SENPLADES Socialismo y Sumak Kawsay

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    El presente l bro recoge las ponenc as ms representat vas delForo Internacional Los nuevos retos de Amrica Latina: socialismo y sumak kawsay . La organ zac n del Foro estuvo a cargo de la Se-cretara Nac onal de Plan cac n y Desarrollo (SENPLADES),del Inst tuto de Altos Estud os Nac onales (IAEN) y del M n ste-r o Coord nador de la Polt ca (MCP). Los cr ter os vert dos en la obra son de responsab l dad de sus autores, y no necesar amente

    re ejan la op n n de estas nst tuc ones. Los conten dos del l brose pueden c tar y reproduc r, s empre que sea s n nes de lucro, y con la cond c n de reconocer los crd tos correspond entes re -r endo la uente b bl ogr ca.

    SENPLADES, 2010

    De esta ed c n:

    Secretara Nac onal de Plan cac n y Desarrollo, SENPLADES Av. Juan Len Mera No. 130 y Patr a Qu to, Ecuadorel: (593) 2 3978900Fa : (593) 2 2563332www.senplades.gov.ec

    IMPRESO EN QUI O / PRIN ED IN QUI O

    ISBN: 978-9978-92-861-5

    Deps to legal: 33570

    D agramac n: ROMSE GROUP.Impres n: DIGI AL CEN ER.

    SENPLADES

    LOS NUEVOS RETOS DE AMRICA

    LATINA: SOCIALISMO Y SUMAK

    KAWSAY / SENPLADES 1 ed. Quito, 2010

    200 p.; 24 x 17 cm (Coleccin Memorias, No. 1)

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    El ampl o respaldo c udadano al mov m en-to const tuyente que desemboca en la nueva Const tuc n de 2008 re eja un hecho n-soslayable: la neces dad de re undar el pas,de camb ar nuestras reglas de conv venc a,de acordar un nuevo pacto soc al entre losecuator anos y rede n r sus relac ones con elresto de hab tantes del mundo. Lo que est en juego con el camb o const tuc onal no esla mera var ac n de trm nos, s no la volun-tad general de trans ormar nuestra comun -dad polt ca en d erentes mb tos y escalas:qu cons deramos como b en comn, de qumanera queremos conv v r, cules han de serlos valores compart dos que or enten nuestra

    v da soc al.Por ello, el debate no se puede reduc r a la

    mera cuest n de estar a avor o en contra .Este t po de planteam ento es tendenc oso,porque elude la cuest n pr nc pal, el proble-ma polt co de ondo: cmo es la soc edad a la que asp ramos? Se trata de una soc edadcapaz de actuar como un poder polt co or-gan zado, justo pero r guroso rente a la e ac-

    c n neol beral, o se trata de una soc edadres gnada a ser una p eza ms en el engranajede la e plotac n mund al? Una soc edadque ortalezca los mb tos de part c pac n y dec s n, o una soc edad que, por el contra-r o, renunc e a los pr nc p os de la democra-c a? Una soc edad de c udadanos sol dar osy v nculados por objet vos comunes, o una soc edad de nd v duos a slados y en renta-dos por consegu r sus ntereses part culares?

    La nueva Const tuc n no es, por tanto,un documento acabado, s no un proceso quecont na, mpulsado por las demandas c u-dadanas de superar el parad gma neol beral,que en la actual dad se encuentra e tenua-do por su ampl o racaso soc al. Ahora, quecelebramos el tercer an versar o de la Revo-luc n C udadana, es momento adecuadopara renovar esta crt ca: porque el modeloproduct v sta y e tract v sta, asum do para bene c o del cap tal, ha puesto en r esgola superv venc a de la soc edad al acentuarla des gualdad y vulnerar nuestro entornonatural. Con este objet vo de renovac ncrt ca se real z, entre el 18-19 de enero de

    este ao, un encuentro para debat r sobreLos nuevos retos de Amrica Latina: socialismo y sumak kawsay .

    Durante este encuentro, los part dar os deuna nueva zqu erda, proven entes de todoel mundo, d scut mos sobre los r esgos a quenos en renta la e plotac n cap tal sta, y la neces dad de superarlos med ante el com-prom so const tuc onal delsumak kawsay ,

    el Buen V v r , como nuevo parad gma de desarrollo para Amr ca Lat na. DesdeEcuador, puedo re er r este camb o para-d gmt co a nuestro Plan Nac onal para elBuen V v r 2009-2013, mapa de ruta queor enta la polt ca pbl ca re v nd cando la gualdad como pr nc p o de just c a: para la real zac n plena de todos los c udadanosen una soc edad sol dar a, que mantenga su

    Socialismo y sumak kawsay

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    El Foro se da en un conte to marcado porlos tr un os electorales de Evo Morales enBol v a y de Muj ca en Uruguay. A esterespecto, mucho se ha debat do sobre el s g-n cado pol sm co de las zqu erdas. Como

    lo seal en su momento, en lo personalme dent co con ese plural: las zqu erdaslat noamer canas. Algo s m lar sucede conel soc al smo: el uso del s ngular provoca la sensac n de que se trata de un sent dounvoco y constante en la h stor a polt ca de la reg n. Han e st dosocialismos en Amr ca Lat na. De n rlos as mpl ca reconocer la plural dad h str ca que, desdesu n c o, caracter z a Amr ca Lat na.

    Re er rse a los soc al smos, en plural, es unllamado e plc to para sealar un punto depart da nclus vo, en que superando una v eja ortodo a, nos ub quemos en el conte to deun debate comprens vo, en el cual no e stenverdades unvocas, n estrateg as n cas.Cmo reconocerse parte de una trad c nntelectual y polt ca heterognea, d versa,

    plural y contrad ctor a? Cmo englobar,como parte de las zqu erdas lat noamer ca-nas, ese entramado de re e ones y acc onesque t enen h tos tan sorprendentes como Juan B. Justo, pr mer traductor al castellanodel pr mer tomo deEl capital , y Mar tegu ,esa mente lc da que plante una ser e deproblemas undamentales para el mar smolat noamer cano y para la construcc n h s-tr ca de una modern dad no l beral? Entre

    estos h tos es pos ble ntu r la cartogra a deuna h stor a de las deas pro usa en nombres,tes s, pos c ones. Un un verso ab garrado ,para usar una palabra a la que recurra RenZavaleta Mercado, el mar sta bol v ano,

    para descr b r la Revoluc n Bol v ana del52 y sus e ectos.

    Esta es una de las caras, no de la moneda,s no de una gura de mlt ples acetas delos soc al smos lat noamer canos. La otra esla de las n c at vas organ zat vas y polt cas,por c erto, muy v nculada con lo ya d cho:cmo no tener presente la part cular ncom-prens n de las espec c dades de la reg n

    por parte de la III Internac onal, o las d -cultades de al anza entre d versos sectores delas zqu erdas con los rentes populares, conel llamado popul smo, entre otros, y que seev denc en polm cas como la que se d oentre Ral Haya de la orre, undador del APRA, con Jos Carlos Mar tegu . Otrosh tos de una h stor a compart da, s n que sea necesar amente una h stor a comn, ueronestablec dos por la va de los hechos: la Re-voluc n Cubana, la derrota de los mov -m entos nsurrecc onales de los ms d versoss gnos: guevar stas, trotsk stas, maostas, etc.Desde Bras l a Colomb a; desde Argent na a Venezuela; de Bol v a, con la nmolac ndel Che, a Guatemala. La trg ca derrota delas zqu erdas ch lenas en el 73. De la larga lucha en El Salvador al tr un o sand n sta.

    Los socialismos de Amrica Latina

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    Generac ones de hombres y mujeres lat -noamer canos de todas las edades, que mu-r eron por un uturo que result esqu vo. Shoy tenemos la oportun dad de reun rnos y d alogar sobre la relac n entre soc al smo y Buen V v r es deb do a esas luchas y a esesacr c o. Cmo no pensar en aquel jovenpoeta peruano ncorporado a la guerr lla delMIR, Jav er Heraud, muerto a los 21 aosen Madre de D os, en la selva peruana, qu enresuma en un poema el sacr c o de toda una generac n:

    El da llegar,y en los mares nmensosno ver mas m s campos rt les,no ver mas m s rboles verdes,m v ento cercano,m c elo claro,m lago oscuro,m solm s nubes,n ver nada,nada,n camente el

    c elo azulnmensoy todo se d solver enuna llanura de agua

    M remos al pasado de las zqu erdas lat -noamer canas, aprendamos de sus errores,nutrmonos de aquella entrega apas onada y generosa. En este sent do, el Foro sobre

    Los nuevos retos de Amrica Latina: socialis-mo y sumak kawsay es una respuesta a dost pos de razonam ento. Por una parte, contra el tr llado d scurso sobre el neopopul smo,que al recurr r al neolog smo lo que hacees renunc ar de part da a comprender lonuevo, lo que nace a veces recurr endo a lasormas complejas y camb antes de las e pre-s ones soc ales en Amr ca Lat na. Por otra parte, a avor del r co concepto del sumak kawsay que se opone a la v s n apocalpt ca que va de la mano con las propuestas auto-r tar as e rrac onales como las que ya ope-raron a med ados del s glo XX como sal da de la cr s s. En sntes s, la re e n sobre el

    sumak kawsay no solo es relevante para losdebates reg onales, s no tamb n y esenc al-mente, para la d scus n a n vel global. Perotampoco se trata de un determ n smo. oda cr s s t ene mlt ples sal das. Depender dela madurez de las zqu erdas, de la acertada evaluac n de la s tuac n, que la sal da de la cr s s mpl que una superac n h str ca delcap tal smo, que asuma los grandes avancesen mater a de derechos c udadanos. Depen-der tamb n de sobreponerse a las v s oneslocales y pensar en alternat vas reg onales y mund ales. Este es un reto enorme.

    Carlos Arcos Cabrera Rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales

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    La sociedad del Buen Vivir

    La construcc n de otra orma de soc e-dad, la del Buen V v r de todas y todos losc udadanos, est en el centro del debate enEcuador, Amr ca Lat na y el mundo. ElM n ster o Coord nador de la Polt ca, juntocon la SENPLADES y el IAEN, prop c aronun evento para pro und zar en la re e nacerca de estos procesos, e per mentadosen d versos pases de Amr ca Lat na. ElForo Internac onal sobreLos nuevos retos de Amrica Latina: socialismo y sumak kawsay ue prec samente un espac o de debate queconvoc no slo a reconoc dos ter cossoc ales, qu enes se encuentran estud an-do este proceso, s no tamb n a qu enes

    aportan, desde una prct ca concreta, en suconstrucc n.

    Una de las pr nc pales conclus ones delevento es que no hay un modelo n co, nesquemas prede n dos, hay procesos soc alesque deben ser autnomos y soberanos, peropro undamente compromet dos con undear o comn de just c a soc al, equ dad y desarrollo que pone al centro el ser humano.

    Cada soc edad de ne sus pr or dades y tamb n las ormas bajo las cuales se cons-truye este proceso. S n embargo, hay algunosejes que prec san una con gurac n cada vezms de n da de este modelo. Una democra-c a rad cal part c pat va que supone la cons-trucc n del poder c udadano a travs de la part c pac n, rend c n de cuentas y controlsoc al. Un modelo econm co sol dar o, queno desecha el mercado pero no lo conv erte

    en su n ca uente de leg t m dad, y que msb en da pr maca al trabajo sobre el cap tal.Una orma soc al ncluyente, que se ancla enla ntercultural dad entend da como la pos -b l dad no solo de reconocer cosmov s onesd st ntas s no, sobre todo, de nteractuar y conv v r entre sujetos d versos. Un modo derelac onam ento equ l brado con el entornoy la naturaleza. El Buen V v r es entoncesv v r a plen tud, ntegrando todas estas d -mens ones. Se trata de la construcc n de unproyecto emanc pator o postcap tal sta, bajoel entend m ento de que el cap tal smo ya noes re ormable. La mayora de los ecuator a-nos apost por esta nueva orma de conv -

    venc a c udadana, en d vers dad y armona con la naturaleza , establec da en la Const -tuc n de 2008 para alcanzar el Buen V v r,elsumak kawsay . El Gob erno nac onal, bajoel l derazgo del Pres dente Ra ael Correa,hace es uerzos s gn cat vos y contundentes,a travs de la mplementac n de nnume-rables polt cas pbl cas, por concretar estedesa o h str co que le ue encargado porel pueblo ecuator ano. Los representantesdel M n ster o Coord nador de la Polt ca,la SENPLADES y el IAEN, hemos cons -derado relevante presentar, a travs de esta publ cac n, las ponenc as e puestas en elForo, como parte de este es uerzo por anal -zar, debat r e nc d r en la construcc n de la soc edad del Buen V v r.

    Doris Soliz Ministra Coordinadora de la Poltica

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    ContenidoEl constitucionalismo posneoliberal

    y el sumak kawsay

    El Estado como promotorde la economa

    La d sputa de sent dos por elBuen V v r como procesocontrahegemn co Ana Mara Larrea ........................................................................15

    Const tuc onal dad posneol beraly la nueva orma de v v r b enNidia Daz ..................................................................................29

    La alternat va al neol beral smoy los uturos cont ngentes Marcos Roitman ..........................................................................37

    Soc al smo delsumak kawsay ob osoc al smo republ canoRen Ramrez Gallegos .................................................................55

    El nuevo modelo econm co delsoc al smo del s glo XXI. Algunoselementos para la d scus n Marta Harnecker .........................................................................77

    La cr s s del modelo de desarrolloy la loso a delsumak kawsay Franois Houtart ..........................................................................91

    El Estado como motor de la economa, el valor del trabajo porenc ma del valor del cap tal y losnuevos modelos deprop edad y producc n Alexander Main ...........................................................................99

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    El constitucionalismoposneoliberal y elsumak kawsay

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    La disputa de sentidos porel buen vivir como procesocontrahegemnico

    Ana Mara Larrea

    1. Un cambio paradigmtico Al n y al cabo somos lo que hacemos para camb ar lo que somos. La dent dad no esuna p eza de museo, qu etec ta en la v tr na,s no la s empre asombrosa sntes s de las con-trad cc ones nuestras de cada da.

    Galeano, 2007: 111.Para una teora c ega, la prct ca soc al esnv s ble; para una prct ca c ega, la teora soc al es rrelevante.

    De Sousa Santos, 2006: 16.

    En los lt mos aos la rrupc n de luchas,re v nd cac ones y propuestas desde d versosmov m entos soc ales rente al neol beral s-

    mo, la ase ms desarrollada y desp adada de acumulac n del s stema cap tal sta, hanmostrado la neces dad de constru r nuevosparad gmas que nos perm tan mpulsar pro-undos procesos de camb o hac a la cons-trucc n de soc edades ms justas, gual ta-r as, capaces de generar alternat vas desde suprop a d vers dad y en democrac a.

    Esta neces dad se ha hecho ms acuc an-

    te cuando en Amr ca Lat na, ruto de estosprocesos de lucha y deb do a la pro unda cr s s del s stema, se ha logrado d sputarmportantes espac os de poder pbl co y consegu r que var os gob ernos mpulsenprogramas de camb o hac a la construcc nde soc edades ms justas e gual tar as. Setrata de procesos ab ertos a la acc n soc al y colect va, procesos que se van construyendoal andar, que condensan una ser e de con-trad cc ones nternas y pro undos con c-tos. Como lo d ra Wallerste n, se trata depuntos de b urcac n o momentos de cr s s-trans c n que pueden caracter zarse comouna constelac n saturada de tens ones

    (Wallerste n, 1998, c t. por Unda, 2005:34). Momentos en los cuales la real dad po-s t vamente dada no puede ya reproduc rsepor los mecan smos normales y la h stor a se abre a la ndeterm nac n y a la ausenc a de certezas En estos momentos y en esascond c ones recupera central dad la acc nsoc al como constructora de real dades(Unda, 2005: 35).

    En este marco, los procesos const tuyentespromov dos en Venezuela, Bol v a y Ecuadorhan conllevado el enorme desa o de generarnuevos sent dos que conjuguen las apuestaspor nuevos hor zontes ep stemolg cos, conagendas programt cas para el camb o soc al.

    El proceso const tuyente del Ecuador uetremendamente nnovador en este sent do.Uno de los ejes de la nueva Const tuc necuator ana es el concepto delsumak kawsay o Buen V v r, sobre el que re e onaremosen este artculo.

    2. La crisis del desarrollo

    Es mpos ble que la Amr ca Lat na se desa-rrolle, no mportan cules sean las polt casgubernamentales, porque lo que se desarro-lla no son los pases. Lo que se desarrolla esn camente la economa-mundo cap tal sta y esta economa-mundo es de naturaleza po-lar zadora.

    Immanuel Wallerste n, 1998.

    El concepto de desarrollo ha entrado enuna pro unda cr s s, no solamente por la perspect va colon al sta desde donde se cons-truy, s no adems por los pobres resultados

    que ha generado en el mundo entero. Las n-numerables recetas para alcanzar el supuestodesarrollo, conceb do desde una perspect va de progreso y modelo a segu r, ha llevado a una cr s s global de mlt ples d mens ones,que demuestra la mpos b l dad de mante-

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    ner la ruta e tract v sta y devastadora para los pases del sur, las des guales relac ones depoder y comerc o entre el Norte y el Sur y los l m tados patrones actuales de consumo,que s n duda llevarn al planeta entero alcolapso, al no poder asegurar su capac dad

    de regenerac n. Es mpresc nd ble enton-ces, mpulsar nuevos modos de produc r,consum r y organ zar la v da.

    Al hablar del concepto de desarrollodentro del parad gma de la modern dad,es mportante preguntarnos: Qu desa-rrollamos? Desenvolvemos lo m smo quetenemos y pro und zamos? Desarrollamoslo dado? Esto s gn cara que en soc eda-

    des como las lat noamer canas, marcadaspor pro undas des gualdades estructurales,estamos desarrollando la des gualdad, la pobreza, la njust c a, el deter oro amb ental?O por el contrar o, optamos por una pers-pect va l beradora, que mpl ca trastocar la real dad en la que v v mos?

    Al hablar de desarrollo necesar amenteestamos hac endo alus n a un modo de acu-

    mulac n, a un s stema soc o-econm co y polt co, a un t po de relac ones soc ales, etc.Se desarrollan estos aspectos para dar paso deuna s tuac n A a una s tuac n B. Impl ca esto necesar amente un proceso de camb o?Qu pro und dad t ene el camb o que pro-ponemos? Estamos de n endo un proceso,con un punto o puntos de llegada? Qumodelo de soc edad queremos alcanzar? Esa nueva soc edad es cap tal sta? Queremos r

    ms all del cap tal smo? Qu t po de rela-c ones soc ales queremos constru r?

    Estas son preguntas nelud bles sobre todopara aquellos proyectos de camb o que, alacceder por votac n popular a las es erasgubernamentales, cuentan con enormes po-s b l dades de generar sent dos, a part r de lash stor as de emanc pac n y la recuperac nde d versas ep stemologas que perm tan la

    construcc n de soc edades en que las lg casde acumulac n del cap tal queden subsum -das a las lg cas de reproducc n ampl ada de la v da. El desa o de que e ect vamenteel ser humano y sus relac ones con la na-

    turaleza pasen a ser el centro y el objet voundamental de la acc n pbl ca, colect va y compart da, encuentra entonces un hor zon-te de pos b l dad, sobre el cual es necesar oactuar y pensar.

    En el momento de constru r alternat vaspos bles y v ables en el marco de un procesode camb o no v olento, surge un problema ad c onal que t ene que ver con los mtodosy herram entas para la trans ormac n. Granparte de los nstrumentos con los que conta-mos han s do desarrollados y responden a unt po de soc edad espec ca para unos nespart culares. Surge entonces la pregunta decmo podemos ntentar constru r lo nuevo,

    con herram entas que, aunque sean nuevas,se desarrollan para sostener y pro und zarel poder establec do (Unda, 2005: 21).Requer mos entonces de una alta dos s decreat v dad y sent do transgresor para llevaradelante una tarea trans ormadora con m-pactos s gn cat vos para los pueblos lat noa-mer canos.

    Uno de los camb os parad gmt cos ms

    mportantes de este camb o de poca aludeal cuest onam ento del concepto de desarro-llo y a la bsqueda de nuevas perspect vasep stemolg cas que se nutren de las concep-c ones de los pueblos ancestrales, las luchasemanc padoras y las teoras crt cas.

    La crt ca a la concepc n de desarrollode la modern dad adqu ere una relevanc a part cular en las propuestas contrahegem-

    n cas de construcc n de una nueva soc e-dad. Veamos entonces, los aspectos unda-mentales de esta crt ca, para luego presentaralgunos elementos que con guran las nuevasalternat vas.

    Bajo el parad gma de la modern dad, elcampo de anl s s del desarrollo se con gura durante la posguerra. Es mportante sealarque al hablar de desarrollo alud mos a un

    resultado a alcanzar, que est med ado poruna ser e de valores. De ah que el conceptode desarrollo sea un concepto que alude a normas y valores, que no escapan a las re-lac ones de poder y construcc n de hege-mona en el marco de procesos de dom na-

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    c n. Es necesar o anal zar entonces dnde,qu nes y en el marco de qu procesos dedom nac n y acumulac n se de nen esosvalores y normas. Qu nes establecen aqueldeber ser que est detrs de la dea del de-sarrollo y cmo desde la perspect va de los

    dom nados se ncorporan, asumen, nter-pelan o res gn can estos sent dos.

    Desde elhegemn, todo aquello que nopuede ser estructurado dentro de este deberser pasa a ser desvalor zado, nv s b l za-do y desconoc do. Se construye entoncesla dea del subdesarrollo , con una carga valr ca que t ene que ver con el atraso, lono deseado, aquello que debe ser superado,

    desconoc endo la r queza de la d vers daddent cada con los sectores subalternos,como eje const tut vo de nuestras soc eda-des. Desde la perspect va de construcc nde sent dos del campo del desarrollo y delsubdesarrollo se construye un rg men deverdad que nv s b l za a las grandes mayo-ras de nuestra poblac n. Como bellamentelo d ce Galeano, las soc edades cap tal stasy neo-colon ales producen constantemente

    nad es :Los nad es: Los h jos de nad e, los dueos

    de nada.]Los nad es: los n ngunos, los n nguneados,corr endo la l ebre,mur endo la v da, jod dos, rejod dos:Que no son, aunque sean.Que no hablan d omas, s no d alectos.Que no pro esan rel g ones, s no superst -

    c ones.]

    Que no hacen arte, s no artesana.Que no pract can cultura, s no olklore.Que no son seres humanos, s no recursos

    humanos.]Que no t enen cara, s no brazos.Que no t enen nombre, s no nmero.Que no guran en la h stor a un versal, s no

    en la crn ca roja de la prensa local.]Los nad es, que cuestan menosque la bala que los mata.

    Galeano, 2007: 59.Estos seres que aunque e sten, no son,p erden la pos b l dad de ser reconoc dosy v s b l zados, no solo nd v dual, s notamb n colect vamente. Es dec r, el rg men

    de verdad de nuestras soc edades, subsumee nv s b l za tamb n a pueblos y cultu-ras enteras, desvalor zando sus ormas dev da, des-h stor zando su e per enc a, susluchas y re v nd cac ones y generando unproceso de homogen zac n que destruye lo

    d verso y lo desconoce.Las soc edades cap tal stas, construyen

    dos ormas de pertenenc a jerarqu zada: els stema de des gualdad y el s stema de e -clus n. En el s stema de des gualdad, loque est abajo, lo cons derado n er or, est dentro del s stema, por ejemplo, las traba- jadoras domst cas, los trabajadores en una empresa, etc. Pero en el s stema de e clus n,

    lo que est abajo, desaparece, no e ste (DeSousa Santos, 2006: 54). Se n ega a estos seresparte de su human dad (el hablar d oma, elpro esar una rel g n, etc.). Ambos s stemas jerrqu cos, la des gualdad y la e clus n, sere uerzan mutuamente.

    A travs de este proceso de nv s b l zac n,desperd c amos una gran cant dad de e pe-r enc as soc ales, por el solo hecho de negar-

    nos a m rarlas. Nuestra rac onal dad, cal -cada por De Sousa Santos como ndolente y perezosa, se cons dera n ca, e clus va yno se ejerc ta lo su c ente como para poderm rar la r queza nagotable del mundo (DeSousa Santos, 2006: 20).

    La razn ndolente real za dos operac oness multneamente: por una parte, contrae,d sm nuye, sustrae el presente y contr bu-

    ye al desperd c o de la e per enc a, puesproduce como ausente mucha real dad quepodra estar presente. Por otra parte, la raznndolente e pande el uturo n n tamente, a travs de la dea de progreso, de desarrollo(De Sousa Santos, 2006: 20).

    En el campo del desarrollo, la teora de la modern zac n de los aos 50, const tuyeuno de las pr meras e pres ones s stemat za-

    das de esta v s n. Las soc edades occ den-tales eran pensadas como el modelo hac a el cual rrevers blemente llegaran todas lassoc edades del mundo. Las soc edades tra-d c onales eran v stas entonces como etapas

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    red str buc n es arch vada y sust tu da porla noc n del goteo: s los sectores v ablesson potenc ados y avorec dos, el b enestarde estos sectores derramar hac a los e -clu dos de los bene c os del s stema. De ahque el objet vo sea apoyar al sector v able de

    la economa. Aquellos grupos nv ablesdebern o b en rec b r as stenc a del Estadoo b en rec b r capac tac n para entrar enla modern dad y en el grupo de los sectoresv ables .

    En los aos 90, rente a las consecuenc asdevastadoras del modelo neol beral, surgenuna ser e de planteam entos sobre el desa-rrollo que, a d erenc a de las grandes teoras

    que hemos rev sado, son planteam entosnormat vos. No se nscr ben dentro de una teora. Se trata de los conceptos de desarrolloa escala humana, desarrollo humano y desa-rrollo sustentable.

    Los planteam entos del desarrollo a escala humana y del desarrollo humano parten dela dea de que el desarrollo debe tener comocentro al ser humano y no a los mercados

    o a la producc n. Se trata del desarrollo delas personas. Por cons gu ente, lo que se debemed r no es el PIB s no el n vel de v da delas personas, med do en la sat s acc n delas neces dades humanas. Las neces dadeshumanas son pocas y un versales, m entrasque los sat s actores de estas neces dades sonn n tos y part culares.

    Frente a las concepc ones econom c stas

    del desarrollo, que lo vean solamente comocrec m ento econm co, la categora del de-sarrollo humano, al asoc ar el desarrollo concal dad de v da, lo ve como un proceso deampl ac n de oportun dades y e pans n decapac dades humanas, or entado a sat s acerneces dades de d versa ndole, como subs s-tenc a, a ecto, entend m ento, part c pac n,l bertad, dent dad, creac n, etc. La cal dadde v da est dada por poder contar con una

    v da larga y saludable, adqu r r conoc m en-tos y acceder a los recursos necesar os para tener un n vel de v da decente (PNUD,1997: 20). De este modo, el acento est puesto en lo que la gente puede hacer y

    ser ms que en lo que puede tener . Desdeesta perspect va, se parte de las potenc a-l dades de la gente, de su orma de pensar,de sus neces dades, sus valores culturales,su organ zac n.

    S n embargo, la sat s acc n de neces da-des y la e pans n de capac dades humanasactuales no deben h potecar el uturo. Poreso, se habla de desarrollo sustentable, esdec r, de un proceso de camb o gradual y d nm co en la cal dad de v da de las comu-n dades, que perm ta un crec m ento econ-m co con just c a soc al y que no comprome-ta los recursos para las generac ones uturas.Las ormas de producc n y los hb tos de

    consumo deben procurar la conservac ny recuperac n del amb ente, buscando la armona entre el ser humano y la naturaleza.

    El modelo de desarrollo sustentable sebasa en tres d rectr ces bs cas: ser ecolg ca-mente armn co, econm camente e c entey soc almente justo. Impl ca un camb o deor entac ones culturales: produc r d erente,consum r d erente y organ zarse d eren-

    te para ev tar los mpactos ecolg cos y la ntens dad de usos de los b enes naturales(Unda, 2005: 29).

    El desarrollo sustentable es nv able s n elrespeto a la d vers dad h str ca y culturalcomo base para orjar la necesar a un dad delos pueblos. Conlleva, como elemento un-damental, la gualdad de derechos y oportu-n dades entre las mujeres y los hombres de

    las comun dades, entre pueblos y nac onal -dades, entre n os y adultos. Impl ca la rres-tr cta part c pac n c udadana en el ejerc c ode la democrac a.

    Es mportante sealar que n nguna deestas concepc ones cuest ona el cap tal smo,s no que se promueve el desarrollo humanosustentable en la soc edad cap tal sta. Ac-tualmente, e sten una ser e de ter cos que

    plantean que cap tal smo y sustentab l dadson trm nos opuestos, que es mpos ble quela soc edad cap tal sta sea sustentable porqueoptar por la sustentab l dad supone a ectar

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    las bases del modelo de acumulac n cap -tal sta para el que la naturaleza es solamenteun recurso ms.

    Por otra parte, las capac dades que seamplan lo hacen sobre la base del desarrollode los e stente y hegemn co: el cap tal s-mo, los mercados, la democrac a l beral, quemponen las pos b l dades e mpos b l dadesdel desarrollo humano (Unda, 2005: 28).

    Con e cepc n de las teoras de la depen-denc a, el rol del con cto en la generac nde procesos de camb o y d sputa contrahege-mn ca es nv s b l zado en todas las teorasy perspect vas que hemos enumerado. Es m-portante re e onar sobre ello, en el marcode la construcc n de sent dos emanc pado-res para una nueva soc edad.

    3. El sumak kawsay :hacia una vida plena

    Somos t erra que p ensa, s ente y ama.

    Leonardo Bof

    Los pueblos ndgenas and nos aportan a estedebate desde otras ep stemologas y cosmo-v s ones y nos plantean elsumak kawsay , la v da plena. De hecho la dea de desarrolloes ne stente en la cosmov s n de estospueblos, pues el uturo est atrs, es aquelloque no m ramos, n conocemos; m entrasal pasado lo tenemos al rente, lo vemos, loconocemos, nos const tuye y con l cam na-

    mos. En este cam no nos acompaan los an-cestros que se hacen uno con nosotros, conla comun dad y con la naturaleza. Compar-t mos entonces el estar juntos con todosestos seres; seres que t enen v da y son partenuestra. El mundo de arr ba, el mundo deabajo, el mundo de a uera y el mundo delaqu, se conectan y hacen parte de esta tota-l dad, dentro de una perspect va esp ral delt empo, no l neal.

    Al tratar de e pl car las concepc onesand nas, necesar amente he ten do que re-curr r al nosotros porque el mundo nopuede ser entend do desde la perspect va delyo de Occ dente. La comun dad cob ja,

    protege, demanda y es parte del nosotros.Por lo tanto, el pensam ento and no es em -nentemente colect vo. La comun dad es elsustento y es la base de la reproducc n deese sujeto colect vo que todos y cada unosomos . De ah que el ser humano es una

    p eza de este todo, que no puede ser enten-d do en sus partes. La total dad se e presa encada ser y cada ser en la total dad. El un ver-so es permanente, s empre ha e st do y e s-t r; nace y muere dentro de s m smo y sloel t empo lo camb a (pensam entokichwa ).De ah que hacer dao a la naturaleza es ha-cernos dao a nosotros m smos. Cada acto,cada compart m ento t ene consecuenc ascsm cas, los cerros se enojan o se alegran,

    se ren o se entr stecen, s enten p ensane sten (estn).

    El sumak kawsay , o v da plena, e presa esta cosmov s n. Alcanzar la v da plena esla tarea del sab o y cons ste en llegar a ungrado de armona total con la comun dad y con el cosmos.

    S recurr mos a la traducc n cultural ,

    que nos sug ere Boaventura de Sousa Santos,nuestro debate sobre la construcc n de una nueva soc edad, part endo de ep stemologasd versas, se enr quece enormemente: ya noestamos hablando de crec m ento econm -co, n del PIB, estamos hablando de rela-c ones, de ampl as relac ones, entre los sereshumanos, la naturaleza, la v da comun tar a,los ancestros, el pasado y el uturo. El obje-t vo que nos convoca ya no es el desarrollo

    desde esa ant gua perspect va un l neal de la h stor a, s no la construcc n de la soc edaddel Buen V v r.

    La concepc n del Buen V v r convergeen algunos sent dos con otras concepc onestamb n presentes en la h stor a del pensa-m ento de Occ dente. Ar stteles en sus re-e ones sobre t ca y polt ca nos habla ya del V v r B en. Para Ar stteles, el n lt mo

    del ser humano es la el c dad, que se alcanza en una pol s el z. Es dec r, solamente la e-l c dad de todos es la el c dad de cada uno;la el c dad se real za en la comun dad po-lt ca. A sladamente, los seres humanos no

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    podemos alcanzar la el c dad, solo en soc e-dad podemos pract car la v rtud para v v rb en, o ser el ces. El n de la pol s, es enton-ces alcanzar la el c dad de los seres humanosque la ntegran.

    S n embargo, la concepc n ar stotl ca delV v r B en no reconoce las relac ones del serhumano con la naturaleza n las d mens onesesp r tuales de las relac ones con los antepa-sados y con la naturaleza, que en la v s nde los puebloskichwas and nos son tan re-levantes.

    Es mportante, resaltar el n as s que enambas concepc ones t ene el sent do de locomun tar o-soc al, rente a las v s ones rag-mentar as, econom c stas y mercado cntr -cas del desarrollo .

    4. El Buen Vivir en laConstitucin del Ecuador

    El proceso const tuyente en el Ecuador ueun espac o pr v leg ado para la re e nsobre el camb o parad gmt co que mpl ca la concepc n del Buen V v r. De ah que,aunque nacabados e ncluso contrad ctor osen algunos momentos, buena parte de losplanteam entos sobre el Buen V v r, estnre ejados en la Const tuc n.

    La Const tuc n ecuator ana establece queel conjunto organ zado, sosten ble y d n-m co de los s stemas econm cos, polt cos,soc o-culturales y amb entales, a los quedenom na rg men de desarrollo , debengarant zar el Buen V v r. Hace h ncap enel goce de los derechos como cond c n delBuen V v r y en el ejerc c o de las responsab -l dades en el marco de la ntercultural dad y de la conv venc a armn ca con la naturaleza (Const tuc n de la Repbl ca del Ecuador,art. 275).

    Es mportante sealar que, de esta manera,la noc n de Buen V v r perm te una mpor-tante cone n, no lograda en la Const tu-c n anter or, entre la parte dogmt ca y la parte orgn ca de la Carta Magna, ya que losderechos logran una art culac n sustant va

    con la estructura del Estado, su organ zac nterr tor al, y los denom nados rg men dedesarrollo y rg men del Buen V v r .

    4.1 Desarrollo y Buen Vivir

    Como ya se ha d cho, en la Const tuc ndel Ecuador se supera la v s n reducc on sta del desarrollo como crec m ento econm coy se establece una nueva v s n en la que elcentro del desarrollo es el ser humano y elobjet vo nal es el alcanzar elsumak kawsay oBuen V v r. Frente a la alsa d cotoma entreEstado y mercado, mpulsada por el pen-sam ento neol beral, la Const tuc n ecua-tor ana ormula una relac n entre Estado,mercado, soc edad y naturaleza. El mercadodeja de ser el motor que mpulsa el desarro-llo y comparte una ser e de nteracc ones conel Estado, la soc edad y la naturaleza. Porpr mera vez en la h stor a de la human daduna Const tuc n reconoce los derechos dela naturaleza y esta pasa a ser uno de los ele-mentos const tut vos del Buen V v r.

    Frente al desmantelam ento del Estadompulsado por el neol beral smo, se haceundamental recuperar el Estado para la c u-dadana, en el marco de la recuperac n delo pbl co, en un sent do ms abarcat vo. Deah que la Carta Magna ortalece el Estadorecuperando sus roles en la plan cac n,regulac n y red str buc n. S n embargo,no se trata de una v s n estat zante, en la que el ant guo rol del mercado es sust tu doacrt camente por el Estado. Por el contra-r o, al ortalecer y ampl ar los derechos y alreconocer a la part c pac n como elementoundamental en la construcc n de la nueva soc edad, la nueva Const tuc n busca el or-talec m ento de la soc edad como cond c nnecesar a para el Buen V v r en comun dad.De este modo se mpulsa la construcc n deun verdadero poder soc al y c udadano.

    La part c pac n soc al y c udadana es uneje transversal en la nueva Carta Magna delEcuador. En toda la h stor a republ cana delpas no ha e st do una Const tuc n que led un peso tan mportante a la part c pac ncomo la actual. Esta a rmac n es vl da

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    tamb n s comparamos con otras Const tu-c ones de los pases lat noamer canos. Se re-conocen las d versas ormas de democrac a y por pr mera vez se ncorpora a la democrac a comun tar a.

    Para la nueva Const tuc n, elsumak kawsay mpl ca mejorar la cal dad de v da dela poblac n, desarrollar sus capac dades y potenc al dades; contar con un s stema eco-nm co que promueva la gualdad a travsde la red str buc n soc al y terr tor al de losbene c os del desarrollo; mpulsar la part -c pac n e ect va de la c udadana en todoslos mb tos de nters pbl co; estableceruna conv venc a armn ca con la naturaleza;

    garant zar la soberana nac onal y promoverla ntegrac n lat noamer cana; y proteger y promover la d vers dad cultural (art. 276).

    La mportanc a que se da a la d vers daden la Carta Magna del Ecuador no se res-tr nge al plano cultural, s no que se e presa tamb n en el s stema econm co. La Cons-t tuc n ecuator ana reconoce al s stema econm co como soc al y sol dar o , n-

    corporando la perspect va de la d vers daden la concepc n del s stema econm co y superando la v s n mercado cntr ca que lode na como soc al de mercado .

    Para la economa soc al, el ser humano esel centro de la act v dad econm ca y por lotanto, la economa debe estar al serv c o dela v da y no la v da en unc n de la econo-ma. Esto supone revert r la lg ca perversa

    del cap tal smo, para el que la acumulac ndel cap tal const tuye el motor de la v da. La economa soc al, por el contrar o, plantea la generac n de una economa plural endonde las lg cas de acumulac n del cap taly del poder estn subord nadas a la lg ca dela reproducc n ampl ada de la v da. Para ello, el trabajo es una noc n central. Se trata entonces de apoyar las n c at vas econm -cas de la poblac n desde la perspect va del

    trabajo y no desde la perspect va del empleo,con el n de garant zar que la r queza queded rectamente en manos de los trabajadores.(Coragg o, 2007: 68; Coragg o, 2004).

    La economa soc al es una propuesta polt ca que se apoya en una teora crt ca,a rma otros valores y plantea otra rac ona-l dad para or entar las prct cas de trans or-mac n desde la per er a lat noamer cana(Coragg o, 2007: 41).

    Es mportante resaltar el carcter em -nentemente polt co y trans ormador de la propuesta y su v s n h str ca de los s ste-mas econm cos. Para la economa soc al,no e sten s stemas econm cos ah str -cos. odo s stema econm co es una cons-trucc n soc al, por lo tanto es cont ngente(Karl, 2007: 19). Contrar amente a lo quenos ha pretend do hacer creer el pensam en-

    to neol beral que pregona el n de la h stor a y el tr un o de un cap tal smo s n lm tes,como la n ca va para el desarrollo de la human dad, la economa soc al plantea quelos modelos econm cos son el resultadode unas relac ones soc ales concretas y quela economa t ene un sent do polt co, pueses el producto de los con ctos y las luchassoc ales. La d str buc n y uso de los recur-sos de una soc edad es un tema polt co. Para

    que nad e su ra por neces dades que sonpos bles de sat s acer se requ ere sobre todovoluntad polt ca (Karl, 2007: 19).

    Frente a la economa del cap tal y la eco-noma pbl ca, la economa del trabajo seconst tuye como una alternat va utp ca. La economa soc al como programa de acc ncolect va promueve una organ zac n econ-m ca autnoma del cap tal y del poder como

    dom n o y se compromete con un proceso detrans ormac n soc al (Karl, 2007: 19-20).

    Hacer economa soc al mpl ca contr bu rconsc entemente a desart cular las estructu-ras de reproducc n del cap tal y a constru run sector orgn co que provea a las neces -dades de todos con otros valores, nst tuc o-nal zando nuevas prct cas en med o de una lucha contrahegemn ca contra la c v l za-c n cap tal sta, que a rme otro concepto de

    just c a soc al (Coragg o, 2007: 39).Frente a la economa de mercado que separa la economa de la v da soc al, la economa soc al, como su nombre lo nd ca, subraya elcarcter soc al de toda economa.

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    oda economa es, de hecho, soc al. Lo esen tanto codeterm na qu clase de soc e-dad soporta y contr buye a reproduc r. Lo estamb n porque la soc edad codeterm na la economa, d rectamente y a travs de proce-sos polt cos es tamb n soc al en tantouna parte muy s gn cat va de ella opera por

    uera de los mecan smos de mercado y, portanto, no term na de const tu rse en una es era separada con tendenc as de autorregu-lac n (Coragg o, 2007: 33).

    Al recoger el carcter esenc almente soc aly polt co de los procesos econm cos, la economa soc al subraya las nterrelac o-nes entre economa y soc edad, abarcandomlt ples ormas que trad c onalmente noson cons deradas como econm cas. Le da al sujeto un carcter central en la propues-ta, pues plantea el retorno al sujeto, asegu-rando no solamente su sustento nmed ato,s no sobre todo su autonoma del cap tal y de una clase polt ca separada de su pueblo.De esta manera, el programa de economa soc al, que pers gue alcanzar una v da mejorpara todos y todas, conlleva una lucha cul-tural contra el pensam ento neol beral que

    ha s do ncorporado como sent do comn.(Coragg o, 2007: 40, 42, 51).

    El reconoc m ento del s stema econm cocomo soc al y sol dar o, no se queda en una mera declarac n, s no que se e presa en la ncorporac n de la noc n de d vers dad enla compos c n del s stema nanc ero, en la organ zac n de la producc n, en los t posde prop edad, en las ormas de trabajo, en la

    democrat zac n de los med os de produc-c n y en la v s n de soberana al mentar a como objet vo estratg co del Estado.

    Las pr nc pales d spos c ones const tuc o-nales que sustentan la nueva concepc nde economa son: la el m nac n de la ter-cer zac n y la ntermed ac n laboral; la remunerac n justa con un salar o d gno; la protecc n al trabajo autnomo; el reconoc -

    m ento al trabajo de autosustento y cu dadohumano como labor product va; el mpulsoal comerc o justo; la pr or dad de los pro-ductos y serv c os de la economa soc al y so-l dar a para las compras pbl cas; la polt ca tr butar a que promueve la red str buc n, el

    reconoc m ento de las act v dades nanc erascomo serv c o de orden pbl co; la proh b -c n a las ent dades nanc eras de part c paren empresas ajenas a su act v dad y de contarcon acc ones en med os de comun cac n;la recuperac n de los sectores estratg cos

    para la adm n strac n del Estado; la pr o-r zac n de la nvers n soc al rente al pagode la deuda e terna; la proh b c n de estat -zar deudas pr vadas; y el establec m ento deaud toras c udadanas para la deuda pbl ca.

    La d mens n soc al del Buen V v r en la Const tuc n ecuator ana busca la un versa-l zac n de los serv c os soc ales de cal dadpara garant zar y hacer e ect vos los dere-

    chos. De este modo, se deja atrs la concep-c n de educac n, salud o segur dad soc alcomo mercancas.

    En este marco, la Const tuc n garant za la gratu dad de la educac n hasta el tercern vel y rea rma el carcter la co de la m sma;tamb n se garant za la gratu dad de la aten-c n de salud, se e t ende la segur dad soc ala toda la poblac n, ndepend entemente de

    su cond c n laboral; se prohbe la pr vat za-c n de la segur dad soc al. Por pr mera vez,se ncorpora en la Const tuc n una secc nsobre la cultura s ca y el t empo l bre, comoelementos del Buen V v r.

    En la d mens n amb ental del BuenV v r, como ya se d jo, por pr mera vez enla h stor a de la human dad, una Const tu-c n reconoce los derechos de la naturaleza,

    pasando de este modo de una v s n de la naturaleza como recurso, a otra concep-c n totalmente d st nta, en la que esta esel espac o donde se reproduce y real za la v da . Desde esta concepc n la naturaleza t ene derecho a que se respete ntegralmen-te su e stenc a y el manten m ento y rege-nerac n de sus c clos v tales, estructura,unc ones y procesos evolut vos , as comoel derecho a la restaurac n (arts. 71 y 72).

    Los serv c os amb entales no son suscept blesde aprop ac n (art. 74).

    Se garant za el pr nc p o de precauc n y se establece que en aquellos casos de duda sobre los mpactos amb entales de una act -

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    v dad, aunque no e sta ev denc a c ent ca del dao, el Estado adoptar med das pro-tectoras oportunas (arts. 73, 396).

    Se reconoce el derecho de las comun da-des de ser consultadas antes de la aprobac nde cualqu er dec s n que pud era a ectar elamb ente. amb n se reconoce el derechode los pueblos ancestrales de mantener,proteger y desarrollar sus conoc m entoscolect vos, c enc as, tecnologas y saberes, y se prohbe toda orma de aprop ac n de losm smos (art. 57, numeral 12).

    Se prohbe la real zac n de act v dadese tract vas en reas proteg das (art. 407). La producc n de b enes de alto valor agregadodeber tomar en cuenta los lm tes b o s cosde la naturaleza y el respeto a la v da y a lasculturas (art. 284, numeral 4).

    4.2 El Buen Vivir endiversidad: plurinacionalidade interculturalidad

    Como hemos v sto, uno de los aspectos

    centrales en la concepc n del Buen V v res su d mens n colect va, que ncorpora la relac n armn ca entre los seres humanos,y con la naturaleza. S n embargo, en soc eda-des marcadas por la h stor a colon al y la do-m nac n, las pos b l dades de v v r juntos encomun dad pasan pr mero por poder cons-tru r esa comun dad de todos y todas. De ahla neces dad de reconocer la d vers dad comoparte sustanc al de la soc edad y como ele-mento que coadyuva al Buen V v r a travsdel aprend zaje ntercultural, la generac nde s nerg as y las pos b l dades ab ertas para nutr rnos de saberes, ep stemologas, cosmo-v s ones y prct cas culturales d st ntas.

    La nueva Const tuc n de la Repbl ca del Ecuador ncorpora un camb o de grantrascendenc a para la v da del pas: se pasa del estado plur cultural y mult tn co de la Const tuc n de 1998, al Estado ntercultu-ral y plur nac onal. De este modo, se recogeuna de las re v nd cac ones ms pro undas e

    mportantes de los mov m entos ndgenas y a roecuator anos del pas para la construc-c n de la soc edad del Buen V v r.

    S n embargo, en soc edades marcadas porla des gualdad, no se puede pensar la nter-cultural dad s n tomar en cuenta los proce-sos de dom nac n. El d logo nterculturalparte de la prem sa del d logo entre guales.ste no es pos ble cuando unas culturasestn subord nadas a otras. De esta manera,el tema de las relac ones nterculturales, msque un aspecto antropolg co se conv erteen un aspecto undamentalmente polt co.La des gualdad econm ca est acompaada de pro undos procesos de e clus n soc al,

    d scr m nac n y desconoc m ento de todootro cultural . De ah que al hablar de n-clus n e ntegrac n soc al, se haga mpres-c nd ble generar estrateg as claras de recono-c m ento a la d erenc a y a la d vers dad, quea la larga conduzcan a generar camb os en lasestructuras de poder.

    Las polt cas encam nadas a alcanzarmayor just c a e gualdad, como garanta

    para el ejerc c o pleno de los derechos de losseres humanos, guardan una estrecha art cu-lac n con aquellas polt cas encam nadas a generar camb os soc o-culturales para esta-blecer el reconoc m ento de la d erenc a y la errad cac n de todo t po de d scr m nac n,e clus n o subord nac n por opc n se ual,gnero, raza, edad, d scapac dad o creenc as.No e ste una verdadera d syunt va entrelas polt cas que promueven la gualdad en

    trm nos red str but vos y aquellas que pro-mueven el reconoc m ento a las d erenc asy las part cular dades culturales. Igualdad y d erenc a no son dos noc ones contrapues-tas, por el contrar o const tuyen dos d men-s ones de la just c a soc al. Este es el sent dode la un dad en la d vers dad. De ah quepara constru r una soc edad democrt ca y plural sta la or entac n estratg ca busquela trans ormac n en tres planos art culadosentre s: el soc o-econm co para asegurar la gualdad; el polt co que perm te camb os enlas estructuras de poder, de manera que la d erenc a deje de ser un elemento de dom -nac n y opres n; y el soc o-cultural, enca-

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    m nado al reconoc m ento de la d erenc a y a abr r las pos b l dades para un aprend zajeentre culturas (Daz Polanco, 2005: 61-63).

    La plur nac onal dad promueve la just c a econm ca y pregona la gualdad. La lucha por la gualdad es tamb n la lucha por elreconoc m ento de la d erenc a. Igualdadno es s nn mo de homogene zac n; n d -erenc a s nn mo de des gualdad.

    En el plano de la democrac a, el Estadoplur nac onal supone la construcc n de unEstado rad calmente democrt co: recupera y ortalece el Estado y la soc edad para garant -zar el ejerc c o pleno de la soberana popular.La plur nac onal dad supone el reconoc -m ento a las autor dades de los pueblos y na-c onal dades, eleg das de acuerdo a sus usosy costumbres, dentro del Estado un tar o,en gualdad de cond c ones con los demssectores de la soc edad. De ah que la plur -nac onal dad reconoce y valora las d st ntasormas de democrac a e stentes en el pas.La democrac a comun tar a, la democrac a del berat va y la democrac a part c pat va

    nutren y complementan a la democrac a representat va, promov endo un verdaderoejerc c o democrt co ntercultural.

    La construcc n de un Estado rad calmen-te democrt co es tamb n la construcc nde un Estado pol cntr co. De ah que la plur nac onal dad va de la mano con la des-central zac n y no con el deb l tam ento delEstado. Podemos tener un Estado uerte y

    descentral zado, con una soc edad uerte.La plur nac onal dad mpl ca una ruptura

    con la noc n l beral de la nac n, aquella segn la cual a cada Estado le correspondeuna nac n. El reconocer que un Estado nodeja de ser un tar o por estar const tu do pormlt ples nac ones es s n duda un avance de-mocrt co, pero tamb n un avance ter co-polt co, basado en la concepc n de la d -

    vers dad. La e stenc a de mlt ples nac onesconlleva adems al reconoc m ento de ml-t ples adscr pc ones dent tar as.

    Por lt mo, la plur nac onal dad conlleva la construcc n de una soc edad poscolon al.El colon al smo no term n con la ndepen-denc a, pues la creac n de nuestras repbl -cas no mpl c una lucha contra el s stema monrqu co, s no el alcanzar la ndependen-

    c a de la corona espaola. Las d vers dadesueron cons deradas como un obstculo para el progreso y por cons gu ente, las l tesmpulsaron un proceso de homogene zac nde los sectores subalternos, caracter zadoscomo carentes de potenc al polt co para plantear o const tu r una alternat va para pensar el pas. De este modo, el nac m entode la Repbl ca ecuator ana est s gnado porla e clus n de las mayoras de la construc-

    c n nac onal (Ramn, 2004: 23-24).La dea de emanc pac n del pueblo, con la que se romp los lazos colon ales, choc conlos hb tos polt cos colon ales pro unda-mente arra gados en las soc edades lat noa-mer canas. Emanc par emp eza a adqu r rel s gn cado de c v l zar al pueblo de suatraso y anarqua (V llav cenc o, 2003: 86).En el s glo XIX, mperaba la dea de que el

    pueblo no estaba preparado para reg rse porun s stema republ cano super or a su capac -dad. De ah el ntento de undar la Repbl ca desde arr ba (V llav cenc o, 2003: 81-82).El manten m ento del colon al smo nterno,que ha generado pro undos procesos de e -clus n, requ ere de acc ones a rmat vashac a los grupos e clu dos que perm tansuperar la d scr m nac n en una perspect va de just c a h str ca.

    Pero, cules son los alcances que da la Const tuc n del Ecuador a la plur nac o-nal dad? El proyecto de nueva Const tuc nper la la plur nac onal dad en los s gu entesmb tos: 1) el reconoc m ento de terr tor osndgenas, a roecuator anos y de pueblosmontub os, que pasarn a asum r las m smascompetenc as del gob erno secc onal de la escala correspond ente; 2) se establece elsumak kawsay o Buen V v r como el objet voa alcanzar en el proceso de desarrollo; 3) la ampl ac n de los derechos colect vos; 4) elreconoc m ento a la just c a ndgena, en elmarco del respeto a los derechos humanos,

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    como una jur sd cc n espec al; 5) el recono-c m ento a las nac onal dades y pueblos comosujetos de derechos; 6) el ortalec m ento dela Educac n Intercultural B l nge, bajo la rectora del Estado, y el ortalec m ento dela ntercultural dad en el s stema h spano

    de educac n, a travs de la enseanza de losd omas ancestrales; 7) el reconoc m ento dela nac onal dad ecuator ana por nac m entopara las personas que pertenecen a una na-c onal dad ndgena reconoc da en el pasy que nac eron en las zonas de rontera; y 8) el reconoc m ento del castellano,kichwa y shuar como d omas o c ales de relac nntercultural y de los dems d omas comoo c ales en las zonas en las que hab tan las

    nac onal dades respect vas.

    4.3 Los derechos comopilares del Buen Vivir

    Las nnovac ones undamentales en elcampo de los derechos, desde la perspect -va del Buen V v r en la nueva Const tuc ndel Ecuador, parten del reconoc m ento delEstado como const tuc onal de derechos y just c a (art. 1), rente a la noc n trad c o-nal de Estado soc al de derechos. Este camb ompl ca el establec m ento de garantas cons-t tuc onales que perm ten apl car d recta enmed atamente los derechos, s n neces dadde que e sta una leg slac n secundar a. La Const tuc n ecuator ana ampla ademslas garantas, s n restr ng rlas a lo jud c al.E sten tres t pos de garantas: normat -

    vas, polt cas pbl cas y jur sd cc onales.(v la, 2008: 3-4). De este modo, la polt ca pbl ca pasa a garant zar los derechos.

    Uno de los elementos claves en la con-cepc n del Buen V v r es la ntegral dad, la v da conceb da como un todo nd v s ble. La noc n de ntegral dad se hace e ect va en la nueva Carta Magna del Ecuador al no esta-blecer jerarquas entre los derechos, superan-

    do aquella v s n que los t polog zaba en:undamentales (pr mera generac n), econ-m cos, soc ales y culturales (segunda genera-c n) y colect vos (tercera generac n).

    Al separar y jerarqu zar los derechos, elpensam ento l beral apuntala un sesgo n-d v dual sta y deshace el eje soc al que loscruza. Esto lleva en la prct ca a la e stenc a de derechos undamentales y secundar os;bajo esta concepc n, los n cos derechos

    verdaderos son los c v les y polt cos, y losotros son solo enunc ados, deseos poco rea-l stas. Detrs de esta concepc n est la v eja d st nc n del l beral smo entre la l bertad(conceb da undamentalmente como l -bertad negat va) y la gualdad. La l bertadt ene pr or dad sobre la gualdad. Entonces,e sten derechos sustant vos (que son na-l enables) y adjet vos (que pueden pasarsepor alto, al menos hasta que se real cen

    plenamente los pr meros) (Daz Polanco,2005: 58). Esta arb trar a jerarqua ha s doun obstculo para que la mayora de la hu-man dad d s rute una v da plena. Esta v s nse ha concretado en una de ensa de la l ber-tad (lase c ertos derechos c v les entend dosdesde los valores dom nantes) en detr men-to de la just c a entend da como gualdad,que ue la mdula de la declarac n de losderechos humanos de 1948 (Daz Polanco,2005: 57-60).

    La Const tuc n del Ecuador rompe conesta concepc n, en at za el carcter nte-gral de los derechos, al reconocerlos comonterdepend entes y de gual jerarqua (art.11, numeral 6) y los organ za en: derechosdel Buen V v r; derechos de las personas y grupos de atenc n pr or tar a; derechos delas comun dades, pueblos y nac onal dades;derechos de part c pac n; derechos de l ber-tad; derechos de la naturaleza y derechos deprotecc n.

    A ms de las personas, se cons dera sujetosde derechos a las comun dades, pueblos,nac onal dades, colect vos y a la naturaleza,ncorporando lo colect vo soc al y a la natu-raleza rente a la v s n ragmentada de losderechos centrados en el nd v duo.

    La Const tuc n sust tuye la noc n degrupos vulnerables por grupos de atenc npr or tar a, desest gmat zando a las personasy generando un hor zonte de gualdad en la d vers dad.

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    Por pr mera vez se reconocen derechosespec cos para los jvenes; los m grantes,desplazados y re ug ados; las personas pr va-das de la l bertad; y personas portadoras deVIH. Se reconoce tamb n por pr mera vez,al agua, a la al mentac n y al hb tat como

    derechos humanos.

    5. Un horizonte nuevopara el uturo

    S n duda, la aprobac n de la nueva Cons-t tuc n del Ecuador por el 62% de la po-blac n ecuator ana const tuye un h to para

    la construcc n del proceso de camb o m-pulsado en el Ecuador y abre enormes pos -b l dades y cam nos para la construcc n deuna soc edad ms justa y democrt ca quese nutra de la d vers dad y haga real dad elanhelo de los ecuator anos y ecuator anaspor alcanzar elsumak kawsay .

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    Nidia Daz 1. Antecedentes

    La Const tuc n no es solo un cuerpo deleyes que regula la v da de los hab tantesde un Estado, s no que tamb n s gn ca modo de ser o de estar. En el momento dela Conqu sta, los pueblos de las nac onesndgenas tenan una Const tuc n,una

    manera de ser , que necesar amente repercuteen esos pueblos cuando se organ zan bajo unnstrumento legal que les da estructura jur-d ca. Despus de la conqu sta, El Salvadororm parte del ant guo re no de Guatemala,que hoy se conoce como Centroamr ca. La reg n estuvo reg da por las leyes de Espaa,pas que al momento del Descubr m ento y Conqu sta en 1524, careca de una Const -tuc n, aunque algunos sostengan que era vl do como tal el uero juzgo , cd go quepuede cons derarse como antesala al pr nc -p o const tuc onal de que los gobernantesdeben estar sujetos a preceptos legales.

    Es mportante dec r que la pr mera Cons-t tuc n que tuvo Espaa ue la de Bayona,mpuesta por Napolen Bonaparte, pero re-pud ada por el pueblo entonces nvad do, elcual reconoc como pr mera Const tuc na la de Cd z en 1812, en cuya elaborac npart c paron d putados amer canos y uerec b da con jb lo en Centroamr ca. Esta Const tuc n, que ue decretada por lasCortes Espaolas, convocadas en la ausenc a del Rey Fernando VII en v rtud de la pr s nque le haba mpuesto Napolen; ue anulada por el Rey a su regreso de pr s n, y al decla-rarse Rey Const tuc onal de Espaa, nclusoalgunos centroamer canos como Larrazbal,su r eron pr s n por de enderla. La Cons-t tuc n de Cd z ue restaurada en 1820.En real dad la Const tuc n de Cd z nunca estuvo v gente en Centroamr ca, porquelos unc onar os encargados de apl carla des-

    atendan o retorcan su sent do acomodn-dolo a los ntereses de la clase gobernante.S n embargo la part c pac n de los amer -canos en las Cortes de Cd z, y la promulga-c n de esta Const tuc n son los pr merosantecedentes const tuc onales en Amr ca,an cuando ya se haba propagado un nuevopensam ento polt co l beral deb do a la Independenc a, a la Const tuc n de losEstados Un dos de 1864, y a la Declarac nUn versal de los Derechos del Hombre y delC udadano, d ctada en Franc a en el prem-bulo de su pr mera Const tuc n de 1869.

    Esta Const tuc n no se cumpl en Amr ca, no solo por la derogac n que seh zo, s no por un enmeno que ocurr ,y cont na ocurr endo en El Salvador y engran parte de H spanoamr ca, que cons steen el d vorc o cas absoluto entre las leyes y la real dad. Las pr meras v ven en el papely cont ene sab os pr nc p os, pero a la pare ste el mundo real donde las d spos c o-nes legales se desat enden o d stors onan.Esta d spar dad entre las leyes y la real dadtuvo lugar durante la Conqu sta por alta delectura o de la orma en que se lea el amosorequer m ento. Esta d spar dad se enra z ennuestro modo de ser hasta llegar a const tu runa caracterst ca que ha dado nac m ento a nst tuc ones, s es que puede llamrseles as,como la mord da , los pro es onales arsan-tes, los polt cos des achatados, etc.

    odas las Cartas Magnas de Amr ca Central nacen al mpulso de acontec m en-tos h str co-polt cos que las determ nany t enen raz pro unda en la Conqu sta, la v da colon al, las luchas ndependent stas,el Gob erno Federal y el desbordam entoque h zo surg r c nco parcelas d erentes y antagn cas entre s.

    Constitucionalidadposneoliberal y la nueva

    orma de vivir bien

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    En 1824 se h zo la pr mera Const tuc nFederal de Centroamr ca, la cual revela la estructura soc al nc p ente de una nac n y la alta de pro und zac n de pensam ento jurd co de qu enes la elaboraron. En 1835el Congreso Federal de la Repbl ca Cen-

    troamer cana, usando la acultad que le con-ere la Const tuc n, convoc a una Const -tuyente para re ormar la Const tuc n, perono tuvo los votos su c entes en d cha Asam-blea, por lo que qued en proyecto.

    Luego hubo d st ntas const tuc ones. La de 1841, la de 1898, a pr nc p os de 1921, y la de 1950. Y as suces vamente hasta llegara la de 1983, que es v gente con todo y la

    re orma hecha.Las luchas revoluc onar as en El Salvador

    v enen de s glos atrs, s tenemos que tenerun punto de part da sera hace dosc entosaos, cuando se gestaron las luchas de nde-pendenc a; procesos nsurrecc onales comoel de 1811 y 1814 ueron la antesala para la rma de la Independenc a de la Corona en 1821. Luego v no la lucha entre l bera-

    les y conservadores, de ms de una dcada,contra la ane n y por la Repbl ca FederalCentroamer cana que encabez Franc scoMorazn, y en la cual se ncorporaron m lesde compatr otas salvadoreos. As tamb nla gesta hero ca de Anastas o Aqu no y elpueblo nonuhalco por sus derechos. En els glo XX, la nsurrecc n de 1932 marca unh to en la h stor a salvadorea, tre nta m lcampes nos ueron masacrados: se ases na a

    Fel c ano Ama y se us lan a los hroes Fa-rabundo Mart, Luna y Zacapa. Hero ca lucha. Los sectores ol grqu cos, ut l zan elejrc to para prevalecer sus ntereses.

    A nales de la dcada de 1960, surge elmov m ento revoluc onar o guerr llero. In -c almente se dan dos vert entes, la que surgede la ruptura con el Part do Comun sta Sal-vadoreo, el cual se haba undado en 1930,

    y que se const tuye en las Fuerzas Popularesde L berac n Farabundo Mart (FPL), y la vert ente que v ene de jvenes soc alcr s-t anos, juventud comun sta y otros, que seconst tuye en Ejrc to Revoluc onar o del

    Pueblo-Res stenc a Nac onal (ERP-RN). Deesta vert ente se desprenden dos momentos:el Part do Revoluc onar o de los rabajadoresCentroamer canos (PR C) y la Res stenc a Nac onal (RN). Podemos dec r que a nalesde 1975 ya estn con ormadas las c nco or-

    gan zac ones que, c nco aos despus, el10 de Octubre de 1980, van a const tu r alFrente Farabundo Mart para la L berac nNac onal-FMLN.

    Con el tr un o de la Revoluc n Sand n sta y el ncremento de la repres n, entre 1979-80, se crea la s tuac n nsurrecc onal en ElSalvador. El desarrollo de la lucha popular,apoyada por el mov m ento revoluc ona-

    r o, se pro und za y se va rad cal zando enla med da que la v olenc a nst tuc onal delEstado ahoga en sangre las luchas re v n-d cat vas, d r g das por las organ zac onesdel Bloque Popular, el FAPU, las L gas 28Febrero, Mov m ento de L berac n-MPLy el Part do UDN. El m smo pres denteCarter haba suspend do la ayuda econ-m ca a El Salvador, por la v olac n a losderechos humanos. Los sectores de poder

    econm co, polt co y m l tar, s n la msmn ma cons derac n, no tuv eron v s npolt ca n sens b l dad para abr r paso oac l tar la sal da polt ca, lejos de eso ncre-mentan la e clus n polt ca y la v olac n a los derechos humanos; no e ste el Estado dederecho. El d logo como mecan smo para un entend m ento era traicin, y los nter-locutores dneos como Monseor scarRomero y los lderes del FDR eran an qu -lados. Es en 1979 que se crean cond c onespara un levantam ento cv co m l tar el 15de octubre, que depuso al d ctador CarlosHumberto Romero. Durante tres meses sepudo desarrollar la junta con part c pac nde gente progres sta, pero luego vuelve a de-rech zarse la junta y com enza nuevamente elgenoc d o. Durante tres aos no hubo Cons-t tuc n, y es en 1983, cuando se convoca a la Const tuyente.

    La guerra c v l en El Salvador se n c a prct camente en 1980, llegando a estallarel 10 de enero de 1980. Cuando el FMLNlanza la o ens va nal, la alta de toleranc a

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    y v s n de los sectores que ostentaban elpoder econm co, polt co y m l tar, no ac -l ta el d logo y el entend m ento, lo cual esapoyado ncond c onalmente por Reagan querec n ha ganado las elecc ones en EE.UU.,restablec endo de nmed ato la ayuda m l tar

    bajo una v s n de sal da m l tar al con ctosoc al que se tornaba en con cto armado.Le apostaron a an qu lar, derrotar o a slar,deb l tar al FMLN. La guerra de baja nten-s dad se desarroll por la adm n strac n deReagan. Cuatro proyectos contra nsurgentesderrotamos, durante ochos aos Reagan pre-tend deb l tar al FMLN. Cuando l saledel Gob erno hereda un concepto a Bushpadre, y a los sectores de ARENA, que estn

    ya comp t endo por ganar las elecc ones enEl Salvador para marzo de 1989. Conceptoque se basaba en la dea equ vocada de queel FMLN estaba db l, que solo era cuest nde meses para que se r nd era. Que no haba que ceder nada, que solo se aguantara y sepro und zara la sal da m l tar.

    2. Re ormas

    constitucionales de 1991,contra el neoliberalismo

    La h stor a republ cana de El Salvador (1821a la echa), lejos de mostrarnos la h stor a deun Estado de derecho, nos muestra una h s-tor a de arb trar edades, rrespeto a la ley, a la v da y a la d gn dad humana; hechos pro-tagon zados pr nc palmente por las autor -dades pbl cas. La h stor a const tuc onal esel test mon o de ese estado de cosas: hane st do trece Const tuc ones y todas ellas, osus re ormas, han s do preced das por golpesde Estado, y han obedec do, o b en al pro-ps to de alterar el per odo de ejerc c o de la pres denc a para perpetuarse en ella, o b ena la neces dad de legal zar las actuac ones dehecho.

    Esa pern c osa trad c n h str ca seromp en abr l de 1991, grac as al acuerdoque puso n al con cto armado en El Sal-vador y que abr paso para la construcc n

    de la paz. La Const tuc n ue re ormada porpr mera vez s gu endo el proceso nst tuc o-nal para hacerlo.

    Aos atrs, en octubre de 1984, en elpr mer d logo con el gob erno demcrata-cr st ano de Napolen Duarte, este o rec a la guerr lla que se acog era a la Const tuc nde la Repbl ca, redactada un ao antes. Porsupuesto que el FMLN rechaz esa propues-ta; prct camente era una orma de ped rla rend c n. Esa Const tuc n no solo seh zo s n consenso n part c pac n nac onal,s no que tamb n daba el poder absoluto a los m l tares. S b en es c erto que rescat la parte dogmt ca de los Derechos Humanos,

    plasmados desde la Const tuc n de 1950,estructuraba una democrac a rg da ormal,con artculos ptreos, etc. Nuestra pos c nue clara: esa Const tuc n no la aceptba-mos, sostuv mos que debamos negoc ar losundamentos, valores, e nst tuc ones de una verdadera democrac a. Cuando estuv mosen el tercer d logo, en octubre de 1987, enmed o de una gran con rontac n, y en unamb ente reg onal pos t vo con Esqupelas

    II, d j mos que aceptbamos los conceptosque este proyecto presentaba en cuanto a loque se conceba como democrac a, pero quedebamos plasmarlo en la Const tuc n de la Repbl ca, pues estos conceptos se re erana la democrac a con just c a soc al, con elec-c ones l bres, derechos humanos, soberana,etc. Por supuesto que esto no avanz, porqueno haba voluntad polt ca de tomar acuer-dos que pus eran n al con cto. Reaganen su segundo per odo haba recrudec dola guerra, conv rt ndose en el actor quesegua prolongando el con cto, pues en la med da que buscaban la sal da m l tar elFMLN luchaba ms para abr r una correla-c n que pos b l tara alcanzar los objet vospor los que luchbamos y por lo que tantoscompaeros haban derramado su sangre.

    El tema de re orma const tuc onal aparecepor pr mera vez en el proceso de d logo,en octubre de 1989, en la segunda reun nde d logo con el gob erno de cr st ana, elFMLN propuso re ormas en el sent do desometer el poder m l tar al poder c v l, pero

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    ue rechazado pues los sectores de poder, y las uerzas demcratas soc al stas y cr st anaspres onan para que se d el cese de uego, loque aprovecharon los enem gos del d logopara v olentar ms los derechos humanos.Es el momento en que ya caa el Muro de

    Berln, y en El Salvador se present la nece-s dad h str ca de mpulsar la o ens va hasta el tope y punto , a la cual reacc onaron lossectores de poder con ms repres n, lo quepro und z el costo soc al, pero que cuatromeses despus ev denc el camb o en la correlac n de uerzas y pos b l t entrar alproceso de d logo-negoc ac n.

    Una vez de n do el ormato de la nego-

    c ac n, sus objet vos, etapas, metodologa,etc., n nguna de las partes tendra ventaja sobre la otra, lo que concretaba el carcterde uerza bel gerante del FMLN, reconoc -do as desde agosto de 1981, por M co y Franc a y luego general zado por la comu-n dad mund al. Pasamos a de n r la agenda general y calendar o del proceso completode negoc ac n. Es en este momento dondeaparece el tema de re orma const tuc onal,

    con la v s n de que todos los acuerdospolt cos que se negoc aran entre FMLN y Gob erno ban a tenerrango constitucional .Se trataba de que la re orma polt ca nst -tuc onal tuv era un marco const tuc onal,pues ban a surg r nuevas nst tuc ones y otras ban a ser re ormadas con el objet vode superar el Estado d ctator al prevalec entehasta ese momento e n c ar la construcc nde la democrac a basada en un Estado deDerecho. Era mpresc nd ble para n c ar la democrat zac n del pas y lograr el rrestr c-to cumpl m ento de los derechos humanosque se camb ara la Const tuc n.

    omando en cuenta las c rcunstanc as, enmed o de una guerra y con las dos delega-c ones que tenan que ponerse de acuerdoentre s y en consulta con otros sectores, lasnegoc ac ones avanzaron sobre todo el tema de derechos humanos, en el cual logramosacuerdo y pro und zamos en los debates deFuerza Armada, Segur dad Pbl ca, S stema Jud c al, Re orma Electoral, s n an estable-cer acuerdos en rme. Pero en la med da que

    se lograban avances, se h zo ev dente que era necesar o enmendar la Const tuc n para n-corporar los acuerdos en el ordenam ento ju-rd co. anto el tema Problema Econm coSoc al y la Re orma Const tuc onal, an nose tocaban. An ms cuando el tema Fuerza

    Armada se compl c, y la ONU pas a unrol de med ac n con propuesta, lo cual uerechazado al n c o por el GOES, aceptandod scut rlo luego de la campaa m l tar Ejr-c to Democratzate , que lanz el FMLNen todo el pas en nov embre de 1990. S nembargo, deb do al proced m ento jurd code re orma de la Const tuc n establec do enel artculo 248 de la Const tuc n v gente de1983, tenamos hasta el 30 de abr l de 1991

    como plazo atal para resolver esta cuest n,pues ese da term na el per odo leg slat -vo en unc ones. Dado que una leg slac naprueba la redacc n por mayora s mple y la s gu ente, s n mod car la redacc n, rat ca por mayora cal cada.

    Las negoc ac ones sobre la re orma cons-t tuc onal generaron un gran debate nac o-nal, pues el t empo para hacer e ect vo cual-

    qu er acuerdo sobre el punto se agotaba, y s no se llegaba pronto a una soluc n, quenvolucrara no solo el entend m ento entrelas partes s no tamb n el comprom so delos part dos polt cos con representac n le-g slat va para asum rlos, todo el proceso denegoc ac n quedara atascado por tres aos(que es el per odo que dura una leg slac n).Era necesar o que la Asamblea 1988-1991tuv era este acuerdo, s no tendramos queesperarnos a que la Asamblea 1991-1994aprobara la re orma y la s gu ente 1994-1997 la rat cara. Ese estancam ento sera atal para el proceso de paz. No se hub era rmado qu z la paz

    La propuesta de re ormar el artculo 248surg como alternat va, lo que mpl cara re ormar el proced m ento de re ormar la Const tuc n, de manera que todas las re-ormas necesar as pud eran ser d scut das y aprobadas luego de un plazo razonable enel per odo de la pr ma Asamblea Leg sla-t va. S no se lograba esto, se procedera a la mod cac n puntual de los artculos que se

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    que el nters pbl co t ene pr maca sobreel nters pr vado. amb n el artculo 1 es-tablece que la persona humana es el or geny el n del Estado. El artculo 101 d ce queel orden econm co debe responder esen-c almente a la just c a. El 12 garant za la l -

    bertad econm ca en lo que no se oponga alnters soc al, el 106 garant za el derecho deprop edad pr vada en unc n soc al, el 110prohbe los monopol os y las prct cas mo-nopl cas. El artculo 47 establece el derechoa s nd cal zac n, y manda que no se pueda desped r al d rect vo, y el artculo 48 esta-blece el derecho a la huelga. Pero a pesar deestar escr tos, estos derechos no se cumplen,los gob ernos de Arena se caracter zaron por

    no hacer lo que la ley obl gaba. Ya Scha k en su d scurso el da de la Const tuc n, el20 de d c embre, nos pona var os ejemplos:

    el artculo 83 de la Const tuc n esta-blece que la soberana res de en el pueblo,que es el que manda a los unc onar os, elque el ge a sus representantes. Pero la v da demuestra que los gobernantes pueden ad-qu r r voluntades una vez electos y dar la espalda al mandato c udadano. El artculo84 de ne el terr tor o de la Repbl ca y el146 prohbe tratados y conces ones que le-s onen la ntegr dad del terr tor o, la sobe-rana y la ndependenc a y s n embargo, sehan estado aprobando leyes que vulneran la soberana, la ndependenc a y pre eren elnters de monopol os y ol gopol os, tantoe tranjeros como nac onales, pero sobretodo e tranjeros. El LC, la ley mal llamada de ntegrac n monetar a, que mpuso la do-lar zac n; el conven o que autor z ceder unterr tor o a una base m l tar de los EstadosUn dos en el Aeropuerto de Comalapa y e -tend el derecho de su Gob erno a env ar a nuestro pas cualqu er cant dad de tropas y armas cuando lo cons dere conven ente a susntereses, y a establecerse en cualqu er partedel terr tor o nac onal, v ola por su puesto la d spos c n const tuc onal del artculo 147,que establece que cualqu er dec s n respec-to a los lm tes terr tor ales de la Repbl ca,o cualqu er re erenc a al terr tor o nac onalrequ eren el voto de las tres cuartas partes delos d putados electos; odo esto se h zo s nembargo con 43 votos, y tamb n se aprobcon 43 votos la l m tac n a 12 m llas delmar terr tor al de El Salvador.

    Y lo ms preocupante de todo es quetampoco hay a qu n acud r, con la segur dadde que estos preceptos const tuc onales sernde end dos. La conclus n es muy ev dente:v sta as las cosas, para Scha k esta Const tu-c n ha s do una espec e de cadver nsepul-

    to, acr b llado, apualado, que se saca cada ao para ponerlo sobre la mesa y rend rle elhomenaje del da de la Const tuc n. S vana ns st r con sus polt cas, sus dec s ones, elyo hago lo que qu ero , s va a ns st rse enesto, lo menos que se puede e g r es quesometan al conoc m ento c udadano la con-sulta de hacer otra Const tuc n a su med da totalmente, pero con esta Const tuc n nocasa n nguna de esas polt cas y conductas.

    Hacerle un homenaje cada ao a la Const -tuc n no corr ge nada de esto, no estableceun Estado const tuc onal y soc al de derechocomo lo manda la Const tuc n, tampococonvence a nad e de que aqu r ge la segur -dad jurd ca, que pueden ven rse a establecercon sus nvers ones con toda tranqu l dad.S nos re r ramos a los derechos humanoshabra todava mucha tela que cortar. Nohay Const tuc n, hay voluntad arb tra-r a, hay el yo qu ero, yo d go, yo mpongo.Solo est altando que vuelvan a organ zar y armar a la Guard a Nac onal a la Pol ca deHac enda y la Pol ca Nac onal, solo eso est altando. Para Scha k estaba claro: esemodelo era contrar o a la Const tuc n, v ola la Const tuc n. D cho en pocas palabrasel modelo neoliberal es inconstitucional .

    Durante todo este t empo en que elmodelo neol beral ha racasado, volv endoms r co al r co y mas cado la pobreza,e pulsando la mano de obra, estancando la act v dad product va, ha quedado ms clara la conc enc a de las l m tac ones y deb l da-des de nuestra Const tuc n, y ms clara la neces dad de per ecc onarla. Y a pesar de quese han dado 7 re ormas desde 1991, estasan no logran e presar la democrac a plena.Sobre todo en lo que conc erne a la demo-crac a part c pat va y a establecer art culada-mente un conjunto organ zado, sosten ble y d nm co de los s stemas econm cos, polt -cos, soc o-culturales y amb entales, que ga-

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    rant zan la real zac n para la soc edad de loque llamamos el Buen V v r o una v da conplen tud.

    Luego del 1 de jun o de este ao se ha ab erto una nueva etapa, hemos logrado,venc endo el m edo y el raude, sacar a la derecha conservadora del Gob erno, seprodujo la alternanc a democrt ca, porpr mera vez la zqu erda llega al Gob erno. Y ahora, en base a la voluntad polt ca y la conv cc n de que es necesar o hacerlo, seabren las pos b l dades para que nos con-v rtamos en una alternat va de camb o, seretome el rumbo que nos trazamos para la democrat zac n y la plena v genc a de los

    derechos humanos. EL FMLN ha de n doluchar por desarrollar ms democrac a part -c pat va, con gualdad y equ dad de gnero,ortalecer y trans ormar, donde se requ era,las nst tuc ones del Estado, e mpulsar unmodelo econm co soc al ncluyente y equ -tat vo, que reconstruya el andam aje produc-t vo y react ve la producc n, que perm ta d str bu r equ tat vamente la r queza para lograr la just c a soc al en un amb ente sano,

    seguro, donde conv vamos con la natura-leza como parte esenc al de nuestra v da.Estamos compromet dos con la superac nde la mpun dad y la corrupc n, con el re-sarc m ento de las vct mas de la guerra c v l.odas estas trans ormac ones democrt casnos deben llevar al soc al smo; pero desdeya, nosotros m l tamos por los valores y pr nc p os, y vamos desarrollando sus postu-lados. El FMLN trabaja por la ntegrac ny la un dad de los pueblos como cond c n,s n la cual no podramos r a la prosper dady lograr la m ma el c dad, la plen tud delser humano. Estamos luchando da a da poromentar una cultura de paz, bajo el con-cepto que no puede haber paz s no estnresueltas para el ser humano las neces dadesbs cas y la v genc a de todos sus derechos.Construyendo la democrac a part c pat va y protagn ca, vamos tamb n trans r endo elpoder polt co al pueblo. odo esto tamb nrequer r no solo cumpl r con los mandatosconst tuc onales, s no tamb n superar losartculos ptreos de la Const tuc n que obs-truyen el cam no de la democrac a, de ms

    democrac a al pueblo. Da a da nos en ren-tamos con la derecha ol grqu ca, con lossectores conservadores que luchan por rever-t r el proceso de camb o que hemos n c ado,y que, de acuerdo a la estrateg a trazada, elFMLN saldr v ctor oso en 2012 y 2014.

    Lucharemos ncansablemente por hacerms democrac a revoluc onar a, y por r con-qu stando de hecho lo que un da ser dederecho, como es la consulta popular.

    3. Perspectiva en America latina

    El desarrollo const tuc onal lat noamer canoal n c o del s glo XXI se caracter za por eldeseo de algunos pueblos por hacer real dadlos pr nc p os, deberes y derechos de los c u-dadanos y del Estado, que estaban conten -dos en las Const tuc ones que, en la mayora de los pases, eran letra muerta y lo quepasaba en la real dad era el ncumpl m entode tales pr nc p os, derechos y deberes. No serespetaba la voluntad popular en el esquema de las supuestas democrac as representat vas,pues las elecc ones eran raudulentas o talvoluntad era burlada med ante dec s onesabus vas de los organ smos electorales o seanulaba totalmente por golpes de Estado;como en Venezuela, que el pueblo pudorevert r, o en Honduras. Las amenazas porparte del mper al smo y los al ados nac o-nales de repet r el golpe, y hacerlo estrateg a ante gob ernos progres stas y de zqu erda,

    es a lo que tenemos que prepararnos para revert r. La contrao ens va del mper o, loscentros de poder nanc eros y las derechasol grqu cas conservadoras, por recuperarla hegemona en Amr ca Lat na y los espa-c os perd dos a travs de elecc ones, es una amenaza no solo polt ca s no m l tar. Nosolo buscan con gurar o consol dar al anzaspolt cas como puntas de lanza con Per,M co, Costa R ca, o ahora con Ch le y Honduras, s no reacomodos geopolt coscon bases m l tares y mov m entos de la IV Flota, y tamb n en Colomb a, Panam y algunas slas car beas. Es mportante poneratenc n a los mov m entos m l tares que

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    se real zan en Ha t, que luego del desastrepodran llegar a convert rse en bases m l ta-res que ased en a Cuba y al resto de pases.

    Es urgente y necesar o un rnos a n vel nosolo del cont nente amer cano, s no tamb ndel mundo, de n r una estrateg a donde seub que al enem go de los pueblos, y se coor-d nen uerzas polt cas y soc ales para avanzaren la lucha por un mundo mejor. En med ode la con rontac n, a todos los n veles, de-sarrollemos las concertac ones, al anzas y un ones con todas las uerzas que luchanpor un modelo alternat vo al cap tal smo.La un dad e ntegrac n de los pueblos,basada en la complementar edad, coopera-

    c n, sol dar dad y soberana, nos ayudar a desarrollar la democrac a revoluc onar a, opart c pat va o rad cal c udadana; avanzar enun modelo econm co soc al con nclus n,equ tat vo, que respete el med o amb ente.

    Las Const tuc ones de la Repbl ca Bol -var ana de Venezuela, la de Ecuador y la deBol v a, son base y ejemplo para pro und -zar derechos, las democrac as, el desarrolloeconm co, su justa d str buc n y la ruta al soc al smo. La relac n Pueblo-Gob erno.

    Con ello se deja establec do los valores, pr n-c p os, y lo que mpl ca la el c dad de laspersonas en su plen tud, establec endo lasbases de una cultura del Buen V v r. Cada uno en nuestros pases t ene la gran tarea detrans ormar el Estado, re ormarlo y ponerloal serv c o del pueblo.

    Fomentando el d logo, en donde nter-camb amos las e per enc as, aportamos c en-

    t camente, debat mos, tamb n nos remosortalec endo. En el planeta somos ms losque queremos la v da d gna, la just c a. Elmper o y sus al ados son menos, y destruyenel planeta. Unmonos por un mundo mejor.

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    Marcos Roitman

    Lo que es revoluc onar o no son los med oss no los objet vos. La v olenc a ha s dos empre, desde la etern dad, un actor reac-c onar o.

    Ch. Rappoport, 1970: 30

    1. El poder de la alternativa

    El antagon smo entre re orma e nsurrec-c n como ac cate del hacer revoluc onar oha s do una constante durante el s glo XIX y XX. Se en rentaron como alternat va d spu-tndose el espac o polt co de los proyectosde camb o soc al l beradores. Parece ser quesu conv venc a no ue pos ble, creando una separac n de ntereses hasta term nar enun d vorc o s n pos b l dades de reconc l a-c n. Su e clus n mutua dej poco espac oa una propuesta de ntegrac n. La h stor a de las nternac onales obreras marc esta d -v s n y sus luchas d eron lugar a los debatesacerca de la toma del poder y las ormas deconstrucc n del soc al smo. La Revoluc nRusa es su punto lg do. Len n y rotsk ,y ms tarde Mao, ueron crt cos acrr mosde la va re orm sta. e tos comoEl Estado y la revolucin, Las lecciones de Octubre oLa Revolucin China y el Partido Comunis-

    ta const tuyen tres cls cos de la alternat va nsurrecc onal. El concepto de revoluc nse acu como s nn mo de lucha armada y guerra justa contra el rg men opresor. Revo-luc n ant colon al, de l berac n nac onal,ant cap tal sta, soc al sta, comun sta y demo-crt ca. Cal cat vos que tenan en comnleg t mar su proceso de lucha por med o delllamado al levantam ento en armas contra elpoder de la t rana.

    El t empo ha s do un rb tro mportanteen esta d scus n. Ms all de los ac ertos y errores sobre las polt cas de cont ngenc a y de coyuntura, la d scus n s gue planteandoproblemas no resueltos acerca de la trans -

    c n del cap tal smo al soc al smo. Porque deeso se trata, de orma lustrat va y l terar a, elasalto al poder. La leg t m dad para mponerel nuevo orden rente a las estructuras delrg men depuesto.

    La Revoluc n Rusa en la v eja Europa,ms adelante Ch na en As a y, poster or-mente, Cuba en Amr ca Lat na uerontres grandes e per enc as de revoluc onessoc ales que ahondaron en la alternat va n-surrecc onal. En las dos pr meras una orga-n zac nad hoc , el part do, con m l tantespro es onales, ded cados e clus vamente altrabajo de educar para el asalto al poder y acelerar el proceso revoluc onar o, toman ensus manos la responsab l dad de consp rarcontra el orden despt co. El quehacer clan-dest no y la nstrucc n m l tar moldean elper l del revoluc onar o. La d vulgac n delos pr nc p os deolg cos y doctr nales del

    soc al smo y del comun smo entre el prole-tar ado y el campes nado estn nmersos enla lucha nsurrecc onal, partera de la revo-luc n. M l tantes preparados para acelerarlos t empos de la h stor a construyen la al-ternat va en la conc enc a y abren las puertasal uturo soc al sta. Revoluc n soc al pro-letar a y l berac n mental. Del re no de la neces dad al re no de la l bertad. El soc al s-mo slo se podr constru r abandonando elpasado y m rando el uturo. De lo contra-r o, estaramos abocados a v v r car caturasde revoluc n.

    La tercera e per enc a, la Revoluc nCubana, deja otras lecc ones. No ue unpart do, s no un mov m ento nsurrecc o-nal guerr llero de compos c n deolg ca,undado en el ant - mper al smo mart ano,la democrac a, la just c a soc al, el soc al s-

    mo y el nac onal smo lat noamer cano depr nc p os del s glo XX. Pero lo que destaca sobre las d erenc as y une a los tres casos esel recurso a las armas y su re v nd cac n de

    La alternativa al neoliberalismo y