede haber acciones verdaderamente justas y buenas. De ahí que el buen gobernante deba formarse en el conocimiento del bien y de la justi-cia para ser capaz de conducir a la ciudad hacia el bien y la justicia. De lo contrario, los gobernantes son como ciegos conduciendo a otros ciegos. Ahora bien, el bien y la justicia en el Estado no son sino un reflejo del Bien y de la Justicia en sí, es decir, de las Ideas eternas de Justicia y de Bien. De modo que la ciencia que el político necesita conocer no es otra que la filosofía, la cual le proporcionará una visión general sobre el Bien en sí, la Justicia en sí y otros valores eternos. Dicho conocimiento le ser-

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virá para ver más claro en el mundo de los asuntos humanos a la hora de gobernar, y también para diri-gir con ecuanimidad y moderación su vida personal, lejos de ambiciones personales que pongan en peligro el buen gobierno y la armonía de la ciudad. El orden político del Estado debe ser un reflejo del orden cósmico representado por el Mundo de las Ideas, de ahí la necesidad de conocer éste último me-diante la filosofía si se quiere lograr la armonía y la justicia en el Estado. 18. ¿En qué consiste gobernar la propia alma? Gobernar la propia alma consiste en lograr la armonía entre sus partes. Lo mismo que en el mundo sensible existe un orden imperfecto que copia el orden perfecto representado por el mundo de las Ideas, el alma debe existir también un orden natural entre sus partes que copie el orden del mundo de las Ideas. Este orden natural consiste en que la parte racional ejerza un sabio control sobre las partes irracionales del alma, es decir, sobre la parte irascible (emociones y pasiones) y la parte apetitiva (ape-titos y deseos materiales); cuando esto ocurre estamos ante un alma bien gobernada o un alma en ar-monía. Si, por el contrario, es una de las dos partes inferiores la que se impone, estamos ante un alma mal gobernada. Gobernar la propia alma consistirá entonces, no en eliminar las emociones ni los de-seos materiales, sino en moderarlos lo necesario para que no se desborden y acaben tomando el con-trol, apartándola del orden natural, de lo bueno y de lo conveniente. 19. ¿Y gobernar bien el Estado? Según Platón ¿por qué es importante que los dirigentes políticos sepan también gobernar su propia alma? Gobernar bien el Estado es semejante a gobernar bien la propia alma: En esencia, se trata de que las dos clases inferiores (guardianes y productores), se sometan a la superior (gobernantes filósofos), que representan la racionalidad. Se trata de reflejar también el orden natural de las cosas, a imitación del orden que reside en el Mundo de las Ideas. Hay desorden y, por tanto, mal gobierno, cuando quienes no están preparados para dirigir el Estado ni por naturaleza ni por educación, asumen las funciones de gobierno. Es decir, cuando quienes asumen esta función no son los verdaderos filósofos, sino aquellos que tienen una naturaleza y educación de productor o de guardián. Entonces se rompe el orden natural y entonces reina el mal gobierno. Por otra parte, es necesario que los dirigentes políticos sepan también gobernar su propia alma para llevar una vida recta en el terreno personal; de este modo, en su acción de gobierno, no se dejarán lle-var por ambiciones personales de poder, de riqueza o de gloria, porque han moderado los deseos de estas cosas, es más, en cierta medida desprecian estas cosas, pues, gracias al conocimiento que les ha proporcionado la filosofía, saben que no dan la verdadera felicidad humana, que son sólo “vanas sombras” del verdadero bien. 20. Diferencias entre Platón y los sofistas a la hora de entender la educación que deben recibir los aspirantes a dirigentes políticos. Para Platón el fin de la educación de los aspirantes a gobernantes debe ser seleccionar y formar moral e intelectualmente a los mejores; la disciplina que permite lograr este objetivo es la filosofía o dialéctica, que deberá conducirlos al concomiendo de las Ideas, particularmente de las Ideas de Bien, Justicia y Belleza, y que irá precedida por el estudio de las matemáticas como preámbulo de la filosofía; en cam-bio, para los sofistas el fin de la educación debe ser ayudar a quienes acuden a ellos a lograr poder, popularidad o influencia en la Asamblea; de ahí que los sofistas enseñen disciplinas como la oratoria, la retórica o la erística, tendentes a aumentar el poder de persuasión, clave del éxito político en la de-mocracia ateniense. Por otra parte, las diferencias entre Platón y los sofistas se dan, no sólo en el objetivo que debe lograr la educación de los aspirantes a políticos y en las disciplinas que deben cultivarse, sino también en la manera misma de entender la educación y en el método: En efecto, para los sofistas la educación es una mera transmisión de conocimientos del que sabe al que no sabe, de ahí que consideren justificado cobrar por sus enseñanzas; en cambio, para Platón, en la línea de Sócrates, educar no consiste en

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transmitir conocimientos, sino en estimular las facultades de conocimiento que dormitan en el alma de cada uno para que, guiado por el educador, uno mismo alcance el conocimiento de la verdad y el bien. 21. Resuelve la siguiente columna acróstica: VERTICAL: Intelectualismo HORIZONTALES: 1. Opinión 2. Idea 3. Asamblea 4. Devenir 5. Irascible 6. Idéntico 7. Demiurgo 8. Participación 9. Heráclito 10. Relativismo (Errata: La fila 10 debe estar inmediatamente debajo de la 9) 11. Cosmos (Pedimos disculpas por las erratas, que se corregirán en próximas ediciones). En la edición de valenciano: VERTICAL: Intelectualisme HORIZONTALES: 1. Opinió 2. Idea 3. Assemblea 4. Devenir 5. Irascible 6. Idèntic 7. Demiurg 8. Participació 9. Heràclit 10. Relativisme 11. Cosmos

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BLOQUE 1: EL BIEN EN SÍ. COMPARACIÓN CON EL SOL (“LIBRO VI”, Caps. XVIII-XIX)

I. ACTIVIDADES DE LECTURA Y COMPRENSIÓN 1. ¿LO DICE EL TEXTO?: Lee atentamente los dos capítulos que integran este bloque y

contesta verdadero o falso. V si estás de acuerdo con la interpretación que se hace del texto; y F en caso contrario. En caso de que contestes F, razona tu respuesta en tu cua-derno de clase, apoyándola en el texto.

a) V b) F (Una opinión puede ser recta, pero sin conocimiento) c) F (El momento referido se recogen en el “Libro IV” de La República, no en el “Libro V”; concretamente en 441c y siguientes) d) V (al menos eso es lo que dice en 506c y nuevamente en 506d), e) V f) F (unidad y multiplicidad) g) F (intervienen tres: el ojo, lo visto y la luz) h) V i) F (Es causa de ambas cosas) j) F ( se refieren al conocimiento y la verdad, que aparecen mencionados unas líneas antes)

2. LOCALIZA, SUBRAYA Y RELACIONA: Localiza y subraya en el texto las expresio-nes del capítulo XVIII del “Libro VI” que aparecen a la izquierda de la siguiente tabla y rela-ciónalas con las que aparecen en la columna de la derecha

1-g, 2-f, 3-e, 4-d, 5-c, 6-b, 7-a

3. LOCALIZA, SUBRAYA Y RELACIONA: Haz lo mismo que en el ejercicio anterior, pero ahora con las expresiones que aparecen en el capítulo XIX del “Libro VI”

1- h 2-f, 3-d, 4-e 5-a, 6- b, 7-c, 8-g

II. ACTIVIDADES DE DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

4. ACTIVIDAD GUIADA: Define los términos “lo múltiple” e “Ideas”, dejando claro a qué se refiere cada uno y remarcando la contraposición entre ambos; deberás partir de la informa-ción del texto y completarla con tus conocimientos sobre la filosofía del autor. Sigue la siguiente pauta (ver los consejos del apartado final “La Prueba de Acceso a la Universidad”

TABLA DE OPOSICIONES

CONVIENEN A

“LO MÚLTIPLE” CONVIENEN A

SU CONTRARIO (“IDEAS”) Muchas cosas buenas Lo bueno en sí Muchas cosas hermosas Lo bello en sí Múltiples Unidad, Una sola Idea Aquello que es Es visto, no concebido; vistas Concebidas, pero no vistas

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RESPUESTA LO MÚLTIPLE E IDEAS: Con la expresión “lo múltiple” se refiere Platón en este texto a lo sensi-

ble, una de cuyas características es la pluralidad o la multiplicidad, frente a la unicidad de cada Idea. Esta contraposición se refleja muy bien en los ejemplos del texto: Hay muchas cosas sensibles buenas (“mu-chas cosas buenas”), pero la Idea de Bien que todas esas cosas imitan es única (“lo bueno en sí”), y lo mismo pasa con las cosas hermosas y la Idea de Belleza (“lo bello en sí”); en general la realidad sensible es múltiple, mientras que cada Idea es única. En 507b Platón, por boca de Sócrates, identifica claramen-te “lo múltiple” con lo sensible cuando dice que “es visto, pero no concebido”; en cambio, las Ideas se identifican con la realidad inteligible, pues de ellas se dice que son “concebidas, pero no vistas”.

Como se sabe, Platón distingue dos niveles de realidad: por una parte la realidad sensible, aludida en el texto con la expresión “lo múltiple”; y por otra parte, la realidad inteligible, de la que forman parte las Ideas y los objetos matemáticos. El texto se refiere sólo a las Ideas, dejando de lado los obje-tos matemáticos. Las realidad sensible es el ámbito de cosas que nos muestran los sentidos, particu-larmente la vista; se trata de cosas materiales, sometidas al nacimiento y a la muerte, y en constante devenir; tienen por tanto una realidad impermanente, evanescente o inestable. En todo caso, lo poco o mucho que tienen de real se lo deben a que participan de las Ideas o las copian. Las Ideas, en cambio, pertenecen al ámbito de la realidad inteligible, que puede concebirse, pero no verse, como dice el tex-to, concretamente en 507c; al contrario que las realidades sensibles, no admiten la pluralidad, son realidades inmateriales, ingénitas e imperecederas, inmutables y constituyen, por decirlo así, los mo-delos ideales o paradigmas que las cosas sensibles imitan imperfectamente. Por eso son la esencia de las cosas sensibles y por eso el texto alude a ellas con la expresión “aquello que es”, es decir, aquello que permanente y eternamente es, en contraposición a lo sensible, que es impermanente y pura apa-riencia.

5. DEFINE el término “opinión sin conocimiento” que aparece en el texto, partiendo de la

información ofrecida por el texto y completándola con el conocimiento que tengas de la filosofía del autor:

TABLA DE CONTRAPOSICIONES

OPINIÓN SIN CONOCIMIENTO OPINIÓN CON CONOCIMIENTO Defectuosa Opinión recta sin conocimiento (Opinión recta con conocimiento) Como unos ciegos que van por buen camino Cosas feas, ciegas y tuertas Cosas claras y hermosas Cosas que uno no sabe (Cosas que uno sabe)

RESPUESTA OPINIÓN SIN CONOCIMIENTO: La opinión es para Platón un grado de saber limitado exclu-

sivamente a las cosas del mundo sensible; opinión es el saber imperfecto que los seres humanos tene-mos acerca de cualquier cosa que sea sensible. Es, pues, un grado de saber inferior al conocimiento científico (episteme), el cual no versa sobre las cosas sensibles, sino sobre las inteligibles. Además, la opinión se basa en los sentidos, es poco fiable, relativa y cambiante, lo mismo que su objeto; se con-trapone en todo esto al conocimiento, que es un saber basado en la inteligencia y no en los sentidos, enteramente fiable, universal, objetivo y permanente.

En el texto, sin embargo, se habla en realidad de “opinión sin conocimiento” y de “opinión recta sin conocimiento”, de la cual se dice que es “defectuosa”. La opinión sin conocimiento- debemos contraponerla a la opinión con conocimiento. En efecto: Cuando opinamos, sea con conocimiento o sin él, estamos hablando siempre de cosas sensibles. Por otra parte, nuestra opinión puede ser recta o no recta. Por ejemplo, cuando alguien opina que es bueno cumplir la ley de la ciudad, su opinión es recta, mientras que si alguien opina que es bueno actuar siempre contrariamente a la ley, su opinión no lo es. Hay, pues, opiniones rectas y opiniones no rectas. Las primeras son acertadas, las segundas no lo son.

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Ahora bien, uno puede tener una opinión recta sin conocimiento o con conocimiento. En efecto, si alguien opina que es bueno cumplir la ley de la ciudad, sin saber en realidad en qué consiste el bien en sí ni lo justo en sí, es decir, sin tener conocimiento acerca de las Ideas de Justicia y de Bien, entonces su opinión es recta, pero sin conocimiento, y es “como un ciego que va por buen camino”, como dice el texto, concretamente en 506c; de él no podemos decir que sepa realmente de lo que habla, sino que tiene “opinión recta sin conocimiento”. En cambio, uno puede tener opinión con conocimiento cuan-do, tras haber adquirido saber acerca de las Ideas de Bien, Justicia, etc… al opinar sobre los asuntos humanos, entiende que lo bueno es respetar las leyes de la ciudad. También esto es opinión, pero fun-dada en el conocimiento de la esencia del Bien.

En suma, la opinión sin conocimiento se contrapone a la opinión con conocimiento. La primera puede ser a veces acertada, pero es ciega, al no fundarse en el conocimiento verdadero de lo inteligi-ble; en cambio, la segunda, aun cuando versa sobre asuntos humanos y cosas sensibles, no es ciega, pues se basa en el conocimiento de lo inteligible; es también un saber sobre copias, pero basado en el conocimiento profundo del modelo.

6. Explica las expresiones contrapuestas “un objeto iluminado por la verdad y el ser” y “algo

que está envuelto en penumbras, que nace y perece”; después de aclarar su significado, define los conceptos a los que se refieren, partiendo del texto, completando con tus conocimientos y remarcando la contraposición entre ambos.

TABLA DE CONTRAPOSICIONES

UN OBJETO ILUMINADO

POR LA VERDAD Y EL SER ALGO QUE ESTÁ ENVUELTO

EN PENUMBRAS, QUE NACE Y PERECE Como aquello sobre cuyos colores se extiende la luz del sol

Como lo que alcanzan las sombras nocturnas

Como cuando el ojo ve perfectamente Como cuando el ojo ve con dificultad, casi ciego El alma lo conoce El alma concibe sólo opiniones El alma tiene de ello inteligencia Privada de inteligencia Objetos del conocimiento (Objetos de la opinión) Se relacionan con la Idea de Bien

RESPUESTA “UN OBJETO ILUMINADO POR LA VERDAD Y EL SER” y “ALG O QUE ESTÁ EN-

VUELTO EN PENUMBRAS, QUE NACE Y PERECE”: Con la expresión “un objeto iluminado por la verdad y el ser” se refiere Platón a cualquier Idea, en contraposición a las realidades sensibles, a las que el texto alude precisamente con la expresión “lo que está envuelto en penumbras, que nace y perece”. Como se sabe, las Ideas son realidades inteligibles, inmateriales, eternas, inmutables, tras-cendentes, que constituyen los paradigmas o modelos perfectos e ideales que las cosas sensibles co-pian imperfectamente. Son, por tanto, las esencias de las cosas sensibles, las cuales les deben su ser y su realidad. Por otra parte, las realidades sensibles son realidades visibles o accesibles a los sentidos, son materiales, están sometidas al nacimiento y a la muerte -por tanto, son perecederas-, y, tal y co-mo decía Heráclito, están en constante proceso de cambio.

El texto deja claro en 508d que, mientras que las primeras son inteligibles, y el alma puede obtener de ellas conocimiento, las segundas son realidades sobre las que no cabe un conocimiento definitivo (episteme) sino tan sólo “opiniones cambiantes” (doxa), es decir, un saber confuso y oscuro, relativo y meramente sensible. Esto se debe al tipo de realidad que poseen unas y otras, y Platón trata de ilus-trar esto comparando el alma y su búsqueda de conocimiento y de inteligencia, con el ojo y su bús-queda de la visión: En efecto, al alma le pasa lo mismo que al ojo; cuando éste apunta a objetos ilu-minados por la luz del sol obtiene una visión clara, pero cuando se dirige a objetos envueltos en la penumbra, ve con dificultad. Análogamente, el alma, cuando apunta hacia las Ideas, obtiene conoci-miento e inteligencia (recordemos que la inteligencia es el grado máximo de saber); mientras que si apunta hacia las cambiantes cosas sensibles sólo obtiene meras opiniones. Ello es así porque cada Idea está “iluminada por la verdad y el ser”, debido a su participación directa de la Idea de Bien, que es la

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que da el ser a las Ideas y las hace inteligibles para el alma, a la manera como el sol hace visibles las cosas sensibles para el ojo humano.

7. Define el término “Idea del Bien”, exprimiendo la información que el texto da y comple-

tándola con tus conocimientos de fuera del texto.

IDEA DE BIEN

Como el sol o el hijo del bien con respecto a la visión y lo visto Lo que proporciona la verdad a los objetos de conocimiento y a la facultad de conocer A la vez objeto de conocimiento y causa del conocimiento (ciencia) y de verdad. Hace que las cosas inteligibles sean precisamente inteligibles Dota del ser y la esencia a las cosas inteligibles (como el sol hace con las cosas sensibles) No es esencia, sino algo por encima de la esencia. RESPUESTA IDEA DE BIEN: Para Platón, la Idea de Bien es la Idea suprema, representa la máxima perfección y, por tanto, lo máximamente real. Es también la expresión del orden de lo real (causa final y causa del orden del mundo), así como de la unidad del Mundo de las Ideas (principio unificador de todas las Ideas). Todas las Ideas participan de ella. Además es la causa de su realidad (función ontológica) y de su cognoscibilidad (función epistemológica), y además su conocimiento es el objetivo último de la educación filosófica del gobernante, pues se requiere para poner orden tanto en la propia alma como en la sociedad (función ético-política). La Idea de Bien cumple, pues, al menos estas 5 funciones en el sistema filosófico de Platón.

En el texto, Platón trata de explicar qué es la Idea de Bien, pero lo hace por analogía con el sol, al que llama “el hijo del bien”. Por lo que se refiere a la función epistemológica de la Idea de Bien, el texto viene a decir en 508b-d que, lo mismo que el sol hace visibles los objetos visibles al iluminarlos con su luz, la Idea de Bien hace inteligibles las Ideas al iluminarlas con la verdad y de este modo el alma puede lograr de ellas un conocimiento claro (inteligencia). En 508d también se dice que la Idea de Bien, al tiempo que causa el conocimiento y la verdad de las demás Ideas, ella misma es también obje-to de conocimiento, es más, es la meta última que persigue la educación filosófica. En esto también se asemeja el bien al sol: el sol no sólo hace visibles las cosas sensibles, sino que también él mismo es visible y objeto de la visión (508b). También dice el texto que, al igual que el sol, el Bien en sí no es sólo causa de la cognoscibilidad de las Ideas, sino también de su ser mismo y de su esencia, y es que las Ideas, en tanto que modelos de perfección, copian o imitan a la Idea de Bien, de la cual participan. Por último, el texto esboza hacia el final una enigmática frase sobre cuyo significado los expertos han debatido mucho: “El bien no es esencia, sino algo que está por encima de aquélla”. Un significado posible de esta frase es que las esencias de las cosas sensibles son, en sentido estricto, las Ideas. La Idea de Bien sería la esencia de todas las esencias, es decir, una especie de súper-esencia en torno a la cual la realidad en su conjunto alcanza el orden y el sentido.

8. Aclara las expresiones contrapuestas “aquel otro mundo” y “este” mundo; define los con-

ceptos filosóficos a los que aluden, remarcando la contraposición entre ambos, y sirviéndote tanto de la información del texto como de tus conocimientos sobre Platón.

AQUEL OTRO MUNDO ESTE MUNDO

La luz y la visión se parecen al sol El conocimiento y la verdad son semejantes al bien

Opiniones cambiantes Objetos del conocimiento Envuelto en penumbras (La luz de la verdad) Lo que nace y muere (Lo ingénito e imperecedero)

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RESPUESTA AQUEL OTRO MUNDO Y ESTE MUNDO: En el contexto de este capítulo del “Libro VI”, con

la expresión “aquel otro mundo” se está refiriendo Platón en 508d al mundo sensible; mientras que con el demostrativo “éste” se refiere al mundo inteligible. La clave está en que cuando habla de “aquel otro mundo” menciona a la luz, la visión y el sol, que gobierna el mundo sensible; por el con-trario, cuando se refiere a “este” otro mundo, habla del conocimiento, la verdad y la Idea de Bien, que, a semejanza del sol en el mundo sensible, gobierna en el reino de lo inteligible.

Como sabemos, Platón distingue dos ámbitos de realidad: las realidades sensibles, accesibles a la vista o a otros sentidos, materiales, cambiantes, sometidas al nacimiento y a la muerte, impermanen-tes, etc… Por otra parte tenemos las realidades inteligibles, formadas por los objetos matemáticos y las Ideas; se trata de realidades inmateriales, invisibles e inaccesibles a los sentidos, pero accesibles a la inteligencia, ingénitas e imperecederas, inmutables, trascendentes, subsistentes, etc… Estas reali-dades son imitadas imperfectamente por las realidades sensibles, las cuales deben su existencia y su esencia a las realidades inteligibles. Y así como en el mundo de las realidades sensibles (“aquel otro mundo”) reina el astro sol, en el mundo inteligible (“este” otro mundo) gobierna la Idea de Bien.

En el texto se mencionan algunas características que definen al mundo sensible: Por ejemplo, en 508cd se dice de las cosas sensibles que, por estar “envueltas en la penumbra”, no pueden ser objeto de conocimiento (episteme), sino tan sólo de “opiniones cambiantes”, que como sabemos representan un grado de saber inferior basado en los sentidos. También se alude al mundo sensible con la expre-sión “lo que nace y muere”, en alusión a la impermanencia que definen las cosas sensibles, y en con-traposición a las realidades inteligibles, que, como hemos dicho antes, son ingénitas e imperecederas. Por último, el texto alude a las realidades inteligibles con la expresión “objetos del conocimiento”, para remarcar el hecho de que sólo ellas, iluminadas por la verdad y el ser, pueden ser objeto de ver-dadero conocimiento.

9. Haz lo mismo con los términos “esencia” y “generación”.

TABLA DE CONTRAPOSICIONES

LA ESENCIA LA GENERACIÓN Por obra del Bien Por obra del sol Las cosas inteligibles Las cosas que son vistas El ser El crecimiento y la alimentación El Bien no es esencia, sino algo por encima RESPUESTA LA ESENCIA Y LA GENERACIÓN : En general, en filosofía se ha denominado “esencia” a la na-turaleza última e invariable de una cosa, o de la realidad en general, que es, por así decirlo, su verda-dero ser en base al que se explican sus cualidades y su comportamiento. Para Platón las esencias de las cosas sensibles se hallan, no en ellas, sino “separadas” de ellas; son las Ideas trascendentes. En el texto se viene a decir que la Idea de Bien aporta a las cosas inteligibles, además de su inteligibilidad, “el ser y la esencia” (509a). “Esencia” tiene aquí en parte el significado que hemos mencionado antes de naturaleza invariable y última de una cosa, pero creemos que, para entenderlo bien en este contex-to, hay que contraponerlo al término “la generación”. Esta expresión es usada por Platón en varias ocasiones para referirse al mundo sensible, que es un mundo de cosas que nacen y mueren; en este texto va asociada también a “las cosas que son vistas”, de las que se dice que reciben del sol “la gene-ración, el crecimiento y la alimentación” (509a). Análogamente, las cosas que son inteligidas reciben de la Idea de Bien “el ser y la esencia”. Así, el Bien es causa del ser de las cosas inteligibles, lo mis-mo que el sol es causa de las cosas sensibles. Entendemos que con las expresiones “esencia” y “gene-ración” se alude, respectivamente, al carácter invariable de las realidades inteligibles y al carácter perecedero y cambiante de las realidades sensibles. Las primeras son esencias invariables e ingénitas, mientras el ser de las segundas se caracteriza por “la generación y el crecimiento”; no son esencia. Tampoco son propiamente “ser”, sino devenir, que, como se sabe, es algo intermedio entre el ser (lo permanente e invariable) y el no ser (la nada).

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III. ACTIVIDADES DE SÍNTESIS DE UN TEXTO Y DE ARGUM ENTACIÓN

10. Haz una síntesis del capítulo XIX. Para ello vuelve a releer el capítulo y completa con las palabras que faltan en las comparaciones que lleva a cabo Platón entre el sol y el Bien

IV. ACTIVIDADES DE ACTUALIZACIÓN Y DE RELACIONAR

11. PLATÓN Y EL NEOPLATONISMO: Infórmate en Intern et sobre Plotino y el neoplato-nismo y responde: ¿Cómo interpretaron los neoplatónicos la Idea de Bien?

Véase: http://enciclopedia.us.es/index.php/Plotino http://viocioplotinadelconocimiento.wordpress.com/ http://www.monografias.com/trabajos51/filosofia-plotino/filosofia-plotino.shtml

SÍNTESIS INCOMPLETA CAPÍTULO XIX

I. IDEA PRINCIPAL : El Bien en sí es semejante al SOL

II. IDEAS QUE DESARROLLAN LA IDEA PRINCIPAL:

1) El sol produce luz y gracias a ella las cosas son visibles a la vista (508a); de manera semejante, la Idea de Bien ilumina las Ideas con VERDAD Y EL SER, haciéndolas INTELIGIBLES a la INTELIGENCIA (508c-d)

2) Para poder ver hacen falta tres elementos, que son: LA VISTA, LO VISTOY LA LUZ; el último lo proporciona el sol. Análogamente, para alcanzar autén-tico conocimiento hacen falta tres elementos, que son LA FACULTAD DE CONOCER (LA INTELIGENCIA), LOS OBJETOS DE CONOCIMIENTO (LAS IDEAS) Y LA VERDAD; el último de ellos lo proporciona el Bien en sí y es semejante a la luz (508c-e)

3) Así como cuando fijamos los ojos sobre objetos poco iluminados por la luz del sol, no obtenemos una “visión clara” (508c), de la misma manera, cuando el alma fija su atención en objetos poco iluminados por la verdad y el ser, es decir, EN COSAS SENSIBLES, entonces no ALCANZA CONOCIMIENTO, SINO OPINIONES CAMBIANTES (508d)

4) De igual modo que el sol es a la vez causa de la visión de todas las cosas y objeto de la visión (508a), así también la Idea de Bien es a la vez CAUSA DEL CONOCIMIENTO DE LAS IDEAS Y OBJETO DEL CONOCIMIEN-TO (508e)

5) Al igual que el sol se relaciona con la luz y la visión, pero no consiste en ellas, la Idea de Bien se relaciona con LA VERDAD Y EL CONOCIMIENTO, pero no consiste en ellas, sino que es algo más elevado.

6) Para finalizar, lo mismo que el sol proporciona a las cosas visibles, no sólo vi-sibilidad, sino también alimento, generación, crecimiento (al menos a los seres vivos), y, por así decirlo, es causa de su ser y de su existencia, -pues sin el sol no podrían existir-, la Idea de Bien proporciona a las cosas inteligibles EL SER Y LA ESENCIA, es decir ES CAUSA DE SU EXISTENCIA Y DE SU REALIDAD (509ab)

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12. PLATÓN Y AGUSTÍN DE HIPONA: Documéntate sobre San Agustín (Agustín de Hipo-na, siglo V). ¿Cómo reinterpretará San Agustín la Idea de Bien?

Véase: http://www.webdianoia.com/medieval/agustin/agustin_filo.htm http://www.wikiteka.com/apuntes/contexto-historico-san-agustin/ http://www.xtec.es/~fcarrio1/hfilo/dossieres/dossieragustin.doc 13. ACTUALIZACIÓN: ¿Se podría seguir manteniendo en algún sentido desde la ciencia

moderna —astronomía, física, cosmología— que el orden imperfecto visible en el universo físi-co plasma un orden perfecto matemático del cual es reflejo? Indaga en qué consiste el llama-miento que Platón hizo a los astrónomos de su época de “salvar los fenómenos” y di si eso mis-mo serviría hoy en día para la astronomía actual.

Platón animó a los astrónomos de su época a “salvar los fenómenos”. La verdadera astronomía no

debía ser una astronomía empírica, sino que debía “salvar los fenómenos”. ¿Qué quiere decir esto? Veamos: Aun cuando los sentidos nos muestren una trayectoria irregular de los planetas y de otros astros, prueba de la imperfección del mundo sensible, la inteligencia debía de ser capaz de explicar el movimiento visible e irregular de algunos astros como resultado de movimientos circulares perfectos y regulares. Y justamente eso es lo que hicieron los astrónomos que siguieron a Platón: expresar el movimiento irregular de los planetas como resultado de la combinación de movimientos circulares, regulares, armónicos y proporcionados, descriptibles matemáticamente pero ocultos a la vista. Algo semejante es lo que hace la ciencia moderna desde la revolución científica del Renacimiento y desde Galileo: Para que la razón y la experiencia se armonicen y “encajen” en el experimento, habrían de darse en la realidad condiciones ideales que no se dan; condiciones ideales, sin embargo, que la razón puede comprender. En cierto sentido, la ciencia moderna indaga una realidad definida por condiciones ideales, más perfecta y matemáticamente expresable, oculta tras la realidad visible que los sentidos nos muestran, menos perfecta y más inexacta. Y esa realidad ideal que la inteligencia indaga es más profunda y verdadera, y explica la realidad sensible que los sentidos nos muestran.

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BLOQUE 2: SÍMIL DE LA LÍNEA (“LIBRO VI”, Caps. XX-XXI)

I. ACTIVIDADES DE LECTURA Y COMPRENSIÓN 1. ¿LO DICE EL TEXTO?: Lee atentamente los dos capítulos que integran este bloque y contesta verdadero o falso. V si estás de acuerdo con la interpretación que se hace del texto; y F en caso contrario. En caso de que contestes F, razona tu respuesta en tu cuaderno de clase, apoyándola en el texto.

a) F (es justo al revés) b) V c) V d) F (se refiere a los objetos matemáticos, que no son cosas sensibles, pero

tampoco Ideas) e) V f) F (en ambos casos partimos de hipótesis) g) V (510cd) h) F (se refiere a los objetos matemáticos, no a las Ideas) i) F (los objetos matemáticos son invisibles e inteligibles) j) F (se refiere a objetos sensibles que copian imperfectamente los objetos ma-

temáticos y que son usados por los matemáticos para apoyar su razonamien-to; los objetos matemáticos no son sensibles, por tanto no pueden ser palpa-bles)

k) F ( Se refiere a las Ideas, no a los objetos matemáticos) l) V m) V n) F (De esto se habla más bien en 511c; pero además, aunque ahí se dice que

las matemáticas no son conocimiento, también queda claro que no son tam-poco simple opinión o creencia, sino algo intermedio)

o) V p) F (Es falso que la creencia sea el saber más oscuro; es la imaginación)

2. LOCALIZA, SUBRAYA Y RELACIONA: Localiza y subraya en texto las expresio-nes del capítulo XX del “Libro VI” que aparecen a la izquierda de la siguiente tabla y re-laciónalas con las que aparecen en la columna de la derecha. (Atención: en dos ocasiones, dos expresiones de la izquierda repiten el mismo concepto de la derecha).

1-b, 2-d, 3-e, 4-b, 5-a, 6-c, 7-a

3. LOCALIZA, SUBRAYA Y RELACIONA: Haz lo mismo que en el ejercicio anterior, pero ahora con las expresiones que aparecen en el capítulo XXI del “Libro VI”. (Atención: dos expresiones de la izquierda enlazan con el mismo término de la derecha). 1-g, 2-e, 3-c, 4-a, 5-f, 6-g, 7-d, 8-b

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II. ACTIVIDADES DE DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

TEXTO: CAPÍTULO XX

4. Define la expresión el “género visible”, sirviéndote de la información que aporta el texto, así como de tus conocimientos sobre el pensamiento de Platón.

GÉNERO VISIBLE : Con la expresión “género visible” Platón se refiere al mundo sensible, esto es, al ámbito de cosas que se nos muestran a la vista y a los sentidos. El mundo sensible es el ámbito de las realidades materiales, sometidas al nacimiento y a la muerte, en constante proceso de cambio y de trasformación, y de las cuales no es posible alcanzar verdadero conocimiento, sino tan sólo una clase inferior de saber poco fiable, cambiante y relativo al que Platón denomina opinión. Por eso en el texto Platón llama también al género de lo visible “lo opinado”, en contraposición a “lo conocido” (510a) o lo inteligible. El género visible se contrapone el género de lo inteligible, formado por los objetos ma-temáticos y las Ideas; este último es un ámbito de objetos con características contrapuestas a las reali-dades sensibles: son eternos, inmutables, inaccesibles a la vista, pero sí a la inteligencia, inmateriales, etc… Los objetos que componen el género visible imitan a los del género inteligible, que poseen, por decirlo así, mayor grado de realidad y de autenticidad. Sólo las cosas inteligibles pueden ser objeto de verdadero conocimiento. En el texto, concretamente en 509d-510a, se clasifica a los objetos del género de lo visible en dos subcategorías, de menor a mayor grado de realidad: En primer lugar, “las imágenes”, que incluye las sombras y reflejos de las cosas; se trata de cosas que copian los objetos visibles del siguiente segmen-to. En segundo lugar, los objetos que son copiados por las imágenes, más auténticos y reales: los ani-males, las plantas, los seres físicos y naturales en general, y también todas las cosas fabricadas.

5. Haz lo mismo con el término “Ideas”. IDEAS: Con el término “Ideas” o “Formas” se refiere Platón a ciertas realidades inmateriales, abs-tractas, eternas, inmutables, trascendentes, sólo accesibles a la inteligencia, que constituyen las esen-cias y los modelos perfectos e ideales que las cosas sensibles imitan o copian de forma imperfecta. Las Ideas son por tanto la causa del ser de las cosas sensibles y existen con independencia de los hombres y de las opiniones humanas. En el texto, concretamente en 510b, se hace referencia a la ma-nera como son conocidas las Ideas, en contraposición a la manera como son investigados los objetos de la matemática. A diferencia de cómo proceden los matemáticos, para conocer las Ideas se parte de hipótesis, pero para elevarse desde ellas a un principio último no hipotético ( la Idea); además, en esa investigación el alma no se apoya en nada sensible, como hacen los matemáticos, sino tan sólo en el puro razonamiento dialéctico. 6. Define los dos sentidos diferentes que en el texto tiene el término “imágenes” (observa que

se usa para referirse a dos clases de objetos diferentes).

SENTIDO 1 DE “IMÁGENES” SENTIDO 2 DE “IMÁGENES” Sombras Aquellas cosas que antes eran imitadas: anima-

les, plantas y objetos fabricados Figuras que se forman en el agua… (reflejos) Sirven de ayuda al alma en la búsqueda de las

cosas pertenecientes al primer segmento de lo inteligible

Imágenes que imitan a los animales, plantas y objetos fabricados

Figuras visibles que se parecen al cuadrado en sí y su diagonal, etc…

La misma relación que entre lo opinado y lo conocido

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IMÁGENES: Este término aparece en varias ocasiones en el capítulo XX, pero con dos referentes diferentes. En primer lugar, el término “imágenes” hace referencia a los objetos que ocupan el seg-mento inferior del género de lo visible: sombras y reflejos en el agua y en otro tipo de superficies (509d-510a). Se trata de los objetos con menor grado de realidad y autenticidad; no sólo porque son sensibles, sino porque, dentro del género de lo visible copian los objetos del segmento superior: los animales, las plantas y las cosas fabricadas (todos los objetos naturales y artificiales del mundo mate-rial). En correspondencia con su grado inferior de realidad, el alma humana tan sólo puede alcanzar sobre ellos un grado de saber que Platón denomina imaginación, que es el grado más oscuro y distor-sionado de la opinión. Por otra parte, en 510b se usa también el término “imágenes”, pero ahora se refiere a los objetos del segmento superior del género de lo visible (seres naturales y seres fabricados), que justamente antes eran los modelos imitados por los objetos del segmento inferior. Así, los diagramas y las “figuras visibles” de triángulos, cuadrados, números, etc… que dibujan los matemáticos para ayudarse a discu-rrir pertenecen, en tanto que “cosas fabricadas” o artificiales, al segmento superior de lo visible. Pero ahora aparecen como copias de los objetos matemáticos, a los que se parecen; por eso se les llama aquí también “ima´genes”, porque son “imágenes” o copias visibles de los objetos matemáticos. Así, lo que antes era modelo de las sobras y reflejos, ahora aparece como “imagen” o copia de los objetos matemáticos. Las “imágenes” en el primer sentido imitan a las “imágenes” o copias en el segundo sentido y son, por tanto, las primeras son menos auténticas y reales. 7. ¿A qué se refiere la expresión del texto “aquello a que ellas se parecen”? Define y clarifica el

concepto al que se refiere sirviéndote, tanto de la información que aporta el texto, como de tus conocimientos sobre la filosofía platónica.

“AQUELLO A QUE ELLAS SE PARECEN”: Esta expresión, que aparece en 510d, se refiere a los objetos matemáticos, de los que el texto cita como ejemplos “el cuadrado en sí y su diagonal”. La expresión alude al hecho de que los matemáticos usan figuras visibles o dibujos, que imitan a los ob-jetos matemáticos, los cuales son en realidad invisibles e inteligibles. Los objetos matemáticos son para Platón, en efecto, objetos inteligibles, y, según dice el texto, ocupan el segmento inferior del género de lo inteligible. Se trata, por tanto, lo mismo que las Ideas, de objetos inmateriales, ingénitos e imperecederos, inmutables, abstractos, invisibles a la vista, pero accesibles a la inteligencia. Aristóteles nos dice que Platón consideró que, aunque inteligibles, los objetos mate-máticos se diferencian de las Ideas en que admiten la pluralidad (hay muchos círculos, por ejemplo), mientras que las Ideas que estos objetos imitan son únicas (hay una sola Idea de Circularidad). Son los inteligibles inferiores, frente a las Ideas, que son los inteligibles superiores. Por lo demás, en el texto, concretamente en 510b-e, se dice que a la hora de investigar sobre los obje-tos matemáticos, el alma parte de hipótesis o axiomas no demostrados y que injustificadamente toma por evidentes (axiomas) y en ellos funda sus demostraciones; además, como hemos dicho, se ayuda para discurrir sobre ellos de copias sensibles que se les parecen, siendo que dichos objetos son inteli-gibles y por tanto, invisibles. Estos inconvenientes son los que justifican que Platón considere que el saber que el alma obtiene sobre los objetos matemáticos sea una forma inferior de conocimiento a la que denomina “pensamiento”, más clara que la opinión pero menos clara que el conocimiento que se alcanza con la contemplación de las Ideas (noesis o inteligencia)

TEXTO: CAPÍTULO XXI

8. Define el término “pensamiento” con el significado con el que aparece en este capítulo PENSAMIENTO : Platón usa el término “pensamiento” para referirse a un grado de saber, o a un determinado estado mental del alma, caracterizado por ser más claro que la opinión, pero menos cla-

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ro que la “inteligencia”, que corresponde el grado de saber más elevado y más claro. El pensamiento no es opinión, sino una forma de conocimiento (episteme), pero una forma inferior, más oscura que la “inteligencia” (noesis). Si ésta última versa acerca de las Ideas (inteligibles superiores), el pensamien-to versa acerca de los objetos matemáticos (inteligibles inferiores), los cuales imitan a las Ideas. En el texto, concretamente en 511d, se dice que “pensamiento” es el nombre que Platón asigna a la opera-ción de los geómetras y demás. Además, se dice que “es algo que está entre la simple creencia (opi-nión, doxa) y el conocimiento (noesis, inteligencia). A lo largo de todo el capítulo Platón justifica por qué esto es así. En síntesis, la razón de ello tiene que ver con la manera de proceder de los mate-máticos, que, por una parte, se apoyan en figuras visibles para razonar sobre los objetos matemáticos, que no obstante son inteligibles; y, por otra parte, fundan sus teoremas en hipótesis o axiomas no sufi-cientemente justificados, tomándolos injustificadamente por verdades evidentes sin más. 9. Define la expresión “ciencia dialéctica”, contraponiéndola a la expresión “las llamadas ar-

tes”. (Sírvete tanto de la información que el texto aporta, como de tus conocimientos sobre la filosofía de Platón).

TABLA DE OPUESTOS

CIENCIA DIALÉCTICA LAS LLAMADAS ARTES

Segundo segmento de la región inteligible Investiga objetos inteligibles (Primer segmento) Parte de las hipótesis hasta el principio (Idea) Usa hipótesis sin remontarse al principio La geometría y las ciencias afines. Los geóme-

tras y demás No recurre a nada sensible Se apoya en figuras sensibles (“cosas palpables”) Visión del ser y de lo inteligible más clara (Visión del ser menos clara) Se apoya en la razón por sí misma y en su poder dialéctico

Contemplan lo inteligible por medio del pensa-miento, no de los sentidos

Inteligencia Pensamiento, entre la simple creencia y el cono-cimiento

RESPUESTA: CIENCIA DIALÉCTICA y “LAS LLAMADAS ARTES”: Platón denomina “ciencia dialéctica” a la ciencia suprema, que se ocupa de alcanzar conocimiento sobre las Ideas y sus relaciones, y particu-larmente de la relación de cada Idea con la Idea de Bien. Por eso, en el texto, concretamente en 511b, Platón la coloca en “el segundo segmento de lo inteligible”, en correspondencia con las Ideas. La dia-léctica es, pues, la que proporciona un conocimiento más auténtico, estable y objetivo sobre la esencia de la realidad, pues las Ideas son las esencias de lo real. Se identifica con la filosofía, y en el “Libro VII” de La República, aparece como la enseñanza suprema en la que deberán formarse los futuros filósofos antes de acceder al cargo de gobernantes, pues sólo ella puede conducirles al conocimiento de la Idea de Bien, necesario para poner orden en su propia vida y en el Estado. En el texto, concreta-mente en 511b, se deja claro que, a diferencia de “las llamadas artes”, la ciencia dialéctica se apoya exclusivamente en el “poder dialéctico de la razón” y “sin recurrir en absoluto a nada sensible”. Ade-más se dice, que, aun cuando parte de hipótesis, las toma como simples supuestos, usándolas para elevarse desde ellas hasta el principio, es decir, hasta la Idea investigada. Todo ello hace que Platón, por boca en esta ocasión de Glaucón (511b), afirma que la ciencia dialéctica proporciona una “visión del ser y de lo inteligible” más clara que “las llamadas artes”; por eso es la única que proporciona conocimiento en sentido estricto (noesis o inteligencia). Por lo que se refiere a “las llamadas artes”, Platón se refiere con esta expresión a las matemáticas (a “la geometría y las ciencias afines a ellas”: aritmética, astronomía, armonía, etc…). Estas ciencias se ocupan de los llamados entes matemáticos, que ocupan el primer segmento inferior de lo inteligible, pues son objetos inteligibles y comparten con las Ideas características comunes (inmateriales, invisi-bles, eternos, subsistentes, inmutables, etc...). Sin embargo, a la hora de conocerlos, los matemáticos se apoyan en figuras sensibles que copian imperfectamente dichos objetos; además, como se dice en el texto, parten de hipótesis que toman como verdades evidentes y definitivas, y deducen de ahí sus

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conclusiones. Todo esto hace que el saber que proporcionan sobre lo inteligible sea un saber menos claro que el saber que el alma alcanza mediante la ciencia dialéctica, por lo que en el texto se le llama “pensamiento”, refiriéndose con ello a algo que no es simple opinión (pues versa sobre lo inteligible y no lo contempla con los sentidos, 511b), pero no llega al grado de claridad del conocimiento en senti-do estricto, que es el saber acerca de las Ideas (noesis, inteligencia). El pensamiento, no obstante, en tanto que vinculado a un saber acerca de objetos que son inteligibles, puede ser considerado conoci-miento en sentido laxo (episteme), aun cuando se trate de un grado inferior de episteme. 10. Define el término “hipótesis” y los dos usos que se pueden hacer de ellas, según el texto.

USO 1 DE HIPÓTESIS USO 2 DE HIPOTESIS La geometría y las ciencias afines a ella La ciencia dialéctica Sin poder remontarse por encima hacia el princi-pio

Peldaños y trampolines para elevarse hasta el principio

Sirven de principios No como principios Pensamiento Conocimiento (noesis, inteligencia) RESPUESTA: El término hipótesis tiene el significado general de supuesto en una investigación. Una hipótesis es un enunciado que consideramos probable, pero cuya validez no ha sido enteramente verificada. En el texto se contrapone la manera de proceder de las matemáticas (“las llamadas artes”, “la geometría y las ciencias afines a ella”) con la manera de proceder de la ciencia dialéctica, que in-vestiga las Ideas y sus relaciones. Ambas usan hipótesis o supuestos, pero hacen un uso bien diferente de ellas. En primer lugar, las matemáticas, para investigar los objetos matemáticos y demostrar sus teoremas, parten de hipótesis, pero consideran estas como axiomas, es decir, verdades tan evidentes que no necesitan de demostración, sino que son el principio indemostrable de cualquier demostración, a partir del cual deducen los matemáticos sus conclusiones (teoremas). Platón considera que esta ma-nera de proceder es deficiente, pues los teoremas matemáticos se asientan entonces en principios que en realidad son meras hipótesis no verificadas. Frente a este uso de las hipótesis, tenemos el uso que hace la dialéctica: Ésta usa también hipótesis para investigar las Ideas, pero como punto de partida, y tomándolas como simples supuestos provisionales o, como dice el texto, concretamente en 511b, co-mo “peldaños o trampolines” desde los que el alma se va elevando hasta el conocimiento mismo del principio, que no es otra cosa que la Idea. Así, a la hora de definir la esencia última de algo, se parte de una primera definición hipotética y no definitiva; luego se la intenta probar mediante el poder de la razón, sometiéndola a crítica, y si no resiste la crítica, se desecha, proponiendo una nueva definición hipotética, que debe ser superior y más próxima a la definición de la esencia investigada; se procede con ella de la misma manera, hasta alcanzar un última definición que resista todas las críticas y que recogerá, por consiguiente, la esencia de lo investigado. Es aquí cuando nos hemos remontado hasta la contemplación misma del la Idea (el principio), partiendo de hipótesis provisionales que hemos usado como peldaños o escalones.

III. ACTIVIDADES DE DE SÍNTESIS DE UN TEXTO Y DE AR GUMENTACIÓN 11. El capítulo XX es un texto principalmente expositivo; si nos piden un resumen de las ideas

del mismo utilizaremos el modelo de síntesis que hemos trabajado ya en actividades anterio-res. Completa el siguiente esquema incompleto, en el que se recoge una síntesis de las ideas principales del texto, así como de las ideas secundarias subordinadas a cada idea principal.

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TEXTO: CAPÍTULO XXI

12. Continúa tú EL ESQUEMA anterior en el punto 4, sintetizando las ideas del capítulo XXI y mostrando la estructura expositiva o argumentativa del texto.

SÍNTESIS COMPLETA CAPÍTULO XX:

1. El Bien en sí reina la región inteligible, el sol en la región visible (509d)

2. Símil de la línea (aspecto ontológico): Hay dos grados de realidad: la visible y la inteli-gible (509d-510a) 2.1. El segmento inferior corresponde a la región visible, que copia a la región inteligi-

ble, y se subdivide en dos partes (509d-510a): 2.1.1 Parte inferior: “Imágenes” (que copian los objetos de la parte superior) 2.1.2 Parte superior: “Animales, plantas y cosas fabricadas”

2.2. El segmento superior corresponde a la región inteligible. Se subdivide en dos par-tes: (510b) 2.2.1 Parte inferior: Objetos inteligibles que el alma investiga ayudándose de imágenes visibles y partiendo de hipótesis no debidamente justificadas: los objetos matemáticos 2.2.2 Parte superior: Aquellos objetos inteligibles que el alma investiga con la sola ra-zón sin ayuda de imágenes sensibles, y yendo de las hipótesis a los principios: las Ideas

3. Aclaración sobre el proceder de los matemáticos (510c-e): 3.1. Parten de hipótesis que no justifican porque las toman por evidentes (510c-d) 3.2. Deducen a partir de ahí sus conclusiones (510e) 3.3. Se sirven de figuras visibles para discurrir sobre cosas que no son visibles (510e)

CONTINUACIÓN SÍNTESIS. CAP. XXI

4. Aclaración sobre la manera de conocer las Ideas (dialéctica) 4.1. Las conoce la razón por sí misma, sin recurrir a los sentidos 4.2. Parte de hipótesis, pero sin tomarlas como principios definitivos

5. La ciencia dialéctica es superior a las matemáticas 5.1. La razón de eso es que proporciona un conocimiento (episteme) más claro 5.2. Las matemáticas se ocupan también de objetos inteligibles (511c), pero no pro-

porcionan conocimiento en sentido estricto (noesis) 5.2.1 La razón de lo anterior es que van de las hipótesis a las conclusiones, en vez de a los principios (Ideas) 5.2.2 En consecuencia, hay que llamar “pensamiento”, y no conocimiento (noesis), a la operación mental de los matemáticos 5.2.3 El pensamiento es, por lo que se refiere a su claridad, algo intermedio entre la opinión y el conocimiento (noesis).

6. Correspondencia entre grados de ser (realidad) y grados de claridad (saber) 6.1. Hay 4 operaciones del alma, que son, de más clara a más oscura: la inteligencia, el

pensamiento, la creencia y la imaginación. 6.2. Cada una de estas operaciones del alma se aplica a una clase de objetos distinta,

que son, de más reales a menos reales: Ideas, objetos matemáticos, seres naturales y fabricados e imágenes.

6.3. Relación entre ambos: Cuanto más real y auténtico es el objeto sobre el que se aplica, más claro es el conocimiento que el alma obtiene de él.

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13. TEXTO ARGUMENTATIVO: Considera el texto que va desde 510c (“Creo que sabes

que…”) hasta 511d inclusive (hasta “…creencia y el conocimiento”). Sintetiza las ideas prin-cipales del texto mostrando su estructura argumentativa. Al tratarse de un texto predomi-nantemente argumentativo, lo mejor es hacer un breve resumen que recoja EL TEMA, LA TESIS y LOS ARGUMENTOS en defensa de la misma, exponiéndolos con claridad, conci-sión y orden (ver el apartado “Orientaciones para la Prueba de Acceso a la Universidad”).

El TEMA central de este texto, que es un fragmento del símil de la línea, es la distinción entre objetos matemáticos e Ideas, entre matemáticas y dialéctica. La TESIS que el autor defiende sobre este asunto es que el saber sobre los objetos matemáticos, aún siendo más claro que la opinión, es inferior en claridad al de las Ideas, lo que nos lleva denominarlo pensamiento, no conocimiento en sentido estricto (noesis, inteligencia). Las RAZONES O ARGUMENTOS en que Platón se basa para defender dicha tesis son las siguientes:

1- A la hora de investigar sobre los objetos matemáticos, los matemáticos parten de hipótesis (axio-mas) que dan por buenas y verdaderas al considerarlas evidentes. A partir de aquí, mediante de-ducciones extraen sus teoremas (510bc). En cambio, la ciencia dialéctica, que es la ciencia que in-vestiga sobre las Ideas y sus relaciones, aún cuando parte también de hipótesis, las toma como simples supuestos desechables para ir ascendiendo, paso a paso, hasta el conocimiento de la Idea.

2- Por otra parte, las matemáticas, aún cuando se ocupan de objetos que, lo mismo que las Ideas, son inteli-gibles, sin embargo, a la hora de discurrir sobre ellos, los matemáticos se sirven de “figuras visibles”, que son en realidad copias imperfectas de esos objetos invisibles. En cambio, la dialéctica, al investigar las Ideas hace uso sólo del poder dialéctico de la razón, sin recurrir en su apoyo a nada sensible.

3- En suma, debido a estas deficiencias del método que emplean los matemáticos, las matemáticas no proporcionan la misma claridad que el método dialéctico (aplicable sólo a las Ideas). Por todas las anteriores razones, y a modo de conclusión o TESIS, el texto afirma que las matemáticas no pro-porcionan conocimiento en sentido estricto (noesis), sino algo que podemos llamar “pensamiento”, para hacer referencia a algo más claro que la simple opinión, pero más oscuro que el conocimiento, que es propio sólo de las Ideas. (No obstante, el pensamiento es el grado inferior de conocimiento en sentido laxo -episteme).

IV. ACTIVIDADES DE ACTUALIZACIÓN Y DE RELACIONAR

14. ACTUALIZACIÓN: Actividades sobre el texto: a) Leed y comentad en clase el texto anterior.

b) Resume brevemente en qué consiste la posición que podemos denominar “platonismo ma-temático”.

El platonismo matemático defiende que los objetos matemáticos tienen una existencia metafísica real, en sentido fuerte, al margen y con independencia de la existencia o no de la mente humana. Los objetos de la matemática no son invenciones de la mente humana, sino objetos inmateriales con existencia plena, so-bre los cuales la mente puede discurrir.

c) Busca información en Internet sobre “matemáticos platónicos” contemporáneos o el “pla-tonismo matemático”. Haz un breve resumen por escrito.

Véanse, por ejemplo. http://www.elpombo.com/foro/archive/index.php/t-773.html http://divulgamat.ehu.es/weborriak/Historia/MateOspetsuak/Platon1.asp http://piluky.lacoctelera.net/categoria/filosofia-la-ciencia

15. RELACIÓN CON SÓCRATES: Resume la influencia de Sócrates sobre su discípulo Platón.

Véanse las páginas de la 19 a la 23 del apartado del libro “Contexto filosófico de Platón”. Véase también el cuadro de la página 23.

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BLOQUE 3: EL MITO DE LA CAVERNA (“LIBRO VII”, Caps. I-III)

I. ACTIVIDADES DE LECTURA Y COMPRENSIÓN

1. Localiza y subraya en el texto las siguientes expresiones que aparecen en 515-d y, teniendo en cuenta el contexto, contesta a qué se refiere Platón con ellas:

— “aquellos objetos cuya sombra veía antes” — “lo que antes habían contemplado”. — “lo que entonces se le mostraba” RESPUESTA: — “aquellos objetos cuya sombra veía antes”: esta expresión se refiere a los objetos que desfi-

lan detrás del muro, esto es, a las estatuas transportadas de hombres y animales. Metafóricamente re-presentan cosas del mundo sensible, tales como los seres naturales y objetos fabricados, de cuya in-vestigación se ocupan los filósofos de la naturaleza y los expertos en saberes técnicos. Son más reales que las sombras, pero siguen siendo una copia de lo verdadero, de las Ideas.

— “lo que antes había contemplado”: se refiere a las sombras. Metafóricamente representan las visiones deformadas de las cosas del mundo sensible, propias del hombre corriente, sometido a los prejuicios, a la superstición y a las costumbres.

— “lo que entonces se le mostraba”: Ídem que “aquellos objetos cuya sombra veía antes”.

2. ¿Por qué razón el prisionero se resiste al principio a aceptar que las estatuas que causan las sombras son más reales que las sombras? ¿Qué significado metafórico tiene esto? Pon ejemplos de la vida real en que ocurra algo similar.

El propio texto da la clave de la respuesta. Los prisioneros han sido “obligados a mantener inmóvi-

les sus cabezas” durante toda su vida y, por tanto “no han visto otra cosa de sí mismos o de sus com-pañeros sino las sombras proyectadas por el fuego” (515-a). Por esa razón se resisten a aceptar que las estatuas que ahora ven son más reales que las sombras que siempre han visto y que desde siempre han tomado como la única y verdadera realidad, pues no conocían otra cosa. El significado metafórico de esto es claro: las costumbres, los prejuicios y las falsas creencias de siempre en las que uno ha sido educado desde pequeño, son un obstáculo para el conocimiento; la misma ignorancia del ignorante, que cree saber, cuando en realidad no sabe, constituye una barrera para el conocimiento y para su li-beración. Son muchos los ejemplos de la vida real que pueden ejemplificar esto: algunas mujeres de cierta edad y que han tenido escasas oportunidades de acceso a la educación, frecuentemente son las más acérrimas defensoras y las transmisoras de los valores sexistas tradicionales que las esclavizan y las marginan, y los defienden con mayor fervor cuanto mayor es su ignorancia. También, muchos pre-juicios contra el otro (“moros”, “sudacas”, “franchutes”, “maricas”, etc.) se fundan frecuentemente en falsas creencias y en el desconocimiento absoluto de lo que se desprecia, y resultan muy difíciles de erradicar si desde siempre se ha pensado así. Otro ejemplo: en el Renacimiento, a pesar de las evi-dencias expuestas por Galileo Galilei de que la Tierra giraba alrededor del sol y de que en la luna existían cráteres y montañas, la Iglesia y la ciencia oficial de la época se resistieron durante siglos a aceptar esas nuevas ideas y a renunciar a las ideas tradicionales.

3. La misma relación que se da en el mito entre las cosas del exterior y las cosas del interior

(sombras y estatuas), se da entre el mundo inteligible y el mundo sensible. ¿Con qué palabra o palabras puede definirse dicha relación?

Imitación o copia. Así como las cosas del interior de la caverna copian o imitan de forma más o

menos imperfecta, las cosas del exterior, así también el mundo sensible, representado por el interior de la caverna, copia o imita el mundo inteligible, representado metafóricamente por los objetos del exterior.

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4. Lee atentamente los tres capítulos que componen este bloque y anota en este cuadro, el sig-

nificado que Platón atribuye a estas metáforas:

METÁFORAS DEL MITO SIGNIFICADO • Los prisioneros

Representan a la mayoría de la humanidad, prisionera de su ignorancia, aferrada a las costumbres, opiniones y prejuicios de siempre; incluso "feliz" en su ignorancia.

• El prisionero liberado

Representa metafóricamente al filósofo que emprende el camino del conocimiento de la verdad y de lo auténti-camente real.

• Las cadenas

Aquello que ata a los prisioneros impidiendo su libera-ción. Metafóricamente, lo que liga a los prisioneros al mundo de las cosas sensibles e impide que el alma des-pegue hacia lo verdadero. Se admiten varias interpreta-ciones: pueden simbolizar el cuerpo o la cárcel del al-ma, que, con sus deseos, impulsos y apetitos materiales, arrastra al alma hacia lo sensible y es un obstáculo pa-ra el conocimiento. También pueden representar las cadenas de nuestra ignorancia, pues la ignorancia es nuestra mayor prisión, en contraposición al conocimien-to, que constituye nuestra liberación. Por último, pue-den simbolizar también la opresión de las costumbres y prejuicios sociales, que nos impiden muchas veces libe-rarnos y pensar por nosotros mismos.

• Los objetos del interior de la caverna

y sus sombras

En conjunto, representan las cosas del mundo sensible, sometidas al cambio y al devenir. Son sólo copias o imi-taciones de la verdadera realidad, es decir, de las Ideas (representadas en el mito por las cosas del exterior).

• El fuego del interior de la caverna

El sol

• La vivienda - prisión

El mundo sensible. El mundo de lo opinable, envuelto siempre en la tiniebla de la confusión

• La subida al mundo de arriba

El arduo y duro camino de la educación del filósofo, que es también un camino de liberación.

• El sol del exterior

La Idea de Bien

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5. LOCALIZA, SUBRAYA Y RELACIONA. Localiza y subr aya en el capítulo II del texto las expresiones que aparecen en la columna de la izquierda. Interpreta el lenguaje metafórico de algunos elementos del mito relacionándolos con su significado:

1-d; 2-g; 3-e; 4-a; 5-b; 6-c; 7-f; 8-h.

6. Analiza la metáfora del sol:

FUNCIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LA IDEA DE BIEN

FRASES SOBRE EL SOL FRASES SOBRE LA IDEA DE BIEN - “Y por último, creo yo, sería el sol (....) lo que él estaría en condiciones de mirar y con-templar” (516-b) - El sol es el soberano de la luz en el mundo visible (517-c)

- “En el mundo inteligible, lo último que se per-cibe, y con trabajo, es la Idea del Bien” (517-b) - En el mundo inteligible “es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento” (517-c)

Analogía entre el sol y el Bien: así como, una vez fuera de la caverna, el sol es lo último que per-

cibe el prisionero liberado, ascendiendo escalonadamente desde la visión de los reflejos a la de los objetos y de éstos a la de las estrellas y la luna, así también la Idea de Bien será lo último que con-temple el filósofo, y constituye la meta última del conocimiento y de la educación. Por otra parte, así como el sol hace que las cosas del mundo visible, al iluminarlas con su luz, sean visibles para el ojo, así también la Idea de Bien hace que las Ideas del mundo inteligible sean cognoscibles para el alma humana, al introducir en ellas orden, perfección y racionalidad, de modo que la Idea de Bien es la causa de la cognoscibilidad de las demás Ideas, lo mismo que el sol es la causa de la “visibilidad” de las cosas sensibles.

FUNCIÓN ONTOLÓGICA DE LA IDEA DE BIEN

FRASES SOBRE EL SOL FRASES SOBRE LA IDEA DE BIEN - El sol “es quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible y es, en cierto modo, el autor de todas las cosas que ellos veían” (516-c)

- “Es la causa de todo lo recto y bello que hay en todas las cosas” (517-c)

Analogía entre el sol y el Bien: así como el sol es la causa de todas las cosas que existen en el

mundo visible, pues gracias a él viven las plantas y los animales, causa las sombras y los reflejos de las cosas, y regula y gobierna todo en el mundo visible, así también la Idea de Bien es la causa de todo lo que hay de recto y de bello en las Ideas y en las cosas del mundo sensible y constituye el fundamen-to ontológico de todo lo real, debido a que las Ideas participan de la Idea de Bien, y las cosas sensibles de éstas.

FUNCIÓN ÉTICO-POLÍTICA DE LA IDEA DE BIEN

FRASES SOBRE EL SOL FRASES SOBRE LA IDEA DE BIEN - “Tiene por fuerza que verla quien quiera pro-

ceder sabiamente en su vida privada o pública” (517-c)

Analogía entre el sol y el Bien: así como la luz del sol introduce claridad durante el día y nos res-

cata de la oscuridad de la noche, iluminando nuestros pasos y el entorno, así también el conocimiento de la Idea de Bien debe ser la antorcha que guíe las acciones humanas, tanto en el terreno de la vida privada (el de la ética) como en el de la vida pública (el de la política), de modo que apunten siempre

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hacia lo mejor y lo más justo. Sin el conocimiento del Bien en sí, los individuos y los políticos son como caminantes sin rumbo y sin guía, perdidos en la oscuridad de la noche.

II. ACTIVIDADES DE DEFINICIÓN DE TÉRMINOS 7. Lee el mito de la caverna desde el principio hasta 516c y explica a qué concepto filosófico

se refiere Platón con la metáfora “ver las cosas de arriba”. Defínelo a continuación, sirviéndote de tus conocimientos sobre la filosofía platónica y completando la definición con la información metafórica que el texto aporta sobre dicho concepto.

La expresión “visión de las cosas de arriba” se refiere a la contemplación por parte del prisionero

liberado de las cosas del exterior de la caverna; se trata de una metáfora del conocimiento verdadero (episteme); éste tiene por objeto lo real y auténtico, las esencias, es decir, lo inteligible y, particular-mente, las Ideas; a diferencia de la simple opinión, el conocimiento (episteme) se caracteriza por ser universal, objetivo, y por fundarse en la inteligencia, y no en los sentidos. La expresión mencionada se contrapone en el texto a la “visión de las cosas de abajo”, es decir, de las cosas del interior de la caverna (sombras y estatuas). En efecto, con esta expresión Platón se refiere a la opinión (doxa); ésta no es propiamente conocimiento acerca de lo verdaderamente real, sino acerca del mundo sensible y cambiante, que, como se sabe, tan sólo es una copia del mundo de las Ideas; esta clase de saber se caracteriza por ser superficial, poco fiable, cambiante y relativo, y por basarse, no en la razón, sino en los sentidos.

El siguiente cuadro puede resumir el significado metafórico de las expresiones usadas por Platón:

Las sombras y obje-tos del interior de la caverna.

Las cosas de arriba. La VISIÓN de las sombras y objetos del interior.

La VISIÓN de las cosas de arriba.

MUNDO SENSIBLE

MUNDO INTELIGIBLE

LA OPINIÓN

EL CONOCIMIENTO

(EPISTEME)

8. Lee atentamente el párrafo que va de 516a (“Necesitaría acostumbrarse...”) hasta 517a

(“Claro que sí— dijo...”). Explica en detalle el significado que en ese texto tiene la expresión “ciencia de allí”. ¿Qué significado metafórico tiene esta expresión? Por último, define con preci-sión el concepto de la filosofía de Platón con el que se relaciona.

TABLA DE OPOSICIONES CIENCIA DE ALLÍ LO CONTRARIO

(LA VERDADERA CIENCIA) "su anterior habitación" (el interior de la caverna)

"arriba" (516-a)

"compañeros de cárcel" (el prisionero liberado) "honores y alabanzas" en la caverna El filósofo "compadecería" (516-c), no "envi-

diaría" (516-d) Aquellos que "disciernen" mejor las som-bras

"ver las cosas de arriba" (516-a)

Aquellos que son "más capaces de profeti-zar" sombras

"estar en condiciones de mirar y contem-plar" el sol (516-b)

"mundo de lo opinable" El mundo de "arriba" "opinar acerca de sombras" ...............................................

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RESPUESTA: ● (Aclaramos el significado en el texto de la expresión a analizar Con la expresión “la ciencia de allí” Platón se refiere a la ciencia de la caverna, que es tan sólo un saber acerca de sombras que pasan y de ecos de voces, de un mundo envuelto en las “tinieblas”, como dice el texto en 516-e.

● (Aclaramos el cocepto al que se refiere dicha expresión y echamos mano de nuestros conoci-mientos sobre el autor) De manera metafórica, la expresión “ciencia de allí” representa la simple opinión o doxa, que, como se sabe, para Platón es un saber menos claro y fiable que el conocimiento (la episteme); además, es un saber vinculado a los sentidos, relativo y cambiante, y tan sólo llega a captar la apariencia de las co-sas, pero no su verdadera esencia. La opinión es el grado de conocimiento o el estado mental en que nos hallamos cuando usamos los sentidos para contemplar las cambiantes cosas del mundo sensible y material, sometidas al devenir incesante, al nacimiento y a la muerte. ● (Vamos y venimos del texto a los conocimientos sobre el autor y su filosofía) Volviendo de nuevo al texto, se dice que algunos prisioneros de la caverna, a fuerza de investigar so-bre las sombras, han llegado a ser expertos en ellas y han adquirido “ciencia” sobre ellas, y causan admiración entre los otros prisioneros y reciben “honores y alabanzas”; parece claro que Platón está aquí aludiendo a los filósofos de la naturaleza y a los sofistas, a los sabios de la caverna, cuyo saber es superior al de la mayoría de los hombres, pero ese saber no deja de ser simple opinión, pues versa sobre el cambiante mundo sensible. Platón se refiere al él en el texto con la expresión “mundo de lo opinable”, un mundo de cosas que son sólo copias o sombras de los objetos del exterior, que represen-tan lo verdaderamente real y por tanto el objeto de estudio de la auténtica ciencia. De ahí que el texto diga en 516d que “el prisionero liberado”, que representa al filósofo que ha alcanzado por fin el cono-cimiento de lo auténticamente real, “no envidiaría” a los sabios de la caverna, expertos en meras som-bras, sino que les “compadecería”.

● (Aclaramos la expresión a analizar contraponiéndolo a su opuesto) La “ciencia de la caverna” se contrapone a la auténtica ciencia (la episteme), que es un saber sobre las esencias eternas e inmutables, que ha alcanzado el prisionero liberado fuera de la caverna y que versa sobre las Ideas (el mundo de “arriba”). Resumiendo, la “ciencia de allí”, no es ciencia o cono-cimiento en sentido estricto, sino mera opinión sobre lo sensible; y los sabios de la caverna son, a diferencia del filósofo, meros expertos en sombras que pasan.

●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●

Ofrecemos también la respuesta de una alumna, seguida de un breve comentario valorativo:

CIENCIA DE ALLÍ:CIENCIA DE ALLÍ:CIENCIA DE ALLÍ:CIENCIA DE ALLÍ: Con la expresión “la ciencia de allí” Platón se refiere al saber o al grado de conocimiento que se puede adquirir en el mundo en el que estaba antes, es decir, en el interior de la caverna, que representa el mundo de lo sensible. Como se desprende del texto, este mundo es un mundo envuelto en las “tinieblas”, esto es, en la ignorancia. A él se refiere Platón también con la expresión “mundo de lo opinable”, un mundo de cosas que son sólo copias o sombras de los objetos del exterior, que representan lo verdaderamente real y por tanto el objeto de la auténtica ciencia. En cambio, “la ciencia” de la ca-verna es una clase de conocimiento que está vinculado a los sentidos, en con-traposición a la ciencia que ha alcanzado el prisionero liberado fuera de la caverna, que versa sobre las Ideas (el mundo de “arriba”), las cuales son inte-ligibles gracias a la Idea de Bien, que funciona como el fuego en el interior de la caverna. La “ciencia de allí” es la ciencia de aquellos de entre los prisione-ros que la mayoría reconocen y honran como “sabios”, sin serlo verdaderamen-te; estos sabios de la caverna son aquellos que disciernen mejor las sombras y se

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dedican a “opinar” acerca de ellas (517-a) y a “profetizar” o predecir las som-bras que van a llegar, en clara alusión a los filósofos de la naturaleza y tal vez a los sofistas (516-d). Las cosas que estudian son sólo “sombras que pasan”, esto es, meras copias, sujetas al cambio y al devenir, de las cuales es imposible ex-traer verdadera ciencia (episteme), o sea, un conocimiento eterno, absoluto y objetivo. En conclusión, la “ciencia de allí”, no es ciencia o conocimiento en sentido estricto, sino mera opinión sobre lo sensible; y los sabios de la caverna son, a diferencia del filósofo, meros expertos en sombras que pasan. Mª ÁNGELES MARTÍN ALIAGA COMENTARIO DE LA RESPUESTA : La alumna se centra en el texto y en clarificar el término a analizar en el contexto en el que se presenta, apoyándose para ello en términos o expresiones afines. Igualmente, recoge bastante bien el juego de contraposiciones entre la ciencia de la caverna y la visión de “las cosas de arriba”, entre los sabios de la caverna y el prisionero liberado, entre la “ciencia de allí” y la auténtica ciencia o conocimiento, en suma, entre la opinión y el conocimiento. La identifica-ción de la ciencia de allí con la opinión (un mero saber de “sombras que pasaban”) resulta la clave de la respuesta, y —aunque se adivina ya al principio de su respuesta— la alumna la reserva para el final, a modo de conclusión de una indagación y análisis previos en torno al texto y a ciertas expresiones del mismo. Muy acertada resulta la identificación de los prisioneros expertos en “profetizar” sombras con los sabios de la caverna y con los filósofos de la naturaleza, aunque podría haberse añadido que su saber y sus predicciones se basan meramente en la observación empírica. Sin embargo, la alumna de-bería haber echado mano de sus conocimientos sobre la filosofía platónica para redondear su explica-ción del término “ciencia de allí”, mencionando algunas otras características de la opinión: saber apa-rente, relativo, poco fiable, etc.

9. Capítulo III: Analiza y clarifica la expresión “miserias humanas”, explicando su significa-

do en contraposición a “las contemplaciones divinas”.

TABLA DE OPOSICIONES

"MISERIAS HUMANAS" "LAS CONTEMPLACIONES DIVINAS" "ocuparse de los ASUNTOS HUMANOS" "permanecer en LAS ALTURAS"

Cosas envueltas en "LAS TINIEBLAS" "LA LUZ"

Cosas sobre las que los hombres discuten en "los tribunales": como "las sombras de lo

justo o las imágenes de que son ellas reflejo"

"LA JUSTICIA EN SÍ"

"INTERPRETAN" (= opinan) [CONOCEN] "LOS HOMBRES" [EL FILÓSOFO]

RESPUESTA: Con la expresión “miserias humanas”, se refiere Platón a los “asuntos humanos”, es decir, a

aquellas cosas que ocupan y preocupan a la mayoría de los mortales (prisioneros de la caverna), y que pertenecen al ámbito de lo opinable, al mundo de lo sensible, pasajero, cambiante y material, envuelto permanentemente en “las tinieblas” de la opinión, como sugiere el texto en 517-d.

Platón pone como ejemplo de esas “miserias humanas” a “las sombras de lo justo o las imáge-nes de que ellas son reflejo”, sobre las que los hombres discuten “en los tribunales o en otro lu-gar” , (517-d), en clara alusión a la justicia de los hombres y a las opiniones que los hombres tienen sobre lo justo. Además, la expresión “sombras de lo justo” aparece en el texto contrapuesta a la “jus-ticia en sí”, esto es, a la Idea eterna e inmutable de Justicia, independiente de las opiniones e inter-pretaciones humanas. Volviendo de nuevo a la expresión “miserias humanas”, esta expresión se contrapone a las “contemplaciones divinas”, expresión que se refiere sin duda alguna a la contem-

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plación de las Ideas eternas e inmutables, que, como se sabe, constituyen las esencias que el filósofo trata de investigar, ajeno e indiferente a las opiniones de los hombres y a los “asuntos humanos” y materiales que tanto preocupan a los mortales. Por eso dice el texto que es natural que el filósofo se muestre torpe cuando, perdido en “las alturas” del conocimiento abstracto y acostumbrado a la con-templación de las Ideas eternas, pase a ocuparse de los simples “asuntos humanos” y de las cosas ma-teriales y sensibles, que tan sólo son copias imperfectas y oscuras de las Ideas. Mediante la expresión “miserias humanas”, Platón pretende poner de manifiesto la inferioridad ontológica y epistemológica de las cosas sensibles y opinables, en relación a las Ideas.

10. Capítulo III: Analiza y explica la expresión “la justicia en sí”, en contraposición a la ex-

presión “las sombras de lo justo o de las imágenes de que son ellas reflejo”.

TABLA DE OPOSICIONES

"LA JUSTICIA EN SÍ" "LAS SOMBRAS DE LO JUSTO O LAS IMÁGENES DE QUE SON ELLAS REFLEJO"

"LAS ALTURAS" "LAS CONTEMPLACIONES DIVINAS"

" ASUNTOS HUMANOS"

"LA LUZ" Cosas envueltas en "LAS TINIEBLAS" (La Justicia eterna e invariable, objeto de conocimiento, no de opinión)

La justicia de "LOS TRIBUNALES", sobre la que los hombres "discuten" e "interpretan" (opinable)

(EL FILÓSOFO) "LOS HOMBRES"

RESPUESTA La expresión “la justicia en sí” se refiere sin duda alguna a la Idea de Justicia, que representa la

noción eterna de justicia, invariable, perfecta, atemporal, independiente de las opiniones de los hom-bres y de las circunstancias históricas, y accesible a la inteligencia (nous). En el texto, Platón conside-ra a la justicia en sí como una de esas “contemplaciones divinas” que ocupan la mente del filósofo, ajeno a los asuntos mundanos y a los quehaceres cotidianos que tanto preocupan a la mayoría de los mortales (“miserias humanas”). Por otra parte, la “justicia en sí” aparece claramente contrapuesta a “las sombras de lo justo” y a “las imágenes de que son ellas reflejo”, expresiones que se refieren a la justicia de los hombres, esto es, a la justicia empírica y temporal, a las leyes y a las opiniones que los hombres tienen sobre lo justo, a los diferentes y variables modos de entender la justicia según cada Estado y cada época histórica. El texto dice que sobre estas cosas, envueltas permanentemente en “las tinieblas” de la opinión, los hombres discuten en “los tribunales o en otro lugar cualquiera”, sin ni siquiera haber llegado nunca a contemplar la Idea de Justicia. El texto también deja claro que, a dife-rencia de la justicia en sí, la justicia de los hombres es objeto de interpretación (es una de esas cosas que los hombres “interpretan”), y por lo tanto de opinión, y no de conocimiento. Por otra parte, como se sabe, la justicia en sí es el modelo eterno y el paradigma ideal que imperfectamente copian las le-yes humanas y las opiniones humanas sobre lo justo, que en el texto aparecen aludidas como simples “imágenes” de la Justicia en sí o, incluso, como sombras de esas imágenes (copias de copias).

III. ACTIVIDADES DE SÍNTESIS DE UN TEXTO Y DE ARGUM ENTACIÓN

11. a) ¿Cuál es el tema principal sobre el que habla Platón de forma metafórica en estos ca-pítulos? b) Relaciona cada capítulo con la temática particular que aborda cada uno de ellos:

CAPÍTULOS TEMA CENTRAL

1. Capítulo I a. Descripción de la caverna 2. Capítulo II b. Ascensión al mundo de arriba 3. Capítulo III c. Claves interpretativas del mito

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12. Sintetiza al menos tres ideas que Platón nos está transmitiendo de manera metafórica acerca de la educación a través de la alegoría de la caverna.

a) La educación del filósofo es un proceso largo, arduo y costoso, no exento de resistencias y difi-cultades (“áspera y escarpada subida”, les cuesta reconocer que las estatuas son más reales que las sombras, ojos dolidos que se deslumbran por exceso de luz, etc…)

b) Es también un proceso de liberación y de profunda transformación interior: el saber nos hace libres.

c) Consiste en transitar de la opinión vulgar al conocimiento sobre la esencia de la realidad, del mundo de la tiniebla al mundo de la luz

d) Tiene como meta última la contemplación de la esencia última de lo real, que es el Bien en sí e) El conocimiento que proporciona la educación se busca no sólo por un interés teórico, sino

también práctico (hay que volver de nuevo al interior de la caverna y ocuparse de los asuntos huma-nos)

f) El que se educa como filósofo debe de recorrer por sí mismo el largo y arduo camino de ascen-sión; este camino no pueden recorrerlo otros por nosotros, si bien podemos contar con la ayuda y la guía de otros que ya lo han recorrido (los personajes ocultos que liberan, obligan y fuerzan al prisio-nero a efectuar la ascensión y a mirar a la luz).

g) La ignorancia, los prejuicios y costumbres de siempre nos esclavizan

13. SÍNTESIS DEL TEXTO: Relee nuevamente los capítulos I y II. Se trata de un texto ex-positivo, aunque con algún párrafo argumentativo. Haz una síntesis de ambos capítulos a modo de esquema. Sigue la siguiente pauta de trabajo:

1. Sócrates anuncia que va a hablar de la educación o de la falta de ella y propone una

comparación con una caverna y unos prisioneros.

2. Descripción de la caverna y de los prisioneros. 2.1. Hombres atados de pies y manos que viven en una caverna desde niños. 2.2. Sombras. Tabique, estatuas, porteadores, voces. Fuego. Larga entrada. 2.2. Iguales que nosotros.

3. El estado mental o de conocimiento de los prisioneros. 3.1. Viven en un mundo de sombras de estatuas y ecos de voces. 3.2. Toman por lo único real y verdadero eso que ven. 3.3. La razón de lo anterior es que no conocen otra cosa.

4. La liberación de un prisionero. 4.1. Siente dolor al ser obligado. 4.2. Se resiste, hay que obligarle a mirar la luz del fuego y a ascender. 4.3. Insiste en tomar las sombras de siempre como más verdaderas. 4.4. Se deslumbra al salir y ha de acostumbrarse poco a poco, mirando por orden: las som-

bras de los objetos, sus reflejos, los objetos mismos, la luna y las estrellas y finalmente el sol.

4.5. Cae en la cuenta de que eso es lo auténticamente real y de que el sol es la causa de todo.

5. Las emociones del prisionero liberado. 5.1. Comprende el engaño en que ha vivido y compadece a sus antiguos compañeros. 5.2. Se siente feliz por haber cambiado. 5.3. No envidia a los “sabios” de la caverna ni su “saber” acerca de sombras, ni los honores

que reciben.

6. El regreso a la caverna y al mundo de abajo. 6.1. Le costaría acostumbrarse a ver en la oscuridad. 6.2. No reconocerían su saber, provocaría risas entre sus compañeros y le llamarían loco. 6.3. Los prisioneros le matarían si intentara liberarlos y hacerles subir (pues no quieren cam-

biar).

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14. Identifica los núcleos temáticos que se abordan en el capítulo III y haz una síntesis de

las ideas del mismo siguiendo el mismo procedimiento que en la actividad anterior. 1. Claves interpretativas del mito.

1.1. La caverna representa el mundo sensible o visible. 1.2. El fuego, el sol del mundo visible. 1.3. La subida al mundo de arriba , la ascensión del alma hasta lo inteligible. 1.4. El sol o “soberano de la luz”, la Idea de Bien.

2. La Idea de Bien.

2.1. Lo último que se percibe en el mundo inteligible. 2.2. Es la causa de todo lo bello y recto. 2.3. Ha engendrado al sol. 2.4. Es productora de verdad y conocimiento en el mundo inteligible (hace inteligibles a las

restantes Ideas). 2.5. Hay que conocerla para proceder sabiamente en la vida y en la política.

3. Los que han subido al mundo de arriba: 3.1. No querrán ya ocuparse de los “asuntos humanos” (política, honores, riquezas…); que-

rrán seguir dedicados a las “contemplaciones divinas” (a la filosofía). 3.2. Cuando discutieran sobre asuntos humanos, al principio se mostrarían torpes y ridículos

por falta de costumbre. 3.3. Pero sería insensato reírse de ellos. 3.4. La razón de lo anterior es que son dos las causas por las que un alma se puede mostrar

torpe: por verdadera ignorancia o por falta de costumbre. La risa del que se ríe de la ig-norancia sería menos ridícula.

15. Lee atentamente el párrafo 518a-b y responde: ¿Cómo llega Platón a la afirmación de que “esa su risa será menos ridícula que si se burlara del alma que desciende de la luz” (518 b)? ORIENTACIONES: Debes comenzar aclarando el punto de arranque o de partida de la argu-mentación de Platón, hasta llegar, por pasos, a esa conclusión, intentando clarificarla al máxi-mo. Mejor si numeras los pasos de la argumentación.

RESPUESTA:

1. EL PUNTO DE PARTIDA de la argumentación de Platón arranca de 517-d, en donde nos dice que no resulta nada extraño que aquel que ha pasado largo tiempo dedicado al conocimiento de las Ideas, aparezca al principio torpe y ridículo ante los demás cuando pasa a ocuparse de los “asuntos humanos”, objeto de simple opinión y envueltos en la oscuridad. Platón juega aquí con la metáfora de la luz y de las tinieblas, lo cual nos remite al mito de la caverna: la luz hay que relacionarla con el ex-terior de la caverna, el mundo de las Ideas y el conocimiento, mientras que las tinieblas representan el interior de la caverna, es decir, el mundo sensible y la opinión.

2. En 518-a continúa con la metáfora de la luz y las tinieblas, y, COMPARANDO el alma con el ojo, EXPLICA que, lo mismo que los ojos pueden ofuscarse al pasar de las tinieblas a la luz o al pasar de la luz a la oscuridad, el alma puede ofuscarse por dos causas similares: a) al pasar de la opinión al conocimiento, y b) al pasar del conocimiento a la opinión.

3. DE AHÍ DEDUCE Platón que, al ver a alguien que tiene dificultades para discernir bien las co-sas del mundo sensible, antes de reírnos insensatamente de su torpeza, hemos de averiguar cuál de las dos anteriores es la causa de su ofuscación. En efecto, Platón considera “dichosa” y envidiable el alma de quien, tras conocer las Ideas, desciende al mundo de lo opinable. POR EL CONTRARIO, compa-dece al alma que, acostumbrada a vivir entre las sombras de lo sensible, comienza el ascenso hacia las Ideas y, “cegada por la luz” de la verdad se muestra torpe e incapaz de reconocerla.

4. EN CONSECUENCIA, Platón considera más “ridícula” y necia la risa del que se burla del alma dichosa, es decir, del alma que “desciende de la luz”. Esta risa es la risa del ignorante, que, incons-

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ciente de su propia ignorancia y cegado por ella, se ríe de aquel que ha alcanzado una verdad superior. POR ESA RAZÓN su risa es ridícula y necia. POR EL CONTRARIO, la risa del que se burla de la torpeza del alma que intenta con dificultades, pasar de la opinión al conocimiento, sin haberlo alcan-zado aún, estará más justificada y será menos necia. DE AHÍ CONCLUYE PLATÓN QUE esta última risa “será menos ridícula que si se burlara del alma que desciende de la luz”.

IV. ACTIVIDADES DE ACTUALIZACIÓN Y DE RELACIONAR

16. ACTUALIZACIÓN: Actividades sobre el texto: a) Sintetiza la interpretación que el filósofo español Emilio Lledó hace de la violencia de los

prisioneros. E. Lledó considera la violencia la reacción propia de aquellos que viven aferrados a su propia ig-

norancia y a su propia estupidez, y se niegan a aceptar una verdad más auténtica u objetiva, pues ello pondría en peligro las ideas sobre el mundo, la vida, el bien y el mal, lo valioso, lo no valioso, etc... que hasta ahora habían tomado por verdaderas e incluso por sagradas. Aceptar que las costumbres de la sociedad en que hemos crecido, sus normas, valores e ideales, creencias morales y religiosas, el orden social y político establecido, en fin, que todas esas cosas podrían estar equivocadas por comple-to, sería como reconocer que uno ha vivido toda su vida en el engaño; aceptar esto es duro, tanto que surgen fuertes resistencias y puede provocar una reacción defensiva violenta. Vivir en la ignorancia resulta para algunos muy cómodo, creer ciegamente en algo y aferrarnos a las cosas, incluso a las apa-riencias, da seguridad; además, para algunos la ignorancia y los prejuicios suelen reportar privilegios de orden social, económico o político, privilegios que ahora podrían peligrar. “La cólera de los imbé-ciles llena el mundo”, dice Lledó. La imbecilidad que deriva en violencia es la ignorancia en forma de prejuicios y fanatismos de tipo religioso, político, ideológico o cultural, que generan violencia contra todo aquello que pueda poner en peligro el mundo de sombras que hemos construido y que dan senti-do a nuestra vida o alimentan nuestros estúpidos privilegios.

b) Ilustra esta interpretación con al menos tres fenómenos o acontecimientos históricos y del

presente en que la ignorancia esté a la raíz de fanatismos de cualquier tipo que alimenten into-lerancia y violencia.

1. Los prejuicios y creencias racistas que desencadenan la violencia racista 2. Los episodios de violencia a lo largo de toda la historia que han tenido como causa la violencia

contra minorías religiosas: brotes de violencia contra los judíos, en la Europa Medieval, por ejemplo. 3. El terrorismo que se alimenta en el fanatismo religioso integrista. 4. El terrorismo que se alimenta del fanatismo nacionalista 5. La violencia en muchos países con regímenes políticos totalitarios, a veces justificada incluso

por los propios ciudadanos sometidos a ella. 6. Las falsas creencias y prejuicios sexistas, que inconscientemente alimentan la violencia de género.

17. PLATÓN Y HERÁCLITO. PLATÓN Y PARMÉNIDES. Explic a la relación existente en-tre la filosofía de Platón y los siguientes filósofos presocráticos: a) Heráclito b) Parménides

Ver las páginas de la 13 a la 15 del apartado “Contexto Filosófico de Platón”. Ver también tabla

resumen de la página 23.

18. PLATÓN Y LOS PITAGÓRICOS: Resume brevemente los aspectos en que los pitagóri-cos influyeron en la filosofía de Platón.

Ver las páginas 12 y 13 del apartado “Contexto Filosófico de Platón”. Ver también tabla resumen

de la página 23.

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BLOQUE 4: EDUCACIÓN Y POLÍTICA

(“LIBRO VII”, Caps. IV-V)

I. ACTIVIDADES DE LECTURA Y COMPRENSIÓN 1. ¿LO DICE EL TEXTO?: Lee atentamente los dos capítulos que integran este bloque y contesta verdadero o falso. V si estás de acuerdo con la interpretación que se hace del texto; y F en caso contrario. En caso de que contestes F, razona tu respuesta en tu cuaderno de clase, apoyándola en el texto. a) F (Eso es lo que dicen “algunos” –los sofistas. Platón no está de acuerdo) b) V c) V d) F (Al revés: el alma debe de dirigirse hacia el ser, apartándose de lo que nace) e) V (Fe de erratas: la paginación debe decir 518e en vez de 518c) f) F (Según el texto no siempre resulta útil y ventajosa; depende hacia dónde se vuelva) g) V h) F (La interpretación del texto es correcta. Pero la influencia que detectamos aquí no es pitagó-

rica, sino socrática) i) F (No se refiere al inteligente ya educado, sino al inteligente pero malo, cuyo buen natural ha

sido corrompido por una vida de placeres) j) V k) F (Se refiere sólo a los filósofos que viven en cualquier ciudad que no sea la ciudad ideal de

la que se está hablando; en ella no se les permitirá.) l) V m) F (“Quedarse en el mundo de arriba” significa continuar filosofando) n) F (Es discutible, pero se diría que se mencionan 4 funciones: lograr la felicidad de la ciudad

entera y no sólo de una clase, introducir armonía, que unos hagan partícipes a otros de los be-neficios de su trabajo, regular la formación de los gobernantes)

o) V p) F (No todos pueden ser educados; sólo los mejores. Se trata de ocuparse de los asuntos huma-

nos, particularmente de la política) q) V r) V

2. LOCALIZA , SUBRAYA Y RELACIONA: Comprueba que has llevado a cabo una lectu-ra detenida y atenta del capítulo IV. Localiza y subraya en dicho capítulo las expresiones que aparecen en la columna de la izquierda. Y teniendo en cuenta el contexto en que aparecen, rela-ciónalas con las de la columna de la derecha.

1-h; 2-i; 3-a; 4-k/g; 5-b; 6-d; 7-f; 8-c; 9- j; 10-e; 11- g/k

3. LOCALIZA, SUBRAYA Y RELACIONA: Haz lo mismo con las siguientes expresiones que

aparecen en el capítulo V. 1-c; 2-e; 3-g; 4-d; 5-a; 6-b; 7-f.

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II. ACTIVIDADES DE DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

TEXTO CAPÍTULO IV

4. Lee el capítulo IV y define el concepto de “educación” partiendo de la información ofrecida por el texto y completándola con el conocimiento que tengas de la filosofía de Platón y de los so-fistas. Ten muy presente que en el texto aparecen dos concepciones distintas y contrapuestas de la educación. Tu respuesta deberá comenzar señalando eso y aclarando cada una de ellas.

TABLA DE SUJETOS DE LA ENUNCIACIÓN

La educación para LOS SOFISTAS

(“algunos”, “ellos”) La educación para PLATÓN

(personaje Sócrates) - Consiste en “proporcionar ciencia al alma que no la tiene” - “INFUNDIR” conocimientos

- Es el “arte de descubrir cuál será la manera más fácil y eficaz” de que el alma se vuelva hacia “la contemplación del ser”, apartándose de “lo que nace” - HACER QUE EL ALMA “SE VUELVA”

RESPUESTA: En primer lugar, por educación los sofistas entienden el arte de “proporcionar ciencia al alma que

no la tiene” (518-c). Educar consiste para ellos en una mera transmisión de conocimientos por parte del que sabe (el sofista) al que no sabe. Es por eso que, como es sabido, los sofistas la concebían co-mo un intercambio de saber a cambio de dinero. Pero, según Platón, los sofistas entienden la educa-ción como si se tratara de “infundir vista a unos ojos ciegos”, lo que significa que el alma del que se educa es incapaz de conocer por sí misma la verdad, lo mismo que unos ojos que carecen de la facul-tad de ver. En el texto, Platón critica esta forma de entender la educación, señalando que los sofistas olvidan que en el alma de cada hombre existe ya una cierta facultad innata de conocimiento (“esa fa-cultad, existente en el alma de cada uno”), la cual, por sí sola, es capaz de aprehender la verdad y de alcanzar el conocimiento, pero siempre y cuando esté vuelta hacia donde debe (lo inteligible).

A partir de la crítica a los sofistas, Platón propone un concepto alternativo de la educación que, de acuerdo con el texto, se puede caracterizar del siguiente modo:

a) De 518 c-d se desprende que la educación es “el arte” de lograr que “el alma entera” (en alusión a las tres partes del alma: racional, irascible y apetitiva), se aparte de lo sensible (“lo que nace”), don-de jamás encontrará la virtud ni el conocimiento, y se vuelva o encamine hacia lo inteligible (“el ser”), donde hallará la verdad y el bien. Al afectar al alma entera —y no sólo a la parte racional—, Platón está concibiendo la educación, no como una mera adquisición de conocimientos, sino también como un proceso de formación moral que debe culminar en el logro de la virtud y del bien.

b) Por eso, la meta última de la educación será la contemplación de la Idea de Bien, que es, no sólo el fundamento último de todo lo real, sino también la guía que debe orientar la acción individual y política del gobernante.

c) La diferencia entre el concepto platónico de educación y el de los sofistas radica justamente en los términos “volverse” e “infundir”, respectivamente. La educación no consistirá para Platón en “in-fundir” conocimientos, sino en reconducir y reorientar la inteligencia (“el órgano con el que cada cual aprende”), presente ya en el alma de cada cual, de modo que deje de mirar hacia lo sensible y mire hacia lo inteligible (“el ser”).

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5. Define el concepto filosófico aludido con la expresión del texto “lo que nace”, contraponién-dolo al concepto filosófico aludido con la expresión “el ser” (518c), partiendo de la información ofrecida por el texto y completándola con el conocimiento que tengas de la filosofía de Platón.

RESPUESTA: LO QUE NACE y EL SER: Platón usa frecuentemente la expresión “lo que nace” para referirse al

mundo sensible o a las realidades sensibles. Como se sabe, Platón defiende un dualismo ontológico, según el cual hay dos niveles o grados básicos de realidad: las realidades sensibles que se nos mues-tran a la vista, y las realidades inteligibles, sólo accesibles a la inteligencia. Frente a estas últimas, las realidades sensibles se caracterizan por estar sometidas al nacimiento y a la muerte, de ahí que Platón escoja la expresión “lo que nace” para referirse a ellas, en contraposición a las realidades inteligibles, que son ingénitas. Las realidades sensibles son además inmateriales, cambiantes e impermanentes, y copian a las realidades inteligibles, particularmente a las Ideas, las cuales constituyen su esencia y fundamento. Por eso, el saber que podemos obtener de las cosas sensibles siempre será oscuro y con-fuso, y Platón lo llama opinión, a diferencia del conocimiento (episteme), el cual sólo puede versar acerca de lo inteligible.

En el texto se está hablando de cómo hay que entender la educación y se dice que ella debe lograr que el alma se aparte de “lo que nace” y se vuelva hacia “la contemplación del ser”. Con la expresión “el ser” Platón se está refiriendo a lo inteligible en general, es decir, a lo eterno e inmutable, pero par-ticularmente a las Ideas y, en último término, a la Idea de Bien, que es, como dice el texto en 518d, “la parte más brillante” del ser. Las Ideas son, como hemos dicho, las esencias de las cosas, los modelos perfectos, eternos, inmutables, invisibles e inmateriales que las cosas sensibles (“lo que nace”) copian de manera imperfecta. Su conocimiento es, según dice el texto, el objetivo que debe perseguir la edu-cación del filósofo. Por otra parte, Platón usa la expresión “el ser” como contrapuesta a el devenir, que es algo intermedio entre el ser (lo estable y permanente) y el no ser (la nada); el devenir caracteri-za también a las realidades sensibles, que están siempre dejando de ser lo que eran para empezar a ser una cosa que aún no son. El ser se contrapone también en cierto sentido a la apariencia, expresión que también utiliza a veces Platón para referirse a lo sensible.

6. Explica el significado de la metáfora “volverse hacia la luz” en oposición a la expresión estar el alma “vuelta hacia abajo”, que aparece en 519b. A continuación define los conceptos platóni-cos a que hacen referencia cada una de esas dos expresiones, partiendo de la información ofreci-da por el texto y completándola con el conocimiento que tengas de la filosofía del autor del texto.

TABLA DE OPOSICIONES

VOLVERSE HACIA LA LUZ ESTAR “VUELTA HACIA ABAJO”

Facultad existente en el alma de cada uno. Apartarse de lo que nace, dejar la tiniebla. (mirar hacia lo que nace, vivir en la tiniebla) “Con alma entera”. (sólo con una parte del alma) “Afrontar la contemplación del ser” y del Bien.

Servir a la maldad

Volverse “de cara a lo verdadero”. La gula. Otros placeres y apetitos.

Téngase en cuenta también la contraposición de opiniones que se atribuyen a dos sujetos de la enunciación diferentes (Platón y los sofistas, “algunos”, “ellos”), contraposición que aparece al prin-cipio del capítulo y es reiterada en 518-d:

PLATÓN LOS SOFISTAS (“Algunos”) Educación: arte de lograr que el alma se vuelva “hacia la luz”.

Educación: arte de infundir visión.

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A título orientativo, ofrecemos la respuesta de un alumno, seguida de un breve comentario valo-rativo. En este texto, la expresión “volverse hacia la luz” aparece en 518 c-d, y es una

metáfora utilizada por Platón, la cual representa la educación, que debe apartarnos de la generación y de lo perecedero (de “lo que nace”, como dice el texto en 518-c), ya que de ello no podemos obtener conocimiento (Heráclito: en el mundo sensible todo fluye y todo está en permanente cambio), ya que para cuando creyéramos saber algo, para entonces ya habría cambiado, y por eso es un error estudiar la naturaleza como hacían los presocráticos. En el texto se refleja muy bien lo anteriormente dicho con la expresión “apartándose de lo que nace”. Volviendo a la expresión “volverse hacia la luz”, evidentemente se refiere a lo

inteligible, inmaterial, eterno, inmutable, esto es, a las Ideas, ya que es de aquí de donde podemos obtener conocimiento. Esto se puede explicar de este modo: de lo sensible tan sólo puede haber simples opiniones, pues las cosas sen-sibles son sólo sombras que copian y participan de las Ideas del mundo inteli-gible. Pero si “el órgano con el que cada cual aprende”, que es la inteligencia, y que es una facultad que nos es innata, en lugar de dirigirlo a lo sensible, lo dirigimos hacia “la luz”, o sea, hacia lo inteligible, alcanzaremos la verdad y el bien, y esto viene reflejado en 518 c-d cuando dice que “el ojo no es capaz de volverse hacia la luz dejando la tiniebla, sino en compañía del cuerpo entero”. Alumno: DAVID VICENT MARÍN COMENTARIO : La respuesta del alumno es sólo medianamente aceptable. Ciertamente, ha captado lo fundamental, intentando apoyarse en el texto y en información extratextual. Sin embargo, hay algu-nos fallos en la redacción y en la expresión; además, la última frase de su respuesta, que es una cita textual, ha sido sacada de contexto, y no hubiera estado de más que se explicara su significado meta-fórico (el cuerpo entero representa el alma entera); el alumno podía haber explotado más la contrapo-sición entre las expresiones “volverse hacia la luz” y estar el alma “vuelta hacia abajo” (519-b), pues esta última expresión no significa sólo investigar las cosas del mundo sensible, sino también, de acuerdo con el contexto, tener la vista puesta en los apetitos y placeres materiales y sensibles, confun-diéndolos con el verdadero bien, y haciendo que el alma no despegue nunca de lo sensible y se ponga como meta el conocimiento de la verdad. Por último, se ha pasado por alto la contraposición entre lograr que el alma se vuelva hacia la luz e “infundir vista a unos ojos ciegos”, contraposición que re-fleja dos modos antitéticos de entender la educación.

7. Define los conceptos “el alma entera” y “virtudes del alma” que aparecen en este capítulo,

partiendo de la información ofrecida por el texto y completándola con el conocimiento que ten-gas de la filosofía de Platón. RESPUESTA: ALMA ENTERA y VIRTUDES DEL ALMA : Para Platón el ser humano se compone de un cuerpo material y mortal, y de un alma inmaterial e inmortal. Por influencia pitagórica, Platón da prioridad al alma sobre el cuerpo, hasta el punto de que identifica el yo con el alma misma, y considera que el cuerpo es, en cierto sentido, una cárcel, una limitación para el alma, y un obstáculo para el conoci-miento. Si el cuerpo pertenece a lo sensible, el alma tiende hacia el conocimiento y lo inteligible, que es su lugar natural, por decirlo así. Platón asume también de los pitagóricos la teoría de la reencarna-ción. El alma, además de ser principio de vida es principio de conocimiento. La expresión del texto "alma entera" alude al hecho de que el alma se compone de tres partes o funciones: racional, irascible y apetitiva. En los escritos de Platón no siempre queda claro si se trata de tres partes, de tres almas distintas o de tres funciones de una única alma. En todo caso, la parte racional del alma tiene como función el conocimiento de la verdad y del bien; la parte irascible es la sede de las pasiones y emocio-

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nes, y busca honores y reconocimiento; por último, la parte apetitiva es la sede de los apetititos y de-seos materiales, y busca satisfacerlos. Un alma justa es un alma armonizada, esto es, un alma en la que la parte racional gobierna las partes inferiores irascible y apetitiva. Esto se logra cuando cada parte desarrolla la virtud que le es propia: Así, cuando la parte racional desarrolla la virtud de la pru-dencia o sabiduría; la irascible, la virtud de la valentía; y la apetitiva, la de la moderación. La justi-cia es una virtud que corresponde al alma entera. En síntesis, prudencia, valentía, moderación y justi-cia serían las VIRTUDES DEL ALMA, esto es, cualidades o excelencias que posibilitan que el alma cumpla bien su función. En el texto, concretamente en 518e-519a, se dice que las virtudes del alma en general, son bastante parecidas a las del cuerpo, en el sentido de que, aun cuando no existan al princi-pio, pueden desarrollarse gracias a "la costumbre y el ejercicio", es decir, gracias al hábito y a la repe-tición de acciones. Por otra parte, la alusión al "alma entera" en 519c al hablar de la educación, da a entender que ésta no involucra sólo a la parte racional, sino también a las otras dos (irascible y apeti-tiva) y al control de las emociones y apetitos; la educación no afecta, pues, sólo a lo intelectual, sino también a lo moral; como sabemos, por influencia del intelectualismo socrático, estos dos aspectos están íntimamente relacionados en la filosofía de Platón.

TEXTO CAPÍTULO V

8. Define las expresiones relacionadas “ley” y “armonía entre los ciudadanos”, que aparecen en el texto; para ello relaciónalos con otras expresiones del texto, como el conocimiento de “la verdad sobre lo justo”, el tipo de gobernante, etc… y completa con tus conocimientos de la filo-sofía política de Platón.

Orientaciones: la siguiente tabla de oposiciones puede servir de orientación de la respuesta, que deberá de tener presente los objetivos de la ley que se señalan en el texto, relacionando ley y justicia, entendiendo esta última como “armonía” entre las clases, al servicio del bien común y de la unifica-ción del Estado.

LEY-ARMONÍA NO LEY-NO ARMONÍA La felicidad para la ciudad entera (el bien co-mún).

La felicidad sólo para una clase.

Introduce “armonía entre los ciudadanos” (justicia).

(No armonía, no justicia)

Cooperación entre los ciudadanos. (No cooperación) Objetivo: la unificación del Estado. (Desunión, falta de unificación)

9. Explica la expresión metafórica “vanas sombras”, que aparece en el párrafo que va de 520c hasta el final del capítulo V y define el concepto filosófico al que se refiere, apoyándote tanto en el texto como en tus conocimientos sobre Platón.

VANAS SOMBRAS LO CONTRARIO:

“vivir entre sueños” (520-d). “vivir a la luz del día” (520-d). Cosas por las que los hombres luchan y dispu-tan (520-d). “Objeto de luchas” (521-a).

(Vivir en paz y armonía).

“el mando” (520-d). “el oro, los bienes personales, las riquezas” (521-a).

“lo que hay que poseer en abundancia para ser feliz: una vida buena y juiciosa” (521-a).

“los que van a la política” por interés; el go-bernante corriente (521-a).

“El verdadero filósofo” (521-b).

Una ciudad mal gobernada: “Guerras domés-ticas e intestinas” (521-a).

“una ciudad bien gobernada” (521-a).

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RESPUESTA: La expresión “vanas sombras” hay que entenderla en el contexto del mito de caverna, expuesto en

capítulos anteriores. De acuerdo con el texto, dicha expresión se refiere a las cosas por las que luchan y se enfrentan entre sí la mayoría de los hombres, (los prisioneros de la caverna), tal y como parece desprenderse de 529-d: “luchan unos con otros por vanas sombras”. El texto dice además que los polí-ticos que luchan por esas “vanas sombras” son los responsables de que la mayor parte de las ciudades vivan “entre sueños”, es decir, estén gobernadas por políticos ambiciosos que, al carecer de una ade-cuada visión de “la verdad con respecto a lo bello y a lo justo y a lo bueno”, desconocen su verdadero bien y el de la ciudad, y gobiernan basándose en el engaño para satisfacer sus ambiciones personales.

Del texto se desprende claramente que “el mando”, el poder, los honores, la gloria, pero también “los bienes personales”, “el oro” y “las riquezas” (521-a), son claros ejemplos de lo que Platón meta-fóricamente llama “vanas sombras”, esas cosas que con tanta ansia ambicionan la mayoría de los hom-bres, y particularmente los políticos corrientes, y que son el motivo principal de las disputas y enfren-tamientos entre unos y otros, que acaban llevando a la ciudad a la ruina y a la anarquía absolutas. A excepción del “verdadero filósofo”, que desprecia esas cosas, el texto da a entender que la mayoría de los hombres considera estas cosas como si fueran “algún gran bien” (520-d), pero en esto se equivo-can, pues no son sino “vanas sombras” del verdadero bien humano, es decir, de la verdadera felicidad humana, que no consiste en riquezas, poder o bienes materiales, sino en una “vida buena y juiciosa”, como se indica en 521-a. Pero los hombres, en su ignorancia, toman las sombras del bien por el ver-dadero bien.

10. ¿A qué se refiere Platón en 520c con la metáfora “lo que es cada imagen y de qué lo es”?

Define los conceptos a los que Platón se refiere con ella basándote tanto en tus conocimientos sobre la filosofía de Platón como en el texto.

Esta expresión tiene como transfondo el mito de la caverna, y quiere decir que el filósofo conoce, tanto a las cosas del mundo sensible (las “imágenes”, “lo que es cada imagen”), como las Ideas, (es decir, aquello de lo cual las cosas sensibles son “imágenes”, como dice el texto). Si seguimos leyendo el texto se nos aclara bastante el significado de la expresión. En efecto, la razón de que los filósofos conozcan “lo que es cada imagen y de qué lo es” es que han visto ya “la verdad con respecto a lo bello y a lo justo y a lo bueno”, en alusión a las Ideas de Belleza, de Justicia y de Bien. Así pues, los filóso-fos no sólo conocen —como la mayoría de los hombres— “lo que es cada imagen”, es decir, no sólo conocen las opiniones de los hombres sobre las cosas sensibles que éstos llaman bellas, justas y bue-nas, sino que conocen también las Ideas, las esencias que esas cosas copian. Así, saber lo que es cada imagen es poseer opinión; saber de qué es imagen cada cosa es poseer conocimiento. Centrándonos en ambos conceptos, la opinión es para Platón un saber de grado inferior, centrado siempre en cosas del mundo sensible (imágenes o copias de las Ideas); es además un saber poco fiable, relativo, cambiante, basado en los sentidos. En cambio, el conocimiento científico es siempre un saber acerca de las reali-dades inteligibles, estables y eternas; se trata de un saber basado en la inteligencia, no en los sentidos y versa sobre lo auténticamente real, no sobre meras imágenes de lo real. Además es enteramente fia-ble, universal, absoluto, permanente.

III. ACTIVIDADES DE SÍNTESIS DE UN TEXTO Y DE ARGU MENTACIÓN

TEXTO CAPÍTULO IV

11. TEMA, TESIS, ARGUMENTOS: Lee el capítulo IV hasta 519c y sintetiza las ideas del tex-to; para ello haz un resumen indicando el tema de que trata, la tesis del texto y los argumentos o razones en su defensa. (Sigue las orientaciones que encontrarás en el apartado “La prueba de acceso a la Universidad”, al final de este libro)

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El tema de este texto es la educación, concretamente el concepto de educación. El autor defiende la tesis de que la educación es el arte de lograr que el que se educa haga un uso adecuado de las faculta-des y capacidades innatas existentes en su alma, para lo cual debe lograr que ésta mire hacia la esfera de lo inteligible, dejando de focalizarse en lo sensible. Los argumentos en los que Platón apoya esta tesis son los siguientes: 1. Para defender esta tesis, Platón critica, en primer lugar, el punto de vista contrario, el de los sofis-tas, aludidos en la primera línea del texto con el pronombre indefinido “algunos”. Según su punto de vista, educar consiste en "proporcionar ciencia al alma que no la tiene", es decir, la educación consis-tiría en una mera transmisión de conocimientos por parte del que sabe (el maestro o sofista) al que no sabe (el discípulo). Esta concepción presupone, erróneamente, que el alma de aquel que se educa, a diferencia del alma del maestro, es algo así como "unos ojos ciegos", esto es, un alma que carece de la capacidad de conocer por sí misma, de ahí que necesite que alguien que le "infunda visión" y le apor-te conocimientos. Frente a esto, Platón defiende un innatismo de las facultades: No es cierto que el alma del que se educa sea como "unos ojos ciegos", esto es, unos ojos que carecen de la facultad de ver; por el contrario, en el alma de cada uno existe ya una facultad innata de conocimiento que le permite alcanzar el conocimiento del bien y de la verdad. Y como dice en 519a, la "virtud del conoci-miento" es una virtud o capacidad que siempre existe y que "jamás pierde su poder". 2. El problema es que esa facultad no siempre está dirigida hacia donde debe: Normalmente mira hacia lo sensible ("lo que nace"), siendo que debe mirar hacia lo inteligible ("el ser"). Como se indica en el texto, concretamente en 519a, en el primer caso esta capacidad o virtud es "inútil y nociva", pues jamás encontrará la verdad, tan sólo simples opiniones, y además confundirá el mal con el bien; pero en el segundo caso es "útil y ventajosa", pues hallará la verdad y el bien. 3. Para ilustrar esta idea, en 519ab, Platón pone el ejemplo del alma de aquellos que son "malos pero inteligentes"; estos gozan de una facultad innata de conocimiento especialmente aguda y fina, pero, al estar volcada a lo sensible (los placeres, apetititos, ambición de poder, de bienes materiales y de hono-res, etc...), toman el mal por el bien, y ponen su inteligencia al servicio del mal. Platón indica cómo la educación debería actuar con ellos, haciendo que sus almas, mal orientadas, miren hacia lo abstracto, inteligible y verdadero. 4. De todo lo anterior se sigue entones LA TESIS que enunciábamos al principio: que la educación consiste, no en proporcionar conocimientos, sino en lograr que el alma (particularmente de aquellos que son especialmente inteligentes por naturaleza) deje de buscar el bien y la verdad en el mundo de lo sensible y lo material, y ponga a discurrir sus facultadas innatas de conocimiento, girándose hacia la esfera de lo abstracto e inteligible, donde podrá hallar la verdad y el bien.

12. Explica clara y detalladamente el argumento mediante el cual Platón afirma en 518e-519a, que la virtud del conocimiento puede resultar útil y ventajosa o, por el contrario, inútil o nociva. Puedes empezar así tu respuesta: Platón parte de la existencia en el alma humana de una cierta facultad de conocimiento, que a diferencia de las restantes virtudes es innata y "jamás pierde su poder", como dice el texto en 518-e. Ahora bien, ...

A título orientativo, ofrecemos la respuesta de una alumna, seguida de un breve comentario va-

lorativo.

Platón parte de la existencia en el alma humana de una cierta facultad de conocimiento que, a diferencia de las restantes virtudes, es innata y “jamás pierde su poder”, como dice el texto en 518-e. Ahora bien, según hacia donde se dirija esta facultad, podrá ser “útil y ventajosa” o, por el contrario, “inútil y nociva”. Si el alma es dirigida correctamente, y mediante una educación ade-cuada, la hacemos “volverse hacia la luz dejando la tiniebla”, esto es, la con-ducimos hacia lo inteligible abandonando lo sensible, entonces llegará al co-

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nocimiento de lo verdadero y lo bueno, y esa facultad innata de conocimiento será útil y beneficiosa. Pero si el alma no es dirigida (o lo es, pero incorrecta-mente), no alcanzará el conocimiento verdadero ni podrá “afrontar la con-templación del ser” y del bien, y entonces es cuando esa facultad puede ser in-útil o incluso perjudicial. Este argumento se encuentra en 519-a, donde se aclara con el ejemplo de los que “son malos pero inteligentes”. Con este ejemplo Platón nos dice que aquellos que sean inteligentes, pero cuya alma, por estar mirando hacia lo sensible, no conozca verdaderamente lo bueno, sino que lo confunda con los placeres sensibles (“la gula”) y los bienes materiales, sus actos tampoco serán buenos, y cuanto mayor sea su inteligencia, mayor será su ca-pacidad de hacer el mal, y creyendo que está haciendo el bien, sus males serán aún mayores. Pero esto lo podemos evitar si desde un principio sometemos a esta alma “confundida” a una “poda y extirpación de excrecencias plúmbeas”, es decir, si desde un principio hacemos ver a esta alma que está confundida y la orientamos mediante la educación en el camino de lo inteligible, extirpando esas “excrecencias” o impurezas que hacen que esté sujeta, por los placeres de los sentidos, al mundo sensible, que no es más que una copia inexacta del inteligi-ble. ESTELA BANACLOCHE CAÑIGUERAL COMENTARIO DE LA RESPUESTA : La alumna ha recogido lo esencial del argumento y ha de-mostrado comprender el ejemplo con el que Platón lo ilustra (el ejemplo del inteligente pero malo). El supuesto que subyace al argumento de Platón es el intelectualismo moral socrático, sin el cual no se acaba de entender el ejemplo mencionado. En efecto, nadie actúa mal a sabiendas, sino conforme a lo que cree que es su propio bien; todos perseguimos el bien, pero no siempre sabemos reconocerlo; y una vez creamos haberlo reconocido, necesariamente actuaremos conforme a ello. El inteligente pero malo, no es que sea malo en sí, sino que actúa mal porque, vuelta como está su alma hacia lo sensible, no conoce el verdadero bien, o, mejor dicho, porque confunde el bien con los placeres y bienes sensi-bles. Sólo así se entiende que el texto diga que su alma “está obligada a servir a la maldad” (519-a), pues toda alma actúa necesariamente conforme a lo que cree ser bueno, aunque no lo sea realmente.

13. Explica los argumentos en que Platón se basa para afirmar en 519c que “ni los ineducados y apartados de la verdad”, ni tampoco “aquellos a los que se permita seguir estudiando hasta el fin” son “aptos para gobernar una ciudad”. Para elaborar correctamente tu respuesta es aconse-jable que tengas presente lo siguiente:

a) En 519-b se dice, en efecto, que los “ineducados y apartados de la verdad” no son aptos para

gobernar la ciudad. La razón que se da es que “no tienen en su vida ningún objetivo particular, apun-tando al cual deberían obrar”, tanto en lo que concierne a su vida privada como a su vida pública (519-c). Influenciado por el intelectualismo moral de Sócrates, Platón está presuponiendo que sólo si se ha alcanzado el conocimiento del Bien en sí y de la verdad, es posible llegar a ser un buen gober-nante. En el texto, el Bien es justamente el objetivo al que debe de apuntar el buen gobernante en su vida privada y en su vida pública. Ahora bien, sólo una educación adecuada puede proporcionar al gobernante la visión del Bien que ilumine y guíe su praxis individual y política. De ahí se sigue que “los ineducados y apartados de la verdad” no serán “aptos para gobernar”. Para ilustrar esto, en 519-a se menciona el ejemplo de los inteligentes pero malos, a quienes probablemente alude la expresión “los ineducados”.

b) En el texto se dice igualmente que tampoco “aquellos a los que se permita seguir estudiando hasta el fin” serán “aptos para gobernar la ciudad”. La razón que se da es que “teniéndose por trans-portados en vida a las islas de los bienaventurados, no consentirían en actuar” (519-c). Con esta metá-fora Platón se refiere al paraíso de la vida contemplativa. En efecto, los filósofos han descubierto en una vida dedicada a la filosofía y a la investigación de la verdad (la contemplación de las Ideas), una fuente inmensa de felicidad; de ahí que, si se les permite permanecer en esa vida, no accederán por propia voluntad a ocuparse de la política y de los asuntos mundanos, que tanto preocupan a la mayoría

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de los mortales, sino que preferirán seguir estudiando hasta desentrañar la esencia misma de la reali-dad. Esto se refleja muy bien en el mito de la caverna: el prisionero liberado, una vez ha vencido todas las resistencias y obstáculos, y ha descubierto el mundo exterior, no añorará el mundo de sombras en el que vivía, y se sentirá feliz por haber cambiado, y, lógicamente, no tendrá deseos de volver a ocu-par su anterior lugar en el mundo de los hombres.

TEXTO CAPÍTULO V

14. TEMA, TESIS, ARGUMENTOS: Sin embargo, si nos centramos sólo en la parte más ar-gumentativa del texto anterior, para hacer un resumen de la misma es preferible usar el modelo de resumen tema-tesis-argumentos. (Ver el apartado “La prueba de acceso a la Universidad”, al final de este libro). Lee desde 520b hasta el final del capítulo V y sintetiza las ideas del texto, mostrando en tu resumen la estructura argumentativa: el tema, la tesis del autor y los argumen-tos en su defensa El transfondo de este texto es la teoría del filósofo-gobernante. El tema es el gobierno de la ciudad y quiénes deberán asumirlo. La tesis que defiende el autor es que en la ciudad ideal los filósofos de-berán gobernar. Los argumentos en que se basa para defender esta tesis son los siguientes:

a) El primer argumento lo encontramos en 520-b, y podemos resumirlo así: los filósofos se hallan en deuda con la ciudad; la razón de eso es que en la ciudad ideal es el Estado quien se encarga de la formación de los filósofos y, por tanto, en justa reciprocidad, es “justo” que “reintegren” a la ciudad la deuda que tienen con ella (argumento de la justa reciprocidad).

b) El segundo argumento lo encontramos en 520 c-d, y se reitera también al final del capítulo. Vie-ne a decir que los filósofos deben gobernar porque ellos son “los más capaces” (520-c) y “los más entendidos acerca de aquello por medio de lo cual se rige mejor el Estado” (521-b). La razón de eso es que han visto “la verdad con respecto a lo bello y a lo justo y a lo bueno”, es decir, conocen lo que es la esencia eterna e inmutable de lo bello, de lo justo y del bien (Ideas), y por tanto, conocen también en qué consiste el bien de la ciudad, de ahí que, una vez acostumbrados de nuevo a las cosas del mun-do sensible, serán capaces de ver “infinitamente mejor” que ningún otro.

c) El tercer argumento se desarrolla a partir de 520-b: a diferencia de la mayor parte de los políti-cos, que acuden a la política movidos por la ambición de riquezas, de honores y de poder, enfrentados los unos a los otros y causando así un grave daño a la ciudad y a sí mismos, los filósofos “irán al go-bierno como a algo inevitable” (520-e), es decir, por puro sentimiento del deber. La razón de eso es que, al haber visto el bien en sí y lo justo en sí, desprecian las riquezas y el poder, y por tanto no lu-charán por ellas, pues saben muy bien que esas cosas no son sino “vanas sombras” del verdadero bien humano, de la verdadera felicidad, que consiste en “una vida buena y juiciosa”. Es por eso que el filó-sofo “desprecia los cargos públicos”, como se dice en 521-b, ya que ha hallado en el conocimiento de la verdad una fuente inagotable de felicidad, “una vida mejor que la del gobernante”, de ahí que pre-fiera entregar su vida a la filosofía antes que a la política, o, dicho metafóricamente, que prefieran el mundo de arriba a la caverna. Por eso, si gobiernan, lo harán, no pensando en sí mismos, sino porque saben que eso es lo justo. “Son hombres justos a quienes ordenamos cosas justas”, y por esa razón serán los mejores gobernantes, los que la ciudad necesita realmente.

15. Explica en detalle cómo se argumenta en el párrafo anterior que para tener “una ciudad bien gobernada”, el gobernante ha de tener una “vida mejor” y distinta a la del político corriente.

La argumentación de Platón sigue los siguientes pasos: a) Platón parte de la idea de que la mayor parte de las ciudades viven “entre sueños”, es decir, es-

tán engañadas y mal gobernadas por políticos ambiciosos o incompetentes (520-c). b) La razón de eso radica en la ceguera en la que viven sus gobernantes, enfrentados entre sí por lo

que sólo son “vanas sombras” del verdadero Bien: riquezas, poder, bienes materiales, etc. Es decir,

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toman todas estas cosas “como si fueran algún gran bien”, cuando en realidad, para una mente que ha captado el verdadero bien, tan solo son apariencias del bien (520-d).

c) De ahí se sigue que “la ciudad que viva mejor” será aquella cuyos gobernantes tengan menos deseo de serlo. Eso será la prueba de que no acuden a la política para enriquecerse (520-d).

d) Ahora bien, para tener gobernantes así es necesario que los que han de mandar, ya antes de ac-ceder al gobierno estén disfrutando de una vida mejor que la de los gobernantes y políticos corrientes, es decir, una vida no basada en el hambre de “bienes personales” y en el ansia de riquezas o de poder, ya que estas cosas generan luchas y enfrentamientos que causan la ruina a la ciudad entera. Esa vida mejor es una “vida buena y juiciosa” (521-a).

e) Del texto parece desprenderse con claridad que el que tenga una tal vida despreciará las rique-zas y los demás bienes materiales. Si acude a la política no lo hará en busca de estas cosas, pues dis-fruta ya de una vida feliz y, al haber visto ya “la verdad acerca de lo bello, lo justo y lo bueno” (Ideas), sabe muy bien que aquellas cosas tan sólo son “vanas sombras” que no dan la felicidad.

f) De ahí se sigue que no luchará por estas cosas como hacen otros ni se servirá de su poder para alcanzarlas, de donde se sigue que si el gobernante tiene “una vida buena y juiciosa”, entonces ten-dremos “una ciudad bien gobernada” (521-a).

IV. ACTIVIDADES DE ACTUALIZACIÓN Y DE RELACIONAR

16. PLATÓN Y LOS SOFISTAS: Compara la filosofía de Platón con la de los sofistas. Para ello escribe una carta, dirigida a los sofistas, en la que tú adoptes el papel y los puntos de vista de Platón. Esta carta debe de reflejar las diferencias entre Platón y los sofistas en temas como la posibilidad de conocer la verdad, la realidad, la moral, la política y la manera de entender la educación

Orientaciones: el texto puede adoptar la forma de una carta, firmada por Platón. Puede plantearse también una carta en sentido inverso, es decir, un sofista se dirige a Platón para criticar o contraponer sus puntos de vista.

17. PLATÓN Y SU CONTEXTO HISTÓRICO: Explica en qué consiste la teoría platónica del

filósofo gobernante y relaciónala con el contexto histórico y biográfico que le tocó vivir a Platón, haciendo mención de la “Carta VII” La teoría platónica del filósofo gobernante es el núcleo esencial de la propuesta política de Platón y propone dejar la responsabilidad de gobernar en manos de una élite de hombres sabios formados en la filosofía, el conocimiento de la verdad y del bien. Se trata de una especie de aristocracia en el sen-tido literal del la palabra: gobierno de los mejores, pero de los mejores en virtud y en saber, no enlina-je o sangre. Esta propuesta, como el propio Platón confiesa en su "Carta VII", arranca de la decepción que provocaron en Platón algunos acontecimientos históricos y políticos ocurridos en su juventud: Guerras del Peloponeso entre Esparta y Atenas, derrota de esta última bajo régimen democrático, Go-bierno sanguinario de los 30 Tiranos tras la derrota frente a Esparta, revolución de Trasíbulo y reins-tauración de la democracia ateniense, juicio y ejecución de Sócrates bajo la democracia recién restau-rada, luchas intestinas por el poder entre los partidarios del bando democrático y los del bando oligár-quico, luchas que llevaron a Atenas a la ruina, políticos ambiciosos de poder y de honores, etc... To-dos estos acontecimientos y circunstancias llevaron a Platón a desconfiar, tanto de la democracia co-mo de la oligarquía, y a proponer como forma de gobierno ideal un gobierno de hombres sabios y vir-tuosos, esto es, un gobierno de filósofos. Por otra parte, la democracia, que había sido durante más de un siglo la forma de gobierno de Atenas, tenía, a juicio de Platón ciertos inconvenientes: se basaba en el supuesto de que cualquiera puede asumir cargos de responsabilidad política, de ahí que algunos de esos cargos fueran asignados por sorteo y otros por votación de la mayoría, frecuentemente desinfor-mada o manipulada mediante las artes de la retórica o de la oratoria aprendidas de los sofistas.

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18. PLATÓN Y OTRAS FILOSOFÍAS POLÍTICAS: Platón tie ne una idea estatalista y or-ganicista del Estado a) Explica lo que esto significa b) Infórmate sobre otras ideologías o teorías políticas de otras épocas que puedan calificarse también de estatalistas u organicistas. c) Infór-mate sobre la valoración que hacen del Estado el anarquismo y el liberalismo y responde: ¿Es-tarían de acuerdo con el punto de vista de Platón sobre la relación entre Estado e individuo? Razona tu respuesta. a) Platón tiene una concepción estatalista del Estado, según la cual el bien del Estado prima sobre el bien del individuo, que debe supeditase a él. Además, su visión del Estado es organicista, de modo que la organización de la sociedad es comparable a la de un organismo vivo en el que cada parte u órgano desempeña una función en beneficio de sí mismo y del conjunto del organismo. Así ocurre con las clases sociales que componen el Estado platónico. b) Estatalismo: El modelo de Estado que propone Hobbes, filósofo británico del siglo XVII. El Estado socialista marxista. El estado totalitario nazi o fascista. c) Organicista: - Aristóteles también defenderá un organicismo social: el Estado es como una especie de "ser natural" connatural al hombre, que surge para satisfacer las necesidades naturales que otras dos agrupaciones naturales de individuos anteriores a él -la familia y la aldea- no pueden satisfacer. Con el Estado se logra por fin la autosuficiencia. - Podemos considerar organicista también el modelo de sociedad feudal propio de la Edad Media, que asigna funciones específicas a cada estamento (defensiva, agrícola, comercial, artesanal, de gobierno, etc...) - En general también podemos considerar organicista, cualquier concepción filosófica que insiste en la idea de la sociedad como una empresa cooperativa en la que todos se benefician de la aportación de todas y cada una de sus partes o miembros. Por ejemplo, la idea que John Rawls defiende de la socie-dad en su Teoría de la Justicia. d) Para el anarquismo cualquier forma de poder es indeseable; el aparato del Estado representa el po-der y la coerción máximos, los cuales corrompen, tanto a quienes los ejercen como a los gobernados. Para el liberalismo el individuo prima sobre el Estado y la colectividad; no rechazan cualquier forma de Estado, pero sólo aceptan aquellas formas que encajen con el denominado Estado liberal, esto es, un Estado mínimo con funciones y poder muy limitados, el necesario para poder garantizar los dere-chos individuales de los ciudadanos, pero no más del necesario. La propuesta política de Platón, que coloca el Estado por encima del individuo y se basa en la idea de un Estado fuerte, provocaría, con seguridad, el rechazo rotundo de anarquistas y liberales.

19. PLATÓN Y SU CONTEXTO HISTÓRICO: Repasa la crítica que Platón lanza contra la

democracia de su tiempo y explica qué aspectos de esa crítica tendrían hoy también actualidad en las democracias del siglo XXI.

Muchos aspectos de la crítica que Platón formuló contra la democracia de su época tendrían hoy vi-gencia en la democracia actual. Por ejemplo, tampoco en las democracias actuales la decisión de la mayoría garantiza la justicia en una decisión, por mayoritaria que sea. Además, las técnicas de persua-sión que se usaban en la época de Platón para lograr influencia y poder (la oratoria, la retórica, etc...) han adquirido hoy formas nuevas a través de la imagen y los medios de comunicación de masas, la publicidad y las técnicas de marketing aplicadas también a la venta de las diversas opciones políticas en campañas electorales, etc... La mayoría, frecuentemente desinformada o manipulada, no puede garantizar ni en la actualidad ni en época de Platón, una decisión justa. Platón denuncia también algo que ocurre también en la actual democracia: la falta de idoneidad de aquellos que acuden a la políti-ca, cosa que vemos particularmente bien en aquellos gobernantes que acuden a la política cegados por la ambición de honores, poder o riquezas, en lugar de acudir a ella para perseguir el bien común;

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la lucha y la competencia con otros candidatos rivales pone en peligro lo más sagrado del Estado: la unidad y la armonía.

20. ACTUALIZACIÓN: En el Capítulo V Platón se refiere a los políticos de su tiempo como gentes que disputan unos con otros por “el mando” y que son “mendigos y hambrientos de bie-nes personales”. Platón achaca esta conducta de los políticos a la ignorancia del verdadero bien para ser feliz y para gobernar con justicia. Nuestro autor propone otro perfil de político caracte-rizado por la sabiduría, la justicia y la honradez (la virtud), así como otro modo distinto al de-mocrático para seleccionar a los dirigentes políticos: No será el pueblo ignorante, sino el Estado el que seleccionará a los futuros gobernantes y los educará en la justicia y el bien. Responde: ● ¿Qué opinas de este procedimiento de selección de los gobernantes? ¿Qué ventajas y qué

riesgos conlleva? ● ¿Qué debe importar más en un político? ¿sus conocimientos técnicos –en economía, adminis-

tración, leyes…- o sus cualidades morales? ¿Qué cualidades morales debe reunir un buen diri-gente político en nuestros días?

21. ACTUALIZACIÓN: ¿Cómo podría mejorarse o corregirse la actual democracia para ase-

gurarnos de que quienes nos gobiernan tienen las cualidades morales requeridas?

ALGUNAS REDACCIONES

De las 7 redacciones que se presentan a continuación, las tres primeras han sido extraídas de exámenes realizados a lo largo del curso por alumnos y alumnas, y van seguidas de un breve comentario valorativo. En general, se han elaborado siguiendo, en la medida de lo posible, los consejos y las pautas que se recogen en el apartado V del libro, titulado “La prueba de Acceso a la Universidad”. Obvia decir que no pretende-mos que sean modélicas; por supuesto que otros enfoques o planteamientos pueden ser igualmente acepta-bles, si se centran en el problema y mantienen cierta unidad y coherencia. La experiencia en el aula muestra frecuentemente que los alumnos y alumnas aprenden imitando o copiando modelos, de ahí que un recurso que a veces suele dar buenos resultados es ofrecerles algunos de estos modelos, naturalmente, después de que ellos hayan hecho el esfuerzo por sí mismos. Se les puede pedir también que comparen y que se autoca-lifiquen. REDACCIÓN 1: PSICOLOGÍA Y EPISTEMOLOGÍA

Platón establece un dualismo antropológico consistente en una clara sepa-ración entre el cuerpo y el alma. El cuerpo es material, nace y perece y, por tan-to, está sujeto a la generación y a la corrupción. Sin embargo, el alma, al ser inmaterial, es de naturaleza inmortal y eterna, de tal modo que tiende hacia la región inteligible, es decir, al mundo de las Ideas, con las que comparte to-das sus características o, por lo menos, gran parte de ellas: es divina, inmortal e inmaterial. Tras la muerte del cuerpo, el alma transmigra de un cuerpo a otro y sufre un

proceso de reencarnaciones sucesivas hasta que consigue la liberación total del cuerpo, el cual constituye como su cárcel. Dicha liberación se consigue paula-tinamente mediante el cultivo de la filosofía y, con ella, mediante el acerca-miento al mundo inteligible. Reconocemos en todo esto la influencia pitagóri-ca en la concepción que Platón desarrolla acerca del alma.

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Sin embargo, antes de encarnarse en el cuerpo, el alma ha permanecido un tiempo en el mundo de las Ideas, y en él ha conocido la verdadera esencia de las cosas: las Ideas; de tal modo que en el alma existe una “huella” o recuerdo borroso de las Ideas, unos conocimientos acerca de lo inteligible que permane-cen ocultos y enmascarados por las apariencias que nos proporcionan los senti-dos en el mundo sensible. Estos conocimientos innatos se corresponden con la teoría de la reminiscencia de Platón (conocer es recordar), muy influido por su maestro Sócrates, y por la doctrina de la preexistencia del alma en el mundo inteligible, debido al proceso de reencarnación, también defendido por los pi-tagóricos. El alma, según Platón, consta de tres partes: parte racional, parte irascible y

parte apetitiva, que se corresponden con las virtudes de la sabiduría, la valen-tía y la moderación, respectivamente. Esta división tripartita sirve para expli-car los conflictos internos y las tendencias opuestas entre las que se debate con-tinuamente el alma. El predominio de cada una de las tres partes del alma de-termina tres tipos de personalidad diferentes, paralelos a las tres clases en que, —considera Platón—, debe dividirse el Estado: los filósofos-gobernantes, en los que predomina la parte racional y cuya virtud será la sabiduría; los guardia-nes, en los que predomina la parte irascible y cuya virtud debe ser la valentía; y, por último, los productores, en los que predomina la parte apetitiva o concu-piscible, y cuya virtud debe ser la moderación de los deseos y apetitos que do-minan al cuerpo. Mientras que la mayoría de las facultades o virtudes del alma, lo mismo que las del cuerpo, pueden adquirirse mediante el ejercicio y la práctica, la virtud o facultad del conocimiento es eterna e inmortal, como el alma. Esta facultad, mayor desarrollada en aquellos que se escogen para ser formados en la filoso-fía, permite discernir la verdad a través del método dialéctico, que Platón to-ma en parte de su maestro Sócrates. Dicho método se basa en la inteligencia, dejando a un lado las creencias y opiniones, que tan sólo son apariencias que nos ofrecen los sentidos, habiendo comprobado que no son auténticas y verda-deras, y que por lo tanto, no corresponden al conocimiento máximo de la ver-dad, el cual el filósofo es capaz de descubrir por sí mismo, pues, de algún modo oscuro y misterioso, está ya, aunque de forma borrosa y confusa, dentro de su alma. Recordándolas mediante la dialéctica es como el alma conoce las ideas. Por otro lado, la afirmación platónica de que existen ciertos conocimientos in-natos en el alma humana contrasta con el empirismo que defienden los sofistas (contemporáneos de Platón), y que se basan en los conocimientos adquiridos mediante la experiencia y que, por lo tanto, deben ser “infundidos”. En resumen, Platón considera que el hecho de que el alma, por ser inmortal y

eterna, permanezca en contacto con el mundo inteligible, permite el conoci-miento de las Ideas, que, aunque de forma oscura y borrosa, es innato en las personas, que son capaces de descubrirlo por sí mismas, particularmente si se posee un alma con predominio de la parte racional sobre las otras dos. Mª CARMEN LÓPEZ TÓRTOLA COMENTARIO : La redacción se centra en el tema propuesto, si bien no se atiene exactamente al esquema “Introducción-Desarrollo-Conclusión”, aunque se concluye con una breve síntesis de lo fun-damental. Se aclaran algunos de los conceptos filosóficos que se introducen (“dualismo antropológi-co”, “cuerpo”, “alma”, “reminiscencia”, etc.); no obstante, no se clarifican otros o se explican de for-ma algo confusa e incompleta (“Idea”, “lo inteligible”, “opiniones”, etc.). La redacción y la expresión son buenas; no hay errores importantes de contenido, aunque el párrafo subrayado resulta confuso,

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probablemente debido a un problema de expresión y/o de una insuficiente asimilación de ciertos con-tenidos. Tres de los 6 párrafos que conforman la redacción son introducidos por partículas conectoras (3º: sin embargo, 5º: mientras que, 6º: en resumen), que ayudan a hilvanar mejor el texto y a darle mayor coherencia. La alumna contrasta además la opinión de Platón con la de otros autores (los sofis-tas), y menciona además las influencias de Sócrates y a los pitagóricos en aspectos que encajan bas-tante bien con el título de la redacción. REDACCIÓN 2: ÉTICA Y POLÍTICA [1.Introducción] En el título de la redacción, “Ética y política”, se nos propone que exponga-

mos la relación entre estos dos términos, que enlazarán el comportamiento humano (virtudes morales) con la forma de gobernar un Estado (la política). Para iniciar esta redacción es necesario plantear una serie de cuestiones o problemas, como por ejemplo: ¿La ética debe ir ligada a la política? Como ve-remos, para Platón es necesaria esta unión, y la hace factible mediante la doc-trina del “filósofo-gobernante”, que elabora a partir del intelectualismo moral de su maestro Sócrates. A continuación desarrollaré la redacción centrándome en la relación entre la ética y la política, y contraponiendo el punto de vista de Platón al de los sofistas; también responderé a otros problemas, como por ejem-plo: ¿Debe ser el político un individuo moralmente bueno? ¿La ética influye en la política? ¿De qué modo? [2. Desarrollo]

En la “Carta VII” Platón deja claro que uno de los objetivos de su filo-sofía es acabar con los males políticos de su época y para ello propone su doctrina del “filósofo-gobernante”, que afirma que los males de la humanidad no tendrán fin hasta que los que gobiernen sean los ver-daderos filósofos. Esta doctrina tiene su fundamento en el intelectua-lismo moral de su maestro Sócrates, ya que para Platón la única que puede ofrecernos verdadero conocimiento sobre la esencia del Bien y de la Justicia es la filosofía. Esta última afirmación está, como hemos di-cho, fuertemente ligada al intelectualismo moral (la virtud es conoci-miento), y también a la teoría platónica de las Ideas, la cual afirma la existencia de ciertas realidades eternas, inmutables, absolutas, tales como el Bien en sí y la Justicia en sí. Por lo tanto, para Platón la política será un arte que deberá produ-

cir una sociedad feliz y armoniosa, y para que la sociedad sea de ese modo es muy importante determinar quién la ha de gobernar. En efec-to, para Platón los gobernantes deberán de ser personas sabias y virtuo-sas, tanto en su vida individual (ética) como en los asuntos públicos o en la vida política. De ahí un aspecto de la relación entre ética y polí-tica. Alguien que no conozca el Bien en sí y la Justicia en sí, no podrá gobernar bien un Estado, y será igual que si un ciego condujera a otros ciegos. En el mito de la caverna esto se ejemplifica claramente cuando el prisionero liberado, después de alcanzar la visión de las cosas autén-ticas (Ideas), baja a gobernar al resto de los prisioneros y a conducirlos por el camino adecuado. El gobernante filósofo será necesariamente mejor que el gobernante que acude a la política para enriquecerse, ya

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que el filósofo, al ser una persona justa (pues ha conocido la Justicia en sí), irá al gobierno como a algo ineludible, por puro sentimiento del deber. En contraposición al punto de vista de Platón, tenemos el empirismo

político de los sofistas, que acepta como bueno y justo lo que el pueblo considera como bueno y como justo; los sofistas no dan importancia a las cualidades morales de los gobernantes, dará igual que sean sabios y virtuosos, a fin de cuentas lo bueno y lo justo son para ellos conven-ciones o simples conceptos relativos. Lo importante es que sean buenos oradores. HÉCTOR DONAT AÑÓ COMENTARIO : La redacción se centra bien en el tema, abordando algunos aspectos de la relación ética y política como la relación entre la doctrina del filósofo gobernante y el intelectualismo moral, la necesidad de que los gobernantes sean a la vez individuos virtuosos y honestos, etc. El tema de la re-dacción es el hilo conductor de la misma. Además, hay que valorar positivamente los interrogantes que se formulan en la introducción, la referencia adecuada al mito de la caverna y a otros filósofos, así como el intento del alumno de contraponer el punto de vista de Platón con el de los sofistas. El alumno logra hilvanar la redacción introduciendo el penúltimo párrafo mediante el conector lógico de consecuencia “por lo tanto”, y el último párrafo mediante la expresión de arranque “En contraposición a”. Sin embargo, parece que la redacción queda inconclusa; falta una breve conclusión y/o síntesis de lo expuesto. Además, algunos aspectos de la relación entre ética y política podían haber sido también abordados. Por ejemplo, el paralelismo entre la justicia como virtud individual y la justicia del Estado (ambas son armonía entre partes); pero fundamentalmente la indisoluble vinculación que Platón esta-blece entre el bien individual y el bien del Estado, entre la felicidad del individuo, por un lado, y la felicidad y la justicia del Estado, por otro; esta relación se funda en la idea griega de que la vida humana sólo tiene sentido en comunidad, por lo que la mejor manera de promover la felicidad y la virtud individuales sea lograr, mediante el arte de la política, un Estado justo y armónico. REDACCIÓN 3: LA REALIDAD Y SUS FORMAS [1. Introducción]

El título de esta redacción da por sentado que existen diferentes for-mas de realidad, y nos lleva a plantearnos los siguientes interrogantes: ¿Qué es lo real? ¿Hay efectivamente diferentes clases de realidad? ¿Hay cosas más “reales” que otras? En relación a esta última cuestión parece claro que, por ejemplo, una sombra es menos real que el objeto que la produce, pues sin éste no existirá la sombra. En esta redacción nos cen-traremos en la filosofía platónica y su visión ontológica. Para ello tra-taremos de ir respondiendo poco a poco a preguntas como las siguien-tes: ¿Qué clases o formas de realidad existen, según Platón? ¿Cuáles son sus diferencias y semejanzas? ¿Cómo se relacionan las distintas clases de realidad? El núcleo de nuestra exposición será la Teoría platónica de las Ideas y trataremos de explicar también cómo afecta esta teoría de la realidad a otros ámbitos como el conocimiento o la política. [2. Desarrollo] Como se sabe, Heráclito defendía que la realidad estaba en un permanente

devenir. Nada permanece constante, todo cambia. Platón acepta esta idea, pe-ro modificándola a su manera. El dice que no todo deviene, ya que si todo cambiara, no existiría conocimiento sobre nada, porque cuando creyéramos

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haber conocido algo, para entonces ya habría cambiado, y el conocimiento verdadero y la verdad serían imposibles, tal y como defendían los sofistas con su escepticismo. En contra de esta opinión, Platón formula su Teoría de las Ideas, que afirma la existencia de un ámbito de realidades, superior al ámbito de las realidades sensibles. Así, aparte de las realidades sensibles, materiales, cambiantes, sometidas al nacimiento y a la muerte, accesibles a los sentidos y sobre las que no cabe conocimiento, existe otro ámbito de realidades (las Ideas) que se caracterizan por no ser materiales, por ser conceptuales, eternas (esto es, ingénitas e imperecederas), indivisibles, inmutables, accesibles sólo por medio de la inteligencia, y sobre las que sí cabe conocimiento. Platón no se conforma con esto, y en el símil de la línea (“Libro VI” de República) divide en dos cada uno de estos ámbitos de realidad. Dentro del mundo sensible distin-gue los objetos naturales y fabricados, por una parte, y las sombras o imágenes de éstos. Las realidades inteligibles se dividen a su vez en Ideas y objetos mate-máticos, que, aunque pertenecen a lo inteligible, son sin embargo copias de las Ideas. Además, Platón establece una jerarquía entre estos cuatro niveles de reali-

dad, según su grado de realidad (más o menos real). Las cosas más reales y auténticas son las Ideas, seguidas de los objetos matemáticos, seguidos de las cosas naturales y objetos fabricados, y por último se encontrarían lo que Platón llama las imágenes. Para Platón lo menos real copia o imita lo más real; Así, las cosas sensibles y los entes matemáticos copian a las Ideas o participan de ellas. Por eso Platón considera que las Ideas son los modelos o arquetipos idea-les que copian las cosas pertenecientes a un nivel inferior de realidad, y son, por tanto, la esencia o la causa del ser de esas cosas. En la cima de todas las Ideas se halla la Idea de Bien, lo máximamente real, pues todas las restantes Ideas participan de ella. Por otra parte, las Ideas son además subsistentes, es decir, existen por sí mismas, mientras que las cosas sensibles dependen ontoló-gicamente de ellas, esto es, dependen de ellas para existir. Pero, ¿qué consecuencias tiene esta concepción de la realidad para el cono-

cimiento? Según Platón, a cada nivel de realidad le corresponde un nivel de conocimiento. Así, lo sensible se corresponde con la opinión o doxa, mientras que lo inteligible, con el conocimiento propiamente dicho o episteme. Especifi-cando más, dentro del nivel de la episteme o conocimiento científico, a las Ideas les correspondería el nivel de la inteligencia y a los objetos matemáticos el del pensamiento. Luego, dentro del nivel inferior de la opinión, los objetos naturales y fabricados se corresponderían con la creencia, que es un nivel su-perior de opinión, mientras que las imágenes se corresponderían con la imagi-nación. Así, los niveles o grados de conocimiento están jerarquizados del mis-mo modo que los niveles de realidad, de modo que cuanto más real es algo, más claro y verdadero es el conocimiento que podemos alcanzar de ello y, por tanto, el mayor grado de conocimiento se corresponde con los objetos que tie-nen el mayor grado de realidad (las Ideas o esencias eternas). Por otra parte, esta concepción dualista de la realidad influye directamente

en la formación educativa del futuro filósofo gobernante. En efecto, el fin de la educación será alcanzar la verdad, pero la auténtica verdad versa sobre lo auténticamente real, y por tanto, sobre las Ideas, y en último término sobre la Idea de Bien, que es el fundamento de todo lo real. Todos los campos de la filo-sofía de Platón (política, ética, cosmología, teoría del conocimiento) se basan en la Teoría de las Ideas y la distinción entre dos mundos.

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[3. Conclusión] En resumen, la Teoría de las Ideas es el núcleo fundamental de la filosofía

platónica, y tiene consecuencias en todo su pensamiento. Dicha teoría supone la existencia de dos niveles o formas de realidad: un nivel superior, al que Pla-tón llama mundo inteligible, caracterizado por la inmaterialidad, la eterni-dad y la inmutabilidad; y un nivel inferior de realidad, el mundo sensible, caracterizado por ser material, cambiante, sometido al nacimiento y a la des-trucción. El mundo sensible es menos real porque depende ontológicamente de las Ideas, las cuales constituyen su esencia, y a la cuales copia o imita. Toda la obra de Platón gira en torno a la distinción de estos dos niveles básicos de rea-lidad, aplicados consecuentemente a los diversos campos. JESÚS TAMARIT LÓPEZ COMENTARIO : La redacción se estructura en “Introducción-desarrollo-conclusión”. Hay que valo-rar positivamente los interrogantes que se plantean en la introducción, que demuestran que el alumno ha captado el problema filosófico que subyace al título. Igualmente, hay que valorar la mención de otros autores (Heráclito), aunque el alumno podía haber contrapuesto el punto de vista de Platón al de los sofistas, para quienes la apariencia se identifica con lo real, y lo real con la apariencia. El tema de esta redacción podía haberse abordado también tomando como referente la alegoría de la caverna, a la cual, por cierto, no se hace referencia alguna. Las partículas conectoras y las expresiones que figuran subrayadas no se hallaban originalmente, y han sido añadidas por nosotros con la intención de mejorar la cohesión de la redacción y de hilvanar mejor los párrafos y frases. REDACCIÓN 4: CONOCIMIENTO DE LA VERDAD Y GOBIERNO D E LA CIUDAD

ESQUEMA O BORRADOR PREVIO: I. INTRODUCCIÓN: El problema fundamental es la relación entre el conocimiento de la verdad y el gobierno de la ciudad (si es que hay alguna relación). Otros problemas secundarios relacionados. Breve plan de la redacción. II. DESARROLLO:

● PÁRRAFO 1: ¿Cómo llega Platón a la doctrina del filósofo gobernante? Contexto histórico (“Carta VII”) PÁRRAFO 1 ● PÁRRAFO 2: Explicar bien la doctrina del filósofo-gobernante (esta doctrina presupone que es posible alcanzar un conocimiento objetivo sobre lo bello, lo bueno y lo justo) ● PÁRRAFO 3: Pero ¿Es posible alcanzar un conocimiento verdadero? Sólo si hay algún ámbito de la realidad estable e inmutable — Teoría de las Ideas ● PÁRRAFO 4: Retomemos el tema central: Relación entre el conocimiento de las Ideas y el buen gobierno de la ciudad.

III. CONCLUSIÓN: Breve síntesis o resumen que retome el problema central planteado por el título.

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[1. Introducción] Esta redacción plantea el problema de la relación entre el conocimiento de la verdad y el buen gobierno de la ciudad: ¿Se requiere algún tipo de conocimiento especial para gobernar un Estado? ¿O, por el contrario, cual-quiera está capacitado para asumir tareas de gobernante? Por otra parte, ¿qué se entiende por conocimiento de la verdad? ¿Es posible acaso acceder al conocimiento verdadero de lo real? ¿Y de qué manera puede ser útil este conocimiento para gobernar una ciudad? A lo largo de esta redacción intentaremos contestar a algunos de estos interrogantes, siguiendo a Platón. Partiremos de las circunstancias histórico-políticas en las que vivió y el núcleo de nuestra exposición será la doctrina política del filósofo-gobernante, que nos remitirá inevitable-mente a la Teoría platónica de las Ideas.

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[2. Desarrollo] ● En la “Carta VII” Platón nos confiesa que desde muy joven su verdadera vocación fue la política, pero que muy pronto renunció, decepcionado por la política de su tiempo, a participar en la vida política de su ciudad; la juventud de Platón coincidió con una época de gran inestabilidad política en Atenas y en esta carta nos habla de decepciones y desilusiones, de revueltas y cambios constantes de gobierno, de luchas por el poder, etc… Descontento tanto con la democracia como con la oligarquía, Platón llega a la conclusión de que todos los Estados de su tiempo estaban “enfermos” y de que su enfermedad consistía en que estaban mal goberna-dos. Y así decide dedicarse por entero a la filosofía para hallar en ella el remedio o la “medicina política” que necesitan los Estados enfermos de su época. ● El remedio político que Platón acaba proponiendo es la doctrina del filósofo gobernante, que consiste en formar en la filosofía a los gobernantes, o bien, que los verdaderos filósofos asuman la dirección del gobier-no. La propuesta de Platón es, en pocas palabras, un gobierno de sabios o filósofos, una especie de “merito-cracia” o aristocracia del saber y de la virtud (gobierno de los mejores). Pero ¿Por qué un gobierno de filóso-fos? Para responder a esta pregunta es fundamental tener en cuenta la influencia del intelectualismo moral de su maestro Sócrates, pues la propuesta política de Platón resulta de aplicar en el terreno de la política la doc-trina ética de su maestro. En efecto, Platón está convencido de que para gobernar con sabiduría y justicia el Estado, los gobernantes deben acceder primero al conocimiento de la verdad sobre lo justo, lo bello y lo bue-no, pues sin este conocimiento, un gobernante es como un ciego dirigiendo a un ejército de ciegos, o como un piloto que dirige una embarcación sin conocer el arte del pilotaje. En opinión de Platón sólo la filosofía puede proporcionarnos un conocimiento objetivo sobre lo justo y lo bueno; de ahí su propuesta de un gobierno de filósofos, y de ahí que la ciencia política que el gobernante necesita conocer sea para Platón la filosofía. ● Pero podemos preguntarnos ¿Acaso es posible alcanzar un conocimiento verdadero y objetivo sobre lo justo, lo bueno y lo bello? Frente al relativismo y al escepticismo de los sofistas Platón está convencido de que es posible alcanzar conocimiento verdadero sobre cierto ámbito de la realidad, pero para ello es necesario suponer la existencia de ciertas realidades eternas, no sometidas al devenir, pues de las cosas cambiantes y perecederas que nos muestran los sentidos, no es posible hallar un conocimiento firme. Platón acaba, en efecto, postulando la existencia de ciertas realidades inmutables, eternas, trascendentes e inmateriales, inac-cesibles a la vista y a los demás sentidos, pero accesibles a la inteligencia. A estas realidades les dio el nom-bre de Ideas o Formas y son las esencias de las cosas materiales, cambiantes y visibles, pues son los para-digmas o modelos perfectos e ideales que estas cosas copian imperfectamente, y por eso son su esencia y la causa de su ser. Platón acaba así distinguiendo dos ámbitos de realidad: la realidad auténtica, a la que llama mundo inteligible, formado por las Ideas y también por los objetos matemáticos (que comparten característi-cas con las Ideas); un nivel inferior de realidad, la que nos muestran los sentidos, y al que llama mundo sensi-ble, que copia imperfectamente las realidades inteligibles. Gracias a que existe un ámbito de la realidad de esencias eternas e inmutables, es posible obtener conocimiento verdadero (episteme); pero de las realidades sensibles y cambiantes que los sentidos nos muestran sólo podremos alcanzar, como mucho, opiniones relati-vas y diversas. ● Ahora que hemos expuesto la postura de Platón sobre la posibilidad de lograr un conocimiento objetivo y verdadero sobre lo justo, lo bello y lo bueno, volvamos a su propuesta política. El mundo de las Ideas repre-senta para Platón el orden y la armonía trascendente que copian imperfectamente el mundo sensible y el mun-do de los asuntos humanos (el de la sociedad y la política). De modo que para el gobernante es de la mayor importancia conocer ese orden trascendente, para poder imprimir orden y armonía en el Estado y en su propia alma. La expresión máxima de ese orden trascendente es la Idea suprema de Bien, que se halla en la cima de todas las demás Ideas, y que es la meta última del conocimiento. Por todo esto, la base de la propuesta políti-ca de Platón se basa en educar a los gobernantes hasta permitirles que alcancen la visión de dicha Idea. Con este fin, Platón diseñó un complejo programa educativo que debía seleccionar a las mejores naturalezas para irlas educando en el conocimiento de la verdad y del bien. Las principales materias que compondrían este programa serían las 5 disciplinas matemáticas (aritmética, geometría plana, geometría de volúmenes, astro-nomía y armonía) que conformarían la parte introductoria (“el preludio”); en la importancia que Platón otorga a las matemáticas detectamos clara influencia de los pitagóricos. Pero la materia fundamental en la educa-ción de los gobernantes será la dialéctica, esto es, la ciencia de las Ideas y de sus relaciones, y particularmen-te de la relación de cada Idea con la Idea de Bien. Gracias al poder dialéctico de la razón el filósofo irá ascen-

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diendo de Idea en Idea, hasta contemplar las Ideas de Justicia, de Belleza y de Bien, las cuales deberá luego tomar como modelo y guía para gobernar su propia vida y a la sociedad, ya de regreso al mundo de los asun-tos humanos. En el mito de la caverna esto último está representado por el descenso del prisionero liberado al interior de la caverna, y tras haber contemplado las cosas del mundo de arriba y el sol (Ideas e Idea de Bien), deberá volver al mundo de las sombras para gobernar y discutir sobre las sombras del bien y de lo justo a la luz del nuevo conocimiento que ha hallado. [3. Conclusión] ● EN CONCLUSIÓN, descontento con otras formas de gobierno (y particularmente con la democracia ate-niense), desilusionado con la política de su época, Platón acaba proponiendo como forma ideal de gobierno el gobierno de los mejores en conocimiento y en virtud, esto es, un gobierno de filósofos. Y es que sólo la filo-sofía puede proporcionar al gobernante el conocimiento necesario sobre lo eternamente justo, bello y bueno para dirigir su propia vida y el Estado con sabiduría y rectitud. Para combatir el relativismo de los sofistas, Platón necesita suponer la existencia de un ámbito de realidades eternas, perfectas e inmutables, de las que sí es posible obtener conocimiento gracias a la filosofía. Por ello, el gobernante, deberá conocer el orden y la armonía del mundo de las Ideas, y las Ideas de Belleza, Justicia y Bien, para tomarlas como modelo y guía en su vida privada y cuando llegue el momento de gobernar, para lograr así que el Estado y la sociedad acaben copiando, aunque sólo sea de manera imperfecta, la armonía y el orden eternos del Mundo de las Ideas. REDACCIÓN 5: LA MATEMÁTICA Y EL PROYECTO POLÍTICO D E PLATÓN

[1. Introducción] El enunciado de esta redacción plantea la cuestión de la relación entre matemáticas y política en

Platón: ¿Cuál es el papel que juegan las matemáticas en el proyecto político de Platón? Para responder a esta pregunta será necesario plantearnos antes algunas preguntas previas: ¿Cuál es el papel que jue-ga la educación en general en el proyecto político de Platón? ¿Qué relación hay en general entre polí-tica y educación? Estas cuestiones, sin embargo, nos llevarán a plantear la relación entre ontología, por una parte, y educación y buen gobierno, por otra. Una vez aclaradas estas cuestiones estaremos en condiciones de determinar posteriormente el papel que las matemáticas desempeñan en el programa educativo de Platón así como en su proyecto político.

[2. Desarrollo] En la “Carta VII” expone Platón la motivación fundamentalmente política de su filosofía. Después de

haber vivido muy de cerca los avatares políticos que conmovieron la Atenas de su tiempo, llegó al conven-cimiento de que los males de la humanidad no tendrían remedio hasta que los gobernantes fueran filósofos, pues estaba convencido de que sólo la verdadera filosofía puede proporcionar al gobernante un conocimien-to adecuado de lo que es justo y bueno. Influido por el intelectualismo moral de su maestro Sócrates, piensa que sólo si se conoce adecuadamente qué es la justicia, se puede obrar justamente, tanto en el terreno políti-co como en el privado. Pero, frente al relativismo moral y al convencionalismo de los sofistas, el bien y la justicia no son para Platón conceptos subjetivos ni meras convenciones. En efecto, la teoría de las Ideas de Platón afirma la existencia de ciertas realidades eternas, inmutables, subsistentes, únicas, inmateriales, obje-tivas y accesibles al conocimiento. Entre estas realidades se encuentran los valores éticos y morales (la Jus-ticia en sí, el Bien en sí, etc.), que el gobernante debe conocer, pues deben servirle de guía para el buen go-bierno del Estado. Por ello, la educación de los futuros filósofos-gobernantes juega un papel importantísi-mo en el proyecto político de Platón y tendrá como objetivo fundamental alcanzar el conocimiento de las Ideas, y sobre todo, de la Idea suprema de Bien. Pero, ¿cómo conseguir el objetivo que la educación se plan-tea? Es aquí donde entran en juego las matemáticas, las cuales cumplen al menos dos funciones importantes en relación al objetivo que Platón persigue:

En primer lugar, Platón considera que las matemáticas cumplen la importante función de obligar al alma a usar de la inteligencia para alcanzar la verdad en sí, esto es, el conocimiento de las Ideas, co-nocimiento indispensable para el buen gobierno de la polis. Como se explica en el “Libro VII”, los objetos de los que se ocupan las distintas disciplinas matemáticas (aritmética, geometría bidimensio-nal, geometría tridimensional, astronomía y armonía) serían de esa clase de objetos que, al provocar en el alma sensaciones contrarias, estimulan la inteligencia y el pensamiento, y con ello hacen que el

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alma despegue de lo sensible y se eleve hacia lo conceptual y abstracto, lo cual es, como hemos dicho, el objetivo de la educación.

En segundo lugar, como refleja el mito de la caverna, el tránsito de la oscuridad a la luz, de la opi-nión al conocimiento y de lo sensible a lo inteligible, no puede realizarse bruscamente, pues la luz acabaría por deslumbrarnos. El prisionero liberado, necesita de un período de adaptación hasta poder mirar directamente al sol. Y esa es justamente la función que cumplen las matemáticas en la educa-ción del filósofo-gobernante: hacer que su alma se adapte progresivamente a la verdad y a la luz. Por otra parte, recordando el símil de la línea (“Libro VI” de República), los entes matemáticos pertene-cen, al igual que las Ideas, al género de lo inteligible, y, aunque se hallan en un nivel ontológico infe-rior al de las Ideas, tienen características similares a ellas: son inmutables, eternos, inmateriales, per-fectos y accesibles sólo a la inteligencia, y no a los sentidos. Así pues, las matemáticas constituyen para Platón una especie de “preludio” o propedéutica de la dialéctica, que es el saber último que inter-esa al filósofo y, por ende, al político. Pero las matemáticas tienen importantes limitaciones, lo que lleva a Platón a no considerarlas propiamente conocimiento, sino sólo pensamiento (algo superior a la opinión pero inferior al conocimiento). Estas limitaciones tienen que ver con el método que utilizan, que parte de hipótesis de las que el matemático no da cuenta. De ahí que sólo la dialéctica pueda pro-porcionarnos la visión clara y precisa de la verdad que el gobernante necesita.

[3. Conclusión] En conclusión, para Platón la salvación del Estado pasa por una educación adecuada de los que en

el futuro han de gobernarlo. Esta educación debe estar orientada al conocimiento de los valores mora-les eternos y objetivos (Idea de Bien, de Justicia, etc.) que han de servir de guía para el buen gobierno del Estado. Las matemáticas cumplen aquí una función propedéutica, es decir, orientan, preparan y entrenan adecuadamente el alma antes de dedicarse a la ciencia más elevada (la Dialéctica), la cual permitirá la contemplación de las Ideas mismas y, finalmente, de la Idea de Bien, cuyo conocimiento resulta imprescindible para el buen gobierno del Estado. REDACCIÓN 6: CONOCIMIENTO Y OPINIÓN

[1. Introducción] El título de esta redacción hace referencia a dos grados o niveles diferentes de conocimiento: la

opinión (doxa) y el conocimiento propiamente dicho (episteme). En realidad, el problema que bajo este título se plantea es el problema del conocimiento de la verdad. ¿Es la verdad relativa a la opi-nión subjetiva de cada cual? ¿Vale lo mismo la opinión del sabio o la del hombre de ciencia que la del hombre corriente? ¿Son lo mismo opinar y conocer? En el caso de que contestemos que no, cabría preguntarse entonces: ¿es acaso posible alcanzar verdades objetivas y universales? ¿Sobre qué cosas u objetos es posible alcanzar tales verdades? Como es sabido, estas son algunas de las cuestiones que Platón se plantea y a las que intenta responder mediante su filosofía. A lo largo de esta redacción expondremos el punto de vista de Platón sobre estos temas que, como veremos, con-trasta abiertamente con la postura de otros filósofos contemporáneos suyos, los sofistas, para quie-nes opinar y conocer son la misma cosa.

[2. Desarrollo] Platón acepta de su maestro Sócrates que el conocimiento propiamente dicho (la episteme) ha de

ser infalible, universal y objetivo. Además el conocimiento ha de tener por objeto lo auténticamente real (“lo que es”), y para Platón lo auténticamente real es lo que no cambia, lo que permanece estable y siempre idéntico a sí mismo. De todo esto se sigue que el conocimiento de las cosas sensibles no es posible, pues éstas no son ni permanentes ni estables, ya que se encuentran, como dijo Heráclito, en permanente devenir, de modo que cuando creyéramos haberlas conocido, para entonces ya habrían cambiado. De las cosas sensibles no puede decirse propiamente que son verdaderamente, sino que están siempre llegando a ser (devienen). Por eso, de ellas tan sólo cabe simple opinión (doxa). En co-herencia con este punto de vista, Platón considerará que las investigaciones de los filósofos de la na-turaleza (Tales, los atomistas, etc.), son en cierto sentido inútiles, pues no pueden ofrecernos conoci-miento, sino sólo opinión, pues se centran en el estudio del cambiante mundo físico.

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La opinión es para Platón un nivel inferior de conocimiento, que tiene por objeto el mundo de las cosas sensibles, lo cambiante, lo aparente, lo que deviene, y no lo que verdaderamente es. La opinión es así un conocimiento superficial, aparente, poco fiable, relativo, vinculado a los sentidos y a las apa-riencias y, como su objeto, es cambiante e inestable. Pero entonces, si todo cambia, ¿no hay más que opiniones, y no hay conocimiento? Más allá de las realidades sensibles, Platón afirma la existencia de una clase de objetos inmutables, permanentes, inmateriales, eternos, no accesibles a los sentidos, pero sí a la inteligencia. Platón denomina a estas realidades “Ideas”. Al ser permanentes y estables, es po-sible alcanzar sobre ellas un conocimiento objetivo, universal e infalible. Por otra parte, habrá que dejar claro que, aunque la opinión no constituye verdadero conocimiento, no deja de ser una cierta clase de conocimiento, aunque de nivel inferior al de la episteme. Esto es lógico, porque el mundo sensible es una copia del mundo inteligible y, en esa medida, la opinión (si es opinión verdadera) nos aproxima, siquiera un poco, a las realidades inteligibles, que constituyen el modelo y la verdadera realidad.

En el mito de la caverna el paso de la oscura caverna a la claridad del mundo exterior representa de forma simbólica el paso de la opinión al conocimiento, del mundo de lo opinable en el que viven la mayor parte de los hombres, al mundo del conocimiento, al que debe acceder el filósofo. Y en el pasa-je de la línea, Platón distingue a su vez dos niveles de opinión y dos niveles de conocimiento. Así, dentro de la opinión distingue entre a) Imaginación, y b) Creencia. Por su parte, dentro del conoci-miento distingue entre a) Pensamiento, y b) Inteligencia. Cada uno de estos cuatro subniveles episte-mológicos se corresponde con un subnivel ontológico diferente, de modo que, a mayor grado de reali-dad, mayor claridad en el conocimiento, y viceversa.

Por otra parte, tal y como señalábamos en la introducción, el punto de vista de Platón es muy dife-rente al de los sofistas que, en general, defienden el relativismo epistemológico, según el cual toda verdad es siempre relativa. Expresión de este relativismo es la célebre sentencia de Protágoras: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Así pues, para los sofistas no es posible un conocimiento objetivo y universal de lo real. Platón aceptará que el conocimiento que nos suministran los sentidos acerca del mundo material y físico es relativo, pero no el conocimiento (episteme) que nos suministra la inteligencia acerca de “lo que verdaderamente es” (las Ideas). En cambio, para los sofistas, lo que una cosa es, no es algo diferente de lo que una cosa parece ser. Para ellos, las cosas son lo que a cada uno le parece que son. En suma, ser y parecer son lo mismo. Ser verdadero y lo que a mí me pa-rece verdadero son también lo mismo. Por lo tanto, lo mismo es conocer que opinar: toda opinión es verdadera para quien la dice y, por consiguiente, no hay distinción entre opinión y conocimiento ver-dadero.

[3. Conclusión] En resumen, conocimiento y opinión son para Platón dos niveles epistemológicos diferentes, que

se corresponden respectivamente con dos grados ontológicos diferentes: el mundo inteligible y el mundo sensible. Mientras que el conocimiento versa sobre lo verdaderamente real, estable, permanen-te, eterno y perfecto, la opinión versa sobre las apariencias sensibles, lo cambiante, lo perecedero, simples copias imperfectas del mundo inteligible, y es ontológicamente inferior. Platón está conven-cido de que el conocimiento verdadero y objetivo es posible, pues hay cierta clase de objetos concep-tuales, eternos, inmateriales, que no cambian y que existen con independencia de las opiniones huma-nas. A estos objetos Platón los denominó Ideas, y sólo sobre ellas es posible el conocimiento. Cual-quier saber que no verse acerca de ellas, sino acerca de lo cambiante y sensible, será tan sólo simple opinión. REDACCIÓN 7: LA FUNCIÓN DE LA DIALÉCTICA EN EL PROY ECTO POLÍTICO DE PLATÓN

[1. Introducción] El título de esta redacción plantea el problema de la relación entre política y dialéctica o, dicho de

otro modo, entre filosofía y gobierno de la polis. Platón expone en la “Carta VII” los avatares y con-vulsiones políticas de la Atenas de su época: la guerra frente a Esparta, el violento gobierno de los 30 Tiranos, la posterior restauración democrática de Trasíbulo, la injusta condena de su maestro Sócrates

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bajo el gobierno democrático, etc. Todos estos acontecimientos le llevaron al convencimiento de que todos los Estados estaban mal gobernados y de que los males de la humanidad no tendrían remedio hasta que los gobiernos estuviesen en manos de los filósofos. Esta es, en síntesis, la doctrina del filó-sofo-gobernante, en la que se aprecia claramente la influencia del intelectualismo moral de Sócrates. El tema de esta redacción nos obliga a preguntarnos por el papel que juega la dialéctica en este pro-yecto político. Pero para contestar a esta cuestión será preciso que respondamos antes a otras pregun-tas previas: ¿Qué papel juega la educación en el proyecto político de Platón? ¿Qué función cumple la dialéctica en el programa educativo de Platón? Responder a estas cuestiones nos llevará a su vez a exponer los presupuestos ontológicos y epistemológicos en los que se sustentan tanto la educación como la política de Platón, por lo que será inevitable referirnos a la Teoría de las Ideas.

[2. Desarrollo] Como dijimos antes, Platón propone como remedio a los problemas políticos de su tiempo un go-

bierno de filósofos, al considerar que sólo la filosofía puede ofrecer una visión adecuada de lo justo y de lo bueno, imprescindible para que los gobernantes se conduzcan recta y sabiamente como indivi-duos y para que gobiernen sabiamente encaminando el Estado hacia la justicia, la felicidad y la armo-nía. Como se sabe, Platón rechaza la democracia como forma de gobierno, pues ésta se basa en el supuesto de que cualquiera está capacitado para dirigir el destino político del Estado. Por contra, pro-pone como gobierno ideal una especie de aristocracia o gobierno de los mejores, pero bien entendido, pues se trata de una aristocracia del saber y de la virtud, no del linaje o de la sangre. Sólo un gobierno así puede ponernos a salvo de la incompetencia, de los abusos y de la ambición de los gobernantes corrientes. Este es, en suma, el núcleo fundamental de la propuesta política de Platón.

De lo anteriormente dicho puede deducirse el importante papel que la educación de los futuros go-bernantes juega en esta propuesta política. Es el Estado el que debe de educar en la filosofía y en otras disciplinas a los futuros gobernantes. Para ello deben elegirse las mejores naturalezas, aquellas que posean dotes naturales adecuadas para el estudio y destaquen también por cierta predisposición natu-ral a la virtud. La educación consistirá en lograr que estas naturalezas bien dispuestas se encaminen hacia el conocimiento de lo verdadero, de lo bueno y de lo justo. Para ello, el alma debe volverse hacia lo inteligible, apartándose de lo sensible. Para entender esto es inevitable referirnos a la teoría de las Ideas, que constituye el núcleo fundamental de la filosofía platónica. La teoría de las Ideas afirma que, aparte de las realidades sensibles, cambiantes, materiales y sometidas al nacimiento y a la muerte, existen ciertas realidades superiores, ingénitas e imperecederas, inmutables, inmateriales, abstractas, indivisibles, accesibles sólo a la inteligencia, y que constituyen las esencias de las cosas sensibles y los paradigmas o arquetipos ideales que las cosas sensibles copian. A estas realidades Pla-tón les da el nombre de “Ideas”. Sólo de ellas puede haber conocimiento en sentido estricto (episte-me), mientras que de las realidades sensibles, aparentes y cambiantes, tan sólo puede haber simples opiniones (doxa), jamás conocimiento. Entre las Ideas destacan la Justicia en sí, la Belleza en sí, etc., y, en la cima de todas ellas, el Bien en sí. Frente al relativismo de los sofistas, Platón defenderá, pues, la existencia de ciertos valores éticos y estéticos objetivos, inmutables y eternos cuyo conocimiento es indispensable para que sirva al gobernante de guía en el gobierno de la ciudad.

Y aquí es donde entra en juego la dialéctica. La dialéctica es el saber acerca de las Ideas y sus rela-ciones, el conocimiento de las esencias eternas e inmutables de las cosas, cuyo término final es la vi-sión del Bien en sí o Idea suprema, la cual es el fundamento de todo lo real y la expresión suprema del orden racional que gobierna el mundo, a imitación del cual el gobernante deberá gobernar el Estado. Sin embargo, la dialéctica requiere como preparación y entrenamiento previo el cultivo de las mate-máticas, que constituyen, por así decirlo, su preludio o antesala. Platón distingue además entre la dia-léctica ascendente y la descendente. La primera representa el camino que el alma debe recorrer desde los objetos matemáticos hasta las Ideas, partiendo de hipótesis que se tomarán como simples supues-tos que servirán de trampolines o peldaños para ascender hasta las Ideas. A partir de ahí, el alma, va-liéndose exclusivamente del poder dialéctico de la razón, de argumentos y refutaciones, debe ir de Idea en Idea, sin recurrir a nada sensible, hasta alcanzar el Bien en sí. Esto se refleja muy bien en el mito de la caverna, en el que la dialéctica ascendente está representada por el camino que recorre el prisionero liberado a partir del momento en que sale al exterior de la caverna, y que culmina con la visión del sol (representación metafórica de la Idea de Bien). Por otra parte, la dialéctica descendente consistirá en la aplicación del conocimiento alcanzado acerca de lo inteligible y eterno, al mundo de lo sensible, y en particular al ámbito político. En efecto, una vez contempladas la Idea de Bien y las

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restantes Ideas, el filósofo debe ocuparse de los asuntos humanos y asumir la dirección política de la polis, gobernando el Estado y su propia vida a la luz del conocimiento de esos principios eternos. En el mito de la caverna esto se representa simbólicamente con la vuelta del prisionero liberado al mundo de sombras en el que viven sus antiguos compañeros de prisión.

[3. Conclusión] En conclusión, y contestando directamente al título propuesto, Platón rechaza la democracia y

otras formas de gobierno, y en su lugar propone, como solución a los problemas políticos de su tiem-po, el gobierno de los mejores en virtud y en saber. Esta propuesta política se completa con un ambi-cioso programa educativo que persigue como objetivo final formar a ciertos individuos en el conoci-miento de las esencias inmutables y eternas, a la luz del cual serán capaces de gobernar sabia y rec-tamente. Y justamente este conocimiento es el que nos proporciona la ciencia dialéctica, la cual re-quiere del cultivo de las matemáticas como propedéutica o preparación. La dialéctica es, pues, la ciencia suprema y el remate de las demás disciplinas en las que deberán educarse los futuros filóso-fos-gobernantes, los cuales tomarán el Bien en sí como guía y modelo para gobernar, tanto a sí mis-mos como a la ciudad.