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Centro de e Experimentación Para el Aprendizaje Pe SISTEMATIZACIÓN DEL T “HERRAMIENTAS PARA LA EXPRE Luis Alberto Ochoa Caracas, Junio de 2010 ermanente TALLER ESIÓN LÚDICA”

Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

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Page 1: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

Centro de

Centro de Experimentación Para el Aprendizaje Permanente

SISTEMATIZACIÓN DEL TALLER

“HERRAMIENTAS PARA LA EXPRESIÓN LÚDICA”

Luis Alberto Ochoa

Caracas, Junio de 2010

ara el Aprendizaje Permanente

TALLER

A EXPRESIÓN LÚDICA”

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2

Índice

Introducción 4

Descripción del proyecto

o Antecedentes 6

o Justificación 8

o Las interrogantes 10

o Objetivos 11

o Objetivos de Aprendizaje 12

o Metodología utilizada en la sistematización del taller 14

o Ejes de análisis de la sistematización 19

De juegos y otras travesuras 21

o Punto y seguimos… 30

La mediación pedagógica en el diseño de talleres educativos 36

o Algunas reflexiones y conceptos sobre el taller educativo 37

o Elementos para la realización del taller 39

o Recursos y materiales 40

o Lugar y tiempo 41

o Mediación pedagógica 42

o La planificación del taller 45

o Taller “Herramientas para la Expresión Lúdica” 47

El Encanto Lúdico de Leer y Escribir 54

Primera sesión

o El juego y la Expresión Lúdica 59

o La Expresividad Literaria y la Animación a la Lectura 64

Segunda sesión 76

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3

Tercera sesión 89

La creatividad en la evaluación de los procesos educativos 95

o La creatividad 99

Cuarta sesión 105

o Evaluación 109

A manera de conclusiones 122

Bibliografía 125

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4

INTRODUCCIÓN

El presente informe de aprendizaje -realizado con carácter

prospectivo- refiere el proceso de diseño, facilitación y evaluación del

taller “Herramientas para la Expresión Lúdica”, así como a la

sistematización del mismo. Dicha actividad educativa se llevó a cabo en el

Instituto Universitario “Jesús Obrero” de Catia, entre el 8 y el 29 de mayo

de 2010, y fue dirigida básicamente a estudiantes de Educación Integral

del mencionado plantel educativo.

En dicha experiencia, realizada en un contexto de educación

formal, y delimitada tanto en espacio como en tiempo, quien escribe es

sujeto y objeto de la investigación, razón por la que utilizaré -en la casi

totalidad de su reconstrucción- el lenguaje en primera persona.

El taller “Herramientas para la Expresión Lúdica” fue un espacio

para vivenciar un conjunto de dinámicas y técnicas que permiten abordar

diferentes temáticas de interés educativo, favoreciendo la exteriorización

creativa de sentimientos, la indagación, y la expresividad de la palabra

infantil a través de la lúdica, y fue también; un lugar de encuentro y

construcción colectiva que facilitó reflexionar sobre el valor de esa

herramienta en los procesos de aprendizaje.

La sistematización que presento estuvo orientada por la metodología

cualitativa y en ella procuré un acercamiento al enfoque de sistematización

de experiencias de Oscar Jara, quien propone -además de los 5 tiempos

para llevarla a cabo- analizar la experiencia seleccionada bajo la mirada de

la dialéctica. Entre las técnicas utilizadas para registrar y valorar el proceso

estuvo la observación participante en su modalidad libre, la revisión y el

análisis documental, y la aplicación de instrumentos evaluativos.

En este proyecto me propuse aproximarme a un conjunto de

conocimientos que de acuerdo a la planificación realizada tuvieron presentes

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en esa experiencia. En esta ocasión, entre otras necesidades formativas,

requería fortalecer mis habilidades y destrezas en el diseño, facilitación y

evaluación de talleres educativos, así como aproximarme a conocimientos

teóricos de la mediación pedagógica, la expresión lúdica y la animación a la

lectura. Por ello, en el avance de la descripción de la experiencia, se

observará la incorporación de fundamentos de orden teórico conceptual que

me permitieron abordar algunas áreas de conocimiento, entre ellas:

Evaluación, Currículo, Mediación pedagógica, Animación a la lectura y

Creatividad.

Los invito a leer esta travesía poblada de juegos versificados, a

recorrer este arrabal levantado en abrazos poéticos y en reflexiones vitales,

súmese al atrevimiento de inventar una vida justa y posible en el fragor de la

creatividad colectiva.

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Antecedentes

Considero como un antecedente legítimo de la investigación

efectuada la propia experiencia que sobre esta temática he compartido en

diferentes contextos, entre ellos: comunitarios (Equipo de Trabajo

Carbonell del Barrio el Amparo de Catia, entre los años 1991-1994),

institucionales y/o de educación formal (Junto a la cantora y docente la

“Chiche” Manaure para el Consejo Nacional de Defensa de Niños, Niñas y

Adolescentes en conjunto con el Museo Alejandro Otero, como co-facilitador

del taller de expresión literaria infantil “Pescadores y pescadoras de letras

Aquiles Nazoa”, año 2001. Centro Nacional del Libro, como promotor de

lectura, durante el año 2005. En la “Operación Dulcinea” con la Dirección de

Literatura del Consejo Nacional de la Cultura, como coordinador y promotor

de lectura, año 2005. Para la Universidad Nacional Experimental Simón

Rodríguez, como diseñador y facilitador del “Taller de herramientas de

expresión” en el marco del componente desarrollo comunitario del Programa

Formativo para jóvenes fuera del sistema escolar de la comunidad de Río

Negro, en Barlovento Estado Miranda, año 2006. Escuela Comunitaria “Luisa

Goiticoa” donde me desempeñé por 3 años y medio como bibliotecario y

profesor de la asignatura de castellano y literatura, años 1997-2000. En la

Unidad Educativa Nacional “Lino Gallardo”, como Coordinador y facilitador

del curso “Comunicación Popular y Participación Juvenil en Radios

Comunitarias”, durante el año escolar 2001-2002. En el Instituto

Metropolitano de la Juventud, adscrito a la Alcaldía Metropolitana, como

Coordinador de la Escuela de Recreadores Comunitarios Integrales, entre

marzo de 2007 y julio de 2008.

En varias de estas experiencias además de actuar como diseñador y

facilitador de actividades lúdicas, de recreación, y de expresión literaria, me

correspondió planificar, ejecutar, y participar de la evaluación y co-

evaluación de programas educativos. Esto de alguna manera nos indica que

aún cuando este proyecto tuvo un carácter prospectivo, parece lógico que

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parte de lo aprendido y practicado en las mencionadas experiencias, de

muchas maneras están presentes en el desarrollo del mismo, por lo tanto

también constituyen un innegable antecedente para el proyecto desarrollado.

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Justificación

“Magda Lemonnier recorta palabras de los diarios,

palabras de todos los tamaños, y las guarda en cajas.

En caja roja guarda las palabras furiosas.

En caja verde, las palabras amantes.

En caja azul, las neutrales.

En caja amarilla, las tristes.

Y en caja transparente guarda las palabras que tienen magia.

A veces, ella abre las cajas y las pone boca abajo sobre la mesa,

para que las palabras se mezclen como quieran.

Entonces, las palabras le cuentan lo que ocurre

y le anuncian lo que ocurrirá”

Eduardo Galeano

Con frecuencia apreciamos cómo en los espacios de educación

formal se desestima o desconoce el uso de estrategias lúdicas para

favorecer los procesos de enseñanza aprendizaje que se comparte con

niños y niñas. Esta práctica está directamente relacionada con la concepción

pedagógica de quienes tienen la responsabilidad de orientar dichos

procesos. Si el pensamiento, o los pensamientos que encaminan el ejercicio

de educar están marcados por la rigidez, así será el comportamiento de los

educadores junto a los educandos. Al omitir en esa práctica el recurso del

juego, se impide que los (as) estudiantes se beneficien de momentos que

generan placer en el aprendizaje.

El sistema educativo venezolano, en cualquiera de sus etapas,

continúa muy marcado por un ejercicio docente pensado para domesticar a

los (as) estudiantes. Una educación hecha para la reproducción y

continuación del sistema alienante que aún nos oprime. Esa realidad

demanda propiciar espacios que aporten en función de transformar, desde

las propias escuelas, la situación descrita.

Lo que hace Magda –según describe Galeano en el epígrafe de esta

justificación-, es un juego. Travesear con palabras tristes, amantes, alegres,

con vocablos que albergan disímiles sentimientos, palabras inquietas y

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hechiceras que además tienen la cualidad de advertir lo que viene. Hermoso

juego en el que ella muestra su capacidad de atrevimiento.

De eso procura ocuparse la propuesta compartida con estudiantes de

educación Integral del Instituto Universitario “Jesús Obrero”, de jugar con las

palabras para que ellas nos ayuden a pronunciar la vida que queremos. De

intentar asumir las posibilidades de la lúdica como herramienta para

propiciar espacios integrales de inter-aprendizaje.

Con la realización de este proyecto, cuestión que pasó por compartir

el taller y paralelamente sistematizar la experiencia del mismo, no pretendí

transformar la concepción pedagógica de quienes participaron en él, pero si

me propuse contribuir en el conocimiento de un conjunto de técnicas para el

abordaje lúdico-creativo de diferentes temáticas, haciendo hincapié en

expresiones literarias como el cuento, y la poesía. La intención fue propiciar

que las (os) participantes de este taller, pudieran incorporar, renovar, o

redimensionar estos elementos en su hacer educativo. Este taller no es la

panacea a prácticas tediosas, definitivamente no lo concebí como eso, pero

si aguarda en sus entrañas el anhelo de que le nazcan travesuras

pedagógicas a las (os) estudiantes de educación integral que lo vivenciaron.

Creo que el proyecto efectuado tuvo incidencias que desde el ámbito

educativo-social justificaron su realización. De igual manera, su puesta en

práctica contribuyó a fortalecer aspectos relevantes en mi práctica

profesional como facilitador.

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Las interrogantes

Las siguientes interrogantes se derivan del ejercicio que hice

dentro del segundo tiempo del enfoque de sistematización de Oscar Jara,

relativo a las preguntas iniciales. Al emprender una investigación con las

particularidades que me propuse, resulta necesario formular estas

preguntas, ellas me llevaron a definir los objetivos del proyecto, luego

junto a éstos orientaron el desarrollo del mismo y me ayudaron a

mantenerme enfocado en el tema seleccionado. Las interrogantes que

han generado la presente sistematización son las siguientes:

� ¿Cuáles serán las debilidades y las consistencias que presentaré

al diseñar, facilitar y participar de la evaluación del taller de Expresión

Lúdica que compartiré con estudiantes de educación integral del Instituto

Universitario “Jesús Obrero”, durante el mes de mayo de 2010?

� ¿Servirá esa experiencia para reflexionar sobre la importancia de

usar estrategias lúdicas en los espacios educativos con niños y niñas?

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Los objetivos delinean el camino de la travesía planteada, delimitan el

alcance y precisan el destino de ese trayecto, en ellos reposa el sentido, la

validez del esfuerzo que nos proponemos, de allí la importancia que revisten

al momento de plantearse un proyecto de cualquier índole. Aquí expreso las

intenciones de este viaje, las pretensiones de un recorrido que aún

planificado, tiene por bastimento saberes construidos en procesos

anteriores.

Objetivo General

Sistematizar críticamente la experiencia del "Taller Herramientas para la

Expresión Lúdica” dirigido a estudiantes de educación integral del Instituto

Universitario “Jesús Obrero” de Catia, Caracas, durante el mes de mayo de

2010, para el reconocimiento de los aprendizajes obtenidos en cuanto al

diseño, facilitación y evaluación de talleres educativos.

Objetivos Específicos

� Diseñar el taller “Herramientas para la Expresión Lúdica” tomando

en cuenta elementos de la mediación pedagógica.

� Facilitar el taller “Herramientas para la Expresión Lúdica”

socializando un conjunto de técnicas que permiten el abordaje

lúdico-creativo de la expresividad literaria y la animación a la

lectura, entre otras temáticas de interés educativo.

� Evaluar integralmente con las (os) participantes del taller los

diferentes elementos que conforman el espacio educativo

compartido: diseño, contenidos, facilitación, recursos pedagógicos,

metodología de trabajo, material de apoyo, entre otros.

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� Sistematizar críticamente la experiencia del "Taller Herramientas para

la Expresión Lúdica” tomando en cuenta los elementos y datos

recopilados en la aplicación de los instrumentos empleados para ello.

Objetivos de Aprendizaje

En lo Teórico- Conceptual

� Asimilar fundamentos teórico- conceptuales de la expresión lúdica.

� Aprehender fundamentos teóricos de la expresividad literaria.

� Asimilar fundamentos teóricos de la mediación pedagógica.

� Fortalecer principios teórico- conceptuales de la animación a la

lectura.

� Consolidar principios teórico- conceptuales sobre el diseño de talleres

educativos.

� Asimilar fundamentos teóricos sobre la creatividad.

� Aprehender fundamentos teóricos de la evaluación educativa.

En lo Metodológico-Procedimental

� Evidenciar destrezas para el diseño de talleres educativos.

� Contribuir en el conocimiento de un conjunto de técnicas para el

abordaje lúdico-creativo de diferentes temáticas, haciendo hincapié

en expresiones literarias como el cuento, la poesía, y las adivinanzas.

� Evidenciar habilidades para la creación y socialización de técnicas

grupales.

� Evidenciar destrezas en la facilitación de talleres educativos.

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En lo actitudinal

� Fortalecer actitudes en mi praxis como diseñador de talleres

educativos, que ayuden a sustentar mi rol profesional central.

� Evidenciar valores y actitudes en la realización y socialización de

talleres educativos, que contribuyan a fortalecer mi rol profesional

central.

� Evidenciar la disposición para sistematizar una experiencia

paralelamente al desarrollo de la misma.

� Fortalecer la paciencia y la tolerancia en el ejercicio de la facilitación.

� Evidenciar habilidades y destrezas para propiciar espacios que

favorezcan la comunicación grupal.

� Evidenciar la amorosidad como elemento fundamental en la

facilitación.

Integrales

� Reconocer elementos de la mediación pedagógica (expresividad,

creatividad, participación, relacionalidad) en mi ejercicio como

diseñador de talleres educativos.

� Asimilar fundamentos teórico-prácticos de la metodología cualitativa

relacionados con la técnica de observación participante libre.

� Evidenciar fortalezas para la redacción.

� Enriquecer conocimientos teórico-prácticos de la sistematización de

experiencias.

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Metodología utilizada en la sistematización del taller

El proyecto Taller de Herramientas para la “Expresión Lúdica” se

efectuó en tiempo prospectivo (entre el 8 y el 29 de mayo de 2010), eso

quiere decir que la investigación planea de manera anticipada y en base a

un fenómeno de la realidad futura, un conjunto de actividades en las que se

utilizarán técnicas que facilitarán de manera paralela su estudio y

comprensión. Para llevar a cabo esta propuesta procuré un acercamiento al

enfoque de sistematización de experiencias desarrollado por Oscar Jara

(1994), quien basa su propuesta en la aplicación de 5 tiempos, a decir:

A) El punto de partida: que implica;

a1. Haber participado en la experiencia: Como resulta obvio, el

diseñar, facilitar y participar de la evaluación de la experiencia

sistematizada, me convierte en sujeto de la misma.

a2. Tener registros de la experiencia: En el desarrollo del

proyecto registré sus diversos momentos, y así obtuve un conjunto de

fotografías, videos, planillas de asistencia, copias de algunos de los

resultados creativos del taller, instrumentos evaluativos, entre otros

apuntes que me ayudaron en la sistematización.

B) Las preguntas iniciales: es el momento de formularnos las

interrogantes:

b1. ¿Para qué queremos sitematizar? b2. ¿Qué experiencia

queremos sistematizar? b3. ¿Qué aspectos centrales de esa

experiencia nos interesa sistematizar? De las cuales pueden surgir

otras preguntas, que conlleven a reflexiones e intentos de respuestas.

En este caso, la experiencia sistematizada ya ha sido plenamente

identificada, y el para qué, tuvo el sentido de aprender de ella, lograr y

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evidenciar conocimientos surgidos y reconocidos en el desarrollo y

sistematización de la misma.

Este momento también pasa por la definición del objetivo, por

la delimitación en espacio y tiempo de la experiencia, por establecer

cuales son los aspectos que más nos interesan de la totalidad que

representa, y asumirlos como un hilo conductor que atraviesa la

experiencia.

C) Recuperación del proceso vivido: Es el momento de rehacer la

historia, ordenarla tal como sucedió, clasificarla en base a la

información de que se dispone, e identificar las etapas del proceso

haciendo uso de todos los registros posibles. La recuperación del

proceso la hice a través de relatos, descripciones, para ello me apoyé

en los apuntes realizados, en el análisis de fotografías, y en la propia

memoria.

D) La reflexión de fondo: Es el tiempo de observar y analizar con

profundo sentido crítico lo sucedido, de resumir el por qué pasaron las

cosas como pasaron, que factores influyeron para que fuera de esa

manera y no de otra. En la presente sistematización, este paso lo he

incorporado al momento de la descripción del proceso, es decir, que

en la misma narración de la experiencia agregué las reflexiones y

análisis que consideré pertinentes.

E) Los puntos de llegada: Es la fase en la que elaboramos las

conclusiones e implementamos medios para comunicar y compartir

los resultados de la investigación con todas las personas involucradas

en la experiencia. En este caso, las (os) participantes del taller

compartido en el IUJO. Entonces, como punto de llegada, no para

“llegar” sino para continuar con una práctica educativa mejorada, en

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este paso del enfoque de sistematización de Oscar Jara, formulé las

conclusiones que se han derivado de la investigación (colocadas

hacia el final del presente Informe de Aprendizaje) y seguidamente, en

un espacio de encuentro que estuvo en sintonía con la calidez y

creatividad que acompañó la experiencia sistematizada comuniqué los

aprendizajes con las personas implicadas en sus resultados.

Sobre la sistematización Oscar Jara (1994) nos dice:

…“La sistematización pone en orden conocimientos desordenados y percepciones dispersas que surgieron en el transcurso de la experiencia. Asimismo, explicita intuiciones, intenciones y vivencias acumuladas a lo largo del proceso. Al sistematizar, las personas recuperan de manera ordenada lo que ya saben sobre su experiencia, descubren lo que aún no saben acerca de ella, pero también se les revela lo que “aún no saben que ya sabían”…” (Jara: 1994: 24,25)

En otras sistematizaciones que he realizado pude sentir en una

proporción cercana, eso de “recuperar lo que ya sé sobre mi experiencia”,

“descubrir lo que no sabía que sabía” y apreciar como se manifiesta en el

proceso “lo que no sabía que ya sabía”. Esos son momentos de un regocijo

muy particular que a veces nos sorprenden en medio de una reflexión, de

una evocación detallada, que aparecen como consecuencia del cruce

analítico entre una situación relevante del proceso y la transcripción de un

testimonio. En esos momentos suele surgir “lo que no sabía que ya sabía”,

como un murmullo in crescendo que se prende de nosotros y toma forma en

el papel, donde lo hemos plasmado para que más allá de él nos acompañe

siempre.

Existen muchos enfoques de sistematización, diversas maneras de

entenderla, entre algunas de ellas también apreciamos coincidencias en

algunos aspectos de sus intenciones. En el trabajo digital “Viendo la

sistematización”, incorporan la siguiente definición de sistematización de

Félix Cadena (s/f):

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…“un proceso intencionado de creación participativa de conocimientos teóricos y prácticos, desde y acerca de las prácticas de transformación emancipadora, con el propósito de que ésta pueda de mejor manera lograr sus finalidades de contribuir al desarrollo creciente de la fuerza y de las capacidades de los sectores populares para que, conformándose como sujetos colectivos, puedan ser verdaderos protagonistas en la identificación y resolución de sus necesidades y anhelos, tanto cotidianos como históricos, superando las relaciones y mecanismos de subordinación que se oponen a esta transformación. (/www.alboan.org/archivos/1viendo.pdf)”…

En el libro “Herramientas para elaborar tesis e investigaciones

socioeducativas”, Cifuentes (citada en Oscar Zapata, 2005) expone:

“…la sistematización se constituye en un sello latinoamericano de nuestras búsquedas, en el que reconocemos la posibilidad de construir diversos niveles de conocimiento a partir de las prácticas de intervención profesional, en diálogo cultural con los sujetos con quienes llevamos a cabo nuestro trabajo, y con una perspectiva transformadora de las relaciones entre conocimiento y poder, tanto para la profesión como para la práctica educativa, de los actores sociales con quienes interactuamos y el sistema en que nos movemos…”

Para la sistematización que realicé intenté permear con ese ánimo la

intención de producir conocimientos (teóricos y prácticos), consciente de la

necesidad de propiciar una relación dialógica con quienes compartieron el

trabajo desarrollado. Por ello la importancia que tuvo registrar el proceso

considerando la palabra de otros (as) sujetos (as) comprometidos (as) en su

curso, y la utilización de algunas técnicas que facilitaron recoger la

información que luego permitió reconstruir y analizar la experiencia

desarrollada, entre ellas: observación participante libre, y conversatorios. En

este punto considero necesario enfatizar que la sistematización es

considerada como una modalidad de investigación dentro de la metodología

cualitativa, vale decir que este tipo de investigación

“…se define, por oposición a la cuantitativa, como un tipo de investigación cuyos resultados no provienen de instrumentos

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cuantitativos ni son analizados mediante tratamiento estadístico.” (Rojas: 2007: 13)

Es decir que esta metodología dispone estratégicamente de

procedimientos y técnicas para que el (la) investigador (a) intente conocer en

su totalidad los procesos, sujetos, y hechos que estudia –y con los que se

involucra- incorporando en su interpretación la subjetividad con que aprecia

los hechos y sus manifestaciones. Contrario a la metodología cuantitativa

donde lo significativo son los resultados de la investigación, los cuales tienen

que ser medibles, comprobables y objetivos. La investigación cualitativa

pretende describir de manera holística los fenómenos, le importa distinguir

como se manifiesta la dinámica en los procesos.

“…desde una perspectiva epistemológica, la investigación cualitativa se orienta hacia la construcción de conocimiento acerca de la realidad social y cultural a partir de la descripción e interpretación de las perspectivas de los sujetos involucrados.” (Rojas: 2007: 57)

En trabajos anteriores he comentado sobre la observación

participante en su modalidad libre. En esta ocasión incorporo algunas

reflexiones de Belkys Rojas (2006) sobre el valor y sentido de las notas de

campo al momento de hacer observaciones:

“…se observa con todos los sentidos, no sólo con la vista. Las notas de campo deben describir olores, temperaturas, sabores, sonidos, palabras, objetos, personas, acciones, situaciones, todo. Principalmente al inicio, cuando las observaciones son inclusivas. En estas primeras observaciones las restricciones dependen de las limitaciones naturales del cerebro y los receptores sensoriales. Después, cuando se encuentran focos de interés, la observación se vuelve más selectiva y las notas más específicas, pero no menos descriptivas. ” (Rojas: 2007: 75)

Coincido con esa disposición multisensorial que plantea Belkys al

momento de tomar las notas en la observación participante. Lo

multisensorial, en este caso, tiene que ver con activar la percepción de todos

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los sentidos, en función de recoger toda la información posible. Creo que

todo habla, todo nos dice cosas, por ejemplo; una persona puede dejar de

participar en un proceso comunitario, o en una actividad de éste, al mismo

instante de percibir que otra persona está fumando, consumiendo licor o en

una actitud que no se corresponde con el momento, eso lo he apreciado

incontables veces en diferentes circunstancias. En comunidades populares

he observado casos de personas que por desconocimiento a los códigos

propios del ritual de la cruz de mayo, asisten con más ánimo festivo que

devocional, y sin saber que de acuerdo a las pautas de la tradición resulta un

acto inadecuado, se ponen a bailar un canto de fulía frente al altar estando la

cruz descubierta, cuestión que ocasiona un silente desagrado en otras

personas, que, por temor a que los recién llegados generen actitudes

agresivas si se les hace una aclaración, optan por retirarse del lugar.

Situaciones similares he visto con “deportistas” carentes de ética y

coherencia que fuman o consumen licor en pleno evento deportivo y delante

de compañeros de equipo, deportistas que cuestionan estas actitudes

alejadas de los principios y valores del deporte. Parecen detalles banales,

pero en el desenlace de algunas situaciones grupales pueden significar

mucho.

Esta sistematización incorporó 3 ejes fundamentales, los cuales

constituyen los elementos medulares dentro del enfoque de sistematización

de Oscar Jara, considerando esto, fueron abordados de manera que

permitieran un enlace armónico entre los distintos capítulos del trabajo

realizado.

Los ejes de análisis de la sistematización fueron:

� LA MEDIACIÓN PEDAGÓGICA EN EL DISEÑO DE TALLERES

EDUCATIVOS (Este eje girará entorno a las áreas de conocimiento:

Diseño de talleres educativos y Mediación Pedagógica)

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� EL ENCANTO LÚDICO DE LEER Y ESCRIBIR. (En este eje abordaré

las áreas de conocimiento: Expresividad literaria, El juego,

Expresión Lúdica y Animación a la lectura)

� LA CREATIVIDAD EN LA EVALUACIÓN DE LOS PROCESOS

EDUCATIVOS. (Eje que rondará sobre las áreas de conocimiento:

Creatividad y Evaluación)

Esta ilustración de Felipe

García resume la esencia de los

relatos que incorporo a partir de

la próxima página. Sus

componentes intentan prevenir a

los (as) lectores de lo que viene:

un conjunto de narraciones en

las que el elemento lúdico propicia aprendizajes diversos. Son anécdotas

que hablan de papagayos en tropel de cantos, del dialogo como herramienta

fundamental de los procesos de organización comunitaria, de la cultura

popular como permanente aliento para soñar y construir transformaciones,

en ellos hablo del amor lúdico, de algunos contextos con sus respectivas

situaciones y sujetos significativos de aprendizaje, seres y lugares que han

acompañado mi existencia desde carajito, hasta el hombre que hoy soy, sin

renunciar a la posibilidad de jugar de manera lúdica.

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De Juegos y otras travesuras… “A la víbora de la mar,

por aquí podrán pasar,

el de adelante corre mucho

y los de atrás se quedarán”

(Anónimo)

Mi vieja agilizaba toda su pericia para preparar maletas cada vez que

olfateaba una fecha con aroma de vacaciones. Aparte de vestidos y ropa

interior, acomodaba frascos medicinales de “Agua divina” y loción

refrescante “Bay rum” para mi bisabuela. El destino invariable de

aquellos viajes era Tucupido, pueblo del estado Guárico donde tenía

sus mayores querencias. De Caracas a Tucupido y de Tucupido a

Caracas transcurrió mi infancia, con panas aquí y con amigos y

amigas allá, situación que me hizo experimentar travesuras de la

recreación urbana y conocer la nobleza de los juegos

pueblerinos.

Al regresar a Caracas el equipaje de mi madre albergaba caraotas

pintadas y frijoles, queso blanco y suero llanero, limones y ají dulce, pan de

horno de doña Julia Ramos y torta de auyama que preparaba mi prima Iris

Delvalle. Cuando esa sinfonía de olores y sabores cantaba su presencia en

el apartamento, en microsegundos me desplazaba al campo de mi abuela

Felipa, a los carritos que mis primos construían con latas de sardinas, a los

trompos y zarandas de la semana santa, a los juegos de “A la víbora de la

mar” o el “fusilado” en el solar de Lola Arteaga.

En las Lomas de Urdaneta (en Caracas), por sus características y

ubicación geográfica, los chamos disponíamos de espacios amplísimos para

desplegar un diverso repertorio de juegos. Teníamos un cerro enorme para

explorar, inventarle trochas y abrir cuevas, un jardín en el que sembrábamos

plantas ornamentales, la planta baja para armar las partidas de pelota de

goma, o la “perolita”, la cancha de bolas criollas donde la práctica del béisbol

ocupaba muchas horas del día, los espacios abiertos del Liceo “Julio

Calcaño” con sus dos canchas múltiples para las caimaneras de fútbol. El

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pasillo largo del piso 5 del bloque donde la algarabía del “cero contra por

cero” y la “tonga” eran motivo de disgustos de la señora “Toto”.

Con influencias culturales del llano vivía -y vivo- en Caracas.

Aprehendiendo una ciudad de la que me hice parte en las caminatas por “La

Puerta de Caracas”, en el Waraira Repano. En las múltiples galopadas

nocturnas que hicimos por las calles y avenidas de las parroquias Sucre, 23

de enero o La Pastora, desplazándonos hasta la Iglesia de Pagüita o al

kilómetro 12 de la carretera al Junquito, trotadas que luego germinaron el

“Club de Atletismo Rafael Urdaneta”, un estupendo ensayo de deporte

comunitario. En el recorrido dominguero por el Mercado Periférico de Catia,

junto a mi madre, un momento para que desfilaran por el olfato, unos tras

otro; emanaciones de flores, bálsamos de ruda, y la aguda presencia de las

especias, un paseo para escuchar el sonido mecánico de los cuchillos al

destazar los pollos y la carne de res, para ver el contraste simétrico entre

cambures, guayabas y mandarinas. En la identificación con los símbolos

deportivos de la ciudad: Leones del Caracas, Caracas F.C. y Cocodrilos de

Caracas (equipo que antes de ser saurio se paseó por seis nombres). En

tantas y distintas vivencias me hice un ciudadano silvestre.

Juguetes materiales no tuve casi, pero no siempre hacen falta

juguetes para jugar. Juegos inventábamos y juguetes encontrábamos, en

algunas ocasiones, en lugares inauditos. Con Luis Ángel Vizcaíno, pana

entre tantos panas de la infancia y de la vida, me metía en las carpas que

exhibían en la tienda SEARS del Centro Comercial Propatria. Allí jugábamos

con los accesorios que aparentaban ser herramientas, vasos, cubiertos.

Dentro de las neveras habían huevos, litros de jugo y leche, empaques de

queso amarillo en rebanadas, hamburguesas con sus panes y pedazos de

carne, todos de plástico. Luego de varias horas de estar jugando ahí, los

empleados nos sacaban del lugar, hasta pasados dos o tres días cuando

volvíamos a la tienda a darle utilidad a “nuestros” juguetes... Todo el tiempo

descubro juegos en las cosas que encuentro. La vista y el oído son aliados

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23

en esto de concebir distracciones. No es que me lo proponga, es una

condición que me acompaña siempre: silbar, cantar, intuir situaciones,

imaginar conversaciones, escribir en el aire palabras, contar las baldosas en

cualquier lugar y distribuirlas de una forma desigual, mezclar las cosas que

el ambiente proporciona, verle los zapatos a la gente e imaginar su rostro,

ponerle la nariz de una persona a otra, leer en los ojos de los (as)

transeúntes.... Siempre he encontrado con que entretenerme, el entorno es

un motivo para aprender jugando y para jugar aprendiendo…

Mi hermano Vicente tenía un barco grande en azul y blanco, en

ocasiones lo tomaba prestado y le amarraba una cuerdita (al barco, no a

Vicente), y me lo sujetaba al pecho cual si fuera una guitarra, y sin ensayar

ni pedir audición, me ponía a cantar frente al radio o televisor las canciones

que interpretaba Odilio González: "Yo tenía una luz que a mí me alumbraba,

y venía la brisa fuá y me la apagaba…" o “¿Clodomiro, Clodomiro para

dónde vas tan serio?…” de Carlos Mejía Godoy. Desde la mañana mi madre

escuchaba Radio Rumbos o YVKE- Mundial, el noticiero, la radionovela

"Martín Valiente", el musical "La Vida de las Canciones" y entre los oficios

del hogar silbaba la introducción de "Chaparralito llanero" (que cantaba el

Carrao de Palmarito), tarareaba canciones rancheras y los temas "Coplas",

"Mi nostalgia" y "La culebra" que, gracias a la vida, sigue cantando Lilia

Vera. Así que ella, sin proponérselo, me influyó bastante en el gusto por la

radio y por la música, y como yo me la pasaba cantando con el barco de

Vicente, un día hizo un esfuerzo económico y me regaló un cuatrico de esos

de adorno para que jugara a charrasquear.

Zamuritas…

En el llano viví algunas tardes de aletear de zamuritas que dejaron un

imperecedero zumbido de colores en mi alma infantil. Eran pequeñas y con

una delicadeza que las emparentaba con las orugas. Con hilo de coser

bastaba para elevarlas. Por la misma fragilidad del hilo, al tomar mucha

altura y distancia se reventaban alejándose rumbo al cementerio, mientras

Page 24: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

24

uno se quedaba en medio de la calle Miranda sujetando con la mirada un

trozo de risa y en la mano derecha una hebra partida. Me gustaba ese

nombre: zamuritas, es como rendir homenaje al majestuoso vuelo de las

cuestionadas aves de carroña, pájaros que cumplen una importante labor

ecológica, y reciben como agradecimiento el desprecio de muchos. Elevar

una zamura (papagayo, petaca, volantín, papalote, pandorga, o barrilete) es

estar en contacto con la ternura de los dioses del aire, encontrar esa calma

que nos debe dar el equilibrio que

necesitamos los seres humanos para

transitar la vida. El desestresante más

efectivo para los hombres fue inventado

hace miles de años, y aún muchos (as)

venezolanos (as) desconocen su utilidad,

sobre todo aquellos (as) que viven en el

encierro de las urbanizaciones y en la

artificial diversión que la sociedad de

consumo les ha inventado en los centros

comerciales. No se les facilita desde sus

casas y escuelas la valoración de la infinita

belleza de un cometa abriendo surcos de luz

en sus ojos, sentir que desde sus manos también puede pajarear la libertad.

Los programas educativos deberían contemplar el estímulo por el

conocimiento, uso, disfrute y elaboración de los juegos tradicionales. El

encuentro permanente con las artes de sacarle sonrisas a las nubes, con el

cosquilleo vivaracho de una verada vestida de seda añil con cebolla morada,

y el agite matizado de una cola de trapo...

Benjamín

De pequeño se disfrazaba del "Zorro" y sigiloso andaba por el Bloque.

Perseguía malhechores imaginarios con su espada inclemente. Muchos

adultos se burlaban de él, le daban cocotazos. Casi nadie se atrevía a entrar

en su casa. Despreciado por unos, temido por otros, pronto se habituó al

Page 25: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

25

rechazo. El apartamento donde Benjamín vivía con Clarita, su madre, tenía

las paredes negras por el humo del fuego que alguna vez alcanzó todo el

domicilio, las ventanas sin vidrios, el baño sin poceta. En el lugar de preparar

los alimentos tenían una cocina de kerosene que Clarita utilizaba poco, pues

habitualmente pedía en la calle.

Clarita es un personaje en la historia del Bloque, cuentan que había

sido maestra de escuela y que cuando llegó a la comunidad no estaba loca.

Aseguran los más viejos que le cayó el maleficio de todos los que habitan

ese apartamento. De hecho, una mujer que lo habitó antes que ellos, fue

quien lo incendió con la intención de quemar a su marido. Los que hayan

vivido en el Bloque no pueden olvidar a Clarita y por consiguiente, a

Benjamín. A su único hijo lo llamaba a gritos desesperados por la ventana,

amenazándolo con la policía. Su prolongada histeria era motivo constante

para la chanza de los malandros que la imitaban: Benjaamin Uuuuuu,

policíiiiaa, policía llévate a Benjamín, Benjaamin Uuuuuuu... Sus rasgos

físicos no mostraban parecido con su hijo, ella era andina, blanca y

rechoncha. Él era alto, moreno, de labios gruesos, delgado pero corpulento.

Desde pequeño fue tosco. De chamos -él me llevaba poco menos de dos

años- alguna vez fui a dar a su casa. Creo que Doña Clara le pidió permiso a

mi vieja para que fuera a jugar con Benjamín, que tenía carritos y otros

juguetes. Su forma de expresarse al jugar era como de impartir ordenes,

mas no era agresivo. En esa ocasión -que creo se repitió una o dos veces-

yo no estaba nervioso. Me sentía como imponiéndome una prueba,

observaba todo, incluyéndome a mí mismo. Quería saber si era capaz de

compartir con el loco sin que se me notaran la duda y la incomodidad que

supongo, supe disimular.

Aunque no fuimos lo que se llama grandes amigos, y no andábamos

juntos para arriba y para abajo, si nos teníamos mucho cariño. Creo que

Benjamín nunca olvidó ese gesto de aceptación y aprecio, gesto que

apareció varias veces a lo largo de los años. Cito dos momentos en los que

Page 26: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

26

ejercí una solidaridad de emergencia con él: recién cumplió los dieciocho

años lo reclutaron en la prefectura de Petare. No recuerdo como me enteré,

pero llegué hasta el sitio y, sin despojarme de mi moral, soborné a un policía

para que lo dejara salir... el otro caso fue cuando yo tenía veintitrés años.

Entre mis amigos más cercanos hubo uno que desarrolló un aborrecimiento

enfermizo contra las drogas y la delincuencia. Cualquier persona que

rondara la comunidad con esas intenciones, tenía asegurado un recibimiento

que armonizaba con los sentimientos de mi pana. Una noche, ya pasadas

las doce, cerca de la esquina del Bloque veo a mi amigo con un arma de

fuego en las manos, y esa arma sobre la cabeza de Benjamín. Estaba a

punto de accionar el percutor, pues lo había conseguido con un paquete de

drogas para vender. Intervine con la rapidez y precaución que el caso exigía

y pude salvar al loco de un viaje seguro a la funeraria. Este último caso hizo

que Benjamín me decretara una admiración y amor casi venerables, sobre

todo si él estaba ebrio. Me detenía en cualquier lugar y se ponía a llorar. Me

decía que tuviera cuidado, pues yo era un carajo muy valioso y me podían

matar, que me fijara en el destino de mis amigos, que hay mucha gente

envidiosa y tú haces falta, me decía... Benjamín Pacheco, ese es el nombre

que utilizo cuando le quiero decir loco a alguien, o cuando no quiero decir el

mío. En ocasiones, al mencionar ese nombre, el pensamiento se eleva hacia

un paraje donde despunta el cariño.

Lecturas vaqueras

Tenía entre nueve y diez años cuando me inicié en la lectura

voluntaria. Las novelas vaqueras de Silver Kane y Keith Lugher fueron los

textos que me sirvieron para ello. En un estante colocado en la habitación de

mis hermanos hubo más de treinta títulos de una colección circulante que

Ignacio se encargaba de mantener. Cada cierto tiempo cambiaba los

ejemplares ya leídos con los libreros del Silencio y con los del puente de la

Avenida Fuerzas Armadas. Yo también los devoraba. Aunque todas las

novelas eran como las canciones de Ricardo Arjona, que parecen la misma,

me metía en ese mundo repetitivo de tipos consumiendo alcohol en la

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27

cantina de un polvoriento pueblo sin ley, donde siempre aparecía un

forastero de ojos azules, gruesos bigotes curtidos por el cigarrillo y de ropaje

andrajoso, armado de un revolver Colt 45, que al entrar al saloon levantaba

sospechas de todos los presentes, entre los que siempre se encontraba el

más hábil y peligroso a cien kilómetros a la redonda... Lo reconozco, me

entretuve bastante en estas lecturas y estoy seguro que las disfruté. Por

supuesto también leía los periódicos y las revistas que éstos traen

encartadas. En casa de mis vecinos Rojas Reyes encontraba lugar para un

tipo de lectura aparentemente más cercana al interés infantil. Cada quincena

compraban, entre otras historietas, las revistas de "Condorito", "Mortadelo y

Filemón", o "Tamakún", revistas que devorábamos Gustavo, Raiza, Cutún,

Vice, John, Jacob, y yo en un círculo de lectura no planificado…

"...Creo en la capacidad de eco que tienen ciertas palabras que siguen resonando más allá del momento en que fueron escritas..."

Eduardo Galeano

Me gusta caminar, y al caminar leer cuanto alcance mi vista: vallas

publicitarias, pancartas, afiches de verbenas o de conciertos, avisos de

tránsito, cartelitos caseros de esos que promueven ventas de helados, u

otras cosas. Sin embargo, los textos que desde chamo me despertaron una

tremenda atracción son los grafitis, o más bien las llamadas "pintas", para

referirme en específico a la categoría de este fenómeno relacionada con los

grupos políticos de izquierda, que por varias generaciones estamparon sus

voces en las paredes. Esta curiosidad hacia esos escritos se da por la

multiplicidad de elementos que encontraba o intuía en ellos: el riesgo y

misterio de sus apariciones o hechuras, por lo que simbolizaban, porque

más allá de algunos contenidos un poco rígidos en su construcción, también

implicaban un acto poético en su realización, porque eran testimonio de una

época, porque ejercían una posibilidad de información alternativa... más que

un lector aficionado de "pintas" me convertí en un indagador visual de las

mismas, las inventariaba, las memorizaba, comparaba el detalle en los

trazos para diferenciar si eran los mismos o distintos autores; y esto iba más

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28

allá de las firmas que cambiaban según las circunstancias y los años: P.R.V.

F.A.L.N. , Rup - tu - ra, C.L.P. , F.A.S. de Bandera Roja, Grupo de

Comandos Tácticos Carlos Marighela, Venceremos... las paredes de las

calles y avenidas principales de Catia albergaban esos textos que rompían el

silencio cómplice de los llamados medios de comunicación, para informar,

denunciar, agitar, convocar, subvertir: "Por la unidad del proletariado:

Movilización popular, organización de la resistencia armada del pueblo y

lucha por el socialismo" "...Jorge, camarada, tu muerte será vengada", "A un

año del asesinato de Tito González Heredia exigimos justicia" "Libertad para

Rafael Venegas detenido y torturado por la DISIP" "Ante la violencia de los

ricos, Violencia de los pobres"... En esas "pintas" siempre conseguía datos

que no ofrecían los textos que yo leía en casa, se convirtieron en referentes

informativos y me llevaron a relacionar esas expresiones escritas con

atomizador negro, rojo o azul, con otros elementos que simultáneamente

aparecieron en mi vida...

¿Por qué nuestros sueños son sus pesadillas?

Pinta en Quito, Ecuador

El tocadiscos llegó a la casa en su modalidad de "tres en uno". Su

entrada fue esencial para dejar ver un camino que empezaba a parpadear

en mi mente. Mi tía Nebor y mi mamá se encargaron de llevar a Julio

Jaramillo, a Daniel Santos y a los cantantes de música llanera: Jesús

Moreno, Reynaldo Armas, José Alí Nieves, Cristóbal Jiménez, "El Carrao" de

Palmarito, Ángel Custodio Loyola entre muchos otros que nos traían al oído

las imágenes y sonidos del llano. De toda la música que empezó a girar en

el plato y en los oídos el aporte más diverso lo proporcionó Ignacio. De su

mano y gusto pudimos conocer a Los Beatles, Simon y Garfunkel, Pink Floid,

Van Halen, Los Terrícolas, Los Pasteles Verdes, Los Ángeles Negros,

Camilo Sesto, La Dimensión Latina, El Gran Combo de Puerto Rico, Los

Hermanos Lebrón, entre muchos otros... Lilian incorporó a la melomanía las

voces de Héctor Lavoe, Rubén Blades, y la de Oscar De León en su primer

disco como solista.

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29

Ignacio curucuteaba portadas y hurgaba sonidos en las discotiendas.

En una oportunidad se apareció con un par de discos en forma de álbum

intitulados "Canción para los valientes" y "Canción mansa para un pueblo

bravo" de Alí Primera. Estos discos traían las letras y por lo tanto hacían

más fácil memorizar los temas. Escuchaba todo lo que colocaban. A veces

yo mismo los elegía y cantaba a todo pulmón esa mescolanza de canciones,

un rato "Los sonidos del silencio" otro rato "Laguna vieja" y el "Reloooj detén

tu camiiino, has esta noche perpetua…". De alguna manera me posesioné

de toda esa música. Y empecé a comprar mis propios discos. El primero que

me proporcioné fue en formato de 45rpm, atraído por la pieza "Navidad" en

la voz de Julio Jaramillo.

De tanto escuchar música llegué a darme cuenta con el tiempo, que la

canción de Alí Primera me hablaba de cosas que no me decían los otros

cantantes; y no es que su música me pareciera mejor ni peor, sólo que me

hablaba de cosas que guardaban relación con lo que leía en los muros de

Catia y que tanto me gustaba leer. En un tema preguntaba: "¿porque a

Curumo le dicen Cumbres y Lomas a Propatria?..." y yo vivía por allí,

cerquita de Propatria; y él nombraba en una canción a un hombre que le

habían cortado las manos: "tus manos, tus manos Che, tus manos llenan de

fe..." y ese "Che" era un rostro multiplicado por los Bloques. En otro tema

decía: "Pobre de, el niñito campesino, que aún siendo niño tiene que ser

hombre para trabajar..." y yo pensaba que esa había sido la historia de mis

padres, y de alguna manera, la de mis

propios hermanos que vendían

empanadas en el estadio del Cuartel

Urdaneta. Esa canción me tocó, se

prendó de mí, o yo me prendí de ella

más bien, y esa confluencia de

elementos siguió el proceso de

germinar dentro de mi alma, una luz

que delinearía después mi posición y

Page 30: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

30

actitud ante la vida. Alí Primera, educador y comunicador popular. Con su

canto me infundió a conocer procesos políticos de trascendencia en la

historia de Latinoamérica, como el de la Unidad Popular en Chile, a

personajes como el sacerdote revolucionario colombiano Camilo Torres, la

existencia de mártires como Alberto Lovera, Argimiro Gabaldón o Libia

Governeur, con la misma precisión con que criticaba la forma en que la

cultura oficial-elitista, daba entrada a Armando Reverón al museo de Bellas

Artes después de fallecido, la misma amorosa manera de decirnos que Luis

Mariano Rivera, Don Pío Alvarado o Zobeyda la muñequera son patrimonio

de la inmensa creatividad de nuestro pueblo. Alí Primera ecologista, tierno,

enamorado, poeta sencillo y agudo, cantor holístico, el eterno maestro que

me hizo entender que “Si andas lejos de la envidia tendrás cielo

despejado…”

Punto y seguimos…

“Niño, mi niño, vendrás en primavera,

te traeré.

Gurisito mío, lugar de madreselvas

te daré.

Y aunque nazcas pobre,

te traigo también:

se precisan niños

para amanecer.”

Daniel Viglietti

En los relatos que preceden este punto y seguimos la presencia de lo

lúdico es evidente, en las situaciones narradas este elemento contribuye a

que fortalezca una actitud y disposición al juego que además es natural. En

esas narraciones refiero brevemente situaciones de mi infancia, de las que

se pueden deducir parte de los aprendizajes logrados a través de lo lúdico, y

una aptitud constante para hacer de la vida un divertido teatro de

conocimientos. En algunos casos lo lúdico está expresado explícitamente,

en otros, parcialmente sugerido. Todos los relatos tienen en común la

relación con otras y otros en la calle (sea campo, pueblo o barrio), el

Page 31: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

31

encuentro como punto de partida para el aprendizaje de la vida, cosa que

poco nos enseñan en la escuela.

La dimensión lúdica nos permite aprender con todos los sentidos. En

todo lo que vemos, percibimos y olemos, en una carrera, en una caída, al

abrir la tierra, en el abrazo. Reafirmamos nuestra cultura y nos aproximamos

a otras al indagar olores, sabores, y texturas de la gastronomía. La música,

los bailes y las tradiciones que distinguen a nuestro pueblo nos hacen

reconocer la historia que hemos hecho, y la vinculación con otros pueblos e

historias afines. Armar poemas de diferentes autores (as) y jugar a

interpretarlos nos puede dar luces para continuar la construcción de esa

historia, en un proceso creativo de justicia e igualdad. Una historia escrita

con versos callejeros, contada en el milenario anhelo de las miradas que

anuncian y reclaman la presencia de un futuro más alegre.

Prendido al lomo del tiempo he continuado mis correrías, en esa

cabalgata llegué a diferentes procesos educativos en los que el elemento

juego también tuvo una significativa presencia. En cualquiera de los roles

que me ha correspondido ejercer en esos procesos (participante, facilitador,

maestro, bibliotecario, coordinador, etc.), he acentuado mi valoración y

entendimiento de lo lúdico como estrategia que favorece la participación, la

integración grupal, y que aporta elementos para generar el análisis de los

temas tratados. Los siguientes relatos, unidos en la reciprocidad de sentires

y significados, describen momentos relevantes de -y en- los procesos que

menciono.

El bibliobús

En el año 1992 -período en que gestábamos con actividades de

animación sociocultural el Equipo de Trabajo Carbonell- los compañeros de

la Comisión de Cultura de las Brisas de Petare nos pasaron el dato de que

aún quedaba un cupo para una comunidad de Catia, en el servicio de

bibliotecas móviles del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional (IABN). Alba

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(mi novia de la época) y yo hicimos las gestiones que enseguida concretaron

la llegada de aquel fascinante camión cargado de cuentos, poesía,

creatividad y algarabía para los chamos, las chamas, jóvenes y adultos de la

Calle Carbonell (del barrio El Amparo), del Bloque 10 (de las Lomas de

Urdaneta) y de los bloquecitos (de la Urbanización Rafael Urdaneta).

El bibliobús estuvo con nosotros cinco lindos años. Alrededor de él

Graciela López (alma de aquel camión y empleada del IABN) organizó

incontables actividades de animación cultural, apoyada algunas veces por

Bladimir Quintana (conductor del bibliobús y co-animador del mismo) y

algunas otras por nosotros, entre ellas: talleres de papagayos chinos, de

gurrufíos, periódicos murales, obras de teatro, pinturas, momentos de canto

y muchísimos cuentos.

Mi relación con el Bibliobús y - por lógica- con Bladimir y Graciela -y

más acentuadamente con ella-, me permitió incorporar muchas obras de la

literatura infantil a mis lecturas habituales, decenas de cuentos que conocí y

devoré con infinito gusto. También gracias a su influencia empecé a escribir

cuentos, a adentrarme más en la vida interna de las narraciones infantiles,

de la poesía, de las adivinanzas, mi asunción por la animación de la lectura

tiene su impronta…

Graciela

Y esa influencia de la que hablo en el párrafo anterior, se hizo más

extensa e intensa, porque entre Graciela y yo surgió un gusto de esos que

hacen que uno se quiera ver a cada rato, de esos que hacen que durante

todo el día en el pensamiento de uno se aloje el nombre del otro.

Empezamos a acompañar nuestros encuentros con la presencia de Mario

Benedetti, de Roberto Juarroz, y de muchos otros poetas y narradores.

Juntos bautizamos a Juruachi (el primer hijo de mi amigo Rafael Carmona),

recorrimos el Waraira Repano (siempre testigo de mis amores) y declaramos

playa Carbonell (cerca de la hoy desaparecida Carmen de Úria) como

Page 33: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

33

territorio exclusivo de la ternura que inventamos. Uno de esos hoyitos que

tiene la luna es la estela visible de nuestros amoríos. Entre los atrevimientos

más hermosos que temperamos estuvo llenar de amor una laguna vacía en

medio de la sabana llanera, así andábamos… Ella me enseñó las técnicas

de papel marmoleado, papel araña y papel artesanal. En una ocasión, para

una obra de teatro que montó con niños y niñas de la biblioteca pública La

Cañada, y que fue presentada en el Teatro Nacional, musicalicé varios

poemas infantiles. Nosotros éramos un equipo lleno de vida, de ternura, de

mucha pasión que supimos alimentar, compartir y contagiar en y con otros

(as).

Graciela es uno de los vocablos que de manera más acertada

representa a la generosidad, la solidaria compañera que me alentó en las

ocasiones más terribles que viví junto a ella: la muerte de mi hermano Rafael

Carmona, los allanamientos que nos hicieran la Dirección de Inteligencia

Militar y la DISIP durante el segundo gobierno de Caldera, momentos en los

que se mantuvo firme y serena para buscar apoyo en las organizaciones de

derechos humanos, mientras me tenían detenido acusado de pertenecer a

un grupúsculo subversivo vinculado al MBR200 de Hugo Chávez (según

palabras del propio Rafael Caldera en cadena de radio y televisión)…

Aprendimos a conducir el carro (Ford, modelo Hornet) que le compramos a

Alejandro Carmona, en un acto de absoluta irresponsabilidad que

acometimos al tomar el volante sin ningún conocimiento previo, en plena

autopista Caracas La Guaira…hablar de ella es mencionar el nacimiento de

la mayoría de mis canciones, varias de ellas se originaron en la “casa

campestre” que compramos en Maitana (vía Paracotos Edo. Miranda), por

una broma que le hice surgió “El mango” (Una antorcha muy sabrosa mi

catira consentida, la candela más jugosa que me endulza la vida). Mi primera

y única piñata de cumpleaños me la mandó a hacer cuando cumplí 29 años

(la amiga Indira Rivero fabricó un hermoso Beto tocando cuatro, al que no

permití que le pegaran).

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34

Graciela es la novia que me acompañaba al terminal del Nuevo Circo,

donde Carlos Mendoza y yo abordaríamos un autobús que nos llevaría al

estado Yaracuy, para refugiaríamos por algún tiempo, ya que vivíamos un

nuevo episodio de persecución policial, luego que la delincuencia (aliada con

la policía) asesinara al compañero Efrén Romero. Graciela debía

permanecer en su trabajo. Cuando faltaba poco para que el vehículo

arrancara, decidió que se iba con nosotros, así como estaba, sin equipaje,

con lo que cargaba encima, que para ese tiempo era un inconmensurable

amor… y con el amor en sus entrañas, convertido en duende creciente,

regresó a Caracas… estos hechos están ligados al proceso histórico-

político-social que expresa un momento significativo en la lucha del

movimiento popular, con la llegada de Aristóbulo Istúriz a la Alcaldía del

Municipio Libertador.

En la experiencia como facilitador de talleres para la Dirección de

Participación y Organización Comunitaria de la Alcaldía de Caracas

(precisamente durante la gestión de Aristóbulo), momento y contexto en que

reconozco mis inicios en ese rol, comenzábamos los encuentros

comunitarios con la técnica de “Los Cuadros”. Un juego que contribuye a la

discusión sobre la participación en la organización de la comunidad, así

como a revisar las características individuales y grupales de la participación,

la necesidad de tomar la iniciativa o de romper reglas en algunos procesos.

Desde la técnica grupal de “Los Cuadros”, pasando por el “Abrazo poético”

(compartido con los niños y niñas de la escuela Comunitaria “Luisa

Goiticoa”) y el juego de “Las señas” (primer juego que utilizo en los talleres

sobre “Comunicación Popular”), han pasado más de quince años de

facilitación de procesos de aprendizaje en variados contextos. En el año

2010, reflexivo, sonriente y convencido, afirmo que lo lúdico sigue teniendo

vigencia en nuestros procesos vitales.

Estoy contento de saber que los juegos no se fueron con la infancia,

es más, la infancia no se ha ido, permanece en los juegos que aún aprendo,

recreo, invento y gozo con mis hijos, y que comparto con los (as)

Page 35: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

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participantes de los encuentros educativos que facilito. La infancia está

intacta en mi mirada, y con esa forma de ver, canto con Viglietti:

“Niño, mi niño, tu niño y aquel niño, todos van.

Rueda, que te rueda, hacia la vida nueva llegarán…”

Page 36: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

36

LA MEDIACIÓN PEDAGÓGICA EN EL DISEÑO DE TALLERES

EDUCATIVOS…

“No podemos resolver los problemas

con la misma forma de pensar con que los creamos”.

Albert Einstein

El martes 9 de febrero de este año (2010), en medio de una

conversación con Alejandrina Reyes -facilitadora del grupo de

sistematización “La Colmena” del cual formé parte en el CEPAP- me sugirió

que me montara en un proyecto de carácter prospectivo, para que abordara

aspectos de la expresión literaria infantil que complementaran mi proceso

formativo. De alguna manera ésta había sido mencionada en los proyectos

anteriores, pero no abordada suficientemente.

Empecé a imaginar cómo y dónde pudiera ser la cosa, de qué manera

pudiera ser más provechosa la experiencia, en fin, a plantearme todas esas

preguntas que sirven para que proyectemos un sueño. En medio de esa

disquisición interna y constante en la que me sumergí, caí en cuenta que

para fortalecer más mi rol de facilitador, requería también profundizar en el

tema de los juegos grupales y del aprendizaje lúdico. En los análisis, lecturas

y conversatorios con algunas (os) compañeras (os), ya había definido que el

formato adecuado para lo que me planteaba es el taller. Pero, ¿taller de

qué? Fue cuando resolví trabajar todas las temáticas que me interesaban,

integrándolas en el territorio maravilloso de la Expresión Lúdica.

Tenía entonces que darle estructura y contenido al taller, e ir

pensando dónde proponerlo. Parte del repertorio de técnicas grupales y

juegos aprendidos, recopilados, creados y recreados tendrían un mismo

espacio para juntarse y salir a tremendear. Pensé que en vez de trabajarlo

directamente con niños y niñas, tal vez sería más útil procurar socializarlo

con maestras y maestros, y que éstas (os) a su vez le dieran uso

directamente en alguna escuelas, teniendo un efecto multiplicador. Pero

antes, tenía que organizarlo.

Page 37: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

37

Algunas reflexiones y conceptos sobre el taller educativo.

El taller es un lugar de creación, todo taller se materializa en la

elaboración de un producto, en el caso de los talleres de manifiesta intención

educativa, ese resultado muchas veces tiene que ver con la concreción de

ideas que contribuyan a entender y orientar los procesos sociales,

educativos, y culturales, que las diferentes comunidades llevan a cabo en

busca de mejorar sus condiciones de vida.

Simón Rodríguez dijo “Todo aprendizaje es un interaprendizaje”,

porque estamos en el mundo para “entreayudarnos” no para

“entredestruirnos”, aprendemos compartiendo y reconociendo los saberes de

cada cual. El viejo maestro estaba convencido de que el aprendizaje es

continuo, que implica a todas y a todos los (as) que –desde cualquier rol-

participamos en procesos educativos, entendidos como instancias propicias

para la relación, la reciprocidad, la construcción. Nadie aprende solo,

aprendemos en la red de diálogos que conformamos los seres humanos, por

ello me atrevo a decir que el taller es un espacio para el interaprendizaje

educativo entre participantes y facilitadores (as) que valoran los aportes y

saberes de todas y todos, propiciando el intercambio de los mismos, en

función de construir colectivamente conocimientos en torno a la temática que

los agrupa, bien sea para profundizar en la comprensión y/o, para

transformar el hacer que envuelve la práctica sobre esa temática. El taller

“…es una importante alternativa que permite superar muchas limitantes de las maneras tradicionales de desarrollar la acción educativa, facilitando la adquisición de conocimiento por una más cercana inserción en la realidad y por una integración de la teoría y la práctica, a través de una instancia en la que se parte de las competencias del alumno y pone en juego sus expectativas.”(Maya: 1996: 16)

En el libro “El taller educativo”, Kisnerman (citado en Arnobio Maya,

1996) expone:

“Definimos los talleres como unidades productivas de conocimientos a partir de una realidad concreta para ser

Page 38: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

38

transferidos a esa realidad a fin de transformarla, donde los participantes trabajan haciendo converger teoría y práctica.” En los dos conceptos de taller educativo reseñados hay coincidencia

en reconocerlo como un espacio donde convergen teoría y práctica, ambas

como afirmación de los saberes que cada participante ha logrado en sus

diferentes experiencias de vida, y que aporta, como insumo vital del taller.

En ese espacio alternativo de educación resulta fundamental el diálogo, el

intercambio respetuoso de ideas, el reconocimiento de diferentes puntos de

vista, propiciar la horizontalidad. En el taller los (as) participantes son

animados a liberar de manera crítica sus aportes y reflexiones, partiendo de

su experiencia, de su realidad, convirtiéndose así en sujetos con capacidad

de crear su propio conocimiento. Un conocimiento que surge del proceso de

acción- reflexión-acción- sobre una realidad que se mantiene sujeta a

contradicciones y que está en constante movimiento.

El taller, se ha dicho incontables veces, es lugar para el aprender

haciendo, para que el conocimiento pase por las manos y ojos de todas y

todos tomando forma. Siempre será mejor aproximarse a la comprensión de

un conjunto de ideas construyéndolas en colectivo, que limitándose a

escucharlas pasivamente de los labios de alguien que –generalmente- las

repite, luego de extraerlas de un libro. En todo caso, el conocimiento

contenido en los libros también pude ser confrontado creativamente en el

espacio del taller, pues no se trata de negar saberes, sino de propiciar el

diálogo entre ellos y encontrar puntos de coincidencia que posibiliten orientar

acciones en función de resolver dignamente las necesidades que justifican la

existencia del taller.

Entre los objetivos generales de los talleres que Arnobio Maya

Betancourt (1996) recopiló (de varios autores y autoras) y registra en su ya

mencionado libro “El taller educativo…”, me identifico con estos:

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39

1. Promover y facilitar una educación integral e integrar, de manera

simultánea, en el proceso de aprendizaje el aprender a aprender, a

hacer y ser.

2. Superar en la acción la dicotomía entre la formación teórica y la

experiencia práctica, benéfica tanto a docentes y facilitadores

como a estudiantes o miembros de la comunidad que participan en

él.

3. Facilitar que los alumnos o participantes en los talleres sean

creadores de su propio proceso de aprendizaje.

4. Permitir que tanto el docente o facilitador como el alumno o

participante se comprometan con la realidad social en la cual está

inserto el taller, buscando conjuntamente con los grupos las

formas más eficientes y dinámicas de actuar en relación con las

necesidades que la realidad social presenta.

5. Lograr un acercamiento de contrastación, validación y cooperación

entre el saber científico y el saber popular.

6. Promover la creación de espacios reales de comunicación,

participación y autogestión en las instituciones educativas y en la

comunidad.

Elementos para la realización del taller

Todo taller surge de una necesidad, bien sea para intentar darle

respuesta a un problema detectado por un grupo organizado de la

comunidad, o por la inquietud de alguna institución (privada u oficial) en

brindar apoyo en la solución de esa, u otras necesidades. También en

ciertos planteles educativos suelen acudir al recurso pedagógico del taller,

para abordar aspectos contemplados en sus programaciones curriculares,

partiendo siempre de una necesidad. Así ha sido la experiencia que he

tenido con los talleres en los distintos roles que desempeñé en ellos. Son

innumerables los aprendizajes que he logrado facilitar y obtener a través de

los talleres.

Page 40: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

40

Algunas de nuestras comunidades han logrado desarrollar una cultura

en torno al taller, reconociéndolo como un modo de participación

democrática que facilita el aprendizaje y contribuye en la solución de

problemas. Así he visto y participado de talleres sobre: elaboración de

máscaras, de arcilla, papel marmolado, expresión literaria, planificación

popular, elaboración de proyectos, periódico popular, voceros comunitarios,

organización comunitaria, comunicación popular, producción radial

comunitaria, recreación integral comunitaria, biblioteca popular, proyecto

pedagógico de aula, el cerebro triuno, cuatro, papagayos, derechos de los

(as) niños(as), entre varios otros. Reconocida, sentida y expresada la

necesidad, pasamos a pensar en otros elementos que requiere el taller para

su realización.

Recursos y materiales:

Pensando en un estado ideal, el espacio para la realización del taller

debe reunir ciertas condiciones que permitan trabajar con relativa

comodidad: amplitud (donde el grupo pueda moverse y no exista la

sensación de hacinamiento, pero tampoco la de disgregación), ventilación,

buena iluminación, equipos (video beam, pantalla, Dvd, televisor, reproductor

de música, etc.) y demás recursos (pizarra, marcadores, papel, tirro etc.)

adecuados a la temática o al tipo de taller a compartir.

Ese estado ideal –corrientemente- no se logra, ni siquiera trabajando

para las instituciones con más facilidades de recursos. El facilitador (sin ser

mago ni alcahuete de irresponsabilidades), conjuntamente con el equipo

coordinador de la actividad, deberá prever las limitaciones que suelen

aparecer, y estar siempre dispuesto a resolver pedagógica y creativamente

las situaciones que la realidad presenta. Si se trata de procesos

comunitarios (en los que ella misma gestiona y organiza el taller), la

participación y corresponsabilidad implica conseguir colectivamente los

recursos necesarios. Sobre este aspecto hay que tener particular cuidado si

Page 41: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

41

el taller va dirigido a niños y niñas, en quienes también hay que fomentar el

sentido de responsabilidad y participación, pero sin que esa búsqueda se

convierta en un obstáculo y mucho menos, en un filtro para la participación.

Particularmente con lo que más espero contar es con la presencia y

motivación de la gente, con su disposición a participar.

En más de una ocasión me ha tocado hacer malabarismo para

colocar un rotafolios –elaborado con amor en mi casa-, sobre unos trastos

encontrados en una esquina del callejón donde hay que facilitar el taller. En

oportunidades las sillas las han llevado los (as) participantes, desde sus

casas hasta la platabanda de la vecina que solidariamente prestó ese

espacio. En otras, la pizarra (que muy poco uso) ha sido amarrada con un

cordel a una mata que sirve de ambiente para el encuentro educativo, en

varias ocasiones he impreso el material de apoyo con mis propios recursos,

así como he colaborado con papel, marcadores, tirro y algunos equipos.

Aunque he trabajado en espacios con condiciones excelentes, los

escenarios con limitaciones son más comunes, éstos, por lo general vienen

acompañados de la propuesta del sancocho, del compartir generoso de –

parte de - nuestro pueblo.

Lugar y tiempo:

El lugar de realización y la

duración del taller son aspectos que

están determinados por los sujetos a

quienes va dirigido. Si se trata de niños

y niñas, de acuerdo a sus edades y al tipo de taller que se quiere compartir,

el sentido común nos dirá cuanto tiempo emplear para la duración del

mismo. Ya sabemos que los (as) más pequeños(as) pueden mantener el

interés y la atención cerca de una hora, pero todo dependerá del manejo

pedagógico, de las habilidades del facilitador (a), del tipo de actividad que se

haga, para trabajar mayor o menor tiempo. El factor tiempo también está

Page 42: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

42

precisado por el lugar donde se lleva a cabo la actividad. Si el taller es

realizado en el marco de una experiencia de educación escolarizada, ésta

con sus horarios y demás elementos propios de esa estructura, dirá cuanto

tiempo puede durar un taller, o cada sesión de este.

Si el taller tiene por interlocutores personas adultas, los aspectos

referidos a lugar y tiempo, estarán condicionados por elementos propios de

la realidad adulta. Entre los diferentes casos que se pueden presentar está

el quién organiza el taller, si es una empresa que desea llevar a cabo un

proceso de formación para los (as) trabajadores (as), el lugar tal vez sea un

local fijo de la misma empresa o de la institución que lo facilitará. Si es un

taller en la comunidad, puede ser en los lugares que esta disponga

(incluyendo las escuelas, módulos de barrio adentro, locales de los consejos

comunales, casas de cultura, hogares de los propios (as) vecinos (as), etc.).

Por supuesto que el tipo de taller también influirá en las características de

lugar y tiempo, un taller de cerámica requiere de un lugar y de una

prolongación de tiempo diferente a las que demanda un taller sobre

Contraloría Social.

Sería aconsejable que el espacio físico donde se compartirá el taller

presente un ambiente que no afecté sicológicamente el desarrollo de las

actividades, me refiero a: exceso de frío (aires acondicionados al máximo),

calor intenso (ausencia o falta de ventilación), escasez de luz (bombillos

quemados, escasos o inexistentes), ruidos (carros, motos, o de otra

naturaleza, como los ruidos visuales u olfativos), interrupciones (personas

ajenas al taller conversando, o pasando entre los (as) participantes), todas

estas situaciones dispersan la atención de los (as) participantes, generando

una incomodidad y nerviosismo que contaminan el ambiente del taller.

Mediación pedagógica

La forma como dispongo las sillas (en círculo o como una herradura,

según sea el momento) donde nos sentaremos participantes y facilitador,

Page 43: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

43

tiene que ver con la concepción pedagógica que asumo (como mediador-

facilitador). Es una forma que permite que todas y todos seamos vistos (as)

por los(as) demás, donde ninguna persona está en una posición física que

indique superioridad, sino que sugiere igualdad de condiciones, y ayuda a

crear un ambiente más cercano y menos formal. Es una invitación a sentirse

parte de un grupo integrado, un estímulo a participar en armonía e igualdad

de oportunidades, en un ambiente que favorece la expresividad y donde se

procura que todos y todas respeten, tanto las ideas individuales, como las

surgidas del colectivo. Lo dicho en este párrafo, aunque inicialmente

relacionado con el espacio físico, tiene que ver con elementos propios de la

mediación pedagógica, definida por Francisco Gutiérrez y Daniel Prieto

como:

“La promoción del aprendizaje en el horizonte de una educación concebida como participación, creatividad, expresividad y relacionalidad.” (Gutiérrez, F. y Prieto, D: 1994: 31) El taller, como espacio alternativo de educación, me ha brindado la

oportunidad de ensayar y consolidar una práctica pedagógica que se

sustenta en la construcción colectiva de conocimientos, y no es posible tal

construcción, sin propiciar vínculos afectivos que favorezcan el diálogo y el

trabajo grupal. La amorosidad, por lo tanto, es un elemento definitorio de la

pedagogía que enarbolo, un componente que favorece la capacidad de

comunicarse y la integración de los (as) participantes.

Gutiérrez y Prieto (1994) afirman que “…llamamos pedagogía al

trabajo de promoción del aprendizaje a través de todos los recursos puestos

en juego en el acto educativo”. Y en el acto educativo los recursos que se

ponen en juego son las propuestas teóricas y metodológicas que utilizamos

para mediar (facilitar) los procesos junto a los (as) participantes. En ese

sentido, procuro promover –o facilitar- el aprendizaje, procurando ser

coherente con la visión pedagógica mencionada, en ella, más que la

memorización de conceptos, importa la comprensión de los procesos. La

realidad de los (as) participantes con sus matices históricos, sociales y

Page 44: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

44

culturales brinda un camino para acercarse a aspectos -de esa realidad- que

por diferentes motivos les resultan menos conocidos. El diálogo entre el

saber experimental y el saber académico y la relación entre éstos y el

entorno, son elementos distintivos de la mediación pedagógica. Daniel Prieto

Castillo (2002) nos ofrece otra forma de acercarnos al concepto:

“…la tarea de tender puentes entre lo conocido y lo por conocer, lo vivido y lo por vivir; puentes entre seres y seres, entre textos y seres, entre textos y contextos, entre grupos, entre la escuela y la vida cotidiana” (http: //www.atei.es/recursos/doc/dprieto2.pdf.)

Muchas situaciones de la vida de los seres humanos y de la sociedad

en general, requieren de la mediación de instituciones o de otros seres

humanos – que actúan como mediadores- para darle un curso favorable,

atención, relación, sentido social, continuidad vital, a las situaciones

presentadas. Un periódico popular, por ejemplo, en su esfuerzo por procurar

informar y generar procesos de comunicación en su localidad, también sirve

de mediador entre la gente y su realidad. El trabajo de buscar, redactar y

finalmente difundir las noticias, para que luego éstas sean digeridas y –en

algunos casos- logren convertirse en motivadoras de acción, es una forma

de mediar. Pero no toda mediación es pedagógica, y –aunque suene a

obviedad- ni siquiera toda labor docente está concebida como mediación

pedagógica, en tanto esa labor no asuma aproximarse a la integralidad de

una propuesta que pretende desarrollar la capacidad de:

“- comprender, - pasar de un horizonte de comprensión a otro, - localizar, procesar y utilizar información, - análisis y síntesis, de relacionar, - buscar causas y de prever consecuencias, - pensar en totalidad, - captar las interdeterminaciones entre los fenómenos, - expresarse, - comunicarse, - relacionarse y trabajar con los demás, - crítica, - apropiarse de la propia historia y la cultura, - imaginar, de inventar,

Page 45: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

45

- enfrentar y resolver problemas, - evaluar situaciones, - tomar decisiones, - sentir, apasionarse, entusiasmarse, amar.” (Gutiérrez, F. y Prieto, D:

1994: 11)

Para provocar que otros (as) se dispongan a lograr estas

capacidades, antes debe desarrollarlas el facilitador (a), por lo menos, tomar

la determinación de acercarse a ellas, incluso en el propio proceso educativo

en que actúa como mediador. Tomar parte de procedimientos pedagógicos

que busquen fomentar y fortalecer esas facultades, es equivalente a alejarse

de los procesos rutinarios de la educación domesticadora, caracterizados

por la ausencia de diálogo, por ser espacios deshumanizados, carentes de

amor, en los que se repiten fórmulas y esquemas que tienen por fundamento

la memorización y repetición de conceptos. En dichos procesos la inventiva

es cercenada, y la vida es una cosa que sucede de la puerta de los centros

educativos para allá, hacia afuera, bien lejos del conocimiento oficial. En

ellos, el saber es unidireccional, el contexto poco considerado, y la cultura

popular es sinónimo de turismo o, cuando mucho, una actividad del

improvisado acto cultural.

La mediación pedagógica entonces debe ser integral y constante, lo

que hace necesaria su presencia en todos los momentos del proceso, en la

forma de tratar los contenidos, en los procedimientos que solicitamos a los

(as) participantes, en las relaciones que establecemos con ellas y ellos, en

los materiales o recursos pedagógicos que diseñamos, en todas las

actitudes, en los gestos, en la voz, en la forma de comunicarnos, porque la

mediación pedagógica es siempre comunicación amorosa.

La planificación del taller

Como sugerí hace varios párrafos atrás, el lugar de inicio para

empezar la planificación son las necesidades o problemas que se esperan

Page 46: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

46

solucionar con la implementación del taller. Esas necesidades deben

convertirse en objetivos.

Un objetivo general: que como todo objetivo debe ser redactado

comenzando con un verbo en infinitivo, estar escrito con claridad, expresar

propósitos alcanzables, y debe mencionar además de la actividad, una

finalidad.

Varios objetivos específicos: que a su vez se traducirán en un

conjunto de acciones que ayudarán a conseguir el objetivo general. Estos

objetivos específicos se originan del general, deben ser enunciados en

términos operativos y tienen una importante repercusión en los logros a

obtener.

Metodología a utilizar: la metodología es la coherencia entre el

método (o métodos), la concepción pedagógica, las técnicas, y los

procedimientos a utilizar, para conseguir los objetivos educativos que nos

planteamos con el taller, en ese sentido, deben estar bien detallados en la

planificación (y en el hacer del mediador- facilitador).

En la planificación, junto a definir el equipo de coordinación y enlace,

también se debe prever la tramitación y precisión de aspectos logísticos

como: a) el local o espacio donde se realizará el taller, b) la convocatoria o

inscripción de los (as) participantes, c) los recursos a utilizar y sus

respectivos responsables.

Tomando en cuenta los elementos referidos al diseño y planificación

de un taller educativo -fundamentos que he procurado desarrollar y analizar

en este capítulo, partiendo de mi propia experiencia como punto referencial y

con el complemento teórico de autores (as) ya citados (as) como Arnobio

Maya Betancourt (El Taller educativo), y el apoyo bibliográfico de Lilia

Lardone y María Teresa Andruetto (La construcción del taller de escritura)-, a

Page 47: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

47

continuación muestro el Taller sobre Herramientas para la Expresión Lúdica,

tal como se lo presenté el 16 de abril a la profesora Ana Meléndez,

responsable de la Coordinación de Formación Complementaria del Instituto

Universitario “Jesús Obrero”.

Taller “Herramientas para la Expresión Lúdica”

"En lo sustancial el taller es una modalidad pedagógica de aprender haciendo”

Ezequiel Ander Egg

Sede del taller: Instituto Universitario “Jesús Obrero” (salón Audiovisual B).

Fecha de inicio: 8 de mayo de 2010. Finalización: 29 de mayo de 2010.

Duración: 20 horas académicas. Distribuidas en 4 sesiones de 5 horas, una

sesión de trabajo semanal.

Facilitador: Luis Alberto Ochoa

Perfil de las (os) participantes: Estudiantes de Educación Integral del

Instituto Universitario “Jesús Obrero”.

Cantidad de participantes: Adecuada: 20. Máximo: 25.

A manera de Justificación:

El sistema capitalista tiene en la escuela el gran centro de

reproducción de su ideología, a través de ella transmite sus formas de

aplicar las relaciones sociales de producción, su manera de ordenar la

sociedad. La concepción tradicional de la educación ha enseñado a

obedecer, a acatar reglas que sólo favorecen a los poderosos, a aceptar

como una verdad que la realidad es inmutable: “Los ricos están completos y

si nacimos pobres fue porque Dios lo quiso así”. Un pensamiento que origina

resignación y reproduce la desigualdad social.

Page 48: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

48

Actualmente se intentan –y sobre todo se enuncian- transformaciones

en el sistema educativo, nuevas leyes, nuevos nombres, en algunos casos

nuevas edificaciones. Cambios que muchas veces no tocan parte de la

estructura esencial del mismo, en cuya cadena siguen siendo las (os)

docentes factores fundamentales del proceso. Aun cuando han surgido

diversos enfoques pedagógicos, y las tecnologías de la información y la

comunicación han empezado a ocupar espacios en los centros educativos,

continúa prevaleciendo una forma de educar que niega al ser humano, que

lo domestica, que lo considera un simple repetidor de informaciones

extraídas de un libro de texto, o de una página de internet. En muchas

escuelas se sigue observando una práctica educativa marcada por la

dureza, que rehúsa ensayar experiencias que incorporen procedimientos

más cercanos a la naturaleza humana de los niños y las niñas, como por

ejemplo, las actividades lúdicas. En dichas actividades se puede

implementar una serie de técnicas y estrategias que logran favorecer la

expresión individual y grupal, sobre diversas temáticas de interés educativo,

propiciando curiosidad y goce en la construcción colectiva de conocimientos.

El hombre que juega se hace libre en el juego, el antiguo anhelo de

libertad se hace posible en la lúdica, en el mundo que construimos con los

sonidos de la música, en los escenarios que trazamos con la danza. El

dibujo, la palabra y la contemplación también tienen un componente lúdico,

por ejemplo, al ver un juego de fútbol cada cual recrea situaciones

deseadas, y esos momentos están marcados por lo lúdico. Generalmente en

la escuela se propician pocos espacios para ver, para educar el sentido de la

vista, que tanto nos enseña. Se les exige a los (as) niños (as) copiar,

memorizar, entregar tareas, así es entendida la producción, la

responsabilidad y la disciplina, el elemento creativo constantemente es

subyugado. Al parecer, la creación es altamente subversiva.

Al jugar cada individuo inventa y reinventa su propio mundo, libera su

imaginación, haciéndola bosquejar el camino donde pasean los sueños

Page 49: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

49

necesarios. La memoria histórica, la comunicación, la vida, la literatura,

pueden ser abordadas desde la lúdica. Trabajar diferentes temáticas

educativas desde lo lúdico hace más gustoso, tanto el acto de aprender-

enseñar, como el de enseñar- aprender, que al fin y al cabo, es puro

aprendizaje. En esa perspectiva planteo el taller sobre expresión lúdica. Un

taller para compartir juegos literarios que pueden ser practicados con niños,

niñas, jóvenes y adultos, un espacio para aprender jugando y reflexionando

sobre el valor de la lúdica en los procesos educativos, un taller para

fabricarle alas a la libertad…

Objetivo General:

Propiciar un espacio de inter-aprendizaje sobre la expresión lúdica

como herramienta para compartir encuentros educativos con niñas y niños

en ambientes de armonía, creatividad y placer que favorezcan los procesos

de enseñanza-aprendizaje.

Objetivos específicos:

1. Promover espacios de creación literaria, a partir de actividades

lúdicas que faciliten el abordaje de la escritura de poesía y cuentos.

2. Compartir estrategias creativas de animación a la lectura.

3. Socializar un conjunto de técnicas lúdicas para el abordaje de

diferentes temáticas educativas.

4. Analizar el valor del juego como elemento para generar espacios

placenteros de aprendizaje colectivo.

Metodología:

En diálogo sostenido con algunos autores (as) en trabajos anteriores,

coincidíamos en que para la Educación Popular la metodología tiene que ver

con la coherencia integral del proceso educativo en construcción. En ese

sentido, debe existir afinidad entre la concepción pedagógica, el método, las

técnicas, y los procedimientos utilizados para lograr los objetivos educativos

Page 50: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

50

que nos planteamos. Aunque el taller sobre “Herramientas de expresión

Lúdica” no será esencialmente un espacio concebido dentro de la práctica

de la Educación Popular, si estarán los principios de ésta orientando el

proceso.

Creo en la pedagogía de la participación, una pedagogía que asume

en la práctica que la casi totalidad de los contenidos pueden ser abordados y

construidos desde las preguntas, desde el saber de todos y todas. No puede

un taller que pretende motivar la creación literaria a través de juegos, negar

la palabra, la inventiva, la creación colectiva, el intercambio armónico y

respetuoso, la discusión. Como ya he dicho, las técnicas a compartir serán

practicadas, analizadas y aprendidas desde el juego, organizadas en cuatro

sesiones que invitan a la participación. Si lo que pretendo es que las (os)

participantes se apropien de un repertorio lúdico y que además fundamenten

su uso, no hay otra manera de hacerlo que jugando.

Recursos pedagógicos y materiales:

Reproductor de discos compactos, música para reproducir en el

equipo de sonido, computador, impresora, láminas de papel bond, tirro,

pizarrón, marcadores acrílicos, lápices, cuentos, juguetes y objetos varios

(trompos, metras, perinolas, yoyos, gurrufíos, el juego del solitario, muñecas

de trapo, instrumentos musicales venezolanos en miniatura (mina, curbeta,

tamboras, golperas larenses, cuatro, maracas), esculturas de madera, mini-

cuentos, creyones, sacapuntas antiguos, boletos de juegos de fútbol

profesional, velas, artesanía de diversas regiones del país y del continente

(en pequeñas dimensiones), monedas, caramelos.

Diseño Operativo

Objetivos Específicos

Contenidos Estrategia

metodológica

Tiempo Responsables Recursos

Promover espacios -El cuento y su -Dinámica de 24/04/10 Luis Ochoa Papel bond

Page 51: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

51

de creación literaria, a partir de actividades lúdicas que faciliten el abordaje de la escritura de poesía y cuentos.

estructura. - Creación poética.

presentación grupal. - Presentación del taller. Diferentes técnicas como: - El Credo. - La carretera - El abrazo poético. - Las tiras sueltas -El hombrecito de… - Entre otras…

5 horas y participantes Hojas impresas Lápices Marcadores Pizarrón acrílico Reproductor de discos compactos Música (Discos compactos)

Compartir estrategias creativas de animación a la lectura.

-Animación a la lectura.

Técnicas y dinámicas como: -La esquela. -Cambiémosle el final al cuento. - Pintar una canción. -Dramatización de cuentos. -Entre otras…

08/05/10 5 horas

Luis Ochoa y participantes

Cuentos Poemarios Música Reproductor de discos compactos. Lápices Papel Bond Marcador Pizarrón acrílico

Socializar un conjunto de técnicas lúdicas para el abordaje de diferentes temáticas educativas.

Dinámicas de grupo.

-El juego de los adjetivos y sinónimos- La memoria. -Un, dos, ¡pum! - Profesión múltiple -El mundo -Juego de las señas Entre otras…

15/05/10 5 horas

Luis Ochoa y participantes

Lápices Papel Bond Marcador Pizarrón acrílico

Analizar el valor del juego como elemento para generar espacios placenteros de aprendizaje colectivo.

La lúdica en los procesos educativos.

Dinámica: El cartero, diálogo de saberes a partir de preguntas. Evaluación escrita del taller. Dinámica: El auto-lavado

22/05/10 5 horas

Luis Ochoa y participantes

Material impreso, Lapiceros. Entusiasmo.

Como dije antes, muchos de los aspectos a considerar para escribir y

organizar un taller, no dependen directamente de uno, sino de otros factores.

Cuando ya se tienen definidos todos los componentes, uno puede sentarse

frente al computador a ordenar las ideas, a revisar la bibliografía, y más

tarde a preparar cada sesión de trabajo. Elaborar este taller me llevó entre

siete y diez días, tal vez pudo haber sido más tiempo, afortunadamente

algunos de los obstáculos surgidos pudieron ser resueltos en el tiempo que

necesitaba, de manera que no se afectara la propuesta, en relación al lapso

temporal que me había planteado para realizarlo.

Page 52: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

52

Lo que digo en las últimas líneas del párrafo anterior tiene que ver con

lo que voy a contar en éste. Miriam Cova, la integrante del grupo de

sistematización “La Colmena” con la que logré mayores momentos de

interlocución y amistad, me animó a proponer el taller en la Escuela Básica

“Los Magallanes” de Catia, donde trabaja una colega suya de la Escuela

Técnica Robinsoniana “Rafael Vegas”. Hasta ese lugar nos dirigimos la tarde

del 4 de marzo. Luego de esperar un rato por los pasillos de la escuela nos

pudimos reunir con la directora del plantel, la profesora Ofelia Rey. En esa

reunión expuse verbalmente los propósitos del taller, y además expliqué que

no había llevado la propuesta por escrito, puesto ésta terminaría de definirse

según las variantes que pudieran surgir en esa reunión, cuestión que pasaba

por la aprobación de la propuesta, los horarios, perfil de los (as)

participantes, lugar y demás elementos mencionados antes. Aparentemente

la propuesta agradó mucho, así lo expresó la profesora, quien insinuó que tal

vez pudiéramos iniciarlo a la semana siguiente, dada mi sugerencia de

realizarlo entre finales de marzo y comienzos de abril. Acordamos que al día

siguiente le enviaría a su correo electrónico la propuesta por escrito, y que

ella me daría respuesta en cuanto tuviera visualizado un momento en su

programación. De esa reunión salimos muy contentos, gestual y verbalmente

la aceptación a la propuesta fue evidente. Al día siguiente la profesora tuvo

en su correo la propuesta. A partir de ahí no supe de ella por muchos días,

no me atendía el teléfono, no me respondía los mensajes de texto, ni los del

correo electrónico.

Después de una semana empecé a buscar otro lugar donde plantear

la propuesta, dada mi urgencia por facilitar el taller no podía seguir

esperando. En eso recordé a mi querida Graciela López, quien trabaja como

bibliotecaria y profesora del IUJO. Una sola llamada bastó para que me

expresara su apoyo, me dijo “voy a hablar con la profesora que coordina

Formación Complementaria, tal vez se demore unas tres semanas, pero

cuenta con eso”. Cuando en la tarde-noche del 25 de marzo llegó el

siguiente mensaje a mi correo electrónico: Buen dìa profesor, le informo que

Page 53: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

podemos trabajar con su proyecto

Acababa de comprometerme para realizar el taller en el IUJO. Con la

profesora Rey habíamos hablado de finales de marzo, principios de abril,

más de veinte días después me responde que podemos trabajar en mayo.

Aunque extraña la cosa, lo reseño sin adicionar comentarios.

parte de una necesidad, tal vez, la necesidad era mía.

Para compartir el taller en el IUJO tuve que esperar más de las tres

semanas que Graciela me dijo inicialmente.

cuando la llamaba para revisar como iban las cosas, me decía

chamo, eso va seguro, sólo tienes que esperar que empiece el nuevo

semestre, eso será después de semana santa”

1º de mayo que justo tocó un día sába

podemos trabajar con su proyecto a partir del mes de mayo. Profesora Ofelia Rey. Saludos.

de comprometerme para realizar el taller en el IUJO. Con la

profesora Rey habíamos hablado de finales de marzo, principios de abril,

más de veinte días después me responde que podemos trabajar en mayo.

aña la cosa, lo reseño sin adicionar comentarios.

parte de una necesidad, tal vez, la necesidad era mía.

Para compartir el taller en el IUJO tuve que esperar más de las tres

semanas que Graciela me dijo inicialmente. En el transcurrir de ese t

cuando la llamaba para revisar como iban las cosas, me decía

chamo, eso va seguro, sólo tienes que esperar que empiece el nuevo

semestre, eso será después de semana santa”. Luego también se “cruzó” el

1º de mayo que justo tocó un día sábado.

Vista interna del IUJO

53

yo. Profesora Ofelia Rey. Saludos.

de comprometerme para realizar el taller en el IUJO. Con la

profesora Rey habíamos hablado de finales de marzo, principios de abril,

más de veinte días después me responde que podemos trabajar en mayo.

aña la cosa, lo reseño sin adicionar comentarios. Todo taller

Para compartir el taller en el IUJO tuve que esperar más de las tres

En el transcurrir de ese tiempo,

cuando la llamaba para revisar como iban las cosas, me decía “tranquilo

chamo, eso va seguro, sólo tienes que esperar que empiece el nuevo

. Luego también se “cruzó” el

Page 54: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

54

EL ENCANTO LÚDICO DE LEER Y ESCRIBIR

“La educación tiene por objetivo

aproximar al ser humano

a la vida que requiere ser cambiada…”

Arnobio Maya Betancourt

Primera sesión

El sábado 8 de mayo de 2010, a 16 minutos para las 8 de la mañana,

estaba frente al edificio del Instituto Universitario “Jesús Obrero” (IUJO),

ubicado en la urbanización Los Flores, de mi Catia querida. Tenía una ligera

incertidumbre sobre si efectivamente se concretaría compartir el taller, un

sentimiento casi natural después de tantos años de estar en situaciones

similares. La pequeña duda se disipó pasados unos 32 minutos, momento

en que entró al salón de Audiovisuales B (situado en el 2do piso), un grupo

de 5 participantes (todas muchachas). Las recibí sonriente, con la alegría de

saber que el taller se realizaría y que por consiguiente iba a poder socializar

con ellas (os) lo que había planificado. Les solicité ayuda para acondicionar

el salón, y acordamos esperar cinco minutos más para ver si se

incorporaban otras personas. El acondicionamiento consistió en colocar las

sillas en semicírculo y limpiar un poco el piso. En el lapso de espera llegó mi

amiga Miriam Cova, quien me apoyó en el registro fílmico y fotográfico de la

todas las sesiones del taller, además de brindarme un poco de la candidez

de su amada presencia.

La motivación principal de la casi totalidad de las (os) participantes –

aunque no lo expresaran abiertamente- fue cumplir con las 20 horas de

Formación Complementaria que la institución les exige como parte de su

pensum de estudios, justo el tiempo de duración del taller. Mi intención era

tratar de cautivarlas (os) para que permanecieran en el taller con un porqué

más cercano a la incorporación de elementos pedagógicos creativos y

amorosos, que les permita medianamente orientar la profesión que desean

asumir.

Page 55: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

55

Empecé presentándome, contándoles brevemente de donde soy, de

que procesos educativos y de animación sociocultural vengo, y dentro de

ellos, como me acerqué a las actividades lúdicas. Luego les pedí que se

presentaran, y que en ese saludo inicial añadieran la comunidad en que

viven, el semestre y la especialidad que estudian en el IUJO. Después

revisamos las expectativas de cada cual, en ese aspecto hubo una

coincidencia general, “Venimos a aprender”.

Mi hermana Miriam Cova, que conoció el grupo y vivió la experiencia,

me sugirió elaborar una breve nota de las (os) 12 participantes que

asistieron con más constancia al taller. Preferí que ellas y ellos mismos se

presentaran, explicando por qué eligieron estudiar educación, y en el caso

de Mariagny que estudia electrónica, por qué decidió participar en el taller:

o Sandra Estanga, estudiante del primer semestre de Educación

Integral.

“Decidí estudiar educación debido a que me

agrada trabajar con niños, creo que los niños saben

mucho y tienen muchas habilidades que uno

trabajando con ellos, más que enseñar se puede

aprender mucho, porque los niños son como una cajita

de sorpresas”

o Elka Alandette, estudiante del primer

semestre de Educación Integral.

“Porque me gusta, me satisface enseñar y me

analicé que es un arte impartir conocimientos y por

eso tomé la decisión de especializarme. Hoy es mi

momento”

Page 56: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

o Yeterly Vivas González, estudiante del segundo semestre de

Educaci

“Porque me gusta compartir mis conocimientos

con los demás, me gusta trabajar con niños y hacerles

sentir a ellos que son importantes y que deben prepararse

bien para que sean alguien en la vida. Y seguir los pasos

de mi madre, que es una doc

hace, y es excelente y me gustaría ser como ella o mejor,

así me dice, que tengo que ser mejor cada día.”

o Gisela Buitrago, estudiante del segundo semestre de

Educación Integral

o Erick Antequera, estudiante del segundo semestre de

Educación Integral.

“Al principio el estudiar educación surgió

como una alternativa de carrera, pero con el

transcurso del tiempo y analizado mis experiencias

pude comprender que quiz

esto y pueda enseñarles a otros a aprender”

Yeterly Vivas González, estudiante del segundo semestre de

Educación Integral.

“Porque me gusta compartir mis conocimientos

con los demás, me gusta trabajar con niños y hacerles

sentir a ellos que son importantes y que deben prepararse

bien para que sean alguien en la vida. Y seguir los pasos

que es una docente que ama y quiere lo que

y es excelente y me gustaría ser como ella o mejor,

así me dice, que tengo que ser mejor cada día.”

Gisela Buitrago, estudiante del segundo semestre de

Educación Integral.

“Me gustan los niños, trabajar con ellos, es

una carrera muy bonita y puedes ayudar a

de ellos y ellos de mí.”

Erick Antequera, estudiante del segundo semestre de

Educación Integral.

“Al principio el estudiar educación surgió

como una alternativa de carrera, pero con el

iempo y analizado mis experiencias

pude comprender que quizás pueda ser bueno en

esto y pueda enseñarles a otros a aprender”

56

Yeterly Vivas González, estudiante del segundo semestre de

Gisela Buitrago, estudiante del segundo semestre de

“Me gustan los niños, trabajar con ellos, es

na carrera muy bonita y puedes ayudar a aprender

Erick Antequera, estudiante del segundo semestre de

Page 57: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

57

o Ángel García, estudiante del segundo semestre de Educación

Integral.

“Decidí estudiar educación porque siento que tengo vocación de facilitar

conocimientos, y aprender también, me gusta

formar ese nuevo hombre y mujer con principios y

valores de respeto, justicia e igualdad, algunos

contenidos del taller como explotar la creatividad

y memorizar ciertos objetos y los juegos de

integración”

o Mayderlin Teresa Rivas, estudiante del segundo semestre de

Educación Integral.

“Seré sincera, al graduarme de bachiller no tenía

noción tangible de que era lo que quería. Pero como

tenía que decidir ya… me inscribí en la carrera que a mis

padres más les gustó, (Derecho). En la cual sólo duré un

año, en las vacaciones de ese año ingresé a un plan

vacacional, y digo que en ese momento Dios me iluminó,

y me transformé en un bambú, un bambú en conexión del cielo a la tierra. Sentir

las energías y ver ese espíritu tan puro tan inocente, esos niños me dieron sentido

a la vida algo porque despertar y mejorar todos los días. Desde allí me enfrenté a

mis padres y a pesar de que no tengo apoyo de ellos, siento mucho apoyo del IUJO.

Me entregué a Dios, Él me iluminó y ahora soy un instrumento del señor, para

guiar y apoyar a la nueva civilización.”

Page 58: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

58

o Diojana Villanueva, estudiante del segundo semestre de

Educación Integral.

“Porque es de gran importancia impartir el

aprendizaje que obtenemos a través de la experiencia.

Creo que de los niños se aprende mucho por su manera

de ver las cosas y la sinceridad con la que muchas

veces se expresan”

o Emily García, estudiante del segundo semestre de Educación

Integral.

“Porque me gusta aprender, y luego facilitar lo

que sé a quien lo necesité, además siento que esto es

mi fuerte, que tengo vocación para la docencia.”

o Josefa Emperatriz Pulido, estudiante del cuarto semestre de

Educación Integral.

“Porque en la vida uno siempre a cada momento

está enseñando y aprendiendo algo y como en ese

momento estaba sin estudiar, decidí elegir educación

porque lo consideré un reto, nunca pensé en ser

maestra en verdad, pero ahora veo que podría

compartir mis aprendizajes con otras personas y a la

vez esas personas conmigo y que mejor que los niños”

Page 59: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

59

o Enoes Betzabeth Ruiz, estudiante del cuarto semestre de

Educación Integral.

“Me gusta enseñar, dar todo lo que sé y todo de

mí para que llegue a perdurar mi espíritu para cuando

no esté. Es una actividad muy bella, creo que la más

bella de todas.”

o Mariagny Araujo, estudiante del primer semestre de

Electrónica…

“Me inscribí en el taller porque me pareció

interesante, y lo fue, aprendí mucho. Cuando uno se

divierte aprende más y estudiar deja de ser algo

monótono.”

Retomo la descripción de la actividad: Aproveché el comentario que

ellas y ellos hicieron sobre las expectativas, para hablar de la metodología y

presentar los contenidos del taller. La esencia metodológica del taller

compartido está en el aprender jugando. La idea fundamental es hacerles

conocer –y reflexionar sobre el uso de- un conjunto de técnicas y dinámicas

de carácter lúdico que sirven para abordar diferentes temáticas de interés

educativo.

El juego y la Expresión Lúdica

El ser humano por naturaleza necesita sentir, pronunciar y generar

emociones básicas como cantar, saltar, llorar, reír, un conjunto de

expresiones emocionales que generalmente se dirigen hacia la diversión, la

distracción, el juego. Partiendo de esa reflexión podemos afirmar dos cosas:

Page 60: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

60

una, que la lúdica tiene muchas formas de manifestarse en el ser humano, o

lo que es lo mismo, que el ser humano inventa muchas maneras de

satisfacer su necesidad de expresarse a través de la lúdica. Dos, que la

lúdica constituye una dimensión del crecimiento humano tan significativa

como la dimensión ética y moral, la comunicativa, o la dimensión

cognoscitiva. Por lo tanto tiene relevancia y pertenencia hablar de la

expresión lúdica en la educación.

Todo juego está marcado por lo lúdico, pero no necesariamente todo

lo lúdico está circunscrito al juego. La palabra juego es un término tan amplio

y polisémico que lo han convertido en una expresión acentuadamente

imprecisa. Con el término juego de por medio, comúnmente se habla

asimismo de: juegos de envite y azar, clasificación que incluye, entre otros:

espectáculos y apuestas hípicas, loterías, casinos, salas de bingo, máquinas

traganíqueles, juegos de pronósticos deportivos, juegos de barajas, etc.

Como juego también se tiene a los eventos deportivos profesionales y de

aficionados, entre ellos las disciplinas: boxeo, béisbol, fútbol, baloncesto,

voleibol, tenis, etc.

Entre juego y deporte se ha pretendido establecer como diferencias,

que en el segundo prevalecen: la competencia, el uso de reglas concretas y

el estar institucionalizado. Diferencias que a mi modo de ver lucen

indefinidas, en tanto muchos juegos no reconocidos como deportes, también

implican y exaltan la competición y parten de reglas específicas. En todo

caso, me interesa referirme a lo que corrientemente llamamos y aceptamos

como juego en la vida cotidiana. Cuando estábamos chamos, entre amigos

nos invitábamos “a jugar una partida de pelota”, no decíamos “vamos a

deportiviar béisbol un rato”, de hecho en inglés el inicio de cada partido de

béisbol se establece con la palabra “playbol”, que es la unión de las palabras

jugar y pelota, y que significa “poner la bola en juego”. También reciben ese

nombre, los juegos de mesa (juegos de tableros como el ajedrez, dama, el

zorro y las gallinas, entre otros). Juegos de dados (como el ludo y el

Page 61: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

61

parchís), los –innumerables- juegos temáticos como el monopolio, el

“sabelotodo” y una infinidad de juegos surgidos con esa clasificación. Los

video-juegos, los juegos computarizados, las rondas y cantos infantiles, los

juegos tradicionales: trompo, papagayo, perinola, metras, caballito, la

rayuela (“rayo” o “avioncito”, que es una de sus variantes), juegos

populares: carreras de sacos, el palo encebado, la cucharilla y el huevo,

entre muchísimos otros de disímiles orígenes y usos.

Juego es verbo y es sustantivo. Cuando digo “yo juego”, estoy

refiriendo una acción, en ese caso el término aplica como verbo. Pero si digo

“el juego ese”, pudiera estar señalando un artefacto, o mencionando una

actividad; en ese caso el término se usa como sustantivo. Parece que

mientras más procuramos un acercamiento a una comprensión –aún básica-

de lo que es “juego”, caemos en una trocha que nos aleja más. Alfonso

López Quintás nos ofrece la siguiente definición de juego

“El juego es una actividad corpóreo-espiritual libre, que crea bajo unas determinadas normas y dentro de un marco espacio-temporal delimitado un ámbito de posibilidades de acción e interacción con el fin no de obtener un fruto ajeno al obrar mismo, sino de alcanzar el gozo que este obrar proporciona, independientemente del éxito obtenido.” (López: 1998: 40)

La definición de López Quintás, al reconocer que en el juego el gozo

no depende del “éxito” obtenido -utilizando la palabra éxito como sinónimo

de resultado-, advierte que ciertos juegos están circunscritos a la posibilidad

de ganar o perder, condición que no está incorporada al modo lúdico de

jugar que propongo para las actividades pedagógicas para animar la

expresión con niños y niñas. Un modo de jugar y de aprender jugando que

constituye la esencia de esta área de conocimiento.

Sugiero entonces que nos preocupemos menos por la semántica del

término juego, y nos centremos más por entender la lúdica como un modo

de jugar. La lúdica se manifiesta en los hombres y mujeres –y éstos (as) en

Page 62: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

62

ella- de manera más espontánea que ciertos juegos, muchas veces sin

normas que acatar. Trazar un dibujo imaginario, modelar una figura en

arcilla, jugar a crear versos con palabras sueltas, o detenerse a contemplar

el movimiento de los peces en un río, son acciones que tienen un

componente lúdico, y son a la vez, maneras de jugar.

La propuesta que hago tiene que ver entonces con jugar de manera

lúdica, en ese modo de jugar enfoco la proposición de apropiarse de los

juegos como herramienta para propiciar espacios de encuentro e

intercambio educativos, alejados del sentido competitivo que encierran

algunas actividades reconocidas como variantes de juegos. Jugar de un

modo lúdico es jugar

“…de un modo tal que permita explorar tranquilamente emociones, con plena conciencia de que se trata de una situación ficticia (y por lo tanto protegida) en donde es posible acordar reglas y de la cual se puede entrar o salir cuando se le crea conveniente” (Pavía: 2006:46) Una característica esencial que tiene esta manera de jugar, es que se

aleja de las discriminaciones, desprestigios y temores que muchas veces

generan los juegos abiertamente competitivos. Hacerse parte de una

emoción no tiene porque implicar el someterse al desprecio de otra persona

o grupo.

“…la posibilidad de jugar de modo lúdico es inversamente proporcional al valor simbólico o material de lo que está en juego y directamente proporcional a la sensación de sentirse liberado de la amenaza de la exclusión, la agresión, la descalificación.” (Pavía: 2006:46)

Jugando cada cual inventa su cosmos libertario, da soltura a su

imaginación, a sus posibilidades de soñar un mundo humano y posible. Las

matemáticas, la historia, la vida, la literatura, pueden ser trabajadas desde la

lúdica. Abordar diferentes temáticas educativas desde lo lúdico hace más

placentero, el acto multidireccional de aprender. En esa perspectiva tracé el

Page 63: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

63

taller sobre herramientas para la expresión lúdica. Como ya dije, un taller

para compartir juegos literarios que pueden ser practicados con niños, niñas,

jóvenes y adultos, un espacio para aprender jugando y reflexionando sobre

el valor de la lúdica en los procesos educativos, un taller para inventarle

cauce a la emancipación de los sueños…

Retorno a la descripción del taller: Habiendo diagnosticado que no

todas (os) las (os) integrantes del grupo se conocían, empezamos jugando la

“Dinámica de las señas”. Un juego que posibilitó -según expresaron ellas y

ellos- romper el hielo, propiciar integración grupal, divertirse, y analizar los

diferentes usos que se le pueden dar al mismo. El juego de las señas sirve

para trabajar la atención y la concentración, y además lo utilizo para analizar

los elementos de la comunicación y para discutir distintos tópicos de ese

proceso.

Los juegos y técnicas grupales compartidos en el taller están

pensados para ser realizados en cualquier situación educativa (formal o no

formal), y para evidenciar que no se requiere de grandes equipos

tecnológicos (televisores, dvds, video beam, computadores, u otros) para

generar espacios de aprendizaje entretenidos y placenteros. Las actividades

planificadas se realizan con muy pocos recursos materiales, inclusive, en

algunas de ellas basta con la disposición anímica y con el propio cuerpo

como instrumento multifuncional.

Para llevar a cabo las técnicas y juegos que he recopilado y/o

recreado, insisto en la necesidad de potenciar la creatividad, de hacer uso

de los recursos que el ambiente nos proporciona, de las cosas que tenemos

o hacemos en nuestra casa y/o comunidad. Estas actividades no son de

ninguna manera, ni recetas, ni productos terminados. Son herramientas que

uno debe saber en qué situación se pueden aplicar, y a qué necesidad se

pueden adaptar, modificándolas parcialmente, quitándoles algún

componente, o transformándolas totalmente hasta crear otra dinámica. Así

Page 64: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

64

han nacido muchos juegos, como han surgido nuevas canciones, o

creaciones de cualquier género.

La expresividad literaria y la animación a la lectura

Para trabajar el segundo juego inicié una introducción sobre “La

memoria”. Una actividad de animación a la lectura en la que integro

elementos vinculados a esa área de conocimiento, que tienen que ver con lo

teórico, con lo procedimental y con lo actitudinal, y que son a su vez

objetivos fundamentales a desarrollar en los procesos educativos. En la

cháchara inicial les invito a visualizar la dimensión integradora de la

actividad. Parto de la lectura del cuento “Guillermo Jorge Manuel José”

escrito por Mem Fox e ilustrado por Julie Vivas. Antes de empezar a leer les

pedí que estuvieran atentos a la estructura y demás elementos del cuento. El

personaje principal de la obra es Guillermo Jorge Manuel José, un niño que

vive al lado de un hogar para ancianos donde reside la señorita Ana Josefina

Rosa Isabel, una viejita de 96 años que ha perdido la memoria. El tema

central de la narración es saber si el niño Guillermo Jorge puede ayudar a su

amiga Ana Josefina a recuperar la memoria. Con esa finalidad el niño se

dedica a preguntarles a los adultos sobre la memoria, luego empieza a

recolectar memorias entre sus juguetes y objetos familiares, hasta lograr que

la señorita Ana Josefina recupere la suya.

Entre los elementos que incorporo en esta actividad está la lectura

grupal en voz alta, para ello me procuré 2 ejemplares del cuento. Empecé a

leer con la entonación y pausas apropiadas para niños y niñas, y a

mostrarles las imágenes del cuento, indicándoles a su vez la técnica

para sujetar el libro y para hacer el paneo con la mano derecha.

Luego de las primeras dos páginas, hice circular el segundo

ejemplar del cuento, empezando por la persona que estaba sentada

a mi derecha, para que continuara la lectura. Así hasta que el

cuento terminó, habiendo pasado por las manos, ojos y voces de

Page 65: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

65

todas y todos.

Como dije anteriormente, les pedí que identificaran la estructura del

cuento, elementos que aunque no tratamos a fondo en ese momento, era

importante reconocerlos y tener una primera aproximación a ellos, para que

se hiciera más sencillo abordarlos en la próxima sesión de taller.

Otro elemento que permite trabajar el cuento leído, es la rima. De

hecho, por la entonación, pausas y gestos que hice en la lectura, ellas y ellos

entendieron mi intención y complementaron las frases: “Fue a ver al señor

Arrebol, que era loco por el…” “béisbol”, respondieron al unísono.

Igualmente cuando leí la frase “Fue a ver al señor Tortosa Escalante, que

tenía voz de…” “cantante”, contestaron ellas (os), aunque realmente en el

cuento dice “gigante”, la rima que ellas (os) intuyeron estuvo muy buena.

Luego les pedí que me ayudaran a armar una mesa grande con seis

mesas pequeñas, después de armarla les indiqué que se acercaran a ella en

círculo y que le dieran la espalda, es decir, que no vieran a la mesa. Había

creado un ambiente que considero propicio para entrar en otra fase de la

estrategia. En un tiempo de aproximadamente un minuto, coloco sobre la

mesa un conjunto de juguetes tradicionales venezolanos, entre otros objetos:

perinolas, yoyos, metras, trompos, el juego del solitario, muñecas de trapo,

carritos, diferentes tambores venezolanos en miniatura (mina, curbeta,

tamboras, golperas larenses), maracas, flautas, una armónica, esculturas de

madera, mini-cuentos, creyones, sacapuntas antiguos, boletos de juegos de

fútbol profesional, velas, artesanía variada, monedas, caramelos.

Al cabo de ese tiempo les dije que giren hacia la mesa, sin tocarla, y

que empiecen a memorizar los objetos que hay sobre ella. Luego de un

minuto les pedí que se voltearan nuevamente, en ese momento alteré lo que

ellas (os) habían visto, moví cosas de lugar, quité algunas y cambié otras.

Por ejemplo, una muñeca de trapo que ellas (os) vieron con piel morena,

Page 66: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

66

ahora les apareció idéntica y en el mismo lugar, pero con piel rosada. En el

lugar donde estaba una caja de madera con dados, ahora aparece un juego

de dominó muy parecido pero de mayor tamaño. La zaranda que antes era

grande ahora aparece con un tamaño reducido. Cuando se vuelven hacia la

mesa les indico que deben pedir la palabra para decir que cambios

observaron. Así todas y todos fueron participando. Repetí la acción tres o

cuatro veces más. En medio de la dinámica preguntaba por los nombres de

los tambores, de cuál región venezolana son originarios, en cuáles

manifestaciones se usan. Conté sobre el uso de la zaranda durante la

semana santa en los llanos guariqueños. Hablé de la importancia de

promover los juegos tradicionales venezolanos en la escuela, pregunté sobre

las figuras que ellas (os) hacían con el yoyo, los tipos de papagayo que

sabían elaborar, las variedades de juegos de metra que conocían, entre

otras cosas que iban saliendo en la dinámica.

Este juego sirve para ejercitar la memoria visual. Pero como he

dejado entrever, lo abordo desde cierta integralidad que abre espacio para

tocar muchas temáticas. En esa visión holística del hecho educativo también

quisiera entusiasmarlas (os), no sé si lo consigo, pero ese es un fragmento

de mi esperanza como facilitador, y esa –como dijo Alí- “No me la quitarán,

juro que no me la quitarán”.

Finalizada la segunda actividad, acordamos 15 minutos de descanso

para que bajaran a merendar e hidratarse. Mientras ellas (os) disfrutaban de

su recreo, aproveché para colocar el disco -que preparé para el taller- en el

reproductor de música que la profesora Ana Meléndez, responsable de la

Coordinación de Formación Complementaria, me facilitó.

Retomé el taller hablándoles de poesía, diciéndoles que ella está en

todos lados, que es preciso reconocerla en nuestro entorno, que no es una

cosa exclusiva de ciertos elegidos, que todas y todos tenemos sentimientos

y vivencias que simbolizan expresiones genuinamente poéticas. Dije que

Page 67: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

67

para trabajarla en espacios educativos sería recomendable darle a la clase

forma y sentido de taller, despojarla de la rigidez académica, no olvidar

nunca el sentido lúdico, y que es necesario contagiarse con el ánimo de lo

que pretendemos enseñar. Sentir y vivir la poesía es fundamental para que

los niños y las niñas puedan percibirla con el entusiasmo que le imprimimos.

Para iniciar “El abrazo poético”, la estrategia que correspondía de

acuerdo a lo planificado, les pedí que se pusieran de pie y propicié una

conversación sobre algunas tradiciones venezolanas de los meses de mayo

y junio. En esa conversa llegamos al velorio de San Juan, sobre ese punto

comenté que en algunas poblaciones de los estados Aragua, Carabobo y

Yaracuy, al momento de la procesión del santo lo bailan al ritmo del

sangueo. Les pregunté que si lo conocían. La mayoría dijo que no, aunque

más adelante, cuando coloqué música de sangueo, todos y casi todas

demostraron saber bailarlo.

Les expliqué en que consistía la actividad: al ritmo del sangueo van a

bailar colectivamente alrededor del salón. De pronto detendré la música y les

diré, por ejemplo, ¡abrazo de cuatro!, lo que quiere decir que deben

conformar un grupo con un abrazo entre cuatro integrantes. A cada persona

le entregaré una palabra (sustantivo o adjetivo), cada cual, con el espíritu del

ingenio colectivo, dispondrá de esa palabra para crear –entre todas (os)- un

verso o poema. Para ello pueden agregar artículos a manera de conectores

(el, la, un, una…), y también pueden –si la construcción poética así lo

requiere- cambiar los géneros, y las palabras de plural a singular y

viceversa.

Enoes Betzabeth, una morena de muy buen ritmo, fue la encargada

de guiar el baile. Los temas musicales que coloqué fueron “Flores de mayo”

(música del folklore, letra de Juan A. Díaz) recopilada e interpretada por el

grupo Vera, y “Vienen y van” (Francisco Pacheco) cantada por la agrupación

Francisco Pacheco y su Pueblo. En el desarrollo de la actividad les pedí que

se atrevieran a retar la lógica del lenguaje escrito, comúnmente lleno de

Page 68: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

68

mensajes, pero débil en emociones y figuras, las (os) invité a que se

atrevieran a imaginarse cosas sugeridas por el aparente absurdo de unas

palabras “inconexas”. Hicimos unas cuatro rondas, siendo la última un

abrazo de 14, es decir, uno conformado por la totalidad de las (os)

participantes.

Con este ejercicio de creación colectiva de versos y poemas no logré

en ellas y ellos un conocimiento profundo de la escritura poética, pero según

me dijeron algunas de ellas, aprendieron una forma sencilla para abordar la

elaboración de poesía con niños y niñas (y para ellas mismas). De hecho, en

los primeros textos que hicieron se notaba un exceso de raciocinio, propios

de la comunicación habitual. Al terminar cada ejercicio les pedí que los

escribieran en la pizarra, luego -con las (os) integrantes de los grupos que

no habían participado en la construcción del ejemplo analizado- jugamos a

distribuir las palabras de otra manera, a buscar otras formas de decir versos

con las mismas palabras. Esa práctica sirvió para que algunas (os)

visualizaran más posibilidades al momento de escribir.

En medio de ese juego sucedió

algo interesante, Mayderlin me

preguntó, si con esos ejercicios no

podíamos estar distorsionando la

mente de los niños. Entendí que la

preocupación de ella partía de que

pudiéramos generarles a los (as) niños (as)

confusión sobre la realidad. Le respondí que pensaba que más bien a través

de la escritura poética les estábamos devolviendo un poco la posibilidad de

imaginar que la escuela les ha quitado. Creo que la inquietud de Mayderlin

también tuvo que ver con cierto temor a la propiedad de desautomatización

que tiene el lenguaje, cuando hacemos uso de la expresividad literaria para

resaltar emociones, y no solamente para transmitir los mensajes que éste

puede contener. Juan Antonio Calzadilla (2005) lo plantea así:

Page 69: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

69

“El lenguaje tiene la propiedad de desautomatizarse, es decir, puede romper con los mecanismos de la comunicación ordinaria en los que él es simple instrumento perceptible. La desautomatización hace que percibamos el lenguaje y no sólo el mensaje. Estos efectos de alteración o desviación en el uso habitual de la lengua, actos de desautomatización verbal, constituyen en general la expresividad literaria.” (Calzadilla: 2005: 09) En el número 47, correspondiente a los meses de julio-diciembre de

2008, en “Latinoamérica. Revista de Estudios Latinoamericanos”, de la

Universidad Autónoma de México, Eduardo Huarag Álvarez lo define de esta

manera:

“Entiéndase por expresividad literaria la capacidad del discurso para evocar significaciones de efecto emocional. No es un lenguaje referencial sino un lenguaje que incide en las posibilidades connotativas del mensaje.” (http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/640/64011421003.pdf)

Con las actividades de expresión por medio de la palabra escrita que

estábamos compartiendo en el taller, buscaba animarlos, en principio a

escribir, y luego; a intentar escribir de una manera que rompiera con la forma

de describir objetiva, y ceñida estrictamente a la realidad con que se escribe

comúnmente. Estaba propiciando en ellas (os) un acercamiento a la

expresividad literaria, a elementos básicos de la escritura lúdica con que los

niños y niñas pueden expresar inquietudes poéticas.

Aproveché la ocasión para dilucidar sobre el papel domesticador que -

por razones ideológicas- ha cumplido la escuela. Una escuela que induce a

repetir moldes, y castiga a quienes se atreven a romperlos, como ha sucedió

con mi hijo Diego en más de una ocasión. Cada niño (a) percibe la realidad y

las cosas de una manera diferente, porque no hay niños ni niñas iguales a

otras (os). Somos diferentes, y precisamente una de las cosas que ha

pretendido la escuela es uniformar pensamientos, formas de concebir el

mundo, negar las particularidades de cada cual. La escuela trata a los niños

(as) como objetos pasivos que deben repetir lo que se les enseña, no como

sujetos capaces de pensar, de discernir, de generar sus propias ideas.

Page 70: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

Lamento que por razones de tiempo la mayoría de las conversaciones que

tuvimos fueran tan cortas, y no poder

temas que fueron surgiendo.

Traté de vincular

este lo he llamado

credo de la biblia y que varía

pero todas (os) lo han leído o escuchado. Una de las participantes se ofreció

voluntariamente para recitarlo:

Creo en Dios,

Padre Todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo,

Nuestro Señor,

que fue concebido por ob

gracia del Espíritu Santo,

nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato,

fue crucificado,

muerto y sepultado,

descendió a los infiernos,

al tercer día resucitó de entre

los muertos,

subió a los cielos

y está sentado a la de

de Dios, Padre Todopoderoso.

Desde allí ha de venir a

juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo,

la santa Iglesia católica,

Lamento que por razones de tiempo la mayoría de las conversaciones que

tuvimos fueran tan cortas, y no poder propiciar más discusión sobre los

temas que fueron surgiendo.

vincular el ejercicio anterior con el que luego compartimos. A

este lo he llamado “Crear el credo”. Empecé preguntándoles si conocían el

credo de la biblia y que varías religiones profesan. Pocas (os) se lo sabían,

ero todas (os) lo han leído o escuchado. Una de las participantes se ofreció

voluntariamente para recitarlo:

Padre Todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo,

que fue concebido por obra y

gracia del Espíritu Santo,

nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato,

descendió a los infiernos,

al tercer día resucitó de entre

y está sentado a la derecha

de Dios, Padre Todopoderoso.

Desde allí ha de venir a

juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo,

la santa Iglesia católica,

70

Lamento que por razones de tiempo la mayoría de las conversaciones que

más discusión sobre los

luego compartimos. A

. Empecé preguntándoles si conocían el

religiones profesan. Pocas (os) se lo sabían,

ero todas (os) lo han leído o escuchado. Una de las participantes se ofreció

Page 71: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

71

la comunión de los santos,

el perdón de los pecados,

la resurrección de la carne

y la vida eterna.

Amén.

Más o menos hay un acuerdo casi generalizado sobre la existencia de

un Dios que cada cual y de acuerdo a su religión se configura de una

manera. Empecé a preguntarles en que cosas creían, más allá de lo mítico

religioso. Entre las respuestas: creo en el divino niño, en mi misma, en mi

hija.

Creo que los (as) educadores (as) tenemos entre nuestras funciones

primordiales, estimular que los niños (as) crean en sí mismos, y crean en un

montón de cosas donde reposan valores fundamentales como el amor, la

justicia, la solidaridad, la belleza y la alegría. Este ejercicio de creación

poética camina en esa dirección. Por ello les hablé brevemente de Aquiles

Nazoa, por supuesto, antes les pregunté si lo conocían. La mejor manera de

conocer a un creador es a través de su obra, entonces les leí con todo el

cariño que un texto como este merece y provoca:

Rezo el credo (Aquiles Nazoa)

Creo en Pablo Picasso, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra; creo en Charles Chaplin, hijo de las violetas y de los ratones, que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres, creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable, creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa, creo en la cualidad aérea del ser humano, configurada en el recuerdo de Isadora Duncan abatiéndose

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72

como una purísima paloma herida bajo el cielo del mediterráneo; creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente debajo de la almohada de mi niñez; creo en la fábula de Orfeo, creo en el sortilegio de la música, yo que en las horas de mi angustia vi al conjuro de la Pavana de Fauré, salir liberada y radiante de la dulce Eurídice del infierno de mi alma, creo en Rainer María Rilke, héroe de la lucha del hombre por la belleza, que sacrificó su vida por el acto de cortar una rosa para una mujer, creo en las flores que brotaron del cadáver adolescente de Ofelia, creo en el llanto silencioso de Aquiles frente al mar; creo en un barco esbelto y distantísimo que salió hace un siglo al encuentro de la aurora; su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles, junto a sus sienes un resplandor de estrellas, creo en el perro de Ulises, en el gato risueño de Alicia en el país de las maravillas, en el loro de Robinson Crusoe, creo en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta, en Beralfiro el caballo de Rolando, y en las abejas que laboran en su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero, creo en la amistad como el invento más bello del hombre, creo en los poderes creadores del pueblo, creo en la poesía y en fin, creo en mí mismo, puesto que sé que alguien me ama.

Luego de la lectura les pedí que comentaran lo escuchado. Dijeron

que les agradó, que les pareció hermoso, hubo una muchacha que se

conmovió y soltó unas emocionadas lágrimas. Ángel preguntó que si Aquiles

Nazoa era el mismo de “coman sardina”, aclaré que el que aparece en el

comercial se llama Claudio, es uno de los hijos del poeta, y expliqué que

entre padre e hijo hay grandes diferencias humanas e ideológicas. También

les dije que existían muchos credos, y que nosotros podíamos crear

nuestros propios credos, porque aunque coincidiéramos en algunos

aspectos con los credos conocidos, siempre teníamos la posibilidad de

incorporar nuestras creencias más íntimas. Alí Primera, por ejemplo, escribió

su “Creo en el canto” y Carlos Mejía Godoy, como parte de la obra “Misa

campesina nicaragüense”, hizo un “Credo” que durante los años setenta y

ochenta, se escuchó mucho en las comunidades cristianas de base de

Latinoamérica. Seguidamente coloqué dos canciones.

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EL CREDO (Miguel Ordoñez)

I Creo en la sabiduría del pueblo y en su cantar y creo que va a lograr su redención algún día yo creo en la fantasía de hacer un mundo mejor en Jesús el salvador y no creo en el infierno como no creo en gobierno de Fariseo pretor. II Yo creo en los fuertes brazos del obrero en faena dura yo creo en Pablo Neruda y creo en Pablo Picasso también creo en el abrazo que a mis hermanos les doy y creo en Andrés Eloy en mi lago y sus canoas creo en Aquiles Nazoa creo saber a donde voy. III Yo creo que ha sido mucha el ansia de libertad y en la inmensa voluntad que tiene el pueblo si lucha y en el cantar que se escucha del pajarito en su rama y también creo en la llama que permanece encendida en la lucha por la vida y en Bolívar quien nos ama. IV También creo en la canción combativa y libertaria como un arma necesaria para la transformación y cantada con tesón en una esquina cualquiera en la plaza o en la acera en el portal de una iglesia que sea amorosa y recia como la de Alí Primera.

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V Sigo creyendo que el mundo Es propio para el humano no del canalla y tirano que al hombre ataca iracundo seguiré cual trotamundo creyendo un mejor destino en el beso en el cariño en Dios padre y en el hombre y en todo aquel que me nombre la ternura de los niños.

Mi Credo (Reynaldo Armas)

Creo en Dios Padre creador del universo en el Hijo y en el espíritu Santo creo en la oración de cada día que alivia todo tipo de quebranto. (Bis) Creo en las estrellas y en la luna creo en el sol que me alumbra los días de mi calendario en el rugir de un mar bravío creo en el rumor del río y en mi santo escapulario. (Bis) Y en el amor, no estoy seguro si me enseñaron a creer tan solo en uno en ese amor que nace de lo más profundo amor de madre lo más bello de este mundo (Bis) Creo en Dios Padre creador del universo en el Hijo y en el espíritu Santo… (Bis) Yo creo en la noble parturienta esa que sueña contenta y amamanta con cariño creo en el beso por la mañana creo en la caricia sana y en la sonrisa de un niño (Bis) Y en la amistad, es relativo no es conveniente tener un montón de amigos la vanidad nos tiene casi corrompidos es preferible ser un poco precavido (Bis).

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Entre canción y canción hicimos cortos comentamos sobre ellas.

Básicamente mencioné los diferentes elementos de la fe que mueven a los

seres humanos. Después de propiciar ese ambiente, les dije que en sus

casas intentaran hacer un credo, al menos un pequeño párrafo en el que

expresaran con sentido poético sus más internas creencias. Lo ideal hubiese

sido aprovechar el clima creado para hacer el ejercicio en el momento, pero

las limitaciones de tiempo impedían proceder de manera adecuada.

Acordamos compartirlos en la segunda sesión del taller.

Como último juego del día nos esperaba “El mundo”. Un juego que

tiene por finalidad responder rápidamente en un ejercicio de concentración,

el mismo puede ser adaptado para trabajar diferentes temáticas. En esta

ocasión empezamos trabajando con los elementos: aire, mar y tierra,

(nombrando según correspondiera, animales de esos ambientes). Más

adelante ellas (os) propusieron jugar con países de Latinoamérica y un poco

después con estados de Venezuela.

Aproveché que el juego “El mundo” se hace con una pelota, para

utilizar la misma en una breve evaluación de la jornada que propuse a

manera de cierre. Les dije que consideraran en su evaluación cómo se

habían sentido, si les parecían interesantes los juegos y dinámicas que

habíamos compartido, qué le agregarían y qué le quitarían al taller, según lo

que habían apreciado. En sus respuestas hubo una sintonía generalizada

hacia la aprobación del mismo. Una participante dijo que el taller superó sus

expectativas, otra dijo que lo único que le agregaría, es que nos pongamos

de acuerdo para llevar alimentos y agua para merendar juntos en la próxima

sesión. Casi todas (os) aseguraron asistir el sábado siguiente.

Entretiempo uno…

Tiempo de iniciar la reconstrucción de la experiencia y de preparar la

segunda sesión. Para lo primero revisé algunas notas de la observación

participante, me apoyé en la “guía del facilitador” (instrumento en el que llevo

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organizada la secuencia del taller, y en el que también tomo notas, así que

este instrumento se convirtió en una herramienta que puedo sugerir como

aporte metodológico para registrar breves datos y observaciones surgidas en

el taller) y le di libertad a la memoria para que me dictara los detalles de lo

sucedido. Para lo segundo seleccioné, imprimí y recorté poemas y cuentos…

Segunda sesión

El sábado 15 de mayo celebramos la segunda sesión del taller. Como

sucede en la mayoría de los talleres que he vivenciado desde cualquier rol,

la asistencia bajó un poco. Faltaron cuatro participantes, entre ellas, la que

había propuesto organizar y realizar colectivamente la merienda de ese día.

Nuevamente Miriam estuvo acompañándome en el registro fílmico y

fotográfico de la actividad, en esta ocasión también le pedí que me ayudara

en la lectura de un cuento, debido a que durante la semana me embistió una

fuerte gripe que me dejó afónico, y en pleno taller me entró un ataque de tos.

Gracias a la solidaridad de Miriam se solventó la situación.

Luego de saludarnos y de organizar el salón de un modo acorde a los

principios pedagógicos que pregonamos, le dimos inicio a las actividades

lúdicas. Para propiciar un ambiente de alegría e integración grupal, jugamos

“El cartero”, una estrategia que implica mucho movimiento, participación,

atención, y que estimula el desarrollo de la agilidad mental y la expresión

verbal, elementos que también contribuyen a que el grupo se conozca y

desinhiba.

Uno de los objetivos que siempre me propongo con los (as)

participantes, es generar un ambiente de confianza, respeto y cariño que se

manifieste en la integración grupal. Parte de las actividades que planifico

apuntan en ese sentido, y las voy agregando poco a poco en el desarrollo

del taller, como una manera de reforzar permanentemente ese aspecto. Por

ello continuamos con una técnica de presentación que identifico como “Yo

soy, el es…” (Que, como varias otras, puede ser modificada y versionada).

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Con esta actividad lúdica se consiguen varios propósitos, ejercitar la

memoria mientras todas y todos aprenden los nombres de los (as)

integrantes del grupo, lo que a su vez sirve para afirmar el sentimiento de

pertenecer a ese grupo, y vale para trabajar el derecho que todo ser humano

tiene a usar y ser identificado por un nombre.

Luego propuse que compartiéramos los credos que ellos y ellas

habían escrito durante la semana, previa motivación iniciada en la sesión

anterior del taller. Aquí muestro parte de esos trabajos:

“Creo en la fe y en un Dios sagrado No creo en los hombres que con palabras han engañado, Creo en la naturaleza llena de vida y variedad, Creo en el cuidado que le podemos brindar. Creo en las experiencias y en sus enseñanzas, Creo en los cantantes que dejan mensajes sanos, que llenan nuestros corazones de alegrías y esperanzas, de que podamos convivir como hermanos. Creo en el valor del amor y en la amplitud de su significado no creo en las personas que mal lo han practicado, que lo usan como beneficio y lo transforman en pecado haciendo sufrir a los seres que creen ser amados. Por último creo severamente en la unión y en la amistad, de la gente que me rodea y de algunos que ya no están, y a los que no la han descubierto, espero podérsela mostrar, para que ellos puedan creer y la puedan demostrar. Disculpen si olvidé alguna cosa ¡Es que de todo no me puedo acordar! pero si quieren en algún momento este credo, juntos lo podemos terminar.” Erick Antequera

A continuación coloco el texto original, escrito de puño y letra por

Erick Antequera, en dicho trabajo se pueden apreciar los tachones propios

de un texto en construcción. De hecho les sugerí que los conserven y que si

más adelante les provoca, los pueden seguir trabajando, incorporándole

cosas, o diciendo algunas otras de una manera diferente.

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Para efectos de mostrar el rostro natural de estos credos, quise

escanearlos y agregarlos al presente Informe, lamentablemente la mayoría

de ellos fueron escritos con lápiz y al pasarlos por el escáner quedan

ilegibles. Me permito entonces transcribir dos credos más, ambos son

resultado del acercamiento y animación a la expresión literaria que procura

el espacio educativo compartido. Son trabajos escritos de un solo envión,

que evidencian que si con apenas una media hora de motivación más otro

rato de escritura, son capaces de producir estos textos tan llenos de

sentimiento, con un trabajo más prolongado de lectura, análisis y escritura,

pueden llegar a producir textos de mayor riqueza literaria.

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Mi credo

Creo en la naturaleza Creo en la amistad Creo en el amor Creo en la felicidad Creo en el Ávila que contrasta con el cielo azul de Caracas. Creo en la frescura de las mañanas que me hacen sentir que Dios pasea sobre la tierra. Creo en mi familia porque ellos creen en mí. Creo en los maestros que son capaces de hacer que sus alumnos amen los estudios. Creo que la valentía y la pasión llevan a las personas a hacer grandes cosas. Creo en mis manos que escriben este credo. Creo en el suelo que piso y en el aire que respiro. Y lo más importante… Creo en mí. Mariagny Elisa Araujo Garcés.

“Creo en la vida en un mundo mejor donde brille el amor y donde crezcan las plantas sin temor a ser quitadas Creo en un mundo mágico lleno de color y de hermandad donde reine la igualdad con solidaridad y alegría Creo en la luz de un nuevo amanecer donde florezca la paz con su dulce melodía donde todos los niños jueguen sin temor a no ser queridos Creo en mi propia capacidad de crear una vida llena de amor y que busque la alegría que busque a Dios siempre y todos los días Creo en la existencia como un punto de referencia que nos empuja a una mejor evolución con ansia hacia un mejor vivir con más dignidad y menos mentira Creo en todo lo bueno de la vida como el colibrí con su hermoso néctar de un exquisito frenesí por todo lo maravilloso que puede haber en la vida

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Creo en una mayor comprensión y en un gran amor hacia todos los seres de la creación Creo en los pájaros que surcan los extensos cielos en todos los animales que buscan ser comprendidos son seres hermosos e inteligentes son nuestros compañeros de viajes y nos muestran con su singularidad como sufren y dan su vida y que ellos tienes derechos a ser y ser respetados Creo en un mundo donde las flores y las estrellas brillen con su luz Y nos perfumen y nos den su luz con fulgurante amor.” Josefa Emperatriz Pulido. En un taller tan corto, donde las actividades de animación a la

escritura forman parte del todo que comprende el programa sobre

herramientas para la expresión lúdica, no da tiempo para abordar recursos

poéticos como la metáfora, el símil, las exageraciones, las anáforas, la

sinestesia, o la humanización. La limitación de tiempo hizo que centrara el

esfuerzo en hacerles conocer estrategias que de manera lúdica favorecieran

la expresividad literaria con niños, niñas y jóvenes. La propuesta, como ya

he dicho, no es que los (as) niños (as) se conviertan en escritores, en

poetas, en artistas, sino ofrecerles herramientas para que a través del

sentido lúdico se adentren al mundo de la escritura, como quien abre la

claraboya de la imaginación para que vierta el resplandor contenido. Que

encuentren en la escuela (o comunidad) espacios y libertad para la inventiva,

momentos que tengan por principio procurar deleite por la creación de

poemas, adivinanzas o retahílas, o por la elaboración y recreación de

relatos. Encuentros alejados del orden que muchas instituciones educativas

se imponen como objetivo central, escuelas o academias donde asumen la

literatura con el propósito de enseñar, de dar clases de ética a través de

desgastadas moralejas; olvidando que el valor de la literatura está en

sorprender los sentidos para el disfrute de la palabra.

Como beneficio educativo colateral podemos promover que

encuentren entre los procesos de escritura –y lectura- creativa un enlace que

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complementa el acto de leer (y viceversa), ya que ambos procesos van a la

par. Se pretende entonces proporcionarles ideas para que se atrevan a crear

otras ideas, que les servirán como base para organizar sus creaciones.

Continuamos el taller jugando a armar poemas, para ello transcribí e

imprimí “Lluvias” de Aquiles Nazoa, “La vaca estudiosa” de María Elena

Walsh, “Conejos” de Jairo Aníbal Niño y un poema sin título de Roberto

Juarroz. En la etapa de preparación de la sesión, recorté los versos de cada

texto y los mezclé, haciendo cuatro paquetes pequeños, uno por cada

poema. Conformamos tres grupos, no para enfrentarse entre si, sino para

organizar la actividad de manera que resulte más provechosa. A cada grupo

le entregué un poema desarmado y les expliqué que debían leerlo y

analizarlo en el subgrupo, para después ordenarlo según un criterio que

conservara el sentido poético y una estructura

más o menos lógica.

Entre las observaciones que hice está el

hecho de que algunas personas se sentían

presionadas por culminar el trabajo antes que

los otros grupos, cual si se tratara de una

competencia, cuestión que durante esa y todas

las sesiones insistí: son juegos para cooperar,

para la integración, para el aprendizaje

armónico, para compartir, NO para competir.

No obstante, el sentimiento de rivalidad que

esta sociedad individualista ha inoculado en

nuestra gente, es demasiado grande. Aunque no se esté compitiendo nadie

quiere perder, aunque no se esté compitiendo casi todos y todas quieren

ganar. Hay que ser “exitosos (as)” a como dé lugar, los perdedores no tienen

derecho a la “felicidad”.

Más allá de la observación comentada en el párrafo anterior, la

dinámica ofreció lecturas tal vez más relevantes. Entre los propósitos de esta

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actividad de animación a la lectura y de sensibilización poética, está que las

(os) participantes puedan visualizar y sentir que un poema -sea de un autor

conocido o de ellas (as) mismas (os)- puede ser ordenado y reordenado de

diferentes maneras. Que armar un poema es una forma de jugar poniendo la

creatividad en acción, inclusive, que antes de dar por terminado un texto,

podemos intentar otras posibilidades. Parte de esos propósitos fueron

expresados por las (os) participantes, durante los diferentes momentos de la

actividad: en el trabajo grupal, al comparar los resultados con los textos

originales y en los análisis de la misma.

Aunque ellas (os) buscaban armarlo exactamente igual como lo

escribió el autor (tal vez como una manera de “ganar”), el juego les permitió

vivenciar una manera lúdica de compenetrarse con la poesía, de tenerla

rendida en sus manos y desde ellas cobrar vida. Una de las participantes me

dijo “me sentí poeta”, ese es otro de los objetivos de la animación, que

sientan la poesía, y si al momento de apreciar la poesía se sienten poetas,

mejor, pues nadie se puede sentir poeta sin sentir la poesía.

Page 83: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

CONEJOS

El hombre que todos los díassoñaba con conejos abrió las alas de la ventay atisbó el aire seco de la noche.Se desnudó lentamentese metió entre las sábanascomo una criatura que se sumergeen un pozo de hierbay lloró largamente porque en la radio habían anunciadola destrucción total de la cosecha de zanahorias. Jairo Aníbal Niño

A continuación

le correspondió el poema “Conejos”

escrito por el autor (en el cuadro)

maneras que puede ofrecer un mismo texto para ser leído

conservando el sentido

Luego les pregunté cómo se habían sentido, y con sus respuestas,

analizamos los elementos

motivación literaria

no “lograr” el objetivo, que entendieron como organizarlo exactamente igual

que el autor (a), otras (os) estaban henchidos de orgullo

logrado”, otras (os) se dieron el gusto de

aunque también estaban pendientes

el autor (a), lo disfrutaron mucho

haberse recreado con e

la poesía, reconocer una forma de abordar la rima

En las experiencias en que he compartido este juego con niños y

niñas, lo menos de

(as) autores (as), tampoco lo asumen como competencia. El hecho de que la

CONEJOS

El hombre que todos los días

abrió las alas de la ventana y atisbó el aire seco de la noche. Se desnudó lentamente se metió entre las sábanas como una criatura que se sumerge en un pozo de hierba

porque en la radio habían anunciado la destrucción total de la cosecha de

Jairo Aníbal Niño

A continuación se puede apreciar el trabajo que hizo el subgrupo que

le correspondió el poema “Conejos” (en la fotografía), y cotejarlo con el

l autor (en el cuadro). Ahí quedan evidenciadas

maneras que puede ofrecer un mismo texto para ser leído

sentido poético.

les pregunté cómo se habían sentido, y con sus respuestas,

los elementos pedagógicos que nos ofrece este juego

motivación literaria. Inicialmente algunas expresaron su desespera

no “lograr” el objetivo, que entendieron como organizarlo exactamente igual

, otras (os) estaban henchidos de orgullo

otras (os) se dieron el gusto de jugar a combinar

aunque también estaban pendientes de que les quedara tal cual lo escribió

el autor (a), lo disfrutaron mucho. Finalmente casi todas (os) expresaron

haberse recreado con el juego, aprender una manera no aburrida de trabajar

la poesía, reconocer una forma de abordar la rima.

En las experiencias en que he compartido este juego con niños y

de que están pendientes es de que les quede igual a los

as), tampoco lo asumen como competencia. El hecho de que la

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el trabajo que hizo el subgrupo que

(en la fotografía), y cotejarlo con el

quedan evidenciadas las distintas

maneras que puede ofrecer un mismo texto para ser leído o escrito,

les pregunté cómo se habían sentido, y con sus respuestas,

este juego para la

desesperación por

no “lograr” el objetivo, que entendieron como organizarlo exactamente igual

, otras (os) estaban henchidos de orgullo por “haberlo

combinar los textos y

de que les quedara tal cual lo escribió

Finalmente casi todas (os) expresaron

, aprender una manera no aburrida de trabajar

En las experiencias en que he compartido este juego con niños y

que están pendientes es de que les quede igual a los

as), tampoco lo asumen como competencia. El hecho de que la

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lúdica sea un componente natural en los niños y niñas, les permite vivir estos

juegos de una manera más relajada, lo que a la vez facilita un aprendizaje

más significativo.

Entre las cosas que sucedieron, Miriam observó una bien

interesante. El grupo que le correspondió armar el poema de Aquiles

Nazoa, durante mucho rato se dio el gusto de ordenarlo de acuerdo a la

rima, todas y todos opinaban, aportaban un punto de vista para armar la

secuencia lógica del texto. Eso lo vi yo también, lo que no vi, es que en

algún momento se dieron cuenta de que podían rearmar el texto de

acuerdo a la forma en que estaba recortada la hoja de papel, entonces se

dedicaron a darle forma de rectángulo a su poema y ya todo les cuadró.

Esto quiere decir que ante un determinado problema el hombre acude a

muchos elementos para resolverlo, y que la vista y la capacidad de

observación, también constituyen vías de aprendizaje. Se aprende –y se

resuelve- con todos los sentidos.

Finalizada la conversación sobre la actividad anterior, nos dimos el

espacio para el receso

alimenticio de la mañana.

Durante ese tiempo me dio un

fuerte ataque de tos que

amenazó con dejarme mudo

nuevamente, por ello al

retomar el taller, le pedí a

Miriam que me apoyara en la

lectura de un cuento.

Inventemos un título. Así se llama la estrategia de animación a la

lectura que compartimos en la reanudación del taller. Para realizar esta

actividad inicialmente no se les dice el título ni el autor (a) del cuento a las

(os) participantes. En ella hay que estar muy atentos (as) a la lectura,

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seguir cada detalle de la narración, y al final cada persona elabora uno o

varios títulos que anota en el pizarrón para ser compartido con todas (os).

Posteriormente les pedí que votaran para elegir los títulos que más les

guste.

Entre los títulos que ellas y ellos crearon están: El deseo “Tres en

uno”, Un regalo para tres hermanos y El ingenio del genio. El título original

es El genio y los hermanos, de la escritora argentina María Laura Díaz. Para

que la actividad tuviera gusto y sentido escogí un cuento que además de no

ser conocido por el grupo -cuestión que confirmé en el desarrollo de la

misma-, tuviera una historia atractiva, graciosa, y breve.

Las actividades de animación a la lectura tienen como aspiración

generar en los niños y niñas un sentimiento de simpatía por los libros,

despertar en ellas y ellos un vínculo amoroso que se irá ampliando en la

medida que logremos cautivarlos con textos que los conecten con el mundo

de fantasías y emociones que vive en ellos (as). Generalmente se parte del

trabajo con un libro en particular, para –progresivamente- intentar que esa

relación logre una valoración hacia los libros y la lectura en general. Para

asumir la animación a la lectura sería adecuado elaborar un plan en el que

puedan interactuar personas de los diferentes espacios en que se mueven

los niños (as), madres, padres, representantes, hermanos (as), maestros y

maestras. En el hogar es fundamental que desde pequeños los niños (as)

aparte de tener espacios físicos y vivenciales que fomenten con ternura el

amor por los libros y la lectura, sea indispensable que ellos (as) puedan

reconocer en sus padres ese hábito. Basta con que a diario puedan verlos

(as) leyendo el periódico, para que asocien este hecho a una actividad

realizada con naturalidad. Según Carmen Olivares (citada por Sarto, 1984),

la animación a la lectura

“Es un acto consciente realizado para producir un acercamiento afectivo e intelectual a un libro concreto, de forma que este contacto produzca una estimación genérica hacia los libros”.

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El juego “Inventemos un título”, así como toda la estrategia de “La

Memoria” compartida entorno al cuento “Guillermo Jorge Manuel José”, son

actividades de animación a la lectura. Cuando un niño (a) tiene la posibilidad

de inventarle un nombre a un cuento que solamente ha escuchado, que ha

visto en su mente el trajinar de sus personajes pero no ha contemplado sus

rostros impresos en el libro, lógicamente va a querer manipular ese cuento, y

muy probablemente le toma cierto cariño que se deriva de ese vinculo

afectivo que ha empezado a desarrollar con él. Todos los elementos que se

utilizan en el juego “La Memoria” apuntan a encariñarse con los personajes,

con los anhelos de éstos y con el cuento en

general. Aún hoy, después de haber compartido

esta estrategia –entre muchas otras- hace

aproximadamente diez años, con niños y niñas de

la Escuela Comunitaria “Luisa Goiticoa”, al

preguntarles –a los hoy adolescentes- cuál cuento

recuerdan, varios (as) me han dicho “Guillermo

Jorge Manuel José”. También están los (as) que

recuerdan con más cariño “La noche de las

estrellas”, o “Monty”, entre otros cuentos con los que también hice cosas que

favorecieron su lectura y comprensión.

El libro tiene que responder a los intereses del niño (a), no del adulto

(a) que propone la actividad (sean padres o maestros), la lectura no se

obliga ni se impone, sobre todo si lo que se quiere es que se le asuma como

hábito. Quien desee suscitar el placer, la comprensión y reflexión de un libro,

debe olvidarse de prácticas impositivas, así como de proponer lecturas

pesadas, alejadas de los gustos de los niños (as). La animación a la lectura

tiene por propósitos:

• que el niño no lector –o poco lector- descubra el libro • ayudarle a pasar de la lectura pasiva a la lectura activa • desarrollar en él el placer de leer • ayudarle a descubrir la diversidad de los libros (Sarto: 1984:

19)

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Animar, en este caso, es también darle vida a un libro a través de las

expectativas de niños y niñas, mover estratégicamente la curiosidad de ellos

(as) como insumo que favorecerá apropiarse de la lectura, motivarlos (as) a

buscar los hilos que entrelazan una historia.

En las salas infantiles de las bibliotecas públicas venezolanas, así

como en el Centro Nacional del Libro y el Banco del Libro, se han hecho

valiosos esfuerzos de promoción y animación de la lectura, como el conocido

programa “Aventuras en vacaciones” que todos los años lleva a cabo el

Instituto Autónomo Biblioteca Nacional. Algunas actividades de promoción y

animación a la lectura – la mayoría de ellas conocidas- que se pueden

realizar en las comunidades y escuelas son:

La hora del cuento: Narración o lectura de cuentos, a una hora o día

(y hora) establecidos y de manera constante.

Lectura recreativa libre: Leer textos literarios de manera libre y sin

contaminación de formalidades académicas en el salón de clases.

Lectura colectiva: Se puede hacer tanto con textos breves en una sola

sesión, como de libros por capítulos –cuentos o novelas para niños y niñas-

en sesiones diarias o semanales.

Dramatización: Se trata de poner en escena cuentos, narraciones y

hasta poemas.

Títeres: Elaboración y montaje de una obra de títeres a partir de una

narración literaria.

La esquela: Después de la lectura de uno o varios cuentos, los niños y

niñas le escriben cartas a los personajes con los que más se identifican.

Entre muchas otras actividades sobre las que hay que investigar, y

entre muchas otras que hay que crear y recrear para intentar hacer de la

lectura un placentero acto de libertad y aprendizaje.

Y continuamos el taller. ¡Un, dos pum! fue el juego que hicimos para

practicar la tabla de multiplicar, en este caso la tabla del 3. El juego consiste

en que una persona designada por el facilitador-animador (a) o él mismo (a)

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dice en voz alta: Uno, a manera de empezar a contar, seguidamente la

persona que -dentro del círculo en que están sentados- está a su derecha

dice: Dos, e inmediatamente el que sigue, en vez de decir tres, dice ¡pum! El

juego continúa en esa secuencia y cada vez que corresponda un múltiplo de

3, se dice ¡pum! Una manera divertida de aprender colectivamente la tabla

de multiplicar.

Luego hicimos “el juego del tabú”, una estrategia que permite trabajar

lo sustantivos, los sinónimos y los adjetivos. En este caso, y por razones de

tiempo nos limitamos a jugar con los llamados nombres propios.

Previamente elaboré, imprimí y llevé la siguiente lista de sustantivos: metro

(de Caracas), campana, isla, imán, llave, nieto, sopa, mercal, zapato, fuego,

queso, uña, jabón, saco. Conformamos 2 grupos, no para enfrentarse entre

ellos sino para darle organización al juego. Sin que las demás personas (de

su grupo y del otro) escucharan, les decía una palabra al oído a las que

estaban sentadas en los extremos de sus respetivos grupos, esta persona

tenía que describir el objeto al otro grupo sin mencionar la palabra

directamente, sin hacer mímicas y sin usar sinónimos. Cuando un integrante

del grupo que escuchaba, reconocía el sustantivo, pasaba ese grupo a

decirles una palabra al otro, así hasta que cada uno dijo una. Como el juego

les gustó me pidieron que hiciera una nueva ronda, en la que algunas de

ellas se atrevieron a sugerirme palabras.

Luego de ese juego propuse hacer una evaluación de la jornada.

Entre otras cosas dijeron: sentirse a gusto con el taller, que parte de las

dinámicas trabajadas la semana anterior ya las habían aplicado, y que para

la semana escolar que se avecinaba, también incorporarían algunas de las

compartidas en esa sesión que estaba terminando. Una de ellas mencionó el

término “lúdico” como una posibilidad para hacer más amenos los espacios

educativos, cosa que me reconfortó enormemente. Preguntaron si podían

invitar a otras personas (a lo que contesté que sí), y dijeron que les

informarían a las participantes que habían faltado que podían continuar en el

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taller. Como parte de la evaluación mencionamos la posibilidad de realizar

juntos la merienda en la próxima sesión, y seguidamente la organizamos.

Gisela dijo que con las actividades compartidas en las dos sesiones ya tenía

para organizar un encuentro que le habían solicitado familiares y vecinos.

Por eso les dije que iba a incorporar una ñapa como cierre.

La ñapa consistió en jugar “El auto-lavado”, una técnica propia para

reafirmar la afectuosidad en el grupo, y que implica darse cariños, y decirse

palabras afectuosas. Todas y todos participamos y sonreímos, confirmando

en abrazos y afectos la importancia del amor en el trabajo grupal. Así nos

despedimos hasta la próxima semana.

Entretiempo dos…

Tiempo de preparar la tercera sesión, revisando para ello el plan de

acción, y organizando con antelación los materiales necesarios para llevarla

a cabo…

Tercera sesión

El sábado 22 de mayo acudieron nuevamente 14 participantes, 12 de

las (os) que asistieron a la primera sesión, y 2 estudiantes más. Como

actividad de animación empezamos la jornada con el juego “Ligados”, que

consiste en que todas (os) las (os) participantes se ponen de pie, forman un

círculo, entonces cada integrante le toma las manos a dos personas que no

están a su lado, lo que hará convertir ese círculo humano en un nudo

grande, que luego deben desenredar sin soltarse las manos. Un sencillo

juego que permite analizar el valor del esfuerzo grupal, el sentido de

pertenencia y sirve como motivación para iniciar una jornada de trabajo.

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Seguidamente propuse compartir “Te equivocaste”, una de las

técnicas de animación a la lectura de María Montserrat Sarto. En este juego

los niños y niñas (las (os) participantes en general) deben seguir con mucha

atención la lectura del cuento que el animador (a) les hará, con todo el

encanto que este proceso envuelve. Para esta ocasión seleccioné el cuento

“Rosaura en bicicleta” escrito por Daniel Barbot (francés que vivió varios

años en Venezuela) e ilustrado por Morella Fuenmayor (venezolana, también

ilustradora de los cuentos “Miguel

Vicente pata caliente” de Orlando Araujo

y la “Cama de mamá” de Joi Carlín). Les

dije que colectivamente leeríamos el

cuento desde el principio hasta el final, y

que luego lo volvería a leer pero

incorporando frases de “contrabando”

que no aparecen en el cuento original, y

que ellas y ellos tenían que identificar al

momento con la expresión “Ahí”. Les pedí que tal como habíamos hecho

cuando leímos “Guillermo Jorge Manuel José”, estuvieran atentos a la

estructura del cuento, inmediatamente la repasamos: Inicio (donde se

presentan los personajes y el ambiente), desarrollo (donde suceden las

acciones y se llega al punto clímax, que generalmente coincide con el

planteamiento de un nudo o problema) y desenlace (donde se da respuesta

al nudo o problema y concluye el cuento).

Inicié la lectura y al final de cada página les fui mostrando las

ilustraciones. Al concluir la segunda página dejé que el libro circulara entre

ellos y ellas para que continuaran la lectura en voz alta. Esto permitió que se

compenetraran con la obra, que tuvieran una aproximación bien cercana a

ella. Luego empecé a leer nuevamente el cuento, y casi todas las veces que

agregué algo, lo detectaron. La actividad les agradó mucho, se rieron

bastante con las incorporaciones que hice, y comentaron algo bien

importante: que reconocían en esta actividad una valiosa herramienta para

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91

animar la lectura, puesto facilitaba trabajar la atención de una manera

divertida.

Volvimos a identificar la estructura del cuento en el título leído, nos

paseamos por el contexto, por los personajes, por el nudo y el desenlace. Al

culminar les hablé un poco de los propósitos de la animación a la lectura, de

la importancia de asumir las actividades con gusto, con inmenso amor, con

la misma ternura y emoción que los cuentos expresan. Ese es un punto de

equilibrio que cada cual irá consiguiendo en la medida que se ejercite, pero

hay que tenerlo claro, el cuento tiene su propio ritmo sicológico, no hay que

ponerle más emoción del que tiene, ni restarle tampoco. Caer en cualquiera

de esas situaciones constituye una distorsión innecesaria de la obra, y un

desaprovechamiento pedagógico de la animación.

Luego pasamos a compartir “Cambiémosle el final al cuento”, una

actividad que conjuga en un mismo tiempo, animación a la lectura,

creatividad y expresión literaria. Como lo dice su nombre, el juego trata de

cambiarle el final a un cuento. En esta ocasión el cuento seleccionado fue

“La noche de las estrellas” escrito por el venezolano Douglas Gutiérrez e

ilustrado por la también venezolana María Oliver. Les leí el cuento hasta la

aparición del nudo, a partir de ahí ellas (os) tenían que imaginar y escribir un

final para ese cuento. Cada quien leyó su final, así pudimos notar que casi

todos los resultados coincidieron entre si. La mayoría de las (os)

participantes tuvieron una aproximación al final original, excepto Sandra, a

quien le leí la duda de querer mostrar el final que escribió, suponiendo que al

no coincidir con el grupo estaba “malo”. Le pedí que por favor lo leyera, y

para sorpresa de todas y todos, su final, tal como supuse, era distinto, pero

además muy ingenioso. Le dio un giro inesperado que al grupo completo

agradó.

Les hablé brevemente de Gianni Rodari, el maestro, periodista y

escritor de obras literarias infantiles de origen italiano, que tantos aportes

Page 92: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

92

hizo a la animación de la lectura y a la expresividad literaria para niños y

niñas. La corta reseña que hice sobre Rodari sirvió para introducir el trabajo

sobre una de sus técnicas clásicas, “El hombrecito de cristal”, técnica con la

que abordo la elaboración de cuentos, detallando más los elementos de su

estructura. Sobre el aspecto inicio, ahondamos en las características físicas

y sicológicas de los personajes, y en la importancia de describir el ambiente.

Sobre los aspectos desarrollo y nudo, la técnica permite manejar varias

opciones como salida, de hecho, propuse que cada quien utilizara el material

que quisiera para el hombrecito (o mujercita) que serían los personajes

principales de sus cuentos. Algunas (os) decidieron que sería de fuego, otras

(os) de cristal, mantequilla, madera, hielo, galleta, acero, agua, entre otros

componentes. La otra particularidad de la técnica es que a cada persona le

doy un problema de acuerdo al tipo de material de su hombrecito, por

ejemplo, los que decidieron que su personaje sería de fuego, les dije que por

nudo tendrían un diluvio que cayó de pronto. Los que eligieron trabajar con

hielo, el problema sería que vertiginosamente caerá en su mundo una

inmensa bola de fuego.

De esa manera todas (os) tenían elementos para estructurar su

cuento, para darle forma a una narración en la que pueden ejercitar con más

precisión el desarrollo de las partes que lo componen, siguiendo una ilación

coherente con la naturaleza del trabajo. Este ejercicio, en el que se le

sugieren a los (as) participantes un conjunto de elementos para elaborar un

cuento, sirve para ir compenetrándose en la creación de relatos, hasta que

se haga un hábito que conserve cierta espontaneidad. En este punto es

importante resaltar, que al trabajar la expresión literaria con niños y niñas, no

se pretende formar escritores, sino propiciar espacios para el disfrute de la

creación literaria y de la literatura en general. Si algunos (as) niños (as), con

el tiempo profundizan en el desarrollo de habilidades y destrezas para la

escritura, eso será maravilloso y celebrable, pero las instancias en que

estamos planteando este trabajo no tienen ese propósito.

Page 93: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

93

Acordamos dejar el trabajo sobre “El hombrecito de…” para la casa. Y

por la hora pasamos a la merienda colectiva. Mayderlin, Yeterli, Emperatriz,

Graciela y Erick, se encargaron de llevar tentempiés de jamón y queso,

rosquitas y jugos para todos y todas.

Aquí no termina la sesión, hago este “corte” para darle entrada al

próximo capítulo, esta tercera y última sección del Informe de Aprendizaje,

por motivos de organización y de aproximación al desarrollo de las áreas de

conocimiento, me exigió una incisión en la reconstrucción de la jornada…

Page 94: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

Diferentes momentos del taller

94

Page 95: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

95

LA CREATIVIDAD EN LA EVALUACIÓN DE LOS PROCESOS EDUCATIVOS.

“Quien pone reglas al juego

se engaña si dice que es jugador,

lo que le mueve es el miedo

de que se sepa que nunca jugó.”

Luis Eduardo Aute

Finalizada la degustación grupal algunas de las participantes me

informaron de una situación que se presentó entre semana a lo interno del

IUJO. Al parecer unos (as) profesores (as) las mandaron a asistir a un

evento en la Universidad Católica Andrés Bello, según entendí, ejerciendo

cierto tipo de coacción con implicaciones académicas. El inconveniente es

que el mencionado evento se realizaría el mismo día que estaba previsto

culminar el taller que compartimos, por ello decidí bajar a la oficina de la

profesora Ana Meléndez, responsable de la Coordinación de Formación

Complementaria, para tratar de entender lo que sucedía y, sobre todo, para

buscar una salida que no afectara la culminación del taller ni los intereses de

las (os) estudiantes. La conversación con la profesora Meléndez no ayudó a

encontrarle solución al imprevisto surgido, más bien me dejó apreciar cierto

nivel de descoordinación presente en la institución. La respuesta que ofreció

la profesora fue que como ellos (el IUJO) piensan contratarme para facilitar

el mismo taller (Expresión Lúdica) para todo el mes de julio, que las

personas que no puedan asistir a la última sesión, vayan a la cuarta sesión

del taller que facilitaré en julio. Sin mostrar a fondo mi inconformidad con su

manera de querer resolver las cosas, le manifesté mi desacuerdo, en tanto lo

que ella proponía afectaba una planificación que elaboré partiendo de

acuerdos básicos, entre los que están: duración del taller, un mínimo de

participantes, horario, y cierto apoyo en materiales y equipos (este último

punto sólo se cumplió el primer día). En la risueña y sin complicaciones

forma de pretender manejar –o evadir- las cosas que tuvo la profesora,

realmente no sentí que hubiese respeto por mi trabajo. No es una

experiencia nueva, lo escribo aquí porque no debo ocultar la realidad de lo

sucedido. Pasa que parte de mis valores y de mis sueños como ser humano

Page 96: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

96

se sustentan en la creencia de saber que actitudes diferentes son posibles,

si no fuera así estaría amargado. En un afiche colocado a la entrada de la

oficina de la Coordinación de Formación Complementaria leí:

“Encuentro Internacional de constructores de paz”. Durante los próximos 28 y 29 de mayo, la Universidad Católica Andrés Bello será el punto de encuentro de ponentes nacionales e internacionales, quienes discutirán sobre la construcción de paz y sus frentes de trabajo en Venezuela. Esta actividad se realizará en el marco de las VI Jornadas de Reflexión Social de la Iglesia. El Encuentro internacional de constructores de paz es una actividad de la Red de Acción Social, Fundación Centro Gumilla. Las personas interesadas en participar podrán formalizar su preinscripción vía web a través del portal http://gumilla.org/paz El programa de esta actividad será el siguiente: Viernes 28/5/10 2.00 pm: Apertura. - Mons. José Luis Azuaje 2:30 pm: Conferencia Inaugural: Violencias y búsqueda de la paz en Venezuela. - José Virtuoso 3:15 pm: Justicia y Reconciliación. El papel de la verdad y la justicia en la reconstrucción de sociedades fracturadas por la violencia. (Los casos de Guatemala y El Salvador- 1990-2009). - Carlos Martín Beristain 4:00 pm: Receso 4:30 pm: Escuela de paz y convivencia ciudadana. El compromiso de la Iglesia Católica a favor de la paz en Colombia. - María del Carmen Muñoz Sáenz 5:15 pm: Preguntas y respuestas 6:00 pm: Despedida del día Sábado 29/5/10 8:30 am: Foros temáticos: Experiencias venezolanas de construcción de paz 1. Construcción de paz en las cárceles 2. Caminos para la paz en centros educativos 3. Construcción de convivencia en comunidades de barrios urbanos 4. Diálogo en medio de la polarización política 5. Experiencias de reinserción social de jóvenes 6. Rutas para la superación de la violencia doméstica 7. Construcción de paz en zonas fronterizas 8. Atención a niños en situación de calle 9. Violencia y paz en medios de comunicación 10. Urbanismo para la paz y la convivencia 11. Justicia y reparación caminos para la paz

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97

12:30 pm: Almuerzo 2.00 pm: Un programa para jóvenes transgresores. - Ángela Muñoz Gil 2:45 pm: La experiencia brasileña: Viva Río. - Rubem Cesar Fernandes 3:30 pm: Preguntas y respuestas 4:00 pm: Receso 4:30 am: Plenaria – Aportes del evento al programa “Hablando se Entiende la Gente” 5:30 pm: Palabras de clausura: ¿Es posible construir la Paz en Venezuela? 6:00 pm: Cierre

Escrito en marcador por un lado del afiche se leía “20 Bs fuertes la

inscripción, habrá certificado de asistencia”. Regresamos al salón a tratar de

encontrar una solución colectiva al problema que afectaba a casi todos y

todas. De entrada les dije que me acogía a lo que mayoritariamente se

decidiera, que estaba dispuesto a culminar el taller en el momento y lugar

que fuera necesario, siempre y cuando no se planteara para mucho más allá

de lo que estaba pautado. Se propusieron muchas alternativas: hacer la

sesión final una mañana cualquiera de la semana que se aproximaba, que

las (os) interesadas (os) en asistir al evento en la UCAB fueran hasta el

mediodía y luego del almuerzo se dirigieran al IUJO para la finalización del

taller, hacer la sesión el sábado 5 de junio, trabajar el domingo 30 de mayo,

entre otras. Ninguna de las propuestas satisfizo al grupo, entonces Gisela

propuso terminantemente: el taller estaba acordado terminarse el próximo

sábado, creo que lo justo es culminarlo el día y en el lugar previsto con

antelación, quienes no puedan venir asuman su responsabilidad. Si bien no

todas las caras evidenciaron complacencia con el planteamiento de Gisela,

la mayoría lo aceptó.

Aunque el evento organizado por el Centro Gumilla no se realizó con

la finalidad de obstaculizar la culminación del taller que facilité en el IUJO,

interpreto su realización en el marco de la dialéctica de la lucha de clases

que se da en nuestro país, como una acción de un grupo social que hace

manifiesta las contradicciones que se producen entre posturas opuestas.

Más allá de la coincidencia de fechas entre dos actividades que

Page 98: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

98

seguramente estaban planificadas con antelación (cuestión que la profesora

Meléndez no consideró), hay una lectura –muy subjetiva- que no puedo dejar

de exponer aquí. Es sabido que la oposición al “proceso bolivariano” tiene en

la iglesia católica uno de sus bastiones principales, y que la UCAB es un

centro que está al servicio de esos intereses, por lo mismos motivos, en esa

universidad aplican programas que buscan captar e incidir ideológicamente

en los jóvenes, tanto de clase media como de los sectores más

desposeídos. En ese sentido, pareciera que el IUJO les ofrece un gran

número de estudiantes de diferentes carreras, en su inmensa mayoría

jóvenes provenientes de sectores populares, primordialmente de Catia, 23

de enero y La Pastora. Supongo que en esta parcela de la oposición

pensarán que al fin y al cabo será de esos sectores que pueda surgir una

fuerza social con el coraje suficiente para enfrentar al gobierno actual. Para

presionar a las (os) estudiantes a asistir, algunas (os) profesoras (es) se

valieron del poder que da ser “la autoridad dentro del salón”, exigiéndoles

que prestaran mucha atención porque harían evaluaciones (exámenes) de

los contenidos expuestos en las ponencias. Por lo que interpreté en el

emocionado interés que exhibieron dos estudiantes cuando expresaron, “es

en la católica profesor, usted debería ir con nosotras, nos dijeron que será

un encuentro bien chévere, por 20 Bs nos van a dar certificado”, deduzco

que la oferta usó como carnada la supuesta reputación que da lograr (en

este caso comprar) un certificado con el sello de la UCAB. Quienes tenemos

una postura diferente a la de los altos jerarcas de la iglesia católica no

debemos subestimar –ni sobrestimar- las acciones que ese sector realiza al

amparo de “prestigiosas” instituciones educativas. Estas cosas lógicamente

no las comenté en el taller, son mis reflexiones, aquí expresadas y

moderadamente desarrolladas.

Retomar el taller costó un poco, durante unos quince minutos quedó

el ambiente perturbado por la discusión sobre el evento. Luego nadie volvió

a hablar del asunto y el grupo se concentró, con buen ánimo, en las

actividades que compartimos.

Page 99: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

99

La creatividad

Para continuar la jornada acudí a la vieja técnica del “cadáver

exquisito”, un juego poético con diversas variantes que inventaron los

surrealistas franceses a mediados de los años veinte del siglo pasado, y que

continúa muy vigente. En: es.wikipedia.org/wiki/Cadáver_exquisito lo

reseñan así:

“El cadáver exquisito se juega entre un grupo de personas que escriben o dibujan una composición en secuencia. Cada persona sólo puede ver el final de lo que escribió el jugador anterior. El nombre se deriva de una frase que surgió cuando fue jugado por primera vez en francés: « Le cadavre - exquis - boira - le vin - nouveau » (El cadáver exquisito beberá el vino nuevo). En resumidas cuentas se combinan cosas de una idea agregando elementos que pueden o no pertenecer a la realidad. Los teóricos y asiduos al juego (en un principio, Robert Desnos, Paul Éluard, André Bretón y Tristan Tzara) sostenían que la creación, en especial la poética, debe ser anónima y grupal, intuitiva, espontánea, lúdica y en lo posible automática.”

Practicamos la técnica sin que nadie supiera lo que escribían los

demás. El resultado del primer ejercicio fue interesante, pero de alguna

manera alterado por la actitud -¿inmadura?- con que uno de los participantes

asumió el juego, al colocar como “aporte” a la construcción colectiva, la frase

“¿Quién quiere ser millonario? Esta persona fue muy respetuosa con todas y

todos durante el taller, pero en ocasiones dejó entrever rasgos de la

inmadurez que hizo más evidente en ese momento. También hubo dos

personas que colocaron frases trilladas como “en la unión está la fuerza”,

que también afectaron el fruto de esa elaboración poética. De una manera

cuidadosa -y supongo que pedagógica- le llamé la atención por lo que hizo,

su expresión gestual reveló que su problema, no es solamente de cierta

inmadurez, si no de tener indudablemente afectada la creatividad. Después

de la sesión hice un ejercicio de revisión de sus trabajos, y de su

participación general en las actividades, y noté que el compañero tiene

limitaciones para expresarse creativamente. Las trabas que algunas

personas presentan para pronunciarse creativamente, tienen que ver con la

Page 100: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

100

fragilidad del banco de informaciones que poseen, producto de carecer

igualmente de hábitos de lectura. Quien desarrolla el gusto por la lectura irá

nutriendo ese banco o cimiento, del que se beneficiará al momento de

expresarse creativamente, ya sea de manera verbal o escrita. Alain Beaudot

(citado en Sarto, 1984) expone:

“El pensamiento divergente o creativo no puede ejercitarse sobre el vacío; necesita un soporte de informaciones almacenadas en la memoria. Si este soporte es pobre, el pensamiento divergente carece de material suficiente para estructurar sus creaciones”.

Parece rudo y duro decirlo, pero la sociedad capitalista a través de su

estructura de domesticación le ha atrofiado la creatividad a considerable

parte de nuestra gente. Hay muchos (as) que logran conservar su ingenio,

que –medio- sobreviven a la dominación del pensamiento, a las múltiples

formas que la maquinaria consumista tiene para imponer productos, para

utilizar mecanismos culturales que tratan de “pensar por ti”, pero los que

caen en la fauces de ese monstruo –muchas veces invisible- no son pocos.

Duele escribirlo, pero a veces nos encontramos con manifestaciones

que revelan un secuestro del sentido común, escenarios que dejan ver el

impacto de prácticas que dirigen sus acciones hacia la extinción de la

creatividad, a esas situaciones tenemos que intentar darles respuesta desde

la educación. Se pudiera pensar que yo esperaba un resultado poético en el

estilo de César Vallejo o Miguel Hernández, que tal vez no he trabajado

suficientemente la poesía con ese grupo como para esperar un desenlace

más alentador, pero no es eso. La mayoría de las (os) participantes

contribuyó con frases sencillas, unas con más sentido poético que otras, sin

embargo; el conjunto de los escritos no desentonó con la propuesta, lo que

indica entendimiento de la misma. No olvidemos que se trata de un juego,

pero un juego en el que acepto unas condiciones para participar, y en el

caso del grueso de los (as) participantes del taller, una condición que pasa

por la responsabilidad que asumirán como docentes. Esa es precisamente

mi preocupación, que no significa tampoco un gran descubrimiento, pero no

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101

por eso no deja de afectarme, saber, que muchos (as) de los que eligen esta

profesión, o les robaron el espíritu infantil, o carecen de alma pedagógica, de

amor por el oficio, de la dosis de locura poética necesaria para intentar -

como dice Arnobio Maya- el objetivo de aproximar al ser humano a la vida

que requiere ser cambiada.

La creatividad es la capacidad de imaginar para crear otras

representaciones, a partir de las relaciones o vínculos que hacemos con las

cosas conocidas. Con la activación de la inventiva logramos obras que

muchas veces aportan soluciones a las necesidades que estimularon la

movilización del ingenio.

María Teresa Gutiérrez (citada en Maya, 1996), nos dice “Entiendo

por creatividad la posibilidad que poseemos desde pequeños de producir

cambios y novedades”. Y agrega:

“Nuestra educación, sistemática o asistemáticamente, las más de las veces cercena esa capacidad creativa que manifiestan los niños. Desde la escuela se mata toda respuesta original en el nombre de los objetivos, los contenidos y los sistemas de evaluación. La creatividad aparece como ruptura de lo impensable, como el establecer nuevos enlaces, como irrupción de lo impensado, como salto cualitativo. El maestro-coordinador es ahora llamado animador, pero no siempre ese docente-animador se anima, se atreve al acto creativo.”

En esa preocupación coincido con María Teresa Gutiérrez, por saber

de esa realidad y preocuparme por sus implicaciones, animo en función de

usar y valorar la creatividad en el hecho educativo. En este taller la

creatividad es un eje que está presente en toda la experiencia. En todos los

momentos del proceso invocamos su nombre y acudimos a su territorio.

Como se ha visto y leído en las diferentes actividades compartidas he

procurado estimular la creatividad de las (os) participantes, no sé si logre

finalmente que aquellas (os) que manifiestan menos habilidades y destrezas

hacia la creatividad logren imbuirse en ella, pero con fe pedagógica lo

intento.

Page 102: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

102

Retomo el taller: Hicimos un segundo ejercicio del “cadáver exquisito”,

con la variante de que todas (os) sabían la primera frase utilizada, el

resultado fue más o menos similar al anterior. Después pasé a explicarles la

técnica de “La carretera”, previamente, mientras ellas y ellos se turnaban la

hoja de papel para escribir sus versos en el “cadáver”, les pedí a Erik y a

Mariagny que dibujaran en la pizarra una laguna, un zapato, una rana, un

papagayo, una tormenta lluviosa y una casa, que a su vez eran circundados

por una carretera que los unía. La actividad consiste en imaginar un cuento

siguiendo la trayectoria de la carretera, e incorporando los elementos

dibujados a la narración, empezando por el punto que les provoque a las

(os) participantes. En este caso prefirieron iniciar el recorrido-construcción

por la casa, y finalizar en la laguna. Esta técnica contenida en el ejemplar

Nº31 de la biblioteca de trabajo venezolana (1983), se puede modificar de

tantas maneras como las necesidades lo exijan y el ingenio lo permita. Por

ejemplo, agregarle personajes de la vida real o ficticia como: Charles

Chaplin, Mafalda, Lionel Messi, Juan Bimba, u otros. También se puede

trabajar en un patio, calle o cancha deportiva dibujándolo en el piso y que los

niños y las niñas construyan sus cuentos sobre el dibujo, lo que les posibilita

vivenciar una dimensión maravillosa del juego: escribir con el cuerpo, con

palabras en movimiento gestual, agregándole objetos que estén en el

ambiente: una pelota, un trozo de palo, un caucho abandonado; hacerlo en

grupo, en tríos, o individualmente.

Luego practicamos un juego que se me ocurrió para trabajar las

profesiones y los oficios, y crear con ellos un aviso clasificado. Para sugerir

el tipo de creaciones que proponía (graciosas, ingeniosas, locuaces pero con

sentido) les recordé el personaje que fabricó la bicicleta de la gallina

Rosaura (del cuento “Rosaura en bicicleta”), el que apareció un día por el

pueblo donde vive la señora Amelia, cantando y gritando “Reparo relojes y

cajas de música, remiendo maracas y tinajeros, afilo machetes y cuchillos,

hago patines para los perros y anteojos para los gatos”. Les pregunté ¿Qué

oficio desempeña ese señor? Al principio respondieron simplemente

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103

“inventor”, “vendedor”, les dije, un señor que ofrece “cucharitas cantarinas,

calendarios lunares y mecedoras de chocolate”, no es un simple vendedor.

Entonces expresaron cosas como: Inventor de lo imposible, vendedor de

ilusiones, fabricante de locuras. Esas respuestas me hicieron entender que

habían comprendido el sentido del juego que estaba proponiendo. Busqué

una cajita de madera en la que tenía papelitos escritos con oficios y

profesiones, y saqué uno, me salió odontólogo. Les dije que teníamos que

ofrecer un servicio en sintonía poética con la profesión u oficio que nos

toque. Entonces escribí en la pizarra, odontólogo: arreglo dientes de peines

saca-piojos. Y así cada todos y todas fueron pasando, entre los servicios

ofrecidos salieron: actriz: reparo corazones rotos en el escenario de la vida,

escritora: escribo poemas en las paredes de los baños públicos, arquitecto:

diseño techos de cartón para el ratón, agricultor: cambio espinas de dolor

por raíces de ternura, fotógrafa: tomo fotos sin rollo.

De una forma sencilla y divertida el juego permitió desarrollar el

ingenio, la imaginación, la creatividad. Reflexionando sobre ese momento,

puedo afirmar que en el transcurrir de las sesiones varias participantes

fueron atreviéndose a expresarse con más libertad, lo que me hizo sentir un

deseo de prolongar el taller, en la convicción de estar aportándoles

elementos que contribuyen a animar su creatividad.

Finalizamos la jornada jugando “El puente”, una actividad que sirve

para generar sentimiento de corresponsabilidad e integración grupal, el valor

de la solidaridad, compromiso, compañerismo, el uso de la creatividad para

resolver problemas colectivos, así como para reflexionar sobre esos

aspectos. Señalándoles los límites entre un punto y otro punto de una línea

en el piso, les pedí que se colocaran sobre esa línea, pero sin salirse ni

sobrepasar los límites establecidos. Se trata de armar un puente humano

sobre un espacio en línea bien delimitado, de manera que obliga a los (as)

participantes a estar muy juntos, hombro con hombro, bien estrechos.

Después que todas y todos se habían parado sobre la reducida línea, les

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104

aclaré que aquellas personas que pisaran fuera de la línea (aunque fuera

con un solo pie) caerían a un río más contaminado que el Guaire, un río

turbulento donde corre el egoísmo, la envidia, el desamor, la hipocresía, los

antojos del imperio, y cuanta cosa mala hay en el mundo. ¿Qué sucede si

una persona cae al río? Ocurre que esa persona no cae sola, pues si cae

una, caen todas. Ahora debían organizarse por fecha de nacimiento (sin

tomar en cuenta el año, pero si día y mes), teniendo como referencia que

enero estaría en el extremo derecho y diciembre en el lado opuesto. Para

meterles un poquito de presión les dije que tenían tres minutos para

realizarlo. Frecuentemente, cuando hago este juego, les doy más tiempo del

asignado. La idea es animar al grupo para que cumpla el objetivo, cuestión

que se traduce en fortalecimiento de la identidad grupal, de la importancia

del esfuerzo colectivo para alcanzar logros afines.

Como ya habíamos excedido el tiempo para culminar la sesión, les

pedí que brevemente comentaran la actividad recién compartida y evaluaran

la sesión. En sus comentarios hubo coincidencia, tanto en reconocer el

provecho de “El puente” para trabajar la integración y la responsabilidad

individual en el alcance de metas grupales, como en la aprobación y

complacencia de/con las actividades compartidas en la sesión. Finalizamos

estableciendo nuevas (os) responsables para la merienda de la jornada final.

Entretiempo tres…

Tiempo de preparar la sesión final, cuestión que implicó revisar,

diseñar e imprimir los materiales necesarios para llevarla a cabo: el

compendio de juegos y estrategias grupales, las evaluaciones, los textos

para los juegos, la guía del facilitador (instrumento que se convirtió en una

valiosa herramienta metodológica para recoger información). Para esa

cuarta y última sesión del taller, también les había ofrecido como un

obsequio por su participación, un disco con música variada de mi colección.

Lo que implicó hacer una selección de 20 temas musicales entre las más de

8000 canciones que tengo en mi musicoteca, por supuesto no escuché todos

esos temas, pero si traté –infructuosamente- de escoger un repertorio que

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105

fuera más o menos sugerente de uno de mis territorios musicales más

queridos: la canción latinoamericana.

4ta sesión.

Mis expectativas en cuanto a la asistencia de los participantes para

esta última sesión, estaban influenciadas por la información de que para ese

mismo día habían convocado a la mayoría de los (as) estudiantes, al evento

sobre “la paz” que se realizaría en la UCAB. Iba preparado mentalmente

para una baja asistencia del ya pequeño grupo. A las 7 y 48 am del 29 de

mayo, apenas ingresé al “Jesús Obrero”, coincidí con la profesora Ana

Meléndez, quien luego de saludarme me informó que para esa mañana

Banesco les había llevado talleres de: Rol docente, redacción y ortografía y

varios más. La profesora en medio de su emoción por los aportes de

Banesco para la formación del estudiantado, me repreguntó si podía facilitar

el mismo taller entre los meses de junio y julio, porque había gustado mucho.

Antes ya me había comentado de la satisfacción que el grupo había

expresado con el taller, así que tomé el repetido comentario como reiteración

de las evaluaciones que en cada sesión hacíamos. Aunque no estaba

impaciente ni desesperanzado, empecé a subir las escaleras con más

optimismo.

A las 8 y 25 minutos, las (os) diez participantes -con las (os) que

hicimos la actividad ese día-, Miriam Cova y yo, ya estábamos conversando

sobre lo sucedido entresemana y propiciando el ambiente para entrarle a la

revisión de los cuentos sobre “El hombrecito de…”, pendientes desde la

sesión anterior. Tres de ellas los llevaron, antes de que los leyeran para

todas y todos, propuse al grupo que estuvieran atentos (as) a la estructura,

al lenguaje, a la secuencia, en fin, a los diferentes elementos de la obra que

luego comentaríamos.

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106

En el cuento de Diojana, apreciamos habilidad para describir con

frases cortas, y para ubicar con espontaneidad al lector dentro del ambiente.

A continuación un fragmento del inicio de “El hombrecito de agua” escrito por

ella:

“En un pueblo grande y bonito, donde había una laguna, habitaba un

hombrecito con su familia y compartían con él muchos pececitos. Las personas

de este pueblo vivían felices, pues gracias a la laguna regaban sus cultivos y

disfrutaban de una buena cosecha…”

En el trabajo de Elka reconocimos la

incorporación de la rima, como elemento que le da

un particular ritmo a la narración. Seguidamente un

fragmento de su cuento intitulado “El hombrecito

de amor”:

“…Este hombrecito fue creciendo, creciendo,

fuerte e invencible, que de todos los sentimientos era

el más comprensible. Era poderoso, constante e insistente, y luchaba duro

contra sus oponentes. Se alimentaba de alegría, paz y armonía, hasta que llegó

un día…”

En el cuento escrito por Josefa Emperatriz, distinguimos su tendencia

a usar un lenguaje poético, sencillo y rico en imágenes. Un lenguaje que

ayuda a “ver” la narración, aunque no tenga ilustraciones. Así inicia “El

hombrecito de agua” de Josefa Emperatriz:

“Erase una vez un hombrecito de agua que vivía muy feliz en el cielo. El

siempre aplacaba la sed de la tierra, siempre hacia florecer el extenso bosque,

renovaba con su agua la vida. Los pájaros cantaban al ver que venía, porque

ellos siempre creían en él…”

Al analizar los trabajos hechos por las compañeras, la idea primordial

era abordar con cierto detalle elementos de la narración, que al compartirlos

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107

con los niños y niñas pueden ser desarrollados con más pertenencia, en

tanto las (os) participantes los habían vivenciado en sus propios ejercicios

durante el taller. La rima, los diálogos, la ambientación, la caracterización de

los personajes, la estructuración del cuento siguiendo una secuencia lógica,

el lenguaje, todos esos elementos fueron brevemente analizados por el

colectivo. Insisto en que la intención no es que éstas (os) estudiantes se

conviertan en literatas (os), pero sí que se aproximen con amor y criterio al

trabajo literario con niños y niñas, y para ello es básico apropiarse de

algunas herramientas. Lamentablemente el tiempo del que disponíamos

para el taller era limitado, sin embargo; la intención era aportar métodos

lúdicos muy básicos para motivarlas (os) para que intentaran ejercer la

creatividad literaria, con la esperanza de que algún día incorporen a la

práctica educativa, parte de la visión pedagógica que coexiste en estos

ejercicios.

Luego pasamos a jugar una versión 2 de “El cartero”. Nuevamente les

dije que un mismo juego nos puede ofrecer muchas variantes, y que éstas

pueden aparecer en tanto pongamos la creatividad en función de resolver las

necesidades que se presenten. En esta ocasión, “El cartero 2” nos sirvió

para usarlo en una imaginaria clases de geografía, como método para

aprender las capitales, los estados o los países. Asigné a cada participante

un estado: Aragua, Portuguesa, Anzoátegui, Sucre, Guárico, Zulia, Mérida,

Yaracuy, Barinas y Monagas. En esta variante no todas (os) cambian de

puesto, solamente los estados mencionados, así que al decir, por ejemplo:

Traigo carta de Yaracuy para Guárico, los estados involucrados deben

intercambiar de puestos. Así sucesivamente, hasta que todos memorizan los

estados.

Hablamos sobre las diferentes formas que se puede hacer ese juego,

tanto con la temática que estábamos trabajando como con otras, y surgieron

varias ideas que pueden ser desarrolladas en una posible planificación

escolar.

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108

Seguidamente les conté-expliqué sobre la técnica “Actualicemos un

cuento”, que se utiliza precisamente para traer al presente un cuento clásico.

Hicimos una lista con algunos cuentos clásicos: El gato con botas, La

caperucita roja, Cenicienta, Blancanieves, La sirenita, Pulgarcito, La bella

durmiente (del bosque), La bella y la bestia, entre otros. Luego les pedí que

eligieran uno, seleccionaron “La caperucita roja”. Antes de hacer el ejercicio

de traerlo a la actualidad, les pedí que recordáramos el argumento de la obra

escogida. Después que rememoramos el ambiente, los personajes, el

conflicto y el desenlace del cuento, les pedí que colectivamente actualizaran

el cuento. La narración fue adaptada a una situación en Caracas, salieron

tres versiones bastante simpáticas, que por cuestión de tiempo no fueron

escritas, sino armadas en el aire entre todas y todos.

Para jugar a inventar palabras compuestas propuse compartir una de

las últimas actividades del taller. Primero hicimos una gran lista con palabras

compuestas, las pronunciamos, las detallamos, vimos que conocíamos

muchas, que la mayoría son de uso común, y que algunas tienen sonoridad

poética. Les comenté que los poetas algunas veces cuando están creando,

sienten que no tienen la palabra que les hace falta, para decir lo que quieren

decir. Revisan en su inmenso repertorio de palabras y no encuentran la que

necesitan, entonces deciden inventarla. Si, la poesía nos da esa licencia, la

libertad creativa para engendrar una palabra que ayude a expresar lo que

queremos. En este caso, presenté una forma para crear palabras

compuestas, a cada persona le entregué 2 palabras sueltas, y les indiqué

que podían combinarlas como quisieran, fusionarlas, pero siempre buscando

que tengan sentido poético. Les dije que si una, o ninguna de las palabras

que yo les daba no les servían, podían sustituirlas por las que quisieran.

De ese ejercicio salieron palabras compuestas como: abrazomar,

lunamiel, cantavela, velasanta, brisol, yerbicielo, tiempazul, cantagallo,

abrecaminos, nidomar, verdiluz, fuegolento, fuegocalmo, enzarzamor, entre

Page 109: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

varias otras. Les pregunté si se atrevían a escribir un poema utilizando

algunas de estas palabras, la respu

“El fuegolento de tus ojos

brillaba con el frenesí de tu amor

enzarzado en tu cabello

con el fuegocalmo de tu respirar”

Luego hicimos un descanso para compartir la merienda. Betzabeth y

Diojana llevaron par de

que Elka contribuyó

había tumbado de la mata de su casa, y Ángel destapó un jugo de

naranjas… Finalizada la dulce merienda colectiva, nos senta

nuevamente en el círculo para darle continuidad a la actividad de cierre.

Evaluación

Durante las cuatro sesiones del taller, en medio de cada juego o

técnica grupal, y al finalizar cada jornada, incorporábamos

Les pregunté si se atrevían a escribir un poema utilizando

algunas de estas palabras, la respuesta de Josefa Emperatriz fue esta:

“El fuegolento de tus ojos

brillaba con el frenesí de tu amor

enzarzado en tu cabello

con el fuegocalmo de tu respirar”

Luego hicimos un descanso para compartir la merienda. Betzabeth y

par de quesillos que fueron servidos en los vasos con los

que Elka contribuyó, Gisela aportó palmeritas, Emily sacó unos mangos que

había tumbado de la mata de su casa, y Ángel destapó un jugo de

Finalizada la dulce merienda colectiva, nos senta

nuevamente en el círculo para darle continuidad a la actividad de cierre.

Durante las cuatro sesiones del taller, en medio de cada juego o

técnica grupal, y al finalizar cada jornada, incorporábamos

109

Les pregunté si se atrevían a escribir un poema utilizando

esta de Josefa Emperatriz fue esta:

Luego hicimos un descanso para compartir la merienda. Betzabeth y

s que fueron servidos en los vasos con los

unos mangos que

había tumbado de la mata de su casa, y Ángel destapó un jugo de

Finalizada la dulce merienda colectiva, nos sentamos

nuevamente en el círculo para darle continuidad a la actividad de cierre.

Durante las cuatro sesiones del taller, en medio de cada juego o

técnica grupal, y al finalizar cada jornada, incorporábamos comentarios

Page 110: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

110

evaluativos, breves conversaciones en las que valorábamos diferentes

aspectos del taller: el espacio, los recursos técnicos, el sentido educativo y el

alcance que pueden llegar a tener los juegos, la forma de trabajo del

facilitador, los contenidos, la responsabilidad y producción grupal, entre otros

elementos del proceso educativo. Puedo aseverar que esa mirada evaluativa

estuvo presente en todo el proceso, sin embargo, en la planificación de la

jornada final consideré un espacio más amplio, con toda la intención de que

arrojara elementos colectivos e individuales para la evaluación del taller.

En ese momento les entregué el material de apoyo (compilado,

diseñado y reproducido por mis propios medios) y les pedí que lo ojearan,

y que lo hojearan también. Desde la etapa de planificación inicial del taller

tuve claro que debía elaborar ese material, y que tendría que reproducirlo

sin ayuda del IUJO. La misma carpeta que contenía el compendio de

juegos, guardaba el instrumento evaluativo del taller (ver anexos),

lógicamente también diseñado y reproducido con mis recursos. Tuvieron

entonces un rato exento de presiones para que lo llenaran. Para elaborar

el instrumento evaluativo me apoyé en un cuadro-mapa que la profesora

Rosanna Chacín construyó y me facilitó hace poco menos de tres años,

en ocasión de un taller que estaba facilitando para Fundacomunal. En

dicho mapa-cuadro se encuentran pautas para realizar un instrumento de

evaluación integral, centrado en aspectos vinculados a la matriz

curricular, que facilita recibir y registrar las opiniones y sugerencias de los

(as) participantes. A continuación coloco el mencionado cuadro:

Aspectos a evaluar Dimensiones Sub-dimensiones ¿Qué información requiero?

Currículo (Programación del taller)

Organización Horario seleccionado ¿Fue adecuado el día seleccionado?

Cantidad de tiempo ¿Resultó suficiente? Distribución de tipo de actividad tiempo

Cuáles actividades deberían ser ofrecidas en más o menos tiempo o en otra fase del día

Espacio físico ¿Cómodo? ¿Se corresponde con las exigencias del taller?

Contenidos Cantidad ¿Muchos? ¿Pocos?

Page 111: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

111

Pertenencia Se corresponde con las expectativas

Profundidad Ajustado a las características del grupo

Recursos

Material de apoyo ¿Resulta orientador y promueve el aprendizaje continuo (después del taller)

Recursos para el aprendizaje durante el taller

¿Fueron adecuados, ajustados al contenido?

Mediación pedagógica

Actitud y habilidad pedagógica del mediador

Empatía Favorece la comunicación Genera un clima de confianza Se comunica oportuna y adecuadamente

Respeto Respeta las necesidades, intereses de las (os) participantes brindando un equilibrio entre estas y la programación del taller

Afectuosidad Estableció relaciones afectuosas con el grupo Generó un clima de afecto con el grupo

Flexibilidad Se mostró abierto a incorporar cambios o ajustes necesarios en la programación

Dominio de los contenidos

Evidencia ello

Planificación ¿Se aprecia una planificación del facilitador? Cada sesión con inicio, desarrollo y cierre. En cada nueva sesión se retoman los aprendizajes anteriores.

Uso de nuevas tecnologías para apoyo del aprendizaje

Uso de video beam, equipo de sonido y otros.

Centrado en el aprendizaje

Metodología basada en actividades de discusión, construcción, vivencias, dinámicas

Actividades centradas en la creatividad,

Page 112: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

112

construcción de ideas, propuestas, etc. Contenidos abordados con mínima exposición magistral.

Abordaje holístico (conocer-hacer-ser)

Se abordaron todas las dimensiones de cada aprendizaje

Clima de aprendizaje en y para la convivencia

Énfasis en las relaciones interpersonales para la construcción colectiva.

Actividades basadas en el aprendizaje colaborativo.

Manejo afectivo y afectuoso de las relaciones interpersonales en el aprendizaje.

Abordaje colectivo de la resolución de conflictos

Evaluación Evaluación del aprendizaje

Evaluación democrática (todos participan)

Técnica de retroalimentación formativa, continua, asertiva.

Evaluación del taller Discusión y encuesta Evaluación del facilitador

Técnica de retroalimentación formativa, continua, asertiva propiciada por el facilitador y espontánea

Al final del trabajo anexo un instrumento completo, ahora me permito

incorporar fragmentos, o sumatorias de sus respuestas que dan una idea de

la evaluación del taller. Creo necesario recordar que la jornada final se hizo

con 10 participantes, las evaluaciones 11 y 12 las hicieron Mayderlin Rivas y

Mariagny Araujo en sus casas y me la enviaron por internet.

Parte I. Con relación a la organización del taller

Marca con una X en la columna correspondiente, la opción que completa cada enunciado, según sea tu

opinión: Aspecto a evaluar

Exagerado Adecuado Inadecuado

Page 113: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

113

1- El horario seleccionado para realizar el taller me pareció…

12

2- La asignación del tiempo para cada contenido fue… 12 3- El salón dónde se desarrolló el taller me pareció… 7 5 4- La cantidad de contenidos abordados durante el taller, me pareció…

12

5- La profundidad que se le dio a los contenidos, me pareció…

12

6- Con relación a mis expectativas para este taller, los contenidos me parecieron…

12

7- El material de apoyo que me entregaron, me pareció… 12

8- El uso de los equipos tecnológicos de apoyo al facilitador (reproductor de música, grabaciones, pizarra, marcadores etc.) me pareció…

9 3

Las observaciones al salón tienen que ver con que generalmente

estaba sucio. Tres personas colocaron “Inadecuado” en la opción 8 debido a

que solamente el primer día nos prestaron el reproductor de discos

compactos, borrador y marcadores acrílicos. Para las sesiones 3 y 4 llevé

marcadores y borrador.

9-¿Consideras que alguno o algunos de los juegos requieren ser ajustados en cuanto

al tiempo que se le dedica o a la profundidad que se le dio? En caso de ser positiva

tu respuesta, explica a continuación

Todas y todos (excepto Gisela) coincidieron en que el tiempo que se

le dio a cada juego o actividad fue adecuado. A continuación coloco cuatro

respuestas, entre ellas la de Gisela.

“Me pareció que todas las actividades estuvieron muy buenas y observé

que se le dedicaban buen tiempo; yo propondría más tiempo pero para realizar

más actividades.” (Sandra).

“Hubo un desarrollo muy positivo en los juegos, quizás se deba largar el

tiempo en algunos de actividad motriz. Todo fino profe”. (Elka)

“Yo pienso que el profesor utilizó muy bien el tiempo dado a cada

ejercicio, estuvo muy bien planificado.” (Josefa Emperatriz).

“Si se requiere mayor tiempo para desarrollarlo mejor, para así tener

mayor profundidad en los juegos”. (Gisela)

Page 114: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

114

10- ¿Cuál o cuáles de las técnicas o juegos te resultaron más interesantes? ¿Por

qué?

Las respuestas fueron tan variadas que no es posible expresar a

partir de una operación matemática las coincidencias entre ellas. En todo

caso concuerdan en que les gustaron todos los juegos y técnicas.

Algunas (os) lo expresaron de forma genérica, otras (os) también

identificaron algunas técnicas o juegos. A continuación coloco cuatro

respuestas.

“El “auto-lavado” porque se le demuestra a los compañeros sentimientos

que a veces nos resulta difícil demostrar y es muy bueno porque nos hace sentir

bien. “El mundo”, ya que podemos irle integrando más variables y aprender

mucho más, y “El Credo” fue muy impactante esa actividad ya que lo

construimos y fue algo muy enriquecedor. ¡Buenísimo!” (Yeterli)

“Es difícil la decisión, pues todas las técnicas de juego me gustaron

mucho, sin embargo la que más me llamo la atención fue, la que se utilizó el

primer día después de realizar una lectura se elaboró un juego de memoria para

ver si estábamos pendientes de la lectura, muy bueno.” (Mayderlin)

“Las técnicas de realizar versos o poemas porque me parece que es una

técnica que ayuda a desarrollar la imaginación; y también me gustó mucho la de

los cuentos.” (Sandra).

“Me gustó la de los recuerdos, porque agiliza la mente y desarrolla la

memoria, la de crear una oración con 2 palabras, porque hace usar la imaginación, ME ENCANTÓ la del puente, fue súper divertida y más cuando trabajamos en equipo para no dejar que alguien “cayera”, y los cuentos me gustaron muchísimo también, ah y el del cadáver delicioso. Creo que todas fueron interesantes.” (Mariagny)

11- ¿Existe algún o algunos contenidos que consideras deben ser incorporados o

desincorporados de este taller? Indícalos de ser positiva tu respuesta en

cualquiera de los casos.

Page 115: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

115

En las respuestas a esta pregunta también hubo mucha coincidencia.

Igual transcribo tres de ellas en las que se perciben ligeros matices de

divergencia.

“No, según mi criterio este taller estuvo muy productivo, además de que

no le faltó ni le sobró.” (Erick)

“Desincorporar ninguno, si se colocan más contenidos al taller y si fuera

de más horas, sería perfecto.” (Gisela)

“Todos los contenidos me parecieron fabulosos y muy chéveres”. (Ángel)

Parte II. Con relación al facilitador y la metodología de trabajo

12- Expresa tu opinión con respecto a las actitudes y habilidades del facilitador,

en cuanto a su manejo del taller: dominio de contenidos, relaciones de

comunicación con los participantes, creatividad, respeto a la diversidad de

opiniones e ideas, actividades desarrolladas y cualquier otra cosa que desees

mencionar.

Cuatro respuestas:

“Como mencioné anteriormente, todo me pareció excelente, que aparte

de la muy buena planificación del taller, encuentro que lo más importante fue la

capacidad humana del profesor, su receptividad, su comprensión y amor unido

a una experiencia muy significativa, es lo que le da al curso un aire muy especial.

Pienso que el grupo se integró, nos relacionamos de una manera participativa y

espontánea con el toque de creatividad necesarios para llevar a buen término

este aprendizaje.” (Josefa Emperatriz)

“Las actitudes y habilidades de Luis Alberto de verdad que son muchas,

me pareció una persona esplendida, con mucha creatividad y domina

perfectamente los temas dados, de verdad a mí personalmente me llegó toda la

información dada. Mi tiempo en este taller siento que estuvo muy bien

invertido; me gustó su forma de trabajar, el trato que tuvo para con todos los

participantes”. (Sandra)

“Las habilidades del facilitador me parecen excelentes, muy creativo,

respetuoso con las diversidades de pensamientos, motivador, domina los

contenidos, dinámico, humilde. ¡Muy bueno! Debe continuarse.” (Enoes)

Page 116: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

116

“Su manera de vestir, muy desajustada a la sociedad urbana, je, je, je…

mentira, me gustó mucho su sencillez y humildad, en el dominio del

contenido lo noté seguro, responsable, preparado para las actividades. En la

comunicación me parece que usted es muy poético, por ser así mantiene un

carácter dócil, yo usted seria más estricto, lo que me transmitió fue una

esencia fresca. Con respecto a la creatividad, me dejó asombrada como con

recursos tan básicos nos enseñaba tanto, también me llamó mucho la

atención como se saca un cuento con dibujos distintos creados de diferentes

personas”. (Mayderlin)

13- ¿Te sentiste a gusto y disfrutaste de las actividades planificadas por el

facilitador?

SÍ 12 NO_____

¿Cuál te gustó más? ¿Por qué?

“Los cuentos, por las ilustraciones y su contenido, pero en realidad todas

fueron agradables” (Diojana)

¿Cuál te gustó menos?

“Ninguno ¿Todos fueron increíbles!” (Emily)

14- Utilizando la escala del 1 al 5, escribe en la segunda columna la nota que le

asignarías a cada uno de los siguientes aspectos del taller:

Aspecto a calificar Calificación que tú le asignas

- Contenidos abordados en este taller. Todas y todos 5 : 60

- Actividades desarrolladas durante el taller. 10 participantes 5, 2: 4. Total: 58

- Material de apoyo 9 participantes 5, 2: 4. Total: 58

- Estilo pedagógico del facilitador Todas y todos 5 : 60

-Tus aprendizajes logrados durante este taller Todas y todos 5 : 60

Page 117: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

117

15- Si deseas hacer algún comentario, proponer alguna sugerencia o

simplemente quieres plantear algo respecto a esta experiencia de aprendizaje,

puedes utilizar estas líneas:

“Todo el taller me pareció interesante, de verdad le doy las gracias por

haber compartido todos sus conocimientos con nosotros, que le aseguro nos

servirán de estrategias para ser unos docentes de calidad y enseñarles a los

niños de una manera más divertida los contenidos que se requieran, y así

ellos obtengan un mayor y eficaz aprendizaje.

Gracias también a la señora Miriam por estar aquí, disponer de tiempo

y acompañarnos estos cuatro sábados.” (Yeterly)

“Me gustó mucho el taller, no sabía que con la lúdica se pudieran

lograr tantas cosas, que tan sólo con leer un cuento se pueden hacer varias

actividades, donde se aprende y se ve el interés que se tuvo al momento de la

lectura. ¡Gracias! Fue dinámica la experiencia.” (Diojana)

“De verdad, gracias por brindarme la oportunidad de poder aprender

nuevas actividades, gracias por incentivarme a compartir con el grupo en

general y a ganarme nuevas amistades; posteriormente, agradezco su

paciencia y las buenas intenciones al enseñar, no obstante, también

agradezco a la señora Miriam por compartir con nosotros esa alegría que

contagia y expulsa de sus expresiones. Muchas Gracias. ” (Erick)

“Me pareció algo dinámico, novedoso, creativo, es una nueva manera

de concebir una enseñanza-aprendizaje afectiva efectivo, tanto para niños,

jóvenes y adultos. En verdad estuvo muy bien.

Lo felicito profesor, es usted una excelente persona, personas como

usted son las que necesita el mundo. Mucho reconocimiento a su hermosa

labor, traer alegría a la vida y comprensión, Dios lo bendiga con todas las

cosas buenas y bellas que ella le puede dar…” (Josefa Emperatriz)

El instrumento culmina con un espacio para la colocación de los datos

de los (as) participantes, y un breve agradecimiento del facilitador.

Page 118: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

118

Momento de la evaluación escrita

Continuamos el ejercicio evaluativo proponiendo la conformación de

tres subgrupos, el primero trató de responder las preguntas generadoras

¿Qué es la creatividad? ¿Se puede ejercitar la creatividad? ¿Es importante

estimular la creatividad en los niños y niñas? El segundo subgrupo trabajó

con las preguntas generadoras ¿Qué entienden por expresión literaria

infantil? ¿Por qué es importante estimular la expresión literaria en los niños y

niñas? El subgrupo número tres trató de responder ¿Por qué es importante

estimular la animación a la lectura? ¿De qué manera se puede ejercitar la

animación a la lectura con los niños y las niñas?

Luego del trabajo en subgrupos hicieron sus respectivas exposiciones

en la plenaria, lamentablemente la profundidad teórica que se le dio a los

temas –así como el tiempo disponible para ello- no fue suficiente como para

abrir una discusión que favoreciera un mayor acercamiento a los temas

tratados. El acento estuvo puesto en los juegos y técnicas grupales, en que

los aprendieran y razonaran. En ese sentido sus reflexiones evidenciaron un

acercamiento que se correspondía con las limitaciones expresadas. Antes

del ejercicio les había comentado que todas las actividades que habíamos

hecho tenían una fundamentación teórica, que no se sustentaban en la

improvisación sino en ideas concretas que guardan relación con un enfoque

Page 119: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

119

pedagógico. Les dije que parte del ejercicio que hago al sistematizar la

experiencia que compartíamos, se trata precisamente de explicitar parte del

volumen teórico que está implícito en nuestras prácticas. Entonces, aunque

el taller no nos dé para abordar profusamente algunos aspectos teóricos, lo

importante es que entendamos la esencia de cada categoría trabajada, y

que además; ellas (os) tenían (tienen) la responsabilidad de profundizar en

la investigación sobre la lúdica, pues no se trata de aplicar juegos a diestra y

siniestra, sino saber el por qué, para qué se hace y cuándo se puede hacer.

Aunque parecía obvia la respuesta y de alguna manera ya lo habían

dicho en el instrumento evaluativo, igual les hice las preguntas ¿Creen

necesario incorporar actividades lúdicas en los procesos de aprendizaje con

niños y niñas? A continuación dos respuestas:

“Si es necesario, sería mejor el proceso de enseñanza-aprendizaje,

ayudaría como herramienta pedagógica. Incorporaría a muchos que se aíslan y

daría mejor resultado para la relación entre compañeros (alumnos) y docentes”

(Elka)

“Los docentes de hoy en día deberíamos de enseñar todas las

actividades de manera lúdica, considero que los niños aprenderían mucho

mejor. El docente debe ser imaginativo, inventivo, creativo, debe manejar la

mente de los niños colocarse en sus zapatos. La mayor parte del día el niño

juega, y al encontrarse con una rutina de 5 horas para aprender y todo es

estricto se hace fastidioso si no le damos un toque mágico. Con un toque de

diversión aprendemos mucho mejor. (Mayderlin)

La otra pregunta fue ¿Qué te llevas, y qué dejas en el taller?

“Mucho conocimiento, afecto, estrategias, solidaridad, compañerismo y

confianza, todo eso me llevo del taller. Dejo la flojera, inseguridad y apatía”

(Ángel)

“Me llevo un conjunto de herramientas, que si las utilizo con mucho amor

me van a permitir desarrollar mi clase de una forma dinámica e interactiva,

Page 120: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

pienso que dejo abierto un canal para nuevas aperturas, nuevos conocimientos,

y por qué no, nuevas amistades.”

Con esa actividad

de agradecerles por haber participado, insistí en la necesidad de que

continúen investigando sobre la lúdica como herramienta fundamental para

compartir procesos educativos con niños y niña

les entregué a cada una (o) el disco que había grabado.

quesillo, nos abrazamos, y quedamos pendientes de intercambiar

información por internet.

Con las limitaciones

hicimos una evaluación

punitiva, y un tanto tamizada por la creatividad.

refiriendo a

“…la evaluación desde el punto de vista educativo como al proceso integral, sistemátcambios que ocurren a nivel de los sujetos o del medio donde ellos se desenvuelven, la eficacia de las técnicas empleadas, la capacidad científica y pedagógica del educador, la calidad del plan de estudios

pienso que dejo abierto un canal para nuevas aperturas, nuevos conocimientos,

y por qué no, nuevas amistades.” ” (Josefa Emperatriz)

sa actividad concluimos el taller. En las palabras finales, aparte

de agradecerles por haber participado, insistí en la necesidad de que

continúen investigando sobre la lúdica como herramienta fundamental para

compartir procesos educativos con niños y niñas. Como presente del taller

les entregué a cada una (o) el disco que había grabado. Cominos el segundo

, nos abrazamos, y quedamos pendientes de intercambiar

información por internet.

Parte del grupo en la sesión final

Con las limitaciones propias de un taller relativamente corto

hicimos una evaluación que buscó ser constante, holística, participativa, no

punitiva, y un tanto tamizada por la creatividad. Por supuesto, me estoy

“…la evaluación desde el punto de vista educativo como al proceso integral, sistemático, gradual y continuo que valora o aprecia los cambios que ocurren a nivel de los sujetos o del medio donde ellos se desenvuelven, la eficacia de las técnicas empleadas, la capacidad científica y pedagógica del educador, la calidad del plan de estudios

120

pienso que dejo abierto un canal para nuevas aperturas, nuevos conocimientos,

concluimos el taller. En las palabras finales, aparte

de agradecerles por haber participado, insistí en la necesidad de que

continúen investigando sobre la lúdica como herramienta fundamental para

Como presente del taller

Cominos el segundo

, nos abrazamos, y quedamos pendientes de intercambiar

propias de un taller relativamente corto, creo que

holística, participativa, no

Por supuesto, me estoy

“…la evaluación desde el punto de vista educativo como al proceso ico, gradual y continuo que valora o aprecia los

cambios que ocurren a nivel de los sujetos o del medio donde ellos se desenvuelven, la eficacia de las técnicas empleadas, la capacidad científica y pedagógica del educador, la calidad del plan de estudios

Page 121: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

121

o programa y todo cuanto converge en la realización del hecho educativo” (Maya: 1996: 156)

Si observamos detalladamente la definición de evaluación que Maya

aporta, nos damos cuenta que es adaptable al taller educativo. El mismo

autor nos dice que

“Si algunas diferencias se dieran con la evaluación de cualquier otro hecho educativo ellas estarían en la dimensión de algunos factores a evaluar o en las técnicas mismas que pueden utilizarse” (Maya: 1996: 156)

La evaluación, en cualquier experiencia educativa, refiere los distintos

momentos en que analizamos sobre el proceso de organización, y la

evolución en cuanto a la producción que se espera de las (os) participantes

(incluyendo en este grupo a los (as) facilitadores). La evaluación permite

visualizar los aciertos, las dificultades, los equívocos que puedan estar

surgiendo en el trabajo compartido y nos ofrece ideas para procurar

soluciones, que pueden ser inmediatas o para futuras ocasiones.

Hasta aquí este recorrido por el mundo del “Ingenio del genio” y “El

hombrecito de agua”, por los versos con que la cantavela enamora la

lunamiel, de la alegría creadora y lúdica para favorecer procesos de

aprendizaje con niños, niñas, y jóvenes…

Page 122: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

122

A MANERA DE CONCLUSIONES:

El proceso de diseñar, facilitar, participar de la evaluación y

paralelamente sistematizar el taller “Herramientas para la Expresión Lúdica”,

compartido en el Instituto Universitario “Jesús Obrero”, permitió que

evidenciara las fortalezas que tengo en esas áreas, así como minimizar las

debilidades observadas en el avance de las diferentes etapas. El diseño de

talleres educativos y la evaluación, como dos de las principales áreas de

conocimiento del presente Informe, intenté desarrollarlas holísticamente al

incorporar elementos teóricos- prácticos y actitudinales en el abordaje de las

mismas. La facilitación aparte de ser planteada en la descripción de los

hechos, fue tocada desde la mediación pedagógica.

Como queda reflejado en el trabajo, la experiencia sirvió para

reflexionar sobre la importancia de usar estrategias lúdicas en los procesos

educativos con niños, niñas y jóvenes y, sobre todo; para que las (os)

participantes se apropiaran de un conjunto de técnicas grupales y juegos

que, en algunos casos, ya están usando –según ellas mismas- con

favorables resultados. En ese sentido, el esfuerzo compartido favoreció que

reconociera, fortaleciera y me aproximara a una variedad de conocimientos

teórico-metodológicos, que tienen incidencia en lo actitudinal, dichos

conocimientos están relacionados con la creatividad, la expresividad literaria

y la animación a la lectura.

La lúdica, como dimensión fundamental para el desarrollo humano,

sirve para que busquemos maneras de expresar emociones, sueños, y

sentimientos, a través de variadas vías. En el presente trabajo la Expresión

Lúdica fue abordada desde las posibilidades que ofrece para manifestarnos

a través de la palabra escrita, en la titulación y elaboración de cuentos, en el

juego poético de creación de versos, o de invención de palabras, tanto de

manera individual como colectivamente. Asimismo experimentamos a

imaginar la adaptación de varios juegos, a diferentes temáticas de interés

Page 123: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

123

educativo, valorando en la misma práctica la utilidad pedagógica de los

mismos. Según manifestaron las (os) participantes en los momentos de

evaluación contemplados en el transcurso del taller –opinión que

lógicamente suscribo-, la Expresión Lúdica es una herramienta fundamental

para propiciar encuentros educativos integradores e integrales, dinámicos,

participativos y alegres.

Reconstruir esta experiencia, paralelamente a su puesta en práctica,

posibilitó que visualizara desde otro ángulo la sistematización, lo que a su

vez hace que siga afianzando la comprensión de la sistematización como

componente valioso en mi proceso de formación, cuestión que influye de

manera positiva en mi actitud para asumirla.

En el presente trabajo también hice palpable mi habilidad y

disposición para crear métodos pedagógicos, además de poseer cierta

desenvoltura para compartirlos en los encuentros de inter-aprendizaje.

Igualmente he dado muestras de tener destrezas para la redacción y para la

presentación de trabajos escritos, atendiendo el enlace entre sus partes, y

sugiriendo un valor estético.

Con las reflexiones que han emergido a partir de la sistematización

de esta experiencia, no intento imponer puntos de vista, ni extrapolar

conclusiones al universo de experiencias que se producen en nuestro país

en torno a la Expresión Lúdica, ni a ninguna de las temáticas aquí

trabajadas. Este esfuerzo significa un humilde aporte para futuras

investigaciones sobre esta (s) materia (s).

Page 124: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

124

Me voy cantándole a mi hermano Carlos Mendoza, este tema de

Rubén Blades:

¡Parao! Hay quien ve la luz al final de su túnel y construye un nuevo túnel, pa´ no ver, y se queda entre lo oscuro y se consume, lamentando lo que nunca llegó a ser. Yo no fui el mejor ejemplo y te lo admito, fácil es juzgar la noche al otro día; pero fui sincero y eso sí lo grito, ¡Que yo nunca he hipotecado al alma mía! Si yo he vivido parao, ay que me entierren parao; ¡Si pagué el precio que paga el que no vive arrodillao! La vida me ha restregao, pero jamás me ha planchao. ¡En la buena y en la mala, voy con los dientes pelaos! Sonriendo y de pie ¡siempre parao! Las desgracias hacen fuerte al sentimiento si asimila cada golpe que ha aguantao. La memoria se convierte en un sustento, celebrando cada río que se ha cruzao. Me pregunto ¿Cómo puede creerse vivo, el que existe pa´ culpar a los demás? Que se calle y que se salga del camino, ¡Y que deje al resto del mundo caminar! A mí me entierran parao ¡ay que me entierren parao! Ahí te dejo mi sonrisa y todo lo que me han quitao. Lo que perdí no he llorao, si yo he vivido sobrao, dando gracias por las cosas que en la ruta me he encontrao. Sumo y resto en carne propia, de mi conciencia abrazao. ¡Parao! aunque me haya equivocao, Aunque me hayan señalao ¡Parao! en agua de luna mojao, disfrutando la memoria de los ríos que he cruzao, aunque casi me haya ahogao, ¡sigo parao! ¡Parao!...

Page 125: Sistematización del taller La lúdica en los procesos de aprendizaje

125

Bibliografía: Obras consultadas:

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.- Lardone, L y María Andruetto (2003). La Construcción del Taller de

Escritura. Rosario. Argentina. Homo Sapiens Ediciones.

.- Martín A y Ramírez C, Martínez A, Gómez V, Arribas L (s/a). Actividades

Lúdicas. Madrid. Editorial Popular.

.- Neves, L. (1997). Lecturas y Relecturas de Literatura Infantil.

Venezuela. Editora Isabel De los Ríos.

.- Rodari, G. (s/a). La Escuela de la Fantasía. Madrid. Editorial Popular.

Obras citadas:

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Poética. Consejo Nacional de la Cultura. Venezuela.

.- Gutiérrez F y Daniel Prieto (1994). La Mediación Pedagógica Para la

Educación Popular. San José, Costa Rica. Colección RNTC.

.- Jara, O. (1994). Para Sistematizar Experiencias. Costa Rica. Alforja.

.- López, A. (1998). Estética de la creatividad: juego, arte, literatura.

Madrid. Ediciones RIALP, S.A.

.- Maya, A. (1996). El Taller Educativo. Bogotá, D.C. Colombia. Cooperativa

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.- es.wikipedia.org/wiki/Cadáver_exquisito

Créditos

Fotografías:

Miriam Cova Herrera

Luis Alberto Ochoa

Ilustraciones:

Diego Elías Ochoa

Felipe García

(Imágenes tomadas de internet)